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Enero de Í910.
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REVISTA PEDAGÓGICA Y ADMINISTRATIVA DE PRIHIRA ENSEÑANZA
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E . B a r t o l o m é y Mingo ^ D, J u a n C. Arroyo
TOMO TRIGÉSimO SEGUNDO
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POBLIOACIÓN HENSDAL, CON DOS SDPLSMENTOS M M U m
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S U M A R I O e/Z^
PÁns.
Balance anua!, por E. Bartolomé y Miago
L a s escuelas de adultas en Madrid, por Concepción Gálvez
Delgado
Pedagogía
Nuestra falta de cultura, por Eduardo Navarro S a l v a d o r . . . .
De las virtudes, por J. Eugenio Kuiz Gómez
Los niños mentalmente anormales y s u educación especial,
por P
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Sócrates, por M, Continente Lara
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Boceto de información mundial pedagógica, poí J u a n L i a rena
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R u t i n a s de l a Matemática, pni" Ra^
SorianaCañas
Pedagogía social, por E p i f ^ o Julig lacias i
El Trabajo m a n u a l e s c o l a í ¿ o í Vid iía,CaiíÍro y L e g u a .
Bibliografía
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PERLADO, P Á E Z Y C . " (SUCESORES D E HERNANDO), EDITORES.
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REVISTA PEDAGÓGICA
CONDICIONES
Esta REVISTA es completamente extraña á todo interés de partido político, escuela filosófica y comunión religiosa; abierta á todas las opiniones,
sólo responde d e los trabajos q u e lleven la firma d e su Director ó Redactores, ó q u e n o vayan firmados.
Aparece esta REVISTA mensualmente en cuadernos d e 8o páginas en 4.",.
repartiéndose además todas las semanas d u s S ^ n p l e m e i l t o s d e 16
páginas del mismo tamaño, q u e se publican los m i é r c o l e s 3^ s á b a d o s , con todas las disposiciones oficiales, vacantes, propuestas, nombramientos, jubilaciones y clasificaciones, pagos y débitos, infonnación d e
Madrid y d e provincias, etc., etc.
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s e t a s a l t r i m e s t r e , S> a l s e m e s t r e y l O a l a ñ o , y en el
Extranjero y Ultramar, S» p e s e t a s t r i m e s t r a l e s para los que bagan
su abono directamente, y para los q u e lo hagan p o r conducto d e coi'responsales, el q u e éstos fijen. — Pago adelantado en sellos d e Correos (certificando la carta), letra del Giro Mutuo, p o r medio d e nuestros c o r r e s ponsales, etc.
La correspondencia relativa á la Redacción, así como los libros y p e riódicos, se dirigirá al director d e L A ESCUELA MODERNA —calle d e Quintana, núm. 31.
No se devuelven los originales ciue s e nos remitan, aunr^ue n o s e
inserten.
Para el pago d e las subscripciones, anuncios }M'eclamaciones, los I n t e resados se deberán entender con los Sres. Perlado, Páez y C * (Sucesoresd e Hei'nando), A d m i n i s t r a d o r e s d e L A ESCUELA MODERNA—Quintana, 31 —
citando siempre con claridad el puelilo y la provincia ó el número d e la
fajilla del subscriptor.
Librería y Casa editorial
DE
•^ Perlado, gáez -^ ^.''' (gucesores de H'^i'i^'inüo) «iSurtido inmenso de moderno v escogido material de enseñanza para Escuelas V Colegios. — Libros de texto en Escuelas Normales, Institutos, Uniíersidades V Escuelas especiales de Eomercio, Brtes é Industrias, etc. — Brtículos de
escritorio.
Arenal, II — M A D R I D — Quintana, 31
hñ ESCUELA MODERMfl
REVISTA PEDAGÓGICA Y ADMIWSTRATIM PS PRllIRA
MUMU
FUNDADA POR
D. PEDBO DE gLGANTflBH írJlBCÍfl
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Redactor-Jefe:
D. E. Baríolomé y Mingo
D. 3uan e. flrrovo y García
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TOMO TRIGESimOSEGUNDO
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IMPRENTA DE PERLADO, PÁEZ Y COMPAÑÍA
(Sucesores de H e r n a n d o )
Quintana, '33.
1910
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PERLADO, P Á E Z Y C . ' ' (SUCESORES D E HERNANDO), EDITORES.
REVISTA PEDAGÓGICA
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d e Hernando), A d m i n i s t r a d o r e s d e L A ESCUELA MODERNA—Quintana, 31 —
citando siempre con claridad el pueblo y la provincia ó el número d e la
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gerlado, gáez i £,." (guQSsores de H'^maiiüo) •^
Surtido inmenso de moderno v escogido material de enseñanza para Escuelas M Colegios. — Libros de texto en Escuelas Normales, Institutos, Uniuersidades V Escuelas especiales de Comercio, Artes é Industrias, etc. — Artículos de
escritorio.
Arenal, 11 — MADRID — Quintana, 31
ÍNDICE
Píginag.
* Balance anual, por E. Bartolomé y Mingo
1
y Las escuelas de adultas en Madrid, por Concepción Gálvez
Delgado
5
Pedagogía
13
Nuestra falta de cultura, por Eduardo Navarro S a l v a d o r . . . .
25
De las virtudes, por J. Eugenio Euiz Q-ómez
33
Los niños mentalmente anormales y su educación especial,
por P
38, 191 y 750
Sócrates, por M. Continente Lara
47
Boceto de información mundial pedagógica, por J u a n L l a rena
54, 198, 298, 349, 553 y 772
Rutinas de la Matemática, por Rafael Soriano Cañas.. 63, 867 y 923
Pedagogía social, por Epifanio Julio Macias
66
• El Trabajo manual escolar, por Vicente Castro y L e g u a . . 68,
148, 212, 303 y 884
Bibliografía.. 79, 160, 234,318, 396, 476, 558, 638, 717, 795,
877 y 955
Obras circum-escolares, por Matilde Gr. del Real
81
Órgano de la Sociedad á que pertenece el establecer, dotar,
dirigir y vigilar las escuelas de instrucción primaria en que
se dé á los niños la educación moral, por J . Eugenio Ruiz
Gómez
Programas y «surmenage», por Dolores Cebrián
La enseñanza normalista, por Alejandro de Tudela
98j
165, 331 y 410
Capitulo primero de El Arte de las Labores, por Melcbora Herrero
103
El analfabetismo, por Julián Cuadra
105
Resumen de las conferencias dadas por el Sr. Mélida en el
Museo de Reproducciones Artísticas, por V. Picatoste
108
Educación de los degenerados, por Vicente Pinedo
117 y 258
El Congreso de ciegos en Ñapóles, por Ricardo Gordo
129
Memoria reglamentaria sobre los asuntos de la Sociedad infantil «El Céntimo Semanal» en el curso académico de 1908 á
1909, por José Priego López
133
El indiferente, por M. Continente Lara
158
Don José María Pontes, por Concepción Sáiz
161
L a enseñanza normalista, por Alejandro de Tudela
165Las tumbas menfitas, por V. Picatoste
170
Madrid y sus escuelas, por Eduardo Navarro Salvador
176
«'jC Pedagogía maternal, por María Carbonell Sánchez
185
' Una excursión escolar, por Francisco Pereira
203
IV
ÍNDICE
Páginas.
Por la cultura y la moralidad, por X
210
Reglamento de la Sociedad infantil «El Céntimo Semanal»,
por José Priego López
226
Concurso para la publicación de obras de primera enseñanza.
232
Literatura pedagógica, por Magdalena S. Fuentes
241
La deuda pedagógica de Barcelona, por Félix Marti Alpera..
246
Capitulo segundo de El Arte de las Labores, por Melchora Herrero
'.
265
La cátedra del Sr. González Prats, por Juan Caballero
271
Pedagogía, por Juana Fernández Alonso
286 -_
¡Y aún se quejan!, por Aureliano Abenza
295
Alma infantil, por Magdalena y Carmen S. Puentes
321,
401, 481, 561, 641, 721 y 801
La enseñanza de la Geografía en las Escuelas Normales, por
Alejandro de Tudela
331 y 410^;^—
Conferencias de D. J. Ramón Molida, por V. Picatosto.. 835 y 885
Las violetas, por Irene M. de Iturrale y Larrazábal
347
Fiesta del Árbol en San Muñoz (Salamanca), por Lorenzo
Niño
355
Porvenir de la escritura vertical en la enseñanza, por Juan
Bosch Cusí
360
* Los jardines escolares, por Fabio Iglesias
366
Escuelas españolas y extranjeras, por Eduardo Navarro Salvador
369
Un prólogo, por Eduardo Vincenti
378
La escuela graduada, por Alfonso Barea.
382
Luis Vives, pedagogo, por María Carbonell
414
El sepulcro de Osiris, por V. Picatosto
420
yPor la educación de la mujer, por Melchora Herrero
428 y 675
La educación, por Elíseo Reclus
431
Una carta del ex emperador Maximiliano de Méjico.
436
Páginas de un libro, por Ricardo Yilar Negre
439
«• Método para la educación de un niño, según Bolívar
449
Paseo escolar, por Ildefonso Yáñez
451
Por la escuela graduada, por A. G. R
453
**• El problema de la infancia, por Eugenio Cemborain Chavarría
461 y 542
Esperanta pago, por J. Llarena
448
, Por la cultura de España, por Gerardo Rodríguez
489
5» Las reformas del conde de Romanónos, por JPélix Martí Alpera
493-—
Agricultura, por Eugenio García Barbarin
602
Conferencia pedagógica, por X
509
Excursión escolar, por E. B. y M
518
Pedagogía práctica, por Jaime Poch y Garí
623 v.^
No estamos conformes, por E, Bartolomé y Mingo
569
Pedagogía, por R. G. de la C
575
Y Las Escuelas de Puericultura, por Augusto Vidal P e r o r a . . . .
584
Cursos prácticos de Pedagogía, por Luis López Elizagaray..
591
Paco kaj laboro, por Serafeno Baudin Agüero
599
Las escuelas bajo las arboledas, por Felikso Diez
601
ÍNDICE
.
V
Páginas.
Charla pedagógica, por M. Continente Lara
604
Exposición y juicio critico de la gimnasia escolar en Saecia,
por M. Sanz y Eomo
608 y 694
Un libro de Sela, por Luis A. SantuUano
620
La educación y los ferrocarriles, por Eduardo Navarro Salvador
628
La Nueva Luz
633
Carta abierta, por Agustín Sarda
651
, ^Prehistoria, por Juana Ontañón
656
7" Bases psicofisiológicas y pedagógicas para los comienzos de
la educación intelectual, por Gerardo Rodríguez
662
Congreso Nacional Pedagógico de Valencia, por Augusto Vidal Perera
678
Las escuelas graduadas en España, por Julián Cuadra
686
Gran fiesta escolar en Cabra, por Ventura
689
Crónica de la Enseñanza en el Extranjero, por E. B. y M. 707 y 948
Nocivas influencias sociales, abandono de la sociedad por el
Poder público y sus lamentables consecuencias, por J. Eugenio Ruiz Gómez
732
Pedagogía, por E. Mundi Domínguez
735
La Estética, la Escuela y el Maestro, por Francisco Ribot...
758
Diálogos pedagógicos, por M. Continente Lara
763
^ ¿Coeducación?, por P. Roig Orpí
,
768
La Pintura antigua y el Arte romano, por V. Picatoste
769
El maestro de pueblo, por Epifanio Julio Macías
781
El huésped de Fomento, por Francisco de Asís Carsí
783
¿Deben los Estados sostener escuelas profesionales?, por Arturo Perdomo Leal
785
Cultura práctica, por Moze
788
El «Scout movement» inglés, por Marceliano Escudero
791
Algunos datos geográficos de lá provincia de Almería, por Un
aficionado
793
A enfermedades rebeldes, heroicos remedios, por V. A. del
B. P
811
1 La Asociación general del Magisterio Primario
814
Juegos florales de Antequera, por Juan Fernández Carrero..
824
A la tercera Sección del Patronato Nacional de Sordomudos,
Ciegos y Anormales, por Francisco Pereira
839
El «la» y el «le», por Francisco de P. Chabran
849 y 915
Cómo debe procurarse el bien público, por J. Eugenio Ruiz
Gómez
856
Mi contestación al Cuestionario, por Manuel P. Gutiérrez
859
Estudio pedagógico del sistema de escritura-lectura de ciegos
inventado por Louis Braille, por Ricardo Gordo
862
La Arba Festo en Hispanujo, por J. Montúa
873
Honroso ejemplo que da el Uruguay, por Orestes Araújo
875
I^Las escuelas ménagéres, por María Carbonell Sánchez
881
Acción de la escuela en la lucha contra la tuberculosis, por
Luciano Seoane Seoane..'.
889
Noches autumnales, por Melchor Continente Lara
903
El magisterio debe ser político, por Eloy Muudi
908
•
\
VI
ÍNDICE
Páffinas.
Aritmética recreativa, por Pedro Arnó de Villafranca
Esperanta pago, por A. Ferriére
El Sr. España en el Senado
929
932
933
Curiosidades.—Vn mástic de caucho, pág. 12.—Una señora inglesa y los alfilerones. Los caracoles en Francia. Etiqueta de los ingleses. La población de Verhoyausk, 32. — El punto más frío del globo.
El Banco del Pueblo de Milán. El respeto filial de los chinos. El
agua en los camellos. Cultivo de las adormideras. Reloj para ciegos,
53.—Las aves víctimas del aeroplano. Prohibición del albayalde en
Francia. Uso de las lentes en Francia y médicos que producen enfermedades en Alemania. Mujeres millonarias, 65. — Un barniz. Para
desengrasar el cabello. Los veranos fríos, 94. — Conservación de los
muebles, 102.—Cómo se quitan las manchas de la seda, del hierro y
lana. Para propagar las trufas, 116. —Excentricidades de un m a r qués. Pintura que indica la temperatura, 128. — Ventiladores eléctricos en la catedral de Bombay, Fabricantes de material froebeliano
en Alemania, 132.—Asistencia á las escuelas de los niños japoneses.
Mapa nuevo del Polo Norte. Substitutos de los reos en China, 142.—
Escuela para enseñar el arte de comer. Modo de quitar las manchas
en el mármol blanco, 157.—Curación rápida délos constipados. Blanqueado de los platos. Fragilidad de los artículos de caucho. Manchas
de humedad en la seda. El agua caliente para quitar manchas, 159.—
Modo de quitar la tos. No deben lavarse las huellas de los dedos en
las puertas. La vaselina en el calzado. Lagartos sin hueso en la cola.
Liga contra el tabaco, 164.—Estampado de las telas blancas. El hielo
como explosivo. Modo de descubrir colmenas silvestres, 169.—Botas
de 4 kilos de peso. El punto más profundo en el Océano Pacífico.
Modo de evitar los choques á los automovilistas. Soldadura én el
cristal. Toldos y cubiertas impermeables, 209. — El nudo de las banderas de los buques. Modo de conservar los limones. —- Limpieza de
las mesas de madera. Lenguas y derivaciones en la India, 211.—
Órgano de bambú en Pinos, cerca de Manila. Nuevo sistema de telegrafía sin hilos. Venta de accesorios para la aviación en París. Modo
de pegar la porcelana rota. Modo de que no se corte la leche. — Dinastía reinante en el Japón. Cosecha de tabaco en el Transvaal, 231.—
Pensamientos, 240.—¿Debe abrigarse el cuerpo con lana ó algodón?
La polilla en las alfombras. Aparato eléctrico contra las falsificaciones. Edison y las máquinas voladoras, 245. — Contra las quemaduras
de potasa. — Soldadura casera de alambres, 254. Manzanas rellenas.
Un camello gigante. Bruñido de la plata. Endurecimiento del yeso.
Contra los sabañones. Contra la frialdad délos pies, 285.—Las adormideras y el opio en China. Modo de suavizar las pieles de gamuza.
Disolución de alumbre para los cepillos de la cabeza, 302.—Casas de
amianto en Australia. El calzón corto en Grecia. Las elecciones en
Turquía. Los habitantes agrícolas en el Japón. Expedición del teniente
Shackleton á las regiones antarticas. Modo de limpiar las esponjas.
El azúcar en el horno, 317. — Metal argentino. La franela para limpiar el pintado de blanco. Modo de pegar el caucho, 320. — Sistema
para que las camas no tomen humedad. La mondadura de patata para
la lumbre. Los alemanes y los árboles, B46. — El bórax para los cor-
ÍNDICE
VII
tinones. La percalina para hojear libros. El hielo para el cutis. La sal
húmeda para limpiar el cuerpo. La cal contra los hongos en las cuevas. El aceite de ricino para los párpados. El barniz copal para el
acero, 354. — Cola fuerte liquida. Limpieza del cobre cincelado. El
multimillonario Pierpont Morgan. Modo de que la porcelana no se
quiebre. La trementina para refrescar las habitaciones, 359.—El aire
contra el moho de las toallas. Limpieza de las artesas de cinc, 365.—
Vinagre de frambuesa. Los supervivientes de la defensa de Sebastopol. Tahona eléctrica en Glasgow, 368. — Modo de pegar madera y
cartón al metal, 377.—Los tranvías en Liverpool. Venta de la carne
de caballo en Alemania. El ácido cloihidrico contra las manchas de
tinta en la madera, 381. —Nieve imitada, 427. — Modo de enjugar
toallas. Libros escritos en conchas, ladrillos, tejas, hueso y marfil,
430. — Sales de espliego. Modo de fortalecer el pelo. Los amigos del
elefante. El cafó como bebida excelente, 435.—La carne en los niños.
Modo especial de quitar manchas en los vestidos de seda. El correo
en los domingos en Inglaterra. Sueldo del presidente en los Estados
Unidos. Inventor de los patines de ruedas. Fabricación del papel en
el mundo, 438. — Jabón antiséptico. El terror de los negros, 448.—
Pozo de petróleo en Zante. Esqueleto de un niño en un nido, 452.—
Novios turcos. Modo de limpiar las cadenas de oro. El suicidio en
San Petersbnrgo, 474. — Algunas costumbres en bodas. Encajes negros. El huevo como alimento nutritivo, 480.—Tinta violeta. El buque
más viejo en el mundo. El sufragio en las mujeres. Un canario negro
y un ave del Paraíso. El brillo en los objetos de acero. Afición al
presidio. Las enfermedades en los seres humanos, 492. — Filtros de
papel para no toser, 501. — La inmigración en la República Argentina. Producción mundial del trigo. ídem en España, 508.—Locomotora sin maquinista. El producto de la alimentación humana. Millones
de francos en dinero en el mundo, 517.—Las tribus esquimales. Regalo al inventor del endurecimiento del acero. Las excavaciones en
el teatro de la plaza de la Opera en Paria. Las mujeres en los E s t a dos Unidos. La planta más larga del mundo. Pinzas de madera en un
nido de corneja, 522. — El taladrado en el cristal. Preparación del
vino de quina. El planchado de las cintas. Los platos calientes en las
mesas de caoba. El jabón para disminuir elVozamiento. Los sombreros negros de paja. Las manchas de yodo, 532. — Los frutos secos.
Modo de limpiar las chimeneas. Efectivo total de tribus esquimales,
541.—Goma para pegar etiquetas.^odo de evitar la congelación del
agua. La solución de cianuro para las manchas de nitrato. Modo de
pintar un baño. Lectores en Rusia, 583. — Los uniformes de E d u a r do VII de Inglaterra. Periódicos que se publican en el mundo. Las
manos cerradas. El divorcio entre los judíos. Los buhos en substitu-'
ción de los gatos. Aparato para calcular la energía necesaria para el
robo. La estrella Halley, 598.—Orquesta de guijarros. El aceite para
blanquear las manos. Modo de cambiar el aire en las habitaciones,
607. —-La policía prusiana. Millonarios en la capital de Alemania.
La policía y los perros en Londres, 638. — Valor de un terreno en
Melbourne. Ingleses y chinos. Las cataratas del Niágara, 636.—Granadas para apaciguar incendios. El exterminio de los caracoles y
babosas. La harina de avena. Los clavos de especia en el café. El
azúcar para avivar la lumbre, 650.—El salvado para limpiar las sillas.
VIII
ÍNDICE
Nido de pájaro en un gabán. El idioma inglés en China, 655. — Cemento para pegar el caucho. La alfombra para quitar el barro del
calzado. El aceite frito para la conservación del calzado, 661.—Restauración de las camas y las bicicletas. La sal para quitar manchas.
El amoniaco y el agua para limpiar el pelo. El agua de patatas para
limpiar la plata, 674. — El agua y el ácido bórico para los ojos. El
mismo ácido para limpiar los cuellos de encajes, 677. — El rey de
Italia y los manjares. La comida alemana en la corte de Rumania.
Fernando de Bulgaria, su comida y coste. Los chalecos y los constipados. El sol y el color de las alfombras. Casa de préstamos en Ereiburgo. Los ahijados del kaiser, 685. — El peso de un camarero para
un buque alemán. Canal de Yokoama á Toldo, 688.—Alfarería de la
India. Las comidas del emperador de Rusia, 749. — Limpieza de los
cristales. Los clavos de especia contra la polilla. La serpiente para
el sueño. El labiógrafo para la buena pronunciación. Edad avanzada
en los intelectuales. Ganancias del inventor del borrador de goma.
Los muertos en Uganda, 765. — El papel de madera. El emperador
de Austria y su alimentación. La limpieza de los techos contra el
humo de las lámparas. La cura por la arena, 768.—Arboles de caucho
en Cochinchina. Hombre que sabe de memoria la Biblia. Plato favorito del emperador de Alemania. L a mosca y su reproducción. R e s taurant mayor del mundo. Ciegos en Rumania. El papel y el planchado en la tela de seda, 780. — Contra los chinches y mosquitos.
Manises, centro de la cerámica, 790. — Los amuletos en París. Las
manchas al pelar las manzanas, 792. — Manera de llevarse las maletas, 800.—Modo de quitarlas manchas en la piel del cuello. El espejo
para conocer la humedad de una cama. Modo de combatir la carcoma. Estatura de los niños según su edad. Contra las quemaduras,
810.—La iglesia que se hizo con un árbol. Avanzada edad de Hadji
Eaouf, de Constantinopla, 823.—Ingenioso medio de hacer clientela
en restaurant. Número de muertes violentas en Haití desde que la
descubrió Colón. Décimo casamiento de una señora. Los truenos
como inspiradores de Meyerbeer. — Arboles que dan fruto en edad
avanzada, 858.—Cemento que resístelos ácidos. Desgracias al pintar
la torre Eiffel. Los nidos de los cuervos. La uña de un alemán, 866.—
Modo de lavar los muebles pintados de blanco (esmalte). La gota de
aceite en los paraguas, 872. — El zumo de limón contra el mal gusto
de la boca. El agua salada para lavar las cacerolas. Aparato contra
el incendio y los robos, 874.—Modo de templar los objetos de porcelana para que no se rompan. Los naufragios en el mar Báltico, 876.—
El país más pobre en bosques. Substancias colorantes venenosas. Los
bigotes del kaiser, 884. —Jornal que sacan algunos mendigos. Campesino octogenario aprendiendo á leer y escribir, 888. — Producción
del petróleo. El cable más grande del mundo. Lo que puede escribir
una persona. La posición del hombre con relación al meridiano ó los
polos del imán de la Tierra. Muertos y gastos en la guerra rusojaponesa. Lechoncillo original. El corte de las ballenas. Mendigos
en Viena, 914. — Pérdida de calor del carbón si se guarda en una
habitación. El Corán prohibe la lectura de novelas y cuentos. Meyerbeer á los nueve años, 954. — La memoria según las estaciones.
División de la atmósfera en dos capas. Tumba de Mahoma. El nombre
de los niños en la India. El Monte de Piedad en Roma, 960.
IiA ESCUELA MODERNA
uriSTA tmmm
r ADiiuisTMTirA m PRIMERA mmmk
BALANCE
ANUAL
Poco tiene que agradecer el magisterio primario al año que
terminó en 31 de diciembre último. Dudas, sospechas, desconfianza : todo esto sin duda alguna sirvió de base al anterior
ministro de Instrucción pública para las determinaciones que
tomara en el ramo que tuvo á su cargo casi tres años.
No hemos de hacer el análisis de las disposiciones relativas
al descenso de categoría de las escuelas, medida absurda en este
país y en todos los países del mundo, y que puso en movimiento
permanente al magisterio, con perjuicio de su salud, con perjuicio de sus intereses y de los intereses de la enseñanza.
Ni hemos de juzgar tampoco los decretos de Inspección y de
Secretarias de Juntas provinciales, que tuvieron el privilegio de
ser materia de discusión en todos los periódicos profesionales y
de que la prensa política los criticara en sentido desfavorable.
Allá el Sr. Kodríguez San Pedro con su conciencia, y allá sus
consejeros áulicos, que se despacharon á su gusto trabajando
con el entonces ministro para imponer á los maestros exámenes
frecuentes á destiempo; Memorias pedagógicas por activa y por
pasiva; fiestas escolares en los meses menos á propósito; en
suma, toda una serie de disposiciones encaminadas, no á enterarse del estado de la primera enseñanza, que eso es lo que menos importa para ciertas gentes, sino con el noble deseo de molestar á los niños y á los maestros, señaladamente á estos últimos, porque á las grandes prebendas que disfrutan es necesario
agregar cuarenta y cinco días de vacaciones caniculares, contados hasta por horas, y que deben desaparecer á todo trance.
TOMO XXXII.—NÚM. 1.°
1
2
LA ESCUELA MODEENA
Á mayor abundamiento, ya sabemos lo que se dice en todos
los tonos respecto de la capacidad de los maestros para la misión
que desempeñan. Diputados y senadores de todas las ig-lesias
políticas militantes, catedráticos de Universidades é Institutos,
todos cuantos de un modo directo ó indirecto se ocupan de la
primera enseñanza, sin saber en qué consiste, porque no la conocen, y no conociéndola no hacen más que pegar palos de
ciego y hablar de memoria de lo que no entienden, todos ellos,
repetimos, toman al maestro como objeto de sus burlas, ó como
cabeza de turco, sobre la cual descargan golpes sin piedad, atribuyendo al magisterio las desdichas y calamidades de la patria.
