Oficio 220-042560 Del 30 de Abril de 2013

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Oficio 220-042560 Del 30 de Abril de 2013
ASUNTO: PAGO DE OBLIGACIONES CAUSADAS CON ANTERIORIDAD A LA APERTURA DE UN
PROCESO VALIDACION DE ACUERDO EXTRAJUDICIAL- DECRETO 1730 DE 2009
Me refiero a su escrito radicado en esta Entidad con el número 2013- 01- 081848, mediante el cual,
previa las consideraciones allí expuestas, formula una consulta relacionada con el pago de obligaciones
laborales causadas con anterioridad a la apertura de un proceso validación de acuerdo extrajudicial de
reorganización, en los siguientes términos:
1.- Cuál es la norma que se debe aplicar para los casos de los acreedores laborales, cuyas obligaciones
han nacido a la vida jurídica después de la ejecutoria del auto que admite a un trámite de reorganización
empresarial o de validación judicial de un acuerdo extrajudicial de reorganización, consagrados en Ley
1116 del año 2006 y Decreto 1730 de 2009, respectivamente, pero que por hechos no imputables al
acreedor o a sus dependientes, no pudo ser incluida en el proceso judicial de reorganización que se
adelanta ante la Superintendencia.
2.- Cual es la norma que se debe aplicar para el cobro de deudas laborales, nacidas a la vida jurídica
después de ejecutoriado el auto que admite a un trámite de restructuración empresarial, y cuya
exigibilidad judicial se hace con posterioridad a la fecha de ejecutoria del auto que aprueba o autoriza un
Acuerdo de Reorganización Extrajudicial.
3.- Como la deuda que tiene la sociedad deudora para con al suscrita, desde luego por hechos que no
son imputables a mi conducta ni mucho menos a la de mi procurador judicial, no pudo ser graduada ni
calificada por la Superintendencia de Sociedades en desarrollo del proceso de reorganización empresarial
de la deudora, puedo pedir que se adicione el acuerdo para que se incluya la deuda que existe
actualmente en mi favor.
4.- Debe considerarse como un crédito privilegiado que no está sometido al trámite del proceso de
restructuración, toda deuda que nace a la vida jurídica una vez ejecutoriado el auto que admite a uno de
los procesos de restructuración, a que se refiere la Ley 1116 del año 2006 o el Decreto 1730 del año
2009.
5.- Debe considerarse como un crédito privilegiado que no está sometido al trámite del proceso de
restructuración, toda deuda que nace a la vida jurídica una vez ejecutoriado el auto que aprueba el
trámite de un proceso de reorganización, de los consagrados en la Ley 1116 del año 2006 o el Decreto
1730 del año 2009.
6.- Si el crédito que existe a mi favor es de carácter privilegiado, por haberse hecho exigible una vez
causó ejecutoria el auto que aprueba el proceso de reorganización empresarial, puedo continuar con el
proceso ejecutivo en el Despacho del Juez que actualmente conoce de dicho trámite.
7.- Si dentro del auto que aprueba el proceso de reorganización empresarial, no se fija un término de
duración del proceso, cuál será el tiempo que debe durar dicho proceso.
8.- Una vez fijado y finalizado el término del proceso de restructuración empresarial, puedo continuar
con el trámite del proceso de ejecución para el cobro de la deuda existente a mi favor.
Al respecto, me permito manifestarle que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 28 del Código
de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo, es función de la Superintendencia
de Sociedades la de absolver las consultas de carácter general y abstractas que se le formulen sobre
temas de derecho estrictamente societario regulado por la legislación mercantil, y no sobre temas
contractuales, procedimentales o jurisdiccionales, y que dicho sea de paso no asesora sobre hechos
particulares como resulta ser el caso planteado.
No obstante lo anterior, este Despacho se permite, a título meramente informativo hacer las siguientes
precisiones de orden legal, a la luz de la Ley 1116 de 2006 y el Decreto 1730 de 2009, mediante la cual
se establece el régimen de insolvencia empresarial en la República de Colombia y se reglamenta, entre
otros, el artículo 84 de la citada ley:
i) Como es sabido, tanto el proceso de reorganización empresarial como el proceso de validación judicial
de acuerdos extrajudiciales de reorganización, son mecanismos recuperatorios, el primero, pretende a
través de un acuerdo, preservar empresas viables y normalizar sus relaciones comerciales y crediticias,
mediante su reestructuración operacional, administrativa, de activos o pasivos, en tanto, que el
segundo, esta previsto para que el deudor concerté mediante un acuerdo nuevas condiciones de pago
con sus acreedores, de manera que pueda conservar y recuperar su actividad productiva.
