4. Contenidos de la Educación Física para el Preescolar y la Educación Básica 4.1 Objetivos Identificar los contenidos generales de la Educación Física para la Educación Básica Comprender las interacciones que se desarrollan entre los contenidos de la Educación Física, durante los procesos de aprendizaje de las habilidades motrices, desarrollo de capacidades físicas y, de las potencialidades humanas. 4.2 Fundamentos Generales La estructura de los contenidos de la Educación Física para Preescolar y para la Escuela Básica, se desarrolla por medio de ejes temáticos que se constituyen en la referencia fundamental para la orientación de los maestros y las maestras en la construcción de sus planes curriculares. Los ejes temáticos reciben un tratamiento flexible para su aplicación en cada uno de los grados escolares, y se desarrollan por medio de Unidades Didácticas que serán programadas por los maestros y maestras de acuerdo con las posibilidades de cada institución educativa, según los diferentes contextos. Los contenidos que se presentan para cada eje temático representan la estructura básica a considerar como referencia para la construcción de los planes de estudio, pero cada institución realiza las adecuaciones necesarias, de acuerdo con las condiciones del contexto social y cultural, presentándose la posibilidad de hacer énfasis en algunos ejes, enriquecerlos, adaptarlos e inclusive incluir otros contenidos que sean adecuados para el desarrollo de los niños y las niñas. La estructura de los contenidos que se presenta como propuesta de orientación para la Educación Básica Primaria es la siguiente: 1. 2. 3. 4. Desarrollo de las capacidades perceptivomotrices. Desarrollo de las capacidades físico-motrices Desarrollo de las capacidades sociomotrices Aprendizaje de habilidades motrices básicas y específicas Estos contenidos se desarrollan siempre en forma interdependiente entre sí. Gráfico No. 9: Contenidos de la Educación Física. 4.2.1 Las Capacidades Perceptivomotrices 4.2.1.1 Fundamentos Teóricos Los contenidos de la Educación Física desde la Corriente Psicomotriz, deben su origen a los aportes de J. Leboulch. Según esta corriente La Educación Física es un instrumento fundamental para la adaptación del individuo al medio a través del desarrollo de sus cualidades biológicas, motrices y psicomotrices. La Psicocinética, entendida como ciencia del movimiento humano, se constituye en un medio de la educación que a través del movimiento contribuye significativamente a lograr el mejoramiento de los procesos de integración y desarrollo de todas las funciones del niño. El conocimiento del propio cuerpo, el dominio del cuerpo en el espacio y la adaptación del mismo al medio ambiente. Según Castañer y Camerino. (1996. 54). «Las capacidades perceptivomotirces son derivadas directamente de la estructura neurológica, específicamente dependientes del funcionamiento del sistema nervioso central, a saber: la equilibración y los diversos tipos de coordinación» La base de las capacidades perceptivomotrices se encuentra en los siguientes aspectos: Por un lado, el desarrollo de la diferenciación sensorial, de las funciones propioceptivas, (fundamentales en el reconocimiento del propio cuerpo) y la actividad tónico postural ortoestática (A.T.P.O). Por otra parte la identificación y conocimiento del mundo exterior (funciones exteroceptivas), aspecto en el que confluyen la interacción con el mundo objetual (los objetos) y la relación con los otros, dentro de las coordenadas espacio-temporales. La percepción en sí constituye un proceso complejo e integrador, en la cual los órganos de los sentidos (sistema táctil, sistema de orientación básica (gravedad, dirección, aceleración), sistema auditivo, sistema olfativo y del gusto y sistema visual), captan los estímulos y transmiten la información a las áreas respectivas del cortex cerebral, donde se desencadenan los procesos de organización, procesamiento, análisis e interpretación de las sensaciones. En síntesis el individuo capta información de los estímulos presentes en su propio cuerpo y en el medio externo a través de los órganos sensoriales, información que es transmitida a las áreas del cortex cerebral, donde es procesada, organizada, analizada e interpretada, para luego, según el caso, por medio del mecanismo efector desencadenar una respuesta determinada. En Educación Física es importante motivar a los niños hacia la práctica amplia, continua y sistemática de variadas experiencias motrices, ya que por medio de las habilidades motrices se aprenden los contenidos de tipo perceptivo, y a su vez el desarrollo perceptivo en interacción con las capacidades físico motrices y sociomotrices, potencian la posibilidad de mayor eficiencia y eficacia en el aprendizaje y desarrollo de las habilidades motrices. Las acciones motrices para su ejecución adecuada requieren del desarrollo de la conciencia corporal, siendo un medio básico para ello, los de procesos de adquisición y control del tono muscular (tensión-relajación), la respiración, la lateralidad, el dominio y control del tiempo y el espacio, en síntesis del desarrollo del equilibrio y la coordinación, como componentes básicos del desarrollo perceptivo - motriz, manifiestos y expresados en la interacción somatognosia - exterognosia. La somatognosia y la exterognosia se constituyen en los componentes del desarrollo perceptivomotriz. La somatognosia entendida como « conocimiento y manejo del propio cuerpo - de la simbiosis de aspectos mecánicos y fisiológicos» (CASTANER, op. cit), y la exterognosia como las relaciones del cuerpo con los elementos espaciales y temporales comprendidos en una dimensión externa a la misma realidad corporal. Efectivamente toda acción motriz, es una manifestación espacio - temporal de la corporeidad, y como tal requiere de la imagen precisa y global del cuerpo que se expresa como unidad integral de los componentes de la somatognosia y la exterognosia en interacción permanente. Gráfico No. 10: Desarrollo Perceptivo - Motriz 4.2.2.2 Elementos que Integran la Noción de Cuerpo Entre los elementos que integran la idea del propio cuerpo se distinguen los siguientes: - La Actividad Tónico Postural Ortoestática Este elemento hace referencia a que toda conducta motriz esta relacionada con el funcionamiento neuromuscular del organismo. En el mismo sentido la actividad postural comprendida como regulación y ajuste corporal es un aspecto fundamental a tratar en la Educación Física. La condición del tono muscular es la base que sustenta toda acción en el control del cuerpo, aspecto que se constituye en la regulación primaria, y acción de la cual no siempre se es consciente. «La actividad tónico postural ortoestática, según (Pailar 1982, citada por Castañer Camerino 1996. 