el cambio climático: su impacto en la seguridad

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 EL CAMBIO CLIMÁTICO: SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD Simposio I XXXIII CURSO DE DEFENSA NACIONAL Presidente: Dña. Mª Jesús Sainz García Miembros: D. Jesús Hernández Galán CA. D. Santiago González Gómez D. José María Fernández Lacasa. Dña. Amelia Aguilar Villaseñor. D. Juan Antonio Redondo Parral Dña. Virginia Ródenas Parra. Abril de 2013 1 EL CAMBIO CLIMÁTICO: SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD.
INTRODUCCIÓN.
Mª Jesús Sainz.
Según la Organización para las Naciones Unidas (ONU) “ por cambio climático
se entiende un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad
humana que altera la composición de la atmósfera mundial , y que se suma a la
variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo
comparables”.
El cambio climático es algo real, causado por la actividad humana de graves
consecuencias para los países y se presenta como el gran reto ambiental y
socioeconómico del siglo XXI. Las consecuencias de los efectos de este
fenómeno tendrán incidencia en ámbitos sociales y económicos. Afecta a
distintos escenarios, al geopolítico y geoestratégico, a la energía y comienza a
ser visto como un problema de seguridad. Se percibe, por tanto, como un
“multiplicador de amenazas”.
Los efectos del cambio climático se pueden materializar en muy diversas
manifestaciones. Impacto en los ecosistemas que puede afectar a la
biodiversidad del medio vegetal y animal y las condiciones de vida de
agricultores, pescadores y a quienes viven de los bosques. La dimensión de la
seguridad humana se vincula a la amenaza por la seguridad alimentaria. La
disminución de las cosechas, la pérdida de recursos para el sustento, la falta
de agua potable, inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor traerán
como consecuencia, desplazamiento de la población y la emigración masiva
con el riesgo de provocar tensiones e incrementar los conflictos en las zonas
de tránsito y de destino.
La seguridad energética centra la atención de los países debido a que los
informes señalan que la aceleración del cambio climático está vinculada al
creciente consumo de energía a nivel global y vinculan inexorablemente la
geopolítica con el desarrollo sostenible.
Afrontar la solución exige una transformación profunda de los actuales
modelos energéticos y productivos y requiere un compromiso global , tanto por
sus causas como por sus efectos y precisa de una respuesta multilateral
basada en la colaboración de todos los países .La seguridad humana puede
verse afectada no sólo por la disponibilidad de alimentos y agua, la
vulnerabilidad de las personas más débiles y vulnerables, sino también por el
aumento de conflictos económicas y de carácter cultural y social.
Los riesgos no son únicamente de carácter humanitario; incluyen también
riesgos políticos y de seguridad que afectan directamente a los intereses de los
países.
Ello nos lleva a concluir que hablar de cambio climático es hablar de nuevos
riesgos, de nuevas amenazas y desafíos para la seguridad nacional y la
estabilidad internacional y, por ello, en España se incorpora a la Estrategia
2 Nacional, a la Directiva de Defensa Nacional, resaltando que el Ministerio de
Defensa y las Fuerzas Armadas han incorporado medidas organizativas y
metodológicas para estructurar una política medioambiental y de eficiencia
energética. Su impacto en el ámbito de la seguridad y de la defensa es algo de
extraordinaria importancia que condiciona el panorama estratégico mundial
Todos los datos indican que el cambio climático provocará una serie de
problemas económicos al afectar negativamente al crecimiento y erosionar la
base de los recursos, con lo que el coste económico puede llegar a ser muy
elevado y se abre un escenario de grandes dimensiones, cuestiones que a
continuación vamos a desarrollar en los siguientes puntos:
∼ Escenarios de riesgo de conflicto por causas del Cambio Climático.
∼ Cambio Climático y la guerra por los recursos naturales.
∼ Consecuencias del Cambio Climático en las estrategias internacionales de
seguridad.
∼ El Cambio Climático en el debate político y los medios de comunicación.
∼ El Cambio Climático y los riesgos de seguridad asociados a España.
∼ Cambio Climático y presupuesto de Defensa.
1. ESCENARIOS DE RIESGO DE CONFLICTO POR CAUSAS DEL CAMBIO
CLIMÁTICO.
Jesús Hernández.
