39 - Asociación Amigos Archivo Histórico Diocesano de Jaén

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Núm. 24
Francisco Delicado y las antigüedades de Martos
(1528-1529)
Juan Carlos Sánchez León
Universidad de Jaén
e han lanzado algunas teorías sobre
el origen del nombre de Martos, pero
todas ellas se resisten a la crítica filológica. Unos piensan que el nombre
proviene de Marta, por el nombre de la
santa de la iglesia mayor de la villa, o
de Martyrium, lugar en el que se venera a los mártires.
Otros, que viene de una corrupción de Marcos, nombre
que surgiría de un epígrafe dedicado al emperador
Marco Aurelio en la falda de la Peña. Algunos, como
el humanista Francisco Delicado, que el origen del
nombre estaría en el dios Marte / Hércules, que habría
fundado la Peña de Martos a su paso por la Península
Ibérica después de erigir Cádiz y Sevilla1. En concreto,
¿qué papel ha jugado la leyenda de Marte en las identidades antiguas y modernas de Martos?
1.
La biografía de Francisco Delicado, primer
autor que se refiere a las antigüedades de Martos y de
la provincia de Jaén en época moderna, es oscura2 .
Delicado, humanista español discípulo de Antonio
de Nebrija, nació en algún lugar desconocido de la
Diócesis de Córdoba entre 1475 y 1480, y se crió en
la Peña de Martos de Jaén. Pasó a la ciudad de Roma
a fines del siglo XV o principios del XVI, por lo cual
se ha pensado que pudo ser judío expulsado de España. Aunque se ha perdido la mitad de su producción
literaria, Francisco Delicado escribió, entre 1524 y
1528, su obra más conocida, Retrato de la Lozana
Andaluza, publicada en Venecia en 1528, lugar al que
había huido desde Roma tras el Saco de 1527 llevado
a cabo por tropas de Carlos V. También en Venecia,
en 1529, con privilegio de 1526 (Roma), Delicado
publicó la segunda edición de su tratado sobre el mal
de la sífilis, El modo de adoperare el legno de India
occidentale, salutífero remedio a ogni piaga et mal
incurabile, obra escrita en italiano, español y latín. En
esta ciudad parece que pasó los últimos años de su vida
Francisco Delicado, aunque no se conservan noticias
seguras posteriores a 1534. Tampoco sabemos dónde
se formó Delicado como sacerdote, si en España o en
Roma.
Además de la creación literaria, Francisco Delicado pasó parte de su vida en un ambiente de libreros,
editores y tipógrafos, compartiendo con ellos oficio
1
Se ha pretendido derivar el topónimo Martos de Santa Marta, festividad del 29 de julio de 1225 en que Fernando III conquistó la ciudad, y nombre de la patrona de la ciudad
y de la advocación de la iglesia mayor, aunque parece que ya se llamaba así antes de la conquista (Jimena Jurado, 1654, 201; Álvarez, 1968, 332, que cita a J. A. Estrada, Población
General de España, Madrid, 1748, I, 91). También se ha hecho derivar el nombre de Martyrium (lugar en el que se veneran restos de mártires), relacionándolo con topónimos como
Martulo, Mártores, Martorell… (Véase Serrano Delgado, 1987, 30). En fin, según Juan Fernández Franco (1561, 32), Martos proviene de una corrupción de “Marcos”, nombre
del emperador Marco Aurelio al cual varias inscripciones están dedicadas en la Peña. Véase López Molina (1995, 35-38) para el origen árabe del nombre de Martos en Martus,
siguiendo la etimología propuesta por Gómez Moreno (1949, 404) de una voz híbrida compuesta por la arábiga mart (erial) y la Tux o Tucci clásica.
2
Sobre la vida y las obras de Francisco Delicado, véase Delicado (2004: Introducción (ed. Perugini); Delicado (2009: Introducción (ed. Ahumada).
Códice. Revista de Investigación Histórica y Archivística (Jaén) 24 (diciembre, 2011) 39 - 52
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Códice
y dedicándose a la edición literaria, a la divulgación
médica y a la obra religiosa3. Durante su estancia en
Venecia entre 1528 y 1534, también se dedicó a la
prologación, dirección y corrección de ediciones de
obras españolas como el Amadís de Gaula (1533),
el Primaleón (1534), la Tragicomedia de Calixto y
Melibea (1534), la Celestina (1531, 1534) y, quizá, la
Cárcel de Amor de Diego de San Pedro. Delicado sufrió
sífilis durante veintitrés años, estuvo internado como
paciente en el Hospital de Santiago de Roma durante
parte de ese tiempo y publicó los descubrimientos
médicos importantes en la época sobre este mal en su
obra sobre el palo santo (el guayaco, palo santo o leño
de Indias, traído a España en 1508, es conocido en Italia
desde 1517). El primer trabajo médico del autor es De
consolatione infirmorum, publicado en Roma en 1525
o 1526 (no se conoce ninguna copia), del cual habla
al final del Retrato de la Lozana Andaluza. Antes, en
1525, Delicado había publicado el Specchio vulgare
per le Sacerdoti qui administranno li Sacramenti…
(se conoce un ejemplar, no localizado), una especie
de breviario para los sacerdotes españoles de visita en
Roma con ocasión del año santo.
