altos de cazucá

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ALTOS DE CAZUCÁ
Hasta cuándo en el olvido
INTRODUCCIÓN1
Colombia es un país de grandes contrastes y desigualdades y no todos los segmentos de la población son afectados de la misma manera, ya sea por
violencia o por la escasez de servicios de salud. En Bogotá, cirujanos altamente cualificados realizan trasplantes de órganos o separan cuidadosamente a
siameses. Algunas ciudades son reconocidas por sus numerosas clínicas de cirugía estética. Sin embargo, por toda la nación, más de la mitad de los
colombianos viven por debajo de la línea de la pobreza. En algunas zonas pobres y rurales, las coberturas de vacunación se sitúan por debajo del 50% y el
país luchaba recientemente por frenar una epidemia de fiebre amarilla que se centraba en áreas controladas por múltiples grupos armados. Algunas
estadísticas de mortalidad se asemejan a las de un país desarrollado –enfermedad cardiaca isquémica y el cáncer se encuentran entre las principales causas
de muerte- pero la causa de muerte más común sigue siendo la violencia.
El conflicto en Colombia no es algo nuevo: transcurre desde hace décadas. Actualmente, las estimaciones oficiales sitúan en más de dos millones el número
de desplazados internos- con diferencia el más numeroso en el Hemisferio Occidental y el tercero en el mundo (después de Sudán y de la República
Democr. Mucha gente desplazada ha huido hacia los suburbios en los cinturones de miseria de las grandes ciudades. Aquí, las enfermedades relacionadas
con la pobreza son comunes –principalmente las enfermedades respiratorias y la diarrea entre la población infantil. En el 2003, la mitad de los casos de
hepatitis A en el Departamento donde se ubica el Distrito Capital, fue registrada en Soacha, uno de los municipios de estas características. La tasa de
malnutrición crónica en niños entre los pacientes vistos en las clínicas es de un 30%, comparado con la media nacional del 8%.
La violencia es, al menos, una amenaza tan grande para la salud como lo es la enfermedad respiratoria, puesto que incluso aquí los civiles no pueden huir
del conflicto. Un graffiti ostentando nombres de un grupo armado u otro son muy visibles en muchas edificaciones en Soacha. Algunas casas están
pintadas con spray con la palabra “sapo”, en el lenguaje popular “informante”. Nadie es un civil en este conflicto, todo el mundo es considerado un
potencial informante o colaborador. Por la noche, estos barrios están plagados de amenazas y violencia, como una extensión del mismo conflicto del que los
desplazados han huido. Los actos de violencia cometidos para intimidar han sido horribles –incluso desmembramientos con motosierra.
El conflicto ha generado también daños colaterales sobre la población, incluyendo la negativa a registrarse para recibir los beneficios en salud. Las leyes
para la atención en salud en Colombia son progresistas, y –sobre el papel, al menos- los beneficios ofrecidos para los desplazados internos son ejemplares,
pero estos beneficios teóricos con frecuencia no se cumplen. Por ejemplo, el registro para la entrada en los programas de salud gubernamentales requiere
de información detallada para evitar el fraude y el abuso. Este incluye la confirmación de la identidad por parte de la autoridad local, así como por la
1 Extracto del artículo publicado en “New England Journal of Medicine” “Atrapados en el fuego cruzado de Colombia”. Brig. Reilley, M.P.H., y Silvia Morote, M.D. Médicos
Sin Fronteras. Diciembre 2004.
2
región de donde huyó el paciente. Pero si estos detalles de la gente desplazada y de su domicilio permanente caen en ciertas manos, les puede costar sus
vidas. Comprensiblemente, muchos optan por no entrar en el sistema.
A pesar de la violencia dominante, sin embargo, no todos los problemas de salud están directamente relacionados con el conflicto. Quedan vacíos
importantes con respecto al acceso, y es difícil navegar en la burocracia del sistema nacional de salud. Colombia ha buscado cómo mejorar la eficacia del
sector de la salud a través de la privatización, la cual ha creado estímulos para evitar tratar a los pobres o a las personas con enfermedades de alto costo,
que pueden ser convertidos en tecnicismos. Los hospitales por su parte, están luchando para sobrevivir, puesto que si un paciente no puede pagar o no
puede ser facturado el servicio prestado de otra forma, el hospital o los doctores deben pagar la diferencia.
En la mayoría de los casos, una combinación de obstáculos relacionados tanto con el conflicto en curso, como con los problemas crónicos del sistema, hace
inaccesibles los servicios de salud. Y al final, muchos en Colombia permanecen al margen de la atención médica.
1. CONTEXTO
Un cinturón de exclusión y miseria.
Altos de Cazucá es, junto con Altos de la Florida, uno de los lugares más deprimidos de Soacha. En este Municipio, colindante con Bogotá2 (Departamento
de Cundinamarca), se concentran algunos de los mayores cinturones de pobreza de la ciudad y del país. Está situado en la falda de las colinas del
Municipio y comenzó a poblarse por invasión hacia 1975, por la parte baja de la loma, formando el Barrio Julio Rincón y desde entonces, no ha parado de
crecer.
Los barrios que conforman esta zona se encuentran sin legalizar y cuentan con una infraestructura de servicios muy precaria e insuficiente. A esta zona
llega un alto porcentaje del total de desplazados que constantemente recibe el Municipio de Soacha y allí se mezclan con el resto de la población en un
contexto de miseria y marginalidad. Según datos del censo experimental llevado a cabo en mayo de 2003, en la Comuna 4 hay 7.718 personas desplazadas3,
el 43.4% del total de población desplazada de toda Soacha (17.751 personas). Según este censo4, la población total del municipio en esa fecha era de 364.625
habitantes, siendo la tasa de crecimiento de la población del 4,8%, tres veces mayor que el promedio nacional (1,6%) y dos veces mayor que el de Bogotá
(2,2%). La Comuna 4 a la que pertenece Altos de Cazucá contaría con 63.308 habitantes, la segunda más poblada del Municipio.
