CONSULTORIO El criterio de caja en el IVA >> La Ley 14/2013 de Emprendedores y el R.D. 828/2013 han modificado las normas relativas al IVA para posibilitar la aplicación del criterio de caja en la liquidación de dicho impuesto. H GONZALO DE LUIS OTERO Asesor fiscal del Consejo General de Procuradores 46 Procuradores • Nº 105 asta ahora, aunque en el IRPF el procurador podía acogerse al criterio de caja, declarando los ingresos y gastos conforme cobraba unos y pagaba otros, el IVA obligatoriamente tenía que declararlo conforme a su devengo, es decir, cuando emitía las facturas de ingreso o recibía las de gastos, estuviesen o no cobradas las unas o pagadas las otras. Esto provocaba una complicación, pues quien aplicaba el criterio de caja en el IRPF debería mantener dos contabilidades, una a efectos de IRPF y otra a efectos de IVA. Con la creación del criterio de caja para el IVA se posibilita declarar el impuesto cuando se cobra, no cuando se emite la factura. Ahora bien, su aplicación no es sencilla; implica nuevas obligaciones registrales y contables, y en último término, aunque no se haya cobrado el IVA, hay que entenderlo devengado a fecha 31 de diciembre del año siguiente a la emisión de la factura. Esto supone que en la práctica el criterio de caja en el IVA es tan sólo un aplazamiento del pago sin intereses. A continuación de este artículo exponemos las líneas generales del criterio de caja, por lo que recomendamos su lectura para valorar la idoneidad de su aplicación. Quien quiera aplicar el criterio a partir del 1 de enero de 2014 tendrá que comunicarlo a Hacienda durante diciembre de 2013. Aunque aparentemente pueda parecer útil este sistema, sus características pueden suponer unos inconvenientes que motiven que no sea recomendable su aplicación. Aportamos las siguientes reflexiones al respecto: ◗◗ El criterio de caja significa que no declaremos el IVA que no se cobra pero sólo hasta el 31 de diciembre del año posterior a la emisión de la factura, por lo que, en el mejor de los casos, supone un aplazamiento del ingreso del IVA de entre uno y dos años. ◗◗ Supone una carga de obligaciones muy considerable. Hasta ahora, los procuradores que no ejercen bajo una sociedad tenían unas obligaciones muy llevaderas. Acogerse al criterio de caja supone un control de cobros y pagos exhaustivo. ◗◗ Hay que tener en cuenta que hay que controlar las fechas de emisión y las de cobro parcial o total, indicar las cuentas y medios de cobro, mantener una rigurosa contabilidad, y lo más importante, declarar correctísimamente los datos por trimestres en el modelo 347 de operaciones con terceras personas (si se supera la cifra de 3.005 € con un mismo cliente o proveedor). El control y declaración en los libros registro y el modelo 347 de las fechas de cobro trae un problema añadido. Cuando se cobra o paga por transferencia u otros medios bancarios, la fecha de cobro/pago es una y la de valor es otra. Por ejemplo, si en nuestra cuenta el cobro/pago se produce con fecha 30, la fecha de valor puede ser la del día 1 del siguiente mes, con lo que no concordarán las fechas declaradas por emisor o receptor. Para que concuerde, debemos CONSULTORIO tomar la fecha de valor efectivo, no la de emisión del documento de pago. ◗◗ El criterio de caja implica que quien no está acogido no puede deducirse el IVA soportado de las facturas emitidas por quien sí está acogido hasta que no pague. Esto puede provocar con el tiempo que determinados clientes sólo quieran trabajar con los procuradores que no estén acogidos al criterio de caja, para así poderse deducir el IVA de las facturas aunque no las paguen. ◗◗ Lo recomendable para quien se acoja al criterio de caja en el IVA es que también aplique dicho criterio en el IRPF, para mayor comodidad en las obligaciones y control contable. Ahora bien, el criterio de caja de IVA se puede aplicar por un solo año. Si se renuncia al criterio no se podrá apli­ car de nuevo hasta pasados tres años. El criterio de caja en IRPF funciona al revés, es obligatorio aplicarlo por tres años. Por lo tanto, a efectos prácticos, quien quiera aplicar los dos criterios a la vez lo tendrá que hacer durante tres años como mínimo. En todo caso, los criterios de caja en IVA e IRPF no tienen por qué ser concordantes, pues como hemos dicho llegado el 31 de diciembre del año siguiente hay que declarar el IVA aunque no esté cobrado, obligación que no rige para el IRPF. En este supuesto, las cifras de ingreso en uno y otro impuesto no serían las mismas. ◗◗ Hasta ahora, era habitual en nuestra profesión la emisión de facturas proforma, que no implican el devengo del impuesto pero que tampoco obligaban al cliente a su pago. Este sistema nos permite contrastar con el cliente los derechos aplicados. Si el cliente paga o acepta la proforma se ­emite la factura definitiva. Otros clientes, nor­ malmente empresas y organismos, exigen la emisión de la factura definitiva para su pago o aceptación. Es decir, el sistema de las proformas es idóneo para contrastar con el cliente la aceptación previa de nuestros derechos y la liquidación de provisiones y suplidos. No es la aplicación del criterio de caja, sino que es un