minuta de relación para vista causa rol 1357-09

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Santiago, nueve de julio de dos mil nueve.
VISTOS:
Con fecha 3 de abril de 2009, los abogados Miguel
Otero
Lathrop,
Eduardo
Soto
Kloss,
José
Pedro
Silva
Prado, Oscar Lira Herrera, Claudio Díaz Uribe, Patricio
Prieto
Sánchez
y
Oscar
Gajardo
Uribe,
ejerciendo
la
acción pública prevista en el inciso decimoquinto del
artículo 93 de la Constitución Política, en relación con
las atribuciones de esta Magistratura contempladas en los
numerales
13,
14
y
15
del
inciso
primero
del
mismo
precepto constitucional, han requerido a este Tribunal
para que, según se expresa en el respectivo petitorio:
“declare
la
inhabilidad
constitucional
de
la
diputada
Carolina Tohá Morales para ejercer el cargo de Ministro
de Estado y la elección de don Felipe Harboe Bascuñán
como diputado reemplazante; todo en razón de los hechos y
consideraciones de derecho expuestas”.
Por resolución de 8 de abril de 2009, que rola a
fojas 20, se ordenó que se afianzara el resultado de la
acción pública deducida, en cumplimiento de lo dispuesto
en el inciso segundo del artículo 52 de la Ley Nº 17.997,
Orgánica Constitucional del Tribunal Constitucional, en
relación con lo dispuesto en el inciso decimoquinto del
artículo 93 de la Ley Fundamental. El día 9 del mismo
mes, los requirentes precisaron el contenido de la acción
deducida
en
los
términos
siguientes:
“…
que
el
requerimiento presentado se funda exclusivamente en el Nº
13 del artículo 93 de la Constitución Política de la
República…”, agregando que: “al efecto de evitar toda
confusión”, se precisa que lo que se solicita a este
Tribunal Constitucional es que “declare que la señora
Carolina Tohá Morales esta (sic) inhabilitada para ser
designada y para ejercer el cargo de Ministro de Estado,
dada su calidad de diputada en ejercicio al momento de su
designación
y
que
constitucionalmente
mantiene
dicho
2
cargo hasta que V.E. decida lo contrario”. A su turno,
con
fecha
16
de
abril
del
año
en
curso,
la
parte
requirente constituyó la fianza decretada a fojas 20.
Mediante resolución fechada el 4 de mayo de 2009, la
Primera Sala de esta Magistratura declaró admisible el
requerimiento, sólo en la parte que invoca la atribución
que se le confiere al Tribunal Constitucional en el Nº 13
del inciso primero del citado precepto fundamental, es
decir,
en
cuanto
le
corresponde
“resolver
sobre
las
inhabilidades constitucionales o legales que afecten a
una
persona
para
ser
designada
Ministro
de
Estado,
permanecer en dicho cargo o desempeñar simultáneamente
otras funciones”.
LOS HECHOS:
En el libelo se expone que por Decreto Supremo Nº
149, de 12 de marzo de 2009, la señora Presidenta de la
República designó como Ministra de Estado a la Diputada
en
ejercicio
motivo
de
señora
tal
Carolina
Tohá
nombramiento
se
Morales
habría
y
que
con
estimado
que
concurriría una causal de inhabilidad que impediría a la
aludida
señora
Tohá
continuar
ejerciendo
el
cargo
de
Diputada; por consiguiente, habría cesado en él, de pleno
derecho.
Agregan
los
actores
que
con
base
en
tal
supuesto, sin declaración previa emanada de este Tribunal
Constitucional
y
a
proposición
del
Partido
por
la
Democracia, la Cámara de Diputados, en sesión celebrada
el 20 de marzo de este año, procedió a designar como
Diputado,
en
reemplazo
de
la
señora
Carolina
Tohá
Morales, a don Felipe Harboe Bascuñán, el que, en la
misma oportunidad, prestó el juramento de rigor.
CONFLICTO
CONSTITUCIONAL
QUE
SE
SOMETE
AL
CONOCIMIENTO Y RESOLUCIÓN DE ESTA MAGISTRATURA:
Los requirentes aducen, en síntesis, que, conforme
a lo dispuesto en el artículo 59 de la Ley Fundamental,
como
Diputada
en
ejercicio,
la
señora
Carolina
Tohá
Morales no pudo ni puede ser nombrada para un empleo,
3
función o comisión retribuido con fondos del Fisco, como
lo es el cargo de Ministro de Estado, salvo que el país,
como lo establece el inciso segundo del mismo precepto
constitucional citado, se encuentre en estado de guerra,
lo que no es el caso en la actualidad.
