resolución - Tribunal Constitucional Plurinacional

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SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1631/2012
Sucre, 1 de octubre de 2012
SALA LIQUIDADORA TRANSITORIA
Magistrado Relator:
Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
Acción de amparo constitucional
Expediente:
Departamento:
2010-21428-43-AAC
Cochabamba
En revisión la Resolución de 19 de febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, pronunciada dentro de la
acción de amparo constitucional interpuesta por Antonio Cardozo Ortega, contra María del Carmen
Ponce de Rocha y Renán Jiménez Sempértegui, Vocales de la Sala Civil Segunda de la Corte Superior
del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba.
I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA
I.1. Contenido de la demanda
Por memorial, de acción de amparo constitucional, presentado el 25 de enero de 2010, cursantes de
fs. 9 a 11, el accionante manifestó que:
I.1.1. Hechos que motivan la acción
En el Juzgado Primero de Partido en lo Civil y Comercial del departamento de Cochabamba, se
tramitó un proceso ejecutivo seguido por María Lourdes Terrazas de Leaño, contra su persona, su
esposa (ahora fallecida) María Violeta Morando de Cardozo, representada por su hijo Edwin César
Cardozo Ortega y José Antonio Cardozo Morando, dentro del cual planteó un incidente solicitando la
nulidad de obrados, que fue rechazado, decisión contra la que interpuso apelación incidental, sin
embargo, como dicho recurso no suspende el trámite del proceso principal, existe el inminente
peligro que pierda su vivienda en la que habita con su familia y de la cual se ha ordenado su
desapoderamiento.
Refirió, que es un anciano de ochenta y un años de edad, por lo que precisa que el recurso de
apelación planteada, se resuelva lo más antes posible, y al estar radicada en la Sala Civil Segunda,
solicitó a los Vocales que la conforman, que en consideración a su avanzada edad y en aplicación de
la Resolución de Sala Plena de 21 de noviembre de 2006, que autoriza que los trámites en los que se
encuentren involucrados personas de la tercera edad, de manera excepcional, puedan ser
adelantados en su sorteo y resolución; empero, en su perjuicio, incumpliendo y desobedeciendo la
Resolución de Sala Plena mencionada, le rechazaron su petición disponiendo esté al orden
cronológico establecido, sin mayores fundamentaciones, desconociendo sus derechos
constitucionales que le asisten como persona de la tercera edad.
I.1.2. Derechos supuestamente vulnerados
El accionante consideró, que se vulneraron sus derechos al acceso a la justicia, petición, a la tutela
judicial pronta, oportuna, efectiva y sin dilaciones, citando al efecto los arts. 24, 67, 68 y 115 de la
Constitución Política del Estado (CPE).
I.1.3. Petitorio
Solicita se conceda la tutela, ordenando a las autoridades “recurridas”, que de manera excepcional
sea procesado y resuelto el recurso de apelación incoado, anticipando su turno regular de sorteo.
I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías
Celebrada la audiencia pública el 19 de febrero de 2010, según consta en el acta cursante de fs. 15 y
vta. de obrados, se produjeron los siguientes actuados:
I.2.1. Ratificación de la acción
El abogado del accionante, ratificó inextenso los términos de la acción de amparo constitucional y la
complementó señalando, que se vulneró el derecho a una pronta, efectiva y sin dilaciones resolución
del proceso, que se encuentra establecido en el art. 115 de la CPE, ya que su cliente es parte activa
en el proceso ejecutivo en el que se habrían cometido una serie de vulneraciones en su tramitación,
hecho ante el cual, interpuso un incidente de nulidad de obrados, porque se pretendía un
mandamiento de desapoderamiento, poniendo en peligro su patrimonio y el de su familia, que fue
rechazado y por ello se planteó el recurso de apelación, instancia en la cual la Sala Civil Segunda, a la
fecha no la ha resuelto por la carga procesal existente y esta resolviendo causas de 2005; sin
embargo, si no se resuelve de manera pronta el recurso, está en peligro su derecho patrimonial
despojándole de su vivienda, circunstancia por la que al tratarse de una persona de la tercera edad,
solicitó en aplicación de la Circular emitida por ése Tribunal, se adelante el sorteo que fue rechazado
por los demandados, solicitando por lo expuesto, se conceda la acción de amparo constitucional.
