AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 QUEJOSO Y RECURRENTE: ********** VISTO BUENO SR. MINISTRO PONENTE: MINISTRO ALFREDO GUTIÉRREZ ORTIZ MENA COTEJÓ SECRETARIO: JORGE VÁZQUEZ AGUILERA Ciudad de México. La Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en sesión correspondiente al **********, emite la siguiente: SENTENCIA Mediante la cual se resuelve el recurso de revisión en amparo directo 3744/2015, interpuesto por el quejoso **********, contra el fallo constitucional de once de junio de dos mil quince, emitido por el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, en el juicio de amparo directo **********. El problema jurídico a resolver por esta Primera Sala se centra en verificar, en un primer momento, la procedencia del citado recurso de revisión, conforme a los lineamientos constitucionales y legales aplicables; de ser ello afirmativo, analizar los agravios hechos valer, en los que medularmente se esgrime: a) El Tribunal Colegiado de referencia omitió examinar la inconstitucionalidad de las disposiciones generales aplicables a las Casas de Cambio, aprobadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el catorce de mayo de dos mil cuatro –derivadas del artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito–; y, b) Se desatendió que el inconforme había sido víctima de tortura. I. ANTECEDENTES AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 1. De los hechos. En la resolución sujeta a revisión, el mencionado tribunal de amparo realizó el examen de la sentencia reclamada, sobre la base del siguiente segmento fáctico: 2. De marzo de dos mil cinco a octubre de dos mil seis, el recurrente, en su calidad de gerente, promotor y asesor externo de ********** –sucursal **********–, realizó 196 (ciento noventa y seis) operaciones con recursos que sabía eran de procedencia ilícita, por un monto total de $********** (**********). 3. De esas operaciones, 158 (ciento cincuenta y ocho) fueron de cambio de recursos dentro del territorio nacional1 y 38 (treinta y ocho) de transferencia de recursos –30 (treinta) del territorio nacional al extranjero y 8 (ocho) dentro del territorio nacional–2, algunas “inusuales” y otras “relevantes no reportadas”, dado que se llevaron a cabo sin analizar adecuadamente las actividades de los clientes involucrados, a pesar de que no eran personas comunes que ordenaban remesas o cambios con fines legales –se trató de dos personas físicas que actuaban a nombre de dos personas morales3, sin que se hubieran integrado correctamente sus expedientes de identificación4–. 4. Del procedimiento penal. Con motivo de esos hechos se inició la averiguación previa **********, en la que el dos de febrero de dos mil ocho se ejerció acción penal en contra del indicado peticionario de garantías, imputándosele los delitos de: 25 de compra de divisas por parte del cliente por un total de USD $ ********** (********** dólares americanos con **********) y €********** (********** euros). Así como 133 de 1 venta de divisas por parte del cliente, por un total de USD $1 ********** americanos con **********) y €********** (********** euros). Foja 143 de la resolución recurrida. 2 30 del territorio nacional al extranjero por la cantidad de ********** (********** dólares americanos con **********); 8 dentro del territorio nacional por un total de USD $********** (********** dólares americanos). Fojas 143 y 144 de la resolución recurrida. 3 En especificó de los clientes **********, a nombre de **********, Sociedad Anónima de Capital Variable, así como de **********, a nombre de **********, Sociedad Anónima de Capital Variable. 4 Esto último, de conformidad con las disposiciones de carácter general cuarta y quinta a que se refiere el artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito. Así como al Capítulo de Identificación del Cliente del Manual sobre los criterios, medidas y procedimientos de las políticas de identificación y conocimiento del cliente expedido por **********, Sociedad Anónima de Capital Variable. 2 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 a) Delincuencia Organizada, previsto y sancionado en los artículos 2, fracción I, y 4, fracciones I, inciso b), y II, inciso b), de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada; b) Operaciones con recursos de procedencia ilícita, tipificado y punible conforme al numeral 400 bis, párrafo segundo, del Código Penal Federal, en sus modalidades de transferir recursos dentro del territorio nacional, transferir recursos del territorio nacional al extranjero y cambiar recursos; y, c) Contra la salud, en la modalidad de colaborar al financiamiento para posibilitar la ejecución de tráfico del estupefaciente denominado cocaína, contemplado en los ordinales 193 y 194, fracción III, del Código Penal Federal. 5. Del caso tocó conocer al Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal –causa **********–. El nueve de ese mes y año se libró orden de aprehensión en contra del justiciable y el doce siguiente se le dictó auto de formal prisión por los citados injustos. 6. En desacuerdo, la defensa particular del inculpado interpuso recurso ordinario de apelación, mismo que el Segundo Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito resolvió, determinándose que el proceso penal se seguiría única y exclusivamente por los ilícitos señalados en los incisos a) y b) del párrafo inmediato anterior –toca **********–. 7. Cabe señalar que en esa resolución se indicó que el ilícito de operaciones con recursos de procedencia ilícita se actualizó bajo la hipótesis contemplada en el párrafo “segundo” del ordinal 400 bis del Código Penal Federal, al conferírsele al imputado el carácter de “auxiliador”. 8. En contra de esa decisión, se promovió un juicio de amparo indirecto, del que tocó conocer al Primer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito, el cual, por resolución de veintinueve de junio de dos mil nueve, le concedió la protección de la Justicia Federal para que se fundara y motivara 3 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 adecuadamente el acto reclamado, dándose contestación a todos y cada uno de los agravios hechos valer –expediente **********–. 9. En cumplimiento, el trece de enero de dos mil diez, el Tribunal Unitario responsable modificó la resolución apelada, estableciendo que el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita atribuido, se encontraba tipificado en el párrafo “primero” del artículo 400 bis del Código Penal Federal. 10. Contra esta última decisión se promovió un nuevo juicio de amparo indirecto, mismo que se negó –expediente **********, del índice del Primer Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito–. 11. Seguidos los trámites respectivos, el veintidós de febrero de dos mil trece, la titular del referido Juzgado Cuarto de Distrito de Procesos Penales Federales en el Distrito Federal dictó sentencia en la que absolvió al justiciable del delito de delincuencia organizada y lo declaró penalmente responsable del aludido injusto de operaciones con recursos de procedencia ilícita. 12. Inconforme con ello, tanto la defensa como el Ministerio Público de la Federación, interpusieron recurso ordinario de apelación, del que conoció el Cuarto Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito. 13. Por resolución de veinticuatro de mayo de dos mil trece, ese ad quem ordenó reponer el procedimiento a partir del auto que cerró la instrucción, a fin de que se nombrara un perito tercero en discordia en materia de contabilidad y se continuara con el trámite respectivo –toca **********–5. 14. Repuesto el procedimiento en los términos apuntados6, el veintinueve de noviembre de dos mil trece se emitió una nueva sentencia, en la que se volvió a condenar al inconforme respecto al citado delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto y sancionado en el artículo 400 bis, Toca **********. Fojas 360 a 483, vuelta. El Ministerio Público en su pliego de conclusiones lo acusó por el delito de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita en la modalidad de a quien por sí custodie dentro del territorio nacional recursos con conocimiento de que proceden o representan el producto de alguna actividad ilícita, con el propósito de ocultar su origen, previsto y sancionado en el artículo 400 bis, párrafo primero, en relación con los párrafos segundo, tercero y cuarto del Código Penal Federal. Foja 121 de la sentencia que se revisa. 5 6 4 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 párrafos “primero” y “segundo” del Código Penal Federal, en la modalidad de cambiar recursos dentro del territorio nacional y transferir recursos dentro del territorio nacional y el extranjero7. 15. El sentenciado y su defensor público interpusieron recurso ordinario de apelación, del que correspondió resolver al referido Tribunal Unitario –toca **********–, el cual, mediante resolución de veintiocho de febrero de dos mil catorce, modificó lo determinado en primera instancia8. 16. Demanda de amparo directo y su resolución. Por escrito presentado el tres de diciembre de dos mil catorce, ********** promovió amparo directo en contra de la aludida decisión de alzada. 17. Del asunto correspondió conocer al Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito, donde se radicó con el número **********. 18. En sesión de once de junio de dos mil quince, el referido órgano de control constitucional le negó el amparo. 19. Recurso de revisión. En desacuerdo con esa negativa, por escrito presentado el veintinueve de junio de dos mil quince, el peticionario de garantías interpuso el presente recurso de revisión. “Artículo 400 bis.- Se impondrá de cinco a quince años de prisión y de mil a cinco mil días multa al que por sí o por interpósita persona realice cualquiera de las siguientes conductas: adquiera, enajene, administre, custodie, cambie, deposite, dé en garantía, invierta, transporte o transfiera, dentro del territorio nacional, de éste hacia el extranjero o a la inversa, recursos, derechos o bienes de cualquier naturaleza, con conocimiento de que proceden o representan el producto de una actividad ilícita, con alguno de los siguientes propósitos: ocultar o pretender ocultar, encubrir o impedir conocer el origen, localización, destino o propiedad de dichos recursos, derechos o bienes, o alentar alguna actividad ilícita. La misma pena se aplicará a los empleados y funcionarios de las instituciones que integran el sistema financiero, que dolosamente presten ayuda o auxilien a otro para la comisión de las conductas previstas en el párrafo anterior, sin perjuicio de los procedimientos y sanciones que correspondan conforme a la legislación financiera vigente” (Código Penal Federal, vigente en la época de los hechos). La juez de la causa aplicó el párrafo segundo por haber encontrado responsable al quejoso en calidad de auxiliador, artículo 13, fracción IV, del Código Penal Federal. 8 La modificación consistió, por una parte, en especificar que de conformidad con el numeral 25 del código sustantivo de la materia, sólo la prisión preventiva debe computarse de manera simultánea con otras causas, a diferencia de la pena privativa de libertad que se computa de forma sucesiva; por otro lado, se pronunció sobre la negativa de otorgar los beneficios y sustitutivos de la pena de prisión, previstos en los artículos 70 y 90 del Código Penal Federal, toda vez que el delito materia de la condena no estaba contemplado como de aquéllos en los que se permite su otorgamiento, atento a lo dispuesto por el numeral 85 del ordenamiento legal en cita. 7 5 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 20. Ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Mediante auto de siete de julio de dos mil quince, el Ministro Presidente de este Máximo Tribunal ordenó el registro del asunto con el número de amparo directo en revisión 3744/2015, lo admitió a trámite y se turnó al Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena para la elaboración del proyecto de resolución correspondiente9. 21. Radicación. El treinta de septiembre siguiente, el caso se radicó en esta Primera Sala10. 22. Solicitud de expediente. Para estar en condiciones de resolver este asunto, por dictamen de nueve de febrero de dos mil dieciséis, se solicitó se requiriera al Tribunal Unitario responsable el envío del toca **********11, de su índice. 23. El diecinueve de esa misma mensualidad y año, se acordó favorablemente esa petición12. 24. El dieciséis de marzo ulterior, se tuvo por recibido dicho expediente y se devolvieron los autos a la Ponencia del Ministro relator13. II. COMPETENCIA 25. Esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación es competente para conocer del presente recurso de revisión, en términos de los ordinales 107, fracción IX, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; 81, fracción II, y 96 de la Ley de Amparo; 21, fracción III, inciso a), de la Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación; y puntos Primero y Tercero del Acuerdo General 5/2013, emitido el trece de mayo de dos mil trece por este Alto Tribunal, en virtud de que se interpuso contra una sentencia dictada por un Tribunal Colegiado en un juicio de amparo directo de su especialidad –materia penal–14. 