Madrid, ¿ó de Abril de 1871. I`líKCIOS DK KUKCHIC1UN. AÑO

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Madrid, V3 de Aludi de 1871.
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r.irnU's: 1. V ilH 'w liir. en s.iicr-vt-.-lui-". 'i. n>«rt¡<-<. •I** la Vll-(ni'tnlur: ti. cascln pura priisintn. *'n 'H*l \Yiinl*-iii". I '•••iiinl'iritr
jimliii.—Kl ni'-s ilo Aliril i]ut*\•* riiricntiinia por Drtoiio.—lili!—
tinción a la iiom-Iii 1.a IV •!■•! «mor.—Ajedrez.
REVISTA GENERAL
/'«<•/' ltn/«' .1w . n t e foll
I.;» situación do las rosas pública* no lia variado
aqui siislaiii i.ilmi'iili' denle la l'orlia tic nuestra i'i11iloa l l e e i ' l a . lo má* ii•111111'lanío lia Hilo >mi I" miltl.tr
la ocupación <1**1 piichlerito tic _V>-nt*■11•*- , ;i niii\ copla
distancia do Tari*. por la** Iropas i|o| „obienio ili*
Yei'sulle*; v i-n lo político. *• por mejor iloi ir . m |o
;i111i-social y bárbaro , la i'«*|»r<»iliiii-ii»n iii*|i]oj-,i|i|i« ili*
los saqueo*, habiéndose verificado oslos rilas r| < |
111 i11istcrio ilo la (1noria, el ilo la ¡alona • • Nuestra
Sonora ilo lando, ol ilo las rasas i|o los señores
Thiers, Lal'lilte. marqué* do (¡allil'ol. \ algunas oirás
do que Aun aqui mismo so Imilla ron variedad , pío'*
os cosa notable que tan dilicil sea apurar la verdad
ánn de los hechos mismos que ocurren á la puerla do
casa.de donde deducen algunos la poca ñ ninguna
coiifian/.a (pío debemos tener en los reíalos de la IIi-loria. He estos locos arrebatos populares, el más^r.mpor las consecuencias que puede traer á la causa de
los comunistas es el allanamiento brutal di- la h-a-acion liel^a; y tanto lo han comprendido a>¡ estos mis­
mos demagogos, que ya parece se ha mandado formar
consejo de guerra á Jos guardias nacionales que inva­
dieron la legación. Kl más lamentable para los hom­
bres cultos, amigos de las letras y de las arles. es ol
saqueo de la preciosa morada de M. Thiors. en la
plaza de San Jorge, verdadero museo y archivo de
preciosidades artísticas y literarias. Aunque no fuese
más que la desaparición de los manuscritos inéditos
del grande hombre de Kstado, ella constituiría va una
pérdida dolorosa cuanto irreparable: pm-s M. Thiors
está ya muy entrado enaños, y las láligas de la campa­
ña gubernamental, que con más valor que fortuna está
sosteniendo en Yersalles, deben dejarle liarlo que­
brantado para continuar rindiendo culto ñ !a> letras.
Como t o d o e l m u , i d o e< / m i ' , según nuestra frase
vulgar, obsérvase aqui. lo mismo qile en tudas parles,
una diferencia notabilísima entre las noticias que con
el carácter de oliciales circulan cada cual por su lado
el gobierno de Yersalles y el de la C o h i n i t m e . Las
que aquél caliiica de victorias de sus tropas . suelen
pintarse aqui como derrotas, y v i e e v e r s a . Kl hecho
es que á pesar de que van regresando de Alemania y
reorganizándose en Yersalles y sus cercanías muchas
de las fuerzas que estaban allí prisioneras . la grande
obra de la ocupación de Taris no adelanta un paso, y
lleva trazas de dilatarse mucho, á juzgar por los for­
midables preparativos de defensa que aqui se hacen.
El fanatismo de estos insurrectos es grande: el mutuo
encono de ios partidos no tiene limites. Es fama que
los Alemanes, que tienen convertidas algunas de estas
pequeñas poblaciones inmediatas, como las de SainiDenis, en campamentos bávaros. prusianos ó >ajone$,
y que estánsiendo hastaahoraespectadores impasibles
de la horrible lucha fratricida e-n que acaba de de­
sangrarse"este pobre país, se iuara\ill.iu deque peleen
tan bien entre h uno> hombre* que fon mal peleaban
por lo común contra lo~ enemigos exti .nijeio- , Lmj,ua mucho esta actitud imiwsibh d**l *'jercit*>aleiiian*
Y
AMERICANA.
N.° MI
ahi depende todo: si vuelven á establecer en regla defondian á Inglaterra el -general « i r .1. IIop e ( i r a n í , v
■I -iti*» ile Taris y se agravan las escasee«** de víveres, la* de ataque el duque de Sujonia W Y im a r. P res e n ­
que ya empezamos á sentir, la insurrección puede ciaron las maniobras el principe de d a lle * y sil her­
da-r>e en breve por terminada: pero es dudoso que el mano el principe A r t u r o , el marque* de \Ycstinmsgobierno de Ser-alies recoja el fruto de una victoria l e r . darihaldi y otra uiulhlud de ilii*l|e* personajes.
que en realidad no habrá conseguido.
En la e*ca*ez <l<* penódieíi* lVance*e* v extranjeros
En esta eventualidad se fundan las esperanza* de q lle no* aqueja . es cuanto por hov puede llevar de
restauración imperialista que todavía abrigan alguno*, aquí nuestra H i-ri tu. So halda del célebre literato
aunque pocos, y que por nuestra parlo i-onsideiiiiuos M. A bou I para ministro de Francia en Lisboa.
un lauto ilusorias. Acaso más que en ISog .1 Imperio
Carlos ül Ociioa .
-.-l ia boy la paz mu las potencias extranjeras; pero de
seguro seria la guerra civil en Francia, l a verdad es
que ni aun los más perspicaces vislumbran hoy cuál
Mn'lii1/
</• .líii/.
podrá ser el desenlace déla tremenda situación por
Kn los diez dia* trascurridos desdi.'la lecha d e nues­
que está pasando osla sociedad enferma, corroída basta
la médula de los huesos por el virus de las doctrinas tra ultima I I e d i t a , la <¡a c e ta no ha publicado dis­
más deletéreas, pero llena*, sin embargo, todavía de posición alguna de interés general. Kn los anterio­
fuerza y vitalidad; situación acaso única en la historia res. un decreto publicado en la del A. disponía que
desde 1." de Julio próxim o empiece á regir en todo el
del mundo.
Loa grandes imperios de Asia cayeron i .i una ver­ reino el sistema n iétn ro -d e riin a l y su nomenclalura
dadera disolución, v de ellos no quedó má« que el científica, mandada observar por la ley de lt) d e Julio
polvo de los desiertos en que hoy hosca el viajero con de ISÍ',1. NO •debemos, o m itir que se ha publicado un
indecisa mirada el sitio donde se alzaron Üabilonia, nuevo reglamento de a p o s i c i o n e s nacionales de b e­
Ninive v Talmira : aquellos imperios uo dejaron ni llas a r le * , y que la primera *e celebrará en Madrid n i
podían dejar nada, porque en realidad ningún .-rinde ( hil.uhrc p ró xim o; caimo tampoco que * r lia dispuesto
espíritu lo* animaba; >u •ivilizai ion no pa*aba un i |¡ po|- leal orden publicada *-l ti. que se alna lili ro n lien más allá de lo material y terreno, por cuanto no ciirso para repiodiicii'. grabado cu acero, dos preciosos
pueden levantarse ;i más los pueblos esclsivn*. t<recia cuadros de n iic * lm M useo, l.n I te m í n i n a d r l 'i 'c i l o,
y Koma se hunilieron laniliieu. dejando sólo eii po* de coiimi ¡do por el l ' . i i i i i l e a de l a l a n z i l * , de \ ela/qilc'/.,
-i . aquella *•! maravilloso esplendor de mi literatura, y
/e n l a j a d v l a h / l v s i r , al ('¡buido á Nau-<'\<K.
Anl'sivi'i ju eves quedó coiislilnido el S en ado, v se
de sus arles, de mi lilo-níia. ésta la gloria imperen
dera de sus armas, v la mayor todavía de haber a-eii- cr. c que en toda esta *emaiia eull'aiile lo ipicdai'á el
tailo cu el mundo las liase* vlcl ih'vecho piihliro poi­ i'.otigreso de h>* diputado*.
que todavía nos regimos; pero se comprende que su­
Kl gran suceso político de estos dias, y el que toda­
cumbieran á pesar de mi alia civilización, porque Ion- vía *¡gue dando pasto casi exclusivo, asi á las ronverdadas Intnbicii en la es< lavitnd . y presa de la idolalria ( saciónos de lo* corrillos como ,i las polémicas de los
que bajo cualquier forma que se disfrace es siempre i periódico*, ha sido la gran batalla reñida en la sesión
el culto de la materia, uo podían resistir al empuje de del 17 entre los señores Kigueras y Nocedal . de que
los pueblos que cayeron sobre ellas iluminados por la parece baber resiillado dos cosas: 1." el rompimiento
divina luz del [evangelio. Se comprendo, repelimos, de la coalición earlo-republicana; v ‘i." el fracaso de
que ante esta inmensa novedad social sucumbieran la jefatura del bando cal lista confiada al señor Noce­
aquella* vieja* sociedades : pero no es fácil compren­ dal. Si por lo primero puede considerarse de enhora­
der cómo hubieran podido sucumbir, á no mediar el buena la moralidad política, lo segundo es una des­
gracia para la mayoría. por cuanto es una fortuna para
advenimiento en el mundo de la idea cristiana.
Ahora bien: ¿ante cuál grande idea nueva va ádes­ los carlistas ; el señor Nocedal ora el caudillo más á
aparecer la actual civilización francesa? ¿en qué ácido propósito para conducirlos á la derrota, no por falta
de talento seguramente, ni de habilidad , ni aun de
se disolverá la perla llamada Taris?
La libertad cristiana disolvió las antiguas sociedades buena fe, sino por *u fogosa intransigencia y su genial
esclavas, que sea dicho de paso no dejaban de ser Li­ exageración. Ya se lia visto: á la [trímera celada que
le* esclava* por titularse /vpñWíYu.* mucha* de ella*, Je han tendido su* astutos aliado*, lo ha echado todo
como que la esclavitud no tiene su verdadero asiento á rodar, acaso por no exponerse á pecar de libio en
en el cuerpo, sino en el alma: hoy las sociedades eu­ la nueva causa. Escollo lalai de lodos lo* neófitos.' el
ropeas. v muy señaladamente la francesa, cualesquie­ exceso de celo suele perderlo*.
ra que sean *u* vicios pasajeros . respiran el aire puro
Si con efecto la coalición está rota, los republicanos
d e la civilización cristiana. S¡ fuera posible, que no lo deben haberse quitado un gran peso de encima. Im­
es. que á esa civilización viniese á sustituir otra má* posible parece que duraun* la monstruosa alianza no
perfecta , se comprende que nuestras sociedade* des­ hayan echado alguna vez sus cuentas consigo misinos,
apareciesen del mundo comohan desaparecido la*anli- diciéndose i n ¡ l e l t a : »Si merced á nuestros esfuerzos
gua*. dej ando un rastro má* ó menos luminoso, re­ comunes llegasen á alcanzar el poder estos aliados y
sistiendo más ó menos la inevitable disolución; pero a m i 7 0 * carlistas que no* liemos echado, ¿qué seria
Ínterin no se realice aquella inadmisible hipótesi*. fo de nosotros? ¡Felices, tres y cuatro veces felices, *i
sociedad v la civilización francesa podrán experimen­ lográbamos emigrar á tierra extraña!...»
tal* tal cual leve modificación, podrán purificarse sin
La noticia que corrió con mucho crédito de la con­
duda: pero no se comprende que desaparezcan anu­ versión del señor González Grabo al partido carlista,
las grandes dificultades del momento, ni aun ante parece desmentida. Más vale asi: hartas conversiones
otras mayores. Kste gran pueblo vencerá sin duda la de esa especie tenemos ya y tendremos aún que lagran crisis presente; ¿pero cómo? ; T h a t i< ( h e q i < e * - i mentar. |ara que no nos congratulemos de que se de*tion¡ mienta una que por sus especiales circunstancias haLas correspondencias de Inglaterra dan cuenta de i bria sido doblemente lamentable. Por grandes que
la gran revista*de voluntarios verificada en Brigton el sean el olvido de lo pasado y la sed de servidumbre
lunes de la Pascua de Resurrección, en que según que se lia despertado de repente en gran parte de
antigua costumbre se han simulado todas las escenas- nuestra sociedad . de que dan testimonio las últimas
de una formal invasión de aquellas costas . conmemo­ elecciones, tío hay que creer tampoco que se hava ex*
ración anual del mayor peligro por que ha pasado tinguido entre nosotros toda noción de consecuencia
John Bull en lo* tiempos modernos. Estos patrióticos política y hasta de buen sentido.
simulacros se reproducen lodos los años. l>e*de que
La* nuevas cédulas de vecindad que el municipio
en i.\Sx España hizo los formidables cuanto de.*gra- acaba de propinar al vecindario de Madrid lian pare­
ciados aprestos de la I n r c i t c d d , - , todavía no les lia sa­ cido generalmente una mal di*imuloda derrama de lí(
lido el *u*to del cuerpo á los inglese*. El número d** reales por cabeza de familia, sin perjuicio, dicen,
voluntario* que Inui acudido o*te ;timá la li«->la liéltco- que la paguen (amblen en -o Uta !<•* que m* *on cattopul.it. **• raicilla ••!! -s IH Mandaba |>- tropa* que
\o-
SUM ARIO.
ESPAÑOLA
N.° XII
LA
ILUSTRACION
ESPAÑOLA
Y
AMERICANA
nueva contribución vecinal es su notoria desigualdad, i ¡ . ’ i i ' r r i l m l t U r i f t i i t\ n «•««««n e n i e e s / i l e n i l o c ñ l u ¡ n t que consiste euhnlincnlo en ser ¡'¿nal fiara lodos. l " b v u l m m o i i i i . Lo más notable de este discurso en
Hacer pagar lo mismo lis reales) al opulento lian- i su parte religiosa, ú que las circunstancias por que
quero que al jiolire artesano, es una injusticia. atando atravesamos dan también cierta tintura política, es la
nos penetraremos hien de que la igualdad absoluta • severa apreciación que hace de la doctrina, ó más hien
la más irritante y la más patentetle las desigualdades? del espiril.it de Chateaubriand, con lo que se marca
Acaba de ser agraciado con la ¿rail cruz de Rabil uno de los caracléres de la nueva escuela política que
la Católica el edilor de ia l l i h l ¡ n i eco «fe A u t o r e s ( i l l i ­ aspira á ejercer el monopolio de la ortodoxia, v >e
s í e o s C s / i a i i o l e s , señor don Manuel P«i\ndoneyrj . ti­
patentiza la oportunidad con que se la ha denominado
pógrafo excelente y persona dignísimo por lodos om- neo-catolicismo.
ceplos de aquella alta distinción. l‘or ella li'licitami s
Aun m> hace cuarenta años, el ilustre aulor del
.sinceramente al agraciado, y más aún al Gobierno, C e n i a i h - l C r i s t i a n i s m o era objeto de entusiasmo
que espontáneamente se la lia concedido.
para lo- católicos : hoy ya no les satisface ; les parece
Kl señor líivadeneyra, según oportunamente decia un liberal, casi un revolucionario. Igual suerte han
anteayer /." /'./meo, tiene el indisputable mérito de corrido ó están á punto de correr M. do lionald, el
liaher elevado (Mitre nosotros el arle de la tipografía á I’. Lacordaire, el conde Motil demberl, el I’. Jacinto,
la altura que alcanzó en los buenos tiempos tle los los obispos alemanes que se congregaron en FuIda, y
Moutort, los 1barra ylos Sancha: su magnifica edición hasta el mismo sabio monseñor Dupanloup,—v en rede las O l i v a s i i m i ¡ l í e l a s t i c C e r c a n t e s es. eulre oíros súmen, todos los que tengan la desgracia de apartarse
que llevan su nomine, un monumento del arte que en lo más mínimo del programa ¡ m i ¡I i c o - r e l i r/i nso
hace honor á nuestra época y puede eompelir con los trazado por M. Luis Veiiillot y los nuevos apóstoles de
más importantes que han salido en nuestros dias de I. I n i r e r s , tan diferentes de los antiguos. Fuera de
las más acreditadas prensas extranjeras; asi es que M. Vcuillnl no hay salvación posible.
con razón lia alcanzado hasta cualro medallas de oro v
El señor Fernandez habló con una vehemencia que
piala en diversas exposiciones. (Uro fliérilo lio luiiv siempre sienta bien en un sacerdote cuando tiene por
conocido. \ sin embargo de verdadera impoi lamia, liase única el amor á laveril.id divina , pero que en mo­
l'cromieiiila al señor Rivadeneyra al aprecio \ la gra- mentos dados puede tener el iuroiiYciih'lilc de parecer
iiIu11tle los que cultivan su mdile profesión. Pucos inspirada por sentimientos de otra índole, aunque muv
sabrán que á su ingeniosa iniciativa es dtdiida una respetables «un duda, v de provocar por consiguiente
mejora mi la caja de composición . scncillisima .i pri­ manifestaciones de carácter ambiguo. A«d debieron pro­
mera vista, muy útil en realidad, introducida ya en bárselo al orador las palmadilas con que alguna vez le
las más de nuestras imprentas, yque él ideó hace más interrumpió una pequeña parle del público, v que no
de treinta años hallándose mi Chile, por lonial le puso seria fácil determinar si arrancaban de un sentimiento
ydeheria conservar el nombre de r a j a r h i l i ' n i i : á esa religioso ó de un seiitimiuutu político, dos cosas muv
raja tan ventajosamente reformada se da sin embarco distintas, ó que á lo ménüs deberían serlo. Dicho
emnuestras imprentas el nombre de c a j a f r a n c e s a . , se está que en el discurso de| señor Fernandez hubo
por más que en Francia no sea conocida ni aun apli­ su correspondiente glorificación de los benditos tiem­
cable siquiera al idioma de aquel país, á causa del pos pasados, y que el picaro Voltaire llevó su mereci­
mucho mayor número de letras compuestas y s i g n o s do. tallando sólo que lo llevase también el otro picaro
tipográficos que entran en él. Anomalías de nuestra Rousseau, con lo que nada habría dejado que desear
tierra: en oirás se usurpan invenciones ajenas, y nos­ la oración en este punto, asi como en lo meramente
literario nos complacemos en reconocer que fué ex­
otros con harta frecuencia desdeñamos las propias.
