1-CPCM-13 mara de la Segunda Sección de Occidente: Sonsonate, a las nueve horas diez minutos del doce de febrero de dos mil trece. I.- IDENTIFICACIÓN DEL PROCESO Y DE LAS PARTES. El presente incidente de Apelación se ha suscitado en el PROCESO COMUN REIVINDICATORIO DE DOMINIO, promovido por el Licenciado Robustiano Nelson C. O., de […], de este departamento, en su concepto de apoderado general judicial del señor JOSE ENRIQUE S. D., de […], de este departamento, contra la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. y por MARTA C. C., de […], quien actúa por medio de su apoderado general judicial Licenciado ASTOR ADRIAN G. Q., de […] y de este domicilio; que en dicho proceso se interpuso por parte de la demandada a través de su apoderado Licenciado G. Q., la reconvención y por ello se planteó el PROCESO COMUN DECLARATIVO DE NULIDAD DE INSTRUMENTO PÚBLICO Y CANCELACIÓN DE INSCRIPCIÓN REGISTRAL; que en dicho proceso el Juez de lo Civil de esta ciudad, p ro n u n ci ó s en t en ci a d e fi n i t i v a a l as o n ce ho ras ci n co m i n u t o s d el d í a v ei n t i s éi s d e noviembre de dos mil doce, en la que desestimó la reconvención planteada por el Licenciado G. Q., consistente en declarar la nulidad de la escritura número ciento cuarenta y cuatro, del Libro quinto de compraventa de inmueble con pacto de retroventa, otorgada en la ciudad de Sonsonate, a las dieciséis horas del treinta y uno de julio de dos mil nueve, ante los oficios del notario Juan José P. A. , del inmueble objeto del litigio de conformidad al resultado de la experticia realizada por el perito Manuel de Jesús Hernández Hernández y, la segunda, realizada por la perito Digna del Carmen Cortez Guidos; que, además, estimó la pretensión de reivindicación ejercida por el señor José Enrique S. D., ordenándose en consecuencia a la señora Marta C. S., conocida por Marta C. S. y por Marta C. C., a restituir el inmueble de naturaleza rústica, situado a orillas de la carretera que de la ciudad de Sonsonate conduce al municipio de Nahuizalco, ubicado en el cantón San Ramón, jurisdicción de San Antonio del Monte, departamento de Sonsonate, de una extensión superficial de dos mil seiscientos cincuenta y cinco metros cuadrados, inscrito a favor del señor José Enrique S. D., bajo la matrícula UNO CERO CERO DOS SIETE CINCO SIETE CINCO-CERO CERO CERO CERO CERO, asiento DIEZ del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Tercera Sección de Occidente, departamento de Sonsonate, que indebidamente ocupa la referida demandada, concediéndole un plazo de quince días a partir de la notificación de la sentencia escrita para que desocupe el inmueble que indebidamente ocupa. E l ex pedi ent e d el p ro ces o m en ci on ad o ha s i do cl as i fi cado en el Juzgado de su procedencia bajo la referencia 184-PROC: COMUN(3), y en esta Cámara bajo la referencia INC. 1-CPCM-2013 Han intervenido en ambas instancias, los Licenciados ROBUSTIANO NELSON C. O. y ASTOR ADRIAN G. Q., de las generales y en los co n cep to s ya ex p resad os ; y ú n i cam ent e en p ri m era i ns t an ci a el Licen ci ado Wi lm er Humberto Marín Sánchez, de cuarenta y dos años de edad, abogado y del domicilio de San Salvador, con carné de abogado número tres mil novecientos cuarenta y cinco, actuando en su calidad de apoderado general judicial del demandante JOSE ENRIQUE S. D. II.