El cambio climático suele entenderse como un problema exclusivamente
ambiental. La realidad es que los efectos producidos por el cambio climático
tiene un efecto significativo, pernicioso e irreversible en las sociedades,
economías y empresas de todo el mundo. El efecto más conocido es el
incremento de temperaturas implicando una gran variedad de efectos físicos
sobre nuestro planeta. Entre los diversos efectos cabe destacar el deshielo y el
consiguiente aumento del nivel de los océanos, el incremento de salinidad y
acidificación de los mismos, un variado cambio de patrones de precipitaciones,
aumento de fenómenos meteorológicos extremos, etcétera
Estos efectos tienen incidencia en materia de seguridad en sus múltiples
facetas así como sus implicaciones geoestratégicas, más conocidas como
puntos críticos o escenarios en la terminología utilizada en informes y
documentos.
Estos escenarios pueden ser clasificados y resumidos de la siguiente forma:
Pérdida de los mantos de hielo en glaciares y polos: este efecto generará
oportunidades y problemas de impredecibles consecuencias en el océano
Ártico, lo que requerirá un gran esfuerzo diplomático de gestión y prevención
de crisis. En primer lugar se prevé que la apertura del paso del noroeste abrirá
dos grandes rutas marítimas hacia el pacífico acortando en 14.000 km los
viajes hasta el Extremo Oriente desde el Atlántico. A pesar de este efecto
positivo el deshielo del Ártico reabrirá la cuestión sobre la definición de
fronteras, un problema sin resolver y generador potencial de conflictos
especialmente por el control del territorio y explotación de recursos naturales.
3 Estos recursos son de carácter energético dado que se encuentran importantes
reservas mundiales de gas, petróleo y materiales preciosos. En relación a la
soberanía sobre el paso Canadá reivindica desde 1973 su dominio dado que
pasa por su plataforma continental. Sin embargo Rusia hizo una expedición
hace varios años para ubicar una bandera reivindicativa sobre la mayor parte
del área. En relación a la explotación de los recursos energéticos Noruega y
Rusia han firmado un acuerdo y Rusia y China están trabajando en la misma
línea.
Aumento del nivel del mar: la subida el nivel del mar puede llegar a producir
importante retrocesos de la línea costera poniendo en grave riesgo grandes
infraestructuras. Esto tendrá evidentes efectos socioeconómicos e incluso
pondrá en riesgo la viabilidad y existencia de algunos pequeños estados
insulares o costeros. Su impacto en España podría producir un retroceso de las
costas de hasta 70 cm en algunas zonas. En el caso del Mediterráneo su
impacto vendrá dado por un cambio de la dirección de las olas pudiendo llegar
a provocar daños en las infraestructuras existentes especialmente en la Costa
Brava y Baleares.
Escasez extrema de agua dulce: la falta de lluvia provocará sequía y
posterior desertificación provocando un importante efecto socioeconómico
sobre una fuente de producción básica como es la agricultura. Esto genera un
impacto gravísimo en materia de seguridad alimentaria provocando un efecto
en cadena sobre diferencias sociales, falta de desarrollo, migraciones forzadas
y su posible conflicto social, salud humana y disfrute de los derechos
fundamentales. Un claro y lamentable ejemplo lo encontramos en Etiopía,
Eritrea y Somalia que han sufrido más muertes en el siglo XX a causa de la
escasez de agua que toda África. Este continente no sólo tiene un problema de
escasez de agua sino también con su calidad, lo que lleva aparejados
perniciosos efectos sobre la salud humana y animal. Otro ejemplo de conflicto
por escasez de agua dulce lo encontramos entre Israel y Jordania por el caudal
del río Hasbani, afluente del Jordán. El Líbano extrae agua de este río para sus
regadíos reduciendo el caudal del río Jordán así como las aguas freáticas que
atraviesan las granjas de Chebba, actualmente ocupadas por Israel y
reivindicadas por el Líbano, aunque según Naciones Unidas pertenecen a Siria.
Fenómenos climáticos extremos: estos fenómenos tendrán un influjo muy
importante en los sectores turístico y sanitario así como cambios bruscos en el
patrón de precipitaciones generando graves inundaciones y desastres
naturales. Esto provocará daños humanos, económicos y de infraestructuras
básicas.