2
Aunque administrativamente Soacha y Bogotá son municipios diferentes, geográficamente Soacha es una continuación de la capital.
Por el sistema de división administrativa que maneja la municipalidad, Soacha se encuentra divido en 6 Comunas. La Comuna 4 está conformada por dos zonas: Altos de
Cazucá y Ciudadela Sucre
4
Llevado a cabo de forma experimental de cara al próximo censo nacional cuya realización está prevista para el año 2005.
3
3
Una de las razones que explican esa alta tasa de crecimiento poblacional es que Soacha es uno de los grandes receptores5 de población desplazada en
Colombia y el mayor receptor del Departamento de Cundinamarca.
La llegada de nuevos desplazados a la zona es constante y silenciosa. Las familias, de entre 5 y 10 miembros, llegan generalmente sin apenas pertenencias y
se encuentran con las pésimas condiciones de hacinamiento, pobreza e insalubridad propias de la zona.
Historia recogida por los equipos de MSF E. Proyecto de
Soacha.
« Nos fuimos para el pueblo, de ahí a la ciudad y luego para acá,
en el momento estamos donde unos familiares ahí todos
amontonados y sin trabajo, esperando hacer camino por acá a ver
cómo nos va, pero es empezar de cero, porque lo que habíamos
trabajado toda la vida se perdió, ahorita mismo otras personas
deben estar disfrutando de esos esfuerzos”
5
La calificación de «receptor » se aplica al lugar donde se produce la llegada de desplazados, sin que esto signifique que cuenta con las infraestructuras necesarias para
atender a esta población.
4
Según la Red de Solidaridad Social (RSS), que es el entre responsable de la certificación y asistencia a desplazados, a Soacha llega el 36% del total de la
población desplazada6 del Departamento de Cundinamarca7 . Pero, no hay que olvidar que los registros de la RSS muestran sólo una realidad parcial,
puesto que buena parte de la población que se desplaza no está dispuesta a declarar su situación y prefiere pasar desapercibida.
Sea por temor a la estigmatización que se hace de este colectivo y consecuente desconfianza que generan entre sus vecinos, sea por la falta de garantías en
la confidencialidad de los datos registrados de la Red, sea por amenazas recibidas por el grupo armado que ha originado el desplazamiento, y que
también está presente en esta zona, el caso es que un gran porcentaje no solicita su “certificación” oficial como desplazado. 8
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto de Soacha.
“Primero llegan unos y luego, cuando se ubica, alojan a los otros, encontrando
siempre ranchos (viviendas precarias) que albergan por lo menos a 10 personas,
con una sola habitación, sin separar cocina ni baño, y con dos o tres camas o
durmiendo en colchones o en el suelo. Son comunes el hacinamiento y la falta
de agua. Los roedores, los zancudos (mosquitos) y las pulgas forman parte del
hábitat”
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto de Soacha.
“Las familias que captamos son en su mayoría parejas jóvenes, menores de 40
años, con niños menores de 10 años, o parejas de ancianos que se desplazan
solos, ya sea porque sus hijos no pudieron salir de las regiones o porque tienen
otros hogares. Notamos que se desplazan familias extensas”.
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto de Soacha.
“Las familias narran haber salido en diferentes horarios y sobre todo a altas
horas de la noche y sin ninguna pertenencia. Por lo que comenta la población,
podemos pensar que esto es debido, en parte, a la desconfianza en los vecinos,
pues no saben si están o no relacionados con los grupos (armados)”.
2003 : 36,22% y 2004 : 36%
Tendencias del Desplazamiento Forzado en el Municipio de Soacha, Presidencia de la República, RSS, Unidad Territorial de Cundinamarca. Febrero de 2003.
8 No existen cifras que cuantifiquen a esta población, no obstante, el equipo de MSF, buen conocedor de la zona, asegura que podría acercarse al 50% de la población. Con
este dato estaríamos casi doblando la cifra total oficial de población desplazada.
6
7
5
Según el Sistema Único de Registro (SUR), perteneciente a la RSS, entre enero de 2002 y junio de 2004 el total de personas desplazadas en Colombia
ascendió a 697.663.
Oficialmente en enero 2004, sólo se reconocían en total un millón y medio de desplazados.
Sin embargo, otras fuentes consultadas elevan la cifra hasta casi tres millones y medio de desplazados. La asociación CODHES calcula, para el mismo
período de enero 2002 a junio de 2004, un total de 750.506 desplazados y a principios de 2004 había contabilizado ya más de tres millones de desplazados
internos en total.
Certificados o no por la RSS, lo cierto es que los desplazados que llegan a Altos de Cazucá se encuentran con la presencia informal pero constante de los
actores armados, que forman parte del conflicto colombiano. Este es un elemento que ejerce una notable presión sobre la población residente, lo que se
traduce, en muchos casos, en trastornos de salud mental, al tener que convivir con la criminalidad y las amenazas que proliferan con estos grupos.
La violencia juega un papel protagonista en la vida de las comunidades de Altos de Cazucá. Por su importancia estratégica como puerta de entrada del
conflicto a la capital del país se encuentran presentes los principales actores armados, siendo frecuentes las «rondas y patrullas», las amenazas a miembros
6
de la comunidad y los asesinatos de líderes comunitarios. A este tipo de violencia, se le añade la mal llamada «limpieza social» o asesinatos selectivos,
sobre todo de jóvenes que, en más de una ocasión, se produce a plena luz del día y, la mayoría de las veces, con total impunidad.
La falta de recursos
En primer lugar, la mayor parte de la población es pobre, las dificultades para obtener ingresos son enormes y lograr la certificación en el SUR (Sistema
Único de Registro) no garantiza la recepción de las ayudas a la que da derecho la condición de desplazado.
La grave crisis económica que atraviesa la RSS se extiende a la falta de personal, déficit de las instalaciones y al retraso en la entrega de las ayudas
económicas para vivienda y comida, que son, además, insuficientes.
Historias recogidas por MSF E. Proyecto de Soacha.
