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La Suma de mis Amores
Elsa Levy de Morgenstern
La Suma de mis Amores
Elsa Levy de Morgenstern
Quedan rigurosamente prohibida, sin
la autorización escrita de los titulares
del Copyright, bajo sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o
parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la
reprografía y el tratamiento informático,
y la distibución de ejemplares de ella
mediante alquiler o préstamo público.
La Suma de mis Amores
© Elsa Levy de Morgenstern, 2007
Depósito legal: lf7832007800109
ISBN: 980-12-2355-3
Corrección de Estilo y Redacción:
Magaly Ramírez
Diseño Gráfico:
Tania Rodríguez
Foto de portada:
Archivo de Revista Sambil
Impreso en Impresos Minipres, Caracas
Impreso en Venezuela
Printed in Venezuela
Todos los beneficios por concepto de la
venta de este libro, serán destinados a
“ Los Chiquiticos” de FUNDANA.
DEDICATORIA
Dedico mis memorias a la persona que tantas veces me lo pidió,
entusiasta, perseverante y siempre preocupada por los menos
favorecidos, esa es mi hija: Daniela Lee.
No sé si seguirás mis pasos, porque siempre has sido auténtica,
autónoma y decidida, pero lo que sí estoy segura es que tu
profesión, que espero sea tu pasión, este ligada a lo social,
a dar esperanza e ilusión donde hay frustración y dolor, ¡mi
gorda querida!.
Dani, igual que cuando empezamos la travesía de FUNDANA
y muchos pensaron que si no podíamos salvar a todos los
niños, no valía la pena esforzarse, y hoy hemos protegido a
más de cinco mil niños, por cada uno de ellos sigo pensando
ción para
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Dani hacie n la Qta. Esmeralda…
un Bazar e
que TODO el esfuerzo valió la pena.
Gorda, quizás sean tú y Fabi (mi sobrina amada), las únicas
lectoras de este relato y para mí, por su interés y esa maravillosa
sonrisa de aprobación, valió la pena escribirlo.
2/3
Gracias a ustedes por hacerme sentir que las historias de los
“Chiquiticos” eran importantes. Por involucrar en FUNDANA
a todo aquel en el que ven una vena social y especialmente
gracias por ser unas niñas tan alegres pero preocupadas,
dulces pero plantadas, incluyentes pero ubicadas, mediadoras
pero capaces de diferenciar por lo que vale, y no vale, la pena
interceder, disciplinadas pero flexibles, en fin, gracias por
ocuparse y seguir involucrando a otros para ayudarnos a
ayudar a los “Chiquiticos”.
Dani y Fa
bi, 2005
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Fabiana, m
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Daniel
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AGRADECIMIENTO
Agradezco a quien lea estas memorias, por no odiarme
después de tantos “yo, yo, yo” y tan pocos “nosotros”; pero
como diría mi padre: “soy la nieta del egoísta de El Universal”,
ya que mi abuelo predicaba: “primero yo, después la familia
y tercero el negocio”.
Gracias a Francis Cohen, por tener el mismo amante que yo:
FUNDANA.
Agradezco a la hermana mayor de mis hijos, Elisa Montemayor;
para otros, mi hija adoptiva, y para mí una voluntaria
empeñosa, perseverante y amiga, que desde hace años nos
ha acompañado en la travesía de dejar un mundo mejor que
cómo lo encontramos.
Elisa gracias por tu paciencia y por el entusiasmo con
que cada tarde transcribías las memorias y me decías:
4/5
“definitivamente no va ser un Bestseller, tranquila”.
Gracias a todas las personas que han dejado su granito de
arena en nuestros “Chiquiticos”, devolviéndoles su derecho a
soñar con una vida mejor.
na
sy e Ilia
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Mis he l medio…
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y yo…la d
PRÓLOGO
Adorada hermana.
¡Que suerte la tuya! Son pocas las mujeres en el mundo que
desde niñas descubren su vocación; más que eso lo que será
la pasión de su vida.
Tu trabajo, sin descanso, desde los doce años cuando descubriste
tu ilimitada capacidad, te ha llevado a disfrutar cada paso del
camino, viviendo intensamente, cada día, dando lo mejor de ti,
a los que nada tienen; esperando a cambio solo una sonrisa y
la certeza de dejar este mundo un poquito mejor.
Los que te conocen no necesitan mayor introducción. Es muy
fácil quedarme corta de adjetivos para describirte: intuitiva,
inteligente, divertida, perseverante, provocadora, luchadora
inagotable, de sólidos e incorruptibles principios, hacedora
de sueños.
Amante de las cosas buenas de la vida, amante de la justicia,
de la familia, del sol, y de las cosas más simples también,
6/7
Elsa eres un todo terreno. Con la misma energía puedes estar
colgando cuadros en Fundana, o luchando en la Asamblea
Nacional, defendiendo los derechos de los niños.
¡Que suerte la mía! De tenerte como hermana. Y que suerte la
de todos aquellos que de alguna manera te han conocido.
Cuando una mujer ha realizado lo máximo, ha dado todo,
y en el proceso ha llenado las necesidades de su familia y
la sociedad, esa mujer ha logrado convertir el triunfo en un
hábito.
Susy Cohen.
Índice
I.
Dejar el mundo mejor que cómo lo encontramos. 11
II.
No hay mal que por bien no venga.
15
III.
Puros sueños.21
IV.
Cuando el sueño se hace realidad.
25
V.
La bondad de nuestro insólito universo.
27
VI.
Cosas y casos increíbles.
31
VII. Llega cuando lo necesitamos.
44
VIII. De institución a un hogar.
51
IX.
64
El descubrimiento de los nuevos inquilinos.
X.
Agrandando horizontes.67
XI.
Gerencia y algo más.72
XII.
¡Echarle pichón!79
XIII.
Fondos arriba. 84
XIV.
Ojalá sumemos... y como dice Juan Luis Guerra,
llueva café en el campo.
90
8/9
I. Dejar el mundo mejor que cómo lo encontramos.
Mi Papá siempre me decía:
“Ya que no tienes que trabajar para vivir, aprovecha para dejar
el mundo mejor que como lo has encontrado”.
Yo creo que independientemente de esa sugerencia, que
viniendo de él era casi un mandato para mí, estaba predestinada
a ser la que soy, ya que cuando tenía cinco o seis años, en vez
de jugar con las muñecas a papá y mamá jugaba al orfanato.
Siempre me preocupó pensar que hubiera niños que no tuvieran
la familia que yo disfrutaba.
Mi abuela, Elsa Shamis, terminó de darme el empujón que
necesitaba. Ella llevaba a sus nietas a repartir la merienda en
eina mi
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Mami Elsa, n de los eventos
prima en uno n su casa . de esos
benéficos e bamos!!!
no nos salvá
la Asociación Venezolana de Mujeres y a la Casa Hogar de
Niñas Ciegas de los Chorros, en épocas festivas.
De ella aprendí que sí se podía hacer algo por los demás, y que
todos somos responsables de los cambios. En pocas palabras,
me enseñó a mirarme menos el ombligo y a estar más atenta a
lo que ocurría a mí alrededor.
10 / 11
Mucho más tarde, Daniel Gil’ Adi (mi supervisor de Terapia
de Familia, en la época, cuando creábamos ese servicio en
INVEDIN), siempre me decía:
“Estoy seguro que hay una Elsa abandonada, tienes que
encontrarla por que una pasión como la tuya por los niños
desprotegidos tiene que tener alguna carencia personal”.
No sé Dan, han pasado cuarenta y dos años y sigo buscando a
esa Elsa abandonada y ya no sólo me preocupa que existan niños
(
)
sin familia; sino que existan “familias” que no son “familias”.
como tu
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me refiero van una carga, sino
dices- no lle tainer!!
todo un con
Iba a estudiar Derecho por esa búsqueda de la justicia, pero
un día antes de empezar las clases me cambie para Psicología.
Que buena suerte que esa fue la elección que tomé, por que
ya yo tenia algo de abogada de nacimiento (no sé sí por ser
la hija “sándwich”, la del medio), sin embargo, no tenía ni un
gramo de Psicólogo, que cuanta falta me iba a hacer no solo por
FUNDANA sino también para mis hijos biológicos.
En la Universidad Católica Andrés Bello, estudiando
psicología conocí a Francis Cohen. Para mí ella era una
vieja (a pesar de que sólo me llevaba tres años), pero ya
estaba casada y tenia una hija; mientras yo salía con mi
novio del colegio. Así que no establecimos ninguna relación
de amistad, ni siquiera para estudiar juntas. Ella era también
mucho más dedicada a los estudios que yo, pero al final
siempre aprobábamos las materias.
Sin saberlo teníamos una relación indirecta por que varios
años después, una de mis mejores amigas del colegio, sería su
cuñada..... mi querida amiguita Sandra.
Sandrita y
yo.
Al graduarme de Psicólogo me fui a trabajar junto con mi
amiguita Sandra, a la Casa Hogar de Niñas Ciegas de la
Congregación Religiosa San Francisco de Asís, cuya misión
eran los ciegos y leprosos, en el kilómetro doce de El Junquito, en
la urbanización Luis Hurtado. Esta era una mansión de paredes
heladas donde las religiosas daban lo mejor que ellas podían
por ese grupo de niñas ciegas, olvidadas de la sociedad.
Odiaba el olor de la cocina donde preparaban la morcilla de
sus propios cochinos que habían matado. ¡Eso a mí me daba
un asco!. Sandrita, dice que finalmente entendió ese dicho
Venezolano: “A cada cochino le llega su sábado”.
Después, había un silencio en todos los pasillos hasta que
llegaba al salón donde impartía clases de Psicología a las
niñas invidentes y niñas del Barrio.
andrita en
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Esto lo
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1979
oral
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estudia
y Luces.
Este trabajo a mis veintidós años tenía unas cosas que me
encantaban. Primero, era que podía ir vestida como yo
quisiera, pues igual nadie me iba a ver. Segundo, me iba todos
los recesos a merendar con mi amiguita Sandra. Al principio
las dos disimulábamos y nos tomábamos un juguito y un pan,
pero cuando finalizó el año escolar, ya comíamos chicharrón
de cochino peludo… y pare de contar.
De esta experiencia laboral, yo aprendí lo fría que podría ser
una institución y como las cosas que antes consideraba que
eran suficientes como el tener un techo, comida, un lugar
limpio y ropa; no eran ya lo que yo pensaba que hacía a una
persona feliz.
Hay un episodio que, aunque no tiene nada que ver con la
12 / 13
intención de escribir mis memorias, no puedo pasar por alto, y
fue cuando mis alumnas de 5to año, me dijeron que nunca
habían visto el órgano masculino. Claro, no había posibilidad
de mostrárselo en una foto o película ya que eran invidentes,
entonces, consideré que ameritaba una urgente acción
educativa para prepararlas para la vida.
Me fui de viaje con mi esposo David y le dije; que necesitaba que
me llevara a una tienda de sexo. El se entusiasmo muchísimo, pero
realmente lo único que yo iba a buscar era un pene, en tamaño
natural, que pudiera llevarle a mis niñas ciegas y lo encontré.
En esa época revisaban las maletas al llegar a Venezuela, y por
supuesto que salieron a relucir mis “útiles educativos” que por
más seria que defendí y aclaré que no era para ningún jueguito,
nadie me creyó.
Creo que eso me costó la salida de la casa hogar de niñas ciegas.
Por que las niñas quedaron impactadas y toda la comunidad
supo lo que había pasado.
Por momentos durante mí estadía en la casa hogar, se me
olvidaba que las niñas eran ciegas e inclusive les preguntaba:
- ¿Has visto a María por ahí? Y ellas me respondían: “-No, pero
me gustaría verla- en tono jocoso.
El último día que estuve en la casa hogar de niñas ciegas, las
alumnas de 5to año me pidieron que les dejara tocarme la cara,
ya que me reconocían por la voz, el taconeo al caminar, por
como me sonaba la nariz, pero no me conocían el rostro. En ese
momento comprendí la importancia de tocarse y nunca más se
me olvidó, lo relevante que es el contacto físico con aquellos a
quienes pretendo ayudar.
II. No hay mal que por bien no venga.
Un día estando en una piñata de Francis, mi compañera de
Universidad, repito más vieja que yo, y a quien no veía desde
que salimos de la Universidad, me dijo, que había oído que yo
estaba interesada en crear un orfelinato y que a ella le gustaría
14 / 15
también dedicarse a eso. Ya no me parecía tan vieja, por que
ya me había casado y casi tenía el mismo número de hijos que
ella, aunque ella; siempre me llevó la delantera, ganándome
cuatro a tres.
Decidimos comenzar a trabajar como voluntarias de Dirección
(Ad honorem), en una organización Estatal; del Instituto
que yo
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Murió just años y hasta el sol
cumpliera 15 vo cigarros a
de hoy, le lle
su tumba!!
Nacional de Menor, (INAM), en el Centro Infantil de Protección
Inmediata (CIPI), calle El Sifón de Antímano, como integrantes
(
de la Fundación que acabábamos de registrar: Susana Caridi
(en memoria de mi muy admirada y querida abuela paterna,
ya fallecida).
Allí aprendí todo lo que NO se debía hacer. Todas las malas
prácticas.
)
En esa época, que suena a prehistoria, no se usaban pañales
desechables; ya que eran muy costosos. Todos los bebés del
retén estaban envueltos en unos trapos grises, cagados, con
moscas y dos imperdibles inmensos a cada lado. Dormían
hasta tres bebés en una sola cuna, por supuesto que, sin
ningún juguete, ninguna marioneta, chupón o mosquitero. Los
teteros, grises también, se los arrojaban en la cuna, y el que lo
agarraba comía y el que no, se quedaba sin comer.
Recuerdo un bebé, hijo de una consumidora de estupefacientes,
que nació sin brazos, ni piernas. No tenía, ni siquiera, los
muñones, lo apodaron “El tronquito. Creo que tuve pesadillas
con él, por más de un mes. El tuvo “la suerte”, de no recibir
ninguna atención especializada, y más o menos a los cuatro
meses falleció. No es que le deseaba la muerte ni nada parecido,
pero no podía imaginarme como iba a sobrevivir en ese lugar,
esa criatura sin ninguna posibilidad de defenderse, de ser
autónomo, si los que no eran niños especiales, la pasaban tan
duro.
Aprovecho el haber hecho referencia a los niños “especiales”,
para hacer la acotación de que todos los niños allí
institucionalizados, como los que posteriormente nosotros
hemos protegido, son: especiales. Sí, muy especiales, ya que
el no poder vivir y crecer, con su familia biológica, los hace
“especiales”. Desarrollan capacidades diferentes, apegos
inusuales, y sobre todo un espíritu de lucha o de rendición.
Los recuerdos de la casa hogar CIPI, me traen de nuevo la
imagen de los niños grandes (entre seis y siete años), que
jugando a la rueda - rueda, lo debían hacer con una sola
ral de la
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Fundac
en el CIPI
mano, ya que con una se agarraban al compañero de un
lado y la otra la usaban para sujetarse el calzoncillo, que era
insostenible por que tenía la liga, totalmente vencida; ese era
su vestuario permanente.
El personal del CIPI a Francis, Sandrita y a mí nos apodaban,
las estúpidas, los rumores sobre nuestras actuaciones y
los cuidados que profesábamos a los niños, llegaron a ser
procaces, calificados de pendejadas. Tenían razón, esas
pendejadas, como: jugar, abrazar, cargar, contar cuentos, en
fin darles atención y amor por tres horas al día, no eran para
nada compensatorias del maltrato al que estaban sometidas
todas esas pequeñas victimas, día, noche, fines de semanas,
vacaciones, horas… muy largas de abuso, soledad y un maltrato
casi igual y a veces peor que el motivo por el cual el niño había
ingresado al Centro, separado de su familia biológica.