I.2.2. Informe de las autoridades demandadas
Los demandados, en su informe escrito cursante de fs. 14 de obrados, leído en audiencia,
manifestaron: a) El art. 74 de la Ley de Organización Judicial (LOJ1993), de cumplimiento obligatorio,
dispone que las causas radicadas en las diferentes salas, serán sorteadas semanalmente en el orden
cronológico que les corresponde, tomando en cuenta la fecha, mes y año de radicatoria. Es así, que
la resolución de Sala Plena de 21 de noviembre de 2006, sin contrariar la citada disposición legal,
“'de manera excepcional' autoriza 'se anticipe el sorteo semanal de todas aquellas causas que a
juicio de los Vocales deban ser resueltas con prescindencia del orden cronológico de su radicatoria'”
(sic); esta resolución, con “voto disidente del Dr. Rolando Renán Sempértegui” (sic), indudablemente
no es de aplicación preferente a la norma de la LOJ1993 citada, es una simple recomendación y de
ninguna manera vulnera derechos constitucionales del demandante de amparo; b) El derecho de
acceso a la justicia reclamada por el accionante, no fue negada por la Sala Civil y Comercial Segunda,
respetando el orden cronológico de sorteo de causas como respetan otras personas de la tercera
edad y litigantes que no lo son, cuyos procesos anteriores al de Antonio Cardozo Ortega, esperan
pacientemente el turno de sorteo que les corresponde; c) El proceso del accionante, radicó en la
Sala el 9 de octubre de 2009, y están sorteando procesos con apelación de autos interlocutorios
ingresados el mes de junio de 2008, como deben apreciar falta algún tiempo para el sorteo del
proceso de referencia; y, d) Están impedidos de contrariar lo dispuesto por el art. 74 de la norma
legal citada, porque de hacerlo en este caso, “ocasionaría caos judicial por la presentación de
decenas, sino cientos, de demandas de amparos constitucionales” (sic), vulnerando el derecho que
tienen otros litigantes, pidiendo se declare “improcedente” (sic) la acción de amparo constitucional.
I.2.3. Intervención de la tercera interesada
La tercera interesada, es María Lourdes Terrazas de Leaño, quien no concurrió a la audiencia pública
señalada, ni presentó fundamentación alguna, no obstante su legal citación.
I.2.4. Resolución
La Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba, constituida en Tribunal de garantías, pronunció la Resolución de 19 de
febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, de obrados que declaró “parcialmente procedente” la
acción de amparo constitucional, respecto únicamente al demandado Renán Jiménez Sempértegui,
disponiendo que dentro de las cuarenta y ocho horas subsiguientes a la legal notificación de los
accionados, den respuesta a la petición incoada y sea por ambos Vocales, teniendo presente el
análisis realizado en la Resolución pronunciada, con los siguientes fundamentos: 1) No se dio
respuesta fundamentada a la petición realizada por el accionante, vulnerándose de esa manera no
sólo el derecho constitucional que le asiste de realizar peticiones legales, sino también su derecho a
la “seguridad jurídica” y sobre todo al debido proceso; 2) No se tuvo presente, la existencia de una
Resolución de Sala Plena, por mucho que el Vocal Renán Jiménez Sempértegui, hubiere sido
disidente, al ser aprobada por los demás Vocales, constituye una decisión a ser tomada en cuenta,
menos se tuvo presente la protección especial que brinda la CPE, en actual vigencia, a las personas
de la tercera edad, que se encuentra explicitada en los arts. 67.I y 68.II; y, 3) La decisión impugnada,
fue tomada únicamente por el demandado Renán Jiménez Sempértegui, en su calidad de Presidente
de la Sala Civil Segunda, no constando en forma alguna que se hubiere consultado con la Vocal María
del Carmen Ponce de Rocha, a fin de que otorgue su consentimiento para dicha decisión, por lo que
no tiene legitimidad pasiva para ser accionada en el presente caso.