Los republicanos, por boca de Lerroux, nos brindan este
obsequio diciendo que las escuelas púMicas son zahúrdas y los
maestros unos seminaristas rutinarios que no hacen más que repetir lo que aprendieron de los curas.
Los catedráticos de Instituto nos cuelgan el milagro de que
los muchachos de las escuelas públicas van mal preparados para
el ingreso en la segunda enseñanza, sin tener en cuenta que
estos niños, todos de familias pobres, no ingresan en esa enseñanza, porque abandonan la escuela muy pronto para dedicarse
á un oficio, y si ingresaran se vería, como se ha visto, que no
solamente tienen una buena preparación, sino que su estancia
en el Instituto destruye por completo la labor educativa adquirida en la escuela pública.
Debe, por tanto, rectificarse este juicio erróneo, y si existe
la mala preparación en los alumnos, cargúese á la cuenta corriente de los colegios particulares, que son los encargados de
instruir á los niños de familias acomodadas; mas no á los maestros de las escuelas públicas, cuyos niños, si completan su primera educación, no es para estudiar después una carrera científica ó literaria, sino todo lo más para desempeñar una plaza de
escribiente, ó para ser dependiente de una casa de comercio.
También debiera rectificarse este otro juicio desfavorable
para el magisterio, que ninguna culpa tiene de lo que ocurre
en las escuelas, y que en forma culta, como acostumbra, aunque va contra el Estado, no quedan los maestros bien librados
en la Crónica de El Liberal del 12 de este mes, escrita por el
notable publicista D. Joaquín Dicenta.
El hermoso concepto que tiene de la escuela primaria el nuevo concejal republicano es el mismo que tienen todos los maes-
BALANCE ANUAL
ó
tros españoles y toda persona de sentido común; y á la formación de ciudadanos útiles, fuertes de cuerpo, nutridos de espíritu
y con firme voluntad para cumplir el deber, dirigen y encaminan sus aspiraciones, y algunas escuelas realizan esta misión,
como puede observarlo cuando quiera el distinguido escritor
que nos ocupa. Mas... ¿qué ha de hacer el maestro en una mala
cuadra por escuela, con un regimiento de niños hacinados, ó
poco menos, que no caben de pie ni sentados, que no coinciden
en edad ni en estado de desenvolvimiento intelectual, y sin poder exigirles puntual asistencia, porque antes de la clase los
ocupan sus padres en quehaceres domésticos, mucho más atendibles para ellos que los de la escuela?
Sepa el Sr. Dicenta que en la escuela pública no se canturrea; ni el maestro está convertido en dómine con disciplinas;
ni el niño es repetidor mecánico de ajeno trabajo; ni se le esclaviza con esa disciplina carcelaria, origen de permanente rebeldía; ni se hacen otras cosas más que se escriben contra el m a gisterio, como si éste fuera responsable de las faltas del Estado,
de las exigencias de los caciques, de la persecución indirecta por
parte del clero, de las imposiciones de las Juntas locales, y de
mil y mil contrariedades que forman la atmósfera respirable de
este pobre funcionario público, más digno de lástima que de
que se le apliquen esos calificativos despreciables inmerecidos.
Sepa además el Sr. Dicenta que existen algunas escuelas,
pocas por desgracia, con jardines, en los cuales los niños viven
alegremente entre pájaros y entre ñores, sin que se los atormente con el deletreo insulso ni con abstractas lecciones de memoria, que matan la inteligencia, ni con ningún género de castigo, que rebaja más al que lo emplea que al que lo sufre, siendo
además causa originaria de la hipocresía y de que se considere
la escuela como un lugar de tormento.
No es el magisterio, no, partidario de los castigos corporales,
ni mucho menos, porque sabe su ineficacia y porque está convencido de que el amor, y no el temor, es el mejor fundente de
las voluntades, y porque en materia de educación tiende más á
la profilaxis que á la aplicación de la medicina moral, única que
se aplica, y con harto sentimiento, porque á ello le obligan las
durísimas circunstancias en que se encuentra, no por culpa suya,
sino porque en este desgraciado país no se quiere que haya
educadores ó formadores de ciudadanos capacitados para el ejer-
i
LA KSCUELA MODEKNA
cicio de SUS funciones; sino que se entregan á un maestro 200
chiquillos, que no caben en la escuela, para que hag-a de ellos
200 sabios rutinarios en unos cuantos meses. Y ¡pobre maestro
si en los exámenes al uso no contestan los niños á las exigencias caprichosas de los ignorantes examinadores!
Si el ilustrado concejal republicano, cuyas nobles intenciones
aplaudimos, se tomara la molestia de visitar las escuelas con
alguna frecuencia y sin aviso previo, observaría desde luego las
muchísimas dificultades con que luchan los maestros públicos,
abandonados á sus propias fuerzas, deprimidos y hasta maltratados por quien debiera animarlos, y cambiaría por completo de
opinión, seguramente, trasladando á la partida del Haberlo que
con notoria injusticia se inscribe en la partida del Deie, correspondiente á quienes tienen interés en que el pueblo permanezca
estacionado y dormido en el sueño de la ignorancia, manejándolo fácilmente, como se maneja un rebaño sin má,s armas que
el garrote del pastor.
tíl magisterio español, sépalo el Sf. Dicenta, es amante del
progreso de su país, y en este sentido trabaja con entusiasmo
mucho más de lo que le permiten las pésimas condiciones en
que el Estado lo tiene colocado. Si no hace más, cúlpese á quien
tuvo á los maestros años enteros sin pagarles el mísero salario
que les adeudaba; á quienes por no querer, no han tenido ni
tienen, ni probablemente tendrán, locales-escuelas dignos de
este nombre, y á quienes por todo estimulo no guardan para el
magisterio sino palabras de desprecio, sin duda porque les consta
que esta clase tan humilde no dispone de más armas que la
abnegación y la paciencia, cuyos límites seguramente hubieran
roto ya otras clases menos sufridas que la nuestra.,
¿No es verdad, Sr. Dicenta, que se necesita entusiasmo, ó
grandeza de alma, ó mansedumbre, ó algo más que no se dice,
para continuar al frente de las escuelas después de los elogios
que recibimos á diario de quienes tal vez, y sin íal vez, nada
serían sin el esfuerzo titánico del pobre maestro, que consume
su existencia por elevar á las alturas á los desagradecidos que
tan mal lo tratan? Si el magisterio no fuera tan desinteresado
como lo es, otra muy distinta sería su suerte, porque en sus
manos tiene el mejor procedimiento para formar una nueva sociedad, que sería lo que al magisterio conviniere.
E. BARTOLOMÉ Y MINGO.
LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADRID
Con el mes de octubre pasado comenzó el nuevo curso en las
escuelas de adultos de esta corte, y con el de noviembre en las
restantes de España. Este hecho, que nada tiene de extraordinario, puesto que en años anteriores también han venido funcionando dichas escuelas ó clases, me ha sugerido la idea de escribir
algo sobre la enseñanza de adultas, refiriéndome especialmente
á la de Madrid, para poder deducir el gran partido que de ella
podria sacarse (si se le prestara la atención y el apoyo que merece) para elevar el nivel educativo de la mujer española, en
particular de la que pertenece á las clases pudientes, al grado
de perfección que reclaman de común acuerdo la civilización
moderna y la importantísima misión que desempeña en la sociedad y en la familia.
Mas para proceder con el orden y método debidos, dividiré
mi trabajo en varias partes, en correspondencia con el siguiente
programa :
Concepto de las escuelas de adultas. — Su creación legal en
España, y particularmente en Madrid. — Resultados que han
dado las de esta localidad. — Mejoras que pudieran hacerse en
ellas. — Conclusión.
Son las escuelas de adultas, desde el punto de vista que voy
á considerarlas, las establecidas legalmente en algunas escuelas
públicas de niñas, donde, en horas designadas al efecto, adquieren los conocimientos relativos á la primera enseñanza las jóvenes analfabetas de quince años en adelante, ó las que, poseyendo algunos de estos conocimientos, desean ampliarlos y perfeccionarse en ellos.
De aquí se colige que esta institución suple y repara en unos
casos, continúa y perfecciona en otros la obra confiada á la escuela primaria, llenando provechosamente la inmensa laguna
de tiempo que media desde que una alumna deja de asistir á la
6
LA ESCUELA MODERNA
escuela de niñas hasta que empieza á ejercer sus funciones de
ama de casa.
*
* *
La creación leg-al de las escuelas de adultas en España es relativamente moderna. Nuestros legisladores tuvieron en olvido
imperdonable por largo tiempo este fecundo manantial de cultura femenina, que pudo ser explotado mucho antes en favor
de la mujer del pueblo si las clases referidas se hubieran establecido al mismo tiempo que sus similares las de adultos. Sí; en
ese manantial debieron ya purificarse de su analfabetismo y su
ignorancia varias generaciones : las que son madres, abuelas y
aun bisabuelas de las niñas de hoy, hubieran podido recibir
preparación más adecuada para cumplir sus deberes, y... acaso,
acaso muchos de los males que la sociedad actual lamenta, h u biéranse evitado.
Y no es que yo me encuentre en este momento más imaginativa que razonable para dar á las clases de adultas una importancia exagerada, sino que por los resultados que ahora dan,
por los hechos y hasta por el sentido común, juzgo que son necesarias. Así lo han entendido también, antes que nosotros, en
otras naciones, y si no dígalo Francia, en donde se eleva á mwcAos miles e\ número de las que tiene establecidas, sin contar las
muchísimas escuelas profesionales que tiene destinadas á las
jóvenes que, poseyendo la primera enseñanza, desean ampliarla
y aprender además un oficio.
En nuestra patria querida se comenzó la creación legal de \
las escuelas de adultas, aunque no de un modo terminante, en \
el Real decreto de 26 de octubre de 1901, y de igual manera se
ha continuado en la Real orden de 28 de octubre de 1906, y sobre i
todo en la de 1.° de enero de 1907.
^
Todavía no es esto suficiente, pero al amparo de estas reales i
disposiciones se han creado en varias poblaciones clases domini-f
cales para adultas, y en otras nocturnas diarias, especialmente!
en Barcelona y en esta corte. El primer paso está dado, pues, y
lo que falta creo que podrá conseguirse, trabajando con íe y sin
desalientos.
Concretándome ahora á la enseñanza de adultas en Madrid,
es decir, á la que se da en las clases nocturnas establecidas en
las escuelas públicas de niñas, diré que, hasta hace pocos años,
LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADEID
7
siguió la misma suerte que en el resto de la Nación, pues no
tengo noticia de que haya funcionado ninguna clase dominical,
y la primera nocturna diaria que se fundó data del año 1901.
Efectivamente, en 29 de junio de dicho año, y por iniciativa
de la señora inspectora de las escuelas municipales, D.'' Matilde
García del Real, comenzó á funcionar con diez alumnas la primera escuela de adultas, que por entonces fué servida gratuitamente por la maestra de la elemental de niñas núm. 21 (Cuatro
Caminos), en cuyo local se instaló; siendo actualmente la única
de mujeres que en esta localidad se paga con cargo á los presupuestos del Estado, pues los gastos que ocasionan las demás
corren á cuenta del Excmo. Ayuntamiento.
La semilla echada en aquella escuela fructificó de tal modo,
que á partir-del año siguiente, ó sea del curso de 1902 á 1903, se
fueron estableciendo algunas más, hasta que se completó el mimero de 11, que funcionaron varios años, distribuidas convenientemente en los diferentes distritos. La mayoría de éstas se
fundaron también á propuesta de la inspectora citada, y todas
con el alto apoyo del entonces delegado regio de primera enseñanza, Sr. Ruiz Jiménez, que pudo alcanzar del Excmo. Ayuntamiento que incluyera en los presupuestos municipales el importe de las gratificaciones y material para su sostenimiento.
En el curso de 1907 á 1908, puede decirse que entraron las
escuelas de que vengo tratando en el segundo período de su
desenvolvimiento, que continúa, pues merced al impulso que
les dio el que fué delegado regio, Sr, Gascón, se ha elevado su
número á 19, y se han introducido en su organización mejoras muy importantes.
En cada una de estas clases nocturnas hay dos maestras, la
que dirige y la auxiliar, con lo cual puede atenderse mejor á la
marcha de la enseñanza. En los primeros años solamente se
nombraba auxiliar donde la matrícula excedía de 25 alumnas.
La asistencia media de adultas en las clases de Madrid durante el curso de 1902 á 1903 fué de 204, correspondiendo á 27
por escuela; y en el de 1907 á 1908 se elevó á 673, que da 32 por
cada una, sin que haya después disminuido este término medio.
De todos estos datos podemos deducir que la asistencia va en
aumento, y seguramente crecerá en años sucesivos, cuando se
vayan apreciando en todo su valor los beneficios que reportan
estos centros de cultura. Sí; en ellos se libra del vergonzoso yugo
8
LA ESCUELA MODEBNA
de la ignorancia á las jóvenes que no asistieron á las escuelas
primarias en edad oportuna, ó que no aprovecharon el tiempo,
y adquieren los conocimientos necesarios para borrar sus nombres de la humillante lista de analfabetas; ampliando y perfeccionando otras los j'a adquiridos, imprimiéndoles un carácter
de aplicación en armonía con las necesidades de la edad adulta
en que han de hacer uso de ellos.
En esas clases ó escuelas, como quiera llamárseles, aprenden
I todas las alumnas, aunque en distintos grados, según el de su
instrucción y aptitudes, á expresar sus pensamientos con claridad y corrección, verbalmente y por escrito, y á interpretar fielmente los de los demás; á redactar una carta, recibo ó documento usual sin ayuda de nadie; á conservar la salud de cuerpo
[H y alma por medio de los principios y hábitos de higiene, moralidad y religión que se les inculcan; á llevar puntualmente la
contabilidad doméstica, aplicando las reglas de la Aritmética y
de la Economía á la formación de los presupuestos de la familia,
nivelando los gastos con los ingresos, y llevando la cuenta del
gasto diario, de la lavandera, etc. etc.; á componer un memí
para cada día de la semana sin traspasar la cantidad disponible;
á dibujar un festón, unas cifras ó un ramito para bordar sin
tener que acudir á manos mercenarias; pero... ¿á qué seguir, si
puede decirse en una frase? Allí aprenden á discernir todos sus
deberes y derechos y á cumplirlos.
Y todo esto vivificado por el constante celo y entusiasmo de
las profesoras, que se esfuerzan por hacer la enseñanza amena
y agradable, sosteniendo cuando es preciso con sus discípulas
conversaciones de propósito suscitadas para comentar, por ejemplo, un hecho sucedido del que pueden sacarse útiles y morales
consecuencias para dar un consejo, resolver una duda, etc.
Como complemento de esta hermosa labor suelen realizar
las alumnas, acompañadas de sus maestras, varias excursiones
á los Museos de Ciencias Naturales, Arqueológico, de Pinturas,
etcétera, donde reciben lecciones á la vista de los objetos, y recogen en medio de la mayor alegría datos é impresiones que
consignan después en resúmenes escritos. En el curso de 1907
á 1908, una sección de diez alumnas y las profesoras de una de
estas escuelas hicieron una excursión al Escorial para admirar
el grandioso monumento artístico que allí se conserva, habiendo
sufragado generosamente la Universidad Popular la mitad de
LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN M A D B I D
9
los gastos ocasionados por tal motivo, y en el curso pasado la
han hecho á Toledo con el mismo objeto.
Por último, las conferencias familiares que las maestras dan
á sus discípulas se han completado estos últimos cursos con
otras muchas que, sobre higiene, enfermedades contagiosas,
costumbres, literatura, monumentos artísticos é históricos (éstas
con proyecciones) y otros asuntos á cuál más sugestivos y moralizadores, han desarrollado personas de reconocida competencia, que desinteresadamente se han asociado á la obra de regeneración social que representan las escuelas referidas, habiendo
algunas en que se han llegado á dar de 30 á 40 durante los cinco
meses de curso, siendo la Universidad Popular mencionada la
entidad que mayor número de conferenciantes viene prestando.
Esta es la vida interior, la vida pedagógica que llevan las
clases nocturnas de adultas de Madrid, como puede comprobarse
por los datos y trabajos que se conservan, por las notas de la
Inspección y por las mismas alumnas, que se muestran satisfechas de los resultados prácticos obtenidos. Pero demostrado ya
que dicha institución se encuentra evolucionando hacia su perfeccionamiento, aunque en estado próspero en lo posible, cabe
hacer esta pregunta: ¿Qué medios pueden emplearse para que
aumenten y mejoren sus rendimientos civilizadores é instructivos? Muchos, según mi humilde opinión; pero sólo expondré los
que creo más fáciles de ponerse en práctica.
Si es cierto que la mujer se halla dotada de las mismas facultades que el hombre y para idénticos fines, ¿por qué á éste se le
han de facilitar más medios de perfeccionarse que á aquélla"?
Se alegará tal vez que, siendo el hombre el encargado de
ganar el sustento de la familia, necesita preparación especial y
más establecimientos donde pueda ponerse en condiciones de
hacerlo de una manera inteligente y de realizar su vocación.
Pero si esto es una verdad, también lo es que, en el estado actual
de la sociedad, la mujer se ve obligada en muchos casos á ganar
lo necesario para subvenir á las necesidades de ella y de los
suyos, y, por consiguiente, merece que se le allanen caminos
para ello, y se le abran horizontes y puertos de salvación.
Por otra parte, esa especie de sacerdocio que la mujer ejerce
10
LA ESCUELA MODEBNA
en el hogar doméstico, donde no sólo es la compañera de su
marido, sino la primera educadora de sus hijos y la encarg-ada
del gobierno interior de la casa, ¿no requiere también una preparación adecuada, siquiera la que dan los conocimientos comprendidos en la enseñanza primaria, aplicados al mejor cumplimiento de esa misión augusta? Y esa preparación, ¿no se adquiere,
según llevamos dicho, en las escuelas de adultas? ¿Por qué, pues,
ha de haber menor número de éstas que de adultos?
Es m á s : creo sinceramente que el Estado ó los Municipios
debieran establecer en cada escuela pública de niñas una clase
nocturna de adultas con el doble carácter de supletoria y continuadora de la primaria. Hace pocas horas han llegado hasta mí
noticias halagüeñas que me hacen creer que el Excmo. Ayuntamiento de Madrid ha tenido en cuenta este asunto al confeccionar sus presupuestos para este año.
En cuanto á la organización de dichas clases, creo que debiera hacerse en forma graduada, con tres maestras por lo menos,
cada una de las cuales pudiera encargarse de un grado ó sección
de los tres en que deben clasificarse las alumnas; á saber : grado
elemental para las iletradas, grado medio para las que poseen
algunos conocimientos, y superior para las que deseen perfeccionarlos.
Sin embargo, por razones de economía, dignas de tenerse en
cuenta, bastaría con que se nombrasen dos maestras para cada
escuela de nueva creación; y por la misma causa puede seguirse
la costumbre de que sea el personal que trabaja en las diurnas
el que preste servicio en las de la noche, en lugar de nombrarse
maestras especiales, aunque este punto es muy discutible, pedagógicamente considerado.
Mas si el apoyo material del Gobierno y del Municipio faltase por ahora, no por eso deben desmayar las maestras de esta
corte; y cada una de ellas puede, y le conviene, abrir en el local
de su escuela una clase nocturna de adultas, acogiéndose á la
regla 14 de la Real orden de 1." de enero de 1907, que las autoriza
para ello, y para cobrar de las alumnas la retribución voluntaria que convengan libremente, á fin de atender á los gastos de
la enseñanza, debiendo llenar en tal caso todos los requisitos que
dicha regla prescribe.
El cumplimiento de ella sería el comienzo de una nueva fase
de adelanto para las escuelas mencionadas, y seguramente ter-
LAS ESCUELAS DE ADULTAS EN MADBID
11
minaría haciéndose cargo de todas el Municipio ó el Estado,
como ha sucedido con la ya citada de los Cuatro Caminos, que
se ahrió con el mismo carácter de voluntaria y completamente
gratuita.
Otra de las mejoras que dehen llevarse á cabo para difundir
la instrucción y el gusto á la lectura, base de ella, es la creación
verdad de bibliotecas escolares y circulantes capaces para nutrir
de buenos libros, tanto científicos y de recreo como morales y
religiosos, á las alumnas que de ellos quieran aprovecharse en
cualquier tiempo; y al efecto, lo práctico sería que las maestras
solicitasen, y el señor delegado regio recabase, del Ministerio de
Instrucción pública las colecciones de lil)ros que para esto puede
conceder, haciéndose además una indicación á los particulares
por medio de la prensa, por si quisieran donar algunos ejemplares de su propiedad para dicho objeto. Hasta llegar á generalizarlas, se podrían establecer una ó dos solamente en cada distrito
ó barrio, aprovechable para todas las escuelas de adultas comprendidas en él, y aun para las diurnas que de ellas necesitasen.
Pero no basta con esto, sino que serla muy conveniente, y
hasta preciso, que las maestras de adultas organizasen en sus
escuelas, durante el periodo larguísimo de vacación, ciertas
reuniones ó fiestas k que las alumnas pudieran concurrir para
oír, por ejemplo, conferencias prácticas ó celebrar lecturas públicas sobre asuntos escogidos de antemano, permitiéndoles que
las comentasen y discutieran. De este modo perderían la timidez
para hablar en público, se acostumbrarían á razonar y discurrir,
no olvidarían ciertos conocimientos, y sobre todo, por medio de
estos actos se fomentarían las relaciones de afecto que deben
existir entre maestras y discípulas, y se mantendría vivo el
deseo de reanudar el trabajo escolar en el curso siguiente.
Otra de las cosas que convendría reformar es la duración del
curso, que creo debiera ser de seis á siete meses (en Francia dura
de octubre á mayo), pues resultan muy pocos cinco de clase para
para aprender, y los siete de vacaciones más que suficientes para
olvidar gran parte de los conocimientos.
En cuanto á los premios, claro es que la mejor escuela sería
aquella en que no tuvieran ^ue aplicarse ni éstos ni los castigos,
es decir, en la que se cumpliera el deber por el deber que hay
de cumplirlo; mas como la práctica enseña que las alumnas asisten con más puntualidad á clase cuando tienen esperanza de
12
LA ESCUELA MODERNA
conseguir alg-una recompensa á fin de curso, y atendiendo á su
modesta posición social, es conveniente que se concedan algunos
premios, bien en metálico, impuesto en la Caja de Ahorros, como
se hizo en años pasados, ó ya en vales que puedan canjear por
especies. De cualquier modo, la regla general que creo debe seguirse para su distribución es que sean muchos pocos, en vez de
pocos muchos, los que se destinen á cada escuela.
Y no quiero terminar mi escrito sin exponer también la importancia grande y transcendental que tendría para la obrera
madrileña la creación legal de las escuelas llamadas profesionales, según lo propuso ya en la Asamblea de Amigos de la Enseñanza celebrada en está corte en 1901 la ilustrada inspectora
de que hemos hecho mención; y de un libro suyo copio el s i guiente párrafo : La escuela profesional, ó de Artes é Industrias,
es otra odra complementaria de la escuela de adultos. Tiene for
objeto preparar á los jóvenes y d las muchachas para el oficio que
elijan como profesión, sin pasar por la atmósfera, casi siempre
perjudicial, del taller, y continuando al mismo tiempo su instrucción y educación. Huelgan los comentarios.
Por ahora, el ideal que deben perseguir las maestras de adultas es el de llegar á conseguir, dentro de un plazo de tiempo
relativamente corto, que no asistan á sus clases alumnas analfabetas por no haberlas en Madrid, y que sólo concurran las que
deseen ampliar y perfeccionar su cultura.
CONCEPCIÓN GÁLVEZ DELGADO.
--•^^rty^ O-o-o*-»—
CURIOSIDADES
Un mástic de caucho que se emplea para los aparatos de Química y de
Física, y que conserva mucho tiempo la ductilidad sin secarse, se prepara del modo siguiente: á fuego suave se funde caucho natural, y cuando
está en fusión se añaden de 12 á 15 partes de sebo, teniendo cuidado de
remover la mezcla, hasta que adquiera el aspecto de una pasta bien homogénea. Luego, sin dejar de moverla, se mezcla con cal bien apagada, en
polvo, hasta que todo ello adquiera suficiente consistencia. La cantidad de
cal que debe echarse depende de la ductilidad que se quiera obtener.
Con una parte de cal se obtiene un mástic blando; á partes iguales sale
duro y ofrece la ventaja de conservarse siempre perfectamente elástico.
Para usarlo, se emplea una espátula, si todavía está tibio, ó una hoja
de cuchillo ligeramente calentada si está frío.
'PKDAaOGÍA
(1)
Excursión sobre estudios de cultura general.
Presididos por el celoso profesor de Pedagogía del Instituto,
D. José García y García, tuvimos el placer de asistir á la última
excursión pedagógica, en la que, además de los alumnos aspirantes al magisterio, tomaron parte maestros titulares, que, conocedores de la importancia educativa de estos trabajos, rogaron
al Sr. García les permitiera asistir á las sucesivas, siendo admitidos por dicho señor con la amabilidad que le caracteriza.
Á las trece próximamente partimos de la plaza de San Pedro, nos dirigimos hacia la calle y cuesta del Matadero, y al
final de ésta, el profesor nos dijo que cuando se reconquistó
Huelva construyeron en la cima del cabezo de Mardoqui que
teníamos á la vista, y en los alrededores de la piedra que hasta
hace poco existía con el nombre de Piedra del Moro, un suntuoso castillo con cuatro hermosas torres ó fortines, que juntamente con otros que levantaron en Punta Umbría y la Torre de
la Arenilla, constituyeron la defensa de Huelva, pueblo entonces de escasa importancia.
