Repreción y represalias contra los miembros fundadores del

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Opinión Legal
Humberto Valero 189-05
Se analiza, a continuación, los problemas jurídicos originados en la “REPRECION Y
REPRESALIAS CONTRA LOS MIEMBROS FUNDADORES DEL SINDICATO DE
TRABAJADORES DE APOYO TECNICO Y ADMINISTRACION DE INSTITUTO DE
LA DEFENSA PÚBLICA PENAL”, conforme a los hechos descritos por el sindicato en
mención.
Respeto de los hechos objeto de este análisis, se observará que claramente constituyen
una discriminación antisindical, que, además, está orientada contra los directivos del
sindicato, por lo cual estamos ante una grave violación del principio de libertad
sindical. Se considera idóneo agotar la jurisdicción interna a través de un amparo y,
en el evento en que no se logre solucionar los problemas originados en esta situación,
se sugiere acudir a procedimientos extra convencionales en los organismos
especializados del Sistema de Naciones Unidas, esto es, al procedimiento especial en
materia de Libertad Sindical, ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT. Por otra
parte, y si bien no es el mecanismo más eficaz, se observa que, de querer acudir al
sistema interamericano, ello no sería procedente en el caso bajo estudio, dado que no
se ha agotado la jurisdicción interna. Por tanto, es necesario esperar a que sea
proferido el fallo definitivo por parte de la Corte.
Con el objetivo de demostrar la tesis que se acaba de plantear sucintamente, el presente
documento se estructura de la siguiente forma: i) descripción de los hechos; ii) violación de
normas aplicables en el caso sub examine; y, iii), procedencia en el caso sub examine de
procedimientos de protección de los derechos vulnerados por las actuaciones ilícitas del
Estado de Guatemala, en el derecho interno y los sistemas universal y regional de Derechos
Humanos.
I.
Hechos
Los hechos relatados por el sindicato se sintetizan como aparece a continuación:
1.1. El 29 de junio de 2006, fue constituido el SINDICATO DE TRABAJADORES DE
APOYO TÉCNICO Y ADMINISTRATIVO (en adelante, “EL SINDICATO”) del
INSTITUTO DE LA DEFENSA PÚBLICA PENAL (en adelante, “EL
INSTITUTO”).
1.2. En la fecha citada, se dio aviso a la INSPECCIÓN GENERAL DE TRABAJO.
1.3. En la misma fecha, MANUEL DE JESÚS RAMÍREZ, secretario general
provisional del SINDICATO, fue abordado por la licenciada INGRID ROMERO,
quien lo conminó a revelarle los nombres de los miembros del SINDICATO, so
pena de represalias.
1.4. El 3 de julio, el jefe de personal y la coordinadora departamental del INSTITUTO
le informaron a JOSÉ RENÉ VELIZ LATZ, secretario de trabajo y conflictos
provisional del SINDICATO, y a MANUEL DE JESÚS RAMÍREZ, sobre su
traslado.
1.5. El 4 de julio, el licenciado ROGELIO DEL CARMEN VÁSQUEZ CARRILLO, a
solitud de la coordinadora departamental del INSTITUTO, levantó “acta
administrativa de supervisión” respecto de MANUEL DE JESÚS RAMÍREZ, por
no entregar la mesa de trabajo y dejar en su lugar a otra trabajadora.
1.6. En la fecha citada, el licenciado JOSÉ ALFREDO AGUILAR ORELLANA, a
solitud de la coordinadora departamental del INSTITUTO, levantó “acta
administrativa de supervisión” respecto de JOSÉ RENÉ VELIZ LATZ, en razón de
no entregar la mesa de trabajo y dejar en su lugar a otra trabajadora.
1.7. En la misma fecha comentada, el licenciado LUIS ÁNGEL MARROQUÍN, jefe del
departamento de recursos humanos, le informó al departamento de inventarios,
mediante oficio, el tralado de JOSÉ OSWALDO DOMÍNGUEZ MONTERROSO,
socio fundador del SINDICATO.
1.8. El 6 de julio, el JUEZ SÉPTIMO DE TRABAJO Y PREVISIÓN SOCIAL profirió
una resolución en la cual le prohibió al SINDICATO y al INSTITUTO adoptar
represalias mutuas, y, a éste, despedir a los miembros de aquél sin autorización
judicial.
1.9. El 26 de julio, NORMA JUDITH PAPALCIOS COLINDRES, supervisora general,
LUIS ÁNGEL MARTÍNEZ MARROQUÍN y ROSA VERÓNICA MARROQUÍN,
notaria, notificaron la celebración de una audiencia en el marco de un proceso
administrativo, sin permitirle a los notificados firmar.
1.10.
El 4 de agosto, RICARDO FIGUEROA PORTILLO, notario, les notificó su
despido efectuado por BLANCA AÍDA STALLING DÁVILA, directora general
del INSTITUTO, a JOSÉ OSWALDO DOMÍNGUEZ MONTERROSO, MANUEL
DE JESÚS RAMÍREZ, JOSÉ RENÉ VELIZ LATZ y CÉSAR ROLANDO
ÁLVAREZ ARANA, secretario de actas y acuerdos provisional del SINDICATO.
1.11.
En la fecha citada, se interpuso “denuncia de reinstalación” de los miembros
del SINDICATO despedidos ante el JUSGADO SEGUNDO DE TRABAJO Y
PREVISIÓN SOCIAL DE LA PRIMER ZONA ECONÓMICA.
1.12.
El 8 de agosto, los demandantes fueron notificados de la resolución mediante
la cual el juzgado ordena su inmediata reinstalación y el pago de los salarios dejados
de percibir.
1.13.
La directora general del INSTITUTO apeló la resolución de reinstalación
proferida por el a quo, ante la SALA SEGUNDA
de la CORTE DE
APELACIONES DE TRABAJO Y PRECISIÓN SOCIAL.
1.14.
El 6 de octubre, el ad quem confirmó la decisión de reinstalar a los
demandantes.
1.15.
El 22 de enero de 2007, la directora general del INSTITUTO interpone
recurso de amparo contra el ad quem, en razón de confirmar la decisión apelada.
1.16.
Se le concedió al INSTITUTO amparo provisional.
1.17.
Los demandantes interpusieron recurso de apelación contra el amparo
provisional
en
cuestión.
Con base en los hechos descritos, se procede a establecer qué normas fueron violadas
fueron quebrantadas y, en consecuencia, qué derechos fueron vulnerados.
II.
Violación de las normas nacionales e internacionales aplicables al caso sub
examine
Para establecer qué normas fueron violadas y qué derechos fueron vulnerados, se
establecerá, por una parte, sucintamente, qué normas nacionales e internacionales eran
aplicables al caso sub examine; y, por otra parte, se hará un análisis qué permita establecer
si las normas que se considere aplicables fueron o no violadas y qué derechos, en
consecuencia, fueron vulnerados. Es de observar que así será posible determinar qué
mecanismos de protección son idóneos para proteger los derechos conculcados.
Se considera que, entre otras, las normas aplicables comprenden las siguientes,
discriminadas según si pertenecen al ordenamiento nacional guatemalteco o si son normas
internacionales aplicables respecto de las actuaciones del Estado guatemalteco.
2.1.
Normas del derecho interno guatemalteco aplicables al caso sub examine
En relación con el problema discutido, en el ordenamiento guatemalteco se encuentran la
siguientes normas constitucionales y legales:
Por una parte, en la Constitución Política, el preámbulo1 y los artículo 1°, 2°, 3°2, 4°3, 33
Conforme al preámbulo, se reconoce que el Estado guatemalteco protege la primacía de la
persona humana, la libertad y los derechos humanos, cuya plena vigencia se compromete a
promover en el marco de un orden social estable y basado en el derecho. Esta orientación
teleológica se revela en disposiciones posteriores, como el artículo 1404, idem. Igualmente,
es importante mencionar como el Estado guatemalteco es un Estado de Derecho5, en el cual
el poder soberano, que proviene del pueblo y es ejercido por sus representantes, está
1
Cf., CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE REPÚBLICA DE GUATEMALA. Dice el preámbulo lo siguiente:
“INVOCANDO EL NOMBRE DE DIOS/ Nosotros, los representantes del pueblo de Guatemala, electos libre
y democráticamente, reunidos en Asamblea Nacional Constituyente, con el fin de organizar jurídica y
políticamente el Estado; afirmando la primacía de la persona humana como sujeto y fin del orden social;
reconociendo a la familia como génesis primario y fundamental de los valores espirituales y morales de la
sociedad y, al Estado, como responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de
legalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y paz; inspirados en los ideales de nuestros antepasados y
recogiendo nuestras tradiciones y herencia cultural; decididos a impulsar la plena vigencia de los Derechos
Humanos dentro de un orden institucional estable, permanente y popular, donde gobernados y gobernantes
procedan con absoluto apego al derecho./ SOLEMNEMENTE DECRETAMOS,/ SANCIONAMOS Y
PROMULGAMOS/ LA SIGUIENTE:/CONSTITUCION POLITICA DE LA REPUBLICA DE
GUATEMALA” (negrilla antes del adverbio “SOLEMNEMENTE” fuera del original). Disponible en:
http://www.unicef.org/guatemala/spanish/ConstitucionPoliticaGuat.pdf. Consultada el 9 de febrero de 2009.
