Algo que contar

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Introducción
L
a historia de Valdesquí comenzó hace más de cuatro décadas. Gracias a la respuesta del público, así como a la dedicación
por parte de todas las personas que han trabajado y trabajan en ella, esta estación ha podido consolidarse como un punto de
referencia de ocio en el Sistema Central, y como un lugar dónde se han iniciado en la práctica del esquí o snowboard miles de
madrileños y segovianos. La inercia favorable de nuestras temporadas anima también muchos pueblos de los alrededores. Estas
favorecen incluso a comercios más alejados relacionados con los deportes invernales. Además, la estación sigue constituyendo
una buena alternativa laboral dirigida a aquellos que prefieren la montaña.
Dedicamos esta monografía a dicha labor, así como a todos aquellos aficionados a los deportes de invierno que han pasado por nuestras
pistas e instalaciones.
Valdesquí • 4
Valdesquí, la nieve de Madrid
A
poco más de 70 kilómetros de
Madrid y 30 de Segovia se sitúa esta estación, donde miles
de aficionados a los deportes
de invierno se han dado cita
una temporada tras otra a lo largo de los
años. Una vez allí, el bien situado aparcamiento permite un cómodo acceso a las
instalaciones por parte de sus usuarios,
tanto si llegan en vehículo particular como
en autocar.
En la actualidad, la estación cuenta con
un máximo de 22 kilómetros balizados.
Tiene una capacidad máxima de 12.290
personas/hora, siendo la cota mínima
de 1.860 metros y la máxima de 2.278
metros. Su ubicación es muy privilegiada, tanto por su orientación como por su
emplazamiento, disfrutando de un microclima que favorece la permanencia de la
nieve.
A pesar de ello, en los últimos años ha sido
necesario contar con equipos de innivación
artificial en la zona baja, que contribuyen a
mejorar y alargar las temporadas.
En un marco de gran belleza, al abrigo de
la Bola del Mundo, el Cerro de Valdemartín
y Peñalara, se puede disfrutar del ocio y de
fantásticas vistas.
Un total de 27 descensos, de los cuales 9
son pistas verdes, 14 azules y 4 rojas, definen la personalidad de Valdesquí: un sitio
perfecto para el aprendizaje hasta alcanzar
un nivel medio, tanto de esquí como de
snowboard.
Vista panorámica de Valdesquí, temporada 2005-2006.
En el cuidado de las pistas se ha hecho un
énfasis especial. Se ha invertido en modernas máquinas pisanieves, que trabajan
miles de horas cada temporada cuando el
público se marcha.
El snowpark es objeto de un interés especial, y a pesar de los caprichos del clima, se
ha tratado de concederle un buen emplazamiento dentro de la estación, que permita ir
mejorándolo año tras año.
Los principiantes cuentan con dos cintas de
gran capacidad. Y como alternativa de ocio se
ofertan raquetas de nieve en paseos guiados
para los más deportistas. Los clientes de Valdesquí que prefieren no abandonar el ambiente de montaña lo tienen muy fácil. A tan solo
22 kilómetros de la estación se halla Rascafría,
el pueblo más cercano, el cual está ubicado en
un magnifico enclave natural y cuenta con la
suficiente oferta hotelera.
5 • Valdesquí
Mapa de Pistas
Valdesquí • 6
Los orígenes de la empresa
Primeros pasos. Años 70
os terrenos en los que
se ubica la estación
pertenecieron a la
Iglesia hasta que se
produjo la desamortización de Mendizábal. En 1890
un particular compró esta finca
de pastos para ganado al que
había sido el tercer propietario
de los mismos. Con los años
los terrenos fueron pasando por
herencia a las siguientes generaciones.
El incipiente auge que comenzó a tener el esquí en España
a partir de la década de los sesenta llevó a la Administración
Pública a mostrar un creciente
interés por explotar la zona de
la Bola del Mundo, debido a su
adecuada orientación.
Este contexto llevó a los propietarios de la finca a arriesgarse
en una aventura empresarial,
constituyéndose la sociedad
anónima Estación Alpina de
Cotos. La nueva estación fue
bautizada con el nombre de
“Valdesquí”, que significa “valle
del esquí”. •••
Valdesquí • 8
Estado de la carretera tras las intensas nevadas del año 72.