La caja del ltanco de Valencia ha sido objeto de celente.
No lo fué menos la contestación del señor marqués
una audaz tentativa de asalto afortunadamente frus­
trada, merced al valor y serenidad de algunos guar- «le Molins. en la que desarrolló el misino tema, sólo
dias civiles. Con este motivo, algunos periódicos que que invertidos los términos; á saber, que l u ¡ l u l a b r a
se la echan de conservadores, vienen declamando h u n t n n a i h i e m i n e n t e e s / i l e n t l o i •ñ l u e e r i l t u l i l i r i n a .
contra el desbordamiento de los instintos criminales Tuvo el señor marqués rasgos oportunísimos, con que
provocado por las malditas ideas de estos tiempos. defendió sus ideas y arrancó aplausos, sin salirse, em­
¿Hilé hubieran dicho esos periódicos de las que domi­ pero. del carácter y condiciones de un discurso acadé­
naban en España cuando nuestras provincias, fuera mico. ó en otros términos, sin invadir la jurisdicción
de las Vascongadas, estaban infestadas por cuadrillas del pulpito ni la de la tribuna.
En la sesión ordinaria del jueves siguiente la Aca­
de bandoleros, y no se podía ir ni aun á Chinchón sin
la casi seguridad de ser robado en el camino? Pues demia eligióá don Emilio Cas-telar, por diez y seis vo­
eso sucedió justo hasta el advenimiento de las maldi­ tos contra siete, para ocupar la vacante dejada en las
sillas par el señor Monkiu. Felicitamos al emitiente
tas ideas modernas.
El domingo lti celebró sesión pública y solemne la orador por una distinción, que si honra al que la re­
Academia Española para la recepción de su nuevo in­ cibe. es también una alta y honrosa prueba de justi­
dividuo el señor don Cayetano Fernandez, dignidad ficación por parte de quien la da.
El próximo domingo, á la una déla tarde, celebrará
de la santa iglesia catedral de Sevilla, y persona de
gran saber v respeto. 1.a concurrencia dé señoras fué la referida Academia sesión pública para dar posesión
ménos numerosa que de ordinario en tales ocasiones, al señor don Salusliano de Olózaga. Contestará á su
sin duda por haber coincidido con el último concierto discurso el señor llartzenbusch.
Los señores Cánovas del ('.astillo y Momio Nieto
del señor Monasterio último del primer abono, que
*e ha renovado por otras dos funciones más., y con la lian sido elegidos individuos de la Academia de Cien­
segunda media corrida de toros de la temporada, á cias morales y políticas.
'l'ie de antemano se sabia que iban á concurrir sus
X.
majestades.
Aunque por via de episodio, diremos que con electo
asistieron á ambas funciones, y que en ellas lució la
BARCELONA.
rema con mucha gracia la airosa mantilla española.
En las págs. *208 y 200 hallarán nuestros suscriEn cambio no queremos decir en compensación i tores
una vista general de Barcelona, la histórica, be­
de la escasez de damas, abundaron en la solemnidad lla y opulenta capital del principado de Cataluña.
académica los señorea eclesiásticos con el traje de su
Piérdese en la oscuridad de los tiempos más re­
catado: por manera que la falta no estuvo en la canti­ motos el origen de Barcelona, y fábulas mitológicas y
narraciones inverosímiles nos otreceu los historiado­
dad. sino en la calidad (lelas ropas talares.
Wrsó el discurso del nuevo académico, perfecta­ res antiguos relativos á la fundación de la egregia
mente escrito por cierto, y Heno de sana doctrina li­ Barcino,
teraria. sobre la excelencia de la poesía sagrada. des•" rollandoel auh>r en ••l e-la ii~ t.mverdadera eiiauto s.-gilti h> ii-/.i «iii.i w t ii'b i in-ciipi ¡mi.
l,, "|'la de li>' «•- i i i .i*I<•- l.ihin- que l.i de|. lidian
A m ih a i • miquis!,ulm- di* la 1. ih-tania . p.u ••• e que
/ / * •# '«
n lr
C o n ifitii. ii
iiti
ti» .
fué su fundador, y el poeta Aiisoniola llamó l ' í m i n i ,
y aunque no corista precisamente la época eri que
pasó á poder de los romanos, cítala Pomponio Mola
como una de las pequeñas ciudades de la costa Ir»le—
tana, que gozó desde los primeros tiempos del famoso
•l u r e d i o ¡i i ' i l i ri i. ó sea exención de tributos, v fué lla­
mada .1i i i j i k I h ■ lnliii v f ' i n l ' u n - n r i a , según consta
aún en varias remotísimas inscripciones.
Andamio el tiempo , dicen algunos (pie fué capital
<le la (¡alia cis-pironáica y corte del belicoso Ataúlfo,
rey de los godos .muque otros reciben con descon­
fianza estas noticias . y en el año 507 de la era cris­
tiana, lidia, general de las tropas do Teodorico, ivv
de Italia, derrotó á los borgoñones y francos y se apo­
deró do Barcelona, gobernando los Estados cis-pin iiábo-: diirante la menor edad del niño Amalaría!,
hijo único de .Marico II, muerto en la batalla de
Poiliers.
Hasta la época de Alanagihlo, que lijó su corle yre­
sidencia en Toledo, Barcelona fué el centro del Go­
bierno de los (iodos, yel rebelde conde Paulo, suble­
vado contra el bondadoso Waiiiba, se enseñoreó do
aquella por espacio de algunos meses, hasta que
este rey apareció con imponente ejército delante de
los muros.
Gayó en (¡undulóle la monarquía fundada por Ataúl­
fo, y también l’ué Barcelona avasallada por las anuas,
de los árabes, siendo su primer emir, en 7\ 1 , lusiidben-Ahd-nl-Bnhman : pero Lui.se/ l l n i t i l i i i l i i s n , du­
que do Aquilaiiia , armó poderoso ejército en el otoño
de 8(ll , entró en el Bosellun, cercó á Barcelona v
rindióla por la fuerza de las armas.
Hacia el ano 822, el califa Ahd-el-Bahinaii, aprove­
chándose do las Inrimíencías .suscitadas por varios cau­
dillos trancos y godas, pretendió subyugarla,. mas
aunque sus soldados, y los del w di Ahu-Mervvaii ta­
lan los campos y saquean y destruyen las ciudades, lio
consiguen el objeto que se habían propuesto, yse con­
tentan con volver á Zaragoza y Valencia cargados do
despojos y cautivos.
Fu el año 872, después de medio siglo de revuel­
tas y desgraciadas, contiendas, que trajeron ú Barce­
lona males sin cuento, aparece en la historia como
conde tle Barcelona, soberano conderecho hereditario,
el célebre Milicho e l V e l l o s o , quien (lió, según se
cuenta, al escudo de armas de Barcelona las cuatro
barras de gules.
El heroico Almanzor sitióla en P85, y el conde Borrel es vencido, la ciudad capitula, y otra vez ondea en
ella el pendón mahometano; pero reconquistóla en
breve el ánles derrotado conde, y los árabes fueron
arrojados para siempre de la Marca de España.
Hasta la época de don Ramiro de Aragón, estuvo
gobernada por los condes: Raimundo Berenguer se
tituló principe de Aragón, y en 11(57 don Alfonso, el
conquistador del condado de Provenza, se nombraba
rey de Aragón y conde de Barcelona.
Desde entonces, el condado de Barcelona fué here­
dado sucesivamente por los descendientes de aquel
principe, hasta la muerte de don Martin de Aragón,
en lili).
Subió al trono don Fernando de Antequeraen lí-15.
contra las pretensiones de los condes de Lrgel y de
Anjou. y Barcelona continuó bajo el dominio de* los
monarcas aragoneses, bastad fallecimiento del anciano
rey don Juan 11. en 1170, en que recayó la cornial co­
rona en las sienes de don Fernando e l C a t ó l i c o , efec­
tuándose entonces la completa unificación de España.
No cabe en un articulo de pequeñas dimensiones la
reseña de los principales monumentos históricos y ar­
tísticos que guarda en su seno la antigua Barcino, ni
es posible tampoco hacer la histoi ia.de su comercio e
industria, cansas únicas de la preponderancia que hoy
tiene en España y áun en Europa.
Barcelona. honra de nuestra patria, es. después de
Madrid, la primera ciudad de la Península, y su opu­
lencia seria mayor aún que su fama si las agitaciones
políticas no hubiesen entorpecido el progresivo desar­
rollo de los grandes elementos de riqueza que atesora
aquel país esclarecido.
De sentir es vivamente que la capital del principado
de Cataluña sea con tan doloroso frecuencia teatro san­
griento de asonadas y revueltas: si Barcelona rechaza
las ideas anárquicas y disolventes que algunos malé­
volos se complacen en inculcar en el corazón sencillo
del pueblo, y en éste . por el contrario, se arraiga el
amor al trabajo y al ónlen, base de la verdadera feli­
cidad de los pueblos, la hermosa ciudad condal, or­
gullo de 11 patria . llegará á ser una de las poblacio­
nes más rica> de la Europa moderna.
2O Í -
LA
I L U S T K A C I OX U S U A N O L A V A M E H I C A N A
\ ISTA ÜENEHAL IiE Olii KALTAU.
u A iíO iU
H AaAM L .
LS
u itolvA LlA li
N.0 Ml
LA
V o Nll
ILUSTRACION
ESPAÑOLA
V AMERICANA
DON ANICETO MASCARÓ COS.
f
\ r r v r r s TimonÁnws. (
El primer grabado tío esta página r * * ] ¿.•illa '-1 retrato de este joven y renombrada
médico enlatan.
Nació en la villa ríe Lindó, provire ¡a d>*
(irrona. en IRí-J. y oía hijo de uno |l<* lo*
nüta hábib** quirúrgicos «le (lalnloña: ilr- ili¿ns primeros anos so lo reconoció una e- perial predilcci ion liácia la< ciencias médi­
cas, v pronto empezó á ayudar á su padre mi
las difíciles operaciones que ésto praclicalia.
i'.ursó medicina en la universidad di- |5iiri .dmia. comenzando los estudios en IS.N7, \
dioso á conocer en las aulas por su carácter
Iiidependienle , rebelde á la melódica e||M>ñanza do aipie!
Hampo. sufriendo muchos
dis}£imtos por la determinación qu e halda lo­
mado el eláledro universitario d e som eter i
i t.mejo de disciplina al |ó\eii alumno
Es le lio podía perm itir ipie eli sil hoja de
o-ludios apai'eeie-e lili hoiTOU d e l l l H.'ll Miale'/a . v tuvo bástanle lesolm ion para din
ii
una caria e n m o n a , pero Idmi razonada',
al rml.im lio de la Nai ion . en la i nal e x p o ­
nía . larailimde el nlrnpelln de .pie en 'II
pie ia halda ¿ido victima
apoyóla el -mmi
don l'.i i ilal \ladoz. vioheniiidoi ■ litó m e
lio e|ona
de
fué atendida por el mini Ico de
I oinenlo , y h ihiendo ¿ido admitido nueva
mente el señor Mascaré (ios á los e¿llldio
ilinveiSilarios, . I joven eslm lianle alcanzó en
los exámenes mi triunfo qu e le honra s o b re ­
manera : lo¿ mismos severos ju e c e s «pie le
Irihian eondenailo en el consejo de discipli­
DON AMORTO MASCVnÓ COS. DOCTOH F.N MEDICINA Y CIUI JÍV
na. concediéronle en arpiel otro arlo la reti­
ñirá de • <(il ir r* it l ¡ ri i( f .
Pero Mascaré lio- opuesto por enr.irler v por con­ ñas entendidas que las presencian : su casa está inva­
vencimiento al método rutinario do las antas, apenas dida ooiílíiituimeiile por muchos dolientes, y él salle
tecihió la luirla de doctor en la facultad do medicina, impresionarlos seoim sea necesario para la operación
«••paróse totalmente del dodorismo anticuo y de la que delien sufrir, les domina v cautiva, halábalos, y
pedantería escolástica, de la cual quedan aún muchos les impon.», en lin, con su palabra persuasiva v con­
vestigios, y creó, por decirlo así. un métodoespecial, fian/a sincera en la ciencia.
cuya ejecución le ha vdido el justo renombre de que
Mascaré ('.os. dedicado especialmente á la m n l i si¿ozn.
t i c n . enza de una reputación envidiable en toda la pe­
De la manera más sencilla practica las opera, iones nínsula ibérica, v ha obtenido triunfos hellisimos en
mas difíciles, captándose la admiración do la- per*«»- imu lias capitales donde lia hecho alarde de su habili­
I N S l T . l l I l U . l u N lll
¿n.'i
dad médico quirúr/ica, combatiendo y ex­
tirpando radicalmente dolencias cuya cura­
ción parecía un imposible.
En Sevilla v Valencia, en (tañarías vPor­
tugal. lia sido objeto de demostraciones pú­
blicas, que poros hombres de ciencia suelen
alcanzar, de consideración v agradecimiento,
y boy se encuentra en Lisboa ejerciendo m i
noble profesión ron universal aplauso.
En IN(».*», cuando el cólera morbo asiá­
tico azotaba cruelmente á Rarcelona , Mas­
caré (.tas residía en la atribulada capital del
Principado, y consagró lodo m i celo á asistir
á lo¿ invadidos, pobres y ríeos, que eran in­
numerables, sin querer aceptar retribuí ion
alguna del ayuntamiento ó de los particu­
lares. él también, victima de «nalme^aeiori.
s'* sintió acometido por la terrible enferme­
dad, y debe la vida el sabio oculista á los
cuidados que le prestó en aquella circuns­
tancia critica e| doctor Valdunra. conocido
médico barcelonés.
Ma¿caró (tas ha hecho una verdadera revidni ion eu los procedimientos operatorios
de n n i H s l i i f i . é inventado instrumentos de
admirable precisión \ utilidad reconocida
Muchas '"ii la operaciones que ha prac­
ticado, y tenemos á la vista una tarpa rela­
ción que dedica d señor Mascaré (loscierto
periódico de Lisboa, enumerando las prini ipales curas «pie el joven doctor liáronse
pllido eu la bella corle del vecino reino eaI traías, e-lrahismo . tumores , leucomas \
deformidades mira-orbiculares, lian siriocu
i.olas radicalmente por el señor Mascaré (lo-.,
vprincipalmentei i s o f H ' c r t n h ’ s t i c n i h t c r t c l ó t .
dice el aludido periódico, rea//’rodos c o n
j n ' i ' i ' i / f i i i n i l c s l r c z i l e ¿La/a/ac f c l i c i t l a i l c ,
>éai auaicrosf/s as que ./a se m u l o ni a. ¡ n i CU l.isl>On
Nosotros nos envanecemos con los triunfos que al­
canzaen .*1extranjero, practicando su difícil profesión,
nuestro jóven compatriota, que áun no lia cumplido
cinco lustros, vse hagranjeado universal nomhradia en
lapenínsula ibérica, como excelente médico especialis­
ta. Don Aniceto Mascaré (los. por sU talento y por su
ciencia, parece estar llamado á ¿er una de las notabi­
lidades médicas de Europa.
P .M M S . — ASPECTO yVE orilF.CE ACTUALMENTE LA PLAZA d e v e n d ó m e .
2o¡>
LA
ILUSTRACION
30BRE LA IMPORTANCIA SOCIAL DEL TEATRO
¡'. í¡riéndose A la lih¡*r|;rul
que
correr la
imaTmacion en *us poemas dramáticos. decía el /■n i r
' ns ¡ n ' p ’ a i o * , en el .!/■/■' h Hi ' i 'O «b* h t i e e r n j u i r i l i i*, qu e
ESPAÑOLA
N.° NI!
•lo padét iimentos morales encaminados á purificar el
qu<* la
.'dina. Iinv grádisinvi diferencia.
En el leatru «d crim en pervierte v la moral no >or-
.icioconsideran patrimonio de nalurale».»« p r i ' i b,_iii>| is. iloriib* e¡ e , ceso d "l m d pasa por distintivo
l ' . e ; e| teatro e- siempre dañoso, exclaman «U " i tiO-
«b- "¡ip.'i iorid id. v el c i i n v i i -<• hace aplaudir -ólo por
rnigii'. Y bilí e piivo ad i aserción pr*i«*b.t d e-d e luego
*r 1**i'vi 1«b*. bien puedo n-ogurnrso qm* ha <-aido el
mi h**‘-ho: «pie el teatro infinye en |a sociedad. P e ! "
espíritu 011 deplorable «*nervaoiii|i. Sin e m b a rg o , por
triste qu e " M d e c ir lo , no-olro- li<*mo llegado á tal
ese in finjo, dirán algunos.