Sobre el mencionado cabezo se hallaba el antiguo cementerio
de la villa.
Continuamos en dirección á la plaza de la Merced, y el señor
profesor nos dijo que la iglesia, la Diputación y el Hospital Provincial ocupan el local del antiguo convento de los frailes de la
Merced, construido en el año 1605, siendo señor de Huelva el
conde de Niebla, D. Alfonso Pérez de Guzmán, debido á las
simpatías que este señor conservaba á los frailes de esta Orden,
y bajo cuya protección I). Pedro San Clemente, conventual del
(1)
Véase el cuaderno correspondiente al mes de diciembre último.
14
LA ESCUELA MODERNA
establecido en Rota, se trasladó al de Huelva con catorce frailes
mercenarios; que dicho convento llegó á ser de gran importancia, pues tuvo cuarenta y ocho frailes de los más venerables,
y sirvió para el noviciado de toda la provincia.
En este solar se halliaba la capilla de San Roque, abogado
contra la peste, epidemia que azotó á Huelva repetidas veces,
siendo asilo de los primeros frailes de la Merced, que se establecieron luego en el convento una vez terminada su construcción.
Nos encaminamos á la fábrica del gas. Por el camino fuimos
interrogados acerca de lo que es el aire, su composición, elementos, densidad, transparencia, etc. Asimismo se trató de la
altura y del color que presenta la atmósfera en grandes cantidades, y que, por lo tanto, lo que llamamos cielo no es otra cosa
que el color de la masa atmosférica, debido á la reflexión de los
rayos luminosos sobre las pequeñísimas moléculas de que se
compone el aire.
Entramos en la fábrica del gas dirigiéndonos primeramente
á los grandes gasómetros, cuya descripción nos explicó el profesor en la anterior excursión; pero, no obstante, consignaremos que están formados por planchas de hierro curvadas en
forma cilindrica. Nos fijamos en que están rodeados en su parte
inferior por una capa de agua como de 15 centímetros de anchura, que tiene por objeto purificar el gas, impidiendo al mismo
tiempo que salga al exterior el fluido, que se deslizaría al no
ajustar herméticamente entre las dos vasijas interior y exterior
que constituyen el depósito.
De estos gasómetros sale la tubería que lleva el gas á la población, en la que está la llave de paso para graduar el abastecimiento y presión del fluido.
Estuvimos viendo los hornos destinados á la calcinación de
la hulla, donde se obtiene, además del gas, que es su principal
objeto, el betún y el carbón de cok, de muchas aplicaciones en
la industria, y el de retorta, de gran importancia en la Química.
Nos enteramos de las operaciones todas, y tomamos ejemplares
de carbón de piedra, de cok, de retorta y escoria.
Pasamos después á visitar las máquinas productoras de la
luz eléctrica. Éstas se hallan instaladas en edificio construido
PEDAGOGÍA
15
expresamente. En su centro encontramos dos máquinas de vapor
de diferentes tamaños colocadas en sentido inverso. Á su vista
se nos explicó clara y minuciosamente lo que es cuerpo de bomba, caja de distribución, pistón, émbolos, bielas, manivelas,
árbol, volante, válvulas, regulador y piezas que sirven para
poner en movimiento la dinamo eléctrica.
Esta máquina es la productora de la electricidad por inducción, desde la que pasa este fluido á dos conductores generales
llamados cables eléctricos, uno positivo y otro negativo, así denominados por inducir fluidos contrarios, esto es, uno electricidad vitrea y otro electricidad resinosa.
También nos explicó el mecanismo de los aparatos destinados á medir la electricidad, su cantidad, intensidad y dirección,
como asimismo aquel donde van á parar los cables, pasando por
una pieza de alambre de plomo que'tiene la propiedad de fundirse, dejando aislada la instalación cuando por ella pasa excesiva cantidad de ñúido eléctrico.
Examinamos los variados y curiosos objetos que nos rodeaban, pasando, por último, adonde están las calderas de vapor,
que son de forma cilindrica, y se encuentran colocadas una junto
á la otra en posición horizontal. En la parte superior de ellas
hay un aparato llamado manómetro, y en el centro y algo á la
derecha un tubito de vidrio colocado casi verticalmente. El primero de estos aparatos sirve para medir la tensión del vapor, y
el segundo para determinar la altura del agua en el interior de
la caldera.
Además tuvimos ocasión de ver el depósito de alquitrán, de
carbón de cok y de piedra, cables, redes protectoras, postes,
aisladores y otros varios objetos. Todas estas cosas, unidas á las
oportunas explicaciones de nuestro profesor, nos suministraron
ideas generales de gran importancia, que no hubiéramos adquirido en mucho tiempo al no emplearse forma tan práctica é
intuitiva.
** *
Llegamos á la línea férrea de Zafra. En ella fué interrogado
uno de los compañeros sobre la dirección en que marchábamos.
Ésta era N., y el señor profesor, después de exponer el procedimiento para orientarse á cualquier hora del dia, nos detuvo
para examinar el horizonte que se extendía á nuestra vista, for-
16
LA ESCUELA MODEENA
mado por la línea curva en que parece juntarse el cielo con la
tierra, llamándose horizonte sensible ,para distinguirlo del otro,
que es un círculo máximo y paralelo al anterior, llamado horizonte racional porque no se conoce por la simple percepción;
como asimismo que el horizonte visible es tanto mayor cuanto
más elevado se halla el punto de observación, como, en efecto,
lo comprobamos después prácticamente subiendo á un cabezo.
Llamó nuestra atención el Sr. García sobre los rails de la
línea férrea, pues sus extremos no estaban unidos como era de
esperar, sino que, por el contrarío, los separaba una distancia
de algo más de un centímero, diciéndonos que esto no era obra
de la casualidad ni descuido de los operarios, sino que estaban
muy bien colocados, pues de otra manera llegarían á chocar y
aun curvarse en el verano á causa de la dilatación que el hierro,
como todos los demás cuerpos, sufre con el calor, aprendiendo
con este motivo lo que se entiende por coeficiente de dilatación,
distinguiendo el lineal del superficial y del cúbico.
Como prueba nos expuso el profesor lo que sucede en los
bancos de los paseos, cuyas tapas de piedra se ven partidas, debido á que la baranda de hierro que les sirve de respaldo se
dilata con el calor, y por la fuerza con que lo hace produce la
rotura de dichas piedras por los puntos de las espigas de hierro
que les sirven de apoyo. Por el mismo fenómeno se altera, según
las estaciones, la longitud de los péndulos de los relojes de pared,
variando por esta causa la marcha regular de estas máquinas,
retrasando en el verano y acelerando su marcha en el invierno.
Para evitar estas alteraciones se construyen los péndulos compensadores, por los que se consigue la neutralización de las dilataciones de tal modo que la longitud del péndulo es siempre la
misma, y por tanto la marcha del reloj siempre exacta. Que esta
propiedad es también utilizada por los encargados de construir
ruedas de carretería, en la difícil operación de colocar los aros
sobre el armazón de madera, calentando el cerco de hierro previamente para conseguir mayor diámetro, y después de colocado se produce por enfriamiento el más fuerte y sólido ajuste.
***
Seguimos por la línea de Zafra, no sin ser objeto de continuas preguntas hábilmente dirigidas por nuestro profesor
PEDAGOGÍA
17
acerca de lo que eran eje terrestre, polos, linea vertical, cénit,
nadir, etc.
Casi sin darnos cuenta llegamos frente á la fábrica de ladrillos, situada á la derecha de la línea férrea, propiedad de D. José
Muñoz Carrión, y con el consentimiento del encarg:ado penetramos en ella.
Primeramente vimos grandes pilas de ladrillos de diferentes
clases y tamaños, unos finos, hechos á máquina, y otros bastos,
construidos á mano. Vimos cómo se fabrican los primeros,
echando en la máquina el barro convenientemente amasado,
saliendo la obra tan acabada y perfecta, que nada dejaba que
desear. Estos ladrillos se aplican principalmente á la construcción de obras finas, como en los zócalos y cornisas, en las solerías de las habitaciones, en los asientos de las plazas y en todos
aquellos labrados de más lucimiento; y los otros, á la construcción de toda clase de muros, citaras, tabiques, bóvedas, arcOs,
etcétera.
Después observamos las faenas de algunos operarios encargados en la confección de ladrillos. Era de ver con qué prontitud y esmero ejecutaban su trabajo aquellos laboriosos obreros.
Uno de ellos, niño de catorce á quince años, era el encargado
de preparar la masa, ponerla en los moldes y sacar hecho el
ladrillo. Otro tenia á su cargo el transportarlo á una tabla, en
la que mediante determinado tiempo expuestos al aire adquieren
la consistencia necesaria, y entonces eran llevados á la prensa,
en donde por un sencillo manejo se comprimen, marcándose las
iniciales del dueño de la fábrica.
También vimos la fabricación de cántaros, macetas, lebrillos
y otros objetos, trabajo muy curioso que llevaba á cabo el operario Juan de Dios Jara en un torno compuesto de dos ruedas, una
en la parte inferior y otra en la superior. La mayor es la colocada en la parte inferior, y sirve para que el obrero haga funcionar el aparato por medio de los pies, y la más pequeña, colocada arriba, para poner en ella masa y por medio de las manos
formar el objeto. Nos fijamos en las pilas de preparar el barro,
donde se soba por el pisado.
Estuvimos también en otra alfarería inmediata, propiedad de
Francisco Sotomayor, donde además de presenciar lo que en la
anterior, encontramos cazuelas, jarrones labrados, tinajas y otros
objetos primorosamente construidos.
TOMO XXXII.—NÚM. Í.°
2,
18
LA ESCUELA MODEBNA
Á los pocos pasos entramos en el horno de ladrillos de don
Vicente de la Corte. Nos enteramos perfectamente de la fabricación de canales y diversas clases de losetas y baldosas de diferentes dimensiones.
*
Cuando llegamos á este sitio ya hacia más de dos horas que
estábamos fuera de la población, y aprovechando las circunstancias de que grandes troncos de eucaliptos invitaban á ello,
tomamos asiento algunos instantes; pero como la casualidad
dispusiera que nos encontrásemos á la orilla de un huerto, nuestro incansable profesor supo aprovechar la ocasión para hablarnos de las plantas leguminosas y darnos idea de las principales;
después tomó varias hojas, y con ellas á la vista nos explicó qué
eran hojas, pecíolos, limbo, base, vértice ó ápice, bordes, epidermis, nervios, parenquima, etc.
Nos dijo que las hojas sirven para solicitar, atraer, elaborar
y mejorar la savia de los vegetales, ejerciendo de verdaderos
pulmones; estudiamos las varias clasificaciones que se hacen de
las hojas, en simples y compuestas, opuestas, verticiladas, alternas, pecioladas, sentadas, etc., dándoles los nombres de cerradas, dentadas, acorazonadas, lanceadas y arriñonadas, según la
forma que afecta el limbo y disposición de los bordes, terminando con una sencilla explicación sobre las raíces de algunas plantas y la importancia de sus funciones.
Emprendimos el regreso por camino diferente, y en el trayecto nos encontramos con un almendro cubierto de ñores; cortámosle un ramo y estuvimos examinando lo que era el cáliz^
corola, estambre, pistilos, polen, ovario y la manera de formarse
el fruto, etc., siendo objeto de continuas preguntas por parte de
nuestro hábil profesor, que supo aprovechar las ocasiones oportunas para ponernos de manifiesto las importantes producciones de los árboles, arbustos y hierbas que encontramos á nuestro paso.
Caminando por la cima de los cabezos llegamos, subiendo y
bajando pendientes, al llamado de la Fuente Yieja, cuando el
sol, próximo á terminar su cotidiana carrera, nos permitía mirarlo frente á frente. El Sr. García nos hizo comprender la causa
de este fenómeno mediante una sencilla y comprensible explicación de Física, referente á la desviación que sufren los rayos
PEDAGOGÍA
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luminosos al pasar de un medio menos denso á otro más denso;
esto es, del vacío, en donde giran los astros, á la atmósfera que.
envuelve la tierra. Ley física que permite divisemos el disco del
sol cercano al horizonte, cuando realmente ya lo ha traspasado
y esparce sus rayos de luz por el hemisferio opuesto. Y cuando
el astro-rey se ocultaba hasta el siguiente día, nos marchamos
alegres y contentos á nuestras casas, no sin despedirnos cariñosamente de nuestro buen profesor, á quien tantas consideraciones debemos.
Asi terminó la segunda excursión pedagógica, dejando en
nuestros ánimos gratos recuerdos, pues en ella, además de fortalecer nuestro organismo respirando aire oxigenado y con saludables é higiénicos ejercicios de marcha y alpinismo, enriquecimos nuestra inteligencia con gran número de conocimientos
útiles.
* *
Verificóse la tercera en la misma forma y bajo la misma dirección que las anteriores, eligiendo como materia de estudio el
estado de las escuelas de primera enseñanza de la población, con
el objeto de adquirir los conocimientos especiales y propios de
nuestra profesión.
En las primeras horas de la tarde nos encaminamos hacia las
escuelas particulares situadas en la calle Duque de la Victoria,
propiedad de la Compañía inglesa de Ríotinto, con el propósito
de estudiar en ellas todo cuanto pudiera interesarnos.
El edificio presenta buen aspecto, consta de dos pisos y es
de moderna construcción; está emplazado en la parte más baja
de la ciudad, al Sur, en el extenso barrio del Carmen, y como
está situado en esquina, tiene dos fachadas; la principal frente
al Occidente, y la otra al Norte, recibiendo por mañana y tarde
los rayos directos del sol.
En este edificio existen tres escuelas : una de niños, otra de
niñas y otra de párvulos.
Entramos en la primera, recibiéndonos con mucha amabilidad el director Sr. Jouston y el maestro auxiliar D. Isaías, quienes se ofrecieron gustosos á facilitarnos cuantos datos le pedíamos por indicación de nuestro profesor.
20
LA ESCUELA MODEHNA
El personal consiste en tres maestros y dos auxiliares.
Comenzamos nuestro estudio por las salas de clases : la de
niños tiene forma cuadrangular, mide 7,20 metros de largo por
7,10 de ancho, y tiene una altura de 4,10 metros. Resulta, pues,
una superficie de 51,12 metros cuadrados y una capacidad de
209,592 metros cúbicos: teniendo presente que la asistencia media es de 40 á 45 alumnos, venimos en consecuencia de que corresponden á cada niño, por término medio, 1,20 metros cuadrados de superficie y 4,850 metros cúbicos de capacidad; datos que
se aproximan mucho á los que fija la Pedagogía, que marca 1,25
metros cuadrados y 5 metros cúbicos de aire por cada alumno.
El sistema de ventilación es bien sencillo, resultando en la
práctica suficiente y aceptable, suavizando algo las corrientes
bajas. Para producirlas tiene la sala cuatro ventanas, dos á, la
calle y dos al patio, dispuestas en esta forma : los primeros cristales están pintados para disminuir el exceso de luz, no irrite la
vista é impida al mismo tiempo la comunicación con el exterior;
á éstos siguen otros cristales sin visillos ni transparentes para
el fácil y elevado paso de la luz, y en la parte superior no existen cristales, quedando un postigo con una tela metálica que
facilita la entrada de! aire nuevo y la salida al exterior del enrarecido, que por su menor peso ocupa la parte alta de la clase.
La iluminación de la sala-clase es suficiente, su extensión
superficial y capacidad escasas, las paredes encaladas, sin revestimiento ni zócalos, el techo de bovedillas, el pavimento de ladrillos, cubiertos en su mayor parte por esteras de cordelillos para
que los niños tengan abrigo en los pies.
Examinamos las demás dependencias, que se limitan á sala
para profesores, vestíbulo, extenso patio enarenado, un cobertizo y gimnasio, retretes, etc.; todo en buen estado de conservación.
*
* *
Vamos á ocuparnos ahora del mobiliario y del material de
enseñanza, describiendo á grandes rasgos nuestras observaciones sobre este particular.
La plataforma es muy pequeña, y solamente caben en ella
la mesa y sillón del maestro, y á la derecha de ésta la mesa y
sillón del auxiliar; dato de verdadera importancia porque reco-
PEDAGOGÍA
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noce como origen la conveniencia de que la intervención del
maestro sea directa y constante en todos los trabajos de la
escuela.
Las mesas para la escritura son 19, todas de 0,76 metros de
altura y distantes unas de otras 0,28 metros. Están distribuidas
en tres grupos, en la forma siguiente^: seis ocupando el ala derecha de la clase, seis el centro, y las siete restantes el ala izquierda; todas son de construcción mixta, de armazón de hierro,
con tableros, travesanos y alzapiés de madera.
Por un sencillo mecanismo puede dársele á los tableros la
inclinación gradual que requieran los trabajos que, sobre ellos
se practiquen, llamando mucho nuestra atención ver que los
tableros podían volverse para el lado del asiento, transformándose en bancos con cómodo respaldo.
Estas mesas no tienen la misma longitud, pues mientras unas
miden 1,80 metros y sirven para cuatro plazas, otras miden 2,20
metros y están ocupadas por cinco niños. Los asientos tienen
una dimensión de 6,44 metros, y la diferencia entre la de éstos
y el tablero superior es de 0,32 metros.
De las dimensiones citadas se desprende que la mesa de cuatro plazas ofrece para cada niño 0,45 metros longitudinales de
tablero y asiento, que corresponde á una extensión superficial
de 0,1440 centímetros cuadrados de tablero y 0,0900 de asiento,
pues los tableros miden 0,32 metros de ancho y los asientos 0,20
metros.
Las mesas del centro, si bien miden 0,40 metros más de largo, como sirven para cinco alumnos, sólo corresponde á cada
uno 0,40 centímetros longitudinales, resultando una extensión
de 0,1280 centímetros cuadrados de tablero por 0',0800 de asiento.
Los tinteros son de porcelana, de forma cónica, y en vez de
tener, como es de ordinario, boca ancha, sólo presentan un pequeño orificio para introducir la pluma, ofreciendo la ventaja
de mayor dificultad para el derrame, á la vez que evita que los
niños se manchen y caigan en su interior cuerpos extraños que
puedan ensuciar y descomponer la tinta.
El material para la enseñanza de la Geografía consiste en
una colección de mapas hidrográficos y descriptivos, colocados
sobre los muros laterales de manera que sus reflejos no perjudican la vista de los niños.
Está muy extendido el uso de las pizarras de mano, en las
22
LA ESCUELA M O D E U N A
que practican ejercicios referentes á las diversas materia» que
abarca el programa g-eneral de estudio.
* *
Después de adquirir estos antecedentes, dispuso nuestro profesor que nos ocupáramos en tomar datos relativos al sistema,
método, forma y procedimientos de enseñanza, g-rado de la escuela, distribución del tiempo y del trabajo, clasificación de los
niños, programas y libros de texto, sistemas disciplinarios de
premios y castigos, exámenes y visitas de inspección, trabajos
manuales, lecciones de cosas, juegos corporales, excursiones y
paseos, ejercicios higiénicos, enseñanzas especiales y otras innovaciones.
Como la asistencia es de 40 á 45 niños, está implantado el
sistema simultáneo con alguna, aunque escasa, intervención de
monitores.
El método que siguen es el analitico-sintético, según lo r e quiere la índole de la materia y su mayor ó menor importancia,
y entre los procedimientos citaremos los ejercicios prácticos de
redacción, análisis, lecciones de memoria, cálculo aritmético y
uso general de los libros.
De la distribución del tiempo y el trabajo hemos de hacer
constar que los ejercicios se hallan combinados entre si, de manera que alternadamente se pongan en acción las distintas facultades del educando.
El examen general, unido á la visita de inspección, se verifica una vez al año, en el mes de junio, presidido por el director
del Seminario de Teología del Puerto de Santa María, que ejerce
el cargo de inspector de las escuelas de la Compañía de Ríotinto
por nombramiento especial de ésta. Se reparten buenos premios
y se estimula á los niños al cumplimiento del deber, poniendo
en práctica una saludable emulación.
El grado de la escuela es elemental; los niños tienen más de
seis años y están distribuidos en siete grupos ó secciones, con
arreglo á su capacidad y desarrollo físico.
El programa general comprende Lectura, Escritura, Moral,
Gramática, Aritmética, Geometría y Geografía é Historia de
España.
De los libros de texto hemos de hacer especial mención de
PEDAGOGÍA
23
la Gramática, en la que resalta el método activo, y la Aritmética práctica, escritos expresamente para las escuelas de la Compañía. Para la escritura emplean cuadernos de letra inglesa
graduados del 1 al 12, que comprenden desde el trazado de líneas
hasta la escritura usual y corriente. Como libro de lectura citaremos la cartilla simbólica y progresiva con diferentes caracteres de letras, tanto impresas como manuscritas.
Los trabajos manuales no los tienen implantados.
Las lecciones de cosas se dan algunas, aprovechando solamente las ocasiones que ofrece la lectura para suministrar á los
niños ideas y conocimientos sobre aquellas materias de más importante é inmediata aplicación á los usos comunes de la vida.
La educación física se halla en estas escuelas muy atendida,
siendo elementos para ella, además de la buena distribución del
tiempo y del trabajo, una extensa explanada cubierta de arena,
en donde se verifican los juegos corporales, y un tinglado ó
cobertizo, provisto de algunos útiles y aparatos para que los
niños se distraigan en la práctica de ejercicios sencillos y variados.
Mr. .Jouston dice que ha practicado con sus alumnos excursiones y paseos escolares, pues no desconoce la transcendental importancia que tienen para la educación; pero, muy á pesar
suyo, ha tenido que suspender esos trabajos por no estar conformes con ellos algunos padres de los niños, por entender que
se desperdicia el tiempo.
Pasamos á la escuela elemental de niñas, las que en nuestra
presencia y á instancia de su amable profesora, cuyo nombre
sentimos no recordar, entonaron una bonita y sentida canción.
El salón de clase es más reducido que el destinado á los niños, midiendo 7,44 metros de largo, 4,25 metros de ancho y 4,10
metros de altura, que da una superficie de 31,62 metros cuadrados y una capacidad de 129,642 metros cúbicos.
La asistencia media es de 25 alumnas, correspondiendo á
cada una la extensión superficial de 1,26 metros cuadrados y
5,188 metros cúbicos de aire.
El mobiliario y material de enseñanza es lo mismo que el
descrito al tratar de la escuela de niños.
Nuestro profesor nos llamó muy oportunamente la atención
24
LA ESCUELA MODEBNA
sobre un encerado giratorio, de forma rectangular, colocado
sobre un soporte de madera, y que por un sencillo mecanismo
puede dársele la inclinación que convenga al uso que se quiera
hacer.
Entramos en la escuela de párvulos, desempeñada por una
maestra y una auxiliar.
La sala de clase es de forma cuadrangular y de mayor extensión que la de niños, con excelente luz y ventilación, y piso con
solería de ladrillos; tiene una extensión superficial de 55,35 metros cuadrados, y una capacidad de 226,949 metros cúbicos.
Los alumnos, menores todos de seis años de edad, componen
un total de 117, de éstos 85 niños y 32 niñas, debidamente separados por su sexo en dos grupos, colocados en sus correspondientes mesas-bancos á un lado y otro de la clase. Corresponde
á cada alumno 0,84 metros cuadrados y 1,939 metros cúbicos,
por lo que resulta un notable exceso de niños con relación á la
magnitud del local.
El mobiliario y material de enseñanza es idéntico al de las
escuelas anteriores, excepción hecha de carteles, cuadro contador, encerados con cuadrículas para el trazado de números y
letras, cuadros diversos con imágenes instructivas, mapas, pizarras de mano y otros objetos propios para la educación.
Muy agradecidos á los señores maestros de las referidas escuelas, por la amabilidad con que nos acogieron y nos facilitaron cuantos datos les pedimos, terminamos nuestra visita, llevando nuestros cuadernos repletos de instructivas notas, sobre
las que nuestro querido profesor, en cátedra, nos hizo muy oportunas é importantes observaciones particulares para mayor provecho del estudio que por propia observación acabábamos de
hacer.
Réstanos dar una vez más las gracias á nuestro profesor por
el interés que demuestra en suministrarnos la más sólida cultura profesional.
Los maestros titulados: Manuel Lema Morales y Manuel Ramos Biaz. — Alumnos : Emilio Gómez y Cfómez, Manuel Rafa
Romero, Guillermo Arteaga Manzano, Ramón Palanca Pujazón
y Francisco Limón Martin.
NUESTRA FALTA DE CULTURA
II
Oontimla incansable ocupándose de la incultura española, en nuestro
estimado colega Heraldo de Madrid, el ilustrado escritor Sr. Navarro Salvador, cuyo amor patriótico corre parejas con su laboriosidad acreditada y
sus especiales conocimientos en la Estadística, puestos al servicio de la
primera educación, que reclama todos nuestros esfuerzos, si queremos
ocupar un puesto regular en el mundo civilizado.
El artículo segundo es todavía más interesante que el primero, lo cual
nada tiene de extraño, porque esto es lo que acontece á los buenos escritores; á saber : que siendo buenas todas sus producciones, la última es siempre la mejor.
Sin exageraciones de ninguna clase, L A ESCCKLA MODBBNA se honra
publicando estos magníficos artículos, y es lo menos que puede hacer tratándose de un escritor tan modesto como ilustre, al cual felicitamos sinceramente, creyendo interpretar el sentimiento del magisterio todo.
He aquí el artículo de referencia, omitiendo el mapa demostrativo, por
no Consentir su inserción el limitado espacio de que disponemos en la
Revista :
ESCUELAS PRIVADAS DE ESPAÑA
lia rig.tieza y los problemas pedagógicos.
