INMUNIDAD INDICE El sitema inmunológico Definición de inmunidad, infección y patógeno. Tipos de inmunidad. Células del sistema inmunitario. Mediadores solubles de la inmunidad. Definición de antígeno. Definición y estructura de anticuerpo. Clases de inmunoglobulinas. Reacción antígeno−anticuerpo. Respuesta inmunitaria. Y células que intervienen en la respuesta inmunitaria. Inflamación. Defensa frente a agentes patógenos extracelulares e intracelulares. Vacunación. Inmunopatología. Inmunidad frente a: bacterias, virus, protozoos y metazoos . Inmunización y memoria. Sistema HLA. Sistema linfático. Conclusión. 19. Bibliografía. 1. EL SISTEMA INMUNOLOGICO Todos los días de nuestra vida hay una lucha constante entre nuestros cuerpos y un gran número de microbios. Para las bacterias, lo virus y los hongos, muchos de los cuales causan enfermedades, el organismo humano representa un medio donde abundan los alimentos. Antes de que un microorganismo pueda penetrar, sin embargo, debe romper la primera línea de defensa del organismo. Esta primera línea de defensa, la más evidente 1 es la piel, que forma una capa impermeable en casi todo el cuerpo. El sebo secretado por las glándulas sebáceas, que se encuentran bajo la piel, contiene una sustancia llamada lisozima lisozima − también presente en las lágrimas y las mucosidades nasales − que eliminan las bacterias y los virus. Las partes del cuerpo abiertas al exterior tienen sus propias defensas especializadas. Cualquier bacteria o virus inhalado puede quedar atrapado en las mucosidades producidas por las células que recubren los conductos que conducen a los pulmones. En estos tubos unos cilios del grosor de un pelo impulsan constantemente las mucosidades hacia la garganta, donde son expulsadas o tragadas. Si son tragadas, los ácidos de los jugos gástricos del estómago normalmente eliminarán cualquier microorganismo presente. Los microorganismos también pueden penetrar en el cuerpo por las vías urinarias y, en las mujeres, por la vagina. En los hombres y mujeres la acción de arrastre de la orina elimina las bacterias que penetran en el organismo desde el exterior. En las mujeres, las bacterias inofensivas de la vagina impiden que penetren aquellas que provocan enfermedades. Las bacterias inofensivas del intestino desempeñan un papel similar. Las bacterias, los virus, los hongos y otros microorganismos que causan enfermedades, a veces logran eludir estas defensas y comienzan a multiplicarse por todo el cuerpo. Una de las principales funciones del sistema inmunológico es proteger al organismo humano contra los microbios. El sistema inmunológico también puede reconocer y rechazar cuerpos extraños, como los órganos transplantados, y puede identificar y destruir las células cancerosas. 2. DEFINICIÓN DE INMUNIDAD Inmunidad es la habilidad del cuerpo para evitar que se desarrolle una infección al tener anticuerpos contra el patógeno. Muchas enfermedades infecciosas confieren inmunidad (sarampión, escarlatina); en cambio en otras ésta es escasa (gripes y resfriados comunes). Las células del organismo humano tienen la habilidad para defenderse y atacar adecuadamente a un determinado microbio que penetre en el organismo. 2.2 DEFINICIÓN DE INFECCIÓN Alteración producida en el organismo por la presencia de ciertos parásitos. La infección es el establecimiento de una interacción entre un huésped y un parásito que conduce a la multiplicación de este en los tejidos del primero. Existen dos ex− tremos en esta relación: que el parásito prolifere y mantenga su número sin produ− cir lesiones (colonización) o bien que ello cause signos y síntomas de inflamación o 2 de perturbación funcional de los órganos del huésped (enfermedad infecciosa). Entre colonización y enfermedad infecciosa se encuentran las infecciones subclíni− cas o inaparentes. 2.3 DEFINICIÓN DE PATÓGENO Organismos que causan enfermedades. 3. TIPOS DE INMUNIDAD INMUNIDAD ADAPTATIVA E INNATA La primera fase de cualquier respuesta inmunitaria consiste en el reconocimiento del patógeno, para poder iniciar después una reacción destinada a eliminarlo. A grandes rasgos las respuestas inmunitarias se pueden dividir en dos categorías: las respuesta inmunitarias innatas (o no adaptativas) y las respuestas inmunitarias adaptativas. La diferencia más importante que existe entre ambos tipos de respuestas es que las respuestas inmunitarias adaptativas presentan una alta especificidad con respecto a un determinado patógeno. Además, las respuestas innatas no se modifican tras la exposición repetida a un determinado agente infeccioso, mientras que la intensidad de las respuestas adaptativas aumentan al ir aumentando el número de exposiciones al mismo agente patógeno: el sistema inmunitario