El babaco

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NUEVAS ALTERNATIVAS FRUTICOLAS
El babaco (Carica x heilbornii Badil lo nm. pentagona
(Heílborn) Badíllo), es un frutal nativo del Ecuador.
Crece ali (en forma natural en los valles interandlnos,
en altitudes que fluctúan entre los 1.500 y 2.500
metros sobre el nivel del mar. Además se encuentra
con frecuencia en jardines o en huertos caseros de
pequeña extensión.
El babaco
El fruto tiene sabor y aroma diferentes al de las
especies pertenecientes a! mismo género más
comúnmente cultivadas en Chile, como son Caríca
pubescens y Carica papaya. Posee un sabor único, no
muy dulce y ligeramente ácido. Se consume fresco,
en jugos, mermeladas y conserva.
En años recientes dicha especie ha despertado gran
interés, especialmente desde que fuera introducida a
SE ESTIMA QUE PUEDE SER CULTIVADO EN LAS
MISMAS AREAS DONDE SE CULTIVA LA PAPAYA.
Nueva Zelandia, a fines de la década del 70. Hoy se le
considera un frutal con posibilidades para ciertas zonas
climáticas, debido a la creciente demanda por frutas
frescas exóticas en los mercados internacionales.
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias la
introdujo en Chile a principio de 1984. Desde esa fecha
Carlos Muñoz Sch.
Jorge Valenzuela B.
Ingenieros Agrónomos,. Ph.D.
se iniciaron estudios en condiciones de invernadero.
A continuación se presenta un resumen de información
extranjera y !os primeros resultados de las evaluaciones
efectuadas en nuestro país.
Descripción botánica
El babaco es un arbusto perenne de tallo subherbáceo
que alcanza una altura de tres y más metros,
comparable a !a papaya cultivada en Chile.
Las hojas, largamente pecioladas, palmadas y de cinco
lóbulos, se desarrollan a partir del ápice de crecimiento,
agrupándose en el extremo del tallo, ya que caen a
medida que envejecen. La yema axilar de la hoja es
floral, de modo que por lo general en !a base de cada
hoja se desarrolla una flor.
Las flores son pistlladas, de pétalos verdes, libres,
levemente carnosos y envuelven casi por completo el
ovario. La especie no posee flores masculinas y por lo
tanto sus frutos se desarrollan partenocarpicamente*.
Por la misma razón el fruto no posee semillas, aunque
en ocasiones es posible encontrar rudimentos seminales
desprovistos de embrión.
*Partenocarpia, desarrollo del fruto sin que se haya producido
la fecundación, y por lo tanto no hay semillas.
IPA, La Platina Nº 31, 1985
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Plantas de babaco en invernadero.
Arbusto de tallo subherbáceo,
alcanza una altuia de tres o
más metros.
E! fruto en su madurez de consumo, es de color
amarillo, puede medir de 30 a 40 cm de largo por 1O a
15 cm de ancho y alcanzar pesos de hasta un kilo.
Tiene una cáscara muy delgada cubierta de cera y libre
de papaina, lo que permite consumir el fruto al estado
fresco, sin pelar. La pulpa es blanca, muy jugosa, de
casi dos centímetros de espesor y con un aroma
penetrante, pero delicado.
La planta es muy sensible al daño por viento, es de
arraigamiento superficial y en su medio natural crece
en suelos francos. Sus requerimientos h ídricos son
altos, por lo que en Chile debería cultivarse sólo bajo
condiciones de riego. Un corto período de déficit de
agua puede provocar caída de flores y frutos, y con
sequías prolongadas las plantas no emiten flores.
Propagación
Requerimientos climáticos y de suelo·
En su hábitat natura!, esta especie crece donde las
temperaturas medias fluctúan entre 15 y 20 grados
centígrados cOn una amplitud térmica diaria de hasta
18 grados centígrados, pero no resiste heladas. En
Nueva Zelandia se ha señalado que la planta puede
resistir unos pocos grados de temperatura bajo cero, sin
embargo, las flores y frutos pequeños son sensibles a
temperaturas cercanas a cero grado.
