Informe Bosques Vivos de WWF: Capítulo 5 SALVAR LOS

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Informe Bosques Vivos de WWF: Capítulo 5
SALVAR LOS BOSQUES EN PELIGRO
Más del 80 % de la deforestación entre 2010 y 2030 tendrá lugar probablemente en apenas 11
lugares: son los denominados «frentes de deforestación».
WWF quiere el fin de la destrucción de los vitales bosques de nuestro planeta. Nuestro objetivo,
como se explica en los capítulos previos del Informe Bosques Vivos, es lograr la meta de
deforestación y degradación forestal neta cero (ZNDD) para el 2020.1
Para lograrlo, tenemos que centrarnos en los bosques que están expuestos a un mayor riesgo.
Basándose en una gran cantidad de estudios, WWF ha identificado 11 frentes de deforestación
(véase el mapa), lugares donde se prevé que se dará la mayor concentración de pérdida de bosques
o de degradación grave en un futuro próximo.
Si no se actúa para cambiar las tendencias actuales, en esos lugares podrían destruirse hasta 170
millones de hectáreas de bosque de aquí al 2030, lo que supone más del 80 % del total de la pérdida
forestal en todo el mundo. Imaginemos que desaparece en apenas 20 años un bosque del tamaño
de Alemania, Francia, España y Portugal juntos.
Los 11 frentes de deforestación albergan algunas de las zonas de mayor riqueza de flora y fauna
silvestre del mundo, en particular un gran número de especies únicas. Se necesitan medidas
urgentes para salvarlas.
¿Dónde están los frentes de deforestación?
Los 11 frentes de deforestación, con las pérdidas previstas (en millones de hectáreas) 2010-2030
GRAPHIC: MAP
¿Cuáles son las amenazas?
Los distintos frentes de deforestación se enfrentan a diferentes presiones. A escala mundial, la
principal causa de la deforestación es la expansión de la agricultura, incluyendo la ganadería
comercial, la producción de aceite de palma y de soja, así como las invasiones de los pequeños
agricultores. La tala insostenible y la recolección de leña pueden llevar a una espiral de degradación
que finalmente conduzca a la deforestación o a la «muerte por mil cortes». La minería, la energía
hidroeléctrica y otros proyectos de infraestructura suponen otra amenaza importante, y las
carreteras que se construyen para esos proyectos pueden tener un gran impacto indirecto, al abrir
1
Esencialmente, eso significa que no se dé una pérdida global ni en la cantidad ni en la calidad de los bosques, al tiempo
que se permite una cierta flexibilidad: por ejemplo, una buena solución de compromiso sería permitir que se talen algunos
bosques degradados para satisfacer las necesidades locales, a la vez que se restaura una superficie equivalente en un
importante corredor de biodiversidad.
los bosques a los colonos y la agricultura. También aumenta la frecuencia e intensidad de los
incendios forestales.
¿Cuáles son las soluciones?
Como han mostrado los capítulos previos del Informe Bosques Vivos, es posible satisfacer la
demanda humana de alimentos, energía y materias primas en las próximas décadas sin sacrificar los
valiosísimos bosques. Con una mejor planificación, gestión y colaboración a la escala del paisaje,
podemos aumentar de manera sostenible la producción y satisfacer las necesidades de desarrollo
local al tiempo que conservamos los ecosistemas esenciales.
Se necesitan intervenciones a gran escala en los frentes de deforestación para detener el avance de
la deforestación y gestionar el uso de la tierra de forma más inteligente y sostenible. La solución
habrá de incluir:
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Ampliar y fortalecer las redes de áreas protegidas. Una estrategia que ha demostrado su
eficacia para combatir la pérdida de bosques es contar con áreas protegidas bien
gestionadas, incluyendo las reservas indígenas. Como mínimo, pueden proporcionar
santuarios para la biodiversidad en los frentes de deforestación y servir como reservas para
la restauración futura. Idealmente deben estar bien conectadas y ser lo suficientemente
grandes como para asegurar que los animales silvestres se desplacen libremente y que los
procesos ecológicos sigan funcionando.