Tan dilatado es hoy el campo de la Pedag-opía, merced á los
progresos de la ciencia, que ciertamente no pretendemos — ni
podríamos hacerlo en estos artículos — ahordar los problemas
pedag'óg-icos nacionales en sus diversos aspectos : salarios, higiene, arquitectura, libros y material de enseñanza, etc., etc. La
finalidad de nuestros trabajos tiende por hoy á poner de manifiesto el enlace íntimo, la estrecha conexión que existe entre el
analfabetismo y la cultura nacional y el llamado problema escolar. Resuelto éste, no ha de ser muy dificultoso dar solución á
aquél, ya que como primer factor hay que contar con la volun-
26
LA ESCUELA MODERNA
tad del país, con el firme propósito del pueblo español para resolverla, puesto que por no hacerlo así, y por continuar imperando
el funesto escepticismo y la apatía, nuestra España ha realizado
y viene realizando un pésimo negocio nacional, como demostraría, entre otros técnicos ilustres, el pedagogo Sr. Thorndike,
profesor de la ColumMa Ünimrsity, muy perito en esta clase de
disertaciones.
Las estadísticas comprueban que la creciente miseria que se
extiende cada vez más por toda España, el precario estado de su
agricultura y otras fundamentales fuentes de riqueza patrias y,
por lo tanto, de su Hacienda, no tienen como principales bases
más que la pereza intelectual, la apatía, la incultura, la ineducación y el alejamiento cada vez mayor del mundo civilizado.
Hay que esperar el resurgimiento de España resolviendo el
problema político-educativo, el más fundamental de los nacionales de nuestro tiempo, como ha dicho el polígrafo D. Joaquín
Costa. Todos los hombres de ciencia están conformes en atribuir
á la escuela y á la educación importancia excepcional.
Escuelas gratuitas y de pago.
La sabia ley de 1857, que permite adquirir la primera enseñanza con tal libertad que hasta consiente la doméstica, dispuso
que en las escuelas públicas, en las que pueden llamarse oficiales, no paguen la asistencia á las mismas los niños que no puedan satisfacerla, y, en efecto, las estadísticas vienen demostrando que, al contrario de lo que acontece en las escuelas privadas,
en las cuales en casi todas ellas se exige la retribución, en las
públicas pocos alumnos abonan sus estudios.
Esto explica, á nuestro entender, el hecho, que luego comprobará el lector en el mapa y el gráfico á que nos referimos, de
que, contra lo que se cree generalmente, las escuelas privadas
españolas vienen disminuyendo desde hace bastantes años en
proporción enorme, siguiendo el mismo fenómeno que acontece
en todo el mundo, sin excepción alguna.
Además, creemos que en este continuo descenso influye, como
uno de los principales factores, el económico; pero no puede olvidarse tampoco el pedagógico. La vigente legislación nacional en
la materia lo atestigua de modo indudable.
NUESTHA PALTA DE CULTUBA
27
lias escuelas públicas.
El mapa que publicó el Heraldo de Madrid del día 14 del mes
pasado como complemento del artículo indica gráfica y numéricamente en cada provincia el número de escuelas publicas que
tiene y las que debe poseer según preceptúa la ley de 1857, si se
prescinde de los establecimientos privados de enseñanza primaria, de que también tratamos en este trabajo.
Muy conveniente es advertir que en el número de escuelas
públicas se incluyen 24.118 propiamente dichas, 405 subvencionadas y 338 de patronato. Suman, por consiguiente, en toda
España las llamadas oñcialmente escuelas públicas 24.861, como
conocen los que examinaron el mapa y gráfico anterior al presente.
En las escuelas públicas propiamente dichas figuran para
toda España 8.967 de las tituladas incompletas, ó sean de asistencia mixta (de niños y niñas), y 458 de párvulos, en las cuales
también se utiliza el sistema de la coeducación. Hay, además,
7.370 escuelas elementales y 161 superiores para niños y 7.095
y 67 para niñas, respectivamente. Por lo tanto, aparecen como
totales: 7.531 escuelas para alumnos, 7.162 para alumnas y 9.425
para niños de ambos sexos. Puede observarse que es mayor el
número de escuelas para varones que el de hembras.
Enseñanza oficial de adultos.
La estadística escolar menciona 11.828 clases para adultos; es
decir, que en este número de escuelas se dan por la noche lecciones á alumnos de edad propiamente no escolar, ó sea á los adultos. Suprimidas por disposición de 1902 y 1904 las antiguas
«escuelas de adultos», sólo quedan subsistentes 28, distribuidas
en nueve provincias. Córdoba tiene nueve, Valencia ocho, y en
las restantes provincias ñuctúan entre una y tres. No tardarán
muchos años en que desaparezcan las 28 escuelas mencionadas
y sólo queden clases de adultos.
Escuelas subvencionadas y de patronato.
Tenemos entendido que las que la obra estadística cita como
escuelas subvencionadas son escuelas privadas, auxiliadas con
fondos y otros medios por los Municipios, y tal vez alguna otra
28
LA ESCUELA MODBBNA
corporación oficial. Tiene España 74 escuelas subvencionadas
incompletas; 58, de párvulos; 132, de niños, y 141, de niñas; en
total, 405 para toda la nación. Hay 19 provincias sin tal clase de
escuelas, que indudablemente están llamadas á transformarse.
No clasifica la estadística las 338 escuelas de patronato, y
xinicamente expone que 191 de tales establecimientos educativos
están sometidos á las disposiciones generales, y 147 á cláusulas
fundacionales.
Escuelas y clases escolares.
Abrigamos el propósito de demostrar que la cantidad de
escuelas que necesita España no es la que prescribe la estadística
escolar, ni siquiera la ley de 1857. Fundamentaremos nuestro
aserto; pero conviene dejar sentados algunos extremos como
necesarios antecedentes.
Ante todo debe manifestarse que en nuestro país las escuelas, salvo contadas excepciones, no tienen cada una de ellas más
que un maestro ó maestra. La escuela no posee sino una sala de
trabajo, ó sea lo que los pedagogos llaman la clase. Este tipo de
escuela es conocido con el nombre de «unitario», mientras que
la escuela «graduada» comprende dos, tres ó más secciones, tantas como salas ó clases, con sus maestros correspondientes, pero
todo el profesorado sometido á una dirección pedagógica.
En cada sección puede haber niños de un solo sexo, como
acontece en la escuela de varones de la Normal Central, que
hasta hace poco tiempo regentaba el Sr, Blanco, ó de ambos,
cual ocurre en la Escuela FrcBbel, única en su clase en España,
que se conoce con el nombre de «Jardines de la Infancia», y que,
dirigida por el Sr. Mingo, se educan en ella solamente párvulos. Se procura que en [cada grado ó sección haya alumnos de
iguales ó casi iguales edades y algunas otras condiciones que la
Pedagogía y la práctica aconsejan, y, en efecto, los hemos observado en ambos Centros oficiales, modelos que conocemos entre
otras instituciones de enseñanza.
No ha sido aún sentenciado por la ciencia el ya antiguo pleito
entre la escuela unitaria y la graduada. Ambas tienen en España
campeones de mucha competencia y entusiasmo.
NUESTRA PALTA DE CÜLTUBA
29
lias escuelas privadas.
Dedicamos hoy á las escuelas que no tieneu carácter oficial
el mapa que pueden ver los lectores, en el cual se expresa en
cada provincia el número de aquellos Centros de enseñanza que
existían en 1908, según trabajos de los inspectores y otros funcionarios.
Ascienden en total tales escuelas á 5.212, y como, según se
deduce del cartograma y articulo publicados en el número del
día 14, faltan en la nación 9.505 escuelas públicas, fácilmente se
observa que aquellas negruras gráficas, este gran déficit pedagógico escolar, no se cubre con las escuelas particulares. Ya verá
el lector que tal diferencia legal de 4.293 establecimientos de
enseñanza primaria es mucho mayor, es enorme, como lo demuestran la Aritmética y, sobre todo, la Pedagogía.
Descompone la estadística oficial el total de las 5.212 escuelas
privadas de toda España del modo siguiente : 508, de párvulos;
2.010, de niños; 2.589, de niñas; .57, nocturnas, y 48, dominicales. El predominio de las escuelas para alumnas es manifiesto, á
la inversa que acontece en las públicas.
La provincia de Zamora sólo tiene una escuela privada; m u chos partidos judiciales y millares de Ayuntamientos, y sobre
todo de distritos escolares, no poseen ninguna escuela particular, que, por regla general, radican en poblaciones de bastante
ó muy numeroso vecindario, de tal manera, que en las localidades rurales casi son desconocidas. Las cifras demuestran que
donde existen suficientes y buenas escuelas públicas apenas si
prosperan las privadas, faltas, sin duda, de la vitalidad y otras
condiciones pedagógicas de aquéllas.
Del total de escuelas privadas existen 80 que han sido fundadas ó están dirigidas por extranjeros, según datos del año 1908.
En Guipúzcoa se cuentan 37; en la provincia de Gerona, 29, y el
pequeño resto de 14 establecimientos están situados en ocho provincias no fronterizas con Francia, cual ocurre con aquellos dos
grandes núcleos. No consigna el Ministerio en qué fecha se fundaron esos Centros de enseñanza de extranjeros.
Carácter religioso escolar.
Con gran detalle geográfico presenta la estadística el carácter
religioso que las escuelas privadas tenían en los comienzos del
30
LA ESCUELA MODEBNA
año 1908. Nuestro gráfico expone el resumen para toda España,
que es el siguiente : 5.014 son escuelas católicas; 91, protestantes, y 107, laicas ó neutrales.
No menciona aún la estadística oficial, sin duda porque aparecerá en sucesivas partes de la obra, cual aconteció en los precedentes trabajos, el número de las escuelas dirigidas por las
Congregaciones religiosas.
El profesorado oficial y particular.
En la segunda parte de la estadística deben aparecer datos
sobre el profesorado; pero nuestros estudios nos permiten manifestar que el magisterio público de uno y otro sexo no excede
sino tal vez en uno ó dos centenares á la cifra global de 24.000.
La diferencia hasta 24.861, que suman las escuelas públicas de
primera enseñanza, radica en que existen vacantes, hay plazas
desempeñadas por interinos ó en otras causas, ya de menor interés en detallarse.
Á juzgar por trabajos precedentes, las actuales escuelas privadas primarias no tienen, por lo general, más que un maestro
ó profesora, y como aquéllas suman 5.212 para toda España, no
es aventurado afirmar que, cuando más, creemos existan en
números redondos unos 6.000 maestros y maestras de aquel
carácter.
El Censo de población de 1900, en la sección de profesiones,
presenta en la categoría de «profesores de enseñanza», para todo
el reino, 22.731 varones y 15.716 hembras, ó sea en junto 38.447,
entre los cuales es de suponer habrá alguna cantidad de personas que, aunque de tal profesión, no la ejerzan.
Nuestros cálculos, basados en documentos fidedignos, arro jan las siguientes cantidades en cifras redondas: magisterio
público de primera enseñanza, 24.000 profesores de ambos sexos;
catedráticos de Universidades, Institutos y otros Centros oficiales, 3.500, y directores y maestros de enseñanza privada primaria, con título profesional ó sin él, 6.000, que hacen un total
general de unas 33.000 personas dedicadas á la enseñanza.
Á este total hay que agregar el profesorado que da lecciones
á domicilio, el de las Academias privadas, Colegios de segunda
enseñanza y demás Centros.
NUESTRA FALTA DE CULTUKA
31
Beligiosos y seglares.
No incluye la primera parte de la actual estadística escolar
cuadros similares á los de las anteriores que expresen el número
de religiosos y de seglares que se consagran á la enseñauza
privada.
La Estadística de la Contrilución Industrial últimamente
aparecida, consigna que satisfacen contribución industrial 520
personas ó entidades por sus establecimientos de enseñanza,
entre los que se incluyen las Academias privadas. Madrid aparece con 173 contribuyentes.
Aunque la estadística de dicha tributación no lo mencione,
es sabido que hay diversos establecimientos, como los benéficos,
exceptuados de aquélla, y mientras no haya más detalles en los
datos del departamento de Instrucción pública, no es posible
apreciar la distribución por aquel concepto de las 5.212 escuelas
privadas de enseñanza primaria ni de los demás Centros de cultura particulares.
El personal docente religioso de uno ú otro sexo tiene que
estar comprendido en los datos del Censo de población, con las
modificaciones sufridas después del año 1900. Aquel trabajo
indica que existían en este año censal 12.142 religiosos y 42.596
religiosas, ó sea en total 53.738 personas del clero católico regular. Además figuraban 33.403 varones del clero católico secular,
del que parte se dedica á enseñanza en Seminarios y otros Centros educativos.
Los sirvientes de los cultos forman unas 8.000 almas, y el
clero protestante y de otras disidencias religiosas apenas excede
de un centenar.
Descenso de escuelas privadas.
El gráfico mencionado presenta datos indicadores del continuo descenso en los establecimientos privados de enseñanza elemental, y tal fenómeno no es exclusivo de España, según se desprende de las estadísticas y afamados trabajos que hemos consultado : existe en todo el globo. Á juzgar por tales síntomas,
parece que no tardarán muchos años, si tal corriente mundial
prosigue, en desaparecer ó disminuir el número de instituciones
privadas de enseñanza primaria á límite casi insignificante, cual
32
LA ESCUELA MODEBNA
ya acontece en Alemania, con el beneplácito de 22 millones de
católicos, de 38 millones de protestantes y de los millares de
miembros de las restantes confesiones del poderoso y cultísimo
Imperio del centro de Europa.
Las escuelas populares g-ermánicas y las escuelas comunes ó
públicas norteamericanas son los tipos mundiales de la época
presente, y han conseguido, por su carácter democrático y altamente humano, suavizar muchísimo el problema social, pavoroso para los pueblos que no le atienden ni hacen nada para
solucionarlo.
Porque el g-ran problema nacional de la despensa y escuela,
planteado por el gran patriota Sr. Costa, no sólo se resuelve con
el estudio asiduo y enérgica voluntad, sino también con extrema
prudencia, y sobre todo con justicia.
EDUARDO NAVARRO SALVADOR.
e;í5-
- -
OUKIOSIDADES
Una señora inglesa ha inventado un substituto para los peligrosos
alfllerones de los sombreros. Consiste en una tira de metal flexible y de
poco peso, cosida en el interior de la copa del sombrero, que se ajusta á
la cabeza sin molestar lo más mínimo á la que lo lleva.
Los cai'acoles se hacen en Francia más raros cada día, porque la mayor
parte de ellos se crían en los viñedos, y los líquidos con que se riegan
éstos para acabar con la filoxera les son tan fatales como al insecto dañino.
Los ingleses son tan etiqueteros, que no se deciden á hablar á una persona sin haber sido previamente presentados con todas las formalidades
del caso.
Pero como también son prácticos, han inventado el medio de librarse de
tan molesta imposición de la etiqueta, y desde ahora todo el que lleve dos
banderitas de cierta clase puede hablar con cualquiera que vaya condecorado de igual modo, sin las formalidades de la presentación.
La población de Verhoyausk, en el Polo, se compone de chozas de barro
Las ventanas son de hielo, por cuya razón hay que tener siempre la luz
encendida.
DE LAS VIRTUDES
Virtud es la habitual y constante determinación del espíritu
del individuo á contribuir al bien de sus semejantes en lo que
fuere justo, y á sentir, pensar y obrar conforme á las prescripciones de la moral.
No es virtud la realización de algunas acciones virtuosas, sino
la continua é incesante práctica de los mismos actos.
La virtud es hija de la experiencia, de la reflexión, del claro
conocimiento de lo que más importa al hombreen su conducta,
y, principalmente, de la educación.
Nada ennoblece ó dignifica tanto al individuo, nada le hace
tan digno de estimación, como su virtud. Y sólo el que arregla
su proceder á la justicia es verdaderamente sociable.
Otro día, cuando todos los miembros de la sociedad hayan
sido bien y suficientemente educados en su niñez, les traerán sus
virtudes muy grandes bienes : la armonía, la paz y la consideración y los afectos recíprocos, una verdadera y constante fraternidad, la mutua ayuda consiguiente, el incremento de los
demás beneficios y de los bienes materiales, y el orden y la felicidad dentro y fuera del hogar, todo ello en el mayor grado
posible.
La virtud es SIEMPRE útil al mismo que la practica. Verdad
indiscutible.
Importa mucho hacérselo comprender así á los niños, significándoseles muy claramente que las acciones virtuosas no son
un mero sacrificio del interés del que las realiza, sino, por el
contrario, todas le traen recompensa apreciable: ya algún bien
material procedente de la persona favorecida con alguno de
esos actos, su amor, su afecto, su estimación ó su gratitud; ya
el aprecio ó la consideración de las demás, y aun los beneficios,
inmediatos ó lejanos, que, por natural consecuencia de su buen
proceder, suelen hacérsele hoy; consecuencia que, en una socieTOMO X X X I I . — K ü M . 1.°
í
34
LA ESCUELA MODEBNA
dad realmente culta y mejor organizada, será más cierta otro 'día;
ya, por lo menos, la satisfacción que el individuo siente por
haber hecho algún bien á otro con su virtuosa acción, ó el placer que incesantemente le causa el verse, por ella, merecedor del
general aprecio de sus semejantes.
Respóndanle ó no con lo que aquí se dice los que deban
hacerlo, SIEMPRE halla él recompensa en los expresados placeres, que son purísimos, durables é inextinguibles, endulzan
toda su vida, y, acumulándolos diapor dia en su espíritu sus continuas buenas acciones, contribuyen, tanto ó más que otros bienes anhelados por el hombre, á hacerle verdaderamente feliz, y
pueden llegar á constituir para él una de las más positivas y
más brillantes glorias.
Con mucha frecuencia deben explicarse estos conceptos á los
niños, hasta crear en su mente ÜN HÁBITO FIRME de ver
como indudable la gran verdad que encierran.
Enseñando la doctrina religiosa que la virtud tendrá siempre
seguro premio en la otra vida, la gloria, que es su premio mayor, no puede repugnarse que lo desee aquí en la tierra, donde
su gran influjo como estimulo es muy útil para todos y para
conseguir los fines de la misma enseñanza religiosa. La clara
idea de la recompensa hará mucho más virtuosos á los hombres.
El día en que el arte de educar y su ejercicio se organicen
incluyéndose, en particulares capítulos de los respectivos tratados, muy HÁBILES, extensas y convincentes explicaciones de
los siguientes conceptos, se harán comprender bien á los niños
en las escuelas de educación TODAS las razones por las cuales
los ricos deben estimar como hermanos suyos á los pobres, y
TODAS las circunstancias que hacen consistir la verdadera felicidad del individuo más en las ventajas del amor, del favor y de
la ayuda de sus semejantes que en el dinero ó la riqueza. Se les
demostrará con claridad que ésta, ó su acumulación con el afán
desmedido de adquirirla, suelen atraerle la malevolencia y aun
el odio y la envidia de los demás, y muy frecuentemente los
abusos ó la infidelidad de los que le rodean, y los fraudes, engaños ó mala fe del torcido interés ó egoísmo de los que de él ó con
él tienen alguna dependencia, negocio ó relación, originándole
sin cesar lo uno ó lo otro amargas contrariedades, sinsabores,
disgustos, peligros, intranquilidad, etc., por lo común no evitables con el dinero. Y, por consiguiente, muy generalizada en el
DE LAS VIBTüDES
3B
mismo futuro día la práctica de las virtudes Justicia y Humanidad, resolverá ella los graves problemas sociales que ahora
preocupan á los políticos, los sociólogos, los legisladores y los
gobernantes, y hará cesar por completo las muy nocivas luchas
entre el capital y el trabajo : ¡ bellísimas consecuencias que de
seguro traerá la educación por los verdaderos métodos, obligatoria, oportuna y suficiente, hoy completamente abandonada!
S e la Piedad y la Beneñceucia.
La virtud PIEDAD es la habitual disposición del espíritu del
individuo á compadecerse de otros por la desdicha, los males, el
dolor 6 la pena que sufren, y sentir con ellos su misma pena ó
dolor, consolarlos y procurar que cese su mala situación ó su
sufrimiento.
El grado particular de inteligencia, de sensibilidad, de experiencia y de educación ó de cultura del individuo, es lo que en
él determina su mayor ó su menor piedad.
Ésta debe ser igual para todos nuestros semejantes, cualesquiera que sean sus circunstancias, ó sin que lo impidan sus
defectos, sus ideas, opinión ó creencias, su ignorancia, su falta
de educación, sus pasiones, sus extravíos, ni aun sus más nocivas malas acciones que les originen el infortunio, el mal, la
pena ó el dolor; pues todo ello es ó fué necesariamente determinado por muchas causas de poder inevitable para el individuo y
superior al de las demás que obran ú obraron en su espíritu,
cual nos lo enseña la fisiología de la voluntad.
Pudiendo todos los hombres sufrir la adversidad, los males,
la pena ó el dolor, deben ser compasivos con los que actualmente los sufran, para que otros lo sean con ellos el día en que
ese caso, muy posible, ocurra.
Sin embargo, la piedad no fingida, la realmente sentida, es
hoy muy rara, por falta de la necesaria educación, por no haber
cultivado esta enseñanza la sensibilidad del individuo, y porque, no habiendo experimentado aún muchas personas el infortunio ó los grandes males, ó habiendo sufrido poco, no está
suficientemente aleccionado su espíritu para comprender y sentir los sufrimientos, la pena ó el dolor de las otras. Ordinariamente el desgraciado es más compasivo que los demás.
Al consolar al afligido, debe significársele con reflexiones
36
LA ESCUELA MODERNA
persuasivas que el entregarse á la pena no remedia nada, ni es
ni trae para nadie bien alguno, sino, por el contrario, un mal
mayor para el organismo del que la sufre; que la pena incesante consume y mata, y que el hacerse el individuo superior á
ella es salud para sí y cordura.
El que consuela á otro, siente, no sólo el natural placer por
aliviar su ánimo y verse él acreedor á su gratitud y su afecto,
sino también alivio de sus propios males.
Y, en tanto que la orgullosa ó fría impiedad ó la dureza del
hombre inhumano le hacen hoy repulsivo ó antipático, y la
impasibilidad respecto á la desdicha ó el dolor ajenos, y la mera
insensibilidad son mal vistas y se suelen censurar, la compasión
del que frecuentemente procura aliviar al desdichado ó al afligido, ó siente con él, le consuela, le anima y se interesa por su
bien, dando asi ejemplo y motivo para que otros practiquen la
misma virtud, le ennoblece, le dignifica, le hace acreedor á la
estimación y el afecto de todos, y llena continuamente su espíritu de un muy puro é inextinguible placer que, en mayor ó
menor grado, contribuye á su verdadera felicidad.
De la Beneficencia. — La virtud BKNEPICENCIA es la habitual
determinación del espíritu del individuo á socorrer ó auxiliar
con sus medios á los pobres, los menesterosos ó los desgraciados,
para mitigar su pobreza ó atenuar su infortunio ó su mala situación.
Hija de la caridad, del sentimiento de compasión, es la virtud que más desarrolla el amor fraternal y la gratitud entre los
hombres.
Su práctica debe regularse por la prudencia, dispensándose
sus beneficios de un modo que no hiera el amor propio de las
personas que los reciban, ni lastime su dignidad, su concepto ó
su delicadeza, ni fomente el vicio ó la ociosidad, ni favorezca la
mala conducta. Pero sin mirar al origen de la pobreza ó de la
desgracia por lo que, respecto á la necesaria determinación de
los actos de la voluntad, nos enseña la fisiología del espíritu.
También se ejerce la Beneficencia haciendo donativos ú otras
buenas obras que contribuyan al bien social ó al del individuo,
propagando ideas con el mismo fin, combatiendo las malas costumbres ó los malos usos, librando á alguna persona de violencia ó de un peligro ó advirtiéndole de él, y aconsejando con rectitud é ilustrando al que lo necesita.
DB LAS ^/IKTDDKS
37
El bien dispensado para imponerse al que lo recibe ó para
excitarle á realizar una mala acción, no es tal beneficio, sino
ofensa. Y aun el que se hace con soberbia, altpoeria, repugnancia XI otra circunstancia de este género, no d^ 4 su autor el mérito del acto virtuoso, y suele no ser agradecido.
Aunque el benefactor procure mantener viva en su mente la
idea de sus buenas obras, para que el placer de este recuerdo le
recompense y le estimule á persistir en la práctica de la misma
virtud, debe ser modesto en ella y no hacer alarde de dichos
actos.
En la actual civilización, nada ennoblece tanto á una persona
como el socorrer ó favorecer a u n enemigo suyo que ha venido
á desgracia; generosidad, proceder sublime, que revela admirable grandeza de alma y la pone á la mayor altura en dignidad
y en derecho á la estimación de todos, le origina muy puro y
durable placer, dulcifica el ánimo de su mismo enemigo, enmienda á éste y lo conquista, es decir, logra de él su admiración y su afecto ó su respeto.
En tanto que el desprecio, la dureza, la impasibilidad ó la
indiferencia del individuo para con el pobre ó el desgraciado
causan mala impresión á los demás y los previenen contra él,
los actos de beneficencia, realmente sentidos, atraen k su autor
la gratitud y el amor de unos y el afecto ó el aprecio de los otros,
y son, en su espíritu, causa muy suficiente para estar satisfecho
de sí mismo.
Verdad que hoy, por falta de la necesaria educación, frecuentemente se responde con la ingratitud á los beneficios. Pero, en
cambio, el bienhechor siente el vivo, muy puro é inextinguible
placer de haber mitigado la desgracia ó haber satisfecho ó disminuido la necesidad de otros, y de verse, por ello, digno de la
general estimación, y también le recompensan el afecto, las consideraciones ó la mayor benevolencia con que muchas personas
le distinguen por su bondad, reparación bastante de la injusticia
de los ingratos.
J.
EUGENIO
Ruiz
GÓMEZ.