2
Cf., Idem. Consagra el artículo 4° lo siguiente: “Artículo 4o. Libertad e igualdad. En Guatemala todos los
seres humanos son libres e iguales en dignidad y derechos. El hombre y la mujer, cualquiera que sea su estado
civil, tienen iguales oportunidades y responsabilidades. Ninguna persona puede ser sometida a servidumbre ni
a otra condición que menoscabe su dignidad. Los seres humanos deben guardar conducta fraternal
entre sí”.
3
Cf., Idem. Estatuye el artículo 1° lo siguiente: “Artículo 5o. Libertad de acción. Toda persona tiene derecho
a hacer lo que la ley no prohibe; no está obligada a acatar órdenes que no estén basadas en ley y emitidas
conforme a ella. / Tampoco podrá ser perseguida ni molestada por sus opiniones o por actos que no impliquen
infracción a la misma”.
4
Cf., Idem. Dispone el artículo 140 lo siguiente: “Artículo 140. Estado de Guatemala. Guatemala es un
Estado libre, independiente y soberano, organizado para garantizar a sus habitantes el goce de sus derechos y
de sus libertades. / Su sistema de Gobierno es republicano, democrático y representativo”.
5
Cf., Idem. Establece el artículo 153 lo siguiente: “Artículo 153. Imperio de la ley. El imperio de la ley se
extiende a todas las personas que se encuentren en el territorio de la República”.
limitado por el orden jurídico6, de tal forma que los funcionarios sólo pueden cumplir sus
funciones en el marco de éste7, sin servir los intereses de terceros8, y de modo que toda
actuación con la cual causen daño genera su responsabilidad solidaria con el Estado9. Lo
anterior se sigue de los artículos 107, 152, 153, 154 y 155. Adicionalmente, y de acuerdo
con el artículo 203, es de observar que las autoridades judiciales son independientes en el
ejercicio de sus funciones, únicamente están sujetos al ordenamiento jurídico. Dado lo
anterior, los demás organismos del Estado deben colaborar en la ejecución de las sentencias
y demás actos judiciales10. Finalmente, la importancia de la persona humana como fin del
Estado se reitera en el artículo primero11, al igual que la protección de la libertad, entre
otros derechos, como los dispone el artículo 2°12.
De forma más específica, la Constitución, en su artículo 3°, consagra los derechos a la
igualdad y la libertad. Este último es desarrollado en el artículo 4°, al definir la libertad de
6
Cf., Idem. Consagra el artículo 152 lo siguiente: “Artículo 152. Poder Público. El poder proviene del pueblo.
Su ejercicio está sujeto a las limitaciones señaladas por esta Constitución y la ley. / Ninguna persona, sector
del pueblo, fuerza armada o política, puede arrogarse su ejercicio”.
7
Cf., Idem. Dispone el artículo 154 lo siguiente: “Artículo 154. Función pública; sujeción a la ley. Los
funcionarios son depositarios de la autoridad, responsables legalmente por su conducta oficial, sujetos a la ley
y jamás superiores a ella. / Los funcionarios y empleados públicos están al servicio del Estado y no de partido
político alguno. / La función pública no es delegable, excepto en los casos señalados por la ley, y no podrá
ejercerse sin prestar previamente juramento de fidelidad a la Constitución”.
8
Cf., Idem. Dispone el artículo 107 lo siguiente: “Artículo 107. Trabajadores del Estado. Los trabajadores del
Estado están al servicio de la administración pública y nunca de partido político, grupo, organización o
persona alguna”.
9
Cf., Idem. Estatuye el artículo 155 lo siguiente: “Artículo 155. Responsabilidad por infracción a la ley.
Cuando un dignatario, funcionario o trabajador del Estado, en el ejercicio de su cargo, infrinja la ley en
perjuicio de particulares, el Estado o la institución estatal a quien sirva, será solidariamente responsable por
los daños y perjuicios que se causaren. / La responsabilidad civil de los funcionarios y empleados públicos,
podrá deducirse mientras no se hubiere consumado la prescripción, cuyo término será de veinte años. / La
responsabilidad criminal se extingue, en este caso, por el transcurso del doble del tiempo señalado por la ley
para la prescripción de la pena. / Ni los guatemaltecos ni los extranjeros, podrán reclamar al Estado,
indemnización por daños o perjuicios causados por movimientos armados o disturbios civiles”.
10
Cf., Idem. Consagra el artículo 203 lo siguiente: “Artículo 203. Independencia del Organismo Judicial y
potestad de juzgar. La justicia se imparte de conformidad con la Constitución y las leyes de la República.
Corresponde a los tribunales de justicia la potestad de juzgar y promover la ejecución de lo juzgado. Los otros
organismos del Estado deberán prestar a los tribunales el auxilio que requieran para el cumplimiento de sus
resoluciones. / Los magistrados y jueces son independientes en el ejercicio de sus funciones y únicamente
están sujetos a la Constitución de la República y a las leyes. A quienes atentaren contra la independencia del
Organismo Judicial, además de imponérseles las penas fijadas por el Código Penal, se les inhabilitará para
ejercer cualquier cargo público. / La función jurisdiccional se ejerce, con exclusividad absoluta, por la Corte
Suprema de Justicia y por los demás tribunales que la ley establezca. / Ninguna otra autoridad podrá
intervenir en la administración de justicia”.
11
Cf., Idem. Dispone el artículo 1° lo siguiente: “Artículo 1o. Protección a la persona. El Estado de
Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien
común”.
12
Cf., Idem. Establece el artículo 2° lo siguiente: “Artículo 2o. Deberes del Estado. Es deber del Estado
garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo
integral de la persona”.
acción, donde se reconoce que las personas: a) pueden hacer lo que no está prohibido, b),
no están obligadas a cumplir con órdenes contrarias a derecho, material o formalmente, y,
c), no podrán ser objeto de persecución o cualquier otra molestia en razón de su opinión o
por actos no violatorios de la ley.
En desarrollo de las citadas libertades, y con el objeto de proteger los derechos humanos y,
en general a la persona humana, en la Constitución se protege expresamente el derecho de
asociación, a través de su artículo 3413. Es de observar que, al igual que otras
constituciones, reconoce la libertad de asociación, esto es, el derecho de asociarse o no
asociarse, como un conjunto.
De otra parte, y como otra derivación de la libertad de acción consagrada por la
Constitución, ésta protege la libertad de industria, comercio y trabajo, en su artículo 4314,
dentro de las restricciones derivas del interés nacional o de motivos sociales, conforme a
norma legal que lo imponga.
Es de observar que la categoría de los derechos y libertades consagrados en la Constitución
no se limita a las expresamente enunciadas y reguladas por la misma, dado que ésta
incluye, en su artículo 4415, lo que se conoce como la “cláusula de derechos innominados”,
conforme a la cual son objeto de protección constitucional derechos inherentes al ser
humano distintos de los enunciados, sin que para ello obste el hecho de su no regulación
específica en la Constitución.
Adicionalmente, conforme al artículo 10116, idem, el trabajo no sólo es una actividad libre,
y, por ende, protegida como libertad, conforme a las normas ya citadas, sino, a la vez, una
obligación social y una actividad cuyo régimen debe estar sometido a principios de justicia
social.
13
Cf., Idem. Reza el artículo 34 lo siguiente: “Artículo 34. Derecho de asociación. Se reconoce el derecho de
libre asociación./ Nadie está obligado a asociarse ni a formar parte de grupos o asociaciones de autodefensa o
similares. Se exceptúa el caso de la colegiación profesional.”.
14
Cf., Idem. Dispone el artículo 43 lo siguiente: “Artículo 43. Libertad de industria, comercio y trabajo. Se
reconoce la libertad de industria, de comercio y de trabajo, salvo las limitaciones que por motivos sociales o
de interés nacional impongan las leyes”.
15
Cf., Idem. Estatutye el artículo 44 lo siguiente: “Artículo 44. Derechos inherentes a la persona humana. Los
derechos y garantías que otorga la Constitución no excluyen otros que, aunque no figuren expresamente en
ella, son inherentes a la persona humana./El interés social prevalece sobre el interés particular./ Serán nulas
ipso jure las leyes y las disposiciones gubernativas o de cualquier otro orden que disminuyan, restrinjan o
tergiversen los derechos que la Constitución garantiza”.
16
Cf., Idem. Consagra el artículo 101 lo siguiente: “Artículo 101. Derecho al trabajo. El trabajo es un derecho
de la persona y una obligación social. El régimen laboral del país debe organizarse conforme a principios de
justicia social”.
Ahora bien, la Constitución, con la finalidad de proteger el trabajo, establece ciertos
derechos sociales mínimos de la legislación del trabajo, en su artículo 10217. Entre ellos
reconoce, en el literal q), el derecho de asociación y la libertad sindical, denominada
“derecho de sindicalización libre de los trabajadores”, y que consiste en la libertad de
pertenecer a organizaciones sindicales sin discriminación alguna, sin autorización precia y
con la única condición de cumplir con los requisitos legales, de tal forma que, cumplidos
éstos, está prohibido que sean despedidos por participar en la formación de un sindicato.
