El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: ABÁNADES Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: ABÁNADES Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: ABÁNADES Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. ABÁNADES S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. ABÁNADES S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. ABÁNADES S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. ABÁNADES S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Después de subir una pequeña cuesta y otra más larga, veremos una bifurcación de caminos. Tomamos el de la derecha, y en la parte final de la cuesta que ya divisamos (a unos 1200 m del cruce), antes de coronarla, veremos a nuestra izquierda la Fuente del Chorrillo, en la que hay 2 abrevaderos verdes para ganado. Es agua potable y fresca, se puede beber de cualquiera de los dos caños que tiene. Seguimos de frente abandonando el asfalto y, después de dos curvas, dejamos un camino a la derecha y nos adentramos en un pequeño valle. Continuamos por el serpenteante camino y atravesaremos un paso de cemento que nos permite atravesar el Barranco de las Sargas (en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua). S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. www.losanades.com email: reservas@ losanades.com Fax: 949 81 47 09 Reservas: 608 720 518 19432. Abánades - Guadalajara C/ Real, 94-96 Hacia la Fuente del Chorrillo Distancia: 7,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 30’ (andando), 30’ (en bicicleta) Dificultad: media P Ruta II: ABÁNADES Rutas Calidad Espacios Rurales P Ruta III: P Ruta V: Río abajo hasta el Antiguo Truchero o hasta el Molino de la Julia. Distancia: entre 8,6 km y 15,5 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h y 3 h 45’ (andando) Dificultad : media S e sale del hotel por la calle principal, la Calle Real, hacia la carretera por la que hemos llegado a Abánades. Cuando llegamos a La Picota, plaza donde está el bar y que está atravesada por la carretera, tomamos esta última en dirección a la A2. Bajamos hacia el Puente Grande y, nada más cruzar el mismo, cogemos el camino que sale a nuestra izquierda y baja hacia el río. Este camino nos lleva paralelos al Río Tajuña, pasando bajo un arco sobre el que discurre un canal de riego hasta un lugar en el que el camino gira 90º a la derecha hacia arriba y luego vuelve a hacerlo otros 90º hacia la izquierda para continuar la dirección del río. Un poco más adelante, veremos que salimos a otro camino que también lleva el sentido de río abajo y que nos va a acercar a una finca grande, que en un futuro será establo de caballos y alojamiento rural tipo Casas de Labranza. El camino bordea la finca por la parte de arriba de su valla de piedra y, llegando al final de la misma, donde hay un «fondo de saco» del camino, tras subir un pequeño escalón, pasa a ser una senda. A unos 200 m se acaba la valla. Enseguida veremos el cauce de un barranco, El Sargal, que en algunas épocas del año, normalmente a finales de invierno o comienzos de primavera, nos puede impedir continuar porque baja con abundante caudal de agua. Lo atravesamos por un par de bajadas que hay, y más bien hacia la izquierda, hacia el río, comienza una senda que se adentra en el monte (pero sin dejar de ver el río). Estamos en la zona más bonita del recorrido. Aquí será fácil encontrar, en temporada, diversas clases de setas y hongos (la mayoría no comestibles). Igualmente podremos ver algún animal que baja al río a beber. Estamos en terreno de corzos, venados y jabalíes. Serpenteando por la senda, dejaremos a nuestra derecha unas ruinas de construcciones de pastores situadas justo debajo de una gran roca manchada de negro por las fogatas, que en tiempos se hicieron debajo. Pronto empezaremos a oír el relajante murmullo del agua que salta la presa y que, mediante un canal que también veremos, suministraba el agua a las piletas dónde se criaban las truchas. Lo dejamos atrás y llegaremos a una bajada en zigzag entre unas rocas que nos adentra en un pequeño «túnel vegetal». Al salir, pasamos justo al lado del