MATERIALISMO DIALÉCTICO E HISTÓRICO:

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MATERIALISMO DIALÉCTICO E HISTÓRICO:
Materialismo dialéctico:
Según el Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas de Di Tella el materialismo
dialectico es considerado generalmente como la filosofía del marxismo y surge como la
combinación de dos filosofías burguesas: “el MATERIALISMO mecanicista de las
ciencias naturales y la DIALÉCTICA idealista hegeliana. Marx utiliza al primero como
concepción de la realidad y a la segunda como método de análisis.” 1
“Los postulados principales del materialismo dialéctico se presentan como leyes
generales que gobiernan la Naturaleza, la sociedad y el pensamiento.”2 Dentro de este
marco filosófico es que se moverá Marx en toda su prolífica obra. Quienes suscriben a
este marco consideran que la materia y la idea forman una unidad contradictoria, y la
materia es la básico o fundamental. La idea surge de la materia, no puede existir idea
sin materia, ahora bien, la materia no surge jamás de la idea.
“…Las sensaciones que recibe el espíritu humano corresponden a una realidad exterior
verdaderamente existente, y las ideas y los conceptos son el reflejo en la mente de
objetos exteriores susceptibles de ser aprehendidos por la inteligencia: la realidad es
cognoscible.”3
Esa realidad “… constituye una unidad contradictoria que, en virtud del conflicto entre
sus componentes antagónicos, se encuentra en un proceso de cambio histórico
progresivo y constante. Estos cambios (…) requieren de las leyes lógicas dialécticas
para ser explicados, dada la insuficiencia de la lógica formal para hacerlo.” Cabe
aclarar que en Historia del Pensamiento Socialista, Cole, considera un error afirmar
que tanto Marx como Hegel niegan la validez de la lógica formal, o que consideran a la
lógica dialéctica como su sustituta.
Marx lleva esta forma de concebir la realidad a su análisis del mundo capitalista que le
rodea y a la historia de la humanidad mediante el materialismo histórico. Antes de
enfocarme en esa faceta de la obra de Marx veamos un ejemplo de estas
contradicciones inherentes a la dialéctica:
1
Di Tella, Torcuato y otros; Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas. Buenos Aires. Ariel. 2006. pp. 439
2
Ídem.
Ídem.
3
Propietarios
contradictorios
Trabajadores asalariados
(desean mantener
(son las fuerzas de
las relaciones de producción
producción en expansión)
establecidas)
Revolución
(lucha de clases)
que desembocará en el
Socialismo.
Escribe Wright Mills: “La historia es, pues una secuencia objetiva, una dialéctica, una
serie de contradicciones y de sus soluciones. La historia es también una lucha entre las
clases. (…) Marx sostuvo que la revolución será el resultado del conflicto de las fuerzas
de producción materiales en desarrollo con las relaciones de producción; esta
revolución se realizara mediante la lucha de las clases, una lucha causada por la
contradicción económica objetiva.”4
A continuación escribe: “A juicio de Marx, el cambio continuo – y el cambio en su
contrario – es inherente a toda realidad, y por lo tanto a la sociedad capitalista
también. El método dialéctico es una manera de comprender la historia de una
estructura social examinando sus conflictos más bien que sus armonías. En suma (…)
las “leyes de la dialéctica” son las siguientes: (a) si las cosas cambian lo suficiente, se
hacen cualitativamente diferentes de lo que eran en un principio; (b) una cosa nace de
otra y luego entra en conflicto con ella; (c) la historia se desarrolla así mediante una
serie de conflictos y soluciones, más bien que mediante meros cambios pequeños y
graduales.”5
Materialismo histórico:
Para el desarrollo de esta clase utilicé el prefacio a la Contribución a la Crítica de la
Economía Política (1859), dado que es un excelente resumen de la concepción
materialista de la historia, y encima realizado por el mismo Marx:
4
Wright Mills, C.; Los Marxistas. México D. F. Ediciones Era. 1964. pp 69.
5
Ibíd. pp 69, 70.
“Mi primer trabajo emprendido para resolver las dudas que me azotaban, fue una
revisión crítica de la filosofía hegeliana del derecho6, trabajo cuya introducción
apareció en 1844 en los “Anales francoalemanes” 7, que se publicaban en París. Mi
investigación me llevó a la conclusión de que, tanto las relaciones jurídicas como las
formas de Estado no pueden comprenderse por sí mismas ni por la llamada evolución
general del espíritu humano, sino que, por el contrario, radican en las condiciones
materiales de vida cuyo conjunto resume Hegel siguiendo el precedente de los ingleses
y franceses del siglo XVIII, bajo el nombre de “sociedad civil”, y que la anatomía de la
sociedad civil hay que buscarla en la economía política. En Bruselas a donde me
trasladé a consecuencia de una orden de destierro dictada por el señor Guizot proseguí
mis estudios de economía política comenzados en París. El resultado general al que
llegué y que una vez obtenido sirvió de hilo conductor a mis estudios puede resumirse
así: en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas
relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que
corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas
materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura
económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura
jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social.