adaptativo recuerda al agente infeccioso, y es capaz de impedir que provoque una enfermedad. Las dos características principales de las respuestas inmunitarias adaptativas son la especificidad y la memoria. Las células que participan principalmente en las respuestas inmunitarias son los leucocitos, entre ellos se distinguen diferentes tipos: Fagocitos y respuestas inmunitarias innatas. Un grupo importante de leucocitos son las células fagocíticas, entre las que se encuentran los monocitos, los macrófagos y los neutrófilos polimorfonucleares. Estas células se unen a los microorganismos, los ingieren y los destruyen. Como los sistemas de reconocimiento que utilizan son primitivos y carentes de especificidad, les permite unirse a una amplia variedad de productos microbianos, estos leucocitos son mediadores de respuestas inmunitarias innatas. Su misión es formar una primera línea de defensa frente a la infección. Linfocitos y respuestas inmunitarias adaptativas.Otro grupo importante de leucocitos son los linfocitos. La participación de estas células es esencial en todas las respuestas inmunitarias adaptativas. Existen diversos tipos de linfocitos , pero todos ellos se pueden encuadrar dentro de dos categorías básicas: los linfocitos ( o células T ) y los linfocitos B ( o células B). Las células B combaten a los patógenos extracelulares y a sus productos mediante la producción de anticuerpos, es decir,moléculas que reconocen y se unen específicamente a una determinada molécula diana, denominada antígeno.El antígeno puede ser una molécula presente en la superficie de un agente patógeno.Los linfocitos T ejercen una serie de acciones más variada.Algunos se encargan de controlar el desarrollo de los linfocitos B y la producción de anticuerpos. Otros establecen interacciones con las células fagocíticas y les ayudan a destruir los agentes patógenos que han ingerido. También existe un tercer grupo de 3 linfocitos que reconocen y destruyen las células infectadas por virus. Interacciones entre linfocitos y fagocitos.Por ej. hay fagocitos encargados de ingerir los antígenos y mostrarlos después a los linfocitos T, transformados en compuestos químicos que estos últimos son capaces de reconocer.Este proceso se denomina presentación de antígenos.Por otro parte, los anticuerpos liberados por los linfocitos B permiten a los fagocitos reconocer con mayor eficacia a los agentes patógenos.Una de las consecuencias de todas estas interacciones es que la mayoría de las respuestas inmunitarias frente a los organismos infecciosos consiste en una combinación de diversas respuestas,algunas de naturaleza innata y otras adquirida.En las primeras fases de la infección predomina las respuestas innatas, pero más adelante, los linfocitos comienzan a dar lugar a respuestas adaptativas.A partir de ese momento recuerdan al patógeno, por lo que se en el futuro el individuo vuelve a sufrir una infección con el mismo patógeno, las respuestas serán más rápidas y eficaces. 4.CELULAS DEL SISTEMA INMUNITARIO Las respuestas inmunitarias están llevadas a cabo por diversos tipos de células y por las móleculas solubles que secretan. Aunque los linfocitos son esenciales en todas las respuestas inmunitarias, también intervienen otros tipos de células, ya sea transmitiendo señales a los linfocitos o respondiendo ante las citocinas secretadas por los linfocitos T o los macrófagos. LOS FAGOCITOS ingieren y degradan antígenos y microorganismos patógenos. Fagocitos mononucleares.Son el grupo más importante de células fagocíticas. Estas células de vida larga proceden de las células madre de la médula ósea, y su misión es capturar, ingerir y destruir partículas, entre las que se encuentran los agentes infecciosos POLIMORFONUCLEARES Otro grupo importante de células fagocíticas son los leucocitos más abundantes en la sangre . Al igual que los monocitos, ante ciertos estímulos migran hacia los tejidos, pero a diferencia de estos son células de vida corta, que ingieren las sustancias extrañas, las destruyen y, a continuación mueren. EXISTEN DOS TIPOS PRINCIPALES DE LINFOCITOS ENCARGADOS DEL RECONOCIMIENTO ESPECÍFICO DE LOS ANTÍGENOS LAS CÉLULAS B y las CÉLULAS T. Los linfocitos son las únicas células capaces de reconocer específicamente a los agentes patógenos, y por lo tanto , ellos son los encargados de iniciar las respuestas inmunitarias adaptativa. Todos los linfocitos proceden de las células madre de la medula ósea, pero los linfocitos T maduran en e TIMO. (Glándula alojada en el cuello ). Mientras que los linfocitos B maduran en la propia médula ósea (en los mamíferos adultos). CÉLULAS B : Cada célula B está programada genéticamente para codificar un receptor de superficie específico de un antígeno determinado . Una