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CAPÍTULO 13
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ALTERACIONES VAGINALES
tánea cuando la perra entra en diestro o se realiza la ovariohisterectomía. El tejido prolapsado severamente traumatizado puede ser reseccionado quirúrgicamente. Es común
el relapso en ciclos subsecuentes.
• Neoplasia vaginal.
• La neoplasia vaginal es extremadamente poco común y a menudo se muestra como una
masa que protruye de los labios vulvares. Los animales con masas en el vestíbulo vaginal a menudo se presentan con secreción vulvar hemorrágica. La excisión quirúrgica
es el tratamiento de elección en todos los tumores excepto el tumor venéreo transmisible, que se trata mejor con vincristina.
ANORMALIDADES ANATÓMICAS VAGINALES
Definición y Patogenia
Las anormalidades anatómicas de la vagina y la bóveda incluyen cualquier malformación
del desarrollo de la vulva, vestíbulo y vagina (Tabla 13-1). Las anormalidades anatómicas se
forman durante el desarrollo embriológico del tracto reproductivo. El seno urogenital y los
pliegues genitales, tubérculo genital y tumefacciones genitales se transforman en el vestíbulo, el clítoris y la vulva, respectivamente. El par de conductos paramesonéfricos (conductos
de Müller) dan lugar a los túbulos uterinos (oviductos), útero, cérvix y vagina. El final caudal del canal vaginal se abre hacia el vestíbulo por la unión de los conductos paramesonéfricos al seno urogenital en la unión vaginovestibular (Figura 13-1). Éste es el área de formación del himen. El seno urogenital también da lugar a la vejiga urinaria y a la uretra, que
entra en el vestíbulo caudalmente a la unión vaginovestibular. Cualquier aberración en el
proceso de desarrollo resulta en anomalías físicas en el tracto reproductivo distal.
Los defectos del septo medial de la vagina son resultado de dos conductos paramesonéfricos alterados que no se unen por completo. El septo puede dividir la vagina longitudinalmente dando lugar a un efecto de “doble vagina” o pueden persistir como una banda dorsoventral única o un pilar de tejido justo craneal a la papila uretral.
Las estenosis vaginovestibulares circunferenciales son aberraciones en la unión de los
conductos paramesonéfricos con el seno urogenital. Normalmente existe un estrechamiento en la unión vaginovestibular, el cingulum, que no debe interpretarse erróneamente como
una anomalía. El estrechamiento normal de la unión vaginovestibular es especialmente evidente durante el anestro y en perras esterilizadas, especialmente en aquéllas esterilizadas
Tabla 13-1. Anormalidades Anatómicas del Tracto Reproductivo Distal de la Perra
Vagina
Unión vaginovestibular
Vulva
1. Septo medial (vagina doble)
2. Hipoplasia o aplasia segmental
3. Divertículos
1. Himen imperforado
A. Banda dorsoventral
B. Estenosis anular
(360 grados)
1. Banda en comisura dorsal
2. Vulva infantil
3. Vulva invertida
4. Hendidura vulvar
5. Disgenesia perineal
6. Fístula rectovaginal
7. Estenosis vestibulovulvar
antes de la pubertad. Un error común es confundir la unión vaginovestibular con el cérvix
en la palpación vaginal digital en casos de distocia. Las estenosis vaginovestibulares se describen menos comúnmente; son aberraciones de la unión de los pliegues genitales con las
tumefacciones genitales. Las anormalidades del clítoris, particularmente el aumento de
tamaño, son indicativas de condiciones de hermafroditismo (ver Capítulo 1).
Reseña
Cualquier perra de cualquier edad puede estar afectada de anormalidades del desarrollo del tracto reproductivo.
Historia y Signos Clínicos
La incidencia de anormalidades vaginales es difícil de determinar porque a menudo no
existen signos clínicos asociados. La historia de las perras afectadas puede incluir infecciones crónicas del tracto urinario, incontinencia urinaria o vaginitis. La secreción o irritación
vulvar puede estar presente con algunas anomalías tanto en perras intactas como esterilizadas. Las alteraciones del vestíbulo, la unión vaginovestibular o la vagina pueden resultar en
infertilidad o en la incapacidad de penetración del macho durante la cópula por barreras
físicas o por dolor (dispareunia). Algunas de las anomalías pueden no ser aparentes hasta
que se observe una distocia, como las bandas dorsoventrales en la unión vaginovestibular
en las que un cachorro se puede quedar atrapado al pasar por el canal del parto.