- ANTECEDENTES DE HECHO El actor JOSE ENRIQUE S. D., por medio de su apoderado Robustiano Nelson C. O., demandó en PROCESO COMUN REIVINDICATORIO DE DOMINIO a la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. y por MARTA C. C., debido a que ésta celebró con su mandante contrato de compraventa con pacto de retroventa, a las dieciséis horas del día treinta y uno de julio del año dos mil nueve, ante los oficios del notario Juan José P. A. y en el mismo se estipuló que la demandada se reservaba el derecho de recuperar el inmueble objeto de la venta en el plazo de un año contado a partir de la fecha de su otorgamiento, debiendo reembolsar la suma de veintitrés mil ciento veinte dólares de los Estados Unidos de América, que sería el nuevo precio de la venta, por lo que transcurrido dicho término sin que la condición estipulada se cumpliese, el demandante ya como propietario de dicho inmueble se apersonó al inmueble para tomar posesión del mismo y hacer uso de él con todas las facultades que le concede la ley por ser el nuevo propietario de dicho inmueble y se llevó la sorpresa que estaba siendo ocupado por la demandada, es decir, que dicho inmueble se encuentra habitado y ocupado en su totalidad de manera ilegal, desde el día dos de julio de dos mil diez, por la señora Marta C. S., conocida por Marta C. S. o Marta C. C., quien le manifestó al demandado que era la dueña y por eso lo ocupaba, aunque no tiene título de propiedad. Que la señora Marta C. S., conocida por Marta C. S. o M a rt a C . C . co n t es t ó l a d em an d a en s e n t i d o n egat i v o y p res en t ó reconv ención por medio su apod erado general j udicial en los t érmi nos si guientes: Que s u m a n d a n t e j a m á s c o m p a r e c i ó a n t e l o s o f i c i o s n o t a r i a l es d e l Li c e n c i a d o J u a n J o s é P. A. a otorgar escritura de compraventa de inmueble con pacto de retroventa número ciento cuarenta y cu atro, celebrada en la ciudad de Sonsonate, a las dieciséis horas del treint a y uno de julio de dos mil nueve, que correspond e al Lib ro d e protocolo número quinto del notario antes mencionado, el cual venció el veinticinco de septiembre de dos mil nueve, motivo por el cual la firma que calza o que fue puesta en la escritura de compraventa con pacto de retroventa mencionado, es completamente falsa, pues no es la que utiliza y tampoco fue puesta del puño y letra de su representada y, por ende, ese instrumento público adolece de nulidad absoluta de conformidad a lo previsto en los arts. 1551 y 1552 C.; que dichas afirmaciones ofrece demostrarlas por medio de la prueba pericial de experticia grafotécnica que se autorice en el momento procesal oportuno, para con ello comprobar que la firma que calza la escritura pública de compraventa de inmueble con pacto de retroventa no ha sido suscrita de su puño y letra de la mano de su poderdante. El Juez de Instancia en la resolución recurrida pronunció fallo en los términos siguientes: POR TANTO: Por las razones expuestas y de conformidad a los arts. 1 al 6, 217, 218, 222, 279, 282, 283, 284, 288, 289, 290 al 310 inc. 3°, 331, 341, 390, 403 y 404 CPCM; 891 y 892, 1679 y sig. Código Civil, FALLO: A) Desestimase la RECONVENCIÓN p l an t ead a p o r el Li c en ci ad o AS T OR A DR IA N G. Q. en co n cep t o d e apoderado de la parte demandada señora MARTA C. S. o MARTA C. C., a fin de declarar la nulidad de la escritura número CIENTO CUARENTA Y CUATRO, del Libro Quinto de compraventa del inmueble con pacto de retroventa, otorgada en la ciudad de Sonsonate a las dieciséis horas del día treinta y uno de julio del año dos mil nueve, ante los oficios del Notario JUAN JOSE P. A. del inmueble objeto del presente litigio de conformidad al resultado de la experticia realizada por el perito Licenciado Manuel de Jesús Hernández Hernández, agregada de fs. 182 al fs. 189 y la segunda realizada por la perito Digna del Carmen Cortez Guidos de la ciudad de San Salvador, agregada de fs. 331 al 336.