San Salvador, a las nueve horas y veintitrés minutos del quince de

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1248 S.S.
SALA DE LO CIVIL DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las
nueve horas y veintitrés minutos del quince de marzo de dos mil dos.
Vistos en casación la sentencia definitiva pronunciada por la Cámara Primera de lo
Civil de la Primera Sección del Centro, a las doce horas treinta minutos del día quince de
febrero de mil novecientos noventa y nueve pronunciada, en el Juicio Ejecutivo Mercantil
promovido por el Licenciado Natividad de León Benítez, conocido por León Benítez, como
Apoderado del Banco Salvadoreño, S. A., contra el ahora recurrente Doctor Ricardo Gómez
Rivera.
Han intervenido en primera y segunda instancia y en casación los abogados arriba
mencionados.
LEIDOS LOS AUTOS; Y,
CONSIDERANDO:
I.- El Tribunal de primera instancia resolvió: """"POR TANTO: Con base a los
anteriores considerandos, disposiciones legales citadas, doctrina desarrollada y Arts. 417,
420, 421, 422, 427, 432, 436 y 439 Pr. C., 63 y 788 del Código de Comercio, 49, 57 y 120
de la Ley de Procedimientos Mercantiles, a nombre de la República de El Salvador,
FALLO: A) DECLARASE NO HA LUGAR A LAS EXCEPCIONES DE ALTERACION
DEL TEXTO DEL DOCUMENTO, DE PAGO PARCIAL, LA DE FALTA DE LOS
DEMAS REQUISITOS NECESARIOS PARA EL EJERCICIO DE LA ACCION Y LAS
PERSONALES QUE TENGA EL DEMANDADO CONTRA EL ACTOR, contenidas en
los Romanos VI, VIII, X y XI del Art. 639 C. Com.- B) CONDENASE al Doctor
RICARDO GOMEZ RIVERA a pagar al BANCO SALVADOREÑO, SOCIEDAD
ANONIMA de la siguiente manera: a) La cantidad de NUEVE MIL NOVECIENTOS
DIECISIETE COLONES NOVENTA Y UN CENTAVOS en concepto de capital, más los
intereses convencionales del VEINTICUATRO por ciento anual a partir del día cinco de
enero de mil novecientos noventa y seis en adelante, más el TRES por ciento de interés
moratorio anual desde el día veintinueve de enero de mil novecientos noventa y siete en
adelante; b) La cantidad de VEINTIOCHO MIL TRESCIENTOS SESENTA Y UN
COLONES VEINTISEIS CENTAVOS de capital, más el TRES por ciento mensual de
interés convencional a partir del día uno de enero de mil novecientos noventa y seis en
adelante, más el interés moratorio del DOS PUNTO CINCO por ciento mensual desde el
día treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete en adelante; y c) La cantidad
de CINCUENTA Y SEIS MIL OCHOCIENTOS NOVENTA Y OCHO COLONES
SESENTA Y OCHO CENTAVOS de capital, más el interés convencional del TRES por
ciento mensual a partir del día uno de junio de mil novecientos noventa y seis en adelante,
más el interés moratorio del DOS PUNTO CINCO por ciento mensual, a partir del día
treinta y uno de marzo de mil novecientos noventa y siete. Sígase con la presente ejecución
hasta su completo pago, transe o remate. No habrá especial condenación en costas por las
razones expuestas en el considerando anterior.- HAGASE SABER.-""""
II.- El fallo de segunda instancia dice: POR TANTO: en cumplimiento a las
disposiciones legales citadas y Arts. 1086 y 1090 Pr., a nombre de la República de El
Salvador DIJERON: Confírmase la sentencia apelada de que se ha hecho mérito.
Condénase al pago de las costas procesales de esta instancia al apelante.----Vuelva la pieza
principal al Juzgado de su origen con certificación de ley.""""
III.- No conforme con el fallo de segunda instancia el Doctor Ricardo Gómez
Rivera, interpuso recurso de casación en los términos siguientes:"""FUNDAMENTO DEL
RECURSO:----Fundamento el recurso en los literales a y b del Art. 2 de la Ley de
Casación, es decir, por infracción de ley y quebrantamiento de alguna de las formas
esenciales del juicio. En razón de la forma en que debe decidirse el recurso, se planteará
primero el quebrantamiento de alguna de las formas esenciales del juicio y luego la
infracción de Ley.----QUEBRANTAMIENTO DE ALGUNA DE LAS FORMAS
ESENCIALES DEL JUICIO: Interpongo el recurso por dos motivos:----Con base en el Art.