V
aldesquí se inauguró el 6 de
enero de 1972. Comenzó con
tres telesquíes de percha doble: Peña del Águila, Pradera
(en versión corta) y Noruego,
junto con una máquina pisanieves de la
casa Kässbohrer. Completaba las instalaciones primeras un pequeño edificio de
madera que haría las funciones de cafetería. Por aquel entonces la estación carecía
de escuela y alquiler.
Nueve días más tarde de su inauguración,
el 15 de enero de ese mismo año hubo que
cerrar la estación debido a las intensas nevadas y a los escasos recursos con los que
se contaba en aquel momento. Faltaba ma-
quinaría y mano de obra, por lo que supuso
una odisea el lograr abrir de nuevo.
Al año siguiente, en 1973, quedaron finalizados el antiguo edificio de la Escuela
Española de Esquí, así como un pequeño
alquiler hecho a base de paneles de chapa,
que aunque hoy día nos hubiese resultado
cómico por su aspecto destartalado, por
aquel entonces cumplió dignamente su
misión.
También se adquirió otra pisanieves de características similares a la primera, ya que
resultaba arriesgado depender de una sola
máquina. Eran otros tiempos. El público era
menos exigente y las pistas apenas se trabajaban con aquellos ruidosos y lentos artefac-
70
La antigua cafetería de madera.
tos. Poco se podía hacer en caso de placas
de hielo o nieve dura.
En 1974 se inauguró la cafetería de pistas
o Bar 2000. Fue un hecho importante en la
historia de Valdesquí, pues su ubicación en
un punto privilegiado del valle la hace accesible incluso a los principiantes. Ya no sería necesario descender hasta la cota más
baja para tomar un tentempié o disfrutar
del sol en la terraza. Igualmente importante
es su función como refugio en los días de
ventisca, que no han sido pocos.
La temporada 74-75 comenzó con los recién instalados telesquíes de percha doble
“Bola del Mundo I y II” con la característica
imagen del repetidor en la cumbre de esta
emblemática y redondeada montaña madrileña (como bien indica su nombre).
Pronto se convertiría en la pista escaparate de la estación por su anchura y
escasa dificultad, propia de las pistas
azules, facilitando de este modo la tran-
Los primeros profesores con que contaba la estación.
sición de los esquiadores desde las zonas verdes.
Durante los años 1976 y 1977 se instalaron varios remontes con un gran esfuerzo
económico. Uno de ellos, el telesilla biplaza del Arroyo, fue de hecho fundamental
para aumentar la capacidad de transporte
del creciente número de visitantes. Supuso además un vínculo con las pistas altas
y la cafetería de pistas. Por otro lado, este
remonte resultó la piedra angular de los
esquiadores principiantes que tenían dificultades con los telesquíes.
El otro biplaza, el telesilla del Collado, aunque orientado a usuarios de mayor experiencia, resulta el escalón perfecto para el
siguiente nivel por su escasa dificultad, al
menos en la pista azul del tubo Collado.
En 1977 quedaron finalizados los telesquíes de percha doble Valdemartín I y II. El
primero de ellos (el I) era la versión larga,
que abarcaba mayor superficie esquiable y
daba acceso a pistas rojas. Una vez en la
cumbre del cerro de Valdemartín resultan
admirables las vistas, las cuales son sin
duda de las mejores de la Comunidad de
Madrid. En días despejados se puede contemplar la meseta madrileña por un lado y
la segoviana por otro, así como sus ciudades, pueblos y pantanos correspondientes,
con la siempre imponente presencia de Peñalara, que es uno de los picos más altos
de la Cordillera Central.
También en este mismo año se adquirió la
primera máquina pisanieves dotada de pala
delantera, que permitiría por primera vez
mover nieve por la montaña, sustituyendo
el trabajo de pico y pala empleado hasta
entonces para acondicionar plataformas y
accesos.
En la primavera del año 1978 Valdesquí
sufrió un grave percance. La cafetería de
madera ardió hasta sus cimientos y como
consecuencia de este incendio se perdieron también los grupos electrógenos que
abastecía de electricidad la zona baja. Este
hecho supuso un duro golpe, no solo económico sino también moral. Rápidamente
se construyó un nuevo edificio, que quedó
9 • Valdesquí
70
finalizado tan sólo parcialmente en octubre de ese mismo año, pero que permitió
abrir a tiempo para la temporada 78-79.
