2013_0529 212 - Observatorio Financiero y Bursátil

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SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA
REPÚBLICA DE COLOMBIA
SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA
DELEGATURA PARA FUNCIONES JURISDICCIONALES
80000
ACCIÓN DE PROTECCIÓN AL CONSUMIDOR -ARTÍCULOS 57 y 58 DE LA LEY 1480 DE 2011
Y 24 DE LA LEY 1564 DE 2012-.
Radicado interno:
XXXX
506 Jurisdiccionales
23 Fallo
Expediente:
Demandante:
Demandado:
XXXX
XXXX
XXXX
Asunto: CONTINUACIÓN DE LA AUDIENCIA PÚBLICA DE QUE TRATA EL ARTÍCULO 439
DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTO CIVIL - PROCESO VERBAL SUMARIO DE MENOR
CUANTÍA.
En Bogotá, al décimo sexto (16) días del mes de mayo de dos mil catorce (2014), siendo las nueve
de la mañana (9:00 a.m.), fecha y hora señaladas en audiencia del día veinticinco (25) de marzo
de la misma anualidad, esta Delegatura para Funciones Jurisdiccionales se constituye en
audiencia pública para los efectos correspondientes, disponiendo la grabación de lo actuado de
conformidad con lo previsto en el numeral 5 del artículo 432 del Código de Procedimiento Civil,
archivo que hará parte integral de la presente acta. Asiste la diligencia Rodrigo Artunduaga Castro,
profesional especializado de la Delegatura.
(…)
SENTENCIA
Procede la Delegatura para Funciones Jurisdiccionales de la Superintendencia Financiera de
Colombia, bajo la perspectiva del régimen de protección al consumidor, a resolver en derecho la
controversia surgida de la relación contractual que vincula al señor XXXX con XXXX
I.
ANTECEDENTES Y ACTUACIÓN PROCESAL
El señor XXXX, en ejercicio de la acción de protección al consumidor, presentó demanda en contra
de XXXX, el 24 de septiembre de 2013 (fls. 1 a 77 y 81 a 86), en procura que se declare a dicha
entidad contractualmenteresponsable del reconocimiento y pago del amparo de pérdida total
daños presentado en el vehículo de placas MRZ756, y no tan solo parcial como lo ha aceptado la
Aseguradora, haciéndose entrega de un automóvil nuevo de iguales características a las del
amparado, así como el pago de perjuicios en categoría de lucro cesante.
Las pretensiones de la demanda encuentran fundamento en los hechos que a continuación se
sintetizan: la activa adquirió un vehículo particular, marca Nissan, modelo 2013, de placa MRZ756,
el que fuera objeto de amparo mediante la adquisición de un seguro todo riesgo instrumentado en
la póliza No. 9476 tomado con XXXX; dentro de las coberturas de la mencionada póliza se
encuentran las denominadas pérdida total por daños y pérdida parcial por daños, entre otros; el 4
de abril de 2013 el vehículo asegurado se vio involucrado en un accidente, situación que fuera
puesta en conocimiento de la compañía aseguradora en oportunidad; como consecuencia de lo
anterior, el objeto asegurado fue ingresado al establecimiento “TALLERES AUTORIZADOS” por la
aseguradora demandada para que se evaluara la magnitud del siniestro. Hechos los respectivos
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avalúos, el demandante se opuso a los mismos puesto que para el arreglo de su vehículo el taller
autorizado aplicaba un descuento de aproximadamente el 12%, lo que obstaculizaba que la
reparación alcanzara el porcentaje necesario para afectar el amparo de pérdida total por daños,
siendo motivo de inconformidad en el asegurado, recibiendo por respuesta de XXXX que sobre las
cotizaciones presentadas no era necesario autorización del asegurado; acorde a lo anterior, aduce
el demandante que las dos cotizaciones presentan unos descuentos del 12% y, además, la
segunda cotización es por un valor incluso menor de la primera pese a que fueron expedidas el
mismo día; finalmente, el vehículo fue reparado en el citado taller.