4 Nos. 4 y 5 de la Ley de Casación, o sea, por falta de recepción a pruebas en Segunda
Instancia, cuando la ley lo establece y por denegación de prueba legalmente admisible.
Hago constar que reclamé oportunamente la subsanación de la infracción, pidiendo
revocatoria de las providencias respectivas, que era el único recurso factible, el cual me fue
declarado sin lugar.----PRECEPTOS QUE SE CONSIDERAN INFRINGIDOS:----El
precepto que se considera infringido en cuanto a la falta de recepción a pruebas en segunda
instancia es el Art. 1019 No. 2 Pr., que establece que procede la apertura a pruebas en
segunda instancia para probar hechos que propuestos en primera instancia no fueron
admitidos.-----El precepto que se considera infringido respecto a la denegación de pruebas
legalmente admisibles es el Art. 156 Pr., que establece el derecho a que otro exhiba los
documentos necesarios para preparar su acción o defenderse de la intentada en su contra.----CONCEPTO DE LAS INFRACCIONES----El Art. 1019 No. 2 Pr., se infringió por lo
siguiente: En primera instancia solicité se practicara inspección en los Registros Contables
del Banco Salvadoreño, S. A., a efecto de constatar que no había habido ninguna operación
por la cual dicho Banco me hubiese otorgado algún crédito, o sea, que no había existido de
parte del Banco ninguna erogación de fondos a mi favor en las fechas en que
supuestamente, según los títulos valores, se me otorgaron los préstamos. La señora Juez
ordenó la práctica de la diligencia pero cuando se hizo presente en el Banco, el encargado
de presentar la documentación, se negó a hacerlo a ciencia y paciencia de la señora Juez
que no le exigió que lo hiciera, habiendo podido obligarlo a presentarla conminándolo
inclusive con prisión por desobediencia. En vista de lo anterior, en segunda instancia, en el
recurso de apelación dentro del plazo legal, solicité se abriera a pruebas para que se
practicará la inspección que la señora Juez en realidad no practicó pues no le mostraron los
documentos contables, que era el fin de la diligencia; pero esa honorable Cámara se negó a
abrir a pruebas por el hecho de que manifesté en mi escrito que debía exhibirse los
documentos correspondientes, con lo cual hizo confusión entre la exhibición de
documentos que solicité en primera instancia con base en el Art. 156 Pr., y la práctica de
inspección, ya que el motivo por el cual jurídicamente no se llevó a efecto la inspección fue
porque no se presentaron o exhibieron los documentos contables que era el fin de la
diligencia. En vista de tal confusión, esa honorable Cámara declaró sin lugar la apertura a
pruebas que era procedente, pues jurídicamente no se llevó a efecto la inspección en la
contabilidad del Banco Salvadoreño, S. A., por no haberse presentado o exhibido los
registros contables, frase que infortunadamente dio lugar al mal entendido por el que se
declaró sin lugar la apertura a pruebas con infracción de lo establecido en la disposición
que se citó como infringida.----El concepto de la infracción del Art. 156 Pr., es el siguiente:
Conforme tal disposición toda persona tiene derecho a pedir que otra exhiba los
documentos que necesite para preparar una acción o defenderse de la intentada en su
contra, si eso es pedido dentro de un juicio, la contra parte está obligada a exhibirlos o a
manifestar que no los tiene o donde se encuentran. En el caso ocurrente, la señora Juez
negó la exhibición y como fue dentro del juicio, la tal resolución no era apelable, razón por
la cual se pidió en segunda instancia, donde también fue denegado por ese honorable
Tribunal, por lo que se denegó una prueba que era legalmente admisible como era la
exhibición de los documentos pedida, siendo entonces procedente casar la sentencia
recurrida por los dos motivos mencionados, y que se ordene a ese Tribunal dictar la
sentencia correspondiente, ordenando abrir a pruebas y recibir la correspondiente.---INFRACCION DE LEY----Interpongo el recurso por que en la apreciación de la prueba ha
habido error de hecho si este resulta de la confesión cuando ha sido apreciada sin relación
con otras pruebas.----PRECEPTO QUE SE CONSIDERA INFRINGIDO:----El precepto
que se considera infringido es el Art. 371 Pr., que establece que es confesión y esa
Honorable Cámara al hacer un análisis de la manifestación hecha por el representante legal
de el Banco Salvadoreño, S. A., respecto de las actuaciones del mismo, no acepta que ellas
constituyen confesión a pesar de que esas manifestaciones son el reconocimiento que hace
