Discursos del miedo e incertidumbres cotidianas / Loreto Rebolledo

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XII Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social FELAFACS ­ Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, septiembre de 2006 Mesa: Los relatos del vació: miedo, inseguridad e incertidumbre Coordinadora: Maritza Ceballos DISCURSOS DEL MIEDO E INCERTIDUMBRES COTIDIANAS Loreto Rebolledo Santiago, Instituto de Comunicación e Imagen Universidad de Chile Loreto Rebolledo, periodista y antropóloga, Doctora en Historia, docente e investigadora del Instituto de Comunicación e Imagen y del Centro de Estudios de Género de la Universidad de Chile. Resumen Los medios de comunicación ocupan un lugar estratégico en la instalación de un escenario de la inseguridad y el miedo a nivel internacional y nacional. La violencia bajo las formas del terrorismo y la delincuencia , así como las pestes contemporáneas, SIDA, gripe aviar, virus hanta, acechan a hombres , mujeres y niños en todos los lugares, de acuerdo a lo difundido por la prensa y noticiarios . ¿ Hasta adonde este tipo de discursos instalan la incertidumbre y el temor entre quienes los recepcionan? ¿ Los miedos de los que dan cuenta los medios son los mismos miedos que crean incertidumbre en la población?. Estas preguntas son respondidas en esta ponencia a partir de las percepciones de hombres y mujeres de sectores populares y medios bajos.
“Admitir la legitimidad del receptor es trastocar la jerarquía entre lo alto y lo bajo. Es, a la larga, admitir cierta igualdad, en todo caso una igual dignidad entre los participantes en las industrias de la comunicación. Tomar en cuenta es receptor e, finalmente, plantear la cuestión de la alteridad y por tanto de la convivencia” (Wolton en Farré, 2005:117) El miedo es el mensaje” es el título del libro del español Enrique Gil Calvo (2005) que perfectamente se puede aplicar a Chile del 2006, donde los medios de comunicación a través de sus titulares y noticiarios crean un clima de opinión donde el miedo a la delincuencia se instala en el imaginario colectivo. Asaltos a viviendas y a camiones en la carretera, atracos en la calle, tráfico de drogas, secuestros express, delincuentes que entran y salen de juzgados y cárceles para volver a delinquir en lo que los medios han bautizado como “puerta giratoria” copan la agenda noticiosa, los titulares de diarios y telediarios. 1 La situación no deja de ser paradojal si se considera que los indicadores de delincuencia en Chile son bajos comparados con otros países latinoamericanos y Santiago aparece como una ciudad segura. Sin embargo, los discursos del miedo no solo se remiten a la seguridad ciudadana. En la agenda noticiosa abundan informaciones que dan cuenta de riesgos que amenazan la vida y la salud . A las guerras y actos terroristas se suman las noticias sobre pestes que avanzan por el mundo sin barreras que las contengan. Si en el medioevo la peste se difundía por las ratas, hoy son las aves y la gripe aviar el peligro; se puede enfermar de VIH o SIDA por tener relaciones sexuales sin protección, incluso con una pareja estable. Hasta la casa no solo pueden llegar los delincuentes, también un pariente puede ser un golpeador o abusador sexual y los medios de comunicación se encargan de prevenirnos sobre esos peligros y otros que pueden llegar incluso a través de Internet. Ni la casa, ni la calle parecen ser lugares seguros de acuerdo a lo que los medios difunden. El temor a los otros, y también a los que son parte de un nos/otros (cada quien tiene sus propios otros) se suman a los peligros emboscados en cualquier calle, esquina, casa o ciudad; ello sin olvidar los terremotos, inundaciones y otros desastres naturales. Estos “mensajes del miedo” sin duda provocan efectos en diferentes niveles. Por una parte instalan en la opinión pública la sensación de que vivimos en permanente peligro. Que no hay refugios seguros donde cobijarnos; lo cual tiene efectos culturales, políticos y económicos. En relación a esto último se puede señalar que en Chile las empresas de seguridad facturan 1 De acuerdo a una estudio del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile (INAP) en la televisión aparecen unas 20 notas relacionadas con violencia o actos delictivos diseminadas en las distintas estaciones, lo que representa alrededor de un 40% de las noticias más importantes.
