Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial INTEGRACIÓN SENSORIAL 1. INTRODUCCIÓN La integración sensorial se define como el acto de organizar las sensaciones para su uso. Es un proceso inconsciente del cerebro y organiza la información que detectan los sentidos. Da significado a las experiencias clasificando toda la información y seleccionando lo importante. Nos permite actuar o responder a la situación que experimentamos de un modo significativo esto se conoce como respuesta adaptativa. Por último, forma la base del aprendizaje académico y de la conducta social I. Puntos clave de la integración sensorial. - Dirigir el tráfico: Para que la integración que haga nuestro cerebro de las sensaciones sea eficaz, dicho cerebro ha de organizar las sensaciones con el fin de que la persona sea capaz de moverse y aprender a comportarse de manera productiva. El cerebro tiene la función de localizar, clasificar y ordenar sensaciones entre otras funciones. Cuando afortunadamente las sensaciones fluyen ordenadamente el cerebro las usa para crear percepciones, comportamientos y aprendizaje. - Alimentar el cerebro: En cuanto a la integración sensorial cabe destacar que es el proceso sensorial más importante. Así que las sensaciones proporciona el conocimiento suficiente para guiar el cuerpo y la mente pero sin los procesos sensoriales correctamente organizados las sensaciones no se integran y no alimentan el cerebro. - Encajar piezas para completar el rompecabezas: Todas las sensaciones que proceden de un objeto y todas las sensaciones provenientes de los dedos y manos se concentran en un punto determinado del cerebro y esta integración es que lo facilita a dicho órgano experimentar ese objeto como un todo y usar las manos y dedos para manipularlo. - Integración sensorial en la vida: Esta comienza en el útero materno cuando el cerebro del feto siente los movimientos de su progenitora. En el primer año el bebé crea mucha integración sensorial para ser capaz de gatear y estar en bipedestación. El juego en el niño es muy importante en su proceso ya que favorece a la organización de sensaciones del cuerpo, de gravedad, de todo lo que ve y oye. La lectura obliga la existencia de una alta dificultad en la integración de las sensaciones que provienen de: músculos oculares, ojos, del cuello y de órganos sensoriales del oído interno. Como dato curioso podemos decir que la mayoría de la población tiene un nivel de integración medio. Aunque los niños nacen con esta capacidad deben desarrollarla mediante el contacto e interactuación con estímulos procedentes del mundo y con la adaptación de su cuerpo y mente a los grandes obstáculos físicos durante la infancia. Finalmente el mayor potencial de la integración sensorial ocurre durante las respuestas adaptativas. 1 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial - Respuestas adaptativas: son respuestas con un objetivo determinado y son significativas a una experiencia sensorial. Por ejemplo la acción de alcanzar algo es una respuesta adaptativa .En dichas respuestas se domina un reto y se aprende algo nuevo. Cuando se genera dichas respuestas el cerebro es ayudado a desarrollarse y organizarse. Mediante el desarrollo de la integración sensorial hace más fácil la organización y adquisición de habilidades más complejas. - Una máquina de procesar sensaciones: hasta los 7 años el cerebro del niño es una máquina para procesar sensaciones, ya que siente cosas y gana significados a través de las vías sensoriales. Las respuestas de adaptación del niño son más motoras que cognitivas. Durante el crecimiento del niño las funciones mentales y sociales del cerebro están arraigadas en los procesos sensomotores. Si estos se organizan bien en los primeros 7b años el niño estará más capacitado para aprender destrezas mentales y sociales. - Divertirse: Cuando la capacidad de integración sensorial del cerebro es lo suficientemente sólida para atender las demandas del entorno, la respuesta del niño es eficiente. Organizar sensaciones ofrece mucha satisfacción pero más placer da responder a esas sensaciones con respuestas adaptativas cada vez más maduras. El ser humano está diseñado para disfrutar de las cosas que promueven el desarrollo de su cerebro y por eso su naturaleza le empuja a buscar sensaciones que le ayuden a organizar su cerebro. II. Déficit de la integración sensorial. Esta deficiencia aparece cuando el cerebro no es capaz de integrar bien las sensaciones y esto afecta a muchas actividades de la vida diaria. Entonces el niño que lo padece tiene que realizar más esfuerzo que los demás y enfrentarse a más complejidades en su vida, pero desgraciadamente los resultados suelen tener menos garantía de éxito. Algunos de los que lo padecen tienen una apariencia normal en varios sentidos por ejemplo hay muchos que tienen un cociente intelectual igual o superior a la media, sin embargo otros tienen diagnósticos médicos no asociados a la integración sensorial y pueden mostrar problemas que trascienden las propias de esta clase de disfunciones. Evaluación. Hoy en día no existe un método capaz de medir los trastornos del cerebro en el mismo momento en que se producen. El déficit sensorial no es igual que los demás problemas médicos ya que es muy difícil medirlo porque habría que separar los problemas del organismo y ello obliga a vigilar el juego del niño, ver cómo se desarrollan en situaciones cotidianas, realizarle pruebas e intentar ver cómo funciona su cerebro. Síntomas. Existen dos tipos de situaciones en los niños: a) niños que en sus inicios destacaban por un cierto déficit en determinadas actividades vitales como: no gatear, no darse la vuelta, problemas con el atado de cordones, montar en bicicleta; b) hay otros niños que a simple vista no se aprecia que tengan este déficit. 2 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Ante todo, los niños que lo padecen, sus nervios y músculos funcionan perfectamente mientras que el cerebro es el que se ve obstaculizado para efectuar asociaciones necesarias. Otro problema común es cierta demora en el desarrollo del lenguaje. También es cierto que cualquier tarea por mínima que sea para él siempre va a ser compleja y que la eficiencia y el resultado son peores. Actualmente gran parte de los niños que sufren hiperactividad es consecuencia de un proceso incorrecto de la integración sensorial. Problemas en la escuela. Los niños con este déficit suelen presentar algunas dificultades en el entorno escolar como las que se exponen a continuación: Problemas en lectura, escritura y aritmética. Dificultad para las relaciones con otros niños. Para el niño es un estrés el estar en el colegio ya que tiene que hacer mucho más esfuerzo que sus compañeros para lograr lo mismo que ellos. Obstáculos en varias tareas como: sostener las tijeras con una mano, no romper la mina de un lápiz, pasar de una actividad a otra etc. Trabas para competir en deportes, prestar atención a la docente o recordar ordenes de dos cosas que se deben realizar simultáneamente. Mayor distracción con cualquier estímulo ya que su cerebro se sobreestímula y su funcionamiento se altera dando la respuesta con una excesiva actividad. Dicha hiperactividad no es voluntaria ya que es una reacción compulsiva a las sensaciones que el niño es incapaz de anular o de organizar. Esto hace que concentrarse sea una misión imposible. Incapacidad para explicar lo que le pasa y tampoco entiende lo que le pasa. Todas estas dificultades se resumen en: Hipersensibilidad al tacto, movimiento, luces o sonidos Esta hipersensibilidad puede ser manifestada en comportamientos tales como irritabilidad o retirada cuando se le toca, evitar ciertas texturas de ropas o de comidas, distracción, o reacciones de miedo al movimiento en actividades ordinarias, como las actividades típicas de los juegos en los recreos. Hipo reactividad a la estimulación sensorial En contraste con los niños hipersensibles, un niño hipo reactivo puede buscar experiencias sensoriales intensas, por ejemplo dar vueltas sobre sí mismo o chocar adrede con los objetos. Algunos niños fluctúan entre los dos extremos de hiper o hipo reactivos. Nivel de actividad inusualmente alto o bajo El niño puede estar en movimiento constantemente o, puede ser lento en activarse y fatigarse fácilmente. De nuevo, algunos niños pueden fluctuar de un extremo a otro. 3 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Problemas de coordinación Los problemas de coordinación se pueden ver en actividades motoras gruesas o finas. Algunos niños pueden tener un equilibrio pobre, mientras que otros tienen gran dificultad en aprender a realizar nuevas tareas que requieren coordinación motora. Retraso en el habla, lenguaje, habilidades motoras o rendimiento académico Estos signos pueden ser evidentes, ya en preescolar como signos de una integración sensorial deficitaria. En la edad escolar, puede haber problemas en algunas áreas académicas a pesar de una inteligencia normal. Pobre organización del comportamiento Los niños pueden ser impulsivos o de fácil distracción y mostrar falta de planeación al abordar las tareas. Algunos niños tienen dificultad al ajustarse a una nueva situación. Otros pueden reaccionar con frustración, agresión, o huir o rechazar cuando se dan cuenta de que fracasan. Pobre autoestima A veces, un niño que experimenta los problemas que acabamos de mencionar, no se siente bastante bien. Un niño listo con estos problemas puede saber que algunas tareas son más difíciles para él que para otros niños, pero puede no saber por qué esto es así. Este niño puede parecer perezoso, aburrido, o desmotivado. Algunos niños pronto encuentran maneras de evitar esas tareas que son duras o embarazosas. Cuando esto ocurre se suele considerar al niño como problemático o testarudo. Cuando un problema es difícil o incomprensible, padres e hijos pueden sentirse, ambos, culpables. La tensión familiar, el pobre autoconcepto, y en general el sentimiento de desesperanza prevalece. Típicamente, un niño con desorden en integración sensorial presentará más de uno de estos signos. Después de unos años el niño ya va tomando conciencia de su déficit ya que aprecia que es distinto de los demás, entonces es primordial que los padres le muestren todo el apoyo posible mediante sensaciones y respuestas adaptativas y de este modo el niño refuerza su autoestima. III. Evolución de la integración sensorial: desde 1ª infancia a 2ª infancia. El desarrollo de la integración sensorial empezaría durante la vida fetal para llegar a la madurez alrededor de los 10 ó 12 años. Después, la integración sensorial sigue perfeccionándose durante toda la vida. En el primer nivel de desarrollo, las experiencias táctiles, vestibulares y propioceptivas ejercerían una influencia fundamental en el desarrollo del control de los movimientos del cuerpo. En el segundo nivel, el niño desarrolla habilidades más refinadas. Gracias al desarrollo de su imagen corporal, el niño mejora la planificación de sus movimientos. Una buena integración de las distintas informaciones sensoriales permitiría al niño adquirir una mejor estabilidad emocional con una mejor capacidad de atención. 4 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial En el tercer nivel de desarrollo de la integración sensorial, la actividad con una meta determinada adquiere cada vez más importancia. Todo lo que hace el niño tiene un principio, un desarrollo y un fin, y no pierde de vista su objetivo. Los sistemas, visual, vestibular y propioceptivo colaboran para permitir la coordinación ojo-mano. Los anteriores niveles de integración servirían de cimientos al desarrollo de la percepción de la forma y del espacio. La percepción visual nos permite interpretar lo que vemos, mientras que la visión es sencillamente el reconocimiento de lo que vemos. La estimulación vestibular sería necesaria para el buen desarrollo de la percepción en profundidad, mientras que los sistemas táctiles y propioceptivo estarían más relacionados con las actividades de manipulación de objetos. Finalmente, el cuarto nivel es el resultado de un buen desarrollo de la integración sensorial en los anteriores niveles. La integración de numerosas informaciones sensoriales es necesaria para el desarrollo de un buen razonamiento abstracto. Un buen concepto de uno mismo, el autocontrol y la confianza en uno mismo proceden del sentimiento de que el cuerpo propio es un ser sensorial-motor competente y capaz de responder a las demandas ambientales. El desarrollo de una buena integración sensorial permite al niño funcionar bien tanto académicamente como socialmente. 2. BASES FISIOLÓGICAS DE LA INTEGRACIÓN SENSORIAL IV. El sistema nervioso: La neurona: Es la unidad básica del sistema nervioso. El flujo de impulsos eléctricos que fluye por esta complicada red neuronal es el que da como resultado el aprendizaje y el comportamiento. Los tractos y núcleos nerviosos: Muchas neuronas se presentan formando conjuntos de haces de fibras llamados tractos nerviosos. La mayoría conduce un solo tipo de impulsos sensoriales o respuestas motrices por el sistema nervioso, aunque también hay algunos que transportan varios tipos a la vez. Los tractos nerviosos se ordenan para evitar que la información se confunda. El resultado es que hay tractos para las sensaciones de la vista, del sonido, olores, etc. Los núcleos son agrupaciones de neuronas que actúan como “centros de producción” de los procesos sensoriales o motores recogiendo las señales sensoriales, ordenándolas y depurando la información para conectar unos datos con otros dentro del sistema nervioso. La médula espinal: Está formada por multitud de tractos nerviosos. Unos transmiten la información sensorial hasta el cerebro y otros conducen los mensajes motrices hasta los nervios. Estos últimos son los que se encargan de llevarlos finalmente a los músculos y los órganos. 