« Aquí ya en el sector, pagamos arriendo. El señor que era el dueño de la
finca, me ayudó a buscar aquí. Ahorita están que me sacan porque yo
trabajo por días cuando puedo, pero hace días que no consigo nada»
“Somos 6 personas, mi mamá, mi esposo y tres hijos entre 4 y 12 años.
Mi esposo sostiene a toda la familia con su trabajo de constructor que no
es muy constante, por lo que a veces no tenemos ingresos en el mes. Yo
me dedico al hogar”
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto de Soacha.
“La familia está conformada por once personas, siete niños, dos jóvenes
y dos adultos. Viven pagando arriendo en una casa que está hecha de
madera, con una puerta de tablas. Su área es de tres metros de frente por
seis metros de fondo, el piso es de tierra, en el fondo se encuentra el baño,
y una habitación en la cual se observa un camarote, una cama, una mesa
de noche. Esta habitación se encuentra dividida del baño con un cartón”
A pesar de que hace cuatro años se construyó un tanque que podría abastecer de agua a toda la zona, éste nunca ha sido puesto en funcionamiento siendo
el acceso al agua potable de estas personas todavía muy difícil e irregular; de los 30 barrios existentes, tan sólo 5 cuentan con suministro de agua constante.
7
Historia recogida por MSF E. Proyecto de Soacha
« Ahora vivimos muy mal, todo es prestado y nos están pidiendo
las cosas, aquí no nos llega agua, nos regalan y la tenemos en
canecas para cocinas y para todo. La esperanza es que aquí la niña
puede estudiar porque queda cerquita, el otro año la pongo. Mi
esposo sale por allá a ver qué se rebusca...la ventaja es que somos
muy jóvenes y ya pensamos quedarnos aquí y echar para
adelante»
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto de Soacha.
« La situación en Altos de Cazucá no es ajena a lo que ocurre en
el país. La problemática de pobreza, de desempleo, de acceso a la
salud, a la educación, a los servicios públicos, se vuelve aún más
compleja con el trasfondo de violencia social y familiar, la
situación de la niñez además del grave problema nutricional y
ambiental »
Aunque se han puesto en marcha algunas medidas gubernamentales orientadas a impulsar el retorno voluntario, en muchos casos esto resulta imposible
para una gran mayoría de la población desplazada.
Historia recogida por el equipo de MSF E. Proyecto de Soacha.
«Ahora estamos aquí, sin trabajar y con los niños arrimados en una casa que no es nuestra y que cuando nos saquen no sabemos qué vamos a hacer, con los niños sin
estudiar y yo que tenía mi negocito. Aquí eso nadie lo valora y yo tengo 59 años, nadie me va a contratar. Pero cómo puedo pensar en volver, sería como una sentencia de
muerte»
8
Historia recogida por el equipo de MSF E. Proyecto de Soacha.
« Ahora mismo mandé a la mujer para que observara a ver cómo está por allá a ver si de pronto podemos ir a mirar los palos y recoger la cosecha, pero es difícil, imagínese
cuanta ganancia dejamos allí, el trabajo de toda la vida porque allá todo lo más trabajaba uno es cultivando pero acá no hay nada qué hacer y los hijos aguantando hambre.
Yo estoy tan desesperado que pienso mejor es ir y “frentiar” y que me maten pero poder de nuevo dejar a mi familia allá asegurada, nosotros no sabemos de nada de la
ciudad ni los chinos (niños). »
Las autoridades siguen sin dar una solución duradera a Altos de Cazucá y, en general, sin cumplir con sus obligación de asistencia y protección a la
población desplazada en todo el país. Esta falta de voluntad se refleja, en primera instancia, en las deficiencias del propio sistema de certificación. Habría
un subregistro de casi dos tercios de la población , inexistente para las autoridades, que no podría acceder a los mecanismos de respuesta estatales.
Historia recogida por el equipo de MSF E. Proyecto de Soacha.
“La crisis del desplazamiento cada vez es más compleja, no se cuenta con las redes sociales que permitan el restablecimiento de la población, la zona no cuenta con la
infraestructura necesaria ni con planes orientados a la atención de esta problemática. Estas familias se demoran en reestablecer su vida, dado que la asistencia del estado es
prácticamente inexistente, lo que conlleva que ellos tengan que subsistir por medio de subempleo. Algunos logran ventas callejeras, otros se dedican a la mendicidad, no
encuentran cupos educativos y el acceso a la salud es cada vez más difícil para ellos. Las ayudas son muy pocas y cada vez se restringen más, además de esto, no hay un
sistema informativo que les permita ubicar soluciones temporales.”
2. LA SALUD DE LOS DESPLAZADOS9
La mayor parte de la población de Altos de Cazucá es muy humilde, procede de zonas rurales y, sobre todo en el caso de los desplazados, encuentran
grandísimas dificultades para adaptarse a las condiciones de vida del lugar, donde intentan pasar ante todo, desapercibidos. La falta de conocimiento de
sus derechos en salud es patente, así como los abusos que sufren a diario por los que se les niega la atención sanitaria básica a la que tienen derecho.
Las enfermedades más comunes
En las condiciones en las que esta población se encuentra son comunes las enfermedades respiratorias y diarreicas, las enfermedades cutáneas, los
problemas de desnutrición y los problemas psicológicos que arrastran del pasado y que se suman a la inseguridad de su situación actual.
9
Desplazado interno a aquella persona o grupo que declara haberse visto forzado a huir de su hogar, a causa de la violencia del conflicto o de los efectos causados por el
conflicto, según la definición establecida en el p.2 de los Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. ECOSOC 11 de febrero de 1.998
9
Historia recogida por un trabajador de MSF E.
Proyecto de Soacha.
« Actualmente nos encontramos donde la cuñada
que también es desplazada, ella tiene 5 niños, tiene
un bebé de 6 meses, que está enfermo y bajo de peso
y trabaja por días. Dormimos todos en el mismo
cuarto, somos 10 y estamos todos amontonados, la
única que trabaja por días es la cuñada y nos
mantiene a todos, hay días que no tenemos con qué
darles de comer a los niños y quedamos todos aquí
mirándonos las caras, me da vergüenza con ella pero
espero que esta situación cambie. Ella lleva dos años
de desplazada, mis niñas y yo un mes y mi esposo
15 días, nos han dicho que la ayuda nos la dan hasta
dentro de un mes.»