A mayor abundamiento, los requirentes sostienen que
si en este caso particular se llegase a declarar que una
prohibición constitucional no ha sido respetada por la
autoridad, el respectivo decreto de nombramiento de la
señora
Tohá
como
Ministra
de
Estado
sería
nulo,
por
mandato expreso del inciso tercero del artículo 7º de la
Carta Fundamental.
En
otro
orden
de
ideas,
los
peticionarios
manifiestan que, conforme a lo establecido en el artículo
58 de la Constitución Política de la República, el cargo
de Diputado sería incompatible con cualquier otro empleo
o comisión retribuido con fondos del Fisco, por lo que de
estar ocupando un cargo de tal naturaleza al momento de
ser proclamado como Diputado, la persona cesaría en el
mismo. Por consiguiente, a su juicio, la Constitución ha
hecho
primar
cualquier
el
otro
cargo
empleo
de
parlamentario
remunerado
con
fondos
por
sobre
fiscales,
como lo es el de Ministro de Estado, y dicha conclusión
tendría
por
lógica
que
jamás
los
actos
del
Ejecutivo
pueden afectar a las decisiones que tienen origen en el
“voto ciudadano”. En el caso concreto de que se trata,
afirman
que
el
constitucionalmente
Poder
Ejecutivo
facultado
para
no
estaría
modificar
la
composición del Congreso y, de paso, ignorar la voluntad
popular
que
constituye
la
máxima
expresión
de
la
soberanía. Es más, los actores sostienen que tal aserto
se confirmaría si se tiene en cuenta que es la misma
Constitución
la
que
permite
a
los
parlamentarios
presentar su renuncia al cargo, pero sólo por causa de
enfermedad grave que, además, debe ser calificada por
este Tribunal Constitucional.
4
También se puntualiza en el libelo que la normativa
constitucional invocada serviría para demostrar que toda
inhabilidad o incompatibilidad que afecte a un Ministro
de Estado o a un parlamentario en ejercicio no operaría
ipso iure, sino que requeriría ser declarada por esta
Magistratura
entender
de
Constitucional.
los
requirentes,
Dicho
la
de
otro
señora
modo,
Carolina
a
Tohá
mantendría su cargo de Diputada hasta el momento que este
Tribunal Constitucional se pronuncie en contrario.
CONTESTACIÓN:
Con fecha 20 de mayo del año en curso, la señora
Carolina Tohá Morales, invocando su cargo de Ministra
Secretaria General de Gobierno, evacuó su contestación al
requerimiento, formulando las siguientes consideraciones,
a los efectos de que esta Magistratura lo rechace en
todas sus partes:
En
expone
sus
tres
primeros
antecedentes
capítulos
sobre
el
la
régimen
presentación
general
de
prohibiciones que afectan a los cargos de parlamentario y
de Ministro de Estado, distinguiendo el significado de
los términos inhabilidad, incompatibilidad e incapacidad;
se analiza, asimismo, el artículo 59 de la Constitución
Política y, a continuación, se alude a los casos en que
se ha procedido al nombramiento de un parlamentario en
otro cargo remunerado con fondos públicos en el país. En
este último aspecto, y referidos al período de vigencia
de la Constitución del año 25, la requerida cita cinco
casos
de
parlamentarios
que
resultaron
electos
como
Presidente de la República, siete casos de senadores y
veinticinco casos de diputados que fueron designados por
el Presidente de la República en el cargo de Ministro de
Estado y, por último, se mencionan seis casos en los que
parlamentarios
fueron
nombrados
como
agentes
diplomáticos. En seguida, la señora Tohá indica que bajo
el imperio de la Constitución que nos rige actualmente,
es digno mencionar el caso del señor Eduardo Frei Ruiz
5
Tagle,
quien
asumió
la
Presidencia
de
la
República
mientras se desempeñaba como Senador.
A continuación, en el capítulo IV del escrito, la
señora
Tohá
Morales
Constitucional
pide
declarar
requerimiento
a
esta
la
deducido,
Magistratura
improcedencia
con
base
en
del
diversas
consideraciones.
En este sentido, la requerida hace valer la falta de
legitimación activa que afectaría a los actores.
Se manifiesta que los requirentes han alegado hechos
relacionados con controversias jurídicas cuya iniciativa
se
encuentra
restringida
constitucionalmente
a
los
órganos políticos. La requerida se refiere concretamente
a la pretensión formulada en orden a que el Tribunal
declare que ella no puede ejercer el cargo de Ministra de
Estado porque no ha cesado en su cargo de Diputada, es
decir, se perseguiría que el Tribunal se pronuncie sobre
la
cesación
en
su
cargo
parlamentario,
cuestión
que,
conforme al Nº 14 del inciso primero del artículo 93 de
la Constitución Política, no puede formularse a través de
una acción pública como la deducida en estos autos.