... . ó
lo
CS «*»•»»/<*«• In juslri.
Pin’ Irr irt/Vimt CitrOH
« I •/ttslo;
V AMERICANA.
umv hijos de ser prn-
o •ieiUid no la- re. lia ••. \(li d o i c h 'l o " grandes
|iii—
(i. y alli donde hrota la cizaña hay n«1«,*oidatl de
p u d o ib* delirio v do v ' i g i o n z a . Ifur.uiti* largos a ñus
1. -i-., il h.tillar a-i aludia i’micamente á la • n ed io n de
¡•rían arla con mano fuerte. Kl teatro es malo, porque
presen! i la I'rabiad del delito en sil lato evita lile d o--
tod i" hemos nido ens(*ñ»ij* o- *— leiuac- . lodos liemos
I orín i. esto ns, á la genial disposición y traza tío m i h Iiims representaldos. no ajustadas ni sumelidas á los
mid-'Z. porque siembra el mal ejem p lo en l i multitud,
v corno la" aguas del mar M uerto, lleva en sus m e l i -
m is m «id e n v ‘ '. ¡X l.a r«ui -ienci.i púldi'” ! no ha levant -do contra 1.11na ños ultrajo n| grito de su indignaoion!
|iiv-t>|ilns do la escuela i[iir* hoy so denomina c b ;
;X un lieiiiii" arrojado á silbidos á i w
<i >n la misma oportunidad qm* entóneos pudrían
Ii■o- niias na- 1> corrupción á ludo el qUe se |e m e r a.
Ks malo, porque leniem lo clicaci i para exten d er los
iv, 'tirso altura talos versos. Lien «pie aplicándolos á
gérm en es «le repugnante d isolu ción , carece d<* ella
Lejos do o"o . los lientos |i*slejada rodoándolos do pire-
maleria más trascendental ó impnrlanlo.
El no ron formarse las r.nmeilias en sn eronoinía y
para hacer am dde y persuasiva la iMiS"ñan/.a ib* la
riles di'inostniciones do sorpresa v estúpida admir.i-
virtud. Sem ejante asevera ion es en buena lógica in ­
• ion. XI p r in c ip io . las almas déhilo?. á fuerza do v er
desarrollo ron los ránonos ,|e XrisíóhT«?« ú Horario,
el or¡ni *ii a-i enilvelle -id*», lio lo encontraban tan dign o
lo m a l valia lanío en lio a «le Ropo d e X'egn ro m o ir
sostenible. I.ficeso que .d teatro os m alo; mejóresele;
qu e tiene vi 'ios; ro|TÍ jansele ; qu e m i inlluencia es per­
lo j i m i o . podia -in titula i on lrib iiir á e n e e n -
niciosa ; llágasela saludable. ¿ T a n difícil será esto?
"•i froiilo ha i -muí luido por deslumhiMr á lo" homlu-os
el <pmlo. sin
¿N o tenemos un gran e jem p lo que imitar en la sabia
ib- iiil.'lgilia ion di*" UTeglad.i, tocado? de una loca va­
tusar en ello el m enor «laño á la "ociedail ni al a lie .
nidad. ¿ N o
I.o qu e Itoy suele ir más m u irá lojnsl.o, produciendo,
natúrale/i. mae-lr.'i qu e miilca en aíia y que ha criado
I ' e pina junto á I ' ros i ' M ipm ior que d o«'b* hay pote l i ­
no obstante, rituio deleib* en el eslrag.nlo gil lo d e la
ria para e] mal no la hay para el hien . i- dudar de la
héroes ib'l dliuiia? ¿N o henio- \|-'o .'i m is o rih lo " a<o-
m ultilinl. supera en importancia á la forma expresiva
sinos oiulio/ar"o. oudiolosando á la n iu llilu d . ou su
•leí tiranta : es el fin á tpie ésto se d irig e , ya prot uralnlo
bondad divina v ilesculuc'er «pe* e| liiiiiihi'c filé de' ido
i|e 11h 1«■ albedrío pal a «|Ue supiese discernirlo . I."
sanlilic.tr ó disculpar los mayores extravíos «leí ro ra -
ex ce
de un go b iern o ¿probarán muirá qm* todos
« o m i p c i o n poética y ou m i cinisum literario'' ¿ N o
hemos \¡- lo. i*|* lio . al i i iteré apasionado do| púldiro
z<tn v lie la lítenle, ya linseamlo en la iovialitl.nl \ en
los gobiernos son malos Y que lio -e d di" goli -i ii " '
sirviendo do i-orli-jii á onvouon ido)as. v ea i loValilán-
la risa medios <lo proporcionar algún al,raí divo li.tsla
l, i corrupción do nuil rama. /exigirá que em'lomo-: i I
dolos arcos «b* triunfo?... líos pues do in jertar la? más
a lo más olt.'i tMio v repiijn aiile.
árbol por "ti raí/.'
altas virtudes en el Iruuco do lo
tirar nuevas helle/us tpu>
¿Huellen mirar esto rmi indiferencia
>
las personas
, /
fin t
•
i • /• '» .< t i l '
(>• r t i
amantes del Lien publico?
N e v a r «pie id leal.ro es \ lia sido siem pre algo más
infames ó s.m-
jr íe n io " lió m e " do h novóla y «l.*l loalvo! ¿<.>ué digo?
ib* ser condonado,
liemos
1.1 anivola do poesía colocarla en
visto i pcr-onaics i orlados para
IK u ra r ou cárcelo" v presidios, remollar el papel de
miiviires viejo-, rs'i
hloi-aliira ¿no lia imaginado hacer nacer el g e n io del
fP p h 'V l
, /.
1i "lo poner en ac, ion e~ \ moral en lo- n ie n fo s \ d ra-
/ i't'i'h ’ ’
¿ N o se Cnneede acaso, porque es mi h e d ió , «pie el
a l»n "«i «|e I i" pa.siones‘# ¿ N ú e s olla quien ha iuveilladu
la ui u-avillosa fórmula
/!.• on/on 7 </«•««i««? X al oiría,
«pie un m ero ¡n «lru m eu b i de d ive rs ión ; desconocer
Weelhi'r
jóveiV"- alelo Ules |a
¿110 se «liria qm* estas do« cosas son iusepur.ililes,
«pie i 11(1ti ve v no puede mellos de in flu ir en las cos-
inania ihd suicidio.' ¿N o «>• cierto qu e las famosas aven­
que se hallan ligadas ónice si com o cd electo \ la
tu m b res, fuera tener en poro una verdad demosLruda
turas di* lio ,, ( l o í j u l o acallaron para siem pre r«in los
desp,.|
en mu líos
le rrib le y desastrosa elocuencia.
delirios di? 1i degenerada caballería? ¿I.hliéll habrá
causa? ¡E lim o si el genio, qm* e - la inteligencia «-n
« o más dio grado de poder. u<» implicase la mesura
Kquivóennse los hombres frivo lo s , qu e sólo atienden
leído una vez los inórenlos amores do 1‘nhln 7 1 //v///iñ«
en el poder mismo, la moderación en la fuerza, la ilis-
á la superficie de las cosas, al suponer qu e es d e lodo
sin codiciar su- virtu des, rom o el mayor d** h*s loso-
p m í o indiferente la buena ó mala Índole .le la re p re ­
ros posibles? Y s¡ os tan uutahle la inlluencia que
i'iprm aen el arrebato! Eonvciigamos en «pie *?sa es una
teoría cóm oda, ingeniosamente apropiada á la m u lti­
sentación teatral. Natía d * lo qu e hiere de un modo
ú otro la fantasía, nada d • lo «pie habla al corazón ó
ejerce el lib ro en el ánimo del lector, lo mismo para
tud ib? poetas mediocres, do falso-- genios qu e se gozan
lo bueno que para lo m a lo, ¿cóm o no v e rla de la re -
en hacer del desarreglo una condición de talento, y en
ni entendimiento debe estimarse in diferen le. ni ca­
rece ile eficacia para im presionar el án im o en sentido
pri/sentacion teatral, tanto más activa, cuanlo mayor
es e| n úm ero d e individuos á .pie simulláneamente < •
é m p o / ir por no sujetarse á la" leyes qu e rigen á la
favorable ó adverso á determinados principios, á sen­
d ir ig e ? I’ m-s si el teatro influye en las costu m bres, y
m u ltitu d...... No. no o? la gloria; la impotencia y la d e­
tim ientos laudables ó aborrecibles.
Yo bien s e q u e un h om bre com o .luán .1acobo R ou s­
por consiguiente en la sociedad; s¡ tiene l.i mi-ma
gradación son l is qu e so encuentran al térm ino de ese
fuerza para predispotioruos al bien qu e para difu n d ir el
mal. y finalmente, si |.i> idea" morales ruegan á todos
camino v u lg a r...... Nunca lia salido una obra maestra
de la" inspiraciones de la orgia. Si la pasión reglada
os fecunda, estéril es la pa"ion sin freno; es un to r ­
tad de la escena! lia dicho q u e exceden mucho los in ­
consigo m ism as, -egnn la feliz expresión «h* l l i o j i .
para coger sabroso fruto d e instrucción bajo la capa
por los hechos cmi
seau (cuyas ideas no le liarán sospechoso á los «pie
estiman signo infalible «le progreso la absoluta l ib e r ­
proclamar qu e para ser gratule hombre es necesario
rente q u e pasa y d estru ye, una llama qu e brilla y
convenientes á la utilidad real del teatro; y no ignoro
del deleite en los ospeol íi ulos leal rales, sólo o- menes­
d evora...... Kl a m o r , ib* debilidad qu e e r a , so ha m ii-
q u e . lomando sólo la parte exagerada ó defectuosa de
ter depurarlos, enaltecerlos, im p ed ir que la obscenidad
vertiih ie n virtud. X condición d ■ser violento, furioso.
cnanto se conexiona con é l. traza el cuadro d e m i s
errores v vicios con tintas las más negras y pavorosas,
del ( ’. enlátiro manche la pureza de Déyanira.
I irresistible, so ha revestido do (oda clase do méritos
deduciendo, com o consecuencia inevitable, qu e s em e ­
Esta con lición natural d el teatro, qu e asi puede ser 1 y grandezas. Hasta haber amado mucho no importa á
beneficioso com o dañino, según la Índole ib* ¡as obras 1 quin.11 ni c óm o», para que el am or borro por si sólo
jante instilación es nociva. Ktt efecto , si por ley fatal
represenfables. agrava considerablemente la resp on ­
to la mancha. ¡Precepto tranquilizador, qu e cifra en
sabilidad de los ingenio? qu e lo alimentan con sus
creaciones. M erecen , pues, execración y castigo aque­
ei exceso do la p i-ion ia excusa y redención de la pa­
d e su propia naturaleza el
teatro no fuera otra cosa
que lo qu e ha sido entre nosotros de algunos años á
esta parle, salvo honrosísimas excepciones, nadie r e ­
sión misma! A - i lian llegado á ser en nuestros dias
llo." qu e debiendo hacer buen uso de la inspiración • m uy populares las Magdalenas de la novela y del drama,
ii" ya presentándose com o elemento capaz de in tere­
chazaría corno injusta la exagerada afirmación d el lilósofo gin ebrin o.
para encam inar la sociedad al bien, mediante un ins­
trumento tan poderoso com o l is representaciones e s ­
fu e rte q u e no hay nada más pernicioso qu e el teatro
cénicas. "o arrojan voluntariamente en e l fango de
cuando se convierte en instrumento d e depravación
y tira á provocar ó excitar un grosero sensualismo.
vergonzosa abyección, olvidando las gloriosas Ira licio­
sino lo qu e era hasta hoy desconocido» com o m odelo
d " abnegación, de virtud y de grandeza moral. ¿Ouién
nes de la dramática española, por segu ir el rumbo
se sorprenderá, ante ese público olvido de todas las
M ala es la desvergü en za, funesto v punible el vicio,
aunque una y otro se e n cierren e n los limites d e la
antisocial
y asqueroso d e dramaturgos y novelistas
nociones de la coiu-bmcia. d e qu e las costumbres se i o r romuan más cada vez en ciertas clase- del pueblo 11? «
vida privada y no trasciendan al público. P e r o cuando
se ostentan á la luz d ei día y hacen g da del sam'uenito: cuando invaden la pura región d el arle para con­
N o se ere t qu e ex.iger.i. Tréce&ÜÓS h irá qu e la .V- ■demia de Ciencias morales y políticas de Francia coro­
T a l e r a . á ju icio de un insigne pensador . el estado
vertiría en inmunda bacanal, y se tiene por m é rito el
escándalo, v í a s personas honrada- qu e incautamente
asisten á esos espectáculos no pueden menos de salu­
preciar la influencia de la novela y del teatro con tem ­
poráneo en la moral y en las costumbres de aquella
franceses.
naba en concurso público un lib ro consagiado á justi­
sar y conm over, lo cual entra en lns dom inios del arte,
del teatro francés por los años de 18N7. T a n perniciosa
inlluencia ejercía e n la- costumbres d e la nación veci­
na. floreciente p e r aquella é p o c a , la perversa con d i­
ción moral de su literatura dramática. l)o entonces a c á .
1 -i"? de dism inuir . el mal ln aumentado en p r o g r e ­
sión espanto":». Apenas habrían corrillo d o« anos desde
n a c i ó n : pues b ie n . *-n esa obra, donde la m ayor saga­
cidad critica se hermana con observaciones tan p r o ­
fundas com-> verdaderas, leo estas elocuentes palabras
qu e la prim ero corporación literaria d e Francia coronó
á sostener con Rousseau «pie existe ert la« catástrofes
dirigidas á con d es a r la odiosa te rta d e qm- las gra n d>-" p j'io n c - y áun los grandes vicio ", no v ilo son a tri­
el i i b r " á q u e pertenecen lo? párrafos anteriores,
cuando la pluma de otro notable escritor, animado
trágicas d e muidlos dramas un fundo mayor de barba­
rie qu e en las luchas de los gladiadores romanos, y á
butos d e a lin is é inteligencias su p eriores, sino liicnb*
d** elevad.« inspira ion v ib* noble- ••••nfiinienb*4: —
del m i" m o g e n e fo - o e «p ir itu , trazaba el siguiente cua­
d ro . refiriéndose al drama de A lejan d ro Humas, hijo,
presumir que id ver á «¡o- hombres m atarse, e n r o je ­
ciendo orí sangre Iminaii i la fierra. ••« placer m i- in o­
• Funes! >sigilo d«1 iberr.touui intelecto d diré el libro
i «pie ni** refiero «•- qu<* lab*" tewri 1* «4* atrevan i
titulado /." f
cente q u e e| qu e produce la prove* lió--* tvpre-'-ilfac
•I 1 1 á luz
de ellos ruborizadas v contristadas, entonces no iiav
palabras bastante duras para condenar una institución
que asi se degrada y envilece. Sin em bargo, desde est-i
r.
\ " Í ii I mI i m
tl1i«t'\o de «le. ni iHTi I11.0 1 I
re ¡ u 'i n l i '1
:—
Kl escarníalo no •■ou—
MI
LA
ILUSTRACION
ESPAÑOLA
V
AMERICANA.
207
t¡fiive úriii-amente el principal atractivo »le cierta liN•- ral eiirarnail.i en esa odiosa literatura y en e«e arte España rindiese un homenaje »le admiración al ilustre
ritura. -i tío le presta el señalado servido <lc disimu­ esi-éniro envih*ci»lo, »‘stá va recogiendoel acerbo fruto pintor sevillano. Bartolomé Estéban Murillo, cuyo
lar su indigencia v ocultar su desnudez. Kl escándalo ib; su infame proceder. Miramos los ojos, nosotros que nombre está rodeado de la brillante aureola de la ines el Iraj*; de colore« chillones qué »■libreá la cortesana la seguirnos de cerca. Desleiremos »le nuestra escena rnortalida'l y de la fama.
deshonrado....si no existiese atractivo tan hornillo. las locuras enemigas »le la moral ydel arto. Prim-ribavenáis hasta »pié jmnt.o es lodo ello pobre. mezquino. mos las iiuh'i'oniúas . y no tomemos por indiferente
,-asi tonto.... Procuremos, sin embarco, ser justo«. y desahogo d»d buen b'irnor y de la risueña musa »le la ,
EL COMBATE DE NEUILLY.
i,o demos demasiado al pesimismo. Si esta decadencia alegría los vergonzosos mufinlros <1**1 más impúdico y
Preciso es confesar que los insurrectos baten con
literaria es evidente, en camhio noes igualmentecom­ »lescarado libertinaje.
bravura.
pletaen todo... Las grandes cansas tienen lo 'avia sin
Cuando si* están lomudo en todas parles, y muy
Cluseret, el inquieto perturbador de Marsella, ¡dolo
abobados: la religión, la filosofía, la justicia, únicas particularmente en Francia (»pie ayer ini-mo <»■lison­
ahora de las sublevadas turbas parisienses, había »li­
rosas que valen la pena de ser amadas, encuentran
jeaba todavía »!«• marchar á la »•aboza »le la civilización dio en una proclama;
aún defensores. La literatura grave mantiene todavía
»leí mundo i. los naturales resultados »!»• la p»*ruiciosa (
Apresuraos á organizar vuestras compañías de
lasuperioridad con señalada ventaja. /.Sucede lo mis­
guerra,
á completarlas, mejor dicho, puesto que ya
mo con la literatura que se dirige al mayor número de propaganda á que tanto lian contribuiilo las obras (•*»■»'••¿entes, y que se llama literatura de imaginación? /.No nicas de Félix Pyal. y de la infernal cohorte de autores existen; ejerced entre vosotros una política patriótica,
y obligad á los cobardes y vigiladlos. .»
es en ella donde la marea creciente de la medianía »1raináticos empeñailos en trastornarlo todo, coniba'i luego . invocando el recuerilo de los hombres de
amenaza sumergirlo todo?/, N no parece que el mal es lienihi y riiüculi/.audo para conseguirlo »uanlo hay »!»•
I7
!>
3 para irillamar <•! ánimo <l<* los apocados y alentar
tanto más activo, cuanto la forma literaria que invade más santo en las creencias, »1»* más noble en los afée­
más aún á los fuertes, anadia:
es precisamente la que se dirige á rná« vasto público?... los, de más respetable en las instituciones, de má«
« Danton . «*1gran tribuno, exigía audacia á nues­
Kn el teatro, es decir, en id »Irania y orí la comedia, puro en |a< »•oslumbres ,■—nadie podrá razonalilemenle
tros
padres; mulada y siempre alidada. No os exijo
arle »le la multitud, que se dirigí* á lodos ¡mlislinla- desi'oiiuc<,r la inllueni ia »pie ejerce en ellas el teatro,
ónli n y iliseipliua. calma y paciencia : luego también
inenh*, ricos ó pobres, literatos ó ignorantes, la deca­ ni poner en iluda su importancia. A separarlo »le tan
os pediré audacia . y os diré con Danton:— ¡Ciudada­
dencia es completa. Kn él no scmlvierle ninguna hue­ funesto camino, ¡i sai-arlo d»,l tango asqueroso en »pu­
nos, llegó la hora d»* lu» bar por la salvación »!<• la
lla »le »Travos pensamientos, ningún cuidado »!»■ la se ivviielca . para convertirlo en útil nn-dio »!»•civiliza­ patria! •>
¿randeza moral. ningún rayo »le poesía. Kl genio es ción y cultura, deben encaminar sus esfuerzo- los
N esta hora «•s»l»,»ir. la hora <!<• ludían llegó bien
i'i'omplazado jior lili cierto instinto de habiliilail mate • lionihivs »Ir Inicua inleniion «pu* eslimeu •*ii algo los pronto, ilesile que las tropas di* Wrsalles se presenta­
ri.il. »»imparable al instinto arquilerti'inii'o del »aslor. fueros del »'»r»li*ii social yde la lielleza artística. I'.uanlo ron »‘ii son de guerra delante »!»• Neuilly.
