Título IX

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Nivel: X
EDL: 60
Género:
Narrative Nonfiction
Estrategia:
Verificar/Aclarar
Destreza:
Secuencia de sucesos
Número de palabras: 2,618
Título IX
5.1.4
HOUGHTON MIFFLIN
Libritos nivelados
en línea
por Emily Courtney
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H O UG H T O N MIF F L IN
Título IX
por Emily Courtney
PHOTOGRAPHY CREDITS: Cover Luca Bruno/AP Wide World Photos. Title Page Mike Powell/Getty Images. 3 Luca Bruno/
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ISBN-13: 978-0-547-04605-1
ISBN-10: 0-547-04605-7
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Contenido
Introducción
3
La historia del Título IX
4
Sus orígenes
4
Las mujeres y la igualdad
5
Los atletas y sus deportes
6
Kathrine Switzer, maratón
7
Donna de Varona, natación
8
Dot Richardson, sóftbol
9
Jackie Joyner-Kersee, atletismo
11
Mia Hamm, fútbol
12
Las mujeres en el baloncesto
14
El Título IX a través de los años
16
Tres requisitos del Título IX
16
El futuro
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Introducción
Las jugadoras se reúnen en un costado del campo de fútbol
para su rutina final. Ajustan sus canilleras, atan los cordones de
sus zapatos de fútbol y reciben un último consejo del entrenador.
Luego, moviendo de arriba a abajo brazos y piernas al unísono,
entran al campo de juego mientras la multitud vitorea. Es el
verano de 1996, en Atlanta, Georgia, y por primera vez en la
historia, el fútbol femenino es un evento olímpico. El equipo
estadounidense ha despertado el interés del país y está a solo
un partido de obtener la medalla de oro.
¿Cuál fue la cadena de sucesos que llevó a este grupo de
atletas a clasificar para esta competencia de nivel mundial?
Obviamente, han pasado por muchos años de puesta en forma,
ejercicio, entrenamiento y competencia. A pesar de que todas las
atletas tenían dedicación, talento y entusiasmo, nunca habrían
podido participar en los Juegos Olímpicos si el Título IX no se
hubiese convertido en ley en 1972.
A ninguna persona de los Estados Unidos, en razón de su
sexo, se le excluirá de participar, se le negarán los beneficios, o se le
discriminará en ningún programa o actividad que reciba
asistencia financiera federal.
Las jugadoras del equipo
de fútbol femenino olímpico
de los Estados Unidos
celebran la victoria
del equipo ante China,
el 1 de agosto de 1996.
3
La historia del Título IX
Sus orígenes El Título IX tiene sus orígenes en el movimiento
por los derechos civiles de las décadas de 1950 y 1960, años
marcados por la creciente demanda de “libertad y justicia para
todos”. La gente ejercía su derecho a reunirse y de libertad de
expresión. Participaba en manifestaciones y organizaban boicots y
huelgas. Protestaban en las ciudades de costa a costa y se reunían
en todo el país para expresar su deseo de cambio. Los líderes como
Ralph Abernathy y Martin Luther King, Jr., encarnaron la lucha
por la libertad. Los presidentes John F. Kennedy y Lyndon B.
Johnson lucharon por hacer realidad los derechos igualitarios.
El 2 de julio de 1964, el presidente Johnson aprobó la Ley de
Derechos Civiles, mediante la cual se hacía cumplir la Constitución
de los Estados Unidos. La ley prohibió la discriminación por raza,
color, religión u origen.
El 28 de agosto de
1963, Martin Luther
King, Jr. dio un famoso
discurso ante una
multitud de 250,000
personas reunidas en el
Monumento a Lincoln,
en Washington, D.C.,
donde habló sobre su
sueño de igualdad.
