SP11228-2015

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SALA DE CASACIÓN PENAL
: GUSTAVO ENRIQUE MALO FERNÁNDEZ
M. PONENTE
: 44886
NÚMERO DE PROCESO
NÚMERO DE PROVIDENCIA : SP11228-2015
: CASACIÓN
CLASE DE ACTUACIÓN
: SENTENCIA
TIPO DE PROVIDENCIA
: 26/08/2015
FECHA
: Homicidio
DELITOS
: 295
ACTA n.º
: Ley 906 de 2004 art. 185 / Ley 599 de 2000 art.
FUENTE FORMAL
109
TEMA: CULPA - El agente debió prever el resultado por ser previsible o previéndolo
confió en poder evitarlo: no se desvirtúa por el instinto de conservación de aquél
cuando el acto puede también afectarlo
« Aseguró el Tribunal que el instinto de conservación o la tendencia natural del ser
humano a cuidar su existencia, no permite concluir, conforme a la lógica y a la
experiencia, que el procesado, luego de advertir un peligro que se extendía a su
propia vida, hubiese continuado con la actividad peligrosa de la conducción del
automotor.
La premisa del Tribunal es insuficiente para justificar la conclusión porque
desatiende la realidad de las modernas sociedades complejizadas en la que cada
interacción normalmente supone la asunción de un riesgo, y desconoce la
naturaleza de ciertas conductas humanas. Es más, el argumento expuesto, mirado
en toda su dimensión, no permite comprender por qué LESNEL MOSQUERA y la
mayoría de personas conducen vehículos, cuando tal actividad es notoriamente
riesgosa. Ahora bien, no pretende la Corte desconocer la existencia de un instinto
de autoconservación de todo ser viviente; sin embargo, debe advertirse que ese
impulso natural no es una regla suficiente para explicar o comprender la conducta
humana, menos aun cuando se trata de aquellas que las normas jurídico-penales
clasifican como culposas, en las que o no hay previsión del riesgo o si la hay el
agente confía en su evitación.
Es decir, en las conductas culposas, como es aquélla por la cual se condenó al
procesado, el autor nunca asume o acepta el peligro ni para sí ni para los demás,
sólo que cree tener las habilidades suficientes para prevenirlo sin que, finalmente,
pueda hacerlo. En ese orden, el parámetro o la tendencia generalizada a cuidar la
propia existencia de toda acción que pueda dañarla, no es una razón pertinente
para desvirtuar la comisión de un comportamiento imprudente, por lo que la
premisa que formula al Tribunal en tal sentido jamás permite justificar la conclusión
de inexistencia de responsabilidad penal en LM. En consecuencia, en la valoración
del testimonio del acusado, el Tribunal incurrió en un falso raciocinio».
SUSPENSIÓN
EN
EL
EJERCICIO
DE
AUTOMOTORES - Pena principal: delitos culposos
CONDUCIR
VEHICULOS
«Debe aclararse que la pena de “privación del derecho a conducir vehículos
automotores y motocicletas” imponible al delito de Homicidio culposo cometido
mediante medios motorizados, tal y como ocurrió en el caso bajo examen, es de
carácter principal y no accesorio. Ello por cuanto el artículo 109 del Código Penal
que tipifica la conducta punible contra la vida prevé dicha sanción expresamente y
tal situación le imprime la naturaleza de “principal”, según lo previsto en el artículo
34 ibídem. En ese orden, se equivocó la sentencia condenatoria al tratar dicha
sanción como accesoria, por lo que oficiosamente se procede a corregir el numeral
tercero de su parte resolutiva en el sentido ya expuesto».
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