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AL JUZGADO DE LO CONTENCIOSO–ADMINISTRATIVO DE
VITORIA QUE POR TURNO CORRESPONDA
Don *********** ********** ************, Procurador de los Tribunales y de Don
MIKEL MARTINEZ MARTINEZ DE LIZARDUY, según copia de poder que
acompaño y cuya devolución previa su constancia en autos desde ahora
solicito por necesitarla para otros usos, ante el Juzgado comparezco y,
como mejor proceda en Derecho, DIGO:
Que en representación de Don MIKEL MARTINEZ MARTINEZ DE
LIZARDUY, en la condición de éste de Concejal del Ayuntamiento de
Vitoria-Gasteiz que se acredita mediante Certificación que se acompaña, y
bajo la dirección letrada de Don ****** ********** **********, letrado núm. ***
del Ilustre colegio de Abogados de Álava, vengo a interponer Recurso
Contencioso-Administrativo contra la desestimación por silencio
administrativo de recurso de reposición interpuesto en fecha 19 de enero de
2.007 contra Acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Excmo.
Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz de fecha 29 de diciembre de 2.006
mediante el que se aprobaba el expediente de contratación de enajenación
de la Parcela 1471-63-3, calificada pormenorizadamente como de uso
hotelero, en el Sector 2 de Lakua en Vitoria-Gasteiz (Núm de Exp.:
2006/CONOEX0411).
A este escrito de interposición de Recurso Contencioso-Administrativo se
acompañan los siguientes documentos:
1.- Escritura de poder, acreditativa de la representación que se ejerce, a fin
de que previo cotejo de la misma me sea devuelto el original por necesitarlo
para otros fines.
2.- Acuerdo de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de VitoriaGasteiz de fecha 29 de diciembre de 2.006 y expediente de contratación
que aprueba.
3.- Recurso de reposición interpuesto en fecha 19 De Enero de 2.007.
1
La competencia para el conocimiento del recurso jurisdiccional contencioso
administrativo que interponemos a través del presente documento,
corresponde al Juzgado de lo Contencioso Administrativo de VitoriaGasteiz, conforme a lo previsto por el artículo 8.1 de la vigente Ley 29/1998,
de 13 de julio, reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa.
Mi representado se halla legitimado para la interposición del mencionado
recurso en su calidad de concejal del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz y
ostenta un interés legítimo al afectar el Acuerdo que se recurre a patrimonio
municipal del suelo. La Sentencia del Tribunal Constitucional de fecha 19 de
noviembre de 2.004, dictada en recurso 2909/2002, reconoce la legitimación
de los concejales para impugnar aquellos Acuerdos que hayan sido
tomados por órganos de la Corporación de los que no sean miembros. Mi
mandante no es miembro de la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento
de Vitoria-Gasteiz.
En virtud de lo expuesto, y de conformidad con lo establecido en el artículo
45 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa a
esta Sala,
SUPLICO: Que tenga por presentado en forma este escrito, junto con los
documentos que se acompañan y por interpuesto Recurso ContenciosoAdministrativo contra desestimación por silencio administrativo de recurso
de reposición interpuesto en fecha 19 de enero de 2.007 contra Acuerdo de
la Junta de Gobierno Local del Excmo. Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz de
fecha 29 de diciembre de 2.006 mediante el que se aprobaba el expediente
de contratación de enajenación de la Parcela 1471-63-3, calificada
pormenorizadamente como de uso hotelero, en el Sector 2 de Lakua en
Vitoria-Gasteiz y, previos los trámites legales necesarios, se proceda a
reclamar el Expediente Administrativo del Excmo. Ayuntamiento de VitoriaGasteiz para que sea puesto de manifiesto a esta parte a fin de formalizar la
demanda.
Por ser de Justicia que pido en Vitoria-Gasteiz a seis de marzo de dos mil
siete.
