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SUPLEMENTO
Año III - Nº 510
Quito, jueves 28 de
mayo de 2015
Valor: US$ 6.00 + IVA
ING. HUGO DEL POZO BARREZUETA
DIRECTOR
Quito: Avenida 12 de Octubre
N23-99 y Wilson
Edificio 12 de Octubre
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Oficinas centrales y ventas:
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Suscripción semestral: US$ 200 + IVA
para la ciudad de Quito
US$ 225 + IVA para el resto del país
Impreso en Editora Nacional
SUMARIO:
Págs.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR:
DICTAMENES:
002-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de
constitucionalidad respecto a la declaratoria
de estado de excepción, contenida en el Decreto
Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012,
dictado por el economista Rafael Correa Delgado
en calidad de Presidente Constitucional de la
República del Ecuador ............................................
2
003-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de
constitucionalidad a la renovación de declaratoria
de estado de excepción, contenido en el Decreto
Ejecutivo N° 846 del 8 de agosto del 2011, dictado
por el economista Rafael Correa Delgado, en
calidad de Presidente Constitucional de la
República del Ecuador ............................................
11
004-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de
constitucionalidad a la renovación de declaratoria
de estado de excepción, contenido en el Decreto
Ejecutivo Nº 1129 del 06 de abril de 2012, dictado
por el economista Rafael Correa Delgado en
calidad de Presidente Constitucional de la
República del Ecuador ............................................
19
005-15-DEE-CC Emítese dictamen favorable de
constitucionalidad a la declaratoria de estado de
excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo Nº
932 del 07 de noviembre del 2011, dictado por
el economista Rafael Correa Delgado en calidad
de Presidente Constitucional de la República del
Ecuador ....................................................................
28
SENTENCIAS:
208 páginas
198-14-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria
de protección planteada por el doctor Edgar
Samaniego Rojas......................................................
36
www.registroficial.gob.ec
004-15-SAN-CC Niéguese la acción por incumplimiento
planteada por el doctor Rodrigo Crespo Toral .....
55
Al servicio del país
desde el 1º de julio de 1895
004-15-SCN-CC Niéguese la consulta propuesta por el
Juez Segundo de Garantías Penales de Cotopaxi,
por improcedente ...................................................
64
2 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
010-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento planteada por el licenciado
Milton Javier Barragán Apunte ...............
023-15-SIS-CC Niéguese la acción de incumplimiento de sentencias planteadas por el
señor Manuel Ricardo Serrano Macías ...
027-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento planteada por el doctor Ramiro
Antonio Robles Torres ...............................
028-15-SIS-CC Acéptese la acción de incumplimiento de sentencia planteada por el
abogado Víctor Hugo Arias Mieles .........
029-15-SIS-CC Acéptese parcialmente la acción
de incumplimiento de sentencia presentada por el sargento primero Luis Fernando Casco Cortez .................................
Págs.
Págs.
68
134-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por la señora
Ana María Cruz Sierra ............................ 175
78
135-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el Brig.
Leonidas Aníbal Enríquez Gómez............
83
141-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección interpuesta por el señor
Juan Carlos Jairala Reyes ........................ 187
88
182
145-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por el señor
Alfredo Marcelo Echeverría Salazar ...... 194
146-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el doctor
Jorge Iván Sper Castro ............................ 201
96
088-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección propuesta por el señor
Eduardo Patricio Gómez Andrade ........... 104
109-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor
Xavier Icaza Limones ................................
110-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el
licenciado Galo Eduardo Viteri Loza .....
111
Quito, D.M., 29 de abril de 2015
DICTAMEN N.° 002-15-DEE-CC
121
112-15-SEP-CC Declárase la vulneración de los
derechos constitucionales planteada por
la señora Celeste Matilde Saavedra Laz .. 127
113-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor
Eduardo Francisco Diez Cordovez .......... 133
114-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por la economista María Augusta Mora Andrade ...... 145
116-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección presentada por el
ciudadano Rogerio Florencio Bravo
Mendoza.................................................... 151
CASO N.° 0004-12-EE
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El señor economista Rafael Correa Delgado, presidente
constitucional de la República del Ecuador, al amparo del
artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al
presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.°
T.6363-SNJ-12-324, de 09 de marzo de 2012, la notificación
de la declaratoria del estado de excepción en el ámbito de
la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los
servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones
de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro.
123-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección presentada por el señor
Freddy Luzbel González Vicker y otros... 160
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para
el período de transición, recibió la notificación de la
Presidencia de la Republica el 12 de marzo de 2012, y de
conformidad con lo que establece el inciso segundo del
cuarto artículo innumerado agregado a continuación del
artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de
Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel
momento, certificó que no se ha presentado otra demanda
con identidad de objeto y acción.
128-15-SEP-CC Acéptese la acción extraordinaria de protección planteada por el señor
Carlos Humberto Chuchuca Gordillo .... 167
El Pleno del Organismo el 27 de marzo de 2012 procedió
al sorteo de las causas, correspondiéndole sustanciar la
presente causa al juez constitucional Patricio Pazmiño
118-15-SEP-CC Niéguese la acción extraordinaria de protección planteada por el ciudadano Rolando Isohar Mora Noboa.......... 155
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 3
Freire, conforme consta en el memorando de la Secretaría
General de la Corte Constitucional N.° 046-CC-SA-SG del
28 de marzo de 2012, por el cual se remite el expediente
del caso.
Que según lo dispuesto en el Artículo 164 de la Constitución
de la República, el Presidente de la República podrá decretar
el estado de excepción en todo el territorio o en parte de él,
entre otras razones, en caso de calamidad pública;
El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
Que el último inciso del Artículo 157 del Código Orgánico
de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización
establece que, en caso de estado de emergencia declarada,
un nivel de gobierno puede asumir subsidiariamente las
competencias de otro, sin necesidad de autorización previa del
Consejo Nacional de Competencias;
De conformidad con el sorteo efectuado por el Pleno del
Organismo el 11 de diciembre de 2012, le correspondió
la sustanciación de la causa a la jueza constitucional Ruth
Seni Pinoargote. En tal sentido, mediante memorando N.°
023-CCE-SG-SUS-2012 del 17 de diciembre de 2012, la
Secretaría General de este Organismo le remitió el caso.
El 03 de enero de 2013, a las 09:00, la jueza sustanciadora
avocó conocimiento de la presente causa y dispuso que se
continúe con la sustanciación de la misma.
Norma objeto del pronunciamiento de la Corte
Constitucional
La Corte Constitucional examina la constitucionalidad del
decreto ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, que
contiene la declaratoria del estado de excepción en el ámbito
de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión
de los servicios de agua potable y alcantarillado, en los
cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia
de El Oro, por medio del cual se ordena la movilización
económica y militar en los referidos cantones, a fin de que
los organismos del Estado ejecuten las acciones necesarias
para superar esta contingencia. El texto del referido decreto
es el siguiente:
N.° 1090
RAFAEL CORREA DELGADO
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
CONSIDERANDO:
Que conforme al Artículo 12 de la Constitución de la República,
el derecho de acceso al agua es fundamental e irrenunciable;
Que, adicionalmente, en dicho Artículo se establece que el
agua constituye un patrimonio nacional estratégico de uso
público, inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial
para la vida;
Que según el número 4 del Artículo 264 de la Constitución de
la República, los gobiernos municipales tienen competencia
para prestar, entre otros, los servicios públicos de agua potable
y alcantarillado;
Que, sin embargo, tal como señala el Artículo 268 de la
Constitución de la República, excepcionalmente la Ley puede
determinar los casos en que por omisión o deficiente ejecución
de una competencia, se puede intervenir en la gestión del
gobierno autónomo descentralizado, en forma temporal y
subsidiaria, hasta tanto se haya superado la causa que motivó
la medida;
Que, tal como consta en el informe anexo al oficio No.
MIDUVI-D-PJC-2012-146 de 1 de marzo de 2012, realizado
por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, MIDUVI,
se han confirmado graves deficiencias en la prestación de los
servicios de agua potable y alcantarillado, que se encuentra a
cargo de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO, en
los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El
Oro, lo que compromete seriamente la salud de sus habitantes;
Que es urgente y necesario intervenir inmediatamente
para procurar reducir los efectos de la referida deficiente
prestación de los mencionados servicios públicos, asumiendo
subsidiariamente las competencias en esta materia y en dicha
circunscripción territorial; y,
En ejercicio de la facultad establecida en el Artículo 164 de la
Constitución de la República,
Decreta:
Artículo 1.- Declárase el Estado de Excepción en el ámbito
de la gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los
servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones de
Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro.
Artículo 2.- El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
deberá asumir subsidiariamente las competencias actualmente
ejercidas por las Municipalidades de Machala, Pasaje y
El Guabo, para procurar que se provea a los habitantes de
las localidades antedichas los servicios señalados, con el
cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia.
Artículo 3.- La duración del antedicho Estado de Excepción
será de 60 días, contados a partir de la suscripción de este
Decreto Ejecutivo.
Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas deberá asignar los
recursos necesarios para atender la situación que motiva el
presente Estado de Excepción.
Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria de excepción a la
Asamblea Nacional, Corte Constitucional y Consejo Nacional
de Competencias.
Artículo 6.- Se dispone la movilización del personal que
requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, entre
otros, el personal de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE
ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que
presten su colaboración en todo lo que se requiera, a pedido del
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, para la ejecución
de las medidas necesarias que permitan superar el Estado de
Excepción.
4 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud
de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean
incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social.
Artículo 7.- Se garantiza la estabilidad laboral de los
trabajadores que actualmente prestan sus servicios para la
Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO.
Artículo 8.- Este Decreto Ejecutivo entrará en vigencia a
partir de la presente fecha, perjuicio de su publicación en el
Registro Oficial.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los
derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho
al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a
la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición
de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y
de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión);
17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre);
19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad);
y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito, a los nueve días del
mes de marzo de dos mil doce.
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA
II. CONSIDERACIONES y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto
en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la
República del Ecuador, en concordancia con los artículos
119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73
del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte
Constitucional.
De conformidad con la normativa constitucional antes
enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir
su pronunciamiento con respecto a la constitucionalidad o
no de los artículos que forman parte del decreto ejecutivo
N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, con la finalidad de
garantizar la plena vigencia de los derechos constitucionales
y salvaguardar la división de las funciones del Estado
ecuatoriano.
Naturaleza jurídica del estado de excepción
El estado de excepción es un mecanismo o arreglo
normativo-constitucional con que cuentan los Estados
democráticos para solucionar problemas y defender los
derechos de los ciudadanos que viven dentro del territorio
nacional frente al acaecimiento de eventos fortuitos,
en virtud de los cuales podrían verse afectados, y que
además, resulte imposible protegerlos con los mecanismos
jurídico-institucionales regulares acogidos en la normativa
constitucional y legal.
Cabe señalar que, tanto en el Derecho Internacional como
en el derecho interno, el estado de excepción implica la
suspensión o limitación del ejercicio de determinados
derechos, sin que esto signifique que aquella facultad
sea desmedida. En efecto, en el Derecho Internacional la
Convención Americana de los Derechos Humanos en su
artículo 27 señala lo siguiente:
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes
en la presente Convención, por conducto del Secretario
General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos
que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya
dado por terminada tal suspensión.
En la misma línea, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en su opinión consultiva N.° OC-8-87 puntualiza
que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su
propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria
de estado de excepción es el respeto de los derechos
humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de
las instituciones del Estado1. Así mismo, nos indica
que “como ha quedado dicho, en condiciones de grave
emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos
derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones
de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el
Estado”2.
En este sentido, conforme al criterio expuesto en la citada
opinión consultiva, si bien la suspensión de garantías puede
ser una medida necesaria, no obstante la misma debe operar
en el marco del paradigma democrático y no puede hablarse
de una suspensión de la titularidad de los derechos sino, en
todo caso, de su ejercicio.
En el derecho interno, tal suspensión de derechos se
encuentra regulada en el artículo 165 de la Constitución de
la República que establece:
Durante el estado de excepción la Presidenta o Presidente de
la República únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio
del derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación y
reunión y libertad de información, en los términos que señala
la Constitución.
Art. 27.- Suspensión de Garantías
1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia
que amenace la independencia o seguridad del Estado
Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y
por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
1
Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión consultiva N.°
OC-8-87, “El Hábeas Corpus bajo la suspensión de garantías”, del 30
de enero de 1987. Párrafo 20.
2
Ibíd., párrafo 27.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 5
En armonía con la norma constitucional que precede, esta
Corte Constitucional en el dictamen N.° 001-13-DEE-CC3,
con respecto a la figura jurídica-constitucional del estado de
excepción, ha expresado lo siguiente:
Los fines de la declaratoria del estado de excepción
deben materializarse en la consecución de la normalidad
institucional del Estado en épocas de crisis evitando o
atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad
organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma
colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se
erige como el mecanismo a ser implementado ante la presencia
de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del
orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar
contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y
el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia
de la población.
Desde esta perspectiva, la declaratoria de estado de
excepción tiene como fin lograr la normalidad institucional
del Estado de derecho en épocas de crisis, ya sea evitando
o mitigando las amenazas a la propia existencia de la
sociedad organizada como un todo y de los ciudadanos que
la componen concebidos en su individualidad.
Determinación de los problemas jurídicos a ser
examinados en el presente caso
En razón de los criterios que anteceden, concierne a este
Organismo Constitucional determinar los problemas
jurídicos constitucionales y legales cuya respuesta es
necesaria para emitir un pronunciamiento en el caso bajo
examen:
1. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012
¿cumple con los requisitos formales establecidos en el
artículo 166 de la Constitución de la República y en los
artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional?
2. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012
¿cumple con los requisitos materiales establecidos en
los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional?
Argumentación de los problemas jurídicos
Control Formal
1. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo
de 2012 ¿cumple con los requisitos formales
establecidos en el artículo 166 de la Constitución de
la República y en los artículos 120 y 122 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
En lo referente al control constitucional de forma del
decreto declaratorio del estado de excepción, el artículo 166
de la Constitución de la Republica dispone que el presidente
3
Corte Constitucional del Ecuador. Dictamen N.° 001-13-DEE-CC del
04 de septiembre de 2013, caso N.° 0006-12-EE.
constitucional de la República notificará la declaratoria
del estado de excepción y enviará el texto del decreto
correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea
Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición,
para efectos de su control de constitucionalidad. En el
presente caso el Decreto Ejecutivo N.° 1090, mediante el
cual se emite la declaratoria del estado de excepción en
el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la
provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado,
en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la
provincia de El Oro, fue notificado dentro de los plazos
establecidos para ello.
Con idéntico criterio, se debe determinar si el decreto
ejecutivo objeto de control constitucional se encuentra
conforme a lo que establece el artículo 164 de la
Constitución de la Republica4 y los artículos 120 y 122 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, en los cuales se establecen las causales y
los requisitos de forma que deben contener los decretos
de declaratoria de estado de excepción, estos son los
siguientes:
a) Identificación de los hechos y de la causal
constitucional que se invoca
En el texto del decreto ejecutivo objeto del presente
análisis constitucional, se observa que el presidente
constitucional de la Republica emitió la declaratoria
del estado de excepción en el ámbito de la gestión de
los recursos hídricos, para la provisión de los servicios
de agua potable y alcantarillado, en los cantones de
Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro,
con la finalidad de que se provea a los habitantes de las
localidades antedichas los servicios señalados, con el
cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y
eficiencia así, contrarrestar la calamidad pública suscitada
en los cantones indicados.
Pues bien, de la lectura del referido decreto, se colige que
la causal invocada por el presidente Rafael Correa Delgado
para la expedición del estado de excepción se encasilla
dentro de las causales contempladas en el artículo 164 de la
Constitución de la República, por tanto, el presidente de la
República ha cumplido con esta solemnidad. En tal sentido,
se ha dado cumplimiento con lo previsto en el artículo 120
numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional.
4
Constitución de la República del Ecuador, artículo 164.- La
Presidenta o Presidente de la República podrá decretar el estado de
excepción en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de
agresión, conflicto armado internacional o interno, grave conmoción
interna, calamidad pública o desastre natural. La declaración del
estado de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones
del Estado.
El estado de excepción observará los principios de necesidad,
proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y
razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción
contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito
territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que
deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y
las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a
los tratados internacionales.
6 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
b) Justificación de la declaratoria
El presidente constitucional del Ecuador, mediante el
decreto ejecutivo N.° 1090 expone sus razones para emitir
la declaratoria de estado de excepción en el ámbito de la
gestión de los recursos hídricos, para la provisión de los
servicios de agua potable y alcantarillado, en los cantones
de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro,
pues del análisis del referido decreto se colige que en virtud
de ello se pretende reducir los efectos provenientes de la
deficiente prestación de los mencionados servicios públicos
por parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO,
asumiendo subsidiariamente las competencias en esta
materia y en dicha circunscripción territorial.
Por consiguiente, las razones precitadas justifican el
cumplimiento de lo determinado en el numeral 2 del artículo
120 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional.
c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria
La norma constitucional contenida en el artículo 164
establece que la declaratoria puede hacerse extensiva a todo
el territorio de la República o únicamente a una parte de este.
En el decreto analizado se observa que el ámbito territorial
de aplicación de la declaratoria del estado de excepción es
únicamente en una parte del territorio nacional, esto es, los
cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de
El Oro.
Así mismo, se establece que el período de duración de la
declaratoria del estado de excepción es de sesenta días a
partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo.
d) Derechos que sean susceptibles de limitación,
cuando fuere el caso
cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional:
a) Que se ordenen mediante decreto ejecutivo, de
acuerdo con las formalidades que establece el
sistema jurídico
El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo de 2012,
que contiene la declaratoria del estado de excepción en
el ámbito de la gestión de los recursos hídricos, para la
provisión de los servicios de agua potable y alcantarillado,
en los cantones de Machala, Pasaje y El Guabo de la
provincia de El Oro, fue suscrito por el presidente de la
República, en virtud de aquello, se considera cumplido
lo dispuesto en el artículo 164 de la Constitución de la
República.
b) Que se enmarquen dentro de las competencias
materiales, espaciales y temporales de los estados de
excepción
Sobre la base de las observaciones antes formuladas se
colige que las competencias materiales, espaciales y
temporales constan especificadas en el Decreto Ejecutivo
N.° 1090 del 09 de marzo de 2012, esto porque las medidas
adoptadas están destinadas a reducir los efectos de las
graves deficiencias en la prestación de los servicios de
agua potable y alcantarillado, que se encuentran a cargo
de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, en los
cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de
El Oro, lo que compromete seriamente la salud de sus
habitantes, medidas estas que tienen un período del estado
de excepción de sesenta días, contados a partir de la
suscripción del decreto ejecutivo antes enunciado.
Control material
El artículo 165 de la Constitución de la República
determina los derechos que el presidente de la República
puede suspender o limitar, sin embargo, el decreto ejecutivo
objeto de análisis no contempla derechos susceptibles
de limitación, por lo tanto se concluye que la presente
situación no amerita suspensión ni limitación de derechos
constitucionales, lo cual guarda conformidad con el inciso
primero del artículo 165 de la Constitución, en concordancia
con el numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
2. El Decreto Ejecutivo N.° 1090 del 09 de marzo
de 2012 ¿cumple con los requisitos materiales
establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la
Constitución y a los tratados internacionales
La Corte Constitucional realizará un control material de la
declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará
al menos lo siguiente:
Del análisis del decreto se determina que esta declaratoria
ha sido notifica a la Asamblea Nacional, a la Corte
Constitucional y al Consejo Nacional de Competencias,
dándose cumplimiento a lo que dispone el artículo 166
de la Constitución de la República, en concordancia con
el artículo 120 numeral 5 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Dentro de este control formal, es obligación de la Corte
Constitucional analizar si las medidas adoptadas con
fundamento en la declaratoria del estado de excepción
A fin de determinar la constitucionalidad material del
estado de excepción es conveniente realizar un análisis
bajo los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
a) Que los hechos alegados en la motivación hayan
tenido real ocurrencia
Consta en el considerando séptimo del decreto en análisis
que mediante el informe anexo al oficio N.º MIDUVI-DPJC-2012-146 del 01 de marzo de 2012, realizado por el
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI),
se han confirmado graves deficiencias en la prestación
de los servicios de agua potable y alcantarillado, que se
encuentran a cargo de la compañía de economía mixta
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 7
TRIPLE ORO, en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo
de la provincia de El Oro, lo que compromete seriamente
la salud de sus habitantes, razón por la que es urgente y
necesario intervenir inmediatamente para procurar reducir
los efectos de esta deficiente prestación de los mencionados
servicios públicos.
En aquel sentido, se señala que de conformidad con lo
previsto en el artículo 12 de la Constitución de la República,
el derecho de acceso al agua es fundamental e irrenunciable
por cuanto el agua constituye un patrimonio nacional
estratégico de uso público, inalienable, imprescriptible,
inembargable y esencial para la vida, sumado a lo cual, el
derecho al agua es fundamental para el pleno goce de los
otros derechos.
En este contexto y conforme a las disposiciones
constitucionales antes expresadas, la situación descrita
ha generado calamidad pública en la población de la
circunscripción territorial indicada, lo cual exige del
Estado, a través del presidente de la República, declarar el
estado de excepción en los términos referidos en el Decreto
que se analiza.
b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
configuren una agresión, un conflicto armado
internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural
En el caso sub examine, las circunstancias que han
motivado la declaratoria del estado de excepción están
dadas por la graves deficiencias en la prestación de los
servicios de agua potable y alcantarillado por parte de
la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, en los
cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de
El Oro, lo cual ha causado afectaciones graves a la salud
de sus habitantes, generando con ello calamidad pública
en esta zona.
Frente a estos hechos, se requiere ejecutar acciones
urgentes para procurar reducir y eliminar los efectos de la
referida deficiente prestación de los mencionados servicios
públicos, para lo cual se dispone que el Ministerio de
Desarrollo Urbano y Vivienda asuma subsidiariamente las
competencias actualmente ejercidas por las Municipalidades
de Machala, Pasaje y El Guabo, para procurar que se provea
a los habitantes de las localidades antedichas los servicios
señalados, con el cumplimiento de los parámetros básicos
de calidad y eficiencia.
En consecuencia, queda justificada la declaratoria del
estado de excepción a través del decreto ejecutivo materia
de este análisis, en tanto busca la ejecución de las acciones
necesarias para eliminar y neutralizar las deficiencias en la
prestación de los servicios de agua potable y alcantarillado
en los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia
de El Oro.
c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
no puedan ser superados a través del régimen
constitucional ordinario
Es indiscutible que las deficiencias en la prestación de los
servicios de agua potable y alcantarillado en los cantones
Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, por
parte de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO,
se requiere que el Ministerio de Desarrollo Urbano y
Vivienda movilice al personal de la compañía de economía
mixta TRIPLE ORO y al de las Fuerzas Armadas, para que
presten su colaboración en todo lo que se requiera para la
ejecución de las medidas necesarias que permitan superar
la situación fáctica que dio lugar a la declaratoria del estado
de excepción.
d) Que la declaratoria se decrete dentro de los
límites temporales y espaciales establecidos en la
Constitución de la República
Conforme lo manifestado en líneas precedentes, el
límite temporal de la presente declaratoria de estado de
excepción es de sesenta días, contados desde la emisión de
la misma, señalándose como límite espacial los cantones
Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro, lo
cual cumple con los principios que rigen a la institución
jurídico-constitucional del estado de excepción previsto en
el artículo 164 de la Constitución de la República.
Con respecto al control material de las medidas adoptadas
con fundamento en la declaratoria del estado de excepción,
establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se
debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos:
i) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar
los hechos que dieron lugar a la declaratoria, y que
las medidas ordinarias sean insuficientes para el
logro de este objetivo
Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.°
1090 del 09 de marzo de 2012 son necesarias para
afrontar las graves deficiencias en la prestación de los
servicios de agua potable y alcantarillado en los cantones
Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de El Oro,
que compromete seriamente la salud de sus habitantes. Así,
es imprescindible que el Ministerio de Desarrollo Urbano
y Vivienda asuma subsidiariamente las competencias
que, en circunstancias normales, son ejercidas por las
municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, a fin de
procurar que se provea a los habitantes de las localidades
antedichas los servicios señalados, con el cumplimiento de
los parámetros básicos de calidad y eficiencia.
Para el efecto, es pertinente que se le haya otorgado al
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda la facultad para
movilizar al personal de la compañía de economía mixta
TRIPLE ORO, así como también de las Fuerzas Armadas,
para que presten su colaboración en todo lo que se requiera,
lo cual coadyuva en la ejecución de las medidas necesarias
que permitan superar la contingencia que dio lugar a la
declaratoria del estado de excepción.
En este sentido, los hechos que han originado la
declaratoria del estado de excepción están dados, según
el legitimado activo, por calamidad pública, en tal
virtud corresponde a esta Corte determinar la ocurrencia
de esta causa, para lo cual se realizan las siguientes
consideraciones.
8 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Para determinar si la declaratoria de estado de excepción
es justificada debe realizarse un análisis empleando el
principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad no
legitima cualquier pedido, sino una situación de verdadera
connotación y gravedad interna.
Los artículos dos, cuatro y seis del decreto ejecutivo sub
judice, señalan:
Artículo 2.- El Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda
deberá asumir subsidiariamente las competencias actualmente
ejercidas por las Municipalidades de Machala, Pasaje y
El Guabo, para procurar que se provea a los habitantes de
las localidades antedichas los servicios señalados, con el
cumplimiento de los parámetros básicos de calidad y eficiencia.
Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas deberá asignar los
recursos necesarios para atender la situación que motiva el
presente Estado de Excepción.
Artículo 6.- Se dispone la movilización del personal que
requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, entre
otros, el personal de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE
ORO, así como también de las Fuerzas Armadas, para que
presten su colaboración en todo lo que se requiera, a pedido del
Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda, para la ejecución
de las medidas necesarias que permitan superar el Estado de
Excepción.
Como se puede advertir, los artículos invocados guardan
armonía con el texto constitucional, en el que se consagra
como uno de los principales deberes del Estado ecuatoriano,
entre otros, garantizar a sus habitantes los derechos a la
salud, al agua, a una vida digna y a un hábitat seguro y
saludable.
En este sentido, vemos que el artículo 3 de la Constitución
de la República imputa como deberes del Estado,
entre otros, garantizar el efectivo goce de los derechos
consagrados en el texto constitucional y en los instrumentos
internacionales de derechos humanos, de manera especial,
la salud y el agua para sus habitantes. En concordancia con
dicha norma, el artículo 12 ibídem reconoce que el derecho
humano al agua es fundamental e irrenunciable, por cuanto
constituye patrimonio nacional estratégico de uso público,
inalienable, imprescriptible, inembargable y esencial para
la vida del ser humano.
Sumado a dichas normas, el artículo 32 de la Constitución
reconoce que la salud es un derecho que garantiza el Estado,
cuya realización se vincula al ejercicio de otros derechos,
entre ellos, los derechos al agua, a la alimentación, a la
educación, a la cultura física, al trabajo, a la seguridad
social, a los ambientes sanos y otros que sustentan el buen
vivir.
Por consiguiente, es razonable que el Ministerio de
Desarrollo Urbano y Vivienda asuma subsidiariamente
las competencias ejercidas, normalmente, por las
municipalidades de Machala, Pasaje y El Guabo, para
procurar que se provea a la población de las localidades
aludidas los servicios en mención, con el cumplimiento de
los parámetros básicos de calidad y eficiencia.
En igual sentido, es necesaria la movilización del personal
de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO, así
como también de las Fuerzas Armadas, para que presten su
colaboración en todo lo que se requiera, con la finalidad
de ejecutar las medidas necesarias que permitan superar
los hechos que dieron lugar a la declaratoria del estado de
excepción.
Así mismo, al encontrarnos en una situación excepcional,
para el cumplimiento de la movilización del personal que
requiera el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda,
se debe contar con los recursos económicos necesarios
que permitan subsanar esta emergencia, por lo que siendo
el Ministerio de Finanzas el organismo encargado de
proveer de recursos a las distintas instituciones estatales,
la disposición acontecida en el artículo 4 del decreto en
análisis es razonable y proporcional a las necesidades
actuales.
En este contexto, las medidas adoptadas en el decreto
que se analiza se encuentran debidamente justificadas,
en razón de ser proporcionales y razonables, ya que se
adecuan a las exigencias y necesidades de las personas
afectadas por las deficiencias en la prestación de los
servicios de agua potable y alcantarillado por parte de
la compañía de economía mixta TRIPLE ORO. Aquello
guarda concordancia con los artículos 164 y 165 numeral
4 de la Constitución de la República.
Lo dicho guarda relación con el numeral 2 del artículo
165 de la Constitución, que faculta al presidente de la
República, una vez declarado el estado de excepción,
a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines,
con la salvedad de los rubros correspondientes a salud
y educación, y para llevar adelante este embate se
requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe
los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta
situación excepcional.
En virtud de aquello, la declaratoria de estado de
excepción obedeció a una situación de necesidad dada la
emergente situación por la que atraviesan los pobladores
de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la
provincia de El Oro, en virtud de la deficiente prestación
de los servicios de agua potable y alcantarillado por parte
de la compañía de economía mixta TRIPLE ORO.
ii) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la
declaratoria
Con fundamento en todo lo expuesto, resulta proporcional
la declaratoria del estado de excepción, únicamente en los
cantones Machala, Pasaje y El Guabo de la provincia de
El Oro, puesto que es en esta circunscripción territorial
donde se hace necesaria la adopción de este mecanismo
constitucional, en virtud del cual es posible contrarrestar,
cesar y eliminar las graves deficiencias en la prestación
de los servicios de agua potable y alcantarillado, por
parte de la Compañía de Economía Mixta TRIPLE ORO,
y así restablecer el acceso libre y sin restricciones de los
pobladores del sector a los derechos al agua, a la salud, a
una vida digna, a un medio ambiente sano, entre otros.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 9
Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via,
…la emergencia se encuentra comprendida dentro de los
límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido
la necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible
tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades
que la Constitución concede pero sin exceder los límites de la
Norma Fundamental…5.
Visto así, podemos concluir que el estado de excepción
siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución
de la Republica y no exceder los mismos. En este punto
nos parece de suma importancia citar las causas que dan
origen a una declaratoria de estado de excepción. Así, por
un lado, establecemos que en el artículo 164 de nuestra
Constitución se ha establecido que se podrá decretar el
estado de excepción en todo el territorio nacional o en parte
de él en caso de agresión, conflicto armado internacional
o interno, grave conmoción interna, calamidad pública o
desastre natural.
A partir de lo anotado se destaca que el acaecimiento de
una de dichas causas no siempre requiere de la adopción
de las mismas medidas. Así, debemos puntualizar que por
el advenimiento de una de las causas citadas, el presidente
de la República puede decretar estados de excepción,
y a la vez, le está permitido restringir temporalmente
el ejercicio de algunos derechos consagrados en la
Constitución. No obstante, únicamente podrá suspender
o limitar el ejercicio de los derechos a la inviolabilidad
de domicilio, inviolabilidad de correspondencia, libertad
de tránsito, libertad de asociación y reunión, y libertad
de información6. Además, entre las medidas específicas
que puede adoptar el presidente de la Republica, como
consecuencia de un estado de excepción debidamente
declarado, están:
…1. Decretar la recaudación anticipada de tributos.
2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto
los correspondientes a salud y educación.
3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio
nacional.
4. Disponer censura previa en la información de los medios
de comunicación social con estricta relación a los motivos del
estado de excepción y a la seguridad del Estado.
5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio
nacional.
6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una
parte de ella, así como al personal de otras instituciones.
5
6
Alberto Dalla, “Emergencia constitucional y control de la delegación
legislativa”. En Víctor Bazán (coor), Defensa de la Constitución,
Garantismo y Controles, Editorial Ediar/UNAM, México, 2003. Pág.
1070.
Constitución de la República del Ecuador, artículo 165.
7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos
y pasos fronterizos.
8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean
necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se
restablezca la normalidad.7
De ahí que resulte necesario diferenciar un estado de
excepción en el cual se puede establecer la suspensión o
los límites del ejercicio de los derechos antes mencionados,
o simplemente un estado de excepción que adopte
únicamente medidas específicas. Es por ello que en el
caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte
creería innecesario el limitar el ejercicio de derechos. Por
lo antedicho y en la misma línea, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en la opinión consultiva N.° OC8/87 ha expresado que:
…El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función
que cumple debe partir de la consideración de que es un
precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se
aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de
otra emergencia que amenace la independencia o seguridad
del Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la
suspensión de ciertos derechos y libertades, y ello “en
la medida y por el tiempo estrictamente limitados a las
exigencias de la situación”. Las disposiciones que se adopten,
además, no deben violar otras obligaciones internacionales
del Estado Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social…8
Como se puede advertir, es posible diferenciar las causas
que originan los estados de excepción en los cuales por
un lado se pueden establecer la suspensión o limitación al
ejercicio de los derechos, como en los casos de agresión,
conflicto armado internacional o interno, grave conmoción
interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras en casos como los
de calamidad pública o desastre natural, esta suspensión
seria inadecuada e inoportuna.
En consecuencia, en el caso sub examine se podía o no,
suspender o limitar, el ejercicio de los derechos que
menciona la Constitución de la República, sin perjuicio de
afectar la constitucionalidad del presente Decreto Ejecutivo,
esto por cuanto como hemos visto, la limitación de los
derechos, inclusive en un régimen de excepcionalidad, debe
ser racional y proporcional a la situación de emergencia que
se encuentre al momento de la declaratoria.
Por tanto, la declaratoria de estado de excepción contenida
en el Decreto Ejecutivo N.° 1090 guarda relación con lo que
dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos,
en donde se exige que se fundamente la pertinencia de
los estados de excepción por medio de la razonabilidad
y proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha
sido explícito en el referido decreto ejecutivo puesto a
conocimiento de la Corte Constitucional.
7
Ibíd.
8
Ibíd., Corte Interamericana de Derechos Humanos. Opinión
Consultiva N.° OC-8-87. Párrafo 19.
10 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
iii) Que exista una relación de causalidad directa e
inmediata entre los hechos que dieron lugar a la
declaratoria y las medidas adoptadas
La relación de causalidad se da en tanto la emisión del
decreto ejecutivo que se examina, es consecuencia de las
graves deficiencias en la prestación de los servicios de
agua potable y alcantarillado, lo cual ha ocasionado a los
habitantes de los cantones Machala, Pasaje y El Guabo de
la provincia de El Oro, una limitación al acceso libre de los
derechos al agua, a la salud, a una vida digna y a un medio
ambiente sano.
iv) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que
dieron lugar a la declaratoria
La idoneidad de las medidas adoptadas en el decreto
ejecutivo N.° 1090 se encuentran justificadas en virtud que
han sido implementados los medios necesarios orientados
a contrarrestar, cesar y eliminar las graves deficiencias
en la prestación de los servicios de agua potable y
alcantarillado, pues constituye un deber del Estado, entre
otros, garantizar a sus habitantes los derechos al agua, a
la salud, a un medio ambiente sano y, en general, a una
vida digna.
En efecto, compete al Estado garantizar el derecho de la
población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado, que garantice la sostenibilidad y el buen
vivir –sumak kawsay– preservando los ecosistemas, la
biodiversidad y previniendo el daño ambiental. De esta
forma, el decreto ejecutivo materia de análisis, goza de
idoneidad porque fue emitido por el presidente de la
Republica, con la facultad dispuesta en el artículo 164 de la
Constitución de la Republica y que su temporalidad es de
sesenta días, a partir de sus suscripción.
v) Que no exista otra medida que genere un menor
impacto en términos de derechos y garantías
Por la naturaleza y contenido del Decreto Ejecutivo
N.° 1090, puede comprobarse que su incidencia no ha
interrumpido ni ha alterado el normal funcionamiento
institucional del Estado ecuatoriano.
En atención al análisis efectuado, la Corte Constitucional
advierte que las medidas adoptadas para la declaratoria del
estado de excepción contenido en el Decreto Ejecutivo N.°
1090 del 09 de marzo de 2012, que hacen relación a la
declaratoria del estado de excepción bajo análisis, tienen
fundamento claramente en los hechos que se plantean para
la solución de la problemática suscitada, razón por la cual,
la emisión de aquellos gozan de constitucionalidad, en tanto
se respetan los principios de necesidad, proporcionalidad,
legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad,
además de ser plenamente idóneas y proporcionales
al fin que se persigue. Su necesidad es evidente y con
su adopción no se exceden los límites constitucionales
impuestos en la Constitución del 2008 y los tratados y
convenios internacionales de derechos humanos, aun en
tiempo de normalidad y cumpliendo con los requisitos de
materialidad y formalidad.
III. DECISION
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, la Corte Constitucional expide el
siguiente:
DICTAMEN
1.- Emitir dictamen favorable de constitucionalidad
respecto a la declaratoria de estado de excepción,
contenida en el decreto ejecutivo N.° 1090 del 09 de
marzo de 2012, dictado por el economista Rafael
Correa Delgado en calidad de presidente constitucional
de la República del Ecuador.
2.- Notifíquese, publíquese y cúmplase.
En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.°
1090, por su naturaleza, no aparecen contenidos que
afectan ni restrinjan derechos y garantías constitucionales.
Más bien, en el artículo 7 del decreto en mención, se
garantiza la estabilidad laboral de los trabajadores que
prestan sus servicios para la compañía de economía mixta
TRIPLE ORO, por tanto, no cabe remitirse en el caso sub
examine a este requisito.
vi) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos
constitucionales y se respeten el conjunto de
derechos intangibles
Conforme se desprende del texto del Decreto Ejecutivo
materia de este control, no se evidencia ninguna
afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos
constitucionales, menos que exista un irrespeto al conjunto
de derechos intangibles.
vii) Que no se interrumpa ni se altere el normal
funcionamiento del Estado
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth
Seni Pinoargote y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con
la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Wendy
Molina Andrade y Manuel Viteri Olvera en sesión del 29 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 11
CASO Nro. 0004-12-EE
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, presidente de la
Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos mil
quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Quito, D. M., 13 de mayo del 2015
DICTAMEN N.° 003-15-DEE-CC
CASO N.° 0009-11-EE
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El economista Rafael Correa Delgado, presidente
constitucional de la República del Ecuador, al amparo de
lo dispuesto en el artículo 166 de la Constitución de la
Republica, envió al presidente de la Corte Constitucional,
mediante oficio N.° T. 5554-SNJ-11-1041 del 8 de agosto
de 2011, la notificación de la declaratoria del estado
de excepción en todas las instalaciones de la Asamblea
Nacional en la ciudad de Quito.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para
el periodo de transición, recibió la notificación de la
Presidencia de la Republica el día 09 de agosto de 2011, de
conformidad con lo establecido en el artículo 17 segundo
inciso del Reglamento de Sustanciación de Procesos de
Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel
momento, y certificó que la presente acción tiene relación
con los casos N.° 0016-10-EE, 0002-11-EE y 006-11-EE.
El 01 de septiembre de 2011, en sesión del Pleno de la
Corte Constitucional, se realizó el sorteo; en tal virtud,
le correspondió sustanciar la presente causa a la entonces
jueza constitucional Nina Pacari Vega. Posteriormente la
ex jueza sustanciadora, mediante providencia del 07 de
septiembre de 2011 a las 17h00, avocó conocimiento de la
presente causa.
El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012,
procedió al sorteo de las causas, correspondiéndole a la
jueza María del Carmen Maldonado Sánchez, sustanciar la
presente causa.
La jueza sustanciadora, mediante providencia del 08
de enero de 2013 a las 15:50, avocó conocimiento de la
presente causa, procediendo a notificar al legitimado activo
el contenido de la misma.
II DECRETO OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
La Corte Constitucional examina la constitucionalidad
del Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto de 2011,
que contiene la declaratoria de estado de excepción en la
ciudad de Quito, en todas las instalaciones de la Asamblea
Nacional, por medio del cual se ordena la movilización
nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la
seguridad, ante la conmoción interna respecto de los hechos
ocurridos por parte de algunos miembros de la Policía
Nacional, el 30 de septiembre del 2010. El referido texto se
transcribe íntegramente a continuación:
“No. 846
RAFAEL CORREA DELGADO
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA
CONSIDERANDO:
Que los dos primeros incisos del artículo 1 de la
Constitución de la República establecen:
“Que el Ecuador es un Estado constitucional e derechos
y justicia, social democrático, soberano, independiente,
unitario, intercultural, plurinacional y laico. Se
organiza en forma de república y se gobierna de manera
descentralizada.
La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es el
fundamento de la autoridad, y se ejerce a través de los
órganos del poder público y de las formas de participación
directa previstas en la Constitución.”
Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la
Republica instituye que uno de los deberes primordiales
del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho a
una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una
sociedad democrática y libre de corrupción.
Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la
Constitución de la República establece que el Estado
reconoce y garantiza a las personas el derecho a la
integridad personal que incluye entre otras a integridad
física, psíquica, y moral.
Que el artículo 393 de la Constitución de la Republica
estatuye que el Estado garantizará la seguridad humana a
través de políticas y acciones integradas, para asegurar la
convivencia pacífica de las personas, promover una cultura
de paz y prevenir las formas de violencia y discriminación
12 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
y la comisión de infracciones y delitos. La planificación
y aplicación de estas políticas se encargará a órganos
especializados en los diferentes niveles de gobierno.
Que el 30 de septiembre de 2010, algunos integrantes de la
Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen
el cabal cumplimiento del artículo 163 de la Constitución
que en sus dos primeros incisos ordena que:
“La Policía Nacional es una institución estatal de
carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada,
profesional y altamente especializada, cuya misión es
atender la seguridad ciudadana y el orden público, y
proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de
las personas dentro del territorio nacional.
Los miembros de la Policía Nacional tendrán una
formación basada en derechos humanos, investigación
especializada, prevención, control y prevención del delito
y utilización de medios de disuasión y conciliación como
alternativas al uso de la fuerza.”
Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones
afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos
todavía no han podido ser superados a pesar de los
intensivos esfuerzos de recomposición institucional del
sistema de seguridad de esa función del Estado desde la
fecha del insuceso;
Que la Asamblea Nacional, que representa la Función
Legislativa de la República del Ecuador, es una institución
esencial para el sistema democrático por lo que es
necesario garantizar el resguardo de estas instalaciones ya
que en caso de correr riesgos se podría generar una grave
conmoción interna;
Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional mediante
oficio PAN-FC-01-0974 de 5 de agosto de 2011, solicitó la
renovación de la declaratoria del estado de excepción; y,
En ejercicio de las facultades que le confieren los Artículos
164 y siguientes de la Constitución de la Republica; 29, 36
y 37 de la Ley de Seguridad Pública y del Estado;
DECRETA:
Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional que representa
la Función Legislativa de la República del Ecuador, en
la ciudad de Quito, en razón de que algunos integrantes
de la Policía Nacional distorsionaron severamente o
abandonaron su misión de policías nacionales y por ende
sus deberes consagrados en la Constitución y la Ley,
mediante una insubordinación policial.
A pesar del proceso intensivo de recomposición
institucional del sistema de seguridad de esa función del
Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido superar
lo que podría generar gran conmoción interna si es que
la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las
atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y
la Ley.
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el
orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de
Quito.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que
mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas
ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que
sus efectivos intervengan en la situación producida para
garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria, para que esta función del Estado,
pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades
constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad
interna, ciudadana y humana derechos tutelados por la
Constitución de la Republica y deber fundamental del
Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea
Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que
acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus
instalaciones en la ciudad de Quito.
Artículo 3.- El periodo de duración del Estado de
Excepción es de sesenta días, contados a partir de la
suscripción del presente Decreto Ejecutivo. El ámbito
territorial de aplicación es en la ciudad de Quito en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional.
Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas situará los recursos
suficientes para atender la emergencia.
Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria a la Asamblea
Nacional y a la Corte Constitucional.
Artículo 6.- De la ejecución del presente Decreto
Ejecutivo, que entrará en vigencia desde la fecha de su
expedición, sin perjuicio de su publicación en el Registro
Oficial, encárguense los Ministros de Defensa, del Interior
y de Finanzas.
Dado en el Palacio Nacional, en Quito a los 8 días del mes
de agosto de 2011.
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA”
III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto
en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la
República del Ecuador, en concordancia con los artículos
119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73
del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte
Constitucional.
De conformidad con la normativa constitucional antes
enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 13
su pronunciamiento respecto de la constitucionalidad de
los artículos que conforman el Decreto Ejecutivo N.° 846
del 8 de agosto del 2011, a efectos de garantizar la plena
vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la
división de las funciones del Estado.
Naturaleza jurídica de los estados de excepción
El estado de excepción es un mecanismo o arreglo
normativo-constitucional con que cuentan los Estados
democráticos para garantizar los derechos de los
ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de
eventos imprevisibles, derechos que no pueden ser
protegidos con los mecanismos jurídico-institucionales
regulares acogidos en la normativa constitucional y legal.
Tanto en derecho internacional como en derecho interno,
el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio
de determinados derechos, sin que esto signifique que
aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional,
la Convención Americana de los Derechos Humanos, en su
artículo 27, señala lo siguiente:
Art. 27.- Suspensión de Garantías
las instituciones del Estado1. Adicionalmente, nos indica
que: “como ha quedado dicho, en condiciones de grave
emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos
derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones
de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el
Estado”2. Entonces, es necesario rescatar de esta opinión
consultiva que si bien la suspensión de garantías puede
ser una medida necesaria, debe operar en el marco del
paradigma democrático y no puede hablarse de una
suspensión de la titularidad de los derechos, sino, en todo
caso, de su ejercicio.
En el derecho interno, el artículo 165 de la Constitución
de la República establece que: “Durante el estado de
excepción la Presidenta o Presidente de la República
únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del
derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación
y reunión y libertad de información, en los términos que
señala la Constitución”.
En concordancia con lo antedicho, esta Corte Constitucional
en su dictamen N.° 001-13-DEE-CC3, se ha pronunciado
sobre el estado de excepción en la siguiente forma:
[…] Los fines de la declaratoria del estado de excepción deben
materializarse en la consecución de la normalidad institucional
del Estado en épocas de crisis evitando o atenuando las
amenazas a la existencia de la sociedad organizada y de sus
ciudadanos que la integran en forma colectiva e individual.
Entonces, el estado de excepción se erige como el mecanismo a
ser implementado ante la presencia de situaciones apremiantes
o de graves vulneraciones del orden público, cuya incidencia
inminente pudiera atentar contra la estabilidad institucional,
la seguridad del Estado y el normal desenvolvimiento de las
actividades y convivencia de la población.
1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia
que amenace la independencia o seguridad del Estado
Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y
por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud
de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean
incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los
derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho
al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a
la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición
de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y
de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión);
17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre);
19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad);
y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos.
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes
en la presente Convención, por conducto del Secretario
General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos
que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya
dado por terminada tal suspensión.
Asimismo, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos, en su Opinión Consultiva OC-8-87, indica que
los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su
propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria
de estados de excepción es el respeto de los derechos
humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de
En este contexto, la declaratoria de estado de excepción
tiene como fin lograr la normalidad institucional del Estado
en épocas de crisis ya sea evitando o mitigando las amenazas
a la propia existencia de la sociedad organizada como un
todo y de los ciudadanos que la componen concebidos en
su individualidad.
Determinación de los problemas jurídicos a ser
examinados en el presente caso
Corresponde a esta Corte Constitucional determinar los
problemas jurídicos constitucionales y legales, cuya
respuesta es necesaria para el pronunciamiento en el
presente caso.
1) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011
¿cumple con los requisitos formales establecidos en
1
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de
enero de 1987, párrafo 20.
2
Ibíd., párrafo 27.
3
Corte Constitucional del Ecuador, dictamen N.° 001-13-DEE-CC.
Caso N.° 0006-12-EE de 04 de septiembre de 2013.
14 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
el artículo 166 de la Constitución, 120 y 122 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
2) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011
¿cumple con los requisitos materiales establecidos en
los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional?
Argumentación de los problemas jurídicos
1) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011
¿cumple con los requisitos formales establecidos en
los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional?
El artículo 166 de la Constitución de la Republica dispone
que el presidente constitucional de la República notificará
la declaratoria del estado de excepción y enviará el texto
del decreto correspondiente a la Corte Constitucional y a la
Asamblea Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su
expedición, para efectos de su control de constitucionalidad.
En el presente caso, el Decreto Ejecutivo N.° 846 por
medio del cual se declara el estado de excepción en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional, fue notificado
dentro de los plazos pertinentes.
Por otro lado, se debe determinar si el Decreto Ejecutivo,
objeto de control constitucional, se encuentra conforme a
lo que establece el artículo 1644 de la Constitución de la
República y los artículos 120 y 122 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, en los
cuales se establecen las causales y los requisitos de forma
que deben contener los decretos de declaratoria de estado
de excepción, que son los siguientes:
a) Identificación de los hechos y de la causal
constitucional que se invoca
Se determina por parte de la Presidencia de la República
que el 30 de septiembre del 2010, algunos miembros de la
Policía Nacional protagonizaron hechos que comprometen
el cabal cumplimiento de los dos primeros incisos del
artículo 163 de la Constitución. De la lectura del Decreto
Ejecutivo, objeto del análisis de constitucionalidad, se
colige que la causal invocada por el presidente de la
República, economista Rafael Correa Delgado, para la
expedición del estado de excepción por medio del cual se
4
Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta
o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción
en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión,
conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado
de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del
Estado.
El estado de excepción observará los principios de necesidad,
proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y
razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción
contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito
territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que
deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y
las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a
los tratados internacionales.
ordena la movilización nacional y militar de las Fuerzas
Armadas para garantizar le seguridad de la Función
Legislativa, ante la grave conmoción interna ocurrida
por parte de algunos miembros de la Policía Nacional, se
encasilla dentro de las causales contempladas en el artículo
164 de la Constitución de la República, y se determina
que el presidente de la República ha cumplido con esta
solemnidad. Se da cumplimiento al artículo 120 numeral 1
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
b) Justificación de la declaratoria
El Decreto Ejecutivo N.° 846 establece que debido a que
algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y por ende sus deberes consagrados en la
Constitución y la ley, respecto de lo ocurrido el 30 de
septiembre del 2010. Que a pesar del proceso intensivo
de recomposición institucional del sistema de seguridad
de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se
superaron, lo que podría generar gran conmoción interna si
es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud
las atribuciones y facultades que le confiere la Constitución
y la ley, es necesario declarar el estado de excepción. Este
justificativo determina el cumplimiento de lo establecido
en el numeral 2 del artículo 120 de la Ley orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria
La norma constitucional del artículo 164 determina que
la declaratoria puede hacerse extensiva a todo el territorio
de la República o a parte de este. En el decreto analizado
se observa que como ámbito territorial de aplicación es la
ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea
Nacional. Se establece que el período de duración de
este estado de excepción es de treinta días a partir de la
suscripción del presente decreto ejecutivo.
d) Derechos que sean susceptibles de limitación,
cuando fuere el caso
El artículo 165 de la Constitución de la República
determina los derechos que el presidente de la República
puede suspender o limitar; sin embargo, el decreto objeto de
análisis no contempla derechos susceptibles de limitación,
por lo que se colige que la presente situación no amerita
suspensión ni limitación de derechos constitucionales,
por tanto, guarda conformidad con el primer inciso del
artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el
numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la
Constitución y a los Tratados Internacionales
Del análisis del decreto se determina que esta declaratoria
se notifica a la Asamblea Nacional y a la Corte
Constitucional, dándose cumplimiento a lo que dispone
el artículo 166 de la Constitución de la República, en
concordancia con el numeral 5 del artículo 120 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 15
Dentro de este control formal, es obligación de la Corte
Constitucional analizar si las medidas adoptadas con
fundamento en la renovación del estado de excepción,
cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, así:
a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con
las formalidades que establece el sistema jurídico
El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto del 2011,
mediante el cual se decretó la renovación del estado de
excepción, fue suscrito por el presidente de la República;
en virtud de aquello, se considera cumplido lo dispuesto en
el artículo 164 de la Constitución de la República.
b) Que se enmarquen dentro de las competencias
materiales, espaciales y temporales de los estados de
excepción
Conforme a las observaciones antes formuladas se colige
que las competencias materiales, espaciales y temporales
constan especificadas en el Decreto Ejecutivo N.° 846 del
8 de agosto del 2011, esto porque las medidas adoptadas
están destinadas a garantizar el normal funcionamiento de
la Función Legislativa; medidas éstas que tienen un período
del estado de excepción, de sesenta días a partir de la
suscripción del Decreto Ejecutivo antes enunciado.
b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
configuren una agresión, un conflicto armado
internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural
En el presente caso, los hechos que han constituido el
estado de excepción están dados por la conmoción interna
que vivió el país como producto de los actos ocurridos el 30
de septiembre del 2010, por parte de algunos miembros de
la Policía Nacional. A pesar del proceso de recomposición
institucional del sistema de seguridad de la Función
Legislativa, las secuelas de tal suceso no se superaron,
lo que podría generar gran conmoción interna si es que
la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las
atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y
la ley. Por cuanto queda justificado que la declaratoria del
estado de excepción, a través del Decreto Ejecutivo materia
de este análisis, busca dotar de la seguridad necesaria
para que la Función Legislativa pueda cumplir con sus
atribuciones constitucionales y legales.
c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
no puedan ser superados a través del régimen
constitucional ordinario
Para determinar la constitucionalidad material del estado
de excepción, es necesario realizar un análisis bajo los
parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
La seguridad personal, tanto de los asambleístas, personal
de la Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del
Ecuador que acuden y acceden a esa Función del Estado
en todas sus instalaciones en la ciudad de Quito, requiere
la necesidad de la movilización militar de las Fuerzas
Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden
interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de
Quito, ejecutando un plan de contingencia con la finalidad
de que sus efectivos intervengan en la situación producida
para garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria, para que pueda ejercer a plenitud sus
atribuciones y facultades constitucionales y legales.
La Corte Constitucional realizará un control material de la
declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará
al menos lo siguiente:
d) Que la declaratoria se decrete dentro de los
límites temporales y espaciales establecidos en la
Constitución de la República
a) Que los hechos alegados en la motivación hayan
tenido real ocurrencia
Como ya se ha manifestado en líneas precedentes, el límite
temporal de la presente declaratoria de estado de excepción
será de sesenta días desde la emisión de esta declaratoria,
señalándose como límite espacial las inmediaciones de la
Asamblea Nacional ubicada en la ciudad de Quito.
2) El Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto
del 2011 ¿cumple con los requisitos materiales
establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
Son públicos y notorios los hechos ocurridos el jueves 30
de septiembre del 2010, por parte de algunos miembros
de la Policía Nacional del Ecuador. Dichos miembros,
al abandonar sus deberes y actividades, previstos en el
artículo 158 de la Constitución de la República, es decir,
su tarea de proteger internamente y mantener el orden
público, distorsionaron su misión y por ende sus deberes
consagrados en la Constitución y la ley. A pesar del proceso
intensivo de recomposición institucional del sistema
de seguridad de esa función del Estado, las secuelas de
tal suceso no se superaron, lo que podría generar una
conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no
pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que
le confiere la Constitución y la ley, y con ello, exigiendo
del Estado, a través del presidente de la República, declarar
el estado de excepción en los términos referidos en el
decreto del análisis.
Se debe señalar como antecedente que se ha mantenido
a la Asamblea Nacional bajo estado de excepción, por
cuanto este es un nuevo decreto ejecutivo, el cual considera
las condiciones de la Función Legislativa, por cuanto
mantuvieron los efectos de los hechos suscitados el 30 de
septiembre de 2010.
Control material
Respecto al control material de las medidas adoptadas con
fundamento en la renovación del estado de excepción,
establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se
debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos:
16 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar
los hechos que dieron lugar a la declaratoria, y que
las medidas ordinarias sean insuficientes para el
logro de este objetivo
Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.° 846,
disponen la necesidad de la movilización militar de las
Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el
orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad
de Quito, a fin de precautelar la integridad y seguridad
de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y
ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden
a esa Función del Estado.
la cual la Corte Constitucional, al ser el máximo guardián
de la Constitución, debe pronunciarse y realizar el control
de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para
adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la
declaratoria de un estado de excepción6.
Para determinar si la declaratoria de estado de excepción
es genuina debe realizarse un análisis empleando el
principio de razonabilidad, ya que el estado de necesidad
no legitima cualquier pedido, sino una situación de
verdadera conmoción y gravedad interna.
El artículo dos del Decreto Ejecutivo sub júdice señala:
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas
Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden
interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito.
En el presente caso, los hechos que han constituido el
estado de excepción están dados, según el legitimado
activo, por la grave conmoción interna; en aquel sentido,
corresponde a esta Corte determinar la subsistencia de
esta situación de conmoción, para lo cual se realizan las
siguientes consideraciones.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que
mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas
ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que
sus efectivos intervengan en la situación producida para
garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria, para que esta función del Estado,
pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades
constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad
interna , ciudadana y humana derechos tutelados por la
Constitución de la Republica y deber fundamental del
Estado, de los asambleísta, personal de la Asamblea Nacional
y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan
a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la
ciudad de Quito.
La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que
significa transitar de un estado hacia otro, es decir, transitar
desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este
sentido, Néstor Pedro Sagüés nos explica que:
[…] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver,
fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema:
el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado
de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía
constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir,
conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se
alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde
luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o
ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente
extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro
real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces,
una grave crisis sistémica y tensiva, apta para desarticular o
quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que
en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación
crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien
debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de
necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese
derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución
[…] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de
sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son
suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado
de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución
resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente,
al respecto procura sostener que siempre la Constitución es
idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que
éste también en todo momento tiene que subordinarse a las
Constitución; no crea potestades ajenas a ella5.
Bajo el esquema del Estado Constitucional de derechos
y justicia, la exigencia de los derechos y garantías
constitucionales reviste la función primigenia, razón por
Este artículo guarda armonía con el texto constitucional, en
el que se consagra como uno de los principales deberes del
Estado ecuatoriano, entre otros, garantizar a sus habitantes
el derecho a la seguridad integral y a vivir en una sociedad
democrática.
La Constitución de la República establece que la Policía
Nacional será la institución encargada de velar por la
paz y seguridad interna de los habitantes del país; en
aquel sentido, al producirse una resistencia por parte
de los miembros policiales a cumplir su obligación
constitucional, es menester que el Estado supla esta
carencia, ya que bajo ningún concepto se puede dejar
de brindar seguridad a las personas e instituciones que
forman parte del ente estatal, en este caso en concreto de
la Asamblea Nacional.
Por otra parte, la actitud asumida por algunos miembros
de la Policía Nacional ocasiona un atentado al normal
desempeño del país. En aquel sentido, la situación de
conmoción interna motivó que las Fuerzas Armadas, ante
6
5
Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de
necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs.
1045-1046.
Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte
Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las
siguientes atribuciones:
8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de
constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción,
cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 17
la ausencia de la Policía Nacional, suplan a la misma en
su tarea de brindar seguridad interna y mantener el orden
público, en especial en la Asamblea Nacional, en la que se
mantuvieron los efectos de los hechos ya mencionados.
Por tanto, la movilización nacional y militar de las Fuerzas
Armadas ante esta situación de conmoción interna se
encuentra debidamente justificada, es proporcional y
razonable, ya que se adecua a las exigencias y necesidades
de las personas frente a una evidente inseguridad de los
asambleístas, así como del personal administrativo y de los
ciudadanos que concurren a la Asamblea Nacional. Aquello
guarda concordancia con los artículos 164 y 165 numeral 4
de la Constitución de la República.
Adicionalmente, al encontrarnos en una situación
excepcional, para el cumplimiento de la movilización
nacional y de las Fuerzas Armadas, tendiente a brindar
seguridad a la población y controlar el orden público, se
debe contar con los recursos económicos necesarios que
permitan subsanar esta emergencia, por lo que siendo
el Ministerio de Finanzas el organismo encargado de
proveer de recursos a las distintas instituciones estatales,
la disposición acontecida en el artículo 4 del decreto en
análisis es razonable y proporcional a las necesidades
respecto a los hechos ocurridos el 30 de septiembre
de 2010. Aquello guarda relación con el numeral 2 del
artículo 165 de la Constitución, que faculta al presidente
de la República, una vez declarado el estado de excepción,
a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines,
con la salvedad de los rubros correspondientes a salud
y educación, y para llevar adelante esta acometida se
requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe
los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta
situación excepcional.
de seguridad por los canales ordinarios; lo cual resulta
proporcional con la adopción de esta medida excepcional
de estado de emergencia.
Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via “[…] la
emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites
de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la
necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible
tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades
que la Constitución concede pero sin exceder los límites de
la Norma Fundamental”7.
De esto podemos colegir que el estado de excepción
siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución
de la Republica, y no exceder los mismos. En este punto
nos parece de suma importancia establecer las diferencias
entre los tipos de estado de excepción. Así, por un lado,
el artículo 164 de la Constitución establece que se podrá
decretar el estado de excepción en todo el territorio
nacional o en parte de este en caso de agresión, conflicto
armado internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural.
A partir de lo anotado, se destaca que hay varios estados
de excepción, sin embargo, no todos deben conllevar las
mismas medidas. Debemos diferenciar que el presidente
de la República puede decretar estados de excepción, en
cuyo caso se puede restringir temporalmente el ejercicio
de algunos derechos consagrados en la Constitución,
así únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del
derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación
y reunión, y libertad de información8. Además, entre las
medidas específicas que puede adoptar el presidente de la
República, como consecuencia de un estado de excepción,
debidamente declarado, están:
“[…] 1. Decretar la recaudación anticipada de tributos.
En virtud de ello, la declaratoria de estado de excepción
obedeció a una situación de necesidad dada la emergente
situación por la que atravesó el país el pasado 30 de
septiembre de 2010. Sin embargo, las circunstancias
fácticas mantuvieron los efectos que generaron una
situación de carácter excepcional. En consecuencia,
se procedió a declarar un estado de excepción ante la
situación vigente a la fecha que podría generar una grave
conmoción interna.
2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto
los correspondientes a salud y educación.
3. Trasladar la sede del Gobierno a cualquier lugar del territorio
nacional.
4. Disponer censura previa en la información de los medios
de comunicación social con estricta relación a los motivos del
estado de excepción y a la seguridad del Estado.
Se recuerda que el estado excepcional puede adoptarse
en casos que revistan una enorme trascendencia y cuando
no existan otras medidas necesarias para asegurar la
estabilidad política y social del país, ante lo cual, la Corte
Constitucional evidencia que aquella conmoción y los
efectos que generó la misma no fueron superados.
5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio
nacional.
6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una
parte de ella, así como al personal de otras instituciones.
b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la
declaratoria
Por lo antes expuesto, resulta razonable la declaratoria de
estado de excepción, teniendo en cuenta la connotación
que revistió la adopción de un estado de excepción, puesto
que aunque los hechos que lo motivaron inicialmente han
sido superados, sus efectos se mantuvieron, es así que este
órgano no está en la capacidad de administrarse y dotarse
7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos
y pasos fronterizos.
7
Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación
legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070.
8
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165
18 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean
necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se
restablezca la normalidad”9.
Entonces, es necesario diferenciar un estado de excepción
en el cual se puede establecer la suspensión o los límites del
ejercicio de los derechos antes mencionados, o simplemente
un estado de excepción que adopte únicamente medidas
específicas. Es por ello que en el caso de calamidad pública
o desastre natural, esta Corte creería innecesario limitar
el ejercicio de derechos. De lo antedicho, y en la misma
línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en su
Opinión Consultiva OC-8/87, ha expresado que:
[…] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función
que cumple debe partir de la consideración de que es un
precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se
aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de
otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del
Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión
de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el
tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”.
Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar
otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben
entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión u origen social”10.
Coligiendo, podemos diferenciar estados de excepción en
los cuales por un lado se puede establecer la suspensión o
límites al ejercicio de los derechos, que serían básicamente
en los estados de excepción, que de manera proporcional
necesiten adoptar los mismos, como en los casos de
agresión, conflicto armado internacional o interno, grave
conmoción interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras en
casos como los de calamidad pública o desastre natural,
esta suspensión sería inadecuada e inoportuna.
En consecuencia, en el caso sub examine se podía suspender
o limitar el ejercicio de los derechos que menciona la
Constitución de la República, sin perjuicio de afectar la
constitucionalidad del presente decreto ejecutivo, por
cuanto, como hemos visto, la limitación de los derechos
inclusive en un régimen de excepcionalidad debe ser
racional y proporcional a la situación de emergencia que se
encuentre al momento de la declaratoria.
Lo anterior guarda relación con lo que dispone la
Corte Interamericana de Derechos Humanos en donde
se exige que se fundamente la pertinencia de los
estados de excepción por medio de la razonabilidad y
proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha
sido explícito en el presente decreto ejecutivo puesto a
conocimiento de la Corte Constitucional.
c) Que exista una relación de causalidad directa e
inmediata entre los hechos que dieron lugar a la
declaratoria y las medidas adoptadas
9
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165
10
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de
enero de 1987, párrafo 19.
La relación de causalidad se da, en tanto la emisión del
Decreto Ejecutivo que se examina es consecuencia de
la grave situación que vivió el país como producto de
los hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, por
miembros de la Policía Nacional dentro y fuera de la
Asamblea Nacional, por lo tanto estas razones instituyen la
causalidad directa e inmediata.
d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que
dieron lugar a la declaratoria
La idoneidad de las medidas adoptadas en el Decreto
Ejecutivo N.° 846 encuentran fundamento, en tanto, se
implementan los medios necesarios orientados a enfrentar
la situación de grave inseguridad que se dio el 30 de
septiembre de 2010, debido a que algunos integrantes de la
Policía Nacional distorsionaron severamente o abandonaron
su misión de policías nacionales y por ende sus deberes
consagrados en la Constitución y la ley. Adicionalmente,
vale recalcar que los efectos de tal suceso no se superaron,
lo que podría generar una gran conmoción interna si es
que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las
atribuciones y facultades que le confiere la Constitución
y la ley. En este contexto, el Decreto Ejecutivo, materia
de análisis, goza de idoneidad porque fue emitido por el
presidente de la República, con la facultad dispuesta en el
artículo 164 de la Constitución de la Republica y que su
temporalidad es de treinta días, a partir de su suscripción.
e) Que no exista otra medida que genere un menor
impacto en términos de derechos y garantías
En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.° 846,
por su naturaleza, no aparecen contenidos que afectan ni
restrinjan derechos y garantías constitucionales, en virtud
de lo cual no cabe remitirse en el caso sub examine a este
requisito.
f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos
constitucionales, y se respeten el conjunto de
derechos intangibles
Conforme se desprende del texto del Decreto Ejecutivo
materia de este control, no se evidencia ninguna
afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos
constitucionales, menos que exista un irrespeto al conjunto
de derechos intangibles.
g) Que no se interrumpa ni se altere el normal
funcionamiento del Estado
Por la naturaleza y contenido del Decreto Ejecutivo
N.° 846, puede comprobarse que su incidencia no ha
interrumpido ni ha alterado el normal funcionamiento
institucional del Estado ecuatoriano.
De lo analizado, la Corte Constitucional advierte que
las medidas adoptadas para la declaratoria del estado de
excepción, contenido en el Decreto Ejecutivo N.° 846
del 8 de agosto del 2011, que tienen relación al estado
de excepción bajo análisis, tienen fundamento claramente
en los hechos que se plantean para la solución de la
problemática suscitada, razón por la cual, la emisión de
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 19
aquellos goza de constitucionalidad, en tanto se respeten
los principios de necesidad, proporcionalidad, legalidad,
temporalidad, territorialidad y razonabilidad, además de
ser plenamente idóneas y proporcionales al fin que se
persigue. Su necesidad es evidente, y con su adopción
no se exceden los límites constitucionales impuestos en
la Constitución y los tratados y convenios internacionales
de derechos humanos, aun en tiempo de normalidad
y cumpliendo con los requisitos de materialidad y
formalidad.
IV. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide el siguiente:
DICTAMEN
1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a
la renovación de declaratoria de estado de excepción,
contenido en el Decreto Ejecutivo N.° 846 del 8 de agosto
del 2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado,
en calidad de presidente constitucional de la República del
Ecuador.
2.- Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue
aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen
Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño
Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni
Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de
mayo del 2015. Lo certifico.
Quito, D. M., 13 de mayo de 2015
DICTAMEN N.º 004-15-DEE-CC
CASO N.º 0005-12-EE
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El economista Rafael Correa Delgado, presidente
constitucional de la República del Ecuador, al amparo del
artículo 166 de la Constitución de la Republica, envió al
presidente de la Corte Constitucional, mediante oficio N.º
T. 5554-SNJ-12-434 del 09 de abril de 2012, la notificación
de la declaratoria del estado de excepción en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de
Quito.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para
el período de transición, recibió la notificación de la
Presidencia de la Republica el 10 de abril de 2012, de
conformidad con lo establecido en el artículo 17 segundo
inciso del Reglamento de Sustanciación de Procesos de
Competencia de la Corte Constitucional, vigente en aquel
momento, certificó que la presente acción tiene relación
con los casos 0002-11-EE, 0006-11-EE, 0009-11-EE,
0011-11-EE, 0012-11-EE, 0001-12-EE, 0002-12-EE y
0016-10-EE.
El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012,
procedió al sorteo de las causas, correspondiéndole al
juez constitucional Antonio Gagliardo Loor sustanciar la
presente causa.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0009-11-EE
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Mediante providencia emitida el 06 de marzo de 2013 a
las 15h00, el juez sustanciador avocó conocimiento de la
presente causa, procediendo a notificar al legitimado activo
el contenido de la misma.
II. NORMA OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
La Corte Constitucional examina la Constitucionalidad
del Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012,
que contiene la Declaratoria de Estado de Excepción en la
ciudad de Quito en todas las instalaciones de la Asamblea
Nacional, por medio del cual se ordenó la movilización
nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar
la seguridad, ante la conmoción interna respecto de los
hechos ocurridos por parte de algunos miembros de la
Policía Nacional, el 30 de septiembre del 2010. El referido
texto se transcribe íntegramente a continuación:
20 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Decreto Ejecutivo N.º 1129
RAFAEL CORREA DELGADO
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA
Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones
afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos
todavía no han podido ser superados a pesar de los
intensivos esfuerzos de recomposición institucional del
sistema de seguridad de esa función del Estado desde la
fecha del insuceso.
CONSIDERANDO:
Que los dos primeros incisos del artículo 1 de la
Constitución de la República establece:
“Que el Ecuador es un Estado constitucional de
derechos y justicia, social democrático, soberano,
independiente, unitario, intercultural, plurinacional y
laico. Se organiza en forma de república y se gobierna
de manera descentralizada.
La soberanía radica en el pueblo, cuya voluntad es
el fundamento de la autoridad, y se ejerce a través
de los órganos del poder público y de las formas de
participación directa previstas en la Constitución”.
Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la
Republica instituye que uno de los deberes primordiales
del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho
a una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en
una sociedad democrática y libre de corrupción.
Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la
Constitución de la República establece que el Estado
reconoce y garantiza a las personas el derecho a la
integridad personal que incluye entre otras a integridad
física, psíquica y moral.
Que el artículo 393 de la Constitución de la Republica
estatuye que el Estado garantizará la seguridad
humana a través de políticas y acciones integradas,
para asegurar la convivencia pacífica de las personas,
promover una cultura de paz y prevenir las formas
de violencia y discriminación y la comisión de
infracciones y delitos. La planificación y aplicación de
estas políticas se encargará a órganos especializados
en los diferentes niveles de gobierno.
Que el 30 de septiembre de 2010 algunos integrantes
de la Policía Nacional protagonizaron hechos que
comprometen en cabal cumplimiento del artículo 163
de la Constitución que en sus dos primeros incisos
ordena que:
“La Policía Nacional es una institución estatal
de carácter civil, armada, técnica, jerarquizada,
disciplinada, profesional y altamente especializada,
cuya misión es atender la seguridad ciudadana y
el orden público, y proteger el libre ejercicio de los
derechos y la seguridad de las personas dentro del
territorio nacional.
Los miembros de la Policía Nacional tendrán una
formación basada en derechos humanos, investigación
especializada, prevención, control y prevención del
delito y utilización de medios de disuasión y conciliación
como alternativas al uso de la fuerza”.
Que la Asamblea Nacional, que representa la Función
Legislativa de la República del Ecuador, es una
institución esencial para el sistema democrático por
lo que es necesario garantizar el resguardo de estas
instalaciones ya que en caso de correr riesgos se podría
generar una grave conmoción interna;
Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional
mediante oficio PAN-FC-012-0674 de 04 de abril
de 2012, solicito la renovación de la declaratoria del
estado de excepción;
En ejercicio de las facultades que le confieren los
Artículos 164 y siguientes de la Constitución de la
Republica; y, 29, 36 y siguientes de la Ley de Seguridad
Pública y del Estado;
DECRETA:
Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en
todas las instalaciones de la Asamblea Nacional que
representa la Función Legislativa de la República del
Ecuador, en la ciudad de Quito, en razón de que algunos
integrantes de la Policía Nacional distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y por ende sus deberes consagrados en la
Constitución y la Ley, mediante una insubordinación
policial. A pesar del proceso intensivo de recomposición
institucional del sistema de seguridad de esa función
del Estado, las secuelas de tal suceso no se han podido
superar lo que podría generar gran conmoción interna
si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a
plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la
Constitución y la Ley.
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional,
el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en
todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en la
ciudad de Quito.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional
para que mediante el Comando Conjunto de la
Fuerzas Armadas ejecuten un plan de contingencia
con la finalidad de que sus efectivos intervengan en
la situación producida para garantizar a la Asamblea
Nacional las condiciones de seguridad necesaria, para
que esta función del Estado, pueda ejercer a plenitud
sus atribuciones y facultades constitucionales y legales,
así como garantizar la seguridad interna, ciudadana
y humana derechos tutelados por la Constitución
de la Republica y deber fundamental del Estado, de
los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional
y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan
y accedan a esa Función del Estado en todas sus
instalaciones de la ciudad de Quito.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 21
Artículo 3.- El periodo de duración de esta renovación
del estado de excepción es el de treinta días a partir de
la suscripción del presente decreto ejecutivo. El ámbito
territorial de aplicación es en la ciudad de Quito en
todas las instalaciones de la Asamblea Nacional.
“Art. 27.- Suspensión de Garantías
1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia
que amenace la independencia o seguridad del Estado
Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y
por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud
de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean
incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social.
Artículo 4.- Notifíquese esta renovación de
declaratoria a la Asamblea Nacional y a la Corte
Constitucional.
Artículo 5.- De la ejecución del presente Decreto
Ejecutivo que entrara en vigencia desde la fecha de
su expedición, sin perjuicio de su publicación en el
Registro Oficial, encárguense los Ministros de Defensa,
del Interior y de Finanzas.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los
derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho
al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a
la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición
de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y
de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión);
17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre);
19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad);
y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos.
Dado en el Palacio Nacional, en San Francisco de Quito,
Distrito Metropolitano, el día de hoy 6 de abril de 2012.
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA”
(Cursivas en texto original)
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes
en la presente Convención, por conducto del Secretario
General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos
que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya
dado por terminada tal suspensión”.
III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver el presente caso, de conformidad con lo previsto
en el artículo 436 numeral 8 de la Constitución de la
República del Ecuador, en concordancia con los artículos
119 a 125 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y de acuerdo con el artículo 73
del Reglamento de Sustanciación de Procesos de la Corte
Constitucional.
De conformidad con la normativa constitucional antes
enunciada, corresponde a la Corte Constitucional emitir
su pronunciamiento respecto de la constitucionalidad de
los artículos que conforman el Decreto Ejecutivo N.° 1129
del 06 de abril del 2012, a efectos de garantizar la plena
vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar
la división de las funciones del Estado.
Naturaleza jurídica de los estados de excepción
El estado de excepción es un mecanismo o arreglo
normativo-constitucional con que cuentan los Estados
democráticos para garantizar los derechos de los
ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de eventos
imprevisibles, derechos que no pueden ser protegidos con
los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos
en la normativa constitucional y legal.
Tanto en derecho internacional como en derecho interno,
el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio
de determinados derechos, sin que esto signifique que
aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional,
la Convención Americana de los Derechos Humanos, en su
artículo 27, señala lo siguiente:
De igual forma, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en su Opinión Consultiva OC-8-87, puntualiza
que los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su
propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria
de estados de excepción, es el respeto de los derechos
humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de las
instituciones del Estado1. Asimismo, nos indica que: “como
ha quedado dicho, en condiciones de grave emergencia es
lícito suspender temporalmente ciertos derechos y libertades
cuyo ejercicio pleno, en condiciones de normalidad, debe
ser respetado y garantizado por el Estado”2.
En este sentido, conforme al criterio expuesto en la citada
opinión consultiva, si bien la suspensión de garantías puede
ser una medida necesaria, no obstante, la misma, debe
operar en el marco del paradigma democrático y no puede
hablarse de una suspensión de la titularidad de los derechos
sino, en todo caso, de su ejercicio.
En el ámbito interno, dicha suspensión de derechos se
encuentra regulada en el artículo 165 de la Constitución
de la República que establece: “Durante el estado de
excepción la Presidenta o Presidente de la República
únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del
derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
1
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30
de enero de 1987, párrafo 20.
2
Ibíd., párrafo 27.
22 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación
y reunión y libertad de información, en los términos que
señala la Constitución”.
En armonía con la norma constitucional que precede, esta
Corte en su Dictamen N.º 001-13-DEE-CC3, respecto de la
figura jurídica-constitucional del estado de excepción, ha
expresado lo siguiente:
[…] Los fines de la declaratoria del estado de excepción
deben materializarse en la consecución de la normalidad
institucional del Estado en épocas de crisis evitando o
atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad
organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma
colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se
erige como el mecanismo a ser implementado ante la presencia
de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del
orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar
contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y
el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia
de la población.
Desde esta perspectiva, la declaratoria de estado de
excepción tiene como fin lograr la normalidad institucional
del Estado de derecho en épocas de crisis, ya sea evitando
o mitigando las amenazas a la propia existencia de la
sociedad organizada como un todo, y de los ciudadanos que
la componen concebidos en su individualidad.
Determinación de los problemas jurídicos a ser
examinados en el presente caso
En razón de los criterios que anteceden, concierne a este
Organismo Constitucional determinar los problemas
jurídicos constitucionales y legales, cuya respuesta es
necesaria para emitir un pronunciamiento en el caso bajo
examen.
1. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012,
¿cumple con los requisitos formales establecidos en
los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
2. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012,
¿cumple con los requisitos materiales establecidos en
los artículos 121 y 123 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional?
la Constitución de la Republica dispone que el presidente
constitucional de la República notificará la declaratoria
del estado de excepción y enviará el texto del decreto
correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea
Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición,
para efectos de su control de constitucionalidad. En el
presente caso el Decreto Ejecutivo N.º 1129, por medio
del cual se declara la renovación del estado de excepción
en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional fue
notificado dentro de los plazos pertinentes.
Con idéntico criterio se debe determinar si el decreto
ejecutivo objeto de control constitucional se encuentra
conforme a lo que establece el artículo4 164 de la
Constitución de la República y el artículo 120 y 122 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional en los cuales, se establecen las causales y
los requisitos de forma que deben contener los decretos
de declaratoria de estado de excepción, estos son los
siguientes:
a) Identificación de los hechos y de la causal
constitucional que se invoca
En el texto del decreto ejecutivo en análisis, el presidente
constitucional de la República señala que el 30 de
septiembre del 2010, algunos miembros de la Policía
Nacional protagonizaron hechos que comprometen el
cabal cumplimiento de los dos primeros incisos del
artículo 163 de la Constitución. Pues bien, de la lectura
del referido decreto, se colige que la causal invocada por
el presidente Rafael Correa Delgado, para la expedición
del estado de excepción por medio del cual se ordena la
movilización nacional y militar de las Fuerzas Armadas
para garantizar le seguridad de la Función Legislativa,
ante la grave conmoción interna ocurrida por parte de
algunos miembros de la Policía Nacional, se encasilla
dentro de las causales contempladas en el artículo 164
de la Constitución de la República, y se determina que
el presidente de la República ha cumplido con esta
solemnidad. Se da por tanto cumplimiento al artículo 120
numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional.
b) Justificación de la declaratoria
El Decreto Ejecutivo N.º 1129 señala que, por cuanto,
algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron
Argumentación de los problemas jurídicos
1. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012,
¿cumple con los requisitos formales establecidos en
los artículos 166 de la Constitución, 120 y 122 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional?
Con respecto al control constitucional de forma del decreto
declaratorio del estado de excepción, el artículo 166 de
3
Corte Constitucional del Ecuador, dictamen N.° 001-13-DEE-CC,
caso N.° 0006-12-EE de 04 de septiembre de 2013.
4
Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta
o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción
en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión,
conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado
de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del
Estado.
El estado de excepción observará los principios de necesidad,
proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y
razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción
contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito
territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que
deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y
las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a
los tratados internacionales.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 23
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y por ende sus deberes consagrados en la
Constitución y la ley, respecto de lo ocurrido el 30 de
septiembre del 2010. Que a pesar del proceso intensivo
de recomposición institucional del sistema de seguridad
de esa función del Estado, las secuelas de tal suceso
no se superaron, lo que podría generar gran conmoción
interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer
a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la
Constitución y la ley, es necesario declarar el estado de
excepción. Este justificativo determina el cumplimiento
de lo determinado en el numeral 2 del artículo 120 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria
La norma constitucional del artículo 164 determina que
la declaratoria puede hacerse extensiva a todo el territorio
de la República o a parte de este. En el decreto analizado,
se observa que como ámbito territorial de aplicación es la
ciudad de Quito, en todas las instalaciones de la Asamblea
Nacional. Se establece que el período de duración de esta
renovación del estado de excepción es el de treinta días a
partir de la suscripción del presente decreto ejecutivo.
d) Derechos que sean susceptibles de limitación,
cuando fuere el caso
El artículo 165 de la Constitución de la República
determina los derechos que el presidente de la República
puede suspender o limitar; sin embargo, el decreto objeto de
análisis no contempla derechos susceptibles de limitación,
por lo tanto, se colige que la presente situación no amerita
suspensión ni limitación de derechos constitucionales,
por tanto, guarda conformidad con el primer inciso del
artículo 165 de la Constitución, en concordancia con el
numeral 4 del artículo 120 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la
Constitución y a los tratados internacionales
Del análisis del decreto, se determina que esta declaratoria
ha sido notificada a la Asamblea Nacional y a la Corte
Constitucional, dándose cumplimiento a lo que dispone
el artículo 166 de la Constitución de la República en
concordancia con el numeral 5 del artículo 120 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
Dentro de este control formal es obligación de la Corte
Constitucional analizar si las medidas adoptadas con
fundamento en la renovación del estado de excepción,
cumplen con los requisitos establecidos en el artículo 122
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, así:
a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con
las formalidades que establece el sistema jurídico
El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril de 2012,
mediante el cual se decretó la renovación del estado de
excepción fue suscrito por el presidente de la República, en
virtud de aquello, se considera cumplido lo dispuesto en el
artículo 164 de la Constitución de la República.
b) Que se enmarquen dentro de las competencias
materiales, espaciales y temporales de los estados de
excepción
Sobre la base de las observaciones antes formuladas se
colige que las competencias materiales, espaciales y
temporales constan especificadas en el Decreto Ejecutivo
N.º 1129 del 06 de abril de 2012, esto, porque las medidas
adoptadas están destinadas a garantizar el normal
funcionamiento de la Función Legislativa; medidas estas,
que tienen un período del estado de excepción, de treinta
días a partir de la suscripción del Decreto Ejecutivo antes
enunciado.
2. El Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de abril
de 2012, ¿cumple con los requisitos materiales
establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
A fin de determinar la constitucionalidad material del
estado de excepción es conveniente realizar un análisis
bajo los parámetros del artículo 121 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
La Corte Constitucional realizará el control material de la
declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará
al menos lo siguiente:
a) Que los hechos alegados en la motivación hayan
tenido real ocurrencia
Sin duda, son públicos y notorios los hechos efectuados
el jueves 30 de septiembre del 2010, por parte de algunos
miembros de la Policía Nacional del Ecuador, quienes
al abandonar sus deberes y actividades, previstos en el
artículo 158 de la Constitución de la República, es decir,
su tarea de proteger internamente y mantener el orden
público, distorsionaron su misión y por ende sus deberes
consagrados en la Constitución y la ley. A pesar del proceso
intensivo de recomposición institucional del sistema
de seguridad de esa función del Estado, las secuelas
de tal suceso no se superaron lo que podría generar una
conmoción interna si es que la Asamblea Nacional no
pudiese ejercer a plenitud las atribuciones y facultades que
le confiere la Constitución y la ley y con ello, exigiendo del
Estado, a través del presidente de la República, declarar el
estado de excepción en los términos referidos en el decreto
del análisis.
b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
configuren una agresión, un conflicto armado
internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural
En el caso sub examine los hechos que han constituido el
estado de excepción están dados por la conmoción interna
que vivió el país como producto de los actos ocurridos el
30 de septiembre del 2010 por algunos miembros de la
24 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Policía Nacional. A pesar del proceso de recomposición
institucional del sistema de seguridad de la Función
Legislativa las secuelas de tal suceso no se superaron
lo que podría generar gran conmoción interna si es que
la Asamblea Nacional no pudiese ejercer a plenitud las
atribuciones y facultades que le confiere la Constitución y
la ley. Por cuanto queda justificado que la declaratoria del
estado de excepción a través del decreto ejecutivo, materia
de este análisis, busca dotar de la seguridad necesaria
para que la Función Legislativa pueda cumplir con sus
atribuciones constitucionales y legales.
c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
no puedan ser superados a través del régimen
constitucional ordinario
Es indiscutible que la seguridad personal, tanto de
los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y
ciudadanos y habitantes del Ecuador que acuden y acceden
a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la
ciudad de Quito, requiere la necesidad de la movilización
militar de las Fuerzas Armadas para garantizar la
soberanía nacional, el orden interno y la seguridad
ciudadana y humana en todas las instalaciones de la
Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, ejecutando un
plan de contingencia con la finalidad que sus efectivos
intervengan en la situación producida para garantizar
a la Asamblea Nacional las condiciones de seguridad
necesaria, para que esta función del Estado, pueda ejercer
a plenitud sus atribuciones y facultades constitucionales
y legales.
Las medidas establecidas en el Decreto Ejecutivo N.º
1129, disponen la necesidad de la movilización militar de
las Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional,
el orden interno y la seguridad ciudadana y humana en
todas las instalaciones de la Asamblea Nacional en
la ciudad de Quito, con la finalidad de precautelar la
integridad y seguridad de los asambleístas, personal de la
Asamblea Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador
que acuden y acceden a esa Función del Estado.
En el presente caso los hechos que han constituido el estado
de excepción están dados, según el legitimado activo, por
la grave conmoción interna; en aquel sentido, corresponde
a esta Corte determinar la subsistencia de aquella situación
de conmoción, para lo cual se realizan las siguientes
consideraciones.
La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que
significa transitar de un estado hacia otro; es decir, transitar
desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este
sentido, Néstor Pedro Sagüés nos explica que:
[…] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver,
fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema:
el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado
de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía
constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir,
conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se
alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde
luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o
ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente
extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro
real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces,
una grave crisis sistémica y tensiva, apta para desarticular o
quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que
en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación
crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien
debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de
necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese
derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución
[…] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de
sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son
suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado
de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución
resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente,
al respecto procura sostener que siempre la Constitución es
idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que
éste también en todo momento tiene que subordinarse a las
Constitución; no crea potestades ajenas a ella5.
d) Que la declaratoria se decrete dentro de los
límites temporales y espaciales establecidos en la
Constitución de la República
Conforme a lo ya manifestado en líneas precedentes, el
límite temporal de la presente renovación de la declaratoria
de estado de excepción, será de treinta días, contados
desde la emisión de esta declaratoria, señalándose como
límite espacial las inmediaciones de la Asamblea Nacional
ubicada en la ciudad de Quito.
Se debe señalar como antecedente que se ha mantenido
a la Asamblea Nacional bajo estado de excepción por
cuanto este es un nuevo decreto ejecutivo, el cual considera
las condiciones de la Función Legislativa, por cuanto
mantuvieron los efectos de los hechos suscitados el 30 de
septiembre de 2010.
Control material
Respecto al control material de las medidas adoptadas con
fundamento en la renovación del estado de excepción,
establecidas en el artículo 123 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, se
debe verificar el cumplimiento de los siguientes requisitos:
a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar
los hechos que dieron lugar a la declaratoria y que
las medidas ordinarias sean insuficientes para el
logro de este objetivo
De la cita que precede, se desprende que bajo el esquema
del Estado Constitucional de derechos y justicia, la
exigencia de los derechos y garantías constitucionales
reviste la función primigenia, razón por la cual la
Corte Constitucional al ser el máximo guardián de la
Constitución debe pronunciarse y realizar el control
de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para
5
Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de
necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs.
1045-1046.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 25
adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la
declaratoria de un estado de excepción6.
Ahora bien, para determinar si la declaratoria de estado
de excepción es genuina debe realizarse un análisis
empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado
de necesidad no legitima cualquier pedido, sino una
situación de verdadera conmoción y gravedad interna.
El artículo dos del decreto ejecutivo sub judice, señala:
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las Fuerzas
Armadas para garantizar la soberanía nacional, el orden
interno y la seguridad ciudadana y humana en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que
mediante el Comando Conjunto de la Fuerzas Armadas
ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que
sus efectivos intervengan en la situación producida para
garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria, para que esta función del Estado,
pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades
constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad
interna, ciudadana y humana derechos tutelados por la
Constitución de la Republica y deber fundamental del
Estado, de los asambleísta, personal de la Asamblea Nacional
y ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan
a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en la
ciudad de Quito.
Como se puede advertir, este artículo guarda armonía con
el texto constitucional, en el que se consagra como uno
de los principales deberes del Estado ecuatoriano, entre
otros, garantizar a sus habitantes el derecho a la seguridad
integral y a vivir en una sociedad democrática.
La Constitución de la República establece que la Policía
Nacional será la institución encargada de velar por la paz
y seguridad interna de los habitantes del país; en aquel
sentido, al producirse una resistencia por parte de los
miembros policiales a cumplir su obligación constitucional,
es menester que el Estado supla esta carencia, ya que bajo
ningún concepto se puede dejar de brindar seguridad a las
personas e instituciones que forman parte del ente estatal,
en este caso en concreto de la Asamblea Nacional.
Por otro lado, la actitud asumida por algunos miembros
de la Policía Nacional ocasiona un atentado al normal
desempeño del país, en aquel sentido, la situación de
conmoción interna motivó que las Fuerzas Armadas, ante
la ausencia de la Policía Nacional, suplan a la misma en
su tarea de brindar seguridad interna y mantener el orden
público, en especial en la Asamblea Nacional, en la que se
mantuvieron los efectos de los hechos ya mencionados.
6
Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte
Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las
siguientes atribuciones:
8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de
constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción,
cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales.
Por tal razón, la movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas ante esta situación de conmoción interna
se encuentra debidamente justificada, es proporcional y
razonable, ya que se adecúa a las exigencias y necesidades
de las personas frente a una evidente inseguridad de las y
los asambleístas, así como del personal administrativo y de
las y los ciudadanos que concurren a la Asamblea Nacional.
Aquello guarda concordancia con los artículos 164 y 165
numeral 4 de la Constitución de la República.
Asimismo, al encontrarnos en una situación excepcional,
para el cumplimiento de la movilización nacional y de
las Fuerzas Armadas, tendiente a brindar seguridad a la
población y controlar el orden público, se debe contar
con los recursos económicos necesarios que permitan
subsanar esta emergencia; por lo que siendo el Ministerio
de Finanzas el organismo encargado de proveer de recursos
a las distintas instituciones estatales, la disposición
acontecida en el artículo 4 del decreto en análisis es
razonable y proporcional a las necesidades respecto a los
hechos ocurridos el 30 de septiembre de 2010.
Lo dicho guarda relación con el numeral 2 del artículo
165 de la Constitución, que faculta al Presidente de la
República, una vez declarado el estado de excepción,
a utilizar los fondos públicos destinados a otros fines,
con la salvedad de los rubros correspondientes a salud
y educación y para llevar adelante esta acometida se
requiere que el Ministerio de Finanzas del Ecuador sitúe
los recursos suficientes que permitan hacer frente a esta
situación excepcional.
En virtud de aquello, la declaratoria de estado de
excepción obedeció a una situación de necesidad dada la
emergente situación por la que atravesó el país el pasado
30 de septiembre de 2010. Sin embargo, las circunstancias
fácticas mantuvieron los efectos que generaron una
situación de carácter excepcional. En consecuencia,
se procedió a declarar un estado de excepción ante la
situación vigente a la fecha que podría generar una grave
conmoción interna.
Cabe recordar que el estado excepcional, puede adoptarse
en casos que revistan una enorme trascendencia y cuando
no existan otras medidas necesarias para asegurar la
estabilidad política y social del país. Ante lo cual, la Corte
Constitucional evidencia que aquella conmoción y los
efectos que generó la misma no fueron superados.
b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la
declaratoria
Con fundamento en todo lo expuesto, resulta razonable la
declaratoria de estado de excepción, teniendo en cuenta
la connotación que revistió la adopción de un estado
de excepción, puesto que aunque los hechos que lo
motivaron inicialmente han sido superados, sus efectos se
mantuvieron, es así que este órgano no está en la capacidad
de administrarse y dotarse de seguridad por los canales
ordinarios; lo cual resulta proporcional con la adopción de
esta medida excepcional de estado de emergencia.
26 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Como lo destaca Alberto Ricardo Dalla Via “[…] la
emergencia se encuentra comprendida dentro de los límites
de la Constitución y no fuera de ella. En tal sentido la
necesidad como acontecimiento excepcional e imprevisible
tiene respuestas en un ejercicio más severo de las facultades
que la Constitución concede pero sin exceder los límites de
la Norma Fundamental”7.
Entonces, podemos colegir que el estado de excepción,
siempre debe estar dentro de los límites de la Constitución
de la Republica y no exceder los mismos. En este punto
nos parece de suma importancia, establecer las diferencias
entre los tipos de estado de excepción. Así, por un lado,
establecemos que en el artículo 164 de la Constitución se
ha establecido que se podrá decretar el estado de excepción
en todo el territorio nacional o en parte de este en caso de
agresión, conflicto armado internacional o interno, grave
conmoción interna, calamidad pública o desastre natural.
A partir de lo anotado, se destaca que hay varios estados
de excepción; sin embargo, no todos deben conllevar las
mismas medidas. Así debemos diferenciar que el presidente
de la República puede decretar estados de excepción, en
cuyo caso se puede restringir temporalmente el ejercicio
de algunos derechos consagrados en la Constitución, así,
únicamente, podrá suspender o limitar el ejercicio del
derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación
y reunión, y libertad de información8. Además, entre las
medidas específicas que pueden adoptar el presidente de la
Republica, como consecuencia de un estado de excepción,
debidamente declarado, están:
[…] 1. Decretar la recaudación anticipada de tributos.
2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto
los correspondientes a salud y educación.
3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio
nacional.
4. Disponer censura previa en la información de los medios
de comunicación social con estricta relación a los motivos del
estado de excepción y a la seguridad del Estado.
5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del territorio
nacional.
6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una
parte de ella, así como al personal de otras instituciones.
7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos
y pasos fronterizos.
7
8
Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación
legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070.
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165
8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean
necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se
restablezca la normalidad9.
De ahí que resulte necesario diferenciar un estado de
excepción en el cual, se puede establecer la suspensión o
los límites del ejercicio de los derechos antes mencionados,
o simplemente un estado de excepción que adopte
únicamente medidas específicas. Es por ello, que en el
caso de calamidad pública o desastre natural, esta Corte
creería innecesario el limitar el ejercicio de derechos. De
lo antedicho, y en la misma línea, la Corte Interamericana
de Derechos Humanos en su Opinión Consultiva OC-8/87,
ha expresado que:
[…] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función
que cumple debe partir de la consideración de que es un
precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se
aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de
otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del
Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión
de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por el
tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la situación”.
Las disposiciones que se adopten, además, no deben violar
otras obligaciones internacionales del Estado Parte, ni deben
entrañar “discriminación alguna fundada en motivos de raza,
color, sexo, idioma, religión u origen social”10.
Como se puede advertir, es posible diferenciar estados de
excepción en los cuales por un lado se pueden establecer la
suspensión o límites al ejercicio de los derechos, que serían
básicamente en los estados de excepción, que de manera
proporcional necesiten adoptar los mismos, como en los
casos de agresión, conflicto armado internacional o interno,
grave conmoción interna, pudiendo hacerlo o no. Mientras
en casos como los de calamidad pública o desastre natural
esta suspensión sería inadecuada e inoportuna.
En consecuencia, en el caso sub examine se podía,
suspender o limitar, el ejercicio de los derechos que
menciona la Constitución de la República, sin perjuicio de
afectar la constitucionalidad del presente decreto ejecutivo,
esto, por cuanto como hemos visto la limitación de los
derechos inclusive en un régimen de excepcionalidad, debe
ser racional y proporcional a la situación de emergencia que
se encuentre al momento de la declaratoria.
Conforme a lo dicho, lo anterior, guarda relación con lo
que dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en donde se exige que se fundamente la pertinencia de
los estados de excepción por medio de la razonabilidad
y proporcionalidad, lo cual en el caso sub examine, ha
sido explícito en el presente decreto ejecutivo puesto en
conocimiento de la Corte Constitucional.
c) Que exista una relación de causalidad directa e
inmediata entre los hechos que dieron lugar a la
declaratoria y las medidas adoptadas
9
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165
10
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de
enero de 1987, párrafo 19.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 27
La relación de causalidad se da, en tanto la emisión del
decreto ejecutivo que se examina, es consecuencia de la
grave situación que vivió el país como producto de los
hechos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, por algunos
miembros de la Policía Nacional dentro y fuera de la
Asamblea Nacional, por lo tanto estas razones instituyen la
causalidad directa e inmediata.
d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que
dieron lugar a la declaratoria
La idoneidad de las medidas adoptadas en el Decreto
Ejecutivo N.º 1129, encuentran fundamento, en tanto, se
implementan los medios necesarios orientados a enfrentar
la situación de grave inseguridad fruto de los hechos que
algunos integrantes de la Policía Nacional distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías nacionales
y por ende sus deberes consagrados en la Constitución y la
ley, respecto de lo ocurrido el 30 de septiembre del 2010.
Adicionalmente, vale recalcar que los efectos de tal suceso
no se superaron lo que podría generar una gran conmoción
interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer
a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la
Constitución y la ley. En este contexto, el decreto ejecutivo
materia de análisis, goza de idoneidad porque fue emitido
por el presidente de la Republica, con la facultad dispuesta
en el artículo 164 de la Constitución de la Republica y que su
temporalidad es de treinta días, a partir de sus suscripción.
e) Que no exista otra medida que genere un menor
impacto en términos de derechos y garantías
En las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 1129,
por su naturaleza, no aparecen contenidos que afectan ni
restrinjan derechos y garantías constitucionales, en virtud
de lo cual no cabe remitirse en el caso sub examine, a este
requisito.
f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos
constitucionales y se respeten el conjunto de
derechos intangibles
Conforme se desprende del texto del decreto ejecutivo
materia de este control, no se evidencia ninguna
afectación o vulneración al núcleo esencial de los derechos
constitucionales, ni que exista un irrespeto al conjunto de
derechos intangibles.
g) Que no se interrumpa ni se altere el normal
funcionamiento del Estado
Por la naturaleza y contenido del decreto ejecutivo N.º 1129,
puede comprobarse que su incidencia no ha interrumpido
ni ha alterado el normal funcionamiento institucional del
Estado ecuatoriano o de la institución a la cual va destinada
la renovación del presente estado de excepción.
En virtud del análisis efectuado, la Corte Constitucional
advierte que las medidas adoptadas para la declaratoria
del estado de excepción contenido en el Decreto Ejecutivo
N.º 1129 del 06 de abril de 2012, que hacen relación a la
renovación del estado de excepción bajo análisis, tienen
fundamento, claramente, en los hechos que se plantean para
la solución de la problemática suscitada, razón por la cual, la
emisión de aquellos gozan de constitucionalidad, en tanto,
se respeten los principios de necesidad, proporcionalidad,
legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad,
además de ser plenamente idóneas y proporcionales al fin
que se persigue. Su necesidad es evidente y con su adopción
no se exceden los límites constitucionales impuestos en la
Constitución y los tratados y convenios internacionales
de derechos humanos, aun en tiempo de normalidad y
cumpliendo con los requisitos de materialidad y formalidad.
IV. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide el siguiente:
DICTAMEN
1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a la
renovación de declaratoria de estado de excepción,
contenido en el Decreto Ejecutivo N.º 1129 del 06 de
abril de 2012, dictado por el economista Rafael Correa
Delgado en calidad de presidente constitucional de la
República del Ecuador.
2. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue
aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen
Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño
Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni
Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de
mayo del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0005-12-EE
RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede fue
suscrito por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
28 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Quito, D. M., 13 de mayo de 2015
DICTAMEN N.º 005-15-DEE-CC
miembros de la Policía Nacional, se ordenó la movilización
nacional y militar de las Fuerzas Armadas para garantizar
la seguridad; el referido texto se transcribe íntegramente
a continuación:
CASO N.º 0012-11-EE
«No. 932
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
RAFAEL CORREA DELGADO
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA
Resumen de admisibilidad
CONSIDERANDO:
El presidente constitucional de la República del Ecuador,
Rafael Correa Delgado, con fundamento en el artículo 166
de la Constitución de la Republica, envió al presidente
de la Corte Constitucional, mediante oficio N.º T. 5554SNJ-11-1378 del 07 de noviembre de 2011, la notificación
de la declaratoria del estado de excepción en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de
Quito.
La Secretaría General de la Corte Constitucional del
Ecuador recibió la notificación de la Presidencia de la
Republica, el 09 de noviembre de 2011, y en virtud de lo
establecido en el artículo 17 segundo inciso del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, vigente en aquel momento, certificó que la
presente acción tiene relación con los casos 0002-11-EE;
0006-11-EE; 0009-11-EE y 0011-11-EE.
En sesión del Pleno de la Corte Constitucional de 16 de
noviembre de 2011, se realizó el sorteo, en tal virtud, le
correspondió al entonces juez constitucional Alfonso Luz
Yunes, sustanciar la presente causa.
El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
El Pleno del Organismo, el 11 de diciembre de 2012,
realizó el sorteo de las causas, correspondiéndole a la
jueza constitucional Wendy Molina Andrade, sustanciar la
misma, conforme consta en el memorando de la Secretaría
General de la Corte Constitucional N.º 016-CCE-SGSUS-2012 del 13 de diciembre de 2012, por el cual se
remitió el expediente del caso.
Mediante providencia del 10 de abril de 2013 a las 09h12,
la jueza sustanciadora avocó conocimiento de la presente
causa, procediendo a notificar al legitimado activo el
contenido de la misma.
II. DECRETO OBJETO DE PRONUNCIAMIENTO
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Se examina por parte de la Corte Constitucional del
Ecuador, la constitucionalidad del Decreto Ejecutivo
N.º 932 del 07 de noviembre de 2011, que contiene la
Declaratoria de Estado de Excepción en la ciudad de
Quito en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional,
porque, debido a la conmoción interna provocada por
Que el numeral 8 del artículo 3 de la Constitución de la
República instituye que uno de los deberes primordiales
del Estado es el de garantizar a sus habitantes el derecho a
una cultura de paz, a la seguridad integral y a vivir en una
sociedad democrática y libre de corrupción;
Que el apartado a) del numeral 3 del artículo 66 de la
Constitución de la República establece que el Estado
reconoce y. garantiza a las personas el derecho a la
integridad personal que incluye entre otras la integridad
física, psíquica y moral;
Que el artículo 393 de la Constitución de la República
estatuye que el Estado garantizará la seguridad humana a
través de políticas y acciones integradas, para asegurar la
convivencia pacífica de las personas, promover una cultura
de paz y prevenir las formas de violencia y discriminación
y la comisión de infracciones y delitos. La planificación
y aplicación de estas políticas se encargará a órganos
especializados en los diferentes niveles de gobierno;
Que el 30 de septiembre del 2010 algunos integrantes
de la Policía Nacional protagonizaron hechos que
comprometen el cabal cumplimiento del artículo 163 de
la Constitución que en sus dos primeros incisos ordena
que;
“La Policía Nacional es una institución estatal de
carácter civil, armada, técnica, jerarquizada, disciplinada,
profesional y altamente especializada, cuya misión es
atender la seguridad ciudadana y el orden público, y
proteger el libre ejercicio de los derechos y la seguridad de
las personas dentro del territorio nacional;
Los miembros de la Policía Nacional tendrán una
formación basada en derechos humanos, investigación
especializada, prevención, control y prevención del delito
y utilización de medios de disuasión y conciliación como
alternativas al uso de la fuerza”;
Que la Asamblea Nacional fue una de las instituciones
afectadas por la insubordinación policial cuyos efectos
todavía no han podido ser superadas a pesar de los
intensivos esfuerzos de recomposición institucional del
sistema de seguridad de esa función del Estado desde la
fecha del suceso;
Que la Asamblea Nacional, que representa la Función
Legislativa de la República del Ecuador, es una institución
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 29
esencial para el sistema democrático por lo que es
necesario garantizar el resguardo de estas instalaciones ya
que en caso de correr riesgos se podría generar una grave
conmoción interna;
Que el señor Presidente de la Asamblea Nacional
mediante oficio PAN-FC-1455 de 1 de noviembre del
2011 solicitó la declaratoria del estado de excepción por
un lapso de sesenta días; y,
En ejercicio de las facultades que le confieren los artículos
164 y siguientes de la Constitución de la República; y,
29, 36 y siguientes de la Ley de Seguridad Pública y del
Estado.
Decreta:
Artículo 1.- Declarar el Estado de Excepción en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional, en esta ciudad de
Quito, en razón de que algunos integrantes de la Policía
Nacional distorsionaron severamente o abandonaron
su misión de policías nacionales y por ende sus deberes
consagrados en la Constitución y la ley, mediante una
insubordinación policial. A pesar del proceso intensivo de
recomposición institucional del sistema de seguridad de
esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no se
han podido superar, lo que podría generar gran conmoción
interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer
a plenitud las atribuciones y facultades que les confiere la
Constitución y la ley.
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el
orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional en esta ciudad
de Quito.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que
mediante el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que
sus efectivos intervengan en la situación producida para
garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria para que esta función del Estado
pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades
constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad
interna, ciudadana y humana, derechos tutelados por la
Constitución de la República y deber fundamental del
Estado, de los asambleístas, personal de la Asamblea
Nacional y ciudadanos y habitantes del Ecuador que
acudan y accedan a esa Función del Estado en todas sus
instalaciones en esta ciudad de Quito.
Artículo 3.- El periodo de duración de este estado de
excepción es el de sesenta días a partir de la suscripción
del presente decreto ejecutivo. El ámbito territorial
de aplicación es en la ciudad de Quito en todas las
instalaciones de la Asamblea Nacional
Artículo 4.- El Ministerio de Finanzas situará los recursos
suficientes para atender la emergencia.
Artículo 5.- Notifíquese esta declaratoria a la Asamblea
Nacional y a la Corte Constitucional.
Artículo 6.- De la, ejecución del presente decreto
ejecutivo que entrará en vigencia desde la fecha de su
expedición, sin perjuicio de su publicación en el Registro
Oficial, encárguense los ministros de Defensa y de
Finanzas.
Dado en el Palacio Nacional, en San Francisco de Quito,
Distrito Metropolitano, el día de hoy 7 de noviembre del
2011.
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL
DE LA REPÚBLICA»
III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
De acuerdo con lo establecido en el artículo 436 numeral
8 de la Constitución de la República del Ecuador en
concordancia con los artículos 119 a 125 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y de
acuerdo con el artículo 73 del Reglamento de Sustanciación
de Procesos de la Corte Constitucional, esta Corte
Constitucional es competente para conocer y resolver el
presente caso.
Corresponde a la Corte Constitucional, con fundamento
en los artículos ya enunciados, emitir su pronunciamiento
respecto de la constitucionalidad de los artículos que
conforman el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de
noviembre del 2011, a efectos de garantizar la plena
vigencia de los derechos constitucionales y salvaguardar la
división de las funciones del Estado.
Naturaleza jurídica de los estados de excepción
El estado de excepción es un mecanismo o arreglo
normativo-constitucional con que cuentan los Estados
democráticos para garantizar los derechos de los
ciudadanos dentro del territorio nacional en caso de eventos
imprevisibles, derechos que no pueden ser protegidos con
los mecanismos jurídico-institucionales regulares acogidos
en la normativa constitucional y legal.
Tanto en derecho internacional como en derecho interno,
el estado de excepción implica la suspensión del ejercicio
de determinados derechos, sin que esto signifique que
aquella facultad sea ilimitada. En el derecho internacional,
la Convención Americana de los Derechos Humanos, en
su artículo 27, señala lo siguiente:
Art. 27.- Suspensión de Garantías
1. En caso de guerra, de peligro público o de otra emergencia
que amenace la independencia o seguridad del Estado
Parte, éste podrá adoptar disposiciones que, en la medida y
30 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
por el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación, suspendan las obligaciones contraídas en virtud
de esta Convención, siempre que tales disposiciones no sean
incompatibles con las demás obligaciones que les impone el
derecho internacional y no entrañen discriminación alguna
fundada en motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u
origen social.
2. La disposición precedente no autoriza la suspensión de los
derechos determinados en los siguientes artículos: 3 (Derecho
al Reconocimiento de la Personalidad Jurídica); 4 (Derecho a
la Vida); 5 (Derecho a la Integridad Personal); 6 (Prohibición
de la Esclavitud y Servidumbre); 9 (Principio de Legalidad y
de Retroactividad); 12 (Libertad de Conciencia y de Religión);
17 (Protección a la Familia); 18 (Derecho al Nombre);
19 (Derechos del Niño); 20 (Derecho a la Nacionalidad);
y 23 (Derechos Políticos), ni de las garantías judiciales
indispensables para la protección de tales derechos.
3. Todo Estado Parte que haga uso del derecho de suspensión
deberá informar inmediatamente a los demás Estados Partes
en la presente Convención, por conducto del Secretario
General de la Organización de los Estados Americanos, de las
disposiciones cuya aplicación haya suspendido de los motivos
que hayan suscitado la suspensión y de la fecha en que haya
dado por terminada tal suspensión.
De igual manera, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos en su Opinión Consultiva OC-8-87, indica que
los Estados tienen el derecho y el deber de garantizar su
propia seguridad, por lo que el único fin de la declaratoria
de estados de excepción, es el respeto de los derechos
humanos, la defensa de la sociedad en democracia y de
las instituciones del Estado1. Adicionalmente, nos indica
que: “como ha quedado dicho, en condiciones de grave
emergencia es lícito suspender temporalmente ciertos
derechos y libertades cuyo ejercicio pleno, en condiciones
de normalidad, debe ser respetado y garantizado por el
Estado”2. Entonces, es necesario rescatar de esta opinión
consultiva que si bien la suspensión de garantías puede
ser una medida necesaria, debe operar en el marco del
paradigma democrático y no puede hablarse de una
suspensión de la titularidad de los derechos sino, en todo
caso, de su ejercicio.
