PARTICIPACIÓN DE LA SEÑORA MINISTRA OLGA SÁNCHEZ CORDERO DE GARCÍA VILLEGAS, EN LA SESIÓN CONJUNTA DE LA COMISIÓN NACIONAL DE ARBITRAJE MÉDICO Y LA ACADEMIA NACIONAL DE MEDICINA, CON MOTIVO DE LOS XV AÑOS DE LA CREACIÓN DE LA CONAMED, CELEBRADA EN EL AUDITORIO DE LA ACADEMIA CITADA, EL DÍA 1 DE JUNIO DE 2011. “LA CONAMED A XV AÑOS DE SU CREACIÓN” “PERSPECTIVA JURÍDICA”. “La vida carece de valor si no nos produce satisfacciones. Entre éstas, la más valiosa es la sociedad racional, que ilustra la mente, suaviza el temperamento, alegra el ánimo y promueve la salud. Thomas Jefferson Dr. Germán E. Fajardo Dolci. Comisionado Nacional de Arbitraje Médico. Dr. José Ángel Córdova Villalobos. Secretario de Salud. Dr. José Narro Robles. Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México. Dr. Philippe Lamy. Representante en México de la Organización Panamericana de la Salud. Distinguidos Asistentes. Amigos todos: Buenas noches. 1 Antes que todo, quiero agradecer a los organizadores de este foro, el cual me parece de la mayor importancia y actualidad, pues los temas tratados y por tratar, impactan de manera trascendental de dos formas, por un lado pone de manifiesto los retos y avances de los servicios médicos; y por otra parte, impactan en la confianza que la sociedad deposita en los profesionales de la salud, dejando en sus manos el bien más preciado. Quisiera agradecer la gentileza y hospitalidad del Doctor Germán Fajardo Dolci, titular de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, al Doctor José Meljem 2 Moctezuma y al licenciado Juan Antonio García Villa, Subcomisionados Médico y Jurídico, quienes han mostrado gala de su cordialidad y atenciones al contemplarme para tan importante celebración. Agradecer igualmente a los distinguidos integrantes del podio, así como a todos Ustedes por su generosa y desinteresada asistencia. Siempre encontrarme es en multidisciplinario especialmente ciencias con motivo un como cuando las que 3 de alegría foro, plural, lo es involucra me éste, dos encuentro vinculada, por una parte el ámbito jurídico al que he dedicado mi vida y me ha brindado incontables satisfacciones, y por otro lado, la medicina, una ciencia con la que tengo lazos estrechos por razones familiares. Al hablar del arbitraje médico, se imbrican tanto las ciencias naturales, como las sociales, formando una necesaria dualidad, que desemboca en múltiples beneficios, de la que somos deudos tanto los usuarios en lo particular, como la sociedad en general al tener un mecanismo de control que garantiza la calidad de los servicios y atención médica. 4 Así, en primer lugar, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico rinde frutos al favorecer la detección de anomalías y su solución en aras de elevar la calidad de los servicios médicos, a partir de las quejas que los usuarios formulan. En segundo lugar, por la satisfacción de la pretensión o del motivo de inconformidad del usuario, que de manera particular reclama actos que considera implican una práctica incorrecta, con consecuencias sobre su salud. Asimismo, nos beneficiamos todos, pues los servicios que ofrece la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, como lo es la 5 orientación y asesoría especializada, la investigación, gestión de manera inmediata y en su caso la conciliación en los conflictos por presuntos actos inapropiados u omisiones derivadas de la prestación del servicio y probables casos de negligencia con consecuencias sobre la salud del CONAMED paciente. funge Asimismo, como árbitro la y pronuncia los laudos, en aquellos casos en los que no fue posible llegar a una conciliación. De tal forma, en las inconformidades de los usuarios de los servicios médicos, se pone el caso ante el conocimiento de especialistas, tanto 6 médicos, como abogados, quienes a través de un trámite sencillo y ágil, buscan dar solución a la controversia de la manera más provechosa para las partes, sin que se vea deteriorada la relación médico-paciente. De los servicios que presta la Comisión Nacional de específicamente alternativo de Arbitraje tratándose solución de Médico, del medio conflictos, respecto a los procesos judiciales. Pues, mediante la resolución de controversias que se suscitan entre los usuarios y prestadores de servicios médicos, por conducto de la CONAMED, las partes, que se someten voluntariamente al arbitraje; es decir acuden a exponer sus 7 diferencias de buena fe, llegan a soluciones sumamente pacificas y sin enfrentarse al desgaste físico, psíquico y económico que ello implica, entre otras desventajas, que se pueden generar en un proceso jurisdiccional. Además, la Comisión a través de sus valores: integridad, imparcialidad, confidencialidad, honradez, legalidad, justicia, respeto, igualdad, transparencia y rendición de cuentas, propicia la solución de conflictos, evitando que se vean afectados los derechos de los pacientes en una disputa frente a los prestadores de servicios médicos. 