I.3. Consideraciones de Sala
Por mandato de las normas previstas por el art. 20.I y II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; la
Sala Plena del Tribunal Constitucional Plurinacional, conformó la Sala Liquidadora Transitoria,
posesionando a los Magistrados y Magistradas de la misma, el 15 de febrero de 2012, a objeto de la
liquidación de las acciones tutelares ingresadas a los Tribunales de garantías hasta el 31 de
diciembre de 2011, en el marco de la Ley 1836 de 1 de abril de 1998. Con la referida competencia, se
procedió al sorteo de la presente causa, dictándose Resolución dentro de plazo.
I.4. Trámite procesal en Tribunal Constitucional Plurinacional
Habiéndose remitido la presente acción tutelar al despacho del Magistrado Relator el 25 de abril de
2012; en tal conocimiento, se solicitó la suspensión del vencimiento de plazo, por solicitud de
documentación complementaria, con la finalidad de obtener mayores elementos de convicción, para
el respectivo análisis y la consiguiente resolución de la causa. Suspensión que fue concedida
mediante Auto Constitucional 0032/2012 BIS-CA/SL de 25 de junio; en razón de que tuvo que remitir
el expediente a la Comisión de Admisión y a Secretaría General, para la sustanciación de la referida
solicitud; y una vez admitida la certificación a fs. 37, se solicitó la reanudación del plazo.
II. CONCLUSIONES
Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las conclusiones siguientes:
II.1.
Dentro del proceso ejecutivo seguido por María Lourdes Terrazas de Leaño, contra José
Antonio Cardozo Ortega, y otros, persiguiendo el cobro de $us17 250.- (diecisiete mil doscientos
cincuenta dólares estadounidenses), más interese legales, el ejecutado, ahora accionante, el 13 de
mayo de 2009, presentó incidente de nulidad de notificación, solicitando la nulidad de obrados, que
fue rechazado por Auto de 17 de julio del mismo año (fs. 16 vta.).
II.2.
Contra el rechazo del incidente de nulidad, el accionante planteó apelación incidental, que
se radicó el 9 de octubre de 2009, en la Sala Civil Segunda de la Corte Superior del Distrito Judicial ahora Tribunal Departamental de Justicia- de Cochabamba, que se encuentra “en espera para
resolución” (sic) (fs. 16 vta.).
II.3.
El accionante, por memorial de 15 de diciembre de 2009, invocando ser persona de la
tercera edad por contar con ochenta y un años, y ante el inminente desapoderamiento de su
vivienda, solicitó al Tribunal de alzada, se anticipe el sorteo de la apelación incidental planteada,
amparándose en la Resolución de 21 de noviembre de 2006, emitida por la Sala Plena de ese
Tribunal de Justicia, que autorizó se anticipe el sorteo semanal de aquellas causas que a juicio de los
Vocales, deben ser resueltas con prescindencia del orden cronológico, y en las que se encuentren
involucrados personas de la tercera edad (fs. 3 a 4).
II.4.
La solicitud de anticipo de sorteo efectuada por el accionante, mereció la providencia de 16
de diciembre de 2009, dictada por el Presidente de la Sala Civil Segunda, Renán Jiménez
Sempértegui, ahora demandado, señalando: “habiendo procesos de similares condiciones en espera
de su turno para resolución, de momento estese al orden cronológico establecido por este tribunal”
(sic) (fs. 5).
II.5.
Contra esa providencia, el accionante interpuso la presente acción de amparo constitucional
el 25 de enero de 2010 (fs. 9 a 11), que fue concedida parcialmente, por el Tribunal de garantías,
disponiendo que los Vocales de la Sala Civil Segunda, dentro de las cuarenta y ocho horas
subsiguientes a su legal notificación, den respuesta a la petición del accionante, teniendo presente el
análisis realizado en la resolución constitucional (fs. 17 vta. y 18).
II.6.
Cursa en obrados, el reclamo efectuado por el accionante, en sentido que el ahora
demandado Renán Jiménez Sempértegui, si bien emitió la Resolución, rechazó su petición y no tuvo
presente el análisis efectuado en la Resolución del Tribunal de garantías, siendo la Vocal María del
Carmen Ponce de Rocha de voto disidente (fs. 22, 25 y vta.).
II.7.