vez que una célula B reconoce a su antígeno específico, se multiplica y se deferencia, dando lugar a células plasmáticas que son capaces de producir grandes cantidades de una forma soluble de la molécula del receptor, que puede ser secretada. Estas móleculas se denominan anticuerpos. Son grandes glucoproteinas que se encuentran en la sangre y en los líquidos tisulares: como son prácticamente idénticas al receptor original, son capaces de unirse al antígeno que activó inicialmente a las células B. CÉLULAS T : Hay varios tipos de células T, cada uno de los cuales cumplen diferentes funciones. Uno de los grupos interacciona con las células B, Y promueven su multiplicación, diferenciación y la síntesis de anticuerpos. Otro grupo interacciona con los fagocitos mononucleares, ayudándoles a destruir los patógenos intracelulares. Estos dos grupos de células T se denominan células colaboradoras ( th del 4 inglés T−helper). Un tercer grupo de células T se encarga de destruir las células del huésped infectadas por virus u otros agentes patógeno intracelulares. Proceso denominado citotoxicidad. En cualquier de los tres casos, para que las células T se activen tienen que reconocer a su antígeno, pero sólo son capaces de hacerlo cuando dicho antígeno se encuentra asociado con unos marcadores conocidos presentes en las células del propio huésped.Para esta utilizan un receptor específico, denominado receptor de antígeno de las células T. 5. MEDIADORES SOLUBLES DE LA INMUNIDAD En las respuestas inmunitarias intervienen moléculas de naturaleza muy diversa. Entre ellas se encuentran los anticuerpos y las citocinas, que producen los linfocitos, así como muchas otras moléculas que se pueden detectar normalmente en el suero. Las proteínas del complemento son mediadores de la fagocitosis, controlan la inflamación e interaccionan con los anticuerpos en el proceso de defensa inmunitaria. El sistema del complemento está constituido por unas 20 proteínas séricas, cuya función principal es controlar la inflamación.Los distintos componentes interaccionan entre sí y con otros elementos del sistema inmunitario. La activación del complemento : es una reacción en cascada, en la que cada uno de los componentes actúa secuencialmente sobre el siguiente, de una forma parecida a coma actúa el sistema de coagulación de la sangre. Una vez activado el complemento, ya sea por la vía clásica o por la alternativa, se liberan pétidos capaces de ejercer las siguientes acciones: 1− opsonización de microorganismos, para facilitar su captación y destrucción intracelular por parte de los fagocitos . 2− atracción de los fagocitos hacia los lugares de infección (quimiotaxis). 3− aumento del flujo sanguínea hacia el lugar donde se ha producido la activación, y aumento de la permeabilidad capilar frente a las moléculas plasmáticas. 4− inducción de desperfectos en la membranas plasmáticas de las células, las bacterias gramnegativas, los virus recubiertos u otros organismos que hayan provocado la activación. A su vez, esto puede conducir a la lisis de la célula o del virus afectado, con reducción de partículas infecciosas. 5− Liberación de más mediadores inflamatorios por parte de los mastocitos. Estas funciones están representadas en el esquema adjunto. 6. ANTÍGENO Un antígeno es cualquier sustancia que hace que el cuerpo cree anticuerpos. Es una sustancia capaz de inducir una respuesta inmune. Originalmente se aplicó el término antígeno a cualquier molécula capaz de inducir la producción de anticuerpos específicos por parte de las células B (generador de anticuerpos). En la actualidad tiene un sentido mucho más amplio, y se aplica a cualquier molécula que pueda ser reconocida específicamente por cualquiera de los elementos del sistema inmunitario adaptativo, es decir, la células B, las células T o ambas. Los antígenos tienen dos características importantes. La primera es inmunogenicidad, la capacidad 5 para estimular la formación de anticuerpos específicos. La segunda es la reactividad, la capacidad para reaccionar de manera específica con los anticuerpos producidos. Un antígeno que tiene estas características es un antígeno completo. 6.1 Características: desde el punto de vista químico, la gran mayoría de antígenos son proteínas, núcleoporteinas (ácido nucleico + proteínas), lipoproteínas (lípido+ proteínas), glucoproteínas (carbohidratos + proteínas), y ciertos polisacáridos grandes. En general tienen pesos moleculares de 10.000 o más. El número de sitios determinantes antigénicos en la superficie del antígeno se llama valencia. La mayor parte de los antígenos son multivalentes; esto es, tienen varios tipos determinantes antigénicos. 