Responsabilidad Social de las Empresas C L A R I D A D · P R I M AV E R A 2 0 0 7 · C U A R TA E TA PA Metodología del Observatorio de Responsabilidad Social de las Empresas Tomas G. Perdiguero Departamento de Ciencias de la Comunicación. Universidad Rey Juan Carlos N uestro principal objetivo no es ofrecer un “N los informes sobre las políticas y prácticas medioam- sistema cerrado y definitivo de evaluación bientales se han desarrollado también extraordinaria- de los informes sociales y de las políticas mente durante los últimos tres decenios, al igual que y prácticas responsables de las empresas, sino contri- las metodologías de evaluación de los sistemas de ges- buir con nuevas propuestas al necesario debate públi- tión medioambiental, como es el caso de la norma ISO co sobre los problemas metodológicos que aún no han 14.001 o el Sistema comunitario de Gestión y Audito- sido resueltos de manera satisfactoria. Entendemos ria Medioambiental, SGAM, las metodologías de análi- que el desarrollo de un debate abierto y plural sobre la sis y evaluación de los enfoques de gestión, las políti- Responsabilidad Social de las Empresas, RSE, y sobre cas y resultados de las empresas en el ámbito del de- los métodos para su evaluación puede contribuir al de- sarrollo de sus responsabilidades sociales son todavía sarrollo de nuevas iniciativas en este campo, tanto de excesivamente embrionarias. En este sentido puede la comunidad de investigación como de los distintos afirmarse que en la práctica la gestión empresarial de actores del desarrollo sostenible, especialmente las las cuestiones sociales es todavía mucho más un pro- organizaciones de los trabajadores, las empresas y los yecto que una realidad, y los procedimientos de traba- poderes públicos.” jo, los sistemas de control, así como la verificación de los resultados no están aún plenamente desarrollados. La investigación sobre los sistemas de gestión social y los procesos de informe social –accountability– es 2.1. Las primeras experiencias de informe social2 todavía muy reciente y no disponemos de modelos que cuenten con una aceptación general. Como ha El primer sistema utilizado para evaluar las políticas recordado Janet Ranganathan 1, mientras que la in- sociales de las empresas es el enfoque de los gastos formación y los sistemas de informe de carácter fi- sociales. Consiste en la contabilización de los gastos aso- nanciero tienen una tradición de más de 500 años, y ciados a las políticas sociales en el informe económico 1. Conf. Ranganathan, Janet (1998). Sustainability Rulers: Measuring Corporate Environmental & Social Performance, en “Sustainable Enterprise Perspectives. Sustainable Enterprise Initiative”. World Resources Institute. WRI. New York.. 2. En este epígrafe se han utilizado las conclusiones de la investigación sobre los informes sociales realizada en 2002-2003 por un equipo de investigadores de Italia, Francia, Alemania y España, financiada por la Comisión Europea y dirigida por Tomás G. Perdiguero con el título de “Información, consulta, participación y responsabilidad social de las empresas, RSE: Experiencias y buenas prácticas en la Unión Europea”. Para una ampliación de los resultados de esta investigación puede verse el texto: Perdiguero, G. T y López, R. A (2005). “Los informes sociales: la información y la rendición de cuentas sobre las políticas y prácticas sociales de las empresas”, en La responsabilidad social de las empresas y los nuevos desafíos de la gestión empresarial. Tomás G. Perdiguero y Andrés García Reche (eds). Valencia: PUV. 44 anual, en una cuenta específica de contri- condiciones generales de vida en la em- capacidad de innovación demostrada por buciones sociales. Aunque se trata de un presa. las empresas. todavía a finales de los años setenta la En los años ochenta una de las aportacio- En la segunda mitad de los años noventa, mayoría de las 500 empresas de la lista nes más relevantes sobre las metodolo- compañías como Body Shop, Shell, Co-ope- de Fortune incluían en su memoria anual gías de informe social son las investigacio- rative Bank, Britisth Petroleum, Traidcraft una o dos páginas sobre los gastos socia- nes del Consejo de Prioridades Económi- o Ben and Jerry’s elaboran los primeros in- les del ejercicio. Su fundamentación es es- cas de Estados Unidos, con publicaciones formes sociales, en los que se incluyen de- trictamente contable y no contempla pro- como la guía “Comprando para un mundo claraciones y compromisos que ya se ins- cedimientos de evaluación sobre la impor- mejor” –Shopping for a Better World–, con criben plenamente en los desarrollos mo- tancia o naturaleza de las distintas objetivos de información y orientación a dernos del concepto de Responsabilidad actividades sociales realizadas por las em- los consumidores sobre las empresas que Social de las Empresas, RSE. Gray, Collison presas. merecen mayor confianza por sus crite- y Bebbington (1997) han destacado que rios éticos y sociales de gestión. esta nueva oleada de informes sociales es- procedimiento excesivamente elemental, Existe también una estimable experiencia europea sobre la evaluación y medida de las dimensiones sociales de la actuación empresarial, especialmente en Alemania y Existe una estimable experiencia euro- tá muy influida por el desarrollo de las pea sobre la evaluación y medida de la dioambientales y por la creciente actuación empresarial. metodologías de los informes meaceptación del concepto de sostenibilidad. La influencia en la gestión del en los países del norte de Europa, aunque También en la última parte de los años enfoque de los stakeholders o partes inte- en la bibliografía internacional sobre la ochenta aparecen los índices éticos y so- resadas y la aceptación de la idea del diálo- RSE apenas ha recibido atención. En Fin- ciales que proporcionan información a los go –stakeholder dialogue– en los procesos landia, por ejemplo, los currícula de la uni- inversores sobre las políticas y prácticas de construcción social del sentido de la ac- versidad de Tampere incluían desde 1968 sociales de las empresas. Uno de los índi- ción de la empresa, también están muy el estudio de los sistemas técnico y social ces más respetados es el Índice Social presentes en estas nuevas iniciativas de de la empresa, siendo también común que Domini 400 creado en 1989. Las 400 evaluación social. De hecho, en los prime- en los informes económicos de las empre- empresas incluidas en el índice son some- ros informes elaborados en este período, sas existiera una sección sobre la política tidas a evaluaciones periódicas, de acuer- las empresas han convertido la consulta a social (Carroll y Näsi, 1997, 8). Igualmen- do con una lista de criterios éticos y so- los stakeholders en el eje fundamental del te debe considerarse la metodología del ciales, valorándose el esfuerzo de involu- proceso de evaluación social. En el primer balance social, desarrollada en Francia y cración comunitaria de las empresas en informe social realizado por la Shell en que fue introducida por la ley de 12 de ju- función de indicadores sobre las donacio- 1998, por ejemplo, se incluye un compro- nio de 1977. La