Memoria Digital Vasca

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En el jíintoresco valle de Leniz, perteneciente ú la provincia de
Guipúzcoa y partido judicial de ^'erg•ara, se halla la villa de Arec h av a le ta , situada á la orilla del rio Deva á los 45'’ 20’ de latitud
Norte y V 10’ 50” de longitud lí. del meridiano de Madrid, y á
246 pies de altura sobre el nivel del mar. Conocida ya por su an ­
tiguo establecimiento de aguns sulfurosas, distante un kilómetro
próxim amente del pueblo, el descubrimiento del rico m anantial
que forma el objeto de estos apuntes ba venido á demostrar la
abundinicia y variedad de íiguas minerales con que la n atu ra­
leza se lia complacido en dotar el risueño y fértil vnlle, que ademas
de estos preciosos recursos terapéuticos brinda á los enfermos con
un })aisng'e encantador, temperatura suave y agradable, atmósfe­
ra pura, producciones abundantes y variadas, vias de com unica­
ción numerosas y una poblacion laboriosa, afable y de proverbial
honradez.
E l m anantial de que nos ocupamos fué descubierto hdce algunos
años en el jard ín de u n a de las principales y mejores casas de
la villa, perteneciente al Señor D. Bernabé de Otálora. Las pro­
piedades físicas del ag u a llam aron la atención, tanto de su due­
ñ o , como de los vecinos de la localidad; y si bien en alg ú n
tiempo no se pensó en hacer de ellas un estudio detenido, ni
mucho menos en su esplotacion, los repetidos ejemplos de cu­
raciones obtenidas por su uso, y la insistencia de varias per­
sonas en aconsejar al ilustrado propietario del terreno que hi­
ciera partícipe al público de las preciosas virtudes terapéuticas
del m anantial, decidieron á este í\ dem ostrar una vez mas su amor
á las mejoras locales, y el afan con que siempre se habia
desvelado por fom entar los intereses del pueblo donde reside y
en el que goza de una merecida consideración.
Como primero é indispensable elem ento en el estudio de las
aguas, encomendóse en 1864 su análisis químico al ilustrado
Dr. D. Fausto de G aragarza, lioy Catedrático de la Universidad
de S an tiag o ; y los resultados de él dieron á conocer la riqueza
del líquido en principios m íneralizadores, esplieándose por ella y
por la naturaleza de estos las numerosas curaciones ántes obte­
nidas , y proporcionando indicaciones racionales acerca de su uso
y modo de adm inistración, así como de su conveniencia en m u l­
titud de afecciones para las que aun no hahian sido empleadas.
Completado posteriormente el estudio experim ental de estas aguas,
se dió principio en 1866 á la construcción del m agnifico edificio
que está próximo á abrirse al público, y en el que, como so ve­
rá por la sucinta descripción que sig u e, no se ha omitido gasto
alguno para ponerlo ti la altura que exigen la comodidad de los
concurrentes y los adelantos de la ciencia.
En el centro de un extenso jardín de vegetación lozana, y
cuyos limites baña el río Deva, se lia levantado el edificio de
los baños bajo la inteligente dirección del Sr. D. Pantaleon de
Iradier, Arquitecto de la Diputación de Alava, y y a conocido
por numerosas obras que acreditan sus conocimientos y buen g u s­
to. Dicho edificio se compone de dos cuerpos: uno inferior con
relación al nivel del m anantial, destinado á los baños y sus ac­
cesorios , y otro superior en que están la fonda y hospedería con
todas sus dependencias, bailándose este último situado á la mis­
ma altura del jard ín , por el que tiene ñicil entrada desde la car­
retera de Francia y la calle principal del pueblo.
La forma general del conjunto del edificio es la rectangular
con dos martillos ó pabellones salientes en sus dos estreñios que
ofrecen una figura octogonal hacia la fachada principal, y en es­
cuadra por la parte posterior, hallándose comprendida entro ellos
la planta baja destinada á los baños y que está separada del
resto del edificio por un paso descubierto. Los baños tienen su
entrada desde la fonda por una espaciosa escalera situada en el
mismo punto que la del establecim iento; y ttunbien por el jardin,
pudiendo los bañistas salir directam ente á paseo sin entrar en
la casa.