7− ANTICUERPOS Son sustancias químicas que ayudan a destruir los patógenos y neutralizar sus toxinas. Un anticuerpo es una proteína producida por el cuerpo como respuesta a la presencia de un antígeno y es capaz de combinarse de manera eficaz con el mismo. Ésta es esencialmente la definición complementaria de un antígeno. El ajuste específico del anticuerpo con el antígeno depende no sólo del tamaño y la forma del sitio determinante antigénico sino también del sitio correspondiente al anticuerpo, más parecido a la analogía de la cerradura y la llave. (Parecido a la unión específica de la enzima al sustrato). Un anticuerpo, al igual que un antígeno, tambien tiene una valencia. En tanto que la mayor parte de los antígenos son multivalentes, los anticuerpos son bivalentes o multivalentes. La mayor parte de los anticuerpos humanos son bivalentes. Los anticuerpos pertenecen a un grupo de proteínas denominadas globulinas y por esta razón se conocen como inmunoglobinas, o Ig. Hay cinco tipos tipos diferentes de inmunoglobinas en los humanos. Estas se denominan como IgG, IgA, IgM, IgD, e IgE. Cada una de las cuales tiene una estructura química distinta y un papel biológico específico. Los anticuerpos IgG son los anticuerpos más abundantes. Se encuentran en la sangre, en la linfa y en los intestinos. Desde el punto de vista funcional, protegen en contra de las bacterias y los virus favoreciendo la fagocitosis, neutralizando las toxinas y desencadenando el sistema de complemento. Los anticuerpos IgA se encuentran en las lágrimas,en la saliva, en el mocus o moco, en la leche, en la secreciones gastrointestinales, en la sangre y en la linfa y brindan protección localizada en las membranas mucosas. Los anticuerpos IgM son los primeros anticuerpos que aparecen después de la exposición incial a cualquier antígeno. Se encuentran en la sangre, en la linfa, y en la superficie de las células B y son especialmente efectivas en contra de los microbios haciendo que se aglutinen y se lisen. Son los 671 anticuerpos predominantes en los que participan los grupos sanguíneos ABO. Los anticuerpos IgD se encuentran en la sangre, en la linfa y en la superficie de las células B y pueden participar en la estimulación de las células productoras de anticuerpos para fabricar los mismos. Los anticuerpos IgE están localizados en las células cebadas y las células basófilas y participan en la reacciones alérgicas. Es interesante destacar que durante el stress disminuyen las concentraciones de IgA. Dependiendo del individuo, esta disminución puede conducir tanto hasta provocar infección. 7−1 Estructura: Puesto que los anticuerpos son proteínas, consisten de cadenas polipeptídicas. La mayor parte de los anticuerpos contiene dos pares de cadenas polipeptídicas. Dos de las cadenas son idénticas entre sí y se denominan cadenas pesadas (H). Cada una de las cuales consiste de más de 400 aminoácidos. Las otras dos cadenas también son idénticas entre sí, se denominan cadenas ligeras (L), y cada una consiste de 200 aminoácidos. El anticuerpo consiste de mitades idénticas que se mantienen juntas por puentes de disulfuro.Cada mitad consiste de una cadena pesada y una ligera, también sostenidas por puentes de 6 disulfuro (s−s). Sobretodo, las moléculas de anticuerpos en ocasiones toman la forma de una letra Y. En otras ocasiones, recuerdan a una letra T. 8− REACCIÓN ANTÍGENO− ANTICUERPO EJEMPLO: Cuando una persona se vacuna contra la viruela, se le administra una sustancia (antígeno) y éste estimula al organismo en la formación de anticuerpos que lo defienden y luchan contra el virus de la viruela (anticuerpos provocados). En ocasiones el organismo produce anticuerpos de una manera natural después de haber sufrido una enfermedad infecciosa, por ejemplo, el sarampión, inmunizando al organismo para siempre (anticuerpos naturales). Los anticuerpos juegan un importante papel en la defensa contra las infecciones y en el desarrollo de diversas enfermedades. 9− RESPUESTA INMUNITARIA (células que intervienen en la respuesta inmunitaria) Recordemos que una respuesta inmunitaria consta de dos fases: • 1− reconocimiento del antígeno, −2− reacción para erradicarlo. En las respuesta inmunitarias adaptativas, las células encargadas de reconocer los antígenos son los linfocitos, y el proceso que hace ésto posible es la selección clonal. La selección consiste en la proliferación de las células que reconocen a un antígeno específico. Cada linfocito (ya sea una célula B o una célula T ) está programada genéticamente para reconocer prácticamente de forma exclusiva a un único antígeno. El sistema inmunitario en conjunto puede reconocer específicamente miles de antígenos, de tal forma que los linfocitos que reconozcan a un antígeno determinado deben constituir una fracción minúscula del conjunto total