la integración en educación secundaria

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“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
LA INTEGRACIÓN EN
EDUCACIÓN SECUNDARIA
Por María Isabel Romero Ruiz,
Maestra especialista en Pedagogía Terapéutica.
Licenciada en Psicopedagogía
1 -. INTRODUCCIÓN
La integración escolar en Secundaria requiere una serie de condiciones, de las
que en la práctica carece, y que son imprescindibles para que aquella sea eficaz. Es un
tema importante sobre el que aún queda mucho por hacer para poder hablar de
integración y llegar a la inclusividad que tanto se oye hoy en los ámbitos educativos.
Me centraré en analizar situaciones de integración que se dan en la práctica y
en exponer los factores que la posibilitan o la limitan; así como en diferentes opiniones
sobre ventajas e inconvenientes que tengan al respecto los profesionales.
Los objetivos que pretendo son: a) Clarificar la evolución de la integración a lo
largo de la historia de la educación, para que sea base de análisis de la situación en la
que se encuentra en la práctica, ya que teóricamente existe material abundante sobre
el tema y se hace necesaria la intervención en ese ámbito. b) A través de un somero
trabajo de campo, extraer conclusiones sobre los factores que la favorecen o dificultan,
que permitan reflexionar al profesorado, a la comunidad educativa y al sistema
educativo en general sobre las “malas prácticas”, y los motiven hacia la mejora de la
integración y superación de los déficits. c) Conocer el estado de la integración en
nuestra comunidad y a nivel nacional e internacional, para que esto sirva de reflexión
sobre las prácticas integradoras en otros lugares y establecer comparaciones con
situaciones cercanas, así como tomar referencia de aquellas que sean favorables y
realmente integradoras para avanzar en este campo.
Trato luego mi implicación en el desarrollo del presente trabajo, exponiendo el
procedimiento llevado a cabo en la realización del cuestionario y cómo, a través del
mismo, recogí información de primera mano y extraje conclusiones del análisis de
resultados que revelan las opiniones de los profesores respecto al tema que nos
ocupa. Y continúo con la exposición de la importancia de la temática en la formación
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del profesorado; en donde hago justificación de la necesaria buena formación del
profesor y una serie de requisitos para desarrollar la integración de modo eficaz.
Por último, expongo una serie de conclusiones sobre todo lo desarrollado en el
trabajo, tanto de la situación actual en que se encuentra la integración de forma legal,
como de la que realmente podemos encontrar en los centros escolares.
2 -. MARCO TEÓRICO
2.1. DELIMITACIÓN CONCEPTUAL.
Interesa conocer la integración en su contexto espacio-temporal, cómo ha
evolucionado el tratamiento educativo de los alumnos con déficits y de los que
presentan Necesidades Educativas Especiales. Así pues, podemos ver cómo de una
escuela selectiva caracterizada por la no admisión de individuos con minusvalías o
deficiencias se pasó a una escuela compensadora que establecía medidas adecuadas
para alumnos deficientes en centros ordinarios, pero mediante currículos separados;
para llegar a una escuela integradora, basada en el desarrollo de sus potencialidades
mediante el empleo compartido de mayor número de servicios educativos ordinarios.
Actualmente se habla de escuela inclusiva, que implica que todos los alumnos de una
comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales,
sociales o culturales. Esto es consecuencia de que la sociedad actual ha vivido en
estos últimos años un cambio en los valores, actitudes y prácticas, que se reflejan en
los planteamientos educativos y en la realidad de la escuela.
Uno de los cambios es el reconocimiento de la diversidad del alumnado, que
obliga a la búsqueda de alternativas didácticas en la educación y en la práctica de la
escuela: el reconocimiento explícito del derecho de todos a la educación y de que ésta
se desarrolle atendiendo a la igualdad de oportunidades; donde la diversidad sea un
valor enriquecedor y positivo para todos. Estas alternativas se fundamentan en el paso
de un modelo de intervención compensatoria a introducir prácticas coherentes con la
inclusión educativa, que se fundamenta en la implantación de un currículum
comprensivo común y en la determinación de apoyos normalizados para alcanzar una
real integración de todos los alumnos (Joan J. Muntaner, 2000).
Conforme a las concepciones más actuales, detallo el paso del concepto de
Educación Especial (EE) al de Necesidades Educativas Especiales (NEE), y el paso de
la integración a la inclusión. Respecto a la EE, a partir de la Ley del 70, y en lo referido
al deficiente, surgió un nuevo término: el de NEE. Diferenciaré dichos conceptos: EE es
término restrictivo, cargado de connotaciones peyorativas; suele ser utilizado como
etiqueta diagnóstica; se aleja de los alumnos considerados “normales”; predispone a la
ambigüedad y a la arbitrariedad; en suma, al error. Presupone una etiología
estrictamente personal de las dificultades de aprendizaje y/o desarrollo. Tiene
implicaciones educativas de carácter marginal y segregador, conlleva referencias
implícitas de currículos especiales y, por tanto, de escuelas especiales. NEE es un
término más amplio y propicio para la integración escolar, que se hace eco de las
Necesidades Educativas permanentes o temporales de los alumnos. No es peyorativo.
NEE engloba el término EE. Su característica fundamental es su relatividad conceptual,
que admite como origen de las dificultades antedichas una causa personal, escolar o
social. Tiene implicaciones educativas de marcado carácter positivo. Se refiere al
currículo ordinario de idéntico sistema educativo para todos, y por tanto, fomenta las
Adaptaciones Curriculares Individualizadas, que parten del Diseño Curricular Ordinario.
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Paralelamente a la evolución del concepto de EE se ha producido otra en
cuanto al modelo de intervención con los Alumnos con Necesidades Educativas
Especiales (ACNEE), se ha pasado de un modelo clínico a un modelo educativo. En el
Modelo Clínico se da respuesta aparte y segregadora al alumnado con menos
capacidades y estilos de aprendizaje poco académicos, motivaciones e intereses poco
educativos o que están en situaciones sociales poco favorables. Las Medidas de
Atención a la Diversidad son en su mayoría de carácter extraordinario. Los recursos
personales de apoyo, la programación, desarrollo y evaluación de las Medidas de
Atención a la Diversidad son competencia sólo de los especialistas de EE. Y la
intervención especializada se lleva a cabo desde el momento en que el alumno no
sigue el ritmo medio del grupo. En el Modelo Educativo o Pedagógico, a diferencia
del Modelo Clínico, se da respuesta educativa a las diferentes capacidades, ritmos y
estilos de aprendizaje, motivaciones e intereses, situaciones sociales, étnicas, de
inmigración y de salud de todos y cada uno de los alumnos de un centro. Las Medidas
de Atención a la Diversidad son de carácter general. Los recursos personales de apoyo
son los tutores, profesores de área, maestros especialistas (P.T, A.L,…) y otros. La
programación, desarrollo y evaluación de las Medidas de Atención a la Diversidad son
competencia y responsabilidad de todo el profesorado. Y la intervención especializada
sólo tendrá cuando se hayan agotado las fórmulas más normalizadas e integradoras.
Como consecuencia de los cambios habidos en la consideración y tratamiento
de los alumnos con déficits se ha producido el paso de la integración a la inclusión.
Esto ha sido fundamental por las implicaciones positivas que tiene su adecuada puesta
en práctica en la educación. Entiendo con Birch que la integración escolar consiste en
“la unificación de la educación ordinaria y la especial, ofreciendo una serie de servicios
a todos los niños en base a sus necesidades individuales de aprendizaje”. La
integración supone que los niños con disminuciones compartan su educación con los
demás niños en los centros ordinarios del sistema; ha de contemplar no sólo la
proximidad física de los niños disminuidos al sistema ordinario, sino también la
participación de éstos en las tareas escolares, aunque sea de manera diferencial;
contempla la existencia de una amplia gama de alternativas, que permite a cada sujeto
incorporarse a las que sean más adecuadas a sus características e implica el
funcionamiento y coordinación de servicios educativos como parte del sistema escolar.
