de la AUDIENCIA LA IMPORTANCIA DE LA CARTA DE LOS

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2009 - 2014
PARLAMENTO EUROPEO
Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior
LIBE_PV(2010)0621_1
ACTA
de la AUDIENCIA
sobre
LA IMPORTANCIA DE LA CARTA DE LOS DERECHOS
FUNDAMENTALES PARA EL DESARROLLO DE UN ESPACIO
EUROPEO DE LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA
Lunes 21 de junio de 2010, de las 15.00 a las 18.30 horas
Martes 22 de junio de 2010, de las 9.00 a las 12.30 horas
COMISIÓN DE LIBERTADES CIVILES, JUSTICIA Y ASUNTOS DE INTERIOR
Con la participación de
las INSTITUCIONES COMUNITARIAS
los TRIBUNALES EUROPEOS y NACIONALES
el MUNDO ACADÉMICO
y
la SOCIEDAD CIVIL
Parlamento Europeo, Bruselas
Hemiciclo (PHS)
1.
APERTURA
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El acto comienza a las 15.12 horas del lunes 21 de junio de 2010 bajo la presidencia de
Kinga Gál (DalPE), vicepresidenta de la comisión LIBE y ponente del informe sobre
la protección de los derechos fundamentales en la UE. En su alocución de bienvenida,
la ponente destaca el importante papel que desempeñó desde el principio la comisión
LIBE, al conceptuar la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (en
lo sucesivo «la Carta») como el fundamento por excelencia de las políticas por la
libertad, la seguridad y la justicia. Por consiguiente, ya a partir del año 2000, la
comisión LIBE se basó en la referencia de la Carta a la hora de redactar los informes
anuales del Parlamento Europeo sobre la situación de los derechos fundamentales en la
UE. Kinga Gál alude en este contexto a dos audiencias que la comisión organizó en
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Unida en la diversidad
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2005 y 2007 y en las que participaron las instituciones de mayor prestigio en materia de
derechos fundamentales, como el Tribunal de Justicia (TJUE) y el Tribunal Europeo de
Derechos Humanos (TEDH), así como representantes de los tribunales constitucionales
nacionales y de las organizaciones profesionales pertinentes. Con el Tratado de Lisboa,
y una Carta que ya es legalmente vinculante, llegó el momento de fomentar una
apreciación más exacta de la importancia real de este texto fundamental para el trabajo
legislativo y su aplicación por los Estados miembros.
Al final de su intervención sobre este punto señala que esta tercera audiencia sobre la
Carta persigue el objetivo de facilitar al legislador orientaciones sobre las perspectivas
que el nuevo marco legal abre para la futura labor legislativa y de cara a la posibilidad
de reevaluar el acervo de la UE, en particular, en ámbitos tocantes a la libertad, la
seguridad y la justicia de los ciudadanos de la Unión.
2.
SESIÓN I: LA CARTA COMO REFERENCIA FUNDAMENTAL PARA LA
FUTURA LEGISLACIÓN DE LA UE Y SU APLICACIÓN POR LOS
ESTADOS MIEMBROS
Kinga Gál interviene en esta parte del acto para destacar que se ha abierto un nuevo
lance en pos de la protección de los derechos fundamentales en la UE, a raíz de la
entrada en vigor del Tratado de Lisboa, con una Carta de Derechos Fundamentales
vinculante y la perspectiva de la obligatoria adhesión al Convenio Europeo de Derechos
Humanos (CEDH), la iniciativa cívica europea y la nueva figura del Comisario de
Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía (Viviane Reding). Hace también
hincapié en el papel del TJUE y del TEDH.
Subraya la importancia de verificar cómo la Comisión y las otras instituciones de la
UE aplican la Carta, y cómo los Estados miembros la tienen en cuenta en la aplicación
de la legislación comunitaria. Alude al informe sobre derechos fundamentales que la
comisión LIBE está elaborando actualmente. Este informe se propone analizar el papel
de la UE y examinar la función de cada institución.
Peter Hustinx, Supervisor Europeo de Protección de Datos, destaca que la
protección de datos viene a ser como un ejemplo del valor y de la importancia de la
Carta de Derechos Fundamentales en el desarrollo de los ámbitos de la libertad, la
seguridad y la justicia. El programa de Estocolmo adoptado el año pasado será un
instrumento importante en el desarrollo de las políticas en materia de asilo,
cooperación judicial y migración. Destaca en este contexto que la Carta, en sus
artículos 7 y 8, y los Tratados, en los artículos 39 del TUE y 16 del TFUE, reafirman el
derecho a la protección de datos. Y, por cuanto parece, este derecho se puede hacer
valer directamente ante el Tribunal. Sus elementos básicos están establecidos en el
derecho primario de la UE: derecho del interesado a consultar datos tocantes a su
esfera personal; corrección y supervisión de los mismos por una autoridad
independiente. Se trata de un derecho subjetivo. El tratamiento de datos debe tener
siempre un fundamento jurídico.
Subraya que en el ámbito de la libertad, la seguridad y la justicia no cabe avanzar si a
la hora de adoptar nuevas disposiciones legislativas de la UE y de aplicarlas a escala
nacional (Artículo 51 de la Carta) no se tiene suficientemente en cuenta el derecho a la
protección de datos. Por consiguiente, las autoridades nacionales deberán respetar el
derecho a la protección de datos cuando transpongan normas legales de la UE, y
después de la plena adhesión de la UE al CEDH, los artículos pertinentes (o sea, los
artículos 7 y 8 de la Carta, el artículo 8 del CEDH, el artículo 39 del TUE y el artículo
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16 del TFUE, así como el artículo 8 del CEDH) deberán ser interpretados con arreglo a
la jurisprudencia del TEDH y del TJUE. El derecho a la protección de datos de carácter
personal es un derecho fundamental que es más amplio que el derecho a la protección
de la intimidad. Este derecho ha sido objeto de una importante jurisprudencia, por
ejemplo, en el asunto C-524/06 Huber contra Alemania, con relación a la no
discriminación de personas cuyos nombres figuran incluidos en una base de datos de
las autoridades de inmigración.
A partir del 1 de diciembre de 2009, la protección de datos debe disponer de una tutela
sin resquicios, un objetivo que la Comisión deberá tener en cuenta en la reforma del
marco legal secundario. La decisión marco sobre protección de datos adoptada con
arreglo al tercer pilar deja lagunas que deberán ser subsanadas con la nueva
legislación. La Carta proporciona las referencias fundamentales para el nuevo marco
legal, en el que no deben quedar lagunas, y en la definición de las excepciones en la
materia (artículo 52 de la Carta) deberán tenerse en cuenta los principios de necesidad
y proporcionalidad.
Interviene en el debate Carlos Coelho (DalPE). Destaca en particular que las
disposiciones de la Carta, que reafirman los valores comunes de los Estados miembros,
deben ser respetadas en el contexto de la lucha contra el terrorismo, así como en la
negociación de acuerdos internacionales.
Kinga Gál (DalPE) hace un llamamiento a las instituciones de la UE para que saquen
plenamente partido de la sólida base y las oportunidades de futuro que la Carta
proporciona en materia de derechos fundamentales.