El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social
política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser
sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. Al llegar a una
fase determinada de desarrollo las fuerzas productivas materiales de la sociedad
entran en contradicción con las relaciones de producción existentes o, lo que no es
más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad dentro de las
cuales se han desenvuelto hasta allí. De formas de desarrollo de las fuerzas
productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas, y se abre así una época
de revolución social. Al cambiar la base económica se transforma, más o menos
rápidamente, toda la inmensa superestructura erigida sobre ella. Cuando se estudian
esas transformaciones hay que distinguir siempre entre los cambios materiales
ocurridos en las condiciones económicas de producción y que pueden apreciarse con la
exactitud propia de las ciencias naturales, y las formas jurídicas, políticas, religiosas,
artísticas o filosóficas, en una palabra las formas ideológicas en que los hombres
adquieren conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Y del mismo modo que
no podemos juzgar a un individuo por lo que él piensa de sí, no podemos juzgar
tampoco a estas épocas de transformación por su conciencia, sino que, por el contrario,
hay que explicarse esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el
6
7
C. Marx, Contribución a la crítica de la filosofía del derecho de Hegel.
Deutsch-französische Jahrbücher (“Anales franco-alemanes”): órgano de la propaganda
revolucionaria y comunista, editado por Marx en parís, en el año 1844.
conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción.
Ninguna formación social desaparece antes de que se desarrollen todas las fuerzas
productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas
relaciones de producción antes de que las condiciones materiales para su existencia
hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua. Por eso, la humanidad se
propone siempre únicamente los objetivos que puede alcanzar, porque, mirando mejor,
se encontrará siempre que estos objetivos sólo surgen cuando ya se dan o, por lo
menos, se están gestando, las condiciones materiales para su realización. A grandes
rasgos, podemos designar como otras tantas épocas de progreso en la formación
económica de la sociedad el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el
moderno burgués. Las relaciones burguesas de producción son la última forma
antagónica del proceso social de producción; antagónica, no en el sentido de un
antagonismo individual, sino de un antagonismo que proviene de las condiciones
sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en la
sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para la
solución de este antagonismo. Con esta formación social se cierra, por lo tanto, la
prehistoria de la sociedad humana.”8
Tal y como se afirma en el Manifiesto Comunista existe una fuerza motriz que impulsa
los cambios sociales, esta es la lucha de clases. Este conflicto surge como consecuencia
de la contradicción económica objetiva. Di Tella escribe que “La clase social está
formada por un conjunto de individuos definidos por el lugar que ocupan en el proceso
productivo en razón de su relación con los medios de producción.” 9 Por ejemplo en el
sistema capitalista existen los propietarios de los medios de producción y los no
propietarios. Esta es la primera y principal diferencia, las condiciones económicas de
vida, a partir de allí se distinguen por sus intereses y cultura. Esta oposición se
manifiesta de modo hostil. La clase vencedora será aquella capaz de favorecer el
desarrollo de las fuerzas de producción.
8
Prólogo a la Contribución a la Crítica de la Economía Política, extraído de:
http://www.marxists.org/espanol/m-e/1850s/criteconpol.htm
9
Di Tella, Torcuato y otros; Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas. Buenos Aires. Ariel. 2006. Pp. 440
Caracterización de la concepción marxista de la historia10:
1) La evolución humana se muestra a través de la naturaleza de las relaciones que se
establecen entre los hombres que participan en el proceso productivo.
2) Existe una correspondencia entre el grado de desarrollo de las fuerzas productivas y la
naturaleza de las relaciones que se establecen entre los hombres, pero ésta no puede
reducirse a la determinación del cambio social por el crecimiento económico, eso sería
considerarlos (a Marx y Engels) economicistas, el nexo entre fuerzas productivas y
relaciones de producción debe entenderse en términos de interacción. Aunque debe
destacarse que lo primordial, dado que afecta al hombre directamente, son las
modificaciones de las relaciones de producción (el capitalismo es una forma de
esclavitud).
3) La historia es definida por etapas, que se distinguen según la forma de explotación del
hombre por el hombre, y la lucha de clases. Su devenir condujo al presente (de Marx
obvio) de explotación y miseria. El capitalismo es una etapa más en este devenir y
debe ser superado, Marx considera que el proletariado destruirá al capitalismo y el
sistema de explotación erigido sobre el mismo. La siguiente etapa está marcada por el
socialismo, al que se llegará mediante un proceso complejo e integral.
Marx y Engels no podían prever que la expansión del capitalismo tomaría otros
rumbos, distintos a los caminos que Inglaterra tomó. Es decir, los ingleses
representaban el modelo más avanzado de capitalismo, y como tal, fue tomado como
referencia de lo que sucedería en otras partes de Europa y el mundo. Parados en el
contexto en el cual Marx produjo, hay que tener en cuenta el estado de conocimiento
de la Historia, que no le brindo las mimas herramientas que nos otorga hoy.
Por otra parte aún no se habían visto las consecuencias más atroces de la expansión
del capitalismo, sobre todo en la periferia.
Teniendo en cuenta estos aspectos es que se critica, por parte de algunos autores, el
hecho de que muchos marxistas “fosilizan” los postulados marxianos sin tener en
cuenta que los mismos fueron elaborados con las herramientas de la época y para su
época, es decir, no deben proyectarse indiscriminadamente.
Emiliano Ortiz.
10
Extraído de: Fontana, Josep; Historia. Análisis del pasado y proyecto social. Barcelona. Editorial Crítica.
1982.
Bibliografía
 Cole, G. D. H.; Historia del pensamiento socialista. I Los precursores (1789-1850).
México D. F. Fondo de Cultura Económica. 1964.
 Cole, G. D. H.; Historia del pensamiento socialista. II Marxismo y Anarquismo 1850 –
1890. México D. F. Fondo de Cultura Económica. 1958.
 Di Tella, Torcuato y otros; Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas. Buenos Aires.
Ariel. 2006.
 Fontana, Josep; Historia. Análisis del pasado y proyecto social. Barcelona. Editorial
Crítica. 1982.
 Vallespín, Fernando (compilador); Historia de la Teoría Política, 4. Madrid. Alianza
Editorial. 2002.
 Wright Mills, C.; Los Marxistas. México D. F. Ediciones Era. 1964.
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