58) engloba los elementos de tonicidad y posturalidad, adecuados a la equilibración del ser humano; la ortoestática, que define el mantenimiento del cuerpo sobre el eje vertical con base reducida al polígono de sustentación que marcan los pies» Estos elementos significan que el cuerpo oscila constantemente, y en tal sentido la equilibración debe ser entendida como la capacitación perceptivomotriz que está presente en toda conducta motriz. Desde esta perspectiva, toda deficiencia en la equilibración implica la pérdida de conciencia del movimiento del cuerpo o de alguno o algunos de sus segmentos corporales por medio de tensiones, rigideces, o paratonías, lo que crea problemas para integrar el esfuerzo de varios músculos en un solo punto o movimiento. - La Tonicidad El término ha sido ampliamente definido por diversos autores haciendo referencia a su relación con el concepto de cuerpo. Desde esta perspectiva, el tono tiene que ver con el grado de contracción muscular, siendo variable en función de la disposición y actitud del individuo, asunto que implica en la práctica la participación de todas las dimensiones del ser humano en las diferentes expresiones motrices como vivenciación de la corporeidad. Como lo expresa Contreras (1998 ), las sensaciones propioceptivas que son provocadas por el tono son fundamentales para el desarrollo de la noción del propio cuerpo, y del mismo modo sólo se pueden usar las posibilidades del cuerpo, si se dispone del control de su funcionamiento. El tono es considerado como un fenómeno neurológico complejo en el cual en cada movimiento como ya se ha planteado se manifiestan todas las dimensiones de la personalidad del individuo. Contreras (1998) diferencia las siguientes modalidades de tono: «tono muscular de base, definido como la contracción mínima del músculo en reposo: tono postural, que hace referencia al mantenimiento de una actitud, en oposición a la fuerza de gravedad, supone asimismo, un estado de preacción a los subsiguientes movimientos o modificaciones posturales, y el tono de acción que es el que acompaña a la actividad muscular durante la acción. Finalmente la fluidez de movimiento, que es caracterizada por movimientos precisos y económicos depende de la tonicidad». Gráfico No. 11: : Tonicidad Corporal Gestualidad La gestualidad significa gesto, movimiento como una acción dinámica del cuerpo, se constituye en un componente básico de la morfocinésis, en el sentido que es forma de movimiento. Efectivamente el gesto es precisamente el que le da la forma al movimiento. Postura y Actitud La postura está relacionada con la localización de las diferentes partes del cuerpo en el espacio. La postura constituye una adaptación del esquema corporal (percepción global y segmentaria del cuerpo que permite simultáneamente el uso de determinadas partes de él, así como conservar su unidad en acciones globales) al espacio por medio de una determinada disposición de los diferentes segmentos corporales. La postura depende de la distribución tónica de los músculos que controlan la acción de los segmentos corporales. En sí el término postura tiene un significado mecánico que hace referencia a la ubicación de los diferentes segmentos corporales en el espacio, y se traduce en formas de equilibración del cuerpo. La actitud, hace referencia a la disposición corporal, al comportamiento de un sujeto en sus relaciones con los demás. La actitud permite identificar a las personas por medio de su lenguaje corporal, que se hace manifiesto en sus conductas motrices. La postura o actitud corporal posee una dimensión consciente y una inconsciente, aspecto que requiere para su control una interacción permanente de estas dimensiones. En síntesis el control de la postura requiere de la adaptación del esquema corporal al espacio, y de mantener un equilibrio emocional. Gráfico No. 12: Actitud Corporal Respiración y Relajación La respiración y la relajación son medios naturales del cuerpo, que en su acción desencadenan diferentes procesos de orden fisiológico y psicológico que influyen en la conciencia corporal. La respiración es un fenómeno reflejo encargado de la regulación del oxígeno y el óxido de carbono en la sangre de acuerdo a las necesidades de trabajo muscular del organismo. Aunque constituye un mecanismo reflejo, se puede tener acceso a determinados niveles de control, aspecto que la convierte en un contenido para la educación. La respiración se constituye en un medio a través del cual el niño puede conocer su cuerpo, y en cierto modo por medio de la toma de conciencia se puede adaptar un tipo o una forma de respiración para un actividad determinada, e incluso puede llegarse a la automatización de formas de respiración para estados de reposo y actividades físico motrices específicas del cuerpo. La relajación por su parte constituye una conducta fisiológica desde la cual se pueden generar disposiciones en el ámbito morfofisiológico, constituyéndose en una capacidad de control de los grupos musculares mediante una acción intencionada. La respiración y la relajación en su interacción se constituyen en medios utilizados para el mantenimiento y la recuperación del individuo después de vivenciar una situación tensionante de carácter físico o psicológico. Tanto la respiración como la relajación son mecanismos que se constituyen en medios de la Educación Física Escolar, es así como se debe enseñar a los niños y las niñas el control respiratorio adaptado a diferentes situaciones que se presentan en la vida cotidiana y en las actividades físicas; niños y niñas deben moverse con fluidez y soltura, sentir bien sus ritmos respiratorio y cardiaco. Educar, cultivar a niños y niñas para tener que se adapten rápidamente a situaciones inesperadas, y superar fácilmente situaciones problemáticas que se presentan de la cotidianidad. Respiración y relajación, están relacionadas igualmente con la eficiencia en el control del cuerpo en las diferentes acciones gracias al desarrollo de una motricidad que se adapta a los requerimientos del individuo. Corporeidad y Percepción del Entorno La percepción del entorno con relación a las acciones motrices intencionadas, esta compuesta por dos referentes básicos. El espacio donde se produce el movimiento, y el tiempo, durante el cual se realiza el mismo. A continuación se tratará cada uno de estos elementos: La Espacialidad La espacialidad está relacionada con el conocimiento del espacio que ocupa el cuerpo, y dentro del cual está en condiciones de ubicarse y orientarse. La evolución de la conciencia con relación a la estructura y organización del espacio va de la localización egocéntrica a la ubicación o localización objetiva. La localización egocéntrica está constituida por el período en el que el niño localiza objetos en un espacio aún confuso con el espacio que ocupa su propio cuerpo. La localización objetiva es el periodo en el cual el niño esta en condición de discriminar y diferenciar la independencia del espacio ocupado por su cuerpo, del espacio ocupado por los objetos. Gráfico No. 13: Espacialidad y Localización Egocéntrica y Objetiva En el proceso de afianzamiento de la espacialidad en el niño, es condición básica que éste diferencie e identifique, conozca su propio espacio (espacio parcial o espacio próximo), constituido por el espacio que ocupa su cuerpo en cualquier actividad o acción que realice, con relación al espacio lejano, él que es comprendido por el entorno, por el paisaje en que se encuentra y alcanza con su vista. Gráfico No. 14: Espacialidad y Espacio Lejano, Espacio Cercano La organización espacial se manifiesta mediante la apreciación de distancias de los objetos o personas o de trayectorias que siguen los mismos, Corporeidad, Orientación Espacial y Lateralidad Orientación espacial. Ésta es la capacidad de mantener la localización del propio cuerpo en relación con la posición de los objetos en el espacio, como para estar en condición de referenciar la posición que ocupan dichos objetos en el espacio en función de la posición que ocupa el propio cuerpo; con relación a este aspecto, la lateralidad se constituye en el referente de la capacidad de orientación del cuerpo en el espacio. La Lateralidad es conceptualizada como el dominio de los lados del cuerpo y hace referencia a dos aspectos que son la discriminación lateral y la dominancia lateral. La dominancia hace referencia al predominio de uno de los lados del cerebro, lo cual implica una especialización de funciones y una de ellas es precisamente la preferencia en el uso