9 Amparo directo en revisión 3744/2015. Folios 32 a 34 vuelta. Ibídem. Folios 62 y 63. 11 Ibídem. Folio 99. 12 Ibídem. Folio 100. 13 Ibídem. Folio 120. 14 Cabe precisar que como la resolución del mismo no implica la fijación de un criterio de carácter excepcional, no se estima necesaria la intervención del Pleno. 10 6 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 26. El presente asunto se rige por lo dispuesto en la actual Ley de Amparo, pues la demanda se presentó una vez que dicha normatividad entró en vigor15. III. OPORTUNIDAD DEL RECURSO 27. El recurso de revisión se interpuso dentro del plazo de diez días a que se refiere el artículo 86 de la Ley de Amparo vigente. 28. Esto es así, toda vez que si la sentencia constitucional recurrida se notificó al inconforme por medio de lista el jueves dieciocho de junio de dos mil quince16, surtiendo efectos esa comunicación el viernes diecinueve de ese mes, el plazo legal para su interposición transcurrió del lunes veintidós de la mensualidad en comento al viernes tres de la subsecuente, sin contar los días veintisiete y veintiocho de junio por haber sido sábado y domingo respectivamente, conforme al numeral 19 de la Ley de Amparo aplicable, y como dicho medio de impugnación se presentó el veintinueve de junio de dos mil quince, según sello fechador correspondiente, no cabe duda de que se hizo valer en tiempo. IV. LEGITIMACIÓN 29. El quejoso está legitimado para interponer el presente recurso de revisión, pues en el juicio de amparo directo se le reconoció tal calidad; por consiguiente, la decisión adoptada en la sentencia recurrida sí le afecta directamente. V. ELEMENTOS NECESARIOS PARA RESOLVER 30. A efecto de verificar la procedencia y en su caso la materia de estudio del recurso de revisión que nos ocupa, se reseñan los conceptos de violación planteados en el juicio de amparo directo, las consideraciones de la sentencia pronunciada en el mismo –las cuales sirvieron para negar la protección constitucional solicitada– y los agravios hechos valer. 15 Por lo tanto, las subsecuentes alusiones que se hagan se deben entender referidas a esa legislación y no a la abrogada. 16 Cuaderno de amparo directo **********. Folio 323. 7 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 31. Conceptos de violación. El demandante de la protección constitucional alegó que se vulneraron en su perjuicio los derechos fundamentales consagrados en los preceptos 1º, 14, 16, 19, 21 y 102 de la Constitución Federal. 32. Lo anterior, debido a que desde su perspectiva: a) Se transgredió el principio de seguridad jurídica, dado que fue condenado por el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, previsto y sancionado en el artículo 400 bis, párrafo “segundo”, del Código Penal Federal, cuando el proceso se le siguió por el ilícito previsto y sancionado en el aludido numeral, pero bajo la hipótesis contemplada en su párrafo “primero”. b) Sólo se analizaron los elementos del tipo penal previsto en el invocado párrafo primero, lo que contravino el principio de exacta aplicación de la ley penal. c) Se omitió estudiar adecuadamente el pliego acusatorio, por lo que se afectó su defensa. d) Asimismo, se inobservó lo dispuesto en el artículo 1º constitucional, tendente a aplicar el principio pro persona, dado que la interpretación que le resultaba más favorable era la prevista en el referido numeral, párrafo segundo. e) Se le consideró penalmente responsable de dicho injusto, conforme ambos párrafos, lo cual es inadmisible porque las conductas descritas en éstos son incompatibles entre sí. f) Afirmó que se violaron los principios relativos a la valoración de las pruebas y de presunción de inocencia, debido a: Los “deals” no acreditan, por sí mismos, que las operaciones que le fueron atribuidas se hubieran realizado. En los oficios en los que aparecen las operaciones realizadas no se menciona el nombre del quejoso. 8 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 Tampoco se señaló cómo se hizo la realización entre los indicados “deals” y las operaciones reportadas. La autoridad investigadora debió aportar las pruebas que acreditaran esas operaciones. Existen inconsistencias al haberlas tenido por acreditadas. El oficial de cumplimiento era quien debía reportar a la Secretaría de Hacienda las operaciones inusuales y no el peticionario de garantías. No se debieron tener por demostradas las operaciones de cambio con base en prueba indiciaria. g) La responsable argumentó que las conductas imputadas contravinieron las disposiciones generales aprobadas por la autoridad hacendaria, así como los manuales de procedimiento de la propia Casa de Cambio involucrada; sin embargo, éstas no son una “ley”. h) La sentencia reclamada era incongruente, porque reconoció que la responsable de que existiera la documentación suficiente en los expedientes de los clientes era la propia Casa de Cambio. i) El artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, ni la normatividad interna de la Casa de Cambio, señalaban al promotor como responsable de la integración de expedientes de los clientes, sino al Oficial de Cumplimiento y al Comité. j) Las disposiciones generales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público son inconstitucionales porque la facultad reglamentaria se rige por los principios de reserva de ley y subordinación jerárquica, de los que se desprende que la norma reglamentaria no debe invadir materias que le corresponda desarrollar a la ley, además de que se encuentra por debajo de ésta para regular tales cuestiones. k) En el caso, esas disposiciones generales vigentes en el momento de los hechos establecían límites que no previó la ley que les dio origen, como lo 9 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 era la prohibición de realizar operaciones si no se tenía conformado el expediente del cliente; por lo que se excedió la ley. l) Indebida fundamentación y motivación de la resolución reclamada porque no se acreditó que hubiera manejado recursos bancarios o financieros, ni se señalaron los números de cuenta y bancos que utilizó. 33. Sentencia de Amparo. El Tribunal Colegiado de Circuito resolvió, en esencia, conforme a las siguientes consideraciones: a) Calificó de infundados los argumentos del quejoso, respecto a que se haya violado en su perjuicio el principio de seguridad jurídica por aplicársele el párrafo segundo del artículo 400 bis del Código Penal Federal; lo anterior, porque el tribunal de apelación no tuvo por acreditada la hipótesis a que se refiere el segundo párrafo del citado numeral, al haber señalado que el activo realizó la conducta como autor y no como auxiliador; sin embargo, en razón a la imposición de la pena, al resultarle más favorable lo previsto en el citado segundo párrafo, la referida autoridad resolvió que era penalmente responsable del delito previsto y sancionado en el aludido numeral, párrafos “primero y segundo.” b) Adjetivó de la misma forma el alegato del quejoso en el sentido de que se inobservó la aplicación del principio pro persona, dado que éste no puede servir como fundamento para omitir el estudio de los aspectos técnicos legales que se actualicen en el juicio de amparo, pues sólo se traduce en la obligación de analizar el contenido y alcance de los derechos humanos ante la existencia de dos normas que regulan o restringen el derecho de manera diversa, y en el caso no se actualizaban varias posibles soluciones para que conforme a éstas, se le aplicara la más benéfica. c) Al tema citó las tesis de esta Primera Sala, de rubros: “PRINCIPIO PRO PERSONA. NO ES FUNDAMENTO PARA OMITIR EL ESTUDIO DE ASPECTOS TÉCNICOS LEGALES EN EL JUICIO DE AMPARO” y “PRINCIPIO PRO PERSONA. DE ÉSTE NO DERIVA NECESARIAMENTE 10 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 QUE LOS ARGUMENTOS PLANTEADOS POR LOS GOBERNADOS DEBAN RESOLVERSE CONFORME A SUS PRETENCIONES”. d) No se le dejó en estado de indefensión porque la conducta a que se refiere el primer párrafo del artículo 400 bis del Código Penal Federal fue por la que se le dictó formal prisión y se le siguió el proceso. e) El tribunal de apelación solamente estudió la hipótesis delictiva prevista en el primer párrafo, por ser la conducta que se acreditó. f) Son infundados los alegatos en los que se adujo violación a los preceptos 14, 16, 19 y 21 de la Constitución Federal, porque a diferencia de lo esgrimido por el inconforme, en el caso se observaron las formalidades esenciales del procedimiento, se cumplieron las garantías de legalidad y seguridad jurídica, relativas a la adecuada fundamentación y motivación de la sentencia reclamada y la pena que se le impuso fue por autoridad judicial facultada para ello. g) También consideró infundado el motivo de disenso relativo a la violación del numeral 102 de nuestra Constitución, porque en ese precepto se regulan aspectos diversos a los que son materia de reclamo. h) En la sentencia combatida se justipreciaron legalmente los medios de prueba que se allegaron, por lo que correctamente se tuvieron por acreditados los elementos que integran el delito imputado. i) Precisó que la acepción de “cambio” se refiere al cambio de divisas, como acertadamente lo señaló el tribunal responsable. Al tema invocó la tesis de esta Primera Sala, “CENTROS intitulada: CAMBIARIOS. LOS ARTÍCULOS 81-A Y 81-B DE LA LEY GENERAL DE ORGANIZACIONES Y ACTIVIDADES AUXILIARES DEL CRÉDITO QUE LOS REGULA, PREVÉN UNA FIGURA JURÍDICA DISÍMIL A LAS INSTITUCIONES DE CRÉDITO, POR CONSTITUCIONAL LO A QUE LA EL LUZ IGUALDAD”. 11 TRATO DEL DIFERENCIADO DERECHO HUMANO ES DE AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 j) Destacó que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público debe emitir disposiciones de carácter general que tengan como finalidad establecer medidas y procedimientos para prevenir y detectar en Casas de Cambio actos u operaciones con recursos de procedencia ilícita. Por tanto, la dependencia hacendaria emitió las disposiciones de carácter general, derivadas del dispositivo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito. k) A su vez, **********, Sociedad Anónima de Capital Variable, emitió su normatividad interna, como lo fueron: “Manual sobre los criterios, medidas y procedimientos de las políticas de identificación y conocimiento del cliente”, “Manual de operación para prevenir y detectar operaciones con recursos de procedencia ilícita en casa de cambio” y “Políticas de identificación de centros cambiarios y dispersores de dinero”. l) Se precisó que en la especie se presentó el requisito de procedibilidad a fin de que se procediera penalmente en contra del justiciable y con base en los medios de convicción allegados, el tribunal responsable correctamente concluyó que el quejoso desplegó su intervención como autor material directo del injusto, en términos de lo previsto en la fracción II del artículo 13 del Código Penal Federal. m) Puntualizó que las pruebas acreditaban que el sentenciado tenía conocimiento de que los recursos aplicados en las operaciones provenían o se destinaban a actividades ilícitas. n) Señaló que el sentenciado, con el carácter de empleado, tenía la obligación de cumplir con lo referido en el precepto 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito, así como con lo dispuesto en las disposiciones de carácter general correspondientes. o) Fue acertado que la responsable tuviera por acreditada la plena responsabilidad del promovente en la comisión del delito materia de la condena, a través de la prueba circunstancial. 12 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 p) Declaró infundados los argumentos en los que se afirmó que la autoridad responsable señaló que era incompatible que la conducta se diera en calidad de asesor y gerente, sino que la vinculación se daba respecto a que el quejoso se aprovechó de esas dos funciones para realizar las ciento noventa y seis operaciones que se le atribuyeron. q) Calificó de infundado el concepto de violación relativo a que conforme al artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, le correspondía emitir los reportes de las operaciones, dado que la observancia de la norma era para todo el personal de la Casa de Cambio, pero cobraba relevancia para el sentenciado, puesto que él fue quien realizó las operaciones –como promotor–. r) Era errónea la apreciación del recurrente respecto a la prueba indiciaria, pues la misma se emplea cuando con las pruebas primarias no es posible probar un elemento fáctico del cual derive la responsabilidad penal del acusado, tal y como sucedió en el particular. s) Respecto a los diversos conceptos de violación en los que el quejoso se dolió de la aplicación de las disposiciones generales emitidas por la autoridad hacendaria y manuales de procedimiento de la propia Casa de Cambio, se consideraron infundados, porque la única ley por la que se le dictó sentencia condenatoria lo fue la prevista en el ordinal 400 bis del Código Penal Federal, incuso, con base en ella se le impuso la pena; asimismo, se dijo que no se le violaba derecho fundamental alguno, al ser aquéllas normas complementarias. t) Precisó que el Estado tiene, en su papel regulador y en ejercicio de su facultad constitucional de planificación de actividades económicas, sociales y culturales, que participar con ciertos sujetos, sectores o mercado, en la emisión de normas que, con base en una ley, se requirieran para la regulación técnica y flexible que permita obtener ciertos fines de políticas públicas, desarrolladas por órganos especializados. 