Historia de un trabajador de MSF E. Proyecto
de Soacha.
“Aparte de estas condiciones adversas para una vida
digna, se unen las problemáticas relacionadas con el
desplazamiento: la ruptura de su proyecto de vida,
la fragmentación de la familia y la violencia
intrafamiliar. Estas familias han sido espectadores
de masacres, de retenciones, de desapariciones de
familiares o vecinos; cuentan haber sido asediados
por los grupos armados, han tenido que pagar
cuotas en dinero y en propiedades y, en algunos
casos, huyen de los sitios por evitar el reclutamiento
de sus hijos u otros familiares”.
10
Además del impacto directo que tiene el conflicto colombiano sobre la población, en forma de muertes, lesiones y discapacidades, hay otras consecuencias
derivadas de las condiciones de hacinamiento, precariedad y marginalidad en las que viven y que conducen al aumento de las tasas de desnutrición y de
enfermedades respiratorias y diarreicas, sobre todo en ancianos, mujeres, y niños. Los trastornos y enfermedades psicológicas causadas por la violencia
(estrés postraumático, ansiedad, insomnio) aumentan debido a la incertidumbre y a la dependencia.
Historia recogida por MSF E. Proyecto de Soacha.
“...Ahorita me encuentro muy “aburrida” porque el niño de 6 años se me enfermó, me decía que le dolía mucho el estómago, empezó a gritar y no se podía parar porque se
caía, entonces lo llevé al hospital mostrando la carta de habitante de la calle donde dice que me atienden en cualquier hospital con nivel 0, en el hospital no me lo quisieron
dejar pasar. Los médicos del otro hospital donde me lo recibieron me dicen que no se sabe si se salve por que está muy mal con oxígeno y sangre .../... Tengo otro niño que
me lo quitó Bienestar Familiar y dice que me lo entrega sólo si lo llevo a un internado, pero estoy esperando si ellos me dicen donde o si me toca por mi cuenta. Estoy
esperando a ver quien más me puede ayudar porque todos mis hijos necesitan ayuda, todos están desnutridos y no tengo con qué vestirlos.”
Historia recogida por MSF E. Proyecto de Soacha.
«Tengo 22 años y cuando me desplacé tenía un bebé de 1 año, yo le daba pecho pero cuando llegué aquí con esa “aguantadera” ya no me volvió a salir leche. Una señora me
ayudó y me dejó quedar en la casa de ella con la niña, me daba la comida y me ayudaba con la niña. Yo empecé a trabajar vendiendo líchigo, luego volví a quedar
embarazada y la pareja que tenía no quiso responsabilizarse; cuando se enteraron de mi embarazo me echaron del trabajo.
Nació la niña y yo le daba pecho, cuando la pequeña tenía 2 meses y la grande 2 y medio, nos enfermamos las tres de lo mismo: gripa, tos, mareo, fiebre. Fui al centro de
salud y no me dieron sino una ficha, decidí pasar a la niña más grande porque la vi más enferma y madrugué a pedir cita en el hospital para la bebé. La atendieron y le
dieron “acetaminofén” (paracetamol), la niña seguía muy enferma y la llevé dos veces más al hospital, el médico me dijo que la niña estaba bien, que siguiera dándole la
misma droga que él la veía mejor.
Yo veía a la niña con mucha tos, se le hundían mucho las costillitas para respirar, no quería recibir pecho, entones madrugué a pedirle cita al centro de salud, y cuando
estaba haciendo la fila me di cuenta que estaba muy débil y no se movía. Hablé para que me atendieran urgente y la llevaron en la ambulancia pero cuando llegamos al
hospital la niña ya estaba muerta. Duramos como 3 días para enterrarla porque no tenía plata, por ahí los vecinos me ayudaron.
Mi otra hija siguió enferma de lo mismo, la llevé otra vez al centro de salud y de pronto me entró mucha tristeza de acordarme cuando llevé a mi muchachita y me dio algo
no sé qué y me fui antes de que me atendieran. Como la niña siguió enferma y era de noche la llevé al hospital y me la dejaron hospitalizada y le pidieron unas cosas pero yo
no tenía plata, entonces me tocó ir a pedir para conseguirle las cosas.
La trabajadora social del hospital decidió hablar con Bienestar Familiar para que me quitaran la niña porque estaba muy descuidada. Ahora quedé sola porque perdí a mis
dos niñas».
De las consultas médicas realizadas por el personal sanitario de MSF-E entre enero y diciembre de 2004 se registraron como principales causas de
morbilidad de la población, tanto las enfermedades del sistema respiratorio (un 26% de las consultas atendidas y un 43% en menores de 5 años), como las
11
enfermedades infecciosas y parasitarias (un 22% de las consultas de población general y de un 32% en menores de 5 años), propias de las condiciones en las
que viven. Respecto de la malnutrición, el equipo de MSF-E detectó en el mismo período de tiempo, una malnutrición crónica en el 29% de los menores de
5 años que consultaron, con un 6.1% de casos de malnutrición aguda moderada, cifras muy superiores a los promedios nacionales, alrededor del 9%.
Morbilidad 10 primeras causas Soacha EneroDiciembre 2004 (Según categorias CIE-10).
VI. ENFERMEDADESSIST.
NERVIOSO
2%
OTROS
16%
VIII. ENFERMEDADESDEL OÍDO
3%
X. ENF. SIST. RESPIRATORIO
26%
IX. ENFERMEDADESSIST.
CIRCULATORIO
3%
VII. ENFERMEDADESDEL OJO Y
ANEXOS
3%
XIII. ENF. SIST. OSTEOMUSCULAR
4%
I. ENFERMEDADESINFECCIOSASY
PARASITARIAS
22%
XI. ENF. SIST. DIGESTIVO
5%
XII. ENF. DE LA PIEL
6%
XIV. ENF. SIST. GENITOURINARIO
10%
Fuente: Informes MSF-E 2004 del PS El Arroyo. Altos de Cazucá.