OTROSI DIGO: Que al amparo de lo dispuesto en los artículos 129.1 y
130.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa,
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vengo a solicitar la SUSPENSION del acto administrativo recurrido, lo que
fundamento en las siguientes
ALEGACIONES
PRIMERA.- El artículo 129.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa establece que los interesados podrán solicitar, en
cualquier estado del proceso, la adopción de cuantas medidas aseguren la
efectividad de la sentencia. El artículo 130.1 de la misma Ley establece que,
previa valoración circunstanciada de todos los intereses en conflicto, la medida
cautelar podrá acordarse únicamente cuando la ejecución del acto o la aplicación
de la disposición pudieran hacer perder su finalidad legítima al recurso, y en su
número 2 que la medida cautelar podrá denegarse cuando de ésta pudiera
seguirse perturbación grave de los intereses generales o de tercero, que el Juez o
Tribunal ponderará en forma circunstanciada.
SEGUNDA.- Con fecha 29 de diciembre de 2006 la Junta de Gobierno
Local del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz decidió aprobar el expediente de
contratación de enajenación, a través de concurso público, de la Parcela
1471-63-3, calificada pormenorizadamente como de uso hotelero, en el
Sector 2 de Lakua en Vitoria-Gasteiz (Núm. de Exp.: 2006/CONOEX0411).
En el propio acuerdo se establecía que se trata de un bien
patrimonial y que pertenece al Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz el 100% del
pleno dominio. Así, la parcela se enajena como “cuerpo cierto” y su
valoración se efectúa por metro cuadrado de edificabilidad,
correspondiéndole un total de 9.740 metros cuadrados construidos.
Así, en dicho acuerdo se hace constar que el Ayuntamiento
Vitoria-Gasteiz pretende enajenar por concurso esta parcela con el fin
que “con los ingresos obtenidos en tal operación se aborden obras
urbanización y ejecución de sistemas generales así como operaciones
renovación urbana”.
de
de
de
de
3
Igualmente, en el acuerdo se incluye que la valoración de la
parcela es de un total de 4.090.800,00 euros..
TERCERA.- Interesa a esta parte resaltar algunos extremos en
relación al Expediente de Contratación cuya aprobación se impugna a fin de
que el Juzgador pueda tener un mayor conocimiento del mismo:
1.- Se trata de un Expediente de contratación para la
enajenación, a través de concurso público, de la parcela 1471-63-3,
calificada pormenorizadamente como de uso hostelero en el Sector 2 de
Lakua, en Vitoria-Gasteiz, con un tipo de licitación de 4.090.800 euros.
2.- Conforme se señala en el expediente la parcela cuya
enajenación se pretende forma parte del patrimonio público del suelo del
Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz, al que pertenece por adjudicación
realizada en el Proyecto de Compensación del Sector 2 de Lakua.
3.- El Acuerdo de la Junta de Gobierno Local señala
textualmente que “El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz pretende enajenar por
concurso la citada parcela a la que se ha hecho referencia para que, con los
ingresos obtenidos en tal operación se aborden obras de urbanización y
ejecución de sistemas generales así como operaciones de renovación
urbana, todo ello con objeto de facilitar el desarrollo urbano de la ciudad de
Vitoria-Gasteiz.”
4.- No existe previsión presupuestaria alguna en los
Presupuestos del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz en relación a la
enajenación de la parcela.
5.- El Informe de valoración de la parcela realizado por el
técnico correspondiente del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz establece que
el valor de la parcela, calculado conforme establece el artículo 28 de la Ley
6/1998 sobre el Régimen de suelo y valoraciones, en 12.662.000 euros. No
obstante el referido informe establece que dicho precio es, en opinión del
técnico que lo suscribe, muy superior a los precios de mercado, por lo que
se valora en 4.090.800 euros, utilizando como criterio el precio por el que
fue enajenada otra parcela con el mismo uso, y rebajando éste de 452
euros a 420 euros por metro cuadrado de aprovechamiento urbanístico.
4
CUARTA.- El artículo 130 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción
Contencioso Administrativa establece que las medidas cautelares podrán
acordarse, previa la valoración circunstanciada de todos los intereses en
conflicto, cuando la ejecución del acto o la aplicación de la disposición
pudieran hacer perder su finalidad legítima al recurso.
Estable asimismo el apartado segundo del citado artículo que la
medida cautelar podrá denegarse cuando de ésta pudiera seguirse
perturbación grave de los intereses generales o de tercero que el Juez o
Tribunal ponderará en forma circunstanciada.
