RESUMEN El puma (Puma concolor; Linnaeus, 1771) es el carnívoro con mayor área de distribución en occidente, y uno de los felinos de mayor tamaño, encontrándoselo desde el extremo sur de la Patagonia hasta el norte de Canadá, ocupando una gran variedad de hábitats. Su distribución actual se ha visto reducida por factores humanos, como la persecución por caza, la reducción y destrucción de su hábitat, y la disminución de sus presas principales. Estos procesos conllevan a problemas de conservación y manejo de las poblaciones de puma, algunas de las cuales han desaparecido en sitios de su distribución original o se encuentran seriamente amenazadas. En Argentina, y en particular en la provincia de La Pampa, las poblaciones de puma no escapan a los problemas de conservación a nivel mundial. Además de la reducción y modificación de su hábitat dentro de la región del bosque de Caldén, las poblaciones de puma han sido afectadas por la caza deportiva y de control. En los últimos 30 años la caza deportiva, legal e ilegal, extrajo un gran número de individuos de las poblaciones de pumas que habitan la provincia de La Pampa. En el año 2007, ante las sospechas de tráfico ilegal y movimientos de individuos entre establecimientos rurales y cotos de caza, sumado a la escasez de estudios que permitieran determinar la situación poblacional del puma en La Pampa, su caza fue prohibida en todo el ámbito provincial y la Dirección Nacional de Fauna prohibió la exportación de trofeos al exterior. Adicionalmente, la actividad cinegética afectó las relaciones tróficas entre el puma y sus presas al introducirse y proliferar especies de ungulados exóticos para la obtención de trofeos, afectando principalmente a las presas nativas y en consecuencia a los hábitos alimenticios del puma. Ante esta situación existe la necesidad de determinar el estado de conservación de las poblaciones de puma, generando trabajos de investigación y evaluando adecuadamente sus resultados para aplicar medidas de conservación y manejo sobre esta especie. El presente estudio investiga aspectos básicos de la ecología del puma, aportando información para el desarrollo de estrategias de manejo y conservación de este predador tope en los diferentes hábitats de la región del bosque de Caldén. En el primer capítulo se estimó y comparó la densidad poblacional del puma, en el 2008, a través de la metodología de trampeo fotográfico en dos áreas con diferentes situaciones de manejo, un área protegida (la Reserva Provincial Parque Luro-RPPL) y un coto de caza (La Escondida-CCLE), evaluando los factores ambientales y antrópicos que afectan la abundancia de este felino. Las estimaciones de las áreas efectivamente muestreadas variaron ampliamente dependiendo de la utilización del valor completo del promedio de las distancias máximas de desplazamiento (MMDM) o de la mitad de su valor (1/2MMDM). De esta forma, la densidad de puma por cada 100 km 2 (± DE) varío de 4,19 (0,87) a 8,77 (1,95) individuos para RPPL y 0,94 (0,27) a 2,01 (0,59) individuos para CCLE. Esta marcada diferencia se debería principalmente al grado de protección, donde en la RRPL la caza de puma está prohibida, y en el CCLE fueron extraídos individuos de puma como trofeos de caza hasta el año 2007. En el segundo capítulo se emplearon múltiples enfoques para determinar los patrones de ocupación y uso de hábitat para puma considerando dos escalas, a nivel regional y a nivel sitio. En primer lugar se evaluó la importancia relativa de los diferentes estratos vegetales dentro de la región de bosque de Caldén para el puma calculando el índice de selección de hábitat (ŵ). En segundo lugar se examinó, para amabas escalas, la influencia de diferentes co-variables del paisaje-presas-disturbio sobre la probabilidad de ocupación del puma. A nivel regional se determinó la probabilidad de ocupación del puma en un total de 45 parcelas de 10x10 km, donde se instalaron en cada una de éstas 16 trampas-cámaras para registrar la detección y nodetección del puma. A nivel sitio se determinó la probabilidad de uso de hábitat del puma a partir de la información obtenida del número total de trampas-cámaras instaladas en todas las parcelas (n = 702). Los resultados indicaron que no hubo diferencias significativas entre las tasas de selección de hábitat (ŵ) del puma y no se observó ninguna selección por alguno de los hábitats disponibles en particular, tanto a escala regional como de sitio. La probabilidad de ocupación del puma a escala regional fue alta a través de los diferentes tipos de hábitats y estuvo relacionada positivamente, pero no significativamente, con la abundancia de presas (Cervus elaphus y Dolichotis patagonum) y negativamente con la abundancia de ganado bovino, y la heterogeneidad del paisaje (en términos de diversidad de hábitat dentro de la parcela) favoreció positivamente y significativamente la ocupación del puma. El modelo que mejor explicó la probabilidad de uso de hábitat a escala sitio estuvo constituido por la abundancia de presas (C. elaphus, D. patagonum y Sus scrofa) y por el tipo de actividad de los establecimientos rurales (ganadera, cinegética, ganadera-cinegética y nula). La abundancia de presas, la actividad cinegética y nula estuvieron relacionadas positivamente con la probabilidad de uso de hábitat del puma, mientras que la actividad ganadera afectó de forma negativa esta probabilidad. En el tercer capítulo se analizaron los hábitos alimenticios del puma y en particular la dieta y selección de presas del puma en la región del bosque de Caldén. Uno de los objetivos de este capítulo fue el de comparar la dieta del puma para distintos sitios de Argentina (n=16), evaluando cómo los hábitos alimenticios de este felino se ven afectados por la introducción de especies de presas silvestres y domésticas. La dieta del puma en la región del bosque de Caldén estuvo constituida principalmente por presas introducidas (C. elaphus, S. scrofa y Dama dama) observándose una correlación positiva entre la frecuencia de los ítems en la dieta y la abundancia de presas en el campo, y confirmando al puma como un depredador de hábitos oportunistas. La comparación de la dieta del puma se realizó en base a estudios realizados en 12 áreas protegidas y 4 estancias ganaderas distribuidas a través del país, desde la Patagonia hasta la región del NOA. Los resultados indicaron que el puma se alimentó en todos los casos de presas exóticas en mayor o menor proporción. En 7 de los sitios (5 de los cuales fueron áreas protegidas) el consumo de presas introducidas superó el 50% de biomasa consumida, mientras que en el resto de los sitios la dieta estuvo constituida principalmente por presas nativas. Probablemente la dieta del puma en los distintos sitios de Argentina se vio afectada principalmente por factores de origen antrópicos que alteraron las interacciones puma-presa nativa, aunque en algunos sitios estas interacciones todavía se mantienen intactas.