La toma de aguas se hace en una fuente situada en un gran
salón de 22,'"‘■72 de largo con O,'" de ancho, elegantem ente deco­
rado y que sirve de lu g ar de descanso, pasándose por él á los
cuartos de baños, lín estos hay once pilas de mármol pulimentado,
que mas adelante se aum entarán A diez y seis, cuando se term ine
el pabellón del mediodía: las paredes de los mismos están estu­
cadas. También se encuentran en esta parte del edificio loá de­
pósitos de ag u a fria y caliente que componen 24 metros cúbicos
de cabida, y la caldera productora del vapor para calentar las
aguas en el mismo depósito por medio de un serpentin, sistema
que perm ite graduar con facilidad la tem peratura á que se quie­
re elevar el liquido y que no ocasiona la fácil descomposición
de este, ni las pérdidas de gases medicinales tan frecuentes é
inevitables en los métodos nntiguos de calefacción, puestos aun
generalm ente en práctica en los establecimientos de aguas m ine­
rales. Del indicado depósito sale el líquido á las bañeras donde
es conducido por cañerías de m adera, no habiéndose empleado
en ellas m etal alguno para evitar la descomposición que pudieran
sufrir las aguas.
Hállase tam bién situada én el mismo punto la bomba pora ele­
var las aguas que lian de servir para los chorros, duchas y rega­
dera, y con la que se impele asimismo el liquido al gabinete de
inhalaciones colocado encima del parage que se describe, donde
existen dos aparatos de pidverkacion dispuestos de m anera que
al chocar en ellos el ag u a impelida con \ina presión consider¿xble,
se consiga el efecto que, aunque impropiamente y por falta de
otra que la exprese m ejor, se designa con aquella pnlalma, y la
atmósfera del gabinete se cargue del liquido medicinal reducido á
las m as tenues partículas posibles.
La hospederia.se compone de tres pisos : bajo, principal, y se­
gundo, que contienen : el primero un comedor grande y otro mas
pequeño, salón de recreo, sala de ju eg o , y once cuartos destina­
dos á adm inistración, despacho del Médico Director y habitacio­
nes de bañistas. En el principal y segundo hay en el d ia , y
m ientras se term ina completamente el edificio, cuarenta y cuatro
m uy espaciosos con balconcillos de hierro los que corresponden
á las lachadas. E n cada piso hay dos habitaciones con una sala
de forma octógona, alcoba y cuarto de tocador independientes y
con miradores bolados al ja rd in , ventaja de que disfruta otro de
los cuartos del centro. Unido á este cuerpo de edificio h ay otro
bajo destinado á la cocina y sus dependencias, habitaciones de
criados e tc ., con entrada y servicio independientes por completo
del establecimiento.
La parte m aterial de la construcción consiste en paredes de
mampostería con esquinas de sillería, armazón interior de roble
con cuartonage de pino del Norte é Irate; los suelos están en ta­
rimados y las paredes empapeladas.
El moviliario del establecimiento, hecho expresamente para él,
es del mejor g u sto ; y tanto en esto como en el servicio de mesa
no se ha omitido gasto alguno, bastando decir en elogio de ta n im ­
portante detalle de la casa, que la fonda se halla á cargo del Se­
ñor D. Juan Galindez y Pallares, conocido en Vitoria por las es-'
cej'ícionales cualidades que en este ramo le distinguen y lian
proporcionado una envidiable reputación al establecimiento quo
dirige en la capital de Alava.
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El m anantial nace entre capas de caliza ju rásica, y la can­
tidad de agua que brota de él es de 24,720 litros en veinte
y cuatro horas. Esta agua es incolora, transparente y de olor
hepático, que desaparece al contacto prolongado del a ir e , el
cual dá ademas un color opalino al líquido. Este es de un sa­
bor salado y algo a m a rg o ; desprende burbujas de gas con in­
term itencia del olor, y á su paso por los terrenos próximos
deja una. capa blanca de azufre; así como en el depósito cer­
rado donde se hizo el estudio físico del agua existían materias
concrecionadas de color blanco amarillento. La tem peratura del
liquido es en el m anantial de 13” 5 , c é n ts.: y
su densidad
de 1,0074824.