LOS NIÑOS MENTALMENTE ANORMALES Y SU EDUCACIÓN ESPECIAL
(CONTINUACIÓN)
Anomalías psíquicas.
En la parte psicológica, como en lo demás, los tres grupos
de niños mentalmente anormales de que se viene hablando están
en general separados por innegables diferencias. Necesitan, sin
embargo, estas anomalías y estas diferencias observación más
detenida, más escrupulosa y más meditada, en razón á que su
interpretación es mucho más difícil pudiendo, por tanto, dar
lugar á más confusiones y producir más fácilmente resultados
deplorables. Con esto y todo, las anomalías psicológicas tienen
tan positivo carácter como el de otras cualesquiera, y su estudio, siempre imprescindible é importante, es en ciertos casos
el único por el cual es posible apercibirse de la existencia de
la anormalidad mental ó adquirir acerca de la naturaleza de la
misma un relativo conocimiento: tal sucede, por ejemplo, en la
mayor parte de los casos de transición.
Las anomalías psicológicas son también quizás las más n u merosamente diversificadas y, por consiguiente, las más difíciles de agrupar; ciertas de entre ellas van pocas veces juntas con
algunas otras, ó mutuamente se excluyen; si esto sólo se tuviera
en cuenta, serían incontables los grupos diferentes que pudieran hacerse; imposible entonces establecer clasificación ninguna
de algún provecho en la práctica. Aparte de esto, todas esas
anomalías psicológicas que se excluyen mutuamente están subordinadas ó enlazadas á otras más generales, por las cuales se
caracteriza alguno de los tres grandes grupos en que, desde el
principio de este trabajo, se vienen considerando divididos los
niños mentalmente anormales.
Es, pues, á aquellos tres grupos á los que ahora he de seguir
refiriéndome, y claro es que haciendo valer las mismas adver-
LOS NISOS MENTALMENTE ANOBMALKS
39
tencias y las mismas reservas consignadas al comenzar á tratar
de las anomalías anatómicas y de las fisiológicas.
Grnpo primero. — Recuérdese lo dicho sobre estos niños al
tratar de sus funciones sensoriales. Su sensacionamiento es
siempre más ó menos difícil y anormal. Hay infinidad de sensaciones que no se producen en ellos á causa de la obtusión de los
órganos receptivos periféricos ó centrales, ó de la relativa y ocasional inercia de los correspondientes aparatos transmisores; hay
otras muchas que, por la misma antes expuesta causa, no se
producen sino sumamente debilitadas; y las hay, en fin, que,
por su fuerza propia y por existir no contrarrestadas ni atenuadas por otras antagónicas, se convierten en verdaderas tiranas
que absorben, dominan y dirigen por completo la actividad del
individuo, y que, en ocasiones, fuerzan á éste á las impulsividades más incongruentes, más repugnantes ó más terribles.
En esa impotencia para bien responder á las excitaciones
del medio ambiente, en ese debilitamiento de la reaccionabilidad personal es en lo que estriba principalmente la característica y casi absoluta estatilidad mental que ofrecen estos niños,
y en la cual prolongan indefinidamente su vida, á menos de que
sean colocados en circunstancias completamente especiales y
sometidos á un régimen apropiado á su estado particular.
Sus sensaciones no son percibidas sino con mucha tardanza
y grande dificultad; aparte de esto, exceptuadas las de muy
marcada intensidad y aquellas otras repetidas con rapidez bastante para excitar un medio cerebral predispuesto á ello, las
demás no consiguen apenas resonancia en los sistemas subconscientes é inconscientes preformados, no provocan en éstos sino
un número reducidísimo de evocaciones, no dan lugar sino á
pocas y rudimentarias asociaciones, y permanecen aisladas y
como localizadas, hasta que al fin, en la mayoría de los casos,
acaban desapareciendo brusca é inmediatamente en cuanto cesa
de obrar la causa que las produjo. El fenómeno, ordinario en el
niño y en el hombre normales, de que una sensación cualquiera, difundiéndose mentalmente en todos sentidos y enlazando
por puntos diversos lo consciente con lo inconsciente, provoque,
por asi decirlo, una serie interminable de sensaciones cada vez
más tenues, ese fenómeno no se da casi nunca en los niños mentalmente anormales del grupo que en este momento nos ocupa;
40
LA ESCUELA MüDEBNA
é
en estas mentalidades, las sensaciones muy próximas y muy
intensas son, por lo general, las únicas que lleg-an con alguna
facilidad á establecer entre sí relaciones de asociamiento. Las
sensaciones consecutivas en estos niños tienen pocas probabilidades de llegar á agruparse y, por consiguiente, de reforzarse y
de obtener resonancias en la actividad mental; tienen de esto
tantas menos probabilidades cuanto menor sea su intensidad y
mayor el intervalo de tiempo con que se produzcan; y éste suele
ser muy grande y aquélla es muy pequeña en las sensaciones
de este grupo de niños, que siempre viven ante todo y sobre
todo V casi única v exclusivamente en el momento actual.
Como mejor se verifican las asociaciones en el sensacionamiento de estos individuos es por simultaneidad inmediata y
frecuentemente repetida de sensaciones fuertes y semejantes.
Las asociaciones por simultaneidad, las asociaciones de sensaciones que les afectan en el mismo instante, son las que en ellos
adquieren más extensión y las que aportan contribución mayor
al desenvolvimiento intelectual. De aqui el que estos niños posean casi siempre noción más ó menos clara de aquellos objetos
con que se encuentran frecuentemente; la noción de objeto no
es sino el resultado de la percepción repetida de un conjunto de
sensaciones procedentes de diversos sentidos, pero simultáneas.
Las sensaciones que contrastan por lo extremadamente fuertes y diferentes son también de las que más probabilidades
poseen para asociarse entre si, y se asocian tanto más fácilmente
cuanto mayores son su oposición y su intensidad, y menor la
distancia de tiempo á que se producen. No existiendo sino muy
débil cohesión entre los diversos elementos mentales preexistentes, y siendo nula también, ó pequeña, la repercusión que alcanza cada nueva sensación en el conjunto de las que ya de
antes componen la personalidad psíquica, ello hace que se acorte
considerablemente el período de difusión de las sensaciones nuevas, que desaparezca ó que decrezca rápidamente el efecto de las
mismas, y que la memoria en estos niños adolezca casi siempre
de una grande deficiencia. Hay, en efecto, un gran número de
sensaciones que, no habiendo encontrado otras en la mentalidad
á las cuales poder asociarse, no han sido, puede decirse, realmente percibidas, ó, por lo menos, no han sido conservadas, y
no pueden, por lo tanto, ser evocadas ó recordadas por la memoria. Prodúcense otras que no alcanzan á crearse sino muy
LOS NIÑOS MENTALMENTE ANORMALES
41
contados ó frágiles lazos de unión con el conjunto ó con parte
de él, por lo que desaparecen á poco sin apenas dejar tras sí
prolongamiento ninguno, y no pueden luego tampoco ser recordadas, ó no dan lugar sino á pocas é insuficientes representaciones. Lo que puede sentarse como regla general es que la memoria de estos niños es bastante deficiente y de fuerza evocatriz
muy poco intensa y muy poco compleja.
De este defecto de memoria, unido al defecto de percepción,
provienen para estos niños un sinnúmero de inaptitudes y de
dificultades en lo que toca al exacto reconocimiento de personas, de cosas y de acciones, á la asociación de las ideas, al razonamiento, al juicio, etc., etc. Tal, por ejemplo, al niño que por
no percibir y conservar de cada objeto sino un número reducido
de sensaciones y de caracteres, encuentra éstos en otro objeto
que no es completamente el mismo ni de la misma clase, y llama
papá á todos los hombres, y manzana á un fruto distinto que se
le parece, etc. etc.; de estos niños abundan extraordinariamente
en el grupo cuyo estudio nos ocupa ahora; se podría decir que
todos ó casi todos, unos más y otros menos, caen en estas que
pudiéramos llamar simplificaciones confusas, á edad en que el
niño normal hace ya las debidas distinciones.
En un gran número de estos niños, las deficiencias de la
memoria son todavía más graves que las enumeradas; hay de
ellos no pocos para los que casi se aproxima á lo imposible el
aprender á contar por cima de las tres ó cuatro primeras unidades, y hay otros que pueden, si, contar hasta números bastante
altos, pero á condición de hacerlo con relativa rapidez; son mentalidades necesitadas de que los objetos á contar se sucedan con
bastante rapidez para que los estados mentales que provoquen
no pierdan nunca el contacto, y, como la curva de decrecimiento de estos estados mentales suele ser muy rápida, aquel
contacto es fácil _y frecuentemente perdido, quedando entonces
desconcertado el individuo y completamente imposibilitado de
seguir contando ordenadamente; de aquí la acentuada tendencia
á contar dos veces el mismo objeto, y la dificultad para la realización de las operaciones aritméticas algo complejas.
Su memoria, tomada en sentido general, está, se sabe, integrada por varias memorias parciales que entre si se relacionan
y se refuerzan : memoria auditiva, memoria visual, etc.; refléjase aquí también, como en todo, la falta de elementos mentales
42
LA ESCUELA MODEENA
y la aueencia de cohesión entre los que existen, caracteres constantes en la mentalidad de nuestros niños, y así se ven muchos
de éstos en los que una de aquellas antedichas memorias parciales existe excluyendo casi del todo á las otras, ó en que dos ó
más existen con cierto desarrollo, pero talmente aisladas y circunscritas que apenas se refuerzan ni mantienen entre sí ninguna relación. Niños que, á menos de pasar por un tratamiento
especial, no recuerdan sino aquello que han visto, ó lo que han
oído, etc., etc., ó en que las sensaciones de un sentido pueden
poco ó nada para despertar las procedentes de los otros; memorias, mentalidades, mejor dicho, fragmentadas, de las que cada
fragmento vive como amurallado con respecto á los demás.
Y, á pesar de lo dicho, la memoria de estos niños es, en cierto
sentido, tenacísima; cuando vencida la resistencia que la excitación encuentra para obtener efecto se consigue al fin establecer una asociación y fijar un recuerdo, éste permanece después
casi inalterable y por tiempo poco menos que indefinido. Fáltales á estos niños la cohesión entre sus diferentes elementos mentales; fáltales la repercusión que cada sensación debe tener en
el conjunto de las que componen la personalidad mental; fáltales la posibilidad de reaccionar mentalmente de una manera
compleja, y les falta asimismo para cada nueva sensación la
acción del conjunto de las antes adquiridas y de las que luego
van adquiriendo, la acción modificadora y reductora que crea
en el espíritu del niño estados antagónicos y que provoca la
duda, la reñexión, el titubeo y la variabilidad en las combinaciones de unas mismas representaciones mentales; como consecuencia de las faltas antedichas, la asociación que llega á establecerse y á fijarse en recuerdo adquiere una fuerte y sobrado
duradera tendencia á reproducirse siempre invariablemente, y
el sistema mental psíquico formado se convierte en un verdadero reflejo ó en una aislada combinación de reflejos mentales
relativamente sencilla. Va esto tan lejos en algunos niños, que
no es raro verlos que, á cada momento y sin motivo ninguno
de oportunidad, repiten incoherentemente estas ó las otras palabras ó frases aprendidas por una circunstancia cualquiera, y de
las cuales llegan á formar verdaderas muletillas, mejor dicho,
verdaderos tics. Lo que sí puede observarse en todos es un más
ó menos acentuado automatismo mental que se contenta con
rememorar y repetir exacta y rutinariamente las síntesis antes
LOS NIÑOS MENTALMENTE ANOBMALES
43
organizadas, pero sin crear jamás otras nuevas, ni aun siquiera
modificar en lo más mínimo, por propio impulso, las que reproducen. He aquí por qué hay de estos niños que no reconocen,
que no recuerdan las letras del alfabeto ó los números sino
cuando éstos afectan una forma determinada; que dejan de reconocerlos en cuanto se les hace sufrir una modificación algo
considerable, aun cuando esta modificación, por ejemplo, no se
refiera nada más que al tamaño. Niño tuvo á su cuidado quien
esto escribe, que necesitó varias horas de trabajo para darse
cuenta de que no eran sino un mismo número varios diferentes
ochos que sólo se diferenciaban en el tamaño; es que adquieren
de la letra, del número, etc., un conocimiento excesivamente
concreto, rígido y sin plasticidad ninguna, que, no resultando
realmente de la síntesis de todas las imágenes recibidas de aquel
número ó de aquella letra, no les permite al pronto conocer tal
letra ó tal número en su sentido general, sino una letra ó un
número de forma por demás precisa y por demás determinada.
Donde más acusadamente se revela esta falta de elasticidad
de las asociaciones establecidas es en todo lo que se refiere á los
movimientos. Estos, una vez fijados, no son casi nada modificados por la acción de representaciones interferentes, y adquieren
una tal estabilidad y una tal permanencia, que suelen luego
degenerar en tics y mantenerse en ese estado durante toda la
vida de un individuo. Cuando esto no llega, hay por lo menos
que llevar á cabo toda una larga y á veces delicada reeducación motriz siempre que se quiere modificar una asociación de
movimientos en vista de adaptarla á un fin algo diferente de
aquel á que antes respondía.
Esa misma falta de sensaciones interferentes y de elasticidad
bastante en las asociaciones ya constituidas, lleva también su
inñujo nefasto á la vida afectiva, á la cual estaciona en sus etapas más rudimentarias, y mantiene sujeta á infinidad de aberraciones difíciles de desarraigar. Es así que, en los niños de este
grupo, los apetitos parecen no dejar nacer á los sentimientos, y
las emociones apenas si se manifiestan si no es en lo que se refiere
á la satisfacción de necesidades puramente vegetativas.
Respecto á estas últimas, ya queda dicho algo y se puede
ampliar. La imperfección de los órganos y la obtusión de la sensibilidad contribuyen, en términos generales, á disminuir la agudeza del sentimiento de las necesidades. Pero existiendo las sen-
44
LA ESCUELA MODEBNA
saciones, lo reducido de su número y, consig-uientemente, lo
tenue de la heterogeneidad y de la oposición de aquéllas entre
sí, suelen dar á la manifestación de las necesidades una impulsividad y una fuerza extraordinarias. La necesidad de comer es
una de las más intensas é irresistibles, y hay de estos niños que
apenas la sienten, y los hay que son por ella brutalmente esclavizados y hasta llevados á los mayores extremos de violencia.
Entre los primeros están los que, de muy pequeños, no saben
mamar ni hacen nada por aprender, y, de mayores, necesitan
que se les dé de comer ó se les excite constantemente á ello, pues
de no hacerlo asi se les expone á la muerte ó á la anemia, que
ellos no hacen nada por evitar. Los segundos comen con una
voracidad y una glotonería que asombra y asusta al mismo
tiempo. Ni nada les basta ni nada les detiene. Ver comer á varios
de estos individuos reunidos es presenciar un espectáculo de los
más interesantes é inolvidables. Gritan ó gruñen de impaciencia
ante los alimentos, riñen entre sí por ellos, se los roban unos á
otros por la astucia ó por la violencia, los cogen con las manos,
se ensucian con ellos las ropas y la cara, los degluten sin cuidarse de masticarlos, prefieren siempre la cantidad sin reparar
en la calidad, y tragan con tal ansia y tal inconsciencia, que se
exponen con frecuencia á la asfixia y á otros varios no menos
graves accidentes. Cuando estos niños están internados y les
visitan sus padres, lo que les importa menos es la visita; lo que
les importa más es apoderarse de los alimentos que los visitantes
lleven, para devorarlos inmediatamente; esto hecho, los hay que
no se ocupan ya más de sus padres hasta otra vez.
La alimentación sola no basta á poner al organismo en condiciones de continuar la actividad y el trabajo. Á este fin, tan
necesaria como la alimentación es la intercalación de periodos
de reposo. Y el sueño es la más típica modalidad del reposo del
organismo, y principalmente del sistema nervioso. Desde luego,
el sistema nervioso de estos niños da de sí poca actividad; podría,
pues, creerse que no necesitaría mucho sueño, mas la realidad
no es así; por lo general, estos niños duermen mucho, y tanto
más cuanto más profunda es su degradación. Muchos se llevan
casi todo el día adormilados ó durmiendo, y duermen luego perfectamente durante la noche. Y duermen estos niños sin soñar,
sino muy rara vez, lo cual concuerda con lo poco activa que es
su cerebración durante el estado de vigilia. Hay, no obstante.
LOS NIÑOS MENTALMENTE ANOBMALES
45
algunos que no duermen sino á ratos muy pequeños, cuyo i n somnio se prolonga por toda la noche ó gran parte de ella, durante la cual gritan y gritan desaforadamente y no dejan tranquilos á los que les rodean; pero estos casos son excepcionales y
apenas si se observan sino en los tres ó cuatro primeros años del
niño. Lo general es la fuerte propensión al sueño, con tendencia á prolongarse también durante el dia.
Alternando con la necesidad de reposo, surge y resurge constantemente la necesidad de actividad muscular. Pero en estos
niños, tal necesidad se manifiesta generalmente con muy poca
fuerza. Ya se ha consignado antes el retraso general en la aparición de las combinaciones de movimientos necesarias á la marcha, á la carrera, etc. Ya se ha dicho también la continuada
inacción en que gran parte de estos niños permanecen durante
días y más días, y á veces durante años enteros. Ciertamente que
esto no sucedería si fuera grande la satisfacción que tales niños
sintieran al hacer funcionar sus músculos. No la sienten, y de
aquí su pereza muscular y su torpeza motriz características y
prolongadas. Considérese que la necesidad de movimiento tiene
una gran importancia, no sólo para el individuo en sí mismo,
sino para poner á éste en relación con su medio, y sobre todo
con su especie, y se comprenderá por qué la disolución total ó
parcial de esta necesidad representa un grave obstáculo en el
proceso del desenvolvimiento psíquico. Por otra parte, esta necesidad está también condicionada en su nacimiento y en su desarrollo por el conjunto de solicitaciones de otras necesidades,
inclinaciones, aspiraciones, etc., muchas de las cuales ó no existen ó están muy atenuadas en los niños aquí aludidos. Hay, no
obstante, en este dominio manifestaciones aparentemente contrarias á las que se acaban de comentar. Confirman esto los tics,
las tendencias á dar vueltas, á trepar y á destruir desenfrenadamente, y la exacerbación de la locomoción misma, particularidades que, aisladas unas veces y juntas otras, se observan en no
pocos casos. Pero semejante actividad, demasiado poco consciente y sin ponderación ninguna, aparte de no ser, ni mucho
menos, tan general como la tendencia á la inacción, se presta
mejor á ser considerada como consecuencia de lesiones más ó
menos localizadas de los centros nerviosos que como producto
de un verdadero deseo, que es lo correlativo de la necesidad.
En la mentalidad de estos niños, los apetitos y deseos de orden
46
LA ESCUELA MODEENA
inferior son casi únicamente los que existen, y ganan en impulsividad y en fuerza lo que los de orden superior han perdido.
La necesidad de alimentación, de que se ha hablado antes, es
una de las modalidades del instinto de conservación, el cual se
manifiesta de dos maneras : buscando lo necesario al sostenimiento de la vida, y evitando aquello que puede perjudicarla.
Si para buscar lo necesario se muestran poco inteligentes estos
niños, todavía lo suelen ser menos para evitar aquello que puede
perjudicarles. Les falta generalmente la consciencia del riesgo
que corren, y por eso, muchas veces, no sólo no huyen del peligro que les amenaza, sino que se exponen á él y lo buscan sin
darse cuenta de ello; es esto lo único ó lo que más extraña á
algunos padres. En las calles, el niño no pone atención á la
muía, ni al caballo, ni al carro, ni al coche que pasan. En casa,
no se cuida de huir de la lumbre, coge y maneja los cuchillos,
etcétera; sube, cuando puede, á toda clase de artefactos, sin preocuparse de las consecuencias que le pueden sobrevenir, y hace
un sin fin de cosas más, parecidas á las indicadas, con las cuales
obliga á la familia á desplegar un cuidado mucho más constante
y mucho más intenso que el que exigen los otros niños de la
misma edad, ó la impulsa acaso á procurar librarse de aquella
peligrosa carga buscándole colocación, más buena ó más mala,
ya en un asilo ó ya en otro parecido sitio.
Buscar los alimentos y huir los peligros son las primeras y
las más fuertes solicitaciones del instinto de locomoción ó de
desplazamiento. Debilitadas dichas solicitaciones y ausentes ó
poco menos las de orden más superior en la esfera de lo intelectual, el instinto de desplazamiento se desarrolla muy poco y
queda subordinado, más que á otra cosa, á facilitar la satisfacción de las necesidades personales. Sin embargo, fuerte ó débil,
débil más bien en lo que hace á los niños á que ahora nos referimos, éste es siempre un instinto de transición, y enlaza los que
se refieren á necesidades puramente individuales con aquellos
otros relacionados con necesidades que interesan á la especie.
P.
i
-:;
SOCI?.j^TE]S
A mi i l u s t r a d a amiga D." Carmen Quirós Gallardo (1).
No me es posible hablar de este ilustre filósofo ateniense sin
que, como cinta cinematográfica, exhíbanse á mi memoria los
nombres de Protágoras, Polus, Hippias y tantos otros charlatanes de la ciencia como deambulaban por las calles y plazas de
Grecia allá por el siglo v, antes de Jesucristo, época aquella en
que el politeísmo era la religión del mundo y los griegos deificaban en su imaginación todo lo que despertaba en ella el sentimiento de lo maravilloso, todo lo estupendo... Ni Virgilio es
Virgilio sin un Mevio, ni Homero es Homero sin un Zoilo, ni
Sócrates es Sócrates sin un Gorgias, sin un Pródico, sin un sofista, en una palabra. ¡Como si el bien no pudiera existir sin el
alma! ¡Como si la vida para ser vida necesitase del maleamiento
de la gangrena! ¡Como si la tórtola no pudiera ser tan candorosa
sin la hurañez y la crueldad del buitre!... Cuando se escribe asi;
cuando se piensa así; cuando, sin saber por qué, se encuentra
uno frente á estos arcanos de la vida, frente á estos arcanos de
la historia, que no es otra cosa que la vida trasladada al papel;
frente á estos jeroglíficos que se aderezan espontáneos en el
pensamiento; frente á la criptografía del espíritu, el corazón se
aflige y llora, como si con su aflicción y su llanto pudiera evitar
que el nombre de Platón, el San Pablo de la mitología, subscribiese que la existencia de la esclavitud en la sociedad política
es indispensable; como si con¡un himno de lágrimas se pudiera
borrar de la historia la explícita é inhumana opinión del gran
poeta Eurípides: «Sólo los griegos nacen para ser libres»; como
si no pudiéramos acordarnos de las Thermópilas sin observar al
(1) Usted, señora, cuando lea este articulo, dirá que lo he hecho en uno de
los días m e n o s a m a r g o s de mi acibarada existencia: aquel en que tuve el honor de
saber que usted m e h o n r a b a y alegraba con su franca y sincera amistad.
48
LA ESCUELA MODEENA
traidor Ephialtes á la puerta de la tienda de Jerjes, señalando
con el brazo extendido el lug-ar y dirección de la senda A.nopea;
como si no fuese posible dedicar un recuerdo á Sócrates sin encauzar la atención hacia Aristófanes, evocar al fundador de la
Moral sin pensar en el cínico Melitón, decir Sócrates y no pronunciar mentalmente la palabra «sofistas», ó decir «sofistas»
sin alabar á Sócrates!... Los sofistas coetáneos de Sócrates no
eran aquellos intérpretes y panegiristas que buscaban en la
ciencia del ritmo la dulzura de la poesía; no fueron los primitivos profesores de Retórica, ni tampoco los literatos del tiempo
de los emperadores romanos, aquellos literatos que dedicábanse
con fruición al arte de hablar y leer en público sus declamaciones, sino, ya lo dije, eran los charlatanes de la sabiduría los que
erigieron la duda en sistema, los que daban confusión á la evidencia. Para interrogarlos primero y confundirlos después p u diera decirse que nació Sócrates, el más constante y terrible
adversario de aquellos seudo-filósofos, el Herodoto de la Moral,
el Zeus del olimpo de la Filosofía, en cuyo Ultis oficiaron Platón, Aristóteles, Jenofonte, Arístipo,Plotino, Diógenes, Sófocles,
Isócrates y tantos otros depositarios de la sabiduría helénica que
había de ser el germen de la sabiduría mundial, la matriz del
arte y la poesía del cosmos de Pitágoras. Pueron estos sabios
como heraldos divinos, como antorchas que iluminaban á los
hombres y á los pueblos los derroteros menos ambagiosos por
donde deben encauzar sus aspiraciones para cumplir en la vida
su destino como hijos, como padres, como seres racionales y
conscios, como hijos de Dios, como hombres, en una palabra.
(írecia fué la patria de Sócrates, y Atenas, que era la cuna de
la política, de las letras, del arte, de la poesía; Atenas, que fué
algo así como la cuna del espíritu humano, fué su cuna. Nació
el año 470 antes de Jesucristo. Su padre se llamaba Sofronisco,
su madre Phenarete.
