08. Información Proveniente de Documentos

Anuncio
“Los derechos de Autor de la presente Obra son en su totalidad del Ministerio
Público de la República de Costa Rica, queda totalmente prohibida su
reproducción total o parcial. Esta y las demás obras publicadas en el sitio Web
Oficial son proyectadas en aras de fomentar la transparencia de la institución y
colaborar en ampliar el conocimiento de los usuarios interesados en la rama del
derecho penal, quedando bajo su responsabilidad hacer uso de las mismas solo
para fines didácticos”.
San José Costa Rica
Unidad de Capacitación y Supervisión
Fiscalía Adjunta de Control y Gestión
8
INFORMACIÓN PROVENIENTE DE DOCUMENTOS
1. Documentos Privados
Por documentos privados se entienden la correspondencia epistolar, por fax, télex,
telemática o cualquier otro medio; los videos, los casetes, las cintas magnetofónicas, los
discos, los disquetes, los escritos, los libros, los memoriales, los registros, los planos, los
dibujos, los cuadros, las radiografías, las fotografías y cualquier otra forma de registrar
información de carácter privado, utilizados con carácter representativo o declarativo, para
ilustrar o comprobar algo, de conformidad con el artículo 1 de la ley 7425 de “Registro,
secuestro y examen de documentos privados e intervención de las comunicaciones”
Los documentos privados suelen ser en algunos delitos como el lavado de dinero, la
administración fraudulenta, el peculado etc., la fuente de prueba más importante, a la que se
puede recurrir.
Como sabemos, junto al deber de respeto de la dignidad del ser humano, el Estado de
Derecho tutela otros valores fundamentales, que le resultan vinculados dentro de los cuales se
encuentra el derecho a la libertad, al secreto e intimidad de las comunicaciones y a la
privacidad de los documentos. En principio los documentos privados, de acuerdo con el
enunciado constitucional1, son inviolables. Sin embargo esa tutela no es absoluta sino relativa,
1
Artículo 24.- Se garantiza el derecho a la intimidad, a la libertad y al secreto de las comunicaciones.
Son inviolables los documentos privados y las comunicaciones escritas, orales o de cualquier otro tipo
de los habitantes de la República. Sin embargo, la ley, cuya aprobación y reforma requerirá los votos de
dos tercios de los Diputados de la Asamblea Legislativa, fijará en qué casos podrán los Tribunales de
Justicia ordenar el secuestro, registro o examen de los documentos privados, cuando sea absolutamente
indispensable para esclarecer asuntos sometidos a su conocimiento. Igualmente, la ley determinará en
cuáles casos podrán los Tribunales de Justicia ordenar que se intervenga cualquier tipo de comunicación
e indicará los delitos en cuya investigación podrá autorizarse el uso de esta potestad excepcional y
durante cuánto tiempo. Asimismo, señalará las responsabilidades y sanciones en que incurrirán los
funcionarios que apliquen ilegalmente esta excepción. Las resoluciones judiciales amparadas a esta
norma deberán ser razonadas y podrán ejecutarse de inmediato. Su aplicación y control serán
responsabilidad indelegable de la autoridad judicial. La ley fijará los casos en que los funcionarios
competentes del Ministerio de Hacienda y de la Contraloría General de la República podrán revisar los
libros de contabilidad y sus anexos para fines tributarios y para fiscalizar la correcta utilización de los
fondos públicos. Una ley especial, aprobada por dos tercios del total de los Diputados, determinará
cuáles otros órganos de la Administración Pública podrán revisar los documentos que esa ley señale en
dado que su contenido puede ser accedido durante la investigación con autorización
jurisdiccional. En este sentido el artículo 2 de la Ley No.7425 de 9 de agosto de 1994, dispone
que “Cuando resulte indispensable para averiguar la verdad, el juez podrá ordenar, de oficio,
a petición de la autoridad policial a cargo de la investigación, del Ministerio Público o de
alguna de las partes del proceso, el registro, el secuestro y el examen de cualquier
documento privado, siempre que pueda servir como prueba indispensable de la comisión de
alguna conducta delictiva.” La facultad de registro, secuestro y examen que otorgan la
Constitución y la ley al órgano jurisdiccional no está limitada a la naturaleza o calificación
jurídica del hecho punible2, lo que sí ocurre en el caso de las comunicaciones escritas. En otras
palabras, no está limitada al catálogo de delitos que delimita la intervención de las
comunicaciones3, sino que el registro, secuestro y examen de documentos privados es
procedente, indiferentemente del delito sobre el que versa la investigación.