Desde este punto de vista, todos los alumnos pertenecen al sistema educativo
ordinario, que debe ofrecer soluciones diferenciales conforme a sus particularidades.
Sin embargo, al igual que el concepto de NEE, la integración escolar también ha
recibido críticas. Los que objetan la integración aceptan, en términos generales, lo que
se podría denominar la “utopía de la integración”. Discrepan de la integración en la
práctica, ya que consideran que en una sociedad competitiva como la nuestra no
parece posible la integración basada en valores como la cooperación, la solidaridad y
el respeto. Hegarty, Pocklintong y Lucas (1981), opinan que estas objeciones se han
visto reforzadas por interpretaciones inadecuadas del término de integración educativa,
por lo que han propuesto hablar, en lugar de integración, de educación de ACNEE en
la escuela ordinaria. El término inclusión, como cualquier otro nuevo que aparece, se
empieza a utilizar bajo concepciones y significaciones previas, utilizándolo como
sinónimo de integración, cuando se trata de dos conceptos y aproximaciones distintas.
La integración se refiere al grupo específico de alumnos con discapacidad y es
un movimiento que surge desde la EE e implica la transformación de ésta. La
integración también implica modificar las condiciones y funcionamiento de la escuela
común, pero el énfasis ha estado más en lo primero que en lo segundo. Con frecuencia
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la integración ha implicado trasladar el enfoque educativo individualizado y
rehabilitador, propio de la EE, al contexto de la escuela regular, de tal forma que en
muchos casos no se ha modificado la práctica educativa, y sólo se ha ajustado la
enseñanza y prestado apoyo específico a los niños “etiquetados como de integración”.
El concepto de inclusión es más amplio que el de integración y parte de un supuesto
distinto, porque está relacionada con la naturaleza misma de la educación general y de
la escuela común. La inclusión implica que todos los niños de una determinada
comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales,
sociales o culturales. Se trata de lograr una escuela en la que no existan “requisitos de
entrada”, ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo; una escuela que
modifique sustancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para
dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas,
incluidos aquellos que presentan alguna discapacidad. En la integración el énfasis está
en la adaptación de la enseñanza a las necesidades específicas de los niños
integrados, en la inclusión el centro de atención es la transformación de la organización
y respuesta educativa para que todos los niños tengan éxito en su aprendizaje.
La educación inclusiva implica otra visión diferente de la educación común
basada en la heterogeneidad y no en la homogeneidad. La atención a la diversidad es
responsabilidad de la educación común porque las diferencias son inherentes al ser
humano y están presentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Sin embargo,
como ha ocurrido en la sociedad, las diferencias en el ámbito educativo se han
obviado, lo que ha dado lugar a estructuras y propuestas educativas diferenciadas para
colectivos de alumnos/as (niños con discapacidad, niños indígenas, etc.). La escuela
inclusiva no es, por otro lado, algo totalmente nuevo en la educación; un ejemplo claro
es la escuela rural en la que todos los niños y niñas de esa comunidad se educan
juntos. El desafío es avanzar hacia la generalización de estas escuelas, especialmente
en las zonas urbanas, donde existe un mayor nivel de exclusión. En definitiva, avanzar
hacia escuelas que, según Ainscow (2001), se caractericen principalmente por:
•
•
•
•
•
Contar con profesores que tienen libertad para tomar decisiones; tienen en
cuenta la individualidad de sus alumnos; y están altamente motivados para
improvisar, cada vez que sea necesario, soluciones a sus problemas concretos;
todo en un clima que permite asumir “riesgos” para innovar.
Trabajo cooperativo entre los profesores, pues el sistema escolar está
“conectado”; y es una institución que estimula los grupos de trabajo para
reflexionar e investigar en la acción los cambios propuestos y sus resultados.
Reuniones de gestión del centro en las que se prioriza el debate y la resolución
de problemas, la estrategia de indagación, reflexión y observación de la clase
como método de intervención en la realidad; en un ambiente de capacitación
permanente y formación del profesorado desde una planificación colaborativa.
Una fuerte participación de profesores, padres, alumnos y miembros de la
comunidad, especialmente el grupo crítico: los estudiantes.
Un enfoque del liderazgo institucional de tipo transformacional (compartido) y no
transaccional (jerárquico).
No obstante, la atención educativa a la diversidad está condicionada por la
concepción que se tenga de las dificultades de aprendizaje. Según Ainscow (1988),
existe una tendencia arraigada a percibir las diferencias en función de criterios
normativos: los alumnos que no se ajustan a criterios establecidos como normales o
estándares, son considerados diferentes y han de ser objeto de programas o servicios
diferenciados, o simplemente son excluidos del sistema. Otra forma es considerar que
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cada alumno tiene unas capacidades, intereses, motivaciones y experiencia personal
única: la diversidad está dentro de “normal”. Desde esta concepción el énfasis está en
desarrollar una educación que valore y respete las diferencias, viéndolas como
oportunidad para optimizar el desarrollo personal y social y no como obstáculo en el
proceso de enseñanza-aprendizaje. Según Marchesi y Martín (1988) hay tres
ideologías en educación: la liberal, la igualitaria y la pluralista y cada una tiene
repercusiones varias en la respuesta a la diversidad, la calidad y la equidad.
•
La ideología liberal incorpora a la educación las leyes del mercado y se basa
en tres supuestos: la competencia entre centros es positiva, ya que les impulsa
a un mejor funcionamiento y consigue un mayor número de solicitudes; los
padres deben recibir información sobre la eficiencia de las escuelas, basada en
el rendimiento de los alumnos; es fundamental para mejorar la calidad de la
enseñanza asegurar la libertad de elección del centro.
•
La ideología igualitaria considera que la educación obligatoria sea común para
todos y refuerza los elementos compensadores para conseguir la igualdad de
oportunidades. Los centros deben tender a ser iguales en la práctica, por lo que
existe una alta regulación y centralización por parte del Estado.
• La ideología pluralista comparte con la igualitaria la creencia en la educación
como servicio público, y rechaza la extensión de las reglas del mercado a la
educación. Sin embargo, acepta la autonomía de los centros para elaborar
proyectos propios y ofertas diferenciadas, y las posibilidades de elección del
centro; pero con mecanismos de regulación que eviten la inequidad.
Hoy existe consenso en relación con los principios y filosofía de la integración y
de la inclusión educativa, por lo que el debate se centra en analizar las condiciones y
estrategias que faciliten su puesta en práctica. Antes de abordar las condiciones, haré
dos consideraciones: A) El desarrollo de escuelas inclusivas es un proceso de cambio
que lleva tiempo y ha de realizarse de forma gradual. No hay que esperar a que se den
todas las condiciones para iniciarlo, porque no se empezaría nunca; lo importante es
tener claro cuáles son, para irlas construyendo gradualmente. B) Las condiciones que
se señalan no sólo favorecen la integración de niños con discapacidad en la escuela
regular, sino también la calidad de la enseñanza para todos y contribuyen a frenar la
desintegración de los que tienen dificultades de aprendizaje o de adaptación como
consecuencia de una enseñanza inadecuada. Así, es importante insertar las NEE en la
diversidad y avanzar hacia escuelas que atiendan las necesidades de todos los
alumnos (Ainscow M., 2001). Un concepto sólo se conoce si se conoce su dominio de
aplicación, esto es, sus límites. El dominio de aplicación del término integración está
determinado por elementos que son solidarios a su esencia, que limitan con su propio
contenido cognoscitivo y pertenecen a su mismo sistema conceptual. Los conceptos
que constituyen el sistema donde se inscribe la integración escolar son: integración,
normalización, sectorización, integración educativa e integración escolar.
La integración es un término que se utiliza al hablar del proceso que permite
maximizar la interacción entre los menores de la misma edad, sin importar las
condiciones discapacitantes de algunos de ellos. (Sofíaleticia Morales, s/f). Este
proceso pretende lograr dos objetivos básicos: la normalización y la sectorización.