Miarle, euaudo se digna mostrarse en la eseena, se se prediipie yescriba con tal obj»‘lo será poco, atendida
I.ra »•! 7 »le Abril, y los batallones republicanos sa­
»•leva únicamente á la altura »!»• la fotografía \ d»d »l.t— la gravedad del mal y l<>mucho »pie importa ponerle lían »!»• París (véase d grabado interior <!»• la pág. 2011»
('iii'rreolipo. A ilecir ventad, en el teatro es donde v,. pronto remedio.
en dirección »1»* Neuilly, eiilusiasmailos por las arMANI'I.I. C añete .
lian lijado alióla las columnas de Ilémili's »|e la ih*eailii'iiles alocuciones de sus ¡»des; inicióse el cómbale,
•lencia literaria ( I). •*
y los soldados de Vinoy atacaron resuidtainenle las
Comentando las anteriores palabras, á lia »I»* <pu*
posiciones de aipiellos.
MONUMENTO Á MURILLO.
apremliésemns en cabeza ajena, ya que ilesile lia»-»1
La sangre corrió en abundancia; y el éxito, aunque
Años hacia que »‘I Kxcino, Ayuntamiento »le esta
rnnclios años liemos seguido tanci»*_ramenl<* las huellas
el triunfo perteneciera á las huestes fieles al gobierno
»leí teatro francés, o« rilna yo por aquel entóneos;— corte abrigaba el proyecto de erigir un sencillo monu­ de Versalies, fué «le bien escasos resultados; los in­
«Sin duda que á la larga será también perjudicial á mento al insigne pintor sevillano Bartolomé Kslébpn surrectos ocupan áun la puerta Maillol, y el telégrafo
los sanos principios que algunos autores de la plévade Murillo. gloria imperecedera de nuestra patria.
ro lia »l i bo últimamente »¡ue la lucha se renueva sin
Pero este laudable proyecto no se realizaba ; y aun­
reinante dicen que quieren defender en la escena, la
cesar.
equivocada riocion (¡ue tienen »le las ver»lad»'s morales que una esbelta estatua del egregio artista había sido
París entre tanto ofrece un aspecto siniestro.
y religiosas. Kl error franco y sin máscara (sobre lodo regalada por el distinguido escultor »Ion Sabino Medi­
El estampido del cañón resuena sin cesar, y aque­
cuando llama en su auxilio el atractivo de las imáge­ na al pueblo de Madrid . éste veia pasar los meses, y llos mismos franceses »pie se asombraban de que los
nes poéticas, y apela al oropel deslumbrador, á la loca áuu los años, sin que se diera principio á las obras alemanes bombardeasen la gran ciudad, no tiemblan
frondosidad en que desperdician su savia imaginacio­ necesarias para la construcción del sencillo pedestal boy al aplicar la mecha á los cañones que lanzan sus
nes enfermizas) causa grandes niales; porque los en­ proyectado.
proyectiles sobre el Arco de Triunfo, y despedazan la
Por lili, á las diez de la mañana del dia 3 del cor­ cúpula «leí Panteón.
tendimientos sin lastre se dejan fácilmente arrebatar
»le tan falso brillo, y los incautos seducir »le halago tan riente, tuvo lugar la solemne inauguración de aque­
»■Kn casi todos los barrios ricos ó comerciales—esmentiroso. Pero estos males se pueden evitar cerrando llas, en presencia de comisiones del ayuntamiento, crihe un corresponsal—están cerrados los almacenes
nidos ála »lecheada seducción del error») do la doctrina diputación provincial y milicia nacional, del señor y las calles desiertas; en los boulevares reina la soleantisocial, cuya franqueza suministra los medios de director del Museo de Pintura y Kseultura. el de la dad, yen los f a u b n u r g s más animados, el silencio:
precaverse. Contra loque no cabe precaución en cierta Academia <l<‘ Nobles arles »]*-* San Fernando, el del sólo transitan guardias nacionales rezagados y muje­
dase de gentes, ymucho menos en el vulgo »le los es­ .1ardin Botánico. v otros señores invitados al efecto.
res exasperadas ó derramando lágrimas.
La prensa política estuvo igualmente representada
pectadores, que no so pára á investigar la verdadera
V lo peor es que el hambre, otra vez el hambre con
significación é importancia »le las rosas, osen el error por algunos escritores; pero á los periódicos ilustra­ todos sus horrores, está llamando á las puertas de
•pie se cubre con capa de verdad, ni en la verdad in­ dos no se los hizo invitación especial, ó debió do ex- esta desgraciada rinda»!: corladas las comunicaciones
completa. mucho más perjudicial á veces »pie el error traviarse en todo caso, antes de Hogar á nuestra re­ con las provincias, témese que muy pronto faltarán las
mismo. Afectar un sentimiento que no se siente, pro­ dacción, la destinada á La Iu 'STRac.ion Española y provisiones, y los artículos de primera necesidad al­
clamar una verdad enque no se cree,»'» de la que no se A mericana .
canzan un precio fabuloso, un precio imposible para
Firmóse el acta de inauguración por lodos los asis­ la mayor parte »le los habitantes.
*3be dar uno razón exacta, es tanto más ocasionado,
'■’lauto que la ignorante multitud toma por moneda tentes. v l’ué encerrada en una caja »le zinc, que «e
Porque todas las personas pudientes lian huido,
corriente esas mentidas ideas religiosas y morales, tan guardó, según costumbre, en ol centro de la primera aterradas con las exageraciones demagógicas, v sólo
poco en armonía con los principios de la religión ver­ piedra.
quedan en este recinto »le desdichas las familias me­
Ll alcalde popular. K.xcnio. señor »IonManuel María nos acomodadas : rómpense uno á uno lodos los lazos
dadera como con las fecundas doctrinas do la moral
social, en cuya recta aplicación estriba la mayor dicha .losé de Caldo, dirigió la palabra á los concurrentes, de la vida social, y puede observarse aquí, en esta vo­
denaciones é individuos....Lrge buscar atinada solu- haciendo la historia de los trámites »pie lia llevado el luptuosa y alegre París de otras épocas, los funestos
f,on á un problema literario, lilosólieo y moral de provecto de erigir una estatua al inmortal pintor, y sintonías que anuncian en el hombre la proximidad
1'ota trascendencia. Las personas de ilustración v también pronunció un bello discurso el arquitecto se­ ,de la muerte.-»
'mena fé deben formar empeño en levantar diques ñor Lois é 1barra, »pie lia bocho gratuitamente la di­
¿Quién se atreverá á señalar el fin de esta suprema
Ln-J contener cuanto antes un nial del que la genera­ rección J'- las obras »leí pedestal, con la condición de crisis de la Francia?
lidad de las gentes no hace gran caso, pero cuvo des­ que en él se inscriba el nombre de su padre, autor
------------------- ------------------------------------------acollo contribuye elicacisimamenb? á engendrar terri- del primer proyecto.
líos años hace que en las columnas de h . l M u s c o
l'les catástrofes. y de tales consecuencias que traspaLA JORNADA DEL 3 DE ABRIL.
l
'
n
i r e r s a l publicamos una copia »le la bella escultura
v,n los limites de la previsión humana i2i. ••
Véase el grabado »le la pág. 208: en él está repre­
Ll dia de las grandes catástrofes no se ha hecho es- del señor Medina, y por eso hoy nos creemos dispen­
sados
«le
reproducirla;
n
o
se
pasarán
m
uchas
sem
a­
sen
tada la sangrienta escena ocurrida el 3 de Abrí
!'erar rnuclio tiempo; once años son un punto en la
nas.
debem
os
esperarlo,
sin
que
el
m
onum
ento
se
en
las
llanuras do Nanterre.
«le la« na» iones. La propagadora de la inicua mohalle enteramente concluido, y entonces ofreceremos
Los insurrectos parisienses, en son de agresores
á nuestros suscritores uu dibujo que le represente contra las tropas de Versall»*s. intentaron un vigoroso
«O Km ■•(!•• ¿M ............ .. ■■
fn
(lie,culi •
con lidcliila»!.
.■»laque contra Chátillon. Memlon yol Bnjo-Meudon, v
. I
..... - ii•*•- •ii /■ i
i
(i
•fc ' C .
I'or I»» demás , tiempo era ya de que la capital de I la- l*atería< d»*l imponente Mont-Aajerien, ocupadopor
i
j
LA I L U S T R A C I O N
L S P A NO LA
V A ML R I C A N A
N.° M l
VISTA liF.
OK P A R IS —to? bojo- 5<U P EttUi\D'
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U - I U M tu- Dt N*NTEPPE POI ti I I t
lit ! Mi'M-VAI i i 'i \
LA I L U S T R A C I O N
N.° M l
ESPAÑOLA
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44
4
V AMERI CANA.
LA I LUS TRACI ON E S P A Ñ O L A Y AMERI CANA.
21(1
'oblados fiel«*« á ln Asamblea nacional francesa, vomi- ;
Probablem ente se trata de un cipo ó edicula funera­
la ron la muerto y el estrago on las lilas do aquellos. , r i a . á que pudieron pertenecer las dos lápidas prece­
dentes: en cuyo caso Porcia v Severa serian como S e r­
que estaban inarulaflos por ol lamoso ClnsereL
Duró la ¡ornada hasta ol anochecer. y no os posible
fijar exactam ente el ni'unoro do las victimas: la gran
fortaleza fuó ol cruel verdugo «le los sublevados; \
dada su posición formidable, la buena y bien sorvida artillería de m arina do que eslán orizados sus
m uros, y teniendo on cuenta que la columna republi­
cana. mal formada en pelotones, caminaba á muy
corla distancia del fuerte, no es aventurado suponer
que las bombas del M onl-Yaloricn debieron do so m ­
brar ile cadáveres las cercanías de la villa ib- N an -
lerre.
gio y Lucio E m ilio, de la familia de Montano.
De estas cuatro inscripciones ignórase el actual pa­
radero. A ellas me cabe la suerte de añadir otras ' 1 < ,
que divido en tres secciones. Consérvansc desde há
largo tiempo en el Museo provincial de Corona. Délas
dos primeras secciones envió calcos á Madrid, belmente
sacados á mi ruego por el distinguido escritor don <'.Em­
ilio Enrique turbal . correspondiente de nuestra A r a ­
mia de la Historia, y secretario de la Comisión de Mo­
numentos históricos y artísticos.
I. i .a p i h a r i a s .
debo batallones lanzáronse en ol cam ino de Cuoil.
v lies do ello s , el t í L " , ol D2S." y el 1SX.", sufrieron
por espacio do cuatro horas ol mortífero fueiío de los
cañones de la fortaleza: áun ol general Dorare rol, olio
I
ÜÍJÜ TI \ 111
I* A Y L I . A
A KM I LI \
II ■
Item óci’ilo .
S .
hijo de Niis/i'n/n,
E m ilia .
el marido, y la m u jer de alcurnia ro m a n a , según lo
indican sus nom bres y las letras m ismas con que é s ­
leyó Pujades flíá. que bay
que com pletar como lo liemos h e ch o : y mal hizo F i ne.stres (¡I ) en leer 2 »srs*T»o. L a forma arcaica ( 4 de
nos recu erd a la época de la cual dijo Livio (T>):
"T e r tiu m genus R o m a n i c o l o n i ab Divo Caesare post
devictos Pompeii 1iberos adjecti. N'unc in corpus unum
confusi o m n e s ; Hispanis p r iu s , postremo el t i r a r e i s
in ci vi Lalem romanam adscilis.
O ;i
L - A E MIL10
MONTANO
BACA S I T A NO
L A C E R I L IS F
Il
S E
A
L a cio E m ilia
M ontano
,
n a tu r a i d r R àcasis. h ijo
E s el ùnico epigrafe romano que nos queda mencio­
nando la antigua
que Tolom eo coloca entre los
Yaccetanos. De las dos leyendas que da Yillanueva ni),
bay que escoger la que reliere este au to r d e v i s a , aña­
diendo que la lapida e r a un mármol de un palmo de
largo y medio de alto.
¡li­
S e r y i i t M o n t a n a . A q u í yace.
4c*
P O R C IA M E F E C I T
S E Y E R V GERYND ENS1S R E F E C 1T
A - YI • A - IX
P o rcia m e h izo . reb izó m e S ev era , n a t a m i d e G ero­
n a . F r o n tis , seis p ie s ; la d o , n u e v e .
( |) llñBSKB. K|iigra|itiischc Itciseberichte au» Spamen inni
Portugal. Ausziig au-deu MeiKitsbericlilen (ler Kónigl. \cadeinn» der NVissen-chaitiMi/u IT-rtiu vou iSiVI un 1 |sj‘.|.
(*»> I í*. -J.
i ¡> ■>»:. tuo.
\\\iv. U.
Ili|
\’i , n r l
l
!
r
,
\U .,,V W.gS
M u rim a , p or
razón
de ln jivsta
legionaria, consagran este motínnienlo l a s r e . i i l a r i o s d é l a l . c y i n n vil G e m i n a F e l i z .
q u e están l i a j n e l y n h i e e i i n d e . l a a i a l ¡ c i a r c e n t u ­
n a ta l¡rin del liqn ila
r i ó n d r la I c y i n o
I.
I «i. f 1’.
m
I lo s d ia s e s M im e s . P n U h a M i n i c i o A ¡ensilada
esto munii mento ó su b e n e m é r i t a e s p o s a P o r c i a
ea r is. S é n lr la tierra tije r a .
\ ¡rió con sn
hizo
F.u-
m a rid a
. ..
Il KO S ,
sn h red ie h a .
Es mi ara rii.ulrangiilar de piedra berroqueña, d e s­
Atendida la gallardía de sus caractéres, este mármol
mochada en su coi'on.uiiienlo y asentada sobre cu a ­
drado zócalo de <I. E i" 1 por lado. Su altura mido l.íll'n .
La cara que contiene el epígrafe está gastada en su
Illanco parere del prim er siglo. Eálíale la tercera parle,
corlada en la dirección de la altura, que mide n . l¿ X " \
Se habrá notado en los nombres de los cónyuges la
las otras
tres son perfectamente
En rni
E p i'ic a fia
rom ana de
León
mescolanza de los apellidos griego y latino, á a liemos
visto otra Porcia en la inscripción cuarta.
7. -'
( i ) , valiéndome
que la legión v n . fundadora de aquella ciudad, regresó
á España para este efecto pocos meses después que
buho recibido en l'mipi, por sanción del Senado, los
dos gloriosos dictados <!■ • G e m i n a y de F e l i z . Esto úl­
timo pasaba el dia prim ero del año 7 0 de nuestra era.
El titulo de G e m i n o entrañaba su reorganización ó
fusión con otra leg ió n , como ella feliz y victoriosa;
pero también horriblem ente destrozada en las sa n ­
grientas luchas que sostuvieron contra Yilelio para
poner en el trono á Yespasiano. Si asi fné . en aquel
dia se le hubo de entregar el águila sagrada, y su ani| versarlo es el que celebra nuestra inscripción votiva á
Júpiter Optimo M á x im o , á cuyo dios estaba consagra­
. . . s a r • r. ? OMae et A n g ..
ter intimo de la le g ió n . que por antonomasia se llamó
H i s p a n a ó I b é r i c a . que nació ó <e reclutó en nues­
8. »
Aun
X
__ de edad de
d iez
T
niños. S éa l e la tierra lijera.
inscripción.