Este derecho es jurídicamente eficaz una vez se da aviso a la Inspección General del
Trabajo.
Por otra parte, es necesario hacer las siguientes observaciones en torno al sistema de
fuentes en el ordenamiento guatemalteco, la jerarquía de fuentes y la relación entre éste y el
derecho internacional, en los aspectos relacionados con el tema debatido:
En primer lugar, la jerarquía del sistema de fuentes en el ordenamiento jurídico
guatemalteco es el siguiente, en orden descendente: normas constitucionales, normas
internacionales en materia de derechos humanos y demás normas legales y administrativas
reglamentarias. Lo anterior se deduce de los artículos 4618, 10219, inciso t), 17520 y 20421 de
la Constitución.
17
Cf., Idem. Dispone el artículo 102 lo siguiente: “Artículo 102. Derechos sociales mínimos de la legislación
del trabajo. Son derechos sociales mínimos que fundamentan la legislación del trabajo y la actividad de los
tribunales y autoridades: / q) Derecho de sindicalización libre de los trabajadores. Este derecho lo podrán
ejercer sin discriminación alguna y sin estar sujetos a autorización previa, debiendo únicamente cumplir con
llenar los requisitos que establezca la ley. Los trabajadores no podrán ser despedidos por participar en la
formación de un sindicato, debiendo gozar de este derecho a partir del momento en que den aviso a la
Inspección General de Trabajo. / Sólo los guatemaltecos por nacimiento podrán intervenir en la organización,
dirección y asesoría de las entidades sindicales. Se exceptúan los casos de asistencia técnica gubernamental y
lo dispuesto en tratados internacionales o en convenios intersindicales autorizados por el Organismo
Ejecutivo; (…)”.
18
Cf., Idem. Establece el artículo 46 lo siguiente: “Artículo 46. Preeminencia del Derecho Internacional. Se
establece el principio general de que en materia de derechos humanos, los tratados y convenciones aceptados
y ratificados por Guatemala, tienen preeminencia sobre el derecho interno”.
19
Cf., Idem. Estatuye el artículo 102 lo siguiente: “Artículo 102. Derechos sociales mínimos de la legislación
del trabajo. Son derechos sociales mínimos que fundamentan la legislación del trabajo y la actividad de los
tribunales y autoridades: / t) El Estado participará en convenios y tratados internacionales o regionales que se
refieran a asuntos de trabajo y que concedan a los trabajadores mejores protecciones o condiciones. / En tales
casos, lo establecido en dichos convenios y tratados se considerará como parte de los derechos mínimos de
que gozan los trabajadores de la República de Guatemala”.
20
Cf., Idem. Consagra el artículo 175 lo siguiente: “Artículo 175. Jerarquía constitucional. Ninguna ley podrá
contrariar las disposiciones de la Constitución. Las leyes que violen o tergiversen los mandatos
constitucionales son nulas ipso jure.
Las leyes calificadas como constitucionales requieren, para su reforma, el voto de las dos terceras partes del
total de diputados que integran el Congreso, previo dictamen favorable de la Corte de Constitucionalidad”.
21
Cf., Idem. Establece el artículo 204 lo siguiente: “Artículo 204. Condiciones esenciales de la administración
de justicia. Los tribunales de justicia en toda resolución o sentencia observarán obligadamente el principio de
que la Constitución de la República prevalece sobre cualquier ley o tratado”.
De acuerdo con el artículo 4522, idem, es procedente pretender que sean procesados quienes
infringen derechos humanos. Dicha acción es pública, se puede ejercer a través de simple
denuncia y no requiere de caución ni forma alguna. Por otra parte, dispone el citado artículo
45 que es legítima la resistencia del pueblo si se justifica en la protección y defensa de los
derechos y garantías constitucionales.
Conforme al artículo 10323, idem, las leyes laborales, entre otras funciones, deben proteger
al trabajador, lo cual permite predicar de ellas la cualidad de ser tutelares del trabajador.
El artículo 106 establece el carácter irrenunciable de los derechos laborales. Adicional, se
dispone la nulidad ipso iure de cualquier disposición contractual que implique renuncia,
disminución o cualquier forma de tergiversación o limitación de los derechos que la
Constitución le reconoce a los trabajadores. Finalmente, el citado artículo 106 establece
que, en caso de duda sobre la interpretación o alcance de las disposiciones legales,
reglamentarias o contractuales en materia laboral, se debe adoptar el sentido más favorable
respecto de los trabajadores24.
De acuerdo con el artículo 10825, las relaciones entre el Estado, sus entidades
descentralizadas y autónomas, se rigen por la Ley de Servicio Civil, salvo en los aspectos
especialmente regulados por las normas propias de tales entidades.
22
Cf., Idem. Dispone el artículo 45 lo siguiente: “Artículo 45. Acción contra infractores y legitimidad de
resistencia. La acción para enjuiciar a los infractores de los derechos humanos es pública y puede ejercerse
mediante simple denuncia, sin caución ni formalidad alguna. Es legítima la resistencia del pueblo para la
protección y defensa de los derechos y garantías consignados en la Constitución”.
23
Cf., Idem. Reza el artículo 103 lo siguiente: “Artículo 103. Tutelaridad de las leyes de trabajo. Las leyes
que regulan las relaciones entre empleadores y el trabajo son conciliatorias, tutelares para los trabajadores y
atenderán a todos los factores económicos y sociales pertinentes. Para el trabajo agrícola la ley tomará
especialmente en cuenta sus necesidades y las zonas en que se ejecuta.
Todos los conflictos relativos al trabajo están sometidos a jurisdicción privativa. La ley establecerá las normas
correspondientes a esa jurisdicción y los órganos encargados de ponerlas en práctica”.
24
Cf., Idem. Estatuye el artículo 106 lo siguiente: “Artículo 106. Irrenunciabilidad de los derechos laborales.
Los derechos consignados en esta sección son irrenunciables para los trabajadores, susceptibles de ser
superados a través de la contratación individual o colectiva, y en la forma que fija la ley. Para este fin el
Estado fomentará y protegerá la negociación colectiva. Serán nulas ipso jure y no obligarán a los trabajadores,
aunque se expresen en un contrato colectivo o individual de trabajo, en un convenio o en otro documento, las
estipulaciones que impliquen renuncia, disminución, tergiversación o limitación de los derechos reconocidos
a favor de los trabajadores en la Constitución, en la ley, en los tratados internacionales ratificados por
Guatemala, en los reglamentos u otras disposiciones relativas al trabajo. / En caso de duda sobre la
interpretación o alcance de las disposiciones legales, reglamentarias o contractuales en materia laboral, se
interpretarán en el sentido más favorable para los trabajadores”.
25
Cf., Idem. Consagra el artículo 108 lo siguiente: “Artículo 108. Régimen de los trabajadores del Estado.
Las relaciones del Estado y sus entidades descentralizadas o autónomas con sus trabajadores se rigen por la
Ley de Servicio Civil, con excepción de aquellas que se rijan por leyes o disposiciones propias de dichas
entidades. / Los trabajadores del Estado o de sus entidades descentralizadas y autónomas que por ley o por
Según el artículo 11626, los trabajadores del Estados, sus entidades descentralizadas y
autónomas, son titulares del derecho de huelga, el cual puede ser ejercitado conforme a las
normas en la materia y no debe afectar la prestación de servicios públicos esenciales.
De acuerdo con el artículo 138, excepcionalmente el Estado podrá limitar los derechos
consagrados en los artículos 5º, 6º, 9º, 26, 33 y en los parágrafos 1º del artículo 35, 2º del
38 y del 11627, todo lo cual está regulado por la Ley de Orden Público y de Estados de
Excepción, según lo dispone el artículo 13928.
Conforme al artículo 14929, el Estado guatemalteco se regirá, en sus relaciones con otros
Estados, conforme a los principios, reglas y prácticas internacionales, con el propósito,
entre otros, de contribuir al respeto y defensa de los derechos humanos.
Observaremos, entonces, que, conforme a las normas citadas, al estudiar la violación del
derecho de asociación y la libertad sindical en el caso concreto, es menester tener en cuenta
como parámetro no sólo las citadas normas nacionales, sino las internacionales, en la
medida en que estén vigentes para Guatemala, como se observará a continuación:
costumbre reciban prestaciones que supere a las establecidas en la Ley de Servicio Civil, conservarán ese
trato”.
26
Cf., Idem. Dispone el artículo 116 lo siguiente: “Artículo 116. Regulación de la huelga para trabajadores
del Estado. Las asociaciones, agrupaciones y los sindicatos formados por trabajadores del Estado y sus
entidades descentralizadas y autónomas, no pueden participar en actividades de política partidista. / Se
reconoce el derecho de huelga de los trabajadores del Estado y sus entidades descentralizadas y autónomas.
Este derecho únicamente podrá ejercitarse en la forma que preceptúe la ley de la materia y en ningún caso
deberá afectar la atención de los servicios públicos esenciales”.
27
Cf., Idem. Estatuye el artículo 138 lo siguiente: “Artículo 138. Limitación a los derechos constitucionales.
