1 DELINCUENCIA JUVENIL EN GALICIA. ACCIONES DE

DELINCUENCIA JUVENIL EN GALICIA. ACCIONES DE PREVENCIÓN
E INTERVENCIÓN
José Ignacio Prieto Lois
Director Equipos Técnicos Jurisdicción de Menores
Consellería de Presidencia Administracións Públicas e Xustiza
Xunta de Galicia
La Consellería de Presidencia, Administración Pública e Xustiza del
Gobierno de Galicia firmó en 2007, en Bruselas, el Convenio Marco de
Cooperación del Programa Europeo de Prevención y lucha contra la
delincuencia, comprometiéndose a elaborar en los cuatro años siguientes,
proyectos transnacionales en colaboración con otros socios de la Unión
Europea, para presentarlos a las convocatorias de subvenciones de la
Dirección General de Libertad, Seguridad y Justicia de la Comisión.
Así se inició nuestra colaboración, en Proyectos de prevención de la
delincuencia juvenil, con la Direcçäo-Geral de Reinserçäo Social de
Portugal, también firmante del Convenio Marco de Cooperación.
Agradecemos a la Direcçäo-Geral de Reinserçäo Social la oportunidad que
nos ha brindado para participar como socios en el Proyecto Valere, porque
nos va a permitir llevar a cabo un intercambio de experiencias y buenas
prácticas de intervención sobre la delincuencia juvenil, que sin duda serán
enriquecedoras para todos nosotros.
El Proyecto Consensus de la Dirección Xeral de Xustiza de la Consellería
de Presidencia de Galicia también ha sido subvencionado por la Comisión
Europea y en él tenemos también el honor de contar con la participación
como socio, de la Direcçäo- Geral de Reinserçäo Social de Portugal. En
este Proyecto se está realizando un estudio sobre justicia restaurativa.
A la última convocatoria de la Comisión hemos presentado el Proyecto
Arex, centrado en la prevención de la reincidencia de los menores
infractores, contando con Portugal, como socio del Proyecto y
participamos en el Proyecto portugués Risco. Esperamos que ambos
tengan éxito y que nuestra colaboración pueda extenderse en el tiempo.
Quiero agradecer especialmente a la Excelentísima Doctora Leonor
Furtado su invitación para participar en los Workshops del Proyecto
Valere. Compartimos con la Direcçäo- Geral de Reinserçäo Social unos
mismos objetivos generales de prevención y lucha contra la delincuencia
juvenil, así como de realizar aportaciones útiles para establecer unos
criterios generales de intervención, de ámbito europeo, en este campo.
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EVOLUCIÓN DEL TRATAMIENTO DE LA DELINCUENCIA JUVENIL EN
GALICIA
Galicia, Comunidad Autónoma del noroeste de España, tiene competencias
propias sobre delincuencia juvenil desde que le fueron transferidas en
1984.
Antes de ese año, los Centros tutelares de menores, centros de
reeducación, dependían del Consejo Superior de Protección de Menores
(órgano estatal), y de los Jueces que presidían los Tribunales Tutelares.
Las funciones jurisdiccionales de estos Jueces eran amplias; no se
limitaban únicamente a los casos de delincuencia juvenil.
Hasta 1981, los Centros Tutelares de Menores eran establecimientos de
tipo carcelario, donde se recluía a los menores comprendidos entre los 12
y los 18 años. La ley de Tribunales Tutelares de Menores de 1948, bajo el
pretexto proteccionista y tutelar establecía un sistema inquisitivo en el
que los derechos de los menores apenas se contemplaban. El Juez era el
único responsable de la toma de decisiones. No había plazos establecidos
y no era preceptiva la intervención de del Ministerio Fiscal ni del abogado
del menor. Las actitudes de corte paternalista eran frecuentes. Los
centros eran el único recurso disponible y allí se reunían menores de
protección (en situación de desamparo familiar) y de reforma (menores
infractores), sin separación entre ellos y sin un proyecto educativo
específico. La dotación de personal de los centros era escasa, y formada
en su mayoría por vigilantes sin cualificación técnica. Su función principal
consistía en evitar fugas y no era extraño que se utilizaran métodos
represivos y de castigo.
