COMBUSTIBLES FOSILES

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COMBUSTIBLES FOSILES: A la naturaleza, le llevó algo asi de 100.000.000 de años sacar el
CO2 de la atmósfera que quemamos en los ultimos 150 años: una relación monstruosa, donde
se devuelve a la atmósfera ese gas a una velocidad del orden de 650.000 veces más rápido
que lo que llevó absorbelo.
BIOMASA: al quemarlo, se devuelve a la atmósfera el CO2 que esas plantas absorbieron en el
añó anterior, o a lo sumo en unos pocos años antes: O sea que la "velocidad de devolución" es
más de 100.000 veces más lenta que en el primer caso.
Y por agregado decimos "no contaminan", porque por ejemplo, las cáscaras de arroz, o la
madera del árbol podrido, se hubiesen descompuesto en forma natural... y vuelto a la
atmósfera como CO2: asi que, pudrirse naturalmente o quemarlo, la contaminación es la
misma.Con las biomasas, para decir "no contaminamos", solo basta con replantar o reforestar lo que
se cosecha para hacer biocombustibles, con los fósiles, la única forma seria NO UTILIZARLOS,
porque para restablecer el equilibrio que rompimos en el siglo **, a la naturaleza le llevará
MILLONES DE AÑOS: o sea que el daño hecho, ya es irreparable.
LA BIOMASA NO CONTAMINA
Cuando me toca hablar de la biomasa ante el gran público, me encuentro muchas
veces con la misma pregunta de mis interlocutores, ¿por qué decimos que “la
biomasa no contamina”?, sobre todo teniendo en cuenta que en su combustión
se producen gases o “humos”, y que en el subconsciente colectivo, el humo está
asociado a la contaminación.
Antes de nada aclararé que nos referimos en este capítulo a la biomasa quemada
o combustionada con el objeto de producir calor a través de agua caliente, vapor
de agua, aire caliente, etc…
Dicha biomasa procede siempre de un vegetal, sea de la parte leñosa de
determinadas plantas (astillas o pellets de madera), del fruto de otras plantas
(cáscara de almendra, hueso de aceituna, etc), o incluso de residuos de compost
como los procedentes de la industria del champiñón.
Cuando dicha biomasa es quemada se liberan una serie de residuos que son en
su mayor porcentaje in-quemados, cenizas, CO2 y agua.
La mayor parte de las cenizas e in-quemados se quedan en el hogar de la
combustión por su propio peso. Si bien una pequeña parte de los in-quemados y
cenizas tienen un peso tan bajo que son transportados por el aire caliente y los
gases de la combustión, la normativa Española respecto de las calderas de
combustión obliga a la instalación de filtros que eviten la salida de partículas al
exterior, por lo que podemos decir que los humos procedentes de la combustión de
biomasa en calderas contienen una cantidad insignificante de partículas sólidas.
El agua procedente de la combustión se convierte en vapor de agua, el cual es
completamente inocuo en lo que a contaminación se refiere.
Esto nos deja sólo al CO2 (dióxido de carbono) como único potencial residuo
contaminante. El CO2 es un gas presente en la atmósfera terrestre y en el aire que
respiramos, en una proporción del 0,035% en volumen.
Pero antes de continuar vamos a definir o fijar un concepto previo, a mi juicio, MUY
RELEVANTE.
¿Qué es contaminar?. (damos por hecho que todos comprendemos el concepto,
pero resulta muy difícil encontrar a quien lo sepa acotar).
Para el caso que nos ocupa baste decir que contaminar un medio o hábitat
consiste en alterar su composición hasta el punto de hacerlo intolerable para
los seres vivos que lo habitan.
El ser humano y el resto de seres vivos “terrestres” viven en un hábitat dotado de
una atmósfera con la siguiente composición
y a una temperatura determinada. Una modificación drástica de estos valores
supondría la in-habitabilidad del medio para gran cantidad de seres vivos.
Imaginémonos el efecto devastador que sobre el oso polar tendría el incremento
de la temperatura en su hábitat, o como quedaría el ecosistema de un río si
incrementásemos los niveles de oxígeno en el agua de éste.
Dicho esto, el verter CO2 procedente de la combustión, podrá considerarse
contaminación sólo si esto contribuye a un incremento significativo de los
niveles de éste gas en la atmósfera. Si esto es así el resultado puede ser el
envenenamiento de la atmósfera, y mucho antes de llegar a este punto, el famoso
efecto invernadero, provocado por la captura y retención del calor en la atmósfera
y causante del incremento de la temperatura de ésta y de los cambios climáticos
que pueda acarrear.
Entonces, si hemos dicho que la combustión de la biomasa produce CO2, y que el
incremento de la concentración de dicho gas en la atmósfera es un efecto
contaminante, ¿cómo podemos decir que la combustión de biomasa no es
contaminante?.
Pues muy sencillo, esto es así porque la quema de biomasa o combustibles
vegetales no contribuye al incremento de los niveles de CO2 en la atmósfera.
¿Y por que no?.
Pues porque el CO2 que resulta de la combustión de las plantas es el mismo
que éstas, durante su crecimiento, han ido absorbiendo del aire que las
rodea, pudiendo éste ser empleado de nuevo para el crecimiento de nuevas
plantas. De esta forma, el balance de CO2 en la atmósfera al final del ciclo, es
neutro.
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