GSR 600 / Edición 66

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muy diferente es sentir lo que pueden hacer esos
98 caballos, que esperan impacientes entre las
piernas a la más mínima solicitud del puño derecho para salir desbocados con un despliegue de
energía y sonido que invade todos los sentidos,
disparando la adrenalina en nuestra sangre como
si la inyección de combustible y el cerebro estuvieran conectados para hacer fluir esta hormona
al ritmo endemoniado al que ingresa la gasolina
a través de las 8 válvulas de admisión a cada uno
de los 4 cilindros, mientras los pistones vuelan
“literalmente hablando” hasta las catorce mil
revoluciones por minuto.
Pero no vayan a pensar que estamos hablando
de un potro salvaje que se resiste a ser domado,
nada de eso, la GSR es una máquina con varias
facetas: dulce y delicada de 3 a 6 mil rpm. ideal
para rodar sin afanes, disfrutando del paisaje
o para movernos dentro de la ciudad sin sentir
el acoso de nadie, puesto que a este ritmo se
superan los 110km/h con el acelerador apenas
“tocadito”. Luego entre 6 y 10 mil revoluciones
aparece la cara alegre de esta moto, donde todo
Suzuki
GSR 600
¡Que Máquina!
lo que nos rodea comienza a moverse mucho más
rápido mientras una sonrisa se dibuja en nuestro
rostro y del doble escape, cuyo diseño es uno
de sus mayores atractivos, surge una nota que
arranca en un tono grave y va subiendo a medida
que el motor gana velocidad para convertirse
en un aullido que pone los pelos de punta. Aquí
ya no vamos de paseo, porque las cifras del
velocímetro ya superan los 200km/h y eso que
apenas nos hemos
comido el
arroz y la ensalada de
este banquete de 4
cilindros. La “carne”
esta servida de diez
mil revoluciones en
adelante y llega hasta ¡14.000 rpm!, pero aquí ya
las cosas se ponen de otro color, ahora el paisaje
no es que se mueva rápido sino que se evapora
detrás de nosotros, el viento, que golpea sin piedad, nos obliga a pegarnos tanto como podamos
al tanque, porque intentar permanecer erguido es
arriesgarse a perder la cabeza o como mínimo el
casco y la visión se enfoca en el punto donde la
vía se une al horizonte, la cual por supuesto debe
ser muy amplia, ojalá recta y ofrecer bastante
seguridad, porque a este ritmo ya no vamos en
moto, sino en un misil terrestre que no
necesita mucho espacio para alcanzar los
260km/h, por eso es mejor pensarlo bien
antes de decidirse a exprimir a fondo los
Por fin llegó la tan esperada GSR 600, la última expresión
japonesa de lo que debe ser una deportiva al desnudo
L os hombres somos difíciles de entender,
siempre tenemos deseos, aunque nunca nada
parece satisfacernos al 100%. Me explico, quién
no sueña con un Ferrari, pero todos quisiéramos
que valiera mucho menos y que no gastara tanto
para poder usarlo todos los días, así mismo uno
desearía tener una supermodelo a su lado, pero
qué bueno que no fuera tan vanidosa ni que
costara una fortuna en salones de belleza y ropa
de moda, y que fuera dedicada de lleno al hogar.
Lo mismo nos pasa a muchos que siempre hemos
soñado con una moto deportiva, pero…, y aquí
comienza lo complicado, una que no nos obligue
a ir acostados encima del tanque cual pilotos
de MotoGP y por favor, que no tenga tantos
plásticos para dañar en caso de una caída tonta
en el parqueadero. ¡Ah! y que además de tener
un precio alcanzable se pueda disfrutar en igual
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medida usándola todos los días como medio
de transporte, en una salida relajada de fin
de semana con la compañía de alguien
especial o inclusive en un viaje largo, pero
lo mejor (y lo más difícil) que siga siendo
una verdadera máquina deportiva que nos
permita quemar altas dosis de adrenalina cada
que tengamos deseos y estemos frente a esa
carretera favorita o por qué no, en el trazado de
una pista o hasta compitiendo en alguna carrera
para pilotos novatos. Sin duda esa sería la moto
ideal para muchos y lo mejor es que esta Suzuki
GSR 600 que hemos tenido el placer de rodar por
diez días en casi todo tipo de condiciones (sólo
faltó la pista), incluyendo un viaje a Buga, donde
participamos del Tercer Encuentro Nacional Suzuki de motos de alto cilindraje, está demasiado
cerca de esa satisfacción al 100% de la que ya les
comentaba al principio, aunque
para ser honestos (yo soy hombre y conozco
mi género) eso es imposible y ya la culpa no es
de la moto.