Como siempre me preocupó la apariencia de las personas
y no por que supiera manejar tan bien el concepto de autoimagen y autoestima para el desarrollo sano del individuo,
sino por la coquetería que mi mamá siempre me había
enseñado; lo primero que pensé que debíamos solucionar,
con urgencia, en este Centro, era proveer a los niños de
ropa decente, zapatos y colitas para el cabello. Pero yo
todavía seguía la línea carcelaria de la época, pues todas
Debían se
r chancle
tudos…
las franelas que trajimos eran del mismo color, así como los
shorts y sandalias también eran iguales, por que estos niños
en realidad no tenían derecho a vestir de una manera que no
fuera uniformada e informal .
16 / 17
(
Sobre lo estético. Mi abuelo Vitaly decía: “Que la belleza era el
)
reinado más corto del mundo”. Pero es que no siempre los dichos
de los abuelos son, ciento por ciento, verdad. El abuelo Muño
(fotógrafo de los de antes) decía: “no hay niños feos”. Siempre
que veo uno feo, pienso que a éste el abuelo no lo conoció. A
mi mamá le da de todo, cuando me oye decir cosas así. Me
reclama: “Que bonito, la Presidenta de FUNDANA diciendo
ese horror”. Y yo siempre le contesto: “soy la Presidenta de
FUNDANA, pero no me quedé ciega”, y ella continúa la frase:
“bueno si es feo con más razón hay que ayudarlo”.
egó a ver
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¡Que lástim los sesenta y pico
a mi mamá a o que hubiera
de años, cre que estaba
reconocido
equivocado!
Volviendo al CIPI, los niños, alrededor de sesenta, nunca salían
del Centro, la comida era escasa y desabrida; y la monja
que originalmente fungía de Directora del Centro; se robaba
hasta las tortas que nosotros llevábamos para celebrar los
cumpleaños de los niñitos. Tiempo después supimos que la
monja, que se hacía pasar por religiosa, era en realidad una
impostora colombiana.
Llegamos a involucrar a toda la familia, en rescatar este
Centro. Any mi cuñada, les hacía fisioterapia a los bebés,
David y Moisés cortaban la grama del patio, Iliana trataba de
movilizar los casos en los Tribunales, etc. Pero por más que nos
esforzábamos, avanzábamos un paso y retrocedíamos dos.
El Centro, tenía una costurera a cargo de la lencería, la misma
cobraba cada mes su sueldo pero nunca asistía, por que desde
hacia dos o tres años no le habían enviado agujas de coser.
Mi mamá y León
tos
Los cuar os en
de los niñ , un
el CIPI nto
hacinamie
total!!
Nosotras “muy sabihondas”, y con cero conocimiento de lo que
significa un sindicato, le llevamos las agujas, que en esa época
costaban doce bolívares el paquete completo. Y ahí ganamos
nuestra primera enemiga.
En poco tiempo adquirimos la segunda enemiga, la maestra
de preescolar que igualmente cobraba, pero asistía sólo una
hora para marcar su asistencia y se retiraba inmediatamente,
ya que no tenia útiles escolares. Nosotras tan “sabelotodo”
nos equivocamos otra vez; pintamos el salón y lo equipamos
de mobiliario y material psico-educativo. El fin de semana
siguiente, esta maestra, ya se había llevado todos los útiles y
lo que no se pudo llevar lo rompió. Realmente el salón quedó
destrozado e inservible.
Luego mandamos a hacer unas camitas en mampostería, como
las que yo había visto en la casa de playa, donde solía ir con la
familia de mi esposo, en Machurucuto; pensando que sería la
única forma de que no se las robaran y el cuarto permaneciera
arreglado. Esa fue la gota que derramó el vaso.
En los salo
todo se lo nes no había nada…
robaban…
Al día siguiente cuando fuimos a entrar al Centro, encontramos
una nota en la puerta principal que decía: “Francis Cohen,
Sandra Azrak y Elsa Levy son personas no gratas; por lo que
queda restringido su acceso al Centro” (por supuesto, que ni un
sólo apellido estaba bien escrito). Ese día lloré todo el camino
de la autopista desde Antímano hasta Colinas del Tamanaco,
no por que fuera la primera vez que me botaban de un lugar,
sino por todos esos bebés que estaban pagando una pena sin
haber cometido un delito.
18 / 19
Recuerdo especialmente a uno que se llamaba David, era
regordete, y en menos de tres meses, se había convertido en
un huesito demacrado y triste, ni siquiera se reía cuando lo
cargábamos y apachurrábamos, ya era otro ser humano más,
que había perdido las esperanzas, y no encontraba porque
creer en el futuro.
Pero como siempre he pensado que no hay mal que por bien
no venga, Dios nos tenia preparado algo mucho mejor. Sé
que si no nos hubieran botado de esa casa hogar, hoy no
existiría Fundana.
III. Puros sueños.
Empezamos a reunirnos como tres buenas inexpertas: Sandrita,
casa
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Nues
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en San Berna
Francis y yo, con pocas cosas en común, excepto nuestros
ideales, sueños y el deseo de dejar el mundo mejor que como
lo habíamos encontrado.
Hicimos un proyecto teórico de casa hogar, por que claro, éramos
recién graduadas, y las tres, nos creíamos muy profesionales,
(Francis y yo de Psicología y Sandrita de Psicopedagogía),
aunque sin ninguna experiencia en la materia de menores en
situación irregular.
Francis consiguió que la constructora Sambil nos apoyara
para la compra de una casa. Conseguimos una quinta en San
Bernardino, en la Av. Francisco Fajardo número treinta y siete,
donde funcionaba la revista Zeta. La casa había pertenecido al
periodista Rafael Poleo. Y nos fue otorgada en comodato hasta
la muerte. La verdad es que, nosotras no eramos tan ambiciosas
sólo queríamos ayudar a treinta o cuarenta niñitos. Me había
20 / 21
adelantado casi diez años a mi proyecto original de vida, por
que siempre pensé que cuando cumpliera los cuarenta, era
que iba a crear un orfanato, y resultó que cuando los cumplí,
ya teníamos la posibilidad de residenciar ciento veinte niños a
la vez, y doce años en el máximo de nuestra capacidad.
Volver al pasado es inevitable. Con la antigua casa de la
revista Zeta en remodelación, se ambientaron los espacios
para que resultaran gratos, para los niños, con paredes
de colores, murales, lavamanos de altura infantil, juguetes
Fisher Price, etc. Todo muy innovador para la época, pero aún
conservábamos la tradición de un ambiente carcelario, ya que
todas las ventanas estaban protegidas con láminas de acero
para evitar algún asalto a la casa original y a nosotras nos
pareció bien conservarlas para un orfelinato. ¡Que locas!.
Luego empezó la tarea más difícil, hallar una congregación
religiosa, como se acostumbraba en esos momentos, para
que asumiera la atención diaria de los niños. Para eso fue
una persona clave el Sr. Gastón Vera, (Que en paz descanse),
siempre nos decía que no perdiéramos la fe y lo más asombroso
es que creía en nosotras, aunque no ofrecíamos prueba alguna
de nuestra capacidad de compromiso con el proyecto.
¿Cómo tres judías podíamos tocar las puertas de todas las
congregaciones religiosas que existían en Caracas, y un
poquito más allá, como la de la Madre Teresa de Calcuta (en
Catia La Mar), y esperar que creyeran en nosotras?.
Todas las congregaciones que visitamos con esta expectativa
e ilusión, nos decían: -Tengan fe, pero esa no es nuestra
caridad.
“Los Chiquiticos
I”
Algo aprendí también de esto y es que, hoy en día, cuando me
piden un cupo para un niño que no reúne nuestro perfil dada
su condición, pienso:
...Esa no es nuestra caridad, podemos ayudar a miles más
no podemos salvar a todos, pero todavía así, el esfuerzo vale
la pena.
Sandra y yo siempre soñábamos con tomarnos un cafecito en
esas congregaciones tan bellas donde vivían las religiosas, por
que había un ambiente de paz en esos lugares, y era algo con
lo que nos identificábamos, que después siempre seguimos
buscando en todas las casas que inauguraba Fundana. Francis
por el contrario, siempre fue más práctica y menos romántica
que nosotras dos.
Nuevamente, cada vez que Dios nos cierra una puerta nos abre
otra, al no poder conseguir religiosas, nos vimos obligadas a
contratar personas laicas, para que nos ayudaran al manejo
de ese primer sueño: La casa hogar de los “Chiquiticos”, de la
Fundación Amigos del Niño Abandonado, FUNDANA.
Dos puericultoras, Carolina Cabrera y Ana Rincón jóvenes y
Francis c
Carolina C on las “casi monjas
las direct abrera y Ana Rinc ”,
ón
oras de la
casa hoga ,
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muy jóvenes, se ofrecieron para ser las directoras que vivirían
en esa casa hogar. Eran dos ángeles para los cuales los niños
abandonados eran definitivamente su caridad. Carolina
segura de sí misma e intachable. Ana, sentimental y llorona.
Excelente combinación.
Así nació la primera casa hogar de Fundana en 1991, cuando
Sandra y yo teníamos veintiocho años y Francis por supuesto
muchos más.
22 / 23
El donante que siempre nos acompaña, desde hace quince
años, es Telares Los Andes, además de tener la originalidad
de ser el único donante que cada año llama para pedir que le
aumenten el monto a entregar.
El logo fue hecho por Edith Shlesinger (mi cuñada) y diez años
más tarde actualizado por Tania Rodríguez.
Cuando íbamos a las empresas a pedirles que nos donaran
las cunas, sillas de bebé, etc., nos miraban de manera extraña,
como pensando ¿estarán locas? e inclusive en una oportunidad
a Lily Stransky, que luego se incorporaría a la Junta Directiva
de la Fundación, le contestaron:
“Que si quería jugar, jugara con su dinero y no con el de los
demás”.
Ahí aprendí a aceptar el no, y no odiar por eso a la persona.
Considero que cada quien tiene su caridad y que no
necesariamente es igual a la nuestra. Pero que difícil es aceptar
una negativa, sobretodo para alguien tan vengativo como yo,
que cuando hieren a uno de mis hijos, incluyendo a Fundana
que es mi cuarto hijo, me cuesta aceptarlo y no lo olvido
fácilmente. Hace falta mucha, mucha… madurez y auto- control.
Todavía trabajo duro en eso, y sigo aprendiendo a aceptar la
diversidad de opiniones, como me lo pide constantemente mi
esposo David.
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Francis, L
y yo…
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Todo
IV. Cuando el sueño se hace realidad.
Un viernes en la tarde, estando yo en el Club Valle Arriba con mis
hermanas y todos mis primos Levy, me entero que habían llegado
los dos primeros niños a la casa hogar de Fundana. Remitidos
por la Dra. Militza Curiel del Tribunal Segundo de Menores, mis
queridos William y Deniré. Me dijeron que eran dos hermanitas
que estaban en muy mal estado.
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Hoy en día, si esos niños hubieran ingresado en el mismo estado
en que llegaron hace catorce años, jamás me hubieran llamado
para avisarme que había un ingreso. Me fui volando a San
Bernardino y cuando llegué la niña mayor era un varón. La
madre biológica había hecho una promesa y en cuatro años no
le había cortado el pelo al niño, que además era tan bello que
parecía una niña. La niña pequeña ingresó con un abrigo blanco
de pelusa y parecía tener el cuello en color más oscuro, pero
cuando me acerque vi que era un collar formado por piojos. Tenía
tres dientes en la boca y seis caries. ¡Que inexpertas! llamamos
24 / 25
al Doctor Milton Gruszka de emergencia por que creíamos que si
los dejábamos así esa noche se podían morir. ¡Que ignorancia y
buena voluntad!. Hoy en día colocaríamos en su ficha de ingreso:
“Ingresaron desaseados y en buena condición general”.
Ese niñito, William, más tarde me traería su certificado de primaria,
sus títulos de bachiller y de aprendíz INCE y actualmente estudia
Administración de Empresas, y aspiro a poder colgar ese título
junto con todos los demás en mi oficina de Las Villas.
Deniré ha tenido sus buenos y malos momentos, pero cuando
tiene vacaciones su voluntariado es en Fundana, a quien todavía
considera parte de su familia.
Entre William y yo ha seguido pasando algo inexplicable, por que
cuando nos vemos lloramos los dos, no se si es de melancolía,
de alegría, de orgullo o de complicidad, pero por cualquiera que
sea la razón él sabe que cuenta con nosotros y solo por él valió la
pena Fundana.
Con William puse en práctica un relato que ha sido una fuente de
inspiración para mí. Es la historia de una mujer que paseaba en
una playa, que estaba llena de estrellas de mar, que habían sido
arrojadas por las olas.
Naturalmente después de salir el sol por completo, las estrellas
de mar se secarían y morirían. Esta mujer estaba recogiendo las
estrellas y devolviéndolas al agua, una por una.
Alguien le preguntó, por qué seguía haciendo eso, cuando ella no
tenía ninguna oportunidad de hacer la diferencia, ya que habían
demasiadas estrellas de mar sobre la arena. La mujer sonrió,
recogió otra estrella, la lanzó al mar y dijo:
¡Para esta, si hizo la diferencia!.
Nuestros prime
y Deniré en San ros niños, William
Bernardino
V. La bondad de nuestro insólito Universo.
Lily Stransky (cuarto miembro en sumarse a la Junta Directiva),
solía subir al Ávila para hacer ejercicio, o por lo menos eso nos
decía. En una oportunidad se encontró con una amiga; Vera
Muller, y ésta luego de oír lo que estaba haciendo en FUNDANA
le dijo que le gustaría ayudarnos donándonos una casa en San
Bernardino, en nombre de su madre fallecida. Esa fue la casa
de “Los Chiquiticos II” de Ellita, que no logramos desocupar
Aquí esta
Bahia del Mmos con Mami Elsa
(Todavía m ar, era implacable! en
del pelo p e duele el estirad !
de caballo ara hacernos la cola o
!!)
hasta casi tres años más tarde, ya que allí sin permisología,
funcionaba una pensión para caballeros. Por eso esa casa se
llamó “Los Chiquiticos III”, a pesar de que la adquirimos antes
de “Los Chiquiticos II” de Chuao.
Un día, fui a la playa con mi familia como lo hacía todos los fines
de semana. Tenía mucho tiempo sin ver a mi amiga del alma,
de primaria, Carolina Monk. Estando en Laguna Beach, la ví
en el muelle de Bahía del Mar (la playa contígua donde crecí,
junto a mi abuela Elsa y mis hermanas). Me fui por las piedras
26 / 27
hasta donde ella estaba. Carolina me dijo que le encantaba lo
que estábamos haciendo con los niños en FUNDANA, lo que no
me sorprendió por que siempre fue una persona muy espiritual
y sencilla, y me dijo que le gustaría ayudarnos.
Le dije con mi estilo directo y sutil, que realmente en esos
momentos no nos podía ayudar, por que lo que necesitábamos
era otra casa. El lunes siguiente, recibí un sobre con unas llaves
y un mensaje que decía: La casa es tuya. Eso es confianza. Me
costó mucho trabajo que Carolina y su familia accedieran a
firmar un comodato de la vivienda, por que yo quería tener
la tranquilidad de que si algún día no estaba, ellas pudieran
recuperar su propiedad.
Hasta el sol de hoy, años más tarde, esa casa, que fue donde ella
creció, sigue viendo crecer, ya no sólo a bebés sino a familias
completas. Allí funcionan actualmente PROFAM (Programa de
Orientación y Fortalecimiento Familiar) y Grandes y Chiquiticos
(Programa de Colocación Familiar).
La cuarta casa que recibimos, la cual llamamos “Los Chiquiticos
IV” de Rosita se la ofreció la familia Benacerraf a Francis durante
un evento social. Esta casa dio abrigó, por varios años, hasta
sesenta niños a la vez. Cuando nos mudamos a Las Villas, la
muy generosa familia Benacerraf, nos permitió su venta a la
Cancillería (Ministerio de Relaciones Exteriores), y utilizar el
producto de la venta para el funcionamiento de Las Villas.