anualmente más de 450 millones de dólares .Hay mas de 1300 empresas ligadas a la seguridad privada, mil de las cuales ofrecen servicios de guardias y generan 80 mil puestos de trabajo. 2 . En lo cultural la incertidumbre modela ciertas prácticas sociales especialmente visibles en las grandes ciudades 3 , el temor a los otros obliga a refugiarse en el nosotros, el miedo a los delincuentes, que parece acechar en las calles, lleva a resguardarse en las casas y proteger estas con rejas, murallas, alarmas y guardias, fragmentando la vida social y exacerbando las distancias y desconfianza entre grupos diversos que comparten el espacio urbano. Las fronteras y desconfianzas entre un nosotros , los que están a resguardo y protegidos , y los otros, los que quedan fueran de los límites de nuestras seguridades, generan nuevas exclusiones Los efectos de los mensajes del miedo a nivel político han sido señalados por diferentes autores 4 y entre ellos destaca el disciplinamiento social, la reinstalación de un discurso autoritario que apela al orden y la vigilancia (Reguillo 97,Farré 2005) , tema no menor en un país como Chile donde aún está viva la memoria de la dictadura y siguen vigentes los discursos que justifican el golpe militar como un proceso necesario para superar el caos provocado por la Unidad Popular. “El fin de la dictadura es el fin de la represión, pero no del miedo, escribe Lechner” por lo cual la actualización de discursos que dan cuenta del desorden y la violencia callejera no caen en el vacío. Otro efecto político de los discursos del miedo instalados por los medios es la reelaboración de agendas gubernamentales . Los MCM en Chile al instalar el tema de la delincuencia en la opinión pública creando un clima de temor han manipulado la agenda gubernamental, obligando al gobierno a tomar decisiones respecto al tema, con lo cual son ellos quienes llevan la iniciativa. 5 Al poner en la opinión pública el tema de la delincuencia los partidos de derecha, opositores al gobierno de la Concertación y que controlan toda la prensa y la mayor parte de canales de TV abierta se han beneficiado doblemente, por una parte privilegian el orden y la 2 Este mercado de la seguridad se ha desarrollado a partir de 1990 fundamentalmente.( El Periodista, 2006) 3 Rossana. Reguillo ilustra esta situación en sus artículos “El oráculo en la ciudad: creencias prácticas y geografías simbólicas ¿una agenda comunicativa?” . “ y “Jóvenes la construcción del enemigo” 4 Lechner (1990) habla de la apropiación autoritaria de los miedos en el contexto de pérdida de seguridades. 5 El gobierno de Bachelet , que definió su plan de trabajo el 21 de mayo, ya la primera semana de junio debió incluir en su agenda como prioridad el tema de la delincuencia, inaugurando nuevos cuarteles de Carabineros, anunciando la apertura de un Ministerio de Seguridad Ciudadana y la revisión de los vacíos legales que favorecen a los reincidentes.
represión policial ( que es lo que la gente demanda cuando se siente temor) y por otra parte permiten una mala evaluación del gobierno 6 . Miedos discursivos, temores reales, incertidumbres cotidianas. Las encuestas del gobierno y la oposición muestran que en Chile no existe una relación proporcional entre la baja tasa de denuncias de delitos y al alto temor de la población. 7 En este sentido es importante profundizar en el análisis de los efectos que los discursos del miedo instalados por los medios de comunicación en la opinión pública tienen en los sujetos que los recepcionan. Esta ponencia indaga en estos aspectos a partir de entrevistas realizadas a hombres y mujeres de sectores populares y medios bajos de Santiago . A partir de las entrevistas realizadas se hace evidente que los mensajes del miedo no tienen sentidos unívocos. Las diferencias de clase, género y etnia mediatizan las lecturas que de ellos se hacen y se constata que la recepción de los discursos mediáticos está condicionada por el lugar que los sujetos ocupan en la estructura social y por sus referentes culturales. “El lector escoge leer aquello que refuerza su visión de mundo y le permite vivir en paz y desecha aquello que intenta cuestionar sus principios de vida con reflexiones perturbadoras” concluye la parte de una investigación cualitativa realizada por el observatorio de medios FUCATEL (2006). Nuestras propias indagaciones lo confirman. Algunos de nuestros entrevistados señalan que cuando las noticias son muy intimidantes, por ejemplo recordando situaciones conflictivas del pasado que podrían repetirse hoy, apagan la televisión o no leen más. Por otra parte se hace visible que los mensajes del miedo son decodificados desde la propia visión de mundo de quien los recibe y que la cultura opera como una barrera que filtra y relativiza lo que se recibe. Así por ejemplo, pese a las múltiples campañas gubernamentales y a la recurrencia de reportajes que informan sobre el avance el VIH y SIDA , entre los integrantes de pueblos originarios éstos no son percibidos como una amenaza para la salud y menos como una enfermedad que los puede llevar a la muerte (cfr. Montecino et. al. 2005). Se cree que es una enfermedad de los otros y piensan que su sangre y espíritu fuertes, así como la vida en comunidad y comportamientos adecuados de hombres y mujeres impiden el contagio. 6 En una encuesta realizada a fines de mayo 2006 por el Diario La Tercera , el gobierno aparecía con nota 3.1 ( en una escala de 1 a7) en relación al tema de la seguridad ciudadana. Por su parte la oposición aparecía como quien lo hace mejor respecto al combate a la delincuencia. 7 Según informe del Ministerio del Interior en el primer trimestre 2006 la tasa de denuncia era de 596.4, frente a 605.9 en el mismo período 2005, lo que muestra un estancamiento y una leve reducción. Esto es confirmado por la II Encuesta Nacional de Victimización realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas en el último trimestre del 2005 en más de 90 comunas que muestra que entre el 2003 y 2005 el índice de victiminzación cayó de 43% a 38,3% mientras el temor ente la población a ser víctima de un delito creció de 47,8% a 48,6%.