Birgit Sippel (DalPE) pone de relieve el nuevo impacto político de los derechos
fundamentales de la Carta, en particular, en los debates del PE. Citando como ejemplo
los debates sobre protección de datos, la Tarjeta Sanitaria Europea y la necesidad de
limitar el acceso de los empleadores a informaciones sobre las condiciones de salud de
sus futuros empleados, ilustra cómo el debate político ha dejado de ocuparse
exclusivamente de las cuestiones de mercado y de la economía para interesarse más
por los problemas de los ciudadanos. Con relación a estos debates destaca la necesidad
de aclarar quién recoge los datos y quién puede acceder a ellos o corregirlos.
Peter Hustinx subraya la necesidad de garantizar los derechos reconocidos en la Carta
(no discriminación, dignidad de las personas, garantías procesales) cuando se adopten a
escala de la UE nuevas disposiciones legislativas sobre protección de datos, y señala
que estos derechos desempeñarán un importante papel en la aplicación del programa de
Estocolmo. La inclusión del derecho a la protección de datos de carácter personal entre
los derechos fundamentales es algo que se toma muy en serio y que tendrá su
aplicación en distintos ámbitos, como la salud, los transporte, la seguridad social, el
desafío de las nuevas tecnologías y la mundialización. Al término de su intervención
agradece a la Vicepresidenta de la Comisión, Sra. Reding, que hiciera constar que no
era su intención admitir zonas de tolerancia en los que se producen errores en la
aplicación de la Carta o en materia de protección de datos.
3.
SESIÓN II: LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES Y
DE LA DIGNIDAD HUMANA POR LOS TRIBUNALES SUPREMOS EN LA
UE
Jean-Claude Bonichot, Presidente de la Sala Cuarta del Tribunal de Justicia de la
Unión Europea, centra su intervención en una perspectiva evolutiva, destacando la
importancia de la Carta de Derechos Fundamentales y de la adhesión de la UE al
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CEDH.
Recuerda que el TJUE tiene la misión de controlar la legalidad de los actos de los
órganos e instituciones de la UE, así como el respeto de los derechos fundamentales.
Debido a la ausencia de referencias a la protección de los derechos fundamentales en
los tratados fundacionales de las Comunidades Europeas, el TJUE, en su
jurisprudencia, ha incluido la protección de los derechos fundamentales entre los
principios generales del Derecho de la UE, basándose en las tradiciones
constitucionales comunes y los tratados internacionales en materia de derechos
fundamentales ratificados por los Estados miembros. Además, la jurisprudencia del
TJUE reconoce la importancia del CEDH y acepta la jurisprudencia del TEDH. Alude
a la sentencia en el asunto Kadi, del año 2008, como ejemplo de cómo esta protección
genera confianza, en la medida en que el TJUE garantizó el pleno cumplimiento de los
derechos de defensa frente a decisiones relativas a personas o entidades que figuran
incluidas en listas terroristas.
Por cuanto concierne al estatuto legal de la Carta en el marco legislativo de la UE, el
Sr. Bonichot pone de relieve que la Carta forma parte del Derecho primario de la UE
(artículo 6, apartado 1 del TUE); las disposiciones de la Carta están dirigidas a los
órganos e instituciones de la UE, con el debido respeto del principio de subsidiariedad,
así como a los Estados miembros, en la medida en que apliquen disposiciones
legislativas de la UE; la Carta no establece nuevas competencias comunitarias. En
última instancia, la Carta por si sola no constituye propiamente un nuevo fundamento
jurídico. Ciertamente incluye, en sustancia, 31 nuevos derechos que no figuran en el
Convenio; sin embargo, en su mayor parte, los derechos definidos en la Carta son
derechos en sentido lato, como el derecho a una buena administración. De esta guisa, la
Carta asigna al TEDH una función en el ordenamiento jurídico de la UE. Finalmente, la
Carta presenta en su artículo 52 y en el preámbulo características y normas de
interpretación específicas.
Al término de su intervención, el Sr. Bonichot destaca que el TEDH y el TJUE siguen
con mutua atención la aplicación de sus respectivas jurisprudencias. Sin embargo, atrae
la atención sobre el hecho de que la adhesión de la UE al CEDH plantea numerosos
interrogantes técnicos y políticos, por ejemplo, por cuanto concierne al estatuto del
CEDH con respecto al derecho primario de la UE, a la forma en que el TEDH ha de
enfocar la legislación de la UE, o el cometido de garantizar el principio de
subsidiariedad en la aplicación de los mecanismos de control de aplicación del CEDH
(TEDH y comité de ministros). Hay que garantizar que el TJUE mantenga el
monopolio en la interpretación de la legislación de la UE, a fin de asegurar su
aplicación uniforme.
Michel Melchior, Presidente del Tribunal Constitucional de Bélgica, explica la
función del Tribunal Constitucional belga en la protección de los derechos humanos
consagrados en la magna carta belga. En respuesta a la pregunta: ¿Protege el Tribunal
Constitucional belga únicamente los derechos garantizados por la Constitución
nacional?, Melchior distingue entre legislación substantiva, donde los textos
constitucionales e internacionalmente vinculantes deben ser comprendidos en su mutua
interrelación, y los principios de igualdad y no discriminación, que deben ser
respetados en todas las normas y procedimientos legislativos nacionales. Destaca que el
Tribunal Constitucional belga ha hecho en múltiples ocasiones alusión al CEDH y a la
legislación comunitaria.
A juicio del Sr. Melchior, desde la entrada en vigor del Tratado de Lisboa y la
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incorporación de la Carta al derecho primario de la UE no se han producido cambios
sustanciales. Desde la sentencia del TJCE en el asunto Internationale
Handelsgesellschaft, de 1970, el TJUE vela por la tutela de los derechos fundamentales
en la jurisprudencia de la UE, de conformidad con lo establecido por el TUE
(Maastricht). Por otra parte, la Carta no establece un nuevo sistema para la protección
de derechos fundamentales que exceda del CEDH, de los convenios internacionales
(1966) o de la Carta Social, etc.
Subraya que la UE no es un Estado federal, sino una Unión de Estados que delega
determinadas competencias en sus instituciones comunes. Por consiguiente, en
principio, la Carta solo posee fuerza vinculante para las instituciones de la UE y sus
Estados miembros en lo relativo a la aplicación de la legislación comunitaria. Además,
un rasgo esencial de las Directivas de la UE reside a su juicio en el margen de
apreciación dado a los Estados miembros. En virtud de esta situación, los Estados
miembros son libres para decidir si aplican o no la Carta. Así ocurre, en particular, en
el ámbito de los derechos sociales y económicos, que no son claramente ejecutables en
virtud de la Carta. Asimismo indica que el Título VII, que contiene las orientaciones
generales para la interpretación y aplicación de la Carta, es el más importante para los
Tribunales nacionales. Ello no obstante, al aplicar el Derecho comunitario, es
importante velar por el respeto del artículo 7 del CEDH, del artículo 49, apartado 3, y
del artículo 52, apartados 2 y 3 de la Carta.
El Sr. Melchior destaca dos preguntas que se han suscitado: ¿Estará el TJUE en
condiciones de atender nuevas solicitudes de resolución prejudicial?, y ¿Podrán
garantizar y tutelar los tribunales nacionales el derecho de toda persona a un juicio
equitativo y público en un plazo razonable (art. 47 de la Carta)?
