Enero de Í910. \\ m % \ MODERE ^¡^^^^^'^^í^^--f: •^~-^^mmm»,:s^im^:i>-.. . .1,-•,v.-.--i.fii'3fe.'J^'ta»iai^.!!/:S'a":-.-,/:^.ri^-*^--- ' REVISTA PEDAGÓGICA Y ADMINISTRATIVA DE PRIHIRA ENSEÑANZA FUNDADA P O R J^^f / / / • . } D. PEDRO DE ALCÁIÍTAM G M á U « - - « - « « « ¡)irector: f Jier'aetor Jef«: 4 E . B a r t o l o m é y Mingo ^ D, J u a n C. Arroyo TOMO TRIGÉSimO SEGUNDO %, \. POBLIOACIÓN HENSDAL, CON DOS SDPLSMENTOS M M U m -"¿^ S U M A R I O e/Z^ PÁns. Balance anua!, por E. Bartolomé y Miago L a s escuelas de adultas en Madrid, por Concepción Gálvez Delgado Pedagogía Nuestra falta de cultura, por Eduardo Navarro S a l v a d o r . . . . De las virtudes, por J. Eugenio Kuiz Gómez Los niños mentalmente anormales y s u educación especial, por P ; ,-. Sócrates, por M, Continente Lara /. Boceto de información mundial pedagógica, poí J u a n L i a rena — ; R u t i n a s de l a Matemática, pni" Ra^ SorianaCañas Pedagogía social, por E p i f ^ o Julig lacias i El Trabajo m a n u a l e s c o l a í ¿ o í Vid iía,CaiíÍro y L e g u a . Bibliografía Síf.. 1910 # (DEBBCHOS B B ^ B V A U O S ) ^"'«T''' ^ ^ 1 5 13 25 33 ;Í8 47 54 63 66 PERLADO, P Á E Z Y C . " (SUCESORES D E HERNANDO), EDITORES. i^A E;SCUEI,A MODE;RNA REVISTA PEDAGÓGICA CONDICIONES Esta REVISTA es completamente extraña á todo interés de partido político, escuela filosófica y comunión religiosa; abierta á todas las opiniones, sólo responde d e los trabajos q u e lleven la firma d e su Director ó Redactores, ó q u e n o vayan firmados. Aparece esta REVISTA mensualmente en cuadernos d e 8o páginas en 4.",. repartiéndose además todas las semanas d u s S ^ n p l e m e i l t o s d e 16 páginas del mismo tamaño, q u e se publican los m i é r c o l e s 3^ s á b a d o s , con todas las disposiciones oficiales, vacantes, propuestas, nombramientos, jubilaciones y clasificaciones, pagos y débitos, infonnación d e Madrid y d e provincias, etc., etc. PRECIOS D E LA SUB.SCRIPCIÓN : E n España y Portugal, 3 p e - s e t a s a l t r i m e s t r e , S> a l s e m e s t r e y l O a l a ñ o , y en el Extranjero y Ultramar, S» p e s e t a s t r i m e s t r a l e s para los que bagan su abono directamente, y para los q u e lo hagan p o r conducto d e coi'responsales, el q u e éstos fijen. — Pago adelantado en sellos d e Correos (certificando la carta), letra del Giro Mutuo, p o r medio d e nuestros c o r r e s ponsales, etc. La correspondencia relativa á la Redacción, así como los libros y p e riódicos, se dirigirá al director d e L A ESCUELA MODERNA —calle d e Quintana, núm. 31. No se devuelven los originales ciue s e nos remitan, aunr^ue n o s e inserten. Para el pago d e las subscripciones, anuncios }M'eclamaciones, los I n t e resados se deberán entender con los Sres. Perlado, Páez y C * (Sucesoresd e Hei'nando), A d m i n i s t r a d o r e s d e L A ESCUELA MODERNA—Quintana, 31 — citando siempre con claridad el puelilo y la provincia ó el número d e la fajilla del subscriptor. Librería y Casa editorial DE •^ Perlado, gáez -^ ^.''' (gucesores de H'^i'i^'inüo) «iSurtido inmenso de moderno v escogido material de enseñanza para Escuelas V Colegios. — Libros de texto en Escuelas Normales, Institutos, Uniíersidades V Escuelas especiales de Eomercio, Brtes é Industrias, etc. — Brtículos de escritorio. Arenal, II — M A D R I D — Quintana, 31 hñ ESCUELA MODERMfl REVISTA PEDAGÓGICA Y ADMIWSTRATIM PS PRllIRA MUMU FUNDADA POR D. PEDBO DE gLGANTflBH írJlBCÍfl Director: Redactor-Jefe: D. E. Baríolomé y Mingo D. 3uan e. flrrovo y García - > > • TOMO TRIGESimOSEGUNDO :E!35^ElI^o-X)ICI:lS3VI:BI^:B X)EI 1 9 X O XDexecIios resí^rTracLos- My^DRID IMPRENTA DE PERLADO, PÁEZ Y COMPAÑÍA (Sucesores de H e r n a n d o ) Quintana, '33. 1910 9-Z/.^ PERLADO, P Á E Z Y C . ' ' (SUCESORES D E HERNANDO), EDITORES. REVISTA PEDAGÓGICA CONDICIONES Esta REVISTA es completamente extraña á todo interés d e partido político, escuela filosófica y comunión religiosa; abierta á todas las opiniones, sólo responde d e los trabajos q u e lleven la firma d e su Director ó Redactores, ó q u e no vayan firmados. Aparece esta REVISTA mensualmente en cuadernos d e 8o páginas en 4.°, repartiéndose además todas las semanas d o s S u p l e m e n t o s d e 16 páginas del mismo tamaño, q u e se publican los m i é r c o l e s y s á b a d o s , con todas las disposiciones oficiales, vacantes, propuestas, nombramientos, jubilaciones y clasificaciones, pagos, y débitos, información d e Madrid y d e provincias, etc., e t c . PRECIOS D E LA SUBSCRIPCIÓN : E n Eppaña y Portugal, 3 p e - s e t a s a l t r i m e s t r e , 5 a l s e m e s t r e y t O a l a ñ o , y en el Extranjero y Ultramar, % p e s e t a s t r i m e s t r a l e s para los q u e hagan su abono directamente, y para los tjue lo hagan p o r conducto d e corresponsales, el q u e éstos fijen. — Pago adelantado en sellos d e Correos (certificando la carta), letra del Giro Mutuo, p o r medio d e nuestros corresponsales, etc. La correspondencia relativa á la Redacción, así como los libros y p e riódicos, se dirigirá al director d e L A ESCUELA MODERNA —calle d e Quintana, núm. 31. No se devuelven los originales q u e se nos remitan, auncjue no se inserten. Para el pago d e las subscripciones, anuncios y reclamaciones, los interesados se deberán entender con los Sres. Perlado, Páez y C.^ (Sucesores d e Hernando), A d m i n i s t r a d o r e s d e L A ESCUELA MODERNA—Quintana, 31 — citando siempre con claridad el pueblo y la provincia ó el número d e la fajilla del subscriptor. Librería y Casa editorial DE ^ gerlado, gáez i £,." (guQSsores de H'^maiiüo) •^ Surtido inmenso de moderno v escogido material de enseñanza para Escuelas M Colegios. — Libros de texto en Escuelas Normales, Institutos, Uniuersidades V Escuelas especiales de Comercio, Artes é Industrias, etc. — Artículos de escritorio. Arenal, 11 — MADRID — Quintana, 31 ÍNDICE Píginag. * Balance anual, por E. Bartolomé y Mingo 1 y Las escuelas de adultas en Madrid, por Concepción Gálvez Delgado 5 Pedagogía 13 Nuestra falta de cultura, por Eduardo Navarro S a l v a d o r . . . . 25 De las virtudes, por J. Eugenio Euiz Q-ómez 33 Los niños mentalmente anormales y su educación especial, por P 38, 191 y 750 Sócrates, por M. Continente Lara 47 Boceto de información mundial pedagógica, por J u a n L l a rena 54, 198, 298, 349, 553 y 772 Rutinas de la Matemática, por Rafael Soriano Cañas.. 63, 867 y 923 Pedagogía social, por Epifanio Julio Macias 66 • El Trabajo manual escolar, por Vicente Castro y L e g u a . . 68, 148, 212, 303 y 884 Bibliografía.. 79, 160, 234,318, 396, 476, 558, 638, 717, 795, 877 y 955 Obras circum-escolares, por Matilde Gr. del Real 81 Órgano de la Sociedad á que pertenece el establecer, dotar, dirigir y vigilar las escuelas de instrucción primaria en que se dé á los niños la educación moral, por J . Eugenio Ruiz Gómez Programas y «surmenage», por Dolores Cebrián La enseñanza normalista, por Alejandro de Tudela 98j 165, 331 y 410 Capitulo primero de El Arte de las Labores, por Melcbora Herrero 103 El analfabetismo, por Julián Cuadra 105 Resumen de las conferencias dadas por el Sr. Mélida en el Museo de Reproducciones Artísticas, por V. Picatoste 108 Educación de los degenerados, por Vicente Pinedo 117 y 258 El Congreso de ciegos en Ñapóles, por Ricardo Gordo 129 Memoria reglamentaria sobre los asuntos de la Sociedad infantil «El Céntimo Semanal» en el curso académico de 1908 á 1909, por José Priego López 133 El indiferente, por M. Continente Lara 158 Don José María Pontes, por Concepción Sáiz 161 L a enseñanza normalista, por Alejandro de Tudela 165Las tumbas menfitas, por V. Picatoste 170 Madrid y sus escuelas, por Eduardo Navarro Salvador 176 «'jC Pedagogía maternal, por María Carbonell Sánchez 185 ' Una excursión escolar, por Francisco Pereira 203 IV ÍNDICE Páginas. Por la cultura y la moralidad, por X 210 Reglamento de la Sociedad infantil «El Céntimo Semanal», por José Priego López 226 Concurso para la publicación de obras de primera enseñanza. 232 Literatura pedagógica, por Magdalena S. Fuentes 241 La deuda pedagógica de Barcelona, por Félix Marti Alpera.. 246 Capitulo segundo de El Arte de las Labores, por Melchora Herrero '. 265 La cátedra del Sr. González Prats, por Juan Caballero 271 Pedagogía, por Juana Fernández Alonso 286 -_ ¡Y aún se quejan!, por Aureliano Abenza 295 Alma infantil, por Magdalena y Carmen S. Puentes 321, 401, 481, 561, 641, 721 y 801 La enseñanza de la Geografía en las Escuelas Normales, por Alejandro de Tudela 331 y 410^;^— Conferencias de D. J. Ramón Molida, por V. Picatosto.. 835 y 885 Las violetas, por Irene M. de Iturrale y Larrazábal 347 Fiesta del Árbol en San Muñoz (Salamanca), por Lorenzo Niño 355 Porvenir de la escritura vertical en la enseñanza, por Juan Bosch Cusí 360 * Los jardines escolares, por Fabio Iglesias 366 Escuelas españolas y extranjeras, por Eduardo Navarro Salvador 369 Un prólogo, por Eduardo Vincenti 378 La escuela graduada, por Alfonso Barea. 382 Luis Vives, pedagogo, por María Carbonell 414 El sepulcro de Osiris, por V. Picatosto 420 yPor la educación de la mujer, por Melchora Herrero 428 y 675 La educación, por Elíseo Reclus 431 Una carta del ex emperador Maximiliano de Méjico. 436 Páginas de un libro, por Ricardo Yilar Negre 439 «• Método para la educación de un niño, según Bolívar 449 Paseo escolar, por Ildefonso Yáñez 451 Por la escuela graduada, por A. G. R 453 **• El problema de la infancia, por Eugenio Cemborain Chavarría 461 y 542 Esperanta pago, por J. Llarena 448 , Por la cultura de España, por Gerardo Rodríguez 489 5» Las reformas del conde de Romanónos, por JPélix Martí Alpera 493-— Agricultura, por Eugenio García Barbarin 602 Conferencia pedagógica, por X 509 Excursión escolar, por E. B. y M 518 Pedagogía práctica, por Jaime Poch y Garí 623 v.^ No estamos conformes, por E, Bartolomé y Mingo 569 Pedagogía, por R. G. de la C 575 Y Las Escuelas de Puericultura, por Augusto Vidal P e r o r a . . . . 584 Cursos prácticos de Pedagogía, por Luis López Elizagaray.. 591 Paco kaj laboro, por Serafeno Baudin Agüero 599 Las escuelas bajo las arboledas, por Felikso Diez 601 ÍNDICE . V Páginas. Charla pedagógica, por M. Continente Lara 604 Exposición y juicio critico de la gimnasia escolar en Saecia, por M. Sanz y Eomo 608 y 694 Un libro de Sela, por Luis A. SantuUano 620 La educación y los ferrocarriles, por Eduardo Navarro Salvador 628 La Nueva Luz 633 Carta abierta, por Agustín Sarda 651 , ^Prehistoria, por Juana Ontañón 656 7" Bases psicofisiológicas y pedagógicas para los comienzos de la educación intelectual, por Gerardo Rodríguez 662 Congreso Nacional Pedagógico de Valencia, por Augusto Vidal Perera 678 Las escuelas graduadas en España, por Julián Cuadra 686 Gran fiesta escolar en Cabra, por Ventura 689 Crónica de la Enseñanza en el Extranjero, por E. B. y M. 707 y 948 Nocivas influencias sociales, abandono de la sociedad por el Poder público y sus lamentables consecuencias, por J. Eugenio Ruiz Gómez 732 Pedagogía, por E. Mundi Domínguez 735 La Estética, la Escuela y el Maestro, por Francisco Ribot... 758 Diálogos pedagógicos, por M. Continente Lara 763 ^ ¿Coeducación?, por P. Roig Orpí , 768 La Pintura antigua y el Arte romano, por V. Picatoste 769 El maestro de pueblo, por Epifanio Julio Macías 781 El huésped de Fomento, por Francisco de Asís Carsí 783 ¿Deben los Estados sostener escuelas profesionales?, por Arturo Perdomo Leal 785 Cultura práctica, por Moze 788 El «Scout movement» inglés, por Marceliano Escudero 791 Algunos datos geográficos de lá provincia de Almería, por Un aficionado 793 A enfermedades rebeldes, heroicos remedios, por V. A. del B. P 811 1 La Asociación general del Magisterio Primario 814 Juegos florales de Antequera, por Juan Fernández Carrero.. 824 A la tercera Sección del Patronato Nacional de Sordomudos, Ciegos y Anormales, por Francisco Pereira 839 El «la» y el «le», por Francisco de P. Chabran 849 y 915 Cómo debe procurarse el bien público, por J. Eugenio Ruiz Gómez 856 Mi contestación al Cuestionario, por Manuel P. Gutiérrez 859 Estudio pedagógico del sistema de escritura-lectura de ciegos inventado por Louis Braille, por Ricardo Gordo 862 La Arba Festo en Hispanujo, por J. Montúa 873 Honroso ejemplo que da el Uruguay, por Orestes Araújo 875 I^Las escuelas ménagéres, por María Carbonell Sánchez 881 Acción de la escuela en la lucha contra la tuberculosis, por Luciano Seoane Seoane..'. 889 Noches autumnales, por Melchor Continente Lara 903 El magisterio debe ser político, por Eloy Muudi 908 • \ VI ÍNDICE Páffinas. Aritmética recreativa, por Pedro Arnó de Villafranca Esperanta pago, por A. Ferriére El Sr. España en el Senado 929 932 933 Curiosidades.—Vn mástic de caucho, pág. 12.—Una señora inglesa y los alfilerones. Los caracoles en Francia. Etiqueta de los ingleses. La población de Verhoyausk, 32. — El punto más frío del globo. El Banco del Pueblo de Milán. El respeto filial de los chinos. El agua en los camellos. Cultivo de las adormideras. Reloj para ciegos, 53.—Las aves víctimas del aeroplano. Prohibición del albayalde en Francia. Uso de las lentes en Francia y médicos que producen enfermedades en Alemania. Mujeres millonarias, 65. — Un barniz. Para desengrasar el cabello. Los veranos fríos, 94. — Conservación de los muebles, 102.—Cómo se quitan las manchas de la seda, del hierro y lana. Para propagar las trufas, 116. —Excentricidades de un m a r qués. Pintura que indica la temperatura, 128. — Ventiladores eléctricos en la catedral de Bombay, Fabricantes de material froebeliano en Alemania, 132.—Asistencia á las escuelas de los niños japoneses. Mapa nuevo del Polo Norte. Substitutos de los reos en China, 142.— Escuela para enseñar el arte de comer. Modo de quitar las manchas en el mármol blanco, 157.—Curación rápida délos constipados. Blanqueado de los platos. Fragilidad de los artículos de caucho. Manchas de humedad en la seda. El agua caliente para quitar manchas, 159.— Modo de quitar la tos. No deben lavarse las huellas de los dedos en las puertas. La vaselina en el calzado. Lagartos sin hueso en la cola. Liga contra el tabaco, 164.—Estampado de las telas blancas. El hielo como explosivo. Modo de descubrir colmenas silvestres, 169.—Botas de 4 kilos de peso. El punto más profundo en el Océano Pacífico. Modo de evitar los choques á los automovilistas. Soldadura én el cristal. Toldos y cubiertas impermeables, 209. — El nudo de las banderas de los buques. Modo de conservar los limones. —- Limpieza de las mesas de madera. Lenguas y derivaciones en la India, 211.— Órgano de bambú en Pinos, cerca de Manila. Nuevo sistema de telegrafía sin hilos. Venta de accesorios para la aviación en París. Modo de pegar la porcelana rota. Modo de que no se corte la leche. — Dinastía reinante en el Japón. Cosecha de tabaco en el Transvaal, 231.— Pensamientos, 240.—¿Debe abrigarse el cuerpo con lana ó algodón? La polilla en las alfombras. Aparato eléctrico contra las falsificaciones. Edison y las máquinas voladoras, 245. — Contra las quemaduras de potasa. — Soldadura casera de alambres, 254. Manzanas rellenas. Un camello gigante. Bruñido de la plata. Endurecimiento del yeso. Contra los sabañones. Contra la frialdad délos pies, 285.—Las adormideras y el opio en China. Modo de suavizar las pieles de gamuza. Disolución de alumbre para los cepillos de la cabeza, 302.—Casas de amianto en Australia. El calzón corto en Grecia. Las elecciones en Turquía. Los habitantes agrícolas en el Japón. Expedición del teniente Shackleton á las regiones antarticas. Modo de limpiar las esponjas. El azúcar en el horno, 317. — Metal argentino. La franela para limpiar el pintado de blanco. Modo de pegar el caucho, 320. — Sistema para que las camas no tomen humedad. La mondadura de patata para la lumbre. Los alemanes y los árboles, B46. — El bórax para los cor- ÍNDICE VII tinones. La percalina para hojear libros. El hielo para el cutis. La sal húmeda para limpiar el cuerpo. La cal contra los hongos en las cuevas. El aceite de ricino para los párpados. El barniz copal para el acero, 354. — Cola fuerte liquida. Limpieza del cobre cincelado. El multimillonario Pierpont Morgan. Modo de que la porcelana no se quiebre. La trementina para refrescar las habitaciones, 359.—El aire contra el moho de las toallas. Limpieza de las artesas de cinc, 365.— Vinagre de frambuesa. Los supervivientes de la defensa de Sebastopol. Tahona eléctrica en Glasgow, 368. — Modo de pegar madera y cartón al metal, 377.—Los tranvías en Liverpool. Venta de la carne de caballo en Alemania. El ácido cloihidrico contra las manchas de tinta en la madera, 381. —Nieve imitada, 427. — Modo de enjugar toallas. Libros escritos en conchas, ladrillos, tejas, hueso y marfil, 430. — Sales de espliego. Modo de fortalecer el pelo. Los amigos del elefante. El cafó como bebida excelente, 435.—La carne en los niños. Modo especial de quitar manchas en los vestidos de seda. El correo en los domingos en Inglaterra. Sueldo del presidente en los Estados Unidos. Inventor de los patines de ruedas. Fabricación del papel en el mundo, 438. — Jabón antiséptico. El terror de los negros, 448.— Pozo de petróleo en Zante. Esqueleto de un niño en un nido, 452.— Novios turcos. Modo de limpiar las cadenas de oro. El suicidio en San Petersbnrgo, 474. — Algunas costumbres en bodas. Encajes negros. El huevo como alimento nutritivo, 480.—Tinta violeta. El buque más viejo en el mundo. El sufragio en las mujeres. Un canario negro y un ave del Paraíso. El brillo en los objetos de acero. Afición al presidio. Las enfermedades en los seres humanos, 492. — Filtros de papel para no toser, 501. — La inmigración en la República Argentina. Producción mundial del trigo. ídem en España, 508.—Locomotora sin maquinista. El producto de la alimentación humana. Millones de francos en dinero en el mundo, 517.—Las tribus esquimales. Regalo al inventor del endurecimiento del acero. Las excavaciones en el teatro de la plaza de la Opera en Paria. Las mujeres en los E s t a dos Unidos. La planta más larga del mundo. Pinzas de madera en un nido de corneja, 522. — El taladrado en el cristal. Preparación del vino de quina. El planchado de las cintas. Los platos calientes en las mesas de caoba. El jabón para disminuir elVozamiento. Los sombreros negros de paja. Las manchas de yodo, 532. — Los frutos secos. Modo de limpiar las chimeneas. Efectivo total de tribus esquimales, 541.—Goma para pegar etiquetas.^odo de evitar la congelación del agua. La solución de cianuro para las manchas de nitrato. Modo de pintar un baño. Lectores en Rusia, 583. — Los uniformes de E d u a r do VII de Inglaterra. Periódicos que se publican en el mundo. Las manos cerradas. El divorcio entre los judíos. Los buhos en substitu-' ción de los gatos. Aparato para calcular la energía necesaria para el robo. La estrella Halley, 598.—Orquesta de guijarros. El aceite para blanquear las manos. Modo de cambiar el aire en las habitaciones, 607. —-La policía prusiana. Millonarios en la capital de Alemania. La policía y los perros en Londres, 638. — Valor de un terreno en Melbourne. Ingleses y chinos. Las cataratas del Niágara, 636.—Granadas para apaciguar incendios. El exterminio de los caracoles y babosas. La harina de avena. Los clavos de especia en el café. El azúcar para avivar la lumbre, 650.—El salvado para limpiar las sillas. VIII ÍNDICE Nido de pájaro en un gabán. El idioma inglés en China, 655. — Cemento para pegar el caucho. La alfombra para quitar el barro del calzado. El aceite frito para la conservación del calzado, 661.—Restauración de las camas y las bicicletas. La sal para quitar manchas. El amoniaco y el agua para limpiar el pelo. El agua de patatas para limpiar la plata, 674. — El agua y el ácido bórico para los ojos. El mismo ácido para limpiar los cuellos de encajes, 677. — El rey de Italia y los manjares. La comida alemana en la corte de Rumania. Fernando de Bulgaria, su comida y coste. Los chalecos y los constipados. El sol y el color de las alfombras. Casa de préstamos en Ereiburgo. Los ahijados del kaiser, 685. — El peso de un camarero para un buque alemán. Canal de Yokoama á Toldo, 688.—Alfarería de la India. Las comidas del emperador de Rusia, 749. — Limpieza de los cristales. Los clavos de especia contra la polilla. La serpiente para el sueño. El labiógrafo para la buena pronunciación. Edad avanzada en los intelectuales. Ganancias del inventor del borrador de goma. Los muertos en Uganda, 765. — El papel de madera. El emperador de Austria y su alimentación. La limpieza de los techos contra el humo de las lámparas. La cura por la arena, 768.—Arboles de caucho en Cochinchina. Hombre que sabe de memoria la Biblia. Plato favorito del emperador de Alemania. L a mosca y su reproducción. R e s taurant mayor del mundo. Ciegos en Rumania. El papel y el planchado en la tela de seda, 780. — Contra los chinches y mosquitos. Manises, centro de la cerámica, 790. — Los amuletos en París. Las manchas al pelar las manzanas, 792. — Manera de llevarse las maletas, 800.—Modo de quitarlas manchas en la piel del cuello. El espejo para conocer la humedad de una cama. Modo de combatir la carcoma. Estatura de los niños según su edad. Contra las quemaduras, 810.—La iglesia que se hizo con un árbol. Avanzada edad de Hadji Eaouf, de Constantinopla, 823.—Ingenioso medio de hacer clientela en restaurant. Número de muertes violentas en Haití desde que la descubrió Colón. Décimo casamiento de una señora. Los truenos como inspiradores de Meyerbeer. — Arboles que dan fruto en edad avanzada, 858.—Cemento que resístelos ácidos. Desgracias al pintar la torre Eiffel. Los nidos de los cuervos. La uña de un alemán, 866.— Modo de lavar los muebles pintados de blanco (esmalte). La gota de aceite en los paraguas, 872. — El zumo de limón contra el mal gusto de la boca. El agua salada para lavar las cacerolas. Aparato contra el incendio y los robos, 874.—Modo de templar los objetos de porcelana para que no se rompan. Los naufragios en el mar Báltico, 876.— El país más pobre en bosques. Substancias colorantes venenosas. Los bigotes del kaiser, 884. —Jornal que sacan algunos mendigos. Campesino octogenario aprendiendo á leer y escribir, 888. — Producción del petróleo. El cable más grande del mundo. Lo que puede escribir una persona. La posición del hombre con relación al meridiano ó los polos del imán de la Tierra. Muertos y gastos en la guerra rusojaponesa. Lechoncillo original. El corte de las ballenas. Mendigos en Viena, 914. — Pérdida de calor del carbón si se guarda en una habitación. El Corán prohibe la lectura de novelas y cuentos. Meyerbeer á los nueve años, 954. — La memoria según las estaciones. División de la atmósfera en dos capas. Tumba de Mahoma. El nombre de los niños en la India. El Monte de Piedad en Roma, 960. IiA ESCUELA MODERNA uriSTA tmmm r ADiiuisTMTirA m PRIMERA mmmk BALANCE ANUAL Poco tiene que agradecer el magisterio primario al año que terminó en 31 de diciembre último. Dudas, sospechas, desconfianza : todo esto sin duda alguna sirvió de base al anterior ministro de Instrucción pública para las determinaciones que tomara en el ramo que tuvo á su cargo casi tres años. No hemos de hacer el análisis de las disposiciones relativas al descenso de categoría de las escuelas, medida absurda en este país y en todos los países del mundo, y que puso en movimiento permanente al magisterio, con perjuicio de su salud, con perjuicio de sus intereses y de los intereses de la enseñanza. Ni hemos de juzgar tampoco los decretos de Inspección y de Secretarias de Juntas provinciales, que tuvieron el privilegio de ser materia de discusión en todos los periódicos profesionales y de que la prensa política los criticara en sentido desfavorable. Allá el Sr. Kodríguez San Pedro con su conciencia, y allá sus consejeros áulicos, que se despacharon á su gusto trabajando con el entonces ministro para imponer á los maestros exámenes frecuentes á destiempo; Memorias pedagógicas por activa y por pasiva; fiestas escolares en los meses menos á propósito; en suma, toda una serie de disposiciones encaminadas, no á enterarse del estado de la primera enseñanza, que eso es lo que menos importa para ciertas gentes, sino con el noble deseo de molestar á los niños y á los maestros, señaladamente á estos últimos, porque á las grandes prebendas que disfrutan es necesario agregar cuarenta y cinco días de vacaciones caniculares, contados hasta por horas, y que deben desaparecer á todo trance. TOMO XXXII.—NÚM. 1.