A su turno, en los capítulos V y VI, argumentando
en
cuanto
al
fondo
de
la
cuestión
planteada
en
el
requerimiento, la requerida manifiesta, en síntesis, que
su
nombramiento
respaldo
en
lo
como
Ministra
dispuesto
en
de
el
Estado
inciso
encontraría
segundo
del
artículo 59 de la Constitución y en la amplia, exclusiva
y
excluyente
facultad
que
el
ordenamiento
jurídico
nacional le asigna al Presidente de la República para
nombrar
y
remover
a
los
Ministros
de
Estado.
A
su
entender, la norma constitucional aludida habilita a la
mencionada autoridad para, en caso de guerra exterior,
nombrar a parlamentarios en cualquier cargo remunerado
con fondos fiscales. En tiempos de paz, en tanto, la
norma admite que los parlamentarios sean designados o
elegidos
para
ocupar
los
cargos
de
Presidente
de
la
6
República, de agente diplomático y de Ministro de Estado.
Lo que ocurre en este último caso, por disposición del
inciso primero del artículo 58 de la Constitución, es que
el cargo de parlamentario y el de Ministro de Estado son
incompatibles,
esto
es,
no
pueden
ejercerse
simultáneamente.
Respecto
requerimiento
Ministra
de
de
la
en
alegación
cuanto
Estado
a
sería
que
que
se
su
formula
en
nombramiento
contrario
al
el
como
principio
de
soberanía popular consagrado en el inciso primero del
artículo 5º de la Constitución Política, la señora Tohá
manifiesta, con base en lo dispuesto por la misma norma
fundamental invocada por los actores, que la soberanía no
sólo se ejerce por el pueblo a través del plebiscito y de
los representantes elegidos por éste en las elecciones
periódicas,
sino que
ésta también
se ejerce
“por
las
relación,
en
autoridades que la Constitución establece”.
Habiéndose
traído
los
autos
en
audiencia de 4 de junio de dos mil nueve se procedió a la
vista
de
la
causa,
oyéndose
los
alegatos
del
abogado
Miguel Otero L., por la parte requirente, y del abogado
Davor Harasic Y., por la requerida.
CONSIDERANDO:
PRIMERO:
Constitución
Que
el
Política
artículo
señala
que
93
Nº
es
13º
de
atribución
la
del
Tribunal Constitucional “resolver sobre las inhabilidades
constitucionales o legales que afecten a una persona para
ser designada Ministro de Estado, permanecer en dicho
cargo o desempeñar simultáneamente otras funciones”.
A su vez, el inciso decimoquinto de dicho precepto
prescribe
Tribunal
que
“habrá
respecto
de
acción
las
pública
para
atribuciones
requerir
al
que
le
se
confieren por los números 10º y 13º de este artículo”.
SEGUNDO: Que, por tratarse de una cuestión formal
que atañe a la titularidad de la acción, es menester
7
pronunciarse previamente sobre la alegación de falta
de
legitimación activa de los actores.
La misma debe ser desestimada porque, al contrario
de
lo
que
se
arguye,
pronunciamiento
sobre
no
la
se
ha
impetrado
cesación
en
su
un
cargo
parlamentario –requerible sólo por determinados órganos
constitucionales-,
sino
que
la
declaración
demandada
afecta explícitamente al ejercicio del cargo de Ministra
de Estado por doña Carolina Tohá, acción cuyo ejercicio
es público y pertenece a cualquier persona hábil. Ésta es
la única materia del requerimiento sobre la cual puede
pronunciarse esta Magistratura.
TERCERO:
como
se
señora
ha
Que
en
estos
dicho,
la
declaración
Carolina
Tohá
se
antecedentes
de
encuentra
se
que
persigue,
la
Diputada
constitucionalmente
inhabilitada para ser designada y para ejercer el cargo
de
Ministro
de
Estado,
atendida
su
condición
de
parlamentaria en ejercicio.
Desde
ya
debe
precisarse
que
la
acción
es
improcedente, puesto que sus fundamentos no se relacionan
con
lo
que
la
Constitución
entiende
como
inhabilidad
(incumplimiento de los requisitos para ser nombrado, que
enuncia
el
artículo
34),
sino
que
con
una
incompatibilidad o incapacidad sobreviniente (como la que
menciona el artículo 59). La Carta Política distingue
claramente
entre
inhabilidades,
incompatibilidades
y
causales de cesación en el cargo, a propósito de los
parlamentarios,
como
lo
establece
en
el
Nº
14
del
artículo 93.
CUARTO: Que el libelo destaca que la inhabilidad o
incompatibilidad que afecte a un Ministro de Estado o a
un parlamentario en ejercicio no opera ipso iure, sino
que
requiere
Constitucional,
ser
de
declarada
suerte
que
por
doña
el
Tribunal
Carolina
Tohá
mantendría su cargo de Diputada hasta el momento que esta
Magistratura se pronuncie en contrario.