En el derecho interno, el artículo 165 de la Constitución
de la República establece que: “Durante el estado de
excepción la Presidenta o Presidente de la República
únicamente podrá suspender o limitar el ejercicio del
derecho a la inviolabilidad de domicilio, inviolabilidad de
correspondencia, libertad de tránsito, libertad de asociación
y reunión y libertad de información, en los términos que
señala la Constitución”.
1
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Hábeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de
enero de 1987, párrafo 20.
2
Ibíd., párrafo 27.
En concordancia con lo señalado, esta Corte Constitucional
en su Dictamen N.º 001-13-DEE-CC3, se ha pronunciado
sobre el estado de excepción en la siguiente forma:
[…] Los fines de la declaratoria del estado de excepción
deben materializarse en la consecución de la normalidad
institucional del Estado en épocas de crisis evitando o
atenuando las amenazas a la existencia de la sociedad
organizada y de sus ciudadanos que la integran en forma
colectiva e individual. Entonces, el estado de excepción se
erige como el mecanismo a ser implementado ente la presencia
de situaciones apremiantes o de graves vulneraciones del
orden público, cuya incidencia inminente pudiera atentar
contra la estabilidad institucional, la seguridad del Estado y
el normal desenvolvimiento de las actividades y convivencia
de la población.
En tal virtud, el fin de la declaratoria de estado de
excepción, es lograr el cauce normal del Estado en
momentos de crisis.
Determinación de los problemas jurídicos a ser
examinados en el presente caso
Corresponde a esta Corte Constitucional determinar los
problemas jurídicos constitucionales y legales, cuyo
análisis es necesario para el pronunciamiento en el
presente caso.
1. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del
2011, ¿cumple con los requisitos formales establecidos
en los artículos 164 y 166 de la Constitución, 120 y
122 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional?
2. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de
del 2011, ¿cumple con los requisitos
establecidos en los artículos 121 y 123
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
Constitucional?
noviembre
materiales
de la Ley
y Control
Argumentación de los problemas jurídicos
1. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre
del 2011, ¿cumple con los requisitos formales
establecidos en los artículos 164 y 166 de la
Constitución, 120 y 122 de la Ley Orgánica
de
Garantías
Jurisdiccionales
y
Control
Constitucional?
Para efectos del ejercicio del control de constitucionalidad
por parte de la Corte Constitucional, el artículo 166 de la
Constitución de la Republica manifiesta que el presidente
constitucional de la República notificará la declaratoria
del estado de excepción y enviará el texto del decreto
correspondiente a la Corte Constitucional y a la Asamblea
Nacional dentro de las 48 horas siguientes a su expedición.
3
Corte Constitucional del Ecuador, Dictamen N.º 001-13-DEE-CC,
caso N.° 0006-12-EE del 04 de septiembre de 2013.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 31
En el presente caso, el Decreto Ejecutivo N.º 932 por
medio del cual se declara el estado de excepción en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional fue notificado
dentro de los plazos correspondientes.
Por otro lado, se debe determinar si el decreto ejecutivo
objeto del presente de control constitucional se encuentra
conforme a lo que establece el artículo 1644 de la
Constitución de la República y los artículos 120 y 122 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional en los cuales, se establecen las causales y
los requisitos de forma que deben contener los decretos
de declaratoria de estado de excepción, estos son los
siguientes:
a) Identificación de los hechos y de la causal
constitucional que se invoca
El presidente de la República del Ecuador manifiesta que
el 30 de septiembre de 2010, se protagonizaron hechos
por parte de algunos miembros de la Policía Nacional
que comprometieron el cumplimiento de los dos primeros
incisos del artículo 163 de la Constitución. Del análisis
del texto se colige que la causal invocada en el decreto
ejecutivo emitido por el presidente de la República del
Ecuador, para la declaratoria del estado de excepción en
el cual se ordenó la movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas para proteger la seguridad de la Función
Legislativa, fue por actuaciones que se encasillan en las
causales contempladas en el artículo 164 de la Constitución
de la República, y se determina que el Presidente de la
República ha cumplido con esta solemnidad. Dando de
esta manera cumplimiento al artículo 120 numeral 1 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
b) Justificación de la declaratoria
El Decreto Ejecutivo N.º 932, establece que por los hechos
ocurridos con la Policía Nacional el 30 de septiembre del
2010, algunos integrantes dicha institución distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y por ende, sus deberes consagrados en la
Constitución y la ley. Que a pesar del proceso intensivo de
recomposición institucional del sistema de seguridad de
esa función del Estado, las secuelas de tal suceso no han
podido ser superadas, lo que podría generar gran conmoción
4
Constitución de la República del Ecuador. Art. 164.- La Presidenta
o Presidente de la República podrá decretar el estado de excepción
en todo el territorio nacional o en parte de él en caso de agresión,
conflicto armado internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural. La declaración del estado
de excepción no interrumpirá las actividades de las funciones del
Estado.
El estado de excepción observará los principios de necesidad,
proporcionalidad, legalidad, temporalidad, territorialidad y
razonabilidad. El decreto que establezca el estado de excepción
contendrá la determinación de la causal y su motivación, ámbito
territorial de aplicación, el periodo de duración, las medidas que
deberán aplicarse, los derechos que podrán suspenderse o limitarse y
las notificaciones que correspondan de acuerdo a la Constitución y a
los tratados internacionales.
interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer
a plenitud las atribuciones y facultades que le confiere la
Constitución y la ley, es necesario declarar el estado de
excepción. Este justificativo determina el cumplimiento
de lo determinado en el numeral 2 del artículo 120 de
la Ley orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
c) Ámbito territorial y temporal de la declaratoria
El artículo 164 de la Carta Magna determina que la
declaratoria puede hacerse extensiva en todo el territorio
de la República o parte del mismo. En el decreto analizado,
el ámbito territorial de aplicación es la ciudad de Quito
en todas las instalaciones de la Asamblea Nacional. El
período de duración de este estado de excepción es el de
sesenta días a partir de la suscripción del presente decreto
ejecutivo. Determinando el cumplimento del artículo 120
numeral 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional.
d) Derechos que sean susceptibles de limitación,
cuando fuere el caso
El decreto sujeto al análisis, no contempla derechos
susceptibles de limitación, que, de conformidad con el
artículo 165 de la Constitución de la República, señala
los derechos que pueden ser suspendidos por el presidente
de la República, en consecuencia se colige que la
situación no amerita suspensión ni limitación de derechos
constitucionales, por lo tanto, guarda conformidad con
el primer inciso del artículo 165 de la Constitución,
en concordancia con el numeral 4 del artículo 120 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
e) Las notificaciones que correspondan de acuerdo a la
Constitución y a los tratados internacionales
Dando cumplimiento a lo dispuesto en el artículo 166 de la
Constitución de la República del Ecuador, en concordancia
con el numeral 5 del artículo 120 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, consta
que esta declaratoria se notifica a la Asamblea Nacional y a
la Corte Constitucional.
Por otro lado, es obligación de la Corte Constitucional
en el ámbito del control formal, establecer si las medidas
adoptadas para declarar el estado de excepción, cumplen
con los requisitos establecidos en el artículo 122 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, así:
a) Que se ordenen mediante decreto, de acuerdo con
las formalidades que establece el sistema jurídico
Consta que el presidente de la República suscribió el
Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de noviembre del 2011,
mediante el cual se decretó la renovación del estado de
excepción por lo cual, se considera cumplido lo dispuesto
en el artículo 164 de la Constitución de la República.
32 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
b) Que se enmarquen dentro de las competencias
materiales, espaciales y temporales de los estados de
excepción
De las observaciones antes establecidas, se infiere que las
competencias materiales, espaciales y temporales constan
determinadas en el Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de
noviembre del 2011, porque las medidas adoptadas están
destinadas a garantizar el funcionamiento de la Función
Legislativa; medidas estas, que tienen un período del estado
de excepción, de sesenta días a partir de la suscripción del
decreto ejecutivo antes enunciado.
2. El Decreto Ejecutivo N.º 932 del 11 de noviembre
del 2011, ¿cumple con los requisitos materiales
establecidos en los artículos 121 y 123 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional?
Iniciamos con un análisis de los parámetros del artículo
121 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional con el fin de determinar la
constitucionalidad material del estado de excepción.
La Corte Constitucional realizará un control material de la
declaratoria del estado de excepción, para lo cual verificará,
al menos, lo siguiente:
a) Que los hechos alegados en la motivación hayan
tenido real ocurrencia
El 30 de septiembre de 2010, acontecieron hechos de
conocida connotación social en los cuales algunos
integrantes de la Policía Nacional distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y por ende sus deberes consagrados en la
Constitución y la ley. A pesar del proceso intensivo de
recomposición institucional del sistema de seguridad de
esa institución del Estado, las secuelas de tal suceso no
se superaron, lo que podrían generar gran conmoción
interna si es que la Asamblea Nacional no pudiese ejercer
a plenitud las atribuciones y facultades que les confiere
la Constitución y la ley. Por estos acontecimientos se
exigió por parte del Estado, a través del presidente de la
República, declarar el estado de excepción en los términos
referidos en el decreto del análisis.
b) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
configuren una agresión, un conflicto armado
internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural
Del caso en análisis, los hechos que provocaron la
declaratoria del estado de excepción en las instalaciones
de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito, son los
actos ocurridos el 30 de septiembre del 2010, en los cuales
ciertos miembros de la Policía Nacional distorsionaron
severamente o abandonaron su misión de policías
nacionales y, estos hechos no se superaron, a pesar del
proceso de recomposición institucional del sistema de
seguridad de la Función Legislativa, por lo cual se podría
generar una conmoción interna, si en su totalidad la
Asamblea Nacional no puede ejercer las atribuciones y
facultades de la Constitución y la Ley.
De lo detallado, la declaratoria del estado de excepción a
través del decreto ejecutivo en análisis, se justifica, busca
otorgar la seguridad necesaria a la Función Legislativa,
con el fin de que pueda cumplir normalmente con sus
atribuciones constitucionales y legales.
c) Que los hechos constitutivos de la declaratoria
no puedan ser superados a través del régimen
constitucional ordinario
La movilización del personal de las Fuerzas Armadas,
se realizó por la necesidad de la seguridad personal, no
solo de asambleístas y personal de la Función Legislativa,
sino también de ciudadanos que acuden a la Asamblea
Nacional, salvaguardando de este modo la soberanía
nacional, el orden interno y la seguridad ciudadana y
humana en las instalaciones de la Asamblea Nacional en
Quito.
d) Que la declaratoria se decrete dentro de los
límites temporales y espaciales establecidos en la
Constitución de la República
El límite temporal es de sesenta días contados desde la
emisión de esta declaratoria, según consta en el decreto
ejecutivo de presente análisis y el mismo, señala como
límite espacial las instalaciones de la Asamblea Nacional
ubicadas en la ciudad de Quito.
Control material
En relación al control material de las medidas adoptadas
en el estado de excepción, establecidas en el artículo 123
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, se debe analizar el cumplimiento de los
requisitos que a continuación se detallan:
a) Que sean estrictamente necesarias para enfrentar
los hechos que dieron lugar a la declaratoria y que
las medidas ordinarias sean insuficientes para el
logro de este objetivo
La necesidad de la movilización militar de las Fuerzas
Armadas, como medidas establecidas en el Decreto
Ejecutivo N.º 932, se dispusieron para salvaguardar la
integridad y seguridad de los asambleístas, personal de
la Asamblea y ciudadanos que acceden a esta función y
así, garantizar la soberanía nacional, el orden interno y la
seguridad ciudadana y humana en todas las instalaciones
de la Asamblea Nacional en la ciudad de Quito.
El legitimado activo señala que la grave conmoción
interna suscitada, son los hechos por los cuales se ordenó
el estado de excepción, correspondiendo a esta Corte
Constitucional analizar la existencia de esta situación en
tal virtud, se señalan las siguientes consideraciones.
La palabra emergencia proviene del latín ‘emerger’, que
significa transitar de un estado hacia otro es decir, transitar
desde la excepcionalidad hacia la normalidad. En este
sentido Néstor Pedro Sagüés nos explica que:
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 33
«[…] va a ser el estado de necesidad quien amenaza disolver,
fríamente, la fórmula esencial sobre la que reposa el sistema:
el derecho de necesidad, en efecto, hijo primogénito del estado
de necesidad, puede no respetar al principio de supremacía
constitucional. Y a menudo, lo supera. Antes de proseguir,
conviene aclarar dos cosas. La primera, es cuando aquí se
alude a “estado de necesidad”, no se está pensando, desde
luego, en la simple “necesidad” de sancionar una norma, o
ejecutar uno o más hechos, sino a una hipótesis genuinamente
extrema donde el estado, o el sistema político, corre un peligro
real de destrucción o caos social. Se está mentando, entonces,
una grave crisis sistémica y tensa, apta para desarticular o
quebrar la funcionalidad del régimen. En segundo lugar, que
en ese ‘estado de necesidad’ bueno es distinguir las situación
crítica en sí misma, del ‘sujeto necesitado’ que es quien
debe adoptar las medidas para enfrentarla, y el ‘derecho de
necesidad’ dictado para superar el trance. La pregunta es si ese
derecho de necesidad puede armonizarse con la Constitución
[…] Por ahora, si la declaración de guerra, o del estado de
sitio, o la adopción de contribuciones extraordinarias, son
suficientemente idóneas para sumir y sobrellevar al estado
de necesidad, la compatibilidad de éste con la Constitución
resulta perfectamente posible. La doctrina judicial corriente,
al respecto procura sostener que siempre la Constitución es
idónea para regular al estado y al derecho de necesidad, y que
éste también en todo momento tiene que subordinarse a las
Constitución; no crea potestades ajenas a ella»5.
La función primigenia en el Estado constitucional de
derechos y justicia social, es la exigencia de derechos y
garantías constitucionales, por tanto, en el procedimiento
para adoptar una medida, como en el contenido de fondo
de la declaratoria del estado de excepción, la Corte
Constitucional debe pronunciarse como órgano que
establece el cumplimiento de la Constitución.
Bajo el esquema del Estado constitucional de derechos
y justicia, la exigencia de los derechos y garantías
constitucionales reviste la función primigenia, razón por
la cual, la Corte Constitucional, al ser el máximo guardián
de la Constitución, debe pronunciarse y realizar el control
de constitucionalidad, tanto en el procedimiento para
adoptar una medida, como en el contenido de fondo de la
declaratoria de un estado de excepción6.
Con el fin de establecer si la declaratoria de estado
de excepción es oportuna, debe realizarse un análisis
empleando el principio de razonabilidad, ya que el estado de
necesidad no legitima cualquier pedido, sino una situación
de verdadera conmoción y gravedad interna.
5
6
Néstor Pedro Sagüés, “Los roles del Poder Judicial ante el estado de
necesidad” en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, págs.
1045-1046.
Constitución de la República del Ecuador. Art. 436.- La Corte
Constitucional ejercerá, además de las que le confiera la ley, las
siguientes atribuciones:
8. Efectuar de oficio y de modo inmediato el control de
constitucionalidad de las declaratorias de los estados de excepción,
cuando impliquen la suspensión de derechos constitucionales.
El artículo dos del Decreto Ejecutivo del caso en
concreto, señala:
Artículo 2.- La movilización nacional y militar de las
Fuerzas Armadas para garantizar la soberanía nacional, el
orden interno y la seguridad ciudadana y humana en todas
las instalaciones de la Asamblea Nacional en esta ciudad de
Quito.
Se dispone al señor Ministro de Defensa Nacional para que
mediante el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas
ejecuten un plan de contingencia con la finalidad de que
sus efectivos intervengan en la situación producida para
garantizar a la Asamblea Nacional las condiciones de
seguridad necesaria para que esta función del Estado
pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades
constitucionales y legales, así como garantizar la seguridad
interna, ciudadana y humana, derechos tutelados por la
Constitución de la República y deber fundamental del Estado,
de los asambleístas, personal de la Asamblea Nacional y
ciudadanos y habitantes del Ecuador que acudan y accedan
a esa Función del Estado en todas sus instalaciones en esta
ciudad de Quito.
El artículo transcrito consagra uno de los principales
deberes del Estado, que es el de garantizar a sus habitantes
el derecho a la seguridad integral y a vivir en una sociedad
democrática.
En razón de que el Estado bajo ningún concepto, puede
dejar de brindar seguridad a los ciudadanos y por medio
de la declaratoria del estado de excepción, le correspondió
asumir la función que los policías nacionales por los
hechos suscitados el 30 de septiembre de 2010, dejaron de
ejercer, las mismas que son las funciones constitucionales
de la policía nacional como institución que vela por la
seguridad y paz de quienes habitan en el territorio nacional.
Por lo cual, la ausencia de la Policía Nacional en el
ejercicio de sus funciones, ocasiona que los miembros
de las Fuerzas Armadas tengan que reemplazarlos con
el fin de otorgar seguridad interna y mantener el orden
público y en el caso en concreto, en la Asamblea Nacional,
cuyos efectos por los acontecimientos detallados en líneas
anteriores se han mantenido.
Se constituye de esta manera en justificada, proporcional
y razonable la movilización de las Fuerzas Armadas, por
la inseguridad de la Asamblea Nacional, de las personas
que concurren hacia la misma por razones de democracia
laboral o ciudadanos per se, guardando concordancia con
los artículos 164 y 165 numeral 4 de la Constitución de la
República.
Adicionalmente, de conformidad con el artículo 165
numeral 2 de la Constitución de la República, según el
cual, el Presidente tiene la facultad de utilizar los fondos
públicos destinados a otros fines, con excepción de rubros
correspondientes a salud y educación, consta el artículo
4 en el Decreto N.º 932, que el Ministerio de Finanzas
situará los recursos suficientes para atender la emergencia
excepcional.
34 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
De lo analizado, se establece que por una necesidad
emergente en virtud de los hechos suscitados el 30 de
septiembre de 2010, se dispuso la declaratoria del estado de
excepción ante una situación que podría generar una grave
conmoción interna.
6. Disponer el empleo de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional y llamar a servicio activo a toda la reserva o a una
parte de ella, así como al personal de otras instituciones.
7. Disponer el cierre o la habilitación de puertos, aeropuertos
y pasos fronterizos.
b) Que sean proporcionales al hecho que dio lugar a la
declaratoria
Por las consideraciones señaladas, la declaración de
estado de excepción en las instalaciones de la Asamblea
Nacional ubicada en Quito, en razón de que los hechos que
suscitaron su decisión persistieron en el tiempo, guarda
relación con la finalidad de brindar seguridad a la Función
Legislativa para que pueda ejecutar sus competencias de
manera regular.
Al respecto, Alberto Ricardo Dalla Via señala: “(…)
la emergencia se encuentra comprendida dentro de
los límites de la Constitución y no fuera de ella. En tal
sentido la necesidad como acontecimiento excepcional e
imprevisible tiene respuestas en un ejercicio más severo
de las facultades que la Constitución concede pero sin
exceder los límites de la Norma Fundamental”7.
8. Disponer la movilización y las requisiciones que sean
necesarias, y decretar la desmovilización nacional, cuando se
restablezca la normalidad9.
Se diferencian de esta manera, los estados de excepción
en los cuales se decreta la suspensión o límite de los
derechos enunciados del artículo 165 de la Constitución
de la República o uno que adopte únicamente medidas
específicas. Es por ello, que en el caso de calamidad pública
o desastre natural, esta Corte creería innecesario el limitar
el ejercicio de derechos. De lo antedicho y en la misma
línea, la Corte Interamericana de Derechos Humanos en su
Opinión Consultiva OC-8/87, ha expresado que:
[…] El análisis jurídico del citado artículo 27 y de la función
que cumple debe partir de la consideración de que es un
precepto concebido sólo para situaciones excepcionales. Se
aplica únicamente “en caso de guerra, de peligro público o de
otra emergencia que amenace la independencia o seguridad del
Estado Parte”. Aun entonces, autoriza solamente la suspensión
de ciertos derechos y libertades, y ello “en la medida y por
el tiempo estrictamente limitados a las exigencias de la
situación”. Las disposiciones que se adopten, además, no
deben violar otras obligaciones internacionales del Estado
Parte, ni deben entrañar “discriminación alguna fundada en
motivos de raza, color, sexo, idioma, religión u origen social10.
De ello, se infiere que debe estar en los límites de la
Constitución de la República la declaratoria del estado de
excepción.
Adicionalmente, es necesario establecer que la
Constitución en el artículo 164, manifiesta que se podrá
decretar el estado de excepción en todo el territorio
nacional o en parte de este, en caso de agresión, conflicto
armado internacional o interno, grave conmoción interna,
calamidad pública o desastre natural, destacándose varios
estados de excepción, pero bajo las mismos requisitos, con
la diferencia de que el presidente puede decretar estado de
excepción, limitando determinados derechos establecidos
en el artículo 165 de la Carta Magna8.
Además, entre las medidas específicas que puede adoptar
el presidente de la Republica, como consecuencia de un
estado de excepción, debidamente declarado, están:
Se diferencia entonces tipos de estados de excepción, por
un lado los que en casos de agresión, conflicto armado
internacional o interno, grave conmoción interna, se pueda
o no establecer de manera proporcional suspensión o
límites al ejercicio de los derechos y por otro lado, estados
de excepción que en casos como los de calamidad pública
o desastre natural esta suspensión sería inadecuada e
inoportuna.
1. Decretar la recaudación anticipada de tributos.
2. Utilizar los fondos públicos destinados a otros fines, excepto
los correspondientes a salud y educación.
3. Trasladar la sede del gobierno a cualquier lugar del territorio
nacional.
4. Disponer censura previa en la información de los medios
de comunicación social con estricta relación a los motivos del
estado de excepción y a la seguridad del Estado.
5. Establecer como zona de seguridad todo o parte del
territorio nacional.
7
8
Alberto Dalla; “Emergencia constitucional y control de la delegación
legislativa”, en Defensa de la Constitución, Garantismo y Controles;
Víctor Bazán Coordinador; Ediar / UNAM, México, 2003, pág. 1070.
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165.
Como se ha establecido en un régimen de excepcionalidad,
la limitación de los derechos debe ser racional y
proporcional conforme con la emergencia del momento
de la declaratoria, por lo cual, en relación al caso sub
júdice se podía o no limitar o suspender el ejercicio de los
derechos mencionados en la Constitución de la República,
sin perjuicio de afectar la constitucionalidad del decreto
ejecutivo analizado.
Conforme a lo dicho, lo anterior guarda relación con lo que
dispone la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en donde se exige que se fundamente la pertinencia de
9
Constitución de la República del Ecuador. Artículo 165.
10
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-8-87, “El Habeas Corpus bajo la suspensión de garantías”. 30 de
enero de 1987, párrafo 19.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 35
los estados de excepción por medio de la razonabilidad
y proporcionalidad, lo cual, en el caso concreto, ha sido
explícito en el presente decreto ejecutivo puesto en
conocimiento de la Corte Constitucional.
c) Que exista una relación de causalidad directa e
inmediata entre los hechos que dieron lugar a la
declaratoria y las medidas adoptadas
La emisión del decreto ejecutivo fue por la conmoción
grave vivida en el país por los hechos ocurridos el 30 de
septiembre del 2010, que en este caso fueron dentro y fuera
de las instalaciones de la Asamblea Nacional en la ciudad de
Quito, constituyéndose en causalidad directa e inmediata.
d) Que sean idóneas para enfrentar los hechos que
dieron lugar a la declaratoria
Las medidas adoptadas en el Decreto Ejecutivo N.º 932 son
idóneas, en relación a implementar los medios necesarios
para enfrentar la situación de inseguridad grave provocada,
porque algunos integrantes de la Policía Nacional
distorsionaron severamente o abandonaron su misión de
policías nacionales y por ende, sus deberes consagrados
en la Constitución y la ley, por los hechos ocurridos
con la policía el 30 de septiembre de 2010; efectos que
perduraron en el tiempo, lo cual podría generar grave
conmoción interna si la Asamblea Nacional no pudiese
ejercer a plenitud las atribuciones y facultades establecidas
en la Constitución y la Ley.
Del análisis realizado se establece que existe idoneidad
en la emisión del Decreto Ejecutivo N.º 932, porque, de
conformidad con el artículo 164 de la Constitución de la
República fue emitido por el presidente de la República y su
temporalidad es de sesenta días, a partir de su suscripción.
e) Que no exista otra medida que genere un menor
impacto en términos de derechos y garantías
No aparecen contenidos que afecten ni restrinjan derechos
y garantías constitucionales en las medidas adoptadas en
el Decreto Ejecutivo N.º 932, por su naturaleza; en virtud
de lo cual, no cabe remitirse en el caso sub júdice, a este
requisito.
f) Que no afecten el núcleo esencial de los derechos
constitucionales y se respeten el conjunto de
derechos intangibles
además de ser proporcionales al fin que se persigue en el
caso en concreto, de la naturaleza y contenido del Decreto
Ejecutivo N.º 932, han dado cumpliendo con los requisitos
descritos y a su vez, no ha interrumpido ni alterado el
funcionamiento institucional del Estado, ni el régimen
democrático, estableciendo las medidas adoptadas de
conformidad con la Constitución de la República, aun en
tiempo de normalidad, y cumpliendo con los requisitos de
materialidad y formalidad.
IV. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide el siguiente:
DICTAMEN
1. Emitir dictamen favorable de constitucionalidad a la
declaratoria de estado de excepción, contenido en el
Decreto Ejecutivo N.º 932 del 07 de noviembre del
2011, dictado por el economista Rafael Correa Delgado
en calidad de presidente constitucional de la República
del Ecuador.
2. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que el dictamen que antecede fue
aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen
Maldonado Sánchez, Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio Pazmiño
Freire, sin contar con la presencia de los jueces Ruth Seni
Pinoargote y Manuel Viteri Olvera, en sesión del 13 de
mayo del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Del análisis realizado del Decreto Ejecutivo N.º 932, no
se establece afectación o vulneración del núcleo esencial
de los derechos constitucionales y menos aún, del
conjunto de derechos intangibles, puesto que el objeto
de la declaratoria de estado de excepción es garantizar la
seguridad ciudadana.
CASO Nro. 0012-11-EE
g) Que no se interrumpa ni se altere el normal
funcionamiento del Estado
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
Las medidas tomadas para ser totalmente idóneas, deben
respetar los principios de necesidad, proporcionalidad,
legalidad, temporalidad, territorialidad y razonabilidad,
RAZÓN.- Siento por tal, que el dictamen que antecede fue
suscrito por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día viernes 15 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
36 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Quito, D. M., 13 de noviembre de 2014
SENTENCIA N.º 198-14-SEP-CC
CASO N.º 0804-12-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 21 de mayo de 2012, el doctor Edgar Samaniego Rojas en
su calidad de rector y representante legal de la Universidad
Central del Ecuador, presentó acción extraordinaria de
protección en contra de la sentencia del 24 de abril de 2012
y el auto del 07 de mayo de 2012, dictados por los jueces
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, dentro de la causa N.º
092-2012.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el
período de transición, el 29 de mayo de 2012, certificó
que en referencia a la acción N.º 0804-12-EP, no se ha
presentado otra demanda con identidad de objeto y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para
el período de transición, conformada por los entonces
jueces constitucionales Patricio Pazmiño Freire, Patricio
Herrera Betancourt y Roberto Bhrunis Lemarie, el 16 de
julio de 2012, admitió a trámite la acción extraordinaria de
protección N.º 0804-12-EP, disponiendo que se proceda con
el sorteo correspondiente para la sustanciación.
En sesión extraordinaria del Pleno del Organismo, de 30 de
agosto de 2012, se efectuó el sorteo correspondiente para
la designación del juez sustanciador, correspondiéndole
la sustanciación de la causa al juez constitucional Manuel
Viteri Olvera. Para el efecto, la Secretaría General de
la Corte Constitucional, para el período de transición,
mediante memorando N.º 129-CC-SA-SG del 03 de
septiembre de 2012, remitió el expediente constitucional
N.º 0804-12-EP, al despacho del juez sustanciador.
El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
En armonía con lo prescrito por la disposición transitoria
octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, el 03 de enero de 2013, en sesión
extraordinaria del Pleno del Organismo se realizó el sorteo
de las causas que se encontraban en conocimiento de los
miembros de la Corte Constitucional, para el período de
transición, siendo designada la jueza constitucional Tatiana
Ordeñana Sierra, como sustanciadora de la causa N.º 080412-EP. Para los fines pertinentes, el secretario general de
la Corte Constitucional, con memorando N.º 021-CCE-SGSUS-2013 del 11 de enero de 2013, remitió la causa para la
respectiva sustanciación.
Con providencia dictada el 16 de agosto de 2013, la jueza
sustanciadora, Tatiana Ordeñana Sierra, avocó conocimiento
de la causa y una vez cumplidos los presupuestos
procesales previos, conforme lo determina el artículo 63
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, en concordancia con el artículo 39 del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia
de la Corte Constitucional, se procede a resolver el caso.
Decisiones judiciales que se impugnan
La sentencia del 24 de abril de 2012, dictada por los jueces
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, la cual en su parte
pertinente, resuelve:
ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL
PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE
LA REPÚBLICA, se revoca la sentencia dictada por la Jueza
Octavo de la Niñez y Adolescencia de Pichincha y se acepta
el recurso de apelación deducido por los accionantes: Zoila
Carrera Carrillo, Jorge Marcelo Carrión Valencia, Segundo
Manuel Cisneros Báez, Luis Chango Brito, Marcia Cecilia
Gómez Montufar, Julio Cesar Delec Pacheco, Gladys Flores
Macías, Amelia Fabiola Granja Ballén, Luz América Guerrero
Montenegro, José Plácido Izquierdo Muñoz, Marcelo Alonso
Mejía Calderón, Edda Genith Núñez Proaño, Marcia Raquel
Ortega Sandoval, Hugo Gonzalo Páliz Carrera, Sonia María
Plazter Lasso y Genaro Rubio, en esta virtud se concede la
acción de protección a favor de éstos, disponiéndose el pago
inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de percibir,
hasta recibir su incentivo por jubilación (…).
El auto del 7 de mayo de 2012, pronunciado por los jueces
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, señala:
VISTOS: El escrito precedente agréguese al proceso.- La
sentencia dictada por esta Sala el 24 de abril de 2012 y
notificada a las partes en esa misma fecha, es clara, completa
y de fácil comprensión y en la misma se han resuelto todos los
puntos materia de esta controversia, sin que la Sala nada tenga
que ampliar ni aclarar al respecto; en consecuencia, niéguese
por improcedente el pedido de ampliación y aclaración
formulado por el Dr. Edgar Samaniego Rojas, Rector de
la Universidad Central del Ecuador, en su escrito de 27 de
abril a las 09:26; pues hacerlo sería alterar el sentido de la
mencionada sentencia, lo cual se encuentra expresamente
prohibido por la Ley.- Se previene al peticionario y a su
defensor, que de seguir presentando esta clase de escritos
improcedentes que tienen a generar obstáculos que impiden el
normal progreso del juicio, serán sancionados de conformidad
con lo prescrito por el acápite segundo del Art. 174 de la
Constitución de la República del Ecuador y los Arts. 26, 330
numerales 1, 2, 3, 5, y 9; 335 numeral 9 y 336 del Código
Orgánico de la Función Judicial.- Cúmplase con lo que se
tiene ordenado.- NOTIFIQUESE.
Detalle y fundamento de la demanda
El accionante en lo principal, manifiesta que en las
decisiones judiciales impugnadas se han vulnerado
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derechos constitucionales, que afectan la integridad
institucional y el buen nombre de la Universidad
Central del Ecuador, razón por la cual deduce acción
extraordinaria de protección a fin de que se reivindique la
garantía constitucional universitaria, dando cumplimiento
a lo que disponen los artículos 424 y 427 de la Carta
Magna del Estado, y se preserve el derecho establecido
por el artículo 355 de la Constitución de la República
del Ecuador que reconoce a las universidades y escuelas
politécnicas autonomía académica, administrativa,
financiera y orgánica.
Pretensión concreta
Expuestos así los argumentos, el legitimado activo solicita
que:
Amparado en los mandatos constitucionales solicito que la
ilegítima e improcedente acción de protección, emitida por la
Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial
de Justicia de Pichincha, se deje sin efecto y que la Corte
Constitucional revoque lo resuelto.
Contestación a la demanda
Sostiene que la sentencia impugnada al ordenar el pago
inmediato de los diez meses de sueldo que dejaron de
percibir quienes se acogieron al beneficio de la jubilación,
hasta recibir la compensación prevista por el artículo 81,
penúltimo y último inciso de la Ley Orgánica de Servicio
Público, atenta contra todos los principios por cuanto
ordena el pago de remuneraciones a quienes dejaron de
trabajar. En tal virtud, señala el accionante que solicitó
aclaración de la resolución respecto de qué norma
constitucional faculta al juez pluripersonal a ordenar que
con recursos públicos se paguen dos veces a quienes no
han trabajado; un pago realizado por el IESS y otro, por
parte de la Universidad Central del Ecuador.
Afirma el accionante que en la acción de protección
planteada originariamente, en forma ilegal se produjo
una confusión entre el incentivo por la jubilación y la
jubilación; que los legitimados activos de dicha acción
fueron beneficiarios de la pensión jubilar otorgada por
el Instituto Ecuatoriano de la Seguridad Social (IESS)
desde el mes siguiente a la cesación del cargo, esto es, a
partir de diciembre de 2010, en tanto que la compensación
económica, prevista en el penúltimo y último inciso del
artículo 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público se les
canceló diez meses después, por demora de los organismos
del Estado en atender los requerimientos de la Universidad
Central del Ecuador. Razón por la cual al dar cumplimiento
a la sentencia impugnada, los actores de la acción de
protección se estarían beneficiando con un pago indebido,
ya que al mismo tiempo han recibido su jubilación y la
sentencia señala se pague una remuneración por un trabajo
no realizado.
Por otra parte, esgrime que una vez efectuado el análisis
del fallo impugnado se puede establecer que el mismo
carece de motivación por cuanto no cumple con lo prescrito
por el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución
de la República, puesto que sin ningún criterio legal y
peor constitucional se afectaron legítimos derechos de
la Universidad Central del Ecuador, pues la resolución
desconoce arbitrariamente la norma constitucional así
como la Ley Orgánica de Educación Superior y la Ley
Orgánica de Servicio Público, por cuanto se trata de otorgar
remuneraciones a exfuncionarios que fueron cesados por su
edad y tiempo de servicio.
Finalmente, por las consideraciones antes señaladas, a
criterio del legitimado activo, se vulneraron los derechos
y normas constitucionales establecidas en los artículos 11
numerales 5, 7 y 9; 76, numeral 1 y 7, literal l; 88; 69; 173;
424; 426 y 427 de la Constitución de la República.
Jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal de
la Corte Provincial de Justicia de Pichincha
Pese a haber sido legamente notificados los jueces
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la
Corte Provincial de Justicia de Pichincha con el avoco
conocimiento del 16 de agosto de 2013, en el cual se señaló
que en su calidad de legitimados pasivos, emitan un informe
debidamente motivado de descargo sobre los fundamentos
que sustentan la demanda de acción extraordinaria de
protección; no consta del expediente, que hayan presentado
el mismo. Sin embargo en la audiencia pública convocada
en la providencia antes mencionada compareció la
presidenta de la Sala demandada, quien manifestó: “como
órgano colegiado, como jueces pluripersonales hemos
considerado pertinente que ésta intervención la formule, la
realice uno de los señores jueces que emitió la resolución
esto es el señor Jorge Villarroel (al momento ex juez), es
así que nosotros solicitamos su aquiescencia para que él
intervenga dentro de esta, de este momento procesal con
los fundamentos de hecho y de derecho para la emisión de
esta acción que precisamente versa sobre una resolución
emitida por los señores jueces (…)”. (Minutos 10 a 11 de la
grabación de la audiencia pública que consta en el CD que
obra a fojas 130 del expediente constitucional).
Terceros con interés
Ex jueces Primera Sala Especializada de lo Penal de la
Corte Provincial de Justicia de Pichincha
Con escrito presentado el 26 de agosto de 2013,
comparecen los doctores Patricio Arízaga Gudiño, Jorge
Villaroel Merino y Jorge Cadena Chávez, ex jueces de
la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, quienes en lo
principal exponen:
Que el 03 de febrero de 2012, varias personas jubiladas
de la Universidad Central del Ecuador, interpusieron una
acción de protección en contra del rector y el director
encargado de Recursos Humanos del referido Centro de
Educación Superior, por considerar que las acciones de
personal dictadas por estas autoridades, mediante las cuales
son cesados de sus cargos en aplicación del último inciso
del artículo 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público
son desacertadas, en virtud de que conforme lo establece
dicha norma, en concordancia con el artículo 129 y la
disposición general primera de la aludida ley, se les debía
cancelar la compensación económica por la jubilación en
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forma inmediata en la fecha en la que fueron cesados, lo
cual no se llevó a efecto ya que la Universidad Central
del Ecuador a pesar de contar con los recursos necesarios,
al interpretar la ley de manera parcial e indebida, sin
fundamento reglamentario o estatutario, pretendió con
trámites infructuosos que el Ministerio de Finanzas
ubique los fondos para la cancelación de la bonificación
por concepto de jubilación, lo cual ocasionó que durante
10 meses los jubilados se queden sin trabajo, sin las
remuneraciones respectivas ni la compensación económica
por la jubilación. Hasta que la Secretaría Nacional de
Planificación y Desarrollo (SENPLADES) con oficio N.º
SENPLADES-SIP-dap-2011-469 del 23 de agosto de 2011,
en contestación al requerimiento del Centro de Educación
Superior, señaló que “no es responsabilidad de la función
ejecutiva, el acto administrativo, ni de las obligaciones que
de estas se desprenden como desatinadamente interpreta y
sostiene el Rector de la Universidad Central del Ecuador,
de conformidad con lo que estatuye el Art. 178 del Código
Orgánico de Planificación Finanzas Públicas (…)”.
Afirman que con estos argumentos los jubilados de la
Universidad Central plantearon la acción de protección,
misma que por el sorteo de rigor le correspondió conocer
al Juzgado Octavo de la Niñez y Adolescencia, quien
en sentencia resolvió negar la acción de protección,
fundamentando que los accionantes no han podido demostrar
ninguna violación de los derechos constitucionales; que el
acto impugnado se refiere exclusivamente, a remuneraciones
y beneficios y, que se debía agotar previamente la instancia
administrativa.
Dicha sentencia fue recurrida mediante la interposición
del recurso de apelación correspondiendo conocer la causa
a los jueces de la Primera Sala Especializada de lo Penal
de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha, quienes el
24 de abril de 2012 dictaron sentencia la cual a criterio de
los comparecientes, se encuentra motivada, pues cumple
con los requisitos del artículo 17 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Así en los antecedentes se determinan claramente
los nombres y apellidos de cada una de las personas
accionantes, la identificación de la autoridad no judicial
contra cuyo acto se ha interpuesto la acción; en los
fundamentos de hecho, consta la relación de los hechos
probados, extraídos de la demanda, de la audiencia, de los
alegatos y las pruebas que obran del expediente. Los hechos
probados por los accionantes constituyen las acciones
de personal, la notificación y liquidación dispuesta por
el rector de la Universidad Central, las notificaciones
con el cese de funciones y el oficio emitido por dicha
autoridad, que demuestran que sin contar previamente
con los recursos económicos y la respectiva partida
presupuestaria, cesó a los accionantes en contradicción
a lo que disponen los artículos 129, 289 del Reglamento
General a la LOSEP y, 178 del Código Orgánico de
Planificación y Finanzas Públicas. Asimismo, otro hecho
probado y relevante es el oficio N.º SENPLADES-SIPDAP-2011-469, mediante el cual ante el requerimiento de
la Universidad Central del Ecuador de los recursos para el
pago de la compensación por jubilación, la SENPLADES
señala que no es responsabilidad de la función ejecutiva,
el acto administrativo, ni las obligaciones que de este se
desprenden como desatinadamente interpreta y señala el
rector de la Universidad Central del Ecuador.
Que de igual forma en la sentencia constan las alegaciones
por parte del Rector de la Universidad Central por las cuales
argumentó que desplegó todas las acciones posibles para
que el Ministerio de Finanzas cancele las bonificaciones
correspondientes a nombre del fisco; que “al haber cesado
en sus funciones los accionantes quedaron fuera del servicio
y no devengaron trabajo a partir de la fecha indicada, para
que puedan demandar el pago de remuneración alguna” los
comparecientes sostienen que esta aseveración confirma
que la autoridad universitaria desconoció la normativa
aplicable, por cuanto se procedió a cesar a los accionantes
sin contar previamente con el presupuesto necesario como
manda la ley y el reglamento de la LOSEP, y conforme se
señaló en el oficio N.º SENPLADES-SIP-dap-2011-469 del
23 de agosto de 2011.
En cuanto a los fundamentos de derecho, mencionan que la
argumentación jurídica en la que se sustenta la resolución
por ellos pronunciada, parte de lo expresado por el artículo
88 de la Constitución de la República que establece como
objeto de la acción de protección, el amparo directo y
eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución,
consideran que de dicho objeto deviene la competencia
de los jueces ordinarios para ejercer jurisdicción
constitucional y conocer el asunto controvertido; en
ese sentido, señalan sentencias dictadas por la Corte
Constitucional que establecen criterios tendientes a
diferenciar cuando un caso es de mera legalidad y
cuando se encuentra revestido de constitucionalidad
determinando varios parámetros para la procedencia de la
acción de protección y la competencia de la jurisdicción
constitucional. Adicionalmente, ponen en conocimiento el
contenido del artículo 39 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional y al respecto,
afirman que la sentencia pronunciada cumple con todos
los presupuestos establecidos en la Constitución, la ley y
en la jurisprudencia antes citada.
En ese orden de ideas, sostienen que los derechos
vulnerados por la autoridad pública no judicial en el acto
administrativo impugnado por los jubilados en la acción
de protección, son los contemplados en los artículos 1, 3.1
y 11, numerales 2, 3, 4, 5, 7 y 8 de la Constitución de la
República, que se refieren a los principios de aplicación
de los derechos; el artículo 33 que reconoce el derecho al
trabajo; el artículo 35 que prevé la atención prioritaria a
las personas adultas mayores; el artículo 37 que contempla
el derecho a la jubilación universal; el artículo 229 que
manifiesta que los derechos de los servidores públicos
son irrenunciables; declaran que las violaciones de estos
derechos se producen por la aplicación equivocada
que realizó la Universidad Central del Ecuador de lo
dispuesto por el artículo 81 y 129 de la Ley Orgánica
de Servicio Público; el artículo 289 del Reglamento
General a la LOSEP y el artículo 178 del Código Orgánico
de Planificación y Finanzas Públicas, por cuanto, de
conformidad con estas normas no se debía dar paso al
desenrolamiento del personal y las obligaciones de pago
sin antes verificar la disponibilidad presupuestaria para
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cubrir el gasto ocasionado, situación que fue confirmada
por la SENPLADES en el oficio N.º SENPLADES-SIPdap-2011-469 del 23 de agosto de 2011.
era “el señor Rector de la Universidad Central del Ecuador
previamente a cesarnos debía tener la correspondiente
CERTIFICACIÓN PRESUPUESTARIA, que no lo hizo”.
Que en consideración a todos estos fundamentos, la Sala
adoptó la decisión de revocar la sentencia dictada por la
jueza a quo y aceptar el recurso de apelación, ordenando
como reparación integral el pago a los accionantes del valor
correspondiente a los 10 meses de sueldo que dejaron de
percibir durante el tiempo que duro el trámite para recibir el
incentivo por jubilación.
En ese sentido expresan que “la universidad sigue
manteniendo que el Fisco es el que tiene que asumir la
obligación económica de pagar los incentivos por jubilación
cuando fue la Secretaría Nacional de Planificación
y Desarrollo SENPLADES, mediante oficio número
SEMPLADES-SIP-dap-2011-469 de veinte y tres de agosto
de 2011, en contestación al requerimiento de la Universidad
Central del Ecuador, señala: que no es responsabilidad de la
función ejecutiva, el acto administrativo, ni las obligaciones
que de este se desprenden como desatinadamente interpreta
y sostiene el señor Rector de la Universidad Central del
Ecuador, de conformidad con lo que estatuye el Art. 178
del Código Orgánico de Planificación y Finanzas Públicas”.
Por otra parte manifiestan que una vez efectuado el análisis
de la acción extraordinaria de protección presentada
por la Universidad Central del Ecuador se desprende
que, si bien enumera varios artículos constitucionales
y legales, no explica de qué manera se ha violado cada
uno de ellos; como se puede observar, los argumentos son
ambiguos, generales y orientados claramente a confundir
a la autoridad, por estas razones alegan la improcedencia
de la acción extraordinaria de protección pues no cumple
los parámetros previstos por el artículo 61 numeral 5 y 62
numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, de ahí que solicitan a la Corte
Constitucional se niegue la acción extraordinaria de
protección, por ser improcedente.
Zoila Carrera Carrillo, Jorge Carrión Valencia,
Segundo Cisneros Báez y otros
Comparecen con escrito presentado el 03 de septiembre
de 2013, los señores Zoila Carrera Carrillo, Jorge Carrión
Valencia, Segundo Cisneros Báez y otros en su calidad de
terceros con interés y en lo principal, manifiestan:
Que del contenido de la acción extraordinaria de protección
presentada por el señor rector de la Universidad Central
del Ecuador se desprende que esta se fundamenta en los
artículos 11 numerales 5, 7, 9, 76, 88, 169, 173, 424,
426, 427 de los cuales “no se observa que la sentencia
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Pichincha haya lesionado principio o garantía
alguna, al disponer el pago inmediato de los diez meses de
sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo
por jubilación”.
Manifiestan que por el contrario, la sentencia impugnada
“analiza que la acción del señor Rector de la Universidad
Central del Ecuador, atentó a las garantías constitucionales
como el derecho al trabajo, Art. 325, a la protección a los
mayores adultos Art. 36, a la jubilación Art. 327, derechos
de los servidores públicos estabilidad, remuneración,
irrenunciabilidad, Art. 81 estabilidad de las y los servidores
públicos, todos de la Constitución de la República de
ecuador”.
Asimismo, sostienen que el centro de educación superior
al “habernos cesados, incumplió los procedimientos
expresos que se determinan expresamente en las
siguientes normas”, artículo 178 de Código Orgánico de
Planificación y Finanzas Públicas, 129 de la Ley Orgánica
del Servicio Público, 289 del Reglamento General a la Ley
Orgánica de Servicio Público, normas que disponen que
Por lo expuesto, solicitan: “señores miembros de la Corte
Constitucional, desechar la presente acción extraordinaria
de protección constitucional, planteada por el señor Rector
de la Universidad Central del Ecuador”.
Audiencia pública
El 29 de agosto de 2013, se celebró en las oficinas de la Corte
Constitucional de la ciudad de Quito la audiencia pública
convocada en la providencia del 16 de agosto de 2013,
en la cual intervinieron el doctor Gabriel García Morales
Gallegos en representación del rector de la Universidad
Central del Ecuador en su calidad de legitimado activo;
la doctora Anacélida Burbano, presidenta de la Primera
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha en su calidad de legitimado pasivo;
los doctores Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villaroel
Merino y Jorge Cadena Chávez en calidad de terceros con
interés, al ser ex jueces de la Primera Sala Especializada de
lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha y
haber emitido la decisión hoy impugnada; el doctor Wilson
Correa Estévez en representación de los señores Zoila
Carrera Carrillo, Jorge Carrillo Valencia, Segundo Cisneros
Báez y otros, también, en calidad de terceros con interés
y, el doctor Cesar Padilla Fierro en representación de la
Procuraduría General del Estado.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
La Corte Constitucional es competente para conocer
y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias
de protección contra sentencias, autos definitivos y
resoluciones con fuerza de sentencia de conformidad con
lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución
de la República en concordancia con el artículo 63 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
Legitimación activa
El accionante se encuentra legitimado para interponer la
presente acción extraordinaria de protección, en virtud de
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cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo
437 de la Constitución de la República y de conformidad
con el artículo 439 ibídem, que establece que las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier
ciudadana o ciudadano individual o colectivamente; en
concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Análisis constitucional
Finalmente, esta Corte considera oportuno recordar
que la acción extraordinaria de protección no es una
“instancia adicional”; es decir, a partir de ella, no se puede
pretender el análisis de asuntos de mera legalidad propios
e inherentes de la justicia ordinaria. En virtud de ello, la
Corte Constitucional no puede entrar a analizar, menos aún
resolver, cuestiones eminentemente legales. El objeto de
su análisis debe estar dirigido directamente a la presunta
violación de derechos constitucionales y normas del debido
proceso en el curso de la decisión impugnada.
Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de
protección
Determinación de los problemas jurídicos
La acción extraordinaria de protección procede en contra
de sentencias, autos en firme o ejecutoriados y resoluciones
judiciales que pongan fin al proceso; en esencia, la Corte
Constitucional, por medio de esta acción excepcional,
se pronunciará respecto a dos cuestiones principales: la
vulneración de derechos constitucionales o la violación de
normas del debido proceso.
De la revisión de la demanda, esta Corte observa que su
argumentación está dirigida a cuestionar los elementos
que configuran la motivación contenida en la sentencia
impugnada así como la vulneración de la tutela judicial en
la misma; por esta razón, se sistematizará el análisis del
caso a partir de la formulación de los siguientes problemas
jurídicos:
La Corte Constitucional, para el período de transición,
respecto a esta acción estableció que:
1. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho a
la motivación?
La acción extraordinaria de protección se incorporó para
tutelar, proteger y remediar las situaciones que devengan
de los errores de los jueces, (…) que resulta nueva en la
legislación constitucional del país y que responde, sin duda
alguna, al anhelo de la sociedad que busca protección efectiva,
imparcial y expedita de sus derechos e intereses, puesto que así
los jueces ordinarios, cuya labor de manera general radica en la
aplicación del derecho común, tendrían un control que deviene
de jueces constitucionales en el más alto nivel, cuya labor se
centraría a verificar que dichos jueces, en la tramitación de
las causas, hayan observado las normas del debido proceso, la
seguridad jurídica y otros derechos constitucionales, en uso del
principio de la supremacía constitucional1.
2. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el derecho
al debido proceso en la garantía establecida en el
numeral 1 del artículo 76 de la Constitución de la
República?
En este contexto, la acción extraordinaria de protección
se origina como un mecanismo de control respecto a
la constitucionalidad de las actuaciones de los órganos
judiciales; en lo que compete al presente caso, a la
actuación de la Sala cuya resolución se impugna, quienes
en ejercicio de la potestad jurisdiccional, conferida
constitucional y legalmente, administran justicia y por
ende, se encuentran llamados a asegurar que el sistema
procesal sea un medio para la realización de la justicia
y hacer efectivas las garantías del debido proceso; en tal
virtud, la Corte Constitucional, como máximo órgano
de control, interpretación y administración de justicia
en materia constitucional, en virtud de lo prescrito en
el artículo 429 de la Constitución de la República, en el
trámite de una acción extraordinaria de protección, debe
constatar que, efectivamente, las sentencias, autos y
resoluciones con fuerza de sentencia se encuentren firmes
o ejecutoriados y que durante el juzgamiento, no se hayan
vulnerado por acción u omisión el debido proceso u otro
derecho constitucional.
En el artículo 76 de la Constitución de la República,
encontramos consagradas aquel conjunto de garantías que
configuran el derecho al debido proceso, respecto del cual
la Corte Constitucional en reiteradas oportunidades, ha
manifestado que este derecho presupone:
1
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición,
Sentencia N.º 067-10-SEP-CC, caso N.º 0945-09-EP, publicado en el
suplemento del Registro Oficial N.º 364 del 17 de enero de 2011.
Resolución de los problemas jurídicos
1. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el
derecho a la motivación?
Para dar solución al problema jurídico antes planteado
corresponde a esta Corte efectuar el siguiente análisis
constitucional.
(…) un mínimo de presupuestos y condiciones para tramitar
adecuadamente un procedimiento y asegurar condiciones
mínimas para la defensa, constituyendo además una
concreta disposición desde el ingreso al proceso y durante el
transcurso de toda la instancia, para concluir con una decisión
adecuadamente motivada que encuentre concreción en la
ejecución de lo dispuesto por los jueces2.
Concordante con este pronunciamiento, encontramos
que una de las condiciones mínimas que componen el
derecho al debido proceso es aquella garantía que obliga
a que las decisiones de los poderes públicos se encuentren
revestidas de una adecuada motivación, así lo reconoce la
Constitución de la República en el artículo 76 numeral 7
literal l al establecer que:
2
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición,
sentencia N.º 200-12-SEP-CC, caso N.º 1678-10-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 41
Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no
se enuncian las normas o principios jurídicos en los que
se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación
a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos,
resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente
motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores
responsables serán sancionados.
La observancia de la antes aludida garantía permite hacer
efectivo el derecho de los ciudadanos a recibir de los
órganos jurisdiccionales una apropiada tutela judicial
efectiva, así lo ha manifestado la Corte Constitucional al
señalar que:
La motivación de las resoluciones judiciales es requisito para
la observancia de un proceso debido, y más concretamente
dentro del litigio, para la observancia del derecho a la tutela
efectiva y expedita de los derechos e intereses de las personas,
sin que en ningún caso quede en indefensión (…)3.
Consecuentemente, lo mencionado permite evidenciar
que el derecho a la motivación guarda relación con el
derecho a la tutela judicial efectiva y al debido proceso;
por cuanto, una adecuada motivación permite que los
órganos jurisdiccionales a través de sus decisiones brinden
a los ciudadanos una tutela judicial efectiva, imparcial
y expedita, por la cual sus derechos e intereses son
garantizados, pues en el desenvolvimiento de la causa
se observan todas y cada una de las garantías del debido
proceso.
Las consideraciones generales antes expuestas permiten
contextualizar el derecho a la motivación; sin embargo,
este requiere mayor concreción, para el efecto es menester
establecer a partir de estos presupuestos genéricos una
conceptualización que nos permita vislumbrar en qué
consiste la motivación, que contenga los elementos que
la configuran, y determine cuál es la finalidad que dicho
principio constitucional persigue, para que, una vez
obtenidos, puedan ser confrontados con el caso en concreto
a fin identificar si la sentencia impugnada cumple con
dichos parámetros.
En ese orden de ideas, le compete a esta Corte en un primer
momento definir el derecho a la motivación, para ello, es
pertinente tomar en cuenta los pronunciamientos previos
emitidos por la Corte Constitucional. Así, en la sentencia
N.º 227-12-SEP-CC, dictada por la Corte Constitucional,
para el período de transición, dentro de la causa N.º 121211-EP, se manifestó que:
Para que determinada resolución se halle correctamente
motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión
exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla.
Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica
y comprensible, así como mostrar cómo los enunciados
normativos se adecuan a los deseos de solucionar los conflictos
presentados. Una decisión razonable es aquella fundada en los
3
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición,
sentencia N.º 069-10-SEP-CC, caso N.º 0005-10-EP.
principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado,
implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así
como entre esta y la decisión. Una decisión comprensible, por
último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su
fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las
partes en conflicto.
Es decir, el derecho a la motivación en una sentencia
judicial supone un razonamiento lógico que se traduce en un
silogismo jurídico por el cual se vincula la premisa menor
compuesta por los antecedentes de hecho determinados en
la parte expositiva de la sentencia, con la premisa mayor
representada por las normas de derecho enunciadas en la
parte considerativa, a fin de llegar a una conclusión que
se la adopta en la parte resolutiva del fallo. Ahora bien,
para vincular de forma correcta los antecedentes de hecho
con los de derecho es indispensable un correcto ejercicio
hermenéutico por el cual se escojan las normas cuya
interpretación más se adecuen a los hechos fácticos del caso
y cuya pertinencia en su aplicación debe ser explicada con
una estilizada argumentación jurídica logrando a través de
esta que la sentencia sea razonable, lógica y comprensible.
Lo manifestado permite extraer varios elementos que
necesariamente deben identificarse en una resolución
para que aquella se entienda motivada, así tenemos: a)
La determinación de los antecedentes de hecho; b) La
enunciación de los principios y normas jurídicas aplicables
al caso; c) La explicación ordenada y coherente de por
qué los principios y normas jurídicas enunciados son
aplicables a los antecedentes de hecho y el correspondiente
razonamiento que relacione lo anterior con la resolución
final adoptada y, d) La aplicación de un lenguaje claro
y pertinente capaz de permitir la completa y correcta
compresión de las ideas contenidas en la resolución.
De igual forma, las consideraciones expuestas facilitan
vislumbrar los fines que persigue el derecho de motivación,
entre los cuales destaca el evitar la arbitrariedad en las
decisiones emanadas por los poderes públicos y tutelar los
derechos constitucionales, brindando una tutela judicial
efectiva que garantiza el derecho al debido proceso.
Una vez establecidos los elementos y fines que componen y
persigue el derecho a la motivación conviene contrastarlos
con el caso en concreto, con el objeto de determinar si
dichos presupuestos fueron observados en la sentencia
impugnada.
En cuanto al elemento que consiste en la determinación
de los antecedentes de hecho, que dentro de una
acción de protección comprenden la descripción de los
acontecimientos materiales que ocasionan el presunto
daño al derecho constitucional protegido, cabe el siguiente
análisis:
Los hechos fácticos en el libelo de la demanda de la acción
de protección presentada por los jubilados de la Universidad
Central del Ecuador se circunscriben a establecer que
las acciones de personal dictadas por el rector y director
de recursos humanos que entraron a regir a partir del 30
de noviembre del 2010, por las cuales son cesados de sus
cargos en aplicación del último inciso del artículo 81 de la
42 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Ley Orgánica de Servicio Público, vulneran los derechos
consagrados por los artículos 36, 76 numeral 7 literal l,
82 y 229 de la Constitución de la República, por cuanto
una vez cesados no se procedió conforme lo determina el
artículo aludido de la Ley Orgánica de Servicio Público
a la cancelación de la compensación económica prevista
para la jubilación, sino hasta después de 10 meses de haber
sido separados del servicio público, que producto de esta
tardanza, “incluso habían fallecido dos compañeros sin
tener los beneficios de la jubilación” (fs. 32 a 35 de la
acción de protección N.º 154-2012, tramitada en el Juzgado
Octavo de la Niñez y Adolescencia de Pichincha).
Por otro lado, la Universidad Central del Ecuador, al ejercer
su derecho a la defensa, en la audiencia llevada a efecto
el 13 de febrero de 2012 en la acción protección, sostiene
que el reclamo de los jubilados se refieren exclusivamente,
a sumas de dinero correspondientes a remuneraciones no
percibidas; que dichos servidores fueron cesados en base
al mandato legal establecido en el artículo 81 de la Ley
Orgánica de Servicio Público, cuyo contenido señala que
los servidores públicos a los 70 años de edad que cumplan
los requisitos establecidos en las leyes de seguridad social
para la jubilación obligatoriamente tendrán que retirarse del
servicio público y percibirán una compensación conforme
a la disposición general primera de la referida ley; que
ninguna disposición legal o reglamentaria establece que
serán las instituciones públicas las que con cargo a sus
presupuestos deban cancelar valor alguno por la cesación
de servidores de sus cargos, que la LOSEP establece
claramente que será el Fisco el que asumirá el pago de
tales beneficios, por lo que una vez cesados los servidores,
la Universidad Central realizó los trámites pertinentes
dirigiendo los oficios correspondientes tanto al Ministerio
de Finanzas y a la Secretaría Nacional de Planificación y
Desarrollo SENPLADES para que se realicen las gestiones
necesarias para que dicho Ministerio sea quien provea
los fondos necesarios para el pago de la compensación
reclamada (fs. 103 a 105 de la acción de protección N.º
154-2012, tramitada en el Juzgado Octavo de la Niñez y
Adolescencia de Pichincha).
Todas estas alegaciones que describen los hechos
materiales que configuran el sustento fáctico de la acción de
protección, constan en los considerandos tercero y cuarto
de la sentencia impugnada que obra de fojas 5 a 10 de la
causa N.º 0092-2012, tramitada en la Sala Especializada de
lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha,
razón por la cual la decisión judicial cumple con este primer
elemento.
En relación con el elemento que contempla la enunciación
de los principios y normas jurídicas aplicables al caso,
en el considerando sexto de la sentencia impugnada, se
mencionan los artículos 88 y 86 de la Constitución de
la República; 39 y 40 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional que prevén
el objeto de la acción de protección, los requisitos y el
procedimiento a seguir en su tramitación; asimismo, se
enuncian los artículos constitucionales 33, 325, 229, 36 y
37 que garantizan el derecho al trabajo, la irrenunciabilidad
de los derechos de los servidores públicos, la jubilación
universal y la atención prioritaria para las personas adultas
mayores. De igual forma en la sentencia se señalan los
artículos 81 de la Ley Orgánica de Servicio Público y
el artículo 289 del Reglamento General a la Ley antes
mencionada, que contemplan los presupuestos para el
retiro del servicio público por jubilación, la compensación
por tal situación y las condiciones a observar en el proceso
de separación de los servidores. En tal virtud, la sentencia
cumple también con este elemento que configura la
motivación.
Respecto al elemento que se refiere a la explicación de
por qué los principios y normas jurídicas enunciados son
aplicables a los antecedentes de hecho, es conveniente
señalar que este implica un correcto ejercicio hermenéutico
por parte del juzgador mediante el cual se escojan los
principios y normas jurídicas pertinentes a ser aplicados,
en cuyos presupuestos normativos se adecuen los hechos
fácticos del caso en concreto, vinculando racionalmente
la aplicación de los principios y normas jurídicas con
los antecedentes de hecho a través de una adecuada
argumentación jurídica.
Así, en el ejercicio argumentativo realizado por los
juzgadores, mencionan que “el análisis de la Sala (…) se
centrará en la determinación de la posible vulneración de
derechos constitucionales (…) a cuyo efecto tendrá en
cuenta la relación de los hechos, los argumentos expuestos
por los sujetos procesales, las pruebas actuadas ante la
Jueza a quo y demás aspectos a ser tomados en cuenta en
este tipo de causas”, para el efecto la Sala remite su análisis
a la descripción de los hechos constantes en las alegaciones
formuladas por las partes y que han sido descritas en los
elementos analizados en los párrafos precedentes de esta
sentencia.
La Sala contrastó aquellas alegaciones con las pruebas
aportadas por las partes, entre las que se consideran las
copias de las acciones de personal por las cuales se cesó de
funciones a los jubilados a partir del 30 de noviembre de
2010; copia del oficio N.º 467 DR, suscrito por la jefa de
remuneraciones dirigido al director general financiero de
la Universidad Central, en el que consta el listado de pagos
por concepto de incentivo por jubilación, indicándose
como fecha de pago el 01 de septiembre de 2011; los
oficios que contienen los requerimientos de la Universidad
Central al Ministerio de Finanzas para que se provean los
recursos económicos para el pago de las compensaciones
por jubilación y, los oficios dirigidos a la Secretaría
Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES)
antes mencionados.
Una vez, contrastados los hechos alegados con la prueba
aportada, la Sala enuncia las normas jurídicas pertinentes.
Principalmente, se apoya en el artículo 81 último inciso4
de la Ley Orgánica de Servicio Público, en base al cual la
Universidad Central del Ecuador cesó a los accionantes
de la acción de protección y en concordancia con esta
4
“Las servidoras y servidores, a los setenta (70) años de edad, que
cumplan los requisitos establecidos en las leyes de la seguridad
social para la jubilación, obligatoriamente tendrán que retirarse del
servicio público y cesarán en su puesto. Percibirán una compensación
conforme a la Disposición General Primera”.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 43
disposición, la Sala menciona el artículo 2895 del
Reglamento de la Ley Orgánica de Servicio Público, cuyos
contenidos prescriptivos establecen los siguientes aspectos:
La jubilación obligatoria para los servidores públicos que
lleguen a los 70 años de edad y cumplan los requisitos exigidos
por las leyes de la seguridad social.
Una compensación como incentivo económico para la
jubilación.
La verificación previa de la disponibilidad presupuestaria
para proceder a la cesación de los servidores públicos por
jubilación.
Realizada esta enunciación, la Sala procede a conectar los
antecedentes de hecho probados con las normas jurídicas
enunciadas y en ese sentido, manifiestan:
(…) entre la fecha en que fueron cesados los accionantes que
fue el 30 de noviembre de 2010 y la fecha que recibieron el
incentivo por jubilación que fue el 01 de septiembre de 2011
habían transcurrido 10 meses (…)” lo cual, a criterio de la Sala
“denota que la Universidad Central del Ecuador no cumplió
con lo ordenado en la Ley Orgánica de Servicio Público
LOSEP y su reglamento consistente en el procedimiento
que debió observar al realizar el proceso de jubilación y
retiro obligatorio, puesto que para emprender en la cesación
y jubilación de los accionantes debió realizar como paso
previo la verificación de la disponibilidad presupuestaria
suficiente para cancelar los valores que les correspondía
recibir a los accionantes y no como erróneamente ha hecho
la autoridad nominadora, ya que en derecho público puede
hacerse solo lo que la ley determina; pues, conforme se
deja establecido en líneas anteriores, debe existir una
disponibilidad en el presupuesto de la instituciones públicas.
No se puede cesar y jubilar a una persona y entregarle su
incentivo por jubilación meses después, ya que al hacer
esto, se violenta gravemente derechos reconocidos por la
propia Constitución, por la LOSEP y su Reglamento (…)”y,
adicionalmente en relación a los argumentos esgrimidos por
la Universidad Central del Ecuador de que realizó los trámites
correspondientes requiriendo mediante varios oficios la
asignación presupuestaria de los recursos necesarios para la
cancelación del incentivo por jubilación tanto al Ministerio
de Finanzas como a la Secretaría Nacional de Planificación
y Desarrollo SENPLADES, bajo la consideración de que es
el Fisco a quien le correspondía proveer los recursos para el
pago de la compensación económica y no a la Universidad
Central, la Sala demandada manifiesta que “del Oficio
5
“De acuerdo al inciso sexto del artículo 81 de la LOSEP, las y los
servidores públicos que lleguen a los 70 años de edad y cumplan con
los requisitos establecidos en las leyes de seguridad social para la
jubilación, obligatoriamente deberán retirarse del servicio público,
percibiendo una compensación como incentivo económico por
jubilación, previa la verificación de la disponibilidad presupuestaria.
Las y los servidores que se encontraren en las condiciones
determinadas en este artículo recibirán de las respectivas UATH
una notificación en la que se les indicará que en el plazo de treinta
días y contando con la disponibilidad presupuestaria suficiente en
la institución, cesarán en sus funciones y serán beneficiarios de un
estímulo y compensación económica según la Disposición General
Primera de la LOSEP, en concordancia con el artículo 129 de la
misma ley”.
remitido por la SENPLADES que consta de fojas 95-97,
se insta claramente a la entidad accionada a realizar las
modificaciones presupuestarias correspondientes que le
permita el pago inmediato a los jubilados, en cumplimiento
de los derechos que a estos les asiste, indicando además que
la Universidad Central del Ecuador no ha demostrado una
ejecución adecuada de sus recursos.
Bajo este análisis, la Sala vincula los hechos materiales
probados que transgreden las normas jurídicas
antes enunciadas con la vulneración de los derechos
constitucionales, por cuanto estima que:
En la especie tenemos entonces que en el proceso de
jubilación de los accionantes no se ha respetado el derecho
al debido proceso (…)”. Para esclarecer esta afirmación la
Sala incorpora en la sentencia impugnada criterios jurídicos
doctrinales, que contemplan la definición del debido
proceso, de igual forma se alude transgredido el derecho a
la seguridad jurídica y a la jubilación, respecto de los cuales,
también se enuncian criterios doctrinales que desarrollan sus
definiciones. Derechos respecto de los cuales la Sala sostiene
“como resultado de la inobservancia del proceso establecido
en la ley, para la cesación y pago de la jubilación a los
accionantes realizado por la entidad accionada produjo un
retardo injustificado de 10 meses en la entrega del incentivo
por jubilación que éstos debieron percibir inmediatamente,
violando de esta forma derechos constitucionales (…).
En consecuencia, la Sala concluye el análisis de la causa y
concede la acción de protección a favor de los accionantes;
es decir, guarda la debida coherencia entre los antecedentes
de hecho, los principios y normas jurídicas aplicables, la
explicación de relación entre aquellos antecedentes de
hecho y los principios y normas jurídicas, así como la
relación de estos con la decisión adoptada.
Sobre el elemento que refiere a la comprensibilidad, que
consiste en el uso de un lenguaje claro y pertinente, el cual
permite una completa y correcta comprensión de las ideas
contenidas en la resolución y que se encuentra desarrollado
en el artículo 4 numeral 10 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional bajo el nombre
de “comprensión efectiva”, podemos advertir que en
el caso sub judice la sentencia impugnada se encuentra
redactada de manera clara, inteligible y asequible pues
utiliza un lenguaje sencillo y al guardar en su análisis
la debida coherencia y consistencia en las premisas que
la conforman la convierten en una sentencia de fácil
entendimiento.
En cuanto al auto de ampliación y aclaración impugnado es
preciso señalar que el accionante en su demanda de acción
extraordinaria de protección no deduce ningún argumento
tendiente a dilucidar de qué forma dicho auto vulnera
sus derechos constitucionales. Sin embargo, de todas las
consideraciones expuestas, se determina que la sentencia
impugnada respecto de la cual se interpuso el pedido de
ampliación y aclaración se encuentra revestida de una
adecuada motivación, por consiguiente el referido pedido
era improcedente conforme se señaló en el contenido del
auto impugnado, de lo cual no se verifica vulneración
alguna de derechos constitucionales.
44 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
2. La sentencia y auto impugnados ¿vulneran el
derecho al debido proceso en la garantía establecida
en el numeral 1 del artículo 76 de la Constitución de
la República?
En este sentido, es también importante referir los textos de
los artículos 11 numeral 9; 226, 227 y 233 de la Constitución
de la República, mismos que sobre las cuestiones discutidas
en la causa claramente, establecen:
El artículo 76 de la Constitución de la República enuncia
que en todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho
al debido proceso con observancia de sus garantías. Así,
el numeral 1 de este artículo dispone que: “Corresponde
a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar el
cumplimiento de las normas y los derechos de las partes”.
Art. 11.- El más alto deber del Estado consiste en respetar y
hacer respetar los derechos garantizados en la Constitución.
9. El Estado, sus delegatarios, concesionarios y toda persona
que actúe en ejercicio de una potestad pública, estarán
obligados a reparar las violaciones a los derechos de los
particulares por la falta o deficiencia en la prestación de
los servicios públicos, o por las acciones u omisiones de
sus funcionarias y funcionarios, y empleadas y empleados
públicos en el desempeño de sus cargos. El Estado ejercerá
de forma inmediata el derecho de repetición en contra de las
personas responsables del daño producido, sin perjuicio de
las responsabilidades civiles, penales y administrativas. El
Estado será responsable por detención arbitraria, error judicial,
retardo injustificado o inadecuada administración de justicia,
violación del derecho a la tutela judicial efectiva, y por las
violaciones de los principios y reglas del debido proceso.
Cuando una sentencia condenatoria sea reformada o revocada,
el Estado reparará a la persona que haya sufrido pena como
resultado de tal sentencia y, declarada la responsabilidad por
tales actos de servidoras o servidores públicos, administrativos
o judiciales, se repetirá en contra de ellos.
Sobre el debido proceso, esta Corte Constitucional ha
sabido manifestar que: “En relación al derecho al debido
proceso plasmado en el artículo 76 de la Constitución de la
República, se muestra como un conjunto de garantías con
las cuales se pretende que el desarrollo de las actividades
en el ámbito judicial y administrativo se sujeten a reglas
mínimas, con el fin de proteger los derechos garantizados
por la Carta Suprema, constituyéndose el debido proceso en
un límite a la actuación discrecional de los jueces”6.
En el presente caso, el legitimado pasivo ha alegado
también que en la acción de protección planteada se
produjo una confusión entre el incentivo por la jubilación
y la jubilación, pues los accionantes de la misma fueron
beneficiarios de la pensión jubilar otorgada por el Instituto
Ecuatoriano de Seguridad Social desde el mes siguiente a la
cesación del cargo, en tanto que la compensación económica
correspondiente se les canceló diez meses después, por
demora de los Organismos del Estado en atender los
requerimientos de la Universidad Central del Ecuador; en
tal virtud, los accionantes de la acción de protección –según
se señala‒ se estarían beneficiando con un pago indebido,
pues no obstante que han recibido su jubilación, la sentencia
impugnada dispone que se pague una remuneración por
un trabajo no realizado. En este aspecto, puntualmente el
accionado se refiere a la parte de la sentencia que señala:
“(…) en esta virtud se concede la acción de protección a
favor de éstos, disponiéndose el pago inmediato de los diez
meses de sueldo que dejaron de percibir, hasta recibir su
incentivo por jubilación (…)”.
Mediante el problema jurídico anterior se concluyó
que la sentencia impugnada se encuentra debidamente
motivada en cuanto justifica y razona de manera coherente,
ordenada y clara la existencia de vulneración a derechos
constitucionales, todo lo cual deriva en una decisión
motivada. En tal sentido, recordemos que, a partir de las
premisas fácticas y la normativa pertinente analizada
y aplicada por la Sala impugnada en su sentencia, se
evidenció que la Universidad Central del Ecuador cesó
de sus cargos a los jubilados ‒accionantes de la acción de
protección‒ sin proceder conforme lo determina el último
inciso del artículo 81 la Ley Orgánica de Servicio Público
en concordancia con el artículo 289 de su Reglamento,
pues no se les canceló la compensación económica prevista
para la jubilación sino hasta después de 10 meses de haber
sido separados del servicio público, siendo incluso que
algunos de ellos habían fallecido sin llegar a tener todos
los beneficios de la jubilación por la tardanza presentada,
según alegan.
6
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición,
Sentencia N.º 034-09-SEP-CC, caso N.º 0422-09-EP.
Al establecer la responsabilidad fundamental del Estado
sobre el efectivo ejercicio y respeto de los derechos
garantizados en la Constitución de la República; de forma
más puntual y aplicable al caso, la norma constitucional se
refiere a los deberes y responsabilidades de los funcionarios
públicos, que en su calidad de tales, son agentes directos
y responsables en el cumplimiento de sus funciones,
respecto del efectivo ejercicio y respeto de los derechos
constitucionales como máximas de realización y desarrollo
de lo que se entiende como Estado constitucional de
derechos y justicia.
Al atender la norma constitucional previamente referida,
es pertinente reflexionar sobre lo señalado en los artículos
226, 227 y 2337 de la Constitución de la República que de
7
Art. 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos, dependencias,
las servidoras o servidores públicos y las personas que actúen en
virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las competencias y
facultades que les sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán
el deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y
hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la
Constitución.
Art. 227.- La administración pública constituye un servicio a la
colectividad que se rige por los principios de eficacia, eficiencia,
calidad, jerarquía, desconcentración, descentralización, coordinación,
participación, planificación, transparencia y evaluación.
Art. 233.- Ninguna servidora ni servidor público estará exento de
responsabilidades por los actos realizados en el ejercicio de sus
funciones, o por sus omisiones, y serán responsables administrativa,
civil y penalmente por el manejo y administración de fondos,
bienes o recursos públicos. Las servidoras o servidores públicos
y los delegados o representantes a los cuerpos colegiados de las
instituciones del Estado, estarán sujetos a las sanciones establecidas
por delitos de peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento
ilícito. La acción para perseguirlos y las penas correspondientes
serán imprescriptibles y, en estos casos, los juicios se iniciarán
y continuarán incluso en ausencia de las personas acusadas. Estas
normas también se aplicarán a quienes participen en estos delitos,
aun cuando no tengan las calidades antes señaladas.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 45
forma concreta tanto sobre las instituciones públicas como
respecto de sus funcionarios, determina la obligación y
responsabilidad de atender a sus deberes y competencias
de forma diligente, eficaz, eficiente con calidad y de
forma planificada, siendo que por lo señalado el mandato
constitucional, por tanto, no puede ser meramente una
forma declarativa de derechos y menos aún en el actual
modelo de Estado, consecuentemente, esta Corte considera
que bajo una correcta técnica de interpretación jurídica es
deber de las cortes de instancia y de las altas cortes proteger
y garantizar los derechos establecidos en la Constitución de
la República. Recordando además que las normas aludidas
implican el cumplimiento efectivo de los postulados
constitucionales.
En el caso específico, los derechos que asisten a los
jubilados, por su calidad de tales, y los deberes de la
función pública, son cuestiones que han sido esgrimidas
por las partes intervinientes en la causa y revisadas también
en el contexto de los diferentes pronunciamientos de
las cortes encargadas de pronunciarse en las instancias
específicas, existe por tanto una clara determinación de
los escenarios y cuestiones procesales a ser considerados,
siendo entonces pertinente hacer efectivos los principios de
especialidad, jerarquía, planificación, eficacia y eficiencia
de la administración pública, conforme dispone el texto
constitucional. En este sentido, es posible observar que
el análisis realizado en la sentencia de la Primera Sala
Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia
de Pichincha que en lo pertinente, y resolviendo sobre el
fondo de manera motivada, se refiere a la responsabilidad
de los servidores públicos en el ejercicio de sus deberes, y
de la omisión en el pago a los accionantes por el período
de 10 meses, cuestiones que de forma fundamentada
estatuyen la necesidad de dejar en claro la responsabilidad
de la función pública en la ejecución de sus procedimientos,
el cumplimiento de sus competencias y sobre todo, de la
observancia de los preceptos constitucionales más aún
cuando se involucran grupos de atención prioritaria.
En tal sentido, la sentencia impugnada sin duda, desvirtúa
la afirmación de la entidad accionada en la acción de
protección –hoy legitimado activo‒- quien alegó que
el reclamo de los jubilados se refiere exclusivamente,
a sumas de dinero correspondientes a remuneraciones
no percibidas. Recordemos que para tal efecto, una vez
contrastados los hechos alegados con la prueba aportada
en la acción de protección, la Sala impugnada en su
sentencia se apoya principalmente en las normas legal
y reglamentaria antes citadas, determinando claramente
que el tema se refiere a la compensación como incentivo
económico para la jubilación y la obligación de verificación
previa de la disponibilidad presupuestaria para proceder
a la cesación de los servidores públicos por jubilación,
siendo que la inobservancia de dicha normativa fue lo que
vulneró derechos constitucionales.
Ahora bien, es por esas razones que la Sala, una vez
declarada la vulneración y concedida la acción dispone, a
manera de reparación material, un pago equivalente a los
diez meses de sueldo que los jubilados dejaron de percibir
hasta recibir su incentivo por jubilación, pues, de haberse
procedido legítimamente, la Universidad debió planificar
anticipadamente dicha cesación por jubilación y tener la
disponibilidad presupuestaria para cancelar el valor por
compensación o en su defecto, en este caso específico, la
Universidad debió optar por cesar a estas personas meses
después y no en la fecha que lo hizo, es decir, debió
proceder a jubilar únicamente al momento de verificar
efectivamente, la disponibilidad de recursos para cumplir
sus obligaciones legales. Así, en este caso en concreto,
la separación por jubilación realizada por la Universidad
Central en el tiempo y la forma tal cual fue ejecutada,
derivó en la indebida cesación de los ahora jubilados a partir
de la fecha de la acción de personal, quienes, de haberse
procedido correctamente, habrían seguido laborando en
la entidad demandada y hubieran percibido ingresos hasta
el momento en que efectivamente, se verifiquen todos los
requisitos normativos para su jubilación, cuestión que en el
caso sub judice se dio recién diez meses después.
Siguiendo este orden de ideas, se establece entonces que la
reparación ordenada en la sentencia materia de esta causa,
no vulnera el derecho al debido proceso pues garantiza el
cumplimiento de las normas y los derechos de las partes en
los términos expuestos en líneas anteriores de esta sentencia
y en tal sentido, se la entiende razonable y coherente con las
circunstancias específicas del caso concreto, ya que dispone
un pago por concepto de reparación material que se estima
a partir de los ingresos que los jubilados hubieran seguido
percibiendo hasta el momento en que efectivamente se
verificaron todos los requisitos para su jubilación, pero que
no pudieron percibir por ser cesados de manera anticipada.
Consideraciones adicionales de la Corte Constitucional
En el contexto del Estado constitucional de derechos y
justicia, la reparación integral constituye un verdadero
derecho constitucional, cuyo titular es toda persona que
se considere afectada por la vulneración de sus derechos
reconocidos en la Constitución. Adicionalmente, es un
principio orientador que complementa y perfecciona la
garantía de derechos; así, esta institución jurídica se halla
inmersa en todo el ordenamiento constitucional ecuatoriano,
siendo transversal al ejercicio de los derechos.
En materia de garantías jurisdiccionales específicamente, se
impone el deber judicial de la aplicación obligatoria de la
reparación integral ante toda vulneración de derechos, pues
“los procesos judiciales sólo finalizarán con la ejecución
integral de la sentencia o resolución” (artículo 86 numeral
3 segundo inciso de la Constitución), de lo que se deduce
que las decisiones que resuelvan las acciones planteadas en
protección de los derechos constitucionales, que declaren la
vulneración de un derecho, deben necesariamente contener
la disposición de reparación integral en la parte resolutiva
de la decisión constitucional8.
En este caso específico, la reparación integral, tal como se
determina en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional –LOGJCC‒,
procura que los titulares del derecho vulnerado gocen y
disfruten del derecho de la manera más adecuada posible
y con tal propósito, la reparación material comprende la
8
Corte Constitucional del Ecuador, Sentencia No. 004-13-SAN-CC,
caso No. 0015-10-AN.
46 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
compensación por la pérdida o detrimento de los ingresos
de las personas afectadas. En tal sentido, el artículo 19 de
la Ley Orgánica en mención, ha señalado que cuando parte
de la reparación implique pago en dinero, la determinación
del monto se tramitará en juicio verbal sumario ante la
misma jueza o juez, si fuere contra un particular y, en juicio
contencioso administrativo si fuere contra el Estado.
Sobre aquel enunciado, la Corte Constitucional en su
sentencia N.º 004-13-SAN-CC manifestó que: “Si bien
podría pensarse que esta regulación restringe el derecho
a la reparación integral, debe interpretársela a la luz de la
lógica de las garantías jurisdiccionales dentro del Estado
Constitucional de derechos y justicia (…) Empero esta
Corte deja en claro que la determinación del monto de la
reparación económica, consecuencia de la declaración
de una vulneración de derechos, no generará un nuevo
proceso de conocimiento, sino exclusivamente una
cuantificación dentro de un trámite de ejecución de la
sentencia constitucional”; por lo cual, estableció como regla
jurisprudencial que: “El monto de la reparación económica,
parte de la reparación integral, como consecuencia de la
declaración de la vulneración de un derecho reconocido
en la Constitución, se la determinará en la jurisdicción
contenciosa administrativa cuando la deba satisfacer el
Estado y en la vía verbal sumaria cuando deba hacerlo un
particular. Dicho procedimiento se constituye en un proceso
de ejecución, en el que no se discutirá sobre la declaratoria
de vulneración de derechos”.
De lo indicado podría entenderse que en todo momento
la reparación material que deba satisfacer el Estado debe
determinarse mediante procesos ante la jurisdicción
contenciosa administrativa, independientemente del
contenido y propósito de dicha reparación. No obstante,
esta Corte Constitucional, persiguiendo una justicia
material y efectiva, considera pertinente realizar las
siguientes puntualizaciones y distinciones en consideración
a las circunstancias fácticas y específicas del caso concreto.
La Corte Constitucional a través de su sentencia N.º
024-14-SIS-CC, cuyo contexto en los hechos se aproxima
en gran medida al presente caso y en la que respecto de
la reparación integral específicamente se señaló: “La
reparación integral tiene un mínimo intocable (esfera de
lo no decidible) y es el derecho de la persona afectada a
recibir su reparación material o económica sin dilaciones
o trabas procesales”, cuestión efectivamente observable
en el caso analizado, así mismo, la Corte Constitucional
dentro de la misma sentencia puntualiza: “Desarrollando
este criterio, debe considerarse, principalmente, que el
trámite verbal sumario o el contencioso administrativo,
según corresponda, a los que se refiere el artículo 19 de
la Ley Orgánica de Garantías jurisdiccionales y Control
Constitucional y la sentencia N.º 004-13-SAN-CC, emitida
por la Corte Constitucional el 13 de junio del 20139,
9
Art. 19.- Reparación económica.- Cuando parte de la reparación,
por cualquier motivo, implique pago en dinero al afectado o titular
del derecho violado, la determinación del monto se tramitará en
juicio verbal sumario ante la misma jueza o juez, si fuere contra un
particular; y en juicio contencioso administrativo si fuere contra el
Estado. Solo podrá interponerse recurso de apelación en los casos
que la ley lo habilite.
deberá aplicarse cuando sea imprescindible realizar (…)
la determinación del monto (…) del pago en dinero. Por
contrario sensu, es criterio de esta Corte, que la remisión a
los preindicados trámites no procede cuando se trata de pago
de remuneraciones ordenado por la sentencia como parte de
la medida reparatoria destinada a restablecer la situación
de la víctima al estado preexistente a la vulneración de
derecho (…) i) No se trata de una indemnización de daños
y perjuicios propiamente dicha, sino simplemente de una
elemental consecuencia del retorno a la situación previa a
la afectación constitucional. ii) Porque, objetivamente, no
existe un monto de dinero a determinar, pues el monto de
la remuneración del afectado, es un valor conocido que ya
está determinado con anterioridad y absoluta precisión en
la operación económica de la persona o entidad, pública
o privada, que debe cumplir lo resuelto en la sentencia”,
postulados que esta Corte ha considerado como una forma
de reparación efectiva y no permitan, que en errónea
aplicación de normas constitucionales se produzcan
dilaciones o retardo injustificado en el ejercicio de los
derechos constitucionales.
En el caso sub examine se trata de una reparación
económica que debe satisfacer una entidad estatal como
lo es la Universidad Central del Ecuador; sin embargo,
como lo mencionó esta Corte en líneas anteriores: “La
reparación económica, consecuencia de la declaración
de una vulneración de derechos, no generará un nuevo
proceso de conocimiento, sino exclusivamente una
cuantificación dentro de un trámite de ejecución de la
sentencia constitucional”. Entendido esto, se evidencia
que específicamente en la presente causa no se trata de una
cuantificación que deba realizarse mediante un proceso
de determinación que impliquen diligencias periciales
o de cálculos complejos o especializados que deban ser
conocidos y tutelados por la jurisdicción contenciosa
administrativa. Al contrario, la reparación material en el
caso sub judice claramente, se asimila bajo una simple y
nada compleja operación aritmética básica que implica el
equivalente al valor de lo que percibían por sueldo por diez
meses, en consideración al lapso de tiempo que los ahora
jubilados pudieron seguir laborando hasta que se verifique
efectivamente, por parte de la Universidad, todos los
requisitos para que opere su jubilación conforme a derecho,
lo cual fue imposibilitado por la indebida jubilación
anticipada que vulneró sus derechos.
Para aclarar este tópico, conviene insistir que este caso
no se refiere a determinar montos que requieran de
peritajes técnicos sobre porcentajes u otros, menos aún de
diligencias orientadas a cuantificar el valor, por ejemplo, de
un vehículo, una casa u otro objeto cuya pérdida, retención,
deterioro o destrucción ilegítima derivó en la vulneración
de derechos constitucionales, cuestión que bien podría
presentarse en otros casos y como en efecto, ha sucedido.
Así, en el caso N.º 0015-10-AN, resuelto mediante la
sentencia N.º 004-13-SAN-CC, se atendió la acción por
incumplimiento presentada por un ciudadano que requirió
del Consulado del Ecuador en Ipiales –Colombia‒ la
aplicación del “Convenio entre Ecuador y Colombia sobre
tránsito de personas, vehículos, embarcaciones fluviales y
marítimas y aeronaves” para poder recuperar un vehículo
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 47
de su propiedad que se encontraba retenido en la Fiscalía
de Pasto –Colombia‒. En ese caso, la Corte Constitucional
determinó la vulneración del derecho a la propiedad
establecido en el artículo 66 numeral 26 de la Constitución
de la República, pues se verificó la actitud negligente de
un agente consular ecuatoriano ‒servidor público‒ que,
sin requerir apoyo a las instituciones públicas competentes
para comprobar la titularidad del bien, procedió a entregar
el automotor a otra persona que no era la propietaria,
vulnerando así los derechos de propiedad del dueño del
bien. Ante esto, la Corte Constitucional dispuso que
el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio e
Integración, pague al accionante el valor del vehículo, en
función del valor del avalúo comercial del mercado local a
la fecha de la sentencia; disponiendo que el órgano judicial
correspondiente, en sede contenciosa administrativa,
informe a la Corte sobre su cumplimiento.
Por su parte, en el caso N.º 0445-11-EP, resuelto
mediante la sentencia N.º 080-13-SEP-CC, se atendió la
acción extraordinaria de protección presentada por un
ciudadano que alegó haber sido destituido de su trabajo
en la Municipalidad de Samborondón mediante un proceso
administrativo que vulneró sus derechos constitucionales al
debido proceso, a la salud, al trabajo y a la no discrimación,
pues se trata de una persona portadora de VIH o enferma
de SIDA y diagnosticado con un tumor maligno. En ese
caso, esta Corte Constitucional verificó que durante la
sustanciación de la acción de protección, las autoridades
judiciales se limitaron a señalar que el accionante no
podía ejercer esa garantía jurisdiccional por no reunír los
requisitos para la misma, afirmando también que se había
observado el debido proceso en el sumario administrativo;
más aún, en ningún momento, se analizó ni resolvió sobre
los derechos a la salud y a la no discriminación alegados
por el accionante, los cuales habrían sido los derechos
vulnerados en el sumario administrativo materia de la acción
de protección. Ante esto, la Corte Constitucional declaró
la vulneración del derecho a la tutela judicial efectiva y a
la igualdad y no discriminación, ordenando la inmediata
restitución del accionante a su puesto de trabajo y que
de manera inmediata la Municipalidad de Samborondón
se ponga al día en el cumplimiento de las obligaciones
relativas a la seguridad social con el Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social, disponiendo además que en relación
a la determinación de los haberes dejados de percibir, se
estará a lo dispuesto en la sentencia N.º 004-13-SAN-CC;
esto es, su determinación por la jurisdicción contenciosa
administrativa.
De lo expuesto, en los casos citados, se observa con claridad
que en ellos se requería de un proceso de determinación de
montos a través de peritajes u otras diligencias procesales
que justificaban en esos casos un proceso a sustanciarse y
tutelarse por los jueces contenciosos administrativos. Así,
en el primer caso citado, se trataba de cuantificar el valor
del avalúo comercial del mercado local de un vehículo de
características determinadas y en el segundo caso, de la
determinación de haberes que se dejaron de percibir por
una destitución que quedó sin efecto y donde se ordenó la
restitución al cargo, ante lo cual la falta de esos haberes
que debieron recibirse por un trabajo remunerado que
debió seguirse prestando pero que no se lo hizo no por su
voluntad sino por ser destituido de manera discriminatoria,
generó perjuicios que deben ser cuantificados mediante
peritajes contables.
Sin embargo, en el caso sub examine no se refiere ni al
pago de un monto equivalente al valor del avalúo comercial
de un objeto, ni al de haberes dejados de recibir por el
periodo entre una destitución discriminatoria y la posterior
restitución para continuar trabajando, puesto que, en el
caso sub judice, los ahora jubilados no fueron destituidos
para luego ser reincorporados a sus trabajos, sino que
en su caso, tal como se demostró en líneas anteriores, se
trató del cese definitivo de sus actividades laborales para
acogerse a la jubilación, siendo que aquel cese se dio sin
verificarse todos los requisitos para efectuarlo, por lo cual
se estimó como parámetro para la reparación material
única y concretamente el equivalente de lo que precibían
como remuneración antes de ser cesados y por los meses
que la entidad accionada se retrasó hasta efectivamente,
cancelarles el incentivo por jubilación, cuestión que, en
este caso específico, se estima que no trasciende a un
proceso de determinación complejo realizable solo por la
vía contenciosa administrativa.
En tal sentido, de manera argumentada y razonada,
y atendiendo las características del caso ‒que versa
además sobre derechos de personas adultas mayores‒10
esta Corte Constitucional, a partir de sus facultades
interpretativas previstas en el artículo 436 numerales 1
y 6 de la Constitución11, identifica una distinción12 de la
aplicación de la regla general en cuanto a la determinación
de la reparación material para su aplicación a este caso
en concreto, pretendiendo una adecuación de la regla a
las circunstancias particulares con miras a garantizar la
efectiva protección de los derechos constitucionales del
caso específico. Lo anterior no constituye en absoluto una
invalidez o cambio de la regla general, sino más bien ratifica
la plena vigencia de la misma y constituye a casos como
el presente en excepcionales, cuya fundamentación exige
una carga argumentativa fuerte y sólida, pues, tal como lo
contempla el numeral 3 del artículo 2 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, la Corte
Constitucional podrá alejarse de sus precedentes de forma
10
Cfr. Principalmente, artículos 35 al 38 de la Constitución ecuatoriana.
11
“Art. 436.- La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le
confiera la ley, las siguientes atribuciones:
1. Ser la máxima instancia de interpretación de la Constitución, de
los tratados internacionales de derechos humanos ratificados por el
Estado ecuatoriano, a través de sus dictámenes y sentencias. Sus
decisiones tendrán carácter vinculante (…)
6. Expedir sentencias que constituyan jurisprudencia vinculante
respecto de las acciones de protección, cumplimiento, hábeas corpus,
hábeas data, acceso a la información pública y demás procesos
constitucionales, así como los casos seleccionados por la Corte para
su revisión.
12
Cfr. sobre el uso, inaplicación y la modificación de precedentes
(distinguishing y overruling): ALEXY, ROBERT “Teoría de la
Argumentación Jurídica” pp. 265 y ss., “Teoría de los Derechos
Fundamentales” pp. 493 y ss., Centro de Estudios Políticos y
Constitucionales, Madrid; y BERNAL PULIDO, CARLOS “El
Neoconstitucionalismo y la Normatividad del Derecho” pp. 163 y ss.,
Universidad Externado de Colombia, Bogotá.
48 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
explícita y argumentada garantizando la progresividad de
los derechos y la vigencia del estado constitucional de
derechos y justicia; interpretación que, se aclara, que solo
compete a esta Corte en virtud de sus expresas facultades.
2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada.
3. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
Resulta imprescindible tener presente que el sistema
procesal es un medio para la realización de la justicia
regido, entre otros, por los principios de simplificación,
eficacia, celeridad y economía procesal13; debiendo
la interpretación y aplicación del derecho orientarse
hacia el cumplimiento y optimización de los principios
constitucionales14, a partir de su adecuada interpretación
evolutiva e integral con el texto constitucional y debiendo
entender a las normas a partir de las situaciones cambiantes
que ellas regulan, con el objetivo de no hacerlas inoperantes
o ineficientes o de tomarlas contrarias a otras reglas o
principios constitucionales15.
Las reflexiones antes esgrimidas sobre reparación
económica y su determinación, bajo la luz de los principios
antes invocados, complementan y abonan al criterio
que esta Corte viene sosteniendo respecto de que la
regulación contenida en el artículo 19 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional
no restringe el derecho a la reparación integral, y dotan
además de mayor claridad y entendimiento al contenido
y al fin constitucionalmente válido que se persigue con la
reparación en materia de derechos constitucionales.
En conclusión, del análisis realizado en el caso en concreto,
se determina que la Sala, al emitir una resolución judicial
motivada, sujetó su conducta a las normas jurídicas
previamente establecidas por la Constitución y la Ley, y sin
quebrantar los precedentes de interpretación, respetando así
el derecho a la seguridad jurídica, puesto que, al considerar
en su sentencia los argumentos y las pruebas esgrimidas
tanto por el legitimado activo como pasivo, permitió el
ejercicio del derecho a la defensa de las partes procesales y,
al enunciar las normas jurídicas aplicables y relacionarlas
con los antecedentes de hecho aseguró el derecho al debido
proceso, ya que garantizó el cumplimiento de las normas
y los derechos de las partes, brindado una tutela judicial
efectiva.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco
votos a favor, de las juezas y jueces Antonio Gagliardo
Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra,
Alfredo Ruiz Guzmán y Ruth Seni Pinoargote, un voto
salvado de la jueza Wendy Molina Andrade, sin contar con
la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado
Sánchez, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire,
en sesión del 13 de noviembre de 2014. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0804-12-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 23 de
febrero del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
SENTENCIA No.
CASO No. 0804-12-EP
III. DECISIÓN
VOTO SALVADO: Wendy Molina Andrade
En mérito de lo expuesto, administrando Justicia
Constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar que no existe vulneración de derechos
constitucionales.
13
Artículo 169 de la Constitución ecuatoriana.
14
Artículo 2, numeral 2, Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional.
15
Artículo 3, numeral 4, Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional.
I
ANTECEDENTES
En relación con la acción extraordinaria de protección,
presentada por el doctor Edgar Samaniego Rojas, en su
calidad de rector y representante legal de la Universidad
Central del Ecuador, Caso No. 0804-12-EP, en contra de
la sentencia y auto dictados por los jueces de la Primera
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha, dentro de la acción de protección No.
092-2012; y, en vista de la decisión de mayoría del Pleno
de la Corte Constitucional, en sesión efectuada el día 13
de noviembre de 2014, cuyo expediente fue remitido a
este despacho con fecha 03 de febrero de 2015; emito el
siguiente voto salvado, con los antecedentes del voto de
mayoría:
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 49
II
PROBLEMAS JURÍDICOS OBJETO
DEL VOTO SALVADO
1) La sentencia dictada por la Primera Sala
Especializada de lo Penal de la Corte Provincial
de Justicia de Pichincha, ¿vulnera los derechos
constitucionales al debido proceso en la garantía de
cumplimiento de las normas y derechos de las partes
y la seguridad jurídica?
2) La sentencia dictada por la Primera Sala
Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha, ¿vulnera el derecho al debido
proceso en la garantía de la motivación?
Desarrollo de los problemas jurídicos.1) La sentencia dictada por la Primera Sala
Especializada de lo Penal de la Corte Provincial
de Justicia de Pichincha, ¿vulnera los derechos
constitucionales al debido proceso en la garantía de
cumplimiento de las normas y derechos de las partes
y la seguridad jurídica?
Dentro de la presente causa, el legitimado activo ha alegado
que dentro la acción de protección planteada por varios
jubilados se produjo una confusión entre el incentivo por
la jubilación, y la pensión jubilar, pues los accionantes
de la misma fueron beneficiarios de la pensión jubilar
otorgada por el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social
desde el mes siguiente a la cesación del cargo, en tanto
que el pago compensatorio por incentivo de jubilación
fueron cancelados diez meses después, por demora de
los organismos del Estado en atender los requerimientos
de la Universidad Central del Ecuador. En tal virtud, los
accionantes de la acción de protección, según se señala,
se estarían beneficiando con un pago indebido, pues no
obstante que han recibido ambos pagos por jubilación, la
sentencia impugnada dispone se pague adicionalmente las
remuneraciones por un trabajo no realizado.
Los derechos constitucionales invocados por el legitimado
activo se encuentran previstos en los artículo 76, numeral
1 y 82 de la Constitución de la República, que establecen:
“Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen
derechos y obligaciones de cualquier orden, se
asegurará el derecho al debido proceso que incluirá
las siguientes garantías básicas:
correspondiente permite alcanzar procesos justos y libres
de arbitrariedades, protegiendo y garantizando la defensa
e igualdad de las partes intervinientes. Como una de estas
garantías, se desprende la obligación de las autoridades
administrativas y judiciales de asegurar el cumplimiento
de las normas que integran el ordenamiento jurídico y
garantizar los derechos de las partes; para así fijar un
límite a la actuación discrecional de los poderes públicos
y procurando que sus acciones se ajusten a la normativa
vigente.
Así también, la Norma Suprema consagra el derecho a
la seguridad jurídica, en función del cual se pretende
garantizar la sujeción de todos los poderes del Estado a la
Constitución y a la Ley, a través de la existencia de normas
jurídicas previas, claras y públicas, las mismas que deben
ser debidamente aplicadas por las autoridades aplicación
debe darse en los casos concretos por parte de los poderes
públicos, de tal manera que los ciudadanos tengan certeza
respecto a la aplicación del derecho vigente, y en cuanto,
al reconocimiento y previsibilidad de las situaciones
jurídicas.
En relación a la seguridad jurídica este Organismo, en su
sentencia No. 067-13-SEP-CC, señaló:
“Mediante un ejercicio de interpretación integral del
texto constitucional, se determina que el derecho a la
seguridad jurídica es el pilar sobre el cual se asienta
la confianza ciudadana, en cuanto a las actuaciones de
los distintos poderes públicos. En virtud de aquello, los
actos emanados de dichas autoridades públicas deben
contener una adecuada argumentación respecto al
tema puesto en su conocimiento, debiendo además ser
claros y precisos, sujetándose a las atribuciones que le
competen a cada órgano.”1
Partiendo de este análisis, se evidencia claramente el
vínculo existente entre la garantía del debido proceso
relacionada al cumplimiento de las normas y el derecho
a la seguridad jurídica, en cuanto ambos tienen como
fundamento la preexistencia y estabilidad de un
ordenamiento jurídico, tanto de la perspectiva de su
vigencia, de su aplicación a casos concretos y en cuanto a
la coherencia interna de las normas jurídicas.
1.- Corresponde a toda autoridad administrativa o
judicial, garantizar el cumplimiento de las normas y
los derechos de las partes.”
Así también, se debe resaltar que de acuerdo al criterio
sostenido por este Organismo en la Sentencia No.
020-13-SEP-CC, la protección de los derechos en análisis
puede ser reclamada tanto en la vía ordinaria como en la vía
constitucional, lo cual dependerá de la fuente de derechos
que este siendo vulnerada. En este sentido la Corte
Constitucional señaló:
“Art. 82.- El derecho a la seguridad jurídica se
fundamenta en el respeto a la Constitución y en la
existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas
y aplicadas por las autoridades competentes.”
“El criterio de diferenciación para determinar si
procede la vía constitucional o la ordinaria para
la protección de los derechos a la tutela judicial
efectiva, la seguridad jurídica y el debido proceso en
El debido proceso a más de constituir un derecho
constitucional en sí mismo, contiene un conjunto de garantías
básicas cuyo estricto cumplimiento por las autoridades
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 067-13-SEP-CC,
caso No. 2172-11-EP.
50 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
la garantía de aplicación de normas y derechos de las
partes, será precisamente qué norma es la que se alega
incumplida.”2.
Provincial de Justicia de Pichincha optó por establecer una
reparación integral de tipo indemnizatorio, a través de
una compensación económica o patrimonial.
Bajo estas consideraciones, se entiende que sí lo que se
pretende es que se examine la falta o errónea aplicación de
normas infraconstitucionales que no generan a su vez una
vulneración a derechos constitucionales, lo que corresponde
es acudir a la vía ordinaria.
Bajo esta explicación, y luego de un análisis a la
sentencia objeto de la presente acción, resulta evidente
que los jueces constitucionales, dentro del ánimo de
establecer una reparación integral, optaron por ordenar
una compensación económica por daño material, es decir,
según lo establece la ley: “por la perdida o detrimento de
los ingresos de las personas afectadas”. En este punto
de análisis cabe traer a colación que el punto neurálgico
dentro de la acción de protección se centraba sobre si el
pago tardío del incentivo de jubilación regulado en los
Arts. 81 y 129 de la LOSEP, había generado vulneraciones
a derechos constitucionales, pues conforme lo establece
la ley antes referida este beneficio o reconocimiento por
los años de trabajo debe ser entregado una vez que el
trabajador haya cesado de sus funciones por jubilación,
sin embargo, conforme consta en el proceso, dicho
beneficio fue entregado diez meses después de producida
la jubilación.
Dentro del caso sub examine, es indispensable partir del
hecho que los jueces constitucionales que integran la
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha, luego de analizar las actuaciones
de la Universidad Central del Ecuador con respecto al
pago tardío del incentivo de jubilaciones en favor de
los jubilados, conforme lo establece la Ley Orgánica de
Servicio Público LOSEP y su reglamento, declararon
en favor de los ex trabajadores la vulneración de sus
derechos constitucionales a la jubilación universal,
debido proceso y seguridad jurídica, previstos en los
Arts. 37, numeral 3, 76 y 82 de la Constitución de la
República, respectivamente; disponiendo como reparación
integral el “pago inmediato de los diez meses de sueldo
que dejaron de percibir, hasta recibir su incentivo por
jubilación”.
Partiendo de estos antecedentes, y considerando que
los ex servidores de la universidad habían ya cesado
en sus funciones de forma voluntaria a fin de acogerse
a la jubilación, es decir, habían dejado de trabajar en la
institución y recibían su pensión mensual de jubilación,
surge por parte de esta Corte la siguiente interrogante:
dado que los jueces declararon la vulneración de derechos
constitucionales, ¿es el pago de remuneraciones
congruente con el beneficio a percibir a tiempo su
incentivo por jubilación reconocido por los jueces de
apelación?, cuestionamiento que, naturalmente, debe ser
materia de análisis bajo el único propósito de responder el
problema jurídico planteado en un inicio.
De conformidad con lo previsto en el Art. 86, numeral
3 de la Constitución de la República y el Art. 18 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, la reparación integral está concebida
dentro de las garantías jurisdiccionales como un
mecanismo adecuado para restablecer la vulneración
de derechos constitucionales, herramienta que proviene
del derecho a la reparación desarrollado originalmente
en los tratados internacionales de derechos humanos y
que hoy forma parte del marco jurídico garantista que
formula nuestra Carta Suprema y que es secundado por
las normas infraconstitucionales. Es así que el Art. 18 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, reconoce distintas formas de reparación
integral entre las que están: la restitución; indemnización;
rehabilitación; satisfacción; y, la garantía de no repetición.
Dentro del presente caso, es claro que la Sala de la Corte
2
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 020-13-SEP-CC,
caso No. 0563-12-EP
Ahora bien, frente a estos hechos es necesario establecer
que el “daño material” en el recibimiento tardío de un
valor económico es, a simple vista, aquellos valores que
dejó de percibir el beneficiario por la mera tenencia del
dinero, lo cual se conoce en términos doctrinarios como
el “fruto legal del dinero”. No obstante, debemos tomar
en cuenta que los jueces constitucionales, en aplicación a
una reparación indemnizatoria material, no consideraron
dicho reconocimiento de los valores económicos que les
fueron entregados de manera tardía a los jubilados, sino
que optaron por el reconocimiento individual de diez
salarios que a su criterio habrían “dejado de percibir”
los ex servidores, conforme lo señala la sentencia.
Circunstancia que nos lleva a realizar un segundo análisis
con respecto a la naturaleza del salario y determinar
bajo qué circunstancias este puede formar parte de una
reparación integral.
Conforme lo ha establecido la Corte Constitucional en
múltiples fallos3, la remuneración es sin duda alguna parte
del núcleo duro del derecho al trabajo, entendiéndose a esta
como una retribución justa al trabajo físico o intelectual
realizado por una persona en favor de otra. Es así que la
remuneración está vinculada con el derecho al trabajo por
medio de varios artículos constitucionales, entre otros:
“Art. 33.- El trabajo es un derecho y un deber social, y
un derecho económico, fuente de realización personal
y base de la economía. El Estado garantizará a las
personas trabajadoras el pleno respeto a su dignidad,
una vida decorosa, remuneraciones y retribuciones
justas y el desempeño de un trabajo saludable y
libremente escogido o aceptado.”
“Art. 326.- El derecho al trabajo se sustenta en los
siguientes principios:
3
Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición,
Sentencia No. 241-12-SEP-CC de 05 de junio de 2012.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 51
4. A trabajo de igual valor corresponderá igual
remuneración.”
“Art. 328.- La remuneración será justa, con un
salario digno que cubra al menos las necesidades
básicas de la persona trabajadora, así como las de
su familia; será inembargable, salvo para el pago de
pensiones por alimentos.
El Estado fijará y revisará anualmente el salario
básico establecido en la ley, de aplicación general y
obligatoria.
El pago de remuneraciones se dará en los plazos
convenidos y no podrá ser disminuido ni descontado,
salvo con autorización expresa de la persona
trabajadora y de acuerdo con la ley.
Lo que el empleador deba a las trabajadoras y
trabajadores, por cualquier concepto, constituye
crédito privilegiado de primera clase, con preferencia
aun a los hipotecarios.
Para el pago de indemnizaciones, la remuneración
comprende todo lo que perciba la persona trabajadora
en dinero, en servicios o en especies, inclusive
lo que reciba por los trabajos extraordinarios y
suplementarios, a destajo, comisiones, participación
en beneficios o cualquier otra retribución que tenga
carácter normal. Se exceptuarán el porcentaje legal
de utilidades, los viáticos o subsidios ocasionales y
las remuneraciones adicionales. (Los subrayados le
pertenecen a esta Corte)
En base a lo expuesto, cabe señalar que el reconocimiento
a una remuneración está directamente relacionada con
la realización de un trabajo o con el vínculo laboral
que exista entre empleador y trabajador. Ahora bien, si
la interpretación de los jueces al momento de otorgar
como medida de reparación integral indemnizatoria diez
remuneraciones que “dejaron de percibir” los ex servidores
de la institución pública, es porque en el fondo se reconoce
que dichos jubilados o seguían trabajando en la institución
pese a haber cesado sus funciones, o porque continuaba
vigente un vínculo laboral entre la Universidad Central del
Ecuador y los funcionarios jubilados, circunstancias que
jamás estuvieron en duda pues era evidente que el vínculo
laboral había concluido, prueba de ello es que los señores
ex trabajadores habían dejado de trabajar en la institución
y recibían ya sus pensiones de jubilación por parte del
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, razón por la cual
no existía sustento constitucional o legal para establecer
que era el pago del incentivo de jubilación lo que ponía
fin a la relación laboral, más aun si tomamos en cuenta que
ni la LOSEP, ni su reglamento establecen norma alguna
en donde se señale que el cese de funciones por jubilación
esté supeditada o dependa del pago de dicho beneficio por
jubilación. Ahora bien, lo que sí establece la norma, lo cual
fue identificado por la Sala, es que la institución pública
tenía la obligación de contar con dichos fondos a fin de que
sean entregados de forma inmediata al funcionario jubilado,
circunstancia que habría sido incumplida por la autoridad
conforme se señala en la sentencia objeto de análisis.
Cabe puntualizar que el reconocimiento de remuneraciones
impagas como parte de la reparación integral
indemnizatoria es justificada ante el hecho que no se
haya reconocido una remuneración justa a quien efectuó
un trabajo, o cuando los actos por los cuales se cortó la
relación laboral fueron dictados en evidente vulneración
de derechos, en cuyo caso dicha ruptura no debió darse y
por ende se reconocen remuneraciones dejadas de percibir.
En el presente caso, es claro que estas dos circunstancias
no acontecieron, pues los jubilados no trabajaron para
la institución durante los diez meses y, conforme quedó
señalado en líneas anteriores, la entrega de este incentivo
de jubilación no es lo que determina el cese del vínculo
laboral, el cual legalmente había concluido diez meses
atrás, por medio de la acción de personal emitidas por la
autoridad nominadora, prueba de ellos es que sí percibían
durante dicho periodo las pensiones jubilares.