5 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El tronco encefálico: En su interior continúan los tractos sensoriales de la médula espinal y se aglomera un alto número de núcleos nerviosos muy importantes y complejos. En el tronco encefálico se funden y convierten las sensaciones en experiencias. Los núcleos vestibulares y el cerebelo: El tronco encefálico aloja otro conjunto de núcleos extremadamente complejos encargados de procesar las sensaciones que reciben de los receptores de gravedad y movimiento del oído interno y de transmitirlas al cuerpo para que adopte una postura derecha, mantenga el equilibrio y muchas otras funciones automáticas. Estos núcleos también procesan una gran cantidad de información de todos los demás sentidos, especialmente de los que emiten las articulaciones y los músculos. Los hemisferios cerebrales: Los hemisferios son los protagonistas de la etapa más compleja de organización de impulsos sensoriales, que incluye el procesamiento que da significado preciso y detallado a las sensaciones. También incluyen zonas implicadas en la planificación y realización de acciones con el cuerpo, además de un conjunto de estructuras neuronales llamado sistema límbico que participa en los comportamientos que tienen una base emocional. La corteza cerebral: La corteza cerebral está altamente especializada, hay una zona para las percepciones visuales, otra para la interpretación de los sonidos del entorno, otro para entender los signos lingüísticos, zonas muy amplias para la interpretación de las sensaciones corporales y varias para el control voluntario de los movimientos corporales y de los ojos. El papel de la corteza cerebral sea especialmente importante en acciones como tocar cosas, dirigir movimientos precisos y complejos con las manos. Cada zona cortical se especializa en la interpretación específica de los datos que recibe de un sentido, pero toma también datos de otros sentidos. La corteza cerebral da continuidad al proceso de integración de todos los tipos de sensaciones para formar asociaciones correspondientes. Lateralización: Hay ciertas funciones que se especializan solo en un hemisferio, y esto es lo que se conoce como lateralización. Cada hemisferio se especializa en funciones distintas. En las personas diestras, el hemisferio izquierdo dirige mejor las destrezas de motricidad fina como la escritura y es el responsable de producir el lenguaje, mientras que el derecho trata más con las relaciones espaciales que median entre las sensaciones visuales y táctiles. En el caso de funciones más complejas, es necesaria la participación de ambos hemisferios y que ambos trabajen de forma coordinada. 6 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial V. Cómo procesa la información el cerebro: La sinapsis: Los cambios en la conductividad de la sinapsis constituyen las bases del aprendizaje, incluido el que se realiza estudiando en el colegio y desempeñando un puesto de trabajo. Para producir una percepción o un comportamiento adecuados, los impulsos deben seguir la ruta correcta. Si la estimulación sensorial no produce una percepción o un comportamiento apropiado. Facilitación e inhibición: Hay partes del cerebro que emiten unos mensajes que ayudan o facilitan que otros mensajes puedan cruzar sinapsis concretas. Son los llamados mensajes facilitadores o estimulantes. Por el contrario, hay otras partes que envían mensajes que obstruyen o inhiben el flujo de información por la sinapsis. La combinación de mensajes facilitadores en inhibidores produce modulación, definida como el proceso que emplea el sistema nervioso para autoorganizarse. El sistema nervioso se modula a sí mismo incrementando la carga energética de unos mensajes y reduciendo la de otros. La facilitación y la inhibición son pilares muy importantes de la integración sensorial. La modulación de sensaciones es una capacidad que el niño pequeño necesita adquirir para que más adelante en su vida pueda manejar los estímulos sensoriales con la máxima eficiencia. Las conexiones se desarrollan progresivamente a los largo de la infancia. Las neuronas necesitan estimularse para establecer conexiones. Para que un sistema sensorial madure debe estar expuesto a las fuerzas que activan sus receptores. El crecimiento de nuevas conexiones genera nuevas oportunidades de comunicación neuronal. Cada contacto añade elementos nuevos a las percepciones sensoriales y a las capacidades motrices del niño. La estimulación sensorial y la actividad motriz durante los años de la primera infancia modelan las neuronas y las conexiones que integran los procesos sensoriales y motores que permanecerán estables el resto de la vida, y dado que aún hay espacio para constituir nuevos puentes, en niños muy flexible en sus percepciones y comportamientos y aprender rápido y fácilmente. VI. La importancia de las sensaciones Las sensaciones que nos informan de lo que sucede en el exterior del organismo (exteroceptores): o La visión: el funcionamiento correcto todos los niveles del cerebro y la integración de múltiples tipos de sensaciones con los datos visuales son imprescindibles para dar significado el entorno. 7 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial o El sonido: las señales auditivas bajan a otras zonas del tronco encefálico y el cerebro para combinarse con otras sensaciones y mensajes motrices. La información auditiva, fundida con otros datos sensoriales, se trasmite luego a varias zonas de los hemisferios cerebrales. o Los sabores: La lengua ofrece información sobre la composición química de las partículas con las que entra en contacto. A cuatro sensaciones gustativas: dulce, amargo, ácido y salado. Y todas son vitales para disfrutar de la comida y para mantener alejados sustancias potencialmente dañinas para nuestro cuerpo. Los olores: El parto su sentido único porque se procesa directamente a través del sistema límbico y no se desplaza por los canales típicos del tronco encefálico. El olor o crea recuerdos y asociaciones que influyen algunas de nuestras decisiones y preferencias. Sentido del tacto: La piel tiene muchas clases de receptores para captar las sensaciones del tacto, la presión, la textura, el calor o frío, el dolor y el movimiento del vello que la recubre. Los núcleos del tronco encefálico que procesan los datos táctiles nos informan sea algo toca la piel y si ese algo causa dolor, frío, calor, humedad o nos hace daño. El tacto es el primer sistema sensorial que se desarrollan el seno materno y que es capaz de funcionar eficientemente cuando los sistemas visual y auditivo están empezando a desarrollarse. Las sensaciones que nos informan del lugar que ocupa nuestro cuerpo en el espacio y de su movimiento (Propioceptores): Posición en movimiento (sentido propioceptivo): Las sensaciones propioceptiva suben por la médula espinal hasta el tronco encefálico y el cerebro, y parte de ellas alcanzan los hemisferios cerebrales. La propiocepción nos ayuda movernos. Gravedad, movimiento de la cabeza y el equilibrio (sentido vestibular): El laberinto contiene, por un lado, los receptores auditivos y, por otro, los dos tipos de receptores vestibulares. El primer tipo de receptores responden a fuerza de la gravedad. Estos receptores están compuestos por un conjunto de cristales de carbonato cálcico adosados a neuronas finas como pelos. La gravedad tira de estos cristales hacia abajo, presionando y moviendo estas células finas que se encargan de activar las fibras nerviosas del nervio vestibular. Este es el medio que lleva los datos sensoriales vestibulares a los núcleos vestibulares del tronco encefálico. 8 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Los receptores de la gravedad son también sensibles a las vibraciones de los huesecillos que cimbrean los cristales. El segundo tipo de receptores vestibulares esta encerrados en los canales semicirculares, con los que circula un líquido. Hay tres pares de canales en cada oído interno: el primero vertical, el segundo horizontal y en tercero dispuesto de atrás adelante. Los receptores producen entonces impulsos que fluyen por el nervio vestibular hasta los núcleos vestibulares. Estos datos sensoriales cambian siempre que la cabeza modifica la velocidad o la dirección de su movimiento, razón por la que reciben el nombre de sensaciones de movimiento. La combinación de los datos de los receptores gravitatorios y los canales semicirculares es muy minuciosa y nos dice con total exactitud dónde nos encontramos con relación a la gravedad, si nos estamos moviendo o estamos quietos y a qué velocidad nos estamos desplazando y en qué dirección. Las sensaciones que nos informan de loco ocurre dentro del cuerpo (interoceptores): El sentido visceral VII. Las sensaciones sin cerebro El aprendizaje niños mayores y adultos: Igual que ocurre con los músculos, la conexión reiterativa de una sinapsis hace que su uso sea más fácil y su falta de uso más difícil. Cada vez que se repite un proceso sensorial o motriz, se necesita menos energía neuronal para llevarlo a cabo la próxima vez. El uso repetido de sinapsis entrena nuestra memoria para que recuerde el número o facilite, y eventualmente automatizado, la destreza. Aprendiendo aprender: La interacción de los sistemas sensoriales motor a través del establecimiento de infinitas conexiones es lo que da significado a las sensación y objetivo al movimiento. Los sistema vestibular y táctil proporcionan la información más básica. El sistema propioceptivo viene después, y también transmite datos fundamentales. El primer paso de casi todo lo que aprende una persona se produce a través del proceso de integración de sus sistemas sensoriales. Posteriormente, el aprendizaje más intelectual y académico puede ocurrir en la corteza cerebral. Aprender es una función de todo el conjunto del sistema nervioso. Cuanto más coordinadamente trabajen los sistemas sensoriales, más se aprende y más fácil es aprender. 9 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Aprender en terapia: Cuando se aplican tratamientos enfocados a la integración sensorial, lo que se pretende es que el niño, en acción el mayor número de sinapsis que cómodamente. Y si es mayor, la terapia puede ayudarle aprender a facilitar ciertos mensajes y a inhibir otros, a dirigir información a los lugares adecuados de su cerebro y su cuerpo y a coordinar todos los mensajes para generar percepciones y comportamientos prácticos. Las terapias que parten del marco de integración sensorial no se concentran en el aprendizaje de destrezas específicas, como aprender a leer o escribir, sino a que el niño aprenda organizar su cerebro para que funcione cada vez mejor. VIII. ¿Qué son las disfunciones de la integración sensorial? Síntomas, causas y parados de disfunción sensorial Cuando hay disfunción, cerebro no proceso urbanizador flujo de impulsos sensoriales que aportan al individuo información adecuada y precisa sobre sí mismo y el mundo que le rodea. Sino en integración sensorial efectiva, aprender es difícil y el individuo tiene sentirse incómodo consigo mismo y menos capaz de atender debidamente las exigencias y situaciones estresantes de la vida diaria. Una disfunción en la integración sensorial es como un embotellamiento en el cerebro. En fragmentos de información sensorial que se quedan atrapados en el tráfico y le llegan a las partes del cerebro a las que tienen que llegar para hacer su trabajo. “cuando el cerebro no procesa bien la información sensorial, tampoco dirige eficazmente el comportamiento”. Los accidentes enfermedades que provoca lesiones importantes en el cerebro son circunstancias que suelen derivar en deficiencias en el procesamiento sensorial. Los niños con disfunción en la integración sensorial suelen presentar un patrón de desarrollo desigual: algunas partes de su sistema nervioso funcionan de una forma desordenada o irregular y otros hacen su trabajo de forma normal. El niño con disfunción en integración sensorial tiende a padecer más problemas de planificación motriz y menos de razonamiento o intelecto. ¿Que causa el problema?: A investigadores que piensan que ciertos niños tienen una predisposición genética determinada padece ciertas incapacidades de aprendizaje y desarrollo. También hay quienes piensan que el aumento del número de toxinas que pululan en el medio ambiente, tales como algunas partículas contaminantes, vídeos destructivos y otras sustancias químicas que introducimos en nuestro cuerpo, contribuyen a causar esta disfunción. 10 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Esta privación sensorial de es la causa de muchos e importantes problemas de desarrollo e integración sensorial. La privación de estimulación sensorial desorganiza hasta el cerebro adulto más sano y normal En ciertas ocasiones, los padres no se dan cuenta de que los problemas de aprendizaje comportamiento de su hijo son el resultado de desórdenes neurológicos que el niño no puede controlar; en ocasiones piensan incluso que el niño hacer las cosas adrede y reaccionando forma inadecuada, empeorando la situación y haciendo que la vida del niño resulte aún más difícil si cabe. Algunos signos y síntomas comunes de la disfunción en la integración sensorial: o Hiperactividad o distractibilidad: la hiperactividad está novia y perturbadora que suele ser el primer signo de disfunción de la integración sensorial que detectan los Padres y, con mucha frecuencia, uno de los motivos de queja más comunes. La distractibilidad, por su parte, puede ser un obstáculo o mayúsculo en el colegio, ya que el niño sin capa de desconectar los ruidos, las luces y la confusión de muchas personas haciendo diferentes cosas al mismo tiempo y, por tanto, de ponen en uso todo su potencial. o Problemas de comportamiento: el niño con disfunción de la integración sensorial presenta un desafío más serio para sus padres que los demás niños. o Retrasos en el habla y del lenguaje: el habla y el lenguaje dependen de una infinidad de procesos de integración sensorial, de ahí que su desarrollo tienda ser más lentos y surja alguna irregularidad en alguno de ellos. o Problemas de tono muscular y coordinación: las sensaciones de los sistemas vestibular y propioceptivo proporcionan el tono muscular que mantienen cuerpo de crédito y activo. El niño con disfunción en la integración sensorial se caracteriza por tener un tono muscular anormalmente bajo qué le hace parecer especialmente débil. Necesita mucho más esfuerzo para mantener su cabeza y su cuerpo derechos contra la fuerza de la gravedad, y por eso se cansa muy pronto. Si el cuello no tiene suficiente tono muscular, el niño busca apoyar la cabeza la mano un el brazo mientras estas sentado a una mesa y descansar sobre una pared o una pértiga ya que está simplemente de pide es para el demasiado trabajo. Cuando los sistemas vestibular, propioceptiva y táctil no funcionan bien, el niño tiene coordinación motriz deficiente. o Dificultades de aprendizaje del colegio: un problema de integración sensorial puede incidir directamente sobre el proceso de aprendizaje del cerebro o provocar comportamientos inadecuados que interfieran en el curso académico normal. Leer, escribir y hacer cálculos aritméticos son actividades que requieren amplia integración sensorial y generan demandas muy complejas en el cerebro. Aprender a leer y escribir pueden ser problemas de índole mayor. Si la actividad del cerebro está desorganizada, el niño no puede extraer estos recuerdos cuando lo necesita. 