el representante legal de la persona jurídica contra ella misma.-----CONCEPTO DE LA
INFRACCIÓN:----El concepto de la infracción consiste en que el representante legal de la
parte actora, hizo una serie de manifestaciones respecto de ella misma, que al analizarlas
con relación a los documentos base de la acción constituyen confesión de que el Banco
obliga a todos sus clientes a firmar, en blanco títulos valores que después son llenados de
acuerdo a los datos que ellos quieren. Sin embargo, ese Tribunal por no analizar la
declaración del representante legal con relación al contenido literal de los documentos base
de la acción no les dio calidad de confesión a pesar de que dicho representante legal
reconocía ciertos hechos que relacionados con los documentos base de la acción eran una
verdadera confesión, equivocando como consecuencia, el contenido literal del documento
incurriendo por ello en un error de hecho en la interpretación de la prueba que constituía la
confesión, por no haberla analizado en relación con los documentos base de la acción, lo
que da lugar a casar la sentencia.-""""
IV.- Por auto de las once horas del día veintiséis de marzo de dos mil uno, se
admitió el recurso por las causas genéricas de quebrantamiento de alguna de las formas
esenciales del juicio e infracción de ley y por los motivos específicos de: falta de recepción
a prueba en segunda instancia, cuando la ley lo establece y por denegación de prueba
legalmente admisible, Art. 4 números 4 y 5 de la Ley de Casación y error de hecho en la
apreciación de la prueba resultando de la confesión cuando haya sido apreciada sin relación
con otras pruebas, Art. 3 No. 8 de la Ley de Casación, se citan como preceptos infringidos
los siguientes: por el primer motivo el Art. 1019 Pr. ; por el segundo el Art. 156 Pr. y por el
tercero el Art. 371 Pr.
V.- La Cámara ad-quem al analizar la sentencia que recibió en apelación, consideró
lo siguiente: """"Los títulos valores son aquellos en que el documento es necesario para
permitir al portador legítimo ejercitar contra el deudor el derecho literal y autónomo en él
mencionado. Doctrina contenida en el Art. 623 Com., y que para ejercitar el derecho que en
él se consigna, dada la relación especial entre el derecho y el documento, el tenedor tiene la
obligación de exhibirlo Art. 629 Com., especialmente en los denominados abstractos, que
son aquellos que representan una prestación prometida por el deudor y que puede consistir
en la entrega de una suma determinada de dinero, que se debe independiente de cualquier
condición y cualquiera que sea la razón por la que la deuda se ha contraído. La emisión de
la cambial no extingue la relación subyacente, pues no es verosímil que el acreedor haya
querido contentarse con una promesa de pago, en lugar de la manera efectiva que tiene
derecho a exigir. Al adquirir el título valor pretende reforzar su crédito con el rigor material
y procesal del derecho cambiario. Es pues, el título valor nada más que una facilidad de
pago que se deriva de un negocio mercantil. Como muy bien lo dice el apelante, citando al
tratadista FELIPE DE J. TENA, que la causa que origina la suscripción de un título valor,
está precedida de un hecho jurídico, extrínseco al mismo título. Ese hecho jurídico ha
recibido en la técnica del derecho el nombre de relación fundamental o subyacente, a esa
relación fundamental se tiene que acudir para dar con la causa de la obligación encerrada en
el título de crédito. Más adelante, el apelante en su exposición, cita a César Vivante,
diciendo: """"Quien firme una letra de cambio se encuentra en posición distinta según se
halle frente aquel con el cual contrató o a un tercero extraño a esa relación"""" En otras
palabras, como un endosatario. Agrega, en cita aparte, """"Por consecuencia, la obligación
cambiaria está ligada a la causa de la que surgió en tanto se trata de regular las relaciones
de aquellos que entre sí negociaron la letra de cambio y por tanto puede oponerse la causa,
en forma de excepción, al poseedor de la letra, que solo a primera vista es acreedor de la
obligación cambiaria""".----Puede decirse entonces, que al no haber circulado el título valor
opuesto al recurrente, éste perfectamente puede alegar excepciones derivadas de la relación
causal.----En el proceso mercantil por disposición expresa Art. 120 Pr. Merc., es aplicable
el Código de Procedimientos Civiles, en el cual, de conformidad a lo preceptuado en el Art.