antiguo canal y empezamos a ver las piletas abandonadas: ya estamos en el Antiguo Truchero. Al pasar entre dos rocas, tomamos la senda de la derecha que pasa por debajo de unas colmenas abandonadas y nos lleva a la entrada de la casa de los guardeses, también abandonada. Podemos avanzar por el camino que allí comienza, ahora ya más ancho, que nos lleva a una arboleda de chopos y un puente que representa el final de esta ruta y el punto de referencia de otras. Una de ellas es la que lleva al Molino de la Julia, al que llegaremos continuando el camino ancho, sin cruzar el puente, y desviándonos del mismo a unos 600 m cogiendo el camino de la izquierda que sigue el curso del río. Poco a poco vamos descendiendo hasta situarnos casi al nivel del río. La zona es de gran belleza y en ella podremos ver nutrias, garzas o patos con cierta facilidad. Pasada la zona más angosta, el valle se abre un poco y veremos un camino que baja por nuestra derecha, que nos llevará, pasando al lado de unas grandes rocas al citado molino, en cuya huerta, situada frente al mismo, deben observar una impresionante noguera seca que, por sus formas, seguro refiere a alguna leyenda de la zona (prometemos investigarla). El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nos encontramos en la parte más frondosa del río y no será difícil ver algún animal (corzos, venados o jabalíes) que se acerque al mismo a beber de sus aguas cristalinas. Este recorrido transcurre así hasta Cortes del Tajuña, pequeño pueblo de unos 50 habitantes en el que los fines de semana podrán encontrar abierto el Bar Social. Desde Abánades hay 8,5 km, lo cual puede representar en algunos casos excesiva distancia. Si se quiere acortar podemos dar la vuelta en el Prado de la Zarza (zona del valle que se abre dando lugar a una amplia pradera) hasta donde habremos caminado 5,6 km. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Comienza aquí la parte más vistosa del paseo, ya que nos vamos adentrando en unas hoces producidas por el serpenteante cauce del río. Siempre paralelo al mismo, el camino se va convirtiendo en senda, por la cual a veces resulta un poco dificultoso transitar (ramas de vegetación, algún tronco de árbol caído, etc.) pero merece la pena. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta, siempre por el camino principal y alejándonos poco a poco del río. Tras descender 650 m aproximadamente, veremos un camino que sale a la izquierda y poco a poco regresa al lado del río, lo cogemos y, transcurridos unos 900 m, después de haber notado que el camino se estrecha y se empieza a cubrir de vegetación, nos encontraremos justo al lado del Río Tajuña, del cual no nos separaremos ni unos metros hasta el final del recorrido. S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. Y después de disfrutar de estas idílicas rutas, nada como reponer fuerzas degustando nuestros exquisitos manjares y disfrutando de un merecido descanso en las confortables instalaciones del Hotel Rural Los Ánades. Río arriba hacia Cortes del Tajuña Distancia: entre 11,2 y 17 km (ida y vuelta) Duración: entre 2 h 30’ y 3 h 45’ (andando) Dificultad: media de P Ruta I: Por el monte, entre La Canaleja y Las Fraguas. Distancia: 8,2 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 45’ (andando), 50’ (en bicicleta) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. Esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, se convierte en camino asfaltado. En el primer cruce que encontramos, continuar de frente entre dos naves agrícolas hasta ver una cruz de madera al lado del Caz. P Ruta IV: Hacia Las Puertas y Los Castillejos Distancia: entre 7,4 km y 9 km (ida y vuelta) Duración: 1 h 40’ y 2 h (andando) Dificultad: media S e sale del hotel por la calle de abajo, llamada Los Pradillos, hasta encontrar la primera calle a la izquierda. En esta calle, tras cruzar por encima de un Arroyo llamado Caz, hay que tomar el camino de la derecha que nos lleva hacia las antiguas eras. Una vez pasada la pista polideportiva, hay que subir por el camino que lleva a una nave de materiales de construcción. Pasando entre los