11 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial o Adolescencia: cuando el niño con problemas de integración sensorial alcanza la adolescencia, es posible que haya conseguido manejarse en el curso académico lo suficientemente bien como para navegar sin naufragar. Si no, es probable que tire la toalla y decida dejar los estudios. Si el desórdenes menos severo, quizá aflore de forma más sutil; por ejemplo, girando sea veces hacia el lado que no es, teniendo dificultades para recordar secuencias de números y teléfonos o contando el cambio de la compra. Los adolescentes con integración sensorial deficiente a veces prefiere no participar en ciertas actividades como lanza un deporte, incluso tienen problemas para seguir el ritmo de la música con palmadas de la manos. Una de las quejas más habituales de los padres con hijos adolescentes que padecen disfunción integradora tiene que ver con la falta de organización. El adolescente con integración sensorial deficiente encuentra especialmente difícil planificar una serie de tareas, igual que durante la infancia encontraba difícil entender una serie de letras y números. No sabe qué hacer primero ni cuánto tardará en hacer cada cosa. Y si le interrumpen, olvidará lo que estaba haciendo. 3. TRASTORNOS RELACIONADOS CON EL SISTEMA VESTIBULAR I. Organización del sistema vestibular Los núcleos vestibulares son los <<centros de producción>> que procesan los datos vestibulares y combinan estos con la información que aportan los receptores de los músculos, las articulaciones, la piel, la vista y el oído. Organizan los impulsos de muchas otras partes del cerebro y devuelven los impulsos a todas las áreas que les emiten impulsos a ellos. El cerebro siente y responde a las señales vestibulares mucho antes de iniciarse el procesamiento de señales visuales y auditivas por lo que es un pilar básico para el desarrollo de dichos sentidos. Modulación de la actividad vestibular: Proceso de aumentar o reducir la actividad neuronal con el fin de mantener dicha actividad en armonía con todas las demás funciones del sistema nervioso. Todas las funciones del cerebro deben estar armonizadas entre sí para producir la respuesta adaptativa más eficaz. Influencias en los músculos de los ojos y el cuello: Dichos músculos crean unas respuestas que son las primeras funciones sensomotoras que desarrollan los niños y sientan las bases del desarrollo del resto del cuerpo. Unos pocos impulsos de los ojos o el cuello son capaces de activar una secuencia completa de cambios en los movimientos de contracción de los músculos de todo el cuerpo. El sistema vestibular es el encargado de interpretar la orientación de nuestra cabeza y nuestro cuerpo para que podamos dirigirlos adecuadamente hacia lo que vemos con los ojos. Nuestro cerebro necesita distinguir si lo que está en movimiento es el objeto, nuestra cabeza o todo nuestro cuerpo. Los receptores vestibulares dicen al cerebro si la cabeza está moviéndose o está inclinada a un lado, pero no ofrecen datos sobre el resto del cuerpo. También es el encargado de mantener el campo visual estable: ajusta los músculos de los ojos y del cuello para compensar todos los movimientos de la cabeza o el cuerpo. 12 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial *Nistagmus: es el resultado de las contracciones reflejas del músculo ocular que activa la estimulación vestibular producida por el giro. Influencias en los músculos y el cuerpo El flujo continuo de impulsos procedentes de los núcleos vestibulares contribuye a generar tono muscular, especialmente en los músculos encargados de enderezar el cuerpo y mantenernos en posición derecha y erguida. II. Respuestas posturales y de adaptación al equilibrio El tronco encefálico contiene los centros neuronales que, con ayuda de otras partes del cerebro, organizan las respuestas posturales y de adaptación del equilibrio. Existen tres tipos específicos de respuestas adicionales y de equilibrio, que suelen ser deficientes en niños con problemas vestibulares: o o o Movimientos posturales de fondo: son los que hacemos cuando nos estiramos a coger algo, empujar o tirar de un objeto con las manos, momento en el cual el tronco y las piernas se ajustan para que los brazos puedan cumplir eficazmente su función. Cocontracción: por ejemplo, para sostener la cabeza derecha y moverla eficientemente, todos los músculos de alrededor del cuello deben poder contraerse al mismo tiempo, esto es lo que se denomina cocontracción. Hacen que nos podamos mover con fluidez y manejar herramientas con destreza. Extensión protectora: los impulsos vestibulares y propioceptivos interactúan para avisar al cerebro de los posibles daños que puede sufrir el cuerpo cuando está a punto de hacer: envían una serie de mensajes que ordenan al cuerpo extender o estirar los brazos, deteniendo la caída y protegiendo cara y tórax. Interacciones vestíbulo-reticulares Las neuronas reticulares están ordenadas de tal forma que pueden entrar en contacto con otras neuronas por todo el espacio del sistema nervioso, así la información puede entrar en el núcleo reticular por cualquier parte y las influencias reticulares expandirse ampliamente. Interacciones con otros sentidos En los núcleos vestibulares y la formación reticular del tronco encefálico confluyen todas las clases de datos sensoriales. Una parte de ellos sube hasta el tálamo, situado en la zona superior del tronco encefálico, para someterse a una mayor integración. La integración sensorial se completa en los hemisferios cerebrales donde los datos que suministran los receptores de distancia – ojos y oídos- se procesan en forma de percepciones y asociaciones precisas. Es sistema vestibular crea el vínculo entre las sensaciones del cuerpo y las de eventos distantes. Las áreas visuales de la corteza cerebral reciben tal cantidad de señales del sistema vestibular que si dicha función no fuera completa sería imposible que la vista se desarrollase adecuadamente en la infancia. 13 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial III. Relación con el espacio Las señales vestibulares se procesan en la corteza cerebral junto con la propiocepción y la visión para informar al individuo sobre su posición en el espacio. Este conocimiento pasa a las regiones motrices de la corteza, encargadas de dirigir los movimientos del cuerpo que permiten manipular objetos. Influencias en el desarrollo emocional y el comportamiento La integración sensorial del sistema vestibular proporciona seguridad gravitatoria – la confianza de hallarse firmemente conectado a la tierra y de ocupar siempre un lugar seguro en ella-. La seguridad gravitatoria es la base sobre la que construimos nuestras relaciones interpersonales. Sin la relación que el niño guarda con la tierra no es segura, todas las demás relaciones ven mermadas su capacidad de desarrollo óptimo. La seguridad gravitatoria es tan vital para la salud emocional de la naturaleza ha dotado al ser humano de un firme impulso interior que le insta a explorar la ley de la gravedad y a dominarla. Este impulso es el que hace que el niño sienta la necesidad intuitiva de hacer lo que sea necesario por desarrollar su sistema vestibular. Influencias en el tracto digestivo Cuando la afluencia de datos vestibulares es mayor de lo que el cerebro es capaz de organizar, se alteran los centros digestivos del cerebro. Como resultado, la comida detiene su avance por el tracto digestivo y se genera sensación de naúsea y malestar estomacal. Esta respuesta es normal durante o después de la realización de movimientos excesivos. Influencias en el aprendizaje académico Leer escribir y usar el ordenador no son en realidad <<destrezas básicas>>; las tres requieren que el cerebro procese todas y cada una de las precisas sensaciones y participe en la ceración de respuestas motrices y mentales específicas. El sistema visual debe distinguir diferencias mínimas entre letras del abecedario, números y signos de puntuación. Su corteza cerebral debe procesar los datos visuales de acuerdo con una serie de reglas ortográficas y gramaticales que son arbitrarias y variables. Para que la corteza haga esto, todas las partes del cerebro que intervienen en el lenguaje deben comunicarse con todas las partes que participan en la percepción visual y la memoria. La escritura es aún más complicada ya que necesita tener unas sensaciones y realizar unos movimientos para mover adecuadamente el lápiz. IV. Tipos de desórdenes vestibulares Hay dos tipos de desórdenes vestibulares que con frecuencia interfieren en el aprendizaje y el comportamiento: la sub-reacción y sobre-reacción del cerebro a los datos vestibulares. Esto se produce porque las fuerzas facilitadores e inhibidoras del cerebro no equilibran la actividad vestibular, ni las señales vestibulares ni las de ningún otro sentido, por lo que no logra producir fácilmente respuestas adaptativas. 14 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El sistema vestibular subcreativo Hay dos tipos de hiposensibilidad a las señales vestibulares, llamadas desorden vestíbulo lateral y desorden vestíbulo-lingüístico. o ¿Qué es un desorden vestíbulo lateral? Estos niños tienen síntomas de irregularidad funcional del cerebro que acortan la duración del nistagmus: da lugar a tener problemas para leer o hacer cálculos matemáticos. Los músculos oculares no reciben los suficientes datos como para producir un nistagmus post-rotacional normal, por lo tanto el niño tiene dificultades para usar los ojos y seguir un objeto en movimiento con la mirada o para cambiar el foco de atención de un punto a otro. Sus respuestas posturales son deficientes: los núcleos vestibulares no reciben suficientes sensaciones, lo que les impide enviar suficientes impulsos por la médula espinal hasta los músculos que extienden el cuello, los brazos, la espalda y las piernas. Tienden a caerse con bastante frecuencia pero no toman ninguna precaución que lo impida y apenas muestran reacción emocional Se necesita mayor estimulación para procesar suficientes sensaciones vestibulares, pero esto hay que hacerlo con control. Y suelen tener una baja integración de ambos lados del cuerpo. En su cerebro, ambos hemisferios cerebrales del niño llevan a cabo las mismas cosas en vez de especializarse en distintas para ganar eficiencia. Esto puede provocar dificultades en el habla, la lectura y la escritura. o Desórdenes vestíbulo-lingüístico La comunicación a través del lenguaje es el producto final de la integración sensorial. El sistema vestibular es un gran organizador de las sensaciones en todos los demás canales sensoriales y contribuye al desarrollo de la capacidad de comprensión de las palabras y el habla. Este desorden está asociado con disfunciones vestibulares: Periodos cortos de nistagmus post-rotacional No existe una interacción permanente entre las funciones de las partes superiores del cerebro y las funciones subcorticoides inferiores. Problemas con los movimientos de su cuerpo y con la planificación motriz. También puede ser que haya una función deficiente en los centros del habla del hemisferio cerebral izquierdo. Si existe este tipo de desorden lingüístico en problema no es causado por una baja integración sensorial, por lo que no obtendrán beneficios de terapias con este enfoque Respuestas vestibulares hiperreactivas Los niños con este tipo de respuesta suelen presentar: nistagmus post-rotacional no adecuado. Hay dos tipos de hipersensibilidad a las señales vestibulares: inseguridad gravitatoria e intolerancia al movimiento. 15 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial o Inseguridad gravitatoria En este tipo, el desorden parece encontrarse en la parte del cerebro que modula las señales de los receptores de la gravedad, de ahí que la posición de la cabeza y el cuerpo infundan cierta sensación de incomodidad al niño, incluso cuando este está quieto. Estos niños suelen sentir miedo, ansiedad o angustia siempre que tiene que adoptar una posición a la que no están acostumbrados, cuando intenta asumir la situación desconocida o cuando alguien intenta controlar sus movimientos o su posición. Se siente especialmente amenazado si terceras personas le mueven. o Intolerancia al movimiento En este tipo, la parte del cerebro que procesa las señales de los receptores de los canales semicirculares desempeñan un papel más activo y por eso el movimiento tiende a causar malestar. El estómago se le mueve más rápido cuando juegan sobre cosas que se mueven por lo que causa problemas en la digestión. 