2.El Retrato de la Lozana Andaluza (solo se conserva un ejemplar en la Biblioteca Imperial de Viena,
fechado en 1528) es una narración dialogada en tres
partes, dividida en mamotretos, en la línea del género
picaresco de La Celestina4. La obra, que también refleja
las experiencias libertinas del autor, cuenta las andanzas de una cortesana española en Italia (una cordobesa
desenvuelta de padre mujeriego y jugador), que pronto
se convierte en amante de un mercader genovés, para
marchar luego a Roma en 1513. Allí ejerce los oficios
de prostituta, alcahueta, perfumera y maestra en hacer
afeites. En sus aventuras en la capital romana durante
el primer cuarto del siglo XVI, Lozana se relaciona
con gran cantidad de personajes, de cardenales y
dignatarios a prostitutas, rufianes y mendigos, con el
rasgo común de una vida libertina. La acción se detiene
en 15245 . La obra es una variante de la producción
del género picaresco y satírico propia de los círculos
humanistas. Los humanistas del siglo XVI produjeron
una literatura erótica “académica”, a menudo escrita
en latín, en la que aparece la crítica de la actualidad
en clave erótica. La Lozana Andaluza de Delicado o el
Diálogo de cortesanas de Pietro Aretino son portavoces, además, de un sector de la población doblemente
silenciado por su sexo y su oficio: las mujeres prostitutas, pero en las que se fustiga la moral del clero, la
aristocracia y la monarquía de la Roma renacentista
por sus libertinajes, y se reivindica una actitud pagana
y sensual de la vida propia del Renacimiento.
En los mamotretos 47 y 53 del Retrato de la
Lozana Andaluza, el autor dedica a Martos una extensa
descripción histórica en la que menciona en detalle las
antigüedades del lugar, algo inusual en este tipo de obras
(según Delicado, Martos era la patria de su madre):
“MAMOTRETO XLVII: Cómo se despide el
conocido de la señora Lozana, y le da señas
de la patria del autor.
[…] Es una villa cercada y cabeza de maestrazgo de Calatrava, y antiguamente fue muy gran
ciudad, dedicada al dios o planeta Marte (como
dice Apuleyo: cuando el planeta Mercurio
andaba en el cielo), al dios Marte que aquella
peña era su trono y ara, de donde tomó nombre
la Peña de Marte, y al presente, de los Martos,
porque cada uno de los que allí moran son un
Marte en batalla, que son hombres inclinados
al arte de la milicia y a la agricultura, porque
remedan a los romanos que reedificaron donde
agora se habita, al pie de la dicha peña, porque
allí era sacrificado al dios de las batallas. Y
ansí son los hombres de aquella tierra muy
aptos para las armas, como si oístes decir lo
que hicieron los Covos de Martos en el reino
de Granada, por tanto que decían los moros que
el Covo viejo y sus cinco hijos eran de hierro
y aun de acero, bien que no sabían la causa del
planeta Marte, que en aquella tierra reinaba de
nombre y de hecho, porque allí puso Hércules
la tercera piedra o colona que al presente es
puesta en el templo; hallóse el año MDIV. Y la
Peña de Martos nunca la pudo tomar Alejandro
Magno ni su gente, porque es inexpuñábile a
quien la quisiese por fuerza; ha sido siempre
honra y defensión de toda Castilla. En aquella
Perugini (2006: 47 ss).
Sobre la obra, véase Delicado (2003: Introducción (ed. Allaigre).
La obra, considerada maldita (Menéndez Pelayo la tildó de novela obscena), no se reimprime hasta 1871, y, años después, es traducida al francés por A. Bonneau (La Gentille
Andalouse, 1888). De esta versión, reimpresa en 1912 con prólogo de Guillaume Apollinaire, podrían derivan algunas páginas del Ulises de James Joyce. Francisco Delicado era
un desconocido en la historia de la literatura española hasta que Pascual de Gayangos le atribuyó en 1857 la autoría del Retrato de la Lozana Andaluza.
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tierra hay señales de su antigua grandeza en
abundancia. Esta fortísima peña es tan alta
que se ve Córdoba, que está catorce leguas de
allí. Esta fue sacristía y conserva cuando se
perdió España, al pie de la cual se han hallado
atahutes de plomo y marmóreos escritos de
letras gódicas y egipciacas [...] En esta ilesia
está una capilla que fue de los templares que
se dice de San Benito, dicen que antiguamente
se decía Roma la Vieja […] y más arriba está la
peña la Sierpe, donde se ha visto Santa María
defensora, la cual allí miraculosamente mató
un ferocísimo serpiente, el cual devoraba los
habitadores de la cibdad de Marte, y ésta fue la
principal causa de su despoblación. Por tanto,
el templo lapídeo y fortísima ara de Marte fue
y es al presente consagrado a la fortísima Santa
Marta […] ”6.
“MAMOTRETO LIII: Lo que pasa entre todos
tres, y dice la Lozana a Divicia: […]
SAGÜESO.- Eso que está escrito, no creo que
lo leyese ningún poeta, sino vos, que sabéis lo
que está en las honduras, y Lebrija lo que está
en las alturas, exceto lo que estaba escrito en
la fuerte Peña de Martos, y no alcanzó a saber
el nombre de la ciudad que fue allí edificada
por Hércules, sacrificando al dios Marte, y de
allí le quedó el nombre Martos a Marte fortísimo. Es esta peña hecha como un huevo, que
no tiene principio ni fin, tiene medio como el
planeta que se le atribuye estar en medio del
cielo, y señorear la tierra, como al presente,
que no reina otro planeta en la Italia. Mas vos
que sabéis, decíme: ¿qué hay debajo de aquella
peña tan fuerte?”7.