Cursa en obrados a requerimiento del Magistrado Relator, la certificación emitida por el
Secretario General del Tribunal Constitucional Plurinacional, (fs. 37) en sentido de que la Resolución
de Sala Plena la Corte Superior del Distrito Judicial de Cochabamba de 21 de noviembre de 2006, en
la que se funda la presente acción tutelar, se encuentra a fs. 4 del expediente 00947-2012-02-AAC.
III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO
El accionante denuncia la vulneración de sus derechos al acceso a la justicia, petición, a la tutela
judicial pronta, oportuna, efectiva y sin dilaciones, por cuanto dentro del proceso ejecutivo que se
sigue en su contra, planteó incidente de nulidad de obrados, que fue rechazado por la autoridad
jurisdiccional, decisión contra la que interpuso apelación incidental, instancia ante la cual, por su
condición de persona de la tercera edad al contar con ochenta y un años de edad y existir una
Resolución de Sala Plena de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba, que autorizó el anticipo del sorteo y resolución de causas en las que estén
involucradas personas de la tercera edad, como es su caso y quien solicitó se proceda al sorteo y
resolución de su recurso de apelación, ante el inminente desapoderamiento de su vivienda y de su
familia, petición que fue rechazada por los Vocales demandados, sin la debida fundamentación e
incumpliendo la referida Resolución de Sala Plena, cuyo cumplimiento pide a través de esta acción
tutelar. En consecuencia, corresponde determinar, en revisión, si los extremos demandados son
evidentes para conceder o denegar la tutela solicitada.
III.1.
Naturaleza jurídica de la acción de amparo constitucional
La acción de amparo constitucional, es una acción tutelar de carácter extraordinario, cuya
finalidad es la protección de los derechos fundamentales de las personas, establecida en el art. 128
de la CPE, y procede: "…contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o
de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los
derechos reconocidos por la Constitución y la ley".
A su vez, el art. 129 de la misma CPE, establece que: “I. La Acción de Amparo Constitucional
se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por
la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal
competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los
derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados.
II. La Acción de Amparo Constitucional podrá interponerse en el plazo máximo de seis
meses, computable a partir de la comisión de la vulneración alegada o de notificada la última
decisión administrativa o judicial”.
III.2.
Excepción al carácter subsidiario de la acción de amparo constitucional
Constituyendo la subsidiaridad una de las características esenciales de la acción de amparo
constitucional; sin embargo, la jurisprudencia constitucional ha establecido excepciones en
consideración a la vulneración de derechos fundamentales vinculada a un inminente daño
irreparable, como son las medidas de hecho, así como de las personas que requieren de una
protección inmediata, abstrayéndose de las exigencias procesales, por formar parte de lo que la
doctrina, instrumentos internacionales y la jurisprudencia constitucional ha denominado grupos
vulnerables y que comprende a los niños, niñas, discapacitados, minorías étnicas o raciales y
personas adultas de la tercera edad.
Respecto a las personas adultas o mayores de la tercera edad, la Asamblea General de las
Naciones Unidas entre los principios establecen: en sus incisos: 1) “El derecho a tener acceso a la
alimentación, agua, vivienda, vestuario y atención de salud adecuados…”; 6) “…Poder residir en su
propio domicilio por tanto tiempo como sea posible;” y, 17) “Poder vivir con dignidad y seguridad y
verse libres de explotación y de malos tratos físicos o mentales”.
Los derechos fundamentales y protección especial que merecen las personas de la tercera
edad, están recogidos en instrumentos internacionales, concretamente: en la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, arts. 2, 22, y 25 de 10 de diciembre de 1948; en el Pacto Internacional de
Derechos Sociales, Económicos y Culturales, arts. 2, 7, 10, y 17, en el que se destaca el derecho que
tienen los ancianos a tener “acceso a los servicios sociales y jurídicos, que les aseguren mayores
niveles de autonomía, protección y cuidado especial”, así como “a poder vivir con dignidad y
seguridad y verse libre de explotaciones y maltrato físico o mental”. La protección especial a la que
tienen derecho las personas de la “Tercera Edad, no sólo tiene que ver con el carácter universal de
sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales; sino también con los derechos
esenciales que hacen a su dignidad humana, vinculada a sus derechos de desarrollo de su
personalidad en situaciones de evidente vulnerabilidad y lesividad psicológica que pudiera detonar
de los órganos del Poder del Estado en cualesquiera de sus prestaciones públicas, o bien de
particulares; situaciones en las que debe concretarse el derecho de “especial estima y consideración
protectora, por la conversión sensible de casi la totalidad de sus derechos fundamentales y
universales, debido a su dilatada vida y experiencia dedicada con abnegación al servicio de la
sociedad. Es así que, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó como Principios a favor de
las personas mayores o de la tercera edad, entre otros: “Vivir con dignidad” acceso a una vida
íntegra, de calidad sin discriminación de ningún tipo y respeto a la integridad psíquica y física y
“Seguridad y apoyo jurídico”, protección contra toda forma de discriminación, derecho a un trato
digno, apropiado y que las instituciones velen por ello y actúen cuando fuese necesario.