Pero de las odiseas de adquisición de inmuebles, ninguna
como la vivida para lograr el terreno de las Villas. Habíamos
llegado a un punto en que ya no queríamos remodelar más
casas familiares para convertirlas en orfelinatos bonitos tipo
“Anita la huerfanita”. Queríamos una nueva infraestructura,
un novedoso concepto.
Luego de todo nuestro costoso aprendizaje, la mayor parte por
ensayo y error, queríamos diseñar una casa en función de las
necesidades de nuestros niños. Cuando nos dimos a la tarea
de construir las Villas, todos los visitantes de las casas citadas
(“Los Chiquiticos I, II, III y IV”) nos decían: “Pero para qué se
van a mudar, sí esto esta tan lindo. Pero nosotras, ya sabíamos
que existía una mejor opción, y no nos resistíamos a que se
convirtiera en un reto conseguirla.
El toque final para estar seguras de que valía la pena invertir
f dando
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Fortuna
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it
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“Los Chiq á Betzy
junto a él est
en el proyecto de Las Villas, fue cuando Francis y yo asistimos
al congreso de Cuidado Residencial en Estocolmo. Llevamos
nuestro proyectico a todo color debajo del brazo (Conste que
los techos y los colores de las paredes que tienen hoy las Villas,
son idénticos a los de la idea original) y allí descubrimos que
el mundo estaba girando en nuestra misma dirección. Todo lo
que se oía era: “Debemos cerrar todas las grandes instituciones
y convertirlas en pequeñas casitas, con máximo de diez niños
residenciados en cada una, con dos figuras significativas”.
Que susto me daba pensar que ahora definitivamente teníamos
que cerrar lo que habíamos construido con tanta dedicación
y pasión, no por que nadie nos obligara, ya que estábamos
sobrados para lo que existía en el país; si no por que ya
sabíamos que había algo mejor. Las Villas como reto requiere
de un capítulo completo.
28 / 29
Debo decir que fue maravilloso viajar con mi compañera Francis
con fines educativos. Entre conferencia y conferencia nos
ibamos de tiendas, de compras, nos probábamos pantalones,
cada vez que ella me preguntaba o yo le preguntaba a ella:
“¿Te importa que me pruebe esto?” la respuesta era “Tranquila,
dale, no estan ni los niños ni los esposos”. Todo ello con la
finalidad de que esta actividad relajara las largas jornadas
de aprendizaje, lo pasábamos buenísimo. Conversábamos
de distintos temas entre los que se encontraban nuestras
inquietudes profesionales, en ese plano social compartíamos
e intercambiábamos ideas sobre las motivaciones por las
cuales cada una de nosotras se dedicaba con tanto entusiasmo
a lo mismo: la pasión de ayudar a los bebés en situación de
riesgo, que indudablemente implica, paciencia y una gran
tolerancia a la frustración; perseverancia y compromiso y
como dijo Einstein: “El éxito requiere uno por ciento de la
idea y noventa y nueve por ciento de sudor”. Nosotras hemos
sudado mucho.
Francis en la
aldeas, en Es entrada de las
tocolmo.
Alan,
Nora Andrea,
Ronit,
Isabella,
Ilana,
Fabiana,
Norita,
Samuel,
Salomón,
Efraín,
Déborah,
Eliot,
León Federico,
Jessica,
Gabriella y
Rebeca.
)
VI. Cosas y casos increíbles.
Me atrevo a narrar algunas de las historias más insólitas que
hemos vivido en FUNDANA, basada en que para mis muy
queridos dieciséis sobrinos; que tienen edades comprendidas
entre los tres y veintidós años, les resulta interesante oírlas,
porque las consideran un reflejo de la Venezuela que no conocen,
porque viven en el extranjero y sólo vienen al pais de pasada.
En Fundana conocí las profesiones más increíbles que puedan
existir. El padre de uno de los niños tenía de trabajo ser un:
espescuezador. Entrevistando a su pareja me explicó en que
consistía ese trabajo. Ella dijo: “A las personas que salen del
metro de Propatria, él las espera, las agarra por el pescuezo y
les quita lo que tengan. El es un espescuezador de profesión”.
A veces en las entrevistas me daba tanta risa que tenia que
salir corriendo a reírme en el baño para no soltar la carcajada
delante de ellos. Y créanme que no me estaba burlando, es
que me tomaban tan de sorpresa, que me sentía ingenua y en
un mundo extraterrestre. Lo real es, lo que estos padres viven;
30 / 31
se adaptan a su entorno para poder sobrevivir.
Otra profesión es el taquetique. Es aquella persona que
entrega el ticket en el estacionamiento de un centro comercial,
pero como la máquina dice en inglés “Take a ticket”, el oficio
se llama taquetique.
Entre las cosas increíbles, están los nombres de nuestros
niños. Hemos pasado de tener niños internacionales como
Len York Medio Mundo, Usnavy, todos los Yubiri....existentes.
Todos los nombres de la realeza escritos en criollo, como
las hermanas: Leidi Di, Leidi Mar y Mileidi. Los hermanos:
Brieganny y Kriskrisbewly, Wilchi, Newman, Barbie, Beiker y
Hesmar. Para cerrar con broche de oro: Hotman y cuando al
niño le preguntaban ¿Cómo te llamas? El repetía: “Hombre
caliente en inglés”.
Volviendo a las profesiones, nosotros también, creamos una
profesión de espionaje, la cual le asignamos a mi amiga
Elisa Montemayor, y esta aceptó. Voluntaria de Fundana,
comprometida y arriesgada. Entre sus varias asignaciones
estuvo el ir a la casa hogar del Junquito y hacerse pasar
por donante con la finalidad de ubicar a una niñita que
deseábamos salvar pero que estaba fuera nuestro rango de
edad (siete años) y por lo tanto no podía ingresar a Fundana.
Era costumbre en ese centro depositar a los niños y volver
acordarse de ellos cuando fueran mayores de edad. La única
forma que nosotros encontramos para cambiar ese destino
era obtener una foto de la niña para probar que estaba ahí
y poder así postularla para una adopción internacional. La
misión se cumplió a cabalidad y nos permitió rescatarla sin
que la gente del centro ni siquiera sospechara de donde
había salido la información.
A veces hay que correr el riesgo de ir preso por lo que se cree
y por defender los derechos de los que no pueden hablar,
escoger y decidir su futuro. No podemos rescatar a todos los
niños, pero los que ingresen a la casa-hogar definitivamente
saldrán mejor que como entraron.
Otro caso insólito, es el de un bebé que lanzaron por un bajante
de basura desde un quinto piso, permaneció el día entero en el
basurero y hoy es un bello niño con su familia sustituta.
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u
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emayo
Elisa Mont los ““Chiquiticos””
paseos con
Otra anécdota increíble trata de un bebé de dos meses,
haitiano, que iba con su madre en una buseta pública y como
ella era ilegal en el país, al subirse un guardia nacional y
pedir los documentos de identidad a los pasajeros, a esta
mujer no se le ocurrió una mejor idea que la de tirar al bebé
por la ventana del autobús. El niño tuvo la suerte de que un
transeúnte lo atajó, antes de caer al piso e ingreso a Fundana
sin un rasguño.
Una niña que aparentaba seis años, ingresó a Fundana y
No puedo mencionarla sin
recordar a Corina Machado,
María Corina Machado
y Trina Alamo.
todos quedamos sorprendidos del genio que teníamos entre
manos. Sabia leer, escribir, sumar, multiplicar, dividir; era algo
increíble, todos estábamos admirados de tanta genialidad.
Después supimos que se había fugado de la Fundación Atenea,
una institución de niños de más edad, ya que había oído que
había una institución que paseaba a los niños los fines de
32 / 33
semana llevándolos al cine, teatro, etc. y se hizo pasar por
una niña de seis años, falsificando inclusive su identidad y
edad, para poder ingresar a FUNDANA.
Otro caso similar fue el de una niña de cinco años encontrada
por la policía con su mochilita, como si se dirigiera a un
campamento vacacional. Desconocía la dirección, el nombre
de su familia y cualquier dato que nos permitieran dar con
el paradero de algún pariente, pero era obvio que existía un
familiar que se había ocupado de ella; hasta al punto, de que
tenía zarcillos de oro y en el momento en que se fue a bañar
dijo: “Ay! Se me olvido meter en el bolso las cholitas para la
ducha”. Luego de toda una investigación social apareció una
señora de mediana edad reclamándola, quien decía ser su
abuela. Cuando salió la niña a la zona de visita de la casa
hogar, para que esta persona la viera, la niña negó reconocerla
y le decía: “Yo no sé quien es Ud, yo no la conozco”. Luego
de la persuasión de la abuela por más de quince minutos, la
niña rompió a llorar y dijo: “abuelita, abuelita perdóname”.
Hay gente que nunca aprende, llegamos a tener una madre
que cada año, durante seis años, nos trajo a su bebé recién
nacido. Nunca pudimos obligarla, por ser ilegal, ni tampoco
convencerla para que se esterilizara.
Tuvimos una niña con una deficiencia renal terminal, es decir,
que de no ser intervenida quirúrgicamente moriría en menos
de tres años. Gracias a Anabel Illien y mi hermana Iliana, la
abogada de la familia, ubicaron una familia norteamericana
deseosa de recibirla como hija. Eso me causaba tanta
Aquí estamos Iliana y yo en la
entrada de San Bernardino,
disfrazadas de profesionales
en 1991
admiración pero a la vez extrañeza, que hablé con ese grupo
familiar para ver que los animaba para adoptar una niña que
posiblemente fallecería y ellos contestaron: “queremos que
ella sepa que su vida ha tenido sentido y que tenga la certeza
de que si muere, alguien le pondrá flores en su tumba”. Wow!!,
Eso si es tener una caridad. Dios los ayudó por que hoy en día
esta viva, fue intervenida quirúrgicamente y además un año
más tarde, buscaron a su hermano con retardo mental. Hoy
viven todos juntos en los EEUU.
Otro momento asombroso fue el recibir a un niño abandonado
que tenia síndrome de Down, una cardiopatía y sordera.
Normalmente un bebé en estas condiciones está condenado
de por vida a la institucionalización y por falta de cuidados
especializados a una muerte prematura. Otra vez, gracias al
trabajo de Iliana y Anabel, encontraron una familia con tres
niñas sanas y bellas, deseosa de asumir la crianza de este bebé
con tan mal pronóstico. Nuevamente me moría de la curiosidad
por conocer las razones, por las cuales una familia con hijos
biológicos, deseaba llevarse este niño. Pero antes de poder
Ella tenía u
él, retardo na deficiencia renal,
familia los a … y una maravillosa
felices en doptó, hoy viven
de dónde n Estados Unidos
fotos… os enviaron éstas
entrevistarme con ellos, recibimos una llamada del Hospital
diciendo que el niño además presentaba Hepatitis. Yo pensé,
esto ya es demasiado se va a caer la adopción, pero como no
hay peor diligencia que la que no se hace, establecí contacto
con ellos para darles la fatal noticia. Cual sería mi sorpresa,
cuando se abrazaron y se besaron como si les hubiera dado
un excelente pronóstico del niño. Y preguntaron: “¿Entonces
éste es un niño que ninguna otra familia querría?”. A lo que
34 / 35
tuvimos que contestar que si. Ellos dijeron: “Este es nuestro
bebé”. El niño fue operado de la cardiopatía exitosamente y le
colocaron un dispositivo para la sordera. Hoy forma parte de
una asociación de familias con niños Down de EEUU y asiste
regularmente a su escuela. Que suerte tuvieron la familia y el
niño de encontrarse. Gracias a Anabel e Iliana por ayudar a
construir un mundo mejor.
Contando situaciones inesperadas, en una oportunidad mis
hijos que no tenían clases, vinieron conmigo a la casa hogar
de voluntarios. Una señora nos visitaba como donante y dio
un recorrido por las instalaciones, con la Directora de la casa
hogar. Como era costumbre al finalizar la visita, volvió a mi
oficina donde le pregunté ¿qué le había parecido la Casa
Hogar?, y me dijo: “Lo que más me impactó es la cara de
sufrimiento de uno de los niñitos que tiene los ojitos verdes
achinados y el pelito liso, como un indiecito”.
Se estaba refiriendo a mi hijo biológico Freddy. ¿Cuál es la
razón por la cual los seres humanos podemos seleccionar lo
que nos va a impactar, y cómo ocurre esa identificación?
El caso de Jesús, el cual era un bebé criado por recogelatas. El
bebé estaba sentado en un coche mugriento, lleno de latas pero
no tenía una sola cortada. Cuando lo intervinieron creyeron
que era morenito y cuando lo bañaron era blanco leche. El
niño comía, absolutamente, de todo con cinco meses de edad:
arepas, caraotas, queso, jugos cítricos, etc. Nosotras pensamos
, un niño
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Otro de lo me de Down,
con síndro por una familia
adoptado icana. Aquí está
norteamerevas hermanitas. .
con sus nu
que eso era una barbaridad y por supuesto le asignamos
su tetero, su cuna y todas las previsiones necesarias. Todos
estos cuidados “no le asentaron bien” y pasó una semana
con cuarenta grados de fiebre. Es increíble a lo que un ser
humano es capaz de adaptarse y sobre todo a tan corta edad.
Por cierto, seis meses más tarde la madre apareció degollada
en el Parque Arístides Rojas y logramos encontrar y proteger
a cinco hermanos de este bebé, menores de ocho años.
Recuerdo una vez que nos dirigíamos a ver una obra en el
Teatro Teresa Carreño y cuando intentamos estacionarnos
mi hermana Susy me advirtió: “cuidado ahí vienen unos
indigentes”, y yo le conteste: “No te preocupes me vienen
a saludar, por que nosotros les cuidamos a sus hijos en
Fundana”; y hasta nos salió gratis la parada en la calle, pues
ningún latero nos quiso cobrar por cuidarnos el carro. Un
trueque justo, ¿no?.
Continuando con los relatos de aventuras dentro de
este universo complejo de Fundana, me voy a referir en
esta oportunidad a los viajes a los tribunales, cuya visita
constituye una verdadera hazaña llena de peligro, es
necesario apretujarse en el ascensor donde sólo caben diez
personas, y se embarcan veinticinco, a pesar de que recuerdo
Freddy mi hijo
con cara de su … “el achinadito
frimiento”…
esta experiencia con cariño, no olvido el roce con cabellos
grasientos, la suciedad del lugar y el peligro que representaba
recurrir a la via de las escaleras, con sus escalones dañados
que si se pisaban en el centro se rompían.
36 / 37
=
Era increíble observar como una Juez, tenía una cola de gente
esperando para consignar sus denuncias entre las cuales se
encontraba una madre que denunciaba el abuso a su hijo
pequeño por parte de su vecino, casos de violencia doméstica
y conflictos maritales de todo tipo; y sin embargo, la Juez, no
los dejaba pasar a la audiencia, ya que estaba en la hora de la
novela. Y que novela podía ser más real y truculenta, que la que
tenía afuera, lamentablemente, basada en hechos reales.
Por otra parte, me gustaría aclarar que hay Jueces que recuerdo
con admiración y respeto como las doctoras: María Cristina
Parra, Ninfa Herrera, Isolina Ford, Silvia Machado, Blanca
Ríos, Celia Márquez de Viete, Marisol Moreno y María Eugenia
Landaez, entre muchas otras.
En PROFAM recibimos una familia de tres hermanitas que
habían sido abusadas sexualmente por un tío paterno. Este
logró por más de un año engañar a cada una de las niñas,
diciéndole que si ellas no guardaban el secreto se lo haría
a su otra hermanita. Las tres hermanas eran abusadas
simultáneamente y ninguna denunciaba al tío por protegerse
entre sí. Una vez intervenido el caso, asistió todo el grupo
familiar a la terapia de familia y el padre biológico de las
niñas, expresó: “De haber sabido que mi hermano les estaba
haciendo esto, por lo menos le hubiera cobrado”.