El estudio químico de este ha confirmado la existencia de
varios principios que y a el exám en físico liacia conocer, y las
minuciosas investigaciones hechas por el Sr. (¡aragarza y ex-
puestas detalladam ente en la interesante Memoria que publicó
en 1864, dieron el resultado siguiente:
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DK AGUA CO N TIENEN
Hidrógeno sulfurado................................
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Acido c arb ó n ico .......................................
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Gramos.
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de m a g n esio .......................
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de c a lc io .............................
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Bromuro de magnesio ? ...............
indicios.
Sulfuro de s o d io ..............................
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de ca lc io ..............................
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Carbonato de c a l..............................
0,18837
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de m a g n e s ia ...............
0,00520
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ferroso
..........................
0,00203
Sulfato de sosa..................................
1,34052
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de c a l ..................................
0,59110
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de m a g n esia .......................
0,01872
Silice.....................................................
0.01200
A lú m in a .............................................
0,00450
Acido fo s fó r ic o ..............................
indicios.
Acidos apocrénico y crénico. . . .
0,04560
8,37816
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Determinación directa de todas las
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cu
sustancias fijas
..........................
8,42520
Gases que se desprenden del agua por
ehullicion.
Gases que se desprenden del
agua espontáneamente.
En 1000^' ‘‘ de agua:
de gas contienen:
á 0,“ 70 0"”“ seco.
Centímetros
cúbicos.
Gramos.
Centímetros
cúbicos.
Gramos.
H i d r ó g e n o s u lf u r a d o
9,976
0,01515
6,36
0,00966
A c id o c a r b ó n ic o . .
34,474
0.06776
4,599
0,00904
O xígeno.................
0,970
0,00138
19,667
0,02812
A z o e ...............................
17,722
0,02226
969,374
1,21763
63,142
0,10655
1000,000
1,26445
De la exposición analítica que antecede, es fácil deducir la
clase á que corresponden estas aguas que podremos llamar
salmo-sulfurosas según la clasificación dei Señor C lienu, ó
síilfliidrico-salinas si aceptamos la denominación de otros au­
tores.
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Una vez conocidas las condiciones físicas y químicas de las
aguas de que nos ocupamos, conviene hacer ver su modo de obrar
sobre la economía, para que al tra ta r despues de las virtudes te ra ­
péuticas que poseen, podamos dar en lo posible la explicación fisio­
lógica de sus resultados curativos.
Tomadas en dosis de un vaso, su acción sobre el aparato digesti­
vo es apenas apreciable; pero si se duplica la cantidad, ó se re­
pite varias veces al dia manifiéstase su virtud laxante, así como
la que ejercen sobre los órganos urinarios, cuya secreción aum en­
tan. Los dos efectos inmediatos que llevamos citados no exceden
de ciertos límites á no exagerar las dosis del ag u a m ineral, y
lejos de producir molestia ó m alestar á los que la b eben, se acom­
pañan de u n aum ento de apetito, y m ayor facilidad en las diges­
tiones. La transpiración cutánea no parece influida por el uso
interior de estas a g u as; pero empleadas en forma de baño, su
acción sobre ella se manifiesta evidentemente y en proporcion con
la tem peratura que se ha dado al líquido. Por su contacto con la
piel obran estimulando esta y cuando la superficie cutánea es asien­
to de exantemas crdnicos, el indicado estímulo se traduce por la
forma sub-aguda que estos adquieren, modificación que constituye,
digámoslo así, el preludio terapéutico en la curación de las der­
matoses.
Hastii aquí cuanto la experiencia ha enseñado hasta aliora
acerca de la acción fisiológica de las aguas que estudiamos. Sus
virtudes medicinales han podido ser apreciadas en diversas enfer­
medades; y recogiendo con cuidado los becíios que sirvieron de
base á su reputación, algunos de los cuales no se han sometido
quizá al mas rigoroso análisis, podremos asegurar sin temor de
equivocarnos que estas aguas son útiles;
1.“ En las numerosas afecciones cutáneas que conocidas con el
nombre genérico de herpes, se manifiestan en diversos puntos de
la superficie cutánea.
es
alocas que aparecen en las mem­
branas mucosas.
3 .“ En los infartos ganglionares simples, d dependientes de la
diatésis escrofulosa, como un eficaz coadyuvante de la acción do
los baños de mar.