control previo que nos permite emitir la factura definitiva cuando el cliente ha aceptado su importe, dándonos cierta seguridad para su cobro. Por supuesto que este sistema no puede suponer no emitir nunca la factura, pues estamos obligados, en todo caso, a emitirlas respecto a los asuntos terminados, corriendo el riesgo al no hacerlo de que ante una inspección Hacienda detectase asuntos terminados no minutados. ◗◗ Provisiones de fondos: surge la duda en los que apliquen el criterio de caja sobre si las provisiones de fondos se tienen que considerar como un pago parcial de derechos desde el momento en que se reciben. Mantenemos al respecto la misma postura que siempre hemos tenido. Es obligación del procurador hacer frente a los gastos suplidos del procedimiento, para lo cual tiene el derecho a solicitar habilitación de fondos. Por supuesto que quien quiera puede recibir la provisión aplicando el IVA y, en su caso, retención del IRPF, como si de un pago a cuenta de los ingresos se tratase, emitiendo al efecto una factura. También, y es lo normal y más prudente, es factible no considerar la provisión como ingreso hasta que no termine el procedimiento. La provisión tiene que estar destinada, en primer En la mayor parte de los casos no es recomendable acogerse al criterio de caja, principalmente por las obligaciones que conlleva. El criterio de caja se convierte, sencilla y llanamente, en un aplazamiento sin intereses pero con un alto coste formal Procuradores • Nº 105 47 CONSULTORIO lugar, al pago de los suplidos que puedan surgir. Una vez terminado el asunto, se liquidan las provisiones, descontado de las mismas en primer lugar los suplidos pagados y el exceso, si lo hubiese, se destina al pago de los derechos y el IVA. Quien esté acogido al criterio de caja, cuando emita la factura considerará sólo como pago parcial o total de los derechos y el IVA aquella parte de la provisión sobrante una vez descontados los suplidos, indicando en su Libro Registro como cobro sólo esa parte que está destinada a derechos y como fecha de pago parcial la de la factura, no la de recep­ ción de la provisión, pues es en ese momento de hacer la factura cuando ya sabe qué parte de la provisión está destinada a pago de los ingresos. En todo caso, se esté o no acogido al criterio de caja, si no se emite factura cuando se cobra la provisión es recomendable emitir al cliente un recibo de la misma indicando que se destinará al pago de los suplidos, nunca para el cobro anticipado de los derechos. Consejo final Nuestra recomendación final es que en la mayor parte de los casos no es recomendable acogerse al criterio de caja, principalmente por las obligaciones que conlleva. La única ventaja es la que supone pagar el IVA cuando efectivamente se ha cobrado, pero esta ventaja aparente deja de ser tal si consideramos que, aunque no se cobre, habrá que declararlo en última instancia a 31 de diciembre del año siguiente, por lo que el criterio de caja se convierte, sencilla y llanamente, en un aplazamiento sin intereses pero con un alto coste formal. En esta balanza de pros y contras puede interesarle únicamente a quien emite elevadas cantidades a clientes que tardan en pagar, y quizás a procuradores que, además de esta circunstancia, ejercen bajo una sociedad limitada, que ya de por sí está obligada a la llevanza de una compleja y rigurosa contabilidad. 48 Procuradores • Nº 105 Síntesis de la aplicación d Requisitos ØØ Quien no haya superado 2.000.000 € de operaciones conforme el criterio de devengo. ØØ Quien no supere cobros en efectivo anuales de un mismo destinatario por más de 100.000 € (definición efectivo Ley 7/2012: papel moneda y la moneda metálica; cheques bancarios y cualquier otro medio físico o electrónico al portador. No es efectivo: ingreso en cuenta corriente y operaciones con entidades financieras). ØØ Quien se acoja al criterio por medio de la presentación del modelo 036 en el mes de diciembre anterior al año en que se quiera aplicar. ØØ Se aplicará a todas las operaciones salvo las excluidas, como por ejemplo, y mencionamos sólo las que puedan afectar a nuestra actividad: las adquisiciones intracomunitarias, las importaciones o el autoconsumo. Ejercicio de la opción Durante el mes de diciembre anterior al año en que se vaya a aplicar se opta al criterio de caja con la presentación del modelo 036. La opción se entenderá prorrogada año tras año mientras no se presente el modelo 036 comunicando la renuncia, modelo que se presentará en el mes de diciembre anterior al año en que se desea dejar de aplicar. La renuncia tendrá efecto durante un periodo mínimo de tres años. Es decir, no se puede aplicar un año un criterio y al año siguiente otro, y así sucesivamente. El criterio de caja afectará a todas las actividades del contribuyente. Quien quiera acogerse para el 2014 deberá de presentar el modelo 036 a lo largo de diciembre de 2013. Devengo del impuesto Ingresos: el criterio de caja supone declarar el IVA en el momento del cobro parcial o total de la minuta, y si no se ha producido, en todo caso a 31 de diciembre del año inmediatamente posterior a aquel en que se haya producido el servicio. Es decir, aunque