ley establecía que “el ba- nes y sobre la participación en proyectos miso de diálogo y consulta con los emplea- lance social recoge en un documento úni- sociales. Se consideran también impor- dos, las organizaciones no gubernamenta- co las principales cifras que permitan tantes las políticas de recursos humanos, les y otros grupos sociales con influencia apreciar la situación de la empresa en el la calidad de las relaciones laborales y la en la conformación de la opinión pública, dominio social, registrar las realizaciones actitud de las empresas respecto a las así como la expresión de la voluntad de la y evaluar los cambios que se han efectua- minorías. Otro factor analizado en el índi- compañía de entender sus intereses y ex- do”3. En el balance se consideran indica- ce es la política medioambiental y los pro- pectativas. “El proceso de diálogo, se dice dores como la evolución del empleo, re- gramas de protección del medio ambien- en el informe, podría evolucionar desde la muneraciones del personal, condiciones te organizados por las empresas. El índi- consulta a la cooperación y, eventualmen- de higiene y seguridad relaciones profesio- ce presta también una gran atención al te, hacia alguna forma de alianza”4 con los nales, condiciones de trabajo, formación y análisis de la calidad de la gestión y a la principales stakeholders de la empresa. 3. Conf. Loi n.os 77-769 relative au bilan social de l’entreprise. Journal Officiel du 12 juillet 1977. 4. Conf. Grupo Royal Dutch/Shell, “Profits and principles. Does there have to be a choice?” (1998). The Shell Report, Londres. 45 Sin embargo, las diferencias terminológi- Libro Verde sobre la responsabilidad so- ha destacado la relación existente entre cas y de enfoque son también numerosas cial de las empresas publicado en 2001, las perspectivas de la teoría de la legitimi- en esta primera oleada de informes socia- la gran mayoría de estos informes son dad6 y la decisión de hacer pública la infor- les. No existe una visión común sobre los parciales y en ellos no se presentan las mación por parte de las empresas. En in- contenidos de la gestión social de la em- cuestiones fundamentales que afectan a vestigaciones como las realizadas por presa, ni tampoco existe un acuerdo nor- las políticas y prácticas sociales de las em- Guthrie y Parker, 1989; Savage, Ro- mativo sobre el término con el que puede presas. En general se tiende a presentar wlands y Cataldo, 2000; Wilmshurst y definirse su evaluación y medida. En los in- exclusivamente la mejor imagen posible de Frost, 2000, se concluye que las informa- formes sociales de las empresas dane- la empresa y son verdaderamente expresi- ciones publicadas de manera voluntaria sas, como el Sbn Bank, por ejemplo, se vos los silencios sobre las prácticas em- por las empresas son la respuesta a las utiliza el término “declaración ética”, mien- presariales más discutibles socialmente, presiones sociales y tienen como principal tras que en el caso de Body Shop el de como las que afectan a las políticas de objetivo legitimar sus decisiones sociales y “auditoría ética” y en los informes del empleo, a las contrataciones y despidos o medioambientales y evitar sanciones de Co-operative Bank en el Reino Unido se a la calidad del trabajo. carácter legal o de tipo social. También se destaca el proceso de consulta a los stakeholders utilizando la denominación de “auditoría de relaciones” –partnership audit–. En los in- La elaboración de informes sociales durante este período no es una práctica formes de la Shell se utiliza la ter- extendida al conjunto de la comunidad minología del triple resultado social, empresarial. elaborados por la británica New Econo- número de investigaciones que las empresas publican información de carácter voluntario con el objetivo de gestionar su visibilidad política. (Neu, Warsame y Pedwell, 1998) han señalado que la comunicación económico y medioambiental. Por otra parte, en los informes de Traidcraft, ha destacado en un considerable 2.2. Las conclusiones de la investigación académica sobre las políticas y resultados en el ámbito del medio ambiente es una respuesta a la presión de los stakeholders y a la apari- mics Foundation, NEF, se ha utilizado una terminología más próxima a la contabilidad Aunque la investigación sobre los siste- ción de información crítica en los medios, financiera, como “auditoría social” o análi- mas de gestión y de informe social es muy y que las empresas intentan con estos sis de las cuentas sociales –social accoun- reciente disponemos de una rica tradición gestos reducir la hostilidad de la opinión ting. de investigación sobre las informaciones pública. medioambientales voluntarias y sobre los Es importante reseñar también que la ela- informes publicados durante el período Otra cuestión de extremada importancia boración de informes sociales durante es- 1980-2000 por las empresas y, en mu- que ha sido exhaustivamente analizada en te período no es una práctica extendida al chos casos sus conclusiones son directa- la investigación sobre los informes me- conjunto de la comunidad empresarial, si- mente aplicables al estudio de los nuevos dioambientales es la confiabilidad de la in- no que, por el contrario, afecta a un nú- informes sociales5. formación proporcionada por las empre- mero muy reducido de empresas y, desde sas. La conclusión más general es que la los informes pioneros del período 94-95, Tanto en las investigaciones iniciales sobre información medioambiental que se facilita en los años siguientes no se produce una las cuentas de gastos sociales incluidas en no es una representación confiable de la extensión significativa al conjunto de la in- las memorias económicas anuales, como gestión que se realiza y del nivel de control dustria. Además, como ha recordado en los estudios posteriores sobre la infor- que ejercen las empresas sobre las exter- oportunamente la Comisión Europea en el mación y las políticas medioambientales se nalidades medioambientales (Bertheloz, 5. Para un análisis general y panorámico de la investigación académica sobre la información medioambiental publicada por las empresas durante el período 1980-2000 puede verse el excelente trabajo de Bertheloz, S. Cormier, D. y Magnan, M “Environmental Disclosure Research: Review and Synthesis. Centre de Recherche en Gestion. CRG. Working Papers. November 2002. 6. La idea de que las organizaciones necesitan legitimidad para actuar y mantener relaciones a largo plazo con los distintos grupos sociales y comunidades de las que dependen para su funcionamiento cuenta con una aceptación generalizada en la literatura científica. Suchman ha señalado, por ejemplo, que el comportamiento legítimo de las organizaciones está relacionado con la congruencia entre los valores que podemos asociar a sus actividades y decisiones, tanto en el ámbito de las políticas medioambientales como de su conducta social más amplia, y las normas de comportamiento que son aceptables en el sistema social. Conf. Suchman, Mark C. (1995). Managing legitimacy: Strategic and institutional approaches. Academy of Management Review. Vol 20, n.º 3, 571-610. 