1 Santiago, nueve de julio de dos mil nueve. VISTOS: Con fecha 3 de abril de 2009, los abogados Miguel Otero Lathrop, Eduardo Soto Kloss, José Pedro Silva Prado, Oscar Lira Herrera, Claudio Díaz Uribe, Patricio Prieto Sánchez y Oscar Gajardo Uribe, ejerciendo la acción pública prevista en el inciso decimoquinto del artículo 93 de la Constitución Política, en relación con las atribuciones de esta Magistratura contempladas en los numerales 13, 14 y 15 del inciso primero del mismo precepto constitucional, han requerido a este Tribunal para que, según se expresa en el respectivo petitorio: “declare la inhabilidad constitucional de la diputada Carolina Tohá Morales para ejercer el cargo de Ministro de Estado y la elección de don Felipe Harboe Bascuñán como diputado reemplazante; todo en razón de los hechos y consideraciones de derecho expuestas”. Por resolución de 8 de abril de 2009, que rola a fojas 20, se ordenó que se afianzara el resultado de la acción pública deducida, en cumplimiento de lo dispuesto en el inciso segundo del artículo 52 de la Ley Nº 17.997, Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional, en relación con lo dispuesto en el inciso decimoquinto del artículo 93 de la Ley Fundamental. El día 9 del mismo mes, los requirentes precisaron el contenido de la acción deducida en los términos siguientes: “… que el requerimiento presentado se funda exclusivamente en el Nº 13 del artículo 93 de la Constitución Política de la República…”, agregando que: “al efecto de evitar toda confusión”, se precisa que lo que se solicita a este Tribunal Constitucional es que “declare que la señora Carolina Tohá Morales esta (sic) inhabilitada para ser designada y para ejercer el cargo de Ministro de Estado, dada su calidad de diputada en ejercicio al momento de su designación y que constitucionalmente mantiene dicho 2 cargo hasta que V.E. decida lo contrario”. A su turno, con fecha 16 de abril del año en curso, la parte requirente constituyó la fianza decretada a fojas 20. Mediante resolución fechada el 4 de mayo de 2009, la Primera Sala de esta Magistratura declaró admisible el requerimiento, sólo en la parte que invoca la atribución que se le confiere al Tribunal Constitucional en el Nº 13 del inciso primero del citado precepto fundamental, es decir, en cuanto le corresponde “resolver sobre las inhabilidades constitucionales o legales que afecten a una persona para ser designada Ministro de Estado, permanecer en dicho cargo o desempeñar simultáneamente otras funciones”. LOS HECHOS: En el libelo se expone que por Decreto Supremo Nº 149, de 12 de marzo de 2009, la señora Presidenta de la República designó como Ministra de Estado a la Diputada en ejercicio motivo de señora tal Carolina Tohá nombramiento se Morales habría y que con estimado que concurriría una causal de inhabilidad que impediría a la aludida señora Tohá continuar ejerciendo el cargo de Diputada; por consiguiente, habría cesado en él, de pleno derecho. Agregan los actores que con base en tal supuesto, sin declaración previa emanada de este Tribunal Constitucional y a proposición del Partido por la Democracia, la Cámara de Diputados, en sesión celebrada el 20 de marzo de este año, procedió a designar como Diputado, en reemplazo de la señora Carolina Tohá Morales, a don Felipe Harboe Bascuñán, el que, en la misma oportunidad, prestó el juramento de rigor. CONFLICTO CONSTITUCIONAL QUE SE SOMETE AL CONOCIMIENTO Y RESOLUCIÓN DE ESTA MAGISTRATURA: Los requirentes aducen, en síntesis, que, conforme a lo dispuesto en el artículo 59 de la Ley Fundamental, como Diputada en ejercicio, la señora Carolina Tohá Morales no pudo ni puede ser nombrada para un empleo, 3 función o comisión retribuido con fondos del Fisco, como lo es el cargo de Ministro de Estado, salvo que el país, como lo establece el inciso segundo del mismo precepto constitucional citado, se encuentre en estado de guerra, lo que no es el caso en la actualidad. A mayor abundamiento, los requirentes sostienen que si en este caso particular se llegase a declarar que una prohibición constitucional no ha sido respetada por la autoridad, el respectivo decreto de nombramiento de la señora Tohá como Ministra de Estado sería nulo, por mandato expreso del inciso