Respecto a las edificaciones, cabe señalar que a raíz de aquel suceso se han
empleado en Valdesquí métodos tradicionales de construcción en lugar de estructuras de madera, así como frecuentes
revestimientos en piedra. Estos forman
parte en la actualidad también de taludes,
casetas y cerramientos, aportando un estilo característico, afín con la arquitectura
tradicional basada en la piedra propia de
los pueblos de la zona.
A finales de la década de los 70 y principios de los 80, poniendo fin a un periodo de
muchos años fríos, se encadenaron varias
temporadas de meteorología muy adversa
Incendio del edificio en 1978.
Valdesquí • 10
Las antiguas máquinas PistenBully.
para el esquí. Las precipitaciones se producían con mayor frecuencia en forma de
lluvia, arruinando la nieve y empeorando
su calidad. Fueron años difíciles, especialmente porque llegaron seguidos, pero afortunadamente se pudieron superar. Dejaron,
eso si, una profunda huella que serviría
como punto de referencia y cautela de ahí
en adelante.
Estos son a grandes rasgos los inicios de Valdesquí, que hoy día se recuerdan con asombro e incluso nostalgia por los que participaron en ellos. Pero dada la naturaleza de esta
actividad dependiente del clima del Sistema
Central, y el hecho de que desde aquel entonces hasta el presente año sólo se ha contado
con capital privado excluyéndose toda ayuda
pública, cualquier grave error que hubiese derivado en un falta de cobertura económica a
la hora de afrontar gastos e imprevistos pudo
ser fatal para la empresa
La década de los 80
Telesquí Bola del Mundo en los años 80.
A
Telesquí Peña del Aguila en los años 80.
comienzos de los años 80 el
clima no fue nada propicio y
Valdesquí sufrió las consecuencias. Fue necesario tomar
medidas urgentes para paliar
esta situación.
Se instalaron girondas o paravientos (vallas
de palos sujetos con alambres y asegurados al terreno por una estructura metálica)
que se colocan generalmente a ambos
lados de las pistas, a veces incluso en la
parte central. Su función principal consiste
en hacer de barrera frente a los vientos que
desplazan la nieve, quedando ésta almacenada a lo largo de las mismas. La nieve
acumulada en las girondas es repartida y
compactada por las pistas mediante las
máquinas pisanieves. Esta forma de trabajar la nieve ha permitido desde entonces, a
pesar de su elevado coste, estirar cada vez
más la duración de las temporadas.
La moderna maquinaria ha hecho posible
igualmente mejorar la calidad de la nieve
dura y difícil, haciendo además menos pe-
ligrosas y más fácilmente transitables las
áreas con placas de hielo.
En cuanto a los remontes, en el año 1985
quedó finalizado el telesilla del Tubo, el cual
era también biplaza y estructuralmente
muy parecido a los dos anteriores instalados con anterioridad.
En esta década las afluencias de público
fueron aumentando progresivamente Esta
tendencia ascendente, marcada siempre
por las fluctuaciones de las distintas campañas invernales, fue manteniéndose también durante los años 90.
Cerramientos de la zona de debutantes a finales de los 80.
11 • Valdesquí
De los 90 en adelante
L
Las colas de principios de los 90.
as temporadas se fueron sucediendo con una alternancia impredecible. Como prueba de ello
destacan la temporada 94/95,
en la que no hubo ningún día de
actividad, y en cambio durante la siguiente
temporada 95/96 llegaron a acumularse
espesores de hasta 12 metros de nieve,
dejando los edificios y otras instalaciones
enterradas parcial o totalmente. Además,
el posterior clima soleado favoreció que se
llenara el parking a diario varias semanas
seguidas.
El creciente aumento de público llevó a
Valdesquí a instalar nuevos remontes para
evitar, en lo posible, largas esperas. Para
ello se tuvieron que pedir las licencias correspondientes, que tardaron muchos años
en llegar.
Valdesquí • 12
Paulatinamente llegaron nuevos remontes:
el telesilla cuatriplaza Pepe Arias (el nombre de este remonte hace honor a uno de
los pioneros del esquí en España), el telesilla triplaza de la Fuente, de características
estructurales y estéticas similares al anterior,
y por último, el telesquí del Piornal.