4
Las mujeres y la igualdad La Ley de Derechos Civiles de 1964
ofreció posibilidades a muchos estadounidenses. La noche en
que el presidente Johnson la aprobó, anunció: “Creemos que todos
los hombres han sido creados iguales...” Desafortunadamente,
esta frase excluyó a la mitad de la población. Era necesario que las
nuevas leyes también protegieran a las mujeres. En 1968, el
presidente Johnson emitió un decreto, una norma con fuerza
de ley, que enmendaba la Ley de Derechos Civiles para prohibir
la discriminación basada en el sexo de una persona.
En esa época, Bernice R. Sandler trabajaba en la Universidad
de Maryland. Ella usó el decreto de Johnson para demostrar que en las
escuelas las mujeres no recibían un trato justo e inició el proceso
de cambio. Los legisladores estudiaron en detalle la Ley de Derechos
Civiles, especialmente dos partes: el Título VI y el Título VII.
Redactaron el Título IX para aclarar el Título VI que abarcaba
los programas y actividades financiadas por el gobierno, por
ejemplo, escuelas públicas, colegios universitarios, universidades
y centros comunitarios. Estos programas y actividades eran
financiados con aportes de todos los contribuyentes. Los
legisladores deseaban que todos se beneficiaran de ellos por igual.
Cuando el Título IX se presentó ante el Congreso, surgieron
algunos interrogantes. La ley incluía las actividades deportivas
entre los programas afectados. Si una escuela recibía dinero
del gobierno, debería incluir a todos los estudiantes en los
programas que ofrecía. ¿Esto significaba que los equipos de fútbol
americano deberían permitir jugadoras? Éste era un elemento
que parecía preocupar a los legisladores. El Senado debatió y,
finalmente, se tomó una decisión: los programas podían ser
diferentes pero las oportunidades debían ser uniformes.
5
El Título IX fue aprobado por el presidente Richard Nixon
el 23 de junio de 1972, aunque los cambios radicales no
comenzarían inmediatamente. Por un lado, pasaron tres años
antes de establecer las normas que ayudarían a poner en
práctica el Título IX. Además, debía asegurase que todos las
cumplieran. Cada escuela, distrito u otro programa financiado
por el gobierno federal debía contratar a una persona para
verificar que se respetaran los términos del Título IX.
En la actualidad, muchas personas relacionan el Título IX
con los deportes femeninos. A pesar de que es cierto que el Título
IX cambió la vida de las atletas, el objetivo de esta ley era
garantizar un trato justo para todos en todos los programas
escolares. De acuerdo con el Título IX, se debe dar la misma
oportunidad a todos los estudiantes que califiquen para una
matrícula u obtener una beca. Deben contar con acceso igualitario
a todos los cursos académicos; deben poder usar los servicios
de asesoramiento; deben tener las mismas posibilidades de recibir
tanto ayuda financiera como apoyo igualitario en capacitación
y oferta laboral y tecnológica. Las instalaciones de los campos
educacionales, como dormitorios, vestuarios y aulas, deben ser
equiparables o idénticos.
Las atletas y sus deportes
Es posible que haya muchas niñas en tu clase que juegan
baloncesto o fútbol. En el pasado, las niñas no podían practicar
estos deportes. Los médicos pensaban que el ejercicio extenuante
no era saludable para las niñas.
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Las mujeres estadounidenses se han destacado en los
deportes durante años. Sin embargo, hasta que entró en vigencia
el Título IX, las oportunidades de competir eran suspendidas
con frecuencia.
Kathrine Switzer, maratón La maratón de 26 millas de Boston era
tradicionalmente exclusiva para hombres. A las mujeres no se les
permitía competir en atletismo de recorrido extenso. En 1967,
Kathrine Switzer se inscribió en la carrera, usando solamente sus
primeras dos iniciales en el formulario oficial de inscripción. Cuando
un oficial de la carrera vio que era mujer, intentó sacarla de la
competencia. Pero ella no se dejó intimidar y finalizó la carrera,
cruzando una barrera que había limitado a las mujeres por décadas.