A partir de 1981 se inició en Galicia la reforma de los Centros Tutelares,
por iniciativa personal de algunos Jueces. Se convocaron procesos
selectivos de personal técnico titulado, con el objetivo primordial de
transformar los Centros, también llamados reformatorios, en centros
educativos. Se realizaron muchos cambios organizativos y de distribución
de espacios. La represión se sustituyó por educación. Los menores se
agruparon en secciones poco numerosas. Se pusieron en marcha
proyectos educativos. Se crearon talleres de formación ocupacional. Los
Centros se abrieron al entorno y se utilizaron los recursos existentes en el
exterior para favorecer la reinserción sociolaboral de los menores. Se
celebraron convenios con los Ayuntamientos próximos, para que pudieran
participar en los Talleres formativos municipales así como para facilitar su
contratación en puestos de trabajo temporales.
En 1987 se elaboró un plan para la prevención de la delincuencia en los
siete principales núcleos urbanos gallegos, A Coruña, Ferrol, Lugo,
Ourense, Pontevedra y Vigo, en colaboración con el Instituto Nacional de
Empleo y las Corporaciones Locales. Entre sus objetivos destacaba la
formación práctica, como educadores de calle, de titulados universitarios y
la creación de centros de acción social en los barrios y la posterior
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contratación de educadores, elegidos entre aquéllos que mejor se
hubieran integrado en el programa comunitario del barrio durante las
prácticas.
En aquellos años, en Galicia, las acciones que se desarrollaban en el
ámbito de la delincuencia juvenil, intentaban mejorar su prevención, la
intervención sobre los menores y la reinserción sociolaboral de éstos.
En 1992, tras una Sentencia del Tribunal Constitucional, se aprobó la Ley
Orgánica Reguladora de la Competencia y el Procedimiento ante los
Juzgados de Menores, que supuso un cambio radical en su
funcionamiento. Esta Ley creó los Equipos Técnicos de los Juzgados,
separó reforma y protección, introdujo el respeto a las garantías
procesales de presunción de inocencia y derecho de defensa y reconoció el
principio del superior interés del menor. A partir de esta fecha es el Fiscal
el instructor del procedimiento.
La ley fijó las medidas aplicables, estableciendo un catálogo de éstas, con
una duración máxima de dos años. Aparecen medidas alternativas al
internamiento: libertad vigilada, prestaciones en beneficio de la
comunidad, mediación y reparación del daño. Se crea la figura del
delegado de libertad vigilada. Los Centros separan los menores por
edades y se afianzan los proyectos educativos individualizados. Son
Centros Educativos, concebidos como recursos de atención que ofrece
alojamiento, asistencia integral y que cuentan con una dotación de
personal, servicios y programas especialmente orientados a la
normalización e integración de los menores en su medio. Se definen los
objetivos de los Centros: desarrollo integral de la personalidad del menor,
a través de programa educativo individualizado, fomentar las acciones
educativas tendentes a la normalización del joven de forma que lo
capaciten para mantener relaciones estables y positivas (programas de
habilidades sociales), estimular que su relación con el entorno sea más
positiva, comprender y asumir su propia biografía y aumentar la
conciencia participativa y crítica que fomente su autonomía y sepa utilizar
correctamente los recursos de la comunidad y por último lograr la
adaptación e integración del menor en la estructura social a través de una
preparación técnica y humana que lo capacite para su participación activa
en la vida social y cultural, acatando, comprendiendo y valorando las
normas sociales.
En este período, se crean también, en las Delegaciones Provinciales de la
Administración Autonómica, Equipos Técnicos de Menores, integrados por
trabajadores sociales, pedagogos y psicólogos, que coordinarán con los
Equipos técnicos de los Juzgados de Menores, la ejecución de las medidas
acordadas por el Juez.