Años más tarde se hizo otra importante sustitución: le llegó el turno a los telesquíes de
percha doble de la pista “escaparate” de Valdesquí, la Bola del Mundo. Un nuevo telesilla
cuatriplaza permitió eliminar una serie de viejos equipos, ganándose considerablemente
en comodidad, espacio y estética.
Los telesquíes Peña del Águila, Loma del Noruego y Valdemartín I y II (versión corta y larga),
también fueron sustituidos por sofisticados
medios mecánicos dotados de un sistema
más adecuado y cómodo de percha individual.
Otras novedades, como la incorporación de
tapices mecánicos en los telesillas Pepe
Arias y Bola del Mundo mejoraron la seguridad y eficacia de estos remontes al facilitar
el embarque en la silla.
También a partir de los 90 se fueron ampliando y balizando las pistas que aún quedaban por aprovecharse en el área esquiable de Valdesquí.
Esto no descarta el que muchos aficionados prefieran transitar fuera de pista, aunque no es recomendable, y en ciertos días
es incluso totalmente desaconsejable por
el peligro que reviste.
Fiel a su función como escuela de iniciación en el esquí, Valdesquí ha cuidado al
máximo su área de debutantes, instalando
modernas cintas transportadoras y un carrusel para los más pequeños.
La zona del alquiler fue ampliándose progresivamente manteniendo en todo momento
un alto nivel en cuanto al material más novedoso de esquí y snow. Estas mejoras han
ido encaminadas a satisfacer una demanda
cambiante por parte del público.
Las máquinas del taller de reparaciones permiten actuar frente al gran desgaste que sufre
el material, especialmente las tablas de snow.
Ello se traduce directamente en un aumento
de la seguridad del esquiador a la hora de
transitar por placas de hielo y nieve dura.
A partir del año 2000 se permitió en Valdesquí
el uso del snowboard, reclamado por sus
cada día más numerosos y entusiastas seguidores, principalmente jóvenes.
En la cafetería de la zona baja, llamada
también Bar 1800, se habilitó un amplio y
acogedor espacio situado en la 2ª planta,
bautizado como “la Pausa”, hasta la fecha
zona de descanso y reunión, principalmente de los niños de los numerosos clubs que
afluyen a la estación.
Los cerramientos y taludes son necesarios,
pero estos han sido mejorados a nivel visual y no se ha escatimado esfuerzo para
modificarlos completa o parcialmente. Para
lograr una armonía con el entorno se han
empleado piedras y tonos de pintura que
mimetizan con el.
Nuestras instalaciones de cañones, aunque
relativamente sencillas, permiten mantener
la zona baja en buenas condiciones, dado
que se han situado en sitios muy estratégicos. Su nieve contribuye significativamente
a alargar las temporadas.
Existen fundadas razones que desaconsejan innivar de forma artificial las pistas altas, que están expuestas a fuertes vientos.
En estas zonas elevadas, la nieve caída de
forma natural siempre es el factor determinante.
Valdesquí tampoco ha sido ajena a la introducción de las modernas tecnologías
aplicables a las comunicaciones y la informática, pasando por la venta de abonos y
la página web en su versión adaptada a pc
y móvil, así como webcams que permiten
visualizar las pistas en tiempo real.
Ahora bien, las condiciones que afectan
a la estación son muy cambiantes. Esto
conlleva la modificación de precios en relación con el dominio esquiable en un día
en concreto, e igualmente puede ocurrir que
90
Vista desde la silla del telesilla Pepe Arias.
la estación no pueda abrirse al público por
meteorología adversa. Estas y otras particularidades dificultan la venta de abonos con
antelación. En cualquier caso, ofrecemos una
información bastante completa en nuestra
página web o a través de nuestro teléfono
blanco 902 886 446.
Se han adquirido sucesivos modelos de
pisanieves, dando lugar a mejoras de efectividad y trabajo en pistas. La última adquisición ha sido una pisanieves de última
generación de 500 CV dotada de winch,
que es un cable remolcador. Asistida la máquina con este cable, desarrolla la fuerza
suficiente para empujar enormes cantidades de nieve, incluso de calidad húmeda
y pesada, y posibilita un mejor acabado y
duración de las pistas.
Para finalizar, hay que mencionar las motos de nieve y los camiones con cuña de
la empresa, cuyo uso resulta fundamental
en temporada.