de uno de los lados del cuerpo, determinando que el sujeto sea predominantemente zurdo o derecho. En este sentido, puede observarse que el cuerpo humano posee una simetría en la distribución de sus segmentos, sin embargo paralelamente a esa simetría, se presenta una asimetría funcional, ya que para la realización de determinadas actividades, interviene desde el punto de vista funcional, y de manera predominante una de las dos partes similares. Se hace referencia específica a la lateralización cortical, como se mencionó anteriormente, referida a la especificidad de uno de los hemisferios cerebrales en el tratamiento de la información sensorial y en el control de las acciones. Gráfico No. 15: Gráfico No. 16: Orientación Espacial Cuerpo Humano y Lateralidad Estas relaciones de simetría, asimetría y dominancia lateral, conducen a la planificación y desarrollo en la Educación Física, de acciones dirigidas a la estimulación y uso de todos los segmentos corporales del niño tanto de los que dominen y prefieran, como de los otros segmentos corporales. Para el estudio y análisis de la lateralidad se debe atender a sus diversas formas de expresión y manifestación: Así es como puede identificarse la lateralidad manual, podal, auditiva, ocular, etc. Como referencia para el análisis de la lateralidad se puede atender a la siguiente clasificación: Lateralizados integrales: predominancia absoluta de un lado del cuerpo. Lateralidad cruzada: Cuando la lateralidad no se manifiesta de manera dominante uniformemente en un solo lado del cuerpo. ( mano derecha, pie izquierdo…). Lateralidad invertida: Cuando la dominancia lateral innata del individuo se ha modificado por el aprendizaje, (por cualquier circunstancia se aprende el manejo del lado no dominante para ejecutar determinadas tareas). Esto implica que el mismo segmento cambie según la tarea a realizar. Ambidextros: dominancia lateral equitativa de los dos lados del cuerpo. Puede presentarse temporal o transitoriamente en niños. La discriminación lateral derecha-izquierda hace referencia al aprendizaje de la distinción de los lados del cuerpo (derecho-izquierdo), esta se logra por medio de la experimentación en acciones que implican relaciones entre los lados tanto izquierdo como derecho, especialmente cuando se tiene que elegir un lado en oposición o complemento del otro, como en el caso de ejercicios de equilibrio y conservación o adopción de una postura determinada y cuando se afrontan las diferencias en el movimiento de cada uno de los lados. Sólo cuando el niño está en capacidad de diferenciar sus lados, podrá proyectar las nociones de izquierda, derecha, adelante, atrás, arriba, abajo, adentro y afuera al espacio exterior, identificando la orientación y posición de otras personas y cuerpos en el espacio, ya que la lateralidad es la sensación o sentimiento interno de direccionalidad o tropismo corporal con relación al espacio circundante, representando un proceso de maduración y diferenciación que se desarrolla paralelamente a la adquisición y aprendizaje verbal de los conceptos espaciales mencionados. La lateralización se va estructurando entre los 4 - 5 años, se determina aproximadamente a los 6- 7 años y se afianza a los 10 11 años. Se pueden presentar problemas por lateralidad contrariada (cuando trata de cambiarse la dominancia lateral natural o innata) que se constituyen en el origen de un frecuente número de dificultades en el aprendizaje (motricidad, lecto - escritura…) por la inadecuada organización espacial del sujeto. Estos problemas se pueden constituir en el origen y causa de otros problemas que inciden en la estructuración de la personalidad de los individuos y en sus procesos de socialización. Estructuración Espacial La estructuración espacial, se refiere a la capacitación que debe adquirir y desarrollar el niño para dominar el cuerpo en el espacio en diferentes situaciones. Piaget citado por Contreras (1998): propone las siguientes categorías de relaciones espaciales: - Relaciones topológicas: son las relaciones elementales que existen entre los objetos (vecindad, separación, orden, sucesión, continuidad, etc.) - Relaciones proyectivas: Se basan en las topológicas y sitúan los objetos en función de una perspectiva dada. Ubicación de los objetos o elementos de un objeto con relación a los demás (apreciación de distancias y trayectorias). - Relaciones euclidianas o métricas: Implican la capacidad de utilizar medidas de longitud, de volumen y de superficie como referencia de los objetos de su sistema. Desarrollar capacidad para coordinar la posición de los objetos entre sí con unas coordenadas de referencia entre sí. En el juego corresponde a la ubicación adecuada de los jugadores en el espacio, guardando las relaciones adecuadas entre sí, con referencia a los otros y con los objetos de juego. Organización Espacial La organización espacial corresponde a la adquisición y desarrollo de la capacidad para analizar datos perceptivos inmediatos y elaborar relaciones espaciales de mayor complejidad. Es el momento en el que el niño está en capacidad de manifestar una descentración de los objetos respecto al propio cuerpo, se presenta una objetivación de los puntos de vista y juicio sobre las relaciones espaciales, se empieza a desarrollar a los 7 y 8 años y adquiere un mayor desarrollo en el período del desarrollo del pensamiento lógico matemático, y en el momento que el niño tiene una mejor integración al mundo social. Gráfico No. 17: Espacialidad La Temporalidad El tiempo se constituye en una categoría fundamental para el desarrollo motor del niño, y según Fraisse, consiste básicamente en «la percepción de lo sucesivo como unidad» (Navarro, 1994: 87). Para percibir el tiempo se requiere de elementos que el mismo no posee, así se describen situaciones o acontecimientos ubicados entre varios estímulos (imágenes, sonidos, hechos, acontecimientos etc.), como períodos de tiempo, y de esta forma se desarrolla la conciencia de tiempo. El tiempo real desde el punto de vista físico, no coincide con el tiempo subjetivo o psicológico. Es decir desde el punto de vista psicológico, una situación determinada puede variar en su duración o extensión. Ejemplo: (un juego en su duración puede ser percibido de forma diferente por dos sujetos. Al primero puede parecerle que el juego no duro nada, y al segundo pudo parecerle un juego muy largo). Así pues, el tiempo puede ser analizado desde dos perspectivas diferentes. Desde el punto de vista cualitativo, a través de la organización y el orden, o desde el referente cuantitativo, determinado por la percepción de los intervalos de duración. La percepción auditiva y cinestésica, se constituyen en los referentes fundamentales en la organización temporal, y específicamente en la Educación Física, los estímulos auditivos y cinestésicos son los referentes a partir de los cuales se pueden estructurar las actividades dirigidas al desarrollo de la estructuración y organización espacial en los niños. La estructuración temporal: está constituida por los aspectos cualitativo y cuantitativo del tiempo. El orden como distribución sucesiva e irreversible de las características y cambios de los hechos y situaciones que acontecen. La duración es la representación del tiempo medido en unidades propias del mismo (segundos, minutos, horas, etc.), y que separa dos puntos de referencia temporales. Éste es equivalente al concepto de distancia espacial. La orientación temporal: el ritmo. El ritmo se puede comprender como la organización del movimiento humano, y se determina por medio de las secuencias de movimiento. El ritmo se sustenta por medio de las nociones de