Recibimos a una madre que estaba denunciando ante la
Fiscalía, que un hombre le había prometido que le compraría
una casa, si ella le entregaba a su hija de cinco años. Esta madre
(
nombre
u
s
é
ir
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Qu
obvias!!
por razones
)
denuncia furiosa que luego de él haber abusado de la niña por
todo un año “él todavía no le había comprado la casa”. Esta niña
permaneció en nuestra casa hogar de Chuao, y coqueteaba
con el vigilante, el portero, y con todos los estudiantes de sexo
masculino que hacían sus pasantías, pues la única manera
que ella conocía de recibir atención y sentirse “amada” era a
través del contacto físico, inadecuado para su edad.
No es de extrañar que en Fundana el libro de ingresos esté
lleno de repeticiones de nombres como: Jesús y María, ya que
hace quince años; con la Ley Tutelar del Menor, los niños eran
remitidos sin haberles asignado un nombre, ya sea por que
eran de corta edad y ellos no sabían decirlo, o por que no se
conocía de ningún dato familiar. La boleta de ingreso a la
casa hogar decía únicamente para identificar al niño: “Niño
Expósito”. Como podíamos asignarle su medicación, dieta,
vestido, etc., cuando ni siquiera tenían un nombre. Nuestras
directoras Carolina y Ana, como buenas católicas, decidieron
llamarlos Jesús o María; para después saber que el nombre
s
Jesuse
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u
n
Varios de
y Marías!!!
había sido asignado por nosotros, es decir que era un nombre
supuesto y temporal y podría responder a otro nombre al ser
reclamado por su familia biológica.
Cuando estaba en vigencia la Ley Tutelar del Menor y
entregábamos niños en adopción internacional, recibíamos
parejas de solicitantes de Italia, España, Suecia y Francia,
entre otros países. En una oportunidad vino una pareja
blanca, a la cual le habían asignado un niño morenito. Era
38 / 39
costumbre en FUNDANA que con los niños de más de cuatro
años, se realizara el encuentro de los futuros padres adoptivos
con el niño, estando éste dentro de un grupo de niños. De esta
manera si había un rechazo, el niño no sabía que era a él al
que estaban repudiando.
Yo preparé un grupo de cuatro niños más morenitos que él,
para el encuentro. Al terminar la visita, la pareja italiana
me dijo: “es que el nuestro es tan palidito, hombre aburrido
comparado con los otros, que tienen gracia, tienen color.”
Cuando cumplí treinta y ocho años, la Directora Patricia Araya,
a quien estimo y recuerdo con mucho cariño, (por que sabia
leer mis ojos e interpretar mis ideas como nadie), me dió de
regalo de cumpleaños la boleta para egresar a diez niños que
se encontraban institucionalizados en el 23 de Enero, Bloque F
de la Casa Hogar Consuelo Navas Tovar del INAM. Este era un
Centro donde siempre soñé rescatar a todos los niños. Fuimos
con una camioneta de Fundana, y nos trajimos entre llantos de
miedo y sorpresa a quienes serian diez “Chiquiticos” alegres de
Fundana. Había terminado su tiempo de pena carcelaria. Esta
institución todavía existe y tiene a treinta bebés entre cero a seis
años, en mejores condiciones que anteriormente. Su directora
me dijo: “nos copiamos hasta en los colores de FUNDANA”.
Existe un premio Internacional de Pintura infantil el
“Internacional Children’s Art Exhibition: Así pintan los Niños,
1999” que se celebra todos los años en Japón con participantes
de todo el mundo. Uno de nuestros niños Yofre Martínez, de seis
Nathalie Abuchaib
Araya, Esther Be e, Patricia
nhamú, y yo!!
años pintó una casa, cuya puerta era un arco con una sonrisa
y tituló la obra “Mi Casita”. Ganó el primer premio a nivel
mundial con medalla de oro.
Nada como un paseo a la Torre Oeste de Parque Central a las
oficinas del INAM. En una oportunidad estando Francis y yo
en el piso cuarenta y seis donde no existe botón para llamar al
ascensor sinó que por el hueco salen cables chamuscados, sonó
la alarma de incendio del edificio. Por supuesto que la cajas
de los extinguidores de emergencia estaban vacías. Decidimos
bajar por las escaleras de emergencia. Como veinte pisos más
bajo, nos encontramos con la salida de emergencia bloqueada.
Este tipo de actividad, es el tipo de deporte “Extremo” a los que
nos hemos dedicado. Sin embargo, tengo que mencionar que
en el INAM existió gente valiosa, es el caso de Carmen Elena
Ramos, Directora de la Oficina de Adopciones, gracias a ella
se llegaron a salvar hasta sesenta niños por año.
Un día vimos en la jungla de cemento (en el centro de la ciudad),
unas indígenas con tres bebes en muy malas condiciones.
Nosotras ya sabíamos que esa era una “población intocable” en
vista de que la Constitución, así lo establece. Pero como para mí
es difícil darme por vencida cuando de niños se trata, comencé
los dias,
s
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a
¡La extr alen entre 2 y 3
ahora sólo s en adopción!
niños al año
a hablarles en todos los idiomas incluyendo el Wayúu, que ni
lo conozco. Las logré convencer para que me entregaran la
niña que estaba con fiebre y en muy malas condiciones, para
darle atención pediátrica urgente y luego devolvérsela.
Al día siguiente se presentó en la Casa Hogar toda la tribu,
40 / 41
representada por el cacique, que tenía pegado un pájaro
disecado en el sombrero. Pero con una lanza que trajo me
hizo entender, que le devolvíera a la niña por las buenas
o me la quitaría por las malas. Que sorpresa cuando salió
la niña, bañadita, cortado el pelo y vestida de citadina, con
sus dos colitas. La tribu entera se echó a reír y le quitaron
inmediatamente todos los accesorios femeninos que le
habíamos colocado. Ahí aprendí que hay niños a los que no
vamos a poder salvar, que solo podemos verlos y decir: “que
Dios los proteja y si su destino es vivir, vivirán”.
El caso Mc Donald´s Express. Cuando estaba en vigencia la
Ley Tutelar del Menor, era posible que una madre biológica
hiciera una entrega directa de su hijo a una madre adoptiva.
Nosotros evitábamos ese tipo de adopciones pero a veces nos
entregaban el niño y debíamos resolver la situación antes que
la madre biológica se desapareciera. Eso hacia que tuviéramos
un sentido de urgencia para emparentar a los niños de entrega
directa entre la familia biológica y la adoptiva. Un día nos llegó
un bebé que la madre deseaba entregar (o de lo contrario
lo arrojaría en un basurero), para que le consiguiéramos
una familia adoptiva. Por otra parte en el banco de familias
sustitutas que nosotros teníamos ninguna estaba dispuesta
a recibir en ese momento, a un bebé moreno, como era el
caso. Entonces en ese instante entró una familia solicitando
información para poder hacer efectivo su proceso de adopción.
Para hacer el cuento corto les hicimos una entrega Express. Ellos
vinieron buscando información para tener un hijo (aprobados
blaba ni
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h
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q
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El s
Wayuú
legalmente para una adopción) y se llevaron el hijo. La madre
biológica los acompañó al Tribunal, firmaron todas las partes
y el niño hoy vive en España y todos los diciembres nos envía
una postal agradeciéndonos la familia que le conseguimos.
Todo esto fue posible gracias a la gorda, Veronique Bouchara.
Las primeras tres bebés que recibió la casa hogar Santa María
de la Caridad, fueron derivadas de Fundana, ya que requerían
de una institucionalización a largo plazo. Cuando llegaron las
dos bebés morochas de meses y su hermanita de tres años,
olegio. .
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Vero, mi am e y decidida!
una mujer firm
venían en deplorables condiciones de higiene, inclusive
una de las bebés en vez de pañal traía puesto un papel de
periódico. Pero lo increíble de esta historia es que la hermanita
de tres años al ingresar en FUNDANA fue puesta en un grupo
con niños de su misma edad. Ella jugaba en el parque y cada
quince o veinte minutos subía corriendo las escaleras a la zona
del reten de bebés pequeños y les hacia entre las barandas de
la cuna palmaditas a las morochas y les decía “Chu,chu,chu”.
Esto se repetía durante todo el día y por más que tratábamos
de explicarle que no hacia falta, que sus hermanitas estaban
bien cuidadas y que había suficientes adultos que las podían
atender; ella continuó casi por un mes con esta conducta. Había
asumido su rol de madre desde los tres años de edad, mientras
la madre biológica “salía a “trabajar”.
En conclusión, después de quince años las experiencias vividas
nos siguen sorprendiendo, impactando y enseñando.
42 / 43
VII. Llega cuando lo necesitamos.
Durante los quince años hemos visto con asombro como es
suficiente que nos planteemos la consecución de un objetivo,
por ejemplo satisfacer el requerimiento de un niño, una villa,
una madrina, un familiar de los niños, un profesional, etc… y
simplemente la respuesta llega. Se que suena un poco ingenuo,
esotérico, superficial, en fin todo en lo que alguien planificado
y concreto no cree… pero créanme es verdad.
Desde las cosas más insignificantes hasta recursos costosos y
poco comunes. En un momento dado la psicóloga nos planteó
que los niños de una Villa en particular, se verían beneficiados
al tener una mascota que ellos pudieran cuidar, pues allí los que
viven son los más grandecitos de “Las Villas”. Esa misma tarde,
fui a la pastelería Danubio, una tradición que ni siquiera por
no contar con la maravillosa compañía que durante años mis
hermanas me dieron, antes de irse a vivir a los Estados Unidos,
se extinguió en mí. Me encontré con la cuñada de Esther Saías.
No me recordaba ni siquiera como se llamaba, pero no me
hacia falta, ya que con solo decirle hola, era suficiente. Pero
no había mesas disponibles para sentarme a merendar, y eso
es sagrado. Así que me ofreció que compartiéramos la mesa, y
me senté con ella.
Bueno, Camila, (que así se llama la cuñada de Esther), me contó
que su mamá tenía una linda perrita poodle, que acababa de
tener cachorros. Unas tres semanas más tarde los “Chiquiticos”
tenían su mascota. Lo llamaron Suci, sí con “c” y con “i” latina,
por que siempre está sucia, pero eso sí con mucho amor,
pues tiene veinte manitas para acariciarla. Ahora casi todas
Las Villas tienen una mascota o “víctima” como: tortuguitas,
pájaros, pececitos, etc.
Estos pequeños detalles son los que hacen que nuestros niños
”!!
Suci, la “victima
se sientan tomados en cuenta, que sientan que la Villa es su
hogar y sobretodo que les den esperanzas de que la vida vale
la pena, es divertida y alegre.
El día que no podamos percibir e interpretar las necesidades
individuales de nuestros niños, complacerlos… si, consentirlos
y como muchos piensan malcriarlos (en el buen sentido de
la palabra) estaremos perdidos. Habremos vuelto al estilo
carcelario, a la deshumanización de lo que requiere más
humanidad, nuestros niños.
Mi deseo de dar respuesta a las necesidades individuales de
nuestros niños me indica que todavía estoy en FUNDANA, por la
razón original que ella me escogió o yo la escogí a ella, es decir,
por mi deseo de serle útil a los niños, de darles la oportunidad de
44 / 45
tener una familia, una vida mejor, como la que me tocó a mí.
Situaciones como cuando desde la ventana de mi oficina
en Las Villas, vi una de las cooperantes Vascas (Grupo de
Voluntarias Españolas que vienen cada año por tres meses a
vivir con nuestros niños) con un grupo de diez niñitos, haciendo
una actividad, donde debían imaginarse que la plaza central
de Las Villas era un río, y que tenían que atravesar y gritaba:
“Chiquillos acostaos, nadad, nadad, hasta la orilla” y todos los
niños entre risas y movimientos como que si estuvieran en el
medio de un río, y “nadando” cruzaban la plaza acostados; se
me salían las lágrimas. Como habíamos logrado cambiar abuso,
negligencia, maltrato y abandono… por juego, imaginación,
compañerismo y sobretodo “carcajadas”. Mis lágrimas son
testigo de que mi motivación está intacta, luego de quince años.
Francis dice que lo que pasa es que estoy vieja, y los viejos son
más sensibles… no lo sé, puede que tenga razón.
Creo firmemente que las cosas nos llegan cuando las
necesitamos. Recuerdo que hacia diciembre del 2001, cuando
el país (a consecuencia del paro petrolero) estaba, económica
y políticamente, muy deprimido, perdimos muchos donantes y
aportes de empresas. Tuvimos que recurrir a nuestras reservas
para costear todos los gastos imprevistos, como pagos de horas
extras, transporte para todos los empleados, colchones para
que un turno pudiera esperar a la llegada del otro. Afrontamos
así los gastos que tradicionalmente eran donados y entregados
por los proveedores de la casa-hogar, como eran los de insumos
médicos, productos de limpieza, comida, etc.
Tres gra
ahora brin ndes novedades
imaginació damos . . juego, que
n y comp
añerismo
…
Cuando llegó el momento de pagar la nómina no teníamos
fondos para los sueldos de nuestros empleados, que habían
sido fieles, comprometidos, responsables, muchos habían
dejado a sus hijos con sus vecinos y familiares para asistir a
su jornada laboral en la casa hogar. Nadie, repito nadie, faltó
a su trabajo. Solo algunos llegaban tarde, pero llegaban, con
sus hijos biológicos, con su abuelita, etc... Pero ahí estaban,
para atender a sus “Chiquiticos”, y nosotros no teníamos como
pagar la quincena. Ese día, último de mes, un señor toca el
timbre y dice que viene a traer un donativo en cheque de
gerencia. La secretaria como es de costumbre, lo guía hasta
la administración. Allí el señor dice que está muy apurado y
hizo!
a
c
n
u
n
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Cosa
que posteriormente recogerá el recibo. El “chequecito” que el
señor anónimo trajo era la nómina de ese mes. Toda la familia
Fundana cobró. Gracias señor, quien quiera que sea, nos
salvó de una difícil situación y evitó que nuestros empleados
perdieran su confianza en nosotros.
Estoy absolutamente segura que la confianza es algo que se
construye con muchas acciones, día a día, pero que con un solo
acto negativo se puede perder. La lealtad y la fe que logramos de
nuestros empleados es en gran medida producto de la vinculación
afectiva de estos con los “Chiquiticos” y la transparencia en la
relación entre los adultos (empleados- empleadores).
Otro caso reciente es el de Lily Stransky, que dejó de trabajar
con nosotros desde hace más o menos, cuatro años y se
residenció en el exterior, perdiendo el contacto. Un día en
nuestra acostumbrada reunión mañanera de los lunes, con
46 / 47
los diferentes directores de Proyectos, supimos que los niños
necesitaban ropa interior (cosa que el venezolano no dona, no sé
si por pudor o porque no lo consideran una pieza indispensable
del vestir) y zapatos deportivos (estos si los recibimos donados
o usados, pero no los podemos utilizar, ya que la horma
normalmente esta desgastada). Creo que hay otras razones,
pero habría que preguntarle a un ortopedista, porque a mi ya
se me olvidaron. Esa tarde recibimos una llamada de la mamá
de Lily, para informarnos que ella había creado una Fundación
de ayuda a otras organizaciones (Step by Step) y nos estaba
enviando ropa interior, baberos y zapatos. ¿Que cosa no?.
Otro caso curioso, típico de esta bella Venezuela, fue el
otorgamiento de un donativo del sector público para equipar una
de nuestras casas hogares, próxima a inaugurarse. Un camión
militar trajo cunas, literas, esterilizador de teteros, pintura, sillas
de preescolar, chupones, licuadoras, ventiladores, sillas de comer
para los bebes, baberos, etc.… nosotros felices con el donativo.
¡Que maravilla! Nos entregaron un recibo de la Ferretería el
Fresador, que provee al donante de todos estos insumos.
Al darnos cuenta de que las licuadoras eran muy pequeñas
para preparar el jugo de cuarenta niños diarios, le pedimos
al chofer que con el recibo de dicha Ferretería, cambiara
las licuadoras recibidas por otras ajustadas a nuestras
necesidades.