En definitiva, todos estos capítulos han supuesto en conjunto una elevada cuantía en
inversiones y mantenimiento. Pero todas
las mejoras se han introducido en el espacio de varios años, y siguiendo fielmente
la política de cautela, cuya validez ha sido
contrastada a lo largo de las cuatro décadas de funcionamiento de Valdesquí.
Zona de debutantes.
13 • Valdesquí
Sol y nieve en Valdesquí.
El funcionamiento de la estación,
o cómo dominar una montaña rusa
A
lgunos aspectos de este apartado constituyen seguramente esquemas y procedimientos de trabajo comunes en otras estaciones, de manera que poco tendrán de sorprendentes para los operarios habituados
a trabajar en ellas, al menos en ambientes de clima
parecido.
Pero este apartado se dirige principalmente a nuestro público, para
que pueda disponer de información acerca de las particularidades
que afectan este entorno, así como de los métodos empleados para
confrontarlas.
Valdesquí • 14
La sociedad Estación Alpina de Cotos S.A. es la propietaria y gestora de la estación desde su inicio, incluyendo todo el conjunto de
elementos que componen Valdesquí, desde los remontes, pistas y
maquinaria, hasta los bares, el alquiler y la escuela.
La toma de decisiones centralizada ha permitido una buena coordinación y un aceptable desarrollo dentro del marco existente.
El personal fijo de la estación ha cambiado con los años, pero
siempre ha existido una gran dedicación por su parte. La plantilla
actual posee un alto nivel de cualificación, y algunos de sus componentes llevan décadas en la empresa.
También los trabajadores eventuales forman ya un grupo que cuenta con numerosos veteranos, cuyo modo de vida está
asociado al medio natural.
Para conocer el modo en que se suceden
las temporadas invernales en Valdesquí, así
como la forma en que el personal consigue
adaptarse al ritmo de trabajo que requiere la
estación, es preciso conocer algunos factores: uno de ellos y de capital importancia es
naturalmente el clima en la Cordillera Central,
y concretamente en la parte que nos afecta.
Las nevadas en Valdesquí a menudo alternan con lluvias y nieblas húmedas que
pueden resultar desastrosas. La brusca oscilación de las temperaturas puede originar
“blandura” generalizada de las pistas. Y
nuevamente su posterior bajada provoca la
aparición de hielo por doquier.
El agua precipitada sobre la estación puede hacerlo en forma de nieve, después de
lluvia o aguanieve o viceversa. Muchos
días las nieblas persistentes empeoran
notablemente la visibilidad y provocan, especialmente tras una reciente nevada, una
especie de “ceguera blanca”, que impide
incluso la realización de trabajos sencillos.
Naturalmente también disfrutamos de periodos relativamente largos de frío, sol y
calma, marcados por la influencia de anticiclones. Pero esta variabilidad del clima es
una característica básica de las condiciones que afectan a Valdesquí.
Hay que hacer mención especial al viento,
y para el público resultaría sorprendente
el grado de intensidad con el que puede
actuar en determinados días sobre las instalaciones, especialmente en las cumbres.
El peligroso trabajo de retirar el manguito.
La combinación de ciertos niveles de humedad ambiental que puede presentarse
conjuntamente con precipitaciones, las
bajas temperaturas, y el frecuente concurso del viento producen un fenómeno muy
habitual en este paraje: el manguito. Se
denominan así diversas formaciones de
hielo o nieve de distintas calidades acumuladas alrededor de remontes u otros
elementos, artificiales o no. Desde el manguito compuesto por el hielo más húmedo
y problemático, hasta el más frío y menos
perjudicial.
Estas formaciones de hielo dificultan y ralentizan enormemente la puesta en funcionamiento de los remontes en determinados
días, y son un reto psicológico y práctico
para el personal encargado de retirarlo en
condiciones muy duras.
Es inevitable que algunas ventiscas lleguen
a ser tan agresivas que obligan en ocasiones a cerrar por completo la estación
durante días, con independencia del espesor de nieve del que se disponga. Esto
obviamente causa numerosas molestias
a los clientes y perjudica la imagen de la
empresa. Pero esta actuación se basa en
la obligada observación del margen de
seguridad establecido, y permite a día de
hoy no tener que lamentar ningún percance de esta índole en el que se viera perjudicada la integridad física de los clientes.