En función a todo lo expuesto, se advierte que los jueces
de la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, vulneraron, a través
de su sentencia, los derechos constitucionales al debido
proceso en la garantía de cumplimiento de las normas y
derechos de las partes, así como a la seguridad jurídica
que le asiste a la Universidad Central del Ecuador,
en la medida que inobservaron las disposiciones
constitucionales y legales descritas en el desarrollo
del problema jurídico, desconociendo el sentido de la
remuneración como principio y núcleo duro del derecho al
trabajo, así como desconociendo la naturaleza y objeto de
la reparación integral como medida idónea para restablecer
la vulneración de derechos constitucionales, pues en este
caso no se relaciona con la vulneración de derechos.
Cabe señalar que el análisis contenido en este problema
jurídico me releva de entrar a analizar el procedimiento de
cálculo aplicado en este caso para la determinación de los
montos a percibir por concepto de reparación económica.
2) La sentencia dictada por la Primera Sala
Especializada de lo Penal de la Corte Provincial de
Justicia de Pichincha, ¿vulnera el derecho al debido
proceso en la garantía de la motivación?
El legitimado activo esgrime dentro de su demanda que
una vez efectuado el análisis del fallo impugnado se puede
establecer que el mismo carece de motivación por cuanto
no cumple con lo prescrito por el artículo 76, numeral
7, literal l) de la Constitución de la República, ya que
sin ningún criterio legal y peor constitucional se dictó
una sentencia en afectación a los legítimos derechos de
la Universidad Central del Ecuador, pues la resolución
desconoce arbitrariamente la norma constitucional así
como la Ley Orgánica de Educación Superior y la Ley
Orgánica de Servicio Público, por cuanto se trata de otorgar
remuneraciones a ex servidores que fueron cesados por su
edad y tiempo de servicio.
Conforme se estableció en el problema jurídico anterior, el
reconocimiento al debido proceso permite la articulación
de varios principios y garantías básicas que permiten una
correcta administración de justicia; entre ellos, la garantía
52 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
de la motivación de toda resolución que emitan los poderes
públicos. Dicha garantía se halla prevista en el Art. 76,
numeral 7, literal l) de la Constitución de la República, el
mismo que señala en su parte pertinente lo siguiente:
“l) Las resoluciones del poder público deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no
se enuncian las normas o principios jurídicos en que se
funda y no se explica la pertinencia de su aplicación a
los antecedentes de hecho.”
La motivación de un fallo judicial es definida como un
elemento que impone al juez el deber de expresar en la
sentencia los motivos de hecho y de derecho que sustentan
lo decidido. Esta exigencia tiene por objeto: a) Controlar
la arbitrariedad del sentenciador, pues le impone justificar
el razonamiento lógico que siguió para establecer el
dispositivo; y b) garantizar el legítimo derecho de defensa
de las partes, porque éstas requieren conocer los motivos de
la decisión para determinar si están conformes con ella. En
caso contrario, podrán interponer los recursos previstos en
la ley, con el fin de obtener una posterior revisión sobre la
legalidad de lo sentenciado.4
Conforme lo ha señalado la Corte Constitucional en
reiterados fallos5, bajo el fin de alcanzar una debida
motivación en las decisiones adoptadas por la autoridad
judicial, éstas deberán estar soportadas por argumentos:
i. Razonables, es decir que sea fundada en los
principios constitucionales; ii. Lógicos, lo cual implica
una coherencia entre las premisas y la conclusión; y,
finalmente, iii. Comprensibles, es decir, que el fallo
goce de claridad en el lenguaje. Sin que dichos elementos
sean concurrentes al momento de establecer la falta de
motivación de un fallo.
En orden a analizar la motivación de la decisión judicial
impugnada dentro del caso sub judice, iniciaremos con
la razonabilidad, la misma que debe ser entendida como
un juicio de adecuación de la resolución judicial respecto
a los principios y normas constitucionales; a estas se
suman las normas de derechos humanos contenidas en
los instrumentos internacionales, por constituir parte
del bloque de constitucionalidad y la jurisprudencia
constitucional, la cual constituye una interpretación
auténtica de la Norma Fundamental6. De tal manera que
una sentencia es razonable en la medida que se armonice
a los principios y reglas consagrados en la Constitución,
de modo que se muestre que el criterio del juzgador se
fundamenta en normas e interpretaciones que guardan
conformidad con la Norma Suprema, y no en aspectos
que colisionen con esta, precautelando de esta manera la
supremacía constitucional.
4
Alfredo Islas Colín; “Criterios jurisprudenciales en materia de
derechos humanos: el derecho a la vida; el derecho a la libertad de
expresión; la debida motivación y fundamentación, y la tortura.”;
UNAM, México, Pág. 524.
5
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 227-12-SEP-CC.
6
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 090-14-SEP-CC,
caso No. 1141-11-EP.
Dentro del caso sub judice, y conforme se estableció en
el problema jurídico anterior, los jueces constitucionales
sustentan su fallo en consideraciones y argumentos
contrarios a la Constitución de la República y la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, los
mismos que desnaturalizan la remuneración laboral como
parte del derecho al trabajo, así como el objeto y alcance de
la reparación integral, circunstancia que a su vez afectó el
derecho a un debido proceso en la garantía de cumplimiento
de normas y derechos de las partes, así como el derecho
a la seguridad jurídica. Por ende, la sentencia dictada
por la Primera Sala Especializada de lo Penal de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, carece de razonabilidad
en la medida en que ha sido dictada en clara contradicción
con normas y principios constitucionales, conforme lo ha
establecido la Corte en el presente fallo.
En lo que respecta a la lógica, dicho elemento es entendido
como la coherencia e interrelación de causalidad que debe
existir entre los presupuestos de hecho, las normas jurídicas
aplicadas al caso, y por consiguiente, con la conclusión
adoptada por los jueces. Es decir, nos referimos a lo que este
Organismo ha definido como la coherencia materializada
entre las premisas fácticas, premisas normativas y la
conclusión obtenida7. Partiendo de esta definición, en
orden a determinar si la sentencia impugnada se encuentra
motivada de acuerdo al parámetro de la lógica, es necesario
identificar los presupuestos de hecho, las norma jurídicas
que han sido aplicadas por parte de los juzgadores y la
decisión adoptada; para así establecer sí existe o no una
relación coherente entre estos elementos.
De esta manera, se constata que los presupuestos de
hecho en el caso objeto de estudio vienen dados por el
incumplimiento de normas infraconstitucionales por
parte de la Universidad Central del Ecuador, en cuento a
la provisión de fondos y pago oportuno del incentivo de
jubilación que por ley se debe entregar a toda persona que
se acoge a dicha figura, circunstancias que produjeron a
su vez vulneración de derechos constitucionales según se
alegaba por parte de los ex funcionarios de la institución,
ya que debieron transcurrir diez meses desde la cesación de
funciones y ejecución de la jubilación para que se realice el
pago de dicho incentivo económico.
Por otro lado, con respecto a la premisa normativa, se
observa que la Sala hace una aplicación e interpretación de
las normas constitucionales e infraconstitucionales y llega
a determinar la inobservancia de las obligaciones previstas
en la ley con respecto al pago del incentivo de jubilación,
así como a los principios constitucionales de eficiencia,
eficacia y calidad que debe primar dentro del servicio
público, con esos antecedentes la vulneración de derechos
constitucionales, lo que imponía la obligación de establecer
una reparación integral acorde al daño material causado y a
la vulneración declarada mediante sentencia, circunstancia
que no aconteció ante una evidente inobservancia de las
normas que regulan dicha figura con fines restablecedores.
7
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 097-14-SEP-CC,
caso No. 0329-12-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 53
En lo que respecta a la conclusión, se evidencia que
la Sala de apelación, determina que el accionar de la
Universidad Central del Ecuador, vulneró varios derechos
constitucionales en desmedro de los ex funcionarios
y actuales jubilados, vulneraciones que ya que fueron
declaradas merecían una reparación integral conforme lo
establece el Art. 86, numeral 3 de la Constitución de la
República, en concordancia con el Art. 18 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional. No
obstante, conforme se ha señalado a lo largo del presente
fallo, el haber concluido que dicha vulneración daba paso
al pago indemnizatorio de salarios laborales, pierde lógica
entre los hechos alegado en la acción de protección, la norma
aplicada al caso y la concusión o resolución adoptada por
los jueces constitucionales. Este aspecto, hace evidente la
falta de coherencia lógica de la sentencia impugnada, razón
por la cual, esta Corte determina que la sentencia objeto
de la presente acción extraordinaria de protección no se
encuentra debidamente motivada de acuerdo al parámetro
de la lógica.
de Justicia de Pichincha, motivo de la presente acción
extraordinaria de protección, y se retrotrae el proceso
hasta el momento en que se produjo la vulneración de
derechos constitucionales; esto es, al momento de dictar
sentencia.
4. Disponer que el expediente sea devuelto a la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, a fin de que previo
sorteo, otro Sala de la Corte conozca y resuelva el recurso
de apelación dentro de la acción de protección.
5. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, JUEZA CONSTITUCIONAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CAUSA N.° 0804-12-EP
Finalmente, con respecto a la comprensibilidad, elemento
que hace referencia al uso de un lenguaje claro por parte
de los jueces, que garantice a las partes procesales y al
conglomerado social, comprender el contenido de las
decisiones judiciales; esta Corte Constitucional considera
que dentro del caso en análisis, la sentencia impugnada
es diáfana en su contenido y utiliza un lenguaje jurídico
adecuado que hace comprensible lo decidido por los
Jueces. Sin embargo de ello y conforme quedó señalado
en los párrafos precedentes, la motivación de la sentencia
examinada en el caso sub judice, no obedece a los requisitos
de razonabilidad y lógica. Por las razones expuesta, este
Organismo determina que la sentencia impugnada no se
encuentra debidamente motivada acorde a lo establecido en
el artículo 76, numeral 7, literal l) de la Constitución.
III
DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
VOTO SALVADO
1. Declarar la vulneración del derecho al debido proceso en
la garantía de cumplimiento de las normas y los derechos
de las partes, así como en la garantía de la motivación,
consagrados en el Art. 76, numeral 1 y 7, literal l) de la
Constitución de la República. Asimismo, declarar la
vulneración del derecho a la seguridad jurídica previsto en
el Art. 82 de la Carta Suprema.
2. Aceptar la acción extraordinaria de protección propuesta
por el doctor Edgar Samaniego Rojas, en su calidad de
rector y representante legal de la Universidad Central del
Ecuador.
3. Como medida de reparación integral, se deja sin
efecto la sentencia de apelación dictada por la Primera
Sala Especializada de lo Penal de la Corte Provincial
PLENO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL.- Quito,
D. M., 29 de abril de 2015, a las 15:20. VISTOS.Agréguese al expediente constitucional el escrito
presentado el 27 de febrero de 2015, por los doctores
Kleber Patricio Arízaga Gudiño, Jorge Villarroel Merino y
Jorge Cadena Chávez, en calidad de ex jueces de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, por el cual solicitan
ampliación de la sentencia dictada por el Pleno de la Corte
Constitucional, el 13 de noviembre de 2014. Al respecto,
esta Corte Constitucional efectúa las siguientes
consideraciones: PRIMERO.- El Pleno de la Corte
Constitucional es competente para conocer y resolver
sobre la solicitud de ampliación interpuesta, de conformidad
con lo previsto en el artículo 162 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el
artículo 29 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional. SEGUNDO.De conformidad con lo previsto en el artículo 162 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional:
“Las
sentencias
y
dictámenes
constitucionales son de inmediato cumplimiento, sin
perjuicio de la interposición de los recursos de aclaración o
ampliación, y sin perjuicio de su modulación”. En este
sentido, el recurso de ampliación tiene por objeto suplir
cualquier omisión que se hubiese incurrido respecto de las
alegaciones y pretensiones debidamente planteadas o,
cuando la sentencia no hubiere resuelto todos los puntos
sometidos a consideración de esta Corte Constitucional.
No obstante, en caso de proceder la ampliación, aquella no
podrá modificar el alcance o contenido de la decisión; por
lo tanto, las sentencias constitucionales no pueden ser
objeto de modificación o reforma. Sin embargo, cabe la
posibilidad de que éstas se pudieren ampliar o aclarar, en
razón de la presentación de los respectivos recursos
horizontales y siempre que haya lugar. TERCERO.- La
sentencia dictada por el Pleno de la Corte Constitucional el
13 de noviembre de 2014, negó la acción extraordinaria de
protección propuesta por el doctor Edgar Samaniego
Rojas, en su calidad de rector y representante legal de la
Universidad Central del Ecuador, señalando en su parte
resolutiva lo siguiente: “1. Declarar que no existe
54 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
vulneración de derechos constitucionales. 2. Negar la
acción de protección propuesta. 3. Notifíquese, publíquese
y cúmplase”. CUARTO.- La solicitud de ampliación
presentada por los doctores Kleber Patricio Arízaga
Gudiño, Jorge Villarroel Merino y Jorge Cadena Chávez,
en calidad de ex jueces de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha, en relación al presente caso, se basa en los
siguientes argumentos y peticiones: 1) Sostienen que la
sentencia no dice ni enuncia nada sobre la petición concreta
que formularon estos, respecto de la competencia del Pleno
del Consejo de la Judicatura para analizar sentencias
constitucionales y emitir criterios contrarios a los expuestos
por los jueces constitucionales, por lo que solicitan se
establezca cuál es la autoridad competente para sancionar a
los jueces ordinarios que conocen y resuelven las acciones
de garantías jurisdiccionales; 2) Solicitan se agregue la
frase “se devuelva el expediente respectivo al juez de
origen, para que dé el trámite que en derecho corresponda”;
y, 3) Requiere, en virtud de la aplicación del artículo 64 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, se amplíe la sentencie respecto a sancionar
al doctor José Robayo Campaña, en calidad de Procurador
de la Universidad Central del Ecuador; y al doctor David
Alejandro Herrera, quienes patrocinaron la demanda de
acción extraordinaria de protección sabiendo que existía
una queja en contra de estos ex jueces por los mismos
hechos. QUINTO.- De la revisión de la solicitud presentada
por los recurrentes, en relación al argumento contenido en
el considerando cuarto, numeral 1) del presente auto, se
verifica que el mismo no tiene por objeto la ampliación de
lo resuelto en la sentencia objeto de impugnación, una vez
que no compete a esta Corte determinar, mediante el
recurso interpuesto, cuál es la autoridad competente para
sancionar a los jueces ordinarios que conocen y resuelven
las acciones de garantías jurisdiccionales, ya que implicaría
pronunciarse sobre aspectos no aludidos en la acción
extraordinaria de protección incoada ni en la sentencia que
se pretende ampliar, resultando incongruente referirse a
cuestiones que no fueron materia de la controversia
planteada. El objeto de la ampliación tiene por fin suplir
cualquier omisión incurrida respecto de las alegaciones y
pretensiones debidamente planteadas o, cuando no se
hubiere resuelto todos los puntos sometidos a consideración
respecto a la acción presentada; más no la modificación del
alcance o contenido de la decisión como pretenden los
peticionarios, intentando se resuelvan cuestiones que no
guardan relación con el objeto de la acción extraordinaria
de protección. En relación al requerimiento contenido en el
numeral 2) del considerando cuarto del presente auto, esta
Corte considera improcedente ampliar la sentencia a fin de
señalar que se devuelva el expediente y se de el trámite que
en derecho corresponda, una vez que el artículo 62 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional establece claramente que la presentación de
la acción extraordinaria de protección no suspende los
efectos del auto o sentencia impugnado, por lo que el juez
de instancia, debe continuar la sustanciación con las copias
del proceso. En ese sentido, al declararse la inexistencia de
vulneración de derechos constitucionales en la sentencia
objeto de recurso de ampliación y negarse la acción
presentada, el citado juez debe, una vez reciba el
expediente, continuar la tramitación del proceso de acuerdo
a lo señalado en la disposición mencionada, sin ser
necesaria una orden de esta Corte para el efecto, ya que sus
competencias nunca fueron suspendidas. La frase que
pretende incluirse no constituye omisión de este tribunal
respecto a las alegaciones y pretensiones debidamente
planteadas, por lo que no procede su ampliación. Por
último, en referencia al requerimiento comprendido en el
numeral 3) del considerando previo, que contiene la
petición de sanciones para los abogados patrocinadores de
la acción extraordinaria de protección, de acuerdo con lo
establecido en el artículo 64 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, esta
Corte considera improcedente ampliar la sentencia al
respecto, una vez que el artículo nombrado establece como
supuesto para sancionar, la verificación de que la acción
constitucional hubiere sido interpuesta sin fundamento
alguno, lo cual no ocurrió en el presente caso, ya que la
demanda incoada contiene argumentos jurídicos necesarios
para su interposición, motivo por el cual fue admitida a
trámite. El hecho de que los fundamentos referidos hayan
sido desvirtuados constitucionalmente por esta Corte en
sentencia no implica inexistencia de los mismos. Así
también, en cuanto a la solicitud de sanciones contra los
patrocinadores legales citados por la presentación de una
queja contra los recurrentes, es pertinente señalar que tal
actuación no se encuadra en el supuesto legal para la
aplicación del artículo 64 antedicho. Por lo anotado, esta
Corte no está obligada a referirse en sus sentencias, a
posibles sanciones a los abogados patrocinadores de la
acción constitucional, a menos que considere no existan
fundamentos en la demanda, cuestión que no ocurrió en el
presente caso, por lo que no procede la ampliación
solicitada en base a lo anterior. En concordancia con los
argumentos expuestos, el Pleno de la Corte Constitucional
considera que la sentencia dictada el 13 de noviembre de
2014, en virtud de la cual se declara la inexistencia de
vulneración de derechos constitucionales, no amerita
ampliación; en consecuencia, se resuelve negar la solicitud
formulada por los doctores Kleber Patricio Arízaga
Gudiño, Jorge Villarroel Merino y Jorge Cadena Chávez,
en calidad de ex jueces de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha, y se dispone que se esté a lo resuelto en la
sentencia dictada el 13 de noviembrede2014.
NOTIFÍQUESE.f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que el auto que antecede fue
aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con 6
votos a favor de los jueces Marcelo Jaramillo Villa, María
del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra,
Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Patricio
Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces
Antonio Gagliardo Loor, Wendy Molina Andrade y Manuel
Viteri Olvera, en sesión de 29 de abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 55
Quito, D. M., 31 de marzo del 2015
SENTENCIA N.º 004-15-SAN-CC
CASO N.º 0058-11-AN
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El doctor Rodrigo Crespo Toral, por sus propios
derechos y en su calidad de rector y representante legal
de la Universidad “Universitas Equatorialis”, amparado
en lo establecido por los artículos 93 y 436 numeral
5 de la Constitución de la República del Ecuador,
propone la presente acción por incumplimiento de la
norma contenida en la primera disposición transitoria
del Mandato Constituyente N.º 14, en contra del
Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento
de la Calidad de la Educación Superior CEAACES.
De conformidad con lo establecido en el artículo 17 del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia
de la Corte Constitucional, el secretario general, el 19
de agosto de 2011 certificó que no se ha presentado otra
demanda con identidad de objeto y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para
el período de transición, integrada por los jueces
constitucionales Nina Pacari Vega, Patricio Pazmiño
Freire y Alfonso Luz Yúnes, en atención a las normas de la
Constitución de la República aplicables al caso, el artículo
197 y la disposición transitoria tercera de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
avocó conocimiento de la presente causa, y sin que implique
un pronunciamiento de fondo respecto de la pretensión del
actor, admitió a trámite la causa N.º 0058-11-AN.
De conformidad con el sorteo efectuado en sesión
extraordinaria del Pleno del Organismo, correspondió
la sustanciación de la presente causa a la entonces jueza
constitucional Nina Pacari Vega, quien mediante auto del
14 de marzo de 2012, avocó conocimiento.
Posteriormente, en aplicación de los artículos 25 a 27 del
Régimen de Transición de la Constitución de la República,
el 6 de noviembre de 2012 fueron posesionados los jueces
de la primera Corte Constitucional. En tal virtud, el Pleno
del organismo procedió a un nuevo sorteo de la causa,
efectuado el día 11 de diciembre de 2012. De conformidad
con dicho sorteo, el secretario general remitió el expediente
a la jueza constitucional Wendy Molina Andrade, en su
calidad de sustanciadora, quién avocó conocimiento de la
misma el 08 de enero de 2014.
Audiencia en la acción por incumplimiento
De conformidad con lo establecido en el artículo 57 de
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, el día veintitrés de enero de dos mil catorce,
desde las 10h01, se celebró en la sala de audiencias de
la Corte Constitucional, la audiencia pública convocada
mediante providencia del 08 de enero de 2014, a la cual
comparecieron el Dr. Rafael Oyarte, en representación del
señor Rodrigo Crespo Toral, legitimado activo en la causa;
el Ab. Marcelo Aguilera, en representación del Consejo de
Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad
de la Educación Superior CEAACES, legitimado pasivo;
y la Ab. María Cecilia Delgado, en representación del
procurador general del Estado, como tercero interesado en
el proceso.
Norma cuyo incumplimiento se alega
Disposición transitoria primera del Mandato
Constituyente N.º 14, expedido por la Asamblea
Constituyente el 22 de julio de 2008
PRIMERA.- El Consejo Nacional de Educación Superior
-CONESUP- obligatoriamente, en el plazo de un año, deberá
determinar la situación académica y jurídica de todas las
entidades educativas bajo su control en base al cumplimiento
de sus disposiciones y de las normas que sobre educación
superior, se encuentran vigentes en el país.
Será obligación que en el mismo período, el Consejo Nacional
de Evaluación y Acreditación -CONEA, entregue al CONESUP
y a la Función Legislativa, un informe técnico sobre el
nivel de desempeño institucional de los establecimientos de
educación superior, a fin de garantizar su calidad, propiciando
su depuración y mejoramiento; según lo determinado en el
artículo 91 de la Ley Orgánica de Educación Superior.
Los informes con los resultados finales del CONESUP y
CONEA, deberán ser enviados para su conocimiento y, de ser
el caso, para su resolución definitiva, a la Función Legislativa.
Detalle de la demanda
Argumentos del accionante
El doctor Rodrigo Crespo Toral, por sus propios derechos
y en su calidad de rector y representante legal de la
Universidad “Universitas Equatorialis”, demanda el
incumplimiento de la primera disposición transitoria del
Mandato Constituyente N.º 14, por parte del Consejo
Nacional de Evaluación y Acreditación, CONEA,
subrogado en sus derechos y obligaciones por el actual
Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la
Calidad de la Educación Superior (en adelante CEAACES),
tal como lo prescribe la disposición Tercera del Régimen de
Transición de la Ley Orgánica de Educación Superior.
El accionante manifiesta que el segundo inciso de la
disposición transitoria primera del Mandato Constituyente
N.º 14 imponía la obligación al CONEA de, en el plazo de un
año, entregar al CONESUP –en la actualidad, subrogado en
sus funciones por el Consejo de Educación Superior CES,
conforme a lo dispuesto por la Transitoria segunda de la Ley
Orgánica de Educación Superior vigente– y a la Función
56 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño
institucional de los establecimientos de educación superior,
a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y
mejoramiento.
Por los hechos antes expuestos, el accionante considera
que el CONEA incumplió con el Mandato Constituyente
N.º 14.
Pretensión concreta
Respecto del informe técnico a ser realizado por el
CONEA, en los hechos que se relatan se explica que
la Universidad “Universitas Equatorialis” fue creada
mediante ley publicada en el Registro Oficial N.º 733 del
27 de diciembre de 2002, pero que inició oficialmente
sus actividades en septiembre del año 2009; en base a tal
circunstancia, manifiesta que su falta de funcionamiento
al momento de la evaluación, diferencia a “Universitas
Equatorialis” del resto de establecimientos de educación
superior, por lo que el CONEA mal podía incluirla dentro
del mismo criterio de evaluación de los demás centros
universitarios que se encontraban en funcionamiento.
El accionante alega que merece un particular análisis el
derecho a la igualdad, consagrado en el artículo 66 numeral
4 de la Constitución de la República. Manifiesta que si
bien, en cuanto a instituciones de educación superior,
“Unviersitas Equatorialis” se encontraba en una posición
similar a las demás, las diferencias y características
particulares del caso de la Universidad eran más relevantes
al momento de realizar la evaluación técnica, por lo que no
considerarlas vulnera el principio de igualdad.
De la demanda se desprende que el CONEA realizó una
visita a la Universidad “Universitas Equatorialis” el 18
de agosto de 2009, con el fin de realizar la evaluación
dispuesta por el Mandato Constituyente N.º 14, luego
de la cual, el CONEA notificó a la Universidad con el
informe de “Evaluación de Desempeño Institucional
de las Universidades y Escuelas del Ecuador” del 04 de
noviembre de 2009, en el que ubica a la Universidad dentro
de la categoría “E”.
Al parecer del accionante “mal hizo el CONEA en
determinar el desempeño institucional de una universidad
que no había empezado a funcionar y que no estaba
operativa”.
Durante la audiencia se manifestó principalmente que
la obligación del CONEA era la entrega de un informe
técnico, pero que no era posible que se elabore un informe
con el formato que tenía el CONEA, pues era un formato
diseñado para universidades en funcionamiento; afirma que
no tenía estudiantes en ninguna carrera al momento de la
evaluación y que los resultados que brindó la evaluación,
tales como la precarización docente, la poca exigencia al
alumnado, la relación con el alumno como cliente, entre
otras, no eran coherentes con una universidad que no estaba
prestando sus servicios.
Asimismo, se afirmó que no se oponían a la evaluación
académica, que creían que debía ser realizada, pero se
solicita un examen técnico que responda a la circunstancia
específica de la Universidad. Se manifiesta además
que dicho examen debía ser realizado en el momento
oportuno, es decir, una vez que la universidad entró en
funcionamiento, esto es, en septiembre de 2009.
Se solicita el cumplimiento de la primera disposición
transitoria del Mandato Constituyente N.º 14, expedido por
la Asamblea Nacional Constituyente del 22 de julio de 2008,
denominado: “ Derogatorio de la Ley N.º 130 de creación
de la Universidad Cooperativa de Colombia del Ecuador,
reformatorio de la Ley Orgánica de Educación Superior
LOES y de regularización de la Educación Superior”, y en
consecuencia se excluya de la calificación de la Categoría
“E” a la Universidad “Universitas Equatorialis”.
Constancia del reclamo previo
Consta a fojas cincuenta y dos del expediente, el oficio del
23 de mayo de 2011, mediante el cual el legitimado activo
solicitó al CEAACES que, en cumplimiento del Mandato
Constituyente N.º 14, se excluya de la calificación de la
Categoría “E” a la Universidad Universitas Equatorialis,
toda vez que de acuerdo con el accionante, esta no debió
ser calificada en el proceso de evaluación, puesto que
la universidad inició su funcionamiento en septiembre
de 2009, es decir, a un año dos meses de expedido el
mencionado Mandato Constituyente.
Se desprende además del expediente el oficio N.º
119-PT-2011 del 30 de junio de 2011, del Dr. Gabriel
Pazmiño Armijos, presidente del CEAACES (T), quien
en contestación al reclamo planteado principalmente
manifestó:
El Mandato Constitucional N.º 14 no considera Salvedad
alguna, sino opuestamente manifiesta que deberá determinar
la situación académica y jurídica de todas las entidades
educativas bajo su control… se manifiesta además que no es
posible acoger su petición de suspensión provisional de los
actos derivados de la ejecución por parte del ex CONEA del
Mandato Constituyente N.º 14, por carecer de competencia
para tal decisión, pues me permito recordarle que el Consejo
que actualmente se encuentra en funciones en el CEAACES
tiene competencias únicamente de orden administrativo, y está
integrado por los Vocales prorrogados en funciones conforme
lo ordena la Disposición Transitoria Primera del Régimen de
Transición establecido en la LOES.
Contestación a la demanda
Argumentos del legitimado pasivo
En la audiencia pública convocada para el efecto, la parte
demandada presentó su contestación de demanda, misma
que fue completada mediante escrito del 03 de febrero
de 2014. Tanto en la audiencia como en el escrito de
contestación de demanda se esgrimieron los siguientes
argumentos:
En cuanto a la representación y personería, se manifiesta
que quien debe comparecer en la acción como
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 57
representante legal de la Universidad es el señor Joselito
Solano, quien de acuerdo con la resolución N.º RPC-SO29-No.298-2013 del 31 de julio de 2013, expedida por
el Consejo de Educación Superior, fue designado, entre
otras cosas, como representante legal de la Universidad
“Universitas Equatorialis”, considerando que esta se
encuentra suspendida de manera definitiva.
El legitimado pasivo alega la existencia de una
contradicción entre los argumentos y la pretensión de la
parte actora, ya que, por un lado, la Universidad indica
que no debió ser calificada en el proceso de evaluación
de Universidades, pues empezó su funcionamiento en
septiembre de 2009, y por otro lado, manifestó que no se
opone al proceso de evaluación que efectivamente debe
regir el mundo de la evaluación superior.
En contestación al argumento expuesto por el accionante,
según el cual la institución no debía ser evaluada por el
CONEA por no encontrarse en funcionamiento durante
el proceso de evaluación, el representante del CEAACES
manifestó que la universidad fue creada mediante Ley
N.º 2002-98, publicada en el Registro Oficial N.º 733
del 27 de diciembre de 2002. Es decir, el proceso de
evaluación fue desarrollado 7 años después de haberse
expedido su Ley de creación. Se menciona también que
el sistema de educación superior está integrado por las
universidades y escuelas politécnicas que hayan sido
legalmente creadas. Se alega además que la Universidad
realizó varias actividades y acciones que demuestran su
funcionamiento, como la obtención del RUC, la realización
de seminarios y capacitaciones al público en general, la
celebración de convenios con diferentes instituciones
de educación superior nacionales y extranjeras, el haber
tenido estudiantes inscritos desde el año 2008, entre
otras. Se argumenta también que los parámetros sobre los
cuales se realizó la evaluación fueron sumamente básicos,
limitándose a evaluar aspectos mínimos de calidad.
En lo que respecta específicamente a la acción por
incumplimiento de norma, se expone que la prescripción
cuyo incumplimiento se demanda “dispone al CONEA
una obligación de hacer clara, expresa y exigible: Entregar
al CONESUP y a la Función Legislativa, un informe
técnico sobre el nivel de desempeño institucional de los
establecimientos de educación superior, a fin de garantizar
su calidad, propiciando su depuración y mejoramiento”.
Se expone que la Universidad fue creada mediante Ley
N.º 2002-98, por lo que está autorizada para prestar
servicio de educación superior y por lo tanto constituye
una institución de educación superior.
Por otro lado, se expresa que se lo que se persigue de la
norma contenida en la transitoria primera del Mandato
Constituyente N.º 14 es asegurar la calidad de las
instituciones de educación superior y el mejoramiento de
las instituciones evaluadas.
En relación al informe técnico sobre el nivel de desempeño
institucional realizado por el CONEA, se menciona que
se ubicó a la Universidad Universitas Equatorialis en la
categoría más baja “E”, en términos generales, en virtud de
la inexistencia de reglamentos y estatutos, deficiencia en las
condiciones de las instalaciones, etc.
En cuanto a la situación actual de la universidad se
menciona que:
La Ley Orgánica de Educación Superior en su disposición
transitoria tercera establece la necesidad de realizar un
proceso de evaluación específico para las universidades y
escuelas politécnicas ubicadas en la categoría “E”, según el
informe del CONEA. En tal disposición se determina:
En cumplimiento al Mandato Constituyente número 14, las
instituciones de educación superior que se ubicaron en la
categoría E por el informe CONEA, deberán ser evaluadas
dentro de los 18 meses posteriores a la promulgación de esta
Ley.
Mientras se cumple este plazo, dichas universidades y escuelas
politécnicas no podrán ofertar nuevos programas académicos
de grado ni realizar cursos de posgrado.
Las Universidades y Escuelas Politécnicas que no cumplieren
los parámetros de calidad exigidos por el Consejo de
Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad
de la Educación Superior en esta evaluación, quedarán
definitivamente suspendidas. Será obligación de la Asamblea
Nacional expedir inmediatamente la Ley derogatoria de
las leyes de creación de estas Universidades y Escuelas
Politécnicas.
Se garantizan los derechos de los estudiantes de estas
Universidades y Escuelas Politécnicas para que puedan
continuar sus estudios regulares en otros centros de educación
superior, rigiéndose por las normas propias de estas
instituciones. Para el efecto, el Consejo de Educación Superior
elaborará, coordinará y supervisará la ejecución de un plan de
contingencia.
En cumplimiento de esta norma, el CEAACES manifiesta
que en los años 2011 y 2012 realizó la evaluación de la
universidades y escuelas politécnicas ubicadas en categoría
“E”, hasta que se realice un nuevo proceso de evaluación.
Se aclara que entre las instituciones que fueron
definitivamente suspendidas se encuentra la Universidad
“Universitas Equatorialis”, por no cumplir con los
estándares mínimos de calidad, que le permitan prestar
adecuadamente el servicio público de educación superior.
Pretensión concreta
El legitimado pasivo solicita que se rechace la “infundada
pretensión” del accionante, pues en su criterio queda
demostrado que la actuación del CONEA y del actual
CEAACES ha pretendido no solo el cumplimiento de la
disposición transitoria primera del Mandato Constituyente
N.º 14, sino la plena vigencia del principio de calidad de la
educación superior y la tutela del interés público al apartar
del sistema de educación superior a aquellas instituciones
que según la información aportada, no brindan garantías
mínimas para la prestación del servicio público de
educación superior en forma adecuada.
58 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Procuraduría General del Estado
El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional
de Patrocinio, delegado del procurador general del Estado,
comparece mediante escrito del 27 de enero de 2014,
ratificando la actuación de la abogada María Cecilia
Delgado en la audiencia pública efectuada el 23 de enero
de 2014 a las 10h00.
Expone que de acuerdo con el principio de legalidad, las
actuaciones de las instituciones y funcionarios del Estado
deben encuadrarse en las facultades establecidas por la
norma.
Manifiesta que los asambleístas constituyentes, al expedir
el Mandato N.º14, no incluyeron ninguna excepción de los
centros de educación superior que debían ser evaluados por
el CONEA.
Aclara que el CONESUP y el CONEA eran organismos
independientes y autónomos, y que se encontraba dentro
de las facultades del CONEA la evaluación de los
establecimientos de educación superior.
En cuanto a la alegación de la Universidad, según la cual
no debía ser evaluada por su falta de funcionamiento,
en vista de que se encontraba recabando los recursos
necesarios para poder impartir el servicio de educación con
responsabilidad, la Procuraduría ha mencionado que la Ley
de Creación de la Universidad, en su considerando segundo,
estableció que “el proyecto académico general presentado
por los promotores de esta universidad demuestra una
adecuada propuesta académica y de recursos humanos
capacitados, la institución cuenta con recursos físicos
y económicos-financieros necesarios para garantizar el
eficiente cumplimiento de sus fines objetivos”. Se menciona
que lo señalado haría incompatibles las alegaciones del
demandante con su propia ley de constitución.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver sobre las acciones por incumplimiento de normas,
sentencias e informes de organismos internacionales de
derechos humanos, de conformidad con lo previsto en
los artículos 93 y 436 numeral 5 de la Constitución de
la República, en concordancia con lo dispuesto en los
artículos del 52 al 57 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional y de acuerdo con
los artículos 32 y 33 del Reglamento de Sustanciación de
Procesos de Competencia de la Corte Constitucional.
Legitimación activa
En la presente acción se alega por parte del legitimado
pasivo la falta de legitimación activa del señor Rodrigo
Crespo Toral en la causa, por lo cual es preciso aclarar que
la presente acción se presentó por los propios derechos del
accionante y en su calidad de rector y representante legal de
la Universidad Universitas Equatorialis.
Si bien, de acuerdo con la resolución N.º RPC-SO-29No.298-2013 del 31 de julio de 2013, expedida por el
Consejo de Educación Superior, el actual representante
legal de “Universitas Equatorialis” es el señor Joselito
Solano, al momento de la presentación de la acción quien
ostentaba dicha representación era el Sr. Rodrigo Crespo
Toral y tal como se desprende de los artículos 439 de la
Carta Suprema, “las acciones constitucionales podrán ser
presentadas por cualquier ciudadana o ciudadano individual
o colectivamente” y 9 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, las acciones
para hacer efectivas las garantías jurisdiccionales “podrán
ser ejercidas: por cualquier persona, comunidad, pueblo,
nacionalidad o colectivo, vulnerada o amenazada en uno o
más de sus derechos constitucionales”. Como vemos, nos
encontramos frente a una legitimación activa amplia en
la que se circunscribe la situación del Sr. Rodrigo Crespo
Toral, quien por sus propios derechos y en representación
de la Universidad presentó dicha acción.
Naturaleza de la acción por incumplimiento
La acción por incumplimiento constituye una garantía
jurisdiccional cuyo objeto se encuentra previsto en el
artículo 93 de la Constitución, de acuerdo con el cual
deberá “garantizar la aplicación de las normas que
integran el sistema jurídico, así como el cumplimiento de
las sentencias o informes de organismos internacionales
de derechos humanos, cuando la norma o decisión cuyo
incumplimiento se persigue contenga una obligación de
hacer o no hacer clara, expresa y exigible…”.
Por su parte el artículo 436 numeral 5 de la Constitución
atribuye a la Corte Constitucional la facultad para:
“conocer y resolver, a petición de parte, las acciones
por incumplimiento que se presenten con la finalidad de
garantizar la aplicación de normas o actos administrativos
de carácter general, cualquiera que sea su naturaleza o
jerarquía, así como para el cumplimiento de sentencias o
informes de organismos internacionales de protección de
derechos humanos que no sean ejecutables por las vías
judiciales ordinarias”.
El fundamento de esta acción radica en la necesidad de
garantizar el cumplimiento del sistema jurídico ante la
presencia de omisiones en la observancia de los mandatos
de las normas jurídicas. La acción por incumplimiento
constituye un mecanismo que permite la vigencia del
sistema jurídico, cuya consecuencia es la garantía de la
seguridad jurídica, en tanto determinados incumplimientos
no pueden ser superados por vía de las otras garantías
jurisdiccionales de derechos constitucionales ni en la vía
ordinaria.
Esta acción pone a disposición un mecanismo que permite
exigir a la realización de un deber que se ha omitido
cumplir, en procura de la plena vigencia de las leyes y actos
administrativos de carácter general, así como, decisiones
de organismos internacionales de derechos humanos,
haciendo frente al voluntarismo o discrecionalidad en su
cumplimiento.
La naturaleza jurídica de la presente garantía pretende
el cumplimiento de las obligaciones claras, expresas y
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 59
exigibles que surgen de las normas que integran el sistema
jurídico, cumplimiento que no solo implica la aplicación
formal de lo establecido en la disposición normativa,
sino el acatamiento de otros deberes que deben mantener
las autoridades públicas o particulares para el efectivo
cumplimiento de la norma solicitada1, principalmente el
deber de respetar y hacer respetar los derechos garantizados
en la Constitución.
Determinación y desarrollo del problema jurídico
La Corte Constitucional desarrollará su argumentación a
partir del siguiente análisis:
La norma cuyo cumplimiento se demanda ¿contiene
una obligación de hacer o no hacer, clara, expresa y
exigible? Si es así, la obligación clara, expresa y exigible
que surge de la Transitoria Primera del Mandato N.º 14
¿fue incumplida por el CONEA?
Del texto de la demanda se colige que el accionante
presenta acción por incumplimiento en contra del Consejo
de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad
de la Educación Superior (CEAACES), respecto de la
disposición transitoria primera del Mandato Constituyente
N.º 14, la cual fue transcrita textualmente ut supra.
Identificada la norma cuyo cumplimiento se exige, se
procederá a examinar el contenido de la misma. Para el
efecto, resulta relevante reseñar algunos aspectos respecto
a la norma en mención. Así, la Asamblea Nacional
Constituyente, dotada de plenos poderes, en representación
de la soberanía popular, aprobó el Mandato Constituyente
N.º 14, publicado en el suplemento del Registro Oficial
393 del 31 de julio de 2008. Recordemos que la acción por
incumplimiento tiene por objeto verificar el cumplimiento
de normas, específicamente el Mandato Constituyente.
Tal como lo ha establecido la Corte Constitucional, para
el período de transición, es una norma que goza del
carácter de ley orgánica2. La norma que se analiza, además,
constituye una disposición transitoria, que tal como se ha
mencionado en jurisprudencia de esta Corte, su objeto fue
regular el tránsito al régimen jurídico previsto por la nueva
regulación3.
De la norma que se analiza se desprenden tres obligaciones
principales: a) en primer lugar, la obligación dirigida
al CONESUP de, en el plazo de un año4, determinar la
situación jurídica de todas las entidades educativas bajo su
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 004-13-SAN-CC de
13 de junio de 2013, págs. 19.
2
Corte Constitucional para el período de transición, sentencia N.°
009-10-SIN-CC del 09 de septiembre del 2010, pág. 35
3
Corte Constitucional, sentencia N.º 010-13-SAN-CC, de 04 de
septiembre de 2013, pág. 11
4
Es preciso, no obstante, aclarar que el plazo otorgado por el Mandato
Constituyente N.º 14, para el cumplimiento de las obligaciones que
la disposición transitoria primera impone, fue ampliado mediante
la Ley Reformatoria de dicha disposición, publicada en el Registro
Oficial N.º 650 de 6 de agosto de 2009, a noventa días más a partir de
la terminación del plazo establecido originalmente por la norma.
control; b) la obligación dirigida al CONEA de entregar, en
el mismo plazo, al CONESUP y a la Función Legislativa,
un informe técnico sobre el nivel de desempeño
institucional de los establecimientos de educación superior,
a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración
y mejoramiento, según lo determinado en el artículo 91
de la Ley Orgánica de Educación Superior; c) Enviar
los resultados finales de los informes del CONESUP y
CONEA, para su conocimiento y resolución definitiva a la
Función Legislativa.
Si bien, de modo genérico, varias veces se menciona
en la demanda que el objeto es exigir el cumplimiento
de la disposición transitoria primera del Mandato
Constituyente N.º 14, para otorgarle mayor precisión al
análisis, hay que aclarar que de los hechos que se alegan
y su argumentación se desprende que el incumplimiento se
reclama específicamente respecto al segundo inciso de la
transitoria primera; es decir, el accionante alega incumplida
la obligación denominada como “b)” en el párrafo anterior,
pues no se alega en ningún momento el incumplimiento
de las obligaciones dirigidas al CONESUP y tampoco lo
relativo al envío de los resultados finales, por lo que esta
Corte no estima pertinente pronunciarse respecto de dichos
puntos.
En cuanto al segundo inciso de la transitoria primera del
Mandato, habrá que determinar si de la norma que este
expresa se desprende la existencia de una obligación que
de acuerdo con el artículo 93 de la Constitución, deberá
contener una prestación de hacer o no hacer y cuyo sujeto
obligado en el presente caso sea el CONEA.
En cuanto a las características que debe contener la
obligación, encontramos que debe ser “clara, expresa
y exigible”. Entenderemos que existe una obligación
clara cuando sea fácilmente comprensible y desprovista
de conceptos obscuros o confusos. La claridad de una
norma no debe confundirse con el exceso de especificidad.
La obligación que contiene la norma deberá orientar el
accionar del sujeto obligado. De acuerdo con la doctrina,
se podría comparar el valor orientador del derecho con un
mapa, diciendo que este es útil en la medida que pueda
orientar a quien lo usa a llegar a su lugar de destino. Para
lograr aquello, el mapa no necesariamente debe describir
cada mínimo detalle de la ruta. El nivel de detalle requerido
dependerá de la ubicación del viajero y del momento del
trayecto5. Siguiendo esta analogía, los niveles de claridad
podrán variar dependiendo de la norma, pero lo que no
puede variar es que de ella se desprenda la conducta exigida
al sujeto obligado y que esta sea fácilmente comprensible.
En el caso en juicio, la claridad de la obligación se observa
en virtud de que la conducta o prestación que se exige del
CONEA es fácilmente comprensible. No hay elementos
confusos u obscuros que nos impidan comprender que el
CONEA deberá realizar un informe técnico, el cual deberá
ser entregado al CONESUP y la Función Legislativa, y que
dicho informe deberá versar sobre el nivel de desempeño
institucional de los establecimientos de educación
5
Yowell Paul, Legislación, Common Law, y la virtud de la
claridad, Revista Chilena de Derecho, vol. 39 N.º 2, pp. 503.
[2012], disponible en: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_
arttext&pid=S0718-34372012000200010
60 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
superior, con el fin de garantizar su calidad y propiciando
su depuración y mejoramiento. La norma cumple con el
objetivo de guiar la conducta que deberá adoptar el CONEA
para cumplir con la obligación, que en el presente caso
constituye una obligación de hacer.
Por su parte, se entenderá por expresa, la obligación que
aparezca manifiesta de la redacción misma de la norma.
Faltará este requisito cuando se pretenda deducir la
obligación por operaciones lógico-jurídicas de deducción,
considerándola una consecuencia implícita o una
interpretación personal indirecta. En el presente caso, se
puede señalar que la obligación es expresa, puesto que esta
aparece de manera explícita, escrita de manera literal en la
norma, y no es una consecuencia implícita o producto de la
interpretación personal indirecta; así, la norma de manera
textual obliga a que: “El Consejo Nacional de Evaluación y
Acreditación -CONEA, entregue al CONESUP y a la Función
Legislativa, un informe técnico sobre el nivel de desempeño
institucional de los establecimientos de educación superior,
a fin de garantizar su calidad, propiciando su depuración y
mejoramiento; según lo determinado en el artículo 91 de la
Ley Orgánica de Educación Superior”.
Finalmente, debe tratarse de una obligación exigible, es
decir, que se trate de una obligación que no se encuentre
sujeta a plazo y/o condición, o que de haber sido establecido
un plazo y/o condición, estos se encuentren superados.
Por lo que no podrá demandarse el cumplimiento de
una obligación antes de que se encuentren cumplidos el
plazo y/o condición a los que se supeditó originalmente
la obligación. Si bien, en principio, una vez fenecido el
plazo y/o cumplida la condición una obligación se torna
exigible, dicha circunstancia no configura automáticamente
el incumplimiento de la norma, por lo que habrá que
analizar las particularidades específicas del caso para
así determinarlo6. En la especie, el plazo en el cual debía
cumplirse la obligación, era de un año y noventa días
(considerada la prórroga), contados a partir del 31 de
julio de 2008, fecha en la que se publicó el Mandato en
el Registro Oficial. En la actualidad, la obligación no se
encuentra pendiente del plazo, por lo que es posible analizar
si en efecto la obligación se cumplió o no.
Del análisis antes expuesto se colige que la norma que se
analiza se encuentra dotada de las características exigidas
por el ordenamiento jurídico para que sea procedente la
exigibilidad de su cumplimiento a través de la presente
garantía. Hecho esto, es preciso determinar si la obligación
clara, expresa y exigible que surge de la Transitoria Primera
del Mandato N.º 14 fue incumplida por el CONEA.
Al respecto, de la revisión del expediente no se puede
observar que el accionante aporte con elementos que
acrediten la falta de entrega o realización del informe técnico
requerido por la norma, por parte del CONEA. En cambio,
lo que se constata, por un lado, es un cuestionamiento a
la realización de dicho informe sobre una institución que,
según el accionante, no debía ser evaluada, puesto que no
se encontraba en funcionamiento; y por otro, se expresa
6
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición,
sentencia N.º 001-11-SIO-CC del 26 de enero de 2011, pág. 13 y ss.
que la evaluación debía realizarse, pero a través de criterios
adecuados para una universidad que se encontraba fuera de
funcionamiento y que el no hacerlo produjo una vulneración
del principio de igualdad.
De las alegaciones del peticionario se desprenden dos
argumentos que podrían presentar contradicciones, por lo
que es preciso realizar ciertas puntualizaciones previo a
determinar el cumplimiento o no de la obligación clara,
expresa y exigible: por un lado, el accionante manifiesta
que “mal hizo el CONEA en determinar el desempeño
institucional de una universidad que no había empezado
a funcionar y que no estaba operativa” y en tal virtud
solicita que “se excluya de la calificación de la Categoría
“E” a la Universidad “Universitas Equatorialis”. Por otro
lado, el accionante expresa que “su falta de funcionamiento
al momento de la evaluación, diferencia a la Universitas
Equatorialis del resto de establecimientos de educación
superior, por lo que el CONEA mal podía incluirla dentro
del mismo criterio de evaluación de los demás centros
universitarios que se encontraban en funcionamiento”.
En el mismo sentido, expresa que no se opone al proceso
de evaluación que efectivamente debe regir el mundo de
la educación superior. El primer argumento parecería
indicar que la falta de funcionamiento de la universidad
debía impedir su evaluación por parte del CONEA y que
la evaluación realizada a dicha institución constituye un
incumplimiento de la norma. Por su parte, el segundo
argumento indica el acuerdo del accionante con el proceso
de evaluación que debía llevar adelante el CONEA y lo
que cuestiona es que para dicha evaluación no se hayan
considerado las circunstancias particulares de “Universitas
Equatorialis”, vulnerando así el principio de igualdad,
lo cual, a su criterio, se traduce en un incumplimiento
de norma, aun cuando reconoce y señala no oponerse al
cumplimiento del Mandato.
En tal sentido, esta Corte se ve obligada a responder a
ambos argumentos, a fin de dilucidar si en efecto existió un
incumplimiento de la norma.
a) En relación a que la universidad “no debía ser
evaluada por su falta de funcionamiento” y
que la realización de la evaluación configura el
incumplimiento del segundo inciso de la disposición
transitoria primera del Mandato Constituyente
número 14, la Corte considera que:
Tal como se desprende de los dichos de ambas partes, la
Universidad “Universitas Equatorialis”, al momento de la
evaluación, era una universidad legalmente constituida,
la misma fue creada mediante Ley 2002-98, publicada en
el Registro Oficial N.º 733 del 27 de diciembre de 2002.
Por lo tanto, era un establecimiento que formaba parte del
sistema de educación superior del país y que, en atención al
Mandato N.º 14, debía ser evaluada.
La norma no prevé la posibilidad de realizar excepciones
a la hora de efectuar el informe técnico sobre el nivel de
desempeño institucional, ya que independientemente de
que un establecimiento se encuentre en funcionamiento
o no, para determinar con certeza dichas circunstancias
era necesaria una evaluación que permita efectuar un
informe técnico al respecto. Por otro lado, y como ya
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 61
fue mencionado, no puede a través de interpretaciones
personales determinar la existencia de excepciones a
la obligación clara y expresa que surge de la norma, la
que estaba dirigida a “los establecimientos de educación
superior”, en general.
Si bien una simple lectura de la disposición transitoria
primera del Mandato Constituyente N.º 14 basta para
comprender que todos los establecimientos de educación
superior debían ser evaluados, y con dicho análisis sería
suficiente para determinar que la obligación impuesta
al CONEA por la disposición transitoria primera del
Mandato Constituyente N.º 14 se encontraba cumplida,
para efectos de justificar de mayor manera la obligación
del CONEA de evaluar a todos los establecimientos de
educación superior, sin excepción, recurriremos a otros
elementos que nos permitan asegurar dicha afirmación de
manera concluyente. En tal sentido, es preciso mencionar
que en los considerandos del Mandato se expresa que
“es deber de la Asamblea Constituyente velar por la
transparencia del sistema educativo, porque la formación
científica y humanística impartida por las entidades de
educación superior sea del más alto nivel académico de
tal manera que permita contribuir al desarrollo humano
y científico del país”. En tal sentido, se establece
como deber de la Asamblea Constituyente velar por
la transparencia del sistema educativo en general. La
existencia de universidades que no cumplan con el objeto
para el cual fueron creadas –este es, brindar el servicio
de educación– sin duda afecta el sistema educativo
nacional y lo debilita, alterando su transparencia.
Ahora, cabe preguntarse; ¿qué sucedería si todas las
universidades creadas decidieran no brindar sus servicios
por circunstancias particulares y estas no pudiesen ser
evaluadas? En ese caso, nos encontraríamos ante un
sistema de educación superior lleno de establecimientos
inertes que continuarían formando parte del mismo, pero
sin ninguna responsabilidad. Recordemos, además, que el
servicio que brindan estos establecimientos es de interés
público y la educación que brindan constituye un derecho
constitucional, por lo que su garantía no puede quedar a
discreción de quienes ejecutan la prestación.
Las actividades que desempeñaba el CONEA a la hora
de realizar la evaluación y que desempeña actualmente
el CEAACES, se encuentran sujetas a la Constitución de
la República. En el presente caso, la Norma Fundamental
establece la regulación pertinente en el segundo inciso
de la disposición transitoria vigésima, de acuerdo con el
cual “En el plazo de cinco años a partir de la entrada en
vigencia de esta Constitución, todas las instituciones de
educación superior, así como sus carreras, programas y
postgrados deberán ser evaluados y acreditados conforme
a la ley. En caso de no superar la evaluación y acreditación,
quedarán fuera del sistema de educación superior”. (Lo
subrayado nos pertenece). En tal sentido, las evaluaciones
debían recaer sobre todas las instituciones de educación
superior como tal y también sobre sus carreras, programas
y posgrados. Es decir, el que una universidad, por falta
de funcionamiento, no contara con carreras, programas y
posgrados, no impedía que se encuentre sometida, como
institución de educación superior, a las disposiciones del
Mandato.
Por lo antes mencionado se concluye que todas las
universidades que formaban parte del sistema de educación
superior nacional al momento de la evaluación, debían ser
evaluadas en cumplimiento del Mandato, sin excepción.
b) En cuanto al argumento respecto del cual el
accionante no se opone a la evaluación académica
y lo que exige es un examen técnico que responda
a la circunstancia específica de “Universitas
Equatorialis”, en tanto que haberla incluido en
los criterios utilizados para universidades en
funcionamiento vulnera el principio de igualdad
jurídica,
generando
consecuentemente
un
incumplimiento de norma, la Corte considera que:
Habiendo determinado ut supra que todos los
establecimientos de educación superior debían ser
incluidos en el informe técnico elaborado por el CONEA,
en atención a las pretensiones del accionante, habrá que
determinar si utilizar los mismos criterios de evaluación
para universidades en funcionamiento y aquellas que
todavía no inician sus actividades de manera plena, vulnera
el derecho a la igualdad consagrado por la Constitución de
la República en su artículo 66 numeral 4, y a su vez si dicha
inobservancia generaría el incumplimiento de la norma.
La jurisprudencia de la Corte Constitucional ha establecido
que el cumplimiento inadecuando de una norma, sea por
negligencia o porque fue aplicada en contradicción a los
derechos constitucionales, se traduce en un incumplimiento
normativo7. Tal afirmación guarda armonía con el artículo
424 de la Carta Magna, según el cual “…las normas y los
actos del poder público deberán mantener conformidad
con las disposiciones Constitucionales; en caso contrario
carecerán de eficacia jurídica”. Asimismo, responde a
la naturaleza misma de las garantías jurisdiccionales
que, como menciona el artículo 6 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
tienen como finalidad la protección eficaz e inmediata
de los derechos reconocidos en la Constitución y en los
instrumentos internacionales de derechos humanos, la
declaración de la vulneración de uno o varios derechos,
así como la reparación integral de los daños causados por
su violación. No debemos olvidar además, que la Corte
Constitucional tiene como más alto deber hacer efectivo
el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la
Constitución8. Lo antes mencionado ha permitido que
la Corte repare vulneraciones de derechos producidas a
causa de un incumplimiento de norma y también que la
aplicación inadecuada de una norma sea calificada como
el incumplimiento de la misma. En este orden de ideas, si
bien no se cuestiona la realización del informe técnico por
parte del CONEA a todos los establecimientos de educación
superior, dando cumplimiento al segundo inciso de la
disposición transitoria primera del Mandato, es preciso
verificar si para la realización del informe se observaron
7
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 004-13-SAN-CC del
13 de junio de 2013, págs. 19 y ss.
8
Constitución de la República del Ecuador, artículos 226, 11 numeral
9, y 3 numeral 1.
62 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
los derechos y principios constitucionales; dado que solo en
dicha circunstancia se determinará el efectivo cumplimiento
de la obligación contenida en la norma.
El accionante alega que el haber incluido a “Universitas
Equatorialis” en el mismo parámetro de evaluación de
las Universidades que se encontraban en funcionamiento,
constituye una vulneración al principio de igualdad,
consagrado en el numeral 4 del artículo 66 de la
Constitución de la República. Afirma que el no encontrarse
en funcionamiento generaba una diferencia relevante
respecto del resto de establecimientos, situación que en
base al principio de igualdad, exigía un trato diferente para
la Universidad9.
Del expediente se desprende que, en efecto, el CONEA, en
cumplimiento del Mandato Constituyente N.º 14, realizó
un informe de evaluación de desempeño institucional de
la Universidad Universitas Equatorialis, a través de un
formulario de verificación común a todas las universidades
y escuelas politécnicas del Ecuador.
Respecto a la afirmación de falta de funcionamiento de la
universidad, del expediente y las alegaciones de las partes,
la Corte puede observar que si bien se sostiene la existencia
de ciertas actividades por parte de la institución, de hecho
la universidad no había abierto sus puertas al público al
momento de ser evaluada así pues, tanto el accionante
como el accionado sostuvieron que la universidad inició
oficialmente sus actividades educativas luego de la
evaluación, específicamente en septiembre del año 2009. Se
verifica entonces que el accionante no tenía actividad plena
al momento de ser evaluada.
La Constitución de la República impone un tratamiento
igualitario a todos los sujetos, partiendo de que todas las
personas son iguales y gozarán de los mismos derechos.
Considerando el principio impuesto por la Constitución
y la presunción de legitimidad de los actos legislativos,
en el presente caso de la Asamblea Constituyente, en
principio, el trato igualitario no tiene necesidad como tal
de justificación; el deber de justificación pesa en cambio
sobre las desviaciones de la igualdad10. Por lo tanto, cuando
el accionante sostiene ser un sujeto distinto al resto de
universidades y reclama un tratamiento diferenciado, exige
a la Corte definir si la diferencia alegada puede justificar de
manera razonable un trato especial.
9
El accionante desarrolla el derecho de igualdad en su demanda en base
al criterio doctrinario del tratadista Bernal Pulido quien señala entre
otras cosas que el principio de igualdad se concreta en 4 mandatos,
siendo el cuarto un mandato de trato diferenciado a destinatarios que
se encuentren también en una posición en parte similar y en parte
diversa, pero en cuyo caso las diferencias serán más relevantes que
las similitudes (trato diferente a pensar de la similitud). Ver: Bernal
Pulido Carlos, Juicio de Igualdad en la Jurisprudencia de la Corte
Constitucional Colombiana, pág. 51 y 52, disponible en web: http://
biblio.juridicas.unam.mx/libros/1/344/5.pdf
10
Prieto Sanchís, Luis, “Los derechos sociales y el principio de
igualdad sustancial”, Revista del Centro de Estudios Constitucionales
disponible en web: http://www.alfonsozambrano.com/corte_
constitucional_ec/doctrina/100411/dpc-derechos_sociales_igualdad.
pdf, pág. 26.
Si bien sería discriminatorio tratar como iguales a quienes
no lo son11, también otorgar un tratamiento diferenciado a
un sujeto sin justificación razonable podría significar una
vulneración a dicho principio12.
La Corte Constitucional del Ecuador ha dejado sentado
que la Constitución de la República consagra a la igualdad
como un principio de naturaleza compleja. A la vez lo
concibe como una norma transversal para la interpretación
de los demás derechos, y como un principio sustantivo
aplicable en sí mismo. Tanto en su faceta de principio
sustantivo y como norma de aplicación e interpretación
de los demás derechos, la igualdad tiene dos dimensiones
claramente identificadas: la dimensión formal y la
dimensión material13.
En el presente caso, se puede comprender que se imputa la
vulneración del principio de igualdad en su naturaleza de
principio sustantivo aplicable en sí mismo y puntualmente
lo que se sostiene es que la realización de la evaluación
a “Universitas Equatorialis”, bajo parámetros generales,
no consideró las diferencias existentes en la realidad,
generando así una transgresión de la dimensión material
del principio; dichas transgresiones han sido denominadas
también por esta Corte como acciones de discriminación
indirecta o por resultado14.
Lo que pretenderá valorar esta Corte es si una evaluación,
bajo parámetros generales a todas las universidades y
escuelas politécnicas del Ecuador, vulnera el derecho a la
igualdad de “Universitas Equatorialis”, considerando que
esta alega su falta de funcionamiento como un elemento
diferenciador suficiente para merecer parámetros de
evaluación específicos para su nivel de actividad.
De acuerdo con el accionante, la circunstancia que configura
la diferencia relevante es la falta de funcionamiento de la
universidad, corresponde entonces preguntarnos qué tipo
de desigualdad de hecho cabe alegar como fundamento
de una desigualdad jurídica. Recordemos que no toda
desigualdad de hecho justifica una desigualdad normativa.
11
Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición,
Sentencia N.º 0008-09-SAN-CC, causa 0027-09-AN, de 09 de
diciembre de 2009, pág. 21.
12
Corte Interamericana de Derechos Humanos, Opinión Consultiva
OC-18/03 DE 17 DE SEPTIEMBRE DE 2003, Comisión Jurídica
y Derechos de los Migrantes Indocumentados, párr. 89 y 91. La
Corte Establece que: “…no habrá, pues discriminación si una
distinción de tratamiento está orientada legítimamente, es decir, si
no conduce a situaciones contrarias a la justicia, a la razón o a la
naturaleza de las cosas. De ahí que no pueda afirmarse que exista
discriminación en toda diferencia de tratamiento del Estado frente al
individuo, siempre que esta distinción parta de supuestos de hechos
sustancialmente diferentes y que expresen de modo proporcionado
una fundamentada conexión entre esas diferencias y los objetivos
de la norma, los cuales no pueden apartarse de la justicia o de la
razón, vale decir, no pueden perseguir fines arbitrarios, caprichosos,
despóticos o que de alguna manera repugnen a la esencia unidad y
dignidad de la naturaleza humana.”
13
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 058-14-SEP-CC,
causa N.º 0435-11-EP de 02 de abril de 2014, pág. 15
14
Ibídem
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 63
Al respecto, la doctrina aporta con respuestas tales como
que las desigualdades que han de ser compensadas son
las desigualdades inmerecidas y también se sostiene que
debe tratarse de una razón suficiente bajo criterios de
razonabilidad15.
Como justificación de la falta de funcionamiento, el
accionante sostiene que esta es producto de una decisión
por parte de quienes formaban parte de la universidad, toda
vez que la institución no contaba con la infraestructura
necesaria y con el material humano adecuado. No se
desprende del texto de la demanda ni en las alegaciones
efectuadas en la audiencia, la razón por la cual durante
alrededor de siete años, período en el que ya se encontraba
legalmente creada, la universidad no logró desarrollar la
infraestructura necesaria y contar con el material humano
adecuado para entrar en funcionamiento; es decir, no se
hace evidente la existencia de una circunstancia que hubiese
impedido a la universidad entrar en funcionamiento y
hubiese colocado a la institución en un plano de desigualdad
insuperable que justifique un trato diferenciado, habiendo,
por lo tanto, contado con las mismas oportunidades que el
resto de instituciones de educación superior para entrar en
funcionamiento.
Por otro lado, para dilucidar si dicha falta de
funcionamiento tuvo relevancia a la hora de la evaluación,
se hace necesario analizar los parámetros utilizados por el
informe de evaluación de desempeño institucional. De su
revisión se puede determinar que se encontraban dirigidos,
principalmente, a verificar la existencia de reglamentos
internos, estatutos docentes y estudiantiles, políticas
de acción afirmativa y el estado de las instalaciones
(aulas, biblioteca, laboratorios, pupitres, computadoras,
red informática, parqueadero, instalaciones sanitarias,
cafeterías, entre otros). Se considera que dichos elementos
constituyen parámetros básicos para que una institución
cumpla con el objeto para cual fue creada, es decir,
impartir educación superior de calidad. Como se puede
ver, no se trata de elementos que exijan la apertura
oficial de la universidad, por el contrario, se estima
que una institución de educación superior no debería
esperar a abrir sus puertas al alumnado para cumplir con
dichos requisitos. Tales circunstancias nos indican que
la universidad se colocó a sí misma en una situación de
desigualdad injustificada y que dicha desigualdad no se
torna relevante a la hora de la evaluación. Ante dicha
situación, la Corte no encuentra elementos suficientes para
la permisión de un trato desigual, entonces está ordenado
un tratamiento igual16.
De acuerdo con la doctrina, en principio, un trato
diferenciado debe tener como objetivo desaparecer los
elementos de hecho que generan la diferencia17. En el
presente caso, no son conocidos los elementos de hecho
que la generaron y tampoco se puede concluir que el trato
diferente hubiese subsanado su falta de funcionamiento. El
fin de la evaluación efectuada por el CONEA era realizar
un primer estudio que buscaba mejorar las falencias de las
universidades existentes. La evaluación constituyó una
medida idónea para lograr dichos efectos y, tal como se
sostuvo en párrafos anteriores, no vulneró el derecho a la
igualdad del accionante.
Producto de la evaluación, la universidad fue incluida
en la categoría “E”, y días después de dicha evaluación
la Universidad abrió sus puertas de manera oficial;
posteriormente, de acuerdo con la disposición transitoria
tercera de la Ley Orgánica de Educación Superior vigente,
se estableció la necesidad de realizar un proceso específico
para las universidades y escuelas politécnicas ubicadas
en esa categoría por el informe del CONEA, para lo
cual, después de transcurridos 18 meses posteriores a la
promulgación de dicha Ley, las instituciones debían ser
nuevamente evaluadas por el actual CEAACES.
Con
este
objetivo,
mediante
resolución
N.º
001-025-CEAACES-2012, el CEAACES dictó el
«Reglamento de Suspensión de Universidades y Escuelas
Politécnicas ubicadas en la Categoría “E”, de sus sedes,
extensiones, programas, paralelos y modalidades de estudio,
en cumplimiento de la disposición transitoria tercera de
la Ley Orgánica de Educación Superior», en el cual se
determinó que los resultados de la nueva evaluación de la
situación institucional y académica de las universidades
y escuelas politécnicas se clasificarían en: “aceptable”,
“parcialmente aceptable” y “no aceptable”; en esta última
categoría se ubicarían las instituciones que no cumplieran
con los parámetros de calidad exigidos y serían suspendidas
definitivamente.
Mediante resolución N.º 003-0015-25-CEAACES-2012
del 11 de abril de 2012, el CEAACES conoció y aprobó
el nuevo informe técnico respecto del desempeño de
“Universitas Equatorialis”, el cual fue calificado como “No
Aceptable”, por lo que se resolvió suspender de manera
definitiva a la Universidad. En tal sentido, se cumple con
el objetivo del Mandato Constituyente N.º 14 al depurar el
sistema de educación en base a criterios de calidad.
Por no encontrarse una razón suficiente que justifique
un trato diferenciado, la Corte Constitucional concluye
que no se vulneró el principio de igualdad. Del mismo
modo, al no acreditarse vulneraciones de derechos en la
aplicación de la obligación contenida en el segundo inciso
de la transitoria primera del Mandato Constituyente N.º
14, esta se estima cumplida.
III. DECISIÓN
15
Prieto Sanchís, Luis, “Los derechos sociales y el principio de
igualdad sustancial”, Revista del Centro de Estudios Constitucionales
disponible en web: http://www.alfonsozambrano.com/corte_
constitucional_ec/doctrina/100411/dpc-derechos_sociales_igualdad.
pdf, pág. 26.
16
Alexy, Robert, “Teoría de los derechos fundamentales”, Segunda
Edición, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid
2012, págs. 360 y ss.
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
17
Prieto Sanchis, Luis, Op. Cit. Pág. 23
64 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
SENTENCIA
1. Declarar que no existe vulneración de derechos
constitucionales.
2. Negar la acción por incumplimiento planteada.
3. Notifíquese publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
cinco votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Wendy Molina Andrade, Alfredo Ruiz Guzmán y Patricio
Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces
Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana Sierra, Ruth
Seni Pinoargote y Manuel Viteri Olvera en sesión del 31 de
marzo del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.- Quito,
a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General.
CASO Nro. 0058-11-AN
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día martes 05 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.- Quito,
a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría General.
del proceso y remitir el proceso por violación sexual
signado con el N.° 0248-2012 en consulta a la Corte
Constitucional, para que acorde a lo previsto en el artículo
428 de la Constitución de la República1 se pronuncie sobre
la constitucionalidad del acta de juzgamiento dictada el 10
de abril del 2012 por la comunidad Samana y el Consejo de
Gobierno de la Unión de Organizaciones Campesinas del
Norte de Cotopaxi–UNOCANC, y defina si el mencionado
documento es contrario a la Constitución de la República y
a los instrumentos internacionales de derechos humanos en
lo que respecta a la protección del derecho de los menores de
edad y principalmente su identidad sexual y discapacidad;
y, a la vez emita su criterio acerca de la validez o no del
juzgamiento por parte de la justicia indígena que se realiza
en forma posterior al inicio de este proceso por parte de la
Fiscalía de Cotopaxi.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el
período de transición, de conformidad con lo establecido
en el inciso segundo del artículo 17 del Reglamento de
Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, certificó que en referencia a la acción
N.° 0519-12-CN no se ha presentado otra demanda con
identidad de objeto y acción.
El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron los jueces
de la primera Corte Constitucional del Ecuador, de
conformidad a lo establecido en los artículos 432 y 434 de
la Constitución de la República.
En virtud a lo dispuesto en la Disposición Transitoria
Octava de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales,
en concordancia con lo dispuesto en el artículo 81 y
Disposición Transitoria Cuarta del Reglamento de
Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, el secretario general remitió a la jueza
constitucional, Ruth Seni Pinoargote, mediante memorando
N.° 009-CCE-SG-SUS-2012 del 30 de noviembre del 2012,
los casos sorteados por el Pleno de la Corte Constitucional,
entre los cuales se encuentra el caso N.° 0519-12-CN, para
su conocimiento.
Antecedentes de la Consulta
Quito, D.M., 08 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 004-15-SCN-CC
CASO N.° 0519-12-CN
La consulta de norma es formulada por el juez segundo
de garantías penales de Cotopaxi, dentro de la causa N.°
0248-2012, con fundamento en los siguientes antecedentes:
la señora Hilda Blanca Quisaguano Calo compareció a la
Unidad de Asuntos Indígenas de la Fiscalía Provincial de
Cotopaxi con la finalidad de denunciar el presunto delito
de violación sexual perpetrado en su hija Germanía de los
Ángeles Tapia Quisaguano por el señor Luis Aníbal Catota
Tisalema.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La presente consulta de constitucionalidad ha sido
propuesta por el juez segundo de garantías penales de
Cotopaxi, quien mediante auto emitido el 25 de julio
del 2012, a las 11:21, resuelve suspender la tramitación
1
Constitución de la República del Ecuador, artículo 428.- Cuando
una jueza o juez, de oficio o a petición de parte, considere que una
norma jurídica es contraria a la Constitución o a los instrumentos
internacionales de derechos humanos que establezcan derechos más
favorables que los reconocidos en la Constitución, suspenderá la
tramitación de la causa y remitirá en consulta el expediente a la Corte
Constitucional, que en un plazo no mayor a cuarenta y cinco días,
resolverá sobre la constitucionalidad de la norma.
Si transcurrido el plazo previsto la Corte no se pronuncia, el
perjudicado podrá interponer la acción correspondiente.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 65
Con fecha 11 de abril del 2012, a las 16:20, Hilda Blanca
Quisaguano Calo presenta un escrito mediante el cual
desiste de continuar con el trámite de la denuncia presentada
ante la Fiscalía Provincial de Cotopaxi el 06 de diciembre
del 2010, a las 14:00, en virtud de haber sido juzgado el
hecho denunciado por la jurisdicción indígena, para cuyo
efecto adjunta el acta de juzgamiento suscrita por la
comunidad Samana y el Consejo de Gobierno de la Unión
de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi–
UNOCANC.
Mediante providencia emitida con fecha 12 de abril del
2012, a las 15:27, el doctor Vinicio Santamaría Jiménez,
juez segundo de garantías penales de Cotopaxi Temporal,
avoca conocimiento de la causa y convoca a las partes a
la audiencia oral de formulación de cargos, señalando
día y hora para el efecto. En dicha audiencia, por existir
elementos de convicción del delito perpetrado, se procede a
dar inicio a la etapa de instrucción fiscal.
De conformidad con el oficio signado con el N.° 448-FGEFP-X-UAI, emitido con fecha 15 de junio del 2012, el
doctor Galo Romero Torres, fiscal de asuntos indígenas,
declara concluida la etapa de instrucción fiscal y solicita al
juez segundo de garantías penales de Cotopaxi señale día
y hora para la audiencia de sustentación y presentación de
dictamen fiscal.
Mediante providencia emitida con fecha 20 de junio del
2012, a las 11:06, el doctor Santiago Zumba Santamaría,
juez segundo de garantías penales de Cotopaxi, atendiendo
a la petición del fiscal y con notificación a las partes,
dispone que la audiencia oral de sustentación y presentación
de dictamen fiscal tenga lugar el 28 de junio de 2012, a las
16:00.
A través del escrito presentado con fecha 28 de junio de
2012, a las 14:07, el señor Luis Remigio Sillo Casillas,
presidente de la Unión de Organizaciones Campesinas del
Norte de Cotopaxi-UNOCANC, dentro del juicio signado
con el N.° 248-2012, manifiesta que la Constitución vigente
faculta a las autoridades indígenas para:
…conocer y juzgar los conflictos internos suscitados entre
miembros de nuestra comunidad, en base a las costumbres
y derechos propios que tenemos las comunidades para
solucionar de manera pacífica este tipo de casos, tomando en
cuenta que tanto la ofendida como el infractor son indígenas
miembros de la comunidad de Samana perteneciente a la
Organización indígena y campesina de la UNOCANC de
Planchaloma…(sic)
En tal razón, el Presidente de la UNOCANC solicita al juez
segundo de garantías penales de Cotopaxi, la declinación
de su competencia dentro de la causa signada con el N.°
0248-2012, por cuanto el citado caso ya ha sido juzgado por
la justicia indígena.
Con fecha 25 de julio del 2012, el juez segundo de garantías
penales de Cotopaxi considera que, previo a continuar con
la tramitación del caso, es imprescindible estar seguro de la
competencia de su judicatura. La duda del juez consultante
se genera en virtud de haber sido incorporada al proceso
un acta de juzgamiento indígena (foja 43), al respecto
manifiesta:
...en virtud de existir un acta de juzgamiento realizada en la
Comunidad de Samana, es necesario reflexionar que de la
misma forma el artículo 171 de la Constitución de la República
del Ecuador otorga a las autoridades de las Comunidades
Indígenas ejercer funciones jurisdiccionales para la solución
de conflictos internos, en base a sus procedimientos propios,
hasta la actualidad no se ha reglamentado ni fijado el campo
de acción o competencia de las autoridades indígenas, en
cuanto a la materia o tipo de conflictos que deben resolver al
interior de sus comunidades, lo que genera duda y expectativas
hasta cuando se fije tal competencia y por ende atribuciones,
conllevando que los procesos se eleven en Consulta a la Corte
Constitucional ... atento a lo dispuesto en el Artículo 428 de
la Constitución de la República del Ecuador, por considerar
que la norma jurídica aplicada por parte de la justicia
indígena es contraria a la Constitución de la República y a
los Instrumentos Internacionales de Derechos Humanos, en
cuanto a la protección del derecho de los menores de edad
y principalmente su indemnidad sexual y discapacidad, se
suspende la tramitación del proceso, y, se dispone se remita
en consulta el expediente a la Corte Constitucional, a fin de
que se pronuncie en relación a la validez o no del juzgamiento
por parte de la justicia indígena efectuado al procesado Luis
Aníbal Catota Tisalema…y se aclare las dudas existentes en
cuanto a la competencia de las autoridades indígenas y al valor
de las actas de juzgamiento de delitos que atentan a la dignidad
e integridad sexual de las personas como en el presente caso
de violación…(sic)
Petición de consulta de constitucionalidad
Con estos antecedentes el juez consultante, con la finalidad
de evitar la vulneración de los derechos de los sujetos
procesales, solicita a la Corte Constitucional se pronuncie
en relación:
1.- A la validez o no del juzgamiento por parte de la
justicia indígena efectuado al procesado Luis Aníbal Catota
Tisalema.
2.- A las dudas existentes en cuanto a la competencia de las
autoridades indígenas; y,
3.- Al valor de las actas de juzgamiento de delitos que
atentan a la dignidad e integridad sexual de las personas,
en situación de doble estado de vulnerabilidad, como en el
presente caso de violación sexual perpetrado en una niña
menor de edad y con discapacidad auditiva de 47%.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
El Pleno de la Corte Constitucional es competente para
conocer y resolver la consulta de constitucionalidad
planteada por el juez segundo de garantías penales de
Cotopaxi, de conformidad con lo prescrito en los artículos
428, 429 y 436 de la Constitución de la República, en
concordancia con los artículos 141, 142, 143 y 191 numeral
2 literal b de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y a lo dispuesto en el inciso
segundo del artículo 4 del Código Orgánico de la Función
Judicial.
66 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
La presente consulta sobre constitucionalidad de
norma se la ha realizado siguiendo los procedimientos
constitucionales y legales requeridos para el efecto, sin
omisión de solemnidad alguna, por tal razón se declara su
validez.
de la comunidad de Samana y el Consejo de Gobierno
de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de
Cotopaxi.
Legitimación activa
La consulta de constitucionalidad de norma tiene
como finalidad el afirmar el principio de supremacía
constitucional previsto en el artículo 424 de la
Constitución de la República, el cual dispone que las
normas y los actos del poder público guarden conformidad
con las disposiciones constitucionales so pena de carecer
de eficacia jurídica y ser expulsados del ordenamiento
jurídico.
El juez segundo de garantías penales de Cotopaxi se
encuentra legitimado para presentar la presente consulta de
constitucionalidad, de conformidad con lo establecido en el
artículo 428 de la Constitución de la República, el artículo
142 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, así como del inciso segundo del
artículo 4 del Código Orgánico de la Función Judicial.
Objeto de la consulta de constitucionalidad
El juez segundo de garantías penales de Cotopaxi solicita a
la Corte Constitucional se pronuncie en relación a la validez
o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena
efectuado al procesado Luis Aníbal Catota Tisalema,
a las dudas existentes en cuanto a la competencia de las
autoridades indígenas y al valor de las actas de juzgamiento
de delitos que atentan a la dignidad e integridad sexual de
las personas. En especial, el consultante hace referencia al
acta2 de juzgamiento suscrita por las autoridades indígenas
2
En lo principal el acta contenía lo siguiente: “En la comunidad
Samana de la Parroquia Toacaso, Cantón Latacunga, Provincia de
Cotopaxi, a los 10 días del mes de abril del 2012... las autoridades
indígenas de la Comunidad de Samana y el Consejo de Gobierno
de la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de Cotopaxi–
UNOCANC se instala la asamblea general de Comuneros de la
Comunidad de Samana, para conocer y resolver el conflicto de
agresión sexual suscitado en el día 4 de diciembre del 2010 en la cual
se encuentran involucrados la menor Germania del los Ángeles Tapia
Quisaguano como ofendida y el señor Luis Aníbal Catota Tisalema
como involucrado en el conflicto...El presente caso se ha suscitado el
día sábado 4 de diciembre del año 2010 en la que el señor Luis Aníbal
Catota Tisalema presuntamente ha mantenido relaciones sexuales con
la menor de edad Germania de los Ángeles Tapia Quisaguano en ese
entonces de once años de edad...La señora Hilda Blanca Quisaguano
Calo pide la palabra...solicita a las autoridades que se haga justicia
por haber mantenido relaciones con su hija menor de edad, informa
que la menor se encuentra bien de salud y que al momento no tienen
ninguna complicación en su integridad personal y psicológica...La
asamblea solicita que señor Luis Aníbal Catota explique lo sucedido
en ese día, inmediatamente pide la palabra el involucrado y manifiesta
que el día sábado 4 de diciembre del 2010 llegó del trabajo de la
ciudad de Quito en estado etílico...en esas circunstancias me dicen
que yo he tenido relaciones con la chica Germania de los Ángeles
Tapia Quisaguano, lo cual no me acuerdo por cuanto estuvo borracho,
y si es que ha pasado algo pido a los familiares mil disculpas...Luego
de escuchar las versiones tanto de la madre de la menor afectada así
como de otros familiares y comuneros la asamblea comunal resuelve
lo siguiente:1. Responsabilizar al señor Luis Aníbal Catota de ser
el causante de la presunta agresión sexual a la señorita Germania
del los Ángeles Tapia Quisaguano. 2. La Asamblea resuelve que
el involucrado cancele una indemnización económica de dos mil
dólares americanos por concepto de daño moral, mismo que servirá
para cubrir las necesidades propias de la menor. 3. La asamblea
Impone que el señor Luis Aníbal Catota realice trabajos comunitarios
dentro del territorio comunal por el tiempo de dos años...f ) La
asamblea realiza el castigo corporal al señor Luis Aníbal Catota
consistente en baño con agua fría y hortiga de páramo por un tiempo
de treinta minutos como signo de purificación y limpieza espiritual...
las autoridades indígenas de la UNOCSNC declaran cosa juzgada por
la Justicia Indígena...”. (sic)
Análisis constitucional
En esta línea, la Corte Constitucional ha señalado que para
que sea factible determinar la procedencia de una consulta
de constitucionalidad, es indispensable que el planteamiento
de la misma contenga al menos tres presupuestos, siendo
éstos los siguientes:
1. Identificación del enunciado normativo pertinente cuya
constitucionalidad se consulta: Las juezas jueces tienen la
obligación de remitir en consulta a la Corte Constitucional
la disposición normativa aplicable a un caso concreto que
consideren inconstitucional; por lo que los jueces deben
identificar con claridad absoluta cuales son los preceptos
normativos que consideran inconstitucionales, ya que
solo sobre ellos la Corte Constitucional podrá ejercer un
control de constitucionalidad. Bajo esta consideración no
caben consultas propuestas sobre interpretaciones infra
constitucionales que se realicen en el caso concreto, que no
denoten un problema de relevancia constitucional.
2. Identificación de los principio o reglas constitucionales que
se presumen infringidos.- La tarea de las juezas y jueces al
momento de elevar una consulta a la Corte Constitucional,
no se reduce a la identificación del precepto normativo
supuestamente contrario a la Constitución sino que además
deben identificar qué principios o reglas constitucionales se
presumen infringidos por la aplicación de dicho enunciado
normativo...
3. Explicación y fundamentación de la relevancia de la norma
puesta en duda, respecto de la decisión de un caso concreto.El juez debe detallar y describir, de manera pormenorizada y
sistemática, las razones por las cuales el precepto normativo
es indispensable para la decisión de un proceso judicial, lo
cual no solo implica identificar el enunciado normativo que
presuntamente debe ser aplicado al proceso, sino que también
conlleva a la determinación de cómo la interpretación de
la norma es imprescindible para lo toma de la decisión en
consideración a la naturaleza misma del proceso y momento
procesal en que se presenta dicha consulta... 3
De la transcripción que precede se colige que la consulta
presentada por el juez segundo de garantías penales de
Cotopaxi no reúne los presupuestos requeridos para la
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 001-13- SCN-CC,
caso N.° 0535-12-CN.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 67
configuración de una consulta de constitucionalidad, en
observancia a las disposiciones previstas en el artículo 428
de la Constitución de la República, en concordancia con
el inciso segundo del artículo 142 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, acorde
a las citadas disposiciones el juzgador posee la facultad
de elevar a consulta los temas que considere necesarios,
siempre y cuando mantenga una duda razonable y motivada
sobre un conflicto normativo.
La esencia de la consulta de constitucionalidad de
norma está dada por la necesidad de mantener la
supremacía constitucional, de tal forma que las normas
infraconstitucionales guarden conformidad con la
Constitución. En este caso, el acta de juzgamiento no
es una norma jurídica prevista en nuestro ordenamiento
jurídico, de tal forma que al ser un documento que
únicamente tiene efecto inter partes, no es competencia
de esta Corte referirse a la constitucionalidad de la misma,
en razón de que las disposiciones contenidas en la referida
acta no poseen efectos generales y obligatorios (erga
omnes).
En el caso bajo examen, no se precisan los principios o
reglas constitucionales que se consideran transgredidas,
así como tampoco se evidencia motivación alguna que
tenga correspondencia con la naturaleza de la consulta de
constitucionalidad, lo cual se explica puesto que el juez
segundo de garantías penales de Cotopaxi no identifica
expresamente la norma jurídica objeto de la consulta que
se considera contraria a la Constitución, y que además
sea aplicable en el caso concreto, pues según manifiesta,
en el auto del 25 de julio de 2012, la consulta tiene por
objeto el pronunciamiento de la Corte Constitucional
sobre la constitucionalidad del acta de juzgamiento dictada
por la comunidad Samana y el Consejo de Gobierno de
la Unión de Organizaciones Campesinas del Norte de
Cotopaxi–UNOCANC, en razón de considerar que dicha
acta es contraria a la Constitución de la República y a
los instrumentos internacionales de derechos humanos
en cuanto a la protección del derecho de los menores de
edad y principalmente su identidad sexual y discapacidad.
Asimismo, solicita que esta Corte se pronuncie sobre la
validez o no del juzgamiento por parte de la justicia indígena
que se realizó con posterioridad al inicio del proceso por
parte de la justicia ordinaria.
En conclusión, el artículo 428 de la Constitución de la
República faculta a los jueces a suspender la tramitación
de una causa únicamente cuando existe “duda razonable
y motivada” que una norma jurídica es contraria a la
Constitución o a los instrumentos internacionales de
derechos humanos, lo cual no sucede en el presente
caso. Se aprecia que lo que pretende el juez consultante
es que esta Corte emita un pronunciamiento sobre la
constitucionalidad de un acta de juzgamiento indígena,
acerca de la validez o no del juzgamiento por parte de
la justicia indígena efectuada al procesado Luis Aníbal
Catota Tisalema, y que se proceda a dirimir la competencia
entre la jurisdicción indígena y la ordinaria, lo cual no es
procedente absolver por la vía de consulta de norma dentro
del control concreto de constitucionalidad.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional,
expide la siguiente:
SENTENCIA
1.- Negar la consulta propuesta por el juez segundo de
garantías penales de Cotopaxi, por improcedente.
2.- Devolver el expediente al juez consultante para que
continúe con la sustanciación de la causa.
3.- Remitir copia de la sentencia al Consejo de la Judicatura
para que analice y observe la conducta del juez segundo
de garantías penales de Cotopaxi.
4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la
presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión de 08 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0519-12-CN
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
68 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Quito, D. M., 04 de marzo del 2015
SENTENCIA N.º 010-15-SIS-CC
2013, la secretaria general (e) de la Corte Constitucional,
a través de memorando N.º 0409-CCE-SG-SUS-2013 del
01 de octubre de 2013, remitió el caso al juez Antonio
Gagliardo Loor, para que continúe sustanciándolo.
CASO N.º 0028-13-IS
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El licenciado, Milton Javier Barragán Apunte, presentó una
acción de incumplimiento de la sentencia dictada por los
jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de
Esmeraldas el 01 de abril de 2013, dentro de la acción de
protección N.º 0042-2013.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 29
de mayo de 2013, certificó que no se ha presentado otra
demanda con identidad de objeto y acción (fojas 94 del
expediente).
A través del memorando N.º 241-CCE-SG-SUS-2013 del
10 de junio de 2013, la Secretaría General de la Corte
Constitucional, de conformidad con el sorteo realizado
por el Pleno de la Corte, remitió el presente caso al doctor
Patricio Pazmiño Freire, juez constitucional, para la
sustanciación del mismo.
El 12 de julio de 2013, de conformidad con las normas
constitucionales aplicables al caso, el artículo 194 numeral
3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional y 84 del Reglamento de Sustanciación de
Procesos de Competencia de la Corte Constitucional, el
juez sustanciador avocó conocimiento de la causa y dispuso
que se notifique con la demanda planteada y dicho auto
a los señores Luis Felipe Pacheco Luque, Othon Oyala
Seminario, Carlos Camacho Martínez, rector, procurador
general y decano de la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres” de Esmeraldas, en su orden; al procurador general
del Estado y a los jueces de la Sala Única de la Corte
Provincial de Justicia de Esmeraldas, con la finalidad de que
en el término de cinco días remitan a la Corte Constitucional
un informe con la debida motivación sobre las razones del
incumplimiento que se demanda. Se convocó a las partes a
audiencia pública para el día martes 06 de agosto de 2013
a las 10h30.
El juez sustanciador, mediante oficio N.º 0155-CCEPPF-2013 del 05 de agosto de 2013, remitió el expediente
con la excusa prevista en el artículo 191 numeral 5
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, por cuanto el legitimado pasivo,
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” el 07 de junio
de 2012 procedió a entregarle la condecoración “Coronel
Luis Vargas Torres”, la misma que en sesión ordinaria del
Pleno del Organismo efectuada el 18 de septiembre de
2013, conoció y aprobó la excusa presentada por el juez
constitucional Patricio Pazmiño Freire.
En atención al sorteo realizado por el Pleno de la Corte
Constitucional en sesión ordinaria del 18 de septiembre de
Mediante providencia del 01 de abril de 2014, el juez
sustanciador avocó conocimiento de la causa signada con
el N.º 0028-13-IS y dispuso que se notifique a las partes
procesales la recepción del proceso en sus respectivas
casillas señaladas para el efecto. Asimismo, se les notificó
con la demanda planteada, el contenido de la sentencia
cuyo incumplimiento se demanda y el texto de la demanda
al juez de la Unidad Judicial Especializada en Familia,
Mujer, Niñez y Adolescencia del cantón Esmeraldas, a fin
de que en el término de 5 días de recibida la providencia,
remita un informe argumentado sobre las razones del
incumplimiento que se demanda. De conformidad y para
efectos del artículo 12 segundo inciso de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional se
le notifica al representante de la Secretaría de Educación
Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (SENESCYT)
y a la Defensoría del Pueblo de Esmeraldas. Se convocó a
las partes procesales a la audiencia pública para el martes
22 de abril de 2014 a las 15h30.
De la demanda y sus argumentos
El accionante manifiesta que junto con otros compañeros se
matriculó en la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”
de la ciudad de Esmeraldas, con la finalidad de obtener
el título de abogado de la República del Ecuador. Que
pese a haber cumplido con todos los requisitos legales y
administrativos, no se ha llevado a cabo la inclusión en el
orden del día del Consejo Superior Universitario para la
respectiva incorporación de abogados de los juzgados y
tribunales de la República del Ecuador.
El demandante indica que la sentencia dictada por la Sala
Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas aceptó
el recurso de apelación interpuesto por los accionantes y
revocó el fallo de primera instancia del 11 de enero de 2013
a las 14h42, aceptando la acción de protección deducida.
Aduce que la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”,
por medio de su rector, procurador general y decano de la
Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo,
reconocen el cumplimiento de los requisitos y formalidades
legales, pero que incumplen con lo esencial que es la
incorporación de abogados de los juzgados y tribunales de
la República del Ecuador.
Petición concreta
Con los antecedentes expuestos, el legitimado activo
solicita que en sentencia se ordene incluir en el orden del
día del Consejo Superior Universitario de la Universidad
“Luis Vargas Torres” de Esmeraldas para incorporarlos
de abogados de los juzgados y tribunales de la República
del Ecuador, a todos y cada uno de los accionados,
responsabilidad que recae en los personeros de dicha
institución educativa superior, esto es, en la persona del
señor rector, procurador general y decano de la Facultad de
Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 69
Texto de la sentencia cuyo cumplimiento se demanda
En lo principal, la sentencia emitida por los jueces de
mayoría de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia
de Esmeraldas, dentro de la acción de protección N.º 00422013- contiene lo siguiente:
(…) OCTAVO: En el presente caso materia de examen,
es evidente que los funcionarios de la Universidad Luis
Vargas Torres, irrespetaron los principios de igualdad y
no discriminación, y al hacerlo vulneraron los derechos y
garantías de la educación consagrados en los artículos 26, 28,
29 y 356 de la Carta Fundamental del Estado, al mismo tiempo
infringieron el derecho a la seguridad jurídica establecido
en el artículo 82 del Cuerpo Constitucional antes invocado,
considerado como el pilar sobre el cual se asienta la confianza
ciudadana en cuanto a las actuaciones de los distintos poderes
públicos. En tal virtud, los actos emanados de las autoridades
universitarias deben contener una adecuada argumentación
respecto al tema puesto en su conocimiento, debiendo además
ser claros y precisos, sujetándose a las atribuciones que le
competen a cada órgano. Este derecho a la seguridad jurídica
que se halla también reconocido en el artículo 11 numeral 9
de la Constitución, determina que es el más alto deber del
Estado respetar y hacer respetar los derechos consagrados en la
Constitución. En consecuencia, en mérito de los razonamientos
jurídicos que anteceden, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR,
Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS
LEYES DE LA REPÚBLICA, la Sala Acepta el recurso de
apelación interpuesto por los accionantes, se revoca el fallo de
primera instancia de fecha 11 de enero de 2013 a las 14h42,
y se acepta la Acción ordinaria de Protección deducida por
los señores Milton Javier Barragán Apunte…en contra del
licenciado LUIS FELIPE PACHECO LUQUE, en su calidad de
Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
Ab. OTHON OLAYA SEMINARIO, Procurador General de
la Universidad; y Lcdo. CARLOS CAMACHO MARTINEZ,
decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del
Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad Técnica Luis Vargas
Torres, y en función del principio de la tutela efectiva, imparcial
y expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo
75 de la Constitución de la República, se ordena la inmediata
reparación integral del daño causado a los accionados, y se
proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior
Universitario para incorporarlos de Abogados de los Juzgados
y Tribunales de la República, conforme a lo previsto en el
artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional. Ejecutoriado que sea el presente
fallo cúmplase por parte de la Secretaría de la Corte con lo
dispuesto en el numeral 5 del artículo 86 de la Carta Magna, en
concordancia con el numeral 1 del artículo 25 de la Ley antes
invocada. Notifíquese.
de 2012 realizó su última sesión, en la cual se posesionaron
los miembros del nuevo organismo, denominado Consejo
Académico Superior Universitario, integrado de manera
diferente, y de conformidad con el artículo 47 de la Ley
Orgánica de Educación Superior. El anterior Consejo
respondía a una ley que ya no está en vigencia; el nuevo
Consejo Académico Superior Universitario responde a
la Ley Orgánica de Educación Superior, promulgada el
12 de octubre de 2010, y a la concepción sobre la nueva
universidad, por tanto, la demanda se refiere a un organismo
que ya no existe.
Indican que en sesión extraordinaria del Consejo
Académico Superior Universitario del 24 de abril de 2013,
se trató el asunto del señor Milton Javier Barragán Apunte y
otros accionantes, en la que se resolvió: i) No se puede dar
cumplimiento a la sentencia por cuanto el órgano al cual
está dirigida, de acuerdo a la Ley Orgánica de Educación
Superior y al estatuto universitario vigente, es un órgano
distinto al que se menciona en dicho instrumento judicial.
ii) Incompetencia del Consejo Académico Superior
Universitario para cumplir con la sentencia, según lo
determina el artículo 3 del Reglamento de Graduación
de Pregrado de la Universidad, pues este instrumento
normativo no faculta a dicho Consejo a señalar día y hora
para graduación de estudiantes. iii) La Constitución de la
República establece que las instituciones públicas deben
cumplir con ella y la ley. Por tanto, un fallo judicial no
puede obligar a un ente administrativo a violentar la ley.
Se consideró que la sentencia es inejecutable, y hasta
tanto no se resuelva la acción extraordinaria de protección
deducida por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”
en contra del fallo de la Sala Única, por unanimidad el
Consejo Académico Superior Universitario, resolvió que
no se puede dar cumplimiento a la sentencia aludida.
Procurador General del Estado
El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional
de Patrocinio, delegado del procurador general del Estado,
mediante escrito ingresado el 24 de julio de 2013 a las
09h26, en lo principal dice:
…que al no poseer elementos de descargo sobre los
fundamentos de la acción propuesta no puede emitir un criterio
al respecto. Le corresponde al legitimado pasivo determinado
en la sentencia informar y justificar el cabal cumplimiento de
dicha sentencia constitucional.
Ratifico mi domicilio constitucional en la casilla constitucional
No. 018. Acompaño copia certificada de la acción de personal
que acredita mi comparecencia.
De la contestación y sus argumentos
Comparecencia de Amicus Curiae
Rector y ex procurador general de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas
Mediante escrito presentado el 01 de agosto de 2013 a las
14h32, los señores David José Durán Vega, Flora María
Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier
Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid
Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli, en
lo principal expresan lo siguiente:
En el informe remitido a esta Corte, en lo principal
manifiestan: que actualmente, el Consejo Superior
Universitario no existe, habida cuenta de que el 30 de octubre
70 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Que en el expediente constan oficios dirigidos al rector de
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas
que contienen las pretensiones de los 20 exestudiantes
de la Universidad Nacional de Loja, homologados en
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” a fin de
reconocer los derechos de los estudiantes a obtener su título
de abogado.
Aducen que existen exhortos tanto de la Defensoría del
Pueblo de la delegación provincial de Esmeraldas, así como
del señor presidente de la República a los representantes de
dicho centro educativo superior para que se les otorgue los
correspondientes títulos profesionales.
Indican que han dado cumplimiento con el plan de
contingencia y homologación, que existen informes sobre
la legalidad de la documentación, que han elaborado la tesis
en estricto apego a los reglamentos y demás leyes a las que
están sujetos.
Finalmente, expresan que la sentencia constitucional
expedida por la Sala Única de la Corte Provincial de
Esmeraldas dentro de la acción de protección N.º 00422013, aceptó la pretensión de los accionantes, ordenando
a las autoridades del centro educativo que procedan a
la reincorporación de los abogados de los juzgados y
tribunales de la República del Ecuador y confieran los títulos
profesionales correspondientes, disposición constitucional
que ha sido incumplida totalmente por el rector, procurador
general y decano de la Facultad de Ciencias Sociales y
Estudios del Desarrollo de la Universidad “Luis Vargas
Torres” de Esmeraldas.
sesión extraordinaria del Consejo Académico Superior
Universitario a realizarse el 26 de abril de 2013.
-
El 30 de abril de 2013 el rector de la Universidad,
adjunta el acta de la sesión extraordinaria del Consejo
Académico Superior Universitario a realizarse el 26 de
abril de 2013.
-
Providencia del 30 de abril de 2013 a las 15h46, que
dispone incorporar al proceso el escrito presentado por
parte del rector de la Universidad “Luis Vargas Torres”
de Esmeraldas y los documentos que adjunta; con su
contenido se corre traslado a los accionantes por el
término de 72 horas.
-
El 03 de mayo de 2013, los accionantes contestan el
traslado e insisten en que se cumpla la sentencia.
-
Providencia del 13 de mayo de 2013 a las 07h18,
disponiendo incorporar al proceso el escrito presentado
por la parte accionante. Previo a atender lo solicitado,
se pide al rector de la Universidad que en el término
de 72 horas se sirva aclarar si el Consejo Superior
Universitario y el Consejo Académico Superior
Universitario, son Consejos distintos (integración,
funciones, deberes y obligaciones distintas), de
conformidad a lo dispuesto en la sentencia de la Sala
Única de la Corte Provincial de Esmeraldas y el acta del
26 de abril de 2013 RES-CONS-ACAD.SUP.UNIV No.
019-13.
-
El 16 de mayo de 2013, los accionantes solicitan al juez
la destitución del licenciado Luis Felipe Pacheco en
su calidad de rector de la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” y que se remita copia certificada del
proceso a la Fiscalía para que se inicie el proceso por
desacato.
-
Providencia del 21 de mayo de 2013 a las 10h57 que
dispone: “(…) agréguese al proceso la documentación
que adjunta. 2.- De la respuesta a la aclaración solicitada
mediante providencia de 13 de mayo de 2013 a las 07h18
se concluye que el Consejo Superior Universitario ya no
existe siendo reemplazado por el Consejo Académico
Superior Universitario, actualmente máximo organismo
de la Universidad tal como lo era el Consejo Superior
Universitario (…). 3.- A fojas 667 y 668 del proceso
consta la Resolución del Consejo Académico Superior
Universitario adoptada en sesión extraordinaria de
viernes 26 de abril de 2013 donde manifiesta lo siguiente:
“1… no se puede dar cumplimiento a la sentencia por
cuanto el órgano al que se dirige la sentencia conforme
a la Ley Orgánica de Educación Superior y al Estatuto
vigente de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”
es un órgano distinto al que está dirigida la sentencia.
2.- Incompetencia de este organismo para cumplir con
dicha sentencia del Reglamento de Graduación de
Pregrado de la Universidad en su artículo número 3 no
lo faculta en señalar día y hora para la graduación de
ningún estudiante de la universidad (…). 3.- (…) un
fallo judicial no puede obligar a un ente administrativo
a violar la ley bajo estas consideraciones y por cuanto
la sentencia se convierte en inejecutable, este Consejo
Doctor Walter Patricio Caicedo Merizalde, juez de
la familia, mujer, niñez y adolescencia del cantón
Esmeraldas
En lo principal, en el informe remitido a esta Magistratura
constitucional expone cronológicamente las diligencias
realizadas para dar cumplimiento de la sentencia de la Sala
Única de la Corte Provincial de Esmeraldas del 01 de abril
de 2013 a las 13h57.
-
Requerimiento mediante providencia del 15 de abril de
2013 a las 15h14, para que el legitimado pasivo cumpla
con la sentencia emitida.
-
Providencia del 22 de abril de 2013 a las 15h40 en la
que dispone que el rector de la Universidad Técnica
“Luis Vargas Torres”, dentro del término de 4 días,
presente en la judicatura constancia de la convocatoria
del Consejo Superior Universitario con el respectivo
orden del día, de conformidad con lo dispuesto en la
sentencia de la Sala Única de la Corte Provincial de
Justicia de Esmeraldas.
-
El 25 de abril de 2013 el rector de la Universidad “Luis
Vargas Torres” remitió a la judicatura la convocatoria a
Consejo Académico Superior Universitario para tratar
el cumplimiento de la sentencia.
-
Providencia del 25 de abril de 2013 solicitando
remitir al juzgado copia certificada del acta de la
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 71
Académico Superior Universitario hasta tanto la Corte
Constitucional no haga un expreso pronunciamiento
a la acción extraordinaria interpuesta por las razones
que hemos expuesto no podemos dar cumplimiento a
lo resuelto por el voto de mayoría de la Única Sala de
la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas”. 4.- Si
bien la presentación de una acción extraordinaria de
protección no suspende la ejecución de las sentencias,
el contenido de la resolución del Consejo Académico
Superior Universitario claramente demuestra su
posición en relación al cumplimiento de la sentencia
emitida por la Sala Única de la Corte Provincial
de Esmeraldas del 01 de abril de 2013 a las 13h57,
por lo que si los accionantes consideran que existe
incumplimiento de la misma, tiene derecho a ejercer
las acciones judiciales y constitucionales que se
consideren asistidos en garantía de la obligatoriedad
de administrar justicia constitucional. 5.- No se ordena
la destitución del licenciado Luis Felipe Pacheco en
calidad de rector de la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” de Esmeraldas, por no ser facultad de
los jueces de la instancia declarar el incumplimiento
de las sentencias dictadas en las acciones de protección
ni aplicar sanciones, de esa forma se ha pronunciado
la Corte Constitucional mediante las sentencias: a) N.º
076-10-SEP-CC,del 22 de diciembre de 2010, caso
N.º 1114-10-EP; b) 001-10-PJO-CC, 22 de diciembre
de 2010, caso N.º 0999-09-JP; c) N.º 031-09-SEP-CC
del 24 de noviembre de 2009, caso N.º 0485-09-EP.
6.- Concédase copias certificadas de las actuaciones
procesales que se menciona en el escrito constante a
fojas 671 a fin de que los señores y señoras accionantes
si los considera pertinente acudan directamente ante
la Fiscalía Provincial de Esmeraldas a iniciar las
acciones penales que se consideren con derecho.
NOTIFÍQUESE”.
-
El 26 de julio de 2013 se incorpora al proceso el oficio
N.º 0265-SG-UTE-LVT del 26 de julio del 2013,
suscrito por el secretario general de la UTE-LVT que
contiene lo resuelto mediante sesión extraordinaria del
Consejo Académico Superior de la UTE-LVT del 12
de junio de 2013 donde resuelve dar cumplimiento a la
sentencia dictada por la Corte Provincial de Justicia de
Esmeraldas.
-
El 06 de enero de 2014 se pone en conocimiento de las
partes la recepción del proceso desde la Sala Única de
la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas. Se agrega
la copia certificada del auto que rechaza a trámite la
causa No. 1402-13-EP por no completar la demanda.
-
El 19 de marzo de 2014 los accionantes presentan
un requerimiento en virtud de la cual piden se haga
cumplir la sentencia. El 20 de marzo de 2014 se notifica
al Rector de la UTE-LVT para que dentro del término
de 5 días informe sobre el estado del cumplimiento de
la sentencia.
Finalmente señala que en el mes de marzo de 2014
cuando los accionantes nuevamente informan que no se ha
cumplido con la sentencia, la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” se encuentra intervenida por el Consejo de
Educación Superior.
Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia
de Esmeraldas
En lo principal, en el informe remitido a este Organismo
manifiestan que cumplieron con el procedimiento previsto
para el caso y viabilizaron con la devolución inmediata
del proceso al juzgado de origen, en este caso, al juez de
la Unidad Judicial de la Familia, Mujer y Adolescencia
de Esmeraldas, la fase de ejecución de la sentencia que
corresponde, de conformidad con lo dispuesto en el artículo
21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, es al juez o jueza, quien “deberá
emplear todos los medios que sean adecuados y pertinentes
para que se ejecute la sentencia o el acuerdo reparatorio”,
por lo que a la fecha no ha llegado a conocimiento de la
Sala, por ningún recurso, respecto de si los accionados
cumplieron o no con lo dispuesto en la sentencia.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes
constitucionales, de conformidad con lo previsto en el
artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en
concordancia con los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y
de acuerdo con el artículo 3 numeral 11 del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.
Naturaleza de la acción de incumplimiento de sentencias
y dictámenes constitucionales
Según lo prescrito en los artículos 429 y 436 numeral 9 de
la Constitución de la República, a la Corte Constitucional
le ha sido otorgada la potestad de ser el máximo órgano de
control, interpretación constitucional y de administración
de justicia en dicha materia, lo cual, a su vez, le faculta para
conocer y sancionar el incumplimiento de las sentencias
y dictámenes constitucionales, desplegando así la mayor
cantidad de mecanismos jurídicos a favor de las personas,
a fin de garantizar que sus sentencias y dictámenes
constitucionales sean materializados.
En efecto, el ordenamiento constitucional ha establecido
la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales, cuya competencia le corresponde a la
Corte Constitucional, la que verifica el cumplimiento
o incumplimiento de la sentencia en firme, y en caso de
constatar un incumplimiento de sentencia, dispondrá la
ejecución inmediata de la misma, en base a lo dispuesto
en ella por el juez de instancia, siempre y cuando dicha
decisión sea conforme a lo dispuesto por la Constitución
de la República y a la ley que rige la materia. De esta
manera, coadyuva ostensiblemente con la protección
y goce de los derechos constitucionales de las personas
ante posibles vulneraciones de los mismos por parte de
quienes están en la obligación constitucional y legal de
dar cumplimiento a las sentencias emitidas en materia de
garantías jurisdiccionales.
72 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
En sentencia N.º 001-13-SIS-CC, caso N.º 0015-12-IS, esta
Corte señaló lo siguiente:
(...) para tutelar, proteger y remediar los efectos que producen
los retardos del cumplimiento de sentencias y dictámenes
dictados en garantías jurisdiccionales, se incorporó esta
acción, cuya labor se centra en verificar que se cumpla con
las sentencias dictadas por los jueces constitucionales,
atendiendo al principio de tutela judicial efectiva. El alcance
de la acción no es otro que dar protección a los ciudadanos
contra eventuales actos violatorios de sus derechos, en los que
las autoridades conminadas al cumplimiento de una sentencia
dictada en garantías constitucionales, no han cumplido con
lo ordenado, o lo han hecho parcialmente, de tal forma que
la reparación realizada no satisfaga la reparación del derecho
violado1.
Por tanto, la acción de incumplimiento de sentencias y
dictámenes constitucionales emerge como un mecanismo
constitucional ejecutor de las decisiones constitucionales,
toda vez que:
(...) Los procesos judiciales solo terminan con la aplicación
íntegra de la sentencia o la reparación integral del derecho
vulnerado; en otras palabras, gracias a esta garantía, los
procesos constitucionales no llegan a su fin con la expedición
de la sentencia, sino cuando haya cumplido con todos los
actos que se haya dispuesto en ella y se ha llevado a cabo
la reparación integral de los derechos vulnerados, tarea
que además le corresponde a la Corte vigilar conforme sus
atribuciones2.
La competencia de la Corte Constitucional en las acciones
de incumplimiento de sentencias constitucionales se limita
a hacer cumplir lo dictado por: i) Los jueces ordinarios
en materia de garantías jurisdiccionales en sentencias
ejecutoriadas, ii) Las emitidas por esta Corte, y iii) Los
fallos del ex Tribunal Constitucional. En este sentido, esta
Corte Constitucional ha señalado lo siguiente:
(…) A partir de la activación de un incumplimiento de
resoluciones, sentencias o dictámenes constitucionales, no se
podrá pretender que el juez constitucional analice nuevamente
el fondo de un asunto ya dilucidado previamente; por el
contrario, su análisis se circunscribe en la ejecución de aquella
sentencia o resolución ya expedida por el juez competente
(…)3.
Conforme al criterio que precede, este Órgano
constitucional, mediante acción de incumplimiento de
sentencia y dictamen constitucional, no puede entrar
a analizar el asunto que fue materia de la acción de
protección, por cuanto el mismo fue analizado y resuelto
en su momento por los jueces con competencia para ello y
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 001-13-SIS-CC,
caso N.º 0015-12-IS
2
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 002-13-SIS-CC,
caso N.º 0047-10-IS.
3
Corte Constitucional del Ecuador para el periodo de transición,
sentencia N.° 0008-09-SIS, caso N.º 009-09-IS.
porque además, en el ordenamiento jurídico constitucional
existen otras garantías jurisdiccionales idóneas para
examinar si en las decisiones emitidas en dicha materia, se
ha vulnerado o no algún derecho constitucional.
Determinación y resolución del problema jurídico
Para resolver el presente caso, esta Corte considera
necesario el planteamiento del siguiente problema jurídico:
El rector, procurador general y decano de la Facultad
de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo, de
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de
Esmeraldas, incumplen con lo ordenado en la sentencia
constitucional dictada dentro de la acción de protección
N.º 0042-2013 por los jueces de mayoría de la Sala Única
de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas el 01 de
abril de 2013?