En el marco de las actividades de MSF E en el Puesto de Salud de El Arroyo, en Altos de Cazucá10, durante todo el año 2004, la organización constató que
de 7.870 consultas realizadas, el 16,6% correspondieron a personas que se identificaron como desplazadas, de las cuales el 22% no estaban certificadas por
la RSS, y un 78% tenían la certificación o estaban en trámite para obtenerla. Fuera por rechazo de su solicitud o por haberse negado a declarar su situación,
en el acompañamiento y orientación realizado por MSF E, a familias desplazadas recién llegadas a la zona, se detectó que sólo el 43% había realizado
declaración de su situación, mientras que el 57% no lo había hecho, siendo el desconocimiento la principal causa (en el 36% de los casos). Alrededor del
10% manifestó que no quería declarar por miedo y desconfianza.
10 Datos correspondientes a los Informes Técnicos Trimestrales de la organización. Enero-diciembre de 2004.
12
RUTA PARA EL RECONOCIMIENTO DE LA CONDICION DE DESPLAZADO
Cualquier persona tiene derecho a asistencia sanitaria de urgencia (urgencia vital) en cualquier
entidad pública o privada. En la práctica se niegan a atenderlos.
SI obtiene la
Decide SI
iniciarlo
información
correcta
SE PRODUCE EL
DESPLAZAMIENTO.
LLEGADA A SOACHA
PASO 1 : OBTENCIÓN
DE LA INFORMACIÓN.
NO obtiene la
información correcta
PASO 2: DECISIÓN
DE INICIAR EL
PROCEDIMIENTO.
Dilemas: falta
confidencialidad,
estigmatización,
pocas ayudas, temor
por falta de
seguridad,
burocracia, estado
psico-físico del
desplazado.
PASO 3: DECLARACIÓN EN
LA RSS
- Datos identificativos del
declarante.
- Documentos de identidad.
- Lugar de expulsión y motivos
(circunstancias de modo y
tiempo)
- Grupo responsable del
desplazam.
- Aportación de Formato Único
de Declaración.
- Aportación de todo tipo de
pruebas materiales.
Decide NO
iniciarlo
NO SE RECONOCERÁ
LA SITUACIÓN DE
DESPLAZAMIENTO NI
SUS DERECHOS. PASA
A SER POBLACIÓN
POBRE NO
ASEGURADA
Info falsa, imprecisa o
insuficiente.
Formato Único de
Declaración: Diligencia
del Min. Público o
Despachos Judiciales. A
solicitar ANTES DEL
DESPLAZAMIENTO.
15 días
DENEGACIÓN
Cabe recurso
CERTIFICACIÓN como desplazado. Derechos sólo para el núcleo familiar:
- Salud: R. Subsidiado
•
Carné ARS, si lo tenía previamente.
• Carné RS nivel 0, si no lo tenía: sólo atención en Hosp. con Conveni
- Ayuda: vivienda y bonos para 3 meses.Insuficientes.
Ha pasado más de un
año desde el
desplazamiento.
Se cumplen todos los
requisitos
15 días
PASO 4: VERIFICACIÓN DE
LA INFORMACION
A confirmar en lugar de origen
del desplazamiento.
13
Las razones por las cuales los desplazados que están certificados en la RSS –y por tanto con una serie de prestaciones teóricamente reconocidas- acuden a
los servicios de MSF-E, se encuentran, principalmente, en la falta de recursos de la propia Red, la falta de información de los afectados y en el exceso de
burocracia y en los abusos por parte de algunas entidades aseguradoras llamadas (A.R.S. y E.P.S.), que eluden su obligación de atender a los más pobres o
a quienes padecen enfermedades especialmente costosas.
De los desplazados recién llegados identificados en Altos de Cazucá por el equipo MSF E durante el 2004, en el momento de la primera entrevista, el 72%
no había recibido ninguna ayuda del Estado hasta el momento (a tener en cuenta que sólo el 23% estaban certificados) y un 29,6% había sido ayudado por
diferentes ONGs. De las 57 personas certificadas, sólo un 13% había recibido ayudas estatales. En el 73,2% de los casos, tras visita domiciliaria, se
consideró oportuna una ayuda básica de MSF E (mantas y bidones para agua), dadas las condiciones de vida, extremadamente difíciles, de esta población.
También pudimos comprobar que el 59,6% del total de las consultas atendidas correspondieron a personas que carecían de cualquier aseguramiento. Un
requisito imprescindible para la entrada en el sistema de salud es la presentación de documento de identificación. Durante el desplazamiento es
frecuente la pérdida de documentos y además buena parte de la población desplazada procede de zonas rurales donde nunca se les ha requerido ni
facilitado el registro. Eso lleva a una imposibilidad de acceso a la atención a su llegada a Soacha. Durante el 2004, el 29,4% de los pacientes visitados no
disponían de documentación.
Obstáculos para el acceso a la salud
En el esquema o ruta de atención para los desplazados se ha visto como lograr el reconocimiento y los derechos que lleva aparejados, se convierte en una
carrera de obstáculos.
A la burocracia se le añaden otras barreras importantes: las más
invocadas por los pacientes son el dinero necesario para pagar la
consulta (58% de los casos), seguido del desconocimiento (17%) para
solicitar la atención sanitaria y también la falta de aseguramiento (9%).
Desde el proyecto de MSF-E se ha visto también que la enorme
complejidad del sistema de salud, es otra de las principales limitantes
para que los pacientes puedan acudir con normalidad a los pocos
servicios de salud pública existentes en la zona.