La entidad demanda fue notificada el 12 de noviembre de 2013 (fls. 92 a 94), quien en oportunidad
la contestó, se opuso a las pretensiones, aceptó unos hechos y negó otros, solicitó pruebas y
propuso excepciones de mérito que intituló: I. “INEXISTENCIA DE CONDUCTA ALGUNA VIOLATORIA
DE LOS DERECHOS DEL CONSUMIDOR FINANCIERO – AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD CIVIL
CONTRACTUAL EN CABEZA DE XXXX la cual fundamentó en el precepto legal contenido en el
artículo 1110 del Código de Comercio, esto es, que a elección del asegurador éste podrá reparar
la cosa objeto del contrato de seguro, situación reiterada en las condiciones generales y
particulares de la póliza a la que adhirió el actor, del mismo modo, se invoca el artículo 1056 y
1077ejusdem, concluyendo que a la fecha no existe responsabilidad alguna imputable a la
aseguradora por los hechos que en el proceso se discuten. II. “AUSENCIA DE MORA POR PARTE
DE XXXX – MORA DEL ACREEDOR EN RECIBIR” Aduce que XXXX realizó las reparaciones
pertinentes al vehículo, pese a lo anterior el demandante no ha querido recibir el mismo. III.
“BUENA FE” invoca que la compañía de seguros ha obrado siempre con buena fe. IV. “AUSENCIA
DE LOS PERJUICIOS SOLICITADOS –AUSENCIA DE NEXO CAUSAL CON CUALQUIER ACCIÓN U
OMISIÓN DE XXXX” aduce que al actor no se le ha ocasionado ningún perjuicio y que de existir los
mismos estos son atribuibles a su propia culpa. V. “SUJECIÓN A LAS CONDICIONES GENERALES Y
PARTICULARES DE LA PÓLIZA DE AUTOMÓVILES NO. AT 9476 CERTIFICADO 552” sostiene al
respecto que en el caso de una hipotética condena en su contra solicita se respeten las
condiciones y limites acordados en la póliza suscrito entre los extremos contractuales. Finalmente,
VI. “LA GENÉRICA”, con fundamento en el artículo 306 del Código de Procedimiento Civil.
Respecto de las anteriores excepciones no se pronunció la parte demandante (fls. 125 y 126).
Ante el fracaso de la conciliación, se practicaron los interrogatorios a las partes, se fijó el litigio, los
hechos no discutidos por los extremos de la litis y se decretaron las pruebas pedidas por las
partes, todo lo cual quedó reseñado en el acta que dio inicio a esta audiencia el 25 de marzo de
2014 (fls. 137 y 162) y que concluye en la fecha con el cierre de la etapa probatoria, alegatos de
conclusión y con el presente fallo.
II. PRESUPUESTOS PROCESALES
En lo que respecta a los llamados presupuestos procesales y condiciones materiales para proferir
fallo de mérito, requisitos indispensables para regular la formación y desarrollo de la relación
jurídico procesal, no existe reparo alguno. Esta Delegatura es competente para conocer del
conflicto surgido entre las partes, en ejercicio de la acción de protección al consumidor,
contemplada en el inciso 2º del artículo 57 de la Ley 1480 de 2011 y 24 de la Ley 1564 de 2012,
toda vez que se trata de una controversia relacionada con la ejecución y cumplimiento de las
obligaciones emanadas del contrato de seguro suscrito por el señor XXXX, consumidor financiero,
y XXXX, entidad vigilada por esta Superintendencia. Adicionalmente se encuentra habilitado el
elemento temporal a que alude el numeral 3º del artículo 58 de la Ley 1480, comoquiera que el
siniestro ocurrió el 4 de abril de 2013 y la demanda se presentó el 24 de septiembre siguiente.
Tampoco se avizora causal alguna de nulidad que pueda invalidar lo actuado, lo cual significa que
la presente instancia finalizará con un pronunciamiento sobre el fondo del litigio.
III. CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS
3.1. PROBLEMA JURÍDICO
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Se encuentra contractualmente obligada XXXX a entregar un automóvil nuevo, del mismo
concesionario y de las mismas características, como consecuencia de la afectación del amparo de
pérdida total por daño del vehículo de placas MRZ756 que persigue el actor, conforme las
estipulaciones pactadas en la póliza de seguro No. 9476?
El anterior problema jurídico se sitúa de cara al contrato de seguros, el cual se encuentra tipificado
en la legislación colombiana en los artículos 1036 a 1082 del Código de Comercio, además de las
normas contenidas en los artículos 183 y siguientes del Estatuto Orgánico del Sistema Financiero
–EOSF-. La primera de dichas normas establece que “el seguro es un contrato consensual,
bilateral, oneroso, aleatorio y de ejecución sucesiva”, celebrado entre el asegurador “o sea la
persona jurídica que asume los riesgos, debidamente autorizada para ello con arreglo a las leyes y
reglamentos”, y el tomador, es decir, “la persona que, obrando por cuenta propia o ajena, traslada
los riesgos” (Art. 1037 del C. Co.).
Ahora bien, sabido es que el contrato de seguro se caracteriza por la voluntariedad y que siempre
está sujeto a las normas del Código de Comercio y demás concordantes. Sin embargo, no puede
perderse de vista que quien determina unilateralmente su contenido y fija previamente las
condiciones generales es la aseguradora, para que sus clientes a su elección las acepten o las
rechacen, esto por tratarse de relaciones contractuales en masa, que deben desarrollarse de
manera estandarizada en su ejecución y operación y que se suscriben siempre entre el mismo
contrayente y un gran número de personas.
Así entonces, se trata de un contrato de adhesión en el que la aseguradora gobernará delimitando
entre otros aspectos, “la extensión, alcance y proyección del riesgo; estableciendo las
exclusiones…; fijando las obligaciones pre-siniestro para el tomador y las provenientes del
siniestro para el asegurador y también para el tomador…”, las cuales deben ser claras y
entendibles y puestas a disposición del tomador para su fácil comprensión (Jaramillo J., Carlos
Ignacio, Derecho de Seguros, Tomo II, Editorial Temis, 2010, pág. 466).
De allí, la importancia de la claridad de las cláusulas particulares contenidas en la póliza, y que
éstas sean conocidas por el asegurado y tomador, para que manifieste libremente su
consentimiento en señal de aceptación, máxime tratándose de un clausulado elaborado por la
aseguradora, que en últimas supera los límites de la consensualidad del contrato de seguro.
No obstante, dada la masividad de dichos contratos, el legislador faculta al asegurador para
establecer las cláusulas contractuales, incluso aquellas de contenido objetivo, que se constituyen
en Ley para las partes en virtud del artículo 1602 del Código Civil y 871 del Código de Comercio,
este último del siguiente tenor: “Los contratos deberán celebrarse y ejecutarse de buena fe y, en
consecuencia, obligarán no sólo a lo pactado expresamente en ellos, sino a todo lo que
corresponda a la naturaleza de los mismo, según la ley, la costumbre o la equidad natural”.
Expresión de la potestad de la aseguradora señalada en precedencia, lo constituye la delimitación
de riesgos a través de las exclusiones como lo prevé el artículo 1056 del Código de Comercio a
cuyo tenor, “Con las restricciones legales, el asegurador podrá, a su arbitrio, asumir todos o
algunos de los riesgos a que estén expuestos el interés asegurable o la cosa asegurados, el
patrimonio o la persona del asegurado”, sin que ello conlleve la convalidación de cláusula abusivas
expresamente prohibidas por el legislador al punto que se tendrán por no escritas, como
expresamente lo establece el parágrafo del artículo 11 de la Ley 1328 de 2009.
