INTERPONEN HABEAS CORPUS CORRECTIVO COLECTIVO

Anuncio
INTERPONEN HABEAS CORPUS CORRECTIVO COLECTIVO .-
EXCMA CAMARA:
MARIO
L.
CORIOLANO,
Defensor
de
Casación
Provincial, CECILIA M. BOERI, Defensora Departamental de Mar del Plata y la
Secretaria del Área de Ejecución Penal de la Defensoría Departamental, Dra.
FABIANA ANDREA DANTI,
a V.V.E.E., respetuosamente se presentan e
interponen el presente recurso de Hábeas Corpus Colectivo y Correctivo, en relación
a toda la población carcelaria alojada en el Complejo Penitenciario Batán.-
I.- OBJETO
Adelantamos que el presente recurso tiene por objeto: 1)
generar un mecanismo de control de las condiciones de detención y la reducción
del número de personas actualmente detenidas en el Complejo Penitenciario
Batán, teniendo en cuenta que dicha institución carcelaria no cumple con los
estándares requeridos por la CN art. 18, y las Reglas Mínimas para el Tratamiento
de los Reclusos (adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre
Prevención del Delito y Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en
1955 y aprobada por el Consejo Económico y social en sus resoluciones 663
C(XXIV) del 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) del 13 de mayo de 1977) , en especial
en lo que atañe a la salud psicofísica de los internos, lo que se traduce en el
agravamiento crónico de las condiciones de detención de las personas allí alojadas,
todo ello conforme lo normado por la CN arts. 18 , 43 ; DUDH art. 8; PIDCP arts.
7, 9 y 10; CADH arts. 5, 7 inc. 6; la Const. Pcial. Arts. 11, 15, 20 inc. 1, 30, 36 inc.
8; ley 24660 arts. 1, 9, 58, 59, 60, 63, 64, 65; el CPP art. 405, 406, 25 inc. 2 ; ley
12256 art. 4, 5, 9 inc. 1, 2, 3, 4, 6, y conc,.2) obtener a través del mismo mecanismo , la fijación del
cupo legal-constitucional máximo de cada una de las unidades del complejo, sin
perjuicio y con independencia del cupo administrativo que hayan fijado las
autoridades penitenciarias.- El cupo legal-constitucional máximo se determinará
previa
verificación del cumplimiento de la normativa constitucional,
cumpliendo así el mandato de la CSJN en autos “Verbitsky Horacio s/hábeas
corpus” , punto 4 del resolutivo, en el que -ya en el año 2005- instruye a los
tribunales de todas las instancias para que “...con la urgencia del caso, hagan cesar
toda eventual situación de agravamiento de la detención que importe un trato cruel,
inhumano y degradante o cualquier otro susceptible de acarrear responsabilidad
internacional al estado federal...” 1, y tiene por objeto generar un parámetro para
que los jueces de este departamento judicial, resuelvan la proporcionalidad y
conveniencia de las medidas cautelares, su duración, morigeraciones, alternativas, y
atenuaciones, así como su incidencia en la determinación de la duración y la
modalidad de las penas, sus sustituciones, alternativas y morigeraciones durante su
ejecución.-
II.- PROCEDENCIA DE LA VIA INTENTADA
Ha dejado sentado la CSJN en “Halabi”
2
las bases para el
ejercicio de derechos de incidencia colectiva referentes a “los intereses
individuales homogéneos de un conjunto de personas” , y la conveniencia de la
realización en estos casos de un único juicio..- Así, en el ilustre precedente se
concluye que “...la Constitución Nacional admite en el segundo párrafo del art.
43 una tercera categoría conformada por derechos de incidencia colectiva
referentes a intereses individuales homogéneos...en estos casos no hay un
interés colectivo, ya que se afectan derechos individuales enteramente
divisibles. Sin embargo, hay un hecho, único o continuado, que provoca la
lesión de todos ellos
1
y por lo tanto es identificable una causa
V 856.XXXVIII. Recurso de Hecho Vertbinsky Horacio s/Habeas Corpus”, 3 de
mayo de 2005
2
fáctica
“Halabi Ernesto”, SC H.270, L.XLII , del 24.2.09
homogénea...” 3.Esta homogeneidad fáctica y normativa, se da en autos pues
los hechos atañen a las características lesivas del alojamiento de personas en el
Complejo Penitenciario Batán, por lo que en este casos resulta razonable, como
decía, la realización de un solo juicio, atribuyéndose efectos expansivos a la cosa
juzgada.También señala el Superior Tribunal de la Nación que “...la
protección judicial efectiva no se reduce únicamente al amparo strictu sensu
sino que es susceptible de extenderse a otro tipo de remedios procesales de
carácter general, como...el hábeas corpus colectivo...” 4.Antes , en “Verbitsky”
5
la CSJN dispuso, como
mencionáramos supra, en el marco de una acción de Hábeas Corpus Colectivo
Correctivo, una serie de medidas dirigidas tanto al Poder Ejecutivo, como a la
Suprema Corte Provincial y a los Tribunales de todas las instancias de la Provincia,
con el fin de hacer cesar toda eventual situación de agravamiento de la detención
que importe un trato cruel, inhumano o degradante o cualquier otro susceptible de
acarrear responsabilidad internacional al estado federal.- Ese mandato, adelanto, es
susceptible de ejecutarse por esta vía, a nivel local, en razón de tratarse de la
situación especial del grupo de personas alojadas en este complejo penitenciario en
el que se vienen constatando los hechos que más adelante señalaremos, y por parte
de los jueces, en razón del fracaso en los items que señalaremos, de las órdenes y
exhortaciones dirigidas hasta ahora a los administradores.-
III- COMPETENCIA DE ESA EXCMA. CAMARA
Sin perjuicio de que el remedio impetrado puede presentarse
ante cualquier órgano jurisdiccional de la Provincia con competencia penal (art. 406
3
4
5
“Halabi”, punto. 11
“Halabi”, punto 19
Cit. Nota 1
del CPP) y por las razones que se verán, se plantea por ante esa Excma. Cámara, en
razón de tratarse del inmediato superior común de los Juzgados de Garantías,
Correccionales, de Ejecución y Tribunales orales
departamentales, a cuya
disposición se encuentran la mayoría de los detenidos amparados por este Hábeas
Corpus, resultando esa instancia superior
indicada para
evitar resoluciones
parciales, contradictorias y/o superpuestas, y por encontrase el Complejo
Penitenciario Batán en este departamento judicial. (arts. 21 y 29 CPP).
La petición, tramitación, resolución y ejecución por V.E.
resulta la vía más idónea contra la desnaturalización de la herramienta de tutela
(arts. 43, 28, 31 y 33 de la CN). Dividir el planteo ante los distintos jueces a cuyo
cargo se encuentran las personas detenidas, remitirlo a un juez de primera instancia
u otras de las medidas que la judicatura adopta en este tipo de casos, no han servido
más que para debilitar una respuesta amplia y abarcadora a la altura de las
necesidades de las personas bajo nuestra tutela defensiva y que como se verá con lo
expuesto en el punto VI.-y VII.- merecen la atención concentrada por éste órgano
jurisdiccional.
Tenemos en cuenta particularmente que la disposición
prevista por el art. 25 inc. 3 del CPP, que atribuye competencia en la materia en
primera instancia a los Jueces de Ejecución en las cuestiones referidas a la
observancia de todas las garantías incluidas en las Constituciones de la Nación y
de la Provincia y en los Tratados Internacionales con relación al trato a brindarle a
las personas privadas de su libertad que se encuentren condenadas, no contempla a
los procesados, y no cubre al total del colectivo que se pretende amparar con esta
acción.Asimismo , como se verá más adelante,
se incluyen
cuestiones de grado que hacen a la Superintendencia ejercida por esa Excma.
Cámara, y se sugieren recomendaciones, instrucciones, disposiciones y mecanismos
de control a cumplir por parte de todos los Jueces departamentales ,
en una
mecánica similar a la empleada por la Corte Suprema Nacional, en “Verbitsky” y el
caso de Penitenciarias de Mendoza 6, y la Suprema Corte Provincial en “Verbitsky”
7
También la Corte Suprema de los Estados Unidos en
“Brown, Gobernador de California y otros vs. Plata y otros” 8con fecha 23 de mayo
de 2011 resolvió ordenar al estado de California reducir su población penitenciaria
en un 137,5% de la capacidad de diseño en un plazo de dos años, luego de
comprobar que “...un remedio para la atención médica y de salud mental
inconstitucional no podía lograrse sin reducir el hacinamiento...” y que “..El
hacinamiento crea condiciones inseguras e insalubres que impiden la prestación
eficaz de la atención médica y de salud mental. También promueve la inestabilidad y
la violencia y puede causas deterioros en presos con enfermedades mentales
latentes...más encierros impiden la prestación eficaz de la atención...”
IV.- LEGITIMACION
Esta parte se encuentra legitimada por lo dispuesto por el 43
y 18 de la CN, los arts. 10 y 15 de la Constitución Provincial y las disposiciones del
CPPBA en consonancia con la Ley 23.098 que regulan sin formalismos la garantía.
Por lo demás, tampoco hay reparos a nivel jurisprudencial sobre el tema9.-
V.- EL AGRAVAMIENTO DE LAS CONDICIONES
CARCELARIAS :
1- INSUFICIENCIA CRONICA DE PRESTACIONES
SANITARIAS (violación de las reglas Mínimas para el tratamiento de los Reclusos
6
“Lavado Diego y otros v. Provincia de Mendoza y otros,” CSJN del 13 de febrero
de 200
7
8
SCBA P 83.909
Http:/www.pensamiento penal.com.ar/articulos/fallo-traducido-brown-vs-plata-corte-supremaestados-ordena-liberar
9
CSJN, A. 186. XXXIV. Asociación Benghalensis y otros; M. 1486. XXXVI. M. 1491. XXXVI,
Mignone, Emilio Fermín, SCBA I. 68.206, entre muchos otros.