El autor procede también a la descripción de la
geografía del entorno de Martos, tema que es un tópico
entre los humanistas:
“[…] y tiene buenos vinos torronteses y albillos y aloques; tiene gran campiña, donde la
diosa Ceresa se huelga; tiene monte, donde se
coge muncha grana, y grandes términos y muy
buenas aguas vivas […] Y si en aquel lugar, de
poco acá, reina alguna invidia o malicia, es por
causa de tantos forasteros que corren allí por dos
cosas: la una porque redundan los torculares
y los copiosos graneros, juntamente con los
otros géneros de vituallas, porque tienen cuarenta millas de términos, que no le falta salvo
tener el mar a torno; la segunda, que en todo
el mundo no hay tanta caridad, hospitalidad y
amor projimal cuanta en aquel lugar, y cáusalo
la caritativa huéspeda de Cristo.” 8
Por su parte, el tratado sobre el leño de Indias,
El modo de adoperare el legno de India occidentale,
salutífero remedio a ogni piaga et mal incurabile, es un
cuaderno de dieciséis páginas del cual conocemos hasta
cuatro ejemplares en bibliotecas de España y Francia, y
que fue publicado por primera vez en Roma, en 1526,
con segunda edición en Venecia, en 15299. Esta obra,
documento de medicina interesante, es un opúsculo
sobre el origen y el tratamiento para la curación de
la sífilis, escrito a partir de la experiencia personal
de Delicado. El tratado sobre el leño de Indias puede
dividirse en varias partes: 1) Presentación y dedicatoria
en latín. En esta presentación, el autor hace referencia
a su origen cordobés y a sus primeros años en Martos,
además de relatar de forma precisa del descubrimiento
del leño y de su difusión en España e Italia; 2) Descripción del mal francés, su origen y la prescripción para
curarlo. Esta segunda parte, escrita en italiano, trata del
origen de este mal venéreo, visión que coincide con la
que ofrece Divicia en el mamotreto 50 del Retrato de
la Lozana Andaluza; sigue una explicación detallada
del descubrimiento del leño curativo, sus propiedades y
la forma de cocinarlo y administrarlo; 3) Epílogo. Esta
tercera parte está escrita en castellano, dirigida a los
que padecen el mal francés; su tono moral recuerda a
las últimas páginas del Retrato de la Lozana Andaluza;
y 4) Proclamación papal.
La edición veneciana de la obra, 1529, incorpora, además, dos anexos con documentos traídos a
Venecia por el embajador de la República italiana ante
Carlos V, el humanista Andrea Navagero: un anexo
con el capítulo 75 de la obra de Gonzalo Fernández
Delicado (2003: 396-398 Ed. Allaigre).
Delicado (2003: 424-425 Ed. Allaigre).
Delicado (2003: 398 Ed. Allaigre).
9
Sobre la obra, véase Delicado (2009: 25-29 Ed. Ahumada).
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de Oviedo sobre la bondad del palo santo (“Del palo
santo al qual los indios llaman guayacán”, en Historia
general y natural de las Indias, obra publicada en
Toledo en 1526); otro anexo, con la reproducción de
tres inscripciones romanas copiadas en Martos por el
propio Navagero: la de Quinto Julio Celso, edil y duoviro de la ciudad; la dedicada a “Hércules Invicto” por
el emperador Tiberio, y la que aparece en la base de la
estatua del emperador Publio Septimio Geta, hermano
del emperador Caracalla, dedicada por la República de
los Tuccitanos:
“Y porque su Magnificencia estuuo ansimismo
en mi tierra y traxo la copia de los epitaphios
que antiguamente allí dexaron los romanos, demostrando la grandezza de la felicíssima patria
que allí fue en aquella fortíssima peña que agora
se dize Martos, porque miraculosamente santa
Martha delibró aquellos pópulos de un ferocíssimo serpiente criado sota la peña la sierpe, a
los quales pueblos Tholomeo llama Tuci. Estos
epitaphios lo prueuan. Por tanto, escriuí aquí
tres: el primero que está escritto en la misma
peña, ouero Monte Lapideo a la fuente santa
Martha. El otro en la ylesia de santa Martha,
que antiguamente era el templo del fortíssimo
planeta Marte, como parece en esta efigie aquí
figurada. El tercero, en el foro a la fuente de la
república Tucitana” 10.
EPITAPHIO PUESTO EN LA MISMA PEÑASummo. Marte. Superno. Maximo. / S. M. S. M.
/ Quintus Quinti filius. Titi. Nepos. Sergius. / Q.
IVLIUS Q. F. T. N. SER.CAELSVS. / aedilis.
Duum. / AED. II. VIR. BIS. DE. SVO. DEDIT
IN FORO PUBLICO
HERCVLI. INVICTO. / Titius. Filius Nepos.
Augustus./ TI. IVLIVS. AVGVSTI. F. NEP.
CAESAR. ARS. / Imperator. Dedicauit / IMP.
PONTIFEX. MAXVMVS. DED.
ANTE ECCLESIAM AB INCOLIS NOMINATA ROMA VETUS
Lucio. Luci / L. SEPTIMIO. SEVERO.
CAESARI. L. SEPTI / Augusti. / MI. SEVERI.
PII. PERTINACIS. AVG. ARABI / CI. ADIABENICI. PARTHICI. MAXIMI. PACA / Marci
/ TORIS. ORBIS. FILIO. ET. M. AVRELII.
AN / Imperatori / TONINI. IMP. FRATRI.
RESPVBLICA. TVC / CITANORVM / Dono.
