Una bacteria antártica permitiría ahorrar combustible en los procesos industriales BIOQUÍMICA

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BIOQUÍMICA
Una bacteria antártica
permitiría ahorrar combustible
en los procesos industriales
Estudios de ciencia básica podrían en el futuro evitar el uso de petróleo, gas natural y otros
combustibles en diferentes procesos industriales vinculados con la producción de alimentos, de
bioetanol, de plástico, de productos de farmacéutica y de limpieza para el hogar, producciones de base
química y muchas otras.
Un ejemplo emblemático de estas iniciativas es la que impulsa un equipo de investigadores del Instituto
Leloir, del Instituto Antártico Argentino, de la Universidad de Buenos Aires, BIOSIDUS, y otros centros
científicos, quienes lograron descifrar la estructura tridimensional de BA42, una proteína de la bacteria
de la Antártida Bizionia argentinensis cuyo genoma completo fue secuenciado en 2008.
“Las enzimas que caracterizamos funcionan a bajas temperaturas (entre 10 y 0 °C) podrían emplearse
en reacciones enzimáticas requeridas en múltiples procesos industriales, lo que permitiría disminuir el
gasto energético en los procesos productivos”, afirma el autor principal del estudio, el doctor Martín
Aran, investigador del CONICET en el Laboratorio de RMN del Instituto Leloir. Por su relevancia, esta
investigación es contratapa de la revista científica Proteins.
La estructura 3D de esa proteína – de escalas nanométricas (un nanómetro equivale a la mil
millonésima parte de un metro) – se logró con un potente equipo de Resonancia Magnética Nuclear –
instalado en 2010 en el Instituto Leloir, en Buenos Aires, con el apoyo del Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva y la Fundación Bunge y Born.
Las proteínas de Bizionia argentinensis podrían sumarse a la lista de aquellas derivadas de otros
microorganismos antárticos como las obtenidas de la bacteria Pseudoalteromonas haloplanktis que se
emplean como aditivo en detergentes para el lavado a temperatura ambiente o las extraídas de
integrantes del género Microbacterium para producir bioetanol a partir de aceite de Jatropha, un género
de plantas que crecen en África, el Caribe y otras regiones.
En la actualidad la mayoría de las proteínas cuya actividad dan eficiencia a detergentes del hogar o a
procesos industriales para la producción de alimentos y bioetanol provienen de bacterias obtenidas de
ambientes con temperaturas promedio. “En este contexto, a partir del conocimiento de la estructura
tridimensional de la proteína BA42 de la bacteria de la Antártida, se abren las puertas para el desarrollo
de enzimas que puedan emplearse para reducir el consumo de energía de determinados procesos
industriales”, indica Aran.
El doctor Walter Mac Cormack, director de la Coordinación de Ciencias de la Vida del Instituto Antártico
Argentino, y su equipo aislaron la bacteria de una muestra de agua marina superficial tomada en la parte
interna de la Caleta Potter, en la Isla 25 de Mayo en el Archipiélago Shetland del Sur, en la Antártida.
“Ahora que hemos aislado y descrito la proteína, nuestro objetivo es comprobar si sus características
pueden adaptarse a determinados procesos industriales o biotecnológicos”, destacó Mac Cormack.
El proyecto de búsqueda y caracterización de nuevas enzimas activas a baja temperatura de la
Antártida fue iniciado por el doctor Daniel Cicero, del Departamento de Ciencias y Tecnología Química
de la Universidad de Roma, en Italia, e investigador correspondiente de CONICET. En el mismo
participan, la doctora Clara Smal del laboratorio de RMN del Instituto Leloir, el doctor Adrián Gustavo
Turjanski, investigador del CONICET en el Instituto de Química Física de los Materiales, Medio
Ambiente y Energía (INQUIMAE), que depende también de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales
de la UBA e investigadores de otros laboratorios e institutos. (Fuente: AGENCIA CYTA-INSTITUTO
LELOIR/DICYT)
Fuente de información:
http://noticiasdelaciencia.com/not/16347/una-bacteria-antartica-permitiria-ahorrar-combustibleen-los-procesos-industriales/
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