tercero del artículo 7º de la Carta Fundamental. En otro orden de ideas, los peticionarios manifiestan que, conforme a lo establecido en el artículo 58 de la Constitución Política de la República, el cargo de Diputado sería incompatible con cualquier otro empleo o comisión retribuido con fondos del Fisco, por lo que de estar ocupando un cargo de tal naturaleza al momento de ser proclamado como Diputado, la persona cesaría en el mismo. Por consiguiente, a su juicio, la Constitución ha hecho primar cualquier el otro cargo empleo de parlamentario remunerado con fondos por sobre fiscales, como lo es el de Ministro de Estado, y dicha conclusión tendría por lógica que jamás los actos del Ejecutivo pueden afectar a las decisiones que tienen origen en el “voto ciudadano”. En el caso concreto de que se trata, afirman que el constitucionalmente Poder Ejecutivo facultado para no estaría modificar la composición del Congreso y, de paso, ignorar la voluntad popular que constituye la máxima expresión de la soberanía. Es más, los actores sostienen que tal aserto se confirmaría si se tiene en cuenta que es la misma Constitución la que permite a los parlamentarios presentar su renuncia al cargo, pero sólo por causa de enfermedad grave que, además, debe ser calificada por este Tribunal Constitucional. 4 También se puntualiza en el libelo que la normativa constitucional invocada serviría para demostrar que toda inhabilidad o incompatibilidad que afecte a un Ministro de Estado o a un parlamentario en ejercicio no operaría ipso iure, sino que requeriría ser declarada por esta Magistratura entender de Constitucional. los requirentes, Dicho la de otro señora modo, Carolina a Tohá mantendría su cargo de Diputada hasta el momento que este Tribunal Constitucional se pronuncie en contrario. CONTESTACIÓN: Con fecha 20 de mayo del año en curso, la señora Carolina Tohá Morales, invocando su cargo de Ministra Secretaria General de Gobierno, evacuó su contestación al requerimiento, formulando las siguientes consideraciones, a los efectos de que esta Magistratura lo rechace en todas sus partes: En expone sus tres primeros antecedentes capítulos sobre el la régimen presentación general de prohibiciones que afectan a los cargos de parlamentario y de Ministro de Estado, distinguiendo el significado de los términos inhabilidad, incompatibilidad e incapacidad; se analiza, asimismo, el artículo 59 de la Constitución Política y, a continuación, se alude a los casos en que se ha procedido al nombramiento de un parlamentario en otro cargo remunerado con fondos públicos en el país. En este último aspecto, y referidos al período de vigencia de la Constitución del año 25, la requerida cita cinco casos de parlamentarios que resultaron electos como Presidente de la República, siete casos de senadores y veinticinco casos de diputados que fueron designados por el Presidente de la República en el cargo de Ministro de Estado y, por último, se mencionan seis casos en los que parlamentarios fueron nombrados como agentes diplomáticos. En seguida, la señora Tohá indica que bajo el imperio de la Constitución que nos rige actualmente, es digno mencionar el caso del señor Eduardo Frei Ruiz 5 Tagle, quien asumió la Presidencia de la República mientras se desempeñaba como Senador. A continuación, en el capítulo IV del escrito, la señora Tohá Morales Constitucional pide declarar requerimiento a esta la deducido, Magistratura improcedencia con base en del diversas consideraciones. En este sentido, la requerida hace valer la falta de legitimación activa que afectaría a los actores. Se manifiesta que los requirentes han alegado hechos relacionados con controversias jurídicas cuya iniciativa se encuentra restringida constitucionalmente a los órganos políticos. La requerida se refiere concretamente a la pretensión formulada en orden a que el Tribunal declare que ella no puede ejercer el cargo de Ministra de Estado porque no ha cesado en su cargo de Diputada, es decir, se perseguiría que el Tribunal se pronuncie sobre la cesación en su cargo parlamentario, cuestión que, conforme al Nº 14 del inciso primero del artículo 93 de la Constitución Política, no puede formularse a través de una acción pública como la deducida en estos