46 Cormier y Magnan, 2002). (Deegan y Gor- y que cuando las empresas se enfrentan parte de las empresas que incluyan las re- don, 1996) han analizado una amplia a problemas medioambientales serios es comendaciones y normas internacionales. muestra de los informes medioambienta- poco probable que sometan al escrutinio les presentados por las empresas austra- público la información sobre estas inci- En este contexto del debate internacional lianas y observan una tendencia general a dencias. el PNUMA respaldó el proyecto promovido por la Coalition for Environmentally Res- presentar los aspectos más positivos para las empresas, ocultando los datos y hechos menos favorables. Asimismo se ha 2.3. El proyecto Global Reporter Initiative, GRI ponsible Economies, CERES; una organización no gubernamental constituida por grupos comprometidos con la protección destacado la influencia del riesgo de que se produzcan problemas o incidentes me- La reflexión sobre los indicadores y políti- del medio ambiente. La coalición animó la dioambientales con la mejora de la infor- cas que pueden favorecer una mayor ali- formación de una alianza internacional con mación que proporcionan las empresas. neación de la actividad económica con los el objetivo de crear una guía para la elabo- (Walden y Schwartz, 1997) han estudiado objetivos del desarrollo sostenible adquie- ración de las memorias empresariales de los cambios que se han producido des- re una incuestionable actualidad a partir sostenibilidad. El proyecto, denominado pués del caso Exxon Valdez en 1989 y han de 1997, con la celebración de la Asam- Global Reporting Initiative, GRI, recibe des- encontrado que en las industrias con ma- blea General de Naciones Unidas en la que de el primer momento el apoyo de las prin- yores riesgos la calidad de la información fueron evaluados los avances de los acuer- cipales organizaciones e instituciones inte- ambiental y el número de informes había dos sobre desarrollo sostenible alcanza- resadas en los problemas de la evaluación aumentado de forma significativa durante dos en la Cumbre de Río en 1992. En un de la sostenibilidad y en marzo de 1999 el período 1989-1990 con relación a documento publicado por el Programa de se presentó el primer borrador de una 1988-1989. Naciones Unidas para el Medio Ambiente, guía de directrices, con la finalidad de fa- PNUMA, en 1998 se propone un cuadro vorecer el debate internacional y realizar general en el que deberían enmarcarse las primeras experiencias piloto en diver- En particular son de un elevado interés los 7 sas empresas interesadas en la hallazgos de Savage, Cataldo y Rowlands (2000) sobre la tensión entre las estrategias simbólicas –con objetivos de imagen y reputación– y el desarrollo de políticas orientadas La reflexión sobre los indicadores y políticas pueden favorecer una mayor ali- a la aproximación efectiva de la em- neación de la actividad económica con presa a las demandas sociales. Un los objetivos del desarrollo sostenible. juego de discursos que en muchas elaboración de memorias de sostenibilidad. En junio de 2000 aparece la segunda versión, en la que se establecen las listas de informaciones que deben figurar en una memoria de desarrollo sostenible y en 2002 se publica una versión más completa. Finalmente, en octubre de 2006 ocasiones se expresa en los términos de presentación de intenciones y obje- los compromisos de las empresas para aparece la última versión de la Guía con la tivos sin que exista la posibilidad de verifi- adaptar su estrategia al triple objetivo eco- denominación G3. car su puesta en práctica, así como en nómico, social y medioambiental del desa- políticas de divulgación parcial de informa- rrollo sostenible. Asimismo se establece Sin duda, el proyecto GRI es la iniciativa de ción o la ocultación de los datos más con- la necesidad de definir indicadores de de- mayor alcance de cuantas se han promo- tradictorios con el discurso adoptado por sarrollo sostenible mediante procesos de vido hasta estos momentos sobre la ges- la empresa de defensa del medio ambien- consulta a las partes interesadas, con el tión de las cuestiones sociales y los proce- te. En este tipo de estudios se concluye de objetivo de poder realizar evaluaciones sos de informe, especialmente porque se manera inquietante que no existe una re- comparativas de los resultados económi- ha conseguido institucionalizar un compro- lación directa entre la información me- cos, sociales y ambientales en los distin- miso de trabajo en común de distintos ac- dioambiental publicada por las empresas y tos sectores industriales y favorecer el de- tores interesados y/o afectados por la los resultados de gestión en este ámbito, sarrollo de informes de sostenibilidad por evaluación de la gestión y las prácticas 7. Conf. UNEP: Responsible Entrepreneurship, Background Paper 4, CSD 6, 20. April-Mayo 1998. 47 sociales de las empresas, como organiza- de las decisiones y actividades empresa- las prácticas laborales –14 indicadores–. ciones no gubernamentales, empresas, riales. derechos humanos –9 indicadores– y responsabilidad sobre los productos organizaciones de trabajadores, entidades especializadas en los méto- Los indicadores sociales deben fun- –9 indicadores– tiene en muchos de los casos el carácter de obliga- dos de evaluación e instituciones intergubernamentales. Debe decirse damentarse precisamente en la De- ción legal en la gran mayoría de los que las propuestas de GRI han teni- claración Universal de los Derechos países miembros de la Organización Humanos. Económico, OCDE. Como en las do un alcance notable y han influido de manera significativa en el creci- de Cooperación para el Desarrollo guías de GRI no se establece una di- miento del número de empresas que elaboran un informe social o memoria Sin embargo, como se apuntaba en el Li- ferencia nítida entre la información sobre de sostenibilidad, favoreciendo también la bro Verde de la Comisión Europea sobre las prácticas empresariales que respon- sensibilización de la comunidad empresa- la Responsabilidad Social de las Empre- den al estricto cumplimiento de la ley y la rial sobre la necesidad de mejorar la infor- sas, RSE, publicado en 2001 este tipo de que correspondería a los resultados de las mación que se proporciona a la opinión iniciativas basadas en normas sociales ge- políticas de responsabilidad social que son pública sobre las políticas y resultados en nerales tienen un alcance muy reducido en de carácter voluntario, el resultado final el ámbito de la gestión de sus responsa- los países que disponen de un entramado es que las memorias de sostenibilidad ela- bilidades sociales, aunque el número de complejo de normas y regulaciones de la boradas de acuerdo con las propuestas empresas que publican este tipo de me- actividad económica, como sucede en la de GRI , aun en los casos en los que se si- morias voluntarias es todavía muy reduci- Unión Europea. En el Libro Verde se seña- guen todas las recomendaciones y la me- do ya que apenas supera el 1% de las la que ya existen normas internacionales, moria se registra in accordance, pueden grandes empresas de dimensión interna- como la Declaración Tripartita de Princi- ofrecer