Control de recursos energéticos: debido a los efectos perniciosas de cambio
climático se pueden producir cambios en los que controlan los recursos
energéticos pasando a ser controlados por clanes, Estados desestructurado,
señores de la guerra. Asimismo su inestabilidad y subdesarrollo pueden verse
exacerbados si se ven obligados a destinar una parte de sus recursos para
combatir los efectos del cambio climático.
4 2. CAMBIO CLIMÁTICO
NATURALES
Y
LA
GUERRA
POR
LOS
RECURSOS
Santiago González.
De forma general, entendemos por recurso un “bien o medio de subsistencia”,
pero cuando hablamos de recursos naturales lo hacemos de yacimientos
minerales, bolsas de petróleo o gas, bosques, agua, o incluso, el mismo aire
que respiramos, elementos todos vitales para el desarrollo de los países.
No debería sorprendernos el argumento de que los seres humanos, desde
siempre, han luchado por defender y conseguir estos recursos llamados
“vitales”, así ocurría ya en la antigua Mesopotamia, donde las Ciudades-Estado
peleaban por el agua y las tierras fértiles que humedecían el Éufrates y el
Tigris, esas mismas tierras que hoy conforman Irak y su vecina Siria y en las
que la lucha actual se centra más alrededor de otros recursos naturales de tipo
energético pero, al fin y al cabo, recursos vitales para el desarrollo.
Si bien los sucesos en Mesopotamia ocurrieron entre el 6.000 y el 3.000 ac., a
pesar de que el género humano ha progresado bastante en la resolución de
conflictos sin tener que recurrir a la violencia, determinadas condiciones
podrían hacer que la escasez de ciertos recursos unida al cambio
climático, condujese a más conflictos.
Ese afán por conseguir los llamados “recursos vitales” y las luchas y disputas
que estos han originado, y en el futuro pueden originar entre sociedades,
seguirán respondiendo a dos pautas bien definidas:
a) se intensifican con el tiempo.
b) crecen en importancia en tiempos de crisis medioambiental.
La primera de ellas es consecuencia de que todos los recursos naturales
tienen un carácter “finito” 1 , por lo que los principales consumidores (países,
potencias, sociedades, mafias) buscan una independencia rápida de los
recursos, lo que eventualmente les posiciona con cierta ventaja sobre el resto
de sus rivales. La realidad es que se sigue buscando “El Poder”, quizás hoy en
día disfrazado de “un mayor bienestar social” que no deja de ser un
enriquecimiento de la sociedad, lo que sin ninguna duda termina por hacer a
los rivales, más débiles, mucho más dependientes de poder conseguir esos
escasos recursos.
La segunda pauta, sobre todo en nuestros aciagos días respecto al panorama
global económico y medioambiental, es una consecuencia directa de lo que
algunos expertos definen como el “efecto multiplicador del cambio
climático”. Este efecto cobra auge cuando la escasez de un recurso converge
con alguna de las otras tendencias globales resultado del mismo origen (el
cambio climático), como pueden ser: la desertización progresiva, los
movimientos migratorios o las hambrunas.
1
En este punto hay que diferenciar los recursos naturales de los fenómenos naturales que
también pueden producir energías de las llamadas renovables como son la solar, eólica o de
mareas.
5 Pero volviendo al carácter finito de los recursos naturales, habría que
considerar también que la distribución de los mismos no es equitativa,
siendo esta una de las principales causas de conflictividad entre países. Los
grandes consumidores de recursos, EE.UU., EUROPA, CHINA, RUSIA o
JAPON, se ven con la necesidad de controlar el acceso al consumo de los
recursos, de forma que se aseguran unos objetivos mínimos de nivel de
desarrollo que les pueda mantener en una situación hegemónica sobre el resto
de países, un ritmo de crecimiento (bienestar, riqueza, poder) difícil de igualar.
Este efecto, que podría definirse de crecimiento asimétrico, crea en muchos
de los países más agraciados con el recurso pero dependientes de tecnología,
inversiones y, sobre todo, de un mercado exterior consolidado para su
comercialización, cierta “sobreexplotación del recurso” que, a la postre,
suele llevar a una mayor degradación del medio ambiente, convirtiendo “la
abundancia” en lo que muchos autores llaman “la maldición de los
recursos”. Normalmente estos hechos terminan por favorecer la concentración
de riqueza en unos pocos, fomentar sociedades con una gran separación social
y, en muchos casos, devienen en regímenes alejados de la democracia.