° 1 2 LA ESCUELA MODEENA Á mayor abundamiento, ya sabemos lo que se dice en todos los tonos respecto de la capacidad de los maestros para la misión que desempeñan. Diputados y senadores de todas las ig-lesias políticas militantes, catedráticos de Universidades é Institutos, todos cuantos de un modo directo ó indirecto se ocupan de la primera enseñanza, sin saber en qué consiste, porque no la conocen, y no conociéndola no hacen más que pegar palos de ciego y hablar de memoria de lo que no entienden, todos ellos, repetimos, toman al maestro como objeto de sus burlas, ó como cabeza de turco, sobre la cual descargan golpes sin piedad, atribuyendo al magisterio las desdichas y calamidades de la patria. Los republicanos, por boca de Lerroux, nos brindan este obsequio diciendo que las escuelas púMicas son zahúrdas y los maestros unos seminaristas rutinarios que no hacen más que repetir lo que aprendieron de los curas. Los catedráticos de Instituto nos cuelgan el milagro de que los muchachos de las escuelas públicas van mal preparados para el ingreso en la segunda enseñanza, sin tener en cuenta que estos niños, todos de familias pobres, no ingresan en esa enseñanza, porque abandonan la escuela muy pronto para dedicarse á un oficio, y si ingresaran se vería, como se ha visto, que no solamente tienen una buena preparación, sino que su estancia en el Instituto destruye por completo la labor educativa adquirida en la escuela pública. Debe, por tanto, rectificarse este juicio erróneo, y si existe la mala preparación en los alumnos, cargúese á la cuenta corriente de los colegios particulares, que son los encargados de instruir á los niños de familias acomodadas; mas no á los maestros de las escuelas públicas, cuyos niños, si completan su primera educación, no es para estudiar después una carrera científica ó literaria, sino todo lo más para desempeñar una plaza de escribiente, ó para ser dependiente de una casa de comercio. También debiera rectificarse este otro juicio desfavorable para el magisterio, que ninguna culpa tiene de lo que ocurre en las escuelas, y que en forma culta, como acostumbra, aunque va contra el Estado, no quedan los maestros bien librados en la Crónica de El Liberal del 12 de este mes, escrita por el notable publicista D. Joaquín Dicenta. El hermoso concepto que tiene de la escuela primaria el nuevo concejal republicano es el mismo que tienen todos los maes- BALANCE ANUAL ó tros españoles y toda persona de sentido común; y á la formación de ciudadanos útiles, fuertes de cuerpo, nutridos de espíritu y con firme voluntad para cumplir el deber, dirigen y encaminan sus aspiraciones, y algunas escuelas realizan esta misión, como puede observarlo cuando quiera el distinguido escritor que nos ocupa. Mas... ¿qué ha de hacer el maestro en una mala cuadra por escuela, con un regimiento de niños hacinados, ó poco menos, que no caben de pie ni sentados, que no coinciden en edad ni en estado de desenvolvimiento intelectual, y sin poder exigirles puntual asistencia, porque antes de la clase los ocupan sus padres en quehaceres domésticos, mucho más atendibles para ellos que los de la escuela? Sepa el Sr. Dicenta que en la escuela pública no se canturrea; ni el maestro está convertido en dómine con disciplinas; ni el niño es repetidor mecánico de ajeno trabajo; ni se le esclaviza con esa disciplina carcelaria, origen de permanente rebeldía; ni se hacen otras cosas más que se escriben contra el m a gisterio, como si éste fuera responsable de las faltas del Estado, de las exigencias de los caciques, de la persecución indirecta por parte del clero, de las imposiciones de las Juntas locales, y de mil y mil contrariedades que forman la atmósfera respirable de este pobre funcionario público, más digno de lástima que de que se le apliquen esos calificativos despreciables inmerecidos. Sepa además el Sr. Dicenta que existen algunas escuelas, pocas por desgracia, con jardines, en los cuales los niños viven alegremente entre pájaros y entre ñores, sin que se los atormente con el deletreo insulso ni con abstractas lecciones de memoria, que matan la inteligencia, ni con ningún género de castigo, que rebaja más al que lo emplea que al que lo sufre, siendo además causa originaria de la hipocresía y de que se considere la escuela como un lugar de tormento. No es el magisterio, no, partidario de los castigos corporales, ni mucho menos, porque sabe su ineficacia y porque está convencido de que el amor, y no el temor, es el mejor fundente de las voluntades, y porque en materia de educación tiende más á la profilaxis que á la aplicación de la medicina moral, única que se aplica, y con harto sentimiento, porque á ello le obligan las durísimas circunstancias en que se encuentra, no por culpa suya, sino porque en este desgraciado país no se quiere que haya educadores ó formadores de ciudadanos capacitados para el ejer- i LA KSCUELA MODEKNA cicio de SUS funciones; sino que se entregan á un maestro 200 chiquillos, que no caben en la escuela, para que hag-a de ellos 200 sabios rutinarios en unos cuantos meses. Y ¡pobre maestro si en los exámenes al uso no contestan los niños á las exigencias caprichosas de los ignorantes examinadores! Si el ilustrado concejal republicano, cuyas nobles intenciones aplaudimos, se tomara la molestia de visitar las escuelas con alguna frecuencia y sin aviso previo, observaría desde luego las muchísimas dificultades con que luchan los maestros públicos, abandonados á sus propias fuerzas, deprimidos y hasta maltratados por quien debiera animarlos, y cambiaría por completo de opinión, seguramente, trasladando á la partida del Haberlo que con notoria injusticia se inscribe en la partida del Deie, correspondiente á quienes tienen interés en que el pueblo permanezca estacionado y dormido en el sueño de la ignorancia, manejándolo fácilmente, como se maneja un rebaño sin má,s armas que el garrote del pastor. tíl magisterio español, sépalo el Sf. Dicenta, es amante del progreso de su país, y en este sentido trabaja con entusiasmo mucho más de lo que le permiten las pésimas condiciones en que el Estado lo tiene colocado. Si no hace más, cúlpese á quien tuvo á los maestros años enteros sin pagarles el mísero salario que les adeudaba; á quienes por no querer, no han tenido ni tienen, ni probablemente tendrán, locales-escuelas dignos de este nombre, y á quienes por todo estimulo no guardan para el magisterio sino palabras de desprecio, sin duda porque les consta que esta clase tan humilde no dispone de más armas que la abnegación y la paciencia, cuyos límites seguramente hubieran roto ya otras clases menos sufridas que la nuestra., ¿No es verdad, Sr. Dicenta, que se necesita entusiasmo, ó grandeza de alma, ó mansedumbre, ó algo más que no se dice, para continuar al frente de las escuelas después de los elogios que recibimos á diario de quienes tal vez, y sin íal vez, nada serían sin el esfuerzo titánico del pobre maestro, que consume su existencia por elevar á las alturas á los desagradecidos que tan mal lo tratan? Si el magisterio no fuera tan desinteresado como lo es, otra muy distinta sería su suerte, porque en sus manos tiene el mejor procedimiento para formar una nueva sociedad, que sería lo que al magisterio conviniere. E. BARTOLOMÉ Y MINGO. LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADRID Con el mes de octubre pasado comenzó el nuevo curso en las escuelas de adultos de esta corte, y con el de noviembre en las restantes de España. Este hecho, que nada tiene de extraordinario, puesto que en años anteriores también han venido funcionando dichas escuelas ó clases, me ha sugerido la idea de escribir algo sobre la enseñanza de adultas, refiriéndome especialmente á la de Madrid, para poder deducir el gran partido que de ella podria sacarse (si se le prestara la atención y el apoyo que merece) para elevar el nivel educativo de la mujer española, en particular de la que pertenece á las clases pudientes, al grado de perfección que reclaman de común acuerdo la civilización moderna y la importantísima misión que desempeña en la sociedad y en la familia. Mas para proceder con el orden y método debidos, dividiré mi trabajo en varias partes, en correspondencia con el siguiente programa : Concepto de las escuelas de adultas. — Su creación legal en España, y particularmente en Madrid. — Resultados que han dado las de esta localidad. — Mejoras que pudieran hacerse en ellas. — Conclusión. Son las escuelas de adultas, desde el punto de vista que voy á considerarlas, las establecidas legalmente en algunas escuelas públicas de niñas, donde, en horas designadas al efecto, adquieren los conocimientos relativos á la primera enseñanza las jóvenes analfabetas de quince años en adelante, ó las que, poseyendo algunos de estos conocimientos, desean ampliarlos y perfeccionarse en ellos. De aquí se colige que esta institución suple y repara en unos casos, continúa y perfecciona en otros la obra confiada á la escuela primaria, llenando provechosamente la inmensa laguna de tiempo que media desde que una alumna deja de asistir á la 6 LA ESCUELA MODERNA escuela de niñas hasta que empieza á ejercer sus funciones de ama de casa. * * * La creación leg-al de las escuelas de adultas en España es relativamente moderna. Nuestros legisladores tuvieron en olvido imperdonable por largo tiempo este fecundo manantial de cultura femenina, que pudo ser explotado mucho antes en favor de la mujer del pueblo si las clases referidas se hubieran establecido al mismo tiempo que sus similares las de adultos. Sí; en ese manantial debieron ya purificarse de su analfabetismo y su ignorancia varias generaciones : las que son madres, abuelas y aun bisabuelas de las niñas de hoy, hubieran podido recibir preparación más adecuada para cumplir sus deberes, y... acaso, acaso muchos de los males que la sociedad actual lamenta, h u biéranse evitado. Y no es que yo me encuentre en este momento más imaginativa que razonable para dar á las clases de adultas una importancia exagerada, sino que por los resultados que ahora dan, por los hechos y hasta por el sentido común, juzgo que son necesarias. Así lo han entendido también, antes que nosotros, en otras naciones, y si no dígalo Francia, en donde se eleva á mwcAos miles e\ número de las que tiene establecidas, sin contar las muchísimas escuelas profesionales que tiene destinadas á las jóvenes que, poseyendo la primera enseñanza, desean ampliarla y aprender además un oficio. En nuestra patria querida se comenzó la creación legal de \ las escuelas de adultas, aunque no de un modo terminante, en \ el Real decreto de 26 de octubre de 1901, y de igual manera se ha continuado en la Real orden de 28 de octubre de 1906, y sobre i todo en la de 1.° de enero de 1907. ^ Todavía no es esto suficiente, pero al amparo de estas reales i disposiciones se han creado en varias poblaciones clases domini-f cales para adultas, y en otras nocturnas diarias, especialmente! en Barcelona y en esta corte. El primer paso está dado, pues, y lo que falta creo que podrá conseguirse, trabajando con íe y sin desalientos. Concretándome ahora á la enseñanza de adultas en Madrid, es decir, á la que se da en las clases nocturnas establecidas en las escuelas públicas de niñas, diré que, hasta hace pocos años, LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADEID 7 siguió la misma suerte que en el resto de la Nación, pues no tengo noticia de que haya funcionado ninguna clase dominical, y la primera nocturna diaria que se fundó data del año 1901. Efectivamente, en 29 de junio de dicho año, y por iniciativa de la señora inspectora de las escuelas municipales, D.'' Matilde García del Real, comenzó á funcionar con diez alumnas la primera escuela de adultas, que por entonces fué servida gratuitamente por la maestra de la elemental de niñas núm. 21 (Cuatro Caminos), en cuyo local se instaló; siendo actualmente la única de mujeres que en esta localidad se paga con cargo á los presupuestos del Estado, pues los gastos que ocasionan las demás corren á cuenta del Excmo. Ayuntamiento. La semilla echada en aquella escuela fructificó de tal modo, que á partir-del año siguiente, ó sea del curso de 1902 á 1903, se fueron estableciendo algunas más, hasta que se completó el mimero de 11, que funcionaron varios años, distribuidas convenientemente en los diferentes distritos. La mayoría de éstas se fundaron también á propuesta de la inspectora citada, y todas con el alto apoyo del entonces delegado regio de primera enseñanza, Sr. Ruiz Jiménez, que pudo alcanzar del Excmo. Ayuntamiento que incluyera en los presupuestos municipales el importe de las gratificaciones y material para su sostenimiento. En el curso de 1907 á 1908, puede decirse que entraron las escuelas de que vengo tratando en el segundo período de su desenvolvimiento, que continúa, pues merced al impulso que les dio el que fué delegado regio, Sr, Gascón, se ha elevado su número á 19, y se han introducido en su organización mejoras muy importantes. En cada una de estas clases nocturnas hay dos maestras, la que dirige y la auxiliar, con lo cual puede atenderse mejor á la marcha de la enseñanza. En los primeros años solamente se nombraba auxiliar donde la matrícula excedía de 25 alumnas. La asistencia media de adultas en las clases de Madrid durante el curso de 1902 á 1903 fué de 204, correspondiendo á 27 por escuela; y en el de 1907 á 1908 se elevó á 673, que da 32 por cada una, sin que haya después disminuido este término medio. De todos estos datos podemos deducir que la asistencia va en aumento, y seguramente crecerá en años sucesivos, cuando se vayan apreciando en todo su valor los beneficios que reportan estos centros de cultura. Sí; en ellos se libra del vergonzoso yugo 8 LA ESCUELA MODEBNA de la ignorancia á las jóvenes que no asistieron á las escuelas primarias en edad oportuna, ó que no aprovecharon el tiempo, y adquieren los conocimientos necesarios para borrar sus nombres de la humillante lista de analfabetas; ampliando y perfeccionando otras los j'a adquiridos, imprimiéndoles un carácter de aplicación en armonía con las necesidades de la edad adulta en que han de hacer uso de ellos. En esas clases ó escuelas, como quiera llamárseles, aprenden I todas las alumnas, aunque en distintos grados, según el de su instrucción y aptitudes, á expresar sus pensamientos con claridad y corrección, verbalmente y por escrito, y á interpretar fielmente los de los demás; á redactar una carta, recibo ó documento usual sin ayuda de nadie; á conservar la salud de cuerpo [H y alma por medio de los principios y hábitos de higiene, moralidad y religión que se les inculcan; á llevar puntualmente la contabilidad doméstica, aplicando las reglas de la Aritmética y de la Economía á la formación de los presupuestos de la familia, nivelando los gastos con los ingresos, y llevando la cuenta del gasto diario, de la lavandera, etc. etc.; á componer un memí para cada día de la semana sin traspasar la cantidad disponible; á dibujar un festón, unas cifras ó un ramito para bordar sin tener que acudir á manos mercenarias; pero... ¿á qué seguir, si puede decirse en una frase? Allí aprenden á discernir todos sus deberes y derechos y á cumplirlos. Y todo esto vivificado por el constante celo y entusiasmo de las profesoras, que se esfuerzan por hacer la enseñanza amena y agradable, sosteniendo cuando es preciso con sus discípulas conversaciones de propósito suscitadas para comentar, por ejemplo, un hecho sucedido del que pueden sacarse útiles y morales consecuencias para dar un consejo, resolver una duda, etc. Como complemento de esta hermosa labor suelen realizar las alumnas, acompañadas de sus maestras, varias excursiones á los Museos de Ciencias Naturales, Arqueológico, de Pinturas, etcétera, donde reciben lecciones á la vista de los objetos, y recogen en medio de la mayor alegría datos é impresiones que consignan después en resúmenes escritos. En el curso de 1907 á 1908, una sección de diez alumnas y las profesoras de una de estas escuelas hicieron una excursión al Escorial para admirar el grandioso monumento artístico que allí se conserva, habiendo sufragado generosamente la Universidad Popular la mitad de LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN M A D B I D 9 los gastos ocasionados por tal motivo, y en el curso pasado la han hecho á Toledo con el mismo objeto. Por último, las conferencias familiares que las maestras dan á sus discípulas se han completado estos últimos cursos con otras muchas que, sobre higiene, enfermedades contagiosas, costumbres, literatura, monumentos artísticos é históricos (éstas con proyecciones) y otros asuntos á cuál más sugestivos y moralizadores, han desarrollado personas de reconocida competencia, que desinteresadamente se han asociado á la obra de regeneración social que representan las escuelas referidas, habiendo algunas en que se han llegado á dar de 30 á 40 durante los cinco meses de curso, siendo la Universidad Popular mencionada la entidad que mayor número de conferenciantes viene prestando. Esta es la vida interior, la vida pedagógica que llevan las clases nocturnas de adultas de Madrid, como puede comprobarse por los datos y trabajos que se conservan, por las notas de la Inspección y por las mismas alumnas, que se muestran satisfechas de los resultados prácticos obtenidos. Pero demostrado ya que dicha institución se encuentra evolucionando hacia su perfeccionamiento, aunque en estado próspero en lo posible, cabe hacer esta pregunta: ¿Qué medios pueden emplearse para que aumenten y mejoren sus rendimientos civilizadores é instructivos? Muchos, según mi humilde opinión; pero sólo expondré los que creo más fáciles de ponerse en práctica. Si es cierto que la mujer se halla dotada de las mismas facultades que el hombre y para idénticos fines, ¿por qué á éste se le han de facilitar más medios de perfeccionarse que á aquélla"? Se alegará tal vez que, siendo el hombre el encargado de ganar el sustento de la familia, necesita preparación especial y más establecimientos donde pueda ponerse en condiciones de hacerlo de una manera inteligente y de realizar su vocación. Pero si esto es una verdad, también lo es que, en el estado actual de la sociedad, la mujer se ve obligada en muchos casos á ganar lo necesario para subvenir á las necesidades de ella y de los suyos, y, por consiguiente, merece que se le allanen caminos para ello, y se le abran horizontes y puertos de salvación. Por otra parte, esa especie de sacerdocio que la mujer ejerce 10 LA ESCUELA MODEBNA en el hogar doméstico, donde no sólo es la compañera de su marido, sino la primera educadora de sus hijos y la encarg-ada del gobierno interior de la casa, ¿no requiere también una preparación adecuada, siquiera la que dan los conocimientos comprendidos en la enseñanza primaria, aplicados al mejor cumplimiento de esa misión augusta? Y esa preparación, ¿no se adquiere, según llevamos dicho, en las escuelas de adultas? ¿Por qué, pues, ha de haber menor número de éstas que de adultos? Es m á s : creo sinceramente que el Estado ó los Municipios debieran establecer en cada escuela pública de niñas una clase nocturna de adultas con el doble carácter de supletoria y continuadora de la primaria. Hace pocas horas han llegado hasta mí noticias halagüeñas que me hacen creer que el Excmo. Ayuntamiento de Madrid ha tenido en cuenta este asunto al confeccionar sus presupuestos para este año. En cuanto á la organización de dichas clases, creo que debiera hacerse en forma graduada, con tres maestras por lo menos, cada una de las cuales pudiera encargarse de un grado ó sección de los tres en que deben clasificarse las alumnas; á saber : grado elemental para las iletradas, grado medio para las que poseen algunos conocimientos, y superior para las que deseen perfeccionarlos. Sin embargo, por razones de economía, dignas de tenerse en cuenta, bastaría con que se nombrasen dos maestras para cada escuela de nueva creación; y por la misma causa puede seguirse la costumbre de que sea el personal que trabaja en las diurnas el que preste servicio en las de la noche, en lugar de nombrarse maestras especiales, aunque este punto es muy discutible, pedagógicamente considerado. Mas si el apoyo material del Gobierno y del Municipio faltase por ahora, no por eso deben desmayar las maestras de esta corte; y cada una de ellas puede, y le conviene, abrir en el local de su escuela una clase nocturna de adultas, acogiéndose á la regla 14 de la Real orden de 1." de enero de 1907, que las autoriza para ello, y para cobrar de las alumnas la retribución voluntaria que convengan libremente, á fin de atender á los gastos de la enseñanza, debiendo llenar en tal caso todos los requisitos que dicha regla prescribe. El cumplimiento de ella sería el comienzo de una nueva fase de adelanto para las escuelas mencionadas, y seguramente ter- LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADBID 11 minaría haciéndose cargo de todas el Municipio ó el Estado, como ha sucedido con la ya citada de los Cuatro Caminos, que se ahrió con el mismo carácter de voluntaria y completamente gratuita. Otra de las mejoras que dehen llevarse á cabo para difundir la instrucción y el gusto á la lectura, base de ella, es la creación verdad de bibliotecas escolares y circulantes capaces para nutrir de buenos libros, tanto científicos y de recreo como morales y religiosos, á las alumnas que de ellos quieran aprovecharse en cualquier tiempo; y al efecto, lo práctico sería que las maestras solicitasen, y el señor delegado regio recabase, del Ministerio de Instrucción pública las colecciones de lil)ros que para esto puede conceder, haciéndose además una indicación á los particulares por medio de la prensa, por si quisieran donar algunos ejemplares de su propiedad para dicho objeto. Hasta llegar á generalizarlas, se podrían establecer una ó dos solamente en cada distrito ó barrio, aprovechable para todas las escuelas de adultas comprendidas en él, y aun para las diurnas que de ellas necesitasen. Pero no basta con esto, sino que serla muy conveniente, y hasta preciso, que las maestras de adultas organizasen en sus escuelas, durante el periodo larguísimo de vacación, ciertas reuniones ó fiestas k que las alumnas pudieran concurrir para oír, por ejemplo, conferencias prácticas ó celebrar lecturas públicas sobre asuntos escogidos de antemano, permitiéndoles que las comentasen y discutieran. De este modo perderían la timidez para hablar en público, se acostumbrarían á razonar y discurrir, no olvidarían ciertos conocimientos, y sobre todo, por medio de estos actos se fomentarían las relaciones de afecto que deben existir entre maestras y discípulas, y se mantendría vivo el deseo de reanudar el trabajo escolar en el curso siguiente. Otra de las cosas que convendría reformar es la duración del curso, que creo debiera ser de seis á siete meses (en Francia dura de octubre á mayo), pues resultan muy pocos cinco de clase para para aprender, y los siete de vacaciones más que suficientes para olvidar gran parte de los conocimientos. En cuanto á los premios, claro es que la mejor escuela sería aquella en que no tuvieran ^ue aplicarse ni éstos ni los castigos, es decir, en la que se cumpliera el deber por el deber que hay de cumplirlo; mas como la práctica enseña que las alumnas asisten con más puntualidad á clase cuando tienen esperanza de 12 LA ESCUELA MODERNA conseguir alg-una recompensa á fin de curso, y atendiendo á su modesta posición social, es conveniente que se concedan algunos premios, bien en metálico, impuesto en la Caja de Ahorros, como se hizo en años pasados, ó ya en vales que puedan canjear por especies. De cualquier modo, la regla general que creo debe seguirse para su distribución es que sean muchos pocos, en vez de pocos muchos, los que se destinen á cada escuela. Y no quiero terminar mi escrito sin exponer también la importancia grande y transcendental que tendría para la obrera madrileña la creación legal de las escuelas llamadas profesionales, según lo propuso ya en la Asamblea de Amigos de la Enseñanza celebrada en está corte en 1901 la ilustrada inspectora de que hemos hecho mención; y de un libro suyo copio el s i guiente párrafo : La escuela profesional, ó de Artes é Industrias, es otra odra complementaria de la escuela de adultos. Tiene for objeto preparar á los jóvenes y d las muchachas para el oficio que elijan como profesión, sin pasar por la atmósfera, casi siempre perjudicial, del taller, y continuando al mismo tiempo su instrucción y educación. Huelgan los comentarios. Por ahora, el ideal que deben perseguir las maestras de adultas es el de llegar á conseguir, dentro de un plazo de tiempo relativamente corto, que no asistan á sus clases alumnas analfabetas por no haberlas en Madrid, y que sólo concurran las que deseen ampliar y perfeccionar su cultura. CONCEPCIÓN GÁLVEZ DELGADO. --•^^rty^ O-o-o*-»— CURIOSIDADES Un mástic de caucho que se emplea para los aparatos de Química y de Física, y que conserva mucho tiempo la ductilidad sin secarse, se prepara del modo siguiente: á fuego suave se funde caucho natural, y cuando está en fusión se añaden de 12 á 15 partes de sebo, teniendo cuidado de remover la mezcla, hasta que adquiera el aspecto de una pasta bien homogénea. Luego, sin dejar de moverla, se mezcla con cal bien apagada, en polvo, hasta que todo ello adquiera suficiente consistencia. La cantidad de cal que debe echarse depende de la ductilidad que se quiera obtener. Con una parte de cal se obtiene un mástic blando; á partes iguales sale duro y ofrece la ventaja de conservarse siempre perfectamente elástico. Para usarlo, se emplea una espátula, si todavía está tibio, ó una hoja de cuchillo ligeramente calentada si está frío. 'PKDAaOGÍA (1) Excursión sobre estudios de cultura general. Presididos por el celoso profesor de Pedagogía del Instituto, D. José García y García, tuvimos el placer de asistir á la última excursión pedagógica, en la que, además de los alumnos aspirantes al magisterio, tomaron parte maestros titulares, que, conocedores de la importancia educativa de estos trabajos, rogaron al Sr. García les permitiera asistir á las sucesivas, siendo admitidos por dicho señor con la amabilidad que le caracteriza. Á las trece próximamente partimos de la plaza de San Pedro, nos dirigimos hacia la calle y cuesta del Matadero, y al final de ésta, el profesor nos dijo que cuando se reconquistó Huelva construyeron en la cima del cabezo de Mardoqui que teníamos á la vista, y en los alrededores de la piedra que hasta hace poco existía con el nombre de Piedra del Moro, un suntuoso castillo con cuatro hermosas torres ó fortines, que juntamente con otros que levantaron en Punta Umbría y la Torre de la Arenilla, constituyeron la defensa de Huelva, pueblo entonces de escasa importancia. Sobre el mencionado cabezo se hallaba el antiguo cementerio de la villa. Continuamos en dirección á la plaza de la Merced, y el señor profesor nos dijo que la iglesia, la Diputación y el Hospital Provincial ocupan el local del antiguo convento de los frailes de la Merced, construido en el año 1605, siendo señor de Huelva el conde de Niebla, D. Alfonso Pérez de Guzmán, debido á las simpatías que este señor conservaba á los frailes de esta Orden, y bajo cuya protección I). Pedro San Clemente, conventual del (1) Véase el cuaderno correspondiente al mes de diciembre último. 