237 Pr., quien opone una excepción está obligada a probarla.----Las excepciones han de
entenderse como manifestaciones del derecho que tiene el obligado cambiario a negar el
cumplimiento al pago del título valor porque existe bien un hecho impeditivo o extintivo o
bien un contraderecho frente a la pretensión del acreedor cambiario. En el caso del régimen
de las excepciones cambiarias, la ley trata de limitarlas con el fin de fortalecer el derecho
del acreedor cambiario. El fortalecimiento del derecho del acreedor cambiario hace que el
ordenamiento jurídico, le otorgue un poder jurídico especialmente vigoroso mediante el
reconocimiento del llamado "rigor cambiario"; el cual se consigue especialmente mediante
la limitación de las excepciones cambiarias oponibles por el deudor. Las exigencias de la
buena fé imponen que el tenedor haya de fiarse especialmente de la literalidad del título, de
forma que impone la reducción de las excepciones que le son oponibles. Superadas solo por
las personales, basadas en las relaciones personales, con las cuales el legislador ha querido
moderar el poder conferido al tenedor del título. La limitación de que se viene hablando se
encuentra expresada en la ley en el Art. 639 Com.----Entre las admitidas por la ley se
encuentra la opuesta por el ejecutado, la contenida en el Art. 639 Romano X "las que se
basen en la falta de los demás requisitos necesarios para el ejercicio de la acción". Al
comentar Don JOAQUIN RODRIGUEZ y RODRIGUEZ, la correspondiente a la fracción
X de la Ley de Títulos y Operaciones de Crédito Mejicana, dice:""""se refiere a las
condiciones necesarias para el ejercicio de las acciones" "por la que pueden penetrar en el
campo riguroso de las excepciones cambiarias todas las que se refieren a los supuestos
procesales y a las condiciones para el ejercicio de la acción. Según Couture "La acción,
como poder jurídico de acudir a la jurisdicción existe siempre: con derecho material o sin
él; con pretensión o sin ella, pues todo individuo tiene ese poder jurídico, aún antes de que
nazca su pretensión concreta. Sobre los presupuestos procesales, más adelante se dirá. Pero
desde ya se puede decir, fundado en lo dicho, que no es procedente.----Se procede al
examen de la excepción opuesta de pago parcial, contenida en el Romano VIII del Art. 639
Com.----"El pago, si no es hecho en la forma requerida para los títulos valores, no puede ser
opuesto como excepción". La regla aplicable se encuentra consignada en el Art. 735 Com.,
en relación con lo dispuesto en el Art. 629 Com.. El maestro mejicano, hace recaer esta
exigencia que es excepcional a la forma como se extinguen las obligaciones civiles en que
el pago del título ha de hacerse a su vencimiento, cuando es de vencimiento fijo contra la
entrega del mismo, porque en caso contrario, al hacer un pago anticipado hace recaer en el
deudor el riesgo de un pago indebido. En otras palabras, para acreditar el pago el agraviado,
debió presentar el correspondiente recibo con la anotación en el documento mismo. Es esto
consecuencia de la literalidad y no se podrá hacer consideraciones que no consten en el
documento presentado como base de la ejecución. Los documentos presentados que constan
de fs. 40 a 52, son ineficaces, aún con mayor razón, ya que se refieren a la apertura de una
cuenta de depósito monetario y a "Abonos de Tarjeta Dinero". Conforme a lo anterior, no
se ha justificado la excepción opuesta."""