Era pequeño de estatura; tenía los hombros altos y anchos;
la cabeza, más que ovalada, redonda; la boca desmesurada y
hundida; obscura la color; los labios carnosos y ceduladores de
la sensualidad, como los de la raza negra; los ojos risueños,
vivarachos; la mirada escrutadora, penetrante, de águila. Para
Zópiro, la fisonomía, el aspecto externo de Sócrates anunciaba al
hombre de instintos groseros, al hombre de malas inclinaciones,
al hombre vulgar, bajo, torpe. Afortunadamente para la huma-
SÓOHATES
49
nidad se equivocó aquel célebre fisonomista: el ser vulgar y ruin
que vislumbraba Zópiro al través de los rasgos físicos del personaje de estos apuntes, llevaba entre sus sienes el mundo de la
Moral, iluminado con las llamaradas de su portentoso pensamiento. Bajo la fealdad de Sócrates ocultábanse las más grandes
bellezas de la filosofía práctica que hasta entonces pudo concebir la razón humana, como más tarde la «Suma Teología» ocultábase tras el velo de la modestia y del silencio de Santo Tomás
de Aquino. Y es que la cualidad del pabellón no aquilata la de
la mercancía... Sócrates fué, en los primeros años de su edad,
como su padre, escultor, y á poco llegó á ser considerado como
uno de los mejores artistas de Grecia. El tipo ideal de bondad y
de belleza que bullía en los insondables fondos de su espíritu
repercutía, reflejábase en los perfiles, en los contornos, en las
actitudes que brotaban del choque de su cincel y el mármol. ¿Os
acordáis de los talladores de las canteras del Phentelsio? ¿Os
acordáis del que esculpió en los frisos del Partenón la batalla de
Troade?, ¿del que fabricaba dioses de mármol como los dioses
que fabricaba Homero de imágenes? ¿Os acordáis de Fidias, de
Calicrates? ¿Pues qué no sería Sócrates como escultor cuando
con su grupo «Las tres Gracias» decoraron los atenienses el pórtico del gran templo de la Acrópolis, del Capitolio heleno, que
no contenía más que obras maestras, divinas, de arquitectura?
Dice Jenofonte, su discípulo é historiador, que las estatuas de
su maestro soportaban casi sin inferioridad la proximidad de las
estatuas del gran Fidias, el Benlliure ateniense. Como escultor
pudo ganar sumas considerables, pero no pretendió nunca, no
quiso obtener más que lo que era estrictamente necesario para el
sustento de su familia. Aspiraba constantemente y en secreto
á esculpir almas y no piedras, á coadyuvar al nacimiento del
hombre intelectual y moral ante la virtud, ante la verdad, como
su madre (era partera) ayudaba al nacimiento del hombre físico
ante el dolor y la incertidumbre. Empleaba sus ocios en la reflexión, en el estudio, y no era inusitado en él olvidar las más
perentorias necesidades de su casa por las meditaciones especulativas, en las que quedaba como embebecido, extasiado, absorto,
con las manos incrustadas en las sienes y los codos en las rodillas por espacio de días enteros. Asistía con asiduidad á los
«lugares de descanso», que así se llamaban las casas de los retóricos y filósofos, y á las escuelas de elocuencia que una innumeTOMO XXXII.—NÚM. 1."
4
50
LA ESCUELA MODBBNA
rabie falang-e de «sofistas», unos sabios, los más seudo-filósofos
ó quiméricos, improvisaban en cualquier lug-ar ó punto de Atenas. De estos últimos, de los charlatanes, fué el azote, el terror;
jamás creyó sus afirmaciones por el mero hecho de que ellos las
afirmasen; no rindió nunca culto al valor g-ramatical de las
palabras, á la fisonomía, al aspecto extrínseco de las frases; buscaba el valor lógico, la estructura intensa del vocablo, del juicio,
de la proposición; no se cimbraba á los discursos de aquellos
oradores andarieg-os como se cimbrea la débil rama al viento,
como se'cimbrean los obscuros aldeanos á las palabras del que
creen superior; genio critico y sincero, discernía prontamente lo
verdadero de lo falso ó de lo sofistico en aquellas doctrinas esotéricas y exigíales á aquellos materiólogos argumentos sólidos,
razones poderosas, evidentes, persuasivas, capaces de llevar la
convicción al espíritu de los oyentes, y de pregunta en pregunta—ironía socrática ó método socrático—, fingiendo ignorancia,
les obligaba con frecuencia á retractarse, y más aún, á negarlo
que antes habían afirmado ó, al menos, propalado con ínfulas
de verdades conscias, dejándolos, por consiguiente, expuestos al
ridículo y entregados á la risa burlona del auditorio, que comprendía lo vana, engañosa que era la ciencia de que alardeaban.
Toda la severidad que usaba para combatir á los sofistas se tornaba en expansión y deferencia para con los verdaderos sabios,
y con frecuencia, envuelto en el albo xiíón y ceñido el manto al
talle, marchaba en busca de los sectarios de Anaxágoras, filósofo
clazomenio que inició en la escuela jónica la necesidad de un
dios distinto del mundo, para oír hablar de las leyes, de los dioses, de la inmortalidad del alma, de la metempsícosis, y allí,
sentado entre los anaxagónicos, como un niño, escuchaba con
atención religiosa, arquimedesca, las cuestiones más espinosas
del pensamiento y las más verídicas teorías astronómicas...
Así como hoy la prensa periodística es el foro de las pasiones
populares, la tribuna desde donde el pueblo habla al pueblo, la
escuela, por decirlo así, donde los escogidos de Dios y de la
Patria (yo llamo escogidos de Dios, yo llamo hijos predilectos
de la Patria á los que son algo, á los que valen algo, á los artistas, á los aristócratas del talento, no á los Midas; á los buenos
literatos, á los Costas, á los Craldós, á los Cavias, á los Dicentas,
á los Euedas, á esos que á golpe de pluma rompen los linderos
del pasado, ensanchan los limites del presente y se remontan en
SÓCEATES
'-
51
alas de la imaginación y la inteligencia, que son las palancas del
progreso, á las regiones del porvenir, donde se hospeda la humanidad futura para apercibirla á la conquista de la libertad,
que es la heredera forzosa de la inteligencia, la abuela de la
virtud y el más fiel remedo de la eterna felicidad), directa ó indirectamente educan é instruyen al pueblo, eran entonces en Menas los gimnasios, las plazas públicas, los pórticos; lugares todos
donde la conversación era perpetua, como si el hablar mucho
fuera la primera y principal institución helena. Esas fueron las
escuelas, digámoslo asi, donde Sócrates educaba é instruía á sus
discípulos, que eran numerososi sin exponer el objeto de la lección, sin previo programa; preguntando siempre de una manera
sencilla, pero nueva; simulando duda, pero siendo Sócrates—he
querido decir sabio —; siendo vulgar en sus demostraciones,
pero con esa vulgaridad que elevaba el alma y la atención de
sus oyentes é interlocutores á las más grandes concepciones de
la razón, como el holandés Bergueud grisaba los diamantes con
polvo vil, vulgar. Sócrates habló mucho, excesivamente, pero
no con exceso; es decir, habló mucho y habló bien; no predijo
el porvenir porque no fué profeta, ni trató do imponer á los
hombres ninguna creencia determinada; sus lecciones, sus diálogos con sus oyentes, siempre estuvieron inspirados en los decretos de su conciencia, que era su principal sentido, su oráculo
— como él la llamaba—, siempre justa, fuerte, certera en sus
fallos, infalible. El objetivo de su enseñanza, que era juntamente científica, moral y estética, era el perfeccionamiento moral
del hombre, llamando atrevida é inútil á toda enseñanza, á toda
ciencia que traspasaba los límites de la conciencia sin proponerse hacer al hombre de bien, al hombre bueno, al hombre
bello, moralmente hablando...
Si como filósofo y educador do la juventud su reputación y
fama no tuvo limites, su nombre fué glorioso como soldado, y
como magistrado no lo fué menos. Entregando su vida—he
dicho entregando porque la expuso, y quien la expone la entrega—recuperó á Alcibíades, que había caído en manos de los
hoplites enemigos en el sitio de Potidea.
Los atenienses le concedieron entonces el premio del valor,
los honores del héroe; pero Sócrates, siempre despreciador de
las cosas transitorias, dijo que siendo Alcibíades más joven y
más bello que él, era más valiente, más digno del premio, por-
52
LA ESCUELA MODEENA
que al exponer su vida expuso más. Y en la batalla de Delio,
cuando ya los atenienses vencidos estaban á punto de perecer,
acaso por la cobardía de sus generales, Sócrates, animando á los
veteranos y oyendo, ¡quién sabe!, á su oráculo decir la frase que
más tarde repitiera María Pita: «Quien tenga honra que me
siga», se precipitó sobre la retaguardia, hizo retroceder al enemigo y libró de una muerte segura á su discípulo Jenofonte. La
paz le devolvió con más ardor á sus estudios, y al poco tiempo
el plebiscito nacional de los republicanos lo elevó á las más altas
dignidades del Estado.
Como pritáneo patentizó las difíciles virtudes de la política;
fué justo, imparcial, moderado é inflexible h los furores del
pueblo, y si como maestro no careció del don de agradar, que
es uno de los principales dones de la enseñanza, como hombre
de Estado poseyó en alto grado el de infundir respeto, que, si
con respecto á la enseñanza es también importante don, lo es
más tratándose del no menos difícil arte de gobernar á los pueblos... Cuando los atenienses condenaron á muerte á los diez
generales de las Arginusas porque hablan dejado insepultos
á los ciudadanos muertos en aquel sangriento combate naval,
Sócrates, que era á la sazón pritáneo y de cuyo voto dependía la
vida ó la muerte de aquellos marinos, conocedof de la inocencia
de los acusados, arrostró las iras del populacho, y aunque sus
compañeros, aterrados por las imprecaciones y por las armas de
la multitud, condescendieron con ella, él protestó del fallo y
hasta ofreció su vida por salvar á los generales victoriosos. Con
este acto triunfó de la cólera de los atenienses, pero también,
¡ay dolor!, quedó decretada su muerte en la conciencia de los
fanáticos, de sus enemigos, en el corazón de sus verdugos...
Aristófanes, Anito y Melito fueron los primeros asesinos de
Sócrates. El primero, con una obra que llevó al teatro titulada
Las Nubes, no se propuso otra cosa que ridiculizarlo, suscitar
contra él la cólera del populacho, unir su nombre a l a calumnia
y pintarle como un visionario, como un fantástico, como un sofista (son las armas de que se vale la adulación para vencer á la
sabiduría). Después, Anito y Melito le acusaron delante de los
magistrados de blasfemo contra los ídolos de la multitud, de
propagador de creencias demoníacas, corruptoras de la juventud, y fué condenado por el partido de los demagogos, que se
había fusionado con el de los fanáticos, á beber la cicuta. Só-
SÓCBATES
53
crates no quiso defenderse; pero... ¿de qué—pregunto yo—iba á
defenderse el que jamás cometió otro delito que pensar mucho y
pensar Men?...
Cuando oyó su sentencia exclamó: «Mi muerte es la voluntad de Dios. Vosotros, los jueces, vais á vivir y yo voy á morir;
sólo Dios sabe cuál es la mejor suerte: la vuestra ó la mía. No
tengo resentimientos ni contra vosotros ni contra el pueblo.» Y,
más tarde, cuando sus discípulos trataron de persuadirle á que
huyera de la prisión, cuando le prepararon la fuga, les dijo
enérgicamente: «Nada hay en la tierra tan respetable como las
leyes de la patria. La muerte es menos dura que el remordimiento que me causaría contravenirlas ó burlarlas.»
Un hombre que pensó bien, vivió bien, habló mucho y bien
y murió con esperanza. Tal fué Sócrates.
M.
CoNTINUNTH L A R A .
Palma del Rio, 1909.
CURIOSIDADES
Según la creencia general, el punto más frío del globo es cualquiera de
los polos, y sin embargo no es así. El lugar más frío de la Tierra es un
pueí)lo llamado Verhoyausk, instalado al nordeste do la Siberia. En aquel
ambiente de hielo, si se cae al suelo una hacha se parte como si fuera de
cristal, y en cambio una tabla de madera verde se hiela y se pone tan
dura como el hierro.
El Banco del Pueblo de Milán, que empezó sus operaciones con la insignificante suma de 700 pesetas, tiene hoy un capital de 12.500.000.
Los chinos consideran el respeto filial como una de las más altas virtudes.
Los camellos pueden llevar agua en el estómago para una semana.
El cultivo de las adormideras en China y el consumo del opio se acabarán en 1916, porque cada año la producción se reduce en un diez por
ciento. Los que sigan con el vicio al expirar dicho período serán desterrados.
Se ha inventado un reloj para ciegos en el que la esfera tiene las horas
grabadas con cifras en relieve del sistema Braille.
BOCETO DE INFORMACIÓN laNDIAL PEDA&Ó&ICA
Continuamente el esperanto realiza progresos como idioma
internacional de la Humanidad. Los cursos para su enseñanza
se multiplican en las ciudades y pequeilos pueblos del mundo y
de España, su bibliografía crece y se extiende á todos los ramos
y todas las particularidades del saber y la actividad humanos,
el número de sus adeptos prodigiosamente aumenta, la vida de
sus grupos y sociedades se intensifica y se agranda, niños y
muchachos lo hablan. Recientemente he tenido ocasión y gusto
de ver en la culta Barcelona, como prenda de lo que social y
comercialmente vale dicho idioma, un gran Bazar Esperantista,
frente al edificio de Correos de la ciudad de los Condes, y con
cara á las anchas calles de Trafalgar y Arco de .Junqueras y á
la hermosa plaza de Urquinaona. Un bazar todavía llamado sucursal (sucursal de Benítez y C.*), y en cuyas puertas se leen
los nombres de las secciones que comprende, y que transcribo y
traduzco para dar idea de la importancia del esperanto á quienes aun suponen que lo de ese idioma es invención y manía de
cinco locos : Lencería, Encajes y Bordados, Mantelería, Confecciones para señoras. Peletería, Sombrillas y Abanicos, Perfumería, Camisería, Corbatería, Bisutería, Géneros de punto, Confecciones para caballeros, Guantería, Bastones y Paraguas, Pañolería. (Conste, además, que ello no quiere ser reclamo, y que sólo
vi la casa en día festivo, con las puertas cerradas.) El esperanto—
y esto nos interesa más á los educadores—, como lengua facilísima, es medio eficacísimo para el cambio escolar internacional de
escritos, y así lo practican alumnos de Vich con otros franceses,
y así conviene se recomiende á las escuelas y colegios españoles.
La coeducación, que merced á informes encontrados, y aducidos por el apasionamiento algunos, ignoramos á ciencia cierta
si progresa ó retroanda en los Estados Unidos, y que realmente
BOCETO D E I N F O E M A C I O N MUNDIAL P E D A G o a i O A
'DO
avanza hacia su triunfal implantación en la mayoría de los
países de Europa, puede y debe apuntarse en España nuevas
victorias, porque victorias son las gloriosas entradas en año
nuevo de las escuelas coeducadoras existentes, cual la antigua
Institución Libre de Madrid y las modernas fundaciones Horacianas y colegios libres desparramados por el Principado catalán y demás regiones españolas. Sin contar las Horacianas de
Lloret de Mar y de San Feliu de Guíxols, entre otras de poblaciones catalanas, en Barcelona viven viento en popa las dos
establecidas en las calles de Duran y Basy de Mercaders, publicando la primera alentadores resultados de su labor pedagógica
é inaugurando la segunda con solemnidad y concurrencia las
tareas del año que con este mes comienza. El número, y sobre
todo la calidad de los coeducacionistas, no va en modo alguno
á la zaga del movimiento coeducativo en el terreno de los h e chos : prueba elocuente de esto hase visto en el infausto Congreso de primera enseñanza, clausurado el 2 del mes que cursa,
con motivo del cual, coeducacionistas se mostraron las señoras
y señoritas Sarda, Maeztu, Laplana, Vigneaux, García del Real,
Pi, etc., y los Sres. Vernet, Amador, Sánchez de Castro, Lidón,
Vila, Casas, Sales, Llach, Poch, Godas, Foguet y algunos otros,
con todo el grupo denominado profesores laicos, siendo una lástima que la desdichada naturaleza del Congreso causase con la
retirada de muchos la dejación de la defensa de las enmiendas
aportadas á las tristes conclusiones del pobre trabajo de la señorita ponente, enmiendas que, sin embargo, todavía encontraron
adhesión y apoyo dentro de los elementos que siguieron al Congreso en su agonía, y que con este asunto pareció que prestaron
al lánguido período de consunción de la fallecida Asamblea aires
de calor y vida.
* *
En Bélgica se estudia el funcionamiento de un Museo Propedéutico, cuya finalidad no debe ser otra que didáctica en el
sentido general y más humilde del vocablo. Un Museo de Historia Natural que no fuese para eruditos y técnicos, sino para
educación del espíritu del vulgo, para los ignorantes en latín y
profanos en especialidades científicas, sería creación excelente
al servicio de procurar mayor cultura media entre los ciudadanos y mejor afición á la Ciencia y á la Naturaleza, todo lo cual
56
LA ESCUELA MODEENA
es lo que en Bruselas ahora se pretende. Los Museos nacionales
y municipales de nuestra patria no llenan ni con mucho semejante objeto : resultan demasiado especificados y demasiado
buenos para el fin de referencia, al cual se acercarían, por poco
que se les mejorara, los escasos Museos escolares, quienes, no
obstante dicha similitud, tienen su genuina función, como genuina la tienen y distinta los Museos nacionales de especialización y ciencia.
Para el Museo Propedéutico, como para los escolares infantiles, contribuyen poderosamente excursiones naturalistas, cual.
por ejemplo, la realizada el día de Reyes por los alumnos del
Museo Pedagógico Experimental (que en Barcelona labora bajo
la constante acción del Dr. Eaduá y D." Francisca Revira, aparte
de otras eminentes y activas personalidades), excursión dirigida
por el catedrático salmantino D. A. Vila Nadal, quien por la
tarde del citado día explicó en pública conferencia la preparación de los objetos recogidos durante la mañana por los excursionistas.
Aun confesando que bastante realiza nuestra patria en materia de excursiones, ejemplo para viajes escolares nos ofrece
Rusia, país supuesto sin prácticas pedagógicas imitables y que,
sin embargo, en esto y en enseñanzas femeninas incontestablemente nos aventaja. Sus trenes conceden el 70 por 100 de rebaja
sobre los precios ordinarios, que ya son baratísimos, en beneficio de los pequeños excursionistas, caso parecido al que ocurre
en Bélgica, donde, según conversación con un maestro que allá
estuvo, luego de la rebaja otorgada por las Compañías satisface
el Estado el .50 por 100 del viaje, y satisface el Municipio el restante 50 por 100, habiendo así hasta casi gratuidad para .hospedajes y todo género de gastos. Con tales condiciones, unos 3.000
kilómetros fueron recorridos en la región üral por los escolares
rusos, utilizando como hoteles las propias escuelas primarias,
cuyas aulas encontraban vacías por ser época de vacaciones. En
nuestra Península repetidas veces se han recabado facilidades
económicas semejantes, y urge siempre repetir la petición y la
campaña, pues sólo á los perseverantes sonríe la victoria, y la
victoria ha sonreído, verbigracia, por lo que afecta á los tranvías
de Barcelona, á los excursionistas horacianos.
BOCETO DE INFOEMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA
57
El principio de enviar al extranjero alumnos y profesores,
obreros y estudiantes que luego traigan á la patria lo que fuera
hayan cosechado, va doquiera realizándose y aumentando la
suma de sus propagandistas. Entre éstos cabe que nombremos
á A. Colin, el librero parisién, por sus bolsas de viaje á países
de lengua inglesa y de lengua alemana. Pensionados sustentan
en tales países, asimismo, la Diputación y el Ayuntamiento barceloneses, además de otras Corporaciones administrativas de la
Península. Pero á la acción del Estado y á la acción corporativa
oficial importa también unir la obra de los individuos y de los
particulares asociados, y, aunque algo en este sentido exista
entre nosotros, resulta conveniente impulsar y fomentar las
iniciativas privadas, engrandeciendo al efecto cuantas consecuencias deriven del otro principio de la libertad de enseñanza,
al cual tantas aplicaciones y frutos quiso sacársele en el reciente
Congreso de Barcelona por los partidarios de la anulación ó empobrecimiento de las escuelas oficiales, con miras á la valía por
este medio de las suyas propias. Así la Sección primera de aquel
Congreso, por boca del Sr. Parellada, su vicepresidente, al dar
cuenta en sesión de clausura de las tareas efectuadas, dijo que
las Escuelas Normales libres existían y estaban á mayor altura
que las del Estado, y que éstas y aquéllas habían de expedir
títulos magísteriales^sin pago alguno de derechos, no obstante
lo innecesario del título de maestro para la enseñanza y educación de los hombres de mañana. Así también la Sección segunda, por boca del presidente Sr. Trias, en la sesión antedicha
afirmó que la Escuela Superior del Magisterio, por centralista
como toda otra escuela intervenida por el Estado, le era muy
poco simpática, y al examinar lo que es el profesor m/ieri y el
profesor in fado, cantó las excelencias de la escuela religiosa,
aun no poseyendo maestros titulados.
Y más que nada, lo que debiera significar la libertad de enseñanza no debiera ser lucha de la escuela libre contra la del
Estado, negación de la escuela oficial para vivir la libre sobre
sus ruinas, sino cooperación é inteligencia, suplir por la acción
social la inacción de la Administración pública, ser guía por el
propio esfuerzo y la mejora propia, nunca por la exagerada alabanza de sí misma y la negación de la escuela ajena. Esto cabe
hacer, que no lo hace la libertad de enseñanza por aquí decantada 5^ practicada. Buenos, muy buenos colegios de Congrega-
58
LA ESCUELA MODBENA
ciones existen en España, y laborando importa que se perfeccionen. Pocos, muy pocos colegios seglares tenemos notables en
nuestra patria, y de veras es menester que trabajando crezcan
y se avaloren, que esto, dígase lo que se diga de determinadas
competencias, es cosa muy posible, cual lo prueba el rico colegio Mont d'Or de la capital de Cataluña, visitado por una docena
de maestros de diferentes comarcas españolas la tarde del día 31
de diciembre.
En los Estados Unidos de Norte-Amé rica, 89 Escuelas Normales libres existen frente á 179 oficiales, y hay frente á 390 Righ
Schools del Estado otras 296 privadas. La proporción ofrece i n versión de términos é inmensa mayoría á favor de la acción
particular por lo que respecta á las Universidades, pues 38 existen oficiales, y existen 213 privadas.
Esto, creación de escuelas, establecimiento de grandes centros docentes y científicos, debe producir el principio consagrado
de la libertad de enseñanza, y no colegios mercenarios de vida
tan raquítica que hayan menester para su existencia la supresión de la escuela del Estado.
Con el principio de la libertad de enseñanza, consagrado en
articulo de la Constitución vigente, anda ligada la reapertura
de las escuelas clausuradas luego de los incendios de la última
semana de julio, asunto al cual en el ioceto del anterior cuaderno dedicáronse unos párrafos enlazándolo con la pastoral de los
¡¡relados franceses, que ha motivado querella de los compañeros
de la vecina República. Los amigos de la libertad de enseñanza,
á la vez enemigos de todo liberalismo, al que califican pecado,
son precisamente quienes contra la reapertura de tales escuelas
y el ejercicio de tal libertad se pronuncian ante la Junta municipal de Enseñanza de Barcelona. Se asegura oficiosamente que
nadie ha aportado informe favorable á la reapertura de los centros docentes referidos, y la Junta, previo dictamen del vocal
decano de los maestros públicos, acuerda por unanimidad proponer al gobernador civil de la provincia la continuación del
cierre escolar decretado. En verdad que á los informes de la
Junta diocesana de Acción Católica, del Comité de Acción Católica de Sabadell, de vecinos de Mataró y Premia de Mar, del Co-
BOCETO DE INFORMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA
59
mité de Defensa Social y tantos más, bien podian oponerse ante
la Junta provincial barcelonesa de Instrucción pública informes
de las Corporaciones, entidades é individuos izquierdistas, como
es de creer que todavía se opong-an á la hora en que se escriben
estas líneas, y así la Junta fallará examinando el grave asunto
cultural desde sustopuestos aspectos, desde los puntos de vista
diversos que ofrezcan los impugnadores y los defensores, con
cuya manera la verdad y la justicia han de salir indudablemente
con mayores garantías de elaboración y han de nacer á la plaza
pública mejor libradas.
Si en el campo de la escuela, cual escribió nuestra Crónica
anterior, ha de darse la futura victoria de las derechas ó las
izquierdas, conviene que éstas no dejen expedito el campo á la
acción de aquéllas. Ya lo hicieron recientemente en el infeliz
Congreso precitado, ya lo han hecho en la información pública
abierta por la Delegación Regia catalana, ya nada igual oponen
á la bendición de nuevos locales salesianos en Hostafranchs por
el obispo l)r. Laguarda para clases en favor de la juventud
obrera. Acaso sea algo serio en ese camino, del cual las izquierdas desertan, las conferencias del Ateneo línciclopédico Popular
encaminadas á promover un estado de opinión favorable á la
creación de escuelas dignas de una gran ciudad y á la orientación que debe darse á la enseñanza. La serie de dichas conferencias se desarrolla por las personas siguientes : Amadeo Hurtado', José Miró, José Roig Bergadá, Ignacio Iglesias, Manuel
Ríus, Joaquín Düalde, Jesús Pinilla, Francisco Layret, J. Ventosa Calvell, Pedro Corominas, Alberto Bastardas, R. Martínez
Gras, Odón de Buen, H. Giner de los Ríos, José Antich y Andrés
Cabré Bru. Que la fecundidad les acompañe.
En Madrid, y en vísperas de las últimas fiestas de Navidad,
inauguró Benavente el teatro para niños, que es de desear sea
buena taquilla para la educadora empresa del Teatro del Principe Alfonso. Así es como se procede. Si dicen que el teatro moderno desmoraliza, hagamos que digan que el teatro moderno
educa bien á las generaciones que suben. Ligas se fomentan en
los Estados Unidos actualmente para que los niños gocen de
excelentes recreos, espaciosos jardines y buenos teatros.
60
LA ESCUELA MODEBNA
En Alemania se lucha contra la perversión literaria de determinados libros y contra su fondo de perversidad moral, creando
Asociaciones y editando el órgano de éstas en la prensa pequeños y buenos libros económicos. En Barcelona la Sociedad Protectora de los Animales y de las Plantas de Cataluña inaugura
con su pabellón de la Sección Marítima del Parque una biblioteca pública, que permanece abierta domingos y días festivos,
y en todas partes son de alabar las Obras parroquiales y las
Buenas Lecturas, que es de sentir no sean empresas imitadas
por toda clase de elementos, y no sean siempre bellas y atractivas lecturas de fondo sano indiscutible.