14 LA ESCUELA MODERNA establecido en Rota, se trasladó al de Huelva con catorce frailes mercenarios; que dicho convento llegó á ser de gran importancia, pues tuvo cuarenta y ocho frailes de los más venerables, y sirvió para el noviciado de toda la provincia. En este solar se halliaba la capilla de San Roque, abogado contra la peste, epidemia que azotó á Huelva repetidas veces, siendo asilo de los primeros frailes de la Merced, que se establecieron luego en el convento una vez terminada su construcción. Nos encaminamos á la fábrica del gas. Por el camino fuimos interrogados acerca de lo que es el aire, su composición, elementos, densidad, transparencia, etc. Asimismo se trató de la altura y del color que presenta la atmósfera en grandes cantidades, y que, por lo tanto, lo que llamamos cielo no es otra cosa que el color de la masa atmosférica, debido á la reflexión de los rayos luminosos sobre las pequeñísimas moléculas de que se compone el aire. Entramos en la fábrica del gas dirigiéndonos primeramente á los grandes gasómetros, cuya descripción nos explicó el profesor en la anterior excursión; pero, no obstante, consignaremos que están formados por planchas de hierro curvadas en forma cilindrica. Nos fijamos en que están rodeados en su parte inferior por una capa de agua como de 15 centímetros de anchura, que tiene por objeto purificar el gas, impidiendo al mismo tiempo que salga al exterior el fluido, que se deslizaría al no ajustar herméticamente entre las dos vasijas interior y exterior que constituyen el depósito. De estos gasómetros sale la tubería que lleva el gas á la población, en la que está la llave de paso para graduar el abastecimiento y presión del fluido. Estuvimos viendo los hornos destinados á la calcinación de la hulla, donde se obtiene, además del gas, que es su principal objeto, el betún y el carbón de cok, de muchas aplicaciones en la industria, y el de retorta, de gran importancia en la Química. Nos enteramos de las operaciones todas, y tomamos ejemplares de carbón de piedra, de cok, de retorta y escoria. Pasamos después á visitar las máquinas productoras de la luz eléctrica. Éstas se hallan instaladas en edificio construido PEDAGOGÍA 15 expresamente. En su centro encontramos dos máquinas de vapor de diferentes tamaños colocadas en sentido inverso. Á su vista se nos explicó clara y minuciosamente lo que es cuerpo de bomba, caja de distribución, pistón, émbolos, bielas, manivelas, árbol, volante, válvulas, regulador y piezas que sirven para poner en movimiento la dinamo eléctrica. Esta máquina es la productora de la electricidad por inducción, desde la que pasa este fluido á dos conductores generales llamados cables eléctricos, uno positivo y otro negativo, así denominados por inducir fluidos contrarios, esto es, uno electricidad vitrea y otro electricidad resinosa. También nos explicó el mecanismo de los aparatos destinados á medir la electricidad, su cantidad, intensidad y dirección, como asimismo aquel donde van á parar los cables, pasando por una pieza de alambre de plomo que'tiene la propiedad de fundirse, dejando aislada la instalación cuando por ella pasa excesiva cantidad de ñúido eléctrico. Examinamos los variados y curiosos objetos que nos rodeaban, pasando, por último, adonde están las calderas de vapor, que son de forma cilindrica, y se encuentran colocadas una junto á la otra en posición horizontal. En la parte superior de ellas hay un aparato llamado manómetro, y en el centro y algo á la derecha un tubito de vidrio colocado casi verticalmente. El primero de estos aparatos sirve para medir la tensión del vapor, y el segundo para determinar la altura del agua en el interior de la caldera. Además tuvimos ocasión de ver el depósito de alquitrán, de carbón de cok y de piedra, cables, redes protectoras, postes, aisladores y otros varios objetos. Todas estas cosas, unidas á las oportunas explicaciones de nuestro profesor, nos suministraron ideas generales de gran importancia, que no hubiéramos adquirido en mucho tiempo al no emplearse forma tan práctica é intuitiva. ** * Llegamos á la línea férrea de Zafra. En ella fué interrogado uno de los compañeros sobre la dirección en que marchábamos. Ésta era N., y el señor profesor, después de exponer el procedimiento para orientarse á cualquier hora del dia, nos detuvo para examinar el horizonte que se extendía á nuestra vista, for- 16 LA ESCUELA MODEENA mado por la línea curva en que parece juntarse el cielo con la tierra, llamándose horizonte sensible ,para distinguirlo del otro, que es un círculo máximo y paralelo al anterior, llamado horizonte racional porque no se conoce por la simple percepción; como asimismo que el horizonte visible es tanto mayor cuanto más elevado se halla el punto de observación, como, en efecto, lo comprobamos después prácticamente subiendo á un cabezo. Llamó nuestra atención el Sr. García sobre los rails de la línea férrea, pues sus extremos no estaban unidos como era de esperar, sino que, por el contrarío, los separaba una distancia de algo más de un centímero, diciéndonos que esto no era obra de la casualidad ni descuido de los operarios, sino que estaban muy bien colocados, pues de otra manera llegarían á chocar y aun curvarse en el verano á causa de la dilatación que el hierro, como todos los demás cuerpos, sufre con el calor, aprendiendo con este motivo lo que se entiende por coeficiente de dilatación, distinguiendo el lineal del superficial y del cúbico. Como prueba nos expuso el profesor lo que sucede en los bancos de los paseos, cuyas tapas de piedra se ven partidas, debido á que la baranda de hierro que les sirve de respaldo se dilata con el calor, y por la fuerza con que lo hace produce la rotura de dichas piedras por los puntos de las espigas de hierro que les sirven de apoyo. Por el mismo fenómeno se altera, según las estaciones, la longitud de los péndulos de los relojes de pared, variando por esta causa la marcha regular de estas máquinas, retrasando en el verano y acelerando su marcha en el invierno. Para evitar estas alteraciones se construyen los péndulos compensadores, por los que se consigue la neutralización de las dilataciones de tal modo que la longitud del péndulo es siempre la misma, y por tanto la marcha del reloj siempre exacta. Que esta propiedad es también utilizada por los encargados de construir ruedas de carretería, en la difícil operación de colocar los aros sobre el armazón de madera, calentando el cerco de hierro previamente para conseguir mayor diámetro, y después de colocado se produce por enfriamiento el más fuerte y sólido ajuste. *** Seguimos por la línea de Zafra, no sin ser objeto de continuas preguntas hábilmente dirigidas por nuestro profesor PEDAGOGÍA 17 acerca de lo que eran eje terrestre, polos, linea vertical, cénit, nadir, etc. Casi sin darnos cuenta llegamos frente á la fábrica de ladrillos, situada á la derecha de la línea férrea, propiedad de D. José Muñoz Carrión, y con el consentimiento del encarg:ado penetramos en ella. Primeramente vimos grandes pilas de ladrillos de diferentes clases y tamaños, unos finos, hechos á máquina, y otros bastos, construidos á mano. Vimos cómo se fabrican los primeros, echando en la máquina el barro convenientemente amasado, saliendo la obra tan acabada y perfecta, que nada dejaba que desear. Estos ladrillos se aplican principalmente á la construcción de obras finas, como en los zócalos y cornisas, en las solerías de las habitaciones, en los asientos de las plazas y en todos aquellos labrados de más lucimiento; y los otros, á la construcción de toda clase de muros, citaras, tabiques, bóvedas, arcOs, etcétera. Después observamos las faenas de algunos operarios encargados en la confección de ladrillos. Era de ver con qué prontitud y esmero ejecutaban su trabajo aquellos laboriosos obreros. Uno de ellos, niño de catorce á quince años, era el encargado de preparar la masa, ponerla en los moldes y sacar hecho el ladrillo. Otro tenia á su cargo el transportarlo á una tabla, en la que mediante determinado tiempo expuestos al aire adquieren la consistencia necesaria, y entonces eran llevados á la prensa, en donde por un sencillo manejo se comprimen, marcándose las iniciales del dueño de la fábrica. También vimos la fabricación de cántaros, macetas, lebrillos y otros objetos, trabajo muy curioso que llevaba á cabo el operario Juan de Dios Jara en un torno compuesto de dos ruedas, una en la parte inferior y otra en la superior. La mayor es la colocada en la parte inferior, y sirve para que el obrero haga funcionar el aparato por medio de los pies, y la más pequeña, colocada arriba, para poner en ella masa y por medio de las manos formar el objeto. Nos fijamos en las pilas de preparar el barro, donde se soba por el pisado. Estuvimos también en otra alfarería inmediata, propiedad de Francisco Sotomayor, donde además de presenciar lo que en la anterior, encontramos cazuelas, jarrones labrados, tinajas y otros objetos primorosamente construidos. TOMO XXXII.—NÚM. Í.° 2, 18 LA ESCUELA MODEBNA Á los pocos pasos entramos en el horno de ladrillos de don Vicente de la Corte. Nos enteramos perfectamente de la fabricación de canales y diversas clases de losetas y baldosas de diferentes dimensiones. * Cuando llegamos á este sitio ya hacia más de dos horas que estábamos fuera de la población, y aprovechando las circunstancias de que grandes troncos de eucaliptos invitaban á ello, tomamos asiento algunos instantes; pero como la casualidad dispusiera que nos encontrásemos á la orilla de un huerto, nuestro incansable profesor supo aprovechar la ocasión para hablarnos de las plantas leguminosas y darnos idea de las principales; después tomó varias hojas, y con ellas á la vista nos explicó qué eran hojas, pecíolos, limbo, base, vértice ó ápice, bordes, epidermis, nervios, parenquima, etc. Nos dijo que las hojas sirven para solicitar, atraer, elaborar y mejorar la savia de los vegetales, ejerciendo de verdaderos pulmones; estudiamos las varias clasificaciones que se hacen de las hojas, en simples y compuestas, opuestas, verticiladas, alternas, pecioladas, sentadas, etc., dándoles los nombres de cerradas, dentadas, acorazonadas, lanceadas y arriñonadas, según la forma que afecta el limbo y disposición de los bordes, terminando con una sencilla explicación sobre las raíces de algunas plantas y la importancia de sus funciones. Emprendimos el regreso por camino diferente, y en el trayecto nos encontramos con un almendro cubierto de ñores; cortámosle un ramo y estuvimos examinando lo que era el cáliz^ corola, estambre, pistilos, polen, ovario y la manera de formarse el fruto, etc., siendo objeto de continuas preguntas por parte de nuestro hábil profesor, que supo aprovechar las ocasiones oportunas para ponernos de manifiesto las importantes producciones de los árboles, arbustos y hierbas que encontramos á nuestro paso. Caminando por la cima de los cabezos llegamos, subiendo y bajando pendientes, al llamado de la Fuente Yieja, cuando el sol, próximo á terminar su cotidiana carrera, nos permitía mirarlo frente á frente. El Sr. García nos hizo comprender la causa de este fenómeno mediante una sencilla y comprensible explicación de Física, referente á la desviación que sufren los rayos PEDAGOGÍA 19 luminosos al pasar de un medio menos denso á otro más denso; esto es, del vacío, en donde giran los astros, á la atmósfera que. envuelve la tierra. Ley física que permite divisemos el disco del sol cercano al horizonte, cuando realmente ya lo ha traspasado y esparce sus rayos de luz por el hemisferio opuesto. Y cuando el astro-rey se ocultaba hasta el siguiente día, nos marchamos alegres y contentos á nuestras casas, no sin despedirnos cariñosamente de nuestro buen profesor, á quien tantas consideraciones debemos. Asi terminó la segunda excursión pedagógica, dejando en nuestros ánimos gratos recuerdos, pues en ella, además de fortalecer nuestro organismo respirando aire oxigenado y con saludables é higiénicos ejercicios de marcha y alpinismo, enriquecimos nuestra inteligencia con gran número de conocimientos útiles. * * Verificóse la tercera en la misma forma y bajo la misma dirección que las anteriores, eligiendo como materia de estudio el estado de las escuelas de primera enseñanza de la población, con el objeto de adquirir los conocimientos especiales y propios de nuestra profesión. En las primeras horas de la tarde nos encaminamos hacia las escuelas particulares situadas en la calle Duque de la Victoria, propiedad de la Compañía inglesa de Ríotinto, con el propósito de estudiar en ellas todo cuanto pudiera interesarnos. El edificio presenta buen aspecto, consta de dos pisos y es de moderna construcción; está emplazado en la parte más baja de la ciudad, al Sur, en el extenso barrio del Carmen, y como está situado en esquina, tiene dos fachadas; la principal frente al Occidente, y la otra al Norte, recibiendo por mañana y tarde los rayos directos del sol. En este edificio existen tres escuelas : una de niños, otra de niñas y otra de párvulos. Entramos en la primera, recibiéndonos con mucha amabilidad el director Sr. Jouston y el maestro auxiliar D. Isaías, quienes se ofrecieron gustosos á facilitarnos cuantos datos le pedíamos por indicación de nuestro profesor. 20 LA ESCUELA MODEHNA El personal consiste en tres maestros y dos auxiliares. Comenzamos nuestro estudio por las salas de clases : la de niños tiene forma cuadrangular, mide 7,20 metros de largo por 7,10 de ancho, y tiene una altura de 4,10 metros. Resulta, pues, una superficie de 51,12 metros cuadrados y una capacidad de 209,592 metros cúbicos: teniendo presente que la asistencia media es de 40 á 45 alumnos, venimos en consecuencia de que corresponden á cada niño, por término medio, 1,20 metros cuadrados de superficie y 4,850 metros cúbicos de capacidad; datos que se aproximan mucho á los que fija la Pedagogía, que marca 1,25 metros cuadrados y 5 metros cúbicos de aire por cada alumno. El sistema de ventilación es bien sencillo, resultando en la práctica suficiente y aceptable, suavizando algo las corrientes bajas. Para producirlas tiene la sala cuatro ventanas, dos á, la calle y dos al patio, dispuestas en esta forma : los primeros cristales están pintados para disminuir el exceso de luz, no irrite la vista é impida al mismo tiempo la comunicación con el exterior; á éstos siguen otros cristales sin visillos ni transparentes para el fácil y elevado paso de la luz, y en la parte superior no existen cristales, quedando un postigo con una tela metálica que facilita la entrada de! aire nuevo y la salida al exterior del enrarecido, que por su menor peso ocupa la parte alta de la clase. La iluminación de la sala-clase es suficiente, su extensión superficial y capacidad escasas, las paredes encaladas, sin revestimiento ni zócalos, el techo de bovedillas, el pavimento de ladrillos, cubiertos en su mayor parte por esteras de cordelillos para que los niños tengan abrigo en los pies. Examinamos las demás dependencias, que se limitan á sala para profesores, vestíbulo, extenso patio enarenado, un cobertizo y gimnasio, retretes, etc.; todo en buen estado de conservación. * * * Vamos á ocuparnos ahora del mobiliario y del material de enseñanza, describiendo á grandes rasgos nuestras observaciones sobre este particular. La plataforma es muy pequeña, y solamente caben en ella la mesa y sillón del maestro, y á la derecha de ésta la mesa y sillón del auxiliar; dato de verdadera importancia porque reco- PEDAGOGÍA 21 noce como origen la conveniencia de que la intervención del maestro sea directa y constante en todos los trabajos de la escuela. Las mesas para la escritura son 19, todas de 0,76 metros de altura y distantes unas de otras 0,28 metros. Están distribuidas en tres grupos, en la forma siguiente^: seis ocupando el ala derecha de la clase, seis el centro, y las siete restantes el ala izquierda; todas son de construcción mixta, de armazón de hierro, con tableros, travesanos y alzapiés de madera. Por un sencillo mecanismo puede dársele á los tableros la inclinación gradual que requieran los trabajos que, sobre ellos se practiquen, llamando mucho nuestra atención ver que los tableros podían volverse para el lado del asiento, transformándose en bancos con cómodo respaldo. Estas mesas no tienen la misma longitud, pues mientras unas miden 1,80 metros y sirven para cuatro plazas, otras miden 2,20 metros y están ocupadas por cinco niños. Los asientos tienen una dimensión de 6,44 metros, y la diferencia entre la de éstos y el tablero superior es de 0,32 metros. De las dimensiones citadas se desprende que la mesa de cuatro plazas ofrece para cada niño 0,45 metros longitudinales de tablero y asiento, que corresponde á una extensión superficial de 0,1440 centímetros cuadrados de tablero y 0,0900 de asiento, pues los tableros miden 0,32 metros de ancho y los asientos 0,20 metros. Las mesas del centro, si bien miden 0,40 metros más de largo, como sirven para cinco alumnos, sólo corresponde á cada uno 0,40 centímetros longitudinales, resultando una extensión de 0,1280 centímetros cuadrados de tablero por 0',0800 de asiento. Los tinteros son de porcelana, de forma cónica, y en vez de tener, como es de ordinario, boca ancha, sólo presentan un pequeño orificio para introducir la pluma, ofreciendo la ventaja de mayor dificultad para el derrame, á la vez que evita que los niños se manchen y caigan en su interior cuerpos extraños que puedan ensuciar y descomponer la tinta. El material para la enseñanza de la Geografía consiste en una colección de mapas hidrográficos y descriptivos, colocados sobre los muros laterales de manera que sus reflejos no perjudican la vista de los niños. Está muy extendido el uso de las pizarras de mano, en las 22 LA ESCUELA M O D E U N A que practican ejercicios referentes á las diversas materia» que abarca el programa g-eneral de estudio. * * Después de adquirir estos antecedentes, dispuso nuestro profesor que nos ocupáramos en tomar datos relativos al sistema, método, forma y procedimientos de enseñanza, g-rado de la escuela, distribución del tiempo y del trabajo, clasificación de los niños, programas y libros de texto, sistemas disciplinarios de premios y castigos, exámenes y visitas de inspección, trabajos manuales, lecciones de cosas, juegos corporales, excursiones y paseos, ejercicios higiénicos, enseñanzas especiales y otras innovaciones. Como la asistencia es de 40 á 45 niños, está implantado el sistema simultáneo con alguna, aunque escasa, intervención de monitores. El método que siguen es el analitico-sintético, según lo r e quiere la índole de la materia y su mayor ó menor importancia, y entre los procedimientos citaremos los ejercicios prácticos de redacción, análisis, lecciones de memoria, cálculo aritmético y uso general de los libros. De la distribución del tiempo y el trabajo hemos de hacer constar que los ejercicios se hallan combinados entre si, de manera que alternadamente se pongan en acción las distintas facultades del educando. El examen general, unido á la visita de inspección, se verifica una vez al año, en el mes de junio, presidido por el director del Seminario de Teología del Puerto de Santa María, que ejerce el cargo de inspector de las escuelas de la Compañía de Ríotinto por nombramiento especial de ésta. Se reparten buenos premios y se estimula á los niños al cumplimiento del deber, poniendo en práctica una saludable emulación. El grado de la escuela es elemental; los niños tienen más de seis años y están distribuidos en siete grupos ó secciones, con arreglo á su capacidad y desarrollo físico. El programa general comprende Lectura, Escritura, Moral, Gramática, Aritmética, Geometría y Geografía é Historia de España. De los libros de texto hemos de hacer especial mención de PEDAGOGÍA 23 la Gramática, en la que resalta el método activo, y la Aritmética práctica, escritos expresamente para las escuelas de la Compañía. Para la escritura emplean cuadernos de letra inglesa graduados del 1 al 12, que comprenden desde el trazado de líneas hasta la escritura usual y corriente. Como libro de lectura citaremos la cartilla simbólica y progresiva con diferentes caracteres de letras, tanto impresas como manuscritas. Los trabajos manuales no los tienen implantados. Las lecciones de cosas se dan algunas, aprovechando solamente las ocasiones que ofrece la lectura para suministrar á los niños ideas y conocimientos sobre aquellas materias de más importante é inmediata aplicación á los usos comunes de la vida. La educación física se halla en estas escuelas muy atendida, siendo elementos para ella, además de la buena distribución del tiempo y del trabajo, una extensa explanada cubierta de arena, en donde se verifican los juegos corporales, y un tinglado ó cobertizo, provisto de algunos útiles y aparatos para que los niños se distraigan en la práctica de ejercicios sencillos y variados. Mr. .Jouston dice que ha practicado con sus alumnos excursiones y paseos escolares, pues no desconoce la transcendental importancia que tienen para la educación; pero, muy á pesar suyo, ha tenido que suspender esos trabajos por no estar conformes con ellos algunos padres de los niños, por entender que se desperdicia el tiempo. Pasamos á la escuela elemental de niñas, las que en nuestra presencia y á instancia de su amable profesora, cuyo nombre sentimos no recordar, entonaron una bonita y sentida canción. El salón de clase es más reducido que el destinado á los niños, midiendo 7,44 metros de largo, 4,25 metros de ancho y 4,10 metros de altura, que da una superficie de 31,62 metros cuadrados y una capacidad de 129,642 metros cúbicos. La asistencia media es de 25 alumnas, correspondiendo á cada una la extensión superficial de 1,26 metros cuadrados y 5,188 metros cúbicos de aire. El mobiliario y material de enseñanza es lo mismo que el descrito al tratar de la escuela de niños. Nuestro profesor nos llamó muy oportunamente la atención 24 LA ESCUELA MODEBNA sobre un encerado giratorio, de forma rectangular, colocado sobre un soporte de madera, y que por un sencillo mecanismo puede dársele la inclinación que convenga al uso que se quiera hacer. Entramos en la escuela de párvulos, desempeñada por una maestra y una auxiliar. La sala de clase es de forma cuadrangular y de mayor extensión que la de niños, con excelente luz y ventilación, y piso con solería de ladrillos; tiene una extensión superficial de 55,35 metros cuadrados, y una capacidad de 226,949 metros cúbicos. Los alumnos, menores todos de seis años de edad, componen un total de 117, de éstos 85 niños y 32 niñas, debidamente separados por su sexo en dos grupos, colocados en sus correspondientes mesas-bancos á un lado y otro de la clase. Corresponde á cada alumno 0,84 metros cuadrados y 1,939 metros cúbicos, por lo que resulta un notable exceso de niños con relación á la magnitud del local. El mobiliario y material de enseñanza es idéntico al de las escuelas anteriores, excepción hecha de carteles, cuadro contador, encerados con cuadrículas para el trazado de números y letras, cuadros diversos con imágenes instructivas, mapas, pizarras de mano y otros objetos propios para la educación. Muy agradecidos á los señores maestros de las referidas escuelas, por la amabilidad con que nos acogieron y nos facilitaron cuantos datos les pedimos, terminamos nuestra visita, llevando nuestros cuadernos repletos de instructivas notas, sobre las que nuestro querido profesor, en cátedra, nos hizo muy oportunas é importantes observaciones particulares para mayor provecho del estudio que por propia observación acabábamos de hacer. Réstanos dar una vez más las gracias á nuestro profesor por el interés que demuestra en suministrarnos la más sólida cultura profesional. Los maestros titulados: Manuel Lema Morales y Manuel Ramos Biaz. — Alumnos : Emilio Gómez y Cfómez, Manuel Rafa Romero, Guillermo Arteaga Manzano, Ramón Palanca Pujazón y Francisco Limón Martin. NUESTRA FALTA DE CULTURA II Oontimla incansable ocupándose de la incultura española, en nuestro estimado colega Heraldo de Madrid, el ilustrado escritor Sr. Navarro Salvador, cuyo amor patriótico corre parejas con su laboriosidad acreditada y sus especiales conocimientos en la Estadística, puestos al servicio de la primera educación, que reclama todos nuestros esfuerzos, si queremos ocupar un puesto regular en el mundo civilizado. El artículo segundo es todavía más interesante que el primero, lo cual nada tiene de extraño, porque esto es lo que acontece á los buenos escritores; á saber : que siendo buenas todas sus producciones, la última es siempre la mejor. Sin exageraciones de ninguna clase, L A ESCCKLA MODBBNA se honra publicando estos magníficos artículos, y es lo menos que puede hacer tratándose de un escritor tan modesto como ilustre, al cual felicitamos sinceramente, creyendo interpretar el sentimiento del magisterio todo. He aquí el artículo de referencia, omitiendo el mapa demostrativo, por no Consentir su inserción el limitado espacio de que disponemos en la Revista : ESCUELAS PRIVADAS DE ESPAÑA lia rig.tieza y los problemas pedagógicos. Tan dilatado es hoy el campo de la Pedag-opía, merced á los progresos de la ciencia, que ciertamente no pretendemos — ni podríamos hacerlo en estos artículos — ahordar los problemas pedag'óg-icos nacionales