- B) Estímase la pretensión de la Reivindicación ejercida por el señor JOSE ENRIQUE S. D., representado legalmente por sus apoderados Licenciados ROBUSTIANO NELSON C. O. y WILMER HUMBERTO M. S., en contra de la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. o MARTA C. C.; en consecuencia, ordénase a la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. o MARTA C. C. a restituir el inmueble de naturaleza rústica, situado a orillas de la carretera que de la ciudad de Sonsonate conduce al municipio de Nahuizalco, ubicado en el cantón San Ramón, jurisdicción de San Antonio del Monte, departamento de Sonsonate, de una extensión superficial de DOS MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y CINCO METROS CUADRADOS, de las medidas y colindancias siguientes: AL NORTE: linda con terreno de Juana Rubidia C., mide en un solo tramo recto de ochenta y ocho metros setenta centímetros; AL ORIENTE; tiene varias líneas semicurvas por toda la orilla de la carretera que forma la zona de protección de la carretera que de Sonsonate conduce a la ciudad de Nahuizalco y mide cincuenta y nueve metros cincuenta y dos centímetros; AL SUR: En línea quebrada en tres segmentos, el primero de Oriente a Poniente, mide cincuenta y cinco metros, el segundo de Norte a Sur, mide veintisiete metros, y el tercero de Oriente a Poniente, mide cuarenta y siete metros, todas las distancias están divididas por bases de cemento y escrituras conforme antecedentes y linda por este rumbo con Lotificación Altos de San Antonio, propiedad de Roberto Pocasangre y al PONIENTE: Seis metros en línea recta, linda con Juan Miguel Bonilla Mayorga, en el terreno descrito existe construida una casa de paredes de ladrillo, techo de duralita, y otra casa en construcción dicho inmueble goza del servicio de luz eléctrica, inscrita a favor del señor JOSE ENRIQUE S. D., bajo la matrícula número UNO CERO CERO DOS SIETE CINCO SIETE CINCO-CERO CERO CERO CERO CERO, del asiento DIEZ del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Tercera Sección de Occidente, departamento de Sonsonate, que indebidamente ocupa la referida demandada, concédase a la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. o MARTA C. C., el plazo de QUINCE DIAS a partir de la notificación de la sentencia escrita para que desocupe el inmueble que indebidamente ocupa.- Condénase en costas a la demandada conforme a los arts. 271, 272 inc.2° CPCM. Que no conforme con el fallo pronunciado por el Juez A quo, el apoderado de la demandada Licenciado ASTOR ADRIAN G. Q., interpuso recurso de apelación en el término de ley contra la sentencia condenatoria antes mencionada. Que habiendo cumplido con los requisitos exigidos por la ley, este Tribunal según auto de las catorce horas diez minutos del catorce de enero del presente año, admitió dicho recurso, convocándose a la audiencia respectiva mediante interlocutoria pronunciada a las quince horas treinta y cinco minutos del dieciocho de enero del corriente año. Que el Licenciado ASTOR ADRIAN G. Q., en el recurso de apelación, fijó el objeto de la pretensión a través del presente recurso, por medio de las siguientes situaciones: a) Errónea interpretación del art. 216 CPCM, pues salvo los decretos todas las resoluciones serán debidamente motivadas y contendrán en apartados por separados los razonamientos fácticos y jurídicos que conducen a la fijación de los hechos; que por tal situación considera que debe declararse nula la sentencia de conformidad a lo previsto en el art. 232 literal c, lo cual conlleva a que la sentencia se retrotraiga al estado en que se encontraba al momento de incurrirse el vicio, pues la falta de fundamentación violenta la seguridad jurídica y ésta incide directamente en el derecho de audiencia o defensa; y b) Errónea aplicación de los arts. 90 inc. 1° y 551 CPCM., dado que en un proceso declarativo la pretensión procesal busca única y exclusivamente la declaración o alcance de un derecho, de una obligación o cualquier otra situación jurídica; en