CAMBIOS DE COLOR: CLASIFICACIÓN Y COSMÉTICOS EMPLEADOS Todos los cambios de color a los que se puede someter artificialmente los cabellos pueden ser: ATENDIENDO AL OBJETIVO PERSEGUIDO ATENDIENDO A LA NATURALEZA DE LOS COLORANTES EMPLEADOS ATENDIENDO A SU DURACIÓN Matizaciones Coloraciones Tintura Decoloraciones Vegetales Metálicos Compuestos Orgánicos-sintéticos Temporal Semipermanente Permanente Cambios de color atendiendo al objetivo perseguido Matizado. Consiste en cambiar más o menos suavemente el reflejo que tiene el cabello para darle un carácter propio (aportarle un nuevo valor). Esta operación se realiza, por ejemplo, para eliminar el tono amarillento de las canas, o para apagar reflejos demasiado artificiales o no deseados después de una decoloración. Coloración. Consiste en modificar el tono y/o el reflejo sin modificar la pigmentación base y sin alterar químicamente la melanina capilar. Tintura. Consiste en cambiar definitivamente el color y/o el tono modificando la pigmentación base y afectando químicamente la melanina de los cabellos. Se utilizan tintes orgánicos de oxidación, tintes metálicos y tintes vegetales, aunque estos últimos no se usan a nivel profesional. Decoloración. Consiste en aclarar definitivamente el color natural de los cabellos afectando químicamente la melanina. Aunque está considerada como una técnica previa a la tintura representa por sí misma un cambio de color, siempre hacia tonos más claros (el tono resultante suele tener un reflejo demasiado intenso, por lo que frecuentemente se hace necesaria la coloración o tintura posterior; de ahí que sea una operación; previa a la tintura). Cambios de color atendiendo a la naturaleza de los colorantes Colorantes vegetales Se emplean sustancias vegetales que son extraídas de distintas partes raíz, tallo, hojas, etc.) ricas en pigmentos. Son tintes "progresivos" que van aportando el color paulatinamente con sucesivas aplicaciones. Él colorante va adhiriéndose a la cutícula sin penetrar en la corteza, formando una película. Son muy conocidos pero cada vez menos empleados porque: Proporcionan gamas de colores muy restringidas con tonos poco naturales. El proceso de teñido requiere mucho tiempo y es muy engorroso. Dan colores poco resistentes al lavado y a la luz. Al formar una película espesa sobre el tallo ocasionan problemas de penetración cuando se hacen cambios de forma permanente y dificultades para decorar o teñir. Los productos vegetales más usados han sido los siguientes: Alheña o Henna Es un polvo verdoso que proviene de las hojas secas y pi arbusto (Lawsonia inermis). Proporcionan tonos anaranjados-rojizos que variarán según el tono del cabello. Su uso profesional está destinado, no a obtener una coloración de fondo, sino para lograr matices o reflejos. Se aplica en tintura, enjuagues o pasta, y usualmente colorantes vegetales, por lo común, el índigo. También pueden ir asociados a los colorantes orgánico-sintéticos. Índigo Este vegetal (Indigofera argentina) pulverizado forma verdoso que se utiliza mezclado en proporciones diversas (sombrea el efecto de ésta). Salvia La infusión de las hojas de esta planta (Salvia officinalis) oscurece el cabello claro, dándole tonos verdosos. Ruibarbo Por enjuague con infusión de su raíz (Rheum officinalis) se obtienen tonos dorados vivos en los cabellos claros. Extracto de nogal (Juglans regia) Las decoloraciones o tinturas de hojas, cascaras de nuez de nogal, o bayas y raíces de otros árboles, son de corriente uso casero. Su acción depende del contenido en ácido pirogálico, que sobre el cabello se oxida y lo oscurece (el ácido pirogálico es considerado como tóxico si se usa continuamente a concentración superior al 5%). La gama de tonos es escasa, aunque se puede asociar a la tintura de alheña. NOGAL Manzanilla Se usan las flores de la camomila o manzanilla romana (Anthemis nobilis) en enjuagues o emplastos. Contra los que se cree la manzanilla no aclara el cabello decolorándolo, sino que tiñe por depósito de compuesto flavónico de color amarillo (pero hay falsas tinturas de manzanilla, que contienen en realidad agua oxigenada). Para mejorar el efecto colorante de