Marc Bossuyt, Presidente del Tribunal Constitucional de Bélgica, explica que el
Tribunal que preside aplica un concepto cooperativo en materia de protección de
derechos fundamentales, ampara el pleno respeto de los derechos fundamentales
consagrados por los convenios internacionales, y cita frecuentemente la jurisprudencia
relativa al CEDH, dándole así entrada a su propia jurisprudencia.
Recuerda la importancia del artículo 51 de la Carta en lo concerniente a su ámbito de
aplicación y la necesidad de respetar el principio de subsidiariedad. Celebra la adhesión
de la UE al CEDH y subraya la necesidad de hacer que los Tribunales Constitucionales
nacionales participen en el debate a fin de resolver problemas de jurisdicción. También
alude a los problemas con los que se ve confrontado el TEDH, con un número de
recursos pendientes que supera en este momento ya los 120.000.
El Sr. Bossuyt formula ciertas críticas contra la jurisprudencia del Tribunal de
Estrasburgo en el ámbito del derecho de asilo, y hace hincapié en el carácter
doblemente subsidiario de su jurisprudencia. Por consiguiente, no es posible ampliar el
ámbito de competencias del TEDH, habida cuenta de la interpretación sumamente
extensiva de los derechos sociales, que plantea ciertas incompatibilidades en materia de
derechos de propiedad. Sin embargo, el Tribunal ha comenzado a adoptar medidas
provisionales; en 2008, por ejemplo, se presentaron unos 3 200 recursos relativos a
procedimientos de asilo.
Termina su intervención con la observación de que los problemas de capacidad del
Tribunal de Estrasburgo se agudizarán una vez que la mayoría de los Estados miembros
hayan ratificado el Protocolo n° 12 del CEDH, que prevé una prohibición general de
las discriminaciones. A este respecto parece conveniente lanzar con arreglo al espíritu
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de la Conferencia de Interlaken una reflexión sobre el papel del Tribunal de
Estrasburgo, con miras, en particular, a preservar el derecho de recurso individual ante
el Tribunal.
En el transcurso de este debate interviene Ramón Jáuregui Atondo (DalPE)
formulando la interrogación de si el ciudadano de la UE estará obligado a dirigirse al
TJUE cuando se cuestiona un acto o norma comunitario ante un tribunal nacional, para
así cumplir con el principio de subsidiariedad y poder elevar un recurso al TEDH. Se
interroga cuál será el protocolo del CEDH al que se adherirá la UE, y si el Servicio de
Acción Exterior estará obligado a respetar tanto la Carta como el CEDH.
En su respuesta, el Sr. Bonichot observa que sería útil exponer en el acuerdo de
adhesión de la UE al CEDH las normas específicas relativas al principio de
subsidiariedad. Por ejemplo, plantea una interrogación sobre el futuro de los
procedimientos prejudiciales del TJUE y alude a la sentencia del año 1982 en el asunto
Cilfit, que fija límites a la obligación de incluir referencias a decisiones prejudiciales.
Añade que tras la adhesión, el TJUE actuará como un tribunal nacional llamado a
conocer sobre cuestiones de legalidad e interpretación del Derecho de la UE, mientras
que el Tribunal de Estrasburgo continuará siendo competente para resolver sobre
cuestiones tocantes a los derechos humanos.
El Sr. Melchior señala la posible inobservancia del principio de igualdad cuando la
decisión prejudicial no es solicitada por el Tribunal nacional, de conformidad con la
jurisprudencia en el asunto Cilfit, y defiende la necesidad de regular la interacción entre
el TJUE y el TEDH.
En lo concerniente al acceso de la UE a los protocolos del CEDH, el Sr. Bonichot
subraya que se trata de una opción política, mientras que los desafíos técnicos siguen
estando ahí, máxime teniendo en cuenta la situación especial de algunos Estados
miembros con respecto a la Carta (RU, República Checa y Polonia) y en relación con
los protocolos del CEDH.
Siguen a estas intervenciones algunas contribuciones de la delegación de Paraguay
(Parlasur), efectuadas en nombre de la organización del Mercosur.
Henry Labayle, Profesor en la Facultad de Bayona, Universidad de Pau y los Países
del Adour, en su contribución al debate, destaca la falta de un juez especial para
derechos fundamentales en la UE. Aboga por un concepto cooperativo no jerarquizado
entre Tribunales, que sea eficaz y a la vez eficiente. Señala la importancia de las
aplicaciones extraterritoriales del CEDH en el ámbito del espacio de libertad, seguridad
y justicia. La definición del derecho aplicable en situaciones como Guantánamo o en
relación con los petroleros en alta mar es una gran oportunidad. Reconoce el
importante esfuerzo realizado por el Tribunal de Estrasburgo en pos de la protección a
nacionales de terceros países, que estaba limitada a los refugiados políticos.
La reunión se interrumpe a las 17.31 horas.
4.
SESIÓN III: LIBERTAD, SEGURIDAD Y JUSTICIA - LA ESTRATEGIA DE
LA COMISIÓN Y EL PUNTO DE VISTA DEL MUNDO ACADÉMICO, LA
SOCIEDAD CIVIL Y LAS INSTITUCIONES NACIONALES DE DERECHOS
HUMANOS
La reunión se reanuda a las 9.13 horas del martes 22 de junio de 2010 bajo la
presidencia de Juan Fernando López Aguilar (DalPE), presidente de la Comisión de
Libertados Civiles, Justicia y Asuntos de Interior del PE. Inaugura la tercera sesión con
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un repaso al papel del Parlamento Europeo como legislador normal en el marco del
procedimiento de codecisión con el Consejo; el Parlamento Europeo compartirá con las
autoridades judiciales nacionales y comunitarias la difícil tarea de garantizar el respeto
de los derechos fundamentales contenidos en la Carta.
Viviane Reding, Vicepresidenta de la Comisión Europea y Comisaria de Justicia,
Derechos Fundamentales y Ciudadanía, subraya el destacado lugar de la protección de
los derechos fundamentales en el Tratado de Lisboa, con una Carta de fuerza
vinculante y con la adhesión al CEDH. La Comisión presentará en un momento ulterior
este año una Comunicación sobre la política de derechos fundamentales de la UE (con
la propuesta de una estrategia para la efectiva aplicación de la Carta) y de un informe
anual, supervisando los progresos en la aplicación de la Carta y previendo un debate
estratégico anual en el PE y el Consejo sobre lo que se ha hecho hasta la fecha y lo que
queda aún por hacer.
Destaca que la Carta deberá ser como una regla maestra para el conjunto de políticas de
la UE y su aplicación en los Estados miembros, y subraya que las medidas de la
política de seguridad y los derechos fundamentales deben ir siempre a la par. Subraya
que una política ambiciosa en materia de derechos fundamentales es el complemento a
una política eficiente y «sostenible» de lucha contra el terrorismo. La Vicepresidenta
Reding propone crear una cultura de derechos fundamentales en la Comisión, desde el
comienzo mismo del procedimiento legislativo, es decir, cuando la Comisión elabora
sus propuestas. Centra su intervención en la importancia de evaluar las concomitancias
de las propuestas con respecto a los derechos fundamentales. En el marco de dicha
evaluación se deberá dilucidar cuáles derechos fundamentales entran en juego y
describir el grado de interferencia con dichos derechos y la necesidad de esa
interacción.