autos. A su turno, en los capítulos V y VI, argumentando en cuanto al fondo de la cuestión planteada en el requerimiento, la requerida manifiesta, en síntesis, que su nombramiento respaldo en lo como Ministra dispuesto en de el Estado inciso encontraría segundo del artículo 59 de la Constitución y en la amplia, exclusiva y excluyente facultad que el ordenamiento jurídico nacional le asigna al Presidente de la República para nombrar y remover a los Ministros de Estado. A su entender, la norma constitucional aludida habilita a la mencionada autoridad para, en caso de guerra exterior, nombrar a parlamentarios en cualquier cargo remunerado con fondos fiscales. En tiempos de paz, en tanto, la norma admite que los parlamentarios sean designados o elegidos para ocupar los cargos de Presidente de la 6 República, de agente diplomático y de Ministro de Estado. Lo que ocurre en este último caso, por disposición del inciso primero del artículo 58 de la Constitución, es que el cargo de parlamentario y el de Ministro de Estado son incompatibles, esto es, no pueden ejercerse simultáneamente. Respecto requerimiento Ministra de de la en alegación cuanto Estado a sería que que se su formula en nombramiento contrario al el como principio de soberanía popular consagrado en el inciso primero del artículo 5º de la Constitución Política, la señora Tohá manifiesta, con base en lo dispuesto por la misma norma fundamental invocada por los actores, que la soberanía no sólo se ejerce por el pueblo a través del plebiscito y de los representantes elegidos por éste en las elecciones periódicas, sino que ésta también se ejerce “por las relación, en autoridades que la Constitución establece”. Habiéndose traído los autos en audiencia de 4 de junio de dos mil nueve se procedió a la vista de la causa, oyéndose los alegatos del abogado Miguel Otero L., por la parte requirente, y del abogado Davor Harasic Y., por la requerida. CONSIDERANDO: PRIMERO: Constitución Que el Política artículo señala que 93 Nº es 13º de atribución la del Tribunal Constitucional “resolver sobre las inhabilidades constitucionales o legales que afecten a una persona para ser designada Ministro de Estado, permanecer en dicho cargo o desempeñar simultáneamente otras funciones”. A su vez, el inciso decimoquinto de dicho precepto prescribe Tribunal que “habrá respecto de acción las pública para atribuciones requerir al que le se confieren por los números 10º y 13º de este artículo”. SEGUNDO: Que, por tratarse de una cuestión formal que atañe a la titularidad de la acción, es menester 7 pronunciarse previamente sobre la alegación de falta de legitimación activa de los actores. La misma debe ser desestimada porque, al contrario de lo que se arguye, pronunciamiento sobre no la se ha impetrado cesación en su un cargo parlamentario –requerible sólo por determinados órganos constitucionales-, sino que la declaración demandada afecta explícitamente al ejercicio del cargo de Ministra de Estado por doña Carolina Tohá, acción cuyo ejercicio es público y pertenece a cualquier persona hábil. Ésta es la única materia del requerimiento sobre la cual puede pronunciarse esta Magistratura. TERCERO: como se señora ha Que en estos dicho, la declaración Carolina Tohá se antecedentes de encuentra se que persigue, la Diputada constitucionalmente inhabilitada para ser designada y para ejercer el cargo de Ministro de Estado, atendida su condición de parlamentaria en ejercicio. Desde ya debe precisarse que la acción es improcedente, puesto que sus fundamentos no se relacionan con lo que la Constitución entiende como inhabilidad (incumplimiento de los requisitos para ser nombrado, que enuncia el artículo 34), sino que con una incompatibilidad o incapacidad sobreviniente (como la que menciona el artículo 59). La Carta Política distingue claramente entre inhabilidades, incompatibilidades y causales de cesación en el cargo, a propósito de los parlamentarios, como lo establece en el Nº 14 del artículo 93. CUARTO: Que el libelo destaca que la inhabilidad o incompatibilidad que afecte a un Ministro de Estado o a un parlamentario en ejercicio no opera ipso iure, sino que requiere Constitucional, ser de declarada suerte que por doña el Tribunal Carolina Tohá mantendría su cargo de Diputada hasta el momento que esta Magistratura se pronuncie en contrario. 