Un oficial de la carrera trata de
sacar a Kathrine Switzer de la
maratón de Boston de 1967. En
1974, Switzer ganó la maratón de la
Ciudad de Nueva York. Switzer tuvo
una larga carrera como una de las
corredoras más importantes del
ranking y atleta de nivel mundial.
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Donna de Varona,
cofundadora de la
Fundación para el Deporte
Femenino, trabaja
incansablemente a favor
de los deportes femeninos.
Donna de Varona, natación La primera pasión de Donna de
Varona fue el béisbol, pero la liga infantil no permitía jugar a
las niñas. Lo máximo que podía aspirar era llegar a ser la “recoge
bates”. Cuando su hermano sufrió una lesión jugando al béisbol
y debió tomar clases de natación para recuperar su condición
física, de Varona solía acompañarlo a la piscina. Había nacido una
campeona de natación.
En 1964, la prensa nombró a Donna de Varona, de 17 años
de edad, como la atleta más sobresaliente del mundo. Obtuvo
37 títulos nacionales de natación y un total de 18 récords mundiales.
Participó dos veces en los Juegos Olímpicos y ganó dos medallas
de oro para los Estados Unidos. Donna de Varona tenía velocidad,
fuerza, determinación y fama.
Si de Varona hubiese sido hombre, habría recibido una beca
deportiva para asistir a la universidad. Pero entonces, había pocos
programas de deportes para
En 1974, alrededor de 50,000
hombres recibieron becas para
deportes, mientras que menos
de 50 mujeres lo hicieron.
mujeres y las becas de natación
para mujeres no existían. Por
lo tanto, los días de Donna
de Varona como estrella de
natación concluyeron.
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Dot Richardson, sóftbol Dot Richardson estaba lanzando pelotas
en un parque de Orlando, Florida, cuando un entrenador de
las ligas infantiles la vio. Transcurría el año 1971 y Dot tenía
10 años de edad. Ella lanzaba increíblemente y el entrenador
quería tenerla en su equipo. Dot puede haberse emocionado con
la idea, pero el entrenador habría tenido que cambiar un poco
las reglas. Le sugirió entonces que se cortara el pelo y cambiara
su nombre a Bob.
Afortunadamente, Dot no
tuvo que esperar demasiado para
jugar. La aprobación del Título IX
la catapultó a las alturas del
mundo de los deportes. Desde
1979, ganó cuatro campeonatos
en los Juegos Panamericanos,
cuatro campeonatos mundiales
y dos medallas de oro olímpicas.
Fue ella quien anotó el primer
cuadrangular en la historia
del sóftbol olímpico.
El cuadrangular impulsador
de dos carreras de Dot
Richardson aseguró la victoria
y la primera medalla de oro en
sóftbol para los Estados Unidos,
en las Olimpíadas de 1996.
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Fuera del campo de juego, Dot Richardson se convirtió
en otra clase de campeona. Gracias al Título IX, cursó estudios
de pre medicina en la Universidad de California, Los Ángeles.
Continuó estudiando y obtuvo la licenciatura en ejercicios,
fisiología y salud. Más tarde, Richardson ingresó a la facultad
de medicina. Estableció su horario para poder practicar sóftbol
después de terminar su turno en el hospital. Eventualmente,
se convirtió en médica y continuó sus estudios para convertirse
en cirujana ortopédica.
Cuando Dot Richardson era pequeña, sus posibilidades
de convertirse en cirujana eran casi tan ínfimas como las de
convertirse en una estrella de sóftbol. Sin el Título IX, estos
eventos trascendentales en su vida personal y profesional
habrían sido difíciles de lograr, o casi imposibles.
• En 1972, el 9 por ciento de los diplomas de
medicina eran para mujeres.
• En el 2000, aproximadamente el 43 por ciento de
ellos fueron recibidos por mujeres.