Nuestro orden constitucional vigente, consagra, garantiza y protege los derechos y garantías
fundamentales inherentes a las personas, proclamando una protección especial a los adultos
mayores de la tercera edad, en el art. 67 que señala los derechos a una vejez digna, con calidad y
calidez humana, dentro de los márgenes o límites legales.
Dentro de este contexto, la jurisprudencia constitucional en armonía con la Constitución
Política del Estado, en la SC 0989/2011-R de 22 de junio, señaló:
“Siguiendo este razonamiento, la Constitución Política del Estado Plurinacional reconoce una
diversidad de derechos fundamentales, tanto individuales como colectivos, teniendo en cuenta que
estas normas fundamentales no solamente rigen las relaciones entre iguales, sino que tiene como
finalidad el proteger a los ostensiblemente más débiles -mejor conocidos en la doctrina como grupos
vulnerables- por lo que el Estado, mediante ”acciones afirmativas” busca la materialización de la
igualdad (que goza de un reconocimiento formal reconocida en los textos constitucionales y legales
pero que en la realidad no se materializa) y la equidad, por lo que se establecen políticas que dan a
determinados grupos sociales (minorías étnicas o raciales, personas discapacitadas, mujeres,
menores de edad, adultos mayores) un trato preferencial en el acceso a determinados derechos generalmente de naturaleza laboral- o distribución de ciertos recursos o servicios, así como acceso a
determinados bienes, con el fin de mejorarles su calidad de vida y compensarles, en algunos casos,
por los perjuicios o la discriminación y exclusión de las que fueron víctimas en el pasado” (las
negrillas son nuestras).
En consecuencia, en el caso presente al tener el accionante de ochenta y un años de edad, y
una inminente pérdida de su vivienda, que constituye su “habitad de toda la vida, sus recuerdos y
donde siente su mejor vivir”, vinculados a su dignidad humana, es inaplicable la excepción de
subsidiariedad.
III.3.
Con relación al caso concreto
De los antecedentes procesales se constata, que el accionante es una persona adulta, de la
tercera edad, al contar con ochenta y un años de edad, encontrándose dentro de la categoría de los
denominados “grupos vulnerables”, gozando por ello de una protección especial instituida en
nuestro orden constitucional como en los instrumentos internacionales, para proteger a “los
ostensiblemente más débiles”, lo que si bien es evidente, no es menos cierto que conforme se ha ido
desarrollando la tutela de estos grupos, respecto a los adultos de la tercera edad, esa protección
debe ser entendida no solo por la consideración de “débiles”, sino que debe traducirse en el respeto
a su dignidad humana, mereciendo se le dispense un “trato preferente y digno”, constituyéndose en
“un derecho pero especial”, es decir “derecho a un trato preferente”, debiendo por ello, ser
prioridad no solo de la sociedad sino de las autoridades en general, respetar este derecho del adulto
mayor, vinculándolo al derecho de no ser discriminado por su edad, ni a ser considerado “inútil o
improductivo” en la sociedad ni en su entorno familiar, pues cualquiera sea su situación o status,
tiene entre otro de sus derechos, a no sufrir dilaciones en sus peticiones en las que reclama
derechos concretos relativos a su vida, salud y bienestar familiar, como a una vivienda digna, más
aún si la Norma Fundamental, establece en su art. 8.I el Estado asume y promueve como principios
ético-morales de la sociedad plural, señalando entre otros el de “Suma qamaña” (“vivir bien”).