en sus diversos aspectos : salarios, higiene, arquitectura, libros y material de enseñanza, etc., etc. La finalidad de nuestros trabajos tiende por hoy á poner de manifiesto el enlace íntimo, la estrecha conexión que existe entre el analfabetismo y la cultura nacional y el llamado problema escolar. Resuelto éste, no ha de ser muy dificultoso dar solución á aquél, ya que como primer factor hay que contar con la volun- 26 LA ESCUELA MODERNA tad del país, con el firme propósito del pueblo español para resolverla, puesto que por no hacerlo así, y por continuar imperando el funesto escepticismo y la apatía, nuestra España ha realizado y viene realizando un pésimo negocio nacional, como demostraría, entre otros técnicos ilustres, el pedagogo Sr. Thorndike, profesor de la ColumMa Ünimrsity, muy perito en esta clase de disertaciones. Las estadísticas comprueban que la creciente miseria que se extiende cada vez más por toda España, el precario estado de su agricultura y otras fundamentales fuentes de riqueza patrias y, por lo tanto, de su Hacienda, no tienen como principales bases más que la pereza intelectual, la apatía, la incultura, la ineducación y el alejamiento cada vez mayor del mundo civilizado. Hay que esperar el resurgimiento de España resolviendo el problema político-educativo, el más fundamental de los nacionales de nuestro tiempo, como ha dicho el polígrafo D. Joaquín Costa. Todos los hombres de ciencia están conformes en atribuir á la escuela y á la educación importancia excepcional. Escuelas gratuitas y de pago. La sabia ley de 1857, que permite adquirir la primera enseñanza con tal libertad que hasta consiente la doméstica, dispuso que en las escuelas públicas, en las que pueden llamarse oficiales, no paguen la asistencia á las mismas los niños que no puedan satisfacerla, y, en efecto, las estadísticas vienen demostrando que, al contrario de lo que acontece en las escuelas privadas, en las cuales en casi todas ellas se exige la retribución, en las públicas pocos alumnos abonan sus estudios. Esto explica, á nuestro entender, el hecho, que luego comprobará el lector en el mapa y el gráfico á que nos referimos, de que, contra lo que se cree generalmente, las escuelas privadas españolas vienen disminuyendo desde hace bastantes años en proporción enorme, siguiendo el mismo fenómeno que acontece en todo el mundo, sin excepción alguna. Además, creemos que en este continuo descenso influye, como uno de los principales factores, el económico; pero no puede olvidarse tampoco el pedagógico. La vigente legislación nacional en la materia lo atestigua de modo indudable. NUESTHA PALTA DE CULTUBA 27 lias escuelas públicas. El mapa que publicó el Heraldo de Madrid del día 14 del mes pasado como complemento del artículo indica gráfica y numéricamente en cada provincia el número de escuelas publicas que tiene y las que debe poseer según preceptúa la ley de 1857, si se prescinde de los establecimientos privados de enseñanza primaria, de que también tratamos en este trabajo. Muy conveniente es advertir que en el número de escuelas públicas se incluyen 24.118 propiamente dichas, 405 subvencionadas y 338 de patronato. Suman, por consiguiente, en toda España las llamadas oñcialmente escuelas públicas 24.861, como conocen los que examinaron el mapa y gráfico anterior al presente. En las escuelas públicas propiamente dichas figuran para toda España 8.967 de las tituladas incompletas, ó sean de asistencia mixta (de niños y niñas), y 458 de párvulos, en las cuales también se utiliza el sistema de la coeducación. Hay, además, 7.370 escuelas elementales y 161 superiores para niños y 7.095 y 67 para niñas, respectivamente. Por lo tanto, aparecen como totales: 7.531 escuelas para alumnos, 7.162 para alumnas y 9.425 para niños de ambos sexos. Puede observarse que es mayor el número de escuelas para varones que el de hembras. Enseñanza oficial de adultos. La estadística escolar menciona 11.828 clases para adultos; es decir, que en este número de escuelas se dan por la noche lecciones á alumnos de edad propiamente no escolar, ó sea á los adultos. Suprimidas por disposición de 1902 y 1904 las antiguas «escuelas de adultos», sólo quedan subsistentes 28, distribuidas en nueve provincias. Córdoba tiene nueve, Valencia ocho, y en las restantes provincias ñuctúan entre una y tres. No tardarán muchos años en que desaparezcan las 28 escuelas mencionadas y sólo queden clases de adultos. Escuelas subvencionadas y de patronato. Tenemos entendido que las que la obra estadística cita como escuelas subvencionadas son escuelas privadas, auxiliadas con fondos y otros medios por los Municipios, y tal vez alguna otra 28 LA ESCUELA MODBBNA corporación oficial. Tiene España 74 escuelas subvencionadas incompletas; 58, de párvulos; 132, de niños, y 141, de niñas; en total, 405 para toda la nación. Hay 19 provincias sin tal clase de escuelas, que indudablemente están llamadas á transformarse. No clasifica la estadística las 338 escuelas de patronato, y xinicamente expone que 191 de tales establecimientos educativos están sometidos á las disposiciones generales, y 147 á cláusulas fundacionales. Escuelas y clases escolares. Abrigamos el propósito de demostrar que la cantidad de escuelas que necesita España no es la que prescribe la estadística escolar, ni siquiera la ley de 1857. Fundamentaremos nuestro aserto; pero conviene dejar sentados algunos extremos como necesarios antecedentes. Ante todo debe manifestarse que en nuestro país las escuelas, salvo contadas excepciones, no tienen cada una de ellas más que un maestro ó maestra. La escuela no posee sino una sala de trabajo, ó sea lo que los pedagogos llaman la clase. Este tipo de escuela es conocido con el nombre de «unitario», mientras que la escuela «graduada» comprende dos, tres ó más secciones, tantas como salas ó clases, con sus maestros correspondientes, pero todo el profesorado sometido á una dirección pedagógica. En cada sección puede haber niños de un solo sexo, como acontece en la escuela de varones de la Normal Central, que hasta hace poco tiempo regentaba el Sr, Blanco, ó de ambos, cual ocurre en la Escuela FrcBbel, única en su clase en España, que se conoce con el nombre de «Jardines de la Infancia», y que, dirigida por el Sr. Mingo, se educan en ella solamente párvulos. Se procura que en [cada grado ó sección haya alumnos de iguales ó casi iguales edades y algunas otras condiciones que la Pedagogía y la práctica aconsejan, y, en efecto, los hemos observado en ambos Centros oficiales, modelos que conocemos entre otras instituciones de enseñanza. No ha sido aún sentenciado por la ciencia el ya antiguo pleito entre la escuela unitaria y la graduada. Ambas tienen en España campeones de mucha competencia y entusiasmo. NUESTRA PALTA DE CÜLTUBA 29 lias escuelas privadas. Dedicamos hoy á las escuelas que no tieneu carácter oficial el mapa que pueden ver los lectores, en el cual se expresa en cada provincia el número de aquellos Centros de enseñanza que existían en 1908, según trabajos de los inspectores y otros funcionarios. Ascienden en total tales escuelas á 5.212, y como, según se deduce del cartograma y articulo publicados en el número del día 14, faltan en la nación 9.505 escuelas públicas, fácilmente se observa que aquellas negruras gráficas, este gran déficit pedagógico escolar, no se cubre con las escuelas particulares. Ya verá el lector que tal diferencia legal de 4.293 establecimientos de enseñanza primaria es mucho mayor, es enorme, como lo demuestran la Aritmética y, sobre todo, la Pedagogía. Descompone la estadística oficial el total de las 5.212 escuelas privadas de toda España del modo siguiente : 508, de párvulos; 2.010, de niños; 2.589, de niñas; .57, nocturnas, y 48, dominicales. El predominio de las escuelas para alumnas es manifiesto, á la inversa que acontece en las públicas. La provincia de Zamora sólo tiene una escuela privada; m u chos partidos judiciales y millares de Ayuntamientos, y sobre todo de distritos escolares, no poseen ninguna escuela particular, que, por regla general, radican en poblaciones de bastante ó muy numeroso vecindario, de tal manera, que en las localidades rurales casi son desconocidas. Las cifras demuestran que donde existen suficientes y buenas escuelas públicas apenas si prosperan las privadas, faltas, sin duda, de la vitalidad y otras condiciones pedagógicas de aquéllas. Del total de escuelas privadas existen 80 que han sido fundadas ó están dirigidas por extranjeros, según datos del año 1908. En Guipúzcoa se cuentan 37; en la provincia de Gerona, 29, y el pequeño resto de 14 establecimientos están situados en ocho provincias no fronterizas con Francia, cual ocurre con aquellos dos grandes núcleos. No consigna el Ministerio en qué fecha se fundaron esos Centros de enseñanza de extranjeros. Carácter religioso escolar. Con gran detalle geográfico presenta la estadística el carácter religioso que las escuelas privadas tenían en los comienzos del 30 LA ESCUELA MODEBNA año 1908. Nuestro gráfico expone el resumen para toda España, que es el siguiente : 5.014 son escuelas católicas; 91, protestantes, y 107, laicas ó neutrales. No menciona aún la estadística oficial, sin duda porque aparecerá en sucesivas partes de la obra, cual aconteció en los precedentes trabajos, el número de las escuelas dirigidas por las Congregaciones religiosas. El profesorado oficial y particular. En la segunda parte de la estadística deben aparecer datos sobre el profesorado; pero nuestros estudios nos permiten manifestar que el magisterio público de uno y otro sexo no excede sino tal vez en uno ó dos centenares á la cifra global de 24.000. La diferencia hasta 24.861, que suman las escuelas públicas de primera enseñanza, radica en que existen vacantes, hay plazas desempeñadas por interinos ó en otras causas, ya de menor interés en detallarse. Á juzgar por trabajos precedentes, las actuales escuelas privadas primarias no tienen, por lo general, más que un maestro ó profesora, y como aquéllas suman 5.212 para toda España, no es aventurado afirmar que, cuando más, creemos existan en números redondos unos 6.000 maestros y maestras de aquel carácter. El Censo de población de 1900, en la sección de profesiones, presenta en la categoría de «profesores de enseñanza», para todo el reino, 22.731 varones y 15.716 hembras, ó sea en junto 38.447, entre los cuales es de suponer habrá alguna cantidad de personas que, aunque de tal profesión, no la ejerzan. Nuestros cálculos, basados en documentos fidedignos, arro jan las siguientes cantidades en cifras redondas: magisterio público de primera enseñanza, 24.000 profesores de ambos sexos; catedráticos de Universidades, Institutos y otros Centros oficiales, 3.500, y directores y maestros de enseñanza privada primaria, con título profesional ó sin él, 6.000, que hacen un total general de unas 33.000 personas dedicadas á la enseñanza. Á este total hay que agregar el profesorado que da lecciones á domicilio, el de las Academias privadas, Colegios de segunda enseñanza y demás Centros. NUESTRA FALTA DE CULTUKA 31 Beligiosos y seglares. No incluye la primera parte de la actual estadística escolar cuadros similares á los de las anteriores que expresen el número de religiosos y de seglares que se consagran á la enseñauza privada. La Estadística de la Contrilución Industrial últimamente aparecida, consigna que satisfacen contribución industrial 520 personas ó entidades por sus establecimientos de enseñanza, entre los que se incluyen las Academias privadas. Madrid aparece con 173 contribuyentes. Aunque la estadística de dicha tributación no lo mencione, es sabido que hay diversos establecimientos, como los benéficos, exceptuados de aquélla, y mientras no haya más detalles en los datos del departamento de Instrucción pública, no es posible apreciar la distribución por aquel concepto de las 5.212 escuelas privadas de enseñanza primaria ni de los demás Centros de cultura particulares. El personal docente religioso de uno ú otro sexo tiene que estar comprendido en los datos del Censo de población, con las modificaciones sufridas después del año 1900. Aquel trabajo indica que existían en este año censal 12.142 religiosos y 42.596 religiosas, ó sea en total 53.738 personas del clero católico regular. Además figuraban 33.403 varones del clero católico secular, del que parte se dedica á enseñanza en Seminarios y otros Centros educativos. Los sirvientes de los cultos forman unas 8.000 almas, y el clero protestante y de otras disidencias religiosas apenas excede de un centenar. Descenso de escuelas privadas. El gráfico mencionado presenta datos indicadores del continuo descenso en los establecimientos privados de enseñanza elemental, y tal fenómeno no es exclusivo de España, según se desprende de las estadísticas y afamados trabajos que hemos consultado : existe en todo el globo. Á juzgar por tales síntomas, parece que no tardarán muchos años, si tal corriente mundial prosigue, en desaparecer ó disminuir el número de instituciones privadas de enseñanza primaria á límite casi insignificante, cual 32 LA ESCUELA MODEBNA ya acontece en Alemania, con el beneplácito de 22 millones de católicos, de 38 millones de protestantes y de los millares de miembros de las restantes confesiones del poderoso y cultísimo Imperio del centro de Europa. Las escuelas populares g-ermánicas y las escuelas comunes ó públicas norteamericanas son los tipos mundiales de la época presente, y han conseguido, por su carácter democrático y altamente humano, suavizar muchísimo el problema social, pavoroso para los pueblos que no le atienden ni hacen nada para solucionarlo. Porque el g-ran problema nacional de la despensa y escuela, planteado por el gran patriota Sr. Costa, no sólo se resuelve con el estudio asiduo y enérgica voluntad, sino también con extrema prudencia, y sobre todo con justicia. EDUARDO NAVARRO SALVADOR. e;í5- - - OUKIOSIDADES Una señora inglesa ha inventado un substituto para los peligrosos alfllerones de los sombreros. Consiste en una tira de metal flexible y de poco peso, cosida en el interior de la copa del sombrero, que se ajusta á la cabeza sin molestar lo más mínimo á la que lo lleva. Los cai'acoles se hacen en Francia más raros cada día, porque la mayor parte de ellos se crían en los viñedos, y los líquidos con que se riegan éstos para acabar con la filoxera les son tan fatales como al insecto dañino. Los ingleses son tan etiqueteros, que no se deciden á hablar á una persona sin haber sido previamente presentados con todas las formalidades del caso. Pero como también son prácticos, han inventado el medio de librarse de tan molesta imposición de la etiqueta, y desde ahora todo el que lleve dos banderitas de cierta clase puede hablar con cualquiera que vaya condecorado de igual modo, sin las formalidades de la presentación. La población de Verhoyausk, en el Polo, se compone de chozas de barro Las ventanas son de hielo, por cuya razón hay que tener siempre la luz encendida. DE LAS VIRTUDES Virtud es la habitual y constante determinación del espíritu del individuo á contribuir al bien de sus semejantes en lo que fuere justo, y á sentir, pensar y obrar conforme á las prescripciones de la moral. No es virtud la realización de algunas acciones virtuosas, sino la continua é incesante práctica de los mismos actos. La virtud es hija de la experiencia, de la reflexión, del claro conocimiento de lo que más importa al hombreen su conducta, y, principalmente, de la educación. Nada ennoblece ó dignifica tanto al individuo, nada le hace tan digno de estimación, como su virtud. Y sólo el que arregla su proceder á la justicia es verdaderamente sociable. Otro día, cuando todos los miembros de la sociedad hayan sido bien y suficientemente educados en su niñez, les traerán sus virtudes muy grandes bienes : la armonía, la paz y la consideración y los afectos recíprocos, una verdadera y constante fraternidad, la mutua ayuda consiguiente, el incremento de los demás beneficios y de los bienes materiales, y el orden y la felicidad dentro y fuera del hogar, todo ello en el mayor grado posible. La virtud es SIEMPRE útil al mismo que la practica. Verdad indiscutible. Importa mucho hacérselo comprender así á los niños, significándoseles muy claramente que las acciones virtuosas no son un mero sacrificio del interés del que las realiza, sino, por el contrario, todas le traen recompensa apreciable: ya algún bien material procedente de la persona favorecida con alguno de esos actos, su amor, su afecto, su estimación ó su gratitud; ya el aprecio ó la consideración de las demás, y aun los beneficios, inmediatos ó lejanos, que, por natural consecuencia de su buen proceder, suelen hacérsele hoy; consecuencia que, en una socieTOMO X X X I I . — K ü M . 1.° í 34 LA ESCUELA MODEBNA dad realmente culta y mejor organizada, será más cierta otro 'día; ya, por lo menos, la satisfacción que el individuo siente por haber hecho algún bien á otro con su virtuosa acción, ó el placer que incesantemente le causa el verse, por ella, merecedor del general aprecio de sus semejantes. Respóndanle ó no con lo que aquí se dice los que deban hacerlo, SIEMPRE halla él recompensa en los expresados placeres, que son purísimos, durables é inextinguibles, endulzan toda su vida, y, acumulándolos diapor dia en su espíritu sus continuas buenas acciones, contribuyen, tanto ó más que otros bienes anhelados por el hombre, á hacerle verdaderamente feliz, y pueden llegar á constituir para él una de las más positivas y más brillantes glorias. Con mucha frecuencia deben explicarse estos conceptos á los niños, hasta crear en su mente ÜN HÁBITO FIRME de ver como indudable la gran verdad que encierran. Enseñando la doctrina religiosa que la virtud tendrá siempre seguro premio en la otra vida, la gloria, que es su premio mayor, no puede repugnarse que lo desee aquí en la tierra, donde su gran influjo como estimulo es muy útil para todos y para conseguir los fines de la misma enseñanza religiosa. La clara idea de la recompensa hará mucho más virtuosos á los hombres. El día en que el arte de educar y su ejercicio se organicen incluyéndose, en particulares capítulos de los respectivos tratados, muy HÁBILES, extensas y convincentes explicaciones de los siguientes conceptos, se harán comprender bien á los niños en las escuelas de educación TODAS las razones por las cuales los ricos deben estimar como hermanos suyos á los pobres, y TODAS las circunstancias que hacen consistir la verdadera felicidad del individuo más en las ventajas del amor, del favor y de la ayuda de sus semejantes que en el dinero ó la riqueza. Se les demostrará con claridad que ésta, ó su acumulación con el afán desmedido de adquirirla, suelen atraerle la malevolencia y aun el odio y la envidia de los demás, y muy frecuentemente los abusos ó la infidelidad de los que le rodean, y los fraudes, engaños ó mala fe del torcido interés ó egoísmo de los que de él ó con él tienen alguna dependencia, negocio ó relación, originándole sin cesar lo uno ó lo otro amargas contrariedades, sinsabores, disgustos, peligros, intranquilidad, etc., por lo común no evitables con el dinero. Y, por consiguiente, muy generalizada en el DE LAS VIBTüDES 3B mismo futuro día la práctica de las virtudes Justicia y Humanidad, resolverá ella los graves problemas sociales que ahora preocupan á los políticos, los sociólogos, los legisladores y los gobernantes, y hará cesar por completo las muy nocivas luchas entre el capital y el trabajo : ¡ bellísimas consecuencias que de seguro traerá la educación por los verdaderos métodos, obligatoria, oportuna y suficiente, hoy completamente abandonada! S e la Piedad y la Beneñceucia. La virtud PIEDAD es la habitual disposición del espíritu del individuo á compadecerse de otros por la desdicha, los males, el dolor 6 la pena que sufren, y sentir con ellos su misma pena ó dolor, consolarlos y procurar que cese su mala situación ó su sufrimiento. El grado particular de inteligencia, de sensibilidad, de experiencia y de educación ó de cultura del individuo, es lo que en él determina su mayor ó su menor piedad. Ésta debe ser igual para todos nuestros semejantes, cualesquiera que sean sus circunstancias, ó sin que lo impidan sus defectos, sus ideas, opinión ó creencias, su ignorancia, su falta de educación, sus pasiones, sus extravíos, ni aun sus más nocivas malas acciones que les originen el infortunio, el mal, la pena ó el dolor; pues todo ello es ó fué necesariamente determinado por muchas causas de poder inevitable para el individuo y superior al de las demás que obran ú obraron en su espíritu, cual nos lo enseña la fisiología de la voluntad. Pudiendo todos los hombres sufrir la adversidad, los males, la pena ó el dolor, deben ser compasivos con los que actualmente los sufran, para que otros lo sean con ellos el día en que ese caso, muy posible, ocurra. Sin embargo, la piedad no fingida, la realmente sentida, es hoy muy rara, por falta de la necesaria educación, por no haber cultivado esta enseñanza la sensibilidad del individuo, y porque, no habiendo experimentado aún muchas personas el infortunio ó los grandes males, ó habiendo sufrido poco, no está suficientemente aleccionado su espíritu para comprender y sentir los sufrimientos, la pena ó el dolor de las otras. Ordinariamente el desgraciado es más compasivo que los demás. Al consolar al afligido, debe significársele con reflexiones 36 LA ESCUELA MODERNA persuasivas que el entregarse á la pena no remedia nada, ni es ni trae para nadie bien alguno, sino, por el contrario, un mal mayor para el organismo del que la sufre; que la pena incesante consume y mata, y que el hacerse el individuo superior á ella es salud para sí y cordura. El que consuela á otro, siente, no sólo el natural placer por aliviar su ánimo y verse él acreedor á su gratitud y su afecto, sino también alivio de sus propios males. Y, en tanto que la orgullosa ó fría impiedad ó la dureza del hombre inhumano le hacen hoy repulsivo ó antipático, y la impasibilidad respecto á la desdicha ó el dolor ajenos, y la mera insensibilidad son mal vistas y se suelen censurar, la compasión del que frecuentemente procura aliviar al desdichado ó al afligido, ó siente con él, le consuela, le anima y se interesa por su bien, dando asi ejemplo y motivo para que otros practiquen la misma virtud, le ennoblece, le dignifica, le hace acreedor á la estimación y el afecto de todos, y llena continuamente su espíritu de un muy puro é inextinguible placer que, en mayor ó menor grado, contribuye á su verdadera felicidad. De la Beneficencia. — La virtud BKNEPICENCIA es la habitual determinación del espíritu del individuo á socorrer ó auxiliar con sus medios á los pobres, los menesterosos ó los desgraciados, para mitigar su pobreza ó atenuar su infortunio ó su mala situación. Hija de la caridad, del sentimiento de compasión, es la virtud que más desarrolla el amor fraternal y la gratitud entre los hombres. Su práctica debe regularse por la prudencia, dispensándose sus beneficios de un modo que no hiera el amor propio de las personas que los reciban, ni lastime su dignidad, su concepto ó su delicadeza, ni fomente el vicio ó la ociosidad, ni favorezca la mala conducta. Pero sin mirar al origen de la pobreza ó de la desgracia por lo que, respecto á la necesaria determinación de los actos de la voluntad, nos enseña la fisiología del espíritu. También se ejerce la Beneficencia haciendo donativos ú otras buenas obras que contribuyan al bien social ó al del individuo, propagando ideas con el mismo fin, combatiendo las malas costumbres ó los malos usos, librando á alguna persona de violencia ó de un peligro ó advirtiéndole de él, y aconsejando con rectitud é ilustrando al que lo necesita. DB LAS ^/IKTDDKS 37 El bien dispensado para imponerse al que lo recibe ó para excitarle á realizar una mala acción, no es tal beneficio, sino ofensa. Y aun el que se hace con soberbia, altpoeria, repugnancia XI otra circunstancia de este género, no d^ 4 su autor el mérito del acto virtuoso, y suele no ser agradecido. Aunque el benefactor procure mantener viva en su mente la idea de sus buenas obras, para que el placer de este recuerdo le recompense y le estimule á persistir en la práctica de la misma virtud, debe ser modesto en ella y no hacer alarde de dichos actos. En la actual civilización, nada ennoblece tanto á una persona como el socorrer ó favorecer a u n enemigo suyo que ha venido á desgracia; generosidad, proceder sublime, que revela admirable grandeza de alma y la pone á la mayor altura en dignidad y en derecho á la estimación de todos, le origina muy puro y durable placer, dulcifica el ánimo de su mismo enemigo, enmienda á éste y lo conquista, es decir, logra de él su admiración y su afecto ó su respeto. En tanto que el desprecio, la dureza, la impasibilidad ó la indiferencia del individuo para con el pobre ó el desgraciado causan mala impresión á los demás y los previenen contra él, los actos de beneficencia, realmente sentidos, atraen k su autor la gratitud y el amor de unos y el afecto ó el aprecio de los otros, y son, en su espíritu, causa muy suficiente para estar satisfecho de sí mismo. Verdad que hoy, por falta de la necesaria educación, frecuentemente se responde con la ingratitud á los beneficios. Pero, en cambio, el bienhechor siente el vivo, muy puro é inextinguible placer de haber mitigado la desgracia ó haber satisfecho ó disminuido la necesidad de otros, y de verse, por ello, digno de la general estimación, y también le recompensan el afecto, las consideraciones ó la mayor benevolencia con que muchas personas le distinguen por su bondad, reparación bastante de la injusticia de los ingratos. J. EUGENIO Ruiz