La sentencia constitucional, materia de esta acción de
incumplimiento, aceptó el recurso interpuesto revocando
la decisión emitida por el juez a quo, que a criterio de la
mayoría de los jueces provinciales, existía vulneración de
los derechos constitucionales a la igualdad formal, igualdad
material y no discriminación, contemplados en los artículos
3 numeral 1; 11 numeral 2; 66 numeral 4; el derecho a la
educación consagrado en los artículos 26, 28, 29 y 356, y el
derecho a la seguridad jurídica establecido en el artículo 82
de la Constitución de la República. Por tanto, ha decidido
lo siguiente:
(…) la Sala Acepta el recurso de apelación interpuesto por
los accionantes, se revoca el fallo de primera instancia de
fecha 11 de enero de 2013 a las 14h42, y se acepta la Acción
ordinaria de Protección deducida por los señores Milton
Javier Barragán Apunte…en contra del licenciado LUIS
FELIPE PACHECO LUQUE, en su calidad de Rector de la
Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, Ab. OTHON
OLAYA SEMINARIO, Procurador General de la Universidad;
y Lcdo. CARLOS CAMACHO MARTINEZ, decano de
la Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo
(FACSEDE) de la Universidad Técnica Luis Vargas Torres,
y en función del principio de la tutela efectiva, imparcial y
expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo 75
de la Constitución de la República, se ordena la inmediata
reparación integral del daño causado a los accionados, y
se proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo
Superior Universitario para incorporarlos de Abogados
de los Juzgados y Tribunales de la República, conforme a
lo previsto en el artículo 18 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional. Ejecutoriado que
sea el presente fallo cúmplase por parte de la Secretaría de
la Corte con lo dispuesto en el numeral 5 del artículo 86 de la
Carta Magna, en concordancia con el numeral 1 del artículo 25
de la Ley antes invocada. Notifíquese” (Énfasis y subrayado
fuera del texto).
Como se puede observar, la disposición constitucional es
clara y expresa de hacer, esto es, la “reparación integral del
daño causado a los accionados, y se proceda a incluirlos en
el Orden del Día del Consejo Superior Universitario para
incorporarlos de abogados de los juzgados y tribunales de
la República”, es decir, las nombradas autoridades de la
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 73
institución educativa accionada procedan a incorporar a los
13 legitimados activos como abogados de los juzgados y
tribunales de la República. En otras palabras, por mandato
judicial quedaron obligadas para incluirlos en el orden del
día del Consejo Superior Universitario para incorporarlos de
abogados, pues de esta manera han garantizado el efectivo
goce de los derechos constitucionales de los legitimados
activos, cuya pretensión fue:
(…) que en sentencia se declare vulnerados nuestros derechos
y como reparación integral de los mismos se obligue a los
accionados a terminar con la discriminación implementada
contra los accionantes y se ordene la inclusión en la próxima
sesión del Consejo Superior Universitario de nuestros nombres
para incorporarnos como abogados de los juzgados y tribunales
de la República”. (Considerando cuarto de la sentencia emitida
en el caso 042-2013).
Ahora bien, en atención al principio de supremacía
hermenéutica, las decisiones judiciales adoptadas en la
jurisdicción constitucional están situadas en la cúspide de
la administración de justicia, por lo que gozan de carácter
eficaz y de ejecución integral frente a otras materias o
decisiones de los operadores de justicia y órganos de
poder público, pues así lo establece el artículo 86 numeral
2 literal a, y numeral 3 segundo inciso de la Constitución
de la República. Por tanto, ninguna autoridad u órgano del
poder público puede interferir, desoír o contravenir una
decisión constitucional, pues no cabe que las autoridades
requeridas dejen de acatar, porque conforme el mandato del
artículo 83 numeral 1, ibídem4, tienen el deber jurídico de
dar cumplimiento a las decisiones legítimas de la autoridad
competente, en el presente caso, de los jueces provinciales
constitucionales de instancia. En tal virtud, están impedidas
para expedir o adoptar actos posteriores que afecten
la decisión judicial bajo prevenciones de sanción a la
persona o institución responsable del incumplimiento, y
cualquier acto u omisión ulterior del órgano requerido que
pretenda omitir, desconocer o perturbar la disposición de
una sentencia constitucional se considera falta grave del
servidor omiso y vulneración de derechos tutelados.
Con las premisas expuestas, le corresponde a esta
Corte verificar si existen circunstancias conducentes al
incumplimiento de la sentencia en referencia.
De los documentos y recaudos procesales que constan en el
expediente constitucional se establece lo siguiente:
A fojas 113 a 124 consta el contenido del informe remitido
a esta Corte por las autoridades accionadas, alegando que
actualmente el Consejo Superior Universitario no existe,
que el 30 de octubre de 2012 realizó su última sesión en
la cual se posesionaron los miembros del nuevo Consejo
Académico Superior Universitario. Asimismo, se menciona
que el anterior Consejo respondía a una ley que ya no está
en vigencia; en cambio, el Consejo Académico Superior
4
Art. 83.1 CR: “Son deberes y responsabilidades de las ecuatorianas
y los ecuatorianos, sin perjuicio de otros previstos en la Constitución
y la Ley: 1. Acatar y cumplir la Constitución, la ley y las decisiones
legítimas de autoridad competente”.
Universitario responde a la Ley Orgánica de Educación
Superior, vigente desde el 12 de octubre de 2010. Concluye
el informe manifestando que el Consejo Académico
Superior Universitario, en sesión extraordinaria del viernes
26 de abril de 2013, trató el asunto del señor Milton Javier
Barragán Apunte y otros accionantes, en la que se resolvió:
i) No dar cumplimiento a la sentencia por cuanto el órgano
al cual está dirigida, de acuerdo a la Ley Orgánica de
Educación Superior y al estatuto universitario, es un órgano
distinto al que se menciona en dicho instrumento judicial.
ii) Incompetencia del Consejo Académico Superior
Universitario para cumplir con la sentencia, por lo que
determina el artículo 3 del Reglamento de Graduación de
Pregrado de la Universidad, instrumento normativo que no
faculta a dicho Consejo a señalar día y hora para graduación
de estudiantes. iii) La Constitución de la República
establece que las instituciones públicas deben cumplir con
ella y la ley, por tanto, un fallo judicial no puede obligar a
un ente administrativo a violar la ley (Fs. 126).
Estos argumentos expuestos por las autoridades de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
ameritan que esta Corte considere si operan o no
legítimamente para no cumplir la decisión judicial materia
de esta acción. En tal virtud, se procede a evaluar dos
circunstancias:
La primera referente al organismo responsable del
cumplimiento de la sentencia constitucional en la
actualidad.
El Consejo Académico Superior Universitario, organismo
que actualmente rige en la Universidad Técnica
“Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, se excusa de dar
cumplimiento a la sentencia constitucional, basándose en
los siguientes hechos acaecidos: Que es un órgano distinto
al que se menciona en la sentencia, que no se encuentra
facultado para señalar día y hora para la graduación de los
estudiantes, que la sentencia es inejecutable hasta tanto no
se resuelva la acción extraordinaria de protección deducida
por la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” en contra
del fallo materia de la acción.
Es importante tener presente que a partir del cambio
de modelo del Estado que surgió con la entrada de
la Constitución de 2008, es frecuente encontrar una
gran diversidad de transformaciones, modificaciones,
creaciones e incluso extinciones, de manera total o parcial,
de determinados organismos administrativos dentro de
las instituciones públicas, los cuales en la praxis surgen
problemas de coordinación, de responsabilidad, de ejecución
que debe ser superado, deduciéndose que esas innovaciones
prima facie comprometen el deber de reconocer por parte
de los nuevos organismos o autoridades ejercer o actuar
con diligencia en aras de precautelar los derechos tutelados
de las personas, conforme lo determina el artículo 227 de
la Constitución que establece: “La administración pública
constituye un servicio a la colectividad que se rige por
los principios de eficacia, eficiencia, calidad, jerarquía,
desconcentración,
descentralización,
coordinación,
participación, planificación, transparencia y evaluación”,
motivo por el cual, el cumplimiento de una disposición
judicial, como la que se verifica en la presente causa, debe
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ser asumida por los órganos o autoridades que se encuentren
en funciones para el logro de los cometidos estatales, así
como para la realización de los fines del Estado.
Los artículos 21 y 165 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional5, le posibilita no
solo al órgano que expidió la decisión judicial, sino a la Corte
Constitucional cuando conoce la acción de incumplimiento
de sentencia constitucional, viabilizar el cumplimiento de la
misma cuando se presentan determinadas circunstancias, que
han aparecido, ya que es claro que ningún acontecimiento
puede constitucionalmente limitar o eliminar la facultad del
juez de hacer cumplir la sentencia, pues su incumplimiento
es sancionado por la ley, conforme prescribe el artículo 75
de la Constitución de la República.
La sentencia objeto de esta acción ordena que se proceda a
incluir en el orden del día del Consejo Superior Universitario
para incorporarlos de abogados de los juzgados y tribunales
de la República, toda vez que los peticionarios de la acción
de protección solicitaron que sea el Consejo Superior
Universitario, por ser el organismo encargado de tal evento.
Posteriormente, el referido Consejo, por la entrada en
vigencia del nuevo ordenamiento jurídico, se ha extinguido,
creando en su lugar el Consejo Académico Superior
Universitario, organismo que si bien es cierto no ha sido
mencionado en la sentencia cuyo cumplimiento se exige,
no es menos cierto que en un contexto de transformación
organizacional que vive el sector de la educación superior
en el país, no puede implicar la desinstitucionalización
de sus organismos, es por ello que en aplicación de los
principios de conservación del derecho, actualmente asume
o es reemplazado por el Consejo Académico Superior
Universitario, por tanto, corresponde al actual organismo
cumplir la sentencia, toda vez que el segundo inciso del
artículo 172 de la Constitución señala que las servidoras
y servidores judiciales, que incluyen a juezas y jueces,
y otros operadores de justicia, apliquen el principio de
5
Art. 21 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional:
“Cumplimiento.- La jueza o juez deberá emplear todos los medios
que sean adecuados y pertinentes para que se ejecute la sentencia o
el acuerdo reparatorio, incluso podrá disponer la intervención de la
Policía Nacional.
Durante esta fase de cumplimiento, la jueza o juez podrá expedir
autos para ejecutar integralmente la sentencia e incluso podrá
evaluar el impacto de las medidas de reparación en las víctimas y sus
familiares; de ser necesario, podrá modificar las medidas.
La jueza o juez podrá delegar el seguimiento del cumplimiento de
la sentencia o acuerdo reparatorio a la Defensoría del Pueblo o a
otra instancia estatal, nacional o local, de protección de derechos.
Estos podrán deducir las acciones que sean necesarias para cumplir la
delegación. La Defensoría del Pueblo o la instancia delegada deberá
informar periódicamente a la jueza o juez sobre el cumplimiento de
la sentencia o acuerdo reparatorio.
El caso se archivará sólo cuando se haya ejecutado integralmente la
sentencia o el acuerdo reparatorio”.
Art. 165 ibídem. Efecto de las decisiones de la justicia constitucional
en las acciones de incumplimiento de sentencias.- En el trámite de
la acción, la Corte Constitucional podrá ejercer todas las facultades
que la Constitución, esta Ley y el Código Orgánico de la Función
Judicial le atribuyen a los jueces para la ejecución de sus decisiones,
con el objeto de hacer efectiva la sentencia incumplida y lograr la
reparación integral de los daños causados a la o el solicitante”.
la debida diligencia en los procesos de administración
de justicia, para evitar que los ciudadanos queden en
indefensión. Por tanto, la responsabilidad de ejecución
de la sentencia constitucional le corresponde al Consejo
Académico Superior Universitario que se encuentra en
plena actividad, aunque se destaca que el incumplimiento
se demanda al rector, procurador general y decano de la
Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo, de
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas
por ser sus representantes, quienes deberán coordinar con el
mencionado organismo para su eficaz cumplimiento.
Para complementar la consideración que antecede, cabe
reiterar lo expuesto por la Corte Constitucional en sentencia
N.º 009-10-SIS-CC, caso N.º 0035-09-IS, expedida el 03 de
junio de 2010 que manifiesta lo siguiente:
Ha argumentado la parte demandada que se encuentra
imposibilitada involuntariamente de acatar lo dispuesto en
la resolución tanto del juez de primera instancia como de la
Primera Sala de la Corte Constitucional, ya que el fallo del
Superior obliga a una persona jurídica (EMELRIOS), a cumplir
con el reintegro de las funciones a los ex obreros y al pago
de sus haberes laborales, cuando dicha ex empresa eléctrica
Los Ríos C. A., EMELRIOS, ha dejado de existir jurídica y
societariamente, inclusive meses atrás de la expedición de la
resolución objeto de esta acción (…)
Viabilidad del cumplimiento de la resolución por parte de
la Corporación Nacional de Electricidad S. A.
Si bien la Primera Sala de la Corte Constitucional concedió el
amparo propuesto por (…), confirmando el fallo de primera
instancia en el cual constaba como parte demandada la ex
Empresa Eléctrica Los Ríos (EMELRIOS), una vez creada
bajo la figura de fusión la nueva Corporación Nacional de
Electricidad S.A., ésta asumió las obligaciones de la ex
empresa, entre las cuales se encontraba el reintegro de la
accionante a su puesto de trabajo, sin la necesidad de que los
jueces que dictaron las respectivas resoluciones aclaren quien
debe cumplir la resolución, sino bajo el cumplimiento de lo
dispuesto en la Ley de Compañías, específicamente en lo
señalado en el literal a del artículo 377, y que ya se analizó
anteriormente, así como también a la disposición contenida
en el artículo 171 del Código del Trabajo; por lo tanto, no
existe pretexto alguno para el incumplimiento de la resolución
materia de la presente acción; por el contrario, con lo analizado
en la presente acción de incumplimiento, la misma debió ser
acatada y cumplida de acuerdo a lo señalado.
En tal virtud, esta Corte concluye que el argumento de los
legitimados pasivos de que no le corresponde al Consejo
Académico Superior Universitario cumplir con lo dispuesto
en la sentencia, es improcedente.
La segunda circunstancia es atinente a la orden del día para
la incorporación de los abogados.
Alegan los legitimados pasivos que el Consejo Académico
Superior Universitario no se encuentra facultado por la Ley
Orgánica de Educación Superior ni por el Reglamento de
Graduación de Pregrado de la Universidad para señalar día
y hora para la incorporación de los abogados.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 75
Al respecto, cabe puntualizar lo siguiente: El artículo 11 de
la Constitución de la República establece los principios de
aplicación de los derechos, y expresa:
“El ejercicio de los derechos se regirá por los siguientes
principios:
(…)
3. (…) Los derechos serán plenamente justiciables. No podrá
alegarse falta de norma jurídica para justificar su violación o
desconocimiento, para desechar la acción por esos hechos ni
para negar su reconocimiento”.
En atención a la premisa constitucional que antecede, la
sentencia en materia de garantías jurisdiccionales, una vez
que ha sido tutelado el derecho declarando su vulneración
y en consecuencia ordenada la reparación integral, no
puede tener valor opcional o meramente protectora, pues
adquiere el status activo, siendo absolutamente justiciable
la ejecución efectiva.
En el presente caso, la disposición de la sentencia es clara y
expresa, pues manifiesta:
(…) en función del principio de la tutela efectiva, imparcial
y expedita de sus derechos e intereses, previsto en el artículo
75 de la Constitución de la República, se ordena la inmediata
reparación integral del daño causado a los accionados, y
proceda a incluirlos en el Orden del Día del Consejo Superior
Universitario para incorporarlos de Abogados de los Juzgados
y Tribunales de la República…
Esta decisión se circunscribe en el artículo 86 numeral 3
de la Constitución de la República, que faculta a la jueza
o juez resolver la causa mediante sentencia, y en caso de
constatarse la vulneración de derechos, deberá declararla,
ordenar la reparación integral, material e inmaterial, y
especificar e individualizar las obligaciones, positivas y
negativas, a cargo del destinatario de la decisión judicial, y
las circunstancias en que deban cumplirse, o sea, les permite
imponer o condicionar, introducir elementos o parámetros
para la reparación y ejecución del fallo, inclusive a posteriori
mediante auto de ejecución, tal como prevé el artículo 21
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, lo cual es una decisión en derecho que surge
de los lineamientos constitucionales mencionados; por
tanto, su cumplimiento no requiere venia formal o facultad
de otras normativas legales que regulan al organismo
responsable de dar cumplimiento, toda vez que la fuente de
la obligación de hacer, surge de la sentencia constitucional
objeto de esta acción.
Asimismo, el principio de coordinación que rige en la
administración pública, previsto en el artículo 226 de la
Constitución de la República, les impone a los representantes
de la entidad demandada a realizar todas las diligencias
necesarias para la ejecución de la decisión judicial. En el
presente caso, el Consejo Académico Superior Universitario
deberá coordinar con el Consejo de Facultad Universitario
al que hace referencia el artículo 13 del Reglamento de
Graduación de Pregrado de la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” de Esmeraldas.
De las consideraciones que anteceden se colige que la
renuencia de los legitimados pasivos no solamente que se
aparta de la disposición judicial señalada anteriormente,
sino que realizan una observación fuera del contexto de
la sentencia, y consecuentemente ha generado actos que
contrarían, obstaculizan y vulneran la decisión constitucional
expresa de hacer, en este caso, la incorporación y entrega
de los títulos a sus estudiantes de derecho, quienes han
cumplido con los requisitos y exigencias previstas por la
Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo de
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
conforme se menciona en el considerando séptimo6 de la
sentencia materia de esta acción de incumplimiento.
En consecuencia, esta Corte concluye que las actuaciones
de las autoridades de la institución educativa han generado
inseguridad jurídica, ya que los derechos constitucionales
tutelados en el fallo han alterado la situación jurídica de
los 13 legitimados activos de la acción de protección, a raíz
de pretender implicar a los accionantes en los actos que
ocurrieron en octubre del año 2009, tal como se desprende
de los documentos públicos que constan a fojas 127 a 131
del expediente constitucional, cuando los demandantes
de la referida acción han iniciado el proceso o plan de
contingencia y homologación en el mes de octubre del año
2010. En tal virtud, no se puede inmiscuir o extender la
situación de los accionantes a los hechos anteriormente
sucedidos.
Por otra parte, los legitimados pasivos han decidido no
cumplir la sentencia, aduciendo que la decisión judicial
6
Sentencia de mayoría de la Sala Única de la Corte Provincial de
Justicia de Esmeraldas:“(...) SEPTIMO: En la especie, según se
desprende del análisis de las constancias procesales y de los actos
impugnados que obran de autos, se establece que los legitimados
activos han cumplido con los requisitos y exigencias previstas por la
Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo (FACSEDE)
de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
razón por la cual, la decisión de los funcionarios universitarios de
no incluir en el orden del día del Consejo Superior Universitario y
el señalamiento de fecha para incorporarlos como abogados de los
juzgados y tribunales de la República, en las mismas condiciones
de los demás estudiantes que se acogieron al Plan de Contingencia
y Homologación, para obtener el título de abogados, constituye
un acto ilegítimo que infringe los derechos a la igualdad formal,
igualdad material y no discriminación contemplados en los artículos
3, numeral 1, 11 numeral 2 y 66 numeral 4 de la Constitución de
la República. El artículo 1.1 de la Convención Americana sobre
Derechos Humanos, establece la obligación de los Estados Partes,
el deber de respetar los derechos reconocidos en ella y garantizar su
libre y pleno ejercicio a toda persona que está sujeta a su jurisdicción
sin discriminación alguna por motivos de raza, color, sexo, idioma,
religión, etc. La Convención Americana reconoce en su artículo
24 el derecho de toda persona a la igualdad ante la ley. Sobre esta
disposición la Corte Interamericana ha señalado: “En función del
reconocimiento de la igualdad ante la ley, se prohíbe todo tratamiento
discriminatorio de origen legal. De este modo la prohibición de
discriminación ampliamente contenida en el artículo 1.1 respecto de
los derechos y garantías estipulado por la convención, se extiende al
derecho interno de los Estados Partes, de tal manera que es posible
concluir que, con base en esas disposiciones (artículos 1.1 y 24), éstas
se han comprometido, en virtud de la convención, a no introducir en
su ordenamiento jurídico regulaciones discriminatorias referentes a
la protección de la ley”. En base a estas consideraciones, se puede
concluir que el respeto al derecho a la igualdad ante la ley, implica
un mandato a toda autoridad estatal para que se abstenga impartir
disposiciones que contengan preceptos discriminatorios”.
76 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
cuyo cumplimiento se reclama fue impugnada en acción
extraordinaria de protección, la misma que se encuentra
pendiente de resolución. Al respecto, cabe señalar que
dicha acción signada con el número 1402-13-EP ha sido
inadmitida por la Sala de Admisión de este Organismo el
14 de noviembre de 2013 a las 10h22, siendo notificado a
las partes procesales el 28 y 29 de noviembre de 2013, y en
consecuencia devuelto el expediente al juzgado de origen.
De esta forma, la decisión constitucional ha quedado en
firme y ejecutoriada, apta para continuar con la ejecución
integral.
En consecuencia, las autoridades de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, incumplen
la sentencia dictada por los jueces de la Sala Única de la
Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas el 01 de abril
de 2013 dentro de la acción de protección N.º 0042-2013;
por tanto, corresponde a esta Magistratura Constitucional
verificar que las decisiones constitucionales sean
observadas para la eficacia de la seguridad jurídica propia
de un Estado constitucional de derechos y justicia, y
tutelar los efectos que produce los fallos constitucionales.
Otras consideraciones
Esta Corte en ocasiones anteriores ha reiterado a través
de las sentencias N.º 001-13-SIS-CC, del caso N.º 001512-IS del 17 de julio de 2013 y 031-09-SEP-CC, del caso
N.º 0485-09-EP, acerca del efecto inter comunis a fin de
beneficiar a terceras personas que comparten circunstancias
comunes con el peticionario de la acción. En efecto,
manifestó:
En tutela del derecho a la igualdad y no discriminación, y
debido a que los derechos garantizados en esta sentencia no
deben limitarse únicamente a los accionantes, toda vez que
pudiesen existir personas que encontrándose en la misma
situación fáctica y que por no haber demandado reciban un
trato diferenciado, esta Corte expresamente señala que la
declaratoria de incumplimiento de la sentencia dentro de la
acción de protección N.º 407-09, dictada por la jueza cuarta
de tránsito del Guayas, tendrá efecto inter comunis, esto es:
“efectos que alcanzan y benefician a terceros que no habiendo
sido parte del proceso, comparten circunstancias comunes con
los peticionarios de la acción7.
Por tanto, corresponde garantizar los derechos de las
personas inmersas dentro de un proceso constitucional de
manera integral, tanto más en atención a la comparecencia
de amicus curiae en esta causa, determinar el efecto
inter comunis en la presente sentencia a favor de los 13
legitimados activos de la acción de protección N.º 00422013, quienes son: “Milton Javier Barragán Apunte, Jaime
Gustavo Morales Peñafiel, José Vicente Sinailin Taco,
Eduardo Jaramillo Pinto, Inés María Gordillo Zapata,
Nelly Marcela Vargas Castillo, Segundo Euclides Yánez
Echeverría, Elina Jenny Chandi Zúñiga, Manuel Mesías
Gavilánez García, Marcelo Rubén Silva Robalino, Adolfo
7
Corte Constitucional del Ecuador para el período de transición.
Sentencia N.º 031-09-SEP-CC, caso N.º 0485-09-EP.
Gualberto Quispe Estrada, Edmundo Gonzalo Villacís
Zapata, Angélica Eugenia Zúñiga García” (parte resolutiva
de la sentencia).
III. DECISIÓN
En virtud de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar el incumplimiento de la sentencia dictada el
01 de abril de 2013 por los jueces de la Sala Única de la
Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de la
acción de protección N.º 0042-2013.
2. Aceptar la acción de incumplimiento planteada.
3. En razón de las atribuciones conferidas por el artículo
436 numeral 9 de la Constitución de la República del
Ecuador, se dispone a las autoridades competentes de la
Facultad de Ciencias Sociales y Estudios del Desarrollo
de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de
Esmeraldas, en coordinación con los organismos
correspondientes, den cumplimiento a la sentencia
materia de esta acción de incumplimiento, bajo las
prevenciones establecidas en el artículo 86 numeral 4
de la Constitución de la República, dentro del término
de 30 días contados a partir de la notificación de esta
sentencia.
4. Una vez transcurrido el término señalado en el numeral
anterior de esta sentencia, dentro del término de 5 días,
las autoridades accionadas deberán informar a esta
Corte sobre el cumplimiento de lo dispuesto.
5. Esta sentencia se expide con efectos inter comunis
beneficiando a los 13 accionantes de la acción de
protección, los mismos que comparecieron en esta
acción bajo la figura jurídica de amicus curiae, quienes
son: “Milton Javier Barragán Apunte, Jaime Gustavo
Morales Peñafiel, José Vicente Sinailin Taco, Eduardo
Jaramillo Pinto, Inés María Gordillo Zapata, Nelly
Marcela Vargas Castillo, Segundo Euclides Yánez
Echeverría, Elina Jenny Chandi Zúñiga, Manuel Mesías
Gavilánez García, Marcelo Rubén Silva Robalino,
Adolfo Gualberto Quispe Estrada, Edmundo Gonzalo
Villacís Zapata, Angélica Eugenia Zúñiga García”
(parte resolutiva de la sentencia).
6. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del
Carmen Maldonado Sánchez, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 77
Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina
Andrade; sin contar con la presencia de los jueces Tatiana
Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 04
de marzo de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0028-13-IS
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 23 de
marzo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO N.° 0028-13-IS
PLENO DE LA CORTE CONSTITUCIONAL.- Quito,
D.M., 29 de abril de 2015, las 15:30.- VISTOS.- En el caso
signado con el No. 0028-13-IS, agréguese al expediente
el escrito de aclaración y ampliación de la sentencia No.
010-15-SIS-CC de 04 de marzo de 2015, presentado
por el señor David José Duran Vega, por sus propios
derechos y como procurador común de Flora María Mera
Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria
Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid
Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli,
terceros con interés en esta acción de incumplimiento.
En lo principal, atendiendo el recurso planteado se
CONSIDERA: PRIMERO.- El Pleno de la Corte
Constitucional, es competente para atender el recurso
interpuesto de conformidad con lo previsto en el artículo
162 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y 29 del Reglamento de
Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, que dice: “De la sentencia y dictámenes
adoptados por el Pleno de la Corte Constitucional se
podrá solicitar aclaración y/o ampliación, en el término
de tres días contados a partir de su notificación (…)”.
SEGUNDO.- El artículo 440 de la Constitución de la
República del Ecuador determina que: “Las sentencias y
los autos de la Corte Constitucional tendrán el carácter
de definitivos e inapelables”, sin embargo esto no obsta
a que las partes dentro de un proceso constitucional,
puedan solicitar la aclaración o ampliación de la sentencia,
según considere pertinente. TERCERO.- La finalidad del
recurso horizontal de aclaración de una sentencia, es el de
obtener que la Corte subsane las deficiencias materiales o
conceptuales que contiene la sentencia, misma que genere
dudas razonables en la adopción de la decisión final del
fallo. En otras palabras, se enmiende la obscuridad en la
que puede incurrir la misma. En cambio, la ampliación,
suple cualquier omisión en la que hubiese incurrido la
sentencia, respecto de la pretensión o excepción si fuere el
caso. El pronunciamiento del recurso planteado no puede
llegar a modificar el alcance o contenido de la decisión;
debe limitarse a desvanecer las dudas o penumbras que se
produzcan en los conceptos o frases contenidos en ella, y
precisar el sentido que se quiso dar al redactarla. CUARTO.El recurrente solicita a la Corte que se pronuncie sobre
“los aspectos que no han sido tomados en cuenta y con
lo cual se sigue afectando de manera voluminosa nuestros
derechos: Se ordene al Consejo Superior Universitario
de la Universidad “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
incluya en el orden del día a los comparecientes (…) para
que procedan a incorporarnos como Abogados (…) aclare
y amplíe la sentencia No. 010-15-SIS-CC expedida el 04
de marzo del 2015, esto es, declarando que se acepta la
acción planteada, esta sentencia se expide con efectos inter
comunis beneficiando también a los comparecientes bajo
la figura jurídica de amicus curiae, (…)”. Al respecto, cabe
señalar que esta Magistratura Constitucional al determinar
la naturaleza de esta acción, expuso los razonamientos
claros y fehacientes, indicando que “(…) verifica el
cumplimiento o incumplimiento de la sentencia en firme,
y en caso de constatar un incumplimiento de sentencia,
dispondrá la ejecución inmediata de la misma, en base a lo
dispuesto en ella por el juez de instancia (…)”. Bajo esta
deducción, revisada la sentencia expedida el 01 de abril del
2013 por los jueces de la Sala Única de la Corte Provincial
de Justicia de Esmeraldas, materia del cumplimiento, en
ella, los jueces provinciales de última y definitiva instancia,
establecen que únicamente los 13 legitimados activos de
la acción de protección han cumplido con los requisitos y
exigencias previstas por la Facultad de Ciencias Sociales
y Estudios del Desarrollo (FACSEDE) de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas. Como se
puede apreciar, los juzgadores no han tutelado el derecho
de los señores: David José Duran Vega, Flora María Mera
Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero, Saúl Javier Soria
Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez, Yanira Eadid
Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia Bucheli,
terceros con interés en esta acción de incumplimiento.
Por tanto, este Organismo no puede extender los efectos
de la sentencia sin que el juez de instancia no haya
verificado el cumplimiento de los requisitos y exigencias
de la nombrada Facultad para la incorporación como
abogados, pues la misma no le corresponde a esta Corte
y así se advirtió cuando manifestó que: “(…) este Órgano
constitucional, mediante acción de incumplimiento de
sentencia y dictamen constitucional, no puede entrar
a analizar el asunto que fue materia de la acción de
protección, por cuanto el mismo fue analizado y resuelto
en su momento por los jueces con competencia para ello y
porque además, en el ordenamiento jurídico constitucional
existen otras garantías jurisdiccionales idóneas para
examinar si en las decisiones emitidas en dicha materia,
se ha vulnerado o no algún derecho constitucional”. En tal
virtud, no procede la petición realizada, por lo que se niega
los recursos horizontales presentados. Se deja a salvo el
derecho de los comparecientes: David José Duran Vega,
Flora María Mera Navia, Modesta Lucía Mercado Vivero,
Saúl Javier Soria Esterilla, Edgar Patricio Paredes Núñez,
Yanira Eadid Quintanilla García y Bladimira Amparo Tapia
78 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Bucheli, para que de considerarlo acudan con su reclamo
ante el órgano correspondiente. Se dispone que se esté a
lo resuelto en la sentencia No. 010-15-SIS-CC de 04 de
marzo de 2015. NOTIFIQUESE.f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
Del resorteo de causas realizado por el pleno de la Corte
Constitucional en sesión extraordinaria del jueves 03
de enero de 2013, de conformidad con la Disposición
Transitoria Octava de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, correspondió al
juez constitucional Manuel Viteri Olvera, el caso signado
con el N.° 0050-12-IS, para que actúe como sustanciador.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que el auto que antecede fue
aprobado por el Pleno de la Corte Constitucional, con 6
votos a favor de los jueces Marcelo Jaramillo Villa, María
del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra,
Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Patricio
Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de los jueces
Antonio Gagliardo Loor, Wendy Molina Andrade y Manuel
Viteri Olvera, en sesión de 29 de abril de 2015. Lo certifico.
Mediante memorando N.° 024-CCE-SG-SUS-2013, del 10
de enero de 2013, el secretario general, remite el expediente
del caso N.° 0050-12-IS al juez ponente.
Mediante providencia del 16 de octubre de 2013 a las
10h30, el juez constitucional Manuel Viteri Olvera,
juez ponente, avocó conocimiento de la causa y
determinó su competencia para el conocimiento de
acciones de incumplimiento de sentencias o dictámenes
constitucionales.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
Sentencia cuyo cumplimiento se demanda
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
El accionante señala que se ha incumplido tanto la
sentencia de primer nivel como la de segunda instancia;
por ello, para resolver la presente acción transcribiremos
un extracto de la sentencia emitida por los jueces de la Sala
Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, emitida
el 07 de marzo del 2012 a las 09h25, mediante la cual se
dispuso en lo principal lo siguiente:
CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE EL ORO.- SALA
DE LO PENAL.-
Quito, D. M., 01 de abril del 2015
SENTENCIA N.º 023-15-SIS-CC
CASO N.º 0050-12-IS
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La presente acción de incumplimiento de sentencia
constitucional ha sido propuesta el 05 de septiembre del
2012 a las 09h53, ante los jueces de la Corte Constitucional,
en contra del director ejecutivo de la Agencia Nacional de
Tránsito, a fin de que dé cumplimiento a lo resuelto en
sentencias tanto de la jueza octavo de la Familia, Mujer,
Niñez y Adolescencia de El Oro, como de los jueces de la
Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro.
El 05 de septiembre del 2012, la Secretaría General de
la Corte Constitucional, para el periodo de transición,
certificó que sobre la presente causa N.º 0050-12-IS, no
se ha presentado otra demanda con identidad de objeto y
acción.
Conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la
Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012
se posesionaron ante el pleno de la Asamblea Nacional,
los jueces de la Primera Corte Constitucional del Ecuador.
CUARTO.- Dentro de la presente acción consta lo siguiente: A
fjs 10 consta la demanda de acción de acceso a la información
propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías en contra
del Gobierno Municipal del Cantón el Guabo, adjuntando
documentación que consta de fjs 1 a 9. A fjs 12 consta el auto
en el cual la señora Jueza del Juzgado Octavo de la Familia,
Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, avoca conocimiento
de la demanda de acción de acceso a la información
presentada. De fjs 212 a 217 consta en el acta de audiencia
de la presente acción, en la que se adjunta documentación que
consta de fjs 16 a 210. De fjs 239 a 265 consta el informe
técnico de la Página WEB www.elguabo.gob.ec suscrito
por el Ing. Mauricio Rubén Pérez Romero. De fjs 267 a 271
consta la sentencia emitida por la señora Jueza del Juzgado
Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El
Oro, en la que admite la acción de acceso a la información
propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías. A fjs 278
y 279 tanto los accionados como la Procuraduría General
del Estado interponen recurso de apelación de la sentencia
dictada. QUINTO.- Evidentemente en el Ecuador, al entrar
en vigencia la actual Constitución ha dado un giro o una
transformación, no solo en lo referente a los derechos y
garantías que tiene relación con la libertad y el debido
proceso, sino también garantiza el acceso de los ciudadanos en
general a que conozcan las acciones quienes le han entregado
la responsabilidad de administrar la cosa pública; uno de
esos derechos está contenido en el Acceso a la Información
Pública en el Art. 91 de la Carta Magna y su procedimiento
en el capítulo V, Art. 47 y 48 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional; fundamentada en
esta normativa ha recurrido el ciudadano Ing. Manuel Ricardo
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 79
Serrano al constatar que en la página Web del Gobierno
Municipal del Guabo no existía información de las actividades
que realiza esta entidad pública, derecho que ha sido exigido
con anticipación, habiéndose comprometido la entidad pública
ante la defensoría del pueblo a corregir sus procedimientos
y dar cumplimiento a lo dispuesto en la Constitución de
la República, lo que no se ha cumplido de acuerdo a las
diligencias practicadas, por lo que se ha acudido a esta vía;
es importante en esta parte relevar la dimensión de la Justicia
Constitucional que tiene que ver con la existencia de una
serie de mecanismos legales a los cuales quien se ve obstado
o perjudicado en el ejercicio de sus derechos fundamentales
puede acudir. Para designar estos mecanismos la doctrina se
refiere a ellos como “garantía de los derechos”. Se trata de
procedimientos judiciales que tutelan una serie de derechos
fundamentales, de manera amplia, como es el caso de la
Acción de Protección, el Habeas Data o el novedoso Recurso
Judicial de Acceso a la Información Pública. Una garantía
se concibe como una técnica prevista por el ordenamiento
para reducir la distancia estructural entre normatividad y
efectividad y por lo tanto, en palabras de Luigi Ferrajoli para
“posibilitar la máxima eficacia de los derechos fundamentales
en coherencia con su estipulación constitucional” (Derechos y
Garantías, Trotta, Madrid, 2001, p.25). Así, una garantía tiene
que ver con la suficiente protección que el sistema provee a un
derecho. Este autor postula la tesis de que el derecho mismo
llevaría implícita una garantía, que establece que un sujeto
determinado haga, no haga y de algo. Si no cumple con esta
primera garantía, entra a operar una “garantía secundaria”
que tiene que ver con poner en acción los antes referidos
mecanismos. En este contexto las acciones o recursos
judiciales resultan instrumentos procesales que hacen
efectiva la protección mencionada. Entre aquellos disponibles
en nuestro ordenamiento encontramos con el Recurso de
Acceso a la Información Pública (LOATIP). Por lo expuesto
consideramos que el análisis de la Jueza de Primer Nivel
es coherente y completamente aplicable a las pretensiones
del recurrente, por lo tanto esta Sala de Garantías Penales
de El Oro ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO Y POR AUTORIDAD DE LA
CONSTITUCION Y LAS LEYES DE LA REPUBLICA,
CONFIRMA la Sentencia emitida por la señora Jueza del
Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de
El Oro, en la que admite la Acción de Acceso a la Información,
propuesta por Manuel Ricardo Serrano Macías en contra del
Gobierno Municipal Autónomo del Guabo. Ejecutoriada
la sentencia, en cumplimiento a lo dispuesto en el Art. 86,
numeral 5, de la Constitución de la República del Ecuador,
remítase copias debidamente certificadas por secretaría a la
Corte Constitucional.- CUMPLASE Y NOTIFÍQUESE.
Fundamentos y pretensión de la demanda
Detalle y Fundamento de la demanda
El accionante, en lo principal, manifiesta que ha adjuntado
al proceso constitucional documentos que acreditan la
resolución del defensor del Pueblo de El Oro en el caso N.º
22-2010, y las sentencias emitidas tanto de la jueza octavo
de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, así
como de los jueces de la Sala Penal de la Corte Provincial
de Justicia de El Oro.
Que el incumplimiento de dichas sentencias es lo que le
obliga a presentar la demanda de acción de incumplimiento,
con el objeto de garantizar la ejecución de las mencionadas
sentencias.
Que como prueba del reclamo previo, adjunta el oficio
jamás contestado de fecha 23 de marzo del 2012, dirigido
al alcalde del GAD del Guabo, recibido en la Secretaría
Municipal, donde pide el cumplimiento de la mencionada
sentencia.
Que de la misma manera para análisis y consideración de
esta Corte Constitucional, adjunta petitorios o reclamos
anteriores improductivos, dirigidos a la autoridad judicial
de primera instancia, en la que solicita que haga cumplir
la sentencia.
Por último, adjunta a la demanda copias que pueden ser
constatadas por los jueces constitucionales y por cualquier
ciudadano sobre el contenido desactualizado, confuso
e incompleto de la página web del GAD El Guabo, en
relación con lo que establece el artículo 7 de la LOTAIP,
con el único fin de demostrar cómo hasta la fecha se
desacata e irrespeta sentencias emanadas por jueces
constitucionales.
Pretensión
Con estos antecedentes, el legitimado activo solicita que
en sentencia se declare el incumplimiento de la sentencia
mencionada y se sancione conforme a la ley.
Contestación a la demanda
Argumentos de la parte accionada
Jueza de la Unidad Especializada de la Familia,
Mujer, Niñez y Adolescencia de El Guabo, encargada
del Juzgado Octavo de la Familia, Mujer, Niñez y
Adolescencia
Comparece al proceso constitucional la Dra. Nancy
Rodríguez Guillen y en lo principal manifiesta:
Que no fue ella quien emitió el fallo, sino la Ab. Elizabeth
Gonzaga Márquez, jueza octava de Familia, Mujer, Niñez
y Adolescencia de El Oro, misma que declaró violación de
los derechos constitucionales establecidos en los artículos
91 y 18 numeral 2 de la Constitución de la República
del Ecuador, en concordancia con el artículo 47 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional y con lo preceptuado en los artículos 1, 7 y
22 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información
Pública, y ordena la reparación integral del daño disponiendo
que en el término de 20 días laborables se proceda a la
actualización de la página web del Municipio del Cantón
El Guabo, y que para el cumplimiento y seguimiento de
lo dispuesto intervenga la Defensoría del Pueblo; que por
apelación, la Sala Penal de la Corte Provincial de Justicia
de El Oro conoció en segunda instancia y confirmó la
sentencia emitida por la jueza referida.
80 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Que por lo expuesto pudo concluir que a criterio de la jueza
octavo de la Familia, Niñez y Adolescencia de el Oro y con
sustento en la documentación remitida por la Defensoría
del Pueblo de el Oro en esta causa, el accionado GAD
Municipal del Cantón El Guabo cumplió con la sentencia
del 12 de enero del 2012 a las 08h45, sin poder informar
con respecto a las razones del incumplimiento alegado por
el accionante, Manuel Ricardo Serrano Macías, en razón de
que de autos no obra ningún incumplimiento de la referida
sentencia.
Alcalde del GAD Municipal de El Guabo
Comparece al proceso constitucional el Ing. John
Milton Franco Aguilar, en su calidad de alcalde del
GAD Municipal del Cantón El Guabo, y en lo principal
manifiesta:
Que desde los inicios de la actual Administración Municipal
31 de Julio del 2009, hemos venido implementando a través
de un proceso progresivo, las diferentes modalidades de
acceso a la Información pública, con el propósito de que la
ciudadanía tenga pleno conocimiento y se informe a través de
estos medios, todo cuanto es de interés público y por derecho
requiere conocer.
Que la página Web www.elguabo.gob.ec en la que se difunde
la información de la administración municipal, siempre
ha estado en funcionamiento, salvo casos en los que, por el
mismo hecho de ser un medio informativo se han presentado
fallas en el sistema, que han imposibilitado que algún usuario
pueda acceder a la misma y más aún recabar información.
Que conocedores del derecho que tiene la ciudadanía al
acceso efectivo a la información pública, no han escatimado
esfuerzos en buscar e implementar los mecanismos
necesarios e idóneos para dar cumplimiento a los preceptos
constitucionales y legales, respecto a esta materia; por
lo cual, hemos creado el Departamento de Sistema que
mantiene una constante coordinación con la Subsecretaría
de Tecnología de la Información(STI) que monitorea la
información temporalmente, la Unidad de prensa y publicidad,
la mencionada página web en la que se encuentran publicadas
las actas y resoluciones de sesiones de concejo, ordinarias
y extraordinarias correspondientes a los años 2009, 2010,
2011,2012 y 2013; ordenanzas municipales expedidas por
el concejo cantonal desde el 31 de julio del 2009 hasta la
actualidad, entre otras actividades que se realizan.
Que para constancia de lo expuesto adjunta la Guía de uso
para la correcta navegación de la página web www.elguabo.
gob.ec que contiene los diferentes módulos y links de acceso
a la información pública del GAD Municipal de el Guabo en
archivo físico y digital, elaborada por la Unidad de prensa y
publicidad que es la encargada de la difusión de la información
del Municipio del Guabo.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver la presente causa, de conformidad con lo previsto
en los artículos 429 y 436 numeral 9 de la Constitución
de la República, en concordancia con los artículos 162 y
siguientes de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y artículo 3 numeral 11 del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia
de la Corte Constitucional.
El proceso ha sido sustanciado conforme a las normas
constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta
omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo
cual se declara su validez.
Naturaleza jurídica y
de incumplimiento de
constitucionales
la acción
dictámenes
La Constitución de la República define al Ecuador como
un Estado constitucional de derechos y justicia (Art. 1); por
tanto, la misma Carta Suprema “no se limita a establecer
competencias o a separar a los poderes públicos, sino que
contiene altos niveles de normas materiales o sustantivas
que condicionan la actuación del Estado, por medio de la
ordenación de ciertos fines y objetivos”1.
La Corte Constitucional, citando a Marco Aparicio
Wilhelmi, ha señalado que el texto constitucional,
con relación a los derechos constitucionales, “no se
limita a declarar su existencia: abre cauces, establece
procedimientos, concreta exigencias y prevé mecanismos
para garantizar su cumplimiento”2.
De esta manera, a fin de asegurar la efectiva materialización
de los derechos, la Corte Constitucional, como máximo
órgano de control, interpretación constitucional y de
administración de justicia en esa materia (Art. 429 CRE)
tiene, entre otras, la facultad de conocer y sancionar
el incumplimiento de las sentencias y dictámenes
constitucionales (Art. 436 numeral 9 CRE), lo cual se
inscribe en la tendencia a incrementar los medios jurídicos
coercitivos de los que dispone la justicia constitucional
para garantizar que sus sentencias y dictámenes sean
acatados.
En consecuencia, la acción de incumplimiento, prevista
en el artículo 436 numeral 9 del texto constitucional, tiene
por objeto asegurar el cumplimiento de las sentencias y
1
M. CARBONELL; “El neoconstitucionalismo en su laberinto”, en M.
Carbonell (ed) Teoría del neoconstitucionalismo. Ensayos escogidos
- Madrid – Trotta IIJ (UNAM) 2007; pág. 10
2
APARICIO WILHELMI, Marco; “Derechos: enunciación y
principios de aplicación”; Serie “Desafíos Constitucionales. La
Constitución ecuatoriana de 2008 en perspectiva”; Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos, y Tribunal Constitucional – Quito –
octubre de 2008; citado en la Sentencia No. 011-11-SIS-CC (Caso
No. 0077-11-IS)
Procurador general del Estado
En representación del procurador General del Estado ha
comparecido el Dr. Marcos Edison Arteaga Valenzuela, en
su calidad de director nacional de Patrocinio subrogante,
solo señalando casilla constitucional.
finalidad de
sentencias y
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 81
dictámenes emanados de los órganos administradores de
justicia constitucional, que por diversas circunstancias
no han sido cumplidos o cuyo cumplimiento ha sido
defectuoso, a fin de garantizar materialmente el derecho a
la tutela judicial efectiva y los demás que se reconozcan en
las sentencias o dictámenes constitucionales.
La naturaleza constitucional de las sentencias expedidas
en acciones de garantías jurisdiccionales de derechos
constitucionales
Esta Magistratura constitucional estima necesario, en primer
lugar, dilucidar la naturaleza jurídica de las sentencias
expedidas por los jueces ordinarios en las acciones de
garantías jurisdiccionales de derechos constitucionales,
a fin de determinar si las mismas constituyen sentencias
constitucionales cuyo cumplimiento sea exigible mediante
la presente acción constitucional.
Al respecto, cabe destacar lo siguiente: las características
principales que identifican al Ecuador como actual como
Estado constitucional de derechos constituyen la eficacia
normativa y la aplicación directa de la Constitución,
considerados por la doctrina como pilares fundamentales
del nuevo paradigma constitucional3.
La Constitución de 2008 instituye varias garantías
jurisdiccionales para la protección de derechos reconocidos
en ella y en los instrumentos internacionales de derechos
humanos, determinando un procedimiento específico para
cada una de estas garantías, que debe ser observado por
los jueces ordinarios, quienes, en el cumplimiento de esta
actividad jurisdiccional, actúan en calidad de jueces de
garantías constitucionales.
El pronunciamiento que emiten los jueces ordinarios
al resolver las acciones referentes a las garantías
jurisdiccionales de derechos constitucionales, constituyen,
sin duda, sentencias de carácter constitucional, que
son de cumplimiento inmediato, conforme lo dispuesto
en el artículo 162 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional. Por tanto, el
cumplimiento de la sentencia expedida por la jueza octavo
de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro,
dentro de la acción de acceso a la información pública N.º
210-2011, propuesta en contra del Gobierno Autónomo
Descentralizado del cantón El Guabo, es exigible mediante
la presente acción.
Determinación de problemas jurídicos a ser resueltos en
la presente causa
a) ¿Cuál fue el contenido de la sentencia dictada en la
acción de acceso a la información pública incoada
en contra del Gobierno Autónomo Descentralizado
del cantón El Guabo, en el proceso N.º 210-2011
tramitado por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial
de Justicia del Oro, la que confirma la resolución
adoptada por la jueza octavo de la Familia, Mujer,
Niñez y Adolescencia de El Oro?
b) ¿Existe incumplimiento por parte la jueza de primera
instancia y de la autoridad pública accionada, en la
acción de acceso a la información pública incoada N.º
210-2011, que se resolvió en el Juzgado Octavo de la
Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro?
A partir del planteamiento de estos problemas jurídicos,
la Corte Constitucional analiza la causa en los siguientes
términos:
a) ¿Cuál fue el contenido de la sentencia dictada en la
acción de acceso a la información pública incoada en
contra del Gobierno Autónomo Descentralizado del
cantón El Guabo en el proceso N.º 210-2011, tramitado
por la Sala de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia
del Oro, la que confirma la resolución adoptada por la
jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia
de El Oro?
De la documentación constante en autos, se advierte que la
jueza octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia
de El Oro, en la acción de acceso a la información pública
N.º 210-2011, mediante sentencia que obra de fojas 267 a
271 del proceso de primera instancia, dispuso lo siguiente:
(…) 2.- Se ordena la reparación integral del daño, del
mencionado derecho vulnerado, por lo que se ordena en el
término de 20 días laborales, se proceda a la actualización
de la página web ya indicada del Municipio del Guabo,
con la finalidad de que el accionante o cualquier ciudadana
o ciudadano tenga acceso a la información actualizada
que requiera de dicha entidad, para el cumplimiento o
seguimiento de lo dispuesto, se dispone la intervención de
la Defensoría del Pueblo acorde a los que dispone el Art. 21
inciso 3 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional quien debe hacer el seguimiento del
cumplimiento de la actualización e informe mensualmente
a esta autoridad de dicho cumplimiento, por el lapso de dos
meses…
Para resolver el fondo de la presente causa, la Corte
Constitucional estima necesario sistematizar los
argumentos expuestos por las partes, a fin de verificar si
existe o no el incumplimiento que se alega en la presente
acción, a partir de los siguientes problemas jurídicos:
Es decir, existió un expreso pronunciamiento respecto a las
medidas reparatorias que la entidad accionada, Gobierno
Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo, debe
cumplir para garantizar los derechos de los ciudadanos que
habitan en el prenombrado cantón de la provincia de El
Oro, principales legitimados activos en la acción de acceso
a la información pública propuesta.
STORINI Claudia; ver artículo “Las Garantías Constitucionales
de los Derechos Fundamentales en la Constitución Ecuatoriana de
2008” en “La nueva Constitución del Ecuador: Estado, Derechos e
Instituciones” – Serie Estudios Jurídicos – Volumen 30 – Corporación
Editora Nacional - Quito, 2009, pág. 296.
b) ¿Existe incumplimiento por parte la jueza de
primera instancia y de la autoridad pública accionada,
en la acción de acceso a la información pública incoada
N.º 210-2011, que se resolvió en el Juzgado Octavo de
la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro?
3
82 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Es necesario precisar que de conformidad con el artículo
86 numeral 3 de la Constitución de la República, que
establece: “(…) La jueza o juez resolverá la causa mediante
sentencia y en caso de constatarse la vulneración de
derechos, deberá declararla, ordenar la reparación integral,
material e inmaterial, y especificar e individualizar las
obligaciones positivas y negativas, a cargo del destinatario
de la decisión judicial y las circunstancias en que deberán
cumplirse” (el subrayado pertenece a la Corte).
En el presente caso, aceptada la acción de acceso a la
información pública propuesta por el ciudadano Manuel
Ricardo Serrano Macías, corresponde al Gobierno
Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo cumplir la
decisión judicial que declaró con lugar la referida garantía
constitucional.
Si bien el ciudadano Manuel Ricardo Serrano Macías
propuso acción de incumplimiento de sentencias y
dictámenes constitucionales en contra de la sentencia
que aceptó la acción de acceso a la información pública
solicitada por el accionante, la misma, por ser admitida por
la Sala de Admisión de la Corte Constitucional, continuó
el trámite constitucional para la ejecución de la sentencia.
Conforme lo manifestado por el juez de primera instancia,
sentencia ratificada íntegramente por los jueces de la Sala
de lo Penal de la Corte Provincial de Justicia de El Oro,
el operador de justicia dispuso en la continuación de la
audiencia pública que se llevó a efecto el 27 de diciembre
del 2011 a las 10h10, a fin de contar con mayores elementos
de juicio para poder dictar una resolución en derecho,
debidamente motivada, se ordenó evacuar las pruebas
solicitadas por las partes, cuyos oficios se enviaron
inmediatamente atendiendo a lo dispuesto en providencia
del 27 de diciembre del 2011 a las 12h00, contante a fojas
229 de autos, pruebas solicitadas entre las que se ordenó que
se nombre un perito informático, debidamente acreditado
por el Consejo Nacional de la Judicatura, a fin de que
realice un informe técnico detallado referente al contenido
de los ítems que constan en la página web institucional del
Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón El Guabo,
www.elguabo.com, y constatar si la pretensión hecha por
el accionado era sujeta a derecho, cumpliendo con los
presupuestos que las instituciones públicas deben acatar,
conforme las normas establecidas en la Constitución de la
República y en la Ley Orgánica de Transparencia y Acceso
a la Información Pública, informe pericial al que se dio fiel
cumplimiento dentro del término de Ley, tal como consta
a fojas 241 del expediente, tomando en consideración que
la operadora de justicia le acreditó el término de cinco días
para la presentación de su informe, y su legal y legítima
posesión se realizó el 05 de enero del mismo año, como
obra a fojas 238 del proceso constitucional.
De lo observado en el proceso de acción de acceso a
la información pública remitido a esta Magistratura, se
concluye que el Gobierno Autónomo Descentralizado del
cantón El Guabo no ha desconocido ni eludido la ejecución
de la sentencia ordenada por la jueza a quo, esto es, la
reparación integral de los derechos vulnerados pretendidos
por el accionante de la garantía jurisdiccional, es decir, la
actualización de los datos que constan en la página web
institucional de la referida Municipalidad, por lo cual,
revisado minuciosamente el expediente y en atención al
informe presentado por la representante de la Defensoría del
Pueblo que obra a fojas 314 a 335, donde la delegada de la
referida dependencia manifiesta que realizado el respectivo
seguimiento ordenado por la jueza de primera instancia y
en observancia a las garantías constitucionales ordenadas
en sentencia, tal como se establece en el artículo 21 inciso 3
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, se ha constatado que se ha dado estricto
cumplimiento con la totalidad de la reparación integral
ordenada en sentencia, razón por la que se han garantizado
los derechos del accionante de la pretensión, por lo que en
auto del 12 de junio del 2012a las 13h55, dispone en su
numeral 2 textualmente lo siguiente “(…) 2.- Cumplidos
que han sido los derechos del accionante conforme consta
en el informe remitido por la defensoría del pueblo se
dispone el archivo de la presente causa…”.
Al respecto, la jueza octava de Familia, Mujer, Niñez
y Adolescencia de El Oro, en su informe en derecho
presentado dentro del proceso de incumplimiento de
sentencia y dictamen constitucional, mismo que consta
a fojas 350 de autos, acota que no fue ella quien emitió
el fallo, sino la anterior jueza del despacho que ocupa, la
Ab. Elizabeth Gonzaga Márquez, jueza octava de Familia,
Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, misma que en la
acción de acceso a la información pública, caso que nos
ocupa, declaró que el GAD del cantón El Guabo vulneró los
derechos constitucionales establecidos en el artículo 91 y 18
numeral 2 de la Constitución de la República del Ecuador,
en concordancia con el artículo 47 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
y con lo preceptuado en los artículos 1, 7 y 22 de la Ley
de Transparencia y Acceso a la Información Pública,
al no brindar a la ciudadanía en general información
clara y precisa de los actos municipales que realizan los
personeros del GAD de El Guabo, y ordena la reparación
integral del daño, disponiendo que en el término de 20
días laborables se proceda a la actualización de la página
web del Municipio del Cantón El Guabo, a fin de reparar
la violación de derechos a los que hacía referencia en su
pretensión el accionante, señor Manuel Ricardo Serrano
Macías, disponiendo que para el fiel cumplimiento de la
sentencia realice seguimiento respectivo la Defensoría del
Pueblo, en atención a lo que establece el artículo 21 tercero
inciso de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, sentencia que por apelación
solicitada por las partes conoció la Sala Penal de la Corte
Provincial de Justicia de El Oro en segunda instancia y
confirmó la sentencia emitida por la jueza referida.
La Corte Constitucional, para el periodo de transición,
mediante sentencia de jurisprudencia vinculante N.º
001-10-PJO-CC (caso N.º 0999-09-JP), dejó claro que
la acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales constituye una auténtica garantía
jurisdiccional de derechos constitucionales, principalmente
por su conexión directa con la reparación integral y,
por consiguiente, con la finalización de los procesos
constitucionales.
En este escenario, la transparencia en las gestiones
administrativas de las instituciones del Estado que
conforman el sector público es de carácter obligatorio en
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 83
los términos que disponen los artículos 1 y 7 de la Ley
Orgánica de Transparencia y Acceso a la Información
Pública, donde se establece la publicidad de los actos
públicos y su obligación de difundir a través de portales
de información o página web, así como de los medios
necesarios a disposición del público, implementados en
la misma institución, a fin de que cuyos actos puedan
ser conocidos por la ciudadanía en general en todos sus
ámbitos, tal como lo determina la Ley.
La Carta Suprema de la República del Ecuador confiere
el derecho a sus ciudadanos para que de forma individual
o colectiva puedan acceder libremente a la información
generada en entidades públicas, más aún cuando exista
violación a los derechos constitucionales o a los derechos
humanos no se podrá negar la información requerida.
Sin embargo, esta Magistratura ha observado que los
derechos vulnerados del accionante han sido reparados
íntegramente, conforme se dispuso en la sentencia dictada
por la jueza de primera instancia, y como se constata con
los informes presentados por las personas y funcionarios
requeridos.
En tal virtud, estando ejecutada fiel e íntegramente
la sentencia y por cuanto se cumplió el mandato
constitucional ordenado por la jueza octavo de la
Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de El Oro, esto
es, que se actualicen los datos de los actos municipales
que realiza el Gobierno Autónomo Descentralizado del
cantón El Guabo en su página web www.elguabo.com,
con el objeto de que el accionado, como cualquier otra
ciudadana o ciudadano, tengan acceso veraz y oportuno
de la información requerida a dicha entidad, de lo que se
desprende que la misma acató la sentencia de la acción de
acceso a la información pública, por lo que no desconoce
los derechos del accionante, resulta pertinente y acertada
la posición de la jueza octavo de la Familia, Mujer,
Niñez y Adolescencia de El Oro, de disponer el archivo
de la presente causa, al haberse cumplido fielmente con
la finalidad de la pretensión de la misma, conforme lo
determina la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y de Control Constitucional; por tanto, ni el funcionario
judicial ni la entidad pública accionada han incurrido en
incumplimiento de la sentencia expedida en la acción de
acceso a la información pública N.º 210-2011.
2. Negar la acción de incumplimiento de sentencias
planteada.
3. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con cinco
votos de las señoras juezas y señores jueces: Wendy Molina
Andrade, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote,
Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, sin contar
con la presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor,
Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado
Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra, en sesión del 01 de
abril del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0050-12-IS
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día martes 05 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Quito, D.M., 08 de abril de 2015
III. DECISIÓN
SENTENCIA N.° 027-15-SIS-CC
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
1. Declarar que el alcalde del Gobierno Autónomo
Descentralizado del cantón El Guabo no ha incurrido
en incumplimiento de la sentencia expedida por la jueza
octavo de la Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de
El Oro, en la acción de acceso a la información pública
N.º 210-2011, y confirmada por la Sala de lo Penal de
la Corte Provincial de Justicia de El Oro.
CASO N.° 0119-11-IS
Resumen de la admisibilidad
El 08 de diciembre de 2011, el doctor Ramiro Antonio
Robles Torres presentó una acción de incumplimiento de
sentencias y dictámenes constitucionales respecto de la
sentencia dictada el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, por
la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte
84 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Provincial de Justicia de Loja, dentro de la acción de
protección N.° 134-11, presentada en contra de la señora
presidenta del Centro de Apoyo Social Municipal de Loja,
en adelante CASMUL, entidad que cuenta con personería
jurídica propia.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el
periodo de transición, el 08 de diciembre de 2011, certificó
que la acción de incumplimiento N.° 0119-11-IS tiene
relación con el caso N.° 1292-11-EP, el cual fue inadmitido
a trámite.
Mediante oficio N.° 0014-CC-SA-2012 del 16 de enero
de 2012, la Secretaría General de la Corte Constitucional,
para el periodo de transición, de conformidad con el
sorteo realizado por el Pleno del Organismo, remitió
el expediente al juez constitucional Manuel Viteri
Olvera para la sustanciación del mismo, quien mediante
providencia del 28 de marzo de 2012 avocó conocimiento
de la causa, disponiendo se notifique con el contenido
de la providencia a la señora presidenta del CASMUL,
los señores alcalde y procurador síndico del Gobierno
Autónomo Descentralizado del cantón Loja y al señor
juez segundo de tránsito de Loja, bajo prevenciones de
destitución, para que en el término de cinco días demuestre
documentadamente el cumplimiento de la sentencia
dictada el 14 de marzo de 2011, a las 14:30, por la Sala de
lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial
de Justicia de Loja, dentro de la acción de protección N.°
134-11, así como también que se ponga en conocimiento
para los fines pertinentes al procurador general del Estado.
En aplicación de los artículos 25 a 27 del Régimen de
Transición de la Constitución de la República, el día 06 de
noviembre de 2012 fueron posesionados los jueces y juezas
de la primera Corte Constitucional.
En tal virtud, el Pleno del Organismo procedió al sorteo
de la causa el día 03 de enero de 2013. De conformidad
con dicho sorteo, el señor secretario general remitió el
expediente al despacho de la doctora Wendy Molina
Andrade, jueza constitucional sustanciadora, quien avocó
conocimiento de la causa y convocó a audiencia pública,
la misma que se llevó a cabo el 26 de febrero de 2015,
en la cual se contó únicamente con la comparecencia del
juez de la Unidad Primera Especializada de Tránsito de
Loja, judicatura que en la actualidad remplaza al Juzgado
Segundo de Tránsito de Loja.
De la demanda y sus argumentos
El accionante señala que el 21 de febrero 2011, el juez
temporal segundo de tránsito de Loja, dentro de la
acción de protección N.° 015-2011, resolvió negar la
acción deducida en contra del Centro de Apoyo Social
Municipal de Loja representado por la doctora Cecilia
Moscoso de Bailón. En tal virtud, interpuso recurso de
apelación ante la Corte Provincial de Justicia de Loja,
recayendo la competencia en la Sala de lo Laboral, Niñez
y Adolescencia, la cual mediante sentencia acogió el
recurso de apelación interpuesto, revocando la sentencia
del inferior.
Manifiesta el accionante en primer lugar, que la sentencia
de apelación reconoce la vulneración de sus derechos
así como la reparación integral de los mismos, la cual es
de cumplimiento inmediato, independientemente de los
recursos que haya interpuesto la entidad pública, así por
ejemplo la acción extraordinaria de protección presentada
por la municipalidad de Loja, la cual fue inadmitida a
trámite por la Corte Constitucional, para el período de
transición.
En relación al incumplimiento alegado, el accionante
manifiesta que con fecha 19 de abril de 2011, se reincorporó
a sus funciones dentro de la entidad pública, pese a no
habérsele entregado la correspondiente acción de personal
ni habérsele pagado los valores establecidos en sentencia
por concepto de reparación integral. Meses más tarde,
informa el accionante, renunció voluntariamente a su
puesto de trabajo como médico por lo que trabajó en el
Centro de Apoyo Social Municipal de Loja hasta el 01 de
agosto de 2011.
Según lo informa el accionante, inicialmente el juez de
primera instancia requirió a la presidenta del CASMUL,
doctora Cecilia Moscoso de Bailón, el cumplimiento de
lo dispuesto en sentencia, para posteriormente mediante
providencia del 18 de octubre del 2011, señalar que una
vez que fuere revisado el expediente consta que ingresó
a trabajar normalmente y que con fecha 01 de agosto del
mismo año procedió a retirarse voluntariamente, por lo que
para criterio del juez se cumplió con lo dispuesto por la Sala
de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial
de Justicia de Loja.
Frente a ello, el accionante manifiesta que en cumplimiento
a lo dispuesto por la Sala mediante sentencia, “se deje sin
efecto la declaratoria de terminación de la relación laboral,
ordenándose que se le reintegre a las funciones que ha
venido desempeñando, y que se le pague todos los valores
que ha dejado de percibir hasta su reintegro, al igual que
los aportes al IESS y fondos de reserva” (sic), esto es,
que la municipalidad de Loja, por medio del CASMUL,
debía cancelar los haberes dejados de percibir y ordenar
la emisión del nombramiento como funcionario de dicha
institución, circunstancias que no se han dado, según lo
manifiesta el accionante.
Texto de la sentencia cuyo cumplimiento se demanda
La Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte
Provincial de Justicia de Loja, en sentencia dictada el 14 de
marzo de 2011, a las 14:30, dispuso lo siguiente:
…ADMINISTRANDO
JUSTICIA
EN
NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN DE LA
REPÚBLICA Y LAS LEYES DEL ECUADOR, acogiéndose
el recurso de apelación interpuesto por el accionante,
revocándose la sentencia materia de la impugnación, se
dispone que se deje sin efecto la declaratoria de terminación
de la relación laboral, ordenando que se lo reintegre a
las funciones que ha venido desempeñando, y que se le
paguen todos los valores que ha dejado de percibir hasta
su reintegro, al igual que los aportes al IESS y fondos de
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 85
reserva, disponiendo se remita copia del presente fallo a la
Corte Constitucional, para el desarrollo de la jurisprudencia.Notifíquese.- f) DR. CARLOS ALFONSO RIOFRÍO, JUEZ
PROVINCIAL, f).- DR. LEONARDO VÉLEZ SÁNCHEZ,
JUEZ PROVINCIAL, f).- DR. CARLOS TANDAZO
ROMÁN, JUEZ PROVINCIAL.
De la contestación y sus argumentos
Gobierno Autónomo Descentralizado del cantón Loja,
Centro de Apoyo Social Municipal de Loja, CASMUL
El señor Jorge Tamayo Tapia, procurador judicial de los
señores Jorge Bailón Abad y Vladimir Rodrigo Salazar
González, en sus calidades de alcalde y procurador síndico
del Gobierno Autónomo Descentralizado Municipal de
Loja, respectivamente, y en representación de la doctora
Cecilia Moscoso Jaramillo, presidenta del CASMUL, en
atención a lo dispuesto en providencia del 28 de marzo de
2012, constante a fojas 40 del expediente, manifiesta:
Que, en cumplimiento a la sentencia dictada por la Sala de
lo Laboral, Niñez y Adolescencia de Loja, mediante oficio
N.° 201-P-CASMUL-11 de fecha 14 de abril del 2011, se
indicó al accionante que podía reintegrarse a su puesto de
trabajo a partir del 18 de abril del 2011, a fin de cumplir
con las funciones que venía desempeñando en la Clínica
Municipal “Julia Esther González Delgado”, oficio que
fuere recibido por su destinatario.
Asimismo, manifiesta que el accionante mantuvo hasta
el 31 de diciembre del 2010 un contrato de prestación
de servicios profesionales con el CASMUL, razón por la
cual y en atención a la sentencia referida anteriormente, se
procedió mediante oficio N.° 398-P-CASMUL-11 del 19
de julio de 2011, a remitir tres ejemplares originales de los
contratos de servicios profesionales por honorarios para
que sean suscritos y de esta manera proceder a cancelar los
valores dejados de percibir durante los meses que estuvo
fuera de la institución, según se dispuso en sentencia. Sin
embargo, señala el procurador que el accionante, mediante
comunicación de fecha 01 de agosto del 2011, puso en
conocimiento que a partir de esa fecha se retira de las
funciones que le fueren encomendadas.
Asimismo, aclara el procurador judicial que la relación
existente entre el señor Ramiro Antonio Robles Torres
y el CASMUL es de naturaleza civil, es decir, por
medio de servicios profesionales, amparado en el Art.
23 del Reglamento a Ley de Servicio Civil y Carrera
Administrativa, aplicable para el caso. En este sentido,
considera que el vínculo contractual entre el médico y
la institución municipal no generaba una relación de
dependencia o de índole laboral, tal como lo interpreta de
manera errada el accionante.
En razón de lo expuesto, solicitan la desestimación de
la infundada acción de incumplimiento y se disponga al
señor Ramiro Antonio Robles Torres suscribir el contrato
de prestación de servicios profesionales, conforme se lo
venía haciendo desde el año 2010, a fin de cancelarle los
haberes económicos. Solicitan también que se deje sentada
la razón que el Municipio de Loja, a través del CASMUL,
ha cumplido lo resuelto por la Sala de lo Laboral, Niñez y
Adolescencia de Loja.
Terceros interesados
Juez segundo provincial de tránsito de Loja, doctor
Edgar Flores Criollo
Mediante oficio N.° 504-JSPTL-2012 del 04 de abril de
2012, el juez segundo provincial de tránsito de Loja, doctor
Edgar Flores Criollo, señala que en virtud de lo dispuesto
por la Corte Provincial de Justicia de Loja, procedió a
disponer que se reintegre al accionante a las funciones que
venía desempeñando en el CASMUL, circunstancia que
efectivamente aconteció con fecha 19 de abril de 2011.
Frente a esos hechos, señala el juez que la autoridad
cumplió con la sentencia constitucional de reintegrar
al señor Ramiro Antonio Robles Torres a su trabajo,
recalcando que la referida decisión no disponía que se le
otorgue un nombramiento como exige ahora el accionante,
ya que la sentencia dispone que únicamente se reintegre
al recurrente a las funciones que estuvo desempeñando
como médico, bajo la modalidad de contratos de servicios
profesionales.
Procuraduría General del Estado
Comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director
nacional de patrocinio delegado del procurador general
del Estado, señalando casilla constitucional para los fines
pertinentes.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
La Corte Constitucional es competente para conocer y
sancionar el incumplimiento de las sentencias y dictámenes
constitucionales, de conformidad con lo previsto en el
artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la República, en
concordancia con los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y
de acuerdo con el artículo 3 numeral 11 del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.
Legitimación activa
El doctor Ramiro Antonio Robles Torres se encuentra
legitimado para solicitar el cumplimiento de sentencia,
de conformidad a lo establecido en el artículo 439 de la
Constitución de la República que dice, “Las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier
ciudadano o ciudadana individual o colectivamente”, en
concordancia con lo dispuesto en los artículos 9 literal
a y 164 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Naturaleza jurídica y objeto de la acción de
incumplimiento de sentencias, dictámenes, y
resoluciones constitucionales
86 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Conforme lo ha señalado la Corte Constitucional dentro
de la sentencia de jurisprudencia constitucional vinculante
N.° 001-10-PJO-CC, la acción de incumplimiento de
sentencias, resoluciones y dictámenes constitucionales se
constituye per se en una auténtica garantía jurisdiccional
de protección y reparación de derechos constitucionales,
pues sin dicho mecanismo, de nada serviría la presencia
de garantías para la protección de todos los derechos
constitucionales. Asimismo, la Corte ha reconocido en
esta acción una doble función: la primera de ellas es la
de garantizar un efectivo recurso para la protección de
derechos constitucionales por medio de la ejecución de
la sentencia o dictamen constitucional según sea el caso,
mientras que la segunda función u objetivo consiste en dar
primacía a las normas y derechos constitucionales.
claramente se evidencia y determina que la Sala en
ningún momento se refiriere a que se le deberá otorgar un
nombramiento por medio de una acción de personal, sino que
deberá regresar a las funciones que venía desempeñando,
es decir, si el recurrente al momento en que fue separado
de la institución se encontraba prestando sus servicios
profesionales, es bajo esa modalidad contractual en la que
se le debió reincorporar, como efectivamente aconteció. Es
así que constan en el proceso los requerimientos realizados
por el CASMUL para que tenga lugar la suscripción del
contrato respectivo, cumpliéndose de esta manera lo
dispuesto por la autoridad jurisdiccional.
Con respecto a la segunda obligación, esto es, el pago de
valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro, el
accionante puntualizó en la acción de incumplimiento:
Identificación y desarrollo del problema jurídico
En atención a los fundamentos fácticos descritos
anteriormente, esta Corte estima necesario sistematizar sus
argumentaciones a partir del planteamiento del siguiente
problema jurídico:
El Centro de Apoyo Social Municipal de Loja, CASMUL,
¿dio cumplimiento a la sentencia expedida el día 14 de
marzo del 2011, a las 14:30, por la Sala de lo Laboral,
Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia
de Loja?
Según se desprende de la parte resolutiva de la sentencia
dictada por la Sala de Laboral, Niñez y Adolescencia de la
Corte Provincial de Justicia de Loja, se puede identificar
de manera puntual tres obligaciones a ser cumplidas como
parte de la reparación integral. Estas son: 1) reintegro a las
funciones que venía desempeñando el accionante; 2) pago
de valores que dejó de percibir durante el periodo en que fue
separado de la institución, y; 3) el pago de los aportes por
concepto de afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social y los respectivos fondos de reserva.
“…se me notificó para reintegrarme, recién el 19 de abril de
2011, sin la correspondiente Acción de Personal ni el pago de
los valores mandados a hacerlo. Urgido por la necesidad me
presente…, me vi obligado el 1 de agosto de 2011, a retirarme
de las funciones a mí encomendadas para buscar un ingreso
que me permita subsistir…”.
Obra del expediente a foja 13, que mediante oficio N.°
398-P-CASMUL-11 del 19 de julio de 2011, es decir, meses
después de su reincorporación, la doctora Cecilia Moscoso
Jaramillo, presidenta del CASMUL, solicitó al accionante
la suscripción del contrato a fin de que sea remitido al
departamento de Asesoría Jurídica del CASMUL, para
cancelar los valores pendientes y que fueron dispuestos
mediante sentencia.
Con respecto a la reintegración del funcionario a su puesto
de trabajo, conforme lo dispone la sentencia de apelación
dictada dentro de una acción de protección, el recurrente
en su escrito que consta a fojas 36 a 37 del expediente,
indica que fue efectivamente reincorporado a sus funciones
el 19 de abril de 2011 en las mismas circunstancias en las
que se encontraba contratado anteriormente, cumpliéndose
de esta manera con lo dispuesto por la autoridad judicial.
Posteriormente, fue el legitimado activo quien decidió
voluntariamente separarse de la institución, circunstancia
que naturalmente no interfiere con el cumplimiento de la
sentencia.
Sobre lo expuesto, cabe señalar que de los recaudos
procesales no existe consideración o constancia alguna
respecto del cumplimiento de lo dispuesto en sentencia
sobre el pago de los valores dejados de percibir. No
obstante, según se desprende del escrito presentado
por el procurador judicial del municipio de Loja y
del CASMUL. En este contexto, esta Corte considera
necesario advertir la improcedencia de condicionar el
pago de valores pendientes a la suscripción del contrato de
prestación de servicios profesionales, conforme se deduce
de lo manifestado por las autoridades municipales, cuando
claramente en sentencia se dispuso que deberán pagarse
los valores que dejó de percibir el accionante hasta su
reincorporación, esto es, del 01 de enero de 2011 hasta el
19 de abril de 2011, lo que demuestra un incumplimiento
en esta obligación por parte del CASMUL, así como
también una inobservancia y omisión por parte del juez
a quo, quien a través de su informe no hace referencia a
este particular.
Ahora bien, con respecto a la pretensión formulada
por el accionante en cuanto a que se le debía otorgar un
nombramiento una vez que fue reintegrado a su puesto
de trabajo, esta Corte ve necesario puntualizar que, según
consta del expediente a foja 530, el recurrente desempeñaba
funciones de médico en el CASMUL bajo la modalidad
de prestación de servicios profesionales, desde el 20 de
diciembre de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2010. Por
otro lado, según se desprende del texto de la sentencia,
En lo que respecta al pago de valores no percibidos
por concepto de afiliaciones al Instituto Ecuatoriano de
Seguridad Social y fondos de reserva, señala el alcalde
del Gobierno Autónomo Descentralizado de Loja y su
procuradora síndica, que el pago de valores por concepto
de aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social y fondos de reserva es una “ilegalidad”, en razón
a que durante todo el tiempo que prestó sus servicios
profesionales sin relación de dependencia, facturaba para
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 87
cobrar su remuneración sin que exista un relación que
genere obligaciones y derechos laborales entre el CASMUL
y el accionante.
En lo que se refiere al pago de los valores por concepto de
aportaciones al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social
y fondos de reserva que habría dejado de percibir durante
el tiempo en que el accionante no trabajó en la entidad
municipal, esta Corte ve oportuno referirse a lo previsto en
el artículo 371 de la Constitución de la República, el cual
determina la forma en que se financiarán las prestaciones
de la Seguridad Social, encontrándose entre estas, aquellas
provenientes de las personas aseguradas en relación
de dependencia y de sus empleadoras o empleadores,
generándose de esta manera la obligación por parte de
los empleadores a realizar las aportaciones respectivas al
Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en el monto
proporcional que les corresponda.
En atención a lo prescrito en el artículo referido en el
párrafo anterior y para efectos del caso sub examine, la
norma constitucional no le legitima a quien presta sus
servicios profesionales a exigir el pago de aportaciones
al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social y de fondos
de reserva de los que considera ser beneficiario. Por lo
tanto, mal haría la autoridad en reconocer dicho pago en
beneficio de quien no se encuentra debidamente amparado
por este, por cuanto no se cumple con los presupuestos
fácticos previamente establecidos en la Constitución. En
este sentido, la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia
de la Corte Provincial de Loja al disponer el pago de
los aportes y fondos de reserva al Instituto Ecuatoriano
de Seguridad Social por parte del CASMUL, genera una
obligación inejecutable en la medida en que, de darse
dicho cumplimiento, se estaría inobservando lo previsto
en el Constitución de la República y en la ley de la materia.
En virtud de los antecedentes expuestos, esta Corte
considera que ha existido un cumplimiento parcial de la
sentencia objeto de la presente acción, toda vez que se
cumplió con el reintegro a las funciones que se encontraba
desempeñando el accionante, más no se ha cumplido
con el pago de los valores que dejó de percibir hasta su
reincorporación.
En este orden y en relación a lo establecido en la sentencia
dictada por la Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de
la Corte Provincial de Justicia de Loja el 14 de marzo de
2011, a las 14:30, que dispuso “que se le paguen todos los
valores que ha dejado de percibir hasta su reintegro”, este
Organismo estará a lo dispuesto en la regla jurisprudencial
establecida por la Corte Constitucional en la sentencia N.°
004-13-SAN-CC del 13 de junio de 2013 en relación al
caso N.° 0015-10-AN, que estable lo siguiente:
El monto de la reparación económica, parte de la reparación
integral, como consecuencia de la declaración de la vulneración
de un derecho reconocido en la Constitución, se la determinará
en la jurisdicción contencioso administrativa cuando la deba
satisfacer el Estado y en la vía verbal sumaria cuando deba
hacerlo un particular. Dicho procedimiento se constituye en
un proceso de ejecución, en el que no se discutirá sobre la
declaratoria de vulneración de derechos.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1.- Declarar el cumplimiento parcial de la sentencia
constitucional dictada el 14 de marzo de 2011, por la
Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte
Provincial de Justicia de Loja.
2.- Aceptar la acción de incumplimiento planteada
3.- Como medida de reparación integral, de conformidad
con lo establecido en el artículo 19 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional
y en la regla jurisprudencial anteriormente referida, se
dispone:
3.1. Que en el término de cinco días, el juez de la
Unidad Primera Especializada de Tránsito de Loja,
anteriormente, juez segundo de tránsito de Loja,
remita el fallo constitucional a la jurisdicción
contencioso administrativa, quien procederá al
sorteo correspondiente de forma inmediata y
prioritaria por tratarse de un asunto de naturaleza
constitucional, para la determinación del monto
económico correspondiente a la reparación integral
por el período de tiempo comprendido entre el 01
de enero de 2011 hasta el 19 de abril de 2011, fecha
en la que se reintegró a sus funciones.
3.2. Que en el término de 30 días contados desde la
notificación de la presente sentencia, el juez de
la Unidad Primera Especializada de Tránsito de
Loja informe a esta Corte del cumplimiento de
la sentencia constitucional objeto de la presente
acción.
4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade; sin contar con la
presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
88 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
CASO Nro. 0119-11-IS
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
Esmeraldas, con la finalidad de que en el plazo de 5 días
presenten un informe de descargo debidamente motivado
sobre los argumentos que fundamentan la demanda. Así
también, convocó a las partes para la celebración de una
audiencia pública, la misma que tuvo lugar el 23 de octubre
de 2014, a las 09:30.
Argumentos planteados en la demanda
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios derechos, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 436 numeral 9
de la Constitución de la República, en concordancia con los
artículos 162 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, presentó acción
de incumplimiento de sentencia respecto del improcedente
cese de sus funciones como jefe de adquisiciones de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas y
la prohibición de su entrada a tal institución, por orden del
rector de la misma.
Resumen de admisibilidad
En lo principal, el accionante manifiesta que a partir de la
elección del nuevo rector de la universidad, licenciado Luis
Felipe Pacheco Luque, el 11 de septiembre de 2009, se le
impidió, por orden del mismo, el ingreso a la institución
para desempeñar el cargo de jefe de adquisiciones
de la universidad, por no compartir la misma visión
administrativa con esta autoridad. El accionante alegó que
poseía nombramiento para el ejercicio del citado cargo,
contenido en la acción de personal signada con el código
N.° UTE-JP-12-2007, por lo que era inconstitucional el
cese de sus funciones desempeñadas en la institución, el
cual se dio sin fundamento alguno ni notificación previa.
El 03 de febrero de 2012, el abogado Víctor Hugo Arias
Mieles, por sus propios y personales derechos, presentó
acción de incumplimiento de sentencia señalando que el
rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de
Esmeraldas, a la época el licenciado Luis Felipe Pacheco
Luque, cometió desacato al no cumplir con lo dispuesto en
la sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única
de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de
la acción de protección N.° 26-2011.
En tal virtud, el legitimado activo manifiesta que interpuso
acción de protección el 18 de marzo de 2011 en contra del
rector y como tal, representante legal de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres”, la misma que fue conocida
por el Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas,
el cual, mediante sentencia dictada el 28 de marzo de 2011,
declaró sin lugar la acción deducida. En este orden, dentro
del término de ley, el accionante apeló la referida decisión
judicial.
El 03 de febrero de 2012, la Secretaría General de la Corte
Constitucional, para el periodo de transición, certificó
que el caso N.º 0007-12-IS no tenía identidad de objeto y
acción con ningún otro caso previamente presentado.
La Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de
Esmeraldas, mediante sentencia dictada el 22 de julio
de 2011, aceptó el recurso de apelación y declaró
la vulneración de los derechos constitucionales del
accionante, revocando la sentencia de primera instancia
y disponiendo la restitución inmediata de sus funciones
como jefe de adquisiciones de la institución referida.
Quito, D. M., 22 de abril de 2015
SENTENCIA N.º 028-15-SIS-CC
CASO N.º 0007-12-IS
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
Mediante sorteo realizado por el Pleno del Organismo
en sesión del 03 de enero de 2013, correspondió la
sustanciación de la presente causa a la jueza constitucional
Tatiana Ordeñana Sierra, quien mediante providencia
dictada el 14 de octubre de 2014, avocó conocimiento
de la causa y dispuso que se notifique con el contenido
de la demanda al licenciado Luis Felipe Pacheco Luque,
en calidad de rector y por tanto representante legal de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas,
y a los jueces del Tribunal Primero de Garantías Penales de
Añade el legitimado activo que de lo resuelto por la Sala
Única de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas,
el rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”
se opuso a dar cumplimiento con dicha resolución
constitucional, con la excusa de que ya se había cumplido
lo resuelto por la Corte Constitucional o que no existía
el cargo de jefe de adquisiciones en el organigrama de la
universidad, para justificar el desacato de lo ordenado por
la autoridad jurisdiccional pertinente.
El accionante considera que el Tribunal Primero de
Garantías Penales de Esmeraldas, lejos de cumplir con su
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 89
obligación y ejecutar íntegramente de forma inmediata la
sentencia, ordenó se realice una diligencia para verificar
el cumplimiento de esta, en la que el citado tribunal y las
partes acudieron a las instalaciones de la universidad para
constatar la restitución al lugar de trabajo del legitimado
activo, pero que el aparente reintegro que consta en el
acta que se suscribió en la diligencia no fue verdadero ni
completo. Le permitieron regresar a laborar temporalmente
para fungir el cumplimiento de la decisión judicial y,
posteriormente, le impidieron su retorno, sin otorgarle
las funciones que por su cargo debía ejercer ni el sueldo
correspondiente al mismo.
Ante tales circunstancias y, frente a la evidente inacción
del Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas,
el cual conforme a lo dispuesto en el artículo 21 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, estaba obligado a ejecutar todas las
medidas necesarias para que se cumpla lo ordenado
en la decisión judicial dictada por la Sala Única de la
Corte Provincial de Esmeraldas, el accionante presentó
múltiples escritos al referido tribunal, haciéndole conocer
que existía incumplimiento de la sentencia, puesto que
el ente obligado se había negado a reintegrarlo en las
funciones y cargo que desempeñaba, así como tampoco
le habían cancelado el sueldo que le correspondía por el
puesto que ocupaba.
Por lo expuesto, solicita que la Corte Constitucional ordene
se haga efectiva la sentencia incumplida para lograr la
reparación integral de los daños causados, y se le reintegre
a su puesto de trabajo con las mismas funciones que ejercía
y con la remuneración acorde a la jefatura que tenía a su
cargo.
Pretensión concreta
El legitimado activo, solicita textualmente lo siguiente:
…Sírvanse como resultado de lo expuesto secuencial y
legalmente, Honorables Señores Magistrados, admitir esta
ACCIÓN DE INCUMPLIMIENTO; luego del discernimiento y
contrastación del caso, ordenar en sentencia bajo prevenciones
de ley que el demandado, Señor Lcdo. Lcdo. Luis Felipe
Pacheco Luque, en su calidad de Rector de la Universidad
Técnica Luis Vargas Torres de Esmeraldas; cumpla en los
hechos inmediatamente con la sentencia dispuesta por la
mayoría de Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de
Justicia de Esmeraldas, la misma que se emitió desde el 22 de
julio del 2011, y que hasta la fecha (4 meses) no se materializa, ni
aun parcialmente, en inmediata y definitivamente como Jefe de
Adquisiciones Titular de la Institución, con todos mis derechos
implícitos, hasta hoy flagrantemente vulnerados; evitando así
se continúe perjudicándome grave e inminentemente mis
derechos constituidos, tal como lo establece, la ultima parte
del numeral 3, del Art. 56, de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales… (sic)
Sentencia cuyo incumplimiento se demanda
La decisión judicial cuyo incumplimiento se alega es la
sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única
de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, en el
caso por acción de protección signado con el N.º 26-2011,
la misma que en su parte pertinente señala:
…QUINTO.- Analizados los argumentos expuestos por
las partes en la Audiencia, y los documentos agregados al
expediente se observa que efectivamente se han vulnerado los
derechos fundamentales del legitimado activo, al impedirle el
acceso a su lugar de trabajo garantizado en el Art. 33 de la
Constitución, se afectó la seguridad jurídica garantizada en los
Arts. 75 y 82 del mismo cuerpo legal.- Por lo que la Sala en
conformidad con lo previsto en el Art. 168 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
“ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE DEL
PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA”; acepta el recurso de apelación, revoca
la sentencia venida en grado, y en su lugar se declara con
lugar la acción de protección formulada por VICTOR HUGO
ARIAS MIELES; ordenando la reparación de sus derechos
vulnerados, se dispone que el Rector de la Universidad
“Luis Vargas Torres”, le reintegre inmediato a su puesto de
trabajo, reconociéndole todos sus derechos, conforme el Art.
18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional… (sic)
Contestación a la demanda y sus argumentos
Licenciado Luis Felipe Pacheco Loor, en calidad de
rector y como tal representante legal de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas
A foja 252 del expediente constitucional consta que
el licenciado Luis Felipe Pacheco Loor, en calidad de
rector y como tal representante legal de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, afirmó que
el 19 de septiembre de 2011, mediante oficio N.° UATH0751, dirigido al abogado Víctor Hugo Arias Mieles, se
le comunicó la orden de reintegro a su puesto de trabajo,
debiendo comparecer el 22 de septiembre de 2011, a las
10:00 a posesionarse de su cargo, diligencia a la cual no
compareció. Posteriormente, se realizó una constatación
por parte del tribunal encargado de ejecutar la sentencia,
el 27 de septiembre de 2012, en el cual el accionante fue
restituido a su puesto de trabajo, por lo que se levantó un
acta de constatación de cumplimiento de sentencia.
En ese sentido, señala que ya que cumplió con lo establecido
en la sentencia, y que es intención del accionante crear
inconvenientes
mediante
situaciones
conflictivas,
pretendiendo un mayor sueldo que el que percibía previo al
cese de sus funciones.
Procuraduría General del Estado
A foja 441 del expediente constitucional comparece el
abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de
patrocinio de la Procuraduría General del Estado, quien
mediante escrito presentado el 29 de octubre de 2014,
señala para futuras notificaciones la casilla constitucional
N.º 18.
90 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Tribunal Primero de Garantías Penales de Esmeraldas
constitucional analice nuevamente el fondo de un asunto
ya dilucidado previamente; por el contrario, su análisis se
circunscribe en la ejecución de aquella sentencia o resolución
ya expedida por el juez competente. No obstante, resulta
evidente que el incumplimiento de sentencias o resoluciones,
o a su vez el cumplimiento extemporáneo de las mismas,
puede traer consigo una serie de violaciones a derechos
constitucionales, por lo que la reparación integral al derecho
conculcado se torna en una necesidad. Y es que la reparación
integral a derechos constitucionales vulnerados, no sólo que
es una opción para el juez constitucional, sino un deber y
obligación, lo que evidentemente resulta ser piedra angular de
un Estado garantista, constitucional, que vela por el ejercicio
pleno de los derechos reconocidos en la Constitución y aun
aquellos naturales inherentes a la condición de persona
humana…1. (sic)
Los miembros del Tribunal Primero de Garantías Penales
de Esmeraldas, encargados de ejecutar la sentencia en
segunda instancia, no han remitido el informe requerido en
providencia del 14 de octubre de 2014, pese a haber sido
notificados legal y oportunamente.
Audiencia pública
Conforme lo dispuso la jueza constitucional Tatiana
Ordeñana Sierra mediante providencia del 14 de octubre
de 2014, se convocó a las partes procesales para ser
escuchadas en audiencia pública el 23 de octubre del
mismo año, a las 09:30. A foja 321 del expediente
constitucional consta la razón actuarial, en virtud de
la cual se indica que en la diligencia intervinieron: en
calidad de legitimado activo el abogado Víctor Hugo
Arias Mieles, por sus propios derechos, y en calidad de
legitimado pasivo el abogado Pedro Medina Perlaza, en
representación de la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres”. No comparecieron los jueces del Tribunal
Primero de Garantías Penales de Esmeraldas.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
El Pleno de la Corte Constitucional es competente para
conocer y resolver sobre el incumplimiento de sentencias
y dictámenes constitucionales de conformidad con lo
previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución
de la República, en concordancia con lo dispuesto en
los artículos 162 al 165 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional.
El artículo 436 numeral 9 de la Constitución de la
República establece dentro de las atribuciones de
este máximo órgano de interpretación constitucional,
el “conocer y sancionar el incumplimiento de las
sentencias y dictámenes constitucionales”. Es decir, la
acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales tiene como finalidad remediar las
consecuencias jurídicas de la falta de cumplimiento
de dictámenes constitucionales o sentencias dictadas
por los jueces constitucionales, para lo cual la Corte
Constitucional, en caso de que se demuestre ausencia
de ejecución total o parcial de la sentencia alegada por
el accionante, puede aplicar una serie de mecanismos
previstos en la Constitución de la República y en la
ley, hasta que la reparación del derecho se satisfaga e
incluso las sanciones correspondientes a la autoridad que
incumplió el mandato al que estuvo obligado.
Por tal sentido, este Organismo ratifica, una vez más, los
criterios emitidos en la sentencia N.º 008-09-SIC-CC por
la Corte Constitucional, para el periodo de transición, en la
cual se manifestó textualmente lo siguiente:
…Esta Corte deja claro que a partir de la activación de un
incumplimiento de resoluciones, sentencias o dictámenes
constitucionales, no se podrá pretender que el juez
Esta acción constitucional se insertó en nuestro
ordenamiento jurídico para tutelar, proteger y remediar
los efectos que producen los retardos del cumplimiento
de sentencias y dictámenes emitidos en garantías
jurisdiccionales. Dicho lo cual, su labor se centra en verificar
el acatamiento de las sentencias dictadas por los jueces
constitucionales en atención del derecho constitucional a
la tutela judicial efectiva. El alcance de la acción no es otro
que otorgar protección a los ciudadanos contra eventuales
actos que vulneran sus derechos constitucionales en los
que las autoridades conminadas al cumplimiento de una
sentencia dictada en garantías constitucionales no acataron
con lo ordenado o lo hicieron parcialmente, de tal forma
que el resarcimiento realizado no satisfizo la reparación del
derecho constitucional vulnerado.
En esta misma línea, la Corte Constitucional, para el
período de transición, señaló que:
…La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales debe ser entendida como una atribución
inherente a la propia naturaleza de la Corte Constitucional como
órgano máximo de control, interpretación y administración de
justicia constitucional y cumple una doble función: la primera
es la de garantizar un efectivo recurso para la protección
de derechos constitucionales por medio de la ejecución de
una sentencia y el segundo objetivo es el de dar primacía a
las normas y derechos contenidos en la Constitución…El
incumplimiento de una sentencia o resolución constitucional
engloba un retardo injustificado en la justicia, generando
la permanencia en el tiempo de la vulneración de derechos
constitucionales que dieron paso a la primera acción, por lo que
propende a la adopción de la garantía secundaria que supone
la acción de incumplimiento de sentencias y de resoluciones
constitucionales…2.
Naturaleza de la acción de incumplimiento
La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales, prevista en el numeral 9 del artículo 436
1
Corte Constitucional del Ecuador, para el periodo de transición.
Sentencia N.° 008-09-SIS-CC, caso N.° 0009-09-IS.
2
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición.
Sentencia N.° 015-10-SIS-CC, caso N.° 0034-09-IS.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 91
de la Constitución de la República3, tiene por objeto exigir
el efectivo cumplimiento de las resoluciones, sentencias
y dictámenes constitucionales definitivos y ejecutoriados,
resueltos tanto por los jueces ordinarios constitucionales
en materia de garantías jurisdiccionales de derechos,
como por la Corte Constitucional, en las acciones
constitucionales referidas al control de constitucionalidad,
por parte de las autoridades obligadas a acatar y cumplir
las referidas decisiones, una vez que se verifica que el
juez competente para exigir su fiel cumplimiento, después
de haber accionado las medidas necesarias, no logra el
fin último propuesto, que es la reparación integral de los
derechos vulnerados.
Por tanto, es necesario que la propia Corte Constitucional
adopte las medidas pertinentes para remediar los efectos
del incumplimiento de una sentencia constitucional
y, en general, para garantizar la eficacia de la justicia
constitucional.
El artículo 163 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional indica que
“Las juezas y jueces tienen la obligación de ejecutar las
sentencias en materia constitucional que hayan dictado.
Subsidiariamente, en caso de inejecución o defectuosa
ejecución, se ejercitara la acción de incumplimiento ante la
Corte Constitucional”.
En la jurisdicción constitucional, al igual que en los
procesos de la justicia ordinaria, es aplicable el derecho
al cumplimiento de las sentencias dictadas en procesos
constitucionales y de garantías de derechos, convirtiéndose
su real aplicabilidad en el núcleo esencial del derecho a la
tutela efectiva. La tutela jurisdiccional no será efectiva si el
mandato judicial contenido en la sentencia no se cumple.
De tal forma, la Corte Constitucional, como órgano máximo
de control, interpretación y administración de justicia
constitucional, como se estableció previamente, cumple,
en referencia a la acción de incumplimiento, una doble
función de garantizar un efectivo recurso para la protección
de derechos constitucionales por medio de la ejecución
de la sentencia y, dar primacía a las normas y derechos
contenidos en la Constitución de la República..
Legitimación activa
El abogado Víctor Hugo Arias Mieles se encuentra
legitimado para interponer la acción de incumplimiento
de sentencia, en virtud de cumplir con los requerimientos
establecidos en el artículo 439 de la Constitución de la
República, que dispone: “Las acciones constitucionales
podrán ser presentadas por cualquier ciudadano o
ciudadana individual o colectivamente”, así como por lo
señalado en el artículo 164 numeral 1 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
que establece: “Podrá presentar esta acción quien se
considere afectado siempre que la jueza o juez que dictó
3
Constitución de la República del Ecuador, artículo 436, numeral
9.- “La Corte Constitucional ejercerá, además de las que le confiera
la ley, las siguientes atribuciones:…9. Conocer y sancionar el
incumplimiento de las sentencias y dictámenes constitucionales.”
la sentencia no la haya ejecutado en un plazo razonable
o cuando considere que no se la ha ejecutado integral o
adecuadamente”.
Análisis constitucional
Determinación del problema jurídico para la resolución
del caso
Para resolver el presunto incumplimiento de la resolución
materia de esta acción constitucional, la Corte Constitucional
sistematizará el análisis de las circunstancias del caso
concreto a partir de la formulación del siguiente problema
jurídico:
El rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”
de Esmeraldas ¿cumplió con el mandato dispuesto en la
sentencia dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única
de la Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, dentro de
la acción de protección signada con el N.º 26-2011?
Resolución del problema jurídico
El rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres” de Esmeraldas ¿cumplió con el mandato
dispuesto en la sentencia dictada el 22 de julio de 2011
por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de
Esmeraldas, dentro de la acción de protección signada
con el N.º 26-2011?
Previo a analizar el problema jurídico que se plantea en el
presente caso, identificaremos los antecedentes fácticos y
las disposiciones contenidas en la decisión constitucional
cuyo incumplimiento se alega para determinar si existió o
no tal incumplimiento por parte del rector de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas.
El abogado Víctor Hugo Arias Mieles, por sus propios y
personales derechos, presentó acción de protección en
contra del rector de la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres” de Esmeraldas, por el inconstitucional cese en sus
funciones como jefe de adquisiciones de la institución antes
referida.
Aduce el accionante que el cese de sus funciones en el
cargo se produjo sin notificación previa ni con el debido
proceso a seguirse para su remoción, sino que se le impidió
simplemente el acceso a su lugar de trabajo, por lo que,
en sentencia de segunda instancia, se determinó que al
haberse vulnerado sus derechos constitucionales, este
sea reintegrado en calidad de jefe de adquisiciones de la
universidad.
En ese sentido, es necesario señalar que la sentencia dictada
el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte Provincial
de Justicia de Esmeraldas, establece como mandato a favor
del accionante:
…la reparación de sus derechos vulnerados, se dispone que
el Rector de la Universidad “Luis Vargas Torres”, le reintegre
inmediato a su puesto de trabajo, reconociéndole todos sus
derechos, conforme el Art. 18 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional… (sic)
92 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Una vez que la citada sentencia de acción de protección,
en segunda instancia no fue impugnada, al ejecutoriarse
se convirtió de obligatorio cumplimiento para el rector
de la universidad antes referida, siendo deber del juez o
tribunal de instancia la ejecución de la misma de acuerdo
a lo establecido en el artículo 18 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, según
el cual se establece que la “…reparación integral procurará
que la persona o personas titulares del derecho violado
gocen y disfruten el derecho de la manera más adecuada
posible y que se restablezca a la situación anterior a la
violación…”.
Resulta necesario contrastar el mandato contenido en la
decisión judicial y la situación previa al cese de funciones
del señor Víctor Hugo Arias Mieles, para determinar
cuáles eran las obligaciones del rector de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas en relación
a la reparación integral de los derechos del accionante,
constatando si estos se reestablecieron íntegramente o no.
En el caso sub judice, el accionante venía desempeñando
el cargo de jefe de adquisiciones de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, con el sueldo
correspondiente a tal jefatura, de acuerdo al nombramiento
contenido en la acción de personal N.° UTE-JP-226-2008,
por lo que, una vez verificada la vulneración de derechos
constitucionales por el cese de funciones del cargo que
ejercía, la Sala correspondiente ordenó como reparación
integral que se lo reintegre a su puesto de trabajo.
Respecto a la ejecución integral de la sentencia, esta Corte
ha manifestado previamente lo siguiente:
…La Constitución de la República vigente dispone
expresamente que los procesos judiciales solo finalizarán con
la ejecución integral de la sentencia o resolución4. En virtud
de dicho precepto, se desprende que un proceso de garantías
jurisdiccionales no finaliza con la expedición de la sentencia,
por el contrario, lo trascendental es el cumplimiento de la
misma y, por tanto, la ejecución de una reparación integral
que abarque medidas positivas, materiales e inmateriales,
tendientes a reconstruir el derecho constitucional vulnerado…5.
En ese sentido, el restablecimiento de la situación previo a
la vulneración de los derechos constitucionales, implica en
este caso que el legitimado pasivo haya cumplido con tres
criterios objetivos para el reintegro efectivo del accionante a
su puesto de trabajo, esto es, que se le garantice lo siguiente:
el ocupar el espacio físico donde desempeñaba su cargo o
uno de similares características justificando los cambios
realizados, el ejercicio de las funciones inherentes al puesto
y la cancelación de la remuneración correspondiente a tal.
En este punto cabe determinar, de la revisión del proceso,
si la citada universidad cumplió con el reintegro efectivo
del accionante a su puesto de trabajo, de acuerdo a las
consideraciones previamente establecidas.
4
Constitución de la República del Ecuador, artículo 86, numeral 3.
5
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 021-14-SIS-CC,
caso N.° 0017-12-IS.
En relación a la ocupación del espacio físico en donde
el accionante desempeñaba su cargo o uno de similares
características, justificando los cambios realizados, consta
del expediente constitucional el acta de cumplimiento de
sentencia suscrita el 27 de septiembre de 2011, mediante
la cual el Tribunal Primero de Garantías Penales de
Esmeraldas acudió a las instalaciones de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, a verificar si
el legitimado activo fue reintegrado a su puesto de trabajo,
conforme a lo señalado en sentencia de apelación.
En la citada acta consta que, el abogado Otón Olaya
Seminario, en representación del rector de la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres”, manifestó que el cargo de
jefe de adquisiciones ya no existe, pero que se reintegró al
accionante para que desde ese momento comience a ejercer
sus actividades administrativas dentro de una oficina, como
“jefe de adquisiciones”. El accionante, de acuerdo a las
preguntas realizadas por el referido tribunal, manifiesta que
una vez ejecutoriada la sentencia no se le impidió el acceso
a las inmediaciones de la universidad.
En ese sentido, del documento antes referido, suscrito por
las partes, se observa que en un principio se le asignó un
espacio físico para que desempeñe sus funciones como jefe
de adquisiciones.
El accionante, mediante escrito presentado el 04 de octubre
de 2013, del cual consta copia certificada a fojas 294 a
296 del expediente constitucional, manifestó que no tenía
oficina para desempeñar sus labores, encontrándose su
lugar de trabajo actual en el patio de la universidad.
Así también, consta del expediente constitucional de
fojas 333 a 335, el acta de constatación otorgada por la
notaria pública Quinta de Esmeraldas, doctora Katherine
Barrio Romo, donde se establece que, de acuerdo a la
abogada Xiomara Vera Guerrero, jefa del departamento
de Talento Humano de la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” de Esmeraldas, el accionante actualmente
se encuentra laborando en el departamento de transporte
de la institución.
En la audiencia constitucional celebrada dentro de la
presente causa el 23 de octubre de 2014, el abogado Pedro
Medina Perlaza, en representación de la doctora Bernarda
Salas Moreira, rectora y por tal representante de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, estableció que
el 21 de octubre de 2014, 2 días antes de la celebración
de la audiencia y encontrándose el abogado Víctor Hugo
Arias Mieles con permiso de trabajo, se expidió la acción
de personal N.° UTE-UATH-873-2014, por parte de la
citada rectora, mediante la cual se nombró como jefe de
adquisiciones al abogado, la misma que no le había sido
notificada.
De la revisión del expediente y de lo expuesto en la
audiencia celebrada dentro de la presente acción de
incumplimiento, se observa la reincorporación del
accionante como trabajador a la institución demandada,
pero no en las mismas condiciones previas al cese de sus
funciones, esto es, a la misma oficina en la que laboraba
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 93
como jefe de adquisiciones, o en su defecto, un espacio
físico de similares características de acuerdo al cargo
que representa, no existiendo además justificación en el
expediente para asignarle un espacio físico distinto al que
ocupaba.
Por lo antes expuesto, es evidente que la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres” de Esmeraldas, a través de su
representante legal, no ha cumplido con la obligación del
reintegro del accionante a ocupar el espacio físico donde
desempeñaba su cargo o uno de similares características,
permitiéndole el ingreso a la universidad antes citada en
condiciones distintas a las adquiridas previo al cese de sus
funciones.
En cuanto a la restitución de las funciones inherentes como
jefe de adquisiciones, es necesario establecer si, una vez
que se le permitió el ingreso para laborar nuevamente en
la institución demandada, se le encargaron las mismas
ocupaciones inherentes al cargo que desempeño con
anterioridad.
El puesto de jefe del departamento de adquisiciones, en
términos generales, constituye un puesto de dirección,
mediante el cual se gestionan o tramitan las compras
pertinentes a cada institución, como en este caso sucede
con la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”. En
ese sentido, era obligación de la institución demandada
reestablecer el ejercicio de tales funciones al accionante.
Del caso sub examine, se observa en el acta de
cumplimiento de sentencia suscrita el 27 de septiembre de
2011, que el abogado del rector de la universidad señala
por una parte que el cargo de jefe de adquisiciones ya no
existe, pero por otra, que se reintegra al accionante para
que desde ese momento comience a ejercer sus actividades
administrativas como “jefe de adquisiciones”.
Así también, mediante escrito presentado el 03 de octubre
de 2011, dentro del procedimiento de ejecución de la
sentencia, el procurador general de la Universidad Técnica
“Luis Vargas Torres”, estableció que
…el cargo de Jefe de Adquisiciones presupuestariamente ya
no existe se refirió a una realidad, que no había cuando se
planteó la demanda de acción de protección. En efecto, al
dictarse la nueva Ley del Sistema Nacional de Contratación
Pública, no solamente la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres” sino en todas las instituciones del país desaparecieron,
por el Ministerio de la Ley, las jefaturas de adquisiciones,
surgiendo las instancias compras públicas, a través del portal
público… (sic)
que en la sentencia, que le favorece, se diga que de Jefe de
Adquisiciones, pase a desempeñar las funciones de Director de
Adquisiciones o de Compras Públicas… (sic)
Pese a la supuesta supresión del cargo de jefe de
adquisiciones señalada, en la audiencia constitucional
celebrada dentro de la presente causa, el abogado Pedro
Medina Perlaza, a nombre de la representante legal de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, estableció que
el 21 de octubre de 2014 la rectora de la citada institución
expidió acción de personal, mediante la cual, se asignaron
las funciones de Jefe de Adquisiciones al abogado Víctor
Hugo Arias Mieles.
Al respecto, en relación a la supuesta supresión del puesto
de trabajo de jefe de adquisiciones, es necesario citar el
artículo 60 de la Ley Orgánica de Servicio Público que
establece lo siguiente:
Art. 60.- De la supresión de puestos.- El proceso de supresión
de puestos procederá de acuerdo a razones técnicas,
funcionales y económicas de los organismos y dependencias
estatales. Se realizará con la intervención de los Ministerios
de Relaciones Laborales, de Finanzas; y, la institución o
entidad objeto de la supresión de puestos, para las entidades
del Gobierno Central.
Este proceso se llevará a cabo bajo los principios de
racionalización, priorización, optimización y funcionalidad,
respondiendo a instancias de diagnóstico y evaluación.
Los dictámenes de los ministerios no rigen para los Gobiernos
Autónomos Descentralizados, sus entidades y regímenes
especiales, universidades y escuelas politécnicas públicas;
y, las sometidas al ámbito de la Ley Orgánica de Empresas
Públicas.
En caso de puestos vacantes que deben ser suprimidos por
las razones señaladas podrá prescindirse del dictamen del
Ministerio de Finanzas.
La supresión de puesto implica la eliminación de la partida
respectiva y la prohibición de crearla nuevamente durante
dos años, salvo casos debidamente justificados mediante el
respectivo informe técnico de la unidad de administración de
talento humano.
El cambio de denominación no significa supresión del puesto.
La entidad que suprima partidas, no podrá celebrar contratos
ocasionales en el ejercicio fiscal en curso, en puestos de la
misma denominación.
En concordancia con lo anterior, a fojas 194 y 195 del
expediente constitucional consta copia certificada del
escrito presentado el 27 de octubre de 2011, mediante el
cual, el rector de la universidad demandada, estableció
dentro del proceso de acción de protección lo siguiente:
Para la supresión de puestos no se considerarán los puestos que
ocupen las personas con discapacidad severa o quienes tengan
a su cuidado y responsabilidad un hijo, cónyuge, conviviente
en unión de hecho o progenitor con un grado severo de
discapacidad, debidamente certificado por el Consejo Nacional
de Discapacidades (CONADIS).
…Quiere ser director de Compras Públicas o de Adquisiciones,
cuando este cargo no existe en el organigrama de la institución,
ni lo ha creado el Consejo Superior Universitario, y sin
El primero, segundo y tercer inciso del artículo antes
citado, establecen que la supresión de un puesto debe
seguir estándares técnicos, funcionales y económicos, por
94 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
lo que en caso de haberse ejecutado tal procedimiento por
la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, no se han
establecido de manera oportuna dentro de la presente causa
los citados estándares o procedimientos que siguieron para
llevar a cabo tal trámite.
El restablecimiento de las condiciones adquiridas
previamente por el accionante, en cuanto a sus derechos
y obligaciones, implica el ser restituido a su puesto de
trabajo con la remuneración propia al cargo que este
desempeña.
Así también, se señala claramente en los incisos quinto,
sexto y séptimo del referido artículo, que la supresión del
puesto implica la eliminación de la partida respectiva y la
imposibilidad de crear el puesto nuevamente en dos años,
señalando que el cambio de denominación no significa
supresión de puesto.
Una vez que la restitución al puesto que ocupaba previo al
cese de sus funciones, era el de jefe del departamento de
adquisiciones, la remuneración del mismo debía asignarse
en concordancia al rango de dirección que ocupa, como
jefe, o del cargo que haya reemplazado esa denominación
en el organigrama de la institución demandada.
Es así que del análisis del artículo mencionado, en
relación a las alegaciones presentadas por la Universidad
Técnica “Luis Vargas Torres”, específicamente el escrito
presentado el escrito el 03 de octubre de 2011, se evidencia
que el cargo de jefe de adquisiciones no fue suprimido
sino que como expresamente manifiesta la universidad,
desapareció dicho cargo por el ministerio de la ley,
surgiendo las instancias de compras públicas, a través del
portal público, cambiándose de denominación al mismo
únicamente.
En ese sentido, es preciso para esta Corte manifestar
que la restitución a la situación previa a la vulneración
de derechos constitucionales antes referida, de acuerdo
a lo establecido en el artículo 18 de la Ley de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, implica,
en relación al presente caso, que se restablezcan las
condiciones en las cuales el accionante desempeñaba sus
funciones y no transpolar exactamente la situación jurídica
anterior a las circunstancias actuales, en referencia a la
remuneración percibida.
En relación al caso concreto, de acuerdo a lo señalado en
sentencia, la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”,
a través de su representante legal, tenía la obligación de
reintegrar a su puesto de trabajo al legitimado activo, en las
condiciones previas a su ilegal cese en el cargo, esto es, en
el ejercicio de las mismas funciones que este desempeñaba
como jefe del departamento de adquisiciones.
En relación al caso sub examine, en el acta de cumplimiento
de sentencia antes referida, suscrita el 27 de septiembre de
2011, el accionante manifestó que no se le venía cancelando
la remuneración pertinente de acuerdo a las funciones que
ejercía.