Postula la responsabilidad colectiva de todas las instituciones con respecto a la
coherencia del derecho de la UE y de todo el proceso legislativo con las disposiciones
de la Carta. Confía en que la Comisión hará uso de todos los instrumentos a su alcance
para garantizar que las legislaciones nacionales guarden conformidad con la Carta, y
que promueva procedimientos de infracción cuando sea preciso. Subraya la esencial
importancia de la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE como proveedora de
datos fiables y comparables sobre la situación en los Estados miembros. Señala que la
experiencia de la comisión LIBE será sin duda útil para alcanzar transacciones a escala
interinstitucional. Finalmente, Viviane Reding subraya que con la Carta nos hemos
adentrado en una nueva vertiente del desarrollo de la integración europea, y hace un
llamamiento en favor del desarrollo de una ambiciosa política de la UE en materia de
derechos fundamentales, sobre la base de una Carta legalmente vinculante.
Durante el debate con la Comisaria, Kinga Gál (DalPE) plantea la pregunta de qué
ocurre en un caso de violación de derechos fundamentales.
Roberta Angelilli (DalPE) pregunta por las concomitancias de la entrada en vigor de la
Carta para los derechos de las minorías.
Ioan Enciu (DalPE) se interesa por las opciones prácticas y los recursos de que
disponen los Estados miembros para garantizar los derechos fundamentales en la
práctica.
Emine Bozkurt (DalPE) manifiesta su preocupación por la forma en que la UE desea
proceder para mejorar la situación, y subraya la necesidad de medidas específicas y de
una cooperación con otras organizaciones internacionales.
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Edit Bauer (DalPE) atrae la atención sobre el hecho de que las Directivas de la UE
contra la discriminación no prohíben las discriminaciones lingüísticas, mientras que sí
lo hace la Carta.
Marie-Cécile Renoux (Movimiento Internacional ATD Cuarto Mundo) desea saber si
la Comisión adoptará alguna iniciativa para mitigar la extrema pobreza en términos de
derechos fundamentales.
Viviane Reding asevera que la Comisión elaborará cada año una Comunicación y un
informe sobre la aplicación de los derechos fundamentales en los Estados miembros y
en las instituciones de la UE. En caso de problemas no resueltos se incoarán
procedimientos de infracción. Manifiesta su determinación de obrar en favor de que las
evaluaciones de impacto en materia de derechos humanos se conviertan en un elemento
normal del proceso legislativo de la UE. Subraya que la UE no cuenta con legislación
que regule el uso de las lenguas, y que sin menoscabo de una Carta legalmente
vinculante, los Estados miembros siguen siendo los responsables de sus políticas
lingüísticas internas, también con relación a los derechos de las minorías. No obstante,
la Comisión intervendrá en lo concerniente a la aplicación del derecho de la UE. Señala
finalmente que en el marco de la estrategia Europa 2020, la Comisión está elaborando
una estrategia de lucha contra la pobreza y la extrema pobreza.
Morten Kjaerum, Director de la Agencia de Derechos Humanos de la Unión Europea,
recuerda que garantizar el pleno respeto de la Carta es uno de los cometidos más
ambiciosos. Según un Eurobarómetro reciente, el 62% de los ciudadanos de la UE
sitúan la defensa de los derechos humanos en el vértice de los valores defendidos por
el Parlamento Europeo.
Destaca tres maneras de asegurar que la Carta pueda aportar un valor añadido para los
ciudadanos en la UE:
1) Derechos que figuran escritos deben convertirse en derechos conocidos por la
gente: Hay testimonios elocuentes que demuestran que los ciudadanos y, en especial,
las personas potencialmente expuestas a discriminaciones, como los integrantes de
minorías étnicas o sexuales, en muchos casos no conocen sus derechos. Por
consiguiente hay que garantizar que la gente tenga acceso a mecanismos efectivos de
protección en todos los Estados miembros, y que se les informe sobre sus derechos y
sus medios de defensa.
2) Los derechos fundamentales deben ocupar el centro del proceso legislativo de la
UE: la UE está obligada ahora a luchar activamente contra la exclusión y la
discriminación en todos los ámbitos políticos y legislativos de la UE.
3) Convertir la aplicación de la Carta en un proyecto común: la efectiva aplicación de
la Carta debe ser cosa de todos – desde el legislador comunitario hasta el legislador
nacional, del trabajador de la salud al inspector pedagógico. Para garantizar la
aplicación de la Carta a escala nacional es necesario reforzar la posición de aquellos
que tienen el mandato de proteger y hacer cumplir los derechos fundamentales a escala
nacional.
Subraya finalmente que el PE y los parlamentos nacionales deberán evaluar
regularmente las cuestiones concernientes a los derechos fundamentales. Las
autoridades locales, que desempeñan un papel clave en la prestación de servicios,
deberán velar por que los ciudadanos sepan hacer valer sus derechos fundamentales, y
no frenar el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil recortando presupuestos
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por motivo de la crisis financiera.
Hacia un espacio de libertad:
Jan Jarab, representante regional para Europa del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos, destaca que la UE ha alcanzado estándares muy
elevados en la protección de los derechos fundamentales de todos los ciudadanos,
gracias, en particular, a la creación de la Agencia de Derechos Fundamentales y la
entrada en vigor del Tratado de Lisboa. Subraya, por otra parte, la importancia de que
la UE se adhiera al Convenio Internacional sobre los Derechos de las Personas con
Discapacidad y la necesidad de aplicar la Carta en plena conformidad con las
obligaciones internacionales comunes de los Estados miembros y de la UE.
Destaca asimismo la necesidad de fortalecer la coherencia entre las acciones y
obligaciones internacionales internas y externas de la UE. La UE debe garantizar la
supervisión de sus Estados miembros a fin de disipar toda sospecha de que aplica
dobles raseros, y no socavar su papel en el fomento de los derechos humanos en otras
partes del mundo. El espacio de libertad, seguridad y justicia tiene una importancia
fundamental: integra muchos aspectos internos y externos (migración, asilo, protección
de datos, equilibrio entre seguridad y derechos humanos en las medidas contra el
terrorismo, y libertad de expresión). La necesidad de incluir a las víctimas de torturas
entre los grupos vulnerables en el contexto de la política de lucha contra el tráfico de
personas, la no devolución de refugiados y la defensa de los derechos fundamentales de
los menores son los ámbitos donde más esfuerzos deberán realizarse.
A modo de conclusión señala cuatro mensajes institucionales: 1) el importante papel de
la Comisión en relación con las iniciativas en ámbitos como la migración, el asilo y los
menores, a cuyo respecto alienta a la realización de estudios de impacto basados en el
análisis de la conformidad de los actos legislativos con la Carta y las normas
vinculantes internacionales en materia de derechos humanos; 2) el papel del
Parlamento para asegurar esta coherencia y garantizar el respeto de los derechos
humanos; 3) la necesidad de dotar a la Agencia de Derechos Fundamentales de un
mandato reforzado; 4) la necesidad de un mandato de mayor solidez para las
instituciones nacionales que supervisan la aplicación y protección de los derechos
fundamentales.
Stefano Rodotà, miembro de la convención que elaboró la Carta de Derechos
Fundamentales de la UE, subraya la necesidad de despejar ciertos escepticismos con
respecto a la Carta, aún presentes en algunos círculos políticos y académicos. La Carta
tiene una importancia nada desdeñable, por tres razones, principalmente: es legalmente
vinculante, ha tenido una trayectoria muy importante durante los últimos tres años, y es
el punto culminante que ha convertido a la UE en la zona del mundo en que los
derechos y las libertades gozan de mayor protección.