8 Asimismo, propicia acuerdos apegados a la ciencia, la ética y el derecho, y evita la confrontación entre las partes, facilitando el entendimiento entre el personal médico y sus pacientes o familiares. Por tanto, la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, a través de especialistas, busca la solución sencilla, rápida, ágil y amigable de los conflictos que ante ella se presentan, evitando lo complejo de la tramitación de juicios seguidos ante las autoridades jurisdiccionales, así como la hostilidad que pudiera generarse entre las partes. 9 Precisamente, en las consideraciones contenidas en el Decreto de creación de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, publicado en el Diario Oficial de la Federación de 3 de junio de 1996, se contempla la necesidad de que la población cuente con mecanismos que, sin perjuicio de la actuación de las instancias jurisdiccionales, contribuyan a tutelar el derecho a la protección de la salud, así como a mejorar la prestación de dichos servicios. Desde mi punto de vista, la función y los frutos que en estos 15 años ha aportado la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, son de suma importancia, pues es 10 un ejemplo claro y viviente, de que los derechos sociales programáticas, no son contenidas normas en la Constitución General de la República, como buenos deseos o aspiraciones, condicionadas a su integración en las políticas públicas del momento. El régimen jurídico de la protección de la salud en México ha tenido siempre un lugar preponderante en la discusión académica y política; ya que primeramente constituye la respuesta a una necesidad fundamental del individuo y, por otro lado, atiende a la enorme complejidad que reviste tanto en los aspectos económicos, 11 técnicos, asistenciales, jurídicos y humanos. Hablar sobre el derecho a la salud en México requiere, ubicar a los llamados “derechos sociales”, dado que la salud, como garantía encuentra constitucional, inmersa en el se contenido fundamental de estos derechos. La definición de los derechos sociales es una cuestión de enorme complejidad. Tradicionalmente, los criterios utilizados para definirlos han sido tan variados como heterogéneos dependiendo de los elementos que de ellos quiera resaltarse. 12 La doctrina jurídica mexicana en algún tiempo les dio un tratamiento ideológico que en realidad traducido en se vio hechos pocas veces concretos. Sin embargo, actualmente las opiniones de los juristas que se han ocupado del tema coinciden en señalar que es preferible identificar a los derechos sociales con los derechos prestacionales, es decir, con aquellos derechos que en lugar de satisfacerse mediante la abstención del sujeto obligado, requieren de una acción positiva que se traduce normalmente en la prestación de algún bien o servicio. Es así que surge la idea del derecho social, considerado 13 como una rama autónoma del sistema jurídico al lado de las tradicionales (público y privado), y cuya principal característica es la preeminencia de los intereses colectivos por encima de los intereses de los individuos, a través de leyes protectoras y programas creados por el Estado para el establecimiento de condiciones más justas de vida que beneficiaran a los sectores más desfavorecidos de la población. Por ello, ver hoy a quince años de distancia, que la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, ha hecho patente, que el derecho contenido fundamental en Constitución el a artículo Política 14 de la Salud, 4° de los la Estados Unidos Mexicanos, encuentra uno de sus cauces para manifestarse, a través de esta instancia especializada que cuenta con autonomía técnica y tiene atribuciones para recibir quejas, investigar presuntas irregularidades en la prestación de servicios médicos y emitir sus opiniones, acuerdos y laudos, los cuales permiten solucionar los conflictos actuando con profesionalismo, confidencialidad procedimientos imparcialidad, y respeto, alternativos mediante para la resolución de los conflictos tales como: orientación, gestión conciliación y arbitraje. 