*
*
.-i:
En el Centro Comercial Hispano-Marroquí de la capital de la
región catalana S3 reunió el 5 de este mes la .Tunta directiva,
asesorada de los maestros públicos D. Andrés Pujol, de las escuelas de párvulos, y D. Blas Vernet, de las elementales y director de El Clamor del Magisterio, para fallar las hojas de méritos
y servicios de los aspirantes presentados al concurso abierto por
dicha entidad con el objeto de proveer varias escuelas públicas
que por cuenta de los Centros Comerciales Hispano-Marroquíes
en breve se abrirán en el Rif para la enseñanza gratuita del
idioma castellano en los nuevos y antiguos territorios españoles.
Se recordará lo que sobre el particular de las escuelas europeas
en Marruecos se dijo en el penúltimo boceto, y se recordará asimismo lo que la prensa política refiriera cuando el reciente
Congreso africanista de Valencia con relación á los acuerdos de
instrucción primaria para la pacifica penetración en el Mogreb.
Tal realizan entidades alemanas y tal urge que sigamos realizando nosotros los españoles.
* *
El período de regeneración de la raza, la atención y cuidado
á la educación física, no cesa, y ya sabemos que en todas partes
caracteriza el movimiento escolar de estos tiempos. Últimamente Mlle. Brieux publica en francés un largo é intenso estudio relativo á la higiene de la infancia. Nada de comer carne, ó
bien comer muy poca, y jamás antes de los cinco ó los seis años;
BOCETO DE INFOBMACIÓN MUNDIAL PEDAGÓGICA
61
poco pescado y pocos huevos; poco chocolate, y mejor nada;
nunca café, ni vino, ni licores, ni te, ni tahaco. Tampoco las
especias, la pimienta, el vinagre y apenas la sal han de intervenir en la comida del niño, y debe evitarse también que en la
comida beba.
Mlle. Brieux nos recuerda al Dr. Tirteafuera de nuestro Cervantes, pero puede que esté en lo justo, como lo están, á su
juicio, los vegetarianos, quienes al tema «Higiene mental» del
repetido Congreso barcelonés presentaron extensa y razonada
enmienda.
La escritora francesa asegura que comemos poco los meridionales porque la luz y el aire nos alimentan suficiente, y
achaca los cólicos del verano á exceso de comida, entonces innecesaria en tanta cantidad por la mayor alimentación que el
sol nos presta, de lo cual deriva la higiene de la piel, la recomendación de exponer el cuerpo desnudo al aire y á la luz, y el
establecimiento de escuelas en pleno campo en Lyon como en
Alemania y como en Inglaterra y Bélgica. Mlle. Brieux, finalmente, se pronuncia además por la gimnasia sueca, la única
que impide perezosos, la linica total y estética, y casos grandes
de gimnasia sueca se han visto ahora en los festivales gimnásticos del Palacio de Bellas Artes de Barcelona y de la industriosa
ciudad de Tarrasa.
En el número de diciembre último citamos los progresos de
Chile en orden á la disciplina escolar dicha Trabajos manuales.
Añadamos hoy algo de aquella República del Sur Occidental
de América. Sus 15 Seminarios pedagógicos en 1907 otorgaron
120 títulos, número insuficientejpara las necesidades escolares
del país, donde las mujeres son, por razones que dicen pedagógicas, preferidas en la enseñanza primaria y nutren 9 de los 15
Seminarios.
El Instituto Pedagógico — algo como nuestra Escuela Superior del Magisterio — se creó en Chile el año 1888, y desde entonces lleva preparados 310 profesores y profesoras, lo cual da
un promedio de 1(3 por año. Hoy su régimen es el externado y
la asistencia coeducadora de uno y otro sexo. Sus estudios duran
cuatro años, en todos ellos con prácticas escolares, que son mayores, como es consiguiente, desde el tercer curso. El Instituto
62
LA ESCUELA MODEBNA
abarca siete Secciones, las cuales tienen como es natural estudios comunes y reciben estos apelativos : Castellano. — Francés.—Inglés.—Alemán.—Historia y Geografía.—Ciencias matemáticas y físicas.—Ciencias biológ-icas, Química y Mineralogía.
Los sueldos del magisterio chileno compiten con ventaja con
los que percibimos los educadores de esta vieja madre patria de
aquella joven república americana. El sueldo de ingreso ó entrada allá, el que cobran los maestros de la cuarta clase, asciende á 960 pesos; el haber de los maestros de la primera clase es
1.800 pesos. España tiene sueldos de 500 pesetas enfermas para
los maestros de la categoría Ínfima, y sueldos de 3.000 pesetas
para los maestros de categoría máxima. En Chile hay escala de
sueldos nuevecita, votada por la Repiíblica en 1907; en España
los más de los profesores primarios quieren todavía que perdure
y se eternice la vetusta escala de medio siglo atrás de la nuevecita chilena, la arcaica escala de sueldos de 18.J7, con sus sagradas y múltiples categorías de poblaciones; quieren que perdure
y se eternice esa escala amplísima..., ascendiendo todos un
peldaño.
*
Para eso de aprender de los jóvenes Estados americanos, nuestros hijos, podríamos también irnos á Méjico, nación que nos
muestra liberal y sencilla organización pedagógica, gratuita en
todos sus grados y verídicamente obligatoria en la primaria, sin
Universidad alguna propiamente dicha.
También la Kepública Argentina nos muestra sus numerosos
y soberbios edificios escolares para baldón y oprobio de nuestros zaquizamíes, crímenes de lesa infancia. También Uruguay,
también Perú, hasta también Venezuela nos muestran cosas á
que prácticamente nuestra Pedagogía no ha llegado.
?,Cuándo las cabezas y los brazos españoles van á seguir de
todo corazón ejemplos extraños y van á dar á su vez al mundo
ejemplos?
.JIJAN LLABUNA.
Lérida, tmoro 19i0.
RUTINAS DE LA MATEMÁTICA
SOBRE LA l.'AilOSA REGLA DE
TtíES
Parece que existe una convención universal para hacerla
indispensable en toda Aritmética, desde la más elemental hasta
la más superior. Esta infundada y exag-eradisima importancia
yo la reduzco hasta anular la famosísima regla, que nada regula, y la considero muy digna de figurar en un tratado cabalístico destinado á ensalzar las excelencias del número tres y la
historia de todas las trimurtis y trinidades que en el mundo
han sido.
Los tratadistas más discretos la estudian como problema derivado de las proporciones, cuyo origen no pueden sentar los
tratados elementales, que no se ocupan de aquella teoría. Ese
sería su origen : buscar una aplicación práctica á las proporciones, bifurcando la línea recta matemática que pasa á la serie de
razones continuas y progresiones para cimentar la teoría de
logaritmos. De la proporción abstracta se pasó á la igualdad de
quebrados concretos con numerador y denominador de distinta
especie, se omitió en número uno de los datos expresando su
especie, se aplicó al teorema fundamental de proporciones, y he
aquí la famosa regla de tres formada laberínticamente y atendiendo sólo al relumbrón del espejuelo que presenta un problema; después se pretendió auxiliar el sentido común, que es
quien puede descubrir la mayor parte de las veces la llamada
proporción directa é inversa entre las cantidades concretas, con
la aplicación de las alteraciones de los términos del quebrado, é
igualmente se apela para su explicación á la consideración de
supuesto y pregunta, cantidades principales y relativas, homogéneas y heterogéneas, causas y efectos, etc., etc., coronando
así churriguerescamente esta desdichada y torcida regla, cuyo
estudio habrá consumido un tiempo que, de aplicar el célebre
64
LA ESCUELA MODEHNA
aforismo inglés, bastaría para la resolución de todos los problemas que puedan afectar á la Humanidad.
Esta fastuosidad y aparato no podía engañar por mucho
tiempo. Aunque parezca mentira, hay quien estudia Aritmética
comenzando por comprenderlo que es la numeración, y alguno
de éstos debió hacer el «importante» descubrimiento del método
de reducción á la unidad. ¡Pobres oropeles de que estaba revestida la regla de tres! Quedaréis almacenados para otra payasada,
y procurad no descubrir tan pronto á vuestro encubridor.
Indudablemente, quien resolviera por reducción á la unidad
la regla de tres, sabría dividir un producto por un número. No
es ningún alarde de conocimientos ni generalización matemática, pero aun así, quien fuera tiene su fama y su pedestal fabricado á costa de la miopía intelectual de sus antecesores. Y ya
puestos en este caso, f.qué tenemos? Una división y una multiplicación; pues ello será un problema mixto de una y otra operación, al igual de los muchísimos en que figuran combinadas
las operaciones fundamentales. T para ello no hay necesidad de
que nos acordemos que existen la regla de tres ni el método de
reducción á la unidad, ni torturemos á los niños con tales tonterías, que nosotros perdonamos de buen grado á quien pretendió enseñárnoslas. Y mientras tanto, son contadísimas las escuelas en que se enseñan prorrateos. Sumemos otra prueba á la
pobreza de la rutinaria regla de tres. ¿Entre qué cantidades concretas se puede fácilmente percibir la proporcionalidad? Son
muy pocas las especies que la determinan, pues la generalidad
son de carácter técnico; así que eternamente se está operando
en la cacareada regla con el número de hombres que hacen una
obra en tantos días, y es una verdadera paradoja de esta excitación constante el porqué no somos todos arquitectos ó albañiles.
Y continuando nuestra cruzada, sentemos la impropiedad de la
regla cuando es compuesta, pues en vez de tres, será de cinco,
siete, etc.
Si elementalmente es inadmisible, en Matemática superior
es horriblemente absurda. Causa verdadera pena verla en los
programas codearse con las progresiones, interés, descuento,
etcétera, y tanta y tanta cuestión verdaderamente matemática.
No puede aducir ningún razonamiento que merezca honores de
teorema; tiene que admitir convenios de proporcionalidad y divagar en futilidades sobre la colocación de los datos y disposi-
EÜTINAS DE LA MATEMÁTICA
05
ción de la operación. Tiene que hacer aplicación inmediata al
consabido ejemplo, subsistiendo el reducido campo de especies
proporcionales, y se tiene que referir á la Mecánica si quiere
relacionar espacios, velocidades y tiempos; á la Economía, si el
precio con la oferta y la demanda, y así van laborando terreno
de roturación las demás ciencias en la que debía ser eminentemente pura, y no lo es por culpa de esta y otras rutinas que
iremos señalando sucesivamente.
RAFAEL
SURIANO
CAÑAS.
LAS AVES, VICTIMAS DEL AEROPLANO
Las gigantescas aves artificiales no se llevan siempre bien con los habitantes de la atmósfera. Según se dice, los voladores producen á veces con
sus vuelos verdaderas hecatombes entre ios pájaros, no porque los hiera
el aeroplano, sino porque caen en el torbellino de aire que levanta la hélice y salen despedidos violentamente contra el suelo, donde mueren á consecuencia del golpe.
E n Francia se h a promulgado una ley disponiendo que en el término
de cinco años quede excluido en absoluto en todo trabajo de pintura el
albayalde y todas las preparaciones que lo contengan.
E n Francia es muy común usar lentes muy cóncavos, con el objeto de
librarse de ser soldados.
E n Alemania existen médicos encargados de producir enfermedades á
los mozos que desean librarse de quintas. A veces estas enfermedades ocasionan la muerte de los interesados.
También se persigue este fraude con grandes p e n a s .
M U J E R E S MILLONARIAS
La marquesa de Graham es actualmente la inglesa más rica, porque al
morir su padre, el duodécimo duque de Hamilton, le dejó una renta de
2.850.000 pesetas a n u a l e s .
Mr. Ogden Goclet dejó á su hija, la duquesa de Boxburghe, 25.000.000
de duros.
La baronesa Vonbckhardstein h a entrado este afio en posesión de la
segunda parte de la fortuna que le legó su padre, Sir J o h n Blundell Maple,
con la cual reúne 1.650.000 pesetas de renta anual.
La condesa Szechenyio, ó sea miss Gladys Vanderbilt, heredó 62.500.000
pesetas en oro.
TOBO XXXII.—NÚM. 1.°
Ó
PEDAGOGÍA SOCIAL
Gobiernos liberales: Sé que sois amantes del progreso y de la
cultura popular; que sois partidarios decididos de todo aquello
que se titule adelanto y civilización; que aspiráis á hacer de
nuestra patria una moderna España basada en los principios de
una enseñanza nueva; que os importa mucho, muchisimo, la
educación y la instrucción de los individuos españoles; que las
libertades ciudadanas serán siempre vuestra preocupación más
honda; y sé más : sé que consideráis á la escuela y al maestro
como elementos fundamentales en la obra salvadora que acaricia
vuestro ideal noble y honrado.
Habéis subido al Poder alentados por la santa idea de regenerar la patria, llevando al espíritu de sus hijos el grito humanitario de los sentires que encierran vuestros pechos; habéis empuñado las riendas del Gobierno para dirigir—con vuestro tacto y
pericia — los esfuerzos de la nación española hacia un porvenir
donde la paz y la bonanza imperen; habéis reemplazado al partido conservador para hacerle ver sus desaciertos y probarle que
sólo vosotros sabéis interpretar los deseos de los ciudadanos españoles; habéis, en fin, llegado equipados de abundante material de guerra para declararla abierta y cruel á la ignorancia y
la barbarie.
Constándome todo esto, y sabiendo además que vuestra voluntad es grande, como grandes son los ideales nacidos al calor
de vuestro acendrado .patriotismo, yo, joven inexperto en las
lides de la política; yo, que aunque sólo cuento veintiún años,
llevo cuatro dedicado á la ardua y meritoria tarea de instruir y
educar á la infancia, disipando en sus jóvenes cerebros las neblinas que aprisionan los gérmenes de la perfección humana,
me voy á permitir — por sí en algo puedo contribuir al engrandecimiento patrio — delinear, aunque no sea más que á grandes
rasgos, tal y como mi mente lo concibe, el camino que debemos
emprender llenos de ferviente entusiasmo todos los subditos españoles, si queremos libertar á la madre común de las muchas
vicisitudes por que atraviesa en los momentos actuales.
PEDAGOGÍA SOCIAL
67
Hoy — preciso es declararlo —, España no sólo carece de la
ilustración y la cultura que poseen otras naciones, sino de Ití que
aun es más grave, cual es de voluntad y de medios para alcanzar tan altos dones. Se impone, pues, si queremos marchar en
uniforme paralelismo con los Estados de la Europa culta, que
los Gobiernos, que son los encargados de dirigir al pueblo por
las vías de lo justo y de lo bueno, prediquen la cruzada maravillosa donde, alistados grandes y pequeños, ricos y pobres, todos
unánimes y encendidos en un mutuo amor por salvar á la patria,
armados de broquel y lanza, libremos la descomunal batalla en
que como trofeos saquemos triunfante y victoriosa la bandera
de la Libertad, bordada primorosamente por la mano de la civilización y del progreso.
Preciso es, si queremos redimirnos, que todos, absolutamente
todos acometamos con inquebrantables bríos el problema de la
educación, único que resuelto favorablemente nos devolvería
nuestro antiguo esplendor y nombradía; preciso es. Gobiernos
españoles, aumentar considerablemente el número de Centros de
enseñanza, reformando al mismo tiempo los que hoy existen y
dotándolos de personal y material abundante y escogido; preciso es que no dejéis en el olvido, que no desatendáis, que no
menosprecies á los hombres de recto corazón y de claro entendimiento que se dedican á educar é instruir á las masas en general, cuales son los maestros; preciso es que decretéis de una
manera firme, sin que haya lugar á burlas ni omisiones, la obligatoria ley de la enseñanza; preciso es, por último, que aunadas
todas las clases sociales—reyes, ministros, senadores, diputados,
industriales, comerciantes, artesanos, etc., etc.—, encaminemos
todas las energías de la nación á difundir la luz de las ciencias
y las artes, hasta que hayamos conseguido romper los duros
barrotes de nuestra reclusión obscurantista.
Y en tanto el pueblo no llegue á convencerse de estas verdades; en tanto que la apatía y la indiferencia que en cuestiones de
enseñanza parece reinar en nuestra España no se transformen
en ardiente espíritu civilizador; en tanto que vosotros, los arbitros del Poder, permanezcáis mudos é impasibles — cosa que no
es de esperar—, la nación española marchará hacia el más horroroso y más terrible de todos los cataclismos: «hacia la destrucción y hacia la muerte.»
EPIFANIO JULIO MACÍAS.
Cabezuela (Cáoeres), XI-909.
EL TRABAJO MANUAL ESCOLAR (1)
SERIE OCTAVA.—APÉNDICE DE TRABAJOS
Trabajos de cestería, de /lores ;/ /'ratos ij en metales.
Á la lai'i;a lista de labores manuales que hemos descripto en esta
obra, ijuerernos añadir, aunque sea muy brevemente, el concepto que
tenemos formado acensa de otras que, por distintos motivos, no van
ineluidas en las series precedentes y de las que se ocupan casi todos los
autores que han estudiado este asunto.
Los trabajos en mimbre, caña y junco, que bien (¡ueden denominarse de Cestería, no los hemos estudiado en el l'ondo de la obra por creerlos inadecuados para labor infantil. A(]ui nos ocuparemos brevemente
de ellos, dejando al criterio del profesorado la apreciación do su utilidad, y de si son ó no do posible práctica en las escuelas de niños.
I.a fabricación de llores y frutas artiliciales tampoco lia sido estudiada anteriormente, por considerarla nosotros como una labor femenil
muy extendida en todas las escuelas do niñas y conocida por la mayoría de las maestras. Además, la creemos una labor esencialmente práctica, imposible de aprenderla por la lectura ó estudio de un libro.
Y, últimamente, escribimos en esto apéndice ligeras consideraciones acerca del trabajo en hierro y otros metales, porque creyéndolo de
imposible aplicai'ión ó introducción en las escuelas de primera enseñanza, como no se planteo en forma de oficio formal y con taller independiente, no hemos querido incluir en las serios anteriores nuestra opijiión, gastando un esfuerzo de estudio y exi>osición sin realidad prácti(.'a
y sin provecho liara el lector.
[lechas estas observaciones, véaselo (¡uo opinamos de cada uno de
esos tres órdenes de operaciones manuales.
1. — M I M B R E . — CAÑA. -
JUNCO
La cestería, ó trabajos con mimbre y caña, resulta difícil y penosa
para las débiles fuerzas de niños ó alumnos muy jóvenes. El material,
(1)
Véase el cuaderno de octubre ú l t i m o .
EL TRABAJO MANUAL ESCOLAE
69
duro, resistente y rebelde, expone ú daüos inmediatos las tiernas manos do los obreros. Además, es caro, voluminoso y de difícil preparación.
Las obras que se producen son de utilidad y de muchas aplicaciones
en la vida ordinaria; pero no se prestan á la iniciativa 6 inventiva do
los jóvenes, y sólo la imitación mecánica es lo (jue domina en esta clase
de trabajo, hablando del cual dice el Sr. Porcol:
« Trenzado de mimbres ó cestería. — Es profesión sedentaria; obliga
á los dedos á una repetición cansada y harto dolorosa do los mismos
movimientos; encorva la columna vertebral y comprime el pecho. Es
una ocupación puramente maquinal que apenas inspira al niño combinación, no prestándose á la inventiva; no requiere el empleo de instrumentos; los alumnos (;asi nunca consiguen imitar do una manera satisfactoria los objetos que les sirven do modelo, los cuales tiene que acabar
el maestro, y algunos trabajos exigen esfuerzos musculares desproporcionados al organismo infantil. La primera materia es además escasa
en muclias comarcas y dispendiosa su adquisición. Á esta ocupación se
asimila el trenzado do juncos, de esparto, do palmas, de carrizo y otras
plantas de hoja textil que al)undan en Ijastantes regiones, algunas de
ellas, como la obra de palmas, es muy propia para cultivar el sentimiento estético y sus productos son utilizables con muclia aceptación.
Este trabajo podría introducirse on las escuelas de los pueblos donde con
facilidad se encontrase palmitos, pero deberla alternar con otras, porque sus manipulaciones y la posición que se roípnore son inconvenientes
que impiden aceptarlo exclusivamente.»
Esto mismo que indica el Sr. Porcel lo dicen también textualmente
en sus libros IMr. Salomón y Mr. Sclimit, y hay que convenir en (jue
son justas en absoluto tales apreciaciones, tratándose de prácticas escolares con niños de corta edad; pero si el trabajo toma carácter de oficio
para alumnos de edad conveniente, cambia mucho de aspecto la cuestión, on especial, tratándose de localidades on las que abunde el mimbre y la caña, que pueden constituir una positiva ri((uoza de la región,
riqueza que, si no se trabaja este material, queda improductiva ó muy
mermada.
Alguna semejanza con los trabajos de caña y mimbre presenta la
labor inventada [por el maestro Ü. Antonio Lenguas, la que vamos á
exponer, adviríiendo que, si bien es más modesta, no encierra ninguno
de los inconvenientes indicados y desde luego, tiene aplicación en las escuelas primarias.
TRABAJOS EN JUNCO DKI. PROFESOR D. ANTONO LENGUAS, DE CÓZAR
El inteligente maestro de Cózar D. Antonio Lenguas, además de la
sección de trabajos manuales en piedra que ha sabido establecer en su
70
LA ESCUELA MODEBNA
escuela con poquísimo gasto pecuniario, nos presenta otra sección de
trabajos en junco, de la que intentaremos dar una somera idea, tomándola de los apuntes que dicho compañero nos ha facilitado.
El junco, vegetal de la familia de las juncias, abunda mucho en la
región donde ejerce el Sr. Lenguas, presentando diversa longitud, por
término medio un metro, y gran variedad do gruesos.
Puedo aprovecharse para el trabajo cuando está verdo; poro después
de soco, tiene más aplicaciones. Presenta el junco tros colores, según
que esté mejor ó peor curado, y son : pajizo, jaspeado y gris, siendo
más estimable el primero.
El Sr. Lenguas procede, en primer término, á que sus discípulos
elijan y corten el material.-Mediante presiones en los juncos, eligen los
más duros, á los que se les separa las extremidades blandas ó inútiles y
torcidas. Para cortar, emplean los niños navajas ó cuchillos bien afilados, á fin do que los cortes resulten limpios, lo cual requiere alguna
práctica.
Conviene habituar al alumno á ([ue corte á la vez varios juncos, que
lo efectúe indistintamente con una ú otra mano, y que lo haga en dirección vertical, horizontal ó inclinada con soltura y destreza. Asi preparado el material y reunido eo haces ó mazos, se puede emprender el
trabajo de construcción.
I^a unión do unas piezas ó juncos con otros se consigue con el sindeticon (cola), apoyándose sobre una mesa y dejando secar bien las uniones sencillas antes do proceder á las complicadas.
La construcción de toda clase de figuras geométricas planas será el
primer trabajo que los niños pueden realizar con los juncos, y de éste se
]iasará á la construcción do los cuerpos sólidos en esqueleto ó por aristas,
lo cual el Sr. Lenguas explica de este modo :
i( Armaduras, emsamblajes tj objetos de aplicación. — Adquirida la
necesaria pericia en la construcción de figuras planas, puede prooederse
á la de cuerpos sólidos (en esqueleto) en idéntica forma que para las
figuras planas, sin otra diferencia que la de no poderse pegar de una
vez todas las piezas que componen la figura, como, por ejemplo : para
construir un oxaodro ó cubo, primero cortaremos las doce piezas, después las comprobaremos para ver si están bien hechos los cortes, y á
(iontinuación procederemos á pegar los dos cuadrados, ol de la base y la
yjarto superior, y cuando éstos estén secos, con facilidad pueden pegarse las otras cuatro piezas que quedan por unir, en los cuatro ángulos
respectivamente de los cuadrados antes citados. Si nos propusiéramos
pegar las piezas á un tiempo, nos seria más difícil y en muchas ocasiones
imposible.
Los ensamblajes se usan para los enlaces de letras, escalerillas para
tener lapiceros y portaplumas, verjas, casitas, sillas, marcos para retratos, é infinidad de objetos que el maestro puede inventar.
EL TRABAJO MANUAL ESCOLAE
71
Estas operaciones no son difíciles, cuando los cortes están perfectos,
con el fin de que al superponer un junco sobre otro, encajen perfectamente.
Por último, con el junco seco ó verde, pero mojado, pueden construirse cestitas formando un tejido, sin más qne partir aquél por la
mitad, raspándolo por el interior para limpiar la medula.
Cestos y tapas para jarras, tinajas, vasos, aventadores ó soplillos
para la lumbre, descansillos para cacerolas, fuentes, platos y otros objetos se pueden hacer con los juncos linos, formando con varios reunidos una especie de cordón y sujetándolos con hilo fuerte, sin más que
ir empalmando unos con otros á semejanza de los cestos que so hacen
de paja.»
Todavía saca un nuevo partido del junco el Sr. Lenguas para el ejercicio del trabajo manual, como se ve en estas palabras que le copiamos :
KLO. medula do junco, ó parte blanda y esponjosa que se encuentra
en el interior do ésto, tiene aplicaciones de utilidad, y cualquier obra en
que se emplee, por sencilla que sea, es de buen efecto.
Para extraerla del junco basta un alambre que se introducirá por
uno de los extremos, y haciendo un pequeño esfuerzo para conseguir que
la modula salga por el otro extremo, en forma de un cordón, que desyjuós se estirará con cuidado, hasta dejarla en su estado normal. Puede
obtenerse de medio metro de longitud.
Con este raro material, so pueden hacer toda clase de dibujos y letras
sobre cartón, madora ó cualquier objeto.