4.'’ E n los infíxrtos pasivos de la m atriz, en las ulceraciones
simples ó herpetiformes del cuello de este órgano, en las g ra ­
nulaciones del mismo, combinando su uso con los medios quinirgicos que estas reclaman, en la vaginitis granulosa, afecciou bas­
tante frecuento, y en las leucorreas.
5.“ En las afecciones proriginosas, conocidas vulgarm ente con
el nombre de tiña, y en la psoriasis, y sarna reciente é inve­
terada.
6.® En la mayor parte de las demas afecciones cutáneas, como
el prurigo, la pitiriasis, el acné y las siiilides.
7."
Podrán ser también útiles en algunos infartos del hígado y
del bazo, habiendo demostrado la experiencia esta utilidad en va­
rios casos de esplenopatía consecutiva á las fiebres periódicas.
8.’’ En las afecciones gastro-intestinales que ofrecen por prin­
cipal carácter la atonía de los órganos digestivos ó se hallan soste­
nidas por un aumento de secreción mucosa en los mismos.
9°
En los catarros crónicos laríngeos y bronquiales, en las
broncorreas, el asma húmedo y en algunas neuroses de los ór­
ganos respiratorios.
Hállanse en nuestro concepto contraindicadas estas aguas en
todas las afecciones agudas de carácter Hegmásico, y en las que
se acompañan de liebre; son completamente inútiles en las le­
siones orgánicas del corazon; en la tisis tuberculosa; en las en­
fermedades de los riñones;
y es m uy dudosa su utilidad en las
dispepsias, los infartos viscerales con derrames serosos, el vicio
reumático, y las manifestaciones terciarias de la sífilis.
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Las aguas luinero-medicinales de que nos ocupamos pueden
usarse de distintos modos, según las indicaciones que con ellas
se traten de lle n a r, y los casos especiales que requieran su
administración.
Podrán emplearse en bebida para casi todas las dolencias en
que hemos visto eran útiles, á la dosis de medio á dos cuartillos
diarios, según los casos, y sin que en ninguno de ellos se exajere la cantidad de líquido, • siguiendo el irracional principio
de que mientras mayor sea aquella en un tiempo determinado,
mas rápida y segura será la curación. Los sugetos en quienes
la acción fisológica del agua sobro los órganos digestivos íuera
m uy graduada, deberán añadirle en los primeros dias de su uso
algún líqiiido emoliente ó mucilagínoso, con el objeto de neu­
tralizar la propiedad excitante de aquella.
El baño general es también una forma de aplicación común,
é indispensable en las afecciones cutáneas que ocupen g ran exten­
sión de la piel. La tem peratura á que liaya de usarse, variará
según la naturaleza del m a l, las condiciones del sugeto y el
efecto que de este modo de aplicación se desee obtener. Lo
mismo dirémos acerca de la duración del baño.
Este podrá ser local en los exantemas m uy limitados, y susti­
tuirse en algunos casos por aspersiones ó lociones en el sitio afecto.
Cuando se reconozca la indicación de excitar abundantem en­
te la diaforésis, los baños de vapor y las estufas tendrán una
útil aplicación; asi como en muchas ocasiones será convenien­
te el uso de los chorros y duchas, para los cuales, lo mismo
que para las demas formas de administración ántes citadas, se
han dispuesto en el establecimiento los medios oportunos con
arreglo á las mas recientes prescripciones de la ciencia.
En la enumeración de las dolencias que podian modificarse
ventajosamente por el uso de estas aguas, hemos incluido alg u ­
nas correspondientes al aparato respiratorio, y aparte de los be­
neficios que aquellas pueden procurar en bebida, deben esperar­
se m uy notables de la inhalación de los gases contenidos en
ellas, y que se desprenden al contacto mas ó menos prolongado
del aire. Para satisfacer esta indicación se han dispuesto los
medios oportunos en el establecim iento, según so vio en la des­
cripción que de él se ha hecho anteriormente.