Nuestra sorpresa fue mayúscula al descubrir que esa
Ferretería, en esa dirección, no existía. Con toda esa gran
la donación,
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Venga de
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“chiquiticos”
variedad de productos reunidos: mueblería infantil, mueblería
del hogar, ferretería, tienda de electrodomésticos, tienda de
lencería, etc., creo que hubiera sido la ferretería más conocida
y exitosa del país.
Es bueno aclarar que como organización nos hemos mantenido
apolíticos, y gracias a esta postura hemos podido crecer y
fortalecernos, pues el no ser bandera de nadie, nos ha brindado
la independencia y autonomía suficientes para la toma de
decisiones.
Hablando de crecer como organización, pienso que la “pichirréz
institucional” de muchas de las ONG (Organizaciones No
Gubernamentales) sólo las hace cada vez más pequeñas
y fuera de contexto. En FUNDANA nunca hemos sido
mezquinos a la hora de compartir con otras entidades de
atención (Bambi, Atenea, Santa María de la Caridad, La
Colmena, Ayuda a un niño, Abansa Mi Refugio, etc.), toda
la información que poseemos como: la llamada tecnología
social, las buenas prácticas, el “know-how”, que además es
difícil de encontrar en el país. Por ejemplo, cuando Francis
y yo asistimos a la Conferencia de Cuidado Residencial en
Estocolmo, al regresar lo primero que hicimos fue, compartir
los conocimientos que habíamos adquirido con veintisiete
organizaciones del país, que trabajan con esa modalidad,
copiándoles el material bibliográfico de la Conferencia y
haciéndoles una presentación de la información que logramos
recaudar. Siempre nos preocupa que podamos ir creciendo y
formándonos juntas, todas las ONG hermanas; pues es una
48 / 49
forma de multiplicar las buenas prácticas y evitar duplicar
errores; ya que en ambos casos los afectados son los niños(as)
y/o adolescentes.
Sin embargo, nos llama poderosamente la atención que las
ONG sin fines de lucro tienden al aislamiento, y por más que
hemos intentado formar redes, se ha impuesto su “pichirréz
institucional” o el estar dedicados a las tareas operativas y
difíciles del día a día. Es un asunto de prioridad y supervivencia.
En FUNDANA nos hemos dado a la tarea de documentar la
experiencia de todos nuestros programas, con la expectativa
de que si alguien más desea aplicarla le sirva de apoyo en la
compleja tarea de iniciar una entidad y evitar que tengan que
aprender por ensayo y error, como nosotras lo hicimos.
Hablando de donativos me gustaría mencionar algunas
donaciones insólitas como: un sólo zapato, una mesa con
tres patas, una nevera que dejó de funcionar antes de la
Primera Guerra Mundial (tuvimos que pagar un transporte
para que la buscara y otro para que la botara), pistolas de
juguete, medicinas y comida vencida, veintitrés esculturas de
un sólo artista (a las que les sacamos provecho en un Bingo),
un cuadro de Cruz Diez como cachivache (que rápidamente
vendimos), un camión 350 repleto de esponjas Lustrillo,
pañales desechables defectuosos (le faltaban los teipes para
cerrarlos), trescientos limones plásticos, tres mil CD de la
Biblia, doscientas sillas de comer para bebé sin la bandeja, y
así... pero como decia mi abuelo Vitaly “ojalá siempre sea el
que dé y nunca el que pida”.
Mi abuelo Vitaly y yo, en una de
las veces en que le celebram
sus 80 años, lo hicimos cada os
año
durante diez años…
VIII. De institución a un hogar.
A pesar de que Fundana, tenía casas de colores con lavamanos
a la altura para los bebés, minipocetas, murales infantiles y
mobiliario de última; ya sabíamos que teníamos que cambiar.
No era suficiente que el niño tuviera su informe social al día,
evaluación psicológica y pediátrica, saliera los fines de semana
para su recreación, y asistiera al colegio de la comunidad,
porque a pesar de haber logrado todos estos beneficios, siempre
nos seguía faltando una pieza del rompecabezas, y esa era la
madre. El sentido de familia, el sentido de pertenencia, y en fin,
el apego a un sólo adulto significativo. Ya habíamos aprendido
que solamente una bella infraestructura no se adecuaba a
nuestra idea de cuidado residencial.
Y empezamos a soñar con que en pequeños grupos, podían
omo
¡Directora C
pocas!
tener una casa para cada uno de ellos y mi querida Patricia
Araya me preguntó:
“¿Sra. Elsa, lo que Ud. quiere decir, es que vamos a hacer unas
50 / 51
pequeñas Villas?”. En ese momento quedó bautizado nuestro
nuevo reto: Las Villas de los Chiquiticos de Fundana.
En ese entonces, las siglas de Fundana ya no significaban
Fundación Amigos del Niño Abandonado, porque nuestros
propios niños se habían encargado de cuestionar ese
nombre preguntándonos: “¿Por qué dice Fundación de Niños
Abandonados si yo tengo mamá, abuela, etc.?”. Como siempre,
los niños tenían razón. Decidimos mantener las siglas, por la
famita que tanto nos había costado alcanzar, pero cambiando
su nombre por Fundación Amigos del Niño que Amerita
Protección . Al asistir tiempo después a un programa televisivo
dirigido por Sofía Imber, ésta hizo la gran pregunta: “¿acaso
existe algún niño que no requiera protección?” Pero ya era muy
tarde, las cartas ya estaban echadas, así que quedó con ese
nombre sin tanta profundidad filosófica y como dice siempre
Francis “nadie se fija en eso.”
Retornando al proyecto de las Villas, donde sobraban los
caciques y faltaban indios, nos reunimos con la amiga de
infancia de Francis, Adina Kauffman, candidata perfecta
para hacer el diseño arquitectónico, ya que estaba
totalmente acostumbrada a nuestro estilo de trabajo, por que
anteriormente había remodelado las tres casas hogares de
San Bernardino y Chuao.
Las Villas, que inauguramos en diciembre del 2004 en
Caurimare, tienen exactamente el diseño del proyecto
original, incluyendo hasta los colores de los techos (azules). Esa
memoria descriptiva la llevábamos debajo del brazo hasta que
Adina, la arquitecto,
en la obra.
estuvieron construidas y equipadas Las Villas.
En ese momento empezó la verdadera odisea para hacer
realidad el sueño. Primero visitamos todas las Alcaldías,
solicitándoles que nos asignaran un terreno educativo para
desarrollar el proyecto. La respuesta corriente era: “No hay
terreno para ese uso en Caracas.” En vista de esto, investigamos
en la Oficina de Catastro y encontramos, que la única Alcaldía
que disponía de terrenos baldíos era la de Baruta.
Así fue que conseguimos un terreno plano de treinta mil metros
El proyecto se ma
idéntico desde el ntuvo casi
inicio.
cuadrados en la Urbanización Santa Paula, siendo vecinos del
mismo, la Iglesia de la Caridad del Cobre y el polideportivo de
Santa Paula, ¿qué podía ser mejor que eso?.
Creyendo que ya nuestras dificultades habían pasado nos
acercamos a la Asociación de Vecinos ASOPAULA, para
presentarles nuestro proyecto. Estábamos seguras de que les
iba a fascinar. Nuestra sorpresa fue total, se convirtieron en
nuestros peores adversarios y enemigos, no nos querían de
vecinos y además, resultó que, cada uno de los miembros de
esa Asociación ya tenía otros proyectos para ese terreno, de los
esposos, hijos y abuelos, y por supuesto los defendían.
Entendimos, después de esa reunión, que la batalla había
comenzado. Me dirigí a hablar con el Alcalde Enrique Capriles
acompañada por Mireya Cisneros, Tania D’Agostino, Cristina
Tovar y mi concejal Maria Elena Navarro, para decirle que la
Asociación de Vecinos no apoyaba el proyecto de Las Villas.
52 / 53
Para ese momento, a pesar de saber que las cosas no iban a
ser fáciles, tenía la esperanza de que no se convirtiera en una
situación limitante, pues pensaba que los vecinos no tenían
la fuerza ni el derecho para detener un proyecto social, en un
terreno que se suponía debía ser destinado para tal fin.
Al entrevistarnos con el alcalde éste nos contestó, que sin los
adie la
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d
mi amiga que ajar como yo!!
pone a trab
vecinos estábamos perdidas y la única forma de contar con el
apoyo de la Alcaldía, sería contar con la firma aprobatoria de
los vecinos de esa comunidad.
Con muy buena voluntad y en los primeros años de su
Fundación Venezuela Sin Límites, Mireya Cisneros nos hizo
todos los formatos de recolección de firmas y envió a todo su
personal junto con todo el de Fundana, incluyéndonos ella y
yo, casa por casa, apartamento por apartamento; a tratar de
que nos abrieran la puerta, contarle a cada vecino “el cuento” y
finalmente lograr su firma. No llegamos a recolectar ni ochenta
firmas. ¡Definitivamente esa no era la vía!.
Había que contactar a la Iglesia vecina para conseguir su
apoyo, nos dirigimos a conversar con el Padre Pablo Hernández,
que en ese momento coordinaba las misas de la Iglesia, para
pedirle que nos diera una mano. El nos dijo “vamos a echarle
pichón, vénganse el domingo y al final de cada misa van a
tener cinco minutos para tratar de convencer a los feligreses
para que firmen.”
¿Cómo podíamos convencer, involucrar y hacer que creyeran
. .aqui está, como sie
resolviendo algo por mpre,
teléfono!!!
en nosotras, en cinco minutos, a toda esa cantidad de gente
que ignoraba quienes éramos? Eran las preguntas que me
hice por lo menos durante los dos días siguientes, hasta que se
me ocurrió una idea.
Llegó el domingo, todo el equipo de Fundana y Venezuela Sin
Limites, estaba dentro de la Iglesia sentado entre el público
con sus planillas en mano pero sin identificarse. Cada vez que
terminaba una misa, el Padre de turno decía: “y ahora tenemos
un anuncio que dar”.
Yo subía hasta el pie del altar, disfrazada con mi collar de perlas,
una camisa blanca, y el pantalón negro, parecía un monaguillo;
con un bebé morenito, de una mano, y uno blanquito de la
otra. Como una propaganda de Benetton. Entonces hacía
Elsa “Benetto
n”
mi presentación y explicaba cómo y porque estos bebés
necesitaban un hogar, y que ellos, podían dárselo con su firma.
Recolectamos en un día alrededor de mil ochocientas firmas.
¡Qué éxito!. Ahora sí lo habíamos logrado.
Una graciosa anécdota; ocurrió en la iglesia durante la misa,
antes de que me dieran el derecho de palabra. Yo tenía a los
bebés en brazos y resultaba obvio que los dos no podían ser
míos, y, curiosamente, las personas que se me sentaban al
lado, en ese banco, me preguntaban: “¿te vas a confesar?” . Yo
contestaba: “no”, y ellas se retiraban. Cuando terminaron las
ocho misas, le comenté a Mireya: “es curioso que todos ellos
crean que cometí un pecado y la oferta que se les ocurre es
invitarme a confesar”. Sin saberlo me había sentado justo en el
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banco donde se hace la cola para entrar al confesionario. Era
la primera, o segunda, vez que asistía a una misa.
Concluida la recolección de firmas, salimos satisfechas de
nuestra labor y volvimos a reunirnos con el Alcalde, para
entregarle las firmas obtenidas. Pero para ese momento, ya
la Asociación de Vecinos (Nastra de Plaza, Presidenta de
ASOPAULA) había hecho su trabajo, y que ironía, las firmas
ya no tenían ningún valor, al punto de que ni siquiera nos las
recibieron (las conservo como recuerdo en mi casa).
Ese día no me quedó otra alternativa, que decirle a mis hijos,
que a veces no se consigue la meta pero que siempre hay
que intentarlo, que nunca sea por falta de esfuerzo. Estaba
totalmente frustrada, habíamos perdido una batalla pero no
la guerra.
León, mi hijo menor,
mi bebé amado
Mi hijo León respondió con una de sus frases predilectas:
“Obtendrás el éxito, sí tu puedes tratar el triunfo y el desastre; a
ambos impostores, con la misma fortaleza”. (Wimbledon).
La misma gente de la Alcaldía sintió “pena ajena” (sentimiento
muy común en los últimos tiempos en esta Venezuela nuestra).
Tomaron entonces la decisión de abrir una licitación sobre
los terrenos educativos del municipio, con la finalidad de que
pudieran participar todos los proyectos de esa naturaleza. A
pesar de que esta licitación se hizo pública, (en tres ocasiones),
en todos los diarios de circulación nacional nadie excepto
Fundana, se postuló para la misma. ¡Ganamos!.
Por fin, íbamos a lograr nuestro tan deseado terreno, pero
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este dich de tenis y el lo
su profesor glés precioso!!
dice en un in
en Caurimare, que no tenía los treinta mil metros del terreno
de Santa Paula; sino sólo ocho mil seiscientos setenta y dos
metros, con un área de construcción de dos mil metros, además
de una zanja de aguas negras y tremendo barranco. Era tan
rústico que los únicos que lo utilizaban, era el grupo de Boys
Scouts llamado Singuanoi 65, (liderado por Saúl Barboza) que
cada sábado se reunía a hacer sus prácticas. No conforme con
lo cuesta arriba del terreno, además tendríamos que lidiar
con tres asociaciones de vecinos (Arcorui, A-3-4 Caurimare y
Asocaurimare) y dos alcaldías. El terreno era la línea divisoria
entre el Municipio Sucre (Chavista) y Baruta (Opositor).
Por si fuera poco, los nuevos vecinos de la Asociación ARCORUI
de Colinas de Los Ruices liderados por Lisbeth Machado, tenían
como vecino propietario al Gobernador Enrique Mendoza,
cuya residencia estaba a una cuadra del terreno en cuestión
y que nunca nos apoyaría. También para echarle más leña al
fuego, vivía en la urbanización la Dra. Nancy Montero, quien
había sido presidenta del INAM por muchos años, y se sentía la
única conocedora de la verdad, en materia de menores. La Dra.
Montero consideró Las Villas: “un hacinamiento inadecuado
para residenciar niños”. Un lugar no digno.
¡Ganamos la licitación!!!
No era posible para nosotras predecir lo que después pasaría.
Cinco días más tarde de ganada la licitación, cuando enviamos
a los técnicos para que realizaran el estudio de suelo del terreno,
nos encontramos con que los Boy Scouts habían clausurado
la entrada con un candado. Pero eso no representó ninguna
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limitación, rompimos el candado y listo. Pero aquí fue donde
la cosa se puso buena, empezaron a llegar los vecinos de Los
Ruices y en unos minutos eran al menos treinta personas que
gritaban desaforadamente, insultaban y amenazaban a los
técnicos para que se retiraran y éstos así lo hicieron.
Entregamos un volante informativo a todos los vecinos, casa
por casa, en Caurimare y en Colinas de los Ruices. En esta
última urbanización logramos repartir el volante en dos de
sus calles, los miembros de la asociación nos prohibieron
continuar su distribución. Al no tener la posibilidad de informar
a la comunidad y así ganar aliados al proyecto, emprendimos
una campaña pública, que no tardó en convertirse en una
batalla campal. La asociación de ARCORUI se alió con los
Scouts de Singuanoi 65, para defender “los derechos” de
éstos, sobre el terreno que unicamente utilizaban por tres
horas los sábados.
Fue tan controversial la publicidad que se le dio al caso, que el
Alcalde decidió convocar a una asamblea de ciudadanos, con
la Asociación de Vecinos de Los Ruices, para que presentáramos
nuestro proyecto. Ese fue el peor de todos los días.
Llevamos un grupo de quince niños para sensibilizarlos y
demostrarles que los niños no eran ningunos delincuentes. Estos
llevaban un regalito que los vecinos groseramente arrojaron al
piso frente a ellos. En ese momento decidimos que se retiraran
los niños y fueran a Wendy´s para tratar de contrarrestar la
te fuimos
Con éste volan a.
de casa en cas
desagradable experiencia que habían sufrido.
