Prólogo - Roberto Blancarte

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Prólogo
Roberto Blancarte
.
T
iene remedio la Legión de Cristo? ¿Puede sobrevivir al estigma de haber sido fundada, diseftada hasta en sus últimos detalles y conducida
crurante seis décadas por un pederasta, drogadicto, abusador, falso y criminal?
¿Es posible la transformación de una institución que, más allá de Marcial
Maciel, no es más que una máquina que confundió los medios con los fines
y cuyo supuesto carisma se aparta de los fines evangélicos de la Iglesia católica? Éstas son algunas de las interrogantes que la lectura de este libro debería
contribuir a dar respuesta. Nelly Ramírez Mota Velasco, su autora principal,
quien expresa tanto ideas y experiencias personales como las de diversos sacerdotes y consagradas del Movimiento Regnum Christi, lleva a cabo un minucioso análisis de las características de esta congregación religiosa y muestra
de manera contundente que la obra no puede separarse de su fundador; que
posee muchas de sus características y que su disefto y organización en buena
medida son un reflejo de los vicios, ideología y visión sectaria de Maciel.
La discusión acerca del futuro de la Legión de Cristo, si es que puede
tener alguno, no es intrascendente. De alguna manera refleja el debate acerca
del tipo de Iglesia que se quiere construir; una institución al servicio de la
humanidad o una congregación al servicio del poder y la riqueza, que termina
sirviéndose a sí misma, aplastando a hombres y mujeres por igual, convirtiendo el crecimiento de la Legión en un fin absoluto.
Este libro muestra que,hay un falso debate respecto a si Marcial Maciel
era un hombre perverso, pero sus obras podían tener inspiración divina. En
realidad, la frase bíblica "por sus obras los conoceréis" que ha querido ser utilizada en descargo de los crímenes del fundador, se aplica perfectamente: la Legión de Cristo tiene en su estructura misma y desde sus orígenes los elementos
nocivos que hicieron posible todas las atrocidades personales de Maciel, pero
también las que cotidianamente se cometieron y se siguen cometiendo contra
Iodos aquellos jóvenes, hombres y mujeres de buena fe que fueron desposeí¡los de los más valioso de su ser: su libre conciencia y su capacidad crítica. Y
lodo en nombre de Dios. "No hay árbol malo que dé frutos buenos". Simple
y sencillamente no puede dados. Una de las más importantes aportaciones de
¡'SIclibro es quc qUl.:daclaro que las obras tanto elogiadas, lo que la Legión
~
11
'El reino de Marcial Maciel
Nelly Ramírez Mota Velasco
está produciendo, no es bueno ni para los propios miembros de la Legión de
Cristo y el Regnum Christi, ni para la Iglesia católica, ni para la sociedad en
la que está inmersa. Las reglas internas y la cultura legionaria generan represión y pérdida de libertad, corrupción, fariseísmo, doble moral, secretismo,
superficialidad espiritual, infantilismo, despersonalización, desánimo y crisis
emocionales con graves consecuencias para la salud de sus miembros. No
es precisamente el ideal de plenitud psicológica y espiritual que se pregona.
Muchos de estos vicios y defectos se transmiten a la Iglesia y la sociedad. Así
por ejemplo, el supuesto "éxito" de los legionarios promueve el fariseísmo y
la pobreza espiritual en otras partes de la institución eclesiástica. La corrupción también termina por penetrar a sectores de la Iglesia y de la sociedad. Al
mismo tiempo, es evidente que una organización como la Legión de Cristo
pudo crecer, en la forma que lo hizo, debido al indudable carisma personal
de Maciel y sus cualidades empresariales, pero además y sobre todo gracias al
apoyo de algunos sectores de la población que vieron en los legionarios un
modelo de sociedad al que aspiran: católico, conservador, clerical, autoritario,
disciplinado, ordenado, estratificado, blanco, elitista. No es de extrañar que
la Legión haya surgido en el Bajío posterior a la Guerra Cristera, para luego
desarrollarse en la España franquista, en Chile, en Irlanda y entre algunos
sectores sociales de la ciudad de México y Monterrey. Sin ellos y su apoyo
económico y político, jamás la Legión habría tenido el crecimiento material
y vocacional. Ciertamente, estas clases encontraron en Maciel y la Legión a
emprendedores sagacesy audaces, tan ambiciosos como oportunistas. Pero al
final se creó una simbiosis particular, expresada en la estrecha conexión con
algunos sectores del empresariado, y en especial del regiomontano, que hasta
ahora permanece intacta. Pero ese modelo de congregación, a largo plazo, no
podía ser benéfico para una Iglesia católica que pretende ofrecer caminos al
conjunto de la sociedad y que tiene muchas otras propuestas y carismas.