VI.- Del estudio de los razonamientos y argumentos del Tribunal de Segunda
Instancia y del recurrente, la Sala procede al examen del recurso de la forma siguiente:
Conforme a lo que manda el Art. 20 de la Ley de Casación, se analizarán primero
los motivos alegados por quebrantamiento de forma.
i) Manifiesta el impetrante que la Cámara Sentenciadora infringió el Art. 1019 Pr.
porque, se negó a abrir a pruebas debido a que el recurrente dijo en el escrito pertinente,
que debían exhibirse los documentos que pidió en primera instancia, con base en el Art.
156 Pr. y la práctica de una inspección, lo que motivó una confusión, en cuanto a lo pedido
y se declaró sin lugar la apertura a pruebas.
Tal y como lo expresa la doctrina, en el presente caso se daría la situación que
apunta el impetrante porque el juzgador, conforme al Art. 240 Pr. C., no admitió la prueba
del hecho alegado, porque según su criterio no es pertinente a la pretensión deducida por el
reo; situación que se confirma al leer el auto de fs. 19 de la segunda pieza, en el cual se
razona que la solicitud de exhibición de documentos, no procede en esta clase de juicios, ni
está regulada en el Art. 1019 inc. 2º Pr. C., y es que por la naturaleza jurídica mercantil de
los títulos valores y de la doctrina que inspira el Código de Comercio, tal como lo expresa
la exposición de motivos del mismo, (Revista del Ministerio de Justicia 1962, pág. 320),
puede decirse que en el derecho salvadoreño, en los títulosvalores, como el pagaré, la
relación causal queda desvinculada del derecho documentado, por tal razón las acciones o
excepciones que pudiesen derivarse de aquélla no deben invocarse contra las personas que
pretende hacer efectivo el pagaré. Del estudio de los Arts. 623, 648 y 649 del Código de
Comercio, se deduce que para el legislador salvadoreño la causa de los títulosvalores no es
otra que la relación fundamental que les dio origen, o lo que doctrinariamente se
denominan pactum de cambiando, por lo dicho es que no puede pedirse que se abra a
pruebas el juicio, para establecer la relación, que dice el recurrente, es la causal y
originadora del instrumento.
En lo que se refiere a los pagos, que dice el recurrente efectúo como abono a las
deudas adquiridas con el demandante, la Sala insiste en que una de las características de los
títulosvalores, es la literalidad, que según lo definen la doctrina y la jurisprudencia consiste
en que el derecho incorporado en el título es tal y como aparece en el texto del título, es
decir, todo lo que no aparece en el documento no puede afectarlo, lo que implica que
cualquier circunstancia que modifique, reduzca o extinga el derecho debe constar en el
texto del títulovalor, por ejemplo: los pagos hechos a cuenta del mismo, razón por la cual,
no es cierto lo que aduce el recurrente en cuanto a que puede excepcionarse parcialmente
por haber hecho pagos en relación a la deuda que se le reclama.
ii) La Sala no está de acuerdo con el criterio sustentado por el recurrente, porque
conforme lo dispuesto en el Art. 7 de la Ley de Casación, para admitirse el recurso, en
casos como éste, es indispensable que la parte que lo interponga haya reclamado la
subsanación de la falta, haciendo uso oportunamente dentro del respectivo procedimiento,
de los recursos que deben conocerse por un tribunal inmediato superior en grado, salvo que
el reclamo hubiere sido imposible o no existiere recurso, lo que no ha ocurrido en este
juicio. Por otra parte, aunque el recurrente hubiese reclamado la subsanación o que ésta no
hubiere sido posible, resulta que tampoco tiene razón, pues para que pueda ser susceptible
de infracción el Art. 156 Pr. C., en este caso, es necesario que la prueba solicitada sea
pertinente al asunto que se quiere probar, pero en el caso de autos la defensa que trata de
hacer el impetrante es impertinente, pues ello va en contra del principio de abstracción de
los títulos, que se refiere a la no existencia de nexos entre la relación jurídica base de la
emisión del título valor y las acciones derivadas del título emitido, por tanto, es de recalcar
que no se ha infringido el Art. 156 Pr. C. y no procede casar la sentencia recurrida por ese
motivo.
iii) Pasamos a examinar la infracción de fondo denunciada, que es el error de hecho
en la apreciación de la prueba.