En caso de que para acceder al documento sea necesario solicitar el allanamiento, por
encontrarse en un lugar habitado, en sus dependencias, casa de negocio u oficina, tal solicitud
habrá también que fundamentarla.
Cuando los documentos de interés están en poder del imputado o la víctima, de su
empresa u organizaciones o instituciones a las que pertenecen o laboran, no necesariamente
debe procederse a la diligencia de registro y secuestro. Si están en poder de la víctima basta el
solicitárselos para que los aporte, o solicitárselos al ente al que pertenecen. Cuando los
documentos son muchos puede procederse a su secuestro y en el mismo acto nombrarlo
depositario judicial provisional, con el fin de que los mantenga en su poder bajo custodia,
hasta que sean requeridos por la Sección de Delitos Económicos, del Organismo de
relación con el cumplimiento de sus competencias de regulación y vigilancia para conseguir fines
públicos. Asimismo, indicará en qué casos procede esa revisión. No producirán efectos legales, la
correspondencia que fuere sustraída ni la información obtenida como resultado de la intervención ilegal
de cualquier comunicación. (Reforma Constitucional 7607 de 29 de mayo de 1996)
2
Sala tercera
3
Ssecuestro extorsivo, corrupción agravada, proxenetismo agravado, fabricación o producción de
pornografía, tráfico de personas y tráfico de personas para comercializar sus órganos; homicidio
calificado; genocidio, terrorismo y los delitos previstos en la Ley sobre estupefacientes, sustancias
psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas, Nº 8204,
de 26 de diciembre de 2001.
Investigación Judicial, si es que se pide algún tipo de estudio, o bien para que los presente en
el momento en que se le soliciten. Si los documentos están en poder del imputado es
preferible proceder a su secuestro con el fin de evitar sustracciones, destrucciones o
alteraciones.
Si los documentos se encuentran en poder de terceros, tampoco en la generalidad de
los casos se hace necesaria la diligencia de allanamiento, registro y secuestro, bastando la
solicitud de entrega de facturas, cheques etc. de la cual se confecciona un acta. Sin embargo
el fiscal siempre debe valorar la conveniencia o no de la solicitud, pues en muchos casos
también, con el fin de evitar destrucciones o sustracciones, es preferible proceder al
allanamiento, registro y secuestro del material documental
Si del documento se requiere la realización de algún tipo de pericia, como el análisis de
escrituras o de eventuales alteraciones o falsificaciones, deberán tomarse los cuidados de
cadena de custodia aún cuando sea entregado por la víctima o terceros. En ningún caso se le
solicitará a la persona que los lleve por su cuenta al Laboratorio de Ciencias Forenses o al
Archivo Criminal.
Requerimientos de información en entidades públicas y privadas
El Ministerio Público, de conformidad con el artículo 226 del Código Procesal Penal
puede requerir informes a cualquier persona o entidad pública o privada verbalmente o por
escrito, con indicación del procedimiento, en el cual se requieren, el nombre del imputado, el
lugar donde debe entregarse el informe, el plazo para su presentación y las consecuencias
previstas para el incumplimiento del deber de informar. Existen, sin embargo limitaciones
legales de acceso a algunos tipos particulares de información, por disposición de la ley, como son
el secreto bancario y la información privilegiada en la intermediación del mercado de capitales. En
estos casos se requiere de orden judicial para tener acceso a ella.
Descargar