Por tanto, en presencia de un contrato válidamente celebrado, ante la ocurrencia del riesgo
asegurado, es del caso dar aplicación al artículo 1077 del Código de Comercio, a cuyo tenor:
“CARGA DE LA PRUEBA. Corresponderá al asegurado demostrar la ocurrencia del siniestro, así como la
cuantía de la pérdida, si fuere el caso. El asegurador deberá demostrar los hechos o circunstancias
excluyentes de su responsabilidad.”.
Bajo los anteriores parámetros, procede la Delegatura a abordar el caso concreto, bajo la óptica de
protección al derecho del consumidor, expresión del artículo 78 constitucional.
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3.2. CONSIDERACIONES SOBRE EL CASO CONCRETO
Dentro de las actuaciones surtidas en el proceso que ocupa la atención de la Delegatura, las
partes tuvieron como hechos no discutidos, por lo tanto exentos de prueba, los que a continuación
se relacionan: 1) El día 9 de octubre de 2012 XXXX expidió la póliza AT 9476 y certificado 552
amparando el vehículo de placas MRZ756. 2) El señor XXXX funge como asegurado y beneficiario
de la referida póliza. 3) Entre las coberturas otorgadas en la póliza referida, se encuentran pérdida
parcial daños y pérdida total daños. 4) El 4 de abril de 2013, el vehículo asegurado de placas
MRZ756 se vio involucrado en un accidente de tránsito. 5) Para la fecha del siniestro la póliza AT
9476 y certificado 552 se encontraban vigentes. 6) El 4 de abril de 2013, el señor XXXX comunicó
a XXXX del accidente a fin que se hiciera presente en el lugar y conociera de los daños causados
al vehículo. 7) Con ocasión del aviso del siniestro elevado por el asegurado el 4 de abril de 2013
se remitió el vehículo a TALLERES AUTORIZADOS S.A. para determinar los daños sufridos y su
monto. 8) TALLERES AUTORIZADOS S.A. expidió dos cotizaciones para la reparación del
vehículo referido, la primera por valor de $25.140.984.oo y la segunda por valor de
$21.368.960.oo, con fecha 5 y 8 de abril de 2013, respectivamente.
Vistas las posiciones de las partes, el litigio se circunscribe a definir el amparo que cada uno de los
extremos procesales pretende sea afectado con la ocurrencia del siniestro: en lo que respecta al
asegurado-demandante persigue la afectación del amparo de pérdida total daños por lo que a su
juicio los descuentos en el costo de la reparación que haga el taller a la aseguradora no le pueden
ser oponibles a éste, toda vez que tal situación va en desmedro de sus intereses al reducir el
porcentaje necesario para afectar el amparo de pérdida total daños, en tal medida pretende que se
le entregue un carro nuevo de similares características al siniestrado. Por su parte, XXXX
argumenta que el valor de la reparación del automotor accidentado no excedió el 75% de su valor
asegurado, por lo que a la luz de las condiciones de la póliza referida no tiene obligación de
acceder a tal pedimento, cabe anotar que el amparo afectado por la aseguradora es el de pérdida
parcial daños, afectación que conllevó a que dicha compañía de seguros, a la fecha del presente
proceso, ya hubiere realizado la reparación del carro de placas MRZ756, situación que pese a no
hacer parte del objeto de la presente controversia, ha sido expuesta por la demandada.