GÓMEZ. LOS NIÑOS MENTALMENTE ANORMALES Y SU EDUCACIÓN ESPECIAL (CONTINUACIÓN) Anomalías psíquicas. En la parte psicológica, como en lo demás, los tres grupos de niños mentalmente anormales de que se viene hablando están en general separados por innegables diferencias. Necesitan, sin embargo, estas anomalías y estas diferencias observación más detenida, más escrupulosa y más meditada, en razón á que su interpretación es mucho más difícil pudiendo, por tanto, dar lugar á más confusiones y producir más fácilmente resultados deplorables. Con esto y todo, las anomalías psicológicas tienen tan positivo carácter como el de otras cualesquiera, y su estudio, siempre imprescindible é importante, es en ciertos casos el único por el cual es posible apercibirse de la existencia de la anormalidad mental ó adquirir acerca de la naturaleza de la misma un relativo conocimiento: tal sucede, por ejemplo, en la mayor parte de los casos de transición. Las anomalías psicológicas son también quizás las más n u merosamente diversificadas y, por consiguiente, las más difíciles de agrupar; ciertas de entre ellas van pocas veces juntas con algunas otras, ó mutuamente se excluyen; si esto sólo se tuviera en cuenta, serían incontables los grupos diferentes que pudieran hacerse; imposible entonces establecer clasificación ninguna de algún provecho en la práctica. Aparte de esto, todas esas anomalías psicológicas que se excluyen mutuamente están subordinadas ó enlazadas á otras más generales, por las cuales se caracteriza alguno de los tres grandes grupos en que, desde el principio de este trabajo, se vienen considerando divididos los niños mentalmente anormales. Es, pues, á aquellos tres grupos á los que ahora he de seguir refiriéndome, y claro es que haciendo valer las mismas adver- LOS NISOS MENTALMENTE ANOBMALKS 39 tencias y las mismas reservas consignadas al comenzar á tratar de las anomalías anatómicas y de las fisiológicas. Grnpo primero. — Recuérdese lo dicho sobre estos niños al tratar de sus funciones sensoriales. Su sensacionamiento es siempre más ó menos difícil y anormal. Hay infinidad de sensaciones que no se producen en ellos á causa de la obtusión de los órganos receptivos periféricos ó centrales, ó de la relativa y ocasional inercia de los correspondientes aparatos transmisores; hay otras muchas que, por la misma antes expuesta causa, no se producen sino sumamente debilitadas; y las hay, en fin, que, por su fuerza propia y por existir no contrarrestadas ni atenuadas por otras antagónicas, se convierten en verdaderas tiranas que absorben, dominan y dirigen por completo la actividad del individuo, y que, en ocasiones, fuerzan á éste á las impulsividades más incongruentes, más repugnantes ó más terribles. En esa impotencia para bien responder á las excitaciones del medio ambiente, en ese debilitamiento de la reaccionabilidad personal es en lo que estriba principalmente la característica y casi absoluta estatilidad mental que ofrecen estos niños, y en la cual prolongan indefinidamente su vida, á menos de que sean colocados en circunstancias completamente especiales y sometidos á un régimen apropiado á su estado particular. Sus sensaciones no son percibidas sino con mucha tardanza y grande dificultad; aparte de esto, exceptuadas las de muy marcada intensidad y aquellas otras repetidas con rapidez bastante para excitar un medio cerebral predispuesto á ello, las demás no consiguen apenas resonancia en los sistemas subconscientes é inconscientes preformados, no provocan en éstos sino un número reducidísimo de evocaciones, no dan lugar sino á pocas y rudimentarias asociaciones, y permanecen aisladas y como localizadas, hasta que al fin, en la mayoría de los casos, acaban desapareciendo brusca é inmediatamente en cuanto cesa de obrar la causa que las produjo. El fenómeno, ordinario en el niño y en el hombre normales, de que una sensación cualquiera, difundiéndose mentalmente en todos sentidos y enlazando por puntos diversos lo consciente con lo inconsciente, provoque, por asi decirlo, una serie interminable de sensaciones cada vez más tenues, ese fenómeno no se da casi nunca en los niños mentalmente anormales del grupo que en este momento nos ocupa; 40 LA ESCUELA MüDEBNA é en estas mentalidades, las sensaciones muy próximas y muy intensas son, por lo general, las únicas que lleg-an con alguna facilidad á establecer entre sí relaciones de asociamiento. Las sensaciones consecutivas en estos niños tienen pocas probabilidades de llegar á agruparse y, por consiguiente, de reforzarse y de obtener resonancias en la actividad mental; tienen de esto tantas menos probabilidades cuanto menor sea su intensidad y mayor el intervalo de tiempo con que se produzcan; y éste suele ser muy grande y aquélla es muy pequeña en las sensaciones de este grupo de niños, que siempre viven ante todo y sobre todo V casi única v exclusivamente en el momento actual. Como mejor se verifican las asociaciones en el sensacionamiento de estos individuos es por simultaneidad inmediata y frecuentemente repetida de sensaciones fuertes y semejantes. Las asociaciones por simultaneidad, las asociaciones de sensaciones que les afectan en el mismo instante, son las que en ellos adquieren más extensión y las que aportan contribución mayor al desenvolvimiento intelectual. De aqui el que estos niños posean casi siempre noción más ó menos clara de aquellos objetos con que se encuentran frecuentemente; la noción de objeto no es sino el resultado de la percepción repetida de un conjunto de sensaciones procedentes de diversos sentidos, pero simultáneas. Las sensaciones que contrastan por lo extremadamente fuertes y diferentes son también de las que más probabilidades poseen para asociarse entre si, y se asocian tanto más fácilmente cuanto mayores son su oposición y su intensidad, y menor la distancia de tiempo á que se producen. No existiendo sino muy débil cohesión entre los diversos elementos mentales preexistentes, y siendo nula también, ó pequeña, la repercusión que alcanza cada nueva sensación en el conjunto de las que ya de antes componen la personalidad psíquica, ello hace que se acorte considerablemente el período de difusión de las sensaciones nuevas, que desaparezca ó que decrezca rápidamente el efecto de las mismas, y que la memoria en estos niños adolezca casi siempre de una grande deficiencia. Hay, en efecto, un gran número de sensaciones que, no habiendo encontrado otras en la mentalidad á las cuales poder asociarse, no han sido, puede decirse, realmente percibidas, ó, por lo menos, no han sido conservadas, y no pueden, por lo tanto, ser evocadas ó recordadas por la memoria. Prodúcense otras que no alcanzan á crearse sino muy LOS NIÑOS MENTALMENTE ANORMALES 41 contados ó frágiles lazos de unión con el conjunto ó con parte de él, por lo que desaparecen á poco sin apenas dejar tras sí prolongamiento ninguno, y no pueden luego tampoco ser recordadas, ó no dan lugar sino á pocas é insuficientes representaciones. Lo que puede sentarse como regla general es que la memoria de estos niños es bastante deficiente y de fuerza evocatriz muy poco intensa y muy poco compleja. De este defecto de memoria, unido al defecto de percepción, provienen para estos niños un sinnúmero de inaptitudes y de dificultades en lo que toca al exacto reconocimiento de personas, de cosas y de acciones, á la asociación de las ideas, al razonamiento, al juicio, etc., etc. Tal, por ejemplo, al niño que por no percibir y conservar de cada objeto sino un número reducido de sensaciones y de caracteres, encuentra éstos en otro objeto que no es completamente el mismo ni de la misma clase, y llama papá á todos los hombres, y manzana á un fruto distinto que se le parece, etc. etc.; de estos niños abundan extraordinariamente en el grupo cuyo estudio nos ocupa ahora; se podría decir que todos ó casi todos, unos más y otros menos, caen en estas que pudiéramos llamar simplificaciones confusas, á edad en que el niño normal hace ya las debidas distinciones. En un gran número de estos niños, las deficiencias de la memoria son todavía más graves que las enumeradas; hay de ellos no pocos para los que casi se aproxima á lo imposible el aprender á contar por cima de las tres ó cuatro primeras unidades, y hay otros que pueden, si, contar hasta números bastante altos, pero á condición de hacerlo con relativa rapidez; son mentalidades necesitadas de que los objetos á contar se sucedan con bastante rapidez para que los estados mentales que provoquen no pierdan nunca el contacto, y, como la curva de decrecimiento de estos estados mentales suele ser muy rápida, aquel contacto es fácil _y frecuentemente perdido, quedando entonces desconcertado el individuo y completamente imposibilitado de seguir contando ordenadamente; de aquí la acentuada tendencia á contar dos veces el mismo objeto, y la dificultad para la realización de las operaciones aritméticas algo complejas. Su memoria, tomada en sentido general, está, se sabe, integrada por varias memorias parciales que entre si se relacionan y se refuerzan : memoria auditiva, memoria visual, etc.; refléjase aquí también, como en todo, la falta de elementos mentales 42 LA ESCUELA MODEENA y la aueencia de cohesión entre los que existen, caracteres constantes en la mentalidad de nuestros niños, y así se ven muchos de éstos en los que una de aquellas antedichas memorias parciales existe excluyendo casi del todo á las otras, ó en que dos ó más existen con cierto desarrollo, pero talmente aisladas y circunscritas que apenas se refuerzan ni mantienen entre sí ninguna relación. Niños que, á menos de pasar por un tratamiento especial, no recuerdan sino aquello que han visto, ó lo que han oído, etc., etc., ó en que las sensaciones de un sentido pueden poco ó nada para despertar las procedentes de los otros; memorias, mentalidades, mejor dicho, fragmentadas, de las que cada fragmento vive como amurallado con respecto á los demás. Y, á pesar de lo dicho, la memoria de estos niños es, en cierto sentido, tenacísima; cuando vencida la resistencia que la excitación encuentra para obtener efecto se consigue al fin establecer una asociación y fijar un recuerdo, éste permanece después casi inalterable y por tiempo poco menos que indefinido. Fáltales á estos niños la cohesión entre sus diferentes elementos mentales; fáltales la repercusión que cada sensación debe tener en el conjunto de las que componen la personalidad mental; fáltales la posibilidad de reaccionar mentalmente de una manera compleja, y les falta asimismo para cada nueva sensación la acción del conjunto de las antes adquiridas y de las que luego van adquiriendo, la acción modificadora y reductora que crea en el espíritu del niño estados antagónicos y que provoca la duda, la reñexión, el titubeo y la variabilidad en las combinaciones de unas mismas representaciones mentales; como consecuencia de las faltas antedichas, la asociación que llega á establecerse y á fijarse en recuerdo adquiere una fuerte y sobrado duradera tendencia á reproducirse siempre invariablemente, y el sistema mental psíquico formado se convierte en un verdadero reflejo ó en una aislada combinación de reflejos mentales relativamente sencilla. Va esto tan lejos en algunos niños, que no es raro verlos que, á cada momento y sin motivo ninguno de oportunidad, repiten incoherentemente estas ó las otras palabras ó frases aprendidas por una circunstancia cualquiera, y de las cuales llegan á formar verdaderas muletillas, mejor dicho, verdaderos tics. Lo que sí puede observarse en todos es un más ó menos acentuado automatismo mental que se contenta con rememorar y repetir exacta y rutinariamente las síntesis antes LOS NIÑOS MENTALMENTE ANOBMALES 43 organizadas, pero sin crear jamás otras nuevas, ni aun siquiera modificar en lo más mínimo, por propio impulso, las que reproducen. He aquí por qué hay de estos niños que no reconocen, que no recuerdan las letras del alfabeto ó los números sino cuando éstos afectan una forma determinada; que dejan de reconocerlos en cuanto se les hace sufrir una modificación algo considerable, aun cuando esta modificación, por ejemplo, no se refiera nada más que al tamaño. Niño tuvo á su cuidado quien esto escribe, que necesitó varias horas de trabajo para darse cuenta de que no eran sino un mismo número varios diferentes ochos que sólo se diferenciaban en el tamaño; es que adquieren de la letra, del número, etc., un conocimiento excesivamente concreto, rígido y sin plasticidad ninguna, que, no resultando realmente de la síntesis de todas las imágenes recibidas de aquel número ó de aquella letra, no les permite al pronto conocer tal letra ó tal número en su sentido general, sino una letra ó un número de forma por demás precisa y por demás determinada. Donde más acusadamente se revela esta falta de elasticidad de las asociaciones establecidas es en todo lo que se refiere á los movimientos. Estos, una vez fijados, no son casi nada modificados por la acción de representaciones interferentes, y adquieren una tal estabilidad y una tal permanencia, que suelen luego degenerar en tics y mantenerse en ese estado durante toda la vida de un individuo. Cuando esto no llega, hay por lo menos que llevar á cabo toda una larga y á veces delicada reeducación motriz siempre que se quiere modificar una asociación de movimientos en vista de adaptarla á un fin algo diferente de aquel á que antes respondía. Esa misma falta de sensaciones interferentes y de elasticidad bastante en las asociaciones ya constituidas, lleva también su inñujo nefasto á la vida afectiva, á la cual estaciona en sus etapas más rudimentarias, y mantiene sujeta á infinidad de aberraciones difíciles de desarraigar. Es así que, en los niños de este grupo, los apetitos parecen no dejar nacer á los sentimientos, y las emociones apenas si se manifiestan si no es en lo que se refiere á la satisfacción de necesidades puramente vegetativas. Respecto á estas últimas, ya queda dicho algo y se puede ampliar. La imperfección de los órganos y la obtusión de la sensibilidad contribuyen, en términos generales, á disminuir la agudeza del sentimiento de las necesidades. Pero existiendo las sen- 44 LA ESCUELA MODEBNA saciones, lo reducido de su número y, consig-uientemente, lo tenue de la heterogeneidad y de la oposición de aquéllas entre sí, suelen dar á la manifestación de las necesidades una impulsividad y una fuerza extraordinarias. La necesidad de comer es una de las más intensas é irresistibles, y hay de estos niños que apenas la sienten, y los hay que son por ella brutalmente esclavizados y hasta llevados á los mayores extremos de violencia. Entre los primeros están los que, de muy pequeños, no saben mamar ni hacen nada por aprender, y, de mayores, necesitan que se les dé de comer ó se les excite constantemente á ello, pues de no hacerlo asi se les expone á la muerte ó á la anemia, que ellos no hacen nada por evitar. Los segundos comen con una voracidad y una glotonería que asombra y asusta al mismo tiempo. Ni nada les basta ni nada les detiene. Ver comer á varios de estos individuos reunidos es presenciar un espectáculo de los más interesantes é inolvidables. Gritan ó gruñen de impaciencia ante los alimentos, riñen entre sí por ellos, se los roban unos á otros por la astucia ó por la violencia, los cogen con las manos, se ensucian con ellos las ropas y la cara, los degluten sin cuidarse de masticarlos, prefieren siempre la cantidad sin reparar en la calidad, y tragan con tal ansia y tal inconsciencia, que se exponen con frecuencia á la asfixia y á otros varios no menos graves accidentes. Cuando estos niños están internados y les visitan sus padres, lo que les importa menos es la visita; lo que les importa más es apoderarse de los alimentos que los visitantes lleven, para devorarlos inmediatamente; esto hecho, los hay que no se ocupan ya más de sus padres hasta otra vez. La alimentación sola no basta á poner al organismo en condiciones de continuar la actividad y el trabajo. Á este fin, tan necesaria como la alimentación es la intercalación de periodos de reposo. Y el sueño es la más típica modalidad del reposo del organismo, y principalmente del sistema nervioso. Desde luego, el sistema nervioso de estos niños da de sí poca actividad; podría, pues, creerse que no necesitaría mucho sueño, mas la realidad no es así; por lo general, estos niños duermen mucho, y tanto más cuanto más profunda es su degradación. Muchos se llevan casi todo el día adormilados ó durmiendo, y duermen luego perfectamente durante la noche. Y duermen estos niños sin soñar, sino muy rara vez, lo cual concuerda con lo poco activa que es su cerebración durante el estado de vigilia. Hay, no obstante. LOS NIÑOS MENTALMENTE ANOBMALES 45 algunos que no duermen sino á ratos muy pequeños, cuyo i n somnio se prolonga por toda la noche ó gran parte de ella, durante la cual gritan y gritan desaforadamente y no dejan tranquilos á los que les rodean; pero estos casos son excepcionales y apenas si se observan sino en los tres ó cuatro primeros años del niño. Lo general es la fuerte propensión al sueño, con tendencia á prolongarse también durante el dia. Alternando con la necesidad de reposo, surge y resurge constantemente la necesidad de actividad muscular. Pero en estos niños, tal necesidad se manifiesta generalmente con muy poca fuerza. Ya se ha consignado antes el retraso general en la aparición de las combinaciones de movimientos necesarias á la marcha, á la carrera, etc. Ya se ha dicho también la continuada inacción en que gran parte de estos niños permanecen durante días y más días, y á veces durante años enteros. Ciertamente que esto no sucedería si fuera grande la satisfacción que tales niños sintieran al hacer funcionar sus músculos. No la sienten, y de aquí su pereza muscular y su torpeza motriz características y prolongadas. Considérese que la necesidad de movimiento tiene una gran importancia, no sólo para el individuo en sí mismo, sino para poner á éste en relación con su medio, y sobre todo con su especie, y se comprenderá por qué la disolución total ó parcial de esta necesidad representa un grave obstáculo en el proceso del desenvolvimiento psíquico. Por otra parte, esta necesidad está también condicionada en su nacimiento y en su desarrollo por el conjunto de solicitaciones de otras necesidades, inclinaciones, aspiraciones, etc., muchas de las cuales ó no existen ó están muy atenuadas en los niños aquí aludidos. Hay, no obstante, en este dominio manifestaciones aparentemente contrarias á las que se acaban de comentar. Confirman esto los tics, las tendencias á dar vueltas, á trepar y á destruir desenfrenadamente, y la exacerbación de la locomoción misma, particularidades que, aisladas unas veces y juntas otras, se observan en no pocos casos. Pero semejante actividad, demasiado poco consciente y sin ponderación ninguna, aparte de no ser, ni mucho menos, tan general como la tendencia á la inacción, se presta mejor á ser considerada como consecuencia de lesiones más ó menos localizadas de los centros nerviosos que como producto de un verdadero deseo, que es lo correlativo de la necesidad. En la mentalidad de estos niños, los apetitos y deseos de orden 46 LA ESCUELA MODEENA inferior son casi únicamente los que existen, y ganan en impulsividad y en fuerza lo que los de orden superior han perdido. La necesidad de alimentación, de que se ha hablado antes, es una de las modalidades del instinto de conservación, el cual se manifiesta de dos maneras : buscando lo necesario al sostenimiento de la vida, y evitando aquello que puede perjudicarla. Si para buscar lo necesario se muestran poco inteligentes estos niños, todavía lo suelen ser menos para evitar aquello que puede perjudicarles. Les falta generalmente la consciencia del riesgo que corren, y por eso, muchas veces, no sólo no huyen del peligro que les amenaza, sino que se exponen á él y lo buscan sin darse cuenta de ello; es esto lo único ó lo que más extraña á algunos padres. En las calles, el niño no pone atención á la muía, ni al caballo, ni al carro, ni al coche que pasan. En casa, no se cuida de huir de la lumbre, coge y maneja los cuchillos, etcétera; sube, cuando puede, á toda clase de artefactos, sin preocuparse de las consecuencias que le pueden sobrevenir, y hace un sin fin de cosas más, parecidas á las indicadas, con las cuales obliga á la familia á desplegar un cuidado mucho más constante y mucho más intenso que el que exigen los otros niños de la misma edad, ó la impulsa acaso á procurar librarse de aquella peligrosa carga buscándole colocación, más buena ó más mala, ya en un asilo ó ya en otro parecido sitio. Buscar los alimentos y huir los peligros son las primeras y las más fuertes solicitaciones del instinto de locomoción ó de desplazamiento. Debilitadas dichas solicitaciones y ausentes ó poco menos las de orden más superior en la esfera de lo intelectual, el instinto de desplazamiento se desarrolla muy poco y queda subordinado, más que á otra cosa, á facilitar la satisfacción de las necesidades personales. Sin embargo, fuerte ó débil, débil más bien en lo que hace á los niños á que ahora nos referimos, éste es siempre un instinto de transición, y enlaza los que se refieren á necesidades puramente individuales con aquellos otros relacionados con necesidades que interesan á la especie. P. i -:; SOCI?.j^TE]S A mi i l u s t r a d a amiga D." Carmen Quirós Gallardo (1). No me es posible hablar de este ilustre filósofo ateniense sin que, como cinta cinematográfica, exhíbanse á mi memoria los nombres de Protágoras, Polus, Hippias y tantos otros charlatanes de la ciencia como deambulaban por las calles y plazas de Grecia allá por el siglo v, antes de Jesucristo, época aquella en que el politeísmo era la religión del mundo y los griegos deificaban en su imaginación todo lo que despertaba en ella el sentimiento de lo maravilloso, todo lo estupendo... Ni Virgilio es Virgilio sin un Mevio, ni Homero es Homero sin un Zoilo, ni Sócrates es Sócrates sin un Gorgias, sin un Pródico, sin un sofista, en una palabra. ¡Como si el bien no pudiera existir sin el alma! ¡Como si la vida para ser vida necesitase del maleamiento de la gangrena! ¡Como si la tórtola no pudiera ser tan candorosa sin la hurañez y la crueldad del buitre!... Cuando se escribe asi; cuando se piensa así; cuando, sin saber por qué, se encuentra uno frente á estos arcanos de la vida, frente á estos arcanos de la historia, que no es otra cosa que la vida trasladada al papel; frente á estos jeroglíficos que se aderezan espontáneos en el pensamiento; frente á la criptografía del espíritu, el corazón se aflige y llora, como si con su aflicción y su llanto pudiera evitar que el nombre de Platón, el San Pablo de la mitología, subscribiese que la existencia de la esclavitud en la sociedad política es indispensable; como si con¡un himno de lágrimas se pudiera borrar de la historia la explícita é inhumana opinión del gran poeta Eurípides: «Sólo los griegos nacen para ser libres»; como si no pudiéramos acordarnos de las Thermópilas sin observar al (1) Usted, señora, cuando lea este articulo, dirá que lo he hecho en uno de los días m e n o s a m a r g o s de mi acibarada existencia: aquel en que tuve el honor de saber que usted m e h o n r a b a y alegraba con su franca y sincera amistad. 