de linfocitos. Por tanto, ¿cómo es posible crear una respuesta inmunitaria adecuada frente a un agente infeccioso? La respuesta es que, cuando un antígeno se une a las escasas células capaces de reconocerlo, dichas células inician un proceso de proliferación masiva. Al cabo de pocos días, su número es suficiente como para ejercer una respuesta inmunitaria eficaz. Es decir, el antígeno selecciona los clones de células que son capaces de unirse a él y promueven su proliferación, en un proceso denominado selección clonal. Esto ocurre tanto en el caso de las células B como en el caso de las células T. Cabe preguntarse cómo es posible que el sistema inmunitario sepa que anticuerpos específicos va a necesitar a lo largo de la vida de un individuo. En realidad, no lo sabe. El sistema inmunitario genera anticuerpos que pueden reconocer una enorme variedad de antígenos, incluso antes de encontrarse con los mismos. Muchos de ellos nunca serán utilizados para defender al individuo frente a una infección. Sin embargo, dado el gran número de organismos infecciosos y su capacidad para modificar sus antígenos mediante mutaciones, la presencia de todos estos anticuerpos es necesaria, aunque puede ser que nunca se utilicen. El sistema inmunitario dispone de diversos mecanismos efectores para enfrentarse a la inmensa cantidad de patógenos diferentes. El sistema inmunitario puede destruir a los patógenos de diversas formas, cada una de las cuales se adapta al tipo de infección y a la fase del ciclo vital del organismo infectivo. Estos mecanismos de defensa se denominan sistemas efectores. Uno de ellos es la neutralización: sistema efector más sencillo, se basa en los anticuerpos que pueden destruir ciertos patógenos simplemente mediante la unión de los mismos. Otro sistema efector es la fagocitosis: Con más frecuencia, el papel principal de los anticuerpos es la activación del complemento, que promueven su ingestión por parte de la fagocitosis. Una vez que la célula fagocítica 7 se unen a un microbio opsonizado, lo rodean mediante la emisión de seudópodos. Éstos se unen finalmente entre sí, con lo que el microorganismo penetra en la célula fagocítica (por endocitosis), queda confinado en el interior de un fagosoma. Otro sistema efector son las reacciones citotóxicas y apoptosis. Estas reacciones son sistemas efectores dirigidos contra células completas que suelen ser demasiado grandes para ser fagocitadas. 9.1 Células que intervienen en la respuesta inmunitaria Las células del sistema inmunitario se forman a partir de la células madres pluripotenciales, mediante dos vias de diferenciación principales: . La estirpe lifoide da lugar a los linfocitos. . La estirpe mieloide da lugar a los fagocitos (monocitos, macrófagos y neutrófilos). Los linfocitos pueden ser células T, B o NK (del Inglés natural killers − o sea asesinas por nturaleza). Estas células constituyen el 15% de los linfocitos sanguíneos, y no expresan los receptores de antígeno TCR ni BCR. La función fisiológica de las células NK consiste en reconocer y destruir determinadas células tumorales y células infectadas por virus. Estos linfocitos no expresan receptores de antígenos. Los fagocitos pueden ser monocitos/macrófagos o granulocitos polimorfonucleares. Células complementarias: además de los linfocitos y los fagocitos, en el sistema inmunitario intervienen también una serie de células complementarias: • células presentadoras de antígenos ( CPA ) que presentan los antígenos a las células T. • plaquetas que intervienen en la coagulación y en los procesos inflamatorios. • mastocitos que tienen similitudes estructurales y funcionales con los polimorfonucleares basófilos. • células endoteliales, que expresan moléculas capaces de reconocer a determinados linfocitos , pero no a otros, con los que controlan la circulación y la distribución de los mismos. LINFOCITOS: se producen en los órganos linfoides centrales o primarios (el timo y la médula ósea de los adultos) a alta velocidad (10 exponente 9 cada día). Alguna de estas células migran hasta los órganos linfoides secundarios (baso, ganglios linfáticos, amígdalas y tejido linfoide asociado a mucosas) a través del torrente sanguínea. Un ser humano adulto normal posee unas 10 exponente 12 células linfoides, y el conjunto del tejido linfoide representa aproximadamente un 2% del peso corporal total. Las célula linfoides suelen consitituir alrededor del 20% de los leucocitos circulantes totales. Muchas células linfoides maduras son de vida larga, y pueden persistir como células de memoria durante varios años o incluso durante toda la vida del individuo. Los linfocitos son mofológicamente heterogéneos. 