la manzanilla se asocia, a veces con drogas colorantes tánicas como te, ruibarbo o azafrán. Se usará en cabellos rubios dorado o rubio rojizo, o castaños claros, al contrario de la alheña más adecuada a tonos cobrizos o rojos oscuros. En general los tintes vegetales presentan mordientes naturales llamados TANINOS. Son sustancias que ayudan a fijar el color. Cuando la planta no contiene (como ocurre en la camomila) se asocia a otras plantas. Forma de actuar Los colorantes vegetales actúan depositándose en una capa coloreada sobre la cutícula del tallo capilar, por adsorción o formando un película a modo de barniz que no penetra al interior. Para su aplicación se lavará el cabello previamente y se secará. Si se usan líquidos se aplicarán con hisopo, y si pastas, con pincel chato, manteniéndose la humedad cubriendo el cabello con turbante. Usando alheña o manzanilla, se mantendrá 15 minuto a 1 hora. Enjuagar luego bien con champú si se usó pasta, seguido de otro enjuague más ácido y de preferencia coloreado. Colorantes metálicos Son preparaciones que contienen sales de plomo, plata, cadmio bismuto, níquel, cobre, hierro y estaño, etc. Pertenecen a las tinturas llamadas progresivas, que colorean el cabello gradualmente a medida que se suceden las aplicaciones. Presentan gran cantidad de inconvenientes y no se utilizan en los salones: Son tóxicos, ya que pueden ir acumulándose sobre el cuero cabelludo después de repetidas aplicaciones y absorberse por la piel. Proporcionan un sombreado más que un color, poco natural y consistente sobre los cabellos blancos, llegando a producir reflejos verdosos o rojizos poco estéticos. Los depósitos que quedan sobre el cabello le hacen áspero al tacto. Son incompatibles con operaciones de ondulación permanente o decoloraciones. Los componentes de ambos cosméticos pueden reaccionar químicamente con los depósitos y llegar a producir alteraciones en la fibra capilar, quemaduras en el cuero cabelludo y roturas del cabello. Los colores son poco resistentes a la luz. Sales de plomo La sal más comúnmente usada es el «acetato de plomo», base del viejo procedimiento de peinar con peine de plomo al cabello canoso humedecido en vinagre, así como las lociones conocidas como “agua de castilla”, agua de renacimiento, etc. La solución se aplica varias veces por semana y el cabello canoso pasa a través de matices amarillentos, castaño claro y oscuro, hasta un negro opaco. Sales de plata El más usado es el «nitrato de plata» para dar tonos oscuros o negros, en soluciones acuosas neutras (o amoniacales, que favorecen la reducción). Bajo la acción de la luz se reduce la plata, y se deposita óxido de plata que se combina con el azufre de la queratina. En general se refuerza la acción reductora de la luz empleando reductores, de ahí el nombre «tinturas de dos botellas», pues en una va la solución de nitrato de plata y en la otra el reductor o acelerador. Colorantes compuestos Se denominan así porque incluyen mezclas de colorantes de distinto origen. Las combinaciones pueden ser colorantes vegetales e inorgánicos como la henna y sales de níquel, hierro, cobre o plomo. Con estas combinaciones se consigue menor toxicidad y colores más naturales, pero siguen teniendo todos los inconvenientes de los tintes metálicos. Colorantes orgánicos-sintéticos Este procedimiento de tintura es el más utilizado; constituye el 80 % de la totalidad de los tintes realizados. Con este tipo de tintes se consigue una modificación notable y duradera del color natural, obteniendo un matiz más oscuro o más claro que el de origen, en toda la gama posibles, ya sean naturales o de fantasía. Las ventajas de los tintes orgánicos sintéticos con respecto a los anteriores son: Proporcionan gran variedad de tonos y reflejo naturales y de fantasía. Son fáciles de aplicar. Aunque pueden presentar reacciones alérgicas, no son tóxicos. Pueden ser eliminados por decoloraciones. Admiten cambios de forma permanente posterior. CAMBIOS DE COLOR ATENDIENDO A SU DURACIÓN Coloración temporal Se utiliza para matizar o para colorear los cabellos. Es una coloración que sólo dura desde su aplicación hasta un próximo lavado o