48 LA ESCUELA MODEENA traidor Ephialtes á la puerta de la tienda de Jerjes, señalando con el brazo extendido el lug-ar y dirección de la senda A.nopea; como si no fuese posible dedicar un recuerdo á Sócrates sin encauzar la atención hacia Aristófanes, evocar al fundador de la Moral sin pensar en el cínico Melitón, decir Sócrates y no pronunciar mentalmente la palabra «sofistas», ó decir «sofistas» sin alabar á Sócrates!... Los sofistas coetáneos de Sócrates no eran aquellos intérpretes y panegiristas que buscaban en la ciencia del ritmo la dulzura de la poesía; no fueron los primitivos profesores de Retórica, ni tampoco los literatos del tiempo de los emperadores romanos, aquellos literatos que dedicábanse con fruición al arte de hablar y leer en público sus declamaciones, sino, ya lo dije, eran los charlatanes de la sabiduría los que erigieron la duda en sistema, los que daban confusión á la evidencia. Para interrogarlos primero y confundirlos después p u diera decirse que nació Sócrates, el más constante y terrible adversario de aquellos seudo-filósofos, el Herodoto de la Moral, el Zeus del olimpo de la Filosofía, en cuyo Ultis oficiaron Platón, Aristóteles, Jenofonte, Arístipo,Plotino, Diógenes, Sófocles, Isócrates y tantos otros depositarios de la sabiduría helénica que había de ser el germen de la sabiduría mundial, la matriz del arte y la poesía del cosmos de Pitágoras. Pueron estos sabios como heraldos divinos, como antorchas que iluminaban á los hombres y á los pueblos los derroteros menos ambagiosos por donde deben encauzar sus aspiraciones para cumplir en la vida su destino como hijos, como padres, como seres racionales y conscios, como hijos de Dios, como hombres, en una palabra. (írecia fué la patria de Sócrates, y Atenas, que era la cuna de la política, de las letras, del arte, de la poesía; Atenas, que fué algo así como la cuna del espíritu humano, fué su cuna. Nació el año 470 antes de Jesucristo. Su padre se llamaba Sofronisco, su madre Phenarete. Era pequeño de estatura; tenía los hombros altos y anchos; la cabeza, más que ovalada, redonda; la boca desmesurada y hundida; obscura la color; los labios carnosos y ceduladores de la sensualidad, como los de la raza negra; los ojos risueños, vivarachos; la mirada escrutadora, penetrante, de águila. Para Zópiro, la fisonomía, el aspecto externo de Sócrates anunciaba al hombre de instintos groseros, al hombre de malas inclinaciones, al hombre vulgar, bajo, torpe. Afortunadamente para la huma- SÓOHATES 49 nidad se equivocó aquel célebre fisonomista: el ser vulgar y ruin que vislumbraba Zópiro al través de los rasgos físicos del personaje de estos apuntes, llevaba entre sus sienes el mundo de la Moral, iluminado con las llamaradas de su portentoso pensamiento. Bajo la fealdad de Sócrates ocultábanse las más grandes bellezas de la filosofía práctica que hasta entonces pudo concebir la razón humana, como más tarde la «Suma Teología» ocultábase tras el velo de la modestia y del silencio de Santo Tomás de Aquino. Y es que la cualidad del pabellón no aquilata la de la mercancía... Sócrates fué, en los primeros años de su edad, como su padre, escultor, y á poco llegó á ser considerado como uno de los mejores artistas de Grecia. El tipo ideal de bondad y de belleza que bullía en los insondables fondos de su espíritu repercutía, reflejábase en los perfiles, en los contornos, en las actitudes que brotaban del choque de su cincel y el mármol. ¿Os acordáis de los talladores de las canteras del Phentelsio? ¿Os acordáis del que esculpió en los frisos del Partenón la batalla de Troade?, ¿del que fabricaba dioses de mármol como los dioses que fabricaba Homero de imágenes? ¿Os acordáis de Fidias, de Calicrates? ¿Pues qué no sería Sócrates como escultor cuando con su grupo «Las tres Gracias» decoraron los atenienses el pórtico del gran templo de la Acrópolis, del Capitolio heleno, que no contenía más que obras maestras, divinas, de arquitectura? Dice Jenofonte, su discípulo é historiador, que las estatuas de su maestro soportaban casi sin inferioridad la proximidad de las estatuas del gran Fidias, el Benlliure ateniense. Como escultor pudo ganar sumas considerables, pero no pretendió nunca, no quiso obtener más que lo que era estrictamente necesario para el sustento de su familia. Aspiraba constantemente y en secreto á esculpir almas y no piedras, á coadyuvar al nacimiento del hombre intelectual y moral ante la virtud, ante la verdad, como su madre (era partera) ayudaba al nacimiento del hombre físico ante el dolor y la incertidumbre. Empleaba sus ocios en la reflexión, en el estudio, y no era inusitado en él olvidar las más perentorias necesidades de su casa por las meditaciones especulativas, en las que quedaba como embebecido, extasiado, absorto, con las manos incrustadas en las sienes y los codos en las rodillas por espacio de días enteros. Asistía con asiduidad á los «lugares de descanso», que así se llamaban las casas de los retóricos y filósofos, y á las escuelas de elocuencia que una innumeTOMO XXXII.—NÚM. 1." 4 50 LA ESCUELA MODBBNA rabie falang-e de «sofistas», unos sabios, los más seudo-filósofos ó quiméricos, improvisaban en cualquier lug-ar ó punto de Atenas. De estos últimos, de los charlatanes, fué el azote, el terror; jamás creyó sus afirmaciones por el mero hecho de que ellos las afirmasen; no rindió nunca culto al valor g-ramatical de las palabras, á la fisonomía, al aspecto extrínseco de las frases; buscaba el valor lógico, la estructura intensa del vocablo, del juicio, de la proposición; no se cimbraba á los discursos de aquellos oradores andarieg-os como se cimbrea la débil rama al viento, como se'cimbrean los obscuros aldeanos á las palabras del que creen superior; genio critico y sincero, discernía prontamente lo verdadero de lo falso ó de lo sofistico en aquellas doctrinas esotéricas y exigíales á aquellos materiólogos argumentos sólidos, razones poderosas, evidentes, persuasivas, capaces de llevar la convicción al espíritu de los oyentes, y de pregunta en pregunta—ironía socrática ó método socrático—, fingiendo ignorancia, les obligaba con frecuencia á retractarse, y más aún, á negarlo que antes habían afirmado ó, al menos, propalado con ínfulas de verdades conscias, dejándolos, por consiguiente, expuestos al ridículo y entregados á la risa burlona del auditorio, que comprendía lo vana, engañosa que era la ciencia de que alardeaban. Toda la severidad que usaba para combatir á los sofistas se tornaba en expansión y deferencia para con los verdaderos sabios, y con frecuencia, envuelto en el albo xiíón y ceñido el manto al talle, marchaba en busca de los sectarios de Anaxágoras, filósofo clazomenio que inició en la escuela jónica la necesidad de un dios distinto del mundo, para oír hablar de las leyes, de los dioses, de la inmortalidad del alma, de la metempsícosis, y allí, sentado entre los anaxagónicos, como un niño, escuchaba con atención religiosa, arquimedesca, las cuestiones más espinosas del pensamiento y las más verídicas teorías astronómicas... Así como hoy la prensa periodística es el foro de las pasiones populares, la tribuna desde donde el pueblo habla al pueblo, la escuela, por decirlo así, donde los escogidos de Dios y de la Patria (yo llamo escogidos de Dios, yo llamo hijos predilectos de la Patria á los que son algo, á los que valen algo, á los artistas, á los aristócratas del talento, no á los Midas; á los buenos literatos, á los Costas, á los Craldós, á los Cavias, á los Dicentas, á los Euedas, á esos que á golpe de pluma rompen los linderos del pasado, ensanchan los limites del presente y se remontan en SÓCEATES '- 51 alas de la imaginación y la inteligencia, que son las palancas del progreso, á las regiones del porvenir, donde se hospeda la humanidad futura para apercibirla á la conquista de la libertad, que es la heredera forzosa de la inteligencia, la abuela de la virtud y el más fiel remedo de la eterna felicidad), directa ó indirectamente educan é instruyen al pueblo, eran entonces en Menas los gimnasios, las plazas públicas, los pórticos; lugares todos donde la conversación era perpetua, como si el hablar mucho fuera la primera y principal institución helena. Esas fueron las escuelas, digámoslo asi, donde Sócrates educaba é instruía á sus discípulos, que eran numerososi sin exponer el objeto de la lección, sin previo programa; preguntando siempre de una manera sencilla, pero nueva; simulando duda, pero siendo Sócrates—he querido decir sabio —; siendo vulgar en sus demostraciones, pero con esa vulgaridad que elevaba el alma y la atención de sus oyentes é interlocutores á las más grandes concepciones de la razón, como el holandés Bergueud grisaba los diamantes con polvo vil, vulgar. Sócrates habló mucho, excesivamente, pero no con exceso; es decir, habló mucho y habló bien; no predijo el porvenir porque no fué profeta, ni trató do imponer á los hombres ninguna creencia determinada; sus lecciones, sus diálogos con sus oyentes, siempre estuvieron inspirados en los decretos de su conciencia, que era su principal sentido, su oráculo — como él la llamaba—, siempre justa, fuerte, certera en sus fallos, infalible. El objetivo de su enseñanza, que era juntamente científica, moral y estética, era el perfeccionamiento moral del hombre, llamando atrevida é inútil á toda enseñanza, á toda ciencia que traspasaba los límites de la conciencia sin proponerse hacer al hombre de bien, al hombre bueno, al hombre bello, moralmente hablando... Si como filósofo y educador do la juventud su reputación y fama no tuvo limites, su nombre fué glorioso como soldado, y como magistrado no lo fué menos. Entregando su vida—he dicho entregando porque la expuso, y quien la expone la entrega—recuperó á Alcibíades, que había caído en manos de los hoplites enemigos en el sitio de Potidea. Los atenienses le concedieron entonces el premio del valor, los honores del héroe; pero Sócrates, siempre despreciador de las cosas transitorias, dijo que siendo Alcibíades más joven y más bello que él, era más valiente, más digno del premio, por- 52 LA ESCUELA MODEENA que al exponer su vida expuso más. Y en la batalla de Delio, cuando ya los atenienses vencidos estaban á punto de perecer, acaso por la cobardía de sus generales, Sócrates, animando á los veteranos y oyendo, ¡quién sabe!, á su oráculo decir la frase que más tarde repitiera María Pita: «Quien tenga honra que me siga», se precipitó sobre la retaguardia, hizo retroceder al enemigo y libró de una muerte segura á su discípulo Jenofonte. La paz le devolvió con más ardor á sus estudios, y al poco tiempo el plebiscito nacional de los republicanos lo elevó á las más altas dignidades del Estado. Como pritáneo patentizó las difíciles virtudes de la política; fué justo, imparcial, moderado é inflexible h los furores del pueblo, y si como maestro no careció del don de agradar, que es uno de los principales dones de la enseñanza, como hombre de Estado poseyó en alto grado el de infundir respeto, que, si con respecto á la enseñanza es también importante don, lo es más tratándose del no menos difícil arte de gobernar á los pueblos... Cuando los atenienses condenaron á muerte á los diez generales de las Arginusas porque hablan dejado insepultos á los ciudadanos muertos en aquel sangriento combate naval, Sócrates, que era á la sazón pritáneo y de cuyo voto dependía la vida ó la muerte de aquellos marinos, conocedof de la inocencia de los acusados, arrostró las iras del populacho, y aunque sus compañeros, aterrados por las imprecaciones y por las armas de la multitud, condescendieron con ella, él protestó del fallo y hasta ofreció su vida por salvar á los generales victoriosos. Con este acto triunfó de la cólera de los atenienses, pero también, ¡ay dolor!, quedó decretada su muerte en la conciencia de los fanáticos, de sus enemigos, en el corazón de sus verdugos... Aristófanes, Anito y Melito fueron los primeros asesinos de Sócrates. El primero, con una obra que llevó al teatro titulada Las Nubes, no se propuso otra cosa que ridiculizarlo, suscitar contra él la cólera del populacho, unir su nombre a l a calumnia y pintarle como un visionario, como un fantástico, como un sofista (son las armas de que se vale la adulación para vencer á la sabiduría). Después, Anito y Melito le acusaron delante de los magistrados de blasfemo contra los ídolos de la multitud, de propagador de creencias demoníacas, corruptoras de la juventud, y fué condenado por el partido de los demagogos, que se había fusionado con el de los fanáticos, á beber la cicuta. Só- SÓCBATES 53 crates no quiso defenderse; pero... ¿de qué—pregunto yo—iba á defenderse el que jamás cometió otro delito que pensar mucho y pensar Men?... Cuando oyó su sentencia exclamó: «Mi muerte es la voluntad de Dios. Vosotros, los jueces, vais á vivir y yo voy á morir; sólo Dios sabe cuál es la mejor suerte: la vuestra ó la mía. No tengo resentimientos ni contra vosotros ni contra el pueblo.» Y, más tarde, cuando sus discípulos trataron de persuadirle á que huyera de la prisión, cuando le prepararon la fuga, les dijo enérgicamente: «Nada hay en la tierra tan respetable como las leyes de la patria. La muerte es menos dura que el remordimiento que me causaría contravenirlas ó burlarlas.» Un hombre que pensó bien, vivió bien, habló mucho y bien y murió con esperanza. Tal fué Sócrates. M. CoNTINUNTH L A R A . Palma del Rio, 1909. CURIOSIDADES Según la creencia general, el punto más frío del globo es cualquiera de los polos, y sin embargo no es así. El lugar más frío de la Tierra es un pueí)lo llamado Verhoyausk, instalado al nordeste do la Siberia. En aquel ambiente de hielo, si se cae al suelo una hacha se parte como si fuera de cristal, y en cambio una tabla de madera verde se hiela y se pone tan dura como el hierro. El Banco del Pueblo de Milán, que empezó sus operaciones con la insignificante suma de 700 pesetas, tiene hoy un capital de 12.500.000. Los chinos consideran el respeto filial como una de las más altas virtudes. Los camellos pueden llevar agua en el estómago para una semana. El cultivo de las adormideras en China y el consumo del opio se acabarán en 1916, porque cada año la producción se reduce en un diez por ciento. Los que sigan con el vicio al expirar dicho período serán desterrados. Se ha inventado un reloj para ciegos en el que la esfera tiene las horas grabadas con cifras en relieve del sistema Braille. BOCETO DE INFORMACIÓN laNDIAL PEDA&Ó&ICA Continuamente el esperanto realiza progresos como idioma internacional de la Humanidad. Los cursos para su enseñanza se multiplican en las ciudades y pequeilos pueblos del mundo y de España, su bibliografía crece y se extiende á todos los ramos y todas las particularidades del saber y la actividad humanos, el número de sus adeptos prodigiosamente aumenta, la vida de sus grupos y sociedades se intensifica y se agranda, niños y muchachos lo hablan. Recientemente he tenido ocasión y gusto de ver en la culta Barcelona, como prenda de lo que social y comercialmente vale dicho idioma, un gran Bazar Esperantista, frente al edificio de Correos de la ciudad de los Condes, y con cara á las anchas calles de Trafalgar y Arco de .Junqueras y á la hermosa plaza de Urquinaona. Un bazar todavía llamado sucursal (sucursal de Benítez y C.*), y en cuyas puertas se leen los nombres de las secciones que comprende, y que transcribo y traduzco para dar idea de la importancia del esperanto á quienes aun suponen que lo de ese idioma es invención y manía de cinco locos : Lencería, Encajes y Bordados, Mantelería, Confecciones para señoras. Peletería, Sombrillas y Abanicos, Perfumería, Camisería, Corbatería, Bisutería, Géneros de punto, Confecciones para caballeros, Guantería, Bastones y Paraguas, Pañolería. (Conste, además, que ello no quiere ser reclamo, y que sólo vi la casa en día festivo, con las puertas cerradas.) El esperanto— y esto nos interesa más á los educadores—, como lengua facilísima, es medio eficacísimo para el cambio escolar internacional de escritos, y así lo practican alumnos de Vich con otros franceses, y así conviene se recomiende á las escuelas y colegios españoles. La coeducación, que merced á informes encontrados, y aducidos por el apasionamiento algunos, ignoramos á ciencia cierta si progresa ó retroanda en los Estados Unidos, y que realmente BOCETO D E I N F O E M A C I O N MUNDIAL P E D A G o a i O A 'DO avanza hacia su triunfal implantación en la mayoría de los países de Europa, puede y debe apuntarse en España nuevas victorias, porque victorias son las gloriosas entradas en año nuevo de las escuelas coeducadoras existentes, cual la antigua Institución Libre de Madrid y las modernas fundaciones Horacianas y colegios libres desparramados por el Principado catalán y demás regiones españolas. Sin contar las Horacianas de Lloret de Mar y de San Feliu de Guíxols, entre otras de poblaciones catalanas, en Barcelona viven viento en popa las dos establecidas en las calles de Duran y Basy de Mercaders, publicando la primera alentadores resultados de su labor pedagógica é inaugurando la segunda con solemnidad y concurrencia las tareas del año que con este mes comienza. El número, y sobre todo la calidad de los coeducacionistas, no va en modo alguno á la zaga del movimiento coeducativo en el terreno de los h e chos : prueba elocuente de esto hase visto en el infausto Congreso de primera enseñanza, clausurado el 2 del mes que cursa, con motivo del cual, coeducacionistas se mostraron las señoras y señoritas Sarda, Maeztu, Laplana, Vigneaux, García del Real, Pi, etc., y los Sres. Vernet, Amador, Sánchez de Castro, Lidón, Vila, Casas, Sales, Llach, Poch, Godas, Foguet y algunos otros, con todo el grupo denominado profesores laicos, siendo una lástima que la desdichada naturaleza del Congreso causase con la retirada de muchos la dejación de la defensa de las enmiendas aportadas á las tristes conclusiones del pobre trabajo de la señorita ponente, enmiendas que, sin embargo, todavía encontraron adhesión y apoyo dentro de los elementos que siguieron al Congreso en su agonía, y que con este asunto pareció que prestaron al lánguido período de consunción de la fallecida Asamblea aires de calor y vida. * * En Bélgica se estudia el funcionamiento de un Museo Propedéutico, cuya finalidad no debe ser otra que didáctica en el sentido general y más humilde del vocablo. Un Museo de Historia Natural que no fuese para eruditos y técnicos, sino para educación del espíritu del vulgo, para los ignorantes en latín y profanos en especialidades científicas, sería creación excelente al servicio de procurar mayor cultura media entre los ciudadanos y mejor afición á la Ciencia y á la Naturaleza, todo lo cual 56 LA ESCUELA MODEENA es lo que en Bruselas ahora se pretende. Los Museos nacionales y municipales de nuestra patria no llenan ni con mucho semejante objeto : resultan demasiado especificados y demasiado buenos para el fin de referencia, al cual se acercarían, por poco que se les mejorara, los escasos Museos escolares, quienes, no obstante dicha similitud, tienen su genuina función, como genuina la tienen y distinta los Museos nacionales de especialización y ciencia. Para el Museo Propedéutico, como para los escolares infantiles, contribuyen poderosamente excursiones naturalistas, cual. por ejemplo, la realizada el día de Reyes por los alumnos del Museo Pedagógico Experimental (que en Barcelona labora bajo la constante acción del Dr. Eaduá y D." Francisca Revira, aparte de otras eminentes y activas personalidades), excursión dirigida por el catedrático salmantino D. A. Vila Nadal, quien por la tarde del citado día explicó en pública conferencia la preparación de los objetos recogidos durante la mañana por los excursionistas. Aun confesando que bastante realiza nuestra patria en materia de excursiones, ejemplo para viajes escolares nos ofrece Rusia, país supuesto sin prácticas pedagógicas imitables y que, sin embargo, en esto y en enseñanzas femeninas incontestablemente nos aventaja. Sus trenes conceden el 70 por 100 de rebaja sobre los precios ordinarios, que ya son baratísimos, en beneficio de los pequeños excursionistas, caso parecido al que ocurre en Bélgica, donde, según conversación con un maestro que allá estuvo, luego de la rebaja otorgada por las Compañías satisface el Estado el .50 por 100 del viaje, y satisface el Municipio el restante 50 por 100, habiendo así hasta casi gratuidad para .hospedajes y todo género de gastos. Con tales condiciones, unos 3.000 kilómetros fueron recorridos en la región üral por los escolares rusos, utilizando como hoteles las propias escuelas primarias, cuyas aulas encontraban vacías por ser época de vacaciones. En nuestra Península repetidas veces se han recabado facilidades económicas semejantes, y urge siempre repetir la petición y la campaña, pues sólo á los perseverantes sonríe la victoria, y la victoria ha sonreído, verbigracia, por lo que afecta á los tranvías de Barcelona, á los excursionistas horacianos. BOCETO DE INFOEMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA 57 El principio de enviar al extranjero alumnos y profesores, obreros y estudiantes que luego traigan á la patria lo que fuera hayan cosechado, va doquiera realizándose y aumentando la suma de sus propagandistas. Entre éstos cabe que nombremos á A. Colin, el librero parisién, por sus bolsas de viaje á países de lengua inglesa y de lengua alemana. Pensionados sustentan en tales países, asimismo, la Diputación y el Ayuntamiento barceloneses, además de otras Corporaciones administrativas de la Península. Pero á la acción del Estado y á la acción corporativa oficial importa también unir la obra de los individuos y de los particulares asociados, y, aunque algo en este sentido exista entre nosotros, resulta conveniente impulsar y fomentar las iniciativas privadas, engrandeciendo al efecto cuantas consecuencias deriven del otro principio de la libertad de enseñanza, al cual tantas aplicaciones y frutos quiso sacársele en el reciente Congreso de Barcelona por los partidarios de la anulación ó empobrecimiento de las escuelas oficiales, con miras á la valía por este medio de las suyas propias. Así la Sección primera de aquel Congreso, por boca del Sr. Parellada, su vicepresidente, al dar cuenta en sesión de clausura de las tareas efectuadas, dijo que las Escuelas Normales libres existían y estaban á mayor altura que las del Estado, y que éstas y aquéllas habían de expedir títulos magísteriales^sin pago alguno de derechos, no obstante lo innecesario del título de maestro para la enseñanza y educación de los hombres de mañana. Así también la Sección segunda, por boca del presidente Sr. Trias, en la sesión antedicha afirmó que la Escuela Superior del Magisterio, por centralista como toda otra escuela intervenida por el Estado, le era muy poco simpática, y al examinar lo que es el profesor m/ieri y el profesor in fado, cantó las excelencias de la escuela religiosa, aun no poseyendo maestros titulados. Y más que nada, lo que debiera significar la libertad de enseñanza no debiera ser lucha de la escuela libre contra la del Estado, negación de la escuela oficial para vivir la libre sobre sus ruinas, sino cooperación é inteligencia, suplir por la acción social la inacción de la Administración pública, ser guía por el propio esfuerzo y la mejora propia, nunca por la exagerada alabanza de sí misma y la negación de la escuela ajena. Esto cabe hacer, que no lo hace la libertad de enseñanza por aquí decantada 5^ practicada. Buenos, muy buenos colegios de Congrega- 58 LA ESCUELA MODBENA ciones existen en España, y laborando importa que se perfeccionen. Pocos, muy pocos colegios seglares tenemos notables en nuestra patria, y de veras es menester que trabajando crezcan y se avaloren, que esto, dígase lo que se diga de determinadas competencias, es cosa muy posible, cual lo prueba el rico colegio Mont d'Or de la capital de Cataluña, visitado por una docena de maestros de diferentes comarcas españolas la tarde del día 31 de diciembre. En los Estados Unidos de Norte-Amé rica, 89 Escuelas Normales libres existen frente á 179 oficiales, y hay frente á 390 Righ Schools del Estado otras 296 privadas. La proporción ofrece i n versión de términos é inmensa mayoría á favor de la acción particular por lo que respecta á las Universidades, pues 38 existen oficiales, y existen 213 privadas. Esto, creación de escuelas, establecimiento de grandes centros docentes y científicos, debe producir el principio consagrado de la libertad de enseñanza, y no colegios mercenarios de vida tan raquítica que hayan menester para su existencia la supresión de la escuela del Estado. Con el principio de la libertad de enseñanza, consagrado en articulo de la Constitución vigente, anda ligada la reapertura de las escuelas clausuradas luego de los incendios de la última semana de julio, asunto al cual en el ioceto del anterior cuaderno dedicáronse unos párrafos enlazándolo con la pastoral de los ¡¡relados franceses, que ha motivado querella de los compañeros de la vecina República. Los amigos de la libertad de enseñanza, á la vez enemigos de todo liberalismo, al que califican pecado, son precisamente quienes contra la reapertura de tales escuelas y el ejercicio de tal libertad se pronuncian ante la Junta municipal de Enseñanza de Barcelona. Se asegura oficiosamente que nadie ha aportado informe favorable á la reapertura de los centros docentes referidos, y la Junta, previo dictamen del vocal decano de los maestros públicos, acuerda por unanimidad proponer al gobernador civil de la provincia la continuación del cierre escolar decretado. En verdad que á los informes de la Junta diocesana de Acción Católica, del Comité de Acción Católica de Sabadell, de vecinos de Mataró y Premia de Mar, del Co- BOCETO DE INFORMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA 59 mité de Defensa Social y tantos más, bien podian oponerse ante la Junta provincial barcelonesa de Instrucción pública informes de las Corporaciones, entidades é individuos izquierdistas, como es de creer que todavía se opong-an á la hora en que se escriben estas líneas, y así la Junta fallará examinando el grave asunto cultural desde sustopuestos aspectos, desde los puntos de vista diversos que ofrezcan los impugnadores y los defensores, con cuya manera la verdad y la justicia han de salir indudablemente con mayores garantías de elaboración y han de nacer á la plaza pública mejor libradas. Si en el campo de la escuela, cual escribió nuestra Crónica anterior, ha de darse la futura victoria de las derechas ó las izquierdas, conviene que éstas no dejen expedito el campo á la acción de aquéllas. Ya lo hicieron recientemente en el infeliz Congreso precitado, ya lo han hecho en la información pública abierta por la Delegación Regia catalana, ya nada igual oponen á la bendición de nuevos locales salesianos en Hostafranchs por el obispo l)r. Laguarda para clases en favor de la juventud obrera. Acaso sea algo serio en ese camino, del cual las izquierdas desertan, las conferencias del Ateneo línciclopédico Popular encaminadas á promover un estado de opinión favorable á la creación de escuelas dignas de una gran ciudad y á la orientación que debe darse á la enseñanza. La serie de dichas conferencias se desarrolla por las personas siguientes : Amadeo Hurtado', José Miró, José Roig Bergadá, Ignacio Iglesias, Manuel Ríus, Joaquín Düalde, Jesús Pinilla, Francisco Layret, J. Ventosa Calvell, Pedro Corominas, Alberto Bastardas, R. Martínez Gras, Odón de Buen, H. Giner de los Ríos, José Antich y Andrés Cabré Bru. Que la fecundidad les acompañe. En Madrid, y en vísperas de las últimas fiestas de Navidad, inauguró Benavente el teatro para niños, que es de desear sea buena taquilla para la educadora empresa del Teatro del Principe Alfonso. Así es como se procede. Si dicen que el teatro moderno desmoraliza, hagamos que digan que el teatro moderno educa bien á las generaciones que suben. Ligas se fomentan en los Estados Unidos actualmente para que los niños gocen de excelentes recreos, espaciosos jardines y buenos teatros. 