22, 23, 24, 25, 26, 52, 62, 6682, : ley 12256 art. 9 inc. 1).El estado actual surge con claridad del reciente informe
agregado en el “Anexo Documental Pericias”, en el Anexo Visita carcelarias (comité
Deptal.) y en el “Anexo documental: Resoluciones”. Particularmente de la pericia
causa 7813 de trámite ante el Juzgado de Ejecución nro. 1 Del mentado expediente,
y de otros que se mencionarán a continuación, surge que las deficiencias apuntadas
vienen siendo constatadas desde hace años, sin que las medidas que pudiera haber
adoptado la administración hayan rendido sus frutos. Por el contrario, afirmamos
que la situación de déficit intolerable es crónica y progresiva, y que los remedios
esporádicos no logran sostenerse en el tiempo. El Poder Ejecutivo, el Ministerio de
Justicia y el Servicio Penitenciario se encuentran indudablemente en mora en el
cumplimiento de órdenes judiciales firmes. Particularmente grave es la ausencia de
estrategias en la detección de enfermedades graves y contagiosas, como la
tuberculosis y el HIV. Del informe cabeza del “Anexo Pericial” y en capítulo
sanidad surge que “… Respecto al relevamiento de salud, hago saber a VS. que la
resolución de la c. 7813 con respecto a este tema, -que se adjunta en el anexo de
precedentes locales- se apoyó también en las inspecciones realizadas al sector de
sanidad por dos médicos clínicos, un infectólogo y un especialista en salud
mental, de la Universidad Nacional de La Plata, fechadas durante febrero y
marzo del corriente (que se adjunta) arrojando como consecuencia las siguiente
deficiencias en el área: bajo numero de profesionales -al punto de no estar
presente en dos días consecutivos el medico de guardia, escasa atención
psiquiátrica y psicológica, falta de aparatología como caja de paro y desfibrilador
como también estufa de esterilización, falta de definición de protocolos para
patologías prevalentes, escaso o nulo control de los psicotrópicos, falta de
recursos básicos para aislamiento de tipo respiratorio, falta de ofrecimiento de
testeo voluntario para HIV y otras enfermedades de transmisión sexual, deficiente
evolución de historias clínicas de pacientes mentales, falta de medicación
psicotrópica y de clínica medica en general, problemas de articulación con el
Hospital extramuros (HIGA) para la correcta atención de internos -ya sea en la
Guardia del nosocomio o con turno preestablecidos-, falta de ambulancia, entre
otras…”.Del listado de Hábeas Corpus, al que me remito, surgen otras
tantas órdenes incumplidas respecto al mismo tema.
2- HIGIENE (incumplimiento de las Reglas Mínimas para el
tratamiento de los Reclusos nro. 10, 14, 1519, ley 12256 art, 9 inc. 2).Me remito en este caso a las constataciones hechas en las
pericias realizadas en la causa “Mestrin/Verbitsky “ ya citada, y agregadas al anexo
pericial, así como a las permanentes observaciones de jueces y defensores en sus
visitas (Anexo: visitas carcelarias), que alertaron, en un momento, por la presencia
y profusión de roedores (Anexo Documental: resoluciones y Anexo Documental:
pericias e informes).Ello fue materia de intervención judicial por parte de los
Sres. Magistrados titulares de los Juzgados de Ejecución nro. 1 Deptal., en autos
10727 y 11892 y del Juzgado de Garantías nro. 5 Deptal. en causa 4016, este
ultimo declinó su competencia en favor del primero. (anexo documental:
resoluciones).En el proceso mencionado se resolvió ordenar a las
autoridades del Complejo Penitenciario Batan, y del complejo de Salud
Penitenciario Batan, que en forma inmediata se arbitren las medidas de prevención
para evitar el contacto con roedores o sus excrementos e inmediata desinfección,
desratización e higiene de la totalidad del Complejo.-
3-
INSUFICIENCIA
CRONICA
EN
EL
ABASTECIMIENTO DE ALIMENTOS (Incumplimiento de las Reglas mínimas
ara el Tratamiento de los Reclusos nro. 20, ley 12256 art. 9 inc. 4.).El estado actual surge, entre otros, del informe del Juez
Leonardo Celsi realizado con motivo de la visita institucional realizada en el mes de
abril, y de otros Jueces y Defensores (en Anexo documental:Visitas Carcelarias) . La
situación venía siendo monitoreada con altibajos en la causa 7813 y 10018 de
trámite ante el Juzgado de Ejecución nro. 1 , sin que hayan podido
evitarse
episódicas situaciones de graves carencias de alimentos, que se solucionan con
gestiones puntuales, para volver a repetirse crónicamente, con el consecuente
deterioro en la nutrición de los internos.-La comprometida situación presupuestaria
de la Provincia que ha llevado inclusive al desabastecimiento ocasional de los
comedores barriales, como es de público conocimiento , no permite vaticinar que la
situación planteada se solucione en el corto tiempo..Más información surge del Anexo Pericias, en el capítulo de
alimentos, en el que se informa que “… desde fines del mes de Abril de 2012
sistematizamos el relevamiento de la mercadería existente en el depósito de la
Unidad Penal Nº15 , Alcaldía Penitenciaria y Unidad Penal 50 con asiento en
Batan, tanto como los menúes que se le ofrecen a los internos allí alojados, según
consta en los anexos que siguen presente. Con el correr de las inspecciones se
notaron grandes cambios en la reducción de la cantidad de mercadería.
A modo de ejemplo se relevó que a partir de Junio comenzó a ver una merma
importante en el rubro papa siendo reemplazada a partir de agosto por batata, la
cual fue decayendo en cantidad importante ya en forma mas espaciada. Lo
mismo ocurrió con el puré de tomate donde a partir del mes de agosto se dejo de
recibir de forma normal hasta mediados de septiembre que se recibió una partida.
Cabe aclarar que este producto es consumido en forma casi diaria de acuerdo al
menú proporcionado a los internos. En el rubro huevos el faltante comenzó a
principios de agosto hasta fin de año; sal gruesa desde principios de septiembre se
dejo de recibir en forma normal y harina de maíz desde octubre hasta finalizar el
año sin el producto. Con respecto al rubro carne el mismo se mantuvo en forma
sostenida durante todo el año, sin embargo se procedió a racionar las porciones
por problemas de entrega del proveedor, siendo en la actualidad la misma de
180grs. El rubro arroz y fideos se encuentra medianamente satisfecho.La situación del depósito con respecto al año en curso es bastante desfavorable;
existe gran cantidad de faltantes en los rubros más importantes donde la comida
para los internos se reduce a fideos con salsa o arroz con salsa y carne picada.
Desde el mes de febrero que no se provee de papa, batata, zapallo; desde 14 de
abril
falta
aceite
y
sal
fina
y
gruesa.
Respecto de la alimentación, adjunto también al presente la pericia requerida al
efecto por esta defensa a nutricionistas, la que fue realizada en marzo de 2013, en
las actuaciones registradas bajo el nro. 10018 de tramite ante el Juzgado de
Ejecución Penal nro. 1 Deptal.- De ella surge no solo la poco provisión de
alimentos sino también de higiene y limpieza en las tres cárceles que forman el
complejo Penitenciario Batan.- A modo de ejemplo se señalaron las siguientes
deficiencias: falta de telas mosquiteras, faltantes de diversos elementos de higiene y
limpieza, falta de stock para cumplir con la planificación de las dietas, falta
recolección de residuos lo que origina mal olor y moscas en el sector, entre
otras….”-
4- INSUFICIENCIA CRONICA DE HERRAMIENTAS
TRATAMENTALES, Y PERSONAL PENITENCIARIO. (Violación de las reglas
Mínimas para el tratamiento de los reclusos nro, 46, 49, 52, 59,61,63,65, 66).Esa insuficiencia surge de los mismos informes carcelarios
en los que se discriminan los recursos existentes, y los ideales (ver anexo
documental: informes carcelarios), tanto como de las exhortaciones judiciales para
abastecer debidamente la asistencia en materia de adicciones, asistencia psicológica
y psiquiátrica (ver Anexo Resoluciones judiciales) y también han sido mencionadas
en visitas de jueces y defensores y corroborado por la reciente pericia que se
efectuara en las áreas de Sanidad de cada establecimiento del Complejo
Penitenciario Batan.(ver Anexo Documental: pericias e informes y Anexo
documental: visitas carcelarios -Comité Deptal.).-
5-
DETERIORO
CRECIENTE
DE
LAS
INSTALACIONES (Violación de las Reglas Mínimas para el Tratamiento de los
Reclusos nro. 9, 10, 11, 12, 13, 14).-
Innumerable han sido las acciones judiciales y gestiones de
los magistrados ordenando clausuras y reparación de pabellones, eliminación de
conexiones eléctricas improvisadas, reposición de vidrios, destape de cloacas,
higienización en general, pintura, calefacción, etc. Acompañamos las completas
pericias Agregadas en su momento en la causa “Mestrin /Verbitsky” (ver “Anexo
documental: informes periciales y anexo Documental: Resoluciones), que revisten
total actualidad, tal como surge, entre otros, de los últimos informes de Jueces y
Defensores en las visitas carcelarias (ver “Anexo Documental: visitas carcelarias).-
VI- REMEDIOS HASTA AHORA INTENTADOS SIN
RESULTADO:
Se enumeran a continuación algunos de los Hábeas Corpus
colectivos correctivos abiertos, firmes o recurridos, cuyo listado ampliado figura en
el “Anexo Resoluciones Judiciales”, y será completado seguramente con
posterioridad a la presentación de este recurso, atento la
urgencia para su
interposición:
1) el 15 de setiembre de 2008, en C.1925 del Juzgado de
Garantías nro. 4, a cargo del Dr. Juan Tapia, HC correctivo colectivo iniciado por la
Defensoría General Departamental, se denunció el agravamiento ilegítimo de las
condiciones de detención de los internos alojados en la Unidad 44 derivados de la
afectación de su salud se resolvió ordenar a la Dirección General de Salud
Penitenciaria, entre otras medidas (ver resolución completa en anexo documental)
que garantizara un médico de guardia las 24 horas , y subsanara las omisiones en
materia de medicamentos, y personal médico, y asignara una ambulancia.- Esta
resolución se encuentra firme, y pendiente de ejecución. El tema se retomó en el
Hábeas Corpus colectivo correctivo de la Unidad 44, causa
2/11 del mismo
Juzgado.2) con fecha 17 de diciembre de 2008, el Juzgado de
Ejecución nro. 2 a cargo del Dr. Juan Galarreta, en C. 881/1, “Internos de la Unidad
Penal 15 Sección Máxima Seguridad s/Hábeas Corpus”, relativo a alimentación,
provisión de colchones y habitabilidad de los pabellones, resolvió
estos dos
últimos, disponiendo clausuras, prohibición de ingresos, y diversas reparaciones en
varios pabellones, así como la reubicación de los internos, también la provisión
anticipada, regular y continua de colchones y el desalojo progresivo de los
pabellones 2, 6 y 8 hasta lograr la ocupación a razón de un interno por celda. Esta
resolución se encuentra firme, y pendiente de ejecución.
