ACTA ORDINIS FRATRUM MINORUM VEL AD ORDINEM QUOQUO MODO PERTINENTIA IUSSU ET AUCTORITATE Fr. JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO TOTIUS ORD. FR. MIN. MINISTRI GENERALIS IN COMMODUM PRAESERTIM RELIGIOSORUM SIBI SUBDITORUM IN LUCEM AEDITA Veritatem facientes in caritate (Eph. 4,15). Peculiari prorsus laude dignum putavimus, dilecte Fili, consilium quo horum Actorum collectio atque editio suscepta est. (Ex Epist. L eonis P p . XIII ad Min. Gen.) ROMA CURIA GENERALIS ORDINIS CUM APPROBATIONE ECCLESIASTICA Fr. José R. Carballo, ofm, Min. Gen. Fr. Luigi Perugini Director Fr. Gianpaolo Masotti Director responsabilis Autoriz. N. 10240 del Trib. di Roma, 8-3-1965 Impaginazione e grafica John Abela per l’Ufficio Comunicazioni OFM – Roma Stampato dalla Tipografia Mancini s.a.s. – Tivoli (Roma) nel mese di settembre dell’anno 2009 EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS PEREGRINATIO BENEDICTI PP. XVI IN TERRA SANCTA 1. Visita del Santo Padre a Tierra Santa Del 8 al 15 de mayo el Santo Padre Benedicto XVI realizó un viaje apostólico a Tierra Santa. Este viaje, según dijo el mismo Papa durante el rezo del “Regina cæli” el día 3 de mayo, tenía como objetivos principales: confirmar y animar a los cristianos de Tierra Santa y hacerles sentir su cercanía y el apoyo de toda la Iglesia; ser peregrino de paz, en nombre del único Dios, que es Padre de todos; testimoniar el compromiso de la Iglesia católica a favor de cuantos se esfuerzan por practicar el diálogo y la reconciliación, para llegar a una paz estable y duradera en la justicia y el respeto recíproco; y reafirmar el compromiso de la Iglesia en el diálogo ecuménico e interreligioso. Durante esos días, Fr. José Rodríguez Carballo, ofm, Ministro general de la Orden, acompañó al Santo padre en su peregrinación a los lugares santos de Jordania, Israel y Palestina, formando parte de la delegación pontificia. El Ministro general, después de saludar al Papa en el aeropuerto de Ammán, lo acogió oficialmente en el Monte Nebo. La montaña se eleva sobre la plataforma Transjordania a 25 km al sudoeste de la capital jordana, y se eleva a 806 metro sobre el nivel del mar. Allí en el Memorial de Moisés, el Ministro general le dio la bienvenida oficial en nombre de la Orden, y luego explicó al Santo Padre los lugares bíblicos que se pueden divisar desde el balcón natural del monte sobre la tierra prometida. En su discurso de bienvenida, Fr. José, comparando a Benedicto XVI con la figura de Moisés al frente de su pueblo, pidió al Papa que ayudase a los cristianos a descubrir la belleza de ser discípulos del Resucitado. El Santo Padre, entre otras cosas, dijo: “Aprovecho la ocasión para renovar mi gratitud y la de toda la Iglesia, a los Frailes Menores de la Custodia por su presencia secular en estas tierras, por su gozosa fidelidad al carisma de san Francisco, así como por su generosa solicitud por el bienestar espiritual y material de las comunidades locales y de los innumerables peregrinos que visitan cada año Tierra Santa”. Ya en Israel, el día 11 el Ministro general, junto con la delegación pontificia, recibió al Santo Padre en el aeropuerto de Tel Aviv, y estuvo presente en los varios actos que realizó el Papa en el territorio de Israel, tales como: el encuentro con el Presidente de Israel, el encuentro interreligioso en Jerusalén, el encuentro con las autoridades religiosas islámicas y judías, la Eucaristía celebrada en el Valle de Josafat, frente a Getsemaní… En esta celebración, el Santo Padre dirigiéndose a los cristianos de Jerusalén dijo: “No estáis solos. Mi visita quiere ser un signo de que el papa está y la Iglesia están con vosotros”. En su homilía también habló del status de la ciudad de Jerusalén .En el Cenáculo, Fr. José, esperaba al Santo Padre a la entrada del santuario, mientras el Custodio de Tierra Santa le acogía oficialmente. Con ambos, esperaban al Santo padre un buen número de nuestros jóvenes teólogos de San Salvador. En dicho santuario, después del canto del Veni Creator y de la recitación del Regina caeli, en su discurso el Santo Padre de nuevo agradeció la presencia de los franciscanos en Tierra Santa y su trabajo a favor de los cristianos locales y de los peregrinos. En Palestina, Fr. José Rodríguez Carballo, Ministro general, acompañó al Santo Padre en los actos que tuvieron lugar en Belén el día 13. Después de la Eucaristía en la palaza, el papa comió con los frailes y su séquito en “Casa Nova”. Durante la comida el Ministro general pudo hablar con el Santo Padre sobre el “Studium Biblicum” de Jerusalén y sobre la actividad de los hermanos en Tierra Santa. Después de un breve descanso, Benedicto XVI visitó la Gruta de la Natividad, acompañado por el Custodio y por el Ministro general. Durante la visita al campo de refugiados de Aida, el papa puso como modelo a san Francisco de Asís. El día 14 el Papa visitó Nazaret donde, por la mañana celebró una misa multitudinaria en el Monte del Precipicio. Entre otras personalidades estaban en el helipuerto para 182 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 acoger a Benedicto XVI el guardián de la Casa de Nazaret, Fr. Ricardo, y el Ministro general. Después de la celebración eucarística, el Papa se trasladó al Convento franciscano para comer y descansar. A la entrada del Convento de nuevo el Ministro general, junto con el guardián de la fraternidad, acogió al Santo Padre, quien, después de la comida, agradeció de nuevo el trabajo de los franciscanos, trabajo hecho a los largo de ocho siglos y que “continuarán haciendo hasta la segunda venida del Señor”. Antes, Fr. José R. Carballo, había ofrecido sendos regalos al Papa en nombre de los franciscanos del mundo entero y particularmente de la Custodia de Tierra Santa. Por la tarde, después de un encuentro interreligioso en el salón del convento franciscano, el Santo Padre fue acogido en la Basílica de la Anunciación por el Ministro general, quien en su discurso le dio la bienvenida a la “casa de la Madre y, por tanto, casa de todos sus hijos”. Concluida la celebración de Vísperas, el Santo Padre regresó en helicóptero a Jerusalén. Ya en Jerusalén, el día 15, el Ministro general acompañó al Santo padre en la entrada al Santo Sepulcro, donde fue acogido por el Custodio de Tierra Santa, de acuerdo con el “status quo”, y lo saludó en el aeropuerto de Ben Gurion, desde donde emprendió viaje de regreso a Roma. Daba así por concluido este viaje apostólico del “señor papa” Benedicto XVI. Un viaje muy esperado y en el que la palabra del Santo Padre no dejó de oírse clara, fuerte y cercana a la vez, para animar a los cristianos, promover el diálogo ecuménico e interreligioso, dejar claro la postura de la Santa Sede sobre la cuestión Palestina, la Shoah y el estado de Israel, denunciar la construcción del muro y, en todo momento, hablar de la necesidad de diálogo para construir la paz. Creemos que por todo ello bueno ha sido el título que apareció en algún periódico: Benedicto XVI el valiente. Por su parte, Fr. José Rodríguez Carballo, ofm, Ministro general, regresó a Roma a primeras horas del día 17, fuertemente impresionado por la personalidad de Benedicto XVI al cual tuvo la gracia (así lo dijo él varias veces) de acompañar de cerca. Fr. Enrique Bermejo, ofm 2. Mount Nebo Mount Nebo, 9 May 2009 1. Indirizzo di saluto del Ministro generale al Santo Padre Santo Padre, voglia accogliere a nome di tutti i Frati Minori che vivono in Terra Santa e di tutto l’Ordine il saluto di san Francesco: il Signore Le dia Pace! Qui, sul Monte Nebo, alle porte della terra promessa, Le diamo il benvenuto all’inizio del suo pellegrinaggio in Terra Santa. Qui Mosè, al termine dell’esodo, ebbe la grazia di vedere la terra che il Signore aveva promesso al suo popolo. La promessa di Dio diventava finalmente realtà. Mosè aveva guidato Israele per quarant’anni, per quarant’anni era stato la voce di Dio per il popolo e la voce del popolo presso Dio. Egli aveva ricevuto dal Signore la legge e l’aveva consegnata ad Israele perché la osservasse. Aveva aiutato il popolo a crescere nella fede, esortandolo e sostenendolo nei momenti di scoraggiamento, ma anche ammonendolo e riprendendolo, quando la tentazione delle cipolle d’Egitto si faceva più forte. Grazie a Mosè Israele aveva imparato a conoscere meglio il suo Signore: un Dio provvidente che non abbandona mai il suo popolo; che durante il cammino è luce nelle tenebre e ristoro dalla fatica; che viene incontro ai bisogni dei suoi figli con la manna dal cielo e con l’acqua dalla roccia; che scende in una tenda per stare in mezzo a loro e con loro si fa pellegrino. Mosè, così, non solo guidò il popolo dell’Alleanza verso questa terra, ma soprattutto lo condusse al suo Signore e Salvatore. Santo Padre, Lei oggi ha voluto farsi pellegrino, ricordandoci che questa è la condizione del popolo di Dio. In questo viaggio non è solo. Vogliamo accompagnarla, anzi seguirla, come un tempo il popolo di Israele aveva seguito Mosè e da lui si era lasciato condurre. Anche noi oggi ci sentiamo come nel deserto e abbiamo bisogno di chi ci conduce al Signore, di qualcuno che ci aiuti a conoscerlo sempre più come un Padre provvidente e misericordioso, come il Signore nostro Gesù Cristo ce lo ha rivelato. Spesso, infatti, siamo presi dallo scoraggiamento e dalla paura, quando il cammino si fa aspro e duro. A volte sembra che il male prevalga. Ovunque ci volgiamo vediamo EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS guerre e violenze; c’è ancora tanta povertà che schiaccia gran parte dell’umanità, mentre i diritti umani più elementari sono calpestati; per la sete di ricchezza e di potere gli uomini non esitano a devastare il creato, che era stato loro affidato perché ne avessero cura. La fede nella promessa della terra dove scorre latte e miele, del Regno che cresce senza far rumore, come il piccolo granello di senapa, rischia di affievolirsi nei nostri cuori e siamo tentati di lasciare l’aratro e volgerci indietro. Qui, su questo monte, un nostro Frate, Fr. Michele Piccirillo, che da poco il Signore ha chiamato a sé, ha dedicato l’intera vita per permetterci di gustare la bellezza di questi luoghi, restituendoci capolavori perduti e sepolti dai secoli. La sua opera, oltre all’immenso valore scientifico, ci insegna che è nella natura profonda dell’uomo andare sempre alla ricerca della vera bellezza. Santità, in questo pellegrinaggio ci affidiamo a Lei. Porti le nostre suppliche al Signore e ci rivolga ancora una volta quella Parola, che è la sola a poterci donare la salvezza. Ci aiuti a riscoprire la bellezza della nostra vocazione, la bellezza di essere discepoli del Risorto. Allora, come i discepoli, avremo il coraggio di lasciare alle spalle il nostro cenacolo comodo e sicuro per metterci di nuovo sulle strade del mondo, testimoniando a tutti la gioia della Pasqua. Fr. José Rodrígez Carballo, ofm Ministro generale 2. Address of his Holiness Benedict XVI Father Minister General, Father Custos, Dear Friends, In this holy place, consecrated by the memory of Moses, I greet all of you with affection in our Lord Jesus Christ. I thank Father José Rodríguez Carballo for his warm words of welcome. I also take this occasion to renew my gratitude, and that of the whole Church, to the Friars Minor of the Custody for their ageold presence in these lands, their joyful fidelity to the charism of Saint Francis, and their generous concern for the spiritual and material welfare of the local Christian communities and the countless pilgrims who visit the Holy Land each year. Here I wish to remember also, with particular gratitude, the late Father Michele Piccirillo, who devoted his life to the study of 183 Christian antiquity and is buried in this shrine which was so dear to him. It is appropriate that my pilgrimage should begin on this mountain, where Moses contemplated the Promised Land from afar. The magnificent prospect which opens up from the esplanade of this shrine invites us to ponder how that prophetic vision mysteriously embraced the great plan of salvation which God had prepared for his People. For it was in the valley of the Jordan which stretches out below us that, in the fullness of time, John the Baptist would come to prepare the way of the Lord. It was in the waters of the River Jordan that Jesus, after his baptism by John, would be revealed as the beloved Son of the Father and, anointed by the Holy Spirit, would inaugurate his public ministry. And it was from the Jordan that the Gospel would first go forth in Christ’s own preaching and miracles, and then, after his resurrection and the descent of the Spirit at Pentecost, be brought by his disciples to the very ends of the earth. Here, on the heights of Mount Nebo, the memory of Moses invites us to “lift up our eyes” to embrace with gratitude not only God’s mighty works in the past, but also to look with faith and hope to the future which he holds out to us and to our world. Like Moses, we too have been called by name, invited to undertake a daily exodus from sin and slavery towards life and freedom, and given an unshakeable promise to guide our journey. In the waters of Baptism, we have passed from the slavery of sin to new life and hope. In the communion of the Church, Christ’s Body, we look forward to the vision of the heavenly city, the new Jerusalem, where God will be all in all. From this holy mountain Moses directs our gaze on high, to the fulfilment of all God’s promises in Christ. Moses gazed upon the Promised Land from afar, at the end of his earthly pilgrimage. His example reminds us that we too are part of the ageless pilgrimage of God’s people through history. In the footsteps of the prophets, the apostles and the saints, we are called to walk with the Lord, to carry on his mission, to bear witness to the Gospel of God’s universal love and mercy. We are called to welcome the coming of Christ’s Kingdom by our charity, our service to the poor, and our efforts to be a leaven of reconciliation, forgiveness and peace in the world around us. We know that, like Moses, we may not see the complete ful- 184 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 filment of God’s plan in our lifetime. Yet we trust that, by doing our small part, in fidelity to the vocation each of us has received, we will help to make straight the paths of the Lord and welcome the dawn of his Kingdom. And we know that the God who revealed his name to Moses as a pledge that he would always be at our side (cf. Ex 3:14) will give us the strength to persevere in joyful hope even amid suffering, trial and tribulation. From the earliest times, Christians have come on pilgrimage to the sites linked to the history of the Chosen People, the events of Christ’s life and the nascent Church. This great tradition, which my present pilgrimage is meant to continue and confirm, is grounded in the desire to see, to touch, and to savor in prayer and contemplation the places blessed by the physical presence of our Savior, his Blessed Mother, the apostles and the first disciples who saw him risen from the dead. Here, in the footsteps of the countless pilgrims who have preceded us in every century, we are challenged to appreciate more fully the gift of our faith and to grow in that communion which transcends every limit of language, race and culture. The ancient tradition of pilgrimage to the holy places also reminds us of the inseparable bond between the Church and the Jewish people. From the beginning, the Church in these lands has commemorated in her liturgy the great figures of the Patriarchs and Prophets, as a sign of her profound appreciation of the unity of the two Testaments. May our encounter today inspire in us a renewed love for the canon of Sacred Scripture and a desire to overcome all obstacles to the reconciliation of Christians and Jews in mutual respect and cooperation in the service of that peace to which the word of God calls us! Dear friends, gathered in this holy place, let us now raise our eyes and our hearts to the Father. As we prepare to pray the prayer which Jesus taught us, let us beg him to hasten the coming of his Kingdom so that we may see the fulfilment of his saving plan, and experience, with Saint Francis and all those pilgrims who have gone before us marked with the sign of faith, the gift of untold peace – pax et bonum – which awaits us in the heavenly Jerusalem. Benedict XVI [L’Osservatore Romano, 10 maggio 2009, p. 5] 3. Basilica of the Annunciation Nazareth, 14 May 2009 1. Indirizzo di saluto del Ministro generale al Santo Padre Beatissimo Padre, a nome dell’Ordine dei Frati Minori le porgo il benvenuto in questo santo luogo, la casa di Gesù, Giuseppe e Maria, e che da secoli abbiamo l’onore di custodire a nome della Chiesa. È per noi motivo di grande gioia poterla accogliere qui, dove il mistero della nostra salvezza ha avuto il suo inizio; dove Maria, Vergine fatta Chiesa, come la chiama il nostro padre san Francesco, disse il suo sì al Padre delle misericordie, quando l’Angelo le annunciò che sarebbe divenuta la madre del Signore Gesù. Davvero questo è il “fiore” della Galilea, perché qui è fiorita la vita vera. Qui, sotto lo sguardo amorevole di Giuseppe e di Maria, il nostro Signore «cresceva in sapienza, età e grazia davanti a Dio e agli uomini» (Lc 2,52). Qui a Nazareth, per la prima volta, la parola della salvezza è sbocciata e l’anno di grazia del Signore è stato proclamato a tutta l’umanità (cfr. Lc 4,19). Beatissimo Padre, nel suo pellegrinaggio ha scelto di sostare in questa grotta, che fin dagli inizi la pietà cristiana ha ricoperto di onore e venerazione. Le tracce di questo culto millenario ci circondano, gli scavi archeologici qui compiuti ci mostrano chiaramente come lungo i secoli quanti ci hanno preceduto si sono continuamente adoperati per abbellire uno dei luoghi più cari alla cristianità. Le pietre si sono così aggiunte alle pietre, a testimonianza della ininterrotta devozione del popolo di Dio alla Madre del Salvatore. Così, nella presenza del successore di Pietro, oggi vediamo il segno del nostro essere pietre vive di questa santa tradizione. Con Lei, vogliamo anche noi rendere onore all’Immacolata Madre di Dio, a colei che, facendosi umile ancella, è divenuta dimora del Dio vivente. Con Lei, Santo Padre, vogliamo rinnovare il nostro sì al progetto dell’Onnipotente e cantare il nostro Magnificat, per le grandi opere che continua a compiere in mezzo al suo popolo. Con Lei vogliamo rivolgerci a Maria, la Madre dei credenti, perché guardi sempre con amore i suoi figli pellegrini su questa terra e presenti le loro suppliche al trono EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS dell’Altissimo. Con Lei, Santo Padre, vogliamo pregare per la pace, l’unità e la riconciliazione nel Medio Oriente e nel mondo intero, principale obiettivo del suo viaggio apostolico alla terra di Gesù, chiamata, giustamente, il quinto Vangelo. Le diciamo grazie, Beatissimo Padre, per il grande dono che ci ha voluto fare con la sua presenza oggi tra noi. Ci sentiamo da Lei confermati e incoraggiati a proseguire sul nostro cammino e nella nostra missione, così che, sull’esempio di Maria, possiamo sempre portare Gesù Cristo «nel nostro cuore e nel nostro corpo attraverso l’amore e la pura e sincera coscienza, e lo generiamo attraverso il santo operare, che deve risplendere in esempio per gli altri» (San Francesco, Lettera ai Fedeli, II, 53). Implorando la Sua benedizione apostolica, le diciamo, ancora una volta: grazie, Beatissimo Padre, per questo Sua visita, e benvenuto alla casa della vergine sposa di Giuseppe, alla casa della Madre, e, per questo, alla casa di tutti noi! Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro generale 2. Discorso del Santo Padre ai Vespri I CRISTIANI STRUMENTI EFFICACI DI PACE E DI RICONCILIAZIONE TRA I POPOLI Fratelli Vescovi, Padre Custode, cari fratelli e sorelle in Cristo! È per me fonte di profonda commozione essere presente con voi oggi proprio nel luogo dove la Parola di Dio si è fatta carne ed è venuta ad abitare fra noi. Quanto è opportuno trovarci qui riuniti per cantare la Preghiera dei Vespri della Chiesa, dando lode e grazie a Dio per le meraviglie che egli ha fatto per noi! Ringrazio l’Arcivescovo Sayah per le parole di benvenuto, e, tramite lui, saluto tutti i membri della comunità Maronita qui in Terra Santa. Saluto i sacerdoti, i religiosi, i membri dei movimenti ecclesiali e gli operatori pastorali venuti da tutta la Galilea. Ancora una volta rendo lode alla cura dimostrata dai Frati della Custodia, nel corso di molti secoli, nel provvedere ai luoghi santi come questo. Salu- 185 to il Patriarca Latino emerito, Sua Beatitudine Michel Sabbah, che per più di venti anni ha guidato il suo gregge in queste terre. Saluto i fedeli del Patriarcato Latino ed il loro attuale Patriarca, Sua Beatitudine Fouad Twal, così come i membri della comunità Greco-Melchita, qui rappresentata dall’ Arcivescovo Elias Chacour. Ed in questo luogo dove Gesù stesso crebbe fino alla maturità ed imparò la lingua ebraica, saluto i Cristiani di lingua ebraica, che sono per noi un richiamo alle radici ebraiche della nostra fede. Ciò che accadde qui a Nazareth, lontano dagli sguardi del mondo, è stato un atto singolare di Dio, un potente intervento nella storia attraverso il quale un bambino fu concepito per portare la salvezza al mondo intero. Il prodigio dell’Incarnazione continua a sfidarci ad aprire la nostra intelligenza alle illimitate possibilità del potere trasformante di Dio, del suo amore per noi, del suo desiderio di essere in comunione con noi. Qui l’eterno Figlio di Dio divenne uomo, e rese così possibile a noi, suoi fratelli e sorelle, di condividere la sua figliolanza divina. Quel movimento di abbassamento di un amore che si è svuotato di sé ha reso possibile il movimento inverso di esaltazione nel quale anche noi siamo elevati a condividere la vita stessa di Dio (cfr Fil 2,6-11). Lo Spirito che “discese su Maria” (cfr Lc 1,35) è lo stesso Spirito che si librò sulle acque all’alba della Creazione (cfr Gn 1,2). Questo ci ricorda che l’Incarnazione è stata un nuovo atto creativo. Quando nostro Signore Gesù Cristo fu concepito per opera dello Spirito Santo nel seno verginale di Maria, Dio si unì con la nostra umanità creata, entrando in una permanente nuova relazione con noi e inaugurando una nuova Creazione. Il racconto dell’Annunciazione illustra la straordinaria gentilezza di Dio (cfr Madre Julian di Norwich, Rivelazioni 77-79). Egli non impone se stesso, non predetermina semplicemente la parte che Maria avrà nel suo piano per la nostra salvezza, egli cerca innanzitutto il suo assenso. Nella Creazione iniziale ovviamente non era questione che Dio chiedesse il consenso delle sue creature, ma in questa nuova Creazione egli lo chiede. Maria sta al posto di tutta l’umanità. Lei parla per tutti noi quando risponde all’invito dell’angelo. San Bernardo descrive come l’intera corte celeste stesse aspettando con ansiosa impazienza la sua parola di consenso grazie alla quale si compì l’unione nuziale tra Dio e l’umanità. L’attenzione di tutti i cori degli an- 186 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 geli s’era concentrata su questo momento, nel quale ebbe luogo un dialogo che avrebbe dato avvio ad un nuovo e definitivo capitolo della storia del mondo. Maria disse: “Avvenga di me secondo la tua parola”. E la Parola di Dio divenne carne. Il riflettere su questo gioioso mistero ci dà speranza, la sicura speranza che Dio continuerà a condurre la nostra storia, ad agire con potere creativo per realizzare gli obiettivi che al calcolo umano sembrano impossibili. Questo ci sfida ad aprirci all’azione trasformatrice dello Spirito Creatore che ci fa nuovi, ci rende una cosa sola con Lui e ci riempie con la sua vita. Ci invita, con squisita gentilezza, a consentire che egli abiti in noi, ad accogliere la Parola di Dio nei nostri cuori, rendendoci capaci di rispondere a Lui con amore ed andare con amore l’uno verso l’altro. Nello Stato di Israele e nei Territori Palestinesi i Cristiani formano una minoranza della popolazione. Forse a volte vi sembra che la vostra voce conti poco. Molti dei vostri amici cristiani sono emigrati, nella speranza di trovare altrove maggiore sicurezza e migliori prospettive. La vostra situazione richiama alla mente quella della giovane vergine Maria, che condusse una vita nascosta a Nazareth, con ben poco per il suo quotidiano quanto a ricchezza e ad influenza mondana. Per citare le parole di Maria nel suo grande inno di lode, il Magnificat, Dio ha guardato alla sua serva nella sua umiltà, ha ricolmato di beni l’affamato. Prendiamo forza dal cantico di Maria, che tra poco canteremo in unione con la Chiesa intera in tutto il mondo! Abbiate il coraggio di essere fedeli a Cristo e di rimanere qui nella terra che Egli ha santificato con la sua stessa presenza! Come Maria, voi avete un ruolo da giocare nel piano divino della salvezza, portando Cristo nel mondo, rendendo a Lui testimonianza e diffondendo il suo messaggio di pace e di unità. Per questo, è essenziale che siate uniti fra voi, così che la Chiesa nella Terra Santa possa essere chiaramente riconosciuta come “un segno ed uno strumento di comunione con Dio e di unità di tutto il genere umano” (Lumen gentium, 1). La vostra unità nella fede, nella speranza e nell’amore è un frutto dello Spirito Santo che dimora in voi e vi rende capaci di essere strumenti efficaci della pace di Dio, aiutandovi a costruire una genuina riconciliazione tra i diversi popoli che riconoscono Abramo come loro padre nella fede. Perché, come Maria ha gioiosamente proclamato nel suo Magnificat, Dio è sempre memore “della sua misericordia, come aveva detto ai nostri padri, per Abramo e la sua discendenza per sempre” (Lc 1,54-55). Cari Amici in Cristo, siate certi che io continuamente vi ricordo nella mia preghiera, e vi chiedo di fare lo stesso per me. Volgiamoci ora verso il nostro Padre celeste, che in questo luogo ha guardato all’umiltà della sua serva, e cantiamo le sue lodi in unione con la Beata Vergine Maria, con tutti i cori degli angeli e dei santi e con tutta la Chiesa in ogni parte del mondo. Benedetto XVI [L’Osservatore Romano, 16 maggio 2009, p. 8] 4. Jerusalem: Basilica del Santo Sepolcro 15 May 2009 1. Saluto del Custode di Terra Santa al Santo Padre È con riconoscenza e gratitudine sincera e grande che oggi l’accogliamo qui, nella Basilica della Risurrezione dove il Calvario e la Tomba vuota ci testimoniano i due più grandi segni dell’amore che Gesù, Figlio di Dio, in obbediente libertà, ha reso visibili e concreti per la nostra salvezza. Il suo pellegrinaggio in Terra Santa si conclude proprio qui, al Sepolcro vuoto di Cristo. Come non ricordare in questo momento la corsa di Pietro apostolo al Sepolcro, insieme al discepolo che Gesù amava, subito dopo la sua risurrezione? Da allora milioni di pellegrini sono giunti qui per compiere lo stesso gesto. Venire a vedere il Sepolcro vuoto. Piegarsi per entrare nel Sepolcro e toccare queste pietre, testimoni fino ai nostri giorni, di quell’evento straordinario. Queste pietre hanno visto il prodigio della vita che ha sconfitto la morte. Noi crediamo per la fede di Pietro, per il saluto e il comando dato a Maria Maddalena; noi crediamo per i dubbi di Tommaso… Noi crediamo per la forza dello Spirito che la Chiesa custodisce e trasmette. Il messaggio del Sepolcro vuoto non è una sorta di omaggio di pietà, ma è anzi un annuncio di gioia e di slancio, un guardare sempre al di là dell’orizzonte fino a scorgere i profili dell’alba. EX ACTIS SUMMI PONTIFICIS «Andate a dire ai discepoli e a Pietro, ch’egli vi precede… » (Mc 16, 7). In Galilea, nel Cenacolo, ovunque l’uomo piazza la sua tenda e spezza il suo pane, nella gioia o nel pianto, Egli ci precede. Ecco la consegna di questo Luogo: avere l’animo disposto a seguirlo ovunque. Grazie, Beatissimo Padre, per la sua alta testimonianza di Pace, consegnataci in questi intensi giorni di pellegrinaggio. Ci sproni, ora, a seguire Gesù ovunque, senza paura, con la gioia dei figli, amati e salvati. Fr. Pierbattista Pizzaballa ofm Custode di Terra Santa 2. Address of his Holiness Benedict XVI UN FUTURO DI GIUSTIZIA PUÒ SORGERE PER OGNI UOMO E OGNI DONNA Dear Friends in Christ, The hymn of praise which we have just sung unites us with the angelic hosts and the Church of every time and place – “the glorious company of the apostles, the noble fellowship of the prophets and the white-robed army of martyrs” – as we give glory to God for the work of our redemption, accomplished in the passion, death and resurrection of Jesus Christ. Before this Holy Sepulchre, where the Lord “overcame the sting of death and opened the kingdom of heaven to all believers”, I greet all of you in the joy of the Easter season. I thank Patriarch Fouad Twal and the Custos, Father Pierbattista Pizzaballa, for their kind greeting. I likewise express my appreciation for the reception accorded me by the Hierarchs of the Greek Orthodox Church and the Armenian Apostolic Church. I gratefully acknowledge the presence of representatives of the other Christian communities in the Holy Land. I greet Cardinal John Foley, Grand Master of the Equestrian Order of the Holy Sepulchre and also the Knights and Ladies of the Order here present, with gratitude for their unfailing commitment to the support of the Church’s mission in these lands made holy by the Lord’s earthly presence. Saint John’s Gospel has left us an evocative account of the visit of Peter and the Beloved Disciple to the empty tomb on Easter morning. Today, at a distance of some twenty centuries, 187 Peter’s Successor, the Bishop of Rome, stands before that same empty tomb and contemplates the mystery of the Resurrection. Following in the footsteps of the Apostle, I wish to proclaim anew, to the men and women of our time, the Church’s firm faith that Jesus Christ “was crucified, died and was buried”, and that “on the third day he rose from the dead”. Exalted at the right hand of the Father, he has sent us his Spirit for the forgiveness of sins. Apart from him, whom God has made Lord and Christ, “there is no other name under heaven given to men by which we are to be saved” (Acts 4:12). Standing in this holy place, and pondering that wondrous event, how can we not be “cut to the heart” (Acts 2:37), like those who first heard Peter’s preaching on the day of Pentecost? Here Christ died and rose, never to die again. Here the history of humanity was decisively changed. The long reign of sin and death was shattered by the triumph of obedience and life; the wood of the Cross lay bare the truth about good and evil; God’s judgement was passed on this world and the grace of the Holy Spirit was poured out upon humanity. Here Christ, the new Adam, taught us that evil never has the last word, that love is stronger than death, that our future, and the future of all humanity, lies in the hands of a faithful and provident God. The empty tomb speaks to us of hope, the hope that does not disappoint because it is the gift of the Spirit of life (cf. Rom 5:5). This is the message that I wish to leave with you today, at the conclusion of my pilgrimage to the Holy Land. May hope rise up ever anew, by God’s grace, in the hearts of all the people dwelling in these lands! May it take root in your hearts, abide in your families and communities, and inspire in each of you an ever more faithful witness to the Prince of Peace! The Church in the Holy Land, which has so often experienced the dark mystery of Golgotha, must never cease to be an intrepid herald of the luminous message of hope which this empty tomb proclaims. The Gospel reassures us that God can make all things new, that history need not be repeated, that memories can be healed, that the bitter fruits of recrimination and hostility can be overcome, and that a future of justice, peace, prosperity and cooperation can arise for every man and woman, for the whole human family, and in a special way for the people who dwell in this land so dear to the heart of the Saviour. 188 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 This ancient Memorial of the Anástasis bears mute witness both to the burden of our past, with its failings, misunderstandings and conflicts, and to the glorious promise which continues to radiate from Christ’s empty tomb. This holy place, where God’s power was revealed in weakness, and human sufferings were transfigured by divine glory, invites us to look once again with the eyes of faith upon the face of the crucified and risen Lord. Contemplating his glorified flesh, completely transfigured by the Spirit, may we come to realize more fully that even now, through Baptism, “we bear in our bodies the death of Jesus, that the life of Jesus may be manifested in our own mortal flesh” (2Cor 4:10-11). Even now, the grace of the resurrection is at work within us! May our contemplation of this mystery spur our efforts, both as individuals and as members of the ecclesial community, to grow in the life of the Spirit through conversion, penance and prayer. May it help us to overcome, by the power of that same Spirit, every conflict and tension born of the flesh, and to remove every obstacle, both within and without, standing in the way of our common witness to Christ and the reconciling power of his love. With these words of encouragement, dear friends, I conclude my pilgrimage to the holy places of our redemption and rebirth in Christ. I pray that the Church in the Holy Land will always draw new strength from its contemplation of the empty tomb of the Savior. In that tomb it is called to bury all its anxieties and fears, in order to rise again each day and continue its journey through the streets of Jerusalem, Galilee and beyond, proclaiming the triumph of Christ’s forgiveness and the promise of new life. As Christians, we know that the peace for which this strife-torn land yearns has a name: Jesus Christ. “He is our peace”, who reconciled us to God in one body through the Cross, bringing an end to hostility (cf. Eph 2:14). Into his hands, then, let us entrust all our hope for the future, just as in the hour of darkness he entrusted his spirit into the Father’s hands. Allow me to conclude with a special word of fraternal encouragement to my brother Bishops and priests, and to the men and women religious who serve the beloved Church in the Holy Land. Here, before the empty tomb, at the very heart of the Church, I invite you to rekindle the enthusiasm of your consecration to Christ and your commitment to loving service of his mystical Body. Yours is the immense privilege of bearing witness to Christ in this, the land which he sanctified by his earthly presence and ministry. In pastoral charity enable your brothers and sisters, and all the inhabitants of this land, to feel the healing presence and the reconciling love of the Risen One. Jesus asks each of us to be a witness of unity and peace to all those who live in this City of Peace. As the new Adam, Christ is the source of the unity to which the whole human family is called, that unity of which the Church is the sign and sacrament. As the Lamb of God, he is the source of that reconciliation which is both God’s gift and a sacred task enjoined upon us. As the Prince of Peace, he is the source of that peace which transcends all understanding, the peace of the new Jerusalem. May he sustain you in your trials, comfort you in your afflictions, and confirm you in your efforts to proclaim and extend his Kingdom. To all of you, and to those whom you serve, I cordially impart my Apostolic Blessing as a pledge of Easter joy and peace. Benedict XVI [L’Osservatore Romano, 16 maggio 2009, p. 12] DE CAPITULO GENERALI ORDINIS in S. Maria Angelorum, Assisii, 25 Maii-20 Iunii 2009 1. Partecipanti 1. Definitorio Generale Rodríguez Carballo José (Minister generalis); Perry Michael Anthony (Vicarius generalis); Brocanelli Vincenzo (Definitor generalis); Bunader Julio César (Definitor generalis); Felipe Tapia Vicente-Emilio (Definitor generalis); Marchal Roger (Definitor generalis); Schwerz Nestor Inácio (Definitor generalis); Siekierka Ernest (Definitor generalis); Syukur Paskalis Bruno (Definitor generalis); Walter Francis (Definitor generalis); Zungu Vincent (Definitor generalis). 2. Ex Defin. gen. - Min. prov. - Custodi Cust. aut. - Cust. TS - Pres. Foed. Alves Pereira Jr Aluísio; Amaral Amaral Bernardo; Amin Joseph; Angelisanti Alessandro; Armenta Eduardo; Bakoma Marcel; Barden Franz-Leo; Bartolini Bruno; Biasi Saverio; Biesok Ezdrasz; Bravi Francesco; Calderón Martínez Severino; Campagna Robert; Carfagna Pietro; Carpio Ponce Emilio Erasmo; Carvalho do Couto Wanderley; Carvalho Neto Francisco; Chomik Wacław; Copps Michael; Corullón Fernández Manuel; Daquilanea Arturo; Di Franco Manlio; Di Virgilio Virgilio; Domínguez Serna Joaquín; Dos Santos Mascarenhas Amarildo; Dubigeon Benoît; Dunham Larry; Esposito Agostino; Fantaccini Paolo; Favretto Mario; Ferrari Roberto; Flores Interiano Saúl Orlando; Garzón Ramírez Fernando; Gavran Lovro; Gdyk Nikodem; Gniecki Czesław; Gómez Martínez Eulalio; González González Amado; González Porres Antonio; Gutay Jose Femilou; Hardin John; Hasegawa Paulus; Heinze Markus; Hoppe Leslie J.; Huerta Muro Juan María; Iannuzzi Sabino; Ilunga Mikombe Alex; Janka Filemon; João Evódio; Jordá Tomás José Antonio; Jurka Jeroným; Kao Cheng-Chai Thaddaeus; Ki Gyung-ho Francis; Koenig Augusto; Kopysterynskyi Dobroslav; Kungys Astijus; Lanzillotta Francesco; Le Goanvec Marc; Leopizzi Tommaso; Lins de Araújo Marconi; Magyar Gergely; Masih Moghal Peter; McGinn Finian; Melícias Lopes Vítor José; Miele Bruno; Mihály Juraj Andrej; Morales Valerio Francisco; Müller João Inácio; Muniz Alves João; Muro Aréchiga Juan Ignacio; Ngga Gabriel; Nguyen Van Si Ambrosio; Noto Giuseppe; Ó Laoide Kevin (Caoimhín); O’Connor John Francis; Orbán Szabolcs; Ottavi Bruno; Overend Rigillo Sandro; Papež Viktor; Paz Guzmán Carlos Guillermo; Pizzaballa Pierbattista; Plogmann Norbert; Porcelli Marino; Rodríguez Paniagua Jorge Gustavo; Sainz Giménez José María; Samac Šime; Santos Ballesteros Edgar; Sappl Seibold Martín Kilian; Scheeler Jeffrey; Schwarzl Rupert; Sesar Ivan; Sisalema Hidalgo Gonzalo Fabián; Smith Paul; Solinas Angelo Maria; Sopta Josip; Sundar Arok; Tinaj Gazmend; Tolić Željko; Trivellin Gabriele; Unsner Sebastian; Vaccari Mario; Valdivia Covarrubias Lorenzo; Vallecillo Martín Miguel J.; Vallejo Lagos Mauro Alberto; Van Den Eijnden Jan; Van Laer Robert; Várnai Jakab; Vavrek Dennis; Vidal Abellán Saturnino; Vilà Virgili Francesc; Vu Phan Long Francis Xavier; Wagner Maximilian; Wouters Duchateau Rogelio; Zahner Paul; Železnjak Željko; Zuriarrain Urretabizkaia Juan Telesforo. 3. A norma degli Statuti Bini Giacomo; Fusarelli Massimo. 4. Delegati Custodie dip. Aguilar Rojas Isaías Oscar; Benítez Martínez Marcelus; Carrero Morales Angel Dario; Castro Joel Alcides; D’Cruz Michael; Ekka Leos; Fernández Fernández Dionisio; Musara Emmanuel; Puljić Marko; Pusma Guerrero Salomon; Quematcha Victor Luis; Ramos Valmir; Raonizampenoarivo Pascal. 5. Delegati Conferenze Aceto Gabriel; Beciani Danilo; Chambi Cruz Ernesto; Covero Rogelio; Falo Espés José María; Ferreira Lessa Luís Augusto; Hernawan Yohanes Budi; Kolarić Krunoslav; Lázaro de Souza Jorge; Racek Matúš; Van Der Reijken Ferdinand; Vilar Olivier Salvador; Zintzún García Luis. 190 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 6. Segreteria Abela John; Alvarado Segura Edwin de Jesús; Anaut Espinosa Manuel; Arellano Suárez Francisco Javier; Canali Paolo; De la Mata Merayo Miguel; Faustin Roland; Ferro Salvatore Antonio; Freddi Marco; Hernández Martínez Raúl; Hudson Patrick; Lati Giancarlo; Lovato Stefano; Mathias Gabriel; Mc Grath Aidan; Paniagua Edwin; Patton Francesco; Recchia Stefano; Rinaldi Giovanni; Schillings Philippe; Sellitto Mirko Antonio; Short William; Sisto Gianfrancesco; Tierrablanca González Rubén; Tshikez Kangwej Marcel; Vaiani Cesare; Villalobos Avendaño Oscar Guadalupe; Viola Vittorio; Yates Philippe. 2. Homilía de Apertura Porciúncula, 25 de mayo de 2009 Queridos hermanos: Con gran afecto os doy la más cordial y fraterna bienvenida a este lugar santo de la Porciúncula, donde comenzó nuestra historia hace ahora 800 años. María, la virgen hecha Iglesia, nos acompañe a lo largo de toda nuestra vida y en particular durante estos días de Capítulo, y que el padre san Francisco nos sirva en todo momento de inspiración para “seguir la doctrina y las huellas de nuestro Señor Jesucristo” (1R 1,1), observando, como regla y vida, el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo (2R 1,1). A todos os abrazo con el ósculo santo de la paz, y para todos deseo que estos días sean una manifestación del amor que nos profesamos, y que entre nosotros se hagan palpables las actitudes que, a decir del primer biógrafo de san Francisco, reinaban entre los hermanos de la primera hora, al reunirse en capítulo: amor y afecto verdadero, diligencia en el servicio, rostro festivo, ojo sencillo, actitud humilde, respuestas serenas. (cf. 1Cel 15,38b-39a). Como los primeros discípulos reunidos en el cenáculo, con María la madre de Jesús (cf. Hch 1,14), en un contexto de oración, iniciamos hoy el Capítulo general ordinario 2009, invocando sobre nosotros la presencia del Espíritu, verdadero Ministro general de la Fraternidad (2Cel 193). En estos momentos en que nos sentimos urgidos a dar testimonio de Jesús, con la vida y la palabra, “hasta los confines de la tierra”, puesto que el Espíritu está en el origen de toda misión evangelizadora, sentimos la necesidad, también nosotros como los discípulos de Éfeso, de ser bautizados de nuevo con la presencia del Espíritu del Señor (cf. Hch 19,1-8). Conscientes de nuestros miedos, cansancios y cobardías, sentimos la necesidad de su fuerza, parrresia, pues sólo él nos moverá a abrir las puertas cerradas de nuestros cómodos cenáculos, y nos empujará a ponernos en camino y anunciar con valentía, como Pablo, el Reino de Dios. Sólo el Espíritu nos empujará a anunciar con valentía que “no hay omnipotente sino él” (CtaO 9). Sólo el Espíritu hará eficaz y fructífero el anuncio de la Buena Noticia. Sólo el Espíritu nos conducirá a comprometernos, sin condiciones ni reservas, en el servicio del designio de Dios. El Espíritu es el alma de la Iglesia (cf. LG 7), es alma de la misión evangelizadora. Llamado a ser Buena Noticia para todos, el Evangelio nos lanza un desafío: hacerlo nuestro; encontrarnos, libres e indefensos, con él, como en el caso de Francisco precisamente aquí en la Porciúncula; dejarnos cuestionar por él, para que nuestra vida recobre el sabor y la juventud de los orígenes, y sea escandalosa, como lo fue la del Poverello. El Evangelio nos lanza un desafío: llevarlo a todos, llenar la tierra con mensaje de Cristo (cf. 1Cel 97), comprometernos a hacerlo llegar a todos, especialmente a los pobres (cf. Lc 4,18), y la multitud creciente de los que lo ignoran. La misión evangelizadora no es una opción más, entre otras muchas. Si la Iglesia existe para la misión (cf. EN 4), también la Orden existe para la misión. La misión evangelizadora no es una actividad más, es la actividad para la que existimos. Es más, ella es la clave de cuanto somos y hacemos. El Evangelio nos lanza un desafío: ser generosos y creativos. Generosidad en la dedicación a la difusión del Evangelio, a tiempo y a destiempo (2Tm 4,2), a los de cerca y a los de lejos (cf. Ef 2,17). Creatividad para responder a las exigencias de la nueva evangelización: “Vino nuevo en odres nuevos” (Mc 2,2), y a los grandes proyectos misioneros de la Orden. El Evangelio, queridos hermanos, nos lanza tantos desafíos: se hace necesario revivir en nosotros el sentimiento apremiante de Pablo: “ay de mí si no predicara el Evangelio” (1Co 9,16), es necesario dejarse quemar por aquel fuego en el que ardían los nuevos discípulos de Cristo (1Cel 25,38), es necesario reavivar en nosotros el impulso de los orígenes de la Iglesia y del franciscanismo, dejándonos DE CAPITULO GENERALI ORDINIS impregnar del ardor de la predicación apostólica y de la pasión de los grandes misioneros de nuestra Orden. ¡El Evangelio nos lanza tantos desafíos! Pero para responder a todos ellos es necesario, ante todo y sobre todo, creer, con todo lo que esto comporta, que el Evangelio sigue siendo la noticia, bella como la gracia y ardiente como el amor, que transforma a todos los que la reciben con corazón de niño (cf. Mt 11,25); sigue siendo camino de libertad para quien lo acoge, como Francisco, en su inmediatez, en su frescura, en su radicalidad, sine glossa: Esto buscaba, esto quiero vivir…, dice Francisco aquí en la Porciúncula, después de escuchar el evangelio de la misión (cf. 1Cel 22). El discípulo y misionero sabe que la labor que le espera es ardua, sobre todo en ciertos ambientes. Pero al mismo tiempo sabe que, al igual que Jesús, tampoco él está solo. El Padre está con él, y el Espíritu pondrá en su boca las palabras oportunas. Éste es el motivo por el cual el discípulo y misionero no puede tener miedo. Dificultades no nos van a faltar, pero es el Señor quien nos dice: “¡ánimo!”, “no tengáis miedo”. Siento que hoy el Espíritu nos dice: Hermanos Menores: • “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de dejaros conquistar por Cristo (cf. Fil 3,12), para ser prolongación de su humanidad hasta las avanzadillas de la misión. • “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de alargar el espacio de vuestra tienda (cf. Is 54,2) para ir hasta los confines de la tierra, y hacer vuestros los gozos y las tristezas de los más pobres y de los que más sufren. • “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de vivir cada día más de Cristo, pues de este modo mejor podréis servirlo en los demás, particularmente en sus rostros dolientes. • “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de dejaros seducir por los claustros olvidados e inhumanos, donde la belleza y la dignidad de la persona son continuamente mancilladas (cf 1R 9, 2), pues abrazando a los leprosos de hoy, abrazaréis a Cristo mismo, y mientras los evangelizamos nos evangelizan. • “¡ánimo!”, “no tengáis miedo” de entablar o restablecer constantemente el diálogo de la caridad, allí donde el mundo de hoy está desgarrado por el odio étnico y las locuras homicidas. Sed artífices de paz y, de este modo, así seréis testigos del Dios amor. Id, Hermanos Menores, nos sigue diciendo 191 hoy el Espíritu del Señor, no como dueños de la verdad, sino como siervos humildes (cf. 1R 23,7), y lo que gratis habéis recibido, dadlo gratis (Gál 3,18). Id y anunciad a cuantos encontraréis por los caminos y en las plazas de las ciudades su condición de hijos e hijas de un mismo Padre, hermanos vuestros. Id y recordad que cuando más fraterna sea vuestra vida comunitaria, más auténticamente evangelizadores seréis. Id, y desde una profunda sintonía con la persona y la obra de Jesucristo, abriros a nuevas formas de presencia y de evangelización. Id, y evangelizad mano a mano con los laicos, hombres y mujeres, jóvenes y ancianos. Id, y en todo lugar y sea cual sea la actividad que desarrolléis, testimoniad los valores evangélicos estando al lado de las personas que no conocen aún a Jesús. “El amor de Cristo nos apremia” (2Co 5,14), dice Pablo. Ese amor, que quema nuestros corazones, es el que nos impulsa a consolidar y difundir el Reino de Cristo, llevando el anuncio del Evangelio a todas partes, hasta las regiones más lejanas. Más de tres mil millones de personas están aún por oir la Buena Noticia, y muchos de nuestros contemporáneos, aún habiendo escuchado esa Noticia viven completamente al margen de ella. ¿Qué nos están pidiendo esas situaciones? ¿Sabremos leer y dar una respuesta desde el Evangelio a esos signos de los tiempos y de los lugares? El Capítulo que hoy iniciamos, queridos hermanos, teniendo por tema la misión evangelizadora, puede ser un momento de gracia para hacer esa lectura y buscar esas respuestas. Con lucidez y audacia: ¡pongámonos en camino! ¡Ánimo, no estamos solos! Espíritu Santo, tú eres gozo, infunde gozo profundo en nuestros corazones. Espíritu Santo, tú eres fuego, abrasa nuestros corazones en el amor de Jesús. Espíritu Santo, tú eres sabiduría, danos capacidad de discernimiento. Espíritu Santo, tú eres seguridad, vence nuestros miedos. Espíritu Santo, tú eres fuerza, concédenos valentía y audacia para anunciar a Jesús hasta los confines de la tierra. ¡Ven Espíritu Santo! Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general 192 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 3. Discurso de Apertura del Capítulo general 2009 Queridos hermanos: Al inicio de este Capítulo de Pentecostés 2009 renuevo mi saludo fraterno a cada uno de vosotros, al mismo tiempo que os deseo “todo bien” en Aquel que es el “sumo bien”. Dos cosas considero importante subrayar en este momento: la urgencia de revisitar los nutrientes de nuestra vida consagrada y la urgencia de tomar conciencia de nuestra vocación y misión de anunciar la Buena Noticia a nuestros contemporáneos. Hoy se hace más necesario que nunca el compromiso de todos los consagrados en generar una verdadera cultura de la vida religiosa. En nuestro caso también una nueva cultura de vida franciscana. Esa nueva cultura pasa necesariamente por la lucidez y la creatividad, la pasión y la radicalidad evangélicas, la autenticidad y la visión de futuro, y todo ello en diálogo fecundo con la postmodernidad. Llamados a vivir nuestra consagración en el espacioso claustro del mundo, en medio de nuestras propias culturas, de la modernidad tardía y en sus más variados contextos, no aspiramos a huir del ajetreo de la vida cotidiana, sino que en compañía de los hombres y mujeres de nuestro tiempo queremos recuperar los verdaderos nutrientes que, dando calidad de humanidad íntegra a nuestras vidas (santidad), nos coloquen en actitud de servicio humilde (lavar los pies) a nuestros hermanos y hermanas. Esos nutrientes de nuestra vida y misión, como los de toda vida consagrada, son: enriquecer las raíces de nuestra pertenencia al Señor (dimensión contemplativa), revitalizar una cultura de la vida en fraternidad (dimensión fraterna) y rehacer los nutrientes de nuestro ser enviados (dimensión misionera), y, en nuestro caso, siempre como menores entre los menores, bien conscientes de que muchas veces los pobres son maestros de fe y de esperanza. Son esos nutrientes los que deberán alimentar nuestra vida cotidiana, de tal modo que nos capaciten para responder a nuestra vocación de discípulos y misioneros: llenar la tierra con el Evangelio de Cristo. Por otra parte, nuestro Capítulo tiene como tema la misión evangelizadora. Eligiendo este tema, declaramos nuestra intención de salir de nosotros mismos, dejar a un lado nuestros miedos y responder al imperativo de Jesús: “Id por todo el mundo y proclamad la Buena Nueva a toda la creación” (Mc 16,15). ¿Somos conscientes de que el mayor tesoro no es el que se guarda con celo, sino el que se comparte con generosa entrega? ¿Somos conscientes del privilegio que supone el que Jesús nos diga “levántate, toma tu camilla y camina (Jn 5,8)? ¿Somos conscientes de la gracia que supone el que Jesús mismo nos ofrezca la posibilidad de curarnos de nuestras rutinas, cansancios, resignaciones o realismos asfixiantes? ¿Seremos capaces de construir el futuro con la fantasía de los santos? La vida consagrada y con ella la vida franciscana son parte de ese pueblo peregrino, la Iglesia, familia que camina “entre las persecuciones del mundo y los consuelos de Dios” (LG 8). Urgidos por el Evangelio a “nacer de nuevo” (Jn 3,3), nos sentimos también llamados a renovarnos constantemente bajo la acción del Espíritu Santo (cf. LG 9). Por otra parte, conscientes de que la norma suprema de nuestra vida es el “santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo” (2R 1,1), estamos igualmente convencidos de nuestra responsabilidad de no sólo conservar el carisma que hemos recibido, sino de profundizarlo y constantemente desarrollarlo “en sintonía con el Cuerpo de Cristo en perenne crecimiento” (Benedicto XVI). Ahí estamos: en el camino, buscando las herramientas apropiadas para abrirnos al futuro, sabiendo que el futuro nace del máximo cuidado que tengamos por el presente. Sea este Capítulo general un momento de gracia para revisitar los lugares de nutrición de nuestra vida y misión; sea una ocasión propicia para reafirmar nuestra condición de discípulos y misioneros; sea, en fin, un tiempo fuerte para buscar juntos, en creatividad y con visión de futuro, los medios oportunos para que nuestra vida y misión sigan siendo significativas para el hombre y la mujer de hoy. Será nuestra mejor aportación a este octavo centenario de la fundación de nuestra Orden que estamos celebrando. Ya desde ahora deseo agradecer, en nombre propio y del Definitorio general, a todos por la colaboración en la buena preparación de este Capítulo, preparación iniciada en vuestras Entidades junto a vuestros Hermanos. Estoy seguro que aquí llegáis trayendo el eco del diálogo y de las reflexiones compartidas con los Hermanos de las Entidades que representáis. Agradezco el espíritu de oración que ha guiado esta preparación y la cercanía de tantas 193 DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Hermanas Clarisas y Hermanos y Hermanas de la OFS y de la JUFRA. Aprovecho esta ocasión para expresar mi sincera gratitud al Secretario del Capítulo, Fr. Francesco Patton, por acoger este servicio con espíritu de disponibilidad, de dedicación y de generosidad, anteponiendo este trabajo a otras ocupaciones propias del servicio de Ministro provincial de su Provincia de Trento, a la cual también va mi más sincera gratitud por su generosidad demostrada también en esta ocasión. A cuantos han trabajado y trabajarán para un sereno y fructuoso desarrollo del Capítulo, manifiesto mi gratitud sincera y fraterna. Hermanos amados en el Señor, buen trabajo a todos, en la serenidad y apertura al Espíritu. Con estos deseos y en el nombre del Señor, declaro abierto el Capítulo general de Pentecostés 2009. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general 4. Saluto del Vescovo di Assisi Domus Pacis, 25 maggio 2009 Cari fratelli capitolari, con grande gioia vi porto il saluto della nostra comunità diocesana. Sono felice di accogliervi alle sorgenti della vostra spiritualità. La “gratia loci” vi raggiunga in profondità e il Santo Spirito vi colmi dei suoi doni, orientandovi alla conoscenza della volontà di Dio ed a scelte illuminate per il bene della Chiesa. Il vostro capitolo si svolge quest’anno in un clima particolarmente festoso, per gli 800 anni dell’approvazione orale della Regola. Questo evento vi appartiene a titolo speciale. Appartiene, ad altro titolo, anche alla nostra comunità diocesana. Approvando la Regola, Innocenzo III metteva il sigillo della suprema autorità su un carisma che non nasceva in quel momento, ma si era fino ad allora sviluppato nel caldo grembo di questa Chiesa. Qui, sostenuto dal discernimento e dall’incoraggiamento del Vescovo Guido, il carisma aveva già assunto i suoi lineamenti tipici. Qui aveva maturato gli accenti spirituali che costituiscono la sostanza della regola di vita francescana. Qui si era già sviluppato lo slancio missionario, che aveva portato Francesco a mandare in tutte le direzioni i suoi primi discepoli, quando ancora non erano che otto compagni. Coloro che ottocento anni fa si recarono dal Papa si chiamavano ed erano i “penitenti di Assisi”. E non a caso fu il Vescovo Guido, che ne aveva accolto il carisma, a presentarli al Papa. Attraverso Francesco e i suoi primi compagni, nella loro chiamata a predicare la penitenza oltre i confini della comunità di origine, era questa nostra Chiesa particolare che adempiva in modo singolare alla sua vocazione missionaria. Proprio questo ci ha spinto a metterci sulle orme di Francesco e dei suoi primi compagni, per vivere un Biennio della Missione. Lo sguardo alle origini assisane della Regola di Francesco evidenzia un aspetto decisivo: il cammino di conversione di Francesco, il suo lasciarsi incontrare da Cristo, il suo incontrarlo nella contemplazione di San Damiano, nel volto sofferente dei lebbrosi, nel ministero e nel discernimento del suo Vescovo, nella concreta vita fraterna con i primi compagni. Quello che verrà dopo, in termini di predicazione e missione, non sarà che l’espansione universale di tutto questo. Se si vuol ritrovare l’anima della Regola stessa, è necessario continuamente tornare a queste origini. Cari fratelli capitolari, nell’orizzonte della nuova evangelizzazione, voi figli di Francesco avete un ruolo straordinario, a condizione della piena fedeltà al vostro carisma. Abbiamo bisogno di un francescanesimo che dica di nuovo Gesù al mondo con la freschezza e la radicalità di Francesco. A questo vi porti il vostro Capitolo qui ad Assisi. Ne sia auspicio e garanzia il fatto che lo svolgete sotto lo sguardo vigile e dolce della Madre, la Vergine degli Angeli, Vergine fatta Chiesa. Auguri di buon lavoro, con la mia più grande benedizione. Mons. Domenico Sorrentino Vescovo di Assisi, Nocera Ubra, Gualdo Tadino 5. Saluto del Ministro Provinciale dell’Umbria Domus Pacis, 25 maggio 2009 Carissimi Fratelli, il Signore vi dia pace! Queste sono le parole con cui Francesco di Assisi salutava coloro che incontrava lungo la 194 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 strada e sicuramente con queste stesse parole i primi compagni di Francesco si salutavano, quando si incontravano sulle strade, dove erano andati ad annunciare la “Bella Notizia” di Gesù Cristo morto e risorto, salvezza di tutti gli uomini. Con queste parole che auguravano la pace del Signore nostro Gesù Cristo, i primi fratelli insieme a Francesco si salutavano qui, alla Porziuncola quando si incontravano per gioire nel Signore e per riflettere insieme su quella “Forma Vitae” che il Signor Papa Innocenzo III aveva loro approvato 800 anni fa. L’esperienza dei Capitoli fu, fin dall’inizio, un’esperienza di gioia e di pace nel Signore, un incontro tra veri fratelli, in quanto occorreva ringraziare e gioire insieme per le meraviglie di Dio che la primitiva comunità stava sperimentando, ma anche per riflettere, a volte correggere il cammino che si stava facendo, e soprattutto per progettare il futuro seguendo il carisma originario che il Signore aveva rivelato a Francesco, come Giacomo da Vitry ci ricorda nella sua lettera del 1216, dopo aver incontrato qui in Umbria le prime fraternità francescane: Gli uomini di questa religione convengono una volta l’anno nel luogo stabilito per rallegrarsi nel Signore e mangiare insieme, ricavando da questi incontri notevoli benefici. Qui, avvalendosi del consiglio di persone esperte, formulano e promulgano delle leggi sante, che sottopongono al Papa per l’approvazione. Dopo 800 anni da quella esperienza che ha cambiato il volto della Chiesa e in parte della storia, ci ritroviamo ancora per gioire insieme delle meraviglie che il Signore continua a fare nella nostra vita di figli di Francesco di Assisi, ma anche a riflettere insieme sulla nostra vita e sul nostro lavoro, forse a correggere qualche cosa del nostro impegno di consacrati che vivono in un mondo non meno complesso di quello di Francesco e che a volte condiziona e in parte corrompe la nostra vita cristiana e francescana. Sicuramente siamo qui perché crediamo profondamente a questa vita “secondo la forma del Santo Vangelo”, l’amiamo e ne gustiamo la bellezza e la forza. Dobbiamo anche noi programmare un futuro che sappiamo difficile, ma nello stesso tempo esaltante nella speranza di una vita bella e gioiosa di Frati Minori che sono chiamati ad andare per il mondo per portare il Vangelo del nostro Signore Gesù Cristo. Carissimi fratelli, per questo vi saluto con le parole di Francesco: il Signore vi dia pace… e vi accolgo in questo luogo della Porziuncola, così caro a Francesco. Benvenuti anche a nome di tutti i fratelli della Provincia Serafica di S. Francesco in Umbria e che il Signore doni a noi quella pace e quella gioia che ci proviene dalla fede in Cristo Signore. Chiediamo anche l’intercessione della Vergine Maria, Regina degli Angeli, affinché possa aiutarci a vivere con serenità questo nostro impegno capitolare. Fr. Bruno Ottavi Ministro provinciale 6. Messaggio del Sindaco di Assisi Domus Pacis, 25 maggio 2009 Signor Ministro Generale dell’Ordine dei Frati Minori, in questi giorni i “complessi viaggi”, legati agli impegni istituzionali, mi impediscono di partecipare ai “Saluti iniziali” del Capitolo Generale anche se, tra qualche giorno, sarò con Voi per portarVi il “sentito” Grazie. A otto secoli dall’approvazione “orale” della Regola tutta l’Umanità, sopratutto oggi, ha “bisogno di Voi”, del Vostro “essere innamorati di Francesco” che contempla il mistero di Dio incarnato nel Bambino di Betlemme, del Vostro “voler arrivare in ogni luogo”, vicino ad ogni uomo, per offrirgli, con umiltà e semplicità, la condivisione di gioie e dolori. Signor Ministro Generale desidero ringraziare Lei e i Padri Capitolari per l’attenzione riservata, in ogni momento, alla città di Assisi le cui “pietre vive” sono “intimamente legate” al messaggio di Francesco: un Santo che “benedisse la Sua città” scrigno di spiritualità, umanità e socialità. Confesso che queste poche parole le sto scrivendo nel “silenzio della notte”, tra una viaggio e l’altro, pensando che, forse, io come molti altri, dobbiamo “ridare tempo al tempo” e vivere una vita “più francescana”, ritrovando l’essenzialità e l’impegno per ciò che d’avvero conta nella vita. Un Capitalo Generale è una “tappa”, una “sosta oasi per l’animo”, pronti a “riprendere il cammino” verso la meta e certi che, lungo il tragitto, troverete, sempre, i “segnali” collocati del Santo Francesco. Signor Ministro Generale grazie per quanto ha fatto, e per quanto ancora continuerà a fare, Grazie anche per la Sua “cortese attenzione” riservata ad Assisi e ai Frati Minori, con il Suo DE CAPITULO GENERALI ORDINIS sguardo sempre “Vero, Profondo e Sincero” di chi lascia sempre “Parlare il cuore prima di ogni altra cosa”. Buon Capitolo Generale e Lei e a tutti i Padri Capitolari. Buon Cammino, verso “copiosi orizzonti di fede, speranza e carità”. Claudio Ricci Sindaco di Assisi 7. Presentación del Informe del Ministro general al Capítulo Primera Parte 1. La misión evangelizadora En un Capítulo como el nuestro cuyo tema es el de la misión/evangelización, creo conveniente comenzar señalando sintéticamente lo que se entiende hoy por misión evangelizadora en clave franciscana. A vuelta con los términos En una sociedad plural y profundamente cambiante en sus aspectos culturales, sociales y religiosos, como la nuestra, tanto los conceptos de misión, misiones y misionero, como los de evangelización ordinaria, primera evangelización y nueva evangelización adquieren nuevas acepciones. Así el término misiones (en plural) antes se usaba para indicar las misiones populares y sobre todo la missio ad gentes; hoy, en cambio, se prefiere usar el término misión (en singular) para indicar la actividad evangelizadora de la Iglesia. Igualmente, el concepto de misionero que antes se reservaba para quien partía hacia otras tierras con el fin de implantar la Iglesia o la Orden, hoy se aplica, también, a todo agente de pastoral de la Iglesia local. Esta última connotación de misionero y de misión puede disminuir el ardor misionero ad gentes que animó a muchos hermanos a dejar su tierra y su cultura para ir y abrazar otras gentes, tierras y culturas. Para evitar esta posibilidad, es necesario recordar que, en cada época, la misión evangelizadora se hace en una doble dirección: hacia dentro de la comunidad cristiana y hacia fuera de ella. Afirmar que la Iglesia es misionera por naturaleza no excluye ninguna de estas dos dimensiones. Más aún, la misión ad gentes ha de considerarse como la actividad primaria, esencial y nunca terminada 195 de la Iglesia. Este criterio es valido, también, en la Orden. El concepto de misión envangelizadora A la luz de lo dicho, la misión se puede definir como: el modo de restituir el don de la Buena Noticia que hemos recibido, yendo inter gentes para anunciar, con la palabra y la vida, el Evangelio a los de cerca y a los de lejos (cf. Ef 2, 17), a los creyentes y a los no creyentes, bien porque han abandonado la fe, bien porque nunca han sido evangelizados. El concepto de misión, además, está correlacionado con otros términos como: anuncio, evangelización, conversión, testimonio, diálogo, inculturación. La misión, de este modo, no es sólo una acción sino también contemplación y pasión. No es un simple ir a sino un sumergirse en. La misión es algo más profundo, radical, extenso, va más allá de una actividad apostólica, incluso de la misma misión ad gentes. La misión es también liturgia, profecía, servicio, colaboración, diálogo permanente con Dios y el mundo. Desde esta visión holística o global, la misión está llamada a abarcar y armonizar las diversas facetas de la vida. Exigencias de la misión evangelizadora Entre las principales exigencias de la misión evangelizadora podemos señalar las siguientes: – Sentir la urgencia de evangelizar según la propia vocación. – Avalar con el testimonio lo que se anuncia con la palabra. – Ponerse en camino para ir al encuentro del otro. Esto implica dejar la propia tierra y cultura y abrirse a nuevas experiencias, superar las fronteras culturales, geográficas y religiosas. – Ir como menores, es decir, dispuestos a recibir y a dar, a aprender y a enseñar. – Amar este mundo en el que vivimos. Sin una simpatía por nuestro mundo, no será posible dialogar con los hombres y mujeres de este tiempo ni tampoco anunciar el evangelio. La Iglesia y el anuncio del Evangelio La misión evangelizadora es “la dicha y la vocación de la Iglesia, su identidad más profunda” (EN 14). “La Iglesia existe para evan- 196 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 gelizar” (EN 4). El mandato de Jesús de ir por el mundo y hacer discípulos (cfr. Mt 28, 1920), “extendiéndose a todas las naciones” (LG 9) constituye la esencia o la razón de ser de la Iglesia. La evangelización misionera, entonces, no es una cuestión facultativa o una tarea de pocos, sino una exigencia de la fe que incumbe a todos los bautizados. Negar la misión sería negar la naturaleza misma del ser cristiano. Quien ha encontrado a Cristo se sabe y se siente enviado a anunciarlo con su vida y su palabra. La misión, además, no sólo es una expresión de la fe; es también el medio propicio en donde se fortalece. En todo ello no hay que olvidar que Jesús es el paradigma de toda misión y evangelización y que el Espíritu Santo es el protagonista que conduce a la Iglesia hasta los confines del mundo. La Orden y el anuncio del Evangelio Como Hermanos Menores, tanto clérigos como laicos, somos partícipes de la misión evangelizadora de la Iglesia. La misión evangelizadora, tanto en su sentido amplio como específico (misión ad gentes), por lo mismo, es una dimensión esencial de la identidad o de la razón de ser de nuestra Fraternidad. Más aún, la misión evangelizadora es la clave y la meta para entender y revitalizar la vida religiosa y franciscana en sus diversos aspectos: la vida de oración, las relaciones fraternas, la minoridad, pobreza y solidaridad, la formación y estudios, las estructuras y la economía. La misión evangelizadora infunde confianza en el futuro, da contenido a cada gesto, palabra, actividad y obra. Sin la perspectiva de misión, se corre el riesgo de quedarnos mirando demasiado a nosotros mismos, de perder nuestra relación con el mundo y de renunciar a ser luz y sal de la tierra (cf. Mt 5, 13s). No podemos quedarnos en la auto-contemplación olvidándonos de que sólo lo que se comparte se enriquece y enriquece. La misión, en sus diferentes acepciones, es la que dinamiza y da sentido a todos los elementos de nuestra forma vitae. Si hemos sido elegidos y llamados es para ser enviados al mundo. La misión, de este modo, se convierte en el principio inspirador, articulador y animador de la vida personal y comunitaria. Cuando hablamos de re-fundación, de recreación y re-vitalización de nuestra vida y misión, hemos de asumir la necesidad de reavivar nuestro espíritu misionero y de impregnarlo de audacia e imaginación, para responder a las nuevas exigencias de la misión evangelizadora. Es la hora de hacer nuestro el discurso programático de la misión de Jesús (cf. Lc 4, 1819), de ensanchar nuestra tienda y de asumir los gozos y las tristezas de nuestros hermanos y hermanas. La Orden responde a esta dimensión esencial de su identidad con la evangelización ordinaria (actividades de pastoral ordinaria) y con la misión ad gentes. En este contexto y en relación con esta última, es justo y necesario recordar que, desde el inicio, nuestra Orden aparece como una Fraternidad misionera, de tal modo que la misión ad gentes e inter gentes es una nota específica de nuestro carisma, por lo cual no se la puede ni se debe descuidar motivados por la precariedad del número o la edad avanzada de los hermanos, como tampoco por las necesidades pastorales ordinarias. Se trata de una vocación –“por inspiración divina” (2R 12, 1)-, a la que, quien la haya recibido, debe responder, y que exige a los Ministros provinciales un serio discernimiento (2R 12, 2). Ante las muchas necesidades pastorales, es necesario recordar que el Señor supo dar de comer con siete panes y unos pocos peces a una gran multitud (cfr. Mt 15, 32-39); y que muchas obras actuales son fruto del trabajo sacrificado y generoso de tantos hermanos que llegaron de otras tierras. Todo esto nos lleva a la necesidad de pasar de una mentalidad de recibir y acoger a la de dar, incluso desde la pobreza. El ser misionero, por tanto, más que una necesidad pastoral es una vocación y una invitación constante a salir de sí mismos para comunicar la Buena Noticia a todos, sean cristianos o no. Para los Hermanos Menores, la misión ad gentes sigue siendo la expresión máxima de restitución a Dios Padre que nos hace partícipes de la plenitud de la vida en Cristo (cf. Jn 10, 10). La misión evangelizadora en clave franciscana La misión evangelizadora, junto con la experiencia de Dios y la vida fraterna, es un pilar constitutivo de la vida religiosa. De hecho, la misión será impactante sólo si hay una fuerte experiencia de Dios y una relación fraterna auténtica. La vida religiosa, con estos tres elementos inseparables, se transforma, de este modo, en un signo creíble de la presencia del Reino y de la validez y actualidad del Evangelio, se transforma en Evangeli nuntiandi. Para los Hermanos Menores, además de los elementos indicados (experiencia de fe, vida fraterna y misión), existe un cuarto elemento DE CAPITULO GENERALI ORDINIS que también es esencial: la minoridad. Una dimensión que orienta y caracteriza las relaciones con Dios, con los hermanos y con el mundo. No somos simplemente una fraternidad en misión, ni siquiera una fraternidad contemplativa en misión. Desde lo dicho anteriormente, bien podríamos definirnos como: Misioneros en el mundo, como hermanos y menores, con el corazón vuelto al Señor. Veamos brevemente algunas características de estos elementos. Misioneros en el mundo “Id por todo el mundo” (Mc 16,15). Jesús, enviado por el Padre, nos envía también a nosotros sus discípulos. El campo de misión de los Hermanos Menores es inter gentes, es decir, en las plazas y los caminos, en los lugares en donde los hombres y mujeres se encuentran, viven, trabajan, sufren y gozan. No podemos quedarnos simplemente esperando a los que llegan. Es necesario ponernos en camino. Es necesario ir al encuentro de los hombres y mujeres para anunciarles el Evangelio con creatividad y audacia. Esta exigencia, ser misioneros en el mundo, es una misión que en muchos contextos no resulta nada fácil hoy en día. Hay situaciones que pueden provocar desánimo, cansancio y frustración, entre otros sentimientos negativos. El Hermano Menor está llamado a superar todas estas situaciones desde la profunda convicción de que no está solo (cf. Mt 28,20) y que el protagonista de la misión evangelizadora es Cristo y el Espíritu, y no precisamente él. Teniendo en cuenta la personalidad de los grandes misioneros/evangelizadores (Pablo, Francisco de Asís, Bernardino de Siena, Francisco Solano, Junípero Serra, entre otros), así como de tantos otros hermanos, doctos y sencillos, que con su vida llegaron al corazón de los hombres y mujeres de su tiempo, podemos afirmar que la misión/evangelización inicia con el testimonio personal y comunitario de nuestra condición de Hermanos Menores, continúa con el testimonio de la vida fraterna en comunidad y se manifiesta en las obras de apostolado o de promoción humana (cf. VC 72). El testimonio de vida personal y fraterno, sigue siendo el camino más eficaz para llegar a la cultura secularizada de hoy. La sociedad actual escucha mejor a los testigos que a los maestros, y sólo escucha a estos si son testigos; y es que si las palabras mueven, el ejemplo arrastra. Esto lo comprendió Francisco de Asís cuando puso en práctica la predicación 197 del buen ejemplo. De hecho, la desconfianza que muchas veces genera la vida consagrada y franciscana se debe a la falta de coherencia entre lo que se propone y lo que se vive. Esta constatación nos debe llevar a reconocer con humildad la necesidad y la urgencia de nacer de nuevo (Jn 3,3), tanto personal como institucional (cf. Sdp 2). Este testimonio comporta una profunda experiencia de Dios. “creí, por eso hablé”, dice Pablo. No se puede anunciar la Palabra sin un encuentro real con la Palabra. No se puede evangelizar sin un encuentro personal con Cristo y su Evangelio. El misionero y evangelizador tiene que ser, como Pablo, una persona alcanzada, transformada y motivada por Cristo y por el Evangelio. No basta predicar el Evangelio, hay que ser Evangelio viviente. Nuestra cultura que parece haber apostado por la vida light, espera y exige de la vida religiosa y franciscana una alternativa y un testimonio profético. Se trata de ofrecer una respuesta no de acomodación ni de mediocridad, sino de una vida renovada y fortalecida en lo esencial, de tal forma que reproduzca la audacia, la creatividad y la santidad de Francisco de Asís (cf. Sdp 2). Ser misionero en el mundo significa, también, dialogar con la cultura del fragmento, revisar el lenguaje que se utiliza, ir hacia la periferia y abrirse a los nuevos areópagos (cf. Cuarta prioridad: misión-evangelización). Todo ello presupone una visión positiva del mundo y de las culturas que nos rodean. Es cierto que en una cultura globalizada como la nuestra existe el riesgo de la indiferencia religiosa (y no tanto el de la negación de Dios), sin embargo también en ella es posible encontrar un espacio para que Dios entre en el corazón de todos. La cultura secularizada no ha de verse como una amenaza, sino como una nueva y fascinante oportunidad para anunciar el Evangelio, como un desafío teológico y pastoral. El mundo, de este modo, no es sólo un campo de batalla, sino sobre todo un lugar preparado para sembrar la buena semilla. El nuestro es el tiempo que Dios nos ofrece para anunciar la Buena Noticia. El Hermano Menor no puede renunciar a proponer, con su vida y palabra, la fuerza liberadora del Evangelio. Es posible detectar, en medio de las realidades negativas y de las crisis, los sueños emergentes de los hombres y mujeres para abrirles cauces en su propia vida y anticipar el Reino proclamado y vivido por Jesús. 