Hallazgos del Examen Físico
Las alteraciones que afecten al perineo o a la vulva pueden ser evidentes macroscópicamente. Las hendiduras vulvares abiertas y la disgenesia perineal van a verse como defectos
en el área perineal. Algunas perras prepuberales o perras esterilizadas durante años pue-
Figura 13-1. Relación anatómica
normal entre el vestíbulo y la vagina en la perra. A, Banda dorsoventral; flechas anchas, apertura uretral;
flechas estrechas, unión vaginovestibular. B, Estrictura anular en la unión
vaginovestibular, craneal a la apertura uretral. (Modificado de Ettinger
SJ, Feldman EC [eds]: Textbook of
veterinary internal medicine,
Philadelphia, 2000, WB Saunders.)
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den tener vulvas infantiles o invertidas que pueden estar parcial o totalmente escondidas
por pliegues cutáneos. Este problema se ve exacerbado por la obesidad.
La irritación cutánea, secreción y cambios de coloración del pelo puede ser evidente alrededor de la vulva como resultado de alteración de la micción normal en perras con anomalías vulvares o vestibulovulvares o como resultado de la incontinencia urinaria o vaginitis en
perras con anomalías que no son macroscópicamente evidentes.
Pruebas Diagnósticas y Resultados
Las anomalías anatómicas del tracto reproductivo distal se diagnostican por examen digital vaginal. Las bandas anchas en la comisura dorsal y los remanentes del himen en la unión
vaginovestibular, formando o bien una banda dorsoventral o un anillo (ver Figura 13-1), se
detectan fácilmente con el examen digital. Debe sujetarse cuidadosamente al animal durante el examen digital por la sensibilidad de la comisura dorsal y riesgo de mordeduras por
resentimiento. En la palpación digital, la mucosa del vestíbulo puede ser granulosa, especialmente en la zona opuesta a la apertura uretral, lo cual muestra evidencia de inflamación
crónica y presencia de folículos linfoides resultantes de esta inflamación.
Las vaginas dobles, anormalidades vaginales raras como la hipoplasia segmental y los
divertículos vaginales se diagnostican mediante vaginoscopia y radiografía de contraste. La
vaginoscopia puede requerir la sedación del animal. La vaginografía de contraste puede
realizarse bien sólo en animales con una sedación profunda. La vaginografía está indicada
si se va a proceder a una corrección quirúrgica del defecto para asegurar un conocimiento
completo de la anatomía vaginal anormal antes de intentar un abordaje quirúrgico.
Tratamiento
Las alteraciones del tracto reproductivo que son hallazgos incidentales no requieren tratamiento, particularmente si no hay signos clínicos concurrentes. Si el tratamiento es necesario, la cirugía es el de elección. Las condiciones que hacen que se requiera corrección son
el deseo del propietario de hacer criar a su animal y los signos clínicos que molesten al propietario o al animal, como la incontinencia urinaria. Los septos vaginales medios (vagina
doble) pueden corregirse quirúrgicamente, aunque la técnica de abordaje puede ser difícil por la localización anatómica de la bóveda vaginal. La hipoplasia vaginal y la aplasia vaginal pueden no ser corregibles.
Los problemas vaginovestibulares varían en su respuesta al tratamiento. Las bandas dorsoventrales se corrigen fácilmente con cirugía. Puede ser necesaria una episiotomía media
para conseguir una adecuada exposición de la unión vaginovestibular. Las estenosis anulares de la región vaginovestibular son difíciles de corregir quirúrgicamente sin que haya recurrencia. La estenosis puede eliminarse completamente cerrando la mucosa de forma perpendicular a la incisión inicial en un intento de agrandar el lumen. Otro abordaje consiste
en realizar una serie de incisiones radiales perpendiculares al lumen. Ambos procedimientos pueden requerir dilatación postoperatoria digital frecuente y repetida para evitar la recurrencia de la estenosis. Los signos clínicos como la secreción vulvar y la irritación, pueden
permanecer tras intentar la corrección quirúrgica, haciendo que el tratamiento sea un ejercicio frustrante en algunos pacientes. La vaginectomía, también denominada ablación vaginal, es otro tratamiento posible. Éste alivia todos los problemas asociados con la vagina y a
menudo se intenta una vez que otros tratamientos han fallado en la eliminación de los signos clínicos. Las perras con estenosis anulares de la unión vaginovestibular o bandas anchas
en la comisura dorsal que no pueden criar de forma natural, pueden hacerlo de forma artificial y reevaluarse inmediatamente después del parto. La relajación de estas estenosis y bandas a menudo es suficiente para permitir un parto normal.