Se puso en marcha, asimismo, el Programa Mentor para lograr la
integración sociolaboral de menores sometidos a tutela o guarda de la
Administración o cumpliendo medidas judiciales. Este Programa desarrolla
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acciones de formación, búsqueda de empleo, preparación para la vida
independiente a través de viviendas tuteladas e inserción laboral.
MARCO LEGAL
El Código Penal vigente fija la mayoría de edad penal en los 18 años.
Actualmente, el sistema de justicia juvenil se rige por la Ley 5/2000
reguladora de la Responsabilidad Penal de los Menores. Esta ley establece
un límite mínimo de edad, 14 años, a partir del cual se puede exigir
responsabilidad a los menores. En los supuestos de infracciones cometidas
por menores de 14 años no se considera necesaria la intervención del
aparato judicial sancionador del Estado.
Esta Ley reconoce el interés superior del menor como elemento
determinante del procedimiento y este interés ha de ser valorado con
criterios técnicos y no formalistas por equipos de profesionales
especializados en el ámbito de las ciencias no jurídicas. Aunque se trata
de una disposición sancionadora que exige una verdadera responsabilidad
jurídica a los menores infractores, referida específicamente a la comisión
de hechos tipificados como delitos o faltas por el Código Penal pretende,
al mismo tiempo, que la reacción jurídica dirigida al menor infractor sea
una intervención de naturaleza educativa.
La Ley no olvida el interés del perjudicado o víctima del hecho cometido
por el menor, estableciendo un procedimiento singular, rápido y poco
formalista para el resarcimiento, en su caso, de daños y perjuicios,
dotando de amplias facultades al Juez de Menores
Para proteger el supremo interés del menor, el legislador refuerza el papel
de los Equipos Técnicos que, formados por Psicólogos, Educadores y
Trabajadores Sociales se configuran como un instrumento imprescindible
que orienta primero a la Fiscalía responsable de la instrucción, mediante la
emisión de un informe psicológico, educativo y social que propondrá la
medida más adecuada para el interés del menor.
La ley asigna a los Equipos Técnicos, entre otras funciones, la
participación en la fase de audiencia, así como en el seguimiento de la
ejecución de medida. Corresponde, también, al Equipo Técnico valorar y
realizar funciones de mediación entre el infractor y la víctima. La
mediación se promueve a iniciativa del Ministerio Fiscal quien, en virtud de
los resultados, instará el sobreseimiento o la continuidad del
procedimiento.
El buen funcionamiento de los Equipos Técnicos se convierte en una pieza
clave del procedimiento.
SITUACIÓN ACTUAL EN GALICIA
En Galicia, desde que fueron transferidas las competencias sobre
menores, su ejercicio se repartió entre varios departamentos de la
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Administración autonómica. La ejecución de las medidas adoptadas por los
Juzgados de Menores corresponde a la Dirección Xeral de Benestar Social,
y es la Dirección Xeral de Xustiza la responsable de los profesionales
integrantes de los Equipos Técnicos de los Juzgados de Menores y de
garantizar que éstos realicen sus funciones de mediación y reparación en
los términos exigidos por la ley.
El efecto principal de la mediación (conciliación y reparación en la
terminología de la Ley) consiste en que, una vez conseguida ésta, el Fiscal
puede desistir de la continuación del expediente.
La mediación reportará beneficios educativos, económicos y sociales:
•
•
•
Beneficios educativos, ya que, tanto la víctima como el infractor,
participan activamente en el proceso de resolución del conflicto
tratando de llegar a acuerdos que permitan conciliar a la víctima y al
infractor buscando la reparación del daño y la satisfacción de la
víctima, y consiguiendo, al mismo tiempo, que el infractor asuma la
responsabilidad sobre los hechos cometidos.
