Año 4 (1998), Número 1 - Tribunal Electoral del Poder Judicial de la

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ISSN 1405-3403
Enero - febrero 1998
Boletín del Centro de Capacitación Judicial Electoral
Año 4 No. 1
ÍNDICE
La prueba testimonial en materia electoral federal
Francisco Hugo MORÁN SALINAS
Profesor Investigador del CCJE, Monterrey
SUMARIO: I. Artículo 14 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en Materia Electoral. II. La
prueba. III. Naturaleza de la prueba. IV. Actividad probatoria en materia electoral. 1. Necesidad de prueba. 2. Objeto
de la prueba. 3. Carga de la prueba. 4. El procedimiento probatorio.
V. El testimonio como medio de prueba. 1.
Naturaleza jurídica. 2. Ofrecimiento. 3. El desahogo. 4. Valoración 4.1 Criterios de valoración de la Suprema Corte
de Justicia de la Nación. VI. Comentarios finales.
I.
Artículo 14 de la Ley
General del Sistema de
Medios de Impugnación
en Materia Electoral
l texto del párrafo 2 del
Artículo 14 de la Ley General del Sistema de Medios de Impugnación en
Materia Electoral, según Decreto del 19 de noviembre de
1996, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 22 del
mismo mes y año, establece literalmente: «La confesional y la
testimonial también podrán ser
ofrecidas y admitidas cuando
versen sobre declaraciones que
consten en acta levantada ante
fedatario público que las haya
recibido directamente de los
declarantes, y siempre que estos últimos queden debidamente
identificados y asienten la razón de su dicho».
Secciones
El que actualmente pueda ser
ofrecida la prueba testimonial
en las controversias tanto administrativas como jurisdiccionales en materia electoral federal, representa sin duda una
novedad pero, además, seguramente será fuente de diversas
opiniones sobre sus alcances
probatorios.
II. La prueba
El tema de la prueba es sin
duda uno de los más importantes del Derecho Procesal, por ser
el instrumento mediante el cual
el juzgador, en todo procedimiento jurisdiccional, forma su
juicio sobre los hechos controvertidos que le permiten expresar los argumentos y las razones por las que estima que su
fallo es el más apegado a las
normas jurídicas que regulan el
correspondiente proceso, ya que
Cápsulas
Electorales
en nuestro sistema de derecho,
como es bien sabido, no basta
con tener la razón para exigir
justicia, sino que hay que saber
exponerla debidamente y probarla en todos sus términos,
para que el administrador de esa
justicia esté en posibilidad de
otorgarla.
La prueba, a la que los
procesalistas han dedicado extensos tratados, no es exclusiva de la ciencia del derecho, ya
que cotidianamente es utilizada en las distintas ramas de la
ciencia como parte del llamado método científico que permite comprobar la veracidad o
falsedad de una hipótesis, lo que
la convierte en un instrumento
a todas luces relevante.
Diferencias entre
medios
de impugnación
JUICIO
Y RECURSO
5a7
Reformas a la
Constitución Política
del Estado Libre
y Soberano
de Chihuahua 10 a 13
Jurisprudencia
Electoral
15
Reseña:
14
• Sistemas electorales y
gobierno representativo
Vallès Casadevall Josep
M., Bosch Guardella
Agustí
2
8a9
- Información Electoral
El CCJE informa
La prueba testimonial
en materia electoral
federal
1a4
7
Estadística electoral
16
- Elecciones locales 1998, candidatos a las
gubernaturas (principales partidos)
Internet:
http://www.trife.gob.mx
espués de haber participado arduamente en
la preparación y capacitación dirigida a partidos políticos, autoridades electorales y
grupos de ciudadanos, en el
proceso electoral federal y los
procesos locales que se vivieron en el país en 1997, el Centro de Capacitación Judicial
Electoral se encamina nuevamente a desempeñar de manera intensa sus tareas durante los
procesos electorales locales de
1998.
En el transcurso de este año,
se celebrarán elecciones en 14
Estados de la República, dentro
de los cuales diez serán para elegir al Gobernador, doce para
Ayuntamientos, una para Presidentes Auxiliares y para diputados por ambos principios en
todos los Estados.
Asimismo, la jornada electoral se desarrollará el 24 de mayo
ditorial
en el Estado de Yucatán; el 5 de
julio para Zacatecas y Durango;
el 12 de julio para Chihuahua; el
2 de agosto para Aguascalientes,
Baja California y Veracruz; el 4
de octubre para Chiapas y
Oaxaca, y el 8 de noviembre para
Michoacán,
Puebla,
Sinaloa,
Tamaulipas y Tlaxcala.
Sabemos que nuestra participación como capacitadores en
los actuales procesos electorales
locales, contribuirá para elevar
los conocimientos y la preparación de los diversos actores dentro del sistema electoral, por lo
que todos los miembros del
CCJE estamos ansiosos por iniciar el gran número de cursos que
ya se encuentran programados.
«La prueba rebasa los límites propios del derecho procesal, prolongándose como materia que pertenece a todas las
ciencias integradoras del saber
humano, llegando inclusive al
conocimiento ordinario y aun a
los actos más elementales de la
práctica cotidiana.»1
En el ámbito jurídico procesal, la prueba es un medio de
averiguación y un medio de
comprobación de los argumentos esgrimidos por las partes.
Indudablemente que esta fi-
gura procesal del sistema jurídico, es ampliamente conocida
dentro del ámbito de los profesionales del derecho, no obstante ello, considero importante
reflexionar sobre los aspectos
esenciales de la aplicación sui
generis que tendrá la prueba
testimonial en el procedimiento electoral federal.
III. Naturaleza de la prueba
Probar es producir un estado de certidumbre en la mente
de una o varias personas respecto de la existencia o inexistencia de un hecho, o de la verdad o falsedad de una proposición.2
1 DÍAZ DE LEÓN, Marco Antonio. Diccionario de Derecho Procesal Penal, primera edición, Editorial
Porrúa, S.A., México. 1996. p. 1410.
2 PALLARES, Eduardo. Diccionario de Derecho Procesal Civil, decimoséptima edición, Editorial Porrúa,
S.A., México, 1986, p. 661.
1
2
DIRECTORIO
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Henríquez, Lic. Edmundo Elías Musi, Lic. José Luis Díaz Vázquez, Dr. Héctor Fix Zamudio,
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Enero - febrero de 1998
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Las opiniones expresadas en los artículos publicados en este boletín
son responsabilidad exclusiva de los autores.
Distribución gratuita
Rafael de Pina dice en su
Tratado sobre la prueba: «La
palabra prueba en sentido estrictamente gramatical, expresa la acción y efecto de probar,
y también la razón, argumento, instrumento u otro medio
con que se pretende mostrar y
hacer patente la verdad o falsedad de una cosa». Por su parte Giuliani sostiene que fue
Cicerón quien, en sus tópicos,
proporcionó la definición más
madura de la concepción clásica de la prueba como argumento: Argumentum est ratio quae
rei dubiae faciat fidem (argumento es razón que da certidumbre en las cuestiones dudosas).
IV. Actividad probatoria en
materia electoral
Los principios rectores de la
actividad probatoria en mate-
ria electoral, son similares en
gran parte a los aplicados en la
mayoría de los procesos jurisdiccionales, con las excepciones
que serán señaladas en su oportunidad, que se deben sobre
todo al carácter sumario con
que la ley electoral indica que
deben ser resueltas las controversias en esta materia, principios entre los cuales pueden destacarse los siguientes:
1. Necesidad de prueba,
por ser éste el instrumento creado para que el juzgador conozca la verdad de los hechos controvertidos y que son sometidos
al proceso jurisdiccional.
2. El objeto de la prueba,
que en esta materia recae so-
3
Enero - febrero de 1998
La prueba testimonial en materia electoral federal
2
bre los hechos que aleguen las partes en el proceso, así lo señala
la fracción primera del Artículo 15 de la LGSMIME, al indicar que:
«1. son objeto de prueba los hechos controvertibles.» señalando
las siguientes excepciones: «No lo será el derecho, los hechos
notorios o imposibles, ni aquellos que hayan sido reconocidos».
3. Aportación y carga de la prueba, en materia electoral,
no obstante ser un requisito establecido en el Artículo 9 párrafo
1 inciso f) de la ley electoral, el que las partes ofrezcan y aporten
las pruebas dentro de los plazos para la interposición o presentación de los medios de impugnación, el párrafo 2 del Artículo
19 de la misma ley señala que: «La no aportación de las pruebas ofrecidas en ningún supuesto será motivo para desechar el
medio de impugnación o para tener por no presentado el escrito
del tercero interesado. En todo caso, la Sala resolverá con los
elementos que obren en autos».