Las vulvas infantiles o invertidas se corrigen de forma quirúrgica eliminando el exceso
de pliegues cutáneos alrededor de la vulva. En perras intactas, puede ocurrir la resolución
espontánea cuando la perra entra en el estro. El problema puede recurrir con la edad tras
la ovariohisterectomía (OHE) si se da atrofia vulvar, especialmente en perras obesas. La
alteración quirúrgica del área perivulvar (episioplastia) a menudo alivia las infecciones
crónicas del tracto urinario y la inflamación de la piel perivulvar y el vestíbulo permitiendo un mejor vaciado de la orina. Las hendiduras vulvares y la disgenesia perineal pueden
corregirse quirúrgicamente si se considera necesario por los signos clínicos asociados con
el defecto.
Pronóstico
El pronóstico varía con la anomalía y el desenlace deseado por el cliente. Las alteraciones de la unión vaginovestibular, vestíbulo y vulva son corregidas fácilmente y se asocian con
un buen pronóstico. El pronóstico tras la corrección de las anomalías de la bóveda vaginal
debe ser reservado debido a la dificultad del abordaje quirúrgico para corregirlas y el efecto último sobre la reproducción.
VAGINITIS
Definición y Patogenia
La vaginitis es cualquier proceso inflamatorio que afecte a la capa mucosa del vestíbulo
o la vagina. La vaginitis en cachorras se caracteriza por una secreción vulvar purulenta en
una perra prepuberal, a menudo sin molestias para el animal. La causa de la vaginitis en
cachorras es desconocida pero puede estar relacionada con la inmadurez del canal vaginal
y el epitelio o inmadurez del sistema inmune. La inflamación del vestíbulo y la vagina en la
perra adulta a menudo está causada por alguna condición predisponente, aunque la vaginitis idiopática de inicio en edad adulta también ocurre. El herpesvirus canino puede causar vaginitis, aunque las lesiones que se observan con herpesvirus canino pueden no causar
signos clínicos en el animal afectado. Las anomalías anatómicas pueden interferir con el
vaciado de orina, causando así inflamación del vestíbulo y la vagina distal por acúmulo de
orina y quemaduras por orina resultantes. Las infecciones del tracto urinario pueden llevar
a inflamación del vestíbulo en el área de la papila uretral. La vaginitis puede desencadenarse por alteraciones en la flora bacteriana normal tras un tratamiento antibiótico o por una
condición sistémica de inmunosupresión, como la diabetes mellitus. Cualquier cuerpo extraño en el canal vaginal causa inflamación. Las neoplasias vaginales pueden confundirse con
vaginitis por la presencia de secreción vaginal.
Reseña
Cualquier perra de cualquier edad, esterilizada o intacta, puede estar afectada de vaginitis. Aún así, la vaginitis de inicio en la edad adulta se ha descrito que es más común en
perras esterilizadas que en las intactas.
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Historia y Signos Clínicos
La vaginitis se asocia con secreción vulvar purulenta o mucopurulenta e irritación del
animal, como se evidencia por un excesivo lamido del área perineal.
Hallazgos del Examen Físico
La secreción o la evidencia de secreción puede observarse en los labios vulvares y en el
pelo que los rodea. Pueden haber hiperemia vulvar e hipertrofia secundaria al lamido.
Pruebas Diagnósticas y Resultados
El examen de la citología vaginal revela grandes números de neutrófilos además de células epiteliales no cornificadas de la vagina y el vestíbulo en perras en anestro o esterilizadas.
Pueden haber linfocitos y macrófagos en pequeño número en casos más crónicos. La vaginoscopia demuestra hiperemia y posiblemente hiperplasia folicular, indicativa de inflamación crónica. La vaginoscopia ayuda a descartar otras causas de secreción vulvar, como enfermedades uterinas o presencia de cuerpos extraños vaginales.