Les voy a contar de esta moto, como si fuera una
charla de gomosos, de las que tuve bastantes
en el encuentro de Buga, con personas a las
que apenas conocía y que no podían resistirse
ante los encantos que encierra la desnudez de
esta Suzuki, porque una cosa es poder verlo
todo, la hermosa mecánica de 4 cilindros o el
compacto chasis fundido en aluminio, pero otra
La GSR es una moto con varias
facetas, que se puede disfrutar a
ritmo lento disfrutando del paisaje o
sorteando sin dificultades el tráfico
urbano, gracias a su buena respuesta en bajas, pero cuando llegan las
curvas de buen asfalto sale a relucir
lo mejor de ella.
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4 cilindros, porque ya estamos hablando de cifras
mayores y se exige experiencia, ojalá bastante, y
mejor dentro de una pista, para devorar este filete
sin terminar con una dolorosa indigestión.
Genética de primera
Ahora que estamos en la era de la genética,
donde los padres (los que tienen una cuenta
bien abonada claro está) pueden escoger hasta
la risa de sus hijos, nuestra protagonista no se
escapa a las tendencias y en sus genes reúne
lo mejor de sus predecesoras y también toma
algo de afuera para lograr un resultado que es
sencillamente espectacular, tanto en diseño como
en ingeniería y desempeño.
Sus líneas se inspiraron en la B-King, un prototipo
que presentó Suzuki en el Salón de Tokio de 2001
que en su momento fue sensación y del que les
contamos más detalles en un recuadro aparte,
pero también es innegable que los diseñadores
de esta máquina se inspiraron en los cuatro
escapes de la MV Agusta F4, que son una obra
maestra, para el remate de la cola con la doble salida del escape y las originales luces de freno que
parecen otro par de escapes y que en conjunto se
La GSR en pocas palabras
Daniel Velandia
“Entre gustos no hay disgustos” por eso aunque hay algunos aspectos estéticos que no terminan de
convencerme de la GSR600, como las cubiertas plásticas de los mofles o el mismo conjunto de los
escapes y los stop claramente inspirados en los de la MV Agusta F4 (sin obtener el mismo impacto),
son más los buenos detalles que gustan, como la farola y el aspecto musculoso del depósito al que se
integran las direccionales, las piezas sobre las que van los posa pies traseros, las direccionales traseras,
el tablero, las luces de stop que parecen flores, la llanta trasera de gran medida y muchos otros detalles
que la destacan sobre la competencia.
Andando, es muy interesante la estirada del motor por encima de las 9.000rpm, claramente de ahí para
arriba lo que necesita es piloto porque la moto tiene mucho para ofrecer, es una bestia controlable que lo
puede embrollar a uno en un descuido y sin embargo se deja llevar a voluntad si se respetan los límites
de cada uno como motociclista. Además está la posibilidad de rodar sin afanes gracias a la repuesta del
motor, decente en bajas y buena en medias, aunque personalmente me parece una pena llevar un motor
de estos a menos de 4.000rpm. La moto me pareció algo nerviosa en las curvas lentas con asfalto irregular,
pero definitivamente en las curvas rápidas es muy estable y además existe la posibilidad de regular a
voluntad las suspensiones lo que marca un plus importante en comodidad y facilidad de manejo.