Diis. Dicauit. / D.D.D. 11
Estas notas de epigrafía de Martos publicadas
por Francisco Delicado en El modo de adoperare
complementan la obra Il Viaggio fatto in Spagna, et
in Francia, dal Magnifico Sr. Andrea Navagiero…,
publicado en 1563, en la que Andrea Navagero hace
una relación de su viaje por Andalucía en 1526 acompañando al emperador y a Isabel de Portugal. Navagero
pasó por Martos los días 10 y 11 de diciembre de 1526,
a su regreso de Granada, casi al mismo tiempo que
Carlos V12 . El humanista cita a Plinio sobre el nombre
de Martos en su Viaggio 13, lo cual lleva a pensar que
este autor antiguo era conocido también por Delicado
Los anexos traídos por Navagero a Venecia dan
pie a Delicado a introducir dos grabados de carácter
histórico en El modo de adoperare que inciden en los
datos biográficos de Delicado, su origen cordobés, su
Delicado (2009: 81 Ed. Ahumada).
Delicado (2009: 83 Ed. Ahumada). Las inscripciones, por orden, en CIL II/2, 5, 87; CIL II/2, 5, 65; CIL II/2, 5, 75. Cuando Navagero copió las tres inscripciones en Martos,
sólo la primera se hallaba escrita en la falda de la misma Peña, detrás de la ermita de San Bartolomé; quizá a este epígrafe se refiera el propio Delicado cuando exclama en el
mamotreto 53 del Retrato de la Lozana Andaluza “Eso que está escrito, no creo que lo leyese ningún poeta, sino vos, que sabéis lo que está en las honduras, y Lebrija lo que está
en las alturas, excepto lo que estaba escrito en la fuerte Peña de Martos, y no alcanzó a saber el nombre de la ciudad que fue allí edificada por Hércules, sacrificando al dios Marte,
y de allí le quedó el nombre Martos a Marte fortísimo” (Delicado 2003: 424-425 Ed. Allaigre). Las otras dos inscripciones estaban: una en la plaza de Santa Marta; la otra, ante la
puerta de su misma iglesia, lugar que los marteños llaman “Roma vieja”. Hoy, estas dos últimas están empotradas en la pared izquierda de la antigua cárcel y hoy Ayuntamiento.
12
Según Foronda y Aguilera, el miércoles 12 de diciembre de 1526: “El Emperador comió en Alcalá la Real, cenó y pernoctó en Martos”; al día siguiente, el jueves 13 de
diciembre: “El Emperador comió en Martos, cenó y pernoctó en Jaén” (1914: 281). Navagero viaja por España hasta llegar a Valladolid, Toledo y Sevilla, donde tuvo lugar el
casamiento de Carlos V con Isabel de Portugal. En plena luna de miel, los reyes trasladaron la corte a Granada, ciudad a la que llegó Navagero el 28 de mayo de 1526 y en la que
permaneció hasta el 7 de diciembre redactando su Viaggio. Andrea Navagero, uno de los grandes humanistas italianos, nace en Venecia en 1483 y muere prematuramente en Blois
en 1529. Discípulo de grandes humanistas italianos como M. Sabellico, P. Pomponazzi o M. Masuro, es nombrado en 1516 bibliotecario de San Marcos y cronista de la República.
En 1523 fue nombrado embajador de Venecia en la corte de Carlos V. Después de unos meses de estancia en Toledo, Navagero viaja por Andalucía, para después regresar a Valladolid y emprender viaje de vuelta a su país en 1528, tras cuatro años de estancia en España. Navagero estaba encargado de negociar un tratado de paz entre Venecia y España y
lograr la libertad de Francisco I. Fruto de sus amplios conocimientos y de sus observaciones directas y personales, fueron las impresiones que retrata en su obra Viaggio. Navagero
deja fuera de su testimonio de viajero la historia política española y recoge, en cambio, mucha información sobre los monumentos y los restos arqueológicos españoles. Conoce
la obra de Lucio Marineo Sículo.
13
“El día 10 fuimos a Martos, que dista de Alcaudete tres leguas; se pasa en el camino un río llamado Víbora, por un castillo inmediato del mismo nombre, y otro río salado
del cual se provee Martos. Martos fue colonia romana, y según se infiere de muchas lápidas que allí se encuentran, se llamaba Tucci, y los habitantes tuccitanos; hablando de ella
dice Plinio: “Tucci cognomine Augusta Gemella”; en algunas lápidas encontramos no sólo el nombre sino el cognomen” (Navagero, 1563: 863).
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amor por Martos y su devoción a Santiago Apóstol.
Por un lado, un frontispicio votivo que representa a
Nuestra Señora de la Consolación presidiendo desde
el árbol salutífero guayaco, Santa Marta a la derecha
con la serpiente Tarasca a sus pies, a la izquierda Santiago y su devoto Francisco Delicado, como orante,
en hábito sacerdotal y con bastón de peregrino (el
autor menciona la leyenda de Tarascón también en el
mamotreto 47 del Retrato de la Lozana Andaluza).