El paso de estos frentes deja tras de sí un
panorama único: remontes envueltos por
completo en el citado manguito, dibujando
formas tan espectaculares como nocivas.
Con frecuencia resultan descarrilados los
cables de algunos remontes.
También en las pistas y plataformas la
nieve queda desigualmente repartida, las
girondas y taludes acumulan verdaderas
murallas de nieve y tanto los aparcamientos como los accesos por carretera requieren de trabajos de limpieza.
Manguito en forma de punta de lanza.
15 • Valdesquí
El funcionamiento de la estación, o cómo dominar una montaña rusa
Máquina pisanieves metiendo nieve en la pista de La Bola.
La eliminación del hielo adherido a las instalaciones es un trabajo arduo y que presenta
diversos riesgos. Posteriormente se revisa y
prueba cada instalación, dejándola un buen
rato funcionando antes de que llegue el público.
Como consecuencia de estas ventiscas,
las máquinas pisanieves para hacer transitables las pistas tienen que lidiar con
ventisqueros de nieve que alcanzan incluso
varios metros de altura.
Los periodos de clima apacible constituyen
una necesaria y tranquilizadora “monotonía”.
Generan además un rápido aumento de la
afluencia de público, incluso en días de diario.
El súbito aumento del volumen de público
suele constituir igualmente un reto para el
personal de Valdesquí, que pone su mejor voluntad y profesionalidad al servicio
de los clientes, salvo excepciones que no
constituyen la norma. Prestar ayuda en los
embarques y llegadas de los remontes a los
clientes que lo necesitan es completamente habitual, por más veces que el público
se caiga.
Valdesquí • 16
Hasta la fecha, Valdesquí ha sido un entorno
muy seguro para la práctica de los deportes
invernales. Eso sí, siempre que los usuarios
no se alejen de los límites del valle.
El público en general puede recorrer este
área sin riesgo de despeñamientos, aludes
o pistas de muy fuerte inclinación. Ningún
esquiador o usuario de tabla de snow ha
sufrido hasta la fecha ningún accidente fatal dentro de nuestras pistas balizadas.
Los profesores de nuestra Escuela Española de Esquí y Snow disponen de un entorno
que facilita el aprendizaje de sus alumnos.
Además, conocen a la perfección las necesidades del público principiante, mayoritario en
Valdesquí. Derrochan paciencia y entrega enseñando a los niños o adultos más cautelosos
o menos “lanzados”.
Todavía en algún día festivo se pueden
producir aglomeraciones de público en
diversos puntos de la estación, principalmente en la zona de debutantes, que
pierden el equilibrio con facilidad, aunque
apenas se dan cuando las condiciones
permiten abrir la mayoría de las instalaciones. Nada tienen que ver las colas actuales con aquellas de finales de los 80 y
principios de los 90.
Para finalizar, hay que hacer mención a
los abundantes trabajos de fuera de temporada. Las instalaciones y en especial
los telesillas, son sometidos a diversas
revisiones y pruebas que garantizan su
seguridad.
También la maquinaria requiere su correspondiente supervisión, al igual que el material del alquiler.
Las girondas y paravientos de las pistas
quedan marcados por los fuertes vientos, y
obligan igualmente cada año a un laborioso
mantenimiento.
Y naturalmente, todas las reformas y novedades se introducen durante este periodo
del año, nunca en plena temporada.
El precio del forfait de Valdesquí resulta
comparativamente alto en relación a algunas estaciones de otras cordilleras españolas. Y obviamente sería absurda cualquier
comparación con las estaciones gigantes
de los Alpes, algunas de las cuales ofrecen
superficies esquiables de varios cientos de
kilómetros, con una calidad de la nieve y
desniveles propios de esas latitudes.
Pero es el precio que permite cada temporada la explotación privada de la estación,
sin que se tenga que recurrir a fuentes de
financiación externas de ningún tipo. Hace
sostenible las pérdidas que producen las
irregularidades de las distintas campañas, la
muy limitada capacidad del aparcamiento y
el elevado gasto de explotación que exige la
actividad en este medio.
Consideraciones medioambientales
respecto a Valdesquí
N
o puede negarse lo evidente.
Valdesquí como estación invernal que es, supone una alteración del paisaje primigenio.
Pero la cuestión siempre reside
en como se han producido dichas alteraciones y si el objeto y utilidad pública de las
mismas las justifica.