Es una máquina soberbia, muy divertida, con mucha adrenalina, sobrada para los tramos revirados
por su maniobrabilidad y agilidad y voraz a la hora de enfrentar largas rectas donde
se puede aprovechar el potencial del tetracilíndrico, y definitivamente
se siente muy pero muy bien cuando ese motor empieza
a bramar y el viento comienza a empujarte
hacia atrás.
llevan los mejores comentarios de todos los que
se detienen a observarla, con exclamaciones que
parecen inspiradas en la retaguardia de Jennifer
López y que mejor nos abstenemos de publicar
para no ser censurados.
En la parte mecánica las raíces no podían ser
mejores, con un propulsor que es el mismo que
monta la súper sport más alabada de la marca,
la GSX-R 600, que ha sido destacada como la
mejor de su categoría por la prensa especializada
en el mundo. Pero el 4 cilindros ha cedido unos
cuantos caballos arriba para tener una mejor
respuesta en bajo y medio régimen, logrando ese
comportamiento que la hace tan deliciosa en todo
tipo de uso, con la complicidad de una inyección
electrónica, con sistema de doble mariposa que
se encuentra en su punto óptimo. Por otra parte
está el chasis, de acabado impecable y formas
que siguen los contornos de la moto, fabricado
con la última tecnología de fundición de aluminio a
alta presión, que es herencia directa de las pistas
y que ofrece la mayor rigidez con el menor peso
y volumen, y lo mismo puede decirse del basculante con refuerzo superior que además de ser
otra de las piezas espectaculares que componen
esta moto, brinda un apoyo destacable al tren
trasero en todo momento y bajo cualquier nivel
de exigencia.
A todo este cóctel de
primera, hay que sumar unos cauchos
Bridgestone Battlax
(120/70-17 adelante
y 180/55-17 atrás)
que son iguales en
dimensiones a los
que usan todas
las súper sport de
Esta es la mascota de la GSR,
una moto que por su estilo y
características seguramente se
convertirá en el objeto del deseo
de muchos y en toda una forma de
disfrutar sobre dos ruedas.
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600cc y que además de brindar un soberbio agarre le dan una apariencia espectacular, sobretodo
vista desde atrás y para completar el paquete
tenemos unas suspensiones Kayaba, (ambas
ajustables en la dureza del resorte y en extensión
en el tren posterior) y unos frenos Tokico con dos
discos de 310mm (10mm mas grandes que en la
GSX-R 600) mordidos por pinzas de 4 pistones y
asistidos en el tren trasero por un disco de 240mm
con pinza de un solo pistón.
En ciudad, de paseo y…
Es una naked (desnuda) de estilo deportivo, de
eso no queda duda al uno subirse y comprobar
que las piernas van más flexionadas de lo normal,
pero la postura no llega a ser incómoda gracias
al manubrio elevado y bastante ancho que de
inmediato transmite sensación de control, en
la posición clásica de lo que los europeos han
bautizado como motos Street Fighter (luchadoras
callejeras) y que no son otra cosa que deportivas,
desprovistas de sus carenados y con manubrios
anchos y altos, muy parecidos a los usados en
motocross. En esta tendencia se mueve la GSR y
muchos de sus encantos se deben precisamente
a ello, porque a diferencia de las deportivas radicales, la GSR resulta muy deliciosa y fácil de
llevar a ritmo lento
y con ella el tráfico
de la ciudad más
que un problema se
convierte en pura
diversión, aunque
si vamos demasiado despacio es
inevitable sufrir un poco con el calor que emanan
sus cuatro cilindros, el cual desaparece tan pronto
como empezamos a movernos. Lo mismo sucede
con el peso, pues al verla da la sensación de ser
muy voluminosa y por ende poco ágil, pero tan
pronto como las ruedas comienzan a moverse
esos 183 kilos que pesa en seco, se dejan llevar
con toda facilidad y es uno quien da las ordenes,
mientras la moto responde con nobleza, además
para hacer las cosas mas sencillas todavía, los
(sigue en la página 15)
El diseño
es sin duda uno de sus
puntos fuertes, con un frontal muy llamativo,
donde las direccionales y el faro se destacan, pero lo mejor definitivamente esta por detrás, con los escapes, las luces de freno y las direccionales formando un conjunto espectacular.