regularidad en la sucesión y alternancia. «La regularidad en la sucesión, es decir tiempo que se requiere para producir grupos colectivos de estímulos y su repetición. La alternancia, como la acción entre dos o más elementos idénticos en duración, cualidad e intensidad (Contreras, 1998: 189). Igualmente se pueden distinguir tres sistemas que participan en el desarrollo de la capacitación rítmica: La inducción rítmica: la cual se origina en una reacción de percepción inmediata. Se hace referencia a la sincronización que se presenta entre el estímulo y la respuesta, que obedece a una reacción y anticipación que se aplica a una melodía o un ritmo determinado. La discriminación cognitiva: que se origina en los procesos de asimilación, distinción, diferenciación y comprensión de las estructuras rítmicas. La ejecución motriz. último nivel de la capacitación rítmica, depende del aprendizaje Gráfico No. 18 :La Temporalidad El Equilibrio El equilibrio como elemento fundamental del desarrollo perceptivomotriz del ser humano, es entendido como la capacidad de mantener la postura, o recuperarla cuando se ha perdido por la acción de fuerzas externas que pueden incidir sobre el cuerpo. El equilibrio desde esta perspectiva interactúa en relación permanentemente con el control tónico postural. Según Castañer y Camerino (1996) de cualquier movimiento, surge otro movimiento de equilibrio cuando su ejecución requiere movimientos de reacción, ya sean de forma voluntaria, automática o refleja. Así desde este punto de vista el equilibrio puede ser reflejo, automático o voluntario. El equilibrio reflejo es una acción de carácter estática y postural. El equilibrio automático es el que se manifiesta en los movimientos utilitarios y automatizados de la vida diaria. El equilibrio voluntario corresponde a las acciones de control tónico postural que se realizan durante la ejecución de diferentes acciones motrices programadas. En el proceso de la acción de ajustes tónico posturales que se realizan para mantener el equilibrio se manifiestan dos formas básicas de equilibrio. El equilibrio estático y el equilibrio dinámico. El equilibrio estático es la acción realizada para mantener la postura por medio de un control del tono muscular que anula las variaciones de carácter externo e interno que inciden en las posiciones del cuerpo. El equilibrio dinámico es una acción de ajuste y control del tono postural que mantiene el cuerpo sobre la base de sustentación cuando el centro de gravedad se aparta de ella. Se ha planteado que el equilibrio es una capacidad poco entrenable, debido a su derivación y dependencia de la estructura del sistema nervioso de cada individuo. Para Castañer y Camerino (1996), el equilibrio puede ser susceptible de entrenamiento en la edad infantil, desde el momento en que se pueda mejorar el desarrollo de la función neurológica y perceptivomotriz del niño, según éstos autores los mecanismos musculares antigravitatorios son modificables en edades evolutivas, mientras el sistema nervioso presente la plasticidad para mejorar esas capacidades. Plantean además que los niños tienen disposición especial para la búsqueda de situaciones equilibrantes de diversos tipos. Gráfico No. 19: Tipos de Equilibrio La Coordinación La coordinación es una capacidad compleja en la que confluyen todos los elementos que constituyen las funciones exteroceptivas de la corporeidad. Estructuración espacial, orientación espacial, organización espacial, estructuración temporal y orientación temporal (ritmo). La coordinación como tal es la capacidad de regular con precisión las conductas motrices en la ejecución funcional y eficaz de las acciones planeadas de acuerdo a la idea motriz propuesta. Según Álvarez del Villar, citado por Contreras Onofre (1998). La coordinación «es la capacidad neuromuscular de ajustar con precisión lo querido y pensado de acuerdo con la imagen fijada por la inteligencia motriz a la necesidad del movimiento o gesto deportivo concreto». En el mismo sentido, la coordinación ha sido definida como ordenación secuencial de los movimientos en una estructura jerarquizada de las acciones previstas para lograr a un objetivo propuesto, de forma funcional, eficiente, eficaz, armónica y fluida con el mínimo gasto de energía y atendiendo a situaciones cambiantes del medio tanto interno como externo en el ser humano y el contexto». La acción motriz como componente básico de la coordinación se constituye en un factor indispensable para configurar la calidad del movimiento de acuerdo con los siguientes elementos: La precisión en todos los movimientos, tanto en el ámbito cualitativo como cuantitativo (velocidad, dirección, la estructura del movimiento); la eficacia (conseguir los objetivo propuestos en cada fase de los movimientos y en la acción total); la economía (consumo de energía nerviosa y muscular) y la armonía en el movimiento (continuidad y fluidez del movimiento) La coordinación se puede clasificar en coordinación dinámica general y coordinación segmentaria. La dinámica general se refiere a movimientos y acciones de carácter global, que incluyen varios grupos musculares y generalmente presenta acciones que implican locomoción. La coordinación segmentaria o específica, hace referencia a movimientos segmentarios, localizados o analíticos, generalmente trata de la relación entre la vista y algún segmento corporal. (coordinación visopédica, visomanual) Gráfico No. 20: Coordianción 4.2.3 Las Capacidades Físicomotrices El desarrollo de las capacidades condicionales, es de carácter predominantemente cuantitativo, motivo por el cual su desarrollo y evolución es más fácilmente evaluable y observable (crecimiento y desarrollo de masa y/o funciones de algunos órganos y sistemas del cuerpo, como el muscular, óseo, respiratorio, eficiencia y eficacia en las relaciones espacio-tiempo durante la ejecución de tareas motrices, medición de cargas en kg., etc.) que el desarrollo de las capacidades coordinativas, perceptivomotrices, cognitivas y volitivas, razón por la cual en muchas ocasiones, la fuerza, la velocidad, la resistencia y la movilidad se constituyen en el medio más utilizado por los profesores para la elaboración y ejecución de los programas de Educación Física, olvidándose de la necesidad de un trabajo integral que considere la interacción permanente de todas las capacidades, como lo requiere el niño para su adecuado desarrollo. Desde esta perspectiva, el educador debe considerar que para el desarrollo de la competencia motriz del individuo, es fundamental el mejoramiento de las capacidades físicas, ya que éstas influyen interactivamente en el desarrollo de las capacidades perceptivomotrices, de las capacidades coordinativas, en el aprendizaje de habilidades motrices básicas y en el perfeccionamiento de habilidades específicas requeridas en la práctica de diversas actividades de carácter deportivo, artístico, lúdico y laboral; aspectos que hacen parte de la vida del ser humano; sin embargo, para desarrollar efectivamente la Competencia Motriz, un programa de Educación Física especialmente en la Educación Básica, sus objetivos y contenidos, deben establecer una relación coherente entre todas las capacidades necesarias para el desarrollo de la motricidad. Gráfico No. 21: Capacidades Físicomotrices y Competencia Motriz 4.2.2.1 Clasificación, Conceptos y Desarrollo de las Capacidades Fisicomotrices en el Niño Las Capacidades Físicomotrices se manifiestan como una unidad en su funcionamiento; sin embargo, para su estudio y análisis con fines especialmente didácticos, han sido clasificadas como capacidades condicionales y capacidades coordinativas. Las