Por otro lado, un segundo grabado con dos emblemas
o escudos nobiliarios que representan un compendio
de Martos y de Córdoba. Este último grabado, con
representaciones topográficas de las ciudades del autor
y de Lozana, aparece también en la edición de 1528
del Retrato de la Lozana Andaluza: al principio de la
primera parte, en relación con el lugar de nacimiento de
Lozana (“compatriota de Séneca”). Uno de los dos emblemas lleva por nombre “LA PEÑA DE MARTOS”,
en el que se ve, a modo de emblema heráldico, dicha
Peña coronada por un castillo y a un guerrero armado
con clava y escudo, el cual es llamado MARTE, que
desciende de la cumbre hacia el pueblo, en concreto
hacia la iglesia de Santa Marta. En el pueblo se ven
las casas, un castillo a la derecha con tres torreones
y una iglesia con la bandera de Santa Marta. En este
sentido, Francisco Delicado recuerda en la descripción
geográfica del mamotreto 47 del Retrato de la Lozana
Andaluza: el nombre de las puertas de la muralla de
Martos; la fortaleza baja amurallada, llamada Almedina, que con su torre y castillo hacen 100 fuegos, y
el Albullón o salida de agua al Baluarte. En la plaza,
dice Delicado, hay un gran altar de la Magdalena y
una fuente (en el grabado se ven dos, quizá la otra sea
la de Malvecino, citada por el autor) y un alamillo; y
otro álamo delante de la puerta de la Iglesia de Santa
Marta, en cuya torre aparece izada una bandera con las
letras SM. Hacia el este, hay tres torreones circulares,
que recuerdan a las tres torres almenadas de la cima de
la Peña 14. El otro emblema del grabado representa a
“CORDOBA LA LLANA”. En la parte de arriba aparece la ciudad amurallada y las tres torres del Alcázar
con cruz alzada (dos de ellas con aves vigilantes). En
el centro, el río Guadalquivir, y abajo, tras un puente,
casas de un barrio de Córdoba con cuatro letreros:
Delicado (2003: 397-398 Ed. Allaigre).
Véase Recio (2000: 33-34).
Delicado (2009: 58 Ed. Ahumada).
17
Véase Delicado (2009: 26-28 Ed. Ahumada).
18
Delicado (2004: 398 n. 35 Ed. Perugini).
19
Dam iani (1970-1971: 251-271).
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SENECA, AVICENA, LUCANO y LOZANO; los tres
primeros nombre rodean una ventana en la que aparece
una mujer de cabellos largos 15 .
También es muy probable que fuera Andrea
Navagero el que informara a Delicado del presunto
descubrimiento de una columna de Hércules en la
iglesia de Santa Marta de Martos en 1504, columna que
habría sido colocada en el momento de la fundación
de la ciudad según la noticia, antes mencionada, que
aparece en el mamotreto 43 del Retrato de la Lozana
Andaluza. Hay otras noticias en El modo de adoperare
sobre el nombre antiguo de Martos, que no aparece
como Marte sino como Tucci, a partir de Ptolomeo y
Plinio (autores conocidos por Delicado), aunque ambos
nombres son identificados en algún momento: “ […]
e nutrito in la pegna de Martos opido iui proximo (vel
per alio nomine Mons tucitanorum in betica sito vel
mons Martis)”16.
Se completa el tratado sobre la sífilis de Francisco Delicado con unos breves consejos de astrología médica pertenecientes a la tradición medieval, o
creencia en la influencia de los planetas en la causa y
curación de las enfermedades; o bien los consejos para
ejercitar determinadas actividades médicas en función
de los meses del año y la conjunción de los planetas,
consejos del común que cierran el tratado17 . En este
sentido, según C. Perugini, el Arcipreste de Talavera
pone en relación las partes del cuerpo con el zodíaco
según la antigua medicina hipocrática y galénica en el
capítulo VI de su obra De como los sygnos señorean
las partes del cuerpo, aunque rechaza el determinismo
de los astros y todo lo remite a la voluntad de Dios y al
libre albedrío 18. Por su parte, B. Damiani, en su edición
del tratado de Delicado, refiere unos versos de la obra
Astronomica, del poeta latino contemporáneo de los
emperadores Augusto y Tiberio Marco Manilio, que
se remontan a la misma tradición 19.
3.
Como se ha visto, el encuentro de Navagero
con Delicado en Venecia en 1528 propicia las interpolaciones con las antigüedades de Martos tanto en la
tercera parte del Retrato de la Lozana Andaluza (1528)
Núm. 24
como en El modo de adoperare (1529), con información sobre las inscripciones, los monumentos antiguos
y las leyendas; las inscripciones permiten también a
Delicado añadir los grabados de Córdoba y Martos en
El modo di adoperare, presentes a su vez en el Retrato.
Sin embargo, según Bubnova, Delicado manifiesta un
escaso interés por las antigüedades en sus obras, especialmente en el Retrato de la Lozana Andaluza. Para
la autora, existiría una intención política por parte de
Delicado al tratar la identificación de Marte / Hércules
con Martos en sus obras, mientras se creaba, al mismo
tiempo, el mito de una análoga genealogía de Carlos
V: descendiente español de Hércules y de los Césares
romanos, convertido en rey de España y en emperador
de Alemania y del Sacro Imperio20.
En este sentido, en las fuentes literarias antes
mencionadas, Delicado trae la leyenda que hace derivar
la etimología del topónimo Martos del dios Marte y
la antigüedad del sitio de la presencia fundadora de
Hércules. En el mamotreto 47 del Retrato de la Lozana
Andaluza aparece claramente esta identificación:
“[…] y antiguamente fue muy gran
ciudad, dedicada al dios o planeta Marte (como
dice Apuleyo: cuando el planeta Mercurio andaba en el cielo), al dios Marte que aquella peña
era su trono y ara, de donde tomó nombre la
Peña de Marte, y al presente, de los Martos,
porque cada uno de los que allí moran son un
Marte en batalla... porque allí era sacrificado
al dios de las batallas... bien que no sabían la
causa del planeta Marte, que en aquella tierra
reinaba de nombre y de hecho, porque allí
puso Hércules la tercera piedra o colona que
al presente es puesta en el templo; hallóse el
año MDIV.”