El Tribunal Supremo ha interpretado la regulación del nuevo sistema
de medidas cautelares introducido en los artículos 129 y siguientes de la
Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa,
estableciendo en la Sentencia de su Sala 3ª de fecha 14 de Junio de 2.006
las siguientes notas:
“1ª. Constituye un sistema de amplio ámbito, por cuanto resulta de aplicación al
procedimiento ordinario, al abreviado (artículo 78 LRJCA), así como al de protección de
los derechos fundamentales (artículos 114 y siguientes); y las medidas pueden adoptarse
tanto respecto de actos administrativos como de disposiciones generales, si bien respecto
de estas sólo es posible la clásica medida de suspensión y cuenta con algunas
especialidades procesales (arts. 129.2 y 134.2 LJ).
2ª. Se fundamenta en un presupuesto claro y evidente: la existencia del periculum in mora.
En el artículo 130.1, inciso segundo, se señala que “la medida cautelar podrá acordarse
únicamente cuando la ejecución del acto o la aplicación de la disposición pudieran hacer
perder su finalidad legítima al recurso”.
3ª. Como contrapeso o parámetro de contención del anterior criterio, el nuevo sistema
exige, al mismo tiempo, una detallada valoración o ponderación del interés general o de
tercero. En concreto, en el artículo 130.2 se señala que, no obstante la concurrencia del
perículum in mora, “la medida cautelar podrá denegarse cuando de ésta pudiera seguirse
perturbación grave de los intereses generales o de tercero”.
4ª. Como aportación jurisprudencial al sistema que se expone, debe dejarse constancia de
que la conjugación de los dos criterios legales de precedente cita (perículum in mora y
ponderación de intereses) debe llevarse a cabo sin prejuzgar el fondo del litigio, ya que,
por lo general, en la pieza separada de medidas cautelares se carece todavía de los
elementos bastantes para llevar a cabo esa clase de enjuiciamiento, y por que, además, se
produciría el efecto indeseable de que, por amparar el derecho a la tutela judicial efectiva
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cautelar, se vulneraría otro derecho, también fundamental e igualmente recogido en el
artículo 24 de la Constitución, cual es el derecho al proceso con las garantías debidas de
contradicción y prueba.
5ª. Como segunda aportación jurisprudencial ---y no obstante la ausencia de soporte
normativo expreso en los preceptos de referencia--- sigue contando con singular
relevancia la doctrina de la apariencia de buen derecho (fumus boni iuris), la cual permite
(1) en un marco de provisionalidad, (2) dentro del limitado ámbito de la pieza de medidas
cautelares, y (3) sin prejuzgar lo que en su día declare la sentencia definitiva, proceder a
valorar la solidez de los fundamentos jurídicos de la pretensión, si quiera a los meros fines
de la tutela cautelar.
6ª. Desde una perspectiva procedimental la LRJCA apuesta decididamente por la
motivación de la medida cautelar, consecuencia de la previa ponderación de los intereses
en conflicto; así, en el artículo 130.1.1º exige para su adopción la “previa valoración
circunstanciada de todos los intereses en conflicto”; expresión que reitera en el artículo
130.2 “in fine”, al exigir también una ponderación “en forma circunstanciada” de los
citados intereses generales o de tercero…”
La misma Sentencia establece, en interpretación del artículo de la Ley
29/1998 que:
“a) la adopción de la medida, exige de modo ineludible, que el recurso pueda perder su
finalidad legítima, lo que significa que, de ejecutarse el acto, se crearían situaciones
jurídicas irreversibles haciendo ineficaz la sentencia que se dicte e imposibilitando el
cumplimiento de la misma en sus propios términos, con merma del principio de identidad,
en el caso de estimarse el recurso;
b) aun concurriendo el anterior presupuesto, puede denegarse la medida cautelar, siempre
que se aprecie perturbación grave de los intereses generales o de tercero, lo que obliga a
efectuar siempre un juicio comparativo de todos los intereses en juego, concediendo
especial relevancia, a la hora de decidir, a la mayor perturbación que la medida cause al
interés general o al de un tercero afectado por la eficacia del acto impugnado; y,
c) en todo caso el juicio de ponderación que al efecto ha de realizar el Órgano
jurisdiccional debe atender a las circunstancias particulares de cada situación, y exige una
motivación acorde con el proceso lógico efectuado para justificar la adopción o no de la
medida cautelar solicitada”.
