TopComm/ NACIÓN, Argentina 2012-09

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TopComm/ NACIÓN, Argentina
2012-09-06
El Gobierno argentino entra en el negocio de la telefonía móvil
Después del desembarco en el petróleo a través de la nacionalización de YPF, el
Gobierno puso un pie en el mundo de las telecomunicaciones, uno de los pocos sectores
estratégicos de la economía que permanecían ajenos a su presencia directa.
El ministro de Planificación, Julio De Vido, anunció ayer que el Estado se quedará con
"casi 25 por ciento " del espectro radioeléctrico destinado a prestar servicios de telefonía
celular (el más rentable del sector de telecomunicaciones), que según estaba previsto
quedaría en manos de empresas privadas a través de una licitación. Según informó el
ministro, el Estado asignará esas frecuencias a la empresa estatal Arsat (Argentina
Satelital) , una firma especializada en redes de telecomunicaciones que se convertirá en
el cuarto jugador del sector, junto a Claro, Movistar y Personal (Nextel opera el servicio
por radio).
De acuerdo con la explicación que dieron analistas a LA NACION, el desembarco final no
será inmediato ni barato. En el primer caso, debido a que un plan de infraestructura bien
orquestado para tender una red de tercera generación (3G) en el país permitiría comenzar
a prestar servicios sólo en un año y medio. Y en segundo término, debido a que la
inversión rondaría los US$ 2000 millones.
"Se ha decidido dejar sin efecto el proceso de selección y rápidamente evaluar los
mecanismos e instrumentos técnicos y legales necesarios para que esas frecuencias
sean asignadas a Arsat", sostuvo De Vido, sobre la resolución 70 de la Secretaría de
Comunicaciones, a cargo de Lisandro Salas, que estuvo en el anuncio.
La aplicación de esa norma arrojará que en el área metropolitana de Buenos Aires Arsat
tendrá un 22 por ciento del espectro, un 20,5 por ciento en la Patagonia y Cuyo y un 17,5
por ciento en el Nordeste y el Noroeste. Ese ranking lo seguirá dominando Telefónica, con
un 29 por ciento, seguida por Telecom (Personal), con un 27 por ciento, y Claro, con 23
por ciento.
El consultor Enrique Carrier remarcó que hasta el momento el Gobierno "no tiene una
porción de mercado. Para eso es preciso desarrollar una red, es decir, todo lo que
transporta las telecomunicaciones. Hasta ahora sólo tiene una porción del espectro". Y
Marcelo Celani, especialista en regulación y competencia de la Universidad Di Tella, fue
tajante con respecto a otro punto: "Creo que se están equivocando y comprando un
problema. Si realmente no consiguieron un instrumento de competencia, la empresa
pública no es la solución", sostuvo.
El ministro puso en entredicho el futuro de las dos líderes del mercado. "En el caso de
Telecom y Telefónica, vamos a seguir trabajando para resolver el tema de integración
monopólica que nos preocupa", aclaró, en relación con la compra de una porción de
Telecom Italia (accionista de la empresa local) por Telefónica de España. Y no dio
precisiones con respecto a inversiones, socios ni plazos, aunque remarcó que habrá lugar
para la "participación de cooperativas y pymes del interior".
De acuerdo con Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones, esas organizaciones
cubren como máximo "un 10 por ciento de la población", por lo que no alcanza para
conformar una red nacional.
De Vido tampoco descartó asociaciones con los grandes prestadores del servicio, que
quedaron fuera de una compulsa luego de al menos 9 postergaciones. Las empresas
esperaban conocer a los precalificados el 17 del actual y 14 días más tarde iniciar la
licitación. En una de esas compañías reconocieron que estaban preparados para ganar o
perder, pero no para una salida distinta.
El funcionario dedicó una parte importante de su presentación a justificar por qué las
compañías privadas quedaron afuera. En el caso de Telecom, lo adjudicó a la "famosa
integración monopólica" con Telefónica, mientras que Claro era la única empresa con
"posibilidades patrimoniales y financieras para hacerse cargo de las frecuencias. Pero eso
hubiera generado también un proceso de concentración".
Superphone, vinculada al grupo Vila-Manzano, "tampoco tenía condiciones de
financiamiento", dijo De Vido, al igual que Multitrunk, con el apadrinamiento del grupo
Roggio.
El caso más resonante es el de Nextel, que no tiene prestación de servicios 3G. De
acuerdo con De Vido, los indicadores a nivel local "eran razonables". Pero lamentó que el
precio de la acción "en el mercado norteamericano de Nasdaq sufrió una significativa
caída en el último año, coincidente en el transcurso del proceso licitatorio". En el mercado
apuntaron que la compañía facturará este año unos US$ 600 millones, mucho más que
los US$ 100 millones de patrimonio neto que pedía la compulsa.
LOS NÚMEROS DE LA DECISIÓN
Cómo quedará el mercado de telefonía móvil.
US$ 2000 millones
Es el monto de inversión estimado que debería desembolsar el Estado para tener su
propia red de telefonía 3G y así valorizar su porción del espectro radioeléctrico.
22 por ciento del espectro en AMBA
Es lo que tendrá Arsat en la zona de la Capital y el Gran Buenos Aires, la más codiciada
por el negocio. Su menor participación será en la Patagonia y Cuyo (17,5 por ciento ),
mientras que Telefónica seguirá dominando el mercado, con un 29 por ciento a nivel
nacional.
Del editor: qué significa.
El Correo, Aguas, Aerolíneas, trenes, YPF, Ciccone y, ahora, los celulares muestran que
el Gobierno elige un Estado omnipresente en la economía.
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