Por su parte, en el mamotreto 53 de la misma
obra, Delicado incide en esta identificación al afirmar
que Lebrija (el humanista Antonio de Nebrija) sabe “lo
que está en las alturas, exceto lo que estaba escrito en la
fuerte peña de Martos, y no alcanzó a saber el nombre de
la cibdad que fue allí edificada por Hércules, sacrificando al dios Marte, y de allí le quedó el nombre Martos a
Marte fortísimo”. Sin embargo, en El modo de adoperare, Martos aparece como Mons Tucitanorum, Republica
20
Tucitana y Tuci, a partir de Ptolomeo y Plinio, aunque
este nombre aparece identificado con Marte en última
instancia como se ha dicho: “Mons Tucitanorum […]
vel Mons Martis”. Por otro lado, en las propias inscripciones romanas copiadas por Navagero y publicadas en
El modo de adoperare, Delicado hace alusión también a
la identificación de Martos con Marte y Hércules. En la
de Quinto Julio Celso, se invoca a un “Summo. Marte.
Superno. Maximo”. De la dedicada a “Hércules Invicto”
por el emperador Tiberio se dice que estaba “[…] en la
ylesia de santa Martha, que antiguamente era el templo
del fortíssimo planeta Marte, como aparece en la efigie
aquí figurada” (se refiere Delicado aquí al grabado con
la figura de Marte, que desciende de la Peña con escudo
y maza, tanto del Retrato como de El modo de adoperare); en el Retrato, Delicado también se refiere a este
presunto templo romano dedicado a Hércules sobre el
que se habría edificado la iglesia de Santa Marta: “En
esta ilesia está una capilla que fue de los templares que
se dice de San Benito, dicen que antiguamente se decía
Roma la Vieja […] el templo lapídeo y fortísima ara
de Marte fue y es al presente consagrado a la fortísima
Santa Marta”.
En este sentido, Delicado incide en sus obras en
el esplendor del pasado romano de Martos, poniéndolo
en relación con la fundación legendaria de la ciudad
por Hércules. El autor trae, en El modo de adoperare,
las inscripciones ya mencionadas de Quinto Julio
Celso, edil y duoviro de la ciudad, del emperador Tiberio (dedicada a “Hércules Invicto”) y del emperador
Geta dedicada por los Tucitanos (“... epitaphios que
antiguamente allí dexaron los romanos, demostrando
la grandezza de la felicíssima patria que allí fue en
aquella fortíssima peña que agora se dize Martos”);
pero también alude a enterramientos y construcciones
romanas en el mamotreto 47 del Retrato de la Lozana
Andaluza:
“[...] porque remedan a los romanos que reedificaron donde agora se habita, al pie de la
dicha peña [...] En aquella tierra hay señales de
su antigua grandeza en abundancia... Esta fue
sacristía y conserva cuando se perdió España,
al pie de la cual se han hallado atahutes de
plomo y marmóreos escritos de letras gódicas
y egipciacas [...]”.
Bubnova (1995: 71, 74).
45
Códice
Cuando los romanos conquistaron la Península,
Julio César y Octavio Augusto, los dos más grandes
príncipes romanos, ennoblecieron Martos, que pasó a
llamarse Colonia Tuccitana y finalmente Colonia Augusta Gemella: “[…] a los quales pueblos Tholomeo
llama Tuci” (El modo de adoperare); “Tuci cognomine
Augusta Gemella” (según Ptolomeo y Plinio respectivamente). Respecto al culto de Hércules / Marte y
la identidad antigua de Martos, se puede decir que
hacia esta divinidad hubo una veneración especial en
la ciudad por parte de Julio César y de los primeros
Julio-Claudios, especialmente el emperador Tiberio,
como se ha visto, lo que probaría la existencia de un
templo a Hércules en la ciudad. Se le rendiría culto
en su epíteto de Invictus, lo cual recordaría el carácter
militar de la colonia fundada por Octavio Augusto
con veteranos de las legiones21 Xª y IIIIª; este epíteto
aparece en la inscripción con la dedicación de Tiberio
a Hércules, actuando el emperador quizá como patrono
de la ciudad, inscripción que copia Navagero y que
publica Delicado en 1529.
En la primera mitad del siglo XVI, en época de
Carlos V, la historia “primitiva” de la Península cobra
una nueva dimensión con la exaltación del personaje
Hércules y de la nación Hispania. Esto aparece ya con
Antonio de Nebrija y más claramente en la historiografía imperial con Florián de Ocampo, que se apoya en
las Antigüedades del falso Beroso-Annio de Viterbo
(1498), obra dedicada a la exaltación de los Reyes
Católicos y de la expansión castellana. Aquí Túbal,
nieto de Noé, es un héroe civilizador que otorga a
los autóctonos las ciencias, las letras y el derecho. El
dios egipcio Osiris llega a la Península para combatir
a Gerión, pero su hermano Tifón lo asesina. Acto
seguido, su hijo Hércules Líbico, también llamado
Apolo y Marte, viene a Hispania para vengarlo, eleva
las columnas de Cádiz y Sevilla y funda ciudades como
Lebrija, Urgel, Vich, Tarazona y Barcelona (Florián de
Ocampo), siendo también un héroe civilizador, digno
descendiente de Túbal. Carlos V tomó como emblema
en su escudo imperial las columnas de este Hércules,
fundador mítico y protector de la monarquía española,
que tiene los epítetos de Grande e Invicto al igual que
Carlos V y Felipe II; Hércules es, además, ancestro de
los grandes linajes principescos europeos ya que va a
Italia, Francia y Alemania (donde deja su descendencia) antes de volver a España22.