10. INFLAMACIÓN Las células del sistema inmunitario se encuentran distribuídas en todo el organismo. Pero cuando se produce una infección es preciso concentrar dichas células y sus productos en el lugar de infección. Este proceso se manifiesta en forma de inflamación. La inflamación es una respuesta de defensa del cuerpo ante la agresión debida al daño de los tejidos que por lo general se caracteriza por cuatro síntomas fundamentales: 1.enrojecimiento, 2.dolor, 3.calor, 4.aumento del volumen. Un quinto síntoma puede ser la pérdida de la función en el área lesionada. Las tres características fundamentales de la inflamación 8 son: 1− aumento del flujo sanguíneo hacia la zona infectada, 2−aumento de la permeabilidad capilar debido a la retracción de las células endoteliales. De esta forma, pueden escapar de los capilares moléculas más grandes de lo habitual, lo que facilita el transporte de mediadores solubles de la inmunidad hasta el foco de infección. 3− migración de los leucocitos desde las vénulas hasta los tejidos adyacentes al foco. En las fases más tempranas de la inflamación son muy abundantes los neutrófilos, pero más adelante migran hacia la zona infectada monocitos y linfocitos. FORMACION DE PUS − En todas las inflamaciones, incluso en las leves, se presenta la piogénesis (pio = pus; génesis = producir). La pus es un líquido grueso que contiene leucocitos vivos así como muertos y detritus de otros tejidos muertos. La formación de pus prosigue hasta que se controla la infección. FIEBRE − La causa más frecuente de la fiebre, una temperatura corporal anormalmente alta, es la infección debida a las bacterias (y sus toxinas) así como a los virus. La temperatura alta inhibe el crecimiento de ciertos microbios y acelera las reacciones del cuerpo para la solución del problema. Una de las SUSTANCIAS ANTIMICROBIANAS IMPORTANTES es el INTERFERON. Las células infectadas con virus producen una proteína que recibe el nombre de INTERFERÓN o IFN. Una vez producido y liberado por las células infectadas por virus, el IFN se distiende hacia las células vecinas no infectadas y se une a los receptores de superficie. Ésto, de alguna manera induce a las células no infectadas para sintetizar proteínas antivirales que inhíben la replicación viral en las células del cuerpo. El IFN es la primera línea de defensa del cuerpo en contra de la infección de muchos virus diferentes. Es de suma importancia ya que combate a los virus, así también tiene potencial como agente anticancerígeno, ha hecho de su producción en grandes cantidades una prioridad de salud pública relevante. OTRAS SUSTANCIAS ANTIMICROBIANAS IMPORTANTES:LA PROPERDINA y EL COMPLEMENTO (del cual ya hablamos). PROPERDINA (pro=en nombre de; perdere=destruir). Es un complejo de tres proteínas y , al igual que el complemento, también se encuentra en el suero. La properdina, que actúa junto al complemento, conduce a la destrucción de varios tipos de bacterias por medio de la citolisis, la forma de ejercer de la fagocitosis y se desencadena la respuesta inflamatoria. 11−DEFENSAS FRENTE A AGENTES PATÓGENOS EXTRACELULARES E INTRACELULARES. Está claro que las respuestas inmunitarias frente a estos agentes deben se considerablemente diferentes. Cuando el sistema inmunitario actúa contra agentes patógenos extracelulares, su objetivo es desruir al propio agente y neutralizar sus productos. Por lo contrario, cuando se trata de agente intracelulares, el sitema dispone de dos estrategias diferentes. Las células T pueden destruir a la célula infectada (citotoxicidad) o pueden activar a la célula para que sea ella misma la que inactive al agente patógeno. Por ejemplo, esto último ocurre cuando las células T colaboradoras o helper secretan citocinas que activan a los macrófagos para que destruyan a los organismos que han capturado mediante endocitosis. Estas cuestiones deben de ser tenidas en cuenta a la hora de diseñar vacunas eficaces. 12−VACUNACION Uno de los campos en que los estudios inmunológicos han tenido una repercución más inmediata y satisfactoria ha sido el relacionado con la vacunación. El principio de la vacunación se basa en dos de 9 los elementos claves de la inmunidad adaptativa, concretamente en le especificidad y en la memoria del sistema inmunitario. Las células de de memoria permiten a dicho sistema desencadenar una respuesta inmunitaria mucho más enérgica cuando se produce a una exposición a un antígeno previamente conocido. Esta respuesta secundaria se produce más rapidamente y es más intensa que la respuesta primaria. El objetivo que se percibe en el diseño de vacunas es la modificación de un patógeno o de sus toxinas, de tal forma que resulten inocuos, pero sin perder sus propiedades antigénicas. Esto es posible porque los anticuerpos y las células T reconocen determinadas partes de los antígenos, los epitopos, y no al organismo ni a la toxina completa. Por ejemplo, consideremos la vacunación frente a la difteria. Las bacterias causantes de la difteria producen una toxina que destruye las células musculares. La toxina puede ser modificada mediante tratamiento conformaldeído, de tal manera que mantenga sus epítopos pero pierda su toxicidad; el toxoide obtenido se utiliza como vacuna. También es posible atenuar agentes infectivos completos, como los virus de la poliomielitis, de tal manera que conserve sus propiedades antigénicas pero pierda su patogenicidad. 