no se cobre, al año siguiente hay que declarar la operación en todo caso. Por ejemplo, si aplicamos el criterio en el 2014, no declararemos las facturas emitidas no cobradas, pero a fecha 31/12/2015 tendremos que declararlas aunque sigan impagadas. Gastos: la deducción del IVA de los gastos se realiza cuando se paguen total o parcialmente; si no se han realizado estos pagos, se entenderá que en todo caso nace el derecho a la deducción el 31 de diciembre del año posterior a la operación. El plazo para practicar la deducción caduca a los cuatro años. Este criterio implica llevar un riguroso control de cobros y pagos para poder demostrar la aplicación del criterio. Para evitar que haya operaciones sin declarar, aunque se renuncie al criterio de caja se deberá seguir aplicando para las operaciones que se hubiesen efectuado durante su vigencia. Los contribuyentes no acogidos al criterio de caja que son destinatarios de las facturas emitidas por quien esté acogido al criterio de caja, por ejemplo un procurador no acogido a este criterio pero que soporta un gasto de un servicio prestado por quien sí está acogido, entenderán que ha nacido su derecho a deducir el IVA soportado en el momento del pago total o parcial, o si no se ha producido, el 31 de diciembre del año posterior. Respecto a la modificación/recuperación del IVA por facturas incobrables, no se puede aplicar con el criterio de caja pues esta posibilidad se aplica, lógicamente, cuando el IVA se ha declarado previamente. Sólo se podrá aplicar a partir del momento en que declare el IVA, a 31 de diciembre del año siguiente. Si el procurador que no está acogido al criterio de caja aplica la modificación/recuperación del IVA de una factura incobrable, nacerá el CONSULTORIO el criterio de caja en el IVA derecho a deducirse el IVA en el cliente deudor que ha soportado el IVA si está acogido al criterio de caja. Si el que emite una factura de ingreso o recibe una factura de gasto está acogido al criterio de caja y se declara en concurso, en la fecha del auto del concurso se determinará lo siguiente: • El devengo del IVA repercutido pendiente para el que está acogido al criterio de caja, pudiendo aplicar ya el mecanismo de modificación/ recuperación del IVA. • El nacimiento del derecho a deducir el IVA de quien lo soporta, esté o no en concurso. Obligaciones registrales Quien esté acogido al criterio de caja deberá incluir la siguiente información en el libro de facturas expedidas o de ingresos: Fechas de cobro, parcial o total, con indicación por separado de los cobros. Indicación de cuenta bancaria o del medio de cobro utilizado que pueda acreditar el cobro parcial o total. En el libro se contabilizarán las facturas una a una, indicando su número, fecha de expedición, y si se aplica el criterio de caja, fechas de cobro parcial o total, y cuenta corriente de dichos cobros (ver comentario sobre provisiones de fondos). Se contabilizan cuando se reciben, sin perjuicio de que el asiento se complete con posterioridad con los pagos parciales o totales recibidos. Quien esté acogido al criterio de caja, o quien no estándolo reciba facturas de gastos emitidas por quien sí está acogido, deberá incluir la siguiente información en el libro de facturas recibidas o de gasto: Número de orden de recepción; la fecha de expedición; si la operación está acogida al criterio de caja; las fechas de pago, parcial o total, de la operación, con indicación por separado de los pagos. Indicación del medio de pago (aquí no es obligatorio indicar el número de cuenta corriente). Se contabilizan cuando se reciben, sin perjuicio de que el asiento se complete con posterioridad con los pagos parciales o totales realizados. Obligaciones de facturación ÂÂ En las facturas emitidas hay que indicar “Régimen especial del criterio de caja”. ÂÂ La factura se debe expedir en el momento de la operación; en nuestro caso, cuando se preste el servicio con sentencia o ejecución. ÂÂ Si el destinatario de la factura es un empresario u otro profesional, se debe de expedir antes del día 16 del mes siguiente. ÂÂ Si ha habido cobro parcial o total a la fecha de emisión de la factura, se indica con su fecha; al respecto, ver comentarios sobre provisiones de fondos. Declaración 347 de operaciones con terceros Los que estén acogidos al criterio de caja, así como los que no estándolo reciban facturas de quien está acogido, deben declarar en el modelo 347 (conjunto de operaciones con terceros superiores a 3.005 €) los importes de las operaciones sujetas al criterio de caja tanto por su cuantía conforme la fecha de expedición como por su cuantía conforme su fecha de cobro/pago. En su momento emitiremos una circular monográfica. La información que se facilita en el modelo 347 es muy importante para el control e inspección tributaria. Por eso su cumplimiento debe ser riguroso. En esta balanza de pros y contras puede interesarle únicamente a quien emite elevadas cantidades a clientes que tardan en pagar, y quizás a procuradores que, además de esta circunstancia, ejercen bajo una sociedad limitada, que ya de por sí está obligada a la llevanza de una compleja y rigurosa contabilidad Procuradores • Nº 105 49