Independientemente de lo que ha sido señalado, existen dos
reglas que distribuyen de manera explícita la carga de la prueba, mismas que se encuentran contempladas en el párrafo 2 del
artículo 15 de la ley electoral, que a la letra dice: «El que afirma
está obligado a probar. También lo está el que niega, cuando su
negación envuelve la afirmación expresa de un hecho».
4. El procedimiento probatorio en materia electoral es
similar al genérico del sistema jurídico mexicano, consistiendo
en ofrecimiento, aportación, desahogo y valoración de los medios de prueba ofrecidos por las partes; sin embargo, por lo que
se refiere al desahogo de la prueba testimonial, el procedimiento que señala la legislación electoral es diferente al común del
resto de las disciplinas jurídicas.
V. El testimonio como medio de prueba
Consiste en el acto procesal mediante el cual, personas ajenas a la controversia que se dirime mediante juicio, rinden declaración sobre los hechos que les constan y que forman parte
del litigio.
En opinión de Cipriano Gómez Lara (Teoría general del proceso. Textos Universitarios, México, 1974, p. 277) la prueba de
testigos, también llamada prueba testimonial, consiste en declaraciones de terceros a los que les constan los hechos sobre
los que se examina. Que esta declaración de terceros ajenos a
la relación substancial del proceso, se obtiene a través de preguntas contenidas en interrogatorios que formula la parte que
ofrece el testigo. El testigo debe ser conocedor directo de las
cuestiones sobre las que se le interroga y, además, debe tener la
característica de imparcialidad, es decir, de no tener un interés
particular en el negocio y no estar en una posición de relación
íntima o de enemistad con alguna de las partes en el juicio.
Para José Ovalle Favela (Derecho Procesal Civil. Colección
Textos Jurídicos Universitarios, México 1990, p. 163), en términos generales, el testimonio es la declaración procesal de un
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tercero ajeno a la controversia, acerca de hechos que a ésta
conciernen, citando además que Devis Echandia lo define como:
«un medio de prueba consistente en la declaración representativa que una persona, la cual no es parte en el proceso que se
aduce, hace a un juez, con fines procesales, sobre lo que sabe
respecto a un hecho de cualquier naturaleza».
Francesco Carneluti (Instituciones del Derecho Procesal Civil. Colección Ciencia del Proceso, Ediciones Jurídicas EuropaAmérica, Argentina, tomo I, 1989, p. 260), clasifica a los testigos dentro de las pruebas históricas personales, y conceptualiza
a éstos como: «Testigos en sentido amplio se llaman a las personas que aseveran la existencia de un hecho, tanto si han sido
partes como si son terceros. Estos últimos se llaman testigos en
sentido estricto».
No obstante que los juzgadores consideran la prueba de testigos como un medio complementario, debido a lo difícil de su
valoración, ya que el testigo puede narrar hechos que según
dice le constan y que se derivan de una incorrecta apreciación o
hechos definitivamente falsos, en un afán de pretender beneficiar a una de las partes del proceso, los procedimientos, con
excepción del electoral, señalan ciertas formalidades que deben
cumplirse en el desahogo de este medio de prueba a efecto de
establecer un cierto método de verificación de los hechos aseverados.
1. Naturaleza jurídica
La naturaleza jurídica de este medio, para Marco Antonio
Díaz de León, significa que:
«Se determina por su propia esencia, es decir, que pertenece
a aquella clasificación de pruebas denominadas como personales y que son, precisamente la testimonial, la pericial y la
confesional, por provenir de la voluntad del hombre y producir
efectos procesales en la instancia, se trata de un acto procesal,
por lo tanto, y para diferenciarla de la documental, constituye
un acto y no un negocio jurídico, dado que se trata de una mera
comunicación de hechos que se exponen tal como el testigo los
percibió.»
Ahora bien, por consistir el desahogo de la testimonial en un
acto procesal, además de las formalidades establecidas por el
derecho procesal, el testimonio debe rendirse ante el juez, formalidad esencial que no exige la ley electoral federal.
En materia electoral la ley sí permite que se reciba la testimonial en acta levantada ante fedatario público, ¿pero esto acaso
no la convierte en una documental?, ¿se puede tener certeza de
su contenido?
2. Ofrecimiento
En los juicios del fuero común y la materia federal de las
distintas disciplinas del derecho, con la excepción de la materia
electoral federal, el ofrecimiento de la prueba testimonial se hace
indicando el nombre y domicilio de los testigos, mismos que las
partes tienen la obligación de presentar ante el órgano jurisdiccional, el día y la hora que éste señale para el desahogo de la
probanza, con la excepción de que cuando la parte oferente de
3
La prueba testimonial en materia electoral federal
la prueba se encuentre imposibilitada para presentar a los testigos ofrecidos, el juez debe ordenar la citación de los mismos
con los apercibimientos de ley. En este procedimiento común,
sólo se recibe el testimonio en local distinto al del órgano jurisdiccional cuando se justifique que la persona que debe testificar
se encuentra imposibilitada para ocurrir al tribunal, en cuyo
caso puede ser recibido el testimonio en el domicilio particular
del incapacitado con la presencia de las partes. De manera diferente ocurre en la materia electoral federal, en la que las partes
sólo se limitan a hacer el ofrecimiento de la prueba testimonial
y dentro del plazo para la presentación del medio de impugnación aportan el documento en el cual conste que el testimonio
que se ofrece fue rendido ante un fedatario público.
3. El desahogo
Con la excepción de la materia electoral, el procedimiento
para el desahogo de la prueba testimonial sigue ciertas formalidades, entre las que se encuentran:
a) El que toda la diligencia se desarrolle en presencia de las
partes;
b) La toma de la protesta de decir verdad, con el apercibimiento de las penas en que se incurre al dar falso testimonio ante una autoridad judicial;
c) Se le formulan preguntas al testigo, por la parte oferente;
d) El juez vigila que las preguntas que se formulen, se refieran
a un solo hecho y sean claras y concisas desechando aquellas que no reúnan estos requisitos;
e) La contraparte formula las repreguntas que considere necesarias;
f) Al finalizar el interrogatorio el testigo debe dar la razón de
su dicho, manifestando en qué circunstancias y por qué medios tuvo conocimiento de los hechos declarados;
g) La diligencia consta por escrito, en el cual firman los que
intervienen y se agrega a los autos del expediente que corresponda.
4. Valoración
En cuanto a la prueba testimonial, no existe un sistema
tasado de valoración que se realice por parte del juzgador, en
razón de que no se trata de una prueba que se encuentra previamente constituida, sino que se constituye en el momento
mismo de su realización, por lo que sería imposible asignarle
una fuerza probatoria determinada y, en consecuencia, forma
parte de los medios de prueba que para su apreciación son
libremente valorados de acuerdo a la sana crítica, la lógica y
la experiencia. Indudablemente que para esto resulta imprescindible que el juzgador se encuentre presente en el momento
de que se rinde el testimonio, pues de esta forma se encuentra
en posibilidad de apreciar en forma directa y real, las reacciones de los testigos que lo puedan guiar a un conocimiento más
aproximado de la verdad e, incluso, interrogar a los testigos
sobre cuestiones importantes que no hayan sido tomadas en
cuenta por las partes y que resulten necesarias para normar su
criterio.
4
Es obvio que el procedimiento, la solemnidad del apercibimiento y las formalidades que se señalan para el desahogo de
la prueba testimonial, son herramientas necesarias para que se
esté en posibilidad, muy limitada de por sí, de poder advertir
cuando un testigo es falso, ya que declara hechos inverosímiles,
ha sido preparado o aleccionado por quien lo ofrece, es sospechoso de falsedad ya que se contradice con otros testigos, es
solamente un testigo de oídas y que no presenció de forma directa los hechos que narra, es de mala fe e intencionalmente
pretende inducir al error o, por el contrario, es un testigo idóneo
que por sus condiciones personales y el conocimiento de los
hechos controvertidos merece fe de lo que declara.
4.1 Criterios de valoración de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación
En cuanto al testimonio, la Suprema Corte de Justicia de la
Nación ha sostenido entre otros los siguientes criterios:
T ESTIMONIOS ANTE NOTARIO. S U VALOR PROBATORIO
Los testimonios contenidos en acta certificada notarialmente
no pueden tomarse en consideración, por no ser una prueba
directa, admitida y receptuada dentro del proceso y como documental pública sólo prueba que se recibieron unas declaraciones, pero no la certeza y alcance de su contenido.
Amparo directo 6235/75. Flodencio Moreno Moreno. 24
de marzo de 1976. Unanimidad de 4 votos. Ponente Manuel
Rivera Silva. Semanario Judicial de la Federación. Séptima
Época. Volumen 87. Segunda Parte. Marzo 1976. Primera Sala,
p. 81.