una imagen poco fiel de los avan- cional8. pios sobre las Empresas Multinacionales y ces concretos realizados por las empre- la Política Social de la Organización Inter- sas para adaptar su enfoque de gestión También debe destacarse que el proyecto nacional del Trabajo, OIT, las Líneas Direc- de manera voluntaria a los requerimientos GRI ha contribuido a mejorar la sensibili- trices de la Organización para la Coopera- de la responsabilidad y el desarrollo soste- dad de las empresas sobre la necesidad ción y el Desarrollo Económico, OCDE, pa- nible. de la participación de los stakeholders o ra Empresas Multinacionales o la Iniciativa partes interesadas en el desarrollo de las Global Compact propuesta por el Secreta- Otra decisión que resulta discutible es que políticas responsables, al considerar en rio General de Naciones Unidas en enero en la metodología GRI se consideran de- las guías el stakeholder dialogue como un de 1999, que por su carácter universal y terminantes las prácticas de las empre- requerimiento básico de responsabilidad. representatividad deben ser las bases sas para la definición de los contenidos de Asimismo las convenciones y acuerdos in- más adecuadas para el debate sobre nor- las guías y para la definición de los indica- ternacionales, así como las políticas públi- mas sociales generales. A pesar de la co- dores de progreso. Se trata, sin duda, de cas de los países son consideradas una herencia de estas advertencias, en la Guía un enfoque excesivamente relativista que referencia para la definición de los objeti- G3 de Global Reporting Initiative se dice, puede contribuir a limitar el alcance de los vos de sostenibilidad, especialmente en la por ejemplo, que los indicadores sociales cambios. Debe tenerse en cuenta que las nueva versión de la guía denominada G3, deben fundamentarse precisamente en la políticas sociales y de los sistemas de ges- a la que se han incorporado también indi- Declaración Universal de los Derechos Hu- tión en este ámbito tienen todavía un de- cadores sobre el buen gobierno de las em- manos, las convenciones de Naciones Uni- sarrollo muy embrionario, y las concepcio- presas y la responsabilidad de sus máxi- das y las normas de la OIT y la OCDE. El nes dominantes en la comunidad empre- mos órganos de decisión sobre los impac- resultado es que la información que se pi- sarial sobre el enfoque de los negocios y tos económico, social y medioambiental de a las organizaciones informantes sobre los objetivos y finalidades de la gestión 8. Si tomamos como referencia los informes publicados en 2005 correspondientes al ejercicio económico de 2004, en las listas de GRI figuran 660 empresas de 50 países que han elaborado su memoria de sostenibilidad de acuerdo con algunas de las recomendaciones de Global Reporting Initiative. Para este ejercicio el número de memorias que han sido elaboradas “en conformidad” con las recomendaciones se reduce a 135. 48 empresarial no coinciden con los niveles de la terminología utilizada, sino funda- se sigue sin ofrecer respuestas satisfacto- de exigencia de las demandas que la opi- mentalmente empresas, organizaciones rias a las preguntas fundamentales sobre nión pública, las organizaciones internacio- profesionales, fundaciones y grupos de la evaluación de la dimensión social de las nales multilaterales, los gobiernos y orga- consultoría que participan en el proyecto actividades empresariales, y las propues- nizaciones e instituciones representativas GRI a título exclusivamente particular9. tas de medida de la sostenibilidad suscitan numerosas dudas. En las guías no se de la sensibilidad de los distintos grupos de stakeholders dirigen a las empresas Este singular proceso de desarrollo del ofrecen orientaciones que permitan eva- para que contribuyan de manera más acti- proyecto GRI justifica que Gray y Milne luar la contribución concreta de la empre- va y responsable al desarrollo económico, (2002, 5), en un excelente trabajo sobre sa informante al desarrollo sostenible, ni social y medioambiental de las sociedades los resultados de la Cumbre de Johannes- se define un enfoque de análisis del valor donde desarrollan sus actividades. Por burgo titulado de manera elocuente “infor- agregado por cada empresa. Asimismo, otra parte, la representatividad de los ex- mes de sostenibilidad ¿quién está enga- tampoco se consideran los problemas pertos y organizaciones que participan en ñando a quién?”, afirmen que las denomi- complejos de diferenciación entre el valor los trabajos del proyecto GRI a través de nadas memorias de sostenibilidad o de creado para el presente y los valores con distintos comités y grupos de trabajo es triple resultado final –“una frase feliz para mayor incidencia en el futuro, o sobre la muy limitada con relación a las distintas un resultado extremadamente pobre”– se distribución de los pesos, interdependen- posiciones presentes en el debate sobre caracterizan generalmente por una retóri- cias y relaciones entre las distintas dimen- la RSE. La utilización del término stakehol- ca vacía y una discutible aproximación a siones del desarrollo sostenible. ders o partes interesadas por parte de los problemas que afectan al debate so- GRI para denominar a este tipo de grupos bre el desarrollo sostenible. La conclusión y comités introduce un incomprensible de los prestigiosos investigadores del Cen- confusionismo, pues en un órgano tan im- tre for Social & Enviromental Accounting portante como el organisational stakehol- Research de la Universidad de Glasgow es En los modelos de análisis que dominan 2.4. Los fundamentos metodológicos de la propuesta ders, por ejemplo, que participa activa- que en el debate sobre las políticas y prác- los estudios sobre los informes sociales mente en el desarrollo de las guías y en ticas empresariales de sostenibilidad “hay el objeto de investigación se reduce gene- los procesos de adopción del tipo de indi- demasiada charla y poca acción”. ralmente a la verificación de los procedimientos de información adoptados cadores que pueden facilitarnos una visión precisa de la conducta de En el debate sobre las políticas y prácti- por las empresas, de acuerdo con las empresas en el ámbito de lo so- cas empresariales de sostenibilidad “hay los principios de los procesos de la demasiada charla y poca acción”. do mucha menor atención la ob- cial, tiene una escasa relación con las posiciones existentes en el deba- contabilidad financiera, merecienservación y evaluación de las políti- te sobre la RSE y la adopción de estándares de informe social. Entre las 241 Otro de los puntos críticos de las propues- cas y prácticas sociales sobre las que in- entidades de más de treinta países que lo tas metodológicas de Global Reporting Initia- forman las empresas, su pertinencia y componen, no tienen apenas presencia las tive son los procedimientos de evaluación, significación. La primera consecuencia es organizaciones representativas de las dis- especialmente en el ámbito del análisis de que generalmente se elude el problema tintas partes interesadas, como los traba- las políticas y prácticas sociales. Aunque que debería ser el principal objeto del