De no poner remedio para cortar esta espiral descendente en la que las causas
y efectos se solapan y confunden, podríamos enfrentarnos, a no muy largo
plazo, a un grave problema de agotamiento de recursos esenciales, en el que
una gran mayoría de los seres humanos tengan restringido el acceso a estos
bienes vitales. La extenuación de los recursos ha jugado siempre un importante
papel en la caída de civilizaciones e imperios pasados, y ahora pudiera estar
amenazando con llevar al género humano al punto de ruptura del equilibrio
social, lo que es fácil de entender si pensamos que siendo el recurso finito,
aquellos que tienen menos quieren más y, los que tienen más, también quieren
más.
Sin embargo, es posible adoptar medidas que conduzcan a una utilización
sostenible de los recursos, no serán medidas fáciles, pero es urgente aplicarlas
como si de “una movilización para la guerra” se tratara. 2
3. CONSECUENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO EN LAS ESTRATEGIAS
INTERNACIONALES DE SEGURIDAD
José Mª Fernández.
La política de seguridad actual ya no se basa exclusivamente en el análisis de
potenciales acciones militares sino que hoy en día se requiere un punto de
vista global, por lo que deben armonizarse las dimensiones militar, política,
económica, social y ecológica.
Los conflictos inducidos por cambios medioambientales son cada vez mayores,
fundamentalmente los conflictos de recursos y los conflictos de migración. Por
ello, el factor ecológico y del cambio climático en la generación de los conflictos
y en el diseño de las estrategias internacionales de seguridad para evitarlos es
2
Washington, D.C. (19 January 2011)—Worldwatch Institute’s 15th Annual State of the World Symposium, closing remarks.
6 un elemento clave para los diferentes actores internacionales (no solo los
estados soberanos sino las grandes organizaciones internacionales).
Así, en el ámbito de las Naciones Unidas, en 2009 el Secretario General a la
Asamblea General de la ONU presentó un documento sobre “El cambio
climático y sus posibles repercusiones para la seguridad” donde se
percibe a este como un “multiplicador de amenazas” (exacerbando las causas
ya existentes de conflictos e inseguridad) y se señalan varios “reductores de
amenazas”, es decir condiciones, medidas, políticas e instituciones que son
deseables por sí mismas pero que también ayudan a disminuir el riesgo de
inseguridad relacionado con el clima aliviando esas tensiones. El documento
señala cinco vías por las cuales el cambio climático podría afectar a la
seguridad: vulnerabilidad, desaceleración del desarrollo, migraciones, dando
lugar a situaciones de apatridia y reducción de la cooperación internacional:
En el marco de la Unión Europea, en 2008 Javier Solana, entonces Alto
representante y la Comisión Europea presentaron al Consejo Europeo el
Informe sobre “Cambio climático y seguridad internacional” 3 , que se
centra en su impacto en la seguridad internacional y considera los efectos de
estas consecuencias para la propia seguridad de Europa y cómo debería
responder la Unión. El informe afirma que los efectos del cambio climático se
están sintiendo ya, y describe algunas de las formas de amenazas impulsadas
por éste que pueden ocurrir en diferentes regiones del mundo 4 , entre las que
menciona los conflictos por recursos, el daño económico y el riesgo para las
ciudades costeras y las infraestructuras críticas, la pérdida de territorios y las
disputas fronterizas, la migración inducida por el medio ambiente, las
situaciones de fragilidad y radicalización, la tensión en el suministro de energía
y la presión sobre la gobernanza internacional. El informe recomienda como
líneas estratégicas de acción el aumento de las capacidades de la UE, un
liderazgo multilateral de la UE para promover la seguridad climática mundial y
la cooperación con terceros países.
Continuando en el ámbito de la Unión Europea, la Agencia Europea de Medio
Ambiente (AEMA) ha publicado a lo largo del tiempo diferentes informes
prospectivos en dicha materia, que proporcionan una serie de evaluaciones del
estado actual del medioambiente en Europa y de cómo puede ser en el futuro.
El más reciente es el State of the environment report No 1/2010 o SOER 2010 5 ,
que cubre cuatro evaluaciones principales: europeas, nacionales, una síntesisevaluación integrada basada en las evaluaciones anteriores y otras actividades
de la AEMA y lo que denomina “megatendencias mundiales” importantes para
el medio ambiente europeo, una de cuyas áreas prioritarias es el cambio
climático.