198 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Como hermanos En la misión evangelizadora la dimensión fraterna es para nosotros, Hermanos Menores, fundamental. Si bien tanto la llamada por parte de Jesús como la respuesta por parte del discípulo son personales, sin embargo una y otra pone al discípulo en relación con la comunidad de los llamados. Ésta es la experiencia de Felipe, de Andrés, de Simón, etc. La misión evangelizadora, desde esta visión, es siempre comunitaria. Es un dato: Jesús envía a sus discípulos de dos en dos. Lo mismo hará Francisco con los hermanos que el Señor le va dando. La dimensión fraterna está, por tanto, en el corazón de la misión evangelizadora de los Hermanos Menores. Más aún, la fraternidad es ya la primera y la principal forma de la misión/evangelizadora. Evangelizada (cf. CCGG 86), la fraternidad se vuelve evangelizadora. Esta es la razón por la que ningún hermano, clérigo o laico, puede sentirse exento de esta tarea misionera y evangelizadora. Lógicamente, las formas y los medios son muy distintos según la vocación particular de cada uno. Todo ello ha de llevarnos a comprender que ningún hermano es enviado a evangelizar a título personal, sino que siempre va en nombre de la fraternidad, de la Iglesia y, en última instancia, de Cristo. No podemos, por consiguiente, contentarnos con testimonios proféticos individuales. Es necesario construir fraternidades proféticas, fraternidades signo, lugares de referencia evangélica: de fe, de oración y de sentido de la vida; fraternidades que se sientan enviadas a anunciar la Buena Noticia. ... y menores No basta ser hermanos, es necesario ser también menores. La minoridad es el aspecto que califica nuestra relación con Dios, con los hermanos, con el mundo; es una manera de ser y de obrar dentro de la Iglesia y del mundo. Esta exigencia, cuyo paradigma es Cristo, hace que los hermanos, cuando vayan por el mundo, no litiguen, ni juzguen ni condenen a nadie, sino que se muestren mansos, humildes y pacíficos con todos. Igualmente, esta actitud les permite liberarse de toda forma de prepotencia y dominación y ponerse al servicio de todos, especialmente de los más pequeños, asumiendo diariamente su debilidad y vulnerabilidad. Por otra parte, por su condición de menores, los hermanos han de dejarse seducir por los claustros olvidados e inhumanos, abrazando la liminalidad de la vida religiosa y habitando la marginalidad como esencia de su identidad (cf. Shc 33), y, en su evangelización misionaria, sin excluir a nadie, deben privilegiar el mundo de los pobres, tal como lo hizo Jesús (cf. Lc 4,18). Somos llamados a ser menores entre los menores de la tierra. Es la hora de ser menores, con lucidez y audacia, tanto dentro de la Fraternidad como en la Iglesia y en el Mundo. Con el corazón vuelto al Señor Jesús no dice nada que no haya previamente escuchado de su Padre. Del mismo modo, el misionero podrá anunciar a Cristo sólo si diariamente lo escucha, lo contempla y hasta lo palpa desde la fe (cf. 1Jn 1,1-3). Ser discípulo y misionero son dos dimensiones constitutivas e inseparables de los seguidores de Jesús. Así como no se puede hablar de discípulo sin misión, tampoco se puede hablar de misión sin discipulado. El discípulo, a través de la oración y la contemplación, establece relaciones de amistad y de familiaridad con Jesús. Poco a poco, se deja transformar por su presencia hasta poder decir con Pablo: “es Cristo quien vive en mí” (Gal 2,20). La experiencia de estar con el Señor, de compartir su vida es condición sine qua non de la misión evangelizadora. Sólo de la intimidad con el Señor brota el deseo ardiente de darlo a conocer. Sólo la permanencia en el Señor asegurará la eficacia de la misión. De esta manera, la misión evangelizadora no será una simple ideología ni una actividad más, sino que será una parte integrante del seguimiento de Jesús, una dimensión que está presente en la oración, en la vida fraterna y en el trabajo apostólico. Es la hora de frecuentar la escuela de Jesús para prepararse e ir al mundo, con el corazón vuelto hacia el Señor, para participar de su misión, que se hace diálogo profético con las culturas, con los marginados y con las religiones. Sólo con el corazón vuelto al Señor es posible superar todos los miedos y las fronteras, llenarse de esperanza y ser inclusivos y no excluyentes. El amor de Cristo llevó a tantos hombres y mujeres a recorrer los pueblos anunciando la Buena Noticia. Su actividad misionera no fue sino una respuesta de amor al amor gratuito de Dios. También hoy es el mismo amor el que nos envía al mundo; un amor que nos invita a beber de la fuente original que es Cristo y des- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS de donde podemos sacar fuerza, comprensión, ternura, disponibilidad y amor para dejar todo y dedicarnos completamente y sin condiciones a sembrar la semilla de la Buena Noticia. Hoy como ayer son muchos los hombres y mujeres que esperan del Hermano Menor el anuncio del Evangelio, para lo cual, digámoslo una vez más, es necesario tener el corazón vuelto hacia el Señor. El momento presente es complejo, está lleno de dificultades y preocupaciones. Sin embargo, también nos ofrece grandes posibilidades y esperanzas. Si se mira a Cristo, sin lugar a dudas, las posibilidades y las esperanzas son superiores a otros elementos que se presentan negativos. Es el momento, por consiguiente, de echar las redes, incluso en las circunstancias que no parecen propicias para la pesca, es el momento de renunciar a las seguridades y evidencias y de volver a confiar más en la Palabra y en la gracia del Señor (cf. Lc 5,4). 2. Mandatos y propuestas del Capítulo general 2003 Conscientes de la voluntad del Capítulo 2003, el Definitorio general ha intentado, en todo momento, dar cumplimento a las propuestas y mandatos de dicho Capítulo. Creo poder decir que hemos dado cumplimiento a la casi totalidad de las propuestas y mandatos que hacían referencia tanto al Definitorio general como a las Oficinas de la Curia. Sobre el particular me remito a cuanto he escrito en el informe al Capítulo, enviado a todas las Entidades de la Orden y a todos los capitulares para su estudio previo. En el diálogo estoy abierto a cualquier pregunta que pueda clarificar dudas. Pido particular atención a ciertas propuestas que presento de cara al futuro al dar cuenta de algunos mandatos y propuestas (cf. al final de los ns. 44, 45.47.48.49.54). Dos aclaraciones me parecen obligadas en el tema de la economía. La primera es que una de las preocupaciones del Definitorio en el campo económico ha sido la de garantizar la máxima trasparencia de la gestión económica. Aun cuando siempre es necesario seguir creciendo en ello, sin embargo, al final de este sexenio, creo poder decir que hemos dado pasos significativos en este sentido. Una segunda preocupación que el Definitorio ha tenido siempre en este mismo campo ha sido la de intentar, por todos los medios, salir al paso de cuanto nos pidió el Capítulo de buscar fuen- 199 tes económicas alternativas para la Curia y las Casas dependientes (cf. PM 45 y 46). Para ello hemos programado diversas obras que en futuro próximo pueden garantizar una cierta autonomía económica, tanto de la Curia general como de las Casas dependientes directamente del Ministro. Algunas de estas obras han sido felizmente concluidas, otras, sin embargo, dada la magnitud de los trabajos emprendidos y algunas dificultades imprevistas que se encontraron durante la ejecución de los trabajos proyectados, no las hemos podido concluir todavía, aun cuando algunas de ellas están casi a punto. Sobre el particular, tanto el ecónomo como un servidor estamos dispuestos a dar las explicaciones oportunas. Otra preocupación importante ha sido la de dar cumplimiento a la propuesta n. 18 sobre las fraternidades internacionales. En este sexenio se han erigido cuatro fraternidades dependientes del Ministro general (Estabul, Kartún, Miamar y Palestrina), todas ellas internacionales. Es un camino que hay que seguir incrementando. En cuanto a los mandatos y propuestas, tal vez uno de los aspectos en los que menos hemos podido hacer ha sido en el campo de la via pulchritudinis (cf. PM 27), aun cuando puedo afirmar que sí se ha tenido en cuenta en la animación de los hermanos. En cuanto a las propuestas y mandatos del Capítulo general a las Entidades de la Orden (cf. ns. 16-17.20-22) el Definitorio general piensa que, además de la visita canónica, sería bueno buscar otras formas de evaluarlos. Quiero manifestar, también aquí, mi sincero agradecimiento por su colaboración a todos los que han ayudado al Ministro general y al Definitorio a poner en práctica los mandatos y propuestas capitulares, empezando por las oficinas de la Curia general. Sin la colaboración generosa y eficiente de tantos hermanos ello no hubiera sido posible. 3. Animación y gobierno Creo poder decir en verdad que durante estos años, tanto yo como los hermanos del Definitorio general, hemos puesto mucha atención y energías en la animación de la Fraternidad universal y que, en todo momento, hemos intentado estar cercanos y compartir la vida de los hermanos; escucharles, ofrecerle motivos de esperanza y hacer memoria de los valores fundamentales de nuestra vida franciscana, tal y como manifestábamos al inicio de nuestro servicio. 200 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 La animación de la Orden partió y se basó en los siguientes subsidios y documentos: El Señor os dé la paz, documento final del Capítulo general 2003; Seguidores de Cristo al servicio de un mundo fraterno. Prioridades 2003- 2009; La gracia de los orígenes, subsidio para la celebración del VIII Centenario de la fundación de la Orden; y El Señor nos habla en el camino, documento final del Capítulo general extraordinario 2006. El hilo conductor de toda la animación ha sido la llamada del Capítulo general 2003 de volver a lo esencial: “Reconocemos la urgencia de volver a lo esencial de nuestra experiencia de fe y de nuestra espiritualidad” (Sdp 2). Ello nos llevó a insistir en la conversión y el discernimiento, o en otras palabras, en la necesidad de centrarnos, concentrarnos y descentrarnos. Come medios para esta animación nos hemos servido de: las Prioridades, el proyecto La gracia de los orígenes, el Capítulo general extraordinario, las constantes Visitas a las entidades, el Capítulo de las Esteras de los “under ten”, las Cartas circulares, los distintos encuentros nacionales e internacionales, el trabajo de las Oficinas de la Curia general, y los distintos subsidios y documentos publicados durante el sexenio. El gobierno de la Orden se llevó a cabo siempre en estrecha relación con la animación. Considero que son dos aspectos que no se pueden separar. Hemos intentado respetar siempre las personas y escuchar la base antes de tomar decisiones importantes. Para el gobierno de la Orden propiamente dicho nos hemos servido de las reuniones del Definitorio, donde examinamos cerca de 6.000 pliegos o files, prestando particular atención a los informes de los Visitadores generales después de la Visita canónica y de la celebración de los Capítulos provinciales. Quiero subrayar la importancia que hemos dado a nuestra propia formación permanente en cuanto Definitorio general, y a la evaluación del trabajo realizado en cuanto Definitorio. En esta tarea de gobierno hemos sido ayudados grandemente por los Visitadores generales, por los Delegados generales y por las distintas Comisiones nombradas por el Definitorio. A todos los que han colaborado tanto en la animación como en el gobierno de la Orden vaya también mi personal agradecimiento y el agradecimiento de todo el Definitorio. 4. Espíritu de oración y devoción En una cultura secular como la nuestra, la vida religiosa y la vida franciscana están llamadas a comunicar, con su vida y palabra, la experiencia del encuentro con Cristo. La dimensión contemplativa constituye el eje central de nuestra vida y misión. Desde esta perspectiva, nuestra primera tarea es la de tener “el corazón vuelto hacia el Señor” (1R 22,19). Principales actividades – Nombramiento de una Comisión internacional para la dimensión contemplativa. – Elaboración de algunos subsidios para varios momentos celebrativos. – La insistencia en el valor y la necesidad de: la oración personal y comunitaria, la celebración eucarística, del Sacramento de la reconciliación, la práctica de la lectura orante de la Palabra, del acompañamiento espiritual en las diversas etapas de la formación inicial y permanente, del silencio y la soledad y la renovación de la profesión religiosa. Signos de esperanza Se constata el esfuerzo que realizan las Entidades y los hermanos para poner el espíritu de oración y devoción en centro de la vida y misión de los hermanos. Cada día son más los que están convencidos que sin una vida de oración no es posible una respuesta en fidelidad creativa a la llamada del Señor, como tampoco una vida apostólica fecunda. Se trata de armonizar la vida de oración con las actividades apostólicas, dedicando más tiempo a la oración y a su preparación. También se da un mayor espacio a los retiros mensuales, los ejercicios espirituales anuales y a experiencias de vida eremítica Todo ello puede ser signo del paso del deber de orar al gusto por la oración. Un signo muy positivo es que la práctica de la Lectura orante de la Palabra cada vez es más frecuente en las fraternidades. El encuentro con la Palabra forma a los discípulos e infunde audacia y creatividad para la misión. Para muchos hermanos, la Liturgia de las Horas no sólo es un momento importante para alabar a Dios, sino también un fermento de vida fraterna. Muchos hermanos descubren que la espiritualidad franciscana es profundamente eucarística. La celebración de la Eucaristía, junto con la adoración, sigue siendo el sacra- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS mento que crea y fortalece la comunión con Cristo y con los hermanos, como también el centro y la fuente de la vida espiritual de los hermanos. Llamadas a la conversión Hemos de reconocer la necesidad de seguir creciendo en esta dimensión esencial de nuestra vocación. De hecho, a causa fundamentalmente del activismo, esta prioridad deja de ser la Prioridad real en la vida y misión de los hermanos. Esto hace que: A pesar de lo dicho anteriormente, el tiempo dedicado a la oración personal y a la práctica de los sacramentos siga siendo muy limitado. Si no queremos sucumbir ante el activismo y la dispersión considero urgente revisar con valentía los tiempos dedicados a la oración personal y fraterna. La calidad de nuestras celebraciones, en muchos casos, deja mucho que desear. Muchas veces, nos invade la rutina, el formalismo y la prisa. No olvidemos que toda celebración exige una buena preparación y una cierta creatividad, sin que ello excluya la fidelidad a las normas litúrgicas. A pesar de las buenas declaraciones, se da poca importancia de los eremitorios, al moratorium y a los tiempos de silencio. Es más, para algunos, todo ello es considerado un lujo, una pérdida de tiempo o, simplemente, un medio para personas raras. Considero que es necesario revalorizar la vida de soledad y los períodos largos de oración. Con visión de futuro He aquí algunos retos: – Pasar de la oración como obligación a la oración como encuentro, cuyos signos más claros son: el gozo, la confianza, la gratitud y la entrega sin condiciones. Este encuentro nos permitirá experimentar el amor, la acogida y el perdón, y mirar el mundo desde el pathos del corazón de Dios. – Pasar de la observancia a la fidelidad creativa. Si la oración es una relación de amor y fidelidad con el Amado, no se la puede reducir a la observancia ciega y fría de una serie de normas. Es importante superar la rutina, el ritualismo y el “rubricismo”. – Convertir la oración en el alma de nuestra actividad. La calidad de la misión depende de la calidad de la oración. Ella activa, fecunda y configura críticamente la acción. Se hace necesario superar el divorcio entre 201 oración y vida, y vida y oración. Ella nos permitirá descubrir a Dios en la historia y en la misma creación, y, al mismo tiempo, hacer una lectura creyente de los signos de los tiempos. – La experiencia de fe. La fe es el único fundamento sólido de nuestra vida de oración. La crisis de oración tiene mucho que ver con la crisis de fe. Considero urgente verificar y potenciar constantemente nuestra fe, a fin de que nuestras fraternidades se conviertan en lugares de alumbramiento de fe, lugares de oración y de referencia evangélica para nosotros mismos y para los hombres que buscan sentido profundo a sus vidas Viviendo en obediencia sin propio y en castidad Lo que da sentido a los votos religiosos es el primado de Dios en nuestras vidas. Los votos son expresión de nuestra pertenencia total y definitiva a Él y una forma concreta de vivir el radicalismo evangélico. Si bien los votos no son todo en el seguimiento de Cristo; sin embargo, constituyen el modo de configurarnos por entero a Él tanto en su manera de existir ante Dios como también en el modo de “mirar” al mundo y de situarse en él. El voto de obediencia En una cultura posmoderna que reconoce al individuo como valor central y que acentúa la libertad, la autoafirmación y la autonomía, el voto de obediencia es un verdadero sin sentido, humanamente hablando. Sin embargo, desde la concepción cristiana, la obediencia, en cuanto búsqueda de la voluntad de Dios, es camino de liberación de toda forma de sometimiento y alienación. La obediencia permite a quien la profesa, descentrarse de sí mismo, liberarse de su ego y abrirse a la donación de uno mismo en libertad y responsabilidad. De este modo, no hay espacio ni para el autoritarismo ni para la autonomía. La autoridad se pone al servicio del crecimiento de los otros, y, con esta finalidad, exhorta, consuela, estimula, anima y corrige. Igualmente, la obediencia se vive no como dependencia, sino como participación activa en la búsqueda de la voluntad de Dios. Vivido así, el voto de obediencia crea fraternidad, potencia el sentido de pertenencia y unifica las vidas en una misma búsqueda de la voluntad del Padre. 202 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 La realidad nos muestra que no es fácil vivir la interdependencia, la solidaridad y el discernimiento fraterno. Nos cuesta una obediencia recíproca basada en el diálogo y en el compartir fraterno, como también una obediencia caritativa que comporta renuncia a muchas posiciones personales. El deseo de autorrealización, en algunas ocasiones, puede entrar en conflicto con el proyecto fraterno, La realidad nos muestra también que es fácil caer en dos extremos: el de la búsqueda despiadada del bienestar personal, lo que dificultaría el servicio de la misión común, o el del colectivismo y uniformismo, lo que dificultaría la realización de la persona en cuanto tal. Para superar estas tentaciones, se hace necesario asumir que todos los hermanos, incluidos los que tienen el servicio de la autoridad, estamos al servicio del proyecto de vida evangélico y que, por tanto, hemos de obedecernos mutuamente. Esta conciencia nos llevará a crear relaciones armónicas entre las personas y la fraternidad, evitando extremos como: el autoritarismo o el permisivismo, el sometimiento o una vida al margen de la fraternidad. El voto de castidad El voto de castidad tiene que ver con la auto-trascendencia del amor, la afectividad y la sexualidad. Un voto que se debe canalizar en tres direcciones: Dios, la fraternidad y la misión. Teniendo como modelo a Jesús, la vivencia de la castidad nos permite vaciarnos de nosotros mismos y llenarnos enteramente de Dios y de lo que es de Dios. Igualmente, nos ayuda a crear nuevas, sanas y auténticas relaciones con los hermanos, y a calificar el estilo de nuestra misión. En una sociedad tocada de hedonismo narcisista, constatamos con gozo la presencia de muchos hermanos que, sabiéndose y sintiéndose amados por el Padre Dios, descubren que también han sido llamados a amar a los demás, a amar su propia vocación y a amar según su propia vocación. Sin embargo, percibimos también actitudes que llevan a un auto-envolvimiento o desplazamiento de la afectividad a personas, cosas, ideas, trabajos, etc.; lo cual, a veces, es causa de escándalos. En general, se hace necesario cuidar y formar nuestro potencial afectivo, de tal manera que seamos capaces de amar y ser amados con “mente y corazón puros”. Esto, lógicamente, exige vigilancia y autodisciplina, actitudes que nos permitirán vivir con mayor serenidad una soledad habitada por Dios, propia de la vida que hemos abrazado, sin buscar ambiguas compensaciones afectivas. En este camino de la vivencia del voto de castidad, la fraternidad ocupa un papel muy importante. Unas relaciones fraternas sanas y auténticas siguen siendo de gran ayuda para ser fieles a este voto. Vivir sin propio Ante las ideologías dominantes de consumo e insolidaridad y que han transformado el tener en criterio de valoración de las personas, el vivir sin propio es una profecía cultural que nos lleva a desarrollar nuevas relaciones con Dios, y a superar la lógica del mercado, mostrando a Dios como nuestra única riqueza. Vivir sin propio nos conduce, también, a compartir con los pobres y excluidos lo que somos y tenemos, nos libera de cualquier forma de posesión y nos pone en una actitud de gratuidad permanente. A la luz de lo que dicho, constatamos que aún nos falta mucho por hacer, que la lógica del consumismo es muy fuerte y que nos separa de los pobres. Para superar esta situación, es necesario abrirse a los pobres para ser solidarios con ellos; y, también, aprender a usar adecuadamente el dinero (en total transparencia), los bienes y las estructuras físicas de que disponemos. Con visión de futuro Los tres votos, estrechamente entre sí, tienen pleno sentido si son vividos desde la perspectiva de la alianza con Aquel que nos amó primero y en clave de seguimiento de Cristo. Cada uno de ellos exige vivir la auto-trascendencia y la desapropiación tal como Cristo lo hizo en su kénosis. Quien los profesa, por tanto, ya no se pertenece más a sí mismo, sino tan sólo a Dios y a los demás. Los votos, por otra parte, constituyen una alternativa evangélica a las necesidades fundamentales del ser humano: el amor, la libertad y la seguridad. Un camino que está garantizado, por un lado, por la presencia amorosa de Dios, de un modo especial en las dificultades; y, por otro, por la fidelidad creativa de cada uno de los hermanos. Se hace necesaria una formación adecuada a la vivencia de los votos como una propuesta alternativa desde la cultura del Evangelio. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Segunda Parte 1. Vida fraterna en comunidad “El Señor nos ha llamado a vivir según el Evangelio, no en solitario, sino en una comunidad de hermanos” (VOh 12). La Fraternidad constituye el lugar imprescindible e irrenunciable para la realización de nuestra vocación; y, por tanto, es un criterio clave de discernimiento para nuestra forma de vida y misión. En un mundo fragmentado y conflictivo, la fraternidad es un signo profético en cuanto no se encierra en las relaciones interpersonales de la misma, sino que se abre a todas las personas y pueblos y a la creación entera, y en cuanto en ella se reconoce y valora la igualdad y también la diversidad de cada hermano y de la cultura de la que proviene. Entonces la fraternidad es, también, una Buena Noticia de familiaridad, amistad, esperanza, respeto y mutua aceptación. Signos de esperanza – El paso de una comunidad de observancia de reglamentos y estructuras, a una de mayor atención a las necesidades de los hermanos, fomentando el respeto a la persona y las relaciones interpersonales. – Una mayor participación en el discernimiento y en la toma de decisiones. – El paso de una vida en común a una comunión de vida, hecha de amistad, de diálogo y mutua aceptación. – El redescubrimiento de la oración litúrgica en fraternidad. – Las nuevas mediaciones para animar la vida fraterna: la lectura orante de la Palabra, el Capítulo local, los encuentros, los Capítulos espirituales, preparados y celebrados periódicamente. Llamadas a la conversión Todavía existen lagunas importantes a las que debemos prestar mucha atención: el activismo, el individualismo, las divisiones, el desencanto, el escepticismo, el cansancio, la resignación y la falta de comunicación profunda. Todas estas dificultades se relacionan entre sí. Para superar estos escollos, estamos llamados a ser verdaderos constructores de fraternidad y no meros consumidores de la misma, pues si bien la fraternidad es un don de Dios, no por ello deja de ser también una tarea y una responsabilidad por nuestra parte. La fraternidad es un camino iniciado, pero no concluido. 203 Una Fraternidad con-vocada por el Señor Hemos sido llamados (convocados) por el Señor para vivir como hermanos y ser enviados a evangelizar. Por ello, en una fraternidad, el principio vital, unificador y aglutinante es el Espíritu del Señor. Ha sido la iniciativa de Dios a ponernos unos al lado de los otros para reconocernos y vivir como hermanos, en gratuidad, respeto y responsabilidad mutua. No somos un simple grupo humano, un club de amigos o una empresa. Somos familia unida en Cristo. En autenticidad En la vida fraterna, es importante saber armonizar la dimensión humana con la dimensión de fe. Por ello hay que potenciar valores tales como: la sinceridad, la confianza recíproca, la alegría, la sencillez, la delicadeza, la educación, el sentido del humor, el espíritu de participación, la aceptación del otro tal como es, el espíritu festivo, el perdón, etc, para no pecar de sobrenaturalismo. Sin embargo, todo esto no es suficiente. La conciencia de sabernos convocados por el mismo Señor, sin ignorar los acoplamientos psicológicos, nos hará capaces de amar radicalmente y de compartir la vida y la misión con personas de distintas culturas, caracteres, facultades, cualidades, maneras de pensar, etc. Será la presencia de Cristo la que nos una y nos abra a un amplio pluralismo. Con visión de futuro La profundización de la fe nos permite experimentarnos hijos de un mismo Padre y hermanos de Jesucristo, en el Espíritu Santo. Es el Espíritu el que nos mantiene unidos y el que nos envía a anunciar la Buena Noticia. Entre los medios para cultivar la dimensión de la fe, están: la celebración eucarística, el compartir las experiencias de fe y las preocupaciones apostólicas, la lectura orante de la Palabra, la vida sacramental, la oración personal y fraterna. La vida fraterna, por lo mismo, va de la mano de la experiencia de fe de cada hermano. Igualmente, la vida fraterna está muy unida a la misión. Ni misión sin fraternidad, ni fraternidad sin misión. Una fraternidad que vive para la misión se plantea desafíos, los comparte y proyecta una respuesta humilde y creativa a los signos de los tiempos. 204 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Una Fraternidad con un claro proyecto de vida y misión No podemos dejar “al tiempo” que decida por nosotros. Es urgente planificar a corto, mediano y largo plazo, si queremos evitar la improvisación, y es igualmente urgente hacerlo en fraternidad, si queremos dar continuidad a nuestras obras. Se hace necesario el proyecto de vida y misión. En autenticidad En los informes de los Visitadores generales, encontramos algunos elementos preocupantes como el activismo, el individualismo, el cansancio y la resignación, la improvisación y las divisiones. Aspectos que tenemos que afrontarlos y encontrar una solución adecuada a la luz de un proyecto compartido de vida y misión. El activismo. El activismo está produciendo, también entre nosotros, “fusibles quemados”, sequedad del corazón y del pensamiento. “Actuar no es lo mismo que agitarse” (Mounier). El individualismo. En esta época en que se subraya el valor del individuo, si no se está atento, fácilmente se puede caer en el aislamiento y el egoísmo, en el “sálvese quien pueda”. Es necesario, entonces, buscar tiempos y espacios para estar con los demás: la oración, la comida, las celebraciones, la misión, etc., sin por ello caer en el comunitarismo. El cansancio y la resignación están haciendo mucho acto de presencia en nuestras vidas y fraternidades, debido al desconcierto, la frustración y el deseo del abandono (cf. discípulos de Emaús). Para vencer estas tentaciones, es necesario comenzar de nuevo, tener el coraje de asumir nuestros fracasos y seguir adelante. La improvisación. Con frecuencia, se confunde espontaneidad con improvisación y, de este modo, no se asume la responsabilidad de proyectar dentro de un proceso de discernimiento permanente. Las divisiones. La fragmentación y las divisiones del mundo no son ajenas a nuestra vida fraterna. El individualismo, la incapacidad de resolver los conflictos, las ideologías, el ansia de poder, el rechazo de la diversidad cultural y étnica, la falta de confianza mutua, etc., siguen siendo las principales causas de las rupturas y enfrentamientos entre hermanos. Teológicamente, no es otra cosa que la presencia del pecado en el seno de nuestras fraternidades. Con visión de futuro El proyecto fraterno de vida y misión es una mediación cada vez más valorada por la mayor parte de los hermanos, para hacer partícipes a los demás de la propia verdad y juntos, a través del diálogo y el discernimiento, buscar la voluntad del Señor. El proyecto fraterno, de este modo, se transforma en un camino de encuentro y comunicación para el crecimiento personal y comunitario en sus distintas dimensiones: antropológica/ existencial, psicológica, vocacional, franciscana y misionera. A quienes no lo hacen les invito a que no se cierren a esta mediación que, personalmente, considero muy importante para mantenernos en camino, reforzar el sentido de pertenencia a la fraternidad, pasar de la vida en común a la comunión de vida y de la centralidad del hacer a la necesaria armonía entre el ser y el hacer, de la obsesión por la eficacia al gozo del ágape y de la amistad, etc. A quienes ya lo están elaborando les digo: no os canséis. Los frutos se ven a la larga. En la elaboración del Proyecto fraterno de vida y misión, se han de tener en cuenta, las siguientes exigencias: El discernimiento. Esta práctica ayuda a individuar, a partir de la situación de la vida, los objetivos que se quieren alcanzar y los medios adecuados para alcanzarlos. El discernimiento constituye el corazón del proyecto fraterno. Éste comporta: metodología apropiada, disponibilidad a dejarse conducir por el Espíritu, desprendimiento de todo prejuicio, apasionamiento y autosuficiencia, y también apertura para aprender de los demás. Una visión integral. El Proyecto ha de ser integral, es decir, ha de abarcar todas las dimensiones de nuestra espiritualidad. Metas alcanzables. Las metas muy altas pueden generar frustraciones; y las excesivamente bajas, impedir el crecimiento personal y fraterno. Lo importante es saber lo que se quiere, cómo lograrlo y atreverse a realizarlo. La participación de todos. El hecho de elaborar juntos el Proyecto fraterno, en un ambiente de oración y de serena reflexión, permite experimentar la mística que anima la fraternidad. Además, es necesario que el Proyecto fraterno incluya la corrección fraterna y la evaluación periódica. Una Fraternidad que se comunica La calidad de nuestra vida pasa por las relaciones interpersonales, cuya base es la co- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS municación. Las relaciones fraternas serán lo que es la comunicación. Ésta implica salir de nosotros mismos para ir al encuentro del otro o del distinto. Su propósito es compartir nuestra historia vocacional, la verdad de nuestro ser, la gratuidad y la bondad de la vida en todas sus dimensiones (cf. metodología de Emaús). La comunicación, por otra parte, no es una simple técnica, sino sobre todo un arte que exige humildad, una conciencia del vacío, de la necesidad de contar con el otro. Sólo el que se sabe necesitado del otro es capaz de acoger y escuchar. Antes que decir o decirnos, es importante descubrir y abrirnos a la presencia del otro. En autenticidad Las relaciones interpersonales. Éstas son imprescindibles para una comunicación de calidad y se ponen a prueba, particularmente, en los momentos de dificultad. Una comunicación es verdadera cuando se asume una actitud de comunión tanto a nivel afectivo, como de proyectos y motivaciones. La comunicación sufre y se deteriora, en cambio, cuando se asumen actitudes de anexión del otro a las propias convicciones, de negación mediante la crítica y la ironía, o de dimisión al huir de toda relación con los demás. Hemos de reconocer la necesidad de crecer en las relaciones interpersonales, si no queremos sentirnos extraños unos de otros. La comunicación técnica Hoy se ha generalizado el uso de nuevos medios tecnológicos de comunicación: internet, página web, teléfono móvil, etc., sin por ello haber abandonado los otros medios: boletines, revistas, periódicos, radiodifusión, etc. A través de todos estos medios se ofrece a los hermanos las principales noticias de interés. Desde la Curia general, este tipo de comunicación está garantizado en las tres lenguas oficiales. Un aspecto importante, por supuesto, es y será la educación en el uso adecuado de estos medios, de tal forma que estén al servicio de la evangelización y del crecimiento personal y fraterno, y que no produzcan ninguna forma de dependencia o esclavitud mediática. Comunicación antropológica/ existencial La comunicación tecnológica no es suficiente. Es necesario una comunicación antropológica/ existencial. Desde el punto de vista teológico, a la luz del misterio trinitario, el ser 205 humano se presenta como alguien que está llamado a comunicarse, es decir, a entregarse y a recibir del otro. La comunicación es recíproca, circular e interactiva. En este sentido, todo puede volverse comunicación, incluso el mismo silencio. En este tipo de comunicación, se han dado avances en la Orden. Son más frecuentes las visitas de los Ministros y los encuentros de los hermanos en sus diversos niveles: local, regional, internacional, etc. Esto ha ayudado a crecer en cercanía, en el espíritu de familia, en la misión común, etc. Sin embargo, aún persisten muchas lagunas en la comunicación. A menudo, nuestra comunicación sigue siendo superficial y pobre: se comunican temas y problemas marginales y no lo vital y lo central de nuestra vocación. Muchas veces, nos limitamos a compartir lo que hacemos, pero no lo que pensamos, y, menos aún, lo que sentimos. Como fruto de esta comunicación epidérmica aparece la soledad y el asilamiento que sufren tantos hermanos. Esto hace que la escucha siga siendo la tarea primera y fundamental de los Ministros y Custodios. Un servicio que se debe ofrecer a tiempo y destiempo, con agenda o sin ella, es decir, cuando el hermano lo requiera. Pablo nos indica algunas actitudes para acercarnos al otro y lograr una comunicación más profunda: la humildad para mirarse con la justa modestia y sinceridad, la mansedumbre para hablar a los demás sin agresividad, la magnanimidad para mantener el corazón siempre disponible a la diversidad y el soportar para llevar las cargas del otro (cf. Ef 4,1ss). Estas actitudes nos ayudan a conocernos mejor y a evitar los extremos de la sobre-valoración o de la minusvaloración, a mirar la diversidad no como amenaza sino como riqueza, a pasar de unas relaciones de buena vecindad a una comunión auténtica, a ser iconos de la humanidad reconciliada y profecía del Reino. Con visión de futuro En el proceso de renovación, la comunicación es el factor humano de mayor relevancia para la vida de las fraternidades. Una comunicación extensa e intensa, normal, fluida y sincera, es el medio apropiado para conocerse más y mejor, y crecer humana y espiritualmente. Esto conlleva buscar, con imaginación y creatividad, espacios y tiempos para la comunicación, de acuerdo con las propias culturas y circunstancias. Igualmente, es importante 206 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 reforzar y dinamizar las mediaciones conocidas: los Capítulos locales, la revisión de vida, la recreación informal, el comer juntos, la elaboración del Proyecto fraterno, etc. Es de este modo como iremos eliminando el individualismo y el aislamiento. Pero esto sólo es posible en ambientes donde se cultiva el respeto, la confianza recíproca, la familiaridad, la transparencia, entre otros valores. Como ya lo subrayé, para no caer en la dependencia esclavizante de los medios de comunicación o de que estos se conviertan en muros, es urgente una formación sólida y adecuada en su uso moderado, crítico y fecundo. Una Fraternidad que mira al futuro desde la colaboración, el redimensionamiento y la reestructuración La colaboración El futuro de la Orden pasa por la colaboración interprovincial. La cultura de la solidaridad debe estar al servicio de un futuro común. Por ello, es el momento de la colaboración. Nadie puede sentirse autosuficiente. La colaboración de las Entidades entre sí y con la Orden ha ido creciendo en estos últimos años. Esto se evidencia en el ámbito de la formación, los estudios y del personal. En la formación inicial (Postulantado y Noviciado) y los estudios algunas Entidades abren sus puertas a hermanos de otras Entidades, y, en otros casos, se crean Casas interprovinciales, en las que participan los hermanos de cada una de ellas. La colaboración con personal es muy extensa, basta pensar, por ejemplo, en la presencia de los hermanos en las Casas dependientes del Ministro general y en los Proyectos misioneros de la Orden, como también dentro y fuera de las Conferencias. Con visión de futuro Mirando hacia el futuro, hay que reforzar la cultura de la colaboración en todos los niveles de relación de la Orden: local, intermedio y universal. Aún es fuerte la tendencia a encerrarse en el pequeño mundo de cada una de las Entidades. Las Fraternidades interprovinciales e interculturales crecen a un ritmo demasiado lento. Se hace necesario dar un salto cualitativo en la comprensión de la colaboración. Ésta no puede ser vista únicamente como un remedio o una salida a las necesidades, a la falta de recursos humanos, sino como un medio importante para responder mejor a las exigencias de nuestra vocación de Hermanos Menores, tal como nos pide la misma Iglesia y, por supuesto, la sociedad en la que vivimos. Hay que seguir creciendo en el sentido de pertenencia a la Orden, conscientes de que todos hemos profesado una misma forma de vida más allá de las fronteras de nuestras Entidades. El redimensionamiento y la reestructuración Como sucede en otras Instituciones religiosas, en varias Entidades de la Orden se constata un movimiento en una doble dirección: de reducción y de consolidación. En una misma Entidad puede suceder que se cierran unas presencias para abrir otras, para responder adecuadamente a los signos de los tiempos y de los lugares. Todo ello nos pone delante de la urgencia del redimensionamiento de presencias. La reducción de Entidades En algunas regiones se ha llevado a cabo un proceso de unificación de entidades, y la consiguiente creación de otras nuevas (Hungría, Austria, Chile y Nueva Zelanda), en otras el proceso está a punto de concluirse (Alemania y Suiza) y en otras se ha iniciado (norte de Italia). Asimismo, se sigue dialogando sobre la futura colaboración entre Entidades vecinas, como en España y USA, sin excluir un proceso de fusión. Cabe destacar el acompañamiento muy cercano de parte del Gobierno general en los principales momentos y aspectos de estos diversos procesos. Nuevas Entidades Por otra parte se han creado nuevas Entidades, fruto del crecimiento de la Orden: Guinea Bissau, Madagascar, Angola, Haití, Filipinas, Papua Nueva Guinea, Timor Leste, India, Ucrania y Bielorrusia. La reestructuración de las Conferencias y otros cambios en las Entidades Teniendo en cuenta la nueva legislación de la Orden, se reestructuraron las Conferencias de Centro Europa y África. Actualmente son 13 Conferencias. Tierra Santa es una Conferencia sui iuris. En Perú se dio el cambio de dependencia jurídica de una Custodia. También se hicieron los cambios necesarios para adecuar la situación jurídica de algunas Entidades a los nuevos EEGG. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Criterios de reestructuración El redimensionamiento puede ser programado o forzado. El primero nace de la urgente necesidad de responder mejor a los signos de los tiempos, de inculturar el carisma en el aquí y ahora, del deseo de una vida más auténtica y significativa, de la voluntad de habitar creativamente el futuro. El segundo, en cambio, brota del instinto de conservación, de la obstinación de repetir el pasado o de defender el presente a toda costa. El redimensionamiento de entidades no ha de verse sin más como signo de muerte o de agonía progresiva de las entidades que entran en ese proceso. A veces se hace necesario si queremos dar una mayor calidad evangélica a nuestra vida y misión en los elementos esenciales del carisma (vida fraterna, espíritu de oración y devoción, formación, evangelización). El redimensionamiento, por consiguiente, no es un asunto sólo de estadística. La poda, en muchos casos, se encamina a rejuvenecer y a mantener fecundo el franciscanismo en una región. Cada Entidad, sin desconocer las exigencias jurídicas, deberá preguntarse si en las condiciones actuales es o no capaz de garantizar la calidad evangélica de vida y, más concretamente, las exigencias de la formación. He aquí un camino de discernimiento en vistas a la reestructuración de entidades: Estudio de factibilidad. Los hermanos de las entidades ponen en común los aspectos positivos y negativos de un posible redimensionamiento, y, en los diversos encuentros zonales o provinciales, analizan las motivaciones de los mismos. Consultas personales por escrito y en secreto, a todos los hermanos de las entidades. Reflexión capitular. El tema de la unión de entidades es estudiado y decidido en el Capítulo provincial. Los resultados son comunicados al Ministro general para que, junto con el Definitorio general, tome la decisión final. Delegado general. El Ministro general, si juzga oportuno, nombra un Delegado general para que acompañe el proceso de redimensionamiento. Discernimiento de las presencias y de las obras. Los hermanos están llamados a individuar las presencias que deben conservar, suprimir o crear. Este trabajo es mejor que se haga antes de la unión de entidades. Papel de la Conferencia. La Conferencia está invitada a participar en la reflexión y en la 207 presentación de propuestas, teniendo en cuenta el franciscanismo en una determinada región Visión de futuro Para vencer el natural miedo y el rechazo que produce el tema del redimensionamiento, es necesario pasar de la colaboración a la interprovincialidad y de ésta a la interdependencia. Esto supone la unificación de estructuras (secretariados), la elaboración de criterios para los asuntos económicos y la creación de fraternidades interprovinciales orientadas a una mayor significabilidad de nuestra vida y misión. Este camino favorecerá la unión no sólo jurídica, sino sobre todo afectiva. En todo proceso de redimensionamiento hay que evitar dos peligros: la fragmentación de las entidades, que hace difícil o casi imposible el testimonio de vida fraterno, y la masificación, que no permite una animación seria, y donde los hermanos corren el riesgo de ser “fichas de ajedrez”. En todo caso no hay que esperar a que las fuerzas disminuyan o ya no existan para pensar en el redimensionamiento. Por otra parte hay que tener bien claro que no se trata sólo de salvar las propias presencias, sino al franciscanismo en toda una región. Esto implica reforzar el sentido de pertenencia a la Orden, sentirse afectivamente libres de las propias obras, y entrar en un camino de conversión y de formación permanente, con los ojos puestos en el futuro hacia el cual nos empuja el mismo Espíritu. Una Fraternidad de hermanos clérigos y hermanos laicos Desde los orígenes, dentro de la única vocación de Hermanos Menores, se distinguieron dos dimensiones específicas: una, clerical; y, otra, laical, que, lejos de contraponerse, son complementarias y, como tales, expresan la riqueza de nuestro carisma. En la Orden, la vocación laical cada vez es más valorada. Esto se manifiesta en la convicción de que todos los hermanos, por la profesión religiosa, somos iguales en derechos y obligaciones, salvo en aquello que se desprende del Orden Sagrado (cf. CCGG 3,1). Del mismo modo, los hermanos laicos reciben una formación espiritual, teológica y técnica. Además, se les confía oficios de animación y administración dentro de la Fraternidad. El actual Gobierno general ha se- 208 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 guido insistiendo ante la Santa Sede para que nuestra Fraternidad sea declarada como una “Orden mixta”. Sin embargo, tenemos que seguir trabajando para que desaparezca una marcada mentalidad clerical que todavía existe en algunos hermanos y que dificulta una mayor participación de los hermanos laicos en la evangelización. Se debe por ello reflexionar con mayor profundidad en la identidad del Hermano Menor y en la igualdad fundamental que proviene de la profesión, independientemente del ministerio que pueda o deba asumir cada uno. También se debe reflexionar más en profundidad sobre las formas concretas de llevar a cabo la misión evangelizadora dentro de la Orden. Con visión de futuro La cuestión de la igualdad fundamental entre los hermanos laicos y clérigos no es secundaria. En ella está en juego nuestra forma vitae. Por esta razón, es urgente clarificar los principios y la legislación. Esto implica: – Un cambio de mentalidad. Es importante contar con programas de FP y FI en los que se insista en nuestra identidad de Hermanos Menores, teniendo en cuenta que la diversidad es una riqueza para la fraternidad. – Una presentación integral de la identidad de la Orden, tanto en el CPV como en la evangelización. – Un cambio de estructuras formativas. Las estructuras formativas deben favorecer la igualdad fundamental de los hermanos. Es necesaria una formación común para todos en el carisma franciscano y otra específica según la propia vocación: clerical o laical. – Un cambio de estructuras jurídicas. Debemos continuar con el trabajo iniciado ya hace años para que se nos reconozca como una Orden mixta de clérigos y laicos; es decir, como una sola familia o una fraternidad en la que hay hermanos con carismas personales y ministerios diversos. Una Fraternidad que es y se manifiesta como familia Somos una familia compuesta de hermanos y hermanas que compartimos un mismo carisma y misión. Sólo juntos, y en la reciprocidad, unidad y diversidad, seremos capaces de expresar la riqueza carismática del franciscanismo. Particularmente en estos momentos estamos llamados a vivir una espiritualidad de comunión y a mostrar al mundo el signum fraternitatis. En este sexenio, hemos intentado potenciar el camino de comunión y colaboración con todos los miembros de la Familia franciscana, incluso a través de nuevas formas, ya iniciado anteriormente. La Conferencia de Ministros generales de la Primera Orden y de la TOR y de la Familia Franciscana Los Ministros generales nos encontramos 2 ó 3 veces al año para estudiar temas de interés común: evangelización misionera, formación, estructura mixta de la Orden, la fórmula de la profesión, etc. Lo más importante ha sido la colaboración en el campo de la formación permanente, la formación de formadores (master de formadores en la PUA, a partir del 2006), y la formación misionera (Bruxelas, a partir del 2005). La Conferencia de la Familia Franciscana se reúne dos o tres veces al año. En los encuentros hemos tratado temas de interés de toda la familia y hemos escrito cuatro cartas conjuntas. La relación con las Hermanas Clarisas y con las Concepcionistas Franciscanas En la relación con las hermanas Clarisas y Concepcionistas contó mucho el apoyo ofrecido tanto del Definitorio general como de la Oficina Pro Monialibus. Entre los medios que he privilegiado para potenciar la relación con nuestras contemplativas se pueden señalar: las cartas escritas cada año en ocasión de la fiesta de santa Clara y de santa Beatriz de Silva, el encuentro con las Federaciones y, en algunas ocasiones con los Monasterios, durante mis visitas a nuestras entidades, y los dos Congresos Internacionales de las Presidentas OSC y OIC en Asís y en Toledo, respectivamente. La asistencia a la OFS La Asistencia espiritual a los Hermanos y Hermanas de la OFS sigue siendo un servicio muy importante que los hermanos estamos llamados a prestar. A nivel general la asistencia la hemos prestado de una forma colegial con las otras obediencias de la Primera Orden y de la TOR. La Conferencia de Asistentes generales ha publicado un manual del Asistente. También, durante mis visitas a nuestras Entidades, no dejé de encontrar a los miembros de la OFS, animándolos a vivir nuestro común DE CAPITULO GENERALI ORDINIS carisma, en medio de la familia, del trabajo y de la sociedad en general. La relación con los otros institutos de la Familia Franciscana Los Institutos de inspiración franciscana y afiliados a la Orden son más de 400. En este sexenio, se sumaron otros 10. Esto indica la vitalidad y la actualidad del carisma franciscano. Para mantener la comunión en ellos, se han realizado diversos encuentros con las Superioras generales y con sus consejos, y, con ocasión de la celebración del VIII Centenario, se tuvo un encuentro con las Superioras generales de los Institutos femeninos. La colaboración de los Institutos se hace presente, especialmente, en los territorios donde comparten la evangelización, los proyectos sociales y, sobre todo, las misiones con los hermanos. Con visión de futuro La colaboración con la Conferencia de Ministros generales y de la Familia Franciscana Es necesario buscar nuevos causes de colaboración. Además de la colaboración en la formación de formadores y de misioneros, sería importante crear algunas Fraternidades interobedienciales con proyectos de misión bien concretos. La colaboración con las Clarisas y con las Concepcionistas franciscanas La comunión carismática con las Clarisas y Concepcionistas tiene que hacerse más visible. Para ello, es importante que se conozca, desde las primeras etapas de la formación, el carisma específico de las Clarisas y de las Concepcionistas. Esto nos ayudará a ofrecerles un mejor servicio en la Asistencia espiritual. Una buena ocasión para la colaboración podría ser la celebración del V Centenario de las Concepcionistas en el 2011 y el VIII de las Clarisas en el 2012. La colaboración con la OFS En algunas regiones, aún persiste la figura del Director de la OFS y no ha entrado la del Asistente espiritual. Para lograr este cambio fundamental, la formación específica de los Asistentes espirituales sigue siendo imprescindible. Del mismo modo, hay que despertar el interés y formar a los hermanos desde las primeras etapas, de tal manera que aprendan a valorar la vivencia del carisma en el mundo secular. 209 La colaboración con los Institutos de inspiración franciscana Nuestra labor evangelizadora necesita de la estrecha colaboración de los miembros de otros Institutos de inspiración franciscana, en todos sus niveles: local, provincial y general. Una Fraternidad que está al servicio de la Iglesia y en relación con la vida consagrada El carisma franciscano está al servicio de la Iglesia y en estrecha relación con la vida consagrada. Relación con la Santa Sede En este apartado deseo sólo dejar constancia de las buenas relaciones con la Santa Sede. Éstas se pusieron de manifiesto en los encuentros que mantuve con Juan Pablo II y Benedicto XVI, con la Secretaría de Estado y con los distintos Dicasterios, particularmente con la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y de Vida Consagrada, de las que formo parte, y con las que colaboré activamente. En todos estos encuentros siempre encontré muy buena acogida, comprensión ante situaciones difíciles, y un gran aprecio por la Orden y la labor de los hermanos. Participación en la vida de la Iglesia He participado en los Sínodos sobre la Eucaristía (2006) y la Palabra de Dios (2008), como también en la V Conferencia general del Episcopado Latinoamericano y el Caribe, en Aparecida (2007). Estas oportunidades me permitieron conocer de cerca el pulso de la vida de la Iglesia y hacer presente la Orden en estos acontecimientos eclesiales. Relación con la vida Consagrada Mi participación en las dos Asambleas anuales de la Unión de Superiores Generales y el formar parte del Comité Operativo de la misma me ayudó a conocer mejor la situación de la vida consagrada, principalmente masculina. En todos los Institutos, encontramos una problemática común que nos desafía a encontrar respuestas comunes. Nuestro proyecto La Gracia de los orígenes, también, ha sido una fuente de inspiración para muchos de ellos. De cara al futuro Es necesario que se continúe y se refuerce este tipo de relaciones tanto con la Iglesia 210 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 como con la Vida consagrada. Es una manera muy práctica de darnos a conocer más allá de nuestra propia familia y compartir el camino. Una Fraternidad llamada a la santidad La llamada a la santidad es la primera y la última razón de nuestra forma de vida. La decisión de seguir a Jesús más de cerca nos pone en el camino de la santidad. La historia de nuestra Orden y de la Familia franciscana es una historia de santidad. Somos hijos y hermanos de santos, como bien se puede ver en la edición del Santoral franciscano que ha publicado la Postulación recientemente. Nuestra Postulación general lleva adelante 217 causas. En este sexenio hemos tenido cuatro canonizaciones, 38 beatificaciones, 15 reconocimientos de virtudes heroicas, y se iniciaron 38 causas de beatificación. Con visión de futuro La santidad es la medida de nuestra vida y el resultado más elocuente de la formación permanente y de la actividad pastoral. Por eso, cada día debemos dejarnos fascinar por la belleza de Dios, soñar y construir nuestro futuro con la fantasía de los santos. La Orden, por tanto, a través de la Postulación, debe continuar promoviendo las causas de beatificación y de canonización, particularmente de aquellas cuyos ejemplos puedan ser más significativos hoy en día. 2. Minoridad, pobreza y solidaridad Minoridad, pobreza y solidaridad no son simples opciones sociológicas. Estas dimensiones de nuestro carisma nacen de la contemplación de la kénosis de Cristo. Cristo es el paradigma de minoridad, de pobreza y de solidaridad, manifestadas, de una manera especial, en la encarnación y en la eucaristía. Francisco entró por el camino de la pobreza el día en que quiso seguir las huellas de su Señor y configurarse con Él. La minoridad nos lleva a “descalzarnos” ante el misterio del otro; y la pobreza y la solidaridad a la comunión con los excluidos. La minoridad nos pone en una actitud de servicio ante toda humana criatura; la pobreza nos libera de toda posesión y se transforma en acogida y fraternidad; y la solidaridad nos conduce a compartir con los demás los dones del Señor y a darnos entera y gratuitamente. Estos valores, con el espíritu de oración y devoción, la fraternidad y la misión, configuran nuestra identidad. Es muy difícil contar con criterios claros y objetivos para evaluar los niveles de riqueza y pobreza en ambientes tan diversos en que se vive. Sin embargo, es necesario entrar en un serio proceso de discernimiento sobre las formas concretas para vivir esta prioridad de nuestra espiritualidad. Principales actividades Insistencia en: • la necesidad de optar por una vida sobria y esencial, como denuncia profética contra el consumismo, y a sentirse solidarios con los menos favorecidos. • Una gestión económica transparente, austera y solidaria. • Eticidad de las inversiones. • Autonomía financiaria de las entidades. • Creación del Fondo Ético Fraternitas. • Creación del fondo de solidaridad. Signos de esperanza El éxodo del centro a la periferia. Muchas Entidades se han situado en los lugares de frontera. Cada vez son más los hermanos que desean vivamente ir más allá de sus fronteras, estar más cerca de la gente, descender más abajo para ponerse al nivel de los necesitados e ir más adentro en la compasión de Dios por sus hijos. Muchas Fraternidades han reorganizado los espacios físicos y los han destinado al servicio de los más pobres o de obras sociales como: comedores, albergues, escuelas, etc. Es muy alentador constatar que muchos hermanos viven en Fraternidades insertas en ambientes muy pobres donde comparten las condiciones de vida de la gente pobre. Aumentan los proyectos llevados por hermanos en favor de los sin tierra, de los indígenas, de los emigrantes etc, y de lucha contra la lepra, el SIDA y la droga. En algunos lugares, encontramos a hermanos que trabajan con personas que viven nuevas formas de pobreza. Se trata no de la carencia de bienes materiales, de seguridad o salud, sino de la pobreza relacional: marginación, soledad... Este tipo de solidaridad lleva a poner el acento no sólo en la pobreza, sino principalmente en el pobre como tal. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Con el deseo de acercarse más a la condición de los últimos, algunas Entidades están favoreciendo la creación o el fortalecimiento de la misión itinerante. No menos importante es la opción de muchos hermanos por una vida sobria y esencial, sencilla y modesta, pero bella. Esta opción está motivada por la radicalidad evangélica y la solidaridad con aquellos que, por falta de medios, se ven obligados a ello. El valor del trabajo, en todas sus expresiones (intelectual, doméstica, pastoral, etc.), igual que el trabajo manual, es una profunda convicción en la vida de muchos hermanos. La colaboración entre entidades y, también, con los laicos, la familia franciscana y la Iglesia local es una expresión de minoridad y pobreza. Cada vez crece más la conciencia de que no somos autosuficientes, sino que nos necesitamos recíprocamente. La gestión administrativa, en varias Entidades, se ha centralizado de una manera profesional. Esto ha ayudado a crecer en transparencia, fraternidad y solidaridad. En muchas entidades también se ha creado el fondo económico común, y en otras, se ha comenzado a reflexionar sobre el auto-sustentamiento, la eticidad de las inversiones… Llamadas a la conversión – Nuestra posición social y económica sigue siendo de clase media/ alta. – Nuestro estilo de vida está rodeado de muchas seguridades económicas y, en estas condiciones, el consumismo y el aburguesamiento ha entrado entre nosotros. – La búsqueda del prestigio social, las luchas por el poder y las divisiones existentes entre los hermanos ponen en tela de juicio nuestra minoridad, pobreza y solidaridad. – La apropiación del trabajo, de obras y lugares por parte de algunos hermanos no deja de preocuparnos. – Siguen dándose algunos abusos, tales como: economías personales, uso indebido del dinero, especulaciones económicas, y falta de transparencia en la contabilidad. También se constatan desigualdades económicas entre los hermanos, generándose a veces verdaderas injusticias entre nosotros. – No siempre nos sentimos responsables de lo que usamos o tenemos, empezando por los lugares donde habitamos. 211 Con visión de futuro – Ante la lógica de mercado y de consumo, si queremos mantener la dimensión profética de nuestra vida, se impone: vigilancia personal e institucional, actitud crítica ante la lógica de mercado y de consumo; ascesis de vida como forma de libertad y de responsabilidad, discernimiento entre lo esencial y necesario de lo que es accidental, compromiso constante de desinstalación y desapropiación, para mantenernos cercanos a los pequeños. – Prestar atención a no caer en la tentación de hacer literatura edificante, que ofende a los pobres y deja indiferentes a nuestros contemporáneos. La pobreza debe cambiar nuestra manera de vivir, ha de poner en discusión el lugar en donde estamos y cuestionar las estructuras injustas de la sociedad. – La minoridad, pobreza y solidaridad no son simples opciones sociológicas a favor de una clase social determinada, ni un modo de contestación a la sociedad, o un acto de ascetismo, sino, ante todo, una manera de seguir a Cristo, con implicaciones interiores (total vaciamiento) y con manifestaciones económicas y sociológicas muy concretas. Se hace necesaria una evaluación y un discernimiento de nuestra forma de vida y de nuestras opciones prácticas, de tal manera que podamos ser menores entre los menores de la tierra. – Es importante ahondar en la comprensión de lo que comporta la profesión de vivir sin propio, tanto desde el punto teológico como jurídico. El vivir sin propio tiene sus implicaciones muy concretas en relación con Dios, con los hermanos y con las cosas: con Dios, nos lleva a sentirnos menores y a reconocerlo como el Sumo Bien; con las personas, a ponernos en un movimiento de interdependencia y de solidaridad; y con las cosas, a evitar tanto la acumulación como el despilfarro. – La minoridad, la pobreza y la solidaridad están íntimamente unidas a la reciprocidad, a la responsabilidad y a la libertad. Sin la reciprocidad, la solidaridad crearía dependencias. Sin la responsabilidad, la minoridad, la pobreza y la solidaridad serían puras ideología y tan solo generarían infantilismos. Tampoco se puede pensar estos tres elementos sin la libertad, pues esta nos ayuda a liberarnos de cosas superfluas, de ideas que nos esclavizan al pasado, de proyectos 212 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 individuales y, en consecuencia, a mantenernos abiertos a las sorpresas del Señor y de su Espíritu. Es la lógica del don y de la gratuidad la que nos impulsa a vivir sin propio. – Es urgente recuperar el valor de la pobreza evangélica en sus diferentes dimensiones: fraterna, como comunión de bienes entre los hermanos, apostólica, en cuanto testimonio de una vida pobre no sólo individual sino comunitaria; y social, como solidaridad real y efectiva con los pobres. – El trabajo manual, intelectual y apostólico, primera exigencia de la pobreza, tiene que ser visto no sólo como un medio de sustento de los hermanos, sino como una gracia que dignifica a la persona, nos hace colaboradores de la obra del Creador, y nos pone en relación fraterna con los demás, especialmente con los pobres. Es necesario crear o fortalecer la cultura del trabajo desde las primeras etapas de la formación. Sin embargo, el trabajo, por ser una gracia, no puede reemplazar a Dios, la primera prioridad de todo hermano, ni nadie tiene derecho a apropiarse de él. Tampoco se puede valorar a las personas simplemente por el grado de productividad o eficacia laboral. En el campo de la economía, tenemos algunos retos: – El Fondo económico común de las Provincias. El fondo común es sostenido por las aportaciones de las fraternidades y su gestión depende de los distintos lugares y situaciones de las Entidades. Al centralizar la administración, sin lugar a dudas, se gana en transparencia, se evita la dispersión y la acumulación de dinero y, sobre todo, se invierte en servicios que benefician a todos como en formación, salud, estructuras, etc. – Eticidad de inversiones. Es necesario trabajar por una economía basada en los principios éticos del respeto a la dignidad de la persona, de la justicia y de la solidaridad. Es de este modo como podremos salir al paso de una economía de mercado que enriquece a los poderosos en perjuicio de millones de seres humanos que viven en la extrema pobreza. Es importante, por ello, que las Entidades elaboren unas directrices éticas para el uso responsable de los medios. – Acumulación de bienes. La acumulación de bienes demuestra la poca confianza en la Providencia y, por lo mismo, deja en claro que nuestro corazón no está vuelto al Señor. Sin embargo, entre la acumulación y la desprotección total se debe buscar un término medio que se puede consentir también a los pobres. – Fondo económico para las Casas dependientes del Ministro general. El Capítulo general del 2003 indicó que todas las Entidades de la Orden introduzcan en sus contabilidades un fondo para sostener las Casas dependientes del Ministro general. Hasta el presente, son muy pocas las que lo han hecho. A esto se debe añadir el 1% de todas las ventas de las propiedades, cantidad que no todas las Entidades lo han entregado. Sería conveniente que el Capítulo general aumentara al 2%. – Reorganización de la Oficina para el Desarrollo (FR) de la Curia general. 3. Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) El compromiso por la JPIC constituye el ADN de nuestra espiritualidad. Esta convicción se plasmó en el último Capítulo general 2003 cuando se colocó entre los elementos fundamentales de nuestra vida radicalmente evangélica (cf. CCGG 1, 2). En una sociedad donde son evidentes las escandalosas injusticias, los hermanos estamos llamados a proclamar, con la vida y la palabra, los derechos de los más desfavorecidos. En un mundo marcado por la violencia, el anuncio de la paz y la reconciliación sigue siendo una de las tareas imprescindibles que tenemos como Hermanos Menores. Un compromiso que nos lleva a buscar los medios no violentos para resolver los conflictos, tanto internos como externos, en sus diversas dimensiones: social, económico, político, religioso, etc. En las circunstancias actuales, donde el equilibrio ecológico y la creación están seriamente amenazados, los hermanos estamos invitados a trabajar, a la luz de nuestra concepción franciscana, para que la relación naturaleza-hombre-sociedad-técnica-política y economía esté regulada por principios de solidaridad, de justicia y de defensa de los valores y de los recursos de nuestra madre tierra. Actividades principales – El fortalecimiento de la Oficina JPIC dotándola de personal y de medios adecuados. – La institución del Curso sobre JPIC en la DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Pontificia Universidad Antonianum. – El nombramiento de un Definidor link para mantener el diálogo con la Oficina JPIC. – Publicación del subsidio: Peregrinos y extranjeros en este mundo, y de otro materiales: Un nuevo mundo es posible, Actas del II Congreso: Abrazando a los excluidos de hoy, Orientaciones para la animación JPIC… – La promoción del seminario sobre el Amazonas, a través de la SGE, que reflexionó sobre nuestra aportación para mantener el equilibrio ecológico en aquella región. – La realización del II Congreso Internacional, en Uberlandia, en coordinación con la Oficina de JPIC Roma. Signos de esperanza En los últimos años, se ha mejorado la comprensión del papel de JPIC en la Orden. Se está superando la idea que ligaba estos valores a actividades estrictamente sociales y políticas; y que, además, era tan solo para unos pocos hermanos. La nueva comprensión, en cambio, parte de la consideración de que JPIC son valores transversales de la espiritualidad cristiana y franciscana y, por tanto, son parte de la vida y de la misión de cada hermano menor. Cada día, crece la necesidad de una más clara formación en los valores de JPIC, tarea que se debe realizar en colaboración con la SGFE y la SGE. Constatamos, con mucha esperanza, la variedad de iniciativas que se desarrollan en la Orden a favor de los sectores más necesitados. Asimismo, percibimos el crecimiento de la sensibilidad ecológica en la vida ordinaria de muchas Fraternidades. La colaboración Interfranciscana cada vez es más evidente. Esto se manifiesta en la organización de Comisiones, en la creación de oficinas internacionales, en el trabajo de los Directores de JPIC de las Curias generales de la Familia franciscana, en la relación con Franciscans International, etc. Llamadas a la Conversión En algunas Entidades, ya sea por falta de convicción o de personal, todavía no se nombra al Animador de JPIC; o, si se hace, es puramente formal. Menos frecuente es la conformación de una comisión o de consejo, como indica nuestra legislación. Los valores de JPIC todavía no se han logrado integrar suficientemente en los procesos 213 formativos y de evangelización y, como consecuencia, en la vida y misión de los hermanos. Existe muy poco conocimiento de la doctrina social de la Iglesia y una escasa formación social de los hermanos. Esto nos impide conocer mejor la realidad del mundo en que vivimos, con lo cual fácilmente podemos olvidamos de la promoción de los valores de JPIC en la evangelización y quedarnos tan solo en una práctica asistencial. En el anuncio del evangelio no podemos prescindir de la dimensión social y política. El conocimiento y la práctica de los métodos para la resolución de los conflictos siguen siendo una tarea de primer orden, como también el compromiso personal y fraterno por la ecología. No podemos separar la relación de los problemas ecológicos con los problemas del desarrollo y de la justicia, de la relación entre ecología y pobreza, entre consumismo y deterioro ecológico. Con visión de futuro Si la paz y la reconciliación que ofrecemos a los demás provienen de la experiencia de perdón y misericordia, entonces, estamos llamados a vivir pacificados y reconciliados con nosotros mismos, con Dios y con los demás. Esto implica trabajar en la resolución de conflictos que puedan darse en nuestras relaciones fraternas. Del mismo modo, estamos llamados a eliminar cualquier tipo de injusticia, ya sea económica o formativa, que pueda estar presente entre los hermanos, pues sólo así nuestro mensaje de justicia, paz y reconciliación será creíble. No se trata de predicar o enseñar, sino sobre todo de ser testigos de estos valores. También estamos llamados a construir la Fraternidad, en la que los hermanos compartan los bienes y el trabajo, donde se rehúse el poder, se asuma una actitud de servicio, y se opte por un estilo de vida más cercano a los pobres y oprimidos, sin que por ello se identifiquen con corrientes políticas determinadas. Nuestro compromiso por JPIC pasa necesariamente por la conversión personal y fraterna. La formación, tanto inicial como permanente, en los valores de JPIC, es una exigencia ineludible. Una formación no solo teórica, sino también práctica; por ello, es importante programar y acompañar a los hermanos en las diversas experiencias de perdón, de reconciliación y de justicia, tomando como referencia las valiosas orientaciones del subsidio Peregrinos y extranjeros en este mundo. 214 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Para que nuestra participación en los problemas sociales y políticos sea fecunda y evangélica, necesitamos también de una información y formación seria, de tal manera que evitemos los arrebatos emocionales, los juicios precipitados, las declaraciones irresponsables y, a la vez, contemos con unos criterios sólidos para un análisis más objetivo de las situaciones. Como una aportación para la formación en los valores de JPIC, es necesario que se continúe con el curso de la PUA y con los encuentros programados por la Oficina JPIC Roma en los distintos Continentes y Conferencias. Considero muy oportuno que se retomen para el próximo sexenio las cuatro líneas aprobadas por el Capitulo 2003: promover la justicia ambiental, promover la resolución de conflictos, prestar particular atención a los excluidos de la sociedad y considerar y promover la eticidad de los recursos económicos y ambientales. Tercera Parte 1. Evangelización – Misión Enviados a proclamar el Evangelio La Iglesia nace y vive para la misión. La misión evangelizadora tendrá que responder a dos fenómenos: a) al desconocimiento de Cristo en una gran parte de la humanidad; y b) al crecimiento del ateismo práctico y teórico. A esto se añade la presencia de mucha gente bautizada pero muy poco evangelizada, con una fe frágil y vacilante e indiferente al evangelio. Se necesitan misioneros para llevar el Evangelio allí donde no conocen a Cristo, y misioneros que promuevan una verdadera evangelización entre los bautizados. La misión evangelizadora se realiza hacia dentro de la comunidad cristiana, para renovar el primer amor, y hacia fuera de ella: a todos los pueblos (ad gentes). Estas dos modalidades, se complementan. Francisco y sus primeros compañeros desde el inicio intuyeron estas dos formas de misión. Nuestra Regla, contiene un capítulo sobre la predicación (2R 9) y otro sobre la misión ad gentes (2R 12). Francisco, además, encuentra modalidades bien concretas: la gratuidad y la itinerancia, en fraternidad y en términos de encuentro, relaciones interpersonales, de reconciliación y de paz. La Orden llamada y enviada a evangelizar a los de cerca y a los de lejos, a los bautizados y a los no bautizados, ad intra y ad gentes. Reestructuración del Secretariado general Con las decisiones capitulares del 2003, la Secretaría general de misiones pasó a llamarse Secretaría general para la evangelización (SGE). Se nombró un Secretario general y un Moderador general para las misiones (ad gentes). Desde el inicio, se vio importante ubicar el servicio para el Diálogo dentro de este Secretariado; y, más tarde, se designó también un Animador de la Pastoral educativa. Evangelización ordinaria Principales actividades Se organizaron dos seminarios sobre nuevas formas de evangelización, con indicaciones para que la Orden reencuentre la belleza de evangelizar y descubra nuevos métodos para anunciar el Evangelio en un mundo secularizado. En este contexto, se erigió la Fraternidad internacional de Palestrina, como ya lo mencionamos. Un espacio muy significativo de evangelización sigue siendo la parroquia. Como fruto de esta atención, se publicó el subsidio: Enviados a evangelizar en fraternidad y minoridad en las parroquias, que ofrece los elementos esenciales para elaborar un Proyecto pastoral parroquial en clave franciscana. La SGE organizó una serie de encuentros y congresos en las distintas Entidades y Conferencias de la Orden. El principal fue el I Congreso Internacional Franciscano en Argentina. Del mismo modo, dinamizó y coordinó los encuentros del Consejo Internacional para la Evangelización y los del Comité de animación. No menos importantes han sido las visitas a las Entidades y el acompañamiento a los Secretarios provinciales para la evangelización. Signos de esperanza Creció la conciencia de que formamos parte de una fraternidad en misión. La certeza de que la misión evangelizadora es nuestra razón de ser nos ha llevado a renovar las formas y los métodos tradicionales de evangelización y también a buscar otras formas según las exigencias actuales. Como ejemplos de renovación de las formas tradicionales de evangelización, podemos citar: las misiones populares con un nuevo estilo y contenido, la pastoral de los santuarios con servicios alternativos (como la escucha), la pastoral parroquial confiada no a un hermano sino a la fraternidad y la pastoral de la salud DE CAPITULO GENERALI ORDINIS y la pastoral carcelaria que acompañan a personas en situaciones muy difíciles. En cuanto a las nuevas formas de evangelización, se destacan el uso de los medios de comunicación como: la televisión, la radio, el internet, etc.; y la pastoral del turismo, que se realiza tanto en nuestras estructuras como en las de la Diócesis. Presencia de los hermanos en zonas marginales y olvidadas; lugares donde, generalmente, se encuentran los leprosos, drogadictos, desplazados, enfermos de sida… También hay muchos hermanos que arriesgan su vida con valentía y osadía evangélica en situaciones de violencia y de extrema pobreza. Llamadas a la conversión Nuestra evangelización requiere de una profunda renovación en sus contenidos, formas y métodos si queremos responder a las exigencias actuales. La pastoral meramente de conservación o mantenimiento todavía es muy fuerte en la Orden. Es necesario repensar y relanzar con fidelidad y audacia nuestra misión evangelizadora en las nuevas circunstancias, abandonando, si es necesario, estructuras caducas que ya no favorecen la transmisión de la fe. Nuestra evangelización sigue siendo demasiado clerical y, por lo mismo, deja muy poco espacio a los fieles laicos. Es urgente, por tanto, abrirse a ellos, valorar su presencia y participación y confiarles ministerios y responsabilidades en la Iglesia. Este principio es válido también para los hermanos laicos de nuestra Fraternidad. Con visión de futuro La misión evangelizadora, en este tercer milenio, se caracteriza como nueva evangelización. Es urgente una lectura atenta de los signos de los tiempos y lugares si queremos descubrir o crear nuevas formas y métodos de evangelización. Nuestra condición de itinerantes, además, nos lleva a mantener una actitud de constante desinstalación para permanecer abiertos a lo que el Señor puede inspirar o desafiarnos en cada momento. Necesitamos creatividad y audacia misionera para responder a esta época posmoderna y poscristiana. Sólo de este modo lograremos que el evangelio penetre en nuestra cultura con un mensaje comunicativo, transparente, eficaz y, por tanto, contagioso. Es necesario pasar de una pastoral de conservación a una pastoral misionera. Este nue- 215 vo ímpetu misionero nos ayudará a abandonar una vida instalada en la comodidad, en el estancamiento y en la tibieza. La revisión de nuestro estilo de vida y misión implica algunos aspectos muy concretos: Dejarse evangelizar. No basta anunciar a los otros el evangelio, es necesario ser uno mismo evangelizado hasta transformarnos en buena noticia. Esto se logra si somos alcanzados, transformados y motivados por el Evangelio. Por eso, más que anunciar el evangelio, hay que confesarlo con la vida. Dar calidad al mensaje. Esta calidad comporta la presencia de signos vivos y transparentes que manifiesten la presencia del Señor que interpela las conciencias. Se necesitan testimonios vivos de caridad, de un amor vivido en la radicalidad del evangelio. Dar calidad al mensaje, también, significa partir de Jesús como centro y meta de la evangelización. Abrirse a nuevos areópagos. La presencia, cada vez más visible, de grupos descristianizados o al menos poco evangelizados, así como los cambios rápidos y profundos han creado nuevos espacios sociales y culturales, otros areópagos, a los que se debe ofrecer nuevamente el mensaje liberador del evangelio. Esto nos lleva a descubrir o inventar un lenguaje adecuado, comprensible (cf. Hch 17, 2-31). Entre estos nuevos espacios, están “el compromiso por la paz, el desarrollo y la liberación de los pueblos”, los derechos humanos, la promoción de la mujer, la salvaguarda de la creación. Es urgente, por lo mismo, discernir y acercarse a ellos no como propietarios, sino como fermento y levadura. Formarse adecuadamente. La misión evangelizadora exige una preparación sólida y adecuada a cada circunstancia, más aún tratándose de los nuevos areópagos, si queremos ser interlocutores idóneos, capaces de llevar adelante un diálogo fecundo con las nuevas realidades, especialmente con las que están ubicadas en zonas de frontera. Inculturar el Evangelio. Aún cuando ningún modelo cultural puede aprisionar el Evangelio, pues no se identifica con ninguna cultura, sin embargo el Evangelio debe encarnarse en la historia y en las diversas culturas de todos los tiempos, si las quiere penetrar y transformar. Esta tarea implica: la escucha respetuosa a los demás; el estudio serio y atento que ayude a percibir las semillas del Verbo en las culturas y en las otras religiones; el reconocimiento del otro en su identidad sin pretender reducirlo a 216 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 nosotros mismos. Una verdadera inculturación del evangelio, por tanto, sólo se da dentro de un diálogo honesto y crítico con las diversas culturas. Dialogar con la cultura del fragmento. Para este diálogo se ha de tener una visión positiva del mundo, más aún amarlo, mirarlo con el corazón. Ello nos permitirá abrirnos y captar lo bueno de esta nueva realidad, sin ser ingenuos. Es necesario un discernimiento que nos permita descubrir la presencia de Dios y distinguir lo esencial de lo secundario y lo irrenunciable de lo negociable en nuestra cultura. La fuga mundi, en este sentido, no es huída y abandono de la familia, sino entrada en su seno pero como denuncia y rechazo de las idolatrías hoy en boga. Ir por el mundo como “peregrinos y extranjeros”. Ahí podremos descubrir sus necesidades y limitaciones y anunciarles el Evangelio de la liberación (cf. Lc 4, 18-19). Hemos sido llamados a llevar el Evangelio a la periferia, al desierto y a los lugares de frontera, y allí asumir la defensa y la promoción de la vida y el respeto de la naturaleza, denunciando la presencia del pecado personal y social. Nada humano escapa a la mirada de la fe y, por tanto, nada es ajeno a nuestra labor evangelizadora. Elaborar un proyecto de evangelización, un proyecto no sólo personal, sino fraterno, elaborado en clave franciscana, en fraternidad y minoridad. Un proyecto en el que se prime el espíritu de oración y devoción, pues éste es la condición básica e irremplazable para ser discípulo y misionero. Unir Evangelio y promoción humana. Entre evangelización y promoción humana existen lazos muy fuertes (cf. EN). La evangelización, por tanto, no debe olvidar las cuestiones que atañen a la justicia, la liberación, el desarrollo y la paz del mundo. Renovar el lenguaje. Es necesario buscar nuevos lenguajes y mediaciones que sean capaces de mostrar la belleza de la Buena Nueva. Un lenguaje más cercano a la vida, más humilde y menos rotundo (abierto a la pregunta, a la sugerencia), más sapiencial, más imaginativo y creativo. Evangelización ad Gentes La misión ad gentes forma parte de nuestro carisma desde su inicio. Por eso, en este momento histórico, también estamos llamados a relanzarla, ya sea para anunciar a Jesús por primera vez o para reforzar algunas presencias en donde la fe aún es frágil. Este es el camino para implantar tanto la Iglesia como la Orden. Principales actividades – La publicación de subsidios e instrumentos de animación. – Visitas a las entidades y Conferencias por parte del Moderador de misiones. – La formación de los nuevos misioneros, con la colaboración de OFMConv y OFMCap, y la formación permanente de los que ya se encuentran en los Proyectos. Desde el 2003 hasta la fecha, hemos preparado a 38 misioneros. – Dos encuentros con los Vicariatos, Prefecturas y Prelaturas Apostólicas. – Un Simposio internacional sobre el diálogo interétnico y reconciliación. – Primer capítulo espiritual para los hermanos chinos. – La colaboración con personal y recursos económicos a los Proyectos misioneros que dependen de las Provincias o de los Vicariatos Apostólicos. Signos de vida La apertura de nuevas fundaciones misioneras: Miamar y Sudán. También se ha apoyado a fundaciones que dependen de las Provincias, como Burkina Faso y Namibia. La refundación de algunos proyectos misioneros: Rusia/ Kazakhstan y Tailandia. En ambos proyectos, se ha reforzado el personal, y la formación de vocaciones nativas. El mejoramiento del contacto con los hermanos de China. I Capítulo con ellos. El despertar del ardor misionero. En este sexenio el Ministro general ha concedido la obediencia a 99 hermanos, de los cuales 36 han ido a la misión de Tierra Santa. Llamadas a la conversión La falta de conciencia misionera, lo que lleva a la escasez de personal para los proyectos misioneros de la Orden. La mayor parte de las vocaciones aún vienen de las provincias más ancianas y, a veces, con pocos recursos. La falta de solidaridad económica con los Proyectos misioneros de la Orden. El mayor ingreso que recibe la Secretaría general para la Evangelización es el que proviene del 6% de las misiones de las Provincias y Custodias, lo cual no siempre se cumple y, en consecuencia, genera grandes dificultades para ayudar a los misioneros. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Con visión de futuro Relanzar el proyecto misionero de la Orden. Una nueva conciencia misionera será motivo de renovación y de esperanza para el futuro de todas las entidades. El ardor misionero nos ayudará a dejar atrás el cansancio, la rutina, la resignación, el miedo y el pesimismo. Necesitamos lucidez, audacia y pasión para salir, cruzar fronteras y anunciar la Buena Noticia. Es de este modo como nuestra Orden permanecerá siempre joven. Es de suma importancia la formación de discípulos y misioneros. Una formación que lleve a la convicción que lo mejor que puede ocurrir en la vida es encontrarse con Jesús, y que el mejor regalo que se puede ofrecer a los demás es darlo a conocer. La revisión de las estructuras formativas, por consiguiente, es un imperativo impostergable. Unas estructuras que creen un humus misionero, un ambiente de exigencia y de cierta austeridad, teniendo en cuenta que el bienestar exagerado es el primer enemigo de la misión ad gentes. En el proceso de redimensionamiento de las presencias, es necesario que la misión ad gentes sea uno de los criterios fundamentales para el discernimiento. Necesitamos una renovación de estructuras que suscite mística y pasión y que, también, ayude a mantener los actuales Proyectos de la Orden y a abrir otros. Es conveniente que clarifiquemos el lugar que ocupa la misión ad gentes en la tarea evangelizadora de la Iglesia y de la Orden. Pues siempre existe el riesgo de que la misión ad gentes pierda atractivo y sentido si afirmamos sin más que toda forma de evangelización es ya misión y que todo lugar es tierra de misión. Lógicamente, esta aseveración no conlleva la negación de lo anterior, pero necesita de precisión. El afianzamento y la apertura de presencias misioneras en los territorios prometedores siguen siendo una tarea actual imprescindible. En este sentido, África y Asia nos lanzan nuevamente otros desafíos. 217 Principales actividades Reorganización del SD, de tal modo que una sola comisión se encargase del diálogo ecuménico, interreligioso y cultural. La elaboración de subsidios formativos y otras publicaciones. Las visitas a diversos patriarcados y a exponentes de otras religiones. Su objeto principal fue cultivar las buenas relaciones y llegar a una colaboración ecuménica e interreligiosa. La realización de seminarios sobre ecumenismo y diálogo interreligioso. La erección canónica de la Fraternidad en Estambul con el objetivo de llevar adelante el diálogo ecuménico con la Iglesia Ortodoxa y el diálogo interreligioso con el Islam. Signos de esperanza Hay muchas iniciativas de diálogo en sus tres direcciones: ecuménico, interreligioso y cultural. El diálogo de la vida que se lleva en los distintos países: Tierra Santa, Marruecos, Indonesia, Pakistán, Egipto, India, Rusia y Japón, donde los católicos somos minorías. Curso sobre el diálogo organizado cada año por la fraternidad de Estambul. Formación ecuménica llevada a cabo por el Instituto ecuménico de Venecia, afiliado a la PUA. 2. El Servicio para el Diálogo (=SD) Llamadas a la conversión El diálogo ecuménico en la Orden nació orientado casi exclusivamente al mundo ortodoxo. Es importante abrirse a otras iglesias como la luterana y la anglicana. Son pocos los hermanos que se ocupan de actividades de tipo ecuménico o interreligiosas. En varias Conferencias y entidades persisten dificultades que impiden la creación de estructuras para el diálogo. El Gobierno general debe definir mejor los objetivos y las competencias del SD. El diálogo con la cultura también es una preocupación. Da la impresión de que nos estamos encerrando cada vez más. Esta actitud puede ser un signo de nuestra escasa formación intelectual. El nuevo nombre de la evangelización es el diálogo. A la luz de la espiritualidad franciscana, el diálogo se transforma en un empeño de fidelidad y responsabilidad y en un método de misión. Con visión de futuro Veo necesario crecer en la cultura y espiritualidad del diálogo; formarnos y formar específicamente a algunos hermanos para que puedan trabajar en dicha dimensión. Veo ur- 218 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 gente involucrarnos en el diálogo con las culturas y con la cultura. Es imprescindible que el Evangelio se encarne en la multiplicidad de culturas teniendo presente sus lenguajes, concepciones, símbolos y tradiciones religiosas, y en la cultura actual. Para que nuestro diálogo con la cultura sea fecundo, estamos llamados a recuperar con espíritu crítico nuestro patrimonio filosófico, teológico, místico y artístico y a actualizarlo en las circunstancias concretas en las que vivimos. 3. Nuestros centros educativos al servicio de la misión evangelizadora La educación forma parte de la misión evangelizadora de la Iglesia. En la actualidad, es uno de los areópagos modernos más importantes para la transmisión de los valores evangélicos y franciscanos. Si bien nuestra Orden no tiene como finalidad primera la educación; sin embargo, posee una presencia muy significativa en este campo: en la actualidad, cuenta con 794 Centros. La educación, igualmente, es un espacio privilegiado de encuentro y diálogo ecuménico e interreligioso; y, también, un ámbito de diálogo con la ciencia y la tecnología. En este camino, hay que obrar con pasión, lucidez y sabiduría. Nuestros Centros educativos están llamados, por lo mismo, a desarrollar una formación inspirada e impregnada por el espíritu evangélico. El Proyecto educativo, desde esta perspectiva, debe armonizar lo divino y lo humano, el Evangelio y la cultura, la fe y la vida. La Comunidad educativa, por su parte, ha de sentirse verdaderamente misionera; y, de este modo, esforzarse por iluminar con la fe todos los aspectos de la educación, confirmando y elevando los valores humanos. Actividades principales La realización de tres Congresos continentales: Argentina (Córdoba, 2006), España (Córdoba, 2007) y Perú (Cusco, 2008). En cada uno de ellos, se contó con la participación activa de religiosos/ as y laicos/ as. La publicación del subsidio: Id y enseñad. Directrices generales para la educación franciscana (2009). En él se delinean los desafíos actuales, la antropología y pedagogía franciscana, los Agentes de la educación y las mediaciones educativas. Es importante destacar la participación del Definitorio general y de varios peritos en el acompañamiento a las Entidades que poseen Centros educativos; y, también, en las actividades educativas mencionadas. Signos de esperanza Una mayor conciencia sobre el valor de la educación dentro de la tarea evangelizadora, tanto en los Directores de los Centros educativos como en los hermanos que se dedican a la docencia. La elaboración del Proyecto educativo para los Centros educativos en clave cristiana y franciscana, tanto a nivel de Entidades como de Conferencias. La estrecha colaboración de los hermanos con la Comunidad educativa (docentes, administrativos, estudiantes y padres de familia). Esta colaboración implica la participación de los laicos en nuestra espiritualidad y, por tanto, en la misión evangelizadora de la Iglesia. La formación permanente de los educadores. Esta tarea, de la cual depende el presente y el futuro de nuestros Centros educativos, ha sido asumida con responsabilidad por sus respectivos Directores. Llamadas a la conversión La educación, en muchos casos, aún no es vista como un verdadero ministerio pastoral. Con frecuencia, a los que trabajan en esos campos se les considera “aparte” del resto de la Entidad y como a personas que gozan de ciertos privilegios. Esta manera de entender, muchas veces, es corroborada por actitudes y acciones de los hermanos educadores. La retención de los ingresos económicos sin justificación alguna por parte de algunos hermanos educadores. La presencia y la participación de los laicos en nuestra misión evangelizadora todavía no es suficientemente valorada. En muchas ocasiones, se los mira como un mal necesario o se piensa que deben realizar ministerios educativos similares a los hermanos. Con visión de futuro En cada uno de los Centros educativos, estamos llamados a revivir con fidelidad, inventiva y audacia el carácter profético de nuestra forma de vida. Para ello, es urgente analizar la situación de cada centro a la luz de nuestro carisma. En esta evaluación se debe tener en DE CAPITULO GENERALI ORDINIS cuenta tres elementos estrechamente unidos entre sí: – Comunidad educativa profética. La Comunidad educativa ha de presentarse como testigo de Dios. Para lo cual, es necesario fomentar una sólida espiritualidad. – Pedagogía profética. El estilo, los métodos y los contenidos deben contribuir a una educación que permita a los estudiantes ser agentes de transformación de la sociedad según los designios de Dios; a recrear formas de vida que llenen de esperanza a las nuevas generaciones; y a formar hombres libres, justos y responsables. – Estructuras proféticas. Las estructuras educativas deben estar al servicio de una causa superior: hacer crecer a los alumnos y profesores humana, social y eclesialmente. Para ello, es importante cuidar no sólo el aspecto académico, sino también las relaciones humanas, los espacios de oración, los tiempos libres, los mensajes que se transmiten, la ubicación social de nuestros Centros, etc. Nuestra educación tiene que ser creativa. Tenemos que apostar por la utopía y la esperanza que queremos llevar la Buena Noticia a los jóvenes de hoy. 219 mación, formación permanente y la integración entre formación inicial y estudios. Tiempos sabáticos. Se realizaron dos tiempos sabáticos: uno en lengua española y otro interobediencial. De la formación que damos y recibimos depende nuestro hoy y nuestro mañana. De la formación depende también la revitalización de la Orden en todas sus dimensiones. Esto hace que la formación permanente e inicial se nos presente como una verdadera prioridad. En autenticidad Crece la conciencia de la importancia de la formación para el presente y el futuro de la Orden. Así lo demuestra la inversión en personas y recursos, el conocimiento de la RFF y la elaboración de la RFF de cada Entidad y de los proyectos de FP, de FI y del CPV. Sin embargo, se hace necesaria una evaluación de todo el proceso. ¿Cómo entender, por ejemplo, que el ardor y la generosidad iniciales por nuestra forma de vida se vaya apagando, especialmente, después de la profesión solemne, hasta llegar a una anemia espiritual, que conduce a muchos a abandonar la Orden o a permanecer en ella pero llenos de frustración, cansancio y resignación? Las respuestas son muchas y variadas. Algunas tienen que ver con la fragilidad de los jóvenes, con la búsqueda insaciable de sensaciones fuertes, que les lleva a saltar de una situación a otra (la cultura del zapping). Otras, también, tienen que ver con la calidad de formación que damos. Una formación para que sea sólida y de calidad tendría que tener los siguientes presupuestos: Cristo, como roca sobre la que todo se apoya; la experiencia de Dios, basada en la oración personal; la vida fraterna, basada en relaciones interpersonales profundas y auténticas; la misión evangelizadora, y el estudio, al cual se debe reservar un tiempo adecuado. Principales actividades Congresos internacionales. Se celebraron dos Congresos: uno para los Maestros de novicios (2004) y otro para los Moderadores de la formación permanente (2007). En ambos se evaluó el camino recorrido y se dieron algunas orientaciones sobre los temas tratados. Master para formadores y cursos para formadores. El master para formadores se ofreció en la PUA. Su carácter interdisciplinario ayuda a crear y desarrollar una visión propiamente franciscana de la formación. Además, en algunas Conferencias se ofrecieron varios cursos para formadores. Consejos internacionales de formación y estudios. En este sexenio, se celebraron tres consejos internacionales sobre: diálogo y for- Omisiones en la formación La falta de una metodología apropiada. En muchas entidades, aún sigue vigente el método seminarístico centrado en la pedagogía objetiva y en la figura del maestro de disciplina, en otras entidades se utiliza la llamada pedagogía subjetiva. La pedagogía objetiva lleva a una formación demasiado rígida, la subjetiva a una formación demasiado ligth. Una verdadera pedagogía tiene que ser provocativo-interpretativa (cf. Lc 24,13). Es una formación más exigente, pero también más humana. La falta de un acompañamiento personalizado. El formador, ante todo, debe sentirse un caminante, un buscador; alguien que acompaña y sostiene, y que es consciente de sus carencias. Pero, a la vez, también debe dejarse 4. Formación y Estudios 220 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 acompañar, sostener y aceptar las carencias de los demás. Se trata entonces de transmitir una experiencia de vida y no tanto una doctrina o una ideología, de ser testigo del seguimiento de Cristo y no sólo maestro. Junto a formadores muy bien motivados y que cuidan su formación, encontramos a otros que aceptan este servicio sin entusiasmo o en plena crisis vocacional. Estas realidades reclaman una preparación adecuada y un serio discernimiento en el momento de nombrarlos. Esto también sirve cuando hay que constituir las fraternidades formativas. Es importante, igualmente, que las casas de formación estén muy cerca de las condiciones reales de la gente, de tal manera que no formemos en ambientes artificiales. La falta de un adecuado acompañamiento a los neo-profesos solemnes. Se hace necesario un serio discernimiento sobre el primer destino de los hermanos. Hay que garantizarles una fraternidad donde se dé un ambiente de familia y de comunicación, y no sobrecargarles de trabajos. Urge ofrecerles un acompañamiento que armonice una adecuada autonomía con la integración en la vida fraterna. La falta de una mirada realista sobre uno mismo, y sobre el contexto en que nos movemos. Es necesario preguntarnos sobre el hoy de Dios en el contexto social, cultural, político, religioso... en que vivimos, para descubrir sus posibilidades y oportunidades. Esto comporta una lectura atenta y crítica de los signos de los tiempos y de los lugares. No debemos ni aceptar todo, ni rechazar todo de una manera acrítica, tampoco se puede espiritualizar todo. Ni Evangelio sin historia, ni historia sin Evangelio. La Iglesia, cuando habla de las grandes fidelidades que deben orientar la vida de los religiosos (al hombre, a Cristo, a la Iglesia, a la Vida religiosa y al propio carisma), pone en primer lugar la fidelidad al hombre. Es en esta primera fidelidad donde crecen y se alimentan las demás fidelidades. La formación, por consiguiente, tiene que ser contextualizada si quiere preparar hermanos para el presente y el futuro. La formación permanente Signos de vida Está creciendo la conciencia sobre la importancia de la FP. Esto se refleja en la organización de actividades y tiempos sabáticos y en la elaboración del Proyecto de FP, teniendo en cuenta los diversos ministerios (guardianes, ecónomos, párrocos) o las edades. También crece la conciencia de la necesidad del acompañamiento a los hermanos en los primeros años luego de la profesión solemne y a los hermanos enfermos y ancianos. Se hace necesario individuar itinerarios adecuados y pensados, de acuerdo con las nuevas situaciones de vida fraterna o pastoral de cada uno de ellos. Llamadas a la conversión Un concepto muy restringido de FP. Muchos hermanos limitan la FP a un mero aggiornamento ministerial o profesional. La ruptura entre FP y FI. Esta situación es una de las principales causas de abandono de la Orden en los primeros años de profesión solemne. El divorcio entre los principios y la realidad concreta como se vive la FP. Decimos, por ejemplo, que la FP es esencial para la renovación personal e institucional, pero no logramos encontrar las mediaciones adecuadas; con tantas actividades, poco o nada cambia nuestra vida. Esto lleva a muchos hermanos a adoptar una actitud de rechazo a la FP. Con visión de futuro Una concepción adecuada de FP. La FP ha de ser integral. Por esta razón, tiene que tocar las dimensiones: humana, espiritual y franciscana. Asimismo debe abarcar cuatro áreas de relaciones: con nosotros mismos, con Dios, con los hermanos y con el mundo. – En la relación con nosotros mismos, la FP tiene que ayudar a conocer mejor las limitaciones y las posibilidades, para poder reconciliarse con la propia historia. – En la relación con Dios, la FP nos debe impulsar a buscar y dedicar tiempos prolongados y constantes para estar con Él en la oración y en la lectura orante de la Palabra. – En la relación con los hermanos, la FP no sólo encuentra en la fraternidad el lugar más propio y natural, sino que tiene también que incidir en ella. Debe, por tanto, favorecer la resolución de conflictos y el desarrollo de una auténtica amistad. – En la relación con el mundo, la FP está llamada a dar calidad a nuestra misión evangelizadora ya sean en los lugares secularizados o en las tierras de misión ad gentes, mediante las herramientas necesarias. Elaboración del Proyecto de FP. Cada entidad, desde su situación concreta, está llamada DE CAPITULO GENERALI ORDINIS a elaborar su Proyecto de FP, en estrecha relación con el Proyecto personal de vida y con el Proyecto fraterno. El Proyecto personal, por su parte, tiene que ser ecológico: debe abarcar los tres aspectos fundamentales de la vida consagrada y franciscana: oración, fraternidad y misión. Un Proyecto que garantice a cada uno el tiempo y el espacio necesarios para no permitir que el activismo desenfrenado lo reduzca a mano de obra barata o, peor aún, que lo deshumanice. Por ello, es importante recordar que lo que realmente nos hace religiosos y consagrados no es lo que hacemos, sino por quién lo hacemos y cómo lo hacemos. La formación inicial Signos de vida Mayor conciencia de la necesidad del acompañamiento espiritual y vocacional personalizado. Mejor atención a la madurez integral de la persona, especialmente en sus aspectos humano, afectivo y relacional. Crece la calidad y el compromiso por el CPV. Aumenta la experiencia del año franciscano para profundizar en los aspectos específicamente del carisma. Se acrecienta la conciencia sobre la importancia de la fraternidad formativa y del papel del Secretariado para la formación y estudios. Se incrementa la colaboración entre las entidades, especialmente en la etapa del noviciado. Se valora la diversidad y pluralidad de modos de formar como expresión de la inculturación. Se da más importancia a la personalización. Llamadas a la conversión En algunas entidades, falta un trabajo en equipo de los formadores. No hay continuidad en las distintas etapas formativas. En diversas Entidades, la formación de los hermanos laicos todavía es un capítulo abierto. En algunas, el camino formativo sigue diferenciado, y en otras, aunque sea único, hay áreas a las que no se presta la suficiente atención, como la formación profesional. Con frecuencia, la FP e la FI es demasiado teórica, olvidando que la formación ha de ser práctica y tocar los “cuatro” centros vitales de 221 la persona: intelecto, corazón, manos y pies. Demasiado automatismo para pasar de una etapa a otra, sin considerar el proceso personal de crecimiento. Muchas veces, se da por descontada la experiencia de fe en el seguimiento de Jesús. Sin embargo, el acompañamiento personalizado nos demuestra que ya no hay lugares protegidos ni santuarios naturales donde se desarrolla la fe. Se está debilitando la profundización del carisma y de la tradición espiritual e intelectual franciscana, ya sea por falta de hermanos preparados, por el reducido número de candidatos o por la falta de Centros de estudios franciscanos. Esto repercute en el sentido de pertenencia a la Orden. El elevado número de abandonos durante el período de la profesión temporal y después de la solemne. Las distintas etapas de Formación Inicial El cuidado pastoral de las vocaciones La propuesta vocacional y el camino de discernimiento deben ser hechos con gran honestidad, sin dejarse llevar ni por “el complejo del número” ni por “la tentación de la eficiencia”. Es necesario buscar siempre la calidad evangélica de vida; y también ayudar a la persona a descifrar lo que Dios quiera de ella. Es importante presentar la vida franciscana con todas sus exigencias, por radicales que puedan parecer o que sean realmente. Cualquier “rebaja”, además, manifiesta un concepto muy bajo de la capacidad de generosidad de los jóvenes de hoy. La propuesta vocacional debe estar respalda por el testimonio de vida. Si lo hacemos sólo con la palabra, se corre el peligro de formar a los candidatos, desde el principio, a la doble vida. Esto nos exige, por tanto, ser coherentes con lo que libremente hemos profesado; y, también, a discernir seriamente en el nombramiento de los hermanos encargados del Cuidado pastoral de las vocaciones. No existe un “delegado de vocaciones”o “fraternidades vocacionales” en sentido estricto. Todos hemos de sentirnos comprometidos en este trabajo que es consecuencia del sentirnos felices de ser lo que somos. Se hace necesario crecer en la responsabilidad que cada uno tiene en el campo de la pastoral vocacional, de modo que podamos decir a los jóvenes: ¡venid y veréis! Esto significa reavivar el ardor de la primera entrega, el gozo de seguir a Cristo, la 222 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 osadía de proponer la forma de vida y la valentía. Es el momento de creer y de volver a lanzar las redes. Con visión de futuro Dada, por una parte, la actualidad del carisma y la fascinación que los jóvenes sienten por Francisco de Asís, y por otra la disminución del número de hermanos, hemos de tomar con seriedad el tema de las vocaciones. Si bien el número no basta para garantizar el presente y el futuro de la Orden, sin embargo, hay que reconocer su importancia. Es urgente formar a hermanos para que trabajen en la Pastoral vocacional. Es imprescindible que la propuesta vocacional contemple la misión ad gentes. El discernimiento de las motivaciones de un candidato exige tiempo y acompañamiento. No podemos quemar etapas ni tampoco dejar que los candidatos decidan por sí solos. El Postulantado, noviciado y profesión temporal En estas etapas de la formación inicial encontramos muchos desafíos. He aquí algunos: Formar en lo esencial. La formación debe apuntar hacia un centro unificador, es decir, a aquellos elementos que constituyan las razones irrenunciables de la vida y misión del Hermano Menor. Formar para la misión. La misión evangelizadora tiene que ser el horizonte del proyecto formativo; un valor transversal que le da unidad, coherencia y gradualidad. El espíritu, la pasión y el entusiasmo misionero deben estar presentes desde el inicio de la formación. Desde esta perspectiva, la misión ad gentes ocupa un lugar privilegiado. Formar en y para la fidelidad creativa. La fidelidad creativa se comprende dentro del contexto de una alianza de amor y amistad con la persona de Jesús. El proceso formativo, por tanto, debe llevar al candidato a descubrir a Jesús como persona y amigo y no como una simple ideología. Formar en y para una opción definitiva de vida. En una cultura del “part time”, y marcada por el relativismo, hemos de formar para la entrega total y definitiva, como respuesta a la fidelidad de Dios. La formación, para salir al paso de esta situación, debe estar fundada sobre tres valores irrenunciables: Una profunda y sólida experiencia de Dios, basada en los sacramentos, la Palabra de Dios y en el amor al pueblo; una real vida fraterna, cimentada en relaciones interpersonales auténticas; y una radicalidad en el seguimiento de Cristo, que pasa por una opción existencial por los más desfavorecidos. La formación de formadores. No es posible seguir improvisando formadores. El abandono de la Orden de muchos de ellos y los cambios frecuentes dentro de una misma etapa siguen preocupando. Necesitamos hermanos que sean capaces de acompañar a los formandos. Esto exige una fuerte experiencia de vida franciscana y que puedan trasmitir la belleza del seguimiento de Jesús, que sean capaces de soñar y hacer soñar a todos los que llegan a nuestras casas, y que tengan una gran pasión por su propia formación. También es necesario tomar conciencia de la necesidad de verdaderas fraternidades formativas. No se puede delegar todo en el formador. Una formación específicamente franciscana. Es un imperativo la formación en valores y actitudes franciscanas, tanto intelectual como existencialmente. La formación franciscana no puede reducirse al año de noviciado ni tampoco al año franciscano durante la profesión temporal. Es importante, por otra parte, dar a conocer la tradición espiritual e intelectual de la Orden. Incrementar la interprovincialidad y la colaboración entre las Entidades. Aún son pocas las Casas comunes de formación. Lo más frecuente es que una Entidad confía a otra la formación de sus formandos. Esto nos indica que la colaboración es más fruto de la necesidad o de la imposibilidad que de la convicción de su bondad. Los estudios En un mundo como el nuestro no es posible evangelizar sin una adecuada formación intelectual. Nos lo demuestran los grandes evangelizadores de nuestra historia: santos y sabios. Principales actividades La publicación de una carta intitulada El sabor de la Palabra. La vocación intelectual del hermano menor (2005). En ella, se propone un itinerario sapiencial para reapropiarse de la vocación intelectual, que permita dialogar, de una manera abierta y sin complejos, con las culturas actuales. La erección de la Fraternidad Fr. Gabriel María Alegra, en el Colegio Internacional de DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Roma, con el fin de favorecer una mejor comprensión del valor de los estudios que realizan los hermanos en las distintas Universidades. Además, esta modalidad propicia un acompañamiento más cercano en el campo de la formación integral. La celebración del Consejo Internacional con el tema: estudios y formación inicial, organizado por la SGFE. Signos de esperanza Sin desconocer la crisis intelectual por la que pasa la Iglesia y la Vida consagrada, asistimos a una renovada sensibilidad y a un mayor compromiso a favor de los estudios. Muchas Entidades y Conferencias están recuperando nuestro patrimonio intelectual y, también, realizan enormes esfuerzos por mantener los Centros de estudio. Es digno de mencionarse el reconocimiento por parte de la Santa Sede de nuestro Pontificio Antonianum como Universidad Pontificia (PUA). Este reconocimiento es fruto del gran esfuerzo realizado por la Orden en el campo intelectual y en la reestructuración de sus programas académicos. Igualmente, es importante el crecimiento, en todos los sentidos, de la Facultad de Biblia y Arqueología de Jerusalén. Es muy significativa la presencia de Universidades (9) y Centros de estudios institucionales de Filosofía y Teología (40) en la Orden. De estos, 12 están afiliados y 2 son agregados a la PUA. Asimismo, se ha iniciado un Master en Teología de la Evangelización (Petrópolis, Brasil). Otro signo de particular importancia es la Federación Internacional de Centros de Estudios Franciscanos, dedicada a la investigación y a la cultura en la Orden. En el campo de las revistas de historia, la revista Archivum Franciscanum Historicum se destaca por su prestigio internacional, cuyo centenario se celebró en el 2008. Existe un notable crecimiento del número de hermanos que han obtenido sus títulos académicos, principalmente en las Universidades Pontificias. La mayor parte de hermanos se especializan en teología, pastoral, pedagogía y sicología. La filosofía, en cambio, se ubica en el último puesto de preferencias; esto puede ser un síntoma de la dificultad de afrontar los riesgos de la reflexión crítica de cuanto existe y de confrontarse con el pensamiento contemporáneo. Hay hermanos que cultivan también 223 el arte de la música y del canto, aunque el de la técnica está descuidado. Muchos hermanos se dedican a la enseñanza en Centros eclesiásticos, pero disminuyen en los Centros estatales. Llamadas a la conversión La formación intelectual, sin embargo, sigue siendo deficiente. A esto se añade el desinterés por la lectura y la escasa renovación de las bibliotecas. Están en peligro algunas beneméritas instituciones, como la Comisión Escotista y del Colegio de Quaracchi de Roma, por falta de candidatos. Necesitamos de hermanos que se dediquen a la investigación de nuestro patrimonio intelectual a tiempo completo. Con visión de futuro Es importante repensar la identidad y la misión académica de los Centros de estudios superiores, teniendo en cuenta las exigencias actuales y el carácter franciscano de los mismos. Asimismo, están llamados a conocer, actualizar y transmitir nuestra tradición filosófica y teológica, como una respuesta a los grandes interrogante de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, Es necesario profundizar en una renovada concepción de los estudios dentro de nuestra identidad franciscana, de tal modo que se elimine la concepción del estudio como medio de promoción social o de autoafirmación individual, y que los hermanos con buena preparación intelectual hagan su propio mundo. El estudio está al servicio de las opciones fundamentales de la vida franciscana. Un importante desafío es la promoción de la lectura de la tradición intelectual de la Orden en nuevos contextos culturales, es decir, en el encuentro con los hombres y mujeres de otras tradiciones culturales y religiosas. Cuarta Parte 1. Caminos y Propuestas para el futuro Presento ahora algunos caminos de futuro y algunas propuestas para el futuro que pienso pueden ayudarnos a hacer más significativa nuestra vida y misión en los años a venir. Sin embargo, antes de presentar esos caminos y propuestas, quiero hacer algunas breves anotaciones o convicciones. 224 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Algunas breves anotaciones o convicciones La primera anotación/convicción es obvia y se podría formular así: yo soy lo que ha de venir. No hay futuro sin mí, porque el futuro está dentro de mí. Todos y cada uno de los hermanos somos portadores de futuro. El futuro de nuestra Fraternidad lo construimos hoy. Esta es nuestra gran responsabilidad: vivir en fidelidad el presente de tal forma que el futuro sea apasionante. No se nos pide el éxito, sino el compromiso de fidelidad en cada instante de nuestra vida. La segunda anotación/convicción es que el futuro depende de todos. Del compromiso por generar el futuro nadie puede ser excluido y nadie puede excluirse. Siempre hay algo importante que emprender en cada etapa de la vida, algo nuevo que aprender, algo valioso que dar. Una tercera anotación/convicción es ésta: los tiempos en que vivimos son tiempos de búsqueda y de ensayos, en lo que lo importante es no dar nada por supuesto y seguir planteándonos la vida como una pregunta apasionante. Sólo así, con la fatiga propia de quien se siente mendicante de sentido, podremos encontrar la respuesta adecuada en cada momento, siendo bien conscientes que cuando la hayamos encontrado nos cambiarán la pregunta y tendremos que comenzar de nuevo. Finalmente me urge afirmar que cuando el futuro se nos puede presentar incierto, cuando algunos se resignan a la tibieza del presente y se acomodan, cuando otros se rebelan contra las estructuras caducas y la falta de pasión, sólo el empuje decisivo y revitalizador, una conciencia misionera y profética, será capaz de promover nuevas instancias y ámbitos de vida capaces de generar ilusión y nuevas expectativas. Caminos de futuro Los caminos que presento tienen la única intención de dar calidad evangélica a nuestra vida y misión. Ser recuerdo provocativo de Jesús La calidad evangélica de la nuestra vida y misión pasa y lleva, necesariamente, por y a ser recuerdo, memoria viviente y provocativa de Jesús. En este mundo que vive como si Dios no existiera, estamos llamados a ser signos proféticos de la soberanía de Dios, de un Dios que no tolera ídolos. En un mundo como el nuestro que niega el derecho de Dios a presen- tarse en sociedad, nuestra vida tiene que estar centrada en Él, y nuestra misión rezumar pasión por Él, si quieren ser realmente proféticas. Creo que no es difícil escuchar el grito de una sociedad que espera y reclama de nosotros que seamos testigos de Jesucristo, recuerdos provocativos de Jesús con una vida de pobreza que no necesite muchas explicaciones para ser comprendida y apreciada, con una vida de castidad que nos haga cálidos, integrados, armoniosos, disponibles y alegres, con una vida de obediencia que nos haga libres y no esclavos de nadie ni de nada, y que nos comprometa a buscar y a vivir el sueño de Dios. Y todo esto viviendo una vida fraterna que interpele, atraiga y seduzca a todos los que aspiran a salir de un ambiente achatado, egoísta e insolidario, y una misión apasionante por la osadía y el compromiso de trabajar en lo fronterizo, lo marginal, lo liminal y, sobre todo, a favor de los más empobrecidos, marginados, sobrantes y desechables de nuestra sociedad. Nuestro futuro pasa, necesariamente, por ser, en palabras de Benedicto XVI, prolongación de la presencia de Jesús en el mundo, exégesis viva del Evangelio. Jesús y el Evangelio han de ser nuestra inspiración, nuestra fuerza y nuestro camino. La FP y la FI deben ayudar al hermano a configurase con Cristo, a transformarse en él, de tal modo que cada uno pueda decir con Pablo: “Para mí el vivir es Cristo” (Gál 2,20). Hombres de fe y de oración En la vida de Francisco todo arranca del encuentro personal con Jesucristo, de una experiencia de fe en el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo. Ese mismo encuentro y esa misma experiencia de fe deben estar a la base de nuestro proyecto evangélico de vida. Cuando tantas seguridades se vienen abajo y tantas certezas se desmoronan, es el momento de vivir de la fe, que es abandono, confianza, entrega, a un Dios para el cual nada hay imposible (cf. Lc 1,37), una fe que lleva a vivir desde la lógica del don. Desde hace ya algún tiempo, entre nosotros se habla de una cierta crisis de fe. Junto a tantos hermanos que viven su vida y misión desde una experiencia fuerte de fe, no son pocos aquellos que están viviendo una experiencia profunda y dramática en sus vidas: el debilitamiento y la falta de fe. No de una fe teórica, sino de la falta de una experiencia fuerte de encuentro con la persona de Jesús y de una ex- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS periencia de fe que sostenga nuestras opciones de fondo. Esa crisis de fe es la que lleva en no pocos casos a abandonar la vida consagrada y en otros muchos se manifiesta en la falta de entusiasmo y creatividad. ¿Qué hacer? Para custodiar y desarrollar la fe es necesario, ante todo, volver a proponer un renovado interés por la oración. Hemos de ser hombres de oración, expresando esta prioridad, entre otros medios, a través de la fidelidad y la estructuración en y de la vida de oración personal y fraterna. No podemos prescindir del contacto diario, personal y comunitario, con el Señor, expresado a través de la oración. Por otra parte, considero necesario aprovechar la FP para redescubrir a nivel de experiencia fundante no sólo que Jesús es Dios, sino ante todo que Dios es Jesús. Es decir, que Jesús, con su forma de ser y de vivir, es el que nos da a conocer quién es Dios y cómo es Dios. De la mano de la Palabra para vivir el santo Evangelio Toda vida consagrada, también la vida franciscana, nace de la escucha atenta de la Palabra de Dios y de la voluntad firme de ponerla inmediatamente en práctica, sine glossa. Por este motivo quien desee gustar la gracia de los orígenes tiene que vérselas con la Palabra de Dios: principio inspirador, garantía de futuro y dinamismo motivador de toda vida consagrada, y mucho más aún, de una vida y misión en cuyo corazón está el Evangelio. No se puede pensar en una vida y una misión franciscanas que no estén sustentadas por y en la Palabra de Dios. Una Orden como la nuestra que se define como Fraternidad de menores, contemplativa en misión, no puede menos de colocar la Palabra de Dios en su centro. La Palabra de Dios, leída como noticia que interroga, que descoloca, que re-sitúa, y compartida en el seno de una fraternidad orante y en búsqueda de sentido, crea comunión, crea fraternidad. Una Palabra leída y escuchada en un contexto histórico bien concreto, nos lanza a la misión, pues nos da la fuerza necesaria para cruzar fronteras y nos empuja a salir fuera de nosotros mismos e ir al encuentro con el otro. Hoy se hace futuro al volver el Evangelio, al colocar la Palabra de Dios en el centro de nuestra vida, de tal modo que ayude a clarificar nuestras opciones en una confrontación con Jesús mismo, y nos invite a hacer expe- 225 riencia hacia dentro, no para refugiarnos en el intimismo, perdiendo el combate con lo duro e inhóspito que nos depara la vida; sino para echar raíces, crecer por dentro ofreciendo profundidad espiritual y partir en misión. Ser parábolas vivientes de comunión y de fraternidad Frente a un mundo desgarrado y agresivo, cada vez más fragmentado por etnias, ideologías y creencias; frente a un mundo al que se le han muerto las ilusiones de fraternidad afectiva y efectiva y es incapaz de soñar utopías, estamos llamados a ser aguijón inquietante hacia un futuro más solidario y fraterno, siendo hombres de reconciliación, creadores de solidaridad, despertadores de esperanza. La vida fraterna como nos la propone nuestra forma de vida, es una crítica a la sociedad agresiva, individualista, y ambiciosa que margina a las grandes masas de desposeídos, y una invitación profética a la justicia y a la reconciliación. Para ello, sin embargo, no basta compartir un mismo techo, una misma mesa y un mismo horario… Si quiere ser llamada profética para nuestro mundo, nuestra vida fraterna ha de ser expresión y lugar de intercambio de fe y de relaciones profundas (fe horizontal). El mundo de hoy siente hambre de fraternidades donde se respire aire de Dios y de humanidad, lugares de encuentro y de amistad, de confianza recíproca, de acogida y de apoyo, de perdón, de serenidad y de fiesta. El mundo de hoy, y nosotros mismos, necesitamos fraternidades que sean, al mismo tiempo, espacios en donde se respire franqueza, lealtad, transparencia, ayuda fraterna, comprensión y alegría. Necesitamos fraternidades con calor de hogar, donde reinen la familiaridad, la naturalidad, la confianza, la comunicación, la libertad interior, la intimidad y el compartir gozoso. Necesitamos fraternidades hogar que, a diferencia de las fraternidades nido, nos proyecten hacia fuera, para compartir con la gente lo mejor que vivimos dentro. Necesitamos fraternidades hogar para realizarnos como personas, como creyentes, como hermanos. En definitiva, necesitamos fraternidades hogar para ser felices. Mi convicción profunda es que una de las grandes aportaciones que podemos y estamos llamados a dar como Hermanos Menores, en este tiempo en que se multiplican las personas que viven cada vez más de relaciones puramente virtuales, y aparecen como náufragos del espíritu a la deriva, sobre balsas on line, es 226 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 la de suscitar, animar y sostener hogares de vida auténticamente fraterna que irradien a los demás amistad, estímulo, apoyo y reconciliación. Cuanto más intenso es el amor fraterno, mayor es la credibilidad del mensaje anunciado [...] la vida fraterna, sin serlo todo en la misión de la comunidad, es un elemento esencial de la misma. Con fuerte sentido de pertenencia En un mundo desarraigado como el nuestro, donde muchos han cortado las raíces y todo vínculo de pertenencia que les mantenía unidos a una historia o a un grupo social o religioso, hemos de estar atentos a no ser víctimas de lo mismo. Personalmente estoy convencido que uno de los peores síntomas de gripe vocacional que pueden aparecer en la vida consagrada, y por tanto entre nosotros, es la pérdida de señal de pertenencia. Si entre nosotros se debilita la señal de pertenencia, y no sólo no provoca adhesiones nuevas sino que nos vamos despojando de vocaciones hechas y en muchos casos jóvenes, se ha encendido el semáforo rojo y la situación requiere una urgente etiología para hacer un diagnóstico valiente y poner un torniquete a la situación. Pienso no decir nada nuevo si afirmo la necesidad de crecer en el sentido de pertenencia. Para ello considero urgente trabajar este aspecto desde la FI y la FP. Considero también importante prestar atención a las dobles pertenencias. Acogiendo el desafío de lo inter El futuro de nuestra vida y misión está en lo inter. Ante todo en la interprovincialidad. Nuestro futuro depende de la colaboración interprovincial. Se hace urgente desarrollar la cultura de la colaboración entre las distintas Entidades al servicio de un futuro común. En un mundo que se ha transformado en una aldea global, no podemos correr el riesgo de pensar, y proyectar, de ocuparnos y preocuparnos, de los propios lugares. Este tipo de autonomía, más bien antes que después, sería nuestra muerte. El momento ha llegado, no podemos dejar de reconocerlo. Pero ya no basta la colaboración, es el momento de pasar de ésta a la interdependencia o interacción. Esta interdependencia nos lleva a alargar nuestra tienda, a pensar el franciscanismo más allá de las exigencias y posibilidades, siempre reducidas, de nuestras propias Entidades. La interdependencia o interacción nos llevará a pensar algunos aspectos importantes de nuestra vida y misión a nivel de Conferencias o de la misma Orden, tales como: la formación permanente e inicial, la misión evangelizadora en sus distintos sectores, así como la misión ad gentes, las presencias en un determinado territorio, la promoción de los estudios... Sin caer en un centralismo, pienso que es el momento de revisar el modo de vivir nuestra autonomía, pues podría llevarnos a vivir en islas, de espaldas a la realidad de la Orden y de otras Entidades, incluso bien cercanas geográficamente. Otro desafío importante es el que nos viene de la solidaridad intercongregacional y particularmente con la Familia Franciscana. “Los retos de la misión son de tal envergadura que no pueden ser acometidos eficazmente sin la colaboración, tanto en el discernimiento como en la acción, de todos los miembros de la Iglesia (VC 70). Ya no podemos vivir al margen de la vida consagrada y de la Familia Franciscana. Si hemos de poner los ojos bien abiertos al futuro, hacia el cual nos empuja el Espíritu, necesitamos cada vez más de una reciprocidad dinámica, en campos tan importantes como el de la formación, el trabajo de JPIC, las misiones ad gentes… Atentos a la misión La vida consagrada siempre, pero particularmente hoy, ha vivido y vive en estado permanente de éxodo, lo que supone vivir en permanente estado de misión. Ya lo hemos dicho: la misión es la razón de ser de nuestra vida. Existimos, somos, por y para la misión: misión evangelizadora en los territorios donde el cristianismo tiene profundas raíces, y misión ad gentes, donde se hace necesaria la primera evangelización. No hemos sido llamados para nosotros mismos, sino para los demás. Sería un error grave que estuviéramos al servicio de nosotros mismos, retroalimentándonos y blindándonos ... No tendría sentido una vida franciscana ancorada, como tratando de defender algo hacia dentro, para no diluirnos. Nuestra vida hoy, al igual que la Iglesia misma, no puede tener conciencia de ella misma fuera de las coordenadas de la misión. La misión condiciona la renovación profunda de nuestra identidad carismática e institucional. La misma refundación, de la que tanto hemos hablado en estos últimos años, se hace misión para hoy y para mañana. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS En este contexto, un desafío importante para nosotros en el presente es el de construir formas nuevas de fraternidad al servicio de los pobres, y no sólo materialmente, para compartir, desde una íntima entrega al Señor, los gozos y las tristezas de los más pobres y de los que más sufren. Entre los lugares a privilegiar con nuestras presencias están aquellos que nos permitan estar como menores entre los menores de la tierra. Los menores se constituyen para nosotros en palabra privilegiada de Dios. Por otra parte, en unos tiempos movedizos como los que vivimos, la misión está constantemente por descubrir. La misión hoy no puede ser repetitiva, sino audaz y creativa. Cada día somos llamados a encontrar la forma y la modalidad de ejercerla, cada día hemos de estar dispuestos a “iniciar caminos inéditos de presencia y de testimonio”, llevando a cabo “una seria revisión de nuestra misión” (Shc 33). También hemos de revisar nuestro compromiso concreto con la misión ad gentes, Vivimos un momento en que se palpa una menor disponibilidad para ir a la misión ad gentes. Creo que esto tiene mucho que ver con la situación de bienestar en la que vivimos y el estar demasiado centrados en nosotros mismos. En colaboración con los laicos Con el nuevo modelo de sociedad nos viene un nuevo modelo de Iglesia, un nuevo modelo de vida consagrada, y, ciertamente, un nuevo modelo de vida franciscana. Este nuevo modelo pasa necesariamente por una estrecha colaboración con los laicos en misión compartida, lo que comporta: • Hablar más con ellos que de ellos. • Formarnos para una colaboración en reciprocidad, en la que los laicos no sean meros clientes, sino verdaderos protagonistas, y en la que sean ellos mismos, no un calco de nuestra expresión como religiosos, y desde su propia identidad de laicos, asuman sus propias responsabilidades. • Formar a los laicos en el carisma franciscano, si queremos que ellos entren plenamente en la misión eclesial de nuestra Orden, y si queremos que nuestro carisma siga siendo significativo en la Iglesia y en el mundo. • Estar abiertos a releer nuestro carisma, a resituarlo en estos tiempos delicados y duros, adaptando las formas, cuando sea necesario, a las nuevas situaciones y a las diversas necesidades, en plena docilidad a 227 las inspiraciones divinas y al discernimiento eclesial (VC 37). Una estrecha colaboración con los laicos nos llevará, sin duda alguna, a una nueva comprensión de nuestra identidad como Hermanos Menores. La inculturación Inculturación para nosotros significa hacer inteligibles y vivenciables en otros conceptos históricos y culturales las intuiciones primigenias de Francisco. Este proceso ha de inspirar el estilo de formación, la experiencia fraterna, los proyectos y las decisiones apostólicas... Ni el Evangelio ni nuestra forma de vida se identifican con ninguna cultura, pero no pueden existir sino inculturados. Inculturar el Evangelio y nuestra forma de vida en cada una de las culturas de nuestros pueblos es imperativo del seguimiento de Jesucristo. Esta inculturación ha de hacerse a la luz de los tres grandes misterios de la salvación: La Navidad, que muestra el camino de la Encarnación y mueve al evangelizador a compartir su vida con el evangelizado, la Pascua que conduce a través del sufrimiento a la purificación, y Pentecostés que por la fuerza del Espíritu posibilita a todos entender, en su propia lengua, las maravillas del Señor. La inculturación es una llamada de Dios a asimilarnos al misterio de Cristo, a que aceptemos experimentar ese misterio en nuestra propia carne. Mi convicción profunda es que sin inculturación no es posible llegar al corazón del hombre, que “habla” otra lengua y usa otras categorías culturales. La inculturación es una exigencia de la misión evangelizadora tanto cuando se intenta llevar a cabo la evangelización y la implantatio Ordinis en nuevas culturas, como cuando se intenta trabajar por hacer más significativo y legible el Evangelio y nuestra vida en culturas tradicionalmente cristianas y hoy profundamente secularizadas. En continua formación permanente Para responder a las exigencias de una vida y misión en fidelidad creativa, recuperar lo esencial y gustar la gracia de los orígenes, tal y como nos piden la Iglesia y la Orden en estos momentos, se hace imprescindible vivir en actitud de FP, entendida ésta como: la disponibilidad activa e inteligente de la persona a dejarse formar por la vida para toda la vida. Entre otros aspectos importantes a tener en cuanta en la FP, señalo dos que me pare- 228 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 cen más urgentes. En primer lugar que todo planteamiento sobre la FP debería pulsar la realidad de cada persona y partir de ella. Por ese motivo, la FP debería tener dos niveles o al menos dos espacios. Uno más general, dirigido a los hermanos que no están viviendo problemáticas muy fuertes, y otro espacio más intenso para personas que sí las están viviendo, por lo cual todo proyecto de FP debería tener una etapa previa de conocimiento profundo de cada persona, para descubrir con ella qué niveles deben ser más trabajados y con qué profundidad. En segundo lugar, que la FP mire a formar mentalidades abiertas y a capacitar a la persona a vivir con plenitud. Para ello la FP debe prestar mucha atención al nivel humano, al nivel cristiano, y al nivel carismático. En este sentido, la experiencia me dice que una formación que sólo entretiene o aporta información sin llegar al corazón es contraproducente y, aún más, es peligrosa. Ha llegado también el momento de revisar el concepto mismo de FP y las metodologías utilizadas en ella. Propuestas de futuro Presento ahora algunas propuestas para el próximo sexenio. Estas propuestas se han de completar con las que he ido haciendo a lo largo de todo este informe. Pienso que el Capítulo y los hermanos en sus Entidades puedan tomarlas en consideración, pues todas ellas nacen de la experiencia de estos años, ya sea personal, ya sea de otros hermanos que me las han compartido. Animación de la vida y misión de la Orden Para todas las Entidades – Durante los próximos seis años las Prioridades –espíritu de oración y devoción, vida fraterna en comunidad, minoridad, pobreza y solidaridad, misión evangelizadora y formación-, sigan siendo los valores de referencia en la animación de nuestra vida y misión, tanto a nivel de la Orden, como de las Entidades, desde la perspectiva del diálogo y la apertura con el mundo. Para el Definitorio general – Al inicio del sexenio, el Definitorio general ofrezca una guía de profundización en la asimilación de cada una de ellas, y sugerencias prácticas para actuarlas. Motivación: Sin desconocer todo el camino que hemos hecho durante estos 12 últimos años en el conocimiento y la actuación de las Prioridades, sin embargo personalmente considero que, tratándose de los elementos fundantes y fundamentales de nuestra forma de vida, así como son contenidos en la Regla y en las Constituciones Generales, se necesita volver sobre ellas, no sólo a nivel de información, sino sobretodo a nivel de asimilación y de opciones concretas. Y esto necesita tiempo. Servicio de la autoridad y de animación Para las Conferencias – Al inicio del sexenio, las Conferencias, y, donde esto no sea posible a causa de las distancias o por las diferentes lenguas, las Provincias, elaboren un proyecto de animación/formación para los guardianes y responsables de otros sectores de animación de las Entidades. Dicho proyecto sea presentado al Definitorio general y a la Conferencia de los Presidentes. Para el Ministro general y el Definitorio general – Cada año, el Ministro general continúe convocando, para un encuentro con el Definitorio general, a los nuevos Ministros provinciales, a los Visitadores generales, y a los Presidentes de las Conferencias, revisando la duración y la metodología de tales encuentros, de forma que respondan mejor a los siguientes objetivos: de conocimiento recíproco, de información, de formación, y de colaboración con el Ministro y el Definitorio general. – Para motivar un diálogo más profundo y fomentar una fraterna comunión, el Ministro general y su Definitorio continúe reuniéndose con la Conferencia o grupos de Conferencias, por lo menos una vez cada sexenio, revisando la metodología seguida hasta el momento. – Cada Definidor general en su propia zona asista regularmente a las reuniones de la Conferencia o Conferencias de la zona que le ha sido asignada para acompañarla más de cerca. Para la SGE, la SGFE y las Oficinas de JPIC y SD – Las Secretarías generales de Evangelización y de Formación y Estudios, así como las Oficinas de Justicia, Paz e Integridad de la Creación, y del Servicio para el Diálogo, reúnan a los responsables de los distintos secto- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS res de animación, a ser posible por Continentes, según el programa elaborado por cada una de ellas al inicio del sexenio y aprobado por el Definitorio general. Motivación: El servicio de la animación y del gobierno es un servicio específico que hoy exige también una formación específica, de ahí la importancia de la formación de aquellos a los que les ha sido confiado el cuidado y la animación de la vida y misión de los hermanos. Por otra parte, la animación ha de ser hecha en cadena. Esto supone que la animación a nivel general esté bien coordinada con la animación de las Conferencias y de las Entidades, y viceversa. Esto asegurará la unidad en el respecto de la diversidad. En la formación de nuestra leadership y en la coordinación de la animación nos jugamos mucho. No se pueden ahorrar esfuerzos ni medios. Moratorium Para las Entidades – En los tres próximos años, 2010-2012, todas las Entidades de la Orden entren en un proceso de reflexión y de discernimiento. La reflexión y el discernimiento se hagan partiendo de las siguientes cuestiones: • ¿Hacia dónde estamos caminando? • ¿Hacia dónde queremos ir? • ¿Hacia dónde nos empuja el Espíritu, teniendo en cuenta nuestra realidad (debilidades y posibilidades), las invitaciones de la Iglesia, los últimos documentos de la Orden, y los signos de los tiempos? • Opciones a tomar en un futuro próximo. – Al final del 2012 todas las Entidades envíen a la Secretaría general los resultados de su reflexión y las propuestas concretas para el camino inmediato de la Orden, que sería presentado en el Capítulo general del 2015 para su aprobación. Para el Definitorio general – El Definitorio general, con la colaboración de las Oficinas de animación de la Curia general y otras instancias de animación de la Orden (cf. Presidentes de las Conferencias), prepare un instrumentum laboris que acompañe la reflexión y el discernimiento de las Entidades. – El Definitorio general nombre una Comisión internacional que haga la síntesis de las propuestas recibidas de las Entidades y elabore un instrumentum laboris para el Consejo Plenario de la Orden, a celebrarse en el 2013. 