T ESTIGOS
Si sus declaraciones no son rendidas ante el juez competente y llenándose los requisitos que la ley exige, el testimonio
carece de validez.
Tomo XIV.-Vázquez Emilio, p. 702.
Tomo XVIII.- Tercea Alberto, p. 1185.
Tomo XX.- Garza Doria Vda. de Serna Adela Sucn. de, p.
765.
Enciso Luis. p. 1424.
Tomo XXI.- Solís Lucía, p. 421.
Jurisprudencia 221 (Quinta Época) p. 361. Volumen común al Pleno y Salas Octava Parte Apéndice 1917-1975; anterior Apéndice 1917-1965 Sexta Parte. Jurisprudencia 223,
p. 383; en el Apéndice de fallos 1917-1954, Jurisprudencia
1079, p. 1941.
VI. Comentarios finales
Como se puede observar, en materia electoral el ofrecimiento y desahogo de la prueba testimonial es diferente al
resto de las disciplinas del sistema jurídico mexicano, y es
indudable que por regla general, con la excepción que ha
sido señalada, el testimonio se constituye como medio de
prueba en el momento que es recibido por el juez con las
formalidades del procedimiento, y al no tenerse esas formalidades hace parecer, en este caso, a la prueba testimonial
como una prueba documental.
Enero - febrero de 1998
Diferencias entre medios de impugnación
JUICIO Y RECURSO
José Antonio GRANADOS FIERRO
Técnico Académico del CCJE
s común que los significados de los vocablos proceso y
juicio se confundan o se entiendan uno por el otro y, en
algún sentido, se hagan equivalentes.1
En este último caso, la palabra juicio parece equivaler a lo
que hoy entendemos por proceso. Para explicar lo anterior es
conveniente recordar que en el siglo pasado los códigos españoles no se llamaron procesales o de procedimientos, sino leyes de
enjuiciamiento. El código español del 5 de octubre de 1855, por
ejemplo, fue denominado precisamente Ley de enjuiciamiento
civil.2 Aquí están subyacentes los conceptos de juicio y de enjuiciar, es decir, de proceso y de procesar.
Otra acepción de juicio, distinta de las anteriores, es la que se
le otorga cuando se quiere aludir a una parte del proceso. Se
habla de una inicial a la que llamamos instrucción y de una
segunda a la que se le llama juicio como segunda parte del
proceso.
Al cuestionarnos ¿de dónde le provino al derecho procesal la
palabra juicio?, ¿de qué disciplina o rama del conocimiento
procede este vocablo?, podemos responder que de la lógica,
entendida ésta como ciencia del conocimiento, como ciencia
del razonar, como ciencia del pensar. Y es que, en su aspecto
lógico, el juicio es un mecanismo del pensamiento. El concepto
original de la denominación juicio corresponde o proviene de la
lógica aristotélica y no es, en este sentido, sino un mecanismo
del razonamiento mediante el cual llegamos a la afirmación de
una verdad. Claro, a través de un proceso dialéctico que implica una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión.
Así, para el maestro Pina Vara, el juicio es sinónimo de proceso y éste se entiende «como el conjunto de actos regulados
por la ley y realizados con la finalidad de alcanzar la aplicación
judicial del derecho objetivo y la satisfacción consiguiente del
1 Esta equivalencia se hace más acentuada en los sistemas procesales de
origen hispánico, porque en el antiguo derecho español prevaleció el concepto de juicio con una significación análoga a la que hoy en día le damos
al concepto proceso.
Enero - febrero de 1998
interés legalmente tutelado en el caso concreto, mediante una
decisión del juez competente».3
En el mismo sentido y por lo que se refiere al proceso, resulta
que la mencionada segunda parte ¿que llamamos juicio?, de
igual forma es un verdadero juicio lógico, que se actualiza en el
momento de dictar sentencia, en cuya estructura están presentes la premisa mayor, la premisa menor y la conclusión. La
primera es la norma general, la segunda es el caso concreto
sometido a la consideración del tribunal y la última, es el sentido de la sentencia.
Es evidente que hay aquí un juicio lógico-jurídico, porque en
el momento de sentenciar, el juez toma como premisa mayor a
la norma; como premisa menor al caso concreto, y, por ese
medio, llega a la conclusión, que es el sentido de la sentencia.
Esta segunda etapa del proceso es aquélla en la que solamente se desenvuelve una actividad por parte del órgano jurisdiccional, etapa en la que el juzgador o los juzgadores, si se
trata de un órgano jurisdiccional colegiado, emiten, dictan o
pronuncian la sentencia jurisdiccional definitiva que viene a determinar el proceso y a resolver la contienda, el conflicto de
intereses.
Manuel de la Peña y Peña4 menciona que el juicio en el lenguaje forense tiene dos acepciones: unas veces se toma por la
sola decisión o sentencia pronunciada por el juzgador, y otras
por la reunión ordenada y legal de todos los trámites de un
proceso.
En la doctrina, la legislación y la jurisprudencia mexicanas es
mucho más frecuente la utilización de la expresión juicio en el
significado amplio. Incluso, por la importancia que reviste este
2 GÓMEZ LARA, Cipriano. Teoría general
Editorial Harla, México, 1990, p. 70.
3 DE PINA VARA, Rafael. Diccionario de
México, 1993.
4 PEÑA Y PEÑA, Manuel de la. Lecciones
t. II, Imprenta a cargo de Juan Ojeda, México,
del proceso, octava edición,
Derecho, Editorial Porrúa,
de Práctica forense mexicana,
1835, p. 2.
5
Diferencias entre medios de impugnación
concepto dentro del juicio de amparo, la tercera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ha formulado la
siguiente tesis de jurisprudencia donde se establece que por juicio para los efectos del amparo debe entenderse «el procedimiento contencioso desde que se inicia en cualquier forma, hasta que queda ejecutada la sentencia definitiva» (apéndice al
SJF 1917-1985, cuarta parte, tercera sala, tesis núm. 168, p.
508).
En tal sentido, el doctor Ignacio Burgoa5 estima que el juicio
es «el procedimiento contencioso que concluye con la sentencia».
Es importante advertir que dentro de todo proceso existe un
principio general de impugnación, o sea que las partes deben
contar con los medios para combatir las resoluciones de los
tribunales si éstas son incorrectas, ilegales, equivocadas o irregulares o pronunciadas sin apego a derecho.
Por regla general, en todo tipo de proceso existe un principio
de impugnación, incluso en aquellos carentes de recursos reglamentados, ya que es muy difícil encontrar un proceso que no
admita un medio de impugnación, en algunos casos, mediante
otro segundo o ulterior proceso.
Becerra Bautista6 dice que el vocablo latino impugnare proviene de in y pugnare, que significa luchar contra, combatir,
atacar. El concepto de medios de impugnación alude precisamente a la idea de luchar contra una resolución judicial, de
combatir jurídicamente su validez o legalidad. En este mismo
sentido, y de acuerdo con Briseño Sierra,7 la peculiaridad que
singulariza a la instancia impugnativa es la pretensión de resistir
la existencia, producción o los efectos de cierta clase de actos
jurídicos.
Para Alcalá-Zamora8 los medios de impugnación «son actos
procesales de las partes dirigidos a obtener un nuevo examen,
total o limitado a determinados extremos, y un nuevo
proveimiento acerca de una resolución judicial que el impugnador
no estima apegada a derecho, en el fondo o en la forma, o que
reputa errónea en cuanto a la fijación de los hechos».
Los medios de impugnación son, pues, actos procesales de
las partes y, podemos agregar, de los terceros legitimados, ya
que sólo aquéllos y éstos pueden combatir las resoluciones del
juez. Este último o su superior jerárquico no puede combatir sus
propias resoluciones, no pueden hacer valer medios de impugnación en contra de sus propias decisiones o de las de sus inferiores jerárquicos. En los casos en que el propio juzgador o su
superior puedan revisar de oficio (sin instancia de parte intere-
BURGOA, Ignacio. El juicio de amparo, Editorial Porrúa, México, 1968.
BECERRA BAUTISTA, José. El proceso civil en México, Editorial Porrúa,
México, 1977, nota 30 p. 694.
7 BRISEÑO SIERRA, Humberto. Derecho Procesal, vol. IV, Cárdenas
Editor y Distribuidor, México, nota 64 p. 672.
8 ALCALÁ, ZAMORA Y CASTILLO, Niceto. En torno a la noción del
proceso preliminar, nota 140, p. 259.
5
6
6
sada) sus determinaciones, podemos considerar que estamos
en presencia de medios de control, autocontrol o control jerárquico, pero no de medios de impugnación, ya que éstos son
actos procesales de las partes o de los terceros legitimados.