Nelly Ramírez Mota Velasco describe con rigor y precisión muchas
de las características de la Legión de Cristo que permiten definirla como un
fenómeno sectario dentro de la Iglesia católica: culto a la personalidad de su
director general, secretismo, sometimiento de la libre conciencia y eliminación de la capacidad crítica de sus miembros, sentimiento de ser un grupo
elegido y por encima de los demás, aislamiento respecto al resto de la sociedad y en particular de la familia, voluntad de transformación de su entorno,
desarrollo de teorías del complot y conspiración, espionaje y manipulación
de documentos, uniformización estricta de crit~rios, censura y control de la
1"lormación y la comunicación, falta de transparencia, maniqueísmo, despre.111de las reglas establecidas por las instituciones eclesiásticas o civiles, reglas
~ !IIoral estricta en las bases pero relajada y justificada en los líderes, visión
,I,'formada de la realidad, exigencia de incuestionada obediencia, control grul',tI de las más mínimas acciones, represión de cualquier tipo de disidencia,
11}~orismo
y paranoia generalizada. Todos estos son elementos característicos
,11una sectal que ,más allá de su fundador, siguen imperando en la Legión
.Ir (:risto. Incluso hoy, cuando todavía muchos de sus dirigentes y miembros
'1K'lcnafirmando: "son los visitadores [del Papa] los que quieren separarnos""
" que "hay que defender el carisma de deformaciones externas".
¿Cuál es, en cualquier caso, el carisma de esta congregación?, ¿cuál
I'urde ser el impulso que pueda llevar a cientos y miles de personas a senIII~I'parte de ella, con un estigma como el heredado por su fundador?, ¿qué
~IIIación específica puede tener la Legión ahora? Según la"autora, "los frutos
"I'0stólicos se concretan en el número de vocaciones y en el número de incor1"lIacionesconseguidas, así como en el dinero aportado". Éste es el verdadero
. isma de la Legión: crecimiento interno y dinero. Los medios se convirtie""Il~n el fin. Todo está hecho para ello. La evangelización de la sociedad pasó
11~I'I'un objetivo secundario. Es evidente entonces que la Legión no puede
!,11'lcnderque el crecimiento interno y la búsqueda desaforada y desmedida
,It londos sea su carisma; sería la mejor manera de recordar las semillas echatI.l~por el fundador. La Legión requiere una verdadera conversión.
En el estado actual de la congregación, sin embargo, las posibilidades
,1, 1Ina transformación profunda no parecen ser muy grandes. No sólo por la
, vltlente resistencia interna de la dirigencia, que tiene la esperanza de seguir
,ulllando como hasta ahora, simple y sencillamente porque no conoce otra
111.IIH:ra
de comportarse, sino porque la Santa Sede, que no ha removido a la
.lItI~cnciade sus cargos, parecería querer salvar lo salvable de la congregación.
1',,1)al hacerlo, corre el riesgo de atribuir todas las faltas al fundador y olvidar_, ,1('la estructura que Maciel creó, la cual hiw posible sus crímenes y todavía
I."Y~ontinúa oprimiendo conciencias, tergiversando la búsqueda evangélica,
I
lI,ubriendo crímenesy complicidades.
Como señalé hace ya algún tiempo, "lo que la legión necesita no es
IIlhl transformación, sino una verdadera conversión. Eso significa transfor111.11
completamente el 'carisma' de la congregación fundada por el pederasta
M..rid. Dejar verdaderamente atrás el pasado de los legionarios de Cristo
,lp,lIificaque, en lugar de borrar la imagen de su fundador, deberían tenerla
,,
Nelly Ramírez Mota Velasco
siempre presente para saber lo que no se debe de hacer, lo que nunca debie.
ron haber hecho y lo que no deberían hacer en el futuro. Borrar el pasado, en
ese sentido, es imposible. Por eso, lo que tendrían que hacer es convertirse y
reorientar el carisma de la congregación hacia una búsqueda del perdón por
los pecados cometidos, tanto personales como institucionales. Suena descabe.