229 Las propuestas que salgan del Consejo plenario sean presentadas al próximo Capítulo general, y, según las decisiones tomadas por el Capítulo, se elabore un proyecto de animación para el próximo futuro. Para la vida personal y fraterna – En el proyecto personal de vida y en el proyecto de la vida de la fraternidad, el moratorium temporal sea contemplado como una opción conveniente, y a veces necesaria, para cuidar la vida espiritual. Motivación: Creo que es necesario darse un tiempo, sin prisa y sin pausa, para una reflexión profunda sobre el camino que estamos haciendo y sobre el camino que estamos llamados a recorrer, tanto a nivel personal como fraterno. Tal vez pecamos de improvisación. Hoy se necesita un proyecto claro a corto y a medio plazo. Estudio sociológico de la situación de la Orden Para el Definitorio general y las Entidades – Durante el próximo sexenio el Definitorio general encargue un estudio sociológico de la Orden que, teniendo en cuenta la edad media de los hermanos, la tendencia numérica de las distintas Entidades, y la situación de la sociedad globalizada en que vivimos, contemple las estrategias a seguir en los próximos años, para fortalecer la presencia de la Orden, donde se está debilitando, y consolidarla, donde está emergiendo. Este estudio se encargue a profesionales que conozcan nuestra forma de vida. Motivación: Pienso que los datos sociológicos son importantes a la hora de un proyecto de acción pastoral, así como de un redimensionamiento, tanto de apertura como de cierre. La osadía evangélica no puede ahorrarnos el saber con qué fuerzas contamos antes de dar la batalla, como nos enseña el mismo Evangelio. En relación con el espíritu de oración y devoción Para el Definitorio general – El Definitorio general nombre una Comisión internacional que favorezca el conocimiento y la práctica de la dimensión contemplativa en clave franciscana. Para la vida personal y fraterna – Valorizar los momentos dedicados a la oración personal y comunitaria cotidiana, asegurando tiempos fuertes dedicados mayormente a la oración, de tal modo que lleve a los 230 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 hermanos a descubrir y vivir la presencia de Dios en sí mismos, en los otros y en la realidad, a una visión de fe animada por el amor y la esperanza, y a trabajar incansablemente por el Reino de Dios. – Dedicar periódicamente encuentros de fraternidad a la Lectura orante de la Palabra, y a la revisión de vida para verificar el estado de vida de oración personal y comunitaria. – Tener especial cuidado en cada casa del lugar de la oración, de modo que se distinga por el cuidado y la belleza, y que invite a frecuentarlo. Para las Entidades – Crear al menos una casa donde la vida de oración sea vivida con manifiesta prioridad, de tal modo que pueda ser “escuela de oración” para los hermanos y para los laicos. Motivación: Si queremos que la fe sea el manantial de nuestra alegría y esperanza, de nuestro seguimiento de Cristo y de nuestro testimonio en el mundo, necesitamos redescubrir la oración como un tiempo con el Señor, de tal modo que él pueda actuar en nuestra vida y en la de la fraternidad, como también en el cumplimiento de nuestra misión. Necesitamos ser contemplativos, si queremos que nuestra actividad sea realmente evangélica. Necesitamos de una oración que toque las raíces de nosotros mismos y desde allí haga germinar el amor desinteresado e incondicional que purifique nuestro egoísmo. De esto estamos necesitados. Por otra parte, el contacto frecuente con la Palabra de Dios ofrece la luz necesaria para el discernimiento personal y comunitario y para buscar los caminos de Dios en los signos de los tiempos y de los lugares. En relación con la misión evangelizadora Para la Orden – El Definitorio general favorezca las nuevas formas de evangelización, como respuesta a las nuevas situaciones, y, donde sea posible, impulse las misiones populares, como medio de evangelización directa y contacto con el pueblo. Para las Entidades – Cada Provincia o Custodia autónoma cree al menos una fraternidad que responda a las exigencias de una nueva evangelización, caracterizada, entre otras cosas, por relaciones fraternas auténticas y fraternas, sencillez de vida, itinerancia como dimensión integrante de nuestro carisma, cercanía al pueblo, servicio a la Iglesia local. – Cada Provincia o Custodia autónoma nombre un equipo misionero de hermanos que, en colaboración con los laicos, asuman como principal compromiso de vida el llevar el anuncio allí donde la personas no tienen ninguna cercanía con la religión, el Evangelio o con Jesucristo. Motivación: Necesitamos recuperar el ardor evangelizador que siempre caracterizó nuestra Fraternidad en estos 800 años de historia. Pero necesitamos tomar conciencia de la radical transformación de nuestra sociedad, lo que requiere poder transmitir en fórmulas nuevas la herencia del pasado. No hay que olvidar que el trabajo evangelizador de los hermanos a lo largo de nuestra historia está señalado por la creatividad. Necesitamos ardor, creatividad y valentía apostólica. En relación con la misión ad gentes Para el Ministro general y su Definitorio – El Ministro general y su Definitorio, en la animación misionera de la Orden consideren Tierra Santa como una opción misionaria prioritaria. – El Ministro general, a través de los Definidores de zona o a través de Delegados generales, acompañe de cerca los proyectos misioneros de la Orden. – El Ministro general y su Definitorio estudie la posibilidad de abrir nuevos proyectos misioneros, principalmente allí donde se pueda implantar la Orden. – El Definitorio general asegure la formación inicial de los futuros misioneros y la formación permanente para los que llevan años en “territorio de misión”, valiéndose de la fraternidad internacional de Bruselas. Para las Entidades – Toda Provincia o Custodia autónoma tenga al menos un hermano en proyectos misioneros de la Orden. – Cada Entidad envíe a la Secretaría general para la Evangelización el 8% de sus entradas para los proyectos misioneros de la Orden. Motivación: Decimos siempre, y es verdad, que nuestra Orden es la primera Orden misionera. Por otra parte, en estos 800 años siempre hemos sido pioneros en ir al mundo entero para anunciar la Buena Noticia. En estos momentos el espíritu misionero se está debilitando en la mente de los hermanos. Privar a la Orden y a nuestras Entidades de este espíritu misionero sería condenarlas a empequeñecerse cuando no a morir. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS En el campo de la formación Para el Definitorio general, la SGFE y las Entidades de la Orden – En el próximo sexenio el Definitorio general, a través de la SGFE, lleve a cabo una seria evaluación de todo el proceso formativo, desde la FP a la FI en sus distintas etapas. Esta evaluación se haga, en un primer momento, a nivel de Provincias o Custodias. En un segundo momento se haga a nivel continental, convocando a todos los Secretarios provinciales y custodiales de Formación y Estudios en los distintos continentes. Finalmente, en un tercer momento, la evaluación se haga a nivel de toda la Orden, convocando un Congreso Internacional de Secretarios provinciales y custodiales para la Formación y los Estudios. – El Definitorio general, durante el próximo sexenio, a través de la SGFE y en colaboración con las Conferencias, haga una evaluación de la recepción en las Entidades de las líneas formativas propuestas en la RFF y en la RS, promoviendo un conocimiento sistemático y la aplicación de las líneas formativas de la Orden. Formación permanente Para el Definitorio general, la SGFE y las Entidades de la Orden – Durante el próximo sexenio, el Definitorio general, a través de la SGFE, y las Entidades, a través de los Moderadores para la FP y la SFE, sin dejar a un lado todo lo que implica la FI, den una prioridad real en sus reflexiones, programaciones y actividades a la FP, teniendo en cuenta las distintas estaciones de la vida y los distintos ministerios. Para las Entidades – Todas las Entidades hagan un proyecto de FP que será enviado a la Curia, teniendo en cuenta el documento sobre la FP de la Orden: Habéis sido llamados a la libertad. La FP en la Orden de los Hermanos Menores. – Al cumplir 25 años de profesión solemne todos los hermanos interrumpan sus actividades normales y realicen un periodo de FP de seis meses de duración. Dicho período sea organizado tanto a nivel de Orden, como de Conferencias o Provincias. Para la SGFE – La SGFE, organice, en distintas lenguas, períodos sabáticos en Tierra Santa y en los lugares franciscanos, potenciando experiencias de oración y de fraternidad. 231 Motivación: A pesar de todos los esfuerzos realizados, la FP sigue siendo un gran desafío en todas las Entidades, y en muchos casos una asignatura pendiente, debido, en gran parte, a la poca motivación que tienen los hermanos para asumir a fondo la FP. Ello está condicionando seriamente la renovación profunda de nuestra vida y misión. Formación inicial Para las Conferencias, Provincias y Custodias y la SGFE – Promuévanse en toda la Orden las casas interprovinciales e internacionales de formación y estudios. – Durante el sexenio, las Conferencias, acompañadas por la SGFE, hagan una evaluación de todas las etapas de FI, particularmente de la etapa de profesión temporal. – Durante el sexenio, la SGFE elabore un subsidio sobre los medios de comunicación y la FP e I. Motivación: Creo que después de muchos años de intenso trabajo en todo lo relacionado con la FI se hace necesaria una evaluación del camino hecho, teniendo en cuenta también los resultados obtenidos. En mi opinión, esta evaluación ha de mirar, sobre todo, a la etapa de profesión temporal por ser la más larga de todas las etapas de FI, y por ser la etapa donde se constata mayor dificultad para el acompañamiento y, tal vez como consecuencia, el mayor número de abandonos. PUA y otros Centros de Estudios – El Definitorio general continúe el esfuerzo por mejorar la calidad de la PUA y del Estudio Bíblico de Jerusalén. Por su parte las Provincias y Custodias tengan interés especial por la PUA de Roma y la Facultad de Ciencias Bíblicas y de Arqueología de Jerusalén y comprométanse a asegurarles personal adecuado. – Continúese con el master de formación de formadores en la PUA y el curso sobre JPIC. Archivos – Se promueva una intercambio de documentación entre los archivos provinciales y custodiales con el Archivo de la Curia general, y se cree una base de datos (frailes, casas…) lo más completa posible, desde los orígenes hasta hoy. 232 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 – El Definitorio general, a través del archivero de la Curia, lleve a cabo un Congreso Internacional de Archiveros OFM. En el campo de la economía Para el Ministro general y su Definitorio, el Economato General, los Ministros y Custodios – El Ministro general y su Definitorio, en sus visitas a las distintas Entidades de la Orden, sensibilicen a los hermanos de la necesaria trasparencia y solidaridad económica, en la opción por una vida sencilla y en una economía redistributiva o de restitución. Otro tanto hagan los Ministros provinciales y Custodios en sus Entidades respectivas. – El Ministro general y su Definitorio continúen la “política” de la trasparencia económica de la Curia general con las Entidades de la Orden, y busquen los medios oportunos que aseguren la trasparencia de las distintas Entidades con la Curia. – El Ministro general y su Definitorio sigan desarrollando fuentes alternativas de entradas para constituir fondos económicos que aseguren el mantenimiento de las estructuras mínimas necesarias: los servicios de animación general, el sostenimiento de los proyectos misioneros de la Orden, el sostenimiento de las casas, de las instituciones académicas y de investigación dependientes del Ministro general, y la ayuda a las Entidades necesitadas en el campo de la formación, los estudios y de la salud. – El Definitorio general revise la estructura de la Oficina del Fund Raising. – El Definitorio general revise la Oficina del Economato general, asegurando personal cualificado para llevar adelante las cuestiones técnico-prácticas de relaciones con la sociedad civil sobre temáticas de carácter económico y fiscal. – El Economato general elabore un proyecto formativo sobre el tema de la economía, con particular atención a la trasparencia, solidaridad, austeridad, y eticidad, que entre en el proyecto de FP de las Entidades, y también en la formación inicial. Dicho proyecto será sometido a la aprobación del Definitorio general. – Durante el sexenio, el Definitorio general, a través del Economato general y una Comisión internacional de expertos, elabore un directorio con las líneas esenciales de la economía y de la finanza para toda la Orden: or- ganización de la economía, responsabilidades, eticidad de los fondos... – Todas las Entidades de la Orden introduzcan en su contabilidad un fondo general a fin de constituir reservas para el mantenimiento de las Casas dependientes del Ministro, para las actividades formativas y misioneras de la Orden. – Se mantengan y potencien los fondos para las misiones y la evangelización, para la formación y los estudios, y el fondo solidaridad existentes en la Curia genral. Estos fondos se incrementarán con donaciones de nuestras Entidades y con donativos fuera de la Orden. – Todas las Entidades creen un Fondo económico común de la Provincia o Custodia, según modalidades propias. Motivación: La economía es una parte importante en todo el camino de la refundación de nuestra vida y misión. A través de la vida económica personal y fraterna pasa nuestra opción de vida en minoridad y pobreza, y, en muchos casos, nuestra opción de vida fraterna. Necesitamos poner las bases, tanto a nivel de Curia general como de las Entidades locales, para una gestión económica sana, y necesitamos de una formación adecuada que propicie mayor responsabilidad en el campo de la economía. Somos uno de los pocos, o tal vez el único Instituto religioso que no tiene ningún documento que forme a la gestión económica y que la regule. Conclusión Es tiempo de soñar Lo peor que le puede suceder a una persona es dejar de soñar. Quiere decir que ha perdido la capacidad de crear futuro, quiere decir que renuncia a vivir el presente con pasión, quiere decir, en fin, que la muerte se acerca a pasos de gigante. Por eso yo quiero soñar y quiero pensar que todos los hermanos queremos soñar, porque queremos vivir, queremos crear futuro. Por eso os invito a soñar conmigo. Cuando uno sueña solo, el sueño puede quedarse en pura utopía, pero cuando dos sueñan juntos el sueño tiene más posibilidades de convertirse en realidad. ¿Y si en lugar de ser dos los que tienen el mismo sueño fueran cerca de 16.000 los que sueñan juntos? Os invito, queridos hermanos, a compartir algunos sueños que, a Dios gracias, no son sólo míos. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Sueño una vida franciscana más contemplativa en la que los hermanos nos movamos con pasión, abiertos al soplo del Espíritu. Una vida arraigada en el encuentro admirativo y entusiasta con Jesucristo que nos llama a seguirlo con todo el corazón, a tiempo completo, y a pleno riesgo. Sueño una vida franciscana que se convierta en grito profético del Absoluto de Dios, en un mundo donde se multiplican los ídolos y la fe se diluye o se tergiversa. Sueño con una vida franciscana que viva permanentemente bajo la acción del Espíritu y sea fiel a sus inspiraciones. Será una vida franciscana capaz de explorar caminos nuevos de Evangelio, abriendo nuevas presencias allí donde Él sugiera. Sueño con una vida franciscana donde la pasividad, el miedo, la instalación, y el conformismo, por disfrazados que vengan de lógica y de prudencia, dejen paso a la audacia y la creatividad evangélicas, signos de la presencia del Espíritu en nosotros. Sueño con una vida franciscana que, siguiendo la forma de vida que nos dejó Francisco, sea capaz de captar las deshumanizaciones de nuestro tiempo y tenga la valentía de desplazarse hacia la periferia, lo fronterizo, hacia los claustros inhumanos, allí donde nadie quiere ir, para abrazar a los leprosos de nuestro tiempo, y mostrarles al Dios amor. Sueño con una vida franciscana profética que, desde una profunda identificación con Cristo, se convierta en pasión y experiencia fundante de vida, se sienta urgida a anunciar el rostro misericordioso de Dios, la fraternidad, la reconciliación, la paz, y la solidaridad. Sueño una vida franciscana que se convierta en memoria testimonial de la ternura de nuestro Dios y de la fuerza de su Espíritu. Sueño con una vida franciscana samaritana, en un mundo de gente tirada por el camino, herida, medio muerta, violentada e insegura. Sueño con una vida franciscana volcada hacia la misión, inserta e inculturada, fruto de mucha contemplación, exigente desprendimiento y de un gran amor a la gente, pues sólo así podrá ser generadora de una cultura de vida y generadora de la civilización del amor. Sueño con una vida franciscana que sea profecía interpelante de fraternidad para to- 233 dos, y que, en medio de un mundo desgarrado por rivalidades y violencias de todo tipo, ofrezca espacios de encuentro, de acogida, de gratuidad y de fiesta, de un compartir sereno y gozoso. Una vida franciscana que sea memoria provocativa del anhelo vital que anida en el corazón de toda persona, hecha para vivir con los otros, y no al margen de los otros. Sueño con una vida franciscana donde la pobreza no genera tantas discusiones sino que es una realidad de corazón que genera gozo, donde la obediencia no se vive como lucha y resignación sino como una apasionada búsqueda de diálogo y discernimiento del querer de Dios, y donde la castidad y el celibato se vivan con un corazón abierto a todos y desprendido y, por lo tanto, gozoso. Sueño con una vida franciscana lúcida, capaz de mirar lejos, para ver lo que los demás no ven, y llena de imaginación y coraje, capaz de comprometerse en la búsqueda de formas alternativas de vida. Sueño una vida franciscana que, al estilo de Francisco, ame con fidelidad creativa a la Iglesia, y sea esencialmente pascual, es decir: señal, símbolo, parábola y profecía del Reino. Sueño con una vida franciscana que sepa despojarse de todo aquello que le impida caminar en la dirección que le marcó Francisco hace ahora 800 años. Sueño con una vida franciscana capaz de crear odres nuevos para un vino nuevo, que sepa dar respuestas nuevas a los desafíos nuevos, que opte por estructuras nuevas capaces de vehicular vida y vida en abundancia. Sueño con una vida franciscana que avance, ligera de equipaje, hacia el futuro, siguiendo al Señor de la historia, con el fuego de la pasión que nos quema por dentro, sabiendo que Él puede hacer hoy grandes cosas con los humildes de corazón, como las hizo hace ahora 800 años con Francisco y Clara de Asís. El profeta anunció que llegarán días en que los jóvenes profetizarán y los ancianos soñarán (cf. Jl 2, 28) ¿Y si esos días han llegado ya? (cf. Jn 4, 35). Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general 234 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 8. Omelia del Card. José Saraiva Martins, C.M.F. Assisi, Basilica S. Maria degli Angeli, 4 giugno 2009 Carissimi fratelli dell’Ordine dei Frati Minori, il Signore vi dia Pace! Era questo il saluto caro a Francesco d’Assisi, vostro fondatore. Un saluto che ha il duplice sapore del dono del Cristo risorto e dell’annuncio gioioso che Francesco e i suoi primi frati hanno attinto qui alla Porziuncola, ascoltando il vangelo della missione, per portarlo poi nel mondo intero nel corso di questi otto secoli. Questa celebrazione eucaristica avviene nel giorno in cui, durante il Capitolo di Pentecoste, secondo la volontà di San Francesco (Rb VIII), viene eletto il Ministro Generale dell’Ordine. La vostra Regola, al Capitolo X ricorda che il Ministro è chiamato ad essere appunto “ministro e servo degli altri frati”, e che i frati sono tenuti ad obbedirgli in spirito di fede ma sono anche invitati a ricorrere a lui con fiducia, sapendo di essere accolti con familiarità. In quello stesso capitolo della Regola, Francesco ricorda inoltre che il desiderio più grande di ogni frate minore dev’essere di avere lo Spirito del Signore e la sua santa operazione, di pregarlo sempre con cuore puro e di seguirlo sulla via dell’umiltà e dell’amore fino alle estreme conseguenze. Siamo perciò consapevoli che in questa celebrazione è particolarmente importante per tutti noi attingere alla sorgente che scaturisce dall’Eucaristia, per vivere anche l’atto formale ed ufficiale dell’elezione del Ministro ricolmi della grazia dello Spirito Santo. E vi invito ad attingere fiduciosi a questa sorgente di comunione, di servizio e di amore fino al dono di sé, perché lo Spirito impregni tutta la vostra vita, ogni vostra relazione ed ogni vostra attività: nella Chiesa e nel mondo, nei rapporti tra di voi, in quelli con le persone che vi accostano e con le istituzioni, nei rapporti tra il Governo dell’Ordine e le Province, come pure dentro ogni singola Provincia e dentro ciascuna fraternità. In una preghiera bella e significativa, che Francesco ha affidato a tutto l’Ordine, preghiamo il Padre “affinché interiormente purificati, interiormente illuminati e accesi dal fuoco dello Spirito Santo possiamo seguire le orme del tuo diletto Figlio, il Signore nostro Gesù Cristo” (Preghiera Omnipotens). La colletta della Messa votiva dello Spirito Santo che stiamo celebrando, ci fa invocare: “Lo Spirito consolatore che viene da te illumini, o Padre, la nostra mente, e secondo la promessa del tuo Figlio ci guidi alla piena conoscenza della verità”. Anche san Paolo nella prima lettura ci ha ricordato che se qualcuno è scelto da Dio, è in grado di accogliere questa elezione a partire da un’azione misteriosa e potente dello Spirito Santo. E se poi sarà chiamato a testimoniare con gioia la parola del vangelo anche in mezzo a difficoltà e tribolazioni, sarà in grado di farlo solo se interiormente animato dallo Spirito Santo. Invochiamo perciò il dono dello Spirito, perché purifichi e illumini quest’oggi i nostri cuori in profondità. Non ci sia – nel compiere ciò che stiamo per compiere – altra motivazione che quella di scegliere per il bene dell’Ordine e per un rinnovato slancio nell’annuncio del Vangelo, con quel senso ecclesiale che era connaturale al vostro fondatore. Invochiamo il dono dello Spirito perché guidi il discernimento capitolare, non solo oggi, ma in ogni atto che il Capitolo compirà. Invochiamo il dono dello Spirito perché accenda interiormente ognuno di voi a vivere le dimensioni fondamentali della vostra vocazione, per incarnare oggi la sequela di Gesù Cristo con la radicalità che ha contraddistinto san Francesco; quella radicalità evangelica che la Chiesa e il mondo si aspettano ancor oggi da voi. La Parola del vangelo di Marco (12,28b-34) ci ha fatto ascoltare la risposta che Gesù dà alla domanda dello scriba: “Qual è il primo di tutti i comandamenti?”. È una risposta che costituisce una sintesi formidabile dell’etica cristiana e del culto reso a Dio attraverso la propria vita: “«Il primo è: Ascolta, Israele. Il Signore Dio nostro è l’unico Signore; amerai dunque il Signore Dio tuo con tutto il tuo cuore, con tutta la tua mente e con tutta la tua forza. E il secondo è questo: Amerai il prossimo tuo come te stesso. Non c’è altro comandamento più importante di questi» e questo vale più di tutti gli olocausti e i sacrifici”. Questo midollo del vangelo era così presente al Poverello di Assisi che, pregando il Padre nostro in forma meditativa, arriva a dire: “Sia fatta la tua volontà, come in cielo così in terra: affinché ti amiamo con tutto il cuore, sempre pensando te; con tutta l’anima, sempre desiderando te; con tutta la mente, indirizzando a te tutte le nostre intenzioni e in ogni cosa cercando il tuo onore; e con tutte le nostre forze, spendendo tutte le nostre energie DE CAPITULO GENERALI ORDINIS e i sensi dell’anima e del corpo a servizio del tuo amore e non per altro; e affinché amiamo i nostri prossimi come noi stessi, attirando tutti secondo le nostre forze al tuo amore, godendo dei beni altrui come fossero nostri e nei mali soffrendo insieme con loro e non recando alcuna offesa a nessuno” (Pater 5). In molti altri testi il vostro fondatore medita sul comandamento dell’amore, nella Regola non bollata al capitolo XXIII, lo fa con lo slancio del cuore: “Tutti amiamo con tutto il cuore, con tutta l’anima, con tutta la mente, con tutta la capacità e la fortezza, con tutta l’intelligenza, con tutte le forze, con tutto lo slancio, tutto l’affetto, tutti i sentimenti più profondi, tutti i desideri e le volontà il Signore Iddio, il quale a tutti noi ha dato e dà tutto il corpo, tutta l’anima e tutta la vita; che ci ha creati, redenti, e ci salverà per sua sola misericordia; Lui che ogni bene fece e fa a noi miserevoli e miseri, putridi e fetidi, ingrati e cattivi” (Rnb XXIII,8). In altri testi ancora la parte riguardante l’amore per il prossimo diventa inclusiva dell’amore per i nemici, quasi a ricordarci che il cosiddetto “nemico” è anch’esso una persona redenta dal dono di amore di Gesù Cristo, e perciò stesso qualcuno da accogliere come un fratello! Il vostro stesso nome “frati” indica la vostra chiamata ad essere “fratelli” di ogni uomo e di ogni creatura, indipendentemente dall’atteggiamento che gli altri possono avere nei vostri confronti. È una chiamata alta, ad essere segno e strumento che rende presente oggi il Cristo, che si è fatto nostro fratello, fratello di ogni uomo. Permettetemi di ricordarlo e sottolinearlo, è questo il vangelo che siete chiamati a vivere e ad annunciare: il vangelo nel quale Dio è inequivocabilmente il primo, il più grande e il più appassionato amore della vostra vita, il vangelo nel quale dalla sorgente inesauribile di questo amore deriva un amore per il prossimo che vi fa gioire con chi gioisce e soffrire con chi soffre. Questa è la vostra vocazione, questa è la vostra missione, e questo è anche il tema del vostro Capitolo generale, nel quale volete riscoprire la gioia di essere frati minori, che vivono con il cuore rivolto al Signore e che sanno poi collocarsi nel cuore del mondo intero come testimoni della Parola del Signore, che è esattamente la parola dell’amore incarnato e manifestato in Gesù Cristo. Voi siete presenti in tutti i continenti e in mezzo a tutte le culture: se vivete e testimo- 235 niate che il Dio di Gesù Cristo è Padre ed è il centro della vostra vita, dei vostri interessi, dei vostri pensieri, dei vostri desideri, dei vostri sentimenti, delle vostre scelte e delle vostre azioni; se testimoniate che è questo amore a dare senso alla vostra vita, potrete portare il senso di Dio nelle culture secolarizzate, che hanno purtroppo tagliato la radice dalla quale sono nate; nelle culture che ritengono Dio totalmente lontano dall’uomo potrete portare il senso del Dio vicino; in mezzo alle culture che percepiscono Dio come qualcosa di vago e di impersonale, potrete portare il senso di un Dio che è persona e relazione di amore. E se avrete la capacità di vivere l’amore per il prossimo condividendo la vita delle persone che il Signore vi fa incontrare sul vostro cammino, in ogni parte del mondo, a qualsiasi popolo, cultura e religione appartengano, anche se ciò comporta talvolta perfino rischi personali; se avrete la capacità di vivere l’amore per il prossimo anche quando il prossimo vi rifiuta e vi è ostile, voi diventerete testimoni di quell’umanità nuova della quale Gesù Cristo è diventato il primogenito dando la propria vita e della quale noi siamo diventati partecipi grazie al dono dell’acqua e dello Spirito Santo, confermati in modo radicale nella professione religiosa di vivere secondo la forma del santo Vangelo. Carissimi fratelli, siamo in un luogo particolarmente significativo della vita di san Francesco: è il luogo della scoperta del Vangelo e della missione, è il luogo dell’incontro fraterno nel Capitolo di Pentecoste, è il luogo del perdono sperimentato come la porta del Paradiso, è il luogo del pio transito del Poverello, che qui ha portato a compimento la sua consacrazione consegnandosi totalmente nelle braccia del Padre celeste, preso per mano da “sora nostra morte corporale”. Questo luogo, in questa occasione, sia anche per ciascuno di voi luogo di scoperta sempre rinnovata del Vangelo e della missione, luogo di incontro fraterno e di riconciliazione, che vi proietta verso ciò che non passa, luogo nel quale consegnate con fiducia tutta la vostra vita nelle mani del Padre, che con il Figlio e lo Spirito Santo vive e regna ed è glorificato, nei secoli dei secoli. Amen. Card. José Saraiva Martins, C.M.F. Inviato Speciale di Sua Santità Benedetto XVI al Capitolo generale 236 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 9. Saluto del Card. José Saraiva Martins Inviato di Papa Benedetto XVI al Capitolo S. Marria degli Angeli, Domus Pacis, 4 giugno 2009 Carissimi fratelli dell’Ordine dei Frati Minori riuniti a Capitolo, è per me una gioia e un dono poter essere qui, insieme a voi, in occasione del vostro Capitolo generale, che ricorre in una data giubilare particolarmente significativa, quella degli 800 anni della fondazione del vostro Ordine. Come mi ha scritto il Santo Padre Benedetto XVI nella lettera con la quale mi ha nominato Suo Inviato Speciale a presiedere l’elezione del nuovo Ministro Generale del vostro Ordine: “Sono trascorsi 800 anni dal giorno in cui il Sommo Pontefice Innocenzo III, con somma benevolenza accolse Francesco d’Assisi e i suoi compagni, che desideravano abbracciare una vita secondo la forma del santo Vangelo. Egli infatti, avendo conosciuto il voto degli uomini di Dio, diede il proprio assenso alla loro richiesta, benedisse san Francesco e i suoi frati, e disse loro: «andate con il Signore, fratelli, e come il Signore si degnerà di ispirarvi, predicate a tutti la penitenza» (1Cel 33,6-7)”. La mia presenza qui, quest’oggi, è il segno di una benevolenza, di una fiducia e di una benedizione che continua nel tempo e che il Signor Papa – come amava chiamarlo Francesco – desidera manifestarvi, perché continuiate a vivere secondo la forma del santo Vangelo e perché continuiate a invitare gli uomini e le donne del nostro tempo “alla penitenza”, alla conversione, ad accogliere Gesù Cristo come unico salvatore e a metterlo al centro della vita. Molte grazie e molti frutti hanno contraddistinto il vostro Ordine nel corso di questi otto secoli: una folta schiera di martiri e di santi, alcuni dei quali io stesso ho potuto – per così dire – conoscere da vicino durante il mio mandato di Prefetto per le cause dei santi; un impegno missionario che vi ha portato a entrare in contatto con popoli, culture e religioni diverse, a ogni latitudine del mondo; la capacità di stare tra la gente con semplicità come “frati del popolo”; l’appassionato annuncio del vangelo in ogni epoca, con la capacità di incidere anche sulla cultura, sull’economia e sulla società. Nel corso di questi otto secoli, inoltre, è sempre stato forte il vostro legame con la Sede Apostolica, così come prevede la vostra Regola, nella quale siete esortati ad “essere sempre sudditi e soggetti al Signor Papa e alla Santa Chiesa di Roma” (cfr Rb XII,4), ed è proprio a motivo di questo speciale rapporto tra il Vostro Ordine e la Santa Sede che mi trovo qui quest’oggi a presiedere un atto così importante per la vostra vita e per la vita della Chiesa, com’è l’elezione del Ministro Generale. Già nell’omelia di questa mattina vi ho ricordato quanto la vostra Regola richiama, al Capitolo X, quando dice che il Ministro, eletto nel Capitolo di Pentecoste, è chiamato ad essere appunto “ministro e servo degli altri frati”, e che i frati sono tenuti ad obbedirgli in spirito di fede ma sono anche invitati a ricorrere a lui con fiducia, sapendo di essere accolti con familiarità. Vi ho ricordato inoltre che in quello stesso capitolo della Regola, Francesco afferma che il desiderio più grande di ogni frate minore dev’essere di avere lo Spirito del Signore e la sua santa operazione, di pregarlo sempre con cuore puro e di seguirlo sulla via dell’umiltà e dell’amore fino alle estreme conseguenze. Ebbene, fratelli carissimi, l’atto che andate a compiere, proprio alla luce del Capitolo X della vostra Regola riveste un’importanza particolare: è e dev’essere un atto in obbedienza allo Spirito del Signore; è e dev’essere un atto compiuto sulla base di una profonda e reciproca fiducia che esiste tra di voi; eleggerete infatti un fratello che sarà al vostro servizio, al quale vi potrete rivolgere con fiducia e familiarità, al quale sarete chiamati però anche ad esprimere un’obbedienza sincera, che non è solo formale o canonica, ma è manifestazione di carità fraterna; è e dev’essere un atto nel quale scegliete qualcuno che vi aiuti e vi incoraggi a seguire Gesù Cristo sulla via della radicalità del Vangelo, fino in fondo, fino al dono della vita, con coerenza e radicalità, eleggerete perciò qualcuno che possa visitare e incoraggiare i frati dell’Ordine, ma anche richiamarli e – se necessario – correggerli e invitarli a conversione. Voi stessi, in quanto responsabili del governo e dell’animazione delle varie Province e Custodie del vostro Ordine sarete i primi ad essere chiamati a collaborare con lui nel visitare, servire, animare e incoraggiare i frati, ma anche nell’invitarli a essere radicali e coerenti quando si tratta di vivere la Regola, le Costituzioni, i consigli evangelici; sarete i primi ad essere collaboratori del Ministro generale an- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS che quando si tratterà di richiamare i fratelli alla conversione e quando occorrerà correggerli con la fermezza di un padre, con la tenerezza di una madre, con la vicinanza di un fratello. Voi capite che – di fronte a questo compito – l’invocazione dello Spirito Santo non è e non può essere formale, ma dev’essere fatta col cuore. E lo Spirito che abbiamo invocato e ricevuto nella celebrazione eucaristica questa mattina, quello Spirito che abbiamo invocato anche poco fa, all’inizio della sessione con il canto del Veni Creator, deve trovare posto e accoglienza nel cuore e nella mente di ciascuno di voi: per cercare unicamente la volontà di Dio e il bene dell’Ordine in quest’atto di elezione, ma anche per rimanere aperti a ciò che il medesimo Spirito suggerirà attraverso colui che eleggerete e attraverso il discernimento capitolare, infine per vivere una rinnovata fedeltà al vostro carisma, nella Chiesa, per il bene dell’umanità e dell’intero creato. Trovandoci nelle vicinanze della Porziuncola invochiamo l’intercessione di Maria Immacolata patrona del vostro Ordine, che Francesco salutava come la “Vergine fatta Chiesa” (SalV), “figlia e ancella dell’altissimo sommo re, il Padre celeste, madre del santissimo Signore nostro Gesù Cristo, sposa dello Spirito Santo” (Ant. UffPass), invochiamo l’intercessione dei Santi Francesco e Chiara e di tutti i santi e beati francescani di questi otto secoli, affinché – come mi ha scritto il Santo Padre Benedetto XVI – “impetrino presso il Cristo per questa Famiglia religiosa strenua fedeltà al carisma delle origini e al tempo stesso nuovo evangelico ardore”. Infine desidero trasmettervi la Benedizione Apostolica, del Santo Padre Benedetto XVI – come Egli stesso mi ha scritto – “pegno del favore celeste e testimone della Nostra peculiare benevolenza, benedizione impartita con grande affetto in quest’anno giubilare su tutti i partecipanti al Capitolo Generale”. Il Signore vi benedica e vi illumini con la grazia dello Spirito Santo nella scelta del Ministro Generale del vostro Ordine, perché possiate eleggere un fratello capace di confermare tutti voi nel vivere oggi la vostra Regola di vita e capace di guidarvi a diventare annunciatori della Parola del Signore in mezzo a tutti i popoli. Amen. Card. José Saraiva Martins, C.M.F. Inviato Speciale di Sua Santità Benedetto XVI al Capitolo generale 237 10.Il “Governo” dell’Ordine per il sessennio 2009-2015 1. Ministro generale: Fr. José Rodríguez Craballo Il 4 giugno 2009 Fr. José Rodriguez Carballo è stato riconfermato Ministro generale dell’Ordine dei Frati Minori dai 152 rappresentanti dell’Ordine, riuniti a S. Maria degli Angeli di Assisi per il 187° Capitolo generale Il rito della elezione è stato presieduto dal Delegato del Santo Padre, S. E. Card. José Saraiva Martins, il quale ha consegnato al neo-eletto il “sigillo di tutto l’Ordine dei Frati Minori”. Fr. José Rodriguez Carballo compirà 56 anni nel mese di agosto. Ministro generale già dal 2003, ha svolto in precedenza i seguenti incarichi: Definitore generale e Segretario generale per la Formazione e gli Studi; Ministro Provinciale della Provincia francescana di Santiago di Compostela (Spagna); Presidente dell’Unione dei Frati Minori d’Europa e Maestro dei giovani religiosi in formazione. Per nove anni Definitore Provinciale. Significativo anche il suo curriculum accademico: dopo aver ottenuto la Licenza in Teologia Biblica a Gerusalemme (Facoltà Biblica e Archeologica), la Licenza in Sacra Scrittura (Biblicum a Roma) ha insegnato queste discipline nel Seminario maggiore nella città spagnola di Vigo e nella Facoltà Teologica di Santiago de Compostela. Per molti anni ha lavorato con gruppi biblici e dopo aver ottenuto un Master in Teologia della Vita Religiosa ha insegnato questa materia nella Facoltà di Santiago di Compostlla. È Dottore Honoris Causa per le Università de Las Americas, San Bonaventura (USA), San Bonaventura, Cali (Colombia). È anche membro corrispondente dell’Accademia Internazionale di Cultura del Portogallo. Gli è stato conferita la medaglia dell’Università di Cuenca (Ecuador). Attualmente è membro delle Congregazioni Vaticane di Evangelizzazione per i popoli e di Vita Consacrata. Fr. José Rodriguez Carballo è il 119° successore di san Francesco. Guiderà fino al 2015 i 15.000 religiosi dell’Ordine dei Frati Minori, che vivono in 113 nazioni del mondo. A 800 anni dalla Fondazione dell’Ordine, i Frati Minori hanno rinnovano presso la piccola chiesa della Porziuncola (luogo dove ha avuto origine il movimento francescano) il proprio impegno missionario, pronti ad incontrare i “nuovi poveri” di oggi e incrementare il loro 238 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 impegno per l’evangelizzazione, il dialogo interreligioso ed interculturale e la promozione della pace. Parla: spagnolo, italiano, portoghese, francese, inglese 2. Vicario Generale: Fr. Michael Perry Fr. Michael Perry è nato a Indianapolis (USA) il 7 giugno 1954. Ministro Provinciale della Provincia del Sacro Cuore di Gesù (USA), ha emesso la professione temporanea l’11 agosto 1978, quella solenne il 10 ottobre 1981 ed è stato ordinato sacerdote il 2 giugno 1984. Ha servito la sua Provincia per la formazione teologica dei giovani frati, per quella dei post-novizi, ha lavorato nella commissione internazionale di GPIC ed è stato missionario nella Repubblica Democratica del Congo per dieci anni. È stato al servizio del “Catholic Releif Services” e della Conferenza di Vescovi Cattolici degli Stati Uniti. Il suo curriculum accademico comprende un Ph. D. in Antropologia Teologica, M.A. in Teologia, M.Div. in Formazione Sacerdotale e B.A. in Storia e Filosofia. 3. Definitorio generale –Fr. Vincent Mduduzi Zungu (Africa/Medio Oriente) della Prov. N.D. Reginae Pacis (Sud Africa). È nato il 28 aprile 1966 a Mbongolwane (Sud Africa), ha emesso la professione temporanea il 19 gennaio 1989, quella solenne il 2 luglio 1994, è stato ordinato sacerdote l’8 luglio 1995. Era Ministro provinciale. – Fr. Paskalis Bruno Syukur (Asia/Oceania) della Prov. S. Michaëlis Archangeli (Indonesia). È nato a Ranggu (Indonesia) il 15 luglio 1982, ha emesso la professione temporanea il 15 luglio 1983, quella solenne il 22 gennaio 1989, è stato ordinato sacerdote il 2 febbraio 1991. Era Ministro provinciale. – Fr. Francis Walter (Anglofona) della Prov. Innaculatæ Conceptionis BMV (USA). È nato a Trenton (USA) il 24 giugno 1972, ha emesso la professione temporanea il 24 giugno 1973, quella solenne il 26 giugno 1976, è stato ordinato sacerdote il 6 maggio 1977. Faceva parte della Fraternità di Via Nicolò IV in Roma. – Fr. Roger Marchal (Europa Centralia) della Prov. Trium Sociorum (Francia/Belgio). È nato a Sarrebourg (Francia) il 23 ottobre 1954, ha emesso la professione temporanea il 16 settembre 1978, quella solenne il 25 settembre 1982, è stato ordinato sacerdote il 26 giugno 1984. Era Ministro provinciale. – Fr. Vicente-Emilio Felipe Tapia (Hiberica) della Prov. Castellanæ S. Gregorii Magni (Spagna). È nato ad El Romeral (Spagna) il 14 luglio 1951, ha emesso la professione temporanea il 6 luglio 1969, quella solenne il 30 marzo 1975, è stato ordinato sacerdote il 5 settembre 1976. Lavorava nell’Ufficio di GPIC della Curia generale OFM. – Fr. Vincenzo Brocanelli (Italica) della Prov. Picenæ S. Iacobi de Marchia (Italia). È nato a ad Ostra Vetere (Italia) il 19 febbraio 1943, ha emesso la professione temporanea il 21 settembre 1959, quella solenne il 17 settembre 1965, è stato ordinato sacerdote il 20 agosto 1966. Era Ministro provinciale. – Fr. Ernest Karol Siekierka (Slavica) della Prov. S. Francisci Assisiensis (Polonia). È nato a Inowrocław (Polonia) il 9 dicembre 1960, ha emesso la professione temporanea il 23 agosto 1980, quella solenne l’8 dicembre 1983, è stato ordinato sacerdote il 26 marzo 1986. Era Segretario generale dell’Ordine. – Fr. Nestor Inácio Schwerz (Latinoamericana) della Prov. S. Francisci Assisiensis (Brasile). È nato a Santa Cruz do Sul, RS (Brasile) il 4 settembre 1949, ha emesso la professione temporanea il 3 febbraio 1970, quella solenne il 3 febbraio 1975, è stato ordinato sacerdote il 18 dicembre 1976. Era Segretario generale per l’Evangelizzazione. – Fr. Julio César Bunader (Latinoamerica) della Fluvii Platensis Assumptionis BMV (Argentina). È nato a Mendoza (Argentina) il 9 gennaio 1961, ha emesso la professione temporanea il 27 febbraio 1985, quella solenne il 12 marzo 1988, è stato ordinato sacerdote il 1° maggio 1992. Era Ministro provinciale. 239 DE CAPITULO GENERALI ORDINIS 11.Messaggio del Capitolo generale OFM ai Ministri dell’economia del G8 S. Maria degli Angeli, 12.06.2009 Ai Ministri dell’economia del G8! Noi Francescani, Frati Minori (Governo dell’Ordine, Ministri e Custodi), riuniti in Assisi per il 187° Capitolo generale in questo anno 2009, VIII centenario della fondazione del nostro Ordine, e provenienti da 110 Paesi del mondo in rappresentanza di 15.000 frati che condividono direttamente e concretamente le sorti dei nostri popoli, desideriamo inviare a Voi, Ministri dell’economia del G8, il saluto francescano di “pace e bene!” e un nostro fraterno, accorato messaggio. Testimoniamo, nella nostra società, il non sufficiente riconoscimento di alcuni inalienabili diritti della persona umana a livello economico, sociale, culturale, civile e politico, tra i quali il diritto alla vita in ogni suo momento, alla libertà nelle sue molteplici manifestazioni, al lavoro e allo studio, i diritti della donna e dei bambini, senza trascurare il problema cruciale della disoccupazione e della mancanza di sostegno alle famiglie in difficoltà. Constatiamo con crescente inquietudine come la globalizzazione, retta dalle pure leggi di mercato, porti come conseguenze: l’attribuzione di un valore assoluto all’economia, la disoccupazione, la diminuzione e il deterioramento dei servizi pubblici, la distruzione dell’ambiente e della natura, la produzione e la vendita indiscriminata delle armi, l’aumento delle differenze tra ricchi e poveri, la concorrenza ingiusta che pone le nazioni povere in una situazione di inferiorità sempre più evidente, costringendo milioni di persone ad una disperata emigrazione dai propri territori. Per superare la crisi economica, noi crediamo nell’impegno per trasformare l’attuale stile di vita attraverso una sobrietà più responsabile, la condivisione come alternativa alla competizione, il rispetto dell’ambiente e la nonviolenza attiva. Alla luce di quanto sopra proponiamo che i governi: • programmino una economia che rappresenti un cambio di paradigma, il passaggio, cioè, da un modello di economia di libero mercato a un modello di economia della sostenibilità, che dia il primato alla dimensione sociale e ambientale su quella prettamente economica e che garantisca i bisogni fondamentali a tutti con il contributo di tutti; • favoriscano politiche produttive che evitino produzioni inquinanti; • attuino politiche energetiche basate su energie rinnovabili rispettando gli ecosistemi; • mantengano gli impegni già solennemente presi relativamente allo stanziamento dello 0,7% del PIL per il raggiungimento degli otto obiettivi di sviluppo del millennio. Seguendo l’insegnamento di Francesco d’Assisi, patrono dell’ecologia, conosciuto in tutto il mondo quale testimone di pace e di fraternità, sollecitiamo di porre al centro la persona umana in tutte le sue dimensioni, chiedendo che venga promosso ulteriormente: • il rispetto della dignità e della uguaglianza della persona umana, con l’impegno conseguente della costruzione del bene comune e della destinazione universale dei beni; • un rinnovato sforzo verso uno sviluppo sostenibile che garantisca la realizzazione dei bisogni delle attuali generazioni senza compromettere possibilità e soddisfazioni alle future; • una crescita economica coniugata con la salvaguardia ambientale e la distribuzione dei benefici tra tutti i paesi. Per questo chiediamo che con sollecitudine Vi possiate adoperare per soddisfare nel miglior modo possibile le attese e i bisogni dell’uomo d’oggi. Come Frati Minori Vi assicuriamo tutto il nostro appoggio per questo cammino e Vi salutiamo con le parole di Francesco d’Assisi, fondatore del nostro Ordine: “Il Signore Vi doni la sua pace!” I Padri Capitolari 12.Discurso de clausura del Ministro general POR LOS CAMINOS DEL MUNDO Queridos hermanos: ¡El Señor os dé la paz! Gratitud 1. Al final de la celebración de nuestro 187º Capítulo general, quiero, antes de nada, agradecer al Señor el que nos haya permitido encontrarnos como hermanos en torno a este lugar santo querido por Francisco más que ningún otro: la Porciúncula. Mi gratitud 240 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 va también a todos vosotros por estar aquí y a cuantos han soportado el peso y el calor de la jornada: El Secretario del Capitulo y los dos vicesecretarios, los peritos, intérpretes y traductores, los actuarios y los responsables de la comunicación, el ecónomo del Capítulo y todo el personal de la Domus Pacis y de la Casa de le Stuoie. Un gracias del todo particular a Fr. Agostino Esposito que con premura de madre y atención de hermano nos ha asistido como médico. Gracias, finalmente, a la Provincia seráfica, a la Provincia Romana y a la Provincia toscana por la acogida que nos han dispensado en la Porciúncula, en el Valle santo de Rieti y en el Alvernia. Muchos rostros, todos hermanos 2. En Asís, altar privilegiado de nuestra memoria (Shc 7) ocho veces centenaria, nuestro encuentro, caracterizado por la riqueza de rostros y de culturas, ha sido el signo más evidente de la realidad internacional e intercultural de nuestra Orden, y que en cuanto tal nos presenta un gran desafío: acoger la diversidad como la alegre noticia de un Dios siempre fecundo (Shc 4), y abrir constantemente nuestro corazón al misterio del otro como espacio de salvación (cf. Shc 3). Sentido de pertenencia 3. Para responder a este desafío, -lo que considero fundamental para construir aquí y ahora una fraternidad como la querida por Francisco, sin barreras ni fronteras-, se hace necesario vivir en actitud de expropiación y de éxodo, o, como dice el documento final de este Capítulo, descentrarnos de nosotros mismos, ser menos autoreferenciales (cf. Portadores del don del Evangelio = PdE 14). Dicha actitud es la única que podrá llevarnos a salir al encuentro del otro, y acogerlo con todo lo que le es propio, como regalo del Otro (cf. Test 14). 4. Mucho es el camino recorrido, largo es todavía el tramo de camino que nos queda por recorrer. Un medio concreto para ayudarnos a superar particularismos que nos cierran al otro es el seguir invirtiendo en fraternidades internacionales e interculturales, así como el seguir creciendo en el sentido de pertenencia a una Fraternidad, la Orden, que no se limita a una Provincia, Custodia o a una Conferencia, por importantes que estas circunscripciones puedan ser. Con el Consejo plenario de Guadalajara (2001) reafirmamos que la estructura fundamental de la Orden es la persona del hermano en relación, una relación abierta a todo hermano, al de cerca y al de lejos, por diferente que sea por cultura o raza. Sólo ello nos permitirá definirnos y presentarnos ante el mundo como verdaderos hermanos. También en esto hemos de sentirnos y ser cruzadores de fronteras. 5. Este sentido de pertenencia, en el que pido trabajemos sin descanso, y que no por ser universal deja de ser menos personal, renovará el aire viciado y cargado de pesimismo y de resignación que tantas veces respiramos, y nos permitirá llenar los pulmones de esperanza, y respirar al ritmo del Espíritu. Parafraseando cuando dice el documento final de este Capítulo, hemos de angustiarnos menos por el futuro de nuestras respectivas entidades y abrirnos más al futuro del franciscanismo (cf. PdE 14). Ello, lejos de cerrar los ojos a las distintas realidades de sufrimiento por las que estamos atravesando (disminución numérica, aumento de la edad media, abandonos…), nos permitirá armonizar una visión realista del presente con una visión de futuro cargada de esperanza, conscientes de que el hombre de esperanza no es el que se desentiende de la realidad sino el que la lee y la contempla desde el corazón y con los ojos de Dios. Nos permitirá también soñar, sin cerrar los ojos a nuestra propia realidad y a la realidad de los que están a nuestro lado. En tiempos dominados por un realismo asfixiante que se basa en nuestros censos y en nuestros caballos y caballeros, que el Señor se encarga de sepultar en el mar, hemos de soñar con los ojos bien abiertos, sabedores de que la fuerza nos viene de lo alto, y que Él, para el que nada hay imposible, sigue confundiendo los que se creen sabios y fuertes con los que se consideran a si mismos, como Francisco, idiotas y débiles. Viviendo desde la lógica del don 6. El sentido de pertenencia del que estamos hablando también tendrá consecuencia prácticas a la hora de vivir la lógica del don (cf. Shc 19-25). Solidaridad material y solidaridad de personal. La fraternidad, desde la que nos insertamos en la historia y en la Iglesia, sólo se puede manifestar desde la solidaridad. Ya no podemos hablar de entidades autónomas, en el sentido estricto del término, como tampoco podemos hablar de hermanos solos. Nos necesitamos unos a otros. En una sociedad donde los muros y las barreras se siguen justificando y aumentando, los Hermanos Menores estamos DE CAPITULO GENERALI ORDINIS llamados a ser vasos comunicantes, dispuestos a dar y a recibir. En ello estará nuestra fuerza. De ello dependerá en gran medida nuestra significatividad. Que no tengamos que cerrar casas de formación o proyectos misioneros por falta de dinero, y que no tengamos que cerrar presencias importantes y significativas para la Orden por falta de personal. Todos hemos de recordar lo que nos dicen las Escrituras Santas: Hay más alegría en dar que en recibir. Invito, por tanto, a todos los hermanos a revisar nuestro sentido de partencia a la Orden, a la cual nos hemos entregado con todo el corazón el día de nuestra profesión, y desde la espiritualidad de la restitución, según la cual nada nos pertenece, y desde la capacidad de entregar y entregarnos gratuitamente a los otros desde la lógica del don que es similar al constante entregarse de Dios y nos permite ser prolongación de su amor, saliendo de nosotros mismos al encuentro del otro y al encuentro de sus necesidades (cf. Shc 22). 7. El tema dominante en este Capítulo ha sido el tema de la misión evangelizadora. El don del Evangelio, se lee en el documento final de este Capítulo, está en el origen de nuestra fraternidad (DF 5). Esta fraternidad desde sus orígenes se siente llamada a restituir aquello que vive, y aquello para lo cual ha sido convocada: Vivir y anunciar el Evangelio. Para nosotros ésta no es una tarea entre otras, sino que es nuestra identidad, nuestra definición. Portadores del don del Evangelio 8. ¿Dónde vivir y anunciar el Evangelio? Allí donde viven los hombres, allí donde sufren, trabajan y esperan. Es en el espacioso claustro del mundo, en los incontables claustros inhumanos, como repetimos muchas veces, donde somos llamados a hacer nuestros los gozos y las tristezas de los hombres y mujeres de nuestro tiempo, particularmente de los más pobres y de los que más sufren (cf. Sdp 37), y a proyectar una mirada positiva sobre los contextos y las culturas en que estamos inmersos, descubriendo las oportunidades inéditas de gracia que el Señor nos ofrece a través suyo (PdE 15). No podemos separarnos de la gente, del pueblo. También nosotros, como el sumo sacerdote del A.T., hemos sido sacados del pueblo, para ser enviados al pueblo. Es allí, inter gentes, particularmente en lugares fronterizos y conflictivos, donde somos enviados para confesar el Evangelio, después de habernos 241 dejado conquistar por Él, y, de este modo, poder, con la fuerza de lo alto, transformar el corazón y la vida de nuestros contemporáneos. Entre los destinatarios de nuestra misión evangelizadora, sin excluir a nadie y con una opción clara por los últimos, hemos de tener la valentía y la creatividad para dirigirnos a los jóvenes. Ellos son el futuro porque ya son el presente de nuestra sociedad. Son muchos los jóvenes que están en actitud de búsqueda, y que, como Francisco, desean vivir en plenitud, pero no siempre encuentran en nosotros personas dispuestas a la escucha, ni testimonios convincentes que propongan opciones evangélicas radicales que, cuestionando sus vidas, también ellos se pregunten: Señor, ¿qué quieres que haga? 9. Confesar el Evangelio significa vivir el Evangelio en la vida cotidiana, en el día a día, en los momentos importantes como en los más ordinarios, como consecuencia de haber sido seducidos por Jesús. Evangelizar no es simplemente hacer esto o aquello. Evangelizar es vivir, es testimoniar, es contagiar, es encender fuego en el corazón de nuestros contemporáneos, después de haber dejado que el fuego de la Palabra del Señor ardiese en nuestro corazón. Todo ello comporta una vida iluminada por la fe, y alimentada por el amor, que se traduce en obras. La vida de fe, dice el documento final del Capítulo general extraordinario 2006, es la fuente absoluta de nuestra alegría y de nuestra esperanza, de nuestro seguimiento de Jesucristo y de nuestro testimonio al mundo (Shc 18). La vida es siempre más elocuente que muchos discursos, y sólo una vida coherente con lo que decimos hará creíbles nuestros discursos. La misión evangelizadora no es cuestión de eslogans, sino que es, ante todo y sobre todo, cuestión de testimonio de una vida de fe: Creí por eso hablé, dice Pablo y debemos poder decir cada uno de nosotros. Cuanto más se vive de Cristo, tanto mejor se le puede servir en los demás, llegando hasta la avanzadilla de la misión y aceptando los mayores riesgos (VC 76). Confesar el Evangelio comporta, entonces, adherirnos a Cristo, como el cinturón se adhiere a la cintura. 10. El misionero y evangelizador es siempre un enviado, por ello no queremos ir en nombre propio, sino enviados por el Señor que nos habla a través de la fraternidad en comunión con la Iglesia (Sdp 37). Tampoco queremos ir como dueños de la verdad, sino como 242 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 siervos humildes de un mensaje que hemos recibido gratis y que debemos dar gratis (cf. Gál 3, 18)(Sdp 37). Todo ello nos exige hacer más visible a aquel que nos envía, de manera que le permitamos decir su palabra sobre nosotros, hasta hacernos humildemente palabra suya, narrar su paso constante, aunque fugaz por nuestra vida. Nuestra tarea es el de ser sus testigos, embajadores de una Buena Noticia que es salvación total y rehabilitación en todas las dimensiones de la vida: personal, social y política. Esto conlleva inevitablemente el caer en la cuenta de que no disponemos de un mensaje como quien es depositario de una carta o paquete para otros. Nosotros somos la carta del Señor para nuestros hermanos los hombres. ¿Somos conscientes de ello? ¿cuáles son las exigencias concretas a nivel personal y fraterno de ello? 11. Puesto que somos enviados, no somos promotores, sino colaboradores, no somos protagonistas, sino embajadores de Cristo, somos siervos y no señores. Hemos de dejarle la palabra a Él. El misionero y evangelizador se entrega con todas sus fuerzas a una tarea que es fundamentalmente de Otro, al que busca servir en todo lo que emprende y a quien remite constantemente. Sabedor de ser poseedor de un tesoro, el Evangelio, el misionero y evangelizador se siente humilde regalo que desea ardientemente donarse para corresponder al amor del que ha sido objeto. En la evangelización no hay motivo de apropiación ni de orgullo. La evangelización se hace siempre desde la minoridad, con la conciencia de ser siervos inútiles, de dar y restituir lo que hemos recibido. Tampoco hay lugar para el activismo desenfrenado. La misión evangelizadora comporta el dejarse hacer antes que el hacer. Seremos misioneros en la medida en que seamos discípulos. No se trata de sustituir la entrega personal por la multitud de actividades. Discerniendo la misión 12. En estos momentos veo necesario entrar en una actitud de discernimiento de la misión. Ya el Capítulo general extraordinario del 2006 nos invitaba a ello cuando en su documento final afirmaba: Los nuevos retos nos sitúan hoy, más que nunca, ante la necesidad permanente de discernimiento , una seria revisión de nuestra misión (cf. Shc 33.35). Evaluar y discernir la misión no es simplemente elegir lo mejor o ponderar en lo que somos más eficaces o nos sentimos más útiles a los demás. Discernir la misión es situar el conjunto de las tareas en las que estamos metidos en una voluntad de servicio (minoridad), en la que ni el éxito ni el fracaso tienen la última palabra. La eficacia nunca puede ser la medida de la entrega del corazón. Es la fuerza transformadora del amor la que nos debe impulsar a movernos a favor del frágil y del pequeño, para hacer comunión de la proximidad, para ponernos a sus pies como servidores. Este es el criterio fundamental a tener en cuenta en el discernimiento de la misión, recordando siempre que lo que hemos de buscar no es la eficacia, sino la fecundidad. Y sabemos que nadie puede ser fecundo en solitario. Sin la acción y el concurso de otro, en este caso del Otro, no podemos ser fecundos apostólicamente hablando. Se hace necesario abrirnos a la alteridad, abrirnos a la acción invasora del que pone en nuestro interior una simiente inmortal, y abrirnos a la estrecha colaboración con los demás, especialmente con los hermanos que el Señor nos ha regalado (evangelizar en fraternidad), y con los laicos. Misión compartida 13. El tema de los laicos ha ocupado una buena parte de nuestras reflexiones. Aquí sólo quiero recordar que ya no basta que los laicos colaboren con nosotros en la obra de la evangelización. Es necesario entrar en una dinámica de corresponsabilidad con ellos. Desde una clara identidad carismática por nuestra parte, hemos de abrirnos a su concepción de la vida del mundo, de la cultura, de la política, de la economía... Ello supondrá, sin duda, un fecundo intercambio de dones entre los laicos y nosotros. En este sentido mucho es el camino que hemos de recorrer todavía y que dependerá, en gran parte, de la visión de Iglesia que tengamos y que no siempre corresponde a la eclesiologia que nos viene del Concilio Vaticano II que pone de relieve la conplementariedad de las diferentes vocaciones en la Iglesia (VFC 70). ¿Estamos dispuestos a dar ese paso? En la colaboración con los laicos hemos de dar un puesto privilegiado a los hermanos y hermanas de la OFS y de la JUFRA. El documento final del Capítulo nos invita a impulsar la evangelización compartida con los laicos como un acto de verdadera restitución del Evangelio (cf. PdE 25). ¿Qué tiene que cambiar en nuestra misión evangelizadora para que sea realmente una misión compartida? DE CAPITULO GENERALI ORDINIS Misión ad gentes 14. En este Capítulo mucho se habló de la misión ad gentes. El amor de Cristo nos apremia (2Co 5,14). Es el deseo de amarle y de hacerle amar lo que lleva a muchos hermanos a gastar sus energías en esta actividad primaria de la Iglesia, esencial y nunca acabada (RM 31). Si la fe se fortalece dándola (RM 2), ya no es una opción, sino una vocación que exige una pronta respuesta de parte de quien, por divina inspiración se siente enviado ad gentes. De la respuesta generosa a esta vocación específica dentro de la vocación a ser Hermanos Menores, dependerá mucho el renovado entusiasmo y las nuevas motivaciones que estimularán nuestra fidelidad. Por todo ello, mi convicción personal es que desde nuestra pobreza hemos de seguir implicándonos en la actividad misionera de la Iglesia en las misiones de siempre, Tierra Santa y Marruecos, así como en los nuevos proyectos aprobados por este Capítulo para África, Asia, y Amazonas. Y todo ello desde un fraterno acercamiento a las diversas culturas, desde un esfuerzo audaz y paciente de diálogo con ellas, y desde un esfuerzo constante por inculturar nuestra forma de vida, teniendo en cuenta la idiosincrasia del pueblo que nos evangeliza y al que queremos evangelizar (cf. VC 77-80). De este compromiso misionero ninguna entidad puede desentenderse. Es una llamada a todas, tanto la entidades jóvenes como las de antigua tradición, como justamente afirma el documento final de este Capítulo (cf. PdE 21). La formación 15. Un tema que ha ocupado mucho espacio en las propuestas capitulares es el de la formación. Es normal, pues, como bien sabemos, de la formación depende todo y, por tanto, también la misión evangelizadora. Me alegra que se haya dado una cierta prioridad a la formación permanente, pues sólo ella nos permitirá insertarnos en una realidad que cambia con un ritmo muchas veces frenético, dándonos las herramientas adecuadas para responder a los retos de la sociedad de hoy. Por otra parte, sólo ella nos posibilitará una fidelidad creativa y gozosa. Largo es, queridos hermanos, el camino que hemos de recorrer todavía para poder pasar de una concepción de la formación como un tiempo pedagógico, que terminaría con la profesión solemne, a una concepción teológica de nuestra vida, que es en sí misma formación nunca terminada (cf. CdC 15). Lar- 243 go es, también, el camino a recorrer para pasar de una formación permanente que es fundamentalmente aggiornamento y se confunde con cursos o tiempos sabáticos (todo ello es necesario, pero insuficiente), a una formación permanente que encuentra en la cotidianidad de la vida fraterna su humus, y su escuela y cátedra. Una buena formación permanente, enraizada en una adecuada formación inicial, es fundamental para la misión evangelizadora hoy. Por parte del Definitorio general creo poder decir que intentaremos dar prioridad a la formación permanente teniendo en cuenta, sobre todo, las preciosas indicaciones que nos ofrece el reciente documento sobre la misma: Llamados a la libertad. 16. En cuanto a la formación inicial deseo insistir en tres prioridades a tener en cuenta si queremos salir al paso de los muchos retos que dicha formación nos lanza hoy, y si queremos formar misioneros y evangelizadores: las fraternidades formativas, la formación de los formadores y el necesario discernimiento vocacional. No considero oportuno repetir lo dicho en mi informe al Capítulo, donde me ocupé de estos retos. Sólo quiero pediros, queridos hermanos Ministros y Custodios: No sacrifiquéis la formación por ninguna otra presencia, por importante que sea, pues ello sería pan para hoy y hambre para mañana. Si para asegurar una fraternidad formativa adecuada tenéis que cerrar otras presencias, no lo dudéis. Hoy la formación es impensable sin una verdadera fraternidad formativa, lo que exige un mínimo de tres hermanos profesos solemnes. Por otra parte hay que investir más en la formación de formadores. Pido un esfuerzo para liberar a los formadores e enviarlos al curso de formadores de la PUA o de nuestro centro de Canterbury. El capítulo del 2003 pidió ese master. Hemos logrado organizarlo, pero faltan candidatos. Por otra parte, pido también a las Conferencias que ya programan cursos para la formación de formadores que sigan programándolos. A las que todavía no lo hacen que los inicien. Por otra parte, pido un cuidadoso discernimiento a la hora de nombrar formadores. Los criterios para nombrar un formador no pueden ser simplemente que un hermano es joven o que tiene un título universitario. La cualidad indispensable para un formador es que ame su vocación y pueda mostrar la belleza del seguimiento de Cristo al estilo de vida que nos dejó Francisco. Por otra parte no podemos sobrecargar de 244 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 otros trabajos a los formadores. Su trabajo, si no exclusivo, sí prioritario es el de acompañar a los jóvenes que el Señor le ha confiado. Pido en esto responsabilidad a los Ministros y Custodios. Como responsabilidad pido también en todo lo relacionado con el discernimiento vocacional para no ser víctimas ni del número, ni de la eficacia. Es la calidad lo que hemos de buscar en todo momento, pues sólo ella salvará el franciscanismo. 17. No puedo dejar de mencionar la necesidad de formar para la misión. Ello tiene mucho que ver con el estilo de vida en el que formamos y mucho que ver también con una formación intelectual adecuada, sin la cual no podemos ni dialogar, ni evangelizar nuestra cultura. Conclusión 18. Portadores del don del Evangelio, éste es un don destinado a ser compartido. Y quien comparte restituye (PdE 11). Para llevar a cabo esta misión en nuestro mundo son necesarias audacia y valentía, dones propios del Espíritu del Señor. Antes de la venida del Espíritu, los discípulos estaban con las puertas cerradas, por “miedo”. El día de Pentecostés la situación se cambia radicalmente. Esta valentía de presentarse al mundo y testimoniar a Jesús, sea cual sea el precio que hay que pagar, es don del Espíritu. Es el Espíritu el que nos llevará a vivir el Evangelio. Abrámonos al soplo del Espíritu. Encarnémonos evangélicamente en nuestro tiempo y escuchemos las voces que el Espíritu nos lanza y que piden respuesta (PdE 14). No podemos vivir de espaldas al devenir del mundo (PdE 20). Como Francisco, dejémonos cuestionar por el Evangelio y aprendamos los códigos comunicativos del momento actual, para hacer inteligible el mensaje liberador del Evangelio a nuestros contemporáneos. 19. Saludad a todos los hermanos. Acompañadlos en todo momento. A todos nos sirvan de estímulo estas palabras del poeta Alexander Pushkin, padre de la poesía moderna rusa: “Álzate, profeta, ve y oye, prédicame de ciudad en ciudad y caminando de aldea en aldea, quema con tus palabras el corazón”. 20. Sea el Espíritu del Señor el que guíe nuestros pasos. Ponga en nosotros corazones fe, sabiduría y audacia para llevar hasta los confines de la tierra la Buena Noticia de Jesucristo. Señora de la Porciúncula: ilumina nuestra mirada, purifica nuestros corazones, sé nuestra compañera de viaje por los caminos de la evangelización. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general 13.Homilia de clausura del Ministro general Queridos hermanos: ¡El Señor os dé la paz! Con la gracia del Señor hemos llegado al término de nuestro 187º Capítulo general. Durante cuatro semanas nos hemos reunido aquí, en la Porciúncula, donde hace ahora 800 años comenzó la aventura franciscana, bajo la mirada maternal de Santa María de los Ángeles. Éstos han sido días vividos en intensa actitud orante, en los que hemos invocado la presencia del Señor resucitado y de su Espíritu en medio de nosotros. Han sido días de gozoso encuentro fraterno que nos permitieron abrazar a hermanos provenientes de todos los continentes y de más de 110 países, de diferentes razas y culturas. En la diversidad que nos caracteriza hemos reconocido la feliz noticia de un Dios siempre fecundo. Han sido días de profunda reflexión, lo que nos permitió hacer un alto en el camino – moratorium- para ver dónde estamos y hacia dónde queremos y debemos caminar. Han sido días de proyectación, que nos permiten mirar al futuro con esperanza. ¿Cómo no pensar, entonces, en aquel primer pentecostés que vio reunidos en el cenáculo a los discípulos en torno a María, “aguardando” la venida del Espíritu? ¿Cómo no pensar en un nuevo pentecostés para nuestra Orden que este año celebra sus 800 años de fundación? ¿Cómo no pensar en los primeros capítulos de la Orden en los que se trataba todo lo relacionado con la vida y misión de los hermanos? Por todo ello, hacemos nuestro el canto del salmo responsorial: Se alegra nuestro corazón en el Señor, al mismo tiempo que confesamos llenos de gozo: El Señor nos ha revestido con vestiduras de salvación. En estos días hemos mirado a nuestro pasado y a nuestro presente, recordando la gracia de nuestros orígenes. Por la santidad y la gozosa fidelidad de tantos hermanos de ayer y de hoy, con el corazón rebosante de alegría, decimos al Altísimo, Omnipotente y buen Se- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS ñor: por el don de los hermanos, ¡loado seas mi Señor!. Esta mirada positiva y agradecida a nuestro pasado y a nuestro presente no nos impide ver las sombras y las infidelidades, el cansancio y las rutinas, que, a menudo, acompañan nuestro caminar. Por ello, mientras pedimos perdón, asumimos con renovado compromiso la llamada a nacer de nuevo (Jn 3, 3) para acoger, personalmente e institucionalmente, el Evangelio como forma de vida, sin ceder a la constante tentación de domesticar sus exigencias más radicales para adaptarlas a un cómodo estilo de vida. Ahora, terminado el Capítulo, se nos presenta delante el presente/futuro, como tiempo del Espíritu. Y entonces nos preguntamos: ¿qué hemos de hacer hermanos? (Hch 2, 37). El Señor durante estos días de Capítulo nos ha dicho de mil maneras: Id y predicad el Evangelio a todas las naciones (Mt 28,19-20), y haciéndose presente en medio de nosotros nos urge: Id a anunciar a mis hermanos que vayan a Galilea, allí me verán (Mt 28,10). Desde el icono del Cristo de San Damián, el Señor nos ha dicho como a Francisco, Ve y repara mi Iglesia. Cristo Resucitado nos espera en el espacioso claustro que es el mundo, allí donde vive el hombre, allí donde se encuentra en su diversidad, allí donde sufre, trabaja y espera. Una vez más el Resucitado nos dice: No me retengáis (Jn 20,17). Nuestra condición es la de ser testigos del Resucitado en la Galilea de las naciones (Is 8, 23), en medio de las gentes, inter gentes, en cualquier país o nación, a los de lejos y a los de cerca (Ef 2,17). Quien se ha encontrado con Cristo resucitado no puede dejar de anunciarlo, como María Magdalena (cf. Mc 16,10). Quien ha encontrado la perla preciosa no puede dejar de comunicar dicho hallazgo a cuantos encuentra por el camino (cf. Mt 13,46). Cristo es nuestra “perla”, no podemos “retenerla” para nosotros. Id, salid, al mundo entero. La misión evangelizadora no es para nosotros una actividad más, sino que es nuestra definición, pues, de hecho somos: Misioneros en el corazón del mundo, como hermanos y menores, con el corazón vuelto hacia el Señor. Somos bien conscientes que la misión que nos espera es ardua. El terreno en el que hemos de sembrar la semilla del Evangelio, el corazón del hombre, está lleno de obstáculos, como nos recuerda la parábola del sembrador (cf. Mt 13,3). Pero somos igualmente conscientes que la fuerza germinativa de la semilla de la 245 Palabra de Dios no ha disminuido. Vivimos en un momento de crisis, que para algunos posiblemente comporta una amenaza mortal y que para otros puede ser una prueba de fe en el Señor de la historia y en su presencia indefectible. El momento que nos ha tocado vivir es delicado y decisivo. Pero hemos de ser bien conscientes de que este es el tiempo de Dios y, en cuanto tal, revela nuevas oportunidades, purifica, despierta potencialidades, devela signos de futuro y de resurrección. En cualquier caso no podemos ser ingenuos. El sembrador, cada uno de nosotros, ha de conocer bien el campo de la siembra, conocer sus elementos positivos y valorar, con precisión, los obstáculos (cf. Mt 13,18-23). Necesitamos conocer bien el corazón de los hombres a los cuales nos dirigimos, de su modo de pensar y de situarse. Se hace necesario entrar en una constante actitud de discernimiento, examinándolo todo, para quedarnos con lo bueno (cf. 1Ts 5,21). Se hace necesario, también, vivir en estrecha relación con todos los hombres y mujeres, nuestros contemporáneos. Somos, y hemos de continuar siendo, los frailes del pueblo. Con el pueblo, particularmente con los más pobres, somos llamados a sentirnos mendicantes de sentido, haciendo nuestras sus mismas búsquedas, dejándonos interpelar por tantas situaciones negativas del contexto en que vivimos. También es necesario estar bien preparados intelectualmente, para una lectura atenta de los signos de los tiempos y de los lugares, y poder, de este modo, dar una respuesta evangélica a todos ellos. Esa respuesta comporta, por nuestra parte, elaborar y llevar a cabo nuevos proyectos de evangelización para las situaciones actuales (VC 73). Esa es nuestra gran responsabilidad en estos momentos. De nosotros, hijos de Francisco de Asís, el mundo espera, y tiene pleno derecho a ello, que trabajemos como instrumentos de paz y de reconciliación, en una sociedad profundamente marcada por la violencia y las divisiones, así como por la salvaguarda de la creación, cuando ésta está seriamente amenazada. De nosotros, hijos del Poverello, el mundo espera, y tiene pleno derecho a ello, que seamos hombres que fomentan el diálogo entre las culturas, las generaciones, las religiones, las corrientes de pensamiento, a fin de propiciar el conocimiento y el reconocimiento mutuos y la búsqueda de caminos comunes para instaurar un mundo hermanado en las ricas y sanas diferencias. De nosotros, Hermanos Menores, el mundo espe- 246 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 ra, y tiene pleno derecho a ello, que seamos menores entre los menores, y solidarios con todos, hombres que trabajen para que de una economía de mercado se pase a una economía solidaria, que cree redes de comunicación que beneficien la interdependencia de bienes y recursos con miras a una vida digna para todos. Nuestra misión evangelizadora comporta todo ello, como comporta ir allí donde todavía no estamos, abriendo nuevos proyectos misioneros para colaborar con la Iglesia en la implantación del Reino de Dios, a veces sólo con la presencia silenciosa, pero siempre fecunda, y en la implantación de la Orden, allí donde esto sea posible. Por todo ello pasa nuestra misión evangelizadora, a la que hemos dedicado nuestras reflexiones durante este Capítulo de Pentecostés 2009. Por todo ello pasa la fidelidad creativa y gozosa que estamos llamados a testimoniar (cf. VC 37) en estos momentos delicados y duros, no exentos de tensiones y de pruebas, pero lleno, también, de grandes posibilidades (cf. VC 13). Todo ello es necesario si queremos reproducir con audacia y creatividad la santidad de Francisco (cf. VC 37), y de tantos hermanos que nos han precedido en estos 800 años de camino de nuestra Fraternidad. Durante el Capítulo hemos sentido fuertemente la llamada a una profunda renovación para ser fieles a la gracia de los orígenes, pero sabemos muy bien que la garantía de una tal renovación está en la búsqueda de la conformación cada vez más plena al Señor (cf. VC 37). Sólo él puede mantener constante la frescura y la autenticidad de los orígenes y, al mismo tiempo, infundir el coraje de la audacia y de la creatividad para responder a los signos de los tiempos (CdC 20). Sólo reencontrando el primer amor seremos fuertes y audaces, pues sólo ese amor puede infundir valor y osadía, en tiempos como los nuestros. He ahí, entonces, la llamada más urgente que nos viene del Evangelio y de nuestra condición de discípulos y misioneros: una profunda conversión del corazón y una vuelta constante hacia el Señor. No podemos olvidar que es Dios el que hace fecundo y fértil el terreno de la misión evangelizadora. Es él, y sólo él, quien hace crecer la semilla (cf. Mc 4,27). La evangelización es ante todo obra de la fuerza de lo alto. En el Cenáculo los discípulos reciben el Espíritu. Es él el que da a Pedro la fuerza para proclamar el Evangelio el día de Pentecostés. Del mismo modo, quienes quieran anunciar con fuerza el Evangelio en la Galilea de las naciones han de encontrarse en el Cenáculo, con María, y recibir el Espíritu Santo. Él es el único que puede mover nuestros corazones y nuestros pies para ir hasta los confines de la tierra y allí, en las condiciones más diversas y, a veces, más adversas, predicar a Jesucristo como la Buena Noticia del Padre de las misericordias a la humanidad. Él es el único que puede abrir el corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo para acoger dicha Buena Noticia. Es la fuerza del Espíritu la que nos hará verdaderamente libres. Por otra parte, sólo quien, como María, se deja habitar por la Palabra, podrá comunicarla a los demás (cf. Lc 1,39-44). Sólo quien, como Francisco, se deja encontrar por el Evangelio, podrá ser Evangelio viviente. María, virgen de la atención, alcánzanos del Señor la capacidad para conservar en nuestro corazón el misterio de Dios y de los hombres. María, creyente abierta al Espíritu, alcánzanos del Señor la docilidad incondicional a sus inspiraciones. María, primera evangelizadora, alcánzanos del Señor la audacia de llevar la Buena Noticia a nuestros contemporáneos. María, mujer hecha servicio, alcánzanos del Señor la capacidad de servir al Evangelio y a sus primeros destinatarios, los pobres. María, bendita entre las mujeres, alcánzanos del Señor la gracia de saber estar siempre al lado de quien nos necesite. María, doncella de Nazaret, alcánzanos del Señor la valentía de decirle siempre SI, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general 14. Documento del Capítulo general PORTADORES DEL DON DEL EVANGELIO Presentación Queridos hermanos: ¡El Señor os dé la paz! Con el corazón lleno de gratitud al Señor por habernos permitido celebrar nuestro 187° Capítulo general, tengo la alegría de presentaros el documento final del mismo que lleva por título Portadores del don del Evangelio. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS El Capítulo ha querido ofrecer a los hermanos un documento de talante inspiracional. No se trata, por consiguiente, de un diagnóstico del estado actual de nuestra Orden sino de una propuesta esperanzada de caminos por recorrer. En algunos ya hemos iniciado la marcha, otros quedan aún por roturar, en cualquier caso el Espíritu nos urge a ser lúcidos para saber leer los signos de los tiempos y evangélicamente creativos y audaces para dar una respuesta adecuada a dichos signos, y poder, de este modo, con los ojos puestos en el futuro, encarnar el don del Evangelio en los diversos contextos donde el Señor nos llama a estar presentes. Es precisamente aquí donde reside el verdadero valor del documento: en su vocación de criterio de evaluación y orientador de nuestra vida y misión evangelizadora. El mejor uso que de él podemos hacer consiste por tanto en confrontar con serenidad, en autenticidad y con visión de futuro, su contenido con nuestras vidas reales en todos los niveles, desde las fraternidades locales hasta el gobierno general de la Orden, pasando por las entidades y las Conferencias, e iniciar los procesos de conversión que sean necesarios para adecuar con coherencia nuestras declaraciones con la vida concreta. En mi Informe al Capítulo general y en el aula capitular he resaltado la conveniencia de que las fraternidades, las entidades – y ¿por qué no también el mismo gobierno general?- cultiven el moratorium como un espacio de discernimiento comunitario. Estoy convencido de que el documento que hoy presento puede ser para ello una herramienta preciosa. Pido a todos y cada uno de los hermanos que hagan una lectura atenta del documento emanado por el Capítulo general 2009, para que, teniendo en cuenta las inspiraciones que aparecen en él, puedan evaluar su vida y misión, e iniciar caminos inéditos de testimonio y presencia que hagan cada día más significativo nuestro ir por el mundo para anunciar el Evangelio, como hermanos y menores, con el corazón vuelto hacia el Señor. He hablado de iniciar procesos de conversión. Todos sabemos lo difícil que es esto. ¡Son tantas las inercias y las trabas que oponemos a la gracia! El documento, sin embargo, está recorrido de principio a fin por referencias constantes al Misterio Trinitario: un Dios que es Padre y que envía a su Hijo y nos da al Espíritu que de ambos procede. Que la certeza de la acción permanente e indefectible de este 247 mismo Espíritu, verdadero Ministro general de la Orden, sea nuestra esperanza y nuestra confianza. Roma, 15 de julio de 2009, fiesta del Doctor Seráfico. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general Introducción En el nombre del Señor, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén1. El Capítulo general de la Orden de los Hermanos Menores saluda con reverencia y amor sincero a todos los hermanos que, enviados por el Señor Dios al mundo, anuncian en los diversos pueblos y culturas, de palabra y con el testimonio de sus obras, que no hay otro Omnipotente sino sólo él2. Y a cuantos llegue esta carta, el hermano Francisco, su siervo en el Señor Dios, pequeñuelo y despreciable, les desea a todos salud y paz3. Muy queridos hermanos: 1. El Señor nos ha reunido en Santa María de los Ángeles de la Porciúncula para celebrar el 187º Capítulo general de nuestra Orden del 24 de mayo al 20 de junio del 2009 de conformidad con nuestra Regla, la cual prescribe que el Capítulo tenga lugar por Pentecostés4. Ha sido significativo que este encuentro se haya llevado a cabo en el año en que conmemoramos el VIII centenario de la aprobación de la forma de vida franciscana y en el lugar que vio nacer a nuestra fraternidad. La presencia aquí de hermanos procedentes de tan diversos países y culturas es un signo elocuente de la fuerza fecunda del proyecto de vida de Francisco que no es otro sino el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo5. 2. Puesto que el modo peculiar de Francisco de leer el Evangelio es esencialmente práctico, vital6, reafirmamos la primacía de la praxis como camino para una mejor comprensión de la propia vocación7. Por eso nos preocupa la distancia que suele separar a nuestros discursos de la vida real. De ahí que el Capítulo haya querido escribir un mensaje que inspire y anime la vida cotidiana de los hermanos más que un documento doctrinal. Y hemos querido hacerlo con brevedad de sermón como aconsejaba Francisco8, pues ésta es también una manera de volver a lo esencial. 248 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 3. El tema del Capítulo ha sido la misión evangelizadora, la cual es un medio particularmente propicio para restituir al Señor el don del Evangelio dado como forma de vida a Francisco9. Hablamos de “don” en el sentido que él le da a esta palabra cuando dice que el Señor le dio hermanos10, y de “restitución” en el sentido que tiene el término cuando él mismo exhorta: Y restituyamos al sumo y altísimo Señor Dios todos los bienes, y reconozcamos que todos le pertenecen, y por todos ellos démosle gracias pues proceden de él11. La restitución se refiere, por consiguiente, a la desapropiación. 4. En este mensaje deseamos compartir algunas reflexiones sobre estos dos aspectos que, complementándose, dan origen a nuestra vida y misión, situándonos sobre el trasfondo de la vida, las necesidades, las preguntas y los desafíos de nuestros pueblos, para quienes el anuncio de la Buena Noticia del Reino de Dios, germen de un mundo nuevo de justicia, de paz y de fraternidad, tiene que ser hoy más que nunca generador de esperanza. I El don del Evangelio 5. El Señor me dio a mí, el hermano Francisco..., El Señor me condujo entre los leprosos..., El Señor me dio hermanos..., El Señor me reveló...12 Estas palabras del Testamento de Francisco apuntan a una profunda verdad: al principio de todo está el Señor, origen de todo bien, que es todo bien, sumo bien, todo el bien, único bien13. Toda realidad aparece así como un don que procede de él, y el mayor de todos es su Hijo bendito y glorioso que nos ha dado y que por nosotros nació14. Ésta es la Buena Noticia que hemos recibido: el Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios15, don que cambió la vida de Francisco y que cambia la de cada uno de nosotros. 6. El don del Evangelio está en el origen de nuestra fraternidad. En el Testamento de Francisco el don de los hermanos y el don de la forma de vida evangélica van de la mano16. Cuando los dos primeros compañeros le preguntaron qué debían hacer para poder vivir con él, Francisco respondió: Pidamos consejo a Cristo17 y junto con ellos se dirigió a la iglesia para abrir tres veces el libro del Evangelio. En él es Cristo quien habla, y de la escucha de su voz nace aquel nuevo vínculo en el Espíritu que es la primera fraternidad. El pequeño grupo de hermanos, germen de la Orden franciscana, precede en ese momento fontal a toda distinción ministerial. Son simplemente creyentes que quieren tomarse en serio el Evangelio. 7. Desde los primeros días la fraternidad se descubre llamada a anunciar aquello mismo que vive. Celano cuenta que muy al principio, cuando apenas eran ocho hermanos, ocurrió el primer envío por el mundo18. Francisco y los suyos se convierten así en pregoneros y evangelizadores. Este será un rasgo distintivo de la vida franciscana al que ambas Reglas le dedicarán un tratamiento explícito19. Es itinerancia, es simpatía por el mundo20, del cual no sólo no se pretende huir sino que antes bien se le reconoce como el propio claustro21, es compartir la vida de los pobres y la de aquellos que se encuentran a la orilla del camino22. Este modo de andar por el mundo es una manera de restituir el don del Evangelio recibido. 8. Francisco y sus hermanos llevan a cabo opciones que dan concreción a sus intuiciones. Optan por no tocar el dinero, pero no renuncian al trabajo o a cuidar a los leprosos; optan por no andar a caballo, pero no por eso dejan de ir por el mundo; rehúsan decididamente los privilegios eclesiásticos, pero se declaran a la vez siempre súbditos y sujetos a los pies de la santa Iglesia23; optan por confiarse a la Providencia para proveer a su sustento, pero precisamente por ello son libres de comer lo que les pongan enfrente24. De estas y muchas otras maneras la primera fraternidad aparece como una fraternidad profética, como una fraternidad-signo25 que sabe leer los signos de los tiempos y encarnar el Evangelio de manera concreta y comprensible para la cultura del propio tiempo. 9. De la misma manera se hace patente la fantasía evangélica con la que Francisco y sus hermanos saben anunciar el Evangelio de la paz. Baste recordar el modo como logra pacificar al obispo y al podestà de Asís que estaban enemistados26. Francisco actúa de una manera muy simple e inteligente: no entra en las cuestiones económicas o de poder que los habían dividido ni pretende encontrar una solución “política” al conflicto; sencillamente los invita a escuchar el Cántico, del cual él había compuesto la letra y la música27. Su fantasía le sugiere el modo de ayudarles a resolver sus contiendas desde su propio don. ¿Qué hay de más eficaz que la música y el canto para mover los afectos y hablar al corazón? La lógica del don28 aparece claramente como una alternati- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS va a la lógica del precio, de la ganancia, de la utilidad y del poder, tan imperante entonces como en nuestro mundo de hoy. 10. A ejemplo de Francisco y de tantos hermanos de nuestra historia que supieron poner sus dones al servicio de la Buena Nueva29, también nosotros nos sentimos llamados a acoger el Evangelio y a restituirlo creativamente con la vida, con gestos concretos, mediante el ejercicio de nuestros propios dones. Queremos aprender a escuchar la palabra de Jesús y a restituirla a los hombres y mujeres de hoy en el espíritu del Evangelio30, recorriendo los caminos del mundo como Hermanos Menores evangelizadores con el corazón vuelto hacia el Señor. II Restituyamos el don del Evangelio Durante los trabajos capitulares surgieron diversos temas que deseamos proponer a los hermanos como posibles caminos de restitución. 249 es Padre y que desde la hondura de su intimidad de comunión y de amor envía a su Hijo a anunciar y a hacer presente la Buena Nueva de su Reino bajo la acción del Espíritu. Además, únicamente a partir de este presupuesto de fe podemos comprender que la misión evangelizadora sea esencialmente inherente a nuestra vocación franciscana, ya que todos la hemos abrazado bajo el signo de la fe trinitaria: Para alabanza y gloria de la Santísima Trinidad35. Sobre el fundamento de una fe y de una espiritualidad trinitarias podemos entrar en la dinámica de la lógica del don, que hace que la riqueza que los hermanos aportan con sus dones, junto con la diversidad de contextos sociales, culturales y religiosos que nos desafían, confiera a la misión de nuestra Orden su carácter de carismática, plural y diversa36. En la centralidad que le es debida al Dios trino como principio integrador de nuestras vidas, fraternidades y de los dones de los hermanos nos jugamos la esperanza que anima nuestra misión evangelizadora37. La evangelización Misión inter gentes: Encarnados evangélicamente en nuestro tiempo 11. En su esencia más profunda el Evangelio es un don destinado a ser compartido. El envío a evangelizar brota de sus entrañas mismas31 a la vez que es una exigencia de la fe. Una auténtica experiencia de Dios, en efecto, nos pone en movimiento, porque no es posible sentir el abrazo infinito de un Dios locamente enamorado porque es amor y sólo amor sin sentir al mismo tiempo la necesidad urgente de compartir esta experiencia con los demás32. Evangelizar es en último término hacer la experiencia de Emaús, poniéndose en ruta para hacer una oferta de fe mediante un testimonio compartido33. Y quien comparte restituye34. 12. Pero conviene ser autocríticos y preguntarnos si el inmovilismo y la instalación que amenazan con paralizar el dinamismo evangelizador no estarán hablando de una crisis de fe que toca a algunos de nosotros. Y quizá el nudo del problema no sea tanto que no creamos sino más bien qué idea de Dios hemos puesto en el centro de nuestra fe. ¿No será que acaso acentuamos con demasiada frecuencia, de modo unilateral, el lado monoteísta de ella en detrimento de su dimensión trinitaria, que es donde radica su originalidad? La pregunta es pertinente porque el envío evangelizador sólo tiene sentido desde la fe en un Dios que 13. Otro camino de restitución que el Capítulo ha enfatizado en estos días es la llamada “misión inter gentes”38, expresión que da a entender un modo de hacernos presentes ahí donde el Señor nos envía, a la vez que una actitud ante el mundo. Se trata de un proceso de inserción en la realidad que nos hace descubrir la vida de nuestros pueblos con toda su complejidad39. La misión inter gentes supone esta empatía con el mundo y es consecuencia y prolongación del misterio de la encarnación. Para anunciar la Buena Nueva del Reino, el Verbo – el primer menor- se hace carne en un cuerpo humano y por el mismo hecho se inserta también en un tiempo histórico, en una sociedad y en una cultura concretas, asumiendo así en todo la condición humana menos en el pecado40. Cristo es el paradigma de toda evangelización, por lo que la encarnación real y efectiva del evangelizador en la realidad socio-cultural del pueblo es una condición ineludible de su misión. 14. Para lograr esta anhelada encarnación es preciso descentrarnos de nosotros mismos41 a ejemplo del Hijo de Dios, el cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios, sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose 250 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre42. La Orden se siente llamada a ser menos autorreferencial y a estar más en tensión hacia al devenir del mundo; a angustiarse menos por su futuro y más por el destino de la humanidad; a afanarse no tanto por adecuar sus estructuras internas sino por adecuarse a los tiempos que corren. Fenómenos como la interculturalidad, la reivindicación y defensa de los derechos humanos, la emergencia y visibilización de minorías de todo tipo; la crisis del modelo económico neoliberal que depaupera aún más a los sectores pobres de nuestras poblaciones, el ecocidio despiadado o los fenómenos migratorios son, entre otros, voces que el Espíritu nos lanza y que piden respuesta. Creemos que el Espíritu sigue actuando, hablando y manifestándose tanto hoy como ayer. 15. La missio inter gentes implica una actitud de simpatía por el mundo como condición para entrar en diálogo con los hombres y mujeres de hoy y para la evangelización43. No se trata de acomodarse al mundo y tampoco de suspender el juicio crítico respecto a él. Se trata más bien de aprender a ser capaces de proyectar una mirada positiva sobre los contextos y las culturas en que estamos inmersos, descubriendo las oportunidades inéditas de gracia que el Señor nos ofrece a través suyo44. Vivimos un nuevo kairós que él nos da a través del colapso de los anteriores paradigmas sociales, culturales y religiosos y de la emergencia de los nuevos que trae aparejado el cambio de época que estamos viviendo. De esta manera la misión evangelizadora se convierte en camino de ida y vuelta que comporta dar, pero también recibir, en actitud de diálogo45. 16. La misión inter gentes se expresa asimismo a través de la inculturación. Seducidos por Cristo, Palabra de Dios inculturada por excelencia, también nosotros queremos aprender a encarnar el mensaje evangélico en los diversos contextos en que vivimos46. Para que el Evangelio sea significativo no hay que esperar a que sean los hombres y mujeres de hoy quienes se esfuercen por entender lo que les pretendemos transmitir, más bien nos corresponde a nosotros aprender el lenguaje del mundo y sus códigos comunicativos para hacer inteligible el mensaje. Me hice todo con todos con tal de salvar por todos los medios a algunos, dice el apóstol. Y agrega: Y todo lo hago por el Evangelio, porque quiero tener también mi parte en él47. La situación de la Iglesia en tiempos de Francisco es aleccionadora: prisionera de sus estructuras feudales, había perdido capacidad de comunicar el Evangelio a la sociedad de entonces. Había perdido el lenguaje de la misión. El nuevo mundo se le escapaba48. 17. Una de las formas de evangelización inter gentes en la que se encuentran involucrados muchos hermanos es la llamada evangelización “tradicional”, que mantiene su validez y que de ninguna manera suprime o se contrapone a las nuevas formas de evangelización. Misión ad gentes 18. La misión inter gentes encuentra su expresión plena y en cierto modo su complemento en la misión ad gentes. En múltiples ocasiones el Capítulo manifestó por ella su sincero aprecio y subrayó la importancia de este elemento esencial de toda evangelización. La misión ad gentes, en efecto, pone en singular evidencia el momento inicial de la fe, que nace del anuncio del kerygma a quienes aún no conocen el Evangelio y que llama a la conversión. Por la fe anunciada y compartida el Espíritu crea lazos de comunión de los cuales hace nacer la Iglesia. Esta dinámica misionera pertenece esencialmente a la fisonomía de ésta, obediente al mandato de Jesús, que dice: Vayan, pues, y enseñen a todas las naciones, bautizándolas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a observar todo cuanto les he mandado49. 19. Francisco y sus hermanos de la primera hora fueron particularmente impactados por los textos evangélicos del envío en misión de los discípulos50, los cuales inspiraron su modo de andar por el mundo desprovistos de cuanto pudiera darles seguridad51. Esta es una característica típica de nuestra tradición franciscana, y desde el principio los hermanos han sabido cruzar fronteras para aventurarse más allá de los confines de la cristiandad. La historia de la primera fraternidad está señalada por las misiones al otro lado de las montañas, hacia el norte de Europa, y más allá de los mares, hacia el Oriente. Es Francisco quien suscita estas primeras expediciones tras el Capítulo de 1217, antes de ponerse él mismo, dos años más tarde, en camino hacia Oriente. 20. Según la Regla la misión no nace de la iniciativa humana sino por divina inspiración52. Éste es un elemento esencial para revitalizar hoy nuestras misiones ad gentes. Sólo en la docilidad al Espíritu, que sopla donde DE CAPITULO GENERALI ORDINIS quiere y como quiere y que impulsa a evangelizar, reencontraremos la fuerza y el ardor misioneros que a veces pudieran parecer venir a menos. La Regla no bulada, por su parte, señala a los hermanos dos modos de comportarse: el testimonio silencioso en sujeción a toda humana creatura por amor a Dios y el anuncio explícito de su Palabra con el llamado a la conversión cuando vean que place al Señor53. Se trata de indicaciones preciosas que conjuntan las características de la misión inter gentes con las de la misión ad gentes en una síntesis posibilitada por la docilidad al Espíritu. El anuncio explícito del Evangelio es el punto de llegada de nuestro modo minorítico de estar presentes en el mundo tras un atento discernimiento para descubrir cuándo “le place al Señor”. 21. En esta atención a las misiones ad gentes el Capítulo ha auspiciado la colaboración entre las diversas entidades en una perspectiva de intercambio recíproco entre aquellas más jóvenes y las de más antigua tradición. Hoy la misión más allá de las propias fronteras es un llamado a todos, y los movimientos migratorios a nivel mundial propician una nueva aproximación a la dimensión misionera. Habitar las fronteras 22. El evangelizador es un cruzador permanente de fronteras por el simple hecho de ser enviado. Puede tratarse de fronteras geográficas como suele suceder en el caso de la misión ad gentes, pero también las hay de otros tipos y tenemos que aprender a franquearlas. Vivimos en sociedades compartimentadas donde a veces las divisiones se tornan demasiado rígidas, originando así discriminación, exclusión y, en ocasiones extremas, violencia física, psíquica e ideológica. En el actual contexto social, eclesial y aun de la Orden misma algunas de ellas cobran especial relevancia y nos urgen a ejercer nuestra itinerancia cruzando fronteras como las que hay entre hombre/mujer, clérigo/laico, rico/pobre, cultura/naturaleza, alma/cuerpo, ciudadano/inmigrante, oración/ trabajo, Orden/mundo, comunidad/sujeto individual. Evangelizar implica tratar de hacer porosos nuestros límites para permitir el flujo de la intercomunión y la intercomunicación. Nuevamente sólo la fe y la espiritualidad trinitarias nos permitirán habitar las fisuras de un mundo fragmentado en un esfuerzo de integración y superar estas y otras dicotomías como camino de restitución. 251 23. Al mismo tiempo se da el fenómeno de la existencia de otras fronteras que se hacen imprecisas y delimitan cada vez menos. La globalización puede ser invocada como un ejemplo paradigmático de ello. Ésta es una de las grandes paradojas de nuestra época: para unos las fronteras son herméticas, para otros apenas si existen. El fenómeno de la inmigración se inscribe en esta dialéctica, especialmente cuando se trata de los refugiados. Cada año son miles aquellos que la miseria o la violencia expulsan de sus países y no son pocos los que perecen en el intento de encontrar los medios para solventar sus necesidades más elementales y las de sus familias. La suya es una itinerancia pobre y minorítica. ¿Podemos encontrar los hermanos menores un espacio social donde estos valores de nuestro carisma estén mejor representados? Una presencia evangélica entre ellos sería un signo de restitución particularmente elocuente en este mundo donde sólo el flujo de dinero, bienes y servicios encuentra libre tránsito, no así las personas, y mucho menos los pobres, sacramentos del Hijo de Dios que fue pobre y huésped54. En virtud de su encarnación, el Verbo se pone del lado de la periferia, de la vulnerabilidad, de la pobreza55. No queremos olvidar que nuestra minoridad, que tiene como paradigma la de Cristo [ ], ha de traducirse en opciones valientes que nos lleven a “abandonar algunas situaciones sociales y eclesiales para abrazar más decididamente la liminalidad de la vida religiosa, y habitar la marginalidad como esencia de nuestra identidad franciscana”56. 24. Asistimos al nacimiento de un mundo en el que surgen diferentes sensibilidades que comparten el espacio común: africana, asiática, latinoamericana...; culturas y religiones que hasta hace no mucho eran mayoritarias en ciertos ámbitos empiezan a no serlo, al tiempo que otras van emergiendo y reafirmando su derecho a ser reconocidas y a existir. Ya no es preciso marchar a miles de kilómetros de distancia para encontrarnos con otras culturas y otras religiones. Las oportunidades de dialogar con ellas las tenemos al alcance de la mano. Formarnos para el diálogo y restituir el Evangelio en estos ámbitos es obra del Espíritu57 cuya acción no conoce fronteras, pues es él quien impulsa a ir cada vez más lejos, no sólo en sentido geográfico, sino también más allá de las barreras étnicas y religiosas, para una misión verdaderamente universal58. 252 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Los laicos y la “evangelización compartida” 25. La misión evangelizadora pertenece a toda la Iglesia, no sólo a los ministros ordenados. En la diversidad de ministerios, todos los cristianos son llamados a responder a la Palabra del Señor que envía a anunciar la Buena Nueva del Reino. Una correcta concepción de la Iglesia reconoce en la común condición bautismal el fundamento de los diversos carismas y ministerios. Por estos motivos nosotros, hermanos menores, nos sentimos llamados a impulsar la evangelización compartida con los laicos como un acto de auténtica restitución del Evangelio, don de Dios para toda su Iglesia. De este modo los laicos ejercen su derecho y su deber de participar en la conservación, en el ejercicio y en la profesión de la fe recibida59. El laico es evangelizador por derecho propio, no por una graciosa concesión ni mucho menos a título de suplencia para acudir en socorro de nuestras carencias de personal. De ahí que debamos entrar en una “conversión eclesiológica” que nos haga superar la mentalidad clerical que aún prevalece entre algunos hermanos. Un modelo de Iglesia que se basará únicamente en el sacerdote y en el misionero clérigo no permitiría una evangelización compartida, pues ésta implica la disposición a renunciar a ciertas seguridades y a ceder espacios de poder y de protagonismo. Por eso esta restitución sería un signo concreto del Espíritu, y a nosotros, Hermanos Menores, nos corresponde la tarea de ser inventores proféticos de signos60. 26. Nuestra Orden, formada por hermanos clérigos y hermanos laicos, comprende y valora el don de la vocación religiosa laical. Consideramos útil recordar algunas orientaciones surgidas en el Capítulo a este propósito. Se ha dicho que en algunas “regiones” de la Orden [ ] todavía se viven situaciones de discriminación en cuanto se refiere a las oportunidades de formación, que, según nuestra legislación, deben ser las mismas y que el modo de ejercer nuestros ministerios no siempre favorece la participación activa de los hermanos laicos en la misión evangelizadora61. Sobre este particular hemos reafirmado la exigencia de una formación única para todos, pero que sea a la vez respetuosa del don de cada hermano y de las diversas vocaciones que el Espíritu suscita. Se trata de que todos nuestros candidatos se formen para evangelizar, no para ejercer un solo modelo de evangelización. En este mismo tenor conviene preguntarnos si el clericalismo en la Orden no puede deberse en parte y en algunos casos a nuestras estructuras formativas vigentes, que hacen que algunos formandos con vocación laical acaben ordenándose simplemente porque no encuentran otros espacios con otras dinámicas formativas fuera del cursus clerical. Aplaudimos los esfuerzos hechos en estos últimos años por el gobierno de la Orden por seguir insistiendo ante la Santa Sede para que se nos reconozca como una fraternidad mixta62. Pero este cambio de estatus canónico que todos deseamos deberá ir acompañado de un cambio en la praxis fraterna. Proyecto fraterno de vida y misión 27. Ningún proyecto de evangelización es iniciativa ni patrimonio personal de nadie; siempre es la fraternidad la que evangeliza. El cuidado mutuo de los hermanos que a semejanza de la comunidad trinitaria se dan los unos a los otros pide cultivar una exquisita atención a la calidad de la vida fraterna. Una parte importante del servicio de animación de los Ministros y Guardianes es la búsqueda de medios de recrear la comunión, la intercomunicación y la calidez y verdad en las relaciones de los hermanos entre sí. 28. La vida tocada por el dinamismo del Evangelio se convierte en pasión desbordante por el Reino. Hay que dar forma a la vida para no perder los frutos de lo que el Señor ha sembrado. Mantenemos por tanto nuestra convicción de que es necesario que las fraternidades y las entidades entren en una cultura del proyecto fraterno de vida y misión. No es ante todo una preocupación de eficacia operativa lo que nos mueve a ello, sino la necesidad de integrar el conjunto de nuestra vida y de establecer en ésta criterios que guíen nuestras decisiones. En estos últimos años hemos trabajado sobre las prioridades de nuestra vida; afirmamos la convicción de que entre ellas y la misión evangelizadora tiene que haber una dinámica circular de retroalimentación dentro de la cual se inscriban nuestros proyectos. En esta amplia perspectiva la evangelización se presenta como el horizonte de todo el camino de conversión del hermano menor y, por tanto, de la formación permanente. La misión evangelizadora no es simplemente la dimensión “externa” de nuestra vida. De hecho, la misma vida consagrada, bajo la acción del Espíritu Santo que está en el origen de toda DE CAPITULO GENERALI ORDINIS vocación y carisma, se hace misión, como lo fue la vida de Jesús63. 29. Es necesaria también sensibilidad social para que el contacto con la realidad, leída con el instrumental crítico de las ciencias sociales y discernida con los ojos de la fe, nos sugiera el proyecto que el Señor nos pide. No podemos vivir de espaldas al devenir del mundo, especialmente en estos tiempos en los que la cultura posmoderna, con su cauda de oportunidades pero también de incertezas, desencanto y escepticismo, nos plantea tantos desafíos. La Orden ha optado por acompañarlo en el camino, no como quien tiene en la mano las respuestas a las preguntas que se hace, sino porque al igual que nuestros hermanos y hermanas, los hombres y mujeres de este tiempo, somos mendicantes de sentido64. ¿Seremos consecuentes con esta opción? No se puede elaborar por tanto un proyecto fraterno de vida y misión evangelizadora sin conciencia social. Por eso antes de obsesionarnos por adecuar nuestras estructuras debiéramos comenzar por leer atentamente los signos de los tiempos y de los lugares65 y dejarnos interpelar por ellos. 30. La espiritualidad que alimenta nuestra vida y misión evangelizadora nunca es ajena a la vida de nuestros pueblos y lo que la afecta. La llamada justicia ambiental, la no violencia activa, los refugiados, los emigrantes, los sin tierra, las minorías étnicas, el uso ético y solidario de las fuentes financieras o la epidemia del VIH-SIDA son realidades entre otras muchas que tienen que ser llevadas a la oración y discernidas en nuestra práctica cotidiana de la lectura orante de la Palabra de Dios. Los valores de la justicia, la paz y la integridad de la creación, que son valores de cepa evangélica, deben hacerse naturalmente presentes en nuestra vida de oración y devoción al igual que en la vida cotidiana y en el ejercicio de nuestros ministerios. Estamos llamados a construir puentes de diálogo, de encuentro, de reconciliación y de paz; a ser mensajeros de la cultura de la vida en todo el arco de su desarrollo; a ser, en fin, custodios de la esperanza. 31. El “redimensionamiento” de las presencias y de las entidades que suele comportar cierres y fusiones para unas y para otras es parte de las revisiones y reestructuraciones. Son un proceso doloroso en el que, sin embargo, estamos llamados a descubrir un momento de gracia pascual para intentar re-significarnos de un modo más simple y vulnerable, pero también más profético y ciertamente minorítico, 253 ahí donde estamos implantados. En nuestra Orden ésta es una realidad que se hace cada vez más visible y que representa una oportunidad excepcional de superar la mentalidad provincialista y de fomentar la interprovincialidad y el sentido de pertenencia a las Conferencias y a la Orden. Conclusión 32. Llegados al término de este encuentro fraterno no podemos menos de dar gracias al Señor por todos los bienes que a lo largo del mismo nos ha concedido así como lo ha hecho ya antes, en la ocho veces secular historia de la Orden, y seguramente lo seguirá haciendo hasta el fin. Gracias por tantos hermanos que a lo largo de los siglos han sembrado la semilla del Reino en el mundo, a veces con el testimonio silencioso de su vida, a veces con el anuncio explícito del Evangelio. Gracias por el testimonio supremo de la fe que han dado los innumerables mártires de nuestra Orden. Gracias por todos aquellos que hoy continúan trabajando por el Reino con generosidad, imaginación y creatividad en las misiones ad gentes, en Tierra Santa, en África, en el extremo Oriente, en las formas tradicionales de pastoral y en las presencias evangelizadoras en los lugares de fractura. Gracias también por nuestras Hermanas Pobres, por nuestros hermanos y hermanas de la Orden Franciscana Seglar y de la Juventud Franciscana y por tantos otros laicos y laicas que comparten con nosotros la pasión del ideal franciscano. Gracias, en fin, por los sueños de tantos hermanos de hoy, unos llenos de ilusión, otros doloridos, pero todos grávidos de futuro. Con corazón agradecido reconocemos la permanente acción del Espíritu del Señor, verdadero Ministro general de la Orden, que nos acompaña y nos conduce por los caminos del mundo para anunciar la Buena Nueva del Reino del Padre a la manera del Hijo. 33. Durante el Capítulo hemos celebrado la Vigilia de Pentecostés en Santa María de los Ángeles reunidos todos en la explanada de la basílica en torno a un gran haz de ramas secas. En un momento dado de la celebración se le prendió fuego a la leña con una pequeña llama tomada del cirio pascual, signo de Cristo resucitado. Muy pronto aquello se convirtió en una hoguera. Para que haya fuego se necesita una materia combustible, pues el fuego no es sino la 254 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 energía interna de la materia liberada en forma de luz y calor. La pira que en aquel momento ardía nos hablaba en su lenguaje simbólico de que no hay nada ni nadie, por seco y muerto que parezca – como seca y muerta estaba aquella brazada de leña- que, tocado por el Espíritu, no sea capaz de dar de sí energía, luz y calor. La acción del Espíritu consiste muy principalmente en liberar las potencialidades internas de las personas y de las circunstancias. Pentecostés es dejarnos sorprender por el dinamismo insospechado que nos habita y nos pone en marcha. Sólo falta una chispa para desencadenarlo, una llama minúscula como la del cirio: la llama del Resucitado. Del resto se encarga el Espíritu. Con Pentecostés dejamos atrás el tiempo pascual, no porque sea un punto y aparte litúrgico para pasar a otro tema – el tiempo ordinario- sino porque es el puente que pone en contacto al Resucitado con la vida cotidiana de los que creen en él. Pentecostés es dejarse incendiar por el Espíritu con el fuego de la Pascua en el día a día, tan común y tan corriente, de nuestras vidas. Por algo quería Francisco que el Capítulo general se celebrara por Pentecostés, y así lo hemos hecho. Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, y ahora, y siempre por los siglos de los siglos. Amén.66 ___________ Notas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 Cf. Carta a las autoridades de los pueblos 1. Carta a toda la Orden 9. Carta a las autoridades de los pueblos 1. Regla bulada 8, 2-3. Ib. 1, 1. Cf. Leyenda de los Tres Compañeros 28. El Señor nos habla en el camino 10. Regla bulada 9, 4. José Rodríguez Carballo, En autenticidad y con visión de futuro, Informe al Capítulo general, Roma 2009, 16. Testamento 14. Et omnia bona Domino Deo altissimo et summo reddamus et omnia bona ipsius esse cognoscamus et de omnibus ei gratias referamus, a quo bona cuncta procedunt. Regla no bulada 17, 17. Testamento 1, 2, 14, 23. Alabanzas que se han de decir a todas las horas, oración final. Carta a los fieles (2a. recensión) 11. Mc 1, 1. Testamento 14-15. 2 Celano 15; Anónimo de Perusa 10-11; Leyenda de los Tres Compañeros 27-29. 1 Celano 29. 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 Regla no bulada 14; Regla bulada 3. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 17, 6. Sacrum commercium 63. Regla no bulada 9, 2. Regla bulada 12, 4. Ib. 3, 14. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 31. Leyenda de Perusa 44 = Compilatio assisiensis 84. Ib. 24 = Compilatio assisiensis 66. Cf. El Señor nos habla en el camino 19-25. Cf. Espejo de perfección 85. Cf. Mt 25, 40. Mt 28, 18-20; Mc 16, 14-20; Lc 24, 46-48; Jn 20, 21. 1 Jn 4, 8.16. Cf. Jn. 1, 35-42; 1 Jn 1, 3. El Señor nos habla en el camino 39-40, 43-44. Ib. 19. Cf. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 19 c. Constituciones generales de la Orden de Hermanos Menores 5 §2. El Señor nos habla en el camino 19-25. Cita: n. 38. Ib. 27, 38. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 16 a, 25. Cf. Gaudium et spes 1. Jn 1, 14; Hb 4, 15; Flp 2, 7-8. Cf. Plegaria eucarística IV. Cf. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 17 c, 23 c. Flp 2, 6-7. Ib. 17, 5. Ib. 29. Ib. 17, 4. Ib. 263. 1 Cor 9, 22b-23. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 179 a. Mt 28,19-20. Anónimo de Perusa 10-11; 2 Celano 15. Lc 9, 3. Regla bulada 12, 1. Regla no bulada 16, 5-7. Ib. 9, 5. Carta a los fieles (2a. recensión) 4-5. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 32 b. Regla bulada 12, 1. Redemptoris missio 25. Cf. núm. 30. Dei Verbum 10. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 30. José Rodríguez Carballo, Ibid., 137 b. José Rodríguez Carballo, Ibid., 137 c. Vita consecrata 72, citada en Estáis llamados a la libertad 20. El Señor nos habla en el camino 6. José Rodríguez Carballo, En autenticidad..., 184. Cf. Regla no bulada 24, 5. 15. Mandati del Capitolo generale 2009 La fantasia creativa per incarnare nel proprio contesto il Vangelo con gesti e azioni inedite, che caratterizzò Francesco e i fratelli della prima ora, oggi più che mai è un’esigenza ineludibile del frate minore. Il Capitolo gene- DE CAPITULO GENERALI ORDINIS rale straordinario del 2006 ha segnalato con tutta chiarezza che stiamo assistendo ad un cambiamento epocale, nel quale vediamo emergere nuovi paradigmi e categorie che implicano una seria revisione della nostra missione e il coraggio di iniziare cammini inediti di presenza e di testimonianza1. Lo stesso Capitolo ci invitava ad entrare in un discernimento permanente e una valutazione costante della nostra vita e delle nostre scelte pratiche, all’interno della nostra fraternità e nel dialogo costante con i laici2. Nello spirito del primato della prassi vogliamo offrire qui di seguito ai frati e alle entità i mandati del Capitolo generale 2009. I. ANIMAZIONE DELLA VITA DELL’ORDINE Definitorio Generale Le Priorità 1. Il Capitolo generale chiede che il Ministro generale, con il suo Definitorio, riproponga le Priorità in chiave di missione evangelizzatrice e nella prospettiva di apertura al mondo, perché continuino ad essere i valori fondamentali di riferimento nell’animazione della nostra vita e missione nei prossimi anni. Identità francescana 2. Il Definitorio generale, attraverso il SGFS e il SGME, approfondisca il tema dell’identità francescana e della partecipazione alla missione evangelizzatrice dei Frati sacerdoti e laici. Se lo ritiene opportuno, in collaborazione con le diverse Conferenze, organizzi incontri a livello continentale su questi temi. Incontri 3. Ogni anno il Ministro generale continui a convocare i nuovi Ministri provinciali, i Visitatori generali e i Presidenti delle Conferenze per un incontro con il Definitorio generale, rivedendone la durata e la metodologia, perché rispondano meglio ai seguenti obiettivi: conoscenza reciproca, informazione, formazione e collaborazione con il Ministro e il Definitorio generale. 4. Per suscitare un dialogo più profondo e promuovere una comunione fraterna il Ministro generale e il suo Definitorio continuino a riunirsi con ciascuna Conferenza o con gruppi di Conferenze almeno una volta nel sessennio, rivedendo la metodologia seguita finora. 255 5. Ogni Definitore generale nella propria zona partecipi regolarmente alle riunioni della Conferenza o delle Conferenze della zona che gli è stata assegnata, per accompagnarla più da vicino. Entità Le priorità 6. Ciascuna Entità assuma la responsabilità di trovare una propria metodologia o un processo per studiare, approfondire e mettere in pratica le Priorità. Progetto di vita fraterna 7. I Ministri con il Definitorio accompagnino ogni fraternità locale nell’elaborazione del progetto di vita fraterna alla luce delle linee emanate da questo Capitolo. Formazione per Guardiani e altri settori di animazione 8. Le Conferenze o, dove questo non sia possibile a causa delle distanze o della diversità linguistica, le Province elaborino un progetto di animazione/formazione per i Guardiani e i Responsabili degli altri settori di animazione delle Entità. Tale progetto sia presentato al Definitorio generale e alla Conferenza dei Presidenti. Scuole di preghiera 9. Si crei, in ogni Entità o a livello interprovinciale, almeno una Casa di accoglienza e di condivisione in cui la vita di orazione sia vissuta come manifesta priorità, così che possa diventare “scuola di preghiera” per i Frati e per i laici e come forma di evangelizzazione. Il Definitorio generale provveda dei sussidi in stile francescano per l’animazione di queste “scuole”. Moratorium 10. Nei prossimi tre anni, 2010-2012, tutte le Entità dell’Ordine intraprendano un processo di riflessione e di discernimento. La riflessione e il discernimento si facciano a partire dalle seguenti domande: dove ci troviamo? Verso dove vogliamo andare? Verso dove ci spinge lo Spirito, tenendo presente la nostra realtà (debolezze e potenzialità), i suggerimenti della Chiesa, gli ultimi documenti dell’Ordine e i segni dei tempi? Opzioni da prendere in un prossimo futuro. 256 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Periodo di formazione permanente 11. Il Ministro provinciale dovrebbe incoraggiare tutti i Frati, al momento opportuno, per esempio in occasione del 25° di professione solenne, ad interrompere le loro normali attività e partecipare ad un programma o periodo di formazione permanente della durata di almeno sei mesi. Questa esperienza potrebbe essere organizzata dall’Entità, dalla Conferenza o dall’Ordine. Lettura orante della parola 12. Ogni Entità inserisca nella vita delle Fraternità degli incontri periodici dedicati alla lettura orante della Parola (cfr. CCGG 22 §1). II. MISSIONE EVANGELIZZATRICE 1. Animazione della missione evangelizzatrice Definitorio Generale Evangelizzazione in chiave francescana 13. Il Capitolo generale 2009 chiede al Ministro generale con il suo Definitorio ed ai Ministri provinciali con i loro Definitori di promuovere una missione evangelizzatrice chiaramente francescana, sottolineando in particolare che: • sia sostenuta da una forte esperienza di Dio; • sia fatta in fraternità e con la testimonianza della vita fraterna; • abbia il carattere di inter gentes, di itineranza, di presenza in zone sconosciute, difficili, rischiose e di vicinanza ai più poveri, sofferenti, esclusi; • si apra alla partecipazione attiva dei laici e della Famiglia Francescana; • si crei, laddove è possibile, una Fraternità che risponda alle esigenze della nuova evangelizzazione, in comunione con la Chiesa locale. Studio sulla situazione dell’Ordine 14. Al fine di suggerire strategie di intervento sull’evangelizzazione il Definitorio generale promuova uno studio interdisciplinare sulla situazione dell’Ordine, formando una commissione a livello centrale che coordini il lavoro con delle commissioni costituite a livello di Conferenze, e avvalendosi di esperti. 2. Formazione alla missione evangelizzatrice Definitorio generale 15. Il Ministro generale e il suo Definitorio, come anche i Ministri provinciali e i Custodi, accompagnino il discernimento ed assicurino la formazione dei futuri missionari, e la formazione permanente di coloro che da anni sono in territorio di missione. 16. Il Ministro generale e il suo Definitorio verifichino accuratamente il corso di formazione missionaria a Bruxelles, ed elaborino linee guida in preparazione alla missione valide per tutto l’Ordine.p Entità e Conferenze 17. Le Entità e le Conferenze promuovano nella formazione iniziale e permanente il tema della evangelizzazione ordinaria, della nuova evangelizzazione e della missione ad gentes, a livello sia teorico sia esperienziale. Per conseguire questo obiettivo occorrerà: • Rivedere nelle Entità i programmi di formazione permanente e iniziale alla luce della priorità dell’evangelizzazione e missione, anche attraverso esperienze concrete sia nell’Entità che nella Conferenza e nell’Ordine, garantendo un’adeguata preparazione, l’attento accompagnamento e la verifica. • Motivare i candidati durante la formazione iniziale all’evangelizzazione e alla missione nello stile francescano, come “frati del popolo”, condividendo, nella misura del possibile, la vita dei poveri del nostro tempo. • Avviare laboratori di formazione per l’evangelizzazione e la missione inter gentes e ad gentes a livello di Conferenza e/o di Entità. Siano aperti ai Segretari per le missioni e l’evangelizzazione, ai frati in formazione permanente e iniziale insieme ai laici ed abbiano modalità e tempi adatti ai diversi luoghi e culture. • Preparare e formare i Frati per un migliore servizio al Vangelo nel campo dei mezzi della comunicazione sociale, avviando soprattutto all’uso responsabile di internet. 18. I Ministri provinciali e i Custodi promuovano e sviluppino durante il periodo di formazione iniziale, a livello provinciale e custodiale, la dimensione missionaria e le esperienze formative missionarie. DE CAPITULO GENERALI ORDINIS 3. Forme e presenze missionarie Ambiti di evangelizzazione 19. Nell’impegno ad aggiornare le forme ordinarie di evangelizzazione, condotte secondo il nostro carisma in fraternità e minorità e con la collaborazione della Famiglia francescana, si dia attenzione particolare ai seguenti ambiti: servizio parrocchiale; santuari e chiese conventuali; predicazioni e missioni al popolo e altre forme di pastorale tradizionale (ospedali, carceri, emigrati, scuole ed università). Nuove forme di evangelizzazione 20. Senza tralasciare le attività di evangelizzazione ordinaria, si privilegino le nuove iniziative. Per favorire la dimensione missionaria ed evangelizzatrice, con un’attenzione particolare ai luoghi di frontiera e con nuove forme di evangelizzazione itinerante e di Fraternità “inserite”, il Definitorio generale, con il coinvolgimento delle rispettive Conferenze, promuova itinerari formativi tipicamente francescani per Frati e laici insieme. Terra Santa 21. Tenuto presente quanto affermato dalle Costituzioni e dagli Statuti generali, il Ministro generale e il Definitorio continuino a stimolare tutte le Entità, perché collaborino nella missione evangelizzatrice della Terra Santa, che consideriamo la missione internazionale più importante dell’Ordine. Ogni Entità collabori inviando quei Frati che desiderano offrire un periodo di servizio nella Custodia di Terra Santa per lo sviluppo della missione evangelizzatrice, iniziata dallo stesso san Francesco. Marocco 22. Tenuto presente quanto dicono le Costituzioni generali (cfr. CCGG 95 §3), il Ministro generale e il Definitorio continuino a stimolare tutte le Entità, perché collaborino, mediante l’invio di Frati, con la missione del Marocco, che consideriamo la missione originaria dell’Ordine, iniziata con la testimonianza dei primi martiri. Africa 23. Il Ministro generale e il suo Definitorio stimolino tutte le Entità a collaborare, attraverso il sostegno economico e l’invio di personale, con i frati dell’Africa, dove si prevede una crescita significativa per l’Ordine, e incoraggi- 257 no le Entità dell’Africa perché siano missionarie nel loro Continente. Amazzonia 24. Nell’VIII centenario della fondazione del nostro Ordine, il Capitolo generale sceglie, come segno di profezia evangelica, di impegnarsi in un progetto integrale in Amazzonia. • Questo progetto tenga presente: la forza umanizzante del Vangelo, la salvaguardia e l’integrità del creato e la difesa e la promozione delle culture autoctone. • Nella realizzazione di questo progetto si attuino tre impegni concreti: 1. appoggiare e rafforzare le presenze esistenti già a partire dal secolo XVI (Vicariati e Custodie); 2. creare nuove Fraternità interprovinciali; 3. creare una rete di solidarietà a livello di tutto l’Ordine, della Famiglia Francescana e di altri gruppi. • Il Capitolo generale affida questo progetto al Governo generale dell’Ordine, affinché lo realizzi unitamente alla SGME, all’Ufficio GPIC, all’UCLAF e, specialmente, alle Entità che lì vivono e portano avanti la loro missione. Asia 25. Considerando la possibilità di crescita dell’Ordine in Asia e l’antica tradizione di missione francescana in quel continente, il Capitolo assume il progetto di nuove aperture e presenze missionarie in Asia (per esempio in Laos e Cambogia), con la partecipazione dei Frati delle Conferenze EAC e SAAOC, l’apertura internazionale e l’accompagnamento del Definitorio generale. Europa 26. Nel contesto di forte secolarizzazione, tipica dell’Europa, si elabori un Progetto Europa, caratterizzato dall’internazionalità e interprovincialità, con l’obiettivo di dar vita a nuove forme di evangelizzazione. 27. Si rafforzi un progetto per i Paesi sul territorio dell’Europa dell’Est, in particolare la presenza francescana nella Chiesa grecocattolica in Ucraina. 4. Servizio per il dialogo Missione evangelizzatrice e dialogo 28. Il Capitolo generale 2009 chiede che 258 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 in tutte le Entità dell’Ordine il Servizio per il Dialogo agisca all’interno del SGME con lo scopo di animare il dialogo ecumenico, interreligioso e interculturale, come un aspetto fondamentale della nostra vita e della nostra missione evangelizzatrice. Spirito di Assisi 29. Il Capitolo generale 2009 chiede che, in occasione del 25° anniversario dello Spirito di Assisi (27 ottobre del 2011), ogni Entità, in collaborazione con tutta la Famiglia Francescana, promuova una o più iniziative concrete di dialogo con gruppi di altra religione o cultura presenti nel suo territorio. 5. Collaborazione a livello di missione evangelizzatrice Entità e Conferenze Collaborazione nei progetti missionari 30. Il Capitolo generale chiede alle Conferenze e alle Entità di affrontare con maggiore dinamismo la nostra missionarietà locale e individuare progetti di evangelizzazione e missione, così che due o più Entità di una Conferenza possano condividere personale e risorse nell’appoggio a tali progetti. Collaborazione con i laici 31. I Frati, ovunque vivano, rafforzino la collaborazione e il dialogo con i laici in vista di una evangelizzazione comune del mondo, preparando insieme a loro programmi di formazione e animazione ispirati ai documenti della Chiesa e dell’Ordine. Collaborazione tra i diversi Uffici 32. Il Capitolo generale propone di approfondire e mettere in pratica nel prossimo sessennio la collaborazione e i processi interattivi tra i Segretariati, gli Uffici e le Commissioni, coordinati dal Definitorio, sia generale, sia provinciale, per favorire la nostra vita e la nostra missione evangelizzatrice. III. FORMAZIONE E STUDI 1. Formazione Formazione permanente 33. Il Capitolo riafferma l’importanza della formazione permanente come parte dell’espe- rienza quotidiana e non solo episodica di tutti i Frati, e chiede di promuoverla ad ogni livello dell’Ordine e in ogni occasione. Questo implica anche di valorizzare i documenti dell’Ordine sulla formazione permanente, la responsabilità personale nello sviluppo di un piano o progetto di vita personale, l’importanza del ruolo del Guardiano nell’animazione dei frati, con una valutazione regolare del nostro progresso. Documenti per la formazione 34. Avendo già l’Ordine buoni documenti per la formazione, nel prossimo sessennio si attui una dinamica di rilettura, assimilazione e attuazione dello spirito di questi documenti. Definitorio generale RFF- RS 35. Il Definitorio generale promuova, attraverso il SGFS, la verifica della ricezione della Ratio Formationis Franciscanæ e della Ratio Studiorum OFM e la loro conoscenza e applicazione nelle Entità, attraverso la collaborazione con le Conferenze. Alla luce di questo percorso si valuti la possibilità di un eventuale aggiornamento della RFF particolarmente sui seguenti punti: • i consigli evangelici e la vita sacramentale; • la formazione francescana dei frati che accedono al ministero presbiterale; • la formazione permanente per accompagnare quanti sono impegnati da molti anni nel ministero pastorale, al fine di consolidare la loro identità francescana. Incontri di formazione 36. Il Definitorio generale promuova, attraverso il SGFS, l’organizzazione di incontri a livello di Conferenze o continentale per: • i Formatori dei professi temporanei, data l’importanza di questa tappa; • i Formatori della Cura Pastorale per le Vocazioni e del Postulato, per approfondire il tema del discernimento della maturità umana e cristiana. Entità e Conferenze Case di formazione internazionali e interculturali 37. Alla luce delle realtà già esistenti nell’Ordine, si riconosce l’importanza di favorire la presenza di alcune Case di formazione iniziale e di studio per aree geografiche, aperte DE CAPITULO GENERALI ORDINIS a frati di diverse Entità e Paesi, per favorire una formazione all’internazionalità, all’interculturalità e alla missionarietà. 2. Centri di studio Definitorio generale PUA e Gerusalemme 38. Il Definitorio generale prosegua la collaborazione con la PUA e la Facoltà di Scienze Bibliche e d’Archeologia di Gerusalemme perché sia garantita una sempre migliore qualità accademica. Le Province e le Custodie mostrino un interesse speciale per questi Centri, anche assicurando Frati idonei per la ricerca e la docenza. Patrimonio culturale dell’Ordine 39. Il Capitolo generale raccomanda d’intensificare la proposta culturale e teologica nell’Ordine soprattutto valorizzando i nostri Centri di studio e di ricerca e avviando più Frati agli studi di specializzazione. In particolare si richiama l’urgenza di reperire e preparare, sia tra i Frati che tra i laici, dei ricercatori per la Commissione Scotista e il Collegio S. Isidoro in Roma, in modo da assicurarne la continuità. SGFS 40. Al fine di poter elaborare le linee di un pensiero francescano in dialogo con le domande e le culture del nostro tempo e che sia al servizio della qualità evangelica della nostra vita, il SGFS faciliti lo scambio di esperienze accademiche tra quelle esistenti nell’Ordine e nella Famiglia Francescana con quelle di altre realtà, favorendo la collaborazione con laici attenti alla tradizione intellettuale francescana. Entità 41. I Ministri e i Custodi favoriscano la partecipazione dei frati al Master per la formazione dei formatori presso la PUA e presso il FISC di Canterbury, al corso di GPIC sempre presso la PUA e al Master in Evangelizzazione dell’ITF di Petropolis (Brasile). 3. Archivi 259 ternazionale degli archivisti OFM al fine di: • promuovere uno scambio di documentazione tra gli Archivi provinciali e custodiali e l’Archivio della Curia generale; • favorire la formazione professionale degli archivisti per la conservazione del patrimonio documentario dell’Ordine; • promuovere la collaborazione di laici in questo tipo di lavoro. IV. GIUSTIZIA, PACE E INTEGRITÀ DEL CREATO Entità Priorità nel campo de la GPIC per il prossimo sessennio 43. Nel prossimo sessennio (2009-2015) e con l’aiuto dell’Ufficio di GPIC, tutte le Entità dell’Ordine si impegnino a: • Promuovere nella formazione iniziale e permanente i valori della nostra spiritualità francescana sottolineati da GPIC. • Esaminare l’impatto sulla creazione del nostro stile di vita, specialmente per quanto riguarda il cambiamento climatico, e promuovere la giustizia ambientale per mettere in risalto la relazione tra le tematiche sociali e quelle ecologiche (cfr. progetti specifici in Amazzonia, Africa e Indonesia). • Promuovere la non-violenza attiva nella nostra vita, con un’attenzione particolare per la soluzione dei conflitti. • Dedicare speciale attenzione agli esclusi delle nostre società, secondo la situazione di ciascuna Entità, impegnandosi particolarmente per la difesa e promozione dei diritti umani. • Considerare e promuovere l’uso etico delle risorse economiche e naturali nella vita dei Frati, nel loro ministero e nella società. Corso di GPIC 44. Il Capitolo generale chiede che si dia continuità al corso di GPIC presso la PUA e raccomanda che si organizzino corsi simili in tutti gli Istituti francescani di Studi superiori. V. GOVERNO DELL’ORDINE Definitorio generale Definitorio Generale 42. Il Definitorio generale, attraverso l’archivista della Curia, organizzi un Incontro in- Studio sul Governo dell’Ordine 45. Il Capitolo generale 2009 dà mandato 260 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 al Definitorio generale di condurre uno studio approfondito di tutta la problematica relativa al governo dell’Ordine, avvalendosi di una Commissione internazionale, la quale coinvolgerà le Entità e le Conferenze e terrà conto di tutte le osservazioni offerte nel Capitolo generale 2009. Questa Commissione dovrà completare il suo lavoro entro il 1 gennaio 2012. I risultati verranno poi discussi nel corso del prossimo Consiglio Plenario dell’Ordine (CPO), in base all’Art. 194 §3 delle CCGG. Il CPO redigerà delle norme riguardo al numero e al metodo di elezione dei Definitori generali, che entreranno in vigore, ad experimentum, nel Capitolo generale del 2015. CPO 46. Il Capitolo generale determina quanto segue: • Durante questo sessennio si celebri il Consiglio plenario dell’Ordine e si tenga, secondo l’articolo 138 degli Statuti generali, nella data e nel luogo determinati dal Ministro generale con il consenso del suo Definitorio. • Questo Capitolo generale deroga la norma dell’articolo 143 §1 degli SSGG, lasciando al CPO la determinazione del numero e del metodo di elezione dei Definitori generali da eleggersi al Capitolo generale del 2015, alla luce dell’approfondito studio di tutta la problematica dell’intero settore riguardante il Governo dell’Ordine, che sarà intrapreso dal Ministro generale e dal Definitorio. • Questo Capitolo generale, secondo l’articolo 195 §1 delle CCGG, accorda al Consiglio plenario dell’Ordine, che sarà celebrato nel sessennio, voce deliberativa in merito a questa materia. Ridimensionamento e ristrutturazione 47. Il Capitolo generale chiede al Ministro generale con il suo Definitorio di continuare a studiare il tema del ridimensionamento e della ristrutturazione delle Province, chiarendo obiettivi, metodi e tipologie; di offrire linee guida per l’accompagnamento di questi processi nella prospettiva di dare maggiore dinamismo alla vita evangelica e missionaria. Studio sugli abbandoni 48. Il Definitorio generale studi le cause e le motivazioni degli abbandoni dando degli orientamenti sul come si può intervenire. Entità Anticipazione o differimento dei Capitoli 49. Al fine di garantire un’adeguata preparazione sia del Capitolo generale sia dei Capitoli provinciali e custodiali, nei sei mesi precedenti e successivi alla celebrazione del Capitolo generale non vengano celebrati Capitoli Provinciali o Custodiali. Le Entità che a questo scopo devono anticipare o differire la celebrazione del Capitolo rispetto alla scadenza triennale lo facciano a norma degli SSGG art. 159 §1: «Il Presidente del Capitolo, per giusta causa e ascoltato il Definitorio, può differirlo o anticiparlo di tre mesi sulla scadenza triennale. Per differire o anticipare il Capitolo provinciale per più di tre mesi, si richiede anche il permesso del Ministro generale». Presenze in altri territori 50. Per aiutare il giusto inserimento di presenze in Entità diverse dalle proprie, il Capitolo generale chiede che i Ministri provinciali e i Custodi interessati, prendendo attenta visione di queste presenze e in spirito di fraterna collaborazione, regolarizzino la situazione secondo le indicazioni della nostra legislazione (SSGG artt. 123 §2 e 238). Il Definitorio generale accompagni lo sviluppo di questo percorso tenendo presente le concrete situazioni. Per il futuro ci si attenga alle disposizioni legislative degli Statuti generali. VI. ECONOMIA Definitorio generale Trasparenza economica 51. Il Ministro generale e il suo Definitorio devono continuare a promuovere una politica di trasparenza economica tra loro, con la Curia generale e con tutte le Entità dell’Ordine. La verifica esterna regolare condotta da una compagnia competente deve essere continuata presso l’Economato generale e incoraggiata in tutte le Entità come strumento chiave nello sforzo di raggiungere la trasparenza. Fonti alternative di finanziamento 52. Il Ministro generale e il suo Definitorio, con l’aiuto dell’Economato generale e di idonei esperti esterni, devono continuare a sviluppare fonti alternative di entrata per costituire fondi economici in grado di assicurare il mantenimento delle strutture necessarie, cioè DE CAPITULO GENERALI ORDINIS il servizio di animazione a livello generale, il sostegno dei progetti missionari dell’Ordine, il sostegno delle Case dipendenti dal Ministro generale e per aiutare le Entità che hanno bisogno nei settori della formazione, degli studi e della salute. Fund Raising 53. Il Definitorio generale, tramite la consultazione di esperti esterni idonei, riveda e studi la struttura dell’Ufficio generale per lo Sviluppo. Formazione nel campo economico 54. Il Definitorio generale, tramite consultazione dell’Economato generale e delle Conferenze, prepari un piano per la formazione iniziale e permanente che educhi le Entità dell’Ordine ai temi della trasparenza, della solidarietà e dell’etica per quanto concerne l’economia, alla luce della nostra spiritualità francescana. Economato generale Prontuarium 55. Durante il sessennio l’Economato generale prepari un proprio Prontuarium che riporti le linee-guida essenziali per le Entità per quanto riguarda i loro rapporti con l’Economato generale in tema di economia. Entità Fondo per il Segretariato generale per le Missioni e l’Evangelizzazione 56. Il presente Capitolo generale decide che l’obbligo ricordato da SSGG 68 §2 deve essere soddisfatto tramite una struttura basata sulle attuali “fasce” usate dall’Ordine per il “contributo di solidarietà”. 