4. DISPRAXIA DEL DESARROLLO Uno de los trastornos de coordinación que resulta de la disfunción sensorial es el déficit de la planificación motriz, llamado dispraxia del desarrollo, o si es muy avanzado, apraxia. La dispraxia del desarrollo es una de las manifestaciones más comunes de disfunción en la integración sensorial de los niños con desórdenes de aprendizaje u otros retrasos leves del desarrollo. I. Tipos de movimientos y sus trastornos En este apartado consideramos cinco aspectos del movimiento Control fino de los movimientos Cuando las neuronas que transportan los mensajes motrices desde el cerebro hasta los músculos no funcionan bien, los músculos no reciben un flujo continuo de instrucciones y se contraen de manera espasmódica e involuntaria. Estos movimientos coreoatetoides son el resultado de una cantidad insuficiente de inhibición en los tractos motores. Es probable que estos espasmos involuntarios no procedan de disfunciones en la integración sensorial y que requieran, por tanto, otro tipo de terapias Reacciones posturales Las reacciones posturales depende de la integración tanto de mensajes motrices como de datos sensoriales procedentes de los músculos, articulaciones, el sistema vestibular y en menor medida, de la piel. Son actos semi-automáticos o reflejos que no requieren actividad mental y que funcionan mejor cuando no se piensa en ellos. El hecho de que dependan de los procesos sensoriales es por lo que suelen ser deficientes en niños con disfunciones en la integración sensorial. 16 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Movimientos programados en el sistema nervioso central Los seres humanos programamos patrones de movimiento en el SNC, como por ejemplo gatear y caminar. Lo normal es que aprendamos planificando las acciones motrices necesarias para realizarlas y que, cuando ya lo tengamos todo integrado, lo deleguemos a la memoria para dirija los movimientos sin pensar en ellos. Destrezas motrices Una destreza es algo que primero que hay planificar motrizmente para poder aprenderla pero que luego ejercitamos de forma espontánea y sin pensar. Cuando se adquiere una destreza, ya no es necesario planificarla motrizmente ni prestarle atención, ya que se integran en el conjunto funcional del cerebro y emergen cuando se necesitan espontáneamente. Esto sólo varía cuando la situación no es familiar, es decir, es necesario cambiar algún paso de la planificación. En este caso, hay que planificar de nuevo el movimiento para realizar. Planificación motriz Para una correcta planificación motriz es necesaria la atención, ya que permite al cerebro planificar el tipo de mensajes que va a enviar a los músculos y determinar la secuencia en la que quiere enviarlos y, además, está íntimamente ligada a las funciones mentales e intelectuales. El cerebro dice a los músculos lo que tienen que hacer, pero son las sensaciones del cuerpo las que le permiten dar esa información. II. La percepción del propio cuerpo y la planificación motriz Tanto la planificación motriz como las destrezas motrices precisan tener una percepción corporal (también llamada esquema corporal, imagen corporal o modelo neuronal), es decir, tener bien organizado todas las señales sensoriales que emiten las distintas partes del cuerpo, sabiendo a que parte de éste corresponden. Recuerdos neuronales Usar repetidamente una sinapsis para una función sensomotora concreta crea un recuerdo neuronal de dicha función. Estos recuerdos neuronales están en nuestro cerebro y son sobre todas y cada una de las cosas que sabemos o conocemos. La percepción corporal es un recuerdo compuesto de todas las partes del cuerpo y de todos los movimientos que alguna vez han efectuado dichas partes. También tiene recuerdos neuronales relacionados con el entorno. Gracias a ello el cerebro es capaz de saber con qué rapidez o lentitud y qué fuerza debe trabajar un músculo para hacer, y qué se debe o no se debe hacer con una herramienta concreta. 17 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial La contribución de las sensaciones del tacto a la percepción corporal y la planificación motriz La mayoría de los niños con dispraxia del desarrollo presenta cierta irregularidad en sus procesos táctiles. El desorden táctil más común radica en la localización imprecisa de los estímulos del taco y en la incapacidad para identificar su significado con relación al espacio. ¿Cómo se discriminan las sensaciones? Las sensaciones de la piel ascienden por la médula espinal hacia las capas del tronco encefálico y el hemisferio cerebral. En cada nivel se organiza una imagen sensorial que es transferida de un nivel a otro. Al avanzar de un nivel inferior a otro superior, la discriminación gana en exactitud y precisión. De todas las señales táctiles, solo una pequeña porción llega al área de la consciencia, pero el hecho de la mayoría de las señales táctiles no significa que no sean importantes. III. Las sensaciones táctiles específicas e inespecíficas o Específicas: estas sensaciones alcanzan la cima del cerebro, el cual crea una imagen muy detallada de las sensaciones táctiles específicas que permite a la persona generar respuestas altamente precisas. o Inespecíficas: no informan al cerebro de su lugar de origen en la piel y no requieren una respuesta perceptual o triz específica. Su función es contribuir al equilibrio de las fuerzas intensificadoras e inhibidoras que se distribuyen por todo el sistema nervioso, es decir, <<alimentan>> al cerebro para que opere con fluidez. o La contribución del sentido de la posición y de la consciencia corporal (propiocepción) a la percepción corporal y a la planificación motriz o La contribución del sentido del movimiento y de la gravedad (el sistema vestibular) a la percepción corporal y a la planificación motriz o Retroalimentación interna o Hacer sin pensar Dispraxia del desarrollo Es una disfunción cerebral que afecta a la organización de las sensaciones táctiles, vestibulares y propioceptivas, por lo que se produce una incapacidad para planificar los movimientos. La dispraxia se inicia en una etapa temprana del desarrollo del niño, afectando a su crecimiento, por eso, se denomina del desarrollo. (1) Se conoce también como síndrome del niño torpe pues tienen cierta dificultad para realizar movimientos coordinados: como atarse los cordones, abotonarse, recortar… (2) El niño que padece problemas en el aprendizaje académico, al igual que otro tipo de problemas de integración sensorial (1) Hay que tener en cuenta que el problema radica en el interior, en el modo en que el cerebro procesa las sensaciones. 18 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Manifestaciones de la dispraxia del desarrollo o o o o Mala planificación motriz por lo que, habitualmente planifica en exceso los movimientos que le son necesarios para cumplir cada tarea, por ejemplo cuando aprende un juego planifica sus acciones de manera repetitiva, pues no logra automatizarlas, porque su percepción corporal no se lo dice Siente menos su cuerpo, es menos consciente de lo que puede hacer, por lo que no reconoce las oportunidades de diversión, no manipula los juguetes, los mueve de un sitio a otro .Los juguetes de grandes dimensiones no tienen un significado claro, por su carencia en la percepción de su cuerpo, que no está lo suficientemente desarrollada. No saben controlar la frustración y la baja autoestima. Como ya hemos dicho anteriormente tiene problemas para vestirse y atarse los cordones pero no para caminar o sentarse, pues las primeras son adquiridas y el niños debe aprender a planificar para poder controlar el movimiento. Los efectos de la dispraxia en el rendimiento escolar El primer aprendizaje académico no solo depende de los datos sensoriales que provienen de la vista y el oído sino también de los receptores vestibulares, táctiles y propioceptivos Una percepción corporal estructurada de manera insuficiente impide las capacidades para escribir, dibujar y colorear correctamente. ¿Cómo se siente un niño con dispraxia? El sistema nervioso de estos niños no maneja el estrés de la misma manera que lo hace un cerebro normal porque el cerebro del niño displásico no es capaz de organizar bien las sensaciones del cuerpo. Suele tener miedo de imaginar o fingir que es otra persona porque tiene una pobre percepción corporal, por lo que, no tiene una clara imagen de sí mismo, por eso tiene una crisis de identidad. Esto da lugar a fuertes sentimientos emocionales de fragilidad, por eso, muestra un comportamiento arisco y antipático, cuando realmente necesita grandes dosis de seguridad y de amor. Normalmente piensa que su incapacidad de control del entorno es culpa de los demás, en ocasiones intenta compensar sus carencias manipulando las situaciones, o manteniendo su integridad adoptando una actitud terca y poco colaboradora. En algunas ocasiones se ignora la fragilidad de las emociones de estos niños, y se espera que estos niños controlen cada vez más grado de estrés y confusión que el que sus sistema nervioso puede soportar, no están preparados para resistir ataques a su individualidad. Hay que evitar a exponerle a presiones y a fracasos 19 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial IV. Defensa Táctil. Es la tendencia a reaccionar emocional y negativamente a las sensaciones del tacto, esto se produce porque el cerebro no puede inhibir las señales sensoriales de ninguno de los sistemas. Es un desorden neuronal, se produce en niños con poca capacidad para el aprendizaje, retraso en el desarrollo, suele ser muy activo y distraerse con facilidad. Síntomas o o o o Número de sensaciones del tacto aumentado. Se produce un proceso neuronal en el que una parte del sistema nervioso reacciona de forma exagerada a reacciones sensoriales, esto es denominado inhibición, no genera actividad inhibidora suficiente. Incapacidad para modular impulsos táctiles y utilizarlos para mantener el equilibrio de su sistema nervioso. Las reacciones de estos niños al tacto interfieren en sus relaciones sociales La experiencia del niño Los niños que sufren este desorden neuronal experimentan lo estímulos táctiles de manera diferente a los demás, lo que para otros niños es agradable para él es moles, en ocasiones nos explica lo que siente. El niño con defensa táctil piensa que el culpable de lo que le pasa es otra persona, pues, no es consciente totalmente de lo que siente. El deficiente procesamiento táctil suele hallarse en el tronco encefálico, por eso es consciente de las reacciones que tiene a las sensaciones táctiles, por eso en ocasiones los niños que poseen un buen grado de autocontrol inventan excusas cuando no quieren realizar alguna actividad. ¿Qué sucede en el sistema Nervioso? Hay dos tipos de respuesta a los estímulos táctiles o el defensivo → reacciones automáticas sencillas o el protector → requieren de procesos más complejos, localizados en los hemisferios cerebrales El tipo de tacto determina que respuesta es la más adecuada. Las sensaciones de dolor activan el sistema defensivo, mientras las sensaciones de presión inhiben este sistema. El tratamiento para la defensa táctil se basa en los mismos principios anteriormente mencionados: la sensación de presión ayuda a graduar los procesos táctiles que incomodan o producen disgusto. El niño que padece defensa táctil experimenta excesiva actividad protectora y poco procesamiento discriminador, por lo que, en lugar de buscar el significado de las sensaciones, se producen reacciones de huida o lucha. 20 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial La cara tiene un número elevado de receptores para la supervivencia, el niño con defensa táctil la defiende con una especial intensidad, porque el sistema que afecta a la cabeza y a esta zona es muy distinto del resto del cuerpo. El cerebro interpreta de manera diferente las sensaciones que genera el propio cuerpo a las que genera el tacto de otra persona. Para conseguir que la terapia sea efectiva el terapeuta debe conseguir que el niño confíe en él, para que le permita tocarle sin problemas. La estimulación vestibular ayuda a graduar el sistema táctil. En ocasiones utilizamos distintas actividades, mezcladas con movimientos y ejercicios de presión intensa, ya que permiten una mayor organización en el niño. Este desequilibrio táctil puede ser producido por una falta de oxigenación en el momento del parto, pues los núcleos que procesan las sensaciones táctiles son más débiles. La falta de estimulación táctil favorece el aumento de defensa táctil. 5. LA VISTA Y EL OÍDO Y SU RELACIÓN CON EL APRENDIZAJE Y EL LENGUAJE. I. Trastornos de la percepción visual y trastornos de la audición y el lenguaje Hasta hace pocas décadas, lo desordenes en la percepción visual, el procesamiento auditivo y el lenguaje, eran las claves que se investigaban en los individuos que sufrían trastornos del aprendizaje, del desarrollo o neurológico en general. Hoy en día estos no sirven para detectar o aclarar muchos tipos de problemas de aprendizaje. Todavía hoy, un trastorno de la percepción visual se suele trabajar en mesa con ejercicios de papel y lápiz o tipo rompecabezas, pero este enfoque no es muy eficaz a la hora de desarrollar la capacidad general de utilizar el sistema visual para leer. El desarrollo del procesamiento sensorial sienta las bases de la lectura y la destreza informática. Se da por supuesto que el niño ha desarrollado los pilares sensoriales necesarios para adquirir las destrezas académicas y por ello la sociedad presiona a los centros educativos para que enseñen a los niños a leer cada vez mejor y más deprisa, y estos han respondido en muchos casos adelantando la edad a la que deben empezar a hacerlo. Algunos niños ya están preparados para leer desde que están en la guardería, pero otros aun no han desarrollado adecuadamente la capacidad de procesar visualmente las palabras impresas para convertirlas en lenguaje oral. Para ellos sentarse en la mesa durante largos periodos de tiempo les priva de muchas de las experiencias sensoriales básicas que necesitan para avanzar en su desarrollo. Algunos niños pueden dar mejores resultados si se pospone la edad de enseñarles a leer hasta el momento en que posean mejores habilidades de procesamiento visual. Esta estrategia da muy buenos resultados a largo plazo para que aprendan a leer mejor y más deprisa y también en la conservación de un autoconcepto sano. 21 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El desarrollo de buenas destrezas lingüísticas es un objetivo primordial de las terapias que utilizan integración sensorial. La vista, el oído y el habla son importantes para llegar a ser un ser social competente. Estas habilidades son productos finales de otros aspectos fundamentales de la función cerebral (procesamiento sensorial vestibular, propioceptivo y táctil). El