Esta cuestión se puede ver desde todos los
puntos de vista. Pero dichas alteraciones
pueden considerarse razonables y en absoluto excesivas.
Valdesquí • 18
Los edificios que componen la estación son
escasos. Y tanto su discreto tamaño como
los materiales empleados en sus acabados
les permiter armonizar con el paisaje. Muy
distinto sería si se hubiese urbanizado la
zona con objeto de albergar plazas hoteleras o bloques de apartamentos y sus consiguientes infraestructuras asociadas.
Es inevitable un cierto impacto visual producido por las instalaciones, pero el valle continúa
bastante inalterado y es un lugar donde se
puede disfrutar perfectamente de la montaña.
La erosión producida en temporada por el
tránsito continuo de usuarios y maquinaria
por las pistas, apenas deja huella. Precisamente la nieve amortigua por completo
este impacto.
Fuera de temporada no se producen competiciones o eventos que puedan dañar el
terreno. Y los operarios que mantienen las
instalaciones emplean con respeto escasos
vehículos y máquinas.
El arbusto autóctono de la zona, llamado
piorno, es un arbusto leñoso que sujeta el
terreno. Su presencia beneficia y se respeta, y su desbrozo se limita a la época
posterior a su floración, lo cual facilita su
regeneración.
A menudo se procede a revegetar aquellas
áreas que pueden requerirlo, precisamente
porque un manto vegetal sobre la tierra es
un completo beneficio de cara a la duración
de la nieve.
Naturalmente se han retirado piedras con
los años, pero las zonas por donde discurren las pistas nunca fueron especialmente
rocosas. Los canchos del área de Valdesquí
permanecen intactos.
Además, nunca ha sido necesario eliminar
un bosque autóctono para hacer transita-
bles las pistas de Valdesquí, dada la escasez de árboles en sus cotas, situadas a
partir de 1860 metros.
Ciertamente esto sí fue necesario durante
la construcción de la carretera. Pero ésta se
proyectó y construyó antes de la creación de
Valdesquí. No fue la existencia de la estación
la que la motivó. Aunque obviamente la empresa se pudo beneficiar de ella.
En cuanto a la gestión de residuos y la
depuración de las aguas, se llevan a cabo
siguiendo los más estrictos protocolos establecidos legalmente.
Afortunadamente se observa una evolución
positiva en el comportamiento del público en
relación con los residuos y basuras arrojadas
al medio, fruto de una conciencia medioambiental creciente. Aún así, en temporada y al finalizar ésta es necesario que el personal de la
estación se encargue de recoger los desperdicios esparcidos por el entorno. No hay más
que darse una vuelta por el lugar para comprobar la limpieza con la que queda la zona.
Valdesquí es la primera interesada en
cuidar y defender su entorno natural, y
no supone una amenaza ni para el medio
ambiente, ni para el paisaje en que se desenvuelve. Y mucho menos al no haberse
superado la extensión de la estación, fuera
de los márgenes del valle.
Floración del piorno durante la primavera.
19 • Valdesquí
Vista del parking desde la pista de la Peña del Aguila.
El futuro de la nieve que más personas
disfrutan en Madrid. El futuro de Valdesquí
H
an existido y existen ideas que se
han barajado respecto a posibles
expansiones de esta explotación
invernal, en lo que a superficie esquiable se refiere.
Por una parte, en la década de los 70 se
planteó la posibilidad de extender el dominio de Valdesquí hacia la vertiente sur,
donde está situado el Ventisquero de la
Condesa y cuyo terreno pertenece a Estación Alpina de Cotos. Pero su orientación no
resulta nada favorable respecto a las nie-
Valdesquí • 20
ves, y el asunto no quedó en más que un
simple anteproyecto.
También existen desde hace más de dos
décadas interesantes proyectos respecto a la unión del actual Valle del Noruego,
dónde se asienta Valdesquí, con el Valle de
las Cerradillas. El Valle de las Cerradillas
supondría una considerablemente ganancia en superficie esquiable. Además esta
zona está más protegida frente a los fuertes vientos, si bien sus pistas potenciales
serían casi exclusivamente para expertos.
Pero dentro del marco actual este proyecto
es del todo improbable.
También se ha propuesto una posible unión
con la estación de Navacerrada.