60 LA ESCUELA MODEBNA En Alemania se lucha contra la perversión literaria de determinados libros y contra su fondo de perversidad moral, creando Asociaciones y editando el órgano de éstas en la prensa pequeños y buenos libros económicos. En Barcelona la Sociedad Protectora de los Animales y de las Plantas de Cataluña inaugura con su pabellón de la Sección Marítima del Parque una biblioteca pública, que permanece abierta domingos y días festivos, y en todas partes son de alabar las Obras parroquiales y las Buenas Lecturas, que es de sentir no sean empresas imitadas por toda clase de elementos, y no sean siempre bellas y atractivas lecturas de fondo sano indiscutible. * * .-i: En el Centro Comercial Hispano-Marroquí de la capital de la región catalana S3 reunió el 5 de este mes la .Tunta directiva, asesorada de los maestros públicos D. Andrés Pujol, de las escuelas de párvulos, y D. Blas Vernet, de las elementales y director de El Clamor del Magisterio, para fallar las hojas de méritos y servicios de los aspirantes presentados al concurso abierto por dicha entidad con el objeto de proveer varias escuelas públicas que por cuenta de los Centros Comerciales Hispano-Marroquíes en breve se abrirán en el Rif para la enseñanza gratuita del idioma castellano en los nuevos y antiguos territorios españoles. Se recordará lo que sobre el particular de las escuelas europeas en Marruecos se dijo en el penúltimo boceto, y se recordará asimismo lo que la prensa política refiriera cuando el reciente Congreso africanista de Valencia con relación á los acuerdos de instrucción primaria para la pacifica penetración en el Mogreb. Tal realizan entidades alemanas y tal urge que sigamos realizando nosotros los españoles. * * El período de regeneración de la raza, la atención y cuidado á la educación física, no cesa, y ya sabemos que en todas partes caracteriza el movimiento escolar de estos tiempos. Últimamente Mlle. Brieux publica en francés un largo é intenso estudio relativo á la higiene de la infancia. Nada de comer carne, ó bien comer muy poca, y jamás antes de los cinco ó los seis años; BOCETO DE INFOBMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA 61 poco pescado y pocos huevos; poco chocolate, y mejor nada; nunca café, ni vino, ni licores, ni te, ni tahaco. Tampoco las especias, la pimienta, el vinagre y apenas la sal han de intervenir en la comida del niño, y debe evitarse también que en la comida beba. Mlle. Brieux nos recuerda al Dr. Tirteafuera de nuestro Cervantes, pero puede que esté en lo justo, como lo están, á su juicio, los vegetarianos, quienes al tema «Higiene mental» del repetido Congreso barcelonés presentaron extensa y razonada enmienda. La escritora francesa asegura que comemos poco los meridionales porque la luz y el aire nos alimentan suficiente, y achaca los cólicos del verano á exceso de comida, entonces innecesaria en tanta cantidad por la mayor alimentación que el sol nos presta, de lo cual deriva la higiene de la piel, la recomendación de exponer el cuerpo desnudo al aire y á la luz, y el establecimiento de escuelas en pleno campo en Lyon como en Alemania y como en Inglaterra y Bélgica. Mlle. Brieux, finalmente, se pronuncia además por la gimnasia sueca, la única que impide perezosos, la linica total y estética, y casos grandes de gimnasia sueca se han visto ahora en los festivales gimnásticos del Palacio de Bellas Artes de Barcelona y de la industriosa ciudad de Tarrasa. En el número de diciembre último citamos los progresos de Chile en orden á la disciplina escolar dicha Trabajos manuales. Añadamos hoy algo de aquella República del Sur Occidental de América. Sus 15 Seminarios pedagógicos en 1907 otorgaron 120 títulos, número insuficientejpara las necesidades escolares del país, donde las mujeres son, por razones que dicen pedagógicas, preferidas en la enseñanza primaria y nutren 9 de los 15 Seminarios. El Instituto Pedagógico — algo como nuestra Escuela Superior del Magisterio — se creó en Chile el año 1888, y desde entonces lleva preparados 310 profesores y profesoras, lo cual da un promedio de 1(3 por año. Hoy su régimen es el externado y la asistencia coeducadora de uno y otro sexo. Sus estudios duran cuatro años, en todos ellos con prácticas escolares, que son mayores, como es consiguiente, desde el tercer curso. El Instituto 62 LA ESCUELA MODEBNA abarca siete Secciones, las cuales tienen como es natural estudios comunes y reciben estos apelativos : Castellano. — Francés.—Inglés.—Alemán.—Historia y Geografía.—Ciencias matemáticas y físicas.—Ciencias biológ-icas, Química y Mineralogía. Los sueldos del magisterio chileno compiten con ventaja con los que percibimos los educadores de esta vieja madre patria de aquella joven república americana. El sueldo de ingreso ó entrada allá, el que cobran los maestros de la cuarta clase, asciende á 960 pesos; el haber de los maestros de la primera clase es 1.800 pesos. España tiene sueldos de 500 pesetas enfermas para los maestros de la categoría Ínfima, y sueldos de 3.000 pesetas para los maestros de categoría máxima. En Chile hay escala de sueldos nuevecita, votada por la Repiíblica en 1907; en España los más de los profesores primarios quieren todavía que perdure y se eternice la vetusta escala de medio siglo atrás de la nuevecita chilena, la arcaica escala de sueldos de 18.J7, con sus sagradas y múltiples categorías de poblaciones; quieren que perdure y se eternice esa escala amplísima..., ascendiendo todos un peldaño. * Para eso de aprender de los jóvenes Estados americanos, nuestros hijos, podríamos también irnos á Méjico, nación que nos muestra liberal y sencilla organización pedagógica, gratuita en todos sus grados y verídicamente obligatoria en la primaria, sin Universidad alguna propiamente dicha. También la Kepública Argentina nos muestra sus numerosos y soberbios edificios escolares para baldón y oprobio de nuestros zaquizamíes, crímenes de lesa infancia. También Uruguay, también Perú, hasta también Venezuela nos muestran cosas á que prácticamente nuestra Pedagogía no ha llegado. ?,Cuándo las cabezas y los brazos españoles van á seguir de todo corazón ejemplos extraños y van á dar á su vez al mundo ejemplos? .JIJAN LLABUNA. Lérida, tmoro 19i0. RUTINAS DE LA MATEMÁTICA SOBRE LA l.'AilOSA REGLA DE TtíES Parece que existe una convención universal para hacerla indispensable en toda Aritmética, desde la más elemental hasta la más superior. Esta infundada y exag-eradisima importancia yo la reduzco hasta anular la famosísima regla, que nada regula, y la considero muy digna de figurar en un tratado cabalístico destinado á ensalzar las excelencias del número tres y la historia de todas las trimurtis y trinidades que en el mundo han sido. Los tratadistas más discretos la estudian como problema derivado de las proporciones, cuyo origen no pueden sentar los tratados elementales, que no se ocupan de aquella teoría. Ese sería su origen : buscar una aplicación práctica á las proporciones, bifurcando la línea recta matemática que pasa á la serie de razones continuas y progresiones para cimentar la teoría de logaritmos. De la proporción abstracta se pasó á la igualdad de quebrados concretos con numerador y denominador de distinta especie, se omitió en número uno de los datos expresando su especie, se aplicó al teorema fundamental de proporciones, y he aquí la famosa regla de tres formada laberínticamente y atendiendo sólo al relumbrón del espejuelo que presenta un problema; después se pretendió auxiliar el sentido común, que es quien puede descubrir la mayor parte de las veces la llamada proporción directa é inversa entre las cantidades concretas, con la aplicación de las alteraciones de los términos del quebrado, é igualmente se apela para su explicación á la consideración de supuesto y pregunta, cantidades principales y relativas, homogéneas y heterogéneas, causas y efectos, etc., etc., coronando así churriguerescamente esta desdichada y torcida regla, cuyo estudio habrá consumido un tiempo que, de aplicar el célebre 64 LA ESCUELA MODEHNA aforismo inglés, bastaría para la resolución de todos los problemas que puedan afectar á la Humanidad. Esta fastuosidad y aparato no podía engañar por mucho tiempo. Aunque parezca mentira, hay quien estudia Aritmética comenzando por comprenderlo que es la numeración, y alguno de éstos debió hacer el «importante» descubrimiento del método de reducción á la unidad. ¡Pobres oropeles de que estaba revestida la regla de tres! Quedaréis almacenados para otra payasada, y procurad no descubrir tan pronto á vuestro encubridor. Indudablemente, quien resolviera por reducción á la unidad la regla de tres, sabría dividir un producto por un número. No es ningún alarde de conocimientos ni generalización matemática, pero aun así, quien fuera tiene su fama y su pedestal fabricado á costa de la miopía intelectual de sus antecesores. Y ya puestos en este caso, f.qué tenemos? Una división y una multiplicación; pues ello será un problema mixto de una y otra operación, al igual de los muchísimos en que figuran combinadas las operaciones fundamentales. T para ello no hay necesidad de que nos acordemos que existen la regla de tres ni el método de reducción á la unidad, ni torturemos á los niños con tales tonterías, que nosotros perdonamos de buen grado á quien pretendió enseñárnoslas. Y mientras tanto, son contadísimas las escuelas en que se enseñan prorrateos. Sumemos otra prueba á la pobreza de la rutinaria regla de tres. ¿Entre qué cantidades concretas se puede fácilmente percibir la proporcionalidad? Son muy pocas las especies que la determinan, pues la generalidad son de carácter técnico; así que eternamente se está operando en la cacareada regla con el número de hombres que hacen una obra en tantos días, y es una verdadera paradoja de esta excitación constante el porqué no somos todos arquitectos ó albañiles. Y continuando nuestra cruzada, sentemos la impropiedad de la regla cuando es compuesta, pues en vez de tres, será de cinco, siete, etc. Si elementalmente es inadmisible, en Matemática superior es horriblemente absurda. Causa verdadera pena verla en los programas codearse con las progresiones, interés, descuento, etcétera, y tanta y tanta cuestión verdaderamente matemática. No puede aducir ningún razonamiento que merezca honores de teorema; tiene que admitir convenios de proporcionalidad y divagar en futilidades sobre la colocación de los datos y disposi- EÜTINAS DE LA MATEMÁTICA 05 ción de la operación. Tiene que hacer aplicación inmediata al consabido ejemplo, subsistiendo el reducido campo de especies proporcionales, y se tiene que referir á la Mecánica si quiere relacionar espacios, velocidades y tiempos; á la Economía, si el precio con la oferta y la demanda, y así van laborando terreno de roturación las demás ciencias en la que debía ser eminentemente pura, y no lo es por culpa de esta y otras rutinas que iremos señalando sucesivamente. RAFAEL SURIANO CAÑAS. LAS AVES, VICTIMAS DEL AEROPLANO Las gigantescas aves artificiales no se llevan siempre bien con los habitantes de la atmósfera. Según se dice, los voladores producen á veces con sus vuelos verdaderas hecatombes entre ios pájaros, no porque los hiera el aeroplano, sino porque caen en el torbellino de aire que levanta la hélice y salen despedidos violentamente contra el suelo, donde mueren á consecuencia del golpe. E n Francia se h a promulgado una ley disponiendo que en el término de cinco años quede excluido en absoluto en todo trabajo de pintura el albayalde y todas las preparaciones que lo contengan. E n Francia es muy común usar lentes muy cóncavos, con el objeto de librarse de ser soldados. E n Alemania existen médicos encargados de producir enfermedades á los mozos que desean librarse de quintas. A veces estas enfermedades ocasionan la muerte de los interesados. También se persigue este fraude con grandes p e n a s . M U J E R E S MILLONARIAS La marquesa de Graham es actualmente la inglesa más rica, porque al morir su padre, el duodécimo duque de Hamilton, le dejó una renta de 2.850.000 pesetas a n u a l e s . Mr. Ogden Goclet dejó á su hija, la duquesa de Boxburghe, 25.000.000 de duros. La baronesa Vonbckhardstein h a entrado este afio en posesión de la segunda parte de la fortuna que le legó su padre, Sir J o h n Blundell Maple, con la cual reúne 1.650.000 pesetas de renta anual. La condesa Szechenyio, ó sea miss Gladys Vanderbilt, heredó 62.500.000 pesetas en oro. TOBO XXXII.—NÚM. 1.° Ó PEDAGOGÍA SOCIAL Gobiernos liberales: Sé que sois amantes del progreso y de la cultura popular; que sois partidarios decididos de todo aquello que se titule adelanto y civilización; que aspiráis á hacer de nuestra patria una moderna España basada en los principios de una enseñanza nueva; que os importa mucho, muchisimo, la educación y la instrucción de los individuos españoles; que las libertades ciudadanas serán siempre vuestra preocupación más honda; y sé más : sé que consideráis á la escuela y al maestro como elementos fundamentales en la obra salvadora que acaricia vuestro ideal noble y honrado. Habéis subido al Poder alentados por la santa idea de regenerar la patria, llevando al espíritu de sus hijos el grito humanitario de los sentires que encierran vuestros pechos; habéis empuñado las riendas del Gobierno para dirigir—con vuestro tacto y pericia — los esfuerzos de la nación española hacia un porvenir donde la paz y la bonanza imperen; habéis reemplazado al partido conservador para hacerle ver sus desaciertos y probarle que sólo vosotros sabéis interpretar los deseos de los ciudadanos españoles; habéis, en fin, llegado equipados de abundante material de guerra para declararla abierta y cruel á la ignorancia y la barbarie. Constándome todo esto, y sabiendo además que vuestra voluntad es grande, como grandes son los ideales nacidos al calor de vuestro acendrado .patriotismo, yo, joven inexperto en las lides de la política; yo, que aunque sólo cuento veintiún años, llevo cuatro dedicado á la ardua y meritoria tarea de instruir y educar á la infancia, disipando en sus jóvenes cerebros las neblinas que aprisionan los gérmenes de la perfección humana, me voy á permitir — por sí en algo puedo contribuir al engrandecimiento patrio — delinear, aunque no sea más que á grandes rasgos, tal y como mi mente lo concibe, el camino que debemos emprender llenos de ferviente entusiasmo todos los subditos españoles, si queremos libertar á la madre común de las muchas vicisitudes por que atraviesa en los momentos actuales. PEDAGOGÍA SOCIAL 67 Hoy — preciso es declararlo —, España no sólo carece de la ilustración y la cultura que poseen otras naciones, sino de Ití que aun es más grave, cual es de voluntad y de medios para alcanzar tan altos dones. Se impone, pues, si queremos marchar en uniforme paralelismo con los Estados de la Europa culta, que los Gobiernos, que son los encargados de dirigir al pueblo por las vías de lo justo y de lo bueno, prediquen la cruzada maravillosa donde, alistados grandes y pequeños, ricos y pobres, todos unánimes y encendidos en un mutuo amor por salvar á la patria, armados de broquel y lanza, libremos la descomunal batalla en que como trofeos saquemos triunfante y victoriosa la bandera de la Libertad, bordada primorosamente por la mano de la civilización y del progreso. Preciso es, si queremos redimirnos, que todos, absolutamente todos acometamos con inquebrantables bríos el problema de la educación, único que resuelto favorablemente nos devolvería nuestro antiguo esplendor y nombradía; preciso es. Gobiernos españoles, aumentar considerablemente el número de Centros de enseñanza, reformando al mismo tiempo los que hoy existen y dotándolos de personal y material abundante y escogido; preciso es que no dejéis en el olvido, que no desatendáis, que no menosprecies á los hombres de recto corazón y de claro entendimiento que se dedican á educar é instruir á las masas en general, cuales son los maestros; preciso es que decretéis de una manera firme, sin que haya lugar á burlas ni omisiones, la obligatoria ley de la enseñanza; preciso es, por último, que aunadas todas las clases sociales—reyes, ministros, senadores, diputados, industriales, comerciantes, artesanos, etc., etc.—, encaminemos todas las energías de la nación á difundir la luz de las ciencias y las artes, hasta que hayamos conseguido romper los duros barrotes de nuestra reclusión obscurantista. Y en tanto el pueblo no llegue á convencerse de estas verdades; en tanto que la apatía y la indiferencia que en cuestiones de enseñanza parece reinar en nuestra España no se transformen en ardiente espíritu civilizador; en tanto que vosotros, los arbitros del Poder, permanezcáis mudos é impasibles — cosa que no es de esperar—, la nación española marchará hacia el más horroroso y más terrible de todos los cataclismos: «hacia la destrucción y hacia la muerte.» EPIFANIO JULIO MACÍAS. Cabezuela (Cáoeres), XI-909. EL TRABAJO MANUAL ESCOLAR (1) SERIE OCTAVA.—APÉNDICE DE TRABAJOS Trabajos de cestería, de /lores ;/ /'ratos ij en metales. Á la lai'i;a lista de labores manuales que hemos descripto en esta obra, ijuerernos añadir, aunque sea muy brevemente, el concepto que tenemos formado acensa de otras que, por distintos motivos, no van ineluidas en las series precedentes y de las que se ocupan casi todos los autores que han estudiado este asunto. Los trabajos en mimbre, caña y junco, que bien (¡ueden denominarse de Cestería, no los hemos estudiado en el l'ondo de la obra por creerlos inadecuados para labor infantil. A(]ui nos ocuparemos brevemente de ellos, dejando al criterio del profesorado la apreciación do su utilidad, y de si son ó no do posible práctica en las escuelas de niños. I.a fabricación de llores y frutas artiliciales tampoco lia sido estudiada anteriormente, por considerarla nosotros como una labor femenil muy extendida en todas las escuelas do niñas y conocida por la mayoría de las maestras. Además, la creemos una labor esencialmente práctica, imposible de aprenderla por la lectura ó estudio de un libro. Y, últimamente, escribimos en esto apéndice ligeras consideraciones acerca del trabajo en hierro y otros metales, porque creyéndolo de imposible aplicai'ión ó introducción en las escuelas de primera enseñanza, como no se planteo en forma de oficio formal y con taller independiente, no hemos querido incluir en las serios anteriores nuestra opijiión, gastando un esfuerzo de estudio y exi>osición sin realidad prácti(.'a y sin provecho liara el lector. [lechas estas observaciones, véaselo (¡uo opinamos de cada uno de esos tres órdenes de operaciones manuales. 1. — M I M B R E . — CAÑA. - JUNCO La cestería, ó trabajos con mimbre y caña, resulta difícil y penosa para las débiles fuerzas de niños ó alumnos muy jóvenes. El material, (1) Véase el cuaderno de octubre ú l t i m o . EL TRABAJO MANUAL ESCOLAE 69 duro, resistente y rebelde, expone ú daüos inmediatos las tiernas manos do los obreros. Además, es caro, voluminoso y de difícil preparación. Las obras que se producen son de utilidad y de muchas aplicaciones en la vida ordinaria; pero no se prestan á la iniciativa 6 inventiva do los jóvenes, y sólo la imitación mecánica es lo (jue domina en esta clase de trabajo, hablando del cual dice el Sr. Porcol: « Trenzado de mimbres ó cestería. — Es profesión sedentaria; obliga á los dedos á una repetición cansada y harto dolorosa do los mismos movimientos; encorva la columna vertebral y comprime el pecho. Es una ocupación puramente maquinal que apenas inspira al niño combinación, no prestándose á la inventiva; no requiere el empleo de instrumentos; los alumnos (;asi nunca consiguen imitar do una manera satisfactoria los objetos que les sirven do modelo, los cuales tiene que acabar el maestro, y algunos trabajos exigen esfuerzos musculares desproporcionados al organismo infantil. La primera materia es además escasa en muclias comarcas y dispendiosa su adquisición. Á esta ocupación se asimila el trenzado do juncos, de esparto, do palmas, de carrizo y otras plantas de hoja textil que al)undan en Ijastantes regiones, algunas de ellas, como la obra de palmas, es muy propia para cultivar el sentimiento estético y sus productos son utilizables con muclia aceptación. Este trabajo podría introducirse on las escuelas de los pueblos donde con facilidad se encontrase palmitos, pero deberla alternar con otras, porque sus manipulaciones y la posición que se roípnore son inconvenientes que impiden aceptarlo exclusivamente.» Esto mismo que indica el Sr. Porcel lo dicen también textualmente en sus libros IMr. Salomón y Mr. Sclimit, y hay que convenir en (jue son justas en absoluto tales apreciaciones, tratándose de prácticas escolares con niños de corta edad; pero si el trabajo toma carácter de oficio para alumnos de edad conveniente, cambia mucho de aspecto la cuestión, on especial, tratándose de localidades on las que abunde el mimbre y la caña, que pueden constituir una positiva ri((uoza de la región, riqueza que, si no se trabaja este material, queda improductiva ó muy mermada. Alguna semejanza con los trabajos de caña y mimbre presenta la labor inventada [por el maestro Ü. Antonio Lenguas, la que vamos á exponer, adviríiendo que, si bien es más modesta, no encierra ninguno de los inconvenientes indicados y desde luego, tiene aplicación en las escuelas primarias. TRABAJOS EN JUNCO DKI. PROFESOR D. ANTONO LENGUAS, DE CÓZAR El inteligente maestro de Cózar D. Antonio Lenguas, además de la sección de trabajos manuales en piedra que ha sabido establecer en su 70 LA ESCUELA MODEBNA escuela con poquísimo gasto pecuniario, nos presenta otra sección de trabajos en junco, de la que intentaremos dar una somera idea, tomándola de los apuntes que dicho compañero nos ha facilitado. El junco, vegetal de la familia de las juncias, abunda mucho en la región donde ejerce el Sr. Lenguas, presentando diversa longitud, por término medio un metro, y gran variedad do gruesos. Puedo aprovecharse para el trabajo cuando está verdo; poro después de soco, tiene más aplicaciones. Presenta el junco tros colores, según que esté mejor ó peor curado, y son : pajizo, jaspeado y gris, siendo más estimable el primero. El Sr. Lenguas procede, en primer término, á que sus discípulos elijan y corten el material.-Mediante presiones en los juncos, eligen los más duros, á los que se les separa las extremidades blandas ó inútiles y torcidas. Para cortar, emplean los niños navajas ó cuchillos bien afilados, á fin do que los cortes resulten limpios, lo cual requiere alguna práctica. Conviene habituar al alumno á ([ue corte á la vez varios juncos, que lo efectúe indistintamente con una ú otra mano, y que lo haga en dirección vertical, horizontal ó inclinada con soltura y destreza. Asi preparado el material y reunido eo haces ó mazos, se puede emprender el trabajo de construcción. I^a unión do unas piezas ó juncos con otros se consigue con el sindeticon (cola), apoyándose sobre una mesa y dejando secar bien las uniones sencillas antes do proceder á las complicadas. La construcción de toda clase de figuras geométricas planas será el primer trabajo que los niños pueden realizar con los juncos, y de éste se ]iasará á la construcción do los cuerpos sólidos en esqueleto ó por aristas, lo cual el Sr. Lenguas explica de este modo : i( Armaduras, emsamblajes tj objetos de aplicación. — Adquirida la necesaria pericia en la construcción de figuras planas, puede prooederse á la de cuerpos sólidos (en esqueleto) en idéntica forma que para las figuras planas, sin otra diferencia que la de no poderse pegar de una vez todas las piezas que componen la figura, como, por ejemplo : para construir un oxaodro ó cubo, primero cortaremos las doce piezas, después las comprobaremos para ver si están bien hechos los cortes, y á (iontinuación procederemos á pegar los dos cuadrados, ol de la base y la yjarto superior, y cuando éstos estén secos, con facilidad pueden pegarse las otras cuatro piezas que quedan por unir, en los cuatro ángulos respectivamente de los cuadrados antes citados. Si nos propusiéramos pegar las piezas á un tiempo, nos seria más difícil y en muchas ocasiones imposible. Los ensamblajes se usan para los enlaces de letras, escalerillas para tener lapiceros y portaplumas, verjas, casitas, sillas, marcos para retratos, é infinidad de objetos que el maestro puede inventar. EL TRABAJO MANUAL ESCOLAE 71 Estas operaciones no son difíciles, cuando los cortes están perfectos, con el fin de que al superponer un junco sobre otro, encajen perfectamente. Por último, con el junco seco ó verde, pero mojado, pueden construirse cestitas formando un tejido, sin más qne partir aquél por la mitad, raspándolo por el interior para limpiar la medula. Cestos y tapas para jarras, tinajas, vasos, aventadores ó soplillos para la lumbre, descansillos para cacerolas, fuentes, platos y otros objetos se pueden hacer con los juncos linos, formando con varios reunidos una especie de cordón y sujetándolos con hilo fuerte, sin más que ir empalmando unos con otros á semejanza de los cestos que so hacen de paja.» Todavía saca un nuevo partido del junco el Sr. Lenguas para el ejercicio del trabajo manual, como se ve en estas palabras que le copiamos : KLO. medula do junco, ó parte blanda y esponjosa que se encuentra en el interior do ésto, tiene aplicaciones de utilidad, y cualquier obra en que se emplee, por sencilla que sea, es de buen efecto. Para extraerla del junco basta un alambre que se introducirá por uno de los extremos, y haciendo un pequeño esfuerzo para conseguir que la modula salga por el otro extremo, en forma de un cordón, que desyjuós se estirará con cuidado, hasta dejarla en su estado normal. Puede obtenerse de medio metro de longitud. Con este raro material, so pueden hacer toda clase de dibujos y letras sobre cartón, madora ó cualquier objeto. Se le da con cuidado una pequeña cantidad de cola sindeticón, y queda adherida perfectamente. Es necesario dibujar con lápiz antes la figura que so desee para hacer el trabajo con más limpieza.» II. — F L O R E S Y rUTITAS A R T I F I C I A I . E S La confección de flores constituye un verdadero oficio por lo quo respecta al adiestramiento de la mano, y una industria lucrativa para las personas que se la proponen como medio de vida. Esto trabajo manual está hoy destinado casi exclusivamente á la mujer, y asi seguirá siempre, salvo determinados casos, en las aplicaciones de la confitería y oficios semejantes, así también como en la fabricación de flores en grande escala, en quo indistintamente se ocupan hombres y mujeres. Atendiendo á los objetos que persigue la escuela, podemos asignar este trabajo á las niñas y reducirlo desde luego á sus más modestas manifestaciones. El arte de florista ó confección de flores artificiales está en el dia verdaderamente adelantado, y puede decirse que se imita con una per- 72 LA ESCUELA MODEBNA fección tan maravillosa, que los productos manuales hacen competencia y hasta vencen en determinados conceptos á los múltiples y admirables productos de la madre naturaleza. La perfumería, con sus también brillantes adelantos en la extracción de esencias, viene á completar la obra de la florista, dando á las flores artificiales el perfume que tienen las naturales y de un modo aún más marcado y permanente. Es encantador que una niña de cualquier edad posea ol arte de hacer flores, con el cual, en un momento y con sólo pequeños pedazos de papel ó tela, produzca hermosos ramos que nacen entre sus dedos como si las estuviera arrancando de sus tallos en hermoso y bien cultivado jardín de perpetua primavera. Son muchas ya las jóvenes que se han dedicado á la profesión de floristas, y os un trabajo manual muy conocido y desarrollado en las escuelas y en ol seno de las familias. Rara es la señorita de esmerada instrucción que no sepa confeccionarse una flor ó un ramo do flores para adornarse un sombrero, ó para alegrar y poetizar una habitación con productos de sus manos. La enseñanza de confección de flores debe comenzar por las de papel, aunque son las de menos mérito y aplicaciones, porque el material es muy barato, abunda en todas partes y presenta gran variedad. Así so realiza también el principio pedagógico de empezar por lo fácil para seguir con lo difícil y costoso. Á las de papel, puede seguir la confección do las de tela y de cera, que tanta belleza encierran y tan diferentes son los procedimientos que reclama su obtención. No nos empeñaremos en exponer programa ni procedimientos para este trabajo manual, porque, prescindiendo de nuestra insuficiencia, que nos lo impide, lo hace imposible también la extensión que habría de tener el escrito, como puede deducirse con sólo observar las obras que de este asunto tratan, escritas por personas profesionales y competentes. Además, todas las profesoras que puedan leernos saben lo necesario para la práctica de la enseñanza de flores y frutas artiüciales. Sólo nos permitiremos copiar aquí lo que una inteligente compañera nos da escrito y que ella tomó de una revista extranjera acerca de la FABRICACIÓN DE FRUTAS DE CERA «Confección del molde.