Beneficios económicos. porque se agilizan los trámites y se fomenta
la intervención judicial mínima, reduciendo gastos de asistencia
letrada y disminuyendo el volumen de trabajo de los Juzgados de
Menores, actualmente saturados por el aumento de expedientes, ya
que la delincuencia protagonizada por menores en Galicia ha
experimentado un destacado incremento en los últimos años. El
número de jóvenes condenados por actos delictivos ha pasado de
210 en el año 2001 a 612 en 2008. En los Juzgados de A Coruña y
de Pontevedra se concentran más del 85% de los procesos. El
número de delitos menos graves y faltas puede llegar a ser del 80%
sobre el volumen de trabajo total de los Juzgados y son
precisamente los autores de estas infracciones los susceptibles de
ser objeto de esta medida de justicia restaurativa.
Beneficios sociales, porque favorecen la agilización de justicia,
reduciendo el retraso judicial y facilitando una respuesta rápida a
ciertos delitos o faltas susceptible de causar alarma social.
La aplicación de soluciones extrajudiciales por los Equipos Técnicos de
Menores, en los últimos años, en Galicia, se produce de manera desigual,
con una evolución ascendente en algunos Juzgados y escasa en otros. Así
durante el año 2008 el número de soluciones extrajudiciales que se
llevaron a cabo en la Comunidad fue de 186, lo que supone un 17,7 por
ciento de las sentencias totales los cuatro Juzgados. Cada provincia aplica
la mediación con arreglo a lo dispuesto en la ley, pero no de manera
uniforme, ya que no aplican metodologías idénticas. En los Juzgados de A
Coruña y Pontevedra donde los dos Equipos Técnicos de cada Juzgado
tuvieron que ocuparse, en 2008, de más de 1.000 expedientes judiciales
incoados.
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La Dirección Xeral de Xustiza, como responsable orgánica de los Equipos
Técnicos, pretende abordar dos de las cuestiones que más preocupan hoy
a los operadores jurídicos en materia de justicia de menores: la aplicación
efectiva de medidas extrajudiciales y la prevención de la reincidencia de
menores a través del diagnóstico del riesgo de reincidencia. Para mejorar
el tratamiento de estas cuestiones y con el fin de conocer e identificar las
buenas prácticas existentes en el campo de la Justicia Restaurativa de
Menores, tanto en Estado español, como en los demás países de la Unión
Europea, la Dirección Xeral de Xustiza, puso en marcha, en colaboración
con la Red Europea de Prevención de la Delincuencia, el Proyecto
Consensus, que ha sido aprobado por la Comisión Europea.
Este proyecto pretende realizar un estudio sobre Justicia Juvenil
Restaurativa en el Estado Español, identificando, recopilando y analizando
las buenas prácticas existentes, mediante el examen de documentación,
cuestionarios y entrevistas a profesionales, menores infractores y
víctimas. Se centra especialmente en la actuación sobre los infractores,
tratando de identificar las variables individuales que facilitan el éxito de
las medidas restaurativas. Para completar el análisis se organizarán dos
paneles de expertos (Jueces, Fiscales, Abogados y Profesionales de
Equipos Técnicos de Justicia de Menores). Los resultados del estudio se
difundirán a través de la página web de la Red Europea de Prevención de
la Delincuencia (EUCPN) de la Dirección Xeral de Xustiza de la Xunta de
Galicia y de los países socios.
Posteriormente se celebrará un Foro Transnacional de intercambio y
transferencia de experiencias, en el que participarán 40 profesionales y
expertos de las Comunidades Autónomas del Estado español, de la EUCPN
y de los países socios. En este Foro se presentará el resultado del estudio,
así como los ejemplos de buenas prácticas de los países socios. Habrá
intervenciones de expertos en Justicia Juvenil Restaurativa y Talleres de
profesionales, en los que se plantearán en común ideas creativas y nuevas
propuestas dirigidas a mejorar la aplicación de la Justicia Juvenil
Restaurativa y a facilitar la resolución de los problemas que surgen en la
práctica, contribuyendo al establecimiento de criterios comunes de
actuación en los Estados miembros de la Unión. Estas Conclusiones se
difundirán también a través de la web de la EUCPN y de la Dirección Xeral
de Xustiza, así como en los países socios.