Es obligación del Estado y de las autoridades, mantener a los habitantes de la Nación, en el pleno goce de los
derechos que la Constitución garantiza. Sin embargo, en caso de invasión del territorio, de perturbación grave
de la paz, de actividades contra la seguridad del Estado o calamidad pública, podrá cesar la plena vigencia de
los derechos a que se refieren los artículos 5o., 6o., 9o., 26, 33, primer párrafo del artículo 35, segundo
párrafo del artículo 38 y segundo párrafo del artículo 116. (…)”.
28
Cf., Idem. Establece el artículo 139 lo siguiente: “Artículo 139. Ley de Orden Público y Estados de
Excepción. Todo lo relativo a esta materia, se regula en la Ley Constitucional de Orden Público. / La Ley de
Orden Público, no afectará el funcionamiento de los organismos del Estado y sus miembros gozarán siempre
de las inmunidades y prerrogativas que les reconoce la ley; tampoco afectará el funcionamiento de los
partidos políticos. / La Ley de Orden Público, establecerá las medidas y facultades que procedan, de acuerdo
con la siguiente gradación: a) Estado de prevención; / b) Estado de alarma; / c) Estado de calamidad pública; /
d) Estado de sitio; y / e) Estado de guerra”.
29
Cf., Idem. Reza el artículo 149 lo siguiente: “Artículo 149. De las relaciones internacionales. Guatemala
normará sus relaciones con otros Estados, de conformidad con los principios, reglas y prácticas
internacionales con el propósito de contribuir al mantenimiento de la paz y la libertad, al respeto y defensa de
los derechos humanos, al fortalecimiento de los procesos democráticos e instituciones internacionales que
garanticen el beneficio mutuo y equitativo entre los Estados”.
2.2.Normas internacionales aplicables al caso sub examine
En este orden de ideas, es oportuno recordar que, primordialmente, el Derecho
internacional público es el ordenamiento jurídico de la Sociedad Internacional. En este
sentido, comprende el sistema de normas jurídicas internacionales que regulan las
relaciones entre los sujetos de la Sociedad Internacional, dentro de la cual juegan un papel
fundamental los Estados30.
Adicionalmente, y de forma sucinta, es necesario recordar que el Derecho internacional
público, al igual que otros sistemas jurídicos, consta de un sistema de fuentes. En relación
con este punto, es menester citar el artículo 38 del Estatuto de la Corte Internacional de
Justicia31, el cual ha sido acogido por la vasta mayoría de la doctrina como una
enumeración válida de las fuentes del Derecho internacional público32. Conforme al citado
artículo, las fuentes del Derecho internacional público son, primariamente, los tratados, la
costumbre internacional y los principios generales del Derecho internacional.
Es de observar, en relación con las fuentes, que su carácter está sumamente ligado a la
historia de la Sociedad Internacional. En efecto, es de anotar que entre los principios del
Derecho internacional se destaca el de Pacta sunt servanda, locución latina cuya traducción
literal es “los pactos son para ser cumplidos”. Este principio revela parte de los elementos
esenciales de la sociedad internacional, en el sentido en que ésta es descentralizada, de tal
forma que las relaciones jurídicas son reguladas por normas que surgen de unas fuentes
que, en esencia, son la voluntad de los sujetos primarios de la sociedad internacional: los
Estados33. Dicha voluntad se expresa, primordialmente, a través de los tratados
30
Cf., DIEZ DE VELASCO VALLEJO, Manuel. Instituciones de Derecho Internacional Público.
Decimoquinta edición. Reimpresión. Madrid: Editorial Tecnos, S.A., 2005. Página 53.
31
Estatuto
de
la
Corte
Internacional
de
Justicia.
Disponible
en:
http://www.un.org/spanish/aboutun/icjstat.htm#D. Establece lo siguiente el citado artículo 38: “Artículo 38 /
1. La Corte, cuya función es decidir conforme al derecho internacional las controversias que le sean
sometidas, deberá aplicar: / a. las convenciones internacionales, sean generales o particulares, que establecen
reglas expresamente reconocidas por los Estados litigantes; / b. la costumbre internacional como prueba de
una práctica generalmente aceptada como derecho; / c. los principios generales de derecho reconocidos por
las naciones civilizadas; / d. las decisiones judiciales y las doctrinas de los publicistas de mayor competencia
de las distintas naciones, como medio auxiliar para la determinación de las reglas de derecho, sin perjuicio de
lo dispuesto en el Artículo 59. / 2. La presente disposición no restringe la facultad de la Corte para decidir un
litigio ex aequo et bono, si las partes así lo convinieren”.
32
Cf., inter alia, BRONWLIE, Ian. Principles of Public International Law. Second edition. Oxford: Clarendon
Press, 1973. Páginas 3 y siguientes.
33
El profesor Hillier dice a este respecto lo siguiente: “The modern system of international law is a product of
the last 400 years and generally traces its origin to the Peace of Westphalia 1648 which is seen as the
beginning of the system of nation-states. The traditional Western view is that international law is founded
essentially on consensus and has been created in two ways: by the practice of states (custom) and through
agreements entered into by states (treaties)”. Vd., HILLIER, Timothy. Public International Law. London:
Cavendish Publishing Limited, 1994. Página 2.
internacionales o la costumbre internacional, entendida ésta como una práctica que se
efectúa con la convicción de cumplir una obligación jurídica (opinio iuris sive necessitatis).
Ahora bien, entre las fuentes formales del Derecho internacional, es de observar la
importancia de los tratados, los cuales, cuando son celebrados por Estados, están regulados
por el régimen contenido en la Convención de Viena de 1969 sobre el Derecho de los
Tratados, sin perjuicio de las costumbres vigentes en la materia, al igual que de los
principios generales del Derecho Internacional no declarados por la Convención, los cuales
tienen vigencia por sí mismo, en tanto fuente del Derecho internacional público34.
En la citada convención, el artículo 2°, párrafo 1°, literal a) establece que el tratado es un
acuerdo por escrito entre Estados regido por el Derecho internacional, sea que esté
contenido en uno o más instrumentos conexos, e independientemente de la denominación
que se le dé35.
34
Cf., Vienna Convention on the Law of Treaties. Done at Vienna on 23 May 1969. Entered into force on 27
January 1980. United Nations, Treaty Series, vol. 1155, p. 331. Disponible en:
http://untreaty.un.org/ilc/texts/instruments/english/conventions/1_1_1969.pdf El preámbulo y los artículos
establecen lo siguiente, en cuanto a este aspecto: “The States Parties to the present Convention, / Considering
the fundamental role of treaties in the history of international relations, / Recognizing the ever-increasing
importance of treaties as a source of international law and as a means of developing peaceful cooperation
among nations, whatever their constitutional and social systems, / Noting that the principles of free consent
and of good faith and the pacta sunt servanda rule are universally recognized, / Affirming that disputes
concerning treaties, like other international disputes, should be settled by peaceful means and in conformity
with the principles of justice and international law, / Recalling the determination of the peoples of the United
Nations to establish conditions under which justice and respect for the obligations arising from treaties can be
maintained, / Having in mind the principles of international law embodied in the Charter of the United
Nations, such as the principles of the equal rights and self-determination of peoples, of the sovereign equality
and independence of all States, of non-interference in the domestic affairs of States, of the prohibition of the
threat or use of force and of universal respect for, and observance of, human rights and fundamental freedoms
for all, / Believing that the codification and progressive development of the law of treaties achieved in the
present Convention will promote the purposes of the United Nations set forth in the Charter, namely, the
maintenance of international peace and security, the development of friendly relations and the achievement of
cooperation among nations, / Affirming that the rules of customary international law will continue to govern
questions not regulated by the provisions of the present Convention, / Have agreed as follows: PART I.
INTRODUCTION Article 1 Scope of the present Convention / The present Convention applies to treaties
between States. (…). / Article 43. Obligations imposed by international law independently of a treaty / The
invalidity, termination or denunciation of a treaty, the withdrawal of a party from it, or the suspension of its
operation, as a result of the application of the present Convention or of the provisions of the treaty, shall not
in any way impair the duty of any State to fulfil any obligation embodied in the treaty to which it would be
subject under international law independently of the treaty.”
35
Cf., Convención de Viena sobre el Derecho de los Tratados de 23 de mayo de 1969. Los artículos 1° y 2°
establecen lo siguiente: “1. Alcance de la presente Convención. / La presente Convención se aplica a los
tratados entre Estados. / 2. Términos empleados. 1. Para los efectos de la presente Convención: / a) se
entiende por "tratado" un acuerdo internacional celebrado por escrito entre Estados y regido por el derecho
internacional, ya conste en un instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera que sea su
denominación particular; (…).”
En este marco general, observaremos las normas internacionales aplicables al caso, las
cuales protegen el derecho de asociación y la libertad sindical, y son vinculantes para el
Estado guatemalteco.
En el artículo 20 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, se consagra la libertad
de asociación, tanto en su aspecto positivo, esto es, como el derecho de reunirse y asociarse
pacíficamente, como negativo, a saber, como el derecho de no ser obligado a pertenecer a
una asociación determinada36.