Tratamiento
El tratamiento de la vaginitis principalmente implica la identificación y tratamiento de
la causa predisponente, si es posible. Las infecciones del tracto urinario pueden identificarse mediante urianálisis y realizarse el cultivo con muestras obtenidas por cistocentesis. Las
anormalidades anatómicas deben ser identificadas y corregidas. Las vulvas invertidas infantiles se caracterizan por provocar incomodidad e inflamación en el área del periné y el vestíbulo. La corrección quirúrgica de estas condiciones a menudo elimina los signos clínicos.
Si existe un cuerpo extraño, debe ser eliminado.
La vaginitis del cachorro es un problema autolimitante. La mayoría de casos no requieren tratamiento o sólo un tratamiento tópico con una pomada para minimizar los signos
clínicos. La vaginitis del cachorro se resuelve por sí misma antes o durante el primer estro.
Existe controversia en lo que se refiere a permitir que las perras con vaginitis infantil pasen
el primer celo antes de realizar la OHE para potenciar la resolución de la vaginitis.
Los antibióticos sistémicos alteran la flora bacteriana normal de la vagina y se ha demostrado que tienen un efecto de selección de patógenos, como Escherichia coli y especies de
Mycoplasma. El tratamiento antibiótico tópico, incluyendo las duchas, no está indicado porque a menudo no es efectivo, puede provocar irritación y empeoramiento del lamido vulvar y puede alterar más la flora bacteriana normal de la vagina. Si el animal tiene una condición concurrente que lo inmunosuprime, aún así, el tratamiento antibiótico puede ser
beneficioso si se emplea con discreción. Siempre que se considere el tratamiento antibiótico, deben obtenerse cultivos bacterianos de la vagina mediante un hisopo cubierto, evitando así el vestíbulo altamente contaminado y la piel. Si se da crecimiento fuerte de un solo
microorganismo, puede escogerse un antibiótico sistémico en base al patrón de sensibilidad del organismo.
Si no se identifica una causa subyacente de la vaginitis, el tratamiento con dietilestilbestrol (DES) puede considerarse en perras esterilizadas. Los protocolos son similares a los descritos para la incontinencia urinaria, reduciendo la frecuencia de dosis hasta llegar a la dosis
mínima efectiva. Un protocolo es iniciar 1 mg de DES vía oral una vez al día durante 5 días
y luego 1 mg dos veces por semana durante 2-3 semanas con una mayor reducción al tratamiento una vez a la semana a no ser que los signos reaparezcan.
Otros tratamientos sintomáticos que pueden emplearse para tratar la vaginitis incluyen
los glucocorticoides y los andrógenos. Los glucocorticoides no deben usarse en perras con
incontinencia urinaria. El tratamiento con testosterona, como en el caso de la supresión del
estro (ver Capítulo 5), puede ser beneficioso.
El tratamiento quirúrgico se ha descrito que mejora la resolución de la vaginitis idiopática de inicio en la edad adulta y la vaginitis asociada con dermatitis perivulvar. La episioplastia (vulvoplastia) es la eliminación del tejido dorsal a la hendidura vulvar con la eversión subsecuente de la vulva de los pliegues perivulvares que la rodean. En un estudio se
describió que la episioplastia resultó en curación en 18 de 18 perras con vaginitis.
Pronóstico
El éxito en la resolución de la vaginitis depende de la causa. La vaginitis del cachorro se
resuelve espontáneamente si no se trata. La mayoría de casos de vaginitis adulta se resuelven una vez corregida la condición predisponente. Los casos más difíciles de tratar de vaginitis adulta son aquéllos que resultan de anormalidades anatómicas porque la anomalía en
sí misma puede ser difícil de corregir. La vaginitis idiopática de inicio en edad adulta se
resuelve eventualmente, pero el paciente puede requerir de semanas a meses de tratamiento sintomático.
PROLAPSO DEL PLIEGUE VAGINAL
(HIPERPLASIA VAGINAL, HIPERTROFIA VAGINAL, PROLAPSO VAGINAL)
Definición y Patogenia
El prolapso del pliegue vaginal, referido histórica y erróneamente como hiperplasia vaginal o hipertrofia vaginal es la extrusión de la mucosa vaginal a través de los labios vulvares.
Esta protusión de la mucosa se asocia con la influencia de los estrógenos en el epitelio vaginal. Los estrógenos provocan un engrosamiento del epitelio vaginal escamoso y edema del
tejido subyacente en perras normales durante el proestro y el estro. En casos en los que el
tejido vaginal prolapsa por los labios vulvares, se cree que es una respuesta exagerada a los
estrógenos. Existen evidencias de que la condición es hereditaria en algunas líneas y razas
de perros. El prolapso vaginal verdadero (dislocación del tejido vaginal normal a través de
los labios vulvares) ocurre raramente en la perra y se suele asociar con distocia, tenesmo o
extracción forzada del macho durante la monta.