O.»
K
ma XI NA
...b ija
d e...
. . . R 11A Y. . .
CORN....
11 Mi l . . . .
I I . »
\ NI. ..
SER...
NYC...
V I.'
i 1- n
0
>/•
i
.in. J-.;,
...I
AoW'i/jin__
d e la le q io n
L - VÌI
v ii
gèmina feliz...
RÌC­
C I A . . ..
SEP....
11. T.VTF.nir.t.AS.
Democrito
i.l< OKNIo I.KO Vil i.-l i. \1
. ii M i» M >( *1.1 INMi. lo
I ’I ; \¡ I • *I; I etc. t . \ u n •
I
. . . OR B AN
g HM
11 Leon. ISiííl. p.ig. iU .
i -’ i I I >>i iv. 8.
*
1
(."•>
\h¡ r i m a .
10.»
bifurcada en Oriente y España: pero es constante que
ambos docu m en to s, tales como lian llegado basta nos­
otros . son de fines del iv y principios del v siglo. En
cnii ic I.'I l-llitliill - a. 111{.. •••»■.•
('!
t - s -1.
Con este fragmento de mármol negro hay otros que
guarnecían bis bordes de esta lápida funeraria. Des­
graciadam ente se lian [tordillo los que completaban la
tro suelo por Callia, y que formándose constantemente
de españoles, estuvo de asiento en nuestro país hasta
la irrupción de los bárbaros. El I t i n e r a r i o d e A n t o n i n o y la X o l i c i a d e l i m p e r i o r o m a n o ya la ponen
L a legión no tom ó el titulo de P í a sino hasta prin­
cipios de! imperio de Septimio S e v e r o : y desde e n ­
tonces este dictado figura constantem ente en sus m o ­
numentos ó . Asi que la fecha del ernporilano está
com prendida entre los años To y 1 0 5 de nuestra era.
La forma d e sú s caractéres parece indicar la época de los
Antoninos. Durante esta época, por vexilarios de la le-
?j
...S a ce rd o te de R om a y de Augusto V )
La forma bell isi ma de sus dos grandes letras hacen
lam e n ta rla pérdida del insigne Monumento de piedra,
á que perteneció este fragmento.
ga que m enciona el Génio del pretorio de la legión, v
puede verse en el tomo xvi de la E s p a ñ a S o a r a ­
d o i i i.
MONTANA
H - S • E
i.'o
llp lim a
mérito y valia no llegan á nuestro m onum ento sino
e l 3 0 . " que descubrí en León i 3 ) , y el otro de A sto r-
s e r li a
VIo m u - c s , |; 11•-111 Mii'Ciitn V
I)
P O R C I Ae Euclia
RIDI o 1 ‘ Minici ( V i
YS NlCosIralus
\ \O R i
bene
M E l! l l a r
fe
C1T ? T r I ■ s i
Y I M T CYM •M.NRHo aun- • ■
da el águila. Desde este punto de vista, nuestro m onu­
mento m erece considerarse com o n a c i o n a l , por ser
el único en todo el mundo que nos revela este c a r á c ­
•l e L a c e r i l i s. A i f u i y a c e .
ili
(».=*
sobre lodo de un pasaje de Tácito T il. traté de manifestar
Indudablemente eran co n so rtes, ¿le estirpe griega
P an ila
.lá p iter
.\n u¡
yacen.
tos se escribieron.
bemos por nuestra lápida que uno de sus destaca­
mentos ó com pañías, al marido de Junio V íctor, y á
mediados del segundo siglo, moraba en la noble A m púrias.
O - M
lisas.
P a n ia
, e e x i l l u m 1 particular, y estaban exentos de cualquier
otra carga que no fuese ir contra el enemigo. Ordi­
nariamente se acuartelaban en las ciudades más ricas
y florecientes, como premio de sus servicios;1 y va.sa­
. v i l r; v
Y It
f . Y 1« \
iYNI
VICTO
l i s “ LEE. El
u SI) OU
NA
tai.KM
Ai.iVII.M’.
ángulo izquierdo;
s
apaciguó el tumulto en ellas suscitado por haber T i ­
berio intentado violar la norm a Aiigustea ( i ). Según
lligino. que escribió en tiempo de Trujano , no pasalian de Atin á (ilio en cada legión. Tenían su bandera
ie c
.1
AI I Vi >kl'IT:;
conforme á lo dispuesto por Augusto y á lo pactado
por Germánico con las legiones de G erm ania, cuando
S
I.a pobre I*1rancia se despedaza hov cru elm en te, co­
mo <i no fuese Indavia bastante doloroso ol nomo cu a ­
dro que presentan sus desgracias.
Lápidas romanas del verdadero municipio de A m ­
ponas ( IMIIOIMM, l'MI’olilAi: ) no se conocen a n l é n l i c u s sino cuatro | ), conviene á sa be r:
gion sp entendían los e x a . n e t o r a t i . que habiendo
cumplido diez y seis años de se rv icio , debian servir
todavía otros cuatro años para llegar á ser veteranos,
Y EX I L E A T I)
do los joles in su rrecto s, tuvo la pérdida do dos caba­
llos, y sólo debió su salvación á la imposibilidad do
sor perseguido por los soldados leales.
INSCRIPCIONES INÉDITAS DE AMPÚRIAS
N.° XII
* I.
i i \ Vi i
i.! Nlo
fl U'llclt
i 1i M - - iidil dui \ iIl fil i -1 •cu'li.i incliti-: <•r i i i i i l i ' V i i r i
■| n vti.i ti ni !—• ni . :i i*. I • / '»t . • '• i • • n i i . i i-li'i .n mu m i­
— lii-i je
in ¡t h •*?•< 1\ li" i . ' \ ii.
i. umui ''iiM- >i i tuM'i. 11 i , i , • ItlMS
i
iiiiiiii
m
LA
V o XI I
ILUSTRACION ESPAÑOLA
Esta estampilla se halla en ilos ladrillos. Gompáre-o
,.0n In inscripción primera.
IT», - ir..'
cu • doM ITK »
c a l V I N n
rn v a l e r l o
mes-ala - co-s
('. N • I) O m i t i o
M r CA L v i n o
COS n 'K r m n c
A ■!’( »Ll.ioue en«
K'le fragmento de ladrillo, hondamente grabado por
.naba? raras, se puso probablemente entre dos gran­
des ánforas para marrar la respectiva lecha del gene­
voso vino (pie contenían. A esta costumbre alude el
conocido verso de Horacio: O n n t n m e e n m rom-ufe
tl i n t l i n ! r.iien Pom ici» ( ’.alvino, hijo deM arco, filé
cónsul por primera vez con Marco Valerio Mésala, y
por secunda vez con (layo Asinio Potion, durante los
:,íios ¡Vi y di» antes de .1. ('.. Mide nuestro fragmen l o d e alto. Su- cann léres -un puros y propios
«le aquella época.
17."
PAVI.i
III'
l 'i l i l l n .
Kraím enlo, eiivn rotura t o rre Iré ia id I'm de la insri,i|iciou.
IX.i •( «|
rimo.
III
1 STAMI'II.I.NS CKIÚMII
WIN
«-Atino ó plato.
til.»
•_>il. • A \ T I
Ira guíenlo de id.: «
id.
‘21." AT El
•
j -j i J EVI. VI
id.
q;¡
CEl.SI-n
¡d.
.)1
C SA API
id.
id.
I.VC
id.
‘21i." MACI
27.1 M NIMIA 1
id.
us.« M OD KS(li)
id.
2D. i MMIENI
id.
:*(».=• W AT E l. 0 lamparilla.
:il. • DE- P A lü N l pátera.
:i2. ■ O F - AS! NI
La Comisión de Monumentos no posee en su ar­
chivo ningún documento escrito (pie atestigüe la -itnacinn y fecha lija del hallazgo de estos preciosísimos
monumentos. C.onsla. sin embarco, «pie vinieron de
Anipúrias, por tradición oral, y por las tarjetas con <pie.
largo tiempo hace, se exhiben al público.
F id e l F i t a .
(¡«•roña a «!«• Marzo tío 1?~1.
GIBRALTAR.
Con razón lia dicho un escritor distinguido rpie la
palabra Gibr.ilt.nr resuena con doloroso eco en el co­
razón «le bis españoles.
El i de Agosto de 17tH enarboló el almirante Piooke
la bandera de la (irán Bretaña «obre las peladas rnm1-res de aquel histórico peñón, y boy todavía, después
deciento sesenta v siete años, cuando ya lia eni do del
sólio de San Fernando la dinastía de Rorbon. causa ó
pretexto de una insigne perfidia, de una perfidia pú­
nica , la bandera inglesa ondea en la- torres del inex­
pugnable .baluarte conquistado por C.uzman <•' f í n e - i o
)’ P°r Alonso de Arcos.
Pero desde hace algunos años se ¡vita en luirla Ierra
tina cuestión extraña— extraña, decimos, si se tiene en
cuenta que la moderna Cartazo, profesando la doc•rina utilitaria de la propia conveniencia, prescinde
P°r completo de lo- principios dominantes en el dere­
cho internacional, y ha rechazado siempre en la cuesb°n de Gibndtar lo mismo que lia defendido y apo­
yado con todas su- fuerzas en Grecia é Italia.
I n catedrático de la universidad de O x fo r d , mons,pur Golwin Smith, lanzó á la pública discusión, cu
* ^ 7 - la té-i- que -'vite:
‘ /.La con-ervacion de (iib ra ltir es perjudicial para
Gran lhvlaña?««
^ 'd sillín p i o f i - o r contc-ló rc-ii'dt miente
Y AMERI CANA.
— L o e s , y Kspaña no- aborrece además por esta
detentación indiana.
Pero la voz di* M. Smilli im tuvo eco. diñase lo que
se quiera, v á jiesar «1c los esfuor/ns de algunos Inic­
uos españoles. y i:n obstaulc la opinión de no pocos
hombre- importantes de la Gran Ibelañu. cu G i brollar
;v rgüenza causa repetirlo!— ondea todavía el pabe­
llón ingbV.
•'«ibrall; r fue siempre una plaza española, un pe­
dazo de nuestra patria recado c<>n sanare de valientes:
Alonso Pérez de Guzinan, e ' B u e n o , conquistólo en
l'.ió'.J: y si le recobró mis larde el esforzado Mabomed IV. rey moro de («ranada, volvieron á tomarlo
en breve los fiero- soldado- «pie acaudillaba el valero-o alcaide de Tarifa, don Alonso de Arcos: y cuando
cayó la dinastía austríaca, por muerte de aquella
momia coronada que la historia distingue con el nom­
bre de ('.arlos II . <•/ /l e i ' h i z a d o . todavía en las torres
de (iibraltar Ilutaba el pendón castellano.
Eran los primeros años del - v io xvm.
Ilo m illo guerra sostenían los españoles para alla­
nar el camino del trono al fundador de la dinastía
borbónica; v los ingleses \ holandeses, interesados
más aún que el imperio auslriaco en oponerse á la
publica absorbente de Luis \1\ de i-rancia , lomaron
parle en la saiv'i'ienla lucha al lado del principe (/ir­
los, el competidor d«' I elipe \ .
( «ilii aliar, e-e piñón tajado que domina el turhuleulo eslrei'bo. era objeto «le la codicia británica, \
baria el mediodía del I." de Agn-lo de IT'»! anclaba
«•n la balda de la morisca plaza una imponente escuadi;i aiiglo-hol,unle-a . de sesenta tiuque-, mandada
por el famoso almirante llnoke. con tropas de desem­
barro á las órdends de| principe de Parmstadl.
Este c*ra portador de una caria que el archiduque
('.irlos, pretendiente á la corona de España, di ripia á
los ciudadanos de ( ¡ihr.dlar, y en cuya carta queso
conserva en el archivo de San Hoque) se leia este
párrafo:
<•..... be tenido por bien de deciros corno el almi­
rante llooke, peñeraI de las armas marítimas de
S. M. II..., Ilepará á ese puerto vos dará esta mi rea!
carta, y... pasareis luépo á aclamarme y á hacer que
lodos los pueblos circunvecinos , que estén bajo vues­
tra jurisdicción, lo ejecuten en la misma conformidad,
con el nombre que todas las potencias de Europa me
reconocen por legitimo y verdadero rey de España:
con que el emperador mi señor y mi padre me pro­
clamó en su real corte. que es el de Carlos I I I : asepuráudoos y empeñando mi palabra real, si asi lo
ejecutáis, os serán puardadas vuestras exenciones, in­
munidades y privilegios...»
Pero la escasa guarnición de Cibraltar— cien hom ­
bre.- apena-, mandados por el peneral don Diepo de
Salinas— desoyó las pretensiones del archiduque aus­
tríaco. y rechazando la intimación del principe de
Pannsladl. apercibióse [tara la defensa, y tal vez para
el ataque.
Cien altivos españoles pretendían oponerse á una
escuadra de cinco mil cañones y á un ejército de
veinte mil soldado?.
1.a plaza capituló, sin emharpo: en el corto espacio
de seis horas lanzaron lo- sitiadores quince mil pro­
yectiles de prueso calibre; y el peneral Salinas, rin­
diéndose necesariamente ante aquella inundación de
fuepo. salió de Cibraltar á la cabeza de lo? bravos es­
pañoles con armas, bagajes y artillería.
La ciudad de Guzman e l B u e n o quedó por los in­
gleses. pues el almirante llooke mandó arrancar h
enseña austríaca que había enarbolado el principe de
Darmstadt. y tornó posesiou de la imponente fortaleza
en nombre de la reina Ana.
i* E! único titulo de la posesión de Cibraltar que puede
alegar Inglaterra— dice muy oportunamente nuestro
amigo el señor Canalejas y Casas, en un bello estudio
histórico que tenemos á la \i-ta para coordinar estos
apunte?— e- el raspo de perfidia púnica del almirante
llooke . la traición que hizo á sus aliados . la agresión
cometid.i contra <d principe de Darm-tadl . general en
efe de la- tropa- que batallaban por C irios 111."
1'« i ■* i*l fundador de la dinastía borbónica -ubi«'« al
21 I
trono de Isabel l a l ' . a t ñ U r a cediendo al inglés aquel
pedazo querido del suelo de la patria: y el tratado de
I trocid, Aun considerado corno una suspensión de ar­
ma-. será siempre y por esta causa un padrón de ig ­
nominia para el monarca español que sancionó la ra­
piña inglesa.
En vano «1 mismo Felipe V. arrepentido de -u cul­
pable li «•iv/.a. deseó reconquistar la plaza, y en vano
también dió ié á la solemne promesa, hecha por Jor­
ge I , de que aquella seria restituida á la corona do
España: en vano el marqués de \ ¡Hadarías y el conde
de las Torra« intentaron recobrarla por la fuerza de
la- armas; en vano cd ilustre Carlos III la puso largo y
porfiado sitio. ■
¡Cibraltar es lodavia . después de ciento sesenta y
siete años, una fortaleza ingle-a!
Eos grabados que publicamos en la pág. 2<>í lian
motivado los muy ligeros apuntes históricos que pre­
ceden: el primero de aquellos es una vista general (fi­
la plaza, v el segundo representa una de las baterías
colocadas en las murallas y obras de defensa.
Concluiremos con un bello y patriótico párrafo del
distinguido escritor ya citado:
««Cibraltar es un bolétou permanente en nuestra
mejilla, y asi la afrenta no se podrá borrar de nuestra
memoria. No hay plazo que no se cumpla ni deuda
que no se pague. La nación que esperó setecientos
anos para arrojarse sobre (¡ranada, sabrá esperar."
BARRICADAS
I.N LAS PLAZAS DEL HOTEL DE VU.I.E Y DE VENDOME.
En el nú mero anterior hemos dado cabida á un
grabado que representaba la sangrienta escena que
tuvo lugar en la plaza de Vendóme al pasar por ella la
manifestación de los amigos del orden. Muchas, pero
lodavia más horrorosas escenas han teñido lugar desde
entonces en c-a desgraciada nación, que está ofre<iciido boy al mundo el espectáculo más desgarrador
que lian presenciado los tiempos modernos.
Todos los dias el telégrafo, con su lacónico lenguaje,
nos da noticia de nuevas victimas causadas en esa lu­
cha fratricida; de nuevos escándalos y atropellos, que
pocos dias después los vemos referidos en los perió­
dicos franceses con los detalles más espantosos.
f n dia nos anuncia combates como los de Cháleau.
Piceon, Colombes, Asnieres y X eu illy; otro, asesi­
natos como los de los generales Tilomas y Lecomtc:
otro, saqueos en los templos y casas particulares; otro,
arbitrarias prisiones, acompañadas de las circunstan­
cias más terribles, por el solo delito de no figurar los
nombres de los apresados entre los adictos á la C o m )»U )U \
Tal es el espectáculo que nos ofrece boy la nación
vecina, cuando sus hijos debían más (pie nunca estar
unidos como un solo hombre, para conjurar los males
que á su patria lia acarreado la guerra con Prusia.
Pero no entremos en consideraciones, limitándonos
á describir brevemente el aspecto que boy presenta
París.
Convertida esta ciudad en un vasto campamento,
parece que se observan en ella los síntomas precur­
sores de una gran catástrofe.
l.os comercios cerrados, las calles desiertas, corta­
das las vías de comunicación, y con fundados temores
de que muy pronto falten las provisiones y sufran el
azote del hambre que ellos se imponen ahora, y que
no hace mucho lian sufrido durante el largo sitio de
las tropas del emperador Guillermo.