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Jackie Joyner-Kersee, atletismo Jackie Joyner-Kersee tenía
10 años de edad cuando el Título IX se convirtió en ley, justo a
tiempo para que se abriera camino en el mundo del atletismo.
La edición femenina de Sports Illustrated la nombró la mejor atleta
del siglo XX. En la historia del atletismo, confirmó su habilidad
una y otra vez. Fuera de las pistas, enseñó con su ejemplo a jóvenes
atletas a seguir sus pasos y hacer los sueños realidad, y demostró
a las muchachas que todo es posible.
Una atleta que rompía récords
En los Juegos Olímpicos de 1988 de Seúl, Corea del Sur, Jackie JoynerKersee rompió el récord mundial por cuarta vez y ganó las medallas de
oro en salto en largo y heptatlón. Para ganar el heptatlón, un atleta
tiene que dominar siete eventos: vallas
de 100 metros, salto alto, lanzamiento
de peso, 200 metros, salto largo,
jabalina y 800 metros.
“Es el mejor atleta de pruebas
múltiples de todos los tiempos,
hombre o mujer”.
—Bruce Jenner, campeón
olímpico de decatlón en 1976
“La veías y te dabas cuenta de cómo
debía ser una atleta femenina”.
—Mia Hamm, estrella de fútbol
11
Mia Hamm, fútbol Mia Hamm nació unos meses antes de que
el Título IX se convirtiera en ley. Esta ley ha marcado su vida
de muchas maneras. A la edad de 15 años, se convirtió en la mujer
más joven que jugó en la selección nacional de fútbol de los Estados
Unidos. En la universidad, jugó en el equipo de fútbol de la
Universidad de Carolina del Norte. Junto a su equipo ganó cuatro
campeonatos nacionales y fue la mejor anotadora de la nación. Fue
nombrada jugadora del año en 1990, 1992 y 1993.
Los desafíos atléticos no terminaron para Hamm cuando
retiraron su camiseta, la N.° 19, del equipo de la universidad en
1994; el fútbol femenino estaba en auge. Las oportunidades para
practicar fútbol eran numerosas y el Título IX preparó el escenario
para que el fútbol femenino estadounidense pudiera desarrollarse.
Durante su carrera futbolística, Mia Hamm fue la capitana del
equipo estadounidense cuando ganaron dos copas mundiales y dos
medallas de oro olímpicas. En cada partido que jugó, aportó habilidad,
velocidad y sabiduría. Recibió honores, premios, medallas y trofeos.
Fue nombrada varias veces la atleta más importante del año dentro
de un equipo e individualmente, y la jugadora más valiosa.
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Un momento cumbre en su
carrera tuvo lugar en 1996 cuando
el equipo de los Estados Unidos
venció a China y obtuvo el primer
título olímpico de fútbol femenino.
El equipo ganó la medalla de oro
en calidad de local en Atlanta,
Georgia, ante un estadio repleto.
La fiebre del fútbol se había
diseminado por toda la nación:
hombres, mujeres, niños y niñas
vieron la final por televisión. Mia
Hamm y sus compañeras
compartieron una reconfortante
victoria. Además, hicieron historia
para las mujeres en los deportes.
Mia Hamm, Brandi Chastain,
Joy Fawcett, Julie Foudy y Kristine
Lilly eran las “cinco fantásticas”
en ese primer equipo olímpico
que logró conquistar la medalla
de plata en las Olimpíadas de 2000.
Ganaron la medalla de oro
Mia Hamm jugó al fútbol
durante casi veinte años.
Alguna vez dijo: “Lo que
siempre siento cuando [las
niñas] nos ven jugar es que
se ven a ellas mismas, que
pueden hacer lo que sea”.
nuevamente en los Juegos
Olímpicos de 2004, en Atenas. El 26 de agosto de 2007, Mia Hamm
y Julie Foudy fueron incluidas en el Salón de la fama del fútbol de
los Estados Unidos.