13 administrativos igualmente AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 u) Por lo anterior, para cumplir con los principios de la política pública se emiten normas operativas que no podrían haberse previsto por el legislador, o bien estarían en riesgo de quedar obsoletas ante los cambios de los sectores. Al respecto, citó la tesis de la Segunda Sala de este Máximo Tribunal, JERÁRQUICA. CONTRARÍA SE UNA de rubro: “PRINCIPIO VULNERA LEY CUANDO DISTINTA A LA DE SUBORDINACIÓN UN REGLAMENTO QUE DESARROLLA, COMPLEMENTA O DETALLA, PERO CON LA CUAL GUARDA VINCULACÍON”. v) Se enfatizó que el quejoso se encontraba obligado a cumplir con la normatividad que regulaba las actividades de las Casas de Cambio, a efecto de prevenir operaciones con recursos de procedencia ilícita, al desempeñarse como promotor y gerente de una, así como asesor externo de la misma; en ese contexto, tuvo una postura privilegiada para realizar la conducta imputada, dado que sabía que los clientes que él atendía estaban involucrados en actividades ilícitas. w) La conducta que realizó el recurrente fue como autor y no como gestor. x) Concluyó que la resolución reclamada se encontraba adecuadamente fundada y motivada, al asentar las razones y argumentos lógico jurídicos que la sustentan. y) Finalmente, respecto a la individualización de la pena, indicó que el tribunal responsable llevó a cabo una exacta aplicación de la ley penal, conforme a los lineamientos previstos en los artículos 51 y 52 del Código Penal Federal, de tal suerte que al no advertir deficiencia de la queja qué suplir, negó el amparo. 34. Agravios. A fin de combatir la resolución impugnada, el recurrente sustancialmente expuso: 14 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 I. Que se incurrió en indebida aplicación del artículo 1º constitucional, puesto que el Tribunal Colegiado debió preferir una interpretación pro persona y con ello advertir que fue juzgado dos veces por un mismo hecho. II. Asimismo, ese órgano jurisdiccional omitió realizar el estudio de la inconstitucionalidad de las disposiciones generales aplicables a Casas de Cambio, emitidas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el catorce de mayo de dos mil cuatro, derivadas del artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito; disposiciones que dijo, se encontraban incluso en un nivel inferior al de un reglamento. III. Estima que se interpretó inadecuadamente el artículo 14 constitucional, por habérsele sentenciado en términos de los párrafos “primero y segundo” del artículo 400 bis del Código Penal Federal. IV. El a quo omitió pronunciarse sobre su alegato de tortura, expuesto en el toca penal ********** del índice del Cuarto Tribunal Unitario en Materia Penal del Primer Circuito, con lo que consintió que se violaran sus derechos humanos, a pesar de que las autoridades jurisdiccionales deben intervenir en tales asuntos de manera oficiosa. V. Se transgredió el derecho humano a un debido proceso, ya que se le aplicó un tipo penal en blanco. VI. Inadecuada interpretación del artículo 20 constitucional, al violentarse su derecho de defensa adecuada. VII.Violación a los artículos 14 y 16 constitucionales, toda vez que fue sentenciado de manera dogmática. VIII. Indebida fundamentación y motivación, porque en ningún momento la normatividad aplicable al caso indica que el gestor o promotor sea el encargado de realizar el reporte de las operaciones que se le atribuyeron. VI. PROCEDENCIA 15 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 35. Tras examinar la demanda de garantías, la sentencia pronunciada por el Tribunal Colegiado del conocimiento y los motivos de disenso hechos valer, se concluye que el presente asunto satisface los requisitos de procedencia contemplados en los artículos 107, fracción IX, de la Constitución Federal17 y 81, fracción II, de la Ley de Amparo18, así como lo establecido en el Acuerdo 9/2015 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación19. 36. Previo a exponer la razón de ello, es necesario establecer que conforme a lo previsto en los mencionados preceptos, el recurso de revisión en amparo directo se distingue por ser extraordinario, pues en principio las resoluciones pronunciadas por los Tribunales Colegiados de Circuito son terminales, salvo que ese órgano jurisdiccional: a) Se pronuncie u omita hacerlo sobre temas propiamente constitucionales –es decir, sobre la constitucionalidad de una norma general o sobre la interpretación directa de algún precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de un derecho humano reconocido por ésta o por un tratado internacional suscrito por nuestro país–; y, b) Además, exista la necesidad de que se fije un criterio de importancia y trascendencia a consideración de este Alto Tribunal. “Artículo 107. Las controversias de que habla el artículo 103 de esta Constitución, con excepción de aquellas en materia electoral, se sujetarán a los procedimientos que determine la ley reglamentaria, de acuerdo con las bases siguientes: […] IX.- En materia de amparo directo procede el recurso de revisión en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales, establezcan la interpretación directa de un precepto de esta Constitución u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de los acuerdos generales del Pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras;…”. 18 “Artículo 81. Procede el recurso de revisión: […] II. En amparo directo, en contra de las sentencias que resuelvan sobre la constitucionalidad de normas generales que establezcan la interpretación directa de un precepto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos o de los derechos humanos establecidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, u omitan decidir sobre tales cuestiones cuando hubieren sido planteadas, siempre que fijen un criterio de importancia y trascendencia, según lo disponga la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en cumplimiento de acuerdos generales del pleno. La materia del recurso se limitará a la decisión de las cuestiones propiamente constitucionales, sin poder comprender otras”. 19 De 8 de junio de 2015, aprobado por el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Publicado en el Diario Oficial de la Federación de 12 de junio de 2015, en vigor al día siguiente. 17 16 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 37. Respecto al primer requisito, cabe señalar que una cuestión de constitucionalidad se puede definir, en términos generales, mediante un criterio positivo y otro negativo. 38. De manera positiva, se origina por el ejercicio interpretativo de un elemento o norma constitucional, entendiendo con ello no sólo la interpretación de los preceptos de la Constitución Federal, sino de los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que México es parte, por así disponerlo el actual numeral 1°, párrafo primero, de la propia Constitución Federal. 39. El criterio negativo radica en la identificación de su opuesto: la cuestión de legalidad. En efecto, los aspectos atinentes exclusivamente a determinar la debida aplicación de una ley o la determinación del sentido de una norma infra constitucional, se encuadran como temas de mera legalidad, cuya relevancia es desentrañar el sentido de tales fuentes normativas20. 40. En ese orden de ideas, se colige que para efectos de la procedencia de un recurso de revisión en un juicio de amparo directo, es necesario que en la sentencia recurrida se haya realizado un pronunciamiento sobre la constitucionalidad de normas generales o se establezca la interpretación directa de una norma constitucional o de los derechos humanos reconocidos en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, o que habiéndose planteado alguna de esas cuestiones en la demanda de amparo, en la respectiva sentencia se haya omitido su estudio, debiéndose limitar su materia a tales aspectos21. 20 Lo expuesto en el párrafo inmediato anterior no implica que una cuestión de legalidad esté desvinculada de la fuerza protectora de la norma fundamental, pues la Constitución Federal en sus ordinales 14 y 16 establece el derecho humano a la legalidad, lo cual conlleva evaluar la debida aplicación de la ley; sin embargo, ello se trata de una violación “indirecta” a la Constitución que no exige el ejercicio interpretativo de un elemento genuinamente constitucional, sino sólo una referencia en vía de consecuencia. 21 Estas consideraciones quedaron plasmadas en la jurisprudencia P./J. 22/2014, emitida por el Tribunal Pleno de este Máximo Tribunal, intitulada: “CUESTIÓN CONSTITUCIONAL. PARA EFECTOS DE LA PROCEDENCIA DEL RECURSO DE REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO, SE SURTE CUANDO SU MATERIA VERSA SOBRE LA COLISIÓN ENTRE UNA LEY SECUNDARIA Y UN TRATADO INTERNACIONAL, O LA INTERPRETACIÓN DE UNA NORMA DE FUENTE CONVENCIONAL, Y SE ADVIERTA PRIMA FACIE QUE EXISTE UN DERECHO HUMANO EN 17 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 41. Por lo que hace al segundo de los referidos requisitos, aun cuando exista una cuestión de constitucionalidad, la procedencia del mencionado medio de impugnación se supedita a que se fije un criterio de importancia y trascendencia para el ordenamiento jurídico, a juicio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. 42. Sobre esto último se debe atender lo que se precisa en el punto Segundo del Acuerdo número 9/2015 antes citado, en virtud del cual, se entiende que se surten los requisitos de importancia y trascendencia cuando el examen de la determinación recurrida dé lugar a un pronunciamiento novedoso o de relevancia para el orden jurídico nacional, así como cuando se pudiera haber desatendido algún criterio sostenido por esta Suprema Corte, relacionado con una cuestión propiamente constitucional. 43. Finalmente, a lo explicado anteriormente se agrega que este Alto Tribunal ha aceptado de manera excepcional la procedencia del recurso de revisión en un juicio de amparo directo, cuando a través de éste se impugnen disposiciones de la Ley de Amparo22. 44. Atendiendo a tales criterios, el recurso que nos ocupa es procedente, pues vía agravio se aduce, por una parte, que el Tribunal Colegiado del conocimiento omitió examinar el planteamiento de inconstitucionalidad que el inconforme hizo valer respecto de las disposiciones generales aplicables a las Casas de Cambio, aprobadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el catorce de mayo de dos mil cuatro –derivadas del artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito–; y, por otro, que se JUEGO”. Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, libro 5, abril de 2014, tomo I, página 94. 22 En efecto, derivado de lo resuelto en el recurso de reclamación 130/2011 y el amparo directo en revisión 301/2013, fallados respectivamente por el Tribunal Pleno y la Primera Sala el veintiséis de enero de dos mil doce y el tres de abril de dos mil trece, se ha concluido que procede la revisión en amparo directo cuando se combatan las disposiciones de la propia Ley de Amparo y se satisfagan los tres requisitos siguientes: a) la existencia de un acto de aplicación de dicha ley al interior del juicio de amparo; b) se haya impugnado ese acto de aplicación cuando trascienda al sentido de la decisión adoptada, y c) la concurrencia de un recurso contra tal acto, en donde se pueda analizar tanto la regularidad del acto de aplicación, como la regularidad constitucional de la norma aplicada. Véase, la tesis 1a. CCXLI/2013 (10a.), emitida por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro y texto: “REVISIÓN EN AMPARO DIRECTO. REQUISITOS PARA IMPUGNAR DISPOSICIONES DE LA LEY DE AMPARO A TRAVÉS DE ESTE RECURSO”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, libro XXIII, agosto de 2013, tomo 1, página 745. 18 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 soslayó que el inconforme había sido víctima de tortura, a pesar de que ese alegato se hizo valer durante la secuela procesal, como se constata de la resolución de veinticuatro de mayo de dos mil trece, pronunciada por el Tribunal Unitario responsable, en el toca de apelación **********. 