lIado, pero quizás la única manera de realmente 'borrar' el pecado original o
el estigma indeleble de la congregación sería que ésta reorientara sus esfuerzos
hacia otro tipo de vocación: que se dedicara a los pobres, a la protección de
los niños y niñas, a la justicia social, a la recristianización de criminales y a 1
evangelización de alguna región miserable. Sólo recordando lo que hizo Maciel y convirtiéndose se podrá olvidarlo."z
El impulso interno de transformación parece sin embargo prácticamente inexistente y el externo muy débil y ambiguo. Podría decirse incluso
que el papa Benedicto XVI, de hecho su principal inquisidor, no deja de mos-'
trar, además de su asombro, una perplejidad confusa, hasta con algún tinte de.
admiración por el fundador de los legionarios. En su reciente libro-entrevista"
La Luz del Mundo, Ratzinger, el actual Papa, afirma: "Para mí, Marcial Maciel
sigue siendo una figura enigmática. Por una parte, una vida que, como ahora
sabemos, se encuentra fuera de la moralidad, una vida de aventuras, (lisipadaj
extraviada. Por otra parte, vemos el dinamismo y la fuerza con la que constru.
yó la comunidad de los Legionarios". Luego, sobre la Legión, el Papa reitera
la posición de aquellos que creen que la congregación se puede recuperar. Para
el Papa, Maciel fue un falso profeta, pero, con una nueva estructura, su obra
es rescatable: "Naturalmente, hay que hacer correcciones, pero en términos
generales, es una comunidad sana. Hay en ella muchas personas jóvenes que
quieren servir con entusiasmo a la fe. No se debe destruir ese entusiasmo,
Muchos de ellos partieron de una figura falsa, pero al final se han visto llamados a adherir a una correcta. Éste es el hecho notable, la contradicción: que,
por así decirlo, un falso profeta haya podido tener un efecto positivo. A esos
jóvenes hay que darles un nuevo aliento. Hace falta una estructura nueva para
que no caigan en el vacío sino que, rectamente conducidos, puedan prestar un
servicio a la Iglesia y a los hombres".
Una nueva estructura que hasta ahora ni siquiera se ha comenzado
a construir. La dirigencia sigue siendo la misma, los estatutos han recibido
cambios menores, pero sobre todo el espíritu sectario y la cultura legionaria,
alrededor de un carisma incierto y poco evangélico, permanece igual. Parecería más bien que la Santa S,'dc, cn Sil d,~s('sl1('r:lcióll
por s:llvar lo salvable, Sl'
El reino de Marcial Maciel
ha encaminado a una política de "control de daños", que muy probablemente
lerminará en cambios menores más que en una profunda reestructuración.
El futuro de la Legión, de cualquier modo, es incierto. El desencanto
de muchas y muchos ha generado un éxodo, así como enojo y frustración enIre los que siguen adentro. Al mismo tiempo, en la medida que el estigma del
IlIndador ronda la organización, el factor prestigio y estatus ya no funciona
romo atractivo para muchos laicos. La receta sectaria y elitista ya no puede
~cguirsiendo aplicada.
Es en el anterior contexto que el libro de Nelly Ramírez Mota Velasco
lIdquiere todo su valor. Producto de una mujer que entregó doce años de su
vida (1997-2009) a la Legión y a Regnum Christi como consagrada y que
,11
ravesó por todos los procesos de negación y sometimiento de la voluntad,
lH'ecisamenteen los años que finalmente se hicieron públicos los crímenes de
Marcial Maciel. Por lo mismo, pocos como ella y todos los legionarios y con~agradasque compartieron su experiencia pero que no se atrevieron a firmar,
Plleden ser testimonio vivo del problema sistémico de la Legión, así como
de las dificultades para tomar conciencia del problema y el necesario valor
pllra denunciarlo, a pesar de las presiones recibidas para no hacerlo. Como
_rñalala autora: "Desformatear la mente y el corazón no es fácil, primero hay
'lile reconocer lo que está mal. Para eso se escribieron estas páginas". Espero
~lllceramente que ese esfuerzo y valor de Nelly Ramírez Mota Velasco sea remnocido por los lectores y los propios miembros de la Legión de Cristo.
NnrAs:
I Me refiero aquí a la acepción más negativa de secta, en el sentido que en inglés se le ha dado
,1los "cults". El concepto de secta ha sido analizado recientemente desde una perspectiva
wl'iológica por especialistas como Bryan R. Wilson, The social dimensions o/ sectarianism;
\,,/'/sand New ReligiousMovements in Contemporary Society (Oxford: Clarendon Press, 1990)
r gn7.0Pace, Le sette (Bologna: Il Mulino, 1997).
I Roberto Blancarte, "¿Tiene futuro la Legión de Cristo?", Milenio, 8 de septiembre de
J()()9.
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