Vean nuestros lectores el grabado de la pág. 201. y
por él podrán formarse una idea del aspecto que pre­
sentan las principales calles y plazas de París.
Dicho grabado representa una barricada levantada
por los partidarios de la C o r a m u u e en la gran plaza
del l i n t e l d e V i l l e , la que tal vez será teatro de san­
grienta- escenas.
El grabado de la pág. 20.*> es también una copia de
¡.i- barricadas que los insurrectos han levantado en la
plaza de Vendóme, centro princip.il. al parecer, de la
defensa de! recinto interior di- Parí-,
212
LA I L U S T R A C I O N
KS I WÑOL A
V AMERI CANA
N.° XII
tenere á los tiempos ile Enrique V II. y
se llama el viejo estilo de In/lalerra,y
está construida con grande« ventanas e„
la planta Laja del edificio, ú fin de recoger
toda la luz posible . en los dias de espesa
niebla, latí comunes en aquel país. á la
manera de la mayor parle de las quintas
inglesas /' a f u i - I I m i s s i •
F.l grabado señalado con el núm. 1 re.
presenta la alzada de la v i l l a Tudor y **|
plano de la misma, y según se ve, está
perfectamente acondicionada para las ne­
cesidades de una pequeña familia.
\ . sala principal de la casa, y 11, co­
medor: ambas piezas, con grande« venta­
nas en el fondo, son de ÜX pies de longitud
por l<i de latitud . y excusado es decir que
en el mismo «i* encuentra una larga co• ¡na con toda« las dependencias necesa­
rias, habitaciones independíenles y dor­
mititi ios para • i .idos, etc. Fu la parle in­
terini «e observa una escalera que con­
duce á nica- hahilacione superiore«, des­
tinada« igualmente á dormitorio-.
I.a fábrica es ,h- ladrillo. \ la in nanieiilaeiciii tur­
re-pondo e\|i irtamente al e t ilo que va líenlo- indi'a d o , ¡ii< luso la del tejado del edificio.
tilia ra a semejante á o«la lia -ido nnrdruidu cu
I trvon-Sbire por el conocido .irquilci lo ingló« M A rllmr M**e. babieiido • o-I nlo como una« litio libra- o- tollinas; pero en la v i l l i Tuiloi «e lia /a-lado una
■lima • a«i doble.
I.a plaza de Vendóme jfuó roii-lruida
por Lui< \1V. y en el centro se eleva la
lamosa columna imperial de bronce. Le­
cha ron el metal de los cañones lomados
á los enemigos de la Francia en las guer­
ras de la república y del primer Imperio.
Orgullo do lo? parisienses, no sólo por
el mérito artístico que pueda tener, sino
por los hechos gloriosos que recuerda, la
columna Vendóme parece ser hoy inóren­
le objeto de la saña de los insurrectos.
Fn decreto ha expedido la l ' . n n n i i n m *,
concebido en estos términos:
••Considerando que la columna imperial
de la plaza de \ endñiue es mi monumento
de barbarie, un símbolo de la fuerza bru­
ta y de la falsa /'loria una alirmaciori del
militarismo, una negación del derecho in­
ternacional. mi insulto permanente di- Le
vcncedon s á Lis vencidos . un alentado
perpéluo á uno de los ices /c,miles peine i plus de la república lV:uice«a' la I f u l r f
iiiihiil
la ( '.nui , , i i t i t f decreta . ••
lierrel.i que la columna -en deiaib da. fundida \
vendidos Lis niel.di en pública - uLa-la.
,d Ulieii lie exlraña. pn -i Midiendo de olías coitshlel.aciones, que lo- demagogo pal l«irn «e« imoqileii la
fraternidad, lo- a e-iun- de t'.lemonl Tlinma \ l.ei ilililí* lo que. a| d n ir de la pico a |olilii a tu dan :¡
1 — V íIIm I h.I.iV
v j'Lmtj ln»j.i .
iln-Ir** pen-ador inglés
pero bien raros pagan su«
crimenes l'.iri' y la I rancia.
-------- —
-----■
CONSTRUCCIONES RURALES EN INGLATERRA.
Pivsrillamos en esh página varios grabados relati­
vo- ñ la liudi-ima r i l l u 7 món\ bella construcción i 11 glosa. •111 *• puede considerarse rosno mi acabado mn•Irlo i|t• obra« de osla i laso.
Desfilo .tr •111 i Irr 11*>111 r 11 do i -la r i-a. «¡litada en Mont.irute. romiado do Saincr«ol S i u i i t ’ f ' r l - S l i i f f ' . |.or-
2 . - r ' l l ¡ i 0 ile b villa Tiulnr.
F.l /rabado mini. "J representa el bello pórliro de
la indie ida posesión, on cuya parto rénlrica superior
»e distingue el osritdo do armas do la la mi lia propie­
taria del editino.
Sea o n si* observará en ei plano, el jiúrlico no exi«le
en la parí** posterior
destinada á habitaciones de
criados: tiene aquel mi Miro ib- rim o pies de In/. V
en rula uno de 'i n lados hay una ventana ras/a da
que comunica al pequeño rerrado que «,• eurnontra
3 — i .i-i-i.i j.j i .i :j uaid;i. >ii *i|.| \\ iii.i-.i.
lo? sacerdote-. profanan los templo« \ . a jnean lo« i>,«lacio«-'
" 1rlirlliu- rl débil \ el -i-|11111 •1«-111■t de lll.m i fe-tal
— exclama a propósito un diario ro|*ulilii'aiio de Uur•loos— 1.1•■ la (.nii i h l i i u r do l\u¡< lia roali/adn •-|i po­
co« días rl ideal dr| gobierno más oscurantista. mádespótico. má« enemigo do Ind i- las libertado« \ del eojioc.
I.a experiencia ju-lilna ipie ••« dilicil dn'.i-iier«e en
rl rarnino do la ai Lili ai irdad y do la violencia: un
r.\rosn arrastra :i o tr o . \ una injusticia es «oguid.i fa­
talmente do una iuii|uidad.
l.inVn añado el m i-m o diario despu< « do muv
amarga« rélloxioiie«. osla exarla o!, m a r i ó n que pue­
do aplicarse i olios pai-c« \ gobierno«:
"Hien pronto se La presentado el escandaloso e s ­
pectáculo de individualidades que i-j.-rcen S|j|*i rl po­
drí de que -e lian illVOslido pai i dar los más i ¡ñires
inenlis á la« teorías que «u-tenlaban la víspera en -uataques contra gobierno« execrados
Asi escribo la H i r o n d f . periódico republicano
Parí* ha pee id o . Fran cia L.i p. •ndo— c ; - n L e un
4
inmediato.
Además, sobn* la balaustrada del otado pórtico,
a uique los jardineros y /minias de las posesione?
.n oslumViran á adornar estas ron macetas de flores
vistosas, s,. coloran también alguno« otros objetos de
„dom o, se/11 u la antigua costumbre de In/laferra,
t dos como estatuas, pequeños obeliscos, relojes Jé sol,
eiliimnitas. etc.
Por lo que hace á la construcción de casetas para
guardas, y cenadores en lo*-jardines v parques, distin/uenso en aquel pai« dos clases que merecen una j*eque ña descripción en nuestras columnas.
I ñas. ele/anl**« y sólidas, fabricada« de piedra, con
adornos arqnitet tonico« pertenecientes ú diverso-' es­
tilos \ hasta con linda- escultura«, v otras más lige­
ra? v pintoresca-, con amiadut i por lo general do ma*
lie n \ L ieri" v id-u nada« i ;ipnc|io«,uueiite.
I.A
\ll
I L I S T II A C I O X I - S P A S O L A
EL
l.n
M u ti.
a - uas
.i t m p n ì a i I r
|.i
dii
DE
ABRIL.
POR
ORTEGO
I in p ie/an
I >1.1 lllll'W.
m il.
lila
.
— S m i n a . i n i y u - I lim im d r |i.iilie ip a i a iiNt«--| i|iif » l i t i o
Ir m i m o n i r i n -u ile m i - l i i i i n m i r .
—,.Eit.i> mii-liimlo l.i •.«»»a, >l i av'
— . Q u i a : \•«y
MES
213
V A M I- li I L A N A .
a
I»s
I n
1 -u i nni ' i.i l.i i i nule :ii l urna m buh
1*
"
*
p'iva/u.-.
•
'
—Señora, nesecito que me baje n»té ri salano a
, uaienta y nueve nales y tres cuartillos.
—.‘.Poi <|ur?
— Porgue -i el airai le sabe que un* Ha usté nncuenl a . me \a a lol'iai ibuodiu pni la cenia de veñuda
LA I L U S T R A C I O N
E jerrip lo
p ia
( ! <• l a
d o
lirila
llo iio m ill.td o
l ida
l;i"
r ,)«H a
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silio s
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g ra b a ilo
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H e n n ila g e .
litro.'
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p r im o r a s
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c o ii't r u id a
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m ìm .
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iiii'iiio
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ta m b ié n
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leniM
á
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K s
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r ia .
lu do,
u n ir
v ie j«
d e h a jo
la
p in o lo
rii
la
p a r lo
i u t «t
//•/i»de/i/--oiit
u n a
«'ilio a p a r i ; r n
pal . iin ln a
n i
■•'ila
pi'u-lieo
la
oila d a
a
g u a rd a s
la
ig le s ia
d o
iiiilacl
ip io
p r im e r a .
t.lllin e!
A s i
a d lllíle
y
q u e
p a r e c e
lo -
s irv e
e m n o
«!«■
q u e
gé|-|||i-ni*s
i -« « m —
el
p iillljliv O «
la
di-
la
in fin ito
i» e -
ca d a
» « ‘« l ' i r a .
y
P u r
liIlim o ,
lin d o
Jlion
S o b ri»
el
g r a b a d n
i r n a d o r .
m in ».
c i m i
l •;i.’|.» d o
la
v i d « ,
r u b r ie n d o
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d e
v
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sean
lle n a n d o
a q u e llo s
v is ib le ,
f e
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c u b il, i'e n
la
tierra ;
e o n v ie r le
« 1 1-*s •« * r ; « ) i « »i i * i • '
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I r.isl'U i i i a c i e i i e s
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Ir.iseiirsO
I d
n ada
l'irc u la r
c o n
<| i l « *
g ó tira s
s o s t im i’
m o b ilila « :
a lg u n a s
p in iu r a -
asien tois
on
so rv a
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In
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a d e c u a d a S
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p u es ln
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V io le n ta '
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c r n a d o r
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eu sta d os.
rupi r .-m la
in izin o
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aliai la
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lo n g ilild
baliC-ós,
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»r u b a ilo
p o rin iH .ro
p ió s
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IV i-ide
osili
ca u sa
ó
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q u e
lio
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n .d llr.il.
d e !
so
li« n q
lim ita n
a d m ite n
s ó lo
leiil.i'
l'e p e lllilia s .
d e
las
m e n s id a d
la
pia n ta
so
q u e
v a ría n
p o r
L a s
o.
a
las
Ir o ii
q u e
lis
t i ; i s l ’» i
V g la d lia le s .
el
l..m b i"l|
p re*e id .illd l.s i• siib itan u
)ih *.
lo
•p i o
so
los
lo ja d o .
o liso rva
d o
s o
r id r e
r le v u c io n
los
dui
to ri io
v ié r le s o
h aja.
p m
dn s
1.»
ro d o ,in ,
v
o n
on
casi
la
la
p a rlo
lod as
los
a u iiip io
s i ;. i i i o n l o s
en
sm ù n ta -
m *s , d i » i m s
ilo
so r
. d o
o l i o «
c o n o c id ii'
lim i" -
d o
ri ir a -
o d ilic io -
u ig b »-
ell
osto
ba
e s c rito
l i b i o ,
fan tasìa.
v e r á
d o
|ns
s e g ú n
d e
tra b a jo s
y
q u e
d o s
h -clorc-.
u n a
la
ulu-a
su c e s ió n
sislou ia
la
n a lu r a le z a ,
d o
O ilim -t
uri
para
e n
á
fo rm a s
las
el
» l o b o ,
m o d ific a d ««
a n tig u a s .
a u íic in
m is m o
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A « ¡
el
p e r r o ,
mi
iñ u d o
sem eja n te-:
cu a l
los
una
q u e
«-spaíu d a
fo i'in e
p a rle
«lo
c u b a .
q u e
en
p ira
in¡¡n¡! u n í .
d e m o s t r a d o
q u e
d e
m n c lm s
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a u to r
lle g a r
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lib ro
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q u e
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a q u i
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Con
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cierto.,
in g le -e -
o p u e s to
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p iv s i
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V q u ie r e
q u e
b u n ib re
d e s e i'le le
ib-
1- O I n o
p a rtid a rio
O irin el
in \ íla
q u e
eli ja m o s
la '
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c la s e
d e
d e l
Illiin .
X
a ú 'i
lo
ilni-l.n l
si
•'< i i i o i n -
aelll.d
ijlle
ui.iinil'i
«-
n o
.tn lece-n i e
Hni
iiiU 's lra
a b ó la
la
lo iu i. u n
ru .u li upi d " -
r e p e lic
in te r p r e ta r
e n
d e
«le
q u e
. >
-b|'.-
d e
l,.V
IU
e j i l - ’a i c e s
raZ.i
«
lu irle.», o ,
p u id 'i
p u b lic a
d ijo
|m-
q u e
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lan
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á
q u e
u n
e 'h lld e e e
titu la
b a le
el
q u e
q u e
1'eÍUO
se p a i'.ld o
t’ri i ti) h i n i i n i i i i ,
el
c a p iliiln
«.■ludien do
MU
.
no
la
la
es
d e
lo
h istoria
d e
sus
y
m e jo r
n a tu ra l
o b ra s ,
«L-l
d e
cu al
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Ilu te
ln -i.'le
el
p a l'a
del
lio
o . iq . t
lib ro .
la
en
t !o m -
h o m b r e
s o b r e
«le
i.-st¡i
á > e r
los
e lo .iu s.
e n
e l
lijos
elu -
d e
i)íu >.
u n a
le n d e iic ia
u n
o r l e s ,
lim p ís im o
á
lu ir
c o m o
e s p e jo
á
r
lili
la
lie r r a
o iiv ia n
\
lian
d o n d e
e n v ia d o
•-'i
d e
d ijo
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c u a l'p iie i
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d e
Iiiu n d o
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n u esti'ris
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va rios
d e s c r ip c io n e s
n o s
u n a
r u m o
d ig n a
'i-r v a
c o m o
Ilion io n io s
m in a re s
lio-
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lib r o ,
«I«-
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q u é
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ocu p a .
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a u to r
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i « . - j e - . VI " l ■ , 1. K - I .
lo
m ir a d a
ai t l i a l ,
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acorra
d o
d e l
lo
s e n o ,
le ja n a s
lie n u o s o
ri.‘ c i e n ! e -
n a tu r,d istas
patelili/au
--i n i >1"
m é ii o.-
d e l
co sa s
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b .'u ia
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c o m o
«le -r o iio r e
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si-iililu ieid n
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r o n -
r|i-|«iile
d e l
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'I r . , a
in ­
lu p ai io
r e v o lu c io n e s
e s tu v ie r a
p r u e b a n
c u a le s
n o
p o r
a n im a d a s ,
s u m a r io
p ro p io s
p re s e n ta
<bd
d e
Ira b a jo -
a
c o m p le t o . se
p o esía s
filo sélico
c o n o c id o s ,
lo
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p o r
si
r e le íiiiu i'
c a p ítu lo s
e v c lu s iv a m e iilu
ol
to d o
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d e l
U u iiii‘1 .
in a iia .
p r im e r o s
ijui»
di' la d o
e x a m in a n d o
u n id a d
p a s a d o ,
los
d e d u c ir
lo
c o n tie n e
e x p u e s to s
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P e r o
epu*
d e
llo ra
m á s
só lo
•.
i-sp aeio .
la s
I.i
LIBROS NUEVOS.
d o
q u e .
g r a n d e s
A l
imi M
K ' l i r n r 1,1' ilH' -!
I r i * » l « n - i - u m,i •
a. n
I
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eI I/'I i i i h . il«- I:i l ( « anI .Vc i i i I i m i i I ì i 1 . ' | i ; i i " , l i i . M n i l l ' l ' l . M i n / , ' i l " l * ' . 1
lo o r
y
v io le n to s ,
a le m a n e s ,
In i'f< ni . n . i .
( a ia lq u ic r a . al
d e l
v o li la
«'x p lii-a rio iies,
n u o s li'o
r e v o lu c io n e s
>-l
111i 11 i I «>
i
m isil-i io 'd
silp o rio r.
lo iis lr in c io u c s
d a ro u iu s
sé re s
c a b a llo .
m a c io iie s
iiù m o rn s
suan
en
d e m á s
lo g la h 'ir a .
K u
v e rs ió n
1..i
m i-i-ece
p e r'-o n a
(•(■luid
p ió ln g "
tales
o x r r d r
in d is p o n s a b lo
|as
d e
n ieg.d ei i o .
sa lios
a sio n lo s
n o
g r a n d e s
s iis filn v e ii
e x p o n e
d is tin g u o
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m acola.--
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y
Íi
>•- d e
m ai in u e :
' l i d
e s o
e~ lre lia -',
C U e n le
e s o
o h -
y
s u in o
to d a
i'ni ii.