Destaca que entre los años 2000 y 2009, la construcción de una Europa de derechos y
libertades avanzó de la mano de los jueces, mientras que en muchos casos, los políticos
se mantuvieron a la expectativa. El Tribunal Constitucional español hizo referencia a la
Carta como fundamento jurídico en 2000, y también se basan en ella el TJUE, algunos
de los tribunales constitucionales y otras judicaturas en países europeos. Teniendo en
cuenta que la conformidad con la Carta es una condición necesaria para la legitimidad
de los instrumentos comunitarios, ha llegado ahora el momento de subsanar ciertos
desajustes entre la perspectiva de los jueces y el enfoque del legislador comunitario y
de estar a la altura de la importancia de la Carta. Además, la Carta introduce el
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concepto de indivisibilidad de los derechos. Sin embargo, ese concepto se ve
amenazado por la lógica del mercado, especialmente en momentos de crisis económica,
y a raíz de los intereses de seguridad. Ello redunda en detrimento de una premisa
fundamental de la Carta, en virtud de la cual, la persona ocupa el centro de su acción.
Rodotà atrae la atención sobre el hecho de que el Consejo de Colonia de 1999 abrió un
proceso de constitucionalización y reconoció la importancia fundamental de la Carta
para la plena legitimidad de la UE. Por consiguiente, el legislador de la UE debe
encontrar un nuevo equilibrio entre el sistema institucional de la UE y los derechos y
las libertades de las personas.
Muchas Directivas de la UE no son totalmente conciliables con la Carta. Así, el
Tribunal Federal de la RFA, en un dictamen reciente, ha declarado anticonstitucional la
Directiva 2006/24, por entender que viola el derecho de protección de datos. Advierte
que so pretexto de intereses de seguridad se están menoscabando las libertades
fundamentales en nuestras sociedades. Por este motivo pide al Parlamento que actúe
sobre la base del instrumento de la Carta y no espere a la intervención de los tribunales
de la UE. Finalmente subraya el carácter político de la Carta y recuerda que muchas
personas e instituciones del exterior de la UE fijan su atención en el modelo de la UE.
Ello brinda a la UE la oportunidad de ejercer una influencia mundial, que no puede
estar basada en un mero poderío económico o militar.
Kinga Gál (DalPE) abre el debate subrayando que el principal cometido de la Agencia
de Derechos Fundamentales estriba en aportar información fiable y útil al trabajo
legislativo de las instituciones de la UE. Urge a una vinculación entre las normas
internacionales y el marco de la UE, e insiste en la necesaria incardinación de los
derechos humanos en el contexto de la UE.
Morten Kjaerum explica que de acuerdo con su actual mandato, la Agencia de
Derechos Fundamentales, además de elaborar informes, debe conferir valor añadido al
procedimiento legislativo prestando asesoramiento a las instituciones de la UE.
Hacia un espacio de seguridad:
Henri Labayle, Profesor en la Facultad de Bayona, Universidad de Pau y los Países
del Adour, centra su intervención en la banalización de la Carta, adjuntada como anexo
al Tratado de Lisboa. A su juicio, las potencialidades de la Carta se infraestimaron, y
por ello se otorgó prioridad a la adhesión de la UE al CEDH. Sin embargo, la Carta
contiene nuevos derechos y ofrece mayores posibilidades que el CEDH para desarrollar
una tutela judicial efectiva en el sistema legal de la UE. En ese contexto manifiesta su
gratitud por poder asistir a un debate legal -y no solo político- sobre la importancia de
la Carta.
Subdivide su intervención con arreglo a objetivos prioritarios:
A) Las consecuencias de la Carta para el legislador de la UE. La Carta fue acogida
con cierta pasividad, al crearse la impresión de que no habría cambios después del
Tratado de Lisboa. Labayle advierte, sin embargo, contra dos riesgos: una concepción
tecnocrática de los derechos fundamentales, basada principalmente en la valoración de
sus repercusiones prácticas, y/o una sacralización del discurso de derechos
fundamentales, que lo convierte en ilusorio.
Destaca los principales desafíos prácticos para las instituciones de la UE:
a) la falta de un control previo sobre la compatibilidad de todo acto legal con respecto a
la Carta; b) la existencia en la legislación de la UE de actos legislativos que no son
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directamente aplicables y cuya transposición incumbe al legislador nacional: mientras
no exista al respecto un control previo, el TJUE tiene la posibilidad de controlar el
respeto de los derechos fundamentales mediante decisiones prejudiciales sobre
acuerdos internacionales; c) el principio de confianza mutua en el ámbito del espacio
de libertad, seguridad y justicia, para ser real, obliga al pleno respeto de las
disposiciones de la Carta; d) el respeto de la Carta debe consignarse como principio
rector de la actuación de los órganos de la UE dedicados al espacio de libertad,
seguridad y justicia; e) la necesidad de crear una red que interconecte a las instituciones
de la UE y los parlamentos e instituciones nacionales de los Estados miembros.
El Sr. Labayle alude a algunos de los desafíos políticos que encaran las instituciones de
la UE:
a) la necesidad de garantizar la autonomía de la Carta con respecto a otras tendencias
en los ámbitos nacionales o en el contexto del CEDH; b) la necesidad de evitar un
solapamiento de los artículos de la Carta con otros instrumentos internacionales que
protegen los derechos fundamentales, ante todo el CEDH; c) la responsabilidad del PE
de convencer al Consejo de Europa de la necesidad de respetar la Carta; d) el
procedimiento de adhesión de la UE al CEDH.
B) Las consecuencias de la Carta para el trabajo de los jueces de la UE. A juicio
del Sr. Labayle, la sentencia Kadi es un ejemplo de que el TJUE va mucho más allá de
lo que cabe esperar de una simple judicatura constitucional o administrativa de la UE.
Para interpretar la Carta en armonía con las tradiciones constitucionales es preciso
articular las relaciones entre los tribunales nacionales y comunitarios. Ello redundará
en beneficio de la protección de los derechos fundamentales y la diversidad de los
distintos sistemas judiciales de los Estados miembros. Además, por cuanto concierne a
la adhesión de la UE al CEDH, subraya la necesidad de preservar las especificidades de
los ordenamientos legales de los Estados miembros y destaca las dificultades existentes
para conciliar los planteamientos del CEDH y de la Carta de Derechos Fundamentales.
Pone en tela de juicio la capacidad del Tribunal de Estrasburgo para controlar el
respeto de los derechos humanos en actos con respecto a los cuales el TJUE carece de
competencias.
Michaël Privot, Director de la Red Europea contra el Racismo (ENAR), divide su
intervención en tres apartados básicos:
1) ¿Por qué la Carta no resultaba plenamente satisfactoria antes del Tratado de
Lisboa?
El hecho de que la Carta no tuviera la condición de un instrumento legalmente
vinculante significó que su papel seguía siendo bastante limitado. Al no ser más que un
instrumento soft-law, la Carta no podía producir un rendimiento directo o tangible en
favor de los ciudadanos o las ONG.
2) ¿Cómo ha cambiado (o podrá cambiar) la situación una vez que la Carta ha
adquirido naturaleza vinculante?