En desarrollo de lo dispuesto por la citada declaración, en el artículo 22 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (en adelante, “PIDCP”), se consagra la
libertad de asociación y la libertad sindical. A este respecto, en el parágrafo 2º del citado
artículo se establece una serie de limitaciones admisibles, que, en general, deben ser
compatibles con el mantenimiento del orden público, la seguridad nacional, etc., en la
medida en que resulte necesario y sin afectar el carácter democrático de la sociedad
respectiva37.
Por otra parte, en el artículo 8ª del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y
Culturales (PIDESC), se consagra el derecho de toda persona a fundar sindicatos, afiliarse
al de su elección, para promover sus intereses económicos y sociales, el derecho de lo
sindicatos a formar federaciones o confederaciones nacionales y el de éstas a fundar
organizaciones sindicales internacionales. Finalmente, es de observar que en el literal c) de
la citada norma se incluye el derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos38.
36
Cf., Declaración Universal de Derechos Humanos. Se establece en el artículo 20 de ésta lo siguiente:
“Artículo 20. 1. Toda persona tiene derecho a la libertad de reunión y de asociación pacíficas. / 2. Nadie podrá
ser obligado a pertenecer a una asociación”.
37
Cf., Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP). Consagra el artículo 20 de éste lo
siguiente: “Artículo 22. 1. Toda persona tiene derecho a asociarse libremente con otras, incluso el derecho a
fundar sindicatos y afiliarse a ellos para la protección de sus intereses. / 2. El ejercicio de tal derecho sólo
podrá estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en
interés de la seguridad nacional, de la seguridad pública o del orden público, o para proteger la salud o la
moral públicas o los derechos y libertades de los demás. El presente artículo no impedirá la imposición de
restricciones legales al ejercicio de tal derecho cuando se trate de miembros de las fuerzas armadas y de la
policía. / 3. Ninguna disposición de este artículo autoriza a los Estados Partes en el Convenio de la
Organización Internacional del Trabajo de 1948, relativo a la libertad sindical y a la protección del derecho de
sindicación, a adoptar medidas legislativas que puedan menoscabar las garantías previstas en él ni a aplicar la
ley de tal manera que pueda menoscabar esas garantías”.
38
Cf., Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Se establece en el
artículo 8 de éste lo siguiente: “Artículo 8. 1. Los Estados Partes en el presente Pacto se comprometen a
garantizar: / a) El derecho de toda persona a fundar sindicatos y a afiliarse al de su elección, con sujeción
únicamente a los estatutos de la organización correspondiente, para promover y proteger sus intereses
económicos y sociales. / No podrán imponerse otras restricciones al ejercicio de este derecho que las que
prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o del
orden público, o para la protección de los derechos y libertades ajenos; / b) El derecho de los sindicatos a
formar federaciones o confederaciones nacionales y el de éstas a fundar organizaciones sindicales
internacionales o a afiliarse a las mismas; / c) El derecho de los sindicatos a funcionar sin obstáculos y sin
En el marco del derecho internacional laboral, es de observar la relevancia del Convenio 87
de la OIT, relativo a la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.
Conforme al artículo 2º, se reconoce, sin distinción alguna y sin autorización previa, el
derecho de constituir y afiliarse a sindicatos. De acuerdo con el parágrafo 2º del artículo 3º,
le está prohibido a las autoridades públicas limitar o entorpecer el derecho que consagra del
parágrafo 1º del mismo artículo, conforme al cual tales organizaciones de trabajadores y de
empleadores tienen el derecho de redactar sus estatutos, elegir sus representantes y
organizar su administración, entre otras. Finalmente, el artículo 4º establece que las
organizaciones de trabajadores no están sometidas a disolución o suspensión por vía
administrativa39.
Es de observar que, en el artículo 15 de la Convención sobre los derechos del niño, se
extiende el derecho de asociación a los niños, con las mismas facultades y restricciones
establecidas en la mayoría de las normas ya citadas40.
En los artículos 26 y 40 de la Convención internacional sobre la protección de los derechos
de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, se reconoce el derecho de
otras limitaciones que las que prescriba la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática en interés de
la seguridad nacional o del orden público, o para la protección de los derechos y libertades ajenos; / d) El
derecho de huelga, ejercido de conformidad con las leyes de cada país. / 2. El presente artículo no impedirá
someter a restricciones legales el ejercicio de tales derechos por los miembros de las fuerzas armadas, de la
policía o de la administración del Estado. / 3. Nada de lo dispuesto en este artículo autorizará a los Estados
Partes en el Convenio de la Organización Internacional del Trabajo de 1948 relativo a la libertad sindical y a
la protección del derecho de sindicación a adoptar medidas legislativas que menoscaben las garantías
previstas en dicho Convenio o a aplicar la ley en forma que menoscabe dichas garantías”.
39
Cf., Convenio 87 de la OIT, relativo a la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación.
Establecen las disposiciones citadas lo siguiente: “Artículo 2 / Los trabajadores y los empleadores, sin
ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de constituir las organizaciones que estimen
convenientes, así como el de afiliarse a estas organizaciones, con la sola condición de observar los estatutos
de las mismas. / Artículo 3 / 1. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores tienen el derecho de
redactar sus estatutos y reglamentos administrativos, el de elegir libremente sus representantes, el de
organizar su administración y sus actividades y el de formular su programa de acción. / 2. Las autoridades
públicas deberán abstenerse de toda intervención que tienda a limitar este derecho o a entorpecer su ejercicio
legal.
Artículo 4 / Las organizaciones de trabajadores y de empleadores no están sujetas a disolución o suspensión
por vía administrativa”.
40
Cf., Convención sobre los derechos del niño. Se establece en el artículo 15 de ésta lo siguiente: “Artículo
15 / 1. Los Estados Partes reconocen los derechos del niño a la libertad de asociación y a la libertad de
celebrar reuniones pacíficas. / 2. No se impondrán restricciones al ejercicio de estos derechos distintas de las
establecidas de conformidad con la ley y que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la
seguridad nacional o pública, el orden público, la protección de la salud y la moral públicas o la protección de
los derechos y libertades de los demás”.
asociación de los trabajadores migratorios, en condiciones y con las restricciones similares
a las ya discutidas41.
Conforme al artículo 5º de la Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los
grupos y las instituciones de promover y proteger los derechos humanos y las libertades
fundamentales universalmente reconocidos, el derecho de asociación se le debe reconocer a
toda persona, en el plano tanto internacional como nacional42.
En el marco del sistema interamericano, es de observar que, en el artículo XXII de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (en adelante, “Declaración
Americana”) se consagra el derecho de asociación para promover una categoría de diversos
intereses legítimos, entre los cuales se destacan los de orden sindical43.
Según el artículo 45 de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA), con la
finalidad de promover el desarrollo individual en el marco de un orden social justo, se
consideró esencial consagrar entre las obligaciones de los miembros el reconocimiento y
protección el derecho de asociación y la protección de la libertad e independencia de los
sindicatos, entre otros aspectos relacionados44.
41
Cf., Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y
de sus familiares. Se establece en el artículo 26 de ésta lo siguiente: “Artículo 26 / 1. Los Estados Partes
reconocerán el derecho de los trabajadores migratorios y sus familiares a: / a) Participar en las reuniones y
actividades de los sindicatos o de cualesquiera otras asociaciones establecidas conforme a la ley, con miras a
proteger sus intereses económicos, sociales, culturales y de otra índole, con sujeción solamente a las normas
de la organización pertinente; / b) Afiliarse libremente a cualquier sindicato o a cualquiera de las asociaciones
citadas, con sujeción solamente a las normas de la organización pertinente; / c) Solicitar ayuda y asistencia de
cualquier sindicato o de cualquiera de las asociaciones citadas. / 2. El ejercicio de tales derechos sólo podrá
estar sujeto a las restricciones previstas por la ley que sean necesarias en una sociedad democrática en interés
de la seguridad nacional o el orden público o para proteger los derechos y libertades de los demás. […].
Artículo 40 / 1. Los trabajadores migratorios y sus familiares tendrán el derecho a establecer asociaciones y
sindicatos en el Estado de empleo para el fomento y la protección de sus intereses económicos, sociales,
culturales y de otra índole. / 2. No podrán imponerse restricciones al ejercicio de ese derecho, salvo las que
prescriba la ley y resulten necesarias en una sociedad democrática en interés de la seguridad nacional o el
orden público o para proteger los derechos y libertades de los demás”.
42
Cf., Declaración sobre el derecho y el deber de los individuos, los grupos y las instituciones de promover y
proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales universalmente reconocidos. Se establece en el
artículo 5º de ésta lo siguiente: “Artículo 5 / A fin de promover y proteger los derechos humanos y las
libertades fundamentales, toda persona tiene derecho, individual o colectivamente, en el plano nacional e
internacional: / a) A reunirse o manifestarse pacíficamente; / b) A formar organizaciones, asociaciones o
grupos no gubernamentales, y a afiliarse a ellos o a participar en ellos; […]”.
43
Cf., Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. Se establece en el artículo XXII de
ésta lo siguiente: “Artículo XXII. Derecho de asociación. Toda persona tiene el derecho de asociarse con otras
para promover, ejercer y proteger sus intereses legítimos de orden político, económico, religioso, social,
cultural, profesional, sindical o de cualquier otro orden”.