Capacidades Condicionales sustentan su acción sobre el desarrollo de la eficiencia del funcionamiento orgánico muscular; «en el potencial metabólico y mecánico del músculo y sus estructuras anexas (huesos, ligamentos, articulaciones y sistemas)» (García, 1996: 127) y las Capacidades Coordinativas se constituyen en la base para la organización, control y regulación de los movimientos que llevan al dominio de las habilidades motrices y los gestos técnicos de las actividades físicas y deportivas. Las Capacidades Condicionales Gráfico No. 22: Capacidades Condicionales Educación Física Infantil y Fuerza La Fuerza es definida como la capacidad del individuo para vencer, oponerse o soportar una resistencia por medio de la acción muscular. Según García Manso (1996, 129), el grado de tensión muscular durante una contracción, depende de varios factores, que pueden englobarse en: factores biológicos, mecánicos, funcionales y sexuales. Los factores biológicos están determinados por la estructura de las fibras musculares (hipertrofia e hiperplasia), por aspectos neuromousculares (modelo de reclutamiento de las fibras musculares), por las fuentes energéticas y el comportamiento hormonal; los factores mecánicos son determinados por la longitud del músculo, la velocidad de contracción muscular y la elasticidad; los factores funcionales dependen del tipo de contracción muscular y los factores sexuales del sexo del individuo. Gráfico No. 23: Factores que Inciden en el Desarrollo de la Fuerza Manifestaciones de la Fuerza La fuerza se manifiesta de diferentes formas de acuerdo con las características y las necesidades de la acción que se realiza. (Vittori. 1990 y M. Vélez. 1991, citados por García Manso 1996, 167), propone la siguiente clasificación: 1. 2. Manifestación activa de la fuerza Manifestación reactiva de la fuerza Gráfico No. 24: Manifestaciones de la Fuerza Manifestación Activa de la Fuerza Según García Manso (1996, 166, 167), la manifestación activa de la fuerza es la tensión que está en capacidad de generar un músculo por la acción de una contracción muscular voluntaria. La manifestación activa según su magnitud, velocidad de ejecución y tiempo de duración se clasifica en Fuerza Máxima, Fuerza Veloz y Fuerza Resistencia. La fuerza máxima es conceptualizada como «la tensión que es capaz de generar un músculo por acción de una contracción muscular voluntaria « (García, 1996: 167). La fuerza veloz «es la velocidad del sistema neuromuscular de vencer una resistencia a la mayor velocidad de contracción posible, o como lo plantean (Harre y Hauptmann 1991, citados por García Manso 1996, 171) capacidad de un atleta de vencer resistencias externas al movimiento con una gran velocidad». Algunos autores designan este tipo de manifestación de la fuerza con el nombre de Fuerza Explosiva. La fuerza resistencia es considerada como la capacidad del individuo de mantener un mismo nivel de manera permanente durante todo el tiempo que dure una actividad determinada. Gráfico No. 25: Manifestaciones dela Fuerza Activa Manifestación Reactiva de la Fuerza uerza Esta es la capacidad de Fuerza que desarrolla un músculo como reacción a una fuerza externa que modifica o altera su propia estructura. Se produce después de un ciclo de estiramientoacortamiento, como ocurre cuando un individuo rebota después de un salto. Los Niños y el Desarrollo de la Fuerza Todas estas manifestaciones de la fuerza, se presentan durante el desarrollo de la motricidad infantil y debido a las características del niño desde las dimensiones biológica, psicológica y motriz, se requiere de una planificación específica y detallada para el desarrollo hasta niveles básicos funcionales; sin embargo, su desarrollo hasta máximos niveles no es recomendada. En síntesis, en las edades infantiles, es recomendable desarrollar planes orientados al incremento y desarrollo sistemático de las Capacidades Condicionales, con el objetivo de lograr un desempeño eficaz en la ejecución de las tareas motrices, sin embargo, no se recomienda la programación y ejecución de estímulos orientados al desarrollo de la fuerza máxima, fuerza resistencia y la fuerza veloz con objetivos de alto rendimiento deportivo a corto plazo. En términos generales, desde el nacimiento hasta los 11 - 12 años en condiciones normales, el desarrollo de la fuerza muscular es similar entre diferentes niños e inclusive entre niños y niñas, con muy ligeras variaciones, debidas fundamentalmente a factores culturales. En estas edades no es extraño encontrar niñas con un mayor nivel en el desarrollo de la Fuerza que el de niños de la misma edad. La capacidad de manifestación de la fuerza durante las acciones motrices en la edad infantil, es marcadamente influida por el ajuste corporal, por el desarrollo de la coordinación y por el desarrollo cognitivo; de ahí, se resalta la importancia de realizar un trabajo sistemático en el desarrollo educativo de las capacidades del niño y la niña, atendiendo a sus características y necesidades. La capacidad de fuerza activa y veloz en los niños, igualmente, debe trabajarse sobre la base del desarrollo de los esquemas motrices de base, equilibrio y coordinación, debido a que la coordinación intra e intermuscular se puede desarrollar por medio de estímulos adecuados a partir de los 8 - 10 años, además, la coordinación intramuscular presenta una fase sensible para su desarrollo a los 11 - 13 años en manifestaciones cíclicas y de movimiento (Grosser 1989: 207, 210). Durante la clase de Educación Física, el desarrollo de actividades dirigidas al incremento de la fuerza en niños, debe realizarse atendiendo a las características, las necesidades e intereses de los mismos, utilizando para ello como medio fundamental, el juego. Los Niños y el Desarrollo de la Resistencia En la práctica de las actividades físicomotrices, la resistencia es una de las capacidades del ser humano que más se ha estudiado e investigado, según (Taborda 2001: 11) esta capacidad es de interés fundamental por su significado para la salud (orgánica) porque «constituye uno de los pilares fundamentales en la construcción de la vida deportiva». «Los niños, aproximadamente a los 8 años, desarrollan adaptaciones estructurales y funcionales frente a estímulos de formas aeróbicas de entrenamiento (carreras continuas, etc.) para los siguientes parámetros: Captación máxima de oxígeno. El tamaño, la frecuencia cardíaca, el volumen asistólico y minuto cardíaco La capacidad vital El incremento del volumen sanguíneo, de las mitocondrias y de las enzimas El aumento del depósito de hidrato de carbono. A esta edad se puede iniciar de forma regulada un entrenamiento de la capacidad aeróbica, aunque el momento más adecuado para el desarrollo de la resistencia se presenta con la aparición de la pubertad. El desarrollo de la resistencia anaeróbica presenta condiciones menos favorables para su estimulación en la infancia, aunque se puede iniciar con estímulos leves, debido a que el momento adecuado para su entrenamiento se presenta en la pubertad, ya que en esta etapa del desarrollo del individuo aumentan las enzimas, las cuales son fundamentales para el metabolismo anaeróbico como elemento que permite las tolerancias correspondientes al lactato. En síntesis, es en la adolescencia donde se presentan las condiciones biológicas adecuadas para el desarrollo de la resistencia. Según Taborda (2001: 11), el «niño» está en condiciones de desempeñarse sin dificultad en tareas de resistencia, básicamente en las tareas que utilizan como fuente energética la vía aeróbica. Así mismo, el autor considera que en el momento se mantienen las reservas sobre la