el caso objeto de apelación considera que el juicio declarativo común termina con la mera declaración de la existencia de ese derecho, pero no se puede otorgar un plazo para la desocupación del inmueble; que el juez al otorgar ese plazo ha interpretado erróneamente el art. 90 inc. 1°y 551 CPCM., porque las sentencias firmes deben ejecutarse voluntariamente en el plazo que la ley establece para interponer el recurso pertinente, es decir, en el plazo de cinco días, los cuales una vez transcurridos vuelven firme la sentencia de conformidad a lo previsto en el art. 229 ord. 3° CPCM, pero el Juez de una sola vez obviando la ejecución forzosa, fijó un plazo para la desocupación del inmueble, es decir, que en un solo juicio se está reconociendo un derecho y a la vez se está ejecutando, motivo por el cual solicita que se revoque esa parte de la sentencia y se resuelva lo que a derecho corresponde. III.- ALEGACIONES DE LAS PARTES EN AUDIENCIA Que en la Audiencia realizada en esta instancia a las nueve horas treinta minutos del día treinta de enero del año en curso, el Licenciado ROBUSTIANO NELSON C. O. tomó la palabra en representación del apelado y manifestó que se opone a las pretensiones de la parte apelante, en el sentido que la sentencia se encuentra debidamente fundamentada en el romano cuatro, tal como lo prescriben las normas del Código Procesal Civil y Mercantil; que si bien es cierto hay párrafos que se han copiados literalmente, considera que así debe de hacerse por la naturaleza del proceso que se está siguiendo, por lo cual no hay motivo para establecer que el juzgador no fundamentó debidamente, a la luz del artículo doscientos dieciséis del Código procesal Civil y Mercantil; además, en todo el transcurso del proceso se ha logrado establecer plenamente lo que se plasmó en la demanda; se estableció con dos peritajes grafotécnicos que la señora fue quien puso la firma en la escritura; que de igual manera con el reconocimiento judicial se determinó que ella se encontraba en posesión del inmueble y que su mandante es el dueño del inmueble; en torno al otro punto, menciona que por la misma naturaleza del proceso debía establecerse un plazo para la desocupación del inmueble; que es el mismo artículo quinientos cincuenta y uno del Código Procesal Civil y Mercantil el que regula la fijación de un plazo para el cumplimiento de la sentencia; que éste no hay que confundirlo con el plazo para que quede ejecutoriada la sentencia que es de cinco días; que, además, el Juez A quo no puede obviar fijar un plazo, porque si no, nunca podrían ellos interponer la ejecución forzosa; por lo cual pidió que se confirmara la sentencia venida en apelación. Por su parte el Licenciado G. Q., al tomar la palabra en representación de la apelante, contestó la audiencia conferida en los términos siguientes: Si se analiza la sentencia, de la cual se considera agraviado, se vería que en el presente caso converge la situación que se desarrolla en la sentencia trescientos trece-dos mil cuatro, de fecha dieciséis de diciembre de dos mil cuatro, en la que la Sala de lo Constitucional expresó que se entenderá por automatismo la simple transcripción de lo que ha pasado en un proceso; que al analizar la sentencia que se conoce lo único que ha hecho el Juez es transcribir lo que ha sucedido durante el desarrollo del proceso, pero eso no suple la obligación de motivación que establece el artículo doscientos dieciséis del Código Procesal Civil y Mercantil; que la falta de fundamentación violenta el derecho a la seguridad jurídica lo que impide tener acceso a las medios de defensa, por lo que con base a esa sentencia de la Sala es que solicita que se declare la nulidad de la sentencia apelada, por falta de fundamentación, que se encuentra tipificada en