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De viaje a Buga
Esta prueba coincidió con el Encuentro Nacional Suzuki de Alta Cilindrada realizado en Buga, del 24 al 26
de junio y que este año llegó a su tercera edición con un éxito total, prueba de ello fue la asistencia de 343
motos inscritas, pero calculamos que el número total de motos que se hicieron presentes en esta hermosa
ciudad vallecaucana superó las 600 máquinas.
Teniendo en nuestras manos la última novedad de Suzuki no podíamos quedarnos sin participar en el encuentro y de paso era la oportunidad para hacer un buen número de kilómetros por carreteras de todo tipo
poniendo a prueba las capacidades ruteras de la GSR, así fue como arrancamos nuestro viaje el sábado,
siendo un verdadero placer la ruta que desde Medellín nos condujo hasta Buga a donde llegamos al final de
la tarde tras deleitarnos con los hermosos paisajes y carreteras de Antioquia, la zona cafetera y el Valle.
La ciudad del Señor de los Milagros, nos recibió con una misa al aire libre frente a la Catedral, donde
motociclistas y máquinas recibieron las bendiciones y fueron los protagonistas de la jornada, que luego se
convirtió en un inmenso desfile que recorrió las calles de esta histórica ciudad para culminar el día en un
viejo trapiche, convertido en plazoleta comercial, donde la noche se cerró con asado, música en vivo y el
mejor ambiente motociclístico. Para el domingo nos esperaba un recorrido por el Lago Calima, en el que
nos acompaño un clima espectacular y que culminó en cercanías a Ginebra con un delicioso sancocho de
gallina al aire libre amenizado con música en vivo y donde la tarde se fue entre conversaciones de motos,
anécdotas de viaje y para algunos, como los muchachos de Custom Evolution, fue puro trabajo, pues no
pararon de instalar los accesorios que han desarrollado para los diferentes modelos de Suzuki. También
se hizo presente la marca de vestuario Cobija, con sus chaquetas, pantalones, guantes, botas y demás
implementos que aportan seguridad y comodidad. Al caer la noche y después de un merecido descanso
la rumba se prendió en la discoteca Barra Montana, donde se cerró el evento con rifas, concursos y con la
promesa de que el año próximo Medellín será la sede de la cuarta versión.
(viene de la página 13)
controles responden con total suavidad, la aceleración es progresiva y sin
brusquedades, la caja es como mantequilla, el clutch suave y los frenos tan
dosificables como el tacto nos lo permita, virtudes que la convierten en una
opción válida para el uso diario, siempre y cuando no tengamos problema
en darle de comer a los 4 cilindros, que por muy juiciosos que seamos con
el acelerador no llegarán a los 75km por galón (de extra por supuesto).
En carretera la historia es diferente, este es su hábitat natural y mejor
todavía al llegar a esos tramos montañosos, de buen asfalto, donde las
En su tercera edición, el encuentro de las "grandes" de Suzuki fue todo un éxito, convocando a
más de 500 motociclistas y sus acompañantes
que se "tomaron" el Valle del Cauca.
En estas imágenes vemos las motos en la plaza
de Darién, la caravana del domingo, las acrobacias que no faltaron, nuestra GSR junto a la
catedral de Buga y abajo contemplando el paso
de las motos con el lago Calima de Fondo
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Dos discos de 310mm al frente y uno de 240mm en la rueda posterior,
le proporcionan un poder de detención acorde a la mecánica.
El basculante de aluminio con refuerzo superior es una de las piezas
más hermosas, ofreciendo gran aplomo y tracción a la rueda.
curvas abundan y los cambios de inclinación le ponen sabor al manejo.