El Tratado de Lisboa introduce la Carta en el derecho primario de la UE. Por
consiguiente, en la aplicación o ejecución de las disposiciones de la legislación
comunitaria, las instituciones de la UE y los Estados miembros deben respetar
plenamente los derechos fundamentales enunciados en la misma. Además, los
ciudadanos y las ONGs pueden invocar los artículos de la Carta ahora directamente
ante los Tribunales Europeos. Aunque la Carta no genere ninguna nueva competencia
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para la UE, el hecho mismo de la existencia de determinados tipos de derechos a escala
de la Unión puede generar efectos muy significativos a largo plazo. Además, el TJUE
dispone ahora de algunas nuevas competencias sustanciales para controlar y enmendar
leyes nacionales en virtud de lo dispuesto por la Carta.
Cabe añadir que, al menos a primera vista, los derechos son válidos por igual para
todos los ciudadanos, independientemente de su nacionalidad, con excepción del
artículo 21, apartado 2, que prohíbe las discriminaciones por motivo de nacionalidad.
También ha lugar mencionar que estos derechos se encuentran consignados por primera
vez de una forma tan clara e inequívoca en la legislación comunitaria, en particular, el
derecho del ciudadano a no ser discriminado por razones raciales o étnicas. Estas
disposiciones constituyen la base de las acciones promovidas por las ONG que trabajan
en el ámbito de la no-discriminación y contra el racismo. La cláusula sobre
discriminación es independiente de otros artículos y otros derechos de la Carta. El
Tratado también incluye -por primera vez- los derechos de los integrantes de minorías
étnicas.
3) Impacto potencial de la Carta sobre algunas políticas concretas de la UE,
pertinentes a efectos del espacio de libertad, seguridad y justicia.
A partir de ahora, la legislación secundaria de la UE deberá ser acorde con la Carta. La
Carta contiene una serie de disposiciones, como el artículo 19, apartado 2, que en
principio pueden ser invocadas en relación con determinados aspectos de las políticas
de asilo e inmigración. Otros artículos de la Carta podrán afectar al derecho de los
Estados miembros a imponer restricciones sobre el derecho de los inmigrantes a la
reunificación familiar (cónyuges u otros miembros de su familia), o a discriminar a la
población migrante en el terreno de la seguridad social, viviendas protegidas, etc.
Para terminar, subraya que el impacto de tales procesos y de las disposiciones de la
Carta es muy difícil de evaluar, puesto que su significado dependerá en última instancia
de la interpretación que haga el TJUE en cada caso concreto. Es una evolución que
habrá de ser evaluada durante el próximo decenio.
Éamonn Mac Aodha, Presidente Ejecutivo de la Comisión de Derechos Humanos de
Irlanda, así como Presidente del Grupo Europeo de Instituciones Nacionales de
Derechos Humanos, alude a los Principios de París del año 1991 sobre el estatuto y el
funcionamiento de las instituciones nacionales para la protección y el fomento de los
derechos humanos.
También destaca la importancia de la cooperación de estas instituciones nacionales con
la Agencia de Derechos Fundamentales, e indica que es importante reconocer
debidamente la labor de dichas instituciones nacionales dedicadas a la protección de los
derechos humanos a escala europea, sobre todo tras la entrada en vigor del Tratado de
Lisboa. Este reconocimiento es fundamental para impulsar el concepto de la ciudadanía
europea y el respeto de los derechos fundamentales en el espacio de libertad, seguridad
y justicia. Destaca el grado de seguridad jurídica que brinda la Carta en el terreno de la
protección de los derechos fundamentales, frente a la jurisprudencia del TJUE, basada
en los principios generales de la legislación comunitaria. Finalmente subraya la
necesidad de establecer un estatuto similar para las instituciones nacionales que
promueven los derechos humanos ante las instituciones de la UE, a fin de trabajar en
consonancia con el ámbito de aplicación del sistema de las Naciones Unidas.
David Nichols, Director en funciones de la Oficina UE de Amnistía Internacional,
centra su intervención en el uso de la Carta por la sociedad civil. Observa que la Carta
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es el primer texto legal sobre derechos humanos que establece el principio de
indivisibilidad tanto de los derechos económicos y sociales como de los derechos
civiles y políticos. La Carta subraya en especial las obligaciones de la UE con arreglo
al derecho internacional. Este es un aspecto importante, en particular, de cara a la
manera en que la Carta es vista en terceros países. En sus artículos 8 y 41, la Carta
establece nuevos derechos (protección de datos y buena administración), que brindan
nuevas oportunidades a la sociedad civil y al PE. En el artículo 21, se reconoce la
dimensión lingüística, y, además, el derecho a contraer matrimonio y a constituir una
familia se abre a más posibilidades que en el CEDH. La Carta codifica asimismo la
jurisprudencia del TJUE.
Subraya que es muy importante velar por que los derechos fundamentales reconocidos
en la Carta se apliquen a todos los ciudadanos en el ámbito jurisdiccional de la UE
(incluidos todos los nacionales de terceros países que residen legalmente en los Estados
miembros). No obstante este progreso, la Carta contiene ambigüedades que deberán ser
dilucidadas por la jurisprudencia. Estas ambigüedades también estarán presentes en los
debates y las discusiones entre las principales instituciones de la UE.
Destaca también otras cuestiones en las que la sociedad civil podrá ejercer algún tipo
de presión: a) la lucha y las medidas contra el terrorismo (ejemplo: la sentencia Kadi);
b) las políticas migratorias; c) la Política Exterior y de Seguridad Común (PESC). A su
juicio, la Carta obliga a cada institución y organismo de la UE a respetar las
disposiciones en ella establecidas. Finalmente destaca que muchos derechos podrán ser
invocados ante los tribunales y las autoridades nacionales: el derecho a una buena
administración y todos los derechos concernientes a la reagrupación familiar y el asilo,
entre otros.
Interviene en el debate Gian Michele Giordano para referirse al caso de Italia. Le
preocupan las leyes nacionales en el ámbito del asilo, así como una nueva propuesta
legislativa para prohibir la publicación de determinadas informaciones sobre
actividades criminales.
En su respuesta, Stefano Rodotà asegura que la Comisión está siguiendo de cerca la
situación en Italia. Observa por otra parte que la cuestión de la libertad de expresión se
enfoca desde una nueva relación entre el derecho a la información y el derecho a la
vida privada. Por otra parte se está reforzando la libertad de expresión, por ejemplo, en
relación con el derecho a una buena administración.
Morten Kjaerum destaca la necesidad de estudiar la situación en mayor profundidad a
escala de los 27 Estados miembros, ya que el efectivo ejercicio del derecho de asilo
está jalonado de numerosos problemas.
Jan Jarab subraya la importancia de mejorar la política de asilo de la UE armonizando
en mayor medida las garantías de procedimiento en favor de los solicitantes de asilo.
Por cuanto respecta al caso de Italia, recuerda el problema del elevado grado de
securización de las cuestiones de inmigración en el debate público.
Otras breves intervenciones corren a cargo de Éamonn Mac Aodha, David Nichols, y
Michaël Privot.
Al final del turno de intervenciones, Henri Labayle plantea la cuestión de las
diferentes tradiciones legales de los Estados miembros y la difícil tarea del derecho de
la UE de alcanzar el adecuado equilibrio y de conciliar estas diversidades.
