“T., Felipe F. s/ calumnias e injurias”. SC Comp. 889, L. XLIV S

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“T., Felipe F. s/ calumnias e injurias”.
S.C. Comp. 889, L. XLIV
S u p r e ma
C o r t e :
La presente contienda negativa de competencia
suscitada entre los integrantes de la Sala II de la Cámara en lo
Penal de la ciudad de San Miguel de Tucumán, provincia de
Tucumán, y el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional
Federal N° 6, se refiere a la causa instruida a raíz de la querella
formulada por Gerónimo V. A. contra Felipe Federico T., por la
presunta comisión de los delitos de calumnias e injurias.
En ella expresó que el imputado -ex juez federal
de
Tucumán-
luego
de
ser
destituido
por
el
jurado
de
enjuiciamiento del Consejo de la Magistratura de la Nación, por
mal desempeño en sus funciones, formuló declaraciones a la
prensa acreditada en el palacio de justicia nacional, a través de
las que dejó entrever que el aquí querellante, por entonces
Diputado Nacional, le habría pedido coimas para que otro
diputado integrante del jury, votara en contra de su destitución.
En este sentido, que ante la pregunta de los
periodistas respecto de si se trataba de A. -quien habría realizado
el ofrecimiento- respondió “puede ser, puede ser…”. Tales
expresiones, fueron
publicadas por el diario “La Nación”, y
luego reproducidas por otros medios gráficos del país.
Posteriormente, en la provincia de Tucumán el
querellado, por medio de su letrado defensor y en el marco de
una conferencia de prensa, hizo público un escrito en el que
aludía
de
manera
precisa
al
denunciante,
imputándole
la
comisión del hecho agraviante anteriormente exteriorizado en
esta Capital, el que también afectaría el buen nombre y honor del
legislador nacional mencionado.
Los integrantes de la Sala II de la Cámara Penal
de Tucumán, declararon la incompetencia territorial para conocer
en la causa, argumentando para ello que el delito previsto en el
artículo 110 del Código Penal, se consumó en esta ciudad, puesto
que aquí se exteriorizaron las expresiones agraviantes, y se
publicaron e imprimieron en un diario de tirada nacional.
Reafirmaron tal criterio en el hecho de que el
querellado T. denunció a los diputados nacionales por el delito
de cohecho (fs. 50/55), ante la justicia federal de esta ciudad
atendiendo a las características del hecho y calidad de los
imputados.
Por
último,
alegaron,
para
determinar
la
competencia, que sería el fuero de excepción capitalino el que
debería conocer de las expresiones presuntamente injuriantes
pues
estas
fueron
inferidas
en
perjuicio
de
legisladores
nacionales con representación en la Cámara de Diputados de la
Nación (fs. 122/123).
El tribunal federal, a su turno, rechazó la
atribución de competencia en consonancia con los argumentos
del Ministerio Público Fiscal de Tucumán, en cuanto a que la
individualización precisa e inequívoca de la persona a la cual se
habría dirigido la deshonra o la difamación se produjo en ocasión
en que se brindó la mentada conferencia de prensa en un hotel
tucumano.
En tal inteligencia, entendió que si el querellante
procura que el proceso avance en la provincia donde residen las
partes, atendiendo a los dichos agraviantes vertidos allí, a su
criterio, resultaría palmario que aquéllos formulados en el
“T., Felipe F. s/ calumnias e injurias”.
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ámbito capitalino no lo habrían ofendido o deshonrado (fs.
225/228).
Vuelto el expediente, la Sala II de la cámara
tucumana tuvo por trabada la contienda, y la elevó a la Corte (fs.
231).
Preliminarmente a los fines de resolver este
conflicto, estimo oportuno recordar que resulta de aplicación al
caso la doctrina del Tribunal que establece que esta clase de
delitos deben considerarse cometidos en el lugar en el que se
exteriorizaran los términos presuntamente agraviantes, y cuando
ellos son reproducidos por la prensa, corresponde atribuir la
competencia al magistrado del lugar donde se realizó la
impresión de las expresiones cuestionadas (Fallos: 312:987 y
318:857), circunstancia que se habría verificado en la ciudad de
Buenos Aires, donde fueron publicadas por un medio gráfico las
declaraciones
motivo
de
agravio,
que
con
posterioridad
reprodujeron otros medios del país.
Adunado a ello, no obsta la individualización
posterior del agraviado en jurisdicción de Tucumán en tanto las
manifestaciones injuriantes propagadas en esta ciudad, no
obstante su vaguedad, dejaron entrever que se trataría de aquél
(fs. 5/21).
Sentado cuanto precede, y como bien lo sostiene
la justicia provincial, V. E. tiene decidido, que en los casos que
involucran a un funcionario federal, la competencia del fuero de
excepción sólo se halla justificada cuando los hechos aparecen
vinculados al desempeño de sus funciones como tal (Fallos:
323:4095).
Por aplicación de estos principios, y toda vez que
las manifestaciones injuriantes contra el entonces Diputado
Nacional V. A. se encuentran vinculadas con la resolución
dictada por el Jurado de Enjuiciamiento del Consejo Nacional de
la Magistratura, que resolvió remover de su cargo al ex
magistrado, y en atención a que éste involucró a aquél con el
presunto intento de negociar una suma de dinero a cambio de
obtener un voto favorable de un integrante del jurado, Dr.
Manuel Baladrón -todavía Diputado de la Nación- para su
continuidad en el ejercicio de la magistratura, opino que
corresponde a la justicia federal de esta Capital, conocer en las
presentes actuaciones.
Buenos Aires, 23 de febrero del año 2009.
Es copia fiel
Luis Santiago González Warcalde
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