de- jadores, los consumidores, los inversores los avances metodológicos que se han bate, como es la respuesta que damos a o grupos relacionados con la defensa de realizado desde la presentación pública las preguntas concretas sobre como se los derechos humanos o la protección del del primer proyecto de guía en 1999 expresan en las estrategias, políticas, medio ambiente, como pudiera deducirse son indudables, lo cierto es que en la G3 prácticas y resultados de las empresas 9. En diciembre de 2005 figuraban inscritas en este órgano, fundamental para el desarrollo del proyecto GRI, las veinte entidades españolas siguientes: Telefónica S.A., Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas (AECA), Maestranza Consultores, SL, Foretica, Fundación Entorno, Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), CIES Corporate Social Responsibility, Collegi de Censors Jurats de Comptes de Catalunya, Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA), Creating Comunicación y Marketing S.A., Sustainability Services, Deva Comunicación Financiera, S.L., EuroQuality-European Quality Assurance, Fundación + Familia, Grupo Eroski, Javierre S.L., La Vola, Más Vida Red SL, Socintec SA, Villafañe & Asociados y WereAble ToConsultores S.L. Igualmente en el más reducido e influyente “Stakeholder Council” participan dos expertos españoles que tienen a su vez funciones directivas en una gran empresa española y en las oficinas en España de una empresa mundial de consultoría. 49 las nuevas exigencias de responsabilidad complejidad de los factores e interdepen- en los principios de la contabilidad finan- y los compromisos con los objetivos de dencias que afectan a la actividad econó- ciera suscitan serias cautelas sobre su sostenibilidad, que debería ser la primera mica y al desarrollo de una nueva visión posible operatividad para canalizar el de- preocupación de las reflexión metodológi- sobre los enfoques de gestión de las em- bate y el desarrollo de la RSE. No se trata ca. Por el contrario, en los modelos de presas. Sin embargo, la confusión entre la de un debate nuevo, pues en la primera análisis propuestos por Global Reporting Initiative y en normas como Se crítica a las insuficiencias de los la AA 1000 desarrollada por el Ins- actuales métodos contables. titute of Social and Ethical Accoun- oleada de informes sociales de los años noventa se manifestaron diferencias de enfoque significativas sobre esta cuestión. Mientras que en tability, la prioridad metodológica es la discusión sobre la necesidad de un mayor los informes de Traidcraft, elaborados por accountability o las actividades referidas a reconocimiento de la importancia de los la británica New Economics Foundation, la información y explicación de las activida- denominados recursos intangibles o invisi- NEF, se utiliza una terminología próxima a des de las empresas (un fenómeno favore- bles10 y la actual discusión pública sobre la contabilidad financiera, como auditoría cido por los escándalos, por la presión de las responsabilidades de las empresas en o análisis de las cuentas sociales –social los inversores y mercados financieros, y el desarrollo económico, social y me- accounting–, los responsables de los pri- por el incremento de las exigencias lega- dioambiental de las sociedades contempo- meros informes de Ben&Jerry’s conside- les de información y de transparencia), de ráneas es un grave error de percepción raron un error establecer paralelismos en- forma que, como han advertido Capron y sobre el sentido y el alcance del concepto tre la contabilidad financiera y la gestión Quairel-Lanoizelée (2004, 23), se tiende a de RSE. En este sentido, conviene recor- social de la empresa, ya que su medida focalizar el debate en la exigencia de ren- dar que el debate sobre las responsabili- exige más libertad de valoración e inter- dir cuentas –accountability– mucho más dades de las empresas es inseparable de pretación de lo que permiten los procesos que en la responsabilidad y los compromi- la necesidad de una mayor contribución contables12. En este sentido resulta poco sos de las empresas con los objetivos del del sector privado de la economía a los es- objetable que los enfoques de evaluación desarrollo sostenible –responsability. fuerzos de la comunidad internacional pa- social –social assessment– pueden ser un ra alcanzar un desarrollo global más sos- instrumento de orientación de la gestión y Es cierto que la crítica a las insuficiencias tenible11 y que con este nuevo paradigma favorecer los procesos de participación de de los actuales métodos contables y la ne- de crecimiento “se introduce un nuevo todos los actores de la RSE. cesidad de tomar en consideración indi- principio normativo de responsabilidad que cadores no financieros para evaluar de tiene un alcance mucho mayor que las forma más precisa los resultados de las obligaciones empresariales establecidas empresas, así como las propuestas orien- en la legislación reguladora de la actividad tadas al desarrollo de una contabilidad económica” (Perdiguero y García Reche “La responsabilidad se mide con hechos más global que incorpore el valor de facto- 2005, 20). y no con palabras”13 las marcas o la imagen y reputación de las Por otra parte, las dificultades de desarro- El foco del debate sobre los estándares de empresas, favorece la consideración de la llo de un modelo de informe social inspirado informe social y sobre las metodologías de 2.4.1. El análisis de las políticas y prácticas responsables res inmateriales como el capital humano, 10. Una visión general sobre el debate acerca de los activos o recursos intangibles y sus efectos en la nueva consideración del valor de las empresas puede verse en el excelente trabajo de Maria Luisa Recio Rapún (2005). Los recursos intangibles: Gestión y reconocimiento en la empresa española. Madrid: Instituto de Estudios Económicos. 11. “Con la visión del desarrollo propuesta desde las perspectivas de la sostenibilidad…, se afirma de manera explícita que la empresa no puede ser situada al margen de los desafíos y problemas económicos, sociales y medioambientales a los que se enfrentan las sociedades en cada momento histórico de su desarrollo; unos problemas y retos que exigen una respuesta ordenada del conjunto de los actores individuales y colectivos y que resulta difícil articular exclusivamente y en su totalidad mediante normas de carácter legal”. Conf. Perdiguero, G. Tomás y Reche, G. Andrés (2005). “Crecimiento, competitividad y responsabilidad: La encrucijada europea”, en La responsabilidad social de las empresas y los nuevos desafíos de la gestión empresarial. Tomás G. Perdiguero y Andrés García Reche (eds). Valencia: PUV. 12. Paul Hawken, responsable de los primeros informes de Ben & Jerry’s, por ejemplo, defiende los sistemas de evaluación social al estimar que favorecen el proceso de diálogo y participación de los stakeholders. En Nelder, Chris (1995). Social Assessment. Better World and BWZ are Service Marks of MagNet Inc. 13. Conf. Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre los instrumentos de información y evaluación de la responsabilidad social de las empresas en una economía globalizada” (2005/C286/04) de 17 de noviembre de 2005. 