Con relación a los Estados Unidos, la importancia del cambio climático en los
análisis de seguridad y defensa nacional ha ido creciendo en el tiempo en los
3
http://www.un.org/ga/search/view_doc.asp?symbol=A/RES/63/281&Lang=S
http://www.consilium.europa.eu/uedocs/cms_data/docs/pressdata/en/reports/99387.pdf.
4
El
informe señala que un incremento de la temperatura media de la atmósfera por encima del umbral de
seguridad identificado por la comunidad científica (2 Cº sobre la temperatura existente en los tiempos
preindustriales), conducirá a numerosos conflictos derivados de los impactos económicos, políticos,
ambientales y sociales producidos por la alteración del clima
5
http://www.eea.europa.eu/soer/synthesis/synthesis
7 organismos relacionados con la defensa nacional, tales como el Pentágono y el
Departamento de Estado y los “think-tanks” que se ocupan de diseñar e influir
en el diseño de las estrategias de seguridad y pasando a constituir un elemento
clave en la Estrategia de seguridad de la actual administración 6 , que lo define
como un “peligro real, urgente y severo” en su estrategia nacional de seguridad
2010.
Así, el Center for Naval Analyses (CNA) 7 , preparó en 2007 un informe,
identificando el cambio climático como una amenaza a la seguridad nacional. El
informe discute implicaciones geoestratégicas y regionales del cambio
climático, así como los impactos directos sobre los sistemas, las
infraestructuras y las operaciones militares.
Por su parte, el National Intelligence Council (NIC) 8 , un centro de
pensamiento estratégico del gobierno de los Estados Unidos, acaba de publicar
el informe Global Trends 2030: Alternative Worlds en el que presenta como
una de las grandes “megatendencias” para 2030 el crecimiento de la demanda
de alimentos, agua y energía entre un 25% y un 50% de aquí a dicha fecha
consecuencia del aumento de la población y del cambio de los patrones de
consumo de la clase media, y cómo la disponibilidad de recursos para
responder a ese gran aumento de demanda se puede ver gravemente
condicionado por el cambio climático, generando riesgos de seguridad.
4. EL CAMBIO CLIMÁTICO EN EL DEBATE POLITICO Y LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN.
Amelia Aguilar.
Por sus dimensiones, el cambio climático ha rebasado los círculos científicos
para convertirse en una cuestión de preocupación social. Bajo esta dimensión
del cambio climático como elemento de preocupación social y con alto
potencial desestabilizador, es incuestionable que ha de formar parte del debate
político y consecuentemente estar presente en medios de comunicación.
El 26° presidente de los Estados Unidos de América Theodore Roosevelt,
prominente conservacionista, fue el primero en tratar el tema de la
Conservación ambiental en la agenda política de los Estados Unidos, aunque
más centrado en condiciones de vida saludables que en cuestiones ecológicas.
En la década de los 70, ante la crisis petrolífera se acrecientan los problemas
de contaminación medioambiental, la masificación urbana y una serie de
catástrofes dan lugar a la puesta en marcha de un proceso de conciencia del
ecologismo y surgimiento de numerosas organizaciones y movimientos de tipo
6
http://www.whitehouse.gov/sites/default/files/rss_viewer/national_security_strategy.pdf (pag 47 “The
danger from climate change is real, urgent, and severe”.)
7
Institución sin ánimo de lucro que lleva a cabo investigaciones y análisis de alto nivel y en profundidad para informar a los responsables de decisiones en el sector público. http://www.cna.org/reports/climate 8
http://www.dni.gov/index.php/about/organization/national-intelligence-council-global-trends
8 ecologistas en todo el mundo para tratar de encontrar y fomentar un respeto
por el medio ambiente. El eco del movimiento ecologista comienza a alcanzar
una resonancia internacional y a instalarse en la conciencia de la opinión
pública, especialmente en los países industrialmente avanzados, donde la
degradación del medio ambiente comienza a deteriorar los niveles de calidad
de vida.
Hoy en día, algunas fuerzas políticas han hecho del cambio climático su
mensaje central. Tal es el caso de la Alianza Europea de los Verdes, que
cuenta con grupo parlamentario propio en el Parlamento Europeo.
En EEUU los efectos catastróficos del huracán Sandy pusieron al cambio
climático al centro de la campaña electoral, que hasta entonces había sido el
gran ausente en los debates electorales, en virtud de un pacto entre ambos
candidatos.