“La salud mapuche y de los pueblos originarios va más que nada en el espíritu. Si el espíritu es sano, el cuerpo también está sano. Si el cuerpo se enferma es porque el espíritu está enfermo”(Macarena, mapuche urbana) “Acá en el sur no hay eso, del norte será pues. Del otro país. Aquí no se ve esa enfermedad…La gente es más cuidada aquí, no hay mujeres demasiado locas, los hombre, igual” (Magali, mapuche rural, IX Región) “En el hospital nuestro no ha llegado nadie con este tipo de enfermedad. Es una enfermedad que no se adquiere al interior, es del otro. Para nosotros el otro es el que vino de afuera… yo creo que es una enfermedad del mundo huinca, del mundo digamos” ( Hombre, mapuche, IX Región) Argumentos similares encontramos en el mundo urbano popular no mapuche respecto a la gripe aviar que es percibida como un problema ajeno y lejano. “El diario lo paso por encima porque las noticias son muy alarmantes en todo sentido….creo que la prensa y los canales de televisión exageran un poquito, por ejemplo la gripe aviar. Eso no es de aquí, es en otros países (Jubilado, urbano) Algo similar se plantea respecto a las guerras y al terrorismo, se sabe por las noticias que esos problemas existen pero no generan temor pues se asume que son problemas que ocurren en lugares lejanos, se cree que Chile está protegido de las pestes y enfermedades gracias a la cordillera, que en el imaginario popular funcionaría como una barrera impenetrable. Respecto a las guerras y al terrorismo tampoco hay temor, se percibe que mientras haya países ricos o con petróleo ellos serán los amenazados y por tanto el país no será afectado de manera directa. “ Yo encuentro que Chile está muy lejos de todo, está como muy aislado. El hecho de las montañas nos aisla un montón..­No creo que Estados Unidos esté interesado en destruir a Chile porque sea una potencia, o que le podamos hacer algo …Si tuviéramos petróleo o algo así, pero nó” (Mujer urbana) Al igual que entre los entrevistados mapuche, en los sectores populares urbanos y medios bajos encontramos certezas que impiden que ciertos discursos del miedo trasmitidos por los medios de comunicación se instalen en el imaginario social y se sientan como amenazas. Algo diferente ocurre con otros discursos que encuentran eco en la realidad cotidiana de los sujetos, ya sea por experiencias vividas o porque tienen resonancia en incertidumbres alojadas en sus inconscientes dada su situación de vulnerabilidad. La delincuencia es uno de esos temas que están en los medios de comunicación que causan preocupación y temor en los sectores populares, sin embargo, ese temor no sería generado por el discurso de los medios, a los cuales se percibe como difusores exagerados de delitos que afectan a los sectores pudientes de la sociedad . “Yo ver para creer, La prensa le ponen más color... son medio exagerados..(creo) cuando una ve que una cosa pasó de verdad, no es que te lo vengan a contar...la prensa le pone un poquito más, señala una mujer de 45 años.