50 análisis de las políticas responsables es, Es cierto, como ha señalado la Organiza- empleo, progreso social y protección del sin duda, la necesidad de evaluar y medir ción para la Cooperación y el Desarrollo medio ambiente contemplados en la Agen- la contribución de las empresas a los obje- Económico, OCDE14, que el debate sobre da de Lisboa y los acuerdos del Consejo tivos del desarrollo sostenible. Se trata, el desarrollo sostenible pone en juego inte- para el desarrollo de la estrategia europea por tanto, de analizar la capacidad de las reses contradictorios de los distintos ac- de desarrollo sostenible”. empresas para identificar y gestionar los tores, instituciones y grupos sociales, así impactos económico, social y medioam- como divergencias de percepción sobre En cuanto a los sistemas de evaluación, biental de sus decisiones y actividades, y las políticas y decisiones que deberían debe destacarse que en los distintos do- construir unas relaciones con sus stake- adoptarse, por lo que el acuerdo y los cumentos de trabajo elaborados por la Co- holders basadas en la información, la compromisos son imprescindibles para misión y en las resoluciones del Consejo y transparencia, el diálogo y la participa- avanzar. Sin embargo, esta visión abierta del Parlamento Europeo se ha insistido en ción, más allá de las responsabilidades y plural de los objetivos de sostenibilidad la necesidad de un acuerdo general sobre contempladas en las leyes y normas que no es incompatible con la consideración el tipo de información que las empresas regulan la actividad económica, tanto en de las políticas públicas como uno de los deben facilitar y sobre la fiabilidad de los el ámbito internacional como en el que se ejes básicos de referencia de los compro- procedimientos de evaluación y auditoría. refiere a la legislación existente en cada misos de las empresas con el desarrollo La Comisión Europea ha propuesto dos ti- país. El hecho verdaderamente relevante es que se pide a las empresas que incorporen a sus modelos de decisión una agenda mucho más compleja con relación a los objeti- pos de estándares que en líneas El debate sobre el desarrollo sostenible pone en juego intereses contradictorios entre los distintos actores. vos y finalidades tradicionales de la generales satisfacen estos requisitos, como son el Informe sobre la Gestión del Cambio17 propuesto en 1998 por el Grupo de Alto Nivel sobre las consecuencias económicas actividad productiva y económica, que aun- sostenible 15 , y como se ha recogido en y sociales del cambio industrial y el Siste- que no implica la revisión de los objetivos las conclusiones del Foro de Expertos aus- ma Comunitario de Gestión y Auditoria empresariales primarios de creación de ri- piciado por el Ministerio de Trabajo y Medioambiental, SGAM18. queza, si requiere un horizonte de gestión Asuntos Sociales 16, en los países miem- más amplio de las relaciones de la empre- bros de la Unión Europea los contenidos y Los criterios metodológicos adoptados en sa con la sociedad y con sus stakeholders, dimensiones concretas de la RSE deberán el modelo de auditoría auspiciado por la con efectos de largo alcance sobre los va- tener “una relación directa con la necesi- Comisión tienen un elevado interés para lores culturales que han dominado las con- dad de un compromiso activo del sector el desarrollo de los modelos de análisis cepciones de la gestión empresarial du- privado de la economía con los objetivos de los sistemas de informe social, porque rante un largo período de tiempo. de crecimiento económico, creación de permiten establecer una diferenciación 14. Conf. La gouvernance pour le dèveloppment durable. Étude de cinq pays de l’OCDE, 2002. 15. El carácter histórico cambiante de las responsabilidades empresariales y su relación directa con el mapa de necesidades y problemas existente en la sociedad en cada momento concreto de su desarrollo ha sido ampliamente reconocido en la bibliografía académica sobre la RSE. Unas necesidades y prioridades que en las sociedades democráticas se definen en un marco de elevada complejidad, pero con una incuestionable influencia de los procesos políticos y de las instituciones que representan la voluntad de los ciudadanos. Conf. Perdiguero, G. Tomás (2003) La responsabilidad social de las empresas en un mundo global, Barcelona: Anagrama, página 173. 16. El informe de RSE como motor de la responsabilidad social (IV Sesión de trabajo del Foro de Expertos en RSE del gobierno de España). MTAS, mayo 2006. 17. En el llamado Informe Gyllenhammar se propone que las empresas europeas de más de mil trabajadores deberían elaborar un Informe sobre la Gestión del Cambio, IGC, en el que se describan las políticas de la empresa sobre el cambio estructural, sus programas de educación y capacitación para mantener la empleabilidad de su plantilla, las políticas promovidas para la mejora de la salud y la seguridad de los trabajadores, los esfuerzos realizados para mejorar la comunicación y participación –diálogo social–, los programas desarrollados para garantizar la igualdad de oportunidades, así como su capacidad de adaptación a las nuevas demandas sociales. Conf. Gestión del cambio. Grupo de Alto Nivel sobre las consecuencias económicas y sociales del cambio (Informe final). Comisión Europea. Dirección General de Empleo, Relaciones Laborales y Asuntos Sociales. Unidad V/D/3. Noviembre de 1998. 18. En la Comunicación de la Comisión de julio de 2002 se afirma que “la Comisión fomentará la participación en el sistema SGAM como instrumento de responsabilidad social y estudiará la pertinencia de utilizar este sistema para abordar los resultados sociales de las empresas y otras organizaciones”. Capítulo 5.2, página 16. 51 nítida entre las actividades empresariales los procesos de política pública en la Unión de desarrollo más sostenible y con mayo- que responden al cumplimiento de las le- Europea, y que expresan las ambiciones res equilibrios entre los ámbitos económi- yes y normas que regulan la actividad eco- de calidad y progreso del modelo social co, social y medioambiental. nómica y las políticas y programas innovadores de carácter voluntario. En un segundo nivel, el modelo de Los modelos de análisis generalmente Con esta perspectiva general el sistema de indicadores ha sido dividi- auditoría europeo establece que las utilizados en los estudios sobre las polí- empresas deben poder demostrar ticas y prácticas de responsabilidad analizan tres ámbitos generales del otorgan la prioridad a la verificación de esfuerzos desarrollados en materia que mantienen un diálogo abierto con los trabajadores, los consumidores, las comunidades donde desarrollan sus actividades y otras partes interesadas, con el objetivo do en dos partes. En la primera se enfoque de la responsabilidad: Los los procedimientos de información adop- de transparencia gestión ambien- tados por las empresas. ra también que las empresas de- tal. En la Comunicación se consideben ser inflexibles en el respeto a de integrar en su estrategia y objetivos los intereses y expectativas más am- europeo que, como han sido