3) con fecha 26 de febrero del año 2010, lo resuelto en la
c.13367 de trámite ante la Excma. Cámara de Apelación y Garantías Departamental
Sala II(punto b) es rubricado por la totalidad de los integrantes de la Cámara de
Apelación y Garantías en Acuerdo Extraordinario nro. 802, agregándose que previo
a hacer lugar al traslado, el Juez deberá requerir a la dirección de la unidad donde se
aloja el detenido, informe cuáles son aquellas en condiciones de recibirlo, conforme
la disponibilidad de plazas, prohibición de ingreso, condiciones de salud, etc. con el
fin de determinar la unidad de destino. Firman los Sres. Jueces Walter Dominella,
Juan Manuel Fernandez Daguerre, Esteban Ignacio Viñas, Marcelo Augusto Madina,
Reúl Alberto Paolini, Marcelo Alfredo Riquert, Reinaldo Fortunato, Pablo Poggeto y
R icardo Favarotto.
4) con fecha 20 de abril de 2010, en C. 14355 caratulada
“Mestrin María Fernanda; Verbitsky Horacio s/Hábeas Corpus”, de la Sala I de la
Excma. Cámara de Apelación y Garantías Departamental, con voto de los Dres.
Marcelo Riquert, Ricardo Favarotto y Esteban Viñas, resolvió entre otras medidas,
requerir al Ministerio de Justicia la adopción de las medidas necesarias para que en
el lapso de 360 días produzca la efectiva adecuación de los niveles ocupacionales de
la unidad, la que en un lapso de 180 días debiera reducir su población
aproximadamente a la mitad, priorizándose en dicha disminución a los internos
provenientes de otras jurisdicciones. Además se adoptaron otras medidas de orden
estructural, sanitario, y referentes a distintas condiciones de detención.(en anexo
documental:Resoluciones) Dicha sentencia fue recurrida por la Fiscalía de Estado y
el Ministerio de Justicia, recurso que tuvo entrada en el Tribunal de Casación con el
nro. 43144, y en la SCPBA bajo el nro. P.113.422; siendo resuelta en casación
confirmando parcialmente la resolución con fecha 30 de diciembre de 2011 (c 9820,
reg de la presidencia 35044), encontrándose actualmente interpuestos Recursos
Extraordinarios de Inaplicabilidad de Ley ante la SCBA (P-117445-1), con dictamen
favorable a la procedencia de los recursos por parte de la Procuradora General ante
la SCBA (ver resoluciones en el anexo documental).Además de las importantes
conclusiones en materia de hacinamiento en la Unida Penal nro. XV -que se tratarán
por separado-, la resolución, -que se acompaña íntegramente en el Anexo
documental “Resoluciones judiciales”- , dicta distintas medidas en orden al Sector
Sanidad, que en lo esencial acompañan lo resuelto en la causa 7813 que se informa a
continuación, y también en cuanto a los sistemas de ventilación y calefacción, ,
prevención de incendios, iluminación, instalaciones eléctricas, techos, membranas y
recubrimientos, y sistemas de desagües cloacales e instalaciones sanitarias.- Todas
estas disposiciones se encuentran firmes, pues fueron confirmadas por el Tribunal
de Casación, quedando pendiente de resolución ante la corte únicamente lo que hace
al alojamiento en celdas individuales (ver resolución del Tribunal de Casación en
Anexo documental, Resoluciones)
5) con fecha 16 de julio de 2010, en causa nro. 7813
caratulada “Internos Alojados en la Unidad Penal nro. XV s/Actuaciones art. 25 inc.
3 del CPP”, el Juzgado de Ejecución nro. 1 , y su acollarada nro. 8613 caratulada
“Sanidad Unidad Penal 44 y UP 50 s/actuaciones art. 25 inc. 3 del CPP”, se dispone,
entre otras medidas, el inmediato cese del alojamiento bajo el régimen de separación
del área de convivencia de personas que no hayan sido sancionadas, ni cuando se
hubieran superado los límites de la Res. 781/99 S:P:B., imparte instrucciones
específicas en relación al procedimiento disciplinario, sobre higiene, limpieza,
desinfección, requisas, régimen, separación entre condenados y procesados, y
diversas medidas en materia de salud penitenciaria. (ver resolución completa en el
anexo documental). En los mismos autos, con fecha 16 de julio de 2010, dispuso la
reubicación y traslado de varios internos que se encontraban alojados en SAC, el
requerimiento de diversa información a la unidad sobre alimentación, higiene, y en
general el régimen en el pabellón 7, su reparación inmediata con prohibición de
alojar internos, y otros requerimientos a Sanidad (medicamentos, reparaciones,
medidas de resguardo, etc.) y prohibición de ocupación del sector anticrisis hasta su
reparación, y reiterar que los internos que se alojen en SAC sin que revistan
sanciones, deberán mantener el régimen que detentan conforme su clasificación
penitenciaria , con acceso a patio y actividades recreativas , tareas laborales
culturales y educativas , asistencia y seguimiento médico y psicológico y
comunicación con el exterior, debiendo asimismo comunicarse dentro de las 24
horas su alojamiento en tal sitio al Juez a cuya disposición se encuentran y a la
defensa, así como la fecha prevista para su egreso. En materia de salud en dichos
autos , con fecha 30.4.10, se resolvió respecto del Complejo Penitenciario Batán, 1)
reiterar a las autoridades la vigencia de las órdenes impartidas en las causas 4735 y
6844, 2) requerir nuevamente a la Dirección de Salud Penitenciaria que en carácter
de muy urgente que se designe personal medico y de enfermería necesario para
cubrir las guardias médicas respectivas en las distintas unidades del complejo ,
asegurándose la presencia permanente de profesionales en el área de sanidad para
guardias de 24 hs. 3) requerir nuevamente a la Dirección de Salud Penitenciaria
suficiente provisión de medicamentos, elementos e insumos de atención médica , 4)
requerir a la Dirección de Salud Penitenciaria se arbitren los medios para dotar de
antipsicóticos atípicos , antidepresivos, antiagresivos, así como que se posibilite a
los profesionales a contar con estudios complementarios de laboratorio tales como
monitoreo de plasma de los fármacos suministrados, tal como ha sido sugerido por
los peritos intervinientes, 5) requerir nuevamente a la dirección de Salud
Penitenciaria y a la Jefatura del Servicio Penitenciario Provincial la coordinación
suficiente para proveer a las unidades del complejo de móviles suficientes para la
derivación de internos a Centros Hospitalarios, traslado a Hospitales extramuros
para análisis, estudios y atención especializada, transporte de la medicación e
insumos desde la ciudad de La Plata hasta los Sectores de enfermería de cada una de
las unidades, ; 6) reiterar a los titulares de las áreas de Sanidad de las unidades
penales del complejo adoptar los mecanismos para suplir en su caso las coberturas
de guardias cuando existieren inconvenientes; 7) reiterar a los titulares de las áreas
de sanidad de las distintas unidades como a los Directores de las Unidades verificar
las ausencias de médicos y enfermeras para solventar esas falencias, 8, 9 y 10)
reiterar el modo de utilización del sector anticrisis y los requisitos para su
internación en tales locales de encierro; así como su duración, la necesidad de
documentar las órdenes médicas, etc. ; la imposibilidad de alojar en ellas otros
detenidos, 11 requerir la designación de distintos profesionales médicos, cardiólogo,
infectólogos, traumatólogo, radiólogo, psiquiatras, clínicos, también ampliar la
nómina de psicólogos; 12) se impartieron distintas directivas tendientes a la
revisación periódica de detenidos, recorrido de pabellones, inspecciones de higiene,
alimentación, condiciones sanitarias de las instalaciones, y demás normas en
cumplimiento de las Reglas Mínimas de Tratamiento de los reclusos . Se solicito
que se destinara personal calificado en las ciencias médicas, psiquiatría y psicología
para la evaluación de los internos dentro de los Grupos de Admisión y seguimiento
de los Dtos. Técnico criminológicos , no pudiendo afectar a personal técnico
auxiliar o administrativos para tales tareas. Se le dan treinta días para la elaboración
de un Plan de Acción en cumplimiento de lo ordenando, dejando sentado que ello no
implica afectar el cumplimiento de lo ordenado por la Excma. Cámara en “Mestrín
Verbitsky” ; requerir se provea una ambulancia para cada una de las unidades del
Complejo con chofer y enfermero; 14) observancia, atención y seguimiento
odontológico, con exigencia del diseño de un Plan Odontológico; 15) Solicitar a los
Ministerios de Salud y de Justicia de la Provincia se gestionen convenios específicos
para dotar a las instituciones carcelarias de los programas médicos de salud
provinciales y nacionales, se garantice la atención de los detenidos fuera del servicio
penitenciario cuando fuere necesario por cuestiones de complejidad y previa orden
médica, y se gestionen las vías pertinentes para ampliar el rango de pacientes que
reciben tratamiento específico
de conductas adictivas ante las unidades del
complejo ya sea por medios propios, o por convenios con otras instituciones, 16)
Solicitar al Ministerio de Salud Penitenciaria y a la dirección de Salud Penitenciaria
que arbitren los medios administrativos hábiles y ágiles para la realización de las
medidas indicadas, así como que se aseguren las partidas presupuestarias
correspondientes para su cumplimiento.- El reciente informe crítico sobre Salud
Penitenciaria que se trata en el acápite pertinente, fue ordenado en dichos autos, y da
cuenta de que las medidas ordenadas, prácticamente en su totalidad, permanecen
incumplidas.
7)
caratulada
“Defensoría
con fecha 29 de diciembre de 2010, en C. 2266
General
Departamental
s/hábeas
corpus
colectivo
correctivo” , de trámite ante el Juzgado de Garantías nro. 5 a cargo del Dr. Bombini,
se dispuso hacer lugar a la medida cautelar requerida, ordenando la prohibición de
ingreso de detenidos procedentes de otros departamentos judiciales, sin orden
judicial. Esta resolución fue confirmada por la Excma. Cámara de Apelación y
Garantías Departamental, Sala I, con fecha 16 de marzo de 2011 ( se adjuntan ambas
resoluciones).
VII.-
CRONICIDAD
DE
LA
SITUACION
DENUNCIADA:
La profusión de recursos de Hábeas Corpus con sentencia
firme cuya ejecución se encuentra pendiente, sumados a los recursos abiertos y en
trámite, las órdenes de los Jueces de Ejecución en cumplimiento de la manda del art.
