Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Capítulo Pie y Tobillo Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Abordaje de la Talalgia (Pie y Tobillo) Doctor Armando Nicolás García Marín Especialista de Primer y Segundo Grado en Ortopedia y Traumatología Miembro Activo de la Asociación Nicaragüense de Ortopedia y Traumatología (ANOT) Dirección domiciliar Anexo al Repto. Sn. Juan. Casa C-3 Managua, Nicaragua América Centra INTRODUCCIÓN La fascitis plantar o síndrome de talalgia, es un cuadro doloroso de la parte posterior del pie debido a que esta región está sometida a importantes fuerzas estáticas y dinámicas (1). tico diferencial. En este sentido, su importancia radica en que esto permitiría detectar cualquier componente neurológico en la sintomatología del paciente. El diagnóstico acertado de la causa específica de este síndrome doloroso permitirá prescribir el tratamiento adecuado para lograr exitosamente la mejoría en el paciente que padece de esta patología. Por otro lado, este capítulo tiene como objetivo recapitular el tema de la fascitis plantar o síndrome de talalgia, su cuadro clínico, los procedimientos diagnósticos, el diagnóstico diferencial y las distintas opciones de tratamiento, entre otros. Con la evolución de la civilización se presentan las talalgias y su elevada incidencia debido al incremento de horas de trabajo en bipedestación y al uso de calzado inadecuado. Por esta razón, se realizó una minuciosa búsqueda bibliográfica que permitió hacer una comparación de la literatura médica existente y una revisión completa de la patología en cuestión. No hay que olvidar que la localización del dolor y la asociación con otros síntomas podrían hacer difícil determinar el diagnós- DEFINICIÓN La fascitis plantar o “síndrome de talalgia” es la expresión de un desgarro interticial de- 403 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” generativo en la inserción del calcáneo, no siempre acompañado de una exostosis en forma de espolón que parte de la apófisis medial de la tuberosidad póstero – inferior del calcáneo (2). posición. Esta demostración la hizo gracias a disecciones en cadáveres. Este nervio era muy vulnerable a la presión por trauma, edema, enfermedades venosas y proceso inflamatorio, etc. Palabras claves: Talalgia; Calcaneodinia, Fascitis Plantar, Espolón Calcáneo, Fasciosis Plantar, Entisitis de Inserción Estadíos. En 1981, Przylucky y Jones (7) le dan importancia a los atrapamientos nerviosos como causas de talalgia, en sus disecciones y que la rama a la que hacía referencia TANZ (1963) es una rama del nervio plantar lateral que inerva el músculo abductor del quinto dedo. Estos pueden presentarse progresivamente: Fascitis plantar, Periostitis subcalcánea y Espolón como tal. REVISIÓN HISTÓRICA La fascitis plantar fue descrita en 1812 por Wood quien consideró que ésta era secundaria a una TB. En 1938, Steindler y Smith llegaron a la conclusión de que los traumas directos sobre el calcáneo eran los causantes de esta afección. En 1940, Roegholt (3) al identificar la primera rama del nervio plantar lateral, observó que ésta estaba muy próxima a la tuberosidad póstero inferior del calcáneo y, por lo tanto, sospechó que podría ser comprimida por el calcáneo y ser causa de talalgia. En 1951, Michele y Kruegar (4) concluyeron que la causa más frecuente era la irritación producida por una carga mantenida o un trauma directo. 404 En 1984, Baxter DE (8) encontró signos de desmielización y fibrosis perineural en sus estudios histológicos en pacientes con talalgia crónica y, en 1992, logró distinguir el dolor secundario de la compresión del PRNPL del dolor originario de la fascia plantar según el punto más doloroso. En el 2003, los estudios histológicos que realizó Lemmon H le permitieron comprobar que el concepto de fascitis, que implica un proceso inflamatorio, no correspondía con sus hallazgos: degeneración mixoide, micro roturas en la fascia, necrosis del colágeno e hiperplasia fibroblástica. Por lo tanto, concluyó que los cambios histológicos son más compatibles con un proceso degenerativo sin inflamación secundaria a un microtramautismo repetitivo en el origen de la fascia plantar. En 1960, Kopell y Thompson (5) consideraron que las causas de las talalgias eran los traumas directos sobre las ramas del nervio tibial posterior. EPIDEMIOLOGÍA La fascitis plantar es la causa más frecuente de dolor en el talón referido por los pacientes debido a la periostitis del calcáneo en el origen de la fascia plantar. Concretamente no se le asocia a ningún tipo de pie, y es más frecuente en las mujeres. En 1963, Tanz (6) logró demostrar la presencia de una rama nerviosa profunda acompañada de un paquete vascular lateral a la tuberosidad póstero inferior del calcáneo y por debajo de la fascia plantar debido a su En las radiografías se observa la presencia de un osteofito (espolón calcáneo) en el 50% de los pacientes; no obstante, éste no es el origen del dolor y en el 20% de los pacientes, ésta es asintomática. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Afecta al 10% de la población en algún momento de su vida e igualmente a los corredores (D’Maio et al (1933). Para algunos de los autores, en un 85% de los casos el origen es indeterminado. Furey JG 1975. Con la evolución de la civilización se presentan las talalgias y su elevada incidencia debido al incremento de horas de trabajo en bipedestación y al uso de calzado inadecuado. Davidson and Copoloff (1990). Se calcula que anualmente más de 2 millones de personas reciben tratamiento por fascitis plantar en los Estados Unidos. Pfeffer et al (1999). La incidencia en la práctica diaria es de un 19%. Se ha descrito que la afectación de ambos pies puede llegar hasta el 30%. Buch Binder R. 2004. CLASIFICACIÓN Las talalgias son definidas como todo cuadro doloroso que se origina en la zona del talón. Desde el punto de vista topográfico, éstas pueden dividirse en dos tipos: Talalgias posteriores o proximales Dolor localizado entre el tercio distal del tendón de Aquiles y la cara posterior de la tuberosidad mayor del calcáneo. Esta afección puede originarse en el propio tendón y las estructuras blandas adyacentes o tener origen óseo. Talalgias distales Cuadro doloroso que se origina en la fascia plantar, panículo adiposo de la almohadilla del talón, el propio calcáneo o alguna ramificación del nervio plantar externo. Otros tumores, infecciones, enfermedades metabólicas (gota), procesos inflamatorios cutáneos, pueden provocar talalgias distales. HISTOLOGÍA En las láminas del tejido periostal subcalcáneo obtenida por una técnica endoscópica propia, se apreció: engrosamiento de la fascia plantar con disminución de fibras musculares; calsificación distrófica pericondral; focos de calcificación; microcalcificaciones; cambios fibrosos de la fascia; disminución del número de fibras musculares y escasos cambios inflamatorios. En este estudio no se incluyó las que habían sido tratadas con infiltraciones esteroideas en la zona y otras causas descritas de clasificación periostal (9). Históricamente la fascitis plantar se consideró un proceso inflamatorio, aunque en varios estadíos se le observó como un proceso degenerativo que afectaba las fibras del colágeno o una “fasciosis degenerativa” sin presencia de inflamación. Lemmon et al (2003) realizaron un minucioso examen histológico en 50 cirugías de fascitis plantar crónica y hallaron degeneración mixoide, ectasia vascular, fragmentación y abundante tejido conectivo, sin proceso inflamatorio activo. Otros actores sostienen que esta etiopatogenia con comienzo de un proceso inflamatorio se hace crónica y hay degeneración del colágeno. ANATOMÍA DE LA FASCIA PLANTAR La aponeurosis plantar está compuesta por tres partes: medial, central y lateral. La porción central, o fascia plantar, se origina en el tubérculo medial del calcáneo y se divide en cinco bandas (una para cada dedo) insertadas a la altura de las articulaciones metatarsofalángicas. La fascia plantar presenta continuidad con la musculatura posterior de la pierna (tricep sural) compuesta por el psolios, los gemelos y el tendón de Aquiles o lo que se 405 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” conoce como sistema Aquileo – calcáneo – plantar (SACP). día. El síntoma más frecuente es el dolor en la cara plantar y medial del calcáneo. Esta íntima relación hace que cualquier alteración a nivel posterior repercuta a nivel plantar y viceversa (10). Éste dolor no tiende a irradiarse y es poco frecuente que se le asocie a parestesias nerviosas. Se ha señalado que la afectación de ambos pies puede llegar hasta el 30%. Factores que predisponen la aparición de fascitis plantar (11): • Anatómicos: pie cavo, pie plano, dismetría de miembros inferiores. • Funcionales: debilidad del psolio, del tendón de Aquiles o de los músculos intrínsecos del pie. • Biomecánicos: pronación • Metabólicos: gota • Inmunológicos: sistémico lupus eritematoso • Causa infecciosa • Causa neurológica • Causa traumática: fractura de la cortical del espolón • Pérdida del panículo adiposo plantar • Otros factores: exceso de uso (típico de atletas), exceso de peso, ancianos (en los que se unen varios factores: peso, pérdida de fuerza de la musculatura del pie y disminución de la capacidad de regeneración. CUADRO CLÍNICO Se basa en la historia del paciente y su experiencia física. Los pacientes describen una aparición gradual de talalgia inferior que aumenta con los primeros pasos al despertarse, o tras estar de pie de forma prolongada. Sin embargo, éste disminuye con la actividad, pero empeora al final del 406 La localización del dolor es importante. En la fascia plantar el dolor se localiza en el tubérculo medial del calcáneo en el origen de la fascia plantar, aunque los pacientes pueden tener molestias a lo largo de cualquier punto de la fascitis plantar. La prueba de dorsiflexión pasiva o activa del pie y de los dedos así como la extensión de la pierna reproducen el dolor al tensar la aponeurosis plantar. También hay dolor al caminar con los talones. En el examen físico es importante detectar deformidades por pie plano o cavo ya que pueden sobrecargar la fascia plantar. Además, se deben de buscar contracturas del músculo / tendón de Aquiles, e igualmente tener en cuenta la valoración de la columna vertebral así como de las extremidades inferiores para detectar cualquier componente neurológico en la sintomatología del paciente. PRONÓSTICO DE LA FASCITIS PLANTAR En más del 80% de los pacientes los síntomas desaparecen durante el primer año, sin importar el tipo de tratamiento. En una investigación telefónica de 100 pacientes con tratamiento conservador (promedio de seguimiento de 47 meses): 82 refirieron curación; 15 continuaron los síntomas pero sin limitaciones en su actividad laboral y 3 tuvieron síntomas continuados que se la limitaron. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT PRUEBAS DIAGNÓSTICAS Las radiografías convencionales o habitualmente normales. • La gammagrafía ósea en 3 fases es una prueba objetiva en el diagnóstico de la fascitis plantar fractura de stress. • J Ultrasound Med. 2005 Aug; 24 (8): 1041 – 8). • La ecografía y la gammagrafía son igualmente efectivas. Rheumatology 2001; 40: 102 – 8. • La RNM es igualmente efectiva que la ecografía, J Ultrasound Med. 2005 Aug; 24 (8: 1041 – 8) se utiliza para descartar patología oculta al cabo de 4 a 6 meses de tratamiento conservador. • Estudios biomecánicos de la marcha (Bernal Valls 2001) • La ecografía en pacientes con fascitis plantar muestra por lo regular una fascia engrosada e hipoecoica. Otras pruebas utilizadas en el diagnóstico diferencial. Electromiografía; pruebas inmunológicas; HLA – B 27; VCG; factor reumatoideo; anticuerpos antinucleares y, ácido úrico en sangre. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL Neurológica Síndrome del túnel tarsiano; atrapamiento de la primera rama del nervio plantar lateral; atrapamiento del nervio calcáneo medial; neuropatía periférica y radiculopatía S1. Partes blandas Ruptura de la fascitis plantar; entesopatías; atrofia de la almohadilla grasa; tendinitis aquilea, tendinitis del flexor del dedo gordo; fibromatosis plantar y tendinitis del tibial posterior. Esqueléticas Fractura por estrés del calcáneo; contusión ósea; infecciones (osteomielitis / pioartrosis subastragalina) y artropatías inflamatorias. Misceláneas Neoplasias e insuficiencia vascular TRATAMIENTO Procedimiento Conservador El tratamiento médico es efectivo casi siempre en un período de aproximadamente 9 meses, pero podría durar hasta 2 años. En más del 80% de los pacientes los síntomas desaparecen durante el primer año, sin importar el tratamiento. No obstante, del 5 al 10% requiere tratamiento quirúrgico. Medicamentos antiinflamatorios no esteroideos Wolgin M (1994), Gilly Kiebzack (1996) y Donlayetal (2007) no lograron llegar a conclusiones sobre la efectividad únicamente con el uso de antiinflamatorios no esteroideos. Hasta la fecha, ninguno ha evaluado la efectividad de este tratamiento de manera aislada. Ortesis / Plantillas Son diseñadas para facilitar la carga biomecánica sobre el pie, mejorar la pronación, descargar la fascia plantar en su origen y modelar la forma del talón. Entre las ortesis más usadas figuran las taloneras prefabricadas de goma, de silicona, las almohadillas de fieltro, los soportes prefabricados del arco plantar y los soportes hechos a la medida. Tanto Pfeiffer et al 1999 como Landorf KB 2006 hicieron trabajos que les permitieron comparar plantillas placebo, prefabricadas y a la medida. Al cabo de 12 meses de seguimiento, no hubo diferencia entre los tres grupos y concluyeron que, a corto plazo, la ortesis produce pequeños beneficios en la funcionalidad y no produjeron beneficios a largo plazo. 407 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Por lo general, existen evidencias inciertas sobre el uso de las plantillas ortopédicas. está contraindicado para los deportistas. Estiramiento del tricep y de la fascia plantar Férulas nocturnas y yesos “night splints” Durante el sueño del paciente se logra mantener una posición de flexión neutra del pie (90º) para elongar y relajar la musculatura posterior de la pierna así como de la fascia. Sobre este tema, existen cuatro estudios: 2 a favor y 2 en contra. Sin embargo, hasta la fecha no hay estudios prospectivos controlados publicados que valoren la inmovilización. Éste es el estiramiento más reconocido actualmente ya que optimiza la tensión de los tejidos controlados por la fascia plantar y maximiza la longitud del soleo, así como de los gemelos. Giovanni et al (2006) demostraron que la talalgia había desaparecido a las 8 semanas en el 52% de los pacientes tratados. En una revisión sistemática reciente se encontró una limitada evidencia del uso de ortesis nocturna en pacientes con más de seis meses de dolor. Plantillas electromagnéticas No se ha encontrado evidencia de su efectividad. En cambio, en un ensayo clínico se demostró, incluso, que los pacientes que mejoraron más fueron aquellos que no usaron este tipo de plantillas. Infiltración A menudo, la fascitis plantar se trata con infiltraciones de corticoide asociada con anestésico local. Este procedimiento ha provocado las siguientes complicaciones: ruptura de la fascia plantar y atrofia de la almohadilla grasa, entre otras. Existen pocas evidencias que apoyen su eficacia para aliviar el dolor. Se señalan mejorías al cabo de un mes, pero no a los seis meses. Actualmente, ha surgido interés para mejorar la precisión así como el resultado de las infiltraciones de corticoide, aunque un estudio de Kane et al (2001) demostró que las infiltraciones guiadas por ultrasonido no son más efectivas que la técnica guiada por palpación. Es válido subrayar que en los protocolos de medicina deportiva, este procedimiento 408 Toxina Botulínica A (BTX – A) Este medicamento tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias Babcock et al (2005) lograron buenos efectos, sin complicaciones, pero su seguimiento fue de dos meses. Por lo tanto, se necesitan estudios más amplios. Terapia mediante ondas de choque extracorpórea Método terapéutico utilizado en la fascitis plantar crónica con seis meses de evolución y que no ha respondido por lo menos a tres modalidades de tratamiento no quirúrgico. La FDA ha aprobado los dispositivos electrohidráulicos (alta energía) y electromagnéticos (baja energía). Desde 1996 se han descrito resultados buenos y excelentes en un 60 / 80% de los casos, tanto en Europa como en Estados Unidos. Las terapias con hielo, calor y masajes están basadas en datos anecdóticos. Otros ensayos con el uso de ultrasonido, terapia de láser de baja intensidad y exposición a un generador de electrones no han sido capaces de ofrecer pruebas de su efectividad. Godeman et al (1997) compararon la ionotoforesis con dexametasona al 0.4% con un grupo placebo y observaron mejoría a las dos semanas y sin diferencia significativa al mes de tratamiento. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Procedimiento Quirúrgico Aunque es un problema auto limitado que no genera gran incapacidad, se puede indicar la cirugía cuando los problemas persisten. Microtenotomía mediante radiofrecuencia bipolar (TOPAZ) La estimulación con radiofrecuencia produce un aumento en la angiogénesis, tanto en el corazón como en la cicatrización de heridas, TASTO JP (2006), se ha empleado en la fascitis plantar a los diez días de la operación, aliviando el dolor hasta 24 meses. Esta técnica parece prometedora, pero todavía no se ha evaluado en un ensayo prospectivo y aleatorio. Fasciotomía plantar parcial abierta / cerrada Es el procedimiento más común con liberación de menos del 40% de la fascia plantar Cheung JT 2006. En los casos de compresión nerviosa, se recomienda un procedimiento a cielo abierto en vez del endoscópico. La liberación de la fascia plantar tiene riesgos y complicaciones, y puede estar asociada a un tiempo prolongado de rehabilitación. En cuanto al espolón calcáneo, hay poca relación entre su presencia y la talalgia, por lo que no se recomienda su resección, aunque en ocasiones es de gran importancia psicológica para el paciente. Por ello, algunos autores incluyen en su procedimiento quirúrgico abierto o percutáneo, la resección del espolón óseo. (A. O) Algoritmo propuesto • Continuar con las actividades habituales según tolerancia del dolor. • Aines orales si hay buena tolerancia. • Prescribir en las primeras visitas taloneras u ortesis prefabricadas. • Entregar protocolo de ejercicios de estiramiento del tendón de Aquiles y la fascia plantar a realizarse al levantarse por la mañana, por la tarde y al acostarse, así como si la persona permanece mucho tiempo sentada. • Valorar el uso de férula nocturna • Tranquilizar al paciente, ya que la cirugía es poco frecuente Para proceder a la fasciotomía plantar parcial o completa se promueve la realización de una incisión oblicua de 5 cm sobre el talón medial, justo encima de la transición cutánea de la almohadilla plantar. • El médico deberá de minimizar el papel del espolón Otras técnicas quirúrgicas descritas en este campo son la liberación percutánea y endoscópica. No existen estudios que comparen directamente la cirugía abierta con los procedimientos endoscópicos. • Si no se logra controlar el dolor, emplear las siguientes modalidades terapéuticas: infiltración de corticoides con o sin inmovilización, fisioterapia, descartar fractura lateral del calcáneo: fractura por estrés, fractura patológica, ondas de choque. La fasciotomía plantar endoscópica es un proceder relativamente sencillo y goza de una popularidad creciente, pero no está exenta de complicaciones. Ésta puede realizarse con o sin resección del espolón calcáneo, según criterio. • Continuar tratamiento anterior por dos meses • Si los tratamientos anteriores no han sido efectivos, el dolor persiste, impide trabar y realizar actividades recreativas (9 / 12 meses), se recomienda realizar un abordaje plantar medial para liberar 409 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” el tercio medial de la fascia (no más del 40% de la fascia plantar) y descomprimir la PRNPL con liberación subtotal de la fascia plantar. BIBLIOGRAFÍA 1. Carranza Bencano. A Biomecanica, Medicina y Cirugía del pie. Masson, 1997,40.363 2. Mateos Simón, P. Fascitis Plantar: Caso clínico. Revista Internacional de Ciencias Podológicas 2007; 1 (1): 35-38 3. Johnson MR. Nerve entreparent causing heel pain clinics podiatrics medicine and surgery 1994; 617 4. Baxter D. Heel pain operative results. Foot Ankle International 1984; 5:16 5. Richie DH. The best treatments for plantar heel pain podiatrics management magazine 2002. Disponible en http://richiebrace.com/articles/heelpain.htm 6. Goecker RM. Analysis of release of the firt branch of the lateral plantar nerve. Journal American Podiatru Association 2000; 281 7. Goecker RM. Analysis of release of the firt branch of the lateral plantar nerve. Journal American Podiatru Association 2000; 281 8. Baxter DE, Pfeffer GB: Treatment of chronic hell pain by surgical release of the first branch of the lateral plantar nerve clin orthop relat res 1992; 279.229-236 9. Rodríguez Blanco C, Ojeda León H, Ochoa C. Hallazgos anátomo patológicos en el periostio del espolón calcáneo. Rev cubana Ortop Traumatol 2002; 16 (1–2): 82–5 10.Iglesias Arroyo F. Fascitis plantar (Plantar Fascitis) y sus Tratamientos. Disponible en www.efisioterapia.net 11.Disponible en http://medlineplus.gov/spanish/ 410 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Síndrome do Túnel do Tarso Jasmin, Carlos Alfredo Lobo M.D. Especialidade: Ortopedia e traumatologia Área de atuação: Tornozelo e Pé Membro da: SBOT - Sociedade Brasileira de Ortopedia e Traumatologia ABTPe - Associação Brasileira de Tornozelo e Pé AAOS – American Academy of Orthopaedic Surgeons AOFAS – American Orthopaedic Foot and Ankle Surgeon SLAOT – Sociedad LatinoAmericana de Ortopedia y Traqumatologia FLAMECIP – Federacion Latinoamericana de Medicina y Cirurgia de la pierna y el Pie. INTRODUÇÃO Os sintomas de queimação, dormência e parestesia no pé e tornozelo estão relacionados, da mesma forma que no membro superior, à compressão ou distensão do nervo responsável pela sensibilidade do local afetado. A frequência no membro inferior é menor do que no membro superior. O surgimento destas queixas pode estar relacionado a trauma local e, geralmente, é referido após longas caminhadas ou à permanência do paciente em pé por tempo prolongado. Na Síndrome do Túnel do Tarso (STT) estes sintomas são consequentes ao encarceramento e compressão do nervo tibial na região retromaleolar medial, causados pela presença de estruturas estranhas ao local (tumorações, músculos acessórios etc), reações inflamatórias que envolvem as estruturas próprias do túnel do tarso (tendinites, tenossinovites etc), saliências ósseas e fragmentos ósseos, além de alterações vasculares expansivas. O estiramento do nervo tibial provocado por condições anatômicas específicas, como a eversão do retropé, também pode ocasionar o desenvolvimento da STT. O tratamento conservador geralmente não é bem sucedido, muitas das vezes por falta de identificação da causa. Quando o nervo sofre distensão, a simples descompressão do túnel do tarso pode ser insuficiente. Nestas situações, a opção cirúrgica deve abordar especificamente a causa. HISTÓRICO Em 1962, Charles Keck(1) descreveu um quadro de dormência na região plantar dos artelhos e do pé desenvolvido por um paciente que realizava treinamento militar por quatro semanas. Os sintomas foram 411 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” reduzidos com o repouso, mas ao retornar ao treinamento por mais duas semanas, evoluíram para completa anestesia destas regiões. Keck descreveu este quadro como síndrome do túnel do tarso (STT). Entretanto, o primeiro relato destas alterações no túnel do tarso foi feita por Kopell e Thompson(2) em 1960, que descreveram os sintomas de compressão dos nervos calcâneos, plantar medial e plantar lateral, especificamente. Eles ainda consideraram, em seu artigo, o mecanismo compressivo responsável pelos sintomas, apontando como prováveis causas alterações vasculares (varizes), processos inflamatórios das bainhas dos tendões tibial posterior, flexor longo dos artelhos e do flexor longo do hálux, bem como o relato de um trauma pregresso. Também neste artigo, estes autores consideraram a possibilidade de o nervo tibial sofrer distensão em casos de pés planos. nervo tibial). Inúmeros septos isolam parcialmente as estruturas contidas neste espaço, formados por expansões originadas a partir do retináculo flexor do tornozelo. O nervo tibial, que é um ramo do nervo ciático, está situado nos dois terços proximais da perna na região posterior e profunda, abaixo do músculo sóleo, posicionando-se no segmento distal entre o músculo tibial posterior e o músculo sóleo. No tornozelo está acomodado sobre a região póstero-medial distal da tíbia, da superfície medial do tálus, do sustentáculo tális, da parede medial do calcâneo e inferiormente, sobre o abdutor do hálux, que funciona como parede inferior do túnel do tarso. Apresenta três ramos: o plantar medial, o plantar lateral e o ramo calcâneo. Embora a STT não seja muito frequente, muitos outros autores divulgaram artigos apontando diferentes causas para a presença desta síndrome. ANATOMIA O túnel do tarso é um espaço osteofibroso, localizado na região retro-maleolar medial, com um piso ósseo formado pela superfície medial do tálus e do calcâneo, sendo coberto pelo retináculo flexor do tornozelo (ligamento lacinado), que tem a forma de um leque, disposto desde a borda posterior do maléolo medial, de onde se estende desde a região supra-maleolar até o sustentáculo tális, anteriormente, projetando-se para trás, até a tuberosidade posterior do calcâneo. O túnel do tarso apresenta em seu interior os tendões do músculo tibial posterior, do flexor longo dos artelhos e do flexor longo do hálux, além de um feixe vásculo-nervoso (artéria tibial posterior, duas veias e do 412 Figura 1. Na maioria dos espécimes examinados, os ramos plantar medial e plantar lateral bifurcam dentro do túnel, ainda sob o retináculo, mas esta bifurcação pode ocorrer na região proximal do túnel em cerca de 4 a 7% dos casos(3, 4 e 5), o que pode ser responsável pela presença de sintomas, pois um maior número de estruturas ocupando o espaço do túnel, reduz o espaço local(3). Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT O terceiro ramo é o ramo calcâneo que tem a sua origem a partir do nervo tibial em cerca de 69 a 90% dos casos(3, 4 e 6), mas que em algumas situações pode surgir a partir do ramo plantar lateral. Nove apresentações diferentes do ramo calcâneo foram identificadas durante dissecção de cadáveres(4). A mais comum apresentação é a de um ramo único, oriundo a partir do nervo tibial, ainda na região do retináculo flexor(4). De forma semelhante ao nervo mediano, o ramo plantar medial é responsável pela sensibilidade plantar do hálux, do segundo e terceiro artelhos e da borda medial do quarto artelho, além de inervar os músculos abdutor do hálux, flexor curto dos artelhos e o primeiro lumbrical. O ramo plantar lateral, de forma semelhante ao nervo ulnar, é responsável pela sensibilidade plantar da borda lateral do quarto artelho e da região plantar do quinto artelho. É responsável pela inervação motora do abdutor do quinto artelho, do adutor do hálux, dos interósseos e dos lumbricais laterais (do segundo ao quinto). Figura 2. No túnel do tarso distal encontram-se os ramos plantar medial e plantar lateral(7). Têm trajeto isolado por uma bainha originada na parede lateral do calcâneo e fixada ao fáscia profundo, medial, do abdutor do hálux. Têm abertura fibrosa independente na origem do abdutor do hálux(4). Figura 3. Figura 4. O encarceramento do nervo na síndrome do túnel do tarso pode ocorrer em três segmentos: dentro do túnel do tarso, desde cerca de 10 cm acima do maléolo medial até o sustentáculo tális; ou nas projeções dos ramos plantar medial e plantar lateral, a partir do músculo abdutor do hálux onde se aprofundam; ou sob os demais músculos plantares, em seus trajetos. ETIOLOGIA São inúmeras as causas responsáveis pelo desenvolvimento da síndrome do túnel do tarso. Os sintomas podem surgir pela distensão do nervo ou pela compressão direta, por estruturas situadas dentro ou fora do túnel. 413 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Em 1990, Cimino(8) relatou num artigo de revisão, a compilação de 25 estudos e relatos de casos, em um total de 164 pacientes com 186 casos de STT. Ele observou uma leve predominância entre mulheres 56% (somente 139 pacientes tiveram o sexo identificado nos artigos revisados) com uma incidência que variou dos 14 aos 80 anos. Nesta revisão, Cimino extraiu a descrição de inúmeras causas para a presença da STT. Gânglios, varizes e neurilemomas (Schwannomas) eram frequentes. O retináculo flexor hipertrofiado, um músculo abdutor do hálux acessório ou hipertrofiado, músculo flexor longo dos artelhos acessório, calcâneo varo ou valgo, hipermobilidade articular, ganho de peso rápido, retenção líquida nos membros, tromboflebite crônica, exostoses ósseas, fraturas do calcâneo e da tíbia e entorses de tornozelos, faziam parte do conjunto de causas descritas nos trabalhos compilados. Além destes, foram descritos casos traumáticos, fibroses, diabetes, artrite reumatoide, lipoma, artérias anômalas, acromegalia, espondilite anquilosante, além de 25 casos em que as causas eram desconhecidas (idiopáticos) e 64 casos que não tinham a causa explicitada. O trauma foi a causa mais frequente com 17% dos casos(8), pela presença de fragmentos deslocados da tíbia, do tálus e do calcâneo ou entorses do tornozelo envolvendo o ligamento deltoide. Estas estruturas podem ocupar o espaço produzindo o encarceramento do nervo tibial. Ainda devido ao trauma, os tendões também podem ser comprimidos causando tenossinovites que também comprimem o nervo(9). As varizes foram a maior responsável pela ocupação do espaço, em cerca de 13% dos casos(8). Alguns autores relataram lesões que ocuparam o espaço do túnel do tarso 414 associadas a outras lesões proximais fora do túnel (duplo esmagamento), que contribuíram para a sintomatologia(10, 11, 12 e 13). A deformidade do calcâneo em varo e em valgo também está frequentemente relacionada à presença da STT. A deformidade em varo do calcâneo associada à pronação do antepé está presente em cerca de dois terços dos pacientes com esta síndrome. A pronação do antepé dispõe o abdutor do hálux sob tensão, bem como o nervo tibial dentro do túnel do tarso. Os dois fatores associadamente contribuem para a compressão e estiramento do nervo respectivamente, durante as longas caminhadas ou permanência em pé(14). Daniels e col(15), em 1998, demonstraram em uma cirurgia para criar pés planos, o aumento da tensão do nervo tibial, o que reforçou a hipótese de que a presença de calcâneo valgo associado a abdução do antepé em pés planos poderia ser correlacionada à presença da síndrome do túnel do tarso. Estas deformidades associadas podem ser responsáveis pela presença de sintomas de queimação e parestesias em atletas que dependam de estar em pé ou apoiados sobre os seus pés durante longos períodos, na prática de seus esportes. Alguns outros relatos na literatura citaram outras causas para esta síndrome. Em 1993, Frey e col(16) descreveram um caso de utilização cosmética de silicone que desencadeou uma síndrome do túnel do tarso. A paciente submeteu-se a injeção de silicone em suas pernas, para aumentá-las, três anos antes, desenvolvendo no último ano, sinais de compressão do nervo tibial com a presença de tumoração na região pósteromedial do tornozelo contendo fragmentos de silicone. Myerson e Berger(17) descreveram em 1995 um caso de pseudoartrose do sustentáculo tális causando a STT. Bejjanki e col(18) descreveram uma STT em um Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT paciente submetido a uma artroplastia total do tornozelo. Lesões associadas também estão descritas na literatura. Em 1993, Sammarco e col(19) apresentaram uma série de pacientes com outras lesões de nervos situadas no mesmo membro afetado pela STT. Labib e col(20) informaram em 2002 uma associação da STT à disfunção do tendão do tibial posterior e à fascite plantar, ao que denominou de Tríade Dolorosa do Calcanhar. AVALIAÇÃO CLÍNICA Frequentemente os pacientes queixam-se de queimação na região plantar do pé, mas podem também queixar-se de fortes dores e parestesias. A permanência em pé por muitas horas ou longas caminhadas exacerba os sintomas, mas alguns pacientes apresentem relato de dores noturnas que os fazem acordar. Pacientes portadores de STT podem queixar-se de disestesias, parestesias ou anestesias intermitentes na região plantar do pé afetado. Edema não é frequente. Alguns testes clínicos podem ser utilizados para a constatação dos sintomas como o sinal de Tunel – percussão do nervo, que pode reproduzir as dores ou parestesias do paciente. Outro teste é a compressão do nervo por cerca de 30 segundos que geralmente reproduz os sintomas. Também é frequente que o paciente relate a irradiação proximal dos sintomas – fenômeno de Valleix. Fraqueza muscular pode compor as queixas relatadas pelos pacientes, mas é infrequente e de difícil comprovação. O preenchimento do arco longitudinal pode ser notado e sugere uma hipertrofia do abdutor do hálux ou a presença de músculo acessório. A atrofia do abdutor do hálux ou artelhos em garra(21-22) foi citada em pacientes cujos sintomas se arrastaram por longos períodos de tempo. Diante da suspeita de varizes comprimindo o nervo, pode-se utilizar um torniquete venoso na perna do membro afetado, o que causará, na presença de alterações varicosas, parestesias e dormências na planta do pé. Em um estudo anatômico publicado em 1980 por Srinivasan e col (23), 25% dos cadáveres por eles examinados, apresentaram varizes em torno do nervo tibial. A eversão do pé pode causar estiramento do nervo tibial causando ou reproduzindo os sintomas. A inversão do pé pode gerar os sintomas por compressão do nervo. A infiltração de anestésicos no túnel do tarso pode contribuir na conclusão do diagnóstico. No diagnóstico diferencial estão: radiculopatias lombares, metatarsalgias, artrites reumáticas, fascite plantar, neurites periféricas, neuropatias diabéticas, neuromas de Morton e alterações vasculares periféricas, que podem ser excluídas por uma história clínica e exame físico, detalhados. EXAMES COMPLEMENTARES Em 1965, Goodgold e col(24), estabeleceram os critérios eletro-diagnósticos de identificação da STT: latência de 5,2ms para o nervo plantar medial e de 5,7ms para o nervo plantar lateral. Em 1979, Oh e col(25), aprimoraram a técnica e relataram que 90,5% de seus pacientes tinham alterações da condução sensitiva comparados a 54 % de alterações da condução motora. Entretanto, com o percentual de falsos negativos que é de cerca de 9,5%, donde concluiu que um resultado negativo não exclui a presença da STT. Em 1981, Kaplan e Kemahan(26), correlacionaram os estudos eletro-diagnósticos com os achados cirúrgicos e disseram que a diminuição da amplitude e o aumento da duração do potencial evocado são mais 415 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” sensíveis que a diminuição da latência motora distal, no diagnóstico de STT. A Ressonância Magnética (RM) tem sido empregada por alguns autores(27) para localizar estruturas anormais dentro do espaço do túnel do tarso, como músculos acessórios, edema ou hemorragias entre as estruturas normais. Frey e Kerr(28), em 1993, disseram que 85% dos pacientes com eletro-diagnóstico sugestivo de STT tinham estruturas patológicas situadas dentro do túnel do tarso, tais como tenossinovites do flexor longo do hálux, varizes comprimindo o nervo tibial, massas tumorais e sequelas pós-traumáticas. Zeiss e col(29) advogaram o uso de RM para os casos tratados cirurgicamente e que permaneceram com sintomas, pois foi possível identificar uma incompleta liberação do retináculo flexor, proximalmente. Entretanto, alterações estruturais detectadas por uma RM dentro do espaço do túnel do tarso, não necessariamente causam a STT. Os sintomas devem ser explorados e o diagnóstico realizado a partir de detalhada avaliação clínica. Bracilovic e col(30), em 2006, avaliaram a partir da RM, o efeito da posição em eversão e inversão do tornozelo e do pé, sobre o túnel do tarso, e concluíram que estas posições diminuem o volume do compartimento e aumentam a pressão local, contribuindo para o agravamento dos sintomas. medidas, a infiltração com cortisona dentro do túnel pode ser eficiente. Estas infiltrações devem ser realizadas evitando as bainhas dos tendões para não haver ruptura dos mesmos. Anti-inflamatório não hormonal e cortisona são muito eficazes nos pacientes portadores de condições inflamatórias como a artrite reumatoide e a espondilite anquilosante se associadas às tenossinovites. Órteses rígidas contribuem para o alívio dos sintomas, mas em alguns casos evoluem para o aumento da compressão do nervo tibial, quando devem ser excluídas das medidas terapêuticas utilizadas. Fisioterapia pode ser empregada principalmente nas fases iniciais dos sintomas, com massagens e exercícios de alongamento das estruturas contraturadas. Os pacientes com eversão ou inversão do retropé podem ser imobilizados para diminuir a distensão e a compressão do nervo, nas fases iniciais dos sintomas. TRATAMENTO CIRÚRGICO Lam(31) utilizou um acesso único, reto, posterior à margem posterior da tíbia e curvo na região abaixo do maléolo, a partir do qual conseguiu abordar o túnel do tarso proximal e distal, investigando o nervo tibial e os seus respectivos ramos. Mann(32) sugeriu que o acesso inicie 10 cm proximal à extremidade distal do maléolo medial, a 2 cm posterior à margem posterior da tíbia. TRATAMENTO CONSERVADOR O tratamento inicialmente deve ser conservador utilizando medidas que eliminem os sintomas apresentados. Em casos inflamatórios, os anti-inflamatórios não hormonais e gelo são boas alternativas, associadas ou não à imobilização do pé afetado. Na falta de respostas a estas 416 Figura 5. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT O nervo deve ser identificado na região proximal ao retináculo flexor, que deve ser incisado de forma segura, para diminuir a tensão que exerce sobre o nervo. Esta descompressão deverá ser realizada em todo o trajeto do nervo tibial até a região do túnel do tarso distal, junto ao abdutor do hálux, onde os nervos plantar medial e plantar lateral deverão ser também liberados e descomprimidos. Figura 6. Liberado todo o trajeto do nervo tibial e seus ramos, o tecido subcutâneo deverá ser aproximado (pontos separados - fio absorvível) e a pele suturada (pontos separados - fio inabsorvível). Os pacientes com STT causadas por compressão do nervo respondem bem à descompressão cirúrgica. Os pacientes com estiramento do nervo tibial deverão ser tratados objetivamente com intervenções que corrijam este estiramento livrando o nervo do desconforto. CONDUTA DO AUTOR A STT, por ser uma patologia decorrente de inúmeras causas, deve ser explorada detalhadamente, pelos exames clínicos e pelos exames complementares, para que a escolha do tratamento empregado interfira no fator causal promovendo a regressão dos sintomas. Em minha casuística, nos últimos cinco anos, tratei 13 pés em 11 pacientes, destes 06 mulheres e 05 homens. Em dois pacientes a STT foi bilateral. A maior frequência de sintomas foi relacionada ao trauma (fratura do maléolo posterior, em 3; fratura do tálus com consequente colapso do corpo, em 1; fratura do calcâneo com desvio residual do sustentáculo tális, em 1; e uma paciente com artrose da tibiotársica consequente a fratura trimaleolar tratada conservadoramente e consolidada viciosamente; duas pacientes tinham sintomas relacionados à disfunção do tibial posterior (DTP),uma bilateral; duas pacientes tinham varizes intra-túnel, uma bilateral; e uma paciente tinha compressão causada por tenossinovite que não respondeu ao tratamento conservador com anti-inflamatórios não hormonais, fisioterapia e infiltração com cortisona. A idade variou de 29 a 65 anos e todos os casos receberam tratamento cirúrgico para as causas apresentadas. O diagnóstico foi clínico em todos os pacientes. Os pacientes com sequelas de fraturas foram submetidos a radiografias que elucidaram a presença de estruturas ósseas viciosamente consolidadas (os três maléolos posteriores). Estes pacientes foram submetidos à redução das fraturas consolidadas e consequente descompressão do túnel do tarso. O paciente portador da necrose com colapso do tálus foi submetido a artrodese tibiotalar com interposição de enxerto ósseo autólogo de crista do ilíaco ipsilateral e descompressão do túnel do tarso no mesmo ato cirúrgico. O paciente com a fratura do sustentáculo tális foi submetido à descompressão do túnel, com ressecção do fragmento ósseo que estava projetado medialmente. A paciente com artrose da articulação tibiotalar foi submetida à artrodese tibiotalar. Nestes pacientes foram realizadas 417 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” radiografias simples do tornozelo e retropé para identificação da causa primária. A paciente portadora de DTP, bilateral, foi submetida a osteotomia varizante de ambos calcâneos associadas à transposição do tendão do flexor longo dos artelhos para o tibial posterior, que foi ressecado nos dois pés. A outra paciente portadora de DTP foi submetida ao alongamento da coluna óssea lateral do pé pela técnica de Evans, associada à transposição do tendão flexor longo dos artelhos ao tibial posterior, que foi ressecado. As duas pacientes portadoras de varizes intra-túnel, uma bilateral, foram submetidas à ressecção das veias comprometidas. A paciente portadora da tenossinovite foi submetida ao tratamento cirúrgico. As pacientes com DTP, varizes intra-túnel e tenossinovite realizaram RM que contribuíram para a conclusão diagnóstica. Todos os pacientes realizaram exame de eletrodiagnóstico. Todos os exames foram positivos para a presença da STT. Apenas uma paciente apresentou recidiva dos sintomas. A paciente com artrose da tibiotalar por sequela de fratura trimaleolar apresentou fibrose cicatricial extensa que comprimiu o nervo tibial causando recidiva dos sintomas. Realizamos novo tratamento cirúrgico de liberação do nervo tibial e após o segundo procedimento evoluiu com alívio parcial dos sintomas. Dois pacientes portadores das sequelas das fraturas do maléolo posterior acusaram melhora parcial dos sintomas, permitindo que realizassem as tarefas diárias sem desconforto. COMPLICAÇÕES As complicações estão relacionadas ao insucesso do tratamento com a manutenção dos sintomas em consequência de uma abordagem insuficiente, nos pacientes onde a STT é decorrente da compressão do nervo, ou por tratamento inadequado, para os pacientes portadores de alterações posturais responsáveis pela distensão do nervo e que não foram abordados adequadamente no tratamento empregado. BIBLIOGRAFIA 1. Keck, C.: The tarsal tunnel syndrome. J Bone Joint Surg., 44-A(1):180-182, 1962. 2. Kopell, H.P., and Thompson, W.A.L.: Peripheral entrapment neuropathies of the lower extremity. N. Engl. J. Med., 262:56-60,1960. 3. Dellon, A.L., and Mackinnon, S.E.: Tibial nerve branching inthe tarsal tunnel. Arch. Neurol., 41:645, 1984. 4. Havel, P.E., Ebraheun, N.A., Clark, S.E., Jackson, W.T., and DiDio, L.: Tibial nerve branching in the tarsal tunnel. Foot Ankle, 9:117-119,1988. 5. Horwitz, M.T.: Normal anatomy and variations of the peripheral nerves of the leg and foot. Arch. Surg., 36:626-636, 1938. 6. Mann, RA., and Baxter, D.E.: Diseases of the nerve. In: Mann, A.A., and Coughlin, J.C. (eds.), Surgery of the Foot and Ankle, Ed. 6, Vol. 1. St. Louis, Mosby-Year Book, 1993, pp. 554-558. 7. Heimkes, B., Posel, P., Stotz, S., and Wolf, K.: The proximal and distal tarsal tunnel syndromes: an anatomical study. Int. Orthop., 11:193-196;1987. 418 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT 8. Cimino WR. Tarsal Tunnel Syndrome: Review of the Literature. Foot Ankle, 11(1): 47-52,1990. 9. Lau, JTC., Daniels TR.: Tarsal Tunnel Syndrome: A Review of the Literature. Foot Ankle, 20(3): 201-209,1999. 10.Chodoroff, B., and Ball, R.D.: Lumbosacral radiculopathy, re- flex sympathetic dystrophy and tarsal tunnel syndrome. Arch. Phys. Med. Rehabil., 66:185-187,1985. 11.Nemoto, K., Noboru, M., Tazaki, K., Horiuchi, Y., Uchinishi, K., and Mori, Y.: An experimental study on the “double crush” hypothesis. J. Hand Surg., 12A: 552-559,1987. 12.Sammarco, G.J., Chalk, D.E., and Feibel, J.H.: Tarsal tunnel syndrome and additional nerve lesions in the same limb. Foot Ankle, 14: 71-77,1993. 13.Upton, A.A., and McComas, A.J.: The double crush syndromein nerve-entrapment syndromes. Lancet, 2: 359-361,1973. 14.Radin, E.L.: Tarsal tunnel syndrome. Clin. Orthop.• 181:167-170,1983. 15.Daniels, T., Lau, J., and Hearn, T.: The effects of foot position and load on tibial nerve tension. Foot Ankle Int., 19: 73-78,1998. 16.Frey, C., Naritoku, W., Kerr, R., and Halikus, N.: Tarsal Tunnel Syndrome Secondary to Cosmetic Silicone Injections. Foot Ankle, 14: 407-410,1993. 17.Myerson, M.S., and Berger, B.: Nonunion of a Fracture of the Sustentaculum Tali Causing a Tarsal Tunnel Syndrome: A Case Report. Foot Ankle Int., 16: 740-742,1995. 18.Bejjanki N.K., et Al: Tarsal Tunnel Syndrome as a Complication of Total Ankle Athroplasty: A Case Report. Foot Ankle Int, 29: 347-350,2008. 19.Sammarco G.J., Chalk D.E., Feibel J.H.: Tarsal Tunnel Syndrome and Additional Nerve Lesions in the Same Limb. Foot Ankle, 14: 71-77,1993. 20.Labib S.A., Gould J.S., Rodriguez-del-Rio F.A., Lyman S.: Heel Pain Triad (HPT): The Combination of Plantar Fasciitis, Posterior Tibial Tendon Dysfunction and Tarsal Tunnel Syndrome. Foot Ankle Int, 23: 212-220,2002. 21.Distefano, V., Sack, J.T., Whittaker, R., and Nixon, J.E.: Tarsal- tunnel Syndrome: review of the literature and two case reports. Clin. Orthop., 88: 76-79, 1972. 22.Edwards, W.G., Lincoln, C.R. Bassett, F.H., III, and Goldner, J.L.: The tarsal tunnel syndrome: diagnosis and treatment. JAMA, 207(4): 716-720, 1969. 23.Srinivasan, R., Rhodes, J., and Seidel, M.R.: The tarsal tunnel. Mt. Sinai J. Med., 47(1): 17-23, 1980. 24.Goodgold, J., Kopell, H.P., and Speilholz, N.A.: The tarsal tunnel syndrome: objective diagnostic criteria. N. Engl. J. Med., 273(14): 742-745,1965. 25.Oh, S.J., Savaria, P.K., Kuba, T., and Elmore, R.S.: Tarsal tunnel syndrome: electrophysiologic study. Ann. Neurol., 5: 327- 330,1979. 419 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 26.Kaplan, P.E., and Kernahan, W.T.: Tarsal tunnel syndrome: an electrodiagnostic and surgical correlation. J Bone Joint Surg., 63A(1): 96-99, 1981. 27.HoV.W., Peterfy C., Helms C.A.: Tarsal tunnel syndrome caused by strain of an anomalous muscle: an MRI-specific diagnosis. J Comput Assit Tomogr., 17:822, 1993. 28.Frey, C. and Kerr, R.: Magnetic resonance imaging and the evaluation of tarsal tunnel syndrome. Foot Ankle., 14:159,1993. 29.Zeiss J., Fenton P., Ebraheim N., e al: Magnetic resonance imaging for innefectual tarsal tunnel surgical treatment. Clin Orthop., 264:264,1991. 30.Bracilovic A. and al: Efect of foot and ankle position on tarsal tunnel compartiment volume. Foot Ankle Int., 27 (6): 431-437,2006. 31.Lam, S.J.S.: Tarsal tunnel syndrome. J. Bone Joint Surg., 49B: 87-92,1967. 32.Mann, RA., and Baxter, D.E.: Diseases of the nerve. In: Mann, A.A., and Coughlin, J.C. (eds.), Surgery of the Foot and Ankle, Ed. 6, Vol. 1. St. Louis, Mosby-Year Book., 554-558,1993. 420 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Abordaje Quirúrgico de las Metatarsalgias Elizabeth Vidal Morales M.D. Cirujana Ortopedista Directora del Cure Clubfood Worldwidw en República Dominicana Miembro del staff del Servicio de Traumatología y Ortopedia Pediátrica del Hospital Docente Universitario “Dr. Darío Contreras” Máximo Pericchi Eusebio M.D. Jefe del Servicio de Traumatología y Ortopedia Pediátrica del Hospital Docente Universitario “Dr. Darío Contreras” Editor de la Revista Científica de La Sociedad Dominicana de Ortopedia y Traumatología INTRODUCCIÓN Entendiéndose que la metatarsalgia es el dolor localizado en la cara plantar del antepie, relacionado con las cabezas de los metatarsianos. Presentaremos los abordajes más frecuentemente utilizados para el tratamiento quirúrgico de sus causas. Para enfrentar las diversas causas de la metatarsalgia, tenemos los abordajes dorsales, abordaje medial, dorsolaterales y los abordajes plantares. incisión desde un centímetro detrás del borde del surco y extendiéndola unos 2cms hacia proximal en línea recta. Este abordaje tiene dos ventajas sobre el abordaje plantar: 1- Permite seccionar el ligamento intermetatarsiano y con esto se libera la presión sobre el nervio, y con esto, si no se ha producido el neuroma, como tal, se puede evitar la neurectomía. 2- el paciente puede deambular de inmediato ya que la región injuriada es la dorsal y no la plantar. 1. Abordajes dorsales. Neuroma de Morton.- Una vez se ha decidido la opción quirúrgica, tendremos a mano dos abordajes, el dorsal, y el plantar; el abordaje dorsal se realiza siguiendo el surco interdigital entre el tercer y cuarto metatarsianos (localización más frecuente del neuroma), empezando la Para abordar las articulaciones de Lisfranc.- Tenemos la incisión lineal sobre la base del primer metatarsiano que empieza unos 2cms distal a la articulación metatarso cuneiforme y termina 1 cm hacia proximal. Con esta incisión podemos realizar capsulotomía, 421 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” osteotomías a nivel de la base del 1er. Metatarso, así como capsulotomías y artrodesis. Cuando tenemos que realizar múltiples capsulotomías a nivel de las articulaciones de Lisfranc, hacemos incisiones lineales longitudinales en número de tres: la primera sobre la primera articulación metatarso cuneana para realizar la capsulotomía de la base del primer rayo del pie. La segunda, entre lasarticulacionesde la base del 2do. y el 3er. Rayos del pie. Por medio de este abordaje podemos incidir las cápsulas de ambas articulaciones. La tercera incisión se hace de la misma forma, pero entre las articulaciones 4ta. Y 5ta. Por la que se abordan ambas. Abordaje Percutáneo.- Si se domina la técnica y la habilidad para realizarla, el abordaje percutáneo será el mejor para conseguir el resultado con la menor injuria quirúrgica. El procedimiento se hace así: Utilizando un tenótomo, que es un instrumento con filo en un solo lado como el bisturí, plano, fino y rectangular de punta en su extremo, por medio de una incisión puntiforme sobre la articulación, se hace penetrar la hoja del tenótomo colocado en el sentido longitudinal, igual que el discurrir de tendones, vasos y nervios para no molestarlos; se penetra la articulación y se secciona con cuidado la cápsula. Se utiliza la punta del tenótomo como “ojo” de la mano del cirujano para, siempre tocando la cara dorsal de la cápsula y con el lado cortante hacia atrás, separamos los tejidos que discurren alrededor de la cápsula y vamos haciendo el corte hasta que se libera por completo. Para abordaje de cabeza y cuello metatarsianos.