terapeuta debe trabajar para construir las bases sensoriomotoras necesarias para su desarrollo óptimo. i. Problemas de percepción visual La percepción del espacio y la forma Las relaciones que se establecen entre el espacio y nuestro propio cuerpo es un proceso aprendido. Si el niño no aprende a identificar el espacio que le rodea y a orientar su cuerpo en él, tendrá muchas dificultades para interactuar con su entorno físico. Cuando, por ejemplo, el niño tiene problemas para guardar la fila o para participar en juegos con otros niños puede deberse a una deficiencia en la percepción espacial. Para que las cosas que vemos adquieran un sentido adecuado el cerebro debe mantener los ojos y la cabeza estables para captar imágenes claras del entorno y se debe ser capaz de dirigir los ojos para seguir los movimientos de los objetos y las personas. Cualquier desorden en el procesamiento de sensaciones vestibulares o de los ojos y el cuello propende a alterar la percepción visual normal. Movimientos autodeterminados Aprendemos a percibir el espacio y a relacionarnos con él a través de respuestas adaptativas y de las señales sensoriales que éstas dan como resultado. Se llevaron a cabo algunos experimentos que demuestran la importancia de las respuestas adaptativas para el desarrollo de la percepción visual. Con dichos experimentos se demostró que la visión y el movimiento pasivo no son suficientes para integrar procesos visuales y motrices si no que el individuo debe determinar sus propios movimientos para esto. La adaptación a lo largo de la evolución La percepción visual evolucionó mediante la generación de respuestas adaptativas vitales para la supervivencia en los entornos naturales. A lo largo de la evolución, cientos de millones de años de movimientos de todo el cuerpo y de integración vestibular, táctil y propioceptiva, prepararon el terreno de desarrollo de procesos neuronales capaces de examinar detenidamente pequeños detalles y significados simbólicos. Los mecanismos neuronales que perciben los detalles y los símbolos evolucionan por encima de los procesos más antiguos y básicos. Las terapias enmarcadas en corrientes de integración sensorial están basadas en un enfoque natural, es decir, siguen el mismo camino que siguió la naturaleza en la evolución de los vertebrados, sentando primero los cimientos sensomotores y ampliando las funciones de los niveles superiores del cerebro, puesto que es así como está diseñado el cerebro para funcionar. 22 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Los modos duales de la percepción visual Existen dos niveles principales de actividad cerebral en los que los seres humanos procesamos los datos visuales: el tronco encefálico y los hemisferios cerebrales. En el modo tronco encefálico, los datos vestibulares, la propiocepción de los ojos, el cuello y el cuerpo, se combinan con los datos visuales para formar un solo proceso sensorial compuesto. Las sensaciones de los músculos del cuello que sostienen la cabeza erguida desempeñan un papel importante en este proceso. La información vestibular, propioceptiva y visual se funden para que el individuo pueda manejar su cuerpo en el espacio. Una vez que dichas sensaciones se unifican en el tronco encefálico avanzan a varias zonas de los hemisferios cerebrales para recibir los procesos cerebrales que nos permiten ver un área pequeña con gran detalle y con relación a lo que hay en el fondo, y dirigir nuestros ojos cuando los fijamos voluntariamente en las cosas. Los músculos que rodean los ojos enfocan la fóvea de manera precisa para distinguir, por ejemplo, los detalles de las letras del abecedario. Los niños que no reciben datos precisos de su cuerpo suelen tener problemas de percepción visual. El aspecto fundamental de tener dos modos de procesamiento visual es que trabajen coordinadamente e interactúen entre sí. El niño con integración sensorial deficiente puede, por ejemplo, negarse a jugar en el tobogán porque su sistema nervioso tiene dificultades para llevar a cabo algunas o todas las acciones que el juego implica. Quizá no sepa determinar la altura a la que está y tenga miedo de alejarse a tanta distancia del suelo, o quizá no sepa controlar bien su cuerpo en la escalera porque tiene las sensaciones propioceptivas desorganizadas. Para el niño con inseguridad gravitatoria, descender por el tobogán más bajito puede parecerle deslizarse por todo un planeta. Su sistema vestibular es subactivo, deslizarse hacia abajo repetidas veces puede resultar poco excitante debido a que su cerebro no obtiene de ello suficiente estimulación vestibular. La terapia enmarcadas en corrientes de integración sensorial en niños con problemas de percepción visual debe incluir la actuación combinada de ambos modos para responder a la estimulación vestibular, propioceptiva y visual. Todas las actividades terapéuticas que estimulan los receptores del oído interno, los músculos, las articulaciones y la piel contribuyen de un modo u otro al desarrollo de la vista. La mejoría está más garantizada si la disfunción afecta al tronco encefálico. ii. Problemas de la audición y el lenguaje Los sistemas sensoriales se desarrollan interdependientemente. El sistema auditivo trabaja en estrecha colaboración con el sistema vestibular. Las conexiones con los sistemas táctil y propioceptivo son menos obvias pero igualmente importantes. Cuando en un problema están implicados varios sistemas sensoriales, el sistema auditivo es a menudo el que revela mayor desorden y de forma más fehaciente. 23 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El cerebro opera como un conjunto en el sentido en el que cada una de las partes que lo componen interactúa con muchas otras. En la parte responsable del correcto funcionamiento del lenguaje y el habla, es importante que se establezcan buenas conexiones con las secciones sensoriales y motoras. Los buenos procesos integrales del cerebro permiten al niño planificar movimientos de manera fácil y eficaz. Aprender a hablar requiere procesos muy complejos de planificación motriz por iniciativa y voluntad propias. Es necesario ordenar la secuencia de los movimientos para que los sonidos formen una palabra. El niño con un problema de habla o de lenguaje suele padecer dispraxia del desarrollo. La terapia que ayuda al niño dispráxico a mejorar su integración sensorial y su capacidad de planificación motriz sirve también para favorecer el desarrollo del habla. Como el habla y el lenguaje son dos de los productos finales de la integración sensorial, se utilizan más a menudo para identificar la eficacia de las terapias que emplean integración sensorial. Niveles de procesamiento auditivo A nivel del tronco encefálico, los núcleos que constituyen los principales centros de procesamiento de las señales auditivas son responsables también de asociar dichas señales con otras de naturaleza vestibular, propioceptiva, táctil y vibratoria. El procesamiento troncoencefálico en tan importante para una buena y bien desarrollada discriminación auditiva como lo es para el buen procesamiento visual. Este tipo de procesamientos proporciona los mecanismos necesarios para que se produzca el lenguaje. Las terapias que aplican enfoques de integración sensorial ayudan al desarrollo del habla y del lenguaje fomentando la eficacia de los procesos de niveles inferiores. A menudo se observan mejoras de vocalización en niños con desórdenes del habla que participan en actividades que implican movimiento. Los estudios de niños con desordenes del aprendizaje debidos a problemas audiolingüísticos han demostrado que la capacidad lectora experimenta una considerable mejoría cuando se aplican terapias dirigidas a enriquecer las sensaciones vestibulares, táctiles y propioceptivas, así como a propiciar la planificación motriz. El énfasis en las funciones del tronco encefálico parece contribuir a que los hemisferios cerebrales manejen de forma más eficaz las habilidades lingüísticas que intervienen en la destreza lectora. 6. EL NIÑO CON AUTISMO El niño con autismo muestra muchos de los síntomas de un deficiente procesamiento sensorial que se dan también en los niños con otros problemas de integración sensorial y su forma de interactuar con el entorno físico es deficiente. 24 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El autismo incluye a menudo la dificultad para relacionarse con otras personas. De hecho al niño autista se le suele describir como “un niño que vive en su propio mundo” y a menudo da la impresión de que no quiere que nadie invada su mundo. Su léxico suele ser bastante limitado o nulo y no suele mostrar sus emociones del mismo modo en que lo hacen otros niños. Todo cambio apreciable en la organización cerebral de un niño con autismo abre una puerta a la esperanza, sobre todo cuando los enfoques bioquímicos han ofrecido poca ayuda y las técnicas de modificación de conducta se limitan a controlar el comportamiento del niño sin influir en la condición cerebral causante de dicho comportamiento. A menudo tienen problemas para localizar los estímulos táctiles y para saber donde están sus manos cuando no pueden verlas, y muchas dificultades para planificar movimientos. Las respuestas posturales de un niño autista suelen ser mejores que las de algunos niños con desórdenes en integración sensorial. En los niños autistas observamos tres rasgos que explican la deficiencia en el procesamiento sensorial: I. Los datos sensoriales no se están registrando correctamente en el cerebro del niño y por eso presta tan poca atención a algunas cosas y reacciona con exceso a otras. Es posible que no module bien los datos sensoriales, sobre todo vestibulares y táctiles y por eso se siente gravitatoriamente inseguro o actúa a la defensiva ante sensaciones del tacto. La parte de su cerebro que le hace querer hacer las cosas que los demás estimamos intencionadas o constructivas. El registro de la información sensorial. Hay una parte del cerebro en el sistema limbito que decide que datos sensoriales deben registrarse y captar nuestra atención y que debemos hacer con esa información. Esta es la parte que no funciona bien en el cerebro del niño autista y la razón por la que no registra muchas de las cosas que otras personas si registran. El niño con autismo puede no llegar a acostumbrarse nunca a los sonidos continuos y estables, más bien tiende a desconectarlos y por eso es más propenso a prestarles mayor atención. A veces registra en exceso un sonido y demasiado poco otro. El niño con autismo parece ignorar con frecuencia también el entorno visual que le rodea. No mantiene contacto visual, aunque en un momento dado su cerebro decide concentrarse larga y minuciosamente en algún pequeño detalle, como una mancha en el suelo. Se piensa que la activación de los núcleos vestibulares ayuda al cerebro a registrar los datos visuales y a dotarlos de significado para el niño. El niño autista a veces tiene problemas para registrar otras sensaciones. Una prueba consistía en dirigir un soplo a la parte posterior del cuello. 25 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial A la mayoría de las personas, incluidos los niños con retrasos de aprendizaje o desarrollo, esta sensación les molesta y suelen encoger los hombros y girarse para ver que les estamos haciendo. Sin embargo, muchos de los niños con autismo generan una respuesta nula. Muchos de ellos dan la impresión de no registrar olores y de tener poco sentido del gusto. No suelen reaccionar cuando caen o tropiezan. Sin embargo algunos de estos niños si reaccionan de forma exageradamente sensible a la textura de las cosas. De pequeños es posible que rechacen los alimentos sólidos porque no les agrada su textura y que respondan negativamente a que otras personas les toquen. Normalmente, la clase de estimulación táctil que suele producir una respuesta positiva en el niño con autismo es la que produce el contacto de presión muy fuerte. El niño con autismo siente mejor las señales de los músculos y las articulaciones que las que le aportan los ojos y los oídos. Tirar de los brazos y las piernas estimulas los receptores de las articulaciones y los músculos, y por eso, suelen ofrecérselos a la terapeuta para que tire de ellos. Suele parecer que en el cerebro de muchos niños con autismo solo se registran las sensaciones muy intensas. Los niños con autismo, bien buscan activamente actividades que les proporcionen movimiento o bien las rechazan por completo. Hay movimientos como girar o columpiarse que no les marea ni les causa el malestar que les causa a otros niños, lo cual sugieren que o están registrando las señales vestibulares como deberían. Muchos niños con autismo que tienen corta duración del nistagmus presentan síntomas de inseguridad gravitatoria. Una manera de motivar al niño con autismo para que registre los datos sensoriales es darle incentivos adecuados. Los programas terapéuticos que emplea integración sensorial, buscan proporcionar estos incentivos para que los niños registren sensaciones, pero los incentivos son siempre internos y naturales. El placer del movimiento en terapia motiva al niño y ayuda a su cerebro a procesar otros datos sensoriales, especialmente los visuales. Los niños con autismo están mucho más dispuestos a mirar al terapeuta durante o inmediatamente después de las actividades de movimiento II. La modulación de los datos sensoriales y la integración de sensaciones En muchos niños diagnosticados de autismo, parece ser que el cerebro modula mal las señales. Un número considerable de niños autistas oponen resistencia al movimiento y son gravitatoriamente inseguros, porque no pueden modular los datos sensoriales provenientes del sistema vestibular. El niño se muestra extremadamente ansioso en su relación con la gravedad y el espacio. Si el niño es gravitatoriamente inseguro, significa que al menos está registrando algunos datos sensoriales, lo cual puede incrementar las probabilidades de éxito del acercamiento terapéutico que emplea el enfoque de la integración sensorial. 