No importa si vamos solos o acompañados, igual la moto es deliciosa y se
disfruta tanto desde los controles como desde el puesto de atrás, gracias a
un asiento bien pensado para el confort de ambos ocupantes y a una postura que es muy amigable con el segundo a bordo, sólo se extraña algo de
protección aerodinámica cuando el ritmo va subiendo por arriba de 120km/h
lo cual no es nada difícil, pero así son las naked y al que le gusta le sabe,
y si no también hay soluciones, pues no se trata de ser 100% radicales y
Suzuki pensando en esto tiene varias cúpulas de diferentes tamaños en su
catálogo de accesorios, para que te acomodes con la que más se adapte
a tus preferencias.
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Genes predominantes
La GSR 600 ha heredado buena parte de su estilo
y componentes de la B-King, un prototipo concebido por el diseñador japonés Hirotoshi Noguchi
y presentado durante el salón de Tokio de 2001.
Muchas de las soluciones empleadas en este prototipo fueron archivadas, pero otras llegaron a la
producción con la llegada de la GSR, cuyo diseño
y estética claramente recuerdan la B-King, con
su aspecto musculoso, las direccionales de leds
incorporadas al depósito, la salida de los escapes
bajo el asiento, el basculante con refuerzo superior
y el neumático posterior de gran dimensión 180”
en la GSR y 250” en la King. La concept bike por su
parte estaba elaborada con materiales de primera
calidad: fibra de carbono, acero inoxidable, alumi-
Rodar sin afán, saboreando el paisaje y devorando kilómetros es algo que se disfruta bastante
gracias a la suavidad del motor, que nos ofrece
una gama casi infinita para aprovecharlo, basta
con decir que es posible llevarlo en segunda a
120km/h o en sexta al mismo ritmo y esto nos da
la posibilidad de disfrutar la moto de muchísimas
formas, con aceleraciones fulgurantes en un solo
cambio para enlazar varias curvas o adelantar
camiones como si de babosas se tratara o a un
ritmo tranquilo y relajado sacando provecho del
torque disponible desde muy abajo.
El aplomo de la moto es soberbio, con unas suspensiones tirando a duras, más bien deportivas
que piden buen asfalto y que en conjunto con las
llantas permiten gozar a fondo las curvas, cada
quien a su nivel, y salir acelerando con todo
para llegar a la siguiente curva y sentirnos
como pilotos disfrutando la faceta más deportiva de esta máquina y sacando provecho
a la excelente posición de manejo que
permite reaccionar y corregir en todo
momento mucho más fácil que en
una deportiva de manubrio bajo y
cerrado, pensada más para las
curvas de una pista que para las
impredecibles carreteras nuestras,
donde la GSR se impone gracias a
su versatilidad. En este aspecto sólo
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nio y cuero; sus soluciones tecnológicas incluían
un sistema de encendido por
lectura de la huella digital, sistema GPS para localización
y ayuda al conductor (incluía
reportes climáticos), alarma
con aviso al celular y otros “gadgets” electrónicos más propios
de una máquina hollywoodense
que de la vida real. El motor era
el tetracilíndrico de 1300cc de
la Hayabusa, sobre alimentado
a través de un compresor volumétrico variable y su potencia era
de 250hp.
se puede mencionar alguna sensación extraña
en el tren delantero cuando se trazan curvas
lentas en asfalto irregular, pero no es nada que
se salga de control y tal vez trabajando un poco
en la variación de la precarga de los resortes se
puede solventar este detalle.
A la hora de pensar en viajes largos, hay que admitir que la GSR no fue concebida precisamente
como moto de turismo,
pero no obs-
La GSR en pocas
palabras
Mauricio Gallego
La primera vez que la vi en el garaje me sedujo
la belleza de sus líneas y lo elaborado de su
diseño, desde la farola hasta los escapes que
salen por debajo del asiento, pero sobre todo
mi mirada se detuvo en el motor tetracilíndrico
derivado de la súper deportiva GSX600R, el
cual fue debidamente acondicionado para este
modelo y no dejaba de preguntarme cómo
sería su comportamiento y las sensaciones que
transmitiría.