En su disconformidad con dicha sugerencia, Estación Alpina de Cotos S.A presentó
el día 13 de octubre de 2010 las siguientes
alegaciones que aquí se detallan:
Para empezar, la hipotética unión tendría
que realizarse en plena cumbre y superando una distancia de nada menos que
800 metros. En Valdesquí, como ha sido
sitio aún más propicio a los accidentes. Esto
obligaría tanto a señalizar profusamente la
zona como a impedir que el público se aleje
y se descalabre. En una estación como Valdesquí, donde la afluencia de niños es tan
elevada, basta con imaginarse el panorama
de inseguridad que se pudiera producir.
Es cierto que si parte del público accede
a Valdesquí aparcando sus vehículos en el
puerto de Navacerrada ahorran unos kilómetros. Ahora bien, los telesillas Bola del
Mundo y Tubo son los únicos que pueden
emplearse para evacuar al público. En caso
de que un fuerte viento obligue a cerrar
estas instalaciones, no sería posible dicha
evacuación desde Valdesquí, con el consiguiente caos resultante.
Cañón innivando antes de las primeras nevadas.
indicado en este monográfico, el viento y el
manguito causan verdaderas dificultades.
Pero estas aún se quedarían cortas en caso
de que un remonte convencional discurra
totalmente por la cumbre. Por tanto, pocos
días podría funcionar, por lo que sería de
poca utilidad. Existen cintas cubiertas para
el transporte de personas y adaptadas a
las estaciones invernales. Pero la longitud
de esta clase de instalación produciría un
impacto visual en la Bola del Mundo que
pocos aceptarían. Por no mencionar que se
trata de una de las áreas de la Comunidad
de Madrid más transitadas por los aficionados a la montaña.
Además del hielo y el viento, las persistentes y habituales nieblas junto con las fuertes pendientes cercanas harían del lugar un
Excursión con raquetas por los alrededores
de Valdesquí.
Una apacible jornada de esquí en Valdesquí.
Además, muchos vehículos dejarían de bajar en dirección a Rascafría con el consiguiente perjuicio a los pueblos de la zona,
y se saturaría aún más en los festivos la
carretera que comunica Madrid y Segovia a
través del puerto.
En cualquiera de las actuaciones mencionadas, el grito se pondría por las nubes y es
comprensible. La sierra de Guadarrama está
rodeada en proximidad por millones de personas con muy diversos puntos de vista acerca
de los usos que pueden tolerarse y los que no.
Por desgracia resultan prácticamente inevitables, por tanto, las tensiones y conflictos de
intereses.
21 • Valdesquí
Conclusiones finales
A
esta empresa no le interesan
de momento esta clase de
proyectos de expansión. Independientemente de que tengan sentido o por el contrario
sean absurdos, que fuesen viables a nivel
económico o por el contrario resultasen un
fiasco.
Además, el Proyecto de Ley que establece el
Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama,
si bien excluye Valdesquí de su ámbito, hace
que la estación quede rodeada en su mayor
parte por terrenos incluidos en un área de
máxima protección, y que por lo tanto no sea
posible legalmente ninguna ampliación futura
de la estación de esquí.
Junto a estas razones legales, cualquiera
de estas ampliaciones supondría el arries-
Valdesquí • 22
gar capitales que podrían comprometer la
propia viabilidad de la estación.
De todos modos, es una realidad el que
Valdesquí ha hecho posible durante más
de 40 años el aprendizaje y la práctica de
deportes invernales a miles de personas,
de forma sencilla y con escaso riesgo, en
un marco seguro y controlado. Ha facilitado
esta práctica de un modo asequible, dado
que es perfectamente factible subir y bajar
en el mismo día, quedando la cuestión del
alojamiento en las cercanías tan solo como
una opción para aquellos que la prefieran.
Permite además apreciar y disfrutar estas
montañas y los singulares paisajes que ofrecen sus cumbres, lo cual de otro modo quedaría desaprovechado. Genera también un
beneficio sobre los pueblos de los alrededores, cuya actividad se resiente si la temporada invernal no es buena. Y todo ello sin haber
alterado en su esencia el hábitat del valle.
Valdesquí ha sido desde sus orígenes una
empresa dedicada al ocio, a la práctica del
deporte y a la diversión. Este es el objetivo con el que pretende continuar muchos
años, con la ilusión puesta en sumar a su
trayectoria algunas décadas más.
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