En ese entendido, en la problemática planteada se evidencia que el accionante el 15 de
diciembre de 2009, invocando ser persona de la tercera edad y ante el inminente desapoderamiento
de su vivienda, solicitó al Tribunal de alzada, se anticipe el sorteo de la apelación planteada,
amparándose en la Resolución de 21 de noviembre de 2006, emitida por la Sala Plena de la entonces
Corte Superior de Justicia, que autorizó se anticipe el sorteo semanal de aquellas causas que a juicio
de los Vocales, deben ser resueltas con prescindencia del orden cronológico, en las que se
encuentren involucrados personas de la tercera edad, mereciendo la providencia de 16 de diciembre
de 2009, dictada por el Presidente de la Sala Civil Segunda, Renán Jiménez Sempértegui, ahora
demandado, señalando: “habiendo procesos de similares condiciones en espera de turno para
resolución de momento estese al orden cronológico establecido por este tribunal”, lo que no es
permisible, en consideración al trato preferente y a la protección especial que goza como adulto
mayor de la tercera edad, más aun cuando su petición únicamente estaba dirigida al anticipo del
sorteo de su apelación, por su preocupación precisamente por su edad y la demora en la resolución
del recurso interpuesto, circunstancias que no fueron tomadas en cuenta por la autoridad
jurisdiccional que unilateralmente rechazó la solicitud mediante un simple proveído y sin observar la
circular emitida por el ahora Tribunal Departamental de Justicia de Cochabamba del que forma
parte, incurriendo de esta manera en dilación que ocasiona perjuicio al accionante, quien como se
ha referido, debió ser atendido en su petición, lo que determina se otorgue la tutela solicitada.
No obstante lo señalado, luego de haber sido resuelta la presente acción de amparo
constitucional por el Tribunal de garantías, concediendo la tutela disponiendo que el demandado
Renán Jiménez Sempértegui, emita una resolución debidamente fundamentada, nuevamente
rechazó la petición del accionante, con el voto disidente de la Vocal María del Carmen Ponce de
Rocha, denotando una conducta ostensible, hecho que el Tribunal Constitucional Plurinacional, en su
Sala Liquidadora, debe revertir restableciendo el derecho del accionante de que su petición sea
atendida con el trato preferente que amerita.
Se aclara que el presente fallo constitucional es pronunciado en la fecha, en razón de haberse
requerido documentación complementaria, para un mayor análisis de la problemática planteada.
En consecuencia, la situación planteada se encuentra dentro de las previsiones del art. 128 de la
CPE, por lo que el Tribunal de garantías, al declarar “parcialmente procedente” la acción de amparo
constitucional, aunque con otros fundamentos efectuó una adecuada compulsa de los antecedentes
procesales y dio correcta aplicación al citado precepto constitucional.
POR TANTO
El Tribunal Constitucional Plurinacional, en su Sala Liquidadora Transitoria, en virtud de lo previsto
en el art. 20.II de la Ley 212 de 23 de diciembre de 2011; en revisión, resuelve:
1°
APROBAR la Resolución de 19 de febrero de 2010, cursante de fs. 16 a 18, pronunciada por
la Sala Penal Primera de la Corte Superior del Distrito Judicial -ahora Tribunal Departamental de
Justicia- de Cochabamba; y en consecuencia, CONCEDER en parte la tutela solicitada.
2°
Disponer que el demandado, Presidente de la Sala Civil Segunda, al no existir votos
conformes en la Resolución de 25 de febrero de 2010, habiendo sido de voto disidente la Vocal
María del Carmen Ponce de Rocha, convoque a otro similar y se emita una nueva resolución de
acuerdo a los fundamentos contenidos en el presente fallo, salvo que la situación jurídica del
accionante se hubiera definido por el transcurso del tiempo desde la emisión del fallo del Tribunal
de garantías y el pronunciamiento de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional.
Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional.
Fdo. Dra. Blanca Isabel Alarcón Yampasi
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Macario Lahor Cortez Chávez
MAGISTRADO
Fdo. Dra. Carmen Silvana Sandoval Landivar
MAGISTRADA
Fdo. Dra. Edith Vilma Oroz Carrasco
MAGISTRADA
Fdo. Dr. Zenón Hugo Bacarreza Morales
MAGISTRADO
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