La ancha vía de absorcion medicamentosa que ofrecen los ór­
ganos respiratorios merece
mientos de estos, sino
utilizarse, no solo en
los padeci­
también en algunas enfermedades resi­
dentes en otros tejidos ú aparatos orgánicos mas ó monos próxi­
mos. Despues de algunos ensayos cuyo punto de partida se re­
fiere á los tiempos de Dioscdrides, y de varios procedimientos
empleados para poner en contacto con la mucosa laríngea y
bronquial los medicamentos sólidos y gaseosos, el método de
M. Sales Girons aplicable á los líquidos, goza en el dia de un
favor merecido, y se recomienda por los felices resultados que
produce. Dividiendo el agua al infinito por medio de un apa­
rato pulverizador, la pone en contacto con la superficie enfer­
ma. y esta acción directa del medicamento no puede menos de
inducir una modificación en aquella. No entrarémos en un trabajo
como el presente, cuyos límites deben ser m uy reducidos, en la
cuestión importante de la penetración de los líquidos en las vías
respiratorias, ni discutirémos el valor de los experimentos hechos
porPoggiale, Toutnié, Moura-Bourouillon, Taverniér, Demargay,
etc.; pero autorizados por nuestra propia experiencia, harémos ver
la importancia de este modo de administración de las aguas mine­
rales, siquier se reduzcan sus ventajas á aquellos casos en que visi­
blemente se pone en contacto lo que pudiera llamarse el
li­
quido con la superficie afecta. Esto sucedo en las enfermedades de
la cámara posterior de la boca, de la faringe, y de la abertura
de la glo tis, bastante numerosas por cierto, y que proporcionarán
frecuente ocasion de justificar el citado procedimiento.
A semejanza de los gabinetes de inhalación establecidos por el
autor de este método en algunos baños minerales del Pirineo
francés, háse dispuesto uno en el establecimiento del Sr. Otálora,
y los concurrentes á él podrán contar con un medio mas de trntamiento, raro hasta ahora en nuestras estaciones balnearias.
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Para term inar con esta sucinta reseña del establecimiento bal­
neario que dentro de breve plazo se proyecta in au g u rar en el
jardin del Señor Otálora, dirémos, que la villa de Arecbavaleta
dista de Madrid 523 kilómetros, cuyo trayecto se hace en diez
y siete horas; de Vitoria 37; de V ergara 14; do San Sebas­
tian 111; de Bayona 164; de Bilbao 50; y de Deva 42. Vinien­
do de Bayona ó San Sebastian se hace el viage en el ierro-carril
del Norte hasta Zum árraga, y desde este punto liasta los baños en
carruaje durante dos horas y media.
A corta distancia del establecimiento se hallan los de Santa
A gueda, A rechavaleta. Escoriaza y A ram ayona; y en sus inm e­
diaciones pueblos, anteiglesias y caseríos numerosos.
Las vías de comunicación son inmejorables como todas las d^l
país vascongado. Llegando á Vitoria por los íerro-carrilos del
N orte, de Pamplona 6 de Bilbao á T udela, los concurrentes al
ostablecim iento h a lla rán en aquella ciudad cómodos carruajes que
los transporten en dos horas y m edia á A rechavalota ; y este ser­
vicio se halla encom endado a l Señor Galindez y Pallaros, dueño,
como se h a dicho á n te s , de la fonda de los baños.
Si el núm ero de concurrentes á estos fuese m ayor del que aque­
lla puede contener, la circu n stan cia de hallarse situados en el
centro de una poblacion que cu en ta num erosas casas cómodas, y
en las que es fácil h a lla r habitaciones y buen t r a t o , ev itaría los
niconvenientes que p ara el alojam iento de los bañistas se ofrecen
en m uchos establecim ientos an álo g o s, m as ó m enos distantes de
las poblaciones.
ICl propietario del que tratam o s tiene solicitado del Gobierno
de S. M. y con sujeción á lo que el reg lam en to v ig e n te pre\-iene, la declaración de utilidad pública
y
el
permiso para
in a u g u ra rlo . Su dirección facu ltativ a será conñada á u n profe­
sor cuyo nom bre sea u n a g a ra n tía de
que en m u y
acierto, y es probable
i)róxim a fecha pueda anunciarse la ap ertu ra del
establecim iento,
dando á conocer al público los ¡u'ecios de los
baños, hospedería, servicio y medios de transporte.
U na vez conseguida la autorización que se solicita, creemos
que la tem porada del uso de estas a g u as debe com prender desde
el 15 de Junio al 30 de Setiem bre.
M toria 20 de Mayo de 18G8.
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