26 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial El niño con autismo es incapaz de integrar sensaciones del mundo que le rodea para formar una percepción clara del espacio o de su relación con el espacio. El niño autista, se suele resistir, por ejemplo, a ponerse un jersey nuevo, debido a que no ha formado todavía una percepción familiar del objeto. Quizá lo acepte más fácilmente después de haberlo visto varias veces. Una manera de ayudar sería colocárselo sobre los hombros antes de pedirle que se lo ponga. La sensación del jersey tocando sus hombros puede ayudarle a formar una percepción que solo con datos visuales no es capaz de establecer. Cualquier situación nueva plantea al niño un enorme abanico de estímulos sensoriales desorganizados, especialmente de tipo visual. Por eso suele reaccionar con alarma y resistencia hasta que experimenta repetidas veces el mismo entorno y es capaz de reconocerlo como un lugar familiar y seguro. Si el registro de datos auditivos es ineficiente, esto plantea una limitación a las percepciones del lenguaje. Si no se produce el registro adecuado de la información sensorial proveniente de la piel, los músculos, las articulaciones y el sistema vestibular, el niño no puede desarrollar una correcta y clara percepción de su cuerpo. Adolece de buenos modelos neuronales, tanto de sí mismo como de su entorno, y esto infiere en su capacidad para interactuar con el mundo. Si sus carencias de integración sensorial limitan en gran medida el tipo y la cantidad de oportunidades físicas y sociales de juego, es muy probable que esto afecte también a su desarrollo emocional. III. Querer hacer cosas Hay una parte del cerebro relacionada con el deseo de iniciar comportamientos, de responder a estímulos sensoriales y de hacer cosas nuevas o diferentes. Se trata de una parte del cerebro que tiene un efecto energizante y que se encarga de emitir la orden a las partes del cerebro que dicen a los músculos que muevan el cuerpo. Este sistema funciona en estrecha colaboración con el sistema que registra o presta atención a los datos sensoriales. Igual que el sistema que registra sensaciones, este sistema también es deficiente en los niños con autismo. No es que el niño no haga nada, más bien es que nada de lo que acomete resulta constructivo o tiene significado para él. Parte de la razón por la que el niño no interactúa con elementos del entorno físico es que no registra el significado o el uso potencial de muchas cosas. Cuando se presente un objeto a un niño con autismo, es importante recordar siempre que es muy probable que tenga la capacidad motriz de utilizarlo, pero que quizá su sistema “quiero hacerlo” no quiera hacer nada nuevo o diferente. Suele necesitar experimentar las cosas nuevas muchas veces antes de poder disfrutar de ellas. Cuando se plantean actividades nuevas o distintas en las sesiones de terapia de integración sensorial, los niños suelen oponer resistencia, pero después de unas cuantas sesiones pueden sonreír e incluso terminar riendo al hacerlas. Para que haya progreso, es necesario que tanto el terapeuta como los padres soporten la resistencia del niño hasta que esté preparado para aceptar la actividad terapéutica. La mayor parte del tiempo, el terapeuta no puede confiar en el impulso interior del niño autista como lo hace en el del niño que padece otros desórdenes en la integración sensorial, ya que es justo ese impulso interior el que no está funcionando correctamente en él. 27 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial La actividad motora del niño también se puede ver afectada por una deficiente modulación de las sensaciones de la gravedad o el movimiento. El objetivo de la terapia enmarcada en el enfoque de integración sensorial en el niño con autismo, consiste en mejorar el procesamiento sensorial para aumentar el número de sensaciones que se “registran” y modulan con eficacia, y animar al niño a construir respuestas adaptativas simples como método para ayudarle a organizar su comportamiento. Cuando este tipo de terapia consigue marcar la diferencia, la vida del niño acusa considerables alteraciones; pero en el momento en el que estamos, no hay terapia que “cure” el autismo. A medida que sigamos tratando niños con autismo, iremos averiguando más cosas sobre su procesamiento neurológico y desarrollándose métodos complementarios que nos permitan “llegar a ellos”. Aunque lo más probable es que las experiencias sensoriales constituyan una parte vital de los programas de intervención que se les apliquen. Tanto los terapeutas como otros profesionales y también los padres, siguen investigando los procesos neurológicos de los niños con autismo y desarrollando nuevas formas de “llegar a ellos”. 7. EVALUACIÓN E INTERVENCIÓN I. La integración y la competencia mediante la interacción medioambiental Antes de la II Guerra Mundial los filósofos y científicos creían que el entorno no ejercía ninguna influencia en la inteligencia ni en la capacidad de aprendizaje. Algunos pensaban que la capacidad para aprender estaba predeterminada; otros pensaban que el niño estaba condicionado por las cosas que le sucedían y su actividad no influía. Piaget fue uno de los primeros en reconocer que la interacción con el entorno constituía un factor crítico en el desarrollo del niño. Hace hincapié en que todos jugamos un papel activo en nuestro propio proceso de aprendizaje. La inteligencia es en gran medida el producto de la interacción con el entorno, según Piaget, el niño se acomoda a su entorno y asimila el entorno a sí mismo. Un niño que sufre una discapacidad es incapaz de integrar estas sensaciones. Durante la terapia se practican ejercicios físicos que producen sensaciones que generan respuestas adaptativas, y estas producen a su vez más sensaciones que derivan en respuestas adaptativas más complejas. 28 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial II. La naturaleza del enfoque terapéutico basado en la integración sensorial. Un niño con un desarrollo normal adquiere a través del juego: o o Experiencias sensoriales que su cerebro necesita. Le ayuda a responder a los estímulos sensoriales. El niño que sufre un desorden en la integración sensorial, le impide procesar las sensaciones y por lo tanto la respuesta adaptativa. Principios fundamentales de la terapia La intervención de un niño que padece algún tipo de desorden en la integración sensorial requiere: o o o Intervención de una terapeuta profesional. Una sala amplia Aparatos simples que a su vez son especializados. Cuando la terapeuta hace bien su trabajo, parece que el niño está jugando. Para que la terapia sea efectiva el niño debe dirigir sus acciones y la terapeuta debe modificar el entorno discretamente. El objetivo es conseguir que el niño funcione mejor de forma física, emocional y académicamente. El proceso de evaluación Antes de tratar al niño es necesario evaluar el problema en su conjunto. En los niños entre 4-9 años, los terapeutas utilizan los Test de Praxis e Integración Sensorial para medir la eficiencia de los procesos sensoriales y las capacidades de planificación motriz. A partir de los resultados de las pruebas y las observaciones, y de las entrevistas con los padres y educadores, la terapeuta determina cuál es el problema y qué es lo que el niño necesita. Selección esmerada de experiencias sensoriales La terapeuta debe introducir experiencias sensoriales orientando al niño para que reciba las sensaciones adecuadas de tacto, movimiento o procedentes de las articulaciones y de los músculos. La estimulación táctil puede tener un efecto facilitador o inhibidor dependiendo de: o o La parte del cuerpo implicada. Si el contacto físico es ligero o profundo (firme). La vibración constituye otra modalidad de estimulación de los receptores de sensaciones. Debe utilizarse con precaución, ya que no afecta igual a todos los niños. 29 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Actividad terapéutica La terapia de la integración sensorial es integral, es decir, involucra a todo el cuerpo, a todos los sentidos y a todo el cerebro; y la habilidad de organizar las sensaciones y de producir respuestas adecuadas, ayuda al cerebro a organizar otras funciones. El observador no cualificado ve que el niño esta divirtiéndose y participando en ejercicios de movimiento donde la terapeuta experimentada ve sistemas sensoriales que se están activando y respuestas motrices que están ocurriendo o no están ocurriendo. La terapeuta compara estas respuestas con los resultados de la evaluación inicial. Guarda informes escritos y registra sus propias observaciones durante todo el progreso del niño. Los terapeutas poseen una extensa colección de aparatos de ejercicios, debido a que cada niño tiene necesidades neurológicas diferentes. Si el niño puede, él mismo elige el aparato que quiere utilizar, si no, la terapeuta le guía a hacer la elección más acertada. Se debe tener cuidado, ya que las sobrecargas sensoriales no son buenas para el sistema nervioso y suelen ocurrir con más rapidez que frecuencia en los sistemas nerviosos disfuncionales. El ambiente terapéutico Uno de los objetivos de la terapia es reforzar la voluntad del niño para que pueda dirigirse mejor en la vida. Muchos niños con problemas de integración sensorial también tienen problemas de autoconfianza, no se sienten bien consigo mismos; además la disfunción les hace sentir menos competentes que los demás en muchas destrezas (se comparan con sus amigos). Empiezan a sentirse inferiores y frustrados. A veces, los niños acuden a terapia pensando que les van a exigir cosas más allá de las simples y básicas; y tienen miedo a realizar las que están a su alcance. Han aprendido que la gente siempre espera más de lo que pueden dar, y piensan que esto ocurrirá con la terapeuta, por ello no eligen actividades que desarrollarían sus funciones sensoriomotoras. Cuando esto ocurre, la terapeuta debe dedicar tiempo a esa resistencia y ayudar al niño a que aprenda a tener confianza en ella y en el ambiente terapéutico. La terapeuta debe estimular el impulso interior. Las actividades deben estar adaptadas a las capacidades y necesidades del niño; deben ser tentadoras y no amenazadoras. Las experiencias vestibulares, táctiles y propioceptivas se las proporciona la terapeuta. El ambiente debe ser óptimo para que el niño sienta la terapia como algo divertido; más adelante cuando vaya progresando, estos avances serán su motivación para ir a las sesiones, además le servirán a la terapeuta para saber que el ambiente que está dando al cerebro es justo el que necesita. La terapeuta debe establecer un equilibrio entre estructura y libertad en las actividades, para ayudar al niño a desarrollar tanto su organización neuronal como su voluntad interna. 30 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial III. Comparación entre la terapia que emplea el enfoque de integración sensorial y otras terapias La terapia que emplea el enfoque de integración sensorial es una especialidad de la terapia ocupacional. Psicoterapia. Su objetivo es ayudar al niño a hacer frente a las demandas de la vida diaria ayudando a su cerebro a operar de forma más eficiente; suele estar relacionada con el análisis de las relaciones que se establecen entre las personas y trata de saber por qué las gente hace lo que hace. No es buena forma de desarrollar un cerebro que necesita integración sensorial y respuestas adaptativas. Terapia de juego. Los terapeutas de juego no piensan en las consecuencias que tiene su intervención en el cerebro del niño y no suelen tener la preparación necesaria para estimular los procesos de integración sensorial. Entrenamiento perceptomotor. Tiene como objetivo enseñar al niño percepciones y destrezas especificas; es algo bueno en sí mismo, pero no ayuda al niño en las facetas de aprendizaje y comportamiento más amplias. Educación. Los maestros de la escuela están entrenados para acercarse al niño desde una perspectiva cognitiva y no prestan atención a las bases neurológicas del funcionamiento intelectual. IV. ¿Por qué funciona la terapia de integración sensorial? Los cerebros son flexibles y están preparados para el cambio natural, pero a medida que van madurando, van perdiendo parte de su flexibilidad. Si el niño es joven para crear nuevas conexiones, la terapia puede ayudarle. Si el niño es mayor, la terapia favorece la transmisión de mensajes de una neurona a otra para que fluya con mayor rapidez y eficiencia. La terapia de integración sensorial funciona porque: o o o El cerebro está diseñado para que las funciones empleadas sean las más propensas a desarrollarse. Configura el ambiente del niño para que sea divertido y para que utilice sus procesos sensoriales. Casi todos los seres humanos tienen un impulso interior hacia la integración sensorial y la terapia es sólo una forma de hacer lo que la naturaleza, el niño y sus padres no han sido capaces de hacer. Hay niños con los que la terapia de integración sensorial no les es de gran ayuda, debido a que: o o o El problema es tan grave se carece de los conocimientos necesarios para tratarlo. No se puede determinar la naturaleza del problema con la suficiente claridad para diseñar un programa efectivo. El problema se halla en una parte del cerebro menos dependiente de la organización de las sensaciones corporales, y puede que sean otras las intervenciones terapéuticas que les puedan ayudar. 31 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial 8. LO QUE PUEDEN HACER LOS PADRES I. Cómo pueden ayudar los padres a sus hijos con disfunción en la integración sensorial Los padres pueden ayudar a sus hijos en el desarrollo de una mejor integración sensorial cuando existe un problema de aprendizaje o de comportamiento. Sin padres comprensivos que apoyen su desarrollo, el niño tendrá más dificultades y será probablemente menos feliz. Son cinco las cosas importantes que los padres pueden hacer: 1. 2. 3. 4. 