España no es una excepción, recientemente, durante la última campaña
electoral, la directora gerente de Greenpeace España, Miren Gutiérrez, criticó
que en los programas electorales de los grandes partidos no aparecían
"medidas concretas" contra el cambio climático, cuando España es el país
"más vulnerable" de toda la Unión Europea.
La iniciativa de Al Gore “Una verdad incómoda” ha sido hasta la fecha, con
diferencia, la de mayor impacto mediático. El fenómeno Al Gore tuvo un
alcance planetario y supuso un gran cambio en la comunicación del cambio
climático y la sostenibilidad, proporcionó argumentos para innovar el discurso
político y generalizó el mensaje y consecuentemente la conciencia ciudadana
sobre el problema.
Centrándonos en los medios de comunicación, el tratamiento informativo no es
uniforme y varía según los países. Tampoco es homogéneo en los diferentes
medios. Los temas científicos se desvirtúan cuando se les aplican técnicas
periodistas de contraste y equilibrio (opiniones a favor y en contra) y la
mercantilización del espacio mediático, provoca que el consenso científico
alcance la opinión pública contrapesado por opiniones e intereses de los
grupos editoriales o sus anunciantes.
Como ocurre en tantos otros debates de la vida pública, los medios de
comunicación y la política se entrelazan y retroalimentan, haciendo que la
presencia de información sobre cambio climático en los medios masivos no
esté relacionada tanto con las alertas y los hallazgos científicos como con
eventos de naturaleza política.
Un ejemplo lo representa la importante cobertura que los medios están
dedicando al creciente papel de China e India como grandes emisores de
gases de efecto invernadero. Algunos ven aquí un interés en plantear una
división Norte-Sur sobre la responsabilidad ante el cambio climático.
En nuestros días, la preocupación ambiental resulta además influenciada por la
situación económica, prueba de ello es el hecho de que la crisis iniciada en
2008 ha hecho que el valor de noticiabilidad del cambio climático descienda.
9 En conclusión. El cambio climático es una cuestión social, como muchas otras.
Se trata de una cuestión de poder político a nivel global, una cuestión de quién
gana y quién pierde en lo que se refiere a acceso y derechos. Las medidas
para minimizar el impacto del cambio climático se basan en decisiones
políticas. Puede tratarse de comprar derechos de emisión, o de acabar con la
actividad depredadora de las empresas petrolíferas. Estas cuestiones están
relacionadas con el poder y la política. Existe, de hecho, una lucha política por
el control del cambio climático que tiene su reflejo en los medios de
comunicación.
5. EL CAMBIO CLIMÁTICO Y LOS RIESGOS DE SEGURIDAD ASOCIADOS
A ESPAÑA.
Virginia Ródenas.
El complejo fenómeno del cambio climático plantea, como hemos visto hasta
ahora, graves riesgos potenciales para la seguridad internacional por lo que en
este escenario España no puede ser considerada como un ente aislado, sino
que los estudios prefieren analizar su situación en relación al hábitat
mediterráneo y el hemisferio norte africano. No obstante, y como miembro de
la UE, vaya por delante que nuestro país ha asumido los valores de esta
organización tendentes a paliar el calentamiento global, comprometiéndose, en
el marco del Protocolo de Kioto, a reducir sus emisiones de gases de efecto
invernadero un 8%. Las consecuencias inmediatas de todo ello fue la
organización, al fin de cumplir lo acordado, de un Plan Nacional de Adaptación
al Cambio Climático, punto de referencia en la coordinación entre las
Administraciones Públicas que deben evaluar los impactos, la vulnerabilidad y
la adaptación a la nueva situación asociada a la climatología, y la inclusión en
la “Estrategia Española de Seguridad (EES). Una responsabilidad de todos”,
aprobada en junio de 2011 y actualmente en revisión, del cambio climático
como uno de los potenciadores del riesgo y la amenaza a nuestra seguridad.
Así, y según el documento de la EES, el cambio climático se contempla como
un multiplicador de la amenaza que desatará conflictos por la escasez de
recursos, disparará el número de refugiados climáticos, agravará la pobreza en
muchas sociedades e incrementará la inestabilidad de algunos Estados con el
consiguiente efecto dominó sobre la seguridad global. Riesgos ambientales y
sanitarios son algunas de las derivadas que la Estrategia enuncia en su
capítulo de “Emergencias y Catástrofes”, sin olvidar la relación que establece
entre cambio climático y dependencia energética, que en el caso español es
casi absoluta en cuanto a las tres principales fuentes fósiles (gas, petróleo y
carbón), otra de nuestras grandes vulnerabilidades.