25 del CPP que permanecen incumplidas y las marchas y contramarchas constantes
en materia de reparaciones, la precariedad de las episódicas soluciones obtenidas, la
reiteración de las falencias al poco tiempo, y en definitiva el fracaso en las políticas
de mantenimiento cuando no la inexistencia de dichas estrategias, y la mora
injustificada en el cumplimiento de las sentencias firmes, genera en los hechos la
permanencia en el tiempo de las violaciones de derechos denunciadas, que han
dejado de ser situaciones excepcionales y puntuales para transformarse en
crónicas.
El crecimiento de la judicialización de cuestiones atinentes a
la administración de las cárceles ha servido paradojalmente para multiplicar el
trabajoso control judicial de las funciones administrativas cuya exclusividad reclama
para sí el poder ejecutivo, y son los jueces, quienes cada vez más deben asumir la
iniciativa para impulsar a la administración para resolver cuestiones tan prosaicas
como reparaciones de vidrios, destape de cloacas, desratizaciones, contenido de
dietas alimentarias, y otras decididamente graves, pero igualmente técnicas, como
requerir la prevención y tratamiento de enfermedades infecciosas, prestaciones
médicas complejas de distinta naturaleza, mecanismos de prevención de suicidios,
etc.Mientras tanto el Poder Ejecutivo ocasionalmente responde a
las gestiones informales (para provisión de colchones, aprovisionamiento de carne,
algunas reparaciones etc.) y en otros casos adopta una posición crítica y recursiva,
cuando no dilatoria, o pasiva.- Pero a la vez que reclama para sí la potestad
administradora, resistiendo las “intromisiones” judiciales, no atina
a generar
mejoras visibles y sustentables en defensa de su rol, particularmente en las
cuestiones de salud penitenciaria -entre las que incluimos la alimentación y la
higiene-, situación que viene generando la permanente violación de derechos y la
generación de daños graves a la salud , o inclusive fallecimientos (ver informe de
salud en “Anexo Documental: Pericias” , e Informe Anual 2012 de la Comisión por
la Memoria10) .La Corte Interamericana DD.HH. señaló en el caso de las
Penitenciaría de Mendoza
el 22.11.04, que “...en situaciones como éstas las
medidas necesarias no pueden esperar planes de mediano o largo plazo, ya que la
situación es crítica y debe ser remediada a través de la acción inmediata...” .También el Comité de Derechos Humanos de la ONU, con
fecha 26 de marzo de 2010 aprobó una serie de informaciones finales del Cuarto
Informe Periódico de argentina, entre las que merece destacarse lo siguiente
“.16...Aunque el Comité reconoce la importancia del Fallo de la Corte ...en el caso
Verbitsky Horacio s/ Hábeas corpus, en el que fijó los estándares de protección de
las personas privadas de libertad, el Comité lamenta la falta de medidas para la
aplicación efectiva de dichos estándares...el Comité expresa en particular su
10
“Informe Anual CPM”, capítulos sobre Muertes en Unidades Penitenciarias, La salud penitenciaria
y La salud mental en unidades psiquiátricas penitenciarias .
inquietud en articular ante la persistencia de una alta proporción de reclusos que
permanecen en detención preventiva, así como la larga duración de la misma (art.
9 y 10 del Pacto)” . “El estado parte debe tomar medidas con celeridad para
reducir el numero de personas en prisión preventiva y el tiempo de su detención
en esa situación, tales como un mayor recurso a medidas cautelares, la fianza de
excarcelación o un mayor uso del brazalete electrónico. El comité reitera que la
prisión preventiva no debe ser la norma , que solo se debe recurrir a ella como
medida excepcional y con el grado necesario y compatible con las debidas
garantías procesales y con el párrafo 3 del art. 9 del Pacto, y que no debe existir
ningún delito para que le sea obligatoria”. “17. ...continúan preocupando al
Comité las condiciones imperantes en muchos centros penitenciarios del pais,
incluido el alto índice de hacinamiento , la violencia intracarcelaria y la mala
calidad en la prestación de servicios y la satisfacción de necesidades
fundamentales, en particular en materia de higiene, alimentación y atención
médica...”
Ciertamente los distintos intentos históricos por superar este
déficit en materia de salud en los últimos años no están dando resultado, y el
crecimiento de la población carcelaria (ver “Anexo documental : Estadísticas”)
permite vaticinar un futuro previsible: basta releer los considerandos del citado
caso “Brown vs. Plata” ( en Anexo Documental: Precedentes), pues las poblaciones
penitenciarias cada vez más numerosas y hacinadas, generan “per se”
graves
problemas de salud mental y física en las personas privadas de libertad, por lo que habiendo agotados los métodos para buscar otras soluciones-,
concluye la Corte
Suprema de los EEUU, que el primer paso para su solución consiste ineludiblemente
en la reducción del número de internos .
Es necesario superar los obstáculos o postergaciones que
hasta ahora se vienen sucediendo
para la efectiva plenitud de los derechos ,
diseñando nuevas estrategias , distintas de las repetidas hasta hoy infructuosamente
, ello sin perjuicio de no cejar en la reiteración de
las órdenes e intimaciones
impartidas al PE, y proseguir con la ejecución de los procesos en marcha.-
Resulta indiferente a los efectos del remedio ahora
planteado, si el fracaso del Poder Ejecutivo en administrar las cárceles conforme las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos y las normas constitucionales
arriba citadas, obedece al error o la imprevisión en las políticas penitenciarias
implementadas, a la negligencia de operadores puntuales, a una situación de
impotencia agravada
por la crisis presupuestaria,
o cualquier otro motivo
circunstancial o permanente.
Aún concediendo que el objetivo de la administración
también sea cumplir con las pautas constitucionales, lo cierto es que mientras no lo
logre, mientras los estándares mínimos no se cumplan, mientras las cárceles no sean
sanas y limpias como ordena la CN, no pueden los jueces seguir disponiendo
acríticamente el encierro de personas en en ellas, ni resignarse a la impotencia frente
al
agravamiento de las condiciones de detención que genera el hacinamiento
carcelario, ni al trato cruel, inhumano y degradante que trae aparejado, ni al riesgo
serio para la salud psicofísica de cualquier persona que ingrese en ellas, ni limitar su
actividad a la permanente intimación y exhortación a la administración.
Las penas sin sentencia que se generan en estas condiciones
son penas corporales, vedadas expresamente por el bloque constitucional y
convencional, y por las reglas Mínimas para el Tratamiento de los reclusos art. 31,
y como tales afectan la salud psíquica y física de las personas, muchas padecen la
violencia intracarcelaria, son lesionadas, o mueren, sufren agresiones sexuales,
contraen enfermedades graves como HIV y tuberculosis durante el encierro, quedan
expuestos al frío y al hambre, a la suciedad, a los roedores, por solo enumerar un
catálogo inagotable de agravios, vejámenes y torturas.Lucidamente advierte Zaffaroni en “Las Penas crueles y la
doble punición” 11, que “...Las penas crueles, inhumanas y degradantes no solo son
penas impuestas, sino generalmente ejecutadas en forma inmediata, es decir, penas
sufridas con las que se encuentran los jueces en el momento de individualizar la
11
La Medida del Castigo. El deber de compensación por las penas ilegales., p.356 y sgtes., Ediar
2012
pena legal o bien durante la ejecución de la pena que ya se halla en curso. Se trata
de hechos desgraciados pero reales, cuya existencia no puede ignorar el Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Como lo hemos señalado, que trate de
erradicar esos hechos no implica que desconozca que existen, sino que por el
contrario, trata de eliminarlos precisamente porque sabe que existen y, por ende,
cuando se dan, debe precisar sus consecuencias jurídicas...”.-
Concluye
el
magistrado de nuestro Superior tribunal que el castigo ilegal es una pena, , y que
como tal, sebe compensarse con las penas legales que se les imponga por el mismo
delito o con la que ya venga sufriendo por ese hecho, estimando que “...no
reconocer la imperiosidad de esa compensación implica agregar a la violación de
Derechos Humanos individuales sufrida por la persona, otra violación de igual
naturaleza, en razón de la imposición de una doble punición por el mismo
hecho...”12
Esta cronicidad, esta permanencia en el tiempo, en
definitiva, la realidad carcelaria, es un hecho probado y verificable y como tal debe
ser tenido en cuenta a la hora de adoptar decisiones judiciales, ya sea para disponer
medidas cautelares, como penas de encierro, para minimizar su duración, y/o para
adoptar medidas paliativas o alternativas , e impedir su agravamiento constante.Aún concediendo como decíamos, que no es responsabilidad
directa de los jueces que las cárceles sean sanas y limpias, si lo es en cambio
disponer el alojamiento en ellas de las personas, a sabiendas de la situación en la que
se encuentran.Si existe, como afirmamos, una antinomia entre lo que las
cárceles debieran ser, según el derecho convencional y constitucional, y lo que
realmente son, la crisis de legalidad se traslada ineludiblemente de las cárceles a las
órdenes de detención cautelar y de prisión, pues no puede escindirse de las
resoluciones y sentencias el contenido material de aquello que se define como
“prisión” , o sea del lugar donde la pena o la cautelar van a cumplirse.Si las cárceles incumplen el mandato del art. 18 de la
12
Ob. cit. P 365
Constitución Nacional, y el Plexo Constitucional convencional, y no abastecen las
Reglas Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos;
Si esa situación genera indefectiblemente el agravamiento de
las condiciones de detención de los privados de libertad, importando un trato cruel
inhumano y degradante.;
Si los déficits estructurales del sistema penitenciario en
orden al tratamiento penitenciario atentan contra el cumplimiento de los fines
constitucionales de la pena, desocializando y estigmatizando en vez de propender a
la reinserción social;
Si el Poder Ejecutivo , habiendo sido reiteradamente
intimado sigue en mora, y no es posible prever que, al menos en lo inmediato, logre
revertir la situación denunciada, teniendo en cuenta no solo el infructuoso resultado
de las acciones judiciales tendientes a lograrlo, sino también la comprometida
situación presupuestaria de la Provincia;
Si tampoco es posible vaticinar que el número de personas
privadas de libertad se reduzca por el diseño de distintas políticas represivas o por
la sanción de nuevas leyes cumpliendo la exhortación formulada por la CSJN a los
Poderes Legislativo y Ejecutivo en “Verbitsky”, y las del Comité de derechos
Humanos de la ONU que con fecha 26 de marzo de 2010 lamento “..que la
legislación procesal penal y la práctica en materia de prisión preventiva y en
materia penitenciaria a nivel provincial no sean conformes a los estándares
internacionales...”;
Entonces sin duda, finalmente deberán ser los jueces quienes
reexaminen en cada caso sus decisiones cuando dispongan el alojamiento de
personas en esas insanas y sucias prisiones, con el inconstitucional castigo adicional
que ello implica, porque de ellos en gran medida depende también el número de
prisioneros, y la duración de su encierro.Así,
deberán
ponderarse no sólo las situaciones
individuales de vulnerabilidad personal, teniendo en cuenta la virtual inoperancia
de los sistemas de atención de la salud física y psicológica de los internos (ver
“Anexo Documental: Pericias”), sino también la cantidad de personas que se
repartirán los escasos recursos disponibles. La visión panorámica del conjunto es
imprescindible para evitar distanciarse de la cruel realidad de las prisiones13.Cierto es que cuando un juez autoriza la detención o la
prisión preventiva de un procesado, o cuando impone una pena de prisión, no
pretende con ello otorgar un “bill de indemnidad” al sistema penitenciario en el que
esas medidas se cumplirán, pero si no pondera seriamente el grave deterioro del
sistema penitenciario, y si éstas falencias no hacen mella
alguna en la
determinación de las penas, en la flexibilidad de su ejecución y la autorización y
duración
de
las
prisiones
preventivas,
esa
indiferencia
se
traducirá
indefectiblemente en legitimación. No puede trabajarse como si las cárceles y las
sentencias fueran compartimientos estancos .No puede desentenderse la magistratura del estado de las
prisiones en las que dispone el alojamiento de personas, bajo el pretexto de que es
órbita o incumbencia de otro poder.