Más bien es la experiencia cotidiana de los riesgos de la calle, el barrio y la ciudad conocidos por lo ocurrido a ellos mismos o a personas cercanas lo que genera temor e inseguridad 8 . Sin embargo, las sensaciones de vulnerabilidad tienen un claro sesgo de género y edad. En los discursos femeninos se hace evidente el temor físico que genera en las mujeres salir a la calle, especialmente cuando oscurece y los peligros diurnos en el barrio son por los riesgos que pueden correr los hijos debido a la droga 9 , alcohol y enfrentamiento entre tribus urbanas. La peligrosidad de los barrios no es sentida de igual manera por hombres y mujeres, para ellas, la calle es el espacio del riesgo,”Salir de mi casa sola en mi barrio es complicado, porque tu no sabes que te va a pasar(...) puede pasarte cualquier cosa, eso es lo malo, de un lanzazo hasta un agarrón te pone insegura, porque es como la libertad que tiene cualquiera de hacerte cualquier cosa y salir corriendo”. Los hombres, especialmente los jóvenes, no sienten al barrio como amenazante por lo cual no les preocupa mayormente, “en la población no me siento tan intranquilo” señala un hombre de 35 años, mientras otro de 25 dice“por donde vivimos nosotros no es tanto ( el temor). Ahora, en la noche cuando salimos a carretear con los amigos, la mayoría de la gente drogadicta nos conoce y nos visualizan, no hay temor de andar por acá” Los barrios pobres suelen ser lugares de mayor riesgo y algunos de ellos son estigmatizados por la prensa como nido de delincuentes y traficantes de droga. Mal iluminados y con poca vigilancia policial, los barrios populares aparecen como espacio de la delincuencia y vandalismo, sin embargo estos delitos no aparecen en la prensa y ello es resentido por los habitantes de esos barrios. “..la policía se ve harto poco, uno no ve casi nunca un furgón por acá...uno se siente un poco solo. Viste que hay más carabineros, pero no es así. . Porque uno ve las noticias, ocurre un asalto en Providencia, hacia el barrio alto, carabinero llega en un segundo. Ocurre algo acá y hay que esperar media hora, ...Ayer hubo un asalto en una joyería.¿ qué pasa si ocurre un asalto en nuestra comuna? Nada.( Hombre joven, urbano) Los mayores temores de las personas entrevistadas, hombres y mujeres, están directamente relacionadas con su situación de vulnerabilidad social. Al ser consultados sobre qué cosas los atemorizan las respuestas se vinculan a la pérdida del trabajo, los riesgos de la cesantía, la enfermedad de los hijos o los padres ancianos, que los hijos adolescentes se involucren con drogas o pandillas; lo que da cuenta de incertidumbres cotidianas resultado del 8 El temor en los estratos bajos se origina dentro del barrio y en las inmediaciones de la casa, mientras que en los estratos altos se halla fuera del barrio y en los lugares propiamente públicos, concluye la investigación de Allende (2004) 9 Un 62% de personas de sectores socioeconómicos bajos estima que en sus barrios hay alto consumo de drogas en lugares públicos según una investigación realizada por el Instituto de Sociología de la Universidad Católica.(Allende, 2004)
modelo económico en que vivimos, donde el Estado no se hace cargo de amparar a los más débiles. Me atemoriza que yo me muera y mi hijo quede botado, que le pase algo y que él no tire para arriba, dice una mujer madre de un hijo con Síndrome de Down. A propósito de la discusión sobre la edad de jubilación uno de nuestros entrevistados de 70 años plantea: Se sugiere hacer prolongar la jubilación de la gente. La mujer tiene que bllegar a los 65 años y el hombre a los 70 y yo me pregunto ¿en esos cinco años de diferencia, quine le va a a dar trabajo a esa gente para que ellos puedan financiar su imposición y todo? Las incertidumbres recorren todo el ciclo vital de los sujetos pertenecientes a los sectores populares, los cuales se sienten viviendo en la indefensión y en un estado de precariedad tal que cualquier accidente puede desarticular sus proyectos de vida y son esas inseguridades las que generan temor. Sin embargo los medios de comunicación no recogen estas preocupaciones, lo cual acentúa la sensación desamparo y exclusión, pues perciben que ni el gobierno, ni las instituciones de seguridad social, ni la policía y los medios se ocupan de sus verdaderos problemas. Los discursos del miedo que difunden los noticiarios en muchos casos son percibidos como algo tan lejano a la realidad cotidiana de las personas que no les afectan, como dice uno de los jóvenes entrevistados no le tengo miedo al dedo que apriete el botón, como dice la canción , pero sí le preocupa y le atemoriza como se pisotea a la gente, como se la pasan a llevar. Frente a esta percepción de vulnerabilidad la tendencia es a recluirse en grupos pequeños de amigos, en la familia y en la casa que aparecen como los únicos refugios seguros y a tomar distancia de los otros, de los desconocidos. Esta misma reacción es la que se detecta en los sectores socioeconómicos altos que se resguardan en barrios amurallados, con guardias y alarmas donde las interacciones sociales son con otros similares a ellos, los otros quedan fuera de fronteras. 