Para analizar la reincidencia se presentó el Proyecto Arex en el que
también participa Portugal como socio, a través de la Direcçäo de
Reinserçäo Social.
El proyecto Arex es un Proyecto de prevención de la delincuencia juvenil,
basado en el análisis de la reincidencia como factor clave en la evolución
de las acciones delictivas de los jóvenes infractores.
Las finalidades que persigue el Proyecto son dos:
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1. Elaborar un diagnóstico de la Reincidencia en Galicia mediante un
estudio que nos permita:
•
Obtener una tasa general de reincidencia y unas tasas parciales de
cada una de las medidas o intervenciones que ha llevado a término
la D.X. de Xustiza. Estas tasas han de contribuir en el futuro a
evaluar el sistema de justicia juvenil de Galicia.
•
Identificar los factores o variables individuales (genero, escolar,
nacionalidad, consumo tóxicos, problemas salud mental, etc.),
variables criminológicas y variables sociofamiliares (nº de
hermanos, vínculos familiares, maltratos, antecedentes delictivos,
toxicomanías, problemas salud, empleo, vivienda, localidad, barrio,
etc.) que expliquen y precisen mejor el riesgo de reincidencia.
•
Conocer el perfil de la población que esta llegando actualmente a la
justicia de menores para aportar datos cualitativos y cuantitativos
que faciliten a la D.X Xustiza la creación de un Mapa de la
Reincidencia en Galicia, identificando en que localidades y dentro de
estas en que zonas o barrios se produce la reincidencia.
2. Poner en marcha un Plan de formación que nos permita, a través de
seminarios, estudios y conferencias, establecer redes de acción local (de
barrio, zona, parroquia) con los distintos operadores sociales que
intervienen en el proceso de desarrollo de estos jóvenes
(escuela,
servicios sociales, policía, asociaciones, justicia, etc.) para elaborar una
estrategia de acción coordinada mediante la elaboración de diferentes
protocolos de actuación sectoriales.
LA EJECUCIÓN DE MEDIDAS JUDICIALES:
En nuestra Comunidad la responsabilidad de la ejecución de medidas
judiciales recae en la Dirección Xeral de Benestar Social. El número de
medidas judiciales notificadas fue de 114 medidas de internamiento en
Centros, además de 63 de permanencia de fin de semana en Centros,
frente a las casi 684 medidas de medio abierto notificadas.
Las medidas privativas de libertad propuestas en la Ley son:
a. Internamiento en régimen cerrado. “Las personas sometidas a esta
medida residirán en el centro y desarrollarán en el mismo las actividades
formativas, educativas, laborales y de ocio”.
b. Internamiento en régimen semiabierto. “Las personas sometidas a esta
medida residirán en el centro, pero realizarán fuera del mismo actividades
formativas, educativas, laborales y de ocio”.
c. Internamiento en régimen abierto. “Las personas sometidas a esta
medida llevarán a cabo todas las actividades del proyecto educativo en los
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servicios normalizados del entorno, residiendo en el centro como domicilio
habitual, con sujeción al programa y régimen interno del mismo”.
d. Internamiento terapéutico. “En los centros de esta naturaleza se
realizará una atención educativa especializada o tratamiento específico
dirigido a personas que padezcan anomalías o alteraciones psíquicas, un
estado de dependencia de bebidas alcohólicas, drogas tóxicas o sustancias
psicotrópicas, o alteraciones en la percepción que determinen una
alteración grave de la conciencia de la realidad”.
Galicia tiene 4 centros para la ejecución de medidas privativas de libertad:
un centro en A Coruña, con módulos para medidas en régimen abierto,
semiabierto y cerrado, mixto con 25 plazas, de titularidad publica pero
con gestión privada, desde que se reformó en 2002; un centro en
Pontevedra con 22 plazas, mixto, abierto y semiabierto, público y de
gestión pública y dos centros en Ourense, uno abierto, semiabierto y
cerrado con 30 plazas, de titularidad pública y gestión privada y un centro
terapéutico mixto con 17 plazas, público y de gestión privada. En total 94
plazas de internamiento.