Reseña
El prolapso del tejido vaginal ocurre casi exclusivamente en perras intactas durante el
proestro y el estro. Ocasionalmente, el prolapso continúa a lo largo de la gestación o recurre en el parto.
Historia y Signos Clínicos
El prolapso del tejido vaginal se presenta en la perra intacta durante el proestro y el estro,
y puede observarse durante el primer ciclo estral o en cualquier ciclo posterior (Figura 132, A). Esta condición no está asociada con disuria. La secreción serosanguinolenta vulvar
normal que se evidencia en el proestro o el estro suele estar presente.
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Figura 13-2. Prolapso del pliegue vaginal en la perra. A, Prolapso del pliegue
vaginal pedunculado; notar la respuesta de parada del estro (aleteo).
Figura 13-2, continuación. B, Prolapso
del pliegue vaginal; notar la excoriación
de la mucosa.
Figura 13-2, continuación. C, Prolapso
del pliegue vaginal; prolapso de 360 grados en forma de donut. (De Ettinger SJ,
Feldman EC [eds]: Textbook of veterinary
internal medicine, Philadelphia, 2000,
WB Saunders.)
Hallazgos del Examen Físico
La mucosa protruyendo se suele ver como una masa sólida con aspecto tumoral protruyendo por los labios vulvares (Figura 13-2, B). Esta masa se origina del suelo ventral de la
vagina justo anterior a la papila uretral y puede ser pedunculada (ver Figura 13-2, A).
Ocasionalmente el prolapso es circunferencial y protruye como una masa con forma de
donut (Figura 13-2, C). Una vez prolapsado, el tejido de la mucosa puede sufrir excoriaciones por exposición al ambiente externo.
Pruebas Diagnósticas y Resultados
La influencia de los estrógenos puede ser confirmada por la cornificación de las células
epiteliales vaginales, la presencia de secreción vulvar serosanguinolenta característica del
estro y la presencia de comportamiento de estro.
Tratamiento
La ovariohisterectomía (OHE) corrige de forma permanente esta condición eliminando la fuente gonadal de estrógenos. El tejido prolapsado regresa en poco tiempo tras la eliminación de los ovarios.
En hembras reproductoras, el tratamiento puede no ser necesario o deseable por la naturaleza autolimitante de la condición. En la mayoría de casos el tejido prolapsado regresa
espontáneamente con el inicio del diestro. Si no es posible la monta natural por el tamaño
del prolapso, puede realizarse inseminación artificial para conseguir una gestación.
Ocasionalmente, el prolapso va a persistir a lo largo de la gestación. Los prolapsos que están
presentes en el parto no suelen resultar en distocia.
La eliminación quirúrgica del tejido vaginal prolapsado puede intentarse, especialmente en casos de grandes masas pedunculadas que provienen del suelo ventral de la vagina.
La cirugía se realiza mediante una incisión de episiotomía media. La recurrencia es posible
tras la eliminación quirúrgica en proestros o estros subsecuentes. La cirugía puede no estar
recomendada en casos de prolapso circunferencial por la extensión de tejido afectado y el
potencial de estenosis en el canal del parto.
Pronóstico
El prolapso de los pliegues vaginales es una condición autolimitante que se resuelve
espontáneamente; el pronóstico de vida es excelente. La presencia del prolapso puede hacer
que no sea posible la monta natural pero no afecta a la fertilidad.
NEOPLASIA VAGINAL
Definición y Patogenia
Para esta discusión, el término neoplasia vaginal incluye cualquier tumor que surja en el
vestíbulo o la vagina. Las neoplasias vaginales representan el 2,5-3% de todos los tumores
caninos y el 41% de todos los tumores que afectan el tracto reproductivo canino. Entre el
70 y 80% de estos tumores son benignos. El leiomioma es el tumor benigno más frecuente,
y el leiomiosarcoma es el tumor vaginal maligno más común. La patogenia de las neoplasias vaginales es desconocida pero puede estar relacionada con el efecto de las hormonas
ováricas. El tumor venéreo transmisible (TVT) proviene de un transplante celular alogéni-
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