Valorar los servicios ecosistémicos. Los bosques proporcionan muchos beneficios, desde
asegurar el suministro de agua potable hasta albergar importantes especies y lugares de
relevancia cultural. Reconocer el valor (y también el valor económico) de estos beneficios
puede ayudar a los gobiernos y a las empresas cercanas a los frentes de deforestación a
tomar decisiones más sabias en cuanto al uso del suelo.
Ampliar la REDD+ a una escala mucho más grande. La REDD+, que ofrece incentivos a los
países en desarrollo para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes
de la deforestación y la degradación de los bosques, podría ayudar a contrarrestar las
amenazas en los frentes de deforestación, a la vez que apoya la mitigación de la pobreza, el
derecho a la tierra y la gobernanza equitativa de los recursos.
Cadenas de suministro sin deforestación. Un número cada vez mayor de grandes empresas
minoristas, fabricantes e inversores se comprometen a eliminar la deforestación de sus
cadenas de suministro y sus carteras. La expansión y el cumplimiento de estos compromisos
podría suponer un cambio importante en los frentes de deforestación afectados por los
mercados internacionales de materias primas.
Infraestructuras que respeten los bosques. Quienes financian, construyen y regulan las
infraestructuras —como carreteras, presas y minas— en los frentes de deforestación
pueden tomar medidas para mitigar sus impactos sociales y ambientales, sin socavar las
oportunidades de desarrollo local. Deberían incorporarse salvaguardias forestales en todos
los proyectos de infraestructura.
Aspectos más destacados de algunos de los frentes:
Amazonia: El bosque más grande del mundo es también el lugar donde se prevén las mayores
pérdidas. De mantenerse las tendencias recientes de deforestación, más de una cuarta parte de la
Amazonia no tendrá árboles en el 2030.
Bosque Atlántico/Gran Chaco: La intensificación de los controles legales para proteger los
fragmentos restantes del Bosque Atlántico está aumentando la presión sobre el Gran Chaco.
Borneo: La isla de Borneo ha perdido casi la mitad de sus bosques en las últimas décadas, y la mitad
de lo que queda podría destruirse de aquí al 2030. Las plantaciones de aceite de palma son una de
las causas principales.
Cerrado: El Cerrado brasileño alberga casi el 5 % de las especies de la Tierra, pero menos del 3 % de
este bioma goza de una protección estricta. La conversión de la vegetación original a la agricultura
continúa a un ritmo alarmante.
Chocó-Darién: El bosque húmedo del Chocó-Darién se encuentra entre las regiones más
biológicamente diversas del mundo, aunque se encuentra cada vez más amenazado por la
producción de coca y la ganadería.
Cuenca del Congo: La cuenca del Congo contiene la quinta parte de los bosques tropicales del
mundo, y es el hogar de gorilas, chimpancés y elefantes del bosque. Pero los bosques podrían
fragmentarse para satisfacer las necesidades de combustible y tierras de cultivo de una población en
rápido crecimiento.
África oriental: La agricultura y la recolección de leña, impulsadas por una alta densidad de
población, amenazan los bosques de miombo y los bosques costeros del África oriental. Los
incendios forestales son también un problema creciente.
Este de Australia: El debilitamiento de las leyes de control de la deforestación en Queensland y en
Nueva Gales del Sur podría conllevar un resurgimiento de la tala de bosques a gran escala,
principalmente para la ganadería.
Gran Mekong: Las economías del Gran Mekong están en auge, pero buena parte del desarrollo se ha
dado a expensas de los bosques de la región, poniendo en peligro su biodiversidad única y los vitales
servicios de los ecosistemas.
Nueva Guinea: La región conserva una cobertura forestal significativa, aunque enfrenta una
creciente amenaza de deforestación. La tasa de pérdida forestal podría aumentar si se materializan
las propuestas actuales para el desarrollo agrícola.
Sumatra: Sumatra tiene algunos de los bosques más ricos y diversos del mundo, pero más de la
mitad han sido destruidos, y lo que queda está en riesgo de desmonte por los nuevos colonos o para
plantaciones comerciales de aceite de palma, caucho o madera para pulpa de papel.
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