1 2 A modo de conclusiones 3 Las personas filtran los mensajes de los medios y los relativizan de acuerdo a su cosmovisión y a sus experiencias concretas .Los discursos del miedo difundidos por los medios de comunicación que no se anclan en las experiencias cotidianas de los sujetos caen en el vacío. Las pestes y enfermedades que preocupan al mundo desarrollado, las guerras y el terrorismo se perciben como problemas lejanos, de los otros que son amplificados por la prensa y la televisión. 4 El temor a la delincuencia que podría parecer como un efecto del discurso mediático no es resultado de éstos, sino de la experiencia real y cotidiana de los pobres en
barrios oscuros, con grupos de esquina, droga y delincuencia. Se percibe que la delincuencia e inseguridad ciudadana magnificadas por los medios de comunicación reflejan lo que ocurre en los barrios altos ya que los asaltos y robos tienen un carácter sensacionalista 10 . Esto tiene dos efectos, uno es no sentirse identificado con los discursos sobre la delincuencia que difunden los medios y por otra parte, acentúa su sensación de desamparo y desprotección por parte de los poderes y las instituciones, ante lo cual se refugian en su mundo privado, en la familia y conocidos, lo que acentúa la distancia entre nosotros y los otros. 5 Más fuerte que la sensación de temor en los entrevistados aparece la incertidumbre. Incertidumbre que genera inquietud cotidiana en hombres y mujeres de sectores socioeconómicos bajos y medio bajos los cuales no son recogidas por los medios de comunicación. Entre incertidumbre y temor hay una frontera débil que, de acuerdo a lo sostenido por los entrevistados, se puede traspasar en cualquier momento, ya sea por efecto de un robo, incendio o pérdida del trabajo. La intensidad con que se vive el temor tiene correspondencia directa con la vulnerabilidad de los sujetos, destacándose diferencias según clase social, género, pertenencia étnica y edad. En los sectores pobres el temor viene dado por la realidad socioeconómica en que se desenvuelven sus vidas, por la precariedad del trabajo, la amenaza de la cesantía el no tener garantizada la salud y la educación. Entre ancianos y mujeres el temor a sufrir daño físico está muy presente. En síntesis, de acuerdo a los datos arrojados por las entrevistas no se puede colegir que los discursos del miedo que difunden los medios de comunicación tengan efectos en el aumento del temor y la inseguridad entre hombres y mujeres de sectores populares, pues algunos se perciben como problemas lejanos, de los otros. Sus inseguridades cotidianas no son recogidas por los medios y en el caso de la delincuencia , que es un problema cercano y que les afecta directamente, los discursos parecen ajenos pues tienden a reflejar lo que ocurre en los barrios acomodados. Los efectos más visibles de los discursos mediáticos sobre seguridad ciudadana se registran a nivel político lo que se hace visible en los reajustes que ha debido hacer el gobierno a su agenda de trabajo. 10 Generalmente las noticias dan cuenta de los asaltos y robos que involucran altos montos de dinero y que afectan a los sectores sociales acomodados. Esto es más evidente en la televisión donde los delitos denunciados son los que ocurren en los sectores altos, asaltos y robos a casas, pese a ser numéricamente muy inferiores a lo que ocurre en los barrios populares, donde la delincuencia y recurrencia de delitos es mayor.
Bibliografía Allende, Catalina, “ El peso del temor a la delincuencia y sus factores determinantes en la población urbana chilena” , Instituto de Sociología, Pontificia Universidad Católica de Chile , Santiago, 2004 El Periodista, “Chile, El país del pánico” , 30 de junio, 2006 Farré, Jordi, “Comunicación de riesgo y espirales de miedo” ,en Comunicación y Sociedad, Departamento de Comunicación Social, Universidad de Guadalajara, 2004 FUCATEL, Observatorio de medios, “Imágenes y percepciones de la prensa chilena. Los diarios según sus lectores”, www.observatoriofucatel.cl, junio, 2006 Gil Calvo, Enrique, El miedo es el mensaje. Riesgo, incertidumbre y medios de comunicación, Editorial Alianza Ensayo, España, 2005 Lechner, Norbert, Los patios interiores de la democracia, Subjetividad y política, Fondo de Cultura Económica, México, 1990 Montecino, Sonia et. al, “Estudio de caracterización de los factores de riesgo y vulnerabilidad frente al VIH /SIDA en pueblo originarios”. Informe Final, CIEG, 2005 Reguillo, Rossana, “Jóvenes: la construcción del enemigo”, Chasqui 60, diciembre, 1997
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