A mi memoria acude la imagen de Daily, una niña de seis años,
preguntándome: “Elsa, ¿por qué ellos no nos quieren?”.
El Alcalde y yo intentamos hablar y conciliar sin éxito. La
gente de Incentive Group (Amnon Solomon) me entregó una
propuesta para romper la resistencia entre los dos grupos.
Pero los vecinos estaban ciegos, sordos y llenos de veneno,
cualquier cosa que dijéramos resultaba inútil. Estuvimos hasta
las doce de la noche. Había un grupo de viejas amargadas,
groseras y sin oficio que parecían no tener el mínimo instinto
maternal. Alegaban:
(
Que íbamos a montar un Sambil.
)
Que el valor de su propiedad se iba a depreciar por tenernos
ncis!
¡Gracias Fra
como vecinos.
Que nuestros niños, de 6 años, los iban a atracar.
Nos propusieron que hiciéramos Las Villas en las zonas
industriales, o en las afuera de Caracas.
Inclusive algunas alegaron que no estaban dispuestas a que
sus hijos, que estudiaban inglés en las tardes, después fueran
al parque a jugar con los hijos de los violadores.
Una vez más le dije a mis hijos, que era necesario luchar por
lo que uno cree aunque terminen contigo. Ellos me habían
vencido, por ahora.
Después de la Asamblea, decidimos entrar al terreno por la
fuerza. Trasladamos dos tractores de la Constructora Sambil,
que gracias a los vecinos de los Ruices no podrían volver a
58 / 59
salir del terreno hasta un mes más tarde; pues colocaron sus
carros viejos en la única entrada de acceso a la propiedad y
hacían guardias de día para que los tractores no pudieron salir
del terreno.
Solicitamos permiso a la Alcaldía para remolcar los carros y
los vecinos colocaron un mini shover.
En ese momento optamos por hacer una cadena humana
con el apoyo de nuestros amigos y todas las organizaciones
hermanas sin fines de lucro, que acudieron masivamente a la
cita, y con los medios de comunicación incluidos, sorprendimos
al enemigo. Finalmente, y después, de tantas luchas, a las
nueve de la mañana conquistamos el terreno.
De todas maneras los vecinos se sintieron ganadores de la batalla
por que Fundana tuvo que invertir cerca de ciento cincuenta
millones de bolívares, para construir una rampa de acceso
desde una avenida rápida, como lo es, la Av. Río de Janeiro,
para que así nuestros niños, y el personal, no transitaran por
su urbanización, considerada de clase media. En mi opinión,
luego de conocer a muchos de ellos, creo que no entendieron el
proyecto, ni interpretaron, como “gente culta que son”, el aporte
que tendrían las Villas para toda la comunidad.
En esa época la disputa, con los residentes de la zona, llegó a los
medios de comunicación y en una oportunidad nos invitaron a
un programa de radio. Llegué tarde para conocer al periodista,
antes de salir al aire. Cuando llego agitada, como siempre, el
entrevistador me preguntó para comenzar el programa: ¿Qué
ramos una
g
lo
y
…
o
y
o
p
a
Recibimos humana!!
gran cadena
hace una mujer tan bella e indefensa al frente de un tema tan
duro como lo es el maltrato y el abandono?.... Yo le contesté ésta
y otras de las preguntas que hizo y al terminar el programa, él,
dirigiéndose a la audiencia, dijo: “Mantengo lo de bonita, pero
definitivamente, de indefensa no tiene un pelo”.
De ahí en adelante, Nelson Rincón, miembro de la Junta
Directiva me apodó “La Indefensa” seguido por un montón de
carcajadas.
La lucha del terreno fue solo una parte del logro, inmediatamente
necesitábamos fondos para la construcción del Proyecto,
alrededor de mil quinientos millones de bolívares. El durísimo
trabajado de un año, pensamos, que rindió sus frutos, cuando
Conavi nos aprobó el proyecto, Pobladores de la Calle, por la
cantidad de cuatrocientos millones de bolívares, para iniciar la
obra. Abrimos un fideicomiso, firmado inclusive por el Alcalde,
pero tenemos dos años en Las Villas y todavía no nos han
desembolsado el primer bolívar ofrecido.
Por cierto mi abuelo Vitaly decía: “Mija podrán robarme los reales
pero el tiempo no.” Por eso los Levy cuando vamos al cine, o a
cualquier otro evento, nos quedamos entre diez y quince minutos;
si lo presentado no nos gusta nos salimos. Bueno, en todo caso
lo que deseo resaltar es que CONAVI nos había robado ambas
cosas, el dinero prometido y el tiempo invertido.
También los medios de
comunicación nos apoyaron.
En aquel momento, y gracias a la ayuda del Presidente de
Fondo Común, Fortunato Benacerraf y Laury de Cracco, de la
60 / 61
Asociación Bancaria, logramos un objetivo sin precedentes en
Venezuela (exceptuando situaciones de catástrofe). Reunimos
a treinta y siete bancos, que proporcionalmente, hicieron
una contribución que llegó a los mil quinientos millones de
bolívares. Más el aporte de setecientos millones de bolívares,
producto del diez por ciento del primer Telecorazón, de la
Organización Unamos al Mundo por la Vida.
Insólito, pero en un año y medio, estuvieron listos el Centro de
Atención Integral, el preescolar, dos maternales, ocho Villas,
y la plaza central; en fin nos mudamos en tiempo record.
La cerámica necesaria para recubrir las paredes hasta un
metro y medio, las piezas sanitarias, puertas, rejas, pinturas,
cabillas, cerraduras, lámparas, todo fueron donaciones.
El día 7 de Diciembre de 2004 inauguramos las Villa con
ochenta y cuatro niños viviendo en ellas. La cinta de apertura
fue cortada por William, nuestro primer niño protegido en
la primera casita hogar de San Bernardino, hoy en día
Universitario. Yo dedique toda esta travesía y esfuerzo a mi
=
hermana Susy… una fuente de apoyo, que me decía ante cada
dificultad: “eso no es nada para ti… mi amor… tú puedes, con
eso y mucho más”.
Todos los héroes que nos acompañaron en esta batalla fueron:
Nelson Gavloski, José Salcedo, David Bittan, Veronique
Bouchara, Nelson Rivera, Magali Trivison, Luis Sotille, Maria
Margarita Gómez, Adriana D´Elias, Victoria y Nissim Schor,
Maria Elena Guevara, Igor Pankov, Carlos Rodríguez Siso,
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Quien oyó s las familias
la que toda ner por ley. .
deberían te do sería diferente.
y así, el mun
Alberto Cohen, Juan Calzadilla, Felipe Montemayor, Joaquin
Díaz Cañabate, Claudia Leigthon, Juan Díaz, Maria Elisa
Espinoza, Andrés Steiner, Erika Smith, Luisa Cristina Santaella,
Moses Laredo, Eva Kiezcka, Iraida Manzanillo, Maria Verdeal,
Pedro Pablo Fernández, Memo Arocha, Concejal Domingo
Palacios, Ana Carolina Torres, Andreína Fuentes, Marisol
Moreno, Proadopción, Roxani Paredes, Rafael Paredes, Rafael
Guzman, José Luis López, Evelyn Reyes, Roberto Coimbra,
Susy Levy, Ana María Oxford, Nelson Rincón, Federica
Riverol, Pizzolante, Horacio Velutini, Esther Franco (que en
paz descanse), FIPAN, Sinergia, Venezuela Sin Límites, Lenin
Romero, Avelina Mejías, Jacqueline Phelan, Milangela Silva,
Norma Ramones, Jimmy Graterol, Alexandra Lavie, Andrés
Cova, Diana Albano, Miguel Rodríguez Siso, Tania Rodríguez,
Foto aérea de Las
Villas…¡a mi me parecen
espectaculares!
María Esther Camino, Marisela D´Lucas, Nathalie Abuchaibe,
Esther Benhamú, Hay Group, Mónica Gotz, Betzy Aizaga,
Aurora Medina, Elisa Montemayor, Jackelyn Guijarro (que en
paz descanse), Chucky Reyna, Marisol Fuentes, Beatriz López,
Fundación Artistas Emergentes, Roberto Cohen, Erika Pardo,
Jorge Moreno, Gisela Tirado, Luis García Montoya, Eduardo
Milgram, Juan Carlos Roldan, Carmen Elena Ramírez,
María Elena Bustamante, María Elena Navarro, Concejal
David Uzcátegui, Maestro Julio Ojea, Isaac Levy, Jaime
Bello-León, María Krygier, Arístides Maza, Teresita Shamis,
Camila Canabal, Jimmy Graterol, Sandra Azrak, los medios
de comunicación y nuestras familias; entre los muchos que
recuerdo con gratitud, pero que por limitaciones de espacio
me es imposible nombrar.
62 / 63
IX. El descubrimiento de los nuevos inquilinos.
pusieron
le
e
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r
b
m
No
al timbre!!
El día que los niños llegaron a las Villas, eran ocho familias
con ocho niños cada una, más veinte bebés menores de un
año, eso fue increible. Los niños nunca habían tocado el
“tun tun”, no sabían que uno puede abrir la nevera y tomar
agua cada vez que le provoque, que la patilla es una pelota
gigante que cuando uno la corta es la fruta rosada que
siempre les llegaba ya rebanada en su bandeja, cuando
estaban en el modelo institucional de Casa- Hogar.
Entrar en cada Villa era una experiencia. Los niños
mostraban orgullosos antes que sus propios juguetes, su
casa, su cuarto, su clóset, su cama. Estaban tan alegres
y complacidos de tener una casa que, había pleitos entre
ellos mismos si uno consideraba que otro no cuidaba bien
la que le correspondía.
Los niños que no dormían corrido de noche, empezaron
Las Villas son acoged
nuestros “Chiquiticooras, y
s” están
felices..
Mi Casita Amarilla
Rondalera
Daycare Alimar
Indase
Cendre
a dormir. Los que tenían problemas de alimentación
comenzaron a comer o a dejar de comer. Por primera vez,
el personal, ahora madrinas y tías, competía entre si para
ver quien tenía la casa más adornada y bonita.
Una de las Villas tiene vista privilegiada al Río Guaire. Entre
tanta emoción de la mudanza, uno de los niños, Edgar F.,
exclamó: “Sra. Elsa: Tenemos un río rosado.” Yo pensé, los
niños ya están viendo el mundo de colores, pero ante la
insistencia del niño, me acerqué a mirar. Me sorprendí; que
el río Guaire estaba de color rosado, por la presencia de un
colorante, arrojado por alguna industria “ambientalista”.
El primer trimestre gastamos el triple del abastecimiento de
Al colegio, como
Chester…desde dice Ilan
rumbo a la Pasto Petare
ra!!!
Centro Infantil América
U.E. José Maitín
Mi Niño Simón
Inosito
Mevorah Florentin
Cuyuni
Ieco
Elena de Bueno
comida que anteriormente manejábamos, por que tanto el
personal como los niños no estaban acostumbrados a ver
comida almacenada, y comían continuamente.
Fue necesario que transcurrieran seis meses, para que
todo se fuera normalizando. A las siete de la mañana
son llevados y repartidos entre trece colegios públicos y
privados ubicados en diferentes zonas de Caracas, sesenta
y ocho niños, la logística es compleja, diariamente, hay que
preparar las loncheras, vestir a los niños con los uniformes
correspondientes, separarlos por sistema de educación
pre-escolar, regular o especial, según sea el caso.
Paralelamente, gracias a Carla Meléndez y su bien
organizado equipo, los más “Chiquiticos”, son llevados
64 / 65
por sus madrinas al preescolar interno de Fundana con su
uniforme y su desayuno. Esta exigencia en la apariencia,
puntualidad y disciplina de los niños, los enseña para
cuando asistan a un colegio externo.
Por otra parte, el Centro de Atención Integral (CAI),
ajustándose a los requerimientos de la nueva ley orgánica
para la protección del niño y del adolescente (LOPNA
2000), inició la entrega del informe correspondiente a la
evaluación trimestral de todos los niños, a nivel psicológico,
pediátrico, nutricional, escolar y social, exigencia esta que
no se realiza ni en las familias con los niños mejor atendidos
del mundo.
Para este momento ciento doce personas trabajaban para
cuidar y formar a los “Chiquiticos”, más para su vida en
comunidad que para la institucional. Por fin, habíamos
logrado darle a los niños el ambiente familiar y la atención
individualizada que necesitaban, y por sobre todo una
figura materna estable; la madrina.
Hasta el personal de
mantenimiento trabajaba con
un chiquitico a su lado…
X. Agrandando horizontes.
Algunos economistas y empresarios cuestionan el Proyecto
de Las Villas cuando ven que la relación Adulto-Niño es
casi uno a uno, pues no toman en consideración que todos
nuestros niños, además de ser especiales por no haber sido
criados por su familia biológica, tienen carencias afectivas
y cicatrices emocionales, porque fueron abusados por quien
debió protegerlos, y son incapaces de dormir, vestirse o
alimentarse solos, hay que atenderlos las veinticuatro horas
de todos los días del año.
Cabe destacar que la nómina de Fundana contempla otros
programas, como:
• Ángel de la Guarda, programa que puso en funcionamiento
el Lic. Danny Tovar y surgió de la necesidad de que los
niños recién intervenidos (en la calle) reciban atención
médica y psicológica antes de entrar en contacto con
los que ya estaban protegidos en las Villas y que por lo
tanto ya habían sido curados de parasitosis, escabiosis,
66 / 67
pediculosis, y todos los “osis” que existen. Este programa,
nos permite en no más de treinta días, hacerles un “lavado
y engrase” antes de trasladarlos a Las Villas, y evitar así
que los niños rescatados anteriormente, se contagien con
las enfermedades que traen los nuevos. Anteriormente, los
niños que recibíamos había que desparasitalos mínimo
durante 8 meses ¡Qué desastre!.
• PROFAM, Programa de Orientación y Fortalecimiento
Familiar, surge para resolver una pieza del rompecabezas
en la vida de los niños: su familia biológica. Cuando
los atendíamos siempre estábamos conscientes que de
no poner esta pieza en su lugar únicamente se estaba
realizando la mitad del trabajo. En PROFAM, un equipo
interdisciplinario (Psicólogos, Psiquiatras, Trabajadores
Sociales, Educadores de Familia y Terapeutas Familiares)
de forma gratuita y muchas veces preventiva, brinda
orientación y apoyo en terapia sistémica breve, a familias
en pobreza extrema, multiproblemáticas, para que puedan
recuperar a sus hijos o continuar criándolos. Este programa
existe gracias a la persistencia de Patricia Araya que lo
propuso, y al trabajo profesional de Ninoska Zambrano
que lo impulsa y coordina día a día.
• El Programa hasta el último Cartucho, es el primer
programa de autogestión de Fundana, que nos ha llevado
a ser el mayor centro de recolección de cartuchos para
impresora, para reciclaje a nivel nacional. Este programa
logra recaudar cerca de veinticinco millones de bolívares
mensuales, teniendo inscritas cerca de novecientas
compañías, entre públicas y privadas. Contamos con el
apoyo de las empresas Venamcham, MRW y Domesa, que
nos transportan, en forma gratuita, todos los cartuchos
desde el interior del país. Este proyecto existe gracias a
Viviana Futh que creyó que podíamos manejarlo, a Mónica
Gotz que lo dirige y a la firma colombiana Lasargen, que
nos aportó la idea. Hoy en día hemos logrado acuerdos
con Lexmark, Xerox, IBM y Wincor Nixdorf.
• Grandes y Chiquiticos: Este programa de colocación
familiar es el bebé que siempre quise tener como
proyecto. A Francis, la he amenazado diciéndole que el
único puesto por el que yo abandonaría temporalmente
algún día a FUNDANA, sería el de la coordinación de la
Oficina de Adopciones. Un cargo y una responsabilidad
gubernamental que, gracias a Dios, nunca me han
ofrecido; porque pasaría de ser una amenaza, a un dilema
para mí.