8
QUINTO: Que dicha afirmación no es efectiva, por
cuanto,
en
jurídica
primer
que
produce
una
lugar,
el
conflicto
atribuye
competencia
vez
se
que
a
ejercita
de
este
la
relevancia
tribunal
se
correspondiente
acción, es decir, cuando se controvierten los supuestos
de la designación que se impugna, y no antes de ese
momento.
la
Se confunde el ejercicio de la jurisdicción con
autorización
actuación
que
o
intervención
incumbe,
en
previa
otro
de
caso,
un
al
órgano,
Tribunal
Constitucional para calificar la incapacidad invocada por
un parlamentario según el inciso final del artículo 60 y
pronunciarse sobre su renuncia al cargo.
En segundo término, la meridiana claridad del texto
constitucional (artículo 59) indica que la incapacidad o
incompatibilidad a que alude se verifica de pleno derecho
y no requiere de declaración previa.
Además,
el
pronunciamiento
previo
del
Tribunal
importaría agregar un requisito o exigencia no previsto
en
la
Constitución
o
la
ley
para
proceder
a
la
designación de un Ministro de Estado, representando una
indebida
injerencia
en
las
atribuciones
exclusivas
y
excluyentes del Presidente de la República en la materia.
De manera análoga se pronunció esta Magistratura en
la causa Rol Nº 452-2005, requerimiento de inhabilidad
para el ejercicio del cargo del Senador Jorge Lavandero,
concluyendo
que
el
efecto
de
pérdida
de
un
requisito
general de elegibilidad se produce de pleno derecho, sin
que
sea
necesaria
ni
procedente
ninguna
resolución
judicial posterior para producir tal efecto.
SEXTO: Que, para la más adecuada comprensión del
instituto
de
sobreviniente,
la
es
incapacidad
útil
atender
o
a
incompatibilidad
sus
antecedentes
históricos y a la evolución constitucional en la materia.
El artículo 90 de la Constitución de 1833, en su
versión original, disponía que “no son incompatibles las
9
funciones de Ministro del Despacho con las de senador o
diputado”.
Posteriormente,
por
reforma
constitucional
publicada en el Diario Oficial de 9 de julio de 1892
(“ANALES DE LA REPÚBLICA”, Luis Valencia Avaria, segunda
Edición, Ed. Andrés Bello, Santiago, 1986, págs. 209210),
se
establecieron,
entre
otras,
las
siguientes
modificaciones:
Art: 21. “Ningún Diputado, desde el momento de su
elección y hasta seis meses después de terminar su cargo,
puede
ser
nombrado
para
función,
comisión
o
empleos
públicos retribuidos”.
Esta disposición no rige en caso de guerra exterior
ni
se
extiende
a
los
cargos
de
Presidente
de
la
República, Ministro del Despacho y Agente Diplomático;
pero sólo los cargos conferidos en estado de guerra y los
de
Ministros
del
Despacho
son
compatibles
con
las
funciones de Diputados”.
Art. 26. “Lo dispuesto en el artículo 21 respecto
de los Diputados, comprende también a los Senadores”.
A su vez, el artículo 30 de la Constitución de 1925
dispuso:
“Ningún Diputado o Senador, desde el momento de su
elección y hasta seis meses después de terminar su cargo,
puede
ser
nombrado
para
función,
comisión
o
empleo
público retribuido con fondos fiscales o municipales.
Esta
disposición
no
rige
en
caso
de
guerra
exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la
República, Ministro de Estado y Agente Diplomático; pero
sólo
los
cargos
conferidos
en
estado
de
guerra
son
compatibles con las funciones de Diputado o Senador”.
Asimismo,
el
artículo
36
estableció
que
“el
Diputado o Senador que aceptare el cargo de Ministro de
Estado, deberá ser reemplazado dentro del término de 30
días”.
10
Como se ve, la Constitución del 1925 introdujo a la
Carta
anterior,
como
modificación
esencial,
la
incompatibilidad de los cargos de Ministro de Estado y
parlamentario, excepto en tiempo de guerra.
Las citadas normas –que, según se referirá, son
virtualmente idénticas a las de la Constitución vigenteoperaron en la práctica política durante varios decenios,
asumiendo como Presidentes de la República
de
Estado
parlamentarios
en
ejercicio
y Ministros
en
numerosas
oportunidades.
SÉPTIMO:
Que
la
Constitución
de
1980,
en
su
primitivo artículo 56, establecía lo siguiente: “Ningún
diputado o senador, desde su incorporación en el caso de
la letra
a) del artículo 45; desde su proclamación como
electo por el Tribunal Calificador o desde el día de su
designación, según el caso, y hasta seis meses después de
terminar su cargo, puede ser nombrado para un empleo,
función
o
comisión
de
los
referidos
en
el
artículo
anterior:
Esta
disposición
no
rige
en
caso
de
guerra
exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la
República, Ministro de Estado y Agente Diplomático; pero
sólo
los
cargos
conferidos
en
estado
de
guerra
son
compatibles con las funciones de diputado o senador”.