La normalización es el principio fundamental que a nivel filosófico-ideológico
sostiene la integración. A pesar de la confusión terminológica que este término acarrea
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(Van Steenlandt, 1991) se la define situando lo normal en las relaciones de las otras
gentes hacia las personas con discapacidad: la normalización no es un objetivo a lograr
en el alumno, sino con los que le rodean; para que las conductas y actitudes que tienen
hacia él sean lo más normal posible. Su búsqueda se hará en las condiciones que
posibilitan o no que la persona con discapacidad tenga experiencias lo más parecidas a
las consideradas como habituales en la sociedad (Bengt Nirje citado por Sáenz del Río,
1985). La importancia de este principio está en la idea de que "cuando los tratamos por
su discapacidad, los enseñamos a ser un discapacitado, les transmitimos nuestra
concepción discapacitante de la discapacidad" (Eliseo Guajardo, 1998b; 7).
Aquella encuentra en la sectorización su vehículo de concreción, pues permite
que la persona discapacitada permanezca en el medio social más cercano a su medio
familiar. La "sectorización significa descentralizar los servicios aproximándolos a las
regiones y/o localidades donde viven las personas que los requieren" (Van Steenlandt,
1991). Plantea la desinstitucionalización de los servicios de EE para integrarlos en la
escuela regular y brindar la misma atención a las personas con discapacidad. Bajo la
lógica de la oferta y la demanda, esto implica necesariamente la integración.
La integración de los menores con discapacidad en la escuela regular
constituye el hecho distintivo de la integración escolar, sin embargo es menester
aclarar que no toda inclusión de un niño con discapacidad en la escuela regular implica
la integración escolar, ya que para que se dé ésta se deben cubrir dos requisitos: el
menor debe presentar necesidades educativas especiales y su atención debe estar
siendo apoyada por personal de educación especial. Este tipo de integración puede
desarrollarse en diferentes niveles: 1) La integración física que consiste en la reducción
de la distancia física entre los sujetos con y sin discapacidad. 2) La integración
funcional que implica el uso de los mismos medios y recursos por parte de ambos
grupos de personas. 3) La integración social que refleja su acercamiento psicológico y
social. 4) La integración societal: los discapacitados adquieren los mismos derechos y
oportunidades que las personas “normales” para su desarrollo personal y profesional.
La integración escolar, se configura en una estrategia básica del sistema
educativo que garantiza la atención a la diversidad, conocido como integración
educativa. La integración educativa es el proceso por el que se garantiza el acceso al
currículo de educación básica a todos los niños; este proceso suele ser denominado
como atención a la diversidad (Illan Romeu,1996; Joan Rué,1993; Muñoz y Maruny,
1993), escuela inclusiva (Jarmila Havlik et. al, 2000 y Norma Rubín en Borsani y
Gallicchio 2000), Escuela para todos (Bautista Jiménez, 1993) o escuela integradora
(López Melero, 1993, María Angélica Lus, 1997 y Rodríguez Torres et. al., 1997).
En la literatura existente sobre la integración suele haber una gran confusión al
yuxtaponerse los conceptos integración educativa e integración escolar: Van
Steenlandt (1991) maneja indistintamente los dos términos. Hdez. Juárez (1998) y
Eliseo Guajardo (1998 b) hacen distinción entre ambos: la integración escolar es una
estrategia para lograr la integración educativa. Jarmila Havlik et. al, (2000) y Borsani y
Gallicchio (2000) hablan de integración escolar y escuela inclusiva. Acosta (1994)
analiza únicamente la integración educativa y menciona la integración escolar para
considerarla una subetapa del proceso de integración. Echeita (1991), Aguilar Montero,
(1991), Nicola Cuomo (1994), Echeita y Sotorrio, (1994), Parrilla Latas (1992), Hegarty
et. al., (1994), Instituto de Estudios Pedagógicos Somosaguas (1986) y Pérez de Lara
Ferré (1994) abordan ambas sin establecer relación alguna entre ellas. Bautista
Jiménez (1993) relaciona la integración y la escuela para todos. López Melero, (1993) y
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María Angélica Lus, (1997) vinculan la integración escolar con una escuela integradora,
comprensiva y transformadora. García Cedillo et. al. (1997) habla de integración
educativa abordando los principios y características de la integración escolar sin hacer
mención a ésta. Integración educativa se utiliza con frecuencia en documentos del
sistema educativo nacional (Programa de Desarrollo Educativo 1995-2000, Programa
Nacional de Educación 2001-2006, Sofíaleticia Morales, s/f, Conferencia nacional
"Atención educativa a menores con necesidades educativas especiales, equidad para
la diversidad", 1997, Eliseo Guajardo, 1998 b, etc.)
2.2. ESTADO DE LA CUESTIÓN.
La tendencia en la Unión Europea hoy, es desarrollar políticas dirigidas a la
integración de los ACNEE en la escuela ordinaria, y proporcionar apoyo al profesorado:
personal complementario, materiales, cursos de formación y equipamiento (Meijer C.,
Soriano V. y Watkins A., 2003). Según la política de integración con respecto al
alumnado con NEE, los países europeos pueden agruparse en tres categorías:
Primera categoría: enfoque a una banda. Países que desarrollan líneas de actuación
política y prácticas dirigidas a la inclusión de su alumnado dentro de la educación
ordinaria. Se da en España, Grecia, Portugal, Suecia, Islandia, Noruega y Chipre.
Segunda categoría: enfoque a varias bandas. Tienen variedad de planteamientos
sobre la inclusión. En esta categoría están Dinamarca, Francia, Irlanda, Luxemburgo,
Austria, Finlandia, Reino Unido, Letonia, Liechtenstein, República Checa, Estonia,
Lituania, Polonia, Eslovaquia y Eslovenia.
Tercera categoría: enfoque a dos bandas. Existen dos sistemas educativos diferentes.
Los ACNEE se escolarizan en centros de Educación Especial o aulas especiales y no
siguen el currículum ordinario de los demás. Los sistemas están enmarcados en
legislaciones distintas para la educación ordinaria y para la especial. Este enfoque es
propio de países como Suiza y Bélgica. (Meijer C., Soriano V. y Watkins A., 2003).
A veces es difícil clasificar un país según su tipo de política inclusiva dentro de
un enfoque determinado debido a los cambios de políticas recientes, tal es el caso de
Alemania y Holanda que se posicionaban en el enfoque a dos bandas, pero ahora se
encaminan al enfoque a varias bandas.
Por supuesto, el estado de desarrollo de los países con respecto a la inclusión
varía bastante. En Suecia, Dinamarca, Italia y Noruega se han desarrollado y puesto en
práctica claras políticas integradoras en etapas muy tempranas. En dichos países se
produjeron hace años grandes opciones legislativas y no han ocurrido cambios
importantes en los últimos años; en cambio, en la mayoría de los demás países han
acontecido grandes cambios legislativos recientemente. Desde hace años, la
comunidad europea lleva a cabo una actuación amplia a favor de la puesta en
funcionamiento de programas orientados a facilitar la integración y la vida autónoma de
los discapacitados (Sanz del Rio, 1996). Según Dueñas Buey (1991) hay tres etapas
en esta actuación: 1) La primera fase de estructuración y planteamiento se extiende
desde principio de los años setenta, en que se inician las primeras actuaciones hasta
1983, en que se lanza el primer programa de acción. 2) Con la aprobación de dicho
programa en Enero de 1983, se inicia la segunda etapa, que puede considerarse de
crecimiento en la política europea a favor de la integración: el 14 de Mayo de 1987 se
aprueba el primer Programa Comunitario relativo a la integración de los niños
disminuidos en las escuelas ordinarias. 3) El 18 de abril de 1988 el consejo aprobó el
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segundo programa comunitario de acción, conocido como programa Helios que se
extendía del 1 de enero de 1988 al 31 de diciembre de 1991. Con él se inicia la tercera
etapa de consolidación en la política europea hacia la integración. El programa Helios
surgió como un marco en el que se interconectaran las experiencias de diferentes ALM
(Actividades Locales Modelo) agrupados en tres redes distintas: Integración escolar,
integración económica, e integración social.