La oportunidad de saciar mi curiosidad llegó unos
días después cuando pude rodar algunas horas
con la GSR. Nada más arrancar el motor me
sorprendió el sonido de los cuatro cilindros que
más parece un aullido y que de inmediato me hizo
subir la adrenalina y sólo me bastó rodar algunos
metros para apreciar las principales cualidades
de la nueva “naked” de Suzuki. Una cómoda posición de conducción, un tamaño compacto y un
peso reducido que permiten controlar la moto muy
fácilmente y un motor que funciona con mucha
suavidad, ya sea a bajas revoluciones transitando entre el tráfico de la ciudad o acelerando al
máximo en carretera abierta. Precisamente en
esta dualidad es que para mi radica el principal
encanto de la Suzuki. Si quieres andar despacio
y tranquilo la moto es muy dócil y el motor permite rodar al paso de una moto de 100cc, pero
si quieres adrenalina y emociones sólo basta
enroscar el acelerador para comprobar todo el
poder de su tetracilíndrico, aunque en estas
circunstancias la nula protección aerodinámica
no permite exprimir todo su potencial, pero total
esta moto no fue concebida para “pilotos” (para
eso está la súper deportiva GSX-R 600) si no para
personas normales que queremos disfrutar de
una buena moto para nuestros desplazamientos
cotidianos y salir por carretera los domingos,
unido al placer de saber que entre las piernas
tenemos mucha potencia disponible para cuando
la queramos disfrutar.
tante es posible disfrutar de largas jornadas de
carretera, aunque el tema del equipaje exige algo
de ingenio, como una buena maleta con imanes
para el tanque y saber llevar solo lo necesario
(cosa difícil para las mujeres), de otro lado está la
autonomía que ronda los 230km, con un manejo
relajado, pero que se pueden convertir
en 150km
con un uso más alegre del puño derecho, lo cual
no es nada difícil. Por último tenemos la aerodinámica que en esta moto limita la velocidad de
crucero a unos razonables (e ilegales) 120km/h
para rodar con comodidad, porque pasando este
punto el viento comienza a poner a prueba la
resistencia de nuestro cuello y el
de nuestro acompañante que al
ir más arriba, va muy expuesto,
aunque esto también tiene su
ventaja, puesto que al ir en “segundo piso” disfruta de una mejor
panorámica que en la mayoría
de las motos.
Llegado el momento en que
El chasis de aluminio es fabricado con la última tecnología
de fundición a alta presión y
el motor de 4 cilindros, tomado de la GSX-R, es uno de
los mejores de la marca.
nos cansemos del paisaje y decidamos apretar a
fondo el “tetra” mejor será que lo pensemos dos
veces y que tengamos suficiente experiencia en
motos de buen calibre, y lo digo en serio, porque
de 10.000rpm para arriba esta moto no perdona
errores, ella es noble y fácil de llevar como ninguna otra, pero cuando esos 98 caballos entran
en acción las cosas suceden demasiado rápido
y aunque tengamos unos excelentes frenos (lo
comprobamos varias veces) hay que tener los
reflejos muy afinados para mantener las cosas
bajo control, por eso es mejor dejar esa “porción”
de motor para carreteras muy buenas y con total
visibilidad o para disfrutarlos en una pista, que es
el lugar más indicado.
La moto soñada
Para muchos de nosotros, esta Suzuki es como
un sueño hecho realidad, no sólo por ser un
modelo recién salido del horno y con un diseño
que es sencillamente espectacular, sino por su
precio inferior a $25.000.000, que la pone al
alcance de muchos que buscan una máquina de
La Técnica
Si estuviéramos hablando de arte, nos tendríamos que referir a este propulsor de 4 cilindros como una
obra maestra y de hecho lo es, pero de la ingeniería. Se trata como ya sabrán de un 4 cilindros que fue
desarrollado para la deportiva de 600cc GSX-R, moto que suma incontables victorias tanto en el mundial
de Supersport como en todo tipo de campeonatos. Pero para ponerlo a tono con la GSR, le fue variado
el diagrama de distribución para quitarle unos cuantos caballos a cambio de un mayor torque para tener
una gama de aprovechamiento más amplia y agradable en todo tipo de manejo, sin embargo entrega 98
caballos a 12.000rpm y es capaz de subir hasta ¡14.000rpm!