En caso de que la universidad haya reemplazado
conforme a derecho la denominación del cargo de jefe de
adquisiciones por otro con las mismas funciones, como lo
es el de director de adquisiciones o compras públicas, le
correspondía al accionante, en virtud de que se respeten
las condiciones previas adquiridas, ocupar tal cargo, y de
esta manera cumplir con la reparación integral referida en
sentencia, siendo evidente que el reintegro a su puesto de
trabajo no solo implica el expedir una acción de personal
a su nombre, con el cargo que este ocupaba, sino a su vez
del restablecimiento de las ocupaciones realizadas por este.
Por lo antes expuesto, es evidente el incumplimiento de
lo ordenado en la sentencia objeto de revisión, por cuanto
no consta del expediente que el accionante haya sido
restituido al cargo de jefe de adquisiciones que ocupaba
previo a la vulneración constitucional, u otro con el mismo
rango de dirección del departamento que haga sus veces,
pese a que este tuviere otro nombre. Tampoco se observa
el restablecimiento de las funciones inherentes a su
ocupación desempeñada con anterioridad, existiendo por el
contrario, alegaciones por parte de la universidad, relativas
a la inexistencia del cargo, que constatan la ausencia de
cumplimiento de la citada obligación.
Por último, es necesario determinar si el rector de la
Universidad Técnica “Luis Vargas Torres” o quien haga
sus veces, cumplió con la restitución al puesto de trabajo
del accionante, en referencia al pago de la remuneración
mensual pertinente de acuerdo al cargo jefe de adquisiciones
o del que haga sus veces en la institución demandada.
Ante tal alegación, mediante escrito presentado el 14 de
octubre de 2011, la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres”, a través de su rector y como tal representante legal,
señaló que la sentencia que se pretende cumplir, “…no da pie
para que de ahí se pretenda un sueldo que necesariamente,
debe estar presupuestado y contar con la partida
correspondiente. Esto amerita otro procedimiento…”.
En la audiencia pública celebrada dentro de la presente
causa, el abogado de la universidad estableció que al
accionante no se le había dejado de cancelar pese al cese
de sus funciones, por lo que adjuntarían al expediente
constitucional los roles de pago respectivos que demuestran
que el accionante había percibido su remuneración mensual
de acuerdo al cargo que ocupa.
De la revisión del expediente constitucional, constan a
fojas 339 a 395, los roles de pago del accionante, desde
el mes de septiembre de 2009 hasta el mes de agosto de
2014, con lo que se comprueba que este recibió por parte
de la institución demandada, pago o remuneración durante
el tiempo que fue cesado de sus funciones. En cuanto a la
pertinencia del monto que se le ha cancelado en el plazo
señalado en los roles, consta que a partir del mes de enero
de 2011 hasta diciembre de 2013, el legitimado activo
recibió la cantidad de novecientos treinta y cinco dólares
de los Estados Unidos de América (USD $ 935,00 dólares),
señalándose como cargo anterior el de jefe de adquisiciones
y como cargo actual el de “Servidor Público 3”.
En ese sentido, en base a las alegaciones presentadas
por los representantes legales de la universidad que han
intervenido dentro del proceso y de la revisión de los
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 95
roles de pago antes referidos, es indiscutible que al no
existir, de acuerdo a las citadas autoridades, el cargo de
Jefe de Adquisiciones, y no haberlo reintegrado al cargo
equivalente en el organigrama de la institución, tampoco
se le cancelaron las remuneraciones pertinentes al mismo.
Tal conclusión se confirma de la revisión de los roles de
pago antes referidos que mencionan expresamente un cargo
distinto al que debía ocupar el accionante de acuerdo a la
sentencia y la remuneración correspondiente a tal.
Por todo lo anterior, esta Corte determina que el accionante
no recibió desde que se dictó la sentencia en cuestión hasta
la actualidad, la remuneración que le correspondía por la
jerarquía del cargo que desempeñaba, en calidad de jefe del
departamento de adquisiciones de la referida universidad.
Una vez establecido el incumplimiento de criterios
objetivos que demuestran la falta del reintegro al puesto
de trabajo del abogado Víctor Hugo Arias Mieles por parte
de la institución demandada, este máximo tribunal de
interpretación constitucional, en referencia a la importancia
de la citada medida reparatoria de restitución al cargo, en un
caso de similares patrones facticos estableció anteriormente
lo siguiente:
…El reintegro al puesto de trabajo que le corresponde a la
persona afectada y cuyo cumplimiento se exige, es la medida
de reparación más importante, ya que la afectada no solo fue
privada por largo tiempo de su derecho al trabajo, sino que
además, conforme se analiza a continuación, ha sufrido un
acto discriminatorio que vulnera la protección de los derechos
constitucionales que le asisten, debido al trato desfavorable
que se le aplicó, por violarse el principio de la igualdad y
el derecho a la seguridad jurídica previstos en los artículos
11 numeral 2, y 82 de la Constitución de la República,
respectivamente…6.
Es así que, el reintegro al puesto de trabajo constituye
una medida de reparación integral de trascendental
cumplimiento ya que implica el mecanismo mediante el
cual se pretende restituir la garantía constitucional del
derecho al trabajo y la estabilidad laboral, por lo que la
sentencia dentro de la presente acción no debe versar
únicamente sobre el análisis del cumplimiento o no de la
decisión judicial puesta a consideración, sino que debe
contener el sentido reparador mediante medidas positivas,
materiales e inmateriales, tendientes a reconstruir el
derecho constitucional vulnerado por el incumplimiento.
Se observa que dentro de la presente causa, el Tribunal
Primero de Garantías Penales de Esmeraldas, encargado
de la ejecución de la sentencia incumplida, no dispuso las
medidas positivas, materiales e inmateriales, tendientes
a reconstruir los derechos constitucionales vulnerados,
habiendo transcurrido tiempo en demasía para el
cumplimiento íntegro de la misma.
Por todo lo expuesto, al no haberse garantizado al abogado
Víctor Hugo Arias Mieles la reparación integral referida
6
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 021-14-SIS-CC,
caso N.° 0017-12-IS.
en el artículo 18 de la Ley de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, que implicaba que el accionante
debía ser reintegrado a su puesto de trabajo, lo que evidencia
claramente el incumplimiento parcial de la sentencia
dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la Corte
Provincial de Justicia de Esmeraldas, por parte del rector
de la Universidad Técnica “Luis Vargas Torres”, dentro
de la acción de protección N.º 26-2011, al desconocer el
contenido y los efectos de la resolución mencionada en
forma integral, y no cumplirla de forma inmediata. En tal
evento, siendo el deber de esta Corte velar por el efectivo
cumplimiento de las sentencias y dictámenes, y efectuar
una reparación integral, de conformidad con lo previsto en
el artículo 86 numeral 3 de la Constitución de la República,
para garantizar la plena vigencia de los derechos, ejecutará
las medidas necesarias para lograr el cabal cumplimiento
de las mismas, ejerciendo todas las facultades que la
Constitución de la República, la Ley Orgánica de Garantías
Constitucionales y el Código Orgánico de la Función
Judicial le facultan.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Aceptar la acción de incumplimiento de sentencia
dictada el 22 de julio de 2011 por la Sala Única de la
Corte Provincial de Justicia de Esmeraldas, en el caso
por acción de protección signado con el N.° 26-2011.
2. Declarar que la Universidad Técnica “Luis Vargas
Torres” de Esmeraldas incurrió en el incumplimiento
respecto de la reincorporación al puesto de trabajo del
abogado Víctor Hugo Arias Mieles.
3. Como medidas de reparación se dispone:
3.1. Que la rectora de la Universidad Técnica “Luis
Vargas Torres” de Esmeraldas, o quien haga
sus veces, bajo prevención a lo establecido en
el artículo 86 numeral 4 de la Constitución de
la República, de forma inmediata reintegre o
reincorpore a sus habituales funciones en su puesto
de trabajo, esto es como jefe de adquisiciones o
el cargo que haya reemplazado tal denominación
en el organigrama de la institución, con todos los
derechos y obligaciones previamente contraídas, al
abogado Víctor Hugo Arias Mieles, de conformidad
con la sentencia materia de esta acción.
3.2. El pago completo de las remuneraciones no
percibidas o percibidas incompletas por el abogado
Víctor Hugo Arias Mieles, correspondientes al
cargo que le corresponde ejercer, a partir del cese
de sus funciones en el cargo hasta el momento
de su reintegro. La reparación económica se la
determinará en la vía contencioso-administrativa,
96 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
de conformidad con el artículo 19 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional y la regla jurisprudencial dictada
por esta Corte en la sentencia N.° 004-13-SANCC, dentro del caso N.° 0015-10-AN, aprobada
por el Pleno de la Corte Constitucional el 13 de
junio de 2013. En consecuencia, se dispone que
previo sorteo el proceso se remita a una sala del
Tribunal Contencioso Administrativo, la que
deberá informar sobre el procedimiento en el
término de 30 días.
3.3. Que la rectora de la Universidad Técnica Luis
Vargas Torres de Esmeraldas, o quien haga sus
veces, dentro del término de 15 días contados a
partir de la notificación de esta sentencia, presente
a esta Corte un informe pormenorizado sobre el
cumplimiento de la misma.
3.4. Que el Tribunal Primero de Garantías Penales de
Esmeraldas informe a esta Corte, en el término
de 20 días desde la notificación de la presente
sentencia, acerca del cumplimiento total de la
decisión emanada por esta Corte.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana
Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y
Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de
los jueces constitucionales María del Carmen Maldonado
Sánchez, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire,
en sesión del 22 de abril de 2015. Lo certifico.
Quito, D.M., 22 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 029-15-SIS-CC
CASO N.° 0019-12-IS
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La presente acción de incumplimiento de sentencia
constitucional fue presentada el 13 de marzo de 2012 por el
sargento primero (SGOP-CC) Luis Fernando Casco Cortez,
por sus propios derechos, en contra del ministro de defensa
nacional, del comandante general de la Fuerza Naval y
del director general de recursos humanos y presidente del
Consejo de Personal de Tripulación de la Fuerza Naval,
por no haber dado cumplimiento total al contenido de la
sentencia emitida el 04 de marzo de 2010 por los jueces
de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, dentro de la acción de
protección N.° 293-2009.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 13 de
marzo de 2012, certificó que en referencia a la presente
causa no se ha presentado otra demanda con identidad de
objeto y acción.
En virtud del sorteo efectuado por el Pleno del Organismo
y de conformidad con lo previsto en el artículo 195 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, le correspondió al ex juez Hernando
Morales Vinueza actuar en calidad de juez ponente de la
causa N.º 0019-12-IS.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Mediante auto del 16 de abril de 2012, el juez Hernando
Morales Vinueza avocó conocimiento de la causa y dispuso
se notifique a los legitimados pasivos con el contenido de la
demanda, a fin de que en el término de cinco días remitan
un informe debidamente argumentado sobre las razones del
incumplimiento que se demanda.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Conforme a lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la
Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012
se posesionan ante el Pleno de la Asamblea Nacional los
jueces de la primera Corte Constitucional del Ecuador.
CASO Nro. 0007-12-IS
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la
Corte Constitucional, en sesión extraordinaria del jueves 03
de enero de 2013, y de la Disposición Transitoria Octava
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, correspondió al doctor Fabián Marcelo
Jaramillo Villa actuar como juez ponente de la presente
acción, a quien el secretario general del Organismo remitió
el caso mediante memorando N.° 003-CCE-SG-SUS-2013
de fecha 07 de enero de 2013.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
El juez ponente, doctor Fabián Marcelo Jaramillo
Villa, mediante auto del 18 de diciembre de 2013,
avocó conocimiento de la presente acción y dispuso
a los accionados el envío de informes debidamente
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 97
argumentados sobre el cumplimiento de la sentencia objeto
de esta demanda, así como también se fijó día y hora para
la realización de la audiencia pública.
Sentencia cuyo cumplimiento se demanda
El legitimado activo, SGOP-CC Luis Fernando Casco
Cortez, señala que no se ha dado cumplimiento total de la
sentencia de acción de protección constitucional N.° 2932009, emitida por los jueces de la Segunda Sala de lo Civil
y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas
el 04 de marzo de 2010, a las 11:30, en donde fallaron lo
siguiente:
…esta Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas “Administrando justicia,
en nombre del pueblo soberano del Ecuador, y por autoridad
de la Constitución y las leyes de la República”, acepta el
Recurso de Apelación y revoca la sentencia dictada por el Juez
Duodécimo de lo Civil de Guayaquil, y consecuentemente
acepta la demanda de acción de protección propuesta por
el SGOP. LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ en contra
del Consejo del Personal de Tripulación de la Armada del
Ecuador. Suspender en forma definitiva los efectos de la
Resolución COSTRI No. 259 del 2 de Diciembre del 2008,
en lo que se refiere a la declaratoria de “NO APTO” para el
Curso MANDO Y LIDERAZGO del tripulante SGOP LUIS
FERNANDO CASCO CORTEZ.- Disponer se incorpore al
accionante SGOP LUIS FERNANDO CASCO CORTEZ al
Servicio Activo de la Armada del Ecuador en el Grado de Sub
Oficial Segundo, desde el 20 de Diciembre del 2008, debiendo
pagársele los sueldos y beneficios sociales correspondientes a
su grado a partir de esa fecha. Cúmplase y Notifíquese.
Fundamentos y pretensión de la demanda
Detalle y fundamentos de la acción propuesta
El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que
el 20 de marzo de 2009 propuso acción de protección
contra las autoridades de la Fuerza Naval, impugnando
el acto contenido en la Resolución COSTRI N.° 259-08,
mediante la cual se le declaró no apto para el ascenso al
grado de suboficial segundo y se le colocó en estado de
disponibilidad, previo a la baja del escalafón militar.
Señala que la acción de protección recayó ante el Juzgado
Duodécimo de lo Civil de Guayaquil, signado con el N.°
268-2009, en donde con fecha 17 de abril de 2009, desechó
su demanda por improcedente.
Menciona el accionante que encontrándose dentro del
término de ley, interpuso el recurso de apelación que
correspondió a los jueces de la Segunda Sala de lo Civil
y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas,
quienes mediante sentencia del 04 de marzo de 2010
revocaron el fallo subido en grado y aceptaron su acción de
protección. Agrega que en dicha sentencia se dispuso dejar
sin efecto la Resolución COSTRI N.° 259-08 y que se le
reincorpore al servicio activo en la Armada del Ecuador, en
el grado de suboficial segundo, desde el 20 de diciembre de
2008, así como al pago de sueldos y más beneficios que le
correspondieron a partir de la misma fecha.
Afirma que las autoridades de la Fuerza Naval no han
dado cumplimiento efectivo y cabal a todo lo ordenado
en la sentencia expedida por los jueces de la Segunda
Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de
Justicia del Guayas. Que, en forma absurda, arbitraria e
inconstitucional fue reincorporado a la institución desde el
01 de enero de 2009, mediante Orden General N.° 219 del
12 de noviembre de 2010, pero en el mismo grado, es decir,
como sargento primero y no como lo ordenó en la sentencia
en el grado de suboficial segundo. Menciona que, luego de
su reincorporación, el comandante general de la Marina,
vicealmirante Jorge Gross Albornoz, mediante oficio N.°
COGMAR-JUR-299-O-2011 del 21 de abril de 2011,
se dirigió al director de recursos humanos manifestando
que no comparte el hecho de que, mediante sentencia, se
haya dispuesto su ascenso al grado superior y dispone al
Consejo de Tripulación buscar mecanismos idóneos para
que el accionante realice nuevamente el Curso de Mando
y Liderazgo, sin que eso signifique que apruebe el curso.
El peticionario afirma que fue nuevamente llamado al
Curso de Mando y Liderazgo, por lo que, demostrando
obediencia a las autoridades, ingresó el 14 de julio
de 2011 al Centro Tecnológico Naval para realizar el
mencionado curso, pero que como había la consigna de
no permitirle la aprobación del curso, fue descalificado
en el primer módulo y, en consecuencia, sacado de la
escuela y puesto a órdenes de la Dirección Nacional de
los Espacios Acuáticos. Señala que el 10 de enero de 2012
fue colocado nuevamente en disponibilidad, previo a la
baja, resolución que fue publicada en la orden general del
31 de enero de 2012, vulnerando nuevamente su legítimo
derecho de ascender a suboficial segundo de la Armada del
Ecuador, así como los consagrados en los artículos 10, 11
y 66 numerales 1 al 9 de la Constitución de la República.
Petición concreta
Con lo expuesto, el compareciente en lo principal solicita a
la Corte Constitucional, que:
…ORDENEN A LOS HOY DEMANDADOS EL
CUMPLIMIENTO TOTAL, EFECTIVO, INMEDIATO,
DE LA SENTENCIA DE ACCIÓN DE PROTECCIÓN
CONSTITUCIONAL, EMITIDA POR LOS SEÑORES
JUECES DE LA SEGUNDA SALA DE LO CIVIL Y
MERCANTIL DE LA CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA
DEL GUAYAS, DE FECHA 04 DE MARZO DEL 2010 A
LAS 11H30 debiendo la fuerza naval pagarme los sueldos y
beneficios sociales correspondientes a ese grado a partir de
esa fecha…”; “2.- Que (…) se ordenen a las autoridades de
la Fuerza Naval que en forma inmediata se me reincorpore
al servicio activo de la Armada del Ecuador, con el grado de
Suboficial Segundo desde el 20 de diciembre del 2008”; “3.Que (…) ordenen a las autoridades de la Fuerza Naval, que
luego de su ascenso cumplan en forma inmediata con el pago
íntegro de todos los sueldos y beneficios que he dejado de
percibir por mi grado de Suboficial Segundo, desde el 20 de
diciembre del 2008, ya que ese derecho me corresponde por
el tiempo que me encuentro sin el ascenso; 4.- (…) que se les
imponga una multa a mi favor de una remuneración básica
unificada diaria, en contra de los demandados (…); 5.- (…)
98 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
que se envíen atento oficio dirigido al señor Fiscal General
de Nación Dr. Galo Chiriboga (…) a fin de que esta autoridad
investigue e inicie la Instrucción Fiscal que corresponda ...
Contestación a la demanda
Argumentos de la parte accionada
El contralmirante Ángel Sarzosa Aguirre, en su calidad
de director de recursos humanos de la Fuerza Naval,
comparece mediante escrito que consta a fojas 39 a 42 del
expediente, y en lo principal manifiesta:
Que mediante Orden General N.° 219 del 12 de noviembre
de 2010, la Fuerza Naval publicó la reincorporación al
servicio activo del SGOP-CC Luis Fernando Casco Cortez,
la cual textualmente dice:
…Quito, 12 de Noviembre del 2010.-VISTOS.- La resolución
COSTRI No. 222-2010 de la sesión ordinaria No. 024-10 del
08-NOV-2010, notificada con el oficio No. COSTRI-SEC531-C; 12-NOV-2010, Este Comando General RESUELVE:
REINCORPORAR al Servicio Activo de la Fuerza Naval con
fecha 01 de enero del 2009, en cumplimiento con la sentencia
dictada por los Conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y
Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas; y
de conformidad con lo establecido en la Constitución de la
República en el Art. 160 inciso segundo y lo señalado en el
Art. 117 y a35 de la Ley Reformatoria de la Ley de Personal
de las FF.AA. Y el Art. 31 numeral 3 del Reglamento General
de la Ley del Personal de las FF.AA., llamar para que cumpla
con los requisitos para ascenso al grado inmediato superior
como requisito previo al ascenso del Sargento Primero a
Suboficial Segundo; así mismo proceder a la cancelación de
los emolumentos económicos respectivos a partir del 01-JUL2009, al siguiente Tripulante: C.C. No. 0907495071 Grado
SGOP-CC señor CASCO CORTEZ LUIS FERNANDO.
Menciona que en la Resolución Nº. 222-2010 dispuso: a),
acatar la referida sentencia, y b) la Dirección General de
Recursos Humanos publique la reincorporación al Servicio
Activo del hoy accionante, en acatamiento a la referida
sentencia, y de conformidad al inciso segundo del artículo
160 de la Constitución de la República; del Art. 117 de la
Ley Reformatoria de la Ley de Personal de las Fuerzas
Armadas; en concordancia al Art. 135 de la misma ley;
así como del artículo 31 del Reglamento General a la Ley
de Personal de las Fuerzas Armadas, se dispuso llamar al
mencionado Tripulante para que cumpla los requisitos de
ascenso al grado inmediato superior de Sargento Primero
a Suboficial Segundo, en vista de que perteneció a la
promoción 39 de especialistas y su promoción ascendió
el 20 de diciembre de 2008. Asimismo, indica que en el
literal c) de esta resolución se dispuso que la Dirección
General de Recursos Humanos cancele los emolumentos
económicos respectivos a partir del 01 de julio de 2009.
Que mediante Resolución COSTRI N.° 0120-2011 se
dispuso que la Dirección General de Recursos Humanos
incluya al sargento primero Luis Fernando Casco Cortez
en el Curso de Mando y Liderazgo, de conformidad con el
artículo 117 literales b y f de la Ley de las Fuerzas Armadas,
la misma que ante el pedido de rectificación hecha por el
señor Luis Fernando Casco Cortez, fue negado mediante
resolución COSTRI N.° 209-2011.
Señala que mediante Resolución COSTRI N.° 2132011, se dispuso la separación y cancelación del Curso
de Administración (Mando y Liderazgo) del señor Luis
Fernando Casco Cortez, en base a lo dispuesto en el artículo
160 de la Constitución de la República, el artículo 46 del
Reglamento de la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas,
y los artículos 27, 28, 29 y 30 numeral 1 del Reglamento
Interno del Centro Tecnológico Naval, CETNAV, por
reprobar dicho curso.
Afirma que mediante Resolución COSTRI N.° 001-2012,
se dispuso que la Dirección General de Recursos Humanos
coloque al señor Casco Cortez en disponibilidad con fecha
10 de enero de 2012, de conformidad con el artículo 63 del
Reglamento General a la Ley de Personal de las FF. AA.
y los artículos 76 literal f y 117 literales b y f de la Ley
Reformatoria a la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas,
así como su publicación en la orden general N.° 022 del 31
de enero de 2012.
El accionado afirma también que el Departamento
Financiero de la Dirección General de Recursos Humanos
de la Fuerza Naval procedió a cancelar al actor los valores,
conforme a lo dispuesto en la referida sentencia y que
desde su reincorporación hasta la presente fecha se le está
cancelando su sueldo normal.
Con lo expuesto, solicita la inadmisión de la presente
acción, ya que la misma no cumple con los requisitos
del artículo 56 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, por cuanto se ha
dado cumplimiento a la sentencia de la autoridad judicial
y que, el ascenso que reclamado por el accionante no es
constitucional, en razón de por ser esta una competencia
exclusiva del órgano Regulador de la Carrera Naval, en
este caso, del Consejo de Tripulación de la Fuerza Naval.
Jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas
El abogado Alfonso Ordeñana Romero, juez provincial
de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, remitió a la Corte
Constitucional el informe cumplimiento de la sentencia y,
en lo principal, señaló que el fallo expedido por aquella
Sala dentro de la acción de protección N.° 293-2009, por el
cual se revocó la sentencia dictada por el juez duodécimo
de lo civil del Guayas, quedó ejecutoriado y en firme.
Agrega que revisado el sistema SATJE se aprecia que con
fecha 08 de diciembre de 2010 fue remitido el proceso al
juez para su ejecución.
La audiencia pública
La audiencia pública en el presente caso se realizó el día 07
de enero de 2014, a las 11:00, mediante videoconferencia
con la oficina regional de la Corte Constitucional en la
ciudad de Guayaquil, a la que concurrieron: Carlos Alberto
Almeida Alvarado, en patrocinio del comandante general de
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 99
la Marina, el abogado Galo Vélez Alvear, en representación
de la señora ministra de defensa nacional, y el abogado
Luis Eduardo Viteri Solórzano, en representación del
señor procurador general del Estado. A dicha diligencia no
concurrieron el legitimado activo o su abogado defensor, a
pesar de haber sido notificado en legal y debida forma.
Instalada la audiencia, intervino en primer lugar el abogado
Carlos Alberto Almeida Alvarado en patrocinio del señor
vicealmirante Luis Jaramillo Arias, comandante general
de la Marina, quien en lo principal rechazó e impugnó en
forma categórica los fundamentos de hecho y de derecho
contenidos en la demanda presentada por el accionante.
Señaló que la sentencia fue cumplida conforme lo dispone
el inciso segundo del artículo 160 de la Constitución
de la República del Ecuador; que no es la primera vez
que a través de vías y sentencias judiciales, policías o
militares en servicio activo pretenden ascender al grado
inmediato superior, cuando los únicos con competencia y
atribuciones para ello, conforme los artículos 115 y 135 de
la Ley Reformatoria a la Ley de Personal de las Fuerzas
Armadas, son los Consejos Reguladores de las Fuerzas
Armadas, previo cumplimiento de requisitos, como en
cualquier entidad pública; y que el legitimado activo fue
reincorporado al servicio activo de las fuerzas armadas,
además de darle las facilidades del caso a fin de que cumpla
con los requisitos de ascenso exigidos como a todos y cada
uno de sus compañeros. Señaló además que el accionante
acudió a efectuar el curso, rindió las pruebas normales de
selección, en donde se le garantizó el debido proceso y
legítima defensa, por lo tanto, no puede ser que por pérdida
del curso se pretenda afirmar que se han violentado sus
derechos y garantías.
Afirmó que la pretensión del legitimado activo a través
de esta acción es que se le exonere de estos requisitos
que deben ser cumplidos taxativamente al interior de las
Fuerzas Armadas, a través de los Consejos Reguladores,
mediante las leyes respectivas; que por tanto, los jueces
constitucionales a través de sus sentencias no tienen esta
facultad y en esto radica la importancia del presente caso,
ya que a través del mismo, la Corte Constitucional puede
interpretar y normar, a fin de evitar que los jueces de
instancia se envistan de facultades que no les competen;
que no se le privó de su derecho al trabajo como señala
el accionante en su demanda, porque al momento en que
fue dado de baja pasó a ser un jubilado del servicio activo
del Instituto del Seguro Social de las Fuerzas Armadas
(ISSFA), recibiendo sus emolumentos, remuneraciones, así
como sus haberes y liquidaciones; que, al momento de no
aprobar el curso de mando y liderazgo, y ser dado de baja,
el legitimado activo nuevamente se acogió a su derecho a
la pensión de retiro y jubilar, mismos que hasta la presente
fecha viene recibiendo.
Seguidamente, el juez constitucional concedió la palabra al
abogado Galo Vélez Álava, quien en representación de la
señora ministra de defensa nacional y del director general
de recursos humanos de la Fuerza Naval, en lo principal,
rechazó los fundamentos de hecho y de derecho de la
demanda por improcedente y por carecer de toda legalidad.
En cuanto al caso en concreto, señaló que no es una cuestión
arbitraria y antojadiza de la institución querer separar a los
miembros activos cada vez que toca su ascenso; que en
cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 117 y 135 de la
Ley Reformatoria del Personal de las Fuerzas Armadas, el
Consejo de Tripulación de la Armada mandó al accionante
a que cumpla con los requisitos para su ascenso al grado
inmediato superior, circunstancia que el legitimado activo
no pudo cumplir, por tanto fue dado de baja; y que a pesar
de haber sido puesto en disponibilidad, seguía percibiendo
su remuneración hasta seis meses después, y luego de
aquello, cumplió su función de retiro y el ISSFA le da hasta
la actualidad una remuneración mensual que supera los mil
dólares, en razón de su jubilación.
Finalmente, intervino el abogado Luis Eduardo Viteri
Solórzano, en representación del señor procurador general
del Estado, el que se acoge a lo expresado por quienes le
antecedieron en la palabra.
II. CONSIDERACIONES y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
El Pleno de la Corte Constitucional es competente para
conocer y resolver la presente acción, de conformidad con
lo previsto en el artículo 436 numeral 9 de la Constitución
de la República, los artículos 162 a 165 de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional y el
artículo 3 numeral 11 del Reglamento de Sustanciación de
Procesos de Competencia de la Corte Constitucional.
Legitimación Activa
El accionante, Luis Fernando Casco Cortez, se
encuentra legitimado para plantear la presente acción de
incumplimiento de sentencia constitucional conforme lo
dispone el artículo 439 de la Constitución de la República,
en concordancia con el artículo 164 numeral 1 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional.
Análisis constitucional
Naturaleza jurídica y
de incumplimiento de
constitucionales
finalidad de
sentencias y
la acción
dictámenes
La acción de incumplimiento de sentencias y dictámenes
constitucionales establecida en la Constitución de
la República es una de las atribuciones de la Corte
Constitucional, pero además, es un mecanismo
jurisdiccional a través del cual se puede conocer y sancionar
el incumplimiento de decisiones adoptadas por los jueces
competentes, con el propósito de tutelar y remediar las
consecuencias que conlleva tal incumplimiento.
La Constitución de la República señala en forma categórica
que “[l]os procesos judiciales sólo finalizarán con la
ejecución integral de la sentencia o resolución”1. Así, este
1
Constitución de la República del Ecuador, artículo 86 numeral 3,
inciso final.
100 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
mandato constitucional sitúa la relevancia y trascendental
importancia que tiene la ejecución de una sentencia o
decisión adoptada por los jueces constitucionales, ya que
a través de ella, garantiza la reparación integral de los
derechos constitucionales. Por tanto, esta acción debe
“tender a la materialización de la protección del derecho
reconocido en el pronunciamiento judicial mediante la
aplicación idónea de dicho pronunciamiento”2.
Bajo estas consideraciones, es la Corte Constitucional
como máximo órgano de control, interpretación y
administración de justicia constitucional, la que tiene el
deber de asegurar el cumplimiento irrestricto de sentencias
y dictámenes constitucionales, orientada a proteger y
garantizar los derechos establecidos en la Constitución y
demás instrumentos internacionales de derechos humanos,
así como velar por su reparación integral.
Planteamiento y resolución del problema jurídico
A fin de resolver el fondo de la presente acción, la
Corte Constitucional estima necesario sistematizar los
argumentos expuestos por el legitimado activo, así como
por las autoridades accionadas, a partir del siguiente
problema jurídico:
Las autoridades demandadas, el comandante general
de la Marina, el director general de recursos humanos,
el presidente del Consejo de Personal de Tripulación
de la Fuerza Naval y la Ministra Defensa Nacional,
¿incumplieron la sentencia constitucional emitida por
los jueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil
de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, el 04 de
marzo de 2010, dentro de la acción de protección N.°
268-2009?
En su demanda, el accionante sostiene como argumento
principal que los demandados no han dado cumplimiento
total del contenido de la sentencia emitida por los jueces
de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, el 04 de marzo de 2010,
dentro de la acción de protección N.° 293-2009, a través
de la cual ordenaron su reincorporación al servicio activo
de la Fuerza Naval con el grado de suboficial segundo, así
como al pago de los sueldos y más beneficios de ley, no
ha sido cumplido a cabalidad por parte de los demandados,
el comandante general de la Marina, el director general de
recursos humanos y el presidente del Consejo de Personal
de Tripulación de la Fuerza Naval.
Al respecto, la Corte Constitucional procede hacer el
siguiente análisis de fondo.
Sobre la reincorporación del accionante al servicio
activo de la Fuerza Naval, este Organismo constata
a fojas 39 a 42 del expediente, el informe remitido a la
Corte Constitucional por el contralmirante Ángel Sarzosa
Aguirre, en su calidad de director de recursos humanos de la
Fuerza Naval en aquel entonces, señalando en lo principal
que, mediante orden general N.° 219 del 12 de noviembre
de 2010, la Fuerza Naval publicó la reincorporación al
servicio activo al señor SGOP-CC Luis Fernando Casco
Cortez. En efecto, a foja 50 de la causa consta dicha
orden general que, en la parte pertinente, dice: “…Este
Comando General RESUELVE: REINCORPORAR al
Servicio Activo de la Fuerza Naval con fecha 01 de enero
del 2009, en cumplimiento con la sentencia dictada por los
Conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas…”; particular que
es corroborado y confirmado por el accionante, quien en su
demanda señala que la Armada Naval lo “reincorpor[ó] a
la Fuerza Naval con el mismo grado de Sargento Primero
desde el 01 de Enero del 2009, mediante orden general Nº.
219 de fecha 12 de Noviembre del 2010”.
En los mismos términos, el contralmirante Carlos Alberto
Albuja Obregón, actual director general de recursos
humanos y presidente del Consejo de la Armada del
Ecuador, remite a este Organismo el informe jurídico y
aparejado al expediente, a foja 178, un documento anexo,
en donde señala que el hoy accionante fue reincorporado al
servicio activo mediante resolución N.° 222-2010 expedida
por el Consejo de Tripulación, en cumplimiento a la
sentencia pronunciada el 04 de marzo de 2010.
Así, los recaudos procesales constantes en el expediente y
analizado, esta Corte evidencia que el legitimado activo fue
efectivamente reincorporado al servicio activo de la Fuerza
Naval, tal como ordena la sentencia emitida el 04 de marzo
de 2010 por la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas y que forma parte
de sus pretensiones.
…se reincorpore al accionante SGOP LUIS FERNANDO
CASCO CORTEZ al Servicio Activo de la Armada del Ecuador
Con respecto al pago de los sueldos y beneficios sociales
ordenados en la sentencia N.° 0293-2009, consta de los
informes remitidos por parte del accionado, director
general de recursos humanos y presidente del Consejo de
la Armada del Ecuador, tanto del 08 de mayo de 2012 (fojas
39 a 42) como del 06 de enero de 2014 (foja 178) que,
mediante la orden general N.° 219 y la resolución COSTRI
N.° 222-2010, se dispuso entre otras que “c) la Dirección
General de Recursos Humanos cancele los emolumentos
económicos respectivos a partir del 01-JUL-2009”.
Corte Constitucional del Ecuador, para el periodo de transición.
Sentencia N.° 0016-09-SIS-CC, caso N.° 0024-09-IS (acción de
incumplimiento de sentencias y dictámenes constitucionales).
Asimismo, consta a foja 48 del proceso un informe
remitido por el jefe del departamento financiero mediante
memorando N.° DIGREH-SUE-106-O, de fecha 04 de
mayo de 2012, donde señala que “…se le cancelo los
De la sentencia aludida, que consta a fojas 4 a 7 vta. del
expediente, en efecto, se observa que los jueces provinciales
aceptaron el recurso de apelación y en consecuencia,
revocaron la sentencia dictada por el juez duodécimo de lo
civil de Guayaquil, disponiendo además que:
2
en el Grado de Sub Oficial Segundo, desde el 20 de Diciembre
del 2008, debiendo pagársele los sueldos y beneficios sociales
correspondientes a su grado a partir de esa fecha.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 101
valores por reincorporación a la FUERZA NAVAL, del
SGOP-CC CASCO CORTEZ LUIS FERNANDO desde
el mes de Julio-2009 hasta Noviembre del 2010 inclusive
décimos; de Diciembre-2010 hasta la presente fecha se ha
cancelado de manera normal los sueldos correspondientes,
como consta en los reportes de sueldo”.
Las disposiciones emitidas por las mencionadas
autoridades navales, aparejadas a sus informes, evidencian
la franca contradicción que existe con respecto a lo
ordenado en la sentencia de la Segunda Sala de lo Civil
y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas.
Hay que precisar que en dicha decisión se ordena que el
pago de los beneficios económicos por parte de la entidad
demandada a favor del justiciable se realice a partir del 20
de diciembre de 2008.
Sin embargo, de acuerdo a la documentación pertinente
singularizada y aparejada al expediente, la Corte evidencia
que el accionante, Luis Fernando Casco Cortez, no recibe
los pagos de los sueldos y demás beneficios sociales que
le correspondían desde el 20 de diciembre de 2008, sino
a partir del 01 de julio de 2009, ya que así expresamente
lo resuelven las autoridades accionadas, que constan en las
señaladas órdenes generales N.° 219-2010 y N.° 222-2010,
emitidas por el Comando General de la Fuerza Naval.
Con lo expuesto, en el caso sub judice se configura el
incumplimiento parcial de la sentencia demandada, en
el sentido que los accionados no efectuaron los pagos de
los sueldos y beneficios sociales a los que tiene derecho
el legitimado activo en el grado al que fue reincorporado,
esto es sargento primero, contrariando de esta forma lo
ordenado en la sentencia emitida por los jueces de alzada,
es decir, desde 20 de diciembre de 2008, sino, a partir del 01
de julio de 2009 (aproximadamente seis meses), tal como se
evidencia de la documentación expuesta en la causa.
Por último, otra de las pretensiones del accionante es
el ascenso al grado inmediato superior, en este caso,
de sargento primero a suboficial segundo de la Fuerza
Naval, circunstancia que según el demandante, se ordena
en la sentencia. Efectivamente, dentro de la sentencia
en cuestión, los conjueces disponen, entre otras, que “se
reincorpore al accionante SGOP LUIS FERNANDO
CASCO CORTEZ al Servicio Activo de la Armada del
Ecuador en el Grado de Sub Oficial Segundo, desde el 20
de Diciembre del 2008”
Para el efecto, la Corte Constitucional, en aplicación
estricta de las facultades que le confiere la Constitución
como órgano máximo de control, interpretación y de
administración de justicia constitucional, y haciendo una
interpretación integral de la sentencia emitida por los
conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas, estima necesario
puntualizar:
Que el fondo de una decisión judicial no está precisamente
solo en la parte resolutiva de una sentencia, sino en
la ratio decidendi o también denominada “razón de la
decisión”, que constituye la parte medular y fundamento
principal de una decisión o resolución adoptada por el juez,
adquiriendo por ende el carácter de precedente y por tanto,
la parte que obliga su ejecución y cumplimiento, y sin la
cual, una sentencia pierde o carece totalmente de sentido o
lógica3. Al respecto, la Corte Constitucional de Colombia,
ha señalado que la ratio dedicendi, “es la formulación
general, más allá de las particularidades irrelevantes del
caso, del principio, regla o razón general que constituyen
la base de la decisión judicial específica. Es, si se quiere,
el fundamento normativo directo de la parte resolutiva”4.
Complementa esta afirmación con el criterio de que “…
la existencia de una ratio decidendi en una sentencia
resulta de la necesidad de que los casos no sean decididos
caprichosamente sino con fundamento en normas aceptadas
y conocidas por todos…”5
Bajo estas líneas, encontramos que el tratadista Diego
López Medina sostiene que:
…la cosa juzgada implícita o ratio decidendi hace
referencia a aquellos apartes del fallo que, luego de plena
consideración por parte de la Corte sobre el fundamento de
las normas acusadas, “guardan unidad de sentido”, “están
inescindiblemente unidos”, con el dispositivo o parte
resolutoria de la sentencia (también denominado “cosa
juzgada explícita”)6.
Con lo expuesto, en términos concretos y precisos, se
debe manifestar que las decisiones o sentencias emitidas
por los decisores judiciales, deben ser analizadas bajo un
espectro amplio, total e integral de su contenido, esto es, los
antecedentes, las considerativas y la resolutiva, íntimamente
relacionados y formando una unidad infranqueable del
“caso concreto”, lo que infiere que de ninguna manera se
puede estudiar o analizar por separado o dar importancia a
una parte en especial.
Establecidos los parámetros que servirán de análisis para el
caso concreto, la Corte procede a revisar el contenido de la
sentencia que se acusa su incumplimiento, coligiendo que
los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil
de la Corte Provincial de Justicia del Guayas, previo a
emitir su sentencia, hicieron un análisis de fondo. Así, en el
considerando séptimo señalan que: “Los puestos de trabajo
sirven para cumplir objetivos previamente definidos,
con tareas y procedimientos concretos que reclamen, en
consecuencia, habilidades, aptitudes y conocimientos
adecuados a las tareas que cada puesto ha de cumplir.”
3
Al respecto ver: Repertorio constitucional 2008-2011, Luis Fernando
Ávila Linzán (ed.), Corte Constitucional del Ecuador, para el
periodo de transición, y Centro de Estudios y Difusión del Derecho
Constitucional, Quito, octubre de 2012. págs. 349-392.
4
Corte Constitucional de Colombia. Sentencia N.° SU047/99, emitida
el 29 de enero de 1999, disponible en: http://www.corteconstitucional.
gov.co/relatoria/1999/su047-99.htm
5
Ibíd.
6
Diego López Medina, El derecho de los jueces. Obligatoriedad
del precedente constitucional, análisis de sentencias y líneas
jurisprudenciales y teoría del derecho judicial, Ediciones Uniandes,
Facultad de Derecho-LEGIS, 2001 pág. 108.
102 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
En el considerando octavo, expresan que: “[E]l acceso a
los altos mandos mediante un concurso de selección no
es una finalidad en sí misma, sino un procedimiento para
buscar dentro de la institución policial a los efectivos mejor
calificados para ocupar un puesto cuyos perfiles han sido
previamente definidos.”
Los criterios que emiten los jueces se ajustan y marcan
la armonía con la normativa suprema señalada, y para el
caso concreto, está en función de garantizar los derechos
del hoy accionante, señor Luis Fernando Casco Cortez, en
su aspiración de ascender al grado inmediato superior de
suboficial segundo de la Fuerza Naval.
En este sentido, la Corte Constitucional evidencia que
en la ratio decidendi de la sentencia N.° 293-2009, los
conjueces realizan un razonamiento jurídico con respecto
a la importancia de la capacidad, formación y méritos
profesionales que debe tener todo ciudadano que aspire
ascender a grados inmediatos superiores, en todas las
instancias públicas, incluyendo los entes policiales y
militares, como sucede en el presente caso. Es más, afirman
los jueces de alzada que:
El servicio policial debe combatir la cultura burocrática
adicional, basado en el servicio a la comunidad y no en el
intercambio de favores y de privilegio, en todos los niveles de
la institución, mediante la transparencia de sus procedimientos
medibles, auditables y publicables y de una comunicación
constante como rendición de cuentas”. Y además, enfatizan en
que “los ascensos, se deben otorgar por altas notas, siguiendo
un orden de prelación derivado del cuadro de méritos para
cada grado”.
Bajo estas consideraciones, se evidencia de forma clara y
precisa que los conjueces de la Segunda Sala de lo Civil
y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del Guayas,
enfatizan en la importancia del cumplimiento de los
requisitos por parte del personal de la armada y en este caso,
de Luis Fernando Casco Cortez, para su ascenso al grado
inmediato superior dentro de la Fuerza Naval, haciendo
un llamado a la vez a la institución a fin de promover la
formación y capacitación constante al personal de la
Armada, con el fin de consolidar y cumplir con el deber de
proteger a la ciudadanía y resguardar su seguridad.
En conclusión, esta Corte constata que la sentencia, pese
a decir lo del ascenso en su decisium, en la ratio dispone
y entiende que aquello requiere previo concurso y
cumplimiento de los requisitos establecidos y exigidos en
la ley.
En relación con lo señalado, cabe destacar el hecho de
que las autoridades de la Fuerza Naval dispusieron que el
accionante, Luis Fernando Casco Cortez, sea reincorporado
y automáticamente se someta a un nuevo Curso de
Mando y Liderazgo con el fin de que sea promovido al
grado inmediato superior, esto es, de sargento primero a
suboficial segundo de la Fuerza Naval, en cumplimiento de
la sentencia dictada por los conjueces de la Segunda Sala
de lo Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia
del Guayas.
En efecto, la Fuerza Naval mediante orden general N.°
219 del 12 de noviembre de 2010, entre otras resoluciones,
dispone:
…de conformidad con lo establecido en la Constitución de la
República en el Art. 160 inciso segundo y lo señalado en el
Art. 117 y 135 de la Ley Reformatoria de la Ley de Personal
de las FF.AA., Y el Art. 31 numeral 3 del Reglamento General
de la Ley del Personal de las FF.AA., llamar para que cumpla
con los requisitos para ascenso al grado inmediato superior
como requisito previo al ascenso del Sargento Primero a
Suboficial Segundo…, al siguiente Tripulante: C.C. No.
0907495071 Grado SGOP-CC señor CASCO CORTEZ LUIS
FERNANDO.
Al respecto, la Constitución de la República del Ecuador,
invocada por los accionados, en el inciso segundo del
artículo 160 establece categóricamente que:
“Los miembros de las Fuerzas Armadas y de la Policía
Nacional estarán sujetos a las leyes específicas que regulen
sus derechos y obligaciones, y su sistema de ascensos y
promociones con base en méritos y con criterios de equidad
de género”.
Debe tomarse en consideración además, que de
conformidad con el artículo 117 de la Ley de Personal de
las Fuerzas Armadas, referido por las autoridades navales y
pertinentes al caso concreto, determina lo siguiente:
Art. 117.- Los requisitos comunes que debe reunir el militar
para el ascenso en todos los grados son los siguientes:
Acreditar el puntaje mínimo que para cada grado se determina
en la presente Ley;
Aprobar el correspondiente curso;
c) Haber cumplido funciones en unidades correspondientes a
su clasificación, por lo menos durante un año en el grado, para
oficiales superiores, suboficiales y sargentos primeros, y dos
años para el resto de jerarquías;
d) Haber sido declarado apto para el servicio, de acuerdo a
ficha médica; y,
e) Haber cumplido con el tiempo de permanencia en el grado.
f) No haber reprobado ningún curso militar o técnico en el país
o en el exterior, de acuerdo al reglamento respectivo; y,
g) No encontrarse incurso en una o más de las causales de la
Separación del Personal Militar.
Asimismo, el artículo 135 de la ley ibídem establece que:
El personal de tropa de arma, técnicos, servicios y especialistas,
a más de los requisitos comunes para su ascenso, según el
grado, cumplirá con lo siguiente:
Para el ascenso hasta el grado de Sargento Primero, inclusive,
haber aprobado los cursos de promoción y perfeccionamiento,
establecidos en los pertinentes reglamentos de cada Fuerza.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 103
Y finalmente, el Reglamento General a la Ley de Personal
de las Fuerzas Armadas del Ecuador, el articulado
pertinente al caso, establece que:
Art. 31.- En las Fuerzas Armadas, se establecen tres cursos de
perfeccionamiento para el personal de tropa, en los siguientes
grados:
3. De Sargento Primero a Suboficial Segundo, Curso de
Administración, con una duración mínima de seis meses.
Las normas legales citadas son claras al establecer los
requisitos que todo personal de la Armada que aspira
ascender al grado inmediato superior debe cumplir.
Además de ello, parte de las responsabilidades de las
ecuatorianas y ecuatorianos, consiste en acatar y cumplir la
Constitución, la ley, así como las decisiones provenientes
de autoridades competentes7.
En este sentido, la Corte Constitucional evidencia que las
autoridades navales actuaron en virtud de dar cumplimiento
a la sentencia de los jueces provinciales, en concordancia
con la normativa vigente, recurrieron a las disposiciones
tanto constitucionales (artículo 160 segundo inciso), así
como legales (artículos 117 y 135 de la Ley de Personal
de las Fuerzas Armadas), y reglamentarias (artículo 31
numeral 3 del Reglamento General a la Ley de Personal de
las Fuerzas Armadas del Ecuador) que asisten en este tipo
de casos, y a las que todo el personal que pertenezca a la
Fuerza Naval está sujeto.
Así, en cuanto a la pretensión del accionante, Luis
Fernando Casco Cortez, en que se cumpla con la sentencia
que ordena su ascenso al grado de suboficial segundo, esta
Corte determina en base a las consideraciones expuestas,
así como de los recaudos procesales constantes en el
expediente, que se ha cumplido la sentencia, pues los
demandados procedieron para tal fin, con todo lo establecido
en la normativa vigente y acorde al caso concreto, como
se ha señalado y constatado. Incluso, se evidencia que el
accionante por su propia voluntad asistió y rindió las pruebas
correspondientes para el ascenso en el Curso de Mando y
Liderazgo, a fin de cumplir con los requisitos establecidos
en la ley. No obstante de lo cual, en los recaudos procesales
consta que no cumplió con los requisitos de idoneidad. Es
así que el accionante, al haber aceptado el procedimiento
establecido en la Ley de Personal de las Fuerzas Armadas
para su ascenso de sargento primero al grado de suboficial
segundo y haber participado voluntariamente en el
mencionado Curso de Mando y Liderazgo, avaló y validó el
proceso que se realizó en el marco del cumplimiento de la
sentencia constitucional in examine.
Por todo lo expuesto, esta Corte colige que la sentencia
ha sido cumplida parcialmente, por lo que, para efectos de
viabilizar el cumplimiento de la sentencia emitida por los
conjueces de la Segunda Sala de lo Civil y Mercantil de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas, en lo referente a
los emolumentos que ha dejado de percibir el legitimado
7
Constitución de la República del Ecuador, artículo 83 numeral 1.
activo de la presente acción, es preciso señalar que la Corte
Constitucional en la sentencia N.° 0004-13-SAN-CC,
dentro del caso N.° 0015-10-AN, estableció la siguiente
regla interpretativa:
El monto de la reparación económica, parte de la reparación
integral, como consecuencia de la declaración de la
vulneración de un derecho reconocido en la Constitución, se
la determinará en la jurisdicción contenciosa administrativa
cuando la deba satisfacer el Estado y en la vía verbal sumaria
cuando deba hacerlo un particular. Dicho procedimiento
se constituye en un proceso de ejecución, en el que no se
discutirá sobre la declaratoria de vulneración de derechos.
Bajo estas consideraciones, para que esta sentencia pueda
ejecutarse integralmente es preciso que la Fuerza Naval
proceda a efectuar los pagos por concepto de todos los
haberes dejados de percibir por el accionante, a partir
del 20 de diciembre de 2008 hasta el 21 de julio de
2009, tiempo durante el cual no hay registro alguno de
la cancelación de los emolumentos económicos ordenados
en la sentencia. De modo que, la determinación del monto
que debe recibir el accionante, Luis Fernando Casco
Cortez, por concepto de haberes dejados de percibir, le
corresponde a la autoridad contencioso-administrativa,
quien deberá considerar los parámetros establecidos en
la regla interpretativa de la sentencia N.° 0004-13-SANCC, dictada dentro del caso N.° 0015-10-AN y de esta
sentencia, sin dilación alguna.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, la Corte Constitucional, expide la
siguiente:
SENTENCIA:
1.- Declarar el cumplimiento parcial de la sentencia
dictada por los conjueces de la Segunda Sala de lo
Civil y Mercantil de la Corte Provincial de Justicia del
Guayas;
2.- Aceptar parcialmente la acción de incumplimiento de
sentencia;
3.- Como medidas de reparación se establece:
3.1.- Disponer al comandante general de la Fuerza
Naval, al director general de recursos humanos
de la Fuerza Naval y presidente del Consejo del
Personal de Tripulación de la Armada del Ecuador,
bajo prevenciones establecidas en el artículo 86
numeral 4 de la Constitución de la República,
procedan inmediatamente al pago de los sueldos
y beneficios sociales dejados de percibir por el
legitimado activo, señor Luis Fernando Casco
Cortez, en el grado de sargento primero al que fue
reincorporado, desde el 20 de diciembre de 2008
hasta el 01 de julio de 2009.
104 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
3.2.- Disponer que la reparación económica que
corresponda en la presente causa a favor del señor
Luis Fernando Casco Cortez se la determine en
vía contencioso-administrativa, conforme la regla
jurisprudencial dictada por la Corte Constitucional
en el numeral 4 de la parte resolutiva de la
sentencia N.° 0004-13-SAN-CC, aprobada por el
Pleno de la Corte Constitucional el 13 de junio de
2013.
3.3.- Disponer al comandante general de la Fuerza
Naval, al director general de recursos humanos
de la Fuerza Naval y presidente del Consejo
del Personal de Tripulación de la Armada del
Ecuador, que dentro del plazo de treinta días
contados a partir de la notificación con la
ejecutoria de la presente sentencia, remita a esta
Corte Constitucional un informe pormenorizado
sobre el cumplimiento de esta sentencia.
4.- Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana
Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y
Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de
los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire en sesión del 22 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0019-12-IS
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
Quito, D.M., 25 de marzo de 2015
SENTENCIA N.° 088-15-SEP-CC
CASO N.° 0306-13-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La presente acción extraordinaria de protección fue
presentada por el señor Eduardo Patricio Gómez Andrade
por los derechos que representa en su calidad de procurador
judicial del señor Carlos Cárdenas Jiménez, gerente general
y representante legal de la empresa Comercial Importadora
Eléctrica S.A. COIMPORLECSA, de conformidad con
los artículos 94 y 437 de la Constitución de la Republica,
en contra de la sentencia dictada por los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia, el 20 de diciembre de 2012, a las
09:10, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 21
de febrero de 2013, certificó en referencia a la acción
extraordinaria de protección N.° 0306-13-EP, que no se ha
presentado otra demanda con identidad de objeto y acción,
conforme consta en la certificación que obra a foja 3 del
proceso.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, integrada
por los jueces constitucionales Wendy Molina Andrade,
Patricio Pazmiño Freire y Manuel Viteri Olvera, mediante
auto expedido el 17 de mayo de 2013, a las 10:36, admitió
a trámite la acción extraordinaria de protección propuesta
conforme consta a fojas 6 del proceso.
Con posterioridad, se efectuó el sorteo el 07 de junio de
2013, conforme lo dispuesto en los artículos 194 numeral
3 y 195 inciso primero de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, y el artículo
18 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de
Competencia de la Corte Constitucional, correspondiendo
la sustanciación de la presente causa al juez constitucional
Antonio Gagliardo Loor, quien avocó conocimiento de
la causa N.° 0306-13-EP mediante auto del 28 de enero
de 2014, a las 10:30, disponiendo las notificaciones
correspondientes.
Decisión judicial impugnada
Corte Nacional de Justicia del Ecuador.
Sala Especializada de lo Contencioso y Tributario.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
Quito, 20 de diciembre de 2012, las 09h10.-
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
…De la revisión de la fecha de presentación de la demanda
de impugnación se advierte que, la misma se ha realizado
el día 4 de abril de 2005; y la Resolución No. 0287, ha sido
legalmente notificada el 28 de febrero de 2005 por lo que
se establece que la demanda se ha presentado de manera
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 105
extemporánea, en atención a lo que establece la norma antes
transcrita. Es menester indicar que en este caso específico
operan los veinte días de la norma antedicha, ya que el recurso
de revisión insinuado atiende un acto de determinación
tributaria efectuado por la Corporación Aduanera Ecuatoriana
en atención al informe de aforo realizado, por lo que en ningún
momento se ha tratado de una devolución de pago indebido.
Por lo manifestado, esta Sala concluye que la Segunda Sala
Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No.2 con sede en
Guayaquil, aplicó correctamente la normativa relacionada al
caso y que motivó debidamente su sentencia tan es así que
la misma se encuentra acorde lo establecen los principios
constitucionales; b) La causal segunda del art. 3 de la Ley
de Casación, establece: “2da. Aplicación indebida, falta de
aplicación o errónea interpretación de normas procesales,
cuando hayan viciado el proceso de nulidad insanable o
provocado indefensión, siempre que hubieren influido
en la decisión de la causa y que la respectiva nulidad no
hubiere quedado convalidada legalmente;”, sin embargo
en la fundamentación del recurso no la analiza ni señala las
circunstancias que se aplican al caso, motivo por el cual esta
Sala se inhibe de conocerla; c) Sobre lo manifestado en el
escrito de interposición del recurso, el recurrente ha puesto
en consideración que existiendo suficientes documentos
probatorios nunca se los analizó; además que la Sala juzgadora
ha incurrido en una evidente falta de imparcialidad, principio
contemplado en el Código Orgánico de la Función Judicial, sin
embargo esta Sala no se pronuncia sobre lo alegado, en razón
de que no ha citado la causal prevista en la Ley de Casación,
que hubiere permitido identificar la violación de la norma
jurídica en la sentencia.- DECISION.- En mérito de estas
consideraciones, y en aplicación de la normativa expuesta, esta
Sala Especializada de lo Contencioso y Tributario de la Corte
nacional, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE LA
REPUBLICA, expide lo siguiente: SENTENCIA.- Se desecha
el recurso interpuesto. Sin costas. Notifíquese, Publíquese y
Devuélvase. (Sic)
Fundamento de la demanda de acción extraordinaria de
protección
El 18 de febrero de 2013, el señor Eduardo Patricio Gómez
Andrade por los derechos que representa en su calidad de
procurador judicial del señor Carlos Cárdenas Jiménez,
gerente general y representante legal de la empresa
Comercial Importadora Eléctrica S.A. COIMPORLECSA,
presentó acción extraordinaria de protección argumentando
en lo principal que la resolución contra la cual acciona es la
sentencia emitida por los jueces de la Sala Especializada de
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
el 20 de diciembre de 2012, a las 09:10, dentro del juicio
de impugnación N.° 048-2011, de la cual se interpuso un
recurso horizontal de aclaración que fue negado mediante
providencia del 30 de enero de 2013.
Sostiene el accionante que los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia, en la consideración contenida en
la decisión recurrida, contraviene a la verdad procesal
desconociendo que el actual marco constitucional
garantista obliga a todos los operadores de justicia a
respetar tal modelo, por lo que los recurridos han actuado
de manera parcializada, siendo sometido a un estado
de indefensión al no ser escuchado oportunamente y
en igualdad de condiciones, porque no consideraron
los elementos probatorios y peticiones a fin que sean
consideradas previo a resolver por parte de los operadores
de justicia, por lo que tal omisión constituye ser sometido
en un estado de indefensión y como resultante la
vulneración al debido proceso.
Pretensión
Con los antecedentes expuestos, el accionante solicita a esta
Corte Constitucional que acepte la acción extraordinaria
de protección propuesta, anulando la sentencia del 20 de
diciembre de 2012 a las 09:10, dictada por los jueces de
Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia.
La petición se realiza en los siguientes términos:
La Corte Constitucional –mediante sentencia debidamente
motivada– anulara la sentencia de fecha 20 de diciembre de
2012, las 9h10, dictada por los Jueces Nacionales Doctores
José Suing Nagua, Maritza Tatiana Pérez Valencia y Conjuez
Gustavo Durango Velas, Jueces que conformaron la Sala de
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia,
sentencia definitiva, de la cual se interpuso recurso horizontal
de aclaración, recurso que fue negado mediante providencia
de fecha 30 de enero de 2013, las 09h10 y dispondrá que en
su lugar, respetando mis derechos y garantías constitucionales,
al debido proceso, a ser escuchado, acceso a la justicia sin
sacrificar la misma por la sola omisión de formalidades, y a
la defensa, declarar de improcedente la sentencia de fechas
20 de diciembre de 2012, las 09h10…y se deje sin efecto el
proceso, y se retrotraiga a la fecha de presentación del DAU
No. 10631007 aceptado el 4 de Marzo de 2004 con referendo
028-2004-10-012597-1, cuyo valor CIF declarado es USD
89.259,13, habiendo pagado el impuesto causado según dicha
declaración por un valor de USD 26.360, 38 a la CAE y por lo
tanto dejando en firme dicha declaración y pago de impuesto
por ser constitucional y justo, en consecuencia se ordene a la
CAE se devuelva las garantías bancarias dejadas por quien
comparece. (sic)
Derechos constitucionales que los
consideran presuntamente vulnerados
accionantes
El legitimado activo de la presente acción extraordinaria
de protección, señala como derechos presuntamente
vulnerados los contenidos en los artículos 1, 11 numerales
4, 5, 6 y 8 inciso segundo, 75, 76 numerales 1, 3, 4 y 7
literales a, b, c, h, l y m, 169 de la Constitución de la
Republica.
Contestación a la demanda
Autoridades jurisdiccionales demandadas
El 04 de febrero de 2014 se recibe mediante Secretaría
General de la Corte Constitucional el oficio N.° 12-MTPVSCT-2014, suscrito por la doctora Maritza Tatiana Pérez
Valencia, jueza nacional de la Sala Especializada de lo
106 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Contencioso Tributario, y por los doctores José Luis Terán
y Juan Montero Chávez, conjueces nacionales de la Corte
Nacional de Justicia, presentando su informe de descargo,
argumentando en lo principal que el análisis denotó 3
problemas jurídicos a resolver: a)¿El tribunal de instancia
incurre en su fallo en la causal primera del artículo 3 de
la Ley de Casación, al supuestamente haber violado el
derecho al debido proceso, específicamente en la garantía
de motivación consagrada en el artículo 76 numeral 7
literal l de la Constitución de la República del Ecuador?;
b) ¿La Sala juzgadora existiendo suficientes documentos
probatorios, nunca entró a analizarlos o siquiera tomarlas
en consideración al momento de resolver? c) ¿La Sala
juzgadora incurre en una parcialización, contrariando
el principio de imparcialidad contemplado en el Código
Orgánico de la Función Judicial?
A esto, la recurrida Sala concluyó a través del recurso
extraordinario de casación que sobre el primer problema
planteado: “la Segunda Sala Temporal del Tribunal
Distrital de lo Fiscal No. 2 con sede en Guayaquil,
aplicó correctamente la normativa relacionada al caso
y que motivó debidamente su sentencia tan es así que la
misma se encuentra acorde lo establece los principios
constitucionales”.
Sobre el segundo problema, la Sala determinó que “en
la fundamentación del recurso no la analiza ni señala las
circunstancias que se aplican al caso, motivo por el cual
esta Sala se inhibe de conocerla”. Finalmente, con relación
al tercer problema la Sala dice que “no se pronuncia sobre
lo alegado, en razón de que no ha citado la causal prevista
en la Ley de Casación, que hubiere permitido identificar la
violación de la norma jurídica en la sentencia”.
Concluyendo que no se advierte en la decisión de esta Sala
de casación que se haya vulnerado derecho constitucional
alguno, puesto que se ha velado por el derecho al
debido proceso de las partes que concurrieron y fueron
escuchadas en la misma, así como se garantizó su derecho
a la defensa de las partes al considerar los alegatos de las
partes y resolviendo en base a derecho. Adicionalmente,
manifiestan que no se puede evidenciar la violación al
derecho a la imparcialidad en virtud de que las partes
procesales han sido tratadas en igualdad de condiciones y
se ha emitido una decisión coherente y motivada.
Procuraduría General del Estado
El abogado Marcos Edison Arteaga Valenzuela, en su
calidad de director nacional de patrocinio y delegado de la
Procuraduría General del Estado, presentó un escrito el 11
de febrero de 2014 señalando casilla constitucional y sin
emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de
la presente acción, conforme obra a fojas 21 del proceso.
Servicio Nacional de Aduana del Ecuador
Con fecha de recepción 07 de febrero de 2014 el
economista Pedro Xavier Cárdenas Moncayo, en su calidad
de director general del Servicio Nacional de Aduana del
Ecuador, comparece y señala casilla constitucional sin
emitir pronunciamiento alguno sobre los fundamentos
de la presente acción extraordinaria de protección, esto
conforme consta a foja 24 del proceso.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer
y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias
de protección contra sentencias, autos definitivos y
resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con
lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución
de la República, en concordancia con los artículos 63 y
191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional y el artículo
3 numeral 8 literal b y tercer inciso del artículo 35 del
Reglamento de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.
Naturaleza jurídica, alcance y efectos de la acción
extraordinaria de protección
El objeto de la acción extraordinaria de protección es el
aseguramiento y efectividad de los derechos y garantías
constitucionales, evitando un perjuicio irremediable
al incurrir el accionar de los jueces en vulneración de
normas constitucionales, sea por acción u omisión, en una
sentencia, auto o resolución, en ejercicio de su actividad
jurisdiccional.
Como ya lo ha señalado esta Corte en varias sentencias,
la naturaleza de la acción extraordinaria de protección
solo es procedente sobre dos aspectos: la vulneración de
derechos constitucionales o la vulneración de normas
del debido proceso, para que no queden en la impunidad
y se pueda disponer medidas de reparación integral. Para
ello, asumiendo el espíritu garantista de la Constitución
de la República, mediante esta acción excepcional se
permite que las sentencias, autos y resoluciones firmes y
ejecutoriadas sean objeto de revisión por parte del más alto
órgano de control de constitucionalidad en el país la Corte
Constitucional.
El carácter garantista de la norma constitucional exige que
ningún acto de autoridad pública quede fuera del control de
constitucionalidad. En esta línea, lo que se pretende es que
el ordenamiento jurídico encuentre su constitucionalización
a partir del ajuste de todos los actos de las funciones
públicas a los mandatos dispuestos en la Constitución de
la República.
Análisis constitucional
Con las consideraciones anotadas, esta Corte
Constitucional sistematizará el análisis de fondo del caso
concreto a partir de la formulación y solución de los
siguientes problemas jurídicos:
1. La sentencia dictada por los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 107
Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro
del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el
derecho constitucional a la defensa, concretamente en la
garantía de ser escuchado en el momento oportuno y en
igualdad de condiciones, contemplado en el artículo 76
numeral 7 literal c de la Constitución de la República?
De su parte, la Corte Constitucional en la sentencia N.°
008-13-SCN-CC1, con respecto al derecho a la defensa se
ha pronunciado en este sentido:
Un pilar fundamental del debido proceso se encuentra
configurado por el derecho a la defensa: Una de las principales
garantías del debido proceso es precisamente el derecho a la
defensa, entendido como la oportunidad reconocida a toda
persona, en el ámbito de cualquier proceso o actuación judicial
o administrativa, de ser oída, de hacer valer las propias razones
y argumentos, de controvertir, contradecir y objetar las pruebas
en contra y de solicitar la práctica y evaluación de las que se
estiman favorables, así como de ejercitar los recursos que la
ley otorga.
2. La sentencia dictada por los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia el 20 de diciembre de 2012, dentro
del juicio de impugnación N.° 048-2011 ¿vulnera el
derecho constitucional al debido proceso en la garantía
de la motivación, contemplada en el artículo 76 numeral
7 literal l de la Constitución de la República?
Argumentos de la Corte Constitucional en torno a los
problemas jurídicos
1. La sentencia dictada por los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de
la Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre
de 2012, dentro del juicio de impugnación N.°
048-2011 ¿vulnera el derecho constitucional a la
defensa, concretamente en la garantía del debido
proceso a ser escuchado en el momento oportuno
y en igualdad de condiciones, contemplado en el
artículo 76 numeral 7 literal c de la Constitución de
la República?
La Corte Constitucional estima conveniente resolver el
problema planteado iniciando por precisar el alcance
constitucional y legal del derecho a la defensa en la garantía
a ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad
de oportunidades, para posteriormente establecer si la
sentencia objeto de la presente acción extraordinaria de
protección transgredió o no el derecho alegado y proceder a
la correspondiente reparación integral de ser el caso.
En tal virtud, el pleno ejercicio del derecho a la defensa
es vital durante todo el trámite del procedimiento,
porque de ello dependerá en última instancia el resultado
del mismo. Así, el deber del juez es el de notificar a las
partes con la debida anticipación, así como a no excluirlos
indebidamente, puesto que con ello se garantiza su
participación y que puedan defender sus posiciones, a ser
oídos ante los tribunales de justicia, así como a presentar
sus argumentos o pruebas de descargo.
Del análisis de la sentencia que se acusa, así como del
informe de descargo presentado por las autoridades
jurisdiccionales demandadas, se observa que el argumento
principal que sustentó la decisión de la Sala Especializada
de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
determinó que el recurso de casación fuera desechado, por
cuanto a criterio de los jueces:
Al respecto la Sala manifiesta que…en el actual Art. 229
(243) del Código Tributario, que a la letra dice; “Art. 229
(243).- Proposición de las acciones: Oportunidad.- Quienes se
creyeren perjudicados por una Resolución de única o ultima
instancia administrativa, podrán impugnarla ante el Tribunal
Distrital Fiscal, dentro de veinte días contados desde el
siguiente al de su notificación, si residieren en el territorio del
Estado, o de cuarenta días, si residieren en el exterior.- El plazo
será de seis meses, resida o no el reclamante en el país, si lo que
se impugna fuere una Resolución administrativa que niegue la
devolución de lo que se pretenda indebidamente pagado.-…
De la revisión de la fecha de presentación de la demanda de
impugnación se advierte que, la misma se ha realizado el día
4 de abril de 2005; y la Resolución No. 0287, en litigio, ha
sido legalmente notificada el 28 de febrero de 2005 por lo
que se establece que la demanda se ha presentado de manera
extemporánea, en atención a lo que establece la norma antes
descrita. Es menester indicar que en este caso específico operan
los veinte días de la norma antedicha, ya que el Recurso de
Revisión insinuado atiende a acto de determinación tributaria
efectuado por la Corporación Aduanera Ecuatoriana en
atención al informe de aforo realizado, por lo que en ninguna
momento se ha tratado de una devolución de pago indebido.
En primer lugar, a nivel internacional el artículo 8 numeral
1 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos,
expresa que:
Art. 8.- Garantías Judiciales 1. Toda persona tiene derecho a ser
oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable
por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial
establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación
de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la
determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil,
laboral, fiscal o de cualquier otro carácter.
El artículo 76 de la Constitución de la República establece
las garantías básicas del derecho al debido proceso, que
deben ser observadas en todo trámite en el que se determinen
derechos y obligaciones de cualquier naturaleza. Así, en
el numeral 7 literal c respecto al derecho a la defensa,
determina lo siguiente:
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes
garantías:
c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de
condiciones.
1
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 008-13-SCN-CC del
19 de marzo de 2013, casos acumulados N.° 0033-09-CN, N.° 001210-CN, N.° 0026-10 CN, N.° 0029-10-CN, N.° 0033-11-CN, N.°
0040-11-CN, N.° 0043-11-CN, N.° 0052-11-CN, N.° 0016-12-CN,
N.° 0344-12-CN, N.° 0579-12- CN, N.° 0598-12-CN, N.° 0622-12CN, N.° 0623-12-CN y N.° 0624-12-CN.
108 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Por lo manifestado, esta Sala concluye que la Segunda Sala
Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal No. 2 con sede
en Guayaquil, aplicó correctamente la normativa relacionada
al caso y que motivó debidamente su sentencia tan es así que
la mismas se encuentra acorde los establecen los principios
constitucionales. (sic)
En el caso objeto de estudio, se observa que el accionante
alega la vulneración del derecho a la defensa y que se
estaría sacrificando la justicia por la sola omisión de
formalidades, esto en torno a que la Sala Especializada de
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
se pronunció afirmando que la norma del Código Tributario
estaba aplicada debidamente por parte de la Segunda Sala
Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede
en Guayaquil, derivando de esto que se niegue la posibilidad
de apelar al accionante.
En razón de lo anterior, obsérvese que la garantía a ser
escuchado en el momento oportuno conlleva varias
obligaciones dentro del derecho a la defensa. Por ello, es
necesario analizar de la sentencia si en realidad pudo o no
vulnerar esta garantía.
Del análisis de la decisión impugnada se denota que al
señor Carlos Cárdenas Jiménez, representante legal
de la compañía Comercial Importadora Eléctrica S.A.
COIMPORLECSA, se le permite interponer el recurso de
casación contra la sentencia notificada el 10 de agosto de
2010, expedida por la Segunda Sala Temporal del Tribunal
Distrital de lo Fiscal No. 2, con sede en Guayaquil, con
lo cual se le permitió ser oído en juicio, evitando su
indefensión.
Además, la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario
de la Corte Nacional de Justicia, concedido el recurso,
analiza los criterios expuestos por el accionante en la
demanda, estableciendo con ello la actuación del mismo
en el proceso y permitiéndole ser escuchado de manera
oportuna, excluyéndose únicamente la presentación de
pruebas por cuanto esto es atribución exclusiva de los
jueces y tribunales de instancia.
Es por ello que vale recordar al accionante que la finalidad
de la acción extraordinaria de protección es la protección
de los derechos constitucionales y las normas del debido
proceso, con respecto a una sentencia o auto definitivo, firme
y ejecutoriado. En el caso que se encuentra bajo análisis, el
accionante está desnaturalizando la garantía jurisdiccional
al pretender que la Corte resuelva una supuesta vulneración
del derecho a la defensa, en cuanto a la interpretación de
una norma infraconstitucional del ordenamiento jurídico
ecuatoriano, tarea que es propia de la justicia ordinaria.
En ese sentido, la Corte Constitucional en la sentencia N.°
0016-13-SEP-CC2 se ha expresado sobre la interpretación
de una norma infra constitucional así:
La Corte Constitucional ha señalado, a través de
su jurisprudencia, que estos conflictos normativos
infraconstitucionales deben ser resueltos a través de las
jurisdicciones legales, toda vez que se trata de un asunto de
interpretación de normas infra constitucionales.
Por lo tanto, podemos colegir que a la Corte
Constitucional no le está atribuido interpretar una norma
infraconstitucional porque esto es de competencia de la
justicia ordinaria. Lo que permite concluir que no existe
vulneración del derecho a la defensa en la garantía de ser
escuchado oportunamente y en igualdad de condiciones.
2. La sentencia dictada por los jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia el 20 de diciembre de
2012, dentro del juicio de impugnación N.° 048-2011
¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso
en la garantía de la motivación, contemplada en el
artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de
la República?
El artículo 76 de la Constitución de la República del
Ecuador determina que en todo proceso se deberá cumplir
con las garantías básicas del derecho al debido proceso en
la garantía de la motivación, señala que:
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes
garantías:
De lo ante citado, podemos aseverar que se ha permitido
la actuación procesal con la defensa de las partes al
considerar los alegatos de las mismas y que las decisiones
judiciales se han resuelto en base a derecho, por lo tanto,
se concluye que no se ha impedido el ejercicio de la
garantía a ser escuchado oportunamente.
Finalmente, se puede apreciar que el accionante hace
referencia a una presunta vulneración del derecho al debido
proceso, específicamente del derecho a la defensa en
cuanto a la aplicación de un artículo del Código Tributario,
el mismo que responde a una naturaleza de interpretación
normativa de carácter legal.
En el sistema jurídico ecuatoriano existen varios tipos de
garantías, dentro de estas se encuentran las normativas
consistentes en, las que los diversos órganos e instituciones
productoras de normas deben observar la Constitución de
la República y los derechos en ella consagrados.
l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no
se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de
hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no
se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos.
Las servidoras o servidores responsables serán sancionados.
Esto en concordancia con lo dispuesto en el artículo 4
numeral 9 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, que dice:
Art. 4.- Principios procesales.- La justicia constitucional se
sustenta en los siguientes principios procesales:
2
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 0016-13-SEP-CC
del 16 de mayo de 2013, caso N.° 1000-12-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 109
9. Motivación.- La jueza o juez tiene la obligación de
fundamentar adecuadamente sus decisiones a partir de las
reglas y principios que rigen la argumentación jurídica. En
particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los
argumentos y razones relevantes expuestas durante el proceso
por las partes y los demás intervinientes en el proceso.
Asimismo, el análisis de la motivación responde a la
necesidad de evidenciar si el contenido de la decisión
judicial estuvo orientado a garantizar el debido proceso.
En este sentido la Corte Constitucional, en la sentencia N.°
020-13-EP-CC se ha pronunciado así:
en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del
caso N.° 0401-13-EP, señaló que el referido recurso “se
fundamenta en el análisis sobre la legalidad de la sentencia
de conformidad con los argumentos del recurrente”.
Así también, en el fallo N.° 132-13-SEP-CC, dictado
dentro de la causa N.° 1735-13-EP, ratificó lo expuesto en
la sentencia N.° 001-13-SEP-CC, dictada dentro del caso
N.° 1647-11-EP, al señalar que los jueces que conocen y
resuelven un recurso de casación no tienen competencia
para:
…analizar temas de mera legalidad, que ya fueron resueltos
y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el
análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración
de pruebas, ya que si esto fuera así se desconocería la
independencia interna de los jueces y tribunales…garantizada
en la Constitución de la República en el artículo 168 numeral
1…
La motivación implica la explicación ordenada de las razones
que llevan a la autoridad -en este caso, la autoridad judicial-,
para adoptar determinada decisión. La motivación es la mayor
garantía de la juridicidad de la actuación pública en un Estado
Constitucional de Derechos como el ecuatoriano.3
Así las cosas, para verificar que una sentencia está
debidamente motivada, deben concurrir los siguientes
requisitos: razonabilidad, lógica y comprensibilidad,
conforme lo ha lo determinado la Corte Constitucional en
la sentencia anterior:
Para que determinada resolución se halle correctamente
motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión
exponga las razones que el Derecho le ofrece para adoptarla.
Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica
y comprensible, así como mostrar cómo los enunciados
normativos se adecuan a los deseos de solucionar los conflictos
presentados. Una decisión razonable es aquella fundada en los
principios constitucionales. La decisión lógica, por su lado,
implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así
como entre ésta y la decisión. Una decisión comprensible, por
último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su
fiscalización por parte del gran auditorio social, más allá de las
partes en conflicto.4
En el caso sub examine, analizaremos en primer lugar si
la sentencia cumple con el criterio de razonabilidad, que
implica que las razones de su motivación no impongan
criterios contrarios a la Constitución o al ordenamiento
jurídico.
La Corte Constitucional examina que la Sala Especializada
de lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de
Justicia, al desechar el recurso de casación, ratificando la
debida aplicación de la normativa relacionada al caso por
parte de la Segunda Sala Temporal del Tribunal Distrital
de lo Fiscal N.° 2, con sede en Guayaquil, entró a analizar
si la misma había vulnerado el principio de motivación
consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal l de la
Constitución de la República.
No obstante de lo mencionado, la autoridad jurisdiccional
que se encuentre en conocimiento de un recurso
extraordinario de casación, de conformidad con lo
establecido por el Pleno del Organismo en el fallo N.°
001-13-SEP-cc, dictado dentro de la causa N.° 1674-11-EP,
podrá “valorar la contravención a la ley, indebida aplicación
o errónea interpretación de la misma para la valoración de
la prueba”.
De tal manera establecemos que la casación es un recurso
extraordinario cuyo objetivo principal es el analizar si
en la sentencia han ocurrido violaciones a la ley, ya sea
por su aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de la misma. De esta forma los operadores
de justicia deben tener presente que la casación es aquel
recurso extraordinario que únicamente procede de una
sentencia, mas no como una instancia adicional en la que
se puedan analizar asuntos de legalidad que ya fueron
resueltos por los jueces de instancia.
En tal virtud, cuando la Sala Especializada de lo
Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
comienza a analizar el articulo 229 del Código Tributario,
determina si los jueces inferiores de la Segunda Sala
Temporal del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con
sede en Guayaquil, habrían incurrido en alguno de los
supuestos de la causal primera del artículo 3 de la Ley
de Casación5, concluyendo que los jueces actuaron en
la medida de su competencia, otorgada por la Ley de
Casación en su artículo 1, así como por la Constitución de
la República del Ecuador en su artículo 184 numeral 16.
5
Ley Orgánica de Casación, artículo 3.- CAUSALES.- El recurso
de casación sólo podrá fundarse en las siguientes causales: 1ra.
Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea interpretación de
normas de derecho, incluyendo los precedentes jurisprudenciales
obligatorios, en la sentencia o auto, que hayan sido determinantes de
su parte dispositiva.
6
Constitución de la República del Ecuador, artículo 184.- Serán
funciones de la Corte Nacional de Justicia, además de las
determinadas en la ley, las siguientes: 1. Conocer los recursos de
casación, de revisión y los demás que establezca la ley.
En este contexto, sobre el recurso extraordinario de
casación el Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 020-13-SEP-CC del
30 de mayo de 2013, caso N.° 0563-12-EP.
4
Ibíd.
110 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Asimismo, los jueces de la Segunda Sala Especializada de
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
en la parte motiva de la sentencia señalan que:
b) La causal segunda del Art. 3 de la Ley de Casación, establece:
“2da. Aplicación indebida, falta de aplicación o errónea
interpretación de normas procesales, cuando hayan viciado
el proceso de nulidad insanable o provocado indefensión,
siempre que hubieren influido en la decisión de la causa y
que la respectiva nulidad no hubiere quedado convalidada
legalmente;”, sin embargo en la fundamentación del recurso
no la analiza ni señala las circunstancias que se aplican al
caso, motivo por el cual esta Sala se inhibe de conocerla; c)
Sobre lo manifestado en el escrito de interposición del recurso,
el recurrente ha puesto en consideración que existiendo
suficientes documentos probatorios nunca se los analizó;
además que la Sala Juzgadora ha incurrido en una evidente
falta de imparcialidad, principio contemplado en el Código
Orgánico de la Función Judicial, sin embargo esta Sala no se
pronuncia sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la
causal prevista en la Ley de Casación, que hubiere permitido
identificar la violación de la norma jurídica en la sentencia.
(sic)
Al respecto, esta Corte Constitucional en la sentencia N.°
001-13-SEP-CC, sobre lo que se debe analizar dentro del
recurso de casación, se ha pronunciado así:
Al momento de resolver el recurso se debe analizar
únicamente la sentencia objetada por el recurrente, sin
que los jueces tengan competencia para analizar temas de
mera legalidad, que ya fueron resueltos y discutidos en las
instancias inferiores, como por ejemplo el análisis de informes
periciales, o la procedencia y valoración de pruebas, ya que
si esto fuera así se desconocería la independencia interna de
los jueces y tribunales de garantías penales garantizada en la
Constitución de la República del Ecuador en el artículo 168
numeral 1.7
Por tanto, los jueces analizaron únicamente la sentencia
objetada por el recurrente, sin analizar los temas de mera
legalidad que ya fueron resueltos y discutidos por los jueces
inferiores. A partir de lo anotado se colige que los jueces de la
Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia actuaron dentro de su competencia,
pues no se encontraban facultados para valorar la prueba
aportada en instancia, ya que dicha valoración es privativa
de los juzgadores de instancia.
En consecuencia, se concluye que cumplieron con el
requisito de razonabilidad, ya que al momento de razonar su
motivación no contrariaron la Constitución, ni otra norma
del ordenamiento jurídico.
Sobre el criterio de lógica, se advierte que debe haber
coherencia entre las premisas normativas y las premisas
fácticas. En tal caso, si existe un análisis del artículo 229
del Código Tributario, este debe ser realizado en el contexto
de los hechos probados y fijados en instancia.
7
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 001-13-SEP-CC del
06 de febrero de 2013, caso N.° 1647-11-EP.
En ese orden, la Sala empieza por advertir sobre la
prohibición de valorar pruebas dentro del recurso de
casación, razonan desde lo legal incluyendo doctrina sobre
la primera causal del artículo 3 de la Ley de Casación.
A continuación empiezan a analizar el artículo 229 del
Código Tributario, considerando los hechos que suscitan el
problema jurídico, llegando a establecerse que el mismo ha
sido aplicado correctamente por la Segunda Sala Temporal
del Tribunal Distrital de lo Fiscal N.° 2, con sede en
Guayaquil.
Adicionalmente, sobre los otros hechos que se demandan
con la segunda causal del artículo 3 de la Ley de Casación,
los jueces de la Segunda Sala Especializada de lo
Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia se
inhiben de conocerlos, por cuanto no se han fundamentado.
Finalmente, sobre la falta de imparcialidad, no se pronuncia
sobre lo alegado, en razón de que no ha citado la causal
prevista en la Ley de Casación que hubiere permitido
identificar la vulneración de la norma jurídica en la sentencia.
Por tanto, podemos ver que hay una concatenación lógica,
entre lo normativo y lo fáctico, logrando consistencia en la
motivación.
Es así, que, empiezan por analizar los hechos, circunstancias,
normas y condiciones que fueron motivos de la decisión,
es decir, se consideró que el fallo contiene las normas
correctas aplicables al caso, luego de lo cual decide que el
recurso debe ser rechazado.
Por lo tanto, confirma que la sentencia está motivada, que
hay pertinencia de los artículos aplicados a los hechos
probados, así es que existe coherencia y consistencia entre
las premisas de la sentencia demandada, derivando que se
cumple con el requisito de lógica.
Finalmente, sobre el criterio de comprensibilidad, este es
desarrollado en el artículo 4 numeral 10 de la Ley Orgánica
de Garantía Jurisdiccionales y Control Constitucional, bajo
el nombre de “comprensión efectiva”, entendida como la
obligación de la jueza o juez de redactar sus sentencias
de forma clara, concreta, inteligible, asequible y sintética,
incluyendo las cuestiones de hecho y derecho planteadas,
así como el razonamiento seguido para tomar la decisión
que adopte.
Se puede advertir que las razones de la motivación son
precisas y claras, por cuanto en primer lugar los requisitos
de razonabilidad y lógica se han cumplido. Sin embargo,
para en efecto ver si se ha cumplido con el requisito de
comprensibilidad, tendremos que necesariamente analizar
el lenguaje en el que se dictó el fallo.
Los jueces de la Segunda Sala Especializada de lo
Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia,
en su redacción, describen de forma clara las normas
respectivas para el caso en estudio, pudiendo ser
identificables de manera rápida y concreta. Asimismo, los
hechos son relatados de modo comprensible, pudiendo
entender su secuencia.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 111
Además, el desarrollo de las razones para motivar son
inteligibles. Finalmente, la decisión es sintética y expresada
de una manera asequible para cualquier público. Por lo
tanto, se cumple con el requisito de comprensibilidad.
Con los antecedentes señalados, esta Corte Constitucional
concluye que no hubo vulneración al derecho al debido
proceso en la garantía de motivación.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar que no existe vulneración de derechos
constitucionales.
2. Negar la acción extraordinaria de protección propuesta
por el accionante.
3. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth
Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño
Freire, sin contar con la presencia de los jueces Marcelo
Jaramillo Villa y Wendy Molina Andrade en sesión del 25
de marzo de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0306-13-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
Quito, D.M., 08 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 109-15-SEP-CC
CASO N.º 1559-11-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El señor Xavier Icaza Limones, en calidad de
administrador de la regional 5 de la Corporación Nacional
de Telecomunicaciones EP, CNT EP, y como apoderado
especial de César Regalado Iglesias, gerente general
y representante legal de la Corporación Nacional de
Telecomunicaciones EP, CNT EP, el 02 de septiembre
de 2011 propuso acción extraordinaria de protección en
contra del auto dictado el 03 de agosto de 2011, a las
15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del Guayas,
en el que se niega el recurso de apelación dentro del
juicio especial de ejecución N.º 668-B-2004, que sigue
la Compañía Convergia Inc. en contra de Pacifictel S.A.,
ahora Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP,
CNT EP.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para
el período de transición, de conformidad con el inciso
segundo del artículo 17 del Reglamento de Sustanciación
de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional,
el 09 de septiembre del 2011 certificó que en relación a la
acción N.º 1559-11-EP no se ha presentado otra demanda
con identidad de objeto y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para el
período de transición, mediante auto expedido el 29 de
noviembre de 2011 admitió a trámite la acción propuesta
y dispuso que se proceda al sorteo correspondiente para
la sustanciación de la presente acción. Efectuado el
sorteo correspondiente, de conformidad con el artículo
195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional y el artículo 18 del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, correspondió la sustanciación de la causa al
ex juez constitucional Roberto Bhrunis Lemarie.
El 06 de noviembre de 2012, ante la Asamblea Nacional
del Ecuador, fueron posesionados los jueces de la primera
Corte Constitucional, de acuerdo a lo establecido en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de
la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del 03
de enero de 2013, correspondió el conocimiento de la
causa N.º 1559-11-EP a la jueza constitucional Ruth Seni
Pinoargote.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
La jueza constitucional sustanciadora mediante
providencia de 25 de febrero de 2014, a las 08:00, avocó
conocimiento de la causa disponiendo las respectivas
notificaciones.
112 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
De la solicitud y sus argumentos
El accionante manifiesta en lo principal que el proceso
se refiere a una demanda de ejecución de laudo arbitral
presentada por la compañía Convergia Inc. a través de
su procurador judicial, con fundamento en el artículo 32
de la Ley de Arbitraje y Mediación, y en concordancia
con el actual artículo 438 y siguientes del Código de
Procedimiento Civil, respecto del laudo arbitral expedido
el 10 de febrero de 2004, a las 17:55, por el Tribunal de
Arbitraje de la Cámara de Comercio de Guayaquil.
Señala que el juez Undécimo de lo Civil de Guayaquil
califica y admite a trámite la demanda mediante auto del 25
de enero de 2005, a las 11:45, sin embargo fue recusado y
el juez subrogante sexto de lo civil de Guayaquil, mediante
providencia expedida el 01 de abril de 2005, a las 15:00,
ordena que Pacifictel, hoy CNT EP, y Convergia Inc. estén
a lo resuelto por el Tribunal de Arbitraje de la Cámara de
Comercio de Guayaquil, en el laudo arbitral dictado el 10
de febrero de 2004, a las 17h55.
Manifiesta que en el juicio de ejecución se cometieron
ilegalidades que desembocaron en la interposición del
recurso de apelación y luego el de hecho, negados por el
juez de turno, frente a lo cual y agotados todos los recursos
presenta la acción extraordinaria de protección.
Señala que en su decisión el juez de turno ordenó: “a)
que se liquide los valores que la extinta Pacifictel S.A.
debía cancelar a Convergia Inc., para lo cual designó un
perito contable; b) El restablecimiento de las relaciones
comerciales y de hecho por 90 días, para lo cual concedió
90 días” (sic).
Al respecto indica que en relación al literal a) el
juez de turno, contraviniendo expresas disposiciones
legales contempladas en el artículo 250 del Código de
Procedimiento Civil, designó un perito ajeno a la materia
que el caso nos ocupa TELECOMUNICACIONES,
siendo su informe deficiente no solo en la parte técnica
sino también en la parte comercial, petición que según el
accionante fue incorporada desde el primer escrito hasta el
último escrito presentado y agregado al proceso. Señala que
la falta de conocimiento en materia de telecomunicaciones
por parte del perito C.P.A. Carlos Montañés provocó
que su primer informe pericial adolezca tanto de errores
esenciales y errores de cálculo, los mismos que fueron
advertidos oportunamente por parte de la extinta Pacifictel
S.A. y por la hoy CNT EP.
Manifiesta que el laudo arbitral manda a conciliar las
cifras que presentaron las partes, para establecer la justa
equitativa correlación del tráfico faltante, conciliación que
jamás se produjo, consiguientemente mal podía el perito
proceder a practicar el informe, sin embargo, según el
accionante lo realizó con cifras inventadas y antojadizas,
perjudicando al Estado ecuatoriano. De igual forma,
por lógica consecuencia, para establecer el exceso en el
cobro por la denominada tasa contable era indispensable
determinar previamente la cantidad de minutos traficados,
para lo cual se debían conciliar las cifras presentadas por las
partes, lo cual jamás se verificó, señalando que esas son las
razones por las que han venido insistiendo en la necesidad
imperiosa de designar para ese peritaje un experto en
materia de telecomunicaciones, de conformidad con lo
dispuesto en el artículo 250 del Código de Procedimiento
Civil.
En cuanto al restablecimiento de las relaciones comerciales
y de hecho señalan que los convenios de tráfico bilateral o de
tráfico en sí demandan el concurso de varios presupuestos
por parte de las compañías intervinientes, puesto que el
restablecimiento de las relaciones comerciales y de hecho
consistía precisamente en establecer la vía mediante la
cual se iba a transmitir el tráfico, sea por fibra óptica o por
satélite, expresa que desde la fecha en que se interrumpieron
las relaciones hasta que se expidió el laudo arbitral había
transcurrido año y medio, y de esa fecha al auto expedido
por el juez en abril de 2005 un año más,; es decir que, desde
la ruptura de las relaciones comerciales y de hecho hasta
la orden judicial de restablecimiento habían trascurrido
dos años y seis meses, sostiene que “LA TECNOLOGÍA
ES DINÁMICA, NO SE DETIENE” (sic), por tanto era
comercial y técnicamente imposible restablecer el servicio,
sin antes definir los parámetros y los canales para ello,
la ejecutante parece ignorar ese hecho; señalando que la
ejecutante no estaba técnicamente habilitada para recibir
y retornar el tráfico de minutos, por tanto Convergia Inc.
tenía obligaciones en igual proporción en el ámbito de su
competencia; es decir primero había que restablecer las
relaciones comerciales, que no es otra cosa que cumplir
con los presupuestos tales como la entrega de una garantía
bancaria irrevocable y de cobro inmediato a favor de
Pacifictel S.A., así como la póliza de seguro concebida en
el mismo convenio, además pagar los valores pendientes
comprendidos entre febrero y septiembre de 2002 “cabe
indicar que estos dos hechos fueron lo que provocaron la
suspensión de las relaciones comerciales y de hecho, por
ende es más que obvio que deben ser resueltas, y así lo
determina el laudo”, pues de lo contrario sería inconcebible
¿cómo reconectar el servicio de tráfico a una empresa
que se encuentra en mora por más de ocho meses?, o
¿reconectar el servicio a una empresa que no entrega una
garantía bancaria que respalde el restablecimiento de la
relación comercial?.
Luego de superar y restablecer las relaciones comerciales,
se debe procurar se den las condiciones técnicas necesarias
para restablecer las relaciones de hecho. Esto implicaba
también una obligación activa por parte de la ejecutante
Convergia Inc. de cumplir con las exigencias tanto de la
extinta Pacifictel S.A. como de las empresas que le prestan
el servicio de conexión desde los Estados Unidos al Ecuador
y dentro de este aspecto determinar la cantidad de E 1, para
lo cual se debía establecer la medida ordenada en el laudo
arbitral.
En la especie la ejecutante desempeñó un papel pasivo,
con la evidente intención de endilgar a su representada la
mora, es así como contra toda lógica, invadido de errores
esenciales y de cálculo, violentando expresas disposiciones
legales, el juez de turno dio paso a este primer informe
pericial aprobándolo y disponiendo la retención y posterior
embargo de la cantidad de $545,346.21, dinero que fue
entregado a la ejecutante. Posteriormente, la ejecutante por
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 113
intermedio de su procurador judicial, mediante escrito del
18 de enero de 2011, solicita al amparo de lo dispuesto en
el artículo 440 del Código de Procedimiento Civil, designe
perito para la indemnización a favor de su mandante a cargo
de su representada por el incumplimiento de su obligación
de haber designado al respectivo perito, el cual procedió
a elaborar un informe alejándose de las bases establecidas
en el laudo, sin que contenga un estudio pormenorizado y
detallado, con indicación de las fórmulas que utilizó para
determinar o calcular los promedios tanto de E1, como del
tráfico mensual, informando al juez que la actual C.N.T EP
debe pagar por concepto de indemnización a la ejecutante
Convergia Inc. la astronómica cantidad de $3’083,973.68,
cantidad que fue corregida por impugnaciones del
accionante a $3’072,032.92.
Manifiesta que las impugnaciones a ese segundo informe
pericial estuvieron basadas en los artículos 250 y 262
del Código de Procedimiento Civil, en concordancia con
lo dispuesto en el artículo 295 y segundo inciso del 297
ibídem, ya que adolecía de errores esenciales y errores de
cálculo, por lo que el juez estaba facultado para disponer en
cualquier momento se hagan las correcciones del caso, sin
embargo, tan solo bastó la ratificación del informe por parte
del perito designado para que el juez pruebe y mande a
pagar la cantidad antes señalada, olvidándose de las normas
procesales tales como los artículos 257 y 258, así como el
último inciso del artículo 265 del Código de Procedimiento
Civil.
Sostiene que la ejecutante asegura que su representada
ha incumplido con la obligación de hacer contenida en el
laudo arbitral, esto es, restablecer la relación comercial y de
hecho por noventa días de tráfico bilateral, de lo cual existe
constancia en acta de diligencia notarial efectuada el 23 de
febrero de 2005, en la que se advierte que su representada
no procedió a la reconexión de los equipos de Convergia
Inc.
Sin embargo, establece que la mentada diligencia notarial
tuvo como base la providencia expedida con fecha 25 de
enero de 2005, a las 11:45, que textualmente se lee así:
….se ordena que Pacifictel S.A. en el término perentorio de
cinco días restablezca por el plazo de tres meses la relación
comercial fue mantenía con Convergia Inc.…Para este efecto
Pacifictel debe:
a) Permitir a Convergia Inc. la coubicación de sus equipos en las
instalaciones de Pacifictel;
b) Proveer a Convergia Inc. 22 E1s que son los enlaces por medio
de los cuales se permite la interconexión y el intercambio de
tráfico de minutos. (sic)
Expresa que la indicada diligencia notarial fue realizada
por el abogado Humberto Moya Flores, notario trigésimo
octavo del cantón Guayas, el 25 de febrero de 2005, a
petición del procurador judicial de Convergia Inc. De la
lectura de la mentada solicitud se advierte que, de manera
por demás malintencionada, omite el literal a) de la
indicada providencia expedida el 25 de enero de 2005, a las
11:45. En otras palabras, la diligencia se realizó “de forma
diminuta” ya que nunca los mandatarios de Convergia Inc.
cumplieron con lo ordenado por el juez, pues si no llevaron
equipo alguno para que Pacifictel S.A. los coubique, mal
podría proveer del servicio de interconexión, y mucho peor
lo ordenado en el literal b) de la referida providencia.
Por otro lado de las tablas procesales se advierte que la
indicada providencia expedida el 25 de enero de 2005, a
las 11:45, fue reformada mediante providencia expedida
el 01 de abril de 2005, a las 15:00, y notificada el 04 del
mismo mes y año, así lo manifiesta el procurador judicial
de la ejecutante (escrito del 28 de enero de 2011) y el juez
de turno mediante providencia expedida el 14 de febrero
de 2011, consecuentemente tal diligencia notarial no tiene
validez alguna respecto de lo ordenado en providencia
del 01 de abril de 2005, en la que se conceden cinco días
para que restablezcan las relaciones entre las partes, no
obra de autos constancia alguna de diligencia notarial,
inspección judicial o similares, posterior a la notificación
de la providencia del 01 de abril de 2005, que determine
que su representada no ha cumplido con el mandato
judicial, por ende mal puede el juez de turno asegurar el
incumplimiento de su representada y peor aun basándose
en una diligencia notarial realizada un mes y quince días
antes, y sin ningún reparo condenar a su representada al
pago de indemnizaciones millonarias, irrespetando sus
propias decisiones y violentando normas de procedimiento.
Señala adicionalmente que se han inobservado los
artículos 303 y 305 del Código de Procedimiento Civil, en
concordancia con el artículo 76 numeral 4 de la Constitución.
Manifiesta que además de las violaciones incurridas por
todos y cada uno de los jueces que conocieron este proceso,
existe la falta de notificación al procurador general del
Estado, ya que su representada es una entidad pública, tal
como lo dispone el artículo 237 de la Constitución de la
República.
Adicional a ello, hasta la presente fecha, pese a sus
requerimientos, el juez no ordenó proceder con la
liquidación de los valores que Convergia Inc. adeuda a su
representada, petición que es absolutamente procedente al
tenor de lo ordenado en el laudo en relación a la aceptación
de su reconvención que fue aceptada, y las bases para
liquidar esos adeudos quedaron establecidas en el indicado
laudo, los registros de llamadas salientes y entrantes ya han
sido puestas a consideración de la ejecutada por parte de su
representada, acogidas por el perito para hacer sus cálculos
y por ende aprobadas por Convergia Inc.
Finalmente, señala que en este juicio de ejecución “se han
pisoteado las normas procesales y las normas del debido
proceso, rechazando todas y cada una de su legales y justas
peticiones”, presentado recursos de apelación y de hecho,
los mismos que fueron negados.
Identificación de los derechos
vulnerados por la decisión judicial
presuntamente
Los derechos constitucionales que el legitimado activo
considera vulnerados son aquellos contenidos en los
artículos 75, 76 numeral 7 literal l y 82 de la Constitución
de la República.
114 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
En relación a los derechos presumiblemente vulnerados en
relación directa e inmediata con el auto recurrido, manifiesta
que el auto impugnado es la consecuencia de una larga
cadena de apelaciones e impugnaciones a un sin número de
autos y decretos expedidos por el juez de la causa, mediante
los cuales quebrantó, violó normas de procedimiento de
carácter especial en relación al trámite de ejecución y de
carácter general, específicamente, en cuanto al perito los
artículos 250, 257, 262 y 264 del Código de Procedimiento
Civil, al haber designado un contador público cuando
la materia del laudo que se pretendía ejecutar trata de un
asunto de telecomunicaciones; por ende el informe del
perito fue oscuro y sin fundamento; que pese al desacuerdo
y expresión de los errores esenciales y de hecho (artículo
295 Código de Procedimiento Civil) no se corrigieron y
simplemente los ignoró tanto el perito como el juez, por lo
que adolecen de nulidad.
En cuanto a la supuesta diligencia notarial, esta carece de
validez en base a los artículos 303 y 305 del Código de
Procedimiento Civil, ya que fue practicada con anterioridad
a la providencia expedida el 01 de abril de 2005, con la
que concede a su representada término para cumplir una
obligación de hacer. En cuanto a liquidar la parte que le
corresponde a su representada cobrar a Convergia Inc.,
artículo 295 y 297 del Código de Procedimiento Civil.
Alega la falta de notificación al procurador general del
Estado de conformidad con lo dispuesto en el artículo 237
de la Constitución de la República. Señala que todas estas
normas del Código de Procedimiento Civil quebrantadas
por el juez de la causa atentan los derechos de protección
consagrados en la Constitución, específicamente el debido
proceso contemplado en el artículo 76 de la Constitución
de la República en concordancia con el artículo 75 ibídem.
Finalmente, señala que se le ha vulnerado dentro del
referido proceso de ejecución la garantía constitucional
de la motivación (artículo 76, numeral 7, literal l) de la
Constitución de la República).
Pretensiones concretas
El accionante manifiesta:
Que deben ser reparadas mediante la presente acción
extraordinaria de protección por parte de la Corte
Constitucional las violaciones a los derechos constitucionales
descritos anteriormente, declarando la nulidad tanto del auto
definitivo de fecha 3 de agosto de 2011 a las 15h02 y por ende
las actuaciones procesales que en ella se describen tales como
el falso incumplimiento de mi representada de su obligación
de hacer…. La aprobación ilegal de los informes periciales
practicados por el perito designado por violentar claramente
normas de procedimientos con la clara intención de perjudicar
al Estado ecuatoriano en más de $3’000.000,oo.
Decisión judicial impugnada
La decisión judicial impugnada es el auto dictado el 03 de
agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo
Civil del Guayas, dentro del juicio especial de ejecución N.º
668-B-2004, que en su parte pertinente señala:
JUZGADO UNDÉCIMO DE LO CIVIL DEL GUAYAS.
Guayaquil, miércoles 3 de agsoto del 2011,las 15h02. No. 668-B2004.- VISTOS: Agréguese a los autos los escritos presentados
por la Corporación nacional de Telecomunicaciones (CNT EP);
así como por Convergia Inc.; y, los anexos certificados que esta
última acompaña.- En lo principal, en relación al nuevo pedido
por parte de la ejecutada, en pretender cumplir en la actualidad
con lo dispuesto en el laudo arbitral expedido el 10 de febrero
de 2004 por el Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara
de Comercio de Guayaquil, es de indicar que, el suscrito
juzgador concuerda plenamente con lo resuelto en este punto
por el anterior juez que conoció el esforzamiento de este laudo,
el cual en marzo 18 de 2011, contestó y dispuso a la misma
ejecutada CNT EP que, debido a su incumplimiento dentro del
término de cinco días que se le otorgó en providencia dictada
el 1 de abril de 2005, notificada el 4 de abril del mismo año,
término perentorio que se le concedió para que cumpla con la
referida obligación de hacer, que consistía en restablecer las
relaciones comerciales y de hecho entre las partes, obligación
que consta de autos, fue incumplida por la ejecutada Pacifictel
S.A. (hoy CNT EP), razón por la cual indiscutiblemente es
improcedente y absolutamente extemporánea la pretensión
de CNT EP, correspondiendo por tanto exclusivamente
cumplir con lo dispuesto en el artículo 440 del Código de
Procedimiento Civil que, respecto a las obligaciones de hacer
(como lo es la actual), en el caso de que no se obtuviese la
realización del hecho, lo cual en este caso se configuró hace
más de seis años, el juez determinará la indemnización que
deba pagarse por el incumplimiento y dispondrá el respectivo
cobro, tal cual se lo está haciendo en el presente expediente.
Así también, tratándose de la ejecución de un laudo arbitral,
el cual tiene los mismos efectos de una sentencia ejecutoriada
tal cual lo establece el artículo 32 de la Ley de Arbitraje
y Mediación, se considera que, de conformidad con la
prohibición legal señalada en el artículo 436 del Código de
Procedimiento Civil, tampoco es procedente el recurso de
apelación interpuesto por la ejecutada CNT EP, razón por la
cual, en base a las normativas antes indicadas, se rechaza el
mismo, puesto que obra dentro del proceso, fallo resuelto por
la Primera Sala Civil, Mercantil de Guayaquil, de fecha 4 de
junio del 2010, las 10h20, dentro de la cual en su considerando
Segundo se señala entre otras cosas que: “el inciso tercero
del Art.32 de la Ley de Arbitraje y Mediación dispone que
los Laudos Arbitrales tiene efecto de sentencia ejecutoriada y
cosa juzgada y se ejecutan del mismo modo que las sentencias
de última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el
juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo las que
se originen con posterioridad al Laudo. Así entonces han de
seguirse las normas que se establecen para ejecución de las
sentencias dictadas en esta instancia…”.- Por otro lado, luego
que, mediante providencia anterior se declaró aprobado el
informe pericial practicado por el CPA Carlos Montañez
Vásquez, se regulan los honorarios del referido perito en Mil
Quinientos Dólares de los Estados Unidos de América.- Por
así corresponder, en ejecución de la segunda parte del antes
referido laudo arbitral de febrero 10 de 2004, conforme al
artículo 438 del Código de Procedimiento Civil, se dispone
que la ejecutada Corporación Nacional de Telecomunicaciones
(CNT EP), dentro del término de veinticuatro horas pague a
Convergia INC, la suma de TRES MILLONES SETENTA
Y DOS MIL TREINTA Y DOS DÓLARES CON 92/100 DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (US. 3’072.032,92),
señale bienes equivalentes a dicho monto.- Notifíquese. (sic)
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 115
De la contestación y sus argumentos
Autoridad jurisdiccional demandada: Juez Undécimo
de lo Civil del Guayas
Manifiesta que no existen errores de hecho, porque no se
trata de una sentencia sino de un proceso de ejecución de
laudo arbitral. Sostiene que no cabía la designación de un
perito en telecomunicaciones por cuanto ellos no pueden
hacer la liquidación contable necesaria.
Mediante escrito presentado el 25 de abril de 2012 a la
Corte Constitucional del Ecuador, comparece el abogado
Becker Salinas Buenaño, en su calidad de juez temporal
de la judicatura demandada, informando y contestando a
la demanda de acción extraordinaria de protección en los
siguientes términos:
En cuanto a la diligencia notarial, esta se realizó en base a
lo establecido en la providencia del 25 de enero de 2005,
más no en la providencia del 01 de abril de 2005, por cuanto
esta última fue revocada por la Primera Sala de lo Civil de
la Corte Superior del Guayas.
El juicio N.° 668-B-2004 se refiere a la ejecución de un
laudo arbitral dictado en el año 2004. En el presente
proceso se han dado un sinnúmero de incidentes procesales
generados por parte de Pacifictel S.A., ahora Corporación
Nacional de Telecomunicaciones EP CNT EP.
Menciona que no se notificó al Procurador General del
Estado por cuanto se trata de un proceso de ejecución de
una sentencia, y no un asunto litigioso. Sostiene que “en
nada afecta a un derecho constitucional de Pacifictel S.A,
compañía privada al momento de iniciar el litigio, o a la
Corporación Nacional de Telecomunicaciones EP”.
Señala que, CNT EP dice que la aprobación del informe
pericial vulnera sus derechos “pero jamás indica en qué
forma”. En relación a la alegación de la reconvención de
Pacifictel S.A., actual CNT EP, sostiene que los árbitros
señalan que al no contar con los elementos suficientes, no
pueden pronunciarse sobre dicho pedido, disponiendo que
Pacifictel S.A. presente una nueva demanda arbitral para
determinar la procedencia o no de los valores que reclaman.
De igual forma sostiene que el accionante omite mencionar
la conducta dilatoria que ha sido habitual en el proceso de
ejecución, evidenciándose que la acción extraordinaria de
protección presentada es una simple estrategia para seguir
dilatando la ejecución del laudo, pues se trata de un tema
de “mera legalidad”, que bajo ningún concepto “viola
garantías constitucionales”.
Sostiene que no existen derechos constitucionales
violentados en contra de la referida corporación, que el
proceso de ejecución se ha seguido de manera adecuada y
correcta, que en ningún momento se han saltado etapas ni
se ha procedido de manera ilegal, recordando además que
el proceso actual lleva más de siete años por las constantes
dilaciones de CNT EP.
En relación a los artículos invocados por el accionante
sostiene que en cuanto al nombramiento de un perito para
asuntos litigiosos que merezcan conocimiento de una
ciencia, arte u oficio, está claro que el presente caso no se
trata realmente de un litigio de conocimiento sino de una
indemnización; que conforme el artículo 440 del Código
de Procedimiento Civil al tratarse de una obligación de
hacer que no se hizo, queda en potestad del juzgador la
determinación de la debida indemnización “y si el juez
decidió ayudarse de un perito contable para la misma,
quedó bajo su propia discrecionalidad”.
En cuanto a la claridad del informe, manifiesta que una cosa
es que sea oscuro y otra que no estén de acuerdo. Sostiene
que las partes hicieron sus impugnaciones, las mismas que
fueron contestadas oportunamente, y que es potestad del
juez la valoración probatoria, frente a lo cual en el presente
caso el respectivo juez comprendió el informe pericial y le
pareció lo suficientemente claro.
Señala que en la demanda no se hace una relación entre
las normas supuestamente infringidas y la normativa
constitucional, mucho menos una conexión lógica que
nos permita decir que realmente se trata de un asunto de
constitucionalidad, pues aparentemente es solo uno de
mera legalidad. La prueba no fue obtenida ilegalmente,
se designó a un perito, se observó su aportación, se dio
el tiempo suficiente para contestar, era una persona
acreditada y no existió una vulneración constitucional en
la liquidación de valores a indemnizar, que es potestad del
juzgador.
Finalmente señala que CNT EP, en la mayoría de sus escritos,
lo único que hizo fue quejarse sin realmente fundamentar
cuál es el derecho constitucional supuestamente violentado
y cuál es la relevancia constitucional del caso concreto.
Manifiesta que no existen violaciones constitucionales,
y deja constancia, que conoce la presente causa desde el
26 de septiembre del 2011, por lo que nada tiene que ver
con las actuaciones de los anteriores jueces, pese a que las
considera conforme a derecho.
Tercero Interesado
Comparece mediante escrito del 17 de agosto de 2012, el
señor Frederick Miller, como representante de la compañía
Convergia Inc., expresando en lo principal:
Que la acción extraordinaria de protección ha sido
presentada contra un auto que aprueba un peritaje contable,
es decir, pretende que la Corte Constitucional realice
una revisión de las pruebas, para ello aducen una serie
de supuestos derechos vulnerados, sin que realicen una
completa fundamentación de dichas violaciones.
Sostiene que la garantía de ejecución de las sentencias
como principal medio de efectivizar la tutela judicial se
ve en peligro por cuanto se pretende extender aún más la
ejecución del laudo, cuya responsabilidad le corresponde
al Juzgado Undécimo de lo Civil y Mercantil del Guayas.
La Corporación Nacional de Telecomunicaciones pretende
manifestar que se han vulnerado normas relacionadas al
proceso de pruebas, cuando claramente al tratarse de un
116 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
juicio de ejecución de un laudo arbitral, las pruebas fueron
despachadas en dicha instancia jurisdiccional y no ante el
juez undécimo de lo civil y mercantil del Guayas, a quien
solo le correspondió ejecutar lo ordenado en el laudo
arbitral tal como fue solicitado.