6
En consecuencia el fundamento de la medida cautelar, y el elemento
esencial que ha de tomarse en consideración a la hora de acordar su
adopción, es la necesidad de preservar el efecto útil de la futura Sentencia.
Junto a este elemento habrá de valorarse asimismo la apariencia de buen
derecho y la posibilidad de que la adopción de la medida pueda ocasionar
perjuicio grave a los intereses generales o de terceros.
Analizaremos los tres elementos citados a lo largo de las siguientes
alegaciones.
QUINTA.- PERICULUM IN MORA.
El periculum in mora constituye, conforme a lo establecido en el
artículo 130.1 de la Ley Reguladora de la Jurisdicción Contencioso
Administrativa, el elemento esencial que ha de valorarse a la hora de
adoptar la medida cautelar.
En el presente caso la medida cuya adopción se solicita es la
suspensión del Acuerdo recurrido, y se trata de determinar si la ejecución
de éste haría perder su finalidad al recurso.
Tal y como se ha señalado a lo largo de las alegaciones anteriores la
parcela que se pretende enajenar forma parte del patrimonio municipal
del suelo, y por lo tanto ha de aplicársele la regulación específica que
afecta a éste. Tal y como señala la Sentencia del Tribunal Supremo de
fecha 7 de noviembre de 2.005 (El Derecho EDJ 2005/197694) “ el Patrimonio
Municipal del Suelo funcione como un patrimonio separado, es decir, como un conjunto de
bienes afectos al cumplimiento de un fin determinado, fin que aquí no es cualquiera de los
que las Corporaciones han de perseguir según la legislación de régimen local (artículos 25
y 26 de la Ley de Bases de Régimen Local de 2 de abril de 1985), sino el específico y
concreto de "prevenir, encauzar y desarrollar técnica y económicamente la expansión de
las poblaciones" (artículo 89-2 del Texto Refundido de 9 de abril de 1976), y ha querido y
quiere expresamente, con una claridad elogiable, que el producto de las enajenaciones de
terrenos del Patrimonio se destinen no a cualquier fin, por loable y razonable que sea, sino
al específico de la conservación y ampliación del propio Patrimonio Municipal del Suelo”
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Habrá de partirse en consecuencia la hora de analizar la posibilidad
de que el recurso pierda su finalidad en caso de no suspender el Acuerdo
recurrido de esa especial naturaleza jurídica de la parcela a enajenar.
El Acuerdo recurrido aprueba el Expediente de Contratación para la
Enajenación, a través de concurso público, de la parcela 1471-63-3,
calificada pormenorizadamente como de uso hotelero en el Sector 2 de
Lakua. Como forma de adjudicación se establece el procedimiento abierto
de concurso. Quienes presenten sus proposiciones, en consecuencia,
deberán presentar además de su propuesta económica, una propuesta
arquitectónica.
El Pliego de Condiciones establece asimismo que el adjudicatario
deberá solicitar licencia de obras en el plazo máximo de cuatro meses
desde que le sea notificada la adjudicación definitiva, e iniciar las obras de
edificación en el plazo máximo de cuatro meses desde que sea concedida
la licencia de obras.
En consecuencia no nos encontramos solamente ante una eventual
transmisión de la parcela, sino ante el inicio de las obras de edificación de
una construcción destinada a actividad hotelera en la misma.
Desde esta perspectiva resulta evidente que la ejecución del Acuerdo
recurrido, esto es, la adjudicación y posterior construcción sobre la parcela,
privaría al recurso de su finalidad produciendo daños y perjuicios de difícil o
imposible reparación, ya que podría darse el caso de que para el momento
en que sea dictada Sentencia ya se hayan iniciado las obras de
construcción. Puede alegarse que siempre cabe ejecutar una eventual
Sentencia estimatoria mediante el resarcimiento económico, pero lo cierto
es que el único modo de ejecutar en sus términos dicha Sentencia sería la
reversión al Ayuntamiento de la parcela en el mismo estado en el que se
encontraba antes de enajenarse, lo que deviene imposible si sobre la misma
ya se ha construido.