- Cuando se va a trabajar a nivel del cuello o de la cabeza de los metatarsos, tenemos las incisiones 422 dorsales lineales longitudinales, exactamente igual que las descritas para el abordaje de las articulaciones de Lisfranc, pero ahora, tomando como referencia las articulaciones metatarso-falángicas. La Cirugía mínimamente invasiva gana terreno cada día para los procedimientos a este nivel. Con el instrumental adecuado, las osteotomías resultan muy fáciles y rápidas de hacer, con una injuria quirúrgica casi en cero. La mayor dificultad se presenta al operar el bunión del juanete medial pues no da lugar a equivocación en cuanto a que el trabajo debe ser intracapsular, rebajando la exostosis con la fresa, monitoreado con el intensificador de imágenes. Al hacer la tenotomía del abductor del hallux, el cirujano debe asegurarse de aplicar fuerza sobre este en varo, para tensar el tendón del abductor, de esa manera, cuando se introduce el tenótomo intracapsularmente en la metacarpo-falángica, se haga una capsulotomía lateral y adjuntamente encuentra al tendón tenso que se secciona sin poner en peligro al paquete vasculonervioso. Para Plastias tendinosas.- Incisiones lineales longitudinales para procedimientos tendinosos del primer rayo que se hacen sobre el cuello del primer metatarsiano, para hacer una tenosuspensión de Jones, por ejemplo. Una incisión más hacia el surco interdigital se utiliza para las operaciones del Hallux cuando se debe hacer tenotomía del abductor del grueso artejo. En la cara dorsal de la región metatarsiana no es aconsejable realizar incisiones transversas, no por temor a que cicatricen, sino por temor a lesionar elementos que discurren con muy poca protección (tendones, vasos y nervios). Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Por último, tenemos un abordaje dorso-lateral que se realiza a nivel de la base del 5to. Metatarsiano, para rebajar la hipertrofia cartilaginosa de la apófisis estiloides de la base, que es la misma utilizada para la fractura de la apófisis , en el adulto, aunque es mejor hacerla de manera percutánea si el fragmento permite el atornillado. Para el “Juanetillo de sastre”, cuando la cabeza del 5to metatarsiano molesta o duele, al usar zapatos cerrados, debido a su prominencia, se debe hacer una osteotomía del cuello y ostectomía de la exostosis. Se utiliza una incisión lineal longitudinal dorso lateral sobre la cabeza metatarsal prolongada proximalmente 2 centímetros. Con la cirugía percutánea, el procedimiento es rápido y seguro. Primero se rebaja la porción prominente de la cara lateral de la cabeza y luego se hace la osteotomía del cuello o de la metáfisis del hueso. 2. Abordajes Mediales. Los abordajes mediales se utilizan para las plastias del Hallux. La incisión más utilizada sobre el juanete de la cara medial del primer metatarsiano es longitudinal pero no es lineal. Empieza a nivel de la base de la falange proximal en su cara medial un poco movida dorsalmente, hace una curva por encima de la prominencia del juanete y vuelve a discurrir más medialmente extendiéndose unos 2 ó 3 cms proximalmente. Esta incisión permite disecar el nervio digital medial y protegerlo, exponer bien el bunión y realizar el procedimiento completo, incluyendo la osteotomía, en caso de que se haya planificado. Hay quienes prefieren una incisión completamente medial, pero a nuestro entender ofrece menos campo en vista de que la piel dorsal es más flexible que la piel de transición que existe en la cara medial del pie. El abordaje medial de la articulación metatarso cuniana del primer rayo, se puede utilizar para osteotomías. Es ideal cuando se realiza una osteotomía percutánea a nivel de la base metatarsiana con la minisierra. También se utiliza para cerrar el ángulo intermetatarsiano redirigiendo el eje del metatarso primus realizando una artrodesis de la articulación o suprimiéndola con una placa de abducción (bisagra fija en abducción). Para intervenir y fijar las fracturas, se utilizan las incisiones longitudinales lineales sobre el eje del metatarsiano afectado cuando se utilicen como material de osteosíntesis las placas con tornillos de minifragmentos. Sobre la cirugía mínimamente invasiva del segmento y sus ventajas ya la expusimos antes. 3. Abordajes Plantares. La incisión por excelencia de esta zona anatómica es la que se realiza para la “Alineación metatarsal” en la cual se resecan los cóndilos cefálicos o la totalidad de las cabezas de los últimos cuatro metatarsianos. Esta incisión se realiza por detrás del surco digitoplantar y empieza a nivel de un punto imaginario detrás del surco entre el primer y segundo artejos del pie dirigiéndose hacia el borde lateral del pie describiendo una curva suave. Al profundizar, se pueden encontrar higromas inflamatorios que se resecan. Es importante no decolar el tejido graso, el cual deberá ser levantado como un colgajo completo con la piel plantar hasta la fascia, la cual se incide transversalmente y de inmediato se exponen los tendones flexores los cuales se deben seccionar y al incidir 423 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” transversalmente las cuatro cápsulas articulares; al hacerse hiperextensión de los artejos (dedos), las cabezas sobresalen de inmediato y se procede a realizar la técnica convenida. Para el Neuroma de Morton.- Todavía el abordaje plantar por el surco interdigital del tercer y cuarto metatarsianos tiene muchos seguidores, esto porque la exposición del nervio y su neuroma es excelente. Nosotros preferimos la vía dorsal por las ventajas que expusimos. Con el abordaje plantar, los pacientes, por lo general, se quejan al apoyo en los primeros días después de la operación, además, la piel plantar es más porosa, menos elástica y muy retráctil, lo que aumenta el riesgo de infección. Está comprobado que la cicatrización tarda más que por la vía dorsal. Liberación percutánea.- Usada para la fasciotomía con el tenótomo. Cuando realizamos fasciotomía plantar, hacemos un corte a nivel de la cara plantar de la tuberosidad calcánea y fasciotomía de la banda tensional del borde medial del arco longitudinal que al hacer hiperextensión en bloque de los cinco artejos del pie, esta banda se hace evidente to- pográficamente. Nosotros la incidimos a nivel del cuello del primer metatarsiano por medio de una entrada puntiforme del tenótomo y luego de liberarla, pasamos el lado cortante sobre la cara superior de la fascia contra nuestro dedo que presiona sobre la piel plantar hasta que oímos el crujir de la fascia al ser rebanada. Incisiones en ojal.- En ocasiones, se deben extirpar verrugas, úlceras y granulomas de la planta del pie. Se deben planificar bien este tipo de abordaje por las características poco flexible de la piel plantar y las incisiones deben ser lo más simétricas posible para que sus bordes puedan aproximarse sin tensión. Cirugía Mínimamente Invasiva.- Con el advenimiento de la cirugía mínimamente invasiva, se utiliza la introducción de una mini fresa que a través de una incisión puntiforme, se realizan osteotomías en el cuello del metatarsiano que elimina la descarga y se obtiene resultado similar al de la cirugía a cielo abierto por mínimo abordaje o por abordaje amplio. Existe un mapa de puntos por donde abordar con la fresa, sobre el pie y en este caso, sobre el metatarso. BIBLIOGRAFÍA 1. Atlas de Cirugía Ortopédica Pediátrica.- Tachdjian, M. Volumen II- Interamericana-McGraw-Hill. México 1996 2. Campbell Cirugía Oeropédica- A.H. Crenshaw-Editorial médica Panamericana. 8va Edición, Barcelona1993. 3. Campbell Cirugía Ortopédica- Canale, Terry- Elsevier-Masson: Saunder, Mosby, Harcourt Brace10ma. Edición. (2009). 4. Cirugía Ortopédica del Pie- Manual Clínico y Práctico. – Engelhardt, Peter. – Editorial Amolca. Colombia 2006. 5. Quince Lecciones sobre Patología del Pie- Viladot, A. Y Colaboradores.- Ediciones Toray, S.A. Barcelona 1989. 424 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT 6. Reconstrucción del Antepié – Barouk, Louis Samuel- Editorial Amoca. 2da. Edición. Colombia 2008. 7. Veinte lecciones sobre Patología del Pie- Viladot P., Antonio, Viladot P., Ramón, Viladot V., Antonio.Ediciones Mayo, S.A., Barcelona 2009. EN LA RED DE INTERNET: 1. Cirugía Percutánea del Pie- Valencia, E.-http://www.youtube.com/watch?v=b6Gb-3dkOMs&feature=related 2. Juanetes. Kallus Valgus. Dedos en Garra.- Galindo M., E.-http://www.youtube.com/watch?v=GxYtzktqOZs 3. Metatarsalgia más dedo en martillo- De Pardo, M./Ripoll, P.L.- http://www.youtube.com/watch?v=J3ut2ErSLlo&feature=related 4. Hallux Valgus- De Pardo, M./Ripoll, P.L.- http://www.youtube.com/watch?v=jCAj1wrYjWs&feature=related 425 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 426 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Fracturas del Talo (Astrágalo) Juan Bernardo Gerstner Garcés, M.D.* Jefe de Cirugía de Pie y Tobillo. Profesor Auxiliar sección de Ortopedia y Traumatología Departamento de Cirugía Universidad del Valle, Cali. Las fracturas del talo (astrágalo) implican un reto para el cirujano ortopedista y traumatólogo, pues a pesar de la baja incidencia en la presentación fracturaria global del cuerpo, revisten un problema diagnóstico, un manejo difícil y un pronóstico reservado (1). Existen varias características anatómicas por las cuales las fracturas de talo son únicas en el organismo: el talo no tiene ningun músculo o ten- dón insertado en él, el 70% de su superficie es cartílago y por esto su circulación se ve limita- da a tal punto que una fractura puede interrum- pir definitivamente el proceso de reparación y llevar a una necrosis avascular (2). También, la conformación peculiar de su forma hace que la pared medial y el cuello sean más vulnerables a las fracturas, cuyo momento mecánico en las fuerzas de dorsiflexión y aducción resulta en una conminución del dorso y la porción medial del cuello (3, 4). Estos dos últimos argumentos han llevado a crear la teoría de las dos columnas, asimilando los conceptos a otras estructuras del cuerpo humano, como el trabajo del radio y la ulna, las columnas acetabulares o las columnas del medio y antepié para nombrar algunas (5). Cuando se inestabiliza una de las dos columnas, la deformidad resultan- te (generalmente en varo y dorsiflexión), impide los procesos biomecánicos normales de la mar- cha comprometiendo la articulación del tobillo y la subtalar, y generando un aumento de cargas sobre el retro y mediopié que terminan en procesos tempranos de artrosis postraumática, sumados al daño inherente al cartílago articular, con lesiones permanentes que se traducen en dolor, pérdida de la movilidad articular y deformidad (6). Los resultados de las grandes series del manejo de estas lesiones varían ampliamente y están relacionados con el grado 427 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” de desplazamiento de la fractura inicial, el compromiso de otras estructuras óseas y tejidos blandos, y el grado de energía que se requirió para provocar la lesión. Las fracturas inicialmente descritas se asociaban a traumas en aeroplanos, por lo cual se conocían como (fracturas del) talo del aviador (7). La clasificación topográfica de las fracturas del talo es globalmente aceptada, y aunque su precisión en cuestionada en fracturas complejas con componentes óseos asociados, lidera el esfuerzo por realizar una clasificación más precisa o con valores pronósticos más acertados (8). Incluye las fracturas del cuerpo (que describe las fracturas osteocondrales, de los procesos y los estallidos), las fracturas del cuello y las de la cabeza (9). La valoración inicial del paciente debe incluir el ABC del politraumatismo, el proceso de descarte de lesiones asociadas y la determinación de la personalidad de la fractura, que incluye variables como la conminución y el desplazamiento, el compromiso de los tejidos blandos y óseos, el estado neurovascular de la extremidad, las comorbilidades del paciente y el tiempo transcurrido entre el trauma y el ingreso al centro de atención definitiva. Las imágenes diagnósticas deben solicitarse una vez el paciente haya sido estabilizado, e incluyen las proyecciones de trauma de pie AP, lateral y oblicuas. Existen proyecciones adicionales que deben solicitarse una vez sean evaluadas las anteriores, tales como la proyección de Canale, y las proyecciones de Broden que valoran la faceta articular subtalar, también utilizadas en la valora- ción de fracturas del calcáneo (10). La escanografía es un examen que debe tomarse de rutina, no solo para dilucidar la extensión del trauma y su perfil anatómico, 428 sino también para escla- recer lesiones ocultas a la radiología convencional. Una vez valorada la extensión de la lesión, debe planearse una estrategia de manejo que incluye las vías de abordaje, el tiempo del procedimiento, las ayudas intraoperatorias, el material de osteosíntesis y el proceso de rehabilitación. Ante la presencia de una luxofractura con extru- sión de parte del talo hacia los tejidos blandos, o frente a una fractura expuesta, el proceso quirúr- gico debe ser inmediato, a fin de evitar la necrosis de la piel por la prominencia del fragmento talar, o la progresión del proceso infeccioso en heridas en el momento del trauma. El cirujano debe actuar con decisión y prontitud, con la premisa mental de no cerrar las puertas al siguiente paso quirúrgico, si no cuenta con las condiciones ideales para el manejo definitivo de la lesión (11). Se han descrito múltiples vías de abordaje para las diferentes presentaciones de la patología que se pueden resumir en las siguientes: la vía posterolateral, que sitúa el intervalo entre el tendón de Aquiles y los tendones peroneos, y que es útil para la reducción y fijación de fracturas del cuello sin mayor desplazamiento o como complementaria a alguna otra vía anterior. Debe tenerse en cuenta el trayecto del nervio sural para evitar su trauma. La vía posteromedial se sitúa alrededor de la porción posterior del maléolo medial sobre la pro- fundidad de la vaina del tendón del tibial posterior, y por delante del paquete vascular y nervioso tibial posterior; es útil en fracturas del proceso posteromedial del talo y cuerpo, pero exige más cuidado por parte del cirujano. La vía anterolateral y la vía anteromedial son las más utilizadas; se deben emplear al mismo tiempo para lograr una reducción Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT anatómica mediante la restitución de la longitud y rotación de las columnas. Pueden prolongarse proximalmente e incluir osteotomías de los maléolos correspondientes en caso de fracturas de cuerpo o de cuello con extensión al cuerpo. El empleo de distractores de pierna colocados en el calcaneo y la tibia según la columna comprometida es una estrategia que permite la reducción de fracturas complejas y la liberación de la constante lucha contra los tejidos blandos por medio de la ligamentotaxis (12). Tradicionalmente se han utilizado tornillos de tracción y de posición para el manejo de estas fracturas. Actualmente, se prefiere utilizar miniplacas bloqueadas para la columna conminuta y tornillos de situación para mantener la columna contralateral, que pueden ser en titanio, avascular o biodegradables, con la misma línea de pensamiento. Se deben evitar las grandes disecciones a fin de preservar la circulación precaria del talo, y el manejo adecuado de los tejidos blandos (13). Recientemente se ha incorporado el uso del artroscopio tanto para la estrategia de reducción como para la valoración intraquirúrgica de las mismas (14, 15). El pronóstico dependerá del daño inicial cau- sado al cartílago por el trauma, la técnica quirúrgica impecable con estabilización adecuada, el trato de los tejidos blandos y la movilización precoz sin apoyo por un tiempo prudente que determinará el cirujano de acuerdo con su resul- tado intraquirúrgico. Las secuelas, en general, son de difícil manejo, pero siguen los mismos principios de reconstitución de la longitud de las columnas mediante osteotomías e injertos óseos, manejo de tejidos blandos, artrolisis y, en ocasiones, artrodesis o artroplastias de las articulaciones comprometidas (16, 17). BIBLIOGRAFÍA 1. Early JS . Talus fracture management. Foot Ankle Clin 2008; 13 (4): 635-657. 2. Rammelt S, Zwipp H et ál. Avascular necrosis after minimally displaced talus fracture in a child. 3. Foot Ankle Int 2000; 21 (12): 1030-1036. 4. Barandun J, Leutenegger A et ál. [Talus fracture. Injury pattern, treatment tactics and results of operation (1980-1989)]. Helv Chir Acta 1991; 57 (5): 847-848. 5. Ebraheim NA, Sabry FF et ál. Internal architecture of the talus: implication for talar fracture. Foot Ankle Int 1999; 20 (12): 794-796. 6. Rammelt S, Zwipp H. Talar neck and body fractures. Injury 2009; 40 (2): 120-135. 7. Buczak B, Jedrysik M et ál. [Stable osteosynthesis of fracture of the talus]. Chir Narzadow Ruchu 8. Ortop Pol 1978; 43 (5): 429-431. 9. Greenleaf J, Berkowitz RD et ál. Hawkins type III fracture-dislocation of the talus and diastasis of the tibiofibular joint without concomitant fracture of the malleolei. A case report. Clin Orthop Relat Res 1992; 279: 254-257. 429 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 10.Bernett P. [Talus fracture as special foot injury]. Langenbecks Arch Chir 1969; 325: 980-983. 11.Sneppen O, Christensen SB et ál. Fracture of the body of the talus. Acta Orthop Scand 1977; 48 (3): 317-324. 12.Burton T, Sloan J. Comminuted fracture of the talus not visible on the initial radiograph. Emerg Med J 2003; 20 (1): E1. 13.Wang JP, Yang MQ et ál. [Clinical observation of treatment of talus fracture accompany dislocation emergency]. Zhongguo Gu Shang 2009; 22 (2): 139-140. 14.Rammelt S, Endres T et ál. The role of external fixation in acute ankle trauma. Foot Ankle Clin 2004; 9 (3): 455-474, vii-viii. 15.Ye Z, Zhan BL et ál. [Fixation with biodegradable screws for treating the fracture and dislocation of talus in 16 patients]. Zhongguo Gu Shang 2009; 22 (4): 307-308. 16.Rammelt S, Gavlik JM et ál.. The value of subtalar arthroscopy in the management of intra-articular calcaneus fractures. Foot Ankle Int 2002; 23 (10): 906-916. 17.Ogut T, Seyahi A et ál. A two-portal posterior endoscopic approach in the treatment of a complex talus fracture: a case report. J Am Podiatr Med Assoc 2009; 99 (5): 443-446. 18.Rammelt S, Winkler J et ál. Reconstruction after talar fractures. Foot Ankle Clin 2006; 11 (1): 61-84, viii. 19.Calvert E, Younger A et ál. Post talus neck fracture reconstruction. Foot Ankle Clin 2007; 12 (1): 137-151. 430 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Pie Reumático Juan Yáñez Arauz M.D. Hospital Universitario Austral. Buenos Aires. Argentina. GENERALIDADES. Las enfermedades reumáticas, afectan las articulaciones sinoviales, generando cuadros de artritis, con posterior destrucción progresiva articular; en general las articulaciones más comprometidas son las periféricas, a excepción de algunos casos como la espondilitis anquilosante que tiene predilección por las articulaciones del axis, aunque también puede afectar las demás. Si bien existen diferentes enfermedades reumáticas que producen manifestaciones clínicas e imagenológicas en el pie, por su frecuencia y afección en el pie desarrollaré fundamentalmente la artritis reumatoidea como ejemplo de patología de “Pie Reumático”. La artritis reumatoidea es una enfermedad de compromiso sistémico, de etiología desconocida, con una prevalencia poblacional de alrededor del 1,5% en la población de Estados Unidos. Se trata de una enfermedad inflamatoria crónica, con compromiso articular y de partes blandas, y que a pesar de su etiología desconocida, está vinculada a factores genéticos, ambientales y hormonales. Ejemplo de ello, es su relación con moléculas de histocompatibilidad HLA DR4 y HLA DR1. En una muestra aleatoria de 955 pacientes adultos con artritis reumatoide, Vainio encontró que el 89% tenía artritis sintomática de los pies de diversa gravedad. Las deformidades del pie, generalmente se manifiestan en forma bilateral, simétrica, y producen incapacidad funcional a la marcha y al uso del calzado. El comienzo puede ser insidioso o agudo, y se manifiesta por dolor, derrame, y edema articular, con 431 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” rigidez matinal de 1 hora de duración aproximadamente. Puede tener de acuerdo a la gravedad, compromiso de partes blandas y compromiso sistémico. Compromete fundamentalmente al sexo femenino en una relación 3:1, y si bien puede debutar a cualquier edad, tiene mayor incidencia entre los 35 a 45 años. Es importante conocer que aproximadamente el 17% de los pacientes con artritis reumatoidea, presentan como primera manifestación articular la de las articulaciones de los pies, y el 25% de los pacientes con enfermedades reumáticas (gota, psoriasis, etc.), debutan con patología en el antepie. Un paciente reumático presenta en su evolución más del 90% de posibilidad de afectación de sus pies. Si bien el compromiso de los pies en la artritis reumatoidea es frecuente, el tratamiento quirúrgico de dichas afectaciones no lo es, siendo menor al 5% de los casos. Esto se debe a que el tratamiento ortopédico generalmente es efectivo, y la cirugía queda relegada al fracaso del tratamiento ortopédico y la presencia de sintomatología incapacitante. Es raro que estos pacientes requieran cirugía solo por las deformidades, y no tiene indicación quirúrgica el motivo estético. En el 70% de los pacientes, la poliartritis reumatoidea se inicia en forma subaguda, y evoluciona a su forma crónica, mediante períodos de remisión de la sintomatología, y períodos de exacerbación de la misma, que determinan una deformidad y afectación progresiva, con impotencia funcional cada vez mayor. De las manifestaciones artríticas en el pie, el 89% corresponden a patología en el antepie. Dentro de las deformidades puedo mencionar al hallux valgus de diversa severidad, la subluxación o luxación de las ar- 432 ticulaciones metatarso-falángicas asociadas a deformidad de los dedos menores, como la garra de los dedos dolorosa con queratosis plantares dolorosas por protrusión de las cabezas de los metatarsianos, etc. También podemos observar deformidad de dedos en martillo complicados por queratosis dolorosas e incluso ulceración a nivel del dorso de las articulaciones interfalángicas proximales; la presencia de neuromas interdigitales, etc. A pesar de ello, no todos los pies son sintomáticos, si bien pueden presentar a veces graves deformidades; las deformidades artríticas en el pie pueden afectar al antepie, el mediopié y el retropié. También el tobillo puede estar comprometido, con deformidad y destrucción tibio-peroneo-astragalina. Es importante mencionar, que en el caso de planificar una cirugía reconstructiva o de rescate del antepie, es muy importante realizar una correcta evaluación clínica e imagenológica del retropié y del mediopie, ya que de ser necesario tratarlos, es fundamental realizar primero la corrección de los mismos, antes que la del antepie. El mismo concepto corresponde para las articulaciones proximales (tobillo, rodilla y cadera), ya que si éstas merecen tratamiento por su afectación, deformidad o impotencia funcional, hay que hacerlo previamente al tratamiento quirúrgico del pie. Esto es así para evitar dificultades en la corrección del pie, y lograr una correcta alineación, con un pie plantígrado y funcionalmente apto. La excepción podría ser la necesidad de artroplastias de cadera o de rodilla, en articulaciones prácticamente alineadas, pero con deformidad, destrucción y dolor. En éstos casos la cirugía del pie debería hacerse antes que las artroplastias de cadera y rodilla, ya que permitiría una mejor rehabilitación protésica, y disminuiría la posibilidad de infecciones protésicas. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Obviamente que cada caso debe ser analizado en forma particular, y de allí la definición de los tiempos quirúrgicos. En cuanto al laboratorio, este puede ser normal, o presentar algunas manifestaciones como anemia, eritrosedimentación elevada y proteína C positiva en los episodios agudos, así como positividad del factor reumatoideo, no siendo específico el mismo de artritis reumatoidea. Otras alteraciones que pueden presentarse son factor anti-núcleo, disminución de la albúmina, etc. La radiología en el inicio puede ser normal, pero en su evolución aparece la osteopenia, aumento del volumen de partes blandas, rarefacción ósea subcondral, deformidades articulares descriptas, erosión ósea, quistes subcondrales, pinzamiento articular, signos destructivos articulares con imágenes en saca-bocado, hasta destrucción total y/o anquilosis. Tratamiento: de inicio, y ante la ausencia de deformidades, el tratamiento consiste en medicación para la enfermedad de base (indicada y manejada por el reumatólogo), antinflamatorios no esteroides, fisio-kinesioterapia para prevenir deformidades, mejorar el tono y la masa muscular, y como método desinflamatorio. Termoterapia superficial y profunda, etc., puede mejorar el cuadro del paciente. El tratamiento quirúrgico queda reservado ante el fracaso del tratamiento conservador, deformidades incapacitantes, restituir función articular y permitir la ambulación del paciente y el uso de un calzado estándar. A continuación se mencionarán alternativas de acuerdo al tipo de afección. Por practicidad en la descripción, dividiremos la afectación reumática en compromiso del antepié, del mediopié, del retropié y del tobillo. A). ANTEPIE REUMÁTICO. La patología en el antepié está determi- nada por la sinovitis articular, la distensión cápsulo-ligamentaria producto de la sinovitis reumática inflamatoria, y la destrucción articular progresiva. Todo esto determina deformidades, subluxaciones o luxaciones, y rigideces con incapacidad funcional. La deformidad más frecuente en el antepié, es el hallux valgus, con sus diversos componentes (generalmente hay valgo metatarso-falángico, varo del primer metatarsiano, subluxación lateral articular, signos degenerativos y/o destructivos articulares salvo en etapas muy iniciales, y valgo digital interfalángico con rotación interna del hallux). Las deformidades en varo del hallux son más infrecuentes. La afectación de los dedos menores que sigue en frecuencia al hallux valgus, se caracteriza por deformidad en garra y desviación general en valgo metatarso-falángica; asimismo en el segundo rayo, se puede observar frecuentemente un varo metatarso-falángico con subluxación o luxación dorsal, lo que determina un segundo dedo subproducto con deformidad en garra. La subluxación o luxación dorsal metatarso-falángica, y el desbalance de la acción de los músculos intrínsecos y extrínsecos del pie, determinan mayor presión plantar de las cabezas metatarsales, con queratosis dolorosas intratables y desplazamiento distal de la almohadilla grasa plantar anterior. Se pueden asociar en las etapas avanzadas, la presencia de úlceras por presión en la planta del pie. Fisiopatología de la deformidad de los dedos menores y del primer rayo. La primera manifestación de la artritis reumatoide en el antepie, es una sinovitis que afecta generalmente las articulaciones metatarso-falángicas. La sinovitis es el elemento dominante de la enfermedad osteo-articular, y la principal causa de las 433 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” lesiones del aparato locomotor (tanto particulares como tendinosas). En el hallux la deformidad clásica es la de hallux valgus (que se produce según Michelson y cols. y otros autores, en el 59 a 90% de los casos de la enfermedad crónica). En los dedos menores, por la sinovitis, se produce por un lado una liberación de enzimas y a su vez el aumento de líquido intra-articular genera un aumento de la presión intra-articular. Estas enzimas destruyen el cartílago articular, y sumado al aumento de presión, se debilitan la cápsula y ligamentos con la consiguiente subluxación dorsal metatarso-falángica que empeora con la carga del peso corporal. Los músculos intrínsecos alteran su camino anatómico frente a la deformidad, produciéndose pérdida de su capacidad de flexión plantar de la articulación MTF y debilidad de extensión de inter-falángicas proximales y distales. Estas se ven influenciadas por la musculatura extrínseca del pie, determinando un desbalance que lleva a la deformidad de los pequeños dedos. Se produce entonces progresivamente una subluxación dorsal metatarso-falángica que lleva luego a la luxación y consiguiente apoyo dorsal de la base de la falange sobre la cabeza o cuello metatarsiano. Se genera una contractura de los músculos flexores y de los intrínsecos del pie, que bloquean la base de la falange y llevan a que la luxación sea irreductible, con incremento de la presión sobre el cuello metatarsiano. La grasa protectora plantar (almohadilla plantar anterior del pie) se desplaza distalmente. Esto determina mayor hiperpresión plantar de las cabezas metatarsianas con formación de hiperqueratosis dolorosas en el antepie (metatarsalgia mecánica), y a veces ulceración plantar local. La deformidad inter-falángica por alteración articular a lo que se suma la 434 alteración funcional de los músculos intrínsecos del pie, lleva a una contractura en flexión de las mismas, que se hace estructurada con el tiempo (dedo en garra estructurado o fijo). Esto último determina queratosis dolorosas sobre el dorso de las articulaciones proximal y distal interfalángicas, con la posibilidad de ulceraciones en dichas áreas. También se puede observar queratosis dolorosas en la punta (pulpejo) de los dedos menores. Los dedos en martillo pueden ocurrir también como deformidades aisladas, pero son menos frecuentes en la artritis reumatoide. Sin embargo, en las espondiloartropatías seronegativas, como la artropatía psoriásica, esto es común de ver. Motivo de consulta. En general los pacientes consultan o bien derivados por el clínico-reumatólogo, para resolver una deformidad dolorosa intratable, o bien en forma espontánea autónoma. Los síntomas y las quejas principales de los pacientes son: 1. El dolor incapacitante. 2. La deformidad progresiva de sus pies. 3. La presencia de queratosis intratables (“durezas/callos dolorosos”). 4. La imposibilidad de utilizar calzados estándares. 5. La presencia de lesiones ulceradas. En la anamnesis es posible determinar tipo de enfermedad de base, etapa evolutiva, si está con tratamiento específico o no, tiempo de evolución, tipos de tratamientos realizados (drogas que ha tomado, etc.) Es importante determinar cuál es la solicitud del paciente en su consulta, y cuáles son sus expectativas respecto al Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT tratamiento a realizar. Hay que tomarse el tiempo necesario para explicar las alternativas terapéuticas, el post-operatorio de las mismas y el pronóstico que se espera, así como mencionar las posibles complicaciones, secuelas y recidivas. b) Deformidad del primer rayo: hallux valgus con digitas valgus. Metatarso primo varo. La severidad de hallux valgus puede determinar ángulos de casi 90º metatarso-falángicos, con un segundo dedo supra o infra ducto. (Figura 1). En el examen físico es menester evaluar: Presencia de pronación del hallux. A veces deformidad en flexión de la interfalángica con dolor en dorso y queratosis local. Es importante para determinar el tratamiento el grado de deformidad y comprobar la movilidad metatarso-falángica y si existe dolor a la movilización. También evaluar la presencia y el grado de hallux rígidus asociado con palpación a) Del pie en general: inflamación, tumefacción o flogosis localizada en algún sitio del pie. Presencia de pie plano, cavo, etc. Examinar el pie con el paciente sentado y con carga del peso corporal para evaluar las deformidades reales del mismo. La observación del antepié, revela característicamente deformidades de hallux valgus y dedos menores, con aspecto triangular del antepié, o bien la deformidad en ráfaga con desviación lateral de todos los dedos. Determinar la presencia de ulceraciones en zonas de presión ya sea contra el piso, o contra el calzado. También es necesario evaluar el status vascular, la necesidad terapia anti-robótica, etc. Figura 1. Ejemplo clínico de deformidad de antepie. El segundo dedo puede estar supra-aducto. La deformidad en garra trae aparejado queratosis con dolor dorsal inter-falángico principalmente proximal, y a veces presencia de úlceras en dicha articulación. La deformidad de los dedos menores hay que examinar si es rígida o reductible. Habitualmente tanto sea una garra digital, como deformidad en o no de corona osteofítica. c) Deformidad de dedos menores: generalmente deformidad en garra de los dedos menores, (Figura 2) con subluxación o luxación dorsal metatarso-falángica, y al tratarse de un pie triangular, se asocia subluxación en varo de la 2da MTF. Figura 2. Ejemplo clínico de deformidad de antepie. martillo, en los casos reumáticos son deformidades rígidas. La hiper-presión plantar de las cabezas metatarsianas lleva a un desplazamiento distal de la grasa plantar anterior (almohadilla adiposa plantar), queratosis dolorosas metatarsales y posibilidad de lesiones ulcerosas con o sin infección. 435 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Examinar la protrusión plantar de las cabezas metatarsales (Figura 3), las queratosis plantares dolorosas, hiperapoyos puntuales, riesgo de úlceras, etc. g)También evaluar el pie y miembro contralateral, y si ha sufrido intervenciones quirúrgicas previas, y que tipo de cirugías. h)Evaluar la presencia o no de neuropatía periférica, así como la presencia de fenómeno de Raynaud . i)Finalmente, evaluar tipo de marcha, fuerza muscular, necesidad de bastón u otro tipo de suplementos. j) Tipo de calzado que utiliza el paciente, deformaciones del calzado, uso de ortesis, etc. Figura 3. Hiperpresión de cabezas metatarsales con metatarsalgia asociada. d)También se deben determinar las deformidades asociadas en el medio y retropié, así como en el resto de las articulaciones del miembro inferior, y sus ejes. e)Se debe examinar el estado de la piel, y de las partes blandas en general. Tener presente que frecuentemente se trata de pacientes que han recibido gran cantidad de corticoides para su tratamiento, así como de drogas inmunosupresoras. f)Otro punto importante que se debe evaluar es el status vascular. Presencia de pulsos periféricos (pedio y tibial posterior), presencia de signos tegumentarios de vasculitis (Figura 4), etc. Figura 4. Signos de vasculitis en la piel. 436 RADIOLOGÍA. (Figura 5) Habitualmente la radiología es suficiente para la evaluación de las deformidades del antepie triangular. La misma se solicita en incidencias antero-posterior y perfil con carga del peso corporal; y oblicua. En la misma se debe examinar: 1. La estructura ósea: presencia de osteopenia u osteoporosis frecuente en las enfermedades reumáticas, lo que tiene importancia en la técnica quirúrgica a realizar así como también en la elección de osteosíntesis. Es importante señalar que la osteoporosis puede producirse por la enfermedad misma o acentuarse con el tratamiento medicamentoso (por ejemplo corticoterapia crónica). 2. Relaciones articulares, con presencia de luxaciones o subluxaciones. Estado articular: grado de destrucción, presencia de geodas, lesiones en “sacabocado”, presencia de artrosis, anquilosis, etc. Esto determinará la posibilidad de realizar cirugías conservadoras articulares o cirugías de rescate. 3. Tipo de deformidades del primer rayo: grado de metatarso varo, mediciones angulares del primer rayo (ángulos in- Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT ter-metatarsiano, metatarso-falángico, articular distal del metatarsiano, digitus valgus, etc. 4. Deformidades de los dedos pequeños: garra, martillo, luxaciones metatarso-falángicas, subluxaciones inter-falángicas, juanetillo de sastre, varo o valgo metatarso-falángico, etc. 5. Estado del resto del pie: presencia de pie plano, destrucción del mediopie, afectación del retropié, etc. Figura 5. Ejemplo radiológico de antepie reumático. TRATAMIENTO. Al margen del tratamiento general de la enfermedad de base instituido por el clínico-reumatólogo, el tratamiento específico de la deformidad del antepie debe comenzar con un tratamiento conservador, a excepción de las deformidades severas dolorosas que llegan a la consulta derivadas por el reumatólogo para su tratamiento quirúrgico, y que sabemos que los tratamientos conservadores fracasarán. El tratamiento básico debe tener como objetivos aliviar el dolor, conservar y/o restituir la función, prevenir la deformidad o bien corregir la misma. a)Conservador: Dentro del tratamiento conservador es importante el calzado. Este debe ser amplio, de punta ancha, con capellada alta y acolchados en la región del antepie para evitar roces y fricciones que desencadenen dolor y posibilidad de ulceraciones. Deben tener menos de 4 cm de tacón. Al mismo se le deben indicar las características específicas que deben tener de acuerdo a la deformidad del resto del pie y tobillo si existieren, como por ejemplo contrafuerte alto y firme, corrector de deformidades en valgo del retropié, etc. También el uso de ortesis plantares para distribuir mejor las cargas durante la bipedestación y la marcha son de utilidad en esta etapa del tratamiento. El material debe ser almohadillado (plastazote, goma eva, silicona, etc) para permitir una descarga de las presiones más uniforme, y evitar presiones y fricción sobre materiales duros (metal, cuero simple, etc.). El uso de antinflamatorios no esteroides para los dolores debe estar dentro del arsenal terapéutico, así como el reposo, la inmovilización y el pie elevado en los períodos agudos de la enfermedad. La fisioterapia, la mesoterapia y la kinesioterapia sirve como tratamiento físico desinflamatorio, desedematizante y para intentar mantener articulaciones móviles y sin tanta deformidad. Son importantes los ejercicios de elongación de Aquiles y músculos cortos plantares. El uso de esteroides intra-articulares debe ser la excepción, y se hará cuando se trate de sólo un dolor puntual intratable (por ejemplo alteración metatarso-falángica del primer rayo dolorosa). En general, ante la deformidad progresiva y la persistencia del dolor, el paciente se niega a utilizar este tipo de calzados y/u ortesis, y es por ello que la cirugía toma un rol decisivo. Es importante que le explique al paciente que se trata de una enfermedad crónica, de carácter progresivo a pesar del tratamiento correcto realizado, y que gene- 437 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” ralmente se comienza con las correcciones de las deformidades sintomáticas. También se debe informar al paciente la posibilidad de nuevas intervenciones quirúrgicas por las características de la enfermedad de base, y de la posibilidad de recidivas. Se le debe explicar que posiblemente necesite luego de la cirugía el uso de ortesis, a pesar del tratamiento quirúrgico realizado. La indicación quirúrgica en el antepié reumático, en general se debe a deformidad progresiva no controlada con ortesis, dolor persistente a pesar del tratamiento conservador, y/o la aparición de úlceras plantares. Los objetivos de la cirugía serán lograr un pie plantígrado, alineado con el resto del miembro, sin dolores, con una normalidad estática y dinámica, que se pueda calzar en calzado estándar, y que perturbe lo menos posible la biomecánica del pie. Tener en cuenta que la mayoría de las veces, al tratarse de una enfermedad sistémica evolutiva, el alivio sintomático no es total, y con el tiempo los resultados pueden deteriorarse. Si se decide por el tratamiento quirúrgico, debe tener en cuenta algunas recomendaciones básicas: 3. Los pacientes que reciben metotrexato para su enfermedad de base, deben suspender la medicación una semana antes, y no re-comenzar hasta 2 semanas posteriores a la cirugía. 4. Lavado previo (en domicilio) de todo el cuerpo con jabón antiséptico. 5. En la admisión realizar un lavado y cepillado interdigital y de uñas con jabón antiséptico. 6. En sala quirúrgica lavado previo con jabón de Pervinox. 7. Antibiótico 30 min. antes de comenzar la cirugía. 8. Cura aséptica y colocación de campos quirúrgicos. 9. Tener en cuenta el estado de la piel (por la enfermedad yo corticoterapia crónica), para minimizar el trauma intra-operatorio, y prevenir trastornos de cicatrización y/o necrosis post-operatorias. Recomendaciones para reducir el número de complicaciones durante y luego de la cirugía. 10.En el postoperatorio mantener miembros elevados 48 a 72 hs., y continuar con profilaxis antibiótica durante las primeras 24 hs. 1. Controlar vascularización distal del pie a operar y si presenta signos de vasculitis o no. Si existen signos que sugieren vasculitis, antes de la cirugía es importante la consulta con el reumatólogo, y/o realizar una biopsia de piel para descartarla. También tener presente la necesidad de terapia anti-trombótica posterior a la cirugía. 11.Retirar los puntos nunca antes de las 3 semanas de cirugía, para evitar posibles dehiscencias, principalmente en los pacientes que toman corticoides. 2. Los pacientes que están bajo tratamiento con corticoides, es necesario 438 aumentar la dosis en el peri-operatorio, con el debido control del reumatólogo. Alternativas quirúrgicas terapéuticas: Es necesaria la valoración individual de cada paciente y sus deformidades, así como de sus asociaciones lesionales. De hecho, muchas veces ambos pies de un mismo Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT paciente, requieren técnicas quirúrgicas diferentes. Por ello, mencionaré generalidades del tratamiento quirúrgico. a)En el hallux valgus se pueden realizar las siguientes cirugías: 1.Si la articulación no se encuentra severamente subluxada y el estado del cartílago es bueno, se puede realizar una cirugía de corrección del hallux valgus con técnica similar a la que usaríamos en un pie sin base reumática, a lo que se debe agregar una sinovectomía prolija de la articulación. Dentro de las técnicas para el hallux valgus, se deberá determinar el tipo de osteotomía metatarsiana (base, diáfisis o distal) de acuerdo a grado de deformidad clínica y valores angulares radiológicos, así como también la técnica de partes blandas, la liberación del tendón conjunto y el tipo de osteotomía falángica a realizar. Como existen múltiples osteotomías para el hallux valgus, es que aconsejo repasar las mismas. Las posibilidades de recidiva con técnicas conservadoras son elevadas a 5 años de post-operatorio. Aun así, explicándole al paciente la posibilidad de la misma, se pueden realizar, dándole mayor vida útil a la articulación. 2. Si hay subluxación severa o bien la articulación tiene signos de destrucción del cartílago articular se recomienda realizar una artrodesis metatarso-falángica del hallux. Este quizá sea el “Gold standard” del tratamiento de la deformidad de hallux valgus en un paciente reumático. (Figura 6) La artrodesis brinda estabilidad articular, elimina el dolor, y permite al corregir la desviación patológica una marcha más adecuada. Evita la recidiva, y permite proteger la carga de los metatarsianos menores y de la reposición de la almohadilla plantar, disminuyendo también la recidiva de las deformidades de los dedos menores. Por todo esto se considera el “Gold standard” en el tratamiento de la deformidad artrítica del hallux valgus. Figura 6. Antepie reumático triangular. Artrodesis metatarso-falángica. 439 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Técnica quirúrgica: La artrodesis MTF se puede realizar mediante un: a)abordaje dorsal longitudinal sobre la articulación e ingresar a la misma o bien a través del tendón extensor (sin seccionarlo transversalmente sino longitudinalmente) o medial al mismo, o bien un: b) abordaje medial de la articulación (similar al abordaje para realizar un hallux valgus). De cualquiera de las dos posibilidades, lo importante es cuidar los elementos vasculo-nerviosos y tendinosos. Preparar las superficies articulares (resección del cartílago hasta dejar hueso subcondral expuesto). Éstas se pueden denudar mediante cortes planos con microsierra, resección motorizada de encastre recíproco (cóncavo-convexo), u otras formas. Lo importante es que una vez regularizadas las superficies articulares y resecadas las exostosis, se debe reducir la articulación en posición correcta (rotación neutra del hallux, valgo de 15º, flexión dorsal de 25º a 30º respecto al eje del metatarsiano, y corregir los acortamientos excesivos). La osteosíntesis utilizada puede ser variada: ante buen stock óseo se aconsejan 2 tornillos compresivos cruzados, y si no hay buena estructura ósea, o ante la necesidad de injerto intercalar, usar una placa con tornillos por dorsal, con un tornillo de compresión interfragmentaria). Post-operatorio: Reposo y pie elevado 48-72 hs. Carga del peso con zapato de post-operatorio de suela dura, sin flexión de los dedos, según tolerancia. Retiro de puntos a las 3 semanas. No flexión de hallux por lo menos durante 6 semanas. Si se percibe consolidación radiológica y clínica, comenzar a calzarse un zapato cómodo y comenzar a rehabilitar la marcha con flexión progresiva a partir de la 6ta a 8va semana. De ser necesario prolongar el uso del calzado post-operatorio. En el caso de haber utilizado injerto tricortical, no permitir la flexión durante 12 semanas hasta la incorporación parcial del mismo. 3. La artroplastia por resección (Figura 7) o la artroplastia protésica (Foto 8) son una opción, pero también presentan recidivas de la deformidad y otras secuelas como aflojamiento con pérdida de stock óseo, etc., que dificultan luego la conversión a la artrodesis. Sin embargo, algunos Figura 7. Cirugía con artroplastia de resección de primer metatarso-falángica. Preoperatorio 2 meses postoperatorios 440 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT autores la preconizan, fundamentalmente la artroplastia de resección, ya que debido a la baja demanda en la actividad de los pacientes reumáticos, reportan un porcentaje mayor al 90% de satisfacción de los mismos a 5 años. Sin embargo, las deformidades recidivaron en más del 50% de los casos. sulo-ligamentaria. Se interpone tejido capsular en el espacio articular creado para evitar la anquilosis. Se puede utilizar temporalmente (3 semanas) una osteodesis endomedular con un clavo de Kirschner de 1.0mm. para estabilizar la alineación articular lograda. Numerosos autores mencionan que al cabo de unos años de realizar una artroplastia de resección del primer rayo y de los dedos menores, la recidiva de la deformidad ocurrió en más de un tercio de los pacientes. Por ello la preferencia de la artrodesis metatarso-falángica en el primer rayo. Técnica quirúrgica: a)La técnica quirúrgica de colocación de una prótesis metatarso-falángica del hallux se realiza mediante un abordaje dorsal longitudinal, y dependiendo del tipo de prótesis a utilizar, será la técnica específica de cortes, etc., a seguir. Por ello no mencionaré tipos de técnicas protésicas. b)En el caso de artoplastía por resección, se puede asociar a la misma una osteotomía de base metatarsiana en el caso de varos mayores a 17º, y el abordaje utilizado es el medial longitudinal. Se expone la articulación mediante una capsulotomía longitudinal siguiendo el eje del abordaje, y se resecan los osteofitos, y la eminencia medial prominente como en un hallux valgus simple. Se procede luego a la exposición de la base de la falange, y se reseca la misma mediante un corte transversal (cuidando de no resecar más de 1/3 de la falange). Para evitar la retracción de los sesamoideos excesiva, se realiza un punto entre la cápsula (placa) plantar y el tendón flexor del hallux (punto de Viladot)). Luego se procede a la reducción articular y a la plástica cáp- Figura 8. Ejemplo de artroplastia protésica metatarso-falángica. Otra manera de realizar una artroplastia, es mediante la resección en cuña dorsal de la base de la falange, y de la cabeza del primer metatarsiano (artroplastia de Valente-Valenti). De esta manera se preserva la placa plantar, con la inserción del flexor corto y la posición de los sesamoideo. c) En los dedos menores. 1.Martillo rígido: normalmente se pueden realizar cirugías de artroplastia de resección o bien artrodesis a nivel de la articulación inter-falángica proximal. Técnica: se realiza a través de una incisión elíptica transversal dorsal sobre la articulación inter-falángica resecando la queratosis dolorosa, o bien a través de un abordaje longitudinal. Se secciona el extensor y se procede a la capsulotomía y sección de ligamentos colaterales. Se expone la articulación y se resecan los cóndilos de la primera falange en la artroplastia de resección. (Figura 9). En el 441 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” caso de la artrodesis se reseca o bien se cruenta la base de la falange media y se procede a la unión de ambas superficies cruentas mediante un clavo de Kirschner. El alambre K se debe colocar en forma retrógrada desde el abordaje, y luego progresarla anterógradamente hacia la cabeza del MTT. Es importante lograr correcta alineación en todos los planos, evitando hiperextensiones o desviaciones laterales. Figura 9. Abordaje transversal interfalángico y artroplastia de resección. En cualquier caso es importante respetar la vascularización del dedo y la inervación del mismo. 2.Garra: se asocia a lo anterior, una liberación dorsal de la cápsula MTF y sección o elongación del extensor del dedo deformado, para facilitar la reducción articular. Si no se puede reducir la articulación metatarso-falángica, se procede a técnicas que se describen en los gestos sobre metatarsianos (ya sean técnicas conservadoras en los estadíos tempranos de la enfermedad, o bien cuando no hay destrucción articular; o bien técnicas de resección artroplástica cuando el daño articular está presente). las articulaciones no presentan signos destructivos. Ejemplo de ello es realizar sinovectomías metatarso-falángicas, asociadas o no a osteotomías distales tipo Weil, con reducción articular y eventual elongación de extensores. La indicación está limitada ya que en general la destrucción articular y/o luxación con la que concurren estos pacientes, contraindican esta intervención. Técnica: por abordaje dorsal longitudinal sobre la articulación afectada, se realiza sección longitudinal o bien de ser necesario zeta plastia de elongación del extensor, sección capsular dorsal y resección sinovial articular tanto dorso lateral como dorso medial, preservando los ligamentos laterales. Si existe subluxación y fórmula metatarsal alterada, asociar una osteotomía distal tipo Weil (Figura 10). La misma se realiza mediante el mismo abordaje, con sierra oscilante, seccionando la metáfisis metatarsiana horizontalmente (sección paralela al piso), retrasando la cabeza metatarsal, se reseca la espícula dorsal remanente, y se fija con un micro-tornillo. En el caso de querer elevar la cabeza metatarsiana se reseca una virola tipo osteotomía de Maceira. Preoperatorio 6 Meses PO c) En los metatarsianos 1. Se puede realizar una cirugía conservadora articular, si no existe luxación y si 442 Figura 10. Cirugía conservadora en estadíos tempranos de la enfermedad. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT 2.Si existe luxación articular o destrucción articular o franca deformidad de la misma, se aconseja realizar una artroplastia por resección de las cabezas metatarsianas (remodelación de Lelievre) (ver Figura 11), o resecciones parciales como lo publicara Mann en su técnica. Técnica: la remodelación metatarsal se puede realizar por vía dorsal o por vía plantar. En general prefiero el abordaje por vía plantar que me permite exponer fácilmente las cabezas metatarsianas a través de un único abordaje transversal curvilíneo siguiendo la unión metafiso-epifisaria de los metatarsianos menores, y al mismo tiempo mediante la resección de una losange de la piel que contenga las queratosis dolorosas, reacomodar la almohadilla de grasa plantar. La sección y resección metatarsiana es igual a la descripta debajo para el abordaje dorsal. La preferencia de la vía plantar, es que estando luxada la articulación metatarso-falángica, es de más fácil acceso a la cabeza metatarsiana ir por esta vía. se van resecando, respetando la fórmula metatarsal de Maestro, y así evitar posibles metatarsalgias futuras. Es esencial que los cabezas de los metatarsianos se seccionen de distal-dorsal a plantar-proximal. Cuanto más severo sea el solapamiento de la base de la falange proximal sobre la cabeza del metatarsiano, más se debe resecar de metatarsiano. Es importante tratar de preservar la base de la falange proximal de la articulación metatarso-falángica (conserva la alineación y el traslado de las articulaciones metatarso-falángicas). Posterior al procedimiento quirúrgico de las deformidades en martillo o garra de los dedos menores, se fijan los dedos menores con un alambre de Kirschner que permite mantener la alineación y estabilidad correcta de los dedos con las metáfisis de los metatarsianos. La técnica por abordaje dorsal tiene el mismo objetivo: resecar la cabeza del metatarsiano, permitiendo un espacio de 10mm entre la base de la falange y la metáfisis residual del metatarsiano. Para ello se realizan dos abordajes longitudinales dorsales en los espacios 2do y 4to metatarsianos. Los ligamentos colaterales, la cara dorsal de la cápsula, la placa plantar, y los interóseos se liberan para exponer la base de la falange y la totalidad de la cabeza del metatarsiano y la metáfisis del mismo. El tendón del extensor largo de los dedos se respeta. Se reseca la cabeza del 2do metatarsiano en la unión con la metáfisis. Las cabezas de los metatarsianos siguientes Figura 11. Remodelación metatarsal de Lelievre. Postoperatorio: en el postoperatorio inmediato evaluar la correcta circulación de todos los dedos menores, y en el caso de hipoperfusión de alguno de ellos es aconsejable comenzar retirando el clavo de K., ya que a veces es el origen de tensión vascular por la posición del dedo. Las primeras 72 hs. de la remodelación metatarsal, se indica 443 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” reposo y pie elevado. El apoyo del talón para caminar es inmediato, pero progresivo. Retiro de puntos a las 3 semanas, y retiro de agujas de Kirschner entre 3 y 4 semanas del PO. A partir de allí el paciente comienza con deambulación con carga completa del peso corporal. Fisio y kinesioterapia de rehabilitación. Si bien se reportan 89% de buenos resultados con esta técnica, dentro de las complicaciones y secuelas hay que mencionar la recidiva o una nueva deformidad del dedo, la queratosis plantar, dolor recurrente o metatarsalgia. 3. Las artroplastias protésicas son otra opción, pero son técnicamente más demandantes, con tendencia a la deformidad recidivada, son más onerosas, y sin un beneficio franco ante la demanda de estos pacientes. En todos los casos lo que se busca mediante el tratamiento quirúrgico es: a) el alivio del dolor, b) lograr un pie de apoyo plantígrado, c) evitar la posibilidad de ulceraciones, d) corregir la deformidad, e) mejorar la estética, f) mejorar la función de los pacientes g) brindar la posibilidad de uso de calzados corrientes. Algunos conceptos a tener en cuenta en la cirugía del antepie triangular reumático. De la revisión de las series publicadas en las artroplastias del antepie, se desprende que: 1.En el 80% a 90% de los pacientes, se puede esperar un resultado positivo. 444 2. La liberación inadecuada de los tejidos blandos alrededor de las articulaciones metatarso-falángicas o la resección ósea insuficiente, ponen en peligro el buen resultado de la cirugía. 3. El no respeto de la fórmula metatarsal al realizar las artroplastias resectivas de los metatarsianos menores, lleva a que el resultado de la cirugía no sea el esperado. 4. Fragmentos óseos que permanecen en la almohadilla plantar del antepie (zona de carga) después de la eliminación de las articulaciones metatarso-falángicas puede poner en riesgo un resultado óptimo de la cirugía. 5. La ubicación de la incisión (plantar o dorsal) no es un factor importante, pero el cuidado delicado de las partes blandas, así como la prolija hemostasia durante la cirugía, juegan un factor preponderante en el post-operatorio y en el resultado final. 6. El alivio del dolor, la mejor función, y la variedad de calzado debe ser mejorado lo suficiente como para justificar el procedimiento. 7. Un resultado quirúrgico inicial bueno puede deteriorarse con el tiempo. 8. La artrodesis de la primera articulación metatarso-falángica combinada con la resección modelante de las cabezas metatarsianas (metatarso-falángicas) pueden reducir la recidiva de la deformidad, las queratosis dolorosas, y el deterioro de un resultado satisfactorio con el tiempo. COMPLICACIONES. Hay que tener presente que la cirugía del antepié reumático no es curativa, sino que se trata de aliviar al paciente, logrando los objetivos vertidos previamente. Como la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT enfermedad es evolutiva, hay secuelas o recidivas que no pueden considerarse complicaciones de la cirugía, sino parte de la historia natural de la enfermedad. B- Mediopié reumático La artritis reumatoidea por su afectación sinovial, puede alterar las articulaciones del mediopìé. Algunas complicaciones relacionadas al acto quirúrgico pueden ser: En general las manifestaciones clínicas en el mediopié son poco frecuentes. Las mismas se pueden resumir en dolor en la articulación de Lisfranc, principalmente primera y segunda columna, y deformidad en el mediopie que a veces puede producir roce con el calzado, y dolores mecánicos por ello. Raramente existen lesiones ulcerosas. a) Infecciones superficiales y/o profundas. b) Dehiscencia de cicatriz. c)Alteraciones nerviosas: hipoestesias o parestesias permanentes. d) Trastornos vasculares: necrosis parciales o a veces totales por lesiones del paquete vascular digital, y fundamentalmente en pacientes con micro-angiopatía vasculítica reumatoide. e)Dolores y/o rigideces residuales por resección insuficiente de hueso, o presencia de espículas óseas residuales, o restos óseos sueltos remanentes, no eliminados. f) Queratosis al tiempo de la intervención quirúrgica, por alteración de fórmula metatarsal o presencia de espículas óseas residuales. g)Seudoartrosis de artrodesis metatarso-falángica del primer rayo. Ocurre entre el 0 al 20% de los casos según los autores, y la mayoría de las veces son asintomáticas. Los estudios radiológicos (imágenes de frente, perfil y oblicua del pie) muestran compromiso articular, con signos de pinzamiento, geodas, osteofitos y erosión de las articulaciones comprometidas. La mayoría de las veces existe una disociación clínico-radiológica, en donde la sintomatología en mínima y los campos radiológicos evidentes. La alteración puede llevar a la limitación de la movilidad e incluso a la anquilosis de algunas columnas. Sin embargo el paciente en general no refiere incapacidad por ello. La deformidad del mediopie, puede resultar en un pie plano por pérdida del arco longitudinal en esta región. Puede también existir hipermovilidad del primer rayo con metatarsalgia de transferencia. Figura 12. Manifestación clínica en mediopié 445 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Las artritis seronegativas, como la espondilitis anquilosante, en el caso de afectación del pie, puede comprometer el tarso, y las metatarso-falángicas. También produce afección de partes blandas, con tendinitis aquilina y fascitis plantar. Radiológicamente se observa erosión y signos de anquilosis articular, sin tanta osteopenia como en la AR. Figura 12. Manifestación radiológica en mediopié. Tratamiento: es muy poco frecuente el tratamiento quirúrgico en el mediopié reumático. Generalmente con soportes plantares, se logra confort y alivio de los síntomas del paciente. Eventualmente puede servir el realizar una inyección intra-articular con corticoides, en el caso de dolor con compromiso puntual de una columna de Lisfranc. La cirugía es rara, y de ser necesario se trata de una artrodesis modelante de las articulaciones comprometidas, con resección de los osteofitos deformantes. Es bueno mencionar, que no se debe artrodesar la columna lateral de Lisfranc, ya que es muy invalidante para la marcha. C- Retropié reumático. La afectación en el retropié generalmente es mixta, o sea compromete las partes blandas tendinosas, y las articulaciones. Se manifiesta por tendinitis, principalmente de los tendones extensores, y del tibial posterior, si bien puede comprometer a los tendones peroneos y al Aquiles. La afección del tendón del tibial posterior, lleva a insuficiencia progresiva del mismo, e incluso a su rotura, con la consiguiente aparición de pie plano valgo. Asociado a ello, existe una inestabilidad astrágalo-escafoidea, que agrava aún más la deformidad, con subluxación 446 planto-medial de la cabeza del astrágalo, respecto al escafoides. De tal manera que existe un valgo de retropié. Esto se observa en el 80% de los pacientes con afección del retropié. De inicio, la AR tiene poca afección del retropié, pero pasados los 10 años de evolución de la enfermedad, el compromiso del retropié es de alrededor del 50%; si bien en la actualidad, con la nueva medicación tratante de la AR, éstos porcentajes seguramente disminuirán. Las articulaciones principalmente comprometidas son la astrágalo-escafoidea y la subastragalina. Tratamiento: El tratamiento en la etapa inicial de la deformidad, comienza con correcciones mediante ortesis de cuña medial correctora del valgo (deformidad más frecuente, si bien puede existir varo del retropié), y calzado adecuado contenedor del retropié. En casos de episodios agudos, la descarga del peso corporal, Aines, y eventualmente inmovilizaciones pueden ser necesarios. En los estadíos evolutivos que no responden al tratamiento conservador, es necesario el tratamiento quirúrgico. El mismo se basa en realizar una o más artrodesis. El tipo de artrodesis y la inclusión de una o más articulaciones, dependerá de Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT la deformidad, la destrucción articular, la sintomatología del paciente, etc. En principio se tiende a tratar las articulaciones comprometidas, respetando aquellas sanas, y para ello los estudios por imágenes (Rx., TAC, RMN e incluso un centello con PET) son muy importantes. En líneas generales la artrodesis de la subastragalina es necesaria. Hay veces que solo la astrágalo-escafoidea es necesaria. Como generalidad, las artrodesis deben ser modelantes, y muchas veces necesitan de la inclusión de injerto estructural corrector de la deformidad, para permitir una reconstrucción de las relaciones de las articulacioTAC pre-operatoria nes vecinas, y un mejor funcionamiento del tobillo. La triple artrodesis proporciona una muy buena estabilidad, y está indicada en la afección de todo el retropié y/o grave deformidad; pero a más de 7 años se observa un compromiso mayor de la tibio-peroneo-astragalina, ya que el 60% de los pacientes presentan evidencia radiológica de alteración del tobillo. El objetivo de toda cirugía es lograr un retropié alineado, un pie plantígrado, estable e indoloro. Rx. Post-op inmediato Figura 13. Deformidad de retropié y artrodesis con injerto modelante. El post-operatorio se regirá como el de las artrodesis en general, con inmovilización de 4 a 6 semanas; y descarga del peso corporal entre 6 y 9 semanas dependiendo de si se usó o no alo-injerto estructural en la reconstrucción. En general, el uso de alo-injerto lleva más tiempo de descarga. Bibliografía. 1. Carranza-Bencano A. Cirugía del antepié reumático. Rheuma; 4:23-27; 1999. 2. Carranza A. Cirugía de las deformidades metatarso-falángicas. Monografías médico-quirúrgicas del aparato locomotor: El Pie. Barcelona: Masson; 1997:78-96 3. Canale T. Campbell’s Operative Orthopaedics, 10th ed. Ed. Mosby, Assistance by Kay Daugherty Linda Jones. 2003 4. Coughlin M., Mann R. Surgery of the foot and ankle. Vol. I; pp 560-650. 2002 447 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 5. Cracchiolo A. Rheumatoid arthritis of the forefoot. In Gould J, editor: operative foot surgery, Philadelphia, 1994, WB Saunders; pp 141-159 6. Gold R, Bassett L. Radiologic evaluation of the arthritis foot. Foot Ankle 2:332-341, 1982 7. Guerra J, Resnick D. Arthritides affecting the foot: radiographic pathological correlation, Foot Ankle 2:325-331, 1982 8. Grondal L, Hedstrom M, Stark A. Arthrodesis compared to Mayo resection of the first metatarsophalangeal joint in total rheumatoid forefoot reconstruction. Foot Ankle Int 26 (2):135-139; 2005 9. Jaakkola JI, Mann RA. A review of rheumatoid arthritis affecting the foot and ankle. Foot Ankle Int 25 (12):866-874; 2004 10.Jeng C, Campbell J. Current concept review: the rheumatoid forefoot. Foot Ankle Int 29 (9):959968; 2008 11.Keenan M, Peabody T, Gronley J, Perry J. Valgus deformities of the feet and characteristics of gait in patients who have rheumatoid arthritis, J Bone Joint Surg 73A:237-247, 1991 12.Knupp M, Skoog A, Tornkvist H, Sari Ponzer S. Triple arthrodesis in rheumatoid arthritis. Foot Ankle Int 29 (3):293-297; 2008 13.Mann RA, Prieskorn D, Sobel M: Midtarsal and tarsometatarsal arthrodesis for primary degenerative osteoarthrosis or osteoarthrosis after trauma, J Bone Joint Surg 78A:1376, 1996. 14.Rodnan G, Schumacher H, editors. Primer on the rheumatic diseases, ed 8, Atlanta, 1983; Arthritis Foundation, pp 49-183 15.Sangeorzan BJ, Veith RG, Hansen ST Jr: Salvage of Lisfranc’s tarsometatarsal joint by arthrodesis, Foot Ankle 10:193, 1990. 16.Spiegel TN, Spiegel JS. Rheumatoid arthritis in the foot and ankle. Diagnosis, pathology and treatment. Foot Ankle Int (2): 318-324; 1982 17.Tokunaga D, Hojo T, Takatori R, Ikomam K, Nagasawa K, Takamiya H, Ishida M, Kubo T. Posterior tibial tendon tenosynovectomy for rheumatoid arthritis: a report of three cases. Foot Ankle Int 27 (6):465-468; 2006 18.Vidigal E, Jacoby R, Dixon A et al. The foot in chronic rheumatoid arthritis. Ann Rheum Dis 34:292297, 1975 19.Yañez Arauz J. Antepie triangular estático. PROATO. Ciclo 11, Módulo 3, Ed. Panamericana, 2011 448 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Pie Plano Infantil Julio César Flores M.D. Médico Pediatra y especialista en Ortopedia y Traumatología Infantil Médico especialista, en el Servicio de Ortopedia y Traumatología Infantil Hospital Materno Infantil “Fernando Vélez Páiz” Managua, Nicaragua INTRODUCCION El pie plano en términos generales, sigue siendo de actualidad en nuestra especialidad, debido a una serie de factores que aún siguen incidiendo en él, de tal forma que una buena parte por no decir la mayoría de las consultas, ya sea a nivel Institucional, o privado, corresponden a este tipo de patología.; de igual forma, a nivel Internacional y nacional, aún se mantienen conceptos errados en cuanto al conocimiento, entendimiento y manejo del pie plano, lo cual incide en la diversidad de opciones de tratamiento, algunas veces contradictorios, afectando tanto físicamente, emocionalmente, como económicamente a pacientes y familiares afectados. Sabemos, que en la revisión de la literatura, existen una serie de autores de trabajos muy conocidos como; Rao, Rose, Staheli y otros, quienes han abandonado el tratamiento conservador del pie plano, lo cual había sido preconizado con anterioridad por otros autores. Por lo tanto pretendemos presentar, los elementos necesarios para tener un conocimiento más actual del manejo de esta patología, clarificando que el mayor énfasis será para el pie plano flexible, el de mayor incidencia, para que de esa forma, logremos el mejor manejo de nuestros pacientes (Figura 1) Figura 1. Pie Plano 449 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Flexible: CONSIDERACIONES GENERALES A.- Definición La definición de pie plano aún no está estandarizada, sin embargo, podemos decir que existe un consenso, de que la altura del arco longitudinal medio, es el principal parámetro para ser medido y observado. Pie plano es aquel que presenta una caída del arco longitudinal medio con carga, acompañada de valgo del retropié (calcáneo), y tendencia a la abducción y eversión del antepie (pie plano valgo). Valente Valenti 17 lo define como una distorsión de las articulaciones del pie, con valgo del talón, supinación del antepie, traslación hacia abajo y adentro de la cabeza del astrágalo, y desplazamiento hacia afuera del escafoides y del respectivo antepie astragalina. A) Fisiológico; debido a laxitud ligamentaria en el lactante y el niño pequeño (esto es normal) B) Laxitud ligamentaria excesiva: Pie plano hipermóvil. (Figura 2b) C) Anomalías óseas D) Contractura; debido a contractura del tríceps sural o los peroneos E) Debilidad muscular 1.- Pie Plano laxo infantil 2.- Pie Plano por otras causas. Figura 2a. Pie Plano Rígido 450 Desequilibrio Rígido: A) Congénito B) Adquirido 1. Por alteraciones óseas: Astrágalo Vertical congénito, fig.2a, alteraciones del escafoides, sinostosis del tarso, post trauma. 2.- Por Alteraciones músculo ligamentosas: Pie plano Laxo infantil, alteraciones endocrinas, artritis reumatoidea, afecciones sistémicas. 3.- Por alteraciones neuromusculares: Parálisis espástica o fláccida, miopatías. B.- Clasificación Existen varias formas de clasificar el pie plano, algunas de las cuales vamos a enumerar, y que van desde lo sencillo a un poco más complejo, para facilitar la comprensión del tema: motora: Figura 2b. Pie Plano Flexible Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Por asuntos prácticos, el énfasis mayor lo haremos con el pie plano laxo infantil, el cual representa el mayor porcentaje, y es el más controversial en cuanto a su manejo y tratamiento. situación, en la cual el pie tiene un arco anormalmente bajo o ausente. El talón muestra una excesiva eversión durante la carga, y el antepie usualmente está abducido. (Figuras. 3, 4) PIE PLANO LAXO INFANTIL Hay muy pocas condiciones del pie, que son pobremente entendidas, a como lo es el pie plano flexible, debido al gran volumen de investigaciones realizadas, conflictivas y pobremente realizadas durante muchas décadas. Y llama la atención que aún existe controversia en cuanto, aún no se ha logrado el consenso entre los proveedores de salud, para definir si el pie plano representa una deformidad o variación de la forma del pie normal. (11) Para Hefti, 8: es la condición del pie con una pérdida del arco medial sobre la superficie de apoyo, con restricción a la extensión dorsal, a un acortamiento del tendón de Aquiles, con un incremento de la posición valga del retropié y a la hiperpronación del antepie. Sin embargo el pie permanece flexible, y el arco medial puede ser restaurado por la varización del talón. El Pie plano flexible está presente en casi todos los niños y cerca del 15% de los adultos lo presentan, y es más común en los que usan calzado, si son obesos o tienen una laxitud articular generalizada. No hay una definición universalmente aceptada de la definición clínica o radiográfica del pie plano. La altura del arco longitudinal y la cantidad de aplanamiento excesivo el cual es generalizada, describe mejor esta Figura 3. Pie Plano Rígido Podemos decir que el pie plano fisiológico o flexible, es considerado como del desarrollo, y a menudo se puede ver en la primera década de la vida, y a como veremos más adelante, hay factores que influyen en su desarrollo, como son la laxitud ligamentosa y el sobrepeso en los niños. El pie plano se pronuncia con el apoyo en carga sobre los pies, pero es evidente que el arco medial es visible cuando están sentados o bien caminan con la punta de los pies, lo cual no es evidente cuando el pie plano no es flexible (Figuras 5,6) Figura 4. Pie Plano Flexible 451 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Figura 5. EPIDEMIOLOGIA La incidencia del pie plano es desconocida, pero disminuye con la edad, a como lo describe Staheli. Según Harris el pie plano estaba presente en el 23% de 3619 adultos. Martin Pfeiffer, 13, en un estudio de 835 niños en Viena, encontraron una prevalencia del 44% entre las edades de 3 a 6 años, y de < del 1% de pie plano patológico (no laxo). La prevalencia del pie plano laxo decrece de forma significativa con la edad: En el grupo de Mayores de 3 años, solamente el 54% tenían pie plano, mientras que en el grupo de mayores de 6 años, solamente el 24% tenían pie plano. Los niños tienen una tendencia mayor significativa de pies planos que las niñas, la prevalencia de pie plano en niños era del 52% y en niñas del 36%. Los datos demostraron que el pie plano está influenciado por 3 factores; edad, sexo y peso y de igual forma, descubrieron un retardo en el desarrollo del arco longitudinal en los varones y que el 90% del tratamiento fue innecesario. Sin embargo para Ángela Evans 3, encontró contradicción en su estudio en relación a previas investigaciones, en las que relacionan el peso del niño con la postura del pie. La implicación de su estudio, es que 452 Figura 6. los niños con mayor peso, tienen menos pies planos. Un estudio Taiwanes, 16, con una muestra de 2083 niños, comprendidos entre los 7 y 12 años de edad, determinó la presencia de pie plano por medio del fotopodograma, utilizando este método, el 59% fueron documentados con pies planos. La incidencia de pie plano fue del 67% para las niñas y 49% para los niños, y el 75%, 65%, 57% y el 48% eran respectivamente; obesos, con sobrepeso, con peso normal, y de menor peso, Antonio García Rodríguez y Cols. En Málaga 14, en 1168 niños, encontró una prevalencia del 2.7%, lo cual difiere mucho de las series anteriores, de igual forma reporta de que 168 niños recibieron tratamiento ortopédico, pero realmente él.2.7% tenían criterio diagnóstico de pies planos. Hernández y Hernández, en Chile, de una muestra de 664 niños, seleccionaron a 71 para un estudio para determinar la prevalencia de alteraciones de las extremidades inferiores y su asociación con el estado nutricional, encontraron una prevalencia de pie plano del 31%. En Morelia se encontró una prevalencia en prescolares 31.9%, mientras que en los escolares fue del 8.8% 10 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT ETIOLOGIA El más importante factor etiológico es el de laxitud ligamentosa general, la cual durante la carga o el apoyo del pie, provoca que el astrágalo se desplace sobre el calcáneo en una dirección medial y plantar. El calcáneo se prona en una posición de valgo extremo. CUADRO CLINICO La mayoría de los niños entre los 3 y 4 años de vida presentan pies planos laxos o flexibles, y es evidente que el desarrollo del arco medial se presenta con el crecimiento, y en el cual influye también la pérdida del tejido graso subcutáneo, disminución de la laxitud ligamentosa, incremento de la potencia muscular y una mayor precisión en cuanto a la actividad muscular, característica en esta edad. Varios autores coinciden en que el desarrollo del arco medial se completa entre los 5 y 6 años. A los 2 años el 97% de los niños tienen pie plano, el cual persiste en el 4% a los 10 años. Estudios realizados por Morley, Engel y Sthaheli, y Asher, han demostrado que el arco medial se desarrolla durante la niñez. Harris and Beath 7; identificaron pie plano en aproximadamente el 23% de los adultos en su estudio. Los niños con pie plano flexible no experimentan en si dolor o molestia alguna, más bien a los padres y familiares lo que les llama la atención, es el aspecto externo del pie, y el desgaste del calzado en tan poco tiempo. En cambio los pies se pueden volver sintomáticos en la adolescencia, y de forma especial cuando tienen un sobrepeso. Cuando se examinan a estos adolescentes, encontramos la ausencia parcial o completa del arco medial e incluso en algunos casos se pueden apreciar callosidades en el sitio correspondiente a la región plantar del arco medial. Hefti 8 nos refiere dos formas de pie plano flexible a diferenciar: • F orma leve; el arco medial se ha perdido, pero la forma del pie es normal y con carga es de aspecto regular. • F orma más severa; el astrágalo protruye medialmente, y con carga el apoyo del pie es mayor con el aspecto medial que en el lateral. En este último al podoscopio más bien se aprecia la formación de un arco en el aspecto lateral del pie en carga. En el pie plano laxo o flexible, podemos encontrar dos aspectos en cuanto al cuadro clínico. Y son: a.- Asintomático; son pacientes, en los cuales a pesar de la ausencia del arco medial no presentan sintomatología alguna. Ellos realizan todas sus actividades diarias y deportivas sin evidenciar molestia alguna. Es posible que en los menores presenten caídas con cierta facilidad, cierto grado de torpeza al correr y desgaste del calzado. Y por lo que los Padres y familiares les llevan a la consulta, es más bien por el aspecto externo del pie y el desgaste y deformación del calzado. b.