Ahora bien, la pretensiones perseguidas por la activa germinan en las condiciones generales del
contrato, más exactamente en la "CLAUSULA QUINTA” en la que se define “Pérdida total del
vehículo por daños. Es la destrucción total del vehículo como consecuencia de un accidente o de actos mal
intencionados de terceros. La destrucción total se configura si los repuestos, la mano de obra necesaria para
las reparaciones y su impuesto a las ventas tienen un valor igual o superior al 75% del vehículo en el
momento del siniestro” (Subraya la Delegatura). Por su parte, la condición 5.2. del mentado
condicionado precisa la pérdida parcial daños como “… aquel daño causado por un accidente o por
actos mal intencionados de terceros, cuando los repuestos, mano de obra necesaria para la reparación y su
impuesto a las ventas tienen un valor inferior al 75% del valor comercial del vehículo al momento del
siniestro.” (Original sin subraya. Fl. 121). Las anteriores estipulaciones contractuales componen los
linderos que delimitan la responsabilidad contractual exigible a la aseguradora conforme al artículo
1056 del Código de Comercio, en otras palabras, dicha condiciones constituyen la delimitación
contractual del riesgo asumido por XXXX
Teniendo presente las transcritas cláusulas, la activa aduce que, primero, la aseguradora no podía
proceder con la reparación del automotor siniestrado sin que mediara autorización por parte del
asegurado y, segundo, que el descuento correspondiente al 12% efectuado en la mano de obra no
fue consentido por el señor XXXX, lo que conllevó a que el porcentaje de pérdida del objeto
amparado no superara el 75% del valor asegurado, esto, a juicio del actor, vulnera su derecho a
percibir un vehículo nuevo como consecuencia de la imposibilidad de afectar el amparo de pérdida
total daños, argumentos que por su naturaleza resultan inescindibles por lo que serán analizados
de manera conjunta por la Delegatura, no sin antes hacer evidente que las partes no encuentran
discusión frente al contenido de las cláusulas en referencia.
En este orden, sostiene la activa que una vez adelantadas las gestiones atinentes a fin de evaluar
la envergadura del daño sufrido por el vehículo de placas MRZ756, el establecimiento comercial
TALLERES AUTORIZADOS S.A. expidió dos cotizaciones por valores distintos, la primera de ellas
data del 5 de abril de 2013 (fls. 12 a 19) de la que se tienen los siguientes valores:
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24.061.578.oo “TOTAL Bruto”
(2.388.316.oo) “TOTAL Descuento”
3. 467.722.oo. “TOTAL Impuesto”
_____________
25.140.984.oo “TOTAL COTIZACIÓN”
La segunda cotización corresponde al 8 de abril de 2013, en la que se establecen los siguientes
valores (fls. 22 a 25):
20.448.528.oo “TOTAL Bruto”
(2.027.011.oo) “TOTAL Descuento”
2.947.443.oo “TOTAL Impuesto”
_____________
21.368.960.oo “TOTAL COTIZACIÓN”
Con base en lo anterior, aduce el demandante que el descuento aplicado a las cotizaciones le es
contraproducente puesto que de no mediar el mismo, el valor total de la reparación del vehículo
siniestrado sobrepasaría el 75% de su valor comercial, esto es, $27.450.000.oo, ello en
consideración a que conforme al certificado individual de seguro (fl. 8) el valor asegurado del
vehículo de placa MRZ756 es de $36.600.000.oo. En efecto, descontando el ítem que refiere la
pasiva (Total Descuento), el valor cotizado de la reparación podría alcanzar el porcentaje requerido
a fin de afectar el amparo de pérdida total daños, toda vez que la sumatoria de 24.061.578.oo +
3.467.722.oo da un total de 27.529.300.oo, suma superior a los 27.450.000 ya señalados.
Ahora bien, en lo que respecta a la segunda cotización, si bien la misma no alcanzaría para afectar
el amparo deprecado, la expedición de la misma es, a juicio del accionante, una maniobra dilatoria
y evasiva de la aseguradora a fin de poner un manto de duda sobre su expedición, con el propósito
de hacerle nugatorio al asegurado el acceder al amparo de pérdida total daños. Así lo manifestó en
el interrogatorio de parte en el que señaló “…Ellos recogieron el vehículo y lo enviaron al concesionario
Morato de Nissan… la intención mía era que mandaran el carro a un concesionario para averiguar el valor
del vehículo, lo que yo no he autorizado en ningún momento fue el arreglo de tal vehículo, lo que solicitaba
era primero conocer una cotización del arreglo de tal vehículo…” así mismo, informó el demandante que
“…obtuve dos cotizaciones por diferentes valores, las dos expedidas el mismo día y no de parte XXXX, por
parte del concesionario…” (fl. 162 –archivo de audio- 15 horas 9 minutos.)”