Por cierto, creo que Francis no concibe FUNDANA sin mí,
como yo tampoco sin ella. Pienso que nos complementamos
como pocos equipos laborales lo hacen, tenemos en común
nuestro interés por los niños y ser muy, muy frontales. Cero
romanticismo, en relación a frases como: me heriste, me
hubieras dicho…, me ofendiste, simplemente no existen en
nuestro vocabulario.
68 / 69
De hecho, mi hermana Susy cuando me oye atender el
teléfono, comenta: “Era Francis ¿No?” Y yo le pregunto,
“¿Cómo sabías?” Y ella me responde: “no le dices ni hola,
directo al grano ¡Que horror!”.
En quince años, hemos tenido nuestras diferencias, pero
nunca nos hemos peleado. Siempre decimos en tono de
burla, que nuestros esposos Roberto y David, deberían
imitarnos y llevarse con sus esposas tan bien como lo hacemos
nosotras dos. Claro está que por “casualidad” yo tengo un
temperamento similar al de Roberto y Francis al de David, así
que ellos nos dieron varios años de inducción y capacitación
para el trabajo de “partners,” que hemos desarrollado.
Yo tuve la suerte de casarme con el hombre más paciente
y tolerante del mundo. David tiene quince años oyéndome
hablar de Fundana sin descanso. Definitivamente es muy
paciente. Es mi controlador de vuelo, ya que él no esta
apurado y por supuesto que yo si. Ñeña (quién lo crió), dice
que va a vivir cien años. Yo creo que tiene razón, y ojalá así
sea por que a mí me da muchísima tranquilidad saber que
tanto mis hijos como yo, siempre contaremos con su cordura
y filosofía de vida.
Volviendo al programa de Colocación Familiar, éste nos brinda
la oportunidad de formar nuevas familias acogedoras, donde
colocamos aquellos niños que son técnicamente adoptables,
pero que jurídicamente no están listos. Muchas de estas
familias, luego de algunos años, pasaran de una medida de
yo en la
y
id
v
a
D
o
s
Mi espo
obra.
colocación en familia sustituta a una medida de adopción.
A mi papá le preocupaba que “jugáramos a ser Dios,” y mi
abuelo Vitaly completaba, la frase diciéndome: “El que juega
a redentor, termina crucificado.”
Si ellos hubieran sabido lo serio que era para nosotros “todo
este juego”; y que definitivamente no fue por desocupadas
sino por preocupadas que nos metimos en él, quizá habrían
comprendido que estábamos dispuestas a “jugarnos el todo,
por el todo,” por aquello en lo que creemos y que puede hacer
una diferencia en la vida de muchos.
Gracias
a
sus
advertencias,
siempre
lo
pensamos
cuidadosamente antes de solicitar una adopción o bien una
separación definitiva de la familia de origen de los niños. Es
necesario que cuando estos niños sean grandes podamos
argumentar razonadamente, que no tuvimos alternativa.
Gracias a Dios, es la Juez la que siempre tiene la decisión
final, la última palabra y no nosotros.
Muchas personas nos dicen, “ustedes van directo al cielo, por
el trabajo que han hecho por los niñitos” y yo siempre pienso
que el cielo lo tenemos aquí en la tierra, porque ¿quién puede
dedicar su vida a lo que le apasiona?.
Somos nosotras las que todos los días debemos darle gracias a
Dios y a los “Chiquiticos”, a Él por habernos concedido realizar
Mi papá, con mi hijo Fre
nuestros sueños y a ellos por permitirnos ayudarlos. Siempre
ddy
al final me pregunto: “¿Quién ayudo a quién?”. Y como dice la
canción de Mecano “el cielo por mí se puede esperar.”
70 / 71
XI. Gerencia y algo más.
A veces nos cuesta trabajo creer como algunas personas
pueden subestimar el trabajo de otras, que se dedican a obras
sin fines de lucro, por que pareciera que únicamente merecen
respeto aquellos gerentes que logran manejar grandes sumas
de dinero.
Eso me recuerda que hace poco, fui a ver la obra de teatro El
Violinista en el Tejado, en la Universidad Central de Venezuela.
El violinista cantaba: “si yo fuera rico… sería respetado… todos
me pedirían consejos… etc”. Me sentí totalmente reflejada,
quizás es un pensamiento y sentimiento muy judío, pero la
verdad es que he visto esta conducta en todos los grupos, así
que más bien creo que es el éxito laboral traducido en dinero,
lo que genera poder, respeto y admiración, reflejando una
supuesta “sabiduría”.
(
)
A raíz de que mis hermanos se fueron a vivir al exterior, todas
mis amistades pensaron que en poco tiempo, yo también
estaría fuera del país. Cada vez que nos encontrábamos
ya seis
desde hace
años!!
me preguntaban insistentemente: “¿Por qué sigues en
Venezuela?” Y cuando yo les contestaba: “por Fundana”, ellas
automáticamente me decían, como si se hubieran tragado el
mismo disquete:
“Encarga a cualquiera de esa vaina, y tu supervisas de vez
en cuando.”
Para mi Fundana es todo menos un trabajo. Fundana es una
pasión que me hace reír, llorar, gritar y en fin, aquello, por lo
que mi vida tiene sentido. ¿Cómo alguien podría pensar que
soy capaz de abandonar a mi cuarto hijo?
Es verdad que no nacimos como una gerencia profesionalizada,
que no contábamos con la necesaria experiencia laboral, no
teníamos idea de la cantidad de responsabilidades y deberes
que íbamos a tener que asumir. El reto estaba allí y a veces he
pensado que quizás al más exitoso de los gerentes le costaría
dirigir a Fundana por un mes. Por lo complejo que resulta lidiar
con todos los deberes legales, que establece el Ministerio del
Trabajo, sumado a necesidades de personal las veinticuatro
horas del día, los trescientos sesenta y cinco días del año y si
algo le sale mal, no perderá la producción de ese día; sino que
podría ser la vida de un niño (a).
A título informativo FUNDANA es una organización que
consume mensualmente nueve mil pañales, doscientos
cincuenta y dos kilos de leche (fórmula y leche completa),
contamos con ciento doce empleados, tenemos convenios con
doce colegios, setenta y tres médicos especialistas y cuatro
hospitales, entre otros.
72 / 73
No es corriente que una empresa obtenga insumos sin haberlos
solicitado, en cambio nosotros recibimos donaciones de
productos en las cantidades y épocas que no son precisamente
las necesarias. Tomando en cuenta lo complicado que resulta
su selección y su almacenaje, ya que no es un solo rubro, es
tan variado como: medicinas (con vencimiento), alimentos
(perecederos), ropa, juguetes, zapatos (en ocho tallas de
hembras y varones), lencería, productos de limpieza e higiene
personal, regalos para el personal, muebles, útiles escolares,
uniformes, ganchitos de pelo y pare de contar.
Las situaciones difíciles en la gerencia de la institución
sobrepasan los límites del razonamiento. Poseemos un personal
que es adiestrado y que recibe al menos una capacitación
interna semanal y una externa trimestral. Se le facilitan
conocimientos en el trabajo de atención, responsabilidad y
educación de los niños, y de pronto ocurre lo inesperado, ese
personal un buen dia decide marcharse al preescolar privado
vecino por diez mil bolívares más de sueldo. Consideramos que
hemos hecho una inversión social en su educación y resulta
duro ver como se pierden empleados bien preparados, como
los nuestros, que simplemente se retiran debido a una oferta
laboral superior.
Cuando se retira un empleado de Fundana, se puede tener la
certeza que continuará desarrollándose en un área relacionada
con niños, por lo tanto, todo lo que con nosotros haya aprendido
“del deber ser” en el trato a estos, es un aporte nuestro para los
próximos niños que atienda y forme.
Nuestros depósitos,odo
todo abulta, pero t
es necesario!!
Siempre le digo al encargado de Recursos Humanos: “que
contrate lento y despida rápido”. Nuestra organización
requiere la selección de un personal que atienda más a los
detalles que a lo macro. La tarea del entrevistador es detectar
si el solicitante será capaz responder, acertadamente, sobre
las acciones a seguir ante las situaciones más originales que
alguien se pueda imaginar, como por ejemplo: ¿Qué haría si
encuentra: a un niño masturbándose, o vomitando la comida,
a uno que rompe a patadas una puerta, otro que muerde, si
alguno sufre terrores nocturnos y otros se autoagreden?.
del este.
Un paseo al parquey los
nuestro personal
“Chiquiticos”
Por otra parte, las conductas inadecuadas del empleado como
por ejemplo: ponerle sobrenombres a los niños, gritarles,
sujetarlos duro por el brazo, dejarlos en el cuarto con la luz
apagada como castigo, entre otras, son consideradas por
nosotros motivo de despido; aunque el propio empleado
haya sido educado y criado en su familia con esos métodos
disciplinarios y para él sean adecuados.
Igualmente como empleadores, debemos hacer la calificación
de despido a través de idénticos canales que los empleadores
del sector empresarial (amonestaciones, actas, y presentación
nero,
e
e
d
o
r
e
im
!! Pr
entiéndase , dia del trabajador,
madrugadas dre y hasta el día
dia de la ma odos los días!!!
del árbol…t
de testigos, etc.).
Es difícil que un gerente dirija una organización, que no sea un
hospital, que funcione las veinticuatro horas del día, todos los
días del año. Por eso mis respetos a los que gerencian los centros
de emergencia, seguramente, con personal profesional bien
remunerado, cosa que no se acerca a nuestra realidad de ONG.
74 / 75
No es sencillo que un gerente logre motivar a sus empleados en
un trabajo emocionalmente agotador, físicamente extenuante
y además con un salario poco competitivo.
Es complicado que un administrador tenga que planificar,
sin saber con qué fondos contará. Las instituciones sin fines
de lucro, dependen de subvenciones aleatorias, las cuales
no garantizan su funcionamiento a largo plazo. Pero por otra
parte, no es una opción postergar la solución de las necesidades
básicas de nuestros “Chiquiticos”, como: alimentos, medicinas,
etc.. Los niños no entienden de presupuesto, ingresos o flujo de
caja.
La demanda del servicio es constante, todos los días recibimos
llamadas solicitando cupos para niños que se encuentran en
riesgo. Que duro es que te digan que tienen tres hermanitas en
manos de indigentes, durmiendo debajo de un puente, y que
requieren ser protegidas en forma inmediata, pero que tengas
que negarles el ingreso por no tener cupos vacantes.
Por otro lado, le pides a algunas autoridades que egresen a otro
grupo de hermanitos, para los cuales se encontró una abuela
dispuesta a recibirlos (con una evaluación social y psicológica,
que así lo garantiza) y te contestan que hoy no pueden dar
la boleta de egreso, por que tienen el almuerzo del día del
trabajador, no subieron el expediente a la Sala que corresponde,
o simplemente que lo van a meditar (ya que cada Juez o Consejero
de Protección tiene miles de expedientes activos).
La diferencia entre trabajar con productos y con seres humanos,
es que jamás en quince años hemos recibido dos casos que
sean iguales. Y nunca dejo de sorprenderme de todas las
formas de abuso y explotación que se pueden cometer contra
los niños. Cuando creo que lo he visto todo, luego de haber
protegido a tantos niños, llega uno con otro tipo de maltrato.
Nuestra materia prima siempre es la misma, pero cada caso
es diferente. A veces tenemos cunas vacías, e ingresan niños
de cinco y seis años, otras veces tenemos camas y llegan cinco
bebés recién nacidos que requieren protección.
El costo emocional para el gerente de una empresa no es
igual al del gerente de FUNDANA, porque en FUNDANA
enamorarse del “producto” es equivalente a asumir un nuevo
hijo. Todos nos hemos enamorado de algún “chiquitico” y
hemos tenido que aprender a convivir con esa realidad, y a
superar la separación y el duelo cuando es entregado a su
familia biológica o sustituta.
El control de calidad del servicio es sumamente difícil. Una
madrina que tuvo a su cargo un grupo de diez niños por tres
años y de la que nunca se reportó ningún mal trato o accidente,
acidad,
iv
r
p
u
s
e
ar
tien
Cada Villa ejamos de supervis
pero no d namiento.
su funcio
relacionado con negligencia en sus labores, puede en un
momento determinado descuidarse en el trato de un niño en
particular. Nosotros tenemos que mediar, entre la privacidad
que debe tener cada una de Las Villas, y por otro lado,
supervisar constantemente su funcionamiento para garantizar
el buen trato a nuestros niños.
Los niños vienen de hogares sumamente violentos, por lo que
un grito o un correazo de un adulto es para ellos casi rutina.
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Ponerles límites en las Villas, sin tocarlos, sin subir la voz, es
un reto que nuestras madrinas y tías (empleados ó heroes)
practican todos los días. Cuando el niño les dice “Te odio”, ellas
deben contestar: “Cuanto lo siento, por que yo a ti te quiero
mucho”. Esta respuesta es difícil de enseñar y de practicar y en
el área empresarial no se suele afrontar nada similar.
El abuelo Muño, siempre decía: “Que insultar, lo podía hacer
cualquiera, pero que respetar sólo unos pocos”. Nosotros
trabajamos duro, para que nuestro personal practique esa
máxima. Pero a pesar de todo lo antes expuesto, no hay trabajo
en el mundo que tenga una mayor remuneración emocional
quién
a
,
o
ñ
u
M
buelo
David y el a miró y a quién se
siempre ad nto…
parece ta
que el nuestro. No podremos dar los mejores sueldos o un
ambiente silencioso; pero les aseguro que no existe en el país
un mejor salario para el alma que el que nuestros “Chiquiticos”
les dan a nuestros empleados cada día: su sonrisa. Saber que
cada día de tu vida te despiertas para hacer mejor la vida de
alguien, no tiene precio.
Por último dudo que ninguna empresa tenga la posibilidad de
llamar como asesores para formar parte de su Junta Directiva,
a grandes ligas como lo pueden hacer las organizaciones sin
fines de lucro. No sé cuanto cuesta una hora hombre de la
Junta Directiva cuando nos reunimos contando con personas
como: Oswaldo Cisneros, Horacio Velutini, Boby Coimbra, Juan
Carlos Escotet, Fortunato Benacerraf, Mariela Colmenares,
Nelson Rincón, Esther Franco (En paz descanse), Veronique
Cohen, Victoria Bigio, Alfredo Travieso, Lourdes Will e Hilda
Bellorín, entre otros.
Mariela Colmenares
y
Boby Coimbra
eón,
L
n
o
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,
a
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g
e
Sally mi su abuela Dora (una
Daniela y laada pa´lante)
mujer ech
XII. ¡Echarle pichón!
De haber sabido, cuando nosotras comenzamos, todas las
dificultades que se nos iban a presentar por tratar de hacer el
bien, creo que nos habríamos intimidado y posiblemente no
hubiéramos hecho nada.
La abuela Dora siempre me decía, recordando aquel tiempo
cuando estuvo en el campo de concentración, con su hija
Sally recién nacida: -“Que Dios no me haga demostrar lo que
soy capaz de soportar”.
Por varios años no lo entendí; pero cuando mi hijo León tuvo
la fractura de cráneo, a los cuatros años, tres meses después
de la muerte de mi papá, comprendí el dicho de la abuela.
¡Salvando las diferencias! Poco a poco e ido dándome cuenta
de la cantidad de factores a los que uno se enfrenta, que si
lo supiéramos de antemano no nos meteríamos en tantos
La Abuela Dora
y Ñeña
enredos. Por ejemplo en el caso de FUNDANA los problemas
han sido tales como; desde ser llamadas traficantes de niños,
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hasta ver como una decisión errada, en la entrega de un bebé
a su familia biológica o sustituta, puede cambiar el destino de
esa criatura para siempre.
