501-2013 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. San Salvador, a las ocho horas con cincuenta y un minutos del día cinco de julio de dos mil trece. Analizada la demanda de amparo firmada por el señor Rafael Ortega Calles, también conocido por Rafael Cruz y Rafael Calles, contra actuaciones atribuidas al Juzgado Segundo de Vigilancia Penitencia y Ejecución de Penas de San Salvador, es pertinente realizar las siguientes consideraciones: I. El señor Rafael Ortega Calles manifiesta que el artículo 21 de la Constitución establece que una nueva ley puede tener efectos retroactivos cuando sea favorable al delincuente. En su caso "... [le] quitaron este beneficio, que expresaba el art. 48 CP derogado en 1998...". Por tanto, "... [d]onde [sic] queda la aplicación del art. 21 [Cn.]...", pues en tres ocasiones el Juzgado Segundo de Vigilancia Penitencia y Ejecución de Penas de San Salvador ha elaborado el cómputo de la pena y no sabe "... a cuál creer, cuál se [le] va a aplicar...". II. Delimitados los argumentos fácticos con arreglo a los cuales el demandante sustenta su pretensión de amparo, es necesario exponer los fundamentos jurídicos en que se justificará la presente resolución. 1. Con base en la Ley de Procedimientos Constitucionales, este Tribunal ha sostenido en su jurisprudencia —v.gr., la resolución de fecha 19-V-2008, pronunciada en el Amp. 475-2008— que una de las causales de finalización anormal de este proceso concurre cuando la pretensión incoada se fundamenta en derechos tutelados por el hábeas corpus. En ese sentido, si en esencia lo que el actor alega como conculcado es su derecho de libertad física, se deberá rechazar su demanda mediante la figura de la improcedencia, puesto que el mecanismo idóneo por el que debe juzgarse la presunta transgresión de ese derecho es el proceso de hábeas corpus. 1. En relación con lo expuesto, también se ha señalado en la resolución de fecha 12-VI2001, emitida en el Amp. 567-2000, que a pesar del rechazo liminar de la demanda en aquellos supuestos en los que el reclamo se fundamente en la supuesta vulneración del derecho a la libertad del demandante, esta Sala se encuentra facultada, por aplicación del principio iura novit curia —el Derecho es conocido por el Tribunal— y lo dispuesto en el artículo 80 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, para tramitar la petición por medio del cauce procedimental que jurídicamente corresponde, con independencia de la denominación que el actor haya hecho de la vía procesal que invoca. Consecuentemente, en este tipo de casos, debe desestimarse el conocimiento de la queja formulada en el proceso de amparo y ordenarse su tramitación de conformidad con el procedimiento que rige el hábeas corpus. III. Determinados los argumentos jurídicos que servirán de base a la presente decisión, corresponde concretar las anteriores nociones en el caso objeto de estudio. 1. Ahora bien, de la línea argumentativa expuesta por el señor Rafael Ortega Calles, también conocido por Rafael Cruz y Rafael Calles, se advierte que el derecho constitucional material que presuntamente podría ser conculcado es el derecho a la libertad personal o física, pues dirige su reclamo contra la supuesta falta de aplicación del art. 48 del Código Penal —ahora derogado—, que regulaba la conversión de la detención provisional. Ello, a su criterio, vulnera el art. 21 de la Constitución, pues la ley penal debe tener efectos retroactivos cuando sea favorable al delincuente. 2. Al respecto, es preciso señalar que si bien es cierto la solicitud analizada ha sido formulada por el demandante como un amparo y, subsecuentemente, la Secretaría de este Tribunal clasificó la citada petición como tal clase de proceso, de la causa de pedir explicitada en la demanda se observa que la pretensión incoada por el actor —en rigor— se encuentra dirigida a invocar la protección jurisdiccional del derecho a la libertad física. En ese sentido, debe tomarse en consideración que el proceso de amparo es un mecanismo que carece de idoneidad para subsanar los supuestos vicios de los que adolece la actuación impugnada, pues la libertad personal es un derecho constitucional protegible por medio del hábeas corpus. Por ello, la pretensión sometida a conocimiento por el demandante presenta un defecto que impide la conclusión normal de este proceso y, en consecuencia, la demanda por ellos promovida debe rechazarse liminarmente por medio de la figura de la improcedencia. 3. Así las cosas, al haberse configurado una causal de rechazo de la solicitud inicial — atendiendo a que ella se fundamenta en un derecho protegido por el proceso de hábeas corpus—, en aplicación del principio iura novit curia —el Derecho es conocido por el Tribunal— y según lo dispuesto en el artículo 80 de la Ley de Procedimientos Constitucionales, se estima pertinente suplir la deficiencia de la queja propuesta. Por consiguiente, con el fin de que la pretensión incoada se sustancie por el mecanismo procesal correspondiente, deberá rechazarse liminarmente el conocimiento del proceso de amparo y ordenarse su tramitación de conformidad con el trámite establecido para el hábeas corpus. Por tanto, en atención a las razones expuestas en los acápites precedentes y con fundamento en lo estipulado en el artículo 12 inciso 4° de la Ley de Procedimientos Constitucionales, esta Sala RESUELVE: 1. Declárese improcedente la demanda de amparo firmada por el señor Rafael Ortega Calles, también conocido por Rafael Cruz y Rafael Calles, contra actuaciones atribuidas al Juzgado Segundo de Vigilancia Penitencia y Ejecución de Penas de San Salvador, en virtud de que la pretensión incoada se fundamenta en un derecho protegido por el hábeas corpus, según los razonamientos expuestos en el considerando III de este proveído. 2. Ordénese a la Secretaría de esta Sala que inscriba el escrito firmado por el señor Oscar López Cruz en el registro de procesos de hábeas corpus, para lo cual deberá asignar el número de referencia que corresponda para su respectiva tramitación mediante esa vía procesal. 3. Notifíquese la presente resolución al señor Rafael Ortega Calles, también conocido por Rafael Cruz y Rafael Calles, en el Centro Penal de San Vicente, lugar donde se encuentra recluido. J.S. PADILLA---------------------F. MELENDEZ-----------------J.B. JAIME------------------E.S. BLANCO R.--------------R.E.GONZALEZ----------------------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.-------------------------E. SOCORRO C.---------------SRIA.-----------------RUBRICADAS.