/; /»
p o r
im a g e n ,
bay
ed ifici«).
solin i-
re p re s riita d o
la ttim i,
*)«
«‘S 'tm lio .
d e
¡
11
...
lio
H ay
O i l i o H ,
s ie m p r e
ol
s e ñ o r
« •« " » ri « - d e
to d a s
lu u iiia la
«le
b ib lio te c a
» lir a ,
se.|i»cc.:ou
« - m b a ig ii. á o o
p u e d e n
p la la ln riu a
iliglin
el
m i m e r o
«Ir
f/ciil/e-
M a n ¡ 1- 011.
u n a
c o m o
A n ó m i n o s . tai ilu
y
p r iiid -
p iatila
n lìla d
d e
• *i‘ .
i
' »
fig u ra
la
o lia
\
S in
ciu rlo
p ú b lic o
rilliy
sis -
¡ d r i l l i ' . 1.
m o lilo
mrii
a u t o r .
p a rq u e .
e le m e n la le s
UH
rim e-tro
la
N XII
E S P AÑO LA Y A M E R I C A N A .
el
h u m a n o
v e m e n t e .
p e ro
llan a
li e
c o n
está
n ota s
s a b e r ,
co n
lia
q u e
se
lr.it.m
m m -b is iiim
eo u
e s m e r o
h a ce n
lin o .
y
m u c h o
en
esta
L a
v e rs ió n
p e rfe c c ió n ,
m a y o r
o b rila
el
b r e ­
c a s te ­
y a u m e n ta d a
g r a n
m é r it o
d e
(•■-le I r a b a j o .
.y .
í
>'
.Vi./ ./.'/ •<£>//,
t f i i t'/ IM - f n ' l ’ t !> r
¡ t u r ,ilK i >» <!•
|s f " .
M i t l í i g a . 1- s f l .
¿ ra la s
v
p in to re s c a s
«p ío
ca u tiv a n
saín osai n o n le
basta
e s p e c ie
h u m a n a ,
e x p lic a n d o
la
v a rie d a d
d e
las
raz
E s te
á
los
le c to re s
in d o c to s ,
ijin»
a p e n a s
c o n o c e n
co n
v a ­
p o r
c a m b io s
d e b id o s
ú
ll'a > l'o i'IlK ic Ío n es .
P e r o
los
«leí
g u e d a d
c u á n
in m e n s a m e n t e
d ila ta n
el
h u m a n o
s a b e r
g iim e n lo s
«le
iju in é t
n o
fo rm a n
una
c a d e n a ,
s in o
«p re c ia b l«»
ú ltim o
d o
la s c ie n c ia s
n a tu ra le s
y
«p ie ca ­
b o n e s
s u e lto s ,
y
n o
so n
d e d u c c io n e s
d e
d e
tie m p o p a r a e n te ra r s e
«le
los
re s u lta d o s
d o
las
to s .
s in o
a s e v e r a c io n e s
d o g m á t ic a s ,
d e
y p e ñ o s is im a s
lu c u b r a c io n e s
d e
m u «:bu s
sa b io s
cu a le s
p u e d e n
s e r v ir
para
c o m b a t ir lo
m u c h a s
d e
el
tra sc u rs o
ile
)» s
fili ir n o s
N o j e e p ! «
d o s c ie n to s a ñ o s.
«-I
q u e
i n r r o 'i o n d a
r e s id ir
e n
la
d e lic io s a
y
s u b lim e
tierra
sn i/a
y
d e b ió
esta r,
s .-'im
d h o m b r e
v a r io ' in d ic io s
sus
m a je s tu o s o s
A lp e s
d e c id ie r o n
;¡
¡J u i-
m o
al
peri«idü
g la c ia r io ,
■ i sitio
á
e m p r e m le r
e s te
t r a b a jo ,
c u y o
te m a
p rin c ip a l
lu g a r
d e
su
n a c im ie n to
u n
q u e
c lim a
O r n e la .
y
d o n
c a r g o
las
le
a sig n a
o n
r e fe r ir
las
re la c io n e s
d e
las
c ie n c ia s
na tu ­
b le
e n
r e g io n e s
m o n i a ñ osa s.
te m p la d o
N o
y
c o n
la
h is to ria ,
la
lite ra tu ra
y
la
m o r a l.
E l
c u a ­
tien e
u n:,
n a tu ra le za
m u y
n ie_.i
p ro p ia
«1 i ¡ • u j a r
«p ie
e l
la
«le
esta
o b r a
tie n e
u n
fo n d o
«le
la
h is ­
t ó r r id o
s o b r e
e l
cu al
r a .
c o m p u e s t o
}
b-s
p a n ta n o s
c o n
p in to re s c a
d e
las « H a d e s
g e o ló g ic a s ,
v
sin
e m b a r g o ,
si
el
para
res istir
el
«le
r e lie v e
las
a n a lo g ía s
d e
la
c r e a c ió n , d e l
Ir.ts lo rm .ic io u .
n o
c a b e
m ia s m a s
fe b r ile s
n e g r o
re s u lta d o
d u d a
y
d e
la
m a te ria .
in d ica
re tro c e s o ,
e n
c u y o
« s
q u e
ca so
p o r
E n
e l
lib r o
p r im e r o ,
talos
'p ie
a n a lo g ía s
es
se
b a sta
s ie n t e n ,
c ie r to
un
c ió n
n u e v a
n o
e s -
cid a
q u e
la
h is lo -
p u n to
a u m p ie
d e
m a y o r c a lo r
d e l
ria
d e
E l
la
a u to r
q u ie r e
n a tu ra le za
«p ie
a p liq u e m o s
in a n im a d a
las
á
oi'U i r i e s e .
m is m a s
p e n s a d o
fa cu lta d es
E n
se
a tm o s fé r ic o
p o d ría
el
c o n v ir tie r a
t o m o
-J."
e l
re s u lta r
ú
se
e m p le a n
p a ra
in v e s t ig a r
la
h istoria
d o
la s
n a ­
g u a je .
y
a lg u n a «
d e
«le
la
su s
o b r a
otra
. el
a n a lo g ía s
y
q u e
e s ta b le z c a m o s
p r in c ip io s
fu n d a m e n ta le s
tes,
m ie n tr a s
q u e
otra s
p a r e c e n
d e
la
re a lid a d
. co n
lo
q u e
se
lle g a rá
-i
r e c o n o ­
«1.!-.
A ta c a
á
L i l l r é
y
á
M .ix
c ie rta
a r m o n ia
e n tr e
la
g r a n
in te lig e n c ia
del
o m ­
lio m b iv
lia a p r e n d id o
á
h a b la r
y
o y e n d o
n ip o te n tís im o
u m u o s
e n
m o n o .
d e
para
la
C r ia d o r
c e r e b r o
y
d e l
la
o s c u r a
lla m a
d e
la
fa cu ltad
p o eta .
p á ja ro s.
1.a
o b r a
d e
to d o
. ó
s e g u r o
g a n a d a
p re s ió n
d e l
al
m e n o s
d e
lib r o s
3 ." .
5."
y
c o n tie n e n
u n a
r e la c ió n
e m ­
p itu lo
I X .
L o s
d e m á s
in te n ta n
d e l
é
el
q u e
c .m lo
c o n
p a rte
e s ta b le c e r
. p e r o
m u y
p o é tic a
. d e
las
d iv e r s a s
é p o c a s
g e o ­
le lis m o
n o
da«l
e n tr e
lo s
rein r s
d e
la
n a tu ra le z a
••
y
fo r m a n
la
p a r te
m e n o s
t e ó r ic a ,
p e r o
la
h is tó r ic a ,
y
te rm in .
n
c o n
in te re s a n te
d e
esta
o b ra .
le c c io n e s
m o r a le s
«p ie
d e
«le
la
las
d e
a b a n d o n a r
los
t ie m p o s
rern otisiiru
-
p a n ­
d e s c u b
erta s
r e c ie n t e m e n t e .
y
!¡i
q u é
Q u in e t
teo ría s
a b o r d a
a c e rc a
d e
c o n tra d ic to ria s .
e m p a p a d o
tro
se
n a d o
á
in oiih -
los
e l
q u e
cu al
ya
st»
só lo
m is te r io s o
sea
b ie n
t a m b i" -
p 'T
cada
tím id o
d e 'd e
ib-
'• • l e e . ¡«Mi
«le
ya
la
«-e n lro á
c o n
li «tHI
d .
e l
m u y
p e r o
- u s
o s c u ra s
m is m a s ,
v ita l,
c u y o
c r e a c ió n
u n a
;> iiiiu «lillo
a q u e l
v id a ;
las
p r in c ip io
n azca
c o m ú n
la
so n
s e g ú n
lu g a r
c u a lq u ie r
llen o
d e
p a rtic u la r
in u n d o ,
e n
p ro p a g a
n a d a
p r o b le m a
e s te
E l
e n c u e n t r a
in s e r to ,
lo
c o n
el
ya
u n
« l a r w i i <i
r«-gi»n «-'
- 11
• n q
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sU elo ;
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irla'
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«le
los
n u d o
la m
to m o s
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tra b a jo
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a q u é l
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q u e
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y a u ta ig m -.t
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el
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«leí
m é t o d o
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«|H
o r ig in a l,
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Ip l'e « l.ul«* y \
¡ |I
ra ­
m e t e o r o ló g ic o «.
q u e
a c o m p a ñ a n
tre s
lá m i­
s e g u r o
y
c u r io s o s ,
á
los
a lg u n o s
a s t r ó n o m o s
d e
c o n
m a y o r
s o lid e z
v a rio s
he­
cu ltiva n .
•
>. « i r «I >n L u i s M u r í a A i i m l a v « * .
d e
e s te
lib r o ,
«d e g a n tr m e u te
i m ­
c o n ju n to
es
d e
b o y
a tin a d a s
y
d e b e
o b s e r v a c io n e s
s e r
1«
C a ja
d e
los
d a lo s
«le
in te r é s
e s ta b le c im ie n to ,
para
e s tá n
el
p ú b lic o
rec o p ila d «*»
c la rid a d
se
a d m ir a b le s ,
a c o m p a ñ a n
p r u e b a n
y
las
q u e
c o n s id e r a ­
el
in t e lig e n te ,
q u e
lia
a u to r
e s tu d ia d o
c o n
e>
e s ­
las
c n a n to
a ta ñ e
c u e s tio n e s
á
sai
r a m o
fin a n c ie ra s
e s p e c ia l.
n o s
L o s
a ficio n a d o s
a g r a d e c e r á n
q u e
lla ­
su
a te n c ió n
m u v
-u n
y
t-
«le
e s te
tra b a jo
d e
ta n
in ­
á
l.t
’
«le
to
­
ii'I
l'a ra
i v -
io a y »t
pu -
p.i.a.i-
11 .<
lu . i d »
| <u
un
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I."
I »
q u e
«-1
'«•
■ I
ir
11 - J i- ti-
u .e -
aboivt
m é r ito .
u -
«le
«ju«-
• ,«li»
a c e r c a
m e d ita r
b o m l.r e
llh"
a u ro ra
lo s
1 «'
p á g in a s
ioiu —
n :e
la
d e
s id o ,
y
q u e
fu n c io n a rio
b e r
b re v i-iM ia -
y
d e
p a r a ­
re s n lla iio
1.» r o t a n
;• ;:« -
g lo ria
n a tu ra le s
el
las
u n
ba
«lid io
c o n
J
e n
la
in te n s id a d
h n m a n i-
tra n q u iiid a «i
za.
rela tivo
ca­
d e -fe rra d ««
«li»
p»u
e s Ie
la
q u e
.m ie im i. '
su U a ib i
-ea
d e
a c ritu d
> lic o
p r o p o r c io n a d o
a u n q u e
co u tera p la « io n
n»s|«e« t iv ù -
otra s
ten l'i.i.
c e n ­
d e ? ti­
p la n ta ,
q m -
y
e-t.i
s o b r e
á
//.,
T o d o s
á
d is p u ta b le
d o s ,
lo
s u ­
s o b r e
ley e s
E x p r e s a
«le
é
im p o r ta n te s
a u to r
p re s e n ta
lo
m e m o s
A n t e s
á
á n tes
los
es te
c ie r to
r e fle x io n e s
e n s e ñ a n
los
el
á
m e n o s
Id rm a
fe n ó m e n o *
q u e
’
la b o rio s o
m e r o
ló g ic a s ,
y
in fu m la -
d e d u c e
m u c h o
u n a
te le s c ó p ic a s ,
le n ­
m i
p iric a
I l e r ­
tu v o
Madrid. ¡«TI.
c io n e s
L o s
M a n u e l
p r e s id e n te
r e s p e c tiv a m e n te
e s ta b le a n -
cie n c ia
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c o n
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c ita d a ,
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re la tiv o s
d iv in a
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M ü l l e r .
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s e r v ir á n
D e p ó s ito s .
c e r
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E l
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m u y
S a la s.
d e s c rip c ió n
c o lo r .
cu a le s
s o b r e
sa ca d o s
S u n ch a
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d e s c o n o ­
Vez
« u l o r
so n
la
c o n tie n e
los
p re s o .
c io n e s .
D o ­
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q u e
m o n s e ­
d o n
c o m b in a ­
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q u é e l
h o m b r e
p o r
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A lia ­
d e
s e m e ja n te
c u a lq u ie r
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M e m o r ia
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p e cilic a n .
»b isé
. 1.
o b s e r v a c io n e s
lu iM H tosos
c h o s
p r ó lo g o ,
d o n
d e s e m p e ñ a r o n
e l
p ro fe s ió n
e s p íritu
« d e m á s
« lim a
•l e
a p a re c e n
p re s id id a
c o m p u e s t a
n e g r o
n a s .
toria
y
J u a n
d ir e c c ió n ,
E a
d r o
s
c o -
a g r a d a ­
yora les
u n a
«•«.-,i m
«o u
c o n sis te
p o r
p r ó x i­
á
not
u b se rva eio iu
d o n d e
p re-lii-d ó rico s,
p u e b lo
c ie n lilic o s .
U r j a n ,
n o m b r a d o c o n le iiip la r
las
M á la g a
q u e aqu .-l «tir in a .
su
E l
e n
las
n a i ule/.
d u r a n te
h o m b r e s
T o m a s
m in g o
¿ r a n d e s
r o n lie n «»
veríflciu las
ra z im a m ie
ñ o r
r e c e n
e c lip s e
e s la ­
iiii'io u
los d e s c u b r im ie n to s
tra b a jo
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la
N.° XII
LA
ILUSTRACION
teatro clásico aloman, on Weimar, donde \ivian Schi­
ller v Goethe, y donde so representaban sus. obras,
habiendo merecido la citada de nuestro compatriota
Jos más entusiastas y grandes aplausos.
Los escritores tudescos publican criticas concienzu­
das de dicho drama, y lodos unánimemente reconocen
» h extraordinario mérito, y que es un bello conjunto
rico v animado de caractères siempre verdaderos, di­
bujados con agudeza, donde por todas partes resplan­
decen pasiones intensas, así corno un enredo que cau­
tiva. reuniendo la obra de un modo genial las pro­
piedades de los dramas de carácter, fuerza y primor
de la intriga.
El traductor do la obra española no la califica de
drama histórico, «pie inmediata y principalmente trate
algún gran acontecimiento nacional y político, y ad­
vierte que se equivocaría el público por completo si
buscara en la L o c u r a d e A m o r las aseveraciones no
demostradas relativas á la reina .luana, de artículos
novísimos de revistas tudescas. Pero en dicho drama
se utilizan las circunstancias inmediatas de la época,
lauto políticas como nacionales, para formar un fondo
bien meditado. Tales circunstancias se eslabonan con
el lodo de una manera tan animada, que aun en se­
gundo término cooperan decisivamente sobre el des­
envolvimiento de lus caractères, y llegan basta deter­
minar el destino del rey.
En una critica impresa en la <¡ u r r l u d e \\ r i m a r ,
se ensalza la gran habilidad escénica «leí poeta espa­
lad, la cual sobresale por todas partes; asi cuino la
fuerza digna de admirarse con que hace crecer el in­
terés v la emoción del público, especialmente en los
liliales de los actos. Encomia asimismo bis Loques psi­
cológicos de brillante luz en la obra, que prueban
que su autor observa sutilmente los humanos sen­
timientos y que conoce con profundidad el corazón
femenino.
El realismo del poeta español, opuesto al usual de
los alemanes, no arranca de ningún gran pensamien­
to nacional ó político, sino de rasgos tomados de la
realidad, que encarnan dentro de la vida entera y que
nos hacen percibir enérgicamente la trágica suerte de
una reina de nobles dotes, pero precipitada en la des­
gracia por un inmensurable amor. Esto, en concepto
del escritor germano, lejos de aminorar aumenta la
alabanza, pues por fuerza autoriza para que se cali i i que el drama de artísticamente superior. Siempre e>
preferible el poeta cuyo punto de arranque es algo real
y verdadero, ántes que el que parle de una idea abs­
tracta. aunque el primero utilice, ora un episodio
cualquiera, al parecer insignificante, ora bien alguna
anécdota, según practicaba el mismo Shakespeare.
El arte debe ocuparse de liguras animadas, y la vida
propia de aquella está en apoderarse de lo especial,
singular ó peculiar para representarlo, puesto que úni­
camente asi llega á la más elevada altura, que siempre
aparece puramente externa ( I ). El episodio histórico
entronca sustancialmente con la esfera del arte, y la
anécdota puede formar por sí propia una obrita del li­
naje aludido, mientras que el pensamiento abstracto,
aunque grandísimo, o aunque revista importancia
científica superior, siempre subsiste, como tal. fuera
de dicha esfera. Claro está que el poeta tiene natural­
mente que animar los materiales reunidos, profundi­
zar los caracteres v empapar el todo de vivo sentimien­
to y de pensamientos ricos y hermosos que arrebaten,
y es asimismo indudable que del punto hasta donde
eso suba, dependerá la altura de su obra.