15 inmediata, El resolver las diferencias entre las partes en conflicto —en el caso de la CONAMED entre usuarios y prestadores de los servicios médicos—, es una tarea sumamente delicada en cada una de las instancias y vías de las que, como árbitros o juzgadores conocemos, por la expectativa y repercusión que tiene en las partes en el proceso y en la sociedad en general. Por eso, en un mundo como el actual, globalizado, en el que la sociedad cada día está más informada, es esencial en nuestra tarea como juzgadores o árbitros, allegarnos de los elementos científicos y técnicos, que en cada caso concreto sea 16 necesario para poder resolver de manera serena, pero sobre todo, apegado a la razón. En la atención de los servicios de salud participan profesionales de diversas especialidades médicas, con un objetivo en común, conjunto proporcionar de al servicios usuario para un proteger, promover y restaurar su salud. Todos ellos, son piezas indispensables para la resolución de controversias y conflictos cuyo origen es precisamente la atención y servicio médico. 17 No podríamos decir que lo resuelto en un caso sometido a nuestro conocimiento sea lo más justo, si no consultamos y nos asesoramos de un especialista en la materia. Como juzgadora, puedo decirles que en un sin número de casos, la aportación y visión del especialista consultado por el órgano jurisdiccional ha definido contundentemente la forma de resolver la controversia y determinar la situación de las partes. Tradicionalmente, una de las pruebas que de manera común es ofrecida, admitida y desahogada en los procesos 18 judiciales, es precisamente la pericial, a través del dictamen en el que exponen su opinión especialistas en las diversas artes y ciencias que pueden presentarse en los juicios. Los juzgadores, responsables de resolver las controversias que surgen con motivo del conflicto de intereses de las partes discrepantes, únicamente somos peritos en derecho, en las normas y reglas para la solución del asunto, a veces emitimos nuestra determinación con base en la lógica y la razón, pero no contamos con conocimientos técnicos o científicos sobre materias específicas. 19 Los peritos, de acuerdo a con la formula sacramental, de su “leal saber y entender” solucionan los cuestionamientos que las partes le formulan sobre la materia del asunto, fijando además el método por el que arriban a su conclusión. Ello permite, que las partes puedan reconocer lo razonable de la sentencia emitida por el Tribunal. Recientemente, se ha manifestado otra figura a través la cual, los especialistas en determinada área del conocimiento apoyan al órgano jurisdiccional a llegar al punto de emitir un pronunciamiento apegado a la lógica y la razón; me refiero al “expertise” o también a través del “amicus 20 curiae”, quienes como terceros ajenos al litigio, mediante presentaciones personales o escritas, ofrecen voluntariamente su opinión referente a algún punto de derecho u otro aspecto relacionado, para colaborar con el tribunal en la resolución de la materia objeto del proceso. En la Suprema Corte de Justicia de la Nación, frecuentemente tenemos la valiosa aportación de expertos, que con su conocimiento apoyan y orientan en la solución de las controversias, generalmente mediante documentos y de manera excepcional por comparecencia, quizá recuerden las interesantes aportaciones de quienes participaron en el 21 ejercicio por el cual se resolvieron las controversias constitucionales relativas a la despenalización del aborto, o respecto del matrimonio entre personas del mismo sexo. Con lo anterior, he querido poner de relieve la importante participación de los dos sectores que involucran la solución de conflictos médico, y controversias especialistas de de la carácter salud y juristas, tanto en el arbitraje materia de la CONAMED, como en los diversos procesos que se desahogan jurisdiccionales. 22 por las vías Como podrán advertir, existe en el tema una indisoluble unidad, encaminada a resolver la pretensión y queja de quien como usuario del servicio médico se duele, todo en aras de la mejor solución de los conflictos, apoyados en el conocimiento científico y técnico. En palabras del escritor, novelista y periodista israelí Amos Oz: “No se puede aplaudir con una mano…”. No quisiera concluir sin externar mi reconocimiento a médicos y abogados que participan y han participado en estos quince años en el proceso de consolidación de la Comisión Nacional de Arbitraje 23 Médico, y hacer un llamado especial a continuar y profundizar en estos temas, constructivos para el mejor desarrollo del servicio en beneficio de la sociedad. Muchas Gracias. 24