13−INMUNOPATOLOGÍA No cabe duda que las anomalías de cualquiera de los componentes del sistema inmunitario aumentan el riesgo de que el individuo contraiga infecciones, pero estos componetes del sistema pueden compensar parcialmente dichas anomalías. Está claro que el sistema inmunitario que conocemos se ha desarrollado debido a la intensa presión evolutiva por parte de los organismos infecciosos. Sin embargo, hay ocaciones en que el propio sistema inmunitario es el causante de enfermedades o de otras consecuencias no deseables. En general, los fallos del sistema pueden ser de tres tipos diferentes: 1−reacciones inadecuadas frente a autoantígenos: AUTOINMUNIDAD. En condiciones normales , el sistema inmunitario reconoce a todos los antígenos ajenos y reacciona frente a ellos, mientras que los tejidos del organismo son considerados propios y respetados.Cuando el sistema presenta una reacción frente a componentes propios, se produce una enfermedad autoinmunitaria. La artritis reumatoride y al anemia perniciosa son ejemplo de enfermedade autoinmunitarias. 2− respuesta inmunitaria ineficaz: INMUNODEFICIENCIA. Si existe un defecto de cualquiera de los elementos del sistema inmunitario, el individuo puede no ser capaz de combatir adecuadamente las infecciones. Estos trastornos se denominan inmunodeficiencia. Algunos son defectos hereditarios que se manifiestan poco después del nacimiento, mientras que otros como el sindrome de inmunodeficiencia adquirido (SIDA), aparecen posteriormente. 3− respuesta inmunitaria exagerada: HIPERSENSIBILIDAD. En algunas ocaciones, las reacciones inmunitarias son desproporcionadas con respecto al daño que pueden provocar al agente patógeno. Además, el sistema inmunitario puede desencadenar una respuesta frente a un antígeno inofensivo, como una molécula de alimento. Las reacciones inmunitarias que se producen pueden provocar más problemas que el patógeno o el antígeno, y en estos casos se dice que se ha producido una reacción de hipersensibilidad. Por ejemplo las moléculas de la superficie de los granos de polen son reconocidas como antígeno por ciertos individuos, en los que producen fiebre de l heno o asma. Y reacciones alérgicas también. 10 14− INMUNIDAD FRENTE A BACTERIAS, VIRUS , PROTOZOOS Y METAZOOS Existe una serie de aspectos de la interacción huésped−parásito que tienen gran influencia tanto en la supervivencia del parásito como en el tipo de respuesta inmune protectora, como la vía de entrada y el tipo de multiplicación y diseminación. Una vez dentro del organismo, los parásitos pueden tener una replicacioón intracelular, obligada o faculatativa, o extracelular. Los microorganismos pueden, pues, clasificarse de un modo general segun su tipo de replicación y la forma en que desarrolla la enfermedad (patogenia) más que segú su origen filogenético. BACTERIAS − las bacterias de crecimiento extracelular son eliminadas principalmente por los mecanismos microbicidas de los fagocitos, por la que la inmunidad natural depende de PMN, monocitos y macrófagos. La resistencia a la digestión es un determinante de la virulencia. Algunas bacterias sobreviven e incluso se pueden replicar en el interior celular, siendo pues parásitos intracelulares facultativos u obligados. Las bacterias patógenas son resistentes a los mecanismos microbicidas de la fagocitosis, los cuales resultan por tanto, bastante ineficaces en el control de la infección. En las fases iniciales de la infección, las células NK parecen ser las responsables de la protección. La eliminación de las bacterias intracelulares se debe principalmente a los macrófagos activados. VIRUS − Los virus son parásitos intracelulares obligados que se replican en el interior celular que se pueden clasificar según su tipo de diseminación: extracelular (poliovirus), intracelular (herpes) o mediante integración celular (retrovirus). La protección frente a los virus depende de su tipo de diseminación y se produce en dos etapas: en la fase inicial cuando el virus tiene que invadir las células o después. PROTOZOOS y METAZOOS . Estos organismos son los más complejos y han desarrollado numerosos y complicados mecanismos de evasión; por consiguiente la respuesta inmune protectora necesita ser multifactorial y, por esta razón, las enfermedades por protozoos y elmintos son a menudo crónicas. Suelen estar muy adaptadas a resistir las defensas innatas del huesped. La respuesta inmune está determinada por su tipo de replicación y sus mecaninsmo de evasión. Así la producción de IgE se observa con frecuencia en infecciones por elmintos. 