En cuanto a la diligencia notarial, sostiene que para el
25 de febrero de 2005 dicha reconexión no había sido
realizada, sin embargo, el 01 de abril del 2005, se revocó
la providencia del 1 de enero de 2005, lo que teóricamente
la dejaba sin valor, no obstante dicha providencia del 01 de
abril de 2005, fue apelada, recurso que fue resuelto por la
Primera Sala de lo Civil de la ex Corte Superior del Guayas,
dicha Sala revocó el auto del 01 de abril de 2005, ratificando
la vigencia del auto del 25 de enero de 2005, ante ellos y
mantuvo la vigencia de dicha providencia, y con ello de la
diligencia notarial. Es por dicho incumplimiento por lo cual
el juez solicita la determinación de daños y perjuicios, la
cual es realizada contablemente, por lo que se designó un
perito contable.
Procuraduría General del Estado
El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de
director nacional de patrocinio y delegado del procurador
general del Estado, mediante escrito que consta a foja 30
del proceso, presentado el 18 de abril de 2012, señala casilla
constitucional, sin emitir pronunciamiento alguno sobre los
fundamentos de la presente acción.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
Las normas contenidas en los artículos 94, 429 y 437 de
la Constitución de la República, en concordancia con
el artículo 191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
y el artículo 3 numeral 8 literal b del Reglamento de
Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, señalan que este Organismo es competente
para conocer y resolver la acción extraordinaria de
protección propuesta. Por cuanto en la tramitación de esta
acción han sido observadas las normas previstas en el
ordenamiento jurídico constitucional y legal aplicable al
caso, se declara su validez.
Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de
protección
La Corte Constitucional al ser el máximo órgano de
control, interpretación y administración de justicia en la
materia, se encuentra investida de la facultad de preservar
la garantía de los derechos constitucionales y así evitar o
corregir su vulneración. En este sentido, la Constitución
de la República plantea la posibilidad de tutelar derechos
constitucionales que pudieren ser vulnerados durante la
emisión de una sentencia o auto definitivo resultado de un
proceso judicial.
De conformidad con el artículo 437 de la Constitución de
la República la acción extraordinaria de protección procede
cuando se trate de sentencias, autos y resoluciones firmes o
ejecutoriados, en los que el accionante demuestre que en el
juzgamiento se ha violado, por acción u omisión, el debido
proceso u otros derechos reconocidos en la Constitución,
una vez agotados los recursos ordinarios y extraordinarios
dentro del término legal, a menos que la falta de interposición
de estos recursos no fuera atribuible a la negligencia de la
persona titular del derecho constitucional vulnerado.
En tal sentido, la acción extraordinaria de protección
constituye una garantía jurisdiccional creada por el
constituyente para proteger los derechos constitucionales
de las personas en contra de cualquier vulneración que se
produzca mediante determinados actos jurisdiccionales. Por
consiguiente, tiene como fin proteger, precautelar, tutelar
y amparar los derechos de las personas que, por acción
u omisión, sean violados o afectados en las decisiones
judiciales.
Determinación de los problemas jurídicos
Al Pleno de la Corte Constitucional le corresponde
examinar si en la decisión expedida el 03 de agosto de
2011, a las 15:02, por el Juzgado Undécimo de lo Civil del
Guayas, dentro del juicio especial de ejecución N.º 668-B2004, existe vulneración de derechos constitucionales o a
las garantías del debido proceso.
En este sentido, la Corte Constitucional considera necesario
el planteamiento y posterior resolución de los siguientes
problemas jurídicos:
1.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado
Undécimo de lo Civil del Guayas dentro del juicio especial
de ejecución N.º 668-B-2004 ¿vulneró el derecho al debido
proceso, en la garantía de la motivación de las decisiones de
las autoridades públicas prevista en el artículo 76 numeral 7
literal l de la Constitución de la República?
2.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado
Undécimo de lo Civil del Guayas ¿vulnera el derecho a la
tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 75 de la
Constitución de la República?
Resolución de los problemas jurídicos
1.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado
Undécimo de lo Civil del Guayas dentro del juicio
especial de ejecución N.º 668-B-2004 ¿vulneró el derecho
al debido proceso, en la garantía de la motivación de
las decisiones de las autoridades públicas prevista en el
artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la
República?
En atención al problema jurídico que antecede, corresponde
a esta Corte determinar si las razones que ofreció el juez se
ajustan a la garantía de la motivación prevista en el artículo
76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República. La
prenombrada norma ordena lo siguiente:
En todo proceso en el que se determinen derechos y
obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al
debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 117
7. El derecho de las personas a la defensa incluirá las siguientes
garantías:
l) Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y no
se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de
hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no
se encuentren debidamente motivados se considerarán nulos.
Las servidoras o servidores responsables serán sancionados.
Conforme a la norma constitucional que antecede, se colige
que la motivación implica la explicación ordenada de las
razones que llevan a la autoridad judicial a emitir una
decisión. De ahí que la motivación sea la mayor garantía de
una correcta administración de justicia dentro de un Estado
constitucional de derechos como es el nuestro.
Por su parte, el artículo 4 numerales 9 y 10 de la Ley
Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional dispone que la justicia constitucional se
sustenta en, los siguientes principios:
9. Motivación.- La jueza o juez tiene la obligación de
fundamentar adecuadamente sus decisiones a partir de las
reglas y principios que rigen la argumentación jurídica. En
particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los
argumentos y razones relevantes expuestas durante el proceso
por las partes y los demás intervinientes en el proceso.
10. Comprensión efectiva.- Con la finalidad de acercar la
comprensión efectiva de sus resoluciones a la ciudadanía, la
jueza o juez deberá redactar sus sentencias de forma clara,
concreta, inteligible, asequible y sintética, incluyendo las
cuestiones de hecho y derecho planteadas y el razonamiento
seguido para tomar la decisión que adopte.
En armonía con las citadas normas constitucionales y
legales, esta Corte Constitucional ha expresado lo siguiente:
El debido proceso es un mecanismo para la protección de
los derechos de las personas que intervienen dentro de un
juicio; alrededor de aquel se articulan una serie de principios
y garantías básicas que permiten una correcta administración
de justicia. Precisamente, como parte esencial de las garantías
que forman parte del derecho al debido proceso se encuentra
la motivación de las sentencias, puesto que con aquello
se configura el accionar conforme a la Constitución por
parte de las diversas autoridades públicas, quienes son las
primordialmente llamadas a velar por el cumplimiento de los
principios y garantías constitucionales…1
En la misma línea, refiriéndose a la importancia que tiene
la motivación de los fallos judiciales, este Organismo ha
señalado que:
La motivación es un mecanismo de aseguramiento de la
racionalidad en las decisiones de los organismos que ejercen
potestades públicas. Permite observar a los directamente
1
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 008-14-SEP-CC,
caso N.º 0729-13-EP.
afectados y a la sociedad en general, cual es la justificación
presentada por quien ha adoptado la decisión; para así,
permitir efectuar un efectivo control del ejercicio del poder,
el que constituye premisa necesaria para la consecución del
estado constitucional de derechos y justicia.2
De las citas transcritas, se infiere que la motivación en
una decisión judicial es imprescindible y obligatoria
por parte de los juzgadores, ya que en virtud de ella, es
posible evidenciar la coherencia entre las circunstancias
fácticas y la normativa aplicable al caso, en el marco de
una inequívoca comprensión del texto del fallo por parte
de cualquier persona, puesto que las sentencias judiciales al
tener una connotación pública, deben ser inteligibles para la
generalidad y no únicamente para los juristas u operadores
de justicia.
En tal virtud, la Corte Constitucional ha determinado tres
requisitos3 que permiten comprobar si una decisión emitida
por autoridad pública, ha sido motivada o no, siendo ellos:
razonabilidad, lógica y comprensibilidad. La razonabilidad
de una decisión se expresa en la fundamentación de
los principios constitucionales y legales, esto es, en el
derecho. La lógica hace referencia a la existencia de la
debida coherencia entre las premisas y la conclusión. La
comprensibilidad involucra la claridad en el lenguaje
utilizado en la decisión con la finalidad que pueda ser
entendida por cualquier ciudadano4.
Una vez que se ha explicado la importancia que posee la
motivación al momento de emitirse un fallo o resolución,
proveniente de autoridad pública, nos referiremos al caso
concreto, cuyo análisis se circunscribirá a verificar si la
decisión demandada ha sido motivada por el juez que la
emitió.
En relación al parámetro de razonabilidad, hace referencia
a que las decisiones de los poderes públicos deben estar
investidas de los fundamentos de derecho que sirven de base
para su pronunciamiento (normas constitucionales, legales
o jurisprudenciales), las mismas que deben ser acordes con
la causa puesta a conocimiento del juez o autoridad pública.
En el caso sub examine se puede observar que el juez
undécimo de lo civil del Guayas dentro del auto enuncia el
artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación y el artículo
436 del Código de Procedimiento Civil, fundamentándose
en estas disposiciones normativas para rechazar el recurso
de apelación propuesto por la Corporación Nacional de
Telecomunicaciones CNT E.P.
Sobre la razonabilidad
Dentro del análisis del requisito de razonabilidad se debe
dejar constancia que la sola enunciación de disposiciones
2
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 057-14-SEP-CC,
caso N.º 0421-13-EP.
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 017-14-SEP-CC,
caso N.º 0401-13-EP.
4
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 003-14-SEP-CC,
caso N.º 0613- 11-EP.
118 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
normativas no implica el cumplimiento per se de este
requisito, toda vez que la invocación de las disposiciones
normativas deben guardar conformidad con la naturaleza
del caso puesto a conocimiento del juzgador, así como
con la petición concreta que se realiza por las partes
procesales.
En este orden de ideas se puede observar que, a fojas
351 y 352 del proceso consta la demanda de apelación
presentada por Xavier Icaza Limones en representación de
la Corporación Nacional de Telecomunicaciones CNT EP,
que en lo principal apela el auto del 26 de julio de 2011,
a las 10:10, que rechaza por improcedente la solicitud de
revocatoria de la providencia de 02 de junio de 2011, a las
11:23.
No obstante, el juez undécimo de lo civil del Guayas
enuncia. sin justificar porqué de su invocación, las normas
de los artículos 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación y 436
del Código de Procedimiento Civil, las mismas que hacen
referencia en su orden a:
Art. 32.- Ejecutoriado el laudo las partes deberán cumplirlo
de inmediato.
Cualquiera de las partes podrá pedir a los jueces ordinarios,
que ordenen la ejecución del laudo o de las transacciones
celebradas, presentando una copia certificada del laudo o
acta transaccional, otorgada por el secretario del tribunal, el
director del centro o del árbitro o árbitros, respectivamente con
la razón de estar ejecutoriada.
Los laudos arbitrales tienen efecto de sentencia ejecutoriada
y de cosa juzgada y se ejecutarán del mismo modo que las
sentencias de última instancia, siguiendo la vía de apremio,
sin que el juez de la ejecución acepte excepción alguna, salvo
las que se originen con posterioridad a la expedición del
laudo.
Art. 436.- En este juicio puede el ejecutante interponer los
recursos que concede este Código para los ordinarios; pero el
ejecutado sólo puede apelar de la sentencia, y en los demás
casos, no podrá interponer ni aún el recurso de hecho.
En cuanto al artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación,
se puede evidenciar que el operador de justicia emplea
una norma de textura abierta para justificar su decisión,
sin que realice una conexión de la normativa enunciada
con la pretensión del accionante, la misma que hace
relación a la apelación de un auto mas no al laudo arbitral,
no encontrándose justificada la cita de la disposición
de carácter legal. En cuanto al artículo 436 del Código
de Procedimiento Civil, conforme se observa del texto
antes transcrito, este tiene relación al juicio ejecutivo
y a la facultad del ejecutante y ejecutado de interponer
recursos en esta clase de procesos, sin que se justifique
la pertinencia para la invocación de esta disposición
normativa. Lo anterior denota que el juzgador no ha dado
cumplimiento con el requisito de razonabilidad al solo
enunciar normas pero no establecer un nexo causal entre
la norma invocada y la solicitud objeto de la demanda
planteada.
Sobre la lógica
En relación al parámetro de lógica, el mismo tiene relación
directa con la coherencia de los elementos ordenados y
concatenados que permiten construir un juicio de valor
en el juzgador al momento de emitir una resolución. Este
elemento debe erigirse sobre la base de los hechos puestos
a consideración del juzgador, sobre los cuales debe esgrimir
premisa y argumentos que guarden coherencia con su
decisión final.
En aquel sentido corresponde a la Corte Constitucional
determinar si dentro del auto objeto de la presente acción
extraordinaria de protección el juez undécimo de lo civil del
Guayas ha observado el parámetro de la lógica para lo cual
procederemos a exponer las ratios centrales expuestas por
el juzgador en el mencionado auto. Así, el juzgador expone:
…en relación al nuevo pedido de la parte ejecutada, en
pretender cumplir en la actualidad con lo dispuesto en el
laudo arbitral expedido el 10 de febrero del 2004 por el
Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio
de Guayaquil, es de indicar que el suscrito juzgador concuerda
plenamente con lo resuelto en este punto por el anterior juez
que conoció el esforzamiento de este laudo… (sic)
Lo enunciado permite observar que la ratio principal del
juzgador se fundamenta en una remisión a un argumento
expuesto en otra decisión judicial por parte de otro juez, lo
cual denota que no realiza un ejercicio argumentativo en
base al caso concreto para justificar su decisión.
Aquello también puede observarse cuando al resolver sobre
el recurso de apelación presentado por el accionante, toma
como referencia un fallo de la Corte Provincial del Guayas,
señalando expresamente lo siguiente:
…se rechaza el mismo, puesto que obra dentro del proceso,
fallo resuelto por la Primera Sala Civil, Mercantil de
Guayaquil, de fecha 4 de junio del 2010, las 10h20, dentro
de la cual en su considerando Segundo se señala entre otras
cosas que: ‘el inciso tercero del Art.32 de la Ley de Arbitraje
y Mediación dispone que los Laudos Arbitrales tiene efecto de
sentencia ejecutoriada y cosa juzgada y se ejecutan del mismo
modo que las sentencias de última instancia, siguiendo la vía
de apremio, sin que el juez de la ejecución acepte excepción
alguna, salvo las que se originen con posterioridad al laudo.
Así entonces han de seguirse las normas que se establecen para
ejecución de las sentencias dictadas en esta instancia’… (sic)
Esto denota que el juzgador no realiza una construcción
argumentativa en base a las particularidades del caso
concreto puesto a su conocimiento y a la pretensión del
accionante, sino que emplea como argumentos centrales
justificaciones emitidas por otros órganos jurisdiccionales
al resolver pedidos concretos que no pueden tener
concordancia con el pedido formulado en este momento
procesal.
Otra de las ratios centrales del auto impugnado está
relacionada con el pedido de apelación presentado. Al
respecto es pertinente manifestar que revisado el expediente,
el representante de CNT EP solicita la apelación del auto
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 119
del 26 de julio de 2011, a las 10:105, conforme consta a
foja 352 del expediente, sin embargo la fundamentación del
juez hace referencia a la negativa de apelación de laudos
arbitrales, cuando lo que se apela no es el laudo arbitral
sino una providencia en la que se rechaza por improcedente
la solicitud de revocatoria de la providencia del 02 de junio
del 2011, a las 11h23. En su argumentación el juzgador
manifiesta:
deben estar redactadas en un lenguaje comprensible y
claro, que pueda ser entendido por cualquier ciudadano,
se puede evidenciar que dentro de la redacción del auto en
análisis el juzgador no es claro al emitir sus argumentos
para resolver el caso, empleando permanentemente una
remisión a criterios expuestos por otros juzgadores y en
otros momentos procesales, lo cual deviene en una no
observancia del parámetro de comprensibilidad.
…tratándose de la ejecución de un laudo arbitral, el cual tiene
los mismos efectos de una sentencia ejecutoriada tal cual lo
establece el artículo 32 de la Ley de Arbitraje y Mediación,
se considera que, de conformidad con la prohibición legal
señalada en el artículo 436 del Código de Procedimiento Civil,
tampoco es procedente el recurso de apelación interpuesto por
la ejecutada CNT, EP…
Por lo antes expuesto, se puede concluir que el auto
emitido el 03 de agosto de 2011, a las 15:02, por el
Juzgado Undécimo de la Civil del Guayas, no ha dado
cumplimiento a los parámetros de razonabilidad, lógica
y comprensibilidad, lo cual genera una afectación a la
garantía de la motivación.
Sin ser el objeto de esta Corte Constitucional entrar
a analizar la aplicación o interpretación de normativa
infraconstitucional, se puede evidenciar que el argumento
esgrimido por el juzgador descontextualiza la solicitud
del recurrente, al emitir una fundamentación ajena a la
providencia que ha sido invocada como objeto de apelación.
Es decir, el juzgador debía circunscribir su análisis a la
concesión o no de la apelación respecto a la providencia
recurrida, lo cual no es analizado por el juez en el auto objeto
de la acción extraordinaria de protección, observándose
una falta de coherencia y concatenación lógica entre lo
solicitado por el recurrente, el argumento expuesto por el
juzgador y la conclusión final a la que arriba.
La Corte Constitucional recuerda que la motivación se
encuentra considerada en el nivel constitucional como una
garantía del debido proceso porque precisamente representa
un elemento integral de este derecho, tendiente a alcanzar
la justicia y evitar la arbitrariedad del poder público. Una
motivación ilógica o insuficiente en las resoluciones de los
poderes públicos podría ser equivalente a la arbitrariedad,
más aún cuando aquella proviene de los jueces y juezas,
siendo estos los principales actores del poder público en la
tutela de los derechos de las personas.
Debe quedar claro que la lógica en la motivación supone
necesariamente la interrelación de aquellos elementos
que fueron mencionados en líneas anteriores (premisas y
conclusión) y reflejados en la decisión final del juzgador,
de manera que en un adecuado ejercicio de motivación,
este explique a las partes intervinientes las razones que
le han llevado a establecer tal afirmación, de modo que la
finalización de un proceso mediante la decisium, guarde
consonancia y lógica con los elementos que han sido
presentados, evaluados, analizados y considerados durante
el proceso. Por lo antes expuesto, se concluye que el auto
objeto de estudio carece del requisito de lógica como parte
de la motivación judicial.
Sobre la comprensibilidad
Por último, respecto al requisito de la comprensibilidad,
en virtud del cual las decisiones de los poderes públicos
5
A foja 349 del proceso consta la mencionada providencia.
2.- El auto emitido el 03 de agosto de 2011, por el Juzgado
Undécimo de lo Civil del Guayas ¿vulnera el derecho a
la tutela judicial efectiva reconocido en el artículo 75 de
la Constitución de la República?
El artículo 75 de la Constitución de la República reconoce
el derecho a la tutela judicial efectiva, imparcial y expedita
de la siguiente manera:
Art. 75.- Toda persona tiene derecho al acceso gratuito
a la justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita
de sus derechos e intereses, con sujeción a los principios
de inmediación y celeridad; en ningún caso quedará en
indefensión. El incumplimiento de las resoluciones judiciales
será sancionado por la ley.
En virtud de lo establecido por la Constitución de la
República, el derecho a la tutela judicial efectiva comporta
el derecho de las personas al acceso a la justicia y el deber
de los operadores judiciales de ajustar sus actuaciones a
los parámetros legales y constitucionales pertinentes. De
esta manera, se configura el rol de jueces y juezas de ser
garantes del respeto a los derechos que les asisten a las
partes dentro de cada proceso.
Al respecto, la Corte Constitucional, para el período de
transición, se ha referido a la tutela judicial efectiva como:
…una facultad conocida procesalmente como derecho de
petición, lo cual implica una serie de obligaciones por parte
del ente estatal; por un lado, requiere la existencia de un
órgano jurisdiccional y de jueces y juezas, quienes investidos
de potestad jurisdiccional deben velar por el cumplimiento de
la Constitución y la ley, aplicándolos a un caso concreto para
lograr de este modo la justicia.
En este orden de ideas, se puede afirmar que este derecho
al tener como propósito principal la consecución de la
justicia, el mismo no solo debe comprender la posibilidad
de acceder a los órganos jurisdiccionales y obtener
resoluciones judiciales apegadas al ordenamiento jurídico
vigente, sino también, debe garantizar el cumplimiento
integral de lo actuado o decidido por parte de los
juzgadores, ya que únicamente con el acatamiento de las
decisiones jurisdiccionales se permitiría verificar que la
justicia verdaderamente imperó en un caso concreto que ha
sido resuelto.
120 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
En consecuencia de lo dicho precedentemente, se concluye
que el derecho a la tutela judicial efectiva se cumple en
tres momentos: primero, a través del derecho de acción,
que implica el acceso a los órganos jurisdiccionales, en
armonía con el principio dispuesto en el artículo 168
de la Constitución de la República6; en segundo lugar,
mediante el sometimiento de la actividad jurisdiccional a
las disposiciones constitucionales y legales vigentes que
permitan contar con resoluciones fundadas en derecho; y,
finalmente en tercer lugar, a través del rol de la jueza o juez,
una vez dictada la resolución, tanto en la ejecución como en
la plena efectividad de los pronunciamientos. Es decir, la
tutela judicial efectiva va más allá del simple acceso gratuito
a la justicia, implica una serie de actuaciones por parte
del Estado, a través de los órganos jurisdiccionales, que
permiten asegurar el efectivo goce y cumplimiento de los
derechos consagrados en la Constitución de la República.
Por tanto, los operadores de justicia deben enmarcar sus
actuaciones sin condicionamientos, en observancia a las
disposiciones constitucionales y legales aplicables al caso
concreto.
Sobre la base de lo expuesto, esta Corte pasará a examinar la
decisión impugnada, a fin de verificar si cumple y garantiza
el derecho a la tutela judicial efectiva del accionante.
En cuanto al primero de los parámetros, esto es al acceso
a la tutela judicial, se puede observar que el auto objeto de
la acción extraordinaria de protección está relacionado con
un proceso de ejecución en el que se han presentado una
serie de actos jurisdiccionales. En aquel sentido, el pedido
por parte del accionante se circunscribe en concreto a la
apelación de la negativa de revocatoria de una providencia
emitida con antelación, en la especie la providencia del 02
de junio del 2011, a las 11:23. Por tanto, a priori se puede
observar que se ha dado cumplimiento con el acceso de las
partes procesales al sistema de administración de justicia.
Sin embargo y conforme se destacó en líneas anteriores,
el solo acceso no garantiza el ejercicio pleno del derecho
a la tutela judicial efectiva, puesto que una vez que se ha
ingresado al sistema procesal, corresponde a la autoridad
jurisdiccional velar por el respeto de los derechos de las
partes procesales. En el caso sub exánime, el ejercicio de la
tutela judicial se enmarca en el sometimiento de la autoridad
jurisdiccional al respeto de las normas constitucionales y
6
Constitución de la República del Ecuador, artículo 168.- La
administración de justicia, en el cumplimiento de sus deberes y en
el ejercicio de sus atribuciones, aplicará los siguientes principios: 1.
Los órganos de la Función Judicial gozarán de independencia interna
y externa. Toda violación a este principio conllevará responsabilidad
administrativa, civil y penal de acuerdo con la ley. 2. La Función
Judicial gozará de autonomía administrativa, económica y financiera.
3. En virtud de la unidad jurisdiccional, ninguna autoridad de
las demás funciones del Estado podrá desempeñar funciones de
administración de justicia ordinaria, sin perjuicio de las potestades
jurisdiccionales reconocidas por la Constitución. 4. El acceso a
la administración de justicia será gratuito. La ley establecerá el
régimen de costas procesales. 5. En todas sus etapas, los juicios y sus
decisiones serán públicos, salvo los casos expresamente señalados
en la ley. 6. La sustanciación de los procesos en todas las materias,
instancias, etapas y diligencias se llevará a cabo mediante el sistema
oral, de acuerdo con los principios de concentración, contradicción y
dispositivo.
legales, atendiendo el pedido del solicitante de acuerdo a la
naturaleza del caso puesto a su conocimiento. En ese orden
de ideas correspondía al juzgado velar porque se resuelva
en derecho la petición de una de las partes procesales,
específicamente la solicitud de apelación de la providencia
que contiene una negativa de revocatoria; debiendo ser
ese el universo de análisis del juzgador para garantizar el
derecho del peticionario. No obstante y conforme se destacó
en el problema jurídico anterior, el juez undécimo de lo
civil del Guayas no atiende el pedido de CNT EP, en cuanto
a la apelación de la providencia emitida el 02 de junio de
2011, a las 11:23, sino que lo asocia como una apelación al
laudo arbitral, lo cual desnaturaliza y descontextualiza el
pedido. Con aquello se atenta al principio de congruencia
en el contexto procesal, puesto que la argumentación del
juzgador se remite a otro acto que no fue el requerido por
el peticionario, evidenciándose claramente una afectación
a la tutela judicial, ya que la decisión judicial objeto de
la apelación no es respecto al laudo arbitral, sino a una
providencia en concreto, circunstancia que no es observada
por el juzgador y que denota una falta de efectividad en
cuanto al ejercicio de la tutela judicial.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar la vulneración del debido proceso en la
garantía de la motivación y el derecho a la tutela judicial
efectiva.
2. Aceptar la acción extraordinaria de protección
presentada.
3. Como medidas de reparación integral a favor de los
accionantes se dispone:
3.1. Retrotraer los efectos al momento de la vulneración
de los derechos constitucionales, en consecuencia,
dejar sin efecto jurídico el auto emitido el 03
de agosto de 2011, a las 15:02, por el Juzgado
Undécimo de lo Civil del Guayas, y todos los actos
procesales y demás providencias dictadas como
consecuencia del mismo.
3.2. Previo sorteo, disponer que otro juez conozca y
resuelva el recurso planteado en observancia de
las garantías del debido proceso y la tutela judicial
efectiva.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 121
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la
presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión de 08 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 1559-11-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día miércoles
06 de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la
Corte Constitucional, al momento de expedirse la misma.Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Quito, D. M., 08 de abril del 2015
SENTENCIA N.º 110-15-SEP-CC
CASO N.° 1935-11-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 19 de octubre de 2011, el licenciado Galo Eduardo Viteri
Loza, en su calidad de director provincial de Educación de
Santo Domingo de los Tsáchilas, presentó una demanda
de acción extraordinaria de protección, fundamentada en
el artículo 94 de la Constitución de la República, y los
artículos 58 y siguientes de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, en contra de la
sentencia expedida el 27 de septiembre del 2011, por la Sala
Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo
de los Tsáchilas, dentro de la acción de protección N.º 0942011.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, para el
período de transición, el 31 de octubre de 2011, certificó
que en referencia a la acción constitucional N.º 1935-11-EP
no se ha presentado otra demanda con identidad de objeto
y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para
el período de transición, conformada por los jueces
constitucionales Ruth Seni Pinoargote, Roberto Bhrunis
Lemaire y Hernando Morales Vinueza, el 17 de enero de
2012 admitió a trámite la presente acción extraordinaria de
protección.
Mediante memorando N.° 034-CC-SA-SG del 1 de marzo
de 2011, la secretaria general de la Corte Constitucional,
indicó que conforme al sorteo realizado por el Pleno de
la Corte Constitucional, para el período de transición,
en sesión extraordinaria del 28 de febrero de 2011, le
correspondió conocer el caso N.º 1935-11-EP a la entonces
jueza sustanciadora, Nina Pacari Vega.
El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada de acuerdo a lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la
Corte Constitucional, en sesión extraordinaria del 03 de
enero de 2013, le correspondió a la jueza constitucional
Tatiana Ordeñana Sierra sustanciar la presente causa.
El 12 de septiembre de 2013, la jueza sustanciadora avocó
conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con
el contenido de la demanda de acción extraordinaria de
protección N.º 1935-11-EP, a los jueces de la Sala Única
de la Corte Provincial de Justicia de Santo Domingo de los
Tsáchilas, con la finalidad de que presenten un informe de
descargo debidamente motivado en el término de 5 días, en
respuesta a los fundamentos de la demanda referida. De la
misma forma, se notificó al legitimado activo, al procurador
general del Estado y a la señora Rosa Angélica Bravo
Ludeña, como tercera interesada.
El 10 de octubre del 2013, la doctora Paola Dolores
Solórzano Muñoz, en su calidad de directora distrital 3 de
Educación de la Dirección de Educación de Santo Domingo
de los Tsáchilas 1, Distrito Educativo Intercultural y
Bilingüe, señaló el casillero constitucional N.º 074 para
recibir notificaciones correspondientes a la presente causa.
Antecedentes fácticos
La Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo
de los Tsáchilas, el 21 de diciembre del 2009, hizo
pública una convocatoria a los servidores públicos de la
dirección a participar en el concurso cerrado de méritos
y oposición, para cubrir dos vacantes de servidor público
5 correspondientes a las partidas presupuestarias número
545 y 550. Posterior a ello, el 29 de diciembre de 2009
se instaló el Tribunal de Méritos y Oposición para llenar
una de las vacantes de servidor público 5 de la Unidad
Administrativa de Recursos Financieros. Como resultado
del concurso, se publicó ganadora a la doctora Rosa
Angélica Bravo Ludeña.
122 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
En tal virtud, la Dirección Provincial de Educación de Santo
Domingo de los Tsáchilas, mediante acción de personal N.°
761 del 30 de diciembre de 2009, expidió el respectivo
nombramiento a la ganadora del concurso de méritos y
oposición para ocupar la vacante de Servidor Público 5
de la Unidad Administrativa de Recursos Financieros,
correspondiente a la partida presupuestaria 550, a favor de
Rosa Angélica Bravo Ludeña. En el detalle del puesto, el
nombramiento señaló que la funcionaria desempeñará el
cargo de servidora pública 5-jefe financiera.
resuelta por la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia
de Santo Domingo de los Tsáchilas mediante sentencia del
27 de septiembre de 2011, misma que aceptó el recurso de
apelación revocando la sentencia dictada por el juez a quo y
fallando en contra de la Dirección Provincial de Educación
de Santo Domingo de los Tsáchilas. Por tal razón, el 19 de
octubre del 2011, el legitimado activo interpuso demanda
de acción extraordinaria de protección ante la Corte
Constitucional.
De la solicitud y sus argumentos
El 5 de noviembre del 2010, la Dirección Provincial
de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas,
mediante acción de personal N.° 435, expidió un nuevo
nombramiento a Rosa Angélica Bravo Ludeña; el motivo
del mismo fue el cambio de denominación del cargo de
la funcionaria que pasó de Jefe Financiera a Responsable
de la Unidad de Recursos Financieros; la funcionaria
aceptó dicho nombramiento que implicaba un aumento
en la remuneración, y a su vez el cambio de partida
presupuestaria.
El 18 de mayo de 2011, la Dirección Provincial de
Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió la
acción de personal N.º 201-2011 para Rosa Angélica Bravo
Ludeña, por medio de la cual “El Lic. Galo Eduardo Viteri,
Director Provincial de Educación de Santo Domingo de
los Tsáchilas, en uso de sus atribuciones dar por terminado
la función de Responsable de la Unidad Administrativa
de Recursos Financieros (E) en esta Dirección, a partir
del registro de la presente Acción de Personal, según la
situación actual y propuesta”. La normativa que invocó
dicha acción de personal corresponde al artículo 38 de
la Ley Orgánica de Servicio Público y el artículo 71 del
Reglamento de la ley ibídem, que hacen referencia a la
figura jurídica del cambio administrativo.
La acción de personal en mención fue comunicada a la
funcionaria pública mediante memorando N.º 178-UATHDPE-SDT, en el que se expuso: “Para fines pertinentes
remito a usted la Acción de Personal Nro. 201-2011, de
fecha 17 de abril del 2011, ante lo expuesto solicito a usted
realizar el acta entrega-recepción de todos los bienes y
materiales que tiene bajo su responsabilidad al Economista
José Antonio Espinoza Esteves”.
Contra este acto administrativo y memorando, Rosa
Ludeña interpuso demanda de acción de protección,
siendo el demandado el licenciado Galo Eduardo Viteri,
en su calidad de director provincial de Educación de Santo
Domingo de los Tsáchilas, por ser quien emitió dicho acto
administrativo. La pretensión de la demanda fue dejar sin
efecto la acción de personal N.º 201-2011, así como el
memorando que lo efectivó, por considerar que se vulneró
el derecho al debido proceso en la garantía del derecho a
la defensa y motivación, así como el derecho al trabajo, el
honor y buen nombre.
Luego del trámite respectivo, por sentencia dictada
el 8 de julio de 2011, el Juzgado Primero de la Niñez y
Adolescencia de Santo Domingo de los Tsáchilas no aceptó
la demanda, rechazando en tal virtud la acción de protección
propuesta. Dicha decisión fue apelada por la accionante y
El señor Galo Eduardo Viteri Loza, en su calidad de
director provincial de Educación de Santo Domingo de los
Tsáchilas, presentó una demanda de acción extraordinaria
de protección en contra de la sentencia dictada por la Sala
de la Corte Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas,
dentro de la acción de protección N.º 094-2011-AP, misma
que concedió dicha acción, revocando en tal virtud la
sentencia del juez primero de la Niñez y Adolescencia de
Santo Domingo de los Tsáchilas.
El legitimado activo manifiesta que la decisión judicial
que impugna vulneró los derechos al debido proceso y
seguridad jurídica consagrados en los artículos 76 y 82 de
la Constitución de la República respectivamente, debido a
que el tribunal de apelación actuó sin competencia, toda
vez que, en su criterio, los jueces, al conocer la acción de
protección se pronunciaron respecto a asuntos de legalidad.
En este sentido, señala que la funcionaria pública debió
impugnar en vía judicial los actos administrativos de la
Dirección Provincial de Educación, conforme lo dispuesto
por el artículo 226 de la Constitución de la República,
que señala: “Las instituciones del Estado, sus organismos,
dependencias, las servidoras o servidores públicos y las
personas que actúan en virtud de una potestad estatal
ejercerán solamente las competencias y facultades que
le sean atribuidas en la Constitución y la Ley, tendrán el
deber de coordinar acciones para el cumplimiento de sus
fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos
reconocidos en la constitución”, en concordancia con el
artículo 31 del Código Orgánico de la Función Judicial,
que expone “Las resoluciones dictadas dentro de un
procedimiento por otras autoridades e instituciones del
estado, distintas a las expedidas por quienes ejercen
jurisdicción, en que se reconozcan, declaren, establezcan,
restrinjan o supriman derechos, no son decisiones
jurisdiccionales; constituyen actos de la Administración
Pública o Tributaria, impugnables en sede jurisdiccional”.
Por tanto, el legitimado activo señala que los jueces
de apelación desconocieron esta normativa actuando,
consecuentemente, sin competencia.
Pretensión concreta
En mérito de lo establecido, el legitimado activo solicita lo
siguiente:
(…) Por encontrarse reunidos los requisitos establecidos en
los artículos 94 y 437, de la Constitución, artículo 58, 59,
60 y 61 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional y por existir una flagrante vulneración
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 123
de los derechos constitucionales antes esgrimidos,
solicito que se admita la ACCIÓN EXTRAORDINARIA
DE PROTECCIÓN, y que luego de la sustanciación
correspondiente, mediante la respectiva sentencia se
declare la vulneración de esos derechos constitucionales;
consecuentemente, se deje sin efecto la sentencia recurrida
y se ordene la reparación integral de mis derechos, esto
implica declarar sin lugar la acción de protección propuesta
por la Dra. Rosa Bravo Ludeña, Servidor Público 5 de la
Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los
Tsáchilas, dejando vigente el acto administrativo contenido
en la Acción de Personal No. 201-2011, de fecha 18 de mayo
de 2011, mediante los cuales se le removió de la Función
de Responsable de la Unidad de Recursos Financieros de la
Dirección Provincial de Educación de Santo Domingo de los
Tsáchilas a la Dra. Rosa Angélica Bravo Ludeña, servidor
público 5 (…).
Decisión judicial que se impugna
La decisión judicial que se impugna se dictó el 27 de
septiembre de 2011, por la Sala Única de la Corte Provincial
de Justicia de Santo Domingo de los Tsáchilas, dentro de la
acción de protección N.º 094-2011-AP, la misma que en su
parte pertinente señala:
(…) al respecto, se observa que dicho memorando carece de
fundamentación y por lo tanto vulnera lo establecido en el
literal “l” del numeral 7 del Art. 76 de la Constitución de la
República (…) violándose de esta forma el debido proceso,
ya que se inobserva el procedimiento que establecen los Arts.
35, 36 y 37 de la Ley Orgánica de Servicio Público, ya que a
más de no existir fundamentación alguna, no existe informe
previo de la Unidad Administrativa de Talento Humano,
que exige para estos casos el Art. 37 Ibídem, violación
que causó la indefensión de la recurrente Dra. Rosa Bravo
Ludeña, al no haberse justificado por parte de la autoridad
nominadora, las razones o necesidad para efectuar el cambio
o traslado administrativo, tanto más, que la recurrente ganó
el concurso de méritos y oposición para ocupar el cargo
de Servidor Público 5-Jefe Financiera (…) se considera el
Memorando Nº 178- UATH-DPE-SDT de fecha 18 de mayo
del 2011, y la Acción de Personal Nº 201-2011, de fecha
18 de mayo del 2011, emitida por el Lic. Galo Eduardo
Viteri, Director Provincial de Educación de Santo Domingo
de los Tsáchilas; como un acto administrativo que infringe
el derecho constitucional al debido proceso, al habérselo
emitido sin fundamentación alguna, ya que al mismo no
precede el informe previo de la Unidad de Administración
de Talento Humano” (…) En el caso que nos ocupa, es
evidente, que al vulnerar un derecho constitucional el acto
administrativo impugnado, tornase procedente la acción
planteada, por disposición expresa del numeral tercero del
Art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional (…) Por las consideraciones antes
anotadas, ADMINISTRANDO JUSTICIA, EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA, La Sala aceptando el Recurso de
Apelación propuesto por Rosa Angélica Bravo Ludeña,
revoca la Sentencia dictada por el Juez Primero de la Niñez
y Adolescencia de Santo Domingo de los Tsáchilas, de fecha
8 de julio del 2011 (…) esta Sala declara el Memorando Nº
178-UATH-DPE-SDT de fecha 18 de mayo del 2011, y la
acción de Personal Nº 201-2011, de fecha 18 de mayo del
2011 (Fs. 2 y 3), jurídicamente ineficaz, a costa de dicho
servidor, porque constituye acto del poder público, violatorio
de las disposiciones constitucionales en vigor; se dispone
que se reintegre inmediatamente a la accionante al puesto
de trabajo para que el que fue designada mediante concurso
de méritos y oposición y que venía desempeñando, esto es,
Servidor Público 5-Jefe Financiera. (…).
Contestación a la demanda y argumentos
Jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia
de Santo Domingo de los Tsáchilas
De fojas 19 a 23 del expediente constitucional comparecen
mediante escritos presentados el 10 y 11 de abril de 2012,
los doctores Carlos Julio Balseca Ruiz y Álvaro Ríos Vera,
jueces de la Sala Única de la Corte Provincial de Santo
Domingo de los Tsáchilas, y el doctor Vinicio del Pozo
Espinoza, presidente de la Corte Provincial de Justicia
de Santo Domingo de los Tsáchilas, para señalar que la
sentencia impugnada no contiene violación de derecho
constitucional alguno, puesto que el licenciado Galo Viteri,
en su calidad de director provincial de Educación, mediante
acción de personal y memorando vulneró los derechos
constitucionales al debido proceso y seguridad jurídica de
la funcionaria pública, mismos que han sido tutelados por
la Sala en la sentencia que hoy se impugna.
Por tanto, señalan que la acción extraordinaria de
protección propuesta por el director de Educación de Santo
Domingo de los Tsáchilas, no cumple con los requisitos
establecidos en el artículo 61 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, así
como lo dispuesto en el artículo 58 de la norma ibídem,
puesto que no se observa vulneración por acción u omisión
del debido proceso u otros derechos constitucionales.
Procuraduría General del Estado
A foja 27 del expediente constitucional comparece el
abogado Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de
Patrocinio de la Procuraduría General del Estado, quien
señala para futuras notificaciones la casilla constitucional
N.º 18.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
El Pleno de la Corte Constitucional es competente
para conocer y resolver las acciones extraordinarias de
protección en contra de sentencias, autos definitivos y
resoluciones con fuerza de sentencia, de conformidad con
lo previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución
de la República, en concordancia con los artículos 63 y
191 numeral 2 literal d de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional; artículo 3
numeral 8 literal b, y tercer inciso del artículo 35 del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia
de la Corte Constitucional.
124 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Naturaleza de la acción extraordinaria de protección
La acción extraordinaria de protección se configura como
una garantía jurisdiccional cuyo propósito esencial se
circunscribe en la defensa de derechos constitucionales y
del debido proceso, frente a su vulneración en sentencias,
autos y resoluciones firmes o ejecutoriadas.
Dentro del paradigma constitucional ecuatoriano, la
Constitución de la República consagra como uno de los
deberes fundamentales del Estado la tutela y protección de
los derechos constitucionales; en aquel sentido, el máximo
órgano de interpretación y administración de justicia
constitucional tiene la obligación de realizar un examen
riguroso respecto a la vulneración de estos derechos.
Análisis constitucional
Con las consideraciones anotadas, la Corte Constitucional
sistematizará el análisis de las circunstancias concurrentes
del caso concreto a partir de la formulación y solución del
siguiente problema jurídico:
La sentencia dictada el 27 de septiembre de 2011, por la
Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Santo
Domingo de los Tsáchilas, ¿vulneró el derecho al debido
proceso en la garantía del cumplimiento de las normas
y el derecho a la seguridad jurídica, previstos en los
artículos 76 numeral 1, y 82 de la Constitución de la
República, respectivamente?
Para dar solución al problema jurídico antes planteado,
corresponde a esta Corte Constitucional efectuar el
siguiente análisis constitucional:
El artículo 76 de la Constitución de la República contempla
un conjunto de garantías que configuran el derecho al
debido proceso, por lo cual, se ha señalado que:
El debido proceso, consagrado en el artículo 76 de la
Constitución de la República, constituye un derecho de
protección y un principio constitucional elemental, siendo el
conjunto de derechos y garantías propias del accionado o parte
demandada, así como las condiciones de carácter sustantivo y
procesal, que deben cumplirse en procura de que quienes son
sometidos a procesos en los cuales se determinen derechos y
obligaciones1.
El debido proceso, como derecho constitucional,
responde a una doble dimensión: la primera como un
derecho constitucional autónomo; y la segunda como
una garantía que permite la protección de otros derechos
constitucionales2. Por lo cual, una de las garantías básicas
que prevé la Constitución a observar en la tramitación de
un proceso, sea administrativo o judicial, es la prevista
por el artículo 76 numeral 1 que prescribe: “Corresponde
a toda autoridad administrativa o judicial garantizar el
cumplimiento de las normas y los derechos de las partes”.
Dicho precepto tiene como fin establecer un límite a la
actuación discrecional de las autoridades públicas, límite
impuesto por las normas y los derechos de las partes a
ser aplicadas y garantizadas en todo proceso en el que se
ventile una controversia.
De igual forma, en referencia a la seguridad jurídica, la
Constitución de la República, en su artículo 82 consagra:
“El derecho a la seguridad jurídica se fundamenta en
el respeto a la Constitución y en la existencia de normas
jurídicas previas, claras, públicas y aplicadas por las
autoridades competentes”. Por tanto, tal y como lo ha
señalado la Corte Constitucional, la seguridad jurídica
constituye una garantía de certeza de que los derechos
serán respetados, o una situación jurídica no será cambiada
sino por procedimientos establecidos previamente, es decir,
la seguridad jurídica implica la confiabilidad en el orden
jurídico y la sujeción de todos los poderes del Estado a la
Constitución y la ley3.
Al respecto, la Corte Constitucional en reiteradas ocasiones
ha afirmado que el derecho al debido proceso guarda
íntima relación con el derecho a la seguridad jurídica4,
pues al ser los derechos constitucionales indivisibles
e interdependientes5, no cabe duda de que la autoridad
pública, al garantizar las normas y los derechos de las
partes dentro de un proceso administrativo o judicial,
debe asegurar el respeto a la Constitución y al resto del
ordenamiento jurídico que contiene normas previas, claras
y públicas6, consiguiendo de esta manera que “la sujeción
de todos los poderes del Estado a la Constitución en donde
la ley se concreta en la confiabilidad, en el ordenamiento
jurídico, en la certeza sobre el derecho escrito vigente,
es decir, el reconocimiento y la previsión de la situación
jurídica”7. Por tal motivo, en el presente caso, se analizará
si la decisión judicial impugnada vulnera en su conjunto
los derechos constitucionales antes mencionados.
Por ello, la Corte Constitucional debe examinar si
la sentencia impugnada se encuentra conforme a las
disposiciones contenidas en la Constitución de la República,
la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional y a su jurisprudencia, en referencia al
respeto del debido proceso, en su garantía de cumplimiento
de las normas y la seguridad jurídica.
En este orden de ideas, el legitimado activo sostiene que
la decisión judicial impugnada conoció y resolvió asuntos
3
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0006-09-SEP-CC,
caso 0002-08-EP.
4
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 082-14-SEP-CC,
caso N.º 1180-11-EP, y sentencia N.º 231-12-SEP-CC, caso N.º 077209-EP.
5
Constitución de la República del Ecuador, artículo 11, numeral 6.
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 099-13-SEP-CC,
caso N.º 0581-12-EP.
6
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 118-13-SEP-CC,
caso N.º 0956-10-EP.
2
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0016-13-SEP-CC,
caso N.º 1000-12-EP.
7
Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia N.°
015-SEP-CC, caso N.° 0135-09-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 125
de mera legalidad y no de constitucionalidad, inobservando
de esta forma los artículos constitucionales previamente
mencionados.
(…) Las constituciones de nuestros países garantizan la
seguridad jurídica a través de algunas concreciones como:
el principio de legalidad, la publicidad de las normas, la
irretroactividad de las disposiciones no favorables o restrictivas
de derechos individuales (…)8.
En tal virtud, se recalcó que una forma de garantizar el
derecho a la seguridad jurídica y, consecuentemente el
cumplimiento de las normas y el derecho de las partes,
se efectúa a través del respeto y garantía del principio
de legalidad consagrado en el artículo 226 del texto
constitucional.
Art. 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos,
dependencias, las servidoras o servidores públicos y las
personas que actúen en virtud de una potestad estatal
ejercerán solamente las competencias y facultades que les
sean atribuidas en la Constitución y la ley. Tendrán el deber de
coordinar acciones para el cumplimiento de sus fines y hacer
efectivo el goce y ejercicio de los derechos reconocidos en la
Constitución.
Así, las autoridades jurisdiccionales, al resolver las
controversias sometidas a su conocimiento, están obligadas
a observar y respetar la norma vigente aplicable al caso
concreto.
En el caso sub examine, se debe verificar si la decisión
judicial impugnada garantizó el derecho al debido proceso
en la garantía del cumplimiento de las normas, así como el
derecho a la seguridad jurídica, razón por la que conviene
recordar que el artículo 88 de la Constitución establece que
la acción de protección tiene por objeto el amparo directo
y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución,
cuando –entre otros– los actos u omisiones de cualquier
autoridad pública no judicial supongan la privación del
ejercicio de los derechos constitucionales.
En esta línea, debe recordarse lo dispuesto por la Corte
Constitucional, mediante sentencia N.° 016-13-SEP-CC, en
la cual afirmó:
(…) [la acción de protección] es la garantía idónea y eficaz
que procede cuando el juez efectivamente verifica una real
vulneración a derechos constitucionales, con lo cual, no
existe otra vía para la tutela de estos derechos que no sean las
garantías jurisdiccionales. (…) El juez constitucional cuando
de la sustanciación de garantía jurisdiccional establezca que
no existe vulneración de derechos constitucionales, sino
únicamente posibles controversias de índole infraconstitucional
puede señalar la existencia de otras vías. El razonamiento
que desarrolla la Ley de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional establece que la acción de protección procede
cuando no exista otro mecanismo de defensa judicial adecuado
y eficaz para proteger el derecho violado (…).
8
Corte Constitucional, para el período de transición, sentencia N.°
015-SEP-CC, caso N.° 0135-09-EP.
De lo anteriormente expuesto se colige que el operador
judicial, al momento de conocer una garantía jurisdiccional
se convierte en juez constitucional, por tanto, debe verificar
en la sustanciación de la causa la procedencia de la acción
de protección, cuando se trate de actos administrativos
que vulneraron derechos constitucionales y que pudieron
ser impugnados en otra vía judicial. En este caso, el
juez constitucional, mediante sentencia racionalmente
fundamentada, determinará la procedencia o no de la
garantía jurisdiccional9, de forma tal que cuando se verifique
una real vulneración a los derechos constitucionales, el juez
debe verificar la existencia de una vía adecuada y eficaz
que establezca el ordenamiento jurídico para su tutela; de
no existir esta vía el juez podrá declarar la procedencia de
la misma, analizar el fondo y determinar la reparación a la
que hubiere lugar.
Por tanto, en el presente caso la accionante de la garantía
jurisdiccional, impugnó el acto administrativo N.º 2012011 y el memorando N.º 178-UATH-DPE-SDT que lo
efectivó, alegando que dichos actos tuvieron como fin el
cambio de sus funciones, sin observar el debido proceso
legalmente establecido, vulnerando, en tal forma, sus
derechos constitucionales.
En este punto, la Corte Constitucional observa que el
tribunal de apelación identificó claramente la existencia
de un derecho constitucional vulnerado, motivo por el cual
ingresó a analizar el procedimiento inobservado que dio
origen a la vulneración de los derechos constitucionales.
Las normas analizadas fueron los artículos 35, 37 y 38 de
la Ley Orgánica de Servicio Público, así como los artículos
68 y 71 de su reglamento, mismas que determinan el
procedimiento general y específico que debe cumplir la
autoridad nominadora cuando requiera realizar un cambio,
traslado o traspaso administrativo; dichas normas que en
el presente caso fueron inobservadas, y posteriormente
tuteladas por el tribunal de apelación.
En este punto, es oportuno señalar que en el caso sub
examine la Corte Constitucional observa que la Dirección
Provincial de Santo Domingo de los Tsáchilas emitió tres
actos administrativos bajo la figura de acciones de personal,
mismos que involucraron directamente la situación
laboral de Rosa Angélica Bravo Ludeña. El primero fue la
acción de personal N.º 761 del 30 de diciembre de 2009,
mediante la cual se expidió nombramiento a la ganadora
del concurso de méritos y oposición para ocupar la
vacante de servidor público 5 de la Unidad Administrativa
de Recursos Financieros, correspondiente a la partida
presupuestaria 550; en el nombramiento se señaló que la
funcionaria desempeñaría el cargo de servidora pública
5-jefe financiero.
El segundo acto administrativo correspondió a la acción
de personal N.º 435 del 5 de noviembre del 2010, por
medio del cual la Dirección Provincial de Educación
de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió nuevo
9
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 102-13-SEP-CC,
caso N.º 0380-10-EP.
126 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
nombramiento a Rosa Angélica Bravo Ludeña, debido al
cambio de denominación del servidor público que pasó
de jefe financiera a responsable de la Unidad de Recursos
Financieros; se observa además que la funcionaria
aceptó dicho nombramiento, el cual implicó un aumento
en la remuneración, y a su vez el cambio de partida
presupuestaria.
Finalmente, el 18 de mayo de 2011, la Dirección Provincial
de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas expidió
un tercer acto administrativo correspondiente a la acción de
personal N. º 201-2011 para Rosa Angélica Bravo Ludeña,
por medio de la cual “El Lic. Galo Eduardo Viteri, Director
Provincial de Educación de Santo Domingo de los Tsáchilas,
en uso de sus atribuciones dar por terminado la función
de Responsable de la Unidad Administrativa de Recursos
Financieros (E) en esta Dirección, a partir del registro de
la presente Acción de Personal, según la situación actual y
propuesta”. La normativa que se empleó como fundamento
de dicha acción de personal correspondió al artículo 38 de
la Ley Orgánica de Servicio Público y el artículo 71 del
Reglamento de la ley ibídem, que hacen referencia a la
figura jurídica del cambio administrativo.
Asimismo, la Corte Constitucional deja constancia
de que la última acción de personal tuvo como fin
cambiar de funciones a la servidora pública, mas no
alterar su estabilidad laboral o de remuneración, pues la
funcionaria continúa trabajando en el Departamento de
Gestión Financiera. De igual forma, se debe establecer
que la funcionaria en mención ganó un concurso de
merecimientos y oposición para el cargo servidor público
5, calidad que no la ha perdido, y en cuanto a las funciones
y denominación de su cargo que a la fecha de recibir el
nombramiento correspondieron a jefa financiera, estas
fueron cambiadas cuando pasó a ser Responsable de
la Unidad de Recursos Financieros mediante acción
de personal N.º 435 del 5 de noviembre de 2010, y no
mediante la acción de personal N.º 201-2011, que originó
la demanda de acción de protección.
Ahora bien, la Corte Constitucional observará si el fallo
impugnado guarda armonía con el cumplimiento de normas
claras, previas y públicas, así como el debido proceso.
Por tal sentido, debe señalarse que el tribunal de
apelación aceptó la acción de protección subida en grado,
argumentando que el acto administrativo N.º 201-2011 y
el memorando N.º 178-UATH-DPE-SDT que lo efectivó,
vulneró el derecho al debido proceso, toda vez que no
cumplió con el procedimiento legalmente establecido en la
Ley Orgánica de Servicio Público, en referencia al cambio
administrativo:
…al respecto se observa que dicho memorando carece de
fundamentación y por lo tanto vulnera lo establecido en el
literal “l” del numeral 7 del Art. 76 de la Constitución de la
República (…) violándose de esta forma, el debido proceso,
ya que se inobserva el procedimiento que establecen los Arts.
35, 36 y 37 de la Ley Orgánica de Servicio Público, ya que a
más de no existir fundamentación alguna, no existe el informe
previo de la Unidad Administrativa de Talento Humano, que
exige para estos casos el Art. 37 de la norma ibídem.
La Corte Constitucional evidencia que el motivo por el cual
el juez de apelación aceptó la garantía jurisdiccional fue la
mencionada vulneración al debido proceso, dado que en los
casos de cambio, traslado y traspaso administrativo, la Ley
Orgánica de Servicio Público exige, entre otros específicos
de cada figura legal, un informe previo de la Unidad
Administrativa de Talento Humano; acciones que no fueron
cumplidas por parte de la autoridad nominadora, esto es, el
director provincial de Educación de Santo Domingo de los
Tsáchilas.
Dicho esto, se debe precisar que la figura jurídica que
fundamentó el acto administrativo N.º 201-2011, fue la
del cambio administrativo consagrado en el artículo 38
de la Ley Orgánica de Servicio Público, razón por la que
el tribunal de apelación, en forma general, expuso que en
los casos de traslado, traspaso y cambio administrativo,
la Ley de Servicio Público en su artículo 37 así como su
Reglamento en los artículos 68, 69 y 71, consagran como
requisito indispensable, previo realización de cualquier
acción por parte de la autoridad nominadora, la emisión
de un informe técnico de la Unidad de Administración de
Talento Humano (UATH).
Es decir, en los casos de traslado, traspaso o cambio
administrativo, la normativa legal y reglamentaria prevé
como procedimiento previo el informe de la UATH,
requisito que según se observa no fue cumplido por parte
de la Dirección Provincial de Educación.
La Corte Constitucional concuerda en este punto con
el tribunal de apelación y considera pertinente recordar
que las autoridades administrativas o judiciales tienen la
obligación de aplicar en sus decisiones o fallos normas
públicas, claras y previas que conforman el ordenamiento
jurídico, máxime cuando se trata de tutelar derechos
constitucionales.
Por lo anteriormente expuesto, la decisión judicial
impugnada tuteló derechos constitucionales, de acuerdo
a los parámetros normativos constitucionales, legales
y jurisprudenciales establecidos anteriormente. En
consecuencia, la Corte Constitucional considera que en
el caso sub júdice, no se observa vulneración al derecho
constitucional al debido proceso en la garantía del
cumplimiento de las normas y a la seguridad jurídica.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar que no existe vulneración de derechos
constitucionales.
2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada.
3. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 127
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
cinco votos de las señoras juezas y señores jueces: María
del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra,
Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote y Wendy
Molina Andrade, sin contar con la presencia de los jueces
Antonio Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de
abril del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas declaró
con lugar la acción de protección presentada el 22 de
diciembre de 2010.
El 14 de septiembre de 2011, la Secretaría General de la
Corte Constitucional, para el período de transición, certificó
que en relación a la presente causa, no se presentó otra
demanda con identidad de objeto y acción.
Mediante auto del 11 de enero del 2011, a las 10:02, la Sala
de Admisión de la Corte Constitucional, para el período
de transición, conformada por los jueces constitucionales
Ruth Seni Pinoargote, Hernando Morales Vinueza y
Roberto Bhrunis Lemarie, admitió a trámite la acción
extraordinaria de protección N.° 1592-11-EP.
El 06 de noviembre de 2012 se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional las juezas y jueces de la primera
Corte Constitucional del Ecuador, integrada conforme lo
dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de
la República.
CASO Nro. 1935-11-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
Mediante sorteo de casos efectuado por el Pleno del
organismo en sesión de 03 de enero del 2013, correspondió
la sustanciación de la presente causa a la jueza
constitucional Ruth Seni Pinoargote, quien mediante auto
del 05 de marzo de 2013, a las 08:00, avocó conocimiento
y dispuso poner en conocimiento de las partes sobre el
contenido del mismo.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
Decisión judicial que se impugna
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Quito, D.M., 08 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 112-15-SEP-CC
CASO N.° 1592-11-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 24 de agosto de 2011 la señora Celeste Matilde
Saavedra Laz, en calidad de procuradora común de
los maestros jubilados en el año 2009, presentó acción
extraordinaria de protección en contra de la sentencia
emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala de lo
Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de
Justicia del Guayas, que aceptó el recurso de apelación
interpuesto por la Procuraduría General del Estado y
revocó la sentencia del 20 de enero de 2011, en la cual
La procuradora común y legitimada activa impugnó la
sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala
de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial
de Justicia del Guayas, que en lo principal señala:
…Siendo la acción de protección un medio para salvaguardar
los derechos fundamentales de las personas, cabe pues
establecer si ha existido la violación de derechos que han
alegado los recurrentes. Al respecto, del estudio de las
actuaciones procesales habidas en esta causa se advierte que
los recurrentes recibieron un estímulo de acuerdo a su edad y
tiempo laborado, razón por la que a criterio de este tribunal,
no existe vulneración de derechos. SÉPTIMO.- El numeral 1
del art. 42 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional prescribe que la acción de protección
no procede cuando de los hechos no se desprenda que exista
una violación de Derechos Constitucionales.- OCTAVO.- Lo
que pretenden los recurrentes es lograr que la Institución
demandada les reconozca un valor diferente al que han recibido
y acuden a solicitarlo a través de una acción de protección
ante un juez constitucional cuando lo procedente es agotar las
instancias ordinarias incluyendo la administrativa y solamente
al término de ello, si persistiera el criterio de la pretendida
vulneración de derechos, estarían en capacidad de acudir a
la justicia constitucional y de autos no existe instrumentos
mediante los cuales se pueda probar de manera fehaciente que
los recurrentes hayan agotado los trámites judiciales ordinarios
o administrativos ya sea en el Ministerio de Educación o en
lo Contencioso Administrativo. Finalmente, es pertinente
destacar que a criterio de la Sala, en el caso sub judice no
existe violación de derechos constitucionales sino que se ha
128 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
dado cumplimiento a los dispuesto en el Decreto Ejecutivo y
que de ser el caso que no exista conformidad con su aplicación,
los recurrentes deberán recurrir a las instancias pertinentes.Por las consideraciones precedentes, esta Primera Sala de
lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de
Justicia del Guayas, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y
POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA, revoca el fallo del inferior y declara sin
lugar la demanda de acción de protección propuesta, materia
de este proceso.… (sic)
Detalle y fundamento de la demanda
El 24 de agosto de 2011 la señora Celeste Matilde
Saavedra, en calidad de procuradora común de los
maestros jubilados en el año 2009, presentó la demanda
de acción extraordinaria de protección en contra de la
sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por los jueces de
la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de
la Corte Provincial de Justicia del Guayas, en virtud que
en el recurso de apelación interpuesto por la Procuraduría
General del Estado resolvieron revocar la sentencia de
primera instancia emitida el 20 de enero de 2011 por la
jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas, que resolvió
aceptar la acción de protección interpuesta por los ahora
accionantes.
Al respecto, los legitimados activos señalaron que al
revocar la sentencia de primera instancia, los jueces
provinciales vulneraron su derecho a la seguridad jurídica,
ya que existió inobservancia directa de sus derechos
constitucionales como docentes sujetos de jubilación
voluntaria, establecidos en la disposición transitoria
vigésima primera de la Constitución de la República, en
razón de que por su jubilación voluntaria, establecida
mediante acciones de personal del 30 de septiembre de
2009, recibieron la bonificación aplicando el Decreto
Ejecutivo N.° 1127 de junio del 2008, que reforma el
numeral 2 del artículo 115 del extinto Reglamento General
a la Ley de Carrera Docente y Escalafón del Magisterio
Nacional, y no la Constitución, según la cual deben recibir
mayores valores. Adicionalmente manifestaron que se
vulneró el debido proceso.
de protección, para ante la Corte Constitucional, para que
en sentencia se declare la violación de nuestros derechos
constitucionales y violación al debido proceso, se deje sin
efecto o se revoque la sentencia impugnada.
Solicito en definitiva, señores, jueces de la Corte Constitucional,
que en la resolución que ustedes dicten, se acepte nuestra
acción extraordinaria de protección por estar fundamentada y
demostrada la violación constitucional a nuestros derechos y
violación al debido proceso.
En la sentencia, se ordenará que tenemos derecho a recibir
como estímulo económico, por nuestra jubilación, el monto
que determina la Disposición Transitoria Vigésima Primera de
la Constitución de la República... (sic)
Terceros interesados
El 23 de mayo de 2012 el doctor Luis Riofrío Terán, en
calidad de juez provincial de la Primera Sala de lo Laboral,
Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia
del Guayas compareció y manifestó que realizó su voto
salvado, discrepando del criterio de la mayoría, voto que
no ha sido cuestionado por los accionantes, por lo cual,
la resolución emitida tiene fundamentos constitucionales
y legales respecto al debido proceso y la protección
constitucional al trabajador, en tal virtud solicitó rechazar
la acción formulada por los accionantes.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
Según las atribuciones establecidas al Pleno de la
Corte Constitucional en los artículos 94 y 437 de la
Constitución de la República, el artículo 58 y siguientes
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional y el artículo 35 del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional, es competente para conocer y pronunciarse
sobre la acción extraordinaria de protección contenida
en el proceso N.° 1592-11-EP, con el fin de establecer si
en la resolución judicial impugnada, se vulneró o no los
derechos alegados.
Pretensión concreta
En virtud de lo expuesto en la demanda, el accionante ha
solicitado a la Corte Constitucional lo siguiente:
… Por encontrarse reunidos, los requisitos establecidos en los
Arts. 94 y 437 de la Constitución de la República, en armonía
con los Arts. 58, 59, 60 y 61 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, y por existir
flagrante violación a nuestros derechos constitucionales,
establecidos en la disposición transitoria vigésima primera,
Arts. 1, 3, 10, 11, 66, 75, 82 de la Constitución de la República
y violación al debido proceso por aceptar un recurso de
apelación indebidamente interpuesto que agrede los Arts. 75,
76, 82 y 83 de la Constitución de la República, concurro ante
ustedes, en mi calidad de Procuradora Común, de los maestros
jubilados del año 2009 con la presente acción extraordinaria
La Corte Constitucional del Ecuador en sus sentencias ya
ha expresado que la acción extraordinaria de protección
procede en contra de sentencias y autos en firme o
ejecutoriados, en esencia la Corte Constitucional por medio
de esta acción se pronunciará respecto a la vulneración
de derechos constitucionales o la violación de normas del
debido proceso.
Análisis constitucional
Determinación del problema jurídico para la resolución
del caso
Para el análisis del caso sub júdice, la Corte Constitucional
del Ecuador realiza la formulación del siguiente problema
jurídico:
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 129
La sentencia emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera
Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, ¿vulneró el derecho
al debido proceso, en la garantía de la motivación
establecida en el artículo 76 numeral 7 literal l de la
Constitución de la República del Ecuador?
La legitimada activa consideró que la sentencia del 27 de
julio de 2011, vulneró el derecho al debido proceso, al
declarar procedente el recurso de apelación interpuesto por
el recurrente y dejar sin efecto la sentencia del 20 de enero
de 2011, emitida motivadamente por la jueza adjunta Sexta
de Tránsito del Guayas.
Al respecto, con el fin de determinar si existió o no
vulneración al debido proceso, es necesario señalar que el
artículo 76 de la Constitución de la República consagra el
derecho constitucional al debido proceso en los siguientes
términos: “En todo proceso en el que se determinen
derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el
derecho al debido proceso”.
Por lo cual, es un derecho que se extiende por todo el
sistema de justicia, en razón que asegura se observen los
derechos de las personas con mínimas garantías en todos
los procesos.
En este sentido, la Constitución de la República contiene
algunas garantías que deben observarse como mínimas en
un proceso judicial, al respecto el artículo 76 numeral 7
literal l) de la Constitución de la República señala:
…Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y
no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes
de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos
que no se encuentren debidamente motivados se considerarán
nulos. Las servidoras o servidores responsables serán
sancionados…
Lo cual supone que en las resoluciones que determinen los
administradores de justicia para dirimir las controversias,
las personas tienen derecho a que se establezcan de manera
fundamentada las razones por las cuales las emiten,
evitando arbitrariedades.
En virtud de lo expuesto, la Corte Constitucional del
Ecuador, para el período de transición, en la sentencia
N.° 227-12-SEP-CC, dentro del caso N.º 1212-11-EP, ha
manifestado lo siguiente:
…Para que determinada resolución se halle correctamente
motivada es necesario que la autoridad que tome la decisión
exponga las razones que el derecho le ofrece para adoptarla.
Dicha exposición debe hacérsela de manera razonable, lógica
y comprensible…Una decisión razonable es aquella fundada
en los principios constitucionales. La decisión lógica, por su
lado, implica coherencia entre las premisas y la conclusión, así
como entre esta y la decisión. Una decisión comprensible, por
último, debe gozar de claridad en el lenguaje, con miras a su
fiscalización por parte del gran auditorio social…
Por tanto, se ha establecido que los jueces deben observar
tres requisitos para determinar si una decisión emitida por
los poderes públicos es fundamentada, estos requisitos son
la razonabilidad, la lógica y la comprensibilidad.
De lo expuesto, respecto a los tres requisitos de la
motivación, la Corte Constitucional del Ecuador procede a
su análisis en relación al caso en concreto.
Razonabilidad
Para que se configure la garantía de la motivación es
necesario que el presente fallo guarde relación con el
requisito de la razonabilidad, según el cual los argumentos
deben estar conformados por disposiciones constitucionales
y legales, es decir, por aquello que el derecho contiene
respecto al caso sub judice.
Por tanto, respecto a la sentencia del 27 de julio de 2011,
esta Corte aprecia que la Sala de lo Laboral, Niñez y
Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas
enunció el artículo 88 de la Constitución de la República
del Ecuador, que contiene a la acción de protección,
y el artículo 42 numeral 1 de la Ley de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, según el cual
no procede la acción de protección cuando de los hechos
no se desprenda que exista una vulneración de derechos
constitucionales.
En virtud de lo descrito, para que el juez revoque la
sentencia de primera instancia con fundamento en la
causal de improcedencia del artículo 42 numeral 1 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, debía fundamentar esta decisión en
sentencia, determinando cuáles derechos constitucionales
son los que no consideró se han vulnerado y estableciendo
la normativa pertinente al respecto.
Contrastando este criterio con la sentencia emitida el
27 de julio de 2011 por la Sala de lo Laboral, Niñez y
Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del Guayas,
se determina que sus únicos fundamentos normativos
fueron el artículo 88 de la Constitución de la República,
que contiene la descripción de la acción de protección, y
el artículo 42 numeral 1 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, los cuales no
denotan cuales fueron los derechos que presuntamente,
según el criterio del juzgador, no se vulneraron.
Por tanto, los juzgadores no determinaron con fundamento
en la normativa constitucional o legal pertinente cuáles
fueron los derechos que fueron o no vulnerados por la
interposición de la acción de protección, esto en virtud de
que la acción de protección en general podrá interponerse
cuando exista una vulneración de derechos constitucionales,
por actos u omisiones de cualquier autoridad pública no
judicial.
Por consiguiente, la sentencia emitida el 27 de julio de 2011
por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de
la Corte Provincial de Justicia del Guayas, no cumplió con
el requisito de la razonabilidad.
130 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Lógica
Comprensibilidad
La lógica es el segundo requisito que debe contener una
sentencia para determinar que existe cumplimiento de
la garantía de la motivación, porque esta se plasma en
la coherencia y concordancia que debe existir entre las
premisas que componen la sentencia con la conclusión.
El tercer requisito para la configuración de la garantía de
la motivación se adecúa con el establecimiento de una
resolución redactada en un lenguaje comprensible y claro,
que pueda ser entendida por cualquier ciudadano.
Ahora bien, la sentencia de la Primera Sala de lo Laboral,
Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del
Guayas, emitida el 27 de julio de 2011, en la cual resolvió
revocar el fallo venido en grado y declarar sin lugar la
demanda de acción de protección, se encuentra desarrollada
en siete considerandos, enumerados de manera incorrecta,
ya que no existe el tercero.
Estos considerandos respectivamente establecen: 1. Validez
del proceso; 2. Audiencia pública; 4. Normativa respecto a
la acción de protección; 5. La pretensión de los accionantes
respecto a la aplicación de la normativa constitucional
sobre la legal; 6. El pago de su jubilación voluntaria; 7.
La causal de improcedencia de la acción de protección;
y, 8. La consideración de los juzgadores sobre la falta de
interposición de acciones legales pertinentes por no existir
vulneración a derechos constitucionales.
En virtud de aquello, se evidencia que los juzgadores en
su resolución no realizaron ningún análisis respecto a los
derechos que presuntamente se consideraban vulnerados.
Al respecto, consideraron revocar el fallo del inferior
porque no se agotaron las instancias ordinarias pertinentes,
no constituyéndose esto en una vulneración directa de
derechos constitucionales.
En este punto, es necesario citar la sentencia N.°
102-13-SEP-CC, dentro del caso N.° 0380-10-EP, en la cual
la Corte Constitucional emitió interpretación de carácter
vinculante del artículo 42 numeral 1 de la Ley de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional, y al respecto
manifestó:
…La primera de las causales de improcedencia de la acción
establecida en el artículo 42 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional establece “1.
Cuando de los hechos no se desprenda que existe una
violación de derechos constitucionales”, lo que evidencia
el análisis concienzudo que debe efectuar el juzgador para
formarse el criterio de si existió o no vulneración a derechos
constitucionales, constituye en sí la razón misma de ser de la
acción de protección, por lo que para declararlo se requiere
de un análisis argumentativo que debe constar en sentencia…
Visto de este modo no existe coherencia entre las premisas
con la conclusión, debido a que la Sala concluyó que
no existe vulneración de derechos constitucionales,
pero no enunció y justificó cuáles son estos derechos
constitucionales.
De lo expuesto, esta Corte determina que la sentencia
emitida el 27 de julio de 2011 por la Primera Sala Laboral,
Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del
Guayas, no cumplió con el requisito de la lógica.
Así pues, se puede establecer que la resolución en
análisis no se encuentra redactada en un lenguaje diáfano
y claro, porque no sustentó con absoluta claridad las
razones jurídicas a través de las cuales aceptó el recurso
de apelación interpuesto por parte de los recurrentes. Por
tanto, se advirtió la inexistencia de una conexión entre
la fundamentación jurídica con la decisum, por lo cual,
no existió en estas argumentos válidos que permitieran a
todos los ciudadanos, de manera accesible, comprender las
razones de la decisión judicial.
De lo expuesto, esta Corte Constitucional concluye que
existió vulneración al derecho al debido proceso en la
garantía de la motivación, por parte de los jueces de la
Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de
la Corte Provincial de Justicia del Guayas, al emitir la
sentencia de fecha 27 de julio de 2011 que resolvió el
recurso de apelación interpuesto en contra de la sentencia
de acción de protección emitida el 20 de enero de 2011 por
la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas.
Consideraciones adicionales
La Corte Constitucional del Ecuador, en aplicación
del principio iura novit curia, establecido en la Ley de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional en
el artículo 4 numeral 13, considera pertinente analizar si
existe vulneración al derecho a la seguridad jurídica en la
sentencia de primera instancia, emitida el 20 de enero de
2011 por la jueza sexta adjunta de tránsito de Guayas, que
resolvió aceptar la acción de protección interpuesta por los
ahora accionantes.
Esto, en razón de que los jueces provinciales no resolvieron
sobre la vulneración o no de derechos constitucionales
al conocer el recurso de apelación presentado por la
Procuraduría General del Estado. Por tanto, para garantizar
los principios establecidos en la Constitución de la
República en los artículos 11 numeral 5 y 76, esta Corte
Constitucional procede a analizar si en la sentencia de
acción de protección emitida el 20 de enero de 2011 por la
jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas, se respetó el
derecho a la seguridad jurídica establecido en el artículo 82
de la Constitución de la República.
Al respecto, el 22 de diciembre de 2009 la señora Celeste
Matilde Saavedra Laz, en calidad de procuradora común
de los maestros jubilados en el año 2009, presentó una
demanda de acción de protección en contra de las acciones
de personal del 30 de septiembre del 2009, suscritas por la
directora provincial de Educación del Guayas, en las cuales
se les notificó con la jubilación voluntaria, sin embargo
el pago de la bonificación se lo realizó de conformidad
con lo previsto en el Decreto Ejecutivo N.° 1127 del 05
de junio de 2008, que reformó el numeral 2 del artículo
115 del extinto Reglamento General a la Ley de Carrera
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 131
Docente y Escalafón del Magisterio Nacional, y no con lo
establecido en la disposición transitoria vigésima primera
de la Constitución de la República.
En sentencia del 20 de enero del 2011, la jueza adjunta
Sexta de Tránsito del Guayas resolvió declarar con lugar
la acción de protección propuesta y ordenó la reparación
integral del daño causado, restituyendo el derecho de los
accionantes, maestros jubilados, y ordenando el pago de
la compensación variable establecida en la disposición
transitoria vigésima primera de la Constitución de
la República. Es decir, se pague conforme reza en la
Constitución a cada uno de los accionantes, debiéndose
descontar del monto total a pagar la bonificación
disminuida que les fue entregada.
Ahora bien, por lo señalado, esta Corte inicia el análisis
manifestando que el derecho a la seguridad jurídica se
encuentra plasmado en el artículo 82 de la Constitución
de la República, que establece: “El derecho a la seguridad
jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución y en
la existencia de normas claras, públicas y aplicadas por las
autoridades competentes”.
Respecto a este derecho, la Corte Constitucional se ha
pronunciado en reiteradas ocasiones y considera a la
seguridad jurídica en los siguientes términos:
…El derecho a la seguridad jurídica es el pilar sobre el cual
se asienta la confianza ciudadana en cuanto a las actuaciones
de los distintos poderes públicos; en virtud de aquello, los
actos emanados de dichas autoridades públicas deben observar
las normas que componen el ordenamiento jurídico vigente,
debiendo además sujetarse a las atribuciones que le compete
a cada órgano…1
En virtud de lo expuesto, la seguridad jurídica se constituye
en un derecho constitucional sobre el cual converge la
certidumbre de la población en el sistema jurídico, porque
no puede existir certeza respecto a las normas que rigen en
un ordenamiento normativo, si no están determinadas de
manera previa para conocimiento de la población.
Por consiguiente, únicamente con el establecimiento
previo de los parámetros normativos que crean derechos
y obligaciones para todas las ciudadanas y los ciudadanos
del Ecuador, existe un Estado constitucional de derechos el
cual no propone confusiones a la población porque existe el
ejercicio normal de autoridad o gobierno.
Entonces, manifestada la importancia que tiene este
derecho constitucional, es ahora necesario determinar si en
el caso sub judice existe vulneración a la seguridad jurídica
en la emisión de la sentencia del 20 de enero de 2011 por
parte de la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas.
Al respecto, la jueza desarrolló en cinco considerandos la
sentencia objeto del presente análisis.
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.° 023-13-SEP-CC,
caso N.° 1975-11-EP.
En el primer considerando declaró la validez de lo actuado
por no existir omisión de solemnidad sustancial, ni
violación de trámite o cuestiones prejudiciales pendientes
de resolver.
En el considerando segundo, la jueza refirió su competencia
de conformidad con el artículo 7 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
En el tercer considerando, expuso lo manifestado por las
partes durante la audiencia pública del 11 de enero de 2011.
En el cuarto considerando, la jueza analizó la procedencia
de la acción de protección, citando para ello los artículos
88, 1, 3 numeral 1, 11 numerales 7 y 9, 226, 169, 172
y 36 de la Constitución de la República del Ecuador, los
que respectivamente se refieren a la acción de protección;
la definición del Ecuador como un Estado constitucional
de derechos y justicia social; respecto al artículo 3 y 11
los numerales 7 y 9 señaló el alto deber del Estado de
respetar y hacer respetar los derechos garantizados en
la Constitución; en adelante los artículos 226, 169, 172
y 36 contienen la obligación de los servidores públicos
de realizar los actos establecidos de conformidad con la
Constitución y la ley; el sistema procesal como medio
para la realización de la justicia, el principio que señala
que no se sacrificará la justicia por la sola omisión de
formalidades; y finalmente el derecho de las personas
adultas mayores.
Concluyendo la jueza en este considerando, que la
dirección provincial de educación del Guayas, al no pagar
la bonificación que establece la disposición transitoria
vigésimo primera de la Constitución de la República
vulneró los derechos constitucionales de los accionantes
establecidos en el artículo 3 numeral 1, 11 numerales 2 y 6,
y 326 numeral 3, así como el artículo 24 de la Convección
Americana de Derechos Humanos, en concordancia con
el Convenio sobre la Discriminación de la Organización
Internacional del Trabajo.
Adicionalmente, en el considerando quinto la jueza señaló
que existen fallos a favor por las mismas pretensiones y
derechos y, con el fin de garantizar la tutela judicial efectiva,
declaró con lugar la acción de protección y ordenó el pago
de lo dispuesto por la disposición transitoria vigésima
primera de la Constitución de la República del Ecuador por
la jubilación voluntaria de los trabajadores.
En virtud de esta resolución la Procuraduría General del
Estado presentó recurso de apelación, el cual fue aceptado
por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia del
Guayas, sentencia, que como se señaló en el considerando
anterior, no adecuó su criterio a los parámetros de
razonabilidad, lógica y comprensibilidad de la garantía de
la motivación.
Ahora bien, de la resolución de primera instancia se
establece que la jueza adjunta Sexta de Tránsito del Guayas
finalmente concluyó aceptando la acción de protección,
considerando que se debe aplicar lo previsto en la
Constitución de la República del Ecuador.
132 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Al respecto es necesario precisar que la procuradora común
solicitó la aplicación de la disposición transitoria vigésima
primera de la Constitución de la República del Ecuador, que
determina:
…El Estado estimulará la jubilación de las docentes y
los docentes del sector público, mediante el pago de una
compensación variable que relacione edad y años de servicio.
El monto máximo será de ciento cincuenta salarios básicos
unificados del trabajador privado; y de cinco salarios básicos
unificados del trabajador privado en general por año de
servicios. La ley regulará los procedimientos y métodos de
cálculo…
En consecuencia, la Constitución refiere un desarrollo
legal o reglamentario al señalar que “La ley regulará los
procedimientos y métodos de cálculos”, por lo cual el
derecho abstracto contenido en la norma constitucional
requiere, de acuerdo a lo establecido en la misma norma, su
desarrollo por medio de las respectivas leyes o reglamentos
a aplicarse para cada caso en concreto.
La Corte Constitucional respecto a los temas asociados con
la aplicación de normas infraconstitucionales y temas de
legalidad ha señalado:
La acción de protección no constituye un mecanismo de
superposición o reemplazo de las instancias judiciales
ordinarias, pues ello ocasionaría el desconocimiento
de la estructura jurisdiccional estatal establecida por la
Constitución. En tal sentido, para garantizar la seguridad
jurídica y el debido proceso se debe considerar siempre que
según el artículo 76 numeral 3 de la Carta Suprema solo se
podrá juzgar a una persona ante el juez o autoridad competente
y con observancia del trámite propio para cada procedimiento;
y además, de acuerdo al artículo 169 ibídem, el sistema
procesal constituye un medio para la realización de la justicia
y por tanto, las normas procesales consagrarán los principios
de simplificación, uniformidad, eficiencia, inmediación,
celeridad y economía procesal, y harán efectivas las garantías
del debido proceso. En consecuencia, la acción de protección
no sustituye los demás medios judiciales, pues en dicho
caso la justicia constitucional pasaría a asumir potestades
que no le corresponden, afectando la seguridad jurídica de
los ciudadanos y desvirtuando la estructura jurisdiccional
del Estado y desconociendo la garantía institucional que
representa la Función Judicial.2
En virtud del artículo mencionado, es necesario señalar
que mediante la sentencia N.° 023-13-SEP-CC del 04 de
junio de 2013, dentro del caso N.° 1975-11-EP, la Corte
Constitucional manifestó lo siguiente:
…se puede evidenciar que los accionantes pretenden que se
declare la vulneración de derechos constitucionales…lo cual
no tiene fundamento constitucional a la luz del contenido
de dicha disposición. En este sentido se deben puntualizar
dos consideraciones respecto a la norma constitucional
contenida en la Disposición Transitoria Vigésimo Primera
de la Constitución de la República. Así, en primer término,
corresponde precisar que la Disposición Transitoria no
establece un monto fijo para la compensación de la totalidad
de las jubilaciones de los docentes; al contrario, la proposición
es clara en cuanto se refiere al “…pago de una compensación
variable que relacione edad y años de servicio”. Así mismo,
la disposición objeto de análisis, fija un monto máximo, el
mismo que constituye el tope al que un docente jubilado puede
aspirar; evidenciando inobjetablemente que el contenido de
la disposición no conlleva el establecimiento de un monto
uniforme de este beneficio; sino que, por el contrario, se
determina el máximo o tope de aquel monto.
Por otra parte, la disposición en mención, es determinante en
señalar que: “La ley regulará los procedimientos y métodos de
cálculo”. En tal virtud, la disposición citada instituye el marco
constitucional en el cual la ley debe regular los procedimientos
y métodos para el cálculo de la compensación, estableciéndose
una remisión en el ámbito procesal y método de cálculo a la
ley...
En este sentido, se evidencia que en esta misma línea
la Corte ha señalado que la disposición transitoria
vigésima primera contiene una obligación para el
Estado, que es el estimular la jubilación de los docentes
del sector público en base a una compensación variable,
observando un tope máximo de este valor establecido en
la misma disposición. Sin embargo, la misma norma es
clara y señala que corresponde al legislador el regular
el procedimiento y método para calcular el referido
monto para la compensación, lo cual denota que el tema
planteado mediante la acción de protección en análisis
es un tema relacionado con la aplicación de un precepto
normativo relacionado con la aplicación de normativa
infraconstitucional.
Por tanto, dentro de la presente causa se observa que la
pretensión de la misma se enmarca en un ámbito que
pertenece a la legalidad, es decir, implica la sujeción
plena de la Administración a la ley, tanto cuando realiza
actos concretos como cuando en ejercicio de la potestad
normativa –el legislativo- e incluso reglamentaria, se
establecen las reglas y procedimientos a los que, en lo
sucesivo, ella misma y la ciudadanía habrán de sujetarse.
Cabe destacar que la demanda versa sobre una
interpretación de normas infraconstitucionales, labor
que corresponde a los operadores de justicia ordinarios,
quienes, en base a un análisis caso por caso, deberán
establecer el monto por el cual cada persona jubilada
tiene derecho, conforme las variables determinadas en la
norma constitucional respecto a edad y años de servicio.
Recordemos que la norma constitucional únicamente
establece montos máximos de compensación por
jubilación a los docentes del sector público, por tanto,
este monto requiere ser establecido en base a un análisis
de los elementos fácticos del caso concreto, acorde a los
parámetros de la disposición transitoria vigésima primera.
2
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia N.º 0016-13-SEP-CC,
caso N.º 1000-12-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 133
Por lo antes expuesto se puede determinar que la jueza
adjunta Sexta de Tránsito del Guayas inobservó la
disposición transitoria vigésima primera de la Constitución
de la República del Ecuador, norma que es previa, clara y
pública, que debía ser aplicada por la autoridad competente,
provocando de esta manera incertidumbre para con la
ciudadanía y desatendiendo la naturaleza de una acción de
protección de derechos.
CASO Nro. 1592-11-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
En virtud de lo expuesto, esta Corte concluye que la
sentencia emitida por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del
Guayas vulneró el derecho a la seguridad jurídica.
III. DECISIÓN
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar la vulneración de los derechos constitucionales
al debido proceso en la garantía de la motivación y
a la seguridad jurídica consagrados en los artículos
76 numeral 7 literal l, y 82 respectivamente, de la
Constitución de la República.
2. En consecuencia se dispone:
2.1 Dejar sin efecto la sentencia de 27 de julio de 2011,
emitida por la Primera Sala de lo Laboral, Niñez y
Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del
Guayas.
2.2 Dejar sin efecto la sentencia de 20 de enero de 2011,
emitida por la jueza adjunta Sexta de Tránsito del
Guayas.
3. Ordenar el archivo de la acción de protección.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la
presencia de los jueces constitucionales Antonio Gagliardo
Loor, Manuel Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en
sesión del 08 de abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Quito, D. M., 08 de abril de 2015
SENTENCIA N. º 113-15-SEP-CC
CASO N.° 0543-14-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 17 de marzo de 2014, el señor Eduardo Francisco
Diez Cordovez, por sus propios derechos y en calidad
de gerente general y como tal representante legal de la
compañía Quasar Náutica Expeditions S.A., presentó
acción extraordinaria de protección contra el laudo
arbitral expedido el 20 de enero de 2014, por un tribunal
arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara
de Comercio de Quito, en la causa signada con el N.° 0592007.
El 07 de abril de 2014, la Secretaría General de la Corte
Constitucional certificó que, en referencia a la acción
constitucional N.° 0543-14-EP, no se presentó previamente
otra demanda con identidad de objeto y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, conformada
por la jueza constitucional Tatiana Ordeñana Sierra y los
jueces constitucionales Manuel Viteri Olvera y Marcelo
Jaramillo Villa, mediante auto del 24 de junio de 2014,
admitió a trámite la acción extraordinaria de protección
N.° 0543-14-EP, sin que ello implicare pronunciamiento
respecto de la pretensión.
Mediante memorando N.° 321-CCE-SG-SUS-2014 del 9 de
julio de 2014, el doctor Jaime Pozo Chamorro, secretario
general de la Corte Constitucional, indicó que conforme al
sorteo realizado por el Pleno de la citada Corte, en sesión
extraordinaria de la misma fecha, le correspondió conocer
el caso N.° 0543-14-EP como jueza sustanciadora a la
doctora Tatiana Ordeñana Sierra.
134 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
El 02 de diciembre de 2014, la jueza sustanciadora avocó
conocimiento de la causa y dispuso que se notifique con
el contenido de la demanda de acción extraordinaria de
protección N.° 0543-14-EP a los señores miembros del
Tribunal Arbitral de la Cámara de Comercio de Quito,
con la finalidad de que presenten un informe de descargo
debidamente motivado en el término de 5 días, en respuesta
a los fundamentos de la demanda referida.
Antecedentes fácticos
Los señores Nelson Freile Darquea, Mauricio Martínez
Fernández y Marcus Andrew Benjamin Dod, por
sus propios derechos y este último a su vez como
representante legal de la compañía Oceanadventures S.A.,
presentaron demanda de arbitraje en contra del señor
Mauricio Terán López, por los derechos que representaba,
a la época, de la compañía Quasar Náutica Expeditions
S.A. y del señor Eduardo Diez Cordovez, por sus propios
derechos, mediante la cual requieren a los demandados la
inmediata restitución a Oceanadventures S.A. de la suma
de CUATROCIENTOS VEINTISÉIS MIL QUINIENTOS
SETENTA Y DOS DÓLARES DE LOS ESTADOS
UNIDOS DE AMÉRICA (U.S.D. $ 426.572,00), de
acuerdo al informe de auditoría que supuestamente
establecía dicha deuda, más los intereses correspondientes,
costas y gastos de patrocinadores legales.
La citada demanda invoca la suscripción de tres convenios
que estipulan que cualquier controversia será resuelta a
través del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de
Comercio de Quito, descritos a continuación: 1) convenio
de consorcio suscrito el 15 de abril de 1999; 2) contrato
de escisión de una compañía y otras estipulaciones y
obligaciones suscrito el 14 de mayo de 2003, y;. 3) convenio
arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003.
Mediante comunicación del 27 de noviembre de 2007, el
director del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara
de Comercio de Quito, a la época, estableció que la
demanda cumplía con los requisitos para su sustanciación,
signándola con el N.° 059-07 y disponiendo que se cite a
los demandados para que en el término de 10 días contesten
sobre el contenido de la misma.
El señor Eduardo Diez Cordovez, por sus propios derechos
y por los que representa de la compañía Quasar Náutica
Expeditions S.A., en calidad de demandados, presentó
un escrito el 17 de diciembre de 2007, mediante el cual
compareció al proceso, determinó las excepciones de
forma y de fondo a la demanda, solicitó las pruebas que
creyó pertinentes, reconvino a los demandantes y designó
abogado defensor y casillero judicial.
Una vez que el Tribunal Arbitral fue conformado, por
acuerdo de las partes, por los doctores Fernando Santos
Alvite, Edgar Terán Terán y José Rumazo Arcos, quienes
mediante comunicación del 10 de marzo de 2008, señalaron
como fecha para la celebración de la audiencia el 14 de
marzo de 2008, a las 11:30.
En la correspondiente audiencia celebrada en el día y hora
señalados, el tribunal antes citado se declaró competente
para conocer en derecho el análisis de la auditoría
mencionada en el convenio arbitral suscrito el 14 de mayo
de 2003 y, en relación al alcance de competencia en cuanto
al resto de los instrumentos que contengan clausulas
compromisorias, determinó que sería materia del fondo de
la litis a resolverse en el laudo arbitral.
Mediante laudo expedido el 13 de marzo de 2009, el tribunal
arbitral previamente citado se declaró competente para
resolver en derecho “sobre las divergencias y controversias
que se deriven del análisis de la auditoría”, aceptando
parcialmente la demanda en lo que se refiere a validar el
contenido del informe de auditoría, reconociéndose el
derecho de los actores al cobro del monto contenido en el
informe más los intereses correspondientes.
Contra esta decisión arbitral, los demandados presentaron
una acción de nulidad del laudo arbitral, la misma que,
mediante sentencia dictada el 25 de noviembre del 2009 por
el presidente de la Corte Provincial de Justicia de Pichincha,
a la época, fue rechazada por improcedente.
Ante la negativa referida, los demandados presentaron
recurso de apelación el 16 de diciembre de 2009, el mismo
que fue resuelto mediante sentencia dictada el 12 de mayo
de 2011, por los jueces de la Primera Sala de lo Civil,
Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la Corte
Provincial de Justicia de Pichincha, quienes aceptaron el
recurso de apelación, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 31 literal e de la Ley de Arbitraje y Mediación,
declarando la nulidad del laudo expedido por el Tribunal
Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación de la Cámara
de Comercio de Quito, ya que uno de los árbitros del citado
Tribunal no se encontraba en el país a la fecha en que se
expidió el mismo.
Una vez que el proceso volvió al Centro de Arbitraje y
Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, se procedió
a designar un nuevo tribunal arbitral principal, conformado
esta vez por los doctores Santiago Andrade Ubidia, Luis
Ponce Palacios y Juan Pablo Aguilar Andrade, quienes
una vez posesionados de sus cargos, en la audiencia de
sustanciación celebrada el 19 de noviembre del 2012, se
declararon competentes para sustanciar la causa sobre
la base de que la Primera Sala de lo Civil, Mercantil,
Inquilinato y Materias Residuales de la Corte Provincial de
Pichincha declaró la nulidad de laudo expedido previamente
dentro del proceso.
Mediante laudo arbitral expedido el 20 de enero de
2014, los árbitros previamente mencionados aceptaron
parcialmente la demanda y en consecuencia declararon la
validez del informe final del auditor interno presentado el
14 de julio 2004, particularmente la cuenta por cobrar a
favor de Oceanadventures S.A. y a cargo de Quasar Náutica
Expeditions S.A., por la suma de CUATROCIENTOS
CUATRO MIL CIENTO SETENTA Y DOS DÓLARES DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA CON VEINTE
CENTAVOS (U.S.D. $ 404.172,20), reconociendo el
derecho de Oceanadventures S.A. a cobrar esta suma de
dinero más los intereses correspondientes.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 135
De la solicitud y sus argumentos
Decisión que se impugna
El señor Eduardo Francisco Diez Cordovez, por sus
propios derechos y los que representa de la compañía
Quasar Náutica Expeditions S.A., presentó el 17 de marzo
de 2014 demanda de acción extraordinaria de protección
contra el laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014
por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación
de la Cámara de Comercio de Quito, conformado por los
doctores Santiago Andrade Ubidia, Luis Ponce Palacios y
Juan Pablo Aguilar Andrade.
La decisión que se impugna es el laudo arbitral expedido el
20 de enero de 2014, por el tribunal arbitral del Centro de
Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito,
que en la parte resolutiva señala:
En lo principal, el legitimado activo argumentó lo siguiente:
El laudo de 20 de enero de 2014, fue dictado por un tribunal
arbitral que no tenía competencia para hacerlo. Con ello, tal
tribunal violó el derecho constitucional al debido proceso,
y, naturalmente, a la seguridad jurídica, consagrados en
los arts. 76 y 82, respectivamente, de la Constitución de la
República.”…Prueba de que el tribunal arbitral atentó contra
la seguridad jurídica y el debido proceso es que en la audiencia
de sustanciación –llevada a efecto los días 19 de noviembre
de 2012 y 28 de febrero de 2013, respectivamente– el tribunal
incumplió su primerísima obligación de determinar si era o
no competente para conocer la controversia y resolverla en
derecho…Por consiguiente, Quasar Náutica y el suscrito
accionante fuimos juzgados por un tribunal arbitral que carecía
de competencia para hacerlo; por ellos, además de que en mi
contra se quebrantaron garantías previstas en la Constitución
de la República, también se violaron normas de protección de
derechos humanos… (sic)
En ese sentido, el accionante alega que la decisión
impugnada es inconstitucional por no haberse respetado
su derecho al debido proceso, ya que el Tribunal Arbitral
no era competente y no siguió el procedimiento y trámite
propio que debía sustanciarse en el procedimiento arbitral
para decidir en el laudo impugnado.
Así, también señala que la decisión citada vulnera el
derecho a la seguridad jurídica, ya que no procedía la
sustanciación del proceso sin que el Tribunal Arbitral
establezca fundamentadamente su competencia y si el
arbitraje debía ser expedido en equidad o en derecho,
tal como lo señala el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y
Mediación.
Pretensión concreta
En mérito de lo expuesto, el legitimado activo solicita
textualmente lo siguiente:
Respetuosamente solicitamos que la Corte Constitucional,
aceptando esta acción extraordinaria de protección, declare que
se han vulnerado y violentado nuestros derechos fundamentales
y constitucionales y ordene, por tanto, su reparación integral…
Para tal propósito, la Corte Constitucional –mediante sentencia
debidamente motivada– anulará y dejará sin efecto alguno el
laudo arbitral dictado el 20 de enero de 2014, notificado el día
30 de los mismos meses y año, y dispondrá la nulidad de tal
proceso arbitral hasta la presentación misma de la demanda
arbitral propuesta por los señores Nelson Freile Darquea,
Mauricio Martínez Fernández, Marcus Andrew Benjamin Dod
y la compañía Oceanadventures S.A.
V. VALIDEZ PROCESAL: 35. El Tribunal es competente
porque así fue declarado por el Tribunal anterior y por la
ratificación realizada por la Presidencia de la Corte Provincial
de Pichincha que se encuentra ejecutoriada y reconocida a su
vez por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato
y Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha,
que se encuentra ejecutoriada. 36. Durante el trámite del
juicio se han observado las garantías del debido proceso que
consagra el Art. 76 de la Constitución y se ha garantizado
y se ha garantizado, con la mayor amplitud, el derecho de
defensa de las partes quienes han podido presentar todas
sus alegaciones y pruebas y ejercer a plenitud su derecho
de contradicción…56. La excepciones relativas la validez
procesal y a la competencia del Tribunal (3.2 a 3.7), fueron
resueltas en audiencia de sustanciación que tuvo lugar el 14
de marzo de 2008, cuando el tribunal se declaró competente.
Dicha resolución surtió efectos irrevocables y por tanto
este Tribunal no puede decidir nuevamente sobre estas
excepciones. Además dicha decisión fue ratificada por la
justicia ordinaria mediante sentencia de la Presidencia de
la Corte Provincial y reconocida por la Primera Sala de lo
Civil, Mercantil Inquilinato y Materias Residuales de Corte
Provincial de Pichincha de 12 de mayo de 2011.…63. El
presente caso es uno de conocimiento, calificado también
como de cognición o declarativo, dado que se trata de
reconocer y declarar, mediante el laudo correspondiente, si
existe o no existe el derecho de los actores a cobrar a los
demandados los valores determinados en el informe final
del auditor interno y la correspondiente obligación de
los demandados de pagarlos, previa declaración sobre la
validez de la auditoría y sus resultados en lo que concierne
a los valores pretendidos. En todo caso y para mayor
claridad conceptual, el Tribunal hace constar que este laudo
permitirá a los actores acceder a la justicia ordinaria para su
posterior ejecución, siendo que el mismo constituye título
suficiente de acuerdo al artículo 32 de la Ley de Arbitraje
y Mediación…En consecuencia de lo anterior, se aprecia
que el acto administrativo impugnado es vulneratorio de los
derechos constitucionales del accionante, ya enunciados,
por lo que se considera procedente la acción intentada que
tiene por objeto, específicamente, “…el amparo directo y
eficaz de los derechos constitucional, por actos u omisiones
de cualquier autoridad pública no judicial…”…“Por las
consideraciones que preceden, este Tribunal arbitral resuelve
en derecho: 1. Aceptar parcialmente la demanda y, en
consecuencia, declarar la validez del informe final del auditor
interno presentado el 14 de julio de 2004, particularmente
la cuenta por cobrar a favor de OCEANADVENTURES
S.A. y a cargo de QUASAR NÁUTICA EXPEDITIONS,
por la suma de U.S. $ 404.172,20, reconociendo el derecho
de OCEANADVENTURES a cobrar esta suma de dinero
con más los intereses calculados desde 28 de noviembre
de 2007, fecha de la citación con la demanda, al amparo
de la disposición del número 5° del artículo 97 del Código
de Procedimiento Civil, a la tasa de interés convencional
autorizada por el Banco Central del Ecuador.-… (sic)
136 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Contestación a la demanda y argumentos
Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación
de la Cámara de Comercio de Quito
Los miembros del Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje
y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito que dictó
el laudo arbitral, en calidad de legitimados pasivos, no han
remitido el informe requerido en providencia del 02 de
diciembre de 2014, pese a haber sido notificados legal y
oportunamente.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte Constitucional
La Corte Constitucional es competente para conocer
y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias
de protección contra sentencias, autos definitivos y
resoluciones con fuerza de sentencia, conforme lo
previsto en los artículos 94 y 437 de la Constitución de
la República, en concordancia con los artículos 58 y
siguientes la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, y el artículo 35 del Reglamento
de Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.
Es así que, por los antecedentes expuestos, esta Corte es
competente para conocer y pronunciarse sobre el laudo
arbitral impugnado en la demanda, una vez que esta decisión
tiene la misma fuerza que una sentencia ejecutoriada y
es objeto de revisión mediante acción extraordinaria de
protección, de conformidad con las normas previamente
señaladas.
Naturaleza de la acción extraordinaria de protección
La acción extraordinaria de protección procede en contra
de sentencias, autos en firme o ejecutoriados y resoluciones
judiciales que pusieren fin al proceso. En esencia, la Corte
Constitucional por medio de esta acción excepcional
se pronunciará respecto a dos cuestiones principales: la
vulneración de derechos constitucionales sustanciales o la
violación de normas del debido proceso.
Este máximo Tribunal de interpretación constitucional,
respecto a esta garantía jurisdiccional, estableció
previamente que:
La acción extraordinaria de protección se incorporó para
tutelar, proteger y remediar las situaciones que devengan de
los errores de los jueces,…que resulta nueva en la legislación
constitucional del país y que responde, sin duda alguna, al
anhelo de la sociedad que busca protección efectiva, imparcial
y expedita de sus derechos e intereses, puesto que así los
jueces ordinarios, cuya labor de manera general radica en la
aplicación del derecho común, tendrían un control que deviene
de jueces constitucionales en el más alto nivel, cuya labor se
centraría a verificar que dichos jueces, en la tramitación de
las causas, hayan observado las normas del debido proceso, la
seguridad jurídica y otros derechos constitucionales, en uso del
principio de la supremacía constitucional3.
De acuerdo a lo establecido en la Ley de Arbitraje y
Mediación, “Los laudos arbitrales tienen efecto de
sentencia ejecutoriada y de cosa juzgada y se ejecutarán
del mismo modo que las sentencias de última instancia,
siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la ejecución
acepte excepción alguna, salvo las que se originen con
posterioridad a la expedición del laudo”1.
En relación a la procedencia de la acción extraordinaria
de protección en contra de laudos arbitrales, este máximo
órgano de interpretación constitucional ha manifestado lo
siguiente:
De lo dicho no obsta reiterar que la observancia de los
principios y postulados constitucionales por parte de la
autoridad arbitral y de las partes en conflicto, no distrae ni
atenta contra la naturaleza propia de la materia arbitral y de
los asuntos de fondo que allí se discuten y que se pretenden
resolver a través de un laudo. Lo que nos interesa establecer
es que la materia arbitral y los procesos alternativos de
solución de conflictos en los que se aplica la normativa
infraconstitucional, se encuentran también subordinados a
los principios y postulados de la Constitución, y tratándose
el laudo arbitral de una decisión jurisdiccional (no judicial)
con fuerza de sentencia, debe ser impugnable mediante acción
extraordinaria de protección cuando durante el proceso arbitral
o en el laudo se han vulnerado derechos constitucionales o el
debido proceso2.
1
Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 32. Publicada en el Registro
Oficial N.° 417 del 14 de abril de 2006.
2
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 123-13-SEP-CC,
caso N.° 1542-11-EP.
En ese contexto, la acción extraordinaria de protección
se origina como un mecanismo de control respecto a
la constitucionalidad de las actuaciones de los órganos
judiciales u organismos que hagan las veces de este
por consentimiento de las partes. En lo que compete al
presente caso, la actuación del Tribunal Arbitral del Centro
de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de
Quito cuya decisión arbitral se impugna, la misma que en
ejercicio de las facultades jurisdiccionales conferidas por
el ordenamiento jurídico ecuatoriano se encuentra llamada
a asegurar que el sistema procesal, tiene que ser un medio
para la realización de la justicia y hacer efectivas las
garantías del debido proceso.
En tal virtud, la Corte Constitucional, en razón de lo
prescrito en el artículo 429 de la Constitución de la
República, en el trámite de una acción extraordinaria
de protección debe constatar que, efectivamente, las
sentencias, autos y resoluciones con fuerza de sentencia
se encuentran firmes o ejecutoriados y que, durante
el juzgamiento, no se vulneró por acción u omisión el
derecho constitucional al debido proceso u otro derecho
constitucional.
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 067-10-SEP-CC,
caso N.° 0945-09-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 137
Finalmente, este máximo órgano de interpretación
constitucional considera oportuno recordar que la acción
extraordinaria de protección no es una “instancia adicional”,
es decir, a partir de ella no se puede pretender el análisis
de asuntos de mera legalidad propios e inherentes de la
justicia ordinaria. Por lo tanto, no se puede entrar a analizar,
menos aún resolver, cuestiones eminentemente legales. El
objeto de su análisis se dirige directamente a la presunta
vulneración de derechos constitucionales y normas del
debido proceso en el curso de la decisión impugnada.
Análisis constitucional
Determinación de
resolución del caso
problemas
jurídicos
para
la
Con las consideraciones anotadas, la Corte Constitucional
sistematizará el análisis de las circunstancias del caso
concreto a partir de la formulación y solución de los
siguientes problemas jurídicos:
1.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por
el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación
de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho
constitucional al debido proceso en la garantía de ser
juzgado por juez o autoridad competente y con observancia
del trámite propio de cada procedimiento, consagrado en el
artículos 76 numeral 3 de la Constitución de la República?
En ese sentido, el debido proceso se muestra como un
conjunto de garantías con las cuales se pretende que
el desarrollo de las actividades en el ámbito judicial o
administrativo se sujeten a reglas mínimas, con el fin de
salvaguardar los derechos protegidos por la Constitución,
constituyéndose en un límite a la actuación discrecional de
los jueces. Por lo tanto, no es sino aquel proceso que cumple
con los principios básicos establecidos en la Constitución,
en el cual las partes ejerzan de forma efectiva y justa su
defensa, el que confluya finalmente en la obtención de una
resolución de fondo, basada en el ordenamiento jurídico
vigente5.
Es así que, una de las garantías básicas que aseguran estas
condiciones mínimas para tramitar un procedimiento es el
derecho a ser juzgado por juez o autoridad competente y
con observancia del trámite propio de cada procedimiento,
el cual se encuentra comprendido en el artículo 76 numeral
3 de la Constitución de la República del Ecuador, el mismo
que determina lo siguiente:
Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos
y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al
debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
3.- Nadie podrá ser juzgado ni sancionado por un acto u
omisión que, al momento de cometerse, no esté tipificado en la
ley como infracción penal, administrativa o de otra naturaleza;
ni se aplicará una sanción no prevista por la Constitución o
la Ley. Sólo se podrá juzgar a una persona ante un juez o
autoridad competente y con observancia del trámite propio
de cada procedimiento. (énfasis añadido)
2.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014 por
el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje y Mediación
de la Cámara de Comercio de Quito, ¿vulnera el derecho
constitucional a la seguridad jurídica, consagrado en el
artículo 82 de la Constitución de la República?
Argumentos de la Corte Constitucional en torno a los
problemas jurídicos
1.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014
por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje
y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito,
¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso
en la garantía de ser juzgado por juez o autoridad
competente y con observancia del trámite propio de
cada procedimiento, consagrado en el artículos 76
numeral 3 de la Constitución de la República?
Previo a responder el problema jurídico que se plantea,
es preciso afirmar que la Corte Constitucional estableció,
desde temprana jurisprudencia, que el artículo 76 de la
Constitución de la República consagra un amplio abanico
de garantías jurisdiccionales que configuran el derecho al
debido proceso, el cual consiste en:
…un mínimo de presupuestos y condiciones para tramitar
adecuadamente un procedimiento y asegurar condiciones
mínimas para la defensa, constituyendo además una
concreta disposición desde el ingreso al proceso y durante el
transcurso de toda la instancia, para concluir con una decisión
adecuadamente motivada que encuentre concreción en la
ejecución de lo dispuesto por los jueces4.
4
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 200-12-SEP-CC,
caso N.° 0329-12-EP.
Esta garantía, como parte del derecho al debido proceso, no
solo se encuentra consagrado en el ordenamiento jurídico
interno sino también en tratados internacionales suscritos
por el Ecuador, tal como lo establece el artículo 8 numeral
1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, el
cual, respeto a las garantías procesales señala que:
Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas
garantías y dentro de un plazo razonable por un juez o
tribunal competente, independiente e imparcial establecido
con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier
acusación penal formulada contra ella, o para la determinación
de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral, fiscal o
de cualquier otro carácter.
Establecido lo anterior, se distingue que toda persona goza
del derecho constitucional y convencional de ser juzgado
por una autoridad competente dentro de un proceso,
cumpliéndose reglas previamente establecidas para el
desarrollo de cada procedimiento, desde su comienzo hasta
el último recurso o instancia.
Una vez que esta garantía se encuentra compuesta de dos
derechos constitucionales, como lo son el derecho a ser
5
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición.
Sentencia N.º 0034-09-SEP-CC, caso N. º 0422-09-EP.
138 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
juzgado por juez o autoridad competente y, por otra parte,
el derecho a que la causa sea conducida con observancia
al trámite propio de cada procedimiento, es necesario
realizar puntualizaciones sobre cada uno de los mismos.
En relación a la competencia de los jueces o autoridades
para juzgar, es necesario citar el artículo 1 del Código de
Procedimiento Civil que establece lo siguiente:
Art. 1.- La jurisdicción, esto es, el poder de administrar
justicia, consiste en la potestad pública de juzgar y hacer
ejecutar lo juzgado en una materia determinada, potestad
que corresponde a los tribunales y jueces establecidos por las
leyes.
Competencia es la medida dentro de la cual la referida potestad
está distribuida entre los diversos tribunales y juzgados, por
razón del territorio, de la materia, de las personas y de los
grados.
De acuerdo al artículo antes citado, la competencia consiste
en la distribución de las facultades jurisdiccionales
de juzgar y/o hacer ejecutar lo juzgado, por razón del
territorio, de la materia, de las personas y de los grados.
Este máximo organismo de interpretación constitucional,
en referencia a la competencia de los juzgadores, ha
establecido previamente que los procedimientos donde se
administre justicia deben ser sustanciados ante un juez o
autoridad competente y esta referida competencia, será
determinada en base al ordenamiento jurídico vigente6,
debiendo señalarse de acuerdo a las normas pertinentes el
alcance o marco de acción del juzgador para resolver sobre
las pretensiones y excepciones que las partes le plantean.
Es así que, la sección octava de la Constitución de la
República, en el artículo 190, establece que:
se reconoce el arbitraje, la mediación y otros procedimientos
alternativos para la solución de conflictos. Estos
procedimientos se aplicarán con sujeción a la ley, en materias
en las que por su naturaleza se pueda transigir.
De conformidad con el artículo antes citado, se reconoce
constitucionalmente la facultad de los medios alternativos
de solución de conflictos, entre los cuales se encuentra el
arbitraje, como mecanismos paralelos para administrar
justicia, debiendo sujetarse al ordenamiento legal
pertinente, estableciendo como su marco de aplicación, las
pretensiones sobre las cuales se pueda transigir.
El artículo 17 del Código de Procedimiento Civil8, señala
que los árbitros ejercen jurisdicción convencional, es
decir, proveniente del acuerdo de las partes. Por otra parte,
el artículo 7 del Código Orgánico de la Función Judicial
antes citado, publicado posteriormente al Código de
Procedimiento Civil, señala que “Los árbitros ejercerán
funciones jurisdiccionales, de conformidad con la
Constitución y la ley”.
Las normas previamente invocadas, reconocen la facultad
de los árbitros de juzgar, es decir, administrar justicia, sin
gozar de la facultad de ejecutar lo juzgado, tal como lo
establece la Ley de Arbitraje y Mediación en su artículo
329, debiendo acudir ante los jueces ordinarios para el
cumplimiento coercitivo de los laudos arbitrales.