OCTAVO:
Que,
por
la
aprobación
de
las
reformas
constitucionales sancionadas por la Ley Nº 20.050, la
citada
disposición
fue
modificada,
suprimiéndose
la
incapacidad que impedía el ejercicio de ciertas funciones
en el período de seis meses posterior al término del
cargo parlamentario (artículo 59).
Así, el tenor de la norma vigente es el que se
establece
en
el
artículo
59,
de
manera
que
“Ningún
diputado o senador, desde el momento de su proclamación
por
el
nombrado
Tribunal
para
un
Calificador
empleo,
de
Elecciones
función
referidos en el artículo anterior.
o
puede
comisión
de
ser
los
11
Esta
disposición
no
rige
en
caso
de
guerra
exterior; ni se aplica a los cargos de Presidente de la
República, Ministro de Estado
sólo
los
cargos
y agente diplomático; pero
conferidos
en
estado
de
guerra
son
compatibles con las funciones de diputado o senador”.
NOVENO:
Que
del
citado
precepto,
por
su
tenor
explícito y categórico, se deduce inequívocamente que no
se prohíbe a un parlamentario asumir el cargo de Ministro
de Estado, estableciéndose sólo una incompatibilidad para
el ejercicio simultáneo de ambas funciones.
DÉCIMO: Que, siguiendo lo razonado en la sentencia
rol
Nº
190,
institución
de
de
fecha
las
7
de
diciembre
prohibiciones
de
1994,
parlamentarias,
la
cuya
preceptiva se encontraba en los artículos 27, 28, 29, 30
y 31 de la Constitución de 1925 y ahora está contenida en
el Capítulo V de la actual Constitución, artículos 48 a
50 y 57 a 60 (44 a 46 y 54 a 57 del texto originario,
respectivamente) y, de manera excepcional, en el N° 15
del artículo 19, tiene en general y de acuerdo a las
normas mencionadas la trascendental finalidad de cautelar
y asegurar la independencia global de los diputados y
senadores, tanto respecto del Poder Político cuanto de
los
diferentes
grupos
de
presión,
sean
económicos
o
sociales, y de preservar la respetabilidad y la dignidad
del cargo de parlamentario, para lo cual establece una
primera
especie,
las
inhabilidades
parlamentarias,
que
constituyen un conjunto de prohibiciones de elección y de
ejecución
de
actos
determinados
respecto
de
quienes
aspiran a un cargo de diputado o senador o lo están
ejerciendo, inhabilidades que pueden ser absolutas, si
consisten en la falta de alguno de los requisitos que la
Constitución señala para ser elegido diputado (artículo
48) o senador (artículo 50), y relativas, si afectan las
candidaturas
Estas
y
últimas
(artículo
el
ejercicio
pueden
57),
si
ser,
del
a
impiden
su
cargo
vez,
ser
parlamentario.
preexistentes
candidatos
a
12
parlamentarios,
y
sobrevinientes
(artículo
60),
si
determinan la cesación en el cargo de diputado o senador.
Una segunda especie de prohibiciones parlamentarias son
las incompatibilidades (artículo 58), que son aquellas
que
impiden
el
desempeño
simultáneo
del
cargo
de
parlamentario y el de otra función, y dentro de dicho
género,
la
que
establece
incapacidades
para
que
el
senador o diputado sea nombrado para otro cargo (artículo
59).
DECIMOPRIMERO: Que las prohibiciones parlamentarias
son, pues, limitaciones de derecho público que afectan la
elección de diputados y senadores y el ejercicio de los
cargos
parlamentarios,
cuyas
infracciones
aparejan
sanciones como la nulidad de la elección, la cesación en
el
cargo
de
congresal
y
la
nulidad
del
nombramiento,
según los casos. Por ello, la aplicación de estas normas
prohibitivas debe dirigirse solamente a los casos expresa
y explícitamente contemplados en la Constitución, pues se
trata
de
preceptos
de
derecho
estricto,
y
no
puede
hacerse extensiva a otros, sea por similitud, analogía o
extensión,
conforme
al
principio
de
la
interpretación
restrictiva de los preceptos de excepción unánimemente
aceptado por la doctrina y aplicado reiteradamente por
este Tribunal, entre otras causas, en las enroladas bajo
los N°s 21, 67 y 190.