Los medios de impugnación están dirigidos a obtener un nuevo
examen, el cual puede ser total o parcial, limitado a algunos
extremos y una nueva decisión acerca de una resolución judicial. El punto de partida, el antecedente de los medios de impugnación es, pues, una resolución judicial. El nuevo examen y
la nueva decisión recaerán sobre esta resolución judicial impugnada.
En tal virtud, los motivos que aduzca el impugnador (el que
promueve el medio de impugnación) pueden ser que la resolución combatida no esté ajustada a derecho en el fondo (errores
in iure indicando) o en la forma (errores in iure procedendo) o
bien que contenga una equivocada fijación de los hechos, por
haber apreciado inadecuadamente los medios de prueba practicados en el proceso.
Los medios de impugnación son los instrumentos procesales
ofrecidos a las partes para provocar un control sobre la decisión
de un juez, encomendándolo a otro, no sólo diverso de aquel
que ha emitido el pronunciamiento impugnado, sino también
de grado superior, aun cuando no esté en relación jerárquica
verdadera y propia con el primero. No se excluye, sin embargo,
que en ciertos casos, en consideración al tipo de control invocado, este último sea ejercitado por el mismo juez que ha pronunciado la sentencia, objeto de control.
Indudablemente toda la impugnación se basa en la falibilidad humana, es decir, los actos del hombre están siempre expuestos a caer o incurrir en equivocaciones e injusticias, por lo
que ésta es la razón justificativa de la impugnación.
Una reglamentación uniforme de los medios de impugnación,
en cuanto a sus clases, naturaleza y procedimientos, es imposible de lograr; toda vez que ello deriva de las diversas concepciones no sólo legislativas, sino doctrinales, típicas de cada país y
de cada cultura jurídica. Por tanto, la teoría general del proceso
sólo puede enfocar el tema de los medios de impugnación, advirtiendo que éstos son recursos, procedimientos, instancias o
acciones reconocidas a favor de las partes, para que éstas puedan combatir los actos o resoluciones de los tribunales, cuando
sean incorrectos, equivocados, y no apegados a derecho o injustos.
Si los recursos reglamentados en determinado sistema procesal son dos, tres o cuatro, si reciben diferentes nombres y si sus
alcances o procedimientos son distintos, reiteramos que ello deriva
o depende de factores legislativos o doctrinales peculiares de la
cultura jurídica del lugar o de la materia que se trate.
El tal virtud, es necesario establecer una distinción entre el
recurso y el medio de impugnación. Todo recurso es en realidad
un medio de impugnación; por el contrario, no todo medio de
impugnación es un recurso. Esto es, el medio de impugnación
es el género, y el recurso es la especie. El recurso técnicamente
Enero - febrero de 1998
Diferencias entre medios de impugnación
es un medio de impugnación intraprocesal, en el sentido de que
vive y se da dentro del seno del mismo proceso. Ya sea como un
reexamen parcial de ciertas cuestiones o como una segunda
etapa o segunda instancia del mismo proceso. Por otro lado,
pueden existir medios de impugnación extra o metaprocesales,
en el sentido de que no están dentro del proceso primario ni
forman parte de él; estos medios de impugnación en algunos
casos se consideran como extraordinarios y frecuentemente dan
lugar a nuevos y ulteriores procesos, es decir, son un proceso
específico e impugnativo, por cuyo medio se combate una resolución dictada en algún anterior y distinto proceso.
Los medios de impugnación se han clasificado de muy diversas maneras, de las cuales podemos señalar las siguientes:
a) Remedios procesales, para corregir determinados actos frente
a las mismas autoridades que lo hubiesen dictado o emitido
(revocación, aclaración de sentencia, etc.).
b) Procesos impugnativos, mediante los cuales se combaten
actos de autoridad a través de algún procedimiento.
c) Recursos que, como anteriormente hemos señalado, se interponen en el mismo procedimiento para su tramitación
ante el superior o el propio órgano ante el que se actúa.
En conclusión, se puede decir que todo recurso es un medio
de impugnación, pero no todo medio de impugnación es un
recurso. En materia electoral los medios impugnativos están
entrelazados e íntimamente relacionados. Es necesario precisar
que los recursos propiamente dichos, son los que encontramos
en la instancia administrativa, fundamentalmente el de revisión; y en la fase jurisdiccional, el de reconsideración y, por
tanto, la apelación no es propiamente un recurso, aunque así lo
denomine la ley, sino junto con los juicios de inconformidad, los
juicios para la protección de los derechos político-electorales del
ciudadano, los juicios de revisión constitucional y el juicio para
dirimir los conflictos o diferencias de los servidores de Instituto
Federal Electoral, son verdaderos procesos impugnativos.
Lo anterior nos lleva a la necesaria consideración de que la
denominación de los recursos y de los procesos impugnativos
por parte del legislador en materia electoral, ha sido muy poco
afortunada, y propicia confusiones lamentables, ya que diversas denominaciones se alejan de la significación clásica o tradicional. Esta es una razón más, entre otras, que propicia un
mayor grado de dificultad en el conocimiento y dominio de la
materia electoral, no sólo por los legos, sino por los propios
juristas que son ajenos a su manejo cotidiano.
l CCJE informa
El Lic. Francisco Sánchez Fuentes impartió el Taller de
Investigación y Exposición al personal del TEPJF,despertando gran interés entre los participantes.
A mediados del pasado enero se llevó a cabo el curso «La Investigación Jurídica Aplicada al
Derecho Electoral», en el cual participaron profesores investigadores de las Unidades Regionales
del TEPJF. En la gráfica el magistrado presidente José Luis de la Peza inaugura el evento.
Como complemento del Taller de Investigación y Exposición, el CCJE programó
una conferencia diaria por parte de cada uno de los profesores investigadores, exponiendo diversos temas relativos al Derecho Electoral.
Enero - febrero de 1998
7
ápsulas Electorales
Lic. Jacinto DÍAZ CAREAGA
Jefe de Unidad de Prensa y Difusión de
la Coordinación de Comunicación Social
INFORMACIÓN ELECTORAL
«El candidato del PRI a la presidencia municipal de Aconchi,
Sonora, Jesús Bojórquez Quijada, ratificó su triunfo obtenido el pasado 6 de julio al ganar
las elecciones extraordinarias
celebradas este domingo -11 de
enero- con 770 votos, contra
614 del candidato de Acción
Nacional y 24 del PRD...Los
comicios regulares fueron anulados por ‘alteración del orden
público’...Fue una resolución
emitida por la sala del Tribunal
Federal Electoral con sede en la
ciudad
de
Guadalajara,
Jalisco.»
tado por el PRI señala que la
titularidad y la adscripción del
contralor no puede estar a cargo del órgano colegiado, sino
que es una facultad del presidente del Consejo, explicó la
consejera electoral Jacqueline
Peschard.»
La Crónica, enero 15
de 1998, p. 12
«El magistrado Adolfo Mejía
González presentó su renuncia
El Nacional, enero 12 al cargo de presidente del Tride 1998, p. 19 bunal Electoral de Michoacán,
tras ser impugnado por el PRI y
PAN por haber declarado que
es un histórico simpatizante de
la izquierda mexicana y admirador del gobernador del Distri«En un nuevo enfrentamien- to Federal.»
to jurídico, el PRI impugnó ante
Unomásuno, enero 16
el Tribunal Electoral del Poder
de 1998, p. 20
Judicial de la Federación la
formalización de la Contraloría
Interna del IFE ya que el nombramiento del titular y la adscripción del área dependería del
Consejo General y no solamente del consejero presidente, José
«El fiscal electoral, Javier
Woldenberg. El recurso presen- Patiño Camarena, al rendir su
8
informe correspondiente a
1997, aseveró que el proceso
electoral del 6 de julio fue altamente participativo, regular y
transparente. En ese año, se
atendieron 453 averiguaciones
previas de las cuales se resolvieron 191 -43 por ciento de las
denuncias iniciadas- y 262, -57
por ciento- continúan en
trámite...En el auditorio
Mariano Otero de la FEPADE,
Patiño Camarena detalló ante
el procurador Jorge Madrazo; el
presidente del IFE, José
Woldenberg; el presidente del
Tribunal Federal Electoral, José
Luis de la Peza; subprocuradores; consejeros electorales; y algunos representantes
partidistas, los resultados obtenidos el año pasado.»
El Nacional, enero 20
de 1998, p. 13
«El Tribunal Electoral del
Poder Judicial de la Federación
declaró infundado el recurso del
PRI para impugnar la distribución de los diputados de representación proporcional en Ja-
lisco y, en consecuencia, el Congreso del Estado quedará definitivamente empatado entre el
PAN y la oposición en su conjunto, formada por el PRI, el
PRD y el PVEM.»