No obstante lo anterior, lo cierto es que la cotización del 5 de abril de 2014, documento seriado No.
236584, en su página 9 (fl. 20 y 260), establece que dicha cotización es un “valor estimado de
reparación vehículos”… “1. La presente cotización no incluye imprevistos… 2. El valor de los repuestos está
sujeto a modificaciones por factores de importación, en caso de no encontrarse en existencia en el momento
de efectuarse la reparación.” Leyenda que se repite en la cotización correspondiente al 8 de abril de
2013 (fl. 25 y 265). De igual forma, a folio 271 del plenario obra correo electrónico del 9 de abril de
2013 (fl. 271) remitido por Efrain Alexander Carrillo, Analista de Indemnizaciones Autos de XXXX,
al correo electrónico XXXX, mismo correo que el demandante en las preguntas de ley informó a la
Delegatura, en el que se pone en conocimiento del señor XXXX, demandante, de la orden de
reparación del golpe trasero del vehículo asegurado y en la que se puede leer: “el valor de la
reparación que a continuación relaciono es tentativo ya que puede variar al momento de efectuar las
reparaciones”. Así las cosas, el hoy demandante estuvo enterado de dicha cotización y se le había
advertido que la cifra de la reparación allí consignada era tentativa siendo que la misma podría
variar. Surge así que las cotizaciones expedidas por TALLERES AUTORIZADOS S.A. era un mero
estimado de la reparación del vehículo, no existiendo obligación de la aseguradora de mantener
dichos montos puesto que no le era de suyo tal tarea.
En consonancia con lo anterior, conforme a la factura de venta No. S97- 10104- (fls. 294 a 296) la
sociedad TALLERES AUTORIZADOS S.A. cobró por el arreglo definitivo del vehículo de placa
MRZ756 la suma total de “$19.172.191” suma que comprende los siguientes factores:
$20.569.776.oo “valor venta” menos $2.205.608.oo por concepto de “descuento”, es decir que el
arreglo finalmente costó una suma inferior a la contenida en las dos cotizaciones iniciales.
Corolario de lo anterior se tiene que la reparación definitiva y total del vehículo, con o sin
descuento en la mano de obra, no alcanzaría el 75% del valor pactado en las condiciones
generales, a las que ya se ha hecho referencia (fls. 201 a 203 y 239 a 241). En consecuencia,
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emerge de manera diáfana que el arreglo del vehículo automotor siniestrado de placas MRZ756,
por concepto de repuestos, mano de obra e impuesto a las ventas, fue la suma de
$20.569.776.oo, valor sin el descuento, lo que demuestra que no le asiste razón al actor respecto
de que la indemnización o la reparación debió costar más y que en tal medida el proceder de la
aseguradora le ha aparejado un perjuicio al afectar el amparo parcial daños y no el amparo total
daños. Cabe anotar que al plenario no se aportó ninguna prueba que acreditara que los daños
sufridos al automotor equipararan o superaran el 75% del valor comercial del vehículo al momento
del siniestro, limitándose en todas las actuaciones procesales a querer desconocer la cuantía de la
pérdida del daño, sin realizarse actividad probatoria dirigida a afectar los arreglos realizados a la
máquina, o a la calidad de las piezas utilizadas en la reparación, o que las reparaciones no
estaban bien realizadas y que por tanto urgía una nueva reparación que incrementara los costos,
en fin, cualquier actividad probatoria tendiente a demostrar que las reparaciones que ameritaban
un siniestro como el ocurrido podrían comprometer más del 75% del valor comercial del bien
asegurado, accediendo en tales términos al amparo de pérdida total por daños. A la misma
conclusión llega la Delegatura si a la anterior suma se adiciona el valor del siniestro AT- 303,
ocurrido en la misma oportunidad del que se viene hablando, AT-305, por cuanto aquél sólo
alcanzó la suma total de $ 911.400.oo, siendo de cargo de la Aseguradora $ 361.951.oo, aplicado
un descuento de $ 91.140 (folio 208).