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OBSERVACIONES FINALES
Kinga Gál (DalPE) reitera que el actual momento brinda a la UE una oportunidad
única para impulsar los derechos fundamentales. Sin embargo, a parte de las
posibilidades que el Tratado de Lisboa y una Carta moderna y legalmente vinculante
ofrece a las instituciones de la UE para desarrollar esta esfera, advierte que nos
incumbe a nosotros asumir nuestra parte de la responsabilidad en la tarea de conferir
efectividad a los derechos fundamentales. Subraya que la nueva arquitectura de la UE
se ve en una luz muy positiva, puesto que está estrechamente relacionada con la vida
cotidiana de los ciudadanos de la UE.
El presidente Juan Fernando López Aguilar subraya que el Tratado de Lisboa es uno
de los mayores aciertos civilizatorios en pos del principio de legalidad. No obstante, la
UE aún tiene por delante la tarea de abordar en el debate comunitario el problema del
déficit de valores. El Tratado de Lisboa, la Carta y el espacio de libertad, seguridad y
justicia han brindado a la UE la oportunidad de hacerlo. Pero esta tarea está jalonada de
numerosos retos técnicos y políticos. El Tratado de Lisboa es un desafío mayor para la
labor del Parlamento Europeo y le impone acrecentadas obligaciones en la rendición de
cuentas ante el ciudadano: la extensión de las atribuciones, del ámbito jurisdiccional y
de las competencias acarrea mayores responsabilidades. López Aguilar destaca que los
ciudadanos de la UE no están a favor de otorgar más poder al proyecto europeo si éste
no garantiza una mayor protección de sus derechos. Este es un gran reto, pero merece
la pena progresar por esta vía. Lo que está en juego son los ciudadanos, la ciudadanía,
los derechos y el régimen de valores.
Se levanta la sesión a las 12.37 horas.
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ПРИСЪСТВЕН ЛИСТ/LISTA DE ASISTENCIA/PREZENČNÍ LISTINA/DELTAGERLISTE/
ANWESENHEITSLISTE/KOHALOLIJATE NIMEKIRI/ΚΑΤΑΣΤΑΣΗ ΠΑΡΟΝΤΩΝ/RECORD OF ATTENDANCE/
LISTE DE PRÉSENCE/ELENCO DI PRESENZA/APMEKLĒJUMU REĢISTRS/DALYVIŲ SĄRAŠAS/JELENLÉTI ÍV/
REĠISTRU TA' ATTENDENZA/PRESENTIELIJST/LISTA OBECNOŚCI/LISTA DE PRESENÇAS/LISTĂ DE PREZENŢĂ/
PREZENČNÁ LISTINA/SEZNAM NAVZOČIH/LÄSNÄOLOLISTA/DELTAGARLISTA
Бюро/Mesa/Předsednictvo/Formandskabet/Vorstand/Juhatus/Προεδρείο/Bureau/Ufficio di presidenza/Prezidijs/Biuras/Elnökség/
Prezydium/Birou/Predsedníctvo/Predsedstvo/Puheenjohtajisto/Presidiet (*)
Kinga Gál (1, 2), Juan Fernando López Aguilar (2)
Членове/Diputados/Poslanci/Medlemmer/Mitglieder/Parlamendiliikmed/Μέλη/Members/Députés/Deputati/Deputāti/Nariai/Képviselõk/
Membri/Leden/Posłowie/Deputados/Deputaţi/Jäsenet/Ledamöter
Jan Philipp Albrecht (2), Roberta Angelilli (2), Emine Bozkurt (2), Philip Claeys (1, 2), Carlos Coelho (1, 2), Kinga Göncz (1), Nathalie
Griesbeck (1, 2), Salvatore Iacolino (2), Lívia Járóka (2), Véronique Mathieu (2), Georgios Papanikolaou (2), Birgit Sippel (1), Renate
Sommer (1)
Заместници/Suplentes/Náhradníci/Stedfortrædere/Stellvertreter/Asendusliikmed/Αναπληρωτές/Substitutes/Suppléants/Supplenti/
Aizstājēji/Pavaduojantys nariai/Póttagok/Sostituti/Plaatsvervangers/Zastępcy/Membros suplentes/Supleanţi/Náhradníci/Namestniki/
Varajäsenet/Suppleanter
Alexander Alvaro (1), Edit Bauer (1, 2), Ioan Enciu (1, 2), Ana Gomes (1, 2), Nadja Hirsch (2), Ramón Jáuregui Atondo (1), Stavros
Lambrinidis (2), Raül Romeva i Rueda (1), Joanna Senyszyn (2), Marie-Christine Vergiat (2), Rainer Wieland (2)
187 (2)
193 (3)
49 (6) (Точка от дневния ред/Punto del orden del día/Bod pořadu jednání (OJ)/Punkt på dagsordenen/Tagesordnungspunkt/Päevakorra
punkt/Ημερήσια Διάταξη Σημείο/Agenda item/Point OJ/Punto all'ordine del giorno/Darba kārtības punkts/Darbotvarkės punktas/
Napirendi pont/Punt fuq l-aġenda/Agendapunt/Punkt porządku dziennego/Ponto OD/Punct de pe ordinea de zi/Bod programu schôdze/
Točka UL/Esityslistan kohta/Föredragningslista punkt)
Наблюдатели/Observadores/Pozorovatelé/Observatører/Beobachter/Vaatlejad/Παρατηρητές/Observers/Observateurs/Osservatori/
Novērotāji/Stebėtojai/Megfigyelők/Osservaturi/Waarnemers/Obserwatorzy/Observadores/Observatori/Pozorovatelia/Opazovalci/
Tarkkailijat/Observatörer
Присъствал на/Presente el/Přítomný dne/Til stede den/Anwesend am/Viibis(id) kohal/Παρών στις/Present on/Présent le/Presente il/Piedalījās/
Dalyvauja/Jelen volt/Preżenti fi/Aanwezig op/Obecny dnia/Presente em/Prezent/Prítomný dňa/Navzoči dne/Läsnä/Närvarande den:
(1)
21.6.2010
(2)
22.6.2010
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По покана на председателя/Por invitación del presidente/Na pozvání předsedy/Efter indbydelse fra formanden/Auf Einladung des
Vorsitzenden/Esimehe kutsel/Με πρόσκληση του Προέδρου/At the invitation of the Chair(wo)man/Sur l'invitation du président/
Su invito del presidente/Pēc priekšsēdētāja uzaicinājuma/Pirmininkui pakvietus/Az elnök meghívására/Fuq stedina tal-President/
Op uitnodiging van de voorzitter/Na zaproszenie Przewodniczącego/A convite do Presidente/La invitaţia preşedintelui/Na pozvanie
predsedu/Na povabilo predsednika/Puheenjohtajan kutsusta/På ordförandens inbjudan
J-C. Bonichot, M. Bossuyt, J. Jarab, H. Labayle, E. Mac Aodha, M. Melchior, D. Nichols, M. Privot, S. Rodotà
Съвет/Consejo/Rada/Rådet/Rat/Nõukogu/Συμβούλιο/Council/Conseil/Consiglio/Padome/Taryba/Tanács/Kunsill/Raad/Conselho/
Consiliu/Svet/Neuvosto/Rådet (*)
Комисия/Comisión/Komise/Kommissionen/Kommission/Euroopa Komisjon/Επιτροπή/Commission/Commissione/Komisija/Bizottság/