El arte saldría de sus propios fines, si lo peculiar
que ofrece borrara por completo toda generalización,
si enteramente prescindiera de lo típico que Goethe
exige de toda obra artística y no se le pudiera aplicar
de ningún modo la frase tan conocida: m u l a t o n o m i ­
n e d e t e f a b u l a n a r r a t u r . Pero aquella generaliza­
ción está en el drama aludido, cuyo autor, á pesar de
su perfecta exposición realística y de su arte severo de
individualizar, ha sabido dibujar un carácter de la reina
Juana, donde siempre se reconoce, poco ó mucho. á
( l i Solii «• »•»la» «'((»■ »o. •!(••» Iumu- m i | t a i u ' i a |>> i|u»> c i iluu
'■ ■ •«•tli.- » s . iiiii.-i v» i - - l.i i» v ■ .vi .1.1 luiuu ;i.« a ., i.,» ,.i.i „
•I** • •»»«•!||. , , .|, |,,n . .i til | lino» . Is'til
ESPAÑOLA
V AMERI CANA
la mujer arrastrada por un inmensurable amor basta
los celos. N adie, según los ciúticos alemanes, conoce
mejor que el señor Tama yo los profundos cimientos
donde descansan los electos de la> obras dramáticas,
y de éstas hay pocas que en tan alto grado como la L o ­
c u r a d e A m o r reúnan tanto interés poético, literario
y teatral.
E mii.io 11U1.1.1N.
INSCRIPCION
t’AU.v ia, n r s io ni-: i :k i i y a n t i :s .
«
A
la
M ig u e l C erva n tes
efigie
fu é
q u e
p a sm o
rego cijo
d e
d e
q u e
su
le
ántes
F u é
su
y
á
fu é
la
q u e
infiel
sin
pena
y
á
fa
M ancha
y
él
h izo
y
d e
un
y
filé
m in irii
la
pena,
blasón.
cu
lo
profu n d o
n ocivo;
q u e
á cau tivar
el
el
can livo
m u n d o.
im p la ca b le
filé
ex tin g u ir
ya
p o r
cu
el
lo
tres
Va
rep ite
ya
in gen ioso
m u e rte
(lió
vida
y
al
en tre
una
con
n o m b re ;
h o m b re
arreo.
g u e rre ro ,
plu m a
h o n o r
d o n aire
en
la
m a n o
su
a m b a s
deseo
sil
a i tifirio
su
in m ortalizó
con
id
cen tu rias
poeta,
dió
y
baldón
A n sia,
le
y
aiti
espanto,
Lep an to
con den a;
ca la bozo
ile
salió
y
bandera.
la 'M a n i lla
A h e rro jó le
destino,
galera
p o r
Ir
a d verso,
sino:
al
en
al
una,
reverso.
estrago
l'a ra
d e
lo
su
fallos
su
á
España.
fau sto
con tra
d o b le
saña;
saña,
d e
h u m illé
sus
F alló
d e jó
esa
la
con
fo rtu n a,
h u m ild e
in gen io
y esa
sin
filé
lo
da n d o
con
h irió
torn ar
g ra n d e
genite,
p rop ia.
tan
fo rtu n a
copia
presen te:
extrañ a
la
F o rtu n a
m ás saña
ves
la
d e
J o s é
al
vicio.
so
acero;
y
hazaña
h istoria,
gloria,
E spañ a.
A ntonio (.A lc ano .
Liverpool.
LA FE DEL AMOR.
N O V E L A
POR
DON .MANUEL FERNANDEZ V GONZALEZ.
XXXIV.
UNA NUKVA SITUACION.
(Continuación.)
Elena se aterró, y acudió al marqués para socor­
rerle.
Estaba inerte.
Parecía muerto; respiraba apenas.
Elena se aterró más y más.
Y al mismo tiempo una conmoción poderosa se ha­
bía apoderado de ella.
Ella había visto, como sabemos, el retrato de Mer­
cedes.
Aquel admirable retrato que estaba en ui\a galería
apartada.
Ella bahía visto en aquel retrato su exacta seme­
janza.
1labia encontrado esto muy extraño, y había pre­
guntado á Angeles.
Esta había sido explícita con ella.
— . Yo la creo á usted, dijo, bija de Mercedes: yo no
sé cómo puede ser esto; porque Mercedes, que casó
con mi lio don Antonio de Guzrnan, sobrino del mar­
qués de Torre Negra . en cuya casa vivimos, no tuvo
hijos durante el tiempo que estuvo casada, que fué
muy poco, tan poco que puede decirse que apenas sa­
boreó el pan de la boda; y áun asi. murió viuda: á los
pocos dias del casamiento, murió mi fio .Antonio de
una enfermedad extraña: se creyó en un crimen: m
un envenenamiento; /.pero á quién atribuir el crimen?
Don Pedro de Guzrnan, marqués de Torre Negra, no
puilia heredar el titulo de mi tio Antonio: >«• sospechó
'!>• su lieimau.i María; pero era joven . estaba soliera.
■ 11o
v encerrada en el convento de la Encarnación como
educando.
Se abogaron, en liu, las sospechas.
Se creyó en una muerto natural.
Ibieno es que conozca usted la genealogía de la que
sin duda es su familia, no sé si legitima ó natural­
mente; pero de una manera indudable lo es de usted.
Yo no be conocido ni á mi tio don Antonio ni á
Mercedes.
Yo era muy joven cuando murieron.
Pero de los dos lian quedado retratos, y retratos,
según dice mi lio Pedro, admirables.
Esos dos retratos están en la casa.
El de Mercedes parece su retrato de usted con un
traje á la moda de 1830.
A pesar de la sorprendente y completa semejanza
de usted en ese retrato, hay en su mirada de usted á
veces mi parecido absoluto en expresión, con la expre­
sión de la mirada que aparece en el del retrato de mi
tio Antonio.
Para mi es evidente que usted es bija de mi tio
Antonio y de su mujer Mercedes de Falces.
Pero siendo esto así, ¿cómo no reconocieron á usted
cuando publicaron su casamiento?
Porque bav que tener en cuenta que se casaron de
secreto, v mantuvieron secreto m i casamiento (luíanle
un año, hasta que murió di n Juan de Falces, marqués
de SolovaiIi 11«>, padre de Mercedes.
I labia antiguos odios de familia , á pesar de ln cual
Mercedes \ mi ti" Antonio se amaron.
Era inútil contar con que el marqués de Sotov.-idi­
lio consintiese en el casamiento de una bija suya mu
el hijo del duque de la ( ira lija . su enemigo á mnei le.
Don Juan de Falces, aunque ya de edad avanzada,
era fuerte como un roble, y amenazaba con vivir sabe
‘ Dios cuántos años, y tanto más, cuanto que en su as­
cendencia se había dado constantemente el caso de
una gran longevidad.
Antonio v Mercedes, á quienes una pasión frenética
hacia impacientes, atropellaron por lodo, y favorecidos
por una vieja pacienta, que supo obtener del rey de
una parte, y del arzobispo de Toledo por la otra,
cuantas autorizaciones y licencias fueron necesarias,
se casaron secreta, pero legitima y bastantemente.
Al año de este casamiento, murió de repente de
ima congestión cerebral el marqués de Sotovadillo,
sin haber sabido el casamiento de su bija menor con
el hijo primogénito de su enemigo á muerte, del du­
que de la Granja.
Inmediatamente mi tio Antonio publicó su casa ­
miento con Mercedes.
Poco después, á los quince dias. murió de una ma­
nera extraña, ya se lo be dicho ú usted.
De tal manera le adoraba Mercedes, que su pérdida
fué para ella un golpe terrible.
Empezó á empalidecer, á enllaquecer, y al finí, á
los pocos meses de la muerte de su marido, le siguió
á consecuencia de una tisis aguda.
En la muerte de Mercedes no podía suponerse un
crimen.
La tisis se había manifestado bastantemente, con
una aterradora franqueza.
La habia matado el dolor.
Ahora bien: supongamos que usted es bija de mi
tio Antonio y de Mercedes: yo no lo supongo; lo afir­
mo: que es usted bija legítima; que esto puede un dia
probarse; usted, pues, revindicará sus derechos al
ducado de la Granja, que en la actualidad goza mi tia
María de Guzrnan.
Vengamos ahora á la genealogía de nuestra familia
desde el punto á que necesitamos venir.
Don Juan de Guzrnan casó con doña Isabel Robles,
hija del conde de Rioblanco.
Este matrimonio tuvo tres hijos.
Don Fernando, que heredó el titulo de duque de la
Granja, don Pedro y don Luis.
Don Fernando casó con doña Elvira Peralta, bija
segunda del liaron de los Arquillos.
I te este matrimonio nacieron mi tio Antonio, á quien
vo creo padre de usted, v Maria, que boy posee el du­
cado (h* la * •r,m ja.
i I fi
i.A I I.l'STÍl ACÍ OX E S P AÑOL A
V AMI ü l i l CANA
Mi lio Pedro, curó con su prima e"iinrla doña Maria de /ayas. »u;n
•'.i de T o n e Negra, de la cual cuando
enviudó heredó el Ululo, por M-r el
pai ionie, en mejor derecho.
Por último, don l.uis. el herinano
menor, caso con dona Klena de Valuinjad u , hija de un general, pero >in
Ululo.
Me estos dos, es hijo Enrique de
1iu/.man , mi sobrino.
Mi parentesco con la familia viene
poi olia rama.
Me mudo, que siendo usted , como
vo cre o , poi Io «(ilo puedo deducii,
hija legitima «le don Antonio y ile Mei « «'des, habida durante el tiempo en 'pm
permaneció secreto su casainieiilo.
usted .sobrina en segundo grado do Lli­
m pie, puesto ipie el pudre do Enrique
ora hermano «le don I ei liando «l«1<’•«i man, alinolo paterno «le nsled.
Migo esto, ponpie. lo repilo y lo re­
pelli«: siempre que sea ui'Wsario \«»
« reo firmemciitc «pie usted es hija le ­
gitima de mi lio Antonio, y ileMerc«*«h*s «le l1ah i‘s, su mujer.
Me Illudo en «d gran par«'« ido «pie lio
no usted con los relíalos «I«1>t|s padre».,
Imi
la singularidad
N . w XI I
manas y ánn meses entcrus-sin s:Jdir
«le -il cmirlo. ni dejarse ver más que
«le I>i> criarlos «pie le sirven.
I >l«:«i ha venido á vivir entre im-«•Iros, durante uno de esos encierros
á «pie se coll'Iena mi lio, y ni ha visto
á usted, ni ñon sube «pie U'led es tá c*u
casa.
No no se lo lie dicho.
Esperemos á «pie >«■ «lé á luz, y á
«pie vea .i Usted.
Y«« «•spero algo.
Pero temo «pie «*'(• algo sea muy
grave, y no nie atrevo á provocarlo.
En iTeiio. mii'slros lectoi i’s lian v i ' lo cuán grave hahia sitio aquella situa­
ción.
Apenas «i marqués de Turre Negra
'i ó á Elena, eiiamhi niiiriiiiirando a l­
gunas palabra' ten ihh's. cayó por lo r ­
ia sin soni ido.
A 'i piles, y ron l«is auh’Cidenles que
por el relíalo de Elena tenia \ligóles,
al ver al utai ipiés caer desvaneeid'n deI.«111•■ de ella , al nirle nuiruiurai el
uouihre di* Merceiles, se roinuovió pro
fundamente.
, Por «pie aquella «•\pr«,vinu, aipoi
árenlo de terror y «le t’eiiinr*limi«,ld<i
«mi «pu-el inarqiiés hahia priimiiii'i.iilo
«•I nombre lie Mercedes V la palalo.i
«!«• «pie no ha
podido comprobarse que iM etl Illeso
perdón !
hqa del honrado «um adrou «pi«• la « rió
• •»ino -i huhiera sido nsled su hija
, Hahia « reído acaso, eiigauado poi
Kn la circunstancia de haher siilo « o«d gran parecido de Elena ron Mi'i teniaiiroti ese. buen hombre.
«les, que la sombra «le su victima •■<• h*
Además de esto, usted me ha dirli«.*
aparecía al rayo de la luna, para pedii le
que lia tenido en la mano en l.i follila
cuenta de su esposo y desìi hija'.'
«le las Peninsulares, una uoeh«\ un
, No hahia hablado Ángel«-' de cri­
rollar de perlas, del cual pendía un
men , al referir la muerte de su lio
medallón que el Piulado, ese hoiuhre
Antonio-.'
Innesto , «pie sin «Imiti es el res|ionsiLa emoción de Elena era. pues, na­
hle del asesinato «le doña Eufemia, ha­
tural y terrible.
La KE ül l AMoli.— .. la iluminaba de lleno acci calido á ella la luz del velón.
lda querido se pusiera Gabriera para
Estaba ya en un principio de la re­
ir al teatro 1leal.
velación del misterio.
i sted me ha dicho que hahiemlo
¿Pero hahia muerto <-l marqués 7
abierto el metlallon consultó usted en él «d relíalo .-u
l'ero >i hoy uu puedo probarse i.i le-unnitl-id de Us­
Le habria contado en su principio aquella reve­
miniatura de una señora tan parecida á Usted, «pie ted, EnnqinT'y yo estamos convencidos de que usted lación ?
usted creyó estar viendo su propio retrate*.
es nuestra parienta. y por tal la tenemos.
El marqués estaba inerte, frió.
Que el Pintado se arrepintió «le su capucho de que
Tal \ez mi tío Pedro pueda aclarar e>le misterio,
Elena se seidia nula.
su mujer se pusiera aquel collar, y «pie se apresuró
Lsted no I«/ conoce, ni él la lia visto á usted, poique
Estaba « abierta de sudor Il io . y sus piernas se ne­
á guardarle.
hace ya mucho tiempo está devorado por una misan- gaban á sostenerla.
l'.ste collar se parecía, según Usted «lice . al que tropiu horrihlo. «pie casi loca en locura, y <e pasa re­
En aquel momento sobrevino Angeles, que llegó á
aparece en la garganta del retrato d>‘ cuerpo eidero de
tiempo de sostener á Elena, que Se «lesvauecia también.
Mercedes.
Elena st- rehizo al lin , y contó á Ángeles lo que h*
Mercedes, cuaudo se hizo m i retrato, ora 'ollera, «i
á lo menos . pasaba por soltera.
Nada tiene de extraño, que si usted fue conliada
por la misma Mercedes, c u i n o es muy posible. .«I co­
madrón que le bu servido de padre, le cuntíase al
mismo tiempo algunas alhajas de valor, que asegura­
sen á usted su porvenir.
I sled dice, que al morir aquel hilen hombre, lo dejó
á usted oir estas palabras entrecortadas : E l //«o/m-...
mit/mies...
Esas alhajas pasaron, sin duda, á la avara doña Eu­
femia, que la hacia trabajar á usted como una obrera,
y s'm duda también el Piulado, sorprendiéndola en la
contemplación de es Las alhajas, en la casa de la Enra­
mad! lia. se las robó, y para que no pudiese denuu>un le la asesinó, y después hizo recaer las aparien­
cias «leí delito en ese pobre Esteban.
Resulta de aquí que . para salvar á E&léban . es ne­
cesario probar su culpabilidad al Pintado.
«„tue para probarle su culpabilidad, es necesario de
todo punto, el descubrimiento en su poder de un
cuerpo de dedito.
Que al descubrirse esto cuerpo de delito, tal vez <e
aclare el misterio de su origen de Usted, que el co­
madrón no pudo revelar, porque le ie ijre iiilió la
muerte, y «pie u bei mana doña Eufemia, gu.ud | i
avaricia.
AJEDREZ.
PROBLEMA
N Ü M . 9.
ñUUcAUO A l>. JOSL KOHNm' 1 l'C'll L». JAVIEli MAI,«JIL¿.
Ma.n.vs,
u -'
m LiJ--
v'-grn ■■
........ ■ /
m
halda acontecido.
En aquel momento llegó Enrique.
A éste no se le dijo lo que hahia sucedido, sino que
Elena y Ángeles habían bajado al jardín y habían en ­
contrado tal como estaba al marqués.
— ¡A h ! exclamó Enrique— ¡y yo que os buscaba
para participaros una buena noticia!... pero socorra­
mos ñutes ¿ mi lio.
Enrique llamó á los criados, «pie acudieronEl marqués fue trasladado á su cuarto, puesto en su
lecho. ) se llamó al médico.
El marqués no daba muestras de volver en si.
EL CORREO DE ESPAÑA.
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i ■-linea ,t.:ti-s:na: -l.ru Ja |<cr -J"U R:.f:a*> M. -I* Lal.ru
r|i.»r I *s señores Corral. Laviano. Il-u-íJar. Aléala Oaliau .
i: rt.1i. Koi!rifr*«"Z.s’altni-rv»n. (¡.iter, Azcñrat*. Olivares. tíaWv-.
s .as.-ra-l. Os. r. j. Iterimi. liona- Castre. Vinari. Fernando G «n>■
..'s .a M u rñ -rcuadernos de32 i-.-gs.. folio menor ádo-c uniti i-, ’-tm ¡w^n.-hu. •'tuera la ;m,ires’.->n.
I - - ■nLi I enm- i . V » inni- -tre. F.nln* AM.:lAi.$ p
- .!■ nú \-;a y .\iii--iiea l ’i Dt;i:rnti)l. I'« |«*»os.
A.luiuiürae, n Fu-.-acarral.’3f 2.*. Ma.Irai.
CLAS^AS.
Jue j in y d»¿. :i a c e : «r.:¡ Juj-idr«*
M.U'IHI1
IMPRENTA P E
u,r rt
l
I‘ I’ i 'l t r v N E T
i i li : a : 4 *• ¿ •-
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