5. Reconocer el problema con el fin de saber lo que necesita el niño. Ayudarle a sentirse a gusto consigo mismo. Controlar su entorno. Ayudarle a aprender a jugar. Buscar ayuda profesional. Reconocer y aceptar el problema Una madre nota normalmente cuando ocurre algo que no debiera con su hijo, aunque es probable que se autoconvenza de que todo va bien. Si tiene más hijos puede que se plantee por qué no se desarrolla como los otros. Las patologías leves de la integración sensorial son difíciles de detectar. A primera vista, el desarrollo del niño suele ser completamente normal, excepto por las dificultades con las tareas escolares, y por eso nadie sospecha. Es cierto que los niños se desarrollan a ritmos diferentes, pero es un error pensar que ya superaran el problema con la edad. Para que la intervención sea más efectiva, el cerebro del niño debe ser joven y flexible. Percibir el problema pronto aumenta las probabilidades de que a lo largo de su vida el niño pueda minimizar sus efectos. Es importante no forzar al niño a hacer cosas para las que no esté preparado; es mejor darle la oportunidad y animarle a hacer cosas que su cerebro pueda realizar. No es suficiente con cambiar la dinámica familiar, los procesos mentales o los comportamientos específicos. La terapeuta entrenada en integración sensorial ayuda al niño a desarrollar pilares sensomotores sólidos que más adelante suelen disminuir la recurrencia de conflictos de comportamiento. Cuando un niño se porta mal, es importante darse cuenta de que el origen puede estar en las sensaciones normales que no está siendo capaz de integrar. Otra clave de disfunción en la integración sensorial es el retraso del habla; este depende de muchas funciones sensomotoras y tiende a ralentizarse si alguna parte del cerebro no funciona completamente. 32 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Ayude a su hijo a sentirse bien consigo mismo El niño con disfunción entiende las experiencias como desafíos más insuperables que otros niños con un desarrollo normal, por eso, tienden a dudar más de sus capacidades, Hay tres cosas que pueden contribuir a una imagen negativa de uno mismo: o o o El modo en que funciona el sistema nervioso. Los sentimientos de frustración e inadecuación que surgen cuando no se hacen las cosas bien. Las reacciones negativas de las otras personas ante lo que el niño hace. Un problema físico El primer paso es aceptar que se trata de un problema físico, y que el desorden de aprendizaje o el problema de comportamiento son consecuencias de una disfunción en la integración sensorial. Es importante que aunque el niño se porte mal, los padres no le hagan una desaprobación que perjudique su concepto como persona. Hay que ayudarle a entender que cosas son socialmente aceptables y cuáles no. Anticipando crisis emocionales El sistema nervioso del niño no es tan estable como el de los demás, por lo que una sobre estimulación puede hacer que pierda el control de sus emociones. Consejos: o o o o Aprender a percibir cuando el niño está a punto de perder el control. Evitar ambientes que estimulan demasiado, o reducir esa estimulación. Ayudarlo a mantener un buen concepto de sí mismo. Los padres son una pieza clave en el entorno de sus hijos, y su estado emocional tiene una influencia ineludible en su sistema nervioso. Alternativas al castigo Si el niño pierde los nervios o el control, los padres no deben castigarle, pues él ya se siente bastante avergonzado. Lo que deben hacer es reducir la sobrecarga sensorial y después ofrecerles sensaciones organizadas (un muñeco, su manta, etc.), y todavía mejor si le abrazan o le cogen en brazos. Disciplina No se debe entrar en debate con el niño. Una vez los padres hayan tomado una decisión deben decirle al niño lo que han decidido y por qué. Deben mantenerse fieles a la decisión que han tomado, pues la disciplina debe contribuir a organizar el cerebro del niño y no a desorganizarlo. 33 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Expectativas Cuando los padres les marquen a sus hijos expectativas, deben asegurarse que estén dentro de las capacidades particulares de su sistema nervioso. Acentuando lo positivo Una forma de fomentar el concepto de sí mismo del niño es resaltando y comentando las cosas positivas que hace, porque esto refuerza el buen comportamiento y aumenta la probabilidad de que el niño vuelva a comportarse así. Controlar el entorno o Estructura La estructura de un ambiente contribuye a que el cerebro inestable conserve su estabilidad. Una vida y un hogar bien organizados fomentan el orden en el cerebro. Cada actividad tiene su propio tiempo y cada momento su propia actividad. La buena organización es una forma de autodisciplina. o El ambiente táctil Se debe respetar las respuestas del niño a los estímulos sensoriales, ya que estas pueden ser tanto positivas como negativas. Por ejemplo, si el niño rechaza un beso, no es algo personal, sino que su sistema nervioso no es capaz de procesar esa información como algo agradable y placentero. o Experiencias vestibulares y propioceptivas Las respuestas de los niños a las señales vestibulares son tan variedades como a las señales táctiles. Si el niño pide mucha estimulación vestibular, hay que ofrecerle un entorno en el que su cuerpo tenga libertad de movimiento. Las tareas domesticas en las que hay que levantar, cargar o empujar pesos pueden proporcionar buena estimulación propioceptiva. El trabajo físico proporciona las señales sensoriales y las respuestas adaptativas que organizan el sistema nervioso. La relación que mantiene el niño con la gravedad es muy importante; y la tarea de los padres es muchas veces que el niño desarrolle esta relación, por ejemplo comprándole un columpio para bebes y cuando crezca montarle en el del jardín. Nunca debe obligar al niño, debe ser él el que organice su cerebro. o Sensaciones auditivas y olfativas Algunos niños son excesivamente sensibles a los olores y/ o a los ruidos. Lo más importante es que los padres deben darse cuenta de que los hijos perciben las cosas de manera diferente. Deben protegerles de sensaciones desbordantes (mucho ruido u olores muy fuertes) pero no pueden controlar siempre el ambiente, ya que esta fuera del alcance de cualquier padre. 34 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial o Las señales de alerta Cuando el niño siente que se le exige demasiado, tiende a hiperactuar o a distraerse con demasiada facilidad. Se muestra hostil y agresivo, retraído o llora aparentemente sin razón. Ayude a su hijo a aprender a jugar La sociedad tiende a subestimar la importancia del juego. Si el niño no juega, los padres piensan que ese tipo de juego, en concreto, no le interesa, sin embargo es porqué probablemente tiene un problema y ese problema suele conllevar un desorden de procesamiento sensorial. El ingrediente básico del juego es el impulso interior que el niño expresa para realizarse con ente motor. Mediante el juego recibe el alimento sensorial procedente de su cuerpo y de la gravedad, es esencial para su desarrollo motriz y emocional. Jugar es necesario para: o o Aprender a relacionarse con el espacio que les rodea. Aprender a utilizar las manos y los dedos con eficiencia. Si se observa que el niño se sobreexcita o se pone triste mientras juega, puede ser que esos sentimientos procedan de un fallo en los mecanismos de procesamiento sensomotor. En este caso los padres deben aportarle gran cantidad de apoyo emocional, pero sin pretender controlarlos en lo que hacen, porque posiblemente lo vuelvan a intentar hasta que lo dominen. Buscar ayuda profesional Si los padres sospechan que sus hijos pueden padecer problemas en integración sensorial, sería recomendable que consultara con su pediatra y educadores, y que estos le comentaran si también sospechan. Si por el contrario les dicen a los padres que es mejor esperar y ver que pasa; sería importante que estos buscaran otras fuentes de información para evaluar a su hijo, deberían hablar con un terapeuta ocupacional. Lo mejor es empezar la intervención para desordenes en integración sensorial lo más prono posible. Cuanto más pequeño sea el niño, más flexible y fácil es influir en su cerebro. 9. SESIÓN PRÁCTICA SOBRE LA INTEGRACIÓN SENSORIAL A continuación, en este apartado se expone una sesión práctica propuesta por un grupo de alumnos de Terapia Ocupacional para realizar con el resto de los alumnos de la clase, para trabajar, reforzar los conceptos aprendidos, y experimentar como es una sesión de integración sensorial. La sesión se presenta como un circuito con distintas partes o fases en las que se trabajan de forma práctica los componentes que se trabajan dentro de la integración sensorial. 35 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial La forma de trabajar de cada componente se realiza primero exponiendo un ejemplo de patología/as que afecten a cada componente y posteriormente un ejemplo de ejercicio a realizar, con los que se trabajaría la mejora de dicho componente. Por lo tanto, y en base a lo expuesto anteriormente, las partes o puntos de la sesión serían: el sentido auditivo, el sentido táctil, el sentido gustativo, el sentido visual, el sentido olfativo, la propiocepción, y el sentido vestibular. A continuación se exponen cada uno de las partes de la sesión, exponiendo un ejemplo de patología que afecte al componente y posteriormente el ejemplo práctico de actividades para trabajar dicho componente: I. Estimulación auditiva Este tipo de estimulación se aplica a niños que sufren hipoacusia (disminución de la percepción auditiva), esta puede ser: Hipoacusia leve Hipoacusia moderada Hipoacusia severa Hipoacusia profunda Estos ejercicios que proponemos a continuación están orientados a estimular a niños que sufren una hipoacusia profunda (Pérdida auditiva que supera los 90 dB H.L., en la que afecta las funciones de alerta y orientación, estructuración, temporo-espacial y desarrollo intelectual y social). Este tipo de hipoacusia puede surgir como consecuencia tras padecer enfermedades como la gripe, el sarampión, etc. si alcanzan el oído interno. Aunque las causas principales de la hipoacusia profunda son la meningitis y el laberinto-toxina. La exposición a sustancias ototóxicas y principalmente de carácter farmacológico es otra de las causas más importantes de hipoacusias profundas en la infancia. I. Ejercicios de estimulación auditiva: i. Discriminación de silencio-sonido. Ponemos una canción agradable durante unos 30” y la quitamos. Esperamos unos 10” aproximadamente, y la volvemos a poner otros 30”. A continuación la quitamos y esperamos la reacción del niño. ii. Orientarse hacia el sonido. Utilizaremos un “instrumento musical” como puede ser una botella en cuyo interior hemos introducido un puñado de lentejas o garbanzos, o un globo con unas cuantas piedras en su interior. El niño permanecerá con los ojos cerrados y sentado en el mismo lugar de la sala durante toda la actividad, mientras nosotros nos movemos por la sala, parándonos en determinados lugares. Una vez parados haremos ruido con el “instrumento” y el niño debe girar la cabeza hacia el estimulo. 36 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial iii. Duración del sonido. Nos colocamos enfrente del niño con el “instrumento musical” y reproducimos un ritmo sencillo que dure unos 9 ó 10”. Le ofrecemos el “instrumento musical” al niño para que repita el sonido. Si no lo realiza, volvemos a repetir el proceso. Si es necesario le movemos la mano con la que sujeta la botella, reproduciendo el ritmo que le hemos representado momentos antes, después observamos su reacción. II. Estimulación del sistema vestibular. En primer lugar voy a explicar en qué consiste el vértigo paroxístico benigno. Es la causa de vértigo más frecuente en la infancia. Se trata de niños sanos de 1-5 años que presentan bruscamente episodios de pérdida de equilibrio, incapacidad para mantener su postura, con tendencia a prenderse de la persona que está cerca, a agarrarse a muebles, o a adoptar la posición de gateo. Lo habitual es que se muestren atemorizados describiendo lo que les pasa como "la casa se da vueltas" o "me caigo", etc. Estos episodios duran alrededor de 1 min, con inicio y final bruscos. Los niños conservan plenamente la conciencia, sin mostrar somnolencia, y retornan a su actividad inmediatamente. La frecuencia es variable, se repiten a intervalos de semanas. Se desconocen la patogenia o los factores desencadenantes de las crisis del vértigo paroxístico benigno. En general, tienen una evolución espontánea hacia la curación clínica, su intensidad y frecuencia disminuyen hasta desaparecer totalmente hacia la edad escolar (5-7 años). A continuación se van a exponer actividades terapéuticas en el contexto de integración sensorial indicadas para el déficit del sistema vestibular en la infancia concretamente para el vértigo paroxístico benigno. Los materiales utilizados son: colchonetas. a. ACTIVIDAD 1. El gusano. Se colocan colchonetas de hacer abdominales, apiladas en el suelo todo lo largo que mida el niño, entonces le solicitamos al niño que se tumbe en ellas y le explicamos lo que vamos a hacer que es lo siguiente: - Serán necesarias como mínimo dos personas porque lo que se va a efectuar es la unión de los lados de las colchonetas para que quede el niño dentro y le envolviese el tubo que se forma con las mismas. - Una vez que ya tenemos hecho dicho tubo, vamos a intentar balancear de un lado a otro al niño de izquierda a derecha, así favorecemos la estimulación del sistema vestibular y la propiocepción. - Por supuesto, no debemos olvidar la observación de la comunicación no verbal del niño, ya que puede presentar mareos y signos de fatiga. - Todo ello se realizará en una sala con música relajante. 