Se le da con cuidado una pequeña cantidad de cola sindeticón, y
queda adherida perfectamente.
Es necesario dibujar con lápiz antes la figura que so desee para hacer
el trabajo con más limpieza.»
II. — F L O R E S Y rUTITAS A R T I F I C I A I . E S
La confección de flores constituye un verdadero oficio por lo quo
respecta al adiestramiento de la mano, y una industria lucrativa para
las personas que se la proponen como medio de vida.
Esto trabajo manual está hoy destinado casi exclusivamente á la
mujer, y asi seguirá siempre, salvo determinados casos, en las aplicaciones de la confitería y oficios semejantes, así también como en la
fabricación de flores en grande escala, en quo indistintamente se ocupan hombres y mujeres.
Atendiendo á los objetos que persigue la escuela, podemos asignar
este trabajo á las niñas y reducirlo desde luego á sus más modestas manifestaciones.
El arte de florista ó confección de flores artificiales está en el dia
verdaderamente adelantado, y puede decirse que se imita con una per-
72
LA ESCUELA MODEBNA
fección tan maravillosa, que los productos manuales hacen competencia
y hasta vencen en determinados conceptos á los múltiples y admirables
productos de la madre naturaleza. La perfumería, con sus también brillantes adelantos en la extracción de esencias, viene á completar la obra
de la florista, dando á las flores artificiales el perfume que tienen las
naturales y de un modo aún más marcado y permanente.
Es encantador que una niña de cualquier edad posea ol arte de hacer flores, con el cual, en un momento y con sólo pequeños pedazos de
papel ó tela, produzca hermosos ramos que nacen entre sus dedos como
si las estuviera arrancando de sus tallos en hermoso y bien cultivado
jardín de perpetua primavera.
Son muchas ya las jóvenes que se han dedicado á la profesión de
floristas, y os un trabajo manual muy conocido y desarrollado en las
escuelas y en ol seno de las familias.
Rara es la señorita de esmerada instrucción que no sepa confeccionarse una flor ó un ramo do flores para adornarse un sombrero, ó para
alegrar y poetizar una habitación con productos de sus manos.
La enseñanza de confección de flores debe comenzar por las de papel, aunque son las de menos mérito y aplicaciones, porque el material
es muy barato, abunda en todas partes y presenta gran variedad. Así
so realiza también el principio pedagógico de empezar por lo fácil para
seguir con lo difícil y costoso.
Á las de papel, puede seguir la confección do las de tela y de cera,
que tanta belleza encierran y tan diferentes son los procedimientos que
reclama su obtención.
No nos empeñaremos en exponer programa ni procedimientos para
este trabajo manual, porque, prescindiendo de nuestra insuficiencia,
que nos lo impide, lo hace imposible también la extensión que habría
de tener el escrito, como puede deducirse con sólo observar las obras
que de este asunto tratan, escritas por personas profesionales y competentes.
Además, todas las profesoras que puedan leernos saben lo necesario
para la práctica de la enseñanza de flores y frutas artiüciales.
Sólo nos permitiremos copiar aquí lo que una inteligente compañera nos da escrito y que ella tomó de una revista extranjera acerca de la
FABRICACIÓN DE FRUTAS DE CERA
«Confección del molde.—Se pone agua en un vaso y se va depositando en ella yeso fino de París poco á poco, hasta que el agua deje de
absorber el yeso; luego se agita el contenido del vaso con una cuchara,
hasta obtener una pasta algo espesa y homogénea.
Se toma en seguida un fruto que so recubre de aceite con un pincel,
siendo el más conveniente el aceite de nuez.
EL TEABAJO MANUAL ESCOLAE
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Se forma un cilindro de cartón que tenga una circunferencia un poco
mayor que la del fruto, y dentro do aquél se vierte el yeso diluido, introduciéndose luego el fruto hasta la mitad de su altura. En seguida, se deja
que se seque la pasta.
Una vez seca, se saca el fruto que se lia amoldado perfectamente en
la masa y se avivan con un cuchillo los hordes del molde. En la superlicie que forma el borde de este molde se marcan unos puntos de guía,
se vuelve á colocar el fruto bien aceitado, lo mismo que el molde, y se
introducen molde y fruto on otro cilindro de cartón un poco más g r a n de que el anterior. Se vuelve á verter yeso diluido en este cilindro hasta
cubrir la otra mitad del fruto y el moldo obtenido anteriormente. Se
deja secar de nuevo y el molde queda terminado.
Todos los objetos que se quiera se pueden obtener en un molde
siguiendo este procedimiento.
Fabricación de los frutos. — Las dos partes del molde se templan
en agua fresca donde se les deja durante un cuarto de hora, y luego se
les pone á secar durante unos diez minutos. Se loma en seguida cora
blanca calienie adicionada con un color á propósito para imitar el del
fruto que so trata de reproducir : se llena casi del todo el primer molde,
el que se recubre luego con el segundo, y se agita en todos sentidos el
eontenido.
Cuando se juzgue que esta operación ha durado el tiempo suficiente,
so levanta el moldo superior, y el otro se introduce en agua fresca para
que el fruto se separe con facilidad.
Sólo queda ya por separar las rugosidades que se forman y colocar
al fruto sus accesorios y)ropios. Si se trata de una pera ó de una manzana, por ejemplo, se le coloca hacia arriba una cola natural y hacia abajo un ojo que puede imitarlo muy bien un clavo de especia. Se le dará
color con carmín en polvo, que se aplica con una mota de algodón ó con
un pincel suave. Si el fruto debe tener un aspecto lustroso, se obtiene el
brillo frotándolo con un lienzo cargado de talco on poleo. Si, por el contrario, debe tenor alguna borrilla como en el albérchigo, .se <;onsigue
envolviéndolo en algodón pasado por fécula de papa. Se jiuedon practicar todas aquellas operaciones que se juzguen más convenientes parala
lidelidad de la reproducción.
Colores que pueden emplearse. — Para las manzanas, alberchigos,
limones, granadas, membrillos y otros frutos amarillos, se pone en la
cera amarillo de cromo en polvo.
Frutas verdes, un poco de cardenillo.
Frutas anaranjadas, un poco de amarillo de cromo y de bermellón.
Higos verdes, amarillo do cromo y cardenillo.
Higos negros, uvas y ciruelas negras, azul de Prusia y negro.
Nueces secas, tierra de Siena amarilla y un poco de roja.
Para imitar bien las manzanas de la Reina, se picotea en todos sen-
74
LA ESCUELA MODEBNA
tidos con un alfiler, se toma un poco de tierra sombra que se espolvorea en la superficie y se pone á secar diez minutos, lavándose en seguida
con esencia de trementina.
Las fresas, cerezas y tomates se pintan con carmín con un pincel.
Las castañas deben pintarse y barnizarse con barniz blanco.
Para las poras de invierno, se diluyen las tierras de Siena y de sombra roja y amarilla en la esencia y se pasa el color con el pincel.
Es evidente que el hábito del operador y su talento imitativo tienen
una gran parte en el éxito de estos trabajos, y so comprenderá que no
sería posible prever todos los casos para indicar la marcha que se debe
seguir punto por punto. Un poco de atención y de reflexión producirán
mejores resultados en este sentido que todos los consejos posibles. Por
este procedimiento, no sólo pueden hacerse todos los frutos, sino aun
otras muchas imitaciones.
Por ejemplo, tomemos uno entre mil: el queso de Gruyere se puede
reproducir de una manera perfecta con la cera virgen sin adición y cuya
costra so imitará con azul y tierra do Siena diluido en esencia de trementina; se cubrirá por los lados y se frotará con aceito para completar
la ilusión.
Méselas para la cera. — Si se notare que la cera es muy quebradiza, se le puede agregar un poco de esencia do trementina durante la
fusión.
También so le podría aiíadir con el mismo objeto el décimo á lo más
de su peso do sobo de buena calidad.»
La misma profesora nos ha facilitado una receta, que copiamos á
petición de otras compañeras, referente á la
«.Composición y modo de hacer la pasta Barbotine para flores.—
Primero. Blanco de España bien molido, igual cantidad do piedra pómez, muy fina, y doble cantidad de yeso en polvo. Todo bien molido.
Segundo. Minio ó azarcón (pequeña cantidad) disuelto en una cucharada de barniz de biocho ó de muebles y dos cucharadas de aceite de
linaza quemado.
Tercero. Blanco de cinc, en cantidad igual á los tres primeros componentes.
Mézclese y muélase todo hasta obtener una masa homogénea, suave,
consistente y flexible para poder dará las hojas todas las for'mas y finura que se desee. Si la masa queda muy blanda, se le añade do los tres
primeros polvos en la primera proporción de 1, 1 y 2, y si queda muy
dura, se le agrega aceite quemado. Esta pasta se conserva en bolas,
metidas en agua para que no los dé el aire.»
EL TBABAJO MANUAL ESCOLAS
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III. — T R A B A J O S HJH H I E R K O
El trabajo manual en madera lo hemos considerado siempre de difícil adopción en la escuela primaria, poro tan difícil, que quizá hayamos
sostenido que es imposible su práctica en condiciones normales. Sin
entrar de lleno en la reforma escolar que hemos indicado en varias
partes de esta obra, es decir, en la reforma de constituir un taller junto
á la escuela y ser ambas instituciones una sola entidad que eduque y
habilite al niño para su ingreso en la vida social, no creemos que dicho
trabajo pueda desarrollarse con provecho, sino que, por ol contrario, será
su introducción un verdadero perjuicio en la marcha del resto de las
enseñanzas escolares.
Ahora bien: esta opinión nuestra adquiero mayor decisión, si cabe,
tratándosedel trabajomanual en hierro. Muchos autores sostienen que se
puede ensoñar al niño á construir objetos con esto metal, y aconsejan que
se establezca tal trabajo en las escuelas, montando un pequeño taller
de cerrajería, pero nosotros tenemos la idea por poco práctica y descabellada, y nos declaramos en absoluto sus impugnadores. Sólo estableciendo la escuela-taller aludida es como entendemos que convendría el
trabajo manual en hierro, á fin de que, entre otras razones, comprendieran los jóvenes su importancia y se los inclinara á labor ú oflcio tan
esencial y reproductivo.
En este sentido y con esa tendencia, hablaremos aquí, ya casi fuera
do nuestra obra, de la cerrajería y del oficio del cerrajero.
Se deduce de su nombro que el oficio de cerrajero tiene por objeto
la fabricación do cerraduras, pero es mucho más extenso, pues comprende todo lo que se trabaja con hierro forjado y con los metales en
frío. Nosotros sólo lo aceptaremos aquí como oficio productor de objetos do ferretería y quincalla. La importancia do la cerrajería es grande.
Desde el siglo xn, la industria de los hierros forjados adquirió y sigue
teniendo gran importancia, elevándose á la categoría de un verdadero
arte. Existen hoy, producidas en todas las épocas desde dicho siglo,
magníficas verjas, rejas, escudos de cerraduras, llaves, repujados, clavos y otros objetos que causan verdadera admiración por lo perfecto del
trabajo y ol gusto artístico.
Para formarse una idea de lo que comprende la cerrajería y de la
utilidad que encierra este oficio, conviene leer un hermoso folleto que
publicó en 1901 D. Ramón Rivas y Llanos, con el título do La Cerrajería (técnica y arte), primera monografía de industrias artísticas, e.vpuesta en forma de lecciones de cosas. El Sr. Rivas, en este opúsculo,
revela no,sólo que es un artista y un conocedor de los trabajos en hierro, sino ([ue es también un correcto, elegante y persuasivo escritor de
asuntos industriales.
Leyendo al Sr. Rivas, ó estudiando cualquiera de las obras que tra-
76
LA ESCUELA MODEHNA
tan del trabajo en hierro, se ve la imposibilidad de llevar este trabajo á
la escuela primaria, al menos, como liemos dicho, que no se haga con
carácter formal de taller ó de oficio, y dirigido ó enseñado por personas
competentes ó que pertenezcan á ose oficio como obreros prácticos.
El material que emplea el cerrajero es el hierro, acero, latón y los
carbones.
Las herramientas del cerrajero son de dos clases : de fragua y de
banco. En el trabajo de fragua, además do ésta y do los fuelles, so emplean : yunques, tenazas, pinzas, martillos, barrenas, punzones, etc.
Las herramientas principales del cerrajero en el banco, son : tornillos, bigornias, cinceles, buriles, mandriles, hileras, terrajas de palo y
cojinetes para hacer tornillos, máquinas do perforar y sus gusanillos,
trépanos, brocas, tornos, limas, alicates, torno de pulso para madera,
cobre, bronce y latón; reglas do hierro, escuadras, compases, punzones,
cizallas, tajaderas, chazos, martillos, pinzas, tenazas, garras, desarmadores, destornilladores, entenallas, llave inglesa, serrucho, piedra de
amolar, etc., etc.
Deseosos nosotros de conocer la opinión de algún maestro de primera enseñanza que reuniera la condición indicada de ser obrero práctico
en hierro, nos dirigimos á uno que fué entendido oficial de cerrajería
antes de dedicarse ú la enseñanza primaria, y este buen compañero nos
manifiesta sus opiniones en la siguiente ó parecida forma :
«... Mi opinión es que, para implantar los trabajos manuales de cerrajería en una escuela de niños se requiere, como condición indispensable, la creación ó establecimiento de un pequeño taller con las herramientas apropiadas al uso que se destinan, y que por lo menos han do
ser las siguientes: banco circular ó rectangular con tornillos adheridos,
un yunque en el centro del local, martillos de diversas formas, limas
planas, cuadradas, redondas, triangulares, etc., de diversos tamaños,
tornillo de mano, máquina de taladrar con sus taladros, la maquinita
para hacer tornillos, que lleva un nombre especial, cortafríos, punzones, pie de rey, compases, fal.sarreglas, cartabones y hasta un torno, si
no fuera tan costoso.
Prescindo, claro os, de la fragua y de los instrumentos que requiere,
como el yunque grande, martillos gruesos, mazos, moldes para dar forma al hierro, fuello, etc., porque, tratándose de niños, debe hacerse caso
omiso de todo esto que no puede sor empleado por ellos y que los
expondría á inminentes peligros.
En todo extremo, podría emplearse, y sería suficiente, un hornillo
cualquiera : los hay redondos, embutidos en tierra refractaria, que los
e.stimo muy á propósito; un fuelle de mano, yunque pequeño, etc., que
no describiré.
Material de cerrajería. — El hierro de fundición, por su extrema
fragilidad, so aprovecha como sale de las fundiciones.
EL TBABAJO MANUAL ESCOLAB
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El hierro fundido es una combinación de hierro puro y carbono con
algo de silicio. Hay hierros que contienen algo de azufre que los hace
más quebradizos en caliente, y otros que contienen algo de fósforo, lo
son en frío. Cuanto más blanco os el color de la fundición, más dureza
tiene. Si la fundición se vierte sobre moldes de hierro, adquiero mayor
dureza que su supcríioie. Si el hierro sufre varias fusiones, se hace más
<luebradizo y presenta oquedades que le hacen desmerecer.
El hierro dulce so obtiene de la manera siguiente : se quema el mineral, convirtiéndole en hierro colado, en un horno llamado de pudlar,
en el que se agita constantemente, entretanto que una llama bastante
intensa pasa por encima y le arrebata todo el carbono poco á poco. Al
cabo de alguna.s horas so forman bolas á medida que va desapareciendo
el carbono de la fundición, y después se aplastan con martillos, para
(luitar las impurezas y gotas de fundición que puedan (4ucdar. Después
se estillan estas masas de liierro entre cilindros laminadores, dándoles
las mil formas con que se las presenta en el mercado.
Se llama fundición ó hierro maleable al que es menos quebradizo y,
por lo tanto, más apto para la construcción de objetos, como candelabros, escribanías, pomos, marcos, aldabas, etc., etc.
Para estos objetos se refjuiere un hierro i|uo no se rompa lácilmcnte,
y do ahi el producir el llamado maleable.
Esta condición se da al hierro con facilidad, recociendo las piezas
fundidas ordinariamente dentro de un liorno durante mucho tiempo,
para que vayan perdiendo poco á poco, sin llegar á liijuidarsc nunca, el
carbono que las hace frágiles.
El hierro fundido es siempre de estructura granujienta, y por eso las
rupturas presentan un grano más ó menos fino.
Hierro J'orjado. — Esta clase do hierro apenas tiene carbono, y por
lo tanto, se puede trabajar para darle forma estando caliento, asi como
cortarlo, limarlo, tornoaflo, etc., estando frío.
Acero.—El acero es un compuesto químico de liicrro, carbono y una
pequeña parte de manganeso (1 á 2 ]jor 100). Antes del templo, el a(Mro
tiene las mismas proi)iedadcs <]ue el hierro; pero en cuanto se le somete
al temple, cambian (íxtraord¡n;n-iinn(;nte. El hierro es dúctil y se suelda
fácilmente consigo mismo; es maleable en caliente, y jamás es quebradizo en frío, aurujue se le haya enfriado en agua. Sabemos que la dureza del hierro la producen los otros cuerpos que tiene en combinación,
procedentes muchas veces de la ganga que tuviese en la, mina; sin estas
impurezas, el hierro sería tan dúctil como el estaño. El acero, por el
contrario, es duro y resistente, y raya siempre al hierro, siendo su propiedad característica la de ad(|uirir una gran dureza cuando se le calienta y enfria rápidamente. Un buen acero so rompe al primer golpe
de martillo, ó simplemente dejándolo caer sobre cuerpo duro.
En líspaña, se fabrica el acero en Billiao y obtiene buena, i'ama el
producto. Las condiciones que .se buscan en el acoro -son muchas y variadas, como, por ejemplo, la maleabilidad, la desoldarse, la densidad,
la fuerza, la tenacidad, el corte, el nervio, la elasticidad, la porosidad,
la resistencia y la dureza.
El acero toma varios nombres, como el de forja, de cementación,
fundido, adamascado, etc., y según el fabricante, como atiero Krupp,
Bessemer, de Bill)ao, etc.
Para reconocer si una pieza es hierro ó acoro, se lima una parte pequeña en la superlicie; se frota ésta (;on á</ido nítrico debilitado, y si la
la mancha negra carburada (jue deja el ácido es uniforme, será indicio
de la buena calidad del acero.
78
LA ESCUELA MODEKNA
No estará demás indicar aquí la composición de otros metales.
La soldadura de plomeros se compone de 67 partes de estaño y 33 de
plomo. La soldadura de hojalateros, partes iguales de estaño y plomo.
Los caracteres de imprenta tienen 80 de plomo y 20 de antimonio.
El latón se forma con 65 de cobre y 55 de cinc.
El metal blanco tiene 50 de cobre, 31 de cinc y 19 de níquel.
El peltre inglés para cubiertos se fabrica mezclando 3,54 de cobre,
88,42 de estaño," 7,16 de antimonio y 0,88 de bismuto.
El similor se compone de 80 de cobre y 20 de cinc.
El bronce de campanas se forma con 79 de cobre y 21 de estaño.
El bronce de cañones y medallas, con 90 de cobre y 10 de estaño..
El hierro dulce, por sus condiciones de maleabilidad y ductilidad,
resulta muy á propósito para los trabajos de cerrajería. Se funde y
prepara en los Altos Hornos, dándole variadísima forma, pues resulta
universal su aplicación, á tal extremo, que los cerrajeros no tienen necesidad de encender su fragua en grandes períodos, poi'que adquieren ese
hierro proparado para cada uno de sus diversos trabajos. Á lo sumo, un
buen obrero de fragua, con su aprendiz, da abasto á seis ú ocho oliciales.
El acero es otro material de cerrajería; es algo más gris que el hierro, de grano más fino y más duro, hasta el punto de que apenas se le
puede trabajar en frío. Por esta condición es á propósito para herramientas punzo-cortantes, asi como por su flexibilidad para la fabricación de muelles. Soraelióndole á una alta temperatura y echándole
repentinamente en el agua, adquiere mayor temple.
Otro material de cerrajería es el latón, más maleable y menos duro
que el hierro; se funde con facilidad y adquiere un brillo parecido al del
oro. Reducido á polvo, y con el auxilio de bórax, sirve para soldaduras
de grandísima consistencia, para lo cual hay que operar á fuego y limar
bien las dos partes que se han de unir.
En realidad, puede asegurarse que todos los trabajo.s de cerrajería
se hacen con hierro, acero y latón.
Trabajos manuales do cerrajería. — El principal obstáculo para
trabajar que encuentran los niños es la falta de habilidad y de dominio
de las herramientas, y esto hay que vencerlo muy despacio y con paciencia por yjarte del maestro.
Los trabajos más sencillos serian eslabones de cadenas de diversas
formas y tamaños, empleando el alambre y los alicates.
El alambre puede sor de latón ó [de hierro, y de diversos gruesos.
Otro trabajo sencillo es la tela metálica sobre marco de madera.
Pueden también construirse con alambre : muebles, gonces, jaulas,
ratoneras, cameras, horquillas, parrillas, cestas, etc., etc.
VICENTE CASTRO Y LEGUA.
(ConHnuará.)
BlBlilOGHñpíñ
Hemos recibido la Memoria publicada por la Escuela Normal Superior
de Maestros de Huesca, correspondiente al curso de 1908 al 900. Es una
esmerada labor, que sin pecar de la extensión corriente á que tan acostumbrados estaroos con las que salen de otros Centros oficiales, determina
con claridad el movimiento realizado durante dicho curso en aquella
Normal.
En 28 páginas da á conocor las variaciones que ha sufrido el personal
docente; la marcha de la ensefianza cumpliendo el precepto de 11 de agosto
de 1904, al que, ajustándose tan celoso Claustro fijó al principiar el mencionado curso los días de vacaciones; corrección aplicada á los alumnos que
anticiparon por su cuenta los vacaciones de Navidad; las faltas de asistencia de los profesores; ausencias de éstos por actuar de jueces en Tribunales
de oposiciones; substitución de tales ausencias por los auxiliares; matrícula
de alumnos oficiales y no oficiales, con las calificaciones respectivas; conferencias dadas á los adultos que han concurrido á la escuela graduada por
varios vocales de la Junta provincial, asistiendo á ellas el gobernador
civil, el teniente coronel de la zona, el alcalde y otras personas importantes de la localidad; Memorias técnicas remitidas al rector y redactadas por
los distintos profesores que componen el Claustro; concurrencia de esta
Normal á la Exposición de Santiago, cuya instalación ha merecido gran
premio y medalla de oro; cumplimiento á la Real orden de 6 de julio de
1888, redactando los temas para la celebración de las conferencias pedagógicas; Fiesta del Árbol; Fiesta Escolar; maestros premiados; mejoras
realizadas en la Escuela Normal; inversión de la cantidad destinada para
material científico; funcionamiento de la Junta económica; libros comprados; donativos; situación financiera; alumnos que se han distinguido por
su laboriosidad y aplicación en el curso; labor de la Secretaria, con el
número y nombre de documentos expedidos y el de los interesados; personal docente y subalterno, y resultados de la escuela graduada.
Merecen elogios los detallados cuadros que figuran al fin de la Memoria, como son el relativo al personal docente y subalterno, determinando
los cargos, razón de su nombramiento ó ingreso y tiempo de servicios; el
de la distribución de asignaturas del profesorado; el horario semanal; el
correspondiente al ingreso de los alumnos, con expresión de las provin-
80
LA ESCUELA MODEBNA
cias de donde éstos proceden, número de inscripciones y grado de las
calificaciones; el que comprende matrículas y exámenes, terminando con
el de ingresos en papel y en metálico por matriculas, títulos, timbre y
pólizas, exámenes, certificaciones y expedientes, y el de personal y material.
Felicitamos sinceramente por tan esmerada publicación al profesorado
de la Normal de Maestros de Huesca, en el que se traslucen claramente
sus condiciones profesionales, los frutos que allí cosechan los alumnos, la
labor práctica y experimental que éstos se llevan con su título profesional,
la incesante aspiración á aumentar el material de enseñanza y tener un
museo que no deje nada que desear, aun disponiendo para ello de no muy
crecido número de pesetas. No marchan por esos derroteros algunos Centros que nosotros conocemos, aun teniendo asignadas en los presupuestos
del Ministerio de Instrucción pública cifras no insignificantes.
R. G.
I i e c c i o n e s de H i s t o r i a de E s p a ñ a , por D . JOSÍ; UDINA Y CORTILES, maestro normal oon ejercicio en una escuela pública de niños de Barcelona. Grrados 2." y 3.° Enseñanza cíclica. — Barcelona, imprenta Elzeviriaua de Borras
y Mestres, Rambla Cataluña, 12.—1909.
Es un bonito y útil libro de lectura de 92 páginas, condensando en
ellas los hechos más interesantes de nuestra Historia patria. Como resumen de las lecciones explicadas en los grados 2." y 3.°, sirve de material
escrito en la pizarra para que el alumno lo copie en su cuaderno y se
acostumbre á discurrir, comentar y aun hacer algunas composiciones históricas, empleando el lenguaje propio del niño, que es lo que más asegura
su trabajo personal.
Cada lección, explicada y leída por el niño, tiene al final su programa
con las preguntas más salientes, que se contestan con mucha facilidad si
la lectura se ha comprendido; de suerte que la materia objeto de estudio
lleva tres ó cuatro ejercicios distintos, tomando parte en ellos los sentidos
de la vista, oído y tacto, es decir, la intuición sensible como punto de partida para la elaboración de la idea.
Al final de la obrita tiene un panorama de loa reinos cristianos de
España durante la Reconquista, con lo cual se facilita el aprendizaje de
esta particularidad histórica, haciéndolo más sencillo que estudiándolo en
el cuerpo de doctrina del librito, cuya factura revela desde luego el talento
de su autor, á quien felicitamos, deseándole una buena recompensa en la
venta de ejemplares.
E. B. Y M.
MAlJR!!).—Imprenta de los Sucesores de Hernando, Quintana, 33.
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