El Nacional, enero 22
de 1998, p. 23
«El Consejo General del IFE
tiene previsto imponer hoy sanciones económicas al PT, al
PRD y al PVEM por algunos incumplimientos formales en la
presentación de los informes de
gastos de campaña de las elecciones federales de 1997, según
el dictamen de la Comisión de
Fiscalización que será sometido a votación de los consejeros
electorales en la sesión ordinaria...El representante legislativo del PT ante el Consejo General, José Narro, informó que
su partido presentará ante ese
órgano electoral su inconformidad con el dictamen, que contempla una sanción de alrededor de 400 mil pesos, y que tiene pensado recurrir ante el Tribunal Federal Electoral y realiEnero - febrero de 1998
Cápsulas Electorales
zar movilizaciones en caso de la Federación, en el plazo de
que se consume la decisión.»
una semana, su inconformidad
por las sanciones aprobadas
Reforma, enero 30 por el Consejo General del órde 1998, p. 2 gano electoral el pasado viernes.»
El Sol de México, febrero 1
de 1998, p. 17
«El Consejo General del IFE
rechazó gastos del financiamiento público que no entran en los rubros que especifica el COFIPE al PRI, PAN,
PRD y PT, por un monto de 77
millones 565 mil 156 pesos, al
tiempo que aprobó sanciones
por 2 millones 466 mil 401 pesos para el PRD, PVEM y PT
por las irregularidades encontradas en la revisión de los informes de gastos de campaña, al
no comprobarlos adecuadamente, por errores o deficiencias en el control de los movimientos y las operaciones
contables...El dictamen aprobado por ocho de los nueve consejeros electorales, fue impugnado por los partidos afectados,
que solicitaron fuera retirado
para su revisión y para que los
partidos tuvieran oportunidad
de una mejor defensa. Advirtieron que acudirán como última
instancia al Tribunal Electoral
del Poder Judicial de la Federación, ante el que presentarán
recursos de inconformidad.»
«El PAN informó que interpondrá una demanda formal
ante el Tribunal Federal Electoral contra la dirigencia estatal
del PRI -en Tabasco- por utilizar el padrón y las credenciales
del IFE en el proceso interno que
se realizará este domingo para
elegir al nuevo presidente del
Comité Directivo Estatal.»
La Jornada, febrero 1
de 1998, p. 9
«...Yo entiendo que los partidos puedan interponer frente al
Tribunal demandas contra
nuestras decisiones y, es el Tribunal el que decide si aplicamos o no correctamente las
normas...Tenemos un marco
jurídico que nos regula. Es inaceptable cualquier atribución
de partidización cuando el dictamen ahí está razonado y ahí
está también el Tribunal para
El Nacional, enero 31 emitir su último juicio.»
de 1998, p. 9
Alonso Lujambio
presidente de la Comisión
de Fiscalización del IFE
Reforma, febrero 2
de 1998, p. 12
«...las dirigencias del partido
del sol azteca y del Partido del
Trabajo presentarán al Tribunal
«El Tribunal Electoral ratifiElectoral del Poder Judicial de có la resolución tomada por el
Enero - febrero de 1998
Consejo General del IFE para
que una comisión analice la
actuación de la Contraloría Interna del IFE, atribución que se
le resta al presidente, José
Woldenberg, a pesar de sus atribuciones de acuerdo al
COFIPE. En lo que se interpreta como las pugnas internas por
el poder en el IFE, con voto dividido de los magistrados del
Tribunal Electoral del Poder
Judicial de la Federación, desecharon el recurso de apelación
interpuesto por el PRI, para
impugnar la resolución del Consejo General del IFE, donde los
consejeros aprobaron la creación de esta Comisión de Vigilancia, aun cuando Woldenberg
se opuso.»
Excélsior, febrero 11
de 1998, p. 5 y 14
«El PRD propuso regresar a
la Cámara de Diputados la función de Colegio Electoral para
la calificación de la elección
presidencial, a fin de declarar
presidente de la República al
ciudadano o ‘ciudadana’ que
hubiera obtenido mayoría de
votos en la elección del año
2000...Para producir el dictamen, la Comisión de Gobernación se basará en los resultados consignados en las actas oficiales de cómputo y, en su caso,
en las resoluciones de su sala
central y regionales del Tribunal Federal Electoral recaídas en
los recursos de inconformidad
previstos en la ley en la
materia.»
La Afición, febrero 27
de 1998, p. 6
9
Reformas a la Constitución Política del Estado Libre
y Soberano de Chihuahua
José de Jesús GARCÉS YANOME
Profesor Investigador del CCJE, Monterrey
SUMARIO: I. Introducción. II. De los ciudadanos del Estado. III. Del poder público. IV. De las
elecciones.
V. De la organización del Congreso.
VI. De la formación de leyes y decretos. VII. Del
municipio libre. VIII. Artículos Transitorios. IX. Comentarios.
I.
Introducción
a elaboración del presente trabajo tiene como única finalidad dar a conocer los aspectos sustanciales del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política del Estado Libre y
Soberano de Chihuahua, relativos en su mayoría a la materia
político-electoral, publicado en el Periódico Oficial de la entidad
el día 3 de septiembre de 1997.
En primer término, se hace un análisis comparativo entre el
decreto de referencia y el texto constitucional anterior al mismo,
a fin de contar con un punto de referencia que nos permita
formar una opinión en cuanto a la trascendencia que dichas
reformas pueden constituir para la vida jurídico-electoral del Estado de Chihuahua.
Lo anterior resulta de especial interés si tomamos en cuenta
que en enero de 1997 dio inicio el proceso electoral en dicha
entidad, tendiente a la celebración de los comicios para elegir
gobernador del Estado y diputados al Congreso Local, así como
presidentes, regidores y síndicos en cada uno de los 67 municipios que conforman el Estado de Chihuahua.
Aunado a lo anterior, existe un aspecto sin precedente en la
vida política no sólo en el Estado de Chihuahua, sino en todo el
país, que se refiere al procedimiento de referéndum derogatorio
promovido por distintos grupos cívicos y partidos políticos de la
entidad que se han manifestado en contra de la reforma constitucional en materia electoral que nos ocupa.
Sobre este particular y toda vez que a la fecha no se ha
resuelto en forma definitiva dicho procedimiento, al final del
presente trabajo se harán algunas consideraciones respecto del
estado que guarda el trámite correspondiente.
Finalmente, para efecto de una mejor exposición en cuanto
a los alcances de la reforma que nos ocupa, se ha considerado
importante, en algunos casos, hacer referencia a diversas dispo-
10
siciones de la Constitución General de la República, del Código
Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales y particularmente de la recientemente reformada Ley Electoral del Estado de Chihuahua.
II. De los ciudadanos del Estado
En cuanto a los derechos de los ciudadanos chihuahuenses
previstos en el artículo 21 de la Constitución Política del Estado
de Chihuahua, la reforma en comentario adiciona lo relativo a
la participación de aquellos en los procesos de revocación del
mandato popular, el cual deberá promoverse ante el Instituto
Estatal Electoral, en contra de los funcionarios públicos electos
por votación popular, entendiéndose como tales el gobernador,
los diputados, los presidentes municipales, los regidores y los
síndicos, mediante solicitud suscrita cuando menos por el 10%
de los ciudadanos del Estado, municipio o distrito, según sea el
caso, y siempre que haya transcurrido cuando menos una tercera parte del período para el que fue electo dicho funcionario.
En este sentido, debe destacarse que a partir del Decreto por
el que se reforman diversas disposiciones de la Ley Electoral del
Estado de Chihuahua, publicado en el Periódico Oficial del Estado el 18 de octubre de 1997, se adiciona el Título Cuarto del
Libro Séptimo del referido ordenamiento, mediante el cual se
regula lo concerniente al procedimiento de revocación del mandato popular, los requisitos para su interposición, la autoridad
competente para resolver la solicitud respectiva, el proceso de
consulta y las consecuencias que se derivan del referido procedimiento.
Otro de los aspectos sustanciales de esta reforma es el relativo a que se prevé expresamente el derecho de los ciudadanos
chihuahuenses de iniciar leyes y decretos de conformidad con lo
dispuesto en la fracción V del artículo 68 de la propia
constitución.
Enero - febrero de 1998
Reformas a la Constitución Política del Estado de Chihuahua
III. Del poder público
A partir de la reforma que se comenta, el Artículo 27 de la carta fundamental del Estado de
Chihuahua,
regula de manera expresa el
derecho de los
partidos políticos
de recibir financiamiento público de
manera equitativa, a fin de que
«...cuenten durante los procesos electorales con apoyos para sus actividades tendientes a la obtención del sufragio universal».
Asimismo, a este respecto se establece también que:
«La ley establecerá los criterios para determinar los límites a las erogaciones de los partidos políticos en sus campañas electorales, así como los montos
máximos que tengan las aportaciones pecuniarias de sus simpatizantes y los procedimientos para el control y vigilancia del
origen y uso de todos los recursos con que cuenten; asimismo
establecerá las sanciones por el incumplimiento a las disposiciones que se expidan en estas materias.»