- Sintomático: a diferencia del caso anterior, si presentan ciertas molestias, las cuales pueden estar caracterizadas por la presencia de dolor en el sitio del arco medial, incluso a nivel del seno del tarso, se fatigan con facilidad tanto en caminatas de cierta distancia, como en la práctica de deportes, y la presencia de calambres por las noches. En un buen número de niños nos podemos encontrar con dolores de tipo vespertino o nocturnos, los cuales tienen relación 453 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” al incremento de sus actividades físicas del día, lo cual puede también puede estar acentuado por la presencia de un Genu valgo, o bien de un componente de torsión externa de tibias. (Figura 7) solamente si ocurre en combinación con la contractura del tríceps sural. Ellos describieron arcos mediales bajos, como el contorno normal de un pie fuerte y estable, más que el resultado de una debilidad en las estructuras del pie, o debilidad de los músculos que permiten la movilidad del pie. DIAGNOSTICO En cuanto al diagnóstico del pie plano laxo infantil, lo podemos dividir en; Clínico y radiológico, y hablaremos de la metodología de cada uno de ellos. Figura 7. Esto nos lo confirma Mosca 12, quién refiere, que el dolor de las piernas, o dolores del crecimiento, representan un síndrome por exceso de uso, o fatiga, esto es consistente con los hallazgos de Mann y de Inmann, de que los individuos con pies planos demostraron una gran actividad intrínseca de los músculos, mayor que la de aquellos con arcos elevados. En cambio los síntomas se pueden presentar en la adolescencia, de forma particular en aquellos pacientes que presentan un cierto grado de sobrepeso. Al examinarlos se aprecia una ausencia completa del arco medial, al igual que cierto grado de callosidad en el aspecto plantar del arco Medial del pie. Pfeiffer 13 en su estudio de prevalencia del pie plano, encontró que tres factores inciden en el mismo: edad, sexo y peso, encontrando que de la muestra estudiada, el 13% tenían sobrepeso Harris y Beath 7, en un estudio de sujetos del ejercito Canadiense, concluyeron que el pie plano flexible produce incapacidad, 454 1.- Clínico; Es importante en el diagnóstico clínico, el evaluar el pie no de forma aislada, sino como una sola unidad de todo el miembro inferior, esto es muy importante, ya que en muchas ocasiones a nuestros pacientitos no los evaluamos de forma integral, es decir que: • No evaluamos su patrón de marcha. • Si existe alguna deformidad angular asociada de rodillas. • Si existe alteración del perfil de rotación del miembro inferior. • Si hay claudicación. Lo que significa que al niño lo tenemos que evaluar no de forma superficial, sino que hay que descartar además de lo antes descrito, la presencia o no de compromiso neurológico, muscular, o inflamatorio, lo cual nos llevará a definir el tipo de pie plano ante el cual nos enfrentamos. a.- En supino: podemos evaluar si existe o no dismetría de miembros inferiores, si hay o no acortamiento del tendón de Aquiles, si existe buena movilidad del tobillo, si hay buena movilidad del retropié (talón), buena función de los dorsiflexores del pie, tibial anterior, tibial posterior y peroneos. Igualmente si existe o no dolor a la exploración de la Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT movilidad del pie y si el arco medial es visible. (Figura 8a) De igual forma evaluar la presencia de una deformidad angular de las rodillas, recordemos que el genu valgo acentúa el cuadro del pie plano, con valgo del retropié y caída del arco medial y por supuesto si la movilidad de la rodilla es normal, si existe o no acortamiento de la fascia lata, lo cual acentúa el genu valgo y la rotación externa de la tibia. De igual forma a nivel de cadera si la abducción, aducción y rotaciones de la cadera están dentro de los parámetros normales. b.- En prono: con flexo de rodillas evaluar si existe o no rotación externa o interna acentuadas de la tibia. Lo normal es que tengamos un pie neutro o ligeramente en rotación externa. También nos permite evaluar el grado de anteversión o retroversión femoral. (Figura. 8b) c.- En sedestaciòn: si los pies están en rotación medial o externa, si el arco medial es visible, lo cual es evidente en el pie laxo infantil, si es del tipo rígido no se conforma dicho arco medial (fig9a,b,c) , evaluar tanto de forma pasiva como activa: acortamiento del tendón de Aquiles, de los dorsiflexores del pie, tibial anterior, tibial posterior y Figura 9a. Figura 9b. Figura 8a y 8b. peroneos, al igual que la flexo extensión de rodillas y los reflejos osteotendinosos; rotulianos y Aquileo. Figura 9c. 455 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” d.- A la marcha; si hay o no deformidad angular, recordemos una vez más que el genu valgo acentúa el cuadro del pie plano laxo infantil, si hay rotación externa tibial (las dos anteriores inciden mucho en el pie plano laxo) y medial fig.10. Durante la fase de la marcha, ver si en la del apoyo del pie, el arco se aplana o no y si el talón permanece neutro o en valgo. Usualmente en el pie plano se escucha un golpe al apoyar en el piso (clap, clap, clap). De igual forma en esta fase podemos pedirle que camine de puntillas (test de Fonseca). En el pie plano flexible se conforma el arco y el talón se va en neutro o varo. O si a la marcha con apoyo de los talones se limita por el acortamiento del tendón de Aquiles. Hacerlo caminar con apoyo en borde externo del pie (tibial posterior), lo cual ayuda a la conformación del arco medial en el caso del pie plano laxo. También nos permite evaluar si los peroneos están espásticos, lo cual es otra forma de pie plano no flexible. e.- En el Podoscopio; podemos evaluar la distancia intermaleolar para definir el grado de Genu valgo, o bien la distancia intercondilea en el genu varo. (Figura 11a, b). Si existe o no ausencia del arco medial, recordemos que durante los dos a tres primero años de vida es muy difícil que se aprecie el mismo debido a la presencia del tejido adiposo en el sitio del arco medial. Sin embargo en Figura 11a. 456 Figura 11b. mayores de esa edad, podemos evaluar el grado de pie plano, ya que el arco se delinea hasta la edad de los 6 años. Otro elemento a evaluar es el valgo del talón, o si es neutro o varo, usualmente en el pie plano laxo puede estar en valgo o neutro, de igual forma se puede apreciar una prominencia medial que corresponde a la cabeza del astrágalo que se medializa y se inclina a plantar. (Figura 11c) Pedirle que se ponga de puntillas, lo cual en el pie plano laxo permite la aparición del arco medial (test de Fonseca) fig.11d. También se realiza el test de Jack, el cual consiste en la hiperextensión del hallux, lo cual en el pie plano flexible induce a la aparición del arco medial. f.- La evaluación de la laxitud ligamentosa lo podemos realizar a nivel de la mano, con la hiperextensión del pollicis, y también con el carpo. A nivel del codo podremos apreciar un recurvatum del mismo. En tobillo con incremento de la dorsiflexión del pie. En la rodilla con un recurvatum de la misma, tanto en supino como en la bipedestación. 2.- Radiológico Es evidente de acuerdo a la mayoría de los autores, de que no existe una definición clínica y radiológica del pie plano. Figura 11c. Figura 11d. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT En términos generales podemos decir, que las radiografías no son necesarias para diagnosticar un pie plano laxo o flexible, es evidente que con la clínica es más que suficiente para su diagnóstico y el manejo de estos pacientes, recordando los criterios señalados con anterioridad en lo concerniente a la conformación del arco medial en cuanto a los rangos de edad. suficientes para evaluar el pie plano flexible. Sin carga o con una simulación del apoyo con carga, en la radiografía la relación entre los huesos no representa la verdadera deformidad clínica De igual forma en los niños nos encontramos con los problemas de osificación de los huesos del pie, en los menores de 3 años, lo cual dificulta la evaluación radiológica adecuada en estas edades, lo cual es diferente para un pie equino varo, o para un astrágalo verticalizado. • El ángulo lateral del astrágalo primer metatarsiano, o ángulo de Meary, el cuál normalmente es de 0 grados, en el pie plano flexible puede tener un ángulo de ápex plantar. El rango normal de este ángulo varía con la edad, el cual mejora de forma espontánea hasta la edad de 8 años. La localización del sitio de la ruptura de este ángulo de Meary puede estar localizado a nivel de la articulación astrágalo escafoidea y escafo cuneana y que además un tendón de Aquiles corto puede producir un astrágalo flexionado a plantar y producir una ruptura del ángulo a nivel de la astrágalo escafoidea. Se considera leve con un ángulo de hasta 15º, Moderado de 16 a 30º, y grave mayor de 30º. (Figura 11, ángulo a) Sin embargo es necesaria la evaluación radiológica, cuando nos encontramos con un cuadro de pie plano flexible doloroso o sintomático, cuando existe una disminución de la flexibilidad del pie, o bien cuando estamos tratando de planificar el tratamiento quirúrgico. Mosca 12, recomienda que las radiografías sean tomadas con carga, tanto en la proyección dorso plantar como lateral, son Figura 11. • El ángulo de verticalización del calcáneo; formado por la línea que va de la tuberosidad posterior a la anterior del calcáneo, y la línea horizontal de la región plantar del pie, con un rango de 26 a 31º.( Fig 11 ángulo b) a. Proyección lateral; vamos a medir lo siguiente: Figura 12. • E l ángulo Astrágalo con la horizontal; formado por la línea central al cuerpo del astrágalo y la horizontal de la región plantar del pie, con un rango de 16 a 25º. 457 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” • E l ángulo de Costa Bertani; el cual está formado por la línea que va de la tuberosidad posterior del calcáneo a la parte inferior de la cabeza del astrágalo y desde allí a la región plantar del primer metatarsiano, con un rango de 120 a 130º.( Figura 11 ángulo c) b.- Proyección dorso plantar: se valora el ángulo del calcáneo con el astrágalo, el cual es de 15 a 25º. (Figura 12) De igual forma en el caso de un pie plano doloroso, o bien si queremos descartar la presencia de un pie plano rígido, es necesario evaluarlo mediante las proyecciones oblicuas y axial de Harris. Una coalición calcáneo escafoidea es mejor vista en la proyección oblicua, mientras que en la vista oblicua se aprecia mejor la coalición astrágalo calcánea. Pero una tomografía axial computarizada nos daría una mejor perspectiva para el diagnóstico, TRATAMIENTO DEL PIE PLANO FLEXIBLE Antes de tomar la decisión para iniciar un tratamiento en el pie plano flexible, el Ortopedista debe considerar de forma cuidadosa, si cualquier tipo de tratamiento es aún necesario. Esto es quizás lo más importante de este tema, ya que tenemos que romper mitos y cambiar paradigmas en cuanto al tratamiento del pie plano. Aún existen corrientes que preconizan el tratamiento generalizado con ortesis o calzados ortopédicos, los cuales además de no estar indicados, excepto honrosas excepciones, implica además de un gasto económico, una limitación funcional y psicológica en los niños que utilizan este tipo de tratamiento. Como veremos a continuación a pesar de los estudios realizados por los expertos, aún no se ha llegado a una definición clara y precisa en cuanto al tratamiento conservador y quirúrgico del pie plano, muchas veces influenciados por varios factores externos que inciden en la toma de decisión del Or- 458 topedista en cuanto a ella, a como son; La presión de los Padres y familiares, la industria del calzado o la de los implantes, los cuales en muchos de nuestros países del tercer mundo es algo muy oneroso. Por lo que a continuación veremos cuáles son las indicaciones en el caso del manejo conservador o del quirúrgico en el pie plano flexible sintomático, lo cual es la experiencia compartida con muchos autores de nuestros países Latinoamericanos, y del habla anglo Sajona y Europea. 1. Tratamiento Conservador En el caso típico del pie plano postural o flexible, ningún tratamiento está indicado en un paciente pediátrico asintomático. La educación, y la tranquilidad son los soportes principales (9). Hoy en día el tratamiento del pie plano se apoya en dejar que el pie se desarrolle de manera natural y se usen zapatos «blandos», a edades tardías, para evitar que se acentúe esta anomalía. Se cuestiona el uso de plantillas y zapatos ortopédicos, sin embargo la tendencia al uso de plantillas, la valoración ortopédica temprana y el uso de zapatos ortopédicos sigue siendo la conducta más difundida en México 1. Hay algunos estudios que favorecen el uso de arcos de soporte; Gould y col 5. mencionan una formación más rápida del arco con el uso de éstos, sin embargo todos los niños estudiados por estos autores desarrollaron el arco, independientemente del tipo y del uso o no del soporte. Otros autores mencionan que el uso de plantillas es beneficioso, pero estos estudios no usaron grupos control, por lo que los resultados son cuestionables. Antonio García Rodríguez y col (14)., Refiere de que muchos autores dudan de la efectividad del tratamiento ortopédico del pie plano. Algunos Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT autores como Broks, Fowler, y Volpon, son de la opinión de que el pie plano es normal en la niñez temprana y que esta condición resuelve de forma espontánea sin tratamiento, y estos autores afirman de que el pie en la mayoría de los niños que desarrollan esta condición en la infancia, son estructuralmente normales cuando tienen 12 o 13 años de edad. Y concluye que de acuerdo a su estudio, han notado un excesivo número de tratamiento ortopédico, los cuales han sido prescritos de forma innecesaria. Mosca 12 concluye que en base a los datos publicados, el pie plano flexible tiene un arco medial, el cual no tiene la longitud y la altura, no es razonable tratar lo que es normal. Algunos pies planos flexibles tienen arcos que son clínica y radiológicamente más allá de 2 desviaciones estándares de lo promedio, si bien son técnicamente anormales, pero no hay evidencia que ello causa limitaciones, así que no hay una indicación racional para el tratamiento. Y asienta que de hecho puede haber una ventaja específica en el tener pies planos flexibles. Recordemos que el arco medial también se reconstituye durante la actividad muscular activa de la flexión plantar, tal como cuando le pedimos al paciente que se ponga de puntillas y estimule los inversores del pie, lo cual nos permite el estimular estos componentes musculares. Si bien también el realizar ejercicios tales como el asir con los dedos de los pies pequeñas bolitas, lo cual si bien no está evaluado por estudios científicos que avalen su efectividad o no, ellos pueden sin embargo ser de beneficio para los niños con laxitud ligamentosa 8. Pero también como una forma de “terapia “a los padres preocupados por la presencia de pies planos flexibles en sus hijos. Sin embargo en el caso de niños menores que presentan algún tipo de molestia, tal como dolores en el sitio del arco medial, fatiga al caminar, calambres en las piernas, caídas frecuentes o bien asociaciones de genu valgo o torsión tibial externa, o marcada laxitud ligamentosa, se puede recomendar el uso de plantillas o bien la indicación de ejercicios musculares. Tanto de caminar de puntillas, con apoyo lateral del pie (supinación), con estímulo del tibial anterior y posterior, El estirar el tendón de Aquiles en el caso de que existe contractura del mismo. El uso de plantillas u ortesis es una forma coadyuvante en el caso de pies planos flexibles sintomáticos, lo cual de hecho impacta en el cuadro clínico sintomático, y le permite un desarrollo de las actividades físicas al niño, pero no es la causa de la resolución del pie plano, a como muchos preconizan. En el caso de niños con sobrepeso da buen resultado en cuanto a la disminución de la sintomatología, el uso de ortesis blandas en calzados deportivos, los cuales son blandos y confortables. O bien en el caso de pacientes adolescentes con sintomatología, lo cual es como una preparación para la decisión del abordaje quirúrgico. Podemos concluir que los pacientes con pies planos flexibles asintomáticos, en más del 90 a 95% no ameritan ningún tipo de tratamiento ortopédico. 2. Tratamiento quirúrgico Es importante el recordar de qué solo un porcentaje mínimo de pacientes ameritan el procedimiento quirúrgico, refiriéndonos al pie plano sintomático, y para muchos autores oscila alrededor del 5%. De igual forma dicho procedimiento no se debe realizar por estética, o como medida profiláctica previnien- 459 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” do el cuadro doloroso de futuro. Y un elemento fundamental es la indicación quirúrgica adecuada, ya que existen los riesgos potenciales de daños articulares o más bien el incrementar el cuadro doloroso o incapacitante de este tipo de pacientes. Martínez Lozano 11, recomienda la cirugía en los raros casos con dolor persistente y abatimiento severo del arco longitudinal, generalmente asociados a valgo marcado del retropié. La cirugía más comúnmente recomendada en la literatura consiste en una osteotomía de elongación del cuello del calcáneo, plicatura de las estructuras mediales del pie y elongación del tendón de Aquiles. Otra opción es la osteotomía de deslizamiento medial del calcáneo, descrita por Koutsogiannis. Se han utilizado también Grapas o Espaciadores Subastragalinos de forma temporal para «elevar» el arco longitudinal del pie y aliviar los síntomas. Hefti 8 recomienda que la cirugía está indicada en las formas muy severas y si los síntomas están presentes, y si la cirugía está indicada no se debe realizar antes de los 8 años o preferible a los 10. Y recomienda los siguientes procedimientos; reducción del astrágalo, suspensión del escafoides, artrodesis extra articular según Grice o el implante de acuerdo a Giannini (artrorrisis), osteotomía varizante del calcáneo, osteotomía de alargamiento del calcáneo según Evans y la triple artrodesis. Herring 9; Dice que la cirugía está indicada en aquellos pacientes con callosidades en la región astrágalo escafoidea, con arco medial tensionado y cuyas actividades están limitadas por el dolor. Y si bien la cirugía puede alterar la forma del arco por la reconstrucción del mismo, ya sea por imbricación de tejidos blandos, o fusión ósea, generalmente con buenos 460 resultados a corto plazo, aún hace falta el estudio a largo plazo de dichos procedimientos. Resultados insatisfactorios de la cirugía han sido reportados en el 49% a 77% de los estudios a largo plazo. Y en todos los estudios de seguimiento a largo plazo de la fusión limitada tarsal, han descrito cambios osteoartríticos en las articulaciones adyacentes. Por lo que recomienda que la corrección quirúrgica deba enfatizarse en procedimientos cercanos a la articulación, usualmente combinando osteotomías extraarticulares con imbricación de los tejidos blandos. Recomendando los siguientes procedimientos; artrorrisis, con el riesgo potencial del desarrollo de complicaciones por el material de silastic, sin embargo la utilización de este tipo de material es común en la literatura pediátrica. Alargamiento del tendón del talón. Fusión sub talar, alargamiento de la columna lateral y la imbricación del complejo astrágalo-escafoides-cuña. Mosca 12; refiere que la cirugía en el Pie plano flexible es muy rara, y el objetivo de la misma es el cambio de la forma del pie, la cual necesariamente no debe causar problemas, y que se debe documentar los riesgos y complicaciones de la cirugía, contra la historia natural generalmente benigna de la forma del pie. Sin embargo varios procedimientos quirúrgicos han sido propuestos durante la última centuria. La indicación para esos procedimientos, si son para la corrección de la deformidad, la liberación de los síntomas, o la profilaxis contra el dolor anticipado o la incapacidad, son muy difíciles de asegurar según la revisión de la literatura. A menudo el éxito comparativo de estos procedimientos no es muy claro, debido a que las series reportadas presentan indicaciones qui- Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Alargamiento de la Barra Lateral (calcáneo) Figura 12a. (Triple Arthrodesis) Figura 12b. Figura 13a. Figura 13b. Figura 13c. Figura 13d rúrgicas inconsistentes, incluso de otros pacientes que nos son verdaderos pies planos flexibles, pacientes de diferentes edades, falta de criterios de evaluación estandarizados y frecuentemente seguimiento corto. Los procedimientos se pueden categorizar como: plicaturas de tejidos blandos, alar- gamientos tendinosos y transferencias de los mismos, osteotomías (de Evans, en calcáneo Figura 12 a, b), artrodesis de una o más articulaciones (triple artrodesis; (Figura 13 a, b) y la interposición de implantes sintéticos en el seno del tarso. También se han reportado combinaciones de esos procedimientos. 461 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Una revisión Cochrane de la evidencia para la intervención no quirúrgica del pie plano flexible pediátrico, por Evans y Rome 2. Concluye que el manejo quirúrgico del pie plano tiene limitadas y especificas indicaciones. No hay evidencia que soporte el uso de la corrección quirúrgica del típico y flexible pie plano asintomático. Hay limitada evidencia de los médicos tratantes para la eficacia de la intervención no quirúrgica del pie plano flexible. Los clínicos necesitan considerar la falta de una buena calidad de evidencia en su decisión, para el manejo del pie plano flexible pediátrico. Aunque no hay una evidencia sustancial, muchos estudios sugieren que la intervención puede tener un efecto beneficioso en el pie plano pediátrico, indicando que toda nueva investigación necesita ser bien conducida. Futuras recomendaciones para la investigación, incluyen el uso de métodos de clasificación del pie plano válidos y confiables, cuyos resultados deben ser medibles y que sirvan para evaluar el beneficio de la intervención. METODO PREFERIDO POR EL AUTOR En la actualidad es muy difícil hacer una propuesta de la metodología actual empleada para el tratamiento del pie plano flexible, ya que aún no existe una uniformidad para el mismo. La experiencia que tenemos no es la misma que la de otros autores en cuanto a la casuística y a la limitante de nuestros centros hospitalarios, ya que al trabajar en un centro hospitalario estatal, existe un equipo médico el cual actúa de forma colegiada. Nos orientamos a lo que en la actualidad se rige en cuanto al manejo del pie plano flexible en la literatura consultada. En cuanto al tratamiento conservador; no aplicamos ningún tipo de tratamiento ortésico o de calzado ortopédico de forma general, excepto en los casos que presentan algún 462 tipo de molestia, como caídas frecuentes, dolores en rodillas, piernas y pies, de forma paliativa mientras se resuelve de forma espontánea dicho pie plano, y de igual forma recomendamos la fisioterapia de estiramiento y de estímulo muscular. Desde el punto de vista quirúrgico; utilizamos el procedimiento del alargamiento del calcáneo (técnica de Evans), con o sin alargamiento del tendón de Aquiles, La osteotomía varizante del calcáneo y excepcionalmente en los casos muy severos la triple artrodesis. No tenemos experiencia en cuanto a la aplicación de encortéis con material de silastic, y consideramos que es de muy poco uso en nuestro país. IV CONCLUSIONES El manejo del pie plano flexible aún sigue siendo muy controversial, y en el inciden a como señalábamos al inicio, a una serie de factores como son; la resistencia al cambio de muchos colegas, que se aferran a conceptos antiguos, lo cual afecta tanto emocional como económicamente a los familiares, incluso estos últimos son los que a menudo insisten en la indicación para sus hijos del calzado ortopédico, ya que ellos en su niñez lo utilizaron. Sin embargo considero que se ha avanzado mucho en cuanto a la búsqueda de unificar criterios en cuanto al manejo del pie plano, hoy una gran mayoría de los ortopedistas, especialmente los pediátricos, estamos insistiendo en el manejo conservador y relegando a un segundo plano la utilización de ortesis, en aquellos caso excepcionales que lo ameritan, o en los adolescentes previos a un procedimiento quirúrgico. Es necesario tener muy en cuenta el desarrollo evolutivo a la resolución del pie plano flexible infantil, lo cual nos marca la pauta para su seguimiento, y de igual forma el tratar de educar a los padres y familiares Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT de nuestros pacientes, para que ellos colaboren de forma activa en el acompañamiento de la evolución de sus hijos. De igual forma podemos concluir que si bien está clara la indicación quirúrgica para el pie plano sintomático en el adolescente, no hay una coincidencia con el resultado a largo plazo de dichas intervenciones quirúrgicas. Hay estudios a corto plazo pero no son concluyentes, existen complicaciones cuando generalmente se realizan artrodesis. Que es necesario unificar criterios y establecer estudios a largo plazo para definir el manejo del pie plano flexible sintomático en pediatría. Que existen muchos métodos de abordaje quirúrgico, y los que ganan más adeptos son los de; alargamiento del calcáneo lateral, con asociación de alargamientos y transferencias tendinosas, la osteotomía posterior del calcáneo, la artrorrisis con implante de silastic 4,15 en el seno del tarso, la cual ha ganado muchos adeptos y la triple artrodesis. Y finalmente que el abordaje en cuanto al procedimiento quirúrgico del pie debe ser individualizado, para cada paciente. BIBLIOGRAFIA 1- Aboltiz Carlos M: Conceptos actuales acerca del pie plano en niños. Revista Mexicana de Pediatría 1999. Vol. 66 Número 6 ; 257-259. (en uso de plantillas y cirugias) 2- Evans M., Rome K. : A Cochrane review of the evidence for non-surgical intervention for flexible Pediatric flat feet. European Journal of Physical and Rehabilitation Medicine 2011. Vol.47:69-89 3- Evans A: The Paeditatric flat foot and general anthropometry in 140 Australian scholl children aged 7-10 years. Journal of Foot and Ankle Research 2011. 