44
Cf., Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA). Según el artículo 45 de ésta, los miembros
adquirieron las obligaciones descritas a continuación, en torno a la libertad sindical: “Los Estados miembros,
convencidos de que el hombre sólo puede alcanzar la plena realización de sus aspiraciones dentro de un orden
social justo, acompañado de desarrollo económico y verdadera paz, convienen en dedicar sus máximos
Conforme al artículo 26 de la Carta Internacional Americana de Garantías Sociales, no sólo
se reconoce y protege el derecho de asociación, sino que, además, se establece que las
organizaciones sindicales deben ser protegidas en el ejercicio de sus derechos, que su
suspensión o disolución sólo pueden ser el resultado de un procedimiento judicial
adecuado, y que las condiciones de fondo y de forma para la constitución y funcionamiento
de las mismas no deben coartar la libertad de asociación. En este mismo sentido, el artículo
26 termina reconociendo que los miembros de las directivas sindicales gozan del fuero
sindical, lo cual implica que no podrán ser despedidos, trasladados ni desmejorados en sus
condiciones de trabajo, sino por justa causa, calificada previamente por la autoridad
competente45.
Es oportuno observar que en el preámbulo de la Carta Democrática Americana se establece
que el derecho de asociación es fundamental en la promoción y plena realización de los
ideales democráticos46.
Conforme al artículo 8º del Protocolo de San Salvador, los Estados partes se obligan a
garantizar el derecho de asociación, a que se permita a los sindicatos formar federaciones y
confederaciones, como proyección de derecho a asociarse, y, entre otros, a que los
sindicatos, las federaciones y las confederaciones funcionen libremente47.
esfuerzos a la aplicación de los siguientes principios y mecanismos: […]. / c) Los empleadores y los
trabajadores, tanto rurales como urbanos, tienen el derecho de asociarse libremente para la defensa y
promoción de sus intereses, incluyendo el derecho de negociación colectiva y el de huelga por parte de los
trabajadores, el reconocimiento de la personería jurídica de las asociaciones y la protección de su libertad e
independencia, todo de conformidad con la legislación respectiva; […]. / g) El reconocimiento de la
importancia de la contribución de las organizaciones, tales como los sindicatos, las cooperativas y
asociaciones culturales, profesionales, de negocios, vecinales y comunales, a la vida de la sociedad y al
proceso de desarrollo; […]”.
45
Cf., Carta Internacional Americana de Garantías Sociales. Dispone el artículo 26 lo siguiente: “Artículo 26.
Los trabajadores y empleadores sin distinción de sexo, raza, credo o ideas políticas, tienen el derecho de
asociarse libremente para la defensa de sus respectivos intereses, formando asociaciones profesionales o
sindicatos, que, a su vez, puedan federarse entre sí. Estas organizaciones tienen derecho a gozar de personería
jurídica y a ser debidamente protegidas en el ejercicio de sus derechos. Su suspensión o disolución no puede
imponerse sino en virtud de procedimiento judicial adecuado. / Las condiciones de fondo y de forma que se
exijan para la constitución y funcionamiento de las organizaciones profesionales y sindicales no deben coartar
la libertad de asociación. / La formación, funcionamiento y disolución de federaciones y confederaciones
estarán sujetos a las mismas formalidades prescritas para los sindicatos.
Los miembros de las directivas sindicales, en el número que fije la respectiva ley, y durante el periodo de su
elección y mandato, no podrán ser despedidos, trasladados de empleo, ni desmejorados en sus condiciones de
trabajo, sino por justa causa, calificada previamente por la autoridad competente”.
46
Cf., Carta Democrática Americana. El siguiente es el apartado pertinente del preámbulo: “Preámbulo /
Reconociendo que el derecho de los trabajadores de asociarse libremente para la defensa y promoción de sus
intereses es fundamental para la plena realización de los ideales democráticos; […]”.
47
Cf., Protocolo de San Salvador. Dispone el artículo 8º lo siguiente: “Artículo 8. Derechos Sindicales / 1.
Los Estados partes garantizarán: / a. el derecho de los trabajadores a organizar sindicatos y a afiliarse al de su
En desarrollo de lo anterior, en la Convención Americana sobre Derechos Humanos
(Convención Americana) se reconoció la libertad de asociación, la cual, conforme al
artículo 16 de ésta, implica el derecho de asociarse libremente con fines de cualquier
índole, el cual estará sujeto a las restricciones legales necesarias en una sociedad
democrática. Todo lo anterior sin perjuicio de la posibilidad de restringir o incluso privar
de dicha libertad a los miembros de las fuerzas armadas y la policía48.
En el marco de las normas de la OIT, es de suma relevancia tener en cuenta el Convenio
número 151, que protege la libertad sindical en el caso se los empleados públicos.
Es de observar que los artículos 4º y 5º establecen lo siguiente:
“Parte II. Protección del Derecho de Sindicación
Artículo 4
1. Los empleados públicos gozarán de protección adecuada contra todo acto de discriminación
antisindical en relación con su empleo.
2. Dicha protección se ejercerá especialmente contra todo acto que tenga por objeto:
a) sujetar el empleo del empleado público a la condición de que no se afilie a una organización
de empleados públicos o a que deje de ser miembro de ella;
b) despedir a un empleado público, o perjudicarlo de cualquier otra forma, a causa de su
afiliación a una organización de empleados públicos o de su participación en las actividades
normales de tal organización.
Artículo 5
1. Las organizaciones de empleados públicos gozarán de completa independencia respecto de
las autoridades públicas.
elección, para la protección y promoción de sus intereses. Como proyección de este derecho, los Estados
partes permitirán a los sindicatos formar federaciones y confederaciones nacionales y asociarse a las ya
existentes, así como formar organizaciones sindicales internacionales y asociarse a la de su elección. Los
Estados partes también permitirán que los sindicatos, federaciones y confederaciones funcionen libremente; /
b. el derecho a la huelga. / 2. El ejercicio de los derechos enunciados precedentemente sólo puede estar sujeto
a las limitaciones y restricciones previstas por la ley, siempre que éstos sean propios a una sociedad
democrática, necesarios para salvaguardar el orden público, para proteger la salud o la moral públicas, así
como los derechos y las libertades de los demás. Los miembros de las fuerzas armadas y de policía, al igual
que los de otros servicios públicos esenciales, estarán sujetos a las limitaciones y restricciones que imponga la
ley. / 3. Nadie podrá ser obligado a pertenecer a un sindicato”.
48
Cf., Convención Americana sobre Derechos Humanos (CADH). Consagra el artículo 20 de ésta lo
siguiente: “Artículo 16. Libertad de asociación. / 1. Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente
con fines ideológicos, religiosos, políticos, económicos, laborales, sociales, culturales, deportivos o de
cualquiera otra índole. / 2. El ejercicio de tal derecho sólo puede estar sujeto a las restricciones previstas por
la ley que sean necesarias en una sociedad democrática, en interés de la seguridad nacional, de la seguridad o
del orden públicos, o para proteger la salud o la moral públicas o los derechos y libertades de los demás. / 3.
Lo dispuesto en este artículo no impide la imposición de restricciones legales, y aun la privación del ejercicio
del derecho de asociación, a los miembros de las fuerzas armadas y de la policía”.
2. Las organizaciones de empleados públicos gozarán de adecuada protección contra todo acto
de injerencia de una autoridad pública en su constitución, funcionamiento o administración.
3. Se consideran actos de injerencia a los efectos de este artículo principalmente los destinados a
fomentar la constitución de organizaciones de empleados públicos dominadas por la autoridad
pública, o a sostener económicamente, o en otra forma, organizaciones de empleados públicos
con objeto de colocar estas organizaciones bajo el control de la autoridad pública”.
En desarrollo de este convenio, y del 98, el Comité de Libertad Sindical ha formulado una
serie de principios, a los cuales se hará referencia a continuación:
1. La última responsabilidad para garantizar el respeto de los derechos de la libertad
sindical corresponde al Gobierno. (Véase 304.º informe, caso núm. 1852, párrafo 492.).
2. El personal de establecimientos penitenciarios deberá gozar del derecho de sindicación.
(Véase 329 informe, casos núms. 2177 y 2183, párrafo 633.).
3. El derecho de los trabajadores a constituir libremente las organizaciones de su propia
elección no puede considerarse existente si no es plenamente reconocido y respetado de
hecho y de derecho. (Véase Recopilación de 1996, párrafo 271; 302.º informe, caso núm.
1825, párrafo 491; 304.º informe, caso núm. 1712, párrafo 376; 318.º informe, caso núm.
1978, párrafo 217; 325.º informe, caso núm. 2109, párrafo 460; 333.er informe, caso núm.
2133, párrafo 59, caso núm. 2301, párrafo 592 y 337.º informe, caso núm. 2388, párrafo
1353.)
4. La libertad sindical no implica solamente el derecho de los trabajadores y empleadores a
constituir libremente las asociaciones de su elección, sino también el de las asociaciones
profesionales mismas a entregarse a actividades lícitas en defensa de sus intereses
profesionales. (Véanse Recopilación de 1996, párrafo 447; 308.º informe, caso núm. 1934,
párrafo 127; 323.er informe, caso núm. 2075, párrafo 523; 329.º informe, caso núm. 2140,
párrafo 295; 330.º informe, caso núm. 1888, párrafo 658; 334.º informe, caso núm. 2313,
párrafo 1119 y 335.º informe, caso núm. 2236, párrafo 970.).