261 57. In spirito di solidarietà fraterna i Ministri provinciali e i Custodi potenzino in modo consistente il fondo economico generale per le missioni, con l’aiuto dell’Ufficio per lo Sviluppo (Fund Raising) della Curia generale. Fondo per la Formazione e gli Studi 58. Il Capitolo generale propone che il Fondo Formazione e gli Studi deve continuare e deve essere sostenuto da tutte le Entità. Percentuale sulle vendite 59. La percentuale su tutte le vendite delle proprietà nelle Entità dell’Ordine per il mantenimento delle Case dipendenti dal Ministro generale deve rimanere all’1%. Relazione del Economo generale al Capitolo 60. La relazione dell’Economo generale venga presentata al Capitolo prima delle elezioni del nuovo Governo generale. Sistema di revisione dei contributi al SGME e al SGFS 61. Il Definitorio generale costituisca una Commissione internazionale composta da Frati esperti in materie economiche, dai componenti del SGME e del SGFS e dall’Economo generale per studiare in profondità come rafforzare il sistema dei contributi al SGME e al SGFS. Il Capitolo generale delega il Definitorio generale e i Presidenti delle Conferenze all’approvazione dei risultati di questo studio e alla sua eventuale entrata in vigore. ___ ___________ Note 1 2 Il Signore ci parla lungo il cammino, 33. Ibid., 35. EX ACTIS MINISTRI GENERALIS 1. Sri Lanka and the United Nations Letter of the Minister General to the Secretary General, United Nations Prot. MG 116/09 June 22, 2009 Honorable Secretary General, On behalf of the Order of Friars Minor, Franciscans, comprised of 15,000 members worldwide present in more than 110 countries, I wish to call to your attention the grave humanitarian and human rights crisis unfolding in the Democratic Socialist Republic of Sri Lanka following the end of nearly 30 years of war. Immediate action is required in order to protect innocent civilian lives, especially the more than 230,000 internally displaced languishing in camps in the northern part of the country and deprived of the basic human needs for adequate food, shelter, health care and safety. We recall that more than 6,000 innocent civilians have lost their lives in the last six months. In recent days I have received credible reports of unjustified harassment, arbitrary arrests and detention, interrogation, torture and other gross violations of fundamental human rights by government forces of civilians identified as ethnic Tamils. Members of the Catholic and other churches, including our own Tamil Franciscan members are under constant surveillance and have been the subject of harassment and abuse. Members of the independent media and human rights defenders also have experienced harassment or have been illegally detained. Such abuses of the fundamental human rights of ethnic Tamil citizens pose a threat to peace and stability and must be strongly condemned by the international community. If a just and lasting peace is to be achieved in Sri Lanka, President Mahinda Rajapaksa and his government must urgently act to guarantee security, promote and defend the basic human rights of all citizens irrespective of their ethnic identity, ensure that those who are inter- nally displaced have access to adequate food and healthcare, freedom of movement and the right to return to their homes. National and international humanitarian agencies responsible for delivery of basic food and non-food items must be given unfettered access by the government to those who are internally displaced and other vulnerable groups. It must address the fundamental causes of the war and take immediate steps to set up an independent, international commission of inquiry into the violations of human rights and international law in order that those responsible might be brought to justice. I believe that a just peace is possible in Sri Lanka but only if the government of Sri Lanka undertakes immediate steps to protect its citizens irrespective of their ethnic identity. The international community, particularly the United Nations Security Council and Human Rights Council, must do everything in their power to encourage the government of Sri Lanka to demonstrate its commitment to its people and to peace, justice, truth and reconciliation. I applaud your personal efforts to attain these ends and urge you to persevere. As Franciscans, we are committed to the promotion of the fundamental dignity and rights of the human person, justice, peace and reconciliation. I can assure you that our Franciscan priests and brothers in Sri Lanka will pursue these ends in partnership with their people and with the assistance of the international community. May the Creator of all things, the source of truth, justice and peace be with you and with the people of Sri Lanka. Blessings of peace to you, Br. José Rodríguez Carballo, ofm Minister General Order of Friars Minor ____________________________ The Honorable Ban Ki-moon Secretary General, United Nations 2 United Nations Plaza NewYork, NY 10017 264 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Letter of the Chef de Cabinat to the Minister General United Nations Nations Unies Executive Office of the Secretary-General Cabinet du Secretaire General New York, 21 July 2009 Dear Brother Carballo, On behalf of the Secretary-General, I wish to thank you for your letter of 22 June 2009 which highlights concerns regarding the humanitarian and human rights situation in Sri Lanka. As you are aware, the Secretary-General has repeatedly highlighted the key concerns which you raised, including during his briefing to the Security Council on 5 June 2009 following his visit to Sri Lanka. The Secretary-General has been following developments closely since, and remains personally engaged. As you indicated, there is an urgent need to address ongoing concerns, particularly with regard to ensuring assistance for and protection of internally displaced persons (IDPs). In order to make sure that the IDPs are treated in accordance with international law, we continue to insist that the Government of Sri Lanka must ensure their freedom of movement as well as full humanitarian access. We continue to work closely with the Sri Lankan authorities to improve the quality and equality of services related to food and nutrition, water, sanitation and hygiene, while also addressing the issue of overcrowding in the IDP camps. We also have urged the Government to be transparent in the screening of IDPs and to enhance their access to information, in particular, regarding their prospects for a return to their places of origin. The Secretary-General has emphasized that addressing violations of international humanitarian and human rights law must be part of the larger national reconciliation process which, as you noted, must also guarantee security, and promote the basic human rights of all citizens. The Secretary-General has also urged the Government to recognize international calls for a transparent, impartial and independent inquiry. The joint statement issued at the conclusion of his visit to Sri Lanka indicated that “the Secretary-General underlined the importance of an accountability process for addressing violations of international humanitarian and human rights law” and that “the Government will take measures to address those grievances”. The United Nations continues to call on the Government of Sri Lanka to follow up on this commitment, including by accepting international assistance in ensuring that such a process meets international standards. I highly appreciate the commitment of the Franciscan priests and brothers to the well-being, dignity and fundamental rights of all Sri Lankan people, and thank you for your interest in the role of the United Nations in the postconflict phase. Yours sincerely, Vijay Nambiar Chef de Cabinet ___________________________ Br. José Rodriguez Carballo, ofm Minister General Order of Friars Minor Rome 2. Carta con motivo de la Fiesta de Santa Clara VIVIR EL SANTO EVANGELIO El Señor os dé la paz a todas vosotras, mis queridas Hermanas Pobres de Santa Clara, llamadas por el Espíritu a seguir a Cristo pobre, crucificado y resucitado, viviendo el Evangelio en obediencia, sin nada propio y en castidad. Quiero continuar con una tradición que he iniciado hace seis años al ser elegido por primera vez ministro y siervo de la Fraternidad: escribiros cada año una carta con motivo de la fiesta de la Hermana Clara, mostrándoos, de este modo, mi cercanía y el profundo aprecio que os tengo. Gratitud En esta ocasión quiero, ante todo, agradeceros la cercanía, hecha de afecto y de oración, que me habéis mostrado en estos años de servicio como Ministro general, y que se hizo más palpable, todavía, con motivo de la celebración del 187º Capítulo general de la Orden de los Hermanos Menores, celebrado recientemente EX ACTIS MINISTRI GENERALIS en Asís. Gracias por ello, queridas hermanas. Gracias también por vuestras numerosas felicitaciones por mi reelección. No pudiendo responder personalmente a todas, sirva esta carta como respuesta. Y mientras os prometo que os seguiré estando muy cercano con mi oración y, siempre que me sea posible, con mi presencia entre vosotras, os pido que continuéis orando por mi, por el Definitorio general y por la Orden, a fin que el Señor nos conceda el don de una fidelidad creativa y gozosa a nuestra vocación de Hermanos Menores. En camino hacia el VIII Centenario El año 2009 recuerda el VIII Centenario de la fundación de la Primera Orden y abre el tiempo que nos prepara al 2012, aniversario de la fundación de la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara. Para que dicho aniversario sea realmente un tiempo de gracia para todos nosotros y, de modo especial, para vosotras, os invito a dejaros revisitar por la gracia de los orígenes, para poder sacar de la memoria la frescura evangélica y ser en la historia, habitación y sede (3Cta 22), signo creíble de Dios que busca con amor apasionado a la humanidad. Vuestra forma de vida En este contexto, permitidme, mis queridas hermanas, que os recuerde algunos elementos que son propios de la forma de vida que habéis abrazado y que, por conocidos, no está de más tener presentes. Llamadas a custodiar el carisma clariano en estos tiempos delicados y duros, pero también llenos de posibilidades (cf. VC 13), como ya os dije en más de una ocasión, no podéis delegar esta responsabilidad en otros, sino que debéis asumirla con valentía y creatividad. Vuestra delicada misión no es la de custodiar el status quo, sino la de reproducir con valor la audacia y la creatividad de Clara viviendo en fidelidad creativa y gozosa la forma de vida que ella os ha dejado (cf. VC 37). Sólo así seréis faros en la noche, cornetas en la muralla, centinelas de la mañana (cf. Is 21,11- 12). Vivir el santo Evangelio Vuestra forma de vida, como la nuestra, consiste en vivir el santo Evangelio de nuestro Señor Jesucristo (cf. RCl I,1-2). El don del Evangelio está en el origen de vuestra fraternidad. Como seguidoras de Francisco y de Clara estáis llamadas a acoger el Evangelio y a con- 265 fesarlo con vuestra vida, a restituirlo creativamente con gestos concretos. El mundo de hoy necesita ver personas plenamente enamoradas de Cristo, necesita de testigos que tengan la mirada fija en Él, necesita mujeres evangélicas que se dejen determinar en la cotidianeidad de la vida por Cristo y por su Palabra. En un mundo fragmentado, del que también nosotros formamos parte, estáis llamadas a dar el testimonio de personas unificadas en torno a la persona de Cristo, el testimonio de personas que viven gratuitamente y sólo por amor en la presencia de Dios y lo hacen visible con su vida. La frecuente lectura orante de la Palabra os llevará a asumir en la vida cotidiana, en cuanto personas unificadas, la forma de vida evangélica. Vida contemplativa Por otra parte, como contemplativas, estáis llamadas a ser los signos que Dios siembra y difunde en la historia. En la escucha constante de Dios, hablaréis todavía hoy al corazón de los hombres y mujeres de nuestro tiempo con el lenguaje del amor, cuyas palabras se hunden en la raíz de la existencia misma habitada por Dios. Como Clara, la amada transformada en el Amado, así vosotras, por la contemplación, estáis llamadas a identificaros plenamente con Cristo (cf. 3Cta 12. 13), cuyo amor nos hace felices (cf. 4Cta 11). Viviendo continuamente en la presencia del Altísimo, reveláis con vuestra vida toda la cercanía de Dios a la humanidad, nos hacéis ver con el silencio de vuestra existencia cómo llegar a ser buscadores de Él, objetivo último de toda vida consagrada. El mundo, todos nosotros, necesitamos ver en vosotras a mujeres consagradas habitadas por el Espíritu. Acogiendo de las manos de Dios la historia de los hombres y de las mujeres de hoy, permaneced fieles a lo que es verdaderamente auténtico. Vida en fraternidad Vosotras hoy sois Clara, y, renovando el sí al Espíritu, en cuanto pobres y abrazando a Cristo pobre (cf. 2Cta 18), hacéis visible en fraternidad el ser de Dios en la historia. Para Clara, como para Francisco, desde que el Señor le dio hermanas (cf. TestCl 25), la vida fraterna en comunidad era el espacio físico y también teológico donde se vive el Evangelio, el lugar y el espacio de relación, custodia donde cada hermana aprende de la relación con Dios a “conservar la unidad de la recíproca 266 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 caridad” (RCl X, 7), a acoger la comunión dada por el Espíritu, el ámbito privilegiado en el cual se testimonia Dios, comunión en la diversidad y diversidad en la comunión. Vivid las diferencias no como una amenaza, sino como una manifestación del Dios que hace siempre nuevas todas las cosas. Esto será sólo posible desde una experiencia de fe que nos lleva a ver en quien está a nuestro lado “don” y “regalo” del Señor. Vivir sin propio Esta forma de vida comporta, entre otros elementos, la custodia de la santísima pobreza. Esto es lo que os pidió y sigue pidiendo Francisco: seguir la vida y pobreza de Jesucristo y de su santísima Madre, y perseverar en ella hasta el fin (RCl VI,7). Este es un elemento que no es negociable ni para vosotras ni para nosotros. Ésta es la opción de fondo que inspira la decisión de vivir “la perfección del santo Evangelio” (Fv 1), orienta el camino e ilumina los pasos sucesivos. La celebración del centenario de la fundación de vuestra Orden es una ocasión propicia para renovar vuestra obediencia a Francisco. Y esa obediencia pasa por vivir sin nada propio. Si el Poverello se obliga a sí mismo y obliga a sus hermanos a tener cuidado de las hermanas, es para que seáis siempre fieles en la observancia de la santísima pobreza. Del compromiso por reconocer nuestro común origen brota la custodia recíproca, para que vosotras y nosotros seamos fieles a vivir sin propio, como los últimos, en la marginalidad profética que nos remite al Dios amor y providencia. Especialmente en estos momentos de profunda crisis económica, el mundo necesita hacer un alto en el camino para volver a vivir, para reencontrar las coordenadas que hablan de esencialidad, de sobriedad, de autenticidad. Vosotras, que habéis elegido vivir sin nada propio, estáis llamadas a testimoniar que la contemplación de Cristo no es una teoría, sino una vida vivida que toma forma en un estilo de vida pobre, concreto, visible, real. Creo que ha llegado el momento en que debéis hacer opciones valientes, proféticas, en el campo de la pobreza, viviendo con fidelidad creativa según el espíritu de la Regla de Santa Clara. Conoce tu vocación, reaviva el don de Dios en ti Estas palabras del Apóstol Pablo (cf. 1Cor 1,26; 2Tim 1,6) pueden ser todo un programa para prepararnos a la celebración del 800 aniversario de la fundación de vuestra Orden, mis queridas hermanas. Os invito a poner todos los medios posibles de vuestra parte para que así sea. Si el mundo a veces parece no entender vuestra vida, es porque tiene necesidad de palpar en ella el signo que remite a la esencialidad de la vida. Restituyendo a Dios cada momento de vuestra existencia, no según las leyes del mercado, sino sólo por amor, según la lógica del amor, estáis llamadas a ser testimonio de un modo alternativo de vida. Mientras la humanidad es empujada a vivir en superficie cargada de tantas cosas superfluas, de protagonismo, de apariencia…, vosotras estáis llamadas a remitir, con la profundidad de la existencia, al soplo del Espíritu de Dios que os atraviesa. Escogiendo vivir como pobres, testimoniad lo que realmente es auténtico y nos hace libres. La celebración del jubileo de vuestra Orden os ha de interpelar sobre el modo concreto en el cual vivís vuestra forma de vida. El mundo, nosotros, tenemos necesidad de saber que sois testigos de la Resurrección del Señor, testigos del Dios de la vida. El mundo, nosotros, tenemos necesidad de ver en vosotras la continua búsqueda de Dios, para hacer nuestra esa misma búsqueda. El mundo, nosotros, necesitamos compartir con pasión vuestra fidelidad creativa para testimoniar a todos la buena noticia del Evangelio. El mundo, nosotros, necesitamos colocarnos, con vosotras, en el corazón de la Iglesia, para ser como Clara y Francisco, personas evangélicas que gritan a todos que Dios ama a la humanidad. No nos privéis, queridas hermanas, del don de vuestro testimonio. El mundo, nosotros, lo necesitamos. Que el Señor que nos ha dado la gracia de un buen inicio, nos dé la gracia de seguir creciendo en fidelidad creativa y gozosa a cuanto prometimos (cf. 1Cor 3,6-7). Roma, 23 de junio de 2009 Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general Prot. 100057 EX ACTIS MINISTRI GENERALIS 267 3. Carta a las Hermanas de la Orden de la Inmaculada Concepción don de gracia que el Omnipotente y buen Señor (Cant. 1) derramó en la llena de gracia, María. ¡AVE MARÍA PURÍSIMA! Inspiradas y llamadas por Dios Habéis nacido, a impulsos del Espíritu santo, del tronco fecundo de santa Beatriz de Silva, para contemplar el Misterio de Dios en el misterio de la Concepción Inmaculada de María. Es aquí donde encontráis la razón de ser y la raíz de vuestra vocación. Una vocación de seguimiento al servicio del Señor y de su bienaventurada Madre Inmaculada, viviendo en común y en permanente contemplación (cf. CC.GG OIC 5). Por eso me gustaría aprovechar esta oportunidad para desgranar con vosotras algunos elementos de vuestra vocación inmaculista franciscana, teniendo como icono la anunciación de María (cf. Lc 1, 26-39), pues en ella encontraréis las fuentes de la gracia. Agraciada… has hallado gracia delante de Dios y concebirás (Lc 1, 28-31) En el anuncio del ángel, María es saludada como la llena de gracia. Un nombre nuevo para María, un nombre que designa una vocación y una misión. Ella es la agraciada, la que ha encontrado gracia y por ello concebirá. Dios es gracia y ha agraciado a María. Y la llama a una gran misión: ser madre del Hijo de Dios. Con la gracia ha sido habilitada para la gran vocación para la que siempre ha sido llamada. Su vocación es la maternidad inmaculada. Contemplando a María Inmaculada, como Concepcionistas estáis llamadas a vivir vocacionalmente (cf. CC.GG OIC 9,2). Esto supone descubrir la vida como vocación, supone vincularse a Jesús a ejemplo de María su Madre, y seguirle, de modo que se desencadene un proceso para quedar configuradas por la persona de Jesús, por su palabra y por el proyecto concreto de seguimiento. En vistas del Centenario, sería muy bueno que cada una de vosotras, mis queridas hermanas, hiciera un recorrido por su historia personal de vocación, y la compartiera con las demás hermanas de la fraternidad. Ver cómo Jesús os llamó para seguirle, para pertenecer en exclusiva a él, para que él fuera el amor de vuestra vida (cf. CC.GG OIC 4). Ver los momentos de densidad de significación en el amor, no para idealizar el pasado, sino para desencadenar en vosotras nuevamente ese primer momento a partir del cual se inició vuestra historia de seguimiento. Seguramente recorrer vuestra historia personal de vocación y ponerla en común para en- A todas mis hermanas de la muy querida Orden de la Inmaculada Concepción: Salud y santa paz en el Señor (2CtaCus 1). Con espíritu de promover aún más el mutuo conocimiento y colaboración de vuestra querida Orden con la nuestra, y en continuidad a la tradición que comencé hace ahora seis años, quiero seguir saludándoos con afecto con motivo de la fiesta de Santa Beatriz de Silva, vuestra Fundadora y Madre. Es una oportunidad sin igual para seguir mostrándonos la vinculación y comunicación de bienes espirituales y fraterna colaboración de vuestra Orden y la nuestra, unidos como estamos por la historia y por la Concepción Inmaculada de María (cf. Regla 10). En gratitud En esta ocasión quiero comenzar dándoos las gracias, pues en incontables ocasiones y de muchas maneras os habéis hecho presente en la vida de la Orden de Frailes Menores, pero de modo particular en la mía, como Ministro de la Fraternidad de los Hermanos. Quiero agradeceros de modo especial, sirviéndome también de esta carta, tantas adhesiones como he tenido en mi reelección como siervo de la Fraternidad. Gracias, pues he sentido muy de cerca vuestra presencia y vuestra oración, tanto por mí como por todo el Capítulo General de la Orden, recientemente celebrado. Gracias por vuestras plegarias y felicitaciones. Confío que también, desde la gratuidad, continuaréis orando siempre y sin desfallecer (cf. Lc 18,1) tanto por el Definitorio general, como por mí y por toda la Orden de los Hermanos Menores, vuestros hermanos. Hacia el 2011 Estamos a las puertas de la celebración del quinto centenario de la aprobación de vuestra Regla (1511 – 17 septiembre – 2011), en la que su Santidad Julio II confirmó vuestra forma de vida. En este período que precede a tal evento, no podemos dejar escapar dicha ocasión, pues la considero un kairòs que el Señor os ofrece para profundizar mucho más en el ideal carismático que hizo nacer a vuestra Orden, para honra de la Inmaculada Concepción (Regla 1b). Vuestra Orden es fruto de la gracia, de aquel mismo 268 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 trar en diálogo de fe con las hermanas, tendrá sus luces y sus sombras. Esto es normal, pues la vida tiene muchas idas y venidas. Pero es bueno hacernos algunas preguntas esenciales ¿Qué significa Jesús para mí ahora? ¿Dónde ha quedado el amor primero de mi vida? ¿Qué motivaciones tengo para seguir a Jesús como Concepcionista Franciscana? Fiat (Lc 1, 38) Es la respuesta de fe y de acogida de María. No caben dudas, María no pide nada, pues se trata de una gran confianza y obediencia, un sí inmaculado y libre como nadie ha dado nunca jamás. De este fiat, dependen todos nuestros síes. Nuestras respuestas de fe son ecos del sí de la Inmaculada Madre de Dios. María, la Madre, aparece aquí como la discípula del Hijo, seguidora de Jesús. De esta forma mantuvo siempre una actitud de servicio, obediencia y disponibilidad ante el misterio de Cristo. Si servir a Jesucristo es hacerse un solo espíritu con Cristo Esposo mediante el amor (Regla 30), como Concepcionistas estáis desposadas y comprometidas a seguir las huellas del amado Hijo con más libertad, para imitarlo más de cerca, viviendo en una consagración radical a imagen de María (cf. CC.GG OIC 25). Habéis dado un sí incondicional al Señor, para todo y para siempre, en toda ocasión y momento. Sin pedir nada al Señor, sólo desde la confianza del amor, os ponéis en actitud de servicio y disponibilidad a Dios y a las hermanas. Os habéis hecho discípulas de Cristo teniendo como modelo a la Madre Inmaculada. Es un sí personal que os vincula en fraternidad. Este sí se comprueba en el prójimo (cf. 1Jn 4, 20) y esto os coloca en la verdad más profunda de vuestra vida. Las hermanas os colocan en la humildad de los que se os da. La fraternidad, elemento esencial de vuestro carisma inmaculista franciscano, no es sólo una mediación para encontrar a Dios, sino que es lugar de encuentro con Dios en la hermana (cf. CC.GG OIC 95). Habéis sido llamadas a ser hermanas. ¿De quién habéis recibido el legado de santa Beatriz sino de vuestras hermanas? ¿Qué recibís de la fraternidad? ¿Cómo os vincula el sí dado a Dios en la profesión? ¿Qué modelo de fraternidad os propone la Regla y las Constituciones? … se levantó María y se fue…(Lc 1, 39) La vocación de María la hace servidora y peregrina. Ella se presenta como la portadora de la Buena Noticia, de su Presencia, comienza la peregrinación de la Palabra de Dios, que posteriormente se llevará a todos los pueblos. Es una escena misionera, pues la Madre parte con prontitud, con presteza, a proclamar la gloria de Dios y su misericordia. Vuestra vocación os hace también tener una misión muy concreta en la Iglesia. Por estar consagradas plenamente a Dios, por la contemplación, os habéis consagrado también al servicio de los hombres (cf. CC. GG. OIC 116). Os hacéis súplica permanente por todos, presentando al señor sus gozos y esperanzas. De este modo trayendo la contemplación a la vida y la vida a la contemplación, hacéis de ésta vuestra misión apostólica en el pueblo de Dios (cf. CC. GG OIC 15). El seguimiento de Cristo, en vuestra vida contemplativa, está dirigido a despertar la vida interior de amor. Por eso la vuestra es una vocación de misión en camino, de hacer camino de fe y contemplación, de modo que sólo el amor puede justificar y dar sentido a vuestra forma de vida. ¿El amor se os ha hecho suficiencia? ¿Cómo se mantiene en vuestras comunidades el espíritu del Señor y su santa operación? Manteniendo siempre viva la lámpara… Cuando santa Beatriz voló al cielo, habiendo ya profesado la Regla de la Inmaculada Concepción, inaugurando con su muerte el nacimiento de la Orden, sus compañeras, doce en grupo, no dudaron dar continuidad al ideal de vida que el Espíritu encendió en la Fundadora. Ella supo mantener despierta la palabra más importante de su vida y su secreto espiritual: el nombre de María y precisamente de María Inmaculada (cf. Pablo vi, Homilía de la Canonización). Ella es la estrella que os ilumina y que os atrae. María Inmaculada sigue siendo una palabra para esta humanidad y fuerza viva en la historia de la salvación y en la vida de la Iglesia. Hoy sois vosotras las continuadoras de Beatriz de Silva, de Felipa de Silva y sus compañeras. Hoy os toca a vosotras dar continuidad al don recibido para que, con creatividad, lucidez y visión de futuro, sepáis atraer a nuevas generaciones y desde una generosa consagración a Cristo, por la llamada, mantengáis viva la gracia de vuestros orígenes. No se puede apagar la lámpara del tabernáculo nunca más, como sucedió en el momento de la muerte de la Madre Beatriz. Así como sus compañeras la encendieron e hicieron florecer a la Orden, EX ACTIS MINISTRI GENERALIS hoy sois vosotras, queridas hermanas, las que tenéis que recuperar el fuego del Espíritu que esconden las cenizas. Desde el cielo brilla la Estrella de vuestra Orden, la Inmaculada Concepción. Pidámosle al Señor que a través de santa Beatriz os siga iluminando el modelo de María para caminar renovando el don de vuestra vocación. ¡María Inmaculada, ruega por nosotros! Roma, 15 de julio de 2009 Fiesta de san Buenaventura. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general Prot. N. 100112 4. Omelia per l’apertura del Perdono di Assisi Santa Maria degli Angeli, Porziuncola, 1 agosto 2009 LA PORZIUNCOLA: UNO SPAZIO DELLO SPIRITO E DELLA FEDE Sir 24,1-4.22-31; Sal 33; Gal 4,3-7; Lc 1,26-33 Con la liturgia odierna, in questa bella giornata, benediciamo il Signore, e con il cuore traboccante di gioia ci serviamo delle parole della vergine fatta Chiesa, come chiamava il Poverello Maria, figlia e ancella dell’altissimo e sommo Re, il padre celeste, madre del Signore nostro Gesù Cristo, sposa dello Spirito Santo (Ant. UffP), per manifestare la nostra gioia: l’anima mia magnifica il Signore, ed il mio spirito esulta in Dio mio salvatore (Lc 1,4637). E in questo giorno di festa, con parole del Padre san Francesco, salutiamo Maria, come palazzo, tabernacolo, vestimento e casa di Dio (cfr. SalV, 4-5). Celebriamo oggi la dedicazione di questa Basilica, che quest’anno compie proprio 100 anni come Basilica Pontificia. Una Basilica innalzata per conservare al suo interno, come tesoro prezioso, la chiesetta della Porziuncola. Questa cappella che Francesco ricostruì con le sue stesse mani, con vero amore filiale nei confronti della Regina degli Angeli, nei primi anni della sua conversione (cfr. 1Cel 21), e dove, alla fine, capì il Vangelo (cfr. 1Cel 22). Luo- 269 go santo tra i santi, nel quale ha avuto orgine l’avventura evangelica di Francesco, di Chiara e della prima fraternità di frati, 800 anni fa (cfr. LegM 2,8), e dal quale i frati della prima ora partivano per la missione. Luogo, infine, amato da Francesco più di ogni altro (cfr. 2Cel 18), perché dedicato alla Madre di Dio, e dove, mosso da questo amore, Francesco chiederà di essere trasportato per esalare il suo ultimo alito di vita, qui dove aveva ricevuto lo spirito di grazia (LegM 14, 3). La Porziuncola è, prima di tutto, un luogo, però grazie al fratello e padre san Francesco, questa piccola porzione di terra (questo significa porziuncola), si convertì in uno spazio dello spirito e della fede (Benedetto XVI), dove possiamo accedere alla grazia del perdono e della misericordia. Il cosiddetto perdono d’Assisi, o meglio ancora, l’Indulgenzia della Porziuncola, ottenuta dallo stesso san Francesco nel 1216 dal Papa Onorio III, ha trasformato questo luogo in uno spazio privilegiato di penitenza e di grazia, particolarmente per i poveri che non potevano fare il pellegrinaggio verso Santiago, Gerusalemme o Roma, sia per la lontananza geografica, sia per le offerte che dette indulgenze richiedevano, particolarmente quella della Terra Santa, e che erano la fonte principale del sostentamento della Chiesa locale. Francesco, che dalla sua conversione aveva scoperto la povertà e i poveri, chiedendo al Papa che l’acquisto dell’indulgenza non comportasse alcun peso economico, era mosso dalla fraterna sollecitudine per quelle persone che, per mancanza di mezzi o di forze, non potevano iniziare un lungo viaggio. L’indulgenza della Porziuncola è un gesto di profonda solidarietà da parte di Francesco con coloro che non potevano dar nulla, se non la loro fede, la loro preghiera e la loro disponibilità a vivere secondo il Vangelo la propria condizione di povertà. Al di là di un viaggio lungo e, quasi sempre, molto difficile a causa dei pericoli derivanti dall’incamminarsi verso Compostella, la Terra Santa o la Città Eterna, ciò che si chiedeva e si chiede per ottenere il perdono della Porziuncola è l’iniziare un viaggio interiore di conversione, un incontro con la radicalità del Vangelo, come lo stesso san Francesco aveva fatto proprio in questo luogo, una pronta disponibilità per mettere in pratica le esigenze evangeliche. Non si può pretendere di ottenere l’indulgenza della Porziuncola rimanendo ancorati alla nostra situazione di peccato. Non si 270 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 può pretendere di gustare la grazia del perdono d’Assisi nemmeno rimanendo nella nostra mediocrità. Se il peccato è rottura di una relazione amorosa tra l’uomo e Dio, un abisso profondo che ci separa da Lui e, come conseguenza, dagli altri (cfr. Rm 1,20-25) – e anche se gli uomini possono essere strettamente uniti nella colpa, questo non significa che siano realmente uniti tra di loro – si rende necessario abbattere questa barriera che si interpone tra noi e Dio e che ci impedisce un’autentica relazione con l’Altissimo, Onnipotente e Buon Signore e con gli altri. Se il peccato abita in noi, come dice san Paolo (cfr. Rm 7,20-21), e ci fa suoi schiavi e prigionieri (cfr. Rm 6,17.20; 7,14), così che volendo fare il bene, operiamo il male (cfr. Rm 7,19), per gustare la misericordia del Signore è necessaria una volontà ferma per sradicarlo da noi, una lotta che ci porti a sperimentare in noi stessi quello che sappiamo per fede: che il peccato è stato vinto da Cristo. Cari fratelli e sorelle: Dio è compassionevole e buono, ricco nella misericordia, affermano le Sacre Scritture. Questa è una delle verità di fede tra le più meravigliose e gioiose. La rivelazione ci mostra come il dramma del peccato è anche un dramma nel cuore di Dio, che constata come l’uomo, facendo un uso non corretto della sua libertà (cfr. Mt 7,20), possa trasgredire al vero amore. Ciascuno di noi, creato ad immagine e somiglianza di Dio, di fatto ha il terribile potere di ostacolare Dio nella sua volontà di darci la vita e la vita in pienezza. Ciascuno di noi, a causa del peccato, cade in una schiavitù dalla quale non possiamo uscire con i nostri soli mezzi. È proprio in questi momenti che Dio non ci abbandona. La sua misericordia è la chiave per toglierci da questa schiavitù, facendoci uscire nello spazio della libertà, insegnandoci ad amare in modo sincero e autentico. Il Padre ci ama! E questa certezza non può che spingerci ad aderire a Cristo, a camminare in atteggiamento di conversione costante: convertitevi, ossia: credete al Vangelo (Mc 1,15), ripete oggi il Signore a ciascuno di noi, convocati per celebrare il perdono d’Assisi. In questo impegno sappiamo che non siamo soli. All’origine di ogni autentica conversione c’è lo sguardo di Dio sul peccatore. Uno sguardo che si traduce in una ricerca amorosa costante, in passione fino alla croce, in volontà di perdono senza misura, come nel caso di Levi (cfr. Mc 2,13-17), di Zaccheo (cfr. Lc 19,110), dell’adultera (cfr. Gv 8,1-11), del ladrone (cfr. Lc 23, 39-43), della samaritana (cfr. Gv 4,1-30). Quando l’essere umano ha scoperto e gustato il Dio della misericordia e del perdono, non può vivere se non convertendosi costantemente a lui (Dives in misericordia, 13). Va e non peccare più (Gv 8,11). Il perdono è dato gratuitamente, però l’uomo è invitato a corrispondere a questo perdono con un serio impegno di vita rinnovata. Celebrando l’indulgenza della Porziuncola, avviciniamoci, cari fratelli e sorelle, al sacramento della riconciliazione e della misericordia. Il Signore ci aspetta, come il padre della parabola del figliol prodigo (cfr. Lc 15,11-32). Un cuore contrito e umile il Signore non lo disprezza. Egli è sempre disposto a riscattarci dalla schiavitù (cfr. Gal 4,3ss), a rinnovare la sua alleanza con noi e a ridonarci al dignità di figli (anello e vesti nuove).E allora gusteremo e vedremo che il Signore è buono, che egli ci libera dal nostro peccato e cura il nostro cuore ferito (cfr. Sal 33). E sentiremo, anche, che la festa che il padre ha preparato è per ciascuno di noi, e che il figlio che era morto e che è tornato alla vita siamo tu ed io. E allora benediremo il Signore in ogni momento perché la sua bontà e misericordia non hanno limiti. Maria, madre della misericordia, madre del bell’amore e del timore,della conoscenza e della santa speranza (cfr. Sir 24,24, neo vulgata), attraverso la quale abbiamo ricevuto colui che è la manifestazione suprema dell’amore di Dio per l’umanità, lei, la piena di grazia (Lc 1,28), ci ottenga la grazia di partecipare in pienezza della grazia. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro generale 5. Discorso in occasione della XXIX marcia francescana Assisi, 4 agosto 2009 DA’ PAROLA AI TUOI PASSI Cari amici e fratelli, vi saluto con le parole di Frate Francesco: Il Signore vi dia la pace! Da diverse regioni dell’Italia, della Croazia, della Francia e dell’Austria vi siete messi in cammino verso Assisi: città di Francesco e Chiara, città di incontro, di pace e di dialogo. E dopo aver gustato l’esperienza del perdono in EX ACTIS MINISTRI GENERALIS questo piccolo angolo di paradiso, la Porziuncola, vi preparate ora a ritornare ai vostri luoghi di provenienza. Mentre ringrazio il Signore di questa bellissima opportunità di incontrarvi, desidero condividere con tutti voi alcune riflessioni che ci aiutino a continuare a camminare. Siamo, di fatto, viandanti e pellegrini. Usando un’espressione tipicamente nostra, possiamo ben dire di essere mendicanti di senso. In modo particolare nel momento in cui state vivendo voi, la ricerca di senso pieno per le vostre vite si fa pressante. E molte sono le domande: quale sarà il mio futuro? Che carriera scegliere? Che farò della mia vita? Non è vero che queste e altre domande simili girano nella vostra mente e si annidano nel vostro cuore in più di un’occasione? Giustamente tutti desideriamo la vita e la vita in pienezza. Però, di nuovo, dove trovarla? Da chi lasciarci accompagnare in questa ricerca? La marcia francescana, che quest’anno arriva alla sua XXIX edizione, ha in questa occasione lo slogan, «Da’ parola ai tuoi passi». C’è in esso, cari amici, un’indicazione importante per il nostro cammino: accettare di camminare accompagnati e guidati da e attraverso la Parola di Dio, «lampada ai miei passi è la tua Parola, luce sul mio cammino» (Sal 118, 105). In un mondo doinato da molte parole che difficilmente riescono a comunicare qualcosa, e con ancor maggiore difficoltà riescono a comunicare con qualcuno, questo è il mio consiglio di amico, fratello e compagno di cammino: non facciamo il cammino da soli, facciamolo accompagnati dalla Parola di Dio. Francesco d’Assisi sia, per noi, esempio anche in questo. Egli, giovane come voi, era, come lo chiama san Bonaventura, un “uomo di desideri”, e, come tale, cercava con ansia un cammino di futuro. Lo cercò come “re della gioventù di Assisi”, ma arrivò un momento in cui le feste, invece di produrgli allegria, gli infondevano tristezza. Lo cercò in battaglia, come cavaliere, ma una sconfitta vergognosa lo portò a capire che quella non era la strada per saziare il desiderio di immortalità che ribolliva nel suo cuore. Il giovane assisiate si sentiva abitato da un irresistibile desiderio di gloria, di fama e di voler arrivare ad essere importante, ma tra disillusioni e frustrazioni incomincia a capire che a questi desideri e sogni deve dare una risposta adeguata che non sia superficiale. Come trovare questa risposta adeguata? 271 Un giorno entra in questa chiesetta della Porziuncola. Viene proclamato il Vangelo della Missione, lo stesso che abbiamo ascoltato noi oggi, le tenebre del suo cuore si illuminano e, con la prontezza di chi ha trovato risposta a tutte le sue domande esistenziali risponde: «questo voglio, questo chiedo, questo bramo di fare con tutto il cuore!» (1Cel 22). E più tardi, quando uno dei suoi primi compagni, frate Bernardo, gli chiede cosa deve fare, Francesco gli risponde: apriamo il Vangelo e chiediamo consiglio a Cristo (cf. 2Cel 15). A ragione, alla fine dei suoi giorni, confesserà che solo il Signore gli mostrò cosa doveva fare, ma lo stesso Altissimo mi rivelò che dovevo vivere secondo la forma del santo Vangelo (cfr. Test 14). Dopo aver scoperto, nella Parola della Sacra Scrittura, colui che è la Parola che da sempre abita presso Dio e che nella pienezza dei tempi si fece carne (cfr. Gv 1,14), Francesco accoglie la Parola di Dio, e particolarmente il Vangelo, come sua compagna di viaggio nella ricerca del progetto di Dio per lui ed i suoi compagni. Da allora, fino alla fine dei suoi giorni, sarà la Parola di Dio, ed in particolare il Vangelo, la bussola che gli segnerà la direzione da seguire. Cari giovani: come Francesco siate anche voi cercatori, mendicanti di senso, seguendo la Parola. Essa sia, come lo era per il salmista, lampada che illumini il vostro cammino, la vostra ricerca di pienezza. Sia essa a dissipare le vostre paure e ad illuminare la vostra esistenza nei momenti più difficili. Sia essa a liberare la vostra libertà. Sia essa a portarvi a conoscere la verità, quella verità che vi farà veramente liberi (cfr. Gv 8,31- 32). Sia essa a condurvi a gustare la pienezza della gioia che nasce dall’incontro con questa verità. Sia essa a permettervi di contemplare il vero Dio e di leggere gli avvenimenti della storia con gli occhi del Signore stesso. E quando nella notte oscura delle difficoltà e delle sofferenze vi stancherete di camminare e di cercare al punto di dire con il salmista «sono stanco di soffrire» (Sal 118,119), non smettete mai di pregare come lui: «dammi vita secondo la tua Parola» (Sal 118,107). Alla fine della marcia verso Assisi, vi invito, cari giovani, a frequentare la scuola della Parola, coscienti che, come ci dice un altro grande innamorato della Parola di Dio, l’ignoranza delle Scritture è ignoranza di Cristo (cf. DV 25). Leggendola assiduamente apprenderete a conoscere sempre di più Cristo. Educando il vostro cuore all’ascolto troverete 272 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 il segreto per avere un cuore docile (cfr. 1Re 3,5.9), che vi porterà ad obbedire, con gioia e prontezza come fece Francesco 800 anni fa, a quanto il Signore vi chiede attraverso la sua Parola. Essendo di quelli che mettono in pratica la Parola e non solo ascoltatori, come ci esorta l’Apostolo Giacomo (cfr. Gc 2,22), costruirete la vostra casa, quella della vostra vita, sulla roccia ferma che non cederà di fronte ad alcun tremore o difficoltà, come ci insegna Gesù stesso (cfr. Mt 7,24). Costruite, cari giovani, le vostre vite sulla roccia che è Cristo, accogliete con gioia la Parola di Dio, e, mettendola in pratica, lasciatevi ricreare perché solo così le vostre vite conserveranno sempre la poesia e la bellezza, la freschezza e l’incanto della vostra gioventù. Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro generale 6. Homilía en la conclusión del 2° Meeting europeo de jóvenes franciscanos Santiago de Compostela, 15 de agosto de 2009 ESTO ES LO QUE YO QUIERO Queridos jóvenes: Os reitero mi más cordial y fraterno saludo de Paz y Bien. Estáis a punto de concluir vuestra peregrinación a Santiago de Compostela. En ella habéis recorrido el mismo camino que recorrieron tantos hombres y mujeres desde hace siglos. Entre ellos, como ya hemos recordado en el Monte del Gozo el primer día, se encuentra san Francisco de Asís. Como muchos peregrinos de ayer y de hoy, el Poverello se puso en camino hacia Santiago para conocer el querer del Señor. Desde los primeros días de su conversión, Francisco se sintió un verdadero mendicante de sentido. Quería y buscaba vida y vida en plenitud. Tenía sed de eternidad y después de intentar saciarla en las armas y haber fracasado, ahora había descubierto el manantial que podía saciar definitivamente su sed. Su peregrinación a Santiago bien se puede ver como una manifestación del camino interior que había iniciado en Asís cuando se encontró con el leproso, con el Cristo de san Damián y con el Evangelio. Un camino que ya no terminará, pues toda su vida consistirá en caminar hasta identificarse definitivamente con Cristo, y poder decir con san Pablo vivo, pero no vivo yo, es Cristo quien vive en mí (Gál 2. 20). Precisamente los pasajes del Evangelio que encontró Francisco al azar y que le mostraron el camino a seguir para él y sus compañeros fueron los mismos textos que os acompañaron en vuestro camino hacia Compostela: Sólo una cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme (Mc 10, 21), no toméis nada para el camino (Lc 9, 3a), y, finalmente, si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su propia cruz y sígame (Mt 16, 24). Son todos ellos textos de seguimiento, que hablan de la radicalidad en la donación de uno mismo al Señor. El discípulo, todos nosotros, es aquel en cuya vida hay un antes y un después, separados por el encuentro con el Señor. Uno no puede decir haber encontrado a Jesús y seguir viviendo como antes. Eso es lo que quiere decir “niégate a ti mismo”. El discípulo es aquel que está dispuesto a dar la vida por Jesús, no sólo a través del martirio, si llegase el momento, sino en la vida de cada día, dando testimonio de su fe en él, aunque esto le comporte persecución. Esto significa tomar la propia cruz. El discípulo es aquel que pone toda su confianza en el Señor, aquel cuya única riqueza es el mismo Jesús, como lo fue para Francisco. Por ello no lleva nada para el camino y se despoja de todo, seguro de tener un tesoro en el cielo. El discípulo es el que sigue a Jesús, sigue sus huellas y reproduce en su vida la vida de Jesús. Al discípulo no le está permitido inventar otro camino: Ejemplo nos ha dado –dice san Francisco- para que sigamos sus huellas. Al escuchar estas exigencias no faltarán aquellos que, como hicieron ante el discurso del pan de vida, se vayan diciendo: ¡Duras son estas palabras! ¿Quién puede escucharlas? (Jn 6, 60), o que, como los atenienses ante el discurso de Pablo sobre la resurrección de los muertos, muchos se echen a reír, y otros digan: sobre esto te oiremos otra vez (cf. Hch 17, 32). Pero no faltarán tampoco los que como Pedro confiesen: Tú tienes palabras de vida eterna (Jn 6, 68), o como Francisco: Esto es lo que yo quiero, esto es lo que yo busco, esto es lo que en lo más íntimo del corazón anhelo poner en práctica (1Cel 22). Queridos jóvenes: Hoy Jesús, mirándoos con amor como un día miró al joven rico del que nos habla el Evangelio (cf. Mc 10, 21) os dice: ¡SÍGUEME! (Mc 2, 24), ¡venid conmigo! (Mc 1, 17). Seguir a Jesús en las distintas vocaciones a las que el Señor llama (vida matrimonial, sacerdocio o vida religiosa/franciscana) nunca fue fácil, y menos todavía hoy. Jesús, a quien desee seguirlo, le pide, hoy a nosotros como ayer se EX ACTIS MINISTRI GENERALIS lo pidió a sus discípulos y a Francisco, radicalidad. Radicalidad frente a los bienes materiales: Vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme (Mc 10, 21), y también: no toméis nada para el camino (Lc 9, 3a). Radicalidad frente a uno mismo: si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su propia cruz y sígame (Mt 16, 24). Radicalidad frente a lo que uno más ama: Si alguno viene donde mí y prefiere a su familia o a su propia vida antes que a mí, no puede ser discípulo mío (cf. Lc 14, 26). Jesús continúa pidiendo exclusividad: Deja que los muertos entierren a los muertos (Mt 8, 22). Jesús continúa pidiendo una opción definitiva: Nadie que pone mano al arado y mira atrás es apto para el reino de los cielos (Lc 9, 62). Y es que la respuesta del discípulo se basa en el amor fuerte y eternamente fiel de Dios (cf. Sal 117, 2). Seguir a Jesús implica un deseo profundo de vivir con él, para él y como él, para siempre, en todo momento y en toda ocasión. No se puede seguir a Jesús sólo a nivel de sentimientos, ni tampoco a un simple nivel intelectual o ideológico. Seguir a Jesús comporta una opción de vida que, lejos de estar reñida con una existencia gozosa y con la felicidad, posibilita la plenitud de vida. Como ama repetir Benedicto XVI: cuando Cristo entra en la vida de un hombre o de una mujer no quita nada, sino que lo da todo… Abrid pues, queridos jóvenes, las puertas de vuestra vida a Cristo, como decía Juan Pablo II. Abrid vuestro corazón a Cristo. No tengáis miedo. No os cerréis a su amor. Como la samaritana del Evangelio dejad que Jesús entre en vuestro “espacio vital”, ofrecedle lo que sois, lo que tenéis –aunque sólo sea 273 vuestra infidelidad- y él saciará definitivamente vuestra sed de plenitud. Sé muy bien, queridos jóvenes, que esto no es fácil comprenderlo y menos todavía vivirlo. En una sociedad que pone la felicidad en el tener, en el disfrutar de la vida sin trabas o límite alguno, este lenguaje es duro. Todo ello exige un salto de calidad en la propia vida. El salto que dieron los discípulos, el salto que dio Francisco, el salto que dieron y dan tantos hombres y mujeres de ayer y de hoy, el salto de la fe en el Dios para el cual nada hay imposible (cf. Lc 1, 37). Nuestro Dios es el Dios de lo imposible: lo que es imposible al hombre no lo es para Dios (cf. Lc 18, 27). Por ello, fiándonos de su Palabra (cf. Lc 5, 5), bien podemos decir como el Apóstol san Pablo: Todo lo puedo en aquel que me da la fuerza (Fil 4, 13). Queridos jóvenes: Conozco bien vuestra generosidad y vuestras posibilidades. Conozco vuestra sed de plenitud. Sé que en el corazón de muchos de vosotros arde un profundo deseo de entrega radical e incondicional a Cristo. Sé que todos vosotros deseáis ser contados, como Santiago Apóstol, entre los amigos de Jesús. Basado en esas certezas no dudo en pediros una opción radical de fe y de vida, que acojáis el mensaje de Jesús en su totalidad y en su radicalidad. Y vuestra vida será como la del joven Francisco: Una vida enteramente para Dios y enteramente para la humanidad, particularmente la humanidad herida. ¿Queréis ser como Francisco de Asís? Seguid a Cristo en la vocación a la que él os llame. ¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas de vuestro corazón a Cristo! Fr. José Rodríguez Carballo, ofm Ministro general E SECRETARIA GENERALI 1. Capitulum Prov. S. Crucis in Bosnia/ Herzegovina 3. Capitulum Prov. S. Venceslai in Ceca Republica Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia della Santa Croce, in Bosnia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa di San Paolo, in Sarajevo, Nedžarići, sotto la presidenza del Visitatore generale, Mioč Fr. Gabrijel, il giorno 22 aprile 2009 sono statti eletti per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Gavran Fr. Lovro per l’ufficio di Vicario provinciale: Karaula Fr. Marijan per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Majdandžić Fr. Mirko Marković Fr. Luka Topić Fr. Mato Vrebac Fr. Pero. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009. Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia di San Venceslao di Boemia e Moravia, nella Repubblica Ceca, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa della Beata Vergine Maria, in Praga, sotto la presidenza del Visitatore generale, Brázda Fr. Cyril Jaroslav, il giorno 23 aprile 2009 sono statti eletti per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Jurka Fr. Jeroným František per l’ufficio di Vicario provinciale: Dohnal Fr. Jan Maria Vianney per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Černý Fr. Bartoloměj Pavel Klučka Fr. Didak Robert Valer Fr. Dominik Daniel Zatloukal Fr. Augustin Jiří. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009. Prot. 099899/S149-09 Prot. 099890/S152-09 2. Capitulum Prov. Liguriæ Ss. ���������� Cordis Mariæ in Italia 4. Capitulum S. Stephani Regis in Romania Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia Ligure del Sacro Cuore della Beata Vergine Maria, in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa di Nostra Signora del Monte, in Genova, sotto la presidenza del Visitatore generale, Amanzi Fr. Cristoforo, il giorno 21 aprile 2009 sono statti eletti per l’Ufficio di Ministro provinciale: Vaccari Fr. Mario per l’Ufficio di Vicario provinciale: Savone Fr. Antonio per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Conti Fr. Maurizio Contini Fr. Andrea Pozzi Fr. Luca Tosini Fr. Alberto. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009. Nel Capitolo provinciale della nostra Provincia di Santo Stefano Re, in Transilvania, Romania, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa della Beata Vergine Maria, in Csíksomlyó, sotto la presidenza del Visitatore generale, Gábor Fr. Tamás, il giorno 29 aprile 2009 sono statti eletti per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Orbán Fr. Szabolcs per l’ufficio di Vicario provinciale: Bőjte Fr. Mihály per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Albert Fr. Leánder Kovács Fr. Antal Páll Fr. Leó Péter Fr. Arthur. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009. Prot. 099900/S150-09 Prot. 099909/S158-09 276 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 5. Capitulum Prov. Franciscanæ de Arantzazu in Hispania El Capítulo Provincial la Provincia Franciscana de Arantzazu, en España, celebrado legítimamente conforme a Derecho en Asís Topagunea de la Casa-Santuario de Nuestra Señora de Arantzazu, y presidido por el Visitador General, Colomer Barber Fr. Rafael, los días 15 y 16 de abril de 2009 eligió para el Oficio de Ministro provincial: Zuriarrain Urretabizkaia Fr. Juan Telésforo para el Oficio de Vicario provincial: Arregi Guridi Fr. José María para el oficio de Definidores provinciales: Beristain Uzkudun Fr. Iñaki Dorronsoro Mujika Fr. Juan Miguel Hernansanz Chico Fr. Mikel Larrea Arrizabalaga Fr. Juan Ignacio Martinez de Ilarduya Fdz. de Troconiz Fr. Juan Maria. El Definitorio General, en la Sesión del día 1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó. Prot. 099910/S159-09 6. Capitulum Prov. Castellanæ S. Gregorii Magni in Hispania El Capítulo Provincial la Provincia de San Gregorio Magno de Castilla, en España, celebrado legítimamente conforme a Derecho, en la Casa de Arenas de San Pedro, y presidido por el Visitador General, Cerrato Chamizo Fr. Guillermo, los días 1 y 3 de abril de 2009 eligió para el Oficio de Ministro provincial: Sainz Giménez Fr. José María para el Oficio de Vicario provincial: Moreno Camuñas Fr. Rubén para el Oficio de Definidores provinciales: Alcalde Quintas Fr. Víctor Manuel Martín Hernández Fr. José Rocha Grande Fr. Emilio Ruano Santateresa Fr. Pedro. El Definitorio General, en la Sesión del día 1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó. Prot. 099854/130-09 7. Capitulum Prov. Granatensis Nostræ Dominæ a Regula in Hispania El Capítulo Provincial la Provincia de Granada de Nuestra Señora de Regla, en España, celebrado legítimamente conforme a Derecho en la Casa de Espiritualidad Santa María de Regla, de Chipiona (Cádiz), y presidido por el Visitador general, Oliver Alcón Fr. Francisco, el día 7 de abril de 2009 eligió para el Oficio de Ministro provincial: Fr. Severino Calderón Martínez para el Oficio de Vicario provincial: Berrueta López de la Calle Fr. Jesús para el Oficio de Definidores provinciales: Jiménez Durán Fr. Salvador Martínez Manjón Fr. Eugenio Núñez Azpilicueta Fr. Onofre Palacios Barrio Fr. Carlos Zurera Ribó Fr. Joaquín. El Definitorio General, en la Sesión del día 1 de mayo de 2009, examinó las Actas auténticas de estas elecciones y las aprobó. Prot. 099870/S136-09 8. Capitulum Prov. Magnæ Dominæ Hungarorum in Hungaria Nel Capitolo provinciale della Provincia di Nostra Signora degli Ungheresi, in Ungheria, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa della Beata Vergine Maria, in Nives-Szeged, sotto la presidenza del Visitatore generale, Bőjte Fr. Mihály, il giorno 16 aprile 2009 sono statti eletti per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Magyar Fr. Gergely per l’ufficio di Vicario provinciale: Orosz Fr. Lóránt per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Berhidai Fr. Piusz Frész Fr. Timóteus Lendvai Fr. Zalán Lukovits Fr. Milán. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 1° maggio 2009. Prot. 099892/S154-09 9. Electio extra Capitulum Prov. S. Francisci de Quito in Aequatoria Habiéndose dado la vacante en el Oficio de Ministro provincial de la Provincia de San Francisco de Quito, en Ecuador, el 25 de marzo E SECRETARIA GENERALI de 2009 con la publicación del nombramiento de Heras Segarra Fr. Walter Jeová, como Vicario Apostólico de Zamora en el mismo país, el Congreso Definitorial de la Provincia, legítimamente convocado y reunido en el Convento Máximo de San Pablo de Quito, bajo la presidencia del Vicario Provincial, Sisalema Hidalgo Fr. Gonzalo, el día 25 de marzo de 2009, eligió al Ministro Provincial y a los Hermanos para las subsiguientes vacantes de oficio que, ipso facto, se dieron en la misma Sesión del Congreso: para el oficio de Ministro provincial: Sisalema Hidalgo Fr. Gonzalo para el oficio de Vicario provincial: Ortega Abarca Fr. Mario para el oficio de Definidor provincial: González Fr. Víctor Hugo El Definitorio General, en la Sesión del día 5 de mayo de 2009, estudió y aprobó el Acta Auténtica de estas Elecciones. Prot. 099843/S124-09 10.Capitulum Prov. S. Hedvigis in Polonia Nel Capitolo Provinciale della nostra Provincia di Sant’Edvige in Polonia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella casa Góra św. Anny, sotto la presidenza del Visitatore generale, Hess Fr. Azariasz J., il giorno 23 aprile 2009 sono statti eletti per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Chomik Fr. Wacław Stanisław per l’ufficio di Vicario provinciale: Gohly Fr. Jozafat Roman per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Bołd Fr. Wit Michał Gołąbek Fr. Emilian Piotr Gorzołka Fr. Rafał Kaltbach Fr. Fabian Gerard Michali Fr. Flawian Józef. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 6 maggio 2009. Prot. 099926/164-S09 11 Capitulum Intermedium Prov. ������ Dalmatiæ S. Hieronymi in Croatia Nel Capitolo Provinciale 2009 della Provincia di Dalmazia di San Girolamo, in Croazia, regolarmente celebrato secondo le dispo- 277 sizioni del Diritto, nella Casa di Košljun, sotto la presidenza del Ministro Provinciale, Sopta Fr. Josip, il giorno 23 aprile 2009 sono statti eletti, per l’ufficio di Definitori provinciali: Delić Fr. Frano Mrvelj Fr. Ante Šustić Fr. Božidar Žužić Fr. Stjepan. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale il 21 maggio 2009. Prot. 099936/S169-09 12.Electio extra Capitulum Prov. Trium Sociorum in Gallia/Belgio During a special session of the Provincial Definitory of our Province of The Three Companions, in France and Belgium, convoked by and under the Presidency of the Vicar Provincial, Joly Br. Dominique, regularly celebrated in the House of St. Francis, in Paris, France, on the 27th of June 2009, in accordance with the norms of Canon Law and of article 181 §§ 2 and 3 of the General Statutes the following were elected: to the Office of Minister Provincial: Joly Br. Dominique to the Office of Vicar Provincial: Kohler Br. José to the Office of Provincial Definitor: Brailly Br. Christian. The General Definitory, during its session of the 11th of July 2009, carefully examined and approved the election. Prot. 100104/S233-2009 13.Electio extra Capitulum Prov. S. Michaëlis Archangeli in Indonesia The Provincial Definitory of our Province of St. Michael the Archangel, in Indonesia, during a special session to comply with articles 181 of the General Statutes, celebrated in the Provincialate House of St. Michael, Jakarta, on the 30th of June 2009, elected the following, to the Office of Minister Provincial: Sunarko Br. Adrianus to the Office of Vicar Provincial: Aman Br. Petrus Kanisius to the Office of Provincial Definitor: Nahak Br. Daniel Klau. 278 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 The General Definitory, during its session of the 11th of July 2009, carefully examined and, having made a Sanatio of some irregularities in procedure, approved the election. Prot. 100091/S223-2009 14.Electio extra Capitulum Prov. Picenæ S. Iacobi de Marchia in Italia Il Congresso definitoriale della Provincia Picena S. Giacomo della Marca in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, il 25 giugno 2009, nella Casa S. Francesco di Loreto, presieduto da Angelisanti Fr. Alessandro, Vicario provinciale, a norma dell’art. 181degli Statuti Generali, ha eletto fuori Capitolo, per l’ufficio di Ministro provinciale: Natalini Fr. Valentino ufficio vacante per l’elezione del predecessore a Definitore generale. Questa elezione è stata ratificata dal Definitorio Generale l’11 luglio 2009. Prot. 100075/S211-09 15.Capitulum Intermedium Prov. Apuliæ S. Michaëlis Archangeli in Italia Nel Capitolo della Provincia di San Michele Arcangelo di Puglia e Molise, in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, presso il Centro d’Accoglienza “Approdo” in San Giovanni Rotondo, sotto la presidenza di Carfagna Fr. Pietro, Ministro provinciale, il giorno 2 luglio 2009 sono statti eletti i quattro Definitori all’Ufficio di definitori della Provincia: Civitavecchia Fr. Leonardo Cofano Fr. Antonio Nesta.Fr. Roberto Tomiri Fr. Giuseppe. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale l’11 luglio 2009. Prot. 100094/S225-09 16.Electio extra Capitulum Prov. Nostræ Dominæ Reginæ Pacis in Africa Meridionale During a special session of the Provincial Definitory of our Province of Our Lady Queen of Peace, in South Africa, under the Presidency of Jawaheer Br. Jeff, celebrated at the Provincial Curia of Santa Sophia, Pretoria, on the 1st of July 2009, in accordance with the norms of Canon Law and of article 181 §§ 2 and 3 of the General Statutes, the following were elected, to the Office of Minister Provincial: Khanyile Br. Makhomba Augustine to the Office of Vicar Provincial: Lovett Br. William. The General Definitory, during its session of the 11th of July 2009, carefully examined and, having made a Sanatio of some irregularities in procedure, approved the election. Prot. 100093/M044-2009 17.Capitulum Prov. Tusciæ S. Francisci Stigmatizati in Italia Nel Capitolo della Provincia Toscana dei Frati Minori di San Francesco Stimmatizzato, in Italia, regolarmente celebrato secondo le disposizioni del Diritto, nella Casa del Santuario della Verna, sotto la presidenza di Colombotti Fr. Tarcisio, Visitatore generale, il giorno 26 giugno 2009 sono statti eletti, per l’ Ufficio di Ministro provinciale: Fantaccini Fr. Paolo per l’ufficio di Vicario provinciale: Ruffato Fr. Giulio Francesco per l’Ufficio di Definitori della Provincia: Crisci Fr. Livio Grassi Fr. Massimo Guarguaglini Fr. Sandro Sebastiani Fr. Marco. Queste elezioni sono state ratificate dal Definitorio generale l’11 luglio 2009. Prot. 100073/S210-09 18. Electio extra Capitulum Prov. Assumptionis BMV in Argentina El Definitorio Provincial de la Provincia Franciscana de la Asunción de la Ss.ma Virgen del Río de la Plata, en Argentina, durante la sesión del Congreso del Definitorio celebrado en la sede de la Curia Provincial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el 1 de julio de 2009, y en cumplimiento del artículo 181 de los EE.GG, ha efectuado las siguientes elecciones, E SECRETARIA GENERALI para el oficio de Ministro provincial: Gutiérrez Olmos Fr. José Enid para el oficio de Vicario provincial: Catalan Fr. Jorge David para el oficio de Definidor provincial: Lapierre Revuelto Fr. Luís Fernando. El Definitorio General, en la Sesión del día 22 de julio de 2009, estudió y aprobó el Acta Auténtica de estas Elecciones. Prot. 100117/244-S09 19.Visitatores generales – Gerritsma Br. Frans, Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, in Nederlandia, pro Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, in Belgio: 01.05.2009; prot. 099544/S469-2008. – Maryjka Fr. Rufin, Prov. S. Mariæ Angelorum, in Polonia, pro Prov. Assump������� tionis BMV, in Polonia: 04.05.2009; prot. 099697/S58-09. – Michalczyk Fr. Wacław, Prov. S. Mariæ Angelorum, in Polonia, Visit. Absistens pro Prov. Assumptionis BMV, in Polonia: 04.05.2009; prot. 099697/S58-09. – Crisci Fr. Livio, Prov. Tusciæ S. Francisci Stigmatizati, in Italia, pro Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, in Italia: 06.05.2009; prot. 099842/123-S09. – Muro Aréchiga Fr. Juan Ignacio, Prov. B. Juniperi Serra, in Mexico, pro Prov. S. Philippi de Jesu, in Mexico: 06.05.2009; prot. 099871/S137-09. – Nosić Fr. Stipe, Prov. Dalmatiæ S. Hieronymi, in Croatia, pro. Prov. S. Crucis, in Slovenia: 06.05.2009; prot. 099912/162S09. – Ramos Fr. Valmir, Cust. Ss. Cordis, in Brasilia, dep. a Prov. Neapolitana Ss. Cordis Iesu, in Italia, Visit. Absistens pro Fund. N. D. de Fatima, in Brasile, dep. a Prov. Salernitano-Lucana Immaculatæ Conceptionis BMV, in Italia: 06.05.2009; prot. 099826/116/S09. – Riccio Fr. Antonio, Prov. Samnito-Hirpinia S. Mariæ Gratiarum, in Italia, pro Prov. S. 279 Bernardini Senensis, in Italia: 06.05.2009/ prot. 099929/166-S09. – Serri Fr. Carlo, Prov. Aprutiorum S. Bernerdini Senensis, in Italia, pro Prov. Salerintano-Lucana Immaculatæ Conceptionis BMV, in Italia: 06.05.2009; prot. 099826/ S116-09. – Bravi Fr. Francesco, Prov. Mediolanansis S. Caroli Borromæi, in Italia, pro Cust. Terræ Sanctæ, in Israel: 25.06.2009; prot. 100026/041-M09. – Dohnal Fr. Jan Maria Vianney, Prov. S. Venceslai, in Ceca Republica, pro Prov. Ss. Salvatoris, in Slovachia: 25.06.2009; prot. 100027/187-S09. – Zammit Fr. Jimmy, Prov. S. Pauli Apostoli, in Melita, Visit. Absistens pro Cust. Terræ Sanctæ: 23.07.2009; prot. 100026/041M09. – Egiguren Iraola Fr. José Ángel, Prov. Franciscanæ de Arantzazu, in Hispania, pro Prov. S. Iacobi de Compostela, in Hispania: 23.07.2009; prot. 100062/205-S09. – Talens Albiñana Fr. Ángel Esteban, Prov. Valentiæ et Aragoniæ S. Ioseph, in Hispania, pro Cataluniæ S. Salvatoris ab Horta, in Hispania: 23.07.2009; prot. 100110/239S09. 20. Domus suppressæ – Crist Rei, Barcellona, Spagna: 03.05.2009; prot. 099864/S144-09. – San Francisco de Asís, Neiva (Huila), Colombia: 26.06.2009; prot. 100056/S20209. 21. Notitiæ particulares 1. Commissione “Fondo Giubileo” Il Ministro generale, Fr. José R. Carballo, ha rinnovato la Commissione del “Fondo Giubileo”, i cui Membri sono: Copps Fr. Michael, Prov. Immaculatae Conceptionis 280 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 BMV, in Britannia Magna; O’Connor Fr. John, Prov. Ss. Nominis Iesu, USA; Brocanelli Fr. Vincenzo, Prov. Picenæ S. Iacobi de Marchia, in Italia: 05.05.2009; prot. 099088/241-S08. 2. Nuovo Segretario generale dell’Ordine McGrath Fr. Aidan è stato eletto il 25 giugno 2009 dal Definitorio generale nuovo Se- gretario generale e Notaio dell’Ordine. Fr. Aidan, che prenderà servizio il 1° settembre 2009, appartiene alla Prov. OFM di Irlanda: 01.07.2009; prot. 100081/S09. E SECRETARIATU PRO FORMATIONE ET STUDIIS 1. Emeriti Professoris nominatio 2. Notitiæ particulares Fr. José Antonio Merino, OFM, an. natus, Nostræ Provinciæ Castellanæ «S. Gregorii Magni» alumnus, Philosophiæ Doctor in Pontificio Atheneo «Antonianum» et Litterarum et Philosophiæ Doctor in Universitate Complutensi in Hispania renunziatus, in præfato Atheneo ab an. mcmlxxxvi ad an. mmix ipsam Philosophiam do­cuit. Quamplures articulos et libri de historia Philosophiæ, Philosophiæ Franciscanæ et Œcologiæ egregie concinnavit. 1. Pontificia Università Antonianum mcmxxxviii Eius opera, imprimis investigationes de re philosophica, franciscana et œcologica publici iuris facta, valde æstimamus. Quae cum ita sint, consensu Senatus Academici Pontificiæ Universitatis «Antonianum» de Urbe in sessione diei xxiii men­sis Maii A.D. mmix obtento, præfatæ Universitatis Rectore suis litteris diei xvi Junii eiusdem anni proponente, vigore praesentis de­cre­ti, ad normam art. 25 §2 Statutorum Universitatis «Antonianum», Fr. José Antonio Merino, OFM omni qua par est reverentia, Professorem Emeritum nomino atque declaro, eumque in confratrum æstimationem maxime commendo. Datum Romæ, ex Ædibus Curiæ generalis Ordinis, die xxiv mensis Junii A.D. mmix. Fr. Iosephus Rodríguez Carballo, ofm Minister generalis et Magnus Cancellarius Fr. Maximus Fusarelli, ofm Secretarius generalis pro Formatione et Studiis Prot. 100045 (161/09) – Prot. 100046 (162/09): Il Ministro generale, ricevuto il Nihil obstat della Congregazione per l’Educazione Cattolica, con Decreto del 7 luglio 2009, ha confermato la nomina a Direttore dell’Istituto Teologico di Murcia in Spagna, aggregato alla Pontificia Università Antonianum. – Prot. 100044 (16009): con Decreto del 24 luglio 2009, il Ministro generale e Gran Cancelliere della P.U.A., ricevuto il Nihil obstat della Congregazione per l’Educazione Cattolica, ha nominato Professore Straordinario nella Facoltà di Teologia della Pontificia Università Antonianum Fr. Martin c. Nuñez, OFM, membro della Provincia di “S. Giacomo Apostolo” In Spagna. 2. Varie – Prot. 100028 (153/09): Il Ministro generale, ascoltato il parere del suo Definitorio, ha concesso la dispensa dall’art. 93 §1 degli SS.GG. perché la Provincia della “S. Croce” in Slovenia possa iniziare l’anno di Noviziato 2009-2010 con due novizi soltanto. E POSTULATIONE GENERALI 1. Decretum super virtutibus SD Carolinæ Beltrami Congregatio de Causis Sanctorum Alexandrina Statiellorum. Beatificationis et Canonizationis Servae Dei Carolinae B eltrami Fundatricis sororum v.d. “Immacolatine di Alessandria” (1869-1932) «Et sponsabo te mihi in sempiternum; et sponsobo te mihi in iustitia et iudicio et in misericordia et miserationibus» (Os 2,21). Serva Dei Carolina Beltrami die 4 mensis Augusti anno 1869 Alexandriae Statiellorum nata est et insequenti die 7 ad baptismalem fontem ecclesiae collegiatae in honorem Beatae Mariae Virginis a Nivibus in vico Curte Sancti Laurentii ducta. Familia eius, firmae innisa christianae traditioni, necnon bonis opibus ac ordinis adiunctis, perplurimis filiis in annos laetata est, quorum multi vero primos vitae dies haud superaverunt. Cum omnes per aliquos annos Mediolanum se contulerunt, Carolina primariam scholasticam institutionem apud Sorores Canossianas recepit, iam inde a prima aetate magnum suum religiosorum praeceptorum obsequium ostendens, quod sponte in ea callido cum ingenio et actuosa mente coalescebat. In longobarda metropoli initiationem christianam perfecit et, Paenitentiae, Eucharistiae et Confirmationis sacramentis munita, semper se in domestica officia exhibens proclivem, gradatim in apostolatus navitates magis magisque incubuit. Cum in civitatem natalem rediisset, Serva Dei, iam duodennis, operam suam catechistae atque oratorii cathedralis ecclesiae adhortatricis benigne dedit. Speciali modo ingens peculiaris curae puellarum ac mulierum institutionis animadvertebat momentum, quae illo tempore omni abusus oppressionisque generi asperrime subiciebantur. Quam ad rem opus oratorii penitus sublimavit, quod tamquam locum gaudii, educationis ac laboris fovendi reformavit. Desiderium, interdum, Deo omnino se consecrandi in ea proficiebat. Ingressa est, igitur, Institutum religiosum, quod bimestre post ve- ro reliquit, domum se reddens clarius sibi conscia quod se novam religiosae conversationis rationem experiri oportebat. Una cum sociis quibusdam, ergo, post actum Beatissimae Virgini suipsius consecrationis, officinam artis sutilis et textilis incepit, quae iuvenes mulieres proveheret ad serios fructuososque labores. Iamiam Serva Dei facta est etiam erani suscitatrix inter operarias atque «Societatem Sanctae Zitae» instituit, quae domesticas in earum munera informaret, easdem curaret, ut apud bonas familias collocarentur, moribusque et spiritu assideret ac in egestate laboris prosequeretur ac sustentaret. His inceptis Serva Dei in opera socialis actuositatis sese efficaciter intexuit, «signa temporis» illa necnon «Rerum Novarum» fomenta excipiens, quae omnes adhortabatur christifideles, ut «operariorum questioni» atque aerumnis, quae ad ipsam pertinebant, consulerent. Statuit, ergo, apostolatum suum inter operarias exercere, evangelico spiritu primi industriarum incrementi provocationes accipiens. Etiam in tam felicibus initiis, difficultates non defuerunt, immo ex ipsis proximis exstiterunt, qui praecipua lineamenta, quibus Serva Dei opera sua extuderat, quandoque neglexerunt. Ad inquietudines litesque vitandas familiam, igitur, suam repetiit, semper autem uti religiosam vivens et anno 1910 Tertii Ordinis Servorum Mariae induens habitum, cuius aliquos annos novitiarum Magistra quoque facta est. Anno 1919, vero, Episcopus Alexandrinus Statiellorum eam rogavit, ut ad Communitatem regrederetur, et Superiorissam Generalem nominavit et «Piam Operam ab Immaculata» sub legum ratione recognovit uti Congregationem iuris dioecesani. Aliquos postannos, novo in Dioecesi creato Episcopo atque dissensionibus sive intra sive extra Institutum ingravescentibus, Servae Dei Capitulum Generale convocare visum est, ut totius communitatis exploraret consensum, sed exitus eo tristis fuit, ut se intra communitatem prostratam sensit. Haec nempe intimam profundamque ei molita sunt poenam, cui autem humilitate, mansuetudine et aequa ad voluntatem Dei docilitate 284 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 respondit, in his sicut et aliis in aerumnis actionem Dei, qui «opera sua purificat ac praegustat», conspiciens. Pro amore Domini et animarum bono, immo, omnia perpatienter passa est et renovata cum sollecitudine pauperum aegrotorumque curae necnon catechesi uti simplex Soror vacavit. Spiritualitatem suam Serva Dei cotidie ad fontem Eucharistiae aluit: non modo ipsa in oratione commoravit, sed stationes nocturnas coram Sanctissimo Sacramento instituens, alios quoque ad ea suscitavit. Diversis in locis ubi vixit vel apostolatum exercuit semper in gestu suavem se ostendit, fortem in decisionibus. Anno 1932 ineunte, Servae Dei valetudo ingravescere cepit. Saevo, enim, sanguinis ictu in cerebro correpta et lecto iacere coacta, hoc quoque tempore eximium testimonium fidei atque humanitatis praebuit. Die 8 mensis Aprilis anno 1932, Hortis apud Alexandriam Statiellorum occubuit. Una cum sive civilibus sive ecclesiasticis auctoritatibus turba ingens ad exequias concurrit, signum famae eius sanctitatis iam tum in populo diffusae et adhuc increscentis. Hanc ob sanctitatis famam, a die 8 mensis Martii anno1981 ad diem 30 mensis Augusti anno 1983 apud Curiam Alexandrinam Statiellorum Processus Cognitionalis et a die 20 mensis Ianuarii anno 1983 usque ad diem 20 mensis Maii anno1983 apud Curiam Pisanam Processus Rogatorialis celebrati sunt, quorum auctoritas et vis iuridica a Congregatione de Causis Sanctorum decreto diei 27 mensis Septembris anno 1985 probatae sunt. Positione confecta, iuxta suetum morem, die 23 mensis Novembris anno 2007, in Congressu Peculiari Consultorum Theologorum prospero cum exitu disceptatum est an Serva Dei more heroum virtutes christianas exercuisset. Patres Cardinales et Episcopi in Sessione Ordinaria diei 13 mensis Ianuarii anno 2009, audita relatione Excellentissimi ac Reverendissimi Domini Hieronymi Grillo, Episcopi emeriti Centumcellarum-Tarquiniensis, Causae Ponentis, professi sunt Servam Dei virtutes theologales, cardinales iisque adnexas in modum heroum coluisse. Facta demum de hisce omnibus rebus Summo Pontifici Benedicto XVI per sub scriptum Archiepiscopum Praefectum accurata relatione, Sanctitas Sua vota Congregationis de Causis Sanctorum excipiens rataque habens, hodierno die declaravit: constare de virtuti- bus theologalibus Fide, Spe et Caritate tum in Deum tum in proximum, necnon de cardinalibus Prudentia, Iustitia, Temperantia et Fortitudine iisque adnexis in gradu heroico Servae Dei Carolinae Beltrami, fundatricis sororum vulgo dictarum «Immacolatine di Alessandria», in casu et ad effectum de quo agitur. Hoc autem decretum publici iuris fieri et in acta Congregationis de Causis Sanctorum summus Pontifex referri mandavit. Datum Romae, die 17mensis Ianuarii A.D. 2009. † Angelus Amato, S.D.B. Archiep. tit. Silensis Praefectus † Michaël Di Ruberto Archiep. tit. Biccarensis a Secretis 2. Facultas Transumptum Inquisitionis super miro aperiendi in Causa Ven. SD Mariæ Teresiæ Casini Congregazione delle Cause dei Santi Prot. N. 633-36/09 TUSCULANA. Beatificationis et Canonizationis Ven. Servae Dei Mariae Teresiae Casini Fundatricis Sororum Oblatarum SS. Cordis Iesu. Rev.mus P. Lucas De Rosa, Postulator legitime constitutus in Causa Beatificationis et Canonizationis Ven. Servae Dei Mariae Teresiae Casini, Fundatricis Sororum Oblatarum SS. Cordis Iesu, ab hac Congregatione de Causis Sanctorum petit ut Transumptum Inquisitionis Dioecesanae, apud Curiam ecclesiasticam Youngstoniensem peractae, super asserta mira sanatione pueri Iacobi Ronald Sebest, per intercessionem eiusdem Venerabilis Servae Dei obtenta, clausum sigillisque munitum in actis eiusdem Congregationis, aperiri possit. Haec porro Congregatio, attentis expositis, pro gratia iuxta preces benigne annuit: servatis de cetero omnibus de iure servandis. Contrariis non obstantibus quibuslibet. Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 3 mensis Aprilis A.D. 2009. † Angelus Amato, S.D.B. Archiepiscopus tit. Silensis Praefectus E POSTULATIONE GENERALI † Michaël Di Ruberto Archiepiscopus tit. Biccarensis a Secretis 3. Facultas Transumptum inquisitionis super miro aperiendi in Causa Ven. SD Mariæ Christinæ a Sabaudia Congregazione delle Cause sei Santi Prot. N.258-18/09 NEAPOLITANA. Beatificationis et Canonizationis Venerabilis Servae Dei Mariae Christinae a Sabaudia Christifidelis Laicae Reginae regni utriusque Siciliae. Instante Rev.mo P. Luca De Rosa, O.F.M., Postulatore legitime constituto in Causa Beatificationis et Canonizationis Venerabilis Servae Dei Mariae Christinae a Sabaudia, Christifidelis Laicae, Reginae regni utriusque Siciliae, haec Congregatio de Causis Sanctorum, attentis peculiaribus in supplici libello expositis adiunctis, benigne indulget ut asserta mira sanatio dominae Mariae Villarino, intercessioni eiusdem Venerabilis Servae Dei, tributa, examini tertii periti ex officio subici possit. Contrariis non obstantibus quibuslibet. Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 30 mensis Aprilis A.D. 2009. † Angelus Amato, S.D.B. Archiepiscopus tit. Silensis Praefectus Marcellus Bartolucci Subsecretarius 4. Decretum seu Deputatio Postulatoris Generalis Fr. Iosephus Rodríguez Carballo Totius Ordinis Fratrum Minorum Minister Generalis et humilis in Domino servus Prot.099919 Ego, Fr. Josephus Rodríguez Carballo, Minister Generalis Ordinis Fratrum Minorum, habito consensu nostri Consilii generalis in sessione diei 30 mensis aprilis anni 2009, 285 harum litterarum vigore, constituo ac deputo Postulatorem Generalem nostri Ordinis, Rev. P. Joannemjosephum Califano, O.F.M. ut nomine nostri Ordinis coram omnibus curiis dioecesanis et auctoritatibus ecclesiasticis, necnon coram Congregatione de Causis Sanctorum ea omnia pertractare et agere valeat ad causas canonizationis nostrorum consodalium qui, sanctitatis fama et virtutibus ornati, mortui sunt. Praeter facultates a iure communi tributas, concedo Rev. Joannijosepho Califano omnes facultates necessarias vel opportunas ad hoc munus exercendum, praesertim unum vel plures vicepostulatores extra Urbem nominandi necnon temporalia bona ad causas pertinentia, iuxta Sanctae Sedis nostrisque Ordinis normas, administrandi sumptusque convenientes in favorem causarum faciendi. Datum Romae, ex Curia Generali Ordinis Fratrum Minorum, die 30 mensis aprilis anni 2009. Josephus Rodríguez Carballo, OFM Minister Generalis Fr. Carolus E. Siekierka, OFM a Secretis 5. Validitas iuridica Inquisitionis super vita et virtutibus in Causa SD Mariæ Teresiæ De Vincenti Congregazione delle Cause dei Santi Prot. N. 1326-9/03 COSENTINA-BISINIANEN. Beatificationis et Canonizationis Servae Dei Mariae Teresiae De Vincenti (In saeculo: Raphaelae) Fundatricis Congregationis Sororum Parvarum Operariarum a Sacris Cordibus. In Ordinario Congressu, die 14 mensis Maii huius anni 2009 celebrato, haec Congregatio de Causis Sanctorum sequens dubium disceptavit, nimirum: “An constet de validitate Processuum, Informativi apud Curiam Cosentinam, et Rogatorialis in Curia Albanensi, necnon Inquisitionis Dioecesanae et Inquisitionis Dioecesanae Suppletivae, apud praefatam Curiam Cosentinam, peractorum, super vita et virtutibus necnon fama sanctitatis et signo- 286 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 rum Servae Dei Mariae Teresiae De Vincenti (in saeculo: Raphaelae), Fundatricis Congregationis Sororum Parvarum Operariarum a Sacris Cordibus: testes sint rite recteque examinati et iura producta legitime compulsata in casu et ad effectum de quo agitur”. Haec porro Congregatio, attento voto ex officio redacto reque diligenter perpensa, rescripsit: Affirmative, seu constare de validitate omnium praefatorum Processuum in casu et ad effectum de quo agitur, sanatis de iure sanandis. Contrariis non obstantibus quibuslibet. Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die l4 mensis Maii A.D. 2009. † Angelus Amato, S.D.B. Archiepiscopus tit. Silensis Praefectus † Michaël Di Ruberto Archiepiscopus tit. Biccarensis a Secretis 6. Validitas iuridica Inquisitionis super vita et martyrio in Causa SD Clementis Gatti Congregazione delle Cause dei Santi Prot. N. 2468-3/08 PATAVINA. Beatificationis seu Declarationis Martyrii Servi Dei Clementis Gatti (in saeculo: Petri Ernesti Dominici) Sacerdotis professi Ordinis Fratrum Minorum in odium Fidei, uti fertur, interfecti. In Ordinario Congressu, die 29 mensis Maii huius anni 2009 celebrato, haec Congregatio de Causis Sanctorum sequens dubium disceptavit, nimirum: “An constet de validitate Inquisitionum Dioecesanarum, Principalis apud Curiam ecclesiasticam Patavinam, et Rogatorialium variis in Curiis, peractarum, super vita et martyrio necnon fama martyrii Servi Dei Clementis Gatti (in saeculo: Petri Ernesti Dominici), Sacerdotis professi Ordinis Fratrum Minorum, in odium Fidei, uti fertur, interfecti: testes sint rite recteque examinati et iura producta legítime compulsata in casu et ad effectum de quo agitur”. Haec Congregatio, attento voto ex officio redacto reque diligenter perpensa, rescripsit: Affirmative, seu constare de validitate praefatarum Inquisitionum in casu et ad effectum de quo agitur, sanatis de iure sanandis; quoad Inquisitiones Rogatoriales Assisiensem, Victoriensem Venetonrm et Anconitanam-Auximanam, Negative, seu non constare de validitate, sed declarationes testium vim documentorum extraprocessualium habeant. Contrariis non obstantibus quibuslibet. Datum Romae, ex aedibus eiusdem Congregationis, die 29 mensis Maii A.D. 2009. † Angelus Amato, S.D.B. Archiepiscopus tit. Silensis Praefectus † Michaël Di Ruberto Archiepiscopus tit. Biccarensis a Secretis EX OFFICIO OFS 1. Italia, Roma - Incontro Presidenza CIOFS Dopo aver partecipato al Capitolo Internazionale delle Stuoie ad Assisi, la nuova Presidenza CIOFS ha tenuto dal 18 al 25 aprile il suo primo incontro, che ha avuto luogo nel Collegio Internazionale San Lorenzo da Brindisi in Roma. Uno dei principali scopi della riunione è stato di aiutare i membri a conoscersi meglio e ad integrarsi come équipe di lavoro. La settimana, tuttavia, prevedeva celebrazioni liturgiche, sessioni di lavoro intenso e momenti di ricreazione fraterna. I principali temi trattati sono stati i seguenti: le responsabilità dei membri della Presidenza, la traduzione delle lettere e dei documenti ufficiali, la metodologia e le lingue da usare nelle riunioni, il metodo per portare avanti le Visite fraterne/pastorali e i Capitoli nazionali, i criteri per la loro programmazione e la loro verifica, la comunicazione a tutti i livelli dell’Ordine, rappresentanza legale della Ministra generale in Italia, il personale e la riorganizzazione del Segretariato generale, la verifica dell’amministrazione contabile, le priorità del Capitolo Generale 2008, ecc. Si è deciso di formare le seguenti Commissioni al servizio dell’Ordine: la Commissione giuridica e patrimoniale, la Commissione GiFra, la Commissione economica, la Commissione della presenza nel mondo e delle comunicazioni. Si è deciso anche che la formazione sia direttamente coordinata dalla Ministra generale e che venga sviluppata tramite tre progetti secondo le priorità del Capitolo generale. Altri temi affrontati: la Commissione Interfrancescana Giustizia, Pace e Integrità del Creato (Romani 6); i bilanci e rapporti economici; la revisione del Rituale OFS e la possibilità di avere un Rituale per la GiFra; le Fraternità emergenti e quelle con difficoltà; la GiFra; Franciscans International; la proposta di sollecitare la nomina di Santa Elisabetta come compatrona d’Europa; il coinvolgimento dei secolari nella preparazione della liturgia della Presidenza, ecc. L’impegnativo lavoro dell’incontro si è concluso con un rendimento di grazie al Signo- re e con una grande soddisfazione per quanto è stato fatto, tenendo conto però dei numerosi suggerimenti espressi per migliorare i prossimi incontri. 2. Egitto – Incontro con i Ministri Provinciali OFM di Africa e la visita all’OFSGiFra in Egitto Dal 25 marzo al 4 aprile 2009 Fr. Ivan Matić OFM, Assistente generale OFS-GiFra, è stato in Egitto. Nei giorni 27 marzo-1 aprile ha partecipato all’incontro della Conferenza dei Ministri provinciali OFM d’Africa, svoltosi presso la casa dei Frati Minori a Mokattam, Cairo. In tale circostanza Fr. Ivan ha presentato la situazione attuale dell’OFS e della GiFra in Africa, con una particolare attenzione alle Fraternità nazionali emergenti. Nel corso della sua permanenza in Egitto Fr. Ivan, oltre ad accompagnare il Ministro generale, Fr. José R. Carballo, nella visita alla Provincia OFM della Sacra Famiglia, ha anche incontrato Fr. Adel Zaki, Assistente nazionale dell’OFS, i membri del Consiglio nazionale dell’OFS, che lo hanno informato sulla situazione attuale dell’OFS in Egitto e che, assieme a Fr. Ivan, hanno programmato i prossimi passi necessari per una più stretta collaborazione con la Presidenza CIOFS. Inoltre si sono svolti vari altri incontri con diversi Frati, Studenti, vari Assistenti locali, i Responsabili secolari e con Fr. Nasser Basili, OFM, Assistente nazionale della GiFra. Fr. Ivan ha visitato anche diverse Fraternità locali dell’OFS e della GiFra del Cairo, di Port Said e di Alessandria. In Egitto ci sono 15 Fraternità locali dell’OFS canonicamente erette e 2 Fraternità emergenti con 247 membri. Inoltre c’è una forte presenza della Gioventù Francescana (circa 22 Fraternità locali) e anche vari gruppi di Araldini e Araldi. 3. Colombia – Celebrazione dell’VIII Centenario del Carisma francescano Le celebrazioni per l’VIII centenario del 288 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 carisma francescano, da parte dell’OFS e della GiFra della Colombia, si sono tenute dal 27 aprile al 1 maggio 2009 in modo solenne in tre città colombiane: Bogotá, Barranquilla e Medellín, con la partecipazione di oltre 1500 persone tra Francescani secolari, Giovani francescani ed Assistenti spirituali. Ai vari momenti celebrativi hanno partecipato anche i Ministri provinciali del Primo Ordine. Invitato speciale a queste celebrazioni è stato Fr. Ivan Matić, OFM, Assistente generale dell’OFS-GiFra, che in questa occasione ha avuto l’opportunità di incontrare tanti membri dell’OFS e della GiFra e di visitare alcune Fraternità locali dell’OFS-GiFra: la Fraternità di Concepción, assistita dai Frati Cappuccini; la Fraternità di S. Antonio, assistita dai Frati Conventuali; la Fraternità della Tercera, assistita dai Frati Minori. Per tutta la permanenza in Colombia Fr. Ivan è stato accompagnato da Fr. Olivo Mora Contreras, OFM, Assistente nazionale dell’OFS-GiFra di Colombia. EX OFFICIO IURIDICO Activitas Officii Iuridici una cum Commissione Iuridica (Ian. 2008-Maio 2009) I. Emendatio Statutorum Particularium (Prov. vel Cust. Aut. et aliarum Entitatum) 4 Februarii 2008 1. S. Michaelis Archangeli, Indonesia (Prot.098490) 2. Assumptionis B.M.V., Brasilia (Prot. 098621) 3. Calabriae SS. VII Martyrum, Italia (Prot. 098630) 3 Martii 2008 4. S. Johannis Baptistae, Pakistan (Prot. 098704) 5. Compostellae S. Jacobi, Hispania (Prot. 098691) 6. Assumptionis B.M.V., Hercegovina (Prot. 098686) 7. Christi Regis, Canada (Prot. 098673) 12 Maii 2008 8. Russia et Kazaksthania, Fundatio (Prot. 098791) 9. S. Benedicti Africani, Congum R.D. (Prot. 098705) 11 Junii 2008 10. S. Michaelis Archangeli, Indonesia (Prot. 098945) 6 Octobris 2008 11. S. Joseph Sponsi B.V.M., Canada (Prot. 098997) 12. S. Benedicti de Amazonia Custodia, Brasilia (Prot. 098982) 13. Immaculatae Conceptionis, Brasilia: Fundatio in Angola (Prot. 098964) 14. Brasiliae Conferentia (Prot. 098940) 15. S. Petri Baptistae, Philippinae (Prot. 098933) 16. S. Antonii Patavini, Brasilia (Prot. 098923) 27 Octobris 2008 17. S. Thomae Prov., S.Mariae Matris Dei, Cust., India (Prot. 099259) 18. S. Thomae Prov., S. Francisci Fund., India (Prot.099309) 19. Terrae Sanctae Custodia (Prot. 099331) 20. B. Pacifici, Gallia Occidentalis (Prot. 099111) 21. Siciliae, SS. Nominis Jesu, Italia (Prot. 099166) 22. Sancti Evangelii, Mexicum (Prot. 099234) 13 Januarii 2009 23. Sanctorum Martyrun Coreanorum, Corea (Prot. 099666) 24. N. D. de Guadalupe, America Centralis et Panama (Prot. 099572) 25. Neapolitana SS. Cordis, Italia (Prot. 099542) 26. Picena S. Jacobi de Marchia, Italia (Prot. 099541) 27. S. Thomae Prov., India (Prot. 099535) 28. SS. Trinitatis, Chilia (Prot. 099525) 29. Picena, S. Jacobi de Marchia, Italia (Prot. 099507) 30. Immaculatae Conceptionis, Anglia (Prot. 099460) 31. N. D. de Guadalupe, America Centralis et Panama (Prot. 099456) 13 Martii 2009 32. S. Francisci Solani, Argentina (Prot. 099601) 33. Sardiniae S. Mariae Gratiarum, Italia (Prot.099633) 34. Congum, “Notre Dame d’Afrique, Fundatio, Conf. Italica (Prot. 099634) 8 Maii 2009 35. Magnae Dominae Hungarorum, Hungaria (Prot. 099891) II. Responsiones ad dubia , etc. More solito, ad perplurima dubia undique pervenientia responsum interim dedimus et particularium quaestionum saepe sub secreto solutionem porrigimus. De activitate Officii Juridici necnon Commissionis Juridicae sept. 2003-oct. 2004, cf. AOFM, CXXIII, p.361 ; nov. 2004-dec. 2005, AOFM, CXXV, pp. 147-148; nov. 2005-dec. 2006, AOFM, CXXV, pp. 555-556; an. 2007, AOFM, CXXVI, pp. 567-568. Romae, 15 Maii 2009 Fr. Francesco Antonelli AD CHRONICAM ORDINIS 1. De itineribus Ministri Generalis 1. Partecipazione alla Festa di san Bernardino L’Aquila, Festa di S. Bernardino, 20.05.2009 «Riponi la tua fiducia nel Signore ed egli ti sosterrà». Queste parole con cui Francesco d’Assisi si rivolgeva ai suoi Frati, sono diventate l’esortazione e l’augurio che il Ministro generale ha rivolto ai terremotati dell’Abruzzo, incontrandoli nelle tende dove ora vivono. Mercoledì 20 maggio – accompagnato da Fr. Mario Favretto, Definitore generale, dal Visitatore Fr. Antonio Riccio, dall’Economo generale, Fr. Giancarlo Lati, e dal nuovo Postulatore generale, Fr. Gianni Califano –, il Ministro generale si è recato all’Aquila e in alcuni paesi d’Abruzzo colpiti dal recente sisma che ha sconvolto la regione. Lo scopo di questa visita doveva essere la Festa di san Bernardino da Siena, morto all’Aquila, ma il recente terremoto ha trasformato la visita in un momento di condivisione e di vicinanza con la popolazione provata e con i Frati della Provincia d’Abruzzo. Prima tappa di questo pellegrinaggio, che ha attraversato il dolore di tanta gente buona, è stata la visita alla tendopoli di Fossa. Erano presenti il Ministro provinciale, il Vicario e altri Frati della Provincia venuti ad accogliere e accompagnare Fr. José. Dopo aver salutato i presenti, il Ministro generale ha rivolto loro la parola dicendo che la sua presenza era per portare alla popolazione provata e sofferente, la voce della compassione e della vicinanza di tutti i Frati, di tutto l’Ordine. Ha assicurato il ricordo e la preghiera che non sono mai mancati dal mattino stesso del terremoto fino ad oggi. Inoltre ha assicurato la solidarietà verso le famiglie colpite dal sisma. L’Ordine da subito si è fatto tramite per quanti desideravano collaborare e aiutare. E così il Ministro, a nome dei Frati, ha potuto offrire un segno di questa solidarietà. Ha donato una somma al Parroco, un giovane sacerdote che aveva trovato riparo nelle tende con la sua gente, poi una cospicua offerta al Sindaco, affinché la utilizzasse per le necessità più immediate. Alla popolazione presente dentro il tendone-refettorio il Ministro generale ha donato ai rappresentanti delle famiglie la croce di S. Damiano, esortandoli ad aver fiducia e ricordando che quel crocefisso ha parlato a Francesco di ricostruzione: «va’ e ripara la mia casa». Era commovente vedere quei volti ancora segnati dalle lacrime, con impressi i segni del dolore per la perdita non solo delle case, ma anche di persone care. Si è scelto Fossa, tradizionalmente riconosciuta come luogo di santi francescani, perché il messaggio francescano parli ancora al cuore e alla vita degli abitanti di oggi. Un secondo momento della giornata prevedeva la visita del Ministro generale alla Basilica di san Bernardino, nel centro storico della città: i danni rilevanti subiti da questa monumentale e splendida chiesa – il campanile crollato sul convento, la cupola fortemente danneggiata, alcune cappelle lesionate o cadute – stanno a dire che i lavori di recupero richiederanno sforzi ingenti e tempi lunghi. Ammirevole ed edificante si è rivelata l’opera dei Vigili del Fuoco che, tra l’altro, hanno guidato il Ministro generale e il suo seguito nel percorso all’interno della chiesa e del convento. Altro momento importante è stata la celebrazione dell’Eucaristia sotto il grande tendone dei campi da gioco. Oltre ai fedeli convenuti per onorare san Bernardino e alle autorità civili, hanno partecipato numerosi Frati della Provincia, il Ministro provinciale e Definitorio della Provincia romana, i Ministri provinciali dei Conventuali e Cappuccini, vari preti della Diocesi. Animavano la messa i giovani in formazione iniziale della Provincia Romana e i novizi di Fontecolombo. All’omelia il Ministro generale ha fatto continui riferimenti a san Bernardino, attualizzando il senso della sua festa che esprime la devozione, ma anche il bisogno in questo momento di essere rafforzati nella fede e nella speranza. San Bernardino è stato citato come conoscitore dell’animo umano che sperimenta difficili prove e come propugnatore del nuovo che Bernardino ha suscitato sia nel nostro Ordine, sia nella società in cui viveva. Il momento conviviale è stato un ulteriore momento di incontro e di condivisione, occasione per il Ministro generale di esprimere nuovamente riconoscenza verso i Vigili del 292 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Fuoco, la Protezione Civile e quanti stanno operando per soccorrere i terremotati. Nel pomeriggio il Ministro generale si è recato a Paganica (AQ), per incontrare le Sorelle Clarisse nel luogo del loro monastero, fortemente colpito e in parte distrutto dal forte sisma. Qui sotto le macerie, il mattino del 6 aprile, ha trovato la morte l’Abbadessa del Monastero. L’incontro con le Sorelle è stato affettuoso e commovente. Non sono mancati i racconti della tragica e straziante esperienza che le singole Sorelle e la Comunità hanno vissuto nel mese appena trascorso. Le lacrime, la fede, la speranza nel futuro, si intrecciavano continuamente nel colloquio col Ministro generale. Fr. José da parte sua ha esortato a vivere anche questa esperienza come possibile espressione del dono totale della propria vita al Signore. Ha raccomandato di occuparsi anzitutto della costruzione o ricostruzione della Fraternità, senza la quale non avrebbe senso la ricostruzione del Monastero. Ha fortemente ammirato la volontà tenace delle Sorelle di non allontanarsi dalla gente, ma di voler tornare al più presto per stare in quel luogo così duramente provato. Anche alle Clarisse di questo monastero il Ministro generale ha donato un contributo di solidarietà dell’Ordine per far fronte alle necessità e alla ricostruzione. Ultima tappa della visita in Abruzzo è stata la venerazione di san Bernardino, nel giorno della sua festa. Il corpo del Santo era stato trasportato nel nostro convento a Tagliacozzo, per metterlo al riparo da eventuali altri crolli. Da poco tempo è stato collocato in una nuova urna, dopo aver ricevuto le cure e gli interventi necessari per la conservazione. La recente sistemazione, tra l’altro, ha consentito di rimuovere la maschera che ricopriva il volto. San Bernardino appare così “al naturale”, in ottimo stato di conservazione e con un volto che davvero sembra familiare, dopo averlo visto raffigurato per secoli, ovunque nel mondo. Per il Ministro generale il momento dell’incontro con S. Bernardino è stato breve ma intenso. Ci si è raccolti in preghiera per invocare questo grande Santo alla vigilia del Capitolo generale dell’Ordine. In questo modo si è conclusa una giornata, vissuta totalmente all’insegna dell’incontro, della solidarietà, della preghiera. Praticamente come avrebbe desiderato e fatto anche san Bernardino da Siena con i suoi Frati, e con la sua gente. Fr. Mario Favretto 2. Visita alla Provincia OFM della Sicilia Palermo, Italia, 27.06.2009 In questo ottavo centenario dalle origini dell’Ordine dei Frati Minori, il giorno 27 giugno u.s., a pochi giorni dalla conclusione del Capitolo Generale, Fr. José Rodríguez Carballo, Ministro generale, è arrivato in Sicilia, prima visita dopo la sua rielezione a successore del serafico padre san Francesco. Ad attenderlo c’erano un centinaio di frati riuniti già da qualche giorno per l’annuale Assemblea provinciale di Verifica e Programmazione. Nella mattinata si è svolto prima un breve incontro con la Fraternità del Definitorio provinciale e in un secondo momento nella sala “P. Allegra”, Fr. José ha incontrato tutti i frati, rivolgendo loro un breve discorso ricco però di parole profetiche e accorate. È seguito un breve confronto con domande dell’assemblea rivolte al Ministro. Le risposte sincere e nello stesso tempo profondamente realistiche hanno reso vivo e partecipato questo momento. Al pranzo a buffet nel chiostro del Convento di Baida hanno partecipato anche i familiari dei cinque giovani frati, che nel pomeriggio nelle mani del Ministro generale hanno emesso la professione perpetua. Infatti, Fr. Francesco Ferdico, Fr. Rosario Giardina, Fr. Tindaro Faranda, Fr. Daniele Cugnata e fr. Giuseppe Burrascano hanno detto il loro sì definitivo davanti a Dio e alla Chiesa riunita per l’occasione nella Cattedrale di Palermo, generosamente concessa da Sua Eccellenza Mons. Paolo Romeo che, nonostante i suoi impegni, ha voluto rendersi presente sia alla celebrazione eucaristica come anche per condividere la cena. Un vero e proprio momento di grazia per il migliaio di fedeli provenienti da tutta l’isola e oltre, e per tutta la Provincia di Sicilia, che non solo si arricchisce di cinque nuovi fratelli ma che ha potuto gioire della presenza del Ministro generale, il quale, non solo con le parole ma con gli sguardi, i sorrisi, l’interesse rivolto a ciascun frate, ha dimostrato vero spirito di fraternità, semplicità e gioia di stare insieme. Grati a Cristo Signore e alla sua Madre Poverella restituiamo tutto attraverso un rinnovato impegno di vivere il Vangelo e la Regola con «creatività e fantasia, da frati minori, con il cuore rivolto al Signore». Fr. Lorenzo Benedetto Iacono AD CHRONICAM ORDINIS 3. Visita a Ecuador Del 2 al 6 de julio 2009, Fr. José Rodríguez Carballo, viajó a Ecuador. El motivo principal de la visita fue asistir a la ordenación episcopal de Fr. Luis Gerardo Cabrera, ex Definidor general, nombrado por Benedicto XVI V Arzobispo de la ciudad de Cuenca, en Ecuador. Con este mismo objetivo acompañaron al Ministro general algunos otros hermanos de la Curia: Fr. Robert Bacic, guardián de la Curia, Fr. Vincenzo Brocanelli, Definidor general, Fr. Francisco Javier Arellano, Secretario del Ministro y Fr. Manuel Jácome, miembro de la Provincia de Quito, actualmente al servicio de la Curia general. El Ministro general y Fr. Francisco Javier Arellano llegaron al aeropuerto de Quito el día 2 a las 16, 15, hora local. En el aeropuerto le esperaban el Ministro provincial de la Provincia de Ecuador, Fr. Gonzalo…. y un numeroso grupo de hermanos. También estaba presente el Visitador General Fr. Jorge Concha, de la Provincia de la Santísima Trinidad de Chile. Inmediatamente se trasladaron al Convento Mayor de San Francisco de Quito. Después del saludo a los hermanos y de un breve descanso, salieron con otros hermanos visitantes a conocer el centro histórico de Quito, ciudad patrimonio de la humanidad. El día 3 por la mañana el Ministro general y los otros hermanos de la Curia de Roma visitaron las principales iglesias de la época colonial de Quito: San Francisco, actualmente en restauración, Santo Domingo, Catedral, Santa Clara, la Inmaculada, Sagrario… El Ministro general se encontró con las hermanas Clarisas y con las Concepcionistas franciscanas. Por la tarde, Fr. José R. Carballo, Fr. Arellano, Fr. Vincenzo y algunos hermanos de la Provincia viajaron a Cuenca, en cuyo aeropuerto le esperaban Fr. Luis Gerardo Cabrera y los hermanos de la fraternidad de Azogues. El Ministro tomó parte de una “cena familiar” en la casa del Sr. Arzobispo, en la que participaron el Nuncio de su Santidad en Ecuador, fr. Walter Heras, recientemente nombrado Vicario Apostólico de Zamora (Ecuador), y los hermanos de Fr. Luis, con sus familias respectivas. Fr. José Rodríguez Carballo pernoctó en la casa del nuevo Arzobispo, mientras los demás hermanos se trasladaron a la fraternidad de Azogues. El día 4 tuvo lugar la ordenación episcopal de Fr. Luis Gerardo Cabrera. La celebración comenzó a las 10.00 de la mañana y se conclu- 293 yó a las 13.30 horas. Sólo la homilía del Nuncio duró 59 minutos. A parte las tres horas y media de duración, la celebración fue hermosa y calurosa, humanamente hablando. La comitiva partió de la antigua Catedral y se dirigió hacia la nueva, donde tuvo lugar el rito. A Fr. Luis se le veía contento y sereno. El Ministro general le entregó el anillo, el Ministro provincial de Ecuador la mitra, mientras que el Nuncio le entregó el báculo. La catedral estaba repleta de gente. Concelebraron unos 300 sacerdotes, muchos de ellos franciscanos, y 35 obispos, 5 de los cuales son OFM. En el mensaje dirigido a sus diocesanos al final de la celebración Fr. Luis hizo referencia a su vocación franciscana: “Todo lo que soy –dijo-, se lo debo a la Orden”, y señaló como objetivo de su “pontificado” el de evangelizar la cultura. Después de la celebración los invitados participaron en un ágape fraterno, el final del cual tomaron la palabra el Ministro general y el Ministro provincial de Ecuador. La jornada se concluyó con un té en la casa del nuevo Arzobispo de Cuenca. Aquí el Ministro general tuvo un encuentro con las Misioneras franciscanas de la Juventud, antes de partir para la fraternidad de Azogues donde pasó la noche. El día 5 el Ministro general celebró una solemne Eucaristía en el Santuario de Ntra. Sra. De la Nube, de Azogues, en la que participaron más de 1.000 personas. Terminada la Eucaristía Fr. José se reunió con la OFS y diversos grupos de laicos que colaboran con los Hermanos en el culto del santuario y en algunas obras sociales. También tuvo una entrevista en la radio local. Después de comer, el Ministro general tuvo una reunión con las Hermanas clarisas de Azogues. Antes de abrirse un animado diálogo entre el Ministro y las Hermanas, Fr. José R. Carballo les habló de los elementos centrales del carisma clariano y les invitó a prepararse bien para celebrar el VIII Centenario de la fundación de la Orden de las Hermanas Pobres de Santa Clara que tendrá lugar en el 2012. Después de un té con las hermanas, el Ministro general con algunos hermanos salieron hacia Quito. En el aeropuerto de Cuenca les saludó Fr. Luis Gerardo Cabrera con algunos hermanos y hermanas de la Familia Franciscana. El día 6 por la mañana el Ministro general visitó el Museo de San Francisco de Quito, uno de los más importantes de América Latina en arte colonial y una exposición de incunables y libros “raros” que se exhiben en una expo- 294 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 sición realizada con motivo de los 800 años de la fundación de la Orden de los Hermanos Menores. Acto seguido tuvo un encuentro con los hermanos de la Provincia y representantes de la Familia Franciscana. En dicho encuentro el Ministro indicó algunos caminos a seguir en estos momentos a fin que nuestra vida como franciscanos y franciscanas sea cada día más significativa. Después de un animado diálogo se pasó a un ágape fraterno, e inmediatamente después Fr. José y Fr. Francisco Javier, acompañados por el Ministro provincial fueron a visitar “la mitad del mundo”. Y ya camino del aeropuerto, Fr. José R. Carballo, tuvo un encuentro con el Nuncio de su Santidad en Ecuador en la sede de la Nunciatura. A las 17, 45 el Ministro general y su Secretario personal emprendían el regreso a Roma, haciendo escala en Guayaquil y en Madrid, no sin antes saludar a los hermanos que acudieron al aeropuerto de Quito para saludar al Ministro general y su secretario. Concluía así la primera visita del Ministro general a América, después de su reelección como Ministro general de la Fraternidad. Una visita corta pero bien aprovechada en la que el Ministro tuvo la oportunidad de encontrarse con los hermanos y en la que no dejó perder la oportunidad para animarlos a seguir las indicaciones del Capítulo general 2009 y a preparar bien el Capítulo provincial de la Provincia que tendrá lugar el próximo mes de agosto. Por otra parte a los hermanos de la Provincia se les veía contentos de tener entre ellos, por tercera vez desde que es Ministro general, a Fr. José, y atentos a las indicaciones que venían del 119 sucesor del Seráfico Padre san Francisco. En alabanza de Cristo y del pobrecillo Francisco. 4. XIX Marcia francescana a piedi verso Assisi «Da’ Parola ai tuoi passi»: è stato questo lo slogan della XIX Marcia Francescana che quest’anno è giunta, come da felice tradizione, nel pomeriggio del 2 agosto alla Porziuncola. Uno slogan che era un invito, per i giovani che vi hanno partecipato, ad essere persone che sanno mettere la parola del Vangelo a fondamento del cammino della propria vita. In quest’anno giubilare, in cui ricordiamo la grazia delle origini del nostro Ordine, come animatori vocazionali della COMPI abbiamo voluto invitare i giovani marciatori ad andare all’essenziale del nostro cammino di fede: scoprire la Parola di Dio come parola che dà vita, parola che è incontro che accade e crea relazione. La Parola di Dio non è solo una comunicazione verbale di un concetto, di una dottrina, ma è sempre accompagnata da un evento, da un incontro tra Dio e l’uomo. Incontro che ha accompagnato la storia di Israele e che guida e accompagna il pellegrinaggio di ogni uomo che cerca Dio. Questa è stata anche l’esperienza del cammino di fede di san Francesco: la sua vocazione e quella dei suoi primi compagni, le scelte da compiere, la soluzione ai momenti di crisi, l’accettazione della sofferenza e della croce si sono compiuti in obbedienza alla Parola di Dio. In quella Parola, Francesco ha sempre scoperto la presenza del Signore che parlava con amore al suo cuore e alla sua vita. Alla luce dell’esperienza di san Francesco, la Marcia ha voluto così essere un’occasione di incontro, di relazione e rivelazione di un Dio che nella sua Parola si fa vicino ai passi di ogni uomo per donare il suo amore e il suo perdono. Questo è quello che i giovani marciatori hanno vissuto lungo le strade dei vari percorsi nelle regioni d’Italia e anche europee. Infatti da alcuni anni abbiamo la gioia di vedere che la Marcia ha superato i confini italiani, per coinvolgere alcune nostre Province d’Europa: in particolare quest’anno hanno partecipato 300 giovani croati e 50 austriaci, oltre a circa un migliaio di giovani italiani. Un piccolo gregge che si è ritrovato unito il giorno del Perdono d’Assisi nel passaggio in Porziuncola, momento culminante del cammino. Un passaggio vissuto con molta intensità e commozione da parte di tutti, e per questo voglio ringraziare in modo particolare i frati della Porziuncola per la disponibilità a metterci a disposizione la Basilica e l’accoglienza calorosa che ci hanno offerto. Dopo il passaggio e la preghiera in Porziuncola, i giovani hanno dato voce alla gioia che portavano in cuore con la festa in piazza. A questa festa ha partecipato anche il nostro Ministro generale, che li ha invitati ad essere persone capaci di accogliere il dono della Parola che si fa perdono e riconciliazione. La sera del 3 agosto i marciatori si sono nuovamente ritrovati tutti insieme nella Basilica di Santa Maria degli Angeli per vivere la veglia di preghiera, che quest’anno è stata presieduta da Fr. Massimo Fusarelli. La veglia ha avuto al centro il cammino dei discepoli di AD CHRONICAM ORDINIS Emmaus (Lc 24,13-35), che Fr. Massimo ci ha aiutato a rileggere come il cammino del pellegrinaggio della nostra vita. Come i due discepoli, anche noi siamo raggiunti da una Parola, che è il Signore Gesù vivo e presente, che illumina la strada, riscalda il nostro cuore e ci chiama ad essere testimoni. Ad ogni marciatore il compito di rendersi disponibile all’ascolto e all’accoglienza di questo incontro. Infine la Celebrazione Eucaristica della mattina del 4 agosto ha concluso la Marcia di quest’anno. Abbiamo avuto la gioia di avere come presidente della celebrazione Fr. Josè Rodríguez Carballo, Ministro generale, che ci ha fatto dono della sua presenza in quest’anno giubilare. Come san Francesco, abbiamo ascoltato alla Porziuncola il Vangelo del mandato degli apostoli (Mt 10,5-20), sentendoci invitati ad essere annunciatori della sua Parola e del suo amore che abbiamo scoperto in questi giorni di cammino. È stato questo l’invito che Fr. Josè ha rivolto ai giovani perché, come san Francesco, sappiano farsi guidare nelle scelte della vita dal Vangelo del Signore Gesù e annunciarlo con la parola e con la loro esistenza concreta. Con questo mandato abbiamo concluso la nostra Marcia nel piazzale antistante la Basilica, riempito ancora una volta dai canti e dalla gioia contagiosa dei marciatori. Un grazie profondo al Signore che ci ha donato di vivere anche quest’anno questa occasione di cammino e di incontro con il Suo amore. Un grazie a tutti i frati e le suore francescane che in vari modi si sono spesi per la realizzazione di questa iniziativa che viviamo sempre con gioia, trepidazione e con grande riconoscenza al Signore. A laude di Cristo e del suo servo piccolino Francesco. Fr. Fabio Piasentin 5. II Meeting de jóvenes franciscanos de Europa Compostela, del 6 al 15 de agosto 2009 Del 6 al 15 de agosto 2009 se celebró el II Meeting de jóvenes franciscanos en Santiago de Compsotela (España). Hace exactamente dos años que Fr. José Rodríguez Carballo, Ministro general entregó en Santa María de los Ángeles la Cruz de San Damián a los jóvenes provenientes de España, al tiempo que anunciaba que el II Meeting (EUROFRAME) 295 tendría lugar en Compostela. Desde entonces un representante de cada Conferencia de los Ministros Provinciales de Europa (UFME), y particularmente algunos representantes de la Provincia de Santiago, prepararon con escrupulosidad dicho encuentro. A este II Meeting participaron cerca de 1700 jóvenes provenientes de 15 países de Europa, acompañados por unos 60 frailes. Los participantes se dieron cita en León, donde fueron acogidos por el Obispo de la diócesis, el Presidente y el Vicepresidente de la UFME. De allí se dirigieron a pie hacia Santiago, divididos en tres grupos. Cada etapa estaba marcada por la reflexión sobre uno de los textos vocacionales que inspiraron a Francisco. El Ministro general, acompañado del Provincial de Santiago, saludaron a los jóvenes en las distintas etapas del camino: Astorga, Vega de Valcarce, Cebreiro y Santiago. Aquí, el día 12 de agosto, Fr. José Rodríguez Carballo acogió formalmente a los jóvenes en el Monte del Gozo, a las puertas de Santiago, invitándoles a hacer de la vida una peregrinación en busca de sentido pleno de la misma. Desde allí todos en peregrinación, presididos por el Ministro, hicieron la entrada en Santiago (8 kms) a píe, siendo recibidos en la Plaza del Obradoiro por Fr. Amado González, Ministro provincial de Santiago. La Plaza del Obradoiro, meta de todos los peregrinos que llegan a Compostela, se llenó de color y de cantos en todas las lenguas. Y, como no podía faltar, un nutrido grupo de gaiteros de Padrón dieron la bienvenida a todos. Compostela era más franciscana que nunca. Por la tarde los jóvenes participaron en una vigilia de oración en la Catedral de Santiago presidida por el Sr. Arzobispo de la diócesis, Don Julián Barrio. Terminada ésta, todos pasaron a abrazar la imagen del Apóstol, como hace todo peregrino que llega a la Tumba del “Amigo del Señor”. Antes los jóvenes habían participado en una oración y en la Eucaristía en el Monasterio de Santa Clara y en la Iglesia de San Francisco de la ciudad de Compostela. El día 13 por la mañana el Cardenal Oscar Rodríguez Madariaga, Arzobispo de Honduras, dirigió una catequesis en la que habló a los jóvenes sobre la configuración con Cristo, tomando como ejemplo la vida de los apóstoles. En la homilía el Cardenal Madariaga habló de los tres pilares de toda vida cristiana: La Palabra de Dios, la Eucaristía y la devoción a María. Tanto la catequesis como la Eucaristía fueron momentos fuertes del encuentro tanto a 296 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 nivel de reflexión como de entusiasmo. Por la tarde además de visitar la ciudad, los jóvenes tuvieron una vigilia de oración en el Monasterio de Santa Clara. El 14 por la mañana hubo reflexión por grupos lingüísticos y por la tarde los participantes en el Meeting se trasladaron a una población llamada Muxía. Allí, al lado del mar, se tuvo la celebración penitencial. Gracias a la presencia de tantos frailes, entre ellos todos los provinciales de CONFRES (Conferencia de España y Portugal), y de la Provincia de Santiago, se pudo escuchar la confesión de la práctica totalidad de los participantes. La celebración duró hasta entrada la noche. La palabra que salía de la boca de los muchos que se expresaban era: ¡maravilloso! Creo que para todos, la celebración fue sencillamente impactante. El día 15, a las 10.00h en la Iglesia de San Francisco, llena a tope, se celebró la Eucaristía de conclusión. La celebración estuvo presidida por el Ministro general, Fr. José Rodríguez Carballo, quien, con gran entusiasmo, y basándose en los textos de la misión que escuchó Francisco en la Porciúncula, invitó a los jóvenes al seguimiento de Cristo según la forma de vida que nos dejó san Francisco hace ahora 800 años. Los aplausos que interrumpieron varias veces la homilía hablaban por sí solos. Quienes conocemos a Fr. José muy pocas veces le hemos visto tan entusiasmado y carismático. Al final de la celebración el Ministro entregó el crucifijo de san Damián a los jóvenes de Polonia, donde se celebrará en el 2012 el III Meeting de jóvenes franciscanos de Europa. La Provincia que hospedará dicho encuentro será la de Santa Edwige. Luego hizo el envío invitando a todos, jóvenes y frailes, a hacerse ver como creyentes y seguidores de Francisco en la sociedad europea. Y llegó la hora de la despedida: Aplausos, cantos, saludos, y lágrimas de gozo por haber vivido una experiencia que muchos pedían que se repita en los próximos años. Cabe subrayar el gran esfuerzo realizado por los voluntarios, a los cuales se les debe, en gran parte, el éxito de este Meeting, y el de los jóvenes de la Provincia de Santiago. A ellos va la gratitud de cuantos han participado en esta bella iniciativa de UFME. Nuestra gratitud también a cuantos a lo largo del camino nos han acogido y acompañado, principalmente al Ministro general y a los Definidores generales: Fr. Vincenzo Brocanelli y Fr. Vicente Felipe, así como a los Provinciales de España, Portugal, Irlanda y dos de Polonia. En alabanza de Cristo y del Pobrecillo Francisco. Amén. 2. Ancora sul Capitolo Internazionale delle Stuoie 1. Vivere il santo Vangelo Assisi, in tutta la sua lunga storia, non aveva sicuramente ma visto tanti francescani (frati minori, cappuccini, conventuali e terz’ordine regolare) sfilare insieme, con il proprio saio distintivo, da S. Maria degli Angeli alla tomba di Francesco. Erano 1800 frati, in stragrande maggioranza italiani. Ma, insieme a loro, c’erano altri 350 europei, 98 nord americani, 50 latino americani, 40 africani, 36 centro americani, 30 asiatici, una dozzina dal Medio Oriente e anche alcuni rappresentanti del francescanesimo delle altre confessioni cristiane. Con i rispettivi ministri generali (fr José Rodriguez Carballo, OFM, fr Mauro Jöhri, OFMcap., fr Marco Tasca, OFMconv., fr Michael J. Higgins, TOR), si sono ritrovati ad Assisi, dal 15 al 18 aprile, per celebrare il capitolo internazionale delle stuoie nell’ottavo centenario dell’approvazione della Regola non bollata di Francesco da parte di Innocenzo III (Testimoni, 6/2009). Il 19 mattino, con una ventina di pullman, si sono, poi, trasferiti a Castel Gandolfo per concludere questo insolito e straordinario capitolo con un’udienza del papa. La grande tenda del capitolo I lavori delle prime due giornate – i giorni dell’accoglienza e della testimonianza – si sono svolti interamente nella grande Tenda del capitolo, una struttura di 135 metri di lunghezza e di 15 di larghezza, appositamente installata nel piazzale antistante la basilica di S. Maria degli Angeli. Il terzo e ultimo giorno di permanenza ad Assisi è stato il giorno della penitenza e del digiuno concretizzato nella rinuncia al pranzo, destinandone il corrispettivo a scopi di solidarietà. Dopo la celebrazione delle lodi nella basilica di santa Chiara, con la meditazione dell’abbadessa del monastero di S. Lucia di Foligno, suor Angela Emanuela Scandella, è iniziata un’intera mattinata di deserto, di preghiera e di riflessione personale in uno dei tanti luoghi francescani più significativi di Assisi. Nel primo pomeriggio, poi, tutti i frati sono saliti insieme, in processione penitenziale, dalla Porziunzola alla tomba di Francesco. Proprio davanti alle spoglie del lo- AD CHRONICAM ORDINIS ro fondatore, con un gesto altamente simbolico, i ministri generali hanno riconsegnato ai loro frati una copia della Regola, approvata da Onorio III nel 1223. Le ragioni di fondo di questo capitolo internazionale delle stuoie sono state brevemente ricordate dal ministro generale dei frati minori, fr. José Carballo, in apertura dei lavori. «È la prima volta che tutta la nostra Famiglia si ritrova insieme dove tutto ha avuto inizio, ad Assisi, davanti alla Porziuncola, per rendere grazie al Signore del grande dono che san Francesco ha lasciato alla Chiesa». È un’occasione unica e straordinaria non solo per assaporare di nuovo la “grazia delle origini”, per rinnovare la fedeltà al carisma ricevuto da Francesco «vivendo nella Chiesa il Vangelo in fraternità e minorità», ma anche «per superare le nostre chiusure e annunciare a tutti il Vangelo della salvezza». Certo, le condizioni del soggiorno ad Assisi erano ben diverse rispetto a quelle del primo capitolo delle stuoie indetto da Francesco il 30 maggio 1221, cinque anni prima della sua morte. Allora, i frati si erano letteralmente accampati sulle stuoie nei pressi di Santa Maria degli Angeli. Questa volta, più confortevolmente, si sono avvalsi di una ventina di strutture alberghiere della zona non solo per l’alloggio ma anche per i pasti. Nella grande Tenda del capitolo, subito dopo la cerimonia d’apertura, fr. Raniero Cantalamessa, cappuccino, predicatore della Casa pontificia, ha svolto la prolusione sul tema ripreso da un passo del Testamento di Francesco: “Osserviamo la Regola che abbiamo promesso al Signore”. È stata l’unica vera e propria relazione di tutto il capitolo. Sulle interessanti tavole rotonde del giorno seguente, soprattutto su quella del mattino, animata dalla presenza di tre ex ministri generali, fr. Giacomo Bini OFM, mons. John Corriveau, OFM cap., mons. Agostino Gardin, OFMconv., e su altri significativi momenti di questo capitolo, val la pena ritornare in seguito. Alcune domande inquietanti Con questo capitolo delle stuoie, si è chiesto Cantalamessa, che cosa esattamente si vuole ricordare? Non l’approvazione della Regola bollata del 1223, ma l’approvazione della primitiva Regola non bollata del 1209, un testo che, come sappiamo, è andato perduto. Questa è «un’occasione unica per risalire al carisma francescano nel suo stesso sbocciare, per co- 297 sì dire allo stato puro», per riscoprire il suo “momento fondante”, prima che le contingenze storiche e le esigenze giuridiche degli anni immediatamente successivi gli facessero perdere qualcosa della sua originalità e della sua forza. Fra le due date, infatti, «è passata molta acqua sotto i ponti». E molta acqua, «è passata anche sopra la primitiva Regola», imperniata sulle “poche parole” confermate verbalmente dal “signor Papa”, ribadite da Francesco nel suo Testamento e riconducibili sostanzialmente al proposito di «vivere secondo la forma del santo Vangelo». Proprio a partire dal “bulbo” originario del carisma francescano, emerge un dato incontrovertibile. Mentre oggi, quando si guarda indietro, si vede Francesco, questi, invece, quando guardava indietro, vedeva Cristo. Si tratta di una “differenza enorme”. Il carisma francescano è tutto qui: saper «guardare a Cristo con gli occhi di Francesco», dal momento che per lui Cristo è “tutto”, «è la sua sapienza e la sua vita». Solo ponendosi in questa prospettiva, ha commentato Cantalamessa, è possibile vivere e attuare tre aspetti fondamentali della primitiva esperienza francescana, quelli della predicazione, della preghiera e della povertà. A proposito, anzitutto, di predicazione è difficile sfuggire a tutta una serie di domande “inquietanti”. Oggi, quale posto occupa la predicazione, ad esempio, nella Chiesa e nell’ordine francescano? Quali persone vengono riservate a questo ministero? Dove vanno a finire le forze più vive e più valide della Chiesa? Quanti giovani sacerdoti vengono destinati al ministero della predicazione? Non si corre, forse, il rischio di destinarvi «solo gli elementi che rimangono dopo la scelta per gli studi accademici, per il governo, per la diplomazia, per l’insegnamento, per l’amministrazione?». Se questo è vero, allora, perché non ridare all’ufficio della predicazione il “posto d’onore” nella famiglia francescana e nella Chiesa? «Noi cattolici siamo più preparati, dal nostro passato, a fare i “pastori” che i “pescatori” di uomini, siamo più preparati a pascere le persone che sono rimaste fedeli alla Chiesa, che non a portare ad essa nuove persone, o a “ripescare” quelle che se ne sono allontanate». Francesco aveva operato una scelta ben precisa, quella della predicazione itinerante. Sarebbe un peccato se la gestione di chiese e di grandi strutture appartenenti all’Ordine, «facessero anche di noi francescani solo dei pastori e non dei pescatori di uomini». 298 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Un ritorno puramente “meccanico” alle origini sarebbe “fatale”. I tempi e la società di oggi sono radicalmente cambiati rispetto a quelli di Francesco. Oggi, in una società post-cristiana, la cosa più necessaria è quella di «aiutare gli uomini a venire alla fede, a scoprire Cristo». Una predicazione moralistica non basta più. Sull’esempio di Francesco la cui predicazione traeva tutta la sua forza dalla “novità evangelica”, anche oggi l’annuncio più urgente non può non essere che quello del mistero pasquale di Cristo. La preghiera carismatica Anche la preghiera, come la predicazione, alla luce del carisma francescano, andrebbe ripensata a fondo. Per Francesco la preghiera, come la predicazione, aveva una connotazione specificamente carismatica. Solo più tardi, con la clericalizzazione dell’Ordine, l’ufficio divino diventerà il “cardine” della preghiera dei frati. Ma all’inizio «non c’erano breviari né altri libri». Si pregava insieme, spontaneamente, come lo Spirito suggeriva, da soli o insieme. Oggi, con tutta onestà, si dovrebbe riconoscere che la preghiera comune delle fraternità tradizionali «rischia di ridursi facilmente a quello che Isaia definiva un onorare Dio con le labbra mentre il cuore è lontano da lui». Non è ovviamente in discussione l’importanza della preghiera liturgica. Da sola, però, non basta. Se la preghiera liturgica è sicuramente comunitaria, ma non spontanea, e la preghiera personale è spontanea ma non comunitaria, allora è necessario sostenere e mantenere viva sia l’una che l’altra, con altri tipi di preghiera. Secondo Cantalamessa la “preghiera carismatica”, imperniata su momenti «di autentica condivisione spirituale tra fratelli», sarebbe la giusta alternativa in grado di garantire sia la dimensione comunitaria che personale alla preghiera cristiana. Forse in questo modo, nelle comunità religiose, si potrebbe scongiurare il pericolo di condividere tutto «eccetto la nostra fede e la nostra esperienza di Gesù», di parlare di tutto «eccetto che di Lui». Non per nulla la preghiera carismatica è il punto di forza di quasi tutte le nuove comunità e dei movimenti ecclesiali del dopo concilio. È possibile aprirsi a questa forma di preghiera «senza tradire minimamente la nostra identità, anzi manifestandola». Se, come ha detto Francis Sullivan, un teologo gesuita, Francesco è il più grande carismatico della storia della Chiesa, allora è facile capire perché il rinnovamen- to dell’Ordine francescano «è costantemente legato, nella sua storia, al rinnovamento della preghiera ed è partito quasi sempre da case di ritiro e di preghiera». Essere “poveri” e non solo “per i poveri” Da ultimo il relatore ha brevemente affrontato il tema sicuramente fra i più controversi nella storia del francescanesimo, la povertà. Dalla Bibbia è possibile cogliere le due componenti essenziali dell’ideale della povertà: essere “per i poveri” ed essere “poveri”. «La storia della povertà cristiana è la storia del diverso atteggiarsi di fronte a queste due esigenze». Saranno soprattutto gli ordini mendicanti, e in particolare proprio Francesco, a realizzare, a questo riguardo, una sintesi e un equilibrio esemplari. Oggi non si dovrebbe commettere l’errore di ritornare alla povertà come era concepita, negli Ordini religiosi, prima di Francesco, e, nella Chiesa universale, prima del Vaticano II, quando, cioè, si pensava e si viveva la povertà come un “essere per i poveri”, come una prioritaria promozione di iniziative sociali. «A noi francescani, non basta una “scelta preferenziale dei poveri”, occorre anche una “scelta preferenziale della povertà”». Alla luce di questa riscoperta della predicazione, della preghiera e della povertà, potrebbe, forse, essere più facile ai francescani rivolgersi a tutte quelle masse che oggi «si sono alienate dalla Chiesa istituzionale». Se un numero sempre più grande di persone è incapace di «arrivare a Gesù attraverso la Chiesa», i francescani si trovano oggi in una “posizione unica” per aiutare le persone ad arrivare alla Chiesa attraverso Gesù, partendo da Lui e dal Vangelo. «Non si accetta Gesù per amore della Chiesa, ma si può accettare la Chiesa per amore di Gesù». L’eredità di Francesco, l’immenso patrimonio di credibilità che si è acquistato presso l’umanità intera, la sua intuizione di una fraternità universale, la scelta della minorità, potrebbero rivelarsi delle condizioni ideali per riaprire un dialogo fecondo con un mondo sempre più “lontano”. Un mezzo non trascurabile, ha concluso Cantalamessa, è anche il saio francescano, grazie al quale Francesco si fa presente anche visibilmente agli uomini d’oggi. «Se la gente non ci vede mai con l’abito, come fa a individuarci come figli di Francesco? Sono convinto che il giorno che i francescani non portassero mai in pubblico, nemmeno quando sono in paesi cristiani e cattolici, l’abito reli- AD CHRONICAM ORDINIS gioso, priverebbero il mondo di un grande dono e se stessi di un grande aiuto». Angelo Arrighini [Testimoni, n. 9, 2009, pp. 11-13] 2. Più uniti incontro al futuro In più occasioni, nel corso del recente capitolo internazionale delle stuoie, è stata posta in evidenza la straordinarietà dell’evento. Lo è stato sicuramente a livello celebrativo. Anche la sola presenza di quasi 2000 francescani di tutte le obbedienze, in rappresentanza degli oltre 32.000 frati sparsi per il mondo, lo sta a testimoniare. Ma dopo, cosa potrebbe o dovrebbe succedere? Sicuramente, per i consigli generali del primo ordine francescano, l’incontro di Assisi non è stato solo un impegnativo punto di arrivo. Sarà anche un obbligato punto di partenza. Dal capitolo internazionale delle stuoie, infatti, è venuta una spinta non solo a riscoprire la “grazia delle origini”, ma anche e soprattutto, in futuro, a camminare “più insieme” di quanto non sia avvenuto in passato. La percezione più evidente che qualcosa si sta muovendo, si è avuta soprattutto nel corso della tavola rotonda, coordinata dal conduttore del TG1, Francesco Giorgino, giovedi 16 aprile. Tre ex ministri generali, John Corriveau, OFMcap., Giacomo Bini, OFM, Gianfranco Agostino Gardin, OFMconv., hanno provato a interrogarsi ad alta voce su tre aspetti fondamentali del francescanesimo: comunione, missione, fedeltà alla Chiesa. Corriveau, attualmente vescovo di Nelson in Canada, ha riletto la realtà dei rapporti fraterni alla luce della Trinità. Francesco, infatti, ha sempre cercato di fare della sua fraternità originaria uno specchio terreno del rapporto trinitario, caratterizzata da una «libera comunione di persone senza dominazione e senza subordinazione». Come le persone divine si rapportano l’una con l’altra in una profonda comunione di amore, così tramite l’obbedienza caritativa, i frati si dovrebbero rapportare l’un l’altro senza alcuna “subordinazione”. Non per nulla Francesco ha sempre visto e proposto l’immagine del Maestro che lava i piedi ai suoi discepoli come il modello di autorità e di servizio per la sua fraternità. I suoi frati non avrebbero mai dovuto occupare “nessun posto” di rilievo nella società, contenti, anzi, ogni qualvolta si fossero venuti a trovare fra persone di poco conto e disprezzate, tra i po- 299 veri, i deboli, i lebbrosi, i mendicanti. Solo in questo modo avrebbero pienamente realizzato la loro vocazione di frati minori. Il principio di minorità, però, almeno secondo lo storico francescano Làzaro Iriarte, come ha ricordato Corriveau, è stato per l’Ordine la parte “meno gradita” dell’eredità francescana e anche «la prima ad essere dimenticata». Quante volte, nella lunga storia del francescanesimo, si è cercato di abbracciare la povertà di Francesco ignorando, però, la minorità. Ma senza questa, diventa impossibile la vera povertà. Anche «noi francescani post-moderni, ha concluso Corriveau, immersi nelle culture secolarizzate, restiamo confusi dalla minorità orgogliosamente proclamata nel nome che portiamo”. Nuove fraternità inter-obbedienziali La fraternità e la comunione, ha esordito p. Giacomo Bini, erano “il cuore” della missione francescana. L’andare “per il mondo intero”, era ed è parte integrante della vocazione evangelica e, proprio in quanto tale, anche della vocazione francescana. Si è “chiamati” per essere “mandati”. Vocazione e missione coincidono. Le prime generazioni francescane non si sono mai lasciate “circoscrivere” o “imprigionare” da nessuna struttura e da nessuna area geografica. Anche a livello provinciale, erano fraternità dinamiche, itineranti, agili, sempre capaci di adattarsi e pronte a mettersi su ogni strada, verso Oriente e verso Occidente. In origine la spiritualità missionaria francescana era contrassegnata dalla passione evangelica dell’amore, da una spiritualità di testimonianza, di trasparenza molto più che di efficienza e di apparenza, una spiritualità dell’incontro, della ricerca della pecorella smarrita, dell’attesa e non quella di una comoda stabilitas, priva di fede e piena di paure. Era una spiritualità del pellegrinaggio, della vita itinerante, semplice, espropriata e fraterna, dove, ieri come oggi, si possono facilmente incrociare i lebbrosi e gli emarginati di tutti i tempi e di tutti i luoghi. I francescani non possono sentirsi “appesantiti” da troppe proprietà, da troppe dipendenze, da troppa attenzione su se stessi, da troppe cose da fare. Solo in un reale atteggiamento di povertà e di minorità, la missione francescana potrà essere mobile, libera, obbediente, vitale, profetica. Una creatività vitale e interiore, nuove forme di evangelizzazione possono diventare, allora, la più concreta espressione di 300 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 una fedeltà rinnovata a Dio, alla Chiesa, all’intuizione evangelica di Francesco, all’Ordine, alla storia. Ci vuole, però, il coraggio di superare il “sedentarismo conventuale”. Com’è possibile che il 90% delle energie venga interamente impegnato solo per il 10% delle persone? Non si può sostituire la passione evangelica con la semplice proliferazione di progetti. Possibile che non ci si accorga di essere, spesso, più proiettati verso il passato che non verso il futuro? Quanti provincialismi, chiusi in se stessi, rischiano di bloccare la vita della fraternità francescana! Troppi frati sono letteralmente “destabilizzati” da una reale vita fraterna. Quando si hanno troppe cose da perdere, non si parte mai. La dimensione essenziale della libertà propria di Francesco, viene seriamente compromessa dal non riuscire a vivere senza “nulla di proprio”, senza “contare nulla”, senza “avere nulla”. Ma è proprio questa minorità che, oggi come ieri, continua a qualificare la vocazione e la missione francescana. Bini ha auspicato che il capitolo internazionale delle stuoie non sia solo un evento celebrativo e commemorativo, contrassegnato da troppe parole. È arrivato il momento di “partire” con qualcosa di veramente nuovo. Se si vuole rivitalizzare il movimento francescano, perché non dare vita a qualche fraternità missionaria inter-obbedienziale? Non è una prospettiva utopica, impossibile. Anzi! Anche solo fra i presenti, ha detto Bini guardando il vasto uditorio che gli stava di fronte, almeno un centinaio frati sarebbero sicuramente pronti a muoversi in questa direzione. Quante potenzialità soffocate dalla mancanza di coraggio nel riadattare le strutture! «È giunto il momento di dire: basta, partiamo! Non possiamo aspettare altri vent’anni. Sarebbe troppo tardi!». Sottomessi ai prelati e ai chierici «Sempre siano fedeli e sottomessi ai prelati e a tutti i chierici della santa madre Chiesa». Sono le parole conclusive del Testamento di Siena di Francesco. Ma chi sono, si è chiesto il terzo ex ministro generale, mons. Gardin, attuale segretario del dicastero vaticano per la vita consacrata, i destinatari di questa esortazione? Sono sicuramente quanti nella Chiesa svolgono compiti istituzionali o di governo, esercitano il ministero connesso al sacramento dell’ordine, e quindi non solo membri della gerarchia ma anche i semplici sacerdoti. La fedeltà e la sottomissione non sono dettate da ra- gioni opportunistiche o diplomatiche. La vera ragione è una sola: si tratta di prelati e chierici della “santa madre Chiesa”. Troppo riduttivamente, spesso, si è fatta coincidere l’appartenenza alla Chiesa con il rimanere dentro i confini della corretta dottrina cattolica. L’attaccamento di Francesco alla Chiesa, invece, nasce soprattutto dal fatto che la Chiesa produce grazia, genera la vita nuova in Cristo, rende efficace il dono del mistero pasquale. Nella sua proposta di vita evangelica c’è una sostanziale identità tra obbedienza, fedeltà e sottomissione. È quanto, in un certo senso, viene proposto anche dalla recente istruzione vaticana sull’autorità e l’obbedienza. Per conoscere la volontà di Dio e obbedirvi sono indispensabili varie mediazioni, comprese quelle ecclesiali, istituzionali, spesso limitate, fallibili, povere, intrise di peccato, eppure necessarie. È proprio questa Chiesa peccatrice il luogo irrinunciabile dell’incontro con la santità di Dio! «Senza questa disponibilità ad accogliere le precarie mediazioni umane di Dio, diventa difficile anche farsi membri di una comunità di fratelli – la comunità religiosa – nella quale il comune discernimento della volontà di Dio passa anche attraverso la voce stonata, o il modesto profilo spirituale, o la scarsa esemplarità di altri fratelli». La fedeltà e la sottomissione di cui parla Francesco, possono sembrare richieste fin troppo esigenti, radicali, forse “incomprensibili” a molti contemporanei. Eppure, la caratteristica più tipica della forma vitae di Francesco è proprio la minorità. Perché sorprendersi, allora, se «chi ha voluto in maniera così accentuata la ricerca dell’ultimo posto, il non voler contare nella società e anche nella Chiesa – poiché questa è la minorità –, chiede una totale sottomissione a chi nella Chiesa esercita l’autorità o dispensa la grazia del Signore?». Si tratta di una sottomissione «vera, sincera, non compiacente, né opportunista». Gardin è convinto che «uno stile mite, non arrogante, discreto, paziente, capace di ascolto e di riflessione, propositivo, privo di facili giudizi, remissivo, farebbe bene non solo alla vita interna delle nostre comunità, ma alla stessa Chiesa e al suo porsi nel mondo e di fronte al mondo». Nella sua terza Ammonizione, Francesco presenta come “obbedienza perfetta” quella che di fatto è una “non-obbedienza” all’ordine ricevuto, dal momento che questo andava “contro la sua anima”. In questo caso, però, anche la disobbedienza si rivela “radicale fe- AD CHRONICAM ORDINIS deltà” ad un valore “che sta sopra”, “sta oltre” la mediazione umana, per quanto autorevole essa sia. È la fedeltà al Vangelo. Una comunione più gioiosa e fattiva Nessuno come il segretario della congregazione per la vita consacrata è consapevole della delicatezza di un discorso del genere. Infatti, potrebbe dare spazio a discutibili disobbedienze agli uomini, rappresentanti di Dio, in nome di discutibili o presunte fedeltà al Vangelo. A questo proposito non si dovrebbe mai dimenticare che Francesco propone la sua fedeltà al Vangelo in una Chiesa «segnata da non pochi elementi di decadenza», ma non lo fa mai «con arroganza o con il piglio del ribelle». Là dove la Chiesa e gli uomini di Chiesa contraddicono il Vangelo, Francesco semplicemente lo mette in pratica. Anche un’eventuale “non-obbedienza”, come nel caso, già visto, di un ordine contro la propria anima, non deve, però, condurre alla divisione, alla separazione né dal superiore né dalla comunità. Anzi, dice Francesco: «se per questo dovrà sostenere persecuzione da parte di alcuni, li ami di più per amore di Dio. Infatti, chi sostiene la persecuzione piuttosto che volersi separare dai suoi fratelli, rimane veramente nella perfetta obbedienza, poiché offre la sua anima per i suoi fratelli». Una pretesa fedeltà al Vangelo che recasse danno alla comunione «non sarebbe autentica fedeltà». Certo, non è sempre facile armonizzare la ricerca dell’evangelicità e della fedeltà alla Parola di Dio con l’umile e fraterna comunione con tutti gli “uomini di Chiesa”, anche con quelli che non sembrano «brillare per stile evangelico di vita». Ma proprio in questi casi diventa confortante l’esperienza di Francesco. Dopo aver constatato che la comunione «non è stata sempre la passione dei francescani all’interno del loro variegato mondo», e che la minorità «non ha sempre caratterizzato lo stile di relazione tra le diverse componenti di questa grande famiglia», Gardin ha concluso la sua riflessione con una domanda. A 800 anni dall’approvazione della forma evangelica di vita intuita da Francesco, e che continua ancora oggi ad affascinare tante persone, «non dovremmo forse dare più ossigeno a una fattiva, umile, gioiosa comunione tra fratelli minori?». Angelo Arrighini [Testimoni, n. 10, 2009, pp. 9-11] 301 3. Il 187° Capitolo generale OFM 1. Ponti di pace tra le culture e la missione dei Frati Minori Un duplice aspetto per la missione francescana dei frati minori: inter gentes e ad gentes al fine di restituire il dono del Vangelo al mondo di oggi; un rinnovato, prioritario impegno di presenza francescana accanto ai poveri nei luoghi di conflitto e tensione definiti «chiostri inumani». Lo ha detto, nel corso di una conferenza stampa svoltasi a Roma, il ministro rieletto dell’Ordine padre José Rodríguez Carballo, il quale ha presentato i lavori del 187° capitolo generale appena concluso ad Assisi. All’incontro, tenutosi presso la Curia generale dei frati minori, hanno preso parte padre Michael Anthony Perry, Vicario Generale, e padre Mirko Antonio Sellitto, addetto stampa del Capitolo. Padre Carballo ha voluto sottolineare l’essenza missionaria dell’Ordine dei frati minori, ricordando che la missione nasce dall’esperienza di fede, vissuta come fratelli e come «minori» (ultimi tra gli ultimi), e diventa testimonianza evangelica, messaggio da donare al mondo, rispondendo alle sue più profonde domande di significato, di speranza e di pace. La missione inter gentes – ha puntualizzato il religioso – è caratterizzata dallo «stare in mezzo ai popoli, integrarsi con loro, comprenderne le domande e la complessità, inculturarsi per saper evangelizzare con un linguaggio adeguato e rispettoso delle culture e delle tradizioni presenti sul territorio». Per svolgere questo tipo di missione, ha osservato padre Rodríguez Carballo, è necessario saper leggere i segni dei tempi, definiti dal capitolo «la voce dello Spirito Santo che chiede dai frati una risposta adeguata». Questi segni sono stati identificati nell’inteculturalità che caratterizza la società attuale, nelle rivendicazioni per i diritti umani, nella crisi economica mondiale, nel disastro ecologico che si sta consumando in molte aree del pianeta, nell’ampio flusso delle migrazioni. La missione ad gentes è invece quella che si apre a nuovi territori per testimoniare la propria fede e annunciarla a coloro che non la conoscono. Riguardo ai progetti missionari e agli ambiti di riflessione, oltre a rafforzare le proprie presenze in Terra Santa e in Marocco, il capitolo ha scelto di iniziare nuovi progetti missionari. In Europa si vuole portare un rinnovato annun- 302 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 cio del Vangelo per farlo riscoprire all’interno di una cultura fortemente secolarizzata; in Amazzonia si punta a rafforzare una presenza risalente al xvi secolo, con particolare attenzione alle problematiche riguardanti l’ecosistema a rischio; nuove iniziative si realizzeranno tra il 2009 e il 2015 in alcune aree dell’ex-Unione Sovietica e in Laos, Cambogia, Senegal, Camerun e Ghana. In tutte queste situazioni «i frati si impegnano a stare “in frontiera”, nei luoghi segnati dalla violenza e dalla povertà estrema. Le comunità francescane si impegnano a essere “ponti” tra le culture e le religioni, per essere messaggeri di pace e di riconciliazione». I centocinquantadue rappresentanti dei frati presenti al capitolo hanno anche promosso due ambiti di riflessione per comprendere lo stato attuale dell’Ordine e fare progetti per il futuro. Padre Michael Anthony Perry ha parlato dell’impegno dei frati minori per la giustizia, la pace e la salvaguardia del creato. Nel suo intervento, ha menzionato il recente rapporto dell’Organizzazione per l’alimentazione e l’agricoltura delle Nazioni Unite (Fao) in cui si afferma che più di un miliardo di esseri umani nel nostro mondo soffre per la fame e la malnutrizione e si denuncia che un bambino su sei soffre le conseguenze della malnutrizione. Dopo aver ricordato il messaggio inviato dal capitolo ai ministri dell’economia del G8, padre Perry ha evidenziato l’azione concreta dei francescani nella cura dei poveri e dei più vulnerabili, come le persone affette dall’hiv; i programmi di riabilitazione e la creazione di micro-imprese per donne, ragazze e altre categorie deboli; l’impegno al fianco dei poveri e degli emarginati che vivono nel cosiddetto mondo «sviluppato». A tutto questo si aggiunge la promozione della pace e della riconciliazione in Africa, in Medio Oriente, nel Sud-Est asiatico, nell’America Latina, in Europa e nel Nordamerica. Il religioso ha quindi evidenziato la presenza capillare dell’Ufficio di giustizia, pace e integrità del creato a Roma e in molte aree del mondo «per vivere con chi soffre e non agire da lontano» e la presenza francescana presso le Nazioni Unite attraverso il Franciscans International, che coinvolge tutti i rami del movimento francescano del mondo e rappresenta l’unica voce di più di 800.000 religiosi e laici. L’altro tema di riflessione è stato quello del rapporto con l’ebraismo. Padre Rodríguez Carballo ha osservato che questo tipo di con- tatto è molto più recente rispetto a quello con il mondo musulmano, ma, nonostante questo, a Gerusalemme, attraverso l’unica parrocchia per i cattolici provenienti dall’ebraismo, la comunità francescana ha intrapreso un dialogo più costante con «i nostri padri nella fede». Nell’Ordine, inoltre, ci sono molti religiosi provenienti dall’ebraismo. Il ministro generale ha quindi anticipato ai giornalisti che la prossima settimana invierà una lettera aperta al Segretario generale delle Nazioni Unite in merito alla situazione nello Sri Lanka, per chiedere un intervento che risollevi le popolazioni locali dalla situazione disumana in cui versano. Al termine della Conferenza, padre Rodríguez Carballo ha donato ai presenti il dvd sugli ottocento anni dell’ordine francescano «Omnes vocentur fratres minores», realizzato per far memoria delle origini del carisma e mostrare come viene vissuto oggi nelle varie attività pastorali, missionarie e caritative che 15.000 frati minori portano avanti in oltre 110 Paesi del mondo. Il 187° capitolo generale dei frati minori si è concluso, domenica scorsa, ad Assisi con la celebrazione eucaristica nella basilica della Porziuncola, in Santa Maria degli Angeli. Nell’omelia, padre Carballo, nel delineare gli 800 anni del movimento francescano ha sottolineato come la diversità di lingua e cultura, che da sempre lo caratterizza, ha rappresentato, anche in questa esperienza capitolare, una ricchezza per comprendere in profondità la volontà di Dio. Come nella prima Pentecoste cristiana e nei primi capitoli dell’ordine – ha