15. INMUNIDAD Y MEMORIA Hay unas pocas células fabricadas cuando una célula B se divide en respuesta a un antígeno como las llamadas células memoria. Éstas permanecen en el organismo toda la vida, y cuando el individuo vuelve a encontrar el mismo antígeno, están preparadas para responder más rápido y con más contundencia que antes. Esto explica porque las personas que padecen, por ejemplo, la rubéola, son inmunes a los ataques posteriores de este virus. La inmunización funciona según este principio. El objetivo de las vacunas es preparar al sistema inmune para reconocer los organismos que causan enfermedades, de modo que empiece a funcionar cuando encuentre al microorganismo en cuestión. Muchas vacunas se fabrican con bacterias o virus que han sido neutralizados o debilitados. Provocan una respuesta protectora inmune pero ya no tienen la capacidad de provocar una enfermedad. 11 16.SITEMA HLA La función fundamental del sistema inmune es la integridad del individuo. Para conseguirlo sus componentes deben ser capaces de discriminar lo propio de lo extraño y destruir un agente invasor una vez reconocido como tal. Los antígenos de histocompatibilidad deben su nombre a que fueron descubiertos gracias a su participación en los mecanismos de rechazo de órganos y tejidos transplantados entre individuos genéticamente diferentes. Existen dos clases de histocompatibilidad, la clase uno (que está formada por tres elementos) y los antígenos de histocompatibilidad de clase dos. 17 − SISTEMA LINFÁTICO El agua, el oxígeno y las sustancias alimenticias disueltas salen de los capilares y se convierten en parte del fluído intercelular. El alimento y el oxígeno se usan en los tejidos. Parte del agua regresa a los capilares y se lleva sustancias de desecho y bióxido de carbono. Como no todo el agua regresa a los capilares, se tiende a acumular en el fluído intercelular. EL SISTEMA LINFÁTICO es un sistema de circulación que recoge el exceso de fluído intercelular. Este sistema consiste de unos vasos parecidos a venas, capilares, ductos y glándulas. El fluído que fluye a través del sistema linfático se conoce como LINFA. El plasma sanguíneo (plasma= parte fluída de la sangre), el fluído intercelular y la linfa tienen muchas semejanzas. Tienen una composición muy similar. El sistema linfático tiene una sola dirección. La linfa fluye unicamente desde los tejidos hacia el corazón. Este sistema no tiene una bomba, la linfa continúa fluyendo debido a la acción de los músculos esqueletales que presionan los vasos linfáticos. Estos vasos tienen válvulas similares a las que existen en las venas y son más numerosas que éstas. Los capilares linfáticos son semejantes a los sanguíneos, del grosor de una célula, pero los capilares linfáticos son ciegos, o con terminales cerrados. Estos vasos linfáticos llevan linfa desde todas las partes del cuerpo hacia la parte superior de la región del pecho. La linfa regresa a la circulación sanguínea por el ducto toráxico en el lado izquierdo y por el ducto linfático en el lado derecho. Estos dos ductos vierten la linfa en las venas que están sobre el corazón. El único tipo de células que se encuentran, comunmente, en el fluído linfático es el linfocito, tipo de glóbulo blanco que se mueve libremente entre la circulación sanguínea y el sistema linfático. Si los linfocitos hacen contacto con alguna materia extraña. pueden producir anticuerpos para destruírla. Las partículas extrañas que entran a los tejidos, frecuentemente, son eliminadas por la linfa. Los NÓDULOS LINFÁTICOS son órganos pequeños, en forma de una abichuela, que funcionan como FILTROS en el sistema linfático. La mayorìas de éstos se encuentra en el cuello, debajo de los brazos, en la ingle y alrededor de los pulmones y los intestinos. La linfa pasa por lo menos por un nódulo linfático antes de regresar a la sangre. Además de servir como filtros, los nódulos linfáticos producen linfocitos. En los nódulos linfáticos también hay macrófagos. Los linfocitos y los macrófagos atacan a cualquier materia extraña que llegue a los nódulos linfáticos. En algunas infecciones los nódulos linfático en el cuello o debajo de los brazos pueden hincharse. Algunas personas se refieren a esta condición como ganglios inflamados. La acumulación de linfa y células en las glándulas resultan en esta condición. 12