A nivel internacional me referiré, en rasgos generales, al estado de la
integración en países de fuera de la Comunidad Europea. Algunos de ellos son:
ARGENTINA. Pese a que la Ley de Educación Superior ampara los derechos de las
personas con discapacidad a acceder a la educación superior y proseguir sus estudios
académicos en ese nivel, no existen estatutos o normativas que los reglamenten y es
notable que pocas personas con discapacidad lleguen a la Universidad. Entre los
obstáculos para el acceso y permanencia están: 1) Existencia de barreras actitudinales,
dado que aún existen graves prejuicios relacionados con la discapacidad; 2)
Dificultades de accesibilidad, tanto en las ciudades (transporte, señalización...) como
dentro de las propias universidades (dificultades para acompañar el dictado de clases,
para acceder a la bibliografía, restricciones en lo que concierne a la elección de la
carrera deseada, ausencia y/o insuficiencia de las ayudas y soportes técnicos
compatibles con sus necesidades, ausencia de intérpretes y acompañantes, etc.).
BOLIVIA. La integración tiene carencias evidentes, como quedan reflejadas en
estudios llevados a cabo por sus Instituciones Universitarias para analizar el
tratamiento educativo dado a las personas con alguna discapacidad.
CHILE. El sistema de educación superior, si bien da algunas señales de integración,
aún está lejos de acoger en toda su dimensión a quienes tienen discapacidad. Desde
el Ministerio no se hace nada concreto en pro de la inclusión en la educación superior.
A falta de normas específicas, (no existe normativa que regule el ingreso de alumnos
discapacitados a la educación superior) sí existe el compromiso de favorecer los
procesos de integración educativa a través de iniciativas como el apoyo a la
capacitación de docentes, becas y flexibilización de los requisitos para acceder a ellas.
CUBA. No existe una política discriminatoria relacionada con el acceso a la educación
superior de discapacitados en calidad de profesores, personal administrativo y obrero,
ya que la Legislación Laboral cubana no resulta excluyente por estas razones. Así los
discapacitados forman parte de la comunidad universitaria en todas las categorías
ocupacionales, teniendo iguales derechos y deberes en estas instituciones, a las que
acceden por el Programa de Empleo para las Personas con Discapacidad
(PROEMDIS). Las dificultades principales son de orden material. Por una parte las
barreras arquitectónicas y la lejanía y por otra la carencia de recursos para el acceso
a la educación de los discapacitados en cualquiera de los niveles de enseñanza. Hay
una tendencia creciente a la incorporación de estos a la Educación Superior, a partir
del Sistema General de Educación y la ampliación de la igualdad de oportunidades.
Las transformaciones habidas en la educación superior cubana a partir del año 2000,
garantizan la integración a la educación superior con una creciente participación de la
familia y la comunidad, para reducir las serias limitaciones materiales.
ECUADOR. Existe un Marco Normativo que regula las acciones del Sistema Educativo
de Nivel Superior en materia de integración. Las iniciativas son escasas, aisladas,
centralizadas en las grandes ciudades, desintegradas y no responden a una política
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gubernamental común. El diseño de materiales didácticos accesibles (adaptados) es
producto del esfuerzo individual de cada institución y su socialización muy limitada. Se
han dado grandes avances en la integración educativa de las personas al sistema de
educación preprimario, primario, y medio; implementándose para dicho fin programas
de adaptaciones curriculares y tecnológicas. Los contenidos académicos, las
pedagogías utilizadas, el nivel de especialización, requieren de mayores adaptaciones
para permitir el acceso y la permanencia de las personas con discapacidad.
PANAMÁ. En general, no se desarrollan políticas especiales para la inserción de las
personas con discapacidad a la educación superior; y de existir, se asocian con la
provisión de accesos arquitectónicos, como rampas, estacionamientos y sanitarios.
PERÚ. La población con discapacidad aún no halla un nivel de integración compatible
con las disposiciones legales, siendo visible la vinculación que hay, en términos de
recurrencia, entre la condición de personas con discapacidad y la pertenencia al sector
social de pobreza o extrema pobreza. El efecto de las disposiciones legales ha sido
mínimo. En la legislación de educación superior prácticamente no se han incorporado
aún disposiciones relativas al tratamiento de personas con discapacidad.
URUGUAY. Existen restricciones que dificultan el acceso, permanencia e ingreso de la
población con discapacidad al espacio de la educación superior, lo que no coincide con
un marco legal que establece diversas obligaciones a las instituciones y organismos
con el fin de propiciar la integración de las personas discapacitadas a la sociedad.
En España, el retraso en la planificación de la EE con respecto a otros países,
es la característica más sobresaliente al analizar nuestros antecedentes. Un hecho
significativo es la ausencia de un Plan que la organice, aunque éste estaba previsto
elaborarlo desde el año 55 (García Pastor, 1995). La ley de Educación de 1970 no
representa un marco base para la organización de la EE; de hecho, las cifras que se
manejan en los años siguientes sobre desescolarización son alarmantes. La única
novedad es su definición como modalidad educativa de la EGB y la creación de las
aulas de educación especial. La complejidad del tema lleva a la creación del Instituto
Nacional de Educación Especial, asociado a un objetivo prioritario: un Plan Nacional
de Educación Especial, que verá la luz en 1978, cuando ya se está dibujando el
estado de las autonomías y corresponderá a éstas su planificación (García Pastor,
1995). El plan debe analizarse como un documento importante, que introduce por
primera vez términos como los de integración, normalización…
Viendo el Documento “Una educación de calidad para todos y entre todos”
elaborado por el MINISTERIO DE EDUCACIÓN Y CIENCIA (MEC) y propuesto para el
debate social en septiembre de 2004, se reafirman las carencias que aún existen en
nuestro país con respecto a la integración de ACNEE y la preocupación porque las
respuestas a dichas necesidades y a la inclusión educativa de los alumnos continúen
sin llegar a éstos de forma efectiva y suficiente. En este sentido hay que decir que los
principios de calidad y equidad son indisociables, y señalar que:
o
La diversidad del alumnado en nuestro sistema educativo es una realidad
irrefutable. Hay diferencias en lengua, cultura, religión, género, discapacidad,
estado socioeconómico, marco geográfico,… que necesitan atención. Términos
como “diversidad” y “atención a la diversidad” son ya de uso común, pretenden
evitar la discriminación y comprender el abanico de posibilidades que supone el
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hecho de ser “diferente”, sin que las diferencias se trasformen en desigualdad,
sino, más bien, en un valor enriquecedor del entramado educativo.
o
Por atención a la diversidad entendemos “el conjunto de actuaciones educativas
dirigidas a dar respuesta a las diferentes capacidades, ritmos y estilos de
aprendizaje, motivaciones e intereses, situaciones sociales, culturales, étnicas,
de género, religiosas, de discapacidad y de salud del alumnado”.
o
Más de una década después de la Declaración Mundial de Educación para
Todos, las acciones orientadas a conseguir la equidad de los sistemas se
deben situar en la preocupación de integrar factores escolares y extraescolares
para dar calidad educativa, centrándose no en cuántos alumnos y en qué
porcentaje participan del sistema (cobertura y accesibilidad), sino en quiénes
aprenden, qué aprenden y en qué condiciones lo hacen.
o
Hay alumnos que tienen dificultades de aprendizaje y de participación en la
escuela porque no se tienen en cuenta dichas diferencias, como consecuencia
de un modelo homogeneizador de los sistemas educativos. Y la percepción de
estos es que se espera poco de ellos, que son poco competentes.
o
La Integración Escolar de los ACNEE está lejos de alcanzar los objetivos que
pretendió. Ha permitido que alumnos con discapacidad se incorporen al sistema
ordinario, pero no ha conseguido su finalidad última: que cada alumno/a reciba
una educación acorde con sus necesidades en la escuela de su barrio, junto a
sus hermanos/as y amigos/as, y en su contexto social. A veces la integración ha
implicado trasladar el enfoque individualizado y rehabilitador al contexto de la
escuela ordinaria, de forma que no se han modificado las prácticas educativas,
ajustándose sólo la enseñanza y prestado apoyo específico -nunca garantizado
plenamente- a los niños “etiquetados como de integración”.
o
En el actual contexto, el centro de atención ha de ser la transformación de la
organización y respuesta educativa de la escuela para que acoja a todo el
alumnado y tenga éxito en su aprendizaje: una educación inclusiva de calidad.