Entre los refinamientos de esta máquina, se destacan los pistones SSC (Suzuki Super Cast) inyectados a
alta presión, siendo más ligeros y menos porosos, con anillos de compresión tratados electrolíticamente
con nitruro de cromo, que les provee menos fricción, más durabilidad y reduce el consumo de aceite.
Adicionalmente se usan ejes de levas huecos (ganando peso) y conductos de admisión dispuestos en
un ángulo cerrado y cámaras de combustión compactas con una relación de compresión de 12,5:1. La
alimentación está a cargo de una inyección con cuerpos de 38mm y doble mariposa, comandados por un
procesador de 32 bit que garantiza, junto a los diferentes sensores que están monitoreando el motor en
sus diversos parámetros, una entrega óptima de la mezcla en todo momento y una suave aceleración.
17
este calibre y que ya quemaron la etapa de la
GS 500 o similares, lástima que al ser
tan apetecida en Europa, sean pocas las
unidades que llegan a estas latitudes y
son muchos los que deben esperar varios
meses para ver su sueño estacionado en
el garaje, pero la espera vale la pena y lo
destacable es que ya nuestro mercado ha
madurado a tal punto, que nos damos el lujo
de tener con solo meses de diferencia las últimas creaciones que se exhiben en las vitrinas
del “primer mundo” algo que hace un par de años
era impensable y menos aún con precios como
el de esta Suzuki.
Ah! y volviendo a lo del principio, no será una
satisfacción al 100% pero sí está demasiado
cerca.
Textos: JCP - Fotos: JCP - Luis G. Urrego
Equipamiento
Acorde a su estilo y diseño, la GSR se presenta muy
bien equipada, muestra de ello es su tablero, muy
compacto y discreto, pero tan completo en información que se lleva todos los puntos, pues incluye
tacómetro análogo que predomina en el centro
de la visual y dos pantallas digitales que nos dan
distancias totales más dos parciales, medidor de
combustible, reloj, velocímetro, temperatura del
motor, presión de aceite, los testigos luminosos
usuales y como detalle exclusivo un indicador
de cambios que resulta bastante útil. Los comandos tampoco se quedan atrás, con un diseño muy funcional y completo que incluye
las luces de parqueo, elemento que deberían traer por norma todas las motos. En
cuanto a iluminación se tiene un faro halógeno de buena potencia y muy suficiente para rodar
seguros bajo cualquier condición de luz. Lo complementan las dos luces de freno compuestas por leds
y las direccionales todas con un novedoso diseño y muy visibles a cualquier hora.
Aquí también cabe destacar detalles como los posapies recubiertos en caucho, el asa para el pasajero
y unas ingeniosas correas que se pueden extraer de la parte inferior del asiento y que permiten amarrar
paquetes sobre el puesto del pasajero, adicionalmente viene con una dotación de herramienta muy
completa. Lo que si se extraña bastante es el gato central, que sería de gran utilidad al realizar tareas
simples como ajustar la cadena y lubricarla.
Ficha Técnica
Motor
Cilindrada
Rel. compresión
Torque Max.
Potencia Max.
Alimentación
Transmisión
Embrague
Susp. Del.
Susp. Tra.
Freno Del.
Freno Tra.
Peso vacío
Capacidad tanque
Velocidad max.
Precio
18
4 tiempos, refrigeración líquida,
DOHC 16 válvulas, 4 cilindros
599,4 c.c.
12,5 : 1
6,6 Kg-m a 9.600rpm
98hp a 12.000rpm
Inyección electrónica 38mm
6 velocidades
Multidisco en aceite
Telescópica, 130mm, precarga
Mono, 134mm, precarga y extensión
2 discos 310mm, pinzas de 4 pistones
Disco 240mm, pinza de un pistón
183 kg. (en seco)
4,35 galones
260 km/h (Aprox.)
$23.990.000
Descargar