Deben entonces cuanto menos
agotarse todas las
alternativas legales disponibles para evitar que las prisiones vulneren más derechos
que aquellos que pretenden reparar.-
VIII.- SOBRE LA NECESIDAD DE LA FIJACION DE
UN CUPO LEGAL-CONSTITUCIONAL.-
El estado de deterioro carcelario tiene directa vinculación
con la desproporción entre dos variables: 1) el número de prisioneros, y 2) los
recursos disponibles (entendiendo por tales las estructuras edilicias, las ofertas
tratamentales, la provisión de alimentos, medicación, colchones, etc., el personal de
seguridad , servicios de salud, transporte, y demás condiciones de alojamiento en
general).13
Ver El cupo legal como garantía de preservación de derechos fundamentales de los detenidos.
Dignidad humana y trato digno. (www.defensapublica.org.ar/presentaciones del Defensor de
Casación/Condiciones de detención y Cupo carcelario).
De tal modo que, a menor cantidad y calidad de los recursos
disponibles, menor debe ser el número de detenidos.
Y si, como viene verificándose hasta ahora, el número de
detenidos es creciente, y la administración no logra modificar – como no sea para
reducirla- la variable “recursos disponibles” , y tampoco es esperable -como
decíamos-,
que lo haga en lo inmediato por la comprometida situación
presupuestaria, no cabe sino actuar sobre la segunda de ellas , reduciendo y
controlando judicialmente el “número de prisioneros” , con lo que no sólo se
obtendrá un mayor rendimiento de los recursos escasos disponibles, sino que se
expondrán menos personas, y durante menos tiempo, a los riesgos carcelarios.No se trata entonces de cerrar las cárceles, ni de abolirlas,
sino de verificar cuantas personas, y en su caso cuales, y durante cuánto tiempo
pueden ser alojadas en ellas.
El cupo carcelario fijado por la jurisdicción garante de
acuerdo a parámetros mínimos de dignidad convencional y considerando plurales
variables, es el presupuesto de partida que posibilitará la satisfacción de los distintos
derechos de las personas detenidas y/o a alojarse en el complejo Batán14Ese número tiene que ver en cada caso no solamente con
el cupo administrativo para el que fue diseñada ediliciamente cada unidad
carcelaria, sino con su estado actual de habitabilidad y con la cantidad y
calidad de los recursos materiales y humanos con los que actualmente es
provista, y debe ser fijado judicialmente, pues son los jueces los intérpretes de
los mandatos legales y constitucionales. Por eso bregamos por la fijación de un
cupo legal-constitucional, como referencia para los jueces departamentales.
A la luz de los informes y la prueba agregada en autos, y el
estado de los Hábeas Corpus y demás causas en trámite en este departamento
judicial, resulta incontestable que en el Complejo Penitenciario Batán, el número de
detenidos debe ser sensiblemente inferior al actual, por lo que, la primer medida,
14
Ver, nuevamente, El cupo legal como garantía de preservación de derechos fundamentales de
los detenidos. Dignidad humana y trato digno. (www.defensapublica.org.ar/presentaciones del
Defensor de Casación/Condiciones de detención y Cupo carcelario).
que proponemos es su urgente reducción.. Es visible inclusive, que las mejores
condiciones se constatan en la Unidad 50, que es la que menor número de personas
aloja, cumpliendo con las recomendaciones de la regla 63 de las reglas Mínimas
para el tratamiento de los Reclusos.
El cupo legal- constitucional que se fije luego como
parámetro infranqueable, tendrá como tope la capacidad edilicia, pero deberá ser
necesariamente fluctuante conforme los demás recursos disponibles. Sobre la
capacidad edilicia de la Unidad Penal nro. XV, puede tomarse como referencia
indiciaria la pericia realizada en los autos “Mestrín/ Verbitsky” (en Anexo
Documental: Pericias) por la que se fijo en 780 detenidos.
Tenemos en cuenta que se encuentra en trámite, y pendiente
de resolución en la Corte Provincial, la Demanda de Inconstitucionalidad y Acción
de Hábeas Corpus interpuesta por el aquí también peticionante Dr. Mario Coriolano,
Defensor Público de Casación de la Provincia, 15 en la que se requiere la declaración
de inconstitucionalidad del art. 2° de la Res. 221/2004 del Ministerio de Justicia de
la Provincia de Buenos Aires que reglamenta sobre el cupo carcelario de todo el
sistema penal de la Provincia de Buenos Aires, aunque en ese caso se cuestiona el
cupo administrativo fijado por el Ministerio de Justicia.
En lo departamental, como decíamos, el cupo judicial de la
Unidad Penal nro. XV fue fijado pericialmente en autos “Mestrin/Verbitsky s/
hábeas corpus” en 780 detenidos , la resolución fue confirmada parcialmente por el
Tribunal de Casación salvo en lo que se refiere al alojamiento de internos en celdas
individuales, y se encuentra actualmente recurrida por la actora en ese aspecto en la
SCBA con dictamen favorable de la Procuración General (ver “Anexo documental:
Resoluciones”).- Ha sido exhaustivo y profundo el análisis de la situación de la
Unidad Penal XV en dichos autos, sin embargo las graves falencias que motivaron
la resolución judicial haciendo lugar al Hábeas Corpus, aún las que adquirieron
15
SCBA, Exte. 68205 “ Defensor ante el Tribunal de Casación Penal contra la Provincia de Buenos
aires (Ministerio de Justicia) s/ inconstitucionalidad art. 2 res. 221/2004.Cupo Carcelario
firmeza, aún subsisten, y algunas de ellas notoriamente agravadas. .Cabe agregar que en cuanto a la capacidad de alojamiento en
la Unidad Penal XV, también se encuentra firme la resolución del Juez de Ejecución
Juan Galarreta, a la que ya se hizo referencia en el listado de Hábeas Corpus
firmes.Sin embargo, mientras subsista el importante riesgo para la
salud física y mental que importa el encierro de los detenidos en el Complejo
Penitenciario Batán, y se agreguen los problemas en la provisión alimentaria, será
necesaria la fijación de un cupo legal-constitucional departamental, que tomará
como parámetro los anteriores para determinar su cota máxima, pero que se reducirá
graduará lo necesario para evitar las situaciones de agravamiento en la detención y
las violaciones a los derechos humanos que se vayan detectando en el transcurso del
tiempo.
Porque mientras no cesen las situaciones de agravamiento de
las condiciones carcelarias imputables a la administración, mientras no se respeten
los estándares establecidos en el bloque constitucional y convencional, ésta queda
deslegitimada para fijar aún el cupo administrativo, pues se transformaría en juez y
parte de sus propios actos.
Acorde con lo que venimos argumentando, el número de
prisioneros alojados en el Complejo Penitenciario de Batán, es una variable que en
gran medida pueden determinar los jueces, independientemente del Poder Ejecutivo.
Enumeraremos a continuación con ánimo meramente ejemplificativo, los factores
que inciden en la tasa de prisionización:
1.
cantidad de hechos delictivos
2.
el incremento en el catalogo de delitos
3.
selectividad y eficacia en la represión
4.
las limitaciones legales para la excarcelación
5.
el monto de las penas de encierro en las sentencias
6.
la exclusividad de la prisión como pena
7.
el uso de la prisión domiciliaria
8.
inflexibilidad de las penas de prisión en la etapa de
ejecución
9.
la prisión preventiva como medida cautelar
10.
la implementación de alternativas a la prisión
preventivas
11.
duración de la prisión preventiva
Como puede advertirse, los factores enumerados del nro. 5)
al 11) dependen de las resoluciones judiciales. Y para la toma de esas decisiones, no
puede ser indiferente la judicatura a la situación carcelaria que venimos
denunciando.
Porque cuando la tasa de prisionización se dispara, se
producen uno o más de los siguientes efectos adversos16:
1.
la
cárcel
resulta
ingobernable,
y
se
cede
paulatinamente su manejo a los mismos detenidos.
2.
Se generan situaciones negativas de sometimiento y
liderazgo como único mecanismo para la autopreservación
ante la violencia y la anomia dentro del ámbito carcelario.
3.
la cárcel resulta económicamente insostenible, y las
ingentes sumas requeridas favorecen mecanismos corruptos
para el abastecimiento de los insumos básicos, por lo que
éstos nunca resultan suficientes (ver. “Anexo documental
Presupuesto provincial”).
4.
el
gasto
carcelario
resulta
cada
vez
más
desproporcionado en relación a la inversión en prevención,
desarrollo social, educación , etc. (ver “Anexo Documental,
Presupuesto Provincial)
5.