La inclusión tiene que ver con que todo el alumnado sea aceptado, reconocido
en su singularidad, valorado y con posibilidades de participar con arreglo a sus
capacidades, y ofrecer a todos las oportunidades y las ayudas (curriculares,
personales, materiales) necesarias para su progreso académico y personal.
Se teme encontrar de nuevo una reforma educativa y una legislación
insuficiente e inconcreta respecto de este alumnado, que: a) No se comprometa de
forma decidida con la inclusión educativa y escolar de los alumnos con discapacidad
simplificando y reduciendo de forma sorprendente la referencia a los mismos y a sus
necesidades educativas (de hecho, sólo hay una somera referencia en la etapa de
Educación Secundaria). b) No asiente los principios de no discriminación e igualdad de
oportunidades efectiva en el acceso y mantenimiento en el sistema educativo de los
alumnos con discapacidad, cuestión que es exigida por la legislación antidiscriminatoria
de la Unión Europea, que ha tenido su reflejo genérico en la Ley 51/2003, de 2 de
diciembre, de Igualdad de Oportunidades, No Discriminación y Accesibilidad Universal
de las Personas con Discapacidad, cuyos valores, principios y mandatos deben
transponerse a la futura legislación educativa. c) No establezca con carácter general el
principio de atención a los alumnos con necesidades derivadas de discapacidad como
criterio de calidad del sistema educativo, d) No afronte un plan completo de inclusión
que se desarrolle a lo largo de todas las etapas educativas, ni incida en la importancia
17
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
de etapas prioritarias para este alumnado como la educación temprana (Educación
Infantil 0-3) y en la importancia de la detección precoz de las necesidades educativas
derivadas de discapacidad, así como en la determinación de planificar e instaurar la
atención específica que cada discapacidad requiere desde el mismo momento de su
detección. e) Ignore la garantía de la accesibilidad universal de los entornos,
procedimientos y procesos educativos, como presupuesto imprescindible para el
ejercicio normalizado de todos los derechos reconocidos a los alumnos con
discapacidad y no recoja expresamente la formación específica del profesorado y de
los profesionales especialistas, clave en la inclusión de dichos alumnos. f) No prevea
un plan de recursos mínimos que garanticen la inclusión, ni la adecuada atención a las
necesidades específicas de los alumnos con discapacidad en toda su heterogeneidad,
o no establezca indicadores de la calidad del sistema que permitan determinar si se
cumplen los principios de calidad en relación con esos alumnos.
Respecto a nuestra Comunidad, el retraso existente en las prácticas inclusivas o
Integradoras llevadas a cabo es evidente, así como la escasa legislación sobre el tema
y la poca coherencia que existe, en general, entre la teoría y la práctica. Por ello
Manuel López Risco y Rosario Moreno Gorrón, en una de sus reflexiones sobre la
Declaración de Salamanca y la atención a las NEE en la comunidad autónoma de
Extremadura (2004), manifiestan que los principios expuestos, en cuanto principios,
guardan toda su vigencia; sin embargo, como realidad aplicada, aún les queda mucho.
Consideran dichos principios como progresistas; ya que las ideas calaron, aunque las
prácticas, no. Y proclaman que es necesario avanzar hacia una Escuela Inclusiva que
asegure: 1) La aceptación total de las diferencias, sea cual fuere su origen y entornos
de aprendizaje normalizados en que sea posible progresar. 2) Ajustar necesidades
educativas, recursos específicos y modelos organizativos adaptados, a la situación real
de cada centro. 3) La revisión rigurosa de los Proyectos Educativos de los centros para
que la aceptación de las diferencias, el respeto mutuo, la solidaridad y la educación en
condiciones de igualdad, se conviertan en valores a desarrollar. 4) El análisis de los
Proyectos Curriculares de Centro que garanticen la educación integral, incorporando
contenidos actitudinales y procedimentales, básicos en el desarrollo de este alumnado,
y que siguen siendo los “grandes olvidados”. 5) Procesos de individualización,
partiendo de la orientación y la acción tutorial. 6) El ajuste de la formación inicial y
permanente del profesorado a las necesidades específicas y colectivas que emanen de
los distintos proyectos de centro. 7) La aplicación de las Tecnologías de la Información
y de la Comunicación como recurso facilitador de los aprendizajes en este alumnado y
como vehículo de intercambio y enriquecimiento. Este sería el reto más importante en
cuanto a adaptaciones de programas y, que visto en clave de accesibilidad universal,
puede generar la mayor y más positiva revolución; si no fuera así, las barreras a la
comunicación y el conocimiento para los alumnos con NEE serían infranqueables.
Desde un planteamiento de escuela inclusiva, cuanto mejor se ajusten las
actuaciones educativas ordinarias, menos necesarias serán las actuaciones o medidas
específicas. La aceptación y respeto a las diferencias, consubstancial a los grupos
humanos, es una condición imprescindible por la que debe pasar la calidad educativa.
¿Tendrá esto en cuenta, cuando se desarrolle, nuestra nueva LEEX?
Como nuestra Comunidad aún no se ha desarrollado normativamente, sigue
vigente la legislación estatal (R.D. 696/1995 de Ordenación de la Educación de los
Alumnos con Necesidades Educativas Especiales). No obstante, existe una normativa
en la que se concretan y contextualizan algunos aspectos relativos a la EE:
18
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
•
Las Instrucciones de la Dirección General de Formación Profesional y
Promoción Educativa de 18 de Abril de 2000 por las que se contextualiza y
concreta el procedimiento para la realización de la evaluación psicopedagógica
y el dictamen de escolarización y se establecen y unifican los criterios para la
escolarización de ACNEE de la Comunidad Autónoma de Extremadura.
•
Orden de 9 de Febrero de 2005 relativa al proceso de escolarización del
alumnado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria en centros sostenidos
con fondos públicos para el curso 2005-2006. (En su art. 9º, referido al
alumnado con NEE derivadas de déficits sociales y/o culturales, como son
alumnos inmigrantes o de minorías étnicas, manifiesta que se reservaran dos
plazas por cada unidad escolar con que cuente el centro, con el fin de
garantizar su escolarización. Y en su art. 10º, referido al alumnado con NEE
derivadas de situaciones personales, contempla la misma reserva.)
•
Orden de 27 de Febrero de 2004 sobre alumnos superdotados.
•
Instrucción conjunta de 7 de Marzo de 2005 de la Dirección General de
Formación Profesional y Promoción Educativa y de la Dirección General de
Calidad y Equidad Educativa relativa al proceso de escolarización del alumnado
con Necesidades Educativas derivadas de déficits sociales y culturales y de
Necesidades Educativas Específicas.
3 -. IMPLICACIÓN EN EL DESARROLLO DE ESTE TRABAJO
Además de la información teórica de las fuentes documentales y bibliográficas
expuestas, es relevante incluir en este trabajo información de primera mano recopilada
a través de trabajos de campo en diferentes centros, elaborando un cuestionario y
dándoselo a rellenar a los profesores. Con ello persigo conocer las opiniones de estos
sobre el tema, así como analizarlas y extraer conclusiones sobre cómo se encuentra la
integración en la realidad de los centros educativos y hacerme idea de su situación en
la región. El cuestionario basado en estudios realizados sobre el tema por diferentes
autores incluye las cuestiones que dichos estudios planteaban como más interesantes.