5. Toda disposición que confiera a las autoridades, por ejemplo, el derecho de restringir las
actividades de los sindicatos a un nivel inferior al de las actividades y fi nes perseguidos
por los sindicatos de casi todos los países para la promoción y defensa de los intereses de
sus miembros, sería incompatible con los principios de libertad sindical. (Véase
Recopilación de 1996, párrafo 448.).
6. Nadie debería ser objeto de sanciones por realizar o intentar realizar una huelga legítima.
(Véase Recopilación de 1996, párrafo 590 y, por ejemplo 302.º informe, caso núm. 1849,
párrafo 211; 307.º informe, caso núm. 1890, párrafo 372; 310.º informe, caso núm. 1932,
párrafo 515; 311.er informe, caso núm. 1934, párrafo 127; 316.º informe, caso núm. 1934,
párrafo 211; 318.º informe, caso núm. 1978, párrafo 218; 321.er informe, caso núm. 2056,
párrafo 137; 324.º informe, caso núm. 2072, párrafo 587; 326.º informe, caso núm. 2091,
párrafo 154; 331.er informe, casos núms. 1937 y 2027, párrafo 105 y 333.er informe, caso
núm. 2164, párrafo 608.).
7. El despido de trabajadores a raíz de una huelga legítima constituye una grave
discriminación en materia de empleo por el ejercicio de una actividad sindical lícita,
contraria al Convenio núm. 98.
(Véase Recopilación de 1996, párrafo 591; 306.º informe, caso núm. 1904, párrafo 596;
326.º informe, caso núm. 2116, párrafo 356; 333.er informe, caso núm. 2164, párrafo 608;
334.º informe, caso núm. 2267, párrafo 658, caso núm. 2211, párrafo 678 y 338.º informe,
caso núm. 2046, párrafo 104.).
8. Cuando se despide a sindicalistas o dirigentes sindicales por hechos de huelga, el Comité
no puede sino llegar a la conclusión de que se les está perjudicando por su acción sindical y
de que están sufriendo discriminación antisindical. (Véase Recopilación de 1996, párrafo
592; 306.º informe, caso núm. 1904, párrafo 596; 318.º informe, caso núm. 1978, párrafo
218; 326.º informe, caso núm. 2116, párrafo 356 y 334.º informe, caso núm. 2267, párrafo
658.).
9. El respeto a los principios de la libertad sindical requiere que a los trabajadores no se les
despida o deniegue el reingreso por participar en una huelga u otro tipo de acción
reivindicativa. A estos fines es irrelevante si el despido se produce durante la huelga o
después de la misma. Lógicamente, debería ser irrelevante igualmente que el despido se
produzca con anterioridad a la huelga si la finalidad del mismo es impedir o sancionar el
ejercicio del derecho de huelga. (Véase Recopilación de 1996, párrafo 593; 305.º informe,
caso núm. 1870, párrafo 144; 308.º informe, caso núm. 1934, párrafo 132 y 327.º informe,
caso núm. 2141, párrafo 324.).
10. Las detenciones y los despidos en masa de huelguistas implican graves riesgos de
abusos y un peligro serio para la libertad sindical. Las autoridades competentes deberían
recibir instrucciones apropiadas para que eviten los riesgos que esas detenciones o despidos
puedan representar para la libertad sindical. (Véase Recopilación de 1996, párrafo 604;
304.º informe, caso núm. 1719, párrafo 414; 326.º informe, caso núm. 2105, párrafo 445 y
338.º informe, caso núm. 2364, párrafo 977.).
11. Ninguna persona debe ser objeto de discriminación en el empleo a causa de su actividad
o de su afi liación sindical legítimas, ya sean presentes o pasadas. (Véanse Recopilación de
1996, párrafos 690 y 748 y, por ejemplo 300.º informe, caso núm. 1823, párrafo 440; 304.º
informe, caso núm. 1819, párrafo 155; 306.º informe, caso núm. 1867, párrafo 67; 310.º
informe, caso núm. 1930, párrafo 364; 320.º informe, caso núm. 1963, párrafo 226; 325.º
informe, caso núm. 2068, párrafo 316; 327.º informe, caso núm. 2098, párrafo 757; 331.er
informe, caso núm. 2187, párrafo 441; 336.º informe, caso núm. 2380, párrafo 794 y 338.º
informe, caso núm. 2200, párrafo 325.).
12. La protección contra la discriminación antisindical deberá ejercerse especialmente
contra todo acto que tenga por objeto despedir a un trabajador o perjudicarlo en cualquier
otra forma a causa de su afiliación sindical o de su participación en actividades sindicales
fuera del lugar de trabajo o, con el consentimiento del empleador, durante las horas de
trabajo. (Véanse Recopilación de 1996, párrafo 694; 304.º informe, caso núm. 1787,
párrafo 174; 329.º informe, caso núm. 2172, párrafo 351, caso núm. 2068, párrafo 436 y
330.º informe, caso núm. 2186, párrafo 379.).
13. La protección contra los actos de discriminación antisindical debe abarcar no sólo la
contratación y el despido, sino también cualquier medida discriminatoria que se adopte
durante el empleo y, en particular, las medidas que comporten traslados, postergación u
otros actos perjudiciales. (Véanse Recopilación de 1996, párrafo 695 y, por ejemplo 306.º
informe, caso núm. 1867, párrafo 67; 307.º informe, caso núm. 1890, párrafo 372; 311.er
informe, caso núm. 1942, párrafo 266; 320.º informe, caso núm. 1998, párrafo 254; 323.er
informe, caso núm. 1874, párrafo 60; 325.º informe, caso núm. 2087, párrafo 573; 326.º
informe, caso núm. 2103, párrafo 295; 328.º informe, caso núm. 2068, párrafo 208; 330.º
informe, caso núm. 2200, párrafo 1101 y 334.º informe, caso núm. 2222, párrafo 210.).
14. La no renovación de un contrato que responda a motivos de discriminación antisindical
constituye un perjuicio en el sentido del artículo 1 del Convenio núm. 98. (Véase 327.º
informe, caso núm. 2147, párrafo 866.).
15. Los actos de acoso e intimidación perpetrados contra los trabajadores por motivo de su
afiliación sindical o de sus actividades sindicales legítimas, aunque no impliquen
necesariamente perjuicios en su empleo, pueden desalentarlos de afiliarse a las
organizaciones de su elección, lo cual constituye una violación de su derecho de
sindicación. (Véase 302.º informe, caso núm. 1826, párrafo 411.).
16. La subcontratación acompañada de despidos de dirigentes sindicales puede constituir
una violación del principio de que nadie debe verse perjudicado en su empleo como
consecuencia de la afi liación o actividades sindicales. (Véase Recopilación de 1996,
párrafo 705.).
17. En ciertos casos en que en la práctica la legislación nacional permite a los empleadores,
a condición de que paguen la indemnización prevista por la ley en todos los casos de
despido injustificado, despedir a un trabajador, si el motivo real es su afiliación a un
sindicato o su actividad sindical, no se concede una protección suficiente contra los actos
de discriminación antisindical cubiertos por el Convenio núm. 98. (Véanse Recopilación de
1996, párrafo 707 y, por ejemplo 308.º informe, caso núm. 1934, párrafo 134; 310.º
informe, caso núm. 1773, párrafo 459; 316.º informe, caso núm. 1934, párrafo 211; 318.º
informe, caso núm. 2004, párrafo 400; 321.er informe, caso núm. 1978, párrafo 35; 332.º
informe, caso núm. 2262, párrafo 394; 333.er informe, caso núm. 2186, párrafo 351; 335.º
informe, caso núm. 2265, párrafo 1351; 336.º informe, caso núm. 2336, párrafo 535 y 337.º
informe, caso núm. 2262, párrafo 262.).
18. Nadie debería ser objeto de discriminación antisindical por la realización de actividades
sindicales legítimas y la posibilidad del reintegro en el puesto de trabajo debería estar a
disposición de los interesados en tales casos de discriminación antisindical. (Véanse
Recopilación de 1996, párrafo 755; 306.º informe, caso núm. 1867, párrafo 67; 316.º
informe, caso núm. 1970, párrafo 555; 327.º informe, caso núm. 2046, párrafo 433 y 330.º
informe, caso núm. 2186, párrafo 374.).
19. En numerosos casos el Comité pidió al Gobierno que velase por que los trabajadores
afectados fuesen efectivamente reintegrados en sus puestos de trabajo sin pérdida de sus
salarios. (Véanse, por ejemplo 318.º informe, caso núm. 1974, párrafo 306, caso núm.
2004, párrafo 401; 319.º informe, caso núm. 1962, párrafo 152; 320.º informe, caso núm.
1989, párrafo 325; 323.er informe, caso núm. 2034, párrafo 406; 324.º informe, caso núm.
2090, párrafo 212; 326.º informe, caso núm. 2103, párrafo 296; 327.º informe, caso núm.
2125, párrafo 778 y 328.º informe, caso núm. 2068, párrafo 206.).