El retrato de lo que el calentamiento global nos prepara, y del que ya hay
imágenes reales en cuanto a sus primeros efectos, lo perfilan las conclusiones
de la Evaluación Preliminar de los Impactos en España del Cambio Climático,
realizado a instancias del Gobierno de España por la Universidad de Castilla-La
Mancha con el estudio de 50 autores y la colaboración de 400 científicos
coordinados por el profesor José Manuel Moreno:
10 -En los últimos cien años, España se ha calentado unos 1,5º centígrados,
mientras que el promedio global ha sido de 0,6º. Los veranos serán cada vez
más calurosos, con subidas punta de hasta 7º, y los inviernos más templados,
con incrementos de hasta 4º.
-En general lloverá menos, se reducirá el patrón de nubosidad y se
intensificarán los fenómenos climáticos extremos como las inundaciones, los
incendios y las olas de calor. El sur de la Península, especialmente las cuencas
del Guadiana, Segura, Júcar, Guadalquivir, y Baleares y Canarias irán
perdiendo recursos hídricos, de tal modo que su reducción global media podría
superar el 22%. Esto significa sequía agrícola meteorológica y desertificación
con efectos socioeconómicos de primera magnitud y aumento de la
conflictividad por la batalla de los escasos recursos
-Subida del nivel medio del mar, que para finales de siglo puede variar entre 10
y 68 cm, que acabará con muchas playas y deltas, como el del Ebro y la Manga
del Mar Menor, alterando la estructura y funcionamiento de los ecosistemas
naturales y favoreciendo la expansión de especies invasoras y plagas. El
Mediterráneo español parece además proclive a un cambio muy perjudicial en
la dirección del oleaje. El turismo, la salud, la agricultura o los bosques sufrirán
efectos negativos; habrá pérdidas de bienes e infraestructuras y una mayor
presión sobre el sector seguros, en particular en el caso de los desastres.
Además, como apuntábamos al principio, España está afectada por sus
condiciones geoeconómicas como parte del área mediterránea y frontera con
las áreas más vulnerables a los efectos del calentamiento global, que son las
situadas en el Norte de África, adyacentes a las zonas desérticas, de gran
crecimiento demográfico, afectadas por la escasez de agua y socialmente
frágiles, con economías íntimamente ligadas a los recursos naturales y
capacidades técnicas y financieras exhaustas para llevar a cabo las
adaptaciones que exige el cambio. Una prueba de fuego para España que le
obliga a hacer prospectiva sobre la repercusión de las consecuencias que la
modificación del clima tendrá para sus vecinos (reducción de recursos
naturales y energéticos, migraciones por el hambre y los conflictos…)
Ante este panorama inquietante, resulta cuando menos paradójica la postura
de los españoles: Según el estudio “La sociedad ante el cambio climático.
Conocimientos, valoraciones y comportamientos de la población española en
2011”, la modificación del clima y sus efectos aparece en el tercer bloque,
ocupando el octavo lugar del ranking con un 6,0% de las citas totales, después
de referencias a una “crisis de valores” (7,2%) y con un peso ligeramente
superior al terrorismo (5,6%). España, a la vista de estos datos, percibe el
cambio climático como una amenaza global muy secundaria. Y eso desde
luego también tiene y tendrá sus consecuencias. La alerta ya está dada.
6. CAMBIO CLIMÁTICO Y PRESUPUESTO DE DEFENSA
Juan Antonio Redondo.
11 Actualmente y a corto plazo, los efectos del Cambio Climático (en adelante CC)
no son claramente perceptibles en todo el Planeta; pero ya existe un consenso
internacional acerca de su realidad constatable. En coherencia con ese
escenario, organizaciones gubernamentales, instituciones públicas y privadas
están invirtiendo en el seguimiento del proceso y su evolución y articulando
líneas para combatirlo y reducir sus efectos.
Algunos de los efectos principales del CC se manifiestan en alteraciones de la
producción de alimentos y en la inundación por el mar de zonas pobladas.