Principal obstáculo para acceder a la salud
2%
9%
2%
Dinero consulta
Inseguridad vías
7%
Miedo (por exposición)
Transporte (dificultades)
Transporte (precio)
Desconocimiento
17%
58%
Aseguramiento
NC
2%
Fuente: Encuesta MSF-E 2003
2%
0,2%
1%
Trabajo
Otros
14
El coste de una consulta en un centro de salud para una persona sin aseguramiento, como es el caso de la población atendida gratuitamente por MSF-E (el
60.3%), es de unos 900 pesos aproximadamente, si la persona además tiene que tomar un autobús para ir hasta el Centro de Salud u Hospital, deberá pagar
también unos 750 pesos. En caso de que necesite una cura básica el costo de la factura ascenderá a unos 8.500 pesos, y un sólo comprimido de acetaminofén
le costará 500 pesos. Todo ello suma una cantidad aproximada de 10.650 pesos (3.5 €), lo que para una población como la de Altos de Cazucá que vive, en
muchos casos, con menos de 1 $ diario es casi imposible de reunir. Sólo conseguir 1.000 pesos para comprar medio kilo de maíz y alimentar a toda la
familia es un reto diario para muchas familias en Soacha.
Historia recogida por el equipo de MSF E. Proyecto de Soacha.
“Miren, ayer a mi hijo le dolió la barriga (...) tuvimos que llevarlo al médico pero no, que porque uno es desplazado y no tiene un carnet, no lo atienden (...) Cuando yo fui
al centro de salud de allá arriba y me dijeron que tenía que llevar carta o carnet, me angustié mucho.”
Pero además, resultan enormemente preocupante los datos arrojados de la encuesta realizada por MSF-E en 2003 en cuanto a la falta de conocimiento
básico, por parte de la población, sobre el funcionamiento del sistema de salud. Los resultados reflejan que 325 personas sobre 629 (el 51,7% de la muestra)
NO saben lo que es el SISBEN11 y de aquellos que han respondido negativamente, un 97,8% tampoco sabría como obtenerlo.
Por categorías los resultados se resumen a continuación.
Desplazados
No sabe que es SISBEN
No sabe como obtenerlo
No sabe donde informarse
Fuente: Encuesta MSFE-E 2003
63,2%,
88,6%,
89,6%.
Personas sin ningún tipo
de aseguramiento
52,1%
73,9%
78,9%
Personas encuestadas y
“sisbenizadas”
40,4%
52,5%
66,7%
Personas con aseguramiento
(ARS o EPS)
30,3%
69,7%
78,8%
El sistema de salud colombiano encierra una gran complejidad, tanto en su planteamiento como en su puesta en práctica, que se traduce en una falta de
cobertura importante de la población más desfavorecida.
Historia recogida por un trabajador de MSF E en el Proyecto de Soacha.
“La paciente fue remitida de urgencia al Hospital de Soacha donde no la atendieron por carecer de aseguramiento. Aunque la familia auque tiene SISBEN no le habían
entregado la carta. Los niños fueron registrados en otro Departamento, por lo que la madre creía que debía viajar al lugar donde fueron registrados. Finalmente la paciente
fue atendida”.
11
Sistema de Identificación y Sistematización de Beneficiarios, que permite tener un aseguramiento en salud, entre otros derechos sociales básicos.
15
Historia recogida por un trabajador de MSF E en el Proyecto de Soacha.
«El mayor problema que tiene la comunidad en la mayoría de los casos es su desconocimiento sobre los derechos que se tiene en salud o acerca de cómo reclamar cuando
algunos de ellos son violentados (...) Incluso nos llegan personas que no son de la zona a solicitar orientación».
El Régimen Contributivo afilia a aquellas personas con capacidad de pago, entendido como tales a empleados y trabajadores independientes que cotizan
al sistema; este régimen se autofinancia.
El Régimen Subsidiado es para aquellos que no tienen capacidad de pago o ésta es muy limitada, su vinculación será total o parcialmente subsidiada por
el SGSSS (Sistema General de Seguridad Social en Salud), y este régimen está financiado por el Estado.
Un desplazado interno que, antes de producirse el desplazamiento, hubiera estado afiliado a alguno de estos dos regímenes podrá hacer valer –en teoríasus derechos en salud, pero si antes del desplazamiento no tenía ningún tipo de aseguramiento –lo que le sucede a un 60% de la población colombiana
aproximadamente- tendrá que solicitar su inclusión en el Régimen Subsidiado para ser equiparado a la población pobre.
La cobertura en salud se realiza a través de la asignación de cupos12 para el RS (Régimen Subsidiado), y aunque se está llevando a cabo una progresiva
ampliación de cobertura por parte del Municipio, las plazas existentes no son suficientes para cubrir a un porcentaje significativo de la población
necesitada. Durante el año 2002 se asignaron 3019 cupos nuevos, durante el 2003 se ha producido una nueva ampliación, con la asignación de 3.044 cupos
nuevos y en el 2004 se han ampliado un total de 3.000 cupos nuevos y 42.000 cupos con subsidio parcial13.
En cualquier caso, dichas ampliaciones son completamente insuficientes si tenemos en cuenta que 98.490 personas identificadas como pobres14 en el
Municipio están a la espera de recibir un cupo de Régimen Subsidiado. Aunque el aseguramiento no es una garantía de que el paciente vaya a recibir una
atención oportuna y de calidad, la falta del mismo es una verdadera barrera de acceso en el Municipio de Soacha y, en especial, en Altos de Cazucá donde
además de carecer de aseguramiento, se carece de recursos.
Por último, quisiéramos hacer referencia a las ARS/EPS, las aseguradoras de salud, que no están exentas de responsabilidad. En muchos casos, deniegan la
autorización de los servicios que están obligados legalmente a conceder.
Historia recogida por un trabajador de MSF E en el Proyecto de Soacha.
“Una paciente en Control Prenatal y amenaza de parto pretérmino, fue remitida al Hospital donde le pusieron trabas para prestarle el servicio por urgencias al no figurar
en la base de la ARS donde supuestamente estaba asegurada”.
12
La situación de pobreza no determina la inclusión automática en el Régimen Subsidiado. Es necesaria la emisión de cupos o plazas vacantes, para que la municipalidad
responda por el costo medio que representará el paciente.