45. Aspectos que ameritan un pronunciamiento por parte de este Alto Tribunal, a fin de verificar si se incurrió o no en la referida omisión de estudio –tanto de las mencionadas disposiciones generales como de la alegada tortura–, debiéndose precisar que a ello se limitará la materia de este medio extraordinario de impugnación. 46. Lo anterior, toda vez que a diferencia de lo esgrimido en los restantes motivos de disenso, de la lectura de la sentencia impugnada no se advierte que en ésta se hubiera efectuado la interpretación directa del artículo 20 constitucional, y aunque por otro lado se alega violación a lo previsto en el artículo 1º constitucional, lo cierto es que esto último se aduce en torno a la incorrecta aplicación de ese precepto y no de su desacertada interpretación. 47. En efecto, el inconforme asevera que fue “juzgado dos veces” por un mismo hecho –al tenerse por actualizadas dos hipótesis delictivas que considera incompatibles entre sí–, lo cual atañe a cuestiones de mera legalidad, que en ese mismo plano fueron abordadas por el Tribunal Colegiado del conocimiento, al concluirse que el peticionario de garantías fue procesado y condenado únicamente por una de ellas –la contemplada en el párrafo primero del ordinal 400 Bis del Código Penal Federal, dejándose intocada la imposición de penas con base en un diverso supuesto, al haberle resultado favorable esa decisión–. 48. Consecuentemente, la disconformidad del recurrente con relación al principio pro persona, no es propiamente de índole constitucional. VII. ESTUDIO 49. Delimitada la materia de la revisión en los términos apuntados en el apartado anterior, a continuación se estudian los agravios hechos valer. 19 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 50. Por razones metodológicas, primero se abordará el motivo de disenso en el que se dice que el Tribunal Colegiado de referencia omitió examinar el planteamiento de inconstitucionalidad de las disposiciones generales aplicables a las Casas de Cambio, aprobadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público el catorce de mayo de dos mil cuatro, derivadas de lo previsto por el artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, para enseguida analizar lo relacionado con la alegada tortura y su desatención en el caso. 51. Todo ello, en el entendido de que en la especie procede la suplencia de la deficiencia de la queja, en términos de lo dispuesto en el numeral 79, fracción III, inciso a), de la actual Ley de Amparo23. 52. Supuesta omisión de estudio, respecto del planteamiento de inconstitucionalidad de las disposiciones generales aplicables a las Casas de Cambio, aprobadas por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El recurrente sostiene que en la sentencia recurrida se omitió analizar tal planteamiento, en el que señaló que las indicadas disposiciones generales, derivadas de lo previsto en el artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, devienen contrarias a los principios de reserva de ley y de subordinación jerárquica. 53. Dicho precepto de orden legal –numeral 95 de la invocada ley especial–, dispone: Artículo 95.- Para proceder penalmente por los delitos previstos en los artículos 96, 97, 98, 99, 99 Bis, 101, 101 Bis y 101 Bis 2 de esta ley, será necesario que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público formule petición, previa opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores; también se procederá a petición de las organizaciones auxiliares de crédito o casas de cambio ofendidas, o de quien tenga interés jurídico. Las multas previstas en el presente capítulo, se impondrán a razón de días de salario. Para calcular su importe, se tendrá como base el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal al momento de realizarse la conducta sancionada. “Artículo 79. La autoridad que conozca del juicio de amparo deberá suplir la deficiencia de los conceptos de violación o agravios, en los casos siguientes: […] III. En materia penal: a) En favor del inculpado o sentenciado; y…”. 23 20 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 Para determinar el monto de la operación, quebranto o perjuicio patrimonial previstos en este capítulo, se considerarán como días de salario, el salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal, en el momento de cometerse el delito de que se trate. Las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio, en términos de las disposiciones de carácter general que emita la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, escuchando la previa opinión de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, estarán obligadas, en adición a cumplir con las demás obligaciones que les resulten aplicables, a: I. Establecer medidas y procedimientos para prevenir y detectar actos, omisiones u operaciones que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión del delito previsto en el artículo 139 del Código Penal Federal o que pudieran ubicarse en los supuestos del artículo 400 Bis del mismo Código, y II. Presentar a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, por conducto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, reportes sobre: a. Los actos, operaciones y servicios que realicen con sus clientes y usuarios, relativos a la fracción anterior, y b. Todo acto, operación o servicio, que pudiese ubicarse en el supuesto previsto en la fracción I de este artículo o que, en su caso, pudiesen contravenir o vulnerar la adecuada aplicación de las disposiciones señaladas en la misma, que realice o en el que intervenga algún miembro del consejo de administración, administradores, directivos, funcionarios, empleados y apoderados. Los reportes a que se refiere la fracción II de este artículo, de conformidad con las disposiciones de carácter general previstas en el mismo, se elaborarán y presentarán tomando en consideración, cuando menos, las modalidades que al efecto estén referidas en dichas disposiciones; las características que deban reunir los actos, operaciones y servicios a que se refiere este artículo para ser reportados, teniendo en cuenta sus montos, frecuencia y naturaleza, los instrumentos monetarios y financieros con que se realicen, y las prácticas comerciales y financieras que se observen en las plazas donde se efectúen; así como la periodicidad y los sistemas a través de los cuales habrá de transmitirse la información. Asimismo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en las citadas reglas generales emitirá los lineamientos sobre el procedimiento y criterios que las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio deberán observar respecto de: a. El adecuado conocimiento de sus clientes y usuarios, para lo cual aquéllas deberán considerar los antecedentes, condiciones específicas, actividad económica o profesional y las plazas en que operen; b. La información y documentación que dichas organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio deban recabar para la apertura de cuentas o celebración de contratos relativos a las operaciones y servicios que ellas presten y que acredite plenamente la identidad de sus clientes; c. La forma en que las mismas organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio deberán resguardar y garantizar la seguridad de la información y documentación relativas a la identificación de sus clientes y usuarios o quienes lo hayan sido, así como la de aquellos actos, operaciones y servicios reportados conforme al presente artículo, y d. Los términos para proporcionar capacitación al interior de las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio sobre la materia objeto de este artículo. Las disposiciones de carácter general a que se 21 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 refiere el presente artículo, señalarán los términos para su debido cumplimiento. Las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio deberán conservar, por al menos diez años, la información y documentación a que se refiere el inciso c) del párrafo anterior, sin perjuicio de lo establecido en éste u otros ordenamientos aplicables. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estará facultada para requerir y recabar, por conducto de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, información y documentación relacionada con los actos, operaciones y servicios a que se refiere la fracción II de este artículo. Las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio, quienes estarán obligadas a proporcionar dicha información y documentación. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público estará facultada para obtener información adicional de otras fuentes con el mismo fin y a proporcionar información a las autoridades competentes. El cumplimiento de las obligaciones señaladas en este artículo no implicará trasgresión alguna a la obligación de confidencialidad legal, ni constituirá violación a las restricciones sobre revelación de información establecidas por vía contractual. Las disposiciones de carácter general a que se refiere este artículo deberán ser observadas por las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio, así como por los miembros del consejo de administración, administradores, directivos, funcionarios, empleados y apoderados respectivos, por lo cual, tanto las entidades como las personas mencionadas serán responsables del estricto cumplimiento de las obligaciones que mediante dichas disposiciones se establezcan. La violación a las disposiciones a que se refiere este artículo será sancionada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores conforme al procedimiento previsto en el artículo 88 de la presente Ley, con multa de hasta 100,000 días de salario mínimo general diario vigente en el Distrito Federal. Las mencionadas multas podrán ser impuestas, a las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio, así como a sus miembros del consejo de administración, administradores, directivos, funcionarios, empleados y apoderados respectivos, así como a las personas físicas y morales que, en razón de sus actos, hayan ocasionado o intervenido para que dichas entidades financieras incurran en la irregularidad o resulten responsables de la misma. Sin perjuicio de lo anterior, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, atendiendo a las circunstancias de cada caso, podrá proceder conforme a lo previsto en el artículo 74 de esta Ley. Los servidores públicos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, las organizaciones auxiliares del crédito y casas de cambio, sus miembros del consejo de administración, administradores, directivos, funcionarios, empleados y apoderados, deberán abstenerse de dar noticia de los reportes y demás documentación e información a que se refiere este artículo, a personas o autoridades distintas a las facultadas expresamente en los ordenamientos relativos para requerir, recibir o conservar tal documentación e información. La violación a estas obligaciones será sancionada en los términos de las leyes correspondientes. Las organizaciones auxiliares del crédito, casas de cambio y demás sociedades que desarrollen actividades en los términos del artículo 81-A de esta Ley y los servidores públicos de la Secretaría de Hacienda y 22 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 Crédito Público y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, así como los miembros de los consejos de administración, comisarios, auditores externos, funcionarios y empleados de los intermediarios financieros a que se refiere este artículo, deberán abstenerse de dar noticia o información de las operaciones previstas en el mismo a personas, dependencias o entidades, distintas a las autoridades competentes expresamente previstas. La violación a estas obligaciones será sancionada en los términos de las leyes correspondientes. 54. Al respecto, el Tribunal Colegiado del conocimiento destacó, como premisa básica, que la norma general por la que se condenó al justiciable era la contemplada en el artículo 400 Bis del Código Penal Federal –página 239 de la sentencia recurrida– y que el peticionario del amparo, en su condición de empleado de la Casa de Cambio de que se trata, estaba obligado a observar las referidas disposiciones generales a que hace referencia el numeral 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito, en las que se establece cómo debían integrarse los expedientes de los clientes y su deber de reportar operaciones relevantes o inusuales, a efecto de prevenir y detectar actos, omisiones u operaciones que pudieran favorecer, prestar ayuda, auxilio o cooperación de cualquier especie para la comisión de los delitos contemplados en los ordinales 139 y 400 Bis del Código Penal Federal. 