La Cámara ad-quem en cuanto a la infracción del Art. 371 Pr. C., por error de hecho
en la apreciación de la prueba razonó así: """"En el caso en examen el documento base de
la acción cambiaria directa son pagarés suscritos por el ejecutado, quien alega que no
provienen de negociaciones existentes, porque a la fecha, que los documentos indican, no
recibió ninguna suma de dinero. Mejor dicho, niega la existencia de la relación subyacente
consignada en el instrumento derivado de un contrato de mutuo garantizado mediante los
títulos valores de fs. 5, 6 y 7. De los cuales agrega, que demuestran una falsedad
ideológica.----A fin de justificar su alegación el demandado ha buscado dos medios
probatorios, a saber: la de confesión y la exhibición de los registros contables del Banco.---En cuanto a la primera, a fs. 72 de la pieza principal, consta el pliego de posiciones que en
su oportunidad absolvió el señor JOSE FELIX SIMAN JACIR, como representante del
BANCO SALVADOREÑO, S. A., del cual se aprecia que se refiere a la actividad que
desarrolla tal entidad, en los servicios al público y de las respuestas a ese interrogatorio,
para el caso, la sexta en relación con la quinta, al decir, no sabe (sic), se debe considerar
que reconoció que es práctica de ese Banco hacer firmar un pagaré en blanco, pero de allí
concluir a que el demandado firmó un pagaré en blanco hay una diferencia abismal, más
cuando el demandado ha pretendido probar la existencia de una cuenta de depósito
monetario, del cual no consta que ese contrato bancario se haya documentado mediante uno
o más títulos valores; es de recordar la disposición relativa a la prueba contenida en el Art.
269 Pr., que no podrán presentarse en juicio, con la calidad de estarse sólo a lo favorable de
su contenido, lo cual lleva a considerar la literalidad de que tanto se ha hablado, Art. 634
Com.----Por otra parte, con la exhibición de registros contables de la institución crediticia,
ha pretendido el demandado probar un hecho negativo, esto es, que no existen registros en
el Banco de un préstamo mercantil. Prueba que el mismo reconoce no se produjo por
negativa de la sociedad a presentarlos para su examen.----Concluyendo, las pretendidas
excepciones no han sido justificadas.""""
La Sala comparte en una buena proporción los argumentos del Tribunal de Segunda
Instancia, pero además estima, que aunque como expresa el recurrente, se hubiese
establecido que hubo confesión del actor, reconociendo que el Banco obliga a todos sus
clientes a firmar en blanco, títulosvalores que después son llenados de acuerdo a los datos
que ellos quieren (el Banco), esto no constituye un error de hecho en la apreciación de la
prueba, puesto que el Tribunal ad-quem, si apreció la prueba de confesión, con la salvedad
de que no le dio el valor que pretende el recurrente, eso en primer término; en segundo
lugar, las acciones ejecutivas seguidas con títulosvalores como los pagarés, que no son
títulos causales, sino que abstractos, la confesión introducida en el juicio no es la prueba
pertinente para probar que no hubo o existió préstamo de mutuo alguno entre el
demandante y el demandado; y en tercer lugar, conforme lo dispone el Art. 627 del Código
de Comercio, en relación con el Art. 639 ordinal V, del mismo cuerpo de leyes, si se emite
un título en blanco podrán ser satisfechos los requisitos por cualquier tenedor legítimo antes
de la presentación al cobro; por lo tanto tampoco se ha dado el vicio que denuncia el
recurrente y no procede casar la sentencia por ese motivo, y así debe declararse, con las
consecuencias legales.
POR TANTO: de acuerdo a las razones expuestas y artículos 428 y 432 Pr. y 23 de
la Ley de Casación, a nombre de la República la Sala, Falla: a) Declárase que no ha lugar a
casar la sentencia de que se ha hecho mérito; b) Condénase al doctor Ricardo Gómez
Rivera, en los daños y perjuicios a que hubiere lugar y en las costas del recurso, como
abogado que firmó el escrito de interposición del mismo; y, c) Devuélvanse los autos al
Tribunal respectivo, con la certificación correspondiente, para los fines de ley. HÁGASE
SABER.----A. DE BUITRAGO---V. DE AVILES---M. E. VELASCO.--PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.---MANUEL EDGARDO LEMUS---RUBRICADAS.
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