Por cierto Sally, es una mujer muy especial que ha llevado
la adversidad con inteligencia y alegría. Es la persona más
resiliente que conozco. Siempre tiene algo que dar, y se siente
satisfecha de hacerlo. Ella me ha enseñado muchas cosas pero
para mí fue determinante el día en que me dijo: “Todo tiene su
momento, cuando tus hijos sean más grandes vas a tener la
libertad de poner los adornos pre- colombinos en la sala, el
florero de vidrio en la mesa, etc. pero por ahora, tanto los unos
como los otros, son más una limitación que un adorno.”
Sí Sally, tenías razón y gracias… solo cuando uno está listo
asume, cambia, arriesga, gana o pierde.
La juventud de Francis y la mía nos permitió ser arriesgadas
y no medir todas las posibles consecuencias de la
responsabilidad que estábamos por asumir por el resto de
nuestras vidas. Tuvimos a nuestro favor que estábamos
dispuestas a innovar. Somos perseverantes y aparentemente
aprendemos de los errores.
Pero el éxito de FUNDANA, sin embargo, no ha dependido
en particular de Francis o de mí. Se ha logrado porque cada
persona que ha cruzado la puerta de la Casa Hogar ha visto
un personal deseoso de dar lo mejor de sí, ha encontrado
unos bebés deseosos de recibir afecto sin condiciones, una
organización transparente, su contabilidad es un libro abierto
Sally y León
y sobre todo se le ha ofrecido la oportunidad de hacer su
aporte a la humanidad.
Es interesante que de doscientas planillas de voluntarios que
recibimos anualmente, asisten no más treinta y cinco personas
y su tiempo de compromiso, de “garantía”, se vence entre los
ocho y doce meses. Son contados con los dedos de las manos
Los voluntarios de Funda
“habrá, de los que se lleva na…
mucho, pero nunca habrá ran
que no nos dejan nada” de los
los voluntarios con “motor propio”, es decir, que no requieren
reforzamiento constante, una palmadita diaria de GRACIAS
por ayudarnos a ayudar.
No todas las personas están en la capacidad de relacionarse
directamente con la vida de nuestros niños. Por ejemplo,
Víctor mi hermano y Tina han decidido ayudar externamente
con ideas innovadoras y contactos, que siempre nos son útiles.
Todas las formas de apoyo son bienvenidas.
El voluntariado en FUNDANA ha tenido sus bajas y una sola
alta cuando estuvo bajo la dirección de Aurora Medina. No
resulta fácil hacerle entender al voluntario que a la vez que
contamos con él, es imprescindible que se adapte a nuestras
normas de funcionamiento y que, éstas definitivamente, no
son iguales a las de su familia.
Alberto Cohen, miembro de nuestra Junta Directiva, y con
dificultad para ponerle límites a las peticiones de nuestros
“Chiquiticos”, ya que nunca pudo resistir la tentación de
complacerlos, siempre me decía:“Y pensar que yo creía que tenía
80 / 81
problemas (refiriéndose a alguna dificultad en su empresa).”
Recuerdo cuando una españolita de apenas seis años, tuvo
que ver como se llevaban a sus padres presos por tráfico de
drogas. Alberto decía: “No conoce a nadie aquí, no habla
castellano sino catalán, no está acostumbrada a nuestra
comida, o clima, o forma de vestir, o rutina, y todavía se sonríe
y quiere que la llevemos a pasear”.
Definitivamente, en la vida todo es relativo. Pero no existe edad
para manejar la orfandad, sí he visto llorar por la pérdida de
uno de sus padres a hombres de más de sesenta años, qué
puede sentir una niña de seis años, que se queda sola.
El mes pasado, Chris, el novio de mi hermana, perdió a su
madre de 83 años, y en la esquela escribió: “desde hoy en
adelante el sol nunca más brillará igual, porque hasta en los
momentos felices, siempre faltará el poder compartirlos con
ese ser querido, que ya no está”.
Sabemos que hay pérdidas insustituibles, pero también que
pueden haber ciertas compensaciones. Por ejemplo, cuando
los jueces se referían a FUNDANA como a un hotel cinco
estrellas, yo siempre les preguntaba: “¿Es qué acaso nuestros
niños merecen menos?”.
Siempre he pensado que si mis hijos biológicos pueden vivir
en la Casa Hogar, entonces nuestro estándar es el adecuado.
¿Porqué tienen que recibir los “Chiquiticos” de FUNDANA lo
que sobra, en vez de todo aquello a lo que tienen derecho?.
Aquí está Alberto Cohen
Jacinto, Victor Levy, Fed, con
Riverol y Oswaldo Cisnero erica
“supervisando la obra” …ques
lujo!!
Nada de harapos. Nuestros niños visten igual a cualquier otro,
estrenan zapatos al inicio del año escolar, ropa el treinta y
uno de diciembre y sí están de moda las barajitas, o los tazos,
o cualquier otra cosa, ellos deben poder acceder a eso sin
mendigar, sin robar, sin mentir, por que tienen todo el derecho
a ser tratados como iguales.
Creo que he oído más de mil veces el comentario de amistades
o conocidos: “vi a los niñitos de FUNDANA en tal lugar y no
parecían de una institución.” ¡Gracias a Dios! Nuestros niños
no tienen “cachos”; son iguales a todos los demás.
La violencia está presente en todos los estratos sociales,
aunque nosotros sólo podamos proteger y rescatar a los que
están en pobreza y pobreza extrema. Esta discriminación
hacia arriba, deja desprotegidos y víctimas de maltrato a
muchos niños de familias con más recursos socio-educativos.
Al final, la diferencia no son los niños, son los padres; su trato,
sus métodos disciplinarios inadecuados, sus carencias y sus
debilidades.
82 / 83
XIII. Fondos arriba.
Recabar fondos es una tarea delicada, y lo primero que se
debe recalcar y dejar bien asentado, es que no sé está pidiendo
dinero para el beneficio propio, si no para el de otros.
Esta es una labor constante en una organización sin fines de
lucro pero, que día a día, gracias a la experiencia adquirida y
a la buena imagen de la organización, se hace más fácil.
Durante muchos años aceptamos los eventos más insólitos que
se pueda imaginar invirtiendo tiempo, esfuerzo, contactos y
energía para recaudar nada o casi nada. Fueron necesarios
largos años de aprendizaje para saber distinguir entre
aquellos que vale la pena realizar y los que no. Es incómodo,
que alguien se dirija a ti para ofrecerte un desfile, una charla,
un porcentaje de la venta de un producto, etc., a beneficio de
la Fundación y le tengas que decir: “no gracias”.
Sin embargo, debo aclarar que, aunque algunos eventos no
proporcionaron beneficios económicos, siempre ganamos
uestros
Las Reinas con ncesas!
Príncipes y Prin
en promoción. Aprendimos sobre logística y gracias a
et llama
t
o
c
s
E
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q
lo
n el
beneficios e arca!!
Capital de M
ellos, cuando nos anunciábamos como representantes de
Fundana, ya no nos decía la recepcionista: “¿De donde?,
¿De Funda Ana?”
Hoy en día, Fundana ya no es un ente desconocido, es un
nombre propio, es reflejo de dedicación y compromiso con los
niños, sinónimo de llave, que permite que te abran las puertas.
Uno de los elementos de éxito para los programas de recaudación,
es el “timming”. Lo que está de moda es mucho más fácil de
vender, y uno de los factores por los que debemos preocuparnos
es que ese acto no sea contrario a los principios morales y a la
filosofía de la organización. Si el evento es innovador y responde
a lo que el público ansía ver y oír se vende solo.
Gracias a Lil
y Susana Me y Stransky
renfeld
Por ejemplo, en el momento que trajimos a Venezuela a
personalidades como: Brian Weiss y Depaak Choppra era el
momento en que sus escritos y charlas estaban de moda en
Caracas.
Yo particularmente tenía poquísima confianza en invertir
económicamente en un evento utilizando los fondos de la
Fundación. Pero obviamente estaba muy equivocada, y esto
lo demuestra lo colectado en el Telecorazón, de la Fundación
“Unamos el mundo por la vida”, cuya inversión inicial a mí
me pareció descomunal, pero la recaudación también fue
extraordinaria (siete mil millones de bolívares en un sólo día).
Fundana ha realizado y participado eventos como: Bingos,
Desfile de Moda para Honrar la Vida de Margarita Zingg, Viaje
84 / 85
a St. Marteen, Bazar Navideño, Ballet Clásico de Nina Novak,
Lanzamiento de productos como: Phythologie, Teatro Negro
de Praga, Ventas de CDs de la Biblia, libros de ediciones B
Venezuela, Lanzamiento del Libro “La Nacionalización del
Hierro en Venezuela”, Concierto de Servando y Florentino en el
Sambil, Cena de gala con Irene Sáez en Miami, Juana la Iguana
y el Libro Mágico, Porcentaje sobre productos navideños de
Plumrose, Arte de la Mesa de Septieme, Venta Especial de Casa
Blanca, Enrique Sapene Decora, Una tarde de Vaqueros de
Blues, Taller de Albert Clayton, Coffee Pal, Sueños y Secretos de
Raúl Villasmil en Tolón, Aporte por compra en Excelsior Gama,
Bono del “Ángel de la Guarda” de Banesco, Participación en:
“Dona tu vuelto” del Dividendo Voluntario para la Comunidad,
Telecorazón 2004, Cena de Gala en los Estados Unidos con
Venezuela sin Límites; entre muchos otros.
Luego de cumplidos quince años, FUNDANA participa en
no más de tres programas de recaudación de fondos, que
son organizados por nosotros en el transcurso del año, en
comparacion con alrededor de doce eventos en los que
anteriormente participábamos. Elisa dice que es por que nos
hemos vuelto viejas y no tenemos la energía de antes. Yo
pienso que puede que tenga razón, pero hoy en día me gusta
ser un poco más selectiva a la hora de invertir mi energía, y
Francis ni hablar.
A la que parece que nunca se le acaban las ganas de hacer
cualquier evento, y creo que sería capaz hasta de convertir
un funeral en un acontecimiento benéfico, es a Betzy Aizaga.
Cuando en un periódico, en la sección de Sociales, aparecen las
fotos de los eventos que se han realizado para la recaudación
i parte
u
f
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Y
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lo adm
nto de
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lg
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d
a
m
r
o
esa f
de fondos de las organizaciones sin fines de lucro, es común
que algún lector opine: “mira esa cuerda de encopetadas y
sifrinas tomándose foto trás foto”. Hoy en día, reconozco que es
una excelente estrategia ofrecer un reconocimiento público a
quienes te han ayudado. Además, juro que nunca sales bien
en las fotos; y lejos de ser una gracia es una morisqueta.
Adicionalmente, hacer publicidad de la donación o el aporte
recibido, sirve de ejemplo multiplicador para otras empresas
y potenciales donantes. Es una relación “Ganar- Ganar”.
Algo que siempre tomamos en cuenta, es demostrar nuestro
agradecimiento a todo aquel que colabora para el éxito de
nuestras actividades de recolección. Mi abuelo decía: “de lo
que cuesta poco da mucho”. Él se refería a dar las gracias,
una sonrisa de apoyo, una palmada de reconocimiento, un
abrazo de confianza. Debo destacar, que quienes compran las
entradas, son frecuentemente las mismas personas, por eso
agradezco tanto cuando no huyen al vernos. Así como, a los
que les pedimos que nos ayuden a venderlas y les mandamos
veinte o treinta entradas. En esta área nadie le gana a Susy
Abitbol e Ivonne Levy.
En los últimos años he resultado gratamente sorprendida
por personas amigas o relacionadas con FUNDANA, que
espontáneamente me piden que les venda una entrada, a
pesar de que no podrán asistir al acto. Eso me produce una
86 / 87
agradable sensación, es una hermosa demostración de
verdadero compromiso con nuestros “Chiquiticos”, es una
forma de decir que consideran que lo estamos haciendo bien.
Pero como hablar de eventos sin mencionar a María
Alejandra, mi asistente. Ella se convierte en un “pulpo” para
resolver todo lo que significa organizar un evento que nunca
involucra a menos de cien personas. Ella es vendedora,
curadora, relacionista pública, atención al cliente, diseñadora
gráfica, psicóloga, administradora, carpintera, publicista, en
fin “cuarto bate y novio de la madrina”. Que suerte la mía
contar con una mano izquierda que es tan derecha.
La imagen de Fundana es proporcional a la organización y
éxito que se demuestra en sus eventos, por eso es tan importante
cuidar la logística para que cuando finalice un acto los invitados
comenten: “Esa gente si es eficiente y organizada”.
En uno de los eventos de recaudación en el que alcanzamos
lo impensable fue la subasta “Por amor al arte y a los niños
Venezolanos”. Logramos que ciento diez renombrados artistas
del país, intervinieran estéticamente un trozo de madera
en forma de casa y otra en forma de niño, que representan
simbólicamente, las villas y el logo de Fundana, de manera
totalmente gratuita. Se exhibieron las piezas en la galería
de Ciudad Banesco con apoyo de museógrafa, curadora y
fotógrafa. Recolectamos el equivalente al monto que requerimos
para el funcionamiento de diez meses de las Villas.
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contado illos Exclusivos”
como “Mart Zapata y
Pedro León la
Elias Bentoli
Creo que el mayor reto de las organizaciones sin fines de
lucro, no es la recaudación de fondos, sino conseguir personal
capacitado que se comprometa en la ejecución diaria del
proyecto. De alguna manera los recursos siempre llegan,
aunque estoy consciente de que para ganarse la lotería hay
que jugarla, por eso le seguimos apostando a los eventos y
programas de autogestión.
Toda la administración de Fundana es llevada por cuatro
personas, bajo la coordinación de Esther Benhamú. El reto
de ella y su equipo, más que multiplicar los panes, cosa que
hacen diariamente, es dar respuesta a todo lo que se les
solicita, que es urgente y prioritario.
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Esther e milagros”
“hacedora d
XIV. Ojalá sumemos... y como dice Juan Luis Guerra, llueva
café en el campo.
Si lograste leer esta historia hasta aquí, me sentiría satisfecha
de saber que éste documento de vida, que me identifica mejor
que mi cédula de identidad, te inspire y pueda contribuir a que
se hagan realidad tus sueños, tus deseos, tu pasión sin importar
cuales sean.
Yo tengo la suerte de tener un hijo mucho más intelectual que
yo, Freddy. El siempre está interesado en los indicadores,
estadísticas, historia universal, diversidad de culturas, etc.
y se ha preocupado de mantenerme informada del único
tema que él considera que a mí me interesa. A los catorce
años, estudiando fuera del país, me mandó un e-mail que
decía lo siguiente: “Si se pudiera encoger a la población del
mundo en una villa de cien personas, pero manteniendo la
misma proporción poblacional actual, estaría conformado
de la siguiente manera:
or, y yo.
ay
Freddy mi hijo m
57 asiáticos, 21 europeos, 8 africanos, 14 del hemisferio
occidental, 52 mujeres, 48 hombres, 70 no blancos, 30 blancos,
70 no cristianos, 30 cristianos, 80 vivirían en casas inadecuadas,
70 no tendrían posibilidades de leer, 50 serian desnutridos, uno
estaría cerca de morir y uno cerca de nacer, uno sólo tendría
computadora y uno (si sólo uno) tendría posibilidades de
educación universitaria”.
En nuestra Villa de ciento veinte niños: el 99% son Venezolanos,
son más varones que niñas, más morenos que blancos,
más de la religión cristiana que de cualquier otra, 99 %
desescolarizados, 80% desnutridos y el 100% es responsabilidad
de todos los Venezolanos.
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Nuestros “Chiquiticos”.. 100% responsa
bilidad
de todos los venezolanos
Escribo sin transitar los caminos de la literatura,
las memorias antes de perder la memoria, escribo
de lo que he vivido y aprendido en quince años de
dedicación a la Fundación Amigos del Niño que
Amerita Protección, FUNDANA... donde tú formas
parte de las “Suma de mis Amores”.
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