Carlos Cáceres Sobrea: luz, espacio y color

MUSEO DE ARTE
CONTEMPORÁNEO
LATINOAMERICANO
Carlos Cáceres Sobrea:
luz, espacio y color
Obras de la Colección del MACLA
Marzo/Abril 2015
Cáceres Sobrea: luz, espacio y color
por Joaquín Almeida
Las pinturas de Carlos Cáceres Sobrea indagan
con sutileza y precisión sobre la luz y el color. Como
consecuencia de ello, el espacio en sus telas, cobra
un interés mayor.
En sus trabajos, el espacio, en azul, blanco o negro,
es iluminado por un haz que corta el plano por
completo, recto, sin perturbaciones. O el color se
degrada y se esfuma como niebla.
Él mismo lo explica: “Aquello que siempre busco en
mis cuadros es la luz. Un espacio que no se ve pero
se siente, la impresión más allá de lo palpable”.
Incluso en sus obras oscuras, no hacia referencia a
la ausencia de luz, sino a la luz que se encuentra en
la oscuridad.
El MACLA Museo de Arte Contemporáneo Latinoamericano de La Plata presenta en esta exposición,
obras que permiten reconocer un trabajo puro,
espiritual, donde la razón se introduce como un
rayo que perturba la negrura de la noche.
Carlos Cáceres Sobrea nació en 1923 en La Rioja,
Argentina, en una familia con fuertes lazos con la
cultura francesa y falleció en Gif-sur Ivette, a pocos
kilómetros de Paris el 16 de noviembre de 2014.
Realizó sus estudios en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes Ernesto de la Carcova,
diplomándose en 1952. Con una beca, en 1953 se
dirigió a Paris, Francia, donde frecuentó el taller de
Fernand Leger, pintor cubista que fallecería poco
después en 1955 luego de ganar el gran premio de
la Bienal de Sao Paulo. Algunas obras de esos
G 10 (2005) Acrílico sobre tela - 60 x 60 cm.
Tapa: B 10 (1999) Acrílico sobre tela.150 x 150 cm.
primeros tiempos de Cáceres Sobrea, hacen referencia a los volúmenes mecánicos de Leger, en
especial de la pintura “Les Discs”.
Durante su estadía en París, que se extendería
hasta 1956, se relaciona con otros colegas latinoamericanos, muchos de los cuales tomarían la
senda del arte cinético que crecía con gran impulso
en esos tiempos.
Como buen provinciano, Cáceres Sobrea sabía
tocar la guitarra y cantar canciones de su país. Al
poco de llegar, por el simple disfrute pero también
para ganarse unos francos, interpretaba canciones
folclóricas latinoamericanas (que se estaban
poniendo de moda en París) en los cabarets
l’Escale y la Rose Rouge (76, rue de Rennes) del
barrio Saint-Germain des Prés; en Fontaine des
Quatre Saisons (61 rue de Grenelle. ) y en l’Ecluse
(15, quai des Grands-Augustins).
No lo hacía solo, se juntaba con los venezolanos
Jesús Soto, que posteriormente sería uno de los
principales artistas cinéticos, a la guitarra; Narciso
Debourg, cinético también y de los primeros en
producir obras con pequeños cubos recortados,
que tocaba las maracas; Carlos Ben Pott con la
quena, Leonardo Astiazaran y Paco Ibañez,
también en la guitarra.
El concepto de la World music aún no existía, pero
ellos mostraban allí el exotismo de una música que
sonaba extraña a los oídos parisinos, y demostraban en pintura una fuerza que acompañaría los
cambios que ya se daban en Europa.
A su regreso a la Argentina, ejerce la docencia en
Buenos Aires hasta que en 1958 se traslada a La
Rioja donde en 1960 es nombrado Director Provincial de Cultura. Es en su provincia donde se
conecta con el Grupo Calíbar, que ya venía actuando de forma activa en la anquilosada capital.
El grupo, estaba conformado por artistas ligados a
la literatura y la plástica. Tomaba el nombre del
rastreador que presenta Domingo F. Sarmiento en
Facundo y se presentaban de la siguiente
manera:“Estamos muy lejos de Buenos Aires para
ser tangueros, y más aún del siglo XIX para ser
llorones; pero sí, estamos muy cerca de nuestra
tierra y en pleno siglo XX. El problema y el anhelo
son los mismos en cualquier aspecto de la creación
artística. Nos ahogan los ‘ismos’ y anhelamos una
plenitud de autenticidad, eso es todo”1.
Luego del golpe militar a Perón en 1955, la denominada Revolución Libertadora llama a elecciones a
las que no estaba permitido presentarse el Partido
Justicialista. Con el triunfo de Arturo Frondizi (que
suma un solapado apoyo de Perón) en 1957, el
desarrollismo se despliega y el Grupo Calíbar toma
iniciativa en La Rioja.