Tal y como señala el Tribunal Supremo en Sentencia de fecha 14 de
Junio de 2.006 (El Derecho EDJ 2006/109920), en supuesto de medida
cautelar de suspensión de concesión de licencia, “La facilidad en demoler unas
obras ni siquiera desde el punto de vista técnico se puede aceptar, pero el complejísimo
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entramado de intereses y derechos que la prosecución de las obras va creando resulta de
extremada dificultad desmontarlo sin causar cuantiosos perjuicios.
En cualquier caso, la transformación del suelo, que supone el proceso de edificación, es
prácticamente de imposible reposición y a ello atiende la Sala de instancia al acordar
prudentemente suspender los efectos de la licencia urbanística, resultando, en contra de lo
afirmado por la recurrente, más fácil o hacedero conservar lo ya edificado que derruir
todo lo que quedase por construir para reponer el suelo a su estado inicial, a lo que alude
el Tribunal a quo al indicar en su primera resolución que "el recurso habría carecido de
finalidad al ser prácticamente imposible volver a la situación anterior, dada la
envergadura de las obras que se pretenden realizar con la licencia impugnada y la
transformación que su ejecución supone para el territorio", lo que reitera después en la
que desestima el recurso de súplica.”
Nos encontramos ante un supuesto como el que examina el Tribunal
Supremo en la Sentencia citada, y en este caso también la denegación de la
suspensión, y por lo tanto la tramitación de la licencia tal y como exige el
Pliego de Condiciones y el inicio de la obra harían prácticamente imposible
volver a la situación anterior, haciendo perder al recurso su finalidad.
Pero es que además, y tal y como ya se ha señalado, el Acuerdo de
la Junta de Gobierno Local establece que “con los ingresos obtenidos en tal
operación se aborden obras de urbanización y ejecución de sistemas
generales así como operaciones de renovación urbana”.
La Ley del Suelo y Urbanismo del Pais Vasco (Ley 2/2006, de 30 de
Junio) establece en su artículo 115:
“1.- Los bienes no destinados a dotaciones públicas y los recursos integrantes de los
patrimonios públicos de suelo se destinarán preferentemente a la construcción de
viviendas sometidas a algún régimen de protección pública y al costeamiento de obras de
urbanización en áreas y sectores residenciales con presencia, en todo o en parte de los
mismos, de viviendas sometidas a algún régimen de protección pública para su desarrollo
en régimen de ejecución pública. Además se podrán destinar a:
a) Adquisición de la propiedad de los bienes y derechos sujetos a áreas de reserva
municipal de suelo y a áreas sometidas a los derechos de tanteo y retracto.
b) Obras de rehabilitación o construcción de dotaciones públicas y sistemas generales en
zonas degradadas.
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c) Adquisición y promoción pública de suelo para actividades económicas de fomento o
interés público.
d) Rehabilitación del patrimonio histórico y cultural.
e) Construcción, rehabilitación o mejora de equipamientos colectivos municipales .”
El destino preferente que la Ley Vasca del Suelo y Urbanismo da al
fruto de la enajenación de patrimonio público del suelo es la construcción de
viviendas sometidas a algún régimen de protección pública y al
costeamiento de obras de urbanización en zonas con presencia de
viviendas de protección pública.
De este modo, el único supuesto en el que se permite como destino la
ejecución de sistemas generales es, conforme a lo dispuesto en el artículo
115.1.b) de la Ley citada, en zonas degradadas.
Por otro lado el artículo 276.2 del Texto Refundido de la Ley del suelo de
1.972, vigente según tiene declarado el Tribunal Supremo en Sentencia de
fecha 27 de Junio de 2.006, al no haber sido declarado inconstitucional por
el Tribunal Constitucional en su Sentencia 61/97 de 20 de marzo, ni
tampoco abrogado por la Disposición Derogatoria Unica de la Ley 6/1998
del Régimen del Suelo y valoraciones, establece que “los bienes del
Patrimonio municipal del suelo constituyen un patrimonio separado de los
restantes bienes municipales, y los ingresos obtenidos mediante
enajenación de terrenos … se destinarán a la conservación y ampliación del
mismo”.