Aunque en Chile no se dispone de datos de terreno,
estimamos que el babaco podrá ser cultivado en las
mismas áreas en que crece la papaya comúnmente
cultivada en nuestro país En todo caso será necesario
evaluarlo antes de poder recomendar su plantación
masiva, especialmente en áreas más frías o con riesgos
de heladas más frecuentes.
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La propagación se hace exclusivamente en forma
vegetativa, empleando estacas maduras, sin hojas.
Previo al enraizamiento es necesario dejar las estacas
expuestas al aire en un lugar sombrío, durante 10 a
12 d fas, para que el corte cicatrice. E! medio de
enraizamiento debe ser poroso, pero con una alta
capacidad de retención de agua.
En Nueva Zelandia se está usando con éxito e!
sistema de enraizar los ápices de crecimiento con
hojas. También se ha ensayado la injertación sobre
plantas provenientes de semillas de otras especies.
Plantación y manejo
Las plantaciones comerciales en Ecuador se hacen con
densidades que fluctúan entre tres mil y ocho mil
plantas por hectárea. En Nueva Zelandia se
!PA, La Platina NO 31, 1985
recomienda un espacio mínimo de 1,5 metros
cuadrados por planta (6.600 plantas/ha
aproximadamente). La planta empieza a emitir f!or~s
cuando alcanza más o menos un metro de altura.· Dé
ahí en adelante las produce en forma ininterrumpida si
las condiciones de clima así lo permiten.
En genera!, la fruta que cuaja en la base del tronco es
de mayor tamaño y mejor calidad. Por esta razón y
para facilitar las labores de manejo y cosecha, se
r.ecomienda cortar el tallo cuando éste alcanza una
altura de más de 2,5 metros, rebajándolo a una altura
de 20 centímetros para permitir que rebrote y
comience a dar fruta en !a parte basal. Es conveniente
dejar un solo tallo productivo, removiendo
periódicamente los-brotes adicionales. En Nueva
Zelandia, se ha experimentado dejando dos tallos, el
segundo a comienzos de otoño, de modo de tener la
estructura formada para la producción de flores en
la temporada siguiente.
Poco se sabe de los requerimientos de fertilización,
pero en Ecuador se emplean principalmente los abonos
orgánicos. No existen estándares nutricionales y será
necesario desarrollarlos para nuestras condiciones de
cultivo o verificar su similitud con los estándares
desarrollados por INIA para C. pubescens.
Cosecha y postcosecha
El fruto demora de siete a ocho meses, a partir de la
aparición de las flores, en alcanzar la madurez. Debe
cosecharse cuando aparecen Jos primeros síntomas de
amarillez. El pedúnculo posee laticíferos, por lo que
se debe tener cuidado de no manchar la fruta con latex
a! cortarla. La maduración en Nueva Zelandia ocurre
desde octubre a diciembre.
A temperaturas inferiores a tres grados centígrados, el
fruto se daña por frío. Se conserva a seis grados por
períodos de hasta cinco semanas sin pérdidas
significativas de calidad ni daño por problemas
patológicos.
Plagas y enfermedades
La información existente sobre plagas y enfermedades
del babaco es escasa. En Ecuador se le señala como
altamente susceptible al nematodo del nudo. Además,
es atacado con frecuencia por arañitas, las que
amarillean el fruto antes· que éste complete su
desarrollo, disminuyendo su valor comercial. A
menudo, también es afectado por oidio. En Nueva
Ze!andia se le ha encontrado infectado con
enfermedades vi rosas, pero ya se cuenta con material
de propagación libre de virus.