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Las mujeres en el baloncesto El baloncesto fue otro deporte
que experimentó un auge gracias al Título IX. Desde 1972 a 1995,
la cantidad de mujeres que jugaban baloncesto en la escuela
secundaria aumentó un 300 por ciento.
“Sin el Título IX, no habría llegado muy lejos”, fueron
las palabras de Cheryl Miller, cuyo talento en la cancha
de baloncesto ya era notorio cuando asistía a la escuela
secundaria. En 1982, estableció un récord: ¡anotó 105 puntos en
un juego! Continuó jugando baloncesto para la Universidad del
Sur de California (USC). Para Miller, recibir premios y honores
se convirtió en rutina. En 1984, integró el equipo de baloncesto
que ganó la medalla de oro olímpica. En 1986, Sports Illustrated
la nombró mejor jugador de baloncesto universitario, tanto
masculino como femenino. El talento deportivo de Miller
contribuyó a darle notoriedad al baloncesto femenino.
Al baloncesto femenino le iba muy bien: las mujeres
estadounidenses ganaron la medalla de oro en los Juegos
Olímpicos de 1996, 2000 y 2004. Además, se creó una liga
de baloncesto femenino profesional en 1996, la Asociación
Nacional de Baloncesto Femenino (WNBA). Jugadoras
de renombre, como Lisa Leslie, Dawn Staley, Sheryl Swoopes
y Rebecca Lobo, fueron contratadas para jugar en la liga.
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Rebecca Lobo fue una estrella de baloncesto de la
Universidad de Connecticut, ganadora de medalla olímpica
de oro y una de las mejores jugadoras de la WNBA.
Rebecca Lobo
Nacida en 1973, después de que el Título IX se convirtiera
en ley, la estrella de baloncesto, Rebecca Lobo, se considera
una orgullosa “hija del Título IX”. Ella comentó que, sin las
nuevas oportunidades que el Título IX ofreció, posiblemente
no habría podido lograr una carrera jugando al baloncesto,
y menciona: “No creo que las becas universitarias de
baloncesto femenino hubiesen existido sin esa ley”.
15
El Título IX a través de los años
Aunque el Título IX se convirtió en ley hace algunas décadas, ha
tenido que afrontar muchos desafíos legales a través de los años. Todavía
existen controversias con respecto a su aplicación y cumplimiento.
Después de su aprobación, el Título IX fue muy criticado. De
inmediato, los legisladores trataron de modificarlo argumentando
que el Título IX reducía los presupuestos destinados al deporte para
los programas de varones. Quienes estaban en contra del Título IX
podían recitar una lista de razones para apoyar esos argumentos.
Algunas de las razones estaban relacionadas con los programas
de fútbol americano, que recibían el mayor porcentaje de los recursos
de los departamentos universitarios de deportes. Con frecuencia,
el Título IX era usado como excusa cuando se debía reducir
presupuestos. Sin embargo, esta ley no requiere que las universidades
eliminen equipos masculinos para lograr un equilibrio. Tanto los
hombres que practican otros deportes además del fútbol americano
como las mujeres deportistas generalmente comparten el deseo
de recibir un porcentaje justo de los fondos para deportes.
Tres requisitos del Título IX El Título IX establece que todas
las escuelas que reciban fondos federales deben proporcionar
oportunidades igualitarias a hombres y mujeres. Con respecto
a los deportes, existen tres aspectos a considerar.
Participación Las oportunidades de participación se miden
de distintas maneras. No es necesario que los establecimientos
educacionales ofrezcan deportes idénticos. No obstante, sí deben
proporcionar a personas de ambos sexos las mismas condiciones
para practicar los deportes que elijan. Las oportunidades
de participación deben ser proporcionales a los estudiantes
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matriculados. Por ejemplo, si el 55 por ciento de los atletas son
hombres y el 45 por ciento son mujeres, las oportunidades de
participación deben, como mínimo, igualar esos porcentajes.