16
la cárcel fabrica una población desocializada y con
Ver en igual sentido, presentación del Defensor General Andres Harfuch ante la SCPBA en relación
a p.83.909 “Verbitsky”, y res. SCBA Ref. Exte. SDE n° 99/11 (anexo documental)
lazos con la criminalidad obtenidos tras la convivencia
carcelaria, lo que deriva en la reincidencia en delitos más
graves y complejos que los que originaron el primer
encarcelamiento, y consecuentemente genera
número de hechos delictivos,
un mayor
fomentando además
la
criminalidad organizada.
6.
en relación a esa nueva población “reincidente” se
endurece la prisión preventiva durante el segundo o tercer
proceso, multiplicando progresiva y geométricamente las
limitaciones
legales
para
la
excarcelación,
y
consecuentemente la población carcelaria.
7.
Se vulneran los estándares mínimos constitucionales y
se generan tratos crueles, inhumanos y degradantes.
Para que los jueces puedan ponderar adecuadamente esta
situación, deben contar con información que ilustre en forma sistematizada tanto el
estado carcelario, como el número de detenidos, y la situación de cada uno de ellos.
Alberto Binder ha señalado la importancia del uso de la
información que permita a las organizaciones judiciales un marco de análisis más
amplio, que pueda superar la mera visión técnica o administrativa, sin abandonarla.
“...El sistema de información debe tener la capacidad de generar un circuito de
comunicación dentro de la cual toman sentido conceptos tales como racionalidad,
justificación, fuerza de decisión, control, transparencia, etc...”. La información
“...debe tener la capacidad de transmitir un mensaje sobre algún proceso o estado
de organización cuya relevancia haya sido señalada o pueda ser reconocida...”17
No pueden los jueces permanecer ciegos a la proyección de
las resoluciones que adoptan en relación al encarcelamiento de personas, ni parece
razonable que se deje librada esa información crucial a la mayor o menor iniciativa,
o sensibilidad de cada cual, cuando resulta harto dificultoso reunir datos si no están
17
Alberto Binder “Política Judicial y Democracia” p104/5, de. Ad-HO 2011
debidamente sistematizados.
Por ello vamos a solicitar que a través del RUD, se generen
datos estadísticos mensuales
o con la periodicidad que esa Excma. Cámara
determine.
A febrero del corriente año, Mar del Plata tenía 1283
detenidos.- Sobre una tasa promedio de prisionización provincial de 198 detenidos
por cada 100.000 habitantes, Mar del Plata tenía una tasa de 177, siendo superada
por La Plata (255),
Lomas de Zamora (225) Mercedes ( 254), Morón
(209)Pergamino (188), Quilmes (188), San Isidro (188), San Martín (252), San
Nicolás (214), y Zárate Campana (178).- (ver Anexo Estadísticas)
A nivel Provincial, luego del primer efecto reductor
generado por el caso “Verbitsky” (al 2005 se contabilizaban 32.000) , el número de
detenidos nuevamente es creciente, ya que al 31 de mayo de 2012 se contabilizaban
28607 detenidos, y a la misma altura del corriente año, 29792.-(información RUD,
ver “Anexo Documental; Estadísticas”)
En cuanto a Mar del Plata, al 22 de mayo del corriente año,
el nro. de detenidos es 1445, con lo que notamos un notable incremento sobre el
número al mes de febrero de 1283 detenidos. Sin perjuicio de los posibles ajustes de
la información por defectos de carga que advierte el RUD, el incremento es una
señal de alarma que no puede desatenderse y debiera retrotraerse.Se acompaña asimismo un gráfico indicativo de las
libertades mensuales de condenados durante el año 2013 , que deberá cotejarse con
las de nuevos ingresos. (ver Anexo estadístico)
Es importante no solo tratar de disminuir el numero de
encarcelados, ante la paupérrima situación carcelaria, sino también monitorear el
“drenaje” de esa población hacia cauciones alternativas (art. 159/60 CPP) o formas
de prisión menos rigurosas (CP art. 10, ley 12256 arts. 100, 101, 104, 115, 117,
122, 123, 123 bis).El activismo de los jueces en tal sentido no debe ser
devaluado. Tomás Mathiesen , advirtiendo sobre el crecimiento espectacular de las
poblaciones carcelarias en 1985, observa que EEUU pasó de una tasa de 180 c/
10000 h en 1970, a una tasa de 310 en 1985, detectando un crecimiento preocupante
en todos los países europeos, salvo Alemania. En el caso de este último país, luego
de descartar otros factores, como la disminución del delito, concluye – con cita de
Feest- que la merma es atribuible a cambios en la práctica de los fiscales y /o
jueces, llamando la atención en particular sobre la crítica académica de la prisión
preventiva y un creciente número de alternativas ambulatorias, sumado al
movimiento contra la construcción de nuevas cárceles. Cita también el interesante
caso de Noruega, en el que se implementaron listas de espera para todos los delitos,
con excepción de los violentos o los relacionados con uso de estupefacientes,18
También fue sensible en nuestro país la merma que se produjo después de dictado
del fallo “Verbitsky”.El problema a nivel mundial lejos de solucionarse, fue
creciendo, y ya Nils Christi en “Una sensata cantidad de delito”, analizando las tasas
mundiales de prisionización en el año 2002, se asombraba de las grandes diferencias
existentes entre los distintos países: citamos de los datos consignados por el auto, a
modo de ejemplo, a EEUU con una tasa de 730 -como vemos, creciendo
geométricamente- , Federación Rusa 607, y es ese entonces Argentina con 154 19.
Lucía Re, alarmándose ante el
“boom penitenciario”,
analiza los principales datos del sistema carcelario estadounidense en 2006, e
informa para ese entonces una tasa de prisionización en EEUU de 750 presos por
cada 100.000 habitantes 20.Bastan esos índices que van de 180 en 1970 a 750 en 2006
en EEUU, para entender el despropósito y la insostenibilidad de esas políticas, cuyo
desacierto fue corroborado por la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos,
en el ya citado caso de “Brown vs. Plata”, ordenando la disminución de la población
carcelaria en el estado de California en un número de personas estimado en 46.000.Los graves delitos que afligen al país de norte y que son de conocimiento público,
18
Tomas Mathiesen “Juicio a la prisión” p 36, 37 y vta; Ediar 2003
Nils Christie, “Una sensata cantidad de delito” de. Del Puert, p. 80,81, año 2004.
20
Lucía Re “Cárcel y Globalización”, p.35, AdHoc 2006
19
no permiten afirmar que estas políticas de encierro a ultranza hayan tenido algún
efecto benéfico en la seguridad pública.
Sería irracional recorrer el mismo camino, y esperar obtener
resultados distintos; no puede el poder judicial permitir que se dispare aun más la
tasa de prisionización, para recién entonces recurrir a la liberación masiva de
detenidos.- El control de los jueces debe ser cercano y permanente, verificable,
medible, constatable, sin perjuicio de las limitaciones que pudieran sumarse -en
buena hora- por parte de los poderes legislativo o ejecutivo.
IX-
DEL
MECANISMO
DE
CONTROL
PERMANENTE:
El mecanismo que sugerimos consistirá en un
“Centro
sistematizado de información”, que permita a los jueces ponderar adecuadamente
las condiciones carcelarias vigentes al momento de dictar sus resoluciones, como así
también el número de personas detenidas en el Complejo Penitenciario Batán, y las
que corresponden a este Departamento judicial. El centro se abastecerá con
información estadística obtenida a través del RUD, y con los datos obtenidos de un
observatorio pericial permanente de las condiciones de detención.
La información estadística deberá comprender al menos los
siguientes items:
1)
el número de detenidos correspondiente a este
Departamento
Judicial,
discriminado
por
Unidad
Penitenciaria, y por Juzgado o Tribunal.
2)
El número de detenciones domiciliarias, y alternativas
a la prisión preventiva, discriminado por Juzgado o Tribunal.
3)
La evolución de la tasa de prisionización en el
Departamento Judicial.
4)
Número de personas puestas en libertad en el mes
calendario.
5)
Número
de
nuevos
detenidos
y
aprehendidos
ingresados en el mes calendario.-
El observatorio sobre las condiciones carcelarias,
se
cumplirá mediante pericias semestrales, o con la periodicidad que esa Excma.
Cámara determine, a realizarse por expertos ajenos al Servicio Penitenciario, y
conforme los puntos que se determinen judicialmente, pero que al menos deben
comprender los rubros estructura edilicia (calefacción, cloacas, sanitarios,
iluminación, cocina, ventilación), alimentación (provisión de alimentos, nutrición,
estado de los depósitos, regularidad en las prestaciones, dietas especiales), salud
penitenciaria (instalaciones, stock de medicamentos, personal médico y de
enfermería, ambulancia, cumplimiento de revisiones médicas, prevención y
profilaxis de enfermedades infecto contagiosas).- La lista es meramente enunciativa,
y se sugiere se sigan, por su exhaustividad, los puntos ordenados por el Juez de
Ejecución nro. 1 en causa 7813 y por la Sala I de esa Excma. Cámara, en c. 14355
“Mestrín /Vertbinsky s/Habeas Corpus”(ver Anexo Documental: Resoluciones)
El acceso a la información preferentemente se instrumentará
informáticamente, solicitándose el asesoramiento del Departamento de Informática
dependiente de la SCBA para su implementación.Concretamente, en cuando a las soluciones propuestas, se
trata de la utilización de los mecanismos legales que permitan a los jueces conocer
la proyección de sus resoluciones en la situación carcelaria, y tener en cuenta ésta
para cualquier decisión que determine la privación de la libertad.
En cuanto a
los procesados, permitirá fundamentar la
evitación y la limitación del encarcelamiento preventivo, y privilegiar las
alternativas previstas por la ley.Los abusos de la prisión preventiva, en tanto ventaja
para el MPF, deben tenerse en cuenta también por los jueces que no dispongan
formas menos lesivas de encierro, en el marco de los arts. 40/41 CP ante una
eventual sentencia de condena.
Resulta fundamental, en el estado actual del Complejo
Penitenciario, que se controle rigurosamente la duración de las cautelares y que
se concedan por plazos determinados, conforme las medidas procesales pendientes
cuyo cumplimiento pretenden asegurar (CPP arts. 144, 145, 159, 160.) .-Los
mandatos constitucionales establecidos en los arts. 20.1 de la Constitución
Provincial; 43 de la CN; 7.5, 8.1 y 25 la CADH art. 14.3 “c” PIDCYP, y la doctrina
legal sentada por la Corte IDH en el caso “Peirano Baso”, y la Comisión IDH en los
informes de los casos “Giménez” y “Suarez Rosero”, todo ello a la luz de lo
establecido por la CSN in re
“Giroldi” y “Bramajo” generan un marco legal
generoso y suficiente , que sin embargo se pierde en el establecimiento de los
límites de las medidas de coerción en los casos concretos, plagados de excepciones
fundadas en los más diversos e insólitos motivos.- La Comisión Interamericana de
Derechos Humanos en el
caso
“José, Jorge y Dante Peirano Basso”, de la
República del Uruguay21, da precisas pautas sobre lo que debe entenderse por plazo
razonable de prisión preventiva, como así también los antecedentes y fundamentos
necesarios para dictarla.