Como recuerda A. Redondo23 , muchas ciudades que según la Crónica General de España habían
sido fundadas, repobladas o visitadas por Hércules
exaltaron su origen fabuloso a través de monumentos,
escudos o panegíricos literarios por encargo. El caso
más significativo es quizá el de Sevilla, que pudo servir
de modelo a Martos. Así, cuando Carlos V entró en la
ciudad de Sevilla en 1526, se representó en un arco
de triunfo a Hércules llevando las columnas, alusión
evidente al nuevo Hércules que era el emperador con
el que se identificaba la ciudad24 . De la misma forma,
Delicado insiste en la fundación de Martos por Hércules procedente de Sevilla. En este sentido, se había
encontrado una presunta tercera columna de Hércules
(se entiende que además de las de Cádiz y Sevilla) en
Martos en 1504, según la noticia que aparece en el
mamotreto 47 del Retrato de la Lozana Andaluza; esta
columna habría quedado empotrada en la iglesia de
Santa Marta, edificada ésta sobre el templo romano de
Hércules. Más tarde, Carlos V visitó también Martos en
1526, donde se le dedicó, en 1536, la Fuente de la Villa
con una inscripción conmemorativa que contaba con
escudos del emperador y de la Orden de Calatrava25 :
en la fuente aparece representada el águila imperial con
las alas explayadas y las dos cabezas nimbadas, junto a
las columnas de Hércules, divisa de la casa de Austria26.
Según Castillejo, a fines del siglo XVIII se podía ver
una estatua de Hércules sobre esta Fuente de la Villa27.
Delicado hace derivar, pues, la etimología del
topónimo Martos del dios Marte y la antigüedad del
Véase Serrano Delgado (1987: 52-53, 82).
Rosenthal (1971: 204-228); Id. (1973: 198-230). Redondo (1988: 15-35); (1982: 365-377). Tate (1970: 13-32).
23
Redondo (1988: 31 n. 73).
24
Rosenthal (1971: 215). Redondo (1988: 31 n. 73).
25
Recio (2000: 29-31), que cita la descripción de la fuente y la inscripción dedicada a Carlos V que aparecen en la obra de Alonso Antonio Castillejo, 1796 (Eism an, 2002: 155).
26
La inscripción dice: REINANDO EN ESTOS REINOS EL EMPor Y REY DON CARLOS NRO SEÑOR SIENDO GOVERNADOR DESTA PROVINCIA EL MAGNIFICO
CAVALLERO FREY HERNAN CHACON COMENDADOR DE MONTANCHUELOS MANDO HACER ESTA FVENTE AÑO MDXXXVI. AÑOS (Eism an, 2002: 154). A
esta fuente se refiere Delicado en el mamotreto 47 del Retrato de la Lozana Andaluza: “[…] Tiene ansimismo una fuente marmórea, con cinco pilares, a la puerta la villa, edificada
por arte mágica en tanto espacio cuanto cantó un gallo, el agua de la cual es salutífera; está en la vía que va a la cibdad de Mentesa, alias Jaén” (Delicado, 2003: 398 Ed. Allaigre).
27
“[...] el gran culto que los Tuccitanos rendían a todos los dioses del gentilismo, pero singularmente a Hércules y Marte, a quien se dedicaron templos y aras públicas y aún
del primero de estos dos permanece estatua sobre la fuente que llaman de la Villa situada en la plaza principal, aunque sin brazos, y parte de la sierpe” (1796: 107). Según López
Molina (1996: 54), el pilar de la Fuente de la Villa fue comenzado a finales de la década de 1520 y terminado en el año 1535.
21
22
46
Núm. 24
47
Códice
sitio de la presencia fundadora de Hércules. Esta falsa
leyenda antigua o medieval está formada en todo caso
antes de 1504, tal y como se desprende de la noticia
que aparece en el mamotreto 47 del Retrato de la
Lozana Andaluza sobre el presunto descubrimiento
de la tercera columna de Hércules en Martos, después
de haber fundado Cádiz y Sevilla. A finales del siglo
XVI, en 1579, Diego de Villalta recoge las menciones
Columna Herculis y Civitas Martis procedentes de inscripciones falsas, quizá salidas de sus propias manos,
pues no son conocidas del epigrafista Juan Fernández
Franco en 1561, menciones que reavivan la leyenda
antigua o medieval sobre la identificación de Marte
y Martos (sin hacer alusión a ella ni citar a Francisco
Delicado)28 . Estas menciones inventadas, admitidas
por algunos eruditos locales como Luis de Valdivieso
a principios del siglo XVII29 , se repiten en los falsos
cronicones provinciales a mediados de este siglo, así
como en la historiografía nacional y local sobre Martos
hasta la época actual. Así, por ejemplo, en los falsarios
provinciales del siglo XVII Rus Puerta30 y Jimena
Jurado31 , que hablan de la Columna de Hércules y de
Martos como ciudad del dios Marte y mencionan las
inscripciones falsas. A pesar de la censura de Ludovico
Muratori, que tiene a la inscripción de Civitas Martis
por apócrifa32 , en el siglo XVIII, tanto la historiografía nacional como los historiadores locales de Martos
se hacen eco de la misma leyenda sobre la presunta
fundación de Martos por Hércules a su paso por la
Península Ibérica y sobre Martos como ciudad del dios
Marte: Flórez33 , Espinalt34 , Lendínez35 , Pérez Bayer36 ,
Masdeu37 , Del Barco38 , Castillejo39 y Escobedo40 .