DECIMOSEGUNDO: Que la Constitución establece en su
artículo 57 Nº1 que no pueden ser “candidatos a diputados
ni
a
senadores”,
los
ministros
de
Estado,
lo
que
es
complementado por el artículo 60, en tanto dispone que
“cesará, asimismo, en sus funciones el diputado o senador
que, durante su ejercicio, pierda algún requisito general
de elegibilidad o incurra en alguna de las causales de
inhabilidad
perjuicio
segundo
a
de
que
la
se
refiere
excepción
del artículo
el
artículo
contemplada
59 respecto
de los
en
57,
el
sin
inciso
Ministros de
Estado”, de lo cual se desprende de manera inequívoca que
13
la Constitución no prohíbe en ninguna de sus partes que
un parlamentario sea nombrado como Ministro de Estado,
sino sólo que una vez nombrado mantenga ambos cargos,
todo
lo
cual
establecida
además
para
se
caso
reconoce
de
guerra,
con
una
tesis
que
excepción
además
es
expresamente confirmada por la doctrina especializada, en
términos que “El Presidente puede nombrar Ministro de
Estado a un Diputado o Senador en caso de guerra exterior
y,
ya
designado,
puede
continuar
en
su
oficio
parlamentario, de acuerdo con el art. 56, inc. 2º de la
Constitución. Mientras tanto, encontrándose el país en
situación normal y en virtud de esta misma norma, si el
Presidente nombra Ministro a un Parlamentario, éste cesa
en el cargo electivo” (Alejandro Silva Bascuñán, Tratado
de Derecho Constitucional, Tomo V, Ed. Jurídica de Chile,
2004, pág. 113).
DECIMOTERCERO: Que, por otra parte, el denominado
estatuto de los ministros de Estado, establecido por la
Constitución a partir de su artículo 32 Nº 7, sujeta su
nombramiento y remoción a la voluntad del Presidente de
la
República,
de
quien
son
colaboradores
directos
e
inmediatos. El artículo 34 señala los requisitos para ser
nombrado Ministro y
está vedado designar
en ninguna norma se establece que
a un parlamentario, lo cual es
plenamente acorde con la recta y evidente inteligencia de
los artículos 57 y 60.
DECIMOCUARTO: Que el nombramiento del parlamentario
en
un
cargo
ministerial
implica
la
ocurrencia
de
una
incompatibilidad sobreviniente para ejercer el cargo en
función del cual se encuentra establecida, es decir, el
cargo de diputado o senador. Se prohíbe, entonces, el
ejercicio
simultáneo
ministeriales,
de
debiendo
funciones
optar
el
parlamentarias
parlamentario
y
por
mantenerse en su cargo o perderlo para ejercer funciones
en el gabinete político del jefe de Estado;
14
DECIMOQUINTO:
Que
el
artículo
59
de
la
Ley
Fundamental no admite otra interpretación. Entender que
se
impide
la
parlamentario,
designación
es
como
restringir
ministro
–contra
la
de
letra
un
y
el
sentido del precepto- el mandato constitucional.
DECIMOSEXTO: Que, en el caso sublite, es un hecho
indiscutible que la diputada Carolina Tohá fue nombrada
ministra de Estado, y por esa vía incurrió en una causal
de
cesación
en
el
cargo
parlamentario,
por
incompatibilidad sobreviniente.
DECIMOSÉPTIMO: Que, por otra parte, la situación
que se analiza no puede ser juzgada, como se pretende en
el requerimiento, a la luz de la disposición que regula
la
renuncia,
por
enfermedad
grave,
al
cargo
de
un
parlamentario.
Renuncia
e
incompatibilidad
son
conceptos
diferentes, aunque tengan en común el término del mandato
parlamentario.
La
voluntario
dejación
de
primera
es
de
el
efecto
funciones
de
(por
un
acto
una
causa
suficiente que impida su desempeño, calificada por el
Tribunal Constitucional), en tanto que en la segunda es
la
consecuencia
nombramiento
de
que
una
designación
prevalece
sobre
para
la
otro
cargo,
continuidad
del
ejercicio de la función parlamentaria.
DECIMOCTAVO:
Que,
asimismo,
el
requerimiento
plantea que la Constitución ha hecho primar el cargo de
parlamentario por sobre el de Ministro de Estado y, por
ende, jamás los actos del Ejecutivo pueden afectar las
decisiones
que
tienen
origen
en
el
voto
ciudadano
y
modificar la composición del Congreso.
DECIMONOVENO:
Que,
desde
luego,
la
Carta
Fundamental prescribe exactamente lo contrario a lo que
se
pretende,
Ministro
de
parlamentaria.
haciendo
Estado
prevalecer
al
el
cumplimiento
nombramiento
de
la
como
función
15
El
ejercicio
expresamente
entenderse
de
autorizada
como
una
la
atribución
por
la
presidencial,
Constitución,
interferencia
en
otro
no
puede
poder
del
Estado, máxime si la composición política del Congreso se
mantiene
por
el
mecanismo
concebido
para
proveer
una
vacante.