Me acerqué a diferentes centros para informarme sobre si en ellos existían alumnos
integrados. Les planteé la idea a profesores de distintas áreas y me la aceptaron.
Procedí a su aplicación; y tras completarlos, los recogí para su posterior análisis y
redacción de las conclusiones. En las mismas, también reflejo mis propias impresiones
sobre las diferentes actitudes del profesorado que colaboró.
Los aspectos más reveladores del análisis de los cuestionarios aplicados en
centros de secundaria son: Las opiniones se reparten al 50% sobre si la integración en
centro ordinario tiene ventajas con respecto a la escolarización en un centro especial,
reconociendo unos que muchas y otros que nada. Ninguno opina en términos medios.
En cuanto a si la integración es la opción más adecuada para todos los niños,
independientemente de sus características individuales, la gran mayoría opina que
poco o nada; aunque una minoría no significativa opina que mucho. Sobre si los
maestros están preparados para integrar en las aulas a los ACNEE, todos consideran
que están poco o nada, debido a la falta de formación en este campo y a la escasez de
recursos materiales y personales en los centros. Por ello, consideran muy necesaria la
colaboración de expertos en la materia, ya que la integración en la práctica no es
llevada a cabo de una manera efectiva. Según sus respuestas no hay una integración
plena de los ACNEE en sus aulas y estos no reciben el apoyo adecuado. La mayoría
19
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
cree que una de las causas es que este proceso conlleva trabajos y tiempo extras. Otro
inconveniente señalado para la integración eficaz es el hecho de que aún existen
opiniones que consideran que la integración de ACNEE no resulta beneficiosa para el
resto de alumnos del aula. En cuanto a si los profesores son conscientes de las
dificultades de los niños las opiniones se reparten al 50% aproximadamente entre
mucho y poco. Todos opinan que no es correcto que luchen solos sin un apoyo
especializado y sin la colaboración e implicación de la familia, y piensan que sin este
apoyo y colaboración mutua los familiares se encuentran agobiados, llegando a ser un
peso excesivo el hecho de la integración. Con respecto a la existencia de un plan que
regule la integración la mayoría señala que sería de gran importancia y un porcentaje
mínimo discrepa. Opinan que en el tema que nos ocupa hay muy poco o nada hecho.
En resumen: es evidente que aún queda mucho por hacer en el campo de la
integración; comenzando por la formación del profesorado y la concienciación y
sensibilización del mismo, de la cual se adolece. Pero no basta solo con la formación.
Para llegar a una adecuada integración son necesarios recursos materiales y
personales adecuados, la colaboración de las familias y el apoyo especializado de
expertos en la materia, así como la implicación e interconexión de todos en el proceso.
4-. IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN DEL PROFESORADO
En general, los estudios sobre la formación de los profesores concluyen que
los docentes aceptan la diversidad en las diferentes capacidades intelectuales de los
estudiantes, de sus intereses y actitudes divergentes, de sus múltiples condiciones
sociales y culturales, y la variedad de esquemas mentales y procesos de aprendizaje
(Longas y Navaza, 1994). Pero también señalan que el reconocimiento teórico de la
diversidad no tiene su correlato empírico en la práctica de los educadores/as: la
práctica concreta, en relación con la atención a la diversidad, no es coherente con los
postulados que se sostienen en teoría; el discurso pedagógico se contradice con el
hacer cotidiano. Muchos aceptan el reto, pero actúan en clase con criterios de
exclusión y selectividad.
Unos estudios dicen que sin modificar la formación inicial de los profesores no
se logrará una escuela más integrada e inclusiva, pues la carencia de una política de
formación inicial para atender la diversidad tiene como consecuencia que los diseños
de formación de educadores no se ajustan a la necesidades reales de la escuela
inspirada en una filosofía integradora, y el resultado es que los profesores no conocen
estrategias curriculares de atención a la diversidad ni están sensibilizados para
elaborar proyectos educativos que garanticen la inclusión y el trabajo técnicopedagógico para todos los alumnos (Urquiza, N. Martínez, J. 1997). Para otras
investigaciones el problema radica en adaptar la enseñanza a la diversidad de
necesidades del alumnado (Aisncow y Cols, 1994), en elaborar un nuevo perfil del
profesor en el marco de la atención a la diversidad (Montaner Guasp, 1999) o incluso
en advertir que hacer una experiencia de integración sin modificar la organización y la
dinámica escolar es un proyecto abocado al fracaso (Monereo, 1990). En todos los
casos se consideran variables didácticas, organizativas y de formación del profesorado
para conocer las políticas y las prácticas docentes concretas en función de las
respuestas didácticas a las necesidades, posibilidades y capacidades de los alumnos.
Una pregunta que se plantea en muchas de las investigaciones y estudios sobre
el tema es la de cómo se pueden mejorar las prácticas de aula considerando la
responsabilidad que tienen los profesores para guiar el proceso de cambio educativo y
20
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
atender la diversidad del alumnado. Fullan afirma: “las políticas de educación son lo
que ocurre detrás de las aulas”. A partir de esta afirmación surge otro interrogante:
¿Cómo incidir en las prácticas reales de los profesores de educación media que
acepten el desafío de diseñar estrategias de atención a la diversidad? Mínguez (2001)
señala unas condiciones necesarias para el nuevo rol profesional de los educadores
capaz de responder, con instrumentos y estrategias didácticas apropiadas, a las NEE:
•
•
•
•
•
•
•
Elaboración de programas de desarrollo individual y adaptaciones curriculares.
Aplicar procesos metodológicos potentes y acogedores de la diversidad de
ritmos y estilos de aprendizaje. Y no reducir el acto educativo al modelo
proceso-producto, sino que debe valorarse un enfoque heurístico.
Análisis del saber previo del alumno para planificar el proceso de enseñanza.
El profesor debe crear espacios de comprensión, diálogo, y conocimiento
compartido para facilitar así la participación amplia y democrática del alumnado.
Superar el modelo individualista y competitivo de las actividades de aprendizaje
y elaborar modelos cooperativos; que las estructure según la edad de los
alumnos, los medios disponibles y la heterogeneidad de cada grupo.
Observar, reflexivamente, qué dificultades surgen del aprendizaje cooperativo.
Planificar actividades como grupos de investigación en el aula, aprendizaje por
parejas y realizar tutorías permanentes como apoyo de las mismas.
El mismo autor señala la importancia de la organización flexible del currículo y
la formación del profesorado. La formación inicial del profesor para la atención a la
diversidad y para la integración debe ser un elemento central de toda reforma
educativa orientada a una educación social y de calidad. El futuro profesor, deberá
prepararse para afrontar las exigencias de un alumnado que ingresa a la educación
formal con una débil socialización primaria y fuertemente afectado por los valores
sociales dominantes en la sociedad actual. Los docentes del siglo XXI, deben ser
educadores profesionales capaces de investigar su propia práctica y saber identificar
las condiciones de escolarización y diversidad cognitiva de todos sus estudiantes.
Con herramientas conceptuales y metodológicas apropiadas, los profesores de
enseñanza secundaria deben trabajar en proyectos, participar de la gestión del centro
escolar, investigar el diagnóstico psicopedagógico de los alumnos para realizar las
adaptaciones curriculares necesarias y reflexionar sobre la incidencia de su propio
proceso de pensamiento, acerca de lo que implica un modelo pedagógico inclusivo que
atiende la diversidad. Como hoy existen condiciones para investigar desde la acción y
el trabajo en grupos horizontales y colaborativos (reuniones de coordinación), deben
impulsar “escuelas en movimiento” que sean cada vez menos selectivas y más
inclusivas, más democráticas y menos reproductoras del orden social dominante.
La sociedad a través del Estado y las organizaciones civiles, y en particular los
responsables de las políticas educativas, deben brindar a los profesores nuevas
condiciones institucionales y más recursos materiales y de formación que les permitan
encarar con dignidad esos nuevos desafíos. Las políticas de formación permanente
del profesorado deben estar centradas en el análisis y la observación de las clases.