55. Así, el citado órgano de control constitucional señaló que dichas disposiciones generales, identificadas como la “Resolución por las que se expiden disposiciones de carácter general a que se refiere el artículo 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito” –vigente en la época de los hechos– y los Manuales de la **********24, eran simplemente “complementarias”, puntualizando que su desatención por parte del quejoso arrojó un indicio de su ilícito proceder, y respecto a la naturaleza jurídica de esas disposiciones, señaló: … El Estado en su papel regulador en ejercicio de su facultad constitucional de planificación de actividades económicas, sociales y culturales, para la realización de ciertos fines, tiene que participar con ciertos sujetos, sectores o mercado, o como prestadores de un servicio “Manual sobre los criterios, medidas y procedimientos de las políticas de identificación y conocimiento del cliente”, “Manual de operación para prevenir y detectar operaciones con recursos de procedencia ilícita en casa de cambio” y “Política de identificación de centros cambiarios y dispersores de dinero”. 24 23 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 concesionado o permisionarios para la explotación de un bien público, de ahí que sus conductas tienen que estar reguladas por normas, lo cual si bien tienen como marco una ley que establece líneas regulativas principales, también se integra por una pluralidad de instrumentos normativos, como serían los reglamentos, normas oficiales u otras de naturaleza administrativa, que son requeridas por la regulación especializada técnica y flexible para la realización de ciertos fines de políticas públicas, establecidos en la Constitución o en las leyes que en equilibrio, son desarrolladas por órganos administrativos igualmente especializados y técnicos, por lo que para que éstos conduzcan esos principios de la política pública a una realización óptima, se emiten las normas operativas que no podrían haberse previsto por el legislador, o bien, estarían en riesgo constante de quedar obsoletas, ante los cambios de los sectores, lo cual obligaría a una adaptación incesante poco propicia para el proceso legislativo, pero todo ello supone un compromiso entre principios, el de la legalidad, el cual sí requirió la fuente legislativa 25. 56. Lo que permite establecer que en la especie no se mal interpretó el párrafo tercero del artículo 14 constitucional26, que prevé el principio de legalidad en materia penal, identificado con el aforismo nullum crimen nulla poena sine lege, del cual se desprende que en los juicios del orden criminal, está prohibido imponer, por simple analogía y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté expresamente decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trate. 57. Tal postulado, de reconocimiento internacional27, constituye un límite al ius puniendi y se compone de dos partes: 25 Páginas 240 y 241 de la sentencia recurrida. Prevé: “En los juicios del orden criminal queda prohibido imponer, por simple analogía, y aún por mayoría de razón, pena alguna que no esté decretada por una ley exactamente aplicable al delito de que se trata”. 27 El artículo 9.1 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, publicado en el Diario Oficial de la Federación de 20 de mayo de 1981, establece: “Todo individuo tiene derecho a la libertad y a la seguridad personales. Nadie podrá ser sometido a detención o prisión arbitrarias. Nadie podrá ser privado de su libertad, salvo por las causas fijadas por ley y con arreglo al procedimiento establecido en ésta”. La Convención Americana Sobre Derechos Humanos, suscrita en San José de Costa Rica el 22 de noviembre de 1969 y publicada en el DOF de 7 de mayo de 1981, en su dispositivo 9º, prevé: “Principio de Legalidad y de Retroactividad. Nadie puede ser condenado por acciones u omisiones que en el momento de cometerse no fueran delictivos según el derecho aplicable. Tampoco se puede imponer pena más grave que la aplicable en el momento de la comisión del delito. Si con posterioridad a la comisión del delito la ley dispone la imposición de una pena más leve, el delincuente se beneficiará de ello”. La Corte Interamericana de Derechos Humanos desarrolló los alcances del citado principio en el caso Castillo Petruzzi y otros vs. Perú (Fondo, Reparaciones y Costas). Sentencia de 30 de Mayo de 1999, parágrafos 120 y 121. 26 24 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 a) La primera, contenida en la expresión nullum crimen sine lege, referida a la descripción de la “conducta punible”, la cual podemos asimilar a la idea de “delito”28, esto es, a la acción u omisión típica, antijurídica y culpable; y, b) La segunda, inserta en la frase nullum poena sine lege, alusiva a la consecuencia jurídica a imponer, ya sea pena y/o medida de seguridad. 58. Por lo que este Alto Tribunal ha señalado que cualquier hecho que no esté señalado por la ley como delito, no puede considerarse como tal y, por tanto, tampoco es susceptible de acarrear la imposición de una pena29; de lo cual se deriva que ambos aspectos deben estar establecidos en una disposición normativa, formal y materialmente legislativa –reserva de ley–, y que el precepto debe ser previo, escrito, cierto y estricto, con lo que se excluye la aplicación retroactiva en perjuicio, la costumbre como fuente del derecho punitivo, las cláusulas genéricas y la extensión analógica o por mayoría de razón in malam partem. 59. Requerimientos que están dirigidos en un primer momento al propio legislador –taxatividad– y en uno ulterior a la autoridad jurisdiccional, debiendo acatarlos en su propio ámbito de competencia30. 60. Ahora bien, la indicada taxatividad tiene como propósito evitar la arbitrariedad en la creación y aplicación de la ley penal, al permitir a los destinatarios de la misma conocer de antemano lo que está prohibido y las consecuencias que conllevaría su desacato; sin embargo, la observancia de este principio de ningún modo implica la obligación para el legislador de definir cada vocablo o locución utilizada al redactar algún tipo penal, toda vez que ello tornaría imposible su función, bastando por tanto un suficiente grado de determinación 28 En el entendido de que no se soslaya la diferencia entre la descripción del hecho (abstracción normativa) y el hecho mismo (acontecimiento fáctico). 29 Similar criterio se sostuvo al resolver el amparo en revisión 5008/2014, en sesión de 30 de septiembre de 2015. Aprobado por cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Olga Sánchez Cordero de García Villegas (Ponente) y Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. 30 Véase la jurisprudencia 1a./J. 10/2006 de la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de rubro: “EXACTA APLICACIÓN DE LA LEY PENAL. LA GARANTÍA, CONTENIDA EN EL TERCER PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 14 DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, TAMBIÉN OBLIGA AL LEGISLADOR”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXIII, Marzo de 2006, p. 84. 25 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 que permita a los indicados sujetos saber de manera clara qué conductas están sancionadas penalmente31. 61. En ese contexto, los tipos penales deben poseer una redacción lo más exacta posible que evite la remisión o conceptos extensivos, amenazar con consecuencias jurídicas inequívocas y contemplar marcos penales de envergadura limitada32, de tal suerte que se deben rechazar las llamadas “normas penales en blanco”, es decir, aquéllas en las que la conducta delictiva se precisa en términos muy abstractos y, por ende, requieren de un complemento para integrarse plenamente. Al respecto, esta Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sentó jurisprudencia en la que determinó que las normas penales en blanco sólo son inconstitucionales cuando remiten a otras que no tienen el carácter de leyes en sentido formal y material33. 62. De ahí que en términos de lo dispuesto en el párrafo tercero del citado ordinal 14 constitucional, resulte inviable llevar a cabo una interpretación extensiva de la ley penal sustantiva en perjuicio del justiciable y, mucho menos, una de índole “integradora”, pues esto último conllevaría al juez a complementar un texto normativo, ya sea en cuanto al supuesto de hecho –tipo penal– o respecto a su consecuencia jurídica –pena y/o medida de seguridad–. 63. Sin embargo, esto último no significa que la autoridad judicial no esté en condiciones de desentrañar el sentido de una expresión contenida en una 31 Tal y como lo indicó la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis 1a. CXCII/2011 (9a.), intitulada: “PRINCIPIO DE LEGALIDAD PENAL EN SU VERTIENTE DE TAXATIVIDAD. ANÁLISIS DEL CONTEXTO EN EL CUAL SE DESENVUELVEN LAS NORMAS PENALES, ASÍ COMO DE SUS POSIBLES DESTINATARIOS”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro I, Octubre de 2011, Tomo 2, p. 1094. 32 Cfr. Jescheck, Hans-Heinrich, Tratado de Derecho Penal, Parte General, 5ª edición, Comares, Granada, España, 2002, p. 146. 33 Véase la jurisprudencia 1a./J. 10/2008, de rubro: “NORMAS PENALES EN BLANCO. SON INCONSTITUCIONALES CUANDO REMITEN A OTRAS QUE NO TIENEN EL CARÁCTER DE LEYES EN SENTIDO FORMAL Y MATERIAL”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXVII, Febrero de 2008, p. 411. Para el TCE la remisión reglamentaria está autorizada, siempre que: a) ésta sea expresa; b) las dificultades técnicas inherentes a la regulación del bien jurídico lo justifique; y c), el núcleo básico de la prohibición y la pena correspondiente estén previstas en la ley penal –STC 12/1987, 3/1988, 122/1990 y 24/2004. 26 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 norma penal sustantiva, como sucede con los elementos típicos normativos34, es decir, aquellos que tácita o expresamente requieren de una valoración jurídica o cultural para su comprensión, cuya delimitación resulta tarea del juzgador, a través de un juicio cognitivo para otorgarles significado. 64. En esos supuestos, el elemento a valorar se encuentra en la propia disposición normativa, de tal manera que no se trata de una complementación del tipo penal que pudiera calificarse como contraria al principio de legalidad. 65. Por ejemplo, cuando se analiza un delito culposo con motivo del tránsito de vehículos, es evidente que el incumplimiento del deber de cuidado, como componente del tipo penal culposo, está descrito por la ley formal y material, pero la concreción del mismo en un caso concreto amerita considerar el reglamento de tránsito aplicable, sin que por ello se incurra en inobservancia del principio nullum crime nulla poena sine lege. 66. Lo mismo sucede en torno a aspectos técnicos, donde es indispensable acudir a disposiciones que permiten comprender la razón por la cual una conducta resulta ser típica, antijurídica y culpable, como acontece, verbigracia, tratándose de delitos cometidos por servidores públicos, donde en ocasiones se debe de acudir a manuales operativos para determinar la ilicitud de su proceder, lo mismo que ocurre en aquéllos injustos perpetrados en el ejercicio de una profesión, donde se debe acudir a la denominada lex artis, o bien, en materias altamente especializadas, sujetas a constante actualización, como acontece en delitos bursátiles. 67. Precisado ello, no se advierte que en la especie se haya incurrido en una interpretación incorrecta del mencionado postulado y, mucho menos, que el inconforme hubiese sido condenado con base en un “tipo penal en blanco”, porque correctamente se concluyó que el hecho punible objeto del reproche instaurado en su contra se encuentra previsto en el artículo 400 Bis del Código Santiago Mir señala que son elementos normativos “los que aluden a una realidad determinada por una norma jurídica o social”, distinguiendo entre elementos normativos jurídicos y elementos normativos sociales, pudiendo subdividirse en elementos referidos a una “valoración” y elementos referidos a un “sentido”. Cfr. Mir Puig, Santiago. Derecho Penal. Parte General, 9ª edición, B de F, Buenos Aires, Argentina, 2011, p. 242. 34 27 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 Penal Federal, relativo al delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita, sirviendo las disposiciones generales derivadas del numeral 95 de la Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares del Crédito para establecer cuáles eran las obligaciones que correspondían al inconforme en su condición de empleado de una Casa de Cambio y el por qué se concluyó que no integró adecuadamente los expedientes de ciertos clientes, dejando de reportar operaciones que debieron considerarse relevantes o inusuales. 68. Alegada tortura. En el escrito de agravios, se sostiene que el Tribunal Colegiado del conocimiento omitió pronunciarse sobre la afectación que el quejoso dijo haber sufrido en su integridad personal con motivo de la tortura de que fue objeto durante la averiguación previa, a pesar de que debía hacerse un examen oficioso al respecto, tomando como base lo establecido en el toca penal ********** del índice del Tribunal Unitario responsable, en el que expresamente se indicó que el peticionario de garantías, en reiteradas ocasiones, denunció que fue víctima de esa grave violación a sus derechos humanos35. 