También ocurre lo mismo en los siglos XIX y XX,
con historiadores nacionales y locales como Lafuente
Alcántara41 , Madoz42 , Ruiz Jimenez43, Pi y Margall44,
Acedo45 y Naval (con un presunto Cocceius Martensis
que procedería de una presunta Civitas Martis)46 . Esta
colusión de leyendas antiguas o medievales con falsas
inscripciones y falsos cronicones modernos sobre la
presunta fundación hercúlea de Martos, quizá haya que
ponerla en relación con el hecho de que Martos tuvo la
primacía episcopal en las épocas antigua y medieval,
hasta el establecimiento del Obispado de Jaén a fines de
la Edad Media. De esta manera, Martos podía presumir
de unos orígenes prestigiosos.
Como conclusión general, se puede decir que
Francisco Delicado se vale en las partes interpoladas
con las antigüedades de Martos tanto del Retrato de
la Lozana Andaluza como del Modo de adoperare
(1528-1529) del procedimiento, usual en los eruditos
humanistas españoles, de utilizar las fuentes literarias
antiguas, las inscripciones y los restos monumentales
para la identificación del sitio antiguo y del nombre de
una ciudad y para el establecimiento de su antigüedad.
En la primera mitad del siglo XVI, la geografía antigua
de España que aparecía en el Itinerario de Antonino y
en los autores clásicos, en especial Ptolomeo, Plinio
(ambos conocidos por Delicado) y Pomponio Mela,
despertaron el interés por las inscripciones, pero también por la falsificación o la mala lectura intencionada
de epígrafes en aquellos casos en los que se trataba
de corroborar los topónimos de las fuentes literarias
en aras de un patriotismo local, como en el caso de la
inscripción a “Hércules Invicto” puesta en relación
por Delicado con la leyenda falsa de la fundación
de Martos por Hércules; la misma intencionalidad
localista puede aparecer con la recepción de algunas
leyendas falsas como esta misma de la fundación
hercúlea de Martos.
Villalta (1579: 13). Véase Sánchez León (en prensa).
L. Valdivieso de Burgos, Carta a un amigo suyo de Madrid desde Lucena el día 11 de Enero de 1608 con algunas inscripciones de Martos más que las que escribió el
Licenciado Franco (García Serrano, 1973: 46).
30
(1646: 109-110).
31
(1654: 201).
32
Novus Thesaurus… Milán, 1739, I, 63.
33
(1754: 351-354).
34
(1775: 86).
35
(1778: 16).
36
(1782: 220). Con dudas.
37
(1788: 14-15). Siguiendo a Flórez.
38
(1788: 27-31). Que sigue a Flórez.
39
(1796: 107, 122-126).
40
(1796: 170).
41
(1843: 330-331).
42
(1847: 269-270).
43
(1879: 129).
44
(1885: 184-185).
45
(1928: 40-41).
46
(1930: 841). 28
29
48
De esta forma, mientras que la nueva monarquía española, desligada del goticismo medieval,
justificaba su antigüedad prerromana o se reivindicaba la importancia y prestigio nacional de España
en la historia romana con crónicas más o menos
inventadas (Florián de Ocampo), y la nobleza defendía su importancia histórica dotándose de ancestros
romanos mediante biografías (Lucio Marineo Sículo),
las ciudades españolas también comenzaron a buscar
el prestigio que da un origen antiguo, aprovechando
los descubrimientos de inscripciones romanas. Las
interpolaciones sobre Martos en las obras de Francisco
Delicado son buena prueba de esto. La glorificación
Núm. 24
de la historia mítica de la villa, ligada a la actividad
de Hércules (considerado ancestro de la línea real
hispánica) y a los dos más grandes príncipes romanos,
Julio César y Octavio Augusto, además de Tiberio, le
otorgaban a Martos una antigüedad y una nobleza que
justificaban su renombre y la colocaban a la cabeza
de las ciudades españolas, comparable no sólo con
Sevilla sino también con la misma Roma, casi en un
plano de igualdad con el soberano. Así, la búsqueda de
unos orígenes antiguos, de una ascendencia romana o
anterior por parte de las ciudades en época moderna,
es una forma más de glorificación de los orígenes de
España.
49
Códice
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***
Resum en
Abstract
Résum é
En este trabajo se analizan
los temas y las fuentes de la Historia antigua de Martos, Jaén, que
aparecen en las obras de Francisco
Delicado hacia 1528-1529. El autor de La Lozana Andaluza es el
primero que describe las antigüedades de Jaén en época moderna.
En el siglo XVI, las principales
ciudades de Jaén comenzaron a
buscar el prestigio que da un origen antiguo.
In this paper, we analyze
the subjects and sources of the
Ancient history of Martos, Jaén,
which appear in the works of
Francisco Delicado towards 15281529. The author of La Lozana
Andaluza is first to descibe the antiquities of Jaén in modern times.
It is shown that, in the sixteenth
century, the main cities of Jaén
seek the prestige that an ancient
origin gives.
J. C. S.
Dans ce papier, nous analysons les sujets et les sources de
l’Histoire ancienne de Martos,
Jaén, qui apparaissent dans les
oeuvres de Francisco Delicado
vers 1528-1529. L’auteur de la
Lozana Andaluza est le premier
à décrire les antiquités de Jaén à
l’époque moderne. Au XVIe siècle, les principales villes de Jaén
ont cherché le prestige que donne
une origine ancienne.
J. C. S.
52
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