Lo anterior destaca uno de los aspectos esenciales de la reforma que se analiza, ya que se eleva a rango constitucional el
derecho de los partidos políticos de recibir financiamiento público para el sostenimiento de sus actividades ordinarias permanentes y de obtención de votos durante los procesos electorales,
situación que no se contemplaba en el texto constitucional anterior a la reforma.
IV. De las elecciones
Se modifican las denominaciones del Consejo Estatal de
Elecciones y del Tribunal Estatal de Elecciones por los de Instituto Estatal Electoral y Tribunal Estatal Electoral, respectivamente.
Enero - febrero de 1998
Por lo que se refiere al Instituto
Estatal Electoral, el artículo 36
de la constitución reformada dispone que dicho organismo se
encargará de la organización, dirección y vigilancia de las elecciones; gozará de autonomía en
su funcionamiento e independencia en sus decisiones y estará dotado de personalidad jurídica y patrimonio propios. Se compondrá de
un órgano central de mayor jerarquía denominado Asamblea General y de los correspondientes órganos
distritales (consejos) y municipales
(asambleas). Asimismo, en el ejercicio
de la función electoral, el referido instituto deberá garantizar como principios rectores los de legalidad, imparcialidad, objetividad, certeza e independencia.
La Asamblea General se integrará por un Consejero
Presidente y seis consejeros electorales, quienes gozarán
de voz y voto en la asamblea; un secretario general (con voz) y
un representante que cada partido político designe o su respectivo suplente (sólo con voz).
Ahora bien, por lo que hace al órgano jurisdiccional electoral
en dicha entidad, la reforma en estudio prevé una nueva integración respecto del número de sus integrantes. Es decir, el texto
constitucional anterior a la reforma contemplaba que el entonces Tribunal Estatal de Elecciones debía estar integrado por cinco magistrados numerarios y uno supernumerario; ordenando,
además, que dos de los primeros serían magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado, que éste designaría mediante insaculación de entre sus miembros.
A partir de la reforma que nos ocupa, se reduce a tres el
número de integrantes del Tribunal Estatal Electoral, mismos
que serán designados cada uno por el voto de por lo menos las
dos terceras partes de los diputados presentes, de entre los aspirantes que concurran a la convocatoria pública que expida el
11
Reformas a la Constitución Política del Estado de Chihuahua
propio Congreso o la diputación permanente. Asimismo, se reduce de ocho a cuatro años la duración del cargo, pudiendo ser
reelectos.
Por otra parte, se prevé expresamente que dicho tribunal gozará de autonomía en su funcionamiento e independencia en
sus decisiones, así como de patrimonio propio.
Es importante mencionar que a partir de esta reforma constitucional, se faculta al Instituto Estatal Electoral para tramitar
y conocer de los procedimientos de referéndum, plebiscito y revocación de mandato, prevista en el texto anterior a la misma
como atribución exclusiva del entonces Tribunal Estatal de Elecciones. En este sentido, la actual reforma constitucional otorga
al hoy Tribunal Estatal Electoral la atribución de conocer sobre
las impugnaciones que en materia electoral se interpongan en
contra de actos del propio instituto relativos a dichos procedimientos.
V. De la organización del Congreso
En cuanto a la integración del Congreso del Estado de
Chihuahua, cabe señalar que se aumenta de 18 a 22 el número
de diputados electos por el principio de mayoría relativa y se
reduce de 13 a 11 los de representación proporcional, haciendo
un total de 33 diputados por ambos principios.
Asimismo, se modifican los porcentajes máximos de representación para un solo partido político dentro del Congreso, en
términos de lo dispuesto en la legislación electoral federal, para
quedar de la siguiente manera:
«Art. 40.- ...
«...
«Ningún partido político podrá contar con más de 20 diputados por ambos principios. En ningún caso un partido político
podrá contar con un número de diputados por ambos principios
que representen un porcentaje del total del Congreso que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación estatal emitida.
Esta base no se aplicará al partido político que, por sus triunfos
en distritos uninominales, obtenga un porcentaje de curules del
total del Congreso, superior a la suma del porcentaje de su votación estatal emitida más el ocho por ciento.
«Si un partido político alcanzara las 22 diputaciones por
mayoría relativa, para poder adicionarse o reformarse la Constitución del Estado, se requerirá el voto de, cuando menos, 23
de los diputados.»
En este orden de ideas, es importante precisar que a partir de
las reformas a la Ley Electoral del Estado, se prevé en el Artículo 15 párrafo 2, que por votación estatal emitida se entenderá
«... el total de los votos depositados en las urnas para diputados
de mayoría relativa, menos los votos de candidatos no registrados, los votos nulos y los votos a favor de los partidos políticos
o coaliciones que no hayan alcanzado el dos por ciento de dicha votación». Es decir, a diferencia del texto anterior, para
obtener la votación estatal emitida deberán descontarse tam-
12
bién los votos obtenidos por los candidatos no registrados ante
el Instituto Estatal Electoral.
Ahora bien, uno de los aspectos sustanciales de la reforma
constitucional materia de estudio, consiste en que a raíz de
ella se adopta un sistema mixto de asignación de diputados
electos por el principio de representación proporcional, ya que
a cada partido político con derecho a ello se le asignará, alternada y sucesivamente, tantas curules como les corresponda,
utilizando en primer lugar el sistema de listas previamente registradas por cada partido político, las cuales deberán contener seis fórmulas de candidatos propietarios y suplentes, y en
segundo lugar, atendiendo a los más altos porcentajes de votación válida obtenida en su distrito por cada uno de los candidatos del mismo partido.
Cabe destacar que la reforma constitucional contempla
que dichas listas no podrán contener, entre propietarios y
suplentes, más de 70% de candidatos de un mismo género
(masculino y femenino). Esto es, se prevé como derecho de
los ciudadanos chihuahuenses la igualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres para obtener cargos de elección
popular.
Por otra parte, en cuanto a los requisitos que deben satisfacer los partidos políticos para tener derecho a la asignación de
diputados por el principio de representación proporcional, es de
subrayar que se aumenta de 12 a 14 el número de distritos
electorales en que los propios partidos deben tener postulados
candidatos de mayoría relativa. Asimismo, se incrementa de
1.5 a 2 del porcentaje de votación estatal válida emitida que se
requiere para tener derecho a dicha asignación.
Por lo que hace al procedimiento de distribución de diputados de representación proporcional, el párrafo séptimo del
referido artículo 40 de la Constitución local reformada establece lo siguiente:
«Las diputaciones de representación proporcional se distribuirán mediante rondas de asignación entre los partidos políticos con derecho a ello, atendiendo al orden decreciente del porcentaje de votación obtenido por cada uno de ellos de la votación estatal válida emitida. En una primera ronda, se asignará
una diputación a cada Partido Político que haya obtenido por
lo menos el 2% de la votación estatal válida emitida. Si aún
quedaren diputaciones por asignar, en una segunda ronda se
otorgará otra diputación a cada Partido que haya obtenido más
del 7% y hasta el 10% de la votación. Si aún quedaren diputaciones por asignar, en una tercera ronda se otorgará otra diputación a cada partido político que haya obtenido más del
10% y hasta el 20% de la votación. Si aún quedaren diputaciones por asignar, en una cuarta ronda se asignará otra diputación a cada partido que haya obtenido más del 20% de la votación. Si agotado este procedimiento, aún quedaren diputaciones por asignar, éstas se otorgarán por rondas de asignación, de
una en una y en orden decreciente del porcentaje de votación
obtenido por los partidos políticos hasta agotar su totalidad.»
Enero - febrero de 1998
Reformas a la Constitución Política del Estado de Chihuahua
Por último, es de resaltarse el hecho de que en el referido
precepto se otorgan facultades al Congreso del Estado para que
mediante el voto de por lo menos las dos terceras partes de los
diputados presentes, se apruebe la delimitación geográfica de
los distritos electorales uninominales.
VI. De la formación de leyes y decretos
El Artículo 73 de la constitución vigente reduce de cinco a
cuatro el porcentaje mínimo de ciudadanos del Estado, inscritos
en el padrón electoral, que pueden solicitar ante el Instituto
Estatal Electoral que sean sometidas a referéndum derogatorio
o abrogatorio las leyes que expida el Congreso del Estado, a
excepción de las de carácter tributario o fiscal.