ii) En los aludidos acuerdos, se debe estipular la forma y términos en que se pagarán las obligaciones a
cargo del deudor, teniendo en cuenta la prelación de créditos prevista en el Código Civil y demás normas
concordantes, así como el proyecto de calificación y graduación de créditos presentados por el deudor.
iii) Ahora bien, cuando se admite un deudor al trámite de un proceso de reorganización o de validación
judicial de un acuerdo extrajudicial de reorganización, las obligaciones a cargo del mismo se deben
dividen en dos clases: las causadas antes de la fecha de inicio del respectivo proceso y las causadas con
posterioridad a dicha fecha, las primeras, se pagarán en la forma prevista en el acuerdo de
reorganización que se llegare a celebrar entre la sociedad deudora y sus acreedores, las segundas,
tienen el carácter de gastos de administración y tendrán preferencia en su pago, y por ende, las mismas
deben atenderse en la forma señalada en el artículo 71 de la Ley 1116 de 2006, es decir, de preferencia
sobre aquellas objeto del acuerdo de reorganización y/o extrajudicial de reorganización, y podrá exigirse
coactivamente su cobro.
iv) Tratándose de un proceso de validación extrajudicial de un acuerdo de reorganización, el inciso
último del Decreto 1730 de 2009, reglamentario, entre otros, del artículo 84 de la Ley 1116 de 2006,
harán parte del acuerdo que se llegue a validarse, los acreedores titulares de acreencias
patrimoniales ciertas, adquiridas hasta la fecha de la celebración del acuerdo y como tales
tendrán legitimación para participar en el proceso de validación. Las obligaciones patrimoniales
que adquiera el deudor después de esa fecha no estarán sometidas al Acuerdo Extrajudicial de
Reorganización y se atenderán en la forma prevista en al artículo 71 de la Ley 1116 de 2006.
v) De otra parte, se observa que al tenor de lo dispuesto en el artículo 25 de la Ley 1116 de 2006,
aplicable por analogía al proceso de validación judicial de un acuerdo extrajudicial de reorganización,
“ Los fallos de cualquier naturaleza proferidos con posterioridad a la firma del acuerdo, por motivos de
obligaciones objeto del proceso de reorganización, no constituyen gastos de administración y serán
pagados en los términos previstos en el mismo para los de su misma clase y prelación legal. En el
evento de estar cancelados los de su categoría, procederá su pago, dentro de los diez (10) días
siguientes a la ejecutoria del fallo” . (El llamado es nuestro).
Del estudio de la norma antes transcrita, se colige, de una parte, que las obligaciones derivadas de una
sentencia judicial que deberían ser objeto del acuerdo de reorganización, proferida con posterioridad a la
firma del mismo, no tienen el carácter de gastos de administración, y por consiguiente, no pueden
pretender un pago preferente, quedando sujetas al acuerdo y afrontando las consecuencias por no haber
solicitado su inclusión, y de otra, que en el evento de estar cancelados los de su categoría, las
correspondientes al fallo deberán ser canceladas dentro de los 10 días siguientes a la ejecutoria de la
decisión.
vi) Por su parte, el artículo 26 del Decreto 1730 de 2009, preceptúa que “ A partir de la presentación de
la solicitud de apertura del proceso de validación judicial, se generan los efectos previstos en el artículo
17 de la Ley 1116 de 2006 y, a partir de la fecha en que se decrete dicha apertura por parte del juez del
conocimiento, se generarán los efectos propios del inicio del proceso de reorganización, con excepción
del concerniente a la remisión de los procesos de ejecución, los que serán suspendidos de conformidad
con las reglas establecidas en este decreto” . (Se subraya).
vii) De otro lado, se anota que la ley no previó término alguno para tramitar un proceso de
reorganización empresarial y/o de validación judicial de un acuerdo extrajudicial de reorganización,
como no podría hacerlo, pues, como es de conocimiento, contra alguna de las actuaciones o decisiones
proferidas dentro del mismo pueden ser objeto de objeciones de los recursos de ley, y por tal motivo
simplemente señalo un término para que se surtirán las distintas etapa del mismo.
viii) Finalmente, se precisa que una vez terminado el proceso de reorganización empresarial y/o de
validación judicial de una acuerdo extrajudicial de reorganización, el deudor recupera plenamente su
autonomía, y en tal virtud, ante el incumplimiento de obligaciones que no fueron objeto del acuerdo
celebrado entre las partes, aquél puede ser demandado ante la justicia ordinaria para obtener el cobro
de la misma.
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