69. Motivo de disenso que es fundado, toda vez que de la lectura de la resolución de veinticuatro de mayo de dos mil trece, recaída al aludido toca, relativo al recurso de apelación que se interpuso en contra de la sentencia definitiva de veintidós de febrero de ese año, por la que se condenó al justiciable por el delito materia de la determinación combatida en el juicio de amparo directo del que deriva el presente recurso de revisión, se advierte que en aquella ocasión el citado tribunal de alzada ordenó la reposición del procedimiento de primera instancia a partir del auto que cerró la instrucción, a fin de que se nombrara un perito tercero en discordia en materia de contabilidad; pero adicionalmente a ello, se dio vista al agente del Ministerio Público de la Federación para que, en Al destacarse textualmente: “Finalmente, en cuanto a las manifestaciones de **********, quien en forma reiterada, en sus escritos denominados “consideraciones”, así como en la audiencia de vista, aduce que durante la indagatoria fue objeto de tortura (cuando menos en las fojas 461-477, 640-660, tomo XLII, 102-126, 240-256, tomo XLIII, 585-589, tomo LIII), por tanto, por omisión de la juzgadora federal, con fundamento en el numeral 364 del Código Federal de Procedimientos Penales, procede ordenar que deberá dar vista al agente del Ministerio Público de la Federación”. Toca penal **********, folio 477, vuelta. 35 28 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 el ámbito de sus atribuciones, se investigara la posible comisión del delito de tortura, señalándose literalmente que: … lo determinado no prejuzga sobre la existencia o inexistencia de los actos de tortura referidos por el procesado, pues tal cuestión deberá ser atendida por las autoridades a las que compete investigar y, en su caso, juzgar esos actos prohibidos. [Páginas 242 y 243 de la sentencia respectiva]. 70. Consecuentemente, si se incurrió en la omisión que el recurrente atribuye al Tribunal Colegiado, pues aunque en la demanda de amparo no se hizo alusión específica a la alegada tortura, correspondía a ese órgano de control constitucional hacer un estudio exhaustivo de las constancias de autos para determinar si en el caso concreto hubo o no violación al derecho del promovente a no ser víctima de tortura y poder estar en condiciones, de ser el caso, de establecer su posible impacto procesal. 71. Para ello, se deberán atender los lineamientos constitucionales sustentados por este Alto Tribunal, mismos que a continuación se esquematizan sintéticamente, de la siguiente manera: A. Naturaleza jurídica de la tortura y su proscripción. 72. Los artículos 20, apartado B, fracción II, 22, párrafo primero, y 29, párrafo segundo, de nuestra Constitución General –reformada por decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación de 18 de junio de 2008–, prohíben expresamente la tortura, en tanto que a nivel secundario lo hacen los numerales 1, 3, 6, 7, 8, 9 y 11 de la Ley Federal para Prevenir y Sancionar la Tortura. 73. Adicionalmente, esta Suprema Corte ha reconocido que su proscripción es una directriz marcada por diversos instrumentos internacionales –algunos suscritos por México36–, conforme a los cuales aquélla se debe sancionar 36 Los parámetros de fuente internacional se encuentra contenidos en los documentos siguientes: Artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Artículo 2 de la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. Artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño. 29 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 como delito –con independencia del grado de su concreción y la forma de intervención del sujeto que la perpetra–. 74. Bajo esa óptica, es imperativo detener a quien la comete para que se le procese y sancione, siendo menester prestar todo el auxilio posible para que se ventile adecuadamente el procedimiento respectivo, suministrándose todas las pruebas que se posean para el esclarecimiento de lo sucedido, aunado a que ninguna declaración o confesión obtenida bajo tortura podrá ser válida para configurar prueba en procedimiento alguno, salvo el seguido contra el propio torturador37. Artículo 10 de la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares. Artículo 2 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Artículo 5 de la Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos. Artículo 16 de la Carta Africana de los Derechos y Bienestar del Niño. Artículo 4 de la Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará). Artículo 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales. Principio 6 del Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión. Artículo 5 del Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley. Regla 87(a) de las Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad. Artículo 6 de la Declaración sobre los Derechos Humanos de los Individuos que no son Nacionales del País en que viven. Regla 17.3 del instrumento Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores (Reglas de Beijing). Artículo 4 de la Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado. Directriz IV de las Líneas Directrices del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre los Derechos Humanos y la Lucha Contra el Terrorismo. Artículo 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra. Artículos 49, 52, 87, 89 y 97 del Convenio de Ginebra relativo al Trato Debido a los Prisioneros de Guerra (Convenio III). Artículos 40, 51, 95, 96, 100 y 119 del Convenio de Ginebra relativo a la Protección Debida a las Personas Civiles en Tiempo de Guerra (Convenio IV). Artículos 75.2.ii del Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949, relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales (Protocolo I). Artículo 4.2.a. del Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Sin Carácter Internacional (Protocolo II). 37 En términos de lo prescrito en el artículo 7o. del Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional – norma vigente en el ordenamiento jurídico mexicano–, cuando se comete como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil y con conocimiento de dicho ataque, constituye un delito o crimen de lesa humanidad. Criterio emitido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la tesis aislada 1a. X/2012 (10a.), publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, 10a. Época, 1a. Sala; S.J.F. y su Gaceta, Libro V, febrero de 2012, Tomo 1, pág. 650, con el rubro: “DELITOS O CRÍMENES DE LESA HUMANIDAD. SU CONCEPTO PARA EFECTOS DEL DERECHO DE ACCESO A LA INFORMACIÓN DE LA AVERIGUACIÓN PREVIA QUE LOS INVESTIGA”. 30 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 75. De acuerdo al citado parámetro de regularidad38, el derecho a no ser objeto de tortura es un derecho absoluto, con carácter de jus cogens39, precisando la Precedente: Amparo en revisión 168/2011. Comisión Mexicana de Defensa y Protección de los Derechos Humanos, A.C. y otra. 30 de noviembre de 2011. Cinco votos. Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretario: Javier Mijangos y González. 38 El cual se compone por los artículos 1, 22 y 29 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; el artículo 7 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos; el artículo 5 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos; y el artículo 2 de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. Además, con los parámetros de interpretación constitucional fijados por esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en las resoluciones siguientes: Contradicción de Tesis 293/2011, resuelta por el Tribunal Pleno, en sesión de tres de septiembre de dos mil trece, bajo la ponencia del Ministro Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Contradicción de tesis 21/2011, resuelta por el Tribunal Pleno en sesión de nueve de septiembre de dos mil trece, bajo la ponencia del Ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Amparo directo 9/2008, resuelta Por la Primera Sala, en sesión del 12 de agosto de 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Amparo en revisión 703/2012, resuelta por la Primera Sala en sesión de 6 de noviembre de 2013. Cinco votos por la concesión del amparo de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Mayoría de tres votos por el amparo liso y llano de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Encargado del engrose: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: José Alberto Mosqueda Velázquez. Véase al respecto: Caso Maritza Urrutia Vs Guatemala. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2003. Serie C No. 103, párr. 92; Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2006. Serie C No. 160, párr.271; y, Caso Bueno Alves Vs Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No.164, párr. 76. Véanse también: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, art. 7; Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes, Art. 2; Convención sobre los Derechos del Niño, art. 37, y Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, art. 10; Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura, art. 2; Carta Africana de los Derechos Humanos y de los Pueblos, art. 5; Carta Africana de los Derechos y Bienestar del Niño, art. 16; Convención Interamericana para Prevenir, Erradicar y Sancionar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), art. 4; Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, art. 3; Conjunto de Principios para la Protección de todas las Personas Sometidas a Cualquier Forma de Detención o Prisión, principio 6; Código de Conducta para Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley, art. 5; Reglas de las Naciones Unidas para la Protección de los Menores Privados de Libertad, regla 87(a); Declaración sobre los Derechos Humanos de los Individuos que No Son Nacionales del País en que Viven, art. 6; Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de la Justicia de Menores (Reglas de Beijing), regla 17.3; Declaración sobre la Protección de la Mujer y el Niño en Estados de Emergencia o de Conflicto Armado, art. 4; Líneas Directrices del Comité de Ministros del Consejo de Europa sobre los Derechos Humanos y la Lucha Contra el Terrorismo, directriz IV; art. 3 común a los cuatro Convenios de Ginebra; Convenio de Ginebra relativo al Trato Debido a los Prisioneros de Guerra (Convenio III), arts. 49, 52, 87 y 89, 97; Convenio de Ginebra relativo a la Protección Debida a las Personas Civiles en Tiempo de Guerra (Convenio IV), arts. 40, 51, 95, 96, 100 y 119; Protocolo Adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Internacionales (Protocolo I), art. 75.2.ii, y Protocolo adicional a los Convenios de Ginebra del 12 de agosto de 1949 relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados Sin Carácter Internacional (Protocolo II), art. 4.2.a. 39 Por lo que no admite excepciones, incluso, frente a situaciones de emergencia que amenacen la vida de la Nación. Criterio emitido por la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el cual aparece publicado en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXX, noviembre de 2009, p. 416, con el rubro siguiente: “TORTURA. OBLIGACIONES DEL ESTADO MEXICANO PARA PREVENIR SU PRÁCTICA.” Precedente: Amparo directo 9/2008. 12 de agosto de 31 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 Corte Interamericana de Derechos Humanos, con base en lo dispuesto por los numerales 5.1 y 5.2 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, que se está ante un acto constitutivo de tortura, cuando el maltrato: i) es intencional; ii) cause sufrimientos físicos o mentales, y iii) se cometa con cualquier fin o propósito40. 76. Desde la Novena Época de construcción de la doctrina jurisprudencial, esta Primera Sala delineó cuáles son las obligaciones de las autoridades del Estado Mexicano para prevenirla41 y, posteriormente, concluyó que sus consecuencias y efectos pueden impactar en dos vertientes: a) como violación de derechos humanos en sí misma; y, b) como de delito42. 2009. Mayoría de cuatro votos. Disidente: Sergio A. Valls Hernández. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Miguel Enrique Sánchez Frías. 40 Véase: Caso Espinoza Gonzáles Vs. Perú. párr. 142. En dicha resolución el propio tribunal internacional refiere que dicho pronunciamiento tiene origen en las resoluciones siguientes: Caso Loayza Tamayo Vs. Perú. Fondo. Sentencia de 17 de septiembre de 1997. Serie C No. 33, párrafo 57; Caso J. Vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 27 de noviembre de 2013. Serie C No. 275, párr. 362 y 364; y, Corte I.D.H., Caso Ximenes Lopes Vs. Brasil. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 4 de julio de 2006. Serie C No. 149, párr. 127. Caso Espinoza González vs. Perú, supra, párr. 143. Caso Bueno Alves Vs. Argentina. Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 11 de mayo de 2007. Serie C No. 164, párr. 79, Caso Mendoza y otros Vs. Argentina, supra, párr. 200. Caso Cantoral Benavides Vs. Perú. Fondo, supra, párr. 102; Caso Maritza Urrutia Vs. Guatemala, supra, párr. 92; Caso Tibi Vs. Ecuador, supra, párr. 147, y Caso Baldeón García Vs. Perú, supra, párr. 119. 