capacidad del niño para actuar con eficiencia en las tareas donde es básica la participación de la vía energética anaeróbica láctica. De acuerdo con los referentes teóricos expuestos, la resistencia puede ser conceptualizada como la capacidad física y psicológica del individuo para realizar un esfuerzo de larga duración sin disminuir su eficacia o rendimiento. «Resistir es enfrentar con éxito la fatiga, es sobreponerse a ella, es desencadenar inteligente y eficientemente mecanismos energéticos que permitan una cierta prolongación en el tiempo de esfuerzos físicos y una pronta recuperación para estar con eficiencia incrementada en condiciones de enfrentar nuevos desafíos físicos» (Taborda, 2001: 11). Clasificaciones de la Resistencia De manera general, para el trabajo de la Educación Física se puede atender a las siguientes clases de resistencia: La resistencia aeróbica que consiste en un trabajo de larga duración realizado a una intensidad media y con consumos submáximos de oxígeno. La resistencia anaeróbica, que puede ser láctica, cuando se realiza una actividad o ejercicio muscular con presencia de ácido láctico en funcionamiento mientras el nivel de consumo de oxígeno supera el límite superior, y aláctica, la cual se refiere a esfuerzos de alta intensidad y corta duración (10 a 20 segundos). Gráfico No. 26: Resistencia Aeróbica y Anaeróbica Dependiendo de la forma de acción o trabajo de la musculatura. la resistencia puede ser clasificada en resistencia estática y resistencia dinámica. Gráfico No. 27: Resistencia según la Acción de la Musculatura Se desarrollan esfuerzos de resistencia muscular general cuando en la actividad se involucra más de 1/7 parte de la musculatura del individuo, y resistencia local cuando la participación de la musculatura es inferior a la misma fracción mencionada. Gráfico No. 28: Resistencia según Porcentaje de Grupos Musculares Involucrados en el Trabajo (Zaziorski citado por Grosser 1989), hace referencia a la resistencia local cuando en el esfuerzo interviene una fracción inferior a 1/3 parte de la musculatura del individuo, resistencia regional cuando hay una participación de 1/3 a 2/3 partes de la musculatura y resistencia global cuando se presenta una participación superior a las 2/3 partes de la musculatura esquelética del individuo. Para Navarro (1994, citado por Grosser 1989: 128), la resistencia puede ser. resistencia de base, planteada como capacidad para ejecutar actividades independientemente del deporte que se practica, y resistencia específica es la que está relacionada con la capacidad de realizar estímulos y ejercicios que guardan una relación óptima con una actividad deportiva determinada. Gráfico No. 29: Resistencia según su Función en la Preparación General o Especial del Deportista Orientaciones Generales para el Maestro Es importante empezar el desarrollo de un trabajo de resistencia orientado, de manera tal que atienda a los intereses, necesidades y características de los niños. Por ello, en la clase de Educación Física se requiere la implementación de metodologías activas por medio de las cuales se estimule la participación y construcción de tareas motrices por parte de los niños orientadas adecuadamente por el maestro; ello facilitará la interpretación y comprensión de los significados de tareas y esfuerzos en los cuales están implicados los conceptos referentes a las capacidades físicomotrices y, en este caso, la resistencia. Desde esta mirada, es recomendable atender la propuesta de Taborda «El desarrollo de la resistencia en el niño», específicamente se pueden seguir sus ideas en cuanto a los conceptos orientadores para el trabajo con niños. En este sentido, se propone primero que «la resistencia debe ser concebida como el indicador más importante del régimen energético dominante de los procesos metabólicos desencadenados por la participación del niño en actividades lúdicas, físicas y deportivas» (Taborda 2001: 39). Luego, el autor propone un concepto de resistencia planteado como capacidad condicional con un sentido de goce, de placer y disfrute en el desarrollo de tareas o esfuerzos motrices prolongados, de manera que se responda inclusive en condiciones de altas intensidades, sin que se manifieste la fatiga, recurriendo básicamente a los mecanismos energéticos aeróbicos (con aporte de oxígeno); con ello se interrelacionan los ámbitos cognitivo y condicional de la resistencia favoreciendo un aprendizaje significativo. En tercer lugar, Taborda sugiere que para la ejecución de las tareas motrices es necesario el desarrollo del pensamiento, y para ello, se requiere de competencias procedimentales, en las cuales niños y niñas regulen sus acciones, de modo que puedan lograr el resultado propuesto. Por ello, es necesario que los niños regulen sus acciones de modo que puedan retardar la aparición de la fatiga, tanto durante el proceso como una vez transcurridas las acciones, actividades o tareas motrices. Para el desarrollo de esta competencia es fundamental programar tareas que impliquen esfuerzos en cuanto a la atención selectiva, la discriminación perceptiva, el desarrollo de la capacidad de análisis sobre el desarrollo de las tareas motrices, la selección de las opciones más adecuadas y la toma de decisiones pertinentes para resolver competentemente un problema motriz. En cuarto lugar, el autor dice que los maestros deben programar las tareas atendiendo a la capacidad de los niños, de modo que se establezcan niveles de dificultad que contribuyan a desempeñarse con exigencia, pero competentemente. Para ello, debe tenerse en cuenta que las capacidades físicas y, en este caso, la resistencia aeróbica se expresan o manifiestan a través de las habilidades motrices (correr, saltar, lanzar, girar, nadar, danzar, etc.). El desarrollo de estas habilidades constituye un reto cuando se plantean bajo condiciones especiales, como es el caso de hacerlo continuamente en un tiempo determinado y sin parar, con una intensidad definida, en coordinación con otras u otros compañeros, bajo unas reglas específicas, en espacio con características conocidas o desconocidas. El Niño, y el Desarrollo de la Velocidad La Velocidad es considerada como una capacidad compleja, en la que interactúan el tiempo de reacción, la velocidad de desplazamiento, la coordinación intramuscular e intermuscular, el ritmo del movimiento, la flexibilidad, la capacidad de aceleración del individuo, la coordinación, la resistencia a la velocidad, el ajuste postural y la equilibración. Gráfico No. 30: Velocidad como capacidad compleja Según( Grosser, Brüggemann, Zintl, 1989: 203,212), las fases sensibles adecuadas para los diferentes componentes de la velocidad son: el tiempo de reacción y la velocidad cíclica entre los 7 y 12 años; la fuerza explosiva y la aceleración tienen su momento adecuado entre los 9 y 13 años en niñas y 10, 11 y 15 en los niños. Estos aspectos llevan a concluir que la edad escolar es un momento adecuado para presentar estímulos dirigidos a mejorar el desarrollo de la velocidad. La velocidad como tal, es considerada como la capacidad de realizar acciones motoras en el mínimo tiempo posible y con el mayor rendimiento o eficacia. Clasificación de la Velocidad De manera general, para la Educación Escolar se puede tomar la clasificación que divide la velocidad en velocidad cíclica y acíclica. La velocidad cíclica está constituida por una serie de movimientos muy similares, repetidos en forma continua y realizados en el menor tiempo posible (pedalear en una bicicleta, trotar, etc.). La velocidad acíclica se manifiesta en acciones independientes entre sí (el salto alto, los lanzamientos, etc.). Un