En relación a lo anterior, Esta Corte, respecto a la facultad
de juzgar de las autoridades arbitrales ha señalado que:
“debemos tener en cuenta que los derechos reconocidos
por nuestra Constitución, principalmente el derecho
constitucional del debido proceso y sus correspondientes
garantías, deben obligatoriamente ser observados y
aplicados por la autoridad arbitral bajo cuya competencia
se sustancia un proceso de esta naturaleza, lo que nos
conlleva a afirmar que aun cuando se esté resolviendo un
conflicto de asuntos vinculados a derechos transigibles, la
autoridad arbitral se encuentra sometida a la Constitución
y a los derechos reconocidos en aquella al momento de
sustanciar y resolver el conflicto”10. (énfasis añadido)
En ese sentido, el artículo 7 del Código Orgánico de la
Función Judicial7, establece que la competencia de las
autoridades para ejercer facultades jurisdiccionales nace
de la Constitución y la ley, por lo que debemos remitirnos
a las normas que versen sobre el arbitraje, en materia
de solución alternativa de conflictos, para determinar la
naturaleza y alcance de la competencia arbitral.
6
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 055-14-SEP-CC,
caso N.° 1794-11-EP.
7
Código Orgánico de la Función Judicial, artículo 7.- PRINCIPIOS
DE LEGALIDAD, JURISDICCION Y COMPETENCIA.- La
jurisdicción y la competencia nacen de la Constitución y la ley.
Solo podrán ejercer la potestad jurisdiccional las juezas y jueces
nombrados de conformidad con sus preceptos, con la intervención
directa de fiscales y defensores públicos en el ámbito de sus
funciones.
Las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades
indígenas ejercerán las funciones jurisdiccionales que les están
reconocidas por la Constitución y la ley.
Las juezas y jueces de paz resolverán en equidad y tendrán
competencia exclusiva y obligatoria para conocer aquellos conflictos
individuales, comunitarios, vecinales y contravencionales, que sean
sometidos a su jurisdicción, de conformidad con la ley.
Los árbitros ejercerán funciones jurisdiccionales, de conformidad
con la Constitución y la ley. (inciso 5) No ejercerán la potestad
jurisdiccional las juezas, jueces o tribunales de excepción ni las
comisiones especiales creadas para el efecto.
8
Código de Procedimiento Civil, artículo 17.- Ejercen jurisdicción
convencional los jueces árbitros.
9
Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 32.- Ejecutoriado el laudo las
partes deberán cumplirlo de inmediato.
Cualquiera de las partes podrá pedir a los jueces ordinarios, que
ordenen la ejecución del laudo o de las transacciones celebradas,
presentando una copia certificada del laudo o acta transaccional,
otorgada por el secretario del tribunal, el director del centro o del
árbitro o árbitros, respectivamente con la razón de estar ejecutoriada.
Los laudos arbitrales tienen efecto de sentencia ejecutoriada y de
cosa juzgada y se ejecutarán del mismo modo que las sentencias de
última instancia, siguiendo la vía de apremio, sin que el juez de la
ejecución acepte excepción alguna, salvo las que se originen con
posterioridad a la expedición del laudo.
10
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 123-13-SEP-CC,
caso N.º 1542-11-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 139
En tal virtud, la referida facultad juzgadora de los árbitros
tiene su límite en la competencia que se les otorgue,
de acuerdo al ordenamiento jurídico en un principio y
después en concordancia con lo convenido por las partes.
Las citadas consideraciones deben enunciarse mediante
declaratoria de competencia, la misma que se encuentra
exigida en el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación
que establece lo siguiente:
En ese sentido, el artículo 1 de la Ley de Arbitraje y
Mediación, establece que el sistema arbitral, “es un
mecanismo alternativo de solución de conflictos al cual las
partes pueden someter de mutuo acuerdo, las controversias
susceptibles de transacción, existentes o futuras para que
sean resueltas por los tribunales de arbitraje administrado
o por árbitros independientes que se conformaren para
conocer dichas controversias”
Art. 22.- Una vez constituido el tribunal, se fijará día y hora
para la audiencia de sustanciación en la que se posesionará
el secretario designado, se leerá el documento que contenga
el convenio arbitral y el tribunal resolverá sobre su propia
competencia.
De la norma previamente citada se desprende que, el límite
a la competencia arbitral, en relación a lo establecido por
nuestro ordenamiento jurídico, es que el objeto del litigio,
en primer lugar, sea determinado por mutuo acuerdo de las
partes y, en segundo lugar, sea susceptible de transacción.
Sobre el marco de acción relativo a la convención de
las partes, la Ley de Arbitraje y Mediación establece
claramente en los artículos 5 y 6 los medios por los cuales
se someten las partes voluntariamente al arbitraje, esto es,
por medio de una relación contractual –convenio arbitral–11
o por una relación no contractual, mediante el intercambio
de cartas o cualquier otro medio de comunicación escrito
que deje constancia documental de la voluntad de las partes
de someterse al arbitraje12.
De tal forma que de acuerdo a las normas antes
mencionadas, las personas que facultadas legal y
convencionalmente deban conocer y resolver un
procedimiento arbitral, están obligadas a observar que el
objeto de la cláusula compromisoria u otros medios para
someterse al arbitraje versen sobre materias transigibles
y que el contenido del mismo los faculte para resolver
sobre las pretensiones planteadas en la demanda.
11
12
Ley de Arbitraje y Mediación, artículo 5.- El convenio arbitral es
el acuerdo escrito en virtud del cual las partes deciden someter a
arbitraje todas las controversias o ciertas controversias que hayan
surgido o puedan surgir entre ellas respecto de una determinada
relación jurídica, contractual o no contractual.
El convenio arbitral deberá constar por escrito y, si se refiere a un
negocio jurídico al que no se incorpore el convenio en su texto,
deberá constar en un documento que exprese el nombre de las
partes y la determinación inequívoca del negocio jurídico a que se
refiere. En los demás casos, es decir, de convenios arbitrales sobre
las indemnizaciones civiles por delitos o cuasidelitos, el convenio
arbitral deberá referirse a los hechos sobre los que versará el arbitraje.
La nulidad de un contrato no afectará la vigencia del convenio
arbitral.
No obstante haber un juicio pendiente ante la justicia ordinaria en
materia susceptible de transacción, las partes podrán recurrir al
arbitraje, en este caso, conjuntamente solicitarán al Juez competente
el archivo de la causa, acompañando a la solicitud una copia del
convenio arbitral y, de hallarse pendiente un recurso, deberán,
además, desistir de él.
Ibíd., Art. 6.- Se entenderá que existe un convenio arbitral no sólo
cuando el acuerdo figure en un único documento firmado por las
partes, sino también cuando resulte de intercambio de cartas o de
cualquier otro medio de comunicación escrito que deje constancia
documental de la voluntad de las partes de someterse al arbitraje.
Si el tribunal se declara competente ordenará que se practiquen
en el término que el tribunal señale las diligencias probatorias
solicitadas en la demanda, contestación, reconvención,
modificación y contestación a ésta, siempre que fueren
pertinentes, actuaciones que deberán cumplirse durante el
término señalado por el tribunal arbitral.
Si las partes se encontraren presentes en la audiencia podrán
precisar las pretensiones y los hechos en las que ésta se
fundamenta.
Del artículo referido, se desprende la obligatoriedad del
tribunal arbitral de leer la o las cláusulas compromisorias
sobre la o las cuales se haya presentado la demanda, para
una vez realizado lo anterior, en base al contenido de la o de
las mismas, analizar si se cumple los requisitos previamente
referidos sobre su competencia y por tanto, si se encuentra
facultado para examinar y resolver sobre el fondo de la
controversia, debiendo existir concordancia entre el objeto
de lo convenido por las partes, las pretensiones de la
demanda y versar sobre materia transigible.
Una vez realizado el examen descrito, si el tribunal se
declara competente, entrará a conocer sobre el fondo del
procedimiento, ordenando las diligencias probatorias
pertinentes y debiendo expedir posteriormente un laudo que
resuelva sobre la controversia encomendada.
Establecido el contenido a analizarse sobre la competencia
del tribunal arbitral en cuestión, es necesario referirnos a la
segunda garantía referida en el derecho analizado, esto es,
el ser juzgado con observancia del trámite propio de cada
procedimiento.
Esta Corte, en relación al derecho referido, estableció lo
siguiente:
Es decir, al aceptar a trámite y sustanciar una causa en una
vía distinta a la que dispone la ley, viola el debido proceso
y exactamente lo que dispone el artículo 76 numeral 3 pues
queda claro que la demandante en el juicio de nulidad de
inscripción, equivocó la vía para demandar su pretensión, y el
juez violó el debido proceso al aceptarla a trámite y sustanciar
todo el juicio mediante vía ordinaria, cuando la ley dispone
claramente que para demandar la nulidad de una partida, se
lo debe hacer mediante juicio sumario; esto es, observando
el trámite propio de cada procedimiento, razón por la cual la
demanda ni siquiera debió haber sido admitida a trámite, pues
lo actuado implica que a la parte accionada se la haya obligado
a comparecer a un juicio que durante toda su tramitación se lo
hizo por la vía errónea para el efecto, lo cual es responsabilidad
absoluta del juez que admitió la causa a trámite así como a la
140 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
inobservancia de los juzgadores de segunda instancia, pues
del proceso se observa que la parte demandada en dicho juicio
advirtió a los jueces de que esa no era la vía para demandar
lo que se estaba demandando, pudiendo los mismos declarar
la nulidad del proceso, lo cual no ocurrió, y se continuó con
la tramitación del mismo, violando de esta forma el debido
proceso13.
En ese mismo sentido, este máximo tribunal de
interpretación constitucional, en concordancia con lo
anterior ha señalado que las partes procesales tienen
derecho “a que el proceso sea sustanciado dentro de los
parámetros y conforme a los procedimientos previstos en
la ley”14 y que en caso de existir vulneración al trámite
correspondiente, se vulnera el derecho constitucional
a ser juzgado con observancia al trámite propio de cada
procedimiento.
De conformidad con los argumentos expuestos, se colige
que la garantía en mención implica que la autoridad que
goce de la facultad jurisdiccional de administrar justicia,
debe obligatoriamente observar y cumplir con los
requerimientos que exija en todas sus fases el procedimiento
incoado, de acuerdo a la naturaleza del mismo, que deberá
ser analizada una vez se realice el examen de competencia
para conocer sobre el caso.
En relación al trámite propio del procedimiento arbitral, la
Ley de Arbitraje y Mediación, en su artículo 3, determina
lo siguiente:
Art. 3.- Las partes indicarán si los árbitros deben decidir en
equidad o en derecho, a falta de convenio, el fallo será en
equidad.
Si el laudo debe expedirse fundado en la equidad, los árbitros
actuarán conforme a su leal saber y entender y atendiendo a
los principios de la sana crítica. En este caso, los árbitros no
tienen que ser necesariamente abogados.
Si el laudo debe expedirse fundado en derecho, los árbitros
deberán atenerse a la ley, a los principios universales del
derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina. En este caso, los
árbitros deberán ser abogados.
sobre la controversia planteada, pudiendo diferir incluso
la calidad de abogados o no de los árbitros que conformen
el tribunal.
En virtud de lo referido, es pertinente señalar que los
árbitros, una vez realizan el examen de competencia
correspondiente, deben determinar si el arbitraje será
conducido en equidad o en derecho, para que las partes
puedan alegar, de acuerdo a la sana crítica o al ordenamiento
jurídico vigente, sobre los argumentos en contra o a favor
de las pretensiones contenidas en la demanda y, en base al
citado examen, estos concederán las pruebas y motivaran su
fallo de acuerdo a la naturaleza del procedimiento.
Realizadas las consideraciones relativas a la competencia
arbitral y al trámite propio que debe dársele a un
procedimiento de estas características, es menester que
esta Corte cite las clausulas compromisorias invocadas
por los demandantes, sus pretensiones y las excepciones
sobre competencia planteadas por los demandados, para
posteriormente contrastar dicha información con las
consideraciones realizadas por el tribunal arbitral dentro
del procedimiento sobre su competencia y sobre el
trámite para decidir. Finalmente, esta Corte establecerá si
los árbitros en cuestión, respetaron en el laudo el marco
competencial y el procedimiento para decidir, resuelto por
ellos previamente, al resolver la controversia planteada en
la demanda.
Los demandantes requirieron en la solicitud presentada,
la inmediata restitución a OCEANADVENTURES
S.A. de la suma de CUATROCIENTOS VEINTISÉIS
MIL QUINIENTOS SETENTA Y DOS DÓLARES DE
LOS ESTADOS UNIDOS DE AMÉRICA (U.S.D. $
426.572,00), por parte de los demandados, de acuerdo
al informe de auditoría que supuestamente establecía lo
adeudado, más los intereses correspondientes, costas y
gastos de patrocinadores legales.
La demanda presentada invocó tres clausulas arbitrales de
tres convenios distintos para resolver sobre la pretensión
contenida en la misma, por lo que es necesario hacer
referencia a los mismos:
-
Convenio de Consorcio, suscrito el 15 de abril de 1999,
estableciéndose como clausula compromisoria que,
“las partes acuerdan que todo litigio o discrepancia,
controversia o reclamación que entre cualquiera de
ellos se presente que fueran resultantes de la ejecución
o interpretación del presente convenio o relacionados
con él, directa o indirectamente, se resolverán mediante
arbitraje administrado por el Centro de Arbitraje
y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito,
República del Ecuador, de conformidad con la Ley
de Arbitraje y Mediación y con el Reglamento para el
Funcionamiento del Centro de Arbitraje y Mediación y
con el Reglamento para el Funcionamiento del Centro
de Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de
Quito”.
-
Contrato de promesa de escisión de una compañía y
otras estipulaciones y obligaciones suscrito el 14 de
mayo de 2003, el cual, en la cláusula décimo séptima,
Existen dos trámites propios para el desarrollo de
procedimientos arbitrales reconocidos en el Ecuador,
esto es, en derecho, en el cual los árbitros deberán ser
abogados y atenerse a la ley, a los principios universales
del derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina, desde
el inicio hasta la expedición del laudo; y por otra parte,
en equidad, en donde los árbitros, que no deben ser
necesariamente abogados, actuarán conforme a su leal
saber y entender y atendiendo a los principios de la sana
crítica. En ese sentido, ambos procedimientos contienen
marcadas diferencias que se deben observar al momento
de valorar las pruebas y definir las bases para decidir
13
14
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 074-13-SEP-CC,
caso N.º 2072-11-EP.
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 057-13-SEP-CC,
caso N.º 0455-12-EP.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 141
relativa a la solución de controversias, establece que las
mismas que resultaren de la interpretación o ejecución
del presente contrato, serán sometidas a la resolución
de un Tribunal de Arbitraje Administrado por la Cámara
de Comercio de Quito, debiendo fallarse en equidad, en
caso de que no haya podido ser resuelto amigablemente
por las partes.
-
Convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, el
cual en la cláusula tercera del citado contrato establece
que las divergencias que se deriven del análisis de la
auditoria contratada, se solucionarán amigablemente
entre las partes y si no fuere posible, dichas controversias
se someterán a la resolución de un Tribunal de Arbitraje
administrado por la Cámara de Comercio de Quito,
debiendo fallar en derecho.
Las clausulas compromisorias de los citados convenios,
si bien coinciden que en caso de controversias que no
puedan ser solucionadas amigablemente deben someterse
a un arbitraje administrado por el Centro de Arbitraje y
Mediación de la Cámara de Comercio de Quito, distan en
cuanto el objeto sobre el cual el tribunal debe resolver y el
procedimiento que debe seguirse para llegar a su resolución,
esto es, en derecho o en equidad.
Los demandados, en la contestación a la demanda
presentada el 17 de diciembre de 2007, alegaron como
excepciones relativas a la validez de los contratos invocados
la inaplicabilidad de las cláusulas compromisorias,
contenidas en el convenio de consorcio y el contrato
de promesa de escisión –señalando que la primera no se
pactó para el asunto relativo a la controversia y la segunda
es improcedente por haberse cumplido los objetivos–, e
insuficiencia de la cláusula compromisoria del convenio
arbitral, por cuanto la misma limita el arbitraje a determinar
la validez o no del informe de auditoría interna.
Una vez citado el objeto de la demanda presentada, las
cláusulas compromisorias invocadas por los demandantes
y las excepciones presentadas por los demandados,
corresponde a esta Corte realizar el análisis de la
declaratoria de competencia realizada por el Tribunal
Arbitral que expidió el laudo arbitral y su contraste con la
decisión contenida en la citada decisión.
En la audiencia de sustanciación celebrada el 19 de
noviembre de 2012, el Tribunal Arbitral del Centro de
Arbitraje y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito
estableció que, de acuerdo a lo señalado en el numeral 3
del acta suscrita que consta en las fojas 1658 a 1666 del
procedimiento arbitral, “declara su competencia para dictar
el laudo arbitral sobre la base de que la Primera Sala de
lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la
Corte Provincial de Pichincha declaró la nulidad de laudo
dictado en este proceso”.
De igual forma, el mencionado tribunal dentro del laudo
arbitral expedido el 20 de enero del 2014, materia de
esta acción, estableció en la parte relativa al análisis de
sus excepciones, contenida en el numeral 56, que las
consideraciones relativas a la validez procesal y a la
competencia del Tribunal fueron resueltas en audiencia de
sustanciación celebrada el 14 de marzo de 2008, cuando el
Tribunal Arbitral de ese entonces se declaró competente y
que dicha decisión surte efectos irrevocables, por tanto, no
pueden decidir nuevamente sobre esos puntos, recalcando
que la referida decisión fue ratificada por la justicia
ordinaria mediante sentencia de la Presidencia de la Corte
Provincial de Pichincha y reconocida por la Primera Sala
de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales
de la Corte Provincial de Pichincha en sentencia dictada 12
de mayo de 2011.
En los pronunciamientos sobre la competencia antes
referidos, el Tribunal Arbitral no resuelve, de acuerdo a
lo establecido en el artículo 22 de la Ley de Arbitraje y
Mediación, sobre la competencia del mismo en relación
a los convenios arbitrales invocados sobre los cuales va
a sustanciarse en arbitraje, ni sobre cuál es el trámite a
seguirse en el procedimiento para expedir el laudo.
El citado Tribunal Arbitral, dentro de las actuaciones
señaladas, se remite a lo establecido en la sentencia de
nulidad de laudo arbitral dictada el 12 de mayo de 2011
por la Primera Sala de lo Civil, Mercantil, Inquilinato y
Materias Residuales de la Corte Provincial de Pichincha,
y a la audiencia de sustanciación celebrada el 14 de
marzo del 2008, por un Tribunal Arbitral de la Cámara de
Comercio de Quito distinto, que sustanció la causa previo
a la declaratoria de nulidad del laudo arbitral expedido por
ellos.
Es evidente que la declaratoria de competencia del Tribunal
Arbitral no guarda concordancia con lo establecido en el
artículo 22 de la Ley de Arbitraje y Mediación, el mismo
que no resuelve por sí sobre su competencia ni sobre
la forma en que va a decidirse el arbitraje, sino que se
remite a decisiones de terceros que no son pertinentes
para el desarrollo del trámite en cuestión, una vez que,
este Tribunal, al haberse conformado nuevamente para
decidir producto de la declaratoria de nulidad del laudo
previamente expedido en la causa, tenía la obligación de
cumplir de manera clara con el requisito contenido en la
norma mencionada.
En relación a la sentencia de nulidad del laudo arbitral
dictada el 12 de mayo de 2011 por la Primera Sala de lo
Civil, Mercantil, Inquilinato y Materias Residuales de la
Corte Provincial de Pichincha, a la que hace referencia el
tribunal arbitral en sus decisiones sobre competencia, esta
no establece en ningún sentido sobre la competencia de los
árbitros para expedir su laudo, señalando únicamente que el
arbitraje sujeto a análisis fue resuelto en derecho, debiendo
establecer esta Corte que la citada Sala no tiene facultades
para resolver sobre este particular, sino únicamente sobre
las causales de nulidad invocadas objeto de su resolución.
En referencia a la audiencia celebrada el 14 de marzo del
2008, a la que remite el Tribunal Arbitral para decidir sobre
su competencia en el laudo, establece en la parte pertinente,
contenida en la foja 224 del procedimiento arbitral, lo
siguiente:
El Tribunal arbitral manifiesta que no queda duda de que
está sometido a arbitraje, en derecho al menos, el análisis de
142 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
la auditoría mencionada en el convenio arbitral referido en
los numerales 3 y 6 anteriores y la materia de reconvención
(convenios mencionados en los numerales 4 y 5 anteriores),
por lo cual el Tribunal se declara competente. El alcance de la
competencia en relación a otros instrumentos que contengan
clausulas compromisorias, así como los fundamentos, tanto
de la demanda como de contestación, la reconvención y la
contestación a ésta, serán materia del fondo de la Litis que se
resolverán en el laudo.
En ese sentido, la decisión sobre la competencia del
Tribunal realizada en la audiencia referida, establece que el
arbitraje debía conducirse en derecho y que era competente
para conocer sobre el análisis de la auditoría, de acuerdo
a lo establecido en el convenio arbitral suscrito el 14 de
mayo de 2003, debiendo resolverse posteriormente en el
laudo arbitral, sobre el resto de convenios. Posteriormente,
el mismo tribunal arbitral decidió el 13 de marzo del
2009, en la decisión que puso fin al pleito y declarada
posteriormente nula, resolver la causa “…conforme las
partes se lo señalaron en el convenio arbitral de 14 de mayo
de 2003, esto es ‘resolver las divergencias y controversias
que se deriven del análisis de la auditoría’…”.
En tal virtud, una vez que el tribunal arbitral no resolvió
efectiva y oportunamente sobre el alcance de su competencia
y sobre el procedimiento por el cual debía decidirse el
arbitraje, esta Corte infiere que por la remisión al contenido
de la audiencia de sustanciación celebrada el 14 de marzo
de 2008 el procedimiento arbitral debía sustanciarse sobre
la materia contenida en la cláusula compromisoria del
convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, debiendo
decidirse en derecho.
La decisión arbitral impugnada, en el numeral 57.1
establece que el contrato de promesa de escisión y el
convenio arbitral han sido válidamente celebrados y, por lo
mismo, constituyeron ley para las partes. Así también, en el
numeral 57.3 de la misma decisión establece que,
Para el Tribunal está claro que su objetivo es dilucidar las
discrepancias entre las partes respecto del informe de auditoría
interna, y, consecuentemente, declarar finalmente si la auditoría
se ha ajustado o no se ha ajustado a los términos contractuales
que le dieron origen y a las normas legales pertinentes, y si el
saldo final es imputable a una de las partes involucradas en la
cuenta relacionada materia de la auditoría interna, acordada
en la promesa de escisión de OCEANADVENTURES
celebrada el 14 de mayo de 2003 y reiterada en el acápite
2(objeto del contrato) del convenio arbitral suscrito en la
misma fecha. (énfasis añadido)
De acuerdo al laudo arbitral impugnado se colige que el
Tribunal Arbitral resolvió, de acuerdo al contenido de los
contratos de promesa de escisión y el convenio arbitral,
aceptar parcialmente las pretensiones contenidas en la
demanda, determinando que estos son ley para las partes
litigantes, habiendo citado ambos contratos como sujeto de
análisis para resolver sobre la controversia planteada.
Una vez que el tribunal arbitral se declaró competente
para resolver únicamente sobre controversias relativas
al convenio arbitral suscrito el 14 de mayo de 2003, de
acuerdo a la audiencia de sustanciación celebrada el 14
de marzo de 2008 y, por otra parte, fundamentó y decidió
en el laudo sobre el contenido del contrato de promesa de
escisión previamente referido, el tribunal conoció sobre
elementos fuera de su campo de acción, verificándose de
esta forma la vulneración del derecho de los accionantes a
ser juzgados por juez o autoridad competente de acuerdo a
la materia.
Así también, la cláusula compromisoria del contrato de
promesa de escisión de una compañía y otras estipulaciones
y obligaciones antes referidas, señalan que el arbitraje
debía ser resuelto en equidad, por lo que, de acuerdo a lo
convenido por las partes, no correspondía realizar el análisis
de fondo sobre el mismo mediante un arbitraje en derecho,
de acuerdo a lo establecido en el artículo 3 de la Ley de
Arbitraje y Mediación, conforme lo sustanció el Tribunal
en la decisión impugnada, vulnerándose de esta forma el
trámite propio de cada procedimiento que, por acuerdo de
las partes, debía dársele a las controversias concernientes al
contrato antes referido.
Por las consideraciones expuestas, el laudo arbitral de
20 de enero de 2014 expedido por el Tribunal Arbitral
del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara de
Comercio de Quito en la causa signada con el N.° 0592007, vulneró el derecho al debido proceso respecto de la
garantía de ser juzgado por juez o autoridad competente y
con observancia del trámite propio de cada procedimiento,
consagrado en el artículo 76 numeral 3 de la Constitución
de la República.
2.- El laudo arbitral expedido el 20 de enero de 2014
por el Tribunal Arbitral del Centro de Arbitraje
y Mediación de la Cámara de Comercio de Quito,
¿vulnera el derecho constitucional a la seguridad
jurídica, consagrado en el artículo 82 de la Constitución
de la República?
Una vez resuelto el problema jurídico anterior, declarando
que existió vulneración del derecho al debido proceso en la
garantía de ser juzgado por un juez o autoridad competente
con observancia del trámite propio de cada procedimiento,
esta Corte considera necesario afirmar, en relación al
derecho constitucional a la seguridad jurídica, que este
constituye una garantía consustancial en nuestro Estado
constitucional de derechos y justicia15, cuya legitimidad
encuentra fundamentación en la Constitución cuando
se garantiza el acatamiento a los preceptos enunciados
explícitamente como tales y el respeto a la aplicación de
normas jurídicas previas, claras y públicas por parte de las
autoridades competentes. Es decir, supone la expectativa
razonablemente fundada de los ciudadanos en saber la
actuación de los poderes públicos en aplicación de las
normas legales que integran nuestro ordenamiento jurídico.
Es indiscutible también que el derecho a la seguridad
jurídica se encuentra interrelacionado al derecho al
debido proceso, una vez que la vulneración del derecho
al debido proceso se produce por la inobservancia de
15
Constitución de la República del Ecuador, artículo 1.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 143
normas vinculadas a esta garantía, inobservancia que
conlleva usualmente a la transgresión del derecho a la
seguridad jurídica, cuando la norma incumplida alcanza
el rango de vulneración constitucional. Esta relación o
interdependencia de los derechos se ve reflejada en el
artículo 11 numeral 6 de la Constitución de la Republica,
el cual señala que “Todos los principios y derechos son
inalienables, irrenunciables, indivisibles, interdependientes
y de igual jerarquía”. Consecuentemente, la vulneración de
un derecho implicaría en cierto grado la vulneración de otro
derecho adyacente, como este caso sucede con el derecho a
la seguridad jurídica y el debido proceso.
El artículo 82 de la Constitución de la República del
Ecuador, en relación al derecho a la seguridad jurídica,
establece que éste “se fundamenta en el respeto a la
Constitución y en la existencia de normas jurídicas
previas, claras, públicas y aplicadas por las autoridades
competentes”.
por el Estado al individuo, para que su integridad, bienes
y derechos no sean transgredidos, y si esto llegara a
producirse, le sean restaurados a través de la normativa
constitucional y legal existente aplicada por las autoridades
competentes. En resumen, la seguridad jurídica es la
certeza que tiene el individuo de que su situación jurídica
no será modificada más que por procedimientos regulares
y conductos establecidos previamente, mediante el respeto
a la Constitución y en la existencia de normas previas,
claras, públicas y aplicadas por autoridades competentes.
Al respecto, es preciso señalar que una de las formas de
garantizar el derecho a la seguridad jurídica y por ende
garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos
de las partes es el principio de legalidad. Así lo sostuvo
la Corte Constitucional, para el periodo de transición, al
manifestar en la sentencia N.º 015-10-SEP-CC que:
“Las Constituciones de nuestros países garantizan la seguridad
jurídica a través de algunas concreciones como: el principio de
la legalidad, la publicidad de las normas, la irretroactividad de
las disposiciones sancionadoras no favorables o restrictivas de
derechos individuales…”18 (sic).
Esta Corte ha señalado sobre el derecho a la seguridad
jurídica que,
…constituye el pilar sobre el cual se asienta la confianza
ciudadana respecto de las actuaciones de los poderes públicos,
pues brinda a las personas certeza de que la aplicación
normativa se realizará acorde a la Constitución y que las
normas aplicables al caso concreto han sido determinadas
previamente, son claras y públicas, y aplicadas únicamente por
autoridad competente. Solo de esta manera se logra conformar
una certeza de que la normativa existente en la legislación será
aplicada cumpliendo ciertos lineamientos que garantizan el
acceso a la justicia y una tutela efectiva, imparcial y expedita
de sus derechos e intereses…16.
Es así que la seguridad jurídica representa la certeza del
cumplimiento de normas claras y públicas contenidas en el
ordenamiento jurídico, las mismas que deben ser aplicadas
por la autoridad competente en concordancia con la
Constitución de la República, constituyéndose tal garantía
en un mecanismo de defensa que asegura un trato igual de
todos los ciudadanos ante la misma, frente a los posibles
abusos de los órganos del Estado.
El citado principio se encuentra establecido en el artículo
226 de la Constitución de la República, el cual prescribe
que “Las instituciones del Estado, sus organismos,
dependencias, las servidoras o servidores públicos y las
personas que actúen en virtud de una potestad estatal
ejercerán solamente las competencias y facultades que les
sean atribuidas en la Constitución y la ley…”.
En aplicación del mismo, la Corte Constitucional debe
identificar en el presente problema jurídico si el derecho
a la seguridad jurídica se transgredió por las autoridades
pertinentes, al resolver las controversias sometidas a su
conocimiento, siendo su obligación la de observar la
normativa vigente aplicable al caso concreto.
En ese sentido, el artículo 3 de la Ley de Arbitraje y
Mediación establece lo siguiente:
Art. 3.- Las partes indicarán si los árbitros deben decidir en
equidad o en derecho, a falta de convenio, el fallo será en
equidad.
La citada garantía tiene relación con el cumplimiento de
los mandatos constitucionales, estableciéndose mediante
aquel postulado una verdadera supremacía material del
contenido de la Constitución de la República del Ecuador,
generando certeza respecto a una aplicación normativa,
acorde a la Constitución, del resto de normas que formen
parte del ordenamiento jurídico del país17.
De tal forma el Estado, como ente regulador de las
relaciones en sociedad, no solo establece los lineamientos
y normas a seguir, sino que en un sentido más amplio
tiene la obligación de brindar “seguridad jurídica” al
ejercer su poder estatal. La citada garantía debe otorgarse
16
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 121-13-SEP-CC,
caso N.° 0586-11-EP.
17
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 0016-13-SEP-CC,
caso N.° 1000-12-EP.
Si el laudo debe expedirse fundado en la equidad, los árbitros
actuarán conforme a su leal saber y entender y atendiendo a los
principios de la sana crítica. En este caso, los árbitros no tienen
que ser necesariamente abogados.
Si el laudo debe expedirse fundado en derecho, los árbitros
deberán atenerse a la ley, a los principios universales del
derecho, a la jurisprudencia y a la doctrina. En este caso, los
árbitros deberán ser abogados.
El artículo antes citado establece claramente que las
partes son las encargadas y las que tienen la facultad de
determinar si los árbitros deben decidir en equidad o en
18
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.º 015-10-SEP-CC,
caso N.º 0135-09-EP.
144 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
derecho, y en caso que no se hubiere estipulado en el
convenio arbitral sobre cómo deben resolver, se entiende
tácitamente que el fallo deberá decidirse en equidad y por
tanto, conducirse el proceso como tal.
Al ser las bases para expedir un laudo, en derecho
o en equidad, manifiestamente yuxtapuestas por los
lineamientos que deben seguir, no se puede decidir en
el fallo de ambas formas por ser trámites distintos para
resolver la controversia. Por tanto, es necesario para
esta Corte señalar que es obligación del tribunal arbitral
determinar con claridad sobre la forma en que debe
decidirse la causa, para brindar certeza a las partes del
procedimiento con el se conducirá en arbitraje y conozcan
sobre el método por el cual se valorarán las pruebas que
estos soliciten.
En concordancia al caso que nos ocupa, el Tribunal Arbitral
en cuestión, en la audiencia de sustanciación celebrada,
no determinó de ninguna forma cuál era el procedimiento
mediante el cual ellos tenían que conducir y decidir
sobre las controversias planteadas, sino únicamente se
declaró competente, remitiendo a la lectura de la sentencia
de un laudo de nulidad previo que estableció que la
decisión nulitada fue expedida conforme a derecho. De
la misma forma, la decisión arbitral impugnada establece
en el numeral IX, relativo a la resolución, que por las
consideraciones realizadas resuelven sobre las pretensiones
de la demanda en derecho.
Al no haberse resuelto sobre la forma de conducirse el
arbitraje en la audiencia de sustanciación y por establecerse
en el laudo arbitral impugnado que el Tribunal decidió en
base a derecho, es necesario que esta Corte determine si
tal forma correspondía de acuerdo a lo señalado por las
partes, en concordancia con el contenido de la decisión
impugnada.
La cláusula compromisoria contenida en el contrato
de promesa de escisión, sobre el cual conoció y se
fundamenta el Tribunal Arbitral para su fallo, determina
inequívocamente que de existir controversias sobre la
materia del contrato en cuestión, el fallo deberá decidirse en
equidad, en concordancia con lo establecido en el artículo 3
de la Ley de Arbitraje y Mediación, y no en derecho como
ocurrió.
Ante lo expuesto, una vez que el Tribunal Arbitral resuelve
en la decisión impugnada, de acuerdo a las bases del
derecho sobre materia que obligatoriamente debía ser
decidida en equidad, tal como lo señala expresamente
el contrato de promesa de escisión referido, el Tribunal
incumplió con lo establecido en el artículo 3 de la Ley de
Arbitraje y Mediación que determina que debe actuar de
acuerdo a lo convenido por las partes.
La inobservancia del artículo mencionado genera ausencia
de certeza del cumplimiento de normas claras y públicas
contenidas en el ordenamiento jurídico, en concordancia
con la Constitución de la República, una vez que la citada
regla de obligatorio cumplimiento no fue acatada por
la autoridad competente, transgrediéndose el principio
de legalidad y por tanto, vulnerándose el derecho a la
seguridad jurídica.
En conclusión, esta Corte Constitucional considera que la
decisión impugnada, expedida el 20 de enero de 2014 por
el Tribunal Arbitral del Centro de Mediación y Arbitraje
de la Cámara de Comercio de Quito, en la causa signada
con el N.° 059-2007, vulneró el derecho a la seguridad
jurídica consagrado en el artículo 82 de la Constitución de
la República.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República, el Pleno de la Corte Constitucional, expide la
siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar la vulneración del derecho constitucional al
debido proceso respecto a la garantía de ser juzgado por
juez o autoridad competente con observancia del trámite
propio de cada procedimiento, así como el derecho a
la seguridad jurídica, previstos respectivamente en los
artículos 76 numeral 3 y 82 de la Constitución de la
República.
2. Aceptar la acción extraordinaria de protección
presentada.
3. Como medidas de reparación integral, se dispone lo
siguiente:
3.1. Dejar sin efecto el laudo arbitral del 20 de enero
de 2014, expedido por el Tribunal Arbitral del
Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara
de Comercio de Quito, en la causa signada con
el N.° 059-2007, y posteriores actuaciones como
consecuencia de la misma.
3.2. Retrotraer el procedimiento arbitral hasta el
momento en el cual se produjo la vulneración
de los derechos constitucionales, esto es, en la
audiencia de sustanciación de la demanda del
19 de septiembre de 2011, mediante la cual se
declaró competente sin determinar el alcance de su
competencia en relación a las cláusulas arbitrales
invocadas ni el tramite propio del procedimiento
mediante el cual debía decidir en el laudo arbitral
expedido dentro de la causa N.° 059-2007, ante
lo cual, el Centro de Arbitraje y Mediación de la
Cámara de Comercio de Quito, deberá escoger a
los árbitros que conformarán un nuevo tribunal
arbitral de acuerdo a la ley y lo convenido por
las partes, quienes deberán celebrar la audiencia
de sustanciación, conducir el procedimiento y
expedir un laudo en observancia de los derechos
constitucionales al debido proceso y seguridad
jurídica analizados en la presente sentencia.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 145
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade; sin contar con la
presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de
abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0543-14-EP
compañía CAMEL S.A. en liquidación1, y por el abogado
Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de procurador
designado por el director regional del sur del Servicio de
Rentas Internas.
La Secretaría General de la Corte Constitucional certificó
de conformidad con lo establecido en el inciso segundo del
cuarto artículo innumerado agregado a continuación del
artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos de
Competencia de la Corte Constitucional, que en referencia
a la acción N.° 0868-14-EP, no se ha presentado otra
demanda con identidad de objeto y acción.
Mediante providencia del 08 de octubre de 2014, la Sala
de Admisión de la Corte Constitucional, integrada por las
juezas constitucionales Wendy Molina Andrade, Tatiana
Ordeñana Sierra y Ruth Seni Pinoargote, admitió a trámite
la acción extraordinaria de protección N.° 0868-14-EP.
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
Mediante providencia del 13 de enero de 2015, el juez
constitucional Alfredo Ruiz Guzmán, juez sustanciador
de la causa en virtud del sorteo efectuado por el Pleno del
Organismo en sesión ordinaria del 30 de octubre de 2014,
avocó conocimiento de la causa N.° 0868-14-EP y dispuso
la respectiva notificación a las partes procesales.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
De la solicitud y sus argumentos
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Manifiesta en primer lugar la representante del Servicio de
Rentas Internas que la administración tributaria en ejercicio
de las facultades establecidas en los artículos 68, 90 y 91
del Código Tributario, emitió el acta de determinación N.°
1120080100013 en contra del contribuyente CAMEL S.A.
en liquidación, por concepto de impuesto a la renta del
ejercicio fiscal 2005.
Quito, D.M., 08 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 114-15-SEP-CC
CASO N.° 0868-14-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La economista María Augusta Mora Andrade, en calidad
de directora regional del sur del Servicio de Rentas
Internas, presentó una demanda de acción extraordinaria
de protección en contra de la sentencia dictada el 24 de
abril de 2014 por la Sala Especializada de lo Contencioso
Tributario de la Corte Nacional de Justicia, que resolvió
los recursos extraordinarios de casación dentro del juicio
N.° 45-2012, que fueron presentados respectivamente y de
manera individual por parte del abogado Álvaro Leandro
Reyes Abarca, en calidad de representante legal de la
Indica la accionante que dicho contribuyente, ante la
negativa del reclamo administrativo presentado en contra
del acta de determinación referida, compareció ante el
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.°
5, con competencia en las provincias de Loja y Zamora
Chinchipe.
Expone también que frente a la decisión judicial del
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5,
la administración tributaria interpuso recurso extraordinario
de casación, cuyo conocimiento y resolución estuvo a cargo
de la Sala Especializada de la Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia, a través de sentencia dictada el
24 de abril de 2014.
Señala la legitimada activa que el artículo 172 de la
Constitución de la República prescribe que las juezas y
jueces serán responsables por el perjuicio que se cause a
las partes procesales por el retardo, negligencia, denegación
de justicia o quebrantamiento de la ley, y que la Sala
1
El recurrente formuló el recurso principalmente en el marco de
la causal primera (respecto al artículo 20 de la Ley Orgánica de
Régimen Tributario y al artículo 39 del Reglamento a la Ley Orgánica
de Régimen Tributario Interno) y de la causal cuarta (en relación al
artículo 273 del Código del Tributario) del artículo 3 de la Ley de
Casación.
146 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia dejó en indefensión al Servicio de
Rentas Internas por cuanto no se pronunció sobre el tema
esencial recurrido por la administración tributaria.
Manifiesta que la administración tributaria cumplió con
las normas y artículos previstos para la interposición del
recurso extraordinario de casación, en tanto observó
aspectos relacionados con la temporalidad, legitimación
activa, requisitos formales y de procedencia, entre otros.
Finalmente, a criterio de la accionante la sentencia objetada
vulnera derechos constitucionales por cuanto la Sala de
la Corte Nacional de Justicia no se pronunció sobre la
alegación realizada por la administración tributaria sobre
la falta de aplicación del artículo 91 del Código Tributario.
Identificación de los derechos presuntamente vulnerados
por la decisión judicial
La representante del Servicio de Rentas Internas manifiesta
que los derechos constitucionales vulnerados mediante la
expedición de la sentencia impugnada son los establecidos
en los artículos 76 y 82 de la Constitución de la República.
Pretensión concreta
En atención a lo mencionado, la accionante solicita:
De lo expuesto aparece claramente que la sentencia censurada
no se ajustó a las normas de Constitución, por lo que solicito
que la Corte Constitucional expida una sentencia para: 1.Aceptar la acción extraordinaria de protección porque la
sentencia impugnada vulnera los derechos al debido proceso, a
la defensa, a la tutela judicial efectiva y a la seguridad jurídica;
2. En consecuencia, ordenar la reparación integral al afectado
SRI; 2.1. Dejando sin efecto la sentencia de fecha 24 de abril
de 2014, las 11h00, en cuanto rechaza el recurso de casación
presentado por la Administración Tributaria, expedido por la
Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia.
Decisión judicial impugnada
Sentencia dictada el 24 de abril de 2014 por la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia
Quito, a 24 de abril de 2014. CORTE NACIONAL
DE JUSTICIA, SALA ESPECIZALIZADA DE LO
CONTENCIOSO TRIBUTARIO.- Las 11h00…3.1- Esta Sala
es competente para conocer y resolver el presente recurso, de
conformidad con lo dispuesto en el numeral 1 del art. 184 de la
Constitución de la República del Ecuador, en concordancia con
el art. 1 de la Codificación de Ley de Casación y el numeral 1,
segunda parte, del art. 185 del Código Orgánico de la Función
Judicial…6.2.- Respecto a la causal primero alegada por
CAMEL S.A. EN LIQUIDACIÓN…Esta Sala Especializada
considera que la causal primera tiene relación con lo que se
denomina vicios in iudicando ya sea por aplicación indebida,
falta de aplicación o errónea interpretación de las normas
de derecho o precedentes jurisprudenciales. En el presente
caso, el recurrente alega que ha existido falta de aplicación
en la sentencia del art. 20 de la Ley Orgánica de Régimen
Tributario Interno y del art 39 del Reglamento a la Ley
Orgánica de Régimen Tributario Interno…es evidente que en
el presente caso no existe una argumentación clara y concreta
de los fundamentos con adecuada demostración, del por qué
existe a su criterio tal falta de aplicación de las normas antes
indicadas…Este vacío no puede ser llevado por este Tribunal
de Casación, más aun teniendo en cuenta que en la primera
causal se realiza el control de legalidad en base a los hechos
probados por el Tribunal de Instancia, por lo que esta Sala no
encuentra que se ha configurado la causal primera invocada
por el recurrente…6.3.- En atención a la causal cuarta alegada
por CAMEL S.A. EN LIQUIDACIÓN…estaríamos frente al
vicio de citra petita ya que supuestamente no se ha resuelto
sobre alguna o algunas pretensiones de la demanda o sobre las
excepciones propuestas…se colige que en el fallo de instancia
sí se han considerado y resuelto todas las pretensiones del
actor, tanto es así que a fojas 7338 vta- 7340 del proceso se
establece que el fallo resuelve todas las pretensiones indicadas
a saber…Por lo expuesto esta Sala no encuentra que se ha
configurado la causal cuarta invocada por el recurrente. 6.4.
Respecto a la causal tercera alegada por el Director Regional
del Sur del Servicio de Rentas Internas indica que ha existido
“falta de aplicación” de lo dispuesto en el art. 91 de la Ley
de Régimen Tributario Interno, menciona el art. 300 de la
Constitución y art. 68 del Código Tributario indica que no
existió un análisis de la prueba otorgada por la administración
tributaria, menciona los arts. 91…e indica que la sentencia
adolece de la falta de motivación…La valoración de la prueba
es una atribución jurisdiccional soberana o autónoma de los
jueces o tribunales de instancia. El Tribunal de Casación no
tiene otra atribución que la de fiscalizar o controlar que en
esa valoración no se hayan violado normas de derecho que
regulen expresamente la valoración de la prueba. En esta
virtud, el recurrente para que prospere el recurso de casación
por la causal tercera debe cumplir las siguientes exigencias,
que requiere la técnica jurídica: 1.- Identificar el medio de
prueba en el que, a su juicio, se ha infringido la norma o
normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba;
2.- Identificar la norma o normas de derecho que regulan la
valoración de esa prueba; 3.- Demostrar con razonamientos
de lógica jurídica completos, concretos y exactos, en qué
consiste la transgresión de la norma o normas de derecho
que regulan la valoración de la prueba; 4.- Identificar las
normas sustantivas o materiales que en la parte resolutiva de
la sentencia han sido equivocadamente aplicadas o no ha sido
aplicadas, por la transgresión de los preceptos jurídicos que
rigen la valoración de la prueba. En el presente caso, de la
lectura del recurso, no concurren los requisitos exigidos para
que prospere la causal alegada…A más de lo dicho, es criterio
de esta Sala Especializada que la falta de motivación de una
sentencia debe ser planteada con base en la causal quinta de la
Ley de Casación, por lo que no procede analizarla al amparo
de la causal tercera alegada, por lo que no procede analizarla
al amparo de la causal tercera alegada, por lo que esta Sala
no encuentra que se ha configurado el cargo invocado por
el recurrente. 6.5.- Respecto a la causal primera alegada por
el Director Regional del Sur del Servicio de Rentas Internas
indica que ha existido “errónea interpretación” de lo dispuesto
en el artículo 90 del Código Tributario, menciona el art. 7 del
Código Civil…En atención al precedente jurisprudencial que
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 147
consta en la Resolución de 4 de mayo de 2011 publicada en
el Registro Oficial No. 471 de 16 de junio de 2011…esta Sala
considera que el Tribunal de Instancia ha actuado con estricto
apego a la normativa legal y jurisprudencial pertinente al caso.
VIII DECISIÓN. 7.1 Como se evidencia, la decisión tomada
por el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo No.
5 de Loja y Zamora Chinchipe, con competencia en materia
contencioso Tributario el de 23 de agosto de 2011, las 16h48,
no incurre en los vicios alegados por los recurrentes. 7.2.Por estas consideraciones, la Corte Nacional de Justicia, Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario, Administrando
justicia, en nombre del pueblo soberano del Ecuador, y por
autoridad de la Constitución y las leyes de la República. VIII
RESUELVE: 8.1.- Desechar los recursos interpuestos con
base en las consideraciones puntualizadas en el acápite VI de
la presente sentencia… (sic)
De la contestación a la demanda y sus argumentos
Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia
Comparecen la doctora Maritza Tatiana Pérez Valencia,
en calidad de jueza nacional, y los doctores José Luis
Terán Suárez y Juan Gonzalo Montero Chávez, en calidad
de conjueces nacionales, de la Sala Especializada de lo
Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia,
manifestando en lo principal:
Que la sentencia objeto de la presente acción extraordinaria
de protección, dictada dentro del recurso extraordinario
de casación N.° 45-2012, fue dictada en observancia los
derechos al debido proceso, a la seguridad jurídica, a la
defensa y a la tutela judicial efectiva y expedita de las partes
procesales, así como también que se encuentra debidamente
motivada conforme los argumentos fácticos y jurídicos que
constan en la misma.
Finalmente, solicitan que se rechace la acción
extraordinaria de protección presentada por la economista
María Augusta Mora Andrade, en calidad de directora
regional del sur del Servicio de Rentas Internas.
Procuraduría General del Estado
Comparece el abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en
calidad de director nacional de patrocinio y delegado
del Procurador General del Estado, señalando casilla
constitucional para los fines pertinentes.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
El Pleno de la Corte Constitucional, según las atribuciones
establecidas en los artículos 94 y 437 de la Constitución de la
República, en el artículo 58 y siguientes de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, y en
el artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional, es competente
para conocer y pronunciarse sobre la presente acción
extraordinaria de protección.
Análisis constitucional
Conforme las consideraciones anotadas, con la finalidad
de resolver la presente acción extraordinaria de protección,
esta Corte Constitucional establece el siguiente problema
jurídico:
La sentencia dictada el 24 de abril de 2014 por la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia ¿vulnera el derecho al debido
proceso en la garantía de motivación, prevista en el
artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución de la
República?
La Constitución de la República en su artículo 76 numeral
7 literal l prescribe lo siguiente:
Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser
motivadas. No habrá motivación si en la resolución no se
enuncian las normas o principios jurídicos en que se funda y
no se explica la pertinencia de su aplicación a los antecedentes
de hecho. Los actos administrativos, resoluciones o fallos
que no se encuentren debidamente motivados se considerarán
nulos. Las servidoras o servidores responsables serán
sancionados.
El Pleno de la Corte Constitucional del Ecuador señaló
en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del
caso N.° 0401-13-EP, que la garantía de motivación tiene
condiciones mínimas que deben ser observadas por las
autoridades jurisdiccionales, siendo estas la razonabilidad,
lógica y comprensibilidad.
Respecto a los parámetros referidos, este Organismo
en la sentencia N.° 225-14-SEP-CC, dictada dentro del
caso N.° 0289-13-EP, determinó respecto al requisito
de razonabilidad que “implica la fundamentación de la
decisión del juez y la construcción de su criterio debe
realizarse sobre la base de las fuentes del derecho que
en el caso concreto, resultan aplicables y pertinentes”.
En lo que respecta al requisito de la lógica señaló que se
refiere a que la resolución debe ser construida “sobre la
base de premisas debidamente coherentes y concatenadas
entre sí, pero principalmente con la conclusión que de
aquellas se obtiene”. Finalmente, sobre el parámetro de
la comprensibilidad indicó que se vincula con la “claridad
del lenguaje utilizado por el juzgador para exponer su
argumento y garantizar que el fallo sea adecuadamente
entendido, tanto por las partes procesales como por el gran
auditorio social”.
En este contexto, es de trascendental importancia
que las autoridades jurisdiccionales identifiquen con
claridad absoluta la naturaleza del proceso puesto en su
conocimiento a fin de que, entre otros aspectos, determinen
de manera adecuada las disposiciones normativas,
tanto constitucionales como legales y jurisprudenciales,
pertinentes para la resolución correspondiente.
En este sentido, este Organismo estima oportuno señalar
que la decisión objeto de la presente acción extraordinaria
de protección es consecuencia de la interposición de un
recurso extraordinario de casación por parte del abogado
148 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Álvaro Leandro Reyes Abarca, en calidad de representante
legal de la compañía CAMEL S.A. en liquidación, y por
el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de
procurador designado por el director regional del sur del
Servicio de Rentas Internas2, en contra de la sentencia
dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de
lo Contencioso Administrativo N° 5.
de casación, esta Corte procederá a pronunciarse sobre
la observancia o no de los parámetros que componen la
garantía de motivación, a fin de dar solución al problema
jurídico planteado, procediendo a continuación de revisar
la razonabilidad, lógica y comprensibilidad del fallo
impugnado.
Razonabilidad
Ahora bien, una vez que se ha hecho referencia a los
antecedentes inmediatos a la decisión jurisdiccional
cuestionada, esta Corte considera oportuno realizar algunas
consideraciones respecto al recurso extraordinario de
casación, para posteriormente pronunciarse sobre los
parámetros previstos para la existencia de una debida
motivación.
En este orden de ideas, esta Corte en la sentencia N.°
132-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1735-13-EP,
ratificó lo expuesto en la sentencia N.° 001-13-SEP-CC,
dictada dentro del caso N.° 1647-11-EP, al señalar que los
jueces que conocen y resuelven un recurso de casación no
tienen competencia para:
…Analizar temas de mera legalidad, que ya fueron resueltos
y discutidos en las instancias inferiores, como por ejemplo el
análisis de informes periciales, o la procedencia y valoración
de pruebas, ya que si esto fuera así se desconocería la
independencia interna de los jueces y tribunales…garantizada
en la Constitución de la República en el artículo 168 numeral
1 que reza: Los órganos de la Función Judicial gozarán
de independencia interna y externa. Toda violación a este
principio conllevará responsabilidad administrativa, civil y
penal de acuerdo con la ley.
No obstante de lo mencionado, las autoridades
jurisdiccionales sí podrían analizar los preceptos jurídicos
sobre la valoración de la prueba, conforme lo establecido
por el Pleno de este Organismo en la sentencia N.°
001-13-SEP-CC, dictada dentro del caso N.° 1647-11-EP,
al “valorar la contravención a la ley, indebida aplicación o
errónea interpretación de la misma para la valoración de la
prueba”.
De las transcripciones realizadas se desprende con claridad
que las autoridades jurisdiccionales competentes para el
conocimiento y resolución de un recurso extraordinario de
casación, tienen exclusivamente como universo de análisis
las alegaciones realizadas por el recurrente, así como la
sentencia objeto de impugnación, pero tomando en cuenta
además que las referidas autoridades no se encuentran
facultadas para valorar nuevamente pruebas ni analizar el
contenido de información, informes periciales que habrían
sido discutidos en instancias anteriores.
Dicho esto y continuando con el análisis constitucional, una
vez que se ha hecho referencia a algunas consideraciones
sobre la competencia de las autoridades jurisdiccionales en
el conocimiento y resolución de un recurso extraordinario
2
El casacionista fundó su recurso de manera principal en lo previsto en
la causal primera (en relación al artículo 90 del Código Tributario) y
en la causal tercera (en relación al artículo 91 de la Ley de Régimen
Tributario Interno) del artículo 3 de la Ley de Casación.
En lo que respecta al requisito de razonabilidad, que
se encuentra relacionado con la determinación de las
disposiciones normativas constitucionales, legales y/o
jurisprudenciales (fuentes de derecho) en las que la
autoridad jurisdiccional funda su decisión, este Organismo
observa lo siguiente:
La Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia radicó su competencia para el
conocimiento y resolución del recurso extraordinario de
casación interpuesto por el abogado Álvaro Leandro Reyes,
en calidad de representante legal de la compañía CAMEL
S.A. en liquidación, y por el abogado Claudio Renato
Galarza Viera, en calidad de procurador designado por el
director regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en
contra de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por
el Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.°
5, de acuerdo a lo establecido en el artículo 184 numeral 1
de la Constitución de la República, así como también en
el artículo 1 de la Ley de Casación y en la el artículo 185
numeral 1 segunda parte del Código Orgánico de la Función
Judicial.
En este sentido, este Organismo precisa que el requisito
de razonabilidad no se agota exclusivamente en la
determinación de las fuentes normativas en las que la
autoridad jurisdiccional radicó su competencia, sino
también en aquellas en las que la autoridad sustentó sus
razonamientos, conclusiones y decisión.
En este contexto, sobresale del contenido de la decisión
objetada la conclusión realizada por la Sala de la Corte
Nacional de Justicia en su considerando 6.5, en observancia
al precedente jurisprudencial que consta en la resolución
expedida el 04 de mayo de 2011, publicada en el Registro
Oficial N.° 471 del 16 de junio de 2011, en tanto señaló
“En atención al precedente jurisprudencial que consta
en la Resolución de 4 de mayo de 2011 publicada en el
Registro Oficial No. 471 de 16 de junio de 2011..., esta
Sala considera que el Tribunal de instancia ha actuado
con estricto apego a la normativa legal y jurisprudencia
pertinente al caso” (sic).
Continuando con el análisis del caso sub judice, resalta de
la decisión objeto de la presente acción extraordinaria de
protección lo manifestado por la Sala de la Corte Nacional
de Justicia en su considerando 6.4, sobre la alegación
realizada por el Servicio de Rentas Internas en relación a
la falta de aplicación del artículo 91 de la Ley de Régimen
Tributario Interno:
El Tribunal de Casación no tiene otra atribución que la de
fiscalizar o controlar que en esa valoración no se hayan
violado normas de derecho que regulen expresamente la
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 149
valoración de la prueba. En esta virtud, el recurrente para
que prospere el recurso de casación por la causal tercera debe
cumplir las siguientes exigencias…1. Identificar el medio
de prueba en el que, a su juicio, se ha infringido la norma o
normas de derecho que regulan la valoración de esa prueba.
2.- Identificar la norma o normas de derecho que regulan la
valoración de esa prueba…En el presente caso, de la lectura
del recurso, no concurren los requisitos exigidos para que
prospere la causal alegada…
En este sentido, este Organismo observa del contenido de
la decisión objeto de la presente acción extraordinaria de
protección que la Sala Especializada de lo Contencioso
Tributario de la Corte Nacional de Justicia procedió a
adoptar su decisión –desechar los recursos de casación
interpuestos– principalmente sobre la base de que la
sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal
Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5 no incurrió
en los vicios alegados por los recurrentes.
Al respecto, este Organismo no observa la determinación
de la fuente de derecho –vacío jurídico– respecto de la cual
la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia fundó su conclusión de que la
alegación realizada por parte de la dirección del Servicio de
Rentas Internas no era procedente en tanto no cumplió con
las exigencias antes descritas.
Al respecto, esta Corte evidencia que la Sala de la Corte
Nacional de Justicia en el considerando 5.1 determinó
los cargos formulados por los recurrentes en contra de la
sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el Tribunal
Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5, así por
ejemplo:
Finalmente esta Corte, en atención a lo manifestado
en párrafos precedentes y toda vez que el requisito de
razonabilidad no se agota en el establecimiento de los
preceptos normativos relacionados con la competencia de
la judicatura para el conocimiento y resolución del recurso
puesto en su conocimiento, sino que requiere también
la determinación de las fuentes de derecho en las que la
autoridad jurisdiccional funda su razonamiento y toda
vez que este Organismo conforme lo expuesto determinó
la ausencia de la fuente normativa que sustentó el análisis
de la Sala respecto a la alegación realizada por el Servicio
de Rentas Internas, concluye que la Sala Especializada de
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
inobservó el requisito sujeto a análisis.
5.1…CARGOS FORMULADOS POR EL DIRECTOR
REGIONAL DEL SUR DEL SERVICIO DE RENTAS
INTERNAS. Cargo 1: “Falta de aplicación” de lo dispuesto en
el art. 91 de la Ley de Régimen Tributario Interno, menciona
el art. 300 de la Constitución y art. 68 del Código Tributario
indica que no existió un análisis de la prueba otorgada por la
administración tributaria, menciona los art. 91, 96.3 y 97 del
Código Tributario… (sic)
Lógica
Ahora bien, este Organismo constata del contenido de
la decisión objeto de la presente garantía jurisdiccional
que la Sala Especializada de lo Contencioso Tributario
de la Corte Nacional de Justicia procedió a pronunciarse
respecto a determinadas alegaciones realizadas por parte de
la compañía CAMEL S.A. en liquidación y del Servicio de
Rentas Internas, respectivamente:
En lo que respecta al parámetro de la lógica, este Organismo
precisa que el referido requisito se encuentra relacionado
no solo con la coherencia y concatenación que debe existir
entre las premisas con la conclusión final, sino también
con la carga argumentativa que debe existir por parte de la
autoridad en los razonamientos, afirmaciones y finalmente
en la decisión que vaya a adoptar.
Así por ejemplo, en el considerando 6.2 de la sentencia
objeto de la presente garantía jurisdiccional, la Sala de la
Corte Nacional se pronunció sobre la alegación realizada
por parte de CAMEL S.A. en liquidación sobre la falta de
aplicación del artículo 20 de la Ley Orgánica de Régimen
Tributario Interno y del artículo 39 del Reglamento a la Ley
Orgánica de Régimen Tributario, estableciendo que:
Ahora bien, previo a continuar con el análisis
correspondiente, esta Corte considera pertinente hacer
referencia a lo determinado por el Pleno del Organismo
en la sentencia N.° 017-14-SEP-CC, dictada dentro del
caso N.° 0401-13-EP, en relación al recurso extraordinario
de casación, por cuanto señaló que “se fundamenta en el
análisis sobre la legalidad de la sentencia de conformidad
con los argumentos del recurrente”. Así también, “la
imposibilidad de valorar prueba” por parte de las autoridades
jurisdiccionales en el referido recurso.
….Es evidente que en el presente caso no existe una
argumentación clara y concreta de los fundamentos con
adecuada demostración, del por qué existe a su criterio tal
falta de aplicación de las normas antes indicadas…Este vacío
no puede ser llenado por este Tribunal de Casación, más aun
teniendo en cuenta que en la primera causal se realiza el
control de legalidad en base a hechos probados por el Tribunal
de Instancia, por lo que esta Sala no encuentra que se ha
configurado la causal primera invocada por el recurrente…
(sic)
Es decir entonces que la autoridad jurisdiccional que se
encuentra en conocimiento de un recurso extraordinario
de casación deberá sustentar su análisis en el marco de las
alegaciones formuladas por el casacionista, para lo cual
deberá atender a la integralidad del contenido del recurso
extraordinario de casación y no únicamente a determinados
pasajes, esto en razón de que las mismas constituirán, entre
otros aspectos, el fundamento normativo respecto del cual
la autoridad fundará sus razonamientos y su decisión final.
A su vez, las autoridades jurisdiccionales se pronunciaron
en el considerando 6.4 sobre la alegación realizada por
parte del Servicio de Rentas Internas en lo referente a la
falta de aplicación del artículo 91 de la Ley de Régimen
Tributario Interno, en los términos constantes en la
transcripción realizada en el requisito de razonabilidad.
Sin embargo, este Organismo no constata del contenido de
la decisión sujeta a estudio que la Sala Especializada de
150 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
lo Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia
se haya pronunciado sobre lo manifestado por el Servicio
de Rentas Internas en relación al artículo 91 del Código
Tributario, no obstante de que en el considerando 5.1 la
judicatura hizo referencia a la alegación realizada por parte
del casacionista en cuestión.
De lo manifestado, esta Corte determina que la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la Corte
Nacional de Justicia no se pronunció sobre la totalidad de
las alegaciones realizadas en el recurso extraordinario de
casación por parte del abogado Claudio Renato Galarza
Viera, en calidad de procurador designado por el director
regional del sur del Servicio de Rentas Internas, en contra
de la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.° 5,
debiendo recordarse que las autoridades jurisdiccionales
que avoquen conocimiento de un recurso extraordinario de
casación tiene la carga procesal, una vez superada la fase
de admisibilidad, de pronunciarse sobre los argumentos
realizados por el casacionista en su recurso.
En este sentido, este Organismo estima oportuno hacer
referencia a lo manifestado por el Pleno de la Corte
Constitucional del Ecuador en la sentencia N.° 115-13-SEPCC, dictada dentro del caso N.° 1922-11-EP, respecto a
que corresponde a las autoridades jurisdiccionales que se
encuentran en conocimiento de un recurso extraordinario
de casación, “atendiendo al principio de congruencia,
analizar las alegaciones demandadas por parte del
accionante, justificando el sustento de sus argumentos”.
En tal virtud, esta Corte observa la existencia de una falta
de coherencia entre premisas con la decisión final adoptada
por la Sala de la Corte Nacional de Justicia, toda vez que
conforme lo expuesto, la judicatura en el considerando
5.1 hizo referencia a las alegaciones del Servicio de
Rentas Internas –artículo 91 del Código Tributario– y
posteriormente en el considerando 7.1 concluyó que la
decisión objeto del recurso “no incurre en los vicios alegados
por los recurrentes”, sin que medie pronunciamiento alguno
respecto a la alegación en cuestión.
Por lo que la razón expuesta por la Sala de la Corte
Nacional de Justicia, respecto a que la sentencia dictada
por el tribunal de instancia “no incurre en los vicios
alegados por los recurrentes”, no tiene sustento alguno
en virtud que, conforme lo manifestado en párrafos
precedentes, la referida judicatura no se pronunció sobre
la totalidad de las alegaciones realizadas por el Servicio
de Rentas Internas.
A su vez, este Organismo constata que como consecuencia
del vacío jurídico determinado por el requisito de
razonabilidad, la autoridad jurisdiccional se encontraba
impedida de crear un nexo causal lógico entre una premisa
contentiva de la fuente derecho –inexistente en este caso–,
con una segunda premisa contentiva de la circunstancia
fáctica, siendo en el presente caso la determinación de
la Sala de la Corte Nacional respecto a que la alegación
realizada por la Dirección Regional del Sur del Servicio de
Rentas Internas en su recurso extraordinario de casación no
cumple con las exigencias previstas para que prospere por
la causal tercera del artículo 3 de la Ley de Casación.
De tal manera, esta Corte Constitucional en virtud de haber
determinado la inexistencia de una debida coherencia
entre premisas, así como también la ausencia de un
nexo causal lógico en razón de la existencia de un vacío
jurídico conforme lo manifestado, concluye que la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario ha inobservado
el parámetro sujeto a análisis.
Comprensibilidad
En lo concerniente con el requisito de comprensibilidad,
relacionado con la claridad del lenguaje empleado por
la autoridad jurisdiccional y vinculado con la manera
en que esta realiza la exposición de sus ideas, esta Corte
considera que en virtud de la inexistencia de una debida
coherencia entre premisas, así como también la omisión
de pronunciamiento sobre las alegaciones realizadas por
el abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad de
procurador designado por el director regional del sur del
Servicio de Rentas Internas, en su recurso extraordinario de
casación interpuesto en contra de la sentencia dictada el 23
de agosto de 2011 por el Tribunal Distrital de lo Contencioso
Administrativo N.º 5, ha tenido lugar un incumplimiento al
parámetro sujeto a estudio por parte de la Sala de la Corte
Nacional de Justicia.
Con todas las consideraciones hasta aquí señaladas y
toda vez que la Corte Constitucional ha determinado la
inobservancia de los requisitos de razonabilidad, lógica y
comprensibilidad por parte de la Sala Especializada de lo
Contencioso Tributario de la Corte Nacional de Justicia,
concluye que se vulneró el derecho al debido proceso en la
garantía de motivación, prevista en el artículo 76 numeral
7 literal l de la Constitución de la República.
Finalmente, este Organismo considera oportuno hacer
referencia a lo manifestado por el Pleno de la Corte
Constitucional en la sentencia N.° 031-14-SEP-CC,
dictada dentro del caso N.° 0868-10-EP, respecto a
que si el recurso extraordinario de casación superó
la fase de admisión “los jueces deberán a partir de
un análisis objetivo y argumentado, conocer sobre el
fondo del recurso y mediante sentencia pronunciarse
respecto de las alegaciones y pretensiones del recurrente
(independientemente del resultado)”.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar vulnerados los derechos constitucionales al
debido proceso en la garantía de motivación, prevista
en el artículo 76 numeral 7 literal l de la Constitución
de la República.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 151
2. Aceptar la acción extraordinaria planteada.
3. Como medidas de reparación integral, se dispone lo
siguiente:
Quito, D. M., 22 de abril del 2015
SENTENCIA N.º 116-15-SEP-CC
CASO N.º 1637-12-EP
3.1 Dejar sin efecto la sentencia dictada por la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia el 24 de abril de 2014,
dentro del proceso N.° 45-2012.
3.2 Disponer que previo sorteo otros jueces de la Sala
Especializada de lo Contencioso Tributario de la
Corte Nacional de Justicia conozcan y resuelvan en
atención a lo manifestado en la presente decisión, los
recursos extraordinarios de casación interpuestos
respectivamente por el abogado Álvaro Leandro
Reyes Abarca, en calidad de representante legal de
la compañía CAMEL S.A. en liquidación, y por el
abogado Claudio Renato Galarza Viera, en calidad
de procurador designado por el director regional del
sur del Servicio de Rentas Internas, en contra de
la sentencia dictada el 23 de agosto de 2011 por el
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo
N.º 5.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Marcelo
Jaramillo Villa, María del Carmen Maldonado Sánchez,
Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni
Pinoargote y Wendy Molina Andrade, sin contar con la
presencia de los jueces Antonio Gagliardo Loor, Manuel
Viteri Olvera y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 08 de
abril del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0868-14-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día martes 05
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El ciudadano Rogerio Florencio Bravo Mendoza,
comparece por sus propios derechos, fundamentado en
los artículos 94 y 437 de la Constitución de la República
y artículos 58 y siguientes de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional, a
proponer acción extraordinaria de protección en contra
de la sentencia expedida el 26 de agosto de 2011 a las
08h50, por la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, dentro del juicio N.º
755-2011, propuesto por el referido accionante en contra
del Municipio del cantón El Triunfo.
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 62 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, el juicio laboral N.º 755-2011 (segunda
instancia), así como el proceso de primera instancia (N.º
713-2009) fueron remitidos a la Corte Constitucional
mediante oficio N.º 780-SSLNA-CJG del 11 de octubre
de 2011, suscrito por la Dra. Violeta Badaraco Delgado,
secretaria relatora de la Segunda Sala de lo Laboral de la
Corte Provincial de Justicia del Guayas.
En cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del
cuarto artículo innumerado agregado a continuación del
artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional, la Secretaría
General, certificó que no se ha presentado otra demanda con
identidad de objeto y acción, como se advierte en la razón
actuarial del 16 de octubre de 2012, que obra a fojas 3 del
proceso.
El 6 de noviembre de 2012, ante el Pleno de la Asamblea
Nacional, se posesionaron los jueces de la primera Corte
Constitucional, integrada de conformidad con lo dispuesto
en los artículos 432 y 434 de la Constitución de la
República.
La Sala de Admisión, integrada por los jueces
constitucionales Fabián Marcelo Jaramillo Villa, María del
Carmen Maldonado Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra,
mediante auto del 27 de marzo de 2013 a las 13h57, admitió
a trámite la presente acción.
En virtud del sorteo de causas realizado en sesión
extraordinaria del 23 de abril de 2013, por el Pleno de
la Corte Constitucional, de conformidad con el artículo
195 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, correspondió al juez constitucional,
Manuel Viteri Olvera actuar como sustanciador, quien
mediante auto del 24 de julio de 2013 a las 08h08, avocó
conocimiento de la causa y dispuso notificar a los jueces
152 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
accionados, a fin de que presenten un informe de descargo
debidamente motivado respecto de los fundamentos de la
acción propuesta, de conformidad con lo previsto en el
artículo 37 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional, así como a
los terceros interesados (alcalde y procurador síndico del
Municipio de El Triunfo), por ser parte en el proceso en
que se expidió la decisión judicial que se impugna, y que se
cuente además con el procurador general del Estado.
Antecedentes y fundamentos de la acción propuesta
El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que propuso
demanda laboral en contra del alcalde y del procurador
síndico del Municipio del cantón El Triunfo, reclamando
el pago de un bono por retiro voluntario, estipulado en el
contrato colectivo celebrado entre el Municipio del cantón
El Triunfo y sus trabajadores. Dicha acción fue conocida,
en primera instancia, por el juez vigésimo séptimo de lo
civil del Guayas con sede en el cantón El Triunfo (por no
haber juzgados del trabajo en dicha jurisdicción territorial),
quien declaró con lugar su demanda y ordenó el pago de
la bonificación por retiro voluntario, el mismo que, por
ascender al valor de $ 67.186,00 y exceder el tope previsto
en el Mandato Constituyente N.º 2, se redujo al valor de
$42.000,00.
Que la parte demandada, Municipio del cantón El Triunfo
(provincia del Guayas), luego de ser desechados sus
pedidos de aclaración y ampliación, interpuso recurso de
apelación de la sentencia de primera instancia, recurso que
fue concedido por el juez a quo y al cual el accionante
–afirma– se adhirió mediante escrito presentado el 16 de
mayo de 2011 ante la secretaria del juzgado de primera
instancia, en el cual además señaló casilla judicial para
recibir notificaciones en segunda instancia, pero que su
escrito no fue agregado al proceso, y con esa omisión
se remitió el proceso a la Sala de Sorteos; en virtud del
respectivo sorteo correspondió a la Segunda Sala de lo
Laboral de la Corte Provincial de Justicia del Guayas
conocer el recurso de apelación interpuesto por el
Municipio de El Triunfo.
Que al no ser notificado con la recepción del proceso en
segunda instancia, no pudo solicitar ser escuchado en
audiencia para hacer valer sus derechos; que el tribunal ad
quem expidió sentencia el 26 de agosto de 2011 a las 08h50,
mediante la cual revocó el fallo del inferior y declaró sin
lugar su demanda, sin que haya podido tener conocimiento
de dicha sentencia, pues al no haberse agregado al proceso
su escrito en el cual señaló casilla judicial para recibir
notificaciones en la ciudad de Guayaquil, no pudo interponer
los recursos que permite el ordenamiento jurídico, por lo
cual –afirma– ha sido dejado en estado de indefensión,
vulnerándose sus derechos consagrados en los artículos 75,
76 numerales 1 y 7 literales a, c y h, y 82 de la Constitución
de la República.
Pretensión concreta
El legitimado activo solicita que la Corte Constitucional
declare que la sentencia impugnada ha vulnerado los
derechos constitucionales invocados; deje sin efecto la
sentencia expedida el 26 de agosto de 2011 a las 08h50,
por la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte Provincial
de Justicia dentro del juicio de segunda instancia N.º 7552011, y como consecuencia de ello, se ordene la reparación
integral de esos derechos.
Informe de los jueces accionados y del tercero
interesado
Jueces de la Segunda Sala de lo Laboral de la Corte
Provincial de Justicia del Guayas, accionados
Los abogados Félix Intriago loor, Juanita Molina Aguilar
y José Navarrete Vera, jueces de la Segunda Sala de lo
Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial de
Justicia del Guayas, mediante escrito que obra de fojas 29
del proceso, expusieron lo siguiente: Que de la revisión del
sistema SATJE se ha logrado establecer que mediante oficio
N.º 684-SSLNA del 11 de septiembre de 2011, se remitió a
la Corte Constitucional el proceso judicial N.º 755-2011,
de cuya sentencia se propuso acción extraordinaria de
protección.
Que la actuaria de la sala, mediante oficio N.º
484-2013-SSLNAG-CPJG del 16 de agosto de 2013, ha
informado que “la sentencia del proceso No. 755-2011-2 no
consta en nuestros archivos”, y añade que, en el cambio de
local, “nuestros archivos pasaron a archivo pasivo”.
Que los jueces que expidieron sentencia en la causa N.º
755-2011 fueron quienes se hallaban en el ejercicio de la
judicatura en esa época, doctores Rodrigo Saltos Espinoza,
Edison Vélez Cabrera y Guillermo Timm Freire; por tanto,
se abstiene de emitir pronunciamiento sobre la sentencia
impregnada mediante la presente acción extraordinaria de
protección.
Alcalde y procurador síndico del Municipio de El
Triunfo, terceros interesados
Los señores José David Martillo Pino, y Ángel Maquilón
Fernández, en sus calidades de alcalde y procurador síndico
del Municipio del cantón El Triunfo, respectivamente,
mediante escrito que obra de fojas 5 a 6, expusieron que
la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de
la Corte Provincial de Justicia del Guayas, al conocer el
recurso de apelación interpuesto por dichos comparecientes,
revocó la sentencia subida en grado y en su lugar declaró sin
lugar la demanda propuesta por el señor Rogerio Florencio
Bravo Mendoza.
Que dicho actor no interpuso recurso de casación dentro
del término previsto en la ley, por lo cual la acción
extraordinaria de protección es improcedente, pues no se ha
cumplido uno de los requisitos que exige la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional
(agotamiento de los recursos ordinarios y extraordinarios).
Que el Municipio del cantón El Triunfo no fue notificado
con la interposición de la presente acción extraordinaria
de protección, por lo que solicitan que la misma sea
inadmitida.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 153
Procuraduría General del Estado
El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de
Patrocinio y delegado del procurador general del Estado,
mediante escrito que obra a fojas 26, se limitó a señalar
casilla constitucional, sin emitir pronunciamiento sobre
los fundamentos de la presente acción extraordinaria de
protección.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte Constitucional
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver la presente acción extraordinaria de protección,
de conformidad con lo previsto en los artículos 94, 429 y
437 de la Constitución de la República, en concordancia
con el artículo 191 numeral 2 literal d) de la Ley Orgánica
de Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
y artículo 3 numeral 8 literal b del Reglamento de
Sustanciación de Procesos de Competencia de la Corte
Constitucional.
El proceso ha sido sustanciado conforme las normas
constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta
omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo
cual se declara su validez.
Objeto de la acción extraordinaria de protección
De conformidad con lo previsto en el artículo 94 de la
Constitución de la República, la acción extraordinaria
de protección procederá en contra de sentencias o autos
definitivos en los que se haya violado, por acción u
omisión, derechos reconocidos en la Constitución, y
se interpondrá ante la Corte Constitucional. El recurso
procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios
y extraordinarios dentro del término legal, a menos
que la falta de interposición de estos recursos no fuera
atribuible a la negligencia de la persona titular del derecho
constitucional vulnerado.
En consecuencia, el objeto de esta garantía jurisdiccional
es el aseguramiento y efectividad de los derechos
constitucionales, evitando un perjuicio irremediable, al
incurrir los jueces en violación de normas constitucionales,
sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o
resolución, en el ejercicio de su actividad jurisdiccional. En
otras palabras, la acción extraordinaria de protección tiene
la finalidad de preservar o restablecer cualquier derecho
fundamental de libertad o de protección referido al debido
proceso de toda persona que es parte de una controversia
judicial.
Es necesario precisar que la acción extraordinaria de
protección no constituye una instancia adicional a las
previstas en la jurisdicción ordinaria; por tanto, no
compete a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento
sobre el asunto controvertido en el juicio laboral incoado
por Rogerio Florencio Bravo Mendoza en contra del
Municipio del cantón El Triunfo, respecto del pago de
la bonificación por retiro voluntario de su actividad
laboral, presuntamente incumplido por parte de dicho
gobierno autónomo descentralizado, sino observar si
en la sustanciación de la controversia judicial se han
vulnerado las garantías del debido proceso u otros
derechos constitucionales, pues este es el objeto de
esta garantía constitucional, que conlleva el control de
constitucionalidad de las actuaciones de los jueces, que
con anterioridad a la vigencia de la actual Constitución
se hallaban exentos del mismo; control que deviene del
carácter normativo de la Constitución de la República,
y del principio de supremacía constitucional, en virtud
del cual, toda autoridad se encuentra sujeta al control
de constitucionalidad mediante las diversas acciones de
garantía jurisdiccional.
Determinación de los problemas jurídicos
Para resolver el fondo de la presente causa, la Corte
Constitucional estima necesario sistematizar los argumentos
expuestos por las partes, a fin de verificar si existe o no la
vulneración de derechos constitucionales que se ha alegado
en la presente acción, a partir de los siguientes problemas
jurídicos:
1. ¿Se han respetado las garantías del debido proceso a
favor del accionante en el juicio laboral que propuso
contra el municipio del cantón El Triunfo?
2. Los jueces accionados ¿han vulnerado los derechos
constitucionales invocados por el legitimado activo?
Resolución de los problemas jurídicos
1. ¿Se han respetado las garantías del debido proceso
a favor del accionante en el juicio laboral que
propuso contra el municipio del cantón El Triunfo?
Con relación al debido proceso, debe precisarse que este
comprende una serie de garantías con las cuales se busca
sujetar a las reglas mínimas sustantivas y procedimentales
el desarrollo de las actuaciones adelantadas por las
autoridades en el ámbito judicial y administrativo, con
el fin de proteger los derechos e intereses de las personas
vinculadas (…) toda vez que salvaguarda la primacía
del principio de legalidad e igualdad, así como realiza
efectivamente el derecho de acceso a la administración
de justicia, sustento básico y esencial de una sociedad
democrática1.
El debido proceso se halla en íntima conexión con el
derecho a la tutela judicial efectiva, la misma que es
consustancial a todo Estado. La organización del poder
público, de modo que quede garantizada la justicia, le
viene impuesto a todo Estado por principios superiores que
el Derecho positivo no puede desconocer2.
Nuestro texto constitucional consagra a favor de toda
persona el derecho a la tutela efectiva, imparcial y
1
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-383-2000.
2
GONZÁLEZ PÉREZ Jesús; “El derecho a la tutela jurisdiccional” –
Civitas – III Edición - Madrid – año 2001 – pág. 25.
154 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
expedita de sus derechos y con sujeción a lo principios de
inmediación y celeridad (artículo 75), y advierte que “en
ningún caso quedará en indefensión”; por tanto, el derecho
de acceso ante los órganos jurisdiccionales, para demandar
el cumplimiento de sus derechos, implica que para asegurar
el respeto del derecho a la defensa, la controversia judicial
ha de ser sustanciada con sujeción a las garantías previstas
en el artículo 76 numeral 7 de la Carta Suprema de la
República.
vez dictada la sentencia de segunda instancia, no pudo
interponer los recursos previstos en nuestro ordenamiento
jurídico, evidenciándose la vulneración de las garantías
del debido proceso relacionadas con el derecho a la
defensa, consagradas en el artículo 76 numeral 7 literales
c y h de la Carta Suprema de la República.
En el caso que se analiza, si bien la contienda judicial
desarrollada en primera instancia ante el juez vigésimo
séptimo de lo civil de El Triunfo (por no existir juzgados
laborales en esa jurisdicción territorial), cumplió el ritual
previsto en la ley para la tramitación de la causa hasta el
momento en que se concedió el recurso de apelación,
mediante el cual la parte demandada impugnó la sentencia
que declaró con lugar la demanda propuesta por Rogerio
Florencio Bravo Mendoza, pues a pesar de que el ahora
legitimado activo dice haberse adherido al recurso y
señalado casilla judicial, mediante escrito presentado ante
la secretaria del referido juzgado de instancia, dicho escrito
no ha sido agregado al proceso judicial.
Si bien queda claro que el legitimado activo, Rogerio
Florencio Bravo Mendoza, no fue tomado en cuenta en la
sustanciación del proceso en segunda instancia, y como
consecuencia de ello, una vez expedido el fallo que revocó
el subido en grado y declaró sin lugar la demanda laboral
incoada por dicho accionante, no se le notificó “por no
haber señalado casillero judicial”, cuando en realidad sí
lo había hecho, sin que su escrito haya sido agregado al
expediente judicial.
De la revisión del juicio N.º 713-2009 (primera instancia)
no consta el escrito referido por el accionante, pero se
advierte varias fojas engrapadas en la parte interior de la
pasta o carátula del proceso, que han sido remitidas por
orden del juez a quo varias copias de escritos, presentados
por el actor, entre ellos el escrito que contiene como fecha
de presentación 16 de mayo de 2011, mediante el cual el
actor dice: “me adhiero al recurso de apelación interpuesto
por la parte demandada”, y añade: “recibiré notificaciones
en la ciudad de Guayaquil en la casilla judicial No. 2268”.
En tal virtud, es evidente que el legitimado activo no ha
podido comparecer ante el tribunal ad quem a hacer valer
sus derechos, con lo cual se advierte falta de inmediación,
cuya finalidad es mantener las más íntima relación posible,
el más estrecho contacto entre el juzgador, de una parte, y
los litigantes y la totalidad de los medios probatorios, de
la otra, desde el comienzo del proceso hasta la sentencia
final. En consecuencia, se ha afectado el principio de
inmediación previsto en la Carta Suprema de la República,
que al decir de Carnelutti, se puede resumir en un lema:
abreviar la distancia, y por consiguiente acercar todo
lo más posible el juzgador a las partes y a los hechos
debatidos3.
Esta falta de inmediación, generada por el hecho de que
no se ha tomado en cuenta a la parte actora en el proceso
judicial de segunda instancia, pues no se agregó al
proceso de primera instancia, sustanciado en el cantón El
Triunfo, el escrito en el cual señaló casilla judicial para ser
notificado en la ciudad de Guayaquil, impidió que pueda
ser escuchado por el tribunal ad quem, así como presentar
de forma verbal o escrita las razones o argumentos de los
que haya creído asistido; en definitiva, ha sido dejado en
estado de indefensión y como consecuencia de ello, una
2.- Los jueces accionados ¿han vulnerado los derechos
constitucionales invocados por el legitimado activo?
Mas, esta omisión no es imputable a los jueces de segunda
instancia, accionados en la presente causa constitucional,
sino a los servidores de la judicatura inferior y en el
proceso de primera instancia, donde se advirtió esta falta
de diligencia y atención en el trámite de la causa, lo que
ha generado la vulneración de los derechos aludidos
en el presente fallo, hecho que ha de ser reparado de
manera urgente por parte de esta Magistratura, para lo
cual es necesario dejar sin efecto todo lo actuado en el
proceso judicial de segunda instancia (juicio N.º 7552011) tramitado en la Segunda Sala de lo Laboral, Niñez
y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia del
Guayas, y que la causa laboral propuesta por Rogerio
Florencio Bravo Mendoza “se restablezca a la situación
anterior a la violación”, conforme lo previsto en el artículo
18 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional.
Por tanto, la Corte devolverá el expediente al juzgado,
corte o tribunal de origen con la finalidad de que en
respeto a la tutela judicial imparcial se vuelva a juzgar
desde el momento procesal identificado4, esto es, desde
que ocurrió la vulneración de derechos constitucionales,
hecho que se advierte en el proceso de primera instancia
(juicio N.º 713-2009) sustanciado en el Juzgado Vigésimo
Séptimo de lo Civil del cantón El Triunfo, donde se omitió
agregar al proceso el escrito presentado por el actor, en el
cual señaló casilla judicial para recibir notificaciones en
segunda instancia en la ciudad de Guayaquil.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
4
3
CARNELUTTI; “Trattato del Processo Civile i Diritto e Processo”;
Nápoles, 1958; pág. 151.
PAZMIÑO FREIRE Patricio, “La acción extraordinaria de
protección: eficacia y efectividad en el orden garantista” – UMBRAL,
Revista de Derecho Constitucional – Serie Garantías Jurisdiccionales
y Derechos Constitucionales No. 3 – Quito – enero-junio 2013 – pág.
31.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 155
SENTENCIA
Quito, D. M., 22 de abril del 2015
1. Declarar la vulneración de los derechos consagrados
en los artículos 75 y 76 numeral 7 literales c y h de la
Constitución de la República.
SENTENCIA N.º 118-15-SEP-CC
2. Aceptar la acción extraordinaria de protección
presentada.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
3. Dejar sin efecto todo lo actuado en el proceso judicial
N.º 755-2011, sustanciado en la Segunda Sala de lo
Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Provincial
de Justicia del Guayas, y disponer que el proceso
laboral N.º 713-2009 sea devuelto al Juzgado Vigésimo
Séptimo de lo Civil de El Triunfo, a fin de que se
agregue el escrito presentado por el accionante el 16 de
mayo de 2011 a las 15h16.
4. Disponer que una vez agregado al proceso el escrito
presentado por el actor el 16 de mayo de 2011 a las
15h16, el juicio laboral N.º 713-2009 sustanciado en el
Juzgado Vigésimo Séptimo de lo Civil de El Triunfo
sea remitido a la sala de sorteos de la Corte Provincial
de Justicia del Guayas, en la ciudad de Guayaquil, a
fin de que sea otra sala de lo Laboral la que conozca
y resuelva la causa en segunda instancia, y expida la
sentencia que en Derecho corresponda.
5. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (e).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
siete votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Tatiana Ordeñana
Sierra, Alfredo Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote,
Manuel Viteri Olvera y Wendy Molina Andrade, sin contar
con la presencia de los jueces María del Carmen Maldonado
Sánchez y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 22 de abril
del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 1637-12-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO N.º 0237-13-EP
I. ANTECEDENTES
Resumen de Admisibilidad
El ciudadano Rolando Isohar Mora Noboa, comparece
por sus propios derechos, invocando el artículo 60 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, y propone acción extraordinaria de
protección en contra del auto expedido el 10 de diciembre
de 2012 a las 09h50, por los jueces del Tribunal Distrital
N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil,
dentro del juicio contencioso administrativo por silencio
administrativo positivo N.º 379-10-3, que siguió en contra
del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 62 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, el proceso contencioso administrativo N.º
379-10-3 fue remitido a la Corte Constitucional mediante
oficio N.º 129-TDCAG-13-379-10-3 del 30 de enero de
2012, suscrito por el Ab. Efrén Barco García, secretario
relator del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de
Guayaquil.
En cumplimiento de lo dispuesto en el segundo inciso del
cuarto artículo innumerado agregado a continuación del
artículo 8 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional, el secretario
general, certificó que no se ha presentado otra demanda con
identidad de objeto y acción, como se advierte en la razón
actuarial del 14 de febrero de 2013, que obra a fojas 3 del
proceso.
La Sala de Admisión, integrada por los jueces
constitucionales Marcelo Jaramillo Villa, María del
Carmen Maldonado Sánchez y Tatiana Ordeñana Sierra,
mediante auto expedido el 20 de marzo de 2013 a las
12h05, admitió a trámite la presente acción.
En virtud del sorteo de causas realizado en sesión
extraordinaria del 23 de abril de 2013 por el Pleno de la
Corte Constitucional, de conformidad con el artículo 195
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, correspondió al juez constitucional Manuel
Viteri Olvera, actuar como sustanciador del presente caso,
quien mediante auto del 24 de julio de 2013 a las 08h04,
avocó conocimiento de la causa y dispuso notificar a los
jueces accionados, a fin de que presenten un informe
de descargo debidamente motivado, respecto a los
fundamentos de la acción propuesta, de conformidad con lo
previsto en el artículo 37 del Reglamento de Sustanciación
de Procesos de Competencia de la Corte Constitucional,
así como que se cuente con el tercero interesado y con el
procurador general del Estado.
156 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Detalle de la acción propuesta
El legitimado activo, en lo principal, manifiesta que el
27 de junio de 2004 se convocó por diario “El Universo”
a un concurso de méritos y oposición, por parte del
Hospital Regional del IESS, partida Q41, especialidad
anestesiología, para la Gerencia de Medicina Crítica del
Hospital Teodoro Maldonado Carbo (Guayaquil), concurso
en el cual participó y resultó ganador, al obtener la mayor
puntuación.
Que luego de haberse proclamado los resultados del
concurso, el director del IESS, “a petición del presidente
del Colegio de Tecnólogos Médicos”, que también
suscribió la convocatoria al concurso de méritos, se abstuvo
de otorgarle el respectivo nombramiento, y en su lugar se
lo concedieron a quien quedó en segundo lugar del referido
concurso, y paralelamente la señora Connie Mieles presentó
en la Fiscalía una denuncia en su contra, por un supuesto
delito de falsificación de documentos públicos, porque,
según la denunciante, en su currículo (del accionante)
se halló una publicación de una revista en que aparecía
como editorialista, y –afirma– “con esa triquiñuela” logró
instrumentar una persecución para meterle en la cárcel,
logrando que el fiscal le acuse por delito de falsificación
de documentos públicos, reprimido por el artículo 339 del
Código Penal, coartada que sirvió para arrebatarle el cargo
ganado en el concurso de méritos y oposición.
Que en virtud de dicho proceso penal se mantuvo alejado
de su familia por más de cinco años, hasta que el Tribunal
Décimo Primero de Garantías Penales del Guayas, mediante
sentencia expedida el 18 de febrero de 2010, le absolvió de
responsabilidad, ratificó su estado de inocencia y declaró la
inexistencia del delito denunciado.
Que el 22 de marzo de 2010, estando dentro del plazo
correspondiente, y de conformidad con el artículo 28 de la
Ley de Modernización del Estado, solicitó al IESS que se
expida su nombramiento, solicitud que fue ignorada, por
lo cual, luego de transcurridos los quince días previstos en
la citada Ley, se produjo el efecto favorable del silencio
administrativo positivo, por lo cual propuso la respectiva
acción judicial.
Que en la reclamación de sus derechos ha agotado los
recursos ordinarios y extraordinarios, pues primero
recurrió a la vía administrativa, en la cual no tuvo respuesta
por parte del IESS, por lo que acudió a la vía judicial
mediante demanda contencioso-administrativa por silencio
administrativo positivo, acción que se sustanció ante el
Tribunal Distrital de lo Contencioso Administrativo N.º 2
de Guayaquil dentro del proceso N.º 379-10-3, en el cual se
dictó sentencia que desechó su demanda.
Que solicitó aclaración de dicha decisión judicial, petición
que fue rechazada por el tribunal; ante ello, interpuso
recurso de casación en contra de la sentencia que rechazó su
demanda, recurso que también fue rechazado por el tribunal
mediante auto del 10 de diciembre de 2012 a las 09h50,
aduciendo que el juicio contencioso administrativo por
silencio administrativo “no es un juicio de conocimiento,
sino de ejecución”, criterio que el legitimado activo
considera errado, pues tal interpretación desnaturaliza
la esencia misma del tribunal y de la ley de la materia
(casación), ya que “el mismo hecho de ser contencioso,
implica ser de conocimiento”.
Que el mismo tribunal ha concedido el recurso de casación
en casos similares, esto es, en juicios contenciosos
administrativos por silencio administrativo (cita el juicio
N.º 85-07 propuesto por la compañía OCEANSERVI S.
A., en contra del Consejo Provincial del Guayas), por lo
cual estima que se ha vulnerado su derecho a interponer
recursos, consagrado en el artículo 76 numeral 7 literal m
de la Carta Suprema de la República.
Pretensión concreta
El accionante solicita que la Corte Constitucional declare
la vulneración del derecho constitucional invocado, por
parte del Tribunal de lo Contencioso Administrativo de
Guayaquil, dentro del proceso contencioso administrativo
N.º 379-10-3, y se expida la resolución correspondiente en
aras del reconocimiento de su cargo ganado por concurso
de méritos y oposición.
Informe de los jueces accionados y los terceros
interesados
Jueces del Tribunal Distrital de lo Contencioso
Administrativo de Guayaquil, accionados
Los jueces accionados no han dado cumplimiento al
mandato contenido en el auto expedido por el juez
constitucional de sustanciación, mediante el cual
se dispuso que en el plazo de diez días, a partir de
su notificación, presenten un informe de descargo
debidamente motivado respecto a los fundamentos de la
presente acción constitucional.
Procuraduría General del Estado
El Ab. Marcos Arteaga Valenzuela, director nacional de
Patrocinio y delegado del procurador general del Estado,
mediante escrito que obra a fojas 19, se limita a señalar
casilla constitucional para recibir notificaciones, sin
emitir pronunciamiento respecto de la presente acción
extraordinaria de protección.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte Constitucional y validez del
proceso
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver la presente causa, de conformidad con lo previsto
en los artículos 94, 429 y 437 de la Constitución de la
República, en concordancia con el artículo 191 numeral 2
literal d de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, y artículo 3 numeral 8 literal b del
Reglamento de Sustanciación de Procesos de Competencia
de la Corte Constitucional.
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El proceso ha sido sustanciado conforme a las normas
constitucionales y legales pertinentes, sin que se advierta
omisión que pueda influir en la decisión de la causa, por lo
cual se declara su validez.
Objeto de la acción extraordinaria de protección
El artículo 94 de la Constitución de la República establece
lo siguiente:
“La acción extraordinaria de protección procederá contra
sentencias o autos definitivos en los que se hayan violado por
acción u omisión derechos reconocidos en la Constitución,
y se interpondrá ante la Corte Constitucional. El recurso
procederá cuando se hayan agotado los recursos ordinarios
y extraordinarios dentro del término legal, a menos que la
falta de interposición de estos recursos no fuera atribuible a
la negligencia de la persona titular del derecho constitucional
vulnerado”.
En consecuencia, el objeto de esta garantía jurisdiccional
es el aseguramiento y efectividad de los derechos
constitucionales, evitando un perjuicio irremediable, al
incurrir los jueces en violación de normas constitucionales,
sea por acción u omisión, en una sentencia, auto o
resolución, en el ejercicio de su actividad jurisdiccional.
En otras palabras, la acción extraordinaria de protección
tiene la finalidad de preservar o restablecer cualquier
derecho fundamental de libertad o de protección referido
al debido proceso de toda persona que es parte de una
controversia judicial.
Es necesario precisar que la acción extraordinaria de
protección no constituye una instancia adicional a las
previstas en la jurisdicción ordinaria; por tanto, no
compete a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento
respecto del asunto controvertido en el proceso
contencioso administrativo propuesto por Rolando Isohar
Mora Noboa, esto es, declarar la procedencia o no del
silencio administrativo positivo, demandado en contra
de las autoridades del Instituto Ecuatoriano de Seguridad
Social, sino observar si en la sustanciación de la referida
controversia judicial se han vulnerado las garantías del
debido proceso u otros derechos constitucionales, pues este
es el objeto de esta garantía constitucional, que conlleva
el control de constitucionalidad de las actuaciones de los
jueces, que con anterioridad a la vigencia de la actual
Constitución, se hallaban exentos del mismo; control
que deviene del carácter normativo de la Carta Suprema
y del principio de supremacía constitucional, en virtud
del cual, toda autoridad se encuentra sujeta al control de
constitucionalidad mediante las diversas acciones de
garantía jurisdiccional.
Problemas jurídicos a ser resueltos por la Corte
Constitucional
En virtud de que el legitimado activo imputa a los
jueces del Tribunal Distrital N.º 2 de lo Contencioso
Administrativo de Guayaquil la presunta vulneración
de derechos constitucionales, corresponde a esta
Magistratura constitucional pronunciarse sobre las
violaciones alegadas.
Para el efecto, la Corte Constitucional estima necesario
sistematizar los argumentos expuestos por las partes en
la presente acción, a partir de los siguientes problemas
jurídicos:
a) ¿Se garantizó el debido proceso en el juicio contencioso
administrativo por silencio administrativo, propuesto
por Rolando Isohar Mora Noboa?
b) ¿Se vulneró el derecho a interponer recursos en el
proceso contencioso administrativo por silencio
administrativo propuesto por el accionante?
c) La decisión judicial que se impugna ¿vulnera los
derechos constitucionales invocados por el legitimado
activo?
A partir del planteamiento de estos problemas jurídicos,
la Corte Constitucional analiza la causa en los siguientes
términos:
a) ¿Se garantizó el debido proceso en el juicio
contencioso administrativo por silencio administrativo,
propuesto por Rolando Isohar Mora Noboa?
El legitimado activo imputa a los jueces accionados la
vulneración de las garantías del debido proceso, cargo que
será examinado por esta Magistratura constitucional y, de
ser el caso, declarar la vulneración de derechos, aun en
el evento de que no hubieren sido invocados por la parte
accionante, en estricta observancia de mandato contenido
en el artículo 426 del texto constitucional.
En relación al debido proceso, la Corte Constitucional de
Colombia ha señalado que aquel comprende
(…) una serie de garantías con las cuales se busca sujetar a las
reglas mínimas sustantivas y procedimentales el desarrollo de
las actuaciones adelantadas por las autoridades en el ámbito
judicial y administrativo, con el fin de proteger los derechos
e intereses de las personas vinculadas (…) toda vez que
salvaguarda la primacía del principio de legalidad e igualdad,
así como realiza efectivamente el derecho de acceso a la
administración de justicia, sustento básico y esencial de una
sociedad democrática1.
La Corte Constitucional advierte que la contienda judicial
entre Rolando Isohar Mora Noboa y las autoridades del
IESS ha sido sustanciada de conformidad con las normas
legales pertinentes, en la cual las partes han tenido
la posibilidad de acceder ante los órganos judiciales
competentes a hacer valer sus derechos, presentar
pruebas y contradecir las de su contraparte, y han podido,
en consecuencia, ejercer el derecho a la defensa en
1
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-383-2000.
158 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
igualdad de condiciones y sin restricciones de ninguna
naturaleza, por lo cual se ha garantizado, desde el punto
de vista formal, el derecho de acceso a los órganos de
administración de justicia y la igualdad de trato a los
litigantes, ya sea ejerciendo la acción la parte actora, u
oponiendo las excepciones que permite el ordenamiento
jurídico a la parte demandada.
No obstante, es necesario precisar que el debido
proceso no se limita a lo meramente formal, esto es, al
cumplimiento y observancia del ritual previsto en la ley
para la sustanciación de una contienda judicial, sino que
además debe cumplir, materialmente, las demás garantías
consagradas en el texto constitucional, pues de esta manera
se hace efectivo el deber de asegurar, por parte de los
jueces, el cumplimiento de las normas y los derechos de
las partes, conforme lo previsto en el artículo 76 numeral
1 de la Carta Suprema de la República.
b) ¿Se vulneró el derecho a interponer recursos en
el juicio contencioso administrativo por silencio
administrativo propuesto por el accionante?
La alegación del accionante se contrae a cuestionar la
decisión del Tribunal de lo Contencioso Administrativo
de Guayaquil, mediante la cual rechazó el recurso de
casación interpuesto por aquel, en contra de la sentencia
que declaró sin lugar su acción, en la que demandó la
declaratoria de silencio administrativo positivo a su favor,
y como consecuencia de ello se ordene a los representantes
legales del IESS que extiendan nombramiento para el
cargo de Tecnólogo Médico 6HD, grado Q41, especialidad
Anestesiología de Gerencia de Medicina Crítica del
Hospital Teodoro Maldonado Carbo del IESS en la ciudad
de Guayaquil, y afirma el legitimado activo que tal decisión
vulnera su derecho a recurrir las resoluciones en todo
proceso en que se decida sobre sus derechos.
Esta Magistratura constitucional ha sostenido que “el
derecho a recurrir las decisiones judiciales se encuentra
directamente relacionado con el derecho a la defensa
dentro de un proceso (…) configurándose de esta forma
aquel derecho como una garantía básica de todos los
regímenes democráticos”2. Sin embargo, es necesario
también advertir que el derecho a recurrir se halla regulado
por la normativa secundaria, y en el caso específico del
recurso extraordinario de casación, el mismo procede
“contra todas las sentencias y autos que pongan fin a
los procesos de conocimiento, dictados por las cortes
superiores, por los tribunales distritales de lo fiscal y de
lo contencioso administrativo”, conforme lo previsto en el
artículo 2 de la Ley de Casación.
Al respecto, existen reiterados fallos de la ex Corte
Suprema de Justicia (actual Corte Nacional de Justicia),
respecto del silencio administrativo positivo, en los cuales
ha señalado, de manera general, que el derecho que se
establece por el ministerio de la ley como consecuencia del
silencio administrativo, es un derecho autónomo, y al que
ni siquiera le afecta la contestación negativa del organismo
cuando tal contestación es emitida con posterioridad al
término que la ley establece para la oportuna contestación,
y ha advertido además que en los casos que se invoque el
silencio administrativo, “la acción que se endereza ante el
órgano jurisdiccional no está dirigida a que se declare el
derecho, que, como ya señalamos se encuentra firme, sino
a que dicho órgano disponga la ejecución inmediata, de
tal forma que una acción de esta clase no da origen a un
proceso de conocimiento sino a uno de ejecución”3.
De lo anotado se infiere que siendo la causa contencioso
administrativa por silencio administrativo positivo, un
proceso de ejecución –y no de conocimiento– es evidente
que no cabe interponer recurso de casación respecto de
la sentencia que en dicha controversia judicial expidan
los tribunales distritales de lo contencioso administrativo,
sin que ello implique vulneración de ningún derecho
constitucional.
El legitimado activo afirma que el Tribunal Distrital
N.º 2 de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil,
“en muchos casos de juicio por silencio administrativo
positivo, sin reparo, ha dado trámite a la acción o recurso
de casación, como en el juicio N.º 85-07 propuesto por
OCEANSERVI S. A., en contra del Consejo Provincial
del Guayas”, para lo cual adjunta copia certificada de la
sentencia expedida en el proceso N.º 449-09 (fojas 165
a 167 del proceso N.º. 379-10-3), en el cual la Sala de lo
Contencioso Administrativo de la Corte Nacional “casó
la sentencia del Tribunal Distrital II de lo Contencioso
Administrativo de Guayaquil”. Sin embargo, de la lectura
del fallo aludido por el legitimado activo se advierte que
en la causa propuesta por OCEANSERVI S. A., en contra
del Consejo Provincial del Guayas, si bien dicha compañía
invocó el “silencio administrativo”, la acción estaba
dirigida a impugnar un acto administrativo (resolución)
expedido por dicho gobierno provincial, y tenía como
pretensión “la declaratoria de la nulidad del proceso por el
que se dictó la referida Resolución”; es decir, se trató de un
recurso subjetivo o de plena jurisdicción, como se indica
en el tercer considerando del juicio N.º 449-09 (fojas 166
del juicio N.º 379-10-3), y no de una acción por silencio
administrativo, como erradamente sostiene le legitimado
activo.
c) La decisión judicial que se impugna ¿vulnera los
derechos constitucionales invocados por el legitimado
activo?
Conforme se ha señalado en líneas precedentes, no compete
a la Corte Constitucional emitir pronunciamiento respecto
de la pretensión del legitimado activo en la contienda
contencioso administrativa que propuso, por silencio
3
2
Ver Sentencia No. 003-10-SCN-CC en el caso No. 005-09-CN (R. O.
No. 159 -segundo suplemento- del 26 de marzo de 2010)
Sentencia de la Sala de lo Contencioso Administrativo de la ex Corte
Suprema de Justicia en el juicio No. 331-97 seguido por la compañía
AGIP del Ecuador en contra del Ministerio de Energía y Minas (R. O.
287 del 31 de marzo de 1998)
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 159
administrativo, en contra de las autoridades del IESS, sino
verificar si en dicha causa judicial se han respetado los
derechos consagrados en el texto constitucional.
denegó el recurso, de conformidad con la Ley de Casación,
mediante auto que se halla también debidamente motivado,
en los términos que exige el mandato constitucional.
Al respecto, el artículo 75 de la Carta Magna consagra a
favor de toda persona el derecho de acceso gratuito a la
justicia y a la tutela efectiva, imparcial y expedita de sus
derechos e intereses; por tanto, en ningún caso quedará
en indefensión. Conforme ha quedado señalado en líneas
precedentes, el legitimado activo, Rolando Isohar Mora
Noboa, ha podido presentar su demanda ante los órganos
de administración de justicia sin impedimento de ninguna
clase y en igualdad de condiciones que su contraparte, sin
que se haya advertido indefensión en ninguna etapa del
proceso judicial.
En definitiva, durante el proceso contencioso
administrativo por silencio administrativo seguido por
Rolando Isohar Mora Noboa en contra de las autoridades
del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, se ha
respetado el efectivo ejercicio del derecho a la defensa y
más garantías del debido proceso.
Asimismo, el artículo 76 de la Constitución consagra
las garantías básicas del debido proceso, en virtud de las
cuales las partes tienen la oportunidad de hacer valer sus
pretensiones o excepciones, según el caso, pues el proceso
contencioso administrativo por silencio administrativo
positivo incoado por el legitimado activo ha sido
sustanciado de acuerdo con el trámite previsto en nuestro
ordenamiento jurídico, hasta la culminación de la causa con
la respectiva sentencia.
Entre las garantías del debido proceso consagradas en el
artículo 76 de la Carta Magna, el numeral 7 literal l impone
a toda autoridad, entre quienes se hallan los operadores
jurídicos, la obligación de expedir sus resoluciones con la
debida motivación. Al respecto, esta Magistratura advierte
que la sentencia expedida por el Tribunal Distrital N.º 2
de lo Contencioso Administrativo de Guayaquil, dentro
de la acción contencioso administrativa propuesta por
Rolando Isohar Mora Noboa, en contra de las autoridades
del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), se
halla formalmente estructurada en sus partes expositiva,
considerativa y resolutiva, comunes a toda sentencia
judicial, y desde el punto de vista material, el fallo en
cuestión analiza la procedencia del silencio administrativo
como derivación del derecho de petición consagrado en
la Constitución de la República, así como establece los
requisitos para su ejecución, conforme lo previsto en el
ordenamiento jurídico. Para el efecto, invoca las normas y
principios jurídicos en que se funda el fallo y explica la
pertinencia de su aplicación a los hechos fácticos sometidos
a su conocimiento, por lo cual, el tribunal advirtió que
el actor “no ha justificado una petición fundamentada
en el derecho y en los hechos que hubiere causado una
determinada autoridad administrativa competente para
resolver sobre lo solicitado, que haga presumir la existencia
de un acto administrativo regular ni ha efectuado en sede
administrativa ni judicial la obtención del certificado en el
que conste el vencimiento del plazo”, por lo cual concluyó
que: “ante esta carencia de requisitos sustanciales y formales
(…), se hace inviable la acción por no estar sustentada en
la institución que ha invocado como fundamento de su
pretensión”.
Al interponer el accionante recurso de casación respecto
de dicha sentencia, el tribunal accionado, por no tratarse
la causa de un proceso de conocimiento, sino de ejecución,
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar que no existe vulneración a derechos
constitucionales.
2. Negar la acción extraordinaria de protección planteada.
3. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Alfredo Ruiz
Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y
Wendy Molina Andrade, sin contar con la presencia de
los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana
Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire, en sesión del 22
de abril del 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 0237-13-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día martes 05
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
160 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Quito, D.M., 22 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 123-15-SEP-CC
CASO N.° 1593-11-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
La presente acción extraordinaria de protección fue
presentada el 01 de septiembre de 2011 ante la Corte
Constitucional, para el período de transición, por Freddy
Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García Sánchez
y Juana Graciela Vicker Mata, contra la sentencia dictada
por el juez suplente encargado del Juzgado Décimo Cuarto
de lo Civil de El Oro, el 22 de julio de 2011, dentro del
juicio ejecutivo N° 311-2011.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, de
conformidad con lo establecido en el inciso segundo del
artículo 17 del Reglamento de Sustanciación de Procesos
de Competencia de la Corte Constitucional, certificó con
fecha 14 de septiembre de 2011 que en referencia a la
acción N.° 1593-11-EP, no se ha presentado otra demanda
con identidad de objeto y acción.
Con fecha 29 de noviembre de 2011, la Sala de Admisión
de la Corte Constitucional, para el período de transición,
conformada por los jueces constitucionales Patricio
Pazmiño Freire, Alfonso Luz Yunes y Nina Pacari, admitió
a trámite la acción extraordinaria de protección N.° 159311-EP.
Mediante memorando N.° 018-CC-SA-SG del 10 de
febrero de 2012, la Secretaría General, de conformidad
con el sorteo realizado en el Pleno del Organismo en
sesión extraordinaria del 02 de febrero de 2012, remitió el
presente caso al doctor Patricio Herrera Betancourt, juez
constitucional, para la sustanciación correspondiente.
Conforme lo dispuesto en los artículos 432 y 434 de la
Constitución de la República, el 06 de noviembre de 2012
se posesionan ante el Pleno de la Asamblea Nacional los
jueces de la Corte Constitucional del Ecuador.
En virtud del sorteo de causas realizado por el Pleno de
la Corte Constitucional en sesión extraordinaria del 03 de
enero de 2013, le correspondió al doctor Fabián Marcelo
Jaramillo Villa actuar como juez ponente en la causa N.°
1593-11-EP.
Con memorando N.° 018-CCE-SG-SUS-2013 el doctor
Jaime Pozo Chamorro, secretario general de la Corte
Constitucional, remitió el expediente del caso N.° 1593-11EP al juez ponente.
Mediante auto del 22 de octubre de 2014, el juez ponente
Fabián Marcelo Jaramillo Villa avocó conocimiento de la
presente causa.