41 Quedando lo anterior claramente referenciado en la tesis 1a. CXCII/2009, en la que se destacaron las siguientes: a) tipificar dentro de su ordenamiento jurídico interno la tortura como delito, ya sea consumada o tentada; b) sancionar tanto al que la comete como al que participa en ella; c) detener oportunamente al torturador a fin de procesarlo internamente o extraditarlo, previa investigación preliminar; d) imponer penas adecuadas a este delito; e) indemnizar a las víctimas; f) prestar todo el auxilio posible para que se ventile el proceso penal relativo a los delitos de tortura, incluyendo el suministro de toda prueba que se posea; y, g) prohibir que toda declaración o confesión que ha sido obtenida bajo tortura sea considerada válida para los efectos de configurar prueba en procedimiento alguno, salvo contra el propio torturador. 42 Criterio emitido por la Primera Sala, en la tesis aislada 1a. CCVI/2014 (10a.), publicada en la Gaceta al Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, Libro 6, mayo de 2014, Tomo I, pág. 562, con el rubro: “TORTURA. SU SENTIDO Y ALCANCE COMO PROHIBICIÓN CONSTITUYE UN DERECHO ABSOLUTO, MIENTRAS QUE SUS CONSECUENCIAS Y EFECTOS SE PRODUCEN TANTO EN SU IMPACTO DE VIOLACIÓN DE DERECHOS HUMANOS COMO DE DELITO”. Precedente: Amparo en revisión 703/2012. 6 de noviembre de 2013. Cinco votos por la concesión del amparo de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Mayoría de tres votos por el amparo liso y llano de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Disidentes: José Ramón Cossío Díaz y Jorge Mario Pardo Rebolledo. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Encargado del engrose: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretario: José Alberto Mosqueda Velázquez. 32 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 77. Por tal motivo, aquélla actualiza una categoría especial y de mayor gravedad que impone hacer un análisis cuidadoso bajo estándares nacionales e internacionales, que permita diferenciar dichos impactos43. B. Oportunidad para denunciarla. 78. Este Máximo Tribunal sostiene que la denuncia de tortura de ninguna manera puede condicionarse a circunstancias de temporalidad y, por consiguiente, su investigación de ningún modo debe quedar sujeta a la decisión discrecional de las autoridades44. 79. Lo anterior tiene apoyo en la jurisprudencia configurada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual al resolver el Caso J. vs. Perú45, precisó: Respecto de ambas razones, la Corte aclara que de la Convención Interamericana contra la Tortura surgen dos supuestos que accionan el deber estatal de investigar: por un lado, cuando se presente denuncia, y, por el otro, cuando exista razón fundada para creer que se ha cometido un acto de tortura en el ámbito de la jurisdicción del Estado. En estas situaciones, la decisión de iniciar y adelantar una investigación no es una 43 Criterio emitido por la Primera Sala, en la tesis aislada 1a. CCV/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 6, mayo de 2014, Tomo I, pág. 561, con el rubro: “TORTURA. CONSTITUYE UNA CATEGORÍA ESPECIAL Y DE MAYOR GRAVEDAD QUE IMPONE LA OBLIGACIÓN DE UN ESCRUTINIO ESTRICTO BAJO LOS ESTÁNDARES NACIONALES E INTERNACIONALES”. 44 Al respecto, cabe señalar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en la sentencia dictada el doce de septiembre dos mil cinco, en el Caso Gutiérrez Soler vs. Colombia, determinó: 54. La Corte entiende que, a la luz de la obligación general de los Estados Partes de respetar y garantizar los derechos a toda persona sujeta a su jurisdicción, contenida en el artículo 1.1 de la Convención Americana, el Estado tiene el deber de iniciar de oficio e inmediatamente una investigación efectiva que permita identificar, juzgar y sancionar a los responsables, cuando existe denuncia o razón fundada para creer que se ha cometido un acto de tortura en violación del artículo 5 de la Convención Americana. Esta actuación está normada, además, de manera específica en los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana contra la Tortura que obligan a los Estados Partes a adoptar todas las medidas efectivas para prevenir y sancionar todos los actos de tortura dentro del ámbito de su jurisdicción, así como a garantizar que los casos de tortura sean examinados imparcialmente. En el presente caso, la Corte observa que Colombia no actuó con arreglo a esas previsiones, ya que a la fecha ninguna persona ha sido sancionada por las torturas infligidas al señor Wilson Gutiérrez Soler y que el propio Estado ha reconocido defectos en relación con las garantías judiciales de los procesos internos (supra párrs. 26, 28 y 48.10). Desde que entró en vigor en Colombia la referida Convención Interamericana contra la Tortura, el 18 de febrero de 1999, es exigible al Estado el cumplimiento de las obligaciones contenidas en dicho tratado. Por ello, para el Tribunal esta conducta constituye incumplimiento de las obligaciones contenidas en los artículos 1, 6 y 8 de la Convención Interamericana contra la Tortura en lo que atañe a la obligación de prevenir y sancionar la tortura en el ámbito interno. Similar pronunciamiento emitió en la sentencia de treinta de octubre de dos mil ocho, al resolver el Caso Bayarri vs. Argentina, así como en la recaída al caso Cabrera García y Montiel Flores vs. México. 45 Caso J. vs. Perú. Excepción Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. párr. 346. 33 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 facultad discrecional del Estado, sino que constituye una obligación estatal imperativa que deriva del derecho internacional y no puede desecharse o condicionarse por actos o disposiciones normativas internas de ninguna índole. Además, como ya ha señalado este Tribunal, aun cuando los actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no hayan sido denunciados ante las autoridades competentes, en todo caso en que existan indicios de su ocurrencia, el Estado deberá iniciar de oficio y de inmediato una investigación imparcial, independiente y minuciosa que permita determinar la naturaleza y el origen de las lesiones advertidas, identificar a los responsables e iniciar su procesamiento46. 80. Así como en el criterio establecido por esta Primera Sala, en la tesis aislada 1a. CCVII/2014 (10a.), en la que literalmente se estableció: […] [E]l hecho que no se hayan realizado oportunamente los exámenes pertinentes para determinar la existencia de tortura no exime a las autoridades de la obligación de realizarlos e iniciar la investigación respectiva. En el entendido de que los referidos exámenes deben hacerse independientemente del tiempo transcurrido desde la comisión de la tortura. De ahí que, con independencia de la obligación de los órganos de legalidad o control constitucional, en torno al reconocimiento y protección del derecho humano de integridad personal y la prohibición de la tortura como derecho absoluto, subsistirá en todo momento la obligación de instruir su investigación conforme a los estándares nacionales e internacionales para deslindar responsabilidades y, en su caso, esclarecerla como delito47. 81. Directrices que retoman los parámetros fijados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el sentido de que de la Convención Interamericana contra la Tortura deriva el deber del Estado de investigar, cuando se presente denuncia o cuando exista razón fundada para creer que se ha cometido un acto de tortura en el ámbito de su jurisdicción –lo cual deriva del derecho internacional y no puede desecharse o condicionarse por actos o disposiciones normativas internas de ninguna índole48–. 46 El tribunal internacional cita como referencias la reiteración de la doctrina realizada en las resoluciones siguientes: Caso Vélez Loor Vs. Panamá, supra, párr. 240, y Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala, supra, párr. 278; Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y Costas, supra, párr. 347, y Caso Vélez Loor Vs. Panamá, supra, párr. 240; y, Caso Gutiérrez Soler Vs. Colombia, supra, párr. 54, y Caso García Lucero y otras Vs. Chile, supra, párr. 124. 47 Véase el contenido publicado en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Libro 6, mayo de 2014, Tomo I, p. 561; con el rubro: “TORTURA. OBLIGACIONES DE LA AUTORIDAD CUANDO UNA PERSONA MANIFIESTA HABERLA SUFRIDO O SE TENGAN DATOS DE LA MISMA”. Precedente: Amparo en revisión 703/2012. 6 de noviembre de 2013. Ibídem. 48 El tribunal internacional cita como referencias la reiteración de la doctrina realizada en las resoluciones siguientes: Caso Vélez Loor Vs. Panamá, supra, párr. 240, y Caso Gudiel Álvarez y otros (“Diario Militar”) Vs. Guatemala, supra, párr. 278; Caso del Penal Miguel Castro Castro Vs. Perú. Fondo, Reparaciones y 34 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 82. Al respecto, se ha precisado que por razón fundada se debe entender la existencia de indicios de la ocurrencia de actos de tortura49. 83. Consecuentemente, cuando alguna autoridad tenga conocimiento de la manifestación de que una persona ha sufrido tortura o cuando tenga datos de la misma, inmediatamente deberá dar vista al Ministerio Público para que se inicie una investigación independiente, imparcial y meticulosa, cuya finalidad será determinar el origen y naturaleza de la afectación a la integridad personal de quien alega la tortura, e identificar y procesar a las personas responsables50. C. La tortura y su impacto en el proceso penal instruido contra quien alega haber sido víctima de la misma. Costas, supra, párr. 347, y Caso Vélez Loor Vs. Panamá, supra, párr. 240; y, Caso Gutiérrez Soler Vs. Colombia, supra, párr. 54, y Caso García Lucero y otras Vs. Chile, supra, párr. 124. 49 La construcción de la conceptualización de razón fundada está basada en el desarrollo jurisprudencial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Véase el Caso García Lucero y otras Vs. Chile. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto de 2013. Serie C No. 267, párrs. 122 y 124, que dicen: 122. Conforme a esos deberes, una vez que las autoridades estatales tengan conocimiento del hecho, deben “iniciar ex officio y sin dilación, una investigación seria, imparcial y efectiva” por todos los medios legales disponibles y orientada a la determinación de la verdad y a la persecución, captura, enjuiciamiento y eventual castigo de todos los responsables intelectuales y materiales de los hechos, especialmente cuando están o puedan estar involucrados agentes estatales. Además, en relación con actos de tortura, el artículo 8 de la Convención Interamericana contra la Tortura establece que las “autoridades proced[an] de oficio y de inmediato a realizar una investigación sobre el caso”, cuando “exista denuncia o razón fundada para creer que se ha cometido un acto de tortura en el ámbito de [la] jurisdicción [estatal]”. […] 124. La Corte advierte que es una obligación del Estado no sólo iniciar una investigación de oficio, sino de hacerlo también, como expresamente indica el artículo 8 de la Convención Interamericana contra la Tortura, en forma “inmediata” a partir de que exista “razón fundada” para creer que se ha cometido un acto de tortura. Al respecto, la Corte ha dicho que: “aún cuando los actos de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes no hayan sido denunciados ante las autoridades competentes por la propia víctima, en todo caso en que existan indicios de su ocurrencia, el Estado deberá iniciar de oficio y de inmediato una investigación imparcial, independiente y minuciosa que permita determinar la naturaleza y el origen de las lesiones advertidas, identificar a los responsables e iniciar su procesamiento”. 50 Criterio establecido por esta Primera Sala, en la tesis aislada 1a. CCVII/2014 (10a.), publicada en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, 10a. Época, Libro 6, Mayo de 2014, Tomo I; Pág. 561; con el rubro siguiente: “TORTURA. OBLIGACIONES DE LA AUTORIDAD CUANDO UNA PERSONA MANIFIESTA HABERLA SUFRIDO O SE TENGAN DATOS DE LA MISMA.” Precedente: Amparo en revisión 703/2012. Ibídem. 35 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 84. Al resolver la Contradicción de tesis 315/201451, esta Primera Sala puntualizó que el derecho a un debido proceso contiene un núcleo duro que debe observarse de manera inexcusable en todo procedimiento y que se garantiza a través del cumplimiento de las formalidades esenciales del mismo, cuyo conjunto integran la llamada “garantía de audiencia”, la cual permite a los gobernados ejercer su derecho a una defensa adecuada, previo a que se modifique su esfera jurídica en forma definitiva52. 85. En ese asunto se precisó que si se acredita la afectación al derecho a la integridad personal por actos de tortura, con relación a un proceso penal, se actualiza la violación a las mencionadas reglas del procedimiento en términos de lo que se establece en la fracción VIII del artículo 173 de la actual Ley de Amparo, siendo innecesaria su reposición, dado que en ese supuesto la autoridad judicial está en condiciones de cumplir su obligación de excluir las pruebas que deriven de la indicada tortura, por ser ilícitas. 