13 El subsidio parcial sólo cubre enfermedades de alto riesgo como VIH, cáncer... así como a maternas y niños menores de 1 año.
14
Es decir, que según el SISBEN son pobres.
16
Historia recogida por un trabajador de MSF E en el Proyecto de Soacha
«Tuvimos una paciente de 12 años con diagnóstico de cáncer abdominal y su ARS le había denegado las pruebas que necesitaba. Esta paciente estaba en el Instituto
Nacional de Cancerología y necesitaban varias pruebas, pero su ARS tan sólo le autorizó una de ellas15. Como esta enfermedad es considerada de “alto costo” y la ARS
tiene la obligación de autorizar todos los procedimientos pero se negaba, realizamos un derecho de petición16 y al final la ARS autorizó las pruebas».
3. EN CONCLUSIÓN
En cuanto al fenómeno del desplazamiento interno
Soacha, y en especial Altos de Cazucá, es uno de los puntos de recepción de desplazados más importantes de Colombia. Este Municipio es un claro
ejemplo de la dificultad que entraña el proceso de integración en un área marginal periurbana. También muestra otro proceso, el de
“invisibilización” de la población desplazada, que “desaparece” entre la población más pobre del Municipio, en un entorno de por sí, muy
deteriorado, donde los mismos actores del conflicto están presentes y donde la violencia continúa. Según el Delegado de la Unidad de Atención y
Orientación, en la actualidad Soacha registra unas 10 familias nuevas semanalmente.
La falta de información, de recursos y de, en definitiva, voluntad de priorizar para dar una solución integral al fenómeno del desplazamiento,
agrava aún más la situación de estas personas y disminuye su capacidad de adaptación, conduciéndolos a la exclusión social y económica más
completa.
En esta zona de Colombia se evidencia especialmente el fallo de la estrategia internacional de refuerzo institucional (apoyo a la Red de Solidaridad
Social) como medida principal ante el drama humanitario del desplazamiento interno en Colombia:
o
El procedimiento informativo y administrativo para responder en un primer momento a las dificultades legales (tanto de documentación,
registro, etc...) son insuficientes, complicadas y potencialmente peligrosas para los recién llegados.
o
El proceso de Registro en la RSS es percibido por una parte de las personas que fueron desplazadas por amenaza , como falto de
confidencialidad y dando derecho a una asistencia muy reducida en el tiempo, por lo que sopesando los beneficios y los riesgos, un gran
15
Las pruebas solicitadas fueron un TAC de Torax Simple y TAC abdominal pélvica simple y contrastada. Inicialmente, la ARS sólo autorizó la primera de ellas.
Enunciado en el artículo 23 de la Constitución Política de 1991, es el derecho que tienen todas las personas de hacer peticiones ante las autoridades públicas o ante
particulares que cumplen alguna función publica, con el fin de dirimir diferencias de forma rápida y efectiva. Por medio de este mecanismo se puede solicitar a las
autoridades información y documentación sobre la razón de sus decisiones e, inclusive, contar con un sustento jurídico que permita fiscalizar sus actos. La Constitución
consagró este derecho como fundamental y de aplicación inmediata.
16
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porcentaje de los desplazados no constará nunca como tal y por consiguiente la disparidad entre las cifras de la RSS y resto de las ONGs
seguirán siendo enormes
o
En el ámbito específico del acceso a la salud, incluso después de haber pasado el proceso de registro y teniendo acceso teórico a los
programas de atención en salud para desplazados, la práctica, una vez más se muestra muy diferente al marco legal en Colombia,
constatando la falta de asistencia y coberturas en salud para esta población. . Si no se registra, no existe; si no existe, no tiene derecho a
recibir asistencia y lo que MSF constata es que incluso registrándose, las ayudas son corto-placistas e insuficientes. En cuanto a su
asistencia en salud, en un porcentaje elevado no consiguen la atención a la que teóricamente tienen derecho, siendo la asistencia
insuficiente y la protección prácticamente inexistente.
Se hace necesario y obligatorio asignar recursos prioritarios, dentro de los presupuestos regulares de la Administración Pública, para ampliar la
cobertura de la atención y mejorar las condiciones de vida de los colombianos afectados por el desplazamiento, de acuerdo con los Principios
Rectores de los Desplazamientos Internos y en consecuencia, que los organismos y agencias internacionales donantes, prioricen de forma decidida
la atención, asistencia y protección de esta población, aumentando sus partidas presupuestarias, buscando alternativas a la actual estrategia y
realizando un seguimiento en el terreno del impacto de las ayudas.
Pero además, es fundamental que todas las partes en conflicto y las autoridades colombianas eviten y prevengan las causas que provocan el
desplazamiento forzado y la promoción y respeto del Derecho Internacional Humanitario. MSF E sigue siendo testigo de este drama, no solamente
en el proyecto de Altos de Cazucá, sino en el Departamento de Caquetá, donde el conflicto armado que vive el país desde hace 40 años se ha
recrudecido en el último año y donde la población civil sigue siendo la principal víctima del mismo.
En cuanto al acceso a la salud
Aproximadamente, un 60% de los colombianos están excluidos del sistema de salud, en su mayoría por razones económicas y burocráticas. Este
porcentaje coincide con quienes están viviendo por debajo del umbral de la pobreza. Los desplazados internos (especialmente en asentamientos
periurbanos como el de Altos de Cazucá), pasan a engrosar este grupo de marginados, por lo que cualquier respuesta de asistencia (fuera de la
asistencia de emergencia) a esta población, pasa por aumentar la cobertura de acceso a salud de aquellos que ahora mismo están fuera del sistema,
además de hacer efectivos los derechos de quienes sí son certificados por la RSS, de forma inmediata.
La falta de interés de las autoridades por subsanar las irregularidades y el mal funcionamiento de los servicios de salud es palpable en algunos
casos. Por ejemplo, durante el 2003 MSF-E detectó varios casos de denegación de la autorización necesaria de la atención de las ARS ECOOPSOS,
CONVIDA Y SOLSALUD. Estas entidades contratadas por la Alcaldía de Soacha denegaban reiteradamente la atención aduciendo que el carnet de
18
afiliación no era válido. Interrogada al respecto de este problema, la Dirección Local de Salud se limitó a sugerir a las personas afectadas que
redactaran una queja.