También, en cuanto a la determinación y al cumplimiento
de la pena, deberá tenerse en cuenta el agravamiento de las condiciones de
detención como un plus en la intensidad de la pena al momento de su
individualización, y para la opción por alternativas a la pena de prisión o
morigeraciones a la misma y para la minimización de los efectos nocivos del
encierro flexibilizando la etapa de ejecución. La insuficiencia sistémica de la
asistencia sanitaria deberá tomarse en cuenta para ordenar un cuidadoso examen
médico antes del ingreso al penal, así como periódicas revisiones y controles, y se
ponderará esencialmente para disponer la detención domiciliaria prevista por el art.
10 del CP.22
21
informe 35/07 CIDH , caso 12553
Conforme a lo peticionado ya a la SCBA en P. 117.445, en los casos en que se mantiene
indefinidamente alojadas a dos personas en celdas diseñadas para ocupación individual.
22
X- LEGALIDAD Y SEGURIDAD PUBLICA:
Finalmente, no escapan a la defensa las objeciones que
pudieran formularse en orden al riesgo para la seguridad pública que pudiera
implicar
la disminución del número de detenidos en prisión preventiva, o la
reducción del monto de las penas de prisión o la máxima flexibilidad en
su
ejecución.La Corte Interamericana de Derechos Humanos en
“Bulacio” ha dicho que el poder del Estado para garantizar la seguridad y mantener
el orden público no es ilimitado, sino que “su actuación está condicionada por el
respeto de los derechos fundamentales de los individuos que se encuentran bajo
su jurisdicción ...” 23
Consideramos que resulta cuanto menos inverificable que el
aumento en las tasas de prisionización redunde en la disminución de la tasa de
delitos.- Por el contrario, pareciera ocurrir el efecto inverso: a mayor tasa de
prisionización, mayor reincidencia, mayor desocialización, mayor trascendencia de
la pena, y mayor tasa
delictiva. Se acompañan en el anexo documental las
estadísticas que así lo comprueban. En la Provincia de Buenos Aires, el incremento
del número de detenidos acompañó sin pausa durante los últimos años el aumento
del número de denuncias. Jamás a la inversa.
Pero aún cuando no se comparta que el mayor índice de
delitos es generado, en gran parte, por la reincidencia de quienes egresan de un
sistema penal cruel, inhumano y degradante- , lo cierto es que, cuanto menos, esas
mayores tasas de prisionización parecen no tener ningún efecto preventivo, y ni
siquiera neutralizador en relación a la comisión de futuros delitos, pues no hacen
mella en el número siempre creciente de hechos denunciados.No es muy difícil vaticinar que cuanto peor sea la cárcel, y
23
CIDH, serie C, n| 100, caso “Bulacio v. Argentina”, sentencia del 18 de septiembre
2003, ptos. 124 y 125
cuanto mayor tiempo pase una persona en ella en condiciones de indignidad; más
se alejará de la posibilidad de internalizar las normas de convivencia que rigen en
el medio libre.- El resultado de ese “destratamiento” será la vivencia de la anomia,
la desocialización, y consolidación de la pertenencia a la marginalidad.Por otra parte, si tenemos en cuenta que cada detenido cuesta
al erario público aproximadamente $.9000 ( ver Anexo documental.: Presupuesto) ,
ese gasto podría reconducirse con mayor utilidad para la inversión en la prevención
del delito y consecuente beneficio para la seguridad pública, o para controlar seguramente con mayor economía- el cumplimiento de las alternativas al encierro
riguroso.- Históricamente, no son las sociedades con mayor tasa de prisionización
las más seguras.
La intervención de los jueces en el gobierno de las tasas de
prisionización, y en la determinación de las penas, de su modalidad de ejecución, y
las decisiones sobre las medidas cautelares es una exigencia de legalidad
constitucional y convencional.
No puede ignorarse que la ley penal, en la etapa de
criminalización secundaria, se aplica selectivamente, por lo tanto convive con la
arbitrariedad (o cuanto menos con el azar) y la desigualdad.- A partir de esa realidad
inconfutable, resulta congruente que esa selectividad no se pierda de vista
en la
criminalización terciaria, en una suerte de “borrón y cuenta nueva” .No son las penas flexibles las que introducen la ilegalidad y
la desigualdad en el sistema punitivo, éstos son vicios que casi por definición
impregnan cualquier sistema represivo, aún el legal, y son previas y consecuentes
con sus mecanismos de aplicación .Un
derecho constitucional rígido
y un derecho penal
mínimo deben constituir el límite infranqueable dentro del cual debe encerrarse el
poder punitivo.- Pero para ser consecuentes con la realidad, ese límite debe
impedirle avanzar, pero no retroceder.Porque
si es incontestable que la represión no puede
avanzar fuera del marco de la legalidad, también lo es que puede y debe retroceder
reconociendo su impotencia sistémica para lograr la efectividad total del derecho
penal (reprimir todas las conductas típicamente antijurídicas y culpables, y hacerlo
sin error), y la ilegalidad de las
penas que ejecuta violando el derecho
constitucional y convencional .La legalidad es un todo que va más allá del caso concreto, y
en ese mar de impunidad, parece poco menos que hipócrita sustentar la rigidez de la
criminalización primaria
en aras de una
legalidad selectiva y desigualmente
distribuida conforme criterios de vulnerabilidad, azar, control de la marginalidad,
discriminación, etc.
Entendida la legalidad como un límite sólo para la expansión
del poder punitivo, la flexibilización de las penas , sólo en la medida en que
importen
menos pena, resultan válidas y consecuentes desde la perspectiva de
un derecho penal mínimo, y cuando traduzcan la subordinación al derecho
constitucional y convencional.El derecho penal se permite ser “mínimo” y “flexible” en
relación al cumplimiento de su promesa de efectividad total, por lo que no puede
trocarse en rígido,- como no sea para limitarse-, en esa pequeña cuota en la que con
mayor o menor inocencia ha decidido actuar.Con lo dicho hasta ahora queremos señalar que el
cumplimiento del Derecho Constitucional y Convencional que pretendemos para el
cumplimiento de las medidas cautelares y las penas, nunca puede entenderse como
una afectación del principio de legalidad en la etapa de criminalización primaria y
terciaria, porque en realidad la flexibilización que pretendemos, no es más que la
mayor rigidez en el cumplimiento y la efectividad de la normativa
constitucional y convencional, que viene siendo permanentemente
puesta en
crisis por la realidad carcelaria.El reconocimiento de que la cárcel, aún la mejor de ellas,
siempre produce algún daño (desde la limitación de derechos, hasta los peores
sufrimientos psíquicos y físicos), resulta una verdad patente. No obstante ello,
reconocemos que su asunción desde la política penitenciaria, y especialmente para
los
operadores directos, presenta serias pero no insalvables dificultades. Ya
Zaffaroni con su teoría escéptica de la pena , señala que ésta no está dirigida a la
legitimación de sus finalidades manifiestas , sino a la limitación del daño producido
por el sistema penal
24
. Más drástico Massimo Pavarini afirma que “ toda nueva
tentativa de encontrar una justificación al castigo legal corre siempre el riesgo de
difundir la cultura del patíbulo y jamás es capaz de limitarla. Se retorna entonces a
Hulsman y a las posiciones del abolicionismo radical: la negatividad del sistema
penal es de la misma naturaleza que la guerra. Puedo entender ambos tipos de
violencia...pero éticamente me niego a legitimarlas...Estoy obligado por lo tanto a
limitar mi acción a aquella típica de la Cruz Roja y otras agencias humanitarias:
reducir los efectos dañosos de ambos eventos negativos...”25
Estas posiciones no son utópicas, pues al menos desde lo
programático, han sido receptadas en la Propuesta de Política Penitenciaria de la
Provincia de Santa Fe, del “Plan Penitenciario para la Provincia de Santa Fe”
26
, en
el que se intenta superar los modelos correccionalistas e incapacitantes, desde una
postura progresista basada en la “asunción de la prisión como una institución
sistemática y sustancialmente productora de sufrimiento y degradación en las
personas privadas de su libertad...”27. A partir de ello se plantea como una opción
ética y política, la orientación de la gestión hacia la “reducción del daño”.
Reconocen que “... resulta utópico plantearse la posibilidad en la sociedad
contemporánea de liberarse automáticamente de la necesidad de la prisión para
enfrentar ciertas formas de conflictos sociales que resultan criminalizados a través
de la ley penal...”, pero intentan amplificar todas las posibilidades alternativas al
encierro penitenciario, alimentando “...una vocación minimalizadora de la opción
segregativa, en sí misma y en su conjunto...” -Pretenden “...tratar de desmontar en
24
Zaffaroni, “En busca de las penas perdidas”, de. Temis 1990
Pavarini Massimo, “Un Arte Abyecto” p.20, Ad-Oc 2006
25
26
http://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/123321/611095/file/documentobasic
o.pdf
27
http://www.santafe.gov.ar/index.php/web/content/download/123321/611095/file/documentobasic
o.pdf..
la mayor medida posible los mecanismos que generan sufrimiento y degradación en
las personas privadas de su libertad, asumiendo que su total extirpación resultará
imposible mientras siga existiendo la prisión como forma de castigo legal...”. Todas
las citas han sido tomadas de la página oficial de la Provincia de Santa Fe, en
“Política Penitenciaria”, cuya lectura completa es más que interesante.
Es decir, ante el hecho de que la cárcel es por definición, un
lugar donde se “sufre” una pena, donde se “padece” violencia -siempre, en mayor o
en menor medida, ya sea legítima como ilegítimamente- y que por ello genera
efectos deshumanizantes o cuanto menos traumáticos sobre los prisioneros e
inclusive también sobre su familia y/o grupo de convivencia, puede adoptarse una
política simplemente omisiva, que transite entre la resignación y el fatalismo, o una
política activa que trabaje para minimizar esos efectos nocivos en la mayor medida
posible, luchando por contrarrestar la tendencia constante de la cárcel a reproducir y
multiplicar la violencia. Proclividad que de quedar librada a su suerte, degenera
rápidamente en el castigo cruel, cuando no en los vejámenes y torturas. Cualquier
argumento que pretenda revertir esta última afirmación, será demolido por la
avasallante verificación de la realidad, no solo en nuestro país, sino en cualquier
parte del mundo.