51 La contradicción de tesis fue presentada bajo la Ponencia del Ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo y se resolvió en sesión correspondiente al treinta de septiembre de dos mil quince, por unanimidad de cinco votos. 52 Lo anterior, conforme a la parte correspondiente de la jurisprudencia 1a./J. 11/2014 (10a.), sustentada por esta Primera Sala, de rubro: “DERECHO AL DEBIDO PROCESO. SU CONTENIDO”. El criterio se publicó en el Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 3, Febrero de dos mil catorce, Tomo I, p. 396, con el contenido siguiente: “Dentro de las garantías del debido proceso existe un ‘núcleo duro’, que debe observarse inexcusablemente en todo procedimiento jurisdiccional, y otro de garantías que son aplicables en los procesos que impliquen un ejercicio de la potestad punitiva del Estado. Así, en cuanto al ‘núcleo duro’, las garantías del debido proceso que aplican a cualquier procedimiento de naturaleza jurisdiccional son las que esta Suprema Corte de Justicia de la Nación ha identificado como formalidades esenciales del procedimiento, cuyo conjunto integra la ‘garantía de audiencia’, las cuales permiten que los gobernados ejerzan sus defensas antes de que las autoridades modifiquen su esfera jurídica definitivamente. Al respecto, el Tribunal en Pleno de esta Suprema Corte de Justicia de la Nación, en la jurisprudencia P./J. 47/95, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo II, diciembre de 1995, página 133, de rubro: "FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO.", sostuvo que las formalidades esenciales del procedimiento son: (i) la notificación del inicio del procedimiento; (ii) la oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque la defensa; (iii) la oportunidad de alegar; y, (iv) una resolución que dirima las cuestiones debatidas y cuya impugnación ha sido considerada por esta Primera Sala como parte de esta formalidad. Ahora bien, el otro núcleo es identificado comúnmente con el elenco de garantías mínimo que debe tener toda persona cuya esfera jurídica pretenda modificarse mediante la actividad punitiva del Estado, como ocurre, por ejemplo, con el derecho penal, migratorio, fiscal o administrativo, en donde se exigirá que se hagan compatibles las garantías con la materia específica del asunto. Por tanto, dentro de esta categoría de garantías del debido proceso, se identifican dos especies: la primera, que corresponde a todas las personas independientemente de su condición, nacionalidad, género, edad, etcétera, dentro de las que están, por ejemplo, el derecho a contar con un abogado, a no declarar contra sí mismo o a conocer la causa del procedimiento sancionatorio; y la segunda, que es la combinación del elenco mínimo de garantías con el derecho de igualdad ante la ley, y que protege a aquellas personas que pueden encontrarse en una situación de desventaja frente al ordenamiento jurídico, por pertenecer a algún grupo vulnerable, por ejemplo, el derecho a la notificación y asistencia consular, el derecho a contar con un traductor o intérprete, el derecho de las niñas y los niños a que su detención sea notificada a quienes ejerzan su patria potestad y tutela, entre otras de igual naturaleza. 36 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 86. Pero un caso diferente se presenta cuando no estando acreditada la tortura, se hubiere omitido por parte de la autoridad judicial su investigación para determinar su posible impacto procesal, pues en este caso se deja en estado de indefensión a quien la alega, ya que al no verificarse su dicho, se le pudo haber condenado con pruebas ilícitas. 87. De ahí que esta Primera Sala estableció que la omisión de la autoridad judicial de investigar una denuncia de tortura, formulada en el proceso penal, constituye una violación a las leyes que rigen el procedimiento, que trasciende a la defensa del quejoso, en términos de la fracción XXII del artículo 173 de la Ley de Amparo en vigor, con relación al párrafo tercero del artículo 1° de la Constitución Federal y 1°, 6°, 8° y 10° de la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura. 88. La reparación a la indicada violación procesal se obtiene a través de la reposición del procedimiento penal, pero la misma no tiene el alcance de anular, per se, las pruebas desahogadas en juicio, por lo que aquélla deberá realizarse hasta la diligencia inmediata anterior al auto de cierre de instrucción –tratándose del sistema procesal tradicional53–, a fin de salvaguardar el punto en tensión que se genera respecto del derecho fundamental a una expedita impartición de justicia –que se consagra en el artículo 17 de la Constitución Federal– con el derecho fundamental de los imputados a no ser objeto de tortura y los de las víctimas u ofendidos, pues el objeto de la referida reposición se relaciona únicamente con la práctica de las diligencias necesarias para verificar la veracidad de la denuncia formulada, a través de una investigación diligente, que implica exclusivamente la práctica de los exámenes periciales correspondientes para determinar la existencia o no de la alegada tortura. 89. Es pertinente recordar que esta Primera Sala ha sido firme en sostener que si se pretende el respeto al derecho de ser juzgado por tribunales imparciales y el derecho a una defensa adecuada, es claro que una prueba cuya obtención 53 Denominación asignada al sistema procesal penal prevaleciente previo a la aplicación de la reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de la Federación el 18 de junio de 2008, que introdujo el sistema procesal penal acusatorio y oral. 37 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 ha sido irregular –ya sea por contravenir el orden constitucional o el legal–, no puede sino ser considerada inválida54. Por ello, ninguna prueba que vaya contra el derecho debe ser admitida y si pese a ello ya se desahogó, debe restársele todo valor probatorio. 90. Tratándose de la tortura, si se ha determinado su existencia, se debe excluir todo medio de convicción que haya sido obtenido directamente de la misma o que derive de ésta. 91. Al respecto, esta Suprema Corte considera que se debe atender la jurisprudencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso Cabrera García y Montiel Flores Vs. México, cuando se determinó: 167. Por otra parte, este Tribunal considera que las declaraciones obtenidas mediante coacción no suelen ser veraces, ya que la persona intenta aseverar lo necesario para lograr que los tratos crueles o la tortura cesen. Por lo anterior, para el Tribunal, aceptar o dar valor probatorio a declaraciones o confesiones obtenidas mediante coacción, que afecten a la persona o a un tercero, constituye a su vez una infracción a un juicio justo. Asimismo, el carácter absoluto de la regla de exclusión se ve reflejado en la prohibición de otorgarle valor probatorio no sólo a la prueba obtenida directamente mediante coacción, sino también a la evidencia que se desprende de dicha acción. En consecuencia, la Corte considera que excluir la prueba que haya sido encontrada o derivada de la información obtenida mediante coacción, garantiza de manera adecuada la regla de exclusión55. 54 Al tema resulta aplicable la jurisprudencia 1a./J. 139/2011 (9a.), de esta Primera Sala, que establece: “PRUEBA ILÍCITA. EL DERECHO A UN DEBIDO PROCESO COMPRENDE EL DERECHO A NO SER JUZGADO A PARTIR DE PRUEBAS OBTENIDAS AL MARGEN DE LAS EXIGENCIAS CONSTITUCIONALES Y LEGALES.- Exigir la nulidad de la prueba ilícita es una garantía que le asiste al inculpado durante todo el proceso y cuya protección puede hacer valer frente a los tribunales alegando como fundamento: (i) el artículo 14 constitucional, al establecer como condición de validez de una sentencia penal, el respeto a las formalidades esenciales del procedimiento, (ii) el derecho de que los jueces se conduzcan con imparcialidad, en términos del artículo 17 constitucional y (iii) el derecho a una defensa adecuada que asiste a todo inculpado de acuerdo con el artículo 20, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En este sentido, si se pretende el respeto al derecho de ser juzgado por tribunales imparciales y el derecho a una defensa adecuada, es claro que una prueba cuya obtención ha sido irregular (ya sea por contravenir el orden constitucional o el legal), no puede sino ser considerada inválida. De otra forma, es claro que el inculpado estaría en condición de desventaja para hacer valer su defensa. Por ello, la regla de exclusión de la prueba ilícita se encuentra implícitamente prevista en nuestro orden constitucional. Asimismo, el artículo 206 del Código Federal de Procedimientos Penales establece, a contrario sensu, que ninguna prueba que vaya contra el derecho debe ser admitida. Esto deriva de la posición preferente de los derechos fundamentales en el ordenamiento y de su afirmada condición de inviolables”. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, libro III, diciembre de 2011, tomo 3, página 2057. 55 El tribunal internacional, en este rubro, hizo referencia a las resoluciones siguientes: Cfr. ECHR, Case of John Murray v. UK, Judgment of 25 January 1996, App. N°. 41/1994/488/570, paras. 45-46 y Case of Jalloh v. Germany, Judgment of 11 July 2006, App. N°. 54810/00, paras. 121123. Cfr. De manera similar, el Tribunal Europeo ha señalado que "el uso de declaraciones obtenidas 38 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 E. Aplicación de la doctrina constitucional sobre el tema al caso concreto. 92. Como se señaló al inicio del presente apartado, aunque en la demanda de amparo no se hizo alusión específica a la alegada tortura, correspondía al Tribunal Colegiado del conocimiento hacer un estudio exhaustivo de las constancias de autos para determinar lo conducente, dado que de las mismas se desprende que el inconforme, durante la secuela procesal, de manera reiterada, denunció haber sido víctima de la misma, limitándose el Tribunal Unitario responsable a dar vista al Ministerio Público para que en el ámbito de sus atribuciones resolviera sobre la posible comisión de un delito, pero sin que la autoridad judicial investigara si la hubo o no, a fin de estar en condiciones de fijar su posible impacto procesal. VIII. EFECTOS 93. Esta Primera Sala estima necesario revocar la sentencia recurrida y devolver los autos al Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito para que dicte una nueva resolución en la que se pronuncie sobre la alegada tortura, siguiendo los lineamientos establecidos por este Alto Tribunal, de tal suerte que deberá: a) Tomando en consideración el estándar a que se ha hecho referencia, decida si existen o no elementos suficientes para tener por acreditada la tortura y su impacto procesal; de ser ello afirmativo, excluir del análisis correspondiente todo dato o información que persista y que se hubiere obtenido a través de la misma. b) Si de constancias de autos no se puede establecer si hubo o no tortura, ordene la reposición del procedimiento hasta antes del auto de cierre de instrucción, a efecto de que se efectúen las diligencias necesarias para como resultado de torturas o malos tratos como evidencia para establecer los hechos en un proceso penal hace que dicho proceso sea en su totalidad injusto y esta conclusión es independiente del valor probatorio asignado a tales declaraciones, o de si su utilización fue decisiva para la condena”. ECHR, Case of Gafgen v. Germany, Judgment of 1 June 2010, App. N°. 22978/05, para. 165 y Case Harutyunyan v Armenia, Judgment of 28 June 2007, App. N°. 36549/03, para. 63. Sentencia de 26 de noviembre de 2010 (excepción preliminar, fondo, reparaciones y costas). 39 AMPARO DIRECTO EN REVISIÓN 3744/2015 verificar la veracidad de la denuncia, sin que con motivo de esa decisión se agrave la situación jurídica del peticionario de garantías. IX. DECISIÓN 94. En conclusión, lo procedente es, en la materia de la revisión competencia de esta Primera Sala, revocar la sentencia recurrida y devolver los autos al Tribunal Colegiado de Circuito del conocimiento para que siguiendo los lineamientos dados en la presente ejecutoria, realice las acciones necesarias tendentes a proteger los derechos fundamentales del quejoso. Por todo lo expuesto y fundado, se resuelve: PRIMERO. En la materia de la revisión competencia de esta Primera Sala, se revoca la sentencia recurrida. SEGUNDO. Devuélvanse los autos al Noveno Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito para que se avoque al estudio indicado, conforme a los lineamientos constitucionales que se han fijado en esta ejecutoria. Notifíquese; con testimonio de esta determinación, devuélvanse los autos relativos al lugar de su origen y, en su oportunidad, archívese el toca como asunto concluido. En términos de lo previsto en los artículos 3º, fracción II, 13, 14 y 18, de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. 40