37 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial b. ACTIVIDAD 2. La croqueta. - Prosiguiendo con el uso de colchonetas, vamos a proporcionar al niño que desarrolle su pensamiento abstracto y le vamos a pedir que piense que es una croqueta y que las colchonetas son pan rallado donde tiene que embadurnarse, rodar por ellas como una croqueta para conseguir estar cubierto de ese pan rallado y estar listo para que le echen el huevo. - Cuando el niño haya completado la actividad de embadurnación del pan, seguimos con la del huevo que consiste en poner una zona de colchonetas en la cual el niño realice lo mismo que en la del pan rallado pero esta vez va a haber una terapeuta que haga de tenedor y le proporcione al niño movimientos con sus manos zarandeándolo de un lado a otro, como si le estuviera echando el huevo. - Y por último nos quedaría el paso final de la croqueta, que sería en la sartén para freírle. Entonces para ello le vamos a decir al niño que se ponga de pie e imagine que se está metiendo en la sartén (haciendo un cuadrado con colchonetas en otra zona) y que el aceite empieza a estar cada vez más caliente entonces le decimos: ¿qué hacen las croquetas cuando el aceite está muy caliente? Si vemos que al niño le cuesta contestar le decimos: ¿saltar no? - Entonces primero le pedimos que salte despacio imitando el modelo de la terapeuta (ésta va ha hacer saltos de una manera y el niño los tiene que imitar), después cuando la terapeuta considere oportuno dirá que hay que aumentar el ritmo porque cada vez está más caliente el aceite y el niño la seguirá en todo momento. Una vez que la terapeuta crea que ha sido suficiente el ejercicio dirá: ¡A echarse al plato! Y en ese momento será cuando el niño y ella tendrán que caer sobre las colchonetas (de la manera que la terapeuta estime correcto para llamar al sistema vestibular y darle la información necesaria). - Toda esta actividad está indicada para niños con problemas en el sistema vestibular, pero se puede trabajar más componentes a la vez para que sea más completa como por ejemplo: pensamiento abstracto, atención, equilibrio, coordinación, propiocepción y lenguaje. III. Estimulación de la propiocepción Un ejemplo de patología que afecta a la propiocepción en niños sería por ejemplo el síndrome de Guillain-Barré, que se trata de un trastorno neurológico en el que el sistema inmunitario del cuerpo ataca a una parte del sistema nervioso periférico, la mielina, que es la capa aislante que recubre los nervios. Cuando esto sucede, los nervios no pueden enviar las señales de forma eficaz, el daño sensorial se caracteriza por la pérdida de la propiocepción (posición) y arreflexia (Pérdida de reflejos), los músculos pierden su capacidad de responder a las órdenes del encéfalo y éste recibe menos señales sensoriales del resto del cuerpo. 38 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial a. Ejercicios de estimulación propioceptiva i. Juego de la fotocopia: La actividad es de carácter grupal, la particularidad de la realización de esta actividad se basa en que se debe de hacer por parejas. La actividad consistirá pues en posicionar a los usuarios en parejas, una vez realizado, se procederá cada pareja a colocarse en fila india mirando ambos usuarios hacia delante. A continuación, se solicita, al paciente mas posterior, colocarse en una posición determinada la cual se le muestra a través de una tarjeta con un dibujo esquemático de cómo debe de colocarse. Una vez colocado en dicha postura, ese mismo paciente deberá de ir dando instrucciones para lograr, que el usuario posicionado delante de él, consiga situarse en la misma posición que su compañero de atrás. A lo largo de la actividad se irán presentando distintas posiciones con mayor o menor grado de dificultad. IV. Estimulación táctil El caso clínico que proponemos para que la actividad vaya enfocada hacia una patología en concreto es el siguiente: Un niño que nació prematuro (28 semanas) y con bajo peso (800gr y en los primeros días descendió su peso a los 600gr). Tiene 4 años y presenta retraso madurativo. Actualmente presenta hipersensibilidad táctil, lo que puede ser debido a sus experiencias negativas mientras estuvo hospitalizado. Le molestan muchos tejidos de su ropa, rechaza alimentos y no se deja tocar con facilidad. No expresa verbal ni corporalmente los placeres o displaceres que se le presentan a través del contacto físico. Aún poniendo expresión facial de desagrado no es capaz de retirar las manos al terapeuta cuando por ejemplo se le está proporcionando un estímulo a través del masaje. Vamos a centrar la actividad en trabajar la hipersensibilidad táctil a través de la integración sensorial y el juego. a. Ejercicios de estimulación táctil Cuando un niño presenta hipersensibilidad táctil no va por sí sólo a jugar con texturas que le proporcionen sensaciones desagradables. Para que el niño consiga integrar estas sensaciones, deberá sentirse motivado a la hora de realizar un juego que esté relacionado con la integración sensorial táctil. En lugar del terapeuta presentar al niño un juego establecido y cerrado, lo que el terapeuta ofrecerá al niño será una motivación a través de lo que él quiera hacer en ese momento partiendo d sus intereses, dejándole explorar por sí sólo los diferentes materiales que le habremos puesto a su disposición. De este modo el terapeuta observará a su vez las reacciones del niño pudiendo analizar sus intereses y qué materiales rechaza y acepta para luego poder hacer una intervención siguiendo su 39 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial juego e integrando cada vez más materiales y diferentes texturas y acciones a su juego. Si observamos que pasados unos minutos el niño no va hacia los materiales para explorarlos, nosotros comenzaremos a sacarlos llamando su atención y jugado con ellos para que el niño se una al juego. Se plantea la actividad de esta manera porque al presentar un juego establecido podría darse el caso de que al niño no le llamara la atención, ya que no se conocen sus intereses y podría aburrirse, o simplemente el hecho de que ese día no le apetezca jugar a un juego que normalmente le gusta, si no que quiera decidir a qué juego jugar. b. Materiales que se plantean: 3 cubos llenos de diferentes materiales (arroz, judías y harina) Objetos pequeños Pintura de cara Plastilina Papel de aluminio Tela aterciopelada Peluches Rollos de cartón del papel (decorado situando un periscopio) Estropajos Lana Etc. V. Estimulación Gustativa Marcos es un niño de 7 años le diagnosticaron parálisis cerebral a los dos años, su patología está relacionada con tono muscular, postura y movimiento, entre algunos síntomas destacan deficiencia intelectual, problemas en el lenguaje, problemas sensoriales o epilepsia, entre otros. Marcos posee una parálisis cerebral mixta cuyos síntomas son hipertonía y contracciones exageradas, hipotonía por lo que los movimientos no son coordinados, son lentas y no controladas, además posee problemas de equilibrio, coordinación motora a nivel fino y grueso, presentando una marcha defectuosa. Llevamos semanas preparándolo y hoy vamos a realizar la actividad que consistirá en que a través de un cuento, para hacérselo más atractivo, realizaremos la actividad primero utilizaremos líquidos y posteriormente introduciremos sólidos, según vaya evolucionando Marcos, para que también diferencie diferentes texturas a través de el órgano de la lengua y pueda experimentar diversas sensaciones. La actividad se desarrollará en el aula de psicomotricidad, le presentaremos a los personajes: dulce, (princesa) salado, amargo y ácido, estos estará representados por smilies y nos indicará cual es el correcto. Con esto conseguiremos que aprenda a distinguir y a diferenciar sabores y diferentes texturas. a. Ejercicios de estimulación gustativa En una mesa tenemos dispuestos cinco cuencos, en los que habremos colocado los distintos sabores, en cada uno de los cuencos tendremos agua con: 40 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial azúcar, con sal, con limón con picante yogur natural Mediante un cuento le pediremos que vaya venciendo a sus enemigos que son los sabores amargo, salado, picante y agrio para poder rescatar a la princesa, que tendrá el sabor dulce. Dispondremos de smilies los cuales caracterizaran los sabores y vencerán a los enemigos Picante Salado Ácido Agrio Dulce El niño vencerá y rescatará a la princesa del malvado profesor sabores cuando vaya adivinando los sabores esto lo conseguirá cuando pruebe el sabor y le ponga el smilie correspondiente. VI. Estimulación olfativa. Inicialmente, expondré el significado de la patología a la cual van a ir indicadas las actividades que a continuación se van a presentar. Pues bien, los niños que padecen hiporreactividad en el sentido del olfato son niños que necesitan mucha estimulación olfativa para poder obtener el olor de las cosas que le rodean y muestran los siguientes comportamientos: ignoran malos olores, huelen los objetos, las personas, la comida y pueden poner objetos inapropiados en la boca o identifican a las personas por su olor. Entonces estos pequeños individuos necesitan una estimulación olfativa para el logro de una buena discriminación de dicho sentido. a. ACTIVIDAD 1: EL MUNDO DE LOS OLORES. Esta actividad consiste en presentar al niño diversos objetos cotidianos con olores característicos y que él vea los objetos y nos diga qué objeto es, a qué le huele y si es o no un olor agradable. Como en este caso las actividades van a ir dirigidas a un niño con las características anteriores, conduciremos la actividad de una manera lúdica con una historia en la cual él es el protagonista, esto favorece a la involucración y a la actitud activa del individuo. 41 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial Los materiales que le vamos a presentar son los que prosiguen: colonia, crema, desodorante, canela, ajo, orégano, limón, vinagre, vela olorosa, toalla recién lavada. DESARROLLO: 1º Situamos al niño en una sala tranquila para que centre toda su atención en la actividad que se va a efectuar. 2º Explicamos al niño lo que vamos a hacer: - Vamos a jugar a una juego muy divertido que se trata de imaginar que estás en el fantástico mundo de los olores en el cual solo se vive oliendo las cosas entonces el que más olores tenga es el que vive mejor, y resulta que tú eres el rey que es el que es el que más olores consigue y decide que cosas huelen mal o bien, así que yo soy una chica que viene a ofrecerte los olores más maravillosos del mundo para que seamos amigos y pueda estar contigo para compartir los olores y jugar contigo, ¿vale? 3º Actuamos como si estuviésemos dentro de la historia para involucrar al niño y que éste se muestre más activo y se beneficie de las propiedades del ejercicio. 4º Entonces lo que hacemos es presentarle los objetos siguiendo con la historia y él nos tiene que decir si le resulta o no agradable el olor. 5º Una vez que el niño nos ha dicho su opinión, le solicitamos que nos diga a qué objeto le corresponde cada olor. 6º Más adelante, le pedimos que nos diga a qué le recuerda ese olor, eso es para que guarde un sentido para él y lo integre de un modo óptimo. 7º Cuando ya acabemos con el ejercicio, cerramos la historia a modo de decir:Entonces ¿Te han gustado los olores? ¿Quieres que seamos amigos y juguemos más veces juntos? 8º Si el niño se muestra satisfecho con la actividad responderá de manera afectuosa y observaremos que está dispuesto a realizar dicha actividad más veces. Esta actividad ha de quedar registrada con todos los datos aportados por el niño para que en las siguientes sesiones se tome la referencia de la anterior sesión realizada y se pueda hacer un seguimiento. Esto facilita la evaluación y diagnóstico para el terapeuta y el planteamiento de los objetivos. b. 2º ACTIVIDAD: II PARTE: EL GRAN ASTRO EN EL MUNDO DE LOS OLORES. Esta actividad se realizará con relación a la anterior ya que es una continuación a la misma pero con un grado de dificultad. La historia en la que le hemos sumergido al niño continuará. La variación de la misma es la realización de la discriminación olfativa de los objetos anteriores con la anulación de uno de los sentidos: la vista. Los materiales siguen siendo los mismos que en la anterior actividad para que haya un progreso en la que se va a presentar posteriormente. 42 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial DESARROLLO: 1º Exponer al niño que vamos a seguir con la historia de antes, pero esta vez va a ser más interesante aún porque va tener los ojos tapados con un pañuelo/antifaz. Ante todo le preguntamos si le gusta la idea. 2º En la historia incluimos un factor nuevo, le explicamos que en ese mundo las personas tienen máscaras en los ojos para protegerse del gran sol que ha llegado al mundo, entonces solo utilizan el olfato para adivinar todos los objetos que tienen a su alrededor y seguir viviendo. Así que esas personas acuden al rey porque es el más sabio del mundo y gracias a él las personas pueden saber a qué huelen las cosas y seguir con su día a día. 3º A continuación proseguimos a taparle los ojos con un pañuelo/antifaz una vez que le hemos puesto en antecedentes. 4º Siguiendo con la historia nos hacemos pasar por un ciudadano y le pedimos que huela unos objetos y que nos diga si huelen bien o mal. 5º Después le pedimos que nos diga qué objetos son, que los nombre. 6º Por último le solicitamos que nos diga a qué le recuerdan esos olores. 7º Una vez terminado lo anterior, procedemos a terminar la historia diciendo: ¡oh gracias mi rey por decirme qué objetos son y a qué huelen, me ha servido mucho, ya puedo continuar mi camino! Que tenga un buen día. No debemos olvidar la observación contínua en las dos actividades de la comunicación no verbal del niño ya que éste puede presentar signos de fatiga o de desagrado por el exceso de estimulación olfativa. Si es así la actividad se paraliza y dejamos la sesión para otro día. Esta actividad favorece para desarrollar el sentido del olfato del niño, la actitud activa en todo momento ya que él es el actor principal de la actividad y muestra todo el interés y atención requeridos. 43 Actividades para la independencia funcional 3. Integración sensorial 10. Bibliografía. J.R. Gutiérrez Martínez. C. Tomé Nestal. Protocolos de Neurología. Ataxia Aguda. 2006. [Internet]. [Consulta el 20 de noviembre de 2011]. Disponible en: http://www.sccalp.org/boletin/46_supl1/BolPediatr2006_46_supl1_056-060.pdf Salud.com. Dispraxia. 1997-2010 [Internet]. [Consulta el 23 de noviembre de 2011]. Disponible en: http://www.salud.com/enfermedades/dispraxia.asp Wikipedia.com. Síndrome de Guillain Barre. 2011[Internet]. [Consulta el 28 de noviembre de 2011]. Disponible en: http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%ADndrome_de_GuillainBarr%C3%A9 Sitiodesordos.com. Hipoacusia infantil. [Internet]. 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