incluso a veces el nuevo color desaparece con un cepillado. Son moléculas de gran tamaño que no pueden atravesar la cutícula y quedan adheridas a ella. Como no tienen mucha afinidad por la queratina capilar se desprenden con facilidad en el lavado. Ejemplos de estos colorantes serían Azul de metileno y Violeta ácida, que producen reflejos platinados brillantes en cabellos canosos cuando se aplican en loción. Suelen emplearse también para lograr ciertos efectos espectaculares o de fantasía, utilizando colores llamativos o brillantes como la purpurina. Los colorantes temporales han de eliminarse en el siguiente lavado, pero durante algunos días han de mantenerse sin ser eliminados por el cepillado, ni por el frotamiento de la ropa, por el sudor o por la lluvia. Se presentan en el mercado en formas muy diferente: Ampollas (soluciones acuosas hidroalcohólicas, lociones acondionadoras). Fijadores coloreados (lacas, espumas, gominas, etc.) Coloración semipermanente Se utiliza para colorear o para matizar los cabellos. Es una coloración que resiste de cuatro a seis semanas aproximadamente dependiendo de la frecuencia de los lavados, volviendo a recuperar el cabello su tono natural. Son moléculas de menor tamaño que las de los colorantes temporales y pueden, en parte, atravesar la cutícula. Tienen mayor afinidad por la queratina que los anteriores, es decir, pueden reaccionar químicamente con ella. Por eso el color permanece más tiempo. Existen una amplia gama de colores. Los tonos azules son los que se d e s v i r t ú a n más rápidamente porque las moléculas son grandes y penetran con dificultad. Las moléculas rojas son más pequeñas y es el color que permanece durante más lavados. Suelen presentarse envasados listos para uso y se comercializan con distintos vehículos: Champús color. Lociones acuosas o hidroalcohólicas Lociones acondicionadoras. Cremas. Mascarillas. Coloración permanente Se utiliza para teñir los cabellos. Se denomina así por proporcionar un color duradero, que no desaparece. Son permanentes: Los colorantes vegetales. Los metálicos. Los compuestos. ciertos colorantes orgánico-sintéticos. Como sabemos, los tres primeros para conseguir el color deseado deben aplicarse repetidas veces, son progresivos. Sin embargo, los orgánicos-sintéticos son instantáneos, el color se consigue con una sola aplicación. La principal característica de los colorantes orgánico-sintéticos permanentes es que necesitan la presencia de un oxidante para proporcionar el color. Por ello se llaman también tintes de oxidación. Con respecto a los anteriores tienen la ventaja de reunir todas las de los colorantes orgánicos-sintéticos además de ser: Capaces de cubrir canas. Resistentes a la luz y a los lavados. Después de una coloración de oxidación nunca se podría volver al tinte natural de partida, ya que los pigmentos naturales se alteran por acción del oxidante. Los tintes de oxidación se presentan envasados en dos cueros separados: el cuerpo colorante (crema, gel, líquido, etc.) y el cuerpo oxidante (agua oxigenada). La misión del producto oxidante es doble: Por un lado oxida los colorantes orgánicos-sintéticos transformándolos en tintes. Al llegar a la corteza, actúa sobre los pigmentos melánicos a los que oxida, produciendo una decoloración, que podrá ser de 2 ó 3 tonos dependiendo de la concentración empleada. Coloración tono sobre tono Presenta características intermedias entre la semipermanente y la permanente. Su composición es la siguiente: Antes de su aplicación hay que añadir al producto colorante un oxidante de baja concentración (agua oxigenada de cinco a diez volúmenes). No contienen amoníaco. Las características de esta coloración son: No son tóxicos pero pueden producir reacciones alérgicas, igual que los tintes de oxidación. Requieren prueba de sensibilidad Al mezclarse con agua oxigenada de baja concentración, no decoloran el cabello notoriamente y, por tanto, generalmente no aclaran el tono natural. Son más resistente a los lavados que la coloración semipermanente, aunque se va eliminando el tono. La cobertura de canas es mejor que la de los semipermanente. Se comercializan en gel y en crema