El Tribunal Supremo ha señalado reiteradamente que no puede darse al
producto de la enajenación de bienes del patrimonio municipal del suelo
cualquier destino, sino solamente el previsto en la Ley, declarándose
contrarias a derecho aquellas enajenaciones que no cumplan con el destino
legalmente previsto. Sin ánimo de resultar exhaustivos cabe citar en este
sentido la S.T,S. de 27 de Junio de 2.006 a la que ya nos hemos referido,
así como las de fechas 7 de noviembre de 2.002, 25 de octubre de 2.001,
31 de octubre de 2.001 …
En el presente caso, y en el supuesto de que se desestime la solicitud
de adopción de medida cautelar de suspensión, el destino del producto de
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la enajenación será el previsto en el Acuerdo de la Junta de Gobierno Local
recurrido, sin que resulte posible tras la Sentencia modificar dicho destino,
ya que con toda seguridad ya se habrá producido el gasto. De este modo el
recurso carecería de objeto en lo que se refiere al destino del producto de la
enajenación, que se habría destinado ya a un fin que esta parte mantiene es
contrario a la Ley, y una ves gastado no habría forma de recuperar lo
gastado.
Por los motivos citados esta parte mantiene que en el presente caso se
da el requisito de periculum in mora exigido por el artículo 130.1 de la Ley
Reguladora de la Jurisdicción Contencioso Administrativa para acordara la
medida cautelar de suspensión de la resolución recurrida, ya que la
ejecución de la misma haría perder su legítima finalidad al presente recurso.
La ejecución del acuerdo crearía una situación jurídica irreversible que haría
ineficaz la Sentencia que se dicte en el supuesto de resultar estimatoria del
recurso, resultando imposible cumplir la misma en sus propios términos.
SEXTA.- FUMUS BONI IURIS.
De acuerdo con al doctrina jurisprudencial citada a lo largo del presente
escrito la actual regulación de las medidas cautelares en la Ley Reguladora
de lo Contencioso Administrativo se fundamenta en el periculum in mora,
aunque sigue contando con relevancia la doctrina de la apariencia de buen
derecho o fumus boni iuris, lo que exige una valoración de la existencia de
los fundamentos jurídicos de la pretensión en un marco de provisionalidad.
En consecuencia, se procede a enumerar los fundamentos jurídicos en
los que esta parte fundamenta su pretensión, y que serán desarrollados con
al debida extensión en el escrito de formalización del recurso.
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1.- Incompetencia de la Junta de Gobierno Local para adoptar el
acuerdo en esos términos.
El artículo 127.f) de la Ley Reguladora de las Bases de Régimen Local,
en su redacción tras la Ley 57/2003 de 16 de diciembre de Medidas para la
Modernización del Gobierno Local, establece que corresponde a la Junta de
Gobierno Local las contrataciones y concesiones, incluidas las de carácter
plurianual, la ampliación del número de anualidades y la modificación de los
porcentajes de gastos plurianuales, así como la gestión, adquisición y
enajenación del patrimonio, la concertación de operaciones de crédito, todo
ello de acuerdo con el presupuesto y sus bases de ejecución.
De este artículo se desprende que la Junta de Gobierno Local no tiene,
por lo tanto, una competencia ilimitada en esta materia, sino que solamente
puede proceder a la enajenación cuando ésta haya sido contemplada en el
Presupuesto y, tal y como ya se ha señalado con anterioridad, en el caso
que nos ocupa no existe esa previsión presupuestaria. Por tanto, la Junta de
Gobierno Local no es competente para tomar un acuerdo aprobando la
enajenación de esta parcela.
2.- Destino de los ingresos obtenidos con la enajenación.
Este motivo de recurso ya ha sido expuesto en la alegación anterior, por
lo que haremos una breve exposición del mismo.
El artículo 276.2 del T.R.L.S. de 1.972, vigente al no haber sido
declarado inconstitucional por el Tribunal Constitucional en su Sentencia
61/97 de 20 de marzo, ni tampoco abrogado por la Disposición Derogatoria
Unica de la Ley 6/1998 del Régimen del Suelo y valoraciones, establece
que “los bienes del Patrimonio municipal del suelo constituyen un patrimonio
separado de los restantes bienes municipales, y los ingresos obtenidos
mediante enajenación de terrenos … se destinarán a la conservación y
ampliación del mismo”.