Avanzar hacia la creación de este nuevo modelo de gestión escolar y de práctica
profesional de los docentes, no será tarea fácil; porque implica transformar el modelo
de enseñanza y aprendizaje, cambiar nuestras formas clásicas de conceptualizar esta
problemática y hasta modificar el marco jurídico vigente, cuya terminología, alcance y
sentido debe ser revisado profundamente para incorporar los últimos avances, tanto en
21
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
el uso del lenguaje sobre integración escolar y educación especial como los resultados
de proyectos de innovación impulsados por gobiernos de los países desarrollados.
Por otra parte, el rechazo que muchos docentes muestran frente a la integración
escolar de alumnos con diferentes capacidades, es resultado de una formación inicial
que no formó educadores capaces de identificar las dificultades de aprendizaje con
instrumentos técnicos y recursos: destrezas, actitudes, revisión de supuestos, técnicas
de diagnostico psicopedagógico, nuevas herramientas... Así, el reto para los programas
de renovación pedagógica ha de ser formar a los futuros docentes en la elaboración de
proyectos de intervención que involucren a toda la institución para generar un nuevo
modelo de organización escolar inclusiva y cuestionen la concepción, todavía vigente,
de que la escuela trasmite conocimientos, en condiciones de educabilidad, pero que las
personas con capacidades diferentes deben ser atendidos en centros especializados.
En la misma línea, Francisco Tortosa Nicolás y Ana González Carvajal (2001),
señalan que el profesorado no es el culpable de que la integración no funcione como
debiera. No ha sido formado para ello (de ahí la importancia de la formación del
profesorado en este tema), no conoce la discapacidad concreta, no saben cómo
enfrentarse a la situación, tienen miedo a no hacerlo bien y están obsesionados con el
currículo oficial y con "acabar los libros". No se les da el apoyo conveniente, ni con
recursos formativos ni con personal. Estos autores achacan la responsabilidad a la
Administración, que cree que legislando se integran solos; muchas veces sin poner los
recursos necesarios; y otras, que sí los ha puesto, lo ha hecho con errores y sin
impregnarse de la sensibilidad requerida. Por ello, consideran que aquella debería:
Poner al frente de este Departamento a un profesional convencido, que se lo
crea, con solvencia y prestigio, que haya trabajado en esta línea y que esté
dispuesto y capacitado para pelear los recursos necesarios y afrontar los retos.
Favorecer que las Asociaciones implicadas estén autorizadas, a través de
convenios, a participar en la educación de estas personas y en la elaboración
de las adaptaciones o programas curriculares, que puedan dar atención directa
dentro del aula, cuando así sea necesario. Profesionales voluntarios
acreditados, personal del centro o de la administración pueden ser recursos
válidos para dar respuesta educativa, sobre todo en los primeros años de
escolarización, llegando incluso al apoyo en casi todo el periodo lectivo.
Reconocer su trabajo al profesorado que está escolarizando a personas con
discapacidad o cualquier otra condición de desventaja social (minorías étnicas,
interculturalidad y emigración), a través de mayores recursos para el centro, de
gratificaciones en méritos y puntuaciones para traslados y otros concursos, e
incluso a través de remuneración económica como complementos de destino.
Hacer más atractivos estos puestos docentes para los que no los han querido
nunca y se premie a los que están dispuestos a ello, aunque se trate de su
trabajo; pero sí es cierto que a mayor compromiso, disposición o esfuerzo, debe
corresponderse desde la administración.
Organizar Jornadas de Formación del profesorado, donde se muestren
experiencias que puedan enseñar el camino adecuado, y que harán que aquel
se motive, al ver que no son los "gurús", sino el que estudió contigo y trabaja en
el pueblo de al lado, quien lo hace. Favorecer comunicaciones y publicaciones
de estas experiencias que hagan sentirse orgulloso al que las está trabajando.
Formar a las familias en derechos y deberes relacionados con la educación,
implicando a los profesionales y al equipo directivo de los centros; contar con
recursos propios; pero echando mano de los especialistas que sean necesarios.
22
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
Fomentar el trabajo coordinado de todas las instituciones y servicios
relacionados con la discapacidad: Servicios de Salud Mental, Asociaciones de
Familias, profesionales, Inspección Educativa. Equipos de Sector, etc.
Convertir los Centros Específicos en Centros de Recursos para los Centros
Ordinarios que escolarizan este tipo de alumnado, y aprovechar su experiencia
y conocimientos para mejorar la atención educativa. Facilitar la coordinación y
las visitas a los centros específicos, donde puedan ver cómo progresar en la
respuesta más adecuada y la realidad de las personas más afectadas.
Favorecer experiencias de escolarización combinada en ambos tipos de centros
con coordinación real y efectiva, expandir las llamadas "aulas estables,
sustitutorias o integradas", que son “mini-centros” Específicos dentro de los
Ordinarios y fomentar la imagen de los mismos a nivel social y profesional.
Asimismo, consideran que en los Centros se debería:
Tener FLEXIBILIDAD: las necesidades y capacidades pueden ser similares,
pero no idénticas. No caer en etiquetas, que no dicen nada de la persona, de su
estilo interactivo, comunicativo, perceptivo…Escudarse en ellas y no ver la
persona que hay detrás es un error que provocará el fallo de todo el proceso.
Compromiso en una enseñanza concienzuda, concienciada e individualizada.
Evitar luchas de poder entre profesionales. Eso es inadecuado y perjudicial
como modelo de valores. La integración la hace posible un equipo de personas
en el que el "líder" es el niño al que se trata de integrar (entiéndase "líder" como
la persona que es objeto de la integración y el trabajo educativo).
Mantener actitudes positivas y sensibles. Las personas con NEE tienen una
vida difícil y exigente. Un entorno positivo es cooperante y no amenazante. Si
todo va bien, no significa que se deban retirar los apoyos, sino que se está
haciendo de manera adecuada.
Fomentar la aceptación y tolerancia a la diversidad. Alumnos intolerantes con
las diferencias reflejan modelos de adultos de su alrededor. Para realizar una
labor educativa adecuada, debe conocerse a las personas a las que va dirigida.
No caer en el error de pensar que las metodologías utilizadas con los ACNEE
sólo les beneficia a ellos. Aceptar al niño en su individualidad y su globalidad.
Las conductas que presenta no son buenas ni malas, a veces son la única
respuesta que pueden y saben dar a un entorno que no le facilita la interacción.
La integración es un proceso interactivo. Ningún niño se integra si su entorno no
se esfuerza en ello. Si no lo consigue, a pesar de tener capacidad, NUNCA será
culpable. Responsables serán quienes no cumplen su compromiso de aportar el
esfuerzo necesario desde posiciones flexibles y comprensivas con la diversidad.
No hay culpables, hay responsables. Y conciencias.
Las familias también deben ser conscientes de que algunos niños necesitan
una educación dentro de colegios específicos. La integración es deseable para
todos, pero la realidad es algo que no debemos disfrazar.
Evitar guerras entre Centros de Integración / Centros de Educación Especial /
Centros específicos (pertenecientes a asociaciones). No se trata de cuál es
mejor, todas las opciones son buenas si se aplican con criterio. Se trata de
ofertar todos los recursos educativos posibles para que en cada momento cada
niño pueda integrarse en aquel centro que, previa valoración y con criterios
claros, se considere el más adecuado y del que realmente se va a beneficiar.
La escolarización no será definitiva. El objetivo último es la integración. Deben
promocionarse transiciones de un centro a otro, con escolarizaciones
combinadas. Éstas NO consisten en que el niño vaya un tiempo a un colegio y
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“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
otro a otro, sino en el desarrollo de un currículo elaborado conjunta y
coordinadamente por ambos centros, por todos los profesionales implicados.
El fin último es la normalización, entendiendo por "normalización" el dotar a la
persona de la mejor calidad de vida posible.