el artículo doscientos treinta y dos literal c) del Código Procesal Civil y Mercantil, por ello, previo al análisis del otro punto, pide que se analice el punto relativo a la nulidad; con relación al segundo agravio, menciona que según el artículo noventa del Código Procesal Civil y Mercantil, el proceso declarativo sirve única y exclusivamente para declarar la existencia de un derecho; en este caso el Juez ha reconocido que el demandante es el legítimo propietario del inmueble, pero la errónea interpretación sucede cuando le fija los quince días para la desocupación; actualmente el proceso está dividido en dos part es, por lo que ha y qu e segu ir el juicio de ej ecució n forzos a de conformidad al artículo quinientos cincuenta y cuatro ordinal primero del Código Procesal Civil y Mercantil; por lo tanto, el Juez lo que ha hecho es una mezcla del proceso declarativo con la ejecución forzosa; que por este punto pide que se declare en forma expresa que un proceso declarativo termina con el reconocimiento de la existencia de un derecho y no lleva invívita la etapa de ejecución forzosa. Que a las partes se les preguntó si tenían prueba que proponer y éstos expresaron que no. Posteriormente, en las alegaciones finales el Licenciado C. O. ratificó lo expuesto en su primera intervención, porque lo manifestado por el apelante no es motivo para que se revoque o anule la sentencia venida en apelación.- Por su parte el Licenciado G. Q. expuso lo siguiente: Que reitera que se declare la nulidad absoluta e insubsanable de la sentencia venida en apelación, así como que se declare la errónea interpretación del artículo noventa y quinientos cincuenta y uno y quinientos cincuenta y cuatro Código Procesal Civil y Mercantil, en el sentido que en un proceso declarativo común no puede implicar automáticamente la parte de la ejecución forzosa. IV.- COMPETENCIA DEL TRIBUNAL DE ALZADA Qu e s e g ú n el a rt í cu l o 5 1 5 i n ci s o 2 ° d el C ó d i g o P r o c es al C i v i l y Mercantil, este Tribunal de Segunda Instancia debe pronunciarse únicamente sobre los puntos y cuestiones planteadas en el recurso y, en su caso, en los escritos de adhesión, lo que limita las facultades de esta Cámara para conocer sobre otros puntos que no sean los contenidos en los agravios que la sentencia recurrida ha causado al impetrante, los que son precisados en el romano III de esta sentencia. V.- CONSIDERACIONES DE HECHO Y DE DERECHO Que este Tribunal, luego de haber realizado un estudio al proceso de vista, con base a lo alegado en la audiencia respectiva, hace las siguientes consideraciones: Respecto al primer punto, esta Cámara estima que debe desestimarse este motivo de agravio denunciado por el impugnante, debido a que no ha existido vulneración a la seguridad jurídica y a los derechos de defensa y de recurrir, pues se comprenden perfectamente las razones que tuvo el Juez A Quo para poner la sentencia en el sentido que lo hizo; lo anterior es sostenido porque la sentencia pronunciada por el Juez de lo Civil de esta ciudad está motivada y fundamentada en la medida suficiente y necesaria, pues el Juzgador justificó las razones por las cuales arribó a la decisión adoptada, siendo congruente y lógico al explicar que en torno a la pretensión reivindicatoria concurrían los elementos necesarios para su configuración, dado que el Juzgador logró establecer con la prueba que obra en autos que el demandante José Enrique S. D. es el dueño de la cosa a reivindicar; que la demandada Marta C. S., conocida por Marta C. S. y por Marta C. C., se encuentra en posesión del inmueble, y que se singularizó el inmueble o cosa que se pretende reivindicar; que en torno al primer elemento dijo que la propiedad del inmueble objeto de litigio se comprobó con la prueba documental