Mercado
La información sobre la comercialización de la fruta
en los mercados internacionales es aún escasa. La
experiencia neozelandesa indica que los precios son
muy interesantes, aunque a la fecha, los volúmenes
transados son reducidos. En todo caso, aún a niveles de
precio. relativame.nte bajos, el cultivo puede ser
atractivo, ya que el rendimiento por hectárea sobrepasa
las 40 toneladas a.! año. Estos rendimientos pueden ser
aún mayores dej;endiei:ido de !a densidad de plantación.
Fruto maduro de babaco. Se
consume fresco, en jugos,.
mermeladas y conservas. Puede
medir de 30 a 40 centfmetros
de largo.
IPA, La
Pla~ina
Nº 31, 1985
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Experiencia en Chile
Al país se introdujo material desde Ecuador. Se
importaron estacas maduras, sin hojas, de
aproximadamente 40 centímetros de largo. En la
Estación Experimental La Platina se llevó a cabo el
proceso de enraizamiento. Actualmente las plantas
obtenidas de las estacas cumplen su período de
cuarentena.
El enraizamiento fue del orden del 60 por ciento.
Muchas se perdieron por problemas de pudriciones,
especialmente cuando los tallos eran suculentos. Las
estacas demoraron alrededor de 60 días en emitir
ra (ces y lo hicieron sólo en el lugar del corte. La
emisión de raíces fue posterior a la de brotes y
generalmente ocurrió cuando éstos tenían más o menos
1O cent {metros.
Una vez que las estacas tuvieron una masa radical
satisfactoria, la mitad de ellas se plantó en bolsas con
tierra y el resto directamente en un invernadero
calefaccionado, donde se han realizado algunas
evaluaciones.
Los primeros frutos tardaron alrededor de 180 días en
alcanzar la madurez. Las flores se han producido en
forma contfnua y los frutos van madurando desde la
base de la planta hacia arriba, a medida que van
completando su desarrollo. En el Cuadro 1 se
presentan las características de los primeros 25 frutos
evaluados.
Los frutos producidos en invernadero difieren de !as
características típicas reportadas para esta especie,
tanto en Ecuador como en Nueva Zelandia. Aquí han
resultado ser más pequeños, con las aristas menos
pronunciadas, e! ápice menos aguzado, un contenido de
azúcar bajo y una acidez relativamente alta, por !o que
su sabor se asemeja a una fruta cítrica. Será necesario
evaluar la especie en condiciones de campo antes de
poder saber si !as características indicadas son clonales
o provienen de una situación climática particular.
CUADRO 1. Características del fruto del babaco
producidas bajo condiciones de invernadero en la
Estación Experimental La Platina, 1985.
Valores promedios
de 25 frutos
Característica
Peso (g)
521,6
Largo (cm)
19,2
Ancho (cm)
7,5
Relación largo/ancho
2,6
Sólidos solubles(%)
7.4
Acidez titulable (g/lt acidez sulfúrica)
0,6
Relación sólidos solubles/acidez
pH
12,2
3.7
Al principio las plantas presentaron un moteado en sus
hojas maduras que hizo sospechar de la presencia de
virus, pero e! moteado desapareció cuando las plantas
se establecieron en suelo. Los intentos por transmitir la
sintomatologfa a plantas indicadoras han sido, hasta
ahora, infructuosos.
Se espera en el futuro próximo evaluar la especie bajo
condiciones de campo en la IV Región. En la Estación
Experimental La Platina se iniciarán ensayos con el
objeto de determinar la forma de propagación más
eficiente.
La introducción del babaco al país es un nuevo aporte
de INIA a los intentos por diversificar y ampliar la
cobertura geográfica de la fruticultura nacional.
Se espera que Ja adaptación de Ja especie sea buena y
que la acogida del público consumidor permitan !a
comercialización de la fruta tanto en el mercado
nacional como internacional.
Las plantas en el invernadero han mostrado ser muy
susceptibles al ataque de oidio y de arañitas. Cuando,
ocasionalmente, la temperatura ha bajado de cero grado
las flores y frutos pequeños se han caído. Sin embargo,
ni la planta ni la fruta grande sufrieron daño.
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1PA, La Platina Nº 31, 1985
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