4;12. 4- Gianni S, Ceccarelli F, Benedetti Ma., Cattani F, Faldini C : Surgical treatment of Flexible Flat foot in Children. Journao of Bone and Joint Surgery 2001; 73-79 5- Gould N, Moreland M, Alvarez R, Trevino S, Fenwick J. Development of the child’s arch. Foot Ankle 1989; 9: 241-5.) 6- Guzmán O., Pélaez S: Tratamiento del pie plano flexible en niños con endortesis de expansión. Acta Ortopédica Mexicana 2002. Vol 16 Núm 4; 207-210. 7- Harris, R. I., and Beath, Thomas: Hypermobile Flat-Foot with Short Tendo Achillis. J. Bone and Joint Surg 1948; 30-A: I 16-140. 8- Hefti Fritz: Flexible flatfoot, Pediatric Orthopedics in Practice, Berlin: Springer-Verlag; 2007:410-418. 9- Herring J , MD: Flexible flatfoot, Tachdjian’s Pediatric Orthopaedisc, 4th edition, Philadelphia: Saunders Elsevier; 2008. Vol 2, Chapter 23. 10- Lira A., Pastrana H., Rodriguez B: Prevalencia del pie plano en Morelia. Revista Mexicana de Pediatría 2004 Vol. 71 Numero 2 ; 66-69. 11- Martínez Aurelio G.: Pie plano en la infancia y adolescencia. Revista Mexicana de Ortopedia Pediátrica 2009. Vol. 11 Número1; 5-13. 463 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 12- Mosca V.: Flexible flatfoot in children and adolescent. J. child Orthop 2010; 4:107-121 13- Pfeiffer M., Ledl T., Hauser G,. Sluga Ma.: Prevalence of Flat Foot in Prescholl- aged Children. Pediatrics 2006; 634-639 14- Rodriguez A., Jimenez F., Carnero-Varo M., Gómez E., Gómez F., Fernandez J : Flexible flatfeet in children: A real problem?. Pediatrics 1999 103; E84, 15- Robles G, Pelaez S: Tratamiento del Pie Plano Flexible en Niños con endortesis de expansión. Acta Ortopédica Mexicana 2002; 16(4) 207-210 16- Chang JH, Wang SH, Kuo CL, Shen HC, Hong YW, Lin LC: Prevalence of flexible flatfoot in Taiwanese school-aged children in relation to obesity, gender, and age. Eur J Pediatr 2010, 169:447452. 17- Valente V. Ortesis del pie. Madrid: Medicina Panamericana; 1979; El pie plano 82-93 464 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Deformidades de Artejos Menores Santiago Guerrero M.D. * Cirugía reconstructiva y Trauma de pie y tobillo, Fundación Cardio Infantil Bogotá, Colombia Las deformidades de los artejos menores corres- ponden a las alteraciones anatómicas que se presentan en los dígitos segundo, tercero, cuarto y quinto. Estas pueden presentarse de manera aislada o estar asociadas a patología del hallux (artejo mayor o grueso artejo) (1, 2) (Figura 1). respecto al problema que enfrenta, contribuyen a definir el tipo de tratamiento que solucionará la alteración (1, 2). CONSIDERACIONES ANATÓMICAS Los artejos menores se articulan proximalmente con la cabeza de los metatarsianos (articulación metatarsofalángica). En su estructura ósea poseen una falange proximal, una falange media y una distal. La articulación formada por la relación entre la falange proximal y la falange media se denomina articulación interfalángica proximal y la formada por la relación entre la falange media y la falange distal se denomina articulación interfalángica distal (2, 3). Figura 1. Si la deformidad puede reducirse pasivamen- te, se considera una alteración dinámica, por el contrario, si no es reducible, se considera estática. Estas características, además de orientar al examinador La movilidad de cada una de estas articulaciones depende de las inserciones tendinosas de la musculatura intrínseca (aquella que tiene origen e inserción en el pie) y extrínseca (aquella que tiene origen fuera del pie, pero que su inserción, y por tanto su función, se encuentran dentro de este) (2). 465 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Musculatura extrínseca: Extensor digitorum longus: se origina proximalmente en el tercio proximal de la tibia y la fíbula en su aspecto anterior, y se inserta distalmente dividiéndose en tres haces: uno medial y uno lateral que se insertan en el dorso de la falange distal, y uno central que se inserta en el dorso de la falan- ge media. Acción principal: extensión de la articu- lación metatarsofalángica (extensión de la falange proximal) (1, 2). Flexor digitorum longus: se origina proximalmen- te en el tercio medio e interno de la tibia en su aspecto posterior y se inserta distalmente en la base de la falange distal. Acción principal: flexión de la articulación interfalángica distal (2). Las más frecuentes: Congénitas (pie cavo), neuromusculares (poliomielitis, Charcot-Marie-Tooth, diabetes mellitus, mielodisplasia, esclerosis múltiple, parálisis cerebral, evento cerebro vascular), artritis (psoriasis, artritis reumatoidea) y traumáticas (calzado, sín- drome compartimental) (4). CLASIFICACIÓN (1, 4) • Artejo en mazo: clínicamente se presenta como una hiperflexión de la articulación interfalángica distal y es secundaria a una contractura del flexor digitorum longus (figura 2). Musculatura intrínseca Extensor digitorum brevis: se origina en el as- pecto dorsal y lateral del calcáneo y se inserta en el dorso de la falange media. Acción principal: extensión de la interfalángica proximal (2). Flexor digitorum brevis: origen en el aspecto plantar del calcáneo, se inserta distalmente en la falange media. Acción principal: flexión de la articulación interfalángica proximal (2, 3). Los tendones de los músculos lumbricales e in- teróseos cursan plantares al eje de la rotación de la articulación metatarsofalángica y se insertan en el capuchón de los extensores. Esta disposición anatómica les confiere el poder de flejar la articu- lación metatarsofalángica y extender las articulaciones interfalángicas (2). CAUSAS DE LAS DEFORMIDADES DE LOS ARTEJOS MENORES Existe un denominador común en todas las causas de la patología: imbalance muscular entre los extrínsecos y los intrínsecos. 466 Figura 2. • Artejo en martillo: clínicamente se presenta como una hiperflexión de la articulación interfalángica proximal y es secundaria a una contractura del flexor digitorum longus de larga evolución (figura 3). Figura 3. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT • Artejo en garra: clínicamente se presenta con hiperextensión de la articulación metatarsofalángica y la flexión de la interfalángica proximal. En oca- siones también se asocia con flexión de la intefalángica distal. Esta deformidad es secundaria a la contractura simultánea del flexor digitorum longus y el extensor digitorum longus. A medida que la deformidad progresa, los músculos interóseos y lumbricales pierden su poder para flejar la articula- Figura 4. EXAMEN FÍSICO Debe examinarse siempre al paciente de pie y sentado. Es muy importante evaluar la marcha, la integridad vascular y sensitiva, Figura 6. ción metatarsofalángica y extender las interfalángicas, y adoptan una posición más dorsal al eje de rotación de la articulación metatarsofalángica, lo que al final los convierte en un factor más para aumentar y mantener la deformidad (Figuras 4 y 5). Una vez se tiene claro el tipo de deformidad, se debe establecer si esta corresponde a la modalidad estética (rígida) o dinámica (flexible) (1, 2). Figura 5. y la actividad motora de los artejos, el compromiso de otras articulaciones y signos de disrafismo (1, 2) (Figuras 6, 7, 8 y 9). Figura 7. 467 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” la deformidad, se considera que esta es estática o rígida (1, 2) (figura 10). IMAGENOLOGÍA El estudio de las deformidades de los artejos menores debe incluir siempre radiografías simples en proyecciones anteroposterior y lateral con apoyo y proyecciones oblicuas (4). Figura 8. La proyección anteroposterior muestra las articulaciones metatarsofalángicas e interfalángicas. Según la severidad de la deformidad puede verse el denominado signo de tambor de revolver que corresponde a la imagen que proyecta el canal medu- lar de la falange cuando la flexión de la articulación alcanza los noventa grados (4) (Figura 11). La proyección lateral muestra la relación entre el eje del metatarsiano y la falange proximal y la relación de los ejes de las interfalángicas (4, 5, 6) (figuras 12 y 13). Figura 9. Figura 10. Existen diferentes maniobras para determinar si la deformidad es flexible o no, como la manipulación pasiva del artejo o ejercer presión desde el aspecto plantar del antepié, bajo las cabezas de los metatarsianos, hacia dorsal, con el paciente sentado. Esta maniobra busca alienar la articulación metatarsofa- lángica y, secundariamente, las interfalángicas. De persistir 468 Figura 11. Figura 12. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT El objetivo del tratamiento quirúrgico es alinear el artejo corrigendo la deformidad y, por tanto, mejorar los síntomas. El concepto de descomprimir un artejo significa recurrir a la conducta quirúrgica que sea necesaria en cada caso en particular, para liberar la contractura que mantiene una articulación en flexión o en extensión (2, 4, 5, 7). Manejo quirúrgico para el artejo en mazo Figura 13. En las proyecciones oblicuas es posible detallar la presencia de osteofitos o quistes subcondrales (1, 4, 6). En todas las proyecciones debe buscarse la presencia de cambios artrósicos degenerativos (Figura 14). - Flexible o dinámico: tenotomía del flexor digi- torum longus. - Estático o rígido: artroplastia de resección de la articulación interfalángica distal, que consiste en practicar una condilectomía de la falange media del artejo (8). Manejo quirúrgico para el artejo en martillo - Flexible o dinámica: transferencia tendinosa del flexor digitorum longus al dorso del artejo a la altura de la falange proximal sobre el capuchón extensor. Con esto se libera la contractura del flexor digitorum longus y que este, al ser transferido, supla la función de los interóseos y lumbricales manteniendo activa la flexión de la metatarsofalángica y la extensión de las interfalángicas. Esta transferencia se conoce como la técnica de Girdlestone- Taylor (1, 2, 8) (Figura 15). Figura 14. TRATAMIENTO Este puede ser conservador (ortopédico) o quirúrgico. El objetivo del tratamiento conservador es disminuir los síntomas que produce la deformidad y que son básicamente el dolor en el antepié y la limitación para el uso del calzado. Para esto deben protegerse las áreas de los artejos y la planta del antepié expuestas al roce y la presión. Esto se consigue almohadillando los artejos y la planta del pie con órtesis o plantillas en materiales blandos como la silicona (1, 2). Figura 15. 469 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” - Estático o rígido: artroplastia de resección de la articulación interfalángica proximal que corresponde a la condilectomía de la falange proximal. En algunos casos es necesario descomprimir además el artejo, involucrando la articulación metatarsofalángica con procedimientos óseos (2). Este procedimiento produce una unión fibrosa que permite conservar el 15% aproximadamente de la movilidad de la articulación. En algunos casos, especialmente en pacientes neuropáticos, puede optarse por corregir la deformidad mediante la artrodesis (fusión quirúrgica) de la articulación inter- falángica proximal (1, 6, 8). Si la articulación se encuentra artrósica con compromiso severo del cartílago articular, se recomienda practicar una artroplastia de resección de la cabeza del metatarsiano, pero si el cartílago se encuentra sano, puede optarse por una osteotomía de desplazamiento proximal de la cabeza del metatarsiano tipo Weil (7, 8) (Figuras 16, 17, 18 y 19). Manejo quirúrgico para el artejo en garra • Flexible o dinámico: transferencia tendinosa de flexor a extensor tipo Girdlestone-Taylor (1, 2). • 470 Estático o rígido: artroplastia de resección de la articulación interfalángica proximal, relajación de la articulación metatarsofalángica (capsulotomía, alargamiento del extensor) (2). Debe individualizarse cada caso en particular y tener en cuenta que muchas de las técnicas que se mencionan pueden combinarse para lograr la alineación del artejo. Día a día aparecen nuevas propuestas para el manejo de esta patología, pero el objetivo fundamental es el mismo. Figura 16. Figura 17. Figura 18. Figura 19. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT DEFORMIDADES DEL V ARTEJO Estas merecen una aproximación especial, pues del V artejo, además de ser susceptible de presentar cualquiera de la deformidades ya descritas, puede desviarse medialmente y traslaparse, inferior o superior, al IV artejo. Las deformidades pueden ser congénitas o adquiridas, y aunque en términos generales pueden ser tratadas de forma similar a las de los demás artejos menores, debe darse especial cuidado al manejo de la piel. Esta generalmente se encuentra retraída y se debe op- tar por un diseño de colgajo que permita su cierre sin tensión para reducir el riesgo de recidiva (2, 3). En épocas pasadas se popularizó la técnica de Ruiz-Mora, que consiste en practicar una falangectomía proximal, pero actualmente se prefieren técnicas menos agresivas y más funcionales. Dentro de las más usadas y que pueden combinarse de acuerdo con la severidad encontramos: relajación capsular dorsal y medial, tenotomía y alargamiento del extensor, transferencia del extensor digitorum longus al abductor digiti quinti, artroplastia interfalángica proximal, entre otros (3). BIBLIOGRAFÍA 1. Cooper PS. Disorders and Deformities of the lesser toes. In: Myerson MS(ed). Foot and Ankle Disorders. 1 ed. WB Saunders; 2000. p. 308-358. 2. Dockery GL. Evaluation and Treatment of Metatarsalgia an keratotic Disorders. In: Myerson MS(ed). Foot and Ankle Disorders, 1 ed. WB Saunders; 2000. p. 359-378. 3. Weinfeld SB. Evaluation and management of crossover second toe deformity. In: Richardson EG. Lesser toe deformities. WB Saunders, Foot and Ankle Clinics 1998; 3; 2: 215-228. 4. Smith BW, Coughlin MJ. Disorders of the lesser toes. Sports Med Arthrosc 2009; 17 (3): 167-74. Santiago Guerrero M. D. 5. Molloy AP, Myerson MS. Surgery of the lesser toes in rheumatoid arthritis: metatarsal head resection. Foot Ankle Clin 2007;12 (3): 417-33, vi. 6. Lesser toe abnormalities. Coughlin MJ. Instr Course Lect. 2003; 52: 421-44. 7. Edwards WH. Interphalangeal joint arthrodesis of the lesser toes. Beischer AD. Foot Ankle Clin 2002; 7 (1): 43-8. 8. Oliver TP, Armstrong DG, Harkless LB, Krych SM. The combined hammer toe-mallet toe deformity with associated double corns: a retrospective review. Clin Podiatr Med Surg 1996; 13 (2): 263-8. 471 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 472 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Fracturas De Calcaneo. Sergio Rodríguez Rodríguez M.D. Médico especialista en Ortopedia y Traumatología. Cirujano de pie y tobillo. Fundador y expresidente de la Sociedad Mexicana de Medicina y Cirugía de Pie AC. FRACTURAS DE CALCÁNEO. La vida contemporánea, se lleva cada vez con más velocidad, esta aceleración se debe a los vehículos automotores son cada vez más veloces hasta las maquinarias que tienen maquinaria más eficiente y con mayor potencia para su funcionamiento. Esto trae como consecuencia un aumento de las lesiones del pie, producidas por liberación alta de energía, que antes no eran tan frecuentes, las fracturas de calcáneo se han incrementado en número y complejidad por esta razón. Es el hueso más grande del pie, que con más frecuencia, que más fracturas sufre de todo el tarso, su composición de gran cantidad de hueso esponjoso casi en su totalidad hace que los traumatismos produzcan fracturas multifragmentadas de pronóstico muy reservado. HISTORIA. Las fracturas del calcáneo son conocidas desde Hipócrates, el cual las menciona en su obra “De fracturas XII”, atribuyéndolas a una exagerada contracción del tríceps sural y considerándolas de pronostico desfavorable; también Avicena y otros médicos árabes que las tenían por difícilmente curables. (1) En 1720 aparecieron las primeras descripciones precisas el tratamiento de GarenGeot, J. L. Petit, Bilger, etc., constituyendo lo que podríamos considerar como el primer jalón en el conocimiento de estas fracturas. En 1843 hace su aparición la teoría compresiva de Malgaigne, lo que da motivo a una tenaz controversia entre los defensores de este mecanismo y los que defendían el arrancamiento como causa exclusiva de las fracturas del calcáneo. 473 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” En 1902 Morestin defiende la reducción abierta, en 1908 la técnica de reducción cerrada de Cotton y Wilson , 1913 Böhler (2) intentó restaurar el ángulos tuberositarios, Conn en 1926 mostró que las fracturas de calcáneo son lesiones muy graves e incapacitantes con un resultado final malo, Mercer, Cotton y Menderson apoyaron esta aseveración . 1943 Galie propone por primera vez la artrodesis subastragalina primaria. 1948 Palmer popularizo el abordaje lateral con injerto óseo. Leriche (1929) y Judet (1954) (3), preconizaron la reducción abierta y fijación con placas y tornillos. Consideraciones Generales. Las fracturas de calcáneo, son lesiones muy severas, producto de accidentes de alta energía, por ende su complejidad en canto a su tratamiento y evolución son difíciles de determinar, por lo deben ser muy bien analizadas, pues de ello dependo las complicaciones que son muy severas y altamente incapacitantes. La literatura nos dice que el 2% de las fracturas totales del cuerpo, se refieren al calcáneo. Este es el hueso del tarso que con mayor frecuencia se lesiona en el pie hasta un 60%, de estas el Setenta por ciento de las fracturas son intraarticulares. Del total de pacientes con fractura de calcáneo, 10% presenta fracturas asociadas de la columna vertebral lumbar y 26% otras lesiones asociadas en la misma extremidad. Siete por ciento de estas fracturas son bilaterales y menos de 2% son expuestas. En nuestro medio (Hospital de Traumatología Y ortopedia “Lomas Verdes” del Instituto Mexicano del Seguro Social), la importancia económica de estas fracturas es evidente, si bien representan en nuestro medio 3% del total de las fracturas, 90% ocurre entre hombres de edad productiva (promedio 38 años). Se producen comúnmente en obreros de la construcción. El aspecto económico se ve más evidente cuando se encuentra que el 20% de los pacientes pueden quedar incapacitados durante un periodo de hasta 474 tres años después del accidente y muchos permanecen parcialmente incapacitados hasta 5 años después de la lesión. El mecanismo e lesión es por la aplicación de una fuerza axial sobre el calcáneo, este mecanismo es más claro en la caída de altura y cayendo en posición de pie, pero ahora se presenta con mayor frecuencia en los accidentes automovilísticos dada las velocidades que los vehículos modernos alcanzan. La combinación de fuerzas de compresión y cizallamiento, producen dos líneas primarias de fractura características (4). Las fuerzas de compresión dividen al calcáneo en anterior y posterior, dependiendo de la fuerza que domine se presentara el patrón de fractura. Evaluación. Clínica: El antecedente del mecanismo de lesión, siendo que en la exploración física se encuentra con dolor intenso en el talón, edema peri maleolar del tobillo, equimosis plantar (que se produce en las primeras 48 horas después del traumatismo), incapacidad para soportar la bipedestación y la marcha. Radiográfica: los estudios radiográficos simples, son de mucha utilidad, las siguientes proyecciones son las más representativas: 1) Dorso plantar mostrara lesiones a nivel de la calcáneo cuboidea. (Figura 1) Figura 1. Muestra la existencia de una fractura en la apófisis menos y anterior del calcáneo, comprometiendo, la articulación calcáneo cuboidea. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT 2) Lateral de pie. Donde se tomaran las mediciones de ángulo de Bhöler (normal de 20 a 40º) y ángulo crítico de Gissane (normal de 120 +- 10º), ubicando fragmentos, sitios de fractura, grado de hundimiento y afectación de las articulaciones astrágalo calcánea y calcáneo cuboidea. (Figura 2a) 3) Axial de calcáneo. En esta proyección tendremos como principales datos a recolectar, el acortamiento del hueso, la integridad o no de las corticales medial y lateral, la articulación subastragalina posterior, las desviaciones varas y valgas y el ensanchamiento de el mismo. 4) Oblicua de pie. Esta nos mostrara la articulación calcáneo cuboidea y parte de la articulación astrágalo – calcánea anterior. 5) Proyección de Broden, muestra la articulación subtalar de forma muy completa, de posterior a anterior. (5), son de mucha utilidad sobre todo en los lugares que carecen de tomografía axial. 6) la tomografía axial computada, la cual es complementada con la reconstrucción tridimensional, son de gran valor para la planificación preoperatoria. (Figura 2a ) Se observa, en primer lugar, en el corte lateral la fragmentación de la superficie subtalar de calcáneo próxima al peroné, en el corte postero anterior el hundimiento y por último la reconstrucción de la tomografía muestra con gran exactitud, las dimensionesy relaciones de los fragmentos del calcáneo. Figura 2a. Izquierda: Muestra el ángulos critico de Gissane. Derecha: Muestra el ángulos de Bhöler. Figura 2b. Se observa, en primer lugar, en el corte lateral la fragmentación de la superficie subtalar de calcáneo próxima al peroné, en el corte postero anterior el hundimiento y por último la reconstrucción de la tomografía muestra con gran exactitud, las dimensiones y relaciones de los fragmentos del calcáneo. 475 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Debemos recordar que como toda lesión producida por alta energía, los tejidos blandos tiene sufrimiento vascular importante y que muchas veces deben ser tratados como si fueran fracturas expuestas desde el punto de vista de los accesos quirúrgicos y la vigilancia de la eventual presentación de un síndrome de compartimental. CLASIFICACIÓN. Las clasificación que se ha usado, por muchos años hasta el momento es la de Essex Lopresti, otras más novedosas como la clasificación de AO, son muy descriptivas pero su complejidad la hace poco practica en el momento de la evaluación, otra clasificación que es de mucha utilidad y se puede asociar con el diagnostico-tratamiento-pronostico, ya que se puede observar el grado de lesión y la complejidad del mecanismo, es la de Roy Sanders (5). A.Sin desplazamiento B.Con desplazamiento: 1. Desplazamiento tipo lengüeta. 2. Depresión latero central de la articulación. 3. Fractura de la apófisis menor. 4. Conminución desde abajo. (Incluye grados severos de 1 y 2). 5. Desde atrás y hacia delante con luxación de la articulación subastragalina. CLASIFICACION DE ESSEX LOPRESTI I. FRACTURAS QUE NO COMPROMETEN LA ARTICULACIÓN SUBASTRAGALINA. (Extraarticulares). A.FRACTURAS DE LA TUBEROSIDAD: 1. En pico 2. Por avulsión del borde interno. 3. Vertical. 4. Horizontal. Figura 3. Se muestra en la imagen los mecanismos de lesión y las diferentes presentaciones de los trazos de fractura y desplazamientos de los fragmentos. Sanders (1993): Se basa en dividir axialmente al calcáneo en 3 segmentos iguales que dividen a la carilla posterior en respectivos fragmentos lateral, central y medial, a los que se agrega el sustentáculo para constituir 4 potenciales piezas articulares. De este modo, se distinguen en cuatro tipos: B. FRACTURAS QUE AFECTAN SOLAMENTE LA ARTICULACION CALCANEOCUBOIDEA: 1.- Tipo pico de loro. 2.- Tipos diversos. II. FRACTURAS CON COMPROMISO DE LA ARTICULACIÓN SUBASTRAGALINA. 476 Figura 4. La clasificación tomográfica de Roy Sanders, pues nos da diagnósticos, tratamiento y pronóstico más exacto que las otras. A mayor número de líneas de fractura más severo y peor pronóstico tiene la lesión. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT a) Fracturas Tipo I: no desplazadas (sin considerar el número de trazos). b) Fracturas Tipo II: fracturas de dos fragmentos; con tres subtipos, según la ubicación del trazo primario: IIA: lateral, IIB: central, IIC: medial. c) Fracturas Tipo III: de tres fragmentos, con depresión del central. También se dividen en tres subtipos: IIIAB, IIIAC y IIIBC. d) Fracturas Tipo IV: de cuatro fragmentos, altamente conminutas y con frecuencia con más de cuatro fragmentos articulares. La clasificación que el autor prefiere es la de Roy Sanders, que tiene las ventajas antes señaladas. Tratamiento. En las fracturas de calcáneo, los objetivos del tratamiento son: 1.- Restauración de altura, longitud, amplitud y rotación del calcáneo. 2.- reducción anatómica de las superficies articulares. 3.