mismos, encontraremos una vereda que nos sube por el pequeño valle de Valhondo. Por él disfrutaremos de gran frescura y humedad viendo gran cantidad de musgo y líquenes utilizados antiguamente para realizar los belenes de Navidad. Una vez coronado el monte, después de haber girado en el camino hacia la izquierda, comenzamos a descender hacia una antigua carbonera situada en un pequeño claro. Desde allí, continúa la senda subiendo unos 200 m hasta una parcela que hay que atravesar o bordear unos pocos metros para continuar entre el monte, hasta un camino un poco más ancho, el cual debemos abandonar a los 100 m para, atravesando de nuevo el monte, llegar a un camino principal. Cogiendo este camino hacia la izquierda, nos baja a un barranco que en invierno y primavera suele llevar agua. Al cruzarlo, el camino comienza a subir. A unos 180 m sale una senda por nuestra derecha que tenemos que coger para, una vez hemos dejado a nuestra izquierda dos «cerradas» de piedra, comenzar a subir un pequeño cerro que, al coronarlo, nos permitirá ver la zona llamada Las Puertas. Descendiendo por la senda que baja al barranco, llegaremos a la altura del mismo e iremos viendo unas rocas a nuestra izquierda. En una de ellas, subiendo un poco, y tras la vegetación se encuentra una roca tallada de la Guerra Civil. Se trata de unos bustos llamados en el pueblo Las Caras, que merece la pena ver. Justo enfrente sale un camino que, tras una empinada cuesta, deja a nuestra derecha un cerro, en cuyo alto se encuentran fortificaciones republicanas de la Guerra Civil. Es la zona llamada Los Castillejos. El camino de regreso se hace exactamente por el mismo recorrido que el de ida. Nada más rebasarla, coger el camino de la izquierda. Continuando por él, veremos que se acaba el asfalto y comenzamos a subir una cuesta. Al final de la misma, en el alto, veremos que sale un camino a la derecha. Nosotros continuamos de frente descendiendo la cuesta. Al final de la misma, dejamos también a la izquierda un camino y nos adentramos en una vega llamada La Canaleja. A unos 600 m del último cruce, en unas rocas, arriba a nuestra izquierda veremos una valla que cierra la Cueva de la Canaleja, micro-reserva y Lugar de Importancia Comunitaria integrado en la Red Natura 2000, espacio con la mayor variedad de murciélagos de Europa. Esta cueva no se puede visitar. Seguimos entre parcelas por el camino principal durante unos 1.100 m y nos adentramos en el monte comenzando a subir una empinada cuesta. En el alto, tomar el camino hacia la izquierda, y dejando uno que sale allí mismo a la izquierda, avanzar unos 130 m. Veremos unas rodadas de unos 15 m que nos llevan atajando a un camino que parece que nos vuelve hacia atrás. Pasaremos por un llano en un alto sin árboles y cruzaremos alguna antigua trinchera de la guerra. A unos 300 m veremos que nuestro camino gira hacia la izquierda y se adentra en el monte. Luego llegamos a una gran parcela a la que el camino va bordeando, dejamos un camino que sale a la derecha, hasta llegar al final de la parcela, donde salimos a otro camino principal, que tomaremos hacia la derecha. Bajamos una buena cuesta y llegamos a otro camino importante, que tomamos también hacia la derecha. Bajando de nuevo, y dejando a la izquierda otro camino, después de aproximadamente 1,7 km, daremos vista al pueblo. P Ruta VI: Visita a El Castillo, de los Espacios Históricos de Abánades. Distancia: 1,4 km (ida y vuelta) Duración: 45’ (andando) Dificultad: media – alta S e realiza subiendo primeramente a la iglesia del pueblo y, allí mismo, verá carteles indicadores y explicativos. Luego se regresa por la vereda del Río Tajuña. Recorrido corto pero con alguna dificultad por la orografía del mismo, con abundantes subidas y bajadas. Merece la pena su visita por la proximidad al hotel y por su alto contenido histórico, que debe ser completado con la visita al Museo de los Espacios Históricos de Abánades. Esta ruta dispone de un folleto informativo específico. Solicítelo. Señalización Continuidad del sendero Dirección equivocada Cambio de dirección Rutas realizadas por Hotel Rural Los Ánades