5 -. CONCLUSIÓN
La realización de este trabajo me lleva a extraer conclusiones y a afianzar
conocimientos y opiniones sobre el tema, través del análisis de los cuestionarios.
He comprobado cómo algunos países llevan a cabo prácticas integradoras con
resultados más eficaces que nosotros, por lo que pienso que aún necesitamos
desarrollar en la práctica estrategias para conseguir resultados más aproximados a los
obtenidos por aquellos. También, existen otros países que en este campo se
encuentran mucho más retrasados, estando en las primeras fases del desarrollo de la
integración y careciendo de una legislación básica que asegure la escolarización de los
alumnos con discapacidades.
La investigación sugiere que la puesta en práctica acertada de cualquier política
inclusiva es, en parte, dependiente de los educadores que son positivos sobre ella. Un
estudio hecho en el Reino Unido sobre las actitudes de los profesores hacia la inclusión
de niños con NEE en la escuela ordinaria, sobre 135 estudiantes que terminaban sus
cursos de profesor en la universidad reveló que estos tenían actitudes positivas hacia
la inclusión; pero sus actitudes percibidas caían según la severidad de las necesidades
de los niños, (señaladas por el "código de la práctica BRITÁNICO para la identificación
y el gravamen de necesidades educativas especiales"). Se comprobó que los niños con
dificultades emocionales y del comportamiento causaban mayor preocupación y
tensión que otros tipos de necesidades especiales. Finalmente, el examen planteó
ediciones sobre la calidad del entrenamiento de profesor inicial. Los resultados
obtenidos son aplicables más allá del contexto BRITÁNICO.
Del mismo modo, en nuestro país existe base teórica y legislativa con respecto
a la integración; pero se queda en mera teoría, porque en la realidad, en pocos casos,
se lleva a la práctica de forma eficaz, siendo la mayoría de los centros considerados de
integración, en los que simplemente los alumnos con NEE se encuentran integrados
físicamente, sin recibir una atención y respuesta educativa ajustada a sus
características y necesidades individuales. En los cuestionarios he podido ver
reflejadas algunas de las causas por las que la integración fracasa: la escasa
formación e información que al respecto tiene el profesorado, la ausencia de recursos
adecuados, la poca sensibilización y concienciación de muchos, la falta de implicación
y colaboración que favorezca un desarrollo eficaz del proceso, la carencia de
expectativas positivas del profesorado con respecto a las posibilidades de estos
alumnos y los beneficios que puede reportar la integración de los mismos en las aulas
ordinarias... Los prejuicios de muchos profesores ante el tema, por considerarlo poco
beneficioso y una carga de trabajo, es una de las barreras más potentes que impide
que la integración se realice con éxito y una de las mayores dificultades que afrontar.
En definitiva, no será posible una integración verdadera si no existe voluntad,
iniciativa y creencia en ella por parte de todos los implicados en este proceso.
24
“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
6 -. BIBLIOGRAFÍA Y BIBLIONET
- Ainscow, M. (2001). Desarrollo de escuelas inclusivas. Madrid: Narcea.
- Auramidis, E., Bayliss, P. y Burden, R. (2000). Actitudes de los profesores
hacia la inclusión de niños con Necesidades Educativas Especiales en la escuela
ordinaria. Science Direct, Volumen 16, nº 3, 277-293.
- Bautista Jiménez, R. (1993). Una escuela para todos: La integración escolar.
En Bautista Jiménez, R., Necesidades Educativas Especiales. Málaga. Aljibe.
- Echeita Sarrionandía, G. y Verdugo Alonso, M.A. (2004). La Declaración de
Salamanca sobre Necesidades Educativas Especiales 10 años después.
Valoración y prospectiva. Salamanca: Colección Investigación.
- López Melero, M. (1993). Lecturas sobre integración social y escolar.
Barcelona: Paidós.
- MEC (1989). Libro Blanco para la reforma del Sistema Educativo. Madrid.
- Meijer, C., Soriano, V. y Watkins, A. (2003). Necesidades Educativas
Especiales en Europa. Publicación monográfica, Enero 2003. Agencia Europea
para el desarrollo de la Educación Especial.
- Muntaner, J.J. (2000). La igualdad de oportunidades en la escuela de la
diversidad. Revista de currículum y formación del profesorado, nº 4, p.1.
- Rodríguez Zidán, L.E. (2004). Nuevos retos para la formación del profesorado
de la enseñanza media en Uruguay. Contexto Educativo, nº 32.
- Vega Soleto, G. y Cols. (2005). Estudio sobre el tratamiento otorgado a
personas discapacitadas en las universidades de Bolivia. Digital observatory for
higher education in Latin America and the Caribbean. Santa Cruz.
Páginas Webs consultadas:
- http://www.autismo.com/scripts/articulo/smuestra.idc?n=carvajal1
- http://psicoeduc.redins.es/Recursos/Integración.htm#Repaso.
- http://www.pasoapaso.com.ve/GEMAS/gemas_166htm
- http://www.infonegocio.com/downcan/todo/interes/wolpert.html
- http://www.ine.es/proyectos/discapaci/discacid.htm.
- http://www.psicologiacientifica.com/publicaciones/biblioteca/articulos
- http://www.3.usal.es/inicio/investigacion/jornadas/jornada2/comun/c24.html
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“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
7-. ANEXO. Modelo de cuestionario pasado a profesores de centros de Educación Secundaria.
CUESTIONARIO.
Curso _______________________
Materia _________________________
Marque con una “X” la opción que crea, en los recuadros de las siguientes preguntas:
1. ¿Cree que tiene ventajas la integración escolar en un centro ordinario sobre la
escolarización en un centro especial?
Mucho
Poco
Nada
2. ¿Cree que la integración escolar es la opción más adecuada para todos los niños,
independientemente de sus características individuales?
Mucho
Poco
Nada
3. ¿Los maestros de las aulas ordinarias están preparados para integrar en ellas a
ACNEE?
Mucho
Poco
Nada
4. ¿Cree que la integración se lleva a cabo en la práctica como es debido?
Mucho
Poco
Nada
5. ¿Piensa que existe una integración plena de los niños con NEE en sus aulas?
Mucho
Poco
Nada
6. ¿Son los profesores del aula ordinaria conscientes de las dificultades de los niños?
Mucho
Poco
Nada
7. ¿Es correcto que luchen solos sin un apoyo especializado?
Mucho
Poco
Nada
8. ¿Los padres se agobian innecesariamente al tener que funcionar como expertos?
Mucho
Poco
Nada
9. ¿Obtienen los niños integrados el apoyo que verdaderamente necesitan?
Mucho
Poco
Nada
10. ¿La integración es un peso excesivo tanto para el niño como para la familia?
1
Mucho
Poco
Nada
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“La integración en Educación Secundaria“- María Isabel Romero Ruiz - ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©
11. ¿Cree que la integración implica, en muchos casos, una gran cantidad de trabajos y
cargas extra para los profesores?
Mucho
Poco
Nada
12. ¿Considera importante la existencia de un plan que sirva de supervisión y guía
desde el momento mismo en que comienza el proceso de integración?
Mucho
Poco
Nada
13. ¿Piensa que existen suficientes recursos y apoyos personales y materiales para
llevar a cabo la integración de una manera eficaz?
Mucho
Poco
Nada
14. ¿Considera necesaria la colaboración con expertos en la materia para poder llevar
a cabo la integración de manera integral?
Mucho
Poco
Nada
15. ¿Considera necesaria la implicación de la familia en el proceso de integración, para
que ésta pueda desarrollarse?
Mucho
Poco
Nada
16. ¿Considera que la integración de ACNEE en un aula ordinaria es beneficiosa para
los demás en algunos aspectos?
Mucho
Poco
Nada
17. ¿Cree que, en cuanto a la integración, ya está todo hecho?
Mucho
Poco
Nada
18. ¿Cree necesaria mayor formación del profesorado en el ámbito de la integración?
Mucho
Poco
Nada
27
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