de folios nueve a doce aportada por el demandante; si bien es cierto no expresó en qué consistía dicha prueba documental, al revisar el proceso de vista se logra evidenciar que en dichos folios lo que consta es la fotocopia certificada por notario de la Escritura número ciento cuarenta y cuatro, autorizada en esta ciudad a las dieciséis horas del treinta y uno de julio de dos mil nueve, ante los oficios del notario Juan José P. A., que corresponde a una compra venta con la modalidad de retroventa, otorgada por la señora Marta C. S., conocida por Marta C. S. y por Marta C. C., a favor del señor José Enrique S. D., en la cual la vendedora se reservó el derecho a recuperar el inmueble vendido en el plazo de un año, contado a partir de la fecha de otorgamiento, la cual se encuentra inscrita bajo la matrícula UNO CERO CERO DOS SIETE CINCO SIETE CINCO-CERO CERO CERO CERO CERO, asiento DIEZ, del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Tercera Sección de Occidente; que en torno al segundo elemento para que proceda la reivindicación, el Juez de la causa fue enfático al valorar el reconocimiento judicial de fs. 263 del expediente principal, con el cual constató que quien está en posesión del inmueble en litigio es la demandada Marta C. S., conocida por Marta C. S. y por Marta C. C.; y, respecto a la singularización del inmueble, ésta se hizo en la demanda de folios uno a tres del proceso principal y que coincide con la descripción del inmueble que aparece en el testimonio de escritura matriz de venta con la modalidad de retroventa, antes mencionado; que en virtud de lo expuesto, a criterio de esta Cámara tuvo razón el Juez de lo Civil de esta ciudad, en acceder a la pretensión de la acción reivindicatoria entablada por la parte actora.De igual manera, aparece en la sentencia de vista que el Juzgador materializó las razones y motivos que lo llevaron a pronunciarse en torno a la desestimación d e l a p ret ens ió n d e l a n ul id ad d e l a escri tu ra m at riz de co m prav ent a co n p act o d e retroventa, que fue solicitada por el Licenciado Astor Adrián G. Q. en la reconvención presentada, dado que expresó que con la prueba de peritaje de anticipo de prueba realizada por el perito Manuel de Jesús Hernández Hernández, de folios ciento ochenta y tres vuelto, y la prueba caligráfica efectuada por la perito Digna del Carmen Cortez Guidos, ambos de la División Policía Técnica y Científica, se concluyó que la firma en dicha escritura fue plasmada por la demandada Marta C. S., con lo cual se desvirtúa lo sostenido por el mencionado Licenciado G. Q. en torno a que la firma que aparecía en la escritura matriz de compraventa con modalidad de retroventa no había sido puesta por su representada Marta C. S. Que con relación al segundo punto de agravios, objeto de impugnación, este Tribunal determina que no existe la errónea interpretación de los artículos noventa y quinientos cincuenta y uno del Código Procesal Civil y Mercantil, dado que la ejecución forzosa procederá únicamente hasta vencido el plazo señalado por el Juez de la caus a p ara qu e d e form a v olu ntari a el p erdid oso acced a al cumplimiento de la sentencia que le ha sido desfavorable, es decir, se procederá tal como lo prevé el artículo quinientos cincuenta y uno del Código Procesal Civil y Mercantil, en aquellos casos en que el ejecutante debe verse obligado a pedir el cumplimiento de la sentencia firme por vía coercitiva. Que por todo lo antes expuesto, esta Cámara considera que es procedente confirmar en cada una de sus partes la sentencia venida en apelación dictada por el Juez de lo Civil de esta ciudad, a las once horas cinco minutos del día veintiséis de noviembre de dos mil doce. POR TANTO: Con base a las consideraciones hechas, disposiciones legales