Si no se asume una política activa de reducción de daños, si
por el contrario, se sostiene una política omisiva, ésta derivará rápidamente en el
sentido contrario, o sea la maximización carcelaria, debiendo asumirse los
improponibles mayores daños consecuentes.
Es necesario reconocer que si nadie se ocupa de la cárcel,
ésta lejos de desaparecer, crecerá descontroladamente, no sólo en tamaño
estructural, sino en violencia y en el número de personas privadas de libertad. Aún
sin proponerse específicamente ese objetivo, el sistema penal en su dinámica no se
autogobierna y responde a la ley del menor esfuerzo. Mucho podría escribirse sobre
el tema, pero la inactividad (de los operadores judiciales, de los legisladores, de los
integrantes del Servicio Penitenciario, etc.) se traduce siempre en la prolongación
del encierro y no en la liberación de quienes lo padecen.
Para construir un valladar de contención, el derecho es una
herramienta insustituible, aunque solo constituya el “programa” a implementar28. No
es un dato menor la calidad y humanidad de ese programa, pero si al mismo tiempo
no se trabaja intensamente en su implementación, quedaremos por siempre como
testigos críticos de su desnaturalización azarosa.
Ciertamente resulta amargo trabajar para construir cárceles
dignas pues éstas –si cabe- serán solo “menos peores” que las otras. Sin embargo,
trabajar para que la cárcel genere el menor daño posible nunca importará una
legitimación definitiva de este recurso extremo; por el contrario, resulta consecuente
bregar al mismo tiempo por la minimización y por la humanización constante y
progresiva del encierro, a sabiendas de que por mucho que hagamos, nunca será un
“bien”, desengañados definitivamente del ideal correccionalista. Si así no fuera,
tendríamos que pensar que la política penitenciaria sólo puede ser llevada a cabo por
quienes propician y celebran el crecimiento de esa institución o miden el éxito por el
mayor número de personas privadas de libertad, y/o como un mal menor redituable
en un sistema de costes y beneficios.
Una visión pacificadora que tome la cárcel como un hecho
dañoso por definición, no puede renunciar – so pretexto de no querer legitimarla o
deslegitimarla- a la tarea de reducir, compensar, reparar esos efectos, propuesta a la
que se arriba tanto desde una ética humanitaria, como desde una perspectiva
utilitaria. Y siendo utópico plantearse la posibilidad histórica de la desaparición
abrupta de la metodología penal del encierro, nos parece por el contrario muy
plausible que esto ocurra en un proceso histórico que transite por las reformas
estructurales edilicias (la calidad, tamaño, ubicación, transparencia de los edificios,
etc.) como por el ajuste de la criminalización primaria y secundaria redireccionando
la selectividad penal hacia los casos realmente graves, revisando permanentemente
la necesidad y proporcionalidad del encierro y el trabajo multidisciplinario y
28
Al modo del diseñado oportunamente para la defensa provincial mediante la Res. N° 19 DTC que
se
ofrece
como
prueba
y
se
encuentra
publicada
en:
www.defensapublica.org.ar/Resoluciones/Resoluciones
Jurisdiccionales
del
Defensor
de
Casación/Programa de inserción y contención de liberados).
comunitario en los mecanismos de prevención, etc.
En verdad sólo una política activa en la dirección de
reducción de daños y aún entendiendo el delito también como un daño (evitable y
reparable), se compadecerá con lo normado por el art. 18 de la CN y el art. 5 inc. 6
de la CADH, que respectivamente proscriben la cárcel como castigo y propenden su
función resocializadora, con toda la normativa convencional que nos abstendremos
de citar por lo extensa y conocida, pero que dista mucho de encontrarse cabalmente
cumplida.
A la vista está que no basta con declararlo desde el discurso
legal. La palabra no es todopoderosa, no es fácil ni desde el punto de vista de los
operadores (que debieran actuar y cuestionarse al mismo tiempo), ni desde de los
destinatarios del sistema, que no podrán desprender la etiqueta penitenciaria de
ninguno de los aspectos de su vida, sintiéndose en permanente vigilancia y control.
De todos los operadores del sistema, el presente remedio
apunta principalmente a los jueces, lo que no implica cejar en las permanentes e
ininterrumpidas exigencias a la Administración Pública.En el caso que nos ocupa, se han constatado violaciones de
derechos que superan ilegítimamente aquellos daños que el sistema, aun respetando
los estándares mínimos constitucionales puede tolerar. Los jueces deben asumir la
responsabilidad que les asigna en art. 18 de la CN, y decidir el número de personas
que ingresarán en los establecimientos penitenciarios, verificar en cada caso si están
en condiciones de salud para afrontarlo, exigir exámenes de salud periódicos,
determinar el tiempo del encierro y su necesidad en el caso de las medidas
cautelares, y adoptar
los mecanismos
paliativos adecuados
para atenuar su
rigurosidad el transcurso del tiempo.-
XI- RESERVA DEL CASO FEDERAL:
Encontrándose
comprometidas
garantías
de
orden
constitucional, en cuanto a la aplicación de los artrs. arts. 18 , 43 CN ; DUDH art. 8;
PIDCP arts. 7, 9 y 10; y CADH arts. 5, 7 inc. 6, conforme el art. 14 de la ley 48,
hago reserva del caso federal.
XII- PETITORIO:
1) Se instruya a los Jueces Penales y Tribunales orales departamentales, para que, en
sus respectivas competencias, y con la urgencia del caso, no expongan a los
detenidos que a su disposición se encuentran, a toda eventual situación de
agravamiento de la detención que importe un trato cruel, inhumano o degradante o
cualquier otro susceptible de acarrear la responsabilidad prevista en el art. 18 in fine
de la CN.2) Se solicita que la Excma. Cámara, se pronuncie sobre la ilegitimidad legal y
constitucional de las condiciones en las que se cumplen la prisión preventiva y las
penas en el complejo penitenciario de Batan, CN arts. 18 , 43 ; DUDH art. 8;
PIDCP arts. 7, 9 y 10; CADH arts. 5, 7 inc. 6; la Const. Pcial. Arts. 11, 15, 20 inc.
1, 30, 36 inc. 8; ley 24660 arts. 1, 9, 58, 59, 60, 63, 64, 65; el CPP art. 405, 406, 25
inc. 2 ; ley 12256 art. 4, 5, 9 inc. 1, 2, 3, 4, 6, y conc, y la violación de las Reglas
Mínimas para el Tratamiento de los Reclusos, arts.9, 10, 11, 12, 14, 15, 19, 20, 22,
23, 24, 25, 26, 31, 32, 49, 52, 57, 58, 60, 62, 63, 65, 66, 82, 86.3) Recomiende a los mismos magistrados, para que se pongan en ejecución todos
los mecanismos legales alternativos a las penas de encierro previstos en la
legislación vigente y que se pormenorizan en el presente, tendiendo a la disminución
progresiva e ininterrumpida de la población carcelaria alojada en el Complejo
Penitenciario Batán. En particular sugerimos se priorice la utilización del Régimen
Abierto, con sus distintas modalidades, a saber: tratamiento en comunidad, prisión
discontinua, tareas comunitarias, entre otras, conforme el art. 100 y ss. ley 12256.4) Instruya a los mismos magistrados, que al autorizar prisiones preventivas, limiten
su duración en el tiempo, conforme la justificación procesal que alegue el MPF. En
caso que el exceso de la medida cautelar hagan posible que el procesado acceda a
posibilidades que le correspondieran de encontrarse penado (v.g. salidas transitorias,
libertad asistida, etc) y eventualmente compensen el abuso de la medida de coerción
descontándolo de la “pena legal” en el marco de los arts. 40/41 CP29.
5) Disponer que la implementación del “Centro Sistematizado de Información”
conforme las pautas que se establecen en el apartado IX.6) Hasta tanto se determine el cupo judicial- constitucional del complejo Batán,
ordenar medida de no innovar respecto de nuevos ingresos procedentes de otros
departamentos judiciales en el Complejo salvo los mencionados en la res.1938/10
del Ministerio de Justicia y Seguridad, pues de poco valdría reducir la población
carcelaria a disposición de los jueces de este departamento judicial, si nuevos
ingresos incrementaran la escasez de los recursos disponibles..
7) Sin perjuicio de la información pericial
que se proveerá al “Centro
Sistematizado de Información” , solicitar al Ministerio de Justicia y Seguridad
información actualizada respecto de provisión de alimentos, medicamentos, y
servicios médicos, destinados al Complejo Batán, y las medidas que se hubieran
adoptado para revertir la situación actual.
8) Obtenidos los informes periciales requeridos, y los informes estadísticos del
observatorio sobre las condiciones de detención, se fije el cupo judicialconstitucional del Complejo Penitenciario Batán, discriminado por cada una de las
unidades que lo conforman, estableciendo un mecanismo de revisión periódica .9) Transcurrido un periodo prudencial de ejecución , y teniendo en cuenta los
números de detenidos de los últimos cinco años, se fije el cupo departamental
promedio. Si existiera diferencia entre el cupo judicial-constitucional del
Complejo Penitenciario, y el resultado de la suma entre el cupo departamental
promedio (solo detenidos del departamento judicial Mar del Plata),
los detenidos
procedentes de los departamentos judiciales de Necochea y Dolores,
quedará
habilitado el espacio remanente para el ingreso de detenidos de otros departamentos
judiciales previa orden judicial.10) Se solicite al Ministerio de Justicia la cantidad de pulseras para monitoreo
electrónico actualmente disponibles.
29
Conf. P. 110.833 de la SCBA, sentencia del 4 de mayo de 2011.
11) Eventualmente, se requieran ad effectum videndi los Hábeas Corpus y demás
causas informadas en el presente, de trámite en este departamento judicial, que se
informan en los anexos documentales.12) Se tenga presente que esta parte se reserva el derecho de ampliar la prueba
ofrecida en orden particularmente a las resoluciones judiciales en Hábeas Corpus o
en cumplimiento del art. 25 del CPP que pudieran haber sido omitidas ante la
urgencia de esta presentación
13)
Se tenga presente la reserva del caso federal.
Proveer de conformidad.SERA JUSTICIA
Descargar