Sobre estos presupuestos, es evidente que se producirán migraciones,
empujadas por necesidad vital y también por prevención, desde las zonas más
afectadas hacia aquellas donde las condiciones de vida sean más benignas.
Estas derivadas del CC afectarán globalmente, posiblemente con
singularidades asimétricas, a la seguridad y a la defensa de las poblaciones y
los territorios de los estados.
En este escenario, a corto plazo, no parece que los presupuestos de Defensa
tengan que experimentar cambios substanciales. Bastaría con mantener las
prioridades de inversión y gasto, sobre la base de las previsiones actuales,
entre las que convendría incluir acciones dirigidas a mantener la operatividad
en caso de que los efectos del cambio afectaran a la seguridad y a la defensa.
A largo plazo, si la lucha contra el cambio climático fracasara, o este se
declarare definitivamente inexorable, es indudable que los presupuestos de
Defensa deberían orientarse para combatir las amenazas que pudieran pender
sobre el estado y su población que, a priori, se podrían concretar en
movimientos migratorios incontrolados y lucha por el acceso a los alimentos y
la energía. Habría que incluir las previsiones tanto para cubrir operaciones
defensivas como para atender de eventuales intervenciones humanitarias en el
exterior.
Al igual que emprendedores, empresas energéticas y negocios han
aprovechado las oportunidades, cuando los gobiernos han ofrecido
subvenciones y fondos para estimular la lucha contra el CC, Defensa tendría
que liderar la investigación, el desarrollo y la inversión en su campo concreto.
Así está sucediendo en el Ejército de USA, donde las iniciativas adoptadas lo
convertirán en el principal impulsor de la inversión en energías limpias 9 . Esto
implica llevar a los presupuestos el combate contra las emisiones nocivas para
el medio ambiente. Las principales fuentes de éstas, son las maniobras y
ejercicios militares, los movimientos de carros de combate, aviones y otros
vehículos, las prácticas de tiro, y el consumo energético de las propias
instalaciones.
Finalmente, una parte de los presupuestos tendrán que dedicarse a la
investigación para identificar y prevenir las amenazas del CC para hacer frente
a los posibles conflictos relacionados con sus efectos sobre la seguridad.
La consultora Pike Research calcula que el gasto anual del Departamento de Defensa USA en energías renovables llegará a diez mil millones
en 2030.
9
12 CONCLUSIONES.
Mª Jesús Sainz.
El cambio climático es un problema ambiental y de sostenibilidad global y tiene
incidencia en los ámbitos sociales y económicos La combinación de una serie
de factores, que a lo largo de los distintos apartados del trabajo hemos ido
analizando, evidencian que el cambio climático amenaza no sólo con agravar la
pobreza sino con desencadenar, propagar y prolongar múltiples conflictos y,
por ello, es visto como un problema de seguridad global que podría llegar a
afectar a derechos fundamentales.
Hemos visto como la escasez de ciertos recursos unida al cambio climático, si
no se toman medidas, conduce a más conflictos.
Afortunadamente todos los países se han comprometido, en mayor o menor
grado, con la adopción de medidas para reducir los efectos negativos del
calentamiento global y las amenazas que el cambio climático está produciendo,
elaborando planes medioambientales y diversas estrategias de seguridad y
defensa nacional como se está haciendo en España, comprometida a reducir
sus emisiones de gases de efecto invernadero como se ha dicho
anteriormente.
Consideramos fundamental hacer hincapié en todos aquellos aspectos de
prevención y gestión y en la necesidad de incrementar la cooperación
internacional en todas las decisiones que en este ámbito se realizan. Y nadie
cuestiona hoy la necesidad de tomar medidas para mitigar los efectos del
cambio climático y redoblar esfuerzos que garanticen el desarrollo sostenible
de los países.
Podemos concluir que estamos ante un problema global que sólo puede
afrontarse a nivel general; la seguridad climática mundial y la cooperación con
terceros países es hoy, más que nunca, fundamental. Debemos unir esfuerzos
para alcanzar un modelo de desarrollo que sea sostenible, que fomente el
equilibrio y la paz entre los pueblos, que impulse la cooperación y aleje los
conflictos. Un desarrollo humano que se construya sobre tres pilares básicos
recogidos en nuestra Constitución: la justicia, la libertad y la seguridad. Si
somos capaces de hacerlo viviremos en un mundo mucho más saludable y
seguro.
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