20. En la hipótesis de que la autoridad judicial constatase que es imposible el reintegro de
los trabajadores despedidos en violación de la libertad sindical, se les deberá indemnizar de
manera completa. (Véase 335.º informe, caso núm. 2274, párrafo 1118.).
21. Las indemnizaciones impuestas a título de reparación deberán ser apropiadas, teniendo
en cuenta de que por ese medio se tratará de impedir que tales situaciones se reproduzcan
en el futuro. (Véanse 336.º informe, caso núm. 2336, párrafo 537; 338.º informe, caso núm.
2404, párrafo 1053 y caso núm. 2248, párrafo 1200.).
Con base en las normas comentadas y los principios transcritos, se hará una valoración
orientada a determinar si hubo o no violación del derecho de asociación y la libertad
sindical.
2.3. Violación de las normas aplicables y vulneración de derechos en el caso sub
examine
En el presente caso, con base en las normas citadas, hay una serie de actividades de parte
del INSTITUTO que dejan entrever una persecución contra los directivos sindicales, que
afecta directamente a la organización y a su funcionamiento autónomo. Dicha persecución
no sólo afecta la libertad sindical en la medida en que se trata de una actividad
discriminatoria, sino que, además, afecta a la organización, como se observó en las normas
anteriores.
III.
Procedimientos de protección de derechos en el caso sub examine
Sobre la base de lo anterior, esto es, la existencia de actividades que, conforme a los hechos
expuestos, dan lugar a pensar en que su motivo es una discriminación antisindical, se
abordará la procedencia e idoneidad de procedimientos internos e internacionales de
protección de los Derechos Humanos, haciendo referencia especial a los orientados a
proteger el derecho de asociación y la libertad sindical.
3.1.
Procedimientos del derecho interno
Según el artículo 265, a través de la acción de amparo es posible pretender que el estado
proteja a las personas en el evento de existencia de amenazas de violaciones a sus derechos
o con el objeto de “restaurar el imperio” de los mismos, si ha ocurrido ya su vulneración.
Dicho amparo no se limita a ningún ámbito y procederá siempre que las leyes o demás
actos de las autoridades del Estado implícitamente amenacen, restrinjan, o constituyan una
violación de derechos garantizados constitucional y legalmente49.
Esta acción, conforme al artículo 20 de la Ley de Amparo, procederá en el plazo de los
treinta días siguientes al de la última notificación al afectado o de conocido por éste el
hecho que a su juicio, le perjudica. Se precisa que, conforme al inciso 2º de la norma, el
plazo anterior no rige cuando el amparo se origina en el “riesgo de aplicación de leyes o
reglamentos inconstitucionales a casos concretos”, o cuando existe “la posibilidad
manifiesta de que ocurran actos violatorios a los derechos del sujeto activo”.
Se estima que en el presente caso debe ejercerse en primera instancia una acción de
amparo, dado que, conforme al artículo 8º de la citada ley, y de acuerdo con las normas ya
expuestas, éste procede para proteger a las personas, sin hacer distinción entre individuos y
personas morales, como es el caso del sindicato, “contra las amenazas de violaciones a sus
derechos o restaura el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido”.
Se observa que la norma precisa, además, que no hay ámbito que no sea susceptible de
amparo y procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o leyes de autoridad
lleven implícitos una amenaza, restricción o violación a los derechos que la Constitución y
las leyes garantizan”. Finalmente, se observa que, conforme al artículo 3º, concordante con
otras normas constitucionales ya mencionadas, “en materia de derechos humanos, los
tratados y convenciones aceptados y ratificados por Guatemala prevalece sobre el derecho
interno”.
49
Cf., Idem. Consagra el artículo 265 lo siguiente: “Artículo 265. Procedencia del amparo. Se instituye el
amparo con el fin de proteger a las personas contra las amenazas de violaciones a sus derechos o para
restaurar el imperio de los mismos cuando la violación hubiere ocurrido. No hay ámbito que no sea
susceptible de amparo, y procederá siempre que los actos, resoluciones, disposiciones o leyes de autoridad
lleven implícitos una amenaza, restricción o violación a los derechos que la Constitución y las leyes
garantizan”.
Por este motivo, al ser violada la libertad sindical y el derecho de asociación, es posible que
este recurso sea interpuesto, basados no sólo en las normas internas, sino en las
internacionales, con la finalidad de pedir la protección de los citados derechos, ante las
actividades discriminatorias del INSTITUTO, el cual, de acuerdo con el artículo 9º de la
citada ley, puede ser sujeto pasivo de la demanda de amparo.
Finalmente, es de observar que de no acudir a este medio de protección de los Derechos
Humanos, sería difícil acceder a los sistemas de protección internacional, como se
observará a continuación.
3.2.
Procedimientos internacionales
Respecto de los procedimientos internacionales, es oportuno efectuar algunas precisiones
antes de analizar algunos mecanismos que resultan idóneos. Así, se distingue entre sistemas
de protección universal y regional de Derechos Humanos. Por otro lado, se distingue entre
procedimientos contenciosos, cuasi-contenciosos y no contenciosos. Finalmente, se
distingue entre procedimientos de protección de carácter convencional y extraconvencional50.
Debe añadirse que todos los sistemas de protección de los derechos humanos parten del
supuesto de que la protección de éstos es una responsabilidad primaria de los Estados,
motivo por el cual, en principio, no pueden tales sistemas ser puestos en funcionamiento,
sino hasta que se entienda agotada la jurisdicción interna. Esto se expresa a través de los
principios de la complementariedad y la subsidiariedad: así, los sistemas internacionales
son complementarios, en la medida en que sólo son un mecanismo de protección adicional
a los del derecho interno; y son subsidiarios en la medida en que sus órganos sólo adquieren
competencia para conocer de hechos violatorios de los Derechos Humanos una vez los
sistemas nacionales han funcionado y no han resuelto el problema, lo que se evidencia
cuando se agota la jurisdicción. Se observará que este es un requisito de admisibilidad de
quejas o denuncias ante cualquier sistema internacional de protección.
Así, analicemos los siguientes mecanismos: En el marco del sistema universal, por una
parte, los procedimientos convencionales no contenciosos y cuasi contenciosos de los
organismos especializados, que, en nuestro caso, son los de la OIT; y, por otra parte, los
procedimientos extra-convencionales, como los de la OIT en materia de protección de la
libertad sindical. Adicionalmente, en cuanto a los sistemas regionales de protección, es
oportuno hablar del procedimiento contencioso, o judicial, ante la Corte Interamericana de
50
Cf., VILLÁN DURÁN, Carlos. Curso de Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Madrid:
Editorial Trotta, 2002.
Derechos Humanos, a través de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, con
base en los instrumentos del sistema interamericano. Nos concentraremos en los que no
tienen carácter judicial.
3.2.1. Procedimientos convencionales cuasi contenciosos en los organismos
especializados del Sistema de Naciones Unidas: las reclamaciones contra
Estados
Este procedimiento comprende tres fases: admisibilidad, fondo y publicación. Se inicia,
cuando proviene de organizaciones de empleadores o trabajadores, mediante una
reclamación, en la cual se fundamenta el reclamo en el artículo 24 de la Constitución de la
OIT, y en donde, entre otros requisitos, debe demostrarse cómo el Estado no garantiza el
cumplimiento efectivo de un convenio específico. No obstante, la eficacia de este
mecanismo es limitada y su poca celeridad hace que, en la práctica, se acuda a las
posibilidades de que los temas sean discutidos en la Comisión de Expertos, al analizar los
informes periódicos de los Estados sobre la aplicación de los convenios internacionales del
trabajo.
3.2.2. Procedimientos extra convencionales en los organismos especializados del
Sistema de Naciones Unidas: el procedimiento especial en materia de
Libertad Sindical, ante el Comité de Libertad Sindical de la OIT
Este procedimiento, fundamentado directamente en la Constitución de la OIT y en la
Declaración de Filadelfia, anexa a la citada constitución, procede en relación con Estados
que sean o no parte de los convenios de la OIT sobre libertad sindical, dada la importancia
del principio de la libertad sindical, al margen de su consagración en las normas
convencionales específicas.
En este mecanismo, al igual que el antes estudiado, el individuo no tiene directamente ius
standi. Así, sólo son admisibles las reclamaciones interpuestas por las organizaciones
profesionales de trabajadores o empleadores, enviadas ante el Consejo de Administración.
Es de observar que este procedimiento se compone, básicamente, de dos fases, a saber:
admisibilidad y fondo. En cuanto a la admisibilidad, es preciso mencionar que el requisito
de agotamiento de la jurisdicción interna no es esencial, si bien puede tener en cuenta como
la independencia y el ofrecimiento de garantías procesales por parte de los órganos
judiciales competentes, en el evento de que haya decisiones no ejecutoriadas, esto es,
sujetas a recursos no decididos.
Al ser declarada admisible la queja, el Comité determina si hay o no una violación de la
libertad sindical. Los resultados de este examen son puestos a consideración del Consejo de
Administración.
Se considera que sería aconsejable que el SINDICATO siga este mecanismo de protección,
dado que es el más eficaz y no está sometido a algunas de las limitaciones propias de los
procedimientos de carácter contencioso a nivel interamericano, único disponible en esta
ocasión.
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