citadas y de conformidad a los artículos 216, 217, 218, 219, 508, 509, 510, 511, 512, 513, 514 y 515 del Código Procesal Civil y Mercantil, a nombre de la República de El Salvador, esta Cámara FALLA: a) CONFIRMASE la sentencia pronunciada por el Juez de lo Civil de esta ciudad, a las a las once horas cinco minutos del día veintiséis de noviembre de dos mil doce, mediante la cual se desestimó la RECONVENCIÓN planteada por el Licenciado ASTOR ADRIAN G. Q. en concepto de apoderado de la parte demandada señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. y por MARTA C. C., a fin de declarar la nulidad de la escritura número CIENTO CUARENTA Y CUATRO, del Libro Quinto de compraventa del inmueble con pacto de retroventa, otorgada en la ciudad de Sonsonate a las dieciséis horas del día treinta y uno de julio del año dos mil nueve, ante los oficios del Notario JUAN JOSE P. A.; se estimó la pretensión de la REIVINDICACIÓN ejercida por el señor JOSE ENRIQUE S. D., representado legalmente por sus apoderados Licenciados ROBUSTIANO NE LSON C. O. y WILMER HUMBERTO M. S., en contra de la señora MARTA C. S., cono cida po r MARTA C. S. y p or MARTA C. C.; y co m o con s ecu en ci a, se o rdenó a l a s eñ o ra M ART A C. S. , cono ci da p o r M A R T A C . S . o M A R T A C . C . a r e s t i t u i r e l i n m u e b l e d e naturaleza rústica, situado a orillas de la carretera que de la ciudad de Sonsonate conduce al municipio de Nahuizalco, ubicado en el cantón San Ramón, jurisdicción de San Antonio d e l M o n t e , d e p a r t a m e n t o d e S o n s o n at e , de una extensión s u p e rf i c i a l de DOS MIL SEISCIENTOS CINCUENTA Y CINCO METROS CUADRADOS, de las medidas y colindancias s i gu i e n t es : A L N O R T E : l i n d a c o n t er r en o d e J u a n a R ub i d i a C . , m i d e en u n s o l o tramo recto d e ochenta y o cho m etros set enta centímet ros; AL OR IE NTE; tiene v ari as líneas s emicu rvas p or tod a la orilla de la carretera que form a la zona de prot ección de l a carret era q u e d e So ns o n at e co n duce a l a ciu d ad de Nah uiz al co y m i d e ci n cu ent a y nueve metros cincuenta y dos centímetros; AL SUR: En línea quebrada en tres segmentos, el primero de Oriente a Poniente, mide cincuenta y cinco metros, el segundo de Norte a Sur, mide veintisiete metros, y el tercero de Oriente a Poniente, mide cuarenta y siete m e t r o s , t o d a s l a s d i s t a n c i a s e s t á n d i v i d i d a s p o r b a s e s d e c e m e n t o y e s c r i t u r a s conforme antecedentes y linda por este rumbo con Lotificación Altos de San Antonio, propiedad de Roberto Pocasangre y al PONIENTE: Seis metros en línea recta, linda con J u a n M i g u e l B o n i l l a M a y o r g a , e n e l t e r r e n o d e s c r i t o e x i s t e c o n s t r u i d a u n a c a s a d e paredes de ladrillo, techo de duralita, y otra casa en construcción dicho inmueble goza del servicio de luz eléctrica; inscrito a favor del señor JOSE ENRIQUE S. D., bajo la matrícula número UNO CERO CERO DOS SIETE CINCO SIETE CINCO-CERO CERO CERO CERO CERO, del asiento DIEZ del Registro de la Propiedad Raíz e Hipotecas de la Tercera Sección de Occidente, departamento de Sonsonate, que indebidamente ocupa la referida demandada; a s i m i s m o l e c o n c e d i ó a l a s e ñ o r a M A R T A C . S . , c o n o c i d a p o r M A R T A C. S. o MARTA C. C., el plazo de QUINCE DIAS a partir de la notificación de la sentencia escrita para que desocupe el inmueble que indebidamente ocupa; y b) CONDENASE a la señora MARTA C. S., conocida por MARTA C. S. y por MARTA C. C. a las costas procesales en esta instancia. Devuélvase el proceso principal al Juzgado de origen con certificación de la presente sentencia; luego archívese el presente incidente. HAGASE SABER.