aspecto básico a considerar es el carácter esencialmente hereditario de la velocidad; los genes son determinantes a la hora del desarrollo de esta capacidad y, en tal sentido, la función del entrenamiento o la clase de Educación Física debe centrarse desde los 6, 7 y 8 años en el perfeccionamiento de las acciones motrices y la adaptación del individuo a estímulos externos para lograr optimizar las respuestas de reacción y desplazamientos, según las posibilidades individuales. La cualificación de los gestos y las técnicas motrices se constituye en una tarea a desarrollar para mejorar la competencia motriz del niño. De acuerdo con este planteamiento, deben realizarse actividades de Educación Física de Base, como el desarrollo de tareas orientadas al mejoramiento del ajuste postural, el ritmo y la coordinación, la flexibilidad, la fuerza básica, además de la percepción espacial y temporal a estímulos visuales, auditivos y táctiles. Perfeccionando el desarrollo de todas estas capacidades se habrá realizado una tarea fundamental para lograr el mejoramiento de la velocidad. De otra parte, durante las edades escolares, el juego por sus aportes lúdicos, afectivos y sociales, se constituye en una excelente herramienta pedagógica para procurar el aprendizaje de habilidades motrices básicas y específicas, así como el desarrollo de capacidades generales dirigidas a mejorar la velocidad. Los Niños y el Desarrollo de la Movilidad en la Educación Física La Movilidad es una capacidad especial que contribuye determinantemente al aprendizaje y la cualificación de las habilidades motrices, (Álvarez del Villar, 1985, citado por Manso, 1996: 431), la define como «la cualidad que con base en la movilidad articular, extensibilidad y elasticidad muscular, permite el máximo recorrido en las articulaciones en posiciones diversas, permitiendo al sujeto realizar acciones que requieren de gran agilidad y destreza». Esta definición incluye el concepto de flexibilidad, planteado como amplitud o rango de movimiento articular. La movilidad incluye los siguientes factores: «La capacidad de estiramiento de las fibras del músculo. La capacidad de estiramiento de los tendones que afectan la articulación. La capacidad de estiramiento de los ligamentos que rodean la articulación. La capacidad de movimiento que nos permite la constitución de las paredes articulares. La fuerza de los músculos antagonistas que afectan el movimiento de esa articulación. El control del reflejo y contrareflejo miotático» (Álvarez del Villar, 1985, citado por Manso, 1996: 431) Clasificación de la Movilidad (Fleishman, citado por Manso, Navarro y Ruiz, 1996: 432), clasifica la movilidad en estática y o pasiva y dinámica o activa. La movilidad estática o pasiva, indica la movilidad de una articulación sin considerar la velocidad de ejecución del movimiento. Se refiere a movimientos lentos o a movimientos realizados con ayuda de fuerzas externas, como pueden ser los compañeros, aparatos o un peso adicional, por ejemplo, cuando un compañero ayuda a realizar flexiones anteriores del tronco a otra persona que está realizando el ejercicio sentada. La movilidad dinámica o activa se refiere a la capacidad de usar la amplitud de movimiento de una o varias articulaciones durante la ejecución de actividades físicas, ya sea a una velocidad normal o acelerada (movimientos balísticos o de impulso ayuda). Indica la mayor amplitud de movimiento que se puede lograr en una articulación por la acción de una contracción voluntaria de los músculos agonistas y a la extensión de los antagonistas. Un concepto que en ocasiones es confundido con la movilidad, es la elasticidad; sin embargo, la sustitución del término es un error conceptual, ya que la Elasticidad es un componente, tanto de la movilidad como de la fuerza, que hace referencia a una propiedad de los cuerpos de estirarse y recobrar su tamaño y forma primitiva, después de que dejan de actuar sobre él fuerzas externas que lo deforman. Según (Manso, Navarro y Ruiz 1996: 436), algunas de las ventajas de una buena movilidad son las siguientes: La disminución del stress, ayuda a la relajación muscular, previene lesiones, contribuye como cualidad condicional al mejoramiento y la eficacia en la ejecución de gestos deportivos, además, se ha constituido en un indicador de la salud de los individuos. Gráfico No. 31: Clasificación de la Movilidad La Movilidad es una capacidad que se manifiesta en un alto grado de desarrollo en las edades infantiles y no guarda un desarrollo proporcional en todas las articulaciones, pudiéndose presentar diferencias significativas entre los segmentos corporales, por esto, debe entrenarse de manera general. Para lograr el mantenimiento de la movilidad, es necesario realizar prácticas repetidas y sistemáticas que involucren un entrenamiento general y específico del cuerpo, según requerimientos particulares y en todas las edades. Durante la infancia y hasta la juventud, es necesario regular el entrenamiento de la movilidad, ya que su desarrollo extremo podría afectar negativamente la práctica adecuada de algunos ejercicios físicos. En la edad adulta se deben realizar ejercicios para su mantenimiento en niveles adecuados para la práctica de actividades físicas y deportivas. Durante la infancia se debe preferir el entrenamiento de ejercicios activos para el desarrollo de la movilidad, sin excederse en la intensidad de las prácticas los ejercicios pasivos se efectúan con mayor énfasis a partir de la adolescencia. Cuando se presenta un desarrollo de movilidad, asociado a debilidad en la musculatura del niño, debe darse prioridad al entrenamiento de desarrollo muscular, ya que se pueden presentar problemas posturales que afecten el desarrollo normal del niño. Las Capacidades Coordinativas Las Capacidades Coordinativas están estrechamente relacionadas con las Capacidades Condicionales y sólo pueden manifestar su desarrollo por medio de ellas, convirtiéndose ambas capacidades realmente en una unidad funcional e inseparable desde el punto de vista práctico. Los niños, al estar en proceso de crecimiento, maduración y desarrollo, tienen una elevada plasticidad del sistema nervioso central, aspecto que incide positivamente en el desarrollo de las capacidades de aprendizaje motriz y capacidades coordinativas, debido a las mayores posibilidades de captación y asimilación de estímulos e información (percepción), lo cual debe ser aprovechado en la clase de Educación Física para potenciar su desarrollo físico y motriz. De acuerdo con el concepto de E. Drenkow y P. Marschner, citados por Ruiz Aguilera y otros (1989: 5) «las capacidades coordinativas son cualidades sensomotrices consolidadas, del rendimiento de la personalidad, que se aplican conscientemente en la dirección de movimientos componentes de una acción motriz con una finalidad determinada». El proceso de regulación y la dirección de los movimientos se constituyen en las características principales de las capacidades coordinativas, las que a su vez, son condición indispensable para el aprendizaje de las habilidades motrices. Ruiz Aguilera (1985: 84), clasifica las capacidades coordinativas de la siguiente forma: Capacidades Generales o Básicas Capacidades Especiales Capacidades Complejas. Capacidades Coordinativas Generales o Básicas Capacidad de regulación de movimiento Capacidad de adaptación a cambios motrices Capacidades Coordinativas Especiales Capacidad Capacidad Capacidad Capacidad Capacidad Capacidad de orientación de equilibrio de reacción de ritmo de anticipación de coordinación (acoplamiento) Las capacidades coordinativas complejas se constituyen como la interacción