8 QUINTO: Que dicha afirmación no es efectiva, por cuanto, en jurídica primer que produce una lugar, el conflicto atribuye competencia vez se que a ejercita de este la relevancia tribunal se correspondiente acción, es decir, cuando se controvierten los supuestos de la designación que se impugna, y no antes de ese momento. la Se confunde el ejercicio de la jurisdicción con autorización actuación que o intervención incumbe, en previa otro de caso, un al órgano, Tribunal Constitucional para calificar la incapacidad invocada por un parlamentario según el inciso final del artículo 60 y pronunciarse sobre su renuncia al cargo. En segundo término, la meridiana claridad del texto constitucional (artículo 59) indica que la incapacidad o incompatibilidad a que alude se verifica de pleno derecho y no requiere de declaración previa. Además, el pronunciamiento previo del Tribunal importaría agregar un requisito o exigencia no previsto en la Constitución o la ley para proceder a la designación de un Ministro de Estado, representando una indebida injerencia en las atribuciones exclusivas y excluyentes del Presidente de la República en la materia. De manera análoga se pronunció esta Magistratura en la causa Rol Nº 452-2005, requerimiento de inhabilidad para el ejercicio del cargo del Senador Jorge Lavandero, concluyendo que el efecto de pérdida de un requisito general de elegibilidad se produce de pleno derecho, sin que sea necesaria ni procedente ninguna resolución judicial posterior para producir tal efecto. SEXTO: Que, para la más adecuada comprensión del instituto de sobreviniente, la es incapacidad útil atender o a incompatibilidad sus antecedentes históricos y a la evolución constitucional en la materia. El artículo 90 de la Constitución de 1833, en su versión original, disponía que “no son incompatibles las 9 funciones de Ministro del Despacho con las de senador o diputado”. Posteriormente, por reforma constitucional publicada en el Diario Oficial de 9 de julio de 1892 (“ANALES DE LA REPÚBLICA”, Luis Valencia Avaria, segunda Edición, Ed. Andrés Bello, Santiago, 1986, págs. 209210), se establecieron, entre otras, las siguientes modificaciones: Art: 21. “Ningún Diputado, desde el momento de su elección y hasta seis meses después de terminar su cargo, puede ser nombrado para función, comisión o empleos públicos retribuidos”. Esta disposición no rige en caso de guerra exterior ni se extiende a los cargos de Presidente de la República, Ministro del Despacho y Agente Diplomático; pero sólo los cargos conferidos en estado de guerra y los de Ministros del Despacho son compatibles con las funciones de Diputados”. Art. 26. “Lo dispuesto en el artículo 21 respecto de los Diputados, comprende también a los Senadores”. A su vez, el artículo 30 de la Constitución de 1925 dispuso: “Ningún Diputado o Senador, desde el momento de su elección y hasta seis meses después de terminar su cargo, puede ser nombrado para función, comisión o empleo público retribuido con fondos fiscales o municipales. Esta disposición no rige en caso de guerra exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la República, Ministro de Estado y Agente Diplomático; pero sólo los cargos conferidos en estado de guerra son compatibles con las funciones de Diputado o Senador”. Asimismo, el artículo 36 estableció que “el Diputado o Senador que aceptare el cargo de Ministro de Estado, deberá ser reemplazado dentro del término de 30 días”. 10 Como se ve, la Constitución del 1925 introdujo a la Carta anterior, como modificación esencial, la incompatibilidad de los cargos de Ministro de Estado y parlamentario, excepto en tiempo de guerra. Las citadas normas –que, según se referirá, son virtualmente idénticas a las de la Constitución vigenteoperaron en la práctica política durante varios decenios, asumiendo como Presidentes de la República de Estado parlamentarios en ejercicio y Ministros en numerosas oportunidades. SÉPTIMO: Que la Constitución de 1980, en su primitivo artículo 56, establecía lo siguiente: “Ningún diputado o senador, desde su incorporación en el caso de la letra a) del artículo 45; desde su proclamación como electo