Por último, es la propia Constitución la que radica
el ejercicio de la soberanía por el pueblo a través no
sólo de las elecciones, sino también en las autoridades
que establece.
VIGÉSIMO:
Que,
precedentemente,
en
esta
mérito
de
Magistratura
todo
no
lo
hará
razonado
lugar
al
requerimiento deducido.
Y VISTO lo prescrito en los artículos 5º, 6º, 7º y
93
Nº
13,
e
inciso
decimoquinto,
de
la
Constitución
Política de la República, así como en las disposiciones
pertinentes de la Ley Nº 17.997, Orgánica Constitucional
de este Tribunal Constitucional,
SE DECLARA:
QUE SE RECHAZA EL REQUERIMIENTO DE FOJAS UNO.
QUE NO SE CONDENA EN COSTAS A LA PARTE REQUIRENTE
POR
ESTIMAR
QUE
HA
TENIDO
MOTIVOS
PLAUSIBLES
PARA
FORMULAR SU ACCIÓN. DEVUÉLVASE LA FIANZA CONSTITUIDA POR
LOS PETICIONARIOS.
Los
ministros
(Presidente),
Palacios
Mario
previenen
señores
Juan
Fernández
Baeza
que
Colombo
y
concurren
Campbell
Marcelo
al
Venegas
rechazo
del
requerimiento de fojas uno, por los motivos siguientes:
1.
En contraste con los requisitos exigidos por la
Constitución
para
ser
elegido
Diputado
o
Senador,
Ministro de la Corte Suprema, Ministro de este Tribunal
Constitucional,
Contralor
General
de
la
República
o
Fiscal Nacional del Ministerio Público, de acuerdo a lo
establecido en el inciso primero del artículo 34 de la
Carta Fundamental, para ser nombrado Ministro de Estado
se
requiere
únicamente
“ser
chileno,
tener
cumplidos
16
veintiún años de edad y reunir los requisitos generales
para el ingreso a la Administración Pública”.
2.
La
amplitud
de
dichos
requisitos
es
representativa de una de las características de nuestro
régimen
constitucional,
que
ha
perdurado
prácticamente
durante toda nuestra historia republicana, cual es la
libertad de que ha dotado al Presidente de la República
para
nombrar
permanencia
a
de
sus
Ministros
éstos
en
sus
de
Estado,
cargos
no
haya
aunque
la
dependido
siempre y únicamente de la voluntad del Jefe del Estado,
pues
durante
el
Parlamentaria
se
período
hizo
conocido
depender
como
la
República
estabilidad
del
Gabinete de la confianza del Congreso y, aún ahora, no
obstante
depender
los
Ministros
exclusivamente
de
la
confianza del Jefe del Estado, pueden cesar en sus cargos
como resultado de un proceso que, en los casos y en la
forma que señala la Constitución, puede seguirse en su
contra
ante
el
Congreso
Nacional,
los
Tribunales
de
Justicia o este Tribunal Constitucional.
3.
El inciso segundo del artículo 59 de la Carta
Suprema, en el cual los requirentes intentan fundar su
pretensión de declarar ilegítimo el nombramiento de la
señora Carolina Tohá Morales como Ministro de Estado, no
es de creación reciente, pues encuentra su origen en la
Ley de Reforma Constitucional, publicada en el Diario
Oficial
de
9
de
julio
de
1892,
que
modificó
la
Constitución de 1833, y adquiere su texto actual como
inciso
segundo
del
artículo
30
de
la
Constitución
de
1925. Por lo mismo, no es sino otra expresión del rasgo
característico del sistema político chileno al que se ha
aludido, pues no hace sino ratificar la amplia libertad
de que goza el Presidente de la República para nombrar a
sus Ministros.
4.
Aunque
la
Constitución
y
las
leyes
prevén
ciertos casos y circunstancias que impiden o inhabilitan
a
una
persona
para
ser
designada
Ministro
de
Estado,
17
permanecer en dicho cargo o desempeñar simultáneamente
otras funciones, las
cuales, con arreglo a lo dispuesto
en el numeral 13º del artículo 93 de la Constitución
deben
ser
declaradas
Constitucional,
claramente
por
lo
esta
Magistratura
dispuesto
en
el
inciso
segundo del artículo 59 de la Constitución no configura
una de esas causales. Por el contrario, dicho precepto
consagra una excepción constitucional a la incapacidad
que establece el inciso primero de la misma norma, con el
objeto de permitir, precisamente, que los diputados y
senadores
puedan
ser
nombrados
Ministros
de
Estado,
cesando en su cargo parlamentario de pleno derecho, como
natural consecuencia de la aceptación del nombramiento de
Ministro,
salvo
el
caso
de
encontrarse
la
Nación
en
guerra, pues en tal caso ambos cargos son compatibles.