detto – lo Spirito ha animato la riflessione su tutto ciò che riguarda la vita e la missione dei fratelli. Un elemento essenziale per attuare oggi le iniziative pastorali e missionarie dei frati sarà l’attenzione, per «conoscere bene il cuore degli uomini a cui ci rivolgiamo, il loro modo di pensare e di porsi», solo così si potrà continuare a essere i «frati del popolo». Insieme a questo «diventa anche necessario essere ben preparati intellettualmente in vista di una lettura attenta dei segni dei tempi e dei luoghi, ed essere quindi in grado di offrir loro una risposta evangelica». Il mondo – ha proseguito fra Carballo – ha diritto di attendersi che i frati siano strumenti di riconciliazione e di pace, solidali con i più miseri, attenti alla salvaguardia del creato, «capaci di favorire il dialogo tra le culture, le generazioni, le religioni, le correnti di pensiero, per far crescere la conoscenza e il ricono- AD CHRONICAM ORDINIS scimento reciproci e la ricerca di cammini comuni per dare inizio a un mondo fraternizzato con le sue ricche e sane differenze». Nelle quattro settimane di lavori (iniziati lo scorso 24 maggio), i 152 delegati, rappresentanti dei circa quindicimila frati presenti nel mondo, hanno esaminato lo stato dell’Ordine e hanno tracciato insieme il cammino dei prossimi sei anni. Il documento finale, intitolato «Portatori del dono del Vangelo», illustra alcune maniere con le quali nel nostro mondo, così diverso da quello dell’epoca di san Francesco, i frati minori vogliono annunciare il Vangelo. «La missione – si legge nel documento – avviene tra gli uomini di oggi, mettendo al centro gli altri e non se stessi, in un atteggiamento di simpatia per il mondo, cercando di comprendere e rendersi comprensibili a ogni popolo e a ogni cultura». [L’Osservatore Romano, 24 giugno 2009, p. 6] 2. Cammini e proposte per il futuro Fr. José Rodríguez Carballo è stato rieletto ministro generale dei Frati minori francescani. L’elezione ha avuto luogo lo scorso 4 giugno nell’ambito del 187° Capitolo generale dell’Ordine, in fase di svolgimento ad Assisi e destinato a protrarsi fino al giorno 20. Lo hanno scelto, o meglio, confermato per altri sei anni i 152 capitolari di 113 nazioni diverse, in rappresentanza dei circa 15.000 religiosi francescani che costituiscono l’Ordine dei Frati minori. Spagnolo, 56 anni, guiderà l’istituto fino al 2015. È il 119° successore di san Francesco. Soltanto dopo che sarà terminato il capitolo e approvato il documento finale sarà possibile avere un quadro più preciso dei lavori e delle linee che i minori intendono seguire per il prossimo sessennio. Ci sono tuttavia delle convinzioni di fondo che fr. Carballo ha chiaramente descritto nella Relazione in avvio dei lavori, in particolare nella quarta parte intitolata Cammini e proposte per il futuro, che riteniamo decisiva per la vita e la missione dell’Ordine nei prossimi anni. Le linee proposte ci paiono determinanti anche per qualsiasi istituto poiché è su queste che si gioca infatti il futuro della stessa vita consacrata. Tre premesse o convinzioni Fr. Carballo è partito da una premessa, o meglio, da alcune brevi convinzioni. La prima 303 è che «il futuro lo costruiamo oggi». Si tratta pertanto di «vivere in fedeltà il presente in modo tale che il futuro sia capace di appassionare». La seconda «è che il futuro dipende da tutti». Perciò «dall’impegno per generare futuro nessuno deve essere escluso e nessuno si deve escludere». La terza consiste nel fatto che «i tempi che viviamo sono tempi di ricerca e di tentativi, nei quali è importante non dare nulla per scontato e continuare a progettare la vita come una domanda appassionante. Solo così, attraverso la fatica di chi si sente mendicante di senso, potremo trovare la risposta adatta ad ogni momento, ben coscienti che quando l’avremo trovata sarà cambiata la domanda e dovremo iniziare daccapo». Infine, che «solo una coscienza missionaria e profetica sarà in grado di promuovere istanze nuove e ambiti di vita capaci di generare speranze e nuove aspettative». Dopo queste premesse ha quindi delineato i cammini di futuro il cui scopo è di favorire la qualità evangelica della vita e della missione. Questa qualità evangelica, ha affermato, «passa attraverso e conduce necessariamente a essere ricordo, memoria vivente e provocatoria di Gesù. In questo mondo che vive come se Dio non ci fosse, siamo chiamati a essere segni profetici della regalità di Dio, di quel Dio che non sopporta idoli. In un mondo come il nostro, che nega il diritto di Dio di essere presente, la nostra vita deve essere centrata in Lui, e la nostra missione traboccare di passione per Lui, se veramente vita e missione vogliono essere profetiche». Si tratta di «sentire il grido di una società che attende e chiede con forza a noi di essere testimoni di Gesù Cristo, ricordo provocatorio di Gesù attraverso una vita in povertà che non ha bisogno di troppe spiegazioni per essere capita e apprezzata, con una vita in castità che ci renda cordiali, integrati, armonici, disponibili e gioiosi, con una vita di obbedienza che ci renda liberi, schiavi di nulla e di nessuno, e che ci impegni a ricercare e vivere il sogno di Dio. E tutto questo vivendo una vita fraterna che interpelli, attragga e seduca tutti coloro che aspirano ad uscire da un ambiente limitato, egoista e non solidale, e una missione appassionante per l’audacia e l’impegno a lavorare alla frontiera, con chi sta ai margini, ai confini e, soprattutto, a favore dei più poveri, emarginati, esclusi e disprezzati della nostra società». Perciò, ha proseguito, «il nostro futuro deve necessariamente diventare, secondo le parole di Benedetto XVI, prolungamento della presenza di Gesù nel mondo, esegesi 304 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 viva del Vangelo. Gesù e il Vangelo devono essere la nostra ispirazione, la nostra forza e il nostro cammino. La formazione permanente e la formazione iniziale devono aiutare il frate a configurarsi a Cristo, a trasformarsi in lui, in modo che ognuno possa dire insieme a Paolo: “Per me vivere è Cristo”» (Gal 2,20). Uomini di fede, di preghiera e ascolto Tutto ciò richiede di essere «uomini di fede e di preghiera». Di fede, anzitutto, poiché, «già da qualche tempo si parla tra noi di una certa crisi di fede… crisi che conduce non raramente ad abbandonare la vita consacrata, e si manifesta in molti altri casi come mancanza di entusiasmo e creatività». Inoltre, essere uomini di preghiera, personale e fraterna. Infatti «non possiamo fare a meno del contatto quotidiano, personale e comunitario, con il Signore, che si esprime attraverso la preghiera». Un’altra linea di futuro si sviluppa a partire «dall’ascolto attento della Parola di Dio e dalla ferma volontà di metterla immediatamente in pratica, sine glossa». Per questo motivo «chi vuole gustare la grazia delle origini deve confrontarsi con la parola di Dio: principio ispiratore, garanzia di futuro e dinamismo motivante tutta la vita consacrata e, a maggior ragione, una vita e missione come la nostra, al cui centro c’è il Vangelo». Deve essere «parola di Dio letta come notizia che interroga, che spiazza, che ri-situa, che è condivisa all’interno di una Fraternità orante e in ricerca di senso, crea comunione, crea fraternità. Una Parola letta e ascoltata in un contesto storico ben concreto, ci proietta verso la missione, perché ci dà la forza necessaria per attraversare frontiere e ci spinge ad uscire da noi stessi per andare all’incontro dell’altro». Uomini di riconciliazione «In un mondo lacerato e aggressivo e sempre più frammentato per etnie, ideologie e credenze, nonostante che la globalizzazione venga gridata da tutte le parti - ha proseguito fr. Carballo - «siamo chiamati ad essere pungiglioni inquietanti per un futuro più solidale e fraterno, vivendo da uomini di riconciliazione, creatori di solidarietà, suscitatori di speranza». Ciò esige «una vita fraterna vissuta con radicalità», perciò «non basta condividere lo stesso tetto, la stessa mensa e uno stesso orario… Se vuole essere chiamata profetica dal nostro mondo, la nostra vita fraterna deve essere espressione e luogo di scambio di fede e di re- lazioni profonde (fede orizzontale). Il mondo di oggi e anche noi abbiamo fame di fraternità in cui si respiri Dio e l’umanità, luoghi di incontro e di amicizia, di reciproca fiducia, di accoglienza e appoggio, di perdono, di serenità e di festa». «La mia profonda convinzione - ha aggiunto - è che uno dei grandi contributi che possiamo e siamo chiamati a offrire come frati minori, in questo tempo in cui si moltiplicano le persone che vivono sempre più di relazioni puramente virtuali e che sembrano dei naufraghi dello spirito alla deriva su zattere on line, è di suscitare, animare e sostenere focolari di vita autenticamente fraterna, che siano per gli altri irradiazione di amicizia, stimolo, appoggio e riconciliazione. «Più intenso è l’amore fraterno, maggiore è la credibilità del messaggio annunciato (…). Senza essere il “tutto” della missione della comunità religiosa, la vita fraterna ne è un elemento essenziale» (Vfc 55). Un forte senso di appartenenza A tutto questo bisogna aggiungere anche «un forte senso di appartenenza». In effetti, «in un mondo sradicato come il nostro, dove molti hanno tagliato le radici e sciolto ogni vincolo di appartenenza che li manteneva uniti a una storia o ad un gruppo sociale o religioso, dobbiamo stare attenti a non essere vittime dello stesso fenomeno». Personalmente, ha sottolineato fr. Carballo, «sono convinto che uno dei peggiori sintomi di malessere vocazionale che può comparire nella vita consacrata e, quindi, anche tra noi sia la perdita del senso di appartenenza. Se tra noi si indebolisce il senso di appartenenza, questo non solo non suscita nuove adesioni, ma rischia di farci perdere vocazioni formate e in molti casi dei giovani; si è acceso il semaforo rosso e la situazione richiede un’urgente eziologia, per fare una diagnosi coraggiosa e mettere un tampone alla situazione». Molto importante, sotto questo punto di vista, ha spiegato, sono sia la formazione iniziale, sia quella permanente, e, ha aggiunto, «considero anche importante fare attenzione alle doppie appartenenze». Fr. Carballo vede inoltre il futuro della vita e della missione nell’inter, ossia nella interprovincialità, nell’interdipendenza o interazione e nella solidarietà intercongregazionale. A proposito di quest’ultima in particolare osserva: « “Le sfide della missione sono tali da non poter essere efficacemente affrontate 305 AD CHRONICAM ORDINIS senza la collaborazione, sia nel discernimento che nell’azione, di tutti i membri della Chiesa”» (VC 70). Non possiamo vivere ai margini della vita consacrata e della Famiglia francescana. Se vogliamo tenere gli occhi ben aperti sul futuro verso il quale lo Spirito ci spinge, abbiamo sempre più bisogno di una reciprocità dinamica, in settori tanto importanti come quello della formazione, della missione ad gentes…». In continuo stato di esodo In questi cammini di futuro un posto centrale occupa la missione. Infatti, «la vita consacrata ha sempre vissuto e vive, ma oggi in particolare, in permanente stato di esodo, che suppone di vivere in permanente stato di missione. Lo abbiamo già detto: la missione è la ragion d’essere della nostra vita. Esistiamo, siamo per e dalla missione: missione evangelizzatrice nei territori dove il cristianesimo ha profonde radici e missione ad gentes, dove è necessaria la prima evangelizzazione. Non siamo stati chiamati per noi stessi, ma per gli altri. Sarebbe un grave errore se fossimo al servizio di noi stessi, retroagendo e blindandoci… Non avrebbe senso una vita francescana immobile, come se si dovesse difendere qualcosa dall’interno per non diluirsi». Pertanto, «in questo contesto una sfida importante per noi ora, ma anche per il futuro, è di costruire nuove forme di Fraternità al servizio dei poveri, non solo materialmente, perché da una profonda dedizione al Signore vengano condivise le gioie e le sofferenze dei più poveri e di quanti soffrono. Tra i luoghi da privilegiare con le nostre presenze vi sono quelli che ci permettono di stare come minori tra i minori della terra. I minori sono per noi parola privilegiata di Dio». Inoltre, ha affermato fr. Carballo, «in tempi di instabilità come i nostri, la missione è costantemente da scoprire. La missione non può oggi essere ripetitiva, ma audace e creativa. Ogni giorno siamo chiamati a trovare la forma e il modo per attuarla, ogni giorno dobbiamo essere disposti ad «iniziare cammini inediti di presenza e di testimonianza», compiendo «una seria revisione della nostra missione». «Dobbiamo rivedere anche il nostro impegno concreto nella missione ad gentes. Viviamo un momento in cui si tocca con mano una minore disponibilità a essere inviati in missione. Ritengo che questo abbia molto a che fare con la situazione di benessere in cui viviamo e nell’essere troppo centrati su noi stessi». Le altre linee indicate da Fr. Carballo sono la collaborazione con i laici,sulla base di un nuovo modello di Chiesa e di vita consacrata che «passa necessariamente attraverso una stretta collaborazione con i laici», in cui questi «non siano semplici clienti, ma autentici protagonisti»; inoltre costruire un futuro sulla linea dell’inculturazione, processo questo che «deve ispirare lo stile della formazione, l’esperienza fraterna, i progetti e le decisioni apostoliche…». Infine, è decisivo vivere in continua formazione permanente; una formazione che sia in grado, da una parte, di «promuovere la realtà di ogni persona» e «miri a formare mentalità aperte e a mettere la persona in grado di vivere con pienezza. Per questo essa «deve fare molta attenzione al livello umano, al livello cristiano e al livello carismatico». Queste linee sono quindi accompagnate da tutta una serie molto dettagliata di proposte concrete per il futuro. Sarà ora interessante verificare come tutte queste linee e proposte saranno convalidate dal capitolo e consegnate a tutto l’Ordine nel documento finale come programma di riflessione e di impegno per il prossimo sessennio. Antonio Dall’Osto [Testimoni, n. 12, 2009, pp. 11-13] 3. La missione oltre ogni paura “Verbum Domini nuntiantes in universo mundo”. Questo è stato il tema centrale del Capitolo generale dei Frati Minori che si è svolto in Assisi dal 24 maggio al 20 giugno. Annunciatori del Vangelo “con autenticità e aperti al futuro”, sottotitolava fr. José R. Carballo nella lunga e articolata relazione allo stesso Capitolo. Dopo aver approfondito per due sessenni le dimensioni fondamentali del carisma francescano, sintetizzate nelle cosiddette priorità (contemplazione, fraternità, minorità, povertà e solidarietà, evangelizzazione, formazione e studi), il Capitolo ha voluto mettere a fuoco l’aspetto della evangelizzazione e delle missioni ad gentes in particolare, come dimensione privilegiata attraverso la quale rileggere, riscoprire e rivitalizzare gli altri elementi, e ridare un impulso “missionario” alle varie Fraternità sparse per il mondo. La storia insegna, infatti, che i Francescani sono stati fiorenti quando sono stati anche missionari. 306 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 Scegliendo il tema della missione evangelizzatrice, il Capitolo ha espresso il desiderio dei Frati Minori di uscire da se stessi, di abbandonare ogni sorta di paure e di rispondere alla chiamata di Gesù e al mandato di Francesco di Assisi che alla fine della sua vita ricordava ai suoi Frati: “noi siamo stati chiamati per essere inviati al mondo intero per testimoniare con le parole e con le opere che non c’è nessuno onnipotente al di fuori di Lui”. Rivisitando questa vocazione “carismatica”, il Capitolo ha anche vissuto nelle varie assemblee e celebrazioni la gioia di essere Frati Minori che vivono con il cuore rivolto al Signore e che sanno nello stesso tempo collocarsi nel cuore del mondo come testimoni della Parola che è l’Amore incarnato e manifestato in Gesù Cristo. Anche il luogo della Porziuncola, nella Basilica di Santa Maria degli Angeli, in cui è stato celebrato il Capitolo è stato di grande richiamo ed ispirazione. La Porziuncola, infatti, ha ricordato anche il Card. José Saraiva Martins, inviato speciale del Papa al Capitolo, “è il luogo della scoperta del Vangelo e della missione, è il luogo dell’incontro fraterno nel Capitolo di Pentecoste (nel 1217), è il luogo del perdono sperimentato come la porta del Paradiso, è il luogo del pio transito del Poverello, che qui ha portato a compimento la sua consacrazione consegnandosi totalmente nelle braccia del Padre celeste”. Svolgimento dei lavori All’assemblea hanno partecipato 152 capitolari elettori provenienti da 120 Paesi e rappresentanti delle Province, delle Custodie e dei Fratelli laici, e altri 30 ufficiali per i vari servizi di segreteria, traduzioni, interpreti, informatici, liturgisti. I lavori si sono svolti in 4 settimane, con la seguente progressione: prima settimana riservata alla verifica tramite la relazione del Ministro generale uscente, la seconda dedicata prevalentemente alla scelta ed elezione del nuovo governo dell’Ordine, la terza e la quarta settimana riservate alla programmazione, che è sintetizzata e proposta in un documento finale che verrà trasmesso a tutte le Fraternità. I lavori sono stati intercalati dal rinnovo della professione religiosa alla tomba di San Francesco, dalla celebrazione della Parola a San Damiano, dalla preghiera con le Sorelle Clarisse al Protomonastero di Santa Chiara, dalla celebrazione dell’elezione del Ministro generale (che è stato confermato per sei anni fr. José Rodríguez Carballo) e della conclusione del Capitolo alla Porziuncola. In due domeniche sono stati organizzati i pellegrinaggi ad altri luoghi francescani: un pellegrinaggio a Rieti, Fontecolombo e Greccio nella Valle reatina, e un altro al Santuario della Verna. Inoltre il lunedì mattina, in apertura della nuova settimana, i capitolari hanno riservato un tempo per la Lectio divina su un capitolo della Regola accompagnata da una testimonianza di un capitolare affinché le varie riflessioni fossero sempre sostenute dallo spirito del carisma. Al Capitolo hanno portato il loro saluto il vescovo di Assisi, Mons. Domenico Sorrentino, e il Sindaco della città, Dott. Claudio Ricci. I lavori di approfondimento sono stati affidati a 10 gruppi linguistici in rappresentanza di 7 lingue e da 11 commissioni tematiche incaricate di formalizzare le proposte per il futuro cammino dell’Ordine. Ogni giorno sono stati inseriti nel sito dell’Ordine (www.ofm.org) la cronaca, i discorsi ufficiali, le foto e alcuni brevi video tramite “You Tube” che hanno permesso a centinaia di migliaia di persone in tutto il mondo di seguire quasi in diretta lo svolgimento del 187° Capitolo generale dei Frati Minori. Al termine ogni capitolare ha ricevuto un DVD che ripresenta i momenti più significativi vissuti in Assisi e un CD con i testi del Capitolo. Alcuni motivi ispiratori Nel discorso di apertura, fr. José Carballo aveva auspicato: “Che questo Capitolo generale sia un momento di grazia per rivedere i luoghi che nutrono la nostra vita e missione; che sia un’occasione propizia per riaffermare la nostra condizione di discepoli e missionari; che sia, infine, un tempo forte per cercare insieme, con creatività e aperti al futuro, i mezzi idonei perché la nostra vita e missione continuino ad essere significative per gli uomini e le donne di oggi”. Rispondendo a queste indicazioni, il Capitolo ha ripercorso e approfondito alcune tematiche che sono alla base della vita e della missione dei Frati Minori, e che poi sono confluite nel documento finale. Nel contesto della celebrazione dell’VIII° centenario della fondazione dell’Ordine, un tema che ha accompagnato come un filo rosso tutti i lavori capitolari è stato quello del ritorno alla “grazia delle origini” ossia della riscoperta della vocazione fondamentale di vivere il Vangelo nella forma di Francesco di Assisi, per essere veri discepoli e perciò missiona- AD CHRONICAM ORDINIS ri del Signore Gesù. Come ama affermare fr. Thaddée Matura, il francescano deve riandare al Vangelo attraverso Francesco, il quale dovrebbe essere visto non come un modello del passato da imitare, ma un’icona del futuro da raggiungere. Commentando il primo capitolo della Regola, l’ex-Ministro generale fr. Giacomo Bini affermava: “Il Vangelo è il centro di tutto. Vivere il Vangelo nel suo insieme, ciò che Gesù ha detto e ciò che Gesù ha fatto, “sine glossa”, senza rimandi e senza ritocchi, soprattutto senza annacquarlo né strumentalizzarlo; vivere ancorati al Vangelo in un’attitudine contemplativa e obbediente. È su questo “centro” che costruiremo la nostra vocazione, la nostra missione, la nostra identità, una identità “in via”, sempre in divenire e sempre confrontata con la Parola, e sempre “da ristrutturare”. E tale vita evangelica è definita da San Francesco con due termini che da soli sono un programma di vita: “Fratelli” e “Minori”. “La Fraternità – continuava fr. Giacomo Bini – dovrà accompagnare sempre la vocazione e la missione dei Frati. Siamo chiamati a vivere il Vangelo in fraternità, qualificata dalla “minorità”, situandoci tra gli ultimi, come ha fatto Gesù, facendo della propria vita un servizio, un dono gratuito, umile e universale. Il vivere dunque da poveri, per i poveri, con i poveri e come i poveri: è il nostro stato di vita, al quale siamo chiamati”. Il Vangelo che il Signore ha rivelato a Francesco è “il Vangelo dell’incontro”, ha affermato il nuovo Vicario generale, fr. Michael Perry, “un Vangelo dell’incontro con il mondo attraverso la potenza e la misericordia di Dio che diventano più visibili in noi”. Quel Vangelo rivelato a Francesco alla Porziuncola e che gli ha fatto capire che per essere veri discepoli di Gesù bisogna essere suoi testimoni, che lo ha fatto esultare di gioia e di entusiasmo e lo ha portato a cambiare stile di vita e partire per annunciare alle genti l’Amore di Dio e la conversione del cuore. Non solo andare a ma anche immergersi in È su questa radice evangelica che Francesco ha fondato la dimensione missionaria del suo carisma. Fr. José Carballo ha presentato così la visione francescana della missione: “Possiamo definire la missione come il modo di restituire il dono della Buona Notizia che abbiamo ricevuto, andando inter gentes per annunciare con la parola e testimoniare con la vita il Vangelo ai vicini e ai lontani, ai credenti 307 e ai non credenti, a quanti hanno abbandonato la fede o a quanti non hanno mai ascoltato la buona notizia del Vangelo (…) La missione non è solo azione, ma anche contemplazione e passione; non significa solo andare a, ma anche immergersi in. La missione è qualcosa di più profondo e radicale, anche di più esteso, delle attività apostoliche e della stessa missione ad gentes. La missione è liturgia, profezia e servizio, è collaborazione, dialogo permanente con Dio e con il mondo. Da questa visione olistica, o globale, la missione è chiamata ad abbracciare e armonizzare le diverse sfaccettature della vita”. Con questa rinnovata sensibilità e coscienza missionaria, il Capitolo ha poi lavorato per individuare e formulare alcunli impegni concreti a vari livelli per ridare un impulso missionario alle Fraternità francescane. Tali formulazioni, discusse ampiamente e poi approvate in assemblea, sono diventate le “Proposte” del Capitolo all’Ordine per il prossimo sessennio e che toccano il servizio di animazione, l’impegno per la giustizia pace e salvaguardia del creato in chiave missionaria, la promozione di nuove iniziative e di nuove forme di evangelizzazione, e alcuni progetti missionari ad gentes in Asia, Africa, anche in Europa e specialmente in Amazzonia. “Portatori del dono del Vangelo” Il Capitolo si è concluso con la elaborazione e approvazione di un documento finale dal titolo dalla risonanza paolina (cf. 2Cor 4,7): Portatori del dono del Vangelo. Mentre la seconda parte contiene le Proposte per il cammino futuro dell’Ordine, la prima è di carattere ispirazionale e riprende i temi principali dibattuti durante il Capitolo. La prospettiva è quella della logica del dono: un dono ricevuto dal Signore (il Vangelo) che Francesco e i suoi vogliono ridare, “restituire”, al mondo, come il dono più grande. Nel primo punto, intitolato Il dono del Vangelo, il documento illustra la scoperta e l’accoglienza del dono del Vangelo da parte di Francesco e dei suoi primi compagni. Da questo ascolto nacque la prima Fraternità, e quel primo gruppo di credenti cominciò subito a testimoniare e annunciare ciò che viveva. Così i primi Frati minori divennero annunciatori e araldi del Vangelo, con molta creatività e fantasia, trovando forme nuove per portare la buona novella ad ogni uomo. Nel secondo punto, intitolato Restituiamo il dono del Vangelo, si prendono in conside- 308 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 razione alcune forme di annuncio del Vangelo adatte al mondo di oggi. Evangelizzare come condivisione di una fede trinitaria e appassionata, mettendo al centro gli altri e non se stessi; missione inter gentes, per incarnare il Vangelo nel nostro tempo, e missione ad gentes come annuncio “kerigmatico” del Vangelo; missione come un attraversare i confini, “abitare le frontiere” antropologiche più che geografiche, esercitando così l’itineranza francescana. “Solo la fede e la spiritualità trinitaria – afferma il documento – ci permetteranno di abitare le fessure di un mondo frammentato, con un impegno di integrazione per superare queste ed altre dicotomie, come cammino di restituzione”. Fr. Vincenzo Brocanelli, ofm [Testimoni, n. 14, 2009, pp. 9-11] 4. Numerosi giovani al secondo European Franciscan Meeting SULLE ORME DI FRANCESCO A SANTIAGO DI COMPOSTELA «Santiago di Compostela è il termine di un cammino e l’inizio di una ricerca: chiunque cammina sogna che un giorno arriverà, e ognuno che arriva sogna di tornare a camminare, perché il camminare ti trasforma in ricercatore». È questo il senso e l’intenzionalità del secondo appuntamento europeo dei giovani francescani a Santiago di Compostela, sulla tomba dell’apostolo Giacomo dove si recò a suo tempo come pellegrino anche san Francesco. Questo luogo custodisce la tradizione e le reliquie dell’apostolo san Giacomo il Maggiore, quello che prese alla lettera il mandato del Signore: «Andate e annunziate il mio Vangelo sino ai confini della terra». Un luogo dagli inizi incerti, divenuto meta di spiriti in ricerca o inquieti dietro la scia di Dio, o alla ricerca di se stessi. Il secondo «European Franciscan Meeting», che si è aperto l’8 e durerà fino al 15 agosto, è un incontro aperto ai giovani europei, organizzato dai Frati Minori, che ha lo scopo di «riscoprire le radici francescane del continente e testimoniare insieme la gioia di aver incontrato Cristo e Francesco». Nella lettera di invito ai giovani di padre Giuseppe Rodríguez Carballo, Ministro generale dei Frati Minori, è contenuta la richiesta ai giovani «di vivere la fede con la stessa radicalità di Francesco. Il mondo di oggi ha bisogno di cristiani coerenti». L’auspicio è che con il meeting «tutti i giovani d’Europa possano condividere la gioia di essere fratelli e conoscere Cristo per mezzo della vostra fraternità». Un appuntamento giovanile che si propone quindi la riscoperta delle radici cristiane e culturali dell’Europa anche attraverso il carisma francescano. I Frati Minori d’Europa (UFME), nella certezza che Francesco d’Assisi è una luce per illuminare il cammino dei popoli e per dare speranza al cuore degli uomini e delle donne di oggi, hanno invitato giovani europei, tra 16 e 30 anni, a incontrarsi per scoprire le radici francescane dei continente. Il carisma francescano, fin dall’inizio, ha contribuito all’evangelizzazione dell’Europa e al rinnovamento della Chiesa, alla creazione di iniziative di carità e di promozione umana dirette ai più poveri, al sorgere di nuovi stili di vita e di una nuova spiritualità, che pone al centro l’uomo, la comunità e il Vangelo di Cristo. Ai giovani, sempre sensibili a ciò che è più autentico e vero, si vuole dare la possibilità di conoscere il dono che Dio ha concesso a Francesco d’Assisi, e a quanti oggi lo seguono. Il 9 agosto, all’arrivo dei partecipanti, è stato il vescovo di Santiago di Compostela, monsignor Julián Barrio Barrio a dare il benvenuto ai giovani che si sono messi in cammino per questa esperienza di comunione, di ricerca e di confronto. Il 15 agosto, a conclusione dell’incontro, sarà il Ministro generale Carballo a celebrare la solennità dell’Assunzione di Maria, nella cattedrale di Santiago di Compostela. [L’Osservatore Romano, 10-11 agosto 2009] 5. Notitiæ particulares – Il Santo Padre ha nominato il 19 giugno 2009 Fr. Nikolas Schöch, OFM, Promotore di Gisutizia Sostituto presso il Supremo Tribunale della Segnatura Apostolica, finora Difensore del Vincolo Sostituto per il medesimo Tribunale. – Il Santo Padre ha accettato la rinuncia al governo pastorale del Vicariato Apostolico di Camiri (Bolivia), presentata da Mons. Leonardo Mario Bernacchi, OFM, Vescovo titolare di Tabaicara, in conformità al Can. 401 §1 del Codice di Diritto Canonico. (L’Osservatore Romano, 16 luglio 2009) AD CHRONICAM ORDINIS – Il Santo Padre ha nominato Vicario Apostolico di Camiri (Bolivia) Mons. Francisco Focardi, OFM, Vescovo titolare di Cencu- 309 liana, finora Ausiliare del Vicariato Apostolico di El Beni (Bolivia). (L’Osservatore Romano, 16 luglio 2009) BIBLIOGRAPHIA Libri – Aa.Vv., Memorias de los Congresos Internacionales de Educadores Franciscanos, Editorial Bonaventuriana, Bogotá 2009, pp. 405. – Amigo Vallejo Card. Carlos, Cartas pastorales, PCC Editorial. Madrid 2008, pp. 1659. – Bałdyga Sergiusz, Ikona świętego Franciszka, Franciszkańskie Wydawnictwo św. Antoniego, Wrocław 2009, pp. 33. – Bracci Silvano-Pozzebon Antonietta (a cura di), Frati Minori. Santi e Beati. Postulazione generale dell’Ordine dei Frati Minore, Editrice VELAR, Gorle 2009, pp. 462. – Brocanelli Vincenzo, La Missione cuore della vita francescana, “Vita Minorum”, (2009) n. 2, Ed. 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Un apripista in controluce, Stampasud, Mottola 2009, pp. 387. – Rodríguez Carballo José, Francisco de Asís y la vida religiosa, PPC, Editorial y Distribuidora, Madrid 2009, pp. 155. – Sabattini Alberto, L’amore per le missioni nel P. Alfredo Berta OFM, Urbino 2009, pp. 63. 312 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 – Servizio per il Dialogo (a cura di), Una fede in molte culture, Editrice ESCA, Vicenza-Roma 2009, pp. 251. – Sorrentino Domenico, Complici dello Spirito. Il giovane Francesco e il vescovo Guido. Meditazione, Edizioni Frate Indovino, Perugia 2009, pp. 77. – Uribe Fernando, Orar como Francisco. Notas y sugerencias sobre las oraciones del Escuela del Carisma FranciSanto de Asís. ��������������������������� sclariano, Bogotá 2009, pp. 264. NECROLOGIA 1. Fr. Ramón Lourido Díaz San Clodio-Ourense, España, 11.08.1928 Madrid, España, 23.07.2009 Fr. Ramón, de la Provincia Franciscana de Santiago (España), se formó durante los años 1940-1952 en los colegios franciscanos de San Antonio de Herbón; San Diego de Puenteareas y San Francisco de Santiago en los cuales realizó sucesivamente los cursos de Humanidades, Filosofía y Teología, específicos de la carrera eclesiástica. Destinado a la Misión de Marruecos, en 1952, fue destinado a los estudios de Lengua y Literatura Arabe, que realizó en diversos centros superiores y definitivamente en la Universidad de Granada (España), en la que fue profesor. Integrado en la Custodia Franciscana y en el Arzobispado de Tánger, desempeñó intensamente las funciones de docente, investigador de historia marroquí y gestor de la actividad misional franciscana en Marruecos. Fue reiteradamente superior, consejero, párroco, Vicario de pastoral, Vicario General y Administrador Apostólico sede vacante, cargos que combinó con los de custodio, delegado provincial y primer presidente de la actual Federación de Marruecos. Compaginó con gran entusiasmo las labores misioneras, pastorales y académicas: • docente, investigador y maestro universitario son los rasgos académicos que le califican a todos los niveles, especialmente en los largos años de su actividad en las universidades de Granada y Rabat, quedando como exponente un nutrido currículo de estudios, cuyo prototipo cabría ver en el libro Marruecos y el mundo exterior en la segunda mitad del siglo XVIII (Madrid 1989); • autor franciscano de primera línea en el campo de los autores y escuelas franciscanos de árabe, como el P. Lerchundi; y/o personalidades recientes como el P. Lucio María Núñez y el P. Francisco Aldegunde; • misionero de Marruecos con perfiles bien tipificados; por su destino vocacional de “pasar a las misiones…cuando mis superiores lo ordenaren”; por las iniciativas de consejero, superior regular, vicario general del arzobispado de Tánger; por su dinámica implicación en las iniciativas recientes de la antigua Custodia que llevaron a divisiones territoriales (Norte-Sur; Santiago-granada) y nuevas configuraciones como la vigente de Federación Misional Franciscana del Norte de Africa; • jubilación literaria y cultural en la singular sede franciscana del madrileño Colegio Cardenal Cisneros, en el que se apuntó generosamente a editar sus mejores páginas de historiador, preferentemente en la revista “Archivo Ibero Americano”, de la que era redactor. Fr. Francisco Amigo Valle 2. Anno 2008 mortui sunt * 21 dicembre 2008: Díaz Sierpe Fr. Bernardino, José Isaías, nato a Putemún, della Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Svolse il suo ministero sacerdotale soprattutto nei conventi della ex Custodia del Sacro Cuore. Uomo di forte carattere, è morto all’età di anni 99, di vita francescana 84 e di sacerdozio 76. 3. Anno 2009 mortui sunt * 10 aprile 2009: Villamán Barriga Fr. Román Agustín, nato a Mulchén, della Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Esercitò il suo ministero soprattutto nei conventi del sud del Paese. Si distinse per il suo modo di trattare con tutta la gente e per la forte passione missionaria, che lo spinse ad usare anche i mezzi di comunicazione per annunciare la Parola di Dio con una trasmissione radio giornaliera nella città di Angol. È morto presso la Clinica Dávila, Città del Cile, all’età di anni 75, di vita francescana 57 e di sacerdozio 51. * 11 aprile 2009: García Escudero Fr. Pablo, nato a Burgos, della Prov. S. Fidei, Colombia. È morto a Itagüi all’età di anni 90, di vita francescana 74 e di sacerdozio 66. 314 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 * 14 aprile 2009: Ramponi Fr. Angelo, Benvenuto, nato a Bolca di Vestenanova, della Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia. Nel 1947 giunse in Cina e vi rimase per quattro anni fino all’avvento di Mao Tze Tung. Subì un sommario processo popolare in piazza e fu espulso. Si recò, allora, nelle Isole Filippine, dove svolse un’intensa attività missionaria e profuse tutte le sue energie a favore delle popolazioni più povere fino al 1965, quando a causa di una malattia fu costretto a tornare in Italia. Negli anni seguenti svolse il suo ministero nell’Ospedale di Vicenza (1966-1992) e nel Santuario di Barbana (1993-2009). È morto nel Convento S. Cuore di Saccolongo all’età di anni 88, di vita francescana 71 e di sacerdozio 64. * 23 aprile 2009: Figueiredo Fr. Teixeiria José, José, nato a Cever, della Prov. SS. ���� Martyrum Marochiensium, Portogallo. Allegro ed affabile, ha servito con semplicità come cuoco sagrestano e portinaio varie Fraternità. È morto nell’Infermeria provinciale di Lisbona all’età di anni 88 e di vita francescana 56. * 29 aprile 2009: Morello Fr. Giorgio, nato a Lonigo, della Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia. Terminati gli studi, nel 1954 andò in El Salvador, dove svolse un lavoro pastorale molto intenso per 55 anni. A Zacatecoluca come cappellano, a Ciudad Barrios quasi di passaggio, a Osicala parroco per quattro anni, durante i quali promosse e organizzò in particolare l’Azione cattolica, i catechisti e la Legione di Maria. La sua attività e il suo cuore sono legati a Nueva Concepciòn, dove ha lavorato ininterrottamente dal 1960. Si è dedicato con grande energia a fornire la parrocchia delle strutture necessarie alla vita della comunità cristiana: la chiesa, la casa canonica e cinque nuove chiese nei villaggi. Ma le attenzioni principali furono riservate al bene delle anime: ministero liturgico e sacramentale, catechesi, formazione dei catechisti, Apostolato della preghiera, Mariapoli, Rosario familiare e altri gruppi. È morto a S. Salvador, El Salvador, all’età di anni 80, di vita francescana 62 e di sacerdozio 55. * 1 maggio 2009: Wilken Fr. Felix, nato a Elsten, della Prov. Saxoniæ S. Crucis, Ger- mania. Dopo aver svolto vari incarichi nella Provincia, nel 1963 fu inviato a Münster come Maestro dei Novizi. È stato anche Assistente della Federazione tedesca delle Clarisse. È morto a Rheda Wiedenbrück all’età di anni 94, di vita francescana 74 e di sacerdozio 62. * 3 maggio 2009: Leyva Soto Fr. Juan, nato a Tarandacuao, della Prov. ss. Petri et Pauli de Michoacán, Messico. Entusiasta e gioviale servì la Chiesa e l’Ordine come Vice Parroco e poi come Parroco. È morto ad Acámbaro all’età di anni 42, di vita francescana 21 e di sacerdozio 14. * 6 maggio 2009: Koštroman Fr. Vlado, nato a Bjelovići, della Prov. S. Crucis, Bosnia/ Erzegovina. Ha svolto attività pastorale in varie Parrocchie come Vice Parroco e come Parroco. È morto nell’Ospedale di Mostar all’età di anni 70, di vita francescana 49 e di sacerdozio 41. * 6 maggio 2009: Torre Fr. Domenico, Luigi, nato a Ferentino, della Prov. Romanæ Ss. Petri et Pauli, Italia. Nel 1952 partì missionario in Argentina, dove ha svolto il suo ministero soprattutto nel Nord, ai confini con la Bolivia. Ha costruito chiese, scuole, ha annunciato il Vangelo con l’ardore della parola e con l’esempio della vita. È morto nel Convento di Salta, Argentina, all’età di anni 83, di vita francescana 68 e di sacerdozio 59. * 8 maggio 2009: Mons. Kloppenburg Boaventura, Carlos José, OFM. È nato a Mellbergen, Germania, il 2 novembre 1919. È entrato nell’Ordine il 20 dicembre 1941, ha emesso la professione temporanea il 21 dicembre 1942, quella solenne 21 dicembre 1945 ed è stato ordinato sacerdote il 6 gennaio 1946. Apparteneva alla Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, Brasile. Dopo la Laurea in Teologia Dogmatica a Roma, è stato Professore di teologia Dogmatica a Petrópolis (1951.1971), a Porto Alegre (1972), a Roma (1973) e a Medellín (19741982); Redattore della “Revista Eclesiástica Brasileira (1951-1972); Rettore dell’Istituto Teológico-Pastoral do Conselho Episcopal Latino Americano (CELAM) a Medellín, Colombia (1973-1982); Prefetto NECROLOGIA degli Studi a Petrópolis (1952-1960); Perito della Commissione Teologica del Concilio Vaticano II; Membro della Pontificia Commissione Teologica Internazionale (1975-1990); Perito della Conferenza Generale dell’Episcopato Latino-Americano a Rio de Janeiro (1955), a Medellín (1968) e a Publa (1979). Il 2 giugno 1982 è stato nominato Vescovo Ausiliare di Salvador e il 1 agosto 1982 è stato ordinato Vescovo a Rolante. Dal 1986 al 1994 è stato Vescovo di Novo Hamburgo. Il 2 novembre 1994, a 75 anni, ha rinunciato al governo pastorale. È morto a Novo Hamburgo all’età di anni 89, di vita francescana 67, di sacerdozio 63 e di episcopato 26. * 8 maggio 2009: Birti Fr. Giuliano, Antonio, nato a Baselga di Pine’, della Prov. Tridentinæ S, Vigilii, Italia. Dopo l’ordinazione sacerdotale (1942) la sua vita è un peregrinare in vari conventi ove l’obbedienza lo invia. Insegnante di religione nelle scuole, a Strugnano in Istria, a Gorizia; cappellano delle carceri a Rovereto, parroco e infine a Cles come frate dedito alla pastorale popolare: riservato e amabile con tutti, sempre con il sorriso e ricco di una grande fede in Dio e una speciale devozione a Maria. È morto a Cles all’età di anni 92, di vita francescana 73 e di sacerdozio 66. * 9 maggio 2009: Schaumleffel Fr. Anton, nato a Vibank, della Prov. Christi Regis, Canada. È entrato nell’Ordine Francescano nel 1969 ed ha vissuto tutta la sua vita francescana a Victoria. Si è distinto come persona tranquilla ed orante, tuttofare, sagrestano, molto apprezzato dalla gente che frequentava la nostra cappella per la preghiera e l’Eucaristia. È morto a Victoria, British Columbia, all’età di anni 91 e di vita francescana 40. * 11 maggio 2009: Calderón Peña Fr. Jaeme, nato a Comalle della Prov. Ss. Trinitatis, Cile. Si distinse per le sue capacità intellettuali e la facilità delle lingue. È morto nel convento Recoleta Franciscana della Città di Santiago del Cile all’età di anni 77, di vita francescana 61 e di sacerdozio 53. * 11 maggio 2009: Colombini Fr. Giorgio, Ermanno, nato a Modena, della Prov. Bo- 315 noniensis Christi Regis, Italia. Dopo aver fatto un anno sabbatico in Terra Santa per i suoi 25 anni di sacerdozio, fu preso dal fascino della Terra Santa dove visse per 26 anni, trascorsi tutti al Getsemani, a parte i tradizionali otto mesi al santo Sepolcro. È morto a Gerusalemme, Israele, all’età di anni 81, di vita francescana 64 e di sacerdozio 26. * 13 maggio 2009: Verbij Fr. Licinius, Wilhelmus, nato a Gouda, della Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, Olanda. Ha lavorato nel campo della musica sacra e dei canti per la liturgia. È morto a Warmond all’età di anni 95, di vita francescana 76 e di sacerdozio 68. * 13 maggio 2009: Fabris Fr. Contardo, Giuseppe, nato a Malo, della Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia. Nel 1947 giunse in Terra Santa a servizio dei Luoghi Santi. Nel 1951 a Roma, insegnante nel seminario di Terra Santa e nel 1956 a Cipro, assistente spirituale dei militari. Due anni dopo fu inviato in Egitto, dove svolse il servizio di assistente delle comunità italiane residenti al Cairo. Dal 1962 al 1989 operò in Calabria, cappellano della Pontificia Opera Assistenza, professore, parroco, superiore, assistente OFS. Nel 1989 fu richiamato in Provincia, a Peschiera del Garda, a servizio del santuario della Madonna del Frassino e dei numerosi pellegrini e nel 1992 giunse a Cortina, Rettore del santuario della Madonna della Difesa. Dal 1996 al 2006 dimorò a Vicenza S. Lucia, offrendo un prezioso e assiduo servizio di assistenza alla chiesa, per confessioni e direzione spirituale. È morto nel Convento Sacro Cuore di Saccolongo all’età di anni 90, di vita francescana 72 e di sacerdozio 64. * 15 maggio 2009: Basile Fr. Agnello, Nicola, nato a Sala Consilina, della Prov. Salerintano-Lucana Immaculatæ Conceptionis BMV, Italia. È morto nel Convento S. Francesco di Cava dei Tirreni all’età di anni 75, di vita francescana 59 e di sacerdozio 51. * 20 maggio 2009: Fuentes Cruz Fr. Eusebio, Josafat, nato a Tarandacuao, della Prov. Ss. Petri et Pauli de Michoacán. Messico. 316 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 È stato collaboratore e formatore nel seminario della Diocesi di Celaya, Vicario della Vita consacrata nelle medesima Diocesi, collaboratore e formatore nel Seminario di León, Guardiano per due volte nella Casa di “Nuestra Señora de Gaudalupe” di Morelia, dove è morto, in un incidente stradale, all’età di anni 78, di vita francescna 58 e di sacerdozio 51. * 20 maggio 2009: Martín de Santos Fr. José María, nato a Navas de Oro, della Prov. Castellanæ S. Gregorii Magni, Spagna. È stato Maestro e Professore nel Collegio Serafico; Maestro dei Novizi (1957-1959), Maestro degli Aspiranti e Professore a Pastrana (1961-1964), predicatore delle Missioni al popolo. Dal 1985 al 1996 è stato a servizio della Terra Santa. Ritornato in Provincia, si è inserito nella Fraternità di Alcázar de San Juan, dove è stato Economo e Segretario del Capitolo locale (1997-2003). Dal 2003 al 2009 ha risieduto nell’Infermeria provinciale di Guadalajara, dove è morto all’età di anni 86, di vita francescana 64 e di sacerdozio 58. * 21 maggio 2009: Rauzi Fr. Ermete, Lino, nato a Cloz, della Prov. Tridentinæ S. Vigilii, Italia. Una vita singolare di discepolo del Signore, una testimonianza di servizio e di dono di sé che illumina i suoi 97 anni di luce umana e di fede. Studente brillante ammalatosi si ritira in un paese bellissimo tra le montagne di Trento e lì rimarrà a servizio della comunità fino alla fine. La sua intelligenza acuta e una cultura ampia l’hanno reso amico e apostolo ricercato, rendendolo dono e grazia per quanti l’hanno conosciuto e avvicinato, usufruendo dei carismi della sua mente e del suo cuore. Francescano nell’amore alla natura, alle bellezze del creato, delle montagne, del paesaggio, di ogni creatura che dell’«Altissimo porta significazione». È morto nell’Ospedale di Tione all’età di anni 97, di vita francescana 78 e di sacerdozio 71. * 21 maggio 2009: Harada Fr. Hermógenes, Dai, nato a Miyazaki, Giappone, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, Brasile. È stato Docente di Filosofia nell’Istituto Filosofico Teologico Francescano (1968-1982), Docente di Filosofia nell’Istituto Francescano di São Boaventura in Rondinha (1982-1999). Ha vissuto un anno nell’Eremo delle Carceri in Assisi ed ha insegnato Filosofia per un semestre nel Seminario diocesano di Malange (Angola). Inoltre ha svolto vari servizi: nel Santuario di São Farncisco a São Paulo, nell’Università di São Francisco in Bragança Paulista, nella Facoltà di Filosofia São Boaventura a Curitiba. È morto a Curitiba all’età di anni 80, di vita francescana 59 e di sacerdozio 52. * 21 maggio 2009: Farlow Fr. Wenceslaus, Stephen, nato ad Omaha, Nebraska, della Prov. S. Barbaræ, USA. È morto a Santa Barbara all’età di anni 90 e di vita francescana 66. * 30 maggio 2009: Quadros Fr. Valerian, nato a Bombay, della Prov. S. Thomæ Apostoli, India. Ha svolto attività pastorale in varie Parrocchie del Sud dell’India. È morto a all’età di anni 65, di vita francescana 41 di sacerdozio 36. * 31 maggio 2009: Sersa Fr. Egidio, Antonio, nato a Trieste, della Prov. Tridentinæ S. Vigilii, Italia. Nel 1944 entra tra i Frati trentini come terziario e vent’anni dopo decide di consacrarsi iniziando il noviziato e professando solennemente nel 1969. Ha svolto con tanto impegno vari servizi nelle case di Rovereto, Villazzano, Cavalese, Arco, Trieste, Mezzolombardo. Ha sempre mantenuto un forte desiderio di conoscenza, sviluppandolo soprattutto tra il 1975 e il 1998, periodo in cui ha svolto il ruolo di vice bibliotecario a Trento. È morto nell’Infermeria provinciale di Trento all’età di anni 84 e di vita francescana 43. * 31 maggio 2009: Budnik Fr. Austin, James, nato a Winona, della Prov. Assumptionis BMV, USA. Dopo l’ordinazione (1951) è stato assegnato alla facoltà di S. Antonio High School e nel Seminario Minore Watkins Glen, New York, dove visse tutta la sua vita religiosa. Per 57 anni (con l’eccezione di un anno in un altro convento), è stato a servizio della Scuola come insegnante, bibliotecario, direttore spirituale e maestro di disciplina. Quando si chiuse la Scuola nel 1970, rivolse la sua attenzione NECROLOGIA ai poveri della zona. Nel 1979 ha conseguito un Dottorato di ricerca in materia di educazione degli adulti ed ha chiesto alla Provincia l’autorizzazione ad utilizzare le strutture della Scuola chiusa come centro di educazione degli adulti. Quando anche questo centro terminò le sue attività, cercò inutilmente di utilizzare i locali per qualche altro scopo sociale. È morto a Watkins Glen all’età di anni 84, di vita francescana 65 e di sacerdozio 62. * 3 giugno 2009: Vega Sánchez Fr. Mariano, nato a Agallas, della Prov. Bæticæ, Spagna. È morto all’età di anni 84 e di vita francescana 53. * 4 giugno 2009: Plouvier Fr. Silas, Eugène, nato a Leiden, della Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, Olanda. È stato professore di tedesco, Vicario provinciale, e responsabile della formazione dei giovani Frati. È stato a servizio del Movimento Francescano in Olanda e “pastore” di molti, religiosi e laici. È morto a Leiden all’età di anni 79, di vita francescana 61 e di sacerdozio 55. * 5 giugno 2009: Amato Fr. Carmelo, Umberto, nato a Pago del Vallo di Lauro (AV), della Prov. Mediolanensis S. Caroli Borromæi, Italia. Per molti anni sarto, portinaio e sacrestano nei vari conventi dove fu mandato dall’obbedienza, svolse sempre il suo lavoro con dedizione e gioiosa umiltà. È morto a Merate all’età di anni 78 e di vita francescana 55. * 8 giugno 2009: Tang Fr. Emery, Richard, nato a Phoenix, Arizona, della Prov. S. Barbaræ, USA. È morto ad Huntington Beach, California, all’età di anni 81, di vita francescana 63 e di sacerdozio 57. * 11 giugno 2009: Berkvens Fr. Adrianus, Johannes, nato a Schagen, della Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, Olanda. È stato un pastore. È morto a Leiden all’età di anni 90, di vita francescana 68 e di sacerdozio 62. * 18 giugno 2009: Meeuwis Fr. Winnibald, Jozef, nato a Bladel, Olanda, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. Dopo gli stu- 317 di di geografia all’Università di Louvain, è stato professore nei Collegi di Lokeren e Heusden, due anni Cappellano dell’armata belga in Germania, sei anni Cappellano della Clinica universitaria di Louvain e per molti anni responsabile delle missioni a Bruxelles. È morto ad Antwerpen all’età di anni 94, di vita francescana 75 e di sacerdozio 69. * 22 giugno 2009: García Fernández Fr. Arsenio, nato a San Román, della Prov. Bæticæ, Spagna. Terminati gli studi di Psicologia all’Università di Madrid, si dedicò all’insegnamento. È stato anche Parroco. È morto nell’Infermeria provinciale di Nuestra Señora de Loreto all’età di anni 66, di vita francescana 50 e di sacerdozio 43. * 23 giugno 2009: Lopera Trujillo Fr. Alberto, nato a Medellín, della Prov. S. Pauli Apostoli, Colombia. Fece parte del gruppo che restaurò l’Università di S. Bonaventura, di cui fu Rettore nella sezione di Medellín. Prestò servizio nella Curia generale, come Addetto al Protocollo, collaborò alla stesura delle nuove Costituzioni durante il governo di Fr. C. Koser, fondò e promosse la pubblicazione di Fraternitas. È stato Segretario delle Province della S. Fede, di cui fu anche Definitore, e di S. Paolo Apostolo. Eccellente latinista, appassionato studioso di storia e di tutto ciò che riguardava il Francescanesimo, l’Immacolata Concezione e il Beato Giovanni Duns Scoto. È morto a Cali all’età di anni 81, di vita francescana 64 e di sacerdozio 57. * 25 giugno 2009: Colombo Roquette Fr. Jesús Ignacio, nato a Cádiz, della Prov. Bæticæ, Spagna. È morto nel Convento di Nuestra Señora de Loreto in Espartinas all’età di anni 51, di vita francescana 29 e di sacerdozio 25. * 28 giugno 2009: Gieoux Fr. Oscar, PierreChrysologue, nato a Québec, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Canada. Dopo aver insegnato Filosofia per circa 25 anni nei nostri Collegi e essersi dedicato all’educazione, ha esercitato il suo ministerro come Cappellano di varie Comunità di Religiose negli Stati Uniti e in Canada. È morto nell’Infermeria provinciale di Montréal 318 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 all’età di anni 94, di vita francescana 73 e di sacerdozio 68. * 29 giugno 2009: Perreault Fr. Roch-M., Lionel, nato a Montréal, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Canada. Svolse fedelmente vari servizi nelle nostre Case, soprattutto come collaboratore nell’Ufficio delle Missioni, a Montréal, per 35 anni. Si distinse per la devozione alla Vergine di Medjugorie. È morto nell’Infermeria provinciale di Montréal all’età di anni 94 e di vita francescana 67. * 29 giugno 2009: Stipić Fr. Valerije, Ilija, nato a Tramošnica, della Prov. S. Crucis, Bosnia/Erzegovina. È morto nell’Ospedale di Orašje all’età di anni 74, di vita francescana 51 e di sacerdozio 44. * 1 luglio 2009: Spendov Fr. Vendelin, Franc, nato a Spodnja Dobrava, della Prov. S. Crucis, Slovenia. La maggior parte del suo ministero sacerdotale lo svolse a favore degli sloveni emigrati negli USA, come Vice Parroco e Parroco. Nel 1971 ottenne il Dottorato in musica sacra presso il Pontificio Istituto di “Musica Sacra” in Roma. Con il suo talento musicale arricchì il canto (liturgico e profano) sia in Slovenia che negli USA. È morto a Lemont, USA, all’età di anni 88, di vita francescna 70 e di sacerdozio 62. * 1 luglio 2009: Lanuti Fr. Egidio, Francesco, nato a Scheggia (Perugia), della Prov. Seraphicæ S. Francisci Assisiensis, Italia. Frate molto umile e amorevole. Ha vissuto la sua vocazione di frate minore con grande semplicità e perseveranza, attraverso moltissimi servizi convenutali esercitati nell’obbedienza e con grande fedeltà, durante la sua lunga permanenza presso il Convento della Porziuncola e presso l’Infermeria provinciale. Si ricorda la sua fede e la sua grande forza di animo, in modo particolare nei tanti anni che ha dovuto convivere con la sua malattia, senza mai lamentarsi. È morto a Santa Maria degli Angeli all’età di anni 94 e di vita francescana 76. * 2 luglio 2009: Darzycki Fr. Martynian Wojciech, nato a Jagiella, Polonia, della Prov. S. Michaëlis Archangeli, Ucraina. Esiliato a Kolyma (Russia) dal 1946 al 1952, ha grandemente contribuito alla rinascita della Chiesa e dell’Ordine in Ucraina. Era chiamato dai Frati, “Patriarca”. È morto a Gorodkivka all’età di anni 91, di vita francescana 74 e di sacerdozio 66. * 3 luglio 2009: Hooper Fr. Peter, nato a Singapore, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, in Britannia Magna. È morto presso St. Joseph’s Nursing Home, Littlehampton, all’età di anni 61, di vita francescana 40 e di sacerdozio 34. * 4 luglio 2009: Bailey Fr. Justin, Angus Joseph, nato a Lowell, della Prov. Ss. Nominis Iesu, USA. Ha svolto un’intensa ed ampia attività. È stato missionario: in Brasile, nella regione del Goiás, per nove anni; cappellano ospedaliero, più volte, presso il St. Anthony’s Hospital in St. Petersburg; predicatore di ritiri nella St. James Friary in Belleair Bluffs, Florida, presso il Mount Carmel Centre delle Niagara Falls e presso la St. Bonaventure Friary in Toronto; direttore o assistente spirituale: dell’OFS, della Christ House in Lafayette, N.J., della Province’s House of Prayer presso la St. Joseph Friary in Warwick. Fu anche responsabile della formazione e Guardiano. * 6 luglio 2009: Rutten Fr. Gregoor, Frans, nato ad Hamont, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. Per 61 anni è stato missionario in Cile. Si è messo a servizio dei confratelli e del popolo come cuoco, giardiniere, sagrestano, catechista. Un uomo molto pio, si è consacrato soprattutto ai giovani dando loro una educazione cristiana e sociale. È morto ad Hamont all’età di anni 89 e di vita francescana 73. * 6 luglio 2009: Vlašić Fr. Andrija, Vienceslav, nato a Sovići, della Prov. Dalmatiæ S. Hieronymi, Croazia. È morto a Zadar all’età di anni 77, di vita francescana 52 e di sacerdozio 46. * 10 luglio 2009: Mandac Fr. Stanko, Dušan, nato a Brnaze, della Prov. Dalmatiæ Ss. Redemptoris, Croazia. È morto a Sinj all’età di anni 82, di vita francescana 62 e di sacerdozio 57. NECROLOGIA * 10 luglio 2009: Put Fr. Antoon, Alfons, nato a Helchteren, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. È stato professore nel Collegio serafico di Heusden-Zolder, contemporaneamente anche procuratore locale delle missioni. Un uomo fedele alla sua vocazione francescana e all’educazione della gioventù. È morto ad Heusden-Zolder all’età di anni 82, di vita francescana 62 e di sacerdozio 56. * 14 luglio 2009: Lotito Fr. Floyd, Alfonso, nato a Los Angeles, Californa, della Prov. S. Barbaræ, USA. È morto a San Leandro, California, all’età di anni 74, di vita francescana 55 e di sacerdozio 48. * 16 luglio 2009: Turnbull Fr. David, nato a Belmont, della Prov. S. Ioannis Baptistæ, USA. Dedicò i primi dodici anni del suo ministero all’insegnamento, alla direzione spirituale e alla amministrazione della nostra Casa di Studentato. Spese i restanti 31 anni nell’attività missionaria nelle Filippine, dedicandosi al ministero parrocchiale e scolastico, alla formazione e all’assistenza ospedaliera e delle Clarisse. Tornato in Provincia nel 2004, dedicò gli ultimi anni alla pastorale sanitaria. È morto a Cincinnati all’età di anni 79, di vita francescana 60 e di sacerdozio 52. * 18 luglio 2009: Durigon Fr. Natale, Bruno, nato a Detroit, USA, della Prov. Venetæ S. Antonii Patavini, Italia. Recatosi in Guatemala nel 1956, fu assegnato alla diocesi di Zacapa, retta da mons. Costantino Luna, OFM, dove fondò una nuova parrocchia a La Union, vicino alla frontiera dell’Honduras, edificando la chiesa parrocchiale, la casa canonica e tre cappelle. Per affrontare il preoccupante problema dell’analfabetismo, che interessava l’80% della popolazione, fondò una Scuola serale. Il periodo più lungo della sua intensa vita apostolica lo ha trascorso nella Capitale del Guatemala, alla Colonia Santa Elisa. Qui tra l’altro fondò un collegio, aprì un dispensario medico per gli ammalati e attivò varie opere caritative per i bisognosi. Ma il suo impegno prioritario fu la formazione delle nuove generazioni di cristiani e il favorire la maturazione di vocazioni sacerdotali e religiose. Quale esperto in Diritto canonico collaborò 319 con la Curia episcopale di Guatemala e per sei anni lavorò nella Nunziatura apostolica. Nella nuova Vicaria di N. S. di Guadalupe, ricoprì gli incarichi di Definitore provinciale, Economo provinciale e Commissario di Terra Santa. L’ultima attività fu legata alle “Opere Sociali Hermano Pedro”: il piccologrande Cottolengo dell’America Centrale, una struttura imponente e straordinaria. Si interessò in particolare per ottenere adozioni a distanza per i piccoli ospiti. È morto nel Convento S. Cuore di Saccolongo all’età di anni 84, di vita francescana 69 e di sacerdozio 61. * 23 luglio 2009: Barbariga Fr. Basilio, Romolo, nato a Chiari, della Prov. Mediolanensis S. Caroli Borromæi, Italia. Religioso disponibile e competente nella gestione dei beni che la Provvidenza non fa mai mancare ai suoi figli, per trentacinque anni svolse l’incarico di economo locale e per sette anni quello di Vice Economo provinciale, spesso itinerante tra i vari conventi della Lombardia, non risiedendo mai per più di dieci anni nello stesso luogo. È morto a Sabbioncello di Merate all’età di anni 84, di vita francescana 62 e di sacerdozio 56. * 23 luglio 2009: Lourido Díaz Fr. Ramón, nato a San Clodio-Ourense, della Prov. S. Iacobi de Compostela, Spagna. È morto a Madrid all’età di anni 80, di vita francescana 63 e di sacerdozio 57. * 23 luglio 2009: Pax Fr. Bart, Luke Bernard, nato a Celina, Ohio, della Prov. S. Ioannis Baptistæ, USA. Dedicò il suo ministero soprattutto alla pastorale parrocchiale in Arizona, New Mexico, Indiana e Luisiana. Per 16 anni fu Parroco di una Parrocchia afroamericana a New Orleans, che venne da lui ricostruita dopo l’uragano Katrina. È morto presso Saint Margaret Hall, Cincinnati, all’età di anni 67, di vita francescana 48 e di sacerdozio 41. * 27 luglio 2009: Zwartjes Fr. Carolinus, Hubertus, nato a Nijmegen, della Prov. Ss. Martyrum Gorcomiensium, Olanda. Dal 1959 al 1996 è stato missionario in Indonesia (Papua). È morto a Nijmegen all’età di anni 78, di vita francescana 58 e di sacerdozio 52. 320 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 * 27 luglio 2009: D’Souza Fr. Cornelius, nato a Pune, della Prov. S. Thomæ Apostoli, India. Entrato nell’Ordine quando già era sacerdote diocesano (Bombay), ha svolto il suo ministero soprattutto come parroco nelle nostre Parrocchie. È morto all’età di anni 86, di vita francescana 52 e di sacerdozio 55. * 27 luglio 2009: Buljac Fr. Mirko, Franio, nato a Hrvace, della Prov. Dalmatiæ Ss. Redemptoris, Croazia. È morto a Split all’età di anni 73, di vita francescana 55 e di sacerdozio 46. * 30 luglio 2009: Pokorný Fr. Pavel, Jiří, nato a Praga, della Prov. S. Venceslai, Rep. Ceca. Poco dopo l’ordinazione sacerdotale è stato messo in prigione dal regime comunista, rimanendovi per 10 anni. Ma nel 1961 la pena gli è stata prolungata per 6 anni. Nel 1962, ancora in prigione, è entrato nell’Ordine. Uscito dal carcere, ha lavorato come Assistente delle Surore Francescane e poi per 28 anni come Parroco. È morto a Stará Boleslav all’età di anni 82, di vita francescana 46 e di sacerdozio 59. * 31 luglio 2009: Biber Fr. Egidije, Stiepan, nato a Dekanovec, della Prov. Ss. Cyrilli et Methodii, Croazia. È morto a Zagreb all’età di anni 71, di vita francescana 53 e di sacerdozio 45. * 2 agosto 2009: Mons. D’Antonio Salza Nicolás, OFM, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, USA. Era nato a Rochester, USA, il 10 luglio 1916, ha vestito l’abito francescano il 24 agosto 1935, ha emesso la professione temporanea il 25 agosto 1936 e quella solenne il 25 agosto 1939. È stato ordinato sacerdote il 7 giugno 1942. Il 28 dicembre 1963 era stato nominato prelato de Inmaculada Concepción de la BVM in Olancho (Honduras) – oggi diocesi di Juticalpa – e il 19 aprile era stato eletto alla sede titolare di Giufi Salaria. Aveva ricevuto l’ordinazione episcopale il successivo 25 luglio. Il 6 agosto 1977 aveva rinunciato al governo pastolare della prelatura. È morto il 2 agosto nell’arcidiocesi statunitense di New Orleams, dove si era ritirato, all’età di anni 93, di vita francescana 73, di sacerdozio 67 e di episcopato 43. * 3 agosto 2009: Montes Moreira Fr. Américo, nato a São Romé do Castelo, della Prov. SS. Martryrum Marochiensium, Porto������ gallo. Nel 1953 andò come missionario in Mozambico, dove ha servito varie missioni. Dopo una fruttuosa esperienza negli Stati Uniti d’America (1972), ritornò in Mozambico, dove vi rimase fino al 1995. Ritornato in Portogallo fu Guardiano nel Convento di Coimbra e di Santo Antonio-à-Sé. È morto nell’Infermeria provinciale di Lisbona all’età di anni 80, di vita francescana 63 e du sacerdozio 58. * 4 agosto 2009: Ruiz Vadillo Fr. Pablo, nato a Medina de Pomar, della Prov. S. Iacobi de Compostela, Spagna. Nel 1968 si è recato in missione in Marocco, dove studiò Islamologia a Rabat. Successivamente ha studiato Scienze Sociali presso l’Università Gregoriana in Roma. Durante la sua permanenza in Marocco ha insegnato nell’Istituto di Tangeri e ha fatto parte della Commissione per l’elaborazione degli statuti della Missione in Marocco. Nel 1978 è tornato in Provincia, dove svolse vari incarichi: Guardiano in diverse Fraternità, Formatore (Rettore nei Collegi, Maestro dei Novizi, Segretario provinciale per la Formazione e gli Studi). È morto a Noia all’età di anni 66, di vita francescana 47 e di sacerdozio 41. * 5 agosto 2009: Pereira Fr. Hermenegildo, René Paula, nato a Natividade, RJ, della Prov. Immaculatæ Conceptionis BMV, Brasile. È stato Definitore provinciale per 9 anni, Guardiano in tre Case di Formazione: nel Noviziato, nella sede della Fondazione Missionaria in Angola e nella Casa di Teologia a Petrópolis. Ha costruito l’Eremo B. Egidio di Assisi a Rodeio. È morto a Petrópolis all’età di anni 74 e di vita francescana 57. * 10 agosto 2009: De Smet Fr. Floribert, Lucien, nato a Erpe, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. È stato per 10 anni Professore e Direttore dell’Istituto Giovanni XXIII a Kolwezi (Rep. del Congo). Per 24 anni fu responsabile del convento di Vaalbeek, a cui diede un nuovo indirizzo. È stato Guardino, Definitore, Vicario provinciale. Inoltre ha svolto il servizio di predicatore di ritiri ai Frati e alle Suore in Congo, NECROLOGIA di Assistente apprezzato dell’OFS. Amante della bellezza nella natura e nell’arte, è morto a Sint-Truiden all’età di anni 82, di vita francescana 63 e di sacerdozio 57. * 15 agosto 2009: Scheper Fr. Wenceslau, Bernhard, nato ad Hoerst-Dinklage, Germania, della Prov. Immculatæ Conceptionis BNV, Brasile. Ha svolto sopratutto attività pastorale come Vice Parroco. Ha anche pubblicato numerosi libri di spiritualità cristiano-francescana. È morto a Bragança Paulista all’età di anni 93, di vita francescana 72 e di sacerdozio 66. * 16 agosto 2009: Tembra Gómez Fr. Antonio, nato a Los Angels Coruña, della Prov. Santiago de Compostela, Spagna. Ha ottenuto la Licenza in Teologia presso La Pontificia Università Lateranense e in Pedagogia presso l’Istituto Pedagogico di Grottaferrata. È stato Definitore provinciale, Maestro nelle varie tappe formative dei candidati alla vita francescana. Per vari anni ha prestato i suoi servizi alla missione in Venezuela. Tornato in Provincia, ha seguitato a lavorare nel campo formativo. Dal 1991 al 2007 è stato Delegato episcopale per la Vita consacrata. È morto a Santiago all’età di anni 74, di vita francescana 58 e di sacerdozio 51. * 20 agosto 2009: Zuluaga Zuluaga Fr. Samuel, nato a Sonsón, della Prov. S. Fidei, Colombia. È morto ad Itagüí all’età di anni 84 e di vita francescana 68. * 20 agosto 2009: Simon Fr. Johannes, Herbert Walter, nato a Großlittgen, della Prov. Saxoniæ S. Crucis, Germania. Nella Provicnia ha svolto un inteso lavoro come Vice Parroco, Assistente dell’OFS, Predicatore di Esercizi spirituali e delle Missioni al Popolo, Confessore degli umili e dei sacerdoti (anche il Card. Meisner è stato suo penitente), Maestro dei Professi semplici, Guardiano, Vicario ad instar Ministri provincialis della Vicaria francescana nella Germania dell’Est, Membro del Capitolo generale per tre volte (1976, 1979 e 1985), Visitatore generale. Per 13 anni ha servito la Terra Santa: Santo Sepolcro, Nazareth, Betlemme, Ain Karem. È morto a Dortmund all’età di anni 75, di vita francescana 56, di sacerdozio 50. 321 * 21 agosto 2009: Gelo Fr. Marko, nato a Kovačići, della Prov. S. Crucis, Bosnia/ Erzegovina. È stato Vice Parroco in varie Parrocchie, Definitore provinciale (20002003). È morto a Herceg Novi all’età di anni 59, di vita francescana 37 e di sacerdozio 30. * 21 agosto 2009: Brancher Fr. Mauro, Arnaldo, nato a Lajeado, della Prov. S. Francisci Assisiensis, Brasile. Dopo aver svolto un intenso apostolato nella Provincia, a 56 anni è andato in Terra Santa, dove vi restò per 24 anni a servizio, soprattutto, dei pellegrini di lingua portoghese ed italiana. Tornato in Provincia seguitò a servire la Custodia come Commissario di Terra Santa. È morto a Não Me Toque all’età di anni 80, di vita francescana 57 e di sacerdozio 24. * 25 agosto 2009: Sartucci Fr. Placido, Vincenzo, nato a Grotte di Castro, della Prov. Seraphicæ S. Francisci Assisiensis, Italia. Frate molto semplice e devoto. È vissuto per 63 anni al Sacro Speco di Narni, dove con spirito intraprendente e con grande fedeltà e costanza ha lavorato per la ristrutturazione del Santuario. Inoltre si è sempre reso disponibile nell’accogliere i fedeli, in particolare nell’amministrare la misericordia di Dio e nella direzione spirituale. Per questi motivi è ricordato con gratitudine ed affetto dalla gente locale e dai diversi pellegrini che in questi anni sono passati a visitare il Convento dello Speco di Narni. È morto a Santa Maria degli Angeli all’età di anni 95, di vita francescna 79 e di sacerdozio 72. * 26 agosto 2009: Melillo Fr. Giacomo, nato a Volturino, della Prov. Apuliæ S. Michaëlis Archangeli, Italia. È morto nel Convento di Gesù e Maria in Foggia all’età di anni 96, di vita francescana 80 e di sacerdozio 72. * 26 agosto 2009: Brkić Fr. Blago, Jozo, nato a Rasno, della Prov. Assumptionis BMV, Bosnia/Erzegovina. È stato missionario nella Rep. del Congo ed ha tradotto la Bibbia nella lingua locale: inoltre è stato impegnato nella pastorale parrocchiale. È morto a Široki Brijeg all’età di anni 90, di vita francescana 73 e di sacerdozio 67. 322 AN. CXXVIII – MAII-AUGUSTI 2009 – N. 2 * 28 agosto 2009: Jeurissen Fr. Roeland, nato a Borgworm, della Prov. S. Ioseph Sponsi BMV, Belgio. Ha svolto con generosità il servizio di sarto e di portinaio in varie Fraternità. Fedele alla vita di preghiera, è morto a Sint-Truiden all’età di anni 82 e di vita francescana 54. * 30 agosto 2009: Pisacane Fr. Severino, Michele, nato a Gete di Tramonti, della Prov. Salernitano-Lucana Immaculatae Conceptionis BMV, Italia. È morto nell’Ospedale Civile di Nocera Inferiore all’età di anni 83, di vita francescana 65 e di sacerdozio 60. JOSÉ RODRÍGUEZ CARBALLO Francisco de Asís y la vida religiosa, PPC Editorial y Distribuidora, Madrid, 2009, pp. 155. En dos mil anos de cristianismo hay un solo hombre que ha marcado la historia de un modo inigualable: Francisco de Asís. Delante de este hombre, que se presenta como «pequeño» e «iletrado», cristianos y no cristianos sienten una profunda simpatía. Hace ahora precisamente ochocientos anos que el joven Francisco se presento ante el «señor Papa», como le llamará él mismo, para pedirle permiso de «vivir según la forma del santo Evangelio», o, en otras palabras, permiso para vivir como vivió Jesús: pobre, obediente y casto. La forma de vida franciscana, revelada por el Altísimo a Francisco, según el mismo confiesa en su Testamento, ahonda sus raíces en el Evangelio, escuchado, interpretado y vivido «sin glosa». El Evangelio es «regla y vida» de Francisco y de sus seguidores (Presentación). BRACCI SILVANO – POZZEBON ANTONIETTA (a cura di) Frati Minori. Santi e Beati. Postulazione generale dell’Ordine dei Frati Minore, Editrice VELAR, Gorle 2009, pp. 462. Tra le varie iniziative per celebrare l’VIII Centenario dell’Ordine merita una menzione particolare la pubblicazione del “Santorale Francescano”. L’elegante volume raccoglie i profili dei Santi e dei Beati dell’Ordine ufficialmente riconosciuti dalla Chiesa, o attraverso la Canonizzazione e Beatificazione formale o con la solenne conferma di culto da parte del Sommo Pontefice. Il “Santorale” vuole essere non un freddo elenco di uomini virtuosi del nostro glorioso passato, ma un invito a rendere grazie alla SS.ma Trinità che ha reso fecondo il carisma suscitato nel cuore di Francesco d’Assisi. Il volume vuole anche promuovere nell’attuale momento storico una nuova “cultura” della santità, poiché «i Santi e le Sante sempre sono stati fonte e origine di rinnovamento nelle più difficili circostanze in tutta la storia della Chiesa» (VC 35). BROCANELLI VINCENZO La Missione cuore della vita francescana. “Vita Minorum”, (2009) n. 2. Ed. Esca, Vicenza 2009, pp. 153. Rimettere al centro del nostro carisma la missione significa ritrovare il cuore che alimenta la nostra vita francescana, poiché la missione evangelizzatrice costituisce l’identità dell’Ordine e rappresenta “la nostra ragione di essere”. In questa prospettiva l’Autore offre le presenti riflessioni, maturate durante l’esperienza di missione in Rwanda e il servizio all’Ordine nella Fraternità internazionale di Bruxelles e in Curia generale come Moderatore delle missioni. Dopo una breve chiarificazione dei termini e dei concetti (1°), il Volume illustra il nucleo originario ispiratore (2°) e il dinamismo interiore del Frate Minore missionario (3°). Passa, poi, ad esporre i contenuti principali della missione esposti in ordine logico (4°) e gli “orizzonti” della missione, che partono da una prospettiva universale per poi prolungarsi in un orizzonte più circoscritto, locale (5°). Tutto ciò è importante per capire come veramente la missione è quel “cuore che unifica la vita” (6°). Il dinamismo missionario assume diverse direzioni fino a creare una sorta di circolarità o “reciprocità” (7°): termine questo che per alcuni assurge a nuovo paradigma della missione (“missione in reciprocità”).