de varias capacidades coordinativas y son nombradas como: capacidad de aprendizaje motor agilidad A continuación se presentan algunos de los aspectos que caracterizan a cada una de estas capacidades. Capacidades Coordinativas Generales o Básicas Capacidad de Regulación del Movimiento La Capacidad de Regulación de Movimiento, como su nombre lo indica, se ocupa de regular el desarrollo de las acciones motrices para lograr los objetivos deseados. Esta capacidad interviene regulando aspectos, como la cantidad de elementos que se presentan en una acción, la forma en que se desarrollan, su simultaneidad, sucesión, el grado de libertad de movimiento de las articulaciones, el carácter general o particular de la participación del cuerpo en la acción, las exigencias con relación a la equilibración, la coordinación y las capacidades condicionales. Debido a la gran complejidad que pueden tener algunas tareas motrices para el aprendizaje, en la edad infantil se recomienda seleccionar estímulos que atiendan progresivamente a mayores niveles de dificultad. La Capacidad de Adaptación y Cambios Motrices Es una capacidad básica y su desarrollo atiende a las posibilidades de adaptación del organismo a las condiciones del movimiento de acuerdo con la forma en que se presenten las secuencias de las acciones durante transcurso del juego o tarea motriz que se realiza. Capacidades Coordinativas Especiales Capacidad de Orientación Esta capacidad está relacionada con la ubicación del cuerpo en el espacio y en el tiempo, en coordinación con las situaciones que se realizan. En este sentido, el individuo debe identificar en el tiempo oportuno y con precisión, las variaciones de las situaciones motrices y adecuar la posición del cuerpo, orientarla, teniendo en cuenta como referentes los objetos y las otras personas que intervienen en la situación motriz. Capacidad de Equilibrio La aplicación de esta capacidad en la Educación Física, centra su importancia básica en la capacidad de adecuar el ajuste postural, de acuerdo con las acciones que se realizan, ya sea estáticas o dinámicas. Capacidad de Reacción La reacción hace referencia a la capacidad del individuo de responder en el menor tiempo posible a un estímulo de carácter auditivo, visual o táctil que se presenta en el medio ambiente. En el área de la Educación Física estas acciones se presentan de manera permanente, ya sea en situaciones de juego colectivo o en actividades atléticas, gimnásticas, luctatorias o acuáticas. La reacción puede ser simple o compleja. Es simple cuando se da respuesta a una señal conocida o prevenida con anterioridad y la respuesta se puede dar de manera rápida, con acciones motrices igualmente conocidas o simples, como es el caso de las salidas en carreras de atletismo y natación; y es compleja cuando hay necesidad de responder a un estímulo generalmente desconocido. Se requiere de un proceso de elaboración y análisis para emitir finalmente una respuesta motriz, como ocurre generalmente en los juegos deportivos de conjunto. Capacidad de Ritmo El ritmo en el campo de la motricidad, hace referencia a la coordinación de las acciones motrices en un espacio y tiempo determinados, respondiendo a las condiciones y las características de la situación motriz que se realiza. En la práctica del deporte y el juego se requiere del empleo de ritmos determinados que inciden en la calidad de las ejecuciones. Esto se puede observar, por ejemplo, en las características de una carrera de persecución de un niño al compañero, quien le esquiva con cambios de velocidad y dirección, en la carrera para el salto largo o de altura, en un desplazamiento al aro en baloncesto, en una carrera de preparación para el remate o el bloqueo en voleibol, etc. Capacidad de Anticipación La anticipación se expresa de dos formas: Primero, la anticipación a los propios movimientos, como una disposición morfológica que consiste en adecuar los movimientos del cuerpo en una fase previa a la acción principal de un gesto motriz o deportivo, por ejemplo, el adecuar la posición del cuerpo y especialmente los miembros superiores para recibir un pase en baloncesto, el realizar un movimiento de batida e impulso como fase previa a la ejecución de un salto, etc. Segundo, la anticipación a una acción de otra persona, o anticipación perceptiva, que consiste en una interpretación adecuada de los estímulos que ocurren en el entorno, antes de que el resultado de las acciones se desarrolle. Como ejemplo, se puede citar en baloncesto el jugador que interrumpe un pase del contrario debido a que con anterioridad anticipó (percibió), interpretó las intenciones y la acción de quien realizó el pase y tomó la decisión adecuada para interceptar el pase, por lo tanto logró mediante su acción apoderarse del balón Capacidad de Diferenciación En esta capacidad interactúan dimensiones cognoscitivas, cognitivas y motrices. El alumno debe poseer conocimientos sobre las acciones motrices para establecer diferencias entre las diversas habilidades o entre los movimientos que componen una habilidad determinada, y específicamente, para la ejecución de una habilidad motriz determinada, el alumno debe estar en capacidad de diferenciar las partes o componentes esenciales de cada ejercicio, sobre la base de sus conocimientos y de la respuesta motriz que debe dar. En este caso, la capacidad se manifiesta cuando el alumno adapta sus movimientos, adecúa cada acción motriz con referencia al ejercicio global. Ejemplo: cuando se realiza un esquema gimnástico, el deportista adecúa sus esfuerzos musculares en función de las exigencias de cada acción, ejercicio o movimiento; en el voleibol, en el remate el jugador golpea el balón de una forma determinada y le imprime una potencia adecuada a cada situación. La misma situación se presenta con referencia al manejo de los espacios y los tiempos en el juego y los ejercicios. La Coordinación Motriz o Capacidad de Acoplamiento La coordinación se define como la capacidad de realizar combinaciones motrices sucesivas y simultáneas, con adecuación al ritmo y con fluidez, armonía y continuidad en el movimiento. La coordinación se determina también cuando un individuo es capaz de combinar en una estructura unificada de acciones motrices, varias acciones motrices independientes; esta situación se aprecia en las danzas, esquemas gimnásticos, drible doble ritmo y lanzamiento en baloncesto, desplazamiento y bloqueo en voleibol, etc. La coordinación está matizada indispensablemente por la armonía, la continuidad y la fluidez del movimiento corporal, es decir, que las secuencias no se refieren sólo a la unión de diferentes habilidades en el espacio y el tiempo, sino que además, se requiere una ejecución con calidad en el movimiento corporal; como ejemplo tenemos que para el remate en el voleibol, no es suficiente unir carrera, batida, salto, contacto o golpe del balón y caída; para que el individuo realice una acción coordinadamente, además se requiere de una acción fluida y armónica en la transmisión del movimiento con atención a los diferentes segmentos corporales. Capacidades Coordinativas Complejas Capacidad de Aprendizaje Motor y Agilidad Estas capacidades son el producto del desarrollo y la interacción de las capacidades coordinativas generales y especiales, de la movilidad y de las habilidades motrices. Efectivamente, el desarrollo de estas capacidades generales y especiales en interdependencia mutua y con las habilidades motrices, condicionan las posibilidades de aprendizaje motor y el desarrollo de la agilidad. Gráfico No. 32: Capacidades Coordinativas. Tomado de Teoría y Metodología de la Educación Física, Tomo II.