5.
Como la conclusión que se ha consignado en el
motivo precedente se desprende con facilidad de la simple
lectura
del
previnientes
texto
no
constitucional,
pueden
sino
estos
explicarse
jueces
el
reclamo
principal de los requirentes en la opinión crítica que
ellos
tienen
sobre
parlamentario
el
procedimiento
nombrado
de
reemplazo
ministro,
del
recientemente
introducido en la reforma de 2005, el cual consideran
violatorio
del
sistema
democrático
representativo,
fundado primordialmente en las elecciones populares.
En
citado
efecto,
se
ha
si
bien
mantenido
el
precepto
prácticamente
constitucional
inalterado
desde
fines del siglo XIX, las reglas que regulan el reemplazo
del parlamentario que pierde su cargo como consecuencia
de
aceptar
un
ministerio
han
sufrido
profundas
transformaciones, pues han variado desde la convocatoria
a
una
elección
popular
complementaria
en
el
plazo
de
treinta días, con lo cual era el electorado quien elegía
al reemplazante, hasta la situación actual, en que el
parlamentario
interno
de
la
cesado
es
directiva
reemplazado
por
del
político
partido
un
acuerdo
al
que
18
pertenecía al momento de ser elegido, comunicado a la
cámara respectiva, sin mediar una nueva elección popular.
Esta
circunstancia
puede,
probablemente,
explicar
las
afirmaciones de los requirentes relativas a una presunta
lesión del sistema democrático representativo que, en su
opinión,
justificaría
sus
pretensiones;
sin
embargo,
tales opiniones, por respetables que sean, no resultan
jurídicamente relevantes para alcanzar a configurar una
causal de aquellas sobre las cuales corresponde resolver
a
este
Tribunal
Constitucional
en
ejercicio
de
la
facultad que han invocado.
6.
En cuanto a las alegaciones de los requirentes
que sostienen que se habría omitido un pronunciamiento
previo de este Tribunal Constitucional, que declarara el
cese de la señora Tohá en su cargo parlamentario, como
requisito para ser nombrada Ministro de Estado, pueden
comprenderse,
aparente
juicio
confusión
literalmente
parte,
a
las
como
que
la
estos
se
normas
establecen
renuncia
de
previnientes,
produce
al
constitucionales
como
regla
cesación
el
la
considerar
por
una
que
tanto
la
cargo
de
los
general
en
por
que,
parlamentarios precisan de un pronunciamiento previo de
esta Magistratura Constitucional, y, por otra, consagran
la posibilidad de que un parlamentario pueda ser nombrado
Ministro de Estado, omitiendo excluir este caso de la
regla
general
anotada.
Esta
aparente
complicación
se
acentúa si se considera que, mientras antes de la entrada
en vigor de la actual Constitución eran las respectivas
cámaras
las
que
debían
pronunciarse
sobre
las
inhabilidades y causales de cesación en el cargo de sus
integrantes, a la vez que la propia Carta Fundamental
regulaba
expresamente
el
reemplazo
del
parlamentario
nombrado Ministro, ahora es este Tribunal Constitucional
el órgano encargado de emitir tal pronunciamiento y la
Constitución no hace diferencia alguna, cuando la vacante
19
se produce como consecuencia del nombramiento de ministro
o por otras causas.
Lo decisivo, sin embargo, es que, a diferencia de
lo que opinan los actores, ni antes ni ahora se requería
de pronunciamiento específico en el caso de aceptar un
parlamentario el cargo de Ministro de Estado, pues en tal
evento
la
vacante
se
produce
de
pleno
derecho,
sin
necesidad de que sea declarada la vacancia por organismo
alguno. Esa es la única conclusión razonable
llegarse,
tanto
por
la
interpretación
a que puede
sistemática
del
conjunto de disposiciones constitucionales en juego, como
por la simple aplicación de reglas generales de derecho
administrativo.
Redactó
Vodanovic
la
Schnake
sentencia
y
la
el
Ministro
prevención,
el
Marcelo Venegas Palacios.
Notifíquese, regístrese y archívese.
ROL Nº 1.357-09-INH.
señor
Ministro
Hernán
señor
20
Pronunciada por el Excmo. Tribunal Constitucional,
integrado por los Ministros señores Juan Colombo Campbell
(Presidente), Raúl Bertelsen Repetto, Hernán Vodanovic
Schnake, Mario Fernández Baeza, Marcelo Venegas Palacios,
Enrique Navarro Beltrán, Francisco Fernández Fredes y
Carlos Carmona Santander. Autoriza el Secretario del
Tribunal Constitucional, don Rafael Larraín Cruz.
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