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La Ley del Suelo y Urbanismo del Pais Vasco (Ley 2/2006, de 30 de
Junio) establece en su artículo 115 establece como destino preferente del
fruto de la enajenación de patrimonio público del suelo la construcción de
viviendas sometidas a algún régimen de protección pública y al
costeamiento de obras de urbanización en zonas con presencia de
viviendas de protección pública. El citado artículo recoge una lista cerrada
de destinos del fruto de la enajenación de patrimonio público de suelo, en e
que el único supuesto en el que se permite como destino la ejecución de
sistemas generales es, conforme a lo dispuesto en el apartado 1.b) del
citado artículo 115, en zonas degradadas.
El Acuerdo de la Junta de Gobierno Local que se recurre establece
que “con los ingresos obtenidos en tal operación se aborden obras de
urbanización y ejecución de sistemas generales así como operaciones de
renovación urbana”, un destino amplio y genérico que no se encuentra por
entre los que permite la vigente legislación.
Es doctrina pacífica, según tiene declarado el Tribunal Supremo que
“no es posible que los Ayuntamientos conviertan el Patrimonio Municipal del
Suelo en fuente de financiación de cualesquiera necesidades municipales”
(S.T.S. 7 de noviembre de 2.002 entre otras), y que el destino del producto
de la enajenación del patrimonio público del suelo solamente puede
dedicarse a los fines previstos en la Ley.
En este sentido cabe citar la muy recientes y clarificadoras Sentencias
del T.S. de fecha 27 de Junio de 2.006 y 7 de noviembre de 2.005.
El amplio y genérico destino que el acuerdo recurrido pretende dar al
fruto de la enajenación de la parcela no se encuentra amparado por la Ley.
3.- Valoración de la parcela.
El artículo 118 del Reglamento de Bienes de las Entidades Locales
establece como requisito previo para toda enajenación de bienes
patrimoniales la valoración técnica de los mismos que acredite de modo
fehaciente su justiprecio.
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Respecto a la forma en que ha de realizarse la valoración el artículo
28.3 de la Ley del Suelo y Valoraciones establece:
“En el suelo urbano consolidado por la urbanización, el valor del suelo se
determinará por aplicación al aprovechamiento establecido por el planeamiento
para cada terreno concreto, del valor básico de repercusión en parcela recogido
en las ponencias de valores catastrales o, en su caso, del de repercusión en calle
o tramo de calle corregido en la forma establecida en la normativa técnica de
valoración catastral.”
El apartado 4º del mismo artículo señala que:
“En los supuestos de inexistencia, pérdida de vigencia de los valores de las
ponencias catastrales o inaplicabilidad de éstos por modificaciones de las
condiciones urbanísticas tenidas en cuenta al tiempo de su fijación, se aplicarán
los valores de repercusión por el método residual”.
Nos encontramos precisamente ante suelo urbano consolidado por la
urbanización, por lo que habrá de ser valorado conforme al apartado 3 del
artículo 28 de la Ley del Suelo y Valoraciones citado, es decir conforme a lo
establecido en la ponencia de valores catastrales para esa parcela.
De este modo, y aplicando correctamente la Ley, tal y como en un
primer momento se recoge en el Informe de valoración que forma parte del
expediente, la valoración para la Parcela 18 (1471-63-3) debe ser de
12.662.000 euros, como consecuencia del siguiente cálculo conforme a la
Ley 6/1998 del Suelo y Valoraciones:
PARCELA
18 (1471-63-3)
APROVECHAMIENTO
9.740 m²
VBR
1.300
IMPORTE (€)
12.662.000 €
Sin embargo, el informe de valoración y, por tanto, el acuerdo de la
Junta de Gobierno Local mantienen, sin argumentación alguna, que ese
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valor es excesivo y lo sustituyen por el de 4.090.800 euros para la Parcela
18 (1471-63-3).
Este dato debe ser especialmente reseñado por cuanto que no se
justifica fehacientemente esta valoración de la parcela 18 (1471-63-3),
destinada a uso hotelero. De este modo, el informe de valoración refleja que
ante la imposibilidad de efectuar por el técnico correspondiente una
valoración del negocio hotelero al que se destina la parcela por carecer de
datos para ello, se limita a recoger el precio por metro cuadrado de
aprovechamiento pagado hace un tiempo por una parcela de uso hotelero
en el barrio de Zabalgana y rebajarlo en un 7% (de 452 euros el m² a 420
euros el m²).