Decisión judicial que se impugna
La sentencia impugnada es la dictada por el juez suplente
encargado del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El
Oro, el 22 de julio de 2011, dentro del juicio ejecutivo
N.° 311-2011, el mismo que en lo principal establece lo
siguiente:
…Admitida la demanda a trámite ejecutivo que le corresponde,
se dictó el auto de pago para que los demandados paguen
el capital y los recargos de ley o en su lugar proponga las
excepciones dentro del término de tres días. Se dispuso
también el embargo del bien inmueble hipotecado que pidió
la actora. Citados los demandados, conforme obra de fojas
34 y vueltas, 35 y vueltas y 36, estos no han comparecido
al juicio ni han propuesto excepciones, conforme consta la
razón del secretario del despacho. Sustanciado el juicio, y
siendo el estado el de resolverlo, para hacerlo se considera…
SEGUNDA.- La obligación demandada está contenida en el
pagaré a la orden materia del crédito de mutuo con hipoteca
que han suscrito los deudores, y observada la obligación
cambiaria, ésta reúne los requisitos exigidos en los artículos
486 y 488 del Código de Comercio; y los créditos son
exigibles en la vía ejecutiva de conformidad con los artículos
413 y 415 del Código de Procedimiento Civil.- TERCERA.El Art. 430 del Código de Procedimiento Civil prescribe que
“Si el deudor no paga ni propone excepciones dentro del
respectivo término, el juez, previa notificación, pronunciará
sentencia, dentro de veinticuatro horas, mandando que el
deudor cumpla inmediatamente la obligación. La sentencia
causará ejecutoria.”.- Por lo que, no existiendo mayor análisis
que realizar, y con los antecedentes expuestos, el suscrito Juez
Suplente, del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil y Mercantil
de Machala, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES DE
LA REPUBLICA”, desechando las excepciones, las mismas
que han quedado en meros enunciados, acepta con lugar la
demanda propuesta por el Economista Manuel Solano Duran,
en su calidad de Gerente General de la Cooperativa de Ahorro
y Crédito “Santa Rosa” Ltda., en consecuencia dispongo
que los señores FREDDY LUZBEL GONZALEZ VICKER,
YAJAIRA ELIZABETH GARCIA SANCHEZ y JUANA
GRACIELA VICKER MATA paguen a la actora la suma de
SETENTA Y SIETE MIL NOVECIENTOS SESENTA Y SEIS
CON 04/100 DOLARES DE LOS ESTADOS UNIDOS DE
NORTE AMERICA ($USD. 77.966.04) más los intereses
pactados y los de mora demandados, los mismos que se
liquidarán pericialmente… (sic) (énfasis añadido)
Fundamentos y pretensión de la demanda
Antecedentes
El señor Manuel Solano Durán, en su calidad de gerente
general de la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa
Rosa” Ltda., planteó juicio ejecutivo contra los señores
Freddy Luzbel González Vicker y Yajaira Elizabeth García
Sánchez, como deudores principales, y Juana Graciela
Vicker Mata, en calidad de deudora solidaria, para el
cumplimiento del pago de setenta y siete mil novecientos
sesenta y seis dólares de los Estados Unidos de América
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 161
con cuatro centavos (USD $77.966,04), valor que faltaría
ser cancelado de un pagaré a la orden, suscrito por las
partes.
Mediante auto del 03 de mayo de 2011 (foja 26) el Juzgado
Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro requirió a los
demandados el pago del capital adeudado más los intereses
pactados y de mora, o que presenten las excepciones que se
crean asistidos, dentro del término de tres días.
Con fecha 14 de julio de 2011 (foja 38) el Juzgado Décimo
Cuarto de lo Civil de El Oro ordenó al secretario del juzgado
sentar razón en autos indicando si los demandados han
comparecido a juicio pagando lo adeudado o deduciendo
excepciones dentro del término que tenían para hacerlo.
El secretario del juzgado, con fecha 18 de julio de 2011,
sentó razón indicando que los demandados “no han dado
cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, esto es, no
ha pagado lo adeudado o propuesto excepciones dentro del
término establecido en la ley”.
El juez suplente del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil
de El Oro dictó sentencia el 22 de julio de 2011 aceptando
la demanda y disponiendo que los señores Freddy Luzbel
González Vicker, Yajaira Elizabeth García Sánchez y
Juana Graciela Vicker Mata, paguen a la actora la suma
adeudada más los intereses pactados y de mora.
El 22 de agosto de 2011 (foja 49, anverso y reverso)
el secretario del juzgado sentó razón que en dicha fecha
agregó al proceso el escrito de contestación a la demanda
presentado por los señores Freddy Luzbel González Vicker,
Yajaira Elizabeth García y Juana Graciela Vicker Mata,
con fecha 05 de julio de 2011, señalando que el mismo se
encontró traspapelado “por lo que no ha sido incorporado
oportunamente”.
En virtud de la razón sentada mediante auto del 23 de
agosto de 2011 (foja 52), el juez suplente señaló que, dado
que se dictó el fallo respectivo dentro del proceso y este se
encuentra ejecutoriado y en vía de ejecución, deja a salvo
los derechos de los accionados para que, en caso de así
establecerlo, propongan las acciones legales pertinentes.
Con fecha 01 de septiembre de 2011, los señores Freddy
Luzbel González Vicker, Yajaira Elizabeth García
Sánchez y Juana Graciela Vicker Mata presentaron acción
extraordinaria de protección contra la sentencia dictada el
22 de julio de 2011, argumentando la vulneración de su
derecho a la defensa y las garantías del debido proceso.
Detalle y fundamento de la demanda
Los accionantes en lo principal señalan que el objeto de
la acción propuesta es la sentencia de fecha 22 de julio de
2011, expedida dentro de la causa ejecutiva N.° 311-2011
“(…) la que es expedida por el Juez Suplente encargado
del Juzgado Décimo Cuarto de los Civil de Machala…
con el objeto de que sea anulada, en razón de los vicios
procesales que por omisión del secretario de dicha
judicatura…afectan al proceso, ya que recién en fecha
22 de Agosto del 2011, el mentado secretario agrega al
juicio según razón actuarial que consta de foja 51 de los
autos, nuestro escrito de contestación y excepciones a la
demanda, alegando que se encontraba traspapelado, cuando
la sentencia ya se encuentra ejecutoriada; y, el proceso en
fase de ejecución”.
Agregan, que la vulneración de sus derechos
constitucionales e inobservancia del debido proceso
“(…) comienza, cuando indistintamente del resultado que
contiene el pronunciamiento del Juez no se nos incluye
dentro de la causa por no haberse agregado, nuestra
contestación a la demanda, con la cual comparecimos a
juicio dentro del término de Ley, proponiendo excepciones
(…)”.
Frente a ello, los accionantes ponen de manifiesto que el
proceso ejecutivo contra el cual se presenta la presente
acción tiene sentencia firme y ejecutoriada que se encuentra
en fase de ejecución, ya que no pudieron recurrir de ella
interponiendo recurso de apelación debido a que por la
omisión de agregar el escrito de contestación y excepciones
a la demanda, nunca pudieron hacer efectiva su defensa.
Fundamentan la acción presentada en la vulneración del
derecho a la defensa y las garantías del debido proceso,
pues señalan que “(…) el juzgador actuó con parcialidad
ya que al no contar con nosotros como partes del proceso,
resultó imposible el ejercicio de nuestros derechos (…)”.
Pretensión
Los accionantes solicitan que la Corte Constitucional “(…)
declare la Nulidad de la Sentencia y la nulidad de toda la
actuación procesal hasta antes de expedirse el fallo que
viciado de nulidades procesales jamás debió ser dictado,
y por ende nuestros derechos sean reparados frente a daños
patrimoniales en virtud de la sentencia expedida en la que
se nos condena al pago de una acreencia, por cuanto se ha
evidenciado con evidente claridad la indefensión en la que
hemos quedado (…)”
Contestación de la demanda
Argumentos de la parte accionada
Mediante oficio de fecha 17 de noviembre de 2014, el
doctor Fabricio González Moreno, juez de la Unidad Civil
de Machala, informa en primer lugar que se encuentra en
funciones desde el 26 de septiembre de 2013. En ese marco,
señala que de la revisión del proceso se encuentra que:
…se trata de un juicio ejecutivo…en donde a fojas 26
consta el auto de calificación; y, de fojas 34 a 36 constan las
citaciones a los demandados, habiéndose trabado la Litis de
acuerdo con la ley. A fojas 38 vta., consta la razón sentada por
el señor Actuario del despacho en donde se hace conocer que
los demandados no han dado cumplimiento con lo ordenado
en auto inicial, por lo que el señor Juez de aquel entonces
Abg. Iván Morán Alcívar dicta sentencia de conformidad con
lo establecido en el Art. 430 del Código de Procedimiento
Civil…Más sucede que encontrándose el proceso en la
etapa de ejecución; y ha decir del Actuario del despacho por
162 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
información del Dr. Adrian Tenorio Altamirano, defensor
de los demandados, se le informa que no ha sido agregado
la contestación a la demanda dentro del proceso 311/2011,
situación que preocupa al señor Actuario, y de inmediato
dispone que el funcionario encargado de agregar escritos
Freddy Paladines Fajardo, (funcionario que en la actualidad
no se encuentra en la función judicial, siendo separado por no
haber superado la evaluación correspondiente realizada en el
año 2012) revise el escrito en mención, y luego de una prolija
búsqueda le indica que por un lapsus no ha sido agregado;
debiendo considerarse que el escrito en referencia ha sido
entregado en el domicilio del Secretario el día 5 de Julio del
2011, a las 20h15, cuando no había fenecido el término para
presentar escritos en horario normal de labores…
Agrega además el juez que el escrito de contestación no fue
ingresado al sistema informático STJE dentro del horario
normal de labores, pues el escrito fue dejado en forma
irregular en el domicilio del señor actuario del despacho.
Pone de manifiesto que el doctor Edison Efraín Loayza
León, actuario del juzgado, es funcionario por más de
veintiséis años y que ha demostrado durante todo ese tiempo
su dedicación, responsabilidad y un alto nivel de principios
morales y éticos, con una hoja de vida intachable.
El juez solicita que:
…luego de la revisión del proceso, al amparo del Art. 130
numeral 1 del Código Orgánico de la Función Judicial, siendo
menester del juez velar por los derechos y garantías de las
partes procesales, así como el principio de igualdad ante la
ley que obra en el Art. 11 numeral 2 de la Constitución de la
República, entender que nadie podrá ser juzgado por un acto
u omisión que al momento de cometerse no este tipificado
como acción penal, administrativa o de otra naturaleza…sino
con el tramite (SIC) propio de cada procedimiento conforme
reza el art. 76 num3 ibídem; se proceda con la resolución
correspondiente; a efecto de darle el trámite que corresponde a
esta clase de juicios…
Procuraduría General del Estado
El abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de
director nacional de patrocinio y delegado del procurador
general del Estado, presentó un escrito el 05 de noviembre
de 2014 señalando casilla constitucional, sin emitir
pronunciamiento alguno sobre los fundamentos de la
presente acción.
Tercero interesado
El abogado Ricardo Villa García y el doctor Ernesto
Alvarado, a ruego del economista Manuel Agustín Solano
Durán, representante legal de la Cooperativa de Ahorro y
Crédito “Santa Rosa” Ltda., presentaron con fecha 12 de
febrero de 2014 un escrito mediante el cual argumentan
en lo principal, que dentro de la acción extraordinaria de
protección no se han agotado los recursos verticales y
horizontales contemplados en la ley; que no se demuestra
violación de derecho constitucional alguno; que su objeto
es retardar el proceso ejecutivo; que la parte demandada no
apeló la sentencia de primer grado con recurso alguno; que
no existe razón de ejecutoria de la sentencia; y, que no se
cumple lo preceptuado en el artículo 94 de la Constitución
de la República.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia
La Corte Constitucional es competente para conocer y
resolver las acciones extraordinarias de protección contra
sentencias, autos definitivos y resoluciones con fuerza
de sentencia, de conformidad con lo previsto en los
artículos 94 y 437 de la Constitución de la República, en
concordancia con los artículos 63 y 191 numeral 2 literal d
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional, y el artículo 3 numeral 8 literal b y tercer
inciso del artículo 35 del Reglamento de Sustanciación de
Procesos de Competencia de la Corte Constitucional.
Legitimación activa
Los peticionarios se encuentran legitimados para presentar
esta acción extraordinaria de protección en virtud de
cumplir con los requerimientos establecidos en el artículo
437 de la Constitución de la República y de conformidad
con el artículo 439, ibídem, que establece que las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier
ciudadana o ciudadano, individual o colectivamente, y
en concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Análisis constitucional
Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de
protección
La acción extraordinaria de protección establecida en el
artículo 94 de la Constitución constituye una garantía
jurisdiccional creada por el constituyente para proteger
los derechos constitucionales de las personas en contra
de cualquier vulneración que se produzca mediante
actos jurisdiccionales. Así, esta acción nace y existe
para garantizar y defender el respeto de los derechos
constitucionales y el debido proceso. Por consiguiente,
tiene como fin proteger, precautelar, tutelar y amparar los
derechos de las personas que, por acción u omisión, sean
vulnerados en las decisiones judiciales.
En este sentido, de acuerdo con el artículo 437 de la
Constitución de la República, la acción extraordinaria
de protección procede únicamente cuando se trate de
sentencias, autos y resoluciones firmes o ejecutoriados, en
los que el accionante demuestre que en el juzgamiento se
ha violado, por acción u omisión, el debido proceso u otros
derechos reconocidos en la Constitución.
La acción extraordinaria de protección es un mecanismo
excepcional que busca garantizar la supremacía de la
Constitución frente a acciones y omisiones de los jueces.
Así, la incorporación del control de constitucionalidad de
las decisiones judiciales permite garantizar que, tal como
sucede con las decisiones de autoridad pública, también
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 163
las decisiones judiciales se encuentren conformes al texto
de la Constitución y respeten los derechos de las partes
procesales. No se trata de una instancia superpuesta a las
ya existentes, ni la misma tiene por objeto deslegitimar
o desmerecer la actuación de los jueces de instancia, por
el contrario, tiene como único fin la consecución de un
sistema de justicia caracterizado por el respeto y la sujeción
a la Constitución.
7.- El derecho de las personas a la defensa incluirá las
siguientes garantías:
Planteamiento y resolución del problema jurídico
c) Ser escuchado en el momento oportuno y en igualdad de
condiciones.
a) Nadie podrá ser privado del derecho a la defensa en ninguna
etapa o grado del procedimiento.
b) Contar con el tiempo y con los medios adecuados para la
preparación de su defensa.
Una vez analizado el expediente, para la resolución de
la presente causa esta Corte estima necesario desarrollar
el análisis a través de la solución del siguiente problema
jurídico:
d) Los procedimientos serán públicos salvo las excepciones
previstas por la ley. Las partes podrán acceder a todos los
documentos y actuaciones del procedimiento.
¿La sentencia impugnada vulneró el debido proceso en
la garantía del derecho a la defensa?
En el caso materia de análisis se observa que la pretensión
de los legitimados activos es que se deje sin efecto la
sentencia dictada por el juez suplente del Juzgado Décimo
Cuarto de lo Civil de El Oro, el 22 de julio de 2011, así
como la actuación procesal hasta antes de expedirse el fallo,
ya que, a su criterio, se vulneró el derecho al debido proceso
en la garantía de la defensa, pues cuando la sentencia ya
se encontraba ejecutoriada, el secretario del juzgado agregó
al proceso el escrito de contestación y excepciones a la
demanda, alegando que se encontraba traspapelada.
h) Presentar de forma verbal o escrita las razones o argumentos
de los que se crea asistida y replicar los argumentos de las otras
partes; presentar pruebas y contradecir las que se presenten en
su contra.
k) Ser juzgado por una jueza o juez independiente, imparcial y
competente. Nadie será juzgado por tribunales de excepción o
por comisiones especiales creadas para el efecto.
m) Recurrir el fallo o resolución en todos los procedimientos
en los que se decida sobre sus derechos.
Respecto al debido proceso, la Corte Constitucional se ha
pronunciado de la siguiente manera:
Los accionantes alegan que con la omisión causada, “se
provoca atropello al debido proceso y se nos ha dejado en
evidente indefensión ante la justicia, hecho prohibido en
el Art. 75 de la Constitución y que también por principio
garantiza que debe observarse lo dispuesto en el Art. 76
numeral 1, 7 literal a), b), c), d), h), k), m), situación que
no ha sido de elemental análisis dentro del juicio ejecutivo
seguido en nuestra contra”.
En tal sentido, sostienen que han sido privados de la defensa
pues no tuvieron la oportunidad eficaz de manifestarse,
coartándose los medios probatorios propicios y el tiempo
necesario para su defensa; señalan además, que la sentencia
impugnada “que no nos fue notificada conllevo a que
no podamos recurrir de ella, por lo tanto no tuvimos la
oportunidad de hacer efectivo nuestro derecho consagrado
en el Art. 76 numeral 7, literal m) de la Constitución.”
En virtud de lo expuesto, la Corte Constitucional deberá
determinar si la sentencia emitida dentro del juicio
ejecutivo N.° 311-2011, vulnera el derecho constitucional
al debido proceso en la garantía del derecho a la defensa.
El derecho al debido proceso consagrado en el artículo 76
de la Constitución de la República, prevé:
Art. 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos
y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al
debido proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial,
garantizar el cumplimiento de las normas y los derechos de
las partes.
El debido proceso se materializa en las garantías básicas
que permiten el desarrollo de un procedimiento que de un
resultado justo, equitativo e imparcial, a fin de procurar
el respeto a los derechos de toda persona que afronta un
proceso, al reconocimiento al derecho a recibir un trato igual
y el órgano jurisdiccional de utilizar la ley para su defensa,
y para el correcto juzgamiento, así como para lograr la
plena satisfacción de los intereses individuales de las partes,
observando el trámite propio de cada procedimiento, según
sus características y el agotamiento de las etapas previamente
determinadas por el ordenamiento jurídico1.
El derecho al debido proceso se concreta con el
cumplimiento de varias garantías procesales que lo
tornan efectivo. Una de ellas, el derecho a la defensa
que, “constituye la garantía de las partes procesales para
acceder al sistema judicial, administrativo o de cualquier
índole en el que se determinen derechos y obligaciones,
con el propósito de ser escuchado, hacer valer sus razones,
preparar y presentar su prueba, intervenir en igualdad de
condiciones con la contra parte, así como recurrir del fallo,
si lo considera necesario”2.
En el ámbito constitucional, el derecho a la defensa
garantiza que toda persona, “(…) pueda ejercitar todos los
mecanismos necesarios para proclamar y hacer respetar sus
1
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 018-14-SEP-CC del
22 de enero de 2014, caso N.° 1097-13-EP.
2
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 002-14-SEP-CC del
09 de enero de 2014, caso N.° 0121-11-EP.
164 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
derechos, dentro de un proceso judicial o administrativo,
con el objeto de que se equilibren, en lo posible, las
facultades otorgadas a los sujetos procesales, accionante
y accionado, para contradecir la prueba de cargo, aportar
medios de prueba que afiancen su condición y para
impugnar las decisiones judiciales que le sean contrarias
y, de esta manera, acceder a una eficaz administración de
justicia”3.
Cabe entonces remitirse a la realidad procesal, que obra
de autos, respecto al juicio ejecutivo por cobro de una
obligación vencida, a fin de establecer si tienen sustento
constitucional las pretensiones de los legitimados activos.
Para ello, es preciso considerar dentro del análisis lo
afirmado por los accionantes en la demanda, en relación
a que si bien la contestación a la demanda habría sido
presentada dentro del término legal, esta se habría
traspapelado, ocasionando que la sentencia sea dictada sin
tomar en cuenta las excepciones de los ahora accionantes.
En este sentido, se hace fundamental señalar que a fojas
34, 34 vuelta 35, 35 vuelta y 36 del proceso de instancia,
consta la certificación suscrita por el abogado Wilson
Cabrera, citador, que legitima las citaciones realizadas a los
demandados del juicio ejecutivo, señores Freddy Luzbel
González Vicker, Yahaira Elizabeth García Sánchez y
Juana Graciela Vicker Mata. Se evidencia además el escrito
presentado por la Cooperativa Ahorro y Crédito “Santa
Rosa” Ltda., a través de su representante legal, economista
Manuel Solano Durán (fjs. 37), mediante el cual se señala
que, dado que han sido debidamente citados los demandados
y no habiendo contestado la demanda dentro del término,
solicita se dicten autos para sentencia. En consecuencia
de lo requerido, el juez suplente décimo cuarto de lo civil
de El Oro ordena (fjs. 38) que el secretario del juzgado
siente razón en autos indicando si los demandados han
comparecido a juicio pagando lo adeudado o deduciendo
excepciones dentro del término que tenían para hacerlo.
A foja 38, reverso, consta la razón sentada por el doctor
Edison Loayza León, secretario del juzgado, que con fecha
18 de julio de 2011 certifica:
RAZON: Dando cumplimiento a lo ordenado en providencia
que antecede, siento como tal señor Juez que los demandados
GONZALEZ VICKER FREDDY LUZBEL, GARCIA
SANCHEZ YAJAIRE ELIZABETH Y VICKER MATA
JUANA GRACIELA, no han dado cumplimiento con lo
ordenado en auto inicial, esto es, no ha pagado lo adeudado
o propuesto excepciones dentro del término establecido en
la ley. (énfasis añadido)
Sobre la base de lo afirmado por el secretario del juzgado,
con fecha 19 de julio de 2011 el juez pidió autos para
pronunciar sentencia (fjs.39) y con fecha 22 de julio del
mismo año dictó el fallo impugnado a través de esta acción
extraordinaria de protección, el cual haciendo referencia a
la falta de comparecencia de la parte demandada, ordenó
el pago del valor presuntamente adeudado a favor de la
Cooperativa Ahorro y Crédito “Santa Rosa” Ltda. (fjs. 40
y 40 vuelta).
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 132-14-SEP-CC del
10 de septiembre de 2014, caso N.° 0021-12-EP.
A partir de la sentencia dictada, se verifica dentro
del expediente el inicio del proceso de ejecución, sin
embargo a fojas 49 y 50, se encuentra un escrito suscrito
por los demandados, mediante el cual proponen las
excepciones que consideran oportunas y señalan casillero
judicial, constando una razón (fjs. 50 vuelta) sentada por
el doctor Edison Loayza León, secretario del juzgado,
donde se establece que dicho documento fue recibido
el 05 de julio de 2011, a las 20:15, en su domicilio.
Complementariamente, el mismo secretario del juzgado,
con fecha 22 de agosto de 2011 (fjs. 51), sienta una nueva
razón que dice:
RAZON: Siento como tal señor Juez, que en esta fecha
agrego al proceso el escrito de contestación a la demanda
presentado por los demandados FREDDY LUZBEL
GONZALEZ VICKER, YAJAIRA ELIZABETHY (SIC)
GARCIA SANCHEZ Y JUANA GRACIELA VICKER
MATA, en mi domicilio el día cinco de julio del año dos
mil once, a las veinte horas quince minutos, el mismo
que se ha encontrado traspapelado, por lo que no ha sido
incorporado oportunamente por el empleado encargado
de esta labor. (énfasis añadido)
En virtud de la certificación transcrita precedentemente, el
juez suplente del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil de El
Oro, con fecha 23 de agosto de 2011, emitió un auto (fjs.
52) en el que manifiesta:
…se ha incorporado al trámite el escrito propuesto por
los señores FREDDY LUZBEL GONZALEZ VICKER,
YAJAIRA ELIZABETHY (SIC) GARCIA SANCHEZ Y
JUANA GRACIELA VICKER MATA, que dicha petición
ha sido agregado al proceso de manera extemporánea, a tal
punto que con la razón sentada por el señor secretario del
juzgado que estableció que no han comparecido los citados
demandados, por lo que el suscrito Juez dictó el respectivo
fallo el mismo que se encuentra debidamente ejecutoriado y
en vía de ejecución, por lo tanto se deja a salvo los derechos
que le correspondan a los accionados, para que en caso de así
establecerlo propongan las acciones legales pertinentes…
Posteriormente, los ahora accionantes a través de escrito
presentado el 24 de agosto de 2011, solicitan al juez se
abstenga de continuar impulsando la causa puesto que se
estarían causando enormes lesiones a sus derechos, ante lo
cual el juez, con fecha 30 de agosto de 2011, dictó un auto
determinando que se estaría actuando de conformidad con la
constancia procesal dentro de la causa, donde expresamente
señala:
…Efectivamente por exceso de trabajo o de falta de
coordinación el señor secretario del despacho no pudo ingresar
el escritos (SIC) de los demandados el mismo que ha sido
presentado también de manera irregular en el domicilio
del señor secretario, por lo tanto las peticiones formuladas
de esa manera no ingresan de forma regular al sistema
electrónico de constancias procesales de los escritos que
presentan las partes en este Juzgados (SIC), aquello
ocasionó una falta de información entre quien debía
agregar al proceso dicha petición y el señor secretario del
Juzgado. (énfasis añadido)
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 165
Frente a lo manifestado por el juez suplente, cabe resaltar lo
indicado por los demandados en el escrito presentado el 01
de septiembre de 2011, del cual se desprende:
…Usted se refiere al hecho de que hemos ingresado de manera
irregular nuestro escrito de contestación a la demanda, al
respecto debo acotar que el escrito consta haber sido ingresado
en fecha 5 de Julio de 2011, es decir al día siguiente de haber
sido citados, ya que si Usted revisa el proceso, la última
citación ocurre el 4 de Julio del 2011, es decir el escrito
es presentado completamente dentro del término de ley ya
que teníamos el 5, 6 y 7 de julio para presentarlo, entonces
ocurre que al dejarlo en su judicatura se nos indicó que
no existía sistema, por lo tanto el escrito para no tener
problemas con la fe de presentación nos fue devuelto al
día siguiente con la razón que consta del mismo, siendo
que esta circunstancia ya es ajena a nosotros, en virtud de
que lo que era importante es el haber dado contestación a la
demanda dentro del término de Ley, cosa que si lo hicimos….
(énfasis añadido)
En virtud de los textos transcritos, se evidencian aspectos
de notoria importancia para el análisis del presente caso.
En primer término la razón sentada por el doctor Edyson
Loayza, secretario del Juzgado Décimo Cuarto de lo Civil
de El Oro, que certifica que los demandados no pagaron
ni presentaron excepciones dentro del término establecido
por la ley, razón que dio paso a la emisión de la sentencia
respectiva. Luego, la razón sentada por el mismo secretario
del juzgado, un mes después de haber sido dictada la
sentencia, la cual establece que los ahora accionantes sí
habrían presentado el escrito de contestación a la demanda
dentro de término, pero en su domicilio, y frente a ello, la
contradicción que se produce con lo señalado por los ahora
accionantes, quienes afirman haber presentado el escrito en
las oficinas del juzgado. Por último, el valor jurídico que
podría tener un documento que no fuera presentado en las
oficinas del juzgado, sino en el domicilio de uno de sus
funcionarios.
En cuanto al primer asunto planteado, es preciso que esta
Corte establezca si el fallo impugnado, emitido en el marco
de las condiciones antes expuestas, vulnera o no el debido
proceso en la garantía del derecho a la defensa.
Como bien se puso de manifiesto en líneas precedentes,
el derecho a la defensa garantiza que toda persona pueda
ejercitar los mecanismos necesarios para hacer respetar
sus derechos dentro de un proceso judicial. Para el
demandado esto se traduce en tener conocimiento y estar
informado sobre las acciones seguidas en su contra, con
el fin de poder participar y defender sus derechos dentro
del proceso, aspecto que se asegura, en un principio, a
través de la citación, que es “el acto por el cual se hace
saber al demandado el contenido de la demanda o del acto
preparatorio y las providencias recaídas en esos escritos”4.
Dicho en otras palabras, a través de la citación se garantiza
el derecho del demandado a conocer del proceso, y a partir
de ello, actuar en el mismo y presentar ante la autoridad
competente cuanto escrito considere pertinente para la
defensa de su posición.
4
Código de Procedimiento Civil, artículo 73.
Dentro del expediente del caso sub examine, se verifica que
la citación a los demandados fue realizada a través de tres
boletas. Esto implica que los ahora accionantes conocieron
y fueron debidamente informados acerca de la demanda
ejecutiva interpuesta en su contra, el requerimiento
realizado por el juzgador para el pago de lo adeudado o
para que deduzcan las excepciones de que se creyeren
asistidos, así como el término de tres días que estableció el
juez para cumplir lo requerido, bajo prevención de dictar
sentencia. En virtud de lo expuesto, se evidencia que se ha
garantizado el derecho a la defensa durante la sustanciación
de la causa.
Previo a revisar lo ocurrido en el caso sub judice a partir de
la citación se debe realizar una precisión, esto es, que los
secretarios de los juzgados, a través de una razón sentada,
certifican información, documentación o actos dentro
de un proceso judicial. Tan es así que de acuerdo a lo
establecido en el Código de Procedimiento Civil en su Art.
165, las certificaciones de una actuación o procedimiento
judicial dado por el secretario de un juzgado hacen fe
en juicio5. En esa misma línea, el Diccionario Jurídico
Elemental de Guillermo Cabanellas de las Cuevas, indica
que certificado es el “Instrumento por el cual se asegura la
verdad de alguna cosa, bajo la fe y palabra del funcionario
que lo autoriza con su firma. Dan fe únicamente los
funcionarios que gozan de fe pública, como notarios,
secretarios judiciales; y éstos, no solamente deben firmar,
sino que han de sellar, e incluso signar el instrumento”.
Consecuentemente, en el presente caso lo certificado por
el doctor Edyson Loayza, secretario del Juzgado Décimo
Cuarto de lo Civil de El Oro, goza de fe pública y por tanto
lo establecido en la razón sentada por este funcionario debía
ser considerado como cierto tanto por el juez como por las
partes procesales.
Ahora bien, conforme consta del expediente de instancia
(foja 38), el doctor Edyson Loayza, secretario del juzgado,
a pedido del juez suplente décimo cuarto de lo civil de
El Oro, certificó con fecha 18 de julio de 2011 que los
demandados no dieron cumplimiento a lo ordenado por
la autoridad judicial, esto es, no pagaron lo adeudado
ni propusieron excepciones dentro del término de tres
días, frente a lo cual el juez, en cumplimiento a lo
establecido en el Art. 430 del Código de Procedimiento
Civil, que establece que “Si el deudor no paga ni propone
excepciones dentro del respectivo término, el juez, previa
notificación, pronunciará sentencia, dentro de veinticuatro
5
Ibíd., artículo 165.- Hacen fe y constituyen prueba todos los
instrumentos públicos, o sea todos los instrumentos autorizados
en debida forma por las personas encargadas de los asuntos
correspondientes a su cargo o empleo, como los diplomas, decretos,
mandatos, edictos, provisiones, requisitorias, exhortos u otras
providencias expedidas por autoridad competente; las certificaciones,
copias o testimonios de una actuación o procedimiento gubernativo
o judicial, dados por el secretario respectivo, con decreto superior, y
los escritos en que se exponen los actos ejecutados o los convenios
celebrados ante notario, con arreglo a la ley; los asientos de los libros
y otras actuaciones de los funcionarios y empleados del Estado de
cualquiera otra institución del sector público; los asientos de los
libros y registros parroquiales, los libros y registros de los tenientes
políticos y de otras personas facultadas por las leyes (…).
166 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
horas, mandando que el deudor cumpla inmediatamente
la obligación”, dictó la correspondiente sentencia en el
sentido determinado en la norma transcrita.
En virtud a lo contemplado en líneas precedentes, esta
Corte considera que el fallo dictado dentro del juicio
ejecutivo que se analiza, garantizó a través de la citación
el derecho de los demandados a actuar y ser escuchados
dentro del proceso, cumpliendo con el debido proceso y
asegurando su derecho a la defensa. Ahora, a pesar de que
los demandados fueron debidamente citados y conocían del
proceso judicial que se seguía en su contra en el Juzgado
Décimo Cuarto de lo Civil de El Oro, en el expediente no
consta que estos hayan presentado excepciones ni pagado
lo adeudado dentro del término establecido, conforme así
lo certifica el secretario del juzgado que hace fe dentro del
juicio. En tal sentido, la decisión que toma la autoridad
judicial a cargo del juzgamiento del caso, que basado en
los recaudos procesales y lo contemplado en el Código de
Procedimiento Civil dispone que los ahora accionantes
paguen a la Cooperativa de Ahorro y Crédito “Santa Rosa”
Ltda. los valores adeudados, no vulneró el debido proceso
en la garantía del derecho a la defensa de los señores Freddy
Luzbel González Vicker, Yahaira Elizabeth García Sánchez
y Juana Graciela Vicker Mata.
Una vez establecido que la sentencia dictada el 22 de julio
de 2011 por el juez suplente décimo cuarto de lo civil de
El Oro, no vulneró los derechos al debido proceso de los
ahora accionantes, es importante revisar los irregulares y
contradictorios acontecimientos posteriores a su emisión
y ejecutoria, que aparecen del expediente de instancia. Es
decir, una nueva razón sentada el 22 de agosto de 2011 por el
secretario del juzgado, doctor Edyson Loayza, que establece
que los demandados sí habrían presentado contestación a la
demanda dentro de término, pero en el domicilio de dicho
funcionario, documento que además se habría traspapelado
hasta ese momento; así como lo señalado por los ahora
accionantes mediante escrito presentado en el juzgado el
01 de septiembre de 2011, afirmando haber presentado el
escrito en las oficinas del Juzgado.
No puede sino sorprender a esta Corte que la misma persona
–Dr. Edyson Loayza, secretario del juzgado– que certifica
previo a dictar sentencia que los demandados “no han dado
cumplimiento con lo ordenado en auto inicial, esto es, no
ha pagado lo adeudado o propuesto excepciones dentro
del término establecido en la ley” (sic), luego de emitido y
ejecutoriado el fallo –un mes después–, afirme que dichas
personas sí habrían presentado el escrito de contestación a
la demanda dentro del término –un día después de la última
citación– pero en su domicilio, a las 20:15, y que el mismo
“se ha encontrado traspapelado, por lo que no ha sido
incorporado oportunamente por el empleado encargado de
esta labor” (sic).
Si bien la información certificada por el secretario del
juzgado, investida de fe pública, debería considerarse
como verdadera, es también cierto que esta fue puesta de
manifiesto en el proceso de manera extemporánea, un mes
después de dictada y ejecutoriada la sentencia; no siendo
este el único problema que se constata, puesto que, de
acuerdo con lo afirmado en dicha certificación, el escrito
de contestación a la demanda habría sido presentado en el
domicilio de dicho secretario en horas de la noche, un día
después de la última notificación. Es decir, los demandados
tenían dos días más para presentar el escrito formalmente
en las oficinas del juzgado en horas laborables, sin embargo
de lo cual, según lo certificado por el funcionario de la
judicatura, esto no habría sucedido así, sino que, a través
de un acto informal e irregular, que no está amparado por la
ley, se lo entregó en su domicilio; aspecto que el juez pone
de relieve en el auto de fecha 30 de agosto de 2011, donde
señala que:
…Efectivamente por exceso de trabajo o de falta de
coordinación el señor secretario del despacho no pudo ingresar
el escritos (SIC) de los demandados el mismo que ha sido
presentado también de manera irregular en el domicilio del
señor secretario, por lo tanto las peticiones formuladas de esa
manera no ingresan de forma regular al sistema electrónico de
constancias procesales de los escritos que presentan las partes
en este Juzgados… (sic)
A esto se suma el hecho de que los demandados contradicen
lo afirmado por el secretario del juzgado, pues indican que el
escrito sí habría sido presentado en las oficinas del juzgado,
sin embargo de lo cual, en razón de que no había sistema,
no habrían obtenido la fe de presentación sino hasta el día
siguiente, pero con la razón que consta en el proceso, esto
es, que se recibió el escrito en el domicilio del secretario en
la noche. Siendo así, era de esperar una reacción inmediata
de los demandados aclarando que tal razón no correspondía
a la realidad, no obstante los ahora accionantes no señalaron
la supuesta equivocación, permitiendo que dicha razón
quede sentada en el sentido de que se habría presentado la
contestación a la demanda en el domicilio del funcionario.
En ese contexto, admitir que el secretario de juzgado,
responsable de la documentación que se incorpora al
proceso, reciba los documentos en su domicilio, sin que
exista norma jurídica previa, clara y pública que le atribuya
la facultad de recibir documentación procesal fuera de las
instalaciones de las oficinas judiciales, y así sustituya de
manera arbitraria a los sistemas oficiales públicos de ingreso
y registro de dichos documentos, evidentemente alteraría el
principio de seguridad jurídica previsto en el artículo 826
de la Constitución de la República, en concordancia con
los artículos 76 numeral 17 y 2268 ibídem, que impone a los
servidores públicos ejercer únicamente las competencias y
facultades que la Constitución y la ley determinan.
6
Constitución de la República del Ecuador, artículo 82.- El derecho a
la seguridad jurídica se fundamenta en el respeto a la Constitución
y en la existencia de normas jurídicas previas, claras, públicas y
aplicadas por las autoridades competentes.
7
Ibíd., artículo 76.- En todo proceso en el que se determinen derechos
y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el derecho al debido
proceso que incluirá las siguientes garantías básicas:
1. Corresponde a toda autoridad administrativa o judicial, garantizar
el cumplimiento de las normas y los derechos de las partes. (…)
8
Ibíd., artículo 226.- Las instituciones del Estado, sus organismos,
dependencias, las servidoras o servidores públicos y las personas
que actúen en virtud de una potestad estatal ejercerán solamente las
competencias y facultades que les sean atribuidas en la Constitución
y la ley. Tendrán el deber de coordinar acciones para el cumplimiento
de sus fines y hacer efectivo el goce y ejercicio de los derechos
reconocidos en la Constitución.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 167
De lo expuesto se puede concluir que dentro del proceso
existen varias irregularidades que quedan en evidencia
luego de dictada la sentencia, la misma que, se ha
constatado, fue dictada por el Juez Décimo Cuarto de lo
Civil de El Oro sobre la base de los recaudos procesales
y la fe del secretario del juzgado, en el marco del debido
proceso, bajo el trámite establecido en la ley, cumpliendo
los términos procesales y brindando todas las garantías a
las partes procesales, respetando de esa forma sus derechos
constitucionales. Las irregularidades posteriores no pueden
afectar los derechos de las partes ni a la sentencia.
Ahora bien, dados los hechos irregulares posteriores a la
ejecutoria de la sentencia, analizados precedentemente, es
preciso que, dejando a salvo los derechos de las partes para
presentar las acciones legales que consideren oportunas, el
Consejo de la Judicatura lleve a cabo las investigaciones
que correspondan.
CASO Nro. 1593-11-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la jueza Wendy Molina
Andrade, suscribió la presente sentencia el día lunes 11
de mayo del 2015, en calidad de presidenta (e) de la Corte
Constitucional, al momento de expedirse la misma.- Lo
certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
Quito, D. M., 29 de abril de 2015
SENTENCIA N.º 128-15-SEP-CC
CASO N.º 1747-10-EP
SENTENCIA
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
1. Declarar que no existe vulneración de derechos
constitucionales.
I. ANTECEDENTES
2. Negar la acción extraordinaria de protección.
3. Remitir copia de la sentencia al Consejo de la
Judicatura, para que en el marco de sus competencias,
realice la correspondiente investigación respecto de las
irregularidades puestas de manifiesto en el presente
caso.
Resumen de admisibilidad
El señor Carlos Humberto Chuchuca Gordillo en calidad
de presidente de la Unión Nacional de Educadores
(UNE) núcleo del cantón Santa Rosa, presenta acción
extraordinaria de protección en contra de la sentencia
dictada el 06 de septiembre de 2010 a las 16h12 por la
Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justica de El
Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Wendy Molina Andrade, PRESIDENTA (E).
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede
fue aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
seis votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, Alfredo Ruiz
Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera y
Wendy Molina Andrade; sin contar con la presencia de
los jueces María del Carmen Maldonado Sánchez, Tatiana
Ordeñana Sierra y Patricio Pazmiño Freire en sesión del 22
de abril de 2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
La Secretaría General de la Corte Constitucional, el 01 de
diciembre del 2010, de conformidad con lo establecido
en el segundo inciso del artículo 17 del Reglamento de
Sustanciación de Proceso de Competencia de la Corte
Constitucional, certificó que en referencia a la acción
N.º 1747-10-EP no se ha presentado otra demanda con
identidad de objeto y acción.
El 19 de enero de 2011 a las 10h02, la Sala de Admisión
de la Corte Constitucional, para el período de transición,
conformada por los jueces constitucionales Patricio
Herrera Betancourt, Roberto Bhrunis Lemarie y Hernando
Morales Vinueza, de conformidad con las normas de
la Constitución de la República y la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional,
admitió a trámite la presente acción extraordinaria de
protección.
Mediante sorteo efectuado por el Pleno de la Corte
Constitucional en sesión ordinaria del 3 de marzo de 2011,
correspondió la sustanciación de la presente causa al ex
juez constitucional Patricio Herrera Betancourt, el cual, el
168 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
24 de marzo de 2011, avocó conocimiento de la presente
causa y dispuso que se notifique con el contenido del auto
y la demanda respectiva a los jueces de la Sala de lo Civil
de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, a fin de que
presenten un informe debidamente motivado sobre los
argumentos que fundamentan la demanda, al procurador
general del Estado, a la ministra de Educación y al director
provincial de educación de El Oro, así como al accionante
en la casilla constitucional señalada.
El 25 de abril de 2011, se realiza la audiencia pública
dentro de la acción extraordinaria de protección N.º 174710-EP.
El 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante el Pleno
de la Asamblea Nacional los jueces de la Primera Corte
Constitucional, integrada conforme lo dispuesto en los
artículos 432 y 434 de la Constitución de la República.
Por lo que, de conformidad con el sorteo efectuado por el
Pleno de la Corte Constitucional en sesión extraordinaria
del 03 de enero de 2013, correspondió la sustanciación de
la presente causa al juez constitucional Patricio Pazmiño
Freire, quien avocó conocimiento de la misma el 23 de
marzo de 2015 y dispuso que se notifique con el contenido
de la demanda y providencia a los jueces de la Sala Civil
de la Corte Provincial de Justicia de El Oro, a fin de que
presenten un informe motivado respecto de los hechos
y argumentos expuestos en la demanda, a los señores:
ministro de Educación, director provincial de educación de
El Oro, procurador general del Estado y legitimado activo
en las casillas constitucionales señaladas para el efecto, y
designó a la abogada Paola Yánez Salas como actuaria en la
sustanciación de la presente causa.
Sentencia o auto que se impugna
Sentencia dictada el 06 de septiembre del 2010 a las 16h12,
por Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de El
Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010:
JUEZ PONENTE DR. ARTURO MARQUEZ MATAMOROS
CORTE PROVINCIAL DE JUSTICIA DE EL ORO.- SALA
DE LO CIVIL. Machala, lunes 6 de septiembre de 2010, las
16h12. VISTOS: (…) SEXTO: Ahora bien, es criterio de
este Tribunal de Alzada, que la Acción de Protección dentro
del nuevo paradigma constitucional, está diseñada para dar
solución a situaciones fácticas creadas por actos u omisiones
que implican transgresión de un derecho fundamental,
respecto del cual el sistema jurídico no ha previsto otro
mecanismo susceptible de ser invocado ante los jueces, a fin
de lograr la protección y/o reparación del derecho. Para el caso
sub júdice, existen previsiones normativas específicas que le
permiten al accionante articular su pretensión, esto es, la vía
ordinaria y no la constitucional, máxime que el Art. 40 N. 3
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional únicamente habilita promover la Acción utsupra ante la inexistencia de otro u otros medios idóneos para
la defensa judicial adecuada y eficaz que proteja el derecho
violado (…) Por tanto, no se puede desconocer en forma general
y sin fundamento, todo el engranaje creado por el Estado para
intervenir de manera efectiva en la solución de conflictos
en los cuales están de por medio los derechos y garantías
de los ciudadanos y ciudadanas (…) Por los antecedentes y
consideraciones expuestos, no advirtiéndose que al señor
Carlos Chuchuca Gordillo ni a quienes éste dice representar,
se les hubieren restringido indebida e injustificadamente
derecho alguno, se llega al convencimiento de que no se ha
transgredido norma constitucional alguna, menos que ha
existido acto inconstitucional que lesione derechos subjetivos,
de ahí que la Acción de protección presentada en base a los
elementos que caracterizan al principio de no subsidiaridad,
no es la vía que corresponde, por lo que la Sala Especializada
de lo Mercantil, Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte
Provincial de Justicia de El Oro “ADMINISTRANDO
JUSTICIA EN NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL
ECUADOR,Y POR AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN
Y LAS LEYES DE LA REPÚBLICA”, rechaza el recurso de
apelación interpuesto por la parte accionante Carlos Chuchuca
Gordillo y confirma la sentencia que ha subido en grado (…).
Antecedentes del caso concreto
El 2 de febrero del 2010, el señor Carlos Humberto
Chuchuca Gordillo en calidad de presidente de la Unión
Nacional de Educadores (UNE) núcleo del cantón Santa
Rosa, presentó acción de protección en contra del ministro
de Educación y el director provincial de Educación de El
Oro.
La acción de protección signada con el N.º 450-2010, le
correspondió conocer al Juzgado Séptimo de lo Civil de El
Oro, el cual mediante sentencia del 16 de marzo del 2010,
declaró sin lugar la demanda de acción de protección.
El 19 de marzo del 2010, el señor Carlos Humberto
Chuchuca Gordillo en su calidad de presidente de la
Unión Nacional de Educadores (UNE) presentó recurso de
apelación.
La Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de
El Oro, el 6 de septiembre del 2010 a las 16h12 resolvió:
“ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE DEL
PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA”, rechaza el recurso el recurso
de apelación interpuesto por la parte accionante Carlos
Chuchuca Gordillo y confirma la sentencia que ha subido
en grado (…)”.
Argumentos planteados en la demanda
El accionante en su demanda de acción extraordinaria
de protección en lo principal, realiza las siguientes
argumentaciones:
Considera que la Sala de lo Civil en el fallo dictado el 06
de septiembre de 2010, sin ninguna motivación concluye
que no existe violación de derechos vulnerados, lo cual
se desprende del análisis del considerando sexto donde se
determina que es criterio del Tribunal que para el caso sub
júdice, existen previsiones normativas específicas que le
permiten al accionante articular su pretensión como es el
caso de la vía ordinaria.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 169
En este sentido, el accionante señala que la Sala
Especializada de lo Civil confirma y comparte el criterio del
juez inferior de que los accionantes deben acudir al órgano
administrativo correspondiente, esto es al Tribunal de lo
Contencioso Administrativo.
Señalan que la Sala al resolver, consideró que la acción de
protección tiene su propia estructura normativa y diseña
vías propias para lograr la protección y reparación de un
derecho vulnerado; sin embargo, para el caso sub examine
la pretensión debió ser articulada por la vía ordinaria.
Establece que la Sala de lo Civil en la sentencia, ha
violado por acción u omisión los derechos reconocidos en
la Constitución, pues determina que deben recurrir con su
acción ante un Tribunal de lo Contencioso Administrativo,
lo cual es un absurdo por cuanto a su criterio, no han
cometido una falta o un acto administrativo para que sean
sujetos a un procedimiento contencioso. Determina que
el derecho vulnerado en el presente caso es la supresión
de su nombramiento de zona rural a concederles un
nombramiento de zona urbana con la única predisposición
de causarles daño en la supresión de los subsidios que por
bonos rurales fronterizos los venían recibiendo hasta el mes
de febrero del año 2008.
Terceros con interés
Derechos constitucionales presuntamente vulnerados
Afirma que se ha contrariado la disposición contenida
en el referido artículo 94 de la Constitución porque
la sentencia impugnada es perfecta en el fondo y en la
forma. Que en ninguna parte ha violado el debido proceso
ni otro derecho constitucional alegado por el recurrente.
Que es obvio que el actor ha mal utilizado el ejercicio
de esta acción jurisdiccional para intentar una suerte de
tercera instancia en materia constitucional, limitándose en
consecuencia a discutir el fondo de su pretensión inicial,
lo cual fue materia de resolución por parte de las dos
instancias pertinentes.
El accionante señala que la decisión judicial impugnada
ha vulnerado su derecho constitucional al debido proceso
en la garantía de la motivación, consagrado en el artículo
76 numeral 7 literal l de la Constitución de la República.
Pretensión
La pretensión concreta del legitimado activo respecto de la
reparación de los derechos constitucionales vulnerados es
la siguiente:
(…) Resuelva revocar la resolución dictada por los señores
jueces de la sala de lo Civil y otros de la Corte Provincial de
Justicia de El Oro y en consecuencia nos conceda la Acción de
Protección solicitada por el compareciente en representación
de los profesores agrupados en la UNE del cantón Santa
Rosa(…).
Contestación a la demanda
Abogada Olga Pazmiño Abad y doctor Arturo Márquez
Matamoros, jueces de la Sala de Lo Civil de la Corte
Provincial de Justicia de El Oro, mediante escrito
ingresado el 18 de abril del 2011 en lo principal, manifiestan
que:
De la lectura de la sentencia dictada en el proceso que
motiva la presente acción extraordinaria de protección, se
infiere que esta ha resuelto todos los puntos sometidos a
esta clase de procesos, es decir, sobre lo que constituyen
las pretensiones del legitimado activo, la contestación, las
excepciones propuestas por el legitimado pasivo.
Agregan que además se ha observado el principio
constitucional de la motivación al tenor de lo dispuesto en
el literal l numeral 7 del artículo 76 de la Constitución de la
República, puesto que se han citado y analizado principios
y normas procesales; se ha aplicado jurisprudencia, así
como la normativa de tratados internacionales, que obran
en el considerando sexto, de lo cual concluyeron que no
ha existido acto inconstitucional que lesione derechos
subjetivos.
Marcos Arteaga Valenzuela en su calidad de director
nacional de patrocinio de la Procuraduría General del
Estado, mediante escrito presentado el 25 de abril del 2011
en lo principal, señala que:
La acción extraordinaria de protección conforme lo
establece el artículo 94 de la Constitución de República
procede contra sentencias o autos definitivos en los que se
haya violado por acción u omisión, derechos reconocidos
en la Constitución lo cual a su criterio, no ha sucedido.
Señala que no es verdad que la Sala de lo Civil falló sin
motivación, ya que en su considerando sexto concluyen
los jueces, que hay previsiones normativas específicas
que le permiten al accionante articular su pretensión en
la vía ordinaria y no la constitucional, más aún porque
el artículo 40 numeral 3 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente,
habilita promover la acción ut supra ante la inexistencia
de otro u otros medios idóneos para la defensa judicial
adecuado y eficaz que protege el derecho violado.
Por lo expuesto, solicita que se rechace la acción
extraordinaria de protección planteada.
Marco Montalvo Viteri en calidad de director provincial
de educación de El Oro en escrito constante a fs. 113 del
expediente constitucional, sin pronunciarse sobre el fondo
del asunto, señala que aprueba y ratifica la intervención
realizada a su nombre y representación por el doctor
Williams Cuesta Lucas en la audiencia pública llevada a
efecto el 25 de abril del 2011 a las 11h30 y señala casilla
constitucional para las notificaciones que le correspondan.
Gloria Vidal Illingworth en calidad de ministra de
Educación, en escrito constante a fs. 108 del expediente
constitucional, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto
señala que aprueba y ratifica la intervención realizada a
su nombre y representación por el doctor Williams Cuesta
Lucas en la audiencia pública llevada a efecto el 25 de abril
del 2011 a las 11h30 y señala casilla constitucional para las
notificaciones que le correspondan.
170 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
La Corte Constitucional es competente para conocer
y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de
protección en virtud de lo establecido en los artículos 94
y 437 de la Constitución de la Repúblicay el artículo 63
de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional. En el presente caso de la acción presentada
en contra de la sentencia del 6 de septiembre del 2010 a las
16h12, dictada por Sala de lo Civil de la Corte Provincial
de Justicia de El Oro, dentro de la acción de protección N.º
450-2010.
Legitimación activa
El accionante se encuentra legitimado para presentar
esta acción extraordinaria de protección en virtud de
cumplir con el requerimiento establecido en el artículo
437 de la Constitución de la República del Ecuador
que dispone: “Los ciudadanos de forma individual o
colectiva podrán presentar una acción extraordinaria de
protección contra sentencias, autos definitivos (…)” y del
contenido del artículo 439 ibídem, que dice: “Las acciones
constitucionales podrán ser presentadas por cualquier
ciudadana o ciudadano individual o colectivamente”, en
concordancia con el artículo 59 de la Ley Orgánica de
Garantías Jurisdiccionales y Control Constitucional.
Naturaleza jurídica de la acción extraordinaria de
protección
La Corte Constitucional al ser el máximo órgano de
control, interpretación y administración de la justicia
constitucional se encuentra investida de la facultad de
preservar la garantía de los derechos constitucionales y
de esta forma, evitar o corregir su posible vulneración. En
este sentido, con la expedición de la Constitución del año
2008, se cambió el paradigma constitucional, planteando
la posibilidad extraordinaria de tutelar los derechos
constitucionales que pudieran ser vulnerados durante la
emisión de una sentencia, auto definitivo o resolución con
fuerza de sentencia resultado de un proceso judicial.
La acción extraordinaria de protección procede
exclusivamente en contra sentencias, autos definitivos o
resoluciones con fuerza de sentencia en los que por acción
u omisión, se haya violado el debido proceso u otros
derechos constitucionales reconocidos en la Constitución,
una vez que se hayan agotado los recursos ordinarios y
extraordinarios dentro del término legal, a menos que la falta
de interposición de estos recursos no fuera atribuible a la
negligencia de la persona titular del derecho constitucional
vulnerado, conforme lo previsto en el artículo 94 de la
Constitución de la República.
De esa forma, la esencia de esta garantía es tutelar los
derechos constitucionales, a través del análisis que este
órgano de justicia constitucional realiza respecto de las
decisiones judiciales.
Determinación del problema jurídico
Dentro del análisis del caso sub examine se ha determinado
el siguiente problema jurídico a ser resuelto por la Corte
Constitucional del Ecuador:
La sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010 a las 16h12
por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de Justica de
El Oro, dentro de la acción de protección N.º 450-2010,
¿vulnera el derecho constitucional al debido proceso en la
garantía de motivación?
Resolución del problema jurídico
La sentencia dictada el 06 de septiembre de 2010 a las
16h12 por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial de
Justica de El Oro, dentro de la acción de protección N.º
450-2010, ¿vulnera el derecho constitucional al debido
proceso en la garantía de motivación?
El accionante en su demanda de acción extraordinaria
de protección establece que la decisión judicial que
impugna vulnera su derecho constitucional al debido
proceso en la garantía de la motivación, por cuanto “sin
ninguna motivación, concluye que no existe violación
de derechos vulnerados (…) La Sala Especializada de lo
Civil, confirma y comparte el criterio del Juez inferior de
que los accionantes deben acudir al órgano administrativo
correspondiente, esto es al Tribunal de lo Contencioso y
Administrativo”.
A efectos de garantizar que las personas cuenten con
procesos justos dentro de los cuales existan garantías
mínimas que sean ejercidas en igualdad de condiciones por
las partes procesales, se constituye el derecho al debido
proceso como un derecho conformante de los derechos de
protección. El artículo 76 de la Constitución de la República
determina que: “En todo proceso en el que se determinen
derechos y obligaciones de cualquier orden, se asegurará el
derecho al debido proceso (…)”.
Este derecho por tanto contiene un conjunto de garantías
encaminadas a asegurar el ejercicio de derechos
constitucionales, como es el caso de la defensa, la cual
incluye a su vez ciertas garantías, entre las que se encuentra
la motivación, así el artículo 76 numeral 7 literal l establece
que:
Las resoluciones de los poderes públicos deberán ser motivas.
No habrá motivación si en la resolución no se enuncian las
normas o principios jurídicos en que se funda y no se explica
la pertinencia de su aplicación a los antecedentes de hecho.
Los actos administrativos, resoluciones o fallos que no se
encuentren debidamente motivados se considerarán nulos. Las
servidoras o servidores responsables serán sancionados.
En tal virtud, la garantía de la motivación establece que
todas las resoluciones de los poderes públicos deberán
ser motivadas, motivación que incluye la justificación
razonada de los fundamentos de una decisión, dentro
de la cual se contrapongan premisas jurídicas con
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 171
premisas de hecho, así como también se exteriorice al
criterio intelectual de la autoridad judicial a partir de tal
contraposición.
De esta forma, la motivación es una verdadera garantía de
la defensa, puesto que posibilita que las personas conozcan
y fiscalicen los actos de los poderes públicos.
La Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia N.º
035-14-SEP-CC, precisó que:
La motivación de las resoluciones emitidas dentro del poder
público y más aún de los órganos jurisdiccionales, constituye,
sin duda alguna, una garantía esencial con el fin de evitar
la arbitrariedad y lograr el cumplimiento efectivo de las
decisiones adoptadas. Es decir que la motivación no solo
implica hacer referencia a los argumentos esgrimidos durante
el proceso o a citar normas aplicables al caso en concreto, sino
que debe reunir ciertos elementos como son la razonabilidad,
suficiencia, claridad, coherencia y lógica, pues solo así se pone
en relieve la acción justa, imparcial y desinteresada del juez al
interpretar los hechos y aplicar el derecho1.
En este escenario, la motivación se posiciona como una
garantía constitucional y a su vez, como un condicionamiento
de todas las decisiones judiciales, cuya ausencia genera la
nulidad de la decisión.
La Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional en el artículo 4 numeral 9 establece:
“La jueza o juez tiene la obligación d fundamentar
adecuadamente sus decisiones a partir de las reglas
y principios que rigen la administración jurídica. En
particular, tiene la obligación de pronunciarse sobre los
argumentos y razones relevantes expuestas durante el
proceso por las partes y los demás intervinientes en el
proceso”.
constitucionales; y cuando la violación proceda de una persona
particular, si la violación del derecho provoca daño grave, si
presta servicios públicos impropios, si actúa por delegación o
concesión, o si la persona afectada se encuentra en estado de
subordinación, indefensión o discriminación.
Por su parte, el artículo 39 de la Ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional establece como
objeto de la acción de protección, lo siguiente: “La acción
de protección tendrá por objeto el amparo directo y eficaz
de los derechos reconocidos en la Constitución y tratados
internacionales sobre derechos humanos, que no estén
amparados por las acciones hábeas corpus, acceso a la
información pública, hábeas data, por incumplimiento,
extraordinaria de protección y extraordinaria de protección
contra decisiones de la justicia indígena”.
Siendo así, los jueces constitucionales se encuentran en
la obligación de conservar la naturaleza de la acción de
protección, observando el objetivo que esta garantía tutela.
Por lo tanto, los jueces deben fundamentar su análisis en
la verificación de la vulneración de derechos y a partir
de ello, establecer justificadamente si el asunto sometido
a su conocimiento respondía a un asunto de legalidad
o de constitucionalidad. En el caso de que se evidencie
una vulneración de derechos constitucionales, los jueces
deben dictar las medidas de reparación integral que sean
necesarias para reparar dicha vulneración. Mientras que
si del análisis, se desprende un asunto de aplicación de
normativa infraconstitucional, los jueces deben guiar al
accionante acerca del camino a seguir.
La Corte Constitucional del Ecuador en la sentencia N.º
098-13-SEP-CC, estableció:
El sistema constitucionalista de derechos y justicia sobre el
cual descansa actualmente la realidad ecuatoriana, modela a
las garantías jurisdiccionales con determinadas características
dirigidas principalmente a la protección de los derechos
constitucionales. Así, el artículo 88 de la Constitución
establece que el objeto de la acción de protección es el amparo
directo y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución,
en consecuencia de lo cual no puede ser considerada como
el mecanismo adicional posterior de las acciones judiciales
ordinarias, o peor aún, como un mecanismo absolutamente
inválido frente a la activación de la vía judicial.
En el caso concreto, la decisión judicial impugnada
proviene de la resolución de una acción de protección;
garantía jurisdiccional que tiene como objetivo la tutela
directa y eficaz de los derechos constitucionales. Bajo esta
consideración, la acción de protección se constituye en una
acción de conocimiento, ampliamente reparatoria en tanto,
su ámbito de protección se extiende hasta el momento
en que los derechos constitucionales vulnerados como
producto de un acto u omisión, han sido efectivamente
reparados.
En tal razón, el carácter subsidiario de la acción de protección
ecuatoriana determina que esta procede exclusivamente
cuando de un profundo estudio de razonabilidad del caso
concreto realizado por la jueza o juez, se desprende la
existencia de vulneración a derechos constitucionales. Por
el contrario, si en dicho análisis judicial no se determina
la existencia de vulneraciones a derechos constitucionales,
sino conflictos de índole infraconstitucional, a la jueza o
juez le corresponde determinar cuáles son las vías judiciales
ordinarias las adecuadas para la solución del conflicto2.
La Constitución de la República en su artículo 88 consagra:
La acción de protección tendrá por objeto el amparo directo
y eficaz de los derechos reconocidos en la Constitución,
y podrá interponerse cuando exista una vulneración de
derechos constitucionales, por actos u omisiones de cualquier
autoridad pública no judicial; contra políticas públicas cuando
supongan la privación del goce o ejercicio de los derechos
1
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 035-14-SEP-CC,
caso No. 1989-12-EP.
2
Corte Constitucional del Ecuador, sentencia No. 098-13-SEP-CC,
caso No. 1850-11-EP.
172 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Por estas razones, a efectos de determinar si la decisión
judicial impugnada cumple con los parámetros de
razonabilidad, lógica y comprensibilidad, la Corte
Constitucional procederá a determinar si las autoridades
judiciales, centraron su análisis en la “verificación de la
vulneración de derechos constitucionales”.
Siendo así, respecto de la razonabilidad, se debe precisar
que esta implica la fundamentación de la autoridad judicial
en disposiciones y principios constitucionales que guarden
relación con el caso concreto, sin que de su argumentación
se desprenda la emisión de criterios que contradigan estos.
Del análisis de la decisión impugnada, se evidencia que
esta empieza en el considerando primero por establecer que
la Sala de lo Civil, Mercantil, Laboral, Inquilinato, Niñez
y Adolescencia de la Corte Provincial de Justicia de El
Oro es competente para conocer la causa de conformidad
con el segundo inciso del numeral 3 del artículo 86
de la Constitución de la República, y artículo 24 de la
Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y Control
Constitucional; normas que regulan las competencias de las
Salas para conocer los recursos de apelación en garantías
jurisdiccionales.
En el considerando tercero la Sala establece que el
accionante considera vulnerados los derechos a la tutela
judicial efectiva y debido proceso consagrados en los
artículos 75 y 76 de la Constitución de la República,
refiriéndose además a las pretensiones del accionante. En el
mismo sentido, la Sala en el considerando cuarto, se refiere
a los fundamentos de la acción de protección, donde se
determina: “De fs. 1 a 6 vta. Del cuaderno de primer nivel
consta el libelo presentado por el accionante Licenciado
Carlos Humberto Chuchuca Gordillo, mismo que al
formularla Acción de Protección señala que, la educación
en la Constitución del Ecuador se encuentra determinada en
la parte última del Art. 26 como un deber inexcusable del
Estado (…)” y a continuación procede a hacer un recuento
de lo señalado por las partes.
En el considerando quinto, la Sala reproduce lo señalado
por el accionante en el escrito por medio del cual interpuso
recurso de apelación. Mientras que en el considerando
sexto, la Sala establece su fundamentación respecto del
caso concreto señalando:
Ahora bien, es criterio de este Tribunal de Alzada que la Acción
de Protección dentro del nuevo paradigma constitucional, está
diseñada para dar solución a situaciones fácticas creadas por
actos u omisiones que impliquen transgresión de un derecho
fundamental, respecto del cual el sistema jurídico no tiene
previsto otro mecanismo susceptible de ser invocado ante los
jueces, a fin de lograr la protección y/o reparación del derecho.
Para el caso sub júdice, existen previsiones normativas
específicas que le permiten al accionante articular su
pretensión, esto es la vía ordinaria y no la constitucional,
máxime que el Art. 40 N. 3 de la ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente
habilita promover la Acción ut-supra ante la inexistencia
de otro u otros medios idóneos (…).
Del análisis señalado por la Sala se evidencia que se
reduce a la acción de protección como un medio de
solución a situaciones fácticas, sin observar que la acción
de protección tiene como objetivo la tutela directa y eficaz
de los derechos constitucionales. Además se evidencia que
la Sala entiende a la acción de protección como el único
mecanismo susceptible de ser invocado ante los jueces
a fin de lograr la protección y reparación de derechos,
criterio que desconoce la presencia de las demás garantías
jurisdiccionales, las cuales conforme lo dispuesto en el
artículo 6 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales
y Control Constitucional, tienen como finalidad la
protección eficaz e inmediata de los derechos reconocidos
en la Constitución y en los instrumentos internacionales de
derechos humanos.
En base a esta consideración errada de la acción de
protección, la Sala en referencia al caso concreto, sin
analizar ninguno de los derechos constitucionales que
se alegaron como vulnerados, establece que existen
previsiones normativas que le permiten al accionante
articular su pretensión como lo es la vía ordinaria. Es decir,
a criterio de la Sala, el accionante debía acudir ante la vía
ordinaria y no a la constitucional.
Sin embargo, para llegar a esta conclusión, la Sala no
justifica las razones por las cuales el asunto respondía a un
conflicto de legalidad y no de constitucionalidad, lo cual
desnaturaliza la acción de protección.
A continuación la Sala establece que: “mal haría este
Tribunal en entrar a resolver en el circuito de las garantías
jurisdiccionales la referida acción, tanto más cuando que,
no es función de este organismo colegiado el reemplazar a
los jueces competentes cuando la ley ha previsto de manera
expresa otras vías judiciales”.
Al respecto, la Corte Constitucional debe destacar como
en reiterada jurisprudencia lo ha hecho, que la acción
de protección es la garantía adecuada para conocer las
vulneraciones a derechos constitucionales, mientras que
los procesos ordinarios resuelven conflictos de legalidad.
En tal sentido, los jueces constitucionales bajo ningún
concepto, sin previo haber efectuado una verificación de la
vulneración de derechos constitucionales, pueden sostener
como criterio único que existen otras vías judiciales.
En base a una interpretación errada del objetivo de las
garantías jurisdiccionales, la Sala establece que no se
pueden desconocer las vías ordinarias y expresamente
señala:
Por tanto, no se puede desconocer en forma general y sin
fundamento, todo el engranaje creado por el Estado para
intervenir de manera efectiva en la solución de conflictos en
los cuales están de por medio los derechos y garantías de los
ciudadanos y ciudadanas, pues aquello per-se redundaría en
permitir que toda la normativa que el Estado ha desarrollado
–sistema jurídico administrativo‒, para proteger los derechos
de los justiciables y que se encuentra plasmada en diferentes
Códigos y Leyes, sea lanzado por la borda, y en su reemplazo
solamente se cuente con jueces de garantías jurisdiccionales
(…).
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 173
Lo cual evidencia que a criterio de la Sala los diferentes
Códigos y Leyes se encuentran encaminados a proteger los
derechos de los ciudadanos y que por tal razón, no se debe
desconocer el sistema jurídico-administrativo, pretendiendo
contar solamente con jueces de garantías jurisdiccionales.
Es decir, para la Sala los mecanismos adecuados de
protección de derechos son las vías ordinarias, las cuales
tienen que ser habilitadas para que los ciudadanos justicien
sus derechos y garantías.
Esta argumentación de la Sala contradice completamente
el escenario de las garantías jurisdiccionales dentro del
modelo constitucional vigente, puesto que se evidencia
por parte de la misma un posicionamiento superior de la
“ley” que desconoce la supremacía constitucional que rige
el Estado constitucional de derechos y justicia y por ende, el
objeto de las garantías jurisdiccionales como mecanismos
adecuados de protección de derechos.
En razón de estas consideraciones que quiebran por
completo el parámetro de la razonabilidad, la Sala sostiene
que no se advierte que al accionante se le haya restringido
indebida e injustificadamente derecho alguno y precisa
además: “de ahí que la Acción de Protección presentada
en base a los elementos que caracterizan al principio de no
subsidiaridad, no es la vía que corresponde”. Fundamento
bajo el cual resuelve rechazar la acción de protección
propuesta.
De lo anotado, se evidencia además que la Sala considera
que la acción de protección procede únicamente en los
casos en que no exista otra vía establecida para justiciar
una pretensión, lo cual tergiversa y desnaturaliza el
carácter subsidiario de la acción de protección, puesto
que conforme esta Corte ha señalado y que fue citado
con anterioridad: “el carácter subsidiario de la acción
de protección ecuatoriana determina que esta procede
exclusivamente cuando de un profundo estudio de
razonabilidad del caso concreto realizado por la jueza o
juez, se desprende la existencia de vulneración a derechos
constitucionales”.
Por estas consideraciones, la Corte Constitucional, al
observar que la Sala en su decisión desnaturaliza y reduce
la esencia de la acción de protección, establece que la
misma incumple el requisito de razonabilidad.
En cuanto al requisito de lógica, se debe precisar que
este implica la estructuración ordenada de las premisas
que conforman la decisión, en virtud de lo cual exista
coherencia entre lo que se analiza, lo que se concluye y lo
que se resuelve.
Conforme fue analizado en las líneas precedentes, la
decisión inicia por establecer la competencia de la Sala en
el considerando segundo. Mientras que en el considerando
tercero, se precisa que: “El demandante al formular la
Acción de Protección señala que, el derecho constitucional
violado es el de debido proceso consagrado en los Arts.
75 y 76 de la Carta Magna, respecto a la procedibilidad
de inconstitucionalidad de los Decretos Leyes que son los
Registros Oficiales, los Decretos y Ordenanzas (…)”.
Por su parte, en el considerando cuarto se realiza un
recuento de lo señalado por las partes, así respecto del
legitimado activo sostiene:
De fs. 1 a 6 vta. Del cuaderno de primer nivel consta el libelo
presentado por el accionante Licenciado Carlos Humberto
Chuchuca Gordillo, mismo que al formularla Acción de
Protección señala que, la educación en la Constitución del
Ecuador se encuentra determinada en la parte última del Art.
26 como un deber inexcusable del Estado, estableciendo planes
y programas de educación. Que partiendo de este principio
constitucional, dentro de la misma y en la legislación educativa,
el Ministerio de Educación es el responsable de la organización,
administración y funcionamiento educativo nacional, de las
políticas presupuestarias, deviene atenerse de acuerdo con
los principios y fines previstos en la Constitución, la Ley y
los Reglamentos (…) Que los funcionarios demandados, han
violado la Constitución y la Ley, con las medidas adoptadas
para ilegitimar sus nombramientos de profesores de zona rural
y por ende pago del bono rural, basando sus argumentos en la
improcedencia de ubicarlos como profesores de zona urbana
y no rural.
A continuación, la Sala efectúa un resumen de lo señalado
por las entidades accionadas así como por el procurador
general del Estado, sin efectuar ningún análisis al respecto.
En el considerando quinto, la Sala determina:
El libelo de apelación interpuesto por el accionante señala que
la Resolución emitida declara sin lugar la demanda, fallo que
no se encuentra motivado conforme al numeral 4 del Art. 130
del Código Orgánico de la Función Judicial, pues el mismo
resuelve acogiendo toda la intervención del defensor del señor
Ministro de Educación y aún más se manifiesta que del fallo
acompañado de la Tercera Sala de la Corte Constitucional
respecto a un caso similar de amparo constitucional en
ese entonces, emitido a favor de los maestros del Cantón
Huaquillas, son “copias simples”, cuando es improcedente
dicha consideración, por cuanto en materia constitucional el
Art. 86 de la Constitución de la República, establece que “ni
siquiera es necesario acudir ante Juez o Jueza con escrito de
demanda, ni firma de Abogado Patrocinador (…).
En este sentido, la Sala debía pronunciarse respecto de
los argumentos del accionante tanto en la presentación de
su acción de protección así como en la interposición de
su recurso de apelación y de lo señalado, por las partes
procesales durante la sustanciación del proceso. No
obstante, conforme ya fue señalado en el considerando
sexto donde la Sala establece su supuesta fundamentación,
esta no se refiere a la vulneración de derechos
constitucionales, puesto que su análisis se encamina en
reducir la naturaleza de la acción de protección y de las
garantías jurisdiccionales, y de resaltar la importancia de
las vías ordinarias.
Así, la Sala en referencia al caso concreto, manifiesta que:
“Para el caso sub júdice, existen previsiones normativas
específicas que le permiten al accionante articular su
pretensión, esto es la vía ordinaria y no la constitucional,
174 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
máxime que el Art. 40 N. 3 de la ley Orgánica de Garantías
Jurisdiccionales y Control Constitucional únicamente
habilita promover la Acción ut-supra ante la inexistencia
de otro u otros medios idóneos (…)”. Fundamento, bajo el
cual resuelve rechazar el recurso de apelación interpuesto
por el accionante.
En consecuencia, conforme fue señalado en el análisis
de razonabilidad, la Sala contradice la naturaleza de la
acción de protección, además se evidencia que la decisión
carece de un análisis de las premisas fácticas y por tanto
de la verificación de la vulneración de derechos que
eran indispensables para resolver la presente acción de
protección.
De esta forma, no solo que se emiten criterios respecto
de la garantía jurisdiccional sino que además, la decisión
se torna en incompleta en tanto que en ninguna parte
de la decisión, la Sala se refiere a los fundamentos del
accionante, puesto que únicamente se limita a señalar
que el accionante debe articular su pretensión por la vía
ordinaria.
Por tanto, la decisión es ilógica al no contener una
estructura en la cual se contrapongan premisas y se emitan
conclusiones que guarden relación con esta contraposición.
Finalmente en cuanto al requisito de comprensibilidad,
este significa que la decisión debe encontrarse redactada
en un lenguaje claro y sencillo. Del análisis de la decisión
judicial impugnada, se establece que si bien la decisión
cuenta con palabras claras y de común entendimiento, las
oraciones que en su conjunto se forman a partir de estas
palabras no son comprensibles. Por tal razón se incumple
este requisito.
Por las consideraciones expuestas, la Corte Constitucional
evidencia que la sentencia dictada el 06 de septiembre
de 2010, por la Sala de lo Civil de la Corte Provincial
de Justicia de El Oro, incumple los requisitos de
razonabilidad, lógica y comprensibilidad, vulnerando el
derecho constitucional al debido proceso en la garantía de
la motivación.
Además se desprende que la sentencia desnaturaliza a
la acción de protección, ya que resalta la importancia de
las vías ordinarias, calificándolas como las idóneas para
conocer la vulneración de derechos constitucionales y
desmereciendo a las garantías jurisdiccionales, lo cual
genera la vulneración del derecho constitucional a la
seguridad jurídica.
En este sentido, se debe destacar una vez más que los
jueces constitucionales se constituyen en los “protagonistas
de la protección de derechos constitucionales” en tanto
les corresponde la verificación de la vulneración a estos
derechos y la emisión de las medidas que sean necesarias
para lograr su reparación. Siendo así, argumentos como
los evidenciados en esta sentencia por parte de jueces
constitucionales, son inadmisibles dentro del modelo
constitucional vigente.
III. DECISIÓN
En mérito de lo expuesto, administrando justicia
constitucional y por mandato de la Constitución de la
República del Ecuador, el Pleno de la Corte Constitucional
expide la siguiente:
SENTENCIA
1. Declarar que existe vulneración de los derechos
constitucionales al debido proceso en la garantía de la
motivación y a la seguridad jurídica.
2. Aceptar la acción extraordinaria de protección
planteada.
3. Como medidas de reparación se dispone:
3.1. Dejar sin efecto la sentencia dictada por la Sala
de lo Civil de la Corte Provincial de Justicia de
El Oro, el 06 de septiembre de 2010, dentro de la
acción de protección N.º 450-2010.
3.2. Ordenar que previo sorteo, otra Sala de la Corte
Provincial de Justicia de El Oro, conozca y resuelva
el recurso de apelación interpuesto en observancia
a lo dispuesto en la presente sentencia.
4. Notifíquese, publíquese y cúmplase.
f.) Patricio Pazmiño Freire, PRESIDENTE.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
Razón: Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
aprobada por el Pleno de la Corte Constitucional, con
ocho votos de las señoras juezas y señores jueces: Antonio
Gagliardo Loor, Marcelo Jaramillo Villa, María del Carmen
Maldonado Sánchez, Tatiana Ordeñana Sierra, Alfredo
Ruiz Guzmán, Ruth Seni Pinoargote, Manuel Viteri Olvera
y Patricio Pazmiño Freire, sin contar con la presencia de la
jueza Wendy Molina Andrade, en sesión del 29 de abril del
2015. Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, SECRETARIO GENERAL.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
CASO Nro. 1747-10-EP
RAZÓN.- Siento por tal, que la sentencia que antecede fue
suscrita por el juez Patricio Pazmiño Freire, Presidente de
la Corte Constitucional, el día jueves 14 de mayo del dos
mil quince.- Lo certifico.
f.) Jaime Pozo Chamorro, Secretario General.
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR.- Es
fiel copia del original.- Revisado por … f.) Ilegible.Quito, a 21 de mayo de 2015.- f.) Ilegible, Secretaría
General.
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 175
Quito, D.M., 29 de abril de 2015
SENTENCIA N.° 134-15-SEP-CC
CASO N.° 0342-12-EP
CORTE CONSTITUCIONAL DEL ECUADOR
I. ANTECEDENTES
Resumen de admisibilidad
El 30 de enero de 2012, ante los jueces de la Primera
Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia, la
señora Ana María Cruz Sierra, por sus propios derechos,
presentó acción extraordinaria de protección en contra
de la sentencia expedida por dicha Sala el 03 de enero
de 2012, mediante la cual se resolvió el recurso de
revisión penal formulado y se declaró inocente a la señora
Gladis Inés Cruz Velásquez dentro del proceso penal por
perjurio, iniciado por la accionante en contra de la referida
ciudadana.
El 25 de febrero de 2012, el secretario general de la Corte
Constitucional, para el período de transición, certificó que
en referencia a la acción N.° 0342-12-EP, no se presentó
otra demanda con identidad de objeto y acción.
La Sala de Admisión de la Corte Constitucional, para
el período de transición, conformada por los jueces
constitucionales Patricio Pazmiño Freire, Edgar Zárate
Zárate y Manuel Viteri Olvera, avocó conocimiento de la
causa N.° 0342-12-EP y admitió a trámite la misma.
El día 06 de noviembre de 2012, se posesionaron ante
el Pleno de la Asamblea Nacional los nueve jueces de
la primera Corte Constitucional, integrada conforme lo
dispuesto en los artículos 432 y 434 de la Constitución de
la República.
De conformidad con el sorteo realizado por el Pleno de la
Corte Constitucional en sesión extraordinaria de jueves
03 de enero de 2013, correspondió la sustanciación de la
causa N.° 0342-12-EP a la jueza constitucional Tatiana
Ordeñana Sierra, quien mediante providencia del 06 de
noviembre de 2014, avocó conocimiento de la misma y
dispuso en lo principal que se notifique con el contenido
de dicha providencia y la demanda respectiva a los jueces
de la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia, con la finalidad que presenten un informe de
descargo debidamente motivado sobre los argumentos
que fundamentan la demanda, en el plazo de cinco días de
recibida la respectiva notificación.
Detalle de la demanda
La accionante inicia su exposición señalando que en el
Juzgado Octavo de lo Civil de Pichincha se sustanció el
juicio verbal sumario por honorarios N.° 1181-08, iniciado
por la accionante en contra de la señora Gladis Inés Cruz
Velásquez.
Expresa que dentro de dicha causa solicitó una confesión
judicial bajo juramento en contra la señora Cruz Velásquez
quien,
…procedió a contestar las preguntas en las que en definitiva
quebrantó dolosamente la ley manifestando que nunca he
sido abogada y patrocinadora de la señora Gladis Cruz en los
múltiples juicios, laborales, civiles, administrativos e inclusive
el juicio de divorcio de la misma acusada, etc. etc., y , todo esto
con la finalidad de no pagar mis honorarios profesionales…
(sic)
Añade que como consecuencia de aquello, presentó una
denuncia en la Fiscalía de Pichincha, que recayó bajo
competencia del Juzgado Noveno de Garantías Penales de
Pichincha, y que ante esta instancia se presentaron varios
elementos probatorios, instrumentales y testimoniales sobre
el hecho de que la hoy accionante fue abogada patrocinadora
de la señora Gladis Cruz.
Una vez descrito este antecedente, la accionante procede
a indicar que la resolución dictada por la Primera Sala de
lo Penal de la Corte Nacional de Justicia el 03 de enero
de 2012, es “absolutamente inmotivada y además vulnera
mi derecho a obtener una tutela judicial efectiva, el
debido proceso, el principio de legalidad y la seguridad
jurídica consagrados en los artículos 75, 76, 82 y 226 de
la Constitución”, expresando que en la presente causa se
cumplieron con todos los procedimientos referentes para la
sustentación y que se ha comprobado conforme a derecho
la infracción penal del delito de perjurio.
Finalmente, enuncia en su demanda de acción
extraordinaria de protección aquellos elementos
probatorios que se practicaron durante la causa penal, así
como hace mención a las pruebas de descargo que habría
practicado la persona acusada.
Derecho constitucional cuya vulneración se demanda
La accionante identifica de modo principal como derechos
constitucionales vulnerados, a la tutela judicial efectiva y el
debido proceso en la garantía de motivación establecidos en
los artículos 75 y 76 numeral 7 literal l de la Constitución
de la República.
Sentencia o auto que se impugna
La decisión judicial impugnada es la sentencia expedida el
03 de enero de 2012, por la Primera Sala de lo Penal de la
Corte Nacional de Justicia, mediante la cual se resolvió el
recurso de revisión penal presentado por la señora Gladis
Inés Cruz Velásquez respecto la sentencia dictada el 18 de
abril de 2011 por la Primera Sala de Garantías Penales de la
Corte Provincial de Justicia de Pichincha.
La sentencia impugnada señala en lo principal:
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA.- PRIMERA
SALA DE LO PENAL.- Quito, 03 de enero de 2012, a las
16h00, VISTOS:…SEXTO.- ANÁLISIS DE LA SEALA
Y RESOLUCIÓN.- UNO).- El recurso de revisión es
un mecanismo legal para dejar sin efecto una sentencia
176 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
condenatorio pasada en autoridad de cosa juzgada, para lo cual
la Ley determina que se deben aportar nuevas pruebas, excepto
si se alega que no hubiere comprobado conforme a derecho
la existencia del delito…En relación con el delito de perjurio,
la doctrina es bastante generosa y así refiriéndose al tema el
derecho penal romano consideró al perjurio un juramento en
falso que ofendía a los dioses y era castigado por ellos…Esta
figura parte de que quien depone sobre hechos o circunstancias
que tengan que ver directamente con él, tiene la obligación de
decir la verdad. El delito de perjurio se encuentra ubicado en
el Código Penal entre los delitos contra la función pública…En
nuestro sistema, tratándose de la administración de justicia, la
figura no sólo cobija al derecho civil sino también otros campos
del derecho. Se parte para sancionar la falta a la verdad, de que
el proceso, independientemente de su naturaleza, constituye
un servicio tendiente a lograr la realización del derecho,
la armonía y la paz social, de manera que los componentes
de la sociedad tienen el deber jurídico de colaborar con el
Estado, para una mejor realización de la justicia…2.5. Para
el caso que nos ocupa durante la audiencia de juicio debía
justificarse fehacientemente el tipo penal incriminado y
sin duda la existencia del delito de perjurio tipificado en el
artículo 354 y sancionado en el 355 del Código Penal…En
los casos de jurisdicción voluntaria que pueden ser tramitados
por voluntad exclusiva de una de las partes interesadas en
realizar alguna diligencia judicial preparatoria, como sucede
en el caso subjudice en que la acusada GLADIS INÉS CRUZ
VELÁSQUEZ, se le requiere para que rinda una confesión
judicial en un juicio civil, conforme obra del expediente, por lo
que de ninguna manera puede servir de antecedente para iniciar
un juicio de perjurio que ya que el perjurio se produce cuando
se miéntete a sabiendas…De la doctrina, jurisprudencia de la
Corte IDH, normas legales y texto constitucional citados, se
deduce que jamás una persona puede autoincriminarse y si de
hecho lo hace, el juzgador no puede imponerle pena alguna,
como equivocadamente lo han hecho tanto la primera Sala
de Garantías Penales de la Corte Provincial de Justicia de
Pichincha como el voto de mayoría de la Segunda Sala de lo
Penal de la Corte Nacional de Justicia quienes han inobservado
los preceptos constitucionales antes enunciados. En conclusión,
no se encuentran reunidos los elementos constitutivos de la
figura del delito de perjurio tal y como se encuentra tipificado
en el artículo 354 del Código Penal vigente, siendo por ello
estéril el análisis de la imputación objetiva del autor, pues el
acto jurídico realizado por la sentenciada no se apega al tipo
penal incriminado por lo que tampoco puede esta Sala entrar
a analizar la antijuricidad formal, ni material acusada, ni
entrar a analizar la culpabilidad y grado de responsabilidad
de la procesada. 2.7. Por último, para apreciar si la confesión
es falsa, no solo por doctrina sino por expreso mandato de
la ley, debe ser analizada y apreciada en conjunto según lo
señala el artículo 416 del Código de Procedimiento Civil,
pues dicha diligencia es indivisible, además que no tiene
valor si es prestada por error, fuerza o dolo…SÉPTIMO:
RESOLUCIÓN.- El perjurio constituye la atestación o
aseveración de un hecho realizado en un proceso penal y por
un tercero que puede ser, un testigo, un perito o un intérprete
ante una autoridad pública y faltando a sabiendas a la verdad,
pese al juramento previo y su correspondiente advertencia de
las consecuencias de una afirmación contraria a la verdad.
El elemento subjetivo es el dolo, esto es la conciencia de la
falsedad en que incurre. Si bien nuestra legislación concibe al
delito de perjurio para los casos realizados en una confesión
judicial, otras legislaciones como la legislación belga,
española, argentina y chilena, coinciden en que no es posible
cometer el delito cuando se declara en causa propia. Nuestra
Constitución en el artículo 77 numeral 7 letra c prescribe que
“Nadie podrá ser forzado a declarar en contra de sí mismo,
sobre asuntos que puedan ocasionar su responsabilidad penal”.
Como se observa del texto constitucional, no se hace distinción
de ninguna naturaleza como sí lo hace el Código Penal, lo cual
ha sido contradicho por la Corte Interamericana de Derechos
Humanos que de manera expresa afirma que esta prohibición
no solo se contrae a cuestiones de carácter penal sino también a
cuestiones de carácter laboral, civil o administrativo, conforme
queda analizado precedentemente. Por estas consideraciones,
esta Sala, ADMINISTRANDO JUSTICIA EN NOMBRE
DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR Y POR
AUTORIDAD DE LA CONSTITUCIÓN Y LAS LEYES
DE LA REPÚBLICA, enmendando los errores de hecho y
derecho, en aplicación del artículo 367 y 416 del Código de
Procedimiento Penal y demás normas legales y constitucionales
citadas precedentemente, declara procedente el recurso de
revisión interpuesto por GLADYS INÉS CRUZ, y ratificando
su estado de inocencia, dicta sentencia absolutoria a su favor,
disponiendo la cancelación de todas las medidas cautelares
que se hubieren dictado en su contra. (sic)
Pretensión
De la revisión del libelo de la demanda, la señora Ana María
Cruz Sierra solicita a la Corte Constitucional lo siguiente:
Con los antecedentes expuestos, solicito admitir la acción
extraordinaria de protección interpuesta, a efecto de solventar
la violación grave de mis derechos constitucionales, por
haberse vulnerado el derecho al debido proceso, la seguridad
jurídica y la tutela judicial efectiva e imparcial de mis derechos,
así como para que sean reparados íntegramente por el máximo
órgano de justicia constitucional, tal como lo establece la
Constitución de la República.
Para estos efectos, los señores miembros de la Corte
Constitucional deberán disponer la efectiva reparación integral
de mis derechos constitucionales vulnerados por los señores
jueces de la perima Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia, en la sentencia dictada el día 03 de enero de 2012,
a las 16h00…y se deje sin efecto la misma y a la vez se
ratifique el fallo emitido por los señores jueces de la primera
sala de garantías penales de la Corte Provincial de Justicia
de Pichincha…es decir se le impone a la acusada Gladis
Inés Cruz Velásquez la pena modificada de un año de prisión
correccional. Se acepta la acusación particular presentad por
la ofendida Ana María Cruz Sierra y se le condena además a
la sentenciada Gladis Inés Cruz Velásquez al pago de daños
y perjuicios, más $300,00 dólares americanos fijados como
honorarios del abogado defensor en la acusación particular.
(sic)
Contestaciones a la demanda:
Jueces de la Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia
De la revisión del expediente constitucional no se advierte
que los jueces nacionales hayan dado cumplimiento
Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015 -- 177
a lo dispuesto por la Corte Constitucional mediante
providencias expedidas el 19 de junio de 2012 y de 08 de
enero de 2015.
Terceros interesados
Procuraduría General del Estado
Comparece a foja 37 del expediente constitucional el
abogado Marcos Arteaga Valenzuela, en su calidad de
director nacional de patrocinio y delegado del procurador
general del Estado, quien únicamente señala casilla
constitucional para recibir notificaciones que correspondan
en la causa N.° 0342-12-EP.
Señora Gladis Inés Cruz Velásquez
De la revisión del expediente constitucional se advierte
que la señora Gladis Inés Cruz Velásquez ha presentado
varios escritos ante la Corte Constitucional, ejerciendo su
derecho constitucional a la defensa y solicitando de modo
principal que se proceda a rechazar la acción extraordinaria
de protección formulada por la señora Ana María Cruz.
II. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
DE LA CORTE CONSTITUCIONAL
Competencia de la Corte
La Corte Constitucional es competente para conocer
y pronunciarse sobre las acciones extraordinarias de
protección en virtud a lo establecido en los artículos 94
y 437 de la Constitución vigente, así como el artículo
63 de la Ley Orgánica de Garantías Jurisdiccionales y
Control Constitucional, y en el presente caso, de la acción
presentada en contra de la sentencia de mayoría expedida el
03 de enero de 2012 por la Primera Sala de lo Penal de la
Corte Nacional de Justicia.
Determinación de los problemas jurídicos a ser
examinados
Una vez analizadas las alegaciones principales formuladas
por la legitimada activa, al Pleno de la Corte Constitucional
le corresponde examinar si la decisión judicial impugnada
ha vulnerado los derechos constitucionales alegados, que a
criterio de la Corte Constitucional, en este caso concreto,
pueden ser establecidos de acuerdo a la formulación que se
describe a continuación:
1. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por la
Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró
el derecho a la tutela judicial efectiva establecida en el
artículo 75 de la Constitución de la República?
2. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por la
Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia, dentro del recurso de revisión penal, ¿vulneró el
derecho al debido proceso en la garantía de motivación,
establecido en el artículo 76 numeral 7 literal l de la
Constitución de la República?
Resolución de los problemas jurídicos
1. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012 por
la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional
de Justicia, dentro del recurso de revisión penal,
¿vulneró el derecho a la tutela judicial efectiva
establecida en el artículo 75 de la Constitución de la
República?
La tutela judicial efectiva, como derecho constitucional
complejo y compuesto, supone y exige necesariamente el
análisis jurídico de los elementos que la componen, a fin de
determinar si ha existido afectación a este derecho que se
encuentra consagrado en el artículo 75 de la Constitución
de la República.
Recuérdese que en su debido momento la Corte
Constitucional, para el período de transición, mediante
sentencia N.° 032-09-SEP-CC, al referirse al derecho a
la tutela judicial efectiva expresó que en este derecho “se
pueden identificar tres momentos: el primero, relacionado
con el acceso a la justicia; el segundo, con el desarrollo del
proceso que deberá desarrollarse en un tiempo razonable y
ante un juez imparcial, y el tercero, que tiene relación con
la ejecución de la sentencia”1. (sic)
De acuerdo a lo expresado, conviene recordar que esta
Corte Constitucional, mediante sentencia N.° 090-14SEP, al momento de resolver el caso N.° 1141-11-EP en
el que se planteó como problema jurídico una posible
vulneración a la tutela judicial efectiva, formuló como
metodología de análisis frente a una posible vulneración a
este derecho, para determinar en cuál de aquellos elementos
que componen la tutela judicial efectiva se ha producido
tal afectación; esto por cuanto la amplitud y complejidad
de este derecho constitucional puede hacer pensar que
la acción extraordinaria de protección constituye una
instancia adicional a las etapas procesales preexistentes
y determinadas por el ordenamiento jurídico, lo cual
desconoce la esencia misma de esta garantía de protección
de derechos.
La sentencia objeto de impugnación es una sentencia dictada
por la Corte Nacional de Justicia, que resolvió un recurso
de revisión penal solicitado por la señora Gladis Inés Cruz
Velásquez, y la impugnación constitucional recae sobre
dicha decisión judicial, por la que la accionante Ana María
Cruz Sierra formula acción extraordinaria de protección.
Ahora bien, dicho esto, conviene indicar a manera de
primer argumento que el recurso de revisión penal, que
constituye un recurso de naturaleza extraordinaria, requiere
de un análisis constitucional puntual y específico por
cuanto nos encontramos en un escenario en el que, de ser
aceptado por el máximo tribunal de justicia ordinaria, tiene
la consecuencia jurídica de dejar sin efecto una sentencia
que ha pasado en autoridad de cosa juzgada, generando de
esta manera nuevos efectos y consecuencias jurídicas de
acuerdo a la normativa establecida por el legislador.
1
Corte Constitucional del Ecuador, para el período de transición.
Sentencia N.° 032-09-SEP-CC, caso N.° 0415-09-EP.
178 -- Suplemento -- Registro Oficial Nº 510 -- Jueves 28 de mayo de 2015
Por esta razón, en el análisis que efectúe la Corte
Constitucional en el presente caso, ha de tener en cuenta
que los recursos de revisión penal pueden ser planteados
en cualquier momento posterior a que la última sentencia
se encuentre debidamente ejecutoriada, y es sobre la base
de esta delimitación que para resolver el problema jurídico
planteado, se procederá a revisar si en efecto la sentencia
expedida por la Corte Nacional de Justicia vulneró el
derecho a la tutela judicial efectiva de la señora Ana María
Cruz Sierra en esta etapa procesal específica, debiendo por
las razones expuestas, excluir del análisis constitucional
actos procesales anteriores que no influyen o han influido
directamente en la decisión principal objeto de análisis.
Como primer punto de análisis, la Corte Constitucional debe
tomar en cuenta que la sentencia objeto de impugnación por
la señora Ana María Cruz Sierra, tiene como antecedente el
recurso de revisión penal planteado por la señora Gladys
Inés Cruz Velásquez ante los jueces del Tribunal Noveno
de Garantías Penales de Pichincha, el 24 de octubre de
2011. Sobre este aspecto y con la finalidad de evidenciar si
dicha decisión judicial vulneró el derecho a la tutela judicial
efectiva conforme ha sido alegado, conviene tener como
antecedente que mediante providencia del 25 de octubre de
2011, los jueces del Tribunal Noveno de Garantías Penales
de Pichincha dispusieron la remisión del recurso de revisión
penal a la Corte Nacional de Justicia. El 16 de noviembre de
2011, la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de
Justicia avocó conocimiento del recurso de revisión penal
propuesto por Gladys Inés Cruz Velásquez, disponiendo
en lo principal que se ponga en conocimiento de las partes
la recepción del proceso, además fijó como fecha para la
realización de una audiencia oral, pública y contradictoria
el 28 de diciembre de 2011.
Este momento procesal es aquel que, a criterio de la Corte
Constitucional, da formalmente inicio a la sustanciación
del recurso de revisión penal que concluyó con la sentencia
objeto de impugnación, y es a través de esta providencia que
a nuestro juicio, permite garantizar en un primer instante
a la accionante Ana María Cruz Sierra la posibilidad de
ejercer su derecho de “acceso a la justicia” a través de la
garantía del derecho a la defensa, pues tratándose de una
pretensión que resulta desfavorable a sus intereses, los
jueces nacionales también tenían la obligación de poner en
conocimiento de aquella sobre el recurso de revisión penal
planteado.
Más adelante, a foja cinco del expediente de revisión se
observa un primer escrito suscrito por la hoy accionante,
dirigido a los señores jueces nacionales, mediante el cual
indica que la señora Gladis Inés Cruz Velásquez no ha
anunciado en su petitorio de revisión penal aquellas pruebas
que serán enunciadas en tal etapa, pedido que es atendido
por la Corte Nacional mediante auto del 21 de noviembre
de 2011, en el que se explica que de conformidad con el
artículo 366 del Código de Procedimiento Penal, las nuevas
pruebas, exposiciones y alegaciones se resolverán mediante
el procedimiento de audiencia oral, pública y contradictoria,
negando así el pedido de revocatoria solicitado por la
accionante.
A fojas 9 (anverso y reverso) del expediente de revisión
penal, se advierte que la accionante nuevamente impugna
la decisión adoptada por los jueces nacionales y solicita por
segunda ocasión la revocatoria del auto en la parte pertinente
a la presentación de las pruebas, que a su juicio debieron
ser enunciadas por parte de la sentenciada. Este pedido
es negado mediante auto del 28 de noviembre de 2011,
señalando para el efecto que en este caso no es aplicable el
artículo 362 del Código de Procedimiento Penal, debiendo
estar las partes a lo dispuesto en providencia del 16 de
noviembre de 2011.
A foja 72 a 74 consta el acta de audiencia oral pública y
contradictoria en la que se puede advertir que únicamente
comparecieron el abogado patrocinador de la recurrente,
Gladis Inés Cruz, así como el doctor Fernando Ortiz Bonilla,
asesor y delegado del señor Fiscal General del Estado, no
obrando constancia procesal que la señora Ana Cruz Sierra
haya comparecido a dicha diligencia. En esta audiencia,
los jueces nacionales luego del análisis de los elementos
principales que a su criterio resultaron relevantes, deciden
aceptar el recurso de revisión penal planteado, absolver
a la recurrente y confirmar su estado constitucional de
inocencia.
Ahora bien, una vez que dicha decisión fue reducida a
escrito mediante sentencia del 03 de enero de 2012, la
accionante Ana María Cruz Sierra formula su acción
extraordinaria de protección señalando como argumento
principal, en cuanto a una presunta vulneración de la tutela
judicial efectiva, que en este caso no debía aceptarse tal
recurso por cuanto a su criterio, ante las etapas procesales
anteriores, se cumplió y se valoró una serie de elementos
probatorios que a su juicio demostraban la culpabilidad
de la señora Gladis Cruz Velásquez. De igual manera
menciona que la sentencia del recurso de revisión tuvo
varias irregularidades, como por ejemplo, que en el acta
de audiencia no consta la firma del juez Gerardo Morales;
que en dicho juicio no se está juzgando o probando quién
es la dueña de la Unidad Educativa Rincón del Saber;
que los jueces adoptan derecho comparado para sustentar
su sentencia. Además, expresa de modo general que
la sentencia impugnada no se encuentra debidamente
motivada y enuncia una serie de principios y definiciones
doctrinarias sobre la motivación.
Sobre la base de lo descrito, la Corte Constitucional observa
que la demanda de acción extraordinaria de protección
formula argumentos que impugnan el análisis de fondo de
la resolución judicial sub examine, que denoten de modo
claro y preciso una afectación a la tutela judicial efectiva
en alguno de los elementos que la componen, es decir, en
el acceso a la justicia, el debido proceso y sus garantías,
o la ejecución de la sentencia. La Corte Constitucional
ha evidenciado que la accionante ha contado con amplias
posibilidades de participar en el proceso de sustanciación
del recurso de revisión penal, formulando alegatos y
observaciones, sin que se advierta en qué medida su
derecho a la defensa pudo haber sido coartado, que no
sea exclusivamente su inconformidad subjetiva que se
manifiesta con un presunto incorrecto proceder de los jueces
al no haber valorado, en este recurso, pruebas practicadas
en etapas procesales anteriores. Este es justamente el
motivo por el cual la Corte Constitucional inició el análisis
constitucional señalando que para evidenciar una posible
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vulneración al derecho a la tutela judicial efectiva, es
necesario desagregar y puntualizar en qué momento pudo
haberse provocado dicha afectación, sin perjuicio de tener
en cuenta permanentemente que el objeto de análisis
principal será la resolución judicial impugnada.
Por ello, la Corte Constitucional luego de haber efectuado
una descripción cronológica de los actos que antecedieron
la expedición de la sentencia objeto de impugnación, con
el propósito de determinar en qué momento se pudo haber
afectado el derecho a la tutela judicial efectiva de la señora
Ana María Cruz Sierra, se ha logrado evidenciar que dicha
ciudadana accedió a los jueces nacionales para presentar
los argumentos de descargo frente al recurso de revisión
planteado, sin que aquello signifique que al haber aceptado
el recurso de revisión, los jueces nacionales hayan afectado
su derecho a la tutela judicial efectiva en tanto la pretensión
formulada por la señora Gladys Cruz Velásquez resultó
procedente para la Corte Nacional de Justicia.
Dicho en otras palabras, dado que la señora Ana María
Cruz Sierra presentó acción extraordinaria de protección en
contra de la sentencia dictada el 03 de enero de 2012 y alegó
de modo principal vulneración a la tutela judicial efectiva,
se ha visto la necesidad de ampliar el análisis constitucional
hacia las actuaciones preliminares que iniciaron con la
presentación del recurso, pero a pesar de aquello, la Corte
Constitucional no ha logrado evidenciar en qué punto hubo
afectación a tal derecho y únicamente, como ha quedado
debidamente señalado, se evidencia que la pretensión de
la accionante es que la Corte Constitucional se pronuncie
nuevamente sobre elementos probatorios practicados en
instancias procesales anteriores, situación que excede al
ámbito de tutela de la acción extraordinaria de protección y
que devienen en la improcedencia de aquella.
2. La sentencia expedida el 03 de enero de 2012, por
la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional
de Justicia, dentro del recurso de revisión penal,
¿vulneró el derecho al debido proceso en la garantía
de motivación, establecido en el artículo 76 numeral
7 literal l de la Constitución de la República?
La motivación es una de las garantías del debido proceso
establecida en el artículo 76 numeral 7 literal l de la
Constitución de la República, según ha sido establecida en
los siguientes términos:
Art. 76.- …7.- El derecho de las personas a la defensa incluirá
las siguientes garantías: …l) Las resoluciones de los poderes
públicos deberán ser motivadas. No habrá motivación si en la
resolución no se enuncian las normas o principios jurídicos en
que se funda y no se explica la pertinencia de su aplicación
a los antecedentes de hecho. Los actos administrativos,
resoluciones o fallos que no se encuentren debidamente
motivados se considerarán nulos. Las servidoras o servidores
públicos serán sancionados.
De acuerdo a varios planteamientos jurisprudenciales
establecidos por la Corte Constitucional, el requisito de
motivación de las decisiones judiciales debe cumplir tres
requisitos mínimos o estándares que permitan evaluar
y acreditar la observancia de la garantía del debido
proceso analizada. Así, tenemos que mediante sentencia
N.° 100-14-SEP-CC del 18 de junio de 2014, esta Corte
manifestó que,
Conforme ha sido expresado por la Corte Constitucional del
Ecuador, el juez no puede decidir en forma arbitraria, pues
para que su decisión se encuentre debidamente motivada es
necesario que concurran tres requisitos: a) razonabilidad; b)
lógica; y c) comprensibilidad como elementos que garantizan
la motivación en el debido proceso.2
Esta sentencia, a su vez, efectúa un reenvío a la sentencia
N.º 073-14-SEP-CC, que por su parte señaló:
…razonable, en el sentido de que la decisión se fundamente
en lo dispuesto en la Constitución de la República; lógica,
en lo que respecta a que la misma contenga una estructura
coherente, en la cual el operador de justicia, mediante la
contraposición entre elementos fácticos y jurídicos, establezca
conclusiones que guarden coherencia con estos elementos, y
que de este análisis, al final, se establezca una decisión general
del caso; comprensible, en lo que se refiere al lenguaje que se
utilice en la decisión, mismo que debe ser dirigido hacia el
entendimiento por parte de la ciudadanía.3
En este orden de ideas y tomando en consideración las
alegaciones formuladas por la señora Ana María Cruz Sierra
en su demanda de acción extraordinaria de protección, la
Corte Constitucional efectuará a continuación un examen o
test de motivación a la sentencia expedida por los jueces de
la Primera Sala de lo Penal de la Corte Nacional de Justicia,
de acuerdo a los requisitos señalados.
Razonabilidad
Si el requisito de razonabilidad comprende la determinación
y especificación de fuentes de derecho que son utilizadas
por el juzgador para tomar su decisión de acuerdo a la
naturaleza propia del asunto específico que se resuelve, en
el presente caso deberá la Corte Constitucional evidenciar
aquellas opciones jurídicas ofrecidas por el ordenamiento
jurídico para resolver la causa.
Tratándose de un recurso de revisión penal, se advierte que
los jueces nacionales identifican en un primer momento la
disposición normativa contenida en el artículo 360, sexta
causal, del derogado Código de Procedimiento Penal que
establecía una de las causales para formular tal recurso ante
la Corte Nacional de Justicia. Sobre este punto, los jueces
nacionales expresan que dicha causal hace referencia a que
no se hubiere comprobado conforme a derecho la existencia
del delito al que se refiere la sentencia.
A partir de esta identificación y luego de efectuar una
descripción de los hechos principales que componen el caso
de acuerdo al contenido del recurso, proceden los jueces
a señalar que la causal sexta del artículo 360, permite
2
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 100-14-SEP-CC,
caso N.° 0026-11-EP.
3
Corte Constitucional del Ecuador. Sentencia N.° 073-14-SEP-CC,
caso N.° 0846-11-EP.
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efectuar una revisión in iure de la sentencia impositiva
de la sanción penal y que tiene como propósito enmendar
los vicios de hecho y de derecho en que pudo haber
incurrido la administración de justicia en un momento
dado. Más adelante, los jueces nacionales enuncian de
manera contextualizada la relación que existe entre el
Estado constitucional del derechos y justicia establecido
en el artículo 1 de la Constitución de la República, con lo
dispuesto en el artículo 304 del Código de Procedimiento
Penal (derogado), el artículo 312 del mismo cuerpo
normativo, y nuevamente hacen alusión a la Constitución
de la República en su artículo 11 numerales 3, 4, 5 y 6.
En cuanto a la prohibición en materia penal de la
interpretación extensiva, expresan que los jueces deben
atenerse a lo previsto en la ley, señalando para el efecto el
contenido de los artículos 4 del Código Penal (derogado) y
15 del Código de Procedimiento Penal, también derogado.
De esta manera, se puede observar que los jueces establecen
como fuentes de derecho principales para pasar a resolver
el caso concreto, aquellas disposiciones normativas que de
modo general se refieren a la importancia de que todo acto
condenatorio en esta materia debe encontrarse precedido por
un profundo análisis que demuestre conforme a derecho la
responsabilidad de la persona procesada y, posteriormente,
sentenciada.
Como consecuencia de aquello, los jueces nacionales
identifican el contenido del artículo 87 del derogado Código
de Procedimiento Penal al afirmar que,
…las presunciones que obtenga el juez deben estar basadas en
indicios probados, graves, precisos y concordantes, lo que en
el presente caso no sucede, pues las pruebas que sirvieron para
condenar a la recurrente son violatorias a la Constitución, de
manera especial la confesión judicial rendida por la recurrente
en un juicio de cuentas y por honorarios, por lo que tal acto
procesal no tiene validez legal…
Así, los jueces nacionales proceden a conectar esta
fuente jurídica con los artículos 76 numeral 4 y 168 de la
Constitución de la República, así como los artículos 83 y 86
del extinto Código de Procedimiento Penal.
Posteriormente y una vez que los jueces nacionales
establecieron que a la luz de la causal sexta del artículo 360
del Código de Procedimiento Penal, señalan como fuentes
complementarias a su razonamiento, elementos doctrinarios
sobre la historia del delito de perjurio, así como una visión
comparada de este tipo penal en España, Perú y Argentina;
de igual manera hacen mención a lo expuesto por el
tratadista José Montero Aroca sobre la no obligación de
declarar contra sí mismo en procesos penales, situación que
además es recordada a través de la mención de la sentencia
expedida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos
en el caso Baena Ricardo y otros vs. Panamá, en donde se
analizan los alcances de las garantías establecidas en el
artículo 8 numerales 1 y 2 de la Convención Americana de
Derechos Humanos.
del sujeto activo y que este hecho no fue observado por
los jueces que expidieron la sentencia condenatoria de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 354 del
extinto Código Penal. De eta manera, los jueces nacionales
finalmente identifican como fuente de derecho el artículo 77
numeral 7 literal c de nuestra Constitución de la República
que establece como obligación del Estado que “Nadie podrá
ser forzado a declarar en contra de sí mismo”.
Ahora bien, luego de haber revisado las argumentaciones de
los jueces nacionales, la Corte Constitucional puede advertir
que aquellos circunscribieron el análisis y resolución del
recurso de revisión penal de acuerdo a la causal sexta del
artículo 360 del derogado Código de Procedimiento Penal
y para alcanzar tal propósito, sustentaron su argumentación
de acuerdo a varias fuentes de derecho que hacen referencia
a la prohibición de imponer una sanción penal a una
persona que ha sido constreñida a declarar en contra de sí
misma, tal como sucedió en el caso sub examine de acuerdo
a la confesión judicial rendida por la solicitante de revisión
penal, Gladys Sierra Velásquez.
Los jueces nacionales han hecho mención en su sentencia a
disposiciones constitucionales, disposiciones de naturaleza
legal, al bloque de constitucionalidad a través de la
Convención Americana de Derechos Humanos y a una
de las sentencias expedidas por la Corte Interamericana
de Derechos Humanos que explícitamente se refieren a
la prohibición de obligar a las personas a declarar contra
sí mismas en materia penal, y es por estas razones que a
criterio de los jueces la causal invocada en el recurso de
revisión penal tiene la debida sustentación en las fuentes de
derecho constantes en el propio fallo y resulta plenamente
aplicable. Por este motivo, la Corte Constitucional advierte
un adecuado cumplimiento del requisito de la razonabilidad,
en tanto los jueces nacionales establecieron la normativa
jurídica a partir de los alcances procesales de dicho recurso,
para posteriormente armonizar los hechos del caso con
las fuentes del derecho mencionadas, generando de esta
manera la decisión final de aceptar dicha impugnación y
confirmar el estado de inocencia de la recurrente Gladis
Cruz Velásquez.
Desde esta perspectiva, cuando se revisa el contenido de
la demanda de acción extraordinaria de protección, se
puede observar que la accionante Ana María Cruz Sierra
tiene como propósito impugnar, desde el punto de vista
subjetivo, el análisis que los jueces nacionales desarrollaron
sobre la causal sexta del artículo 360 del extinto Código
de Procedimiento Penal, y para alcanzar tal propósito,
se observa que la pretensión es que esta Corte ingrese
en la esfera de análisis sobre los elementos probatorios
practicados durante las etapas procesales anteriores,
situación que como quedó plenamente establecida al
resolver el primer problema jurídico, no corresponde al
ámbito de la justicia constitucional. De esta manera, se logra
concluir que la decisión judicial impugnada ha cumplido
con el primer requisito bajo análisis.
Lógica
Añaden de esta manera los jueces a través de la decisión
judicial impugnada, que el delito de perjurio tiene como
característica propia el elemento del dolo en el obrar
Como quedó indicado en líneas anteriores, la debida
coherencia y concatenación de las premisas que compone el
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fallo, así como de aquellas con la conclusión a la que llegan
los jueces, implica la observancia del requisito de lógica en
el análisis jurídico. En este caso, debe tenerse en cuenta que
los jueces nacionales establecen como premisa mayor de
su análisis la determinación y especificación del contenido
de la causal sexta del artículo 360 del extinto Código
de Procedimiento Penal, es decir, aquella disposición
normativa que permitía revisar la sentencia “cuando no se
hubiere comprobado conforme a derecho, la existencia del
delito a que se refiere la sentencia”.
A partir de esta formulación principal, los jueces nacionales
continúan formulando premisas argumentativas menores
que tienen como propósito sustentar que la sentencia
impugnada incurrió en la causal referida y por lo tanto,
tienen como propósito dotar de fuerza a la argumentación
mayor mencionada en el párrafo anterior. Obsérvese, por
ejemplo, la premisa contenida en el considerando quinto de
la sentencia impugnada, cuando
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