VII. Del municipio libre
La reforma constitucional que nos ocupa incluye en la fracción primera del Artículo 126, la figura del síndico (que no se
contemplaba en la constitución anterior) como parte de los ayuntamientos encargados de la administración municipal. Dicho
funcionario deberá ser electo popular y directamente según el
principio de mayoría relativa y contará con funciones de inspección y vigilancia del patrimonio municipal. Las facultades y
obligaciones que le competen al síndico se encuentran debidamente reguladas en el Artículo 36 Bis del Código Municipal
para el Estado de Chihuahua, recientemente adicionado de
acuerdo al Artículo Segundo del Decreto número 618/97 VII
P.E., publicado en el Periódico Oficial del Estado el 18 de octubre de 1997.
VIII. Artículos transitorios
El artículo primero transitorio del decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Constitución Política del Estado de Chihuahua, dispone que el mismo
entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Periódico Oficial del Estado.
Por otra parte, en el Artículo Segundo Transitorio establece
que: «El Congreso expedirá la Ley a que el presente Decreto se
refiere o hará las adecuaciones en las disposiciones legales vigentes, observando el plazo que regula el Artículo 105, fracción
II, de la Constitución Federal, y con el propósito de que se apliquen durante el proceso electoral de 1998».
Consideramos pertinente recordar que el párrafo Cuarto del
citado precepto constitucional se refiere a que: «Las leyes electorales federales y locales deberán promulgarse y publicarse por
lo menos noventa días antes de que inicie el proceso electoral
en que vayan a aplicarse, y durante el mismo no podrá haber
modificaciones legales fundamentales».
Esto reviste especial importancia toda vez que, como veremos más adelante, en caso de ser aprobada la solicitud de
Enero - febrero de 1998
referéndum derogatorio interpuesto ante el Tribunal Estatal
Electoral en contra de las reformas a la Constitución del Estado, las modificaciones a la Ley Electoral del Estado de
Chihuahua podrían no ser aplicables para el proceso electoral
de 1998, ya que éstas fueron publicadas el 18 de octubre de
1997, es decir, con menos de noventa días antes del inicio del
proceso electoral.
IX. Comentarios
Como ya se adelantó, el pasado mes de octubre de 1997 se
presentó ante el entonces Tribunal Estatal de Elecciones la solicitud de referéndum derogatorio respecto del decreto de reformas a la Constitución Política del Estado de Chihuahua, a fin
de someter a consulta pública la aprobación o desaprobación
de las mismas.
Dentro del plazo previsto por la ley, dicho órgano jurisdiccional puso a consideración del Pleno del Tribunal el proyecto de
resolución correspondiente, en el sentido de decretar la improcedencia de la solicitud de referéndum, logrando una votación
de cuatro votos a favor y una abstención.
Una vez notificada la resolución, con fundamento en lo dispuesto en el Artículo 219 párrafo 4 de la Ley Electoral vigente,
se promovió recurso de reconsideración en contra de la sentencia emitida por el propio tribunal, mismo que a la fecha se
encuentra pendiente de resolución debido a que los magistrados
de este organismo acordaron diferir la resolución de dicho
recurso.
Como se puede observar, la importancia de que se resuelva
dicho recurso a la brevedad radica en el hecho de que sean o
no aplicables las reformas constitucionales y legales durante el
proceso electoral que dio inicio el pasado mes de enero de
1998.
A este respecto, resulta conveniente señalar que dentro de las
reformas a la Ley Electoral del Estado, el Congreso Local aprobó la modificación de la fecha de inicio del proceso electoral
previsto para la primera quincena del mes de enero del año de
la elección. Lo anterior, a fin de salvar el plazo que dispone el
párrafo cuarto del Artículo 105 de la Constitución Federal y por
consiguiente sean aplicables dichas reformas, una vez que sean
confirmadas, durante el proceso electoral de 1998. En tal virtud, se estableció como plazo para el inicio del mismo la segunda quincena del propio mes de enero.
Por último, cabe mencionar que en días pasados se hizo la
designación de los nuevos integrantes del Instituto Estatal Electoral y del Tribunal Estatal Electoral, sin que se hiciera referencia alguna de la resolución del recurso de reconsideración
pendiente.
13
eseña
Sistemas electorales
y gobierno representativo1
Vallès Casadevall Josep M.,
Bosch Guardella Agustí
a obra reseñada nace en
el seno de la facultad de
Ciencias Políticas y Sociología y del Departamento de
Ciencia de Política y Derecho Público de la Universitat Autònoma
de Barcelona,2 tiene como fuente
de inspiración el libro Introducción a los Sistemas Electorales, 3
obra destacada que acompañó a
la transición democrática vivida
en España (1975-1978), y que
aportó importante información a
los debates académicos y políticos celebrados en la comunidad
académica internacional.
Consecuentemente, esta obra
se nutre y toma gran parte de lo
publicado en el libro antes citado, y se actualiza con datos e información que exponen de manera sistematizada los diferentes
elementos que integran hoy en
día los sistemas electorales.
Este estudio, dividido en su desarrollo por cinco capítulos, muestra pormenorizadamente y de
manera comparada cómo se manifiestan las preferencias políticas
de los ciudadanos en España,
Gran Bretaña, Irlanda, Australia,
1 Vallès Casadevall, Josep M.,
Bosch Guardella Agustí, Sistemas
electorales y gobierno representativo,
Ariel, S.A., Barcelona, España, 1997.
270 pp.
2 Nombre original de la institución
en catalán.
3 Se trata del texto de Carreras, F.
de Valles, J. M., Las elecciones. Introducción a los sistemas electorales,
Barcelona, Editorial Blume, 1977. Se
reproducen en la obra reseñada algunas de sus páginas, con la autorización del profesor Carreras.
14
Francia, Alemania, Dinamarca,
Países Bajos, Estados Unidos y
Canadá. Es menester, por tanto,
referirnos en esta reseña a las partes sustanciales de los capítulos
que la componen.
En su primer capítulo «Democracia, elecciones y sistema electoral» se estudian los sistemas
electorales idóneos para dar lugar a elecciones competitivas. En
una búsqueda por encontrar
comicios libres, instrumentados
por las características legales y
socioeconómicas que tiendan a
garantizar la seguridad, libertad e
igualdad de todos los actores electorales, por medio del derecho
universal al sufragio, la libertad de
asociación para presentar candidatos, la igualdad tendencial de
oportunidades de los candidatos
para el acceso a los medios de
información y publicidad; la neutralidad del gobierno en la organización del proceso electoral, la
aplicación de las reglas
preestablecidas para adjudicar los
escaños entre los candidatos y la
existencia de una instancia independiente para dirimir los conflictos suscitados por la aplicación de
las normas electorales.
Desprendiéndose de los valores antes citados encontramos los
de liberalismo, democracia y proceso electoral, que se observan
en los países citados, demostrándose que actualmente las elecciones constituyen un mecanismo de
designación de los titulares del
poder que va asociado a los conceptos de representación, gobierno y legitimación.
En el capítulo segundo: «El sistema electoral y sus elementos
(I): la expresión de las preferencias individuales y sus garantías»
se conceptualiza a las elecciones
como los instrumentos de las preferencias electorales de los ciudadanos, debido a la reivindicación
democrática de los gobiernos populares, siempre con la participación activa de los electores, a través de los baluartes de la democracia que son los partidos políticos, por lo que la capacidad de
éstos debe responder a las necesidades mismas del electorado,
puesto que estas preferencias son
las que determinan el resultado
del proceso electoral al emitirse
el sufragio.
El tercer capítulo «El sistema
electoral y sus elementos (II): la
conversión de las preferencias
electorales en designación de titulares de poder», se presentan
los elementos constitutivos del
sistema electoral, relacionados
con el proceso de transformar las
preferencias de los electores en
designación colectiva de los titulares del poder, a través del estudio de los siguientes elementos:
distrito o circunscripción; fórmula electoral como el factor que ha
permitido adjetivar a los diferentes sistemas electorales, que reciben la denominación de mayoritarios o proporcionales; barrera
mínima; como requisito legal de
los partidos políticos para participar en la distribución de escaños,
partidos o candidaturas al reunir
un apoyo electoral mínimo, y, por
último, la modalidad de voto intrínseco al analizar su relación con
las fórmulas electorales.
El cuarto capítulo se refiere al
«Sistema electoral como variable
independiente: sus consecuencias políticas». Este análisis muestra que son decisivos para la acción legitimadora de las eleccio-
nes los componentes del sistema
relacionado con las garantías de
libertad e igualdad que deben
rodear la emisión del voto. Se
confirma, por tanto, que la relación sistemas electorales-legitimidad requiere presentar un trato
detallado por los especialistas en
la materia.
El capítulo quinto «Sistema
electoral como variable dependiente», se refiere a la clasificación
y evolución de los sistemas electorales, y expone estudios comparativos de países europeos y
americanos, mismos que denotan
que el componente legal o normativo de un sistema electoral se
complementa con otros elementos de la realidad sociopolítica de
cada país, aunado a factores
institucionales y de su cultura
política que finalmente marcan al
sistema electoral no sólo como el
fruto de una serie de actos legislativos, disposiciones legales o
normativas —que a su vez derivan de la conjunción de factores
políticos—, sino que el sistema
electoral de un país determinado
es, por tanto, la consecuencia de
un proceso de decantación histórica, en lo social y en lo político.