Las medidas judiciales en medio abierto son las siguientes:
A. Asistencia a un centro de día. “Las personas sometidas a esta medida
residirán en su domicilio habitual y acudirán a un centro, plenamente
integrado en la comunidad, a realizar actividades de apoyo, educativas,
formativas, laborales o de ocio”.
B. Permanencia de fin de semana. “Las personas sometidas a esta medida
permanecerán en su domicilio o en un centro hasta un máximo de treinta
y seis horas entre la tarde o noche del viernes y la noche del domingo, a
excepción del tiempo que deban dedicar a las tareas socio-educativas
asignadas por el Juez”.
c. Libertad vigilada. “En esta medida se ha de hacer un seguimiento de la
actividad de la persona sometida a la misma y de su asistencia a la
escuela, al centro de formación profesional o al lugar de trabajo, según los
casos, procurando ayudar a aquella a superar los factores que
determinaron la infracción cometida. Asimismo, esta medida obliga, en su
caso, a seguir las pautas socio-educativas que señale la entidad pública o
el profesional encargado de su seguimiento, de acuerdo con el programa
de intervención elaborado al efecto y aprobado por el Juez de Menores”.
d. Convivencia con otra persona, familia o grupo educativo. “La persona
sometida a esta medida debe convivir, durante el periodo de tiempo
establecido por el Juez, con otra persona, con una familia distinta a la
suya o con un grupo educativo, adecuadamente seleccionados para
orientar a aquélla en su proceso de socialización”.
e. Prestaciones en beneficio de la comunidad. “La persona sometida a esta
medida, que no podrá imponerse sin su consentimiento, ha de realizar las
actividades no retribuidas que se le indiquen, de interés social o en
beneficio de personas en situación de precariedad. Se buscará relacionar
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la naturaleza de dichas actividades con la naturaleza del bien jurídico
lesionado por los hechos cometidos por el menor”.
f. Realización de tareas socio-educativas. “La persona sometida a esta
medida ha de realizar, sin internamiento ni libertad vigilada, actividades
específicas de contenido educativo encaminadas a facilitarle el desarrollo
de su competencia social”.
g. Amonestación. “Esta medida consiste en la reprensión de la persona
llevada a cabo por el Juez de Menores y dirigida a hacerle comprender la
gravedad de los hechos cometidos y las consecuencias que los mismos
han tenido o podrían haber tenido, instándole a no volver a cometer tales
hechos en el futuro”.
h. Inhabilitación absoluta. “La medida de inhabilitación absoluta produce
la privación definitiva de todos los honores, empleos y cargos públicos
sobre el que recayera, aunque sean electivos; así como la incapacidad
para obtener los mismos o cualesquiera otros honores, cargos o empleos
públicos y la de ser elegido para cargo público, durante el tiempo de la
medida”.
La Dirección de Benestar Social dispone, para el cumplimiento de estas
medidas, de una serie de recursos formada por Equipos de Entidades
Colaboradoras que actúan el las cuatros provincias. Así, cabe destacar el
CIEMMA, recurso localizado en A Coruña, que inició su actividad el 1 de
julio de 2008 y que abarca toda la provincia. Cuenta con un Centro de Día
en A Coruña y con dos núcleos de intervención en las zonas norte y sur de
la provincia. En este centro se ejecutan todas las medidas de régimen
abierto del Juzgado de A Coruña. En él se realiza una evaluación
continua, elaborando informes de seguimiento adaptados a cada medida y
se trabajan seis áreas: área de desarrollo personal y relaciones sociales;
área de orientación e inserción laboral; área de salud, formativa; área de
incorporación a nuevos escenarios sociales, laborales y educativos; área
de tiempo libre y ocio y área familiar.
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