Dinero para becas El Título IX establece que las universidades
deben proporcionar a todos los atletas una parte equitativa del
dinero para becas. Igualmente, las becas deben ser proporcionales
a la cantidad de matriculados. Por lo tanto, si el 55 por ciento de
los atletas que practican un deporte universitario son hombres y
el 45 por ciento mujeres, el dinero para becas debe ser equitativo.
En el caso anterior, si una universidad tuviera $100,000 para becas,
$55,000 se destinaría a los atletas hombres y $45,000 a las mujeres.
Otros aspectos de los programas atléticos El tercer requisito
del Título IX es que todos los aspectos de los programas
deportivos deben ser tratados igualitariamente. Debe existir
igualdad para dirigir y reclutar atletas. Tanto hombres como
mujeres deben poder contar con equipamiento, insumos e
instalaciones adecuadas para las prácticas y los juegos. Aunque
exista una diferencia entre el monto real de dinero que se gasta en
los programas de hombres y de mujeres, la calidad de los servicios
y las instalaciones debe ser igual.
De jugadora a entrenadora
Para Tara VanDerveer, el baloncesto es su vida, y siempre
ha sido así. Pero cuando era pequeña, su escuela no tenía
un equipo de niñas. Cuando llegó a la universidad, finalmente
pudo jugar; pero como no existían las becas, ella debía pagar
los gastos de los juegos como visitantes. Desde entonces, ha
pasado 22 años entrenando al equipo femenino de baloncesto
de la Universidad de Stanford. Ahora, gracias al Título IX, las
atletas que entrena pueden seguir sus sueños más fácilmente.
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El futuro Gracias al Título IX, generaciones de mujeres y niñas
estadounidenses han aprendido las lecciones que todos los atletas
aprenden: los deportes enseñan habilidades para la vida, enseñan la
importancia de trabajar arduamente y establecer objetivos. Gracias al
deporte, los atletas jóvenes desarrollan habilidades de liderazgo y
comprenden la importancia del trabajo en equipo. Estas son las
habilidades que los harán tener éxito en su trabajo y que los ayudarán
a alcanzar los objetivos que se propongan en su vida.
Con el paso de los años, el Título IX ha enfrentado muchos
desafíos y, sin duda, continuará haciéndolo en el futuro. Mientras
sea ley, seguirá teniendo como objetivo promover la igualdad para
todos en la educación, los deportes y el mundo académico.
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o
l
u
t
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T
IX
Responder
Secuencia de sucesos ¿Qué
serie de sucesos condujo al surgimiento de la igualdad
en programas deportivos financiados por el gobierno
federal? Copia y completa el siguiente diagrama.
Suceso:
?
Suceso: El presidente Lyndon B. Johnson
aprobó la Ley de Derechos Civiles en 1964.
Suceso:
?
¡A escribir!
El texto y el mundo Escribe un relato breve sobre una
niña que, a mediados de la década de 1970, se une al
primer equipo femenino de fútbol o baloncesto de su
escuela. Crea el contexto histórico para el relato con la
información en el pasaje sobre el Título IX.
19
clasificar
intimidado
competencia
número
elemento
recitar
dominar
uniforme
idéntico
unísono
AMPLIAR EL VOCABULARIO
boicots
discriminación
controversias
manifestaciones
Secuencia de sucesos Identifica
el orden cronológico en que transcurrieron los sucesos.
Verificar/Aclarar A medida
que lees, presta atención a lo que no tiene sentido. Halla
maneras de entender las partes que son confusas.
GÉNERO La narrativa de no ficción presenta información
de hechos reales a través de un relato verdadero.
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Nivel: X
EDL: 60
Género:
Narrative Nonfiction
Estrategia:
Verificar/Aclarar
Destreza:
Secuencia de sucesos
Número de palabras: 2,618
Título IX
5.1.4
HOUGHTON MIFFLIN
Libritos nivelados
en línea
por Emily Courtney
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