El grupo logra organizar el Departamento Editorial
del Estado, la provincialización del Instituto del
Profesorado de Bellas Artes, la creación de la
Escuela de Diseño Industrial y Técnica Artesanal y
el Museo Municipal de Bellas Artes cuyo primer
director en 1958 fue el artista plástico Miguel
Eduardo Dávila. Además Cáceres Sobrea durante
su gestión suma el Conservatorio de Música y la
Escuela Experimental de Teatro. Todo esto en la
capital de La Rioja que no llegaba en ese momento
a los 40 mil habitantes.
Mientras tanto, continuaba con su labor artística,
exhibiendo en Galería Plástica de Buenos Aires
(1957), es invitado a participar del Premio Braque
en el Museo de Arte de Moderno y obtiene un
premio en el mítico salón Kaiser, de Córdoba
(1960).
Con el golpe de 1962 a Frondizi, se termina su
gestión cultural en La Rioja. De allí se traslada a
Córdoba donde enseña forma y color en la cátedra
de Visión en la Universidad Nacional. Pero su etapa
en Argentina estaba concluida. En 1964 se instala
definitivamente en Francia.
En París desarrollará no solo una gran carrera como
artista plástico, sino también como docente. Será
en 1967 que ingresa a la Escuela Camondo,
dedicada a la arquitectura y al diseño, donde
dictará diferentes cursos, hasta 1989. También a
partir de 1969 dará clases como pintor en la
escuela nacional de Bellas Artes de Paris, hasta
1972, y a partir de ese año en lo que luego en los
´80 será la Escuela de Arquitectura de ParisBelleville, donde impartirá color y diseñoo2
Al igual que otros artistas ligados a la abstracción y
la geometría, realizó varias intervenciones en arquitectura. Desde muros cerámicos en frentes de
edificios, hasta puestas en color en fachadas de
construcciones públicas y privadas, sus trabajos se
emparentan así con sus pinturas en un ejemplo de
continuidad.
La luz, el color y el movimiento, son fuerzas
convergentes en su obra y componen su mirada
personal sobre un arte alejado de la representación:
“Si el punto juega un rol importante en tanto que
elemento de creación y descomposición”, expresó
Cáceres Sobrea, “la línea es esencial en tanto que
medio de construcción. El movimiento es la característica propia de la línea. Contrariamente al punto,
que permanece estático, la línea es de naturaleza
dinámica”.
“No hay que olvidar que la variedad en la unidad es
la condición de base de una composición, es decir,
buscar zonas fuertes y zonas tranquilas integradas
en una unidad plástica. En una superficie determinada, la posición de una forma influye sobre su
peso. El peso de una forma aumenta proporcionalmente a la distancia de su centro de equilibrio”.
Sus obras se abren hacia nuevo horizontes y su
propuesta parece convivir perfectamente con una
mirada espacial que se ajusta muy bien a la arquitectura y a su rol docente, conformando una coherencia entre arte y vida.
Entre sus últimas exposiciones se cuentan el Salon
réalité Nouvelles, Grand Palais, Paris, (1993);
Galerie Claude Dorval, Paris (1994 y 1997); Galerie
Kuntur, Amsterdam (2007), MACLA (2007), Ecole
Nationale Supérieure d'Architecture de ParisBelleville (2014).
Sus obras son parte de importantes colecciones
públicas y privadas, de Francia, Alemania, Bélgica,
EEUU y Argentina. El MACLA es el museo con la
mayor colección de sus obras.
Austero, lo que no significa falto de recursos, Cáceres Sobrea fue un artista silencioso, cuya espiritualidad se transparentaba en su obra. Sin pretensiones, liberaba al espectador, invitándolo a recorrer
un camino de invención.
“La pintura es del dominio de la relación entre el
espacio y el silencio. Es decir que ella no es el
reflejo de una realidad, sino que se deja interpretar
cada vez de forma diferente, dependiendo de la
verdad de cada uno”.
1. Calíbar en pos de la utopía, Luis Orecchia
2. Carlos Caceres Sobrea De la peinture comme enseignement, 2014
F 1 (1999) Acrílico sobre tela - 100 x 50 cm.
D 31 (1995) Acrílico sobre tela - 30 x 30 cm.
Bleu C 43 (2005) Acrílico sobre tela - 100 x 100 cm.
D 33 (2005) Acrílico sobre tela - 30 x 30 cm.
C 45 (2005) Acrílico sobre tela - 100 x 100 cm.
C 39 (1998) Acrílico sobre tela - 100 x 100 cm.
Azul 41 (2004) Acrílico sobre tela - 100 x 100 cm.
MUSEO DE ARTE
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AUTORIDADES
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Secretario de Cultura
Dr. José Cipollone
Subsecretario de Cultura y
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y Curaduría
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