De otra parte, resulta necesario indicar que, en lo que a seguros de daños respecta, el Código de
Comercio establece en su artículo 1088 que estos “…son contratos de mera indemnización y jamás
podrán constituir para él fuente de enriquecimiento”, resaltando así el carácter indemnizatorio del
contrato de seguro, tema sobre del que se ha ocupado esta Superintendencia en concepto No.
2002032198-2 del 25 febrero de 2003 cuando señaló “…el carácter indemnizatorio del seguro de
daños impone que el pago de la prestación asegurada se concrete en el resarcimiento, dentro de los límites
pactados en el contrato, las consecuencias económicas desfavorables o los perjuicios patrimoniales
provocados por el siniestro, pero no para conseguir un lucro, pues como lo ha reconocido la Corte Suprema
de Justicia, "los seguros como el de cumplimiento -que por su naturaleza corresponden a los seguros de
daños-, implican la protección frente a un perjuicio patrimonial que pueda sufrir la asegurada al ocurrir el
riesgo asegurado. Empero, el solo incumplimiento por parte del obligado no constituye por sí mismo
siniestro, a menos que se genere un perjuicio para el asegurado, por ser de la esencia de éste la causación
y padecimiento efectivos de un daño, pues de lo contrario el seguro se convertiría en fuente de
enriquecimiento para el asegurado, lo cual está prohibido para los seguros de daños en el artículo en cita.”
La jurisprudencia invocada en el concepto corresponde a la Corte Suprema de Justicia, Sala de
Casación Civil y Agraria. Sentencia N. 026 de 22 de julio de 1999. M.P. Dr. Nicolás Bechara
Simancas.
En este orden de ideas, se tiene que el vehículo de placas MRZ756 fue reparado por la entidad
aseguradora, sin que, se itera, haya objeción alguna sobre la calidad de la misma y cuyo costo no
alcanzó el 75% del valor del vehículo al momento del siniestro, por lo que las pretensiones de la
demanda en cuanto la exigencia de un vehículo nuevo, teniendo presente que el arreglo del
vehículo total no superó los 23 millones de pesos, supera el carácter meramente indemnizatorio
del contrato.
De la mano con lo anterior, y toda vez que el demandante ha señalado que el carro fue arreglado
sin su consentimiento, procede indicar que tal afirmación resulta contraria a lo manifestado por el
testigo XXXX en su declaración, quien afirma que la Aseguradora indagó, como parte de sus
protocolos, ofreciendo al asegurado las diferentes opciones de talleres para la reparación del
vehículo, obteniendo autorización para remitirlo a TALLERES AUTORIZADOS S.A., “único
autorizado en Colombia” por la marca Nissan, donde finalmente fue llevado el automotor. AL
respecto, cabe memorar que el artículo 1110 del Código de Comercio establece que “La
indemnización será pagadera en dinero o mediante la reposición, reparación o reconstrucción de la cosa
asegurada, a opción del asegurador.” (Resaltado fuera de texto original). Idéntica obligación se
encuentra consagrada en el “CONDICIONADO GENERAL PÓLIZA SEGURO DE AUTOMÓVILES”
Cláusula 9.3.4. “Opciones de XXXX para indemnizar: XXXX pagará la indemnización en dinero o mediante
la reposición, reparación o reconstrucción del vehículo asegurado a su elección. Por consiguiente, el
asegurado no puede hacerle dejación o abandono del vehículo accidentado, ni podrá exigirle el valor del
seguro, o su reemplazo por otro vehículo porque optar por una de estas alternativas es privativo del
Asegurador”, cláusula que no tiene carácter de abusiva y que en consecuencia ata a los
contratantes en cuanto a su cumplimiento, y que es aplicación del artículo 1557 del Código Civil.