por el Tribunal Calificador o desde el día de su designación, según el caso, y hasta seis meses después de terminar su cargo, puede ser nombrado para un empleo, función o comisión de los referidos en el artículo anterior: Esta disposición no rige en caso de guerra exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la República, Ministro de Estado y Agente Diplomático; pero sólo los cargos conferidos en estado de guerra son compatibles con las funciones de diputado o senador”. OCTAVO: Que, por la aprobación de las reformas constitucionales sancionadas por la Ley Nº 20.050, la citada disposición fue modificada, suprimiéndose la incapacidad que impedía el ejercicio de ciertas funciones en el período de seis meses posterior al término del cargo parlamentario (artículo 59). Así, el tenor de la norma vigente es el que se establece en el artículo 59, de manera que “Ningún diputado o senador, desde el momento de su proclamación por el nombrado Tribunal para un Calificador empleo, de Elecciones función referidos en el artículo anterior. o puede comisión de ser los 11 Esta disposición no rige en caso de guerra exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la República, Ministro de Estado sólo los cargos y agente diplomático; pero conferidos en estado de guerra son compatibles con las funciones de diputado o senador”. NOVENO: Que del citado precepto, por su tenor explícito y categórico, se deduce inequívocamente que no se prohíbe a un parlamentario asumir el cargo de Ministro de Estado, estableciéndose sólo una incompatibilidad para el ejercicio simultáneo de ambas funciones. DÉCIMO: Que, siguiendo lo razonado en la sentencia rol Nº 190, institución de de fecha las 7 de diciembre prohibiciones de 1994, parlamentarias, la cuya preceptiva se encontraba en los artículos 27, 28, 29, 30 y 31 de la Constitución de 1925 y ahora está contenida en el Capítulo V de la actual Constitución, artículos 48 a 50 y 57 a 60 (44 a 46 y 54 a 57 del texto originario, respectivamente) y, de manera excepcional, en el N° 15 del artículo 19, tiene en general y de acuerdo a las normas mencionadas la trascendental finalidad de cautelar y asegurar la independencia global de los diputados y senadores, tanto respecto del Poder Político cuanto de los diferentes grupos de presión, sean económicos o sociales, y de preservar la respetabilidad y la dignidad del cargo de parlamentario, para lo cual establece una primera especie, las inhabilidades parlamentarias, que constituyen un conjunto de prohibiciones de elección y de ejecución de actos determinados respecto de quienes aspiran a un cargo de diputado o senador o lo están ejerciendo, inhabilidades que pueden ser absolutas, si consisten en la falta de alguno de los requisitos que la Constitución señala para ser elegido diputado (artículo 48) o senador (artículo 50), y relativas, si afectan las candidaturas Estas y últimas (artículo el ejercicio pueden 57), si ser, del a impiden su cargo vez, ser parlamentario. preexistentes candidatos a 12 parlamentarios, y sobrevinientes (artículo 60), si determinan la cesación en el cargo de diputado o senador. Una segunda especie de prohibiciones parlamentarias son las incompatibilidades (artículo 58), que son aquellas que impiden el desempeño simultáneo del cargo de parlamentario y el de otra función, y dentro de dicho género, la que establece incapacidades para que el senador o diputado sea nombrado para otro cargo (artículo 59). DECIMOPRIMERO: Que las prohibiciones parlamentarias son, pues, limitaciones de derecho público que afectan la elección de diputados y senadores y el ejercicio de los cargos parlamentarios, cuyas infracciones aparejan sanciones como la nulidad de la elección, la cesación en el cargo de congresal y la nulidad del nombramiento, según los casos. Por ello, la aplicación de estas normas prohibitivas debe dirigirse solamente a los casos expresa y explícitamente contemplados en la Constitución, pues se trata de preceptos de derecho estricto, y no puede hacerse extensiva a otros, sea por similitud, analogía o extensión, conforme al principio de la interpretación restrictiva de los preceptos de excepción unánimemente aceptado por la doctrina y aplicado reiteradamente por este Tribunal, entre