definidas en los derechos humanos, la protección del plios de los distintos grupos sociales impli- el Informe Kok19, consisten en conciliar el medio ambiente y las normas laborales bá- cados y/o afectados por las actividades dinamismo económico con una mayor sicas en los países en vías de desarrollo, y empresariales. El sistema de gestión de creación de empleo y con las tradicionales contribuir activamente al avance de los las políticas, se dice, tiene como objetivo aspiraciones europeas de progresar en la Objetivos del Milenio de Naciones Unidas la mejora continua, de acuerdo con los re- cohesión social, la equidad y la protección en la gestión de la información (1), el nivel querimientos de los modelos de la exce- medioambiental. Las propuestas conteni- de responsabilidad y de compromiso de lencia y otros procedimientos de verifica- das en la Comunicación de la Comisión los máximos órganos de decisión de las ción de la consistencia del desarrollo de Europea de marzo de 2006 titulada “Po- empresas con los objetivos de sostenibili- las políticas y programas empresariales, ner en práctica la asociación para el creci- dad (2) y los esfuerzos realizados para en los que se controlan los procesos de miento y el empleo: hacer de Europa un avanzar en los procesos de coordinación diseño de los objetivos, el enfoque de las polo de excelencia de la responsabilidad con el objetivo de adaptar los sistemas or- actividades para su desarrollo, su desplie- social de las empresas”20, la Declaración ganizativos y de gestión a los nuevos re- gue, evaluación y revisión. para el Diálogo Social firmada en julio de querimientos de la responsabilidad y el de- 2004 por el gobierno, las organizaciones sarrollo sostenible (3). En la segunda par- empresariales y los sindicatos –“competiti- te se analizan los resultados de gestión en vidad, empleo estable y cohesión social”– y siete grandes ámbitos, mediante la eva- el Programa Nacional de Reformas, PNR, luación de veinte tipos de indicadores. 2.4.2. El sistema de indicadores y la metodología de evaluación En congruencia con los criterios metodoló- aprobado por el gobierno de España en gicos que han sido expuestos en los epí- octubre de 2005 recogen los puntos críti- Como se ha indicado en la fundamenta- grafes anteriores se propone un sistema cos que reúnen el mayor consenso sobre ción de la propuesta metodológica, mien- de indicadores de carácter experimental los principales desafíos a los que se en- tras que los modelos de análisis general- que permite evaluar el progreso de las frenta nuestro país, así como los principa- mente utilizados en los estudios sobre las empresas en el desarrollo de sus respon- les problemas y áreas de mejora que re- políticas y prácticas de responsabilidad sabilidades, de acuerdo con los objetivos sultan claves o que más influencia tienen otorgan la prioridad a la verificación de los de sostenibilidad que han sido definidos en en el proceso de avance hacia un modelo procedimientos de información adoptados 19. Hacer frente al desafío. La estrategia de Lisboa para el crecimiento y el empleo. Informe del Grupo de Alto Nivel presidido por Wim Kok, Noviembre 2004. 20. En la Comunicación se considera que las empresas pueden hacer mayores esfuerzos de integración laboral y de inclusión social, especialmente con la contratación de más trabajadores pertenecientes a colectivos con alto riesgo de exclusión; invertir más en la formación y empleabilidad de sus trabajadores; desarrollar iniciativas voluntarias que contribuyan a la mejora de la salud pública; hacer más esfuerzos en el desarrollo de innovaciones que aborden los problemas sociales y la creación de un entorno laboral más estimulante; utilizar de manera más racional los recursos naturales y la adopción voluntaria de sistemas de gestión ambiental. En la Comunicación se considera también que las empresas deben ser inflexibles en el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente y las normas laborales básicas en los países en vías de desarrollo, y contribuir activamente al avance de los Objetivos del Milenio de Naciones Unidas. 52 SISTEMA DE EVALUACIÓN PARTE I: TRANSPARENCIA Y ENFOQUE DE GESTIÓN I.1 Información, transparencia y rendición de cuentas. I.2 El desarrollo sostenible como eje de la estrategia empresarial. I.3 El sistema de gestión de la RSE. PARTE II: POLÍTICAS Y RESULTADOS DE GESTIÓN ÁREAS DE ANÁLISIS INDICADORES II.1 Creación de empleos de calidad y contribución a la mejora de la eficacia de las políticas públicas de inclusión, cohesión y desarrollo social. 1. Creación de empleo. 2. Esfuerzos de integración laboral de personas pertenecientes a colectivos con alto riesgo de exclusión. 3. Esfuerzos para la reducción de la temporalidad y la precariedad en el empleo. 4. Alianzas de las empresas con los poderes públicos para mejorar la eficacia de las políticas de creación de empleo, cohesión y desarrollo social. II.2 Investigación e innovaciones que aborden los problemas de la sociedad. 5. Fomento de la investigación y las innovaciones en tecnologías sostenibles. 6. Desarrollo de productos y servicios que respondan a las necesidades sociales. II.3 Inversión y políticas para el desarrollo de las capacidades, el aprendizaje permanente y la empleabilidad de los trabajadores. 7. Evaluación del esfuerzo de inversión en formación. 8. Niveles de participación en las actividades formativas. 9. Evaluación de los resultados de la formación. II.4 Calidad del Sistema de salud y seguridad, condiciones de trabajo y participación. II.5 Igualdad y participación económica. 10. Accidentes de trabajo, absentismo y enfermedades profesionales. 11. Políticas innovadoras con objetivos de mejora general del sistema de SST y las condiciones de trabajo. 12. Participación en la organización del trabajo. 13. Facilidades para la conciliación de la vida profesional con las necesidades de carácter personal. 14. Niveles de equidad. 15. Participación económica y beneficios sociales. 16. Igualdad entre hombres y mujeres. II.6 Responsabilidades sobre el medio ambiente. 17. Sistema de gestión medioambiental. II.7 Responsabilidades internacionales de las empresas europeas. 18. Responsabilidad sobre la totalidad de la cadena de fabricación, distribución y venta de sus productos y servicios. 19. Actuación como empresa europea responsable en los países donde desarrolla sus actividades. 