En tales términos, siendo estas opciones de indemnización expresión de obligaciones
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consagradas por el legislador como alternativas de la compañía de seguros, en su calidad de
deudor de la respectiva indemnización, en el caso de autos la aseguradora se inclinó por cumplir
su obligación de resarcir los perjuicios sufridos por el demandante mediante la reparación del
vehículo asegurado, siendo que las condiciones establecidas en la póliza, en aplicación directa de
la ley, así se lo permitían.
Basten las anteriores consideraciones para concluir que se encuentra acreditada la pérdida parcial
del vehículo por daños, que dicho amparo ha sido reconocido por la entidad aseguradora en
ejercicio de la facultad que le otorga como administrador del riesgo a la compañía aseguradora,
procediendo a la reparación del vehículo, a cuya recepción se ha negado el demandante sin que
se pueda acreditar la verificación de la misma, lo que conlleva a declarar probada la excepción
que la pasiva denominó “INEXISTENCIA DE CONDUCTA ALGUNA VIOLATORIA DE LOS DERECHOS
DEL CONSUMIDOR FINANCIERO – AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL EN
CABEZA DE XXXX SEGUROS S.A”, la que tiene por virtud enervar la totalidad de las pretensiones de
la demanda, relevándose la Delegatura del análisis de los demás medios exceptivos, no obstante
lo cual habrá de precisar que no se acreditó dentro del proceso la fecha para la cual el vehículo
estuvo a disposición del actor, quien tampoco ejerció actividad probatoria alguna que permitiera
establecer mora por parte de la Aseguradora y menos aún que la misma hubiere causado perjuicio
material al demandante, que, entratándose de lucro cesante, debe estar expresamente pactado
en el contrato por virtud del artículo 1088 del Código de Comercio, sin que en el presente caso lo
estuviera.
Finalmente, esta Delegatura condenará en costas al demandante, al denegarse la totalidad de las
pretensiones de la demanda.
Conforme con las consideraciones expuestas en precedencia, la DELEGATURA PARA
FUNCIONES JURISDICCIONALES DE LA SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA,
administrando justicia en nombre de la República de Colombia y por autoridad de la Ley,
RESUELVE
PRIMERO: DECLARAR probados los hechos en que se sustenta la excepción denominada
“INEXISTENCIA DE CONDUCTA ALGUNA VIOLATORIA DE LOS DERECHOS DEL CONSUMIDOR
FINANCIERO – AUSENCIA DE RESPONSABILIDAD CIVIL CONTRACTUAL EN CABEZA DE XXXX”, por
las razones expuestas en la parte motiva de esta decisión.
SEGUNDO: DENEGAR las pretensiones de la demanda.
TERCERO: CONDENAR en costas al demandante. Liquídense por Secretaría incluyendo como
agencias en derecho la suma de $ 1.000.000.oo
La anterior sentencia es notificada a las partes en estrados.
PARTE DEMANDANTE INTERPONE RECURSO DE APELACIÓN.
AUTO: RECURSO DE APELACIÓN CONCEDIDO EN AUDIENCIA.
Esta decisión se notifica a las partes en estrados.
No siendo más el motivo de la presente audiencia, se termina y firma por quienes en ella
intervinieron.
LA SUPERINTENDENTE DELEGADA PARA FUNCIONES JURISDICCIONALES,
XXXX
Calle 7 No. 4 - 49 Bogotá D.C.
Conmutador: (571) 5 94 02 00 – 5 94 02 01
www.superfinanciera.gov.co
SUPERINTENDENCIA FINANCIERA DE COLOMBIA
EL APODERADO DEL DEMANDANTE,
XXXX
EL APODERADO ESPECIAL DE LA ENTIDAD DEMANDADA,
XXXX
Calle 7 No. 4 - 49 Bogotá D.C.
Conmutador: (571) 5 94 02 00 – 5 94 02 01
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