Kummissjoni/Commissie/Komisja/Comissão/Comisie/Komisia/Komissio/Kommissionen (*)
V. Reding, S. Ardovino, J. Deka, A. Herbowska, A. Liberatore, R. Ballester
Други институции/Otras instituciones/Ostatní orgány a instituce/Andre institutioner/Andere Organe/Muud institutsioonid/
Άλλα θεσμικά όργανα/Other institutions/Autres institutions/Altre istituzioni/Citas iestādes/Kitos institucijos/Más intézmények/
Istituzzjonijiet oħra/Andere instellingen/Inne instytucje/Outras Instituições/Alte instituţii/Iné inštitúcie/Druge institucije/Muut
toimielimet/Andra institutioner/organ
EDPS
P. Hustinx, K. Cuadrat-Grzybowska, H. Kranenborg
FRA
M. Kjaerum
Други участници/Otros participantes/Ostatní účastníci/Endvidere deltog/Andere Teilnehmer/Muud osalejad/Επίσης Παρόντες/Other
participants/Autres participants/Altri partecipanti/Citi klātesošie/Kiti dalyviai/Más résztvevők/Parteċipanti oħra/Andere aanwezigen/
Inni uczestnicy/Outros participantes/Alţi participanţi/Iní účastníci/Drugi udeleženci/Muut osallistujat/Övriga deltagare
G.M. Giordano, M-C. Renoux
Секретариат на политическите групи/Secretaría de los Grupos políticos/Sekretariát politických skupin/Gruppernes sekretariat/
Sekretariat der Fraktionen/Fraktsioonide sekretariaat/Γραμματεία των Πολιτικών Ομάδων/Secretariats of political groups/Secrétariat des
groupes politiques/Segreteria gruppi politici/Politisko grupu sekretariāts/Frakcijų sekretoriai/Képviselőcsoportok titkársága/Segretarjat
gruppi politiċi/Fractiesecretariaten/Sekretariat Grup Politycznych/Secr. dos grupos políticos/Secretariate grupuri politice/Sekretariát
politických skupín/Sekretariat političnih skupin/Poliittisten ryhmien sihteeristöt/Gruppernas sekretariat
PPE
S&D
Bzan, Sisättö
ALDE
Marzocchi
ECR
De Jong
Verts/ALE
GUE/NGL
EFD
NI
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Кабинет на председателя/Gabinete del Presidente/Kancelář předsedy/Formandens Kabinet/Kabinett des Präsidenten/Presidendi
kantselei/Γραφείο Προέδρου/President's Office/Cabinet du Président/Gabinetto del Presidente/Priekšsēdētāja kabinets/Pirmininko
kabinetas/Elnöki hivatal/Kabinett tal-President/Kabinet van de Voorzitter/Gabinet Przewodniczącego/Gabinete do Presidente/
Cabinet Preşedinte/Kancelária predsedu/Urad predsednika/Puhemiehen kabinetti/Talmannens kansli
Кабинет на генералния секретар/Gabinete del Secretario General/Kancelář generálního tajemníka/Generalsekretærens Kabinet/
Kabinett des Generalsekretärs/Peasekretäri büroo/Γραφείο Γενικού Γραμματέα/Secretary-General's Office/Cabinet du Secrétaire
général/Gabinetto del Segretario generale/Ģenerālsekretāra kabinets/Generalinio sekretoriaus kabinetas/Főtitkári hivatal/Kabinett tasSegretarju Ġenerali/Kabinet van de secretaris-generaal/Gabinet Sekretarza Generalnego/Gabinete do Secretário-Geral/Cabinet Secretar
General/Kancelária generálneho tajomníka/Urad generalnega sekretarja/Pääsihteerin kabinetti/Generalsekreterarens kansli
Генерална дирекция/Dirección General/Generální ředitelství/Generaldirektorat/Generaldirektion/Peadirektoraat/Γενική Διεύθυνση/
Directorate-General/Direction générale/Direzione generale/Ģenerāldirektorāts/Generalinis direktoratas/Főigazgatóság/Direttorat
Ġenerali/Directoraten-generaal/Dyrekcja Generalna/Direcção-Geral/Direcţii Generale/Generálne riaditeľstvo/Generalni direktorat/
Pääosasto/Generaldirektorat
DG PRES
DG IPOL
DG EXPO
DG COMM
DG PERS
DG INLO
DG TRAD
DG INTE
DG FINS
DG ITEC
Правна служба/Servicio Jurídico/Právní služba/Juridisk Tjeneste/Juristischer Dienst/Õigusteenistus/Νομική Υπηρεσία/Legal Service/
Service juridique/Servizio giuridico/Juridiskais dienests/Teisės tarnyba/Jogi szolgálat/Servizz legali/Juridische Dienst/Wydział prawny/
Serviço Jurídico/Serviciu Juridic/Právny servis/Pravna služba/Oikeudellinen yksikkö/Rättstjänsten
C. Vatier, S. Caquineau
Секретариат на комисията/Secretaría de la comisión/Sekretariát výboru/Udvalgssekretariatet/Ausschusssekretariat/Komisjoni
sekretariaat/Γραμματεία επιτροπής/Committee secretariat/Secrétariat de la commission/Segreteria della commissione/Komitejas
sekretariāts/Komiteto sekretoriatas/A bizottság titkársága/Segretarjat tal-kumitat/Commissiesecretariaat/Sekretariat komisji/
Secretariado da comissão/Secretariat comisie/Sekretariat odbora/Valiokunnan sihteeristö/Utskottssekretariatet
E. De Capitani, M. Gandolfo
Сътрудник/Asistente/Asistent/Assistent/Assistenz/Βοηθός/Assistant/Assistente/Palīgs/Padėjėjas/Asszisztens/Asystent/Pomočnik/
Avustaja/Assistenter
P. Götz, M. Lazarova
* (P) = Председател/Presidente/Předseda/Formand/Vorsitzender/Esimees/Πρόεδρος/Chair(wo)man/Président/Priekšsēdētājs/Pirmininkas/
Elnök/President/Voorzitter/Przewodniczący/Preşedinte/Predseda/Predsednik/Puheenjohtaja/Ordförande
(VP) = Заместник-председател/Vicepresidente/Místopředseda/Næstformand/Stellvertretender Vorsitzender/Aseesimees/Αντιπρόεδρος/
Vice-Chair(wo)man/Vice-Président/Priekšsēdētāja vietnieks/Pirmininko pavaduotojas/Alelnök/Viċi President/Ondervoorzitter/
Wiceprzewodniczący/Vice-Presidente/Vicepreşedinte/Podpredseda/Podpredsednik/Varapuheenjohtaja/Vice ordförande
(M) = Член/Miembro/Člen/Medlem./Mitglied/Parlamendiliige/Μέλος/Member/Membre/Membro/Deputāts/Narys/Képviselő/
Membru/Lid/Członek/Membro/Membru/Člen/Poslanec/Jäsen/Ledamot
(F) = Длъжностно лице/Funcionario/Úředník/Tjenestemand/Beamter/Ametnik/Υπάλληλος/Official/Fonctionnaire/Funzionario/
Ierēdnis/Pareigūnas/Tisztviselő/Uffiċjal/Ambtenaar/Urzędnik/Funcionário/Funcţionar/Úradník/Uradnik/Virkamies/Tjänsteman
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