En definitiva, la falta de recursos es siempre la respuesta con la que se pretende justificar lo que en realidad responde a un acto de negligencia y de
falta de priorización.
Durante el año 2003, los equipos realizaron más de 600 encuestas entre los beneficiaros de los Puestos de Salud de Altos de Cazuca, en Soacha para conocer
las características familiares, detectar las principales necesidades de la población, así como los principales obstáculos que encuentran para el acceso a la
salud. De esta forma hemos sabido que gran parte de las personas más desfavorecidas de la zona son, en su mayoría, desplazados internos.
Historia recogida por el equipo de MSF E. Proyecto de Soacha.
« Mi familia y yo llegamos hace quince días de (...), allá vivíamos desde siempre (...). Éramos pobres pero vivíamos tranquilos no nos faltaba la comida, la dormida y el
estudio para los niños mayores.
Un día cualquiera llegaron unos señores que se identificaron como miembros de un grupo paramilitar en horas de la noche acusándonos de ser auxiliadores de la guerrilla.
Nos dijeron que ellos eran ahora la autoridad del pueblo y que personas como nosotros no éramos deseables allí por que no estaban dispuestos a permitir que las personas
que no los apoyan a ellos vivieran en el pueblo. Amenazaron a mi esposo con una arma delante de los niños, nos intimidaron a todos y nos dieron sólo la noche para salir de
allí.
Mis niños lloraban mucho, estábamos todos muy asustados lo que no dejó que sacáramos nada de nuestras cosas, sino más bien buscar la forma de salir del pueblo lo mas
rápido que pudimos. Por eso estamos aquí.
Llegamos al terminal de Bogotá, allí nos dijeron que todos los desplazados llegan es a Soacha. Entonces nosotros le pedimos a un señor de un carrito que por favor nos
trajera por que nosotros no teníamos nada de plata. El señor de muy buen corazón nos trajo hasta Soacha.
Aquí muy desubicados nos fuimos para la iglesia por que en los pueblos uno sabe que en la iglesia ayudan a la gente, pero aquí no fue así llegamos allí y no estaba nadie por
ahí. Nos sentamos al lado de la puerta con los niños. Mi esposo estaba desesperado por que él decía que no sabía que era mejor: que nos hubieran matado en el pueblo o venir
a arriesgar la vida por acá. Yo intentaba calmarlo pero yo también estaba muy asustada, esperamos largo rato y de pronto entre la gente que pasaba vimos una familiar de
un vecino del pueblo, ella afortunadamente nos reconoció. Hablamos con la señora y nos brindo su ranchito y es aquí donde nos estamos quedando.
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Aun estamos muy preocupados, no sabemos qué pueda pasar. Mi esposo no ha conseguido trabajo y ya nos da pena con la señora. Además hay mucha gente aquí. Estamos
muy estrechos y hace mucho frío en este barrio, por acá no se vive como en el pueblo. Los vecinos casi ni saludan en cambio en el pueblo todos nos conocíamos con todos,
nos hacíamos favores y vivíamos muy bueno, por acá no. Aparte de que nadie le habla a nadie no se consigue tampoco nada que hacer para uno que es campesino y no sabe
sino trabajar el campo. Esta ciudad es muy grande para uno, por acá no hay agua y hace mucho frío.
Nosotros no sabemos qué va a pasar con nosotros. Fuimos a la personería a declarar y nos dijeron que fuéramos en un mes a ver si salía bien la declaración para darnos
unas ayudas. Vamos a ver que pasa, lo único que sí le puedo decir es que la vida por acá es muy dura. »
Principio 18
1.Los desplazados internos tiene derecho a un nivel de vida adecuado.
2.Cualesquiera que sean las circunstancias, las autoridades competentes proporcionarán a los desplazados internos, como mínimo, los
siguientes suministros o se asegurarán de que disfrutan de libre acceso a los mismos:
a) alimentos esenciales y agua potable, b) alojamiento y vivienda básicos, c) vestido adecuado y, d) servicios médicos y de saneamiento
esenciales.
Principios Rectores de los Desplazamientos Internos. E/CN.4/1998/53/Add.2, de 11 de febrero de 1998, del 54º período de sesiones de la Comisión de Derechos Humanos, Consejo Económico
y Social (ECOSOC), Organización de las Naciones Unidas (ONU).
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MSF trabaja en Altos de Cazucá (Municipio de Soacha) desde 1999, en un proyecto que incluye atención primaria (actualmente en un Puesto de Salud) y actividades de
promoción y prevención de la salud, dirigido a todas aquellas personas del Municipio que están excluidas del sistema de salud y en situación de vulnerabilidad; desarrolla
actividades de participación comunitaria tendentes a integrar a los habitantes más vulnerables y desprotegidos de la zona; asimismo, trabaja en la conformación y
capacitación de una veeduría en salud, la cual debe velar para proteger los derechos de la comunidad en este área. Hasta hace muy poco, colaboramos con la Alcaldía en la
sisbenización de la población de Altos de Cazucá. En el 2004, se ha trabajado especialmente en el fortalecimiento y capacitación en derechos y deberes en salud a la
comunidad a través de la asociación CIDESCOC17 y de la Veeduría de salud. También se ha dedicado un especial esfuerzo a la visualización de los problemas de acceso a la
salud en la zona, a través de los medios de comunicación nacionales e internacionales.
También trabajamos en el reparto de ayuda de emergencia (mantas y bidones para el almacenamiento de agua) a las familias desplazadas, recientemente llegadas a Altos de Cazucá, y que se
encuentran en las peores condiciones. Hasta principios del año 2003, MSF desarrolló actividades de agua y saneamiento dadas las precarias condiciones del lugar.
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Comités Interbarriales de Salud de la Comuna 4
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