- restitución de la función tempranamente por una osteosíntesis estable. Estos objetivos se llevan a cabo en forma completa o parcial de acuerdo al tipo de fractura que se esté tratando, está claro que en la fracturas extraarticulares simples, tienen mejor pronóstico que las intraarticulares o conminutas (6). Fracturas extraarticulares: En general si no hay desplazamiento evidente y no interfiere con el apoyo, el tratamiento puede ser conservador con un aparato de yeso de 4 a 6 semanas. En nuestra experiencia el tratamiento funcional, no ha tenido los resultados que reportan algunos autores (7), por lo que no hablaremos del él. Si existe, un fragmento con inserción tendinosa o ligamentaria que esté sujeta tracción, se desplazara este es el caso de las fracturas en lengüeta. En estos casos se puede efectuar una reducción ya sea abierta o por métodos externos, fijación abierta o por mínima invasión. En los casos con mala evolución Degan (8), recomienda la escisión del fragmento no unido. Fracturas calcáneo: del proceso anterior del Está clasificada como una fractura avulsión del proceso anterior, su frecuencia es difícil de determinar pues con frecuencia pasa desapercibida, (9). De acuerdo al tamaño del fragmento, involucra a las articulaciones subtalar anterior y el calcáneo cuboidea siendo necesaria la fijación o escisión de acuerdo a este, a menos que sea mínimo el tratamiento será conservador (10). Fracturas posterior: de la tuberosidad supero En el caso de la fractura por avulsión, puede ser tratada con una bota corta de yeso, en posición equina, por espacio de 6 semanas sin apoyo y dos más de rehabilitación. Figura 5. Muestra una fractura transtalámica, No desplazada con aparato de yeso. 477 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” En nuestra experiencia la fijación percutánea da buenos resultados y puede ser movilizado en forma más rápida, lo que disminuye los tiempos de recuperación. Hay que recordar que algunas de estas fracturas el fragmento hace una presión sobre las piel dorsal y como se sabe la circulación de esta región fácilmente puede necrosarse por la presión de este. Estas fracturas se encuentran con las denominadas en pico y por avulsión, se reconocen fácilmente, en la proyección lateral del calcáneo, estas facturas no involucran la articulación subtalar y el fragmento es inusualmente grande (11). Figura 6. La imagen muestra fractura en lengüeta que no interesa. La articulación subtalar y que aparentemente no tiene Inserción de tendón de Aquiles. En las fracturas en pico, se deberá descartar que se encuentre con la inserción del tendón de Aquiles pues este cambia su pronóstico, pues este potente músculo traccionará el fragmento teniendo un desplazamiento importante así como una presión excesiva en la piel como ya se mencionó. abducción o aducción. El tratamiento si no hay desplazamiento mayor de 3 mm, se recomienda la aplicación de una bota de yeso corta por espacio de 4 a 6 semanas, con apoyo inmediato (14). Cuando hay desplazamiento García y Parkes (15), recomiendan la reducción con un aparato de yeso muy bien moldeado y justo, después de 7 a 10 días, se cambia el aparato de yeso y se mantiene por 4 semanas más, retirándolo e iniciando ejercicios pero no apoyo hasta dos semanas más, hay que recordar que las fracturas con desplazamiento o que a pesar de la reducción se desplazan nuevamente producen ensanchamiento del talón. Para esto Kalish (16) recomienda la reducción con un tiempo de 6 semanas de inmovilización, haciendo la reducción por presión manual o con el uso de un clamp. La preferencia del autor, el tratamiento conservador con las fracturas no desplazadas más de 3 mm, como se describió por García y Parkes (15) y en desplazamientos mayores efectuar reducción cerrada o abierta y fijación con tornillos de compresión, esto es por el riesgo de desplazamiento en las previamente desplazadas pues tiene esa tendencia y por otro lado la rehabilitación es más rápida en cuanto movilización y apoyo. Un paciente tratado con aplicación de tornillos no requiere de inmovilización, pudiendo efectuar ejercicios de movimiento y el apoyo podrá realizarlo a las 4 a 6 semanas. Fracturas del proceso medial y lateral del calcáneo: En el proceso medial se origina el hallucis abductor así como el flexor hallucis brevis y la fascia plantar. El proceso lateral sirve como inserción del abductor digiti minimi. Este tipo de lesiones son poco frecuentes (12,13). Esas fracturas se producen cuando existe una fuerza que se aplica en 478 Figura 7. Muestra, una fractura de la tuberosidad medial que ha sido fijada con dos tornillos por medio de una reducciónabierta. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Fracturas del cuerpo del calcáneo que no involucran la articulación subtalar: El único criterio para incluir a las fracturas del cuerpo es que no tengan trazo en las articulaciones calcáneo cuboidea y subtalar (17). La línea de fractura habitualmente es por detrás de la articulación subtalar y desplazamiento medial o lateral, lo que conduce al ensanchamiento del talón. Existen controversias en tratamiento del esta fractura como en todos los casos, se defiende el tratamiento conservador (15), otros recomiendan la reducción con tracción y aplicación de fuerza para disminuir el ensanchamiento del talón (11). En estas fracturas los mismos autores que recomiendan el tratamiento conservador en desplazamiento del fragmento (15) recomiendan la reducción cerrada y fijación con clavillos. Dodson (12), recomienda es misma aplicación de los clavillos Steinmann incluidos en yeso, si apoyo por 8 semanas. La preferencia del autor: en fracturas no desplazadas, el tratamiento conservador es viable con una inmovilización por espacio de 6 a 8 semanas, e iniciar la rehabilitación y apoyo progresivo. La fijación percutánea se recomienda en las fracturas desplazadas, ya sea con clavillos Steinmann o con tornillos canulados. La técnica que usamos es la aplicación de un tornillo posterior, tomando el fragmento posterior y llevándolo en posición equina, condicionando la disminución de ensanchamiento, recuperando longitud, se aplican tornillos transversales manteniendo la tracción con el calvo posterior y después la aplicación de tornillos en plano axial, La inmovilización con aparato de yeso depende de la estabilidad lograda con la osteosíntesis aplicada. Fracturas intraarticulares del calcáneo: a) Fractura del sustentáculo tali: son fracturas extremadamente raras solo tiene el 1% de todas las fracturas del calcáneo (18). Esta fractura con gran frecuencia se incluye en las extraarticulares, pero no se toma en cuenta, que forma parte de la articulación subtalar anterior, por esta razón se incluye en este apartado. El sustentáculo tali apara te de ser soporte de la cabeza del talus, forma un falsa corredera para el músculo flexor hallucis longus. Adicionalmente se mantiene alineado por los elementos del ligamento deltoideo, tibiocalcaneos, que mantiene en su sitio al fragmento. Hay que recordar que el paciente tiene una historia de inversión de pie, presenta dolor localizado en el punto del sitio donde está el sustentáculo, equimosis y edema en ese sitio. Otro dato es que al movilizar el flexor hallucis longus, presenta dolor. Brindley (18), recomienda el tratamiento de las fracturas con bota e yeso cortador 6 semanas y reporta que los pacientes regresan a su trabajo al cabo de 8 semanas. Por otro lado cuando los fragmentos desplazados o múltiples, deben ser fijados, Benirschke (1993), recomienda al abordaje lateral extendido, efectuando maniobras de reducción y fijando desde el aspecto lateral del calcáneo. En los casos donde los tendones no permiten la reducción o en fracturas multifragmentadas se requiere de reducción directa Zwipp en 2004 (20) recomienda el abordaje sustentacular, que es más pequeño con menor riesgo de lesión neurovascular que el acceso de Reynolds. b) Fracturas que involucran a la articulación subtalar: Los objetivos, que se buscan en común para todos los tipos de tratamiento de las facturas de calcáneo son las siguientes: • Restauración de la congruencia de la faceta posterior de la articulación subtalar. 479 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” • Restauración de la altura del calcáneo (Angulo de Böhler). • Reducción del ancho del calcáneo. • Descompresión del espacio fibulocalcaneo, que faciliten la función de los tendones perineos. • Realineamiento de la tuberosidad en una posición adecuada. • Reducción de la articulación calcáneo cuboidea si esta fracturada. mente o con procedimientos mínima invasivos. • Estado de salud: en una lesión, causada por un accidente, como ruptura de nervio ciático o nervio tibial o por enfermedad, como diabetes u otra neuropatia, es una contraindicación prácticamente absoluta a tratamiento abierto. Los pacientes con limitación para la deambulación por otras causas médicas, pueden ser tratados con el tratamiento conservador. • Los factores a ser considerados para la formulación del plan de tratamiento son los siguientes: • Patrón de fractura: la fractura, Sanders Tipo I o no desplazada, puede ser tratada con tratamiento cerrado. • Edad del paciente, la mayoría de esas lesiones se presentan en pacientes jóvenes. Los cuales habitualmente pueden ser tratados en forma abierta. • Los tipos II y III, pueden ser tratados con reducción abierta y fijación interna. • En pacientes mayores de 50 años pueden ser tratados conservadora- • -La tipo IV puede ser tratada entre tratamiento cerrado, mínimo invasivo o abierto, con reducción de la fractura y artrodesis subtalar de primera intención. Figura 8. Muestra los diferentes aspectos clinicos, radiograficos, tomograficos y la conclusion de la reduccion abierta con fijacion interan estable de una fractura de calcaneo multifragmentada. 480 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Lesión de partes blandas: las fracturas que son abiertas medialmente requieren de un desbridamiento y lavado más agresivo. La prominencia medial puede ser expuesta y desbridada, después de 2 a 3 semanas se podrá intentar una fijación interna estable. Figura 9. Muestra lesiones cutáneas, por flictenas, producto de la inflamación, estas pueden ser muy profundas. El tratamiento abierto no debe ser aplicado en lesión de partes blandas y mucho menos en la región de la aparición de flictenas. El trabajo de Levin y Nunley es una excelente guía de evaluación para el manejo de los más complejos problemas de tejidos blandos. Los cirujanos con experiencia opinan: Sanders et al, tiene confirmada que la curva de aprendizaje para estas fracturas es solo una etapa a cumplir y los métodos de tratamientos deben ser empleados con un conocimiento de la anatomía y con los objetivos claramente definidos y soportados por la literatura. Las técnicas de reducción abierta pueden aplicarse dentro de las primeras 12 a 24 horas o más comúnmente la cirugía se difiere de 10 a 14 días siempre que se resuelva el edema y lesiones cutáneas, hasta que el signo de la arruga se presente. Un vendaje de Jones es aplicado, el pie es elevado, se aplica hielo y se toma una tomografía axial computada. Thordason et al, en un estudio controlado randomizado, evalúo la bomba neumática de compresión asistida para la resolución del edema, 13 pacientes fueron randomizado del grupo de la bomba en pie y 15 fueron el grupo control, quienes recibieron vendaje de Jones, elevación. Los pacientes que fueron tratados con la bomba en pie, se aplicó la bomba no antes de 24 horas después de la lesión. Con un tiempo de en un tiempo de inicio de 2 a 3 días. Todos (los 13) toleraron la bomba en el pie. La disminución del edema fue notoria entre los dos grupos siendo significativamente estadísticamente en 24, 48 y 72 horas. El tiempo de cirugía se acorto en el grupo de la bomba en pie, no hubo diferencias significativas en las complicaciones de partes blandas entre los dos grupos. Después de 3 semanas, la reducción abierta es más difícil aunque es posible efectuarla hasta 4 o 5 semanas. El abordaje lateral extendido, es el más frecuente que se usa para la reducción abierta y fijación interna de las fracturas de calcáneo con involucro de la articulación subtalar. Aunque es difícil la reducción por este abordaje de las fracturas del sustentáculo tali es posible, las complicaciones por este abordaje, puede ser necrosis cutánea o lesión de perineo posterior, por este motivo y dada la dificultad técnica de efectuar la reducción, es deseable que el cirujano que efectúe el procedimiento tenga experiencia, a fin de disminuir la morbilidad. La técnica de reducción más usada y con una descripción más adecuada es la que usa el grupo AO, donde la reducción se efectúa paso a paso logrando reducciones muy cercanas a la anatómica, la fijación debe ser estable y con gran frecuencia la aplicación de injerto (hay un colapso importante en el hueso esponjoso producto del accidente). 481 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” El tratar de conservar la integridad de las corticales al efectuar al reducción y fijación estable Con tornillos y una placa que nosotros preferimos al especial de calcáneo con orificios con cerrojo. El tratamiento quirúrgico (reducción abierta o cerrada) de fracturas desplazadas proporciona un resultado final bueno a excelente en 61 a 85% de los casos. El índice de éxito disminuye a medida que aumenta el número de fragmentos óseos. Por ejemplo, sólo el 9% de personas con cuatro fragmentos óseos calcáneos o más tiene un resultado final bueno a excelente. El índice de éxito es malo en fracturas conminutas (21). COMPLICACIONES. A los largo del tiempo que he tenido con este tipo de lesiones, la complicaciones son muy severas, depende mucho del manejo inicial, si se hace una acción adecuada, como el “control de daños”, en el momento que se recibe al paciente, actual en el momento indicado y efectuar la resolución de su problema de salud. Aun con el tratamiento abierto ocurren complicaciones aunque artículos refieren una mejor reducción y minimizan las complicaciones (22). Las complicaciones, ya sea en el tratamiento conservador, mínimo invasivo o abierto. Más frecuentes son: - Acortamiento de la longitud del calcáneo. - Acortamiento de la altura del calcáneo. - Ensanchamiento calcáneo. del cuerpo del - Desviaciones varo o valgo. - Exostosis de calcáneo, plantar, medial o la las frecuente lateral. - Depresión y destrucción o artrosis de la superficie subastragalina. 482 Estas complicaciones producen dolor, incapacidad funcional, limitación a la marcha, síndrome de pinzamiento lateral y medial, hipotrofia y acortamiento del tríceps sural. Los métodos de resolución se determinan con el tiempo de evolución, por ejemplo, si la fractura es reciente y aun no hay consolidación o la consolidación mes incompleta puede efectuarse una corrección a través del trazo de fractura (23), o en caso de consolidación completa, se efectúa una artrodesis elongación y adelgazamiento del calcáneo según sea el caso. Para esto es importante la evaluación cuidadosa, entre medio y retropié, así como el pinzamiento lateral (impingement) entre el espacio del peroné y el calcáneo. Al valorar estos se determinara si se efectuara una artrodesis en situ (de estar conservadas las relaciones medio y retropié), osteotomía tangencial de calcáneo, artrodesis subastragalina con aplicación de injerto (para incrementar la altura y longitud del calcáneo), como lo describe, Romash (23). Preferencias del autor. En cuanto se atiende a un paciente con fractura de calcáneo, dado que es producto de una accidente con liberación de alta energía, presenta lesiones no evidentes, que se llevan a cabo con reacción bioquímica de inflación y contusión, que provoca edema importante con lesiones a veces irreversibles tisulares, en nuestra experiencia, sin no hay las condiciones de poder efectuar el tratamiento definitivo, se aplica procedimiento de “control de daños”, se lleva a cabo con la aplicación de vendajes almohadillados y reforzados con férulas, pero si es posible, el efectuar la inmovilización con un fijador externo transfictivo o unilateral, es la conducta de mi preferencia, se aplica anclaje en el centro de rotación de astrágalo (por debajo del vértice del maleólo medial), que se dirija por delante del peroné, otro que se aplique en cuboides y escafoides y Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT otro en la región de la tuberosidad posterior del calcáneo, aplicando una fuerza de distracción, condiciona alineación y estabilización, no nada más de las partes esqueléticas, sino que también de los tejidos blandos (Figura 10) Esto favorece que la curación de los tejidos blandos sea más rápida y que podamos en caso de ser candidato efectuar una reducción abierta y fijación interna de la fractura, en caso de que no sea así se efectúa procedimientos de mínima invasión con reducción externa y fijación interna con tornillo, dejando el fijador externo de protección, el fijador que usamos es de barras 4.0 triangulado, del tipo AO. Cabe señalar que el hecho de efectuar una reducción aunque no sea completa se acerca mucho a la reducción idónea, lo que condiciona que cualquier tratamiento que se planee aplicar se ve facilitado por esta prerreducción, en estos casos, la aplicación de un marco triangular unilateral aplicado en la superficie medial, permite que se efectúe abordaje lateral, con una prerreducción bastante cercana a la idónea, se efectúa maniobras de reducción más fácilmente y fijación interna de los trazos de fractura (Figura 11). Cuando se trata de fracturas expuestas el manejo de estas se encuentra muy similar al antes señalado, desde luego se efectuar el lavado quirúrgico y las medidas habituales de este tipo de fracturas. Figura 10. Muestra la fijación de una fractura expuesta multifragmentada de calcáneo, con fijadores externos. Figura 11. Muestra la aplicación de un marco triangular unilateral uniplanar con minifijadores de barras 4.0 mm, nótese la formación de la bóveda plantar, la aplicación en la superficie medial, dejando libre la lateral par pondere efectuar abordaje para la reducción abierta o facilitar la reducción por métodos cerrados y la fijación por cirugía minima invasiva. 483 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” En las fracturas extraarticulares, si son grandes, comprometen la morfología y se encuentran desplazados, mi preferencia es efectuar una reducción generalmente por métodos cerrados y al fijación percutánea del fragmento. En las fracturas en lengüeta el método que prefiero, es la fijación con tornillos en forma percutánea, efectuando maniobras de reducción con ayuda de pinzas de reducción con punta aguda para poder realizar la reducción y aplicación de tornillos canulados de esponjosa, de acuerdo al tamaño del fragmento con 4.0 o 7.0 nM, de diámetro. (Figura 12). Figura 12. Muestra fractura transtalamica, reducida con dos pinzas de reducción de punta aguda, esta fractura se encuentra desplazada por la inserción del tendón Aquileo. Las fracturas que involucran alguna articulación, en mi opinión, deben ser reducidas lo más anatómicamente posible y efectuar una osteosíntesis estable, con la aplicación de injerto óseo si así lo ameritara (Figura 8) En el caso de las que involucran la articulación subtalar, la indicación de efectuar reducción abierta y fijación interna, en pacientes sin enfermedades que comprometan la viabilidad de la extremidad o la vida, la edad es muy importante que sea antes de los 50 años, dado los cambios vasculares, que alteran la cicatrización de esa región otro factor muy importante es el tabaquismo, que tiene un papel importante en la cicatrización. El uso de la cirugía de mínima invasión en fracturas multifragmentadas con poco desplazamiento pueden se sujetas a cirugía de mínima invasión Figura 13). Figura 13. Muestra una cirugía de minima invasión con un desplazamiento mínimo. 484 Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Otras que pueden tratarse con fijación interna y con protección de fijadores externos, esta es una muy buena opción de tratamiento, que disminuye las complicaciones, pudiendo ser un tratamiento definitivo, dejando una morfología anatómica semejante a la normal y facilitar un tratamiento secundario como puede ser la artrodesis subastragalina. (Figura 14). Las complicaciones que se presentan en esta patología, con gran frecuencia, tanto en tratamiento abiertos como cerrados, acortamientos, pinzamiento y artrosis subastragalina, que en la mayoría de los casos, no basta con una simple artrodesis in situ, si no que habrá que efectuar una elongación del tendón Aquileo y del calcáneo por lo que requerirá de injerto, a nivel de la subtalar, la resección de exostosis (sobre todo lateral), de la superficie del calcáneo se debe agregar con mucha frecuencia. (Figura 15). Esta última es la técnica que prefiere el autor. Figura 14. Muestra la fractura subtalar con depresión importante de la faceta articular de calcáneo, la segunda imagen muestra la elevación con un impactador, la tercera imagen muestra clínicamente el acceso quirúrgicos y la desimpactación de la superficie articular, finalmente la reducción se mantiene con tornillos y fijadores externos. 485 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” Figura 15. Las imágenes se muestran de arriba hacia abajo y de izquierda a derecha, don de observa en la primera, placa axial con fijación con una placa de reconstrucción e 3,5 mm, consolidada en forma viciosa. A un lado placa axial con clavillos con fijación provisional, ya se efectúo la resección de la exostosis lateral, la placa lateral muestra la artrosis e incongruencia de la superficie subtalar y aun con la placa de reconstrucción de tornillos 3,5, a la derecha se muestra la imagen ya sin placa, en la región subtalar y con injerto tricortical para mantener la alineación y elongación del calcáneo, en la inferior izquierda clavillos guía de tornillos canulados grandes, fijando astrágalo, injerto tricortical y calcáneo, placa axial se observa una fijación adecuada. En conclusión el autor prefiere que las fracturas de calcáneo sean tratadas como se describe en los siguientes casos: generales adecuadas. (se refiere a otras patologías que requieran resolución urgente) Fijación externa provisional y posterior reducción abierta y fijación interna (en este caso menos de 6 horas del accidente). Fijación externa provisional o hasta consolidación, y/o con fijación por mínima invasión, en los siguientes casos: • Paciente menores de 50 años. • Mayores de 50 años. • No diabéticos o con enfermedades vasculares periféricas, sobre todo arteriales. • Fumadores crónicos. • Fracturas expuestas con cobertura de piel adecuada y sin infección. • Fracturas dentro de la clasificación de Roy Sanders hasta tipo III. • Condiciones 486 locales adecuadas y • Diabéticos o con vasculares periféricas. enfermedades • Fracturas de todos los tipos de Roy Sanders. • Cobertura de piel con defectos. • Infección. Sociedad Latinoamericana de Ortopedia y Traumatología - SLAOT Prefiero la artrodesis primaria en casos de fracturas tipo IV de Roy Sanders, cuando así sea posible efectuarla. Por otro lado en condiciones locales inadecuadas, prefiero efectuar una reducción de la anatomía del calcáneo, por métodos externos y posteriormente efectuar artrodesis subastragalina como segundo procedimiento de acuerdo a las condiciones generales y locales del paciente. Es importante hacer hincapié, que la fijación externa como se ha descrito, en mi experiencia, da mejores resultados en la reducción del edema postraumático, al estabilizar tejido blando y óseo, que la sola aplicación de los métodos de aplicación de implementos que mejoran el bombeo sanguíneo aplicado en la planta del pie. BIBLIOGRAFÍA. 1. Domingo R. Ojeda José D. Fracturas del Calcáneo, Publicaciones del Instituto Nacional de Previsión, No. 639, ed. Gráficas Voluntas, Madrid 1946. 2. Böhler L. Diagnosis, pathology and treatment of fractures of os calcis. J Bone Joint Surgery 1931; 13: 75-89. 3. Schatzker H: Major fractures of the pilon, talus, and the calcaneus. Germany. Springer-Verlag, Berlin. 1993: 153-227. 14. 4. Lowery RB, Calhoun JH: Fractures of the calcaneus. Part II Treatment. Foot Ankle Int 1996; 17(6): 360-6. 5. Sanders R, Fortin P, DiPasquale A, et al. (1993) Operative treatment in 120 displaced intra-articular calcaneal fractures. Results using a prognostic computed tomographic scan classification. Clin Orthop; 290:87—95. 6. Gage JR, Premer R: Os Calcis fractures. An analisis of37, Min Med, 54:169-176, 1971. 7. Lapidus, P:W:, Guidotti, F.P.: Inmediate mobiliation and swimming pool execises in some fractures of foot and ankle bones. Clin Orthop, 56:197, 1968. 8. Degan TJ, MorreyB:F:y BraunD.P.: Surgical excision for anterior process fractures of the calcaneus. J.Bone Join Surg. 64ª, 4:519, 1982. 9. 9.- Bradford CH, Larse I: Sprain fractures of anterior lipof tho os calcis, N Engl J Med 244:970-972, 1953. 10.Jahss MH, Kay BS: An anatomic study of the superior process of the oss calcis and it´s clinical application, Foot Ankle 3:268-281, 1983. 11.Schottstaedt ER: Symposium on treatment of fractures or the calcaneus. J Bone Joint Surg (AM) 45:863-864, 1963. 12.Dodson CF Jr: Fractures of the calcis. JArk Med Soc 73:319.322, 1997. 13.Dragonetti L: A proposito del trattamento incruento delle fractture di calcagno, Arch orthop suppl 82:381-394, 1969. 487 “Temas selectos de actualización en la Ortopedia Latinoamericana” 14.McLaugghlin HL: Treatment of late complications alter os calcis fracture, Clin Orthop 30:111-115, 1963. 15.García A, Parkes JCII: Fractures of the foot. In GiannestrasNJ: editor Foot Dosorders: Medical and surgical manamagent, ed 2 Philadelphia,1973,Lea & Febiger. 16.Kalish SR: The conservative and surgical treatment of calcaneal fractures, J Am Podatr Assoc 65:912-926, 1975. 17.Chapman MW:Fractures and fractures – dislocations of the ankle and foot. In Mann RA, editor, DuVries`surgery of the foot, ed 4, St Louis 1978, Mosby Year Book. 18.Bindley HH: Fractures of the calcis: a review of 107 fractures in 95 patients,South MedJ 59:843847, 1996. 19.Benirschke SK, Sangeorzean BJ (1993) Extensive intraarticular fractures of the foot. Surgical management of calcaneal fractures. Clin Orthop; 292:128—134. 20.Zwipp H, Rammelt S, Barthel S, Calcaneal fractures - open reduction and internal fixation. (2004) Injury, S-B46 a S-B54. 21.Kisner, Carolyn, and Lynn Allen Colby. Therapeutic Exercise: Foundations and Techniques, 2nd ed. Philadelphia: F.A. Davis, 1990. 22.Harvey EJ, Grujic L, Early JS, Benirschke SK, Sangeorzan BJ. Morbidity associated with ORIF of intraarticular calcaneus fractures using a lateral approach. Foot Ankle Int 2001;22:868-73. 23.Romash M.M. MD, Oblique Calcaneal Ostetomy and Arthrodesis for Malunited Calcaneal Fracture, Advanced Reconstruction, Foot and Ankle,AAOS, 215:220, 2004. 488