Además, se procede a minorar el valor de esta parcela sin que esta
enajenación se encuentre entre los supuestos comprendidos en el artículo
118 de la Ley 2/2006, de 30 de junio, de Suelo y Urbanismo, el cual se
refiere a las enajenaciones gratuitas o por debajo del valor y que establece
lo siguiente:
“No obstante lo dispuesto en los artículos anteriores, los bienes del
patrimonio público de suelo podrán cederse gratuitamente o por debajo de
su valor cuando concurra alguna de las siguientes circunstancias:
a. Que el cesionario sea una administración pública o sus entes
instrumentales y el destino cualquiera de los contemplados en el
artículo 115.
b. Que el peticionario sea una entidad privada de interés público y sin
ánimo de lucro y el destino de los terrenos sea la construcción de
viviendas sujetas a algún régimen de protección pública o
equipamientos de interés social y uso común o general.
c. Que el cesionario sea ocupante legal de la vivienda afectada por
acuerdo de realojo en forma de permuta total o parcial, justificado
por acuerdo expreso con la administración actuante o incluido en la
reparcelación.”
Así pues, es necesario recalcar que, evidentemente, no se produce una
verdadera valoración fehaciente del justiprecio como exige el Reglamento
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de Bienes de Entidades Locales, obviando sin justificación alguna el cálculo
legalmente establecido en la Ley 6/1998 del Suelo y Valoraciones, que no
es otro que el establecido en el artículo 28.3 de dicha Ley, siendo de total
aplicación en este asunto por tener el Municipio de Vitoria-Gasteiz unos
valores catastrales recientemente aprobados y de manifiesta aplicabilidad.
En definitiva, no se produce pues una verdadera valoración fehaciente del
justiprecio como exige el Reglamento de Bienes de Entidades Locales y, por tanto,
la valoración que contiene el expediente no es correcta por las razones antes
expuestas.
En resumen, y en lo que se refiere al requisito de apariencia de buen
derecho, los argumentos empleados a lo largo de la presente alegación, aún
siendo un resumen de los que se emplearán en el escrito de formalización
del recurso, deben resultar suficientes para concluir que se cumple con el
requisito citado a los efectos a acordar la medida cautelar de suspensión.
SEPTIMA.- INEXISTENCIA DE PERTURBACION GRAVE DE LOS
INTERESES DE LA ADMINISTRACION O DE TERCERO.
Por último, en lo que se refiere a los elementos a tomar en
consideración para la adopción de la medida cautelar, ha de considerarse si
la suspensión del acuerdo causa un grave perjuicio al interés general o de
terceros.
En el presente caso no se origina perjuicio al interés general, ya que
la suspensión de la enajenación de la parcela hasta que sea dictada
Sentencia solo supone un retraso en el ingreso del producto de dicha
enajenación, producto del que no depende el Ayuntamiento para abordar
cuestiones urgentes o inaplazables, debiéndose recordar en este sentido
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que no existe previsión presupuestaria alguna para el fruto de dicha
enajenación.
Respecto a un eventual perjuicio a terceros, en este caso a los futuros
adjudicatarios del concurso, tampoco existe tal ya que ni se ha efectuado la
adjudicación ni se han iniciado las obras, resultando además mucho más
perjudicial la no concesión de la suspensión en el caso de que en su día se
estime el recurso.
Valorando los intereses en juego esta parte entiende que debe
prevalecer la necesidad de mantener el interés del recurso y de posibilitar la
ejecución de una eventual sentencia estimatoria sobre el interés del
Ayuntamiento de ejecutar el acuerdo, dado que la suspensión no causaría
perjuicio grave y la no suspensión haría carecer de sentido al recurso.
Por lo expuesto,
SUPLICO AL JUZGADO que tenga por efectuadas las anteriores
manifestaciones y, en su virtud, acuerde la adopción de la medida cautelar
consistente en suspender la ejecutividad del Acuerdo de la Junta de
Gobierno Local del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz de fecha 29 de
diciembre de 2.006 mediante el que se aprobaba el expediente de
contratación de enajenación de la Parcela 1471-63-3, calificada
pormenorizadamente como de uso hotelero, en el Sector 2 de Lakua en
Vitoria-Gasteiz.
Es justicia que reitero en Vitoria-Gasteiz a seis de marzo de dos mil
siete.
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