—Se pone agua en un vaso y se va depositando en ella yeso fino de París poco á poco, hasta que el agua deje de absorber el yeso; luego se agita el contenido del vaso con una cuchara, hasta obtener una pasta algo espesa y homogénea. Se toma en seguida un fruto que so recubre de aceite con un pincel, siendo el más conveniente el aceite de nuez. EL TEABAJO MANUAL ESCOLAE 73 Se forma un cilindro de cartón que tenga una circunferencia un poco mayor que la del fruto, y dentro do aquél se vierte el yeso diluido, introduciéndose luego el fruto hasta la mitad de su altura. En seguida, se deja que se seque la pasta. Una vez seca, se saca el fruto que se lia amoldado perfectamente en la masa y se avivan con un cuchillo los hordes del molde. En la superlicie que forma el borde de este molde se marcan unos puntos de guía, se vuelve á colocar el fruto bien aceitado, lo mismo que el molde, y se introducen molde y fruto on otro cilindro de cartón un poco más g r a n de que el anterior. Se vuelve á verter yeso diluido en este cilindro hasta cubrir la otra mitad del fruto y el moldo obtenido anteriormente. Se deja secar de nuevo y el molde queda terminado. Todos los objetos que se quiera se pueden obtener en un molde siguiendo este procedimiento. Fabricación de los frutos. — Las dos partes del molde se templan en agua fresca donde se les deja durante un cuarto de hora, y luego se les pone á secar durante unos diez minutos. Se loma en seguida cora blanca calienie adicionada con un color á propósito para imitar el del fruto que so trata de reproducir : se llena casi del todo el primer molde, el que se recubre luego con el segundo, y se agita en todos sentidos el eontenido. Cuando se juzgue que esta operación ha durado el tiempo suficiente, so levanta el moldo superior, y el otro se introduce en agua fresca para que el fruto se separe con facilidad. Sólo queda ya por separar las rugosidades que se forman y colocar al fruto sus accesorios y)ropios. Si se trata de una pera ó de una manzana, por ejemplo, se le coloca hacia arriba una cola natural y hacia abajo un ojo que puede imitarlo muy bien un clavo de especia. Se le dará color con carmín en polvo, que se aplica con una mota de algodón ó con un pincel suave. Si el fruto debe tener un aspecto lustroso, se obtiene el brillo frotándolo con un lienzo cargado de talco on poleo. Si, por el contrario, debe tenor alguna borrilla como en el albérchigo, .se <;onsigue envolviéndolo en algodón pasado por fécula de papa. Se jiuedon practicar todas aquellas operaciones que se juzguen más convenientes parala lidelidad de la reproducción. Colores que pueden emplearse. — Para las manzanas, alberchigos, limones, granadas, membrillos y otros frutos amarillos, se pone en la cera amarillo de cromo en polvo. Frutas verdes, un poco de cardenillo. Frutas anaranjadas, un poco de amarillo de cromo y de bermellón. Higos verdes, amarillo do cromo y cardenillo. Higos negros, uvas y ciruelas negras, azul de Prusia y negro. Nueces secas, tierra de Siena amarilla y un poco de roja. Para imitar bien las manzanas de la Reina, se picotea en todos sen- 74 LA ESCUELA MODEBNA tidos con un alfiler, se toma un poco de tierra sombra que se espolvorea en la superficie y se pone á secar diez minutos, lavándose en seguida con esencia de trementina. Las fresas, cerezas y tomates se pintan con carmín con un pincel. Las castañas deben pintarse y barnizarse con barniz blanco. Para las poras de invierno, se diluyen las tierras de Siena y de sombra roja y amarilla en la esencia y se pasa el color con el pincel. Es evidente que el hábito del operador y su talento imitativo tienen una gran parte en el éxito de estos trabajos, y so comprenderá que no sería posible prever todos los casos para indicar la marcha que se debe seguir punto por punto. Un poco de atención y de reflexión producirán mejores resultados en este sentido que todos los consejos posibles. Por este procedimiento, no sólo pueden hacerse todos los frutos, sino aun otras muchas imitaciones. Por ejemplo, tomemos uno entre mil: el queso de Gruyere se puede reproducir de una manera perfecta con la cera virgen sin adición y cuya costra so imitará con azul y tierra do Siena diluido en esencia de trementina; se cubrirá por los lados y se frotará con aceito para completar la ilusión. Méselas para la cera. — Si se notare que la cera es muy quebradiza, se le puede agregar un poco de esencia do trementina durante la fusión. También so le podría aiíadir con el mismo objeto el décimo á lo más de su peso do sobo de buena calidad.» La misma profesora nos ha facilitado una receta, que copiamos á petición de otras compañeras, referente á la «.Composición y modo de hacer la pasta Barbotine para flores.— Primero. Blanco de España bien molido, igual cantidad do piedra pómez, muy fina, y doble cantidad de yeso en polvo. Todo bien molido. Segundo. Minio ó azarcón (pequeña cantidad) disuelto en una cucharada de barniz de biocho ó de muebles y dos cucharadas de aceite de linaza quemado. Tercero. Blanco de cinc, en cantidad igual á los tres primeros componentes. Mézclese y muélase todo hasta obtener una masa homogénea, suave, consistente y flexible para poder dará las hojas todas las for'mas y finura que se desee. Si la masa queda muy blanda, se le añade do los tres primeros polvos en la primera proporción de 1, 1 y 2, y si queda muy dura, se le agrega aceite quemado. Esta pasta se conserva en bolas, metidas en agua para que no los dé el aire.» EL TBABAJO MANUAL ESCOLAS 75 III. — T R A B A J O S HJH H I E R K O El trabajo manual en madera lo hemos considerado siempre de difícil adopción en la escuela primaria, poro tan difícil, que quizá hayamos sostenido que es imposible su práctica en condiciones normales. Sin entrar de lleno en la reforma escolar que hemos indicado en varias partes de esta obra, es decir, en la reforma de constituir un taller junto á la escuela y ser ambas instituciones una sola entidad que eduque y habilite al niño para su ingreso en la vida social, no creemos que dicho trabajo pueda desarrollarse con provecho, sino que, por ol contrario, será su introducción un verdadero perjuicio en la marcha del resto de las enseñanzas escolares. Ahora bien: esta opinión nuestra adquiero mayor decisión, si cabe, tratándosedel trabajomanual en hierro. Muchos autores sostienen que se puede ensoñar al niño á construir objetos con esto metal, y aconsejan que se establezca tal trabajo en las escuelas, montando un pequeño taller de cerrajería, pero nosotros tenemos la idea por poco práctica y descabellada, y nos declaramos en absoluto sus impugnadores. Sólo estableciendo la escuela-taller aludida es como entendemos que convendría el trabajo manual en hierro, á fin de que, entre otras razones, comprendieran los jóvenes su importancia y se los inclinara á labor ú oflcio tan esencial y reproductivo. En este sentido y con esa tendencia, hablaremos aquí, ya casi fuera do nuestra obra, de la cerrajería y del oficio del cerrajero. Se deduce de su nombro que el oficio de cerrajero tiene por objeto la fabricación do cerraduras, pero es mucho más extenso, pues comprende todo lo que se trabaja con hierro forjado y con los metales en frío. Nosotros sólo lo aceptaremos aquí como oficio productor de objetos do ferretería y quincalla. La importancia do la cerrajería es grande. Desde el siglo xn, la industria de los hierros forjados adquirió y sigue teniendo gran importancia, elevándose á la categoría de un verdadero arte. Existen hoy, producidas en todas las épocas desde dicho siglo, magníficas verjas, rejas, escudos de cerraduras, llaves, repujados, clavos y otros objetos que causan verdadera admiración por lo perfecto del trabajo y ol gusto artístico. Para formarse una idea de lo que comprende la cerrajería y de la utilidad que encierra este oficio, conviene leer un hermoso folleto que publicó en 1901 D. Ramón Rivas y Llanos, con el título do La Cerrajería (técnica y arte), primera monografía de industrias artísticas, e.vpuesta en forma de lecciones de cosas. El Sr. Rivas, en este opúsculo, revela no,sólo que es un artista y un conocedor de los trabajos en hierro, sino ([ue es también un correcto, elegante y persuasivo escritor de asuntos industriales. Leyendo al Sr. Rivas, ó estudiando cualquiera de las obras que tra- 76 LA ESCUELA MODEHNA tan del trabajo en hierro, se ve la imposibilidad de llevar este trabajo á la escuela primaria, al menos, como liemos dicho, que no se haga con carácter formal de taller ó de oficio, y dirigido ó enseñado por personas competentes ó que pertenezcan á ose oficio como obreros prácticos. El material que emplea el cerrajero es el hierro, acero, latón y los carbones. Las herramientas del cerrajero son de dos clases : de fragua y de banco. En el trabajo de fragua, además do ésta y do los fuelles, so emplean : yunques, tenazas, pinzas, martillos, barrenas, punzones, etc. Las herramientas principales del cerrajero en el banco, son : tornillos, bigornias, cinceles, buriles, mandriles, hileras, terrajas de palo y cojinetes para hacer tornillos, máquinas do perforar y sus gusanillos, trépanos, brocas, tornos, limas, alicates, torno de pulso para madera, cobre, bronce y latón; reglas do hierro, escuadras, compases, punzones, cizallas, tajaderas, chazos, martillos, pinzas, tenazas, garras, desarmadores, destornilladores, entenallas, llave inglesa, serrucho, piedra de amolar, etc., etc. Deseosos nosotros de conocer la opinión de algún maestro de primera enseñanza que reuniera la condición indicada de ser obrero práctico en hierro, nos dirigimos á uno que fué entendido oficial de cerrajería antes de dedicarse ú la enseñanza primaria, y este buen compañero nos manifiesta sus opiniones en la siguiente ó parecida forma : «... Mi opinión es que, para implantar los trabajos manuales de cerrajería en una escuela de niños se requiere, como condición indispensable, la creación ó establecimiento de un pequeño taller con las herramientas apropiadas al uso que se destinan, y que por lo menos han do ser las siguientes: banco circular ó rectangular con tornillos adheridos, un yunque en el centro del local, martillos de diversas formas, limas planas, cuadradas, redondas, triangulares, etc., de diversos tamaños, tornillo de mano, máquina de taladrar con sus taladros, la maquinita para hacer tornillos, que lleva un nombre especial, cortafríos, punzones, pie de rey, compases, fal.sarreglas, cartabones y hasta un torno, si no fuera tan costoso. Prescindo, claro os, de la fragua y de los instrumentos que requiere, como el yunque grande, martillos gruesos, mazos, moldes para dar forma al hierro, fuello, etc., porque, tratándose de niños, debe hacerse caso omiso de todo esto que no puede sor empleado por ellos y que los expondría á inminentes peligros. En todo extremo, podría emplearse, y sería suficiente, un hornillo cualquiera : los hay redondos, embutidos en tierra refractaria, que los e.stimo muy á propósito; un fuelle de mano, yunque pequeño, etc., que no describiré. Material de cerrajería. — El hierro de fundición, por su extrema fragilidad, so aprovecha como sale de las fundiciones. EL TBABAJO MANUAL ESCOLAB 77 El hierro fundido es una combinación de hierro puro y carbono con algo de silicio. Hay hierros que contienen algo de azufre que los hace más quebradizos en caliente, y otros que contienen algo de fósforo, lo son en frío. Cuanto más blanco os el color de la fundición, más dureza tiene. Si la fundición se vierte sobre moldes de hierro, adquiero mayor dureza que su supcríioie. Si el hierro sufre varias fusiones, se hace más <luebradizo y presenta oquedades que le hacen desmerecer. El hierro dulce so obtiene de la manera siguiente : se quema el mineral, convirtiéndole en hierro colado, en un horno llamado de pudlar, en el que se agita constantemente, entretanto que una llama bastante intensa pasa por encima y le arrebata todo el carbono poco á poco. Al cabo de alguna.s horas so forman bolas á medida que va desapareciendo el carbono de la fundición, y después se aplastan con martillos, para (luitar las impurezas y gotas de fundición que puedan (4ucdar. Después se estillan estas masas de liierro entre cilindros laminadores, dándoles las mil formas con que se las presenta en el mercado. Se llama fundición ó hierro maleable al que es menos quebradizo y, por lo tanto, más apto para la construcción de objetos, como candelabros, escribanías, pomos, marcos, aldabas, etc., etc. Para estos objetos se refjuiere un hierro i|uo no se rompa lácilmcnte, y do ahi el producir el llamado maleable. Esta condición se da al hierro con facilidad, recociendo las piezas fundidas ordinariamente dentro de un liorno durante mucho tiempo, para que vayan perdiendo poco á poco, sin llegar á liijuidarsc nunca, el carbono que las hace frágiles. El hierro fundido es siempre de estructura granujienta, y por eso las rupturas presentan un grano más ó menos fino. Hierro J'orjado. — Esta clase do hierro apenas tiene carbono, y por lo tanto, se puede trabajar para darle forma estando caliento, asi como cortarlo, limarlo, tornoaflo, etc., estando frío. Acero.—El acero es un compuesto químico de liicrro, carbono y una pequeña parte de manganeso (1 á 2 ]jor 100). Antes del templo, el a(Mro tiene las mismas proi)iedadcs <]ue el hierro; pero en cuanto se le somete al temple, cambian (íxtraord¡n;n-iinn(;nte. El hierro es dúctil y se suelda fácilmente consigo mismo; es maleable en caliente, y jamás es quebradizo en frío, aurujue se le haya enfriado en agua. Sabemos que la dureza del hierro la producen los otros cuerpos que tiene en combinación, procedentes muchas veces de la ganga que tuviese en la, mina; sin estas impurezas, el hierro sería tan dúctil como el estaño. El acero, por el contrario, es duro y resistente, y raya siempre al hierro, siendo su propiedad característica la de ad(|uirir una gran dureza cuando se le calienta y enfria rápidamente. Un buen acero so rompe al primer golpe de martillo, ó simplemente dejándolo caer sobre cuerpo duro. En líspaña, se fabrica el acero en Billiao y obtiene buena, i'ama el producto. Las condiciones que .se buscan en el acoro -son muchas y variadas, como, por ejemplo, la maleabilidad, la desoldarse, la densidad, la fuerza, la tenacidad, el corte, el nervio, la elasticidad, la porosidad, la resistencia y la dureza. El acero toma varios nombres, como el de forja, de cementación, fundido, adamascado, etc., y según el fabricante, como atiero Krupp, Bessemer, de Bill)ao, etc. Para reconocer si una pieza es hierro ó acoro, se lima una parte pequeña en la superlicie; se frota ésta (;on á</ido nítrico debilitado, y si la la mancha negra carburada (jue deja el ácido es uniforme, será indicio de la buena calidad del acero. 78 LA ESCUELA MODEKNA No estará demás indicar aquí la composición de otros metales. La soldadura de plomeros se compone de 67 partes de estaño y 33 de plomo. La soldadura de hojalateros, partes iguales de estaño y plomo. Los caracteres de imprenta tienen 80 de plomo y 20 de antimonio. El latón se forma con 65 de cobre y 55 de cinc. El metal blanco tiene 50 de cobre, 31 de cinc y 19 de níquel. El peltre inglés para cubiertos se fabrica mezclando 3,54 de cobre, 88,42 de estaño," 7,16 de antimonio y 0,88 de bismuto. El similor se compone de 80 de cobre y 20 de cinc. El bronce de campanas se forma con 79 de cobre y 21 de estaño. El bronce de cañones y medallas, con 90 de cobre y 10 de estaño.. El hierro dulce, por sus condiciones de maleabilidad y ductilidad, resulta muy á propósito para los trabajos de cerrajería. Se funde y prepara en los Altos Hornos, dándole variadísima forma, pues resulta universal su aplicación, á tal extremo, que los cerrajeros no tienen necesidad de encender su fragua en grandes períodos, poi'que adquieren ese hierro proparado para cada uno de sus diversos trabajos. Á lo sumo, un buen obrero de fragua, con su aprendiz, da abasto á seis ú ocho oliciales. El acero es otro material de cerrajería; es algo más gris que el hierro, de grano más fino y más duro, hasta el punto de que apenas se le puede trabajar en frío. Por esta condición es á propósito para herramientas punzo-cortantes, asi como por su flexibilidad para la fabricación de muelles. Soraelióndole á una alta temperatura y echándole repentinamente en el agua, adquiere mayor temple. Otro material de cerrajería es el latón, más maleable y menos duro que el hierro; se funde con facilidad y adquiere un brillo parecido al del oro. Reducido á polvo, y con el auxilio de bórax, sirve para soldaduras de grandísima consistencia, para lo cual hay que operar á fuego y limar bien las dos partes que se han de unir. En realidad, puede asegurarse que todos los trabajo.s de cerrajería se hacen con hierro, acero y latón. Trabajos manuales do cerrajería. — El principal obstáculo para trabajar que encuentran los niños es la falta de habilidad y de dominio de las herramientas, y esto hay que vencerlo muy despacio y con paciencia por yjarte del maestro. Los trabajos más sencillos serian eslabones de cadenas de diversas formas y tamaños, empleando el alambre y los alicates. El alambre puede sor de latón ó [de hierro, y de diversos gruesos. Otro trabajo sencillo es la tela metálica sobre marco de madera. Pueden también construirse con alambre : muebles, gonces, jaulas, ratoneras, cameras, horquillas, parrillas, cestas, etc., etc. VICENTE CASTRO Y LEGUA. (ConHnuará.) BlBlilOGHñpíñ Hemos recibido la Memoria publicada por la Escuela Normal Superior de Maestros de Huesca, correspondiente al curso de 1908 al 900. Es una esmerada labor, que sin pecar de la extensión corriente á que tan acostumbrados estaroos con las que salen de otros Centros oficiales, determina con claridad el movimiento realizado durante dicho curso en aquella Normal. En 28 páginas da á conocor las variaciones que ha sufrido el personal docente; la marcha de la ensefianza cumpliendo el precepto de 11 de agosto de 1904, al que, ajustándose tan celoso Claustro fijó al principiar el mencionado curso los días de vacaciones; corrección aplicada á los alumnos que anticiparon por su cuenta los vacaciones de Navidad; las faltas de asistencia de los profesores; ausencias de éstos por actuar de jueces en Tribunales de oposiciones; substitución de tales ausencias por los auxiliares; matrícula de alumnos oficiales y no oficiales, con las calificaciones respectivas; conferencias dadas á los adultos que han concurrido á la escuela graduada por varios vocales de la Junta provincial, asistiendo á ellas el gobernador civil, el teniente coronel de la zona, el alcalde y otras personas importantes de la localidad; Memorias técnicas remitidas al rector y redactadas por los distintos profesores que componen el Claustro; concurrencia de esta Normal á la Exposición de Santiago, cuya instalación ha merecido gran premio y medalla de oro; cumplimiento á la Real orden de 6 de julio de 1888, redactando los temas para la celebración de las conferencias pedagógicas; Fiesta del Árbol; Fiesta Escolar; maestros premiados; mejoras realizadas en la Escuela Normal; inversión de la cantidad destinada para material científico; funcionamiento de la Junta económica; libros comprados; donativos; situación financiera; alumnos que se han distinguido por su laboriosidad y aplicación en el curso; labor de la Secretaria, con el número y nombre de documentos expedidos y el de los interesados; personal docente y subalterno, y resultados de la escuela graduada. Merecen elogios los detallados cuadros que figuran al fin de la Memoria, como son el relativo al personal docente y subalterno, determinando los cargos, razón de su nombramiento ó ingreso y tiempo de servicios; el de la distribución de asignaturas del profesorado; el horario semanal; el correspondiente al ingreso de los alumnos, con expresión de las provin- 80 LA ESCUELA MODEBNA cias de donde éstos proceden, número de inscripciones y grado de las calificaciones; el que comprende matrículas y exámenes, terminando con el de ingresos en papel y en metálico por matriculas, títulos, timbre y pólizas, exámenes, certificaciones y expedientes, y el de personal y material. Felicitamos sinceramente por tan esmerada publicación al profesorado de la Normal de Maestros de Huesca, en el que se traslucen claramente sus condiciones profesionales, los frutos que allí cosechan los alumnos, la labor práctica y experimental que éstos se llevan con su título profesional, la incesante aspiración á aumentar el material de enseñanza y tener un museo que no deje nada que desear, aun disponiendo para ello de no muy crecido número de pesetas. No marchan por esos derroteros algunos Centros que nosotros conocemos, aun teniendo asignadas en los presupuestos del Ministerio de Instrucción pública cifras no insignificantes. R. G. I i e c c i o n e s de H i s t o r i a de E s p a ñ a , por D . JOSÍ; UDINA Y CORTILES, maestro normal oon ejercicio en una escuela pública de niños de Barcelona. Grrados 2." y 3.° Enseñanza cíclica. — Barcelona, imprenta Elzeviriaua de Borras y Mestres, Rambla Cataluña, 12.—1909. Es un bonito y útil libro de lectura de 92 páginas, condensando en ellas los hechos más interesantes de nuestra Historia patria. Como resumen de las lecciones explicadas en los grados 2." y 3.°, sirve de material escrito en la pizarra para que el alumno lo copie en su cuaderno y se acostumbre á discurrir, comentar y aun hacer algunas composiciones históricas, empleando el lenguaje propio del niño, que es lo que más asegura su trabajo personal. Cada lección, explicada y leída por el niño, tiene al final su programa con las preguntas más salientes, que se contestan con mucha facilidad si la lectura se ha comprendido; de suerte que la materia objeto de estudio lleva tres ó cuatro ejercicios distintos, tomando parte en ellos los sentidos de la vista, oído y tacto, es decir, la intuición sensible como punto de partida para la elaboración de la idea. Al final de la obrita tiene un panorama de loa reinos cristianos de España durante la Reconquista, con lo cual se facilita el aprendizaje de esta particularidad histórica, haciéndolo más sencillo que estudiándolo en el cuerpo de doctrina del librito, cuya factura revela desde luego el talento de su autor, á quien felicitamos, deseándole una buena recompensa en la venta de ejemplares. E. B. Y M. MAlJR!!).—Imprenta de los Sucesores de Hernando, Quintana, 33.