Cabe destacar que dentro de
este capítulo, los autores realizan
de forma esquemática el análisis
funcional de los sistemas electorales que permiten una mejor visualización al lector. En general,
el contenido de la obra reseñada
se circunscribe a este método de
uso comparativo.
Por lo anteriormente expresado recomendamos ampliamente
la lectura de esta obra a los especialistas y, en general, a todo lector interesado en estos temas.
Alejandra LOERA OCHOA
Profesora Investigadora
del CCJE
Enero - febrero de 1998
Jurisprudencia Electoral
ERROR EN LA COMPUTACIÓN DE LOS VOTOS. EL
HECHO DE QUE DETERMINADOS RUBROS DEL ACTA
DE ESCRUTINIO Y CÓMPUTO APAREZCAN EN BLANCO O ILEGIBLES, O EL NÚMERO CONSIGNADO EN UN
APARTADO NO COINCIDA
CON OTROS DE SIMILAR
NATURALEZA, NO ES CAUSA SUFICIENTE PARA ANULAR LA VOTACIÓN. Al advertir el órgano jurisdiccional en las
actas de escrutinio y cómputo la
existencia de datos en blanco,
ilegibles o discordancia entre apartados que deberían consignar las
mismas cantidades, en aras de
privilegiar la recepción de la votación emitida y la conservación
de los actos de las autoridades
electorales válidamente celebrados, se imponen las siguientes
soluciones: a) En principio, cabe
revisar el contenido de las demás
actas y documentación que obra
en el expediente, a fin de obtener
o subsanar el dato faltante o ilegible, o bien, si del análisis que se
realice de los datos obtenidos se
deduce que no existe error o que
él no es determinante para el resultado de la votación, en razón
de que determinados rubros,
como son «TOTAL DE CIUDADANOS QUE VOTARON CONFORME A LA LISTA NOMINAL», «TOTAL DE BOLETAS EXTRAÍDAS
DE LA URNA» y «VOTACIÓN
EMITIDA Y DEPOSITADA EN LA
URNA», están estrechamente vinculados, debiendo existir congruencia y racionalidad entre
ellos, porque en condiciones normales el número de electores que
acuden a sufragar en determinada casilla debe ser la misma canEnero - febrero de 1998
tidad de votos que aparezcan en
ella; por tanto, las variables mencionadas deben tener un valor
idéntico o equivalente. Por ejemplo: si el apartado «TOTAL DE
CIUDADANOS QUE VOTARON
CONFORME A LA LISTA NOMINAL» aparece en blanco o es ilegible, él puede ser subsanado
con el total de boletas extraídas
de la urna o votación total emitida (ésta concebida como la suma
de la votación obtenida por los
partidos políticos y de los votos
nulos, incluidos, en su caso, los
votos de los candidatos no registrados), entre otros, y si de su
comparación no se aprecian errores o éstos no son determinantes
debe conservarse la validez de la
votación recibida; b) Sin embargo, en determinados casos lo precisado en el inciso anterior en sí
mismo no es criterio suficiente
para concluir que no existe error
en los correspondientes escrutinios y cómputos, en razón de que,
a fin de determinar que no hubo
irregularidades en los votos depositados en las urnas, resulta
necesario relacionar los rubros de
«TOTAL DE CIUDADANOS QUE
VOTARON CONFORME A LA
LISTA NOMINAL», «TOTAL DE
BOLETAS EXTRAÍDAS DE LA
URNA», «VOTACIÓN EMITIDA Y
DEPOSITADA EN LA URNA»,
según corresponda, con el de
«NÚMERO DE BOLETAS SOBRANTES», para confrontar su
resultado final con el número de
boletas entregadas y, consecuentemente, concluir si se acredita
que el error sea determinante
para el resultado de la votación.
Ello es así, porque la simple omisión del llenado de un apartado
del acta del escrutinio y cómputo,
no obstante de que constituye un
indicio, no es prueba suficiente
para acreditar fehacientemente los
extremos del supuesto contenido
en el artículo 75, párrafo 1, inciso
f), de la Ley General del Sistema
de Medios de Impugnación en
Materia Electoral; c) Por las razones señaladas en el inciso a), en
el acta de escrutinio y cómputo
los rubros de total de ciudadanos
que votaron conforme a la lista
nominal, total de boletas extraídas de la urna y votación emitida
y depositada en la urna, deben
consignar valores idénticos o
equivalentes, por lo que, al plasmarse en uno de ellos una cantidad de cero o inmensamente inferior a los valores consignados u
obtenidos en los otros dos apartados, sin que medie ninguna explicación racional, el dato no congruente debe estimarse que no
deriva propiamente de un error
en el cómputo de los votos, sino
como un error involuntario e independiente de aquél, que no
afecta la validez de la votación
recibida, teniendo como consecuencia la simple rectificación del
dato. Máxime cuando se aprecia
una identidad entre las demás variables, o bien, la diferencia entre
ellas no es determinante para actualizar los extremos de la causal
prevista en el artículo mencionado. Inclusive, el criterio anterior
se puede reforzar llevando a cabo
la diligencia para mejor proveer,
en los términos del inciso siguiente; d) Cuando de las constancias
que obren en autos no sea posible conocer los valores de los
datos faltantes o controvertidos,
es conveniente acudir, mediante
diligencia para mejor proveer y
siempre que los plazos electora-
les lo permitan, a las fuentes originales de donde se obtuvieron
las cifras correspondientes, con la
finalidad de que la impartición de
justicia electoral tome en cuenta
los mayores elementos para conocer la verdad material, ya que,
como órgano jurisdiccional garante de los principios de constitucionalidad y legalidad, ante el
cuestionamiento de irregularidades derivadas de la omisión de
asentamiento de un dato o de la
discrepancia entre los valores de
diversos apartados, debe determinarse indubitablemente si existen
o no las irregularidades invocadas. Por ejemplo: si la controversia es respecto al rubro «TOTAL
DE CIUDADANOS QUE VOTARON CONFORME A LA LISTA
NOMINAL» debe requerirse las
listas nominales de electores correspondientes utilizadas el día de
la jornada electoral, en que conste el número de electores que sufragaron, o bien, si el dato alude
a los votos extraídos de la urna,
puede ordenarse el recuento de
la votación en las casillas conducentes, entre otros supuestos.
Recurso de reconsideración. SUPREC-012/97 y acumulado. Partido
de la Revolución Democrática y Partido Revolucionario Institucional. 16
de agosto de 1997. Unanimidad de
votos.
Ponente: José Luis de la Peza.
Recurso de reconsideración. SUPREC-059/97. Partido de la Revolución Democrática. 19 de agosto de
1997. Unanimidad de votos
Ponente: José Luis de la Peza.
Recurso de reconsideración. SUPREC-065/97. Partido de la Revolución Democrática. 19 de agosto de
1997. Unanimidad de votos.
Ponente: José Luis de la Peza.
TESIS DE JURISPRUDENCIA J.
8/97. Tercera Época. Sala Superior.
Materia Electoral. Aprobada por
unanimidad de votos.
15
stadística electoral
ELECCIONES LOCALES 1998
CANDIDATOS A LAS GUBERNATURAS
(PRINCIPALES PARTIDOS)
Unidad de Investigación y Análisis
de la Coordinación de Comunicación Social
ESTADOS
PARTIDOS
PRI
PAN
PRD
PT
AGUASCALIENTES
Héctor Hugo Olivares
Ventura, senador
Felipe González,
empresario
(aún sin designar)
(aún sin designar)
CHIHUAHUA
Patricio Martínez,
diputado federal
Ramón Galindo,
presidente municipal
de Ciudad Juárez
Esther Orozco,
candidata externa
(aún sin designar)
DURANGO
Ángel Sergio Guerrero
Mier, diputado federal
Rosario Castro
Lozada, alcaldesa
del municipio
de Lerdo
Máximo Gámiz,
candidato externo,
expriísta
Alejandro González
Yáñez, diputado
federal
OAXACA
José Murat, senador
Pablo Arnaud
Carreño
Héctor Sánchez
López, senador
(aún sin designar)
VERACRUZ
Miguel Alemán, senador
Luis Pazos,
economista, articulista
(aún sin designar)
(aún sin designar)
ZACATECAS
Marco Antonio Olvera,
diputado federal
Florencio Quezada
Pérez, empresario
Ricardo Monreal,
candidato externo
José Narro Céspedes,
diputado local, D.F.
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del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, se distribuye bimestral y
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