20. Adhesión y contribuciones a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de Naciones Unidas. por las empresas, de acuerdo con los análisis de los cambios introducidos por consideración, evaluación y medida de las principios que informan a los procesos de las empresas para adaptar su estrategia, dimensiones sociales y medioambientales la contabilidad financiera, el enfoque utili- políticas y modelos de gestión a los reque- del desarrollo sostenible 21. Así, en mu- zado en este estudio se apoya en los crite- rimientos de responsabilidad y a los obje- chos casos, para la evaluación de los indi- rios normativos de los procesos de evalua- tivos de sostenibilidad. Se trata de un en- cadores elegidos se utilizan variables ba- ción social –social assessment– con los foque metodológico que puede ser inclui- sadas en datos e informaciones de ca- que se concede la prioridad al análisis de do en las corrientes de investigación de rácter numérico, como sucede con la la orientación de la gestión de las organi- los indicadores sociales, que como ha in- contribución de las empresas incluidas en zaciones evaluadas. dicado Marcos Castro (2002, 148) es- el estudio a la cohesión y el desarrollo so- tán adquiriendo desde la segunda mitad cial mediante la creación de empleo, o Con este enfoque general el proceso de de los años noventa una nueva actualidad las inversiones en formación que contri- evaluación tiene como principal objetivo el por la idoneidad de su aplicación para la buyen a la mejora del capital intelectual 21. La utilización de indicadores sociales para complementar las medidas económicas y monetarias sobre el bienestar y el desarrollo ha sido frecuente por parte de organizaciones internacionales multilaterales como el Banco Mundial, la OCDE o Naciones Unidas, como es el caso del Índice de Desarrollo Humano, IDH, del Programa de de Desarrollo de Naciones Unidas, en el que se combinan indicadores económicos y monetarios con otros relacionados con la salud, la educación o la esperanza de vida. 53 de la organización y a la empleabilidad de insuficiente, de acuerdo con los criterios los trabajadores. En otros casos, para la metodológicos de evaluación comparativa (1997): “Environmental and social ac- evaluación de los indicadores se utilizan adoptados. El tercer nivel, en el intervalo counting&reporting”, Centre for Social marcos o umbrales de referencia, como 41-60 puntos, corresponde a desarrollos and Environmental Accounting. Rese- pueden ser los objetivos de política públi- que ya resultan satisfactorios, mientras arch, University of Dundee. ca, los resultados de los países más avan- que el nivel inmediato, intervalo de 61-80 zados en una dimensión determinada del puntos, corresponde a un grado de desa- desarrollo sostenible o las mejores prácti- rrollo notable. El último nivel de 81-100 nability cas proponen puntos correspondería al máximo desa- Whom?. Chartered Accountants Jour- (Drewnoski y Scott, 1966). Asimismo, en rrollo de las políticas y prácticas de res- nal of New Zealand 8 (16). july 2002, el proceso de evaluación se utilizan tam- ponsabilidad en los ámbitos de evaluación 66-70. bién indicadores índices o sintéticos para elegidos. empresariales, como • GRAY, R., COLLISON, D. • GRAY, R. explicar factores y componentes de la responsabilidad que están interrelacionados, como sucede con la evaluación de la calidad del trabajo o los ámbitos referidos a la igualdad y equidad en las relaciones de la empresa con sus stakeholders. Ca- Y Reporting: L. D. Theory”. Accounting and Busi- 352. da indicador es ponderado en fun- • NELDER, CHRIS (1995): Social AsBIBLIOGRAFÍA sessment. Better World and mo son las prácticas internacionales más BWZ are Service Marks of Mag• BERTHELOT, S., CORMIER, D. Y MAGNAN, M. Net Inc. (2002): “Environmental Disclosure Re- forma que puede medirse la distancia o el search: Review and Shyntesis”. CRG’s resultado alcanzado por cada empresa Working Papers. • MARCOS SERRANO, J. (2002): “Indicadores de desarrollo sostenible urbano. con relación a un nivel mínimo de carácter objetivo, como es el estricto cumplimiento PARKER ness Research. 19(76), 343- política pública. de sostenibilidad de la política pública, de Y Kidding ting: A Rebuttal of Legitimacy cia, como pueden ser los objetivos de avanzadas en ese ámbito o los objetivos J. Who’s (1989): “Corporate Social Repor- utilizan marcos o umbrales de referen- ción de un nivel máximo de referencia, co- BEBBINGTON, J. MILNE, J. M. (2002): Sustai- • GUTHRIE, Para la evaluación de los indicadores se Y Una aplicación para Andalucía. Univer• CARROLL, ARCHIE B. Y NÄSI, JUHA sidad de Málaga (tesis doctoral). de las leyes existentes sobre la materia (1997): “Understanding Stakeholder analizada y la ausencia de políticas o prác- Thinking: Themes from a Finnish Confe- ticas innovadoras de carácter voluntario. rence”. Business Ethics, vol. 6, nº. 1, (1998): “Managing Public Impressions: January 1996, 46-51. Environmental Disclosures in Annual Para la clasificación de las empresas se aplica una escala numérica de cero a cien puntos, en la que se han convenido cua- • NEU, D., WARSAME, H. Y PEDWELL, K. Reports”. Accounting, Organizations • DEEGAN, C. AND B. GORDON (1996), “A and Society. 23(3), 265-282. Study of the Environmental Disclosure tro niveles desarrollo de las políticas de Practices of Australian Corporations”. • PERDIGUERO, G. TOMÁS (2003): Las res- responsabilidad, de acuerdo con la pun- Accounting and Business Research. ponsabilidad social de las empresas en tuación obtenida por cada empresa en 26(3), 187-199. un mundo global, Barcelona: Anagra- los indicadores de las áreas de análisis consideradas. Se considera que existe ma. • DREWNOSKI, J. Y SCOTT, W. “The Level of un primer nivel crítico, para el intervalo Living Index. Informe del Instituto de Na- de 0-20 puntos, que corresponde a un ciones Unidas sobre el Desarrollo So- ADOLFO (2005): “Los informes sociales: desarrollo mínimo de los criterios anali- cial. Ginebra, 1966. información y rendición de cuentas so- zados. En el segundo nivel, para el intervalo de 21-40 puntos, se clasifica a las empresas con un desarrollo considerado 54 • PERDIGUERO, G. TOMÁS, Y RAUSELL, L. bre las políticas y prácticas sociales de • EPSTEIN MARC J. Y BICHRAD, B. (2001): La empresa honesta. Barcelona. Paidós. las empresas”, en La responsabilidad social de las empresas y los nuevos desafíos de la gestión empresarial, PER- Sustainable Enterprise Initiative”. World DIGUERO, Resources Institute. WRI. New York. G. TOMÁS., Y RECHE, G. ANDRÉS (eds), Valencia: PUV, 237-275. Legitimacy: Strategic and institutional approaches. Academy of Management • RAPÚN, R. MARIA LUISA (2005): Los re• PERDIGUERO, G. TOMÁS, • SUCHMAN, C. MARK (1995): “Managing Review, vol 20, nº. 3, 571-610. RECHE, G. AN- cursos intangibles: Gestión y reconoci- (2005): “Crecimiento, competitivi- miento en la empresa española. Ma- • WALDEN, D. W. Y SCHWARTZ, B. N. (1997): dad y responsabilidad: la encrucijada drid: Instituto de Estudios Económicos. “Environmental Disclosures and Public Po- DRÉS Y europea”, en La responsabilidad social de las empresas y los nuevos desafíos licy Pressure”. Journal of Accounting and • RICART, E. JOAN, RODRÍGUEZ, P. SÁNCHEZ, de la gestión empresarial, PERDIGUERO, LARA VENTERO (2005): La empresa sos- G. TOMÁS., tenible: Aprendiendo de los líderes del Y RECHE, G. ANDRÉS (eds), Va- lencia: PUV, 11-43. DJSI. Fundación BBVA. Public Policy 16, 125-154. • WILMSHURST, T.D. Y FROST, G. R. (2000): “Corporate Environmental Reporting A test of Legitimacy Theory”. Accounting, • RANGANATHAN, JANET (1998): Sustainabi- • SAVAGE, A., ROWLANDS, J. Y CATALDO A. J. lity Rulers: Measuring Corporate Envi- (2000): Environmental Disclosure in An- ronmental & Social Performance, en nual Reports: A legitimacy Theory Frame- “Sustainable Enterprise Perspectives. work. Working papers. Oakland University. Auditing & Accountability Journal 13(1), 10-26. 55