otras causas, en las enroladas bajo los N°s 21, 67 y 190. DECIMOSEGUNDO: Que la Constitución establece en su artículo 57 Nº1 que no pueden ser “candidatos a diputados ni a senadores”, los ministros de Estado, lo que es complementado por el artículo 60, en tanto dispone que “cesará, asimismo, en sus funciones el diputado o senador que, durante su ejercicio, pierda algún requisito general de elegibilidad o incurra en alguna de las causales de inhabilidad perjuicio segundo a de que la se refiere excepción del artículo el artículo contemplada 59 respecto de los en 57, el sin inciso Ministros de Estado”, de lo cual se desprende de manera inequívoca que 13 la Constitución no prohíbe en ninguna de sus partes que un parlamentario sea nombrado como Ministro de Estado, sino sólo que una vez nombrado mantenga ambos cargos, todo lo cual establecida además para se caso reconoce de guerra, con una tesis que excepción además es expresamente confirmada por la doctrina especializada, en términos que “El Presidente puede nombrar Ministro de Estado a un Diputado o Senador en caso de guerra exterior y, ya designado, puede continuar en su oficio parlamentario, de acuerdo con el art. 56, inc. 2º de la Constitución. Mientras tanto, encontrándose el país en situación normal y en virtud de esta misma norma, si el Presidente nombra Ministro a un Parlamentario, éste cesa en el cargo electivo” (Alejandro Silva Bascuñán, Tratado de Derecho Constitucional, Tomo V, Ed. Jurídica de Chile, 2004, pág. 113). DECIMOTERCERO: Que, por otra parte, el denominado estatuto de los ministros de Estado, establecido por la Constitución a partir de su artículo 32 Nº 7, sujeta su nombramiento y remoción a la voluntad del Presidente de la República, de quien son colaboradores directos e inmediatos. El artículo 34 señala los requisitos para ser nombrado Ministro y está vedado designar en ninguna norma se establece que a un parlamentario, lo cual es plenamente acorde con la recta y evidente inteligencia de los artículos 57 y 60. DECIMOCUARTO: Que el nombramiento del parlamentario en un cargo ministerial implica la ocurrencia de una incompatibilidad sobreviniente para ejercer el cargo en función del cual se encuentra establecida, es decir, el cargo de diputado o senador. Se prohíbe, entonces, el ejercicio simultáneo ministeriales, de debiendo funciones optar el parlamentarias parlamentario y por mantenerse en su cargo o perderlo para ejercer funciones en el gabinete político del jefe de Estado; 14 DECIMOQUINTO: Que el artículo 59 de la Ley Fundamental no admite otra interpretación. Entender que se impide la parlamentario, designación es como restringir ministro –contra la de letra un y el sentido del precepto- el mandato constitucional. DECIMOSEXTO: Que, en el caso sublite, es un hecho indiscutible que la diputada Carolina Tohá fue nombrada ministra de Estado, y por esa vía incurrió en una causal de cesación en el cargo parlamentario, por incompatibilidad sobreviniente. DECIMOSÉPTIMO: Que, por otra parte, la situación que se analiza no puede ser juzgada, como se pretende en el requerimiento, a la luz de la disposición que regula la renuncia, por enfermedad grave, al cargo de un parlamentario. Renuncia e incompatibilidad son conceptos diferentes, aunque tengan en común el término del mandato parlamentario. La voluntario dejación de primera es de el efecto funciones de (por un acto una causa suficiente que impida su desempeño, calificada por el Tribunal Constitucional), en tanto que en la segunda es la consecuencia nombramiento de que una designación prevalece sobre para la otro cargo, continuidad del ejercicio de la función parlamentaria. DECIMOCTAVO: Que, asimismo, el requerimiento plantea que la Constitución ha hecho primar el cargo de parlamentario por sobre el de Ministro de Estado y, por ende, jamás los actos del Ejecutivo pueden afectar las decisiones que tienen origen en el voto ciudadano y modificar la composición del Congreso. DECIMONOVENO: Que, desde luego, la Carta Fundamental prescribe exactamente lo contrario a lo que se pretende, Ministro de parlamentaria. haciendo Estado prevalecer al el cumplimiento nombramiento de la como función 15 El ejercicio expresamente entenderse de autorizada como una la atribución por la presidencial, Constitución, interferencia en otro no puede poder del Estado, máxime si la composición política del Congreso se mantiene por el mecanismo concebido para proveer una vacante. Por último, es la propia Constitución la que radica el ejercicio de la soberanía por el pueblo a través no sólo de las elecciones, sino también en las autoridades que establece. VIGÉSIMO: Que, precedentemente, en esta mérito de Magistratura todo no lo hará razonado lugar al requerimiento deducido. Y VISTO lo prescrito en los artículos 5º, 6º, 7º y 93 Nº 13, e inciso decimoquinto, de la Constitución Política de la República, así como en las disposiciones pertinentes de la Ley Nº 17.997, Orgánica Constitucional de este Tribunal Constitucional, SE DECLARA: QUE SE RECHAZA EL REQUERIMIENTO DE FOJAS UNO. QUE NO SE CONDENA EN COSTAS A LA PARTE REQUIRENTE POR ESTIMAR QUE HA TENIDO MOTIVOS PLAUSIBLES PARA FORMULAR SU ACCIÓN. DEVUÉLVASE LA FIANZA CONSTITUIDA POR LOS PETICIONARIOS. Los ministros (Presidente), Palacios Mario previenen señores Juan Fernández Baeza que Colombo y concurren Campbell Marcelo al Venegas rechazo del requerimiento de fojas uno, por los motivos siguientes: 1. En contraste con los requisitos exigidos por la Constitución para ser elegido Diputado o Senador, Ministro de la Corte Suprema, Ministro de este Tribunal Constitucional, Contralor General de la República o Fiscal Nacional del Ministerio Público, de acuerdo a lo establecido en el inciso primero del artículo 34 de la Carta Fundamental, para ser nombrado Ministro de Estado se requiere únicamente “ser chileno, tener cumplidos 16 veintiún años de edad y reunir los requisitos generales para el ingreso a la Administración Pública”. 2. La amplitud de dichos requisitos es representativa de una de las características de nuestro régimen constitucional, que ha perdurado prácticamente durante toda nuestra historia republicana, cual es la libertad de que ha dotado al Presidente de la República para nombrar permanencia a de sus Ministros éstos en sus de Estado, cargos no haya aunque la dependido siempre y únicamente de la voluntad del Jefe del Estado, pues durante el Parlamentaria se período hizo conocido depender como la República estabilidad del Gabinete de la confianza del Congreso y, aún ahora, no obstante depender los Ministros exclusivamente de la confianza del Jefe del Estado, pueden cesar en sus cargos como resultado de un proceso que, en los casos y en la forma que señala la Constitución, puede seguirse en su contra ante el Congreso Nacional, los Tribunales de Justicia o este Tribunal Constitucional. 3. El inciso segundo del artículo 59 de la Carta Suprema, en el cual los requirentes intentan fundar su pretensión de declarar ilegítimo el nombramiento de la señora Carolina Tohá Morales como Ministro de Estado, no es de creación reciente, pues encuentra su origen en la Ley de Reforma Constitucional, publicada en el Diario Oficial de 9 de julio de 1892, que modificó la Constitución de 1833, y adquiere su texto actual como inciso segundo del artículo 30 de la Constitución de 1925. Por lo mismo, no es sino otra expresión del rasgo característico del sistema político chileno al que se ha aludido, pues no hace sino ratificar la amplia libertad de que goza el Presidente de la República para nombrar a sus Ministros. 4. Aunque la Constitución y las leyes prevén ciertos casos y circunstancias que impiden o inhabilitan a una persona para ser designada Ministro de Estado, 17 permanecer en dicho cargo o desempeñar simultáneamente otras funciones, las cuales, con arreglo a lo dispuesto en el numeral 13º del artículo 93 de la Constitución deben ser declaradas Constitucional, claramente por lo esta Magistratura dispuesto en el inciso segundo del artículo 59 de la Constitución no configura una de esas causales. Por el contrario, dicho precepto consagra una excepción constitucional a la incapacidad que establece el inciso primero de la misma norma, con el objeto de permitir, precisamente, que los diputados y senadores puedan ser nombrados Ministros de Estado, cesando en su cargo parlamentario de pleno derecho, como natural consecuencia de la aceptación del nombramiento de Ministro, salvo el caso de encontrarse la Nación en guerra, pues en tal caso ambos cargos son compatibles. 5. Como la conclusión que se ha consignado en el motivo precedente se desprende con facilidad de la simple lectura del previnientes texto no constitucional, pueden sino estos explicarse jueces el reclamo principal de los requirentes en la opinión crítica que ellos tienen sobre parlamentario el procedimiento nombrado de reemplazo ministro, del recientemente introducido en la reforma de 2005, el cual consideran violatorio del sistema democrático representativo, fundado primordialmente en las elecciones populares. En citado efecto, se ha si bien mantenido el precepto prácticamente constitucional inalterado desde fines del siglo XIX, las reglas que regulan el reemplazo del parlamentario que pierde su cargo como consecuencia de aceptar un ministerio han sufrido profundas transformaciones, pues han variado desde la convocatoria a una elección popular complementaria en el plazo de treinta días, con lo cual era el electorado quien elegía al reemplazante, hasta la situación actual, en que el parlamentario interno de la cesado es directiva reemplazado por del político partido un acuerdo al que 18 pertenecía al momento de ser elegido, comunicado a la cámara respectiva, sin mediar una nueva elección popular. Esta circunstancia puede, probablemente, explicar las afirmaciones de los requirentes relativas a una presunta lesión del sistema democrático representativo que, en su opinión, justificaría sus pretensiones; sin embargo, tales opiniones, por respetables que sean, no resultan jurídicamente relevantes para alcanzar a configurar una causal de aquellas sobre las cuales corresponde resolver a este Tribunal Constitucional en ejercicio de la facultad que han invocado. 6. En cuanto a las alegaciones de los requirentes que sostienen que se habría omitido un pronunciamiento previo de este Tribunal Constitucional, que declarara el cese de la señora Tohá en su cargo parlamentario, como requisito para ser nombrada Ministro de Estado, pueden comprenderse, aparente juicio confusión literalmente parte, a las como que la estos se normas establecen renuncia de previnientes, produce al constitucionales como regla cesación el la considerar por una que tanto la cargo de los general en por que, parlamentarios precisan de un pronunciamiento previo de esta Magistratura Constitucional, y, por otra, consagran la posibilidad de que un parlamentario pueda ser nombrado Ministro de Estado, omitiendo excluir este caso de la regla general anotada. Esta aparente complicación se acentúa si se considera que, mientras antes de la entrada en vigor de la actual Constitución eran las respectivas cámaras las que debían pronunciarse sobre las inhabilidades y causales de cesación en el cargo de sus integrantes, a la vez que la propia Carta Fundamental regulaba expresamente el reemplazo del parlamentario nombrado Ministro, ahora es este Tribunal Constitucional el órgano encargado de emitir tal pronunciamiento y la Constitución no hace diferencia alguna, cuando la vacante 19 se produce como consecuencia del nombramiento de ministro o por otras causas. Lo decisivo, sin embargo, es que, a diferencia de lo que opinan los actores, ni antes ni ahora se requería de pronunciamiento específico en el caso de aceptar un parlamentario el cargo de Ministro de Estado, pues en tal evento la vacante se produce de pleno derecho, sin necesidad de que sea declarada la vacancia por organismo alguno. Esa es la única conclusión razonable llegarse, tanto por la interpretación a que puede sistemática del conjunto de disposiciones constitucionales en juego, como por la simple aplicación de reglas generales de derecho administrativo. Redactó Vodanovic la Schnake sentencia y la el Ministro prevención, el Marcelo Venegas Palacios. Notifíquese, regístrese y archívese. ROL Nº 1.357-09-INH. señor Ministro Hernán señor 20 Pronunciada por el Excmo. Tribunal Constitucional, integrado por los Ministros señores Juan Colombo Campbell (Presidente), Raúl Bertelsen Repetto, Hernán Vodanovic